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LA CREACIóN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869: UNA PAGINA MAL CONOCIDA DE LA VIDA CULTURAL DE LA CIUDAD EN EL SIGLO XIX P O R SANTIAGO DE LUXAN MELfiNDEZ MARfA DE LOS REYES HERNANDEZ SOCORRO Pretendemos, en el presente artículo, llamar la atención so-bre un aspecto apenas conocido del desarrollo cultural gran-canario, en la segunda mitad del siglo XIX. Nos referimos a la fundación por parte del Ayuntamiento de una biblioteca pública, llamada a llenar el vacío existente en la población, s610 parcial-mente cubierto por algunas entidades particulares, especialmen-te el Gabinete Literario. El marco cronológico de nuestro traba-jo se sitúa entre Ia fundación de la institución, asociada en sus inicios a un proyecto de museo de historia natural, en mayo de 1860, y el momento en que considerándose más ventajoso para c., .-.*'..."m:""m;A. "a t.-."-m.-.n. -.....%:11n- -1 --..:=e ---*A- ---A: ou ur S a u i u o b s u u , 3c LA aopaaai u11 iua UUI UD a1 I ctilal GI G ~ U U ILIDLI-tuto Local de Segunda Enseñanza, en 1869. Nueve años por tanto, en los que una comisión formada por algunos de los hom-bres más inquietos de la cultura ciudadana, consiguieron reunir un fondo bibliográfico nada despreciable, que a la altura de 1869 se encontraba organizado y sistematizado de un modo aceptable. Núm. 34 (1988) 285 Pero la historia de la biblioteca no se agota en esos años funda-cionales, con lo que no habría pasado de ser un proyecto más. Entre 1870-76 estuvo ligada al Instituto de Enseñanza Media. Su-primido éste, en los primeros compases de la Restauración, pa-saron sus libros de nuevo a las Casas Consistoriales, donde al amparo de la Sociedad Económica de Amigos del País, que por aquel entonces tenía su sede en un local del propio Ayuntamien-to, no consiguió ser más que un almacén. Pese a ello, fueron años en que se recibieron importantes aportaciones, proceden-tes en su mayor parte del Ministerio de Fomento, e incluso se realizaron adquisiones de cierta envergadura, como la de la di- a brerian privada del pintor Ponce de León. A partir de 1890, y N E coincidiendo en ei mismo iocal con la primitiva biblioteca del O Mueseo Canario, se realizó la apertura al público y se dotó la n - =m plaza de bibliotecario, circunstancia esta Última determinante O E en el funcionamiento de la entidad municipal. Esta situación se E 2 mantuvo hasta comienzos de la década de 1920-30, en que la E = consignación del bibliotecario primero, y las de adquisiciones 3 y material después, fueron suprimidas de los presupuestos mu- - e- nicipales. En 1932, tras unos años de abandono, se confirmaba m E su desaparición total con el envío de sus fondos al Museo Ca- O nario l. n 3 Fue El Omnibus, dirigido en la época que nos ocupa por O Agustín Millares, a quien se ha atribuido la paternidad de la l Al respecto ver: Biblrotecas públicas g! privarlas ex Las Palmas has-ta la Segunda República: 1) El frustrado intento cle crear una Biblioteca Municipal 1860-1932). 2) Un ejemplo de biblioteca particular decimondni-ca. Comunicación presentada al Congreso de Cultura Canaria por MARÍA DE LOS REYESH ERNÁNDEZ SOCORROY SANTIAGODE Lu- MELÉNDEZ,F uer-teventura, noviembre 1986. E igualmente por los mismos autores: «Las bibliotecas particulares como fuente para la historia de la cultura: la pequeña librería de don Manuel de León y Falcón, un artista canario del siglo xrm, en Tebeto, Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerte-ventura, núm. 1, 1988, pp. 275-334. 236 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACION DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS P.4LRZAS 1860-1869 3 idea ', el que en los años inn~ediatamente anteriores al acuerdo municipal que pondría en marcha el proyecto, se ocupó de la necesidad de contar con una biblioteca pública: ((. .. que al mismo tiempo que enriqueciera y honrara la población, sirviera de estudio a los sabios e ilustrados viageros que sin cesar ncs visitan, dindoles una idea más favorable de nuestra estimación a las ciencias.. . 3. Corrían los años en que las expediciones de geólogos, botani-cos, arqueólogos, paleontólogos, etc., se sucedían. El comentario anterior surgía al hilo de una car. t-a de Sir Charles Lyell, en que A"%,.. -..A- +- 2-7 2- .-- 2- J?z-:7-- --*-:.a-- *... la- uaua L U C I I L ~U CL a ~ v í uue u11 L~LJUII UG IUMIGB I~XU~IUUD GLI I U ~ alrededores de la ciudad de Las Palmas por don Pedro Maffiotte. En 1856, la urgencia de contar con una biblioteca que tuviese una especialización en temas canarios, surgía asociada como complemento inprescindible, a un Gabinete de Historia Na-tural 4. En sucesivos editoriales, espaciados a lo largo de 1857, 58 y 59, el periódico se fue ocupando del proyecto5. El fondo fun-dacional seria donado por un grupo de personas interesadas en la cultura; el problema del local se resolvería con la utilizacion de un salón del Ayuntamiento, cuyas obras estarían pronto teir-minadas; el presupuesto para el enriquecimiento de la misma saldría de una cantidad fija que se incluiría en los gastos ordi-narios del municipio 'j. Por último, como ya escribimos, la biblio-teca tendría una sección destinada a las publicaciones y manus-critos canarios '. 2 N ~ WL ~~M Q : !~!E!. Y&o iq,n.e~,,e !ite rg+c. Crb~icz rig~g,1 844- 1944», en Folletón del Diario de Las Palmas (1944-19561, p. 73. 3 Hemeroteca del Museo Canario, El dmnibus, 17-XII-1856. 4 . Ibíü. En este artículo no vamos a ocuparnos del Gabinete de His-torio Natural. "'7-XII-1856, 4-XI-1857, 30-VI-1858 y 14-XII-1859. fdem, 4-XI-1857. Ibid. Núm. 34 (1988) 4 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MAR~A DE LOS REYES HEXNÁNDEZ SOCORRO 2. h CREACION FORMAL DE LA BIBLIOTECA EN MAYO DE 1860 ({Varias veces hemos propuesto el establecimiento de una biblioteca pública, cuya necesidad y utilidad nos parece que no se hallan sujetas a discusión y nada se ha podido conseguir)) Pese al desánimo que demuestra el editorial de El Omnibus, de fines de 1859, el asunto de la biblioteca sería llevado al ple-no del Ayuntamiento y a propuesta del Alcalde, por entonces D. Cristóbal del Castillo, se resolvería favorablemente su creación, en los primeros días de mayo de 1860 El mensaje del político moderado, excepción hecha de los recursos económicos, recogía las ideas reflejadas por el periódico: 1 . O Se promovería desde el Ayuntamiento la formación de un «Gabinete de Historia Natural de esta isIa» y de una {(Librería pública)) lo. 2P El trabajo técnico se pondría en manos de una comisión integrada por ((personas capaces y activas)) que se encargarían de promover las donaciones entre los vecinos. Los primeros miem-bros de la misma, a propuesta del Alcalde, fueron Domingo Déniz, Pedro Maffiotte y Gregorio Guerra, a los que la decisión municipal añadiría la persona de Awstín Millares. Debemos hacer constancia de que en el proyecto inicial se hacía explícito reconocimiento de las dificultades económicas por las que pasaban las arcas municipales! lo cual no sería óbice para no impulsar su creación. De este modo, los citados mds El dmnibus, 14-XII-1859. Archivo Histórico Provincial (AHP), Instrucción Pública (IP) leg. 1, exp. 28. La proposición del alcalde lleva fecha de 30-IV-1860 y el acuerdo municipai se prodüjü ei 5-V-iG6ü. '0 En un artículo publicado muchos años después en la Revista del Museo Canario, Juan Padilla, que llegaría a ser bibliotecario de la Mu-nicipal, reservaba el término ((Biblioteca)) para los establecimientos pu-blico~, y el de «Librería» para las colecciones particulares. ((Las Biblio-tecas Públicas y las librerías particulares», en El Museo Canario, t. 11 (1880-i881), p. 358. 288 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI ~ND E UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 5 arriba recibieron una comunicación oficial en los siguientes términos: «El M.I. Ayuntamiento Constitucional de mi presidencia, deseando vivamente poner en práctica la formación en sus casas consistoriales de una biblioteca pública y un museo de historia natural, establecimientos que V. conoce muy bien, son de la mayor importancia y conveniencia pública, y cuya falta es bastante sensible en esta población; y consi-derando que si bien carece de recursos propios por ahora para adquirir los libros y demás objetos que han de com-poner ambos establecimientos, esto no impedirá el dar (im-pulso) principio a su formación, si contando como debe contarse con el patriotismo y desprendimiento de estos ve-cinos que cgmo u ! g ~ ~ ohms ~ ~ ~ i f e s ty~~?6,se 0 p restzirSn gustosos a contribuir con libros y curiosidades.. . )) 'l. El acuerdo municipal y la aceptación de los miembros de la comisión signzicaban la puesta en marcha de esta institución, que a partir del 21 de mayo empezó a recibir los primeros do-nativos 12. Naturalmente, la prensa recogió ampliamente dichos acontecimientos. sí, EL Omnibus, por ejemplo, decía: ((Nuestro Ayuntamiento, oyendo la voz de la prensa, y pres-tándose a realizar los dos obgetos enunciados, ha respon-dido a una necesidad del país, tanto más recomendable cuanto que no se refiere a intereses materiales)) 13. Por su parte, EL Canario recibía entusiásticarnente a la nueva entidad publica: «El pensamiento tan elevado como patriótico iniciado por la prensa de esta ciudad, y secundado por nuestro celoso l1 AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio enviado por don Cristóbal del Cas-tillo a don Domingo Deniz, don Pedro Maffiotte, don Gregorio Guerra y don Agustin Millares; proponi6ndo!es mmn indivirlrres Ue !E j m t ~de 1:: Biblioteca y Museo. Las Palmas, 16-V-1860. * La contestación de los comisionados la firman Domingo Deniz como presidente y Gregorio Guerra como secretario el 18-V-1860. Por su parte El dmnibus de 27-V-1860, daba la noticia de que a partir del 21 de mayo empezaron a recibirse los libros por parte de la comisión. lS El dmnibus, 12-V-18M. Núm. 34 (1988) 289 6 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO Ayuntamiento de establecer en sus salones una biblioteca pública y un museo de historia natural, ha sido acogido por todos los que saben apreciar las ventajas de esta institu-ción con el más decidido empeño y entusiasta emulación» 14. 3. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS BIBLIOTECAS DE LASP ALMAESN LA DÉCADAD E 1860-1870 Un sumario balance nos permite considerar tres tipos de ins-tituciones bibliotecarias: !as eclesiásticas, las pertenecientes a a las sociedades privadas y las de los establecimientos de ense mama. E O Entre las primeras, la biblioteca del Seminario Conciliar ha-n = bría dejado de ser pública en 1852, cuando se encomendó la di- m O E rección de aquél a la Compañía de Jesús j5. Tampoco estaba abier- SE ta la del Cabildo Catedral. En relación a ésta, una iniciativa del E Gabinete Literario en 1850, pretendería infructuosamente su ce- 3 sión en depósito lb. Unos años después, sin embargo, durante - los primeros momentos de la Revolución de 1868, al menos de 0m E un modo formal, se produciría su expropiacidn por parte del O subgobernador del distrito de Las Palmas ". Por otro lado, aun- - que no afectase de modo directo al municipio de Las Palmas, -E debemos consignar una orden del obispado de 28 de enero a de 1860, por la que se pretendía la instalación en algunas parro- n qnias de todas las islas, de bibliotecas con carácter público. Se 3 utilizarían como fondos los procedentes de la librería religiosa O de Barcelona y del patrimonio del propio prelado. El sentido l4 El Canario, 22-V-1860. 15 Idem, supra 10, p. 360. Igualmente, JosÉ ALONSO MORALES«: El Semi-n a r i ~r> icxxssnn de Cmx-izs. Nntsic: hictórjcasyr, en Rezirtn & listcrin, t. XXXII (1968-91, PP. 186 y SS. fdem, supra 2, p. 43v. l7 Boletin Ojicial de la Provincia de Canarios, viernes 12-11-1869. El País, 23-11-1869, recoEe el acto formal por el que el subgobernador del distrito, don T0má.s de Zárate, con asistencia del presidente del Cabildo Catedrai y otros capitulares, se incautó y posesionó en nombre de la nación de la misma. 290 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS de la dispcsición era que el celo e ilustración de los párrocos fuese suficiente, con esta pequeña ayuda para: ((aumentar el niunero de obras de esta biblioteca parroquial, manifestando a sus feligreses su objeto e importancia, e in-dicándoles 'que recibiría con singular complacencia todos los libros que los part.iculares tengan a .bien desprenderse para utilidad delpúblico y aumento de dicha biblioteca)) la. En cuanto a las sociedades privadas, es. necesario que distin-gamos entre las recreativas y las propiamente científicas. De aquéllas, contaba la población con tres a la altura de 1856. 'M Gabinete Literario con 170 socios, el Liceo con 333 y la Sociedad Filarmónica con 194 19. De todas ellas, solamente el primero po-seía biblioteca. Su fondo inicial se había constituido con las aportaciones de sus socios y parece que lleg6 a contar con un servicio de préstamos o biblioteca circulante. Una «comisión de lectura)), sustituida algunos a.ños después por un administrador-bibliotecario, se encargaba de su dirección '". Del Liceo apenas conocemos el propósito de su presidente en 1867, por crear una .biblioteca para instrucción y recreo de sus socios, pero nos faltan noticias de que la idea se concretasez1. Es posible que alguna de las sociedades que fueron surgiendo poco después con-tasen con un pequeño fondo bibliográfico, suscripciones a pe-riódicos, etc., pero siempre en el ámbito restringido de sus socios 22. Por su parte, la Económica de Amigos del Pais comen- .I R- Dn-V1L-4G:-" ,' 0m~ 'i t,.j,.U--l-l C-J-t-l ~i~l ~ lG b t s p x k 6, CGZG~ ~1G-ISI,- 1860,n cm. ?!, pp. 97-98. Ver igualmente el articulo del número 296 (25-IV-1869) titulado ((Rasgos de generosidad de nuestro Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo Dr. D. Fray Joaquim Lluch y Garrigan, p. 72. Por su parte, El dmnibus se hacia eco de la medida el 10-111-1860. j9 El dmnibus, 19-1-1856. fdrm, siipríi 2, p. 33 y v. y p. 66v. igialzielite, Museu Caiiariu, c ~ k - ción roja, núm. 9: Reglamento General para la sociedad del Gabinete Literario ?/ de Recreo de Las Palmas de 7-111.1844. 21 El Pais, 15-1-1867. Era su director Vicente Hernández. Sociedades como «La Unicínn, centrada en la realización de obras d:axáticas; «El Siglos, dedicada a la iníisica; {[El Faro)), «La Sociedad de Socorro, Declamación y Gimnasias, «La Protectora», o las de los ?O, zaba a salir de su letargo por aquellos años, con la publicación de un boletín y el aumento del número de sus miembros. Pero habrá que esperar a comienzos de la década siguiente, para que podamos constatar la intención por parte de su directiva, de formar una biblioteca que con el tiempo adquiriese carácter de pública 23. El colegio de San Agustín, entre los centros de enseñanza, parece que disponía de una pequeña biblioteca y que en alguna ocasión destinaba fondos a la adquisición de obrasz4. En cual-quier caso siempre podía recutrir a la ayuda de la del Gabinete Literario, como se sabe, muy ligado a la vida del mismo. Así, a N en la respuesta a una encuesta oficial sobre las condiciones del E centro en los primeros años de su existencia, leemos: O--- m O «Tiene la pequeña librería que se propone ir aumentando, E E y que se compone de las obras cuya nota se acompaña por S E separado: cuenta además con la librería del Gabinete Lito - rario que está a disposición del Colegio.. .n ". 3 - - No muy grande debía ser la biblioteca de la Escuela de Co- 0 m E mercio a tenor de los ingresos realizados en esta década. En el O curso 1861-2, entraron 8 tomos del Boletin Oficial del Ministerio - de Fomento 26, y en el de 1865-66, 15 obras, 11 compradas y 4 por -E a 2 como «El Progreso)), «La juventud dramática de Las Palmas)), ((La Ter- - tulian, ((La Aurora)), etc. - 23 Anales de la Sociedad Económica de Amigos del Pais de 1872, p. 7; 3 de 1873, pp. 7-8 y p. 19; de 1874, etc. La mención a la creación de la biblie O teca empieza a ser constante a partir de 1872. En el verano de 1872, los miembros de la Económica recibieron una circular, en la que se les so-licitaba la donación de obras para la futura biblioteca. Archivo Acialcá-zar, Las Paimas, 6-VIII-1872 (circular dirigida a don Manuel de León y Falcón). z4 Por I P C O ~ P ~ L ? ! A ~ C d~e~! E minirtm de Gr2c.i~y iurticiz, r-hemes, por ejemplo, su intención de suscribirse a la Biblioteca de Autores Es-pañoles de M. Rivadeneyra en 1854. Museo Canario, Colegio de San Agus-tín. Oficios, F.1, 1854, exp. 77. 25 fdem, Oficios, F.I., caja 2, exp. 77, 1848 (12-IX-1848). as Memoria leida en la Escuela de Comercio de Canarias el acto so-lemm de apertura del curso académico 1862-1863, por don Mariano San-cho y Chía, Gran Canaria, 1862. 292 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI~N DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 9 donación, en su gran mayoría diccionarios y gramáticasz7. El resto de los años, nada. Era más importante el deseo de crearla que la existencia de la misma. En el discurso de inauguración del curso 1864-65, el director se expresaba de la forma siguiente: N... igualmente me prometo ir for,mando, aunque con la lentitud consiguiente a la cortedad de los recursos, una pequeña biblioteca de las mejores obras que han visto la luz publica en el importante ramo de los estudios de co-mercio)) a. También dentro del terreno de los buenos propósitos pode-mos situar el deseo por parte del director de la Escuela Normal de poner en marcha una bibliotecaz9. En último término, no podemos cerrar este escueto panora-ma, sin referirnos a los posibles lectores, a los usuarios de las bibliotecas. El horizonte de la sociedad canaria, era desde luego el analfabetismn. XJna ~starlirtica de1 n-hero de gersnms que sabían leer y escribir por habitante, publicada por El Pais en 1865 30, situaba a las islas a la cola de las provincias españolas, junto con Castellón y Almería, con la proporción de 1 por cada 10 habitantes. Referida exclusivamente al municipio de Las Pal-mas y operando sobre los datos del censo de 1860 obtendría-mos una relación bastante más favorable, 1 por 4,6. De un total de 14.233 habitantes, 11.180 (78,5 por 100) no tendrian por su falta de preparación cultural, acceso a la lectura y escritura; 1.598 hombres y 1.465 mujeres, constituirían el núcleo de usua-rios poter;zi&s de la biblioteca P-hbiica q-ue q-jpisi;iafo rmar, si restringimos a la ciudad el ámbito de su aprovechamiento. Si tenemos en cuenta el escaso número de socios del Gabinete y las cifras modestas de las matrículas de los establecimientos de edu- 27 fdem de 1865-66, p. 8. 28 fdem de 1864-65, p. 12. 29 El dmnibus, 5-XI-1862. 30 El Pais, 17-11-1865. 31 Censo de población de 1860, Canarias, 1862, Santa C m de Tene-rife (Imp. de la vda. e hijos de Bonnet). Núm. 34 (1988) 293 cación, podemos concluir que la apertura de la biblioteca por parte del Ayuntemiento, hubiese supuesto un aumento muy con-siderable de las posibilidades de lectura. Por último, sobre el fondo bibliográfico reunido, compuesto por 570 obras ??, podría valorarse que contandri las personas capacitadas para la lec-tura, la proporción sería de 1 libro por cada 5,37 personas y 1 por 24,9 atendiendo a la totalidad de la población. 4. LA ACTIVIDAD DE LA COMISIÓN DE LA BIBLIOTECA 1860-1869 a Los asuntos relacionados con la biblioteca fueron competen-cia de una junta presidida por Domingo Deniz, en la que actuaba E O como secretario Gregorio Guerra. Además de los citados en el n = epígrafe 2, pertenecieron a ella, Cristóbal del Castillo, Domin- Oo> E go J. Navarro, Gregorio Chil y Naranjo, Fernando del Castillo 2E Westerling y Domingo Pérez Galdós 3! A 10 largo de la década, E pueden distinguirse en su trabajo tres etapas: 1860-1861, período en que comienza su labor recogiendo las donaciones del vecin- - dario, teniendo como portavoz al Omnibus. La preparación y 0m E desarrollo de la Exposición Provincial de 1862, junto con su po- O sible falta de operatividad, frenaron casi totalmente el desarro-n 110 de la biblioteca hasta 1866. Por último, antes de que estallase E la Revolución de 1868, se había procedido a la catalogación y a ordenación de las obras existentes, actuando por entonces de n portavoz de la junta, El Pais. 3 O «Este periódico, invitado por la comisión de biblioteca y museo de historia natural para ser el órgano oficial de las disposiciones que adopte en lo sucesivo, ha admitido con AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Inventario dc los libros de la Biblioteca. Nunicipal trasladarlos al Instituto de Segunda Ensefianza de Las Pal-mas, 15-1-1870, 33 fdem. Escrito de Gregorio Guerra, secretario de la comisión, dan-do cuenta al Ayuntamiento de los trabajos de la misma, desde su crea-ción. Las Palmas, 23-11-1866. 294 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS placer esta honrosa invitación, ofreciendo sus columnas para cooperar de algún modo a tan noble como patriótico proyecto)) 34. Efectivamente, a través del Omnibus, podemos seguir con de-talle las pasos que se dieron durante estos años, para proceder a la instalación de la biblioteca. Fundamentalmente se trató de promover la entrega de libros, para lo que la comisión envió una circular y llevó un registro de los donantes, que después apare-cería en el periódico 35. Entre el 21 de mayo de 1860 y el 11 de mayo de 1861, lograron reunirse más de mil volúmenes, es decir, la práctica totalidad del núcleo fundacional, que según el periódico ingresaron con el siguiente ritmo: - 25-V-1860: 200 volúmenes 36 - 6-VI-1850: 220 volúmenes - 23-VI-1986: 300 volúmenes - 7-VII-1860: 370 volúmenes - 20-IV-1861: 500 volúmenes - 11-V-1861: más de 1.000 volúmenes. A fines de 1860, después de unos meses de funcionamiento, la junta consideraba como trabajos imprescindibles, la realiza-ción del inventario de todos los ejemplares recibidos, para em-prender después la catalogación por materias y autores 37. La colocación en los estantes correspondientes, cedidos por el Ayun-tamiento, se realizaría por el orden de entrada. Suponiendo que esa labor estuviese ultimada con rapidez, dos obstáculos se pre-sentaban todavía antes de poder abrir al público la biblioteca, como era el deseo de la comisión: El Omnibus, 26-V-1860. 35 Además de El dmnibus, El Canario (22-V-1860) también se hizo eco de los primeros esfuerzos de la comisión. Antes del 6 de junio, la circu-lar ya había sido ,repartida, y la primera lista de donantes, encabezada por Cristóbal del Castillo, apareció en El bmnibus de 27-VI-1860. Las fechas se corresponden con la publicación del periódico. 37 El Ómnibus, 10-X-1860. Num. 34 (1988) 295 12 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO 1." La imposibilidad de contar con un bibliotecario por falta de recursos. El optimismo desplegado por la comisión en sus primeros momentos, llegaba a considerar la posibilidad de su-plir esa falta, abriendo los domingos: «No podemos todavía designar los días en que se abrirá al público la biblioteca cuando se halle debidamente orga-nizada, porque no habiendo fondos con que pagar un bi-bliotecario, no será fácil su apertura diaria. Pero bien sea arreglándola al fin de este modo, o abriéndola por ahora los domingos, la comisión está decidida a no perdonar tra-bajo ni molestia alguna que satisfaga cumplidamente las necesidades de su institución)) 38. 2.= "la-r.n.u"ie"r-r- s e pi-eseíiiabii C O I ? ~i~~ cmivmie~tlea,s GJ(ZSSS condiciones del local en que se hallaban depositados los libros. A juicio de la junta, el lugar más apropiado sería el salón en que realizaba sus sesiones el Ayuntamiento 39. En este sentido, el 10 de mayo de 1861, El Omnibus anunciaba el arreglo de un nuevo salón para biblioteca y la fabricación de unas estanterías cerra-das de cedro Dentro de los propdsitos de la junta, se encontraba la adqui-sición de algunos libros, así como la posibilidad de poder contar con algún dinero para gastos de escritorio, asignación que apa-recería al año siguiente, en los presupuestos municipales. En el programa de compras figuraban la ((Biblioteca de autores espa-ñoles » de Rivadeneyra, obra que contaba con el apoyo del go-bierno 41, el Diccionario geográfico de Madoz, la Enciclopedia es-pañola y la Historia de Españu de Modesto Lafuente 42. Que no-sotros sepamos, a primeros de abril de 1861, la obra de Riva-deneyra ya estaba en la biblioteca ". 38 fdem, 26-V-1860. Ibid., supra 38. 4Ü faem, 2(j-I-"--i@i. Dicho era -uno que COIiStrGyecd~ en el primer piso a la derecha, cuyas ventanas daban al Norte. a Vide supra not. 24. El propio Rivadeneyra llega a residir, por mo-tivos de salud, en Las Palmas durante el invierno de 1869. Vid. FOLLF-T ~ ..N., p. 86. 42 El ómnibus, 7-VII-1860. f dem, 20-IV-1861. 296 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860.1869 13 Mención especial debe hacerse al empeño y aprecio que la comisión mostró por las obras manuscritas: ((Los manuscritos, tan comunes entre nosotros, supuesto que, sólo hace pocos años han principiado a funcionar las imprentas, encontrarán en este depósito de las glorias del país, personas que los conserven, publiquen y les den la conveniente importancia; estos manuscritos tendrán para nosotros un valor tanto mayor, cuanto que todos saben de qué manera han desaparecido nuestros archivos municipa-les, sin que ningún curioso conserve en su poder estracto alguno de los papeles que allí se custodiaban)) 44. Durante el período a que nos referimos, El Omnibus destacó ia en la afiiioiecad e ~ l a i ~ ~ c rai t~o t ó ~ ~ 'v~7ierzf o y Clavijo con la traducción en verso, hecha por éste, del poema de Racine sobre la religión 45. «¿Qué se ha hecho de la biblioteca municipal? ¿Ha muerto al nacer o la tienen envuelta entre pañales dándole la pa-pilla? Tenemos curiosidad de saber de que enfermedad adolece, para aconsejar su remedio, pues es idea que no quisiéramos ver perdida)) 46. Los periódicos, especialmente El Omnibus y El País, cons-tatan la paralización de los trabajos de la comisión, y a lo largo de estos años, no cejarán en llamar la atención sobre el aban-den^ de !a hihlicteca '?, recngienr'~ ciialquier si@-^ que pueda significar un despertar en su actividad 48. LOS trabajos de la ex-posición de 1862, la fiebre amarilla y el robo que sufrió la mis-ma 49, son algunas de las razones que se adujeron para justificar el deterioro de la situación. 44 fdem, 26-V-1861. 45 fdem, 25-VIII-1860. 46 fdem, 19-XI-1862. 47 fdem, 17-X-1863,1 6-IX-1865,1 0-1 y 13-1-1866. El País, 11-IX-1863. 49 fdem, 4-XI-1863. Núm. 34 (1988) 14 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARDÍAE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO Hubo que esperar a la primavera de 1865 para que el Ayun-tamiento tomase cartas en el asunto y se decidiese a salir del impase impuesto por la falta de operatividad de la comisión. Por acuerdo del 25 de abril, informado el pleno de la dimisión de Domingo Deniz y del abandono de sus funciones por parte de1 resto de los individuos, que nada hacían por el nuevo esta-blecimiento, resolvió nombrar un director para la biblioteca y otro para el museo, cargos que recayeron en Agustín Millares y Gregorio Guerra, respectivamente ". La medida, sin embargo, no surtió efecto y tras ser anulada a comienzos de 1866 51, se ensayó la creación de dos comisiones que formarían los dos susodi-chos, añadiéndose el canónigo Chil para la de biblioteca, y su sobrino, el fundador del Museo Canario, para la del museo ". Tampoco esta solución tuvo éxito, debido especialmente a la disconformidad de Gregorio Guerra 53, por lo que después de una reunión en las casas consistoriales, convocada por el enton-ces alcalde Antonio López Botas 54, se volvió al «status» anterior. Es decir, una única comisión constituida por los antiguos miem-bros 55. El 23 de julio de 1866 la junta de biblioteca y museo munici-pal, estaba formada por Domingo Deniz (presidente), Pedro Maffiotte (vicepresidente), Agustín Millares, Domingo J. Nava-rro, Juan León y Castillo, Fernando del Castillo Westerling, Cris-tóbal del Castillo, Juan Navarro Torrens, Gregorio Chil Naranjo, 50 AHP, IP, leg. 1, exp. 28, Las Palmas, 25-IV-1865. Libro de Actas del Ayuntamiento de Las Palmas (LAAP), núm. 28, 1862, 16-11-1866. 52 AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio firmado por el alcalde y dirigido a los susodichos señores el 22-11-1866. fdem, supra nota 33. fdem, oficio del alcalde a los miembros de la primera comisión, convocándoles a una reunión en el Ayuntamiento, de 27-11-1866. 55 fdem, acuerdo del 27-11-1866. 298 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 15 Domingo Pérez Galdós, Gregorio Chil Morales y Gregorio Gue-rra (secretario) %. La biblioteca, mientras tanto, había sido trasladada al salón de sesiones del Ayuntamiento 57. El Pais, que durante este perío-do, será el que más importancia conceda a los trabajos de la comisión, describía así la instalación en el nuevo local: «La sala la ocupan, dos hermosos armarios acristalados en los dos cuerpos alto y bajo, y pintados de blanco, contenien-do cada uno de dichos armarios tres estantes, y dos arma-rios más pequeños, de caoba igualmente acristalados en la parte alta, y la baja con hojas de madera. Uno de estos dos últimos se halla exclusivamente destinado a las produccio-nes canarias, y en 10s giros a&j&ia eusa de mil tres-cientos volúmenes, sin contar los folletos manuscritos. Los obgetos de historia natural ocupan el cuerpo bajo de los cuatro armarios)) Que se quería dar nuevo impulso a la idea, lo prueba la lla-mada de la comisión para que se iniciase de nuevo la entrega de donativos, y sobre todo, la publicación del catálogo de los fondos, incluyendo los nombres de las personas que habían cedido obras a la biblioteca. Igualmente se anunciaba la próxi-ma apertura de la misma. La reproducción del fichero de los libros por El Pah, que más adelante tendremos ocasión de cuantificar, se produjo en-entre el 27 de noviembre de 1866 y el 3 de diciembre de 1867, in-cluyéndose la siguiente información : L. Nombre del donante. 2. Título de la obra, autor, lugar y fecha de edición. 3. Número de volúmenes. 4. Estante de colocación. 5. T-hh de! estante. 56 LAAP, núm. 28 (1866). Oficio de Domingo. Deniz al Ayuntamiento, leído en sesión del 27-111-1866. 57 AHP, IP, leg. 1, exp. 28, 1-11-1866. 58 El Pais, 27-IV-1866. Núm. 34 (1988) 16 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO 6. Tamaño. 7. Encuadernación o rústica. 8. Estado de conservación. El objetivo de la comisión era dar a conocer las materias que podían consultarse con el fin de motivar la lectura y hacer jus-ticia a las personas que habían entregado los libros, incitando de este modo a los que no 10 habían hecho a seguir el camino de aquéllos 59. En palabras del periódico: {(Hacer revivir el entusiasmo en favor de ese establecimien-to que, hace algún tiempo, atrajo a él donativos importan-tes como se puede ver recorriendo los que aparezcan en los numeros del peri6Ciico.. . » =. Igualmente, la comisión se aventuraba a anunciar el horario de la biblioteca, que sería de 10 de la mañana a 3 de la tarde, lo que significaba que se pensaba que la apertura era inmi-nente '!. Entre las adquisiciones de que tengamos constancia durante estos años, podemos reseñar el Diccionario de bibliografia agro-ndmica de Antón R a m í r e ~y ~el~ M anual de Ayuntamientos de José L10vera~~p;o r otro lado, fueron remitidos a la comisión para su dictamen la conveniencia de apoyar a la {(Biblioteca de Autores Canarios)) del Gabinete Literario, así como la suscrip-ción a los Documentos Indditos del Archiuo de Indias ". Nos falta señalar, por último, que en los presupuestos muni-cipales correspondientes al período comprendido entre 1862 y 1868-1869, dentro del capítulo «Gastos de Ayuntamiento)) se con-signaron 2.000 reales anuales. Teniendo en cuenta que en el año 50 La publicación de estas listas de donantes son muy frecuentes en los periódicos. Ibid., 27-XI-1866. Ibfd. LAAP, núm. 28, 5-1-1866. fdem, 17-IV. fdem, sesiones del 11-VI1 y 12-XI. 300 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 17 económico 1868-9, se reformaron a 300 reales, obtendriamos un total de 12.300 reales invertidos en la bibliotecaES. 5. LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS TRAS LA REVOLUCIÓN DE 1868 5.1. Fundacidn y apertura del Instituto de Enseñanza Media ((Tratando de sobreponerse tanto como sea posible a las dificultades que crea para la instrucción pca., la topogra-fía de un país fraccionado y esparcido en pequeñas porcio-nes sobre la superficie del océano.. . » El Ayuntamiento de Las Palmas inició en 1863 las gestiones para establecer un instiFito de segunda enseñanza, amparándose en las disposiciones de la recién publicada Ley de Instrucción Públicaa. En esta empresa sería secundado por la prensas7, el Gabinete Literariom, etc. Una de las defensas más significativas del proyecto fue, sin duda alguna, la realizada por Fernando León y Castillo, que lanzaría su cuarto a espadas escribiendo so-bre la conveniencia de que la ciudad contase con un centro pú-blico de este ramo de la educaciónes. Se trataba de fundar un instituto local que fuese costeado por todos los Ayuntamientos 65 AHP, Presupue~tosM unicipales, leg. 2. En 1868-9 se redujo a 30 es-cudos, que volvieron a ser 200 en el presupuesto siguiente, si bien ese año no se libraron por falta de ingresos. Otras bibliotecas, como la del Seminario Conciliar, invertían cantidades mucho más importantes. Así, por ejemplo, en 1857 invirtieron 5.664 reales; en 1860, 4.871 reales; en 1862, 1.683 reales; en 1864, 5.600 reales, y en 1865, 1.521 reales. Archivo Diocesano, Libros de Cuentas del Seminario Conciliar. AHP, IP, legs. 1-2, exp. 31. Copia del oficio del subgobernador al ministro de Fomento de 26-VI-1863. Los artículos citados eran el 120 y el 125. Véame los artículos de fondo de El Pais de 13-X, 16-X, 6-XI, 10-XI, 13-XI y 17-XI-1863. El Pais de 26-1-1864 daba cuenta de su intervención a favor del Ins-tituto y reclamaba a la Económica y al Liceo que también terciasen en el asunto. El ómnibus, 4VII-1863. Núm. 34 (1988) de la islalo. Hubo que esperar, sin embargo, a las nuevas cin cunstancias políticas del sexenio revolucionario para que la idea se hiciese realidad. De esta forma, uno de los primeros actos de la Junta Superior de Gobierno de Gran Canaria fue la creacidn de dicho instituto 5.2. El traslado de la Biblioteca ~u&&xzl al Instituto ({Hace algunos años que ,se inició el pensamiento de esta-blecer en Las Palmas una Biblioteca Municipal con el fin de proporcionar al pueblo medios gratuitos de instr'ucción. Hubo entonces mucho entusiasmo y activiciau y OS uonati-vos de libros fueron cuantiosos hasta el punto de reunir en poco tiempo unos dos mil volúmenes. Pero como con fre-cuencia suele suceder, el marasmo sucedió a aquella mo-mentánea actividad, y hoy yace la Biblioteca abandonada y cermda para el público sin que el Ayuntamiento ni la comi-sión que para aumentarla y organizarla se nombró den se-ñales de vida para que sea una verdad aquel patriótico pen-samiento. Si el Municipio no quiere o no puede abrir al público la Biblioteca, pudiera muy.bien acordar su trasla-ción 31 Instituto. Todo menos que tenerla a disposici0n del polvo y la polilla que se encargara de devorarla en poco tiempo)) (EL Bombero, 22-XI-1869). El suelto de El Bombero venía a apoyar la petición del di-rector del Instituto Miguel de Rosa, que en primera instancia no había sido atendido por el Ayuntamiento7?. En nuevo ofi-cio, presentado unos días después del texto transcrito más arriba, justificaba en nueve puntos la conveniencia de su solici-tud, coincidente con El Bombero, en la necesidad de que la bi- 70 El ómn~b u s ,2 7-11-1864.S obre la historia del Instituto Local de Se-gunda Enseñanza de Las Palmcu, estamos realizando en la actualidad. una amplia investigación. AHP, IP, legs. 1-3, exp. 60. Expediente instruido para la i?zstalacion de un Instituto de Segunda Enseñanza en esta ciudacl decretado .por la Junta Superior de Gobierno de Gran Canaria, en 6 de noviembre del co-rriente (1868). AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio del 16-XI-1869. 302 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS LA CREACION DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 18W1869 1'9 blioteca debía abrirse a1 público. En la exposición de motivos se planteaba que los libros estaban para consultarse; la posi-bilidad de contar con un bibliotecario, escogido entre los profe-sores del Instituto; asimismo, quedaría resuelto el problema del mobiliario propio de un establecimiento de este tipo; se conse-guiría que los libros estuviesen en buenas condiciones, preserva-dos de la polilla. Por otro lado, se presentaban como garantías a la cesión de las obras, la devolución de las mismas en caso de supresión del Instituto; el nombramiento de una comisión ins-pectora por parte del Ayuntamiento; la realización de un inven-tario en el momento de recibir los libros; y, por último, se adu-cían' motivos económicos, pues de este modo, el Ayuntamiento se ahorraría ia cantidad que por iey ie correspondía abonar, para dotar al instituto de una biblioteca 73. Ante esta segunda demaizda, el Municipio accedió añadiendo al acuerdo que se mantendría el caracter municipal de la biblio-teca, y por tanto su consideración de pública; que las nuevas adquisiciones pasarían permanentemente a engrosar los fondos de la misma; ig~zalmente, el nombramiento de bibliotecario re-caería en el Ayuntamiento; por último, el contrato podría ser rescindido en cualquier momento. No había finalizado el año cuando el señor Mesa de León, secretario del Instituto, era desimado como bibliotecario 74, y el 15-1-1870,e l doctor ~ b edel R osa enviaba al Municipio la lista de los libros cedidos, colocados ya en aquel centro 75. La biblioteca podía proceder a su apertura. 6. BALANCFIEN AL: LOS FONDOS DE LA BIBLIOTECA EN 1870 El análisis de la Biblioteca Municipal en 1870 ha sido reali-zado a traves de dos fuentes fundamentales: el catálogo razo-nado publicado por El País, del que dimos constancia en páginas anteriores, y el inventario que elaboro el Instituto local al reci- 73 fdem. Oficio de director del Instituto de 29-XI-1869 y acuerdo mu-nicipal del 3-XII-1869. j4 Ídem, sesión del 31-XII-1869. 75 Ídem, supra nota 32. 20 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍDAE LOS REYES H E R N ~ E ZSO CORRO bir los libros en 1870. El carácter completo del primero, desgra-ciadamente no terminado de publicar, se complementa con el segundo del que puede extraerse mucha menos información, pero que cubre la totalidad de la biblioteca. 6.1. Tamaño de la biblioteca De acuerdo con la segunda de las fuentes, la biblioteca estaba formada por 570 obras, o lo que es lo mismo 1.563 volúmenes. Tamaño más que discreto si lo comparamos, por ejemplo, con g N los 7.237 ejemplares (14.638 volúmenes) que tenía la Biblioteca g Provincial y del Instituto de La Laguna en 1860 76. Es más, de { n acuerdo con la Iegislación de 1867, no llegaría por el tamaño a g los mínimos establecidos para tener denominación de pública ". EE 2 6.2. La formación de la biólioteca: los donantes 3 - 0 En páginas anteriores, nos referirnos al proceso de formacidn de la misma. Resumamos ahora algunos datos fundamentales. O De un total de 570 obras inventariadas, 514 (el 90,l por 100) fue ron donadas por particulares, 5 lo fueron por el colegio de Se-ñoritas, .a6 (el 4,5 por 100) fueron adquiridas con el dinero con-signado por el Municipio para gastos de biblioteca y, por último, de 24 se ignora la procedencia. Es decir, la Biblioteca Municipal se fonnd con las contribuciones de los vecinos de la ciudad. El número total de donantes ascendió a 85, que según el nú-mero de obrbs regaladas, pueden ser divididos en cuatro grupos: ~ C O GS. M ART~NELaZ':B iblioteca de h Uniuersidad de La Lagu-na, Santa Cruz de Tenerife, 1969. " El RD. de 12-VI-1867 consideraba como privadas a las bibliotecas que tuviesen una dimensidn inferior a 5.000 volúmenes. LORENZAOLT ER y otros: Enciclopedia jurídica espafiola, Barcelona, 1910. 304 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 21 como la base de la misma. Cayetano de Lugo Eduardo (96 obras), Domingo J. Navarro (63 obras) y Antonio Bethencourt Sortino (33 obras). 2.") Entre 30 y 10: Este grupo lo forman ocho personas: Antonio López Botas, Cristóbal del Castillo, Raimundo mrrugia, Ramón Pintor, José de Armas Jiménez, Fernando Suárez, Fran-cisco de León y José María Siliuto. Su aportación significó el 203 por 100 del total. 3.") Entre 10 y 5 libros: Encontramos diecisiete personas: Gregorio Parra, Bruno de la Fe, Fernando del Castillo, D. S. Tra-vado, Juan del Castillo, Luis G. Mármol, J. N. Melián, Ramón Puig, el Obispo Lluch, Gregorio Chil, José Sagalés, Pedro Maffio-tie, Lums nizoia, jo&e Igñacio Jimenez, PalDiu pawiiaA, i,iunjo Quintana y Francisco de Paula Grossa. En total, el 18,24 por 100 de los libros. 4.") Menos de 5 libros: En este apartado figura una nómina compuesta por a) 4 libros: Felipe Massieu Westerling, Manuel Fernando Ló-pez, José de La Rocha, Emiliano Martínez de Escobar, Matías Padrón, Mariano Collina, Jaime Dachs, Agustín Millares, Manuel A. Izquierdo y Enoch Corvo. b) 3 libros: Juan Rodriguez González, Eufemiano Jurado, J. Hurtado de Mendoza, Francisco Guix, Domingo Deniz, Jeróni-mo Navarro, Ventura de Ia Vega, Manuel López Fariñas y Juan Lorenzo Ferrer. C) 2 libros: María de los Remedios de la Torre, Federico Ba-rrio, Amaranto Martínez de Escobar, Manuel Hernández Romhn, Salvador Rivero Bethencourt, Antonio Acaso, Miguel Peñate y Alfonso Gmrie. d) 1 libro: Tomás Doreste, Baltasar Llarena, Benigno Car-ballo, Esteban Quintana, Rafael de La Torre, José Massó, José Calzadilla José Doreste. Francisco, J. Navarro, Alejandro Nava-rro, Cirilo Moreno, Nicolás Navarro, Francisco Montesdeoca, Teófilo Martínez de Escobar, Eduardo Sall, Benito Pérex Galdós, Pmdencio Morales, Mariano González Vals, Diego Mesa de León, Manuel de Castro, Domingo Morales, Lucio Santana, Miguel Be thencourt, Fhfael Lorenzo Garcia, Domingo M. Rolo, Juan de Núm. 34 (1988) 305 Quintana, A. Manrique y Saavedra, Ignacio Negrín, Andrés Agui-lar y Nicolás Massieu. Los 57 miembros de este grupo dieron el 19,8 por 100 de las obras. Si atendemos a la profesión de los donantes, observamos (ver gráfico VIII) que predominan cuatro grupos de profesiones: Las que hemos denomina,do profesiones juridicas, que incluiría a jueces, abogados, notarios y funcionarios en general de la ad-ministración de justicia. Este grupo lo formarían 16 personas. El segundo lugar sería ocupado por los fu.rzcionurios en sus tres escalones, estatal, provincial y local. En total, 14. Vendrían des-pués los profesores, entre los que contamos a los maestros, pro-fesores de escuelas de tipo medio y superior, de colegios priva-dos, etc., en número de trece. Por último, constituirían la cuarta plaza los eclesiásticos, desde el Obispo a los párrocos de las iglesias, no contabilizándose a ningún miembro de las órdenes religiosas. Su número ascendía a 12. En resumen, de 85 donan-tes, 54 qireriarisin integrsirins en las prnfeslnnes resefiadac. No pertenecieron, sin embargo, a estos grupos los mMmos donantes de la biblioteca: Cayetano Lugo pertenecía a1 núcleo de los propietarios, Domingo J. Navarro era médico, y Antonio Bethencourt, autor de una vista y plano de la ciudad de Las Pal-mas en 1858, aparece clasificado como artista, aunque los libros que entregó debieron constituir la biblioteca medica de su pa-dre que tuvo dicha profesión78. De todas formas, puede observarse cómo casi todos Ios gru-pos de profesiones del sector terciario de la ciudad, estuvieron wnnrncnn+oAnc n ñ n ~ n ~r lnn c t a n s r c n 1s n r n c n n n i o rln rincl onlo m i r - I G p L G I J G L I C C I i U V i J . I I I b L UCiCi L I U O U U U U i A UU ALU F A U U U I I V I W UU CCLIU UVIU A S A U jer en el conjunto de los promotores de la biblioteca: Doña María de los Remedios de la Torre, viuda de Juan Evangelista Doreste, que fue directora del colegio de Señoritas, anejo al de San Agustín. PnnciAarnmAr\ ntrnli nritnrinr Anhn t a n a r e n nr, nrinnta n y i n "1 v u u a I u c L a L & u u UI~IUIJ~ 1 1 u b ~ ~ u iU3 ~, UUU UIIUIU~ GII U U ~ I A V U ~ U 0U1- 78 JUAN BOSCH MILL~RES: Historia de la Medicina en Gran Canaria, t. 11, Las Palmas, 1967. Bethencourt se doctoró en la Universidad de Edimburgo; falleció en 1838 en Las Palmas por la epidemia de la fiebre amarilla. 306 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS P.ALMAS 1860-1869 23 gunos de los donantes fueron los propios autores de las obras que regalaban. Ese fue el caso de Benigno Carballo Wangüermet, residente en Madrid, que ofreció un ejemplar de su Economia politica. De Gregorio Chil y Naranjo que entregó su tesis titu-lada «Des diferents moyens qui ont ete employés dans le but de guérir le retraccissements de l'urethren, obra de investigacidn publicada en Francia que venia a engrosar los importantes fon-dos de medicina. De Mariano González Vals, regente de la Audiencia hasta el verano de 1861, y autor de una novela bajo el título El caballero de la Almanaca, novela histórica escrita en lenguuje del siglo XVIII. Igualmente, Pedro Maffiotte, que regaló una obra pedagógica titulada Método de la Regla base. El abo-gado y profesor de la Escuela de Comercio, Rafael Lorenzo Gar-cía hizo lo propio con La esclavitud y el pzuperismo en el si-glo XIX. El profesor de Fuerteventura, A. Manrique Saavedra, donó su Compenüio de la Gramática Castellana. Y, por Último, el tinerfeño Ignacio Negrín, su Poesíu del mar. Como puede apre-ciarse, todos ellos unidos por el denominador común de su rela-ción con Canarias. Hemos dejado para el final el regalo hecho por el entonces estudiante Benito Pérez Galdós, consistente en una edición en castellano de los poetas griegos Anacreonte, Safo y Tirteo. 6.3. Análisis de la biblioteca. por materias En número desigual (ver cuadro número 1) 1s Biblioteca Mu-nicipal se componía de las siguientes materias: Bellas Artes, Ca-narias, Ciencia Militar, Ciencia Política, Ciencias, Derecho, Eco-nomía, Educación, Varios, Filosofía, ~eografíaH, istoria, Lengua y Literatura, Medicina, publicaciones periódicas y Religión. Atendiendo al número de obras podemos realizar tres gran-des apartados: 1." Estaría constituido por las obras de Lengua y Litera-fura: .Diccionarios, gramáticas españolas, latinas, francesas, in-glesas e italianas; libros de literatura española, clásica, francesa, anglosajona e italiana; 'y, por último, escritos de retórica. Este 24 SANTIAGO DE LuXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO conjunto reuniría un total de 102 ejemplares (el 17,95 por 100 del total). Las de Medicina, formado por obras de Patología general (Cardiología, Neumología, enfermedades infecciosas, problemas digestivos, enfermedades venereas, Neurología y Angiología), de Cirugía, de Ciencias básicas (Estadística médica, Anatomía, Fi-siología y Farmacología), de Medicina Preventiva (Higiene, Epi-demiología), de Medicina Legal, Pediatría, Ginecología e incluso algún libro dedicado a la Urología, Dermatología y establecimien-tos asistenciales. El número totaI de este tipo de libros se ele-varía a 87 (es decir, el 15,31 por 100). a N Religidn: compuesto por libros de Doctrina cristiana, Biblias, E Libros de culto, Vidas de santos, Teología, e Historia. En total, 78 libros (el 13,73 por 100). On-- m O Por último, los de Historia, entre los libros de esta materia, EE obrs de Historia general, Antigua, por países (de Francia, 2 E Inglaterra, Italia y sobre todo España), junto a biografías, me- - morias, diccionarios y documentos. En total, 56 títulos (9,85 $- por 100). Om- Estas cuatro materias (56 por 100) constituían la parte más E O importante de la biblioteca. 2." Un segundo apartado lo formarían la sección que la co- n E misión de organizacidn de la misma denornind Canarias, com- - a puesta por libros de todas las materias (Ciencias, Economía, 2 n Educación, Geografía, Historia, Ciencia Politica, Lengua y Lite- n ratura, Medicina y publicaciones periódicas) escritos por cana- =O rios, publicados en Canarias o cuyo asunto fuesen temas cana-rios. En total, 43 obras (el 7,57 por 100). El grupo de Ciencias, constituido por las obras de Física, Ma-temáticas, Química y Ciencias Naturales, -junto a algún libro de Náutica, serían 41 (el 7,21 por 100). Derecho, formado por obras de Derecho político, penal, natu-ral, castrense, civil, Filosofía del Derecho, administrativo y ca-nónico. En total, 39 (el 6,8 por 100). Y, por último, Economk, sección en la que encontramos titu-los referidos a Economía Política, Agricultura, Comercio, Indus-tria y Hacienda, formando 32 obras (el 5,63 por 100). 308 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS Las cuatro materias en conjunto, representarían el 27,27 por 100 del total. 3P El tanto por ciento restante agruparía a FiEosofia (4,04 por 100), Ciencia Politica y Geografk (2,99 por 1001, Publicacio-nes periódicas (1,76 por 100), Libros militares (1,40 por 100). Educación y Urbanidad (1,23 por 100), Bellas Artes (0,08 por 100) y Varios (0,52 por 100). En resumen, se trata de una biblioteca constituida por obras que podemos considerar de humanidades (72,49 por 100) frente a un porcentaje mucho más reducido de los libros de ciencias (22,52 por 100). Igualmente, debe señalarse que si hay alguna secdcín especializada, pndriamos considerar fundamentalmente a la de Medicina y Derecho. Si ponemos en relación la profesión de los donantes (ver cuadro VIII) con el tipo de libros que ofrecieron al naciente establecimiento municipal, pueden realizarse algunas precisio- =es. E,n.tre ee!!us, cemo ~ ? I & C ~ ~ UMOEln Qs ~ r r i he!~ m, riicter mls restrictivo y especializado de los libros de medicina. Fueron entregados casi en su totalidad por dos personas, una, médico de profesión, y la otra, hijo de médico, que donó la biblioteca de su progenitor. Sorprende que Domingo Deniz, doctor en Medici-na, y muy vinculado a la organización de la biblioteca, no ofre-ciese ningún libro de su especialidad. Tanto en Derecho como en Religión, en segundo lugar, los juristas o los eclesiásticos constituyeron el grupo dominante, si bien personas ajenas al Derecho o a la Iglesia dieron libros de estas disciplinas. Eii el rastu de las iiiaterias, .u:li+w:-inir u, cnanp-rmr~,:inalimi ianinitbe Sil Lengua y Literatura, la diversificación de donantes fue mucho mayor, no pudihdose establecer, por tanto, un víncuIo entre la profesión y los libros regalados. 6.4. Composición de la. biblioteca por la fecha de edición Atendiendo a este criterio, una pequeñísima proporción (1,05 por 100 del total) pertenecería al siglo XVII, alrededor de un 30 por 100 serían del XVIII, y el resto se incluiría en el XIX. Núm. 34 (1988) 309 Las obras de la centuria decimoctava (ver cuadro cuadro VII) hábrían sido editadas fundamentalmente entre 1761-1800 . (e1 70,23 por 100), mientras que en el siglo XIX, observamos un pico máximo constituido por las décadas de 1841-50 y 51-60 (48 por 100), es decir, las inmediatamente anteriores a la fundación de la biblioteca. Si relacionamos materias y cronología, se observa que faltan los libros del XVIII en Canarias -lo que puede explicarse por la tardía ,aparición de la imprenta en estas islas 79- y entre los de Ciencia Política. En Filosofía, la presencia de libros del sete-cientos es bastante importante en relación al total. En las cuatro materia. principales, los escritos decimcjnónicos serían algo me-nos dei aonie ios del & ias i.uces, rI-~entras t.Ii Ciencias, Economía o Geografía la diferencia seria mayor (ver cuadro 1). 6.5. La biblioteca por el lugar de edición ¿ver cuadro V) Podemos .considerar por la ciudad en que fueron editados los libros, -cuatro apartados: 1." Con mas de 100 libros editados: Madrid (con 202) y París (con 106) que representarían el 54,22 por 100 de la totalidad. La proporción de libros del XVIII sería ligeramente superior en Pa-rís (40,5 por 100 por 32 por 100). 2." Entre 100 y 20 libros: Integrarían este apartado Barcelo-na (con 42) y Londres (con 24); el 11,51 por 100 del total. En arn-bos, es especial~nente significativo que apenas haya libros del siglo XVIIIE. n la ciudad catalana, ninguno, por dos en Londres. 3." Entre 20 y 5 libros: Encontramos en este grupo a Las Palmas (con 15), Santa Cruz de Tenerife (con 101, Cádiz (con 111, Valencia (con 91, Edimburgo ( 6 ) y Sevilla (con 5). En total, el 9,84 por 100. La presencia de la ciudad escocesa puede explicarsem por haberse doctorado en su universidad, el médico Bethen- 7y ANTONIO VIZCAYA CARPENTER: Tipograf ia canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1964. 310 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS court, propietario de una buena parte de los libros de Medicina, que son los editados en aquélla 'O. 4.0 Menos de 5 libros: El resto, estaría formado por una serie de ciudades españolas (Málaga, Granada, Cervera, Vallado-lid, Alcalá de Henares, Palma, Villagarcía, Logroño y Zaragoza), francesas (Avignon, Lyon, Rouen, Estrasburgo y Montpellier), ita-lianas (Venecia, Génova, Nápoles y Pavía) de la Gran Bretaña (Dublín) de los Estados Unidos (Nueva York, Filadelfia y Bos-ton), de Holanda (Arnsterdan y La Haya), de Bélgica (Bruselas y Amberes), germánicas (Colonia y Viena) y por último de Caracas. No es necesario insistir en la procedencia dominante de Fran-cia y de la Gran Bretaña. Si cm fijamas er: !as c ~ a t r ac hdades prhci,viyu!ec, pedemm realizar las siguientes observaciones: en primer lugar, en la ca-pital de España ocupa el lugar preferente la Lengua y Literatura, materia presente en el resto de las ciudades. El Derecho, sólo se en. cue.n tra en Madrid, que en contrapartida no edita libros de ciimeias. TzLis y Lo~idres tierieri :a MeUieina, evmo materia do-minante. En la ciudad del Sena, la Filosofía y las Ciencias susti-tuyen a la Religión y el Derecho. Finalmente, en Barcelona, los temas religiosos ocupan el primer lugar. 6.6. . Clasificación por el idioma (ver cuadro 11) Después del español (el 63 por 100 del total) vendría el fran-cés (el 20,07 por 100), seguido del latín (10,73 por 1001, y el in- E;:& pzlr IGv"), sieridu apenas pei-zeptiblz !a presencia de! italiano (0,35 por 100). Las obras francesas serían, casi mitad por mitad, del XVIII y XIX; mientras que las publicaciones en latín tendrían el do-ble del XVIII, y las inglesas pertenecerían prácticamente en su L - L - , ' A - -, 1 LuLaliwau al alx. Si analizamos las materias, podemos destacar la preponde-rancia del francés en la medicina (29,21 por 100) en la que figura como primer idioma, aunque son también importantes los edi-m Ibid., nota 78. Núm. 34 (1988) 311 28 SANTIAGO DE LuXÁN MELÉNDEZ-MAR~A DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO tados en inglés (22,47 por 100) y latín (20,221; el español repre-sentaría el 28,08 por 100. Las obras religiosas tienen una proporción significativa de libros en latín que ocupan el segundo lugar, posición que repiten en los libros de leyes, importancia, esta última, que se acrecienta por no haber prácticamente publicaciones en una tercera lengua. En Historia, Ciencias, Literatura y Religión el segundo lugar sería del francés. 6.7. Encuadernación, tamaño y estado de conservaci6n (ver cuadros III, IV y VI) Los libros encuadernados en pasta representan el 51,76 por 100, casi mitad por mitad entre el m 1 1 1 y el XIX. La media pasta el 22,18 por 100, siendo casi todos del XIX (el 85,71 por 100). Igual-mente, los de rústica, el 18,18 por 100, serían del ochocientos el or~O ~ I, ,, 1 nnl n,, .-.i+t,, .., ,-t, 1-1 ri crl -.-., i nn\ -,..+A o 1, i r pur ~ u u j r. ul u ~ ~ r rt;vri ,p cigriiiiuru i c ; ~u, vo pur LUUp,, ~LGs-necerían al XVIII. Las obras del XVII utilizarían la pasta (5) y el pergamino ( 1). En cuanto al tamaño, el diagrama circular nos muestra pal-pablemente el ((4.0)) y el ((8.0)c)o mo dimensiones predominantes (el 80,2 por 100). Finalmente, el estado de conservación, después de siete años de almacenamiento, refleja una importante cantidad (el 45 por 100) en ((regular estado)), frente a los estimados en ((buen estados y «nuevos)) (43 por 100). ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS 1- CLASIF~CACIONP OR MATERIAS SIGLO XIX SIGLO XVlll TOTALES ) N1OE LIBROS Español 11 - CLASIFICAC~ON IDIOMAS SIGLO XVlll SIGLO XIX TOTALES u Frances Latin Ingles Italiano 111 - CLASIF~CAC~OPNO R EL TIPO 3 E ENCUADERNACION SIGLO XVlll SIGLO XIX TOTALES u Pana Media Pasta Rústica Pergamino Holandesa Cartone Folleto 314 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI~ND E UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 31 IV - CLASIFICACIÓN POR EL ESTADO DE CONSERVACION Nuevo Buen Estado Regular Estado NO Consta ESTADO DE CONSERVACION Nzim. 34 (1988) 21 V - PRlNmClPALES LUGARES DE EDlClON CLASIFIC,RDOS POR MATERIAS Y SIGLOS SIGLO XIX 1 SIGLO XVlll V - PRlNClPALtS LUGARES DE EOICION M.Dr lll.OI CLASIFICADOS POR MATERIAS Y SIGLOS 20 TOTALES 1 S 10 5 o B A R C E L O N A MADRID V - PRINCIPALES LUGARES DE EDlClON t P 0 c ~ m m s CLASIFICADOS POR MATERIAS Y SIGLOS ". n. .,..n. . ". V - PRINCIPALES LUGARES DE EDlClON CLASIFICADOS POR MATERIASY SIGLOS 3 i l 2 58 SIGLO XVIII 2 0 TOTALES 1 !, 1 CI 5 CI 2 0 SIGLO XVlll sitio rix ;/; 15 TOTALES 10 1 5 o Medicina Lengua Rdigi6n PA R I S L O N D R E S VI - CLASIFICACION POR TAMANOS % No consta Num. 34 (1988) VI1 - CLASIFICACION POR SIGLOS Y DECADAS CUADROV I1 (continuación) VI1 - CLASIFIC/iKION POR SIGLOS Y DECADAS NO consta 1801-10 11.20 21-30 3 1.40 41-50 51-60 61-70 d?cada
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Calificación | |
Título y subtítulo | Jácome de Monteverde y las ermitas de su hacienda de Tazacorte, en La Palma |
Autor principal | Negrín Delgado, Constanza |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 34 |
Sección | Bellas artes |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Las Palmas |
Editorial | Cabildo de Gran Canaria |
Fecha | 1988 |
Páginas | p. 323-351 |
Materias | Canarias ; Historia |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 6437156 Bytes |
Texto | LA CREACIóN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869: UNA PAGINA MAL CONOCIDA DE LA VIDA CULTURAL DE LA CIUDAD EN EL SIGLO XIX P O R SANTIAGO DE LUXAN MELfiNDEZ MARfA DE LOS REYES HERNANDEZ SOCORRO Pretendemos, en el presente artículo, llamar la atención so-bre un aspecto apenas conocido del desarrollo cultural gran-canario, en la segunda mitad del siglo XIX. Nos referimos a la fundación por parte del Ayuntamiento de una biblioteca pública, llamada a llenar el vacío existente en la población, s610 parcial-mente cubierto por algunas entidades particulares, especialmen-te el Gabinete Literario. El marco cronológico de nuestro traba-jo se sitúa entre Ia fundación de la institución, asociada en sus inicios a un proyecto de museo de historia natural, en mayo de 1860, y el momento en que considerándose más ventajoso para c., .-.*'..."m:""m;A. "a t.-."-m.-.n. -.....%:11n- -1 --..:=e ---*A- ---A: ou ur S a u i u o b s u u , 3c LA aopaaai u11 iua UUI UD a1 I ctilal GI G ~ U U ILIDLI-tuto Local de Segunda Enseñanza, en 1869. Nueve años por tanto, en los que una comisión formada por algunos de los hom-bres más inquietos de la cultura ciudadana, consiguieron reunir un fondo bibliográfico nada despreciable, que a la altura de 1869 se encontraba organizado y sistematizado de un modo aceptable. Núm. 34 (1988) 285 Pero la historia de la biblioteca no se agota en esos años funda-cionales, con lo que no habría pasado de ser un proyecto más. Entre 1870-76 estuvo ligada al Instituto de Enseñanza Media. Su-primido éste, en los primeros compases de la Restauración, pa-saron sus libros de nuevo a las Casas Consistoriales, donde al amparo de la Sociedad Económica de Amigos del País, que por aquel entonces tenía su sede en un local del propio Ayuntamien-to, no consiguió ser más que un almacén. Pese a ello, fueron años en que se recibieron importantes aportaciones, proceden-tes en su mayor parte del Ministerio de Fomento, e incluso se realizaron adquisiones de cierta envergadura, como la de la di- a brerian privada del pintor Ponce de León. A partir de 1890, y N E coincidiendo en ei mismo iocal con la primitiva biblioteca del O Mueseo Canario, se realizó la apertura al público y se dotó la n - =m plaza de bibliotecario, circunstancia esta Última determinante O E en el funcionamiento de la entidad municipal. Esta situación se E 2 mantuvo hasta comienzos de la década de 1920-30, en que la E = consignación del bibliotecario primero, y las de adquisiciones 3 y material después, fueron suprimidas de los presupuestos mu- - e- nicipales. En 1932, tras unos años de abandono, se confirmaba m E su desaparición total con el envío de sus fondos al Museo Ca- O nario l. n 3 Fue El Omnibus, dirigido en la época que nos ocupa por O Agustín Millares, a quien se ha atribuido la paternidad de la l Al respecto ver: Biblrotecas públicas g! privarlas ex Las Palmas has-ta la Segunda República: 1) El frustrado intento cle crear una Biblioteca Municipal 1860-1932). 2) Un ejemplo de biblioteca particular decimondni-ca. Comunicación presentada al Congreso de Cultura Canaria por MARÍA DE LOS REYESH ERNÁNDEZ SOCORROY SANTIAGODE Lu- MELÉNDEZ,F uer-teventura, noviembre 1986. E igualmente por los mismos autores: «Las bibliotecas particulares como fuente para la historia de la cultura: la pequeña librería de don Manuel de León y Falcón, un artista canario del siglo xrm, en Tebeto, Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerte-ventura, núm. 1, 1988, pp. 275-334. 236 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACION DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS P.4LRZAS 1860-1869 3 idea ', el que en los años inn~ediatamente anteriores al acuerdo municipal que pondría en marcha el proyecto, se ocupó de la necesidad de contar con una biblioteca pública: ((. .. que al mismo tiempo que enriqueciera y honrara la población, sirviera de estudio a los sabios e ilustrados viageros que sin cesar ncs visitan, dindoles una idea más favorable de nuestra estimación a las ciencias.. . 3. Corrían los años en que las expediciones de geólogos, botani-cos, arqueólogos, paleontólogos, etc., se sucedían. El comentario anterior surgía al hilo de una car. t-a de Sir Charles Lyell, en que A"%,.. -..A- +- 2-7 2- .-- 2- J?z-:7-- --*-:.a-- *... la- uaua L U C I I L ~U CL a ~ v í uue u11 L~LJUII UG IUMIGB I~XU~IUUD GLI I U ~ alrededores de la ciudad de Las Palmas por don Pedro Maffiotte. En 1856, la urgencia de contar con una biblioteca que tuviese una especialización en temas canarios, surgía asociada como complemento inprescindible, a un Gabinete de Historia Na-tural 4. En sucesivos editoriales, espaciados a lo largo de 1857, 58 y 59, el periódico se fue ocupando del proyecto5. El fondo fun-dacional seria donado por un grupo de personas interesadas en la cultura; el problema del local se resolvería con la utilizacion de un salón del Ayuntamiento, cuyas obras estarían pronto teir-minadas; el presupuesto para el enriquecimiento de la misma saldría de una cantidad fija que se incluiría en los gastos ordi-narios del municipio 'j. Por último, como ya escribimos, la biblio-teca tendría una sección destinada a las publicaciones y manus-critos canarios '. 2 N ~ WL ~~M Q : !~!E!. Y&o iq,n.e~,,e !ite rg+c. Crb~icz rig~g,1 844- 1944», en Folletón del Diario de Las Palmas (1944-19561, p. 73. 3 Hemeroteca del Museo Canario, El dmnibus, 17-XII-1856. 4 . Ibíü. En este artículo no vamos a ocuparnos del Gabinete de His-torio Natural. "'7-XII-1856, 4-XI-1857, 30-VI-1858 y 14-XII-1859. fdem, 4-XI-1857. Ibid. Núm. 34 (1988) 4 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MAR~A DE LOS REYES HEXNÁNDEZ SOCORRO 2. h CREACION FORMAL DE LA BIBLIOTECA EN MAYO DE 1860 ({Varias veces hemos propuesto el establecimiento de una biblioteca pública, cuya necesidad y utilidad nos parece que no se hallan sujetas a discusión y nada se ha podido conseguir)) Pese al desánimo que demuestra el editorial de El Omnibus, de fines de 1859, el asunto de la biblioteca sería llevado al ple-no del Ayuntamiento y a propuesta del Alcalde, por entonces D. Cristóbal del Castillo, se resolvería favorablemente su creación, en los primeros días de mayo de 1860 El mensaje del político moderado, excepción hecha de los recursos económicos, recogía las ideas reflejadas por el periódico: 1 . O Se promovería desde el Ayuntamiento la formación de un «Gabinete de Historia Natural de esta isIa» y de una {(Librería pública)) lo. 2P El trabajo técnico se pondría en manos de una comisión integrada por ((personas capaces y activas)) que se encargarían de promover las donaciones entre los vecinos. Los primeros miem-bros de la misma, a propuesta del Alcalde, fueron Domingo Déniz, Pedro Maffiotte y Gregorio Guerra, a los que la decisión municipal añadiría la persona de Awstín Millares. Debemos hacer constancia de que en el proyecto inicial se hacía explícito reconocimiento de las dificultades económicas por las que pasaban las arcas municipales! lo cual no sería óbice para no impulsar su creación. De este modo, los citados mds El dmnibus, 14-XII-1859. Archivo Histórico Provincial (AHP), Instrucción Pública (IP) leg. 1, exp. 28. La proposición del alcalde lleva fecha de 30-IV-1860 y el acuerdo municipai se prodüjü ei 5-V-iG6ü. '0 En un artículo publicado muchos años después en la Revista del Museo Canario, Juan Padilla, que llegaría a ser bibliotecario de la Mu-nicipal, reservaba el término ((Biblioteca)) para los establecimientos pu-blico~, y el de «Librería» para las colecciones particulares. ((Las Biblio-tecas Públicas y las librerías particulares», en El Museo Canario, t. 11 (1880-i881), p. 358. 288 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI ~ND E UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 5 arriba recibieron una comunicación oficial en los siguientes términos: «El M.I. Ayuntamiento Constitucional de mi presidencia, deseando vivamente poner en práctica la formación en sus casas consistoriales de una biblioteca pública y un museo de historia natural, establecimientos que V. conoce muy bien, son de la mayor importancia y conveniencia pública, y cuya falta es bastante sensible en esta población; y consi-derando que si bien carece de recursos propios por ahora para adquirir los libros y demás objetos que han de com-poner ambos establecimientos, esto no impedirá el dar (im-pulso) principio a su formación, si contando como debe contarse con el patriotismo y desprendimiento de estos ve-cinos que cgmo u ! g ~ ~ ohms ~ ~ ~ i f e s ty~~?6,se 0 p restzirSn gustosos a contribuir con libros y curiosidades.. . )) 'l. El acuerdo municipal y la aceptación de los miembros de la comisión signzicaban la puesta en marcha de esta institución, que a partir del 21 de mayo empezó a recibir los primeros do-nativos 12. Naturalmente, la prensa recogió ampliamente dichos acontecimientos. sí, EL Omnibus, por ejemplo, decía: ((Nuestro Ayuntamiento, oyendo la voz de la prensa, y pres-tándose a realizar los dos obgetos enunciados, ha respon-dido a una necesidad del país, tanto más recomendable cuanto que no se refiere a intereses materiales)) 13. Por su parte, EL Canario recibía entusiásticarnente a la nueva entidad publica: «El pensamiento tan elevado como patriótico iniciado por la prensa de esta ciudad, y secundado por nuestro celoso l1 AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio enviado por don Cristóbal del Cas-tillo a don Domingo Deniz, don Pedro Maffiotte, don Gregorio Guerra y don Agustin Millares; proponi6ndo!es mmn indivirlrres Ue !E j m t ~de 1:: Biblioteca y Museo. Las Palmas, 16-V-1860. * La contestación de los comisionados la firman Domingo Deniz como presidente y Gregorio Guerra como secretario el 18-V-1860. Por su parte El dmnibus de 27-V-1860, daba la noticia de que a partir del 21 de mayo empezaron a recibirse los libros por parte de la comisión. lS El dmnibus, 12-V-18M. Núm. 34 (1988) 289 6 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO Ayuntamiento de establecer en sus salones una biblioteca pública y un museo de historia natural, ha sido acogido por todos los que saben apreciar las ventajas de esta institu-ción con el más decidido empeño y entusiasta emulación» 14. 3. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS BIBLIOTECAS DE LASP ALMAESN LA DÉCADAD E 1860-1870 Un sumario balance nos permite considerar tres tipos de ins-tituciones bibliotecarias: !as eclesiásticas, las pertenecientes a a las sociedades privadas y las de los establecimientos de ense mama. E O Entre las primeras, la biblioteca del Seminario Conciliar ha-n = bría dejado de ser pública en 1852, cuando se encomendó la di- m O E rección de aquél a la Compañía de Jesús j5. Tampoco estaba abier- SE ta la del Cabildo Catedral. En relación a ésta, una iniciativa del E Gabinete Literario en 1850, pretendería infructuosamente su ce- 3 sión en depósito lb. Unos años después, sin embargo, durante - los primeros momentos de la Revolución de 1868, al menos de 0m E un modo formal, se produciría su expropiacidn por parte del O subgobernador del distrito de Las Palmas ". Por otro lado, aun- - que no afectase de modo directo al municipio de Las Palmas, -E debemos consignar una orden del obispado de 28 de enero a de 1860, por la que se pretendía la instalación en algunas parro- n qnias de todas las islas, de bibliotecas con carácter público. Se 3 utilizarían como fondos los procedentes de la librería religiosa O de Barcelona y del patrimonio del propio prelado. El sentido l4 El Canario, 22-V-1860. 15 Idem, supra 10, p. 360. Igualmente, JosÉ ALONSO MORALES«: El Semi-n a r i ~r> icxxssnn de Cmx-izs. Nntsic: hictórjcasyr, en Rezirtn & listcrin, t. XXXII (1968-91, PP. 186 y SS. fdem, supra 2, p. 43v. l7 Boletin Ojicial de la Provincia de Canarios, viernes 12-11-1869. El País, 23-11-1869, recoEe el acto formal por el que el subgobernador del distrito, don T0má.s de Zárate, con asistencia del presidente del Cabildo Catedrai y otros capitulares, se incautó y posesionó en nombre de la nación de la misma. 290 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS de la dispcsición era que el celo e ilustración de los párrocos fuese suficiente, con esta pequeña ayuda para: ((aumentar el niunero de obras de esta biblioteca parroquial, manifestando a sus feligreses su objeto e importancia, e in-dicándoles 'que recibiría con singular complacencia todos los libros que los part.iculares tengan a .bien desprenderse para utilidad delpúblico y aumento de dicha biblioteca)) la. En cuanto a las sociedades privadas, es. necesario que distin-gamos entre las recreativas y las propiamente científicas. De aquéllas, contaba la población con tres a la altura de 1856. 'M Gabinete Literario con 170 socios, el Liceo con 333 y la Sociedad Filarmónica con 194 19. De todas ellas, solamente el primero po-seía biblioteca. Su fondo inicial se había constituido con las aportaciones de sus socios y parece que lleg6 a contar con un servicio de préstamos o biblioteca circulante. Una «comisión de lectura)), sustituida algunos a.ños después por un administrador-bibliotecario, se encargaba de su dirección '". Del Liceo apenas conocemos el propósito de su presidente en 1867, por crear una .biblioteca para instrucción y recreo de sus socios, pero nos faltan noticias de que la idea se concretasez1. Es posible que alguna de las sociedades que fueron surgiendo poco después con-tasen con un pequeño fondo bibliográfico, suscripciones a pe-riódicos, etc., pero siempre en el ámbito restringido de sus socios 22. Por su parte, la Económica de Amigos del Pais comen- .I R- Dn-V1L-4G:-" ,' 0m~ 'i t,.j,.U--l-l C-J-t-l ~i~l ~ lG b t s p x k 6, CGZG~ ~1G-ISI,- 1860,n cm. ?!, pp. 97-98. Ver igualmente el articulo del número 296 (25-IV-1869) titulado ((Rasgos de generosidad de nuestro Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo Dr. D. Fray Joaquim Lluch y Garrigan, p. 72. Por su parte, El dmnibus se hacia eco de la medida el 10-111-1860. j9 El dmnibus, 19-1-1856. fdrm, siipríi 2, p. 33 y v. y p. 66v. igialzielite, Museu Caiiariu, c ~ k - ción roja, núm. 9: Reglamento General para la sociedad del Gabinete Literario ?/ de Recreo de Las Palmas de 7-111.1844. 21 El Pais, 15-1-1867. Era su director Vicente Hernández. Sociedades como «La Unicínn, centrada en la realización de obras d:axáticas; «El Siglos, dedicada a la iníisica; {[El Faro)), «La Sociedad de Socorro, Declamación y Gimnasias, «La Protectora», o las de los ?O, zaba a salir de su letargo por aquellos años, con la publicación de un boletín y el aumento del número de sus miembros. Pero habrá que esperar a comienzos de la década siguiente, para que podamos constatar la intención por parte de su directiva, de formar una biblioteca que con el tiempo adquiriese carácter de pública 23. El colegio de San Agustín, entre los centros de enseñanza, parece que disponía de una pequeña biblioteca y que en alguna ocasión destinaba fondos a la adquisición de obrasz4. En cual-quier caso siempre podía recutrir a la ayuda de la del Gabinete Literario, como se sabe, muy ligado a la vida del mismo. Así, a N en la respuesta a una encuesta oficial sobre las condiciones del E centro en los primeros años de su existencia, leemos: O--- m O «Tiene la pequeña librería que se propone ir aumentando, E E y que se compone de las obras cuya nota se acompaña por S E separado: cuenta además con la librería del Gabinete Lito - rario que está a disposición del Colegio.. .n ". 3 - - No muy grande debía ser la biblioteca de la Escuela de Co- 0 m E mercio a tenor de los ingresos realizados en esta década. En el O curso 1861-2, entraron 8 tomos del Boletin Oficial del Ministerio - de Fomento 26, y en el de 1865-66, 15 obras, 11 compradas y 4 por -E a 2 como «El Progreso)), «La juventud dramática de Las Palmas)), ((La Ter- - tulian, ((La Aurora)), etc. - 23 Anales de la Sociedad Económica de Amigos del Pais de 1872, p. 7; 3 de 1873, pp. 7-8 y p. 19; de 1874, etc. La mención a la creación de la biblie O teca empieza a ser constante a partir de 1872. En el verano de 1872, los miembros de la Económica recibieron una circular, en la que se les so-licitaba la donación de obras para la futura biblioteca. Archivo Acialcá-zar, Las Paimas, 6-VIII-1872 (circular dirigida a don Manuel de León y Falcón). z4 Por I P C O ~ P ~ L ? ! A ~ C d~e~! E minirtm de Gr2c.i~y iurticiz, r-hemes, por ejemplo, su intención de suscribirse a la Biblioteca de Autores Es-pañoles de M. Rivadeneyra en 1854. Museo Canario, Colegio de San Agus-tín. Oficios, F.1, 1854, exp. 77. 25 fdem, Oficios, F.I., caja 2, exp. 77, 1848 (12-IX-1848). as Memoria leida en la Escuela de Comercio de Canarias el acto so-lemm de apertura del curso académico 1862-1863, por don Mariano San-cho y Chía, Gran Canaria, 1862. 292 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI~N DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 9 donación, en su gran mayoría diccionarios y gramáticasz7. El resto de los años, nada. Era más importante el deseo de crearla que la existencia de la misma. En el discurso de inauguración del curso 1864-65, el director se expresaba de la forma siguiente: N... igualmente me prometo ir for,mando, aunque con la lentitud consiguiente a la cortedad de los recursos, una pequeña biblioteca de las mejores obras que han visto la luz publica en el importante ramo de los estudios de co-mercio)) a. También dentro del terreno de los buenos propósitos pode-mos situar el deseo por parte del director de la Escuela Normal de poner en marcha una bibliotecaz9. En último término, no podemos cerrar este escueto panora-ma, sin referirnos a los posibles lectores, a los usuarios de las bibliotecas. El horizonte de la sociedad canaria, era desde luego el analfabetismn. XJna ~starlirtica de1 n-hero de gersnms que sabían leer y escribir por habitante, publicada por El Pais en 1865 30, situaba a las islas a la cola de las provincias españolas, junto con Castellón y Almería, con la proporción de 1 por cada 10 habitantes. Referida exclusivamente al municipio de Las Pal-mas y operando sobre los datos del censo de 1860 obtendría-mos una relación bastante más favorable, 1 por 4,6. De un total de 14.233 habitantes, 11.180 (78,5 por 100) no tendrian por su falta de preparación cultural, acceso a la lectura y escritura; 1.598 hombres y 1.465 mujeres, constituirían el núcleo de usua-rios poter;zi&s de la biblioteca P-hbiica q-ue q-jpisi;iafo rmar, si restringimos a la ciudad el ámbito de su aprovechamiento. Si tenemos en cuenta el escaso número de socios del Gabinete y las cifras modestas de las matrículas de los establecimientos de edu- 27 fdem de 1865-66, p. 8. 28 fdem de 1864-65, p. 12. 29 El dmnibus, 5-XI-1862. 30 El Pais, 17-11-1865. 31 Censo de población de 1860, Canarias, 1862, Santa C m de Tene-rife (Imp. de la vda. e hijos de Bonnet). Núm. 34 (1988) 293 cación, podemos concluir que la apertura de la biblioteca por parte del Ayuntemiento, hubiese supuesto un aumento muy con-siderable de las posibilidades de lectura. Por último, sobre el fondo bibliográfico reunido, compuesto por 570 obras ??, podría valorarse que contandri las personas capacitadas para la lec-tura, la proporción sería de 1 libro por cada 5,37 personas y 1 por 24,9 atendiendo a la totalidad de la población. 4. LA ACTIVIDAD DE LA COMISIÓN DE LA BIBLIOTECA 1860-1869 a Los asuntos relacionados con la biblioteca fueron competen-cia de una junta presidida por Domingo Deniz, en la que actuaba E O como secretario Gregorio Guerra. Además de los citados en el n = epígrafe 2, pertenecieron a ella, Cristóbal del Castillo, Domin- Oo> E go J. Navarro, Gregorio Chil y Naranjo, Fernando del Castillo 2E Westerling y Domingo Pérez Galdós 3! A 10 largo de la década, E pueden distinguirse en su trabajo tres etapas: 1860-1861, período en que comienza su labor recogiendo las donaciones del vecin- - dario, teniendo como portavoz al Omnibus. La preparación y 0m E desarrollo de la Exposición Provincial de 1862, junto con su po- O sible falta de operatividad, frenaron casi totalmente el desarro-n 110 de la biblioteca hasta 1866. Por último, antes de que estallase E la Revolución de 1868, se había procedido a la catalogación y a ordenación de las obras existentes, actuando por entonces de n portavoz de la junta, El Pais. 3 O «Este periódico, invitado por la comisión de biblioteca y museo de historia natural para ser el órgano oficial de las disposiciones que adopte en lo sucesivo, ha admitido con AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Inventario dc los libros de la Biblioteca. Nunicipal trasladarlos al Instituto de Segunda Ensefianza de Las Pal-mas, 15-1-1870, 33 fdem. Escrito de Gregorio Guerra, secretario de la comisión, dan-do cuenta al Ayuntamiento de los trabajos de la misma, desde su crea-ción. Las Palmas, 23-11-1866. 294 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS placer esta honrosa invitación, ofreciendo sus columnas para cooperar de algún modo a tan noble como patriótico proyecto)) 34. Efectivamente, a través del Omnibus, podemos seguir con de-talle las pasos que se dieron durante estos años, para proceder a la instalación de la biblioteca. Fundamentalmente se trató de promover la entrega de libros, para lo que la comisión envió una circular y llevó un registro de los donantes, que después apare-cería en el periódico 35. Entre el 21 de mayo de 1860 y el 11 de mayo de 1861, lograron reunirse más de mil volúmenes, es decir, la práctica totalidad del núcleo fundacional, que según el periódico ingresaron con el siguiente ritmo: - 25-V-1860: 200 volúmenes 36 - 6-VI-1850: 220 volúmenes - 23-VI-1986: 300 volúmenes - 7-VII-1860: 370 volúmenes - 20-IV-1861: 500 volúmenes - 11-V-1861: más de 1.000 volúmenes. A fines de 1860, después de unos meses de funcionamiento, la junta consideraba como trabajos imprescindibles, la realiza-ción del inventario de todos los ejemplares recibidos, para em-prender después la catalogación por materias y autores 37. La colocación en los estantes correspondientes, cedidos por el Ayun-tamiento, se realizaría por el orden de entrada. Suponiendo que esa labor estuviese ultimada con rapidez, dos obstáculos se pre-sentaban todavía antes de poder abrir al público la biblioteca, como era el deseo de la comisión: El Omnibus, 26-V-1860. 35 Además de El dmnibus, El Canario (22-V-1860) también se hizo eco de los primeros esfuerzos de la comisión. Antes del 6 de junio, la circu-lar ya había sido ,repartida, y la primera lista de donantes, encabezada por Cristóbal del Castillo, apareció en El bmnibus de 27-VI-1860. Las fechas se corresponden con la publicación del periódico. 37 El Ómnibus, 10-X-1860. Num. 34 (1988) 295 12 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO 1." La imposibilidad de contar con un bibliotecario por falta de recursos. El optimismo desplegado por la comisión en sus primeros momentos, llegaba a considerar la posibilidad de su-plir esa falta, abriendo los domingos: «No podemos todavía designar los días en que se abrirá al público la biblioteca cuando se halle debidamente orga-nizada, porque no habiendo fondos con que pagar un bi-bliotecario, no será fácil su apertura diaria. Pero bien sea arreglándola al fin de este modo, o abriéndola por ahora los domingos, la comisión está decidida a no perdonar tra-bajo ni molestia alguna que satisfaga cumplidamente las necesidades de su institución)) 38. 2.= "la-r.n.u"ie"r-r- s e pi-eseíiiabii C O I ? ~i~~ cmivmie~tlea,s GJ(ZSSS condiciones del local en que se hallaban depositados los libros. A juicio de la junta, el lugar más apropiado sería el salón en que realizaba sus sesiones el Ayuntamiento 39. En este sentido, el 10 de mayo de 1861, El Omnibus anunciaba el arreglo de un nuevo salón para biblioteca y la fabricación de unas estanterías cerra-das de cedro Dentro de los propdsitos de la junta, se encontraba la adqui-sición de algunos libros, así como la posibilidad de poder contar con algún dinero para gastos de escritorio, asignación que apa-recería al año siguiente, en los presupuestos municipales. En el programa de compras figuraban la ((Biblioteca de autores espa-ñoles » de Rivadeneyra, obra que contaba con el apoyo del go-bierno 41, el Diccionario geográfico de Madoz, la Enciclopedia es-pañola y la Historia de Españu de Modesto Lafuente 42. Que no-sotros sepamos, a primeros de abril de 1861, la obra de Riva-deneyra ya estaba en la biblioteca ". 38 fdem, 26-V-1860. Ibid., supra 38. 4Ü faem, 2(j-I-"--i@i. Dicho era -uno que COIiStrGyecd~ en el primer piso a la derecha, cuyas ventanas daban al Norte. a Vide supra not. 24. El propio Rivadeneyra llega a residir, por mo-tivos de salud, en Las Palmas durante el invierno de 1869. Vid. FOLLF-T ~ ..N., p. 86. 42 El ómnibus, 7-VII-1860. f dem, 20-IV-1861. 296 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860.1869 13 Mención especial debe hacerse al empeño y aprecio que la comisión mostró por las obras manuscritas: ((Los manuscritos, tan comunes entre nosotros, supuesto que, sólo hace pocos años han principiado a funcionar las imprentas, encontrarán en este depósito de las glorias del país, personas que los conserven, publiquen y les den la conveniente importancia; estos manuscritos tendrán para nosotros un valor tanto mayor, cuanto que todos saben de qué manera han desaparecido nuestros archivos municipa-les, sin que ningún curioso conserve en su poder estracto alguno de los papeles que allí se custodiaban)) 44. Durante el período a que nos referimos, El Omnibus destacó ia en la afiiioiecad e ~ l a i ~ ~ c rai t~o t ó ~ ~ 'v~7ierzf o y Clavijo con la traducción en verso, hecha por éste, del poema de Racine sobre la religión 45. «¿Qué se ha hecho de la biblioteca municipal? ¿Ha muerto al nacer o la tienen envuelta entre pañales dándole la pa-pilla? Tenemos curiosidad de saber de que enfermedad adolece, para aconsejar su remedio, pues es idea que no quisiéramos ver perdida)) 46. Los periódicos, especialmente El Omnibus y El País, cons-tatan la paralización de los trabajos de la comisión, y a lo largo de estos años, no cejarán en llamar la atención sobre el aban-den^ de !a hihlicteca '?, recngienr'~ ciialquier si@-^ que pueda significar un despertar en su actividad 48. LOS trabajos de la ex-posición de 1862, la fiebre amarilla y el robo que sufrió la mis-ma 49, son algunas de las razones que se adujeron para justificar el deterioro de la situación. 44 fdem, 26-V-1861. 45 fdem, 25-VIII-1860. 46 fdem, 19-XI-1862. 47 fdem, 17-X-1863,1 6-IX-1865,1 0-1 y 13-1-1866. El País, 11-IX-1863. 49 fdem, 4-XI-1863. Núm. 34 (1988) 14 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARDÍAE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO Hubo que esperar a la primavera de 1865 para que el Ayun-tamiento tomase cartas en el asunto y se decidiese a salir del impase impuesto por la falta de operatividad de la comisión. Por acuerdo del 25 de abril, informado el pleno de la dimisión de Domingo Deniz y del abandono de sus funciones por parte de1 resto de los individuos, que nada hacían por el nuevo esta-blecimiento, resolvió nombrar un director para la biblioteca y otro para el museo, cargos que recayeron en Agustín Millares y Gregorio Guerra, respectivamente ". La medida, sin embargo, no surtió efecto y tras ser anulada a comienzos de 1866 51, se ensayó la creación de dos comisiones que formarían los dos susodi-chos, añadiéndose el canónigo Chil para la de biblioteca, y su sobrino, el fundador del Museo Canario, para la del museo ". Tampoco esta solución tuvo éxito, debido especialmente a la disconformidad de Gregorio Guerra 53, por lo que después de una reunión en las casas consistoriales, convocada por el enton-ces alcalde Antonio López Botas 54, se volvió al «status» anterior. Es decir, una única comisión constituida por los antiguos miem-bros 55. El 23 de julio de 1866 la junta de biblioteca y museo munici-pal, estaba formada por Domingo Deniz (presidente), Pedro Maffiotte (vicepresidente), Agustín Millares, Domingo J. Nava-rro, Juan León y Castillo, Fernando del Castillo Westerling, Cris-tóbal del Castillo, Juan Navarro Torrens, Gregorio Chil Naranjo, 50 AHP, IP, leg. 1, exp. 28, Las Palmas, 25-IV-1865. Libro de Actas del Ayuntamiento de Las Palmas (LAAP), núm. 28, 1862, 16-11-1866. 52 AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio firmado por el alcalde y dirigido a los susodichos señores el 22-11-1866. fdem, supra nota 33. fdem, oficio del alcalde a los miembros de la primera comisión, convocándoles a una reunión en el Ayuntamiento, de 27-11-1866. 55 fdem, acuerdo del 27-11-1866. 298 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 15 Domingo Pérez Galdós, Gregorio Chil Morales y Gregorio Gue-rra (secretario) %. La biblioteca, mientras tanto, había sido trasladada al salón de sesiones del Ayuntamiento 57. El Pais, que durante este perío-do, será el que más importancia conceda a los trabajos de la comisión, describía así la instalación en el nuevo local: «La sala la ocupan, dos hermosos armarios acristalados en los dos cuerpos alto y bajo, y pintados de blanco, contenien-do cada uno de dichos armarios tres estantes, y dos arma-rios más pequeños, de caoba igualmente acristalados en la parte alta, y la baja con hojas de madera. Uno de estos dos últimos se halla exclusivamente destinado a las produccio-nes canarias, y en 10s giros a&j&ia eusa de mil tres-cientos volúmenes, sin contar los folletos manuscritos. Los obgetos de historia natural ocupan el cuerpo bajo de los cuatro armarios)) Que se quería dar nuevo impulso a la idea, lo prueba la lla-mada de la comisión para que se iniciase de nuevo la entrega de donativos, y sobre todo, la publicación del catálogo de los fondos, incluyendo los nombres de las personas que habían cedido obras a la biblioteca. Igualmente se anunciaba la próxi-ma apertura de la misma. La reproducción del fichero de los libros por El Pah, que más adelante tendremos ocasión de cuantificar, se produjo en-entre el 27 de noviembre de 1866 y el 3 de diciembre de 1867, in-cluyéndose la siguiente información : L. Nombre del donante. 2. Título de la obra, autor, lugar y fecha de edición. 3. Número de volúmenes. 4. Estante de colocación. 5. T-hh de! estante. 56 LAAP, núm. 28 (1866). Oficio de Domingo. Deniz al Ayuntamiento, leído en sesión del 27-111-1866. 57 AHP, IP, leg. 1, exp. 28, 1-11-1866. 58 El Pais, 27-IV-1866. Núm. 34 (1988) 16 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO 6. Tamaño. 7. Encuadernación o rústica. 8. Estado de conservación. El objetivo de la comisión era dar a conocer las materias que podían consultarse con el fin de motivar la lectura y hacer jus-ticia a las personas que habían entregado los libros, incitando de este modo a los que no 10 habían hecho a seguir el camino de aquéllos 59. En palabras del periódico: {(Hacer revivir el entusiasmo en favor de ese establecimien-to que, hace algún tiempo, atrajo a él donativos importan-tes como se puede ver recorriendo los que aparezcan en los numeros del peri6Ciico.. . » =. Igualmente, la comisión se aventuraba a anunciar el horario de la biblioteca, que sería de 10 de la mañana a 3 de la tarde, lo que significaba que se pensaba que la apertura era inmi-nente '!. Entre las adquisiciones de que tengamos constancia durante estos años, podemos reseñar el Diccionario de bibliografia agro-ndmica de Antón R a m í r e ~y ~el~ M anual de Ayuntamientos de José L10vera~~p;o r otro lado, fueron remitidos a la comisión para su dictamen la conveniencia de apoyar a la {(Biblioteca de Autores Canarios)) del Gabinete Literario, así como la suscrip-ción a los Documentos Indditos del Archiuo de Indias ". Nos falta señalar, por último, que en los presupuestos muni-cipales correspondientes al período comprendido entre 1862 y 1868-1869, dentro del capítulo «Gastos de Ayuntamiento)) se con-signaron 2.000 reales anuales. Teniendo en cuenta que en el año 50 La publicación de estas listas de donantes son muy frecuentes en los periódicos. Ibid., 27-XI-1866. Ibfd. LAAP, núm. 28, 5-1-1866. fdem, 17-IV. fdem, sesiones del 11-VI1 y 12-XI. 300 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 17 económico 1868-9, se reformaron a 300 reales, obtendriamos un total de 12.300 reales invertidos en la bibliotecaES. 5. LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS TRAS LA REVOLUCIÓN DE 1868 5.1. Fundacidn y apertura del Instituto de Enseñanza Media ((Tratando de sobreponerse tanto como sea posible a las dificultades que crea para la instrucción pca., la topogra-fía de un país fraccionado y esparcido en pequeñas porcio-nes sobre la superficie del océano.. . » El Ayuntamiento de Las Palmas inició en 1863 las gestiones para establecer un instiFito de segunda enseñanza, amparándose en las disposiciones de la recién publicada Ley de Instrucción Públicaa. En esta empresa sería secundado por la prensas7, el Gabinete Literariom, etc. Una de las defensas más significativas del proyecto fue, sin duda alguna, la realizada por Fernando León y Castillo, que lanzaría su cuarto a espadas escribiendo so-bre la conveniencia de que la ciudad contase con un centro pú-blico de este ramo de la educaciónes. Se trataba de fundar un instituto local que fuese costeado por todos los Ayuntamientos 65 AHP, Presupue~tosM unicipales, leg. 2. En 1868-9 se redujo a 30 es-cudos, que volvieron a ser 200 en el presupuesto siguiente, si bien ese año no se libraron por falta de ingresos. Otras bibliotecas, como la del Seminario Conciliar, invertían cantidades mucho más importantes. Así, por ejemplo, en 1857 invirtieron 5.664 reales; en 1860, 4.871 reales; en 1862, 1.683 reales; en 1864, 5.600 reales, y en 1865, 1.521 reales. Archivo Diocesano, Libros de Cuentas del Seminario Conciliar. AHP, IP, legs. 1-2, exp. 31. Copia del oficio del subgobernador al ministro de Fomento de 26-VI-1863. Los artículos citados eran el 120 y el 125. Véame los artículos de fondo de El Pais de 13-X, 16-X, 6-XI, 10-XI, 13-XI y 17-XI-1863. El Pais de 26-1-1864 daba cuenta de su intervención a favor del Ins-tituto y reclamaba a la Económica y al Liceo que también terciasen en el asunto. El ómnibus, 4VII-1863. Núm. 34 (1988) de la islalo. Hubo que esperar, sin embargo, a las nuevas cin cunstancias políticas del sexenio revolucionario para que la idea se hiciese realidad. De esta forma, uno de los primeros actos de la Junta Superior de Gobierno de Gran Canaria fue la creacidn de dicho instituto 5.2. El traslado de la Biblioteca ~u&&xzl al Instituto ({Hace algunos años que ,se inició el pensamiento de esta-blecer en Las Palmas una Biblioteca Municipal con el fin de proporcionar al pueblo medios gratuitos de instr'ucción. Hubo entonces mucho entusiasmo y activiciau y OS uonati-vos de libros fueron cuantiosos hasta el punto de reunir en poco tiempo unos dos mil volúmenes. Pero como con fre-cuencia suele suceder, el marasmo sucedió a aquella mo-mentánea actividad, y hoy yace la Biblioteca abandonada y cermda para el público sin que el Ayuntamiento ni la comi-sión que para aumentarla y organizarla se nombró den se-ñales de vida para que sea una verdad aquel patriótico pen-samiento. Si el Municipio no quiere o no puede abrir al público la Biblioteca, pudiera muy.bien acordar su trasla-ción 31 Instituto. Todo menos que tenerla a disposici0n del polvo y la polilla que se encargara de devorarla en poco tiempo)) (EL Bombero, 22-XI-1869). El suelto de El Bombero venía a apoyar la petición del di-rector del Instituto Miguel de Rosa, que en primera instancia no había sido atendido por el Ayuntamiento7?. En nuevo ofi-cio, presentado unos días después del texto transcrito más arriba, justificaba en nueve puntos la conveniencia de su solici-tud, coincidente con El Bombero, en la necesidad de que la bi- 70 El ómn~b u s ,2 7-11-1864.S obre la historia del Instituto Local de Se-gunda Enseñanza de Las Palmcu, estamos realizando en la actualidad. una amplia investigación. AHP, IP, legs. 1-3, exp. 60. Expediente instruido para la i?zstalacion de un Instituto de Segunda Enseñanza en esta ciudacl decretado .por la Junta Superior de Gobierno de Gran Canaria, en 6 de noviembre del co-rriente (1868). AHP, IP, leg. 1, exp. 28. Oficio del 16-XI-1869. 302 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS LA CREACION DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 18W1869 1'9 blioteca debía abrirse a1 público. En la exposición de motivos se planteaba que los libros estaban para consultarse; la posi-bilidad de contar con un bibliotecario, escogido entre los profe-sores del Instituto; asimismo, quedaría resuelto el problema del mobiliario propio de un establecimiento de este tipo; se conse-guiría que los libros estuviesen en buenas condiciones, preserva-dos de la polilla. Por otro lado, se presentaban como garantías a la cesión de las obras, la devolución de las mismas en caso de supresión del Instituto; el nombramiento de una comisión ins-pectora por parte del Ayuntamiento; la realización de un inven-tario en el momento de recibir los libros; y, por último, se adu-cían' motivos económicos, pues de este modo, el Ayuntamiento se ahorraría ia cantidad que por iey ie correspondía abonar, para dotar al instituto de una biblioteca 73. Ante esta segunda demaizda, el Municipio accedió añadiendo al acuerdo que se mantendría el caracter municipal de la biblio-teca, y por tanto su consideración de pública; que las nuevas adquisiciones pasarían permanentemente a engrosar los fondos de la misma; ig~zalmente, el nombramiento de bibliotecario re-caería en el Ayuntamiento; por último, el contrato podría ser rescindido en cualquier momento. No había finalizado el año cuando el señor Mesa de León, secretario del Instituto, era desimado como bibliotecario 74, y el 15-1-1870,e l doctor ~ b edel R osa enviaba al Municipio la lista de los libros cedidos, colocados ya en aquel centro 75. La biblioteca podía proceder a su apertura. 6. BALANCFIEN AL: LOS FONDOS DE LA BIBLIOTECA EN 1870 El análisis de la Biblioteca Municipal en 1870 ha sido reali-zado a traves de dos fuentes fundamentales: el catálogo razo-nado publicado por El País, del que dimos constancia en páginas anteriores, y el inventario que elaboro el Instituto local al reci- 73 fdem. Oficio de director del Instituto de 29-XI-1869 y acuerdo mu-nicipal del 3-XII-1869. j4 Ídem, sesión del 31-XII-1869. 75 Ídem, supra nota 32. 20 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ-MARÍDAE LOS REYES H E R N ~ E ZSO CORRO bir los libros en 1870. El carácter completo del primero, desgra-ciadamente no terminado de publicar, se complementa con el segundo del que puede extraerse mucha menos información, pero que cubre la totalidad de la biblioteca. 6.1. Tamaño de la biblioteca De acuerdo con la segunda de las fuentes, la biblioteca estaba formada por 570 obras, o lo que es lo mismo 1.563 volúmenes. Tamaño más que discreto si lo comparamos, por ejemplo, con g N los 7.237 ejemplares (14.638 volúmenes) que tenía la Biblioteca g Provincial y del Instituto de La Laguna en 1860 76. Es más, de { n acuerdo con la Iegislación de 1867, no llegaría por el tamaño a g los mínimos establecidos para tener denominación de pública ". EE 2 6.2. La formación de la biólioteca: los donantes 3 - 0 En páginas anteriores, nos referirnos al proceso de formacidn de la misma. Resumamos ahora algunos datos fundamentales. O De un total de 570 obras inventariadas, 514 (el 90,l por 100) fue ron donadas por particulares, 5 lo fueron por el colegio de Se-ñoritas, .a6 (el 4,5 por 100) fueron adquiridas con el dinero con-signado por el Municipio para gastos de biblioteca y, por último, de 24 se ignora la procedencia. Es decir, la Biblioteca Municipal se fonnd con las contribuciones de los vecinos de la ciudad. El número total de donantes ascendió a 85, que según el nú-mero de obrbs regaladas, pueden ser divididos en cuatro grupos: ~ C O GS. M ART~NELaZ':B iblioteca de h Uniuersidad de La Lagu-na, Santa Cruz de Tenerife, 1969. " El RD. de 12-VI-1867 consideraba como privadas a las bibliotecas que tuviesen una dimensidn inferior a 5.000 volúmenes. LORENZAOLT ER y otros: Enciclopedia jurídica espafiola, Barcelona, 1910. 304 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 21 como la base de la misma. Cayetano de Lugo Eduardo (96 obras), Domingo J. Navarro (63 obras) y Antonio Bethencourt Sortino (33 obras). 2.") Entre 30 y 10: Este grupo lo forman ocho personas: Antonio López Botas, Cristóbal del Castillo, Raimundo mrrugia, Ramón Pintor, José de Armas Jiménez, Fernando Suárez, Fran-cisco de León y José María Siliuto. Su aportación significó el 203 por 100 del total. 3.") Entre 10 y 5 libros: Encontramos diecisiete personas: Gregorio Parra, Bruno de la Fe, Fernando del Castillo, D. S. Tra-vado, Juan del Castillo, Luis G. Mármol, J. N. Melián, Ramón Puig, el Obispo Lluch, Gregorio Chil, José Sagalés, Pedro Maffio-tie, Lums nizoia, jo&e Igñacio Jimenez, PalDiu pawiiaA, i,iunjo Quintana y Francisco de Paula Grossa. En total, el 18,24 por 100 de los libros. 4.") Menos de 5 libros: En este apartado figura una nómina compuesta por a) 4 libros: Felipe Massieu Westerling, Manuel Fernando Ló-pez, José de La Rocha, Emiliano Martínez de Escobar, Matías Padrón, Mariano Collina, Jaime Dachs, Agustín Millares, Manuel A. Izquierdo y Enoch Corvo. b) 3 libros: Juan Rodriguez González, Eufemiano Jurado, J. Hurtado de Mendoza, Francisco Guix, Domingo Deniz, Jeróni-mo Navarro, Ventura de Ia Vega, Manuel López Fariñas y Juan Lorenzo Ferrer. C) 2 libros: María de los Remedios de la Torre, Federico Ba-rrio, Amaranto Martínez de Escobar, Manuel Hernández Romhn, Salvador Rivero Bethencourt, Antonio Acaso, Miguel Peñate y Alfonso Gmrie. d) 1 libro: Tomás Doreste, Baltasar Llarena, Benigno Car-ballo, Esteban Quintana, Rafael de La Torre, José Massó, José Calzadilla José Doreste. Francisco, J. Navarro, Alejandro Nava-rro, Cirilo Moreno, Nicolás Navarro, Francisco Montesdeoca, Teófilo Martínez de Escobar, Eduardo Sall, Benito Pérex Galdós, Pmdencio Morales, Mariano González Vals, Diego Mesa de León, Manuel de Castro, Domingo Morales, Lucio Santana, Miguel Be thencourt, Fhfael Lorenzo Garcia, Domingo M. Rolo, Juan de Núm. 34 (1988) 305 Quintana, A. Manrique y Saavedra, Ignacio Negrín, Andrés Agui-lar y Nicolás Massieu. Los 57 miembros de este grupo dieron el 19,8 por 100 de las obras. Si atendemos a la profesión de los donantes, observamos (ver gráfico VIII) que predominan cuatro grupos de profesiones: Las que hemos denomina,do profesiones juridicas, que incluiría a jueces, abogados, notarios y funcionarios en general de la ad-ministración de justicia. Este grupo lo formarían 16 personas. El segundo lugar sería ocupado por los fu.rzcionurios en sus tres escalones, estatal, provincial y local. En total, 14. Vendrían des-pués los profesores, entre los que contamos a los maestros, pro-fesores de escuelas de tipo medio y superior, de colegios priva-dos, etc., en número de trece. Por último, constituirían la cuarta plaza los eclesiásticos, desde el Obispo a los párrocos de las iglesias, no contabilizándose a ningún miembro de las órdenes religiosas. Su número ascendía a 12. En resumen, de 85 donan-tes, 54 qireriarisin integrsirins en las prnfeslnnes resefiadac. No pertenecieron, sin embargo, a estos grupos los mMmos donantes de la biblioteca: Cayetano Lugo pertenecía a1 núcleo de los propietarios, Domingo J. Navarro era médico, y Antonio Bethencourt, autor de una vista y plano de la ciudad de Las Pal-mas en 1858, aparece clasificado como artista, aunque los libros que entregó debieron constituir la biblioteca medica de su pa-dre que tuvo dicha profesión78. De todas formas, puede observarse cómo casi todos Ios gru-pos de profesiones del sector terciario de la ciudad, estuvieron wnnrncnn+oAnc n ñ n ~ n ~r lnn c t a n s r c n 1s n r n c n n n i o rln rincl onlo m i r - I G p L G I J G L I C C I i U V i J . I I I b L UCiCi L I U O U U U U i A UU ALU F A U U U I I V I W UU CCLIU UVIU A S A U jer en el conjunto de los promotores de la biblioteca: Doña María de los Remedios de la Torre, viuda de Juan Evangelista Doreste, que fue directora del colegio de Señoritas, anejo al de San Agustín. PnnciAarnmAr\ ntrnli nritnrinr Anhn t a n a r e n nr, nrinnta n y i n "1 v u u a I u c L a L & u u UI~IUIJ~ 1 1 u b ~ ~ u iU3 ~, UUU UIIUIU~ GII U U ~ I A V U ~ U 0U1- 78 JUAN BOSCH MILL~RES: Historia de la Medicina en Gran Canaria, t. 11, Las Palmas, 1967. Bethencourt se doctoró en la Universidad de Edimburgo; falleció en 1838 en Las Palmas por la epidemia de la fiebre amarilla. 306 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACIÓN DE UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS P.ALMAS 1860-1869 23 gunos de los donantes fueron los propios autores de las obras que regalaban. Ese fue el caso de Benigno Carballo Wangüermet, residente en Madrid, que ofreció un ejemplar de su Economia politica. De Gregorio Chil y Naranjo que entregó su tesis titu-lada «Des diferents moyens qui ont ete employés dans le but de guérir le retraccissements de l'urethren, obra de investigacidn publicada en Francia que venia a engrosar los importantes fon-dos de medicina. De Mariano González Vals, regente de la Audiencia hasta el verano de 1861, y autor de una novela bajo el título El caballero de la Almanaca, novela histórica escrita en lenguuje del siglo XVIII. Igualmente, Pedro Maffiotte, que regaló una obra pedagógica titulada Método de la Regla base. El abo-gado y profesor de la Escuela de Comercio, Rafael Lorenzo Gar-cía hizo lo propio con La esclavitud y el pzuperismo en el si-glo XIX. El profesor de Fuerteventura, A. Manrique Saavedra, donó su Compenüio de la Gramática Castellana. Y, por Último, el tinerfeño Ignacio Negrín, su Poesíu del mar. Como puede apre-ciarse, todos ellos unidos por el denominador común de su rela-ción con Canarias. Hemos dejado para el final el regalo hecho por el entonces estudiante Benito Pérez Galdós, consistente en una edición en castellano de los poetas griegos Anacreonte, Safo y Tirteo. 6.3. Análisis de la biblioteca. por materias En número desigual (ver cuadro número 1) 1s Biblioteca Mu-nicipal se componía de las siguientes materias: Bellas Artes, Ca-narias, Ciencia Militar, Ciencia Política, Ciencias, Derecho, Eco-nomía, Educación, Varios, Filosofía, ~eografíaH, istoria, Lengua y Literatura, Medicina, publicaciones periódicas y Religión. Atendiendo al número de obras podemos realizar tres gran-des apartados: 1." Estaría constituido por las obras de Lengua y Litera-fura: .Diccionarios, gramáticas españolas, latinas, francesas, in-glesas e italianas; libros de literatura española, clásica, francesa, anglosajona e italiana; 'y, por último, escritos de retórica. Este 24 SANTIAGO DE LuXÁN MELÉNDEZ-MARÍA DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO conjunto reuniría un total de 102 ejemplares (el 17,95 por 100 del total). Las de Medicina, formado por obras de Patología general (Cardiología, Neumología, enfermedades infecciosas, problemas digestivos, enfermedades venereas, Neurología y Angiología), de Cirugía, de Ciencias básicas (Estadística médica, Anatomía, Fi-siología y Farmacología), de Medicina Preventiva (Higiene, Epi-demiología), de Medicina Legal, Pediatría, Ginecología e incluso algún libro dedicado a la Urología, Dermatología y establecimien-tos asistenciales. El número totaI de este tipo de libros se ele-varía a 87 (es decir, el 15,31 por 100). a N Religidn: compuesto por libros de Doctrina cristiana, Biblias, E Libros de culto, Vidas de santos, Teología, e Historia. En total, 78 libros (el 13,73 por 100). On-- m O Por último, los de Historia, entre los libros de esta materia, EE obrs de Historia general, Antigua, por países (de Francia, 2 E Inglaterra, Italia y sobre todo España), junto a biografías, me- - morias, diccionarios y documentos. En total, 56 títulos (9,85 $- por 100). Om- Estas cuatro materias (56 por 100) constituían la parte más E O importante de la biblioteca. 2." Un segundo apartado lo formarían la sección que la co- n E misión de organizacidn de la misma denornind Canarias, com- - a puesta por libros de todas las materias (Ciencias, Economía, 2 n Educación, Geografía, Historia, Ciencia Politica, Lengua y Lite- n ratura, Medicina y publicaciones periódicas) escritos por cana- =O rios, publicados en Canarias o cuyo asunto fuesen temas cana-rios. En total, 43 obras (el 7,57 por 100). El grupo de Ciencias, constituido por las obras de Física, Ma-temáticas, Química y Ciencias Naturales, -junto a algún libro de Náutica, serían 41 (el 7,21 por 100). Derecho, formado por obras de Derecho político, penal, natu-ral, castrense, civil, Filosofía del Derecho, administrativo y ca-nónico. En total, 39 (el 6,8 por 100). Y, por último, Economk, sección en la que encontramos titu-los referidos a Economía Política, Agricultura, Comercio, Indus-tria y Hacienda, formando 32 obras (el 5,63 por 100). 308 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS Las cuatro materias en conjunto, representarían el 27,27 por 100 del total. 3P El tanto por ciento restante agruparía a FiEosofia (4,04 por 100), Ciencia Politica y Geografk (2,99 por 1001, Publicacio-nes periódicas (1,76 por 100), Libros militares (1,40 por 100). Educación y Urbanidad (1,23 por 100), Bellas Artes (0,08 por 100) y Varios (0,52 por 100). En resumen, se trata de una biblioteca constituida por obras que podemos considerar de humanidades (72,49 por 100) frente a un porcentaje mucho más reducido de los libros de ciencias (22,52 por 100). Igualmente, debe señalarse que si hay alguna secdcín especializada, pndriamos considerar fundamentalmente a la de Medicina y Derecho. Si ponemos en relación la profesión de los donantes (ver cuadro VIII) con el tipo de libros que ofrecieron al naciente establecimiento municipal, pueden realizarse algunas precisio- =es. E,n.tre ee!!us, cemo ~ ? I & C ~ ~ UMOEln Qs ~ r r i he!~ m, riicter mls restrictivo y especializado de los libros de medicina. Fueron entregados casi en su totalidad por dos personas, una, médico de profesión, y la otra, hijo de médico, que donó la biblioteca de su progenitor. Sorprende que Domingo Deniz, doctor en Medici-na, y muy vinculado a la organización de la biblioteca, no ofre-ciese ningún libro de su especialidad. Tanto en Derecho como en Religión, en segundo lugar, los juristas o los eclesiásticos constituyeron el grupo dominante, si bien personas ajenas al Derecho o a la Iglesia dieron libros de estas disciplinas. Eii el rastu de las iiiaterias, .u:li+w:-inir u, cnanp-rmr~,:inalimi ianinitbe Sil Lengua y Literatura, la diversificación de donantes fue mucho mayor, no pudihdose establecer, por tanto, un víncuIo entre la profesión y los libros regalados. 6.4. Composición de la. biblioteca por la fecha de edición Atendiendo a este criterio, una pequeñísima proporción (1,05 por 100 del total) pertenecería al siglo XVII, alrededor de un 30 por 100 serían del XVIII, y el resto se incluiría en el XIX. Núm. 34 (1988) 309 Las obras de la centuria decimoctava (ver cuadro cuadro VII) hábrían sido editadas fundamentalmente entre 1761-1800 . (e1 70,23 por 100), mientras que en el siglo XIX, observamos un pico máximo constituido por las décadas de 1841-50 y 51-60 (48 por 100), es decir, las inmediatamente anteriores a la fundación de la biblioteca. Si relacionamos materias y cronología, se observa que faltan los libros del XVIII en Canarias -lo que puede explicarse por la tardía ,aparición de la imprenta en estas islas 79- y entre los de Ciencia Política. En Filosofía, la presencia de libros del sete-cientos es bastante importante en relación al total. En las cuatro materia. principales, los escritos decimcjnónicos serían algo me-nos dei aonie ios del & ias i.uces, rI-~entras t.Ii Ciencias, Economía o Geografía la diferencia seria mayor (ver cuadro 1). 6.5. La biblioteca por el lugar de edición ¿ver cuadro V) Podemos .considerar por la ciudad en que fueron editados los libros, -cuatro apartados: 1." Con mas de 100 libros editados: Madrid (con 202) y París (con 106) que representarían el 54,22 por 100 de la totalidad. La proporción de libros del XVIII sería ligeramente superior en Pa-rís (40,5 por 100 por 32 por 100). 2." Entre 100 y 20 libros: Integrarían este apartado Barcelo-na (con 42) y Londres (con 24); el 11,51 por 100 del total. En arn-bos, es especial~nente significativo que apenas haya libros del siglo XVIIIE. n la ciudad catalana, ninguno, por dos en Londres. 3." Entre 20 y 5 libros: Encontramos en este grupo a Las Palmas (con 15), Santa Cruz de Tenerife (con 101, Cádiz (con 111, Valencia (con 91, Edimburgo ( 6 ) y Sevilla (con 5). En total, el 9,84 por 100. La presencia de la ciudad escocesa puede explicarsem por haberse doctorado en su universidad, el médico Bethen- 7y ANTONIO VIZCAYA CARPENTER: Tipograf ia canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1964. 310 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS court, propietario de una buena parte de los libros de Medicina, que son los editados en aquélla 'O. 4.0 Menos de 5 libros: El resto, estaría formado por una serie de ciudades españolas (Málaga, Granada, Cervera, Vallado-lid, Alcalá de Henares, Palma, Villagarcía, Logroño y Zaragoza), francesas (Avignon, Lyon, Rouen, Estrasburgo y Montpellier), ita-lianas (Venecia, Génova, Nápoles y Pavía) de la Gran Bretaña (Dublín) de los Estados Unidos (Nueva York, Filadelfia y Bos-ton), de Holanda (Arnsterdan y La Haya), de Bélgica (Bruselas y Amberes), germánicas (Colonia y Viena) y por último de Caracas. No es necesario insistir en la procedencia dominante de Fran-cia y de la Gran Bretaña. Si cm fijamas er: !as c ~ a t r ac hdades prhci,viyu!ec, pedemm realizar las siguientes observaciones: en primer lugar, en la ca-pital de España ocupa el lugar preferente la Lengua y Literatura, materia presente en el resto de las ciudades. El Derecho, sólo se en. cue.n tra en Madrid, que en contrapartida no edita libros de ciimeias. TzLis y Lo~idres tierieri :a MeUieina, evmo materia do-minante. En la ciudad del Sena, la Filosofía y las Ciencias susti-tuyen a la Religión y el Derecho. Finalmente, en Barcelona, los temas religiosos ocupan el primer lugar. 6.6. . Clasificación por el idioma (ver cuadro 11) Después del español (el 63 por 100 del total) vendría el fran-cés (el 20,07 por 100), seguido del latín (10,73 por 1001, y el in- E;:& pzlr IGv"), sieridu apenas pei-zeptiblz !a presencia de! italiano (0,35 por 100). Las obras francesas serían, casi mitad por mitad, del XVIII y XIX; mientras que las publicaciones en latín tendrían el do-ble del XVIII, y las inglesas pertenecerían prácticamente en su L - L - , ' A - -, 1 LuLaliwau al alx. Si analizamos las materias, podemos destacar la preponde-rancia del francés en la medicina (29,21 por 100) en la que figura como primer idioma, aunque son también importantes los edi-m Ibid., nota 78. Núm. 34 (1988) 311 28 SANTIAGO DE LuXÁN MELÉNDEZ-MAR~A DE LOS REYES HERNÁNDEZ SOCORRO tados en inglés (22,47 por 100) y latín (20,221; el español repre-sentaría el 28,08 por 100. Las obras religiosas tienen una proporción significativa de libros en latín que ocupan el segundo lugar, posición que repiten en los libros de leyes, importancia, esta última, que se acrecienta por no haber prácticamente publicaciones en una tercera lengua. En Historia, Ciencias, Literatura y Religión el segundo lugar sería del francés. 6.7. Encuadernación, tamaño y estado de conservaci6n (ver cuadros III, IV y VI) Los libros encuadernados en pasta representan el 51,76 por 100, casi mitad por mitad entre el m 1 1 1 y el XIX. La media pasta el 22,18 por 100, siendo casi todos del XIX (el 85,71 por 100). Igual-mente, los de rústica, el 18,18 por 100, serían del ochocientos el or~O ~ I, ,, 1 nnl n,, .-.i+t,, .., ,-t, 1-1 ri crl -.-., i nn\ -,..+A o 1, i r pur ~ u u j r. ul u ~ ~ r rt;vri ,p cigriiiiuru i c ; ~u, vo pur LUUp,, ~LGs-necerían al XVIII. Las obras del XVII utilizarían la pasta (5) y el pergamino ( 1). En cuanto al tamaño, el diagrama circular nos muestra pal-pablemente el ((4.0)) y el ((8.0)c)o mo dimensiones predominantes (el 80,2 por 100). Finalmente, el estado de conservación, después de siete años de almacenamiento, refleja una importante cantidad (el 45 por 100) en ((regular estado)), frente a los estimados en ((buen estados y «nuevos)) (43 por 100). ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS 1- CLASIF~CACIONP OR MATERIAS SIGLO XIX SIGLO XVlll TOTALES ) N1OE LIBROS Español 11 - CLASIFICAC~ON IDIOMAS SIGLO XVlll SIGLO XIX TOTALES u Frances Latin Ingles Italiano 111 - CLASIF~CAC~OPNO R EL TIPO 3 E ENCUADERNACION SIGLO XVlll SIGLO XIX TOTALES u Pana Media Pasta Rústica Pergamino Holandesa Cartone Folleto 314 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS LA CREACI~ND E UNA BIBLIOTECA MUNICIPAL EN LAS PALMAS 1860-1869 31 IV - CLASIFICACIÓN POR EL ESTADO DE CONSERVACION Nuevo Buen Estado Regular Estado NO Consta ESTADO DE CONSERVACION Nzim. 34 (1988) 21 V - PRlNmClPALES LUGARES DE EDlClON CLASIFIC,RDOS POR MATERIAS Y SIGLOS SIGLO XIX 1 SIGLO XVlll V - PRlNClPALtS LUGARES DE EOICION M.Dr lll.OI CLASIFICADOS POR MATERIAS Y SIGLOS 20 TOTALES 1 S 10 5 o B A R C E L O N A MADRID V - PRINCIPALES LUGARES DE EDlClON t P 0 c ~ m m s CLASIFICADOS POR MATERIAS Y SIGLOS ". n. .,..n. . ". V - PRINCIPALES LUGARES DE EDlClON CLASIFICADOS POR MATERIASY SIGLOS 3 i l 2 58 SIGLO XVIII 2 0 TOTALES 1 !, 1 CI 5 CI 2 0 SIGLO XVlll sitio rix ;/; 15 TOTALES 10 1 5 o Medicina Lengua Rdigi6n PA R I S L O N D R E S VI - CLASIFICACION POR TAMANOS % No consta Num. 34 (1988) VI1 - CLASIFICACION POR SIGLOS Y DECADAS CUADROV I1 (continuación) VI1 - CLASIFIC/iKION POR SIGLOS Y DECADAS NO consta 1801-10 11.20 21-30 3 1.40 41-50 51-60 61-70 d?cada |
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