UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA:
EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806
P O R
ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
En el legajo 1061 y con el número 13 se conserva en la sec-ción
Consejos Suprimidos del Archivo Histórico Nacional el
Expediente formado en virtud ... de un Memorial del Ayuntamien-to
de la Ciudad de Gran Canaria sobre que se le concede facul-tad
para hacer tres Poblaciones en la banda del Sur l.
Como quiera que hasta el presente ha permanecido inédi-to
un mapa de Gran Canaria, parece oportuno darlo a cono-cer
por ésta y otras razones. Enriquece la cartografía de la
Isla, pues no son muchos los mapas españoles disponibles
sobre la misma. Es obra delineada por un pintor poco estu-diado
y que encierra cierto interés como retratista en el trán-sito
de la centuria decimoséptima al Ochocientos. Y, finalmen-te,
porque su gestación y utilidad tuvo una larga historia de
casi treinta años (1777-1806). Y al tiempo nos explicita cuál
era el estado del aprendizaje y c~iltivo del dibuje! p r i aqtie!
tiempo.
Sobre el contenido del expediente referente al proyecto de repobla-ción,
A. DE BETHENCOUMRAT SSIEU«: Colonización interior de S.W. de Gran
Canaria a fines del siglo XVIII)). Boletín Millares Carlo, 3 (1981) 1 4 1 - l h y
«El modelo de Sierra Morena en Canarias: un proyecto de Nuevas Pobla-ciones
en el S.W. de Gran Canaria)), en Carlos ZZZ y las Nuevas Pobiaciones.
Actas del II Congreso Histórico. La Carolina, 1986. La Carolina, 1986, 3 vols.,
t. 1, 327-344.
Núm. 40 (1994) 659
2 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
En razón de lo anterior, el orden de la presente contribu-ción
será el siguiente: en primer lugar, la génesis y causa que
originó el diseño del mapa, para pasar de seguido a esbozar
la personalidad del autor y finalizar con una descripción
valorativa de la representación de Gran Canaria.
En 1773 fray Juan Bautista Cervera, obispo entonces de la
diócesis Canariense, propuso al Cabildo de Gran Canaria la
instalación de tres nuevas poblaciones en los Valles de Mogán, B
Veneguera y Tasarte. El cauce de estos barrancos con feraces E
tierras, estaban deshabitados y eran tierras de realengo. Que- O
clabai? si tudas entre !as de! Buma~ced e Lc, Aldea, pmp i e l ~ l n
=m
-aunque en discusión- del marqués de Villanueva del Pra- O
E
do, y el de Arguineguín, donde comenzaban las de don Fer- E
2
nando Bruno del Castillo Ruiz de Vergara, que en 1777 reci- E
bina el título de Conde la Vega Grande de Guadalupe. 3
Estimaba el prelado que podrían instalarse en las mismas
e- cuatrocientas familias desocupadas y ociosas, ofreciendo para m
E
financiar el proyecto 24.000 pesos de sus rentas. O
Propuesta tan beneficiosa como generosa, aunque inicial- -
mente fue acogida hasta con entusiasmo por los regidores, E
después entró en la vía de la desidia administrativa, tanto que a
la solicitud al rey para contar con las tierras de la Corona no n
fue elevada hasta el 4 de noviembre de 1782. Resultado: nue-ve
años de retraso, pérdida de los 24.000 pesos, pues Cervera 3
O
había sido trasladado a la silla de Cádiz, por lo que ahora el
Ayuntamiento propone que fuera financiado con el producto
de expolios y vacantes.
Como es sabido, el tema de la repoblación interior preocu-paba
enormemente en el equipo carlostercerista. Lo que nos
explica la celeridad con que fue tramitado por el Consejo de
Castilla. A las cautelas del alto tribunal añadía alguna perso-nal
el conde de Floridablanca. Se encargaba a ia Audiencia ia
El contenido de este apartado puede seguirse por extenso en los tra-bajos
arriba citados.
660 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 3
supervisión del proyecto, un minucioso reconocimiento del
territorio a colonizar y la realización de un mapa o paño pin-tado,
para facilitar con claridad la comprensión de los deta-lles
técnicos de las nuevas instalaciones 3.
El corregidor José Equiluz, acompañado de regidor y es-cribano
en junio de 1785 realiza el «prolixo examen» enco-mendado
por el Consejo. Pero, llevado de su celo, quiso apro-vechar
la ocasión para delimitar las tierras de realengo en tan
apartados lugares, con lo que no se circunscribió en su infor-me
a los valles de Mogán, Veneguera y Tasarte. El resultado
de su inspección complicó el proyecto. A causa de la fuerte
presión causada por el hambre de tierra, se encuentran insta-lados
en las cuencas seleccionadas para establecer los pueblos
163 familias de labradores, más otros 106 de los lugares próxi-mos
que hablan desmontado parceias. Ai extender el objeto de
su inspección incluyó en su informe tierras de La Aldea, so-bre
las que ejercía su propiedad el marqués de Villanueva del
Prado y los de Amurga, de José Quintana. Dos poderosos que
entablaron contra del proyecto sendos pleitos ante la Audien-cia,
causantes de que el Cabildo careciera de medios para
afrontar los gastos.
Finalmente, la falta de un dibujante, por no esperar a un
ingeniero militar, impidió levantar el plano o paño pintado,
que hubiera sido de suma utilidad para subsanar inconve-nientes.
A tales inconvenientes se añadían los interpuestos por el
fiscal y los derivados al introducir el propio Cabildo nuevas
modificaciones a la vista del informe de su corregidor. Conse-cuencia:
una nueva paralización, pues no se veía salida fácil.
En 1792, tampoco tuvo éxito un informe redactado por el
prebendado de la Catedral don Jerónimo Róo, por encargo de
la Sociedad Económica de Amigos del País, ni la inusitada
actividad y esfuerzos constructivos del personero del común
José Antonio Gómez. Sólo, entre muchas ideas claras, expone
«Formando si fuera posible un mapa con a lo menos relazión exacta
de cada uno de los dichos terrenos, su situación, número de fanegas de tie-rra,
su calidad y la disposición de los terrenos, manantiales y Puertos o Ca-letas~.
M adrid, 15-2-785. Leg. cit.
4 ANTONIO DE BÉTHENCOURTM ASSIEC
las cualidades que debería comprender los planos de cada una
de las poblaciones proyectadas 4. Sin embargo, las soluciones
que aportaba éste no parecieron suficientes al señor fiscal de
la Audiencia, y como el Concejo no superara los inconvenien-tes,
el expediente permaneció durmiendo por una década el
sueño de los justos.
Consciente el Consejo de Castilla, una vez restablecida la
paz con Inglaterra, de la difícil situación socioeconómica que
atravesaban las Islas, el 3 de marzo de 1803 dirigía una dura
reprimenda por no haber cumplimentado en tantos años el
encargo ordenado en 1785. Incluso se fija al regente un plazo
perentorio de dos meses para la remisión del mapa solicitado,
sus conclusiones definitivas sobre el proyecto y anteproyecto
de Fuero articulado por el que deberían regirse las nuevas
poblaciones.
En Las Palmas renacieron las esperanzas, pues la audien-cia
trabajaba de duro. El obispo don Manuel Verdugo Albi-turría,
noticioso de esta actividad, incluso de la confección de
un «mapa del terreno», ofreció al Regente la construcción de
la parroquia de Mogán, bajo la advocación de San Antonio de
Padua. La construiría el rico habanero don Matías Sarmiento,
que había nacido en Tejeda 5.
\«...igualmente (propone) la formación de un Mapa, que se reservó
para otro tiempo en los citados reconocimientos, en que se descripcionen
y delimiten con toda claridad los terrenos de las ideadas poblaciones, su
situación, extensión de sus terrenos, respectivas distancias a los lugares de
su jurisdicción, caminos, montañas, barrancos, manantiales, terrasgos que
se hayan cultivados, copia de las personas que los ocupan; los que se sepa-ren
para dehesas, pasto y largura de los ganados, suertes y sitios de las ca-sas
q-üe se deiiiair-q-üer aii,ujurleri, sefia]erl y par-a i - e~uc i r~ao scu i-tura;
parajes donde se deban construir las nuevas Iglesias, sus Plazas, etc.,
con expresión del número de vecinos o familias que allí pudieran estable-cerse
y del canon que a todos se les asignen. (José Antonio Gómez Síndico
Personero al Cabildo, Las Palmas, 20-4-792. Leg. cit). Parece que para lle-var
adelante las exigencias del Síndico, sería indispensable hasta un equipo
" ,$, , , ' , ,+ A, ,..,-A, ,-,,... - rl:c:-:i ,--,c.-. , -- 1- T-1- ..- A:L..:--+,
UG L U ~ U S A ~ L U ~ , Luaiiuu Gia iiiuy uiii~ii GiiLuiiLiai cii ia Iaia uii uiuujaiirc
capaz.
Manuel Verdugo al Regente Hermosilla. Las Palmas, 11-5-1804.
Leg. cit.
662 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSB OSSAVARRY DE 1806 5
Dos meses más tarde, la Audiencia ordenaba al Cabildo
que para la más completa instrucción del Conse o se ex-tenderán
a costa de la Ciudad un mapa de la 1s! a con la
expresión posible y general de la situación de todos sus
Pueblos, montes, montañas y despoblados colocando en
cada uno de los sitios a que corresponda los planos ya
fomados específicamente en los Valles de Mogán, Tasarte
y Veneguera, cuya diligencia se encomienda a don Manuel
de la Cruz, único perito inteligente que en la actualidad
se conoce en la Ciudad, el qual devería tener presente el
Mapa gravado de la misma en punto mayor por D. To-más
López, procurando en lo posible sacar el suyo más
exacto y circunstanciado or los reconocimientos que
havía hecho la Ciudad en ?a diligencia autorizada por el
Corregidor D. José Equiluz 6.
Cuando la Audiencia quería trabajar demostraba la capaci-dad
de sus jueces, pues en 4 de agosto tenía rematado el pro-yecto
de Fuero con que deberían regirse las nuevas pobla-ciones
7. Los artículos VII, XIV y XXXVIII hacen referencia no
sólo al mapa de la isla, sino a los planos levantados para cada
una de las tres poblaciones con los datos contenidos en los
mismos, «paño de pintar que se colocaría al frente de cada
uno de los libros registro de los repartimientos»
Cuatro días más tarde, el ocho, era despachado el expedien-te
con destino al Consejo de Castilla, que incluia entre otros
extremos, amén del Informe de la Audiencia, el Fuero, los pla-nos
de las tres poblaciones y el mapa de Gran Canaria. E, in-cluso,
un estracto del expediente, obra del relator del Tribu-nal,
Pedro de Ariñes 9.
Auto de la Audiencia. Las Palmas 12-7-804. Leg.cit. El subrayado es
nuestro.
«Instrucción y Fuero de las Poblaciones que se han de observar en las
que se formen de nuebo en las vandas del Sur y Poniente)). Leg. cit. Un aná-lisis
de su contenido en el primero de los trabajos citados en la nota 1.
Vnstruccion y Fuero. ya cit.
Estracto puntual del Expediente obrado en la Real Audiencia de Cana-ria
sobre el establecimiento de las Poblaciones en las Vandas del Sur de la
Ysla. Por Don Pedro de Ariñes, relator de la misma Audiencia. Leg. cit.
Núm. 40 (1994) 663
6 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
Por lo que toca al objeto de nuestro interés, el regente nos
dice que el mapa de la Isla, basado en el de Tomás López, era
mucho más ampliado, pues se ha
corregido or los reconocimientos racticados por los
Comisiona S os de la Ciudad, que lo A acen también más
estimable por su exactitud para otros objetos de interés
píiblico, con el que se incluyen, con la posible especifi-cación
los tres valles en los que deben fundarse por aho-ra
las tres Poblaciones 'O.
No cabe la menor duda que proyecto tan dilatado estaba
condenado a no ejecutarse. Grande debió ser la sorpresa de
la Audiencia, al recibir serias reprimendas por no haber eje-cutado
lo ordenado en 1803, con un plazo perentorio de dos
-llaloL,a3L0 3, hacia más de des a f i ~"s. E! &lUtUdo ~ v n ~ r l i ~ren t ~
--r --^--"-
había perdido antes de llegar al Consejo. Sobre la marcha
hubo de rehacerse el expediente en forma abreviada, con lo
que hemos perdido la oportunidad de conocer como era el
diseño de las poblaciones proyectadas en Mogán, Veneguera y
Tasarte. La Audiencia despachó en 17 de septiembre de 1806,
exigiendo esta vez acuse de recibo 12.
Como acabamos de ver, la Audiencia en 12 de julio de 1804
ordenó al Cabildo de Gran Canaria, que para una más clara
información sobre el expediente de las nuevas poblaciones,
encargara un mapa de la Isla al maestro Manuel de la Cruz,
«único pintor inteligente que en la actualidad se conoce en la
ciudad,,. pur t--+- R K - - . . - l L a i l w , l v l a i i u u ~ l l L u ~ ~ dl eu !a Crüz, pudre de!
prestigioso Luis de la Cruz y Ríos, se encontraba en Las Pal-mas
a mediados de 1804.
lo Regente Hermosilla a Bartolomé Muñoz. Canaria 8-7-804. Leg. cit.
l 1 Los oficios del Secretario del Consejo de Castilla Bartolomé Muñoz
ai Kegente van fechados en Ivladrid el 4-ó-18% y 12- 10- 1SG6. Leg. cit.
l2 «...sirviéndose acusarme su recibo para no tener que tripicarlo y
executar los gastos crecidos y dificultades que en esta Isla se encuentra en
la formación del Mapa». Hermosilla a Muñoz, Canaria 17-9-806. Leg. cit.
664 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 7
Nacido en el Puerto de la Cruz, fue bautizado en 1750.
Según sus biógrafos 13, aprendió el oficio en el taller de José
Tomás Pablo. Aunque dueños de propiedades inmobiliarias,
parece que a causa de su situación económica se vio obligado
con su familia a establecerse en Teguise, Lanzarote, donde
adquirió algunas tierras a finales de la década de los ochenta.
En función de las labores que encontraba, pasó alguna vez a
Fuerteventura. Según Santiago Tejera en 1795 se encontraba
en Las Palmas de Gran Canaria, donde colaboró con José
Luján Pérez en el estofado, pintura y vestido de algunas de sus
obras, como el San Pedro de la parroquia de San Juan Bau-tista
de Telde (1795) o en la imagen de la patrona de Nuestra
Señora de La Luz en Las Palmas (1802). De esta colaboración
se conservan en Garachico las hermosas estatuillas de San
Joaquín y Santa Ana.
Es más, parece que era un habilidoso dibujante de mapas
y planos, pues por abril de 1796 recibió el encargo de la Au-diencia
de trazar uno detallado que permitiera a la sala del
tribunal discernir sobre los derechos que en pleito entre las
Heredades de agua de Satautejo y Tafira se sustanciaba ante
la misma 14.
Hacia 1802 regresa a su isla natal, estableciéndose en La
Laguna, donde contrae segundas nupcias. En esta etapa
tinerfeña nos dejó muestras de su quehacer en la parroquia
de Tejina y en la del Puerto de la Cruz, donde fue sepultado,
el 21 de junio de 1809.
Como consecuencia de la documentación, tenemos que
añadir a su biografía su presencia en Las Palmas en julio de
1804. Viaje provocado posiblemente por necesitar Luján Pérez
cll r n l a h n r n r i A n p ~ r rz e m ~ t p 'Gbr2c&. c y tl!!er. e! tprrp- UU VV.U"V. UVlVl.
no de la hipótesis, es muy posible que recibiera el encargo de
dibujar el mapa de Gran Canaria. Y que fueran incluidos en
l3 C. CALEROR UIZ:M anuel Antonio de ¡a Cruz, pintor portense (1750-
1809). Puerto de la Cruz, Ayuntamiento, 1982 y M. RODR~GUGEOZN ZALEZ:
La pintura en Canarias durante el siglo XVIII. Ed. Cabildo Insular, 1986;
161-167.
l4 Diario de D. Antonio Betancourt, 14-IV-796. Mns. en El Museo
Canario.
8 ANTONIO DE B~THENCOL'RT MASSIEU
el expediente sobre nuevas poblaciones, elevado por la Audien-cia
con el expediente el 8 de agosto de 1804.
La lamentable pérdida de este expediente impide que co-nozcamos
cual fue la visión de Gran Canaria de este pintor
portuense. Al reclamar, con sorpresa del tribunal canario, el
Consejo de Castilla con toda urgencia el encargo realizado dos
años antes, explica que ahora, en 1806, se encargara un nue-vo
mapa de la isla a José de Ossavarry, quien diseñó el que
hoy damos a conocer.
José Ossavarry Acosta fue hijo del pintor vasco Pedro
Ossavany Sierpe, que debió llegar a Canarias a mediados de
la centuria, según Manuel Alloza 15. Del padre tenemos esca-sas
noticias. Casó con Nicolasa Acosta que le dio cuatro hijos,
siendo el autor del mapa el benjamín de la familia. Fundó la
pimprz FSCE& de Dih,ir\ de qde tenemes noticia en C u ~ u -
JV
rias l b . Cabe que hubiera enseñado pintura a Juan de Miran-da.
Hombre polifacético, pues al tiempo ejerció como maes-tro
de escuela, alcanzando en las milicias insulares el grado
de Sargento mayor.
De la niñez de José Ossavarry no sabemos nada con cer-l
5 M. A. ALLOZAM ORENOL:a pintura en Canarias en el siglo XIX. Santa
Cruz de Tenerife. Aula de Cultura, 1981, p. 220. Para rehacer la vida del
padre y el hijo es de gran utilidad el denominado «Libro de la familia
Os s a v a q ~ p, or contener muchas notas marginales. Si este ejemplar con
grabados de madera del pintor flamenco Maestro Vos fue regalo del histo-riador
Pedro Agustín del Castillo, nos viene a aclarar dos cosas: que Pedro
Ossavaq llegó a Canarias al menos diez años antes, pues el historiador
falleció el 5 de mayo de 1741, y que este intelectual poseía una magnífica
biblioteca y era consumado bibliófilo. A. DE BETHENCOUMRTA SSIEUP: edro
Agustín del Castillo. Su vida y obra. Estudio que acompaña a la edición fac-símil
de la Descripción de las Yslas de Canaria, 1686. (En prensa). La fecha
UUllusa de «17..2», iio debe hacer referencia a :a düiiacióii pües habia que
retrotraer su fecha de llegada hacia 1730. Su mujer falleció en 1806. La
amistad entre el pintor y don Pedro Agustín se explica por las dotes de éste
y sus pinitos como pintor. Ob. cit.
'' D. MARTÍNEDXE LA PENA,M . RODRIGUEMZE SAy M. ALLOZAM ORE-NO:
Organización de las enseñanzas artísticas en Canarias. Santa Cruz de
Temrife, 1987. M. KC~DK~CCG'CE?IZZÁL EZ: ^h. cit., pp. 3C! y 69 y &t.
RODRIGUEyZ M . DE LA R. HERNÁNDELZa: pintura en Canarias hasta 1900,
t. 111 de El Arte en Canarias. Santa Cmz de Tenerife. Centro de la Cultura
Popular Canaria, 1991, 16-17 y 75-76.
666 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 9
teza 17. Es natural que aprendiera el oficio con su padre. Más
tarde colaboró con Luján Pérez, según nos asevera el profesor
Hernández Perera, al estofar y pintar sus tallas -al igual que
hiciera Manuel Antonio de la Cruz, posible autor del otro
mapa sobre Gran Canaria-, colaborando en los diseños arqui-tectónicos
de Luján. Contrajo matrimonio con doña Andrea
Ponce, con la que tuvo descendencia.
La pérdida del expediente sobre nuevas poblaciones remi-tido
por el regente de la Audiencia en 1804, hubo que reha-cerlo
con prontitud en 1806. Ausente ya Manuel Antonio de
la Cruz, el encargo de diseñar el mapa recayó sobre José
Ossavarry como el dibujante más idóneo, que es el que hoy
se nos ha conservado en la sección de Consejos Suprimidos del
Archivo Histórico Nacional. En efecto, al folio 24 del expedien-te,
se encuentra el mapa de ia Isla, con ia firma y rubrica de
su autor. Fechado en 1806, en el folio se nos dice
Este ma a corresponde y es parte del expediente forma-do
en e ? Supremo Consejo de Castilla a instancia de la
Ciudad de Gran Canaria [sic], que en re resentación di-rigió
a S.M. con fecha de 9 de agosto Be 1784 sobre el
establecimiento de las nuevas poblaciones en la vanda
Sur y Poniente de su Yslalg.
En 181 1 recibió del Real Consulado de La Laguna invita-ción
de pasar a esta Ciudad para hacerse cargo de la cátedra
de la recién creada Escuela de Dibujo, pues sus directores
andaban «molestos con don Luis de la Cruz por sus reitera-das
ausencias». Acepta y viaja a La Laguna con la familia,
pero no encuentra casa de su acomodo, lo que le obliga a re-mesar
a st i id2. D e s e m h ~ xe~n C-&!dar e! 24 de septiembre u-de
181 1 y se encuentra con Las Palmas aislada a causa de la
. epidemia de fiebre amarilla. Instala la familia en Teror y aun-que
tuvo deseos de regresar a La Laguna, tal cúmulo de difi-cultades
impiden el viaje.
Supo, ya en Las Palmas, por medio del racionern Gra-l'
M. A. ALLOZA MORENO: La pintwa cit., 217-219. Los datos sobre el
pintor, salvo observación en contra, están tomados de este autor.
Leg. 1068. Expediente núm. 13.
1 0 AKTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
ciliano Afonso que el Cabildo catedralicio deseaba un retrato
del arcediano Viera y Clavijo. Sin tardanza puso manos a la
obra y poco más tarde lo ohecía. Como fuera del agrado de
los cabildantes, le encargaron otro del antiguo colega, ya obis-po
de Arequipa, don Luis de la Encina (18 13). De las obras
de Ossavany hoy conservadas se nos muestra como buen re-tratista,
siendo el primero de ellos el óleo representando a don
Pedro Manrique de Lara, que firmó en 1808. Aun para la Ca-tedral
un retrato del arquitecto Diego Nicolás Eduardo, así
como otro del obispo de Arequipa (1 8 19).
Como la pintura no le permitiera una vida precisamente
holagada, como su padre hubo de dedicarse a diferentes me-nesteres.
Estofó obras de calidad como el San José (1808) y
la Virgen de la Antigua (1818) que Luján Pérez talló para la
catedral. Eer6 y pintó 12 l≪rgpn de! C ~ m e nde !a Iglesia de
Santa Catalina de Tacoronte. Incluso hubo de aceptar tareas
mucho más humildes, como la imitación con pintura el reves-timiento
de materiales nobles (San Juan de Telde), siguiendo
el gusto de la época. Realizó, por ejemplo, para el Consulado
18 modelos, durante su corta estancia en La Laguna.
Como su padre ejerció como maestro de primeras letras en
la Escuela de la Purísima Concepción de Vegueta, una de las
dos sostenidas con los bienes incautados a los jesuitas expul-sos
lg. Labor docente que alternaba con otra de su más espe-cífica
vocación, en sesión nocturna: la enseñanza en la Escue-la
o Academia de dibujo, con una gratificación de cuarenta
pesos anuales 20.
Esta en síntesis la vida, personalidad y obra de José
Ossavany Acosta 21, autor del Mapa de la Isla de Gran Cana-ria,
1806. (Lámina 1.)
l9 J. A. ÁLVAREZ RIxo: Cuadro histórico de las Islas Canarias o noticias
generales de su estado y acaecimientos más memovables duvante los cuatro
años de 1808 a 1812. Las Palmas de Gran Canaria. Ed. Gabinete Literario,
1955. A. DE BETHENCOURMTA SSIEU: «Una jornada escolar en Las Palmas
de Gran Canaria en 1775». Boletín Milleves Carlo. Las Palmas, 9-10 (1987)
i4i-i54.
Z0 ALLOZA: Ob. cit., y la referencia a las escuelas de dibujo citadas en la
nota 15.
*' El apellido Ossavaq que sepamos se ha perdido en Canarias por 1í-
668 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
UN MAPA INEDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 11
En una amplia hoja de papel, tamaño 71,5 x 48 cms, y
enmarcada por un doble filete, Ossavarry representa la isla de
Gran Canaria, situada en el «MAR-OCEANO». Aparece algo
desplazada, girando sobre sí misma en dirección de las mani-llas
del reloj, como se deriva de la localización de los ocho
puntos de la rosa de los vientos, en aproximadamente 15 gra-dos,
mucho menos acentuada que la de Pedro Agustín del
Castillo (1686). (Lámina 11.)
Su proyección es plana o sea el punto de observación per-pendicular,
marcando el relieve a base del correspondiente
sombreado, frente a la perspectiva a vista de pájaro y de Sur
a Norte, que empiea ei citado Pedro Agustín dei Castiiio. pers-pectiva
que este autor emplea para el resto de las islas y muy
acusadamente en la de Tenerife 22.
Ossavarry colorea la isla con dos tonalidades, rosado y azu-lado,
separada por una línea roja que arranca de la boca del
barranco de Amurga al Sureste y acaba en el risco de Las
Mujeres algo al septentrión del Oeste. La explicación la da el
autor al incluir en el ángulo inferior derecho lo siguiente:
NOTA. La línea roxa distingue la parte poblada de la des-poblada
de la Isla. El color rosado señala la poblada y el
terizo [sicIU la despoblada y desierta, en donde única-nea
de varón. Aún recordamos el nombre del escritor y músico Santiago
Tejera Ossavarry, director que fue de la banda del Regimiento de Infante-na,
y autor entre otras muchas obras de la zarzuela La hija del Mestre, re-flejo
del costumbrismo de los pescadores, los roncotes de San Cristóbal al
Sur de Las Palmas de Gran Canaria.
22 Desc~ipción de la Ysla de Canaria, compuesta por Don pedro Agustín
del Castillo y Le��n ... año de 1686. Mns. conservado en el Archivo de la casa
Conde de la Vega Grande. 42 folios numerado, que incluyen 26 láminas a
color y entre ellas los mapas de Gran Canaria y Tenerife. Sus reproduccio-nes
pueden verse en las páginas 215 y 176 respectivamente, del tomo 111,
1 ." parte de Canarias y el Atlántico. Piraterías y Ataques navales de A. RUMEU
DE ARMAS2. .a edición facsimil de 1991.
23 Emplea terizo por azulado, pero desconozco la relación del término
con el coloreado del mapa.
14 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
mente se mira La Aldea de San Nicolás, pequeño lugar,
colocado acia el Oeste; y los puntos de color rosado puer-tos
al Suroeste, los tres Valles de Mogán, Veneguera y
Tasarte, donde se pretende formar por ahora las tres po-blaciones,
en que después se podrá multiplicar en la de-más
estensión de esta parte acia el Sur, (Lámina 111.)
En el ángulo superior izquierda, lleva como leyenda: ISLA
DE GRAN/ CANARIA/ AÑO DE 1806. Y en el inferior derecho,
para una mayor claridad de los destinatarios tres escalas: en
leguas castellanas de 5.000 varas, en leguas de España de
7.572 varas y en leguas marinas «de 20 al grado» que medía
6.626 varas. Debajo la firma del autor: «Por. .. José Ossavarryn
con una muy complicada rúbrica. Entre las escalas y la costa
del naciente la NOTA que acabamos de transcribir.
C- -1 A -,.. 1, :-CAL,- :-,..:,-A- 1,- ,: ,-,, ,,-..,-, 1,--1,-
L l l C1 dllgulu llllcllVl 1L~UlClUUl V> >lf;llU>L ullVCllLlullalC>,
con el título «Descripción de las señales», que son las siguien-tes:
Ciudad con Catedral para Las Palmas, en que va señalado
su penmetro y dentro del mismo con números marcando los
lugares que ocupa la Audiencia, Corregimiento o Cabildo, tri-bunales
de la Santa Cruzada y Santo Oficio, Hospital, así
como los conventos de Santo Domingo, San Francisco, San
Agustín, bernardas y clarisas. Con otros signos y sus nombres
señala pueblos con parroquia, pagos, ermitas, valles y térmi-nos
con cortijos. Aunque no lo señala entre los signos, con un
ancla representa los puertos y desembarcaderos. Barrancos y
montañas o riscos llevan sus topónimos. Mediante líneas de
puntos queda señalada la red viaria, dato que estimamos de
gran valor.
Gracias al sombreado quedan pasablemente señalados los
barrancos, cuyo cauce marca como el de los ríos, y los
interfluvios, lo que nos permite reconocer la orografía del re-lieve
insular.
Quizás lo más defectuoso lo encontramos en el trazo de las
costas, donde en ciertos sectores aparecen exagerados carica-turescamente.
Por lo que toca a este aspecto parece más rea-lista
el de Pedro Agustín del Castillo. Da la impresión como si
para su trazo hubiera tenido en cuenta la opinión de marinos
o pescadores, que al contemplar las costas desde puntos más
672 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
Mapa de Ossavarry. Detalle de la zona Nordeste de la isla, en Las Palmas y la Isleta.
Zona Suroeste de la isla, que se consideraba despoblado en 1782.
UN MAPA IN~DI TOD E GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 17
cercanos, tienden a acentuar los accidentes más sobresalien-tes.
Sin embargo, hay que señalar la abundancia de topónimos
costeros, lo que parece confirmar la hipótesis anterior, y su
correcta ubicación.
Lo anteriormente dicho no es óbice para elogiar el gran
número de topónimos del interior, y muy especialmente en la
zona azulada del S.O., donde se observa un aprovechamiento
exhaustivo de los descritos en las actas como consecuencia de
la pormenorizada visita que a este sector realizó el corregidor
José Equiluz.
IV. EL MAPA DE OSSAVARYR LYA CARTOGRAF~AC ANARIA
El conjunto de las características descritas sobre esta carta
de 1806 hace estimar como positiva la nueva traza que damos
a conocer. Pero, al tiempo, parece oportuno señalar el papel
que juega la misma en el conjunto cartográfico de «isla re-donda
».
En efecto, su genealogía es larga y arranca desde 1592. Año
en que el ingeniero cremonés Leonardo Torriani incluye como
ilustración su visión de Gran Canaria en su conocida Descrip-ción
a Historia de las Islas Canarias 24. Aunque no sea yo un
experto en cartografía, una simple comparación deja palpable
la versión más ortodoxa del cremonés por lo que toca a la
representación del parámetro costero.
A Torriani le sigue «La planta de la Ysla de Gran Canaria.
Año de 1686», dibujada por Pedro Agustín del Castillo para su
ya citada Descripción de las Yslas de Canaria. Aunque con más
topónimos que la obra de su antedecesor y mejor interior de
la isla, en el diseño sufrió una distorsión rotatoria en el senti-
24 La primera edición la debemos a DOMINIKJ. WOLFELq, uien la tra-dujo
del italiano al alemán y la dio a la estampa en Leipzig en 1940. El
profesor CIORANESClaU tradujo del italiano al castellano y l a p'ihlk6 con
Introducción y notas, Descripción e Historia del Reino de las Islas Canarias,
antes Afo~tunadas, con el parecer de sus fortificaciones, Santa Cruz de
Tenerife, Ed. Goya, 1959 y 1978. En ambas, y entre las páginas 88 y 89,
aparece Gran Canaria reproducida, aunque invertida longitudinalemente.
18 ANTONIO DE BÉTHEKCOURT MASSIEU
do de las manillas del reloj, de la que resulta colocar la ciu-dad
de Las Palmas y las Isletas ocupando el lugar de donde
está situada la bahía de Gando 25 y no en el N.E. de la Isla,
como vemos en la versión de Ossavarry. (Lámina 11.)
En los inicios de 1741, en plena «Guerra de la Oreja», lle-ga
el nuevo Comandante General, don Andrés Bonito Pigna-telli,
acompañado de un numeroso séquito de ingenieros mili-tares
dispuestos a llevar adelante un plan integral de for-tificaciones
del Archipiélago. Entre éstos destacó el joven Ma-nuel
Hernández. Permaneció en las islas hasta 1749, en que
fue destinado a Cartagena de Indias. Dejó profunda huella de
su alta valía en las islas, actividades que podemos seguir con
detalle en la inapreciable obra Canarias y el Atlántico del pro-fesor
Antonio Rumeu de Armas 26.
Como nos dice este autor, entre su quehacer «recorrió to-das
las islas en 1743 para dibujar cada una de ellas y el gene-ral
del Archipiélago, cosa que efectuó con gran maestría)) 27.
Rematada esta labor cartográfica, fue remitida la colección de
mapas a la Corte en 1746. Y aunque tan valiosa aportación
desapareció, «tenemos una reproducción fiel de ellas en los
mapas que imprimió en 1780 el famoso geógrafo Tomás
López» 28 en su Atlas geográfico de España.
Afirmación ésta que nos confirma este extraordinario car-tógrafo,
pues al estampar el mapa de la «Isla de la Gran Ca-naria,
por Don Tomás López, geógrafo de los Dominios de
S. M. ... l78O», como reza la cartela -coronada por el escudo
de las Islas, situada en el ángulo inferior derecho-, en el su-perior
izquierdo incluye una larga leyenda, que por su interés
transcribimos íntegramente:
Vid. supva notas 18 y 22. El mapa de Gran Canaria como el de otras
islas han sido reproducidos en blanco y negro. Por ejemplo, en RUMEU DE
ARMAS, A.: Canarias y el Atlántico. Pii-aterías y ataques navales, Canarias,
Gobierno de la Comunidad, 1991, 3 t. en 5 vols. (Esta obra es una edición
facsímil de sus Piratevías y ataques navales contva las Islas Canauias, Ma-drid,
CSIC, 1947-1950.) En color la tendremos próximamente.
26 0b. cit., t. 111, 412, 414, 478, 482, 485, 560, 561, 590, 591 y 595.
?' Ob. cit., t. 111, 482.
LOC. cit.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
20 ANTONIO DE BÉTHENCOURTM ASSIEU
Este mapa se redujo de punto menor a éste por el
topónimo que levantó el Ingeniero D. Manuel Hernández
el año de 1746; y también escribió una descripción cir-cunstanciada
de la Isla, con su temple, producciones,
comercio, ganado, aves, Villas, lugares, población, fortifi-cación
y guarnición. Ambos manuscritos subministró
para utilidad pública la generosidad de D. José Clavijo y
Fajardo.
Examinadas las longitudes y latidudes en que coloca-ron
a la Ciudad Real de Las Palmas, Eveux, de Fleurien,
el P. Feuillé, Bellin, D'anville de 1'Isle y otros; y cotejadas
con nuestros mapas manuscritos que merecen mayor
a recio, y son, el de esta Isla de D. Manuel Hernández y
'fe general de las siete Islas, que franqueó D. Francisco
Machado, resulta un medio prudente entre los cálculos
estremos de estas obras, y púsose a la Ciudad en 1 grado
y 8 minutos; que comprende al occidente de Madrid en
grados, 3 g., 30 seg~ridos;s ü laiitüd cii 23 grados. (Lá-mina
IV.)
Si hasta aquí todo parece diáfano, aunque se ofrezca algún
matiz por hacer, amén de lamentar muy profundamente la
pérdida de la Descvtpción de Hernández, facilitada a López,
con el resto de los mapas por don José Clavijo y Fajardo. Tam-bién
se ha perdido uno general del Archipiélago que le facili-tó
a López don Antonio Machado, esencial para su determi-nación
de la longitud y latitud de Las Palmas.
Como quiera que hay que descartar el de Pedro Agustín del
Castillo, por emplear todavía el impreciso método de los
cartularios, me pregunto si el prestado por Machado Fiesco no
será el que con el número 67 incluye Francisco Morales Pa-drón
en su catálogo de los conservados en la Biblioteca Na-cional
de París 29.
Se trata de un Mapa con planos y vistas de las Yslas Cana-vtas,
levantado por el coronel de Ingenieros don Antonio de la
Riviere, en 1740, dedicado al comandante general, marqués de
Branciforte, y que fue grabado por el tinerfeño Antonio
Hernández Bermejo en el convento de los Agustinos de La
Laguna en í'780, fecha coincidente con los publicados por
29 «Cartografía canaria en la Biblioteca Nacional de París)), AEA, 6
(1960), 521-546, p. 535.
UN MAPA INÉDITO DE GRAN CANARIA: EL DE JOSÉ OSSAVARRY DE 1806 21
Tomás López 30. Suposición hipotética, en tanto en cuanto no
tengamos reproducción del ejemplar parisino, pues los datos
de la descricpión no son del todo convincentes.
A la relación de mapas referentes a Gran Canaria anterio-res
al de Ossavany, aún tendríamos que añadir uno más que
tiene la amabilidad de comunicarme Ángel González Rodrí-guez
y tiene a punto de publicar. Se trata de un mapa de la
Isla que contiene el estado y localización de los efectivos de
las milicias provinciales. Parece ser acompañó al «Plan Políti-co
» del marqués de Tabalosos 31. Ángel González aprecia que
el mapa está inspirado en uno del caballero francés De Bor-da.
Si ello fuera así, indefectiblemente Tabalosos seguiría al-gún
ejemplar anterior a los dos del francés sobre las Islas y la
costa de África impresos en 1780 y posiblemente en 1790 en
París y conservados en ei British ivluseum de Londres ??.
30 MORALEPSA DR~nNos lo describe así: ~67.-Mapa (sic) con planos y
vistas de las Yslas Canarias en que se manifiestan sus verdaderas figuras,
distintas de las que han dado equivocadamente en los más de los mapas y
cartas que corren, formado con presencia de los que en el año de 1634 le-vantó
el sabio Ingeniero Próspero Casola y rectificó D. Pedro Agustín del
Castillo en 1686; mapas y planos de plancheta levantadas por el Coronel de
Ingenieros don Antonio Rivikre con su brigada en el año de 1740, que origi-nales
existen ... (etc.). Dedicadas al Excmo. Sr. Marqués de Branciforte ... Lo
gravó Sr. Antonio Hernández Bermejo, natural de Tenerife. Abierto en el
convento Agustino de La Laguna. Año 1870.-Comprende: Extensa leyenda
histórica, explicasión localizada en cada Isla, según números que se han
puesto para evitar los amazacotamientos de topónimos, vista de los perfiles
de las Islas en el escudo del Archipiélago en medio y, finalmente, el mapa de
ellas que mide 36 x 12 cm., 36 x 27 cm.-Reg. C. 10859~L. oc cit., p. 535.
31 GONZALERZO DR~GUEÁZN,G EL«: Mapa y estado de Gran Canaria del
marqués de Tabalosos, 1770-1776». Sobre la labor informativa de este co-mandante
general, RUMEUD E ARMASA, .: «Una curiosa estadística canaria
en el siglo XVIII, el "Plan Político" del marqués de Tabalosos)), Revista Znter-nacional
de Sociología, 3 (1 943), 179-1 85.
32 MORALESP ADR~NE:, Art. cit., p. 537. Entre las que cita conserva-das
en el British Museum figuran con los números 10 y 12: Curte des 21es
Canaries et d'une partie des C6tes occidentales d'Afrique, Por le chevr. de
Borda, París, 1870, y Curte particuíi&e des tles Canaries et des C6tes voisines
d'Afrique, Por le chevr. de Borda, 1790 (?), ambas con la signatura S. 13 (5).
Núm. 40 (1994) 679
2 2 ANTONIO DE BÉTHENCOURT MASSIEU
En conclusión, podemos afirmar que este mapa ilustrado
de Gran Canaria trazado en 1806 por el pintor José Ossavany
viene a enriquecer de alguna manera la cartografía no preci-samente
abundante de la Isla. Al tiempo, conocemos bien su
génesis y en función de qué intereses fue diseñado. Establecer
que hubo otro mapa de Gran Canaria, obra del pintor por-tuense
Manuel Antonio de la Cruz, hoy perdida con el expe-diente
sobre Nuevas Poblaciones remitido desde la Audiencia
al Consejo de Castilla en 1804. Y, finalmente, algunas aporta-ciones
de interés sobre la recuperación de los mapas de Ma-nuel
Hernández por Tomás López, la pérdida irremisible de la
Descripción de aquél, la existencia de un mapa del Archipiéla-go
levantado por el gabinete del coronel La Rivikre en 1740,
grabado en 1780 por el tinerfeño Hernández Bermejo, a los
que sobre Gran Canana A@ Gonzál-z Rodr-lg~~eezn riqi-lese
la serie con el elaborado bajo el mando del Marqués de
Tabalosos.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS