BELLAS ARTES
EL COLEGIO DE LOS AGUSTINOS DE GARACHICO
P O R
DQMINGQ3 M[ARTfNEZ DE LA PENA
El colegio de San Julián de Garachico, de frailes a-mstinos,
tuvo una notable importancia en esta población como centro
no solamente religioso, sino además de influencia cultural y
pedagógica, papel primordial bien definido ya en las capitula-ciones
de su fundación. Hasta tal punto ello era así, que en
ese mismo dociimento ya se exigía la buena formación inte-lectual
de sus religiosos moradores. Desde los primeros días
de su establecimiento, el colegio se vio envuelto en una dura
oposición por parte de otros conventos y algunos vecinos influ-yentes;
sufrió dos incendios considerables, y por último, des-pués
de la desamortización, pasó a ser propiedad privada y en
parte transformado en una vivienda, tal como lo vemos hoy.
A pesar del papel brillante desenvuelto por esta institución,
tanto en el campo religioso como cultural, muchos desconocen
hoy la historia de esta comunidad y lo mucho que significo
para Garachico. Esto me ha llevado a reunir la mayor cantidad
de datos posible para hacer este trabajo, que en alguna medida
es un humilde homenaje al convento que tanto trabajó social-mente
por esta población.
Las dificultades encontradas por los agustinos para arrancar
en esta andadura imprimieron al colegio unas características
distintas a las de los conventos franciscano y dominico de aquí.
miesto que sus oponentes principales se encontraban entre las
poderosas familias aristocráticas, el apoyo moral y económico
lo buscaron entre los activos comerciantes del Puerto, si bien
Núm. 33 (1987) 509
la idea fundacional partió del ma.trimonio formado por Julián
Moreno y Ana María López Prieto, en 1621, y no anteriormente,
como se ha pretendido l, con el meritorio propósito de dotar a
Garachico de un centro de enseñanza especialmente dedicado
a la instrucción de jóvenes de la zona de Daute, para lo cual
dicho matrimonio ofreció sus bienes. El gran artífice para po-ner
en marcha el colegio fue el padre agustino fray Antonio
Yanes, de todo lo cual me ocuparé en su momento oportuno '.
: ALEJANDROC IORAXESCeOn , su obra Garachico (Aula de Cultura de
Tenerife, Santa CI-m de Tenerife- 1966; p. 31); piensa que en 9 de enero
de 1589 el beneficiado Alonso de Torres, por escritura ante Quiñones, ha-bía
dado para la fundación de la orden agustina, en Garachico, una casa
y otros bienes. Tal donación, conviene aclarar, no se efectuó para los
agustinos, sino para los domiricos, establecidos en un principio en San
Pedro de Dauie. Para qEe no haya duda sobre ello transcribo el comien-zo
de 1s referida escp:turs:
En el nombre de Dios amén. Sepan quantos esta carta de donación
viesen cómo yo Alonso de Torres beneficiado deste beneficio de
Dauthe en la parroquia1 deste lugar ae Garachico en esta isla de
Thenerife, por my e por los myos herederos e suscessores presen-tes
e por venyr, conosco e otorgo por esta presente carta presen-te
/sic) que ago grascia cesción e donasción buena pura mera per-feta
yrrebocable no rremobible fecha entre bibos e presentes au-sentes
(sic) con insignuasción cunplida de quinientos sueldos, la
qual he por ynsignuada e por legítimamente manyfestada la qual
dicha donasción conosco que hago al convento de San Pedro de
Dauthe de la horden del glorioso padre Santo Domingo de los pre-dicadores
que está en dichas part,es de Daute e para los padres
moradores dél, que a presente e de oy en adelante ftueren, en fahor
de los quales conosco que hago esta dicha donasción, la qual co-nosco
que se la hago de los bienes raíces siguientes (.. .).
Los bienes que cita a continuación son una casa y una tierra, con
cargo de misas para tal donación. Pasó la escritura ante Alvaro de Qui-ñones,
en 9 de enero de 1589 (Archivo Histórico Provincia1 de Santa
Cruz de Tenerife, leg. 22T2, Íol. 38). El mismo Alonso de Torres amplió la
donítción, ante el mimo escribano. er. 20 de mayo de dicho año (Archivo
y leg. cit.. fol. 326). En adelante, todas las citas a este archivo se harán
con las siglas A. H. P. S. C.T
Con el transcurso del tietxpo, aquel apoyo burgués al colegio con-vivió
con el d.e otras familias de la nobleza de Garachico.
510 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
El matrimonio formado por el capitán Julián Moreno Cu-tiño
y Ana María López Prieto de Saa había tenido muchos hi-jos,
pero todos murieron de corta edad; también habían reuni-do
una cuantiosa fortunz, por lo que al no tener herederos
forzosos decidieron patrocinar con sus bienes la fundación de
una casa-colegio que se denominaría, lo mismo que su iglesia
y capilla mayor, de San Julián, arzobispo de Toledo, en re-cuerdo
del fundador, a fin de que en Garachico vivieran agustinos
doctos, para que asistieran a los oficios divinos y enseñaran a
ios hijos de ia isia, particuiarmenie a ios de Garachico y de las
partes de Daute, predicando y leyendo gramática y otras asig-naturas.
Para esta fundación ofrecían parte de su hacienda, así
como el sitio en que había de situarse el colegio e iglesia, lo cual
daban a los padres agustinos del convento ee La Laguna por es-critura
ante Luis García izquierdo en 7 días dei mes de enero
del año de la carta de fundación. Su idea la había comunicado
el matrimonio con el padre fray Antonio Yanes, con el Obis-pado
de Canarias y con otros religiosos de varios conventos de
Tenerife, con ayuda de todos los cuales se llegó a dar forma a
las constituciones, en las que el matrimonio ofrecía los siguien-tes
bienes:
1.O Una casa en la calle Real de Abajo, en Garachico, lin-dando
por un lado un callejón que iba a la mar, denominado
de Lazaro Lorenzo; por otro lado, casas de Inés García de Ga-llegos,
viuda de Diego Díaz, y por detrás el malpaís de la mar.
Esta casa, situada en el lugar denominado Cuatro Cantillos,
estaba libre de tributo y la había adquirido Julián Moreno del
capitán Cristóbal López de Vergara, por venta ante el escribano
que suscribió la escritura de fundación, que se lo hizo en pago
de una cantidad de maravedís que le debía, a Moreno, Baltasar
López de Vergara, padre de Cristóbal, por deudas que había
contraído durante la tutoría que había ejercido sobre Julián
Moreno. Esta casa tenía partes altas y bajas y estaba apreciada
en 3.000 ducados.
2? Otros tres mil ducados de los bienes de Ana María Ld-pez
Prieto, impuestos en tantos tributos cuyos réditos rentaran
dicha cantidad, que sería de 150 ducados anuales, y su primera
paga sería desde el día de la fundación y toma de posesión de
los frailes. En caso de redimir alguno de aquellos tributos, la
cantidad obtenida se emplearía en bienes seguros para el cole-gio
y no podría ser destinado para otra cosa fuera de él.
3: La acción y derecho a la mitad de un tributo del quinto
del fruto de una viña y lagar que tenía Simón Lorenzo, vecino
de Los Silos, porque la otra mitad pertenecía a don Luis Inte-rián.
Este derecho lo había adquirido Julián Moreno por com-a
pra a Alonso Guerra, regidor de Tenerife. N
E
4.0 Mec3lu. het,~d, e =esta e,n, cada afie, per !a C O S ~ C ~qW~ e O
les pagaba Pedro Martín Betancor, vecino de Los Silos, de un n -
=m
pedazo de vuia en El Esparragal de dicha localidad. O E
3: El tributo del cuarto de vino y fruta que les pagaba Bea- E
2
E triz González, viuda de Domingo Martín, vecina de Los Silos, =
por otra vilía también en Ei Esparragai. 3
6.0 Un tributo del cuarto de vino y fruta que les pagaba Ma- - -
0m
ría González, viuda de Juan Martín, por otra viña en El Es- E
parragal. O
Estos cuatro últimos tributos estaban apreciados en 1.500 n
E ducados. -
a
7: Un cahíz de trigo de tributo perpetuo en cada un año 2
n
que se obligaban a pagar a los frailes por el mes de agosto. La 0
primera entrega se haría desde la toma de posesión. O3
Los fundadores se comprometían a edificar en la iglesia la
capilla mayor dentro de los seis primeros anos de la toma de
posesión de los frailes, y pondrían un retablo; también una
lámpara de plata, de 600 reales, para cuyo aceite darían anual-mente
100 reales, pagados de sus bienes, impuestos en un tri-
,---Ai -.. -..-.L - -.- -72 - 7 - - - - . .L.T- -7 UULV que rerirard uicna cariciuau. Se coriiprümet~ari s hacer ias
gradas de cantería buena y bien labrada para el altar mayor, y
pondrían una reja para separar la capilla mayor del cuerpo de
la iglesia.
Los fundadores tenían derecho a lo siguiente:
512 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 5
1. La iglesia estaría dedicada a San Julián y la capilla ma-yor
sería propiedad de los fundadores y herederos, en la que
tendrían asientos distin,guidos en el lado del Evangelio, donde
se pudieran sentar hombres y mujeres, en banco que tuviera
espaldar para los hombres. Para el patrono habría una silla,
en tanto que para la patrona una alfombra y almohada. Que sus
familiares podrían sentarse tanto a un lado como a otro.
2. En las misas solemnes se Ies daría Ia paz, bajando para
ello el subdiácono que estuviese revestido en el altar para dar-les
a besar el portapaz.
3, El patrono llevaría la llave del sagrario en el jueves
santo.
4. Al final de cada misa conventual habría una frase dedi-cada
a los patronos.
5. El día en que los fundadores o futuros patronos entra-ran
a posesionarse de ese derecho tendrían que salir todos los
padres, uno de ellos revestido con capa y con la cruz alta y
agua bendita para recibirles a la puerta de la iglesia, cantando
aquello que les pareciere más conveniente.
6. En el colegio tendría desde el día de su fundación y po-sesión
por lo menos cuatro religiosos (tres sacerdotes y un lego
corista), y que uno de ellos sería predicador y otro para enseñar
gramática gratuitamente a los hijos de esta isla, especialmente
a los de Garachico y partes de Daute. También era deseo de los
fundadores que se leyeran Artes, pero que por ahora no era
posible, sino cuando el colegio fuera en aumento y pudiera sus-tentar
hasta doce religiosos.
7. Que en los primeros seis años desde el día de la posesión
no existiera priorato, sino un vicario, que no sea obligado a ir
a capítulo, por los gastos que se pudieran hacer, que sería mu-cno
costo para ei convento. Que este vicario a nombrar seria
con voluntad y presentación del patrono. El patrono, asimismo,
estaba facultado para destituirlo, siempre que fuera por causa
justa, examinada en la orden. Por otro lado, si alguno de los
vicarios nombrados tuviera que cesar a los tres años, por vo-luntad
del patrono se podría prolongar su mandato.
8. El patrono tendría derecho a guardar la llave de una
puerta para comunicar con la calle desde la capilla mayor, para
usarla cuando a él o a su familia le pareciera, teniendo los frai-les
obligación de abrirles desde dentro, previo aviso. Asimismo,
para mayor comodidad en la dicha capilla podrían hacer una
tribuna en la parte más conveniente, sin impedimento de las
capillas que se hicieran colaterales, y para desde allí poder los
patronos oír misa y hacer otros ejercicios espirituales. También
habrían de tener dos sepulcros a los lados del altar mayor, con
figuras puestas en ellas de los fundadores, que habrían de cu-brirse
de luto en los entierros y exequias dentro del año del
enterramiento de los fundadores y de los futuros patronos, pero a N
no de otros. E
9. Solamente podrian enterrarse en la capiiia mayor ios O
n -
fundadores, los futuros patronos y sus familiares y los padres =m
O
E del colegio. Dispondrían allí de dos bóvedas distintas, cada una E
2
con su puerta independiente. Todo enterramiento tendría que =E
hacerse con el consentimiento del patrono.
3
10. Que los patronos pudieran hacer en la parte más con- - - veniente de dicho colegio una celda, para que en ella pudiera 0m
E
estar el patrono y otra persona que él quisiera, en semana santa O
o en otro tiempo del &o, para allí orar y encomendarse a Dios
n y poder asistir en el coro a los maitines y demás oficios durante -E
el día y la noche, para lo cual tendría asiento al lado derecho a
2 del vicario o prior. Esta celda tendría puerta de la que guar- n
0 daría la llave el patrono, pero sin romper la clausura.
11. La construcción de la capilla mayor como de las colate- 3
O
rales se haría de tal manera que no tuvieran perjuicio los asien-tos
de los patronos y sus familiares, por ir arrimados a los mu-ros,
lo mismo que no se interrumpiera la entrada desde la calle.
En todo caso, al irse a dar el sitio para las capillas colaterales,
debería darse cuenta al patrono con seis meses de antelación,
por si alguien de su familia o 61 mismo desearan hacerla en
vez de otros.
12. Los frailes estarían obligados, desde su toma de pose-sión,
a decir por el alma de los fundadores y familia las misas,
memorias y procesiones siguientes:
514 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 7
- Todos los domingos, misa cantada, con procesión del
Santísimo Sacramento, para lo cual los patronos pon-drían
la cera. La procesión se haría por la intención de
los fundadores.
- Las nueve misas de aguinaldo y la del Gallo, cantadas y
con solemnidad, por la intención de los patronos, que
pondrán la cera.
- El día de San Julián, misa mayor solemne, con sermón,
en que debería predicar uno de los padres del colegio,
por la intención del capitán Julián Moreno. Este predi-cador
al terminar dicho sermón rogaría a los asistentes
oraciones por los fundadores, citándoles por sus nombres.
- Una misa anual a Santa Petronila, por el alma de Petro-nila
Luis, madre de Julián Moreno.
- Misa cantada el día de San Ildefonso por el alma de Alon-so
Moreno, hermano del referido fundador.
- Misa cantada a San Juan Bautista, en su festividad, por
el alma de Juan Moreno, otro hermano del mismo.
- Misa cantada en la octava de dicho santo por el alma de
Juan López, padre de doña Ana María Luis, esposa de Ju-lián
Moreno y fundadora.
- Misa a Santa Ana, en su festividad, cantada, por la in-tención
de esta última.
- Wsa cantada de difuntos por el alma de Leonor Mpez,
madre de doña Ana María López.
- Misa cantada de difuntos por el alma de Juan López, her-mano
de esta última.
- Misa cantada de difuntos por e1 alma de -Marfa Ldyez,
hermana de la fundadora.
- Misa cantada de difuntos por el alma de Andrés Díaz,
primer marido de la fundadora.
- Los fundadores tendrían facultad de mandar hacer un
altar en la czplllr. mzym n e2 otre hgzr cmvv~ivrrte,y a
no estorbara a otras capillas particulares, para dedicarlo
a San Nicolás de Tolentino, cuya imagen de bulto harían
traer a su costa, lo mismo que los gastos del retablo. En
e1 se haría la misa y el oficio y bendición de los panes,
Núm. 33 (1987j 515
conforme a la costumbre de los agustinos. En ese día se
haría procesión y sermón, son solemnidad, todo por la
intención de los fundadores. Este altar debería quedar
señalado por el padre fray Antonio Yanes, vicario pro-vincial
y fundador del colegio, conforme a la licencia
que tenía, para declararlo altar privilegiado, que se haría
constar en un cartel, ;?ara sacar un alma del purgatorio
con cada misa que se dijere en dicho altar. No se po-dría
nombrar otro altar con tal privilegio.
- Todas las misas anteriormente señaladas serían dichas
por religiosos del convento. Si no tuvieran moradores
suficientes para hacerlas con diácono y subdiácono, como
era obligado, podrían acudir a otros frailes de los con-ventos
de Garachico.
Los fundadores darían al colegio un palio y una custodia
para hacer las procesiones del Santísimo. Harían colocar tam-bién
un órgano, campanas, cálices, ornamentos y aquellas co-sas
para el culto divino, si bien se entendería que ello sería
voluntario y aunque quedaran en el colegio para uso de los reli-giosos,
los patronos siempre serían sus dueños y podrían sacar-los
todos los objetos las veces que creyeran conveniente.
Dentro del primer año de la toma de posesión de los agus-tinos
y en el día que quisieran los fundadores, los religiosos
harían un funeral con toda solemnidad por su alma. También
todas las misas rezadas que se dijeran en aquel día por los frai-les
del colegio se aplicarían por la intención de los fundadores,
rin riiio nnr tndn nlln firvinrcin riiin del? limncng our ycau yvr v v u v urrv v u r r v r c u r ~y crv u w r ~ ~ r r arlm~rna~ im~-i-rsu~í c n- ii p
la cera. Y si en años sucesivos desearan hacer otros oficios, da-rían
la limosna.
Los fundadores estaban facultados para colocar sus armas
en piedra y pintadas en cualquier lugar del colegio o su igle-sia,
siempre que no iuese en capillas, retablos o sepuicrüs par-ticulares.
Se reservaba a los fundadores el título de patronos del co-legio,
iglesia y capilla mayor. Por fallecimiento de uno de los
516 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLmTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 9
dos, el otro seguiría con el título y todos los privilegios, y nom-braría
el heredero de tal título.
En caso de no hacerse la fundación, los bienes volverían a
los fundadores.
El padre fray Antonio Yanes y demás padres agustinos de
Tenerife quedaban encargados de solicitar las licencias necesa-rias
para hacer la fundación del colegio, iglesia y capillas, cu-yos
gastos correrían por cuenta de dichos religiosos. Cuando
hubieran tomado posesión, de forma quieta y pacífica, los gas-tos
los llevaría Julián Moreno y su esposa.
Esta fundación no sería revocada por ningún concepto por
los fundadores, ni aun en el caso que alegaran que no tenían
ni para comer, ya que les quedaban otros muchos bienes para
vivir holgadamente.
Para cumplir esta escritura de donación, los fundadores hi-potecaban
todos sus bienes habidos y por haber, especialmente
los siguientes, que no podrían vender ni enajenar:
l. Vna heredad de viña en El Esparragal, Los Silos, con
sus casas y lagar, que lindaba por abajo el camino real a Buena-vista;
por arriba, los riscos; por un lado, tierras de herederos
de Alenjadro Martin y otros hermanos, y por el otro, un calle-jón
de serventía de la vuia de Juan Verde Betancor.
2. Otra heredad de viña en Las Toscas, que compraron a
Francisco Baeza, con sus casas y lagar, lindando con dicho ca-mino
real; por un lado, viña de herederos de Pedro Díaz; por
el otro, el barranco de La Vera, y por arriba, viña de herederos
de Tcm D ~ z .
3. Una viña en Taco, a medias con Gaspar Martín, lindan-do
con el camino que va a El Palmar; por arriba, «el tanque
de aguan y los riscos; por un lado, viña de Pedro Méndez. Tam-bién
tenía casa y lagar.
4. Las casas principaies de ios fundadores, en tiarachico,
con todos sus aposentos altos y bajos, con los siguientes linde-ros:
por delante, calle Real de Abajo; por un lado, casas de
Juan de Pineda, escribano público; por el otro, casa de Barto-lomé
González, y otros linderos.
Núm. 33 (1987) 517
Esta escritura fue aceptada por el padre fray Antonio Ya-nes,
en nombre de los demás padres agustinos y en virtud de la
licencia que había recibido del padre fray Pedro de Góngora,
provincial de la provincia de Andalucía. Dada en Los Silos, en
la hacienda de Julián Moreno, en 6 de enero de 1621 3.
En 25 de diciembre de 1623, por ante Salvador Pérez de
Guzmán, dictaba su testamento, en Garachico, Julián Moreno.
En él aparece una cláusula muy precisa dedicada a esta dona-ción
y fundación del colegio, en el sentido de que revocaba tal
donación, para que no se creara. el colegio agustino, por no
haberse efectuado dentro de los tres años siguientes a partir
de aquella escritura, que era una condición importante, que por
descuido no figuró en los acuerdos, y por no ser su voluntad
disgustar al vecindario, ni tampoco a los otros conventos. Por
ello para descargo de su conciencia prohibía tal fundación y
pedía a sus herederos que defendieran esta Última voluntad y
no consintieran se efectuara, por los referidos incumplimientos 4 .
Los TESTAMENTOS DE JULIAN MORENO
Y DE ANA MARÍA LÓPEZ PRIETO
En el testamento del capitán Julián Moreno, citado anterior-mente,
aparte de la referencia al colegio agustino, tiene una se-rie
de datos de interés para conocer algo de su personalidad.
Fue hijo del matrimonio formado por Juan Moreno y Petronila
Luis, los cuales t.uvieron además a Alonso Moreno, Gaspar Mo-reno
y María Luis Moreno. Casó con Ana María López Prieto
de Saai viuda de Andrés Díaz. De su matrimonio nacieron mu-chos
hijos, pero todos murieron de corta edad. Estuvo en Nue-va
España, tal vez por cuestiones comerciales, y después de
casado multiplicó notablemente su fortuna. Durante cierto tiern-po
vivió en Los Silos y por su situación de hacendado, durante
si& 1-1 ocho _o(; _te- de dictar testmento, tuvo el cargo
de mayordomo de la iglesia de la Virgen de la Luz de dicha lo-cali,
dad. Una propiedad importante fue la viña que compró a
A. H. P. S. C.T., kg. C-5-16, fols. 15 y SS.
Archivo y legajo cit., fol. 92 v.
518 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLBNTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 11
Francisco Baeza, vecino de Buenavista, por escritura ante Mar-tín
Yanes de Palenzuela. De sus bienes dejó a su ahijado Luis,
hijo de Luis Ordóñez de Salazar, quinientos ducados, para que
se ordenase de sacerdote, con la obligación de que una vez or-denado
había de decir, en la iglesia que desara, y durante veinte
años, siete misas anuales por las festividades de los santos de
sus padres, hermanos, esposa y él mismo, aplicadas por sus
almas. A su esclavo negro, Jerónimo, lo dejaba a su esposa para
que estuviera a su servicio, pero al fallecer la referida Ana Ma-ría
quedaría en libertad, con la recomendación a sus here-deros
que si se encontrara viejo y no pudiera trabajar se le
diera siempre alimento y ropa. A sus primas hermanas Ana y
Miiría Moreno les dejaba doscientos ducados, en tanto que a la
madre de éstas, Beatriz Morena, veinte ducados para que los
empleara en su tierro. Dejaba el usufructo de sus bienes a su
esposa, incluso las rentas que produjeran dos años después de
su muerte, para que fueran empleadas en sufragios por su alma.
Como heredero universal designaba a su sobrino el capitán don
Baltasar López de Vergara Grimón, hijo de su primo Cristóbal
López de Vergara. Al final de su vida vivía en Garachico, donde
permanecía muy enfermo, y mandó enterrarse en la iglesia de
Santa Ana, en una de las sepulturas que tenía en el arco junto
al coro. Dispuso que por su alma Francisco Hernández, cura
de Los Silos, dijera doscientas misas rezadas, con limosna de
cuatro reales cada una.
Por su parte, Ana María López Prieto dictó su testamento
ante Simón Fernández de Villarreal en 16 de octubre de 1631,
*- D..P.-n-.:n+,. c,. -.-.-AnL,. n..+n..n..n m ... 1,. :...1P. n.:n- .+- . - .c A,. A-..
GU U UGU ~ V L DW. UG suauuaua G L L ~ G L L ~ LCA L sa L s l F í 3 1 a UG o a l l l i a nua
de Garachico, en la sepultura de su esposo Julián Moreno. En
su entierro habían de acompañar los franciscanos de dicha po-blación,
por ser hermana profesa, y por ello se les daría de
limosna una fanega de trigo, un barril de vino y un carnero.
m- --- -<_'_.-- .--,-z- - --._----.-----
L ar~iulerpi euia lt. acur~ipaiiar-aia ~üiii-miiidadd e d ü i i i h i i ~ üp~ , ~ ü
a éstos se les daría la limosna de costumbre. Para todos sus
funerales destinaba como limosna una pipa de vino, un cahíz
de trigo y doce carneros. El día de su entierro, y de sus bienes,
se habrían de vestir doce pobres «de picote», que llevarían ha-
Núm. 33 (1987) 519
chas en el entierro, se les daría de comer y un real a cada uno.
En ese mismo día, a los sobres del hospital, una fanega de tri-go,
un barril de vino y un carnero. Dejó instituida en Santa Ana
una capellanía de misas por su alma de Ia siguiente manera:
misa cantada a Santa Ana, con vísperas, en su día u octava,
con doce reales de limosna; todos los lunes del año, misa a San
Nicolás de Tolentino, por las ánimas del Purgatorio, tres reales
por cada misa; misa rezada todos los sábados a la Virgen, tres
reales cada una; misa rezada en el tercer domingo del mes, al
Santísimo Sacramento; misa cantada a la Concepción, con vís-peras,
en su festividad u octava, doce reales, y misa cantada al
Espíritu Santo, con vísperas, ocho reales. Dejaba a María de la
C m , beata que vivía en su casa, ciento cincuenta reales, con la
recomenciación a su heredero de que ia tuviera en su casa nasta
su muerte. Dejaba perpetuamente a la iglesia de Los Silos cien
reales, de los cuales cincuenta serían expresamente para cos-tear
las nueve misas de aguinaldo antes de la Pascua de Navi-dad.
Su esclava Clara, mulata, la dejaba a doña Angela, en tan-to
que otra iiamada Susana, negra, a sus sobrinos, ios hijos áel
capitán Antón de Espinosa, lo mismo que los cuadros de su
casa. A este Último le dejaba un esclavo negro, de nombre Alon-so,
y otro llamado Pascual. Dejaba a su sobrina doña Leonor
López dos esclavos, Lucrecia y Diego, negros, y además el
usufructo de las tierras de El Charco, lindantes con el camino
a Erjos, porque luego serían para su heredero universal, y ten-dría
la obligación de dar la limosna por la referida misa de
Santa Ana. A su sobrino don Melchor López Prieto dejaba las
casas de su morada, en la calle de Abajo de Garachico, que lin-daban
con las de Juan de Pineda y de Bartoiomé Gonzáiez de
Medina; las tierras de El Esparragal, con su lagar y casa, ca-mino
arriba, y las tierras de pan sembrar camino abajo, lin-dando
con la viña de Alejandro Martín, por otro lado con la
de herederos de Juan Verde, por arriba los riscos y por abajo
el camino real a Buenavista. Tendría por obiigación dar ias ii-mosnas
para las capellanías y memorias perpetuas. Este sobrino
era declarado su heredero universal '.
A.H.P.S. C.T., leg. C-5-16, fol. 104.
520 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 13
Doña Ana María López Prieto efectuó un codicilo ante Her-nando
Yanes Machado, en que dejaba a su sobrina doña Leonor
todo lo que se guardaba en la casa. Este codicilo se revocó por
otro ante Mateo del Hoyo en 3 de enero de 1636, para. dejar
heredero de todo a don Melchor López Prieto, por lo mucho que
la había atendido desde el fallecimiento de su esposo y lo que
había gastado en su enfermedad6.
(Cuando ya se iba a poner en marcha la fundación, de acuer-do
con la voluntad de Julián Moreno y su esposa: se produjo
una fuerte oposición dirigida principalmente desde el Cabildo
de la isla, el alcalde mayor de Garachico, el obispo Murga, los
conventos de franciscanos y dominicos de dicha población y por
gran parte del vecindario, especialmente por don Melchor Ló-pez
Prieto y de Saa y de su pariente don Luis Interián.
El Cabildo (Acuerdos, 24, fol. 175) manifestaba los inconve-nientes
de nuevas fundaciones de conventos en Tenerife, por la
pobreza en que habían venido a quedar las tierras de cultivo,
y porque ya se contaba con quince conventos de frailes y cinco
de monjas que apenas podían sustentarse, aparte de que ya casi
toda la isla era propiedad del clero mediante capellanias, cen-sos
y haciendas.
Por su parte, el obispo don Cristóbal de la Cámara y Mur-ga,
en sus Sinodales {p. 308) decía que se miraría mucho en dar
licencia para nuevas fundaciones de conventos, por los muchos
ya existentes y sus dificultades económicas.
Los agustinos acusaban especialmente como culpable de
aquella situación al capitán don Melchor López Prieto de Saa,
sobrino y heredero de los fundadores del colegio, en cuyo poder
estaban los bienes destinados al mismo. los cuales pasarían a
su propiedad en caso de no llevarse a efecto. De acuerdo con
ello se le acusaba de haber ganado la voluntad de su pariente
don Luis Interián y de otros familiares y amigos, de forma que
Archivo y legajo cit., foI. 38.
Núm. 33 (1987)
14 DOMINGO M A R T ~ E Z DE LA P ~ A
gran número de vecinos de Garachico dieron poder ante Fer-nando
Yanes Machado, en 20 de septiembre de 1637 y en 9 de
mayo de 1638, para contradecir la fundación. En 9 de mayo
de 1638 se unieron a la protesta los conventos de franciscanos
y dominicos del lugar, por alegar que aún no estaban acaba-dos.
Se argumentaba principalmente la pobreza de los trescien-tos
vecinos de Garachico, respecto a las limosnas, para sostener
el nuevo convento. También decían que como ya existían dos
conventos de frailes y uno de monjas, se corría el peligro de
ser más los religiosos que los vecinos; que no habría quien
labrase las tierras, ni defeadiese el puerto en ataques de ene- a
migos. Con tales alegatos elevados al Consejo Real, lograron del N
E rey un decreto de 7 de noviembre de 1638 en que se suspendía
tal fundación y se ordenaba fueran expulsados los agustinos n-- m del colegio. O E
Como el obispo don Francisco Sánchez de Villanueva era E
2
E partidario de la creación de este convento, lo tomó bajo su -
protección y dictaminó su aprobación el 16 de junio de 1638. 3
Entonces los religiosos llegaron z. Garachico, dirigidos por O- -
el padre fray Bernabé Barreros, en noviembre de 1638, y 1E
se alojaron en la casa de Julián Verde, en la calle del Medio, O
donde establecieron su oratorio, colocaron el Santísimo y guar- n
daban clausura. Como consecuencia de aquel decreto del rey, -E
a la casa fue rodeada de sold-ados para arrojarlos de allí y se
había conminado al vecindario a que no se les diese ninguna
clase de sustento, situación que por parte de los frailes se man- $
tuvo con grandes penalidades por espacio de trece días, hasta "
que decidieron trasladar el Santísimo a Santa Ana y re.gresaron
a sus conventos de origen.
De una parte por las cartas e informes favorables remitidos
al Consejo de Castilla por el obispo Villanueva y por otro lado
con el viaje a Madrid del a@stino padre fray Nicolás Rosel, don-de
estws tres afies !uchailM~ zctivzmente p r la flxdaddn, des-pués
de grandísimas dificultades y contradicciones, se logró de
Felipe IV otra Real Cédula de 5 de septiembre de 1640 para de-jar
sin efecto la prohibición anterior y autorizando a proseguir
la fundación de los agustinos en Garachico, cédula que quedó
522 AXUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GGARACHICO 15
protocolada en la escribanía de Mateo del Hoyo. El argumento
más fuerte para lograr la licencia era el papel de los agustinos
en un futuro colegio gratuito.
En este decreto se decía haberse comprobado ser Garachico
de unos seiscientos vecinos, los más ricos del obispado, algunos
con más de cien mil ducados, y que el puerto tenía un activo co-mercio
con Indias, Brasil, Inglaterra, Flandes, Italia, España y
otras partes, de forma que el lugar era el de más recursos de
todas las islas; no ser cierto que los conventos de Santo Do-mingo
y San Francisco estuvieran sin terminar, y que el con-vento
agustino no viviría de limosnas sino de las rentas dejadas
por Julián Moreno.
'Cuando el padre Rosel vino a Garachico para la toma de po-sesión,
en virtud de la Real Cédula, y por el nombramiento
hecho por el padre provincial fray Francisco Liaño, estuvo más
de dos meses litigando y pidiendo al alcalde mayor diera cum-plimiento
a aquella orden l . Éste, el capitán Manuel Fernández
Merodio, notificó en enero de 1641 a los herederos de los fun-dadores
para que entregaran los bienes destinados a la funda-ción.
Estos herederos eran los capitanes don Melchor López
Prieto y don Baltasar de Vergara, los cuales en seguida eleva-ron
recursos para que no se llevara a efecto la fundación del
colegio, presentando como principal argumento no haberse rea-lizado
dentro de los tres años a partir de la escritura de dona-ción
de bienes por Julián Moreno, según se había acordado, en
cuyo caso los bienes pasarían a 110s fundadores o sus herede-ros
s. Estos argumentos no se tuvieron en consideración y los
frailes pudieron hacerse con los bienes.
Archivo Histórico Nacional, Clero, leg. 2357, fol. 12v.; Archivo His-tórico
Provincial de Santa Cruz de Tenerife, G5-16, fols. 2 y SS.; MART~NEZ
DE FUENTES:V ida Literaria; ALEJANDRO CIORAI~ESCGUa:r achico, Aula de
Cultura de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), 1966, p. 31; JosÉ DE VIERA Y
CWIJO: Noticias de la Historia General de las islas Canarias, Ed. Goya,
t. 111, Santa Cruz de Tenerife, 1952, p. 332.
* A. H.P. S. C.T., leg. G5-16, fols. 35 y SS.
Núm. 33 (1987) 523
La Real Audiencia de estas islas dictaminó en favor de los
agustinos, con encargo al licenciado don Alonso Gallegos Es-pínola
que les diera posesión de las casas de Julián Moreno, lo
que se llevó a efecto el día 3 de marzo de 1641. Al día siguiente,
a las siete de la mañana, se celebró misa por el padre fray Ni-colás
Rosel, vicario rector y fundador, en una sala de la casa,
adornada de sedas y donde se había instalado un altar. De ello
se pidió a Mateo del Hoyo, escribano público, que diera fe
El día 8 de dicho mes y año para celebrar a San Julián se
hicieron allí cidtos solemnes, Ha& las meve de Ia mañana los
religiosos descubrieron el Santísimo y colocaron sobre el sa-grario
la custodia. La sala estaba adornada también de sedas
y el altar con muchas luces y pebetes. Con tal motivo se lleg6
allí el obispo don Francisco Sánchez de Villanueva, acompa-ñado
de 10s ca.haJ.llern.cd. el lugar y de! almlde mayor, para asis-tir
a una misa solemne, oficiada por el doctor don Diego Váz-quez
Romero, visitador y vicario del obispado, acompañado de
diácono, subdiácono y acólitos, todos religiosos del colegio.
Predicó el padre agustino fray Diego Peregrín. Al concluirse la
misa se organizó una procesión que salió por la puerta de lo
que había de ser el claustro, para luego pasar a la calle por don-de
había de hacerse la port.ería y luego al callejón de Lázaro
Lorenzo, para entrar por la puerta de este colegio, donde estaba
la iglesia. Al terminar, el obispo dio la bendición con el Santí-simo
y &spi~.& las, m-ar.fnnes d_F! c,osturnbre volvió a colocar
la custodia sobre el sagrario y regresó a su casa. A las cinco
de la tarde volvió el obispo de nuevo al colegio para cantar com-pletas
con los religiosos y encerrar al Santísimo. De todo ello
también dio testimonio Mateo del Hoyo ' O .
Archivo Histórico Nacional, Clero, leg. 2337, Libro de Protocolos,
fol. 14 v. Fueron testigos Pedro González Flores, Baltasar Rodríguez, Die-go
de Angelín y Juan Riquel, vecinos de Garachico.
lo Archivo y legajo cit.
524 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL COLEGIO DE AGGSTINOS DE GARACHICO 17
Además del padre Rosel, también entraron al mismo tiempo
en el colegio los padres fray Diego Peregrín, fray Blas García
y fray Antonio Lucena. Este último había ayudado mucho al
padre Rosel en todas las gestiones efectuadas en los otros con-ventos
y personas de Garachico. Ingresó un hermano llamado
fray Agustín de la Luz y los padres fray Francisco Bello y fray
Lorenzo de Sanabria. Al cuarto día otro nuevc conventual y
colegial fue el padre fray Manuel de Acevedo. Al séptimo día,
fray José de Montesdeoca, designado lector de Gramática y
doctrinario, en tanto que Lucena fue designado procurador del
colegio en 18 de marzo 'l.
Como el objeto principal de la fundación del colegio era el
de impartir enseñanza pública, las clases se inau.p;uraron el día
11 de marzo de aquel año, a las nueve de la mañana, en la sala
de una casa terrera, en que estaba el colegio, con las leccio-nes
de Gramática impartidas por el padre Montesdeoca a un
grupo de estudiantes. A las tres de la tarde del mismo día, dicho
fraile continuó dicha clase. A las cinco poco más o menos salió
del estudio con los estudiantes y se dirigió a la iglesia del co-legio,
a donde acudieron muchos muchachos y esclavos para
escuchar las explicaciones de la doctrina por dicho fraile y con
asistencia del padre Rosel. De ello testificó también Mateo del
Hoyo *.
Los frailes para su alojamiento y clases habían adaptado las
casas de Julián Moreno, sin que aún tuvieran forma de conven-to.
En la pequeña iglesia improvisada se produjo el 9 de abril
de aquel año otra solemnidad, que fue la profesión de caba-
!lere &! h&ite de cuntiagc per e! capit&pA nenítez
de las Cuevas. En el acto se leyeron tres cédulas reales, de las
que la primera era para este nombramiento; la segunda, para
dispensarle los seis meses que tenía que asistir a galeras, y la
tercera, la dispensa para la profesión de religioso agustino.
n* m1 7 n m-.nA-íT: ~nncl+c..*.Ann n + n ñKn+nn An l U n w n nnr a c i o r i f r x r o m-5
UG GLLU ~UGUU ~ U L L O < ~ ~ ~ L aLrUl iLi G~ r r m w z u UGL r r u y u yur b u u r r v u ~ cp~u -
blica en dicha fecha 13.
fdem, fol. 13. " fd.
13 Archivo cit., leg. 2354.
Núm. 33 (1987)
18 DOMINGO MART~NEZ DE LA PEÑA
Dentro de aquel año de 1641, otros beneficios para el cole-gio
fueron de una parte la licencia del obispo Villanueva para
la institución de la procesión de la Humildad y Paciencia, en el
miércoles santo, en 20 de abril, y la autorización del mismo,
para que los fieles pudieran enterrarse en la iglesia de los agus-tinos,
pero sufrieron la controversia de los párrocos del lugar, en
3 de diciembre 14.
LA CONSTRUCCI~N DE LA IGLESIA A MEDIADOS DEL SIGLO WII
Los agustinos al establecerse en un principio en las casas a
de Julián Moreno, donde luego organizaron el convento, no te E
n;a,fi ;.@ &a sL-ío q ~ see servi, ds sala par2 cupi!!a. L~degc O
d hicieron una iglesia, que les resultó pequeña y no bien situada, -
Oo>
por lo que hacia 1653 ya tenían un proyecto de una nueva igle- E
E
2 sia mayor y más suntosa, de forma que la organización interior E
tuviera una cierta armonía, algo así como lo que por aquellos
ZAGS lograron !os Ciornkic~sc m oü ig!esi=. e= este =imm pue- 3
blo. En este plan la iglesia se instalaba en la esquina situada -
0
m
entre la calle de Abajo y el callejón que bajaba de San Fran- E
cisco a la costa. Estaba constituida por una sola nave, con su
capilla mayor hacia el norte y una serie de capillas abiertas a n
E ella mediante arcos de cantería. En la cabecera, la capilla ma- a
yor, con una sacristía, en el lado de la Epístola. En los pies 2
d
n de la nave estaba instalado un coro, al que se llegaba por un n
antecoro desde la casa conventual, hacia ese lado de la Epístola, o3
donde estaba el campanario. Hacia el lado del poniente se ins-
+mi& rxfi-ill ~r\lnfnvol rlarlinarln n Cnn Rnrfnln-6 í r lsi da 8sin
~ G L U la L ~ ~ L Lb~vZ s a ~ , u~bu~lva~uu~. , u.uLr uvAv...u, ., -u ---
Felipe Neri, con su puerta a la calle; en lado de enfrente, la
capilla de San Nicolás, hacia los pies, en tanto que la de San
Isidro estaba junto a la capilla mayor. Entre ambas quedaba
el mur.o de., la iglesia, en que se abría la puerta de gracia, de L;umGí^UGieionz un e! coment~y, tres retzblos de cmteria. Grm
parte de esta obra, a pesar de ser de particulares, era dirigida
por los frailes, que velaban por el buen aspecto de la iglesia.
l4 MARTÍNEZ DE FUENTESO: p. cit.
526 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL COLEGIO DE AGCSTINOS DE GARACHICO 19
Sería posiblemente el padre rector fray Francisco de Fonseca
el que planearía la obra.
Para sufragar los gastos en lo que correspondía al propio
convento, se acudió a los donativos diversos en dinero, espe-cialmente
por la concesión de capillas, retablos y sepulturas, y
también a la venta de propiedades de la comunidad. Así, en 24
de junio de 1652, por ante Juan del Hoyo, llegaron a un acuerdo
con Jua.n de Orúe, para redimir una capellanía que había de-jado
Diego de Angelin, su suegro, para que con el rédito de
1.000 reales, que eran 50 reales que Orúe había de pagarles
anualmente, por la festividad de San Nicolás, los frailes se que-daban
con los mil reales y se comprometían a hacer aquella
festividad, para destinar dicha cantidad para la obra 15.
Con el deseo de hacer una iglesia «muy suntuosa», lograron
autorización para vender bienes hasta la cantidad de 1.000 du-cados.
Entre los bienes que deseaban emplear para lograr parte
de esa cantidad estaba la renta de cien reales anuales que pa-gaba
el capitán don Melchor López Prieto de Saa como poseedor
de los bienes de su suegra doña Jerónima de Ayala, por cierta
memoria dejada al convento agustino de La Laguna, el cual
dicha limosna anual la donó al de Garachico, por la pobreza
en sus comienzos. Se acordaba emplear en las obras la canti-dad
que rentaba aquellos cien reales 16, según escritura ante
Hernando Yanes Machado en 28 de enero de 1653.
También acordaron vender el cuarto de dos pedazos de viña
en Los Silos, por los que tributaba María Rodríguez, como su-cesora
de Beatriz González, viuda de Domingo Martín, y de
otro que pagaba María González, viuda de Salvador Martín.
También vendían un tributo de media bota de mosto de per-petuas
que pagaba Pedro Martín, de Los Silos, y luego sus he-rederos,
y también el derecho y acción que tenia el convento
a la mitad de un tributo sobre una viña y lagar que tenía y
pagaba Simón Lorenzo, iguaImente de Los Silos. Don Juan de
Castro Vinatea compraba al colegio estos derechos por la can-tidad
de 5.500 reales de plata, en dinero de contado, que igual-lS
A.H.P.S.C.T., leg. 2303, fol. 419.
l6 A. H.P. S. C. T., leg. 2128, fol. 26.
Núm. 33 (1987)
mente también pasó a sufragar la obra. Consta de la escritura
ante el mismo escribano en 13 de agosto de 1653 17.
Para poder terminar la iglesia, los frailes hicieron la re-dención
de 2.000 reales, que correspondían a 15.500 reales, im-puestos
en una viña de La Rambla, tri'lutaria del colegio, por
don Melchor López Prieto, según imposición de Juan Moreno.
La escritura pasó por ante Hernando Yanes Machado en 24
de marzo de 1654 la.
LA PORTADA PRINCIPAL DE LA IGLESIA
a
N Gracias a un detallado dibujo de la portada principal de la
iglesi~t,g m~du2 nt;ey ser desm~ntadad, e as -~t~rlre scmocirlo $
n
y tal vez dentro del siglo XIX, podemos calcular con bastante g O aproximación la calidad y monumentalidad de aquella entra- E
da 19. Sobre aspectos históricos de esta portada, para situar E
su cronología, sabemos que el capitán Juan de Orúe había
~fricidn a lis ag-lstinn en 1661 la cantidad de 2.200 reales 5
para que se destinaran a la conclusión de la fachada de la igle- - -
0
sia 'O, si bien no se precisa que fuera concretamente para la por- m
E
tada. De todas maneras podemos asegurar su cronología a me-
E diados del siglo. n
Toda labrada en cantería, su estilo hay que situarlo dentro k
de un manierismo, que con aspectos arcaicos perdura en Ca-narias
en el siglo XVII 'l. Con un gran arco de medio punto
dovelado y clave destacada, se enmarca en dobles columnas 5
apoyadas en pedestales decorados con sus molduras de base O
y ~nrnmmientnl~im it.ando el dado, cuyo frente aparece ocu-l7
Archivo y legajo cit., fol. 215. Al año siguiente, en 28 de febrero,
ante el mismo escribano, se ratificaba la venta, leg. 218, fols. 58 y SS.
l8 Legajo úitimamente cit., fol. 104.
l9 Este dibujo fue publicado por PASCUIUG ONZÁLERZE GALADpOa ra
iiusirar su ariícuio ctConvento y Cüiegiü de San Jüaii, 2-mida& eii i02i>i,
en El Diu, 1 de julio de 1958.
20 Véanse los datos referentes a la capilla de San Nicolás.
21 JUANSE BASTIÁMN PEZG ARC~LAa: arquitectura del Renacimiento en
el archipiélago canario (Santa Cruz de Tenerife), 1983.
528 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Figura 1.-Dibujo para dar una idea de la forma de la portada principal
de la iglesia del colegio de San Julián. Está tomado de otro dibujo, tal
vez hoy perdido, que fue publicado en un periódico local.
pado por un relieve. Los fustes apoyan en basas formadas por
toros y escocias y aparecen recorridos en su tercio inferior por
acanaladuras y e! resto, separado por unas argollas moldu-radas,
con una decoración de zigzag. Los capiteles son corin-tios.
Estas columnas pareadas apoyan sobre unas pilastras
cajeadas, cuyo resalte se acusa en el entablamiento. Éste esta
constituido por el arquitrabe, con las tres fajas horizontales
superpuestas; el friso, decorado con relieves vegetales a todo
lo largo, y la cornisa con sus molduras. Sobre ella, y en el eje
de cada columna, unos dados con relieves, rematados 3or ele-mentos
apiramidados y bolas. Entre las pilastras cajeadas y la
rosca del arco, es decir, en las enjutas, solamente aparece la si- a
Ilería. Sobre el entablamento apoya un frontón partido, de E
anclias iiioidü~asy t i r lpz~oi- a:-en:e de &!!&a. Parte & 61 d-O
aparece atravesado en su eje central por una destacada cruz, -
Oo>
E que lo sobremonta como remate de la portada. Es una cruz E
2 latina, con sus extremos rematados mediante florones (fig. 1). E
La idea de columnas pareadas sobre ~edestales recuerda
3 la portada principal dei paiacio de ios conaes de La Gomera,
- en Garachico, en tanto que la cruz puede verse en una de las 0
m
E portadas de la iglesia del hospital de La Laguna. O
Cuando el edificio pasó a propiedad privada y se empren-n
dieron las reformas para, instalar una vivienda en lo que era E
la iglesia, la portada fue desmontada y aún pueden verse algu- a
2
nos de los tambores de las columnas en el patio y huerta de lo d
n
n
que fue el colegio =.
3
O
De acuerdo con los honores destinados a los fundadores del
convento, como patronos, se íes señaló sitio para la construc-ción
de la capilla mayor, donde tendrían su enterramiento. Tal
José Rodriguez Moure se expresaba con palabras muy duras res-pecto
a la desaparición de este ímportante eIemento arquitectónico.
Véase VIERA: Historia de Canarias, Ed. Goya (Santa C m de Tenerife),
1952, t. 111, p. 333, nota 4.
530 AVUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGGSTINOS DE GARACHICO 23
obra no la pudo efectuar Julián Moreno y su esposa, Ana María
Ayala, los primeros que tuvieron este título, sino su sobrino
don Melchor López Prieto de Saa, que vino a ser el heredero
de este matrimonio y de su título de patrono del colegio. Estaba
casado con doña Magdalena de Ayala y Hoyo, hija del capitán
don Esteban del Hoyo y de doña Jerónima de Ayala. Don Mel-chor
dictó un testamento ante testigos en 10 de septiembre
de 1631, el cual fue abierto el 1: de julio de 1661 ante el escri-bano
Hernando Yanes Machado 23. Por aquel año de 1651 aún
no se habían iniciado los trabajos en la capilla, por lo que re-comendaba
a sus hijos su cumplimiento, en caso de él no poder,
por la obligación recaída sobre el patrono, y pedía que una vez
concluida fueran trasladados allí sus restos. A pesar de este
temor suyo de fallecer antes de iniciar los trabajos, la capilla
comenzó a construirse y luego fue encomendado Antonio Olba-rán,
maestro de escultor, para que efectuara su decoración. Por
la carta de pago que otorgó a favor de don Melchor Lopez,
en 13 de septiembre de 1656, por la cantidad de 18.750 reales,
por su trabajo y algunos materiales, según escritura ante Her-nando
Yanes Machado, en Garachico, sabemos que la capilla iba
cubierta con una armadura de madera, en cuyo almizate iba un
relieve representando a la Virgen de los Reyes, ejecutada por
este maestro, al parecer dentro de un medallón o tarja; habla
de unos florones tallados, en las pechinas, por tanto en nzí-mero
de cuatro, y otros cuatro que completarían el almizate.
Según su propia declaración estas piezas habían sido doradas
por Isabel Agustina, una artista poco conocida dedicada a es-tos
menesteres. Por otra parte, la capilla disponía de una tri-buna
para los patronos, tal vez el típico ajimez de algunas
iglesias de Tenerife. Iba rematada por el escudo de armas de la
familia, tallado también por Olbarán. Entre los materiales para
estos trabajos hablaba de óleo, tintas y oro. Por tanto, la capilla
tendría un brillante aspecto entre la techumbre, retablo y tri-buna,
dentro del imperante gusto barroco del momento.
Cuando don Melchor López Prieto hizo su codicilo, ante el
citado escribano, el 31 de marzo de 1660, todavía quedarían par-
* A. H. P. S. C. T., leg. 2130, fol. 43 del año 1661.
Núm. 33 (1987)
tes de la capilla por concluir, ya que hace referencia de haber
encargado -segura.mente fuera de Canarias- dos mil panes de
oro para el dorado de la capilla mayor, y disponía que inme-diatamente
recibidos sus herederos deberían disponer los tra-bajos
dentro del año siguiente. Que en c2so de no llegar, hi-cieran
nuevamente el pedido
Este segundo patrono había primeramente dispuesto el tí-tulo
de patronazgo del colegio de San Julián para su hijo
Melchor, pero en un segundo codicilo, dictado ante el mismo
escribano, con fecha 1: de abril de 1660, decidió que dicho
título lo compartieran sus dos hijos don Melchor y don Se-bastián
25.
a
N
En cuanto a la imaginerfa de1 retablo, por disposición E
del fundador, en el retablo estaría San Julián, copatrón. En 1651, O
n según el referido testamento, ya la había mandado hacer a su -
m
O
E costa y había entregado a los religiosos. E
2 Otra imagen vino a ocupar otro nicho del retablo, la de -E
Santa María Magdalena, por la devoción de la esposa del refe-rido
patrono, doña Magdalena del Hoyo. La festividad a esta 3
-
santa fue dotada por este matrimonio en 11 de febrero de 1658 -
0
m
E por escritura ante Hernando Yanes Machado, disponiéndose
O para su festividad misa cantada, con diácono y subdiácono,
vísperas y procesión por el claustro o saliendo por una puerta n
E
y entrando por la otra, al final de la cual habría un responso -
a
cantado, en tanto que el colegio pondría la cera. Esta festivi- 2
n
dad, junto con la de Corpus, de la que hablaremos en su mo- n
mento, quedaba dotada con 50 ducados de a 11 reales cada uno, O3
impuestos sobre todos los bienes de 10,s patronos 26.
Doña Magdalena del Hoyo otorgó su testamento en 19 de
marzo de 1655, ante Herna.ndo Yanes Machado, donde disponía
que la imagen de la Magdalena, que tenía en su casa, fuera co-locada
en la capilla mayor del colegio, en el altar mayor. Había
ordenado q-m su cuerpo f i ~ msep idta-io en la referida capilla,
pero que pasado un año o algo más sus restos fueran llevados
2í A.H.P.S.C.T., leg. 2130, fol. 29 del año 1660.
25 Archivo y legajo cit., fol. 32 del año 1660.
26 Archivo y legajo cit., fol. 23v. del aiio 1658.
532 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLhNTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 25
al convento de San Francisco de Los Realejos, donde estaban
sepultados sus padres 27.
Otra imagen que en las últimas décadas del siglo XVIII fue
colocada en el retablo mayor fue la Virgen de Gracia, de la que
nos ocuparemos en otro lugar.
El haberse elegido la Virgen de los Reyes para adornar el
centro de la cubierta tiene su explicación en el nombre del pa-trono,
Melchor, uno de los Santos Reyes vinculado a esta advo-cación,
de tanta tradición en Garachico a través de la ermita a
ella dedicada.
Don Melchor Eópez Prieto, el sobrino de los fundadores del
colegio, promovió en Garachico la devoción al Señor de la Hu-mildad
y Paciencia (fig. 2). Declaraba en su testamento ante
testigos de 10 de septiembre de 1.651, citado anteriormente, ha-ber
fundado esta procesión. Debió ser una de las primeras im5-
genes de este convento, ya que su procesión, en el miércoles
santo, había sido autorizada por el obispo Villanueva en 20 de
abril de 1641 Su fundador dotó a la Hermandad, al parecer
la de Ia Cinta, de cera y túnicas, y adquirió para esta procesión
las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y San Juan Evan-gelistaZ9,
que tambi6n figuraban en la procesión de los nazare-nos,
en el viernes santo, otra procesión fundada por don Mel-chor
López Prieto en el convento de Santo Domingo y de la que
era patrono. Además dotó la procesión de la Humildad y Pa-ciencia
de dos ángeles para el trono, el pendón, estandartes
y otras cosas necesarias para su solemnidad. Dejaba encargados
a sus dos hijos, Melchor y Sebastián, que cuidaran y mejoraran
aún más las dos referidas procesiones, de las primeras y más
1ucida.s de la Semana Santa de Garachico
27 A.H.P.S.C.T., leg. 2129, fol. 76.
28 MARTÍNEZ DE FUENTES:O p. cit.
29 Estas imágenes tal vez sean las que se conservan en el oratorio de
la casa de Ponte, sucesores de la familia Prieto, en Garachico.
Núm. 33 (1987) 533
Esta imagen se conserva actualmente en la iglesia del con-vento
de San Francisco. Representa el momento de esperar el
Señor la preparación para el suplicio del Calvario, si bien igual-mente
se tomó como un símbolo d.e la Pasión. Desde un punto
de vista iconográfico entronca con el tema de La Melancolía,
de un grabado de Durero. Por ello aparece sentado sobre una
piedra cuadrangular, desnudo, con la cabeza inclinada y apo-yada
en una mano. El tema devocional se generalizó en Cana-rias
en el siglo XVII, siempre con las mismas características y
con una cierta relación con la Alquimiam. No conserva la poli-cromía
original.
Según era normal en el arreglo del trono para la procesión,
se colocaban dos ángeles, a ambos lados, sosteniendo la cuerda
con que se figuraba maniatado. Es posible que sean dos que
aún se conservan en Santa Ana y San Francisco, de aspecto ba-rroco
y buena talla.
Esta imagen de la Humildad y Paciencia tenía capilla propia.
En ella se mandó enterrar el cirujano de Garachico Sebastián
Calderó~e, l cual ofreció 60 losas, a más de otras que estaban
en su casa, para el pavimento de esta capilla, según su testa-mento
de 16 de septiembre de 1691 ante Pedro Hernández de
Vergara. Esto nos hace sospechar que aún en aquellos anos es-taba
en construcción. Dejó además d.otada tina misa a esta
devoción en un viernes de cuaresma sobre su casa que heredó
el colegio 31.
Para concluir con este apartado diremos que se ha dicho ha-ber
tenido un origen penitencial o de desagravio el estableci-
30 DOMIYGMOA RTÍNEZD E LA MA:( (Iconografía cristiana y alquimia:
"El Señor de la Humildad y Paciencian», en Homenaje a Alfonso Tru-jillo,
Aula de Cultura de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), 1982, pp. 581-597.
31 Esta casa !a había construido Sebastián Calderón en la Calle Real
de Abajo. También dejó a los a.gustinos dos fanegadas v media anuales,
que le pagaba de tributo Domingo Díaz, vecino de El Tanque, con la obli-gación
de tres misas cantadas en las festividades u octavas de la Concep-ción,
San José y San Agustín, respectivamente. Sus hermanos eran Fer-nando
Calderón y los frailes agustinos Juan Moreno y Francisco Calderón
(A. H. P. S. C.T., leg. 2335, fol. 151).
534 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGCSTINOS DE GARACHICO 27
miento de esta devoción entre los agustinos, por la oposición
que les declaró en m principio don Melchor López Prieto =.
LA CAPILLA DE SANI SIDROL ABRADOR
Otra capilla de la iglesia fue la dedicada a San Isidro Ia-brador,
en el lado de la Epístola, hacia el Naciente, fundada
por don Juan Riquel de Angulo. Por escritura ante Hernando
Yanes Machado, en 1." de febrero de 1633, los agustinos señala-ron
el sitio, de 18 pies en cuadra, con la obligación por parte de
Riquel de hacerla dentro de año y medio, en cuyo tiempo había
de estar ya concluida la iglesia nueva que hacía el colegio. Ra-bría
de tener m arco de la mejor calidad posible, para comu-nicar
con la iglesia, y podría hacer una ventana de cantería
mirando al claustro o a otra parte, siempre de no perjudicar
al convento. También se le daba permiso para hacer una puerta
para entrar a la capilla desde el claustro, cuya llave guardaría
el patrono para servirse de ella todas las veces que creyera
oportuno, sin necesidad que él o su familia entraran por la
puerta principal de la iglesia. Esta puerta debería ser pequeña,
del tamaño de la que tenía el capitán Juan Francisco Ximénez
en su capilla del convento de Santo Domingo de Garachico. Dis-pondría
en su capilla de asientos para él y su familia, y de en-terramiento.
Juan Riquel se comprometía a hacer un retablo de
buena calidad, adornado de manteles y frontales y colocar la
imagen de San Isidro Labrador, de bulto, que haría traer al
efecto, pudiendo además colocar allí otros santos. En esta mis-ma
escritura quedaba instituida la festividad de San Isidro, con
misa, sermón y procesión por el claustro y la calle, con la obli-gación
de los frailes de poner la cera, por cuya solemnidad re-cibirían
de limosna 55 reales anuales (cinco ducados). También
se acordaba que si el colegio llegara a establecer la festividad del
Corpus, como tenía proyectado, en la procesión figuraría San
* MELCHODRE LA TORRECÁ CERES: ((El convento de San Agustín y co-legio
de San Julián)), en Revista de Historia. (Universidad de La Lagu-na),
núms. 39 y 40, 1933, pp. 232-238.
Núm. 33 (1987) 535
Isidro, en un tercer lugar después de San Agustín y San Julián.
Por haber cedido este sitio para capilla y los demás favores, los
agustinos recibieron en aquella fecha, en dineros de contado
por parte de Juan Riquel, la cantidad de cincuenta ducados, apli-cables
a las obras en marcha-".
A pesar de que Juan Riquel tenía derecho a sepulcros den-tro
de su capilla, deseó tener una cripta a espaldas de la misma.
La autorización para ello la recibió de los conventuales en 26
de abril de 1656, por escritura ante Hernando Yanes Machado.
Se acordó dar sitio para ello a espaldas de la capilla de dicho ca-pitán,
hacia la parte donde se había de hacer la sacristía; se ins-talarían
dos sepulcros, comunicados a la capilla por una puerta,
y tendrían todo lo largo de la pared de la capilla, de forma que
en lo alto no subieran de la puerta del púlpito, para estar libre
por sobre las paredes a levantar y el techo para cubrirla^^^.
Juan Riquel de Angulo fue el universal heredero de su pa-dre,
Gaspar Riquel y casó con doña Ana de la Cruz y Fleytas,
cuyo testamento pasó por ante Hernando Yanes Machado el
1." de marzo de 1657 36. Juan Riquel tuvo dos hijas monjas en
el convento de las concepcionistas de Garachico, cuyo acuerdo
de la dote pasó por el referido escribano en 8 de noviem-bre
de 1635 37. Fue un rico hacendado de Garachico que entre
otras propiedades tuvo unas tierras para viña junto a la Ca-leta
de San Marcos, en Icod, que hoy todavía se conocen como
tierras de Riquel. Las había comprado su padre a Juan Ra-mírez,
vecino de Icod, ante Gaspar Delgadillo, en 1630, el cual
la había recibido en herencia de su padre. El precio de la
venta fue de 9.300 reales. Esta finca, que por tal precio se ad-vierte
su importancia, fue considerablemente mejorada por
Juan Riquel, en cuanto a nuevas plantaciones de viña, caminos
e incluso la apertura de un pozo. Cuando la propiedad tomó
33 A. E. P. S. C.T., !eg. 2128: fol. 34,
A. H. P. S. C. T., leg. 2130, fol. 70 v.
35 Declaración de Juan Riquel ante Yanes Machado en 26 de abril
de 1656 (Archivo y legajo cit., fol. 71).
36 Arcbivo y legajo cit., fol. 48 v.
37 Archivo cit., leg. 2129, fol. 266.
536 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
Fig. 2.-El Señor de la Humildad y Paciencia, detalle. Garachico. Perteneció
al convento de los agustinos y hoy se encuentra en la iglesia de San Francisco,
en dicha población.
EL COLEGIO DE AGVSTINOS DE GARACHICO 29
un mejor aspecto, Juan Ramírez vino a ser persuadido por sus
hijas y el yerno, Marcos Estévez, para que iniciara pleito con-tra
Riquel, alegando que el precio en que había sido vendida
había sido bajo, pero al darse cuenta de lo injusto de tal de-manda
retiró el poder otorgado a su yerno para iniciar el pleito,
se@n escritura ante Hernando Yanes Machado, en Garachico,
a 31 de julio de 1657, quedando así concluida la cuestión3s.
LA CAPILLA DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO
Una de las primeras devociones establecidas en el colegio des-de
sus inicios fue la de San Nicolás de Tolentino. Los propios
fundadores de este convento, Julian Moreno y Ana María Ló-pez
Prieto, en las capitulaciones de fundación ya dejaron dis-puesto
que se había de hacer un altar a este santo dentro de la
capilla mayor o donde se creyera más conveniente, según de-jamos
dicho anteriormente.
El altar vino a instalarse junto a la puerta de la iglesia, de
forma que una vez abierta se podía ver desde la casa frontera,
la habitada por Diego de Angelín, que hacía esquina y estaría
en el mismo lugar donde hoy se encuentra la casa parroquia1
de Santa Ana. Diego de Angelín fundó en este altar una cape-llanía
para que se dijeran misas cantadas en él todos los lunes
del año y procesión, aplicadas por su alma y las de sus familia-res.
Para ello señaló una limosna anual de 230 reales, con
la particularidad de que de no pagarlos algún año había de
hacer llevar cada día al colegio un barril de agua. La escri-tura
fue otorgada ante Hernando Yanes Machado en 17 de abril
de 1643. Se especificaba que el altar de San Nicolás había de
estar siempre en aquel lugar de forma que pudiera verse la
misa desde la ventana de la casa de Angelín. Esto nos hace
suponer que tal vez estaría impedido para trasladarse a la igle-sia,
o algún otro miembro de la familia. La casa debió desapa-recer
junto a otras muchas de aquella calle en el incendio de
San José del año 1697. Se estipulaba que en caso de ser retirado
38 Archivo cit., leg. 2130, fol. 105 del año 1657.
Núm. 33 (1987) 537
de allí el altar esta limosna se dejaría de pagar durante el tiem-po
transcurrido para reponerlo en su sitioS".
Heredera de Diego de Angelín fue su Linica hija, doña Mar-garita
de Angelín y Contreras, nacida de su matrimonio con Isa-bel
Pérezw, la cual a su vez casó con un vasco establecido en
Garachico, tal vez por cuestiones comerciales, el capitán Juan
de Onie de Orderica Mugaras y Loroño. que tuvo por su casa
principal aqiiellz d.e su siciegro. Fue el que en realidad vino a
dar toda la importancia a la cievoción a San Nicolás de Tolen-tino
en Garachico.
Cuando los agxstinos se plantearon cambiar la iglesia y ha-cerla
de mejor arqtiitectura, chocaban con aquel compromiso
de no cambiar el retablo de San Nicolás. Por ello llegaron a un
acuerdo con Juan de Orúe, en ei sentido de que si ia famiiia
renunciaba a aquel derecho, el convento le daba sitio para que
construyeran una capilla a este santo. Por escritura ante el mis-mo
escribano, de fecha 16 de febrero de 1653, se estipuló darle
sitio para tal obra, que sería en la parte de la Epístola, junto
a ia de don Juan Ziquei q3.e hpbía de nacer, y e2 un espacio
de 18 pies en cuadra. Pondría en la capilla un buen arco de
cantería, como los de las otras dos capillas proyectadas, que
era 12 de Riquel (la primera colaterai) y la de los hermanos
Fernández Bestre. Además se le autorizaba a que hiciera una
ventana de cantería para iluminarla, que daría al claustro del
colegio, y pondría un2 pv.erta, como la de !a capilla de Ri-quel,
de comunicaci6n a la casa conventual, de la que guar-daría
su llave y podría entrar por ella todas las veces que lo
creyera conveniente. Tendría todos los honores de patrono, con
sus asientos para éi y familia g riispürid~ia aXi de eiiteri-aiiiien-tos.
Juan de Oníe se comprometía a hacer la construcción den-tro
de un año y medio, a hacer un retablo, dotar de frontales y
mateles y tener la capilla reparada. La capellanía de Diego de
39 Se hace referencia a estz. escritura en otra de los agustinos con
Juan de Onie ante Hernando Yanes Machsd-o en 16 de febrero de 1653
(A. H. P. S. C. T., leg. 3128, fol. 66 v.).
Isabel Pérez otorgó su testamerto ante Mateo del Hoyo en 23 de
febrero de 1658.
538 ANIíARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 31
Angelín se serviría allí. Por este favor recibido Juan de Orúe
entregó en aquella fecha, en dineros de contado, la cantidad
de 30 ducados para el convento ".
Juan de Orúe efectuó un contrato con Bartolomé González,
maestro mayor de cantería, para que éste le hiciera el arco, la
ventana y la puerta de la capilla de San Nicolás, según escritura
ante el mismo escribano en 27 de febrero de 1653. Se especifi-caba
que ya estaba hecha la basa del pedestal del arco, asentada
y fija, y que la perta y ventana tendrían una moldura iiana,
para que fuera correspondiente con el arco y que la obra habría
de ser de muy buena calidad en cada una de la,s tres piezas en-cargadas,
las cuales se darían por terminadas en el mes de abril
si.guiente. El cantero recibiría la cantidad de 2.400 reales, a pa-gar
de la siguiente manera: 800 al iniciarse la obra; la misma
cantidad, en los últimos días del mes de marzo, y los restan-tes
800 reales al termina el mes de abril
El padre Fonseca, rector del colegio y testigo en el contrato
referid^, m~ni f e s tuhp~w escriti",r~ym te Eerrxmde Pmes ME-chado
en 27 de julio de 1655, que él se había encargado de que,
una vez concluidas estas piezas de cantería, otros maestros con-cluyeran
la capilla, por lo que se advierte que Juan de Oníe le
había encomendado este control de la obra. Daba carta de pago
a éste, en dicha escritura, por 800 reales, de acuerdo con las
cantidades libradas por dicho fraile al personal43. La capilla
quedó instalada a manc derecha de la puerta principal de la
iglesia.
Como el suegro de Juan de Orúe, Diego de Angelín, había
,-,I-,tnn:,-ln A-1 n,.1,-.....:n A- ln :...1-m:- -..:-:e -1 A----L- A- .-.-"... l&....-.-.
VULGIIlUW UGl LULGt;lU GIL L a lt;lt;31C& VIGJLL Cl UClGLlIU UG 301JUlbUla3
y asiento junto al antiguo altar de San Nicolás, este privilegio
lo conservó Juan de Orúe, pero junto a la puerta de gracia, en la
pared que había de construir el colegio para la nueva iglesia.
Por otra parte, los agustinos se comprometían a tener un altar
:,.-tn n In n,.rr.,.&n n..:nn:nri1 --u.-. --.A 1- -..:-e -..A -u rC1 m.. A::---
J U L I ~ V a r a yuca i>ap ~lrrbspaF~a, la yuc la u u u a y u t~;~ im at: U ~ J G L ~
41 Escritura últimamente citada.
a A. H. P.S. C. T., leg. 2128, fol. '75.
43 Archivo cit., leg. 2129, fol. 191 v.
Núm. 33 (1987j
pudiera seguirse desde la ventana de la casa de Orúe, con lo
que en cierto modo se mantuvo aquel otro derechou.
En cuanto a la imagen de San Nicolás3" no sabemos si en
un principio se adquiriría alguna, como habían dispuesto los
fundadores del colegio. Lo cierto es que Juan de Oníe se com-prometió
a traer una imagen de vestir de este santo, que era
otra obligación suya en los acuerdos para yoseer capilla propia.
En efecto, esta imagen se instaló en su capilIa y el patrono dejó
junto a diversos bienes vinculados mas joyas para que se colo-caran
a la imagen en su festividad: una cadena de oro de 106
eslabones grandes de filigrana y un cintillo de esmeraldas entre
rosas grandes y remate de 48 piezas esmaltadas. Además quedó
impuesta su función solemne, con vísperas, misa, sermón y pro-cesion,
y se pedía al que poseyera ei títuio de patrono que cui-dara
del vestuario del santo.
Otra festividad qze estaba vinculada a esta capilla fue la
de la Virgen del Buen Suceso, en algunos documentos denomi-nada
del Rosario, cuya festividad quedó igualmente impuesta
por Juan de Orue, en el dia octavo de ia Navai, con vísperas,
misa y procesión en el colegio. La imagen era de vestir, ya que
también se pedía al futuro patrono que se preocupara del ves-tido
de la imagen y de colocarla en las andas que para ello te-nían
preparadas en la capilla, por lo que se pagaría al colegio
50 reales por cada festividad. Estos 50 reales habían sido im-puestos
?or Isabel Pérez, suegra de Juan de Oníe, en tierras que
poseía en Los Llanos de Erjos 45.
Como los agustinos disponían de muy pocos recursos para
llevar adelante el plan suntuoso de arquitectura de la iglesia
por ellos proyectada, constantemente estaban imaginando ia for-ma
de lograrlos. Ahora fue el instalar en la capilla de San Ni-
" Acuerdo de Juar- de Orúe con los agustinos para hacer capilla, an-tes
citado.
' 5 Esta imagen la depositaron los a,austinos en el convento de las
concepcionistas y er, su iglesia recibió culto, por lo menos hasta el
año 1836, en un retablito lateral (A. H. P. S. C. T., Inventario de desamor-tización
de los agustinos de Garachico, c-11-12: fol. 16).
46 Véase más adelante el vinculo de Juan de Orúe.
54E AXUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTIXOS DE GARACHICO 33
colás el Santísimo Sacramento y hacer allí el comulgatorio de
los fieles, con la obligación de tener encendida día y noche la
lámpara de plata que había colocado allí Juan de Orúe. A cam-bio
de este privilegio, éste daba al colegio 2.200 reales, para
ser empleados en la conclusión de la fachada de la iglesia, a más
de una campana de 300 libras y una pila de mármol, con su pie,
para la entrada, que también les regaló. La llave del sagrario
solamente la podría tener el padre rector, pero en caso de darla
a otra persona no podría ser sino a Juan de Orúe o a sus he-rederos,
según la escritura ante Juan del Hoyo en 14 de septiem-bre
de 1661 47.
Juan de Orúe instaló en esta capilla los escudos de armas
de su familia, los cuales nunca deberían quitarse de allí, según
disponía en la fundación de su vínculo.
Este personaje era un noble vizcaíno, nacido en San Pedro
de Dima. Casó en Garachico con doña Margarita de Angelín,
heredera de una buena fortuna. Orúe le daba mucha importan-cia
a su calidad de hidalgo, como puede advertirse por la docu-mentación
que en tal sentido trajo desde su tierra, con gran
esmero conservada en su casa. Era un libro de pergamino, con
sus genealogías y certificaciones de la nobleza de sus antepa-sados,
junto a 1s descripción de los escudos de armas. Tal libro
fue ejecutariado en Tenerife en el año 1652 y quedó vinculado
a otras propiedades. El fuerte de su riqueza estaba en las ex-tensas
tierras situadas en Los Llanos de Erjos, compradas por
él, donde edificó una hacienda con su ermita, de la que hoy se
conservan las ruinas 48. También poseyó otras tierras de cultivo
importantes en Chío y El Palmar.
Este matrimonio deseó crear un vínculo con diversas pro-piedades
para perpetuar el lustre de su familia, a fin de que
sus herederos pudieran tener renombre y acrecentaran su con-dición,
porque el Señor les hizo nobles, decían. Por no tener
hijos, el vínculo había de recaer en un sobrino de Juan de Orúe,
otro vizcaíno, soltero, el cual había de venir a Canarias y afin-
47 A.H.P.S.C.T.l,e g. 2311, fol. 510.
48 DOMINGOMA RTÍNEZ DE LA MA:iu antigua ermita de San José de
Los Llanos, en prensa.
Núm. 33 (1987) 54 1
carse en Garachico, donde casaría con Josefa de Angelin Con-t.
reras, sobrlna de Margarita, que vivía con sus tíos. Si se pro-dujera
la muerte de los otorgantes antes de que llegara el mozo,
Josefa poería entrar en posesión provisional de los bienes del
vínculo y de todo lo que se encontrara en la casa, y de forma
definitiva si no se llegara a efectuar esa boda planeada. El que
por derecho fuera a entrar en posesión del vínculo, debería ser
católico, leal a la. Corona y no haber cometido traición a ella,
ni tener defectos físicos ni morales, ni leproso, quedando ex-cluidos
los criminales, clérigos y monjas, si bien después de
apartados de sus derechos recibiría.n los a1iment.o~n ecesarios.
Los bienes señalados no se podrían vender ni enajenar y eran
los siguientes:
1. La capilla de San Nicolás de Tolentino, donde estaban
sus armas que habrían de conservarse allí perpetua-mente.
2. Las casas principales de su morada, en Los Cuatro Can-tillos
de Garaxhico, lindando por delante la calle Real de
Abajo y C.el Naciente, que era la entrada de dichas casas;
la calle Real, que va a San Francisco, y por el lado de
arriba las casas que fueron d.e Catalina Fernández, que
llegaban a la esquina de la calle d.el Medio, también pro-piedad
de O-de, y no entraban en el vínculo; del lado
del Poniente, las casas de d.oña Juana Prieto del Hoyo
y de los herederos de Bernardo Yanes Machado.
3. Tierras y partidos de ganado mayor y menor en Los
Llanos de Erjos, con la ermita, casa, granero y huerta,
compradas en su mayoría a los herederos de Juan
Aguirre.
4. Tierras también en el mismo lugar, compradas a los
herederos de Juan Delgado, que decían tierras de Araña.
5. Tierras, casa, huerta y partida de ganado, en El Ba-rril,
en Chío, compradas a don Juan Temudo del Cas-tillo.
6. Tierras en La Portela, El Palmar, que habían sido de la
mujer de Juan Afonso.
542 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 35
Tierras en El Palmar, con sitios de casa y era, comprado
a María Velázquez, viuda de Juan Alonso Romero.
Libro en pergamino, de la nobleza de la familia Orúe,
hecho en Vizcaya en 1552.
Una cadena de oro de 106 eslabones, en filigrana, y un
cintillo de esmeraldas con rosas grandes, con su remate
de 48 piezas esmalta.das, para que fueran colocadas a San
Nicolás de Tolelatino en su festividad, según ya tenían
por costumbre.
que entrara a posesionarse del vínculo tenía las siguien-tes
obligaciones: hacer una festividad a la Virgen del Buen
Suceso en la capilla de San Nicolás y cuidar del vestuario de la
llnagen y hacer la festividad de San Nicolás. También tendría
la obligación del mantenimiento de la ermita de Los Llanos
y de hacer la festividad de la Sagrada Fa.milia. Este víncuio
fue otorgado ante Pedro Hernández de Vergara en 24 de abril
de 1692 ". Juan de Orúe y Margarita de Angelín dictaron su tes-tamento
ante Mateo García d.e la Guardia en 10 de enero
de 1690.
Estaba situada en el lado del Evangelio, al Poniente, junio
a la capilla colateral de San Bartolomé. Para su construcción
los agustinos señalaron sitio de 18 pies de hueco en cuadra
a dos hermanos: el capitán Pedro FernándezSDB estre y el a1-
férez Lucas Fernández Bestre Mexía, vecinos de Garachico, por
escritura ante Hernando Yanes Machado en 9 de febrero de 1653.
Al tiempo de esta escritxira aún no se había iniciado la de San
Bartolomé. Se pedía que la obra toda de la capilla, especial-mente
su arco de comunicación a la iglesia, fuera de buena ca-lidad,
para terminarla en año y medio, a partir de esta fecha,
más o menos al tiempo de concluir la iglesia. Debería tener
su altar dedicado a San Felipe Neri, para lo que encargarían
49 A. H. P. S. C.T., leg. 2336, fol. 110.
50 En algún documento en vez de Fernández pone Hernández.
Núm. 33 (1987: 543
una imagen de bulto, y podrían colocar las otras devociones.
Dispondrían de su patronato, asiento y sepulcros. Para ilumi-nar
la capilla deberían abrir una ventana, en cantería, hacia el
callejón que va a la mar, y podrían instalar una puerta a la
calle, pequeña, como la que había de hacer Juan Riquel en su
capilla, de la que el patrono guardaría su llave para poder en-trar
todas las veces que lo deseara, sin necesidad de hacerla por
la puerta principal de la iglesia. Los hermanos Fernández Bes-tre
se obligaban a tenerla siempre bien adornada y acudir a
sus reparos, y dejaban dotada la festividad del santo, el 26 de
mayo, con su misa y procesión por el claustro y la calle, para
lo que habían de entregar al convento 55 reales anuales de li-mosna.
A1 mismo tiempo y por tales favores, daban a los agus-tinos
en dinero de contado la cantidad de 30 ducados: para con-tinuar
las obras del edificio ".
La idea de hacer esta capilla a San Felipe Neri por los refe-ridos
hermanos fue en recuerdo de su padre, de nombre Felipe
Hernández Bestre, casado con Olaya Rodríguez. Ésta, por su tes-tamento
ante Hernando Yaner Machado, el 11 de marzo de 1655,
ordenó su enterramiento en la capilla de Sa.n Felipe, que estaban
construyendo sus hijos jZ. Además de los dos hermanos ya cita-dos,
otros hijos de este matrimonio fueron Felipe Hernández
Mexía, fray Juan Mexía, agustino; fray Francisco Bestre, fran-ciscano,
y doña Mariana Mexía, esposa del capitán don Pedro
Flamiel, según se declara en dicho testamento.
Esta familia de Fernández Bestre fue de unos poderosos co-merciantes,
establecidos en Garachico para la venta de muy di-versos
productos, especialmente tejidos. Habían organizado un
bien montado negocio de exportacicín e importación de pro-ductos,
en compañía del capitán Juan Torner, mercador inglés,
residente en Tenerife. Esta compañía la había iniciado el in-glés
con Felipe Hernández Bestre el Viejo, hasta la muerte de
este, en 1645, y luego la continuaron sus hijos con Torner y con
otro inglés, Guillermo Trominton, que también estaba en Te-nerife.
Por las cuentas que rendían de tiempo en tiempo se ad-j1
A. H.P. S. C. T., kg. 2128, fol. 38.
52 A.H.P. S. C.T., leg. 2129, fol. 52.
544 A,VLrAKIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 37
vierte la importancia enorme del negocio, con actividades en
El Puerto de la Cruz, La Orotava, La Palma, y fuera de las islas,
con géneros diversos que se traían y llevaban a Inglaterra,
España, Flandes y Holanda *. Por motivo de estos negocios uno
de los hermanos, Felipe Fernández Mexía, viajó a la Península
y a América. Su testamento pasó ante Hernando Yanes Macha-do
en 25 de mayo de 1658%. El cuñado de los Bestre, Pedro
Flamiel, formaba parte de la compañía familiar, pero también
como mercader tenía importantes negocios propios, con la ex-portación
de vinos y correspondencia con Flandes, Holanda y
España, de donde le llegaban consignados algunos navíos. En
su testamento ante Hernando Yanes Machado el 3 de enero
de 1658 daba poder a Pedro Fernández Bestre, su cuñado, para
q-ze reCibier2t &s ~=,~$5=5. s T&&& de Pedro FImie! a=p ==
der en 7 de febrero de dicho a50 a Pedro Manuel Delgado y
Marcos de Herrera para la venta de algunos de los bienes de-jados
por su marido, al objeto de cancelar deudass. Pedro
Fernández Bestre casó con Beatriz de Rojas y no dejó hijos,
wpunl lr nu yr rqurn uo~rur kn-nrlnnn .rnirrnnr<nl r r . r<nkr;nn 73nl:nfi 'Ctn-Xn rrGlGuGru urrrvcroar LUG uu ~ U U A ~ L L U LGLL~G L G L ~ ~ A L -
dez Bestre y Rojas 57. aste continuó el negocio familiar y tuvo
relaciones comerciales con el mercader inglés Gilberto Srnith.
Era hijo de Lucas Fernández Mexía y de doña María de Rojas.
53 Consta del poder otorgado por Torner a favor de Pedro Fernández
Bestre, para que en su nombre cobrara cantidades de dinero, ante Her-nando
Yanes Machado, en 25 de enero de 1654 (Archivo y legajo cit.,
fol. 230).
También dispuso su enterramiento en la capilla de San Felipe,
cuando estuviese terminada (Archivo cit., leg. 2130, fol. 103 del afío 1658).
Archivo y legajo cit., fol. 15 v. del año 1658.
Ante Hernando Yanes Machado (Archivo y legajo cit., fol. 21 del
año 1658).
57 Pedro Fernández Bestre otorgó su testamento ante Juan Alonso Ar-güello
y su codicilo ante Juan del Hoyo. Consta de una escritura de venta
de la finca vendida por su sobrino Felipe Fernández Bestre y Rojas, si-tuada
en Las Suertes de San Felipe, en Icod, a Melchor Rodríguez, maes-tro
de tonelero, ante Francisco Fernández, en 11 de noviembre de 1670.
Esta finca la había comprado el referido Pedro Fernández Bestre a
María Luis, por escritura ante Montiano, en 24 de mayo de 1657
(A.H.P.S.C.T., leg. 2137, fol. 352).
38 DOMINGO MART~NEZ DE LA PEÑA
De su matrimonio con Angela de Ascanio y Guerra tuvo por
hijos a Lucas Gabriel, Pedro, Josefa, Francisca, Olaya, Beatriz
y José, y fue enterrado en el sepulcro familiar en la iglesia de
San Agustin 58.
m esta capilla estuvo la imagen de Nuestra Señora de la En-carnación,
que procedía de la casa de Ana Rodríguez, viuda de
Antonio Juan, ambos vecinos de Garachico, la cual dejó dotada
la festividad en su testamento ante Francisco Fernández en 10
de noviembre de 1673 59. Es posible que sea la misma imagen de
buena factura que actualmente recibe culto en la ermita de San
Pedro de Daute.
En cuanto a la imagen titular de la capilla, San Felipe Neri
(figura 31, al producirse la desamortización los agustinos la de-positaron
en el convento de las concepcionistas. Actualmente
está muy deteriorada. De algo más de un metro, aparece de pie,
describiendo con el cuerpo una ligera curva, con la sotana de
pliegues muy paralelos y la capa a ambos lados de forma simé-trica.
La cabeza presenta mucna frontalidad, de rostro ingenuo,
sonriente. cejas arqueadas, ojos oblicuos, con las característi-cas
tan repetidas en Francisco Alonso de la Raya, al que debe
atribuirse esta imagen. Los desperfectos mayores están en la
pérdida de las manos, que sin duda llevarían la azucena y el
rosario, sus atributos progios. También le falta el pie izquierdo
y la peana, en tanto que el estofado, de dibujo muy delicado, se
ha perdido en grand.es zonas.
Después de los fundadores del colegio, el licenciado Barto-lomé
Lorenzo Guzmán fue tal vez el más generoso con el con-vento,
con el donativo de cuantiosos bienes, cuya importancia
EY Ei testamento de Felipe Feriián&z 8esti.e fue utürg& a2Lfi Tc-dro
Hernández de Vergara, en 23 de marzo de 1692 (Archivo cit., leg. 2335,
fol. 80 del afio 1691).
59 Ana Rodríguez también declaraba en su testamento que para colo-car
la Virgen de la Encarnación en esta iglesia había tratado con los due-
546 RVUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 39
nos la puede dar el inventario de propiedades, por lo que fue
el benefactor más recordado por esta comunidad a lo largo de
su historia. La escritura de donación pasó por ante Mateo del
Hoyo en 29 de diciembre de 1649. Por ella hacía un vínculo al
convento con todos sus bienes: su casa principal, frente a la igle-sia
de Santa Ana, que había comprado a Salvador Afonso, y una
serie de tributos y tierras en Daute y en La Lagunetas de El
Palmar. Los frailes estaban obligados a hacerle una capilla en
la iglesia, que sena colateral de la mayor, en el Evangelio, al
Poniente, la cual tendrían siempre adornada y atendida en todos
sus reparos. También harían un retablo, que llevaría un gran
cuadro pintado con el tema de los doce apóstoles y la Virgen
María en medio, recibiendo el espíritu Santo en forma de len-guas
de fuego. También pondrían en el retabio a San Bartolome
de bulto, para sacarlo en procesión en su día. Esta capilla se
comenzaría a hacer al tiempo de iniciarse las obras de la nueva
iglesia, dentro de los tres años siguientes. Una vez concluida
trasladarían allí sus restos, para lo que se haría un funeral so-lemne,
con asistencia de todos los clérigos de tiarachico. la
construcción del retablo se haría dentro de cinco años des-pués
de comenzar la obra de la iglesia. De incumplirse estas
voluntades, sus bienes pasarían al convento de Santo Domingo.
También dejó fundada una capellanía dotada con 50 ducados,
para una festividad a San Pedro Mártir, en los dominicos; otra
festividad al Espíritu Santo, a la Concepción, a San Bartolomé
y procesión con el Santísimo por el claustro, todos los segun-dos
domingos de cada mes, entre otras muchas mandas piado-sas60.
Su testamento pasó por ante este mismo escribano en
29 cie diciembre de 1649 %. De esta capilla se hlzo cesión a don
Diego Sotelo de la Mota por escritura ante el mismo en 1650 62.
A1 quedar vacante el beneficio de Garachico en 1622, por ser
nombrado arcediano de Fuerteventura el doctor Vanenden, en
iios de la capilla de San Felipe, pero que si se produjera algún impedi-mento
la pusieran en el retablo mayor (Archivo cit., leg. 2137, fol. 288).
A. H. P. S. C. T., leg. 2301, fol. 447.
61 Archivo y legajo cit., fol. 469.
MARTÍNEDZE FUENTESO: P. cit.
Núm. 33 11987)
1624 se proveyó con el nombramiento del licenciado Bartolomé
Lorenzo Guzmán, que antes había sido beneficiado en Buena-vista
y cuyo retrato se conservaba en un cuadro de un Cristo
en el altar de su capilla en los Remedios. Su compañero en la
parroquia de Santa Ana era el doctor Francisco Bernal y Asca-nio.
El beneficiado Guzmán había obtenido el titulo de comi-sario
del Santo Oficio de la Inquisición desde abril de 1627.
No quiso el título. de vicario, al quedar vacante en 1624 por
fallecimiento del doctor Bernal, que lo vino a desempehr Gas-par
Jorge. A pesar de ello la vicaría se la pasó a Guwnán
en 1625, pero éste se la devolvió al año siguiente. G m á n tuvo
siempre mucho interés por el colegio de los agustinos, desde
sus inicios en 1641. Ya en su vejez conseguió una celda para
t7Cjk esta c ~ ~ ~ ~ j ~Y! i odbuispdo. F rmcicc^ Y&qchez Villa.
nueva, gran protector de estos religiosos, le concedió un ser-vidor
del beneficio, con título, desempeñado por e1 licenciado
Francisco de Flores, en calidad de coadjutor, desde febrero
de 1650. En este retiro falleció el licenciado Guzmán en
mu rcul cyrv n A o 1 R K l 63. ue rvvs
No he podido recabar información sobre el paradero actual
de la imagen titular del retablo; después del último incendio
del colegio, los agustinos habían depositado este San Bartolomé
en el convento de las concepcionistas, en cuya enfermería es-taba
junto con San Agustín, de la misma procedencia, en el
año 183664.
En el muro de la iglesia que daba hacia la casa conventual,
es decir, hacia el Naciente, cuando continuaban sus obras, los
agustinos decidieron instalar tres altares de cantería, cuya pro-piedad
traspasaron a particulares. Estuvieron dedicados a San-to
Tomás de Villanueva, a la Trinidad y a San Juan de Sahagún.
fd.
54 A. H. P. S. C. T., Inventario de desamortizaddn de los agustinos de
Garachico, c-11-12, fol. 12 v.
548 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Fig. #.-Santo Tomás de Villanueva. Capilla del Camposanto. Garachico.
Fig. 5.-Inmaculada. Convento de Ias concepcionistas de Garachico.
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 41
Pequeños retablos de cantería, policromados, suelen existir más
ejemplos en las islas orientales.
El primero de ellos lo adquirió Martín Beltrán de Villarreal,
vecino de Garachico. El acuerdo para ello pasó en escritura pú-blica
ante Juan de Hoyo en 20 de mayo de 1654 65, según el cual
la Comunidad le haría entrega del altar con su nicho una vez
concluido. Por su parte, aquél se comprometía a adquirir una
imagen de bulto de Santo Tomás de Villanueva e instituía
una capellada para la celebración de su festividad, el 18 de
septiembre, con misa cantada, sermón, procesión y responso,
dotada con 50 reales anuales, impuestos sobre sus bienes. Ten-dría
además derecho a dos sepulcros delante del altar. En
correspondencia, Martín Beltrán entregaba a los agustinos la
cantidad de 1.000 reales, de los que la mitad hacía efectivos de
antemano y el resto al concluirse la obra. Se obligaba además
a mantener el retablo de manteles, frontales y lo demás nece-sario
para el culto.
A comienzos del siglo XIX aquella imagen primitiva se susti-tuyó
por otra, procedente del convento de los agustinos de La
Laguna. Sstos, en consulta de 9 de septiembre de 181266, en
atención a haber adquirido un nuevo Santo Tomás de Villa-nueva
en Gran Canaria, sin duda en el taller de Luján Pérez,
el más antiguo decidieron ofrecerlo a sus hermanos de Gara-chico,
a los que en diversos momentos difíciles habían acudido
en su ayuda. El santo fue remitido con su mitra, báculo, capa
y bolsa. Cuando se efectuó inventario de desamortización,
en 1835, de los enseres del colegio, aparece citado en depósito
en el convento de las concepcionistas. Actualmente recibe culto
en la capilla del camposanto de esta población.
De talla completa (fig. 4) y 90 cm. de alto, viste el hábito
agustino, de largas mangas, correa y caído en rectos pliegues.
Las manos, un tanto toscas, sostienen a la altura del pecho el
báciilo y la bolsa. El rostro, apasible, mira hacia abajo. Es
llamativa la calidad del estofado de la vestimenta, en oro muy
fino y adornos a base de ramos con grandes flores y hojas.
65 A.H. P. S. C.T., leg. 2305, fol. 106.
Archivo cit., leg. c-35-1, Libro 5." de Consultas, fol. 217.
Núm. 33 (1987)
El que estuviera preparado para llevar ma.nto de tela natural
justifica que no esté dorado en su parte posterior; d.e igual for-ma
solamente del cabello está tallado sobre la frente y hacia la
nuca, ya que la parte alta quedaba oculta por la mitra. Esta
imagen data del siglo XVII 6'.
l?ue el segundo de los de esta serie de cantería dado por
los agustinos. Se entregó al alférez Juan Antonio Leonardo, por a
escritura ante Juan del Hoyo, en 25 de marzo de 1654 68. Según
E el acuerdo, también los religiosos lo harían de cantería, con su
altar y nicho, y entregarían terminado. Se destinaría a San Juan n = m de SahaSn, santo agustino, cuya festividad, en 20 de junio, dejó O E
dotada con 40 reales de tributo, impuestos sobre el que le es- S£
taba obligado a pagar Matías Francisco, vecino de Garachico, E
que había grabado algunos bienes suyos por escritura ante 3
Mateo del Hoyo en 1647. Se le harían al santo vísperas cantadas, -
misa mayor con diácono y subdiácono, sermón, procesión y res- 0m
E
ponso. Como con anterioridad Juan Antonio ya había adqui- O
rido un derecho a dos sepulcros en esta iglesia, ahora se le
n señalaron junto a este retablo, a cambio d.e todo lo cual entre- -£
gaba a los agustinos 700 reales en dinero de contado. Su testa- a
mento 69 pasó por ante Francisco Fernández en 19 de noviem- n
bre de 1669 70. Casó primeramente con Ana de Vergara, de
cuyo matrimonio nació el licenciado Francisco de Vergara, diá- 3
O
cono, que falleció en vida de sus padres. En segundas nupcias
casó con María d.e Acevedo, hija de Manuel Alvarez y de Juana
de Acevedo. Ésta, al parecer, sería la que encargaría la imagen
de San Juan de SahagÚn, ya que al morir aún debía a Jorge
'6 ALEJANDROC IOR~TSCULa: Laguna. Guiu histdrica y monumental,
La Lag-ma, 1965, p. 182.
Archivo cit., kg. 2305, fol. 115 v.
69 Archivo cit., leg. 2136, fol. 370.
70 Su casa estaba situada en la calle de Abajo, en Garachico, lindando
con la de los herederos de don Pedro Femández Bestre y la de Bartolomé
Tomás. Lo declara en su testamento.
550 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLhNTXCOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 43
Iscrot 185 reales que le adeudaba por dorar el santo, lo cual
consta de la escritura de venta que comentaremos a conti-nuación.
María de Acevedo, viuda de Juan Antonio Leonardo, falleció
sin descendencia, por lo que sus bienes -entre los que figuraba
el retablo de San Juan de Sahagún- pasaron a su hermano el
bachiller don Alvaro Gil de Acevedo, beneficiado de la iglesia
de los Remedios de Buenavista, se@n el testamento que aquélla
había otorgado ante Francisco Ma~tinez en 1689. Como aquel
sacerdote se hallaba siempre en Buenavista y ello le impedía
atender dicho retablo, decidió por escritura ante Pedro Her-nán&
z, & Vergam, & fecha 21 marzo & 1695, vender sus
derechos sobre el retablo y sepulcros al capitán Luis de Acosta
Silva, vecino de Garachico, con las mismas obligaciones y por
el precio de 985 reales, de los que 185 serían para pagar la deu-da
con Iscrot 71.
Este nuevo dueño del retablo, por escritura ante el mismo
escribano, de fecha 16 de octubre de 1696, declaraba que se ha-bía
gastado 3.130 reales en diversos arreglos de dicho altar y
sepulcros, destinados para enterrarse dlí él y su mujer. Ftandó
una capellanía, a más de la que ya existía, de diversas misas a
diferentes advocaciones
Fire el tercero de cantería el concedido a Gaspar Lorenzo
Fagundo, en la misma fecha que el de San Juan de Sahagún,
es decir, el 25 de marzo de 1654, por escritura ante Juan del
Hoyo73. Según las mismas condiciones de los anteriores, el
convento se lo entregaría acabado, con su altar y nicho y de las
mismas características. Estaba situado junto a la puerta de gra-cia
y fue dedicado a la Santísima Trinidad, a la que se dotó de
su festividad con misa mayor de diácono y subdiáconc, vísperas
Archivo cit., leg. 2337, fol. 37 v. del año 1695.
Véase el inventario de desamortización, al final.
73 A.H.P.S.C.T., leg. 2305, fol. 113v.
cantadas, sermón, procesión y responso. La limosna por esos
cultos era de 50 reales, impuestos sobre sus bienes, y comenza-ría
a pagarse cuando estuviese concluida la iglesia. Se compro-metía
a tenerlo dotado de frontales, mateles, etc. Tambien
recibía dos sepulcros, asiento y arrimo desde la pared hacia el
cuerpo de la iglesia, en tanto que los sepulcros iban desde di-cha
puerta hasta el retablo. A cambio de todo ello Gaspar
Lorenzo Fagundo daba a los agustinos 1.000 reales en dinero
de contado.
El sargento mayor Diego de Santa María Salinas dio a los
agustinos una imagen de la Concepción, de bulto y con el ropaje
dorado y corona de plata, para que recibiera culto en el re-tablo
que se encontraba el primero en la entrada de la iglesia,
a mano derecha, delante de cuyo altar tenía sepulcro y mandó
enterrarse. En este retablo instituyó una capellanía de misas
cantadas a la Concepción y responso en todos los sábados del
año, a más de salves y responsos en la tarde de cada sábado. Al
tiempo de hacerse la escritura de dotación, en 17 de junio
de 1658, ante Hernando Yanes Machado, desde hacía cinco años
ya se venían sirviendo estos cultos. Cada misa sería con diácono
y subdiácono y por cada una daría de limosna ocho reales,
que hacían al año 416 reales, el rédito de 8.320 reales. Para
asegurarse su perpetuidad traspasaba al colegio dos tributos
a redimir que le pagaban anualmente los herederos de Juan Díaz
Ferrera, vecinos de Garachico. e Isabel de Mata. su mujer! de
acuerdo con dos escrituras ante el citado escribano. Los frailes
le hicieron por su parte la data de altar y enterramiento, altar
que siempre tendría atendido de lo necesario 14.
Puesto que este retablo estaba a la entrada de la iglesia, por
tanto debajo del coro, por esta circunstancia sería de pequeño
tamaño y de igual forma la Virgen no podría ser muy grande.
Se nos ocurre pensar si esta Inmaculada sería la misma que
l4 A. H. P. S. C. T., leg. 2130, fol. 112 del año 1658.
552 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 45
guardan en clausura las concepcionistas de Garachico (fig. 51,
que es una bellísima imagen barroca de escuela sevillana, de
65 cm. de alto, de unas grandes calidades en la interpretación
de la cabeza y vestimenta.
LA CAPILLA DE LA CINTA
E1 propio convento había deseado construir la capilla de la
Cinta, que era devoción arraigada entre los agustinos, para es-tablecer
allí la Hermandad de este título y poner las imágenes
de San A,wtín y la Virgen de Gracia, patrona de la Orden.
T-.-. c-.-:I-- -.--:L: -- nn A- :..i:- A, i r c i ,,-. -,.A- A- A,=,
-3 llauca I ~GLULGLVI IG IL L I UG J uuu UG IUVI, p w ~pla l lrt: UG uuua
Magdalena del Hoyo, viuda del capitán don Melchor López
Prieto de Saa, patronos del colegio, la cantidad de 1.100 reales
en dinero de contado para que terminaran la capilla de la
«Cinta del Señor San Agustínn, y en la que había de poner el
& la mTdldad y ~ a e ~ e l lac&~T,& ii&j es+e matrhira-nio.
Por esta limosna los agustinos se obligaban, sobre los bie-nes
del convento, a decir por el alma de la donante ocho misas
rezadas, de las que seis serían en los viernes de cuaresma, en
tanto que de las dos restantes una sería el miércoles santo 15.
No sabemos exactamente dónde habría estado situada esta ca-pilla,
pero por no ser en la iglesia es bastante posible que
estuviera hacia los pies, dando al callejón, puesto que en una
escritura que luego comentaremos se dice que tenía un arco
de cantería y se ponía como modelo a otra que se hizo allí.
m- -d.- ---:TI- A- Y-- rr A- 7- -:-A- cm- A-."
JXL eaba ~aplu-aU G lus nalu~arlwaU G la c/ulba caballa uau A~UU-tín
y posiblemente también el Señor de la Humildad y Pa-ciencia.
Pasados algunos años los agustinos decidieron tener otra
capilla de la Cinta, para la Virgen de Gracia. Decidieron se-flaiai
sii-&a&&o -jajo && CaIS^lpanariao &-ltOrliU prarl-cisco
de Acosta, por escritura ante Francisco Fernández en 17
A. H. P. S. C. T., kg. 2311, f o l . 393. La escritura pasó ante Juan del
Hoyo.
46 DOMINGO MARTÍNEZ DE LA P&A
de febrero de 1670, para que costeara la obra y tuviera el pa-tronato
de la capilla. Decían que la capilla iría debajo del cam-panario,
eil el espacio comprendido desde la esquina de la ca-pilla
de San Nicolás de Tolentino, derecho en cuadra hasta la
calle, y limitada también por pared y nichos de la iglesia. Para
darle la altura necesaria, el convent.0 le podía dejar la celda
que estaba en correspondencia con la capilla de San Nicolás (se
entiende que estaba también debajo del campanario), por lo que
la capilla tendría esas dos alturas. Al fabricarse esta capilla se
creaba el problema de que se podría condenar la puerta de
gracia, de comunicación de la iglesia con el claustro, junto
a la capilla de San Nicolás. Se acordó respetar este servicio,
comprometiéndose además Antonio Francisco de Acosta a ha-cer
dentro de la capilla otra puerta con arco de materia, que
correspondería a aquella de la iglesia, de la misma forma que el
arco de la capilla de los hermanos. De esta manera podrían los
frailes seguir haciendo las procesiones desde la iglesia al claus-tro,
según era costumbre. También se comprometía a hacer
una puerta de arco en el testero de la calle, para ciar así a la
capilla entrada propia desde el exterior. Los frailes le faeili-taban
que al quitar auuellas partes del convento podría apro-vechar
piedras y mad-era para la capilla., pero que la cantería
que se quitare para abrir la puerta de la capilla hacia la calle
sería para acrecentar la fachada del colegio. También se acor-daba
que si para el ornato o grandor de la capilla se quisiera
deshacer el antecoro y tabladfllo del campanario, tendría per-miso
para ello, siempre que esas dos piezas las volviera a
reconstruir, mejor adaptadas, por cuenta de Acosta. Éste dis-pondría
de los asientos propios en la capilla, lo mismo que en
otras, y haría el retablo que tendría reparado de frontales y
manteles y atendería a los gastos de arreglos. Se comprometía
a dedicar el retablo a Nuestra Seilora de Gracia, que pondría
allí, de vestir, y dotarla de la mayor veneración posible. Se
imponía su festividad el último domingo de abril, con vísperas,
misa cantada, con diácono y subdiáconos, sermón, procesión
por el claustro, sitio y calle, según costumbre de los frailes,
con acompañamiento de éstos, y responsos. Señalaba de limos-
554 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE G.4RACHICO 47
na para esta celebración en 50 reales, para lo que dejaba el
tributo que por la misma cantidad le pagaba anualmente Gas-par
Martín, por las casas de su morada en Garachico, según
escritura ante Pedro Hernández de Vergara, en 1669 ".
La imagen de San Agustín (fig. 61, cuya festividad fue de
las más importantes del colegio, se conserva en el convento de
las concepcionistas. Es una buena escultura, toda tallada, poli-crornada
y estofada, cuyas medidas son las siguientes: alto,
45 cm.; peana, de forma cuadrangular, 24 x 31 x 9 cm.
Aparece de pie, con una torción en el movimiento del cuer-po,
avanzmdo la pierna derecha. La cabeza es frontal, rostro
anguloso, ojos grandes y barba y bigote poblados. Se cubre con
una mitra, tallada en la misma pieza de la cabeza. En cuanto al
vestido, lleva capa pluvial, que debió ser retallada en la altura
de los hombros, tal vez para facilitar la colocación de una
de tela natural; debajo lleva el roquete, con encaje pintado,
hasta media pierna, bajo el cual aparece el hábito agustino
descansando sobre la peana y mostrando algo de la correa. Las
dos manos, ciirigidas hacia adelante, están cubiertas con guan-tes,
la derecha sostiene la pluma y la otra hacia arriba para
sostener la iglesia, al parecer desaparecida. La peana es de
forma rectangular, con molduras en la base g coronamiento,
adonando sus frentes con una tablilla recortada en forma de
festón.
En cuanto a su estado de conservación, advertirnos la sus-titución
hace ya muchos años del policromado primitivo por
otra pintura sobre su dorado de muy buena calidad, según
puede advertirse en algunos de los desconches, especialmente
en la mano derecha, que está desprendida del brazo. La peana
también está muy deteriorada.
La pluma es de plata, en una bellísima labor calada. Junto
con una mitra de plata, fue regalada para este santo por el
76 A. H.P. S. C. T., leg. 2137, fol. 61 y SS.
Núm. 33 (1987) 555
presbítero don Miguel Martínez de la Peña y Hernández, p&
rroco de Santa Ana de Garachico, según un escrito remitido al
obispado en 1856. En él declaraba haber sido estas piezas en-cargadas
al orfebre Eleuterio Fleytas, por lo que al suprimirse
el convento no las tomó el Estado, por ser suyas. Este encargo
lo hizo el beneficiado Martínez de la Peña, por haber desapa-recidu
la pluma y mitra del santo en el incendio del colegio
en 1825, si bien se salvó la imagen del siniestro. También co-municaba
al obispado que estas dos piezas hechas nuevamente
habían quedado bajo la custodia de su cuñada, la señora sor
Buenaventura Aguilar, monja concepcionista, para dar culto
al patriarca en este convento de religiosas
En relación con esta imagen de San Agustín se produjo un
suceso que se tuvo por milagroso. Cuando con motivo de ia ües-trucción
de Garachico, con el vocán de 1706, gran parte del
vecindario y comunidades religiosas se habían refugiado en Icod.
Los agustinos estuvieron algún tiempo en la ermita de la Conso-lación,
donde daban culto a San Agustín, trasladado junto con
otras im&geiies y si bien que c"fflIlriidad
se alojaría en alguna casa de aquella finca de la familia de
Ponte. Refiere el escribano de Garachico Pedro Hernández de
Vergara, también provisionalmente en Icod, que cuando salía
de su casa, hacia las once de la noche del día 27 de mayo de
dicho año, fue requerido por el padre fray Francisco Melo, se-cretario
de la Provincia agustiniana, para que se trasladara a
dicha ermita y levantara acta del sudor advertido por los frai-les
en la imagen de aquel santo. Alü encontró al rector, fray
Carlos Orexón, acompañado de otros religiosos, que le explicó
es.scI~Liaiio la iiiTageii y iio adVifLid iia&,
especial, por lo que la comunidad se retiró a descansar, que-dando
solamente en la ermita el escribano con el secretario,
con fray José Francisco, el hermano lego fray Antonio de Je.
sús, Domingo González, Eusebio Pérez, vecino de Lanzarote, y
Juari DoÍta, vechio de IC0& elltre otros, El eSCribarrc ~ f i s ~
a rezar el rosario y al terminarlo, hacia la una de la madrugada,
71 Noticias comunicadas por el párroco de Santa Ana, don Julio Ro-quet,
tomadas del archivo parroquial. El oficio es de octubre de 1856.
556 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 49
con ánimo de regresar a su casa, tomó un cirio de los que se
hallaban encendidos y lo aproximó nuevamente a San Agustín,
advirtió gran cantidad de gotas blancas destilando por el ro-paje
y por la mano que sostenía la iglesia, lo cual produjo gran
admiración en los presentes, que daban gracias a Dios por ha-berles
permitido presenciar aquel milagro. Mediante algodones
secaron la imagen, que luego aparecía con el rostro muy trans-parente
y enrojecido. Al toque de la campana había acudido el
padre rector, testigo de este sudor, pero no quiso avisar a los
restantes frailes para evitar un alboroto. E1 escribano en el
documento indirectamente relaciona el suceso con el volcán,
cuya lava en aquel día 28 de mayo aún seguía cayendo sobre
San Pedro de Daute. Sin duda el milagro del sudor de San
Agustín haría aumentar en el vecindario su devoción, episodio
que he deseado describirlo con cierto detenimiento por ser des-conocido
's.
Es posible que Antonio Francisco de Acosta no hubiera
comprado la Virgen de Gracia, como había prometido, ya que
la imagen que recibiá, culto en el colegio fue adquirida por
doña Magdalena Flanel de Inostrosa, marquesa de La F'uen-te
de las Palmas. La encargó a Sevilla de su propio caudal.
Declaraba junto a su marido, don Lucas de Alzola y Angu-lo,
por escritura ante Francisco Fernández, en 14 de febrero
de 1686, que ella había adquirido dicha imagen con destlo al
colegio de Garachico, pero aún no había efectuado la entrega
por no tener capiiia la otorgante, por lo que le había hecho un
nicho. Ahora por tal escritura se hacía la entrega formal, con
la condición de que sería destinada al altar mayor y por nin-guna
causa la podrían sacar en procesión, hasta que la mar-quesa
tuviera capilla propia para colocarla ". Parece como una
presi6n efectuada sobre los frailes para que éstos le señalaran
sitio.
A. 'H. P. S. C. T., kg. 2340, fol. 43 v.
A. H. P. S. C. T., leg. 2150, fol. 71.
Núm. 33 (1987)
Doña Magdalena Flanel otorgó testamento ante el mismo
escribano, con fecha 7 de agoszo de 1711, ya viuda. Dejaba por
universal heredero a su sobrino don Juan Chirino Bondebal,
hijo primogénito del licenciado don Nicolás Chirino Bonde-bal
y de doña Clara Palaciana Goteca, vecinos de La Habana.
Le encargaba el cuidado del culto a la Virgen de Gracia en el
colegio de Garachico, que había de ser con mucho esmero, por
haberlo hecho ella ((con tod-a su alma)), y debería hacer la fies-ta.
Señalaba una serie de prendas con tal objeto: una cadena
de perlas, de 20 hilos; unas pulseras también de perlas, de 12
hilos cada una; una estrella de ámbar con pendientes de es-meraldas,
para el pecho; una rosa de oro con piedras colora-das,
y una gargantilla de perlas y oro con esmaltes verdes.
Estas prendas sdamznte se podriz cG!~cnr a esta Wrgen, se=
gún disponía, en su festividad, ya que luego serían recogidas
por sus herederos para guardarlas en su casa. También dejaba
17 junquillos de oro, para el adorno de San Francisco (Javier?),
San Agustín, Santa Ana o algún otro santo de aquel colegio,
c~zi idof i~eses ulicitado, pere siempre Uehefiur, ciistmliurce e2
la casa de sus herederos
Por este aditamento de joyas se advierte que la imagen se-ría
de buen tamaño y de vestir, más o menos como la Virgen
de Gracia de los agustinos de Icod, traída igualmente de Sevilla
elgunos años después y en cuya colocación solemne estuvo pre-sente
la marquesa de La Fuente de las Palmas, emparentada
por su marido con los patronos del convento de Icod *l.
La festividad de ia Virgen de Gracia en Garachico debía ad-quirir
m gran lucimiento, lo mismo que la de San Agustín. Los
L -- -r: .: - - -- utxla~uxarluay clero de Smta Ana Ilzgaron a, -AY azüerd~p ara
asistir a estas solemnid-ades, decir la misa y sacar la Virgen con
el Santísimo en procesión por -medio pueblo. Este convenio
pasó por escritura ante Pedro Hernández de Vergara en 14
de julio de 1696. En correspondencia los agustinos asistirían a
&ras solemnidades de Umta A m
80 Archivo cit., leg. C-5-11.
81 DOMING~OE ARTÍNEZD E u P ~ AL:os templos de Icod, inédito.
82 A.H.P. S. C.T., leg. 2337, fol. 98 del año 1696.
558 ANÜSRIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
FL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO
Por la personalidad artística del escultor Francisco Alonso
de la Raya y su influencia durante mucho tiempo en Garachico,
conviene aquí destacar su relación con el colegio. En primer
lugar, su casa y taller se hallaban frente a esta institución, en
la calle Real de Abajo. Esta vivienda disponía de sitio y corral
y estaría situada en lo que hoy es el jardín de la casa de Ponte.
La había adquirido mediante compra a María Núñez, hija y
heredera de Baltasar Núñez y Beatriz Morena, y gravada con
un tributo perpetuo al convento de las monjas claras de esta
población. Su precio fue de 3.000 reales nuevos de plata. Una
vez en su poder efectuó allí diversas reformas y desapareció
m el incendio de San José en 1697, varios años después del
fallecimiento del escultor Esta proximidad del taller al con-vento
facilitaría una intercomunicacion de los frailes con el
escultor, bien con encargos diversos e incluso sugiriéndole o
facilitándole formas de interpretar las imágenes sagradas. Es
muy posible que varias de las imágenes que figuraron en la
iglesia de los agustinos fueran obras suyas, que no han llegado
hasta nosotros. No así la imagen del Señor de la Humildad y
Paciencia, adquirida por el patrono del colegio, que revela cla-ramente
la mano de Francisco Alonso. La relación con el con-vento
se estrecharía aún más por sus relaciones familiares, ya
que un cuñado suyo, de nombre Pedro, hermano de su segunda
mujer, que había estado bajo su tutela durante su minoría de
edad, ingresó como religioso con los agustinos. Al tiempo de
hacer su profesión dictó testamento-, ante Francisco Fernández,
en 4 de junio de 1670, para disponer de los bienes heredados de
sus padres y de su hermana Francisca, dejando por su uni-versal
heredera a Isabel, la esposa del escultor, por el gran
afecto que le tenía y por haberle dado todo lo necesario para
la profesión; al convento dejaba cuatro fanegas de trigo, de
tributo perpetuo, heredado de su hermana Francisca, si bien
83 Escritura de venta ante Mateo del Hoyo en 10 de enero de 1643.
Núm. 33 (1987) 559
reservaba por los días de su vida el usufructo de todos sus
bienes. Aunque de forma mas indirecta en estos contactos con
el colegio, su patrono, don Melchor Prieto del Hoyo, compró
a Francisco Alonso la finca El Esparragal, en Los Silos, here-dada
por su se,guncia mujer, y que lindaba con las fincas de
dicho comprador, y por precio de 1.757 reales y medio 84.
LA BIBLIOTECA DEL COLEGIO
No ha quedado una relación de los libros que componían la
biblioteca del colegio, pero debió tener cierta importancia. Tal
vez desapareció en los incendios del convento, ya que no se
consignaba ningún título en el inventario efectuado en la des-amortización.
Esta biblioteca comenzó a adquirir un número
regular de ejemplares, al recibir la librería del licenciado Bar-tolomé
Lorenzo Guzman, ya citado al tratar de la capilla de San
Bartolomé. Por este donativo el convento se comprometió a
decir a perpetuidad tres misas a Santo Tomás de Aquino, en
SU memoria 85.
Este fondo bibliográfico vino a incrementarse muchos años
después con otro donativo, el del presbítero don Luis Bernar-do
de Paiva, según su testamento de 21 de septiembre de 1776,
ante Félix Antonio de Mendíbil. Este sacerdote había estado
en Méjico y dejó por universal heredera de sus bienes a su alma,
por lo que sus albaceas deberían emplearlos en sufragiosB6.
EL INCENDIO DEL COLEGIO EN EL ((FUEGO DE SANJ OSÉD1,6 97,
Y RECONSTRUCCI~N
Martínez de Fuentes nos aporta una serie de noticias sobre
el enorme incendio que destruyó algo así como la mitad de Ga-
DOMINGO MARTÍNEZ DE LA PEGA Y GONZ&Z: «El escúL¿Or Francisco
Alonso de la Raya)), en ANUARIO DE ESTUDIOAST LÁEPI?cos, núm. 13, 1967,
PP. 449-486.
a5 Figura en el inventario de desamortización, citado al final.
A.H.P. S.C. T., leg. 2364, folios no numerados.
560 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 53
rachico. Desde hacía algunos años, y por recomendación del
obispo Jiménez, siguiendo una orden del rey, deseaba incre-mentar
la devoción a San José, para lo que recomendaba que
su festividad tuviera más solemnidad en el aspecto religioso y
estuviera acompañada de regocijos públicos, con juegos, lumi-narias,
etc. Garachico, lo mismo que otros pueblos, desde que
en 1679 ya se había hecho esta recomendación, se hacía la vís-pera
de San José con una serie de lurninarias y hogueras por
las calles. En las de 1697, al terminar las hogueras, una humilde
mujer deseó aprovechar los carbones que creía apagados y los
llevó a su casa, la primera de la calle Real de Abajo, hacia la
Plazuela de Las Lonjas, junto a la iglesia parroquial. Mientras
la mujer dormía se inició el fuego en el tablado, que luego se
pasó a La Lonja, donde se inflamaron una serie de materiales
combustibles. El incendio se extendió de forma tan voraz de
una acera a otra, que pronto toda la calle quedó destruida,
llegando incluso el fuego a penetrar por la calle del Castillo e
incluso se pasó a la calle del Medio. El incendio fue realmente
aparatoso porque en muchos lugares se guardaban buena can-tidad
de aguardientes, tejidos, de forma que desaparecieron
ciento nueve casas y el convento de los agustinos, es decir, una
parte considerable de la población. Relato de este triste episo-dio
aparece en un poema en octavas elegíacas -compuesto por
el religioso agustino fray Marcos Alayón
El convento e iglesia de los agustinos habían quedado des-truidos
por el incendio. En el mismo día de la catástrofe
los frailes se refugiaron en el convento de San Francisco,
donde permanecieron dos días, para luego instalarse en Ia
ermita de San Telmo, próxima a El Lamero y frente al des-aparecido
convento de las claras. Luego pasaron a la casa de
MARTÍNEZD E FUENTESV:i da Literaria, manuscrito de la Real Socie-dad
de Amigos del País de Tenerife.
Gran parte de los dueños de las casas destruidas o afectadas por el
incendio, con gran esfuerzo, arreglaron nuevamente sus casas, pero casi
todas pronto se volvieron a ver envueltas por las llamas en el volcán
de 1706, menos algunas de la calle de la Fortaleza y de la calle del Medio.
Núm. 33 (1987) 561
don Francisco Bautista, por aquella zona, hasta el año 1701.
Entre tanto iniciaron los trabajos de reconstrucción del co-legio,
mediante limosnas y la venta de algunos bienes. Termi-nadas
algunas dependencias, volvieron allí, previa licencia del
obispo Vicuña, de visita en Garachico en aquel año, en cuyo
17 de julio efectuaron la solemnidad de la inauguración, con
una procesión del Santísimo y de las imágenes salvadas del in-cendio.
En estos actos estuvo presente el provincial fray Gas-par
de Herrera. El proyecto para la nueva iglesia no se pudo
afrontar por entonces, por lo que se preparó una de las salas
para celebrar el culto divino
Estos religiosos tuvieron la gran suerte de que aquella re-ccmstrucción
no se viera afectada por el volcán de 1706, por lo
qcv. al sigiente zific? efectlim~n11 cnnstrricción de 1s mwi l - .
por la parte de la costa, para proteger el edificio por aquel
lado 89.
Solamente en 1742 fue cuando ya pudieron contar con la
iglesia terminada, que se levantó totalmente y de mejor arqui-
L-A. ..-e mf on 2, ,,,,A J- ,,.., 1 ,', + ..,.: ,,,, i ., 1,- ,,+A,
LGGLUI~. 11i1 LU UG lualbu ut: ayutx auu L.UVLGLUU lusal Lua abwn
de inauguración, con procesión del Santísimo desde la sala-oratorio
por las calles, con asistencia de clero, comunidades y
hermandades de Garachico, incluso de El Tanque, a más de nu-merosísimo
público venido de todas las localidades próximas,
dentro de notable solemnidad ".
88 Archivo Histórico Nacional, Clero, kg. 2357, Libro de Protocolos,
fol. 12.
89 Para afrontar tales gastos vendieron, en 27 de febrero de 1707, una
Laaa p---~-:-u^ly-^~l auaAul-1 -,lriAri .-:tlsnAn lo -ml l r \ An A k n i r r n 3 . a hrihí- An UGA ~ v ~ ~ goilbvua,u o, ríu la baurí u= auajv, y u ~uca wrcri uu-nado
el doctor don Sebastián Calderón, por su testamento ante Pedro
Hernández de Vergara, en 1691, con la obligación por parte de la Co-munidad
de hacer la festividad de San Agustín y una misa anual en un
viernes de Cuaresma al Señor de la Humildad y Paciencia, en cuya ca-pilla
deseó ser enterrado. Dicha casa la compró el herrero Lázaro Fer-
-z-=- - r\ --.*-- ---- :- 2.. E nnn ..--i-- A- 1 , -..- ..Y ,LA:&, 2- ..,, ,.,c,
riariuez mdveiu, pul p~t:r;iuu a u.uw iaaica, ut: LU yut: GL LGWW UG uua par&=
quedó reservado ^ara cumplir con aquella manda pía (A. H. P. S. C. T., le-gajo
2340, fol. 18).
FRANCISCMOA RT~NEDZE FUENTES: Vida Literaria, manuscrito de la
Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.
562 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO
Doña Juana Prieto del Hoyo y Ayala dejó impuesta la fes-tividad
de San Francisco Javier, con misa, sermón y procesión,
a mas de un novenario solemne con sermones, todo aplicable
por su alma, para lo que señaló 200 reales de limosna, según
escritura ante Pedro Hernández de Vergara en 8 de marzo
de 1698 'l. La imagen se encuentra en el convento de las con-cepcionistas,
a donde la habían llevado los agustinos con mo-tivo
del incendio del colegio. En 1836 se citaba en la enferme-ría
de las monjas 92. ES una talla completa, estofada, descansando
en una peana cuadrangular moldurada (fig. 7). Está en actitud
de zpyar c m z mhsis mmos m-C F L cobre e! peche, hsicia 18
que dirige la cabeza, ligeramente inclinada, con rostro de arro-bamiento.
Del cinturón pende un rosario de cuentas grandes,
con su cruz, tallado sobre la misma figura. Los pies se mues-tran
descalzos, asomando bajo la sotana. En el planteamiento
del C I P ~ ~ G!S, cnln~a~iódne los p i e y las -cmrrinr,r lge r3p Inr
pliegues e incluso la idea del rosario tallado hay una marcada
semejanza con la importante escultura de San Diego, hoy con-servada
en este mismo monasterio, catalogada como sevillana
del siglo XVII. Puesto que no llega a las calidades de esta otra
imagen para pensar en un mismo ,taller, existen evidencias para
suponerla obra de un artista local tratando de imitarlo, lo cual
nos llevaría a una posible obra de Francisco Alonso de la Raya
en su última etapa. Los mayores desperfectos en este San Fran-cisco
Javier los observamos en la mano izquierda y en parte del
e r t ~ f a d ~ .
Esta devoción en los agustinos de Garachico fue instituida
por doña María de la Torre por su testamento ante Luis de San
Juan Pinelo en 21 de julio de 1733, según el cual para el día de
A. H. P. S. C. T., leg. 2337, fol. 17 del año 1698.
92 Archivo cit., Inventario de desamortixación de los agustinos de G4-
rachico, leg. c-11-12, fol. 16.
Núm. 33 (1987: 563
la santa imponía vísperas, misa solemne con vestuario y pro-cesión
claustral con la imagen. La dotación era de 30 reales,
el rédito anual de 1.000 reales, con la obligación por parte
de los agustinos de poner la cera 93. La Santa Mónica a la que
se le rendían estos cultos no existe en Garachico.
Su culto en el colegio de Garachico fue introducido por doña
Mariana de Rojas y Escobar, hija de Juan de Rojas y de Ana de
Acedo, por su testamento ante Juan Pérez Ramos en 27 de no-viembre
de 1677. Dejaba dotada su festividad con una limosna
de 44 resles amsles para !a mica cmt a d~v, isperas, semSn 37
una misa rezada, impuesta en una viña en El Llano de San
Felipe, en Icod. Con tal carga la dejaba por mitad a sus her-manas
doña Ana y doiía Felipa de Rojas, las cuales, fallecidas,
pasaría a sus sobrinas doña Ana y doña Mariana de Acedo y
Etejas, !~ij;.ads e deBa Lyisa, hermma de la ~tnrgantre.L a cnnril-ción
para que estas sobrinas pudieran entrar en posesión de la
finca era que habían de mandar hacer una imagen de bulto
de Santa Catalina, bien proporcionada, para colocar en el altar
que tenía en el colegio agustino la referida doña LuisaM. La
93 Doña María de la Torre mandd ser enterrad-a en la capilla mayor
de :a iglesia de los agustinos, para lo cual disponía de la licencia de
su patrono don Melchor Prieto del Hoyo. Dejaba como universal here-dera
de sus bienes a doña Isabel Marciana de Ponte, hija del conde del
Palmar, don Pedro Francisco de Ponte (Archivo cit., leg. c-5-11].
m A. H. P. S. C. T., !eg. C-5-20.
Los frailes agustinos de Garachico siguieron pleito contra los here-deros
de doña Mariana de Rojas, por incumplimiento de los pagos en que
estaba gravada la viña de San Felipe. Por ello se decretd en Icod, a 1 de
marzo de 1710, por escritura ante don Francisco Riquel y del escribano
Juan Pérez Ramos, el embargo de dicha propiedad. El derecho sobre esta
parte de la finca fue traspasado por los frailes al teniente de cabalios Pe-dro
de Mendoza, en 16 de abril de 1716 (Archivo y legajo cit.). Hacia 1635
pagaba este tributo el marqriés de Santa Lucía, vecino de Icod (véase el
inventario de tributos en el apéndice documental).
95 A.H.P.S.C.T., leg. 2162, fol. 506.
564 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO 57
imagen se encuentra actualmente en el oratorio de la familia
de Ponte, frente al colegio. Es de 85 cm. de alto y de muy bue-na
factura. En actitud un tanto declamatoria, blande con su
mano izquierda una espada, llevando la otra sobre el pecho,
en el que apoya la palma del martirio. La cabeza, ligeramente
ladeada, lleva una corona y mira a lo alto con arrobamiento.
Con un amplio escote, la túnica y sobretúnica aparecen con
muchos pliegues dotados de movimiento; el manto lo lleva
recogido en ambos brazos. En el lado derecho de la peana des-cansa
la cabeza de uno de los reyes. Esta imagen debió ser
tallada en la última década del siglo XVII o primera del siguien-te.
En todo caso denota por su estilo un barroco avanzado.
Doña Mariana Rijo, viuda de don Alonso del Hoyo, por su
t e~t&~e n tme te Frmciuce Ferr,Br,dsz m 2Q de diciemb~e
de 1704, instituyó una capellanía de misa cantada a San José
en su festividad, en este colegio, para lo cual se le pondrían cua-tro
candelones delante de la imagen y se entregarían ocho reales
de plata a los religiosos. Era encargo que dejaba a su hijo para
que pudiera heredar una cadena de perlas, regalo de su marido
a1 casarse 95.
A K1 matrimonio formado por Salvador Hernández y Catali-na
Díaz de Abrantes, vecinos de Garachico, por su testamento
mancomunado ante lPedro Hernández de Vergara en 14 de ju-nio
de 1702, dejaron dotada la festividad de San Jerónimo con
misa cantada, vísperas y procesión de la imagen, cuyas andas
deberian llevar seis candelonesYbC. ontinuó en el patronato su
hijo el presbítero don Salvador Hernández, que aumentó las
mandas piadosas en su altar de esta devoción. Además impuso
la festividad a Muestra Señora de los Dolores en su día, con
vísperas, misa cantada y procesión, en la que la Virgen iría en
Núm. 33 (1987) 565
sus andas adornada con doce candelones. Recomendaba a sus
herederos el cuidado del retablo, según consta en su testa-mento
otorgado ante el citado escribano en 2 de marzo de 1712.
Heredera de sus bienes y de este patronato fue su hermana
Francisca Díaz, viuda del alférez Clemente Díaz ' l . El San Je-rónimo
de los agustinos (fig. 8) se encuentra actualmente en
el convento de las concepcionistas. Es una escultura bastante
apreciable, de 86 cm. de alto. La peana es de 56 x 88 cm. Re-presentado
como penitente, aparece sobre un suelo rocoso y la
roWa derecha apoyada sobre una piedra. El cuerpo esta des-nudo,
con su anatomía tratada con cierto detalle, y envueltas a
las caderas con sudario anudado a un lado. El brazo derecho N
E lo lleva extendido hacia abajo, sosteniendo con la mano un O
callado en actitud de golpearse el pecho; con el otro levanta n--
una c m , a la altura de la cabeza, hacia la cual mira con rostro m
O
E
dolorido. Sus ojos son de vidrio y llama la atención su larga y E
2
bien poblada barba, lo mismo que los bigotes. En cuanto a des- -E
perfectos, le falta el dedo gordo de la mano izquierda, está par- =
tido el brazo derecho y la policromía original algo cambiada. --
0
m
E
O
SANTRAI TA
n
-E
Su festividad quedó impuesta por la marquesa de La Fuente a
2
de las PaImas por su testamento ante Francisco Fernández en I
7 de agosto de 1711 98. La imagen (fig. 9) se halla actualmente
en uno de los retablos laterales de la iglesia de Santa Ana. Es de 3
O
vestir y mide 113 cm. de alto. El rostro es de buena talla, de fac-ciones
correctas, si bien con nueva policromía.
Este matrimonio se mandó enterrar delante del altar de San Je-rónimo.
Fueron sus hijos los siguientes: el presbítero SaIvador Hernán-dez,
el padre agustino fray Alejandro de San Jerónimo, Francisca, Bemar- -- r--X-:-- 1-0 - ~ - : o r nrr-namninni~tne i i K 0 1 í 0 Tncnfs & 12 E n ~ ~ r n g ~ i S n ua d c r v r i u i i a , rao i i l u i r j a o buirb\ryurv~-uvuu r u u - - u ---vi-y
Catalina Juana de San Jerónimo y el alférez Antonio Hernández, que
viajó a Indias y Holanda (A. H. P. S. C. T., leg. 2340, fol. 144).
g7 La dotación para buen número de misas que dejó impuestas fue
de 32 reales sobre sus bienes (Archivo y legajo cit., fol. 26v. del año 1712).
98 Archivo cit., leg. c-5-11.
566 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL COLEGIO DE AGUSTINOS DE GARACHICO
LA ENS&ANZA PÚBLICA IMPARTIDA EN EL COLEGIO
Según el compromiso de los agustinos, al comenzar el cole-gio
ya se iniciaron las clases de Latinidad y de Gramática, ma-ñana
y tarde, con la promesa de también añadir los de Artes,
cuando hubieran jóvenes capaces para ello y los recursos me
joraran. También se impartía la doctrina cristiana, según lo
estipulado en las constituciones. Como según éstas la docencia
estaría a cargo personas doctas, durante un tiempo el convento
se convirtió en un foco de intelectualidad. Pero principalmente
a causa de los dos incendios sufridos y las dificultades para su
reedificación, este papei en ia enseñanza fue decayendo hasta
llegar a desaparecer en los primeros años del siglo XIX. Tam-bién
la comunidad quedó muy reducida, por contar en 1805
solamente con cinco frailes profesos (tres sacerdotes y dos legos).
Las protestas por incumplirse las constituciones fundacio-nales
llegaron a elevarse por medio del sindico personero ae
la isla, don Francisco Díaz Rixo, a la Junta Suprema de Tene-rife,
pero sin lograrse un resultado positivo. Martínez de Fuen-tes
resume así el recurso:
~Garachico goza desde el año 1640, por la Real Cédula de
Felipe IV, dada a 5 de septiembre de dicho año, del estableci-miento
de un colegio para la enseñanza pública en el convento
de los padres agustinos, a quienes se les concedió su funda-ción..
., por haberse los religiosos obligado a la enseñanza de
las cátedras de latinidad, filosofía, teología y aun primeras
letras. De este carácter de colegio goza hasta el día de hoy, pues
su prelado se llama rector, pero no más que el nombre, ha-biéndose
hecho continuas solicitudes en todos los capftulos pro-vinciales
agustinos, para que se haga cumplir el objeto de la
fundación, y éstos para aquietar al pueblo, señalan uno u otro
de sus religiosos para estas cátedras, pero o envían ineptos, o
si son gratos no duran en el colegio. Así han abandonado la
enseñanza pública, sus constituciones y sus deberes, a pesar de
hallarse el colegio dotado con más de mil pesos de renta para
mantener cuatro religiosos, de los cuales el rector sea catedrá-
Núm. 33 (1987) 567
tic0 de teología, el vicerrector, de filosofía; otro de gramática
y otro de primeras letras. ¿Pues por qué los padres agustinos
no han de cumplir con sus deberes a que se hallan obligados
por constitución, por dotación, por fundación y por promesa?
Dicen que no tienen religiosos que quieran venir. Pues qué,
¿ésta es materia de voluntariedad o de estrecha conciencia?
Además consta que hay en la provincia religiosos de mucha
aptitud, pero, suponien60 que no los hubiese, debía el supremo
gobierno hacer que este convento-colegio cediese sus rentas y
sus casas a eclesiásticos seculares capaces de desempeñar estos
deberes. Continuamente acuden jóvenes de los pueblos, aun
de muy lejos, en busca de enseñanza y no hallan en el convento-colegio
un religioso que les ponga un libro en la mano, te-niendo
que recurrir a los eclesiásticos seculares, y han encon-trado
en ellos maestros muy aptos de latinidad, de retórica,
de filosofía y teología, que son los que dan en el día instruc-ción,
sin más interés que la beneficencia del prójimo, mientras
que el colegio de los padres agustinos se pasa gozando de sus
pingües rentas, sin enseñar una sílaba. Ruégasele se le obligue
a los padres agustinos a formar una regular y decente academia
del colegio de San Julián de Garachico, pues no se trata de una
nueva erección de edificio nuevo para su ejercicio, ni del real
privilegio para su establecimiento, ni de dotación de cátedras.
Todo está ya hecho. Lo que falta son catedráticos. Los padres
agustinos deben ponerlos aptos, fijos y llenos de interés y de
celo, para el bien de la juventud, y si no los quieren poner o no
quieren obligarse al oficio de beneficencia y caridad, deben ser
compelidos a ello, o que cedan la dotación y la casa-colegio a
seg