CULTURA Y ENSEÑANZA PÚBLICA
EN LAS PALMAS DE LÓPEZ BOTAS.
LA CREACI~ND E UN INSTITUTO LOCAL
DE SEGUNDA ENSEÑANZA
POR
SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
La existencia de un Instituto de enseñanza media en Las
Palmas, cuya vida discurrió entre los compases iniciales del Se-xenio
y primeros momentos de la Restauración (20-X-1868 a
15-IX-1876), no es desconocida por la historiografía. Millares To-rres,
por ejemplo, dio fe de vida del mismo en su Historia Ge-neral
de las Islas Canarias. Falta sin embargo-una monografía
q.u e aborde, entre otras cosas, las circunstancias de su gesta- r . . cien, e! iiioiiieiiio del iiaciwiaiio, su desai-dlü y rápida des-aparición.
Y el asunto reviste cierta importancia, puesto que la
ciudad de Las Palmas carecerá de un centro de este tipo hasta
1916. El tema que desarrollamos en este artículo se refiere al
primero de los aspectos enunciado, es decir la génesis del Ins-titi"
t~. N~estre escrite dehe ser mnsiderude pm tante, c m x
la presentación de una investigación en curso.
No parece que sea necesario justificar la estrecha relación
entre cultura y educación, términos que encabezan nuestro tra-bajo,
especialmente si nos referimos a los años centrales de la
Núm 36 (1990) 79
2 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
pasada centuria, en los que el analfabetismo constituye el mar-co
general de cualquier sociedad. Parece evidente también, que
existe una correlación entre las variables creación cultural y
grado de instrucción, y de éstas y nivel de ingresos o desarrollo
(y naturalmente de distribución de los ingresos). Europa se mue-ve
en 1850 en torno a un grado de analfabetismo que rondaría
el 50 por 100, mientras que en España oscilaría entre el 75 y
el 80 por 100. Por supuesto Canarias se encontraría de lleno
en estos parámetros. A la altura de 1865, una estadística pu-blicada
por El País de Las Palmas (17 de febrero), nos aportaba
el dato de que sabían leer uno de cada diez habitantes. Cana-rias,
junto a Castellón y Almería, se situaría, de esta forma, a
la cola de las provincias españolas. En principio puede decirse
tamloién, que grado de iIistr-ucióIi rriej"r-a eri la fr-ente
al campo. Así en Las Palmas, nos en contraríamos con un perfil
más favorable de un lector por cada cinco habitantes.
Si hemos colocado el adjetivo público, es porque queremos
centrar nuestro interés en el anhelo de la burguesía de Las
Palmas, entre 1844-1868, por conseguir un centro de enseñanza
media de estas características. El hilo conductor de nuestra ex-posición
es, pues, la iniciativa de la población por llenar ese
vacío, en el momento mismo en que la geografía peninsular
se empezaba a cubrir de este tipo de establecimientos, consi-derando
que la solución adoptada por el gobierno, al situar un
instituto provincial en La Laguna no era satisfactoria. Por otro
lado, por todo el país pueden encontrarse casos semejantes de
descontento por la ubicación del instituto (valga como ejemplo,
la pugna entre Jerez y Cádiz, resuelta a favor de la primera).
El hecho insular y la dificultad de las comunicaciones en la
época a la que nos referimos agravarán el problema.
En 1844 se vislumbra la posibilidad de crear un instituto,
el camino se cierra y se opta por un centro privado. En 1863,
casi veinte años después, cuando López Botas esté al frente
de la alcaldía, se pone de nuevo en marcha, esta vez con un
marco legal más favorable, la opción de la enseñanza pública.
Una novedad importane marca las diferencias, se trata de in-volucrar
a los municipios de toda la isla. Y tenemos que llegar
a 1868, para que la Junta de Gobierno de Las Palmas, apro-
80 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
vechando la coyuntura propicia de la libertad de enseñanza,
cree de hecho el instituto.
El marco en el que transcurre nuestra historia, es desde lue-go
la ciudad de López Botas, la ciudad que se aprovecha del
auge económico de la cochinilla. Y sin duda alguna, fue este
político el que preparó el camino, tanto en 1844, como en 1863,
para que la Gloriosa pudiese hacerlo realidad, abriendo el ins-tituto.
A los antecedentes lejanos de su fundación es decir al con-flicto
surgido entre Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Las
Palmas, con motivo de la supresión de la Universidad de San
Fernando y la creación de un instituto provincial entre 1844-
1846, hemos dedicado otro trabajo l. Conviene sin embargo que
recordemos sumariamente algunos aspectos de aquel debate des-de
el punto de vista gran canario. En primer lugar, antes de
la creación del instituto en La Laguna2 un grupo de ciudadanos
de Las Palmas (enero de 1844) presentó un proyecto para es-tablecer
en esta ciudad un colegio de educación a ejemplo de
los que existen en los pueblos de la península3. Anotemos que
la iniciativa surgía como consecuencia de las dificultades que
a partir de 1843 se ofrecieron para poder estudiar como ex-terno
en el Seminario Conciliar, y que lo que se pretendía era
S. DE LUXÁN MELÉNDEZ: «El llamado "Pleito Insular" desde el punto
de vista educativo: el proceso de implantación de la segunda enseñanza
en Canarias. 1844- l845», en Tebeto (en prensa).
Se han referido a esta cuestión: J. ESCOBEDGO. ALBERO: La Universi-dad
de La Laguna Apuntes pava su historia desde su primera fundación
en 1701 hasta el presente, Madrid, 1928, pp. 38-43; J. RODRÍGUEZM OURE:
de LJFTpge;,sida&s de cac2urks, Tener;lfe, 1935, 67 y E.
DARÍASM ONTESINOSO: jeada histórica sobre la cultura en las Islas Canarias,
Santa Cruz de Tenerife, 1934, p. 124. Un maestro en Artes (E. SERRA
RAFOLS)«: El fin de la Universidad fernandina)), en Revista de Historia, núm.
72 (1945), pp. 397-407; J. RÉGULOP ÉREZ: «La creación del Instituto de Ca-narias)),
en Revista de, Historia, núm. 76 (1946), pp. 399-418; 0. NEGRÍN
FAJARDOLa: ewseñnnzn ew Cnnnrins, Las Palmar, 1982, pp. 31 y sr.; M. FE
NÚÑEz: La Universidad en Canarias. Una aproximación a su evolución his-tórica,
Santa Cruz de Tenerife, 1986; y de la misma autora, Archivo del
Instituto de Canarias. Catálogo Inventario, La Laguna, 1986.
A(RCHIVO)H(ISTÓRICO)P(ROVINCIdAeL )L as Palmas (LP), Instrucción pú-blica,
leg. 1, exp. 4.
4 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
sustituir a éste por un centro laico. Con los moderados en el
poder, el Ayuntamiento de la ciudad envió una larga exposición
a la reina, redactada por López Botas, en la que se recogía la
propuesta ciudadana. Por tanto, la supresión del Seminario Con-ciliar
y la creación en su lugar de un instituto de segunda en-señanza.
Con este escrito entrábamos ya en el debate sobre la
ubicación del futuro Instituto Provincial4. La creación mientras
tanto del Gabinete Literario, daría un giro diferente al proble-ma,
y la ciudad de Las Palmas optaría por la enseñanza pri-vada,
fundando el futuro Colegio de San Agustín, en el que se
verían implicados los autores de los proyectos anteriores 5.
¿Cuál fue en resumen la posición de Las Palmas en el de-bate
por la ubicación del Instituto Provincial? Ante la limitación
de la oferta de estudio por el Seminario se intentó la creación
de un centro oficial que reemplazase a aquél, y fracasada esta
vía se fundó un colegio privado (a la larga solución definitiva),
puesto que su postura a favor de que el Instituto Provincial
debía instalarse en Las Palmas, como sabemos, no tuvo éxito6.
En las líneas que siguen trazaremos el proceso de gestación
del Instituto Local de Las Palmas durante la década de los se-senta
con López Botas al frente del municipio.
1. Una ojeada sobre la situación cultural de Las Palmas
antes de la Gloriosa
«Las Palmas es hoy una ciudad de 16 a 18.000 almas, ca-pital
del Subgobierno de Gran Canaria que comprende
esta isla y las de Lanzarote y Fuerteventura, residencia,
desde 1526, fecha de su institución, del tribunal de la
Audiencia, y del Obispado de Canarias, con un gobernador
militar de la clase de Brigadier, y una comandancia de
"ídem, fols. 4-18. De esta exposición de López Botas, leída en sesión
ordinaria de -VI-1844, se hace eco F. MART~NGA LÁN en La formación de
Las Palmas: ciudad y puerto. Cinco siglos de evolución, Santa Cruz de Te-nerife,
1984, p. 141.
Un breve resumen elogioso de la instalación y funcionamiento del Co-legio
hasta 1855, en El Ómnibus de 30-VI-1855.
AHP, LP, Instrucción pública, leg. 1, exp. 13, 1-XII-1845.
82 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
CULTURA Y ENSEÑANZA PÚBLICA 5
Marina, dependiente solo del Departamento de Cádiz, en-contrándose
en su recinto una magnífica Catedral, Casas
Consistoriales, hospitales, hospicio, teatro, plaza de merca-do,
instituto de segunda enseñanza , seminario conciliar,
biblioteca pública, tres imprentas, cuatro publicaciones pe-riódicas,
y sociedades literarias y lindas casas de costosas
y elegantes fachadas)) '.
Esta imagen de Las Palmas trazada por Agustín Millares nos
sitúa en 1871. Once años antes, contaba apenas 14.233 habi-tantes
con un enorme lastre de analfabetos, y por supuesto to-davía
no se habían abierto ni la Biblioteca Pública Municipal,
ni el Instituto Local de Segunda Enseñanza, que nos parecen
, . las creaciones mas importantes de la época.
Desde el punto de vista educativo el progreso en relación a
los comienzos el reinado de Isabel 11 había sido considerable.
Eso indicarían al menos el desenvolvimiento de centros docen-tes,
aunque las matrículas alcanzasen todavía niveles muy exi-guos.
Una memoria redactada por un hombre tan ligado a la
cultura y al ejercicio de la docencia, como fuera don Pablo
Padilla, nos situaba en 1874 ante 19 escuelas de instrucción
primaria, cifra que contrasta abiertamente con el vacío existente
antes de 18358. Con toda probabilidad tuvo mucho que ver con
este adelanto la creación de la Escuela Normal de Las Palmas
en 1853" En otros ramos de la educación, algunos de ellos de-mandados
por la población en 1844, hay que señalar la fugaz
existencia de una Escuela de notariado abierta ese mismo año
y desaparecida muy pronto, que no volvería a funcionar hasta
1869 a los de Lbpez Botas, vez agr-ega&
A. MILLARES TORRES: «Reseña histórica de la capital de la Isla de
Gran Canaria hecha a petición del Ayuntamiento para enviar a Sevilla don-de
va a publicarse», en La Verdad de 19-VII- 187 1.
Cit. por J. SUÁREZ FALCÓN: Historial de los establecimientos de enseña-
ZQ & Lnc ?n!ms, Lus Pu!mus, !92!3, PP. 2-21.
J. MARTEL MORENO: ((Escuela Normal Elemental de Maestros de Las
Palmas 1853-1907», en Homenaje a Jesús de Aretzcibia, Las Palmas, 1982,
pp. 153-186; 0. NEGRÍN: Ob. cit., p. 18. Una defensa de la escuela en 1864,
cuando se planteó la posibilidad de su suspensión, puede verse en El Óm-nibus
de 6-VII- 1864.
6 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
al instituto de enseñanza medialo. Igualmente tuvo la ciudad
una frágil Escuela de Comercio desde 1852, con cargo a los
presupuestos municipales y provinciales, que pese a todos sus
problemas llegaría con vida hasta 1869, integrándose también
en el instituto y corriendo su misma suerte al desaparecer
en 1876 ".
La enseñanza privada por otro lado, estaba representada por
el Seminario Conciliar, regentado por los jesuitas desde 1852",
y volcado ya plenamente en la formación eclesiástica. Natural-mente,
el Colegio de San Agustín que infructuosamente había
pretendido ser reconocido como centro oficialt3, y los dos Co-legios
de Señoritas: el nacido bajo los auspicios del Gabinete
Literario regentado por doña Remedios Torres, viuda de Juan
Evangelista Dorestels, en 1852; y el abierto por doña Rafaeia
Jiménez en 1862 15.
Podemos hacernos una idea más real de la situación de la
educación en Las Palmas, si recalcamos otra vez el carácter
reducido de su población estudiantil:
l o DARÍAS MONTESINOSO: b. cit., p. 154, y AHP, LP. Instrucción pública,
leg. 1-3. exp. 61, 2 parte, fols.32-34.
l ' Ídem supra 8. Fue suprimida en 1876 para no reabrirse hasta 1913.
l 2 J. ALONSO MORALES«: El Seminario diocesano de Canarias. Notas his-tóricas)),
en Kevista de Historia ji968-6Yj, t. XXXii, p. 299.
l3 N. ALAMO: «El Gabinete Literario. Crónica de un siglo 1844-1944», Fo-lletón
del Diario de Las Palmas (1944-56), p. 60.
l4 Ídem, p. 42.
l5 El Ómnibus, 17-11-1864,
84 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
CUADRODEALUMNOSDELOSCENTROSDEENSEÑANZA
DE LAS PALMAS EN EL CURSO 1863- 1864 lb
Escuelas Primarias .................... 2.027
Escuela Mercantil ..................... 95
Escuela Normal ....................... 11 (10 1 niños en la práctica) l7
Colegio de San Agustín ................. 76
Escuela de Dibujo ..................... 75
Colegio de Señoritas de la Concepción ... 24
Seminario Conciliar ................... 140
Instituto Provincial de La Laguna ....... 94 (curso 1861-2) la.
l6 Para el número de alumnos de las escuelas primarias: Certificación
de don Fernando Suárez Saavedra, Inspector de primera enseñanza de
la provincia de Canarias, en AHP, LP, IP, leg. 1-2, exp. 31, fol. 78. Para
la escuela mercantil. ((Lista de los alumnos matriculados en este esta-blecimiento
en el expresado curso, con expresión de su naturaleza y pro-vincia
a que pertenecen)). Las Palmas, 3-1-1864, firmada por el secretario
Pablo Padilla. Para el Colegio de San Agustín, El Ómnibus de 6-VII-1864.
Para A. López Botas en su informe emitido al Ayuntaniento el 5-11-1864
(AHP, LP, IP, leg. 1-2, exp. 31, fol. 20), el número de alumnos del Colegio
no bajaría de 100, aunque no sabemos si se están desglosando los dos
niveles de educación que impartía el mismo. Para los aspirantes a maes-tros
vid. MARTELo, b. cit., p. 177. En 1853-54 contaba con 11 alumnos
cifra que puede ser considerada normal durante todo el período. Los
años de 1859, 60, 61 y 62, registrarían un descenso considerable (a la
mitad). N. DÍAZ Y PÉREZ, la sitúa en el último lugar por alumnado de
las escuelas de España; vid. Las Bibliotecas de Espatia en sus relaciones
con la educación popular y la Instrucción pública, Madrid, 1885, p. 94.
Para los alumnos de la Escuela de Dibujo, vid. la certificación del pro-fesclr
de !a misma duii Sihesire B e h de 26-Yií-i8ó4 a requerimiento
del Ayuntamiento (AHP, LP, IP, leg. 1-2, exp. 31, fol. 77). Para el número
de alumnos del Seminario, vid. El País, de 13-XI-1863 (López Botas esti-mó
su número aproximado en el informe citado más arriba en 200).
l7 El número de niños concurrentes a la escuela práctica de la Es-cuela
Normal (que no sabemos si están incluidos en el informe del ins-pector
Saawdra) !o tmmmx de! aEst>d~d! e !es E~!UI]IT?GS xatric~!ad=s
y existentes en esta fecha con expresión de su naturaleza)) formado por
el secretario don Bruno de la Fe Alvarado a requerimiento del Ayunta-miento
el 3-1-1864.En AHP, LP, IP, leg. 1-2, exp. 31, fols. 10-11.
l8 El País, 13-XI-1863.
En cuanto a las bibliotecas, la del Seminario Conciliar, aun-que
desde 1853 hubiese dejado su condición de pública19, debe
resaltarse como la más importante entre los establecimientos
de esta clase. Por volumen y grado de especialización de sus
fondos, aunque igualmente de carácter privado, figuraría en
segundo lugar la del Cabildo Catedral, que muy pronto sería
incautada por el gobierno provisional a comienzos del Sexe-nioZ0I.
nmediatamente después estaría la Biblioteca Municipal,
formada con la contribución de 85 donantes, entre particula-res
e instituciones, que en 1869 quedó agregada al Insti-tuto
21.
D
Por debajo de las arriba citadas deben mencionarse los ga-binetes
de lectura de las sociedades privadas y de los centros O
de eriseiianza. Entre :OS primeros, hay que destacar a! Gabinete, n
=m
Liceo y sociedad Filarmónica, que a la altura de 1856, contaban O
según El Ómnibus, con una cifra respetable de afiliadosz2. Te-
E
2
E
nemos constancia de la existencia de la biblioteca del primero,
cuyo núcleo fundacional se había constituido con aportaciones 3
de sus socios y que contaba en sus anaqueles, sobre todo, con em-
E obras de teatro y prensa nacional y extranjeraz3. Junto a ellas,
O otras pequeñas sociedades, como «La Unión)) cuyo objetivo fun-damental
era representar obras de teatro (entre los cargos de n
-
la misma figuraba un bibliotecario, puesto ocupado entonces, a
2
primero por Don Bartolomé González y después por don Juan n -
l9 El Diccionario Madoz, redactado en el apartado de Las Palmas por 3
A. Millares, nos da la noticia de su carácter público, de sus más de 3.000 O
vols., algo de su contenido, horario, etc., P. MADOZ: Diccionario Geognífico-
Estadistico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid, 1845-
50, edición facsímil de Valladoiid, 1986, p. 179.
S. DE LUXÁN MELÉNDEZ: «La secularización de las bibliotecas eclesiás-ticas
de Canarias durante el Sexenio Revolucionario», en VIII Coloquio de
Historia Canario-Americana (Las Palmas, octubre de 1988) (en prensa).
21 Ídem y M. DE LOS REYESH ERNÁNDESZO CORRO«L: a creación de una
biblioteca municipal en Las Palmas 1860- 1869: una página mal conocida
de la vida cuiturai de ia ciudad en ei sigio xIx», en ANUAR~DOE ~ S T Ü D ~ O S
ATLÁNTICOS, 1988.
22 El Ómnibus, 19-1-1856.
23 Folletón ..., pp. 33 y 33v. y 66v.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTZCOS
Francisco Ap~linario)~«E~l; Siglo)) orientada hacia la música";
«El Faro)) o la ((Sociedad de Socorro. Declamación y Gimna-
~ i a » 'E~n. todas ellas, es posible que hubiese pequeñas bibliote-cas,
o por lo menos la intención de formarlas. En la década
de 1860, la ciudad asistió por otro lado a la recuperación de
la Sociedad económica de Amigos del País, que empezó a editar
un boletín y a aumentar el número de sus socios, aunque ten-gamos
que esperar a la década siguiente para poder constatar
la intención de su directiva de crear una biblioteca abierta al
público 27.
El comercio del libro puede ser definido durante estos años,
como un mundo cerrado y estrecho, en el que predominan los
pequeños comisionistas que vendían libros por suscripción en
sus propio domicilios, junto a la presencia de algunos estable-cimientos
que ya podemos llamar librerías, entre las que sin
duda destaca la de don José Urquíaz8. En cuanto a la prensa
periódica, dejando de lado el Boletín del Obispado y el arriba
citado de la Económica, arroja un balance numérico bastante
considerable, pues contamos hasta 12 publicaciones. Dos de
ellas, El Ómnibuszg (1855-1868) y El País (1863- l869), merecen
ser consideradas de modo especial. El resto tuvo una vida más
efímera, entre un mes y tres años. En la década de 1851-60:
El Porvenir de Canarias (1852-1853), El Despertador Canario
24 El Ómnibus, 15-VII-1857; El Canario, de 10-V y 10-VI-1859; El Óm-nibus,
8-VI- 1859 y 8-1- 1862.
El Ómnibus, 24-11-1858.
26 El Ómnibus, 10-VIII-1859.
27 Anales de la Sociedad Económica de Amigos del País (1872), p. 7,
d- e 1873, pp. 7-8 y p. 19. La mención a la creación de la biblioteca empieza CPI. C T \ ~ C ~ ~ ~ + ~ - --,.t;,- AP 1973
ír .,LA LVII.,,.UIILL u tJUI LII UL 1" 1 ri.
z8 S. DE LUXÁNM ELÉNDEZy M.* DE LOS REYESH ERNÁNDESZO CORR«OL:i -
bros, libreros y librenas en Las Palmas durante los años centrales del siglo
XXD, en ASCABI, Cuadernos de Biblioteconomía y Documentación (1988),
núm. 1, pp. 13-37.
z9 L. MAFFIOTTEL: os periódicos de las Islas Canarias. Apuntes para u n
catálogo, Madrid, 1905; 1 T LAFORFT.O rípneq d ~ lp~ rindiwnoc onorio (1750-
1850), Las Palmas, 1987; S. DE LUXÁN MELÉNDEZ: «El mundo de la lectura
en la ciudad de Las Palmas a mediados del siglo XX: el papel de la prensa
como intermediario entre el libro y el lector)), en ASCABI, Cuadernos de
Biblioteconomia y Documentación (1988), núm. 2, pp. 69-1 13.
Núm 36 (1 990) 87
(1854-55), El Canario (1854-55), El Crisol (1855), La Reforma
(1856-58) y La Revista Semanal (1857). En 1868 aparecerían El
Eco de Gran Canaria (1868-69), El Imparcial (1868) y,
finalmente, El Federal (1868-69). Añadamos que respecto al for-mato,
periodicidad, etc., se ajustaron a los modelos imperantes
en la prensa nacional de mediados de siglo30.
El mundo de los impresores estuvo reducido a los nombres
de Mariano Collina, Isidro Miranda, Tomás B. Matos y Víctor
Doreste, por citar a los más importante^^^.
Todos los datos hasta ahora aportados, no deben hacernos
perder la perspectiva de una ciudad, que aunque con una ac-tividad
cultural reducida, daba muestras especialmente en la
década de los sesenta, de un cierto renacer, al que no eran
ajenos los responsables municipales. Quizá la actividad pública
más importante de estos años fue la Exposición Provincial de
1862". Nos queda para cerrar esta pequeña incursión en el
mundo cultural dejar constancia de la fuerza que tomaron las
celebraciones del Corpus o de San Pedro Mártir, de las repre-sentaciones
teatrales o de las veladas musicales, de las activi-dades
siempre reducidas de las sociedades particulares, algunas
de las cuales como el Liceo tuvieron un claro acento pedagó-gico
social o, por último, de un aspecto poco estudiado como
fueron las tertulias privadas.
30 M: CRUZ SEOANEH:i storia del periodismo español. 2. El siglo XIX,
Madrid, 1983, pp. 220 y SS.
3' A. VIZCAYA CARPENTER: Tipografía Canaria, Santa Cruz de Tenerife,
1964, p. LXIII.
32 Memoria Histórica Y Oficial de la Exposición Provincial de Canarias
de Agricultura, Industria y Artes, celebradas en las Casas Consistoriales de
la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1862, Gran Canaria, 1864.
88 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
2. El camino hacia la creación del Instituto Local
de Enseñanza Media (1863-1868)
2.1. ¿Sustitución del Colegio de San Agustín
por un centro público?
El 25 de junio de 1863, el Ayuntamiento de Las Palmas res-pondió
afirmativamente a una propuesta del Subgobernador del
distrito de Gran Canaria don Salvador Muro, sobre creación
de un instituto local que sustituyese al Colegio de San Agustín.
El proyecto podría realizarse sin muchos inconvenientes para
las arcas municipales, puesto que, de acuerdo con la legislación
vigente, la Escuela de Comercio y la de Dibujo, se integrarían
en él, desapareciendo la de Magisterio, y sólo habría que aten-der
unos gastos de 70.000 rs. susceptibles de reparto entre los
municipios de toda la isla. Las dificultades de mantener el Co-legio
de San Agustín, basadas en la carencia de un profesorado
con la titulación adecuada, habían estado presentes desde el
momento mismo de la fundación, solventándose periódicamente
mediante la concesión de licencias de exención a los profesores.
Naturalmente, el Ayuntamiento consideraba imprescindible la
continuación de esta práctica, mientras que el instituto no fuese
una realidad y así se lo hizo saber al gobierno". Una de las
primeras apariciones en la arena política de Fernando León y
Castillo, fue precisamente la defensa que hizo en la prensa lo-cal,
en connivencia con las autoridades gubernativa y municipal,
de la necesidad de ese instituto. Sin mencionarlo expresamente,
encabezaba su artículo un caluroso elogio del entonces dcalde
Antonio López Botas, alma mater del Colegio de San Agustín,
que desde sus inicios se había mantenido merced a los esfuer-zos
y sacrificios de su patriotismo". El Colegio de Las Palmas,
argumentaba el joven León y Castillo, no podría nunca reunir
las condiciones exigidas pnr e! mrlemmiente legu!
33 AHP, LP, IP, leg. 1-2, exp. 31. El oficio de López Botas comunicando al
Subgobernador la decisión municipal, está fechado el 26 de junio de 1863.
34 El Ómnibus, 4-V-1863.
Núm 36 (1 990) 89
12 SANTIAGO DE LCXÁN MELÉNDEZ
«Siendo además imposible, absolutamente imposible encon-trar
en nuestro país personas que las reúnan, y más im-posible
aún hacerlas venir de la península pues esto oca-sionaría
gastos crecidísimos que de ningún modo podría
satisfacer el Colegio con sus escasos recursos)) 35.
El trabajo periodístico del político canario enlazaba con lo
expuesto por la ciudad en 1844, teniendo muy en cuenta los
nuevos cauces que la ley de instrucción de 1857 había abierto.
Todo era, ahora, cuestión de voluntad política:
«No hay pueblo alguno en que sea tan necesario un Ins-tituto
local. La distancia que hay de unas a otras islas B
separadas por anchos brazos de mar; la poca facilidad en E
las comunicaciones; los malos resultados que suele traer O
n c~xsigae ! dejamient~d e !a fami!iq para !es j6venec de =m corta edad; el temor consiguiente de los padres, y otras O E razones tan obvias como éstas, hacen ver claramente que E
2 el instituto provincial que hoy existe en La Laguna, es in- E
suficiente para atender a las necesidades intelectuales de
un país tan ilustrado como el nuestro. Fórmese, pues, el 3
expediente en que se justifique que la conveniencia, más
aún, la necesidad del instituto en cuestión, para las islas
-
0m
E de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura; acredítese la
posibilidad por parte de estas islas de atender a su soste- O
nimiento, y 9u iera Dios que se resuelva con el criterio que n
da siempre a justicia, si es que no llegan a interponerse E
los intereses de partido)) 36.
a
n
n
0
No hubo dificultad para obtener la correspondiente prórroga
a los docentes del Colegio de San Agustin (Disposición del Mi- 3
O
nisterio de Fomento de 30-VD-1863). Otra cosa fue sin embargo,
el expediente de creación del instituto. En efecto, la ley del 57
creaba un marco legal en el que cabían perfectamente las an-tiguas
aspiraciones de los vecinos de Las Palmas. El artículo
120, clave para comprender la cuestión, establecía:
«No habrá instituto local sino donde el Gobierno lo per-mita,
previo expedieriie en que se justifique sü cuiivciiieii-
35 Ibíd.
36 Ibíd.
ANUARIO DE ESTUDIOS A TLÁNTICOS
cia y se acredite la posibilidad de sostenerlo, después de
cubiertas las demás obligaciones municipales))3 7.
La Escuela de Comercio, La Normal de maestros, deberían
integrarse en el instituto local, y suponiendo que no lo hubiese,
el artículo 15 de la citada ley especificaba que debería crearse.
El debate estaba abierto. Todos, Subgobierno, Ayuntamiento,
particulares, la prensa, estaban a favor de su propia resolución.
Especialmente deben destacarse una serie de seis editoriales,
que con el título ((Instituto Local)) publicó el rotativo El País
en los meses de octubre y noviembre de aquel mismo año38.
Después de aceptar como una premisa obvia, la necesidad de
la educación y justificar el mayor desarrollo de Inglaterra, Fran-cia,
Bélgica y Alemania, por su adelanto en el terreno educati-vo,
se preguntaba el periódico, si había sitio en la ciudad para
un centro de enseñanza media que no perjudicase ni a la Es-cuela
de Comercio, Normal, Seminario Conciliar, Colegio de San
Agustín, y fuera de su ámbito al instituto provincial de La La-guna,
para concluir en su absoluta necesidad y en la comple-mentariedad
deseable con los centros mencionados. Se insistía
en que la apertura de la Escuela de Comercio debería haber
llevado aparejada la del Instituto. Y en el punto tan delicado
de la financiación, se despejaban los problemas debido al im-portante
número de matrículas con que contaría el nuevo cen-tro
(aproximadamente el doble que La Laguna al disponer de
colegio de internos), por el ahorro en los presupuestos que sig-nificaría
la aportación de material de la Escuela mercantil y
del Colegio de San Agustín, y por último, porque los 22 ,ayun-tamientos
de la isla podrían contribuir en proporción a su man-
*--:--:--A- LcIIII1IIC1ILV.
37 MINISTERIDOE EDUCACIY~ NCI ENCIAH: istoria de la Educación e n Es-paña,
t. 11, Madrid, 1985, p. 169.
38 El País,l3 y 16 de octubre y 6, 10, 13 y 17 de noviembre de 1863.
Núm. 36 (1990)
2.2. ¿Todos los municipios de Gran Canaria
de acuerdo con el Instituto Local de Las Palmas?
La puesta en marcha del expediente de creación del insti-tuto.
correspondió como máxima autoridad municipal a don An-tonio
López Botas . En un documento aprobado en sesión del
5 de febrero de 186439e. stablecía el siguiente plan de acción:
1 . Obtener de los ayuntamientos de toda la isla la inclusión
en sus presupuestos ordinarios. la cantidad proporcional que
les correspondiese. de acuerdo con la contribución territorial
de 1862 . ES decir:
Agaete .....................
Agüimes ....................
San Nicolás .................
Artenara . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Arucas .....................
Firgas ......................
Gáldar .....................
Guía .......................
Ingenio .....................
Las Palmas .................
Mogán .....................
Moya ......................
San Bartolomé . . . . . . . . . . . . . .
San Lorenzo ................
San Mateo ..................
Santa Brígida ...............
Santa Lucía . . . . . . . . . . . . . . . .
Tejeda .....................
Telde ......................
Teror ......................
Valsequillo .................
Valleseco ...................
Reales .
1.876
1.643
980
520
4.01 1
979
Cén..t imos 11
91
92
97
68
42
54
33
98
83
83
11
60
32
52
52
34
32
01
994
71
49
El dinero que debían repartirse todos los municipios. era el
resultado de descontar a 150.000 rs., monto total del sosteni-miento
del instituto. los 48.879 rs . que el Ayuntamiento de Las
n - 1 - - - ............ 1L- . 1 - ......1 - -- *:1 A - 1 --,. c -.-A-- - ramlas cIlil.cgaua a la exucla lllc~~auuU~G,I ~ I U L C > U I ~ U Uy &
dibujo, que quedarían agregadas al instituto; los 28.650 proce-j9
AHP. LP. IP. leg . 1-2. exp. 31. fols . 19.22 .
92 ANUARIO DE ESTUDIOS A TLÁNTICOS
CULTURA Y ENSEÑANZA PÚBLICA 15
dentes de la provincia para lo mismo; y por último, los 12.000
rs. que se calculaba se obtendrían por derechos de matrícula
y grados. La conformidad de los distintos pueblos de la isla
se pediría mediante un escrito documentado en el que figura-rían
como bazas fundamentales: 1) La posibilidad de acceder
a una enseñanza media gratuita, posibilidad que el Colegio de
San Agustín que ahora iba a desaparecer no permitía. 2) La
creación de una clase de agricultura teórico-práctica (art. 122),
tan de acuerdo con las condiciones económicas de la región.
3) El compromiso de la ciudad de Las Palmas con el Estado,
de satisfacer todos los años 162.500 rs. para las obras del Puer-to
de la Luz, hacían del todo imposible que el instituto recayese
sólo sobre ella.
2. Se haría un balance general del número de alumnos que
asisten a las escuelas y demás establecimientos de enseñanza
de la ciudad de la isla.
~a información se obtuvo del inspector de enseñanza don
Fernando Suárez Saavedra que remitió el 27 de julio de aquel
año de 1863, los datos que han quedado consignados en el
apartado anterior. En lo que se refiere al alumnado de enseñan-za
media, López Botas había llegado a las siguientes conclusiones:
«...Sin exageración pueden estimarse, por término medio,
en 400 alumnos que asisten a los mencionados Estableci-mientos
de instrucción secundaria, de los que, únicamente
en el Colegio de San Agustín, se da la necesaria e indis-pensable
para seguir luego cualquier carrera, y allí, como
que 10s aiumnos tienen que costear toda la instrucción,
apenas pueden concurrir una pequeña parte de aquellos
jóvenes, hijos de padres pudientes, al paso que, estable-ciendo
el Instituto Local, todos aquellos mismos jóvenes,
podrán recibir la expresada instrucción y es éste un be-neficio
inmenso, no sólo conveniente, sino absolutamente
46.
40 Ídem, fol. 20.
Núm. 36 (1990)
16 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
3. Completados de este modo, todos los requisitos que exigía
el artículo 120 de la ley de 1857, se presentaría la corres-pondiente
exposición a S.M. para que autorizase la creación
del instituto.
El plan López Botas se puso en marcha inmediatamente, y
al día siguiente a su presentación, salían los oficios para los
pueblos. Las respuestas de éstos, no tuvieron la misma celeri-dad,
y a la larga, acabarían deteniendo el proceso y la contri-bución
de los municipios sería el talón de aquiles del instituto,
cuando consiguiese abrirse paso durante el Sexenio. Entre el
escrito de la capital y la respuesta de los pueblos mediaron
casi seis meses, lo que demuestra la enorme complejidad del
proceso. Ocho pueblos (San Lorenzo, Santa Brígida, Firgas, Gál-dar,
Arucas, Telde, Teror y Agaete) lo hicieron en un plazo pru-dencial
entre el 16 de febrero y 14 de marzo. Su mensaje pue-de
ser considerado afirmativo con matizaciones sobre el modo
de realizar el reparto, o sobre la forma de hacer efectivo el
pago, incluso limitando su colaboración al primer año. Para que
mandasen sus comunicaciones otros nueve pueblos (Guía, In-genio,
Agüimes, Tejeda, Moya, Artenara, San Mateo, Valleseco
y San Bartolomé), fue necesario un segundo oficio apelando a
la responsabilidad de aquellos municipios que no contribuyesen.
Los resultados fueron en su gran mayoría positivos, con las
salvedades que hemos mencionado, aunque dos de ellos, Arte-nara
y San Mateo, se excusaron abiertamente de colaborar. Es-taba
terminando el mes de abril, y López Botas, empeñado en
sacar adelante el expediente del instituto, requirió el concurso
de! S~bg~ber f iadepra ra que mediuse m t e !m rnmmgs y ante
los que se habían excluido. De esta forma Santa Lucía, Valse-quillo,
Artenara y San Mateo, mandaron su voto afirmativo o
cambiaron el sentido del mismo, mientras que San Nicolás ex-presó
con firmeza su imposiblidad y Mogán no llegó a pronun-ciarse.
F! primer paso del expediente, con la excepción de sólo
dos pueblos, parecía concluido. El Instituto Local sería finan-ciado,
en principio, por casi todos los municipios de la isla. Re-cogida
la información del alumnado, sólo faltaba enviar la ex-posición
oficial a la reina.
94 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
CULTURA Y ENSEÑANZA PÚBLICA 17
El 28 de julio de 1864 el escrito estaba dispuesto y la
documentación preparada. Era esta:
1. Certificaciones del número de alumnos de las Escuelas
Normal, Mercantil y de Dibujo.
2. Ídem de las Escuelas Primarias.
3. Ídem del dinero destinado por el Ayuntamiento de Las
Palmas a los centros citados en primer lugar.
4. Balance del presupuesto municipal, distinguiendo las can-tidades
dedicadas a gastos de enseñanza y gastos voluntarios
(la enseñanza representaba alrededor del 13 por 100 del total
de los gastos).
5. Oficio del director del Colegio de San Agustín, ofreciendo
el local y el material del mimo para el f l~tw-iin t i tuta
En la exposición a Isabel 11 se volvieron a reiterar los razo-namientos
que se habían ido aduciendo desde 1844, es decir:
el importante número de alumnos que asistían a los estableci-mientos
de toda la isla (2.290 más los casi 200 del Seminario).
Las óptimas condiciones de la ciudad (capital eclesiástica y ju-dicial
de la provincia, además de ser la más rica y poblada).
La completa solución de la financiación del futuro centro, de
acuerdo con las previsiones de la ley. La existencia de local y
Colegio de internos, motivada por el ofrecimiento del de San
Agustín. Por todas estas consideraciones, terminaba el escrito:
((Suplicamos VM. que, en vista de los documentos adjuntos
y demás datos que obran en el Gobierno de VM. se digne
conceder su Real permiso ara que en esta Ciudad se es-tablezca
un Instituto Loca Y según el proyecto que igual-mente
se acompaña, refundiéndose en el mismo la Escuela
de Comercio y la de Dibujo de esta Ciudad y creándose
además una clase de Agricultura teórico práctica y otorgar
su Real gracia para que interín se crea el Instituto Local,
continúe el Colegio privado de esta Ciudad dando la se-gunda
enseñanza como en los años anteriores desde su
-c -r-e ación en 1845: por una y otra gracia, Señor, recibirá
VM. ias bendiciones de tantos y tantos fieles canarios,
como habrán de utilizarse de medidas tan propias del
amor maternal de VM. á sus pueblo s...^^^.
4L Ídem, fol. 84v.
Núm. 36 (1 990)
SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
2.3. El freno a Ia creación del Instituto
El impulso inicial del Ayuntamiento de Las Palmas no fue
suficiente para que el instituto pudiese ser una realidad en el
curso escolar 1864-1865. A fines de 1864, para dar luz verde
al expediente era necesario contar, otra vez, con todos los pue-blos
de la isla para que ratificasen su postura anteriora. Las
dificultades administrativas y la falta de entendimiento de la
capital con los distintos núcleos de la isla, estaba ahogando la
iniciativa antes mismo de su nacimiento. A mediados de 1866,
la situación podía resumirse de la siguiente manera: han ofre-cido
su colaboración desinteresada Telde, Agüirnes, Guía, Gáldar,
Arucas, Ingenio, San Lorenzo, Agaete, Valsequillo, Santa Brígida,
San Mateo y Las Palmas. Contribuirían sólo por un año, Santa
Lucía, Tejeda, Artenara y Mogán. Se negaban, San Nicolás y
Valleseco. Y ni siquiera contestaban, Firgas, Moya, San Barto-lomé
y Teror.
Sin que podamos establecer las causas el panorama era pues
bastante menos favorable que dos años antes. Ahora, sólo algo
más del 50 por 100 podría asegurar la continuidad del instituto
en caso de abrirse. Ante esta situación, López Botas, en quien
concurrían su condición de director del colegio a sustituir con
la de alcalde promotor del nuevo centro, acudió como último
recurso, sin que sepamos sus resultados, a la movilización de
los padres de alumnos a los que convocaba en las Casas Con-sistoriales,
como reza la siguiente convocatoria aparecida en El
País de 29 de mayo de aquel año
((Creo que v., como todos ios padres de familia, compren-derá
muy bien los gravísimos perjuicios que a esta ciudad
y á toda la isla habrá de seguirse de la supresión del Co-legio
y de que no se reemplace con el Instituto Local, en
el que sería gratutita la enseñanza secundaria, y podría
con-ti nuarse la primaria que actualmente se da en el Colegio.
bn tai persuasión, pues, y habiendo agotado por mi par-te
todos los medios de conseguir que los Ayuntamientos
42 Ídem, fols. 86-87. Las Palmas, 1-11-1865: Orden de López Botas para
que se envíe oficio de ratificación a todos los municipios de la isla.
96 AAWARIO DE ESTUDIOS A TLANTICOS
ratifiquen su compromiso, he creído conveniente promover
una reunión de todos los padres y encargados de los alurn-nos
del Colegio ara que los mismos convengan en adop-tar
y llevar a e? ec to los medios que estimen más condu-centes
y eficaces á conseguir la ratificación de los
expresados Ayuntamientos.
Con tal objeto tengo el honor de invitar a V. y espero
que se sirva concurrir a la mencionada reunión que ten-drá
lugar el miércoles próximo, 30 del corriente, á las ora-ciones
en las Casas Consistoriales»43.
En el mismo número en que aparecía la convocatoria, el
periódico se mostraba partidario de una asamblea de alcaldes,
que desconocemos si llegó a realizarse. El Ómnibus por su par-te,
mucho más agresivo, arremetía, unos días después, contra
los pueblos que se autoexcluían en los siguientes términos:
«Preguntamos ahora a los pueblos ue creen no deber con-tribuir
a los gastos del Instituto 9 ocal. ¿Por qué en sus
jurisdicciones no ven jóvenes que puedan a su entender
concurrir a dicho establecimiento? ¿Qué sería de sus es-cuelas
públicas, si el 1. Ayuntamiento de Las Palmas no
costeara, como viene costeando los gastos de la Normal,
de cuyos beneficios han venido utilizándose casi exclusi-vamente
los pueblos que nada gastan en ella?
Hay muchos que tienen ojos y no ven, que tienen
oídos y no oyen» 44.
Hagamos constar por último, que el asunto quedó estancado
y que todo lo que pudo conseguir el Ayuntamiento de Las Pal-mas
los dos años anteriores a la Gloriosa, fue la prórroga del
Colegio de San Ngustín, que pese a las amenazas de cierre com-pletaba
así una nueva década45.
43 El País, 29-V-1866.
44 El Ómnibus, 16-VI-1866.
45 Libro de Actas del Ayuntamiento de Las Palmas, año de 1867: sesión
de 11-VII-1867. Año de 1868: sesiones de 8-V-1868 y 4-IX-1868.
Núm 36 (1 990) 97
20 SANTIAGO DE LUXÁN MELÉNDEZ
3. La fundación del Instituto por la Junta Revolucionaria
en 1868
Es sabido que el 5 de octubre de 1868 quedaron constituti-das
las Juntas de gobierno de Las Palmas y Santa Cruz de
Tenerife. La primera de ellas, puso en vigor la división admi-nistrativa
de 1856, y tomó algunas medidas de cierto interés
que sobrevivieron a su propia disolución. Entre ellas, natural-mente,
la creación del Instituto Local de enseñanza media, ce-rrando
un proceso abierto en 1844, y más recientemente en
1863, con el proyecto enviado al Ayuntamiento de la ciudad
por el Subgobernador Muro. El acuerdo de la Junta de Go-bierno
era posible, gracias al marco de libertad de enseñanza
con que el Gobierno Provisional de la nación comenzó su mandato.
En este epígrafe sólo pretendemos dejar constancia de la cul-minación
de dicho proceso, dando cuenta de la fundación, elec-ción
del local, nombramiento de director, problemas de finan-ciación,
primera plantilla, dejando para un trabajo de más
envergadura que estamos realizando sobre el instituto, el aná-lisis
pormenorizado del proceso de instalación. E
La respuesta afirmativa de la Junta de gobierno de Las Pal- U
mas, en sesión de 20 de octubre de 1868", a la propuesta de n
E sus miembros, puede ser considerada el acta de fundación del a
instituto. En efecto, el señor Jurado expuso que teniendo en n
cuenta la necesidad urgente de establecer el instituto, al cual n
n
deben agregarse las Escuelas Mercantil y Normal, lo acuerde 3
O la Junta. En sesión de 24 de octubre, y a propuesta del Presi-dente
don Manuel González se decidió que el nuevo centro se . ubicase en el edificio del Seminario Conciliar, cons;deründ~se
que tiene espacio suficiente para albergar ambos estudios. Le
fue comunicado al Vicario capitular de la diócesis, obteniéndose
una respuesta afirmativa.
En sesión del 6 de noviembre, una comisión formada por
10s sefiures &fizáJez y P,=sa, pretrig rer~r r ici ,rn~ n- -r 12s int&-
cienes, opinó que el instituto debería ocupar la parte del edifi-cio
que daba a la calle del Canónigo y el Seminario, la del
46 AHP, LP, IP, leg. 1-3, exp. 60.
Colegio. En esta misma reunión se decidió nombrar director,
revistiéndole de amplias facultades con el fin de que pudiera
dirigirse a las corporaciones y particulares influyentes en
demanda de los recursos necesarios
«Se aprueba el informe de la Comisión y se nombra di-rector
al Doctor Dn. Miguel de Rosa con las facultades
que en el mismo informe se indica: se autoriza a los Ayun-tamientos
de la isla para que incluyan en sus presupuestos
las cantidades con que deban contribuir para el sosteni-miento
del referido Instituto, y dígase así al Gobernador
Civil de esta Provincia de Gran Canaria para que lo par-ticipe
a los expresados Ayuntamientos, dándole cuenta ade-más,
lo mismo que al Excmo. Ayuntamiento de esta ciu-dad
de iudu lo que haga referencia al esiabiecimiento del
Instituto mencionado, oficiando igualmente a los fines que
les competan a los Srs. Directores de las Escuelas Normal
y de Comercio))
La plantilla del centro quedó distribuida de la forma si-guiente:
INSTITUTO DE 2.a ENSEÑANZA DE GRAN CANARIA
PERSONAL
Director: D. Miguel de Rosa
Secretario: D. Eliseo Eduardo
PROFESORES
1:. curso de latín y castellano
D. Diego Mesa de León
2: curso de latín y castellano
D. José Ramirez
Retórica y poética
D. Ramón Puig
Geometría y trigonometría
D. Gregorio Guerra
Núm 36 (1 990)
Historia gra2. e Historia de españa
D. Rafael de Castro
Psicología, Lógica y Ética
D. Rafael Lorenzo García
Física y Química
D. Manuel González y González
Historia Natural y Fisiología e Higiene
D. Domingo J. Navarro
Las Palmas Julio 24 de 1869
Diego Mesa
En 1880, unos años después de la supresión del instituto, el
doctor López Botas publicaba en ¡a Revista dei Museo Canario,
como contribución a la preparación de la Exposición de 1883,
una serie de comentarios en los que glosaba la obra de
DOMINGOJ. NAVARROE:n sayos de Higiene Pública de la Isla de
Gran Canaria, al mismo tiempo que hacía votos para su im-presión.
De ellos, entresacamos para terminar las palabras en
que se refiere al Instituto:
«El establecimiento del Instituto local, agregado como es-taba
al Colegio de San Agustín con el auxilio que recí-procamente
pueden prestarse, y porque reunidos, costaría
menos el sostenimiento del Instituto local; debiendo ha-cerse
lo mismo respecto de la Escuela de comercio.
Los títulos y las razones que justifican el restablecimien-to
de esos dos importantísimos centros de enseñanza, son
más que notorios, nadie los niega, ni nadie los desconoce,
y por lo mismo impertinente sería indicarlos siquiera:
Pero sí debo combatir la idea de la imposibilidad que
algunas personas creen y lamentan, y que yo entiendo que
puede vencerse, ya venga de parte del Gobierno Supremo
o de las Autoridades y Corporaciones provinciales, ya de
la falta de recursos.
Lo primero pueden y deben y sabrán vencerlo los Sres.
Diputados y el Senador dei Distrito de Gran Canaria, se-cundados
por todas las Corporaciones y Autoridades del
mismo, que por ello deben clamar uno y otro día en sen-
47 Ídem, exp. 61, fol. 28.
100 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
tidas y respetuosas exposiciones al gobierno y á las cortes:
y los recursos que no son tan excesivos los que se nece-sitan,
deben proporcionarlos los Ayuntamientos de la Isla,
y en primer lugar por supuesto el de Las Palmas (...)
Tampoco sería imposible, como que no sería más que
un acto de estricta justicia, que el contingente con que
contribuyen los Ayuntamientos del Distrito de Gran Ca-naria
al sostenimiento del Instituto de La Laguna, se de-dicara
al local de Las Palmas: y no podemos creer que a
ello se opusieran nuestros hermanos de Tenerife, porque
sena pagar con refinado egoísmo y gran ingratitud la bue-na
voluntad y la cooperación de Gran Canaria al resta-blecimiento
del Obispado de Tenerife)) "".
48 El Museo Canario, t. I(1880). pp. 43-44.
Núm 36 (1990)