DON ANTONIO POREIER, MARQUES DE BAJAMAR
(1722-1813)
POR
A la memoria de Enrique Marco Dorta,
que tanto me animó a emprender esta
biogra$id.
1. Introducción.-11. Primeros años y estudios.-111. En la Universidad.-
IV. En Madrid: sus trabajos sobre Canarias.-V. Fiscal Protector de In-dios.-
VI. Oidor de la Audiencia de Charcas.-VII. Fiscal de la Audiencia
de Lima.-VIII. Fiscal del Consejo de Indias.-IX. Camarista de Indias.-
X. Ministro de Gracia y Justicia de Indias: 1. El Jardín Botánico de Te-nerife.
2. Director de la Económica de Tenerife.-XI. Consejero de E%-
tado.-XII. Ministro de Gracia y Justicia de España e Indias: 1. El inci-dente
con Jovellanos. 2. Marqués de Bajamar. 3. La Universidad de
Canarias.-XIII. Gobernador del Consejo de Indias.-XIV. El «Can Mayor))
de Viera.-XV. La Guerra de la Independencia: 1. Bayona. 2. En Madrid:
A) El Consejo de Estado. B) La Capitulación.-3. Su afrancesamiento:
A) Ea audiencia con Napoleón. B) En el Consejo de Estado. C) Su Expo-sición
de los sucesos a partir de diciembre de 1808. D) La lista de los
sujetos que sirven a Josef. E) Reconstitución del Consejo de Estado.
F) Condena por la Junta Suprema. G) El caso de su hijo Antonio DO-mingo.
H) Otros honores y encargos. 1) La cuestión de la confiscación
de sus bienes. J) La elección del Marqués de Villanueva del Prado como
miembro de la Junta Suprema Central. 4. La muerte.
Núm. 27 (1981)
8
De don Antonio Porlier y Sopranis, 1 Marqués de Baja-mar,
conocíamos la autobiografía publicada por nuestro maestro
don Buenaventura Bonnet hace años l. Finalizada en 1807, que-daba
fuera la ella La crujía por la que hubo de pasar Bajamar
con motivo de la guerra contra Napoleón. Esto sólo ya justifica-ría
un estudio del iiustrado personaje hasta el fin de sus días,
que terminaron a principios de 1813. A ello se añadían las con-tinuas
excitaciones de mi inolvidable amigo el catedrático de
Historia del Arte Hispano Americano de la Universidad Com-plutense
de Madrid Enrique Marco Dorta, que me animaba a
la biugrafia de por:.ier, con el se haKa encuii-trado
muchas veces en sus estudios en el Archivo de Indias de
Sevilla. Enrique Marco ha muerto, precisamente, en esa ciudad,
y su recuerdo me ha decidido a publicar lo que he podido hallar
sobre nuestro ilustre paisano.
Aparte de otros archivos que he podido escudriñar y que
irán citados oportunamente (Histórico Nacional, Económica de
Tenerife, Ministerio de Justicia, Real Academia de la Histo-ria,
etc.), he tenido la inmensa suerte de entrar en contacto con
el actual Marqués de Bajamar, don Antonio de Porlier y Jara-va,
VI11 de su título, que con generosidad sin límites ha puesto
a mi disposición el. archivo familiar de su Casa.
El Marqués de Bajamar pertenece por su edad a la que pu-diéramos
llamar segunda generación de ilustrados, a aquel gru-po
de hombres que, nacidos en el primer tercio del siglo XVIII,
se caracterizaron por sus afanes reformistas. Pero a su etapa de
gobierno llegó tarde, con bastante retraso cronológico, por ha-berse
hallado ejerciendo de jurista en Indias cerca de veinte
1 Vida de don Antonio Aniceto Porlier, actual Marqués de Bajamar,
escrita por él mismo para ilustraci&n de sus hijos. Notas del Dr. D. Bue-naventura
Bonnet y Reverón, ((Revista de Historian, n? 78, abril-junio,
1947, PP. 152-176.
114 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
años. Ello hace que su incorporación a las tareas políticas en la
metrópoli se produzca cuando se acerca a los sesenta años y se
está ya en el úl,timo cuarto del siglo. Con lo cual actúa con la
generación siguiente. Así, si a su paisano y amigo Bernardo
Iriarte sólo le lleva trece años, a Jovellanos ya le adelanta en
veintidós; y a su también paisano Estanislao de Lugo le aven-taja
en treinta y un años.
Conoció Porlier hasta seis reinados, cinco de la casa de Bor-bón
y el de José Bonaparte. Si bien cuando muere Felipe V, en
1746, sólo cuenta Porlier veinticuatro años y estudia en la Uni-versidad
de Salamanca, sirvió y recibió honores de todos los de-más.
Así, Fernando VI le nombró, en 1757, Fiscal Protector de
Indios; Carlos 111 le hace, en 1765, Oidor de la Audiencia de
Charcas; 60s años más tarae, Fiscai de ia ae Lima; y en 17'73,
Fiscal del Consejo de Indias. De regreso en Madrid, le nombra
miembro de la Cámara de Indias, donde viene a coincidir con
Huerta, Machado Fiesco, Iriarte, etc.
En 1787 es nombrado ministro del despacho de Gracia y JUS-A-
,.- - &id de Indias, en cuya etapa consigue para lenerife ei jardín
Botánico. Muerto Carlos 111, su hijo Carlos IV le lleva a los má-ximos
cargos y honores: Consejero de Estado, en 1789; Minis-tro
de Gracia y Justicia de España e Indias, en 1790; Marqués
de Bajamar, en 1791; Gran Cruz de la Orden de Carlos 111, en
1792.
Cuando cae Floridablanca, Carlos IV le releva del ministerio
y le nombra Gobernador del Consejo de Indias. Tiene nuestro
hombre setenta anos y él mismo se considera fuera ya del juego
de la Corte. Nos quedan de esta etapa sus Discursos exhortato-
Ros, n,ue uñe tras añe ~a pren~r,ciar,d~m, t r e 1793 y 18S5.
En 1807 Bajamar cree despedirse de la vida pública: en
mayo concluye su Autobiografi'a; en septiembre fecha la Rela-ción
puntual de su paso por el Ministerio. Cuenta ochenta y siete
años.. . Pero otra cosa le tenía reservada el destino.
Los sucesos se precipitan y encadenan: y entre ellos queda
cogido el Marqués de aja mar. Del proceso de El Escorial foc-
Núm. 27 (1981) 115
tubre-noviembre de 1807) pasamos al Motín de Aranjuez (mar-zo.
de 1808). De las renuncias reales de Bayona al Dos de Mayo
madrileño. Bajamar jura ante el Rey José en Madrid con el
Consejo de Estado; pero después de Bailén, con el propio Con-sejo
presta juramento a Fernando VII, a fines de septiembre.
La presencia de Napoleón en Chamartín y la capitulación de
Madrid, a primeros de diciembre, determinan el definitivo afran-cesamiento
de nuestro personaje. Vuelve al Consejo de Estado
((josefino)). Se le sanciona por la Junta Suprema, instalada en
Sevilla: con él, aunque mucho más comprometidos con José, se
encueritran Estanislao de Lugo y Bernardo Iriarte, que habrían
de seguir el camino del exilio y morir fuera de España. Baja-mar
no. En primer lugar, no sigue a José en sus marchas de
Madrid; y cuando se produce la de agosto de 1812, después de
la batalla de Los Arapiles, da por clausurada su actuación pú-blica,
se mete en su casa y el 8 de febrero de 1813 fallecería.
Ilustrado reformista tanto como jurista práctico, el Marqués
de Bajamar es un caso de sobrevivencia a su tiempo y a su for-mación.
Como la mayoría de los ilustrados -a salvo excepcio-nes
gloriosas, como las de Floridablanca o Jovellanos-, sería
un afrancesado reflexivo, no meramente geográfico.
¿Y cómo era don Antonio Porlier y Sopranis?
h sus retratos, no numerosos pero sí suficientes, y de su fir-ma,
puesta en tantos documentos a lo largo de su dilatada vida,
podemos colegir su personalidad.
Era un hombre de mucho carácter, de genio fuerte, de gran
tesón: lo acreditan los músculos maceteros contraídos que se
aprecian en el grabado de la Biblioteca Nacional. Con su boca
de artista, de pintor, se nos aparece allí como de un tempera-mento
muy nervioso, producto seguramente de una afección de
la glándula tiroidea.
En el óleo atribuido a Goya - q u e indudablemente es de fe-cha
posterior al grabado- resulta aún delgado, esbelto; con la
mirada del hombre impulsivo, típica del hipertiroideo; su boca
i1c ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS IIU
acredita que para esas fechas ya había tenido que pasar por mu-chas
amarguras, pues es casi una mueca alargada.
En su etapa de juventud y madurez debió ser una persona
satisfecha. En cambio, cuando le llega la hora del gobierno, del.
Ministerio y aún más después, se aprecia su deterioro físico, que
sólo conserva su solemnidad, su gusto por la ceremonia. Hasta
la indecisión, la duda, pueden apreciarse en algunos documen-tos
firmados durante la guerra de la Independencia, suscritos
alguna vez con precipitación, sin la calma suficiente.
Moralmente, tanto de su autobiografía como de otros docu-mentos,
que ya hemos visto, se nos aparece como un profunao
creyente, con un indudable espíritu cristiano y con una sólidh
formación humanista.
Así creemos que fue el 1 Marqués de Bajamar.
Ei 16 de ab,rii de 1722 nace en La Laguna, Isia de Tenerife,
una de las Canarias, en la casa número 54 de la calle de la Ca-rrera,
un niño, a quien se bautiza el día 23 siguiente y a quien
se imponen los nombres de Antonio Aniceto. Fue su padrino su
hermano mayor Juan Antonio, quien habiendo nacido en 1711
tenía entonces diez años de edad2.
Fueron sus padres don Esteban Porlier y Du-Ruth y doña
Rita Sopranis Dutari, que habían contraído matrimonio el 6 de
diciembre de 1706 y tenido de su unión otros cinco hijos..
Don Esteban, nacido en Francia, se había trasladado a Te-iiei3ife
a pi*iiicipios del xvIII a ciiidado eii ¿a
Fue Cónsul General de Francia en las Islas Canarias desde el
2 La partida de bautismo obra en la Parroquia de la Concepción, de
La Laguna, al libro 16, folio 18 vuelto y ha sido ya publicada por AGUSTÍN
?.,IILL~E,P,CEAY P,LCY)n, ~ a g c & bi,c-Eblfqp-gpLG de esc;+t=yes nahr&s
de las Islas Canarias (siglos XVZ, XVZI 21 XVZZZ), Madrid, Tipografía de
Archives, 1932, p. 427; y por BUENAVENTUBORNAN ERT EVER~eNn, la citada
Vida de don Antonio Aniceto Porlier, nota 1, p. 153.
Puede verse la casa natal de Porlier, número 54 de la calle de la
Carrera de La Laguna, en nuestra Lámina 1.
Núm. n (1981) i ii
año 1709; cargo que desempeñó hasta su muerte, ocurrida en
París en 1739. Su madre, doña Rita Juana, había nacido ya en
La Laguna, pues los Dutari, navarros del valle del Baztán, es-taban
establecidos en la Isla desde principios del último tercio
del siglo XVII; mientras que los Sopranis o Cibo de Sopranis, ge-noveses,
estaban arraigados en Canarias desde hacía tres gene-raciones,
habiendo venido a las Islas desde la ciudad de Cádiz.
Moriría doña Rita el 19 de junio de 1722, cuando el. pequeño
Antonio Aniceto contaba sólo dos meses de edad 3.
Siendo un niño de unos diez años -no pudo ser de más
edad, pese a lo que él mismo dice en su autobiografía-, su pa-dre
le envió a Sevilla, al cuidado de su hermana doña María Jo-sefa,
nacida en La Laguna en 1707 y casada desde 1723 con don
Luis Benítez de Lugo y de1 noyo, III Marqués de la Florida.
Allí, el pequeño Porlier estudiaría Gramática en el Colegio de
San Hermenegildo, regentado por los Padres Jesuítas 4.
Regresó a Tenerife en 1734 y aquí le vemos continuar sus
estudios de Gramática en el convento de San Agustín de La La-guna,
cuya cátedra de Latinidad desempeñaba el eclesiástico don
Juan Alfonso de Torres. Pensó dedicarse al sacerdocio: hay un
3 Puede verse la Ezscr2pción Genealógica de las Casas de Mesa y
Ponte, establecidas en las Islas de Canarias, escrita en obsequio del
Sr. D. Francisco Joseph de Mesa, Ponte, Castilla y Machado, natural de
Ea Ciudad de La Laguna en la Isla de Tenaife, Marqués de Casa Hermo-sa,
Caballero del Orden de Santiago, Coronel que fue del Regimiento
Provincial de Tacoronte m dicha Isla, dos veces Corregidor de la: Pro-vincia
de Huaylas en el Reyno del Perú, y al presente de la de Puno en
el Virreynato del Rio de la Plata por D. Antonio Ramos, Presbítero, in-dividuo
de varias Academias y Sociedades Reales de estos Reynos, y Di-rector
del Real Colegio de San Telmo y de la Universidad de Mareantes
de la Ciudad de Sevilla. Sevilla, Imprenta de Vázquez e Hidalgo, 1792,
pp. 61-62-63-64-65-66.
Y, sobre todo, la Genealogta de la familia noble de Porlier, de la cual
una rama se ñalla establecida en Paris, ?J la otra en España: formada
sobre Ea? E~zecutorias,P apeles y Do~¿mmf ons? lféntZc~sq ze en e l l ~se
Citan. Madrid, en la Imprenta de Andrés Ramírez, 1799. (Ejemplar obse-quiado
al autor por don Antonio de Porlier y Jarava, actual Marqués de
Bajamar.)
4 Ver el patio del antiguo Colegio de San Hermenegildo, de Sevilla,
en nuestra Lámina 11.
118 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
testimonio sobre que es buen cristiano «para que pueda ejercer
la carrera de sacerdote)), firmado por Ignacio Logman en Santa
Cruz de Tenerife a 25 de marzo de 1734 que le serviría para
ordenarse clérigo de primera tonsura. Una orden del Obispo de
Canarias, don Pedro Dávila y Cárdenas, le manda servir, como
cwlérigo de primeras)), en las iglesias de la Concepción de La
Laguna y Santa Cruz y «que traiga siempre tonsuras y hábito
clerical» 6; y se le confiere la ((Primam Clericalem Tonsuram))
en La Laguna, a 27 de marzo de ese mismo año7.
En 1737 pasó a Francia para aprender Retórica y Poética,
lengua francesa, baile, esgrima, etc., por el tiempo de un año.
Regresó a su isla a fines de 1738 y empezó a estudiar Lógica en
el colegio dominico de Santo Tomás de su ciudad natal. Allí re-cibiría
las cuatro órdenes menores ei IZ ae abrii de i739
El 1 de octubre de este último año falleció en París su padre,
don Esteban Porlier, y sus restos fueron inhumados en la igle-sia
de San Francisco de Santa Cruz de Tenerife, frente al. altar
de San Luis 9. Huérfano nuestro hombre, ya de diecisiete años,
5 Archivo del Marqués de Bajamar (A.M.B.), ((Papeles
Iia Porlier)), Santa Cruz de Tenerife, 25 de marzo de 1734.
6 Santa Cruz de Tenerife, 20 de marzo de 1734 (A.M.B., Legajo 11,
documento 5).
7 A.M.B., Legajo 11, documento 2.
Ver el Convento de San Agustín, de La Laguna, en nuestra Lámina 111.
8 (Quatro minores ordines)), por el Prior General de la Orden de San-to
Domingo (A.M.B., Legajo 11, documento 2).
Ver el Convento dominico de La Laguna, en la Lámina IV.
9 Asegura BONNET, lugar citado, nota 2, p. 154. Una cesión de 2/3 par-tes
en común y proindiviso, hecha por don Juan Antonio Porlier, en nom-bre
propio y en el de su hermano don Esteban en favor de nuestro don
Antonio, formalizada en la Ciudad de la Laguna el 7 de octubre de. 1752,
como herederos de don Esteban Porlier, su padre, sitúa ese derecho en
la ((Capilla colateral a el lado de la Epístola en el Convento del Señor
San Francisco del Lugar y Puerto de Santa Cruz de esta dicha Isla))
(A.M.B., Legajo 10, documento 28).
En efecto: en la Iglesia de San Francisco, de Santa Cruz de Tenerife.
se conserva hoy, en la capilla del lado de la Epístola, el retablo barroco
con las flores de lis de la corona de Francia, donado por su fundador
don Esteban Porlier. Pero no así la imagen de San Luis Rey de Francia,
que no sabemos dónde fue a parar; ni huella alguna de su enterra-miento.
Núm. 27 (1981) 119
quedó a cargo de su hermano mayor y padrino de bautismo, don
Juan Antonio, quien, de acuerdo con su hermana doña Felipa
Magdalena, esposa del IV Marqués de Villanueva del Prado, don
Pedro de Nava-Grimón y Aguilar, hizo que pasara a vivir con
este matrimonio; ((debiendo -dice el propio Porlier- a la cita-da
mi hermana el cariño y los oficios de madre todo el tiempo
que me mantuve en su casa» lo, que sería un total de cinco años.
Esta su hermana Felipa le Uevaba unos doce años -había na-cido
en 1710- y estaba casada desde hacia nueve. Durante ese
tiempo siguió estudiando en los dominicos de Santo Tomás de
La Laguna, terminando Filosofía y un año de Teología ll.
Y entonces su hermana y su cuñado, de acuerdo en todo con a
su otro hermano don Juan, decidieron que pasase a España a N
E
estuüiar ia carrera de Leyes y Cánones en la Universidad de O
Salamanca. Siempre proclamó nuestro Porlier. su gratitud hacia n-- m su hermano y padrino. Así, en una Advertencia general a mis O
E
hlljos, fechada a 8 de julio de 1805, dejó escrito que fue su her- E
2
mano don Juan quien dispuso pasase a España y quien le asis- -E
tió por doce años con una moderada mesada para su manuten- 3
ción 12. En su reiteradamente citada autobiografía concreta la ci- --
fra: «una mesada de 25 pesos y algún otro socorro extraordina- 0
m
E
rio» U. En una carta a su sobrino nieto don Alonso de Nava, el O
VI Marqués de Villanueva del Prado, de 28 de enero de 1807,
n con motivo de unas desavenencias surgidas entre algunos miem- -E
bros de la familia del Conde del Valle de Salazar, con la que a
2
había entroncado su sobrina Juana, hija del repetido don Juan n
n Antonio, le dice: «Yo he debido mi educación y carrera a mi
hermano don Juan, y este reconocimiento, unido a la obligación 3
O
que tengo de sostener el honor y lustre de mi Casa, me empeñan
a no mirar con indiferencia estas circunstancias)) 14. Y por últi-
10 PORLIERV: idi¿. .., cit., p. 155.
Ver el Palacio de Nava, La Laguna, en nuestra Lámina V.
11 Pueden verse los certificados de estudios de Filosofía y Teología
en el Colegio de Santo Domingo, de La Laguna, en los años 1742 y 1745,
en A.M.B., Legajo 11, documento 2.
12 Advertmcia general a mis hijos: A.M.B., Legajo 1, Documento 148.
13 PORLIERV: ida. .., cit., p. 159.
14 Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de
120 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ANTONIO PORLIER, MARQUÉS DE BAJAMAR 9
mo, en otra nota que dirige a sus hijos el 24 de febrero de ese
año, les encarga atiendan a las familias de sus dos sobrinas Jua-na
y Micaela, hijas de su hermano don Juan Antonio, «en justa
retribución y correspondencia del cuidado y fomento que en mi
juventud recibí)) de él; «por 1.a obligación de corresponder a los
beneficios de dicho mi hermano, que me puso en carrera y a
quien en originarios J?) he debido mi fortuna)) 15. Cuando fue
nombrado Fiscal Protector de Indios, según hemos de ver más
adelante, firmó Porlier en Cádiz, con fecha 10 de abril de 1758,
un recibo a favor de su hermano don Juan por 65.216 reales
y 2 cuartos del antiguo vellón de las Canarias (que hacen 6.521
pesos, 9 reales, 3 cuartos corrientes) «por las asistencias en sus
estudios y habilitación para su destino a las Charcas)) 16.
El 23 de septiembre de 1744 embarcó nuestro Antonio en el
puerto de Santa Cruz de Tenerife, rümbo a Cádiz, eii uiiióii de
su condiscípulo Bartolomé de C'asabuena. De allí pasaron a Ma-drid
y luego a la Universidad de Alcalá, para graduarse de Ba-chiller
y estudiar «la Instituta y su comentador Arnoldo Vinio,
que era en aquellos tiempos el que se seguía en los estudios
generales)) 17. Allí, en Alcalá, estarían ambos amigos dos años.
Tenerife, en La Laguna (S.E.L.), Casa de Nava, ((Cartas familiares», sig-natura
9/546.
15 A.M.B., Legajo 1, Documento 24.
16 Carta de don Martín Salazar de Frías, V Conde del Valle Salazar,
a don Francisco Gúrnm Ge Cüs de 22 de iiiayü ¿le i8ui (Arcilivü de dun
Alonso Saiazar de Frías y del Eoyo-Solórzano, Conde de Siete Fuentes
(A.A.S.F.), Carpetilla de Cartas). Agradezco aquí al buen amigo todas las
facilidades dadas para investigar en su archivo.
Ver el retrato de don Juan Antonio Porlier y Sopranis en nuestra
Lámina, VI.
-1 7 Morrno. T T 4An cit., 3. 155. TT-w n ~ - + ; S ~ e & - - - ~ A ., --+..A:-- A- A VnlLII-. Y *wW..., V GL bGl lrlllbLIbIVIIFiU UG G3LiUUlU3 U.G
Derecho civil en Alcaiá de Henares, años 1745-47, en A.M.B., Legajo 11,
documento 3. Y el certificado de la Academia de San José, de Profesores
Juristas de la misma Universidad, con el ingreso de Porlier en 1745, en
A.M.B., Legajo 11, documento 6.
Este amigo suyo, don Bartolomé de Casabuena y de la Guerra, na-
Núm. 27 (1981)
.\,
Porlier recibiría el 29 de enero de 1745 el grado de Bachiller
en Sagrados Cánones en la Universidad de Toledo 18, grado que
incorporaría después a 1.a de Salamanca, cuyo traslado interesó
el 15 de abril de 1747 19.
En octubre de 1746 fueron ambos amigos a Salamanca para
continuar sus estudios. Porlier obtuvo el grado de Bachiller en
Cánones el 16 de octubre de 174820. Y allí siguió hasta el año
1752, en que ({recibió el grado de Bachiller en Leyes, y después
el de Licenciado y de Doctor en Cánones en la Universidad de
Avila))
Consta que Porlier «se recibió de Abogado de los Reales Con-sejos
en 2 de diciembre de 1752», habiéndosele expedido el títu-lo
en Madrid con fecha 15 siguiente a.
cido en 1721, era hijo de don Bartolomé de Casabuena y Fernández de
Mesa y de doña Micaela Antonia de la Guerra y Ayala. Fue -como Por-lier-
doctor en ambos Derechos. Fue Juez Superintendente de Indias
por Real Despacho de 1755; Oidor honorario de la Real Audiencia de
Lima en 1776; Ministro Honorario del Supremo Consejo de Indias, y os-tentó
otros puestos más. Murió sin descendencia en 9 de noviembre de
1796. Le hemos de volver a ver citado por Bajamar en su corresponden-cia
con don Tomás de Nava, V Marqués de Villanueva del Prado.
18 A.M.B., Legajo 11, documento 2.
19 A.M.B., Legajo 11, documento 16.
m A.M.B., Legajo 11, documento 48.
21 PORLIERVi:& ..., cit., p. 156. Ver Diplomas de Grado de Licenciado
y Doctor en Cánones por la Universidad de Avila, de 17 y 18 de junio
de 1749, en A.M.B., Legajo 11, documentos 49 y 50; y Relación de m&?-
tos ... de 12 de mayo de 1757, Legajo 6, documento 27.
Bonnet amplía por nota la reseña de los estudios de Porlier, con base
en una certificación impresa, expediaa en 21 de junio de 1749 por Diego
García de Paredes, notario apostólico y secretario de la dicha Universi-dad
de Salamanca; documento que dice se halla en la biblioteca de la
Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, en La Laguna
(Loc., ct., p. 156, nota. 4).
También pueden verse otros documentos en el A.M.B., Legajo 11.
P A. M. B., Legajo 11, documento 10; y Relación de méritos ... de 12
de mayo de 1757, Legajo 6, documento 27. Ver también el testimonio de
haber hecho el juramento como Abogado el 15 de diciembre de 1702, en
Legajo 11, documento 17.
122 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTlCOS
IV. EN MADRID: SUS TRABAJOS SOBRE CANARIAS
Terminados sus estudios universitarios, Porlier, que cuenta
.ya treinta años de edad, se instala en Madrid. Inicialmente pen-só
en el sacerdocio: opositaría a una de las cuatro prebendas
que estaban vacantes en la catedral de Canarias, en Las Palmas,
como era el deseo de su hermano Juan. Pero una grave enferme-dad
le impidió concurrir a los ejercicios: «Este suceso me des-vió
de la intención de seguir carrera eclesiástica, pues me pare-cía
que no en vano había dispuesto Dios este accidente, porque
quizá no me convendría aquel estado)) U. Y entonces decidió pre-tender
a plazas togadas de Indias.
Asistía Poriier con asiduidad a la tertulia que tenia don Agus-
7th de Montiano y Luyando, que era entonces secretario de Gra-cia
y Justicia de la Cámara de Castilla y que habiendo sido el
fundador de la Real Academia de la Historia, era su primer Di-rector
desde el 21 de abril de 1738 y lo seguiría siendo hasta su
faiiecimiento, ocürrido eli 1764. Prübabhieiite 2 SU amparo in-gresó
nuestro Porlier como Honorario de la Academia de la His-toria
el 23 de febrero de 1753 24; en la Real Academia Española,
según veremos más adelante; en la de Bellas Artes de San Fer-nando
y en la de Santa Bárbara de Juristas de Madrid.
Por encargo de la Academia de la Historia escribió Porlier
varios trabajos sobre sus Islas Canarias. El primero de d o s lo
presentó con motivo de su recepción y exactamente lo tituló Di-sertación
histórica sobre quiénes fueron los primeros pobladores
da las Islas Afortunadas, llamadas comúnmente las Canarias, y
q-de, p x,s fwr=. éste eiu 29 p?.;v??zitZveF. e chxl~a 26 de emrn de
1753 ". Después escribió una Disertación histórica sobre la épo-ca
del primer descubrimiento, expedición y conquista de las is-
Eas Canarias. Escrita de orden de la Real Academia de la Histo-
23 ~ORLIER: Vida ...; cit.; p. 157.
24 A. M. B.: Oficio admitiéndole el 16 de febrero de 1753, Legajo 11,
documento 11.
u Aparece citada por VIERAY CLAVIJOe n sus Noticias ... con otro tf-tulo;
pero tenemos a la vista una copia manuscrita de esta Disertación
existente en A. M. B., Legajo 1, documento 4.
12 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
ria, Madrid, 7 de septiembre de 1755. Y una Adición sobre Ca
famosa cuestión de la existencia del árbol del Hierro. Estas dos
últimas obras fueron impresas por vez primera en la ((Biblioteca
Canaria)), que se publicaba en Santa Cruz de Tenerife, imprenta
Valentín Sanz, 15, en el año 1941, bajo eL título Descubrimiento
y conquista de las islas Canarias, sobre un manuscrito, copia del
siglo xrx, conservado en la Biblioteca de la Universidad y del
Instituto de Canarias, sigLa 83-3-4. Está fechada la primera a 5
de mayo de 1755.
La Disertación de Porlier sirvió de mucho a Viera y Clavijo
para su Historia: «Es una obra -dice Cioranescu- que reco-noce
haber utilizado a fondo y que le fue de gran provecho en
la composición de la primera parte de su Historia)) 26.
Desde Roma, el Papa Benedicto XIV concede a Porlier, d é -
rigen, licencia para leer lib,ros prohibidos de Filosofía, Teología,
Historia, Poesía, etc. Está fechada a 4 de marzo de 1755 n.
En un Real Decreto firmado por Fernando VI en Buen Reti-ro
a 30 de noviembre de 1755, refrendado por Montiano, se titu-la
a Porlier ((Abogado de los Reales Consejos, Opositor a Cáte-dras
de Leyes de la Universidad de Salamanca)) ; y se le recono-ce
como natural de las Islas Canarias por beneficio de las leyes
y no por privilegio, lo que le permite gozar de todas las gracias,
honores, mercedes, exenciones, prerrogativas, franquezas, e m
pleos y rentas de toda clase 28.
Porlier ingresó como Honorario en la Real Academia Espa-ñola
el 9 septiembre de 1756, en virtud de nombramiento del
día 7 anterior. Presidía a la sazón la Academia el Duque de Alba,
que apoyaría a nuestro personaje en otras gestiones, según hemos
de ver seguidamente3. Anticiparemos ahora que Porlier sería
26 Introducción de ALEJANDROC IORANESaC lUas Noticias de la Historia
Gzneral de las Islas Canarias, de Joseph de Viera y Clavijo, 6." edición,
Goya Edicicnes, Santa Cruz de Tenerife, 1967, pág. XLIV. Vid. la carta de
27 d.e rna.j70 de 1774, citada m& ad-elante en el texto. Viera trata de la
bibliografía de Porlier en dicha obra, tomo segundo, p. 906.
~7 A. M. B., Legajo 11, documento 44.
a A. M. B., Leg~jo 1, documento 3.
29 Ver la Oración pronunciada en la Real Academia Espa5ola en 9 de
124 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
nombrado Académico de Número en 18 de noviembre de 1790,
por fallecimiento del Duque de Villahermosa, ocupando el sillón
letra K, que en nuestros días ocuparía don Gregorio Marañón.
Pasaría a Académico Superhonorario por falta de asistencia el 6
de diciembre de 1793. Y a Académico Supernumerario de la His-toria
el 14 de enero de 175730, con motivo del nombramiento de
que vamos a ocuparnos seguidamente.
En una carta de Porlier a su sobrino Tomás de Nava-Grimón
y Porlier, V Marqués de Villanueva del. Prado, de 13 de julio
de 1756, le dice al respecto:
Te digo hallarme declarado pretendiente a Pla-zas
togadas en Yndias, carrera que he contemplado
la más proporcionada, así por el honor que influie
a los que la siguen como por las utilidades que deja
lo crecido de sus sueldos, con cuyo arbitrio podré
tener el de satisfacer los empeños que me ha sido
forzoso contraer para seguir mi carrera, y que me
sería imposible en ningún otro destino. En este es-tado
he logrado ya dos consultas por la Cámara,
una en tercero lugar para Santa Fe, y otra en se-gundo
para la Fiscalía de Quito, de forma que iendo
las cosas por términos regulares, puedo esperar sa-lir
a la segunda o tercera vacante; pero como éstas
no son muy frecuentes, y me hallo con dos preten-dientes
que tienen más número de consultas que
yo, y que trabajarán en salir primero, me veo pre-cisado
a recurrir al favor para que no me pmter-
@en, en cuios términos, y siendo el Duque de Al.ba
hoy el Canciller Mayor de las Yndias, y quien pue-de
tener la mayor mano en la provisión de los
empleos, y para ese Señor un influjo poderoso el
del Marqué: de San Jtlril, me T T ~ d~e! G tu 370 par&
que veas cómo facilitarme una Carta de empeÍío
septiembre de 1756, dia en que tomé posesión de Plaxa de Académico, en
A. M. B., Legajo 1, documento 7; y Legajo 11, documento 15.
30 Relación de méritos ... de 12 de mayo de 1757, A. M. B., Legajo 6,
documento 27; y Legajo 11, documento 20.
Núm. 27 í1981I 125
del Conde de la Gomera a su cuñado, en que le
inste porque se interese a mi favor con el Duque, a
fin de que supuesta la proporción en que me hallo,
me aplique su protección, para ser preferido a los.
demás que pueden hacerme mal tercio.
Valiéndome de ti en este asunto, por contemplar
que con la relación en que te hallas con el Conde,
te sea muy fácil conseguirme lo que te suplico en
el supuesto de que te quedaré en el mayor recono-cimiento.
Pero te prevengo que si llega el caso de
incluirme dicha carta, has de hacer de forma que
no esté concebida en términos que denoten ser por
cumplimiento, sino en los que correspondan al lo-gro
de lo que se solicita, pues de otra forma es
cansar infructuosamente a los sujetos, como pue-des
fácil mente comprender.
Por Último, le ruega envíe la carta por medio de su amigo
Casabuena, citado más atrás 31.
El Duque de Alba le tomó bajo su protección: «Tomó a sn
cargo (al parecer) favorecerme en la carrera de Indias, en la que
ejercía en calidad de Gran Canciller el empleo del Gobierno de1
Consejo, como lo hizo, primero en una consulta de la plaza de
Fiscal de Santa Fe en segundo lugar y en otra de Fiscal Protec-tor
de Indios de la de Charcas, en la que fui consultado con to-dos
los votos, la que se dignó el Rey conferirme en fines del
año de 1756»32C. oncretamente, la Consulta del Consejo Su p r em~
de Cámara de Indias es de fecha 7 de diciembre33. Se le expidió,
el Real Título el 3 de febrero de 1757, para la Real Audiencia
de Charcas o de Chuquisaca, en el Reino del PerúU.
Dos palabras sobre este primer destino de nuestro Porlier en
la carrera de Indias, a sus treinta y cuatro años de edad. La
ciudad sede de la Audiencia fue llamada inicialmente La Plata-
Luego, en el siglo XVII, pasó a llamarse Chuquisaca o Charcas,
31 Archivo de 1a S. E. L., CUsa de Nava, «Cartas familiares)), SigtP
9/.54&
3 PORLIERV:z t"ida. .., cit., p. 158.
33 Relación de méritos ..., de 12 de mayo de 1757, A. M. B., Legajo 6,.
documento 27.
34 El Real Titulo 3 de febrero de 1757 y la Gaxeta de Madrid de 29
de marzo de 1757, en A. M. B., Legajo 11, documentos 23, 24 y 25.
126 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
LAMINA VI11
Sucre: Claustro del colegio de la Compañia, Universidad de San F'ran-cisco
Javier. (Foto E. Marco Dorta.)
Y después de la Independencia, Sucre. Con razón ha sido deno-minada
la ciudad de los cuatro nombres. Nos enseñaba nuestro
inolvidable amigo el profesor Enrique Marco Dorta que, «situa-da
en un hermoso valle interandino ..., tiene un clima de eterna
primavera. Es una ciudad pequeña, con aspecto de poblachón
andaluz o de la Baja Extremadura -paredes blancas, tejados
rojos, muchas casas de una planta con rejas hasta el suelo-,
deliciosa para pasar la vida.. .» Añadiendo que «el territorio de
los Charcas, luego llamado Alto Perú, comprendía más o me-nos
todo lo que hoy es Bolivia, o sea ..., las provincias de La
Paz, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Mojos y Chiquitos)) 35.
Antes de partir, Porlier dejó escritas unas Advertencias cris-tiano-
políticas que dio Dn. N. a un Amigo suyo, cuando salió
de Madrid provisto para una Plaza de Ministro Togado en una
de las Audiencias de La América. Van añadidas las que hizo des-pués
por sí el Ministro, y Be dictó la experiencia = Año de 1757.
Constan las Advertencias de 134 párrafos numerados, que He-gan
hasta el folio 108; las Observaciones breves, hechas por eZ
Ministro después de posesionado en su plaza Togada se extien-den
desde el folio 109 hasta el 144 y se componen de 55 obser-vaciones,
también numeradas. Las Advertencias están fechadas
en «Plata, y Septiembre de 1759 años)); de modo que debieron
irse escribiendo poco a poco, siendo rematadas en esta fecha 36.
Todavía existen unas llamadas Materias varias, que pueden ser-vir
de monumentos a las advertencias de este libro. 1757, que
35 Carta de Enrique Marco Dorta al autor de 11 de octubre de 1976.
Pueden verse edificios de Potosí y Sucre en nuestras Láminas VI1 y
VIII.
36 A. M. B., insertas en un libro manuscrito, Legajo 9, documento 46.
Mientras que, por ejemplo, la Obsemación núm. 3 (folio 110) está fe-chada
en «Plata, y junio 25 de 1760», la núm. 15 (folio 118) alude a «El
caso de la Plata y Moxo, acaecido a principios del año de 1765)); la nú-mero
31 (folio 127) está fechada a 14 de julio de 1769 y tiene nota mar:
gk-al olativa a fines d.el año de 117173: 18 nntsi 34 !folio 131) ert6 fecha%
a 30 de diciembre de 1773; la nota 45 (folio 135) está fechada a 9 de julio
de 1774; la nota 50 (folio 139) lo está a 26 de diciembre de 1776, la nota
51 (folio 140), a 22 de febrero de 1777; la nota 53 (folio 1421, a 4 de di-ciembre
de 1777. Y la última, que es la 55 (folio 14-41, está fechada a 6 de
enero de 1780.
Núm. n (1981) 127
tienen 15 folios. Son casi todas ellas una serie de adagios, con
algún que otro versito como éste:
En holandés, cri es Culo.
En portugués, 0110 es Ojo.
Según opinión de Angulo,
Lo mismo es decir Criollo
Que decir Ojo de Cu60.
Al fin salió Porlier de Madrid para Cádiz el 1 de junio de
1757, y después de un fracasado intento de viaje en el navío
«San Pedro)), que hubo de volver a puerto en el mes de octu-bre,
a los ocho o diez días de haber salido de él transbordaron
al de mayor porte «San Ignacio, que sólo pudo levar anclas a
principios de agosto del año siguiente de 1758, concretamente
el día 3. A fines de ese mes, y después de haber avistado las Ca-narias,
se declaró fuego a bordo, que al fin pudo ser domina-do.
Llegaron a Montevideo «a los cuatro meses y cuatro días de
navegación)) 37, y de allí en una lancha pasó a Buenos Aires.
Nos ha dejado Porlier escrito un Jornal de un viaje a Bue-nos
Aires desde Cádiz, empezado en 3 de agosto de 1758, a bor-do
del navio «San Ignacio de Loyola)) (alias) «El Sereno)). En
él va anotando día por día el viaje, y al final incluye una hoja
de Defectos que contemplo en la dirección del viaje. Dice allí
que a los siete días -el jueves día 10- vieron a la Isla de Te-nerife
y por entre ella y la de La Gomera pasaron a las tres
y media de la tarde, con un viento del Nordeste muy fuerte. El
viernes 25 se declaró el fuego a bordo. A Montevideo llegaron
el lunes 4 de diciembre de ese año de 1758, a media tarde: «Bajé
a tierra a ver al Gobernador y ajustar lancha para ir a Buenos
Aires mañana. Rindo a Dios mil gracias por habernos dejado
llegar con felicidad. Amén.»
En los citados Defectos estima que no debieron pasar entre
Tenerife y Gomera, sino entre Tenerife y Canaria, «que es por
donde pasan iodos, y mayoriiieii& teiiiendo nosotros vieiito iior-deste
fresco, que nos permitía gobernar donde quisiéramos)) 38.
PORLIERV:i da. .., cit., pp. 159 a 161.
a A. M. B., Legajo 6, documento 19.
125 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Tuvo Porlier todavía tiempo para redactar unas Reglas para
el Gobierno de mi Casa y familia, que fechó en Buenos Aires,
a 4 de abril de 1759 39.
Decidió emprender el viaje por tierra en unión del Obispo
don Cayetano Marzellano y Agramón, promovido a esas fechas
para el, Arzobispado de Charcas. Viaje que al fin emprendieron
en abril de 1759 y en el que invirtieron «otros cuatro meses)).
Del mismo nos dejó Porlier otro Diario desde Buenos Aires a la
ciudad de La Plata, fechado a 28 de abril de 1759 40. De él re-sulta
que salieron el día 28; que el 7 de junio entraron en Cór-doba;
que el 11 de julio lo hicieron en Santiago del. Estero; que
en San Miguel del Tucumán entraron el 20; no lo hicieron en
Salta y llegaron a Jujuy el 14 de agosto, para hacerlo a Potosí
el 11 de septiembre, donde el Diario acaba. En esta última ciu-dad,
Porlier ingresó «en las Cajas Reales la Media Annata de
mi empleos 41.
Una vez en su destino, tomó posesión de su plaza de Fiscal
Protector de Indios en aquel distrito: lo comunica así a la Real
Academia de la Historia el 3 de octubre de 1759 ".
Antes de un año de estar en el desempeño del cargo, con-cretamente
en julio de 1760, el Virrey del. Perú le comisionó
para pasar «a la ciudad de Jujuy, distante ciento treinta leguas,
a visitar la Caja Real, y tomar cuenta y residencia a los dos
Oficiales Reales que la Administraban, contra quienes se ha-
39 A. M. B., libro manuscrito, Legajo 9, documento 46.
40 A. M. B., Legajo 6, documento 20.
El itinerario es muy parecido al que refiere Concolorcorvo, en El La-
---irl- S- -;-.-,-- -nnni-nmlne 2on2z. D o i ~ m n e A.iwae ~ ( L6 I 6 U~G ~GC C~YVJ n T imn i 7 e h - A i n nra CIUIIY~,~UIYL.C.U UUOU-I YWV C Y Y O n r t r e U ~ v , i r w . ~ ~ v u r vplviu
liminar de José J. Real Díaz. Edición de Juan Pérez de Tudela. B.A.E.
«Relaciones histórico-literarias de la América meridional)), tomo 122, Ma-drid,
Ediciones Atlas, 1959. (Obsequio de mi amigo Enrique Marco.) O sea:
Saladillo de Ruiz, Díaz, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta,
Jujuy, Potosí y La Plata.
41 O^XLIP~~T:7 Xa ..., cit., p. 161.
42 Real Academia de la Historia. Catálogo de sus individuos. Noti-cias
sacadas de su archivo, por el Marqués de Sieteiglesias. Boletín de la
misma, Madrid, enero-abril 1978, p. 46: documentos que se conservan en
el expediente de don Antonio Porlier y Sopranis, 1 Marqués de Bajamar:
carta anunciando su llegada a La Plata de 3 de octubre de 1759.
bían hecho algunas denuncias de malversación)) 43. En esa mi-sión
estuvo nueve meses, y viajando de regreso a Charcas, «pasé
y me alojé en casa de doña Josefa de Iribarren, vecina y hacen-dada
del pueblo de Mojo, donde conocí y traté, aunque sólo
un día, a doña María Josefa de Asteguieta e Iribarren, su hija
única, que fue después mi mujer, como lo expresaré más ade-lante))
44.
Ya en 1761, «recibí un Real Cédula en que se me mandaba
pasar a Potosí con don Pedro de Tagle, Oidor de la Audiencia
de Charcas, a visitar en la Casa de la Moneda de aquella Villa
los oficios de Fundidor y Ensayador de ella que se hallaban
enajenados de la Corona y disfrutaba el Marqués de Escalona,
D. F. de Acuña, sobre cuya administración y manejo se denun-ciaron
varios cargos en el Consejo de Indias)) 45.
Decidió su boda con la citada doña María Josefa Sáenz de
Asteguieta, para lo que confirió poder al tío de ella don Anto-nio
José de Iribarren, y en noviembre de 1762 pasó a Mojo
(Perú), recogió a su esposa y la condujo primero a Potosí y
luego a Charcas, a donde se reintegró, una vez terminada aque-lla
comisión, en 1764. La boda se celebró el 30 de juIio de 1765,
en el anejo de Mojo, ((reservando las velaciones para cuando se
proporcione el tiempo)) &. Tiene nuestro personaje en esa fecha
cuarenta y tres años cumplidos.
43 PORLIERV: ida. .., cit., p. 161. Curiosamente, anotamos que al final
del Diario del viaje de Buenos Aires a La Plata, ya citado, Porlier pensó
seguramente anotar su otro Viaje de La Plata a Jujuy en julio de 1760,
pero lo dejó totalmente en blanco.
44 FQRLIER: Vida ..., cit., p. 162.
45 PORLIERV: ida. .., cit., p. 162. Ver la alusión a esta comisión en el
oficio de 19 de noviembre de 1768, A.M.B., Legajo 11, documento 29/1,
46 Puede verse la partida de matrimonio, obrante en el Archivo His-
AA-:-- XT--:---I / A U 'kT \ 2- RX-.4-:2 -a*-0- -;1;4n-~- /CJn-42n-n l ---- L~UIIL~V L ' I C L ~ ~ L U A ~\A~ . LI.LI .) UG L v A a w ~ u , VI ~ G I L . - ~ IICLLCLUI -a UUI~CCUYV/, GAP~.-
diente número 6601, con referencia a la petición de ingreso en la Orden
por su hijo mayor, Esteban, el 30 de marzo de 1788. La Real Licencia
para el casamiento fue expedida en El Pardo el 1.O de enero de 1762:
A.M.B., Legajo 10, documento 1, ((Papeles pertenecientes a la dispensa-ción
para mi casamiento, 1765~.
130 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
He aquí la partida de matrimonio:
Partida de casamiento de Antonio Porlier y WLa Josefa Saem
de Asteguieta (30-julio-1765).
Certifico en quanto puedo yo Dn. Josef Bellido, Cura propio
Vicario Juez Eclesiástico de la Doctrina de San Juan Bautisla
de Falina, como en un Libro forrado en Badma colorada, donde
actualmente se cientan las Partidas de los Casamientos, que se
hacen en esta Parroquia, que empezo a correr el año de mil
setecientos cinquenta y ocho, esta una Partida a foxas sesenta
y tres, que es la primera de la Plana a la buelta, y sacada a la
letra es el tenor siguiente:
En el anejo de Moxo, en treinta de Julio de mil setesientos
sesenta y sinco años, yo don Josef Bellido, Cura y Vicario de
este Beneficio de San Juan Bautista de Falina; por orxen del
Yllmo. Señor Dr. don Pedro Miguel de Argandoña, mi Señor,
Dignisimo Arzobispo de este Arzobispado de las Charcas, y re-presentando
la persona de su Señoría Yllma. por poder que me
confirió en una carta para este efecto, tomé el consentimiento
libre a la Señora D." María Josefa de Asteguieta para el Matri-monio
que había de contraher con el Sor. don Antonio Porlier,
del Consejo de S.M. y su Fiscal Protector en la Real Audiencia
de la Plata; y habiéndolo dado con libre voluntad precensiando
a su Señoría Yllma. como Ministro de este Sacramento; la des-posé
in facie Ecclesie por palabras de presente, con el Dr. don
Antonio Josef de Yrrivaren, Cura y Vicario Juez Eclesiastico del
Beneficio de Tupizo, quien precenció al referido señor don h-tonio
Porlier, que le otorgó su Sefioría, para este acto; siecdo
testigos que se hallaron presentes el Dr. don Agn Pacheco, y
don Franco Ortiz de Aramayo, y Padrinos el Mro. don Juan Bmz-ca,
y la Sra. D." Josefa de Yrrivarren, reservando su Seña-ría
Yllma. mi Señor las velaciones, para quando se proporcio- -- LLC el timp: 'í para yüe cüi-i&e io firmé. = Josef Beiliao.
Concuerda con la Partida que se halla en el citado: Libro de
donde está fielmente sacada, y queda guardado en el Archivo
de esta Yglecia, a que en lo necesario me remito, y a pedimento
de la parte, doy la presente en Falina en diez y nuebe de Marzo
de mil setecientos sesenta y seis años. = Josef Bellido.
Núm. 27 (19811
VI. OIDORD E LA AUDIENCIDAE CHARCAS
Para esta mueva gracia ... no esperada ni solicitada por mi
parten 47 le fue expedido el Real Títu1,o en Aranjuez el 30 de
abril de 1765 y se posesionaría del nuevo oficio el 11 de marzo
de 1766.
El Virrey del Perú, don Manuel de Aznar, le ordenó pasase
a ctlars] provincia[sl de Chucuito y Puno, a pacificar la insu-sección
[del una contra otra, acaecida por discordias de las Jus-ticias
de ambas, y parcialidades de los Oficiales Reales de la pri- a
moro de le nilo r~ci i l triq ue tnmaren !as rirmas, saliesen a cam- N
"'U' U, Y-- *----'-
paña y se hicieran recíprocamente la guerra como si fuesen O
dos naciones enemigas)) 49. - - m
Aquí conviene que nos refiramos a un aspecto de Porlíer, O
E
el de su ilustración; era poseedor de una riquísima biblioteca, E
2
E que se vería afectada con esta última comisión. Dice Daisy Rí-podas
sobre la biblioteca de Porlier -que en enero de 1768 3
constaba de 1.146 volúmenes, el grueso en La Plata y el resto O-en
Chucuito, y que fueron tasados con motivo de su venta- lo m
E
siguiente : O
La Librería del oidor Porlier resulta relevante E
no sólo en términos relativos, corno que trae a Char- a
cas aires iluministas y marca el comienzo de la se- -
gunda época: sino también en términos absohtos
en lo que hace al ámbito para profesional y recrea- =
tivo: numerosos y selectos lib.ros de historia, de li- O
teratura clásica y moderna y de ensayos miscelá-neos,
que se encuentran por primera y aun por úni-ca
vez en las bibliotecas de Charcas, configuran un
caudal bibliográfico pionero y: en algunos aspectos,
singular, tan singular como había de serlo, respecto
d& Qe los dem& =juristas pasar.oii pwc ;a Aü-diencia
de la Plata, el 'cursus honorum' de su due-
47 PORLIERV:i da ..., cit., p. 162.
4s A.M.B., Legajo 11, documento 26.
49 PORLIERV:i da. .., cit., p. 163.
132 ANUARIO DE ESTUDlOS ATLANTZCOS
ño con la presidencia del Consejo de Indias como
culminación))
Pues bien; cuando Porlier sale, a principios de 1766, a cum-plir
su dura comisión, va acompañado de parte de esa su hey-mosa
biblioteca :
entre las obras profesionales lleva, por un lado, cuer-pos
legales de derecho romano,- español e indiano
acompañados de sus respectivos expositores -vgr.,
Antonio Pérez, Ad Instituta; Antonio Gómez, I n le-ges
Tauri, añadido por Ayllón, y la Poiitica de So-
Iórzano, respectivamente-, y, por otro lado, el Cor-pus
iuris canonici, completado con el texto del Con-cilio
tridentino; entre las obras para profesionales,
elige la Meduiia theol'ogiae morales del probabiiiis-ta
Busentaum, un ejemplar de la Biblia y algunos
libros de devoción, incluidos los Ejercicios de San
Ignacio - i él, que estando en Chucuito iba a actuar
en la expulsión de los jesuitas de Juli!-; entre las
obras recreativas, escoge ensayos históricos que van
ciei Ziiscours sur i'histoire uniiverseiie de Eossuei a
las Considerations, de Montesquieu, tal cual relato
de viajes, y un manojo relativamente nutrido de
clásicos -el 15 por 100 del total de las obras que
traslada- en ediciones latino-francesas. El toda,
completado por otros títulos hasta 33, constituye en
lo profesional una suerte de biblioteca de urgencia,
seleccionada sobre la base de un ancho espectro te-mático
y con el claro propósito de tener a mano si-quiera
unas páginas de consulta sobre el mayor nú-mero
posible de asuntos. En lo recreativo, llama la
atención la importanGa concedida a los clásicos la-tiiioS
-TT--r-,-i..,v. ~ a ~ ; vTvT,:- ,-~- r .~ i Ci ~~S,~T SI&I,C .-. C~mpren-sible
en quien, largamente octogenario, habría de
evocar con simpatía al maestro de gramática de su
adolescencia lagunera, un agustino «muy instruida
50 DAISYR ÍPODAASR DANAZ (Argentina): Bibliotecas privadas de fun-ciondrios
de Ea Real Audiencia de Cha~cas, inserta en ((Memoria del s e
gundo Congreso venezolano de Historia, del 18 al 23 de noviembre de
1974», publicación de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1975,
tomo 11, pp. 508 y 544.
Núm. 27 (1981) 133
y práctico en la lengua latina y en los buenos au-tores
de ese idioma))
Porlier, pues, se puso en marcha y se dirigió primeramente
a La Paz, ((distante ciento treinta leguas de Charcas)); de allí
a Chucuito, ((capital de esta provincia)), y por fin a Puno, don-de
((reconcilié los ánimos, establecí la paz y el buen orden con
prudencia y mansedumbre ... sin derramaniento de sangre y
solamente removiendo a los principales culpados en esta revo-lución,
a los que depuse de sus empleos y remití a Lima, a dis-posición
del Virey, con las sumarias que formé en ambas pro-vincias,
de las que sólo resultó el destierro de algunos de los
culpables y la corrección de otros que 10 eran menos)) 52.
Estando todavía en esta comisión, recibió en Chucuito la or-den
de expulsión de los jesuitas del pueblo de Juli, que le tras-ladaba
el Presidente de la Audiencia de Charcas. Juli distaba
de Chucuito unas catorce o quince leguas; llegaron el Gober-nador
y su comitiva, al amanecer al Colegio-Parroquia de San
Pedro, donde moraban hasta doce jesuitas entre curas y sir-vientes
de las cuatro Parroquias)) y allí intimaron a la Comu-nidad
las Reales Ordenes de S. M. para que saliesen en el plazo
de veinticuatro horas. Los indios -«que componían de dieci-séis
a dieciocho mil almas»-no estuvieron conformes con la
expulsión de los padres de la Compañía y hubo de intervenir
Porlier, en la forma que refiere en su autobiografía, elogiada
por su anotador Bonnet, que habla de la ((viva descripción que
hace Porlier como actor en la expulsión de los jesuitas de Juli,
en que narra la desesperación y tristeza de los indios al cono-cer
el destierro de aquellos wligiosos» 53.
Regresó a Chucuito a los ocho días y allí le sorprendió otro
nombramiento relativo a su carrera en Indias: Fiscal de la
51 DAISYR ÍPODASB:i bliotecas. .., cit., pp. 546-47. La cita de la Vida. ..
de Parlier, loc. cit., p. 4.
52 PORLIERV: ida. .., cit., pp. 163-4. Certificación sobre esta Comisión
en AM.B., Legajo 11, documento 34.
3 PORLIERV:i d a..., cit., p. 167. La Representación al Rey, fechada a
8 de diciembre de 1767 en La Plata, A.M.B., Legajo 11, Documento 35/1.
El Real Título de 7 de diciembre de 1766 en Legajo 11, documento 27.
134 ANUARlO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ANTONIO PQRLIER, MARQUÉS DE BAJAMAR 23
Audiencia de Lima. Anotemos que en aquel año de 1766 nació
su primer hijo, José, muerto en la infancia.
El cargo de Fiscal de lo Civil de la Audiencia Pretorial de
Lima le fue conferido el 7 de diciembre de 1766, estando to-davía
en Chucuitos. Oigamos lo que él mismo nos dice sobre
ese nuevo nombramiento, que le cogió de sorpresa:
Que por muchos motivos me fue bastante sensi-ble,
ya por el trastorno de mi casa y familiar, con el.
grave atraso de nuevos gastos de viajes dilatados
y rost~sml,e vantar casa, vdverla u pmer de nueve,
perder los auxilios con que nos asistía desde Mojo
mi suegra.. . con otros inconvenientes políticos que
se me seguían, resolví, concluida la comisión de
Chucuyto, retroceder a Charcas para tomar, de acuer-do
con mi mujer, la deliberación conveniente, y re-gresado
a mi casa.. . me rernlvi a hacer desde q ~ e -
lla Audiencia una representación a S. M. pidiendo
me mantuviese en la plaza de Oidor que servía, re-levándome
de la Fiscalía de Lima ... #.
En el entretanto, el 2 de septiembre 1768 nacía su segundo
hijo, Esteban Antonio, que sería con el tiempo el 11 Marqués
de Bajamar. Se le tiene por padre natural del guerrillero Juan
Díaz Porlier .
El Rey no accedió a lo pedido, confirmándole en el. nuevo
cargo por Título expedido en Madrid el 2 de diciembre de 1768 ",
y Porlier hiiho de emprender viaje con tndz !r familia. CdiS
el 29 de diciembre de 1768, pero a poco cayó enfermo y tuvo
que regresar a La Plata. Repuesto y pasado el tiempo de lluvias,
emprendió de nuevo el viaje el 27 de julio de 1769. Para hacer
frente a los gastos recurrió «al expediente de rematar el m*
# PORLIEVRi&, ..., cit. p. 167.
55 GUILLERMUO ~ NVINLLE NAiV: otas para un estudio sobre recuer-dos
canarios en el Perú, ((11 Coloquio de Historia canario americana,
1977», Cabildo Insular de Gran Canaria, 1979, tomo 1, p. 178. La Real
Orden de 2 de üiicembre de 1768 en A.M.B., Legajo 11, documentos 28 y 30.
Núm. 27 119811 135
biliario de su casa y buena parte de su biblioteca: en la almo-neda
que es anunciada por edictos fijados en las puertas de su
morada y en las cuatro esquinas de la plaza y se realiza du-rante
siete días, compran libros, entre otros, varios abogados,
un par de escribanos, un canónigo, un médico escocés y un ve-cino
de Potosí)) 56, informándonos Daisy Rípodas a continuación:
Un distinto criterio presidiría la seleción del es-caso
puñado de 27 obras -apenas 6 por LO0 de! to-tal-
que el propio Porlier determinaría llevar con-sigo
a Lima cuando se marcha a servir una fiscalía
en su Audiencia. Sólo coincide con lo anterior en lo
que hace a los cuerpos legales y al infaltable Solór-zano,
escoltados ahora por tal cual libro sobre la ins-titüciSr,
Real virr~inal -Lbpez Erave, ne reye;
Ponte, De potestate prorreg-is-, por los consagra-dos
a aspectos generales o particulares del Regio Pa-tronato
Indiano -Frasso y Ribadeneyra, por un
lado; Alvarez de Abréu y Hontalh y Arce, por
otro-, y por algunos de derecho canónico, entre los
que destacan el del jesuita Murillo Velarde por su
enfoque hispano-indiano y los de Bossuet -Defensa
declarationis cleri gallicant- y de Van Espen por
su galicanismo. El conjunto, tomadas en considera-ción
las obras que no mencionamos especialmente,
responde a una austera selección de carácter profe-sional,
propia de un buen funcionario carloterceris-ta.
En apariencia, se registran en ella tres excepcio-nes
que, bien miradas, se reducen a una: la conser-vación
de la De procuranda indomm salute de Acos-ta
-rastro de sus años de protector fiscal de in-dios-
se justifica desde la perspectiva de su pró-xima
actuación como fiscal, empleo al que incum-bía
todo lo relativo al buen tratamiento de los na-turales,
cuyas modalidades era, por lo tanto, pre-ciso
conocer; la retención de la Theologia moralis
de Genesio obedece a razones parecidas en cuanto
56 DAISYR ÍPODASB:i bliotecas. .., cit., p. 520. Puede verse el testimo-nio
de esta Almoneda en el A.M.B., Legajo 11, documento 34. Say una
advertencia referente a los libros: «Los que tienen esta señal -o- no
se venden, y los que ésta X están vendidos.)) Porlier dio un poder para
ello el 14 de junio. Se señaló el día 19 y siguientes para su celebracidn
y la subasta duró hasta el día 27, en que se declaró conclusa.
136 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLAMTICOS
a guía en eventuales problemas de conciencia que
surgieran durante el desempeño de la fiscalía li-meña;
sólo la Conquista de Canarias de Peña, que
se halla al margen de las actividades específicas de
su dueño, resulta un libro en cierto modo suntua-rio
guardado en homenaje al archipiélago natal ...
¿Qué impulsaría a Porlier a desprenderse de sus.
clásicos y de tantos otros volúmenes selectos que
había llevado a Charcas? Quizás auténticas dificul-tades
económicas ante un inminente traslado no ape-tecido
-sea que quisiera hacerse de dinero, sea que
no quisiera afrontar los subidos gastos de transpor-te-;
quizá la idea de que más adelante podría re-compensar
[sic] su biblioteca ; quizá la desalenta-dora
experiencia de que las múltiples ocupaciones
de las Audiencias indianas no daban respiro para
gozar de los autores predilectos. Sólo con un cono-cimiento
detallado de 1,os libros que tuvo durante
su estancia en Lima y, sobre todo, durante sus lar-gos
años peninsulares ulteriores podría intentarse
una respuesta
Sabemos ya que Porlier era historiador de las Canarias y que
su obra había servido de base a Viera para la suya; no puede
extrañarnos, por tanto, que conservase el libro de Núñez de la
Peña, don Juan: Conquista y antigüedades de las Islas de la
Gran Canaria y su descripción, Madrid, Imprenta Real, 1676.
El viaje 10 realizan Porlier y su familia a través de la cordi-llera
del Perú, pasando por Fraga, y de allí al puerto de Arica,
al que llegó el día 31 de agosto de 1769, y desde donde embarc6
para el del CaIlao el 18 de septiembre, y habiendo llegado a Lima
tomaría posesión el 9 de octubre 58.
Destaca Porlier que en el tiempo de su cargo de Fiscal «com-prendía
el Virreinato del Perú todos los distritos de las Audien-cias
de Lima, Chile y Charcas, por no haberse creado todavía
9 DAISYR ÍPODASBi: blioteca's..., cit.. pp. 547-8.
58 LCIHMANNNo: tas. .., cit., p. 178. Sobre toda esta peripecia de Por-lier,
ver el Expediente que se conserva en el A.M.B., Legajo 11, docu-mentos
34 y 35/4. Y la Real Orden sobre su antigüedad como Fiscal de
Lima, fechada en El Escorial a 21 de octubre de 1769, en Legajo 11, de
cumento 33.
Núm. 27 (1981) 137
el nuevo Virreinato de Buenos Aires)) 59, que lo fue en 1776, un
año después de haber terminado su mandato y reintegrado él ya
a España. Se queja del excesivo trabajo para un solo Fiscal, de
lo que le sobrevino algún quebranto en su salud, «y principal-mente
habiéndoseme aumentado un principio de sordera que me
causaron los aires fríos e impetuosos que experimenté al pasar
la cordillera del Perú, que media entre las provincias de Char-cas
y la de Fraga y puerto de Arican @.
Ingresó con grado de Doctor en la Facultad de Sagrados Cá-nonei
de la Universidad de San Marcos de Lima el 10 de enero
de 1771 61.
Vienen ahora nuevos descendientes. El 1 de marzo de 1771
,n,a ce su tercer hijo, Rosendo José, marino ilustre que tomó parte mmmrnlr+n,. ,-"TI,-. $ ~ l l , , n ~ & ~
L L ~ L C U ~ ~yL ~ U Cr a r l G b b l r a en e! EXfragb de! WW~G: :%E
Telmo)), en el Cabo de Hornos, en 1819. El 4 de mayo de 1772
nace su cuarto hijo, Antonio Domingo, que se afrancesaría al
tiempo de la guerra contra Napoleón y sería luego 111 Marqués
de Bajamar. Y en 1774 nace su única hija, Juana María, que
habría de morir un año después, en febrero de 1775, a bordo del
navío «Buen Consejo)), que llevaba a Porlier y los suyos a Es-paña
".
Recibe Porlier de Madrid el primer tomo de las Noticias de
la Historia General de las Islas Canarias, de su amigo y paisano
Joseph de Viera y Clavijo, a cuyo envío corresponde con carta
de 18 de septiembre de 1773, felicitando al autor con toda efu-sión,
carta que recoge el propio Viera 63. Este, por su parte, se
alegra de la acogida que Porlier ha hecho de su historia y el
5 de mayo de 1774 escribe desde Aranjuez a don Tomás de
Nava, V Marqués de Villanueva del Prado, el ((presidente)) de
59 PORLIER: Vida ..., cit., p. 167.
60 PORLIER: Vida ..., cit., pp. 167-8.
61 Certificación fechada en 1774: A.M.B., Legajo 11, documento 38.
62 Sobre todo esto puede verse el interesante artículo de A. DE POR-LIER
Y JARAVA-a ctual Marqués de Bajamar, VI11 de su título- Bicen-tenario
del Brigadier de la Real Armada D. Rosendo Porlier, publicado
.en la «Revista General de Marina», noviembre de 1971, pp. 543-556.
63 VIERA Y CLAVIJo: Noti ch.%.., cits., edición Cioranescu, tomo 11, pá-
439-40.
138 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTlCOS
la famosa tertulia de Nava, de la cual había sido alma y motor
el propio Viera:
El primer tomo de nuestra Historia dio gusto en
el Perú. Me encuentro en este mismo correo con un
pliego del Señor D. Antonio Porlier ... Paso a V. S.
una copia en fe de que no dejará de leer con mucho
gusto este elogio de un compatriota de tanto méri-to,
cuya cordial aprobación no sólo es en abono de
mi trabajo, sino también un claro testimonio del
tierno amor que consema a nuestras Islas. ¿Qué no
se pueden ellas prometer de su Ministerio? Parece
que a su fecha todavía estaba muy remoto de pen-sar
en venir a Europa. Es regular que a la hora de
ésta se haya puesto en marcha ... 64.
En efecto; la estancia de Porlier en América tocaba a su fin.
El 8 de octubre de 1773 la Cámara de Indias consulta acerca de
su nombramiento como Fiscal del Supremo Consejo de las In-dias
por lo tocante al. departamento de la Nueva España65.
V TT;nw- d?rrl;n;+- Dnnl;nw
L v LGL a + c i i u L a 2 I ~ 1 1 1 ~ V1 I ~ü rnrnv rmr lhwlv a-umLrinLrnrtcrvi, unlr tuinbrrnsn~ryr v
que le agradece sus juicios sobre el primer tomo de las NotG
cias en la siguiente carta, que se conserva hasta hoy inédita:
Al Señor Dn. Antonio Porlier, siendo Oidor de
Lima, y promovido a la plaza de Fiscal del Supre-mo
Consejo de Indias.
Mui Sor. mío. Yo fui uno de los primeros que su-pieron
en esta Corte el ascenso de V. a la plaza de
Fiscal del Supremo Consejo de Yndias: y quando
celebraba con particular complacencia la justicia,
debida al mérito, talentos, y gran reputación de V.,
no sólo como un paisano que se interesa en las glo-rias
y fortuna de la Patria; no sólo como mui reco-nocido
a los favores que de muchos años a esta par-
61 Carta de Viera y Clavijo al V Marqués de Villanueva del Prado,
de 5 de mayo de 1774, citada por BONNETV: ida. .., cit., nota 18, p. 168.
65 Noticias sobre D. Antonio Porlier, copiadas de una nota escrita al
parecer por el mismo Porlier en Madrid para el señor Viera. Ms. copia,
folio 28 v-29 r., tomo 111 de la «Colección de Documentos)) de Agustín
Millares Torres, archivo de «El Museo Canarios, mencionado en el Inclice
de Manuel Hernández Suárez, p. 15, núm. 5, Plan Cultural, 1977.
te he merecido a las Casas de los Señores Marque-ses
de Villanueva del Prado, y del Sor. Dn. Juan
Porlier; sino también como apasionado de V. en
fuerza de las gratas memorias que tiene V. asegu-radas
entre sus amigos de Tenerife: quando yo ce-lebraba,
digo, esta feliz suerte, me hallo con la apre-ciable
carta de 18 de Setiembre del año próximo
pasado, con la que V. desde Lima me honra, y me
confunde.
Quiso la casualidad que V. leyese el primer torno
de las Noticias de la Historia Universal de nuestras
Canarias, y esta obra tuvo la dicha de divertirle
y agradarle de modo que mereció su aprobación, y
aún su elogio. Reconozco aquí los efectos de un
tierno y ardiente amor a la Patria, que haciendo
a V. sumamente indulgente sobre los inevitables ye-rros
del autor, ha querido contar su zelo por ta-lento,
y mirar la utilidad de la empresa como des-empeño
del asunto. A la verdad, él era muy arduo.
Era preciso luchar a cada paso con la obscuridad
y confusión de nuestras noticias históricas, con la
escasez de monumentos, con la negligencia, des-unión.
y aún poca buena fe de nuestros propios pai-sanos.
Eran necesarios auxilios, Mecenas, luces, y
formar un partido de personas adictadas a las ven-tajas
de la Patria. Sin embargo, yo tuve el arrojo
de emprender este trabajo, luego que concluidos
mis estudios escolásticos ya en medio de otros más
varios, más amenos y más útiles, eché de ver la ex-trema
necesidad que tenían las Islas Canarias de
una Historia: y he comenzado a publicarla sin más
apoyo que el de mi constante tesón, ni otro fomen-to
que los estímulos de unos quantos amigos.
No pondero estas dificultades (que V. puede su-poner)
para hacer valer mis tareas. Dígolo sí para
merecer la disculpa, o e! disimulo de mis yerros,
que aún por eso no me pareció conforme dar otro
título que el de Noticias a la obra. Ya ha salido a
luz el segundo tomo, con la satisfacción de ser igual-mente
acepto a los buenos canarios; y espero que
V. no dejará de mirarle con los mismos ojos que aE
primero, sobre el seguro de que la favorable acogida
que hallare en V. me servirá de galardón. Me llena
de amor propio el que V. me diga, ha creído verifi-cado
en mi persona, aquel eloqüente vaticinio que
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTlCOS
V. hizo a la Real Academia de la Historia, en su
bella Disertación, leído año de 1755. Estoi muy lexos
de contempl.arme el Solis Canario; con todo, pudie-ra
haberlo sido, si yo hubiese tenido a mano mu-chos
Discursos como aquel. Confesaré siempre con
gusto, que éste fue uno de los documentos más pre-ciosos,
que desde luego tuve a la vista en orden a
nuestras antigüedades. Adquirilo del Canónigo Dn.
Francisco Vizcayno, en la Ciudad de la Laguna, y
lo he citado con el aprecio que él se merece, y de
que se desentiende la modestia de V., virtud tanto
mayor quanto con razón pudiera V. decirme había
encontrado en mi obra algunos pensamientos y pro-posiciones
casi idénticas de aquel Manuscrito. Qué
¿V. se pica de Profeta, y no vé lo que está saltando
u =joS6?6
66 La disertación de Porlier ante la Academia de la Historia el 5 de
mayo de 1755 concluía con estas palabras:
Esta, Señor, es en suma la Historia de la Conquista de Cana-rias,
materia por cierto de mucha extensión si hubiera de tra-tarse
con la individualidad de todos los sucesos que acaecieron
en aquellos tiempos, y empresa que especificada por menudo no
hiciera menor honor a la Nación que la Conquista del Nuevo
Mundo, si se comparan las estratagemas, valor y soberbia de
unos habitadores con otros y la diversidad de fuerzas de unos
y otros armamentos; pero como la desgrzsia de nuestro país
ha sido lo poco que se han dedicado los ingenios a descu-brir
entre los papeles de sus archivos el tesoro de sus antigüe-dades,
no ha logrado hasta ahora esta empresa las dignas ala-banzas
a que es acreedora, pudiendo desde luego arrojarme a
decir que, con un Solís canario que hubieran producido estas
islas, puede ser que ambas conquistas formaran un problema
tal vez difícil de terminar; pero como no pierdan por esta falta
su mérito las ocasiones sobresalientes, puede ser que la reso-lución
de los años descubra quien, sacrificando el tiempo a este
trabajo y sabiendo dirigir la pluma con acierto, logre en alguna
edad la predicación de tan gloriosa competencia ... (Loc. cit.,
página 99).
Como es sabido, Antonio de Salís y Rivadeneira (Alcalá de Henares,
1610-Madrid, 1686), cronista mayor de la Indias, sacerdote a partir de
1667, fue autor de una importante Historia de la conquista de México
población y progresos de la América septentrional, conocida por el nom-bre
de Nueva Espafia, Madrid, 1684.
Lo que yo veo es, que mi fortuna y la de la Pa-tria
es la que va a acercarnos la persona de V. a
esta Corte, para que baxo sus auspicios é influxo
se continúen mís tareas con más aciertos. Considero
ya a V. en camino azia la Europa, y ansioso de an-ticiparle
mi gratitud por sus generosas expresiones,
adelanto esta Carta, interin logro repetirme perso-nalmente
su obediencia y darle la más afectuosa
bienvenida &&. Madrid 27 de Mayo de 177467.
VIII. FISCADLE L CONSEJODE INDIAS
Sólo a fines de ese año de 1774 supo Porlier que el correo
lp hahia trui& 12 fi~ticiz& h&&~elec ~nferi(?1e2 de Fjs-cal
del Supremo Consejo de Indias, por lo tocante al departa-mento
de la Nueva España; cosa para la que él no había «prac-ticado
diligencia, ni pretensión a ella)). Luego recibió cartas par-ticulares
de la Corte que se la confirmaban, hasta que le llegó
oficialmente el nombramiento, por Real Cédula de 17 de julio
de 1775 68.
Cesó en la Fiscalía de Lima el 31 de enero de este último
año, hizo testamento el 26 de ese mese y el 3 de febrero em-barcaba
en El Callao, en el navío «Buen Consejo, con toda la
familia, o sea, esposa y cuatro hijos, de los cuales la única niña,
Juana María, fallecería de viruelas a bordo. Llegaron a Cádiz
el 4 de julio siguiente, pasó a Madrid a fines de agosto y toma-ría
posesión de su cargo el 9 de septiembre 70. Ya tenemos a don
Antonio Porlier de nuevo en la capital de las Españas, con cin-cuenta
y tres años de edad, mujer y tres hijos varones de corta
edad, después de casi veinte años en la América española.
Poco sabemos de sus hechos en estos primeros tiempos de
67 Biblioteca de la S.E.L. Debo esta y otras cartas de Viera a mi amigo
Enrique Romeu Palamelos, Conde de Barbate, a quien agradezco todas
-..m ..+rinriin..rir
3- a b c a ~ l r ~ ~ u s z i 3 .
68 A.M.B., Legajo 11, documento 39. Ver también cartas y oficios
de 1773, relativos a su designación y documentos de finiquito en la ges-tión
de América en 1774, en el Legajo 11, documentos 36, 37 y 39.
69 UHMANNoNta,s ..., cits., p. 178 y nota 47.
m Noticias sobre D. Antonio Porlier ..., cits.
142 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTiCOG
ANTONIO PORLIER, MARQUÉS DE BAJAMAR 31
residencia en Madrid. El ministro de Indias don José Gálvez
-nombrado en 1775- le ((ocupaba en varios asuntos de su Mi-niterio
con don Francisco Machado, Contador y Ministro del
propio Ti.ibunaI.» 71.
En 1776 es designado Porlier Académico honorario de la
Real Academia de San Fernando de las Nobles Artes. En 17 de
enero de 1777 le fue concedida la Cruz pensionada de Carlos 111,
que le fue impuesta el mes siguiente por el Patriarca de las
Indias 72. El 18 de marzo de 1779 muere su hermano y padrino,
don Juan Antonio, a quien se enterró en el Hospital de Dob
res de La Laguna. Y, sobre todo, ocho días más tarde muere
su esposa, doña María Josefa Sáenz de Asteguieta, que contaba
sólo treinta y dos años de edad, dejándole con los tres hijos
varones: Esteban Antonio, de diez años; Rosendo José, de seis
años, y Antonio Domingo, de cinco. Su casa era, hasta entonces,
la de los demás isleños en la Corte, que allí encontraban ((afa-bilidad,
trato muy amable y protección)) 73. Porlier salió de Ma-drid,
buscando alivio a su pena, durante cuatro meses 74.
IX. C ~ A ~ R I SDTE AI NDIAS
Por Real Decreto de Carlos 111 de 8 de junio de 1780 se nom-bró
a Porlier Camarista de Indias, con voto en dicha Cámara
«en todos los negocios que no estuviese impedido por su minis-
71 PORLIER: Vida ..., cit., p. 169. Este don Francisco Javier Machado
Fiesco, uno de los componentes de la constelaci&n Can Mugor que Viera
cantaría en 1800, estaba muy unido a Porlier en todo lo que se refiriese
a temas de Canarias; como por ejemplo la Universidad, según hemos de
ver. Habfa nacido, también, en La Laguna en 1730; estuvo de Fiscal en
la Nueva España con el Virrey Gálvez; fue secretario del Virreinato de
México; a su regreso fue Intendente de la Provincia de Cuenca, y luego,
en 1777, Ministro y Contmlor general del Supremo Consejo y Cámara de
Ind-i.a. s-, -d onde hemos visto que volvió a coincidir con Porlier. --
l. VIERA: i*iicias ..., cits., tomo 11, p. Yü6. Y Aroticm sobre D. An-tonio
PorE.ier, también ya citadas.
73 Carta de don Martin de Salazar de Frías a su tío político don
Antonio Porlier de 9 de abril de 1799, dándole el pésame por la muerte
de su esposa (A.A.S.F.).
74 Carta de 2 de junio de 1779 (A. A. S. F.).
Núm. 27. (1981) 143
terio fiscal, con el sueldo correspondiente a la plaza de Cama-rista))
75. «A esta nueva ocupación -escribe el propio Porlier-se
me recreció la de la asistencia en dos días de cada semana a
la junta de Leyes, mandada erigir para el examen y arreglo de
la de Indias y su recopilación, trabajo muy prolijo y delicado,
durando cada sesión las mismas tres horas en que se ocupaba
el Consejo)) 76. Desde Roma, Viera y Clavijo se apresura a feli-citar
al amigo y paisano, en carta de 5 de junio de 1780, al tiem-po
que se conduele del fallecimiento de don Tomás de Nava, el
V Marqués de Villanueva del Prado, sobrino carnal de Porlier,
-ocurrido el. 5 de noviembre anterior:
Al Sor. Dn. Antonio Porlier, &&. N::
Mili Sor. mío y estimado Amigo: El día 11 de
junio, en que acababa yo de llegar a esta famosa U
Capital del Orbe Christiano, me favorecía V. con d -
apreciable carta, que recibí ayer, no sin el particular 8'
gusto de saber que V. se mantenía bueno, y que en 8
fin, el Rey ha coronado la bella carrera de sus mé-ritos
con el honor de hacerla su Camarista de Indias. e
Doi a V. ilustrísimas y cordialísimas enhorabuenas, 5
complaciéndome verdaderamente en ello, por el sin- Y
E
cero afecto que profeso a V., a su familia, y a la Pa- =n
6
tria, al Rey, a las Indias, y a los Amigos, por exemplo U a nuestro Dn. N. [?], a quien contemplo ya ageno E
de todo humor melancólico. i
No llegó a tener esta satisfacción nuestro tan ma- 1
logrado como dignísimo de más larga vida, Marqués a
2 de ViIIanueva del Prado, cuya temprana muerte Ilo- g
raré siempre sin consuelo, y las Canarias el Ciuda- !
dano de más luces que acaso hubo jamás en ellas. 0 Me hallaba en Turín quando recibí la fatal. nueva,
en carta del Marqués de San Andrés, que V. ahora
me confirma, y que todavía mezcla su sinsabor a
quanto pueda divertirme en mi presente viaje de
Italia
75 Noticias sobre don Antolzio Po~lie.r.. , cit. La Real Cédula está
=l-w-t.--n,- sruií erL hi-z-ij-faie 1z2 de j-~-dud e 1786 y FGbpica& erL 12 ;tGaZeCa &
Madrid)) el día 6, p. 423: A.M.B., Legajo 11, documento 40.
Retrato de don Antonio Porlier, por Yaza, 1780, en nuestra Lámina IX.
76 WRLIFRV: ida. .., cit., p. 170.
n Biblioteca de la S.E.L. Ha sido impresa, en unión de otras, en
Cartas familiares escritas por don José Viera y Ciuvijo a varias personas
144 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLILiVTICOS
Don Antonio Porlier y Sopranis. Oleo de J. Yaza. 1780, propiedrd del
marqués de Bajamar, Madrid. (Foto Llop.,
LAMINA X
En 1781 escribe Porlier una Instrucción para mi hijo .Este-ban
Porlier cuyos capítulos deberá leer a menudo para su acer-tadá
conducta. Salía el varón mayor, a sus trece años de edad,
de la casa paterna para ir a servir de Capitán en el Regimiento
de la Princesa. El padre enfoca sus Instrucciones en el triple
a-specto del cristiano, del caballero y del militar. En el. primero
le recomienda la lectura de los cuatro tomos del Catecismo de
Montpellier, del Padre Pouget; el Discurso sobre la historia un&
z;ersal, del Obispo Bossuet; las meditaciones del P. Croiset en
su obra del. Retiro espiritual; y la Introducción a la vida devota,
de San Francisco de Sales. En cuanto a lo segundo, aconseja no
casarse antes de ser Jefe; no jugar más allá de un par de do-blones,
y tener a mano la Genealogía de su familia, que le en-trega
impresa. En la carrera de las armas le recomienda el Poe-ma
del ,arte de la guelcra, del Rey de Prusia, Philosophe de Saint
Souci; ir destinado a la escuela militar del Puerto de Santa Ma-ría;
leer el Soldado cristiano o perfecto, de don Vicente de los
Ríos, etc., etc. 78 Don Antonio no dejaría de recomendar a sus
otros dos hijos, cuando les iiego ia hora de partir, ia lectura de
estas primeras reflexiones al hermano mayor.
El 6 de julio de 1782 contrajo nuestro personaje nuevo ma-trimonio.
Casó con doña María Jerónima Daoíz y Güendica, de
la que no tendría sucesión. Porl.ier contaba a la sazón sesenta
años y su esposa treinta y dos.
Ese mismo verano, su gran amigo Viera y Clavijo decide re-integrarse
a las islas Canarias, de donde había salido doce años
antes y de las que no volvería a salir. Viviría hasta 1813, el mis-mo
año en que muri6 Porlier. Viera obtiene el nombramiento de
Arcediano de Fuerteventura en la catedral de Las Paimas ei i5
de septiembre de 1782. ((Posiblemente lo consiguió -dice Cio-ranescu-
debido al apoyo de otro tinerfeño ilustre, don Antonio
Porlier y Sopranis, miembro del Consejo de Indias, con quien
mantenía relaciones de amistad)) 79.
esclarecidas, por sus dignidQaes, clases, empleos, literatura o buen cardo
ter de amistad y virtud. Santa Cruz de Tenerife, Imprenta Isleña, S. A.,
9-11.
76 A.M.B., en Wbro manuscrito, Legajo 9, documento 46.
79 ALEJANDBOC IORANESCUIn:t roducción a las No tWs. .., de Viera cb
Porlier produce en 1783 su último libro: Discurso ju.&&co
sobre el origen, aplicación y distPibucóón de los bienes eqwlios
y diferencia entre los de España y de las Indias, obra a la cual-dedica
el propio Viera, en su Historia, una larga y elogiosa cita,
concluyendo: <Cuando llegue el caso de publicarse este discur-so,
escrito con el mismo esmero que los demás dictámenes da-dos
por razón de su empleo, acaso se echará de ver que el su-premo
consejo de las Indias, en el cual se cuentan actualmente
hasta cuatro dictámenes hijos de las Canarias, no perdió todas
aquellas luces con que el marqués de la Regalía le servía hasta
25 añosa
Estos otros hijos de las Canarias a que alude Viera son -+de-más
de Poriier- don Jacobo Huerta, natural de Canaria y Oidor
que había sido de la Audiencia de Barcelona, don Francisco Ja-vier
Machado Fiesco y don Bernardo Iriarte y Nieves-Ravelo;
estos dos, integrantes de la constelación Can Magor que Viera
cantara y cuyo astro central Sirio sería Porlier. Por su parte, don
Antonio José Alvarez de Abreu, I Marqués de la Regalía (Santa
Cruz de La Palma, 1683-Madrid, 1756), fue Ministro en el Real
Consejo de Indias en 1730 y luego Camarista.
Porlier fecha en Madrid, a 29 de mayo de 1784, una carta a
su hijo Rosendo, que contaba trece años de edad, al llegar #el
caso de que te separes de mi lado para seguir la carrera de Ma-rina
que has elegido y abrazado constantemente». Le da sus con-sejos
de padre, por da tierna edad en que te hallas)); y le pide
que lea a menudo la copia de la instrucción que en 1781 dirigió
a su otro hermano, Esteban 81.
Posiblemente la última actuación importante de Porlier como
Fiscal del Consejo de las Indias la tuvo en su Defensa le& de
la Hacienda Pública en el. pleito con el Dzlque de Alba, defensa
que está fechada en Madrid a 2 de julio de 1787, muy pocos días
tadas, p. XXXV. Viera ya había manifestado este propOsito a su amigo
el Marqués de la Villa de San Andrés y Vizconde del Buen Paso, en m-ta
desde Madrid de 6 de noviembre de 1781: Cartas familiares ..., pp. 29-31.
Aún tardarfa m& de dos años en emprender el viaje. Saldría de Madrid
el 27 de septiembre de 1784; y desde Ckdiz, el 31 de octubre.
TTIEX II CLAYIIC>, ^~~t in:..c.,s ciCc., tnmQ II, pp. m-?.
81 A. M. B., Libro manuscrito, citado.
146 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
antes de su elevación al Ministerio, Actuaba en segunda instan-cia,
sobre la sentencia de vista de 11 de enero de 1777, favora-ble
a la pretensión del Duque de Alba. Concluyendo que
la Real Hacienda nada debe en el día a la Casa y
Mayorazgo del Duque de Alba por razón de la insi-nuada
merced, mediante a que tiene satisfecho ya
con tanto exceso el verdadero importe de los crédi-tos
que reclamó en el reynado del Señor D. Feli-pe
111 y que antes bien debe quedarla expedita su
acción para recobrar lo desembolsado de más 82.
En el mes de junio de 1787 muere el Ministro universal de
Indias, don José de Gálvez. El gobierno de Carlos 111, al frente
del cual estaba el Secretario de Estado Conde de BloridaManca,
dicta una nueva organización por la que: en sustitución del Mi-nisterio
único, se constituyen dos grandes Ministerios o Secreta-rías
de Indias: la de Gracia y Justicia, de un lado, y la de Ha-cienda
y Guerra, de otro (Real Decreto de 8 de julio de 1787).
Para esta última fue llamado el BayKo don Antonio de Valdés
y BazCin, que era al propio tiempo Secretario de Marina. Para
la de Gracia y Justicia es nombrado nuestro paisano don Antonio
de Porlier y Sopranis.
La primera noticia se la dio a Porlier el propio Floridablan-
E A. M. B., Legajo 5, Üocumento 7. Consta de 24 hojas, tamaño ioiio
y se titula Defensa legal que por la Real Hacienda hace don Antonio Por-lier,
Fiscal más antiguo del Real y Supremo Consejo de las Indias, con
voto en su Cíínmra, en el Pleyto, que en virtud de Real Orden pende en
el de Castilla y su Sala de Justicia, en grado de revista, con el Duque de
Alba, sobre la continuacidn de la merced de 8 ducados anum, concedida
pi %Iii & WiilP eii U & casay &,iigórmgü & A b U mz íiidios meos de;
Perú, y entretanto que se verifacaba su Encomienda, que se satisfaciera
de las Caxas Reales de Lim; y la percepcidn de caidos desde su última
puga, que fue hasta fin &el año de 1695, con los intereses correspmüientes.
Madrid, MDCELXXXVII. En la Imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y
Compaíiía.
ca, en un oficio del mismo día 8 de julio 83. Nuestro hombre vuel-ve
a sus dudas y temores:
Sorprendióme esta inesperada novedad, no por el
honor que me resultaba de esta elección, sino por
la inquietud y trastorno en mi orden de vida ya
entablada y en el peso que iba a descargar sobre
mis débiles hombros, y así me quejé en aquella oca-sión
de que no se me hubiese prevenido ni avisado
de antemano que yo acaso hubiera representado mi
poca aptitud para el desempeño de tan importante
cargo, a lo que sólo me respondió que el Rey lo ha-bía
así resuelto y que ya estaba firmado por S. M.
el Real Decreto, que se me remitiría el oficio al día
siguiente, con lo que no tuve más remedio que pre-sentarme
en dicho día a besar la mano del Rey y a
las demás personas reales acompañado del citado
Ministro de Estado 84.
El Real Decreto de nombramiento se expidió con fecha 10 de
ese mes; y su título fue el. de Ministro del Despacho universal
de Gracia y Justicia de Indias @I. nterinamente, Porlier hubo de
hacerse cargo de todos los problemas de Gracia y Justicia, tanto
!os de España como de las Indias, constituyendo ello un primer
paso del integracionismo %.
Viera, ya en Gran Canaria como hemos dicho, se apresura a
felicitarle por este nuevo ascenso :
83 En A.M.B., Legajo 1, documento 98.
84 WRLIER: Vzda ..., cit., p. 171.
8s Eh AM.B., Legajo 1, documento 99; y también en documentos 79
y 97. Se publicá en la ((Gazeta de Madridx, núm. 56, de 13 de julio de
2787, p. 457.
DEMETRIROA MOSP ÉREZ: El Presiüente de la Real Audiencict &e Ce
racas, en su fase inicial, y su intento de concentración de todos los po-derw.
Ac&r~d=,N W~OTA&! !Cz Eistcri8, n,3.1em!xio segmdo Veugreso
venezolmo de Historia)), del 18 d 23 de noviembre de 1974, tomo 11, Ca-racas,
1975, pp. 487-488.R eproducido por el mismo autor en E~t t~i á odse
Htstorics mezolQnd, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia,
número 126, «Fuentes para la Historia Colonial de Venemelaw, Caracas,
1976, pp. 770-71.
128 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ANTONIO PORLIER, NIARQUÉS DE BAJAMAR 37
Al Exmo. seilor don Antonio Porlier.
Canaria 30 de julio de 1787.
Muy señor mío y estimado amigo: La Gaceta del
13 del mes corriente nos ha traído por Cádiz con
sólo el atraso de 15 días la plausible y feliz noticia
de que S. M. se ha servido nombrar a usted para el
alto e importante empleo de su secretario de estad0
y del despacho de las Indias. No dudo que en medio
del concierto general de aclamaciones y enhorabue-nas
que V. E. estará recogiendo de todas partes, se
habrá de hacer algún lugar la voz desinteresada y
sincera de un antiguo amigo y paisano, que habiend'o
apreciado siempre sus particulares prendas y talen-tos
tiene hoy la satisfacción de verlos tan gloriosa-mente
coronados.
Desde que supimos aquí la muerte del señor don
José de Gálvez, y se hacían algunas conjeturas en
orden a su sucesor, yo decía que de justicia lo debia
ser V. E. y ya ve V. E. que el Rey pensaba como
yo. Ni ha sido de ahora en mí esta profecía. Me
acuerdo que alguna vez se lo insinué a V. E. en con-versación,
y que V. E., como que se asustaba, con-siderando
aun en hipótesis y en perspectiva lo ar-duo
de tan laborioso destino; bien que los ramos
de Hacienda y Guerra eran quizá los que arredrabamr
el espíritu de V. E., que separados ya sólo le dejan
una mies a la verdad copiosa, pero muy propia de
su experiencia y notorias luces.
Que conceda Dios a V. E. Iarga vida y bastantes
fuerzas para desempeñar la Real confianza en bene-ficio
de la Nación, y en especial de nuestras pobres
Islas, que han merecido dar a la Monarquía un hijo
que las ha honrado tanto. Por mi parte yo no pediré
a V. E. otra cosa, sino que me tenga siempre pre-sente
en su antiguo cariño y amistad, y que nunca
diga yo como el otro cuando supo que habían hecho
Ministro a un amigo suyo i Ah, he perdido un ami-go:
quedando a mi cuidado, como historiador de la
Patria, el colocar a V. E. en el catálogo de las más
claros varones de ella. Y ahora sí que quisiera estar
todavía en Madrid para rendir con este motivo per-sonalmente
mis cordiales respetos a mi señora doña
Gerónima, cuya tertulia se habrá aumentado sobr*
manera después que la vicisitud de las cosas huma-
nas ha hecho pasar a su casa la corte que hasta aquí
se tenía junto a los Mostenses.
En fin, a V. E. no le queda ya tiempo para leer
cartas inútiles y acaso en las actuales circunstan-cias
ésta habrá sido larga, pero tampoco ha podido
ser más sucinta, por lo que concluyo reiterando a
V. E. las protestas de mi constante obediencia y plá-cemes
y rogando a Dios &&
Lo mismo hace su sobrino nieto don Alonso de Nava, nuevo
Marqués de Villanueva del Prado, en carta sin fecha, cuya parte
pertinente transcribimos a continuación :
Mi muy querido venerado Tío y Sor. Ya en una
embarcación que a la hora de ésta debe de haber
salido de Canaria para Cádiz, escribí a V. M. expre-sándole
el júbilo con que nos hallábamos todos los
Parientes de V. M. y todas las Yslas a consecuencia
de la gustosísima noticia de haberse dignado el Rey
nombrar a V. M. por su Ministro de Gracia y Jus-ticia
de Yndias. Si toda la nación ha aplaudido, como
sabemos, a esta tan acertada elección, considere T7. M.
qué regocijo no habrá causado ella en e! país en que
V. M. ha nacido, y que V. M. honra por su mérito,
por su empleo y por ser el primer Canario que ha
llegado a esta eminente dignidad! Así, Ia Patria ha
hecho muchas demost.raciones públicas de su sa-tisfacción,
y es inútil decir a V. M. que todos sus
Parientes son los que más se han distinguido como
era justo, en esta ocasión. Pero yo encuentro mucha
complacencia en repetir y en contemplar que entre
todos aquellos a quienes ha alcanzado aquí este gozo,
yo soi el que tengo más motivos de alegrarme, tanto
por los repetidos favores que he debido a V. M., como
porque habiendo tenido ocasión de conocerle y de
tratarle, los lazos de parentesco se han hecho más
fuertes con los del amor y del reconocimiento. V. M.
me ha constituido en una nueva obligación con ha-ber
tenido la bondad de acordarse de mí en medio
de sus muchas ocupaciones para participarme aque-lla
gustosa novedad. Esta carta que según su fecha
de 14 de julio, debía haber venido en el correo ante-
9: Inserta en Cartas familliares ..., cits. pp. 48-49. Viera asistía a la ter-tulia
qíre se celebraba en la casa de don Antonio Porlier.
2 50 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTlCOS
ANTONIO PORLIER, P~ARQUÉDSE BAJAMAR 39
cedente, no ha llegado a mis manos hasta el arribo
de el de este mes que se verificó en la semana última.
Así ya acá teníamos la Gazeta, que V. M. se sirve
incluirme, y estábamos impuestos en las plausibles
particularidades de su celebrado nombramiento, ex-cepto
en las más privadas que V. M. me comunica,
y de que doi a V. M. muchísimas gracias))
Al escribir Viera a don Alonsó el 28 de noviembre siguiente,
Ie pregunta:
;Cómo le va en su alto Ministerio a nuestro Se-cretario
de Gracia y Justicia de Indias? En el correo
pasado recibí una postdata de su puño y propia de
su verdadero cariño.
Y en 4 de diciembre, el mismo Viera fel.icita a Porlier las
Pascuas :
Acuérdome de haberlas tenido y disfrutado con V.
algunos años muy felices 89.
Don Antonio Porlier, años adelante, habría de resumir su ac-tuación
de gobierno en una relación de lo acaecido en el tiem-po
de mi Ministerio», que tituló por extenso como Relación ~ 4 1 -
tuad de los principales asuntos y negocios que ocurrieron y se
despacharon en los cinco años que estuvo a cargo de D. Antonio
Porlier el Ministerio de Gracia y Justicia de Indias, al que se
agregó después el de Gracia y Justicia de España. Está fechado
en Madrid a 14 de septiembre de 1807, cuando el. Marqués de
Bajamar contaba ochenta y cinco años de edad y hacía como
un balance de su vida pública.
Comentando la división en dos del Ministerio que había des-empeñado
Gálvez, dice en su introducción :
No faltaron sus disgustillos, entre una y otra, cau-sados
por ambos dependientes, los que trascendían
a los dos Jefes (él y Valdés), y en los cuales con pru-dencia
y disimulos y amigablemente se fueron ven-
Archivo de la S.E.L., Casa de Nava, ((Cartas familiares)), SigtP 9/546.
Insertas en Cartas familiares ..., cits., pp. 51-53, y 5354.
Núm. 87 11981) 151
ciendo y disipando, aunque de cuando en cuando
volvían a sacar la cabeza e inquietaban los ánimos
de los Jefes y subalternos a que era preciso acudir
para establecer la paz y buena armonía, tan inpor-tante
para hacer el servicio del Rey.
Va relacionando las resoluciones tomadas; entre ellas, des-taca
el encargo hecho a don Juan Bautista Muñoz de escribir
la Historia General de las Indias y formar el Atlas Americano,
Geográfico y Topográfico de Indias; la publicación de la Nisto-ria
Natural de don Francisco Hernández; urgir a la Junta de
Leyes a la continua formación y arreglo de las de Indias; el
arreglo del Archivo secreto del Consejo; el establecimiento en
Granada de un Colegio para la educación de la juventud indiana ;
ia publicación de la flora peruana; la protección y fomento cie
la Comisión que desempeñaba en el Reino de Santa Fe don Josef
Mutis; el cultivo de la quina de Loxa y de la canela en Filipi-nas;
el expediente para el arreglo y gobierno de los negros de
todos los dominios de América con una Real Cédula de 31 de
mayo de 1789, «la cual han entorpecido algunos recursos promo-vidos
por los hacendados de Caracas y La Habana)); el arreglo
de los seis Colegios Mayores establecidos en las Universidades
de Salamanca, Alcalá y Valladolid, entonces en franca deczden-cia
; &c., etc.
Al tiempo de la elevación de Porlier y Valdés a sus respec-tivos
ministerios circuló por Madrid la siguiente poesía:
AMERICA
¿Quién nos ha de defender? -Porlier.
¿Quién todo es desinterés? -Valdés.
¿Quién nos mejora el destino? -Moñino.
Nos han abierto el camino
de nuestra felicidad,
restaurando la equidad,
Porlier, Valdés y Moñino.
Vivan 91.
90 A.M.B., Legajo 6, documento 21.
9 A.M.B., Legajo 1, documento 10.
152 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTtCOS
Destaquemos ahora don grandes iniciativas de Porlier, rela-tivas
a sus Islas: el Jardín Botánico de Tenerife y la Universi-dad
de Canarias. De momento contemplaremos solamente el pri-mero,
ya que la Universidad se gestionó en la segunda etapa
cuando, ya Marqués de Bajamar, reunía los ministerios de In-dias
y de España.
1. El Jardin Botánico de Tenerife
A instancias de su sobrino nieto el citado don Alonso de
Nava, VI Marqués de Villanueva del Prado, gestionó Porlier cer-ca
de Carlos 111 la creación de un Jardín de Aclimatación de
Plantas en ia isia de Tenerife, io que obtuvo por Reai Céciuia de
17 de agosto de 1788. Se trata de nuestro entrafiable Jardin Bo-tánico
del valle de La Orotava, ((obra exclusiva, material y cien-tíficamente,
del marqués de Villanueva del Prado. En su forma-ción
y mantenimiento ha gastado el marqués muchos años de
su villa y ia mejor parte de su hacienda. Es la primera obra
científica hecha en Canarias por canarios, al que sólo ha faltado
la planilla especializada que no podía venir sino de la Penín-sulan
92.
Es muy importante la correspondencia enviada por Nava a
Porlier, entre el 18 de septiembre de 1788 y el 1 de agosto de
1792, cuando 'el ya Marqués de Bajamar ha dejado incluso e1
ministerio; toda ella trabajada por Rodríguez García 93. Nosotros
señalaremos otras cartas y documentos de Porlier que acreditan
su interés por la obra en marcha.
,M, en carta a U m A!üi.,s~ de 25 de oztUbre U2 1794 !e zu-menta
:
ALEJANDRO CIORANESCULa: Ilustracidn cana&, en la reedicidn de
1s Historia General de Canarias, de Agmtfn MTIIarer Torres, h a PI~Is~
Edirca, tomo IV, 1977, p. 191.
m VICENTER ODR~GUGEAZ RC~AL:a historia del Jardh B&ínico de Te-nertfe
en el siglo XVIII. Las fuentes dococmeatales del Archivo General
de Indias de Sevilla. «II Coloquio de Historia canario-americana 1977»,
tomo 11, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1979, pp. 327 y sigs.
Núm. 27 ll0811 153
Veo el buen estado del Jardín Botánico, el cual
prosperará con la llegada del jardinero que se espe-ra
de Inglaterra ; al actual Ministro de Gracia y Jus-ticia
no hay muchos días que le he recomendado
este establecimiento, haciéndole ver su utilidad, y
las ventajas que puedan prometerse al servicio del
Rey y bien del piíblico, y creo vive persuadido de
ello 94.
En otra del mismo al mismo, su fecha diez años más tarde,
23 de junio de 1804, le escribe:
Las plantas raras y exóticas de ese Jardín Botá-nico
sería conveniente irlas poco a poco remitiendo a
España, dirigidas por el Ministerio de Gracia y Jus-tici.,
p e c fin e1 fpjtg & &&hvirnipn-to
y poblados de ellas los Jardines de Aranjuez y el
Botánico de Madrid vivirá siempre olvidado el es-tablecimiento
en esa Ysla, como lo ha estado hasta
aora, por ese motivo 95.
Este punto de amargura que ya revela Bajamar en su carta
de 1804 se ve aumentado en la Relación puntual.. . de que luego
nos ocuparemos, escrita en 1807, en la que al hablar de nuestro
Botánico deja escrito :
Pero este útil establecimiento creo que se ha des-cuidado
desde aquí, y el. que lo estableció y adrninis-tró,
visto el abandono en que se halla, creo que tam-bién
lo habrá desatendido.
2. Director de la Económica de Tenerife
El jueves 11 de septiembre de 1788, la Real Sociedad Eco-nómica
de Amigos del País de Tenerife, con sede en La Laguna,
celebra su Junta extraordinaria para la elección de oficios. Por
.aclamación fue nombrado Director don Antonio Porlier, ((Minis-kro
de Estado (sic) y del Despacho de Gracia y Justicia de In-
94 Archivo de la SE.L., Casa de Nava, ((Cartas familiares)), Sigt." 9/546.
95 Archivo de la S.E.L., citado en la nota anterior, Casa de Nam,
.u Cartas familiares)), 9/546.
f 34 ANUARlO DE ESTUDIOS ATLANTKOS
ANTONIO WRLIER, MARQUÉS DE BAJAMAR 43
&as». Como era obvio que no podría asistir a las sesiones, se
acordó igualmente nombrar un segundo Director, «y salió ele-gido
don Alonso de Nava,, que obtuvo quince votos". Nuestro
personaje resultaría reelegido como Director ininterrumpidamen-te
hasta el final del siglo XVIII, como puede verse en el. acta de
la sesión del 30 de diciembre de 1799 97.
Por lo que hace al siglo xrx, el Marqués de Bajamar siguió
siendo reelegido en aquel cargo en todas las elecciones; y no
sólo hasta la relativa al año de 1808, sino, curiosamente, hasta
la de oficios para el año de 1813, inclusive. Sólo a fines de ese
año - e l del fallecimiento de Porlier- fue sucedido por el ju-rista
don José Antonio de Morales y Calvo 98.
No parece, pues, que a la Económica tinerfeña le preocupara
mucho ei afrancesamiento ciei Pnarqués de Bajamar, bien cono-cido
de ella desde el. propio año de 1808, y muy particularmente
de su sobrino nieto don Alonso de Nava, que habría de ser obje-
Xado cuando se le eligió para la Junta Suprema Central preci-samente
por ser pariente de Porlier, según hemos de ver a su
.A:,.-..,. ueulpu.
XI. CONSEJEXDOE ESTADO
El Rey Carlos 111 murió el 14 de diciembre de 1788. aY ha-biendo
sucedido en el trono -cuenta Porlier- su hijo primo-genito
el señor don Carlos IV, fui nombrado por este nuevo mo-narca
Consejero de Estado el día de su proclamación en Madrid,
sin haber hecho insinuación alguna ni solicitar esta condecora-c
i b n ~99. En efecto, don Antonio Porlier fue nombrado Consejero
de Estado ei día ir3 de enero de 1789. Y ie fue notificado ei nom-bramiento
los días 15 y 16 por el Conde de Floridablanca lm.
Cuando Carlos IV decide restablecer el ejercicio del Consejo
% ENRIQUREO bm PALAZUELOS: Ld Económica a través de sus actas.
Año 1766 al 1800. La Ea-euna de Tenerse, 1970, p. 7.5.
91 ROMEU: La Ecmdm6ca ..., cit., p. 107.
Datos facilitados por mi buen amigo Enrique Roméu, en carta al
autor de 25 de octubre de 1980. " PORLIERV: ida. .., cit., p. 173.
A.MB., Legajo 1, documento 100.
de Estado, por Real Decreto fechado en Aranjuez el 28 de febre-ro
de 1792, Porlier -ya Marqués de Bajamar- es uno de los
más antiguos, detrás del Decano, Conde de Aranda, de Almodó-var
y de Valdés. Más modernos que él lo eran Astorga, Campo
de Alange, Asalto, Flórez, Campomanes y Gardoqui lol. Hemos
de ver que también fue Consejero de Estado con José Bona-parte.
XII. MINISTRODE GRACIAY JUSTICDIEA E SPANAE INDIAS
Por Real Decreto de 25 de abril de 1790 nombró el Rey a don
Antonio Porlier Ministro de Gracia y Justicia de España y de
las Indias, io cual supuso la reaiizacibn del integracionismü tial
decretarse la unión -bajo la misma mano y en el mismo orga-nismo-
de los negocios americanos y españoles, constituyén-dose
un solo Ministerio o Secretaría para cada ramo» la. Fue éste
el punto de máxima cota en la carrera política de nuestro Por-lier,
quien tenía a la sazón sesenta y ocho años; recibiría honores,
títulos y condecoraciones; y desempeñaría el Ministerio poco
más de dos años.
Porl.ier comunicó su nombramiento a la Academia de la Wis-toria,
y ésta le dio la enhorabuena con fecha 11 de mayo de
1890 'O3.
La Económica de Tenerife decidió rendir a su Director un
homenaje público. En la sesión del 10 de junio acordó darle
la enhorabuena por el nombramiento; y en la extraordinaria
del día 15 siguiente, a petición de don Manuel Pimienta, se acor-dó
el homenaje propuesto, con una misa solemne con sermón a
cargo del P. M. Antonio Raymond y Te Deum en la iglesia de
m Acta fechada en Aranjuez, a 8 de abril de 1792: Archivo Histórico
Nacional (A. E. N.), Estado, legajo 881. Sobre este punto debe verse Swn-
NARIO DE HISTORMIOADE RNAD:o cumentos del reinado de Fernando VIL
El Cmsejo de Estado (1792-1834). Ediciones de la Universidad de Nava-rra,
S. A., Instituto de Estudios Administrativos. Pamplona, 1972, pp. 87-89.
1Q2 DENIETRRIAOM OS: Estudios de historia venezolana ..., cit., p. 771.
103 Real Academia de Za; Historia. Catdlogo ..., cit., p. 46. Cornrsnicwidn
avisando de su nombramiento y borrador de carta de Secretaría dándo-le
la enhorabuena por él: Madrid, 11 de mayo de 1790.
i56 ANUARIO DE ESTUDIOS A-TLANTICOS
la Concepción, donde fue bautizado Porlier, atodo a costa de los
mios» y con amplias invitaciones. Fueron designados cuatro
comisionados, que habrían de correr con la organización, «con-vites
y oficios correspondientes, según estilo». En la Junta del 25
se leyeron cartas del Corregidor, por sí y del Real Consulado,
sobre el homenaje. Y en la de 10 de julio se vio la copia del ser-món
del P. Raymond, designándose los dos censores reglamen-t
a r i o ~ ' ~T.a mbién la Económica ofició al Cabildo de Tenerife
para que éste colaborase en los indicados festejos. El Cabildo
decide celebrar «una función de gracias en la iglesia de la Con-cepción,
asistencia del Consejo, el clero y las comunidades re-ligiosas
de la ciudad, repique de campanas ..., implorando de la
Divina Majestad la conservación de la importante salud de S. E.
y el mejor acierto en el desempeño de los vastos encargos que
tiene a su cuidado» los.
Por ese año de 1790 se produce el intento de Porlier de volver
a traer a su amigo Viera a Madrid, desde su Arcedianato de Fuer-teventura,
en Las Palmas, sin c o n s e g ~ i r l o ~E~l .h istoriador y
polígrafo, radicado en Gran Canaria desde seis años antes, se-
RoiwÉu: La Económica ..., cit., p. 83. El oficio del Real Consulado
a que se dude en el texto está fechado en La Laguna, a 24 de junio de
1970, y firmado por el Conde de Siete Fuentes y don Nicolás de Torres
Chirino. Va dirigido al Marqués de Vilianueva del Prado, a don Lorenzo
de Montemayor y a don Juan Garcia Cocho de Iriarte: Archivo de la
S. E, L., turno «Consulado Marítimo y Terrestreb.
Ei serm6n del agustino P. Raymond se titula Sermón en la solemne
acción de gracias que la Real Sociedad de Amigos de TeneP-ife celebrd
d 27 de junw üe í73, en ¿a parroquiai ae Nuestra Señora cie ¿a C m e p
c& de la ciudad de La Laguna, con el motivo de haber confetido el Rey
ia Secretaria del despacho un2versaZ de Gradu y Justicia en todos sus
doninios al excelentisirno señor don Antonio Porlier, Caballero de ,?u
Red y distinguida orden espa.íiola de Carlos 111, del Consejo de Estado
ríe S. M., actecal director de aquel cuerpo patredtico. Impreso por M. An-
E.&-~, L?iPj.eei ce l6 a,;sma S=;-, &lo 17%; zi"ull0ma
versitaria de La Laguna (B. U. L.), Pdpeles varias, 68.
'OS A. A. S. F., Cabildo de Tenerife, Documentos PamlltQres, libro 17,
Cabildo 22 junio 1790.
106 CIORAHESCUIn, troduccidn a Ias Noticias ... de Viera, cits., pági-
?la XXXVIII.
guiría en ella hasta su muerte, en 1813, el mismo año en que
también moriría Porlier en Madrid.
También se interesa Porlier por el destino de don Juan Me-léndez
Valdés, a petición del amigo común don Arias Mon y Ve-larde.
Así lo acredita una carta de éste a aquél, fechada en Avila
a 17 de julio de 1790, en la que le da cuenta de sus gestiones
con los amigos influyentes que Buiilo contaba en Madrid:
El amigo Lugo quiso que yo buscase ocasión de
hablar de Vmd. al Sor. Porlier, lo que dijo ya había
executado él, y aunque yo creía inútil este oficio,
también lo practiqué, y contestó las buenas noticias
de Vmd. y desea elegir buenos jueces, si puede lo7.
Fechada en Madrid a Zi de septiembre de 1790, aparece una
nueva carta de Porlier: la Instrucción para mi hijo Antonio Do-mingo
Portie~, que se independiza de la casa paterna cuando
tiene dieciocho años de edad. Le cita la Instrucción que formó
y entregó a sus dos hermanos Esteban y Rosendo, que le encar-ga
lea a menudo. Toca puntos especiales con motivo del destino
con el que pasa a Roma, para empezar la carrera diplomática,
Le recomienda estudios y libros (v. gr., la obra de Mr. Rollin,
compuesta del Tratado de estudios y de la Historia antigua;
la del Barón de Bielfed, que se compone de las instituciones -po-líticas
y la de su erudición completa), especialmente la Reli-gión
En 18 de noviembre de 1790 don Manuel. de Lardizábal y
Uribe notifica a Porlier su nombramiento de Académico de Nú-mero
de la Real Academia Española, por fallecimiento del Du-que
de Villahermosa, y a propuesta del Director, el Marqués de
Santa Cruz. Porlier contesta desde El Escorial el día 201@.
El 10 de diciembre de 1790 es elegido Académico Numerario
de la Real de la Historia, a propuesta del Director, Campoma-nes,
de que quedó enterado por oficio de 11 de enero de 1791,
si!!S~ qUe torr,S ps&& 32 epsió~& ! 14 & p y ? p y ~c @ipn-
107 GEORGESD EMERSODNo: n Juan Mel&dez Valdés y su tiempo (1754-
1817), Madrid, Taurus, tomo 1, p. 278.
A. M. B., libro manuscrito, legajo 9, documento 46.
A. M. B., legajo 1, documento 5, y legajo 11, documento 15.
158 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANRCOS
APJTOFJIO PQBLIER, MAE~@S BE BAJAMAR 47'
te. Anotemos que la vida académica de Porlier fue muy poco.
intensa. Como Numerario sólo asiste a la Junta de 5 de agosto
de ese año de 1791 ; y por falta de asistencia a las sesiones pasa
por segunda vez a la clase de Honorario el 21 de marzo de 1794 lloc
Pero vamos ahora con tres sucesos importantes en la vida
del ministro Porlier.
1. E4 incidente con Jovellanos
Desde 1780, don Gaspar Melchor de Jovellanos era Ministro
Consejero del Tribunal o Real Consejo de las Ordenes Militares,
&r,?m de! ~ U Pe!i gi6 1% QrUe-? Alcántara. Por otra parte; su
intimo amigo Francisco Cabarrús [Bayona 1752-Sevilla 18101
habla fundado en 1782 el Banco de San Carlos, del que fue pri-mer
Director. Pues bien; en 1789 recibe Jovellanos la orden de
ir en comisión para visitar en Asturias e' posible beneficio de1
carPPón de piedra, a propuesta del Ministro de Marina el Baylío
de la Orden de San Juan de Jerusalén Frey Antonio de Valdés.
y Bazán, Teniente General de la Armada, muy amigo y protec-tor
de Jovellanos (18 de noviembre de 1789); así como recibe del
Consejo de Ordenes, presidido por el Duque de Híjar, la comi-si6n
de investigar en los Colegios de las Ordenes Militares en
Salamanca (Real Cédula de 31 de marzo de 1790).
Estas comísiones encubrían algo: el enfrentamiento del Mi-nistro
de Hacienda, don Pedro Mpez de Lerena, Conde de Lere-na,
con Cabarrús, pleito en el cual era beligerante Jovellanos
en favor de su gran amigo; razón por la cual tanto Híjar coma.
Valdés decidieron que don Gaspar pusiera tierra por medio. Em-pezó
éste sus comisiones por Salamanca, para donde salió el 5
de abril de 1790; y allí, en junio, le cogió la noticia de la prisión
de Cabarrús en el Cuartel de Inválidos de Santa Isabel, en la
ca!!e de! Prudo, d~nde esturiu presi tres abnr, gen muy di-mas
condiciones». Sale Jovellanos de Salamanca y llega a Madrid el
22 de agosto; visita amigos; y con el Duque de Híjar «se preparó
la coartada, mediante un Real Permiso de 7 de ese mes, que le
110 Real Academia de la Historia. Catdi0g0 ..., cit., pp. 45 y 46.
autorizaba a venir a Madrid a dar cuenta de sus gestiones%. Sor-prendentemente,
encuentra en el Conde de Campomanes. un va-cío
absoluto en sus gestiones en favor de Cabarrús, pues ni si-quiera
llegó a recibirle.
Y es entonces cuando se produce el choque con Porlier. El
día 25 recibe una orden del Ministro de Gracia y Justieia -lo
,era desde el mes de abril de ese año- ((severamente conmina-toria))
:
Habiendo llegado a noticia del Rey que, sin su pre-cedente
real permiso y sin haber dado antes cuenta
del estado de los encargos a que fue destinado a
Salamanca, se ha restituido V. S. a esta Corte, me
manda S, M. prevenir a V. S. que inmediatamente
se r&,itu;.u 2 ac;cr!ja &wM, p ~ n i é x l op n~ c~am ino
luego, luego.. .
A la contestación de Jovellanos, que comunica tiene licencia
y pregunta si debe marchar a Asturias, replica Porlier el 26, día
en que se entrevistaron ambos, según el Diario de Jovellanos:
Habiendo dado cuenta al Rey del papel que me
dirigió V. S. con fecha de ayer; enterado S. M, de
lo expuesto por V. S., me ha mandado prevenirle,
como 10 ejecuto, que su real voluntad es que evacue
V. S. con la prontitud posible en el Consejo de Or-denes
los asuntos que le obligaron a venir de Sala-manca
a esta Corte y que inmediatamente se ponga
en camino para Asturias a desempeñar la comisión
del Real servicio que le está encargado en aquel
Principado.
Salió para Asturias el mismo 27, pidiendo a Porlier transmi-tiera
su propósito al Rey, ((para que este testimonio de mi celo,
añadido a los muchos que tengo dados en veintitrés años de
buenos servicios, me restituyan su real confianza, único premio
a. p e G ~ ? o » (el subrayado es nuestro).
Terminó su encargo en junio de 1791, según cartas que Biri-gíó
al Conde de Lerena, al Duque de Hijar, al ya Marqués de
Bajamar y a don Antonio Valdés desde Gijón, todas con fecha
15 de ese mes.
160 AWUARlO DE ESTUDIOS ATLAMTICOS
¿Qué había pasado? La cerrada enemiga de Lerena contra
Cabarrús y la amistad de éste con Jovellanos, que motivó la in-tervención
de don Gaspar en su favor, determinaron el inicio de
este semidestierro o destierro disfrazado, a lo que no fue ajena
en absoluto la Reina María Luisa, a quien molestaba el purita-nismo
de Jovellanos.
Cuando exonerados Fioridablanca, primero, y Aranda, des-pués,
sube al poder absoluto el favorito Godoy, Jovellanos le es-cribe
desde Gijón en octubre de 1793 dándole cuenta de todo lo
ocurrido y pidiéndole «alguna señal que acredite la aceptación
de sus servicios ante S. M. y que repare su reputación ante el
pdbl?'co» (el subrayado vuelve a ser nuestro). Esta era su verda-dera
ybsesi6n.
En otra nota de 1796, Jovellanos incide en que la causa es-tuvo
en su amistad con Cabarrús, que fue {(perseguido abierta-mente
por uno de dichos ministros [Lerena] y solapadamente
por el otro [Porlier])). La hostilidad de Porlier hacia el propio
Jovellanos la afirma Miguel Artola.
iLas vueltas del mundo! Jovellanos rompería su amistad
con Cabarrús a partir de agosto de 1808 por el afrancesamiento
de éste (recordar su durísima carta de septiembre de este año
desde Jadraque), así como lo enjuicia sin paliativos en la Memo-ria
en defensa de la Junta Central, fechada a 2 de septiembre
de 1810 ; mientras que Bajamar, claudicante, militaría en el mis-mo
campo que Cabarrús -ministro de Hacienda del Rey hasta
su muerte en Sevilla el 27 de abril de 1810- a partir de diciem-bre
de 1808 ,desde su puesto en el Consejo de Estado lll.
111 Para todo esto ver Obras de D. Gaspar Melchor de Jsvellanos,
B. A. E., tomo 46, 1.0, Madrid, Atlas, 1951, pp. 537-538, para la Memoria;
A--,. De 9 n .l:..:.L. ..,..&.-A:- ---,.---e- -7- ,Sr a-. L-7- .--o
t,ULkk" 00, 0:. EUUUIIy ~D~ ~ L L LUl U~ ~ ~ ~ : l ; ~ uzt~: ;wl ilgdu~d n1 wra, AY^, pp. XXVI
y 1, para el Estudio preliminar y los Diarios; y toma 86, 4.0, 1956, pp. 168
y sigs. para la Correspondencia.
Y el fundamental libro póstumo de GASPARG ómz DE LA SERNA:J meEla-nos,
el espfíol perdido, Madrid, Sala, 1975, tomo 1, pp. 217 y sigs.; 252
y sigs., y 272 y sigs.; y tomo 11, pp. 46 y sigs.
Don Antonio Porlier, grabado de la época, en Lámina X.
2. Marqués de Bajamar
Carlos IV decide premiar a su IeaI y eficiente súbdito. Le
otorga la gracia de un título de Castilla (1 marzo 1791); y Por-lier
decide denominarse Marqués de Bajamar, lugar de la costa
norte de Tenerife, donde la familia Sopranis poseía desde va-rias
generaciones una hacienda y una ermita dedicada al pro-tomártir
San Esteban, hoy conocida toda ella como finca PorLier.
La Real Carta se expidió el 12 de marzo siguiente. He aquí
su decisión, dirigida al Marqués de Villena :
Excmo. Sr. Habiendo debido a la piedad del Rey a
la gracia de Tituio de Castiiia, he tornado ia deno-minación
de Marqués de Bajamar; y lo participo a O
V. E. para su inteligencia por lo tocante a mi firma - m en lo sucesivo.-Dios guarde a V. E. muchos años. O E
Palacio, 18 de marzo de 1791. Ant." Porlier (rubri- SE cado) u2. E
3
112 Sección de Personal del Archivo de Palacio (A. P. R.), Expediente - -
0 Forlier. Debo la noticia de este oficio a mi buen amigo Conrado Morte- m
E
rero Simón, en carta al autor de 7 de octubre de 1976, que aquí le O
agradezco.
El título de Marqués de Bajamar obra en el A. H. N., Consejos, le- -
gajo 8978, año 1791, n.O 383, 13, Secretario Aizpún; y en el legajo 17833, a-E
n." 3, Madrid, 24 de marzo de 1791, obra un «Papel del Sor. Aizpwi sobre l
haber tomado el Sr. Porlier la denominación de Marqués de Baxamarx -
noticias que debo a mi amigo don Marcos G. Martínez, siempre atento -
a facilitarme datos y documentos. 3
O
Puede verse también en el Archivo del Ministerio de Justicia (A. M. J.),
Legajo 193/1722, documento 1. Y en el A. M. B., legajo 2, documentos 1-A,
1-B, 1-C; además de los oficios de Floridablanca y Campomanes de la
misma fecha, 1.O de marzo de 1791. El 4 de marzo Porlier escogía la Cieno-minación
de Marqués de Bajamar y Vizconde de San Esteban (A. M. J.,
legajo 193, expediente 1722, documento 3). Y el día 12 Floridablanca
acepta el nombre de Bajamar para el títu10 (A. M. B., Iegajo 2, documen-to
1-DI. Por Real Cédula de 12 de marzo se le concede el título de Viz
conde de San Esteban, que duraría seis meses, hasta el uso del título de
Marqués de Bajamar (A. M. J., legajo 193, expediente 1722, documento 6).
La Real Cédula del título de Bajamar en A. M. J., Legajo 193, Expedien-te
1722, documento 23, y A. M. B., legajo 2, documento 3. Se publicó en la
162 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
LAMINA XII
Don Antonio Porlier y Sopranis. Oleo atribuido a Francisco de Goya, pro-piedad
del marqués de Bajamar, Madrid. (Foto Llop.)
A principios de 1792, Carlos IV le otorga la Gran Cruz de la
Real Orden de Carlos 111. Y recibió el Collar el 11 de diciembre
de ees año l13.
3. La Universidad de Canarias
A Porlier se debe, también, el intento de restauración de
la Real y Pontificia Universidad Literaria de los Agustinos en
La Laguna de Tenerife, la que luego sería Universidad de
San Fernando. Dictó Carlos IV la Real Cédula de 11 de mar-zo
de 1792, con el Breve de Pío V de 25 de mayo y el informe
favorable del Marqués de Bajamar para que se instalase en La
Laguna, fechado a 29 de diciembre siguiente, en contra de ia
pretensión de Gran Canaria. En ello le auxilió el Obispo de Ca-narias
don Antonio Tavira y Almazán, comisionado para ello a
instancias suyas. Pero éste encontraba enormes resistencias, la
menor de las cuales no era la rivalidad existente entre Gran
Canaria y Tenerife, como ha destacado recientemente quien iam-bién
fuera Obispo de Canarias, Monseñor Infantes Florido n4.
Porlier se daba cuenta del retraso y de sus motivos; y así urgía
y alertaha a Tavira en 29 de septiembre de 1792:
He dejado concluido el expediente del utilísimo
establecimiento de la Universidad. Los de la Isla de
Canaria la quisieran en ese Colegio seminario, y si
así se hiciera vendría a pasar con el tiempo en que
ni Vmd. ni sus sucesores tendrían Seminario, ni el.
::Guzeta de Madrid:: de 15 de murzu \A. FvZ. Y., lega@ 2, ckcüiimt~ 2,
p. 187).
Ha sido publicado extractadarnente por MILLARESC ARLO,E nsayo ...,
cit., pp. 427-428; y por TOMÁST ABARDEE SN AVAco, laboraci6n en el Nobi-liario
de Canarias, ((Porlier)),t omo 111, p. 418.
Don Antonio Porlier, grabado antiguo, en Lámina XI.
"3 A. M. R., !egajn 1, dnclmepnt 84.
Retrato de don Antonio Porlier, atribuido s Goya, en nuestra Lámi-na
XII.
114 JosÉ ANTONIOI NFANFTLEOSR IDEOl : Obispo Tavira en Canarias. 1791-
1796. 11 Coloquio de Historia Canario-Americana (19771, Cabildo Insula~
de Gran Canaria, 1979, tomo 11, pp. 180 y sigs.
público Universidad, como ha sucedido en la ciudad
de Caracas, donde después de una centina de pleitos,
se han destruido ambos Cuerpos, y por último ven-drán
a parar en una separación, con que uno y otro
quedarán debilitados.. . Yo espero que teniendo Vmd.
presente este grave inconveniente y las demás ven-tajas
que oi'rece la Isla de Tenerife y Ciudad de La
Laguna, con otras consideraciones, que se medita-ron
muy seriamente antes de que S. M. tomase aque-lla
reso!ución, persuada a los de Canaria a que se
dejen de recursos, miren sólo por el bien público de
todas las Islas y no con sus pretensiones a desbara-tar
un pe~samiento ya maliciado, y que por iguales
motivos se ha hecho inverificable en más de tres
siglos de Conquista l15.
Pero hagamos notar una cosa: la situación en Madrid había
cambiado, y no sólo para Por1ier, la Universidad y Canarias. En
febrero de 1792 se había producido la exoneración del Conde de
Floridablanca y su sustitución por el Conde de Aranda. No más
tarde del mes de julio cesaría Porlier en el Ministerio, otorgán-dosele
la «honrosa jubilación)) de Gobernador del Consejo de In-dias.
De modo que al tiempo de escribir la carta a Tavira ya
había dejado de ser ministro; y por tanto, su peso en las deci-siones
de gobierno se había reducido al mínimo.
Tavira siguió adelante; y cerca ya del final de su mandato,
nombró tesorero interino a don Lope Antonio de la Guerra y
Peña -otro ilustrado lagunero-, que era al propio tiempo teso-rero
del Real Consulado de Canarias. Pero marchó a su nueva
diócesis, Osma, en Soria, sin haber logrado la instalación enco-mendada.
De ello se quejarían años adelante los representantes del. Ca-bildo
de Tenerife, establecido en La Laguna, intentando actua-lizar
el expediente de la Universidad. Así, don Sixto Román y
Machado, nombrado en 1796 como apoderado de aquel Ayunta-
115 Carta del Marqués de Bajamar al Obispo Tavira, fechada en Ma-drid,
a 29 de septiembre de 1792: Archivo Diocesano, Las Palmas, cita de
Monsefíor Infantes Florido en su obra El Obispo Tavira ..., cit.
.1S4 ANUARIO DE ESTUDlOS ATLANTICOS
ANTONIO PQRLIER, MARQUÉS DE BAJAMAR 53
miento, elevó un Memorial al Rey, fechado en Madrid a 31 de
julio de 1798 l16.
Y otro lagunero ilustre, don Antonio Saviñón Yáñez, nom-brado
para igual cargo a fines de 1803, se propuso llevar adelan-te
el. referido expediente, acudiendo a todos cuantos podían dar
razón de su paradero, sin conseguir durante su breve y acciden-tado
mandato la erección de la Universidad. Así, en carta suya
al Cabildo de Tenerife de 21 de julio de 1804, le dice:
... cuyo paradero, sin embargo de la carta del obis-po
Tavira, es todavía inaveriguable; y será forzoso
para dar con él aguardar las noticias que sólo puede
comunicar el señor don Sixto Román, supuesto que
se reservó con el mayor cuidado la prosecución de
c^^bL^~ e-~^ ^l^ei^g^i^~i cqiu~e, e s el piiiiierü al que aplicaré yo
todo mi conato, como a la base en la cual se ha de
apoyar el nuevo sistema de reforma y prosperidad
pública.
En otra carta del 26 de septiembre siguiente insiste:
El Ilustrísimo señor don Francisco Machado, que
se interesa con el mayor ardor en los progresos y
prosperidad de su patria, me ha ofrecido el averiguar
dónde existe el [expediente] que se formó con moti-vo
de la erección de Universidad; y es una lástima
que este asunto importantísimo esté perdiendo por
no poderse ahora ventilar las favorables circunstan-cias
de protección que ofrecen los principales Sres.
del Consejo. En esta misma semana estoy emplaza-do
por una citación con el Excmo. Señor Marqués
de Bajamar relativa a promover y terminar este ne-
~ G Z ~ C ; .
En otra del 24 de octubre acusa recibo de las noticias dadas
por don Sixto Román, que él ya las había conseguido por don
Francisco Xavier Machado, y éste, por boca del Marqués de Ba-jamar,
sobre que el expediente eexlstfri a ñ ~ sha ce e n peder Ue!
Fiscal de Castilla)).
"6 A. H. N., Consejos, legajo 5493; INFANTEFSL ORIDOEl: Obispo Ta-vira
..., cit., p. 184.
Núm. 27 (18811 165
Más adelante, en carta del, 4 de junio de 1806, comunica que
sigue trabajando sobre el establecimiento de la Universidad.
Por entonces, el Marqués de Bajamar, en su citada Relación
puntual ..., fechada en Madrid el 14 de septiembre de 1507, se
lamenta de la actuación del Obispo Tavira,
el cual, despuis de tres años que se mantuvo allí,
hasta su regreso al Obispado de Osma, nada hizo,
que se sepa, en el cumplimiento de aquel encargo
[el de la Universidad], y ignoro lo que expondría,
o al nuevo Ministro de Gracia y Justicia, o a la Cá-mara
de Castilla, y la cosa se ha quedado así, hasta
ahora, careciendo aquellos naturales ultramarinos de
un beneficio a que son acreedores, y malográndose
aquella juventud en perjuicio dei Estado y de su
Patria li7.
Saviñón, al presentar el 15 de diciembre de 1807 -cerca ya
del final de su diputación en Cortes- una Noticia de los recur-sos,
solicitudes y negocios.. . pendientes, dentro del apartado «Ex-pedientes
atrasados que corren por Escribanía de Cámara)), nom-bra
entre ellos «el de la creación de una Universidad Literaria
en la Isla» ll*.
¿Qué opinar, entonces, de la actuación de Bajamar en este
período cumbre de su vida política? Nuestro historiador del xrx
Francisco María de León presenta un balance negativo al decir:
mas de la elevación del Ministro Porlier . . . no experimentaron
las islas los bienes que debían prometerse y que le hubiera sido
fácil proporcionar)) ; concluyendo: ((Epoca transitoria, que no se
ha repetido, porque el espíritu de paisanaje, que tanto se ha no-tado
en los más de los ministerios, seguramente no influyó en
el de Porlier, ni influyó tampoco durante el valimiento de Ben-como
» l19.
117 A. M. B.? legajo 6' documento 21.
118 La Noticia, de Saviñón fue vista en la sesión del Cabildo tinerfe-fio
de 4 de marzo de 1808. Para todo esto puede verse MARCOS GUIMER~
~ A Z A A: n tonio Saviñdn, constitucionalista (1768-1814), Las Palmas, «Plan
Cultural», 1978, pp. 25-34.
119 FRANCISCO NIARÍA DE L E ~NY XUÁREZD E LA GUARDIAA: puntes PUrU la
Historia de las Islas Canarias (1776-1868). Introducción de Marcos Gui-
166 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
¿Motivos de esta diferencia? Quizá la interpretación que nos
ofrece Cioranescu en su tan citado esquema aclare las cosas de-finitivamente.
Los ilustrados canarios -dice-- se diferencian
de los peninsulares porque su ideología es mucho más activa en
el nivel especulativo que en el de las realidades. «Incluso -aña-de-
cuando sus andanzas biográficas los han transformado en
responsables de hecho y han puesto en sus manos algún instru-mento
del poder, como en el caso de Porlier ..., no demuestra
la misma capacidad de iniciativa y acometividad que caracteriza,
en sentidos diferentes, a un Aranda o a un Floridablanca» Izo.
El 10 de julio de 1792, al cumplir los cinco años en el Minis-terio
de Gracia y Justicia, «en aquella noche me llamaron los
Reyes a su cuarto, en donde me dijeron, de palabra, que consi-deraban
el peso que llevaba en el Ministerio y que habían dis-puesto
aliviarme de él colocándome en destino de menos grava-men
y ocupación, como sería para mí el Gobierno del Consejo
de Indias, que a la sazón se hallaba vacante)) '*l. Su título: Go-bernador
del Consejo Supremo de Indias. Se le notificó el 11 de
julio por Eugenio de Llaguno y Amirola, relevándole del cargo
de Secretario de Gracia y Justicia, pero ((conservándole el suel-do,
casa de aposento y emolumentos de su plaza de Consejero
de Estado)) la; mientras que el nombramiento de Presidente del
Consejo de Indias le fue notificado por el Conde de Aranda el 10
de julio de 1792 lZ3 y se publicó en la Gaceta de Madrid el 13 de
julio, «conservándole las entradas y preeminencias, y el uso del.
uniforme de Secretario de Estado y del Despacho)) la.
merá Peraza. Notas de Alejandro Cioranescu. Indice por Marcos G. Mar-tiza.
::kx!r. 6e VdtUra de Tmerife::, 1986, rp. ?V?9.
CIONARESCUL:a Ilustracidn canarid, cit., p. 192.
121 PORLIERV: ida. .., cit., p. 174.
1" A. M. B., legajo 1, documento 83.
'23 A. M. B., legajo 1, documento 82.
2 4 A. M. B., ((Gazeta de Madrid», 13 de julio de 1792, p. 473, en lega-jo
l, documento 81. Ver también documentos 101, 103 y 104.
Núm. 27 11981) 167
A partir de su toma de posesión pronunció y se imprimieron
cada año sus Discursos exhortatorios con motivo de la apertura
de las sesiones del Consejo, que iba remitiendo puntualmente a
la Academia de la Historia lZ5. Existen ejemplares de estos dis-cursos
correspondientes a los años que van desde 1793 a 1805
en diversas bibliotecas. Tiene Porlier en aquel. momento inicial
setenta años cumplidos. Es, como hemos escrito antes, una hon-rosa
jubilación: así lo veía él mismo en su correspondencia:
«Soy un santo de quien ha pasado la fiesta.))
En 1793 donó a la parroquia de la Concepción de La Laguna
-donde, recordemos, había sido bautizado- «una hermosa cus-todia,
que es una de las mejores joyas de arte que poseen '".
Pocas-y espaciadas son ya las noticias que tenemos de la vida
y actuación del Marqués de Bajamar, hasta que llegue la crujía
de 1808. En la citada carta a su sobrino nieto don Alonso de
Nava de 25 de octubre de 1794, con relación a la ayuda solicita-da
«para Frasquito)), le dice:
Yo haré 10 que pueda, que hoy es muy poco, por-que
soy un santo de quien ha pasado la fiesta, vivo
retirado y frecuento poco la Corte, pero en medio de
todo me insinuaré a su favor, como ya lo he ejecu-tado
con algunos de los ministros.
Debe referirse también a su también sobrino nieto don Fran-cisco
de Nava Grimón y Benítez de Lugo, doctor en Leyes por
la Universidad de Alcalá, que al año siguiente conseguiría ser
nombrado Oidor de la Audiencia de Nueva Guadalajara y que
entonces tenía veinticuatro años. En otra carta de 27 de junio
de 1804, Porlier le informa que Frasquito ha sido consultado
por fa Cámara dos o tres veces para México.
En la citada carta de 25 de octubre de 1794 comenta Porlier:
AGUST~NM ILLARESC ARLO:E nsayo.. ., cit., pp. 425-427.
126 JOSÉ~ D R Í G U EMZO URE:H istoria de la Parroquia Matriz de Nuestra
Señora de la Concepci6n de la M. N. y 4. Ciudad de San Cristbbai de
La Laguna de la Isla de Tenerife. Lhguna de Tenerife, Establecimiento Ti-pogr&
fico de Suc. de M. Curbelo, 1915, p. 249.
168 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Las cosas de Europa están muy enredadas, com@
lo reconocerás por las Gacetas adjuntas. Dios nos dé
arbitrios proporcionados de hacer una paz ventajo-sa,
y que cese de este modo tanto número de des-gracias
[en] que está sumergida ln.
En efecto; España estaba en guerra con la Francia revolu-cionaria
desde el mes de marzo de 1793 y las cosas no nos iban
bien. Al fin pudo firmarse la Paz de Basilea el 22 de julio de
1795 por nuestro paisano don Domingo de Iriarte, que ya ha-bía
sido encargado de Negocios en París en 1791-1792. Don Do-mingo
moriría el 22 de octubre de ese mismo año de 1795.
El Marqués de Bajamar ayudaría a sus sobrinos nietos Josef
y Martín Salazar de Frías y Porl.ier, hijos del V Conde del Valle
de Saiazar, don Martín Salazar de Frías y Franchi, y de su so-brina
carnal Juana Porlier de Castilla. El primero, José, nacido
en La Laguna en 1778, Teniente desde 1794; y el segundo, na-cido
también en La Laguna en 1772. Ambos tomaron parte en
la guerra contra Francia con la columna de voluntarios cana-rios,
don iviartín como soidado voiuntario, y reciiiieron auxiiios
económicos de su tío abuelom. A Martín, además, le auxili6
poco más tarde para su ingreso en los Guardias de Corps de la
Real Persona. En carta a su padre, fechada en Madrid a 28 de
mayo de 1800, le dice:
El Tío me ha favorecido completamente hasta su-plirme
lo necesario para mi habilitación y poderme
presentar con decencia lW.
Su otro sobrino nieto, Juan Antonio Nicolás Salazar de Frías
y Porlier, hermano de los anteriores, había nacido en La Lagu-na
en 1770; fue ordenado de menores en 1788 y en 1801 nom-brado
Arcediano de Tenerife, que permutó por otros beneficios;
frecuentaba la casa de su tío abuelo y jugaba ((un tresillo por
'27 Archivo de la S. E. L., cit., Casa de Nava, ((Cartas familiares»,
sigtea 9/546.
Ver recibos por 700 y 300 reales de vellón firmados en Barcelona,
a 9 y 20 de abril de 1795 (A. A. S. F., Carpetilla de Cartas).
'29 A. A. S. F.
Núm. 27 (1981) 169
hacer pie)), según cuenta a su padre don Francisco Gómez de
Cos, en carta del 31 de agosto de 1801 130. En esa misma carta le
informa que el Marqués de Bajamar «se mantiene muy robusto
en la edad octogenaria, sin otra pensión que la sordera)).
XIV. EL «CANM AYORD))E VIERA
Viera y Clavijo, amigo y admirador, como hemos visto, de
Porlier, pero también de la pléyade de ilustrados canarios que
habían destacado en la Villa y Corte, compuso en honor de ellos
una «colección de trece octavas reales, cada una de las cuales a
contiene el elogio de un canario ilustre de entre los contempo-ráneosn
lj1. Se titula Ei nuevo Can Mayor o consteiación canuria E
O del firmamento español en el Reinado del Señor Don Carlos 4P - n
En él se refiere Viera a la constelación de trece estrellas «que m
O
E
llama Can Mayor de Astronomía)), lo que le hizo pensar en &re- s £
ce canarios en la Monarquía y que Carlos su Rey se sirve de E
ellas)). Los trece canarios -con Porlier, que los encabeza- son
los hermanos Domingo y Bernardo Iriarte, Francisco Machado 3
Fiesco, Estanislao de Lugo y Molina, José Clavijo y Fajardo, -
0
m
E Agustín de Bethencourt y Molina, Rafael Clavijo y Socas, Do- O
mingo de Nava-Grimón y Porlier, Cristóbal Bencomo y Rodrí-guez,
Francisco Wading, Pedro Agustín Estévez de Ugarte y Ma- n
E
nuel Verdugo y Albiturría. a
He aquí lo que nuestro polígrafo dedica al Marqués de Ba- n
jamar : n
«En brillo y magnitud astro primero O3
cual Sirius 121 es Porlier, noble togado,
Marqués, Gran Cruz, ministro, consejero,
Gobernador feliz de un Real Senado,
árbitro un tiempo, con plausible esmero,
en la Secretaría del Estado,
por sus conocimientos tan profundos
de la Gracia y Justicia de ambos mundos)a 132.
1x8 A. A. S. F.
131 CIORANESICnUtr,o ducción a las Noticias ..., cits., p. XlrIXIX.
132 Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife (B. M. T.), Colee
cZ6n de las obras inéditas de D. José Viera y Clavijo, Arcediaizo de Fuer-
1'70 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
E21 La estrella Sirius, una de las de esta constelación, es de
primera magnitud y la más brillante de todas. [Nota de Viera.]
En 1803, el Marqués de Bajamar tomó a su cuidado Pa edu-cación
de su sobrino bisnieto Antonio de Nava Grimón y Pérez
de Barradas, hijo del. VI Marqués de Villanueva del Prado, don
Alonso, y lo destinó «a un convento o colegio de Madrid, llama-do
de los Escolapios, de Lavapiés. En el día tratan de pasarlo
al Seminario de Nobles o a otro establecimiento de educación
de la misma Corte» 133.
En efecto, el Marqués don Alonso envió a Madrid a su se-
"a n d o hijo Antonio -nacido en 1789- para que realizara sus
estudios bajo la dirección de su tío bisabuelo, nuestro Marqués
de Bajamar. En la correspondencia de éste con don Alonso hay
constantes alusiones a la educación del muchacho, que en el mo-mento
inicial contaba catorce años de edad. Así, dice en la carta
de 13 de agosto de 1803:
Mi estimado sobrino, como las respuestas y con-testaciones
que vienen de esas Yslas tardan tanto,
me encuentro muchos días ha sin saver nada de cuan-to
te tengo escrito, acerca de tu hijo Antoñito, y por
lo tanto continúa en el Seminario de la Escuela Pía,
adonde tengo el cuidado de que no le falte nada,
enviando un criado de tres en tres días, a poco más
o menos, con la ropa y a saver lo demás que ocurra.
Su tía la de Alba Real, lo ha tenido en su Casa los
teventura, Dignidad de la Santa Iglesia Catedral de Candria, indidduo de
Ea Acü&mía & la =i&=ia e ~&&- i@, ~ ~&fO l as i shs S-~rfiri-&~sii,o s.",
si@? 11-2-3, folios 58 y siguientes (Francisco de León Morales, Santa
Cruz de Tenerife).
También existe impreso en la ((Biblioteca Rodrfguez Moiire)), pp. 126
y sigs.