EL <cGODISMO» Y EL INDEPENDENTISMO
EN CANARIAS DE AYER Y DE HOY
POR
ANTONIO ARBELO CURBELO
A Alfonso Santamaria Ferrandis
Bajo el punto de vista sociológico y político, en el campo pre
piamente de lo canario hállame dos fenómenos: uno, el «godis-mo
», que salpicó las Canarias de ayer; y el otro, el independen-tismo,
no separatista, nacido en las Canarias de hoy. El primero
es ya inexistente, pues sólo cuenb en otro concepto por el
grupúsculo independentista, que lo utiliza peyorativamente en
sus «pintadas»; y el segundo, minoritario, en tendencia de ascen-so
en el úitimo cuatrienio, 1983-1987.
Del godismo oí hablar por vez primera en mis tiempos de
adolescente, en la década de los años veinte. Se denominaba
despreciativamente «godo» al presuntuoso peninsular destinado
en Canarias, particularmente en Las Palmas, que hacía ex-siva
ostentación de sus propios valores familiares y los de la
EsNa Peninsular, con deméritol de la España insular canaria,
manifestaciones en las que parecía sentirse un descendiente
2 ANTONIO ARBELO CURBELO
del antiguo pueblo escandinavo invasor, fundador de varios
reinos de España y de Italia (1). De ahí brotó el concepto de «go-dismon,
sobre el que se volcó la guasa, burla del humor isleño,
y el que no se mirara bien a tales personas, a las que se consi-deraba
«finchadas», ególatras, presumidas, etc., cualidades que
contrastaban con la modestia y humildad del pueblo canario.
Frente a estos contados casos de «godismo» la gente del país
respondía con su humor monaguesco preguntando: ((Oiga, cris-tiano,
¿quién lo mandó a buscar? iEnséñeme la carta! ¿Por
qué no se trajo el castillo?».. . Y es que al canario le molesta
en ;sumo grado que se tome su tierra en plan de colonización.
Canarias es la cultura más sensibilizada de las regiones de
España.
El «godismo» nunca fue un fenómeno demográfico, sino
unas muy contadas unidades del colectivo peninsular. Los ca-narios
sabían y saben bien que la generalidad de los peninsulares
que venían destinados a su tierra era otra cosa, personas no
afectas de ese mal, como las de nuestros antecesores que se
enamoraron de Canarias, se acanuriarm, y no podían vivir sin
ella, y que nuestras raíces están en todas partes de las diversas
regiones de España peninsular o balear, con algunas vetitas
del resto de Europa: Italianas, portuguesas, francesas, inglesas,
alemanas, irlandesas, etc., que muy excepcionalmente se injer-taron
en el polivalente tronco racial «güanche» o cromañón-beréber,
cuyas características aún mantienen los factores geris-tásicos
de su clima, no obstante la mayor mezcolanza con las
restantes regiones españollas.
Hoy día el «godismo» ha sido erradicado de modo natural.
Desde que el progreso con sus más rápidas y frecuentes comu-nicaciones
desapareció el i s l a m i e n t o , aumentó en forma cre-ciente
el número de matrimonios canarios-peninsulares, desapa-reció
el ((godismon. La guerra civil, con el desplazamiento de
unos 70.000 isleños a 1s Península, fue un factor iniciador del
acercamiento canario-peninsular, con la secuela de los nume-rosos
matrimonios mixtos. Y ello no obstante en estos tiempos,
1 THOMPSON, E. A.: LOS Godos en España. A1ianz.a Editorial «LB»,
núm. 321. Madrid.
442 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
la política del grupúsculo independentista-separatista, mal in-tencionada,
es continuar utilizando tal nombre para fomentar
la enemistad hacia la Patria común en beneficio de su redu.
cida minoría, que tanto precisa del bullicio para hacerse notar.
1. En Camrius de ayer
Del independentsmo en siglos pasados no cabe hablar, pues
sólo en forma muy excepcional, tiempos de Fernando VII, in-vasión
de la España peninsular por las tropas de Napoleón y
reinado de su hermano José, tuvo expresión tal fenómeno. pero
en sentido inverso, de suprema espa.hleidad, de guerra contra
el invasor.
La naturaleza de todo el arohipiélago siempre ha sentido
hondamente a España, y más en la época actual, como reacción
frente a un pequeño grupo de individuos, cuyo líder es Antonio
Cubillo, que por vez primera en su historia programa la política
separatista, su segregación para constituir una nueva naciona-lidad,
y todo por ignorar o no estimar cuanto en verdad Ca-narias
es España (2) (3). Este grupúsculo hace que ahora me
ocupe de este fenómeno en Canarias de ayer, que jamás planteó
ningún partido político, ni el republicano radical de Guerra del
Río, ni siquiera el republicano federal de Franchy y Roca, que,
como todos, consideraba básica la unidad histórica de la patria.
Nadie hasta esta época había enarbolado La bandera del separa-tismo
desde la legalidad democrática de un partido, en cambio
sí todos hahím hecho c m tesin la defensa da las mstit-ucimec
autonómicas en las necesidades esenciales de las islas, tales
fueron los Puertos Francos y los Cabildos Insulares, y en Las
Palmas de ayer la División de la Provincia. Y es que siempre
2 ARBELOC .URBELOA.,: «Espaiía nació en Canarias)). ÁBC ae Maüriü,
28-11-1978.
3 RODRÍGUEBZA TUORFI.,: «Las Islas Canarias son España)). ABC de
Madrid, 28-11-1978.
Núm. 35 (1989) 443
4 ANTONIO ARBELO CURBELO
los políticos canarios han tenido presente el destino histórico
de Canarias, que nació con el de España, tras sus primeros bal-buceos
castellanos en tiempos de Enrique IIT, Juan 11 y En-rique
IV de Castilla, y fue engendro y nacimiento, y sentimiento
de España Peninsular Europea y de Las Españus que iban bro-tando
en Ultramar. Por ser este primario sentir de su ser, las
siete Islas llevan en sí España, a la que defendieron de sus eno
migols, ayudándola decisivamente en la creación de las naciones
hermanas de la Hispanidad.
Para que ese pequeño número de separatista de hoy día co-nozca
y no deje de valorar lo que Canarias fue y es en relación
a nuestra nación, insisto en recordar que las Islas Afortunadas
fueron Adelantadas de España en la Mar-Océano y que en Las
Palmas de Gran Canaria de hace más de cinco siglos comenzó
a incubarse su unidad y nombre, el que signaría el Descubri-miento,
conquista, poblamiento y gobierno de casi toda Amé-rica.
Fueron las normas experimentadas en $las Islas en todos
los campos: político, religioso, militar, justicia, sanidad, admi-nistración,
etc., en las noventa años transcurridos desde que
empezara su conquista, 1402, las que sirvieron de base a los
diferentes gobiernos de los nuevos virreinos de Ultramar. Ca-narias
fue durante casi todo el siglo xv inconsciente laboratorio
prehispánico donde fueron ensayadas dichas normas, que a su
servicio España extrapoló a 101s recién nacidos gobiernos del
Nuevo Continente. Por estas raíces históriws, Canarias jamás
fue virreinato, ni colonia, ni protectorado, sino región provin-cia
o provincias como cualquier otra de las peninsulares o el
archipiélago Balear, o sea madre España, tierra de encrucijada,
conejera, apodo que también lleva una de sus islas: Lanzarote,
la primera conquistada. En el transcurso de más de quinientos
años, Canarias ha sido España, tanto en sus épocas de gran-deza
como en las de su decadencia, y siempre vivió como pro-pia
todas las vicisitudes, las alegrías del nacimiento de su uni-dad,
de su nombre, de su idioma castellano español, que se
meciera y mutara en las bondades de su clima, preparándose
para ser lengua en nueva prosodia de sus nuevos hijos ameri-canos,
etc., y en las penas de su declinar, cuando en los finales
del siglo XIX y cmnienzois del xx vio, cómo convirtiéndose en
444 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
una nación cada vez más pequeña ,era relegada a un nivel más
bajo en el ámbito internacional.
El creador poblamiento de América hizo perder a España
la mitad de su población, fenómeno en el que las Islas Canarias
participaron en el más alto grado, ocupando, junto a Galicia,
el primer lugar en la relación número de ernigrados/número de
habitantes. Consecuencia del mismo es que en la actualidad
sea muy excepcional la familia canaria que no tenga antecesores,
que no hayan trabajado o/y sean súbditos de alguna nación
o naciones hispanoamericanas. En la mía, mi abuelo y un tío
materno trabajaron en Argentina, y mi padre luchó en la guerra
de Cuba. El alto coeficiente de natalidad de Canarias, en todos
los tiempos en el primer o primeros lugares de la nación, per-mitió
durante siglos mantener en forma casi continua su c@
rriente ernigratoria a las naciones hermanas americanas. Los
canarios nacidos en la primera y segunda década de este siglo,
bien recordamos nuestras visiones infantiles y de adolescentes
en el Puerto de la Luz la imagen de los emigrantes montados
en la lancha, más tarde en la falúa, para su traslado al barco
que los llevaría a Cuba, Argentina, Uruguay, Venezuela, etc.,
embarques que bien han quedado simbolizados en el gran
cuadro que preside la entrada del antiguo edificio del Ayuntai
miento de Las Palmas.
Su situación geográfica también la hizo adelantada de Es-paña
para África en sus interrelaciones con las guarniciones en
su Protectorado de Marruecos, Cabo Juby, Río de Oro, Ifni y
en los Territorios del Golfo de Guinea. Aún conserva mi meL
moria las imágenes de los soldados del regimiento de Infan-tería
número 66, los grandes bigotes en sus rostros y los gran-des
ros que cubrían sus cabezas: cuando desfilaban en su mar-cha
para la guerra de Marruecos. Me entristecía pensar que
algunos de ellos podían morir. Me asustaba el imaginarme a
los moros, tal como había visto algunos en Las Palmas, arrebu-jados
en su ropa blanca de la cabeza a los pies, agazapados
tras un bloque de piedras de sus montañas, apuntando con el
fusil para matar a nuestros soldados.
Canarias siente más a España que cualquier otra región, tal
como lo proclama su historia, nunca separatismo e insolidari-
Núm. 35 (1989) 445
6 ANTONIO ARBELO CURBELO
dad, y siempre enoendido arrojo en defensa de las naciones in-vasoras
que querían arrebatarla su españoleidad. En relación
con el gran españolismo del pueblo canario, recuerdo que mi
primera observación de tal condición me la puso de manifiesto
el famoso partido de fútbol entre los equipos Real Vigo y Ray
Rover. Equipos, gallego y escocés, que coincidieron en Las Pal-mas
en sus respectivas «turnés» para jugar con los equipos
locales. En los encuentros del equipo Real Vigo con los locales:
Real Victoria, Marino, Gran Canaria, etc., el público se mosr
traba siempre en favor del equipo canario, aunque no fuera el
suyo. En cambio, cuando se enfrentaron Real Vigor y Ray
Rover, todos los canarios estaban en favor del equipo de G&
licia, en igual grado 01 superior entusiasmo que si se tratara de
un equipo local, lo que pensé haría creer a los jugadores ga-llegos
que se hallaban en su tierra. Años después confirmé
este hecho cuando Angel Montes, compañero de estudios en la
Facultad de Medicina de Compostela, me informó que así se
lo había manifestado «Mancho», Ramón González, el famoso
jugador internacional del equipo Celta, antes Real Vigo. Explica
este hecho las hondas raíces espaholas de Canarias, siempre
educada, respetuosa y cariñolsa con todas las colonias extran-jeras,
en particular con la inglesa de familias acanariadas:
Pavillard, Lengton, Blandy, etc., pero sin olvidar nunca que
eran extranjeros, mientras que los españoles no canarios eran
«peninsulares», y los cubanos, venezdanos, argentinos, etc., eran
nuestros hermanos de América.
2. En Canarias de hoy
La democracia otorga a cada persona el derecho político de
pensar y sentir en la ideología que le plazca o que más con-venga
y el disentir de todas las restantes, por ello hago público
que el programa independentista separatista no tiene razón de
ser, ni conviene lo más mínimo a Canarias, por haber pasado
su época y hallarse el mundo en la necesidad insoslayable de
suprimir fronteras nacionales para obtener los Estados Unidos
de cada una de SUS diversas partes, ineludibles al logro de su
446 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
unidad y paz. Desde que las lineas aéreas regulares establo
cieron la conexión rápida y breve de Canarias con todas las
partes de la Tierra, e1 sentir de los canarios se halla más inserto
con España en el continente que políticamente siempre fue:
Europa.
Hay quien ha visto en el triunfo de la respuesta negativa
de Canarias a la pregunta formulada por el Gobierno español
en el Referéndum del día 12 de marzo del afio 1986 (50,3 por 100
de no y 46,6 por 100 de sí), la fuerza de un nacionalismo, hecho
que no estimo así. Considero la negativa del pueblo canario
a no participar en la Alianza Atlántica (OTAN) debida funda-mentalmente
a las handas raíces de su sentir cristiano, siern-pre
amante de la paz y ahora temeroso de ver convertidas a sus
islas en escuadra de portaaviones bélico~s, aunque sea en nom-
L,,..-, de SE defmsa, qqe s&e EIUJ h i i ha que d. id^ c h vzhr
alguno ante las bombas atómicas, las del exterminio del pla-neta
Tierra. Las más variadas ideologías políticas han coinci-dido
en estos deseos de paz, sentimiento que en mayor grado
ha manifestado las islas orientales (55,6 por 100 de no y 38,7
por 100 de sí), en particular la madre Gran Canaria, que pre-fieren
seguir sin galas defensivas que las recuerden la guerra.
Con esta conducta en pro de la paz, Canarias nos ha mostrado
su permanencia en las esencias del humanismo cristiano, y que
políticamente se halla en la democracia verdadera y no en la
falsa democracia de la dictadura marxista, donde el pueblo
no cuenta nada, y toda su orientación se encamina al dominio
total de la Tierra.
Canarias sabe bien que en la actualidad na hay movimiento
separatista, y que como consecuencia de la nueva división ad-ministrativa
de España, está asistiendo a un crecimiento natu-rai
de ios partidos poiíticos regi~. l laikif~e, i i d ~ i i oí p e bkil
nos muestra el resultado de las últimas elecciones municipales
y autonómicas del 10 de junio del corriente año, donde llama
poderosamente la atención el auge obtenido por las formaciones
regionalistas y las independientes.
En C;tl7ar'ias -&yo de &&-h~por + ' A n c A a n r A s r G r í n Tinadaña UIUVD, L A U V V - V A V A - A Y&YIIViiV
Independiente, ATI, no separatista (Tabla 1) (Gráfico núm. 11,
ha ocupado el primer lugar con 54.360 votos (27,69 por 1001,
Núm. 35 (19891 447
TABLA 1
RESULTADO DE LAS ELECCIONES MITNICXPALES EN CANARIAS, 10 DE JUNIO DE 1987
Provincia de Las Palmas
(Censo: 248.966)
Partidos
Concejales
Votos Por 100 1987 1983 ----
ATI y otros .........
PSOE ............... 38.760 31,14 9 15 CDS .................. 37.096 29,80 9 -
AP .................. 27.556 22,14 6 10
ICU .................. 21.145 16,98 5 2
UPC .................. -- -- -- -2
To% ......... 124.457 100,OQ 29 29
Provincia de Santa Cruz
de Tenerife
(Censo: 141.889)
Comunidad Autdnoma
de Canarias
(Censo: 390.855)
Votos --
54.560
121.882
,-
4.513
.-
.-
Por 100
Concejales Concejales
Votos Por 100
CANARIAS, RESULTADO DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES,AÑOS 1983-1987.
NUMERO @E CONCEJALES
---
CDS I C U UPC
Gráf. núm. 1.
10 ANTONIO ARBELO CURBELO
desplazando del mismo al partido socialista, que obtuvo el se
gundo puesto con 51.642 votos (26,31 por 100). El resultado de
los restantes partidos fue: Centro Democrático Social, 37.096
votos (18,89 por 100); Acción Popular, 32.069 (16,33 por 100) e
Izquierda Canaria Unida, 21 .l45 (lO,W por 100).
Este triunfo de la política de los independientes, no separa-tista,
en las elecciones municipales de Canarias se debe exclu-sivamente
a la provincia de Santa C m de Tenerife, donde ATI
recogió votos en superior número que cualquier otro partido.
En relación a las anteriores elecciones de 1983, el incremento
fue de 100 por 100. En la provincia de Las Palmas los partidos
independientes no alcanzaron los votos necesarios para tener
un concejal, por 10 que quedó sin representación el partido
independentista separatista cuyo jefe es Antonio Cubillo. El
nrnnnwmn C-L)AU LUVW ~ ~ u t f v tti:w 11~ejale3-,- 2 - helb LIIGIIU~ que en las eiixciü-nes
anteriores. El CDS logró igual número que el partido socia-lista.
El AP tuvo seis concejales, cuatro menos que en las elec-ciones
anteriores. El ICU tuvo cinco ediles, tres más que en las
elecciones de 1983. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife
destaca sobremanera el partido ATI con las tres cuartas partes
(75,76 por 100) del total de votos, o sea la mayoría absoluta de
concejales, 21 en el total de 27.
En mucho menor grado nos dice el mismo fenómeno el
resultado de las elecciones de la Comunidad Autónoma de Ca-narias,
en las que los partidos independientes obtuviero 17 es-caños,
casi duplicaron el número de las elecciones anterio'res
(Tabla 11) (Gráfico núm. 23. Estos resultados han colocado a
los partidos independientes en posición decisiva para la fonna-ción
del nuevo gobierno.
A juzgar por el resultado de las últimas elecciones munici-pales
y autonómicas, y primeras para el Parlamento de Europa,
10 de junio de 1987, los partidos políticos regionalistas de casi
todas las regiones de España obtuvieron los primeros lugares,
así ocurrió en Canarias, donde la Agrupación Independiente
(AIC), que se define «de centro)), obtuvo el 20,89 por 100 del
totai de &gi&, fiin&JiienidiIieiiak la hgmpaci"iiI &
nerfeña (ATI), seguidas por la Agrupación Palmera (API), Agru-pación
de Lanzarote (AIL), Agrupación de Fuerteventura (AIF),
450 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
RESULTADO DE DE LAS ELECCIONES DE LA COMUNIDAD AUTONOMA
DE CANARIAS, 10 DE JUNIO DE 1987
Número de Escaños
Partidos 1987 1983 Diferencias --
PSOE ............... 23 27 - 4
CDS .................. 14 6 + 8
AP .................. 6 17 - 11
IC-PCE ............ - 1 - 1
ACI-ATI ............ 9 -- + 9
AC-INC ............ 1 + 1
Otros ............... -7 -9 - 2
Tori ......... 60 60
etcétera. Es de señalar que la Agrupación Gran Canaria sólo
registró el 3 por 100, y la Unión del Pueblo Canario, indepen-dentista-
separatista, no obtuvo ningún puesto.
Ambas elecciones, municipales y comunales, nos ponen de
manifiesto que el fenómeno aislamiento y la ignorancia de si-glos
de Canarias vienen siendo erradicados por el progreso tec-nológico
y cultural, al tiempo que forja su unidad política en
fundamento de su ser, de sus raíces, de su historia española y
europea. Estos partidos independientes, no separatistas, de Ca-narias
tienen la ventaja de servir de contrapeso al excesivo man-do
de los partidos nacionales. Pero si esta explosión de parti-dos
independientes carecen de entendimiento entre sí y no for-jan
una gran fuerza de presión nacional, ellos serán tan s61o
rec.uera"d e los ~ z ~ ~&" Pfis¿'Os &. los tiempos que
Canarias aún no había nacido en la unidad nacional de España.
En Canarias los partidos independientes, no separatitas,
tienen ante sí el desempeño del papel que Canarias siempre fue:
Avanzada de Europa en la nave España de la Mar-Océano del
nn,.:A,.-t~ A,.I XK..=A~ wi -..m,. -... ,-.-e: +AA- wC...-~- AA inC --.. UL,CILUGLLVF? UGL I V ~ ~ L U U .U A a u p i GLL b cwr b w u a u q x u r a UG ~ v upu -
tidos regionalistas se debe al sentimiento de la patria chica:
regional, provincial, insular, cantonal, etc., que de continuar en
tendencia de ascenso pronto decidirá el futuro poítico del Es-
Núm. 35 (1989) 451
CANARIAS, RESULTADO DE LAS ELECCIONES DE LA COMUNIDAD AUTONOMA,
ANOS 1983-1987
NUMERO DE ESCANOS
PSOE A P INDEPENDIENTES CDS ICU-PCE /
EL ((GODISMO)) Y EL INDEPENDENTISMO 13
tado español, que esperarnos no les hará caer en ((reinos de
Taifa)). La exaltación del sentimiento por el lugar donde se ha
nacido y han desarrollado infancia y juventud, o donde se ha
incorporado y ha engrandecido la familia, por causa de la civi-lización
tecnológica y consumista que trata de erradicarlo, es
la gran fuerza conservadora que mueve las agrupaciones polí-ticas
independientes regionales, siempre dentro de la patria
grande, con la excepción de algún partido vasco separatista,
racista, enemigo de España. Todas nuestras regiones tienen de
común los principios básicos del humanismo cristiano: Familia
en igualdad de oportunidades, comunidad social, solidaridad,
salud y bienestar, propiedad privada, etc., sentimientos que al-zarán
a dichas agrupaciones políticas al gobierno de todas ellas
e;; lasc lecei9fUnbreass. WYm~t LnVnm~ LaIl UCG-nDhi,a rnn & 1~ Pnmii- G1. U V U l U l l L V VVAALU
nidad Autónoma de Canarias será de abajo a arriba, expresión
natural de sus municipios y cabildos insulares, que elevarán
a él todo manto exceda de sus cometidos.
La razón por la cual he escrito manto antecede es para in-vitar
a que ese pequeño grupúsculo independentista-separatista
del pueblo canario deje sus «pintadas», que rompen la belleza
de sus paisajes y la tranquilidad de sus principales ciudades,
y, fundamentalmente, aprenda y no olvide la verdad de Cana-rias:
sus raíces e historia hacen que hoy ella no sea sin Es-paña.
Si, geográficamente las Islas son Africa, puede que resto
de La Atlántida o siete esquirlas que se han desprendido del
contienente Africano, pero son esencialmente Europa desde su
conquista por Castilla y cristianización de la primigenia raza
«güanchen germánica-beréber. Y también, pensando en su in-mediato
porvenir, para que tenga muy presente que el Archi-piéiago
Canario en estos tiempos de ia Cornuniolad Ecüii6iiih
de Europa ha de desarrollar su agricdtura, su acuidad mari-nera
y servicios en los más altos niveles que la ciencia ha al-canzado
en la tecnología de la postmodernidad, para prevenirla
de los males que le impedirían continuar en su ser.
Núm. 35 (1989)