ESTRUCTURA SOCIOECONOMICA DE LANZAROTE
Y FUERTEVENTURA EN LA SEGUNDA MITAD
DEL SIGLO XVIII
POR
ANTONIO RUMEU DBI ARMAS
Cuando en ia década de ios cuarenta apareció ia obra titu-lada
PiraterZas y ataques navales contra las Islas Canarias se
dio somera noticia de las Descripciones de Lanxarote y Fuer-teventura,
escritas en 1772 por el ingeniero ordinario José Ruiz
Cermeñol. Desde esa remota fecha abrigamos el propósito de
darlas a conocer en su integridad, por constituir ambas una va-liosa
radiografía de la estructura socioeconómica de las islas
orientales en la segunda mitad del siglo XVIII, repleta de datos
verdaderamente singu1,ares. El interés de las Descripciones se
acrecienta cuando se considera la pobreza de información de que
se en la dCiualiddd el corLociri,ieiiio del psaíjo de
Lanzarote y Fuerteventura, con sus archivos públicos destrui-dos,
unas veces por los piratas y en otras ocasiones por la desi-dia
de los guardadores.
La visita de Ruiz Cermefio a Lanzarote y Fuerteventura fue ..-.. AA l.-.- . l . . A m : * - A m +A-'.A.-.m A,, ....%.%+A m-3 .,7-+,,..;+....;" ulla uc 1aD UGLLDLU~~CD ~ u ~ l l a uu au L~a u b c DU a u L u I L I i a L A a y pEXre-chosa
gestión por el comandante general don Miguel López Fer-
1 Instituto Jerónimo Zurita. Madrid, 1947-1950. Tomo 111, 28 parte,
págs. 602-604 y 607.
Núm. 27 (18811 425
2 ANTOi'iIO RUNIEU DE ARMAS
nández de Heredia (1768-1775), hombre de bilioso carácter, que
se hizo célebre por sus ruiáosos altercados con los Cabildos in-sulares,
el corregidor de Tenerife y la nobleza local. En su fa-vor
hay que señalar la generosidad sin tasa, que le atrajo el
amor de los humildes. Durante su gobierno padecieron las is-las,
mal llamadas Afortunadas, sequías, hambres y epidemias.
E1 comandante socorrió a los pobres con crecidas limosnas, a1-
canzó un cuantioso donativo real y proveyó de cereaies y basti-mento~
a Lanzarote y Fuerteventura, graneros de las islas en
aEos lluviosos, que habían sido azotadas por estos males apo-calípticos
'.
José Ruiz CermeTio era un afamado ingeniero, que, proce- a
dente de Cataluña, arribó a Santa Cruz de Tenerife en 1770, N
E
siendo designado Ingeniero segundo a propuesta del comandan- O
te general. Su permanencia en el archipiélago se va a prolongar n -
=m
hasta noviembie de 1773. López Fernández de Heredia sintió O
E
por él una particular estimación, que se hace patente en la co- E
2
rrespondencia del supremo jerarca militar con el ministro de =E
la Guerra 3. 3
Había motivos sobrados para estar satisfecho, pues José Ruiz --
era un concienzudo técnico, un infatigable trabajador y un di- o m
E
bujante excepcional. Bastará con declarar que levantó los pla- O
nos de las ciudades de San Cruz de Tenerife y Las Palmas con n
singular maestría, minuciosa precisión y vistosos coloridos '. -E
Tuvo tiempo además de diseñar Ias plantas y alzados de todas a
2
las fortificaciones con que contaba Santa Cruz, así castillos como n
0
baterías
La comisión visitadora de Lanzarote y Fuerteventura la for- 3
O
maron tres distinguidos militares: José Ruiz -ya menciona-do-,
Luis Marquely, ingeniero extraordinario, y Francisco
Quintanilla, comandante de artillería. Fueron designados por or-
2 JosÉ DE VIERAC LAVIJON: oticias de la HistMiia general de las Islas
de Caz". I=p. Be S!US Ecmá2. P.ir~drid, ???S. Terne 111, p8gs. 468=4?8.
Rvní~vD E ARMASop: . cit., tomo 111, 1~ parte, págs. 490-493.
3 Ibid.
4 Ibid., láminas XXXI y XXVIII. Detalles de ambos planos en las
págs. 293 y 390.
5 Ibid., págs. 9495, 453, 474-475, 479, 481, 485, 488-489, 509, etc.
428 ANUARIO DE ESTL'DIOS ATLANTICOS
den del comandante general de 6 de junio de 1772. Como los
comisionados estaban de regreso en Santa Cruz de Tenerife en
septiembre, hay que deducir que la visita de inspección debió
verificarse por los meses de julio-agosto del año expresado.
La comisión tenia un objetivo secreto y otro público. De
.acuerdo con las instrucciones recibidas, los mandatarios debe-rían
informarse con la mayor discreción de lo que importaba
anualmente el tributo señorial de quintos, cedido por los vasa-ilos
a los señores jurisdiccionales, con la obligación de mante-ner
para defensa de las islas castillos, artilleros, arinas y muni-ciones.
José Ruiz Cermeño da cuenta puntual del encargo en las
Descmpciones, como se verá páginas adelante. Desde el punto
de vista público, los comisionados, como técnicos en la mate-ria.
inspeccionaron !as fortalezas, tomando buena nota de los
desperfectos descubiertos, reparos y mejoras a efectuar en la
arquitectura y de la dotación artillera precisa en las mismas.
La pertinente lectura de los documentos informará al curioso
lector de estos pormenores secundarios, sin que se imponga
comentario ampliatorio. De todos ello puede encontrarse abun-dante
y puntual referencia en la obra Piraterias y ataques na-vales
contra las Islas Canarias 6.
En cambio, revisten notorio interés los datos que José Ruiz
Cermeño nos transmite de carácter geográfico, histórico, demo-gráfico,
agrícola, ganadero, comercial, etc. Por la razón expues-ta
-originalidad e interés- los vamos a comentar con extre-mada
concisión, pues nada será más aleccionador que la lec-tura
en directo de los mismos.
\Xos proponemos en este epígrafe glosar y ampliar -cuando
se tercie- los datos y noticias que se descubren en las Descrip-ciones
sobre las sequías de 1768-1771 y el antecedente y con-siguiente
desarrollo demográfico y económico.
6 Tomo 111, 2.a parte, pzigs. 602-604 y 607.
Num. 27 IIg81)
o ANTONIO RUMEU DE ARMáS
1. La sequia bíblica de 1771.
Los ciclos climatológicos de escasez de lluvias en las islas
Canarias son un fenómeno, por desgracia, harto frecuente, con
signos de mayor calamidad y virulencia que en la España penin-sular,
cuando se producen similares circunstancias. El primer
año seco se comprueba en Lanzarote y Fuerteventura en 1768,
situación que empeora en e1 bienio siguiente, para adquirir
características de auténtica catástrofe en la aciaga fecha de 1771.
Para que se tenga idea de la magnitud de la hecatombe bas-tará
con declarar que en Lanzarote ({perecieron lastimosamente
2.600 personas de sed y hambre, despues de haver tentado en
vano saciarla con I.as carnes y cosas más inmundas)). Esta can-tidad
equiva1.ía a la tercera parte de la población de !a isla.
Otro número no despreciable del censo buscó la salvación en
la huida. Por lo que respecta a Fuerteventura el drama fue aún
más pavoroso, pues por muerte principalmente, y en mucho
menor grado por éxodo vio reducida la pobLación a más de la
mitad de sus moradores 7.
2. Bajo el signo de la mortalidad catastrófica.
Los datos demográficos recogidos por José Ruiz Cermeño en
Lanzarote y Fuerteventura fueron los siguientes:
a) Lanzarote
Año Fuente Vecinos Habitantes
1770 Padrón local 1.939 -
1772 Datos persondes 1.514 -
7 A partir de este momento todos los datos registrados en el presente
estudio, cuando no se haga expresa mención de Ia fuente, proceden de las
Descripciones de Ruiz Cermeño. Ambas (Lanzarote y Fuerteventura) se
transcriben literalmente en los APÉK'DICES 1 y 11.
428 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
b) Fuerteventura
Año Fuente Vecinos Habitantes
1768 Recuento local 2.300 -
1772 Datos personales 1.056 4.408
Los datos demográficos recogidos por el ingeniero militar
en 1772 revisten particular interés, porque tuvo la minuciosa
curiosidad de puntualizar la distribución de vecinos en cada uno
de los pueblos, lugares y pagos de las dos islas que nos vienen
ocupando.
A título de curiosidad, contrastaremos ahora los datos de-mográficos
suministrados por Ruiz Cermeño con otros censos
del siglo XVIII, anteriores y posteriores. Advirtiendo previamen-te
al lector que el valor estadístico de estas cifras es siempre
relativo, a veces erróneo, en general de escasas garantías si los
comparamos con las exigencias cuantitativas del presente.
Año Censo Vecinos Habitantes
Recuento del obispo Guillén
Chancillería de Granada
Conde de Aranda
Padrón local
Ruiz Cenneño
Marqués de Tabalosos
Conde de Floridablanca
o fiI rwueIIio +J "bisPo &uiii&, eri V1r.z~y CLA~~oIp~. Oc-,$ , LL-U- -I-I-lU LA,
pág. 413.
El censo de la Real Chancilleria de Granada se conserva en la BIBLIO-TECA
NACIOXADEL M ADRImD,a nuscrito 2.785. Los censos de Aranda y Flori-dablanca
se guardan en la BIBLIOTECA DE LA REALA CADEMIA DE LA HISTORIA,
-m-a nuscritos 9/6162 y 9/6197. Han sido publicados por FERNANDJIOM ÉNEZ ----<--A. 7 - - n L l - n 2 L 2- 7"- T o T n - fY-4-m-An- -- 7-4 an-a,-A-4 m Z 4 - J A n T ur. unauunru. bu ~WV L U L L V I L UG L U ~ I O C U ~ ~ U I L U I C U . ~ G IL L.U OGY L I I L L L ~II C<~IU.U, UCIC
siglo XVIII, en ((Anuario de Estudios Atlánticos)), n.O 14 (año 1968), pá-ginas
135, 141-143 y 214-217.
ANTONIO RTJMEU DE ARMAS: Una curiosa estadistica canaria del si-glo
XVIII. El «Plan político» del marqués de Tabalosos, en ((Revista Snter-nacional
de Sociología», n.O 4 (año 19431, pám. 182-183.
Núm. 27 Ilg811 429
d) Fuerteventura
Año Censo
Recuento del obispo Guiiién
Cha~cilleríad e Granada
Recuento local
Conde de Aranda
Ruiz Cermeño
Marques de Tabalosos
Conde de Floridablanca
Vecinos Habitantes
- 7.382
2.805 -
2.300
8.860
1.056 4.408
2.792 8.467
- 10.614 9
Son respecto a la evolución demográfica de Lanzarote y Fuer-teventura
pueden establecerse estas conclusiones :
l." En k e a s generales parecen más fiables los recuentos
de población efectuados en el archipiélago que los censos na-cionales.
2." La sobremortalidad de signo catastrófico se remonta rá-pidamente
con el número progresivo de matrimonios, el aumen-to
de la tasa de fecundidad y la inmigración. Un lustro después
de la sequía, la miseria y el hambre, la población de Lanzarote
y Fuerteventura se hallaba casi totalmente recuperada (1776).
3. Sector primario: desamollo agrícola.
Tanto Lanzarote como Fuerteventura disfrutaban en años
normales de lluvias de una agricultura muy favorable, con co--
sechas superabundantes. Las dos islas mencionadas figuraban
en primer lugar dentro de la producción cerealista del archi-piélago.
9 VIERAY CLAVIJO: ap. Cit., tomo 11, pág. 473.
J I ~ ~ EDEZ G REGORIO, págs. 135, 144-146 y 218-224.
RUMEV DE ARMAS, págs. 182-183.
430 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOB
a) Producción en un año óptimo.
Cereales, gramíneas y legumbres
Lanzarote, 1763
(miente: Ruiz Cermeño)
Trigo ......................s..........
Cebada blanca ........................
Cebada romana ........................
Centeno ..............................
Mafz .................................
Legumbres ...........................
Fanegas
40.636
94.908
1.078
3.339
10.028
2.036
Fuerteventura, 11763?
(miente: Ruiz Cermeño)
Fanegas
Trigo ................................. 76.000
Cebada .............................. 153.000
M& .................................. 1.000
b) Producción en un año catastrófico
Cereales, gramíneas y legumbres
Lanzarote, 1772
(Fuente: Ruiz Cermefio)
Fanegas
Trigo ................................. 16.000
Cebada blanca y romana y centeno ... 47.000
&Ia h... .............................. 10.000
Legumbres ........................... 1.000
Fuerteventura, 1772
(Fuente: Ruiz Cerrneño)
Fanegas
Trigo ................................. 7.403
Cebada .............................. 19.577
Maf z ................................. 204
Núm. 27 (1981)
C) Producción en un año de recuperación
Cereales, gramíneas y legumbres
Lanzarote, 1776
(Fuente: Marqués de Tabalosos 10)
Fanegas
Trigo ................................. 26.660
Cebada .............................. 84.1 10
Maíz ................................. 4.000
Legumbres ........................... 1.400
Fuerteventura, 1776
(Fuente: Marques de Tabalosos)
Trigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61.080
Cebada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140.620
Maíz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300
Legumbres ........................... 400
9 los productos agrícolas de primer orden hasta ahora enu-merados
habría que añadir diversidad de cultivos secundarios:
viñas, árboles frutales, patatas, algodón, lino, moral (seda), ba-rrilla,
etc.
Mención particular debe hacerse de la orchilla, ((hierba que
se cría entre los poros, y que se ha hecho de nuestros días tan
recomendables en Londres para los tintes)). Sin embargo, en
1772 hay que señalar un importante retroceso. En Fuerteven-tura,
por ejemplo, ia recolección de orchilla había descendido
de 1.000 quintales, como cifra media, a 400.
4. Sector primario: .riqueza ganadera.
Unos de los renglones más importantes de la economía de
Lanzarote y Fuerteventura fue la ganadería. En este caso con-creto
preferimos la elocuencia de los números a gastar tinta en
palabras con que arropar las cifras.
10 Véase la cita bibliográfica en la nota 8.
432 ANUARIO DE ESTUC:OS ATLANTICOS
a) Recuento ganadero en un año discreto
Lanzarote, 1770
(Fuente: Ruiz Cermeño)
Número
Vacas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.581
Cabras ................................. 13.182
Ovejas .. . ... ... .. . . .. .. . .. . ... ... . .. . .. 9.41 1
Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Burros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 980
Camellos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.602
b) Recuento ganadero en un aíío catastrófico
Lanzaic0ie, 1771
(Fuente: Ruiz Cerrneño)
Vacas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
^.mj2S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Burros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cameiios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Número
1.419
2.364
1.754
26
475
924
Fuerteventura, 1771
(Fuente: Ruiz Cenneño)
Número
Vacas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabras salvajes en Jandia ... ... ... ...
n..ni<n
V V l r J U Y ... ... .. . ... ... ... l. ... ... . .. i..
Cerdos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Burros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Camellos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
NOTA: Según atestigua Ruiz Cermeño las pérdidas experimen-tadas
por Fuerteventura en su ganadería podían valuarse en «tres
quartas partes)). Si nos atenemos a estos porcentajes, la isla con-taría,
antes de la catástrofe, con 4.755 vacas, 48.096 cabras, 16.041
ovejas, 4.719 camellos, etc., etc. Estas cifras, ligeramente exage-
Núm. 27 (1081)
28
10 ANTGNIO RUMEU DE ARMAS
radas, están confirmadas sustancialmente por el recuento poste-rior.
Desde luego, Fuerteventura perdió en el año catastrófico de
1771 el 60 por 100, cuando menos, de su riqueza ganadera.
c) Recuento ganadero en año de recuperación
Lanzarote, 1776
(mente: Marqués de Tabalosos)
Número
Vacas ................................. 2.912
Cabras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.228
Ovejas .................................
Cerdos ................................. 1.098
Caballos .............................. 65
Burros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 914
Camellos .............................. 1.723
Fuerteventura, 1776
(Fuente: Marqués de Tabalosos)
Número
Vacas ................................. 3.438
Cabras ................................. 39.707
Ovejas ................................. 9.666
Cerdos ................................. 310
Caballos .............................. 97
Burros ................................. 882
Camellos .............................. 2.052
José Ruiz Cermeño atestigua en sus escritos diversos extre-mos
relacionados con la ganadería: ({Antiguamente se criaban
en la ysla [de Lanzarotel cavallos de mui buena casta, pero de
poco tiempo a esta parte se han perdido enteramente.)) Prosi-guierldu
eri su ariáiisis, añade: «¿as cavaiierías que más usan
sus naturales son los camellos, animales de admirable utilidad,
asi para el tráfico como para el arado y la trilla; fuera de que
se alimentan de sus carnes, y del cebo hacen jabón y velas de
buena calidad.))
434 ANUARIO DE ESTUDIOS ATZANTICOS
4. Sectores secundario y terciario.
En una economía rudimentaria como la de Lanzarote y Fuer-teventura
en el siglo XVIII, con prevaiecimiento masivo de las
actividades propias del sector primario, !a industria y el comer-cio
estaban totalmente supeditados y al servicio de los intere-ses
agropecuarios.
La industria era esencialmente casera, limitándos~ a trans-formar
productos de esta doble índole: vino, aguardientes, que-sos,
jalson, velas, etc. Ruiz Cermefio registra en sus páginas al-gunos
detalles dignos de realce: «Los bolcanes -d.ice rcfirién-doce
a Lanzarote-, que empezaron en el año 1730 y no deja-ron
de vomitar hasta el de 1735. arrojaron sobre las tierras de
la ysla tan grande cantidad de arena que las fertilizaron sobre-manera;
dr modo que desde entonces han plantado sus fiatura-les
bastantes árboles frutales y viñas, que han aprovechado mu-cho:
Sien que el vino que producen es agrio y de poca fuerza,
y solo sirve para hacer aguardiente.» En relación con Fuerte-ventura
el propio autor puntualiza lo que sigue: «Produce asi-mismo
más de 400 pipas de vino ... ; hácense también más de
800 quintales de queso ... Se coje seda de buena calidad, la su-ficiente
para el uso y corto gastos de la tierra ... »
Los productos fundamentales del comercio interinsular y ex-terior
eran cereales, gramíneas. legumbres, orchiIla, algodón, ga-nado,
lana, queso, etc. Algunos aspectos del mismo merecen ser
señalados : {(Antiguamente tubo esta ysla (Fuerteventura) un
grande comercio con la de Madera, perteneciente a Portugal, y
era el algodón uno de sus ramos principales; pero ya en el día,
quando más, sólo produce anuaImente sesenta quintales de esta
especie.))
111. ORGANIZACPIO~LNÍ TICAP SISTEMA TRIBUTARIO.
TT_- -- -- - V lUA KSPIXITUAL
Los pormenores que nos suministra el comisionado Ruiz Cer-meño
sobre las instituciones políticas, régimen fiscal y compor-tamiento
religioso son bien exiguas si los comparamos con los
Núm. 27 (1981) 435
12 ANTONIO EUMEU DE ARMAS
de índole socio-económica hasta ahora registrados. Pese a esta
circunstancia de parquedad, revisten indiscutible interés.
1. Organización politica.
Tanto la isla de Lanzarote como su hermana Fuerteventura
constituían dos señoríos jurisdiccionales, detentados, respectiva-mente,
por el marqués de Velamazán1I y don Francisco Bau-tista
Benítez de Lugo y Arias Saavedra 12. Correspondía a am-bos
la designación de autoridades y la percepción de impuestos.
La autoridad superior era el alcalde mayor. En Lanzarote
había además un alguacil mayor. El Cabildo o Ayuntamiento
estaba formado por diversos regidores de designación sefioriai.
El mando militar correspondía al gobernador de las armas,
cuyo nombramiento era de exclusiva atribución del comandan-te
general.
En Fuerteventura era opinión generalizada la existencia, en
tiempos remotos, de un juez de Indias, encargado de regular el
comercio con América, pormenor que no parece tener demasia-do
fundamento.
Las dos islas contaron otrora con un pósito, de lánguida y
precaria existencia. El de Lanzarote sucumbió, en buena parte,
por la desaprensiva conducta de su administrador, el alférez de
milicias don Andrés Antonio Fernández de Castro. La turbia
conducta de este empleado dio lugar a una visita de inspección
ordenada por la Audiencia, y que llevó a efecto el licenciado don
Francisco de Sosa y Montes de Oca. Después de su muerte hubo
que proceder al embargo de sus bienes.
Lanzarote había contado en tiempos pasados con un hospi-tal,
emplazado en la villa captal, Teguise, en las proximidades
de la ermita de la Vera Cruz. En 1772 se hallaba por completo
arruinado. El patronato del mismo correspondía, por la estirpe
Aya!a, a iidm Agzsti:: Cabrera Eetunccurt Ayda, r~rene! de
milicias de Fuerteventura)).
11 JosÉ DE VIERAY CLAVIJON: oticias de la Historia general de las Islas
de Canaria. Madrid, 177. Tomo 11, p8g. 410. * Ibiü., p&. 470.
ABC: ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
2. Sistema tributario.
El régimen fiscal implantado en Lanzarote y Fuerteventura
reservaba para la Corona 1.a percepción del impuesto de entrada
de mercancías y la renta del tabaco. Los señores jurisdiccionales
disfrutaban del monopolio de las salinas y Ia orchilla, amén del
impuesto de quintos sobre las salidas de granos y ganado.
Eh remate de estos impuestos en Lanzarote, por parte de los
recaudadores, quedó fijado en las siguientes cantidades :
l. Salinas = 1.250 pesos.
2. Orchilla = 1.200 pesos.
3. Quir?,tgs = 2.M peses, 3 reales y 4 cuirtos.
Los señores contaban además con múltiples «terrazgos» di-seminados
por las dos islas, de los que obtenían mentas de
trigo, zebada, maíz y dinero».
3. Vida espiritual.
Lanzarote y Fuerteventura contaban, respectivamente, con
un vicario eclesiástico, designado por el obispo de Canarias. En
Teguise residían asimismo sendos comisarios del Santo Oficio
y Cruzada.
La parroquia de Teguise estaba dotada de dos beneficiados
de provisión real, mientras la de Betancuria contaba con una
sola plaza, cuyas rentas se repartían dos clérigos. Cada una de
las islas se auxiliaba con dos ayudas de parroquia. En Lanzaro-te
se localizaban en Haría y Yaiza; en Fuerteventura, en Pá-jara
y Oliva.
En Teguise existían dos conventos de frailes: San Francis-co
(15 religiosos) y Santo Domingo (10); este dltimn posefa
{grandes heredades)). En Betancuria sobrevivía el convento de
franciscanos (10 religiosos), «haviéndose arruinado otro inme-diato
a él, que fundó el señor San Diego de Alcalá».
Núm. 27 (1981) 437
ANTONIO RUMEU DE ARMAS
APENDICE 1
Previa noticia de la ysla de Lanzarote, su situación, lugares, nú-,
mero de vecinos, ganados, comercio, etc., con una exacta descrip-ci6n
de sus fortalezas, costas y puertos, inclusos los reparos de que
neoesitan, con cálculo de su costo. Dispuesta, en virtud de orden,
con fecb de 6 de junio, del excelentisirno señor don Miguel López
Pernández de Heredia, comandante general de estas yslas, por el
yngeniero ordinario don Joseph Ruiz, quien acompafiado del ex-traordinario
don Luis Marqueli, pasó al reconocimiento de dicha
ysla en .este año de 1772
La ysla de Lanzarote, cuio nombre la dio qiiando la avistó, en
el afio de 1400, Juan de Betancourt, cavallero normando, en obse-quio
sin duda de alguna persona de su conocimiento, es la más a
oriental de las Canarias; y tiene 28 grados 30 minutos de altura, N
E
5 grados 20 minutos de longitud, diez leguas de largo, cinco por la
parte más ancha, tres por la más angosta, veinte y quatro de cir- O
-n
cunferencia y treinta de distancia a la costa de Africa. Su tempe- =m
ramento es mui sano, lo que se puede atribuir tanto a la sequedad O
E
de su terreno como a los vientos nortes que de continuo reinan en E
2
elia. Sus naturales son de buen talle, fuertes, robustos y bastante- E
mente morenos y desidiosos; rústicos e ignorantes mas que en =
las otras yslas. En el día, aunque pasan por españoles, son un 3
mixto descendiente de los antiguos avitantes, de normandos y otros -
europeos que los subiugaron y de moros que Diego de Herrera -
0m
y otros traxeron cautivos a esta ysla para su población. E
Los bolcanes, que empezaron en el año de 1730 y no dejaron O
de vomitar hasta el de 1735, arrojaron sobre las tierras de la ysla
tan grande cantidad de arena que las fertilizaron sobremanera, de n
modo que desde entonces han plantado sus naturales bastantes ár- -E
a
boles frutales y viñas que han aprovechado mucho, bien que el A
vino que producen es agrio y de poca fuerza, y sólo sirve para hacer n
aguardiente. 0
W5,ilacse seis fuentes peremnes a la parte del norte, dos al este y 3 una ni oueste. Las del norte son las de Fainara, Marama,zgo, de las O
Nieves o del Rey, EIvira Sánchez, Zafantía y Aguza; la primera
se puede conducir a la villa, y las aguas de la última tienen fama
de mui medicinales. Las dos del este se llaman la de la Montaña
y la ?e Temisa, que es la más abundante de todas. Y la del oueste
es la de Femés. Fuera de eso, ay muchos pozos, los más de agua sa-lobre,
y bastantes algibes en que recojen los naturales las aguas
llubias para su uso y el de sus ganados.
No ay molinos de viento ni de agua: cada vecino tiene su ta-hona
particular que hace rodar un camello.
Consta por padrón sacado en diziembre de 1770 de que havía
entonces en la ysla 1.939 vecinos, 2.782 hombres desde la edad de
doze años inclusive hasta sesenta exclusive y 216 de sesenta inclu-sive
arriba, pero las cortas cosechas de algunos años consecutivos
438 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
y la sequedad experimentada en el últmo de 1771, haviendo redu-cido
a estos naturales, ya indigentes de por sí, a la última necesi-dad
y miseria, precisó a muchos a abandonar la ysla, donde pere-cieron
lastimosamente más de 2.600 personas de sed y hambre,
después de haver tentado en vano saciarla hasta con las carnes
y cosas más inmundas.
Por el estado siguiente, formado en este año de 1772, se podrá
notar la diferencia y la triste situación a que se halla en el día
reducida esta ysla.
Lugares y Pagos
de la ysla
Número
de vecinos
Villa de Teguise,
capital de la
ysla ............
Soó ...............
Tiagua .......--. .
Mixñique .........
Yuco de Arriba.
Yuco de Abaxo.
La Vegueta ......
Ciichilln .........
Tinajo ............
Taxaste .........
Tinguatén ......
Ugn ............
Yayza, aiuda de
parroquia ......
Degollada ......
Sreiías . . . . . . . . .
Femés ............
Casitas .........
Themuyme ......
Asomada .........
Geria ............
Tias ae ~ v a x o.. .
Tías de Arriba ...
Conil ............
Mordache ......
Montaña Blanca.
Calderetas ......
Tomara .........
Guime ............
San Bartholomé.
Tao ............
Mosaga .........
Corral de Guírrez
Argana , ........
Hombres de 12 años Hombres
inclusive hasta 60 de
exclusive 60 arriba
Núm. 27 (19811
Hombres de 12 años Hombres
Lugares y Pagos Número inclusive hasta 60 de
de la ysla de vecinos exclusive 60 arriba
Puerto CavaIios, o
del Arrecife ...
Nazareth .........
Tayche .........
Teseguite .........
Manguía .........
Tayga ......... L.2
Mojón ............
Valle Primero ...
Valle Segundo ...
Guenía .........
Guatiza .........
Mala ............
Tubuyesc3 ...T.. h
Montaña .........
Haría, aiuda de
parroquia ......
Magues .........
1.514 vecinos 2.007 hombres de armas 129 viejos
Ygualmente, la continua mortandad de ganado, que de al-tiempo
se nota en la ysla, se ha hecho bastante sensible en el año
pasado, pues en el de 70 se contaban:
Bacas ........................... 2.581
Cabras ........................ 13.182
Obejas ........................ 9.411 Cavallos y yeguas ............... 61
Camellos ........................ 1.602
Burros ........................... 880
Y en el día sólo existen los siguientes:
Bacas ............................ 1.419
Cabras ........................ 2.364
Obejas ........................... 1.764
Cavallos y yeguas ............... 26
Ca.mellos ........................ 924 Burros ........................ .. .. 475
El comercio de esta ysla se reduce a orchilla, hierba que se cría
entre los poros de las piedras y peñas, y que se ha hecho de nues-tros
días tan reconmendable en Londres para los tintes. Puédese
creer que la orchilla fue la púrpura getuliana de los antiguos, pues
fa costa de Africa adyacente y a las yslas Canarias, que abunda
tanto en ella, se llamaba antiguamente Getulia.
440 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A trigo, zevada, centeno, maíz y legumbres, de que en años abun-dantes
no solamente tienen para su uso, sino para exportar gran-des
cantidades a las demás yslas, y asimismo a ganados.
Antiguamente se criaban en la ysla cavallos de mui buena casta,
pero de poco tiempo a esta parte se han perdido enteramente. Las
cavalierías de que más usan sus naturales son los camellos, anima-les
de admirable utilidad así para el tráfico y transporte como para
el arado y la trilla, fuera de que se alimentan de sus carnes y del
cebo hacen jabón y velas de buena calidad.
La cosecha de este año aun con no haverse, por falta de granos,
sembrado más que la tercera parte de las tierras que en otros se
acostumbran, asciende proximamente a diez y seis mil fanegas de
trigo, quarenta y siete mil de centeno, zevada blanca y romana, diez
mil de maíz y mil de legumbres. Pero en años mejores, como lo
fue el de 1763, llegó a la cantidad de 40.636 fanegas de trigo, 94.908
de zevada blanca, 1.078 de zevada romana, 3.339 de centeno, 10.028
de maíz y 2.036 de legumbres, y a mucho más, dicen, en el de 1752.
La yo!Cu tiene cabildo -~.-..,l-- -----T.:- -- 1- T7411- --- A-- -70 n n~uurcu,p arr uyurm GAS la v rua b v ~ ul vn
beneficiados, provisión de Su Magestad, y distintos eclesiásticos,
dos curatos, uno en Haría y otro en Yaiza, dos conventos en la Viila,
uno de San Francisco, con quinze religiosos, y otro de Santo Domin-go,
con diez, que posee grandes heredades. Repartidas en la ysla,
en distintos lugares, se cuentan hasta veinte y dos hennitas.
Su govierno se reduce a un alcalde maior, alguacil. maior con
otros ministros para ia administración de ia real jurisdicción ordi-naria,
un governador de las armas para la militar, que nombra la
comandancia general, un vicario eclesiástico, un comisario de San-to
Oficio y otro de Cruzada.
Tiene, asimismo, salinas, orchillas y derechos de salida de gra-nos
y ganado que llaman quintos. En el año presente están rema-tadas
las salinas en mil doscientos y cinquenta pesos, las orchillas
en mil y doscientos y los quintos en dos mil quarenta y un pesos,
dos reales de plata y quatro quartos de yslas Y, cuio interés percive
el señor de la ysla con los de las rentas de trigo, zevada, maíz y
dinero de sus muchos terrazgos, y Su Magestad nada más que lo
poco que le dan los derechos de entradas y renta del tabaco.
Que por un libro antiguo, que se ha hailado en el arca del Ca-bildo,
consta que hubo en otros tiempos en la ysIa un pósito u alhón-diga
bastante considerable, y que haviéndola saqueado los moros
en el año de 1618 se perdieron y quemaron todas las escripturas
orisindes y papeles del oficio fje eucri7-8 lisSta eri los afios
1625 y 1690 se bolvieron a formar dos libros de cuenta y razón de
dicho pósito; el que persistió y se conservó hasta el año de 1719,
en que parece se consumió su caudal por haverse divertido en deu-
1 (al margen:) valor de los quintos.
Núm. 27 (1981)
das de los vecinos y del administrador, que lo fue el alférez don
Andrés Antonio Fernández de Castro, a quien después se le toma-ron
diferentes cuentas por los jueces de residencia que vinieron a
esta ysla, y la última fue, en el año de 1743, por el licenciado Fran-cisco
de Sosa y Montes de Oca; y haviendo fallecido dicho admi-nistrador,
por pedimento que dió el fiscal del Rey en la Real Audien-cia
de estas yslas, libró dicha Audiencia provisión, con fecha de
31 de mayo de 1749, para que el alcalde maior de esta ysla embar-gase
todos los vienes que se hallasen haver quedado del citado ad-ministrador,
lo que se efectuó, según consta por las diligencias
puestas a continuación de la expresada provisión. Y en este estado
han quedado las cosas, no haviendo havido después acá otra nove-dad
sobre el asunto.
No ay duda que fuera mui útil bolverle a restablecer, tanto en
atención a los años malos en los que abandonan los naturales la
ysla o perecen fatalmente de necedidad, como respecto a la mucha
indigencia en que viven la maior parte de los vecinos, quedándose
~ Z L , veces Lq,nci~ltzsl is f,ier,rzs ger f&2 de ,g-znes 21 t i e ~ p e
las siembras.
También fuera conveniente el restablecimiento del hospital, que
se halla oy día arruinado y contiguo a la hermita de la Vera Cruz
en esta villa. Se sabe que tenía rentas y que al vicario don Ambro-sio
Ayala, heredero de los que le dejaron establecido, lo ha hereda-do
don Agustín Cabrera Betancourt y Ayala, coronel de milicias de
Fuerteventura, en cuio poder paran los papeles concernientes a
dicho hospital.
El número y estado de las fortificaciones de la ysla es el si-guiente:
Castillo de Guanapay o de Santa Bárbara
%te castillo se halla situado sobre una eminencia ventajosa, a
un quarto de legua de distancia de la villa de Teguise, capital de
la ysla, y a dos de corta diferencia de mierto Cavallos o del Arrecife.
Encierra en si una atalaya que registra parte del mar del norte y
quasi toda la del sud y este. Su figura irregular se compone de dos
baluartes mui pequeños y de dos torreones; tiene en el plano infe-rior
avitaciones para la tropa y un almacén de pólvora el todo de
bóveda y. asimismo, un puente levadizo; en el superior sobresale
en medio de la esplanada un quarto que sirve de sala de armas,
cubierto con azotea que recoje Ias aguas para una cisterna de bas-tante
capacidad que existe vaxo de dicho quarto.
Este castillo, atendida su corta extensión, solo puede servir de
abrigo a la gente inútil, niños y mugeres que se retiren a él con sus
efectos en caso de invación de enemigos o moros.
En medio de la montaña de advierte una concavidad llamada la
Caldera, con su algibe, y forma un retrinceramento natural que en
la ocasión puede ser mui útil y ventajoso.
Los reparos que necesita su fortificación se reducen a ripiar to-
442 Ah'LrARIO DE ESTLrDIOS ATLANTICOS
dos sus muros, hacer de nuebo mucha parte de sus parapetos, re-mendar
otros, formar algunas troneras, hacer el puente levadizo
nuebo con su molinete y cadenas y las puertas de tres claravoyas
con su herraje *, cuio costo total ascenderá prudencialmente a nue-becientos
y cinquenta pesos 3.
Tiene dos cafiones del calibre de a 8, dos de a 5 y uno de a 3
de bronce, y dos de hierro del calibre de a 2 y de a 3, y necesita
para su mejor defensa dos cañones del de a 16 o de a 184.
Torre de San Gabriel, en el Puerto de Arrecife
La sitiiación de esta torre es sobre un yslote o peñasco de bastan-te
extensión unido a la ysla por medio de una calzada o puente
que no tiene más de un ojo mui pequeño, vaxo del qual pasan las
lanchas que se comunican del Puerto de Naos a Puerto Cavallos
eon d el Apirarrei"c ifien.f eErs- iodre figura quadrada con sus parapetos a barbeta; a;y aviisci"ii para la ii-opa,--una de aiTLias
y un almacén de pólvora el todo de bóveda; tiene, asimismo, dos
buenos algibes y delante de la puerta un tambor con su estacada.
Esta torre defiende bien la entrada del Puerto del Arrecife e,
igualmente, a el de Naos, siempre que tenga artillería gruesa.
Sus muros se hallan en buen estado, y solo es necesario ripiar
exteriormente alguna parte de elios y componer porción de sus
parapetos 5.
También necesitan de composición las murallas y piso de la
calzada como, asimismo, los pies derechos del ojo que han descar-nado
las corrientes 4
El Puerto Cavallos, o por otro nombre de Arrecife, formado por
cadena de peñas, es excelente pero de poco fondo, pues en las gran-des
mareas solo tiene doze pies de agua, por cuio motibo entran
únicamente a carenarse en él las embarcaciones de poco buque. El
ningún cuidado que de él se ha tenido y las corrientes de las aguas
que no tienen más salida que por el ojo del referido puente, han
depositado insensiblemente tan gran catidad de arena que si no
se remedia con abrir uno o dos ojos más al puente, se puede temer
que en breve tiempo se inutilize totalmente 7.
TadG e! c=ct= Ue 1rí0u-u mrlrovrni"rri"iLninuuaurwl ou c "nul-,ir-o"c,i cevngncirírn* uniw;llrv<u,ril"n rp?ln CilciC?*UoInI- -
cial, pcdrá ser de quatrocientos pesos8.
Ymmediato al Puerto del Arrecife y al sud-este de la ysla se
halla el Puerto de Naos. Qualquier navío que no cale más de 18 pies
de agua puede entrar en él en marea alta y quedar al abrigo de
2 (al margen:) reparos que necesita.
3 í aZ margen:) cálculo.
(al margen:) ydem, artillería.
5 (al margen:) reparos que necesita.
6 (al margen:) ydem.
7 Cal margen:) ydem.
8 la1 margen:) cálculo.
Núm. 27 (19811
20 ANTONIO RUMEU DE ARDdAS
todas mares y vientos. Navegando lo largo de la costa parecen an-cladas
las embarcaciones en playa abierta, pues está formado este
puerto, así como el de Cavallos, por una cadena de peñascos que
no se puede percivir hasta cierta distancia y aun a muchos de ellos
los cubre siempre el agua, por cuia razón ay dos mojones en tierra
que sirven de señal a los navíos para poderse alinear y entrar con
seguridad. También tienen otra entrada que llaman la entrada de
tierra donde ay más agua, pero es mui expuesta, pues para con-seguir
entrar por ella es necesario que las embarcaciones se arri-men
mucho a la costa. En todas las yslas Canarias no ay paraja
más adecuado para carenar y reparar los navíos de porte y, por
tanto, es mui frecuentado a este fin por los que comercian en ellas.
Este puerto no tiene más defensa que la que saca de un frente
de la torre de San Gabriel, algo distante, y por lo mismo convendría
proveerla con dos cañones más de a 24 y construir, asimismo, en la
punta llamada la Cueba de Ynés la batería proyectada por el yn-geniero
en segundo don AIexandro Des Angles, que pasó a manos.
del actual comandante general de estas ysfas para 1a real aaproha-ción
9.
Torre de San M,arcial
Por el sud-oueste de esta ysla, en la playa de las Coloradas u
de Rubicón, sobre una punta llamada del Aguila, parte la costa de
un canal de tres leguas de ancho formado por las dos yslas de Lan-zarote
y Fuerteventura y paso preciso para el comercio de ambas,
está colocada la torre llamada vulgarmente del Aguila o del Ru-bicón.
Su figura es circular y se haila en el mejor estado respecto de
haverse reedificado y aumentado en el año de 1769; tiene puente
levadizo, aloxamiento para la correspondiente tropa, un repuest~
de pólvora y dos pequeños algibes. Inmediatamente a la torre ay
algunos pozos que aunque de agua salobre se sirven de ella.
Tiene dos cañones del calibre de a 10, y necesita para su defen-sa
de dos más de a 24 lo.
Este paraje de las Coloradas o del Rubicón es memorable en le
y.stotoria (sic) de las y$as por haverse dado desde aquí principio,
a la predicación evangélica y a la conquista de Lanzarote. Juan de
Betancourt edificó en él una yglesia con la invocación de San Mar-cial
de Rubicón, la primera que hubo en yslas. El obispo de ella,
antes de conquistarse la Gran Canaria, se firmaba obispo de Ru-bicón,
y fue el primero un tal Alberto, frayle franciscano que vino
a Rubicón en el año de 1408. Después fue removida la silla episco-pw!
en e! 2 % ~14 % a l i ciudad de Las P 8 . h 8 ~e, n Canaria, donde oy
día permanece, y el primero que la ocupó en aquella ysla se llamó
don Juan de Frías.
9 (al margen:) artillería que necesita. Ydem. batería.
10 (al margen:) artillería que necesita.
444 ANUARIO DE ESTL'DIOS ATLANTICOS
A más de las mencionadas torres y castillo, ay en la ysla dos
garitas y quatro atalayas dispuestas de modo que descubren todas
las costas, y avisan sus centinelas las embarcaciones por qualquiera
parte que vengan.
La guarnición del ya expresado castillo y ambas torres de esta
ysla se compone de un condestable y su theniente con quatro mi-l
iciano~q ue se mudan diariamente, y respecto de vivir los más de
ellos mui distante y hallarse en la maior pobreza en una tierra
tan mísera resulta de que están mal asistidas y quasi del todo aban-donadas,
careciendo por las noche de luz, camas y otros utenslios
necesarios para la comodidad y defensa de la guardia, por cuio
motibo me parece regular se les provea de dichos utensilios y se
nombren quatro milicianos más, todos con la gratificación de un
-r -~--n ld e plata al di-! 11; 10- qi~ed phpran alternar cada semana con
uno de los condestables que tienen sueldo continuo, previniéndoles
mantengan de día y de noche su centinela para dar aviso de quanto
ocurra.
Convienen estos naturales en que el tributo de los quintos, que
pagan al señor de la ysla 12, se les impusieron ellos mismos volunta-riamente
con el fin de que los fortificase y defendiese contra los
liicültcjs de :os ii;GOs q ~ ee~y e r~e n t a b a ;c;o r; f ree~encia,y siendo
esto así, se seguiria que debiera pagar las referidas gratificaciones,
como asimismo la dotación de ochenta pesos anuales, que hallo por
conveniente se señale para los gastos y entretenimiento de dichas
f ortificaciones 13.
En toda la costa del oueste de la ysla y en la del sud, desde la
punta de Montaiia Roja hasta la del Jabliilo, que comprende la
distancia de siete leguas, se puede desembarcar fácilmente. Siguien-do
desde esta punta por toda la costa del este, los sitios que se en-cuentran
para un desembarco son: toda la playa de los Ancones
de dos leguas de largo, y los puertos de Arrieta y Cantería, a tres
leguas uno de otro, paraje desierto y de términos para la cría de
ganados. De este último puerto a continuación, po$ todo el norte
de la ysla, solo se puede saltar en tierra, con mucha dificultad (aten-didos
los riscos, escarpados y mala mar), en una caleta donde están
las salinas del sefior de la ysla y en la caleta de Famara, habiendo
inutilizado un volcán el puerto de Janubio, que era antes el mejor
de todos.
También se encuentra a la parte del norte un espacioso puerto
llamado el Río, el qual viene a ser un estrecho o canal que divide &,. y& & !a dp G~ ~ C ~ Cy ) FtieZn,e f~)ndce n y= mitgd dy y&
siete brazas de agua. En tiempo de guerra suelen anclar en él las
embarcaciones para hacer aguada, pues en sus extremos se hallan
1' Cal margen:) guarnición que necesita.
l2 (al margem) imposición de quintos.
l3 (al margen:) dotación anual para mantener las fortificaciones.
22 ANTONIO RUMEU DE ARíMAS
las fuentes de Zafantía y Aguza, y, entre estas dos, las Salinas;
siendo lo único a que por esta parte pueden aspirar, por no haver
batería que los aleje, y ser por otra mui difícil el internarse por
razón de la altura de los riscos, cuia subida pueden ventajosamente
defenderse con mui poca gente.
Al norte de este caria1 está la ya mencionada ysla de la Graciosa,
estéril e inavitada, la qual tendrá unas tres millas de largo y dos
de ancho, y solo sirve a los naturales de Lanzarote para pastar en
ella sus ganados en tiempo de ynvierno.
Quatro o cinco millas a1 norte de la Graciosa está situada Ale-granza,
ysla mui alta y peñascosa, estéril, destituida de agua y,
por consiguiente, inavitada. No es tan larga como la Graciosa, pero
produce orchiila y se crian en sus orillas grzn cantidad de parde-las,
aves mui semejantes a las gabiotas, de las cuales sacan los de
Lanzarote azeyte y grasa para alumbrarse, por cuio motibo la
arriendan cada año, y en este lo está en la cantidad de ciento y cin-quenta
pesos.
Zercz. de ocho miiias a ia parte dei este de ia Aisgranza y Gra-ciosa
ay un grande y elevado peñasco llamado Roca del Este, y a la
partv del ouvste de las mismas yslas se encuentra otro de la misma
magnitud dicho la Roca del Oueste.
A tres leguas, con corta diferencia, al sud-oueste de la Graciosa,
se halla la inavitada ysla de Santa Clara, llamada por otro nombre
Montaña Clara, que no tiene más particularidd que la de arren-darse
del mismo modo que la de la Alegranza para la caza de la
pardelas, para cuio efecto se ha arrendado en el presente año en
sesenta pesos.
Por todo lo hasta aquí referido, vista y atendida la situación y
estado de esta ysla de Lanzarote, no me parece necesita más forti-ficaciones
que las ya hechas y proyectada; y si dado el caso se
quieran construir en ella más, soy de sentir que solo sean torres
fuertes que se puedan guardar con poca gente y sirvan en la oca-sión
para dar aviso a los del pays y asegurar las embracaciones,
principalmente en toda la costa del sud, que por naturaleza es la
más indefensa y expuesta. Santa Cruz de Tenerife, 1 de octubre de
1772. = Joseph Ruiz 14.
APENDICE 11
Breve descripción de la ysla de Fuerteventura con la exacta de
sus fortificaciones, atalayas, puertos, playas y costas, inclusos los
reparos y gastos de que necesitan las primeras para su maior de-fensa.
Dispuesta, en virtud de orden con fecha de 6 $E? junio del
excelentisimo señor don Miguel López Femández de Heredia, co-mandante
general de estas yslas, por el ingeniero ordinario don
Joseph Ruiz quien, acompañado por el extraordinario don Luis Mar-queli,
pasó a2 reconocimiento de dicha ysla en el presente año
de 1772.
14 Archivo de Simancas: Guerra Moderna, leg. 3.797, n . O 1.
446 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Hállase situada esta ysla a 28 grados, 44 minutos de latitud y
5 grados, 20 minutos de longitud. Tiene de largo treinta y seis le-guas
y en su mitad seis de ancho, y dista diez y ocho de la costa de
Africa. No se save con certeza la etimología del nombre de Fuerte-ventura
que oy tiene, como ni tampoco el de Fortuita que la dieron
los franceses quando vinieron a su conquista vaxo las órdenes de
Juan de Betancourt. También se llamó Herbaria en atención a la
abundancia y variedad de sus hierbas, y Buenaventura por un con-vento
fabricado en ella por Diego de Herrera con dedicación al
santo de este nombre, según unos, y, según otros, en reverencia de
este seráphico doctor, por haverse conquistado el día 13 de julio
consagrado con su dichosa muerte.
Con la diferencia de no estar sugeta a vientos tan fuertes, es uno
mismo el termperamento de esta ysla y el de Lanzarote, e iguales pro-piedades
tienen sus avitaates, sr se añade la de ser a h mucho más
desidiosos sin comparación los de Fuerteventura, pues se verifica
que para sembrar sus campos, segar y trillar sus mieses hechan
mano de los naturales de Tenerife, Canaria y Hierro, que vlenen a
su tiempo a ejecutarlo. Consiguientemente, se hallan quasi siempre
en la maior infelicidad, siendo su alimento contínuo un amazijo que
llaman gofio, hecho con agua y semilla de la hierba vidriera o ba-rrilla,
a que dan aquí el nombre de cosco, y crece sin cultibo en
esta ysla con admirable abundancia y fecundidad; a más de la ex-presada
semilla hacen también gofio en años estériles de las mal-vas,
aselgas silvestres, del grano del orujo de la uba y otras.
Los españoles dieron a los avitantes de Fuerteventura el nombre
de mahoreros, alusivo a la especie de zapatos que llevaban llama-dos
mahos en su lengua, cuia voz y calzado todavía subsisten.
A esta desgraciada ysla aun la han cavido en suerte maiores
infortunios que a la de Lanzarote, pues son cinco los años consecu-tivos
que por falta de agua ha perdido del todo sus cosechas, siendo
así que es la más llana, fértil y abundante de todas las Canarias
en ganado y granos, en tal conformidad que es mui común, en
años de Ilubias, ver espigas de trigo con catorze carreras cada una
y dar por uno ciento y veinte, pasando entonces de 76.000 fanegas
de trigo, 153.000 de zevada y 1.000 de maíz las que se cojen en esta
ysla. En iguales años, produce asimismo más de 400 pipas de vino,
400 quintales de frutas pasadas y de ocho a diez mil fanegas de
papas. Hácense también más de 800 quintales de queso, y se extraen
más de 5.000 machos cabríos, 4.000 carneros y 600 quintales de lana.
Se coje seda de buena calidad, la suficiente para el uso y corto
gasto de la tierra.
Antiguamente tubo esta ysla un grande comercio con la de Ma-dera,
pertemcivrite s P e r t ~ g dy, em e! a!g~USn une de SUS mmns
principales; pero ya en el día, quando más, sólo produce anual-mente
sesenta quintales de esta especie. Ygual decadencia se ha
esperimentado en la orchilla, excediendo antes la cantidad de
1.000 quintales la que se recojia en cada un año, quando ahora
apenas si llega a la de 400. El arrendamiento de ella, que está en
el presente año en siete mil y quinientos pesos, le percive el señor
24 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
de la ysla; también percive, así como en Lanzarote, el de los quin-tos,
que asciende en este quinquenio a dos mil ciento cincuenta y
ocho pesos anuales 15.
Consta por el padrón de este año haver en Fuerteventura 1.056
familias y 4.408 personas, entre las quafes 2.076 hombres y 2.332 mu-geres.
Por el mismo se ha hecho el siguiente estado en el que ban
expresados todos los lugares y pagos de la ysla, con distinción del
número de vecinos de cada uno de elios y de los hombres desde la
edad de doze años inclusive hasta sesenta exclusive, y de sesenta en
adelante.
Lugares y Pagos
de la ysla
Villa de Santa
María de Be-
L - .. - - - --. - ~arlcuria, capi-tal
de la ysla.
Vega de Río de
Palmas .........
Pago del Espinal.
Triquivijate ......
Antigua .........
Pago de Mani-nubre
.........
Agua de Bueyes.
Casillas de Mora-les
............
Valles de Ortega.
Rosa de Zapata y
Goma .........
Lugar de Páxara,
ayuda de Pa-rroquia
.........
Pago de Barjada.
Pago de Toto ...
Pago de Enduge.
Pago de Mesquez.
Lugar de San Jo-seph
............
Pago de Cardón.
Pago de Chilegua.
Pago de Adexe ...
Pago de ia Fio-rida
............
Lugar de Chis-quimanita
......
Hombres de 12 años Hombres
Número inclusive hasta 60 de
de vecinos exclusive 60 arriba
15 (al margen:) valor de los quintos.
4 8 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Hombres de 12 años Hombres
Lugares y Pagos Número inclusive hasta 60 de
de la ysla de vecinos exclusive 60 arriba
--
Lugar de Tuine-xe
............
Pago del Espina1
de Abaxo ......
Lugar de la Am-puyenta
......
Pago del Alma-sigo
............
Pago de los Lla-nos
de Santa
Ynés .........
Lugar del Valle
de Santa Ynés.
Florida de Tao ...
Lugar d? Tefía ...
Lugar de las Casi-llas
del Angel.
Pago de Texua-tes
............
Lugar de Time ...
Lugar de Tetir ...
La Oliva, ayuda
de Parroquia.
Villaverde ......
Lugar de Laxa-res
............
Lugar de Tostón.
Lugar de Tinda-ya
. . . . . . . . . . . .
Lugar de la Ma-tilla
............
Lugar de Valde-brón
. . . . . . . . .
Lugar de Caiue-reta
............ 13 22 2
1.056 vecinos 1.372 hombres de armas 137 viejos
Los animales que oy existen, con expresión y número de cada
especie, son los siguientes:
Eacas .................. i.585
Cabras .................. 16.032
Obejas .................. 5.347
Cerdos .................. 34
Cavallos y yeguas ...... 39
Camellos ............... 1.573
Burros .................. 441
26 ANTONIO RUNIEU DE ARMAS
Según informes de los párrocos y governador de la ysla, tenia
esta, en el año 1768, primero de los fatales e indigentes que seguida-mente
ha padecido, 2.300 vecinos, cerca de 11.000 personas y tres
quartas partes más de todos los referidos animales. Fuera de estos,
se presume tenga actualmente la Deesa de Jandía 4.000 'eses czbrias
salvajes que pertenecen al estado de la ysla.
Pasan de sesenta y siete fuentes las que se numeran en Fuerte-ventura,
las más de agua salobre; también se encuentran por la
parte del sud muchos pozos de agua manantial, y por la del norte
algunos algibes de agua llubia. No ay molinos de agua ni de viento,
sirvense de tahonas particulares que hacen rodar los camellos.
En este a50 por falta de granos se sembró solamente una vigé-sima
parte de la ysla, y su corta cosecha se reduce a 7.403 fanegas
de trigo, 19.577 de zevada, 204 de maíz y 406 de papas.
No se halla noticia aya havido hospital en la ysla. Hubo sí pósito,
pero se ignora por qué razón y en qué tiempo feneció; se echa de
ver lo importantísirno que fuera su restablecimiento7 si se atiende a
la indigencia de los naturales y a ladespoblación forzosa de la ysla
en años malos y estériles. También dicen disfrutó, en otros tiempos,
de un registro para Caracas, y que consta por documentos antiguos
haver havido a este efecto un juez de Yndias en la ysla.
Hay en la Villa, capital de la ysla, una yglesia parroquia1 matriz
con un beneficio dividido en dos sugetos, provisión de Su Magestad,
un vicario, que provee el obispo, dos ayudas de parroquia, la una
en el lugar de Páxara y la otra en el de la Oliva, cada qual con su
theniente cura, que presentan los beneficiados al ordinario eclesiás-tico
para su aprobaxión. A más de los referidos, ay ocho ecle-siást.
icos seculares y un convento con diez religiosos de San Fran-cisco,
haviéndose arruinado otro, inmediato a él, que fundó el seiíor
San Diego de Alcalá. También se cuentan repartidas en la ysla hasta
veinte y dos hermitas.
Hay asimismo un alcalde maior, provisión del señor de la ysla,
como la es la de regidores, escrivanos y demás ministros de justicia,
y un comandante de las armas que se provee por la Comandancia
General.
Torre de Nuestra Señora deE Pilar y San Miguel
Hállase situada esta torre circular, llamada vulgarmente del Tos-tón,
sobre un risco en la costa del norte de la ysla, construida a efec-to
de defender una pequeíía caleta donde dan fondo ias embarca-ciones
del pays. Ynmediato a ella está el lugar del Tostón, y a dos
leguas de distancia el de la Oliva.
Tiene puente levadizo, parapetos a barveta, aloxamiento. vaxo
de bóveda, para la correspondiente tropa, un algibe y un almacén
de pblvora, a la parte del mar, construido en el mismo grueso del
muro, por cuio motibo quedan de este mui débil y expuesto aquel;
450 ANUARIO DE ESTUDlOS ATLANTICOS
se hace preciso mudarle y hacerle de nuevo en el subterráneo de
dicha torre 16.
El costo de esta obra y el de la composición de esplanada y algibe,
por filtrarse el agua a las avitaciones, puede ser prudencialmente
de doscientos setenta y quatro pesos 17.
Tiene esta torre dos cañones de hierro del calibre de a 8, y ne-cesita
para su defensa de dos cañones más, del de a 16 u de a 18 IE.
Torre de San Buenaventurc:
Esta torre se halla construida en una playa, al sud de esta ysla,
llamada caleta de Fustes, y sirve a la defensa de un pequeño puerto
donde casualmente se da carena a tal qual embarcación del pays.
No ay población alguna en sus inmediaciones, y la agua mas cerca-na
que se encuentra está a más de una legua de distancia.
Es de figura circular y se halla en el mejor estado. Tiene aloxa-miento
para la correspondiente tropa, puente levadizo, un algibe
mui pequeño, un almacén de pólvora y un subterráneo. Sobre la
esplanada ay un c~bier top ara el molinete del puente, y siendo de
sobrada longitud, quita el qrie se pueda colocar un cañón para la
defensa de otra playa y camino a la torre, por lo que se debe retirar
la muralla del testero que lo impide lg.
La referida ~ b r a j, ~ n twe n t ec ~ n!a =ceba trcmerw, temar c m
cal las juntas de las piedras de la esplanada y hacer un algibe nuebo
inmediato a la torre para que la tropa tenga la suficiente agua, po-drá
costar prudencialmente trescientos noventa y seis pesos ?u.
Esta torre tiene dos cañones del calibre de a 18 y dos de a 8,
todos de hierro, y necesita para su maior defensa dos más del m-libre
de a 16 o de a 18 21.
La guarnición de las mencionadas torres está sobre el mismo pié
que todas las de Lanzarote, es decir, que consta cada una de ellas
de un condestable y su theniente con sueldo mensual, y de quatro
milicianos que diariamente se relevanz2, y respecto de que acuden
de lugares mui remotos y pasan atendida su pobreza los maiores
trabajos para su manutención, se sigue que están quasi entera-mente
abandonadas, fuera de que carecen por las noches de luz,
camas y otros utensilios necesarios, por cuio motibo me parece
precisa la asistencia de ocho hombres con el sueldo de un real de
plata diario, que semanariamente alternen, cada quatro, con uno
de los condestables, y se les provea de los referidos utensilios para
la mejor custodia de las fortificaciones, con la advertencia de que
.L ,.., ... . -.. -..
i cu murgen:)
17 ( al margen:)
18 (al margen:)
19 (al margen:)
(al margen:)
21 (al margen:)
22 (al margen:)
reparos que necesita.
cálcillo.
artillería, ydem.
reparos aue necesita.
ydern, cálcuIo.
artillena que se necesita.
guarnición, ydem para esta torre y las demks.
mantengan continuamente una centinela para dar los avisos que
ocurran, pues sucede al presente que dormidos por la noche y ce-rradas
las torres de día, las descuidan totalmente".
Es voz común que los señores de esta ysla y de la de Lanzarote
trataron, después de conquistada, con algunos vecinos acaudala-do
el que se les concediese el tributo llamado de quintos con el
fin de fortificarla y ponerla al abrigo de las incursiones de los
moros que eran frecuentes, y haviéndose concedido y continuado
hasta oy día este impuesto24, resulta de que parece regular que
todos los gastos de fortificaciones se saquen de este fondo y, por
consiguiente, la dotación anual de sesenta pesos para la conser-vación
y entretenimiento de las dos torres. que me parece lo su-ficiente
a este efectoz5.
Aun con todo lo referido, quando se conceda que los naturales
puedan defenderse de un corsario que con motibo de robar heche
alguzla gente en tierra, se dificulta y duda que si desembarcasen
ochocientos o mil hombres de tropa arreglada, con el fin de apo-derarse
de la ysla, dejasen de conseguirlo, tanto por desidia de
estos ysleños, como por el ningún manejo y uso que tienen del
fusil y cailón, poniendo toda su. confianza en la destreza con que
juegan al palo, que creen superior a otra qualquier arma; y su-puesto
que las dos yslas de Fuerteventura g Lanzarote proveen a
las demás en años abundantes de ganado y granos quedanao des-pobladas
en los estériles, considero se debe atender a su conser-vación
con tropa arreglada en tiempo de guerra, pues perdidas
estas no es posible se conserven las restante^'^.
Las atalayas que en tiempo de guerra existen continuamente
de día y de noche, con la orden de comunicar ;as novedades que
ocurran son las siguientes. La primera, puesta en el Morro de Juan
Martín desde a donde descubre por la parte del sud la costa de
Tarajalejo y Tarajal del Sancho. La segunda, en la montaña de
Manintaga, que regista el puerto del Gran Tarajal. La tercera, en
la montaña de la Torre, que avisa los puertos de Pozo Negro y ca-leta
de Fustes. La quarta, en la montaña de Timanaire, que reco-noce
Puerto de Cabras y Puerto de Laxas. La quinta, en la mon-tafia
de Tetir, que ve el Jablillo. La sexta, en la montaña de Escan-fraga,
que alcanza a descubrir el Pozillo, Corralejo y el puerto del
Tostón. Y la séptima, en la montaña de Vitagora, a la parte del
norx, que atiende a los puertos de la Peña y de Manay.
23 (al margen:) sueldo de esta y nesidad (sic) de utensilios.
24 (al margen:) fundación de los quintos.
u (al margen:) dotación anual.
(al margen:) necesidad de la conservación de esta ysla y la
de Lanzarote.
ESTRCCTURA SOCIOECON~MICAD E LANZAROTE Y FiJERiEVEh'TZRh %3
Por la parte del norte, desde la punta de Jandía a Manay, que
comprende la distancia de diez y ocho leguas, el único paraje de
desembarco es en una caleta llamada Manay, donde se halla agua
manantial pero salobre; es tierra montuosa y enteramente de-sierta,
donde se cría gran cantidad de ganado. Síguese el puerto
de la Peña, a cinco leguas de Manay, costa defendida por natuia-leza
por lo escarpada y la elevación de sus riscos; en dicho puerta
desagua un barranco que lleva agua continuamente bien que sa-lobre
y con abundancia de sanguijuelas; no mui distante se halla
otra fuente llamada la Madre del Agua, que también es salobre.
De este puerto a la Villa de Santa María de Betancuria, capital de
la ysla, ay dos leguas. A continuación, y por la parte del norte
y distante ocho leguas de el puerto de la Peña, se halla el del
Tostón o de1 Arrecife y, antes de llegar a él, a la distancia de mil
~chwientzss e s e~t zv aras, c m ccrta difermcia, le terre de! misms
nombre, construida sobre un risco; tiene barra de piedra. Es ne-cesario
ser mui práctico para salir y entrar en él, y por lo iegu-lar
sólo dan fondo en este puerto los barcos del pays en tiempo
de verano, pues en ynvierno es toda la costa del norte impracti-cable.
No ay en sus cercanías manantial alguno, pero sí algunas
balsas donde se recoje agua Ilubia. De Tostón a Punta Gorda, que
dista tres leguas, no se haiia paraje por donde se pueOa tentar
un desembarco.
De esta Punta, que es el otro extremo de la ysla, siguiendo ya
por la parte del sud se encuentra a la distancia de tres leguas la
pequeña bahía de Corralejo, en donde se abrigan únicamente al-gunos
barquitos que hacen el tráfico a la punta de la ysla de Lan-zarote.
Desde Corralejo a Tarajalejo, en que se comprenden diez
p siete leguas de costa, suelen dar fondo los barcos y balandras
de estas yslas para el comercio de trigo, zevada y ganados, aten-dida
la immediación de algunos lugares, en los parajes siguientes:
en la playa del Pozillo, que dista dos leguas de Corralejo y tiene
agua de pozo; en la dvl Jablito a dos leguas y media y carece de
agua; en Puerto de Laxas, legua y media distante, sin agua igual-mente;
P ~ e r dte~ C sbras, w media lema, t a a b i h sin UjgUa, h e r -
to del Maturral, a dos leguas, y se halla agua a una de distancia;
caleta de Fustes, a cinco quartos de legua, y el agua a una y me-dia,
este puerto, resguardado por una torre construida en sus ori-llas,
tiene barra de piedra; Pozo Negro, a dos leguas de distancia
de la caleta, tiene agua dulze en un pozo mui abundante; Tone-les,
a legua y media, no tiene agua; las Pl-a. yas, a dos leguas, hallase aquí una fuente, bien que mui escasa; 'linama, a una iegua, fál-tale
el agua; Gran Tarajal, a media legua, tiene agua mui salobre;
Tarajalejo, a una legua; de este puerto ban los naturales a buscar
el ama dulze a distancia de dos leguas, por ser paraje adequacio
en años fértiles para el embarco de granos y ganados, en que con-siste
gran parte de su comercio.
30 ILUTílNIO EUlVlEC DE ARMAS
Desde Tarajalejo hasta la punta de Jandía, que es un extremo
de la ysla, se cuentan veinte leguas; es la primera punta que se
descubre viniendo de Tenerife y Canaria. En toda la referida dis-tancia
se halla población alguna, y solo sirve de deesa para el pasto
y cría de mucho ganado, la maior parte cabrío y quasi entera-mente
silvestre, siendo impracticable poner en las veinte leguas
desiertas atalayas, ni guardias en los puertos, por ser muchas y
continuadas las playas en la parte del sud donde fácilemnte se
puede desembarcar, y en quasi todas ellas se encuentran manan-tiales
de agua. Por cuia razón, y lo despoblada que siempre ha
sido esta ysla, me inclino a pensar no ser conveniente el que se
construían más torres en la costa, que nada sirven, ni pueden ser
defendidas; y sólo sí admitiría un recinto en el centro de la ysla,
sobre alguna de las montañas que promedian entre la Villa y el
lugar de la Oliva, el que serviría para abrigar las mugeres y gente
inútil con sus granos y efectos en caso de imbación de moros u otros
enemigos, mientras que la gente de armas, libre ya del cuidado
de sus casas y familias, formaría un campo volante pronto a acu-dir
a qualquier novedad, y a cortar el paso al enemigo en paraje
ventajoso a fin de que no se internase en una tierra que, por otra
parte, habría breve y forzosamente de abandonar por falta de
víveres y subsistencia.
Al nord nordeste de esta ysla, en el canal que forma con la de
Lanzarote, bien que más cerca de Fuerteventura, está situada la
pequeña e inavitada ysla de Lobos, que tiene una legua de cir-cunferencia,
y no otra particularidad que la de estar arrendada en
doze pesos para la caza de las pardelas, siendo de advertir que
los peces que se pezcan en sus immediaciones ocasionan a los que
los comen un zalpullido o ronchas en todo el cuerpo, que desespe-ran
por el ardor y comezón al que llega a esperimentarlas. Santa
Cruz de Tenerife, 1 de octubre de 1772.-Joseph Ruízn.
27 Archivo de Simancas: Guerra Moderna, leg. 3.797, n." 2.
454 ilNUARl0 DE ESTUU!L)S ATLANTICOS