BELLAS ARTES
UN TRfPTICO DE LA NATIVIDAD
Y UNA VIRGEN DE LA LECHE
DE PIERRE COECK
EN COLECCIONES CANARIAS
POR
AIDA PADRON MÉRIDA
Hemos tenido la oportunidad de conocer, en fechas recien-tes,
la existencia de un ((Tríptico de la Natividad», de calidad
excelente, repartido en la colección del palacio de Nava y en la
iglesia de Santa úrsula, en la provincia de Tenerife, y una tabla
con el tema de la ((Virgen de la Leche)) -rescatado en un pro-ceso
de limpieza de una restauración efectuada no hace muchos
años- en colección particular de Las Palmas de Gran Canaria
que pensamos sean ambas del pintor flamenco Pierre Coeck.
Los vínculos de Pierre Coeck con la España del siglo XVI y
con los miembros de la familia real han sido suficientemente
probados. Pierre Coeck fue pintor de María de Hungría y os-tentó
desde 1534 el título de «pintor del emperador Carlos VD.
Sabemos de su participación en la construcción de los arcos
conmemorativos que levantó la cauidad de Amberes para reci-bir
a Felipe 11 en 1549 l. En relación a este capítulo, Elisa Ber-mejo
resumió acertadamente las consecuencias de estos vincu-los
en la historia del coleccionismo español: «La continuada
relación del pintor con tan significados protagonistas de nues-tra
Historia hace presumible el que su nombre no fuera desco-
1 G. MARLIERL:a Renaissance Flamande. Pierre Coeck d'Alost, Bm-selas,
1966, p. 42.
Núm. 32 (1986) 533
nocido para los españoles de la época, aficionados a la pintura,
y aún cabe que gozase de cierta fama. Si a ellos se añade el
gran número de obras que salían del puerto de Amberes con
destino a nuestra Península, puede explicarse perfectamente la
existencia en España de numerosas pinturas salidas de su mano
y de las de algunos de los más inmediatos colaboradores de su
taller antuerpiano)) 2. La localización en Canarias -alejada del
marco geográfico peninsular- de las dos pinturas flamencas
que estudiamos no es un caso aislado en el coleccionismo isle-ña.
El intenso comercio del azúcar y en menor medida del vino
de malvasía -productos ambos codiciados en Flandes- que
mantuvieron en los siglos XVI y XVII los puertos canarios con
las florecientes ciudades de Flandes determinó indirectamente
el conocimiento, en materia artística, de las aportaciones de los
maestros del norte y fomentó la importacián de pinturas pro-cedentes
de los m& prestigiosos talleres de Flandes. Eco de
esta demanda potenciada por las clases dirigentes con poder ad-quisitivo
entonces -Iglesia, terratenientes y focos conventua-les-
es en la actualidad la presencia en las islas Canarias de
pinturas vinculadas a maestros flamencos de la categoría de
Joos van Cleve, Ambrosius Benson, Marcellus Cofferrnans,
Maestro del Hijo Pródigo, Pierre Porbus el Viejo y Hendrick
van Balen. A estos nombres añadimos ahora el de Pierre Coeck.
Centrados ya en el objeto de este estudio, vale la pena re-cordar
que el citado triptico de Ea Natividad se conserva com-pleto,
incluidas las grisallas, con las figuras de la Anunciación
en el reverso de las puertas de cierre. La tabla central, de for-mato
rectangular, con escena de la Natividad, pertenece a la
colección del palacio de Nava en La Laguna, y los laterales, con
la Circuncisidn y la Presentación en el Templo, estan hoy en la
ermita de San Clemente del municipio de Santa Úrsula, en
Tenerife. El tríptico está fechado en 1546. Hernandez Perera
2 ({Pinturas inéditas de Pierre Coecken, Miscelánea de Arte, CSIC, 1982,
pp. 95-98. Otras tablas del pintor en Espda han sido publicadas por MA-T
~ A SD ÍAZP ADR~yN A IDA PADR~~NR I D Aen «Miscelánea de pintura fla-menca
del siglo XVI en España)), Archivo Español de Arte, 1984, núm. 228,
PP. 343-346.
534 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOS
Fig. 2.-Pierre Coeck. La Presentación en el templo y la Circuncisión.
Ermita de San Clemente. Santa drsuta.
PIERRE COECK EN CANARIAS 3
notificó su existencia en las entidades citadas: ((tanto la vir-gen
como las arquitecturas llenas de grutescos recuerdan es-pecialmente
a Pierre Coeck}}S. Un estudio comparativo con las
obras documentadas de Pierre Coeck no deja sombras de duda
sobre la calidad del tríptico y su adición sin reservas al catá-logo
de este maestro de Amberes.
En la tabla de la Navidad, Jesús -sobre un sillar de piedra
como en los grabados de Durero- ocupa el centro de la com-posición.
La presencia de María arrodillada adorando al Hijo
está fundamentada en las «Revelaciones» de Santa Brígida de
Suecia durante su viaje a Belén en 1730. San José sostiene un
candil - e n vez de la típica vela como en las ((Adoraciones de los
myesdeii Tierre Coe& los ~ o e de~ 'v'Sarso via 'vT'a~2r'cia
o en las {(Sagradas Conversaciones)) flamencas de los siglos XIV
y xv- y queda relegado a un plano secundario. Tres ángeles
adoran al Niño como en las obras citadas líneas atrás. En lo
alto, otros dos en Gloria presencian la escena. El rostro de Ma-ría
es el mismo en los trípticos de la ({Adoración de los Magos))
en el Palazzo Bianco de Génova, Pinacoteca Brera de Milán,
Museo del Prado, Universidad de Princenton, iglesia del Salva-dor
de Segovia y colección particular de Madrid 4, en las tablas
de las colecciones Mitko Robin Ros de Munich y Ettle de Franc-fort
', en las Magdalenas del Museo Curtius de Lieja y colección
Volher de Munich, en ((San Lucas pintando a la Virgen)) del
Museo de Bellas Artes de Nimes y en la ((Virgen con Niño, San-ta
Ana y la Magdalena)) del Museo de Cau Ferrat en Sitges. La
figura de espaldas, en plano de sombra, repite un modelo en
actitud similar en ((Jesús ante Caifás)) (Leipzig. Venta, 1930) y
en «Jesús ante Caifás)} del Schloss Grunewald de Berlín. La al-
$ Canarias, publicaciones de la Fundación Juan March, 1984, p. 228.
A ,u-Au- a A-- -<1,.:--- -L--- U U ~ui bririaa uuitu y otra -ia ((Virgen con iu'iño, Santa Ana y ia
Magdalena)) del Museo Cau Ferrat- citada líneas más adelante fueron
añadidas al catálogo de Pierre Coeck con Elisa Bermejo en aPinturas
inéditas de Pierre Coecke conservadas en España)), Archivo Español de
Arte, núm. 214, 1981, pp. 113-141.
Se desconoce su paradero actual; figuró en la citada colección has-ta
1929.
4 AIDA PADR~N ~ ~ R I D A
ternancia de paramentos cubiertos de grutescos y arcos abier-tos
-que dejan ver un paisaje indefinido poblado de arquitec-turas
en ruinas- delata la influencia de grabados manieristas
de la época.
La ceremonia de la Circuncisión se arnbienta en esta tabla
de la ermita de San Clemente en el interior de un templo (fi-gura
2): (tCuando se hubieron cumplido los ocho días para
circundar al Niño, le dieron el nombre de Jesús impuesto por
el ángel antes de ser concebido en el Senon (Lucas, 2-21). María
y José están próximos al Niño. El rostro y los modelos de los
asistentes son los mismos en la tabla que estudiamos a conti- a nuación. N
E En la ctpresentación de Jesús en el Templo?) distinguimos O
fácilmente a Mana y José en primer plano (fig. 2). El personaje n-- m que sostiene a Jesús es, según San Lucas, Simeón (2, 25-29), y la O
E
mujer que señala al Niño con el índice, la vieja profetisa Ana E
2
(Lucas, 2, 36-38). El motivo de la presencia de unas cuantas -E
monedas sobre la mesa lo explica un pasaje del Libro de los 3
Números: ({Harás rescatar los primogénitos de los hombres y O-- de los animales impuros. Harás que sean rescatados cuando m
E
tengan un mes, y según estimación, en cinco siclos de plata, O
por el ciclo del Santuario, que es de 20 gueraw (18, 16). Las n
dos tórtolas o pichones en el suelo, en primer término, hacen a-E referencia al acto de la hirificación de la Puérpera que los ju- l
n dios celebraban contemporáneamente a la Presentación en el n
n
Templo de los primogénitos (Levítico, 12). Los cirios encen- 3
didos recuerdan la procesión de los (Cirios Benditos)) que pre- O
sidía la Purificación entre los hebreos.
En la escena de la Anunciación, en grisalla, Pierre Coeck si-gue
la tradición flamenca de aislar las figuras: el ángel en la
puerta derecha y María en la izquierda. El dibujo rizado y cur-
--:I:--- 2- 7 - --.L- -.-- e----- l..- 1- ----:-:A- J.. n:-" D.-.A~,.
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similar en el ((Sacrificio de Mercurio)) del gabinete de Estampas
del Louvre y en el ((Bautismo de Cristo)) de la serie de vidrios
según diseños de Pierre Coeck del Rijksmuseum de Amsterdam.
La estilización de las figuras, el afán de movimiento, el dibujo
de las nubes y las sombras metálicas recuerdan el mismo espí-
536 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Pig. 3.-Pierre Coeck. La Anunciación (Grisallas). Tríptico de la Nativi-dad.
Colección particular. La Laguns-Santa Cruz de Tenerife.
PIERRE COECK EN CANARIAS 5
ritu inquieto que concibió las grisallas de la ((Conversión de
San Pablo)) de Lisboa, ejecutado en fechas próximas al nuestro.
La tabla de la «Virgen de la Leche)), de coleccion particular
de Las Palmas de Gran Canaria, fue, como hemos indicado al
iniciar este trabajo, restaurada recientemente. La pintura visi-ble
antes era una imitación hecha en este siglo de una escena
de interior típica en el repertorio de los temas de géneros de
los maestros holandeses del siglo XVIII. Las diferentes catas he-chas
en los bordes de la tabla aconsejaron levantar integra-mente
el repinte que cubría la totalidad de la superficie. Bajo
la falsa capa de pintura apareció por fortuna la figura de la
«Virgen de la Leche)), un original flamenco del siglo XVI. Desco-nocemos
los motivos que ocasionaron en este caso la reutiliza-ción
de esta tabla. Su estado de conservación se ve alterado
por barridos y saltados de pintura que han dejado al descu-bierto
la preparación blanca e incluso el soporte de roble en el
ángulo superior izquierdo. Lógicamente esto ha impedido el
conocimiento de la pintura original. La fotografía es un docu-mento
elocuente del estado actual de la tabla (fig. 1. La pintura
en este caso permite la reintegración parcial por ctregatino,) de
la composición en las zonas de pérdida.
El tema de la {(Virgen de la Leche» fue una representación
frecuente en la iconografía cristiana anterior al Concilio de
Trento. La imagen de María que amamanta a Jesús es la figu-ración
simbólica más expresiva del binomio Iglesia-Madre:
«los hijos de la Iglesia son hijos de María y así como la Virgen
alimentó a Cristo, así la iglesia continuó alimentando a todos
los cristianos)) '. El número de piezas con este mismo tema es
elevadísimo en la producción de los maestros flamencos del si-glo
xv7. Es interesante recordar aquí un grabado de la Virgen
de la Leche en la Herzog August-Bibliotek en Woltenbüttel.
Ls tzibla de Las Pa!mas es expmente de! m e m e stilo pr~pi ed e!
cambio de siglo y de la estrecha comunión con las corrientes
N. TRENS: Iconografia de María en el Arte Espaianol, 1947, p. 458.
DIRK DE VOS: De Yadonna-en-Kinzdetgpologie bij Rogier van der
Weyden en enkele minder gekende flemalleske voo~.slopersJ, ahrbuch der
Beriiner Museem, 1982, pp.
rafaelescas a través del arte de Gossaert, pero, formalmente,
continúa fiel a la impronta goticista de los esquemas weydianos
que conocemos en las versiones de los museos a y e r van der
Bergh en Amberes (núm. 366), Reales de Bellas Artes de Bélgica
en Bruselas (inv. núm. '7141, Groeningen de Brujas (núm. 40),
Rijksmuseum de Arnsterdam, Demotte Galerie de Nueva York
(en 19351, etc. El tema lo trató Pierre Coeck en el ejemplar
de la colección Jean van Wassehove de Bruselas. La composi-ción
de las figuras es muy similar a una replica con varian-tes
en la colección Hermann Schram en Neuss que Marlier
propuso al maestro8, pero que nosotros pensamos obra de
un discípulo o seguidor '. El rostro de María, el mentón me-nudo
y la nariz larga y recta recuerda los modelos femeninos
de Pierre Coeck en las tablas de la ((Adoración de los Magos})
en el tríptico de la iglesia de Santiago en Teruel y en la Sagrada
Familia del Museo Vanderkelen de Lovaina. El canon alargado
de Jesús y las anatomías marcadas de su desnudo responden
al modelo más frecuente en su producción.
Ob. cit., 1966. p. 42.
9 AIDA PADR~MN~ I D A «:U na tabla del maestro de Santa Anna Hofje
de Leyde atribuida a Pierre Coecks (en prensa).
538 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS