BERNARDO CÓLOGAN Y FALLON (1772-1814)
P O R
MARCOS 6.UWIIER.A PERAZA
?m= Antoi,ie E2c.mezt de AT?*,GS,
en sus XXV años al timón de esta
nave atlántica.
SUMARIO
1. DE IRLANDA AT ENERIFE- 11. EL PERSONAJE - 111. SU LABOR LITE-RARIA
- IV. EI, COMBATE CONTRA NELSON-V. . SU APORTACI~N CIENTI-FICA.
- VI SU ACTUACION POLITIC.A 1 ) Sindico Personero del Puerto de
la Orotava (1800). 2: Alcalde Real del Puerto (1804 y 1805). 3) De nuevo ,
Síndico Personero (1808). 4) Vocal de la Junta Suprema de Canarias.
5) Otra vez Sindico Personero (1810): el motín contra los franceses.
6) Informe sobre el comercio de las Islas (1811) --VI1 BODAP, ATER-NIDAD
Y MUERTE TRISTE
Entre las familias irlandesas que arraigaron en las Islas Cana-rias
a lo largo de los siglos XVII y XVIII destaca sobremanera la de
los Cólogan. Sobre el año de 1651 ya hay irlandeses en la Península; es
la época en que por las Islas llegan SIUS paisanos y en miichns cusos
parientes los Walsh -pronto transformados en Valois-, los Sall, los
Madan, los Creagh, los O'Shee, los Gough, los Cullen. los Kábana,
los O'Shanahan.
A mediados del siglo m r r , como consecuencia de las persecucio-
2 MARCOS GUIMERA PERtlZA
nes religioso-políticas que se producen a la caída de la dinastía de los
Estuardo, vienen de Irlanda nuevas emigraciones. Se ha dicho que
el número de irlandeses que tuvieron que salir de su Isla para no
reconocer a la nueva dinastía, encarnada en Guillermo 111 de Oran-ge,
superó la cifra de doce mil. Por la Península aparecen ya los
O'Donnell, los Blake, los O'Donojú; mientras que por Canarias re-calan
los White -que se traducen enseguida por Blanco-, los Rus-sell,
los Forstall, los Power, los de La Hanty, los Molowny, los Key,
los Lynch, los Kelly, los Meade, los Murphy. Y los Cólogan.
Fueron éstos primitivamente la familia o clan de los Mac Colgan,
que estaba establecida en Kilcdgan, Condado de Galway, provincia
de Connaught. Fosteriormente se trasladarían a Weyanstown, en el
condado de Meath, provincia de Leinster. Llegados a Canarias, la
mayoría de aqueiios emigrados se estabiecieron en ei Puerto de ia
Orotava, al calor del comercio de vinos, todavía pujante. Y así lo
hizo también el primero de la familia que nos ocupa establecido en
la Isla, Juan Cólogan y White o Blanco, llegado al Puerto en 1737.
Juan Cólogan y Blanco, que sería el abuelo de nuestro personaje,
había nacido en Dublín el 10 de abril de 1710 y era hijo de Tom6s
y Margarita, oriunda del Condado de Kilkenny, de la provincia ci-tada
de Leinster. Tenía, pues, Juan Cólogan al llegar a la Isla vein-tisiete
años de edad. Poco tiempo después, el 20 de agosto de 1742,
casó en la Ermita de Nuestra Señora de la Paz y San Amaro, inme-diata
a la famosa Haczenda de la Paz, con Margarita Valois y Ge-raldin
-apellido éste que antes se había designado como Fitz-Ge-rald.
Margarita Valois había nacido en el propio Puerto de la Orota-va
en 1720, pues los Walsh o Valois, que procedían de la ciudad de
Waterford, condado del mismo nombre, provincia de Munster, ya
habían arraigado allí; al tiempo que los Geraldin, originarios de
Waterford también, estaban avecindados en dos generaciones atrás,
por lo menos, en Santa Cruz de Tenerife.
Doña Margarita Valois, la abuela de nuestro biografiado, falle-cería
prematuramente -contaba sólo veintinueve años de edad- en
1749, dejando de su matrimonio con don Juan Cólogan cinco hijos,
a saber: Tomás Juan, Bernardo Jorge -a quien hemos de ver con-fundido
con su sobrino-, Juan, Francisca y María Cólogan y Va-lois.
El abuelo Juan fallecería en 1771, cuando contaba sesenta y
308 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO C6LOGAN Y FALLON (1772-1814) 3
un años de edad, dejando en marcha una muy importante casa de
comercio l.
Su hijo mayor, Tomás Juan Cólogan y Valois -que habría de ser
el padre de nuestro Bernardo- nació en el Puerto el 14 de septiem-bre
de 1743. Casó en Sanlúcar de Barrameda con Isabel Fallon y
Gante, natural de dicha ciudad y oriunda de Athlone, condado de
Roscomon, provincia de Connaugth. De esta unión fueron fruto tres
hijos: Bernardo, Juan María y Juana Margarita Cólogan y Fallon.
El padre, don Tomás, continuaría los importantes negocios del abue-lo
con la sociedad «Juan Cólogan e Hijos», incrementando la fortu-na
familiar y actuando en la política de su tiempo, tanto en el Ayun-tamiento
de su Puerto de la Orotava natal como en el Real Consu-hde
de Cunurias. Fu!!eceriu en e! Pcerto e! 13 de fehrer~ de 1810,
cuando ya su hijo Bernardo ocupaba puestos de relieve en la polí-tica
local -justamente ese año era Síndico Personero-. Su viuda,
doña Isabel Fallon, sobreviría a su hijo mayor, pues fallecería el
3 de junio de 1819 2.
1 Sobre los Cólogan, puede verse el Noázliario CFe Canarias, J. Regulo,
Editor, La Laguna de Tenenfe, 1952, tomo 1, págs. 265 y sigs., especial-mente
las págs. 280-285.
2 Ver ia casa de los Cólogan en el Puerto de la Uruz, actual <Hotel
Marquesa», en nuestra Ikmina 1, En los papeles de la Casa dicho inmueble
se describe así:
«Casas pnncipales de su habitación en Ia Plaza de la Iglesia, altas y
sobradadas, que se componen de dos viviendas:
La una que hace frente a la plaza y linda: por las espaldas con Casa
de Eoii PerUai;do ;diois y Beta-,coui;i St de hei7ederos de driii ~13aiicisco
Montañez; por un lado [o derecha al Naciente], con casas que fueron del
Conde de La Gomera y hoy son de don Jose Valcárcel; y por el otro lado
[o izquierda al Poniente], casas que fueron de don Luis Teodosio de Lara
y hoy son de don Enrique Casalón.
Y la otra que hace frente a la calle que baja del convento de Santo
Dmf, y S-;,&&: las esp&i;as coii ia exp. casa que fue del con-de
de La Gomera; por un lado tal Naciente o izquierda] con Gallejón que
llaman del Punto Fijo; y por el otro lado [que es la derecha o Poniente]
con la referida Casa de don Bernardo VaIois y don Francisco Montarlea»
[Archivo CdZogan, La Orotava, Borrador enero 1805, signatura núme-ro
111.1
Núm 25 (1979) 309
MARCOS GUIMERA PERkZA
Bernardo Tomás José María de los Remedios Cólogan y Fallon
nació en el Puerto de la Orotava, en las llamadas «Casas principa-les
» de la familia, sitas en la Plaza de la Iglesia o de la Pila -hoy
calle de Quintana-, el día 8 de septiembre de 1772, y fue bautizado
en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Peña de Francia
el día 13 siguiente. Fue padrino su tío carnal don Bernardo Cólogan
y Valois 3.
Bernardo Cólogan, después de estudiar las primeras letras en su
pueblo natal, pasó al Colegio Real de Navarra, en la Universidad de
París. Allí fue condiscípulo del luego Mariscal de Francia Saint Cyr.
Estudió también en Inglaterra y Holanda, además de en España, per-feccionando
así su educación 4 .
Terminados sus estudios, Cólogan regresa al Puerto sobre 1793 ó
1794. No deseaba dedicarse al comercio que ejercía su padre don To-más,
sino más bien al cultivo de sus gustos literarios y artísticos.
Así lo refiere el impagable cronista portuense Alvarez Rixo:
Este joven y rico literato caballero no tenía voluntad de seguir la
profesión de su padre y como se lamentase de ello a su compadre
y amigo D Bartolomé Miguel de Arroyo, tuvo la amistosa delicadeza
de enviarle la célebre Oda de Horacio que comienza: ««,Oh mísero,
3 La partida de bautismo de Bernardo Cólogan y Fallon obrante en la
Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia del Puerto de la Cruz,
Libro 8 de Bautismos, folios 149 y 150, dice textualmente
En trece de septiembre de mil setecientos setenta y dos años Yo
D. Diego Roch y Rivas, Presbítero, con licencia del Sr. D. Joseph Ma-nuel
Oramas, Beneficiado Propietario de la Iglesia Parroquia1 de Nues-tra
Señora de la Peña de Francia de este lugar y Puerto de la Cruz,
bauticé a Bernardo Thomas-Joseph,-María de los Remedios, hijo legí-timo
de D. Thomas Cólogan, natural de este Puerto y de Dña Isabel
MaxTa Fallon, natural de San Lúcar de Barrameda, sus abuelos pater-nos
D. Juan Cólogan, natural de Dublín. y Dña. Margarita Valois, na-tural
de este Puerto; maternos D Bernardo Fallon, natural de Roso-common,
en Irlanda, y Dña. María Meliafont, natural de Cádiz, nació
ei día ocno de dicho mes; fue pacinno 2i Bernardo Cóiogan, a quien se
le advirtió la cognación y demás obligaciones, tiene óleo y crisma y lo
firmo Pdo Diego Nicolás Roch y Rivas «Y Oramas».
4 Ver a Bernardo Cólogan, niño de dore años, pintado al óleo por
Elizabeth Lemoine en 1784, en nuestra lámina 11
310 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO 06LOGAN Y FALLON (1772-1814) 6
en qué consiste que ninguno está contento con su suerte!»,. Etc., etc.
A que añadía Arroyo algunas observaciones persuasiqas y cariñosas
las cuales inclinaron al joven Cólogan a mirar con celo e interés los
importantes negocios de su padre: pero no obstante ocupaba ratos
en la bella literatura y artes 5.
Fue, pues, Bernardo Cólogan un hombre cultivado. Poseedor de
la riquísima biblioteca familiar -en la que descuellan libros en la-tín,
inglés, francés, holandés y español- además de un copioso ar-chivo
musical, con nocturnos de Haydin, sonatas de Scarlati, cuar-tetos
de Bach, quintetos de Zannetti, etc., cultivador del violín, nues-tro
biografiado fue un joven de selección.
Estamos por tanto ante una figura que militaba en el campo de
la i i ~ s i j - ~ c i ó ~ ~ , mameato eE qUe í;rodU~ien& !a tran-sición
hacia el Romanticismo. Cólogan era contemporáneo de Anto-nio
José Ruiz de Padrón (nacido en 1757) y de Antonio Saviñón (na-cido
en 1768); y rigurosamente coetáneo de Pedro José Gordillo (na-cido
en 1773), José Murphy (nacido en 1774) y GraciIiano Afonso
(nacido en 1775). Coii e1 ixiayor de lvs ?$ürphjj tendria UGU amistud
íntima, unas grmdes coincidencias políticas y unas estrechas rela-ciones
comerciales de Casa a Casa. Su época va desde mediados de
la Última década del siglo XVIII hasta el final de la Guerra de la
Independencia; es decir, unos veinte años vividos muy intensamente,
en medio de guerras y epidemias, en el momento del tránsito del
Antiguo Régimen a la Era liberal.
Fue Bernardo Cólogan irlandés por su sangre, artista por incli-nación
y comerciante de oficio. Casas de comercio suyas fueron en
Tenerife la de «Bernardo y Juan Cólogan» y la de «Cólogan y Little»;
y en Lo~dr e s!a Tfrma ::CS!~gun, Burry y Cmpañia>:. Yr, unmeruen-cia,
era un liberal de su tiempo; pues como ha dejado escrito Ber-
5 Jost? Agustín Alvarez Rixo, Notzc%as para la biograjia de don Rer-nardo
C61og.m BaTb.14. Ms inédito mcluido en Varias noticias biográficas
de algunos zsleños canamos, Legajo B; con varias cartas autógrafas y co-pia
al fin de un poema latino Üei Mografiaüo, en poder de sus herederos
Citadas ampliamente por Agustín Millares Carlo y Manuel Hernández Suá-rez,
Ezobzblzografh de escrztores canamos (szgZos XVI, XVII y XVIII), «El
Xuseo Canano», Patronato <José María Quadrado)), Cabildo Insular de Gran
Canaria, tomo 1, 1975, pág 160, X; y tomo 11, «El Museo Canario», Plan
Cultural de la Mancomusidad de Cahldos de Las Palmas, 1977, pág 289
trand Russell, «el liberalismo es un vástago del Comercio». Y como
tantos otros liberales de la época, tuvo un acusado espíritu de ciu-dadanía,
de patriotismo. Voluntario en su lucha contra Nelson por
las calles de Santa Cruz, desempeñaría puestos de importancia en
el Ayuntamiento de su pueblo natal y en la Junta Suprema de Ca-narias.
En todo momento, sus conocimientos mercantiles se pusieron
a contribución en informes y representaciones, encaminados a lo-grar
más libertades en el comercio, tan importantes para la vida de
sus Islas Canarias.
Disponemos de documentos escritos y firmados de puño y letra
de Bernardo Cólogan, asi como de varios retratos suyos, debidos al
pincel o la pluma de su ilustre paisano y amigo el pintor don Luis
de la Cruz y Ríos.
De su escritura apretada y un tanto barroca puede inducirse que
Cólogan era un hombre introvertido, casi hermético; muy pulcro;
y que, siendo persona sm deseos de destacar, se veía obligado por
las circunstancias a aparentar cierta presunción.
Sus retratos, que nos van mostrando la evolución del hombre,
denotan por los trazos de su boca un alma de artista, casi de pintor
diríamos. Su mirada penetrante revela ser sujeto de grandes ilusio-nes,
que en parte vería realizadas alrededor de 1805, cuando fue AI-calde
de su Puerto natal. Más tarde, en 1808, se aprecia en sus ojos
un renovado interés, algo así como si se rejuveneciese.
m. SU LABOR LImRaRIA
Hemos de comenzar este apartado con una exclusión: hay que
descartar de su acervo la Insinuación que fue presentada en 1781 a
la Real Sociedad Económica de Tenerife en La Laguna, por un Ami-go
del País Se trata de la traducción del francés del Discurso so-bre
el mejoramiento de los terrenos por el señor Patulo, Parte 2.a, 4.O,
del Despacho de los Granos, que aparece firmada por «Bernardo
Cólogam.
Ya hacía pensar, como algo extraño, que un niño de nueve años
6 Fol Ms. 14 hs, La Laguna, Biblioteca de la ReaI Sociedad de Ami-gos
del País de Tenerife
312 A N U A R I O DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
BERNARDO C%LOGAN Y FALLON (1772-1814) 'P
presentara ese trabajo a la Económica, aunque fuera de mera tra-ducción.
Don Agustín Millares Carlo no la incluyó en la primera edi-ción
de su monumental Ensago de una biobibliografia de escritores
naturales de las Islas Camrkm (siglos XVI, XVII y XYIII) Segu-ramente
el haber sido atribuida a nuestro personaje la tal Insinuación
por el profesor Cioranescu fue lo que movió a Millares y Hernán-dez
Suárez a incluirla como de su pluma en la 2." edición en marcha
de aquella obra 9.
En realidad la obra es de Bernardo Cólogan y Valois, tío carnal
de nuestro personaje, como hermano menor que era de su padre;
quien nació en 1745, se distinguió por sus trabajos en favor de la
sericultura canaria y había sido nombrado Socio Honorario de la
propia Económica el 26 de abril de 1777 lo. Esta otra importante fi-
7 Madrid, Tipografía de Archivos, 1932, pág. 187
8 Alejandro Cioranescu, en su Alejandro de Hmboldt en Tenerafe, La
Laguna, 1960, pág. 77, nota 1. Cita que se mantiene en la reedición rea-lizada
en 1978.
9 Millares y Hernández; Bzohihlwu>.~af8ac it.i tomo 11; pág. 289, 1.
10 Ver Enrique Romdu Palazuelos, LCb Eco%hica a tTUU& @e W-tas
(1776-1800), Real Sociedad Económica de Amigos del Pafs de Tene-rife,
La Laguna, 1970. pAg. 18.
Sobre el personaje y la sericultura, ver Lope Antonio de la Guerra y
Peiia, Memorias (Tenerife en la segulzda mitad del siglo XVIII), Cuader-no
11, años 1771-1777, «El Museo Canario» (Las Palmas), 1955, phg. 143.
Y sobre todo Juan Régulo Pdrez, La Lagtma y la ssric2cítzcra camrkx, Pre-mio
«Elías Serra Ráfols» 1974, La Laguna-Tenenfe, 1976, págs 46 y 77.
Veamos 10 que sobre este particular hemos podido saber. En la Econó-mica
de La Laguna existe un Ezpediente fom7~~dsoo b ~ et a eXeraccih $e
grmos, incluido en el volumen 5, titulado «Agricultura», promovido en 19
de julio 1779? en el que se arce lile a 7 de octilhre & l?%l, se
presentó un papel que le ha dirigido el Sr. Dn. Bernardo Cólogan, so-cio
honorario, su tftulo es Insinuación a la Real Sociedad de Amigos
del P'afs de Tenerife, por un Amigo del País, mil septos. ochenta y uno.
Contiene una traducción del Sr. PatuIo, y una copia del párrafo del
Proyecto de Dn. Bernardo Ward, y concluye deduciendo de los citados
principios, que es Útil la extracción libre de granos.
Siendo este punto de mucha consicieracibn, se reservd tratarlo en
otra Junta.
Está conforme a dicha Acta, que queda en el libro de ella: (Firma-do)
Molina, el Secretario.
Aparece también en el volumen 7 de las Actas de la Econbmica, fo-
Iios 33 vt.9, del mismo dfa 27 de octubre de 1781.
8 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
gura de esta importante familia de los Cólogan sería Síndico Perso-nero
del Puerto de la Orotava en los años de 1784, 1787 y 1790.
Vamos, pues, ahora con las obras indubitadas de Bernardo Có-logan
y Fallon :
1. En 1795 compuso un poema en latín, sacado de otro inglés,
que tituló In festivam S. Dominici dkm anni Domznz 1795. Es un ma-nuscrito
de dos páginas, que se encuentra en la <(Biblioteca Pro-vincial
de Canarias», hoy Biblioteca Universitaria de La Laguna ll.
2. El 13 de junio de ese mismo año dedicó un poema, tambiéin
latino, al ilmo. Sr. D. Antonio Tavira y Almazán, Obispo de Cana-rias,
en su onomástica, con motivo de su visita al Puerto de la Oro-tava.
En él, en 212 versos, pide la protección de Tavira para las
Escuelas públicas recién establecidas en Canarias por el Gobierno
de Su Majestad 12. En dicho poema, Bernardo Cólogan elogia «Al
Sr. Obispo D. Francisco N..., predecesor del Sr. Tavira, que obtuvo
la Real Orden para el establecimiento de un Colegio para la instruc-ción
literaria de la juventud isleña, sin tener ésta que ausentarse le-jos
de sus padres y patria para saber algo (como le había sucedido
al mismo Cólogan~1 3. Debe referirse el autor a don Francisco Xa-vier
Delgado y Venegas, que ocupó la Sede de Canarias desde 1761
a 1768, y que traladado a Sigüenza fue Cardenal desde 1778. Lo de-cimos
por ser el único Francisco que figura entre los mmediatos
predecesores de Tavira
La importanc~a del terna determinó un nuevo acuerdo de la Junta (Ac-tas,
vol 8, fol. 15), en el que se decidió dar cuenta a los socios y confec-cionas
un extracto por don Lope de la Guerra para los correspondientes
de La Orotava En actas posteriores se recogen informes de don Joseph de
Llarena y Mesa, don Agustín de Bethencourt y Castro, etc (Actas de 23
de febrero y 18 de junio de 1782 y 11 de julio de 1783)
11 Biblioteca Universitaria de La Laguna (B U L ), Poeslau varzas,
signatura 83-3-38, folios 7 r, y v. C~tado por Millares y Hernkndez, BLO-h6hlt^_
nrg.fb. , tomo n, p&g 290, nfim II. Ver ta.mhi6n Pereira Pacheco,
Contznwczólz de los escrztores canarws, Biblioteca Municipal de Santa Cruz
de Tenerife [B. M T.], signatura 10-2-28, folios 5 v a 6 r , núm 10
12 B U L., Papeles Varzos, tozno 95, documento núm VI11 Citado
también por Millares y Hernández, BzobzbZ.tografia. , 11, pág 290, 111
13 Alvarez Rixo, Notzczas para la bbzgrctfia , cits
314 A N r A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO GOLOGAN Y FALLOK (1772-1814) 9
Con relación a este poema, anotemos que cuando don Graciliano
Afonso publica su libro Las hojas de la encina o San Diego del Mon-te.
Leyenda canaria 14, lncluye en ella una Oda al Teide, compuesta
el 6 de junio de 1837, que encabeza con una «Advertencia preliminar»,
alusiva a los poetas canarios que no se han ocupado del Pico de Te-nerife,
para los que tiene, nomznatzn, muy duras críticas. Pues allí
dice :
Sólo me acuerdo haber leído, estando aun en el Colegio Semina-rio,
unos hermosos exámetros latinos del también malogrado don Ber-nardo
Cólogan, nacido asimismo en el puerto de la Orotava en las
faldas del Pico, en elogio (y no desmerecían de su grande objeto) del
preIado más digno de ser alabado, corona del clero español, del ilus-trísimo
señor Obispo de Canarias don Antonio Tavira. Allí se leen
algunos versos que pintan al Teide elevado, sus amenas faldas y las
ninfas y musas canarias danzando alegres al contemplar cuánto po-dían
esperar de un tal patrono de las ciencias, de las que él mismo
era una viva enciclopedia.
Es muy reciente la memoria del malhadado Cólogan para que
toda la presente generación no llore la temprana muerte del sabio y
discreto amigo de Talia y Melpómene; y estoy persuadido que si su
salud, negocios de su largo comercio, y mejor suerte en sus amores
hubieran dejado encender tranquila su hoguera poética, el Teide ha-llase
en él su Pindaro u Horacio vengador, si no en el idioma del
cantor de la Flor de Gnido, del de las ruinas de Itálica, del Joven de
Austria, de la Profecía del Tajo o de otros célebres modernos, a cau-sa
de su educación en países extranjeros, a lo menos en el de aquel
que pintó el Atlas soberbio, y a Mercurio alado volando sobre su co-rona
de verdes pinos, de los ríos corriendo por su barba y ésta con
eternas nieves, y de los imitativos sublimes versos de los mugidos ho-rrorosos
del Etna siciliano; o de Triphón gigante, en su centro re-volvi~
niio si1 encendirln espalda; lan7ando sil llama arrehatadora, qiie
lame las estrellas Es preciso haberle conocido para calcular el ta-maño
de la pérdida y para no maldecir eternamente las causas de su
prematura ruina
. Varium ac rnutabile
Semper f ~ m i n a . .
Fuerza, lenguaje, harmonía estudiada, delicadeza, todo acompa-ñaba
y formaba el carácter de este poeta, ministro de Temis.
14 Las Palmas de Gran Canana, imprenta de La Verdad, 1853
10 MARCOS GUIMERA PERAZA
3. Al año siguiente de 1796 presentó Cólogan a la Económica de
La Laguna una biografía de D. Antonio Benavides g González de Mo-lina,
Teniente general que fue de los Redes ejércitos natural de
la Isla de Tenenfe, «en virtud del premio ofrecido en 7 de marzo de
1795 aún sin señalar en el año de 1796~. El elogio fúnebre se vio en
la sesión del 3 de noviembre de este año, se aprobó por unanimidad
y «se acordó su lectura en la Junta pública del día de mañana y que
se remita el premio de una onza de oro» a su autor. En ese año eran
primer y segundo Director de la Sociedad los Marqueses de Baja-mar
y Villanueva del Prado, respectivamente; y en este día fue Nava
quien presidió, acompañándole don Lorenzo de Montemayor, don
Bartolomé Agustín González de Mesa, don Diego Lasso de la Vega
y don Joseph de Monteverde, con el secretario don Juan Tabares de
Roo. Al día siguiente, 4, en la Fiesta anual de los Reyes, se leyó
ante el público el citado Elogio 15. El trabajo de Cólogan sobre el
1s «Real Sociedad Económica. Fiestas Reales, vol. 17, 22/17 En el acta
para los premios del "Discurso a los Jóvenes" y certificado de la Junta
pública del año de 1796, se dice textualmente:
Vióse después un Elogio del Excmo. Sor. Dn. Anto. Benavides, Ten
Gel. que fue de los Rs. Extos. y natural de esta Isla que trae por mote
el siguiente dístico:
Iam tumulo altaris impossult sua
Proema: lauros nunc patria excipiat
Nobilis urna manu.
El qual habiendo merecido la aprobación unánime y acordádose se
lea en la Junta Pca. de mañana, se abrib la carta que acompañaba y
se haIIó ser su Autor Dn. Bernardo CÓIogan FalIon, resdte. en el Pto. de
La Chotava.
Concluidos los exámenes procedieron dhos. Sres. a la adjudicación
de Premios y gratificaciones ofrecidas, en cuya virtud confirieron el de
una onza de oro destinado p." el qe. mejor desempeñase el Elogio del
Excmo. Sor Dn. AntQ Benavides al mencionado Dn. Bernardo Cólogan
Fallon (Firmado) Laguna, 3 Nov. 1796. E1 Marqué-s de Villanueva, Lo-re%
zo de Montemayor, Bartobmé AgustZn Glez. de Mesa, Dkgo Laso &
La Vega, Joseph 8e Monteverde y Jwn Tabares de Roo, Secretario de
la Económica.
(En 4 de noviembre de 1796, en la Fiesta Anual, se leyó ante el público
el citado Elogio )»
Refiere Enrique Roméu [La Económica a través , cit, págs. 104-1051
que existe un cuaderno con notas autógrafas de don Lope de la Guerra,
316 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO C6LOGAN Y FALLON (1712-1814) 11
general Benavides se publicaría sesenta años más tarde en el perió-dico
de Santa Cruz de Tenerife El Eco del Comercio, año de 1857,
números 578-581 y 584-588: <Por copia V. Bonnet» 16.
Una visita importante recibiría por esos tiempos Cólogan: la de
Andrés Pedro Ledru, quien dejaría testimonio en su obra de la aco-gida
y calidad de nuestro biografiado. Ledru estuvo en la Isla des-de
el mes de junio de 1796 hasta principios de 1797. Y en su Viaje
a Tenerzfe ..., al indicar en la «Introducción» las fuentes de que se
ha valido y enumerar las personas que le suministraron datos sobre
historia natural y economía, cita a
Mr. Clerget, comisario de relaciones comerciales de Francia en las
Canarias; el Marqués de Villanueva del Prado, Gentilhombre de Cáma-ra
ciei Eey; ei MéGico D. Domingo Saviñón; Cambreieng y Cóiogan,
descendientes de negociantes franceses [sic] ...
Refiere que pasó el Carnaval en el Puerto de la Orotava [febrero
de 17971, alojado en la casa de Mr. Little, y que desde entonces guar-da
el
grato recuerdo de mis amigos Little, Barry, Cólogan, Favence y Be-thencourt
y Castro.
Más adelante escribiría que
Don Bernard Cólogan Fallón ... ha viajado a Inglaterra, Holanda,
Francia y España, para perfeccionar su educación ... Yo he formado
con este estimable ciudadano una estrecha relación, y debo a su amis-tad
noticias importantes sobre Tenerifel7.
resumen de lo tratado en las Juntas desde 1777, y que para el año de 1796
hay uno de la Junta Pública, en la que se afirma que el repetido Elogio
lo habfa hecho «Don Bernardo Cólogan, hijo de don Tomás».
1s Hemeroteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, B. M. T.
17 Andr6 Pierre Ledru, Voyage aux IZes Telzmffe, Za Tmnité, Sailzt-
T.1rnMn"Uo,a ii~t-lrwony:e t P ~ t Re z m, :=presa. en Pa& ea Z816, tomo 5 ph-ginas
158-159. Debo esta referencia a mi buen amigo Ennque Roméu Pa-lazuelos,
Conde de Barbate, a quien doy las gracias por sus atenciones en
la presente investigación.
Del Viaje de Ledru en cuanto a Tenerife hay una excelente traducción
de mano de Francisco Marla de Le6n y Xuárez de la Guardia, que se halla
MARCOS GCIMERA PERAZA
IV. EL COMBATE CONTRA NELSON
En este momento culminante de la historla de Tenerife, nuestro
personaje representaría un importante papel. Del ataque de Sir Ho-racio
Nelson al Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago, a fines
del mes de julio de 1797, Bernardo Cólogan nos dejaría un doble
testimonio. De un lado, el de su acción esforzada en la lucha contra
los ingleses; de otro, el de su relato del acontecimiento. De éste, ade-más,
también por partida doble.
Cólogan se encontraba en Santa Cruz por los días en que llega
frente al puerto la escuadra de Nelson. Ignoramos si pertenecía a
alguna de las fuerzas que luego tomaron parte en la defensa; pero
nos inclinamos a pensar que se hallaba allí atendiendo a negocios de
m.., me".. A,. ,,-....,.-,,.r. Al,..,. A,..- ,.-.+.,-.-.- Al 3 U La3a U c L u ~ l ~ c L ~-SUk . l l U 3 U ~ J QCI I LICVCI CI 1-1.1-1-31,1.1 U, eri !a carta
que escribe a su padre y a la que luego nos hemos de referir por
extenso:
Estoy cansado hasta no más, sin haber dormido sino un instante.
después de haber rond~do cuidando la casa, mientras temí e1 cafio-neo
vivo que no dejaba descansar (103 subrayados son nuestros)
Dos casas, que sepamos, tenían los Cólogan en Santa Cruz en
1797. Una casa alta en la calle de San Francisco «que va a Paso
Alto», seguramente en la acera de los impares; y otra casa alta «en
la calle que llaman de la Caleta», que también se llamó de la Adua-na
y luego del General Gutiérrez lS. Creemos que es a esta última
medita en la Biblioteca Municipal de Santa Fruz de Tenerife [B. fM. T,
signatura 10-3-11] La titula «Vtaje a Za tsZa de Tenerife Ejecutado por or-den
del Gobierno francds en 1795, bajo la dirección del Capitán Baudin
para hacer invest:gac~ones y formar colecciones de Historia natural Con-tiene
obserraclones sobre el clima, el suelo, la población, la agricultura,
las producc~ones, el carácter, costumbres y comercio de sus habitantes,
Por And-&s Pedro Ledru, uno de los naturalistas de la expedición, impreso
en París en 1810». Traducido en 1843 por F M L
De esta traducción de León hemos tomado los párrafos que se insertan
en el texto
1s Archko Cóíogan, La Orotava, «Journal de Juan Cólogan e Hijos»,
año 1771, libro 242, pág. 15, Inventario de 13 de mayo de 1771 y 1 de ju-lio
de 1772 Ver tarnbien «Borradon> libro 111, Inventario de Bienes, 30
de abril de 1805
318 4hTUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
BERNARDO C~LOGAN Y FALLON (1772-1814) 13
a la que se refiere Bernardo Cólogan, por su cercanía al Castillo de
San Cristóbal, en cuyo vivac y Cuerpo de guardia desarrolló nuestro
personaje su acción.
De su comportamiento en el combate se ocupan con elogio cuan-tas
fuentes a él se refieren. Así, Monteverde en su Relación circuns-tanciada
..., al hablar de una orden que se encontró en el bolsjllo del
teniente inglés Robinson, que habia caído malherido, dice:
Existe original en poder de Don Bernardo Cólogan y Fal'allon, jo-ven
recomendable, en quien compitieron el valor y los sentimiento.,
patrióticos. Viósele recorrer con sable en mano los sitios más peli-grosos,
animando la gente a la defensa del País, y atendiendo a los
heridos con tanta humanidad, que llegó a quitarse la camisa para que
m- -o..an:n~nm Ge yenUajrs 19. LX" b'AZ bb*b"b..
Y Arozena, en La derrota de Hmacio Nelson ..., al referir cómo
cayó herido el teniente Baby Robinson, añade:
Entonces se vio un espectáculo hermoso por lo humanitario, digna
de ser mencionado: el valeroso D. Bernardo Cólogan, que bizarra-mente
se habia batido como un león recorriendo sable en mano los
sitios más comprometidos del combate pasó a recoger al infortunado
Robinson y, cual si cuidara a un hermano querido, rasgó en pedazos
su camisa para hacer vendas con que restañar la sangre de aquel
cuerpo exánime, que fue transportado al Hospital20
En cambio, años más tarde, en el patnmonio del hijo de nuestro per-sonaje,
don Tomás F'idel Cólogan y Bobadilla, la Única casa que aparece
en Santa Cruz es una situada en la Calle de La Marina, sin que conste el
número de gobierno
19 José de Monteverde y Molina, Relación ctrcu~~stanciaddae kz de-fensa
que hwo la plaza de Santa Cruz de Tenerzfe invadzdu por una escua-
&a inqlesa al mando &Z Contra-Almzrante Horaczo Nelson en b madru-gada
del 85 de julio de 1797, Madnd, 1798, pág 23, nota 1.
Existe una edición facsímil, hecha en 1973 por el «Aula de Cultura de
Tenenfe», con Introducción que es obra de Alejandro Cioranescu
20 Mario Arozena, La derrota de Horaczo Nelson. Narración. hwtórico-mltzca
de la defensa del Puerto y PZaxa de Santa Cruz de Tenerzfe en'iu-
1:o d5 1797, en «Recuerdo del Centenario», Santa Cruz de Tenerife, Im-prenta
Isleña de Francisco C. Hernández, 1897, p2g 157
Ver tambien Sebastián Padrón Acosta, Los héroes de la derrota de NeZ-son,
en «Revista de Historia», núms 82-83, 1948, págs. 186 y sigs.
14 MARCOS GUIMERA PERAZA
El teniente Robinson, después de la capitulación, fue reernbar-cado
agomzante, falleciendo poco más tarde 21.
Por su parte, refiere Alvarez Rixo n:
ATo ha quedado esta accion olvidada, porque el historiador de las
Canarias Dn. José de Viera en su famosa Oda escrita con motivo de
tan heróico acontecimiento dice en su estrofa 27
Y hacer de actividad y patrioiismo
Un eminente empleo
Quinter, Cólogan, Creagh, Bataller, Feo.
Por nota, añade Alvarez Rixo que «habiendo visto la Oda origi-nal
impresa, no hallé esta mención de Cólogan, por 10 q u ~con ozco a
fue insertada por algún amigo suyo en el Manuscrito que me sirvió
de guía. Sln embargo, el caso a que alude es verdad, y confirmado O
por la otra Oda burlesca que sigue y por la relación oficial del su- - - m
ceso que se imprimió». O
E
En efecto, Viera no menciona a Cólogan en su oda impresa. La E
i
estrofa más parecida a la que cita Alvarez Rixo, que es la 22, dice: E
5
Vense nuestras Partidas -
Aspirar al honor y al Patriotismo 0
m
e En contiendas reñidas,
Y dar pruebas del ansia de heroismo O
Con exemplar denuedo,
Guinther, Batallér, Creagh, Prat y Salcedo 23. E
a
4-
La Oda burlesca a que se refiere Alvarez Rixo -y que él enton- -
21 Antonio Rumeu de Armas, Pwaterias y ataques navales contra Zas
Islas Ganarzas, Madrid, C S. 1 C , tomo m, 2 parte, 1950, pág. 864,
nota 27.
22 Alvarez Rixo, Nohczas para la bzografb , cit
23 A la V~zctorza conseguida por Ias armas de la Isla de Tenerife man-dadas
por el Excmo Señor Don Antonio Gutiérrez, Teniente General de
los Rs. Exercitos, la noche del 24 al 25 de julio, año de 1797, contra la
Esquadra Inglesa del Contra-Almirante Horacio Nélson, destina&& a sa-quear
la Plaza de Santa Cruz, la Musa de la Historia inspira al Autor de la
de Canarias la siguiente Oda
Con licencia en la Ciudad de la Laguna por Miguel Angel Bazzanti, Im-presor
de la Real Sociedad de la Isla de Tenerife [B U L, (3% 19, nQ 81.
320 ANUARIO DE E S T U D l O S A T L A N T I C O S
EERNARDO C6IdGAN Y FALLON (1772-1814) 15
ces consideraba anónima- es original de don Graciliano Afonso, y
dice en su estrofa 6.":
No recuerdes de Cólogan
lo compasivo y tierno,
ni a Blanco, ni a Correa
con el cañón violento
Veamos ahora a nuestro personaje como testigo relator de los su-cesos
en que tomaba parte tan activa. En primer lugar, el mismo
día 25 de julio escribe desde Santa Cruz a su padre, don Tomás, re-firiéndole
lo más saliente de las incidencias de aquellos días. Se ex-cusa
de que su relación sea poco larga, «pero permítala usted a un
hombre que en alg��n tanto ha contribuido a la defensa de la Patria»;
se remite a otros oficios suyos en que daba cuenta de «que seguía el
bombardeo de Paso Alto hasta las diez y media de ayer noche»; re-fiere
que a las dos y cuarto de la madrugada descubrieron Fonsper-tuis,
Martínez y él, hallándose cerca del vivac, que los ingleses re-doblaban
el fuego hacia dicho Castillo, que contestaba con igual vi-veza,
comprobando que varias lanchas se dirigían al otro lado del
muelle, para atacar los otros Castillos: «yo fui llamando las mili-cias,
el paisanaje, etc.». Sigue relatando los combates de toda esa
noche, en los que cayó prisionero Fonspertuis; refiere que «el mue-lle
está con sus cadáveres: yo hice recoger de allí dos nuestros y
diez de ellos, y los hice poner en la Alameda para que su vista no
24 Graciliano Afonso, Poema al mal comportamiento de algunos de sus
pazsanos en la defensa que hzxo Santa Crw contra el almwante Neison.
1797.
Ver también Alvarez Rixo, Apuntes bzográficos de D Gracilmno Afw-so,
Doctoral de la Santa Catedral de Gran Gamarza, insertos en el Legajo
letra E de «Varias noticias biográficas de algunos ysleños canarios».
Ambos trabajos citados en Millares-Hernández, Biobiblzografia, tomo 1,
página 29, doc. 11; y pág 160, doc. X.
La estrofa de Viera que más se parece a la que compuso don Gracilia-no
es la 20" del texto impreso, que dice:
&a refriega se enciende
En cada puesto, en cada calle, y plaza;
Se ofende, se defiende,
Se abre el paso, se cierra, se embaraza,
Y por la espalda, atentos,
Franco y Garcfa emplean sus -nolentos.>
desanimase». h a d e : «Dos o tres tenientes están mortalmente he-ridos,
Mr. Ernshaw y Mr. Whelterhead, bellos mozos, que tuve el
gusto de haber asistido hasta quedarme sin camisa por ellos, sin
pañuelos de nariz y garganta para hacerles hilachas, y ver cómo les
atajaba la sangre de aue estaba lleno el Cuerpo de guardia, donde
me ocupé en este servicio honroso, que me dictaba la humanidad,
después de haberme guarecido mientras duraba la tramoya; a éste
era necesario darle agua, a otro vino, a otro arroparlo, etc.». Pro-mete
decir alga más mañana, pues está cansado «después de haber
servido de Ayudante en el Cuerpo de Guardia, y de cirujano a los
infelices hendos de los que uno ciertamente me debe la vida» Para
terminar: «D. Fernando Méndez de Miranda me ha hecho el favor a
N
de franquear e! h ~ t epa ra llevar ingleses a bordo, principalmente a E
unos heridos que piden pronto socorro» 25. O
n
Posteriormente, en fecha que con exactitud no podemos precisar -- m
O
pero que aparenta ser de principios del siglo XIX, dejó escrita una EE
más larga Relaczón de la defensa.. , que ha s~do hallada en el Ar- 2
E
chivo de la Casa de Zárate-Cólogan de La Orotava por Agustín Gui- -
merá Ravina, quien le dedicará un estudio especial más que jus- 3
tificado por su carácter de fuente inédita 2G. Destacaremos aquí tan - -
0
m
E
25 Esta carta fue publicada por el Diarzo de Tenenfe el 24 de julio de O
1894; y allí se hace constar que el documento pertenece a don Domingo
Martínez hTavarro, y que es inédito Como lo es también el parte que pu- n
E
blica y que José Murphy, el íntimo amigo de nuestro biografiado, dirige
-
a
al mismo don Tomás 2
n
,Vivan las Canarias! Nuestros enemigos han sido completamente de- O
rrotados, y la mayor parte de ellos prisioneros dentro de Santa Cnin,
con pocas pérdidas nuestras. No hay más tiempo. Viva España. con-dúzcase
esta gustosa noticla y tomen ánimo los valerosos habitantes de
Tenenfe.
Julio 25, a las 6 de la mañana.
Joseph Murphy
Sr D. Tomás Cólogan
26 Se titula Relaczón de la defensa que htxo la Plaza de Santa Crwz
de Tenerzfe, atacada por una Esquadra Ynglesa al riando del Contra-Al-mzrante
Horacto Nehon, desde el 22 de Julio hasta la mañana del 25.
Está incluida en un libro de contabilidad, con otros vanos documentos.
322 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 17
sólo que en esta Relaczón Cólogan evita cuanto puede descender a lo
personal, ni aún tratándose de defensores destacados, con muy po-cas
excepciones. Entre ellas, la actuación de don Esteban de Lugo
en el rastrillo del Castillo de San Cristóbal; y la resistencia ofrecida
en el boquete del Muelle por el Capitán de Milicias don Luis Román,
cuya vallente defensa estima que fue decisiva para la obtención de
la victoria. También le merecen elogios la conducta del Teniente de
la Bandera de La Habana don Vicente Siera y Casas -a quien como
tantos otros designa por el primer apellido de Szerra- y la del Co-mandante
del Batallón de Canarias, don Juan Quinther.
El 9 de junlo de 1798 tuvo lugar la erupción volcánica de la Mon-taña
de Chahorra, también llamada de Chajorra, de Venge o de Tau-cho
-que no es otra que nuestro conocido <¿F'ico Viejo». Bernardo
Cólogan, en unión de otros amigos, visitaría el volcán unos días más
tarde y tomaría notas que le sirvieron para redactar una Relación
con sus observaciones. Inédita aún, fue conocida por Alejandro de
Humboldt cuando al año siguiente visitó Tenerife, por comunica-ción
directa que de ella le hizo el propio Cólogan. Cree, quizá con
fundamento, el profesor Cioranescu que la Relaczón de Cólogan fue-ra
debida a una intervención del propio Humboldt, curioso de saber
los detalles de aquella erupción, escritos por alguien que la había
presenciado de cerca: obedece «a un ruego hecho por Humboldt, con
el fin de obtener una documentación directa y fidedigna sobre una
erupción cuya descripción ocupa un lugar bastante importante en
SU obra» 27.
Pero veamos lo que dice el sabio alemán 28:
27 Alejandro aoranescu, Alejandro de H ~ m ~ b d de nt Tenerzfe, Institu-to
de Estudios Cananos, La Laguna de Tenerife, 1960, págs 77-78. Cita-mes
p=r !a primera e r l~c i hd e esta chra, y ~ see ~ m t i e n ee l i !u seg-mriz
edición de 1978
28 Alexander von Humboldt, Voyage aux régions équinoxmles dzt No-veau
Conthent en 1799, 1800, 1801, 1802, 1805 et 1804, París, 1814-24, tres
volúmenes en folio y dos atlas. De la parte del texto referente a Canarias,
hemos manejado la traducción inédita de don Francisco María de León,
Núm 25 (1979) 323
MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Don Bernardo Cologan había visitado esas bocas ocho días des-pués
de abiertas y había descrito los principales fenómenos de la
erupción en una memoria de que me envió una copia para insertarla
en la relación de mi viaje. Trece años han corrido desde esa época;
y habiéndose adelantado el señor Borg de Saint-Vicent en la publi-cación
de esa memoria, dirijo al lector al interesante Ensayo sobre
las Islas Afortunadas de aquel autor
En efecto: Bory de Saint-Vincent estuvo en el Puerto de la Oro-tava
el año de 1802 y al publicar su citado Ensago tradujo al francés
el texto de Cólogan y lo insertó en sus páginas 296-301, precedido de
las siguientes palabras 29:
Nous devons a M Bernard Cólogan de plus amples details sour
ce :,cu:.eaU ve!rBn: nuus !es t r ~nr c r i r ~nBr peii prés danr les memes
termes que la relation qu'il a faite lui-méme sur les lieux, et qu'il a
bien roulu nous communiquer en nous permetant de le traduire
La Relación de Cólogan se publicaría parcialmente siglo y cuarto
después, en Arautápala, periódico que se tiraba en el Puerto de la
Cruz Allí don Bernardo manifiesta que «las rocas lanzadas por el
volcán se remontan a una gran elevación, y el tiempo que trans-curre
desde que comienzan a elevarse hasta que caen, es de diez a
quince segundos». De lo que Humboldt dedujo -en su citado Viaje-que
«esta experiencia curiosa prueba que el volcán lanzaba piedras
a más de 3.000 pies de altura».
Anotemos aquí que en ese 1798 Bernardo Cólogan, de veinticinco
años de edad, vive con su padre don Tomás y el resto de familiares
y servidumbre en la llamada «l." Casa» del Puerto de la Orotava 31.
que titula Vzaje a las zslm Canamas en 1799, por el Barón de Humboldt
(B. M. T, signatura 10-3-52)
29 Essm sur res iles Fortuvzées et Z'antzque Atlanhde, etc., de Bory de
Saint Vicent, París, Genninal, an. XI
30 Arautápala, «Periódico independiente, de intereses generales e in-formacrón
», Puerto de la Cruz. Tenerife, núm 91, sábado 27 de noviem-bre
de 1909, articulo titulado Erupczones volcánzcas h a b z b en Tenerife
desde la conqmta hasta nuestros dias
si Así resulta del Padr6n del Puerto de la Orotaua ordenado realwar
por el Priruxpe de la Pw y ejeata& por BL Corregzdor de Tenerzfe, año
de 1798, en el cual aparece como primer asiento.
224 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 19
Cuando en el mes de junio del siguiente año de 1799 Humboldt,
acompañado de Aimé Bonpland, visita la Isla de Tenerife, Bernardo
Cólogan les acoge en su casa del Puerto. El autor del C o s m -en
su citado Viaje a las regiones equinocciales- no regatea elogios a
tal hospitalidad. Así, cuando habla de su llegada al Puerto dice:
Es imposible hablar de este pueblo sin recordar a los amigos de
las Ciencias el nombre de Mr. Cólogan, cuya casa en todos tiempos
ha estado abierta a los viajeros de todas las naciones Muchos indi-viduos
de esta familia respetable han sido educados en Londres y en
París.
Y al referirse a nuestro personaje y al ambiente que le rodea,
añade :
Dn. Bernardo Cólogan junta a conocimientos sólidos y variados el
celo más ardiente por el bien de su patria, y sorprende agradable-mente
el encontrar en un grupo de Islas situadas cerca de las costas
de Africa la amabilidad social, el gusto por la instrucción, el amor
j Doña Juana María Valois [ 1, de 81 años.
I Don Tomás Cólogan [y Valois], de 54, comerciante y Alcalde i actual.
Doña Isabel Cólogan, su mujer [en realidad Isabel Fallon y
Gante], de 42 años.
Don Bernardo Cólogan y Fallon, de 25. Hijos: los dos va-
Doña Juana Cólogan y Fallon, de 23. 1 rones empleados
Don Juan Cólogan y Fallon, de 22. en el Comercio.
1.8 Casa .. . 1 Doña María Cblogan Fitzgerald, de 11, sobrina.
Don Luis Lavaggi, de 31 años, Cónsul de Genova.
Juan de Ayala, de 25, Mayordomo.
Agustina Miranda, de 50, criada de la Sra. Viuda.
Teresa Perera, de 53, Cocinera.
Juana Socas, de 27, Cnada.
María Antonia Murga, de 24, Criada. f Rosa Estévez, de 45, Criada, viuda.
\ Domingo González, de 22, Mozo de bestias.
1 Joaquln Peña, de 12, Criado paje
En el mismo P&T& de 1798 aparecen más adelante:
Don Semardo Cóiügail ['vaiüis j, cie S3 años, Comerciante.
Doña Laura de Franchg [y Mesa], de 46 años, su mujer.
Don Juan [Cólogan de F'ranchyl, de 4 años, hijo.
Doña Laura era la 7.a Marquesa del Sauzal.
CAroAivu, MudCipaJ del Puerto de la Cruz, Legajo (33, núm 7, &os
Padrones correspondientes a los allos de 1772 a 1812».]
20 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
a las artes que se cree pertenecer exclusivzmente a una pequeña
parte de Europa a*.
Emprendieron los viajeros la ascensión al Teide el 211 de junm,
provistos del «vino de Maivasía que debimos a la previsora bondad
del señor CóIogan». De regreso al Puerto, se encontraron con la
agradable noticia de que disponían de dos días más de estancia, los
que aprovecharon para vlsitar las inmediaciones de La Orotava,
go~ando de la amable sociedad que nos ofrecieron en casa del señor
Cólogan Hállanse en La Orotava personas que Lenen gusto por
las letras y la mLsica y que han trasplantado en e5tos lejanos climas
la amenidad de la $ocledad de Europa,
añadiendo que encuentra a las Canarias de un gran carecido con
La Habana. Vmtarorz posteriormente la Haciencia de la Paz de Va-
101s :
La familia del señor Cólogan posee una casa de campo cercana a
la costa más aún de la que acabo de describir [e1 jardín del comer-ciante
Little]. El nombre que el propietario le ha puesto expresa el
sentimiento que inspira este sitio campestre. La casa de La Pm tenía
para nosotros un interEs particular El señor De Borda, cuya muerte
deplorábamos, la había habitado durante su ultima expedición a las
islas Canarias.
y desde allí había medido la altura del Teide 33.
Por su parte, Bernardo Cólogan escribiría poco después un «Via-je
al Pico de Teyde, en septiembre de 1799 y Noticra de las varias
curiosidades que ofrece», que se conserva inédlto 34.
82 Citamos por la bella traducción de Francisco María de León, quien
justamente nacería en La Orotava en ese año de 1799.
8s Sobre La Paz debe verse el artículo de Tomás Hernández, El ank-guo
Puerto de la Cruz El dardin Botcí.naco y los Llanos de la Paz, publi-cado
en el «Diario de Avisos», 1 de octubre de 1978, pág 5.
Puede verse la <Hacienda de la Paz», en nuestra lámina m.
34 A T C C~ólog~an~, de La Orotava, Libro 120, fohos 57-66 r
326 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
La avenida de los cipreses con la casa pr'ncipal al fondo de la Hacienda de La Paz, en el
Puerto de la Cruz. Acuarela de F. Bonnin, 1927 ? l Casa de Cólogan-Ponte. en La Paz. Foto
Beni tez].
LAMINA IV
Bernardo Cólogan y Fallon 11772-1814J. Oleo de Luis de la Cruz y Ríos, año
de 1800 [Casa de Cblogan-Ponte, en La Paz, Puerto de la Cruz. Foto Benitezl.
BERNARD~) CbLOGAN Y FALLON (1772-1814)
1) Sindico Personero del Puerto de la Orotava (1808).
El Ayuntamiento del Puerto de la Brotava acordó en 16 de di-ciembre
de 1799 la elección de «Alcalde, Diputado y Personero para
el próximo año venidero de mil y ochocientos». Se celebró el acto el
día 21, y para Síndico Personero obtuvo Bernardo Cólogan y Fallon
diez y siete votos, sobre veinticuatro electores. Resultó elegldo Al-calde
Juan de las Nieves Ravelo, con veintitrés, y Diputado Nicolás
Borges, con dieciocho
La aceptación y juramento de los tres cargos electos tuvo lugar
e! di2 1 de eneri de 4800. Cólogan y r 6 ~iisarlob ien y fielmente como
de defender los privilegios del Lugar», y lo firmó 35.
Accedía, pues, nuestro personaJe por vez primera a puestos en
la vida pública de su pueblo natal cuando contaba veintisiete años
de edad. Pronto le seguirían otros de importancia.
2) Alcalde Real del Puerto (1804 y 1805).
El Puerto elige a Bernardo Cólogan por vez primera como Al-calde
a fines de 1803, para desempeñar el cargo durante el año 1804.
En los libros de actas ya aparece actuando el 4 de enero, al propo-ner
como Escribano interino a don Ambrosio Antonio de Fuentes, por
imposibilidad física del Propietario de dicho Puerto y por mientras no
haya un Escribano legalmente autorizado.
En el Padrón general aparecen viviendo juntos los padres, los
dos hijos varones, el Escribiente Joseph Bressan -que tan desastra-do
fin tendría pocos años más tarde- y un numeroso servicio. Al
propio tiempo figuran entre los Exentos para las Milzczas el padre,
don Tomás, nuestro biografiado y el escribiente Bressan
35 Archim muntczpat del Puerto de la Cruz, «Libro de Elecciones de
Empleos públicos, Acuerdos de este Ayuntamiento, Provisiones, etc., 1788
a 1803, núm 29».
Puede verse su retrato al óleo, realizado en ese año de 1800 por Luis
de la Cruz, en nuestra lámma IV.
- $6 Archzzio rnunwpal del Puerto de la Cruz, «Libro de Elecciones de -"
Núm 25 (1979) 327
El 29 de septiembre de 1804 firma Cólogan con el Mayordomo o
Ecónomo del Gremio de Mareantes del Puerto, don Manuel de Ar-mas,
el Pían o Reglamento para el establecimiento de una Escuela
de primeras Letras La Junta General del Gremo había acordado
en 1 de julio de ese año la creación de la Escuela, proponiendo que
el Mayordomo, junto con el Alcalde Real don Bernardo Cólogan Fa-llon,
«inteligente en cuentas y en las bellas letras, y persuadidos del
buen deseo que le acompaiía del bien público», formasen el plan que
tendría que seguirse. Se presentó éste el citado día 29, y pareció
a la Junta el más conforme «con el deseo general de los vecinos M2-
reantes, y el de más fácil ejecución en las circunstancias presentes».
Al día siguiente, 30, la Junta lo aprueba y erige la expresada Escuela
en aquel Puerto.
Ei í7 de juiio anterior y ante ei Escribano ;osé Aivarez de Ledes-ma,
el Gremio había comprado la casa donde montar la escuela, por
Empleos públicos, Acuerdos de este Ayuntamiento, Padrón de 1804, Ofi-c~
os, etc., siendo Alcalde Dn Bernardo Cólogan Fallon. 1804 y 1805. NÚ-mero
3 Escribano Josef Alvarez de Ledesma», a saber:
Padrólz general de los vecinos del Lugar del Puerto de la Crw mandado
hacer por el Señor Alcalde Mayor de la V~zlZa de la Orotam y SU Partzdo
para la reforma del Regimzento de M~~~ Prouznczales, &c., y przncipiado
a 22 de Marzo üe 1804. Przmer asiento:
P e r s o n a s
Dn. Tomás Cólogan [y Valois] . . . . . . .
Dña. Isabel Fallon, su mujer . . . ...
Dn. Bernardo Cólogan, hijo . . . . . .
Dn. Juan Cólogan, hijo . . . . . . . .
D. Joseph Eressan . . . . . . . . . . . .
Juan Hernández . . . . . . . . . . . .
Agustina Miranda . . . . .
Rasa Estévez . . . . . . . . .
Francisca Viera . . . . . . . . . .
Magdalena de Torres . . . . . . .
Domingo González . . . . . . Nicolás González . . . . . . . . . . . . .
Edad Estado, of~cio, etc
Comerciante.
Ausente
Escribiente
Page,
Cnada, viuda.
Criada, viuda.
Criada.
Cnada.
Mozo de bestias.
Mozo de bestias.
Exentos para la8 Mzlzczm:
1. Dn. Tomás Cólogan, de 60 años, casado con hijos, Comerciante.
2. Dn. Bernardo Cólogan, de 31, Alcalde Real y Comerciante, soltero
3 Dn Joseph Rressan, de 36, Escribiente de dicha Casa, soltero, extran-jero
y de nación francés.
328 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A V T I C O S
BERNARDO C~LOGANY FALLON (1772-1814) 28
precio de 682 pesos, 2 de plata y 2 cuartos, «cuya cantidad dan por
recibida mediante a que el día de mañana la van a tomar en plata
efectiva a la Casa de Comercio de don Tomás Cólogan» 37. Hemos de
volver sobre nuevas gestiones que se hicieron cerca de la Junta Su-prema
de Canarias y el informe que en ella rindió su vocal Bernardo.
Cólogan.
L!egado el final de su mandato como Alcalde, en el que precepti-vamente
debía cesar al cabo del año, el entonces Personero del
Puerto de la Orotava don Tomás Cullen representó a la Real Au-diencia
de Canarias, solicitando que Cólogan fuera reelegido para
el año de 1805, dado el éxito que había acompañado a su gestión.
Tanto Cullen como posteriormente los Diputados don Antonio de Ne-grín
Sarmrento y don Antonio de Aguilar, junto con el nuevo Per-sonero
don Gu~llermo Mahony -éstos en informe de 23 de junio de
1805- enumeraron las obras realizadas por Cólogan durante e1 pe-ríodo
que acababa de terminar, con grandes elogios para su la-bor
$7 -7-.. A ,e,,., ~ . . i -A i,,,,,- m,+,- r.,*x-.,,.- 2 - 1 n ..--r -
Y CI ~ ~ L L L U U I U I L U I L ~ ~ I Y Q I Z Í L ~ , IIIOCLL~,,(~~LIU I L ~WI ~eV I - ~U C I I L ( ~ G I' u iEe E¿ i
Cruz. La Escuela deZ Gremzo de Mareantes, Revlsta de «El Museo Cana-rio
», enero-diciembre 1954, núms 49-52, págs 91-103 De este trabajo he-mos
extractado lo que se reseña en el texto
8s Archivo mluniczpak del Puerto de la Cruz, «Libro de Elecciones »,
cit , 1804 y 180.5, núm 3, folios 181 r a 186 v
Dice el Personero Cullen, entre otras cosas.
Ya hace algunos años que tiene el pueblo una escuela de primeras
letras que estableció 61 mismo costeando no sólo todo 10 necesario para
su establecimiento sino manuteniendo en ella anualmente a su costa por-ción
de niños pobres; de cuyas buenas obras se ven los efectos salu-dables
en nuestra juventud que antes carecía de este recurso. En el año
presente se han empedrado algunas calles, se han reedificado los paseos
públicos y se han puesto transitables y cómodos los caminos que con-ducen
al pueblo cuya obra aún sigue dicho Alcalde supliendo casi el
todo del costo de sus propios haberes El con Bstos ha sostenido durante
el tiempo de su Alcaldía la inoculación de la vacuna proporcionando
por este medio la vacunación de los pobres; y en suma a cuantas han
sido las necesidades del piiblico se ha presentado exponiendo sus inte-reses
y facilitando el remedio que ha pendido de sus facultades. No de-
MeoGe nnnit~rse cpe eo este xmxn E&^ hs fe=eotiCi^ e! estih!e~m~entn.
de otra escuela de primeras letras para los mareantes no s��lo promo-viendo
la idea con su influjo y persuasiones sino formando un plan que
pudiese asegurar su estabilidad.
Y por su parte añaden los Diputados Negrín y Aguilar y el Perso-noro
Mahony.
MARCOS GUIMERA PERAZA
La Aud~encia falló a favor de esa insólita cuanto justificada re-elección,
En frase de Alvarez Rixo, «el Alto Tribunal disimuló, aten-diendo
a la conveniencia pública».
3) De nuevo Sindzco Persmera (1808)
A fines de 1807, Bernardo Cólogan es Alcalde de Agua ea el Ayun-tamiento
del Puerto de la Orotava Pese a ostentar ese csrgo, en
las elecciones para el siguiente afio de 1808 es nombrado, otra vez,
Síndico Personero. Reunidos los veinticuatro Corn1sar:os elect~res en
la Iglesia Parroquia1 del Puerto el 20 de diciembre, resultan elegi-dos:
como Alcalde, don Luis de la Cruz y Ríos, con 17 votos; ccmo
Diputado, don Josef Acosta Acevedo, con 12, y como Síndico Per-sonero,
don Bernardo Cólogan, con 20 votos A anotar aue para Al-calde
obtuvo Cólogan un voto, seguramente el dado por su amigo
don Luis de la Cruz 3" Aceptaron y juraron sus respectivos cargos
el día 1 de enero de 1808 Cólogan empleó la siguiente fórmula
Que lo aceptaba S. aceptó g juró por Dios y la Crcz que hizo de-fender
el Puerto de quien tiene esta representación, en todo aquello
que sea de defender, la pureza de iYue5lr-a Señora y demis de su,
obligación como tal Síndico Personero 40
Que reparó los caminos de las salidas de este pueblo, y que aunque
se hicieron contribuciones por los vecinos es constante gastó de su bol-sillo
seiscientos y más pesos según cuenta que está en el Archivo de
este pueblo; que compuso a su costa una de las calles de más tránsito
en que gastó trescientos y cincuenta pesos según cuenta, que asimismo
compuso igualmente a su costa el paseo demás concurso y otros malos
paseos en el pueblo en que gastó cerca de doscientos pesos; que con mo-tivo
de algunos robos ha limpiado este pueblo de muchos vagos y hom-bres
de mala wda; que ha fomentado otra escuela pública además de la
que estableció a su costa en años anteriores; que ha propagado la va-cuna
y ha satisfecho los gastos de mantenerla entre los pobres; que ha
fomentado el recurso pendiente en esa Real Audiencia a fin de poner
este pueblo en un pie menos dependiente del de la Orotava persuadido
de las ventajas que se habrían de seguir a sus convecinos.
Puede verse su retrato al óleo pmtado por el mismo don Luis de la
@h.~z y R i o en_ 1805, en nriestra l B m ~ ~TTa
39 Archwo mzcnzczpal del Puerto de la Cruz, <Libro 4 de Acuerdos del
Ayuntamiento», 1806 y 1807.
40 Arch.ivo munzczpal del Puerto de la Cruz, «Libro de Actas del Ayun-tamiento~,
1808, núm 1.
330 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
LAMINA V
Bernardo Cólogan y Fallon 11772-18141. Oleo de Luis de la Cruz y Ríos, año de
1805 [Casa de don Alfonso Cólogan Osborne, La Puz, Puerto de la Cruz. Foto
Eenitez].
Bernardo CóIogan y Fallon. Silueta de una miniatura, copiada del original,
obra de don Luis de la Cruz, año de 1808. [Alvarez Rixo. B o r r d r & re
tratos rn.zsceZeá~wosF. oto Fregel] .
Cuando se constituyó en La Laguna la Junta Suprema de Cana-rias,
al Cabildo General abierto que la eligió concurrió, como uno de
los dos representantes del Puerto, Bernardo Cólogan, «Síndico Per-sonero
»
4) Vocal de la Junta Suprema de Canarias.
El Ayuntamiento de la ciudad de La Laguna, a instancias del Co-mandante
General Marqués de Casa-Cagigal, acordó el 29 de junm
de 1808 convocar a un Cabildo General abierto, que habría de tener
lugar el próximo día 11 de julio.
El 5 de este mes se reunieron en Santa Cruz los electores que ha-
Tv--- l.;a-r ..i de noiii~raiel os 24 vocales deheL-iaric oricürrii- a la e:ec-ción
de la diputación que a su vez concurriría al citado Cabildo ge-neral.
Tal reunión tuvo lugar en la Capilla de la Venerable Orden,
Tercera de San Francisco, lugar tradicional para tales actos. Relata
uno de los concurrentes, don Juan Primo de la Guerra, Vizconde de1
Buen Paso, que en su lista iban, entre otros, don José Murphy y don
Patricio Forstall; mientras que «por ser miembros del Ayuntamiento,
fueron exceptuados don Pedro Forstall, don Josef de Guezala y don
Enrique Casalón, a quienes había nombrado». «El alcalde -añade-me
dijo que mi lista estaba muy buena» 41.
Por su parte, Cagigal ofició el día 8 de nuevo al Ayuntamiento de
La Laguna, adjuntándole una Lista de personas que, a su juicio, po-drían
componer la Junta que debería crearse por el convocado Ca-bildo
general. En ella figuraban, entre otros, el Mariscal de Camp~
don Luis Marqueli, el estadístico don Francisco de Escolar y Serra-no
«y don Pedro Forstall y don José Murphy, del Comercio».
El Cabildo general abierto se celebró el fijado día 11, y a él con-currieron
sesenta y siete representantes de los pueblos de la Isla de .
Tenerife. Anotemos que por Santa Cruz iban don Juan Creagh y don
Puede verse la efigie de nuestro personaje, a la aguada y en silueta,
realmadas en este año de 1808 por el citado don Luis de la Cmz, en nues-tras
láminas VI y VIL
41 Juan Primo de la Guerra, Diarzo 11, 1808-1810, Edición e Introduc-ción
por Leopoldo de la Rosa Olivera, «Aula de Cultura de Tenenfe», 1976,
página 36.
332 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 27
Sixto Román; mientras que por el Puerto de la Orotava fueron el
Teniente Coronel don Josef Medranda y el Síndico Personero don
Bernardo Cólogan. Allí se designó la Junta Suprema de Canarias.
Para la Presidencia de ésta fue elegido el Marqués de Villanue-va
del Prado, con sesenta y seis votos. Por el estado militar resul-taron
designados don Carlos O'Donnell y don Juan Creagh, con to-dos
los votos; mientras que por el Comercio resultaron elegidos don
José Murphy, Cónsul del Real Consulado de esta Provincia, con to-dos
los votos, y don Bernardo Cólogan Fallon, con cuarenta; habien-do
tenido veinte y seis don Cristóbal Mádan
Es curioso señalar cómo en la lista que presenta Alvarez Rixo
sólo figura por el comercio «don Bernardo Cólogan Fallon, vecino
dei Puerto de ia urotava»; sin que mencione a Murphy ni a ningún
*otro 43. Excita más la curiosidad el que en un proyecto manuscrito
del Marqués de Villanueva del Prado, que probablemente fue dis-cutido
y modificado con anterioridad al Cabildo general abierto, apa-rece,
además de Marquely por el Ramo militar -que ya hemos vis-to
que no ptl&=, saiii3-, &$-ui;p~iyp or Coiiierrci siri rrielicioiiar,
por tanto, ni a Cólogan, ni a Forstall, ni a Mádan 44. Y para una me-jor
confusión, en el citado volumen 19 de la Casa de Nava, «Junta
Suprema», figura otro Borrador de los componentes de la Junta; y
en él aparecen inicialmente por «el Comercio, Dn. Joseph Murphy,
Cónsul, y Dn. Pedro Forstalb (folio 10). Más tarde (folio 12), ya fi-gura
sólo Murphy, con el otro nombre en blanco. Por fin, en la
42 Ver Acuerdos Capttulares, Libro 69, Oficio único, sesión del 11 de
julio de 1808, folios 90 y siguientes. Puede verse también Archzva de la
m,.-m&.,." //c-.sno de >Tu."7a;>,y= !. 19, f=E= 44 v , <<JUntam pr-a;;. ~ - " i v " . . u " - w , \,vwuC*
Este don Cristóbal Mádan era Síndico Personero del Ayuntamiento de
Santa Cruz de Tenerife y figuraba inicialmente en la Lista que Cagigal
confeccionó el 8 de julio, aunque no por el Comercio.
43 José Agustín Alvarez Rixo, Cuadro hzstórwo de estas Islas Oana-r
a a s de 1808 a 1819, Prólogo de Simón Benítez Fadilla, Epílogo del Mar-ques
de .Acia!c&zur, Edic:=nes de ::E! Uuhinete L.terwri%:, Las Palmas Ue
Gran (Sanaria, 1955, pág. 99
44 Buenaventura Bonnet y Reverón, La Junta Suprema de Canarias,
Real Sociedad Econ6mica de Amigos del País de Tenerife, La Laguna de
Tenerife, 1948, con Prólogo de Antonio Rumeu de Amas, págs 37-38 y
nota 4.
proclama impresa de la Junta del 16 de julio (folio 25), resultan los
nombres ya conocidos de Murphy y Cólogan.
Como se ve y en cualquier caso, siempre los irlandeses en pri-mera
fila: 07Donnell, Creagh, Murphy, Cólogan, los Forstall, Má-dan.
. Este predominio sentó muy mal al malévolo don Miguel Ca-bral
de Noroña, quien en un Manzfzesto fechado en La Laguna a 1 de
abril de 1809 sobre los componentes de la Junta Suprema, dice:
O'Donnell y Creagh son los primeros que se eligen o que nombra
el hlarqués de Villanueva. Añádanse a éstos algunos seg!ares, pocos
del pais, y los más descendientes de Irlanda y el resto se compone de
frailes y clérigos
&Y unos extranjeros sacados de las eses [ S I C ] de Irlanda no sólo han
de trastornar el gobierno de su País, usurpando la autoridad '?45.
Ha de ser el propio Alvarez Rixo quien salga en defensa de los
miembros de la Suprema-
Pero no era en el Sr Marqués de Villanueva, presidente, ni Dn. Pe-dro
Bencomo, ni Dn Bernardo Cólogan Fallon por falta de patrio-tismo
ni de luces. Era que éstas no eran suficientes a alumbrar la
oscuridad de otros muchos y la del pais en general que sólo se in-teresaba
en boberías 46
Bien; ya tenemos a Bernardo Cólogan en la Junta Suprema, en
donde haría resaltar sus conocimientos mercantiles y económicos, en
compañía de su amrgo José Murphy. Veamos algunos de sus tra-bajos:
1 . O En la sesión del 29 de juho fue acordada por la Junta la in-troducción
de géneros de algodón de fabricación extranjera, hasta
entonces prohibida, en vrrtud del informe favorable de Cólogan y
Murphy, comisionados que habían sido por la Suprema a resultas
de un Memorial que varios comerciantes de la Isla le habían dirigi-do.
Al informe acompañaron un Reglamento 47.
45 Así se expresa el ex-fraile y lo recoge Alvarez Ruro, Cuadro htstó-rzco
, cit, págs 170 y 174
46 Alvarez Rixo, Cuadro hwtóirzco , pág 181.
47 Bonnet, La Junta Suprema , págs 350-351 [Ver Archivo de la
Casa de Tabares 1
334 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO MLOGAN Y FALLON (1772-1814) 29
2 . O En la sesión del 3 de agosto propuso Cólogan aumentar el im-puesto
adicional sobre el comercio - q u e entonces estaba establecido
en el 1 por 100- hasta el 4 por 100 sobre las mercaderías de expor-tación,
quedando a salvo además la plata y el oro acuñado que en-traran
de América. Así se acordó
Anotemos aquí que esta propuesta de Cólogan ya había sido he-cha
en el Cabildo abierto del 11 de julio. Allí el Síndico Personero
General de Tenerife Marqués de Casa-Hermosa había propuesto im-poner
un medio diezmo sobre las cosechas -que se acordó-; y un
1 por 100 de derechos sobre los efectos de importación y exportación,
por término de dos años. Cólogan adujo que tal impuesto qarecía
suave en las actuales circunstancias y que podría aumentarse has-ta
un 4 por 100, excluyendo los objetos de exportación y concretán-dolo
solamente a los de importación». El Cabildo general así lo acor-dó,
con excepción de la plata y oro acuñado 49. Por las razones que
fueran, esto no se había llevado a efecto, como sí lo había sido en
camb~o lo del medio diezmo; y seguramente por eso ahora, a pro-puesta
de Cólogan, lo vuelve a acordar la Junta Suprema.
La Junta decidió, para dar una mayor efectividad a su labor,
constituir varias Secciones que, integradas por corto número de Vo-cales,
estudiaran e informaran sobre los temas más importantes de
su especialidad. En la sesión del 5 de agosto se acordó formar cua-tro
Secciones, a saber:
P. Hacienda, Comercio y Marina Mercante.
11. Policía General y Beneficio Público
111. Justicia.
IV. Guerra y Marina Militar.
Para la Sección 1 - q u e fue la que más atención recibiera de la
Suprema- fueron elegidos don José Bartolomé de Mesa y Ponte, don
Juan Próspero de Torres Chirino, don Bernardo Cólogan y don José
Murphy. El 14 de septiembre se les agregó don David O'Daly, vocal
de 1, sgha]tp_rna & 12 & ya Pa!.na 50.
48 Bonnet, La Junta Suprema , cit , pág 340.
49 Acuerdos Capztdares, Libro 69, Oficio único, folios 90 y siguientes.
Y Bonnet, pdg. 36, nota 3, de La Junta Suprema , cit.
50 Bonnet, La Junta Suprema , cit., págs 335 a 339.
30 MARCOS GuIMER.~ PERAZA
3 A fines de 1808, y en vista de que los propietarios de los bar-cos
se niegan a pagar el 2 l/z por 100 que les correspondía, el Ma-yordomo
del Gremio de Mareantes del Puerto de la Orotava, don
Manuel Armas, acude a la Junta Suprema de Canarias para que Có-logan
informara de la necesidad de continuar la enseñanza y se obli-gara
a los patronos de los barcos a ingresar lo que ya tenían re-caudado.
El 6 de diciewbre Cólogan informa a la Suprema en el sentido de
<que el establecimiento de la Escuela va surtiendo buenos efectos,
y que por lo mismo es de desear que continúe y que tomen todas las
medidas conducentes para que a la par de las otras dotaciones, sub-sista
esta tan loable fundación y la sostengan los contribuyentes». a N
Prqmsc mtes y prqxrie ahnra -&cP- señalar alguna limoina dia- E
ria, semanal o mensual a los individuos del Gremio que por vejez, O
d achaque u otra causa se hallasen imposibilitados de ganar su vida, -
m
O
-tomándolo de otras dotaciones, «siendo evidente que la caridad para E
E
con los necesitados del gremio debía ser antepuesta a algunos gas- 2
E
tos superfluos de funciones, y aun sufragios, cuya economía lejos de
-
perjudicar al culto divino, cedía, más bien en honor de Dios y de la 3
Religión». Somete su opinión al dictamen de la Sección de Beneficio
Público, a la que sugiere no sólo ligar a los contribuyentes sino a los E
mayordomos, con una intervención de la Justicia en la dación de
cuentas; para lo que propone: «Que sigan contribuyendo como has- -
E ta aquí todos los que tengan barcos del tráfico del Puerto de la -
a
Orotava; que el mayordomo o ecónomo dé anualmente cuenta de su 2
d - administración; que en el examen de éstas intervenga el personero -
del pueblo, sin perjuicio del derecho del Gremio a aprobarlas o des- =
O
aprobarlas; y que en cuanto a las limosnas a los indigentes del mis-mo,
el Ayuntamiento y el Párroco de acuerdo con el Mayordomo y
quatro de los principales mareantes combinen el mejor modo de
atender a este objeto».
Pasó el dictamen a informe de la citada Sección de <<Policía Ge-neral
y Beneficio IúUiico», que estaba iiriicialmente mtegrada pm U m
Pedro Bencomo, el P. Fr. Antonio Tejera, el Marqués del Sauzal, el
Marqués de Villafuerte, don José Martínez de Fuentes y don José
Murphy, a los que desde el 14 de septiembre se habían agregado los
Vocales de La Palma don Manuel Díaz y don Ramón Dorta. La Sec-
.336 ANC'ARIO DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO GOLOGAN Y FAUON (1772-1814) 31
ción lo emitió con fecha 4 de enero de 1809, en comunicación firma-da
por Martínez y Bencomo, de acuerdo con la opinión de Cólogan:
<Sus reflexiones -dicen -son convincentes y no dejan que desear»;
por lo que proponen a la Suprema que las Justicias del Puerto man-den
a los que tienen barcos de aquel tráfico y están comprendidos
en esta contribución la entreguen al Mayordomo; que éstos den cuen-ta
anualmente en el mes de enero de la inversión de los fondos; que
como el Gremio de Mareantes «compone más de la mitad de la po-blación
del expresado Puerto de la Orotava, el Personero del pueblo
intervenga en el examen de dichas cuentas», y que se procure seña-lar
alguna limosna [a] los individuos más necesitados del cuerpo,
aen la forma que propone el señor D. Bernardo Cólogam.
Lu ,Turt,a cuprrma, e:: sesión de! Uir, 5, se rmformS rm e! divtu-men
de la Sección. Y la Escuela siguió funcionando normalmente
hasta el año 1825 51, cuando ya Cólogan no era de este mundo.
4.O El 27 de enero de 1809, una Comisión integrada por los Voca-les
don Bartolomé Agustín González de Mesa, O'Daly y Cólogan, con
d Secretario Porlier -que había sido nombrada el 24 de ese mes-,
emitió un informe sobre los sucesos acaecidos en la Isla de la Go-mera,
con motivo de la desobediencia escandalosa del Presbítero don
Januario Casanova al Juez Eclesiástico; quien, además, era el mo-tivo
de la discordia de los pueblos que han desconocido la autoridad
de la Junta Gubernativa de La Gomera y su Alcalde Mayor, pidiendo
que se detenga al Presbítero Casanova en uno de los Conventos de
La Laguna, para evitar que pase a su Isla.
El 31 de ese mes, la misma Comisión ahonda en el examen de los
papeles relativos a los sucesos de La Gomera, y afirma que «el ex-pediente
contiene puntos muy delicados y sobre qué debe recaer una
seria y bien meditada providencia». Se trata de un informe volu-minoso,
del que no podemos aquí más que dar un extracto. Analiza
la actuación de la Junta subalterna de La Gomera, en especial con
i.elazi&i a don 'JaiiüariO ~aoa1i6va, la aPrUsbaI cuiisidera &
to más delicado el que hace referencia a la insurrección de los pue-blos
de Vallehermoso, Hermigua, Agulo y Chipude contra aquella
Junta, creando juntas sediciosas, de cuya sublevación es móvil di-
Ruiz Alvarez, La E s w b deZ Gremio de Mareuntes, cit.
recto el don Januario, por lo que se decidió fuera detenido en esta
Capital por Juez competente; pide que se le abra sumario por la
Junta subalterna, se remita a esta Suprema y ésta lo pase al Obispo
para la imposición de la pena; opina que debe exigirse obediencia
a dichos cuatro pueblos; que se reprenda al Cura de Agulo don An-tonio
Padilla, por la parte que ha tomado en la conmoción de aquel
pueblo, y pide que se designe comisionar a una persona de confianza
para que pase a La Gomera y allí restablezca la concordia. Por nota
fecha de 3 de febrero informan que en vista de que el Gobernador
militar de La Gomera acusa no sólo a don Januario sino también ai
Sargento Juan Policarpo Cabrera, Alcalde del lugar de Vallehermo-so,
debe éste comparecer también; concluyendo que estiman que el
castigo de Casanova y Cabrera es lo más importante.
En un último informe del 2 de marzo, la Comisión, vist= la re-presentación
de la Junta subalterna de La Gomera de 20 de febre-ro,
estima como de urgencia el asegurar la tranquilidad en aquella
Isla, para lo cual debe dictar la Suprema la resolución que proceda.
Este informe fue visto en la sesión del día 7, y en ella se comisionó.
a Fray Andrés Delgado Cáceres para que, acompañado del comi-sionado
militar don Juan de las Nieves, pasara a La Gomera, con las
instrucciones que le fueron dadas en la sesión de la Suprema de1
día 10. Digamos que pese a su buena voluntad, la disolución de la
Junta Suprema impidió que los autores de los disturbios fueran cas-tigados
52.
5.O La Junta Suprema se empeñó desde un principio en obtener
52 Ver para Cólogan el Archivo de la Económica, «Casa de Nava», vo-lumen
20, Junta Suprema de Canarias, donde obran los tres documentos
que hemos extractado en el texto.
Ver tambidn Bonnet, La J u ~ t aS up~erna , ci t , págs. 633 y sigs., donde
se ocupa de la Junta subalterna de La Gomera, de los agravios y dlsgus-tos
que ocasionó el P Casanova, a quien llama «émulo de Cabral»; aiía-diendo
que era «un hombre astuto, intrigante y artero», cuyo historial pos-terinr
«le arredltan & ma! &gd?d~inn y & ma! s z ~ ~ r d o t e~,e g l nh emos
visto en documentos de la época (Loc. cit., pág 651 y nota 20)»; que fue el
director de la insubordinación de los pueblos contra la capital de la Isla;
que había sido excluido por la Suprema de Tenerife, por exceder del nú-mero
permitido los propuestos para la subalterna de La Gomera, y que
escapó de Tenerife y marchó a Gran Canaria.
338 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO OOLOGAN Y FALLON (1772-1814) 33
armamento y municiones suficientes para defender las Islas en la
lucha con el francés, Así lo solicitó de la Junta de Sevilla su diputado
don José Murphy, el 16 de septiembre de 1808. Ahora, en vista de la
marcha de guerra, la Junta de Canarias acordó en sesión del 28 de
diciembre encargar a «Inglaterra seis mil fusiles con sus correspon-dientes
bayonetas y moldes a propósito para fundir las balas a su
calibre, y así mismo seiscientos quintales de plomo y cien mil pie-dras
de chispa, haciéndose el encargo por medio de casa Little», etc.
Se designó a Cólogan para emitir dictamen sobre ese punto; lo
que hizo manifestando «que dicho pedido costaría unos 50.000 pesos;
que la casa inglesa exigiría una fianza o la entrega anticipada de
parte de esa suma; que no podría, aun Ilenándose esos requisitos, sa-car
de Inglaterra pertrechos de guerra sin un permiso especial de
su Nación, y que era indispensable autorizar a la casa Little y Com-pañía
en otra forma, tomando el pedido el aspecto de un encargo
del Gobierno español al Gobierno inglés».
En vista de este informe, la Junta en sesión del 2 de enero de
1809 acordó modificar el encargo, que lleva el siguiente texto, fe-cha
25 de ese mes:
Autorícese a D. Archibaldo Little y Compa para tratar con e1 GO-bierno
inglés a nombre de esta Junta acerca del socorro de fusiles y
demás pertrechos de guerra que se acord�� pedir a aquella Nación,
arreglándose a los términos que propone el Señor don Bernado Có-logan,
y que son conformes al concepto en que procedió la Junta.
Se pedía ahora más: 9.000 fusiles con sus bayonetas; moldes para
las balas a su calibre; 800 quintales de plomo y 150.000 piedras de
chispa. Pero, dice Bonnet, «esta operación no se realizó por dificul-
A A P-nhinrnn ;nnl& 53 b a u G o a& gruao Lvrr e! uvurLsuv riiblro .
El 22 de julio de 1809 celebra su última sesión la Junta Suprema
de Canarias. En ella se nombran los Vocales que habrían de agre-garse
a los Ayuntamientos o Cabildos de las capitales de las siete
Islas. Cólogan resultó elegido para el Ayuntamiento de Canaria, por
53 Bonnet, La Jumta S u p m a ., cit, pkgs. 417-419.
Ver el A~chzuo de .Tu Econ6mica, «Casa de Nava», vol. 19, «Junta Su-prema
», folios 153-15f7, LzttTe. Expediente sobre municiones El informe de
Cólogan lleva fecha de 2 de enero de 1809, y 61 msmo asiste a la sesión
del dla 25.
Núm 25 (1979) 359
doce votos, contra cuatro que obtuvo el Marqués de Villafuerte. Pero
esta agregación no llegó a efectuarse, como tantas otras decisiones
y acuerdos de la extmguida Suprema 54.
5) Otra vez Síndico Personero (1810): el motín contra los franceses.
El 24 de diciembre de 1809, reunidos en la Iglesia Parroquia1 del
Puerto de la Orotava los veinticuatro electores que habían de proveer
los cargos para el siguiente año de 1810, lo llevaron a efecto con el
siguiente resultado: Alcalde Real, don Rafael Pereyra, con trece
votos; Diputado, don Andrés Zamora, con nueve; y Síndico Perso-nero,
don Bernardo CóIogan y Fallon, con diez y siete votos. Para
Alcalde de Agua resultó elegido don Roberto Power, con 15 votos.
Nuestro personaje juraría q o r Dios y la Cruz llevar la voz del Pue-blo
en todos los casos propios de una fiel representación y defender
la pureza de Nuestra Señora» 55.
El 13 de febrero de 1810 fallece en el Puerto su padre don Tomás
Juan Cólogan y Valois, a los sesenta y seis años de edad. Recaía aho-ra
sobre nuestro biografiado todo el peso de los importantes nego-cios
de su Casa. Y además -según refiere Alvarez Rixo- debió ha-cerse
cargo de la tutela «de los hijos menores de Barry», con lo
cual tuvo «continuos sinsabores a pesar de su mucha benevolencia y
contemplaciones», pues era «otra casa no menos ocupada e implicada
en negocios y rencillas de familia» 56.
El acontecimiento que marcaría a Cólogan más intensamente -has-ta
esa fecha- fue el de los motines contra los franceses, producidos en
La Orotava y en el Puerto los días 3 de marzo y siguientes. Dos
54 Bonnet, La Junta Suprema. , cit., pClg 269, nota 8.
Ver Archivo Ecm&mZca, «Casa de Nava», vol 19, «Junta Suprema»,
folios 199 a 202.
55 Archzvo MurntczpaZ del Puerto de la Cruz, «Libro de Acuerdos del
A_vuntamento»; años 1809-10, P'rimer Inventario, Legajo -4 (2).
56 Alvarez Rixo, Notzczm para la bzogmfia , cit.
Diego Earry, natural de Dubiín, Castellano del fuerte de San Felipe,
casado con Juana Teresa Cambreleng Durrant, falleció en el Puerto de la
Cruz el 13 de abril de 1809. Hijo suyo fue Diego Barry Cambreleng. Su-ponemos
que se refiere a esta tutela.
340 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T Z C O S
BERNARDO G6LOGAN Y FALLON (1772-1814) . 36
muertes hubo en el Puerto, y las dos afectaron profundamente a
nuestro personaje. Fueron asesinados los súbditos franceses Josef
Bressan y Luis Beltrán Brual, *ambos vinculados muy estrechamente
a Bernardo Cólogan. El primero, Bressan, era escribiente suyo y vi-vía
con él en su casa desde hacía siete años; era soltero y tenía
cuarenta y un años de edad. Ya lo hemos visto empadronado por el
Ayuntamiento en la Casa Cólogan. El segundo, Brual, era Maestro
de Letras y Música, regentaba una Escuela creada por el propio Có-logan
en una casa de su propiedad, sita en la Plaza de la Iglesia o de
la Pila, en su esquina del sur-oeste -hoy conservada y destinada a
Casa Parroquial. Mantenía Brual una estrecha relación comercial
con la Casa Cólogan, especialmente en materia de música; pero tam-hién
erm f rec~~enteloss préstamos de libros de la especialidad aue
le hacía don Bernardo, virtuoso del violín como hemos visto al prin-cipio.
La doble tragedia afectó decimos a Cólogan; y no sólo afecti-vamente
sino también en su buena fama, aunque en esto lo fuera in-justamente.
Veamos en síntesis los sucesos 57, siguiendo las Noti-cias..
. biográficas del propio Alvarez Rixo :
Presentáronse los alborotados [sic] a la puerta de éste [de CÓ-logan]
en la Plaza parroquial, pidiéndole desaforadamente a su de-pendiente;
a lo cual se excusó Cólogan con buenas razones mientras
pudo: Pero a estas gentes sin juicio era predicar en desierto, é
hiciéronse más insolentes. Ofreciéronle sin embargo que no le ha-rían
mal, y sólo llevarle al Depósito de la Orotava. Fue forzoso ceder
al ostracismo, y Cólogan entregó a su escribiente en manos de aque-
57 Para el relato de los asesinatos puede verse a Alvarez Rixo, Cm-
&o h?stómco , cit, págs. 108-110, y Francisco Marfa de León, Apunte8
-p.-.-.-a w,w 7- 7aZ-+--:- 2- Ir-T n7r i - CTnrnnsZ-o i Y Y C f OCO r, A 3 - 1 6 rlri #-%.l+.irrn A n Va- U W ,*WIiV,*", WCí *- lo'.- vLUirCY, +-, ,.< <"-*""") \\rTZUIa UF U U I * U L C \ U... LU-nerife
», l.* edición, 1966, págs 101-107. Tamb16n la documentación e ilus-traciones
que incluye Antonio Ruiz Alvarez en su trabajo Un cómZ frm-
Cés en Tenerife: Pierre-PauZ Qwnneo DJOrnano (1803-1804), «Boletín de la
Real Academia de la Historia>, abril-junio 1961, págs. 201-248. La estrecha
relación de Cólogan con Brual puede comprobarse en un librito de notas,
, ena&&leii;i ipie&i*gaorrl ino, que en la cubierta osterlta 2: f--tul0 <<la"v"G. ,
B. C.» y que su portada llama «Varios Apuntes y Cuentas», existente en
el citado Archüvo C?&og.an, vol. 3. Hay varios asientos referentes a Brual,
que van de 1805 a 1809, todos ellos de puño y letra de don Bernardo.
- La Casa-Escuela de Luis Beltrán Brual, hoy Casa Parroquial, puede
verse en nuestra l h i n a VIII.
lla canalla medio ébrea [sic] y furibunda. El preso parece que pre-sagiaba
su infortunio: Aquel día había confesado; y al verse entregar
dijo únicamente a su principal:
-'¿Con que Vd. me entrega a estas gentes? a Dios !!' La impresión
que estas palabras y lacónica despedida causarían en corazón tan hu-mano
como el de Dn. Bernardo, será fácil de conocer por cualquiera
alma sensible; y quizá fue uno de los momentos más amargos de su
vida. Pero todavía fue más terrible, cuando a cosa de 300 pasos, dan-do
vuelta a la Parroquia, un pérfido andaluz, armado de un puñal se
entró por medio de la turba y asesinó traidoramente al desdichado
Bressan.
Al otro francés Broual le mataron también por fuera del Muelle
a tiempo que de rodillas ante la chusma imploraba su misericordia!
Casi cuatro días dominó la canalla, entretenida principalmente en
arrastrar y mutilar los cadáveres de sus víctimas, destrozando la casa
escuela que asimismo era de Cólogan . ., etc. etc.
Sofocado el motín y remitidos los presos a Santa Cruz, Cólogan
actuaría en favor de su pueblo:
Redobláronse las precauciones e hiciéronse varios gastos a fin de
conservar el público sosiego, para lo cual el Síndico Personero Có-logan
ostentó su generosidad, supliendo de su bolsillo considerables
cantidades.
Y ahora viene algo sorprendente, dado el indudable patriotismo
de Cólogan, oscura acusación que Alvarez Rixo se apresura a con-tradecir:
Preciso parece vindicar a dicho caballero de los feos e improba-bles
rumores que también se esparcieron en su contra luego que em-pezó
el proceso de los reos, por si acaso en algún papel inconsidera-do
se conservase alguna detracción de su buena fama.
. . No ha faltado quien diga que la idea de estos alborotos fue
otra, y que el mismo Personero estaba implicado si no era secreto
móvil en ella; pero que se frustró el cálculo, por que la mira no era
que la plebe tomase el mando absoluto, ni encarnizase derramando
sangre mucho menos la francesa, por él protegida. Lo cierto es que
a un Letrado y conocido personal del Personero, el cual vio e1 Ex-pediente
le he oído algo de esto, y que todo fue tapa tapa . A otra
persona visible que todo vio y era enemigo contemporáneo del Per-sonero,
también he oído medias palabras
Había sido, como queda visto, educado en Inglaterra y Francia,
donde pudiera haber embebido algunas teorías jacobinas, continuán-dolas
con la lectura de libros revolucionarios, y trato de otras per-
342 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
LAMINA IX
Casa principal de los Cólogan en la Plaza de la Concepcibn, número 27, de La Laguna IFoto Benitez].
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 37
sonas de iguales ideas aquí. Pero también es cierto que él estuvo de
miembro de la Junta Gubernativa de Tenerife con aceptación de to-dos,
y cuyos individuos, aunque se diga de ellos lo que quiera, eran
de los realistas más distinguidos de la Provincia. Pero &porqué no
tendrán parte en esta taqha alguna envidia secreta contra este suje-to?
¿Seria posible que esta inquietud se meditase como preludio para
ulteriores resultados en colición con alguna de las Provincias Ame-ricanas
que pensaban en su revolución? LO seria con el mismo Go- %
bierno francés? Yo no lo creo: no obstante que en mi patria como
en otras partes también se han pensado muy solemnes boberías.
El que escribe esta memoria ha registrado minuciosamente las Ac-tas
de Ayuntamiento, ha leído correspondencias particulares de ami-gos
de juicio y de talento que se comunicaban noticias de pueblo a
pueblo, y no ha visto ni rastro que indique semejante tramoya. Aun-que
si convenimos en que Dn. Bernardo Cólogan Fallon era apasio-nado
de la nación y la literatura francesa. Pero ~ u u ého mbre de m e
dianas luces habría de desconocer cuántas ventajas nos lleva ésta en
ilustración? Quizá su ingenuidad en conocerlo y decirlo entre gentes
preocupadas, le acarrearía el que Ie tergiversasen la rectitud de sus
sentimientos.
Dos importantes fuentes inéditas hemos encontrado sobre el par-ticular.
Una, la Sumaria, mandada instruir el 9 de marzo inmediato,
desde el mismo Puerto de la Orotava, por el Mariscal de Campo don
José Tomás de Armiaga, encargando de su instrucción como Juez Fis-cal
de la causa a don Vicente de Siera [y Casas], «Capitán de In-fantería
y Gobernador Militar de la Isla de la Gomera~; quien co-menzó
a actuar el día 10 siguiente, nombrando Escribano de las ac-tuaciones
a don Francisco García, «Sargento de Milicias retirado».
Es un proceso de 256 folios, que concluye por Auto del Juez Siera de
3 de abril, en virtud del cual remite la Sumaria al Comandante Ge-neral
don Carlos Luxán 58.
En la Lista de testigos, junto con el Alcalde Real del Puerto don
Rafael Pereyra y el Gobernador don Josef de Medranda, entre otros,
aparece el Personero don Bernardo Cólogan (folio 6 v.). La decla-ración
de nuestro biografiado fue prestada el mismo día 10 de marzo
y abarca desde el folio 17 v. hasta el 29 también v.; en junto, pues,
12 folios.
58 Se encuentra el proceso en la Biblioteca Municipal de Santa Cruz
de Tenerife [B. M. T.], Carpeta 48. Manifiesto una vez m& mi gratitud a
la Bibliotecaria Directora, mi buena amiga Maruja Alvarez de Buergo.
Nám 25 (1979) 343
33 MARCOS GUIMERÁ PERUA
De ella resultan dos cosas de interés: el enfrentamiento del Per-sonero
Cólogan con el Alcalde Mayor de La Orotava, don José Díaz
Bermudo, a quien hace responsable de lo sucedido, por la Junta de
Pueblo que decidió celebrar en la Villa (folios 18 y sigs.); y que los
revoltosos no querían sólo matar franceses, sino «trastornar el or-den
del gobierno» (folios 26 y sigs.).
El otro documento es aquel a que alude AZvarez Rixo en su Cua-dro
histórico 59. Comienza con un acuerdo adoptado en sesión del
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz de la Orotava de 26 de marzo
de 1810 por el que, en cumplimiento de un oficio del Comandante
Genera1 del día 13, en el que ordenaba «se formase una exacta rela-ción
de todo lo ocurrido con motivo de la insurrección que se expe-rimentó
en este Pueblo y de las providencias que para atajarla tomó
este Ayuntamiento»; y «sréndole cabalmente en un todo el informe
que con fecha de veinte y siete del mismo ha dado el Sor. Alcalde
en la Sumaria ... se una aquél a este libro con los demás documentos
que de él se citan». Así como extender «una lista de todos los que
han contribuida a ello [«asegurar por sí mismos con toda energía
y destreza a los tumultuarios»J y esquadras con arreglo a la que
se ha formado para el servicio de rondas, a fin de que sea inmortal
el distinguido mérito que en esto han contraído y el aprecio que de
él ha hecho este Ayuntamiento». Firman Pereyra, Zamora y Cólogan.
El Informe del Alcalde Pereyra al Juez Siera que figura unido al
acta ocupa del folio 30 r. al 35 r. - e s decir, cinco folios y medio-;
y en él se relatan los sucesos y se cita varias veces la actuación de
Cólogan, que tuvo un altercado con el Alcalde Mayor de la Villa de
la Orotava, don Josef Díaz Bermudo, pues estimaba el Personero
del Puerto que «todo aquel desorden que se experimentaba era el
resultado de la Junta que había pretendido hacer en la Orotava».
Esta Junta tenía por objeto reunir a todo el Pueblo para «tratar so-bre
varios particulares concernientes a la defensa y subsistencia de
esta Isla», cosa que se había negado a suscribir el Alcalde Pereyra,
59 «Pero yo sólo creo haber sido este alboroto parte del arrebato aca-lorado
del vulgo necio. Ni tampoco aparece otra cosa de la relación cir-cunstanciada
que para infausta memona ha quedado en el Archivo del
Ayunt-iLmiento, y ocupa desde el fol 30 al 42 Lib. [en blanco] del año
1810» [Aivarez Ruco, W r o hwtórzco , cit., @,O 1111.
344 A?JL'ARIO DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 39
{porque desde luego temí su resultado». Refiere también cómo des-pués
de terminado el tumulto y al dar sepultura a Broual y Bressan,
logró detener con la ayuda he los vecinos que le acompañaban a los
revoltosos, quedando en menos de diez minutos amarrados once
de los tumultuarios, desempeñando el honrado paisanaje esta co-misión,
con todo el honor, bizarría y destreza que les caracteriza».
En la Lista de vecintos que prestaron su colaboración aparecen
las escuadras que se formaron para el servicio de Rondas; y en ellas,
como Cabo de la 3." Escuadra, don Bernardo Cólogan; con él, don
Luis Lavaggi, don Marcial Curbelo, don Antonio Castillo, don Fran-cisco
Farrais, don Juan Cólogan Franchy, don Carlos Peraza, don
Juan Martín, don Antonio Acosta Acevedo, don Francisco Diepa y
Cocho y don Antonio García. Entre los gastos habidos, hay un asien-to
que dice:
El Personero se ha hecho cargo de pagar la atención que se da a
la Ronda Militar todas las noches, y la está supliendo desde el día
veinte de Mayo; pagué el alquiler del quarto que sirve del Cuerpo de
Guardia, y hace gracia de otros reales que ha gastado en beneficio
común, con este triste motivo 60.
6) Informe sobre el comercilo de h s Islas (1811).
En las Cortes de Cádiz, el diputado por Las Palmas de Canaria
don Pedro Gordillo presentó, en la sesión de 23 de abril de 1811, «m
papel» en el que se contenían un preámbulo y nueve proposiciones re-lativas
a cosas de Canarias. Entre éstas, figura la proposición pri-mera,
que dice:
Que se habilite un puerto en cada una de las Islas Canarias, para
que establezcan un comercio activo y pasivo con Europa y América,
en la forma que está concedido a las provincias ultramarinas61
El 9 de junio siguiente sería elegido don Fernando de Llarena y
60 Archivo Mzcninpal, «Libro de Acuerdos de este Ayuntamento», años
de 1809-10, Legajo núm. 2, folios 26 y siguientes.
61 aDianlo de las Cortes», sesión del 23 de abril de 1811. En Diario 8e
las chczcszones y actas de las Cortes, Cádi, en la imprenta Real, 1811, pá-gmas
147-149
NÚm 25 '(1979) 365
40 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Franchy como diputado por la Isla de La Palma, extensiva a Tene-rife.
Y antes de marchar a su destino -del que tomaría posesión el
8 de septiembre- se dirigió a distintas personalidades de Tenerife
-«a todos los Ilustrados Isleños», como él mismo dice-, en súplica
de noticias y datos para el mejor desempeño de su cometido (Oficio
desde La Orotava, fechado a 17 de junio de 1811).
EI Cabildo de Tenerife comisiona el día 19 al Marqués de Villa-nueva
del Prado -padrino de Llarena y a la sazón Síndico Perso-nero
General de la Isla- para que informase al Diputado; cosa que
el Marqués hace desde el Lugar del Realejo en un escrito fechado
a 27 del mismo mes de junio. En él aborda tres temas: la Audiencia
de Tenerife, el Obispado de Nivaria y los puertos habilitados de Ca-
8
narias 62. N
Entre las corporaciones consultadas por Llarena figuró el Ayun- U
tamiento del puerto de la Orotava. Aunque en él -que sepamos- ya u -
no ostentaba cargo nuestro personaje, incluimos por creerlos de su 8'
8 numen los informes que vamos a estudiar. El Ayuntamiento contesta I
el día 25 de dicho mes de junio, siendo Alcalde don Domingo Nieves e
Ravelo y Síndico Personero don Pedro de Grijalva, adjuntando al 5
Informe una Memoria que los comerciantes del Puerto habían redac- Y
- n tado en contestación a una circular del Real Consulado de Canarias, m
que éste les había dirigido con motivo del oficio del Ministro de Ha- U
E cienda de 30 de enero del mismo año de 1811, sobre el comercio de u
Canarias. Ambos documentos, inéditos, se hallan en el citado Archi- a1
vo Cólogan, de La Orotava, insertos en un Libro de contabilidad, don- A
de han sido hallados por Agustín Guimerá Ravina en el verano de %
1978 83. Veamos en extracto ambos documentos. 0i
62 Lo hemos publicado en nuestro trabajo E'l ~Zustrado Marquds eZ
liberal üaceañtsta (Un texto inédcizto de 1811). Homenaje a don Agustín
Millares Carlo, Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria, 1975, págs. 311-
321.
63 Un antecedente de la aspiración del Puerto de la Orotava para ser
habilitado para el Comercio con las Indias se encuentra en un Informe de
la Audiencia del año de 1806 (Archivo CÓZogan, tomo 120, folios 25-34 r ).
El escrito de Llarena de 17 de junio, la sesión del Ayuntamiento del Puer-to
del día 19 y el oficio de respuesta del 25 obran en el Archivo Munzczpal,
<Libro de Actas del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz de Orotava», año
1810-11, Legajo A (2), núm. 4, folios 65 r. al 72 r.
346 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 41
Estima el Informe del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz [sic]
que e1 ramo que más interesa tanto a él como a la Isla de Tenerife
«es el de la extracción de frutos»; pero prefiere tratar primero del
«interés particular de la Provincia, no menos que de nuestra Isla».
A tal fin pide «se extienda a ella el arreglo de provincias últimamen-te
decretado para las de España, modificándolo en cuanto lo exijan
las circunstancias geográficas, políticas y comerciales de nuestras
Siete Islas». Recuerda el entusiasmo por «la erección de la Junta
Gubernativa que se nombró en 1808,; pero, dice, «sabe V. S. tam-bién
que la oposición de Canaria, y los sucesos que la siguieron no
sólo impidieron que se organizase aquella Junta, como esperaban los
buenos patriotas, sino que acarrearon su pronta disolución, habién-dose
hasta ahora ocultado al pueblo así las razones que hubo para
2110, como las que podían legaimente privar a una provincia de ia-dultades
que tenían otras para conservar la misma especie de go-bierno
». Se declara el Ayuntamiento firme partidario de un gobierno
Provincial, y pide «se establezca a la mayor brevedad este deseado
gobierno».
Viniendo luego a los «intereses particulares de nuestro comercio^,
se remite al informe que se envió «ahora poco, -la Memoria a que
nos hemos referido- del que envía copia a Llarena. Pide que «se
derriben las trabas que aún estorban y entorpecen nuestro comer-cio
», para lo que se remite a la Estadística de don Francisco Esco-lar,
enviada al Gobierno, que «es una obra bien trabajadaP4. Y des-pués
de enumerar las necesidades municipales del Puerto, termina
volviendo al tema del «necesario establecimiento de una autoridad
tutelar de la Provincia». Excusado es decir que todo este informe
respira un hondo sentimiento tinerfeñista, tanto por lo que hace al
elogio de la Suprema cuanto por la exigencia de un Gobierno pro-vincial,
que naturalmente debería tener su sede en la Isla de Tene-rife;
aunque nos quedemos sin saber cuál debería ser el centro don-de
radicase el tal Gobierno.
134 Francisco Escolar y Serrano, Estadística de las IsjTas Canarias, co-pia
a mano de Francisco María de León (B M. T., signatura 11-2-27). Con
una advertencia preliminar de León, fechada a 30 de agosto de 1858, del
máximo interés para conocer la obra de Escolar y la situación de los es-tudios
estadísticos en Canarias por aquellas fechas.
Núm 25 (1979) 347
42 MARCOS GUIMERÁ FERAZA
El Informe o Memoria al Consulado, por su parte, analiza el co-mercio
de extracción de frutos y el de introducczón de generos. En
cuanto al primero, estima estar contraído principalmente al vino y
la barrilla; aunque cita también la orchilla, la seda en rama, el
aguardiente, las judías o frijoles, la almendra, alguna sedería de La
Palma, etc. Las va analizando y aconsejando en cada caso lo que
se debe hacer. Se centra en el estudio del vino, considerando que
la primacía corresponde, con mucho, a la Isla de Tenerife, pues es
la única que exporta: concretamente, afirma que en 1810 se embar-caron
por el Puerto de 8.000 a 9.000 pipas. Revela el incremento que
han tomado los Diezmos en los últimos años: «La sola Isla de Te-nerife
produce tanto con muy poca diferencia como las otras seis
o::
juntas». Pide la libertad de importación de aguardientes extranjeros, N
para mejorar la calidad de los vinos, tal y como se hace en la Isla
de Madera. d -
m
6 -
Cifra especialmente como ventaja el de «la habilitación del Puer- 8
to de la Brotava para hacerlo [el comercio de vinos] directamente
con nuestras posesiones de América, sin tener que <ocurrir al Puer-to
de Santa Cruz (único habilitado actualmente en esta Isla) para
el despacho de los buques y sus cargamentos destinados a la Amé- -
rica española». Funda ello, entre otras razones, en la existencia en
U el Puerto de «una Real Aduana con todos los oficiales y dependientes
mE
que se requieren para el resguardo y formalidad de las pólizas y i
despachos correspondientes al registro de cada buque, en la misma 1
a
forma que son suficientes pasa e1 despacho y responsabilidad del 2
comercio que se hace con los países extranjeros»; siendo sus rentas
superiores en muchos años a las que rinde la principal de Santa
Cruz. 1
En cuanto al comercio de introducción de géneros, pide desgra-var
los hierros (en barras, arcos para pipas, utensilios), que están
justificados en la Península por consideración a las fábricas de Viz-caya,
etc.; lo mismo que la loza, los sombreros bastos y-finos,. los
1:P...--m l"B",. . ,
IIcIILiVJ, lalla3 y ~ t rmde esta espese, &c. Vdicitü !a scpremn de!
arbitrio del 7 por 100 para los artículos extranjeros que se remiten
de una Isla a otra, despuis de haber pagado los correspondientes a
su entrada. Protesta de los géneros extranjeros que arriban a Fuer-teventura
y Lanzarote, donde no hay aduanas, en- beneficio del co-
348 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A h r T I C O S
BERNARDO mLOGAN Y FALLON (1772-1814) 43
mercio de Tenerife, que lo merece por las múltiples razones que
aduce. Insiste en la necesidad de desgravar las mercancías que en-tran
por vía de depósito para luego seguir viaje. Y pide se permita
embarcar géneros extranjeros para nuestras posesiones de América.
Hasta aquí los documentos desde Tenerife. Veamos ahora las
Cortes.
Por la petición citada del diputado Gordillo se obtuvo el Real
Decreto de 11 de julio de 1811 para Las Palmas de Canaria. Pero al
no ser la concesión de carácter general, el diputado Llarena solicitó,
en la Sesión del 22 de noviembre siguiente «que el Puerto de la Oro-tava
se habilitase para el comercio con el extranjero». Las Cortes lo
acordaron así en la Sesión del 14 de enero de 1812 y fue publicado
por Real Orden de 16 siguiente, «habilitando para el comercio de
América al referido Puerto». Así quedaban habilitados Santa Cruz,
Las Palmas y el Puerto de la Cruz de Orotava para comerciar con
el extranjero; y aún sólo el primero para hacerlo con América.
Comentando León la justicia de esta disposición que favorecía al
Puerto, dice:
Hemos llegado en nuestros días a ver el reverso oxidado y enne-grecido
de una medalla que para nosotros lució con la mayor brillan-tez
en 1812 y en los años inmediatos anteriores. Entonces fue cuando
el Puerto de la Orotava, aquella colonia de la Villa de este nombre,
compuesta en un principio de tres o cuatro almacenes para el des-embarco,
llegó a la cúspide de su poder y de su opulencia, y a ser
el pueblo primero de comerclo y de vida de las Canarias, pues allí
existían las casas más pudientes, y el ruido y el tráfico y la activi-dad
casi no cesaban . El era digno de esta merced y lo es en la
actualidad, porque si bien decaído en el día y trasladado el principal
giro mercantil al de Santa Cruz, con el que le resta se halla en situa-ción
bien iamentabie, y su posicion topográfica y el interés de la
parte más rica de la Isla así lo exige: sin embargo, esta gracia fue,
como todas las de aquella época, efímera y deleznable, experimentó
obstáculos y resistencia, y volvieron a pasar muchos años sin que
de ella se disfrutase 65.
8s Francisco Marfa de León, Apuntes ..., cit., p&gs. 132133.
En efecto: anuIada esta disposición en 1817, se vio al fin completamen-te
lograda tal aspiración por Real Decreto de 3 de noviembre de 1820, que
facultd «para el comercio de importación y exportación con el extranjero»
a los puertos «de La Orotava, Las Palmas, Arrecife, La Palma, Cabras,
Núm. 25 (1979) 349
MARCOS GUIMERÁ PERAZA
En el mes de octubre de 1811 se recrudece en Santa Cruz y en el
Puerto de la Orotava la epidemia de fiebre amarilla o «vómito prie-to
». En su Pueblo natal, don Bernardo toma parte activa en «soco-rrer
con carnes y vituallas al pueblo epidemiado». Entre la Villa y
el Puerto se establece un cordón sanitario el 18 de ese mes: la te-rrible
enfermedad no desaparecería hasta febrero del siguiente año
de 1812 ".
Con tal motivo, Cólogan había marchado del Puerto: primero, a
su «Jardín de la Paz»; más tarde, a la ciudad de La Laguna, desde
donde siguió ayudando como pudo «a sus desdichados convecinos».
Estaba ya nuestro personaje dedicido a variar de estado y sería la
Ciudad de los Adelantados el escenario de su boda. Sigamos al cro-nista
portuense en su historia:
A principios del año anterior de 1810 se vinieron a refugiar
en el benigno y sosegado clima de este Puerto de la Cruz algunas fa-milias
. Entre éstas el Teniente General don Domingo de Nava con
su entenada doña María del Rosario Bobadilla, joven muy guapa y
hábil en la música y canto Don Bernardo Cólogan la admiró y ena-moró
de ella decididamente Y no obstante que Ia Señorita, séase
San Sebasüán y El Golfo (Hierro)» Santa Cruz fue declarado en esa fe-cha
depósito de 2 * clase. Otro Real Decreto de 5 de enero de 1822 lo elevó
a puerto de depósito de 1% clase, beneficio que fue obtenido gracias a las
gestiones de Murphy, en ese entonces representante del Ayuntamiento de
Santa Cruz, que lo solicitó en una Exposición presentada a las Cortes en
la sesión de 12 de noviembre de 1821.
Murphy, a1 dar cuenta al Ayuntamiento de su éx~to, le oficia el 7 de
enero de 1822 y le añade: «El Puerto de la Orotava sera. con toda proba-bilidad
declarado depósito de 2 "lase��; afirmando «seguir las instruccio-nes
del Ayuntamiento del Puerto de fa Orotava y su comercio, de quienes
tengo igualmente los correspondientes poderes» [Marcos Guimerá Peraza,
José Murphg (1774-18 ?). Su dda, su obra, sus inc6gnitas. Introducción
de Alejandro CSoranescu. Caja General de Ahorros de Santa Cruz de Te-
~e r i f e ,1 974, php. 46-53!.
Muerto don Bernardo Cólogan hacía ya siete años, su gran amigo y
compañero Jos6 Murphy representaba y defendía los intereses del Puerto
de la Orotava
ea Francisco María de León, Apuntes , cit., pág. 122. Y Alvarez Rixo.
Cuadro histórico , cit., págs. 117-120
350 A N U A R I O DE E S T U D I O S ATLANTICOS
BERNARDO CA)LOGAN Y FALLON (1772-1814) 45
por que había dejado en España algún otro comprometimiento se-gún
se decía, o porque su afición no simpatizaba con la de don Ber-nardo,
le hacía continuos desvios que lejos de arredrarle contribu-yeron
a inflamarle extraordinariamente. Era su destino haber de ser
mártir de esta pasión.
Ni su presencia que seguramente era el sujeto más gallardo de1
Pueblo, el más bien educado, el más rico y más considerado, fueron
parte de hacerle amar de quien él tanto adoraba. No obstante eso
se casaron . . .67.
En efecto, en La Laguna, el 23 de enero de 1812, contrajeron ma-trimonio
Bernardo Cólogan y Fallon y María del Rosario Bobadilla
de Eslava y Pery, en el Oratorio de la casa de los Marqueses de Vi-llanueva
del Prado. El iba a cumplir cuarenta años; ella tenía vein-h
n o , I;Uej I;abia nacidG C&&iz e! 23 & 5iiIig I?gn. l e ~ a p a r ~ -
cida la epidemia, se velaron en la Ermita de La Paz el 12 de mayo
siguiente. Uno de los testigos de la ceremonia lagunera fue don To-más
de Nava Barradas [1788-18661, que Iuego sería eI VI1 Marqués
de Villanueva del Prado. Se hace constar en el acta que ambos con-trayer,
tes eran ::residentes acvideilta!me~tv en esta dicha rii~dac!c in
el motivo de la epidemia que se padece en el Puerto, de donde am-bos
son vecinos» es. Efectivamente, en el Padrón de vecinos forma-
67 Alvarez Rixo, Noticias piara b biografia.. , cit.
0s La Partida de matrimonio de don Bernardo Cdlogan con doña Ro-sario
Bobadilla, existente en el archivo de la Parroquia de Nuestra Se-ñora
de la Peña de FVancia, del Puerto de la Cruz, Libro 7 de Matrrmonios,
folio 177 r., dice así:
En Veintitrés de Enero de mil ochocientos y doce años. Allándome
en la ciudad de la Laguna, yo el Dr. D. Ignacio María de blalarena y
PPxmrhi, beneficiudc regickr de !u Igleuiu Mztriz Ur 12 Vi!!& C?P !S Qre-tava
y de la del Puerto de ella, por muerte del beneficiado casé in facien
eclesiae, conforme al ritual romano a D. -Bernardo Cdlogan Fallon y
a Dña. María del Rosario Bobaalla Eslava y Peri, residente acciden-talmente
en esta dicha ciudad con el motivo de la epidemia que se pa-dece
en el Puerto de donde ambos son vecinos. Aquel es natural de re-ferido
Puerto, hijo legítimo de D. Tomás Cólogan y que también es
natural del mencionado Puerto y de D��a. Isabel Marña Fallon, que lo
es de S. Lúcar de Barrameda; y aquélla en la ciudad de Cádiq hija Ie-
@tima de D. Mdel de Bobadilla y Eslava, brigadier de la Real Armada
y de fa Excma. Sra. Dfia. Josefa Peri y Gumán, se dispensó a los con-trayentes
por el Ilsmo. Sr. D. Manuel Verdugo, Mgnisimo Obispo de
estas Islas, en virtud del despacho, dado en Teror a dieciocho de di-ciembre
de mil ochocientos y once, las tres amonestaciones que previe-ne
el Santo Concilio de Trento, comisionándome S. iimsa. para que au-
4 5 MARCOS GUIMERA PERRZA
do para 1812 en el Puerto, aparecen viviendo en la <Calle que va
de la de Santo Domingo a la de la Iglesia (Quintana)» el nuevo ma-trimonio,
en unión de su madre doña Isabel Fallon, de su hermano
don Juan Cólogan y Fallon y la esposa de éste doña Isabel Costello
y Fallon; además de varios escribientes y numerosos criados 69.
Doña Rosario, la joven esposa de nuestro personaje, era hija
póstuma de don Fidel de Bobadilla de Eslava, Brigadier de la Ma-rina
Real, fallecido en 22 de marzo de 1790, y de doña Josefa Pery
de Guzmán, quien a la sazón ya estaba casada en segundas nupcias
con el citado don Domingo de Nava--Grimón y Porlier, Teniente Ge-neral
de la Armada, hijo segundo de la casa de Villanueva del Prado.
Tres días después de la boda, es decir, el 26 de enero de 1812, fallecía
en sil residenda del Realejn de Abajo don Domingo de Nava; y allí
quedaría viviendo su viuda doña Josefa, sin sucesión de este se-gundo
connubio.
Suponemos que el flamante matrimonio de don Bernardo y doña
torlzase este matrimonio. No resultó impedmento que llegase a mi no-txia;
fueron testigos D. Tomás de Navas y Varradas, D. Francisco Ca-pote
y Juan Antonio Amador y lo firm6. Dr. D. Ignacio María de Lla-rena
y Franchi.
Al margem: D. Bernardo Cólogan con María del Rosano Bobadi1la.-
En doce del comente en la ennita de la Paz, yo el infrascrito beneficiado
en la Iglesia Matriz de la Villa de la Orotava ve16 conforme al ritual
romano a los dichos D. Bernardo Cólogan y Dña. María del Rosario
Bobadilla. Mayo 25 de 1812.
69 Padrón que ordena hacer el Alcalde Real del Puerto de la Orotava
don Matías Romero, año de 1812, principiado en septiembre de ese año:
Calle que va de la de Santo Domingo a la de la Iglesia
(Quintana)
Don Bernardo Cólogan [y Fallonl.
Doña María del Rosario Bobaalla, su mujer.
Doña Isabel Fallon [y Gantel, su madre.
Don Joaquín Ballester, escribiente.
Lorenzo Hernández y Andrés Espinosa, criados.
Rosa Estévez, María Estévez y Juhana de la Concepción, criadas.
Don Juan Cólogan [y Fallonl.
Doña Isabel Costello [y FalIon], su mujer.
Don Lorenzo Fallon, escribiente.
Tomás, Pedro.
Edy, María y Beniarda, criadas
[Archivo Municzpal del Puerto de la Cruz, Legajo CH, núm. 7, <<Las
Padrones correspondientes a los años de 1772 a 1812».]
352 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOGAN Y FALLON (1772-1814) 47
Rosario se instaló pronto en la «Casa principal» de la familia Cólogan
en La Laguna, sita en la Plaza de la Concepción, número 27 enton-ces
de dicha Ciudad, hoy aún en pie y restaurada cuidadosamente 70.
Allí nació, el 28 de febrero de 1813, el único fruto del matrimonio:
Tomás Fidel Cólogan-Franchi y Bobadilla de Eslava, que sería bau-tizado
en la Parroquia de la Concepción el 6 de marzo siguiente por
don Ignacio María de Llarena y Franchy, que también había velado
a sus padres. Fue padrino su tío carnal don Juan Cólogan y Fa-llon
'l.
70 Puede verse la fotografía de la casa de los Cólogan, en la Plaza de
la Concepción de La Laguna, en nuestra lámina IX.
71 La Partida de bautismo de Tomás F'idel Cólogan y Bobadilla, exis-tente
en la Parroquia de Nuestra Señora de La Concepción de La Laguna,
Libro 31.v de Bautismos, folio 19, dice así
En la mudad de la Laguna Capital de la Isla de Tenerife en seis
días del mes de Marzo de mil ochocientos y trece; Yo el Dr. Dn. Igna-cio
Llarena, Benefdo. Curado Servidor de la Igl.5 Parroql. de la Pnna.
Concepn. de Ntra. Sra. de la Villa de la Orotava, con licena. del Pá-rroco
Semanero qe, io es ei Sor. Dn Luciano Dom. Angies, Vene. Be-nefdo.
Curado Semdor de esta 1gl.e Parroql. también de la Puma. Con-cepn.
de Ntra. Sra de esta dha. Ciudad; bautice, puse Oleo y Crisma
a un niño qe. nació el veinte y ocho del próxuno pasado y al qe. puse
los nombres de Tomás, Fidel Juan, Ignacio, Bernardo, Román, hijo
legmo. de Dn. Bernardo Cólogan Fallon, natural del Puerto de la Oro-tava,
y de D.* María del Rosario Bobadilla y Pen que lo es de Cádiz
y ambos residentes de en esta Ciudad. Abuelos paters Dn. Tomás CÓ-logan
Valois, natural de dcho. Puerto, y D.s Isabel María Fallon qe.
lo es de S. Lúcar de Barrameda; maters. El Sr. Brigadier de la Armada
nacional Dn. Fidel Bobadilla y Eslava, natural de Ecija, y la Exrna.
Sra. Di Josefa Peri y Guzmán qe. lo es de Zamora; fue su padrino
Dn Juan Cólogan Fallon su tío paterno, a quien adverti el parentesco
espiritual y dem��s qe. dispone el Ritual Romano. Y firme - Angles -
(rzcbrzcado) y Dr Dn Ignacio Mana Llarena- y Franchy (rubricado).
No es del caso hacer aquí la biografía de este otro riniembro ilustre de
la familla Cólogan Baste referw que en 8 de abril de 1839 casó con su
prima doEa Laura, de Cólogan-F'ranchi y Heredia, que sería cuarta'hlar-quesa
de la Candia desde 1864, que junto con don Filapiano del C"ampo y
Tamayo contribuyó grandemente a la redacción del No~bzlmrio de Gav~arzces,
seg-&ii su aütui* don pi;a ric isco Feiiiigii(jez (je Eetiiericourt íto-rno
11, pág. 896), que fue amigo y corresponsal del ViII Marqués de la
Florida, don Luis Francisco Benítez de Lugo y Benítez de Lugo, a quien
en sus cartas llama «estimado Luisito»; que fue Alcalde del Puerto de la
Cruz en los años 1857-58 y 1863; y que fallecería en 1888, a los setenta y
cinco anos de edad
En el mes de julio de ese mismo año de 1813 don Bernardo decidiU
marchar a Inglaterra para atender su salud. Hizo testamento en La
Laguna, ante el escribano José Quintero y Párraga, con fecha 19 de
ese mes y embarcó para Londres.
Oigamos una vez más al cronista portuense, su biógrafo:
Y habiéndosele agravado la dolencia de sangre de espaldas que
ya solía padecer, pasó a curarse a la ciudad de Londres'" dejando
al cuidado de sus cuantiosas fincas y negocios a cargo de iu h e r m -
no don Juan, a quien asoció a su casa y firma 73
Allí, en la ciudad del Támesis, recibió noticias que afectaban
hondamente a su felicidad conyugal. Hizo nuevo testamento en West-a
minster el 26 de marzo de 1814, por el que revocó el anterior y a poco, c.
el 14 de abrll de ese año, faiiecía.
Fue sepultado -concluye Alvarez Rlxo- en el cementerio de San
Pancracio de aquella Metrópoli, donde yace Accidente tan infausto
ocasionó pleytos y disensiones, que arruinaron el extenso y opulento
comercio de su casa, con otros atrasos harto tranicendentales y sen-
Puede verse su retrato al óleo, obra de A. Silvera, pintado en 1904, en
nuestra lámina X
72 Esta enfermedad que Alvarez Rixo denomina «sangre de espaldas»
era también conocida como «sangre de bazo» y debió habérsela transmitt-do
a Cólogan algún animal de los entonces tan frecuentes en las casas
importantes, produciéndole lo que más técnicamente se llamó «carbunclo»
o <pústula maligna>> Modernamente se le denomina «carbunco» o «ántrax
maligno>> Tal enfermedad produce primero un eritema, luego una pústula
casi siempre hemorrágica, y esta úlcera pustulosa suele extenderse, pro-duciendo
una septicemia, que era mortal de necesidad en aquel tiempo
[Ver Gregorio Marañón, Manud del dzagnóstico etzológico ]
7s Alvarez Rixo, Noticzas para la biografia , cit
Este su hermano menor don Juan María Cólogan y Fallon -que como
hemos visto vivía con don Bernardo desde unos años antes- había nacido
el 21 de enero de 1776; estaba casado a la sazón en pnmeras nupcias, ce.
lebradas en Londres, con su prima hermana doña Isabel Costello y Fallon;
llegó de Inglaterra al Puerto con su esposa el 21 de septiembre de 1810,
vivi6 hego en la Tiza de B;aüco, eü üira casa prqkdac! de dsn Y i n q u e
Casalón, fue Alcalde constitucional del Puerto de la Orotava en 1820,
casaría en segundas nupcias en París con doña Antonieta Aglaé Levaillant
de Jolival; y moriria en la Ciudad Luz el 7 de noviembre de 1846 Los dos
hijo2 de s u primer matrimonio nacieron en el Puerto, en los años 1814 y
1810
? K 4 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
BERNARDO COLOCAN Y FALLON (1772-1814) 49
sibles al país. Entre sus legados no olvidó a la Parroquia de Nuestra
Señora de la Peña de este Puerto de la Cruz, donde desde niño fue
hermano del Santísimo, a la cual dejó su famoso órgano, cuyo ins-trumento
con su grata melodía sirve de recuerdo perpetuo de Ia afi-ción
y generosidad del donador.
Así desaparecía del mundo de los vivos Bernardo Cólogan y Fa-llon,
cuando aun no había cumplido los cuarenta y dos años de edad.
Quede aquí el recuerdo de la noble figura de este hombre malogrado.