MENTALIDADES
EL PAPEL DE LOS JUDECONVERSOS
CANARIOS EN LA FUNDACI~N
DE LA COMUNIDAD JUDÍA INGLESA
Y EN EL COMERCIO ANGLO-CANARIO
P O R
LUIS ALBERTO ANAYA HERN~IDEZ
El problema converso h e disminuyendo gradualmente en
España a lo largo del xm debido a la expulsión, la represión
inquisitorial, la integración y la desaparición física de los cris-tianizados
en 1492.
En efecto, después de 1492 los conversos españoles queda-rían
aislados de los judíos, que constituían para una parte de
ellos un referente. La represión inquisitorial, amén de la eli-minación
física de miles de supuestos o reales judaizantes,
provocó el exilio de otros, y además limitó las posibilidades
de practicar su religión original y sobre todo de transmitirla.
Por último, la desaparición de los conversos de 1492, donde
lógicamente estaría el núcleo mayor de judaizantes, contribui-
Aa d debi!itamier?te de este crede, tal reme r'emi''estrm ln
datos de Dedieu sobre la edad de los procesados por este deli-to
en la segunda mitad del xv~ en el distrito de Toledo l . El
proceso de integración, aunque obstaculizado por el rechazo
de cristianos viejos y de algunos conversos, debió ser bastante
rápido. En Canarias, a través de los datos que nos proporcio-
J. P. DEDIEU: «¿Pecado original o pecado social? Reflexiones en tor-no
a la constitución y a la definición del grupo judeoconverso en Castilla».
Manuscvits, n." 10, Universitat Autónoma de Barcelona, 1992, p. 68.
Núm. 41 (1995) 439
2 LUIS ALBERTO ANAYA H E R N ~ ~ D E Z
nan los Libros de Genealogías, constatamos como en una ge-neración
el número de matrimonios mixtos pasa de un 8 % a
un 23 %2. No obstante, no desapareció totalmente, pues se
mantuvo una discriminación a través de la limpieza de san-gre.
Aunque en el XVII hay un rebrote del criptojudaísmo con
la llegada de los de origen portugués, no tendría iguales ca-racterísticas
por su menor número y por las diferencias cultu-rales.
En cambio, en Portugal las circunstancias no serían las
mismas. De entrada, tras la conversión forzoza de 1497, su
número ascendía a una décima parte de la población del rei-no
3. Además, entre éstos había numerosos judíos españoles,
exiliados cinco años antes por querer precisamente permane-cer
fieles a su fe, y que constituirían un grupo dificilmente
asimilable. Por otro lado, la Inquisición portuguesa creada
tardíamente en 1537, no funcionaría plenamente hasta 1547.
Estas circunstancias motivarán la existencia de un criptoju-daísmo
más arraigado que el español, aunque el número de
cristianos sinceros y aún de escépticos fuera elevado. La im-posibilidad
de practicar abiertamente y transmitir así sus le-yes,
la falta de libros e instrucción religiosa y la adulteración
del judaísmo por el cristianismo, son según Yovel, las causas
que propiciarán la existencia del marranismo 4. En palabras de
Revah, sus particularidades consistían en que: «la tradition
juive s'etait partiellement conservée, considérablement appau-vrie
et légerément modifiéen
El gran rigor de la Inquisición portuguesa motivará que
muchos de estos marranos huyeran a diversos paises del ~Nor-te
» y del Mediterraneo. ~ambiéna l resto del imperio español
aprovechando la anexión de Portugal, donde los más acomo-dados
se establecerán con éxito como comerciantes, financie-
* L. A. ANAYA HERNANDEZJu: deoconversos e Inquisición en las Islas
Canarias (1402-1 605). En prensa.
G. NAHON: «Les Sephardim, les marranes, les Inquisitions penin-sulaires
et leurs archives dans les trabaux récents de 1.-S. Révah». Revue
des Études Juives, 1Y73, p.11.
Y. YOVELS: pinoza, el marrano de la razón. Madrid, Anaya, 1995,
p. 38.
G. NAHON[:( Les Sephardim. ..» , p. 13.
440 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FUNDACI6N ... 3
ros y arrendadores, creando redes económicas basada en el
paisanaje, parentesco y el común origen converso. A posteriori,
una parte de éstos emigrarían también en busca de la seguri-dad
que distintos paises europeos le ofrecían.
En Canarias, la presencia de cristianos nuevos portugueses
que es importante a pricipios del m, disminuye a lo largo del
mismo para aumentar desde 1580. Así, ocho de los 17 proce-sados
y 11 de los 27 testificados por supuesto judaísmo, des-de
esta fecha hasta 1605 son portugueses 6. A partir de princi-pios
del XWI su número y calidad económica aumenta, contro-lando
la administración de las rentas reales y de otro tipo
desde 1640 hasta casi finales de siglo, y jugando un importan-te
papel comercial. La persecución inquisitorial no revistió el
caracter virulento de la Península por distintos motivos, aun-que
al igual que en el caso de los mercaderes protestantes, el
fundamental radicó en evitar los subsiguientes perjuicios a la
economía isleña. Así lo demuestra el hecho de que desde 1532,
ni un sólo converso portugués fuera relajado en persona y tan
sólo uno exiliado lo fuera en efigie. No obstante una parte de
ellos, que no todos, optó por la libertad de conciencia y por
una mayor seguridad exiliándose a Inglaterra y Holanda. Los
que permanecieron en el archipiélago, se integrarían con el
paso del tiempo.
Las relaciones entre Canarias e Inglaterra comenzarán a
poco de la conquista del archipiélago, y se basarán en la venta
por parte inglesa de tejidos, quincalla, hilos, jabón, cereales,
pescado y carne salada etc ..., a cambio de azúcar, orchilla, cue-ros
de cabra y desde fines del m vino, así como productos co-loniales
y plata indiana. Un ejemplo de este comercio lo prota-goniza
Thomas Malliard, conocido por sus relaciones america-nas
desde Sevilla, quién en sociedad con el genovés Fraiicescc>
Spínola, importará azúcar palmero desde 15 15 '. A mediados
L. A. ANAYA HERN~DEZJu:d eoconversos e Inquisición ...
Núm. 41 (1995) 44 1
4 LUIS ALBERTO ANAYA HERNANDEZ
del XVI, la presencia inglesa se incrementará con personajes
como el mercader William Hawkins, que establecerá unos in-tercambios
regulares desde Plymouth con las islas, o con la
instalación en las islas de factores de la conocida casa comer-cial
Hickrnan and Castlyn en torno a 1553. Uno de ellos sena el
conocido Thomas Nichols, autor de una descripción de las is-las
y que sería procesado por el Santo Oficio en 1560, penna-neciendo
casi dos años en las cárceles inquisitoriales. Prueba
de la importancia de sus actividades es que su prisión produjo
más de 14.000 ducados de pérdidas a la. casa que representa-ba
8. La década de los sesenta, con el ascenso al trono de Isabel
1, va a presenciar el comienzo de la conflictividad anglo-hispa-na,
caracterizada por los ataques navales y el contrabando de
los primeros, y el control sobre todo inquisitorial, por parte de
ios españoies a ios residentes y visitantes ingieses. Las isias,
por su importancia estratégica se verán inmersas en esta con-tienda,
que no obstante se combinaba con los negocios, no
siempre legales. El mejor ejemplo de esta actividad la tenemos
en las actividades de John Hawkins, hijo de Williams, quién
aprovechando sus contactos comerciales con los Ponte, dueños
de la casa-fuerte de Adeje, organizó de acuerdo con éstos un
ilegal viaje a Indias. Los Ponte proporcionaron el abastecimien-to
y un piloto conocedor de las rutas indianas, y Hawkins tras
aprovisionarse de esclavos en Africa, los intercambió en Santo
Domingo por cueros, azúcar, metales preciosos y perlas, ini-ciando
así la penetración comercial inglesa en Indias 9. La gue-rra
abierta entre los dos países, va a afectar al archipiélago, no
sólo con actividades piráticas y corsarias, sino con auténticos
intentos de invasión, como los fracasados de Francis Drake
contra La Palma y Gomera en 1585 y Las Palmas en 1595, o la
ocupación de Lanzarote por George Clifford en 1598. Por su
parte el Santo Oficio canario procesará desde 1560 casi un
E FERNANDEZ-ARMESTO: The Canary ZsIands after the conquest. The
making of a colonial society in the early sixteenth century. Oxford, 1982,
p. 168.
". CIORANESCUT: homas Nichois, mercader de azucar, hispanista y he-reje.
La Laguna, 1963.
A. RUMEU DE ARMAS: Canarias y el Atlántico. Piraterías y ataques nava-les.
Madrid, 1991, tomo 1, pp. 319-323.
442 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FuNDACI~N... 5
centenar de marinos y comerciantes ingleses lo. No obstante, a
pesar de los conflictos, el trato continuó por dos vías: a través
de otros mercaderes, fundamentalmente franceses, que lleva-ban
el malvasía canario a Inglaterra, y directamente con pasa-portes
falsos escoceses o flamencos l l . A cambio los tejidos in-gleses,
cariseos y anascotes, llegaban a las islas con sellos ale-manes
o franceses.
A partir de la paz de 1604, las relaciones se intensificarían,
salvando los paréntesis bélicos de 1625-1630 y 1655-1660. De
esta última contienda cabe mencionar el ataque de Blake en
1657 a Santa Cruz de Tenerife. El principal producto isleño de
exportación a Inglaterra en estos años sería el malvasía, de
cepas oriundas de Creta y elogiado por Shakespeare, que al-canzaría
una extraordinaria demanda. Tampoco habría que
ignorar la importancia de los intercambios frauduientos de
plata y productos indianos, a cambio de otros ingleses, que en
parte terminaban en Indias. El aumento de la producción
vinícola, que de 5.083 pipas anuales a finales del x v~p asó a
casi 10.000 en la primera mitad de la siguiente centuria y
30.000 en la segunda, fue paralelo a un incremento de precios
que de un indice 100 en la década de los treinta, pasó a un
172 % en 1657. La presencia inglesa en las islas, especialmen-te
en Tenerife, se multiplicó expectacularrnente; en una rela-ción
de mercaderes en este siglo se mencionan en Tenerife 157
ingleses 12. El Santo Oficio en 1652, da la cifra de 1.500 pro-testantes
en el archipiélago, de los cuales muchos serían de
esta nacionalidad 13. En un principio, los beneficios para el co-
A. RUMEU DE ARMAS: canarias ..., pp. 335-470.
lo L. ALBERTyI A. B. WALLISC HAPMANEn: glish merchants and the
Spanish Inqtrisition in the Canaries, Londres, 1 912.
l 1 M. LOBOC ABRERA«C: anarias e Inglaterra en el siglo XVI». Canarias
e Inglaterra a través de la historia, Las Palmas de Gran Canaria, 1995,
pp. 45-48.
l 2 A. BETHENCOUMRTA SSIEU«: La crisis del vino de Canarias en el
ámbito atlántico)). Canarias e Inglaterra a través de la historia. Las Palmas
de Gran Canaria, 1995.
l 3 L. A. ANAYAH ERNANDE«ZL: as minonas en la historia de Canarias)).
VII Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria,
p. 55.
Núm. 41 (1995) 443
6 LUIS ALBERTO ANAYA HERNANDEZ
mercio inglés eran considerables; Wolf menciona que a prin-cipios
del XVII con un paquete de manufacturas inglesas que
costaba en Londres 100 libras, se adquirían 10 pipas de vino
canario, que se revendían en Londres a 300 libras; desconta-das
90 de fletes, derechos aduaneros, seguros, etc.., dejaban un
beneficio neto de 110 libras, el 1 10 % 14. Pero el incremento de
la demanda y la saturación de mercancías inglesas en los
mercados canarios, hizo que la balanza de pagos comenzara
a ser netamente favorable a las islas, de manera que en 1680
frente a las 260.000 libras que importaron los vinos, las ma-nufacturas
inglesas alcanzaron sólo el valor de 65.000. Esta
circunstancia motivará una ofensiva inglesa, que comenzará
con la Staple Act de 1663 que vedará los mercados anglo-americanos
al vino canario, seguirá con el intento de crear
una compañía monopolística que controlara los mercados
tinerfeños, gravará con fuertes aumentos impositivos a
los caldos isleños y concluirá victoriosa con el tratado de
Methuen que acabará con este tráfico en beneficio de los por-tugueses,
que habían hecho acto de presencia creciente en este
mercado lS.
Durante los años más prósperos de este comercio, también
hubo una notable presencia canaria en Londres, como conse-cuencia
del mismo. Las testificaciones inquisitoriales corrobo-ran
la estancia temporal o definitiva de numerosos canarios
en la capital inglesa. Los primeros, suelen ser marinos, comer-ciantes,
hacendados y personal a su servicio y generalmente
son los delatores, voluntarios o forzados l b ; los segundos,
Para conocer la vida de un mercader inglés acomodado en las islas, ver:
J. C. GUERRA CABRERA: Biografía de Marmaduke Rawdon. Un mercader in-glés
en Tenerife en el siglo XVII. A.C.T., Santa Cruz de Tenerife, 1994. " L. WLF«:T he First Englishm ...
l 5 k BETHENCOURMTA SSIEU:« La crisis ... », pp. 83-97.
j6 SU presencia no fue siempre voluntaria, pues en tiempos de guerra
fueron llevados como prisioneros al ser capturado su navío. Así sucede en
444 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FUNDACI ~N... 7
judeoconversos de origen portugués que tras años de estancia
en las islas se exilian a este país y serán los acusados. Estos
últimos jugaran un destacado papel en la historia de .los ju-díos
ingleses, pues tras las expulsiones de 1290 y 1609, su lle-gada
coincide con el «Reasentamiento» de esta comunidad en
Inglaterra, que alcanzará su reconocimiento público con el
Protectorado. En efecto, además de que algunos sectores pu-ritanos
veían con simpatía a los judíos, porque pensaban que
por la importancia que daban al Antiguo Testamento ambos
credos cabía una asimilación de los mismos, a Cromwell y a
su secretario de estado John Thurloe no se les escapaban otras
ventajas. De tipo económico, por las riquezas que traían con-sigo
los judíos hispano-portugueses; pero también por los co-nocimientos
y contactos con los imperios lusitano y español
que mantenían los inmigrantes, que posibiiitarían venta~as si-milares
a los que proporcionó esta comunidad a sus rivales
holandeses. El primer intento de conseguir el reconocimien-to
oficial a los judíos asentados en Inglaterra, partió del céle-bre
rabino Menasseh Ben Israel, guiado por motivaciones
mesiánicas, pero quizás también con la idea de buscar asen-tamiento
a los judíos fugitivos de España, Portugal y Brasil,
lo que no cuajó en gran medida por la oposición de los mer-caderes
ingleses temerosos de su competencia y de sectores del
clero 17. El segundo se debería a las hostilidades hispano-ingle-sas
de 1655, ya que las autoridades londinenses confiscaron a
Antonio Rodríguez Robles 40.000 ducados y dos navíos, bajo
la acusación de ser súbdito español la. Nacido en Fundao, Ro-
1657, cuando unos estudiantes canarios: Manuel de Araujo, Melchor de
Abreu y Jorge de Viera reclaman su libertad al Almirantazgo, exponiendo
como habían sido capturados y llevados prisioneros a Plymouth, donde
habían sido torturados con mechas incendiadas entre los dedos, a pesar de
haber sido siempre afectos a Inglaterra.
Calendar of State Papers, Domestic Series, 1657-58, vol. CLVIII, Vaduz,
1965, p. 117.
l 7 J. 1. ISRAELL:a judería ..., p. 189.
' V a r a esta tematica y para Robies, Duar-te Eennquez y Carvajal:
L. A. ANAYA HERNANDE«ZE: l judeoconverso Duarte Henríquez hvarez,
arrendador de las Rentas Reales de Canarias». Anuario de Estudios Atlánti-cos,
n.O 27, Madrid-Las Palmas, 1981.
Núm. 41 (1995) 445
bles había vivido en Canarias al menos desde 1643 a 1650,
empleado por su tío Duarte Henríquez hvarez como almoja-rife
del Puerto de la Cruz y de Santa Cruz. Los testimonios
inquisitoriales nos aportan detalles de su vida e incluso de su
aspecto físico, como que tenía una cuchillada en la cara. Al
parecer rechazó casarse con una católica inglesa, noble, her-mosa
y dotada con 10.000 pesos, por preferir-hacerlo con una
judía, sobrina de Simón de Sosa, cuñado de Carvajal. A pesar
de que se casó por su religión, dado que todavía no se habían
descubierto públicamente, volvió a hacerlo por la católica con
un capellán de la Embajada española. El denunciante que pro-vocó
la confiscación de sus bienes, era un tinerfeño, Felipe del a
N
Hoyo, que estaba al servicio de un escribano inglés Mr. E
Knevett, que urdió una trampa novelesca para confirmar que O
n -
ios barcos eran de Robles, y no de un criado holandés, John =m
O
E
H. BEINART«:T he Jews in the Canary Islands: A Reevaluationn. Trans- E
2
actions of the Jewish Historical Society of England, Londres, 1977. E
=
A. S. DIAMOND«:T he Community of the Resettlement, 1656-1684: A
Social Surveyp. The Jewish Historical Society of England, Transactions, 3
-
vol. XXIV, Londres, 1974. -
0m
Y. KAPLAN~:S ephardimin North-Westwen europe and the New World*. E
The Sephardi Legacy, vol. 11, Jerusalem, 1992. O
S. David Katz: «Los judíos de Inglaterra: Entre la readmisión y la eman- n
cipaciónn. Historia de una diáspora (1492-1992). Ed. Trotta, Madrid, 1993. -E
A. NEWMAN«:T he Sephardim in England,,. Spain and the Jews, Lon- a
dres, 1992. 2
n
C. ROTH: A History of the Jews in England. Clarendon Press, Ox-n
0
ford, 1978. 3
C. ROTH: Los judíos secretos. Historia de los marranos. Madrid, Ed. O
Altalena, 1979.
E SAMUEL«:E l cnptojudaísmo en Inglaterra (1540-1656)~.H istoria de
una diáspora, Madrid, 1993.
L. WOLF: Jews in the Canary Islands. Beeing a Calendar of Jewish Cases.
Extracted from the Records of Canariote Inquisition in the Collection of the
Marquess of Bute. London, 1926.
IDEM: «The First English Jews. Notes on Antonio Fernández Carvajal».
The Jewish Historical Society of E n g h d , Transactions, vol. 11, Londres, 1896.
IDEM: «Crypto-Jews under the Commonwealth~. The Jewish Historical
Socieiy of Engiand, Transactions, Londres, í893-í894.
M. WOOLF(:( ForeignT rade of London Jews in the Seventeenth Century)).
The Jewish Historical Society of England, Transactions, vol. XXIV, Lon-dres,
1974.
446 ANUARIO DE ESTUDIOS ATL,4NTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FuNDACI~N ... 9
Baptista Dunnigton, a nombre de quién aparecían. Para ello,
inforrii6 a este último de la próxima confiscación de los bie-nes
de los españoles por la guerra, y el holandés mostró su
alarma porque se supiera por los papeles de Robles que los
bienes eran de éste. Mientras, Del Hoyo, oculto tras un biom-bo,
tomaba nota para efectuar la posterior denuncia, que rea-lizó
el 14 de marzo de 1656, informando que Robles tenía en
el Támesis un barco cargado con 120 pipas de vino canario,
otro con tejidos para las islas y más de 40.000 ducados en su
caja fuerte lg. Para que le retornaran los bienes embargados,
Robles manifestó no ser español, sino judío de nación y reli-gión,
de origen lusitano. Alegó que pasó a España huyendo de
la Inquisición portuguesa, pero la española quemó a su padre
y detuvo y torturó a su madre y otros familiares, por lo que
él había huido a Canarias donde cambió de nombre. Amena-zado
de nuevo en las islas, se escapó a Inglaterra, todo lo cual
fue corroborado por otros miembros de su comunidad20. Sus
argumentos tuvieron éxito y sus bienes le fueron devueltos.
Otros miembros de la comunidad presentaron el 24 de marzo
de 1655 una petición, declarando ser judíos y solicitando per-miso
para celebrar sus cultos en casas particulares y poder es-tablecer
un cementerio. Aunque no consiguieron un status le-gal,
fueron tolerados, por lo que a fines de 1656 alquilarán
una casa en Creechurch Lane para utilizarla como sinagoga y
dos meses más tarde adquirirán un terreno que les servirá
como cementerio 21. Entre los primeros firmantes de la peti-l9
Calendar of State Papers, Domestic Series, 1655-56, vol. CXXV, p. 38,
Vaduz, 1965.
20 L. WOLF:« Crypto-jews. .., págs 78-79.
Ignoramos si las afirmaciones de Robles sobre la persecución inqui-sitorial
de su familia son ciertas, aunque caben dentro de lo posible. En
cambio. no hemos visto ninguna comunicación de la Suprema al Tribunal
canario sobre él, lo que cuestiona esta parte de su justificación. Respecto a
su cambio de apellidos para despistar al Santo Oficio, es cierto que varios
testigos afirman que se hacia llamar Antonio Rodnguez Robles, omitiendo
ei apeiiicio Fererino, pero aunque en !a mayoría de ios ciocumenios cana-rios
no figura este último, hay alguno en el que se le aiiade Ferrerín. Ver:
L. A. ANAYA HERNANDEZ«: Duarte. ..» , p. 9, nota 14.
2' L. WOLF: «Crypto-Jews ... ..
Núm. 41 (1995)
10 LUIS ALBERTO ANAYA HERNANDEZ
ción, varios son portugueses afincados en Canarias, como An-tonio
Rodríguez Robles, Duarte Hem'quez Álvarez y Antonio
Fernández Carvajal. Así lo constatamos entre otras fuentes,
por la declaración del tinerfeño D. Antonio de Ponte ante el
comisario de Garachico en 1657, donde explica que vió una
petición firmada entre otros por Duarte, Robles y Carvajal,
exponiendo a Cromwell que eran judíos y solicitando permiso
para instalar una sinagoga.
Duarte, que había nacido también en Fundao en 1613, vi-vió
en Madrid hasta que en 1640 ganó la puja de las Rentas
Reales de Canarias. Los nombres de sus fiadores: Manuel Díaz
Enríquez, Diego Gómez de Salazar, Luis Fernández Pato y
otros destacados hombres de negocios conversos, y el hecho
de que incluso le presten el dinero del viaje, hace pensar que
la operación podía no obedecer a una iniciativa individuai,
sino concertada con los anteriores, cara a usar su cargo para
propiciar el contrabando con América 22. Durante los once
años que vivió en las islas desarrolló una importante actividad
comercial con Indias, la Península, Holanda e Inglaterra, con
la ayuda de empleados y factores conversos, tales como Anto-nio
de Borges Docabo, Francisco Rodríguez Cardoso, su sobri-no
Antonio Rodríguez Robles, su primo Manuel López Suárez
y su cuñado Enrique Fernández Ibarra, algunos de los cuales
tendrían problemas con el Santo Oficio 23. SUS ingresos, sólo
El reconocimiento oficial, aunque también con límites, sena concedido
por Carlos 11 el 22 de agosto de 1664 en respuesta a otra petición de la
comunidad judía.
22 Manuel Díaz Enríquez, tesorero de millones en Cádiz, era primo de
Duarte y sería apoderado suyo en Madrid.
Diego Gómez de Salazar fue uno de los más importantes hombres de
negocios de ia época, financiando arrendamientos y concertando asientos
con la Corona. Procesado y reconciliado por el Santo Oficio, huiría a
Bayona, donde monna en 1671.
Luis Fernández Pato, el mayor acreedor de Duarte, que vivía en la ca-lle
Carretas de Madrid, fue arrendador de las alcabalas de Córdoba, y sena
denunciado a la Inquisición en 1663.
J. CARDB ARGJAL:= s j t idhs ex !u España ?.lodeixü y Cox:mqo;Uneü,
Ediciones Istmo, Madrid, 1978, tomo II, pp. 93-107.
23 Antonio Borges Docabo fue almojarife de Las Palmas y arrendador
del estanco de azogue y solimán de la isla, además de mantener importan-
448 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FUNDACI ~.N.. 11
del almojarifazgo, se estimaron en 140.000 ducados durante
los diez años que lo ejerció; además aunque debió de sacar la
mayor parte de sus bienes de Canarias, el embargo de los que
quedaron supuso al Santo Oficio más de 200.000 reales de
beneficio. Todo lo cual le permitió llevar un alto nivel de vida,
como lo demuestra el hecho de que su casa de La Laguna,
sirviera tras su confiscación por la Inquisición de morada al
Capitán General. Tenía fama de honrado y cumplidor en los
negocios, así como de buen cristiano y devoto del Cristo de
La Laguna 24. Convivió maritalmente con Doña Magdalena de
Rojas y Guzmán, de familia «limpia y de lo más calificado de
las yslasn, según el Santo Oficio, aunque seguramente sin
grandes medios económicos, ya que tras su ausencia casó con
Francisco de Pineda, portero de la Inquisición. De la conviven-cia
tuvo tres hi~os,A ntonio, Diego y lomas, nacidos en i643,
1644 y 1647 respectivamente, a los que llevó consigo a Ingla-terra.
Aunque según Wolf, concluidos los diez años del arren-damiento
se fue de las islas al enamorarse de una bella judía
holandesa, la realidad es menos romántica. La causa verdade-ra
radicó en que, cuando estaba a punto de hacerse de nuevo
con las rentas por otra década, terció otro rico converso por-tugués
instalado en Tenerife, Diego Pereira de Castro, que a
pesar de la resistencia de Duarte consiguió hacerse con la
tes actividades comerciales. En 1643 fue reprendido por el Santo Oficio por
alborotar durante la misa en el convento de Santo Domingo, haciendo bur-la
del sacerdote.
Francisco Rodríguez Cardoso que fue uno de los fiadores de Duarte,
había estado relacionado con el estanco de tabaco y de sal de Castilla. En
Canarias sería almojarife de La Palma en 1644 y arrendador del azogue y
solimán del archipiélago desde 1645 a 1647, año en que partio para Ma-drid.
Aparece relacionado en una denuncia contra un primo suyo que
judaizaba públicamente en Génova.
Enrique Fernández Ibarra, almojarife del Puerto de la Cruz en 1646,
será denunciado y procesado por prácticas judaizantes.
Ver: L. A. ANAYAH ERNANDEZ«:D uarte. .., pp. 351-353.
2 : Dos días antes de su ida a iriglaieiTa, don5 i g i d ~ s21 ~~i ivei i tdíei
San Francisco que acoge al Cristo. En fechas recientes, al bajar una de las
grandes lamparas de la iglesia, se encontró en una de ellas una inscripción
con su nombre como donante.
Núm. 41 (1995) 449
12 LUIS ALBERTO ANAYA HERNANDEZ
administración de las mismas Por eso emigró a Londres,
donde al principio, al igual que los restantes conversos cana-nos,
asistía a la misa de la embajada española hasta 1655, en
que ésta cierra por la guerra, y se declara judío, adoptando el
nombre de Daniel Cohen Henn'quez. No obstante un año an-tes
había viajado a Amsterdam, donde se circuncidó y casó
con una rica viuda judía de origen español, Beatriz de Vega,
que le aportó 20.000 florines de dote. Tras vivir un tiempo en
esta ciudad, se trasladarán definitivamente a Londres, donde
vivirán en una casa que adquirió en la DukeJs Place por 500
libras, con los tres hijos que Duarte había traido de Tenerife.
La fe mosaica del matrimonio, especialmente de la mujer, pa- a
rece haber sido profunda, a tenor de diversos testimonios ante E
la Inquisición. Varios de ellos se refieren a un esclavo mulato, O
n
Marcos, que iievó consigo y que huyó de su casa buscando =m
O
E ayuda entre los canarios estantes en Londres, alegando que lo E
2
hacía para evitar los intentos de conversión de sus amos. Para E
la instrucción religiosa de sus hijos contrató a un célebre ra-bino,
Shelomo Dormido, aunque con poco éxito, ya que dos 3
de ellos, Tomás y Antonio, retornaron a Tenerife alegando que -
0m
E lo hacían para evitar los intentos proselitistas de su madras- O
tra. En 1656 comienzan a sucederse las denuncias contra g
Duarte de canarios provenientes de Londres, que motivarán su n
E
proceso y condena a relajación, lo que se ejecutará en un auto a
de fe privado en la catedral en 1659, aunque obviamente en n
efigie, pues aunque Beinart piensa que lo fue en persona la
documentación inquisitorial es clara al respecto. 3
O
25 Los hermanos Tomás y Diego Pereira se instalaron en La Laguna en
í6í2 y í6í 8. Perteneclan a una acaudaiada famiiia de cristianos nuevos
portugueses, con ramificaciones en Burdeos, Dublín, Londres y Holanda,
donde vivieron sus padres. En Tenerife se convertirían en importantes Ger-sonajes
de la vida isleña, acumulando un importante patrimonio, llegando
a regidores de su Cabildo y enlazando con aristocráticas familias isleñas.
Diego arrendaria durante más de 20 años las Rentas Reales de las islas,
de ks de! sefioli'o de Lanzarate y Fuefi eveIi iula y- e: del
azogue y solimán del archipiélago, donde moriría en 1670. No es cierta
pues, la afirmación de Wolf que repite Beinart, de que huyó de Tenerife tras
la detención de su sobrino Gaspar Perera o Vitoria.
450 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOSE N LA FUNDACI~N... 13
En cuanto a Antonio Fernández Carvajal, a pesar de que
Wolf le asigna un origen canario, es en realidad portugués
según la Inquisición y nacido asimismo en Fundao según Cecil
Roth 26. Residió en las islas hasta la década de los 30, en que
pasó a Ruan y desde allí a Londres en 1633, donde se instaló
definitivamente. Según este historiador, acumuló pronto una
gran fortuna, comerciando con sus propios barcos con Levan-te
y con las Indias orientales y occidentales, importando oro
y aprovisionando al Parlamento de granos durante la Guerra
Civil. Asimismo sirvió de agente a Jorge de Paz, barón de
Silveira y residente en Madrid, que era el principal abastece-dor
del ejercito español de Flandes. También trataba con las
islas: en 1642 Duarte libra una letra sobre Carvajal en Lon-dres
de 20.000 reales a pagar a Luis Fernández Pato; poco
antes de su partida (10 que no debió ser casudj, remite a Sar-vajal
otras dos por valor de 20.650 y 15.000 reales respectiva-mente.
Las relaciones de ambos comerciantes, paisanos los
dos, no creemos que fueran fruto de la casualidad, sino como
ya expresamos, formaban parte de un entramado comercial y
financiero de los cristianos nuevos portugueses, aprovechan-do
sus contactos en todo el mundo, y que en el caso de estos
dos y de Robles aumentaban por ser del mismo pueblo. Sus
actividades económicas sirvieron de mucho al gobierno inglés,
como lo demuestra el que el 5 de febrero de 1656 pidiera per-miso
para exportar a las Indias Orientales 2.000 libras en pla-ta,
alegando en su favor que en dos años había introducido
200.000 libras de plata en moneda española y en barras, sin
haber reexportado nada 27. Además, también proporcionó una
valiosa información política sobre el imperio español, gracias
a sus relaciones y conocimientos. Wolf señala que su informa-ción
acerca de la proyectada invasión de Carlos 11 en 1657,
26 A.M.C., Inquisición, leg. CLVIII-23.
27 Calendar of State Papers, Domestic Series, 1655-56, Vaduz, 1965, vol.
CXXN p. 161.
La colonia sefardita en Londres que se componía a mediados del XVII
de 27 hombres, unas iOO ahas, jugú un impoliaiiie papel eli e! iiiercado
de la plata londinense. También comerciaban con diamantes de la India,
cochinilla, índigo, aceite, lana y vinos de Malaga y Canarias. Ver: J. 1. 1s-
RAEL: La judería ..., pp. 201 y 209-210.
Núm. 41 (1995) 45 1
14 LUIS ALBERTO ANAYA HERNANDEZ
ayudó de manera importante a la derrota de la amada realis-ta
en Ostende. Cromwell premió sus servicios exceptuándole
de la confiscación de 1655 y naturalizándole junto con sus
hijos el mismo año, lo que puso en peligro sus bienes en Ca-narias,
susceptibles ahora de ser confiscados. De ahí que, el 9
de noviembre de 1655 escribiera al Protector solicitándole que
su marina ayudara al navío Seafortune, que había remitido a
Canarias para cargar sus propiedades, advirtiendo que aunque
figuraba como holandés e iba consignado a unos mercaderes
de Arnsterdam, en realidad se dirigina a Londres Zs.
La primera testificación que tenemos sobre Carvajal es de
noviembre de 1656, poco después de manifestarse públicamen- a N
te como judío. En la misma se le denuncia porque en marzo E
había manifestado al testigo, Joan Rodríguez de Riverol, que o
n -
AL--r-a s 50 afios de ceguera en ia religión católica, había ciescu- =m
O
bierto por fin la verdadera fe en la judía 29. Cuatro años des- E
E
pués, el franciscano fray Matías Pinto explica más largamente 2
E
ante el Tribunal, como dos años atrás había comunicado fre- =
cuentemente con Carvajal, sobre quién llevaba una letra de 3
1.000 ducados de D. Baltasar de Vergara, Señor de Acialcázar.
- -
0m
El denunciado le manifestó ser judío desde que comenzó la E
guerra con Inglaterra, añadiendo que no obstante, todos se ve- o
g
rían en el cielo. También señaló que los servicios religiosos se n
E celebraban en un aposento a espaldas de la casa de Carvajal, -
a
en Leadenhall Street según Wolf. Concluyó afirmando, que 2
n
cuando iba a embarcarse desde Ruan a Tenerife, supo que 0
había muerto Carvajal, en torno a 1659 por tanto, lo que co- 3O
incide con la fecha oficial de su enterramiento el 2 de noviem-bre
de 1659; también, que le habían informado que .al morir
había vuelto a la religión católica, aunque Wolf lo niega afir-mando
que está enterrado en el cementerio judío de Mile End
que él había fundado 30. De las restantes acusaciones podemos
resaltar que, mientras pasaba por católico, el embajador de
España había apadrinado el bautismo de dos de sus hijos, y
452 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
que cuando descubrió sus verdaderas creencias contrató un
maestro judío de origen portugués para que enseñara el he-breo
a sus hijos, seguramente Shelomo Dormido, que según
Beinart falleció en 1697 31. Al parecer, según Kaplan, las cam-panas
de la iglesia de Santa Catalina tañieron en su honor
cuando su funeral, demostrando así sus buenas relaciones con
los cristianos. Las testificaciones llevaron, al igual que en los
otros casos, al procesamiento de Antonio Fernández Carvajal
((portugués, vO. de Londres por observancia de la lei de
Moisesn, aunque fue suspendido, seguramente por no tener
bienes en las islas, pues Duarte en similares circunstancias sí
fue procesado 32.
A pesar de constatarse fehacientemente su judaísmo, si-guieron
manteniendo relaciones comerciales con la Península
y las islas aprovechando sus anteriores contactos, como lo de-muestra
entre otros, el caso de los hermanos portugueses
afincados en Malaga, Domingo y Jorge Rodríguez Francia.
Exiliados en Londres desde 1655, se declararon públicamente
judíos cuando el caso Robles y Domingo sena uno de los so-licitantes
que obtuvieron en 1674 el derecho al culto público.
Sus actividades fueron conocidas por el Santo Oficio de Gra-nada,
que los relajó públicamente en efigie junto con sus
mujeres e hijos en torno a 1666 33. Según Wolf, crearon la
compañía George & Domingo Francia que comerciaba con las
Indias Orientales, adquiriendo calicó que vendían en Europa.
También mantenían importantes reiaciones mercantiies con
España, comprando esmeraldas en Cádiz que exportaban a la
India y sobre todo vino canario, al menos hasta 1702. A la
vista de las numerosas testificaciones contra ambos, la Inqui-
31 A.M.c., Inquisición, leg. CLXVI-53, fols. 90 y 104.
32 A.M.C., Inquisición, leg. CLVIII-23: Relación de causas suspensas.
33 A.M.C., Inquisición, leg. LXXVIII-2, pp. 306-307.
A.H.N., Inquisición, leg. 2374 (1).
Núm. 41 (1995) 453
16 LUIS ALBERTO ANAYA HERN~NDEZ
sición canaria remitió a Madrid en 1666 las denuncias junto
con la información de que comercian con varios vecinos de
Tenerife, por lo que estaban averiguando si tenían bienes en
la isla. La búsqueda se revelará infructuosa, debido a que el
trato consistía en la compra de malvasía y el pago en Lon-dres
con mercancías. Lo interesante del tema, es por una par-te
el uso de nombres falsos por los Francia y por otra, con
quienes comercian. A través de cartas de ambos hermanos,
que confisca la Inquisición a uno de sus contactos, el capitán
D. Simón de Herrera y Leyba, antiguo empleado de Duarte
que se convirtió en un poderoso caballero, vemos que se fir-maban
como Thomas y Jorge Hooper, lo que por cierto no
comprenden los inquisidores canarios aunque el motivo resul-ta
bastante obvio 34. SUS corresponsales en Tenerife, resultan
ser además de D. Simón, D. Tomás de Nava y Grimón, regi-dor
y marqués, D. Baltasar de Vergara, regidor, familiar del
Santo Oficio, caballero de Santiago y marqués de Acialcázar,
D. Benito de Vergara, regidor y sobrino del anterior, D. Fer-nando
Pardo y Lorenzo Rodríguez Lindo, un judeoconverso
de Badajoz 35. El interrogatorio de D. Simón revela que comer-ciaba
con los Francia desde hacia cuatro años, que de los vi-
34 El uso de nombres ficticios fue frecuente, pues también lo hicieron
Robles y Carvajal. Según éste, tenía como objeto además de proteger sus
bienes de una posible confiscación inquisitorial, evitar el castigo de los
comerciantes en el caso del contrabando de metales preciosos, que presen-ta
como usual. Como contrapartida no fue extraña la aparición de proble-mas
cuando las autoridades inglesas o de otro país confiscaban el carga-mento
y había que demostrar ser el auténtico propietario. M. Woolf:
((Foreign Trade» ...
Pero no sólo se usó este método en Inglaterra; los judíos holandeses lo
emplearon también y los diplomáticos españoles lo averiguaron en alguna
ocasión, informando a la Corona de sus verdaderos nombres y el de sus
corresponsales en España.
H. 1. BLOOM: The Economic Activies of tke Jews of Arnsterdarn in the
Seventeenth and Eigkteenth Centuries, Williamsport, 1937, pp. 57-61.
35 Lorenzo Rodríguez Lindo, es según Wolf, sobrino de Carvajal, y es-taba
casado con Perpetua López. Ambos fueron arrestados por el Santo
Oficio en 1656, aunque sin mayores consecuencias. En 1675 se trasladó a
Londres, donde judaizaría abiertamente. Su familia era, en época de Wolf,
la única judeoconversa que se había perpetuado por línea masculina.
454 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANARIOS EN LA FUNDACI~N... 17
nos embarcados una tercera parte era suya y que la mayor
partida de mercancías que le han enviado a cuenta de ellos
importaba 30.000 reales. Las dos cartas confiscadas, fechadas
en Londres en abril de 1664, contienen interesantes detalles
sobre el comercio del malvasía con Inglaterra que confirman
las tesis sobre su decadencia del profesor Bethencourt. Así,
comentando el elevado precio de 112 pipas que habían reci-bido,
a razón de 73 ducados o 26 libras cada una, escriben
que: «...es cosa espantosa el nuevo precio q. costaron más
como salieron con toda bondad)) ..., corroborando los constan-tes
aumentos de precio del vino, consecuencia de su gran de-manda.
Pero también se apuntan las causas que provocarán
la crisis de este comercio cuando exponen que: «... aquí se
trata de acer compa. porq. sólo los de dha. compa. puedan
tratar en Canarias y otro ninguno no» ..., anticipando ia crea-ción
por Carlos 11 el 17 de marzo de 1665 de la «Compañía
de Mercaderes de Londres que negocian para las islas de Ca-narias~
36 . Al escribir acerca de 150 pipas de vino que espe-ran,
indican que el año es malo para la venta, ya que hay
1.500 sin vender más 3.000 botas de Malaga y otras: K... de
aventajados vinos y ay opiniones q. habiendo sacado la compa.
no los venderán a más de 10 libras cada pipa, conque de todo
punto perderán todo el principal y más de Xeréz ay mucha
cantidad y de otras muchas partes...)), apuntando así por una
parte la baja de los precios del vino por la creación del mo-nopolio,
y por otra la competencia de los vinos andaluces,
que junto al oporto y madeira terminarán provocando:
K... una mutación en el gusto, un cambio en la moda y usos
gastronómicos tan frecuente en el consumo de productos de
36 Sería interesante estudiar la participación de los judíos provenien-tes
de Canarias en la formación y en la oposición de la Compañía, pues
mientras Carvajal y Robles figuraron entre sus fundadores, Diego Rodríguez
Arias fue acusado de tener correspondencia con los tinerfeños para incitar-los
a la oposición con la misma.
V. MORALESL EZCANOR:e laciones mercantiles entre Inglaterra y los archi-pieiagos
dei Atiántico ibérico. Su estructura e hisioriu (í5íZ-í783). La Lagü-na,
1970, p. 83, n.167.
También: «Cinco documentos relativos a la Compañía de Canarias, que
se encuentran en el P.R.0.n Revista de Historia de Canarias, 1965-66, p. 85.
Núm. 41 (1995) 455
18 LUIS ALBERTO ANAYA HERN~NDEZ
y que será una de las causas de la ruina del comer-cio
vinícola pocas décadas más tarde.
La documentación inglesa confirma estas relaciones de los
Francia, tal como acredita Maurice Woolf en el trabajo men-cionado,
basado en los libros de entrada del puerto de Lon-dres.
Al parecer adquirían la producción entera de vino de
Nava y Grimón, que importó entre 1660-1666 la considerable
cantidad de 800 pipas anuales. También reflejan los citados
libros su comercio con D. Baltasar de Vergara, de quién reci-ben
en 1666, 377 pipas en un sólo cargamento, y con Pascua1
de Atocha, un comerciante madrileño asentado en las islas.
demás del vino comerciaban con Canarias con otros produc- a N
tos generalmente indianos, como maderas tintóreas, lana de E
vicuña, jengibre, tabaco, cueros y sin duda también plata. Car- o
n -
vajai aparece asimismo mencionado en este trafico como ei =m
O
anterior corresponsal de D. Baltasar de Vergara y de dos mer- E
E
2 caderes instalados en Tenerife, Eduardo y Adan Bland, de
=E quienes adquiere en 1643, 390 pipas de vino. Robles participa
también de estas actividades, recibiendo anualmente desde 300 3
-
a 600 pipas de vino. -
0m
En definitiva, a través de estas líneas podemos constatar el E
o importante papel que los judeoconversos canarios de origen
portugues jugaron en la Inglaterra del xvn, contribuyendo de n
E manera decisiva a la aceptación y más tarde legalización de -
a
su comunidad. El «favor» lo pagaron con creces; su conoci- 2
n
miento del castellano y portugués, sus amplias relaciones co- 0
merciales en todo el mundo y su dinamismo empresarial, po- O3
sibilitaron el establecimiento de un provechoso comercio con
España, Portugal y sus dominios, que obviamente beneficia-ron
al país protector. Canarias constituiría un importante hito
en estas actividades, por sus exportaciones de vino y produc-tos
indianos. Sus sentimientos hacia las islas serían contradic-torios,
pues como señala Méchoulan: a... en sus conciencias se
mezclaban el odio y el apego, las lamentaciones, las añoran-zas,
las angustias y el miedo)) 38.
37 A. BETHENCOURMTA SSIEU:« La crisis». .., p. 95.
38 H. MÉCHOULANH: ispanidad y judaísmo en tiempos de Espinoza. Uni-versidad
de Salamanca, 1987, pp. 33-34.
456 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PAPEL DE LOS JUDEOCONVERSOS CANAR~OSE N LA FUNDACI~.N.. 19
Las palabras y actos de Duarte Henríquez corroboran este
aserto; por una parte los testigos le achacan la frase: «...aque-lla
perra Ynquisición de las yslas de Canaria)), pero por otra
le atribuyen el ayudar desinteresadamente a los canarios con
problemas y el interesarse por las islas 39.
39 L. A. ANAYA HERNANDEZ«: El converso Duarte Henríquez ...» , p. 360.
Núm. 41 (1 995) 457