APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DEL SUBSECTOR
GANADERO EN LAS CAKARIAS ORIENTALES
Eri este trahzje Uhordsrem~s lma hlxm pmte & !U actm!
problemática del subsector ganadero en las Canarias Orienta-les.
Entre las pretensiones del mismo puede citarse, el intento
de esclarecimiento de la crisis que atraviesa el subsector en es-tos
momentos desde la óptica de la articulación de los diferen-tes
modos de producción en la Formación Social Canaria, sien-do
la forma de producción capitalista dominante y, por tanto, la
que domina y articula el funcionamiento de las restantes. En
modo alguno queremos caer en explicaciones de corte populis-ta
y determinista amparándonos en las escasas ventajas eco-lógicas
que ofrece la provincia, frente a otros espacios más
favorecidos por el factor físico-climático, admitiendo de esta
manera la tesis «desarrollistan de un espacio «atrasado» (peri-feria)
frente a otros «desarrollados» (centro), sino que por el
contrario estamos por que las desigualdades de las formacio-nes
sociales resultan de ((inconexiones rítmicas)); de ahí el uso
persistente de una terminología equívoca (((atraso económico,
modernización, etc.. . D) que tiene por objetivo enmascarar el
verdadero problema -la dependencia económica, cuando no
la sumisión más completa- haciendo como si el sistema capi-
Núm. 31 (29853 373
talista no hubiera alcanzado un suficiente grado de desarrollo
a nivel universal en extensión y profundidad. Cuando precisa-mente
el intenso estado de desarticula,ción que caracteriza a las
sociedades dependientes (subdesarrolladas) es sólo posible a
partir de la universalidad del sistema capitalista l.
La crisis ganadera canaria es de carácter estructural por el
papel que le ha venido reservando el modo de producción ca-pitalista
-dominante en la formación social canaria y por ende
en el subsector ganadero-, funcionand-o éste como mero man-tenedor
de unas estructuras arcaicas con escasa posibilidad.
de renovación debido a la propia descapitalización del sector,
puesto que son precisamente otras actividades (servicios y cow-trucción)
las que acaparan la atención y capitales, quedando
convertide este wbsector, con9 buena parte de! a g r a r i~e n ge-neral,
en reserva de mano de obra para las actividades de punta
como son: turismo, servicios y construcción.
Otra causa que incide en la actual crisis ganadera es la depen-dencia
de nuestra economía del exterior; de esta manera, las
mercuncius f~r6neas( cei,tr~)a bastece:: mestres merczzd~sd e
productos lácteos y cárnicos, impidiendo la salida de los nues-tros,
con el consiguiente caos en la fase de comerciaIización y
producción. Esto a su vez se ve agravado al venir dichos pro-ductos
primados desde sus países de origen por el sistema de
c( dumping » ' .
Por todo ello se echa en falta una reestructuración de nues-tro
sistema jurídico-administrativo-económico que cambie la
actual relación de dominación y así poder reorganizar el sub-sector
y salir paulatinamente de la crisis. Porque aunque el
mndn i---j n~r n d i i~r i h n ---------+a ~--~ pi ta! i$ntoi d . ~ ~ i dnea ~ JECf,g rma dirpcta
dicho subsector ganadpro, sí lo hace de una forma más sote-rrada
e inteligente, como es controlando los productos por
! A. SANIRA h m : Sobre el desarrollo desigual de las formaciones so-rifl.
les; Ciuacternos A-nagrams, Rm-celona, 1-72> p. 19.
El «dumping» es la forma monopolistica de discriminación de pre-cios.
Vender bienes en el extranjero a unos precios inferiores a los del mer-cado
interior del exportador después de srimarle los costes transporte y
otros costes adicionales.
376 BAíUBRIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EPÍ LAS CANARIAS ORIEKTALES 3
medio de los circuitos de comercialización, es decir, el mer-cado.
Recuperar el subsector ganadero en Canarias es, pues, bá-sico
para nuestra economía, ya que siendo sus productos c?e
primera necesidad en la alimentación también Io son para la
recuperación de nuestra deficitaric balanza de pagos.
En este sentido van dirigidas las palabras del ecólogo Sped-ding:
c<prácticamente todas las partes de los animales son uti-lizables,
pero el mas importsnte, como mucho, es la carne ma-gra
de la canal. Los productos más importantes de los anima-les
vivos aparte de ellos mismos son: la leche de las vaczs,
cabras y ovejas, etc ...; los huevos de las aves hembras, la lzma
y pelo que se arrancan o cortan de1 animal de tiempo en tiempo
y ~ G Sex cremeat~sq üe se üsm C V ~ fGer liilizaiites e iiickis~C O=O
combustib!es. Aparte hay otras mmos conocidas de las cuales
la m& importante es la energia para la tracción o transporten 3.
El trabajo ha sido abordado desde la óptica del materia-lismo
histórico, pues estarnos plenamente convencidos que los
inrtrr,imentm de in5!icir cpe ""Y h~ kga& R E a x m lec E-&.:
idóneos para la consecución del mismo y para la mejor com-prensión
de la realidad económica canaria, y en este caso par-ticular
del subsector ganadero.
La delimitación del campo de estudio nos ha llevado a es-coger
la totalidad de la provincia, de Las Palmas, pues pen-samos
que el ceñirnos a una isla en particular no obtendría-mos
una visión global y clara del estado de la cabaña ganadera,
ya que cada isla tiene una serie de peculiaridades pecuarias
que en absoluto se pueden hacer extensibles al resto; sin em-bargo,
nos vamos a centrar de una manera especial en la isla
de mayor importancia ganadera, tanto cualitativa como cuan-titativamente,
de todas las que conforman la provincia i.
Asimismo pensamos que lo más geográfico era relacionar
elementos en un espacio lo suficientemente amplio donde se
C. R. W. SPPEDIPYEGco: logia de los sistemas agricolas, Edit. Blume,
Madrid, 1979, p. 320.
Dicha deducción ha sido olste~idam ediante una exhaustiva encuesta
pasada a nivel provincial.
puedan constatar las posibles interrelaciones y conexiones en-tre
las diferentes formas de producción que subyacen en la for-mación
social de la provincia de Las Palmas.
En otro orden de cosas hay que manifestar que las explo-taciones
de animales no son homogéneas, existiendo unas con
carácter intensivo, cuyo ganado se encuentra estabulado y de
alta tecnología y composición orgánica del capital, mientras
que otras están en régimen extensivo dedicadas en buena me-dida
al pastoreo y con escasos medios de producción, así como
toda una gama de explotaciones intermedias a caballo entre
ambas.
Como ya hemos manifestado con anterioridad, el subsector
ganadero no se puede entender aislado del agrario; tal es así,
que las explotaciones de ganado isleño guardan una estrecha
relación con el medio agrario donde se desarrollan incluso para
aquellas explotaciones sin tierras dirigidas en plan industrial.
De esta manera se observa cómo en las zonas de «media-n
í a~)y) cumbres con una precaria economía (autosubsistencia
y abastecimiento del mercado local) se corresponde con unas
explotaciones ganaderas de baja tecnología, escasa composi-ción
orgánica del capital, mano de obra enteramente familiar,
ausencia de capital variable, donde éste y la ganancia mantiene
Bartra: «no es más que un salario autoatribuido)) 5 .
El trabajo a tiempo parcial está enormemente generalizado,
realizando su labor principal la mayoría de las ocasiones fue-ra
del subsector ganadero (agricultura de costa, servicios, cons-trucción
o turismo). Produciéndose de esta manera un proceso
de proletarización del ganadero en otras áreas de actividad que
han llevado en muchas ocasiones al abandono total de la anti-gua
ocupación (la ganadería) o, en el mejor de los casos, a
derivar en trabajo a tiempo parcial 6 .
R. BARTRA: Estructuras agrarias -/ clases sociales en Méjico, Méji-co,
1976, p. 76.
A. GALVÁXT CDELA«:L a transformación social en Tagananm, tesis doc-
378 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CANARIAS ORIENTALES 5
Por el contrario, en la zona de costas nos encontramos con
una ganadería que guarda una estrecha relación con las plan-taciones
de cultivos de exportación, comportando una mayor
tecnología que las anteriores, así como una más alta compo-sición
orgánica del capital y consumo de insumos. El ganado
es frecuentemente propiedad del asalariado, pero aparecen tam-bién
modalidades de explotación, como «el arrimo)) ', consisten-te
en la entrega de estiércol al propietario de la tierra a cambio
de desperdicios agrícolas (rolo de la platanera, hojas, etc ... ) e
incluso en ocasiones parte de la alimentación artificial (pien-sos
y alfalfa deshidratada). El ganado se encuentra estabulado
y su funcionalidad, más que abastecer de productos cárnicos y
lácteos a la población canaria, está orientada a la produccijn
de esiiércoi para ias pianiaciones y de tracción animai y trans-porte
en las propias labores agrícolas, esta última cada vez en
mayor desuso debido a la introducción de maquinaria en el
campo (pequeños tractores y motocultores).
El régimen de tenencia sigue siendo predominantemente la
propiedad &irseta, en los últirrios afiu; aIgüi-,as su-ciedades
anónimas que cuentan con explotaciones de alta tec-nología
y que constituyen verdaderas empresas capitalistas;
tal es el caso de GRAPORSA, en Gáldar, o Industrias Quese-ras,
S. A., en San Nicolás de Tolentino; pero la comercialización
de los productos se restringe a un mercado local y, a lo sumo,
interprovincial.
De esta manera comprobamos cómo el modo de producción
capitalista dominante en la Formación Social Canaria se articu-la
con las restantes formas de producción precapitalistas y sub-capitalistas9
ordenando y articulandn -1 espacio agrario y por
ende ganadero. Concretamente en el subsector pecuario pro-vincial
se dan claramente estos dos últimos, estando el neta-mente
capitalista reducido a las explotaciones porcinas y avíco-toral,
Universidad de La Laguna, 1977, inédita, 707 pp., mecanografiada.
Tipología empleada por.. .
J. F. MARTÍNR UIZy M. C. DÍAZ RODRÍGUE«ZL:O S modos de produc-ción
y su articulación en la agricultura Canaria)}, Anuario del Departamen-to
de Geografia, Universidad de La Laguna, La Laguna, 1981, pp. 138-153.
Núm. 31 (1985) 379
6 BLEJASCII O C; O XZÁLFZ 1.1 ORALES
las con una alta composición orgknica del capitals. El modo
de pequeña producciór, mercantil tiene su reflejo espacial en
las zonas interiores, de «medianias» y de cumbres d.e Gran Ca-naria,
así como en buen& parte de Lanzz.rote y Fuerteventurz.
EI modo de producción subcapitaIista definiO.0 de esta forma,
al no existir circulación exterior del producto o mercancía,
guzrda una estrecha relación con 12 agricultura de exportación,
asentándose preferentemente er- les zonas de costas, amén de
!as explotaciones sin tierra ron v.ca alta conposición orgánica
de! capital, u1güna.s de las cuales por su nivel de comercializa-clón
y avanzada tecnologia se les p ~ ~ e dcoen siderar plenamente
capiSaIisbes.
Veamos ~ e ~ i d ame nctoen mas detenimiento cada uno de es-tos
tres mocos d.e pro&xción diferenciados en sí por una serie
de parametros qu.e establecen las peculiaridades de cada uno
(fuerzas productivas, com_uosici6n orgánica del capital, produc-tividad,
rendimiento d.e las explotaciones, consumo de insumos
en las mismas, etc.. .), y son concretamente:
1 .l. Modo de pequeña producción mercantil
Se caracteriza por el tamafio escasc de las explotaciones y
el consiguiente reducido número de cabezas de ganado; éstas
son siempre propiedad del ganadero, aunque en otro tiempo
existieron explotaciones en régimen de rnedianería con !os ani-males.
La fuerza de trabajo es netamente familiar, con bajo
nivel económico de las fuerzas productivas, escasa composición
orgánica del capital. El producto se des~inae n casi su totalidad
al autoaba,stecirriiento; si en alguna ocasión se comercializa el
excedente es en el mercado local. No hay plusvalía, pues ia
fuerza d.e trabajo no constituye mercmcía '. NO existe explota-
3 A. GOxzÁrrz O e ~ . a ~y pJ. -. >/IART~' RI.I:(: g ~ c ~ r ~ c t idj~r 1a2 propie-dad
y régimen de tenencia en la isla de Fuerteventura», comunicación pre-sentada
a! 11 Coloqriio cie Estructuras Agrarias Wuelva, 1983, 12 pp. meca-nografiadas.
R. BARTRA, op. cit., p. ?C.
380 Ah7UARI0 DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CANARIAS ORIENTALES 7
ción al adueñarse del producto los propios productores, y tam-poco
encontramos tasa de beneficio, pues la ganancia no es
otra cosa que el salario del productor.
En él se da de forma importante el trabajo a tiempo par-cial;
es más, la actividad ganadera en estos casos constituye un
trabajo secundario, en el que sólo se invierte tiempo suprimido
al ocio.
Lo constituyen explotaciones cie menos de una hectárea1'
como promedio, con un número de cabezas de ganado que en
ningún caso sobrepasan los quince para el caprino y los dos
para el vacuno ?l.
La fuerza de trabajo está compuesta en su totalidad. por
mano de obra familiar, siendo la población activa femenina muy
elevada, al igual que los hijos menores, ya que los mayores y el
cabeza de familia se dedican a otras actividades principa-lmente
(turismo, construcción y servicios).
La función que le reserva el modo de producción capitalista
-dominante en la formacián social canaria- es la reproduc-ción
de la fuerza de trabajo 12.
El régimen de tenencia doninante y prácticamente exclusivo
en esta forma de producción es la propiedad directa en unas
condiciones de autoexplotación, lo cual no menoscaba que en
determinadas ocasiones se dé una incipiente comercialización
de sus productos, pero siempre destinado a un mercado lovai.
Los animales no están especializados en una produccidn de-terminada,
sino que tienen usos múltiples; por ello es muy fre-cuente
ver vacas «del país)), de las que se obtiene queso, leche,
trabajo, transporte y estiércol. En el caso del caprino, las pres-taciones
son menores, pero tampoco existe una especialización
definida.
El consumo de imputs es muy bajo, siendo el gasto de pien-sos
y pastos para los animales los de mayor envergadura, osci-lando
entre las 1.000 y 8.000 pesetas mensuales para el vacuno,
'0 J. F. MART~RNU IZy M. C. Dfm ROD~IÍGEEoZp,. cit., p. 138.
Información obtenida de la encuesta de campo.
l2 J. F. MARTÍNR UIZ y M. C. DÍAZR ODRÍGUEoZp.. cit., p. 140.
mientras el caprino lo hace entre las 2.000 y 13.000 pesetas l3
El gasto de agua y los medicamentos constituyen el resto.
El nivel de tecnificación resulta muy bajo, prácticamente
nulo, lo cual hace disminuir la productividad 14. El rendimiento
es asimismo muy bajo en las contadas ocasiones que hay co-mercialización.
El pequeño ingreso y el respiro económico motivado por el
autoconsumo forman parte del papel que el modo de produc-ción
capitalista le reserva a estas pequeñas explotaciones, y es
el margen suficiente que marca el umbral de la supervivencia
y permite la reproducción de la mano de obra.
1.2. Modo producción subcapitalista
La peculiaridad de este modo de producción es que a pesar
m de tener unas estructuras productivas precapitalistas el pro-ducto
ya elaborado se destina al mercado exterior15; para el i
caso del subsector ganadero la diferencia estriba en que el pro- -E
ducto eiaboracio ya no es ~oa~ui i i ideün la propia eqlotaeiSn, 3
sino destinado al mercado interno, bien sea local o de ámbito -
insular. Se localiza en la mayor parte de la vertiente de barlo- f
vento de la isla de Gran Canaria, así como en Lanzarote y en
menor medida en Fuerteventura. 5
n La totalidad de las explotaciones ubicadas en esta forma de
producción son familiares, detentando éstas la propiedad de las
mismas. d
n
n El tamaño es mayor tanto en extensión como en el número $
de cabezas; pueden llegar a reunir hasta veinte cabezas en el
mz p r & !es cus~s,p erc e~1i m~sc ~ndicionec;d k explotación
con muy bajo nivel tecnológico.
La mano de obra sigue siendo fundamentalmente familiar,
y ya no es tan frecuente ver trabajar al cabeza de familia fuera
del sector agrario, aunque la dedicación plena al trabajo con el
'3 Información obtenida de la encuesta de campo.
l4 Entre 10 y 20 litros/anima/ldía para el vacuno; el caprino oscila en-tre
1 y 3 litros/animal/día.
l5 J. F. MARTÍNR UIZy M. C. DÍAZR ODRÍGUEoZp,. cit., p. 142.
382 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CAPÍARIAS ORIENTALES 9
ganado sólo se consigue bajo el modo de producción capita-lista.
El consumo de insumos ha aumentado considerablemente,
estableciéndose la media por concepto de piensos de 46.000 a
75.000 pesetas 16; mientras en el modo anterior tenía una mar-cada
importancia el consumo de desperdicios agrícolas, así
como pastos naturales y rastrojos, aquí, aunque utilizados, son
menos frecuente, centrados más en el consumo de alimentos
foráneos (piensos compuestos y alfalfa deshidratada). Los pas-tos,
por su parte, sólo suponen un gasto medio de 15.000 pese-tas
mensuales. Asimismo, han crecido los mismos ocasionados
por medicamentos y agua, lógicamente por el mayor número
de animales.
La productividad y el rendimiento han ascendido, pero si-guen
siendo considerablemente bajos por la escasa especiali-zación
en el subsector 17.
En este modo de producción, y cuando las tierras son tra-bajadas
bajo el régimen de medianería, el ganado cumple una
función en la misma y consiste en entregar el estiércol que
produce a cambio de los desperdicios de la platanera (rolo y
hojas) e incluso parte del alimento artificial (pienso). El medio
de producción (el ganado) es enteramente del medianero, pero
su producción no. A este sistema de medianería se le conoce
con el nombre de ((arrimo))ID .D e esta manera están articulán-dose
ambos modos de producción, donde se deja al ganadero
utilizar los desperdicios agrícolas, pero no es libre para comer-cializar
el estiércol.
EX sector capitalista controla igualmente y articula al sub-capitalista
por medio de los canales de distribución del produc-to,
que queda bajo su influencia para poder especular con ellos.
El ganadero no controla en modo alguno el mercado, sino que
queda en manos de los capitalistas.
16 7u-uc-w..-r--u.:xi ,a wu i i ,uX.t.,:/l- u ~ ~ ,+u:,.,,~2 up aar U L ,+",.uA.,,r, ,; 1r, a r;uLucuba uA ,,, c,A, Lai lryu.
l7 Los litros de leche por vaca se establecen en torno a los 30 litros,
siendo en el caprino de 3 a 4 litros. Mientras el rendimiento ha aumentado
al estar inserto en los circuitos comerciales, con precios de 400 a 500 ps
setas/kilogramo para el queso de cabra.
la Información obtenida de la encuesta de campo.
Núm. 31 (1985) 383
1.3. 1Modo de producción capitaLisla
Dentro y2 de esta forma de producción nos encontramos
con las explotaciones ganaderas que han introducido una cier-ta
mecanización en su proceso de producción (ordeñadoras
mecánicas, establos con compartimentos separados, especiali-zzción
de las especies ganaderas, etc ). Son explotaciones con
un alto número de czbezas y especializadas en una, determineda
producción; sobrepasan las trescientas cabezas en el porcino.
los mil picos en las gallinas y los cuarenta animales para el
bovino.
La fuerza de trabajo es en su mayor parte asalariada, aun- a
N
que persiste la mago de obra Iamrhar en algunas de ellas, como e
una reminiscencia de estructuras arcaicas, propias de un modo O - de producción m& atrasado (subcapitalista). Esto se debe a
-
m
O
E que en el subsector ganadero la entrada de capital ha sido un E
2
proceso más tardío que en el agrario y siempre d, cara a aumen- -E
tar la productividad, pero en ningún momento para elevar la
tasa de plusvalía absoluta, empleando inafio de obra asalaria- 3
-
da, debido a la mayor capitalización y tecnificación que las an- -
0
m
E teriores; las explotaciones de este tipo presentan una alta tasa
de beneficios, aunque la circulación d.el producto queda cir-cunscrito
al mercado provincial, a lo sumo regional. -
-E
La propiedad o régimen de tenencia es más diversificado, a
2 pues encontramos sociedades y cooperativas, pero sigue sien- -
do mayoritario el peso de la propiedad privada. -
Se diferencia del resto en que el consumo de insumos es 3
O
altísimo, sobrepasando en concepto de piensos -para el vacu-no-
el millón y medio de pesetas, pudiendo llegar en algunas
explotaciones hasta los dos millones y medio ''.
La prod-xtividad y 1 ~ rsen dimientos son bastante altos res-pecto
a las explotaciones precapitalistas, dando lugar a un alto
porcentaje d.e prodmtos que luego se rnsllogran al no tener unos
mercados consolidad.os, y venir productos del exterior a compe-
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EPI LAS CANARIAS ORIENTALES 11
tir a nuestros mercados que ha sido previamente primada su
exportación en los países de origen, determinando que nuestra
producción no tenga salida en el mercado isleiío, y mucho me-nos
en el exterior, pues a ello habría que sumarle los costos
del transporte.
En conclusión podemos afirmar que las tres formas de pro-ducción
se están articulando en la Formación Social Canaria,
pero que dentro del subsector ganadero presentan una serie
de matizaciones como son: el subsector ganadero se encuentra
más deseapitalizado en líneas generales que el agrario; ello
trae consigo que la diferencia entre los distintos modos de pro-ducción
no sea tan evidente. La pervivencia de formas arcaicas
y tradicionales de explotación están más arraigadas en dicho
subsector que en el resto de los sectores económicos.
No todos los parámetros para definir la articulación entre
los distintos modos de producción son extrapotables al subsec-tor
ganadero, como puede ser el estado de la mano de obra,
donde el número de asalariados es considerablemente inferior
al sector agrario, al igual que la introducción de maquinaria
y tecnología.
Por último, afirmar que el modo de producción capitalista
es dominante en este subsector, y es el que está marcando las
pautas de desenvolvimiento del resto mediante un complejo sis-tema
de interrelaciones, reservándole funciones muy concretas
al resto de las formas de producción, como pueden ser la re-serva
de mano de obra, el autoabastecimiento de la misma y
una pequeña circulación de productos de carácter local que
junto al desempeño de otra actividad (terciaria o secundaria)
fuera del subsector le permite un minúsculo ahorro a la fami-lia
campesina.
Ea evolución del censo ganadero según sus distintas espe-cies
para la totalidad de la provincia de Las Palma,s (Gran Ca-naria,
Lanzarote y Fuerteventura) ha sido regresivo en su glo-balidad.
El período escogido como muestra del estudio comprende
desde 1962" hasta 1982. La razón de escoger esta etapa radica
en que durante el mismo hay un hecho crucial para la estruc-tiira
del subsector ganad.ero en el archipiélago g la Ley de Ré-gimen
Económico y Fiscal especial para Canarias de 1972. Este
intervalo de tiempo creemos que es suficiente para compren-der
la decreciente evolrrción mantenida por nuestra cabaña
ganadera en líneas generales durante este intervalo de tiempo.
Es sobradamente conocido que las condiciones naturales
de las islas no son favorables al desarrollo de una cabaña ga-nadera
de consid.eración. Ahora bien, pecaríamos de simplistas
si intentamos constreñir el problema únicamente a factores
físico-ambientales, ya que de fondo subyace una problemática a N
más compieja y menos perceptible, que es ia estructura poiítico-administrativa,
que ha d2do al traste con buena parte de nues- O
n -
tra producción al no propiciar medidas de protección y relan- =m
O
zamiento del mismo (subvenciones, formaci6n de personal, E
E
creación de mercados y canales de distribución de los produc- 2
E
= tos) como por el actual régimen de franquicia imperante en el
archipiélago, que trae consigo el desplazamiento de los pro- -
ductos autóctonos por los Eoráneos, ofreciendo estos últimos -
0m
mejores precios al venir primado desde sus países de origen. E
Cabe destacar que no todas las especies tienen igual impor-tancia
en la provincia, siendo cm mucha diferencia sobre el n
E resto el ganado caprino el que presenta un mayor número de -
a
cabezas. Aunque también hay que señalar que su importancia 2
n
varía según las diferentes zonas, alcanza mayor trascendencia o
en las orientales que en las occidentales, y se asientan preferen-temente
dentro de cada isla en las zonas de sotavento por de.
bajo de la cota de los 400 metros.
En menor medida pero con unGs niveles de rentabilidad ma-yores
encontramos a los bóvidos y porcino, siendo ambas es-pecies
susceptibles de ser mejoradas en sus razas para una
pio&ccióii.
Los rebaños de ovejas son muy escasos y están concentra-dos
en las zonas centrales, de (medianíasn y de cumbre de la
20 Año del primer censo agrario de España.
386 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CANARIBS ORIENTALES 13
isla de Gran Canaria, siendo su presencia en Lanzarote y Fuer-teventura
ínfima.
El ganado equino, tras la aparición del tractor y los peque-ños
motocultores en el agro canario, su importancia ha decre-cido.
Hoy día sólo lo encontramos en zonas muy agrestes o de
suma pobreza donde no llega la máquina, bien sea por razones
del relieve o por imperativos económicos.
Por último, cabe decir que las aves (gallinas) desde princi-pios
de los años setenta adquirieron una gran relevancia y ya
a partir de 1976 la provincia de Las Palmas se abastecia de hue-vos
de dicho animal. Hoy día es excedentaria en tal producto,
y hay que ir contempIando la posibilidad de exportar a algún
país próximo donde los costes de transporte no encarezcan en
demasía a la mercancía y puedan ser competitivos, no descar-tando
la posibilidad de una ayuda o subvención por parte de los
organismos oficiales (cuadro 1).
CENSO DEL GANADO PROVINCIAL POR ESPECIES (1962-1982)
Años
1962
1964
1965
1966
1967
1968
Vacuno
35.651
31.518
36.405
30.009
28.170
28.095
26.372
24.789
22.627
28.547
19.974
19.681
16.332
15.825
Ovino Caprino Porcino Equino Aves
Fuente: Reseña Estadistica de Las Palmas (1962 y 1972) y
Estadistica Agraria de 1972 a 1982.
Elaboración propia.
Anuario de
Núm. 31 (1985) 387
14 ALEJANDRO G ONZALEZ IVTOR.4LES
Como vemos, el censo del ganado vacuno es regresivo de-bido
a que sufre una gran competencia del exterior que difi-culta
su rentabilidad, quedando sus funciones relegadas al apor-te
de estiércol para la agricultura capitalista de costa íplata-neras)
en general, aunque existen establos especializados en la
producción lechera de animales, pero con escasa capacidad com-petitiva
al no existir en las islas unos adecuados canales de
distribuci~ny comercialización del producto.
Por su parte, el ganado ovino sufre una fuerte crisis por las
especiales características que rodean a esta especie ganadera,
tal como son la depreciación de su lana2'. que es de mala ca-lidad.
por la introducción en el mercado de fibras sintéticas,
y la escasa competitividad de su carne y leche, frente a otras
especies ganaderas con más fortuna en su demanda, como son
la porcina y bovina.
Sin embargo, el ganado caprino cuenta con unas posibili-dades
óptimas para un normal desarrollo en las islas por sus
especiales características de rusticidad enormemente resistente
a la sequía y a suelos pedregosos y compartirnentados, pero
que en medida alguna están siendo ~~provechadaesn su total
intensidad, incluso la actual normativa frena y dificulta su
desarrollo en favor de otras especies.
El porcino es otro de los ganados con los cuales se puede
especular para una mejora y crecimiento de la cabaña en el
futuro; por su alta productividad se puede aprovechar en gran-jas
modernas con una alta composición orgánica del capital,
donde son explotados de forma intensiva, y por carecer las is-las
de enfermedades propias de la especie, como es el caso de la
peste porcina.
Mientras, por su parte, el ganado equino tiende a disminuir
excepto en las zonas más deprimidas y agrestes del archipié-lago
por la introducción de maqumaria en el campo y la sus-tancial
mejora llevada a cabo en los transportes terrestres, que
vienen siendo sus aos principales funciones.
Únicamente la lana es empleada para relleno de colchones y la fabri-cación
de traperas. Información facilitada por un pastor del
de Tejeda.
388 AII'UARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CAXARIAS ORIENTALES 13
Las aves, como ya hemos mencionado para el caso de las
gallinas, han proporcionado la autos-~ficiencia desde 1976 en
lo que a huevos se refiere; no así en carne, donde airn depen-demos
del exterior en gran medida y de una manera particu-lar
de los Estados Unidosz2. SU censo ha disminuido en los ú1-
timos años, pero ello ha sido como consecuencia de una más
alta productividad debido a una mejora en las razas.
Por último, la cunicultura, que se encuentra en una grave
crisis en estos momentos por estar estrechamente ligada al
mcdo de producción precapitalista, sería susceptible de mejo-rarse
si se invirtiera en explotaciones industriales para la cría
de dichos animales, tanto en alimentación como en acon6icio-namiento
de las granjas e infraestructura en general.
Ee tu& se &sprendeíi -mis de resuitados
son: la escasa capacidad competitiva de nuestra cabafta gana-dera
al depender enormemente de los productos procedentes
del exterior (piensos y alfalfas deshidratadas para su alimen-tación),
y que elevan enormemente el coste de producción,
encareciendo u w prechuctes eri e! merca& insular, qüe hoy por
hoy es la única salida viable, pues la exportación prácticamente
es inexistente si exceptuamos algunas ínfimas cantidades de
queso de cabra a la península 23.
Ello se ve a su vez agravado por la actual estructura econó-mica
canaria, que al permitir la entrada de produ-ctos lácteos
y cárnicos del exterior sin apenas gravamen dificulta la ccmer-cialización
de los nuestros, ello sin contar con que dichos pro-ductos
vienen primados desde sus países de origen. Así, existe
hoy día una casi total dependencia del exterior en cuanto a
productos pecuarios se refiere.
A este conjunto de causas estructurales que han impedido el
normzl desarrollo de nuestra cabaña ganadera hay que añadir
toda una serie de causas naturales que condicionan asimismo
U Ei 80 por 100 de los pollos procedentes del exterior son de di-cho
país.
23 El gobierno canario ha propuesto una subvención al transporte de
queso de cabra y huevos de gallina para que dichos productos puedan com-petir
en los mercados peninsulares.
Núm. 31 (1985j 389
el crecimiento de nuestra ganadería, tales como: una acciden-tada
y fuertemente compartimentada orografía que impide la
realización de grandes explotaciones en el caso del ganado ma-yor.
A ello se le unen unos caracteres climáticos que no bene-fician
en manera alguna, escasez de precipitaciones que deter-minan
la inexistencia de pastos y praderas naturales en nuestros
terrenos improductivos.
Todo ello se ve agravado por una errónea política ganadera
de la Administración Local, que tampoco ha favorecido el des-arrollo
de pastos y forrajes en los suelos improductivos y
baldíos de las islas, que son numéricamente importantes, da
cuarta parte (de nuestras tierras) son totalmente improductivas
y más del 50 por 100 no están trabajadasnZ4.
Pm tcdc e!!=, cabe menci~nar que si bien !as islas no dis-ponen
de unas condiciones naturales necesarias para mante-ner
una gran cabaña ganadera, sí estamos y abogamos por una
remodelación de la actual estructura económica y normativa
vigente que potencie en buena medida nuestra cabaña, y dé lugar
-a q i ~ een ljn f i~t i~pr nr ó ~ i mng~s ~ C I T & . ~ ~ Q2S ! i zxtn~cficien-tia
en algunos productos pecuarios de algunas especies gana-deras,
reduciendo de esta manera nuestra negativa balanza de
pagos y dependencia del exterior.
Tras la ejecución de este trabajo llegamos inevitablemente
a una serie de conclusiones que sintetizan en buena manera
cómo ha de estructurarse el subsector ganadero en las islas
para obtener un óptimo rendimiento y cuáles son sus verdade-ras
posibilidades de cara a una futura expansión de dicho sub-sector:
1." Canarias no dispone de un marco físico ideal para el
desarrollo de una cabaña ganadera del tipo existente en el nor-
24 0. BERGASy AA . VIEITEZ: Desarrollo y Subdesarrollo en la Economia
Canaria, Guadiana de Publicaciones, Madrid, 1969, p. 76.
390 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CANARIAS ORIENTALES 17
te peninsular, y menos aún de la ubicada en los Países Bajos,
Inglaterra y otros países d.e la Europa comunitaria. Pero si
pensamos de que -a pesar que el medio condiciona el desarro-llo
ganadero- es factible en buena medida, e incluso con una
cabaña superior a la actual, para ello hace falta una mayor in-tervención
de la Administración en el subsector.
2." Cualitativamente -aunque no en cantidad- ha habi-do
un mejoramiento en las razas; con el ganado bovino se ha
pasado a sustituir parte de la raza autóctona {(del país)} de apti-tudes
mixtas por razas foráneas y de aptitud lechera o cárnica,
como es el caso de la ((Frisona-Rolandesan y ({Canadiense)) y
de la ct Suiza-Alpina)).
También en las granjas industriales de porcino se da una
especiaiizaci(jn, sielid" la -ut-iizada la KLarge-n;hiteE,
de considerables aptitudes cárnicas y rápido engorde. E in-cluso
hay granjas que están tratando mediante cruces obtener
híbridos que se adapten mejor a nuestras peculiaridades cli-máticas
25.
Dr nv n+vr\ l n A n nl r rnnoAn n~, ; v>nT T a n r r i n n nn hg nvnnrimnn. u 1 u b s u l a u v , GL g a l s a u v u v r ~ ~y v L YUIIIV IIV LICU UILIJVIAA~LVI~A
tado evolución alguna en sus razas y están en franca regresión.
Las aves industriales también han mejorado mucho sus
cualidades por las importaciones selectas efectuadas en la pro-vincia.
El caprino, a pesar de no haberse introducido nuevas razas
para cruzar con las av.tóctonas y mejorar de esta manera sus
aptitudes, ha experimentado un aumento en su número por
su facilidad de adaptación al medio natural isleño.
3." En alimentación no se ha hecho nada prácticamente
para conseguir unas diet,as racionales que mejoren las condi-ciones
alimenticias, hoy día supeditad.as en casi su totalidad a
los piensos foráneos, y saneen nuestra economía buscando un
mayor equilibrio en la balanza de pagos, que actualmente es
deficitaria.
4." Ha habido una disminución en las especies lanar y bo-vina;
en el caso de la primera se debe a la existencia de otras
25 En este caso se encuentra la granja industrial de la firma GRA-POR,
S. A., en el municipio de Galdar.
Núm. 31 (1985) 391
especies mas productivas (porcino) que han absorbido los po-cos
capitales invertidos en e! subsector y porque sus productos
(lana y leche) se han depreciado con la aparición de la fibra ar-tificial
y la leche de vaca con un mercado consolidado. En el
caso del vacuno el retroceso vieze motivado por factores de
tipo estructural que ya han sido ampliamente comentados a lo
largo del trabajo.
5." La existencia dentro del subsector de tres modos de pro-ducción,
dos de ellos (precapitalista y subcapitalista) supedi-tados
a la forma de producción dominante (capitalista), que
les reserva a los primeros las funciones de reserva de mano de
obra para otras actividades y el abastecimiento de la familia
campesina a unos niveles donde no se produce ahorro; por con-siguiente,
no hay mejoramiento en las explotaciones. Sin em-bargo,
las explotaciones propiamente capitalistas cuentan con
una alta composición orgánica de capital y tecnología y son
fundamentalmente granjas de gallina y de cerdo.
6." Ea habido una progresiva regresión de !a superficie de-dicada
a pastos, ya por las propias condiciones naturales, ya
por ser tierras de repoblación forestal o dedicada a algún cul-tivo;
pero casi siempre es por ser terrenos improductivos que
no son aprovechados por desconocer algunas especies forraje-ras
que son susceptibles de desarrollarse en tales terrenos.
7." Las posibilidades de rentabilidad económica aumentan
con la estabulación del ganado, ya que redundan en benefic:~
de una mayor productivid.ad, mientras que ocurre lo contrario
con los ganados extensivos.
8." LIS ferias y mercadir se deberían potenciar pero nrga-nizadoc
de tal manera que eliminen a los intermediarios.
9." Creemos que sigue siendo absolutamente necesario la
complementación entre el sector agrícola y ganadero, aunque
no somos contrarios a la especialización por especies en aras
rJe v r n n r n Q T , n r n r n i i r r r i t i ~ r i A o r i
Ml l U I I I C A J V I p.&U L L U e b L V IUUCL.
10. Las formas de tenencia predominante es la propiedad
directa, frente a otras formas que tuvieron mayor importancia
en el pasado (medianeria, aparcería, etc ... ), e incluso frente a
392 AXUARIO DE ESTUDIOS BTLÁNTICOS
EL SCBSECTOR GANADEIIO E 3 LAS CANARIAS ORIENTALES 19
fórmulas nuevas que han gozado de gran aceptación en el sec-tor
agrícola, como son las cooperativas de distribución y la for-mación
de sociedades anónimas.
11. Se demanda desde ya una reestructuración en la polí-tica
arancelaria de cara a una protección más efectiva de nues-tros
ganaderos.
12. Se hace necesario la liberación de los piensos en una
primera fase para disminuir los costes de producción; esta
medida ha de ser complementaria con otra que vaya destinada
a aumentar las inversiones en concepto de infraestructura e
industrias destinadas a crear piensos en las islas capaces de
abastecer nuestra demanda, o al menos una buena parte.
13 Ocupación de g r e s imgrndtictimc, asi cnmn de 113~1-
nas superficies regables, pero que por la inferior calidad del
suelo o por alta salinidad se pueden dedicar al cultivo de pas-tos
y forrajes semipermanentes como es el caso de la alfalfa.
14. Se precisa de una mejora en las aptitudes y selección
An ~ n i r n d n cn nrn rrnv.r\nnn - . ~ n n C r r r r . u-LnZrrr. Dnn -17- --m -C--
u- LILIIILIUIGD pala i c , u w r l c ~ l l u c 3 b i u 3 1GuallU3. SU1 CllU llU3 a b l C
vemos a indicar que dichas importaciones en caso del vacuno
se hagan atendiendo a los siguientes criterios: en las zonas
inferiores a 800 metros se debe utilizar preferentemente la «Fri-sona))
(«Holandesa» o ({Canadiense))); superada esta cota, la
raza más adecuada es la «Suiza-Alpina))E. stamos también por
la potenciación de la autóctona o ((basta del país)) en zonas de
especiales características como es un acusado relieve.
15. Se deben mejorar los canales de distribución de los
productos, así como la creación de mercados locales, provin-ciales
y regionaies para en un futuro próximo empezar a ex-portar
algunos productos (huevos, queso de cabra, etc ... ) a la
península y al extranjero.
16. Crear la infraestructura necesaria mediante subvencio-nes
a las explotaciones existentes para la introducción de nueva
tecnoiogía y mecanizar la producción.
17. En las explotaciones se deben llevar a cabo toda una
serie de medidas con el fin de conseguir una dimensión óptima
de las mismas que aumente su rentabilidad.
Núm. 31 (1985) 393
18. Puesta en funcionamiento de centros para facilitar al
ganado un mejoramiento de la sanidad e higiene del mismo, así
como de sus productos.
19. Producir industrias para derivados lácteos, cárnicos y
huevos para reconvertir el excedente productivc y ofrezcan
unas mayores posibilidades de comercialización. Asimismo,
crear nuevos mataderos y frigoríficos para almacenamiento de
estos productos.
20. Creación de silos y fábricas destinadas a la deshidrata-ción
de los pastos antes de su floración, que es cuando mayor
cantidad de carótenos y proteínas tienen: para que una crisis
coyuntural motivada por una causa natural (sequía) no des-abastezca
el mercado de dichos productos alimenticios.
21. Destinar inversiones a la investigación y profilaxis del
ganado con miras a obtener mayores rendimientos.
22. Dedicar rnayores inversiones en capacitación del per-sonal
pecuario con miras a un mayor rendimiento del factor
humano.
23. Establecer toda una serie de medidas e incentivos ecg-nómicos
(aumento de salarios, primas a la producción, ferias,
etcétera ... 1 como sociales (rnvjora de las condiciones de vida
en el campo) destinadas a retener la escasa mano de obra exis-tente
en el mismo, e incluso contemplar la posibilidad de re-greso
al de un buen número de familias que aún no lo
han abandonado totalmente (agricultura a tiempo parcial) y
que ofreciéndoIes mejores condiciones infraestructurales per-manecerían
en él, evitando de esta manera el rgpido envejeci-mient.
o de 1a población rural.
24. Por último, abogamos por la no desaparición del gana-do
equino de nuestro agro, ya que en muchos lugares donde la
mecanización es dificultosa puede cumplir una función, así
como en la producción de estiSrcol de calidad, tan necesario en
nuestra agricz!s;rz.
Sabemos que toda esta serie de medidas van a encontrar
uria fuerte oposición en los sectores importadores, como clase
pudiente dentro de la burguesía social canaria; también suscita
394 ANUARIO DE ESTUDIOS BTLANTICOS
EL SUBSECTOR GANADERO EN LAS CANARIAS ORIENTALES 21
recelos entre los campesinos y agricultores, ya que el bajo ni-vel
cultural y técnico de éstos le hace mostrarse contrario a
cualquier innovación en el subsector. De ahí la necesidad de
que el cambio en las estructuras ganad.eras canarias tenga que
venir propiciado por la Administración y resto de organismos
públicos, pero en función de las verdaderas necesidades de
nuestro agro y no como ha sucedido hasta ahora de intereses
particulares.
Núm. 31 (1985)