LEOPOLDO MATOS Y BENITO PaREZ ARMAS:
HISTORIA DE UNA AMISTAD
SUMARIO
Los primeros años.-la politica: Matos, diputado y gobernador civil.-
Las elecciones de 1920: Matos, ministro de Trabajo.-Las elecciones de
1923.-La dictadura de Primo de Rivera.-El pleito de Pérez Armas por
su cdtedra.-El gobierno Berenguer: Matos, de nuevo ministro.-E2 go-bierno
Amar.-La Repziblica: l. Las elecciones a Cortes Constituyentes.
2. La creacidn del Partido Popular Agrario Autónomo y las elecciones de
noviembre de 1933.-La guerra civil: la muerte.
Se cumple este año de 1986 el cincuenta aniversario de la
muerte del político conservador ,grancanario Leopoldo Matos
y Massieu. Nos ha parecido que sería bueno acudir a su recor-datorio
destacando la amistad estrechísima que tuvo con el
jefe liberal Benito Pérez Armas, ({ilustre tinerfeño de Lanzaro-te
», como le hemos denominado reiteradamente. Quiere, pues,
ser este trabajo una aportación a la biografía de Matos en esta
efemérides. Fuentes principales de esa relación amical las cons-tituyen
los archivos privados de uno y otro - e l de PBra Ar-mas
desgraciadamente muy incompleto- y el de un tercer
político, amigo de ambos y primo de Matos: José Mesa y M
pez, lider en su tiempo del Partido Popular Agrario Autónomo
de Las Palmas.
Núm. 32 (1986) 21 1
La correspondencia que entre estos tres hombres se man-tuvo
a lo largo de muchos años es del más subido interés y
nos permite conocer a fondo los entresijos de la política de su
tiempo.
Expresamos nuestra gratitud a las hijas de Pérez Armas,
Angeles y María Luisa; a mi buen amigo Diego Carnbreleng
Mesa, sobrino carnal de don José; y a los encargados del Archi-vo
Histórico Nacional y del Archivo Histórico Provincial de
Las Palmas, donde se encuentran ya la totalidad de los legajos
que constituyen el archivo de Matos: a todos por sus atencio-nes.
Y un recuerdo especial para el profesor Antonio Bethen- a
court y Massieu, fervoroso admirador de su insigne pariente. N
E
-
=m
LOS PRIMEROS AÑOS O
E
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2
Benito Pérez Armas, nacido en Yaiza (Lanzarote) el 30 de E
agosto de 1871, recaló por Las Palmas el año 1883 para estu- 3
diar, primeramente, en el colegio agregado al Seminario Con- o-- ciliar las iniciales asignaturas del bachillerata. Allí coincidid m
E
con José Feo y Ramos -que oficiaría cincuenta años después O
en el funeral de su amigo Benito- y con su paisano, de Te- n
guise, José Betancor Cabrera, que utilizaría el seudónimo gal- a-E dosiano de Angel Guerra. Al año siguiente ingresó en «el colegio
n de don Diego», es decir, en el famoso colegio de San Agustín, n
dirigido por Diego Mesa de León. En él se encontraba ya ma- 3
triculado desde el curso 1882-1883 el tercer personaje de nues- O
tra historia, José Mesa.
Leopoldo Matos, que había nacido en Las Palmas el 6 de
agosto de 1878, aparece también matriculado en el colegio des-de
el curso 1883-1884; y en él continuaría junto con Benito
P6m hasta concluir ambos sus estudios en el curso 1888-1889.
Los dos aparecerían mencionados en el ((Cuadro de Honor» de
ese año l. Fueron también condiscípulos suyos Baltasar Champ-
1 Debo todos estos datos -y algunos más- a la amistad ejemplar
de José Miguel Alzola, que los tomó de los respectivos expedientes per-sonales
del Colegio de San Agustín. Le renuevo mi agradecimiento.
212 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
saur Millares, Eduardo Farinós y de Rosa, Francisco Toledo
Cabrera; y también, curso más, curso menos, José Franchy
Roca, el citado José Betancor Cabrera, Juan E. Rarnírez Do-reste,
Francisco Batllory Lorenzo.. . Entre sus maestros, Pérez
Armas destaca al notario y escritor Agustín Millares Cubas,
que profesaba la asignatura de Retórica y Poética. Años ade-lante,
varios de esos alumnos serían profesores en el propio
colegio de San Agustín: Franchy Roca, de Retórica y Litera-tura;
José Feo, de Filosofía; y Mesa, de Historia.
Pérez Armas y Matos -y, como es notorio, también Mesa-estudiaron
la carrera de Derecho. Benito, en las universidades
de Salamanca y Sevilla, donde obtuvo el grado de licenciado
en ei curso i892-i893. ieopoicio se iicenciaría en la entonces
Universidad Central de Madrid. Pérez Armas no ejerció la ca-rrera
de abogado; en cambio, Matos entró de pasante en el
despacho del primer espada Angel Ossorio y Gallardo, para
luego establecerse en la madrileña calle de Goya, donde ejerció
largos años la profesión destacadísirnamente. Con él trabajaron
abogados como Ricardo Ruiz y Benítez de Lugo y el gran maes-tro
que luego fue Nicolás PBrez Serrano. Llev6 muchos pleitos
de Canarias, singularmente los que versaban sobre nuestras
aguas privadas [¡ay!], y fue abogado de la Casa Real, especial
mente de la reina María Cristina, de cuya testamentaría abin-testato
le encargó el propio Alfonso XIII.
LA POLÍTICAM: ATOSD,I PUTADO Y GOBERNADOR CIVIL
Pérez Armas, siete años mayor que Matos -según hemos
visto-, se inicia en la política en noviembre de 1896, cuando
es elegido diputado provincial por el distrito de Arrecife de
Lanzarote. Allí permanecería en esta primera etapa ocho Etños,
con una significación claramente liberal. De Leopoldo Matos
-hijo del también político Antonio Matos y Moreno, que ha-bía
sido diputado por Las Palmas en las Constituyentes de 1869-
sabemos que giró al principio en la órbita de la política de su
tío Fernando de León y Castillo, pero con un matiz netamente
conservador.
Núm. 32 (1986) 213
El 9 de febrero de 1910 forma Canalejas su primer gobierno
-que habría de ser también el último por el crimen de la Puer-ta
del Sol- y el 16 de abril dicta una Real Orden abriendo una
información pública sobre la cuestión ((Canarias))E. l 8 de mayo
se celebran elecciones generales; y salen elegidos por Gran Ca-naria
el conde de Romanones, Leopoldo Matos y Luis Morote.
Es el ingreso oficial del político grancanario en la vida pública,
en pugna con su primo Pedro del Castillo-Olivares, también con-servador,
con la inhibición de don Fernando, tío de ambos.
Matos intervino frecuentemente en esas Cortes en pro de la
división de la provincia, ganando algunas batallas pero perdien- a
do --de momento- la guerra. Así, interpeló a Canalejas, acu- N
E
~&qdgle h&yysy ifiterrdzpid~ pgliticg fav~r&le a Grxn O
Canaria con la subida al poder del partido liberal (Diario de n-- m
Sesiones, jueves 7 de julio de 1910, núm. 19, tomo 11, pp. 425 O
E
y SS.). Viajó con Luis Morote a Las Palmas para hacer propa- E
2
E ganda política en el verano de ese año, pronunciando un dis- -
firsa en e! ;;Ho+&! &z&r=p=le;;P. i ~ S21 c+%iemAc= e trajeru 2
el proyecto de ley que resolviera «el problema canario)), insis- O--
tiendo en que se trataba de un pleito en el que el presidente m
E
del Consejo era su juez y el proyecto el fallo (D. S., tomo 1, O
miércoles 8 de marzo de 1911, p. 22, y Apéndice 6.0 del Dia- E
n
rio, núm. 40 anterior). Solicitó que se tuvieran en cuenta las
conclusiones de la Asamblea celebrada en Las Palmas en febre- nl ro de 1911, a la cual se había adherido él desde Madrid (D. S., n
n
tomo 111, jueves 11 de mayo de 1911, núm. 32, pp. 762 y SS.). 3
O Por su parte, Pérez Armas actuaba decididamente en contra
de la división desde Tenerife. En la Asamblea provincial inau-gurada
el 19 de febrero de 191 1 en Santa Cruz -con la ausencia
de los representantes de Gran Canaria- presentó una ponencia
sobre la unidad del Archipiélago, profesándose «natural de Lan-zarote
y autonomista entusiasta)). En ella pidió la creación de
nuevos cabildos, citando en su apoyo a Franchy Roca y el
plebiscito de las islas menores. El 1." de mayo es elegido dipu-tado
provincial por La Laguna, y cuatro días más tarde ascien-de
a la presidencia de la Corporación, derrotando ai conservador
Juan Ascanio y Nieves. Se acordó que el presidente fuera a
214 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Ldmina 1.-Leopoldo Matos y Massieu (1878-1936), diputado a Cortes
por Gran Canaria en 1910.
Madrid para gestionar «la unidad provincial», puesta en quie-bra
por el proyecto de ley sobre {(Organización administrativa
y representación en Cortes de las islas Canarias».
Así pues, Matos y Pérez Armas se enfrentan claramente en
Madrid. Uno, desde los escaños del Congreso; el otro, ante la
Ciomisión informativa parlamentaria, donde a principios del
mes de junio pronuncia don Benito un discurso que causó enor-me
impresión. El dictamen de la Comisión parlamentaria, sin
embargo, es favorable al proyecto divisionista del Gobierno
(Diario de Sesiones, tomo IV, sábado 10 de junio de 1911, nú-mero
56, p. 1440, y Apéndice 2.").
Suspendidas las sesiones, nada se haría hasta mediados
de 1912, en que la Comisión tinerfeña volvio a Madrid, y aun-que
allí se reunieron con los diputados por Las Palmas no hubo
avenencia por que cada uno sostenía su especial manera de ver
la cuestión. Pérez Armas entra en contacto con Canalejas y
éste va poco a poco cediendo en favor de la tesis tinerfeña, al
tiempo que distingue a Perez Armas en forma muy señalada.
Por fin, Morote, en la sesión del 21 de junio, retira el dictamen
para presentarlo de nuevo redactado, manteniendo la unidad
provincial, sin más concesión a los orientales que la creación
de dos Comisiones provinciales dentro de la Diputación única,
y creando los Cabildos Insulares. Matos, con un criterio muy
pragrn&tico, se conforma con la solución como bien posible,
«para que mañana prospere el proyecto de que nos den las
dos Diputaciones provinciales», siempre que funcionen con ab-soluta
independencia de los Cabildos; y quixh luego «se pro-duzcan
mancomunidades en esos grupos geográficos que esti-mo
subsistentes», pues Gran Canaria -dice- seguirá trabajando
para conseguir la división, la del primer proyecto de Ley (Diu-rio
de Sesiones, martes 25 de junio de 1912, núm. 147, pp. 4157
y SS., y Apéndices nums. l.", 2: y 3.0).
Pero el debate siguió adelante; y Matos se hubo de doler de
que ahora, subrepticiamente, caiga también la doble Comisión
provincial, mientras que Tenerife ha logrado crear los Cabildos
Insulares y mantener la unidad provincial. Amenazó con aban-donar
las tareas parlamentarias y su intervención dentro de la
Núm. 32 (1986) 215
CBmara (Diario de Sesiones, miércoles 26 de junio de 1912, nú-mero
148, pp. 4202 y SS.).
A ello hubo de referirse León y Castillo, que en carta a
Maura se queja ((del abandono y de la espantosa soledad)) en
que el partido conservador ha dejado a Matos, frente a das
acometidas de Sol y Ortega y las republicanos protectores de
Tenerife, con la complicidad del Gobierno y sobre todo de Ca-nalejas.
¿No valía la pena -pregunta- de haber prestado algún
calor a Matos para impedir que la derrota resultase un do
sastre?)) 2.
Promulgada la Ley de Cabildos el 11 de julio, Matos, ayu-uA
naau-u -pnunr T r\Xn -7 Pn.-+<lln -nr T..:- ñ R ~ r m + n n nnnrim.:-'n A*- ~ U I yI V ~ J U L I I U y PUL UULD IUAUIULG, ~ U A ~ J ~ ~ L U A IUQG~J-virtuarla
un tanto a través de su Reglamento de 12 de octubre
siguiente. Contra él gestionó Pérez Armas con Canalejas su re-forma,
llegando a presentar una instancia en el Ministerio de
la Gobernación; pero todo lo frustró el asesinato del jefe del
Gobierno, ocurrido el 12 de noviembre de ese año. Así y todo,
se consiguió que «el Reglamento pasara al Consejo de Estado
para ajustarle a la Ley antes de que tuviera carácter de defi-nitivo
» 3.
PBrez Armas militaría ahora y por tiempo escaso en la frac-ci6n
romanonista del partido liberal. Más adelante, en junio
de ese mismo aiío de 1913, lo haría en la garci-prietista liberal
democr5tica; y, finalmente, en la izquierda liberal de Santiago
Alba. Matos, por su parte, y producida la crisis idónea en octu-bre,
se inserta en esta fracción conservadora acaudillada por
Eduardo Dato, que forma gobierno.
Pérez Armas sería reelegido presidente de la Diputación prcb
vincial el 8 de mayo de 1913. Matos, por su parte, es elegido de
nuevo diputado a Cortes por Las Palmas el 8 de marzo de 1914,
Ji.r.,'*i.,Vn t n t-nn P 6 r ~ vC h'ldric y Raldnm~rnA rgm-k. Ecft año, P&m - -- CII ----.-- -----------
Armas es nombrado catedriitico de la Escuela de NAutica de
Carta de Fernando Ledn y Castillo a Antonio Maura de 20 de julio
de 1912, desde Biarritz. Publicada por nosotros en El Pldto Insular
(1808-1936), Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Santa Cruz
de Tenerife, 1976, p. 343, nota 2 i i .
Conferencia cie Benito Péres Armas en los salones de la «Juventud
Republicanan de Tenerife el 22 de marzo de 1913.
216 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
Canarias y a principios de 1915 delegado regio de Enseñanza
Primaria de las islas Canarias -exceptuando la de Gran Cana-ria-
con residencia en La Laguna. Cesaría como presidente de
la Diputación en mayo de 1915, aunque siguió en la Corpora-ción
como diputado por La Laguna algún tiempo.
En mayo de 1915, Leopoldo Matos es nombrado gobernador
civil de Barcelona, en el desempeño del cual disolvería la Asam-blea
Nacional de parlamentarios convocada por la LEiga el 19
de julio de 1917 en el Salón de Juntas del Palacio de la Ciuda-dela,
poniendo la mano sobre el hombro de Felipe Rodés. En
las elecciones generales celebradas bajo el gobierno Romano-nes
e! 9 & zbyi_! &? 1916, v~!ve 8 &gidn fii)'itad~ pQr T2.c.
Palmas junto con Argente y Ambrosio Hurtado de Mendoza.
Todos tres por el famoso articulo 29. Dimitiría del cargo de
gobernador civil de Barcelona por la actitud de las Juntas de
Defensa Militares, siendo elogiado unánimemente por su ac
tuación.
Nuevas elecciones en 24 de febrero de 1918, bajo un gobier-no
García Prieto, y de nuevo diputado por Las Palmas, junto
con Argente y Joaquín Umáiz. Y otra vez en las siguientes, ce-lebradas
el 1: de junio de 1919, bajo el gobierno de Maura-La
Cierva, esta vez acompañado por Argente y por Pedro del Cas-tillo
y Manrique de Lara. En el Congreso interpeló al Gobierno
el 1.0 de agosto de 1919 sobre determinación de los servicios
de carácter provincial y de carácter insular en el Archipiélago
Canario (Diario de Sesiones, tomo 111, viernes 1." de agosto
de 1919, núm. 23, pp. 70-702). En esta etapa interpuso recurso
contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra el
presupuesto provincial de Canarias, obteniendo sentencia f avo-rable
el 5 de mayo de 1920, por la que se revocó la Real Orden
de Gobernación de 23 de marzo de 1917.
LASE LECCIONES DE 1920: MATOSM, INISTRO DE TRABAJO
El 5 de mayo de 1920 forma Dato un gobierno netamente
iddneo y obtiene el decreto de disolución. Las elecciones tienen
lugar el 19 de diciembre, y por primera -y única, vez nues-
tros dos amigos comparecerían en el Congreso de los dipu-tados:
Pérez Armas, elegido por La Gomera, y Matos, una vez
m&s por Las Palmas, en el tercer puesto, precedido por Argente
y por el republicano radical Guerra del Río, debutante.
Matos obtuvo la Real Orden de 28 de julio de 1921 por la
que la Diputación provincial no podría aprobar el reparto de
contingentes sino con los dos tercios de los diputados, anulando
los hechos sin tal quorum.
Habiendo sido asesinado Dato el 8 de marzo y ocurrido el
desastre de Annual, forma gobierno Maura el 13 de agosto y
lleva consigo a Matos como ministro de Trabajo. En esa etapa, a N
logra de Cambó, ministro de Fomento, que por Real Orden de E
7 de noviembre de 1921 se extienda la jurisdicción de la Dele- O - gación de Hacienda de Las Palmas a las islas de Lanzarote y - m
O
Fuerteventura, ordenando que se enviase a la de Gran Canaria E
E
la documentación relativa a esas islas que obrara en Tenerse. 2
E
De Francos Rodríguez, ministro de Gracia y Justicia, consigue
-
Matos la creación por Real Decreto de igual fecha del Registro 3
-
Mercantil de Las Palmas. Todo ello origina duros debates en -
0
m
el Congreso; pero, sorprendentemente, no interviene en ellos E
O Pérez Armas. Y es que entre éste y Matos, principalmente, se
había pactado una tregua para tratar de solucionar «en paz las n
E
luchas insulares)). El directorio del partido republicano tiner- -
a
feño acusó a Pérez Armas de haber estipulado un modus vivendi 2
n
con la representación grancanaria. Don Benito comparece ante n
la opinión en noviembre de ese año y entre otras cosas mani- O3
fiesta que toda la representación parlamentaria --diputados
y senadores- de las islas occidentales consiguieron que, reser-vadamente,
pasase el Reglamento de la Ley de Cabildos al
Consejo de Estado, sin dejar traslucir sus ((propósitos a los
representantes de las isIas orientales)); para lo que tuvieron
que ((vencer las suspicacias de un espíritu tan atento y vigilan-te
como lo es el del señor Bugallal, entonces ministro de la
Gobernación)). Obtenida la Real Orden, el propio Pérez Amas
lo hizo saber en el Congreso a Matos, quien se llevó la gran sor-presa.
Seguidamente, reunidos todos los representantes de Ca-narias,
se pactó una tregua, quedando pendientes de los resul-
218 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
tados de la información que decidió abrir el Consejo de Estado,
a fin de conocer el criterio de las Corporaciones provinciales e
insulares, para intentar ((establecer definitivamente la paz)) '.
Dimitido Maura en marzo de 1922, forma gobierno Sánchez
Guerra; y en la Comisión nombrada para entender del expedien-te
Picasso por las responsabilidades de Marruecos figuran dos
canarios: el presidente, Alvarado y Saz, y Leopoldo Matos.
Dimitido Sánchez Guerra en diciembre, se encarga de for-mar
gobierno García Prieto, en un gabinete de concentracidn
liberal, que habría de ser el Último del régimen constitucional
español. Anuncia la celebración de elecciones legislativas, que
serían las últimas de la monarquía. Pérez Armas -todavía
diputado a Cortes por La Gomera- toma parte en la campa5a
electoral en favor de la candidatura de su jefe, Santiago Alba
-a la saz&n ministro de Estado-, y ha de excusarse ante las
acusaciones que le dirigen los jefes del partido republicano
tinerfeño de haber incumplido su promesa de apoyar la candi-datura
de Alejandro Lerroux. Así lo hace en una serie de ar
tículos que le va publicando La Prensa bajo el título genérico
«De elecciones)) a partir del domingo 22 de abril de 1923; ter-minando
su alegato: {{Nos hemos pasado dos largas décadas
deplorando no tener un hombre que contrarrestase las influen-cias
de León y Castillo, primero, y de Matos y de Argmte, des-pués:
ahí está, ahora, lleno de excepcionales condiciones en
pleno poder, con el más espléndido porvenir.. . 1) 5.
Las elecciones tuvieron lugar el 29 de abril. Por Tenerife
saldría elegido para el primer puesto Alba, no consiguiendo Le-rrniAx
sicti?, mi&rgs n , ~ pp nr Gran r,iansiria v~!viS 2 calir ME-tos,
de nuevo en el tercer lugar. En total, representó a su isla
BENITOPÉ REZ ARMAS: ((Ante la opini6nn, La Prensa, 17, 18 y 26 de
noviembre de 1921.
BENITOPÉ REZ ARMAS: «De Elecciones. El Pais decidirán, La Prensu,
miércoles 25 de abril de 1923.
Núm. 32 (1986j 219
y ciudad natales en siete ocasiones. Y en algunas más las hu-biera
seguido representando, a buen seguro, de no ocurrir en
nuestra patria los acontecimientos políticos que se fueron su-cediendo:
la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de
la 11 República, la guerra civil.. .
LA DICTADURA DE PRIMODE RIVERA
El 13 de septiembre de 1923 adviene la dictadura del gene-ral
Miguel Primo de Rivera y Orbaneja. Se clausura con ella la
*+o- A n lo D n e t n r ~ r o n i A nn onrrr, ir<to nn.m -1 nárrimm hi r \nv+i r l i c tn.
r j u a p o u= +a r w a u a u r a u r v r l a r u v r u u a , LWA o r r u g u r r ~ i cu i y r u r u r u r u u w ,
pero tarnbidn quiebra la línea política de PBrez Armas y se inte-rrumpe
la trayectoria parlamentaria y ministerial de Matos. La
relación entre ambos, en cambio, no se altera. Al contrario, es
ahora cuando empezamos a encontrar en la correspondencia
existente en los archivos muestras de una intima amistad y un
estrecho entendimiento.
Así, Péra Armas, de momento en la reserva más explícita,
sigue atenta y preocupadamente el panorama político de las
islas; no sólo de la de Tenerife y demás occidentales, sino muy
principalmente la de Gran Canaria, feudo político de su amigo.
Y le escribe el 25 de octubre:
Estuve dos días en Las Palmas y dije cuanto era justo y
conveniente respecto a tu persona. Creo poder asegurarte
que allí tienes abiertas las puertas de la Basílica para que
actúes de Pontifical cuando convenga.
Mesa estará ya ahí cuando recibas esta carta. Le hablé
claro y me pareció convencido de que tú eres la base de
todo y para todo. M. Curbelo ha debido impresionarlo en
el mismo sentido
Carta de Benito P&ez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 25 de
octubre de 1923, manuscrita. ARCHIVOH ISTÓRICO NACIONAL[A . H. N.7,
((Archivo L. hiIatosn, ((Fondos Modernos)), legajo 18/89. La hemos publica-do
en nuestra biografía Benito Pérex Armas f1871-1937)2 Consejería de
Cultura, Gobierno de Canarias, «Colección Millares Torres)), Santa C m
de Tenerife, 1985, p. 143.
320 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A Matos acude también Pérez Armas cuando ve en peligro
su cargo de delegado regio de Enseñanza, al aparecer un Real
Decreto que decide la supresión de las Delegaciones. Escribe a
su amigo el 13 de noviembre:
No sé si habras visto el R.D. de 29 de octubre referente
a las Delegaciones de Enseñanza. Para mí no existe duda
de que no comprende a las nuestras, que, como sabes,
son especiales, con funciones delegadas del Rectorado de
Sevilla.
Te adjunto copia de la consulta que hace por este co-rreo
Juan Reyes [Vega], actualmente encargado del Minis-terio
de Instrucción.
Sería una lástima que nos suprimiesen. esos organis-mos
que es de lo poco autonómico que tenemos, para vol-ver
a las dilaciones de antaño y el desastre de los centros
de Enseñanza.
Las dejo bajo tu custodia '.
Matos, que se encuentra del todo apartado de la dictadura,
acepta servir la petición de Pérez Armas, a quien contesta el
20 de ese mismo mes:
Dadas las circunstancias actuales yo me abstengo [?] de
recomendar a los Sres. del Directorio y a los departamen-tos
ministeriales asuntos que lleven consigo la expresión
de un interés personal. Pero como el de las delegaciones
es de un interés general y desde luego muy conveniente
para el régimen de instrucción en nuestra tierra, no he
dudado en hacerme cargo de la consulta que me envías
y transmitirle mi ruego a Pérez Nieva [?] de que lo es-tudie
con atención basándome para formular la petición
en relación antigua de amistad que tengo con dicho Sr. por
haber sido profesor mío en los tiempos ya lejanos en que
yo &%&jaba
7 Carta de Benito PBrez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 13 de
noviembre de 1923, A. H. N., ((Archivo L. Matosn, ({Fondos Modernos», l e
gajo 18/91. Publicada en Benito Pérez Armas ..., cit., p. 107.
Copia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Ar-mas
de 20 de noviembre de 1923, A.H.N., «Archivo L. Matas)), ({Fondos
Modernos)), leg. 18/92. Publicada en Benito Ptrez Arm as..., cit., p. 107.
NUm. 32 (1986) 22 1
Pese a estas gestiones, la Delegación fue suprimida ese mis-mo
mes de noviembre. Pérez Armas acusa recibo de esta última
carta el 19 de diciembre; y vuelve a su preocupación por la po-lítica
local:
Quedo informado del contenido de tu afectuosa de 20 de
noviembre, y opino como tú, que tales pueden ser los pe-ligros
del porvenir, que debemos estar advertidos para
todo. Aquí, me parece, que lkgados trances difíciles, obra-remos
como un solo hombre respondiendo a sentimientos
de raza y nacionalidad.
Sin descubrir el hilo de la madeja, predico como tú
-iuiica cabeza posible de nuestras actuaciones- la nece-sidad
de sostener a todo trance la unidad espiritual de to-dos
Ios canarios.
Deberes de lealtad -y en la mayor reserva- me obli-gan
a decirte que estas autoridades militares han dado
cuenta al Directorio de que la Diputación no funciona por
rebeldía sistemática de los diputados orientales y que se
impone adoptar una medida radical.
Yo creo que tú no debes interponerte sino dejar que
vengan o que por decreto resuelvan el conflicto de que con-curran
los 15 diputados indispensables para el presupues-to.
Habría de ser éste reducidísimo, tal y cual nosotros
ahí lo determinamos en aquellas reuniones parlamentarias,
resolviendo de una vez este pleito estúpido, de viejas vani-dades,
con lo cual la Provincia quedaría en paz y asegu-rado
el régimen de Cabildos, que es lo que debe impor-tarnos.
Realmente como se está no puede continuarse y calcula
tú si sería peor remover toda la charca y que se exijan
responsabilidades por esas retenciones y pagos hechos en
Las Palmas contra toda ley y poniéndose a Dios por mon-tera.
En fin yo te informo y con tu inteligencia verás a qué
carta debes quedarte O.
Carta manuscrita de Benito Pérez Armas a Leopoldo Matas Massieu
de 14 de diciembre de 1923, A.H.N., ((Archivo L. Matosn, cit., leg. 18/93.
Publicada en nuestro Benito Pérez Armas ..., cit., pp. 143-144.
222 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
.MATOS Y PÉREZ ARMAS 13
A ello contestaría Matos el 20 de diciembre:
Mucho me disgusta la actuación política que se está
desarrollando en nuestra tierra; ni con unos ni con otros
estoy conforme y me parece que se está elaborando un sui-cidio
colectivo lo.
El Real Decreto-Ley de 12 de enero de 1924 disuelve las Dipu-taciones
provinciales; y la nueva Diputación de Canarias, presi-dida
por el político liberal Pedro Schwartz y Matos, eleva al
Directorio e1 5 de febrero una.exposición de los problemas que
lo afectaban, proponiendo el robustecimiento del organismo
«regional». El comentario de Pérez Armas en carta a Matos del
16 de ese mismo mes es acerado y certero:
Estas cosas de la Diputación provincial, hechas por los
señores traídos por el Directorio, supongo que no produ-cirán
mayor efecto. Es necesario volver a los Cabildos y
desglosar los servicios de modo que en el porvenir no ten-gamos
motivos de discordias y majaderías.
Lo mejor sería que se crease, como organismo regional,
una especie de Dieta en la que tuviesen representación to-dos
los Cabildos. Tú verás lo que haces 'l.
No disponemos hasta el momento de otras noticias sobre
sus confidencias políticas de esos primeros años de la dictadu-ra.
Quizá aparezcan en ese último fondo del archivo Matos res-catado
recientemente y depositado en el Archivo Histórico Na-cional,
pendiente de ordenación y catalogación.
EL PLEITO DE.PÉREz ARMAS POR SU CATEDRA
Ya hemos dicho que don Benito había sido nombrado por
Real Orden de 8 de abril de 1914 cateüratlco en propiedad de la
10 Copia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Ar-mas
de 20 de diciembre de 1923, A. H. N., ((Archivo L. Matosn, leg. 18/95.
Publicada en nuestro libro Benito Pérez Armas ..., cit., p. 144.
1 Carta manuscrita de Benito Pérez Armas a Leopoldo Matos Massieu
de 16 de febrero de 1924, A. H. N., ((Archivo L. Matom, leg. 18/97. Publi-cada
en la repetida biografía, p. 146.
Núm. 32 (1986, 223
asignatura de Derecho mercantil especial maritimo de EspaTia
y Derecho mercantil internacional y comular de la {{Escuela
Especial de Náutica de Canarias)). Al ser elegido diputado a
Cortes, fue declarado excedente en febrero de 1921; y se reinte-graría
a su puesto, al término de su mandato, en abril de 1923.
Hasta entonces, la ((Náutica» dependía del Ministerio de
Instrucción Pública; pero a partir de julio de 1924 pasó a depen-der
del de Marina. Y entonces una Real Orden de 11 de ese mes
declaró nulo el nombramiento de Pérez Armas como profesor
en propiedad. Vista la gravedad del caso, nuestro hombre deci-de
encargar el asunto a su amigo Leopoldo. Y el 27 de marzo
de 1925 le escribe:
Querido Leopoldo: Vuelvo a ti con otra pejiguera. Soy el
primero, como comprenderás, en deplorar que las circuns-tancias
me obliguen con tal dureza y contumacia a ocasio-narte
molestias, pero chico, la fuerza del sino es superior
a mis buenos deseos.
Te visitará Antonio Izquierdo para informarte, con de-talle
del estado de mi asunto de la Escuela de Náutica.
Me han dado vista en el expediente y como no puedo com-parecer
personalmente te he dado a ti poder, con cláusu-la
de sustitución, para que después de impuesto de todo
resuelvas lo que estimes procedente.
Envío a dicho amigo una nota para que la lea, donde
expongo algo de lo que se me ocurre, algunas copias de
disposiciones y la copia del poder debidamente legali-zado.
Si tú puedes comparecer, sin compromiso, sin violen-cias,
será miel sobre hojuelas, si no puedes, designa a
quien quieras, pero informándolo previamente. Esto U1-
timo sí te lo pido con todo interés.
Todas mis esperanzas están en el pleito contencioso,
de modo que ailá iremos y veremos.
. . . Reconocido Y con el mayor afecto recibe un abrazo
de tu amigo
Benito *
* Carta de Benito Pérez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 27 de
marzo de 1925. Esta carta y las que le siguen sobre el mismo asunto, así
como la sentencia que puso fin al pleito, se hallan en el ARCHIVHOr s-
T ~RICO PROVINCIADEL LAS PALMAS[A .H. P. L.P .], <<ArchivoL . Matoss, l e
gajo 99, «Pleito núm. 7385, Administrativo, año 1925)).
224 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
Matos le contesta el 11 de abril, acusándole recibo de la
carta y de la visita de Izquierdo Vélez:
... Me he personado ya en la Dirección de Navegación y
espero que me señalen día para estudiar el expediente y ha-cer
la alegación en tu nombre.
Tratándose de ti, yo comparezco ante todos los tribu-nales
humanos y divinos, sin que me ate ningún compro-miso
y sin tenerme que hacer ninguna violencia, pues tra-tándose
de servirte, nunca pongo limitaciones a mi vo-luntad.
... Recibe un cariñoso y fuerte abrazo. Siempre tuyo
buen amigo lS.
Pérez Armas hubo de recurrir, en efecto, ante la jurisdic-ción
contencioso-administrativa bajo la asistencia de su amigo
de infancia. Envió de nuevo a Izquierdo Vélez a visitarle en
noviembre de 1926 y hacerle unas preguntas. Matos escribe un
tanto molesto el 30 de ese mes:
(. . .) Me produjo un poco de enojo que no seas tú mismo,
por medio de carta, quien haga acto de presencia en este
despacho para entrar a tajos y mandobles disponiendo y
ordenando, pues ya sabes que aquí estoy yo a tu servicio
y esclavo de tu interés.
,.. No vuelvas, pues, a mandar a preguntar; pregunta
por ti mismo en la seguridad de que, lejos de molestar,
causas satis.facción, porque das motivo para que nos co-muniquemos.
. . . Dame tus noticias y recibe un fuerte abrazo de tu
siempre leal y buen amigo ".
Don Benito, que ha pasado por la terrible pérdida de su úni-co
hijo varón, escribe a Matos una larga carta manuscrita y
confidencial el 2 de diciembre de 1927. En ella se declara en-l3
Copia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito P6rez Ar-mas
de 11 de abril de 1925.
l4 Copia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Ar-mas
de 30 de noviembre de 1926.
Núm. 32 (1986) 225
fenno desde «hace 7 meces» y le urge para que tome todo su
interés en la resolución de su pleito, cuya vista va a tener lugar
pocos días más tarde:
Confidencial.
Sor. Dn. Leopoldo Matos.
Querido Leopoldo: Una serie de desgracias posteriores
al fallecimiento de mi hijo -por algo dice el refrán ((bien
vienes mal si vienes solo»- me han colocado en situación
difícil y me tienen enfermo hace 7 meses. En estas con-diciones
llega a mí la noticia de que el pleito que estaba
señalado para el 24 se verá el 12 del actual, y me decido
a ponerte unas líneas rogándote que tomes el asunto con
el mayor interés porque ese sueldo me hace mucha
falta.
Antonio Izquierdo llevó el encargo de ver personalmen-te
a Dn. Manuel Polo para hablarle del asunto. Yo creo
que Dn. Manuel hará cuanto pueda y en ese sentido me es-cribió
hace algún tiempo, pero yo más confío en ti, por
que sé la situación en que estás colocado y las influencias
que puedes mover.
Es muy importante para mí que si obtenemos una sen-tencia
favorable se me restituya a la cátedra y no se me
deje excedente, por que en este último caso estaré siempre
en el peligro para el porvenir de que me destinen a la
primera vacante que ocurra en otra escuela de Náutica.
Tú recordarás que esa cátedra la sacaron a oposición y
la obtuvo Leocadio Machado que la esta desempeñando.
¿Quién debe ser en todo caso el excedente? Yo creo
que el que vino posteriormente, por un error o ligereza
de la Administración.
Me permito hacerte estas indicaciones, para que si te
es posible en la vista y posteriormente, obtengas que la
sentencia se dicte puntualizando bien ese extremo.
Dictada la sentencia todavía queda el peligro de que
ei Gobierno acuerde la suspensión. ¿Será posible en asun-to
de tan poca monta para el Estado? Espero que tengas
la bondad de dame tu opinión y de indicarme si debo yo
intentzr mnwr zlgh osnrte.
Dada la situación actual yo poco o nada puedo hacer
desde aquí, pero lo intentaré en caso de que tu me avises.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Dada nuestra amistad, y lo que dejo expuesto en las
primeras líneas de esta carta, yo estoy seguro de que tú
harás cuanto humanamente puedas en mi obsequio. Te
anticipo las gracias más expresivas y bien sabes que pue
des siempre disponer de mí como mejor te convenga.
Por si fuese de alguna utilidad te adjunto una nota con
algunas indicaciones respecto al caso de Foronda que le
abonaron (al hacer su nombramiento) el tiempo en que
estuvo como sustituto personal (que por R.O. del Direc-torio
Militar se declaró que no eran servicios computables)
y a mí no se me computó el tiempo de excedente como
parlamentario a pesar de disponer lo contrario la Ley de
Funcionarios de 1918.
Deseando que toda tu familia se encuentre bien, con
afectos para Perico, y un fuerte abrazo para ti se despide
este buen amigo
Benito
Diciembre 2/927.
P.D. No adjunto la nota respecto al caso Foronda por-que
después de examinarlo he visto que como argumento
legal nada añade importante. Tú la conoces y en todo caso
harás la cita si la crees oportuno.
Por si fuese de utilidad creo que debes ver la senten-cia
dictada en el recurso interpuesto por Dn. Jos6 García
Guerrero, profesor interino de inglés de la Escuela de
Náutica de Málaga, que te acompaño.
García Guerrero no tenía el carácter de profesor en
propiedad, pero yo sí, según mi nombramiento, que no
pudo ser anulado por la Administración, porque habían
transcurrido 10 años de efectuados y la acción de nulidad
había prescrito a los 4 años.
He visto que no alegas este razonamiento en tu escri-to
de 11 de Noviembre último (en el otro pleito) contra
el R. D. de 24 de Junio de 1924. Tú que así lo haces por
algo será, pero a mí me parecía que éste era el argumento
aquiles. porque ni una Ley {si este carácter tienen los
R.D. de la Presidencia) podia ni puede, anular los dere-chos
creados al amparo de otra.
Perdóname esta indicación que sólo hago en calidad
de lego.
No sé si en la vista de mi pleito puedes esgrimir ese
razonamiento. Tú verás.
Lo grave para mí era que el Tribunal se expresase [?]
alegando que se trata de un Decreto-Ley, pero no siendo
Núm. 32 (1986)
así me parece una enormidad que pueda dictarse una sen-tencia
desconociendo mi derecho.
Si en la vista del 12, que es contra una R. O., pudiera
hacerse valer aquel fundamento de derecho, quizá fuera
decisivo.
En fin repito que me perdones. Salud y un fuerte
abrazo
Benito lS
Matos, al contestarle, informa detalladamente en la suya de
13 de diciembre:
a Ayer se celebró la vista de tu asunto. Ya podrás figurarte N
que puse en la defensa todo, absolutamente todo el es- E
fuerzo de que soy capaz. Cité con detenimiento e hice un O
n estudio especial de la sentencia dictada en el caso de Gar- =m
cía Guerrero, pues aunque había y hay elementos en ella O
E
que pueden servir de defensa para nuestro caso, tiene una E
2
apariencia desfavorable, en cuanto interpreta en una for- E
ma restrictiva el requisito de servicios constantes en la
cátedra para poder aspirar a la posesión en propiedad. 3
Yo apreté mucho en la explicación del considerando que em- limita a los Profesores en propiedad e1 derecho de compu- E
tación de la excedencia parlamentaria, entendiendo que O
a ti el Directorio te había convertido, siendo propietario, n en interino, por este poder extraordinario y absurdo, que -E llega más allá de la fuerza divina, pues hasta ahora, ni a
Dios había logrado convertir a la mariposa en larva, que n
era lo que hacía aquel Decreto; pero que considerando el n
asunto jurídicamente, tu calidad era la de Profesor en pro- =
piedad y, por tanto, no se te podía aplicar más preceptos O
que los pertinentes para el Profesorado de esa clase.
Como te indico, no tengo hasta ahora impresión de nin-guna
clase. Después de salir de Sala, se me acercó el Se-cretario
para pedirme en nombre de los Magistrados la
sentencia qi-le yo había citado.
Ya te diré lo que haya y mientras tanto recibe un abra-zo
de tu siempre buen amigo 16.
l5 Carta de Benito PBrez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 2 de
Cl_icie~hrdee 19E. M~mscritzy c m m .! de 1st~I.i ni6ditz.
le Copia de la carta de Leopoldo Matos Masseiu a Benito Pérez Ar-mas
de 13 de diciembre de 1927.
228 ANURRIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
El Supremo falló a favor de Pérez Armas en su sentencia de
22 de diciembre de 1927, revocando la Real Orden de referencia
y estimando que era de abono el tiempo de excedencia forzosa
por elección para cargo parlamentario. Y en ejecución de la
sentencia, una Real Orden de 31 de mayo de 1928 le nombra
profesor numerario en propiedad de la cátedra de Derecho y
Legislación maritima de la «Escuela Oficial de Náutica de Santa
Cruz de Tenerifen, con efectos desde le0 de mayo de 1925. Ha-bían
variado la denominación de la asignatura y la de la propia
Escuela; debido esto último a haberse consumado en 1927 la
división de la provincia de Canarias. Y también varió la línea
política de Pérez Armas.
efecto; desde 3 de diciembre de i Y 2 j el ~~-&oTiO
militar había dejado paso a un gobierno de hombres civiles; se
había dictado el Real Decreto de 21 de septiembre de 1927, por
el que se dividió la provincia; y ahora don Benito decide pres-tar
su colaboración a la dictadura, iniciándola con una carta al
gobernador civil de Santa C m de Tenerife fechada a 3 de ene-ro
de 1928. ¿Fue una manifestación de gratitud por la resolu-ción
favorable alcanzada en el asunto de su cátedra? ¿O fue
la convicción de que podría realizar muchas cosas en favor de
su país? No lo sabemos a ciencia cierta.. . 17. Lo que no conoce-mos
-hasta ahora- es cuál fuera la reacción de su amigo Leo-poldo
ante ese cambio.
EL GOBIERNO BERENGUEMRA: TOSD, E NUEVO MINISTRO
El 28 de enero de 1930 cae la dictadura de Primo de Rivera
y forma gobierno el general Berenguer, que lleva consigo a Leo-poldo
Matos como ministro de Fomento. Aparecen otros paisa-nos
en cargos poiíticos: Iticaruo Ruiz y Benítez de Lugo, como
subsecretario de la Presidencia, y José Betancor Cabrera, Angel
Guerra, como director general de Prisiones.
l7 Hemos historiado esta peripecia en nuestra biografia Benito Pérez
Armas ..., cit., pp. 152-167, y a ella nos remitirnos.
Num. 32 (1986) 229
20 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
En noviembre de ese año se producen unos graves sucesos
en Santa Cruz de Tenerife ocasionados por haberse corrido el
rumor de que, con el apoyo de Matos, se suprimía la escala de
los vapores de la ({Transmediterránea)) en Santa C m , trasla-dándola
a Las Palmas 18. Pérez Armas se mantuvo al margen de
todo ello.
Lo cierto es que el 26 de ese mismo mes se produce una cri-sis
parcial en el Gobierno y Matos pasa a la cartera de Goberna-ción.
Se contaba con él para la celebración de inmediatas elec-ciones
generales. Pérez Armas entra de nuevo en contacto con
su amigo, a quien escribe el 25 de diciembre con sus proyectos
de cara a la futura convocatoria. Es una carta confidencial,
z n ~ ~ p z i o i i a h ~2i~i2tR~k 3L L ili6qiuha ~ íeüia rti!!~~d e SII CG~IG-membrete
del Retiro Obrero:
Excmo. Sr. Don Leopoldo Matos.
Querido Leopoldo: Después de muchas vacilaciones me
decido a exponerte, en el menor número de palabras po-sibles,
para no robarte tiempo, como yo creo que puede
solucionarse el problema electoral de esta Provincia. Com-prenderás
que estoy enterado de la actitud de Ricardo,
y de lo que le ha dicho a Félix, Arroyo e Izquierdo.
El nudo gordiano consiste en vencer la fobia de Ri-cardo,
convenciéndole de que transija conque Félix sea
Diputado por uno de estos distritos.
Vencido este obstáculo los candidatos debe& ser aquí,
en Tenerife: Ricardo, Villafuerte y Arroyo. Los tres sal-drían,
si el Gobernador me deja actuar libremente, por
medios hábiles y persuasivos.
A Santa Cruz de La Palma llevaríamos a Félix. Para
ello es necesario convencer a Alonso Pérez Diaz, cosa que
entre el Gobernador y yo creo que podríamos lograr; y tú
a Sotomayor, directamente, con la promesa de sacarle Se-nador.
Podría entonces hacerse allí una elección perfecta
mente iranquiia.
En Los Llanos, Angel Capote, de mi confianza, que no
haría política hostil ni a Pérez Díaz ni a Sotomayor, y en
quien todos parecen coincidir.
'8 Los hemos estudiado en Benito Pérez Armas. .., cit., pp. 173-174. Y en
El Pleito Insular ..., cit., pp. 430431.
230 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Ldnina 1II.-Benito Pérez Armas (1871-1937). Caricatura en madera por
Juan Botas y Ghirlanda, 1915 ó 1916. 38 cm. de altura. Propiedad de
Rubén Cabrera de la Puerta, La Laguna. [Foto Díaz Febles.]
En la Gomera, Nicasio León Bencomo. meccidn tam-bién
muy f8cil. En el Hierro, si tienes deseos de complacer
a Delgado Barreto, como él asegura, podríamos intentar
sacarle. No sena tan clara esta elección, pero puestos a
ello decididamente el Gobernador y yo, creo que lo logra-ríamos.
Senado: Tú (si es verdad que así lo deseas); 1%
quierdo (mi único interés) y Sotomayor.
Claro es que Félix opondrá alguna resistencia a que lo
trasplantemos a Santa Cruz de la Palma, pero se le redu-cirá
fácilmente, porque los tiempos no están para «go-
Ileríasn.
El interés de Ricardo debe ser únicamente salir por
Tenerife, mirando el porvenir, con lo que ya infiere a Fé-lix
wi evidente perjuicio.
Iu'o he visto todavía ai Gobernador, y si cuando ie visite
se me clarea, le diré lealmente mi opinión tal y como la
dejo consignada.
Ahora tú resolverás.
Que Dios continúe iluminándote, en ese dédalo en que
estás metido, te desea con toda el alma, este verdadero
amigo
Benito
Afectos cariñosísimos a Perico, por más que no me es-criba
le.
A esta carta contestaría Matos el 3 de febrero de 1931:
Querido Benito: He recibido tu carta confidencial y muy
interesante. Perdona que con un poco de retraso la con-teste.
Ya comprenderás lo que es mi situación en estos ins-tantes:
una revolución política, un movimiento profundo
de carácter social y unas elecciones; todo marchando a pa-sos
agigantados y en movimiento desordenado. Cualquiera
de las tres cosas se cargaba un Ministerio. Ya puedes su-poner
lo que pasará con el pobre Ministro a quien las tres
persiguen.
Tus indicaciones me parecen muy acertadas. Todo cae
por tierra en gran parte después de la última actitud adop-tada
por Villanueva, pues, según me dicen, al abstenerse
él, Félix ha decidido abstenerse también, y ya no es com-l9
Carta de Benito P&ez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 25 de
diciembre de 1930, A.L.M. en A.H. P.L.P., legajo 197. La hemos publi-cado
íntegra en Benito Pérez Armas ..., cit., pp. 175-176.
Num. 32 (1986) 23 1
plicación su legítimo afán, en el que le apoyaba con tanto
empeño e interés como si de mí mismo se tratase, para
que continuara la representación parlamentaria por Tene
rife o por La Palma, si en Tenerife no era posible.
Decididos y lanzados ya a las elecciones, el porvenir
se presenta muy claro. Espero que lograremos pasar este
mes sin que haya grandes convulsiones que impidan la
celebración de las votaciones, y si así ocurre, tengo gran
confianza en que, a pesar de las abstenciones, el país res-pirará
tranquilo al encontrarse con un instrumento que
sirva para gobernar y que no sea el poder ejecutivo a se-cas
que desde hace tantos años padece con etapas m& o
menos duras y violentas.
Nn tengo tiempc! para m5c. Te segiré eucrihiende, p ~ r -
que la charla contigo mucho me entretiene; pero hay que
entregarse a la realidad de las exigencias políticas y es
mucha la gente que me aguarda y los papeles que me
acosan.
Un abrazo muy fuerte de tu siempre buen amigo 'O.
Las elecciones se convocaron por Real Decreto de 7 de fe-brero
de 1931, para celebrarse las de diputados el 1." de marzo
y las de senadores el 13 del mismo mes. Pero no tendrían
lugar.
El 14 de febre~o, crisis total. Se firma un Real Decreto
por el cual se deja sin efecto la convocatoria de Cortes, pues
Romanones, cerebro del nuevo gobierno que preside el almi-
2o Copia mecanografiada de la carta de Leopoldo Matos Massieu a
Benito Pérez Armas de 3 de febrero de 1931, A. L. M. en A. H. P. L. P., cit.,
legajo 197. La hemos publicado íntegra en Benito Pérex Arm as...c,i t., pá-dnne
1VR.17'7
&.&*U" A ."-A . ' .
Por lo que hace a Las Palmas, Jose Mesa entró en contacto también
con Matos y planearon de común acuerdo las futuras elecciones (Pueden
verse las cartas de Matos de 16 de enero y de 3 de febrero y las de Mesa
de 21 de enero).
He aquí una anotación correspondiente a enero de 1931 hecha por
ii'rm¿~~Cla:r ñbó jivít3mb~ies (ia"76-i936j, i, Eciiioriai Xpha, S.A., Barce-lona,
1981, Capitol 25, p. 4361, donde se juzga la conducta de Leopoldo
Matos ante esa eventualidad:
232 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
rante Amar, monsejó la celebración de tan s6lo elecciones mu-nicipales,
que se convocaron para el 12 de abril. Matos fue
sustituido en Gobernación por el 'marqués de Hoyos. No re-sisto
a la tentación de insertar ahora el juicio que esas elec-ciones
municipales y ese ministro merecieron a Pérez Amas y
que éste transmitió a su amigo Mesa el 12 de mayo de 1933,
recién celebradas las elecciones municipales de los ((burgos
podridos)) que supusieron una gran derrota para el gobierno
azaño-socialista. Le escribe:
({Cuando Leopoldo estaba en achaques parecidos yo le de-cía:
"el error mayor de Primo de Rivera fue no afrontar unas
elecciones y empeñarse en aquel engendro de la Asamblea con-sultiva;
entiendo que Vds, -aquel gobierno- deben sin vaci-lar
hacer pronto una consulta al país, seguros de vencer si saben
preparar bien el tinglado". No lo hicieron, desoyendo a los cons-titucionalistas,
y, con un inepto, sin darse cuenta del momento,
fueron a unas municipales, cediéndole el paso tardíamente al
Cabien-0 & ~n~pnt.p~c.iwfien enk_ryfiI g M~ngyq~&!) 21i
Actitud de Matos. Per a presidir les eleccions, es designa Ministre
de la Govemació Leopoldo Matos, persona bonísima, cavaller exem-plar,
ple de patriotisme i lleial amic del Rei, malgrat coneixer-ne i
confesar-ne els defectes. EU, d'esperit, estava amb mi i sols es-perava
que el Rei li fes una indicació per a adherir-se a la meva
política. Matos havia format part amb mi del Ministeri Maura
de 1921 i conservava per la meva persona un respectuós entu-siasme.
Estava, perb, afiliat al Partit Conservador, que, per desgracia
&Espanya, dirigia Bugallal i el1 volia harmonitzar dues coses in-compatibles:
la seva lleialtat arnb Bugallal i la seva devoció per
mi L..).
En realitat Leopoldo Matos seguia les instruccions del Rei, que
menyspreava a Matos i em temia a mi, i (...) pensava que podia
seguir intrigant !
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 12 de mayo
de 1933, ARCHIVO MESA [A. M. L.], manuscrita e inédita.
El juicio de Camh6 cnimirle con e! rk. Pdrez Amas. En scs c i t ~ d ~ r
Membries, pp. 440-441, escribió: «Fou també objecte de viva disputa el
Ministeri de la Governació, car, pretenent-lo Bugallal, La Cierva, el Comte
de Romanones i el Marques d'Alhucemas, es transigí a donar-lo a un
home tan anodi com el Marques de Hoyos, bonfssima persona perb total-ment
incapac per a ésser Ministre de la Governació en un moment en
que des d'aquest Ministeri havia de donar-se la batalla al moviment
Y llegó el 12 de abril y se celebraron las elecciones en toda
España. En Santa Cruz de Tenerife venció la candidatura re-publicano-
socialista, que obtuvo 25 concejales -22 republicanos
y 3 socialistas-, frente a los 10 que alcanzaron los monár-qdcos:
de estos últimos, ocho constitucionalistas y dos libe-rales.
En Las Palmas triunfó la candidatura monárquica, que
de los 36 concejales sacó 24, mientras que el bloque formado
por radicales, federales y socialistas sólo alcanzo 12. Pese a
que los concejales monárquicos elegidos fueron 22.150 y sólo
5,755 Ins antimonarquicos, la República se proclamó el 14 de
abril. Y es que la inmensa mayoria de los Ayuntamientos de
capitales de provincia cayeron en manos de republicanos y
socialistas.
Matos, en Madrid, se entrega de lleno a su vida profesional
y S I r . defensa de! generd Rwm-gmr: odedicado a asistirle y a
trabajar con todas mis fuerzas para que cese la situación que
un movim,iento pasional ha creado contra él)), escribe a Mesa el
30 de abril. Pero también ve claro lo que se avecina con las
próximas elecciones constituyentes; por ello no está de más
que insertemos por extenso esa interesante carta:
revolucionari mes profund que hi hagués hagut a Espanya des dels que
precediren el destronament $Isabel 11.))
Lo mismo opinó nuestro fallecido amigo Eugenio Vegas Latapie cuan-do
dice: ((Para la constitución de este Gabinete fue dificil la designación
de ministro de la Gobernación (. . .). Por fin se acordó nombrar para esa
cartera, de tan capital importancia con vistas a las próximas elecciones,
al marqués de Hoyos, perfecto caballero, pero carente de toda energía y
de carácter propicio a todas las concesiones)) [Memorias politicas. El sui-cidio
de la Monarquia y Ea Segunda República, Editorial Planeta, Barce-lona,
1983, t. 1, p. 941.
Leopoldo Matos continuó en contacto con su primo José Mesa, segLin
se comprueba con la frecuente correspondencia que con 61 mantuvo y que
afortunadamente se conserva en el archivo de este último (vid. cartas de
19 de febrero, 17 de marzo, 7 y 10 de abril de 1931). Son de un enorme
interés politico: Matos se daba perfecta cuenta de la trascendencia que
tenían las convocadas elecciones municipales para la continuación de la
monarquia.
234 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
L. Matos.-Goya, 23.-Madrid 30 de abril de 1931.
Sr. Don José Mesa.
Querido Pepe:
Cuando se produjo el movimiento que ha traído la Re-pública,
me trasladé a Francia, donde en Biarritz prime-ro
y en París después, tenía absoluta e imprescindible
necesidad de estar, advirtiendo desde el primer momento
al Gobierno los puntos de mi residencia por si era re-clamado
en algún proceso que pudiera abrirse contra los
hombres que dirigimos la política en el pasado año.
Ya estoy de regreso en Madrid, con la vida profesional
reanudada y entregado totalmente a ella, ya que procuro
que la absorción de la atención en negocios jurídicos, ale-je
ésta de los de carácter político, que tan violentos se
manifiestan y tan desagradables son para mí.
Por el momento estoy también ocupado y preocupadí-simo
con el asunto Berenguer, dedicado a asistirle y a tra-bajar
con todas mis fuerzas para que cese la situación que
un movimiento pasional ha creado contra él.
Se acercan unas elecciones constituyentes y de mucha
gente y varias provincias recibo excitaciones constantes
para que no abandone los intereses conservadores por los
que he propugnado y he luchado durante toda mi vida po-lítica.
En estos momentos y con lo que sucede, mi ánimo
se inclina a no actuar y a permanecer total y completa-mente
alejado de la vida pública. Pero, al mismo tiempo,
considero que incurriría en una responsabilidad no ha-ciendo
todo lo posible para procurar en la medida de las
fuerzas que puedan asistirme, que no sea excesivo el des-bordamiento
que se anuncia en toda la vida jurídica de
nuestra nación. Hay en ella cosas de orden fundamental,
como lo que se refiere a religión. educación y propiedad,
que va a ser atacado duramente y llevado hasta extremos
límites contrarios al punto céntrico tradicional en nues-tra
Patria.
Antes de decidirme, quiero comunicarte estas impre-siones
con objeto de saber lo que pueda hacerse ahí, ya
que yo nunca habría de actuar más que c m In representa-ción
de la tierra de mi nacimiento.
¿Crees tu posible provocar un movimiento que ahí en
Las Palmas y más que en Las Palmas, en todo el Archipié-lago,
nos permitiera alcanzar la representación de las mi-norías
y coger algún distrito para las próximas Cortes
Constituyentes?
Yo necesito con toda urgencia conocer tu impresión,
porque tal vez, si las circunstancias me empujan y la
gente adicta me acucia y estimula, me decidiese a dar la
cara, a fin de lograr los propósitos de que antes te he
hablado. No seria, naturalmente, una política de conspi-ración,
para pensar en próximas restauraciones monárqui-cas;
pero sí una política amparadora de los intereses con-servadores,
llevando dentro, como es consiguiente, el sen-t,
ido monárquico, que a mí no me abandonará en la vida.
Sería conveniente que tú hablases con una urgencia
extraordinaria a los varios amigos de ahí, y que por telé-grafo
o por teléfono me dijeras tu impresión. Pero esto
hay que hacerlo enseguida, porque mis determinaciones a
aquí dependen, como te indico, de la situación de las co- N
E sas ahí. O
Esperando con impaciencia tu respuesta, recibe un n--
fuerte abrazo, m
O
E LSOPO~~O E 2
Para fijar bien mi actitud conviene tener presente que
yo no pido votos para satisfacer el deseo de tener una 3
representación. Cuando los intereses de las personas que O- me apoyaron no corrían riesgo, a ellas acudí demandando m
E
favor y me lo otorgaron con largueza que jamás olvidaré. O
Hoy que aquellos intereses están en peligro inminente y
en momento en que la representación no la deseo egoís- n
E tamente pues mi conveniencia particular me lleva al apar- -
a
tamiento considero una obligación ponerme a la disposi-ción
de los amigos porque otra cosa sena deserción y n
n
cobardía, pero conste bien que no pido apoyos ni votos aa.
3
O
El 10 de mayo se produjo el asalto al ((Circulo Monárquico
Independiente)) de Madrid, sito en la calle de Alcalá. La vida
de Leopoldo Matos corrió serio peligro: fue literalmente arras-trado.
Al día siguiente tenía lugar la quema de conventos, que
el Gobierno no quiso impedir, pese a las excitaciones desespe-radas
de don Miguel Maura, ministro de la Gobernación: «To-dos
los conventos de Madrid no valen lo que la vida de un solo
22 Carta de Leopoldo Matos Massieu a Jos6 Mesa López de 30 de abril
de 1931, ARCHIVO [A. M.L.], mecanografiada y en su parte final ma-nuscrita,
inédita.
236 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
republicano)), fue frase que corrió por la villa ex-corte ese día.
Matos se marchó por unos días a Biarritz; y desde allí escribió
a su amigo Pérez Armas quince días más tarde:
L. Matos. Biarritz, 26-5-931.
Querido Benito: Aquí me llega tu carta que contiene
efusiva y cariñosa prueba de amistad. Cuanto te hayan
dicho se acercará a la realidad pero no te la presentará
totalmente. Solamente faltó perder la vida que estuvo du-rante
tres horas en las penumbras de la muerte.
He logrado que mi ánimo no se deprima y que en él
no penetre el rencor. Para ello repaso mi vida, entregada
a trabajar sin daño y a hacer el bien. Los ultrajes reci-bidos
no fueron animados por la venganza. Ha sido la
f~tafidad1; ~22b ala pera& e,-, !;z descarga revo!ücionarh,
¡Bienvenida sea si evitó mayor desgracia!
Con todo cariño te abraza
Leopoldo
26-5-931
Mesa, por su parte, contestaba ei 21 ae mayo a ñlIatos su
transcrita carta del 30 de abril, aludiendo también al percance
sufrido por su amigo y, al propio tiempo, exponiendo su plan
ante las Constituyentes:
Querido Leopoldo: La primera carta en que me hablabas
de las elecciones para las Constituyentes llegó al día si-guiente
del atropello que contigo cometieron, y como no
pude saber tu paradero a raíz de aquel suceso, en lugar de
telegrafiarte, te escribí.
Hace 2 días te telegrafié a Madrid, pues tu dirección
en Biarritz se descamorreó (?); y por si no ha llegado a
tus manos ese telegrama, te pongo estas líneas.
La situación aquí cambia por días y hasta por horas.
Por un lado los procedimientos terroríficos de los que hoy
mandan, y por otro el acomodamiento que una buena parte
de esta gente va buscando. No obstante, creo que saldrías
mal puesto (?) de la incuria.
23 Tarjetón de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Armas fe-chado
en Biarritz a 26 de mayo de 1931, ARCHIVOB ENITOP ÉREZ ARMAS
[A.P. A.], manuscrito e inédito. Ha llegado a mis manos con posterioridad
a la publicación de la citada biografía.
Núm. 32 (1986) 237
28 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Ahora bien, es una elección que hay que trabajar, y
por ello necesitas darnos a todos instrucciones concretas
y escribir a cuantos te están obligados.
Muchos amigos me piden opinión sobre la conducta a
seguir. Como tú nada dices, nada les digo yo; pero esto es
fatal, pues van tocando a otras puertas.
Se me ha ocurrido celebrar alguna reunión, reorgani-zar
este partido, pero era un atraso (?) a nada, porque
nada sé tampoco de lo que piensas. Me temo que por esta
inacción se nos vaya todo de las manos. Un abrazo de tu
primo: Pepe.
P. D. No olvides hablar a Salvador y a Betancor por
Fuerteventura y Lanaarote. Ellos bien (?) que en esta últi- a
ma se han unido tirios y troyanos para votar a no sé quien. N
E
Esto es una complicación 23 hiu. O
--,, m
O
E
1. Las elecciones a Cortes C~ns~tituyentes SE
El 3 de junio se convocaron elecciones para diputados a 3
las Cortes Constituyentes, que se regirían por el Decreto de 8 -
de mayo anterior. En Canarias tuvieron lugar el 28 de ese mes, 0
m
E
con escrutinio público el 5 de julio. O
En Las Palmas los adictos a Mesa presentaron a don Ángel n
Ossorio y Gzllardo, frente a los católicos de El Defensor de Ca- -E
a narias, que lo hicieron con el que había sido profesor del Se-minario
de Las Palmas don José Roca y Ponsa, a la sazón ma- n
n
gistral de la catedral de Sevilla. Zste acabaría retirándose, y 3
Ossorio también. O
Algo grave debió ocurrir con Leopoldo Matos, porque un
año después, el 8 de junio de 1932, envió a Mesa lo que puede
llamarse un ((memorial de agravios)), que veremos luego por ex-
23bis Carta de Jos6 Mesa y López a Leopoldo Matos, Las Palmas, 21
de mayo de 1931, A. H. N,, «Fondos Modernos)), «Archivo L. Matas)), leg. 19,
cuaderno 132, manuscrita e inédita.
' No se ha podido hallar, en ninguno de los archivos consultados, la res-puesta
de Matos a esta carta; aunque debió de existir, según se deduce del
«Memorial» que escribiera a Mesa el 8 de junio de 1932, al que se aludirh
en el texto.
238 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
tenso. En él le acusa de buscar ((entronquev con Ossorio y Ga-llardo.
Mesa le contesta sobre este particular diez días más
tarde:
¿Qué relaciones políticas puedo yo tener con Ossorio?
Tomé su nombre, y te lo expliqué largamente en carta
que no me contestaste, cuando meternos en nuestras ca-sas
era favorecer la desbandada. Obligamos a Guerra al
atropello, al incendio y a cuantas torpezas realizó, y le
han colwdo en el desprestigio en que hoy se encuentra
aquí. Después de eso, no he vuelto a tener con Ossorio la
menor relaicidn de carácter político 24.
La carta a que alude Mesa, que debió ser alrededor de ju-nio
de 1931, no la hemos llegado a conocer. Pero su carta de
ahora es conocida y comentada por Pérez Armas, que, en su
papel de mediador entre los dos parientes, escribe a Matos el
28 de junio de 1932. He aquí el p&rrafo pertinente, con la dura
crítica a Ossorio:
Me explicó [Mesa] los motivos y el alcance de la presen-tación
de Ossorio -que entre paréntesis me parece uno
de los casos más abominables que existen en la política
nacional- invocando los agobios del momento y la ne-cesidad
de contener la huida de las fuerzas más movibles,
24 Carta de José Mesa L6pez a Leopoldo Matos Massieu de 18 de ju-nio
de 1932, A.L. M. en A.H.P.L.P., legajo 187, mecanografiada e inédita.
Mas explícito es Matías Vega Guerra, que en carta al autor de 4 de
diciembre de 1975, al acusar recibo del capítulo V de ({El Pleito Insular
(1918-1936)i), acabado de aparecer por entonces en el ANUARIO DE ESTUDIOS
ATLÁNTIcos, dice: ({En las elecciones constituyentes los monárquicos con
Mesa proclamaron al inefable don Angel Ossorio y Gallardo, pero siempre
tan inteligente como cobarde aceptó y después se raj6 tras haber unos
revoltosos incendiado los talleres de El Liberal, órgano del partido y no
se pudo improvisar candidato en aquellos momentos que hay motivos
para pensar que habría triunfado.»
Ossorio saldría elegido por Madrid, junto con Sánchez Román y Ma-rañón,
por los votos socialistas, al estar incluidos en su candidatura los
intelectuales del grupo «Al servicio de la Repúblicau. Así salieron igual-mente
Unamuno por Salamanca, Pérez de Ayala por Asturias, Ortega y
Gasset por León y Diaz del Moral por Córdoba.
Núm. 32 (1986) 239
30 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
adventicias, que existen en todo partido político. La ver-dad,
Leopoldo, tú no has hecho nunca política provinciana
directamente y desconoces por tanto sus terribles necesi-dades,
que a veces le hacen a uno proceder contra sus
propias convicciones y deseos. Pepe se vio cercado por el
fuego, y echó manos a aquel ({apaga llamas)) crey6ndolo
eficaz para Ia saIvaciÓn de sus amigos (. . .). Dura lección
le dio la realidad, en esa ocasión representada por la quin-ta
esencia del agodismo>>-a quí siempre tan estéril como
funesto- por que el hombre de la juricidad le abandonó
tan pronto como convino a sus intereses, que fue al día si-guiente
de las elecoiones 25.
2. La creación del Partido Popular Agrario Autdnomo
g las elecciones de noviembre de 1933
Vamos a ver cómo Pérez Armas media entre Mesa y Matos
ante la decisión de organizar un partido de derechas en Gran
Canaria. Y su repercusión en las elecciones de noviembre
de 1933.
Mesa comunicó su prop6sito a Férez Armas en carta del 14
de mayo de 1932 -que no hemos podido conocer aún-, a la
cual contestó éste tres días m& tarde, aplaudiendo la idea
pero subrayando que no debería darle «matiz republicano», ro-gándole
aplace la decisión ((para fines del presente verano. Eso
-añade- creo que bastara, si mi sensibilidad no está ya muy
embotada (. . .). ¿No oyes -le pregunta- el estruendo de la
cüádriga? ( . . . 1. Eso no hay ya poder humano que lo detenga)) 28.
Pero, además, don Benito pone mucho énfasis en la unión
de Mesa con Matos, al que considera la clave del arco para
constituir un partido en Gran Canaria. Así, le dice a Mesa el
11 de junio: ((Supongo que habrás dejado bien establecidas las
l5 Copia manuscrita -de puño y letra de Pérez Amas- de su carta
a Leopoldo Matos de 28 de junio de 1932, A. M. L., inédita.
28 Carta & Benito PPrez Armas 8 .'n& Mesa L@PZ, 17 ñp mayg
de 1932, A. M. L., manuscrita. La he publicado en mi biograffa Benito P6-
rez Arms ..., cit., p. 186.
240 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
MATOS Y PÉREZ ARMAS 31
cosas para el futuro, porque yo presumo que Leopoldo será
piedra angular. No para el primer momento, para después»21.
Pero ya ha estallado la bomba entre los dos parientes. Ma-tos
le ha escrito a Mesa el ((memorial de agravios>) de 8 de junio
ya aludido. Y el 16 Mesa le envía copia del mismo a Pérez
Armas. Hasta ahora sólo hemos podido ver la carta de Matos;
la de Mesa no se conserva en los archivos. He aquí el memorial
de don Leopoldo:
Madrid, 8 de junio de 1932.
Sr. Don José Mesa y López.
Querido Pepe: He recibido tu carta referente al asunto
de D. Santiago S. León.
No puede entenderse que, por mi parte, hay abandono
ni ingratitud porque yo ponga reparos a intervenir en
asuntos originados por pasiones políticas y con trascen-dencia
en el patrimonio privado.
Bien sabes tu que ni la ingratitud ni la inconsecuencia
se han posado un solo instante en mi espíritu durante toda
la época de mi vida política. Procure siempre correspon-der
a todo favor recibido y hacer cuantos pudiera otorgar.
Lo que ocurre es que ahora, ante el curso que ha toma-do
la política española y ante la actitud que conmigo han
observado los que fueron antiguos amigos y que te expli-qué
muy detalladamente en carta que te escribí desde Bia-rirtz,
dándote el encargo de que la hicieses conocer a todos
aquellos que habían mostrado en el curso de la vida cari-ño
hacia mis intereses políticos, he recidido permanecer
total y completamente alejado de toda intervenci6n en las
cosas publicas de Canarias. Y no hago esto por motivos
de enojo ni de desengaño, porque a ello se sobrepondría
siempre el deseo constante del bien para mi tierra, sino
porque creo que a ésta, lejos de proporcionárselo, le cau-saría,
acaso, con mis actividades, quebrantos que de nin-gún
modo quiero producir, y a los amigos que me siguie
r'ai-I, si me seg-iia, que a $"do iraricede
seo evitar.
Veo que en Canarias todas las fuerzas de opinión, abso.
lutamente todas, cambiando la tradición por exigencia de
27 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 11 de junio
de 1932, A. M. L., manuscrita e inédita.
Núm. 32 (1986) 24 1
32 MARCOS GUIMERA PERAZA
los tiempos, se aproximan o buscan aproximación al régi-men
imperante, y como yo nací monárquico, soy monár-quico
y moriré monárquico, debo apartarme de las sendas
que conduzcan hacia otro campo.
Mucho me gustaría que me contestaras con la misma
franqueza con que yo te hablo, deshaciendo así equívocos
que jamás deben mantenerse entre nosotros.
Un día y otro llegan a mí noticias del desfile hacia el
campo republicano. Me hablan de Salustiano Estévez, de
Toro, de los Hernández, de la familia de Ley, de ti mis-mo,
suponiendo iniciaciones de entronque, un día me di-cen
que con Azaña, otro que con Miguel Maura, otro con
Ossorio, etc.
Yo respeto completamente todas esas actitudes; me las a
N
e-xpllc~y nn Iris censliro, porque cnrnpmnd~ muy bien E
todo lo que significa, en un temperamento pasional como O
el que actualmente dirige la politica, sufrir los embates del n-- m Poder y mantenerse en una oposición para la cual no des- O
E
cubre el horizonte tierras de promisión. SE Pero de igual manera que con esa tolerancia veo yo -E el curso de los sucesos, no quiero que mi actitud, que es
la que sinceramente te digo, sea estimada y considerada 3
como el producto de un impulso de amor propio dolido o - -
0
de una ingratitud arrancada en un desengaño. m
E
Recibe, ahora como siempre, un fuerte abrazo de tu O
primo 27 biH.
n
-E
A las acusaciones de Matos irá Mesa contestando puntual- a
2 mente. De momento, veamos lo que Pérez Armas le escribe a n
éste el día 17: n
3
O
Querido Pepe: recibo ahora tu carta de ayer y la copia
de la de Leopoldo. Francamente no sé qué presentimiento
me hacía suponer que eso podía suceder, y de ahí mis in-tervenciones
cerca de Perico, a que aludía en una carta
27 bis Copia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a José Mesa y Ld-pez
de 8 de junio de 1932 [A.H.N., ((Fondos Modernos)), ({Archivo L. Ma-tos
», legajo 13, núm. 441. La debo a la amable diligencia de la señorita
Lafuente, destinada en aquel centro. Mecanografiada e inédita. Sobre la
defensa de don Santiago S. León -secretario del Ayuntamiento de Va-llesecc-
hay una carta de Matos a Mesa de 22 de mayo de 1932 y res-puesta
de éste del 31 siguiente en el A. H. N., {(Fondos Modernos)), ((Archi-vo
L. Matosn, legajo 13, cuadernos 42 y 43.
242 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
que ya supongo en tu poder. Me anticipé, pues, y el her-mano
mejor que nadie le haría ver a Leopoldo la verda-dera
situación, porque yo lealmente, y con entera claridad,
creo haberle hecho comprender lo distinto que es ahí su-frir
los embates, las pasiones, de los amigos de Guerra del
Río y C.", a conllevarlas en Madrid tan piadosamente.
Además ya le dije a Pedro cuáles eran tus deseos, tus afec-tos
y consideraciones a Leopoldo, recogidos por mí en
momento de absoluta sinceridad sin pensar en cambios de
Régimen. Perico, me parece, fue atiborrado y convencido.
Es menester, pues, un poco de calma, por más que
comprenda que el lanzazo te haya dolido. Persuádete:
Leopoldo es una gran persona, te quiere y estima en lo
que vales, lo que sucede es que no ha hecho política en
p r n ~ ~ c i a&sr,e ctmxnte, y rlesc~fi^~cíeis terrihks exigefi-cias
y los modos de conllevarlas. Además está celoso, y
atiende quizá demasiado, como tú supones, a los chismes
de los pseudo amigos.
Nada de meterse en casa, nada de tomar las cosas en
trágico, sino contestarle -supongo ya lo habrás hecho-con
tu acostumbrada nobleza, guardar reserva, dejar que
eso se arreglará perfectamente. Quizá hasta haya sido con-veniente
para que tú te pongas en el sitio correspondiente,
y él en el suyo, ambos entendidos en la obra común.
Ya veo en esa carta, quiero entrever, que Leopoldo
atisba ya la proximidad de ciertos momentos, jserá s610
una ilusión? Verás que no: su monarquismo, su aparta-miento
de esa política, etc., son de una rotundidad que
parece conminatoria.
Tú, que eres un águila, no puedes proceder ahora como
un ave de corral.. .
Ya te escribiré más extenso. Salud y un abrazo
Benito
El día 18 Mesa contesta a Matos con una larga carta, muy
explicativa pero también muy dura, a fragmentos de la cual
hemos ya aiuciiao. No es cuesti6n de insertarla totalmente; pero
sí algunos de sus párrafos para poner de manifiesto la relación
política entre ambos. Así, puede leerse:
z8 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa L6pez de 17 de junio
de 1932, A. M. L., manuscrita e inédita.
Num. 32 I I 9%) 243
José Mesa y López.-Abogado.
Las Palmas, 18 de junio de 1932.
Querido Leopoldo: Contesto tu carta de 8 del corrien-te
mes agradeciéndote la sinceridad con que me hablas y
quedándote obligado a la misma claridad por mi parte.
Aludes en esa carta a la actitud de varias personas y
a la mía; y necesito enterarte de lo que haya de cierto en
las informaciones que te han dado, y en las causas de esas
actitudes; pero antes conviene recordar lo que ocurría en
Gran Canaria antes y después de la República.
Yo no sé lo que pasaría a las otras personas a quienes
has confiado tus intereses políticos, pero sí lo que a mí me
ocurría; y esto fue siempre tu empeño de no tener orga-nización
depositaria de esos intereses y que a ia vez velara
por la compenetración de los que militan en una misma
agrupación, por la busca de adeptos y por cuanto condu-jese
a los varios fines que son la razdn de ser de los par-tidos
políticos. Debido a eso, multitud de personas ene-migas
políticas mías aquí, se entendían directamente
contigo y recibían de ti favores a manos llenas. No les
importaba combatirnos aquí, porque no les perjudicaba.
Los ejemplos irán saliendo en el curso de esta carta.
Inútilmente te indiqué varias veces que montaras una
organización que pudiera imponer un poco de disciplina
y de coto a los vividores y tránsfugas, que adaptándose a
todas las situaciones, contaban siempre con tu protección
y valimiento, obteniendo bienestar personal, posiciones po-líticas,
etc., etc., nada de lo cual hubiesen logrado sin esa
protección.
Su conducta quedó medio al descubierto el 12 de abril
y al desnudo al día siguiente de proclamada la República.
Al recibir tus cartas dándome a entender lo que aque-llas
elecciones iban a significar, centupliqué mi esfuerzo,
sin poder contar con la ayuda del Poder Público en manos
de un Gobernador muerto de miedo. Triunfé en las 22 po-blaciones
de esta isla; y en Las Palmas a pesar de la unión
ciei proietariacio con todas ias ciases dei Estado í.. . j saca-mos
24 concejales contra 12. Fue ésta una de las solas
tres capitales de provincia en que triunfó la Monarquía.
Por cierto que aún espero algth renglón tuyo expresando
tu beneplácito.
(...l.
A principios de mayo fuiste objeto de un atentado co-barde
y canallesco; y en la prensa de Las Palmas sólo se
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
alzó la voz de El Liberal para condenar enérgicamente lo
sucedido.
(...l.
Republicanos se han hecho casi todos los que agrade-ciste
con los cargos de Presidentes y Secretarios de Comi-tés
Paritarios, nombramientos que recayeron en adversa-rios
políticos míos y sobre los cuales no me pediste pa-recer
en ningún caso.
(...l.
Réstame tratar de mi conducta. En los cortos peno-dos
que he dirigido la política de Gran Canaria me he
encontrado con una gran masa de opinión a mi favor, en
Las Palmas y fuera de ella. Perdóname la falta de modes-tia,
pero te prometí la mayor sinceridad. Me sigue una
parte de la &se media y del prcilztariadu. Con :os pzlde-rosos,
salvo contadas excepciones, jamás he contado. (. . . ).
De mi actitud hacia ti antes de la República, supongo que
no tendrás queja. Antepuse siempre tu nombre al de
todos.
En los catorce meses de República no he recibido de ti
ni una indicación, ni una sombra de esperanza, ni nada
que me permitiera adoptar alguna orientación. Si alguna
vez me lancé a pedirte consejo, rehusaste dármelo. Res-peto
tu silencio y no me quejo. Si ahora lo recuerdo, es
para decir que hubiese estado satisfactoriamente expli-cado
que yo por mi cuenta hubiese tomado cualquier
orientación, cuando a pesar de requerirlo no he logrado
ese consejo y opinión que de todas veras deseaba.
Sin embargo, los que tal vez para ocultar su defec-ción
te han sorprendido con sus engaños no han vacilado
en presentarme como tocando a todas las puertas mendi-gando
el que se me admita y tú (y esto sí me ha dolido)
creyéndolos y revelándome el pobre concepto que de mí
tienes al cabo de toda nuestra vida de amistad y afecto.
¿Qué relaciones políticas puedo yo tener con Ossorio?
Tomé su nombre, y te lo expliqué largamente en carta
que no me contestaste, cuando meternos en nuestras ca-sas,
era favorecer la deshandada. Ohligimns i. Grierrr? z!
atropello, al incendio y a cuantas torpezas realizó, y le
han colocado en el desprestigio en que hoy se encuentra
aquí. Después de eso, no he vuelto a tener con Ossorio la
menor relación de carácter político.
Recibí de don Miguel Maura reiterados requerimientos,
por conducto de don Emilio Suárez Fiol, yerno de Ley,
quien me dijo que te había hablado del asunto y que tú
Núm. 32 (1986) 245
escribirías al suegro. Contesté con una dilatoda hasta sa-ber
si todos eran ilusiones, y me apresuré a escribirte pi-diéndote
consejo y de paso saber hasta ddnde debía dar
crédito a todo eso. Me contestaste con muy buenas pala-bras
negándome el consejo que te pedí. En su vista escribí
a Suárez Rol manifestándole que no quería por ahora mes-clarrne
en política.
He recibido también requerimientos indirectos en nom-bre
del partido que antes acaudillaba Alcalá Zamora y
también me he negado.
En lo referente a Azafia, me basta con decirte que no
he pensado nada de eso, y que su izquierdismo y su secta-rismo,
son un obstáculo para que yo pueda adherirme a
una política que repugna a mi modo de pensar y a mis
creencias.
Sin embargo, yo no he permanecido ocioso. He opuesto
tenaz negativa a los impacientes que querían precipitarse
al enchufe. He propugnado por la formaci6n de un partido
local sin denominación ni republicana ni monárquica. He
puesto como ejemplo la actitud de don Juan Ventosa, mi-nistro
de la monarquia; y en suma he sostenido el fuego
sagrado para mantenernos unidos aquí, ya que de allí no
nos venía ni lo poco que pedíamos que era sólo una re-mota
orientación. Mantenernos unidos aquí, repito, para
que si llegase el momento en que la política nacional nece-sitase
en Gran Canaria una masa organizada de derechas,
de gente de orden y de sentido conservador, se dispusiese
de ello. En ese sentido hablé con Salvador Manrique, an-tes
de su último viaje y con otras varias personas, reco-giendo
de todas el entusiasmo y la conformidad, porque
es lo que se ansia.
Al ocurrir el incendio de El Liberal pensé en un gran
diario que nos defendiese. Empleo el plural porque creía
que mi defensa era la tuya. Mis amigos pusieron en mis
manos 5OO.OO0,OO pesetas, para que pudiéramos empezar
por cmstruir una casa y no omitiéramos gasto para ha-cer
la cosa en grande.
¿Hemos herido algún interés creado? Ni lo sé ni me
importa.
Y en fin, desconfiando de mi acierto en unos tiempos
de tanto desconcierto y desorientación, he querido dar
cuenta de mis pasos a Benito Pérez, quien en más de una
ocasión me ha aconsejado.
He hecho más, me deparó la suerte una persona de Lan-zarote,
alli no discutida, y por su mediación mantengo
AMUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
contacto con lo más importante de aquella isla, sin dis-tincidn
de matices, al efecto de que Gran Canaria jamás
se vea sola en este Archipiélago, y por que entiendo que
toda política de aislamiento y de despego hacia esas islas
orientales, nos será funesta.
Todo esto lo hago incurriendo en el enojo de los que
mandan y por eso no pierden ocasión de agravio ni de
persecución a mis amigos; y por eso también persiguen
a don Santiago S. León, los mismos que lo hicieron du-rante
la Dictadura, que son los mismos que nutren aho-ra
las filas de la República en Valleseco.
Aprovechando la situación en que tú dejaste el asun-to
de Satautejo, han agotado las infamias llegando a ex-tremos
que rechazaría todo hombre de bien. Se buscaba
que yo entrase en el Gobierno Civil a pedir clemencia.
No me conocen. Lo arrostré todo; y si hoy gozo en ese
asunto de relativa tranquilidad, no lo debo ciertamente
a ninguna claudicación, sino a que ha habido al fin un
ministro que enterado de la injusticia la ha reparado (si es
que no rectifica), sin yo moverme de mi sitio.
Pero en fin, todo ha terminado. Cuando habíamos em-pezado
a trabajos de organización de ese partido de matiz
conservador, atendiendo a las normas que tú mismo diste
a Salvador y a Laureano hace pocos meses, llega tu car-ta
a mis manos, e interpretándola en el único e inequí-voco
sentido que la misma tiene, me detengo en mi em-presa
y me allano al desahucio.
Por encima de todo no dudes nunca del afecto de tu
primo que te abraza
Pepe 20
Esta carta de Mesa fue conocida inmediatamente por Pérez
A-,, y.&: m:: f e c h 21 de ese i ~ z lse w i a recibo, se ia de-vuelve
y comenta extensamente. Es ahora cuando don Benito
decide intervenir como ((amigable componedor)):
Querido Pepe: Leída tu contestación a Leopoldo la de-meIvo
idjiin_t.a. Me garece m ~ byie n, q!zstmte, y e spru
que produzca los resultados que anhelo, esto es, que os
entendáis con más compenetración que hasta aquí. No sé
si será, conveniente que yo le escriba buscando pie en mis
Z9 Carta de Jos6 Mesa López a Leopoldo Matos Massieu de 18 de junio
de 1932, A. M., A. H. P. L. P., legajo 187, mecanografiada e in6dita.
Núm. 32 (1986) 247
38 MARCOS GUIMER~ PERAZA
conocimientos con Perico. ¿Qué te parece? Yo creo que
Leopoldo me considera uno de sus buenos amigos y desde
luego en este asunto completamente imparcial.
Tiene tu carta un tono, un matiz de altivez, que acaso
yo hubiera suavizado, pero así eres tu, y no mixtificarse
es la primera condición de la lealtad.
Cuanto yo dije a Pedro, de un modo sinMtico, lo pre-cisas
y detallas en tu carta dándole en los nudillos sin ate-nuaciones.
Sí, ese es el error de Leopoldo, no centralizarlo
todo en ti, no hacer plena confianza, proponerse él desde
Madrid llevar la política para estar dando palos de ciego.
¿Será el recuerdo de lo que le pasó a Dn. Fernando, si es
que es verdad que [ilegible] intentó suplantarlo? Yo no a
lo sé, pero te aseguro que yo siempre noté cierta resisten- N
E cia a que ios hiios todos estuvieran en tu mano, a pesar cie
reconocer que eres el único hombre ahí capaz de dirigir O
n una política. Mi oficiosidad me llevó varias veces a ese -
m
O
tema con él y Perico presagiando lo que tenía que suce- EE der; sólo que yo la suponía al revés, que fueras tú el del S
desahucio. -E
Albouna vez se me dijo: su liberalismo, su amistad con 3 Argente, etc., pero yo decía para mi capote: es el error -
de todos los desconfiados que quieren tener prendas, por -
0
m
si acaso. Yo he sufrido eso y lo conozco perfectamente. E
Además tu tienes -injustamente- fama de duro, de O
un poco cacique, y los Matos lo confían todo a la suavi- n
dad, a la contemplación, al Pancho y Micaela como grá- -E
ficamente dicen ahí. Bueno es que aprendan con Ias du- a
2 ras realidades. n
En tu sitio: seguro de que como eres el eje no habrcí n
máquina sin ti, pero naturalmente para recabar lo de 3
bido, nada más, porque vuelvo a decirte: Leopoldo es O
una gran persona y ambos os necesitáis. Sois todo el mo-mento
político de esa isla. jLevantar el corazón y aquí no
ha pasado nada!
Dime si consideras oportuno que le escriba.
Ahora más que nunca debes organizar tus fuerzas con
la sini.~;caci~íi qGe le dczs p&.íjo:do, qde :,&
se pueden precipitar, se están precipitando.
Salud y un fuerte abrazo
Benito
m Carta de Benito Pdrez Armas a José Mesa López de 21 de junio
de 1932, A. M. L., manuscrita e inédita.
248 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTEOS
Este juicio de Pérez Armas sobre 1a.manera de ser de Ma-tos
concuerda con lo que dejó escrito su antiguo principal,
Ossorio y Gallardo, en un magistral retrato:
Matos es el respeto a la legalidad, el trato sencillo y afec-tuoso,
el espíritu de la amigable composición, la contempo-rización
y la suavidad. Búsquensele los defectos correlati-vos
a estas virtudes.. .
Pero el propio Pérez Armas no daría tiempo a la respuesta
de Mesa. Aprovechando tener que contestar a Matus una carta
del 21, en que le pedía unos datos sobre la destitución de los
Ayuntamientos, interviene como mediador en el pleito decidi-damente.
Eespués de contestar iargo a ia consuita ae ~ a t o s ,
le añade:
Quiero hoy hablarte de un asunto que afecta a la politica
de Gran Canaria, y como ello implica una oficiosidad, es-pere
c;iie 12 &iscl~!pes, gracia a 18 prez:, de LnA,-,tenciGn
que siempre me guía en todo lo que contigo se rela-ciona.
De palabras de Perico, y párrafos de una carta de Pepe
Mesa, infiero que tus relaciones con este amigo no son aho-ra
tan cordiales como antes. ¿Me equivoco? Mejor sería
así, pero de todos modos creo de mi deber darte algunos
antecedentes que considero indispensables que lleguen a
tu conocimiento.
Pepe estuvo aquí en Febrero último y lo pasamos
reunidos en el Puerto de la Cruz. Como comprenderás
hablamos de todo, y yo tuve mucho interés en saber cómo
pi s aba t a i i t~e a íjrdeii a piiiica iiacioiiai, a la
de Gran Canaria, y especialmente a lo que tú representas.
«Me abrid el pecho)), como suele decirse, y allá va lo más
importante.
Pepe se queja de que tú has prestado siempre poca
atención a constituir alií una fuerza política bien disci-
1 : L L 1 - - - - - - - - 7 - - plrlaua, que esbe LariLu a las veraes como a ias maduras,
a pesar de sus constantes requerimientos. Dice que tú de-
31 ANGEL OSSORIYO G ALLARDEOl :s edimento d e la lucha, p. 112. Citado
por J~susP AB~NC:a mbd, 11, 2." parte, Editorial Alpha, Barcelona, 1969, pá-gina
61.
Núm. 32 (1986) 249
rramas favores y mercedes sin curarte de que sean ami-gos
o enemigos los que los solicitan, y que ello sobre difi-cultar
mucho su labor, ha dado los peores resultados ante
el cambio de Régimen, pues todos los que tú protegiste,
con muy raras excepciones, se han pasado al adversario.
Antes de tal fecha Miguel Curbelo, y otras personas, te
habían hablado en esos términos, esto es, de que tú no dis-tingues
entre leales y encubiertos, sembrando a diestra y
siniestra como un prodigo que no se preocupa del por-venir.
Aparte esa queja se me mostró como amigo tuyo devo-tísimo,
coincidiendo conmigo en todo género de alaban-zas,
para terminar considerándote piedra angular de aque-lla
política. a
N
E En resumen: que no existe motivo serio, fundamental,
para que te distancies de Pepe, única cabeza allí capaz de O
n orientar y regir un partido político. Permíteme que te diga -
m
O que a la larga quien saldría perjudicada sería la Provincia EE -si te cansas y dejas de actuar- o tú, porque en el as- S
pecto a que vengo refiriéndome en Las Palmas todo es -E
tan estpri! teme !m renales qw la separan de la Isleta. 3
¿Me dejas actuar? ¿Te sirvo para mediador? Me forjo -
la ilusión de que si me lo permites esas espinas se conver- -
0
m
E tirán en un ramillete de siemprevivas, porque como sabes
el corazón es el gran taumaturgo, y en el mío ocupan lu- O
gar muy preeminente tú y Pepe, desde los años de la n
niñez. -E
a Afectos a Fermina, Perico y demás familia, y recibe un l
abrazo de tu invariable amigo n
n
B 32
3
O
El mismo &E !e eszme u Mwu, emi8ndde csph de !e
anterior, y le plantea el interrogante sobre su oficiosidad:
Querido Pepe: Recibí una carta de Uopoldo pidiéndome
unos antecedentes que interesaban a Cambó y al contes-tarle
se me vinn a Ins pmtns de la pluma lo que leerás
en el adjunto borrador. ¿Me excedí? lo sentiría, pero chi-
32 Copia manuscrita de puño y letra de Benito Pérez Armas de su car-ta
a Leopoldo Matos Massieu de 28 de junio de 1932, A. M. L., inédita. La
hemos citado anteriormente en la nota 25.
250 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
co; cada uno es como Dios lo hizo, y la buena intención
lo sdvará todo, tanto cerca de ti como de él, ya que a
ambos les profeso un hondo y verdadero cariño 33.
Por fin, Matos contesta a Mesa el 29 de junio. Consecuente
con su profesado monarquismo, entiende que no puede actuar
en la política nacional: «Aquí no hay más desahuciado que yo»,
le dice: {(Soy un espectador.)) Pero veámosla por extenso:
Querido Pepe: Hoy llega a mis manos tu carta del día 18,
y no quiero dejar de pasar un solo minuto sin contestarla,
porque constituiría para mí una gran amargura consentir
ni por un momento tus expresiones, que ponen en duda
mi afecto y mi cariño hacia ti.
Han sido muchos los años de nuestra relación: se pue-de
decir que abarca toda nuestra vida, día por día, a pecar
de la distancia, pues en todo momento hemos laborado
tú y yo por un fin común que era el de hacer bien a nues-tra
tierra.
Muy dulcemente me envías reproches arrancados de
hechos en los que confieso que me guió el candor y no
la habilidad; pero de ello no tengo que arrepentirme, por-que
la conducta contraria nada habría remediado y era
para mí el seguirla completamente disconforme con mi
manera de ser. Hice los favores que pude y nunca miré
a las consecuencias de ellos, porque s61o en el hecho de
otorgarlos experimentaba yo una viva satisfacción.
No te has hecho cargo de mi situación y del verdadero
sentido de mi carta. Ante la revolución triunfante y la
forma republicana, ni yo puedo ser un conspirador ni pue-do
dejar tampoco de ser monárquico. Y como, hoy por
hoy, como monárquico no se p~~pi raiec. ttuar en E~pafi8y mi
espíritu es refractario a todo lo que signifiquen socavones
políticos, yo no tengo otra situación ni otro camino que
el del total y absoluto aislamiento.
Todos los que me han dispensado amistad politica,
deseo yo que vivan con el buen recuerdo de nuestra re-lación,
creador de reriprncas estimacinnec;; perc c~nsi-derando
como cosa totalmente acabada dentro del régi-men
actual mi intervención en la vida pública.
33 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 28 de junio
de 1932, A.M.L., manuscrita e inédita.
Núm. 32 (1986) 251
Como en la vida local es absolutamente necesario in-tervenir
de algún modo en la política, esas intervenciones
requieren medios de aproximación a los organismos cen-trales,
y como yo, por las razones que te he dicho, ni tengo
ni mantengo relación de ninguna especie con el mando, no
podría ser útil al interés de mis amigos y, al contrario, si
éstos llevasen consigo en su actuación el matiz de su iden-tificación
conmigo, ello bastaría para que sus deseos no
se lograran y sus derechos no se respetaran.
Desengáñate que aquí no hay más desahuciado que yo,
porque las circunstancias políticas han impuesto el lanza-miento,
y recluido en el hogar y en los papeles, soy un
espectador del desarrollo de la vida publica, que ofrece
triste presente e inquietante porvenir.
Reforzado can todo el recuerdo de nuestra relación
constante, que ni wi minuto ha sido empañada ni pertur-bada,
te envía un abrazo muy fuerte tu primo".
Don Benito seguía atentamente el curso de las relaciones E S
entre ambos amigos. Así, el 2 de julio, sin conocer aún la res- E
puesta Ue Matos, eseme a Mess:
- Veremos lo que dice Leopoldo. Yo espero que se te some- 0
m
terá, pero si así no fuera de entrada, tiempo habrá de in-tervenir.
Para que Vdes. se entiendan bien es indispensa- O
ble puntualizar, determinando claramente la órbita de :
cada uno -E
a
Y todavía el 6:
Desde luego no debemos insistir cerca de Leopoldo. Tú O5 dijiste la última palabra y yo efectué la intervención que
considere üe mi ueber. ¿Que no contesta? AiiB 41. En todo
caso su silencio le colocará en peores condiciones cuando
llegue la hora de buscar tu ayuda, y le plantees nueva-mente
la cuestión, exigiendole una total rectificacidn en
sus procedimientos políticos
34 Ccpiu mecmngrafiadi. de !a carta de Leopoldo Matos Massieu a
José Mesa López de 29 de junio de 1932, A.M., A.H. P.L.P., legajo 187,
inédita.
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 2 de julio
de 1932, A. M. L., manuscrita e inédita.
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 6 de julio
de 1932, A.M.L., manuscrita e inédita.
252 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Por fin, Pérez Armas se entera de la decisidn de &tos.
Sdlo conocemos lo que le dice aquél a Mesa el 19 de julio:
Leopoldo me ha escrito largo y sentimental. Está rendido.
Ya hablaremos 37.
Como había anunciado don Benito meses antes, una inten-tona
monárquico-militar tuvo lugar el 10 de agosto. Fue el alza-miento
del general Sanjurjo en Madrid y Sevilla. Creemos que
Matos no tuvo nada que ver en ello. Una carta de Pérez Armas
a Mesa de 9 de noviembre alude de pasada a la situación:
Desde hace meses no me comunico con Leopoldo. Yo creo
que él después de los sucesos de Agosto no quiere ni que le
hablen de política. Es además peligroso abordar con 61 es-tos
temas %.
Nuevas cartas de Pérez Armas a Mesa aluden a Matos y a
su silencio. En la de 23 de diciembre Ie escribe:
No sé si te he dicho que Leopoldo me escribió. Nada de
cosas de aquí, ni que contigo se relacione. Un párrafo alu-sivo
a lo general, destilando hieles. Habla de la convenien-cia
de que yo vaya a Madrid, para saturarme de aquel am-biente,
lleno de inquietudes, y pueda después apreciar me
jor esta tranquilidad paradisíaca
Matos, por su parte, escribe a Pérez Armas el 30 de ese mis-mo
mes. Después de acusarle recibo de los datos que había pe-dido
para Cambó sobre renovación de Ayuntamientos, que en-viar&
ese mismo día a Barcelona, le urge a que vaya a Madrid:
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa Mpez de 19 de julio
de 1932, A.M.L., manuscrita e inédita.
Carta de Benito P6rez Armas a José Mesa López de 9 de noviembre
de 1932, A. M.L., manuscrita. La hemos publicado parcialmente en Benito
Pérez Armas ..., cit., p. 188.
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa Mpez de 23 de diciembre
de 1932, A.M. L., manuscrita e inédita.
Núm. 32 (1986)
Tu carta me deja desilusionado, porque veo que has de-sistido
de tu proyectado viaje. Haces mal. Las personas de
tu condición están obligadas a no perder el contacto con
la vida nacional y en estos momentos es imposible esta-blecerlo
sin hacer actos de presencia que puedan orien-tarte
sobre la situación de las cosas de España, llegando
a tomar conocimiento directo de ellas, que sin verlas no
es posible adquirir; y sube de punto esta conveniencia
tratándose de quien, como tú, tiene sobre la población
de esa isla una notoria influencia, porque has de tener en
cuenta que hoy es cuando realmente puede llamarse a esas
peñas Afortunadas, ya que forman una excepción no sola-mente
con relación a España sino con relación al mundo;
y los encargados de mantener esa situación privilegiada y
de defenderlas para que no se produzca el contagio, son
los que por haber dirigido fuerzas políticas tienen hoy la
fuerza moral necesaria para agrupar los sentimientos de
orden, impidiendo que surja el microbio que se apodere
de los tejidos ciudadanos y produzca su destrucción 40.
A ella al'ude don Benito en su nueva carta a Mesa de 6 de
enero de 1933:
Leopoldo me volvió a escribir. Se halla más entonado.
Debe haber cosas, y todo su deseo es que vaya pronto a
Madrid para enterarme de lo que ocurre. De ti, ni una pa-labra
41.
Y una semana más tarde:
Advertido ya de que el silencio de Leopoldo, respecto a tu
persona, significa algo lindante con la hostilidad, no he de
mentarte más en mis cartas. Más lo hacia por él que por ti,
y bien sabe Dios que lo que deseo es conservarme idóneo
para un momento dado -que llegara, ¿quién lo duda?-
poder desempeñar los buenos oficios de la amistad4'.
Carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Armas de 30 de
diciembre de 1932, A.H.N., «Archivo L. Matosn, «Fondos Modernoss, le-gajo
13/343.
41 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 6 de enero
de 1933, A. M. L., manuscrita e inédita.
Carta de Benito PBrez Armas a José Mesa López de 13 de enero
de 1933, A. M. L., manuscrita. Publicada parcialmente en mi Benito Pérez
Armas ..., cit., pp. 188 y SS.
254 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
En esta útima carta, Pérez Armas felicita a su amigo por
el Manifiesto que ha redactado y cuyas primicias le envía. En
otra del 20 de febrero le acusa recibo del mismo con las firmas
que lo suscriben, ((muchas y valiosas)). Más tarde, el 31 de mayo,
vuelve a felicitarle por su recién fundado periódico Hoy, que
califica de «el mejor del Archipiélago)). El diario había sacado
su primer número el 9 de ese mes.
Por fin, vuelve a haber noticias de Matos en su relación
con Mesa. Así aparece de la carta de Pérez Armas a este de 7
de julio:
Devuelvo la carta de Leopoldo. Tiene el valor de un sín-toma.
A él le tiene que pasar 1' que a. mí y a cuantos &Se-tivamente
miran a esa isla: que sólo te ven a ti en medio
de malezas. .. Por que aparte de tus méritos, desde luego
~i~gularísimoesl, contraste con lo que te rodea es abru-mador.
Dado lo que te decía en mi anterior, es de suponer que
ya haya, prszdo en i-eai-l~~dzair.3 i S ~ SiZ Ctivi&desP O>iiiCas,
y claro; después, quizá, de haber fatigado los ojos buscan-do
una sombra entre las malezas, se ha persuadido de que
sólo tú le puedes proporcionar lo que desea.
¿No se espantará con Salvador? ¿Sigue éste fiel? ¿No
notas dguna burbuja?
Si las cosas se producen como parece que piensa Leo-poldo
[la monarquía de don Juan] es seguro que te bus-cará
y tú debes ir dominando esa cabeza [?] altiva que he-redaste
de tu abuelo para poner las cosas en su punto,
pero nada más 43.
En esta carta, Pérez Armas alude al abuelo de Mesa, don
Antonio López Batas, una de las figuras mas dignas de la
política canaria del siglo XIX. En cuanto a los acontecimien-tos
monárquicos, se habían producido ya las renuncias del
príncipe de Asturias y del infante don Jaime. y se confiaba en
que don Alfonso abdicaría en su hijo el infante don Juan. He
aquí lo que escribe Pérez Armas a Mesa:
43 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa Mpez de 7 de julio
de 1933, A. M. L., manuscrita e inedita.
Núm. 32 (1986) 255
46 MARCOS G U I ~ R ÁPE RAZA
Leopoldo actúa, al parecer, confiado en el porvenir. Tras
de las dos renuncias, vendrá la del papá, en momento
oportuno, para dar paso al tercero, que, según habrás
visto, estudia ahora en Lovaina. Quieren, pienso yo, des-militarizarlo
un poco.. .
¿La nueva renuncia vendra al fallecer el otro preten-diente?
¿Será ese el momento oportuno a que alude Leo-poldo?
Y en otra carta un mes después le informa:
Ricardo Ruiz y Benítez de Lugo me ha confirmado que a
LonpcMn 1ctlí2. Recientemente pzsn en relsd6n r3irectr al E
desterrado con Gil Robles. Parece que considera a éste O n más hábil y capaz que a Goicoechea 45. =m
O-E
E
Efectivamente, en aquel mismo mes de junio habian tenido 2
E
lugar en París las entrevistas de Gil Robles con el ex-rey Al-
=
fonso XIIf 46. Pérez Armas sigue atento la evo1uciÓn de la po- 3
lítica y enfoca bajo su lente al joven caudillo de la derecha. -
0m
E Para él, debe gobernar {camiliado por los más afines)) -una O
vez ganadas las elecciones que se auguran cercanas-, {(hacien-do
honor a su actitud actual de indiferencia ante las formas n
-E
de gobiernan. Y de los informes de Ricardo Ruiz ({deduzco a
que el desterrado y sus consejeros más perspicaces van en ese n
camino. Si es cierto que Leopoldo fue el que procuró el contac-to
directo entre ambos personajes, deduzco, también, que está 3
O
en la misma línea» 47.
En otra carta del 25 de agosto dice Pérez Amas a Mesa:
44 Carta de Benito P6rez Armas a José Mesa Mpez de 4 de julio
de 1933, A. M. L., manuscrita e in6üita.
45 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 5 de agosto
de 1933, A. M. L., manuscrita e inédita.
46 Vid. SOSÉM ARÍAG ILR OBLESN: O fue posible la paz, Ediciones Ariel,
Barcelona, 1968, pp. 87 y SS.
47 Carta de Benito Pérez Armas a Jos6 Mesa López de 12 de agosto
de 1933, A. M. L., manuscrita e inédita.
256 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Espontáneamente me escribió Leopoldo desde San Sebas-tián,
y dice que por ahora no espera nada. Luego añade:
({Veremos lo que nos trae el otoño» 4B.
El gobierno Azaña había sufrido su primera gran derrota
electoral en las elecciones municipales de abril de ese año 1933,
donde ganaron las derechas en la proporcidn de 3 a 1: fue la fa-mosa
elección de los ((burgos podridos)), frase que el resquemor
hizo pronunciar a Azaña. Ahora, el 4 de septiembre, tienen lu-gar
las elecciones a vocales regionales del Tribunal de Garan-tías
Constitucionales; y su resultado es nuevamente adverso a
las candidaturas del Gobierno: 13 puestos contra 5. Era la se-gunda
gran derrota eiectorai. Consecuencia de eiia, ia dimisión
del gobierno azaño-socialista el 8 del mismo mes. Le sucede un
gobierno Lerroux, en un ministerio puente que sólo dura un
mes. El 8 de octubre dimite y se encarga del Poder su lugar-teniente
Diego ~Martínez Barrio, a quien el presidente Alcalá
Zarnora concede el decreto de disolución de Cortes, convocán-dose
elecciones para tener lugar en noviembre.
Y en ese momento funda Mesa el Partido Popular Agrario
Autdnomo. Tuvo lugar en la Asamblea celebrada el domingo 22
de octubre en el cine ((Hollywooda -luego «Avenida»-. P6rez
Annas le felicita y le insta a que presente su candidatura, ex-cusándose
de dar su nombre para la que se forme en Tenerife.
Y al darle cuenta de lo que le ha informado Ricardo Ruiz por
carta, le escribe:
Me indica, también, que acaso te sugieran [de Acción Po-pular]
la idea de presentar a Leopoldo. Toma la noticia
como de quien viene y prepárate para lo que debas con-testar
en el caso de que ya no tengas otros antecedentes 49.
Carta de Benito Péres Armas a Jos6 Mesa L6pez de 25 de agosto
de 1933, A. M. L., manuscrita e inédita.
49 Carta de Benito Pérez Armas a Jos6 Mesa López de 27 de octubre
de 1933, A.M.L., mecagrafiada. Publicada en parte en Benito P&ez Ar-mas
..., cit., pp. 197 y s.
Núm. 32 (1986) 257
Matos decidió no presentarse; y en carta a Mesa del 25
de octubre recomienda a su primo Pedro del Castillo-Olivares
y Matos:
Querido Pepe: Ninguna comunicación política he mante-nido
contigo en estos últimos tiempos, porque las circuns-tancias
me imponen un absoluto apartamiento. Mi acen-drado
carácter monárquico, cada vez más firme, porque
lo apoya y lo sostiene la contemplación de cuanto viene
sucediendo, constituye un peso muy desagradable ahora
para toda campaña electoral. La situación de Berenguer
perseguido con injusticia y con saña, me obliga a compar-tir
con él sus preocupaciones, lo mismo que compartí sus a
responsabilidades, y a poner todos mis esfuerzos en con- N
E se@r pura 61 12s vin&z&nes E que tiene perfecto de-
O recho. n--
'Como espectador, casi como radioescucha, me entero m
O
E de lo que ha venido sucediendo en Canarias, y he seguido E
~ L I actuación con todo el interés que supone el recuerdo 2
de 25 años de colaboración política sin interrupciones ni -
ciisiciencias ni disentimiento. 3
En el instante actual solamente sé que se ha formado - -
0 una Agrupación de sentido genéricamente conservador, en m
E
la que intervienen casi todos los elementos que constitu- O
yeron o representaban nuestro apoyo político, pero ignoro
el plan de contienda electoral que vaya a desarrollarse, n
E los acuerdos a que se pueda llegar y la designación de -
a
candidatos. Por esto y por las circunstancias que te he nl expuesto ni tengo derecho ni me permitiría hacer reco- n
n
mendaciones; mas como cuando empiezan a barajarse
nombres algunos que pudieran tenerse presentes resultan 3
O
nlviiiador, se me ocurre llamarte la atención y someter a
tu consideración y a la de los amigos, a los que durante
muchos años, debí el favor de un apoyo ferviente, el nom-bre
de Pedro del Castillo Olivares, por si su candidatura
encontrara facilidades en los acoplamientos que ahí se ha-gan.
Los vínculos de cariño que a él me unen, se hermanan
c m Ü-ES cmc?kimes de UiscreciSn, !~l!t-?d y h@n~mhilidad,
bien probada en el largo curso de su paso por la vida polí-tica
de Canarias.
En cuanto a mí nada me toca hacer ni decirte. Las cir-cunstancias
en su desenvolvimiento irán trazando la con-ducta.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
El otro día entregué al Conde de Argillo una carta
para t.i.
Recibe un abrazo de tu primo ".
Lo que le hace- comentar escépticamente a Pérez Armas:
Tengo que pensar que esa carta de Leopoldo abogando
por P. del Castillo fue arrancada de puro compromisos1.
Pérez Amas, que intentaba sacar diputado por Tenerife a
Manuel Delgado Barreto, fracaso en su empeño; y al darle men-ta
al interesado en una larga carta-borrador fechada el 31 de
n n h r h r a In a ñ a A n .
" V V U U I ~ , A V L I A I U U . 2 .
Algo semejante le ha pasado a Leopoldo en Las Palmas,
pero como aquel amigo conoce admirablemente la psico-logía
de sus paisanos, se abstuvo de dar su nombre5z.
Las elecciones tuvieron lugar el 19 de noviembre, con se-gunda
vuelta el 3 de diciembre y reunión de las nuevas Cortes
el 8. Mesa obtuvo el número uno, con 44.833 votos. Y después
de tres radicales, el quinto puesto fue para el también agrario
Ruperto González Negrin. Mesa pediría y obtendría quedar ads-crito
a la minoría de la ,Ceda, que obtuvo 87 escaños, por 79 los
radicales y 27 los socialistas. El 16 de diciembre formó go-bierno
Lerroux.
Pérez Armas y Leopoldo Matos se debieron considerar defi-nitivamente
apartados de la cosa pública, sin que volvieran a
aparecer -que sepamos- en la escena política. Su tiempo ha-bía
pasado. Pero hay dos cartas de enero de 1934 cruzadas entre
ambos que creemos dignas de ser conocidas, pues al menos tie
N Carta de Leopoldo Matos Massieu a José Mesa López de 25 de oc-tubre
de 1933, mecanografiada e inédita, A.M., A.H.P.L.P., legajo 17.
51 Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa Mpez de 9 de noviembre
de 1933, A. M. L., manuscrita e inédita.
Borrador de carta de Benito Pérez Armas a Manuel Delgado Ba-rreto
de 31 de octubre de 1933, ARCHIVO ANÍBAG HERNÁNDEZM ORA
[A.H.M.], Santa Cruz de Tenerife, manuscrito e incompleto. Lo hemos
publicado en nuestro Benito Pérez Armas ..., cit., pp. 200-203.
nen el valor de permitir apreciar dos fuertes mentalidades pues-tas
a contribución al observar la política nacional. La primera
es de Pérez Amas y lleva fecha 1 de enero:
Inspección del Retiro Obrero Obligatorio de las Islas Ca-narias.
Sr. Don Leopoldo Matos.
Madrid.
Querido Leopoldo: Buen aguinaldo, el mejor que me
podías ofrecer, el de tu interesantísima carta de 22 de di-ciembre
último. Recibe la expresión de mi gratitud, y no
olvides, de cuando en cuando, ia obra de iviisericoraia de
dar de beber al sediento. ..
Muchas veces, después de discusiones un poco vivas,
había yo dicho a mis contradictores: ((quisiera conocer lo
que piensa Leopoldo Matos, porque estoy seguro de que
coincidimos en muchos puntos)).
Así ha sido, con gran satisfaccidn de mi amor propio.
Y es que yo tengo un concepto de tu ecuanimidad, de tu
equilibrio, que me permite casi siempre orientarme res-pecto
a lo que piensas frente a los arduos y apremiantes
problemas que la realidad plantea a nuestra Patria.
Los amigos con quien discutía, monárquicos obsesio-nados
e impacientes, no daban crédito a mis palabras por
suponerte tan vinculado a aquella Causa que habías de
pensar necesariamente como ellos. ¡Qué bien traída a co-lación,
la frase que empleas, de que los árboles no dejan
ver el bosque!
Una vez más he comprobado, con regocijo de mi alma,
que por encima de muchos méritos sobresale en ti el de la
ponderación, rara cualidad en este país de «fosforitos»
vocingleros, que antes estorban y perjudican, que son efi-caces
para actuar en obras de la solidez y perdurabilidad
en que andamos ahora afanados los que queremos una Es-paña
progresiva dentro del ser que corresponde a su tra-yectoria
secular. ¡Vales algo así como un centenar de
Goicoecheas, pongo por caso, y conste que acaso injurio
al egregio caudillo de Renovación!
Pienso como tú de Gil Robles. Precisamente su acti-tud,
la pnrld6n en WP se ha CI!GCX~, es !Q q-se me dio
la medida de sus condiciones de estadista. Yo esperé, con
reservas mentales, a darle tal categoría hasta que me per-
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
suadí de que dotado del sentido de orientación indispen-sable
en quien emprende un largo vuelo, se hizo cargo de
los obstáculos, el estado atmosférico, &, y luego trazó su
trayectoria para emprender la marcha con la firmeza que
le dieron el conocimiento de aquellas realidades y el poder
de sus medios.
Como dices tú los objetivos están bien definidos, y
¡claro!, volará según demanden las necesidades, por éste
o el otro derrotero ... Desde ahora juraría cuál será la re-calada,
habida cuenta de las enseñanzas que la Historia
nos ofrece de otros viajeros que emprendieron parecido
itinerario. Yo estoy tranquilo. ¿Y tú?
Discrepamos en un punto. Tú crees que no gobernará
c.-o.n.. *l a República. Reconozco las dificultades, pero tengo nr\...nn~nr n RT:A~+A -..A- k n k : i : ~ n a n... -1 mn..rr;rr ani
y u ~~~ ~ r r b c u ras ru . r . r rbc r>u r i r a a r i a u r r i u a u GLL ci L ~ L ~ L L GUJGLV
gobernalle.
Creo que Gil Robles sera llamado así que se agote la si-tuación
Lerroux. ¿Qué pasará entonces?
Me parece a mí que si toda la derecha se da cuenta del
peligro que supondría no prestarle ayuda, podrá soste-nerse
y realizar buena parte de su programa, acaso con el
asentimiento de no pocos republicanos.
De todos modos, si eso no sucede, considero que será
una desgracia, porque siempre he creído que deben ago-tarse
todas las posibilidades, esa inclusive, a fin de que los
más crédulos se persuadan hasta la saciedad de que dentro
de este régimen es imposible dar satisfacción a los anhe-los
nacionales.
Esta margarita roja, que Dios nos ha deparado, debe
deshojarse por completo so pena de que quede un núcleo
de gentes de buena fe pensando que el {tensayo histórico)),
de que habla Ortega Gasset, se truncó inopinadamente.
Tengo bastante acopio de lecturas acerca del fascismo,
del nacional-socialismo, y puntos de vista aledaños, en
cuanto al Estado que exigen los tiempos. Hallo acertadí-sima
tu predicción, pues algo será indispensable ensayar,
de éste o del otro tipo, según nuestra idiosincrasia nacio-nal,
mas. . . . el momento, la temperatura ambiente, e1 hom-bre,
la medida.. .
Sospecho que tu barruntas: ¿Será aquel el hombre que
lo haga? $3010, a cuerpo limpio, o con un Cannona y
oficiando él de Oliveira Salazar? Acaso el agua marina
que nos separa obra ante mis ojos de lente y deduzco de
tus insinuaciones la existencia de fantasmas donde apenas
existen corpúsculos. Dios dirá.
52 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Mi mayor interés hoy es decirte que considero que la
Providencia ha querido darte una misión trascendente e
inexcusable: persuadir a quien tú sabes -5i ya no lo es-buviere-
de que debe eliminarse y dar paso a la Juventud,
a la Esperanza, porque las aguas no remontan jamás su
curso y los pueblos son como los niños.. .
A mí jamás me ha parecido Napoleón tan grande como
cuando en Santa Elena pronunciara aquellas emocionantes
palabras que constituyen su íntima confesión: ctyo soy la
Única causa de mi caída. Yo he sido mi principal enemigo,
el artesano de mis desdichas)).
Con afectos a Perico, y a todos los tuyos, y el vivo de
seo de que tengas un año muy feliz y próspero, te abraza a
tu invariable amigo, N
E Beniio
O
1-enero-1934* . n--
Om
-
E
Como se ve, Pérez Armas cree firmemente en Gil Robles y E
2
confía en que Alfonso XIII abdicará en su hijo don Juan. jLás- E
tima que no conozcamos la carta de Matos del 22 de diciembre 3
a la que contestó don Benito! De seguro que tendrá gran sustan- -
tia. A esta carta contesta Matos diez días más tarde, sin alu- 0
m
E
dír a la solicitada gestión para la abdicación, y trata de remon- O
tar el vuelo. Dice: n
-E
a
Madrid, 10 de enero de 1934.
Dr. Don Benito Pérez Armas.
Querido Benito: Quiero con estas Ietras acusar recibo
de tu cariñosa carta.
Te prometo que periódicamente y a medida que las cir-cunstancias
lo hagan interesante, te escribiré dándote im-presiones
sobre el desarrollo de la vida política en Madrid.
Por el momento nada nuevo he de agregar a mi Última
carta. Sigue la carrera entablada entre la derecha y la iz-quierda
desplazada, para llegar al Poder, y en estos ins-tantes
me parece que eso es lo que constituye el asunto de
mayor interés y la solución que presente el ponenir es lo
Carta de Benito Pérez Armas a Leopoldo Matos Massieu de 1 de
enero de 1934, A. M. en A. H. P. L.P., legajo 7, mecanografiada e int5bita.
262 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
MATOS -Y P$REZ ARMk 53
más trascendente que puede ocurrir para nuestra vida fu-tura.
Lo otro, el movimiento anarcosindicalista, si se pro-duce,
creo que quedará reducido a una convulsián más o
menos fuerte, pero que seguramente dominará el Gobier-no,
sea el que sea.
Sin tiempo hoy para más, recibe un abrazo de tu siem-pre
buen amigo ".
De anotar también una carta de Pérez Armas a Mesa del 28
de mam, de ese año 1934. Ante lo que fue probable consulta de
su amigo sobre si debía instalarse en Madrid para el buen des-empeño
de su diputación en Cortes, le dice:
Naturalmente que tu campo no es, ni puede ser, Madrid
-me refiero a la vida política- por que ya estás viejo
para trasplantes, pero precisamente tus condiciones de se-riedad,
etc., etc., te habrían dado un relieve indiscutible
20 años antes. Yo me se aquello de memoria y sé también
que si se cotiza la charlatanería y la audacia, también se
imponen los otros valores Pudiera citarte varios ejemplos.
Recientemente tienes el de Cid: ¿qué hizo? Ni antes ni des-pués,
cosa que rebase los limites de un hombre digno,
inteligente y serio. Leopoldo, Lara, Franchy, llegaron por
el Único camino. Lo que pasa es que después los dos últi-mos,
especialmente, fracasaron (. . . 55.
LA GUERRA CIVIL: LA MUERTE
Han pasado más de dos años después de las últimas cartas
de nuestros dos protagonistas. Después de varios gobiernos
radical-cedistas, de los dos gabinetes portelistas, de las eleccio-nes
de 1936 con el triunfo del Frente Popular, de los gobiernos
4pia de la carta de Leopoldo Matos Massieu a Benito Pérez Ar-mas
de 10 de enero de 1934, A. M. en A. H. P. L. P., legajo 7, mecanogra-fiada
en papel carbón e inédita.
Carta de Benito Pérez Armas a José Mesa López de 28 de marzo
de 1934, A. M. L., manuscrita e inédita.
Núm. 32 (1986) 263
Azaña y Casares Quiroga, el 17 de julio estalla el alzamiento
en Africa.
Pérez Armas, umelancólico, huraño, taciturno)), presenta ya
los síntomas de la enfermedad que le llevará pronto a la muer-te.
Leopoldo Matos veranea en Fuenterrabía: allí es detenido y
preso. El día 4 de septiembre de ese fatídico año 1936 cae asesi-nado
en el castillo de Guadalupe, junto con Víctor Pradera, Joa-quín
Beúnza, Honorio Maura y Félix Churruca. Tenía cincuenta
y ocho años de edad. El abogado Miguel Díaz-Llanos y Fernán-dez
informa a Pérez Armas de la tragedia desde el «Grand Ho-tel))
de Monte Estoril, en Portugal. A su carta contesta don a N Benito el 23 de septiembre: E
O
n La noticia del crimen cometido en la persona del des- -
m
O
venturado, inolvidable y llorado Leopoldo me tiene anona- E
E dado. ¡Pobre amigo a quien me unía un afecto fraternal S
E desde los primeros años del Colegio!. . . -
De estas cosas más vale no hablar. Es espantoso 58. 3
E Carta de Benito PBrez Armas a Miguel Dfaz-Llanos: borrador ma-nuscrito
en un sobre, fechado a 23 de septiembre de 1936, A.P.A. La O
hemos publicado en nuestra biografía Benito Pérez Armas.. ., cit., p. 217. n
Disponemos de un testimonio coetftneo. Se trata de la carta que me -E
escribió doña Marfa Luisa de León y Lasa, desde FalIs Church, Virgínia a
(U. S.A.), el 26 de julio de 1973. Vivía con su hermano don León de León n
y Lasa, cónsul de Cuba en Biarritz al estallar el Movimiento. Eran primos n
quintos de don Leopoldo Matos. Y escribe: «Nos dijeron que 61 estaba 3
preso junto con otras personas amigas suyas hacia días; y que el único w
carcelero que habfa se les apareció al anochecer y les dijo: "Yo soy bue-na
persona y no soy asesino; esta noche ustedes van a ser asesinados si
no huyen; los que quieran que vengan conmigo o, si no, vhyanse solos;
yo soy el único que lo sabe ..." Un grupo aceptó y fue con el carce-lero;
pero Matos y otros se quedaron. El carcelero les dijo: "De todos
A . . . 1 a : n 1 . . . iiiuuvu, ucyaii y u ~icu ucjv awr-lrau iaa brlrciuurrru yvr Si nomhin.. A n Liaiilvlail ur
parecer. Yo me escapo de España hoy. Piénsenlo bien, pues la prisión
va a ser asaltar esta noche mismo." Ellos no quisieron; se quedaron.
A nosotros nos dijeron que los asaltantes los asesinaron 8116 aquella
misma noche; que no fue un fusilamiento; que tanto el pobre Matos como
los otros que se quedaron, sospecharon del carcelero que podía asesi-narlos
y luego decir que lo habfa hecho porque se querfan escapar ...
¡Y la sospecha les costó la vida!»
264 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Pérez Armas transmitió su pésame al periodista y funciona-rio
de la Inspección de los Seguros Sociales, mi gran amigo
años más tarde, Eduardo Benítez Inglott. *ste le acusa recibo
y le colmenta:
El padre de Leopoldo [don Antonio Matos Moreno] y el
mío [don Eduardo Benítez González] fueron íntimos arni-gos.
Por ello, desde muy pequeños, estuvimos nosotros
siempre juntos. El período de veintidós años que medió
entre la marcha de los Matos a Madrid, y la aspiración
de Leopoldo de ser Diputado, fue una constante relación
epistolar entre nosotros. Ya Diputado;me distinguió ha-ciéndome
su hombre de confianza aquí. Y así, hasta la
Y después de justificar su dolor como de hermano, añade:
Yo, como V., he sufrido el mayor dolor que un padre pue-de
tener. Pues así he sentido yo al pobre Matos, por quien
yo hubiera dado mi pobre vida5".
Pero muy pocos meses le quedaban ya de vida a don Benito.
Muere en su casa de la Plaza de la Iglesia, número 9, de Santa
Cruz de Tenerife el 25 de enero de 1937, a los sesenta y cinco
años de edad. Entre otras honras fúnebres, su amigo Benítez
Inglott le encargó un funeral en la iglesia del Espíritu Santo
de Las Palmas. Don Eduardo da cuenta a Aníbal Hernández
Mora de los asistentes en carta del 15 de febrero; y escribe
amargamente:
Se comentaron mucho determinadas y significadas ausen-cias,
que no pueden .justificarse, ya que Hoy publicó dos
días seguidos el aviso, bien visible.
Le .envío a V. un recorte de Acción sobre este acto: no
remitiéndole el de Hoy, por no tenerlo a mano.
57 Carta de Eduardo Benitez Inglott a Benito Pérez Armas de 21' de
noviembre de 1936 [A.H.M.]. Publicada por nosotros en Benito Pérez
Armas ..., cit., p. 217.
¡Cuán cierto es el dicho: desdichado el que se muere,
si al cielo no va!
Yo después de lo que vi con motivo de los funerales del
pobre Matos, ya no me sorprendo de nada, sino de que
haya en el mundo tanto desagradecido y tanto adulón, sin-vergüenza
%.
Carta de Eduardo Benítez Inglott a Aníbal Hernández Mora de 15
de febrero de 1937 [A.H.M.]. Publicada en nuestra biografia Benito Pé-rez
Armas ..., cit., pp. 223-224.
266 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS