NÚCLEOS Y TERRITORHALI13AD HHSTQ~ICQS
DE SAN IUIGUEL DE LA PALMA
P O R
JUAN SEBASTIIÁN EQPEZ GARCÍA
Los centros históricos de Canarias fueron la ciudad misma
hasta que en épocas relativamente recientes muchos de estos
núcleos ensancharan sus tramas más allá de sus perímetros tra-dicionales.
Estos asentamientos surgieron de forma inconexa en
las distintas islas y se convirtieron en los rectores territoriales,
tanto de alcance insular como comarcal y local, presentando
en cada isla un sistema diferente. En la actualidad muchos de
estos núcleos han adquirido valor cultural en virtud de su de-claración
monumental, lo que debiera implicar la realización de
programas de rehabilitación que garantizaran la conservación
de estos bienes urbanos, arquitectónicos y artísticos l. Por otro
lado, junto a su valoración histórica hay que dotar a estos nú-cleos
de los instrumentos propios para que sean organismos vi-
' Vid. JUANS EBASTLLAÓ~PENZ GARCÍA( 1991): «Los centros urbanos his-tóricos
de Canarias: algunos antecedentes y situación actual)), en Arte, Ciu-dad
y Territorio Departamento de Arte, Ciudad y Territorio; Universidad
de Las Palmas de Gran Canaria, pp. 53-70. ÍDEM(e n prensa 1992): «Los
núcleos históricos: historia y función territorial de la ciudad en Canarias)),
en Revista de Historia de Canarias, Facultad de Geografía e Historia, Uni-versidad
de La Laguna.
Núm 38 (1992) 503
2 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARC~A
vos, con especial incidencia en los que de por sí son ya im-portantes
centros económicos, demográficos, etc., caracterizados
por su dinamismo. La dislocación de estas relaciones sociales
puede tener graves efectos negativos sobre el territorio2, de ahí
que sean de interés todas las aportaciones que se hagan en
este campo de trabajo. En el presente estudio se tratarán los
aspectos relativos a los núcleos y demarcaciones históricos de
la isla de San Miguel de La Palma.
SIGLOS xv Y XVI
La Palma contaba con doce señoríos independientes cuando a
se produce su incorporación a la Corona de Castilla, el 3 de E
mayo de 1493, que Ia coavierte el? la isla de mayor frag- O
n
mentación territorial en la Canarias prehispánica3. Como para =
Oo>
otros aspectos de la cultura benahoarita, se ha resaltado la di- E
E
2 ficultad de su estudio por la carencia de fuentes documentales E
que traten de las estructuras políticas, sociales, económicas y
--l:A---- 4 3
i~llgruuau .
Al igual que otras islas, no se produce una correlación clara -
0m
y exacta entre las demarcaciones primitivas y las posteriores E
hispánicas, a pesar de algunas similitudes de límites y topóni- O
mos. Al respecto, Hernández Pérez ha propuesto una razonada n
E delimitación de los doce cantones, de tal forma que las mayo- -
a
res coincidencias se concentran en la zona norte y noreste, ac-n
tuales municipios de Barlovento, Garafía y San Andrés y
3
SANTIAGROO DRÍGUEZ-GIMMENAOR TÍNE(1Z9 82'1: «El territorio v la co- O
, ,
municación en la rehabilitación de los asentarnientos)), en Estudios Terri-toriaies,
núm. 5, enero-marzo, Madrid, p. 99.
En efecto, La Palma ocupa este primer puesto por el número de
sus demarcaciones que, en relación con la superficie de la isla, también
le otorga proporcionalmente los territorios más pequeños de Canarias.
Como es conocido, Tenerife contaba con nueve menceyatos, La Gomera
con cuatro cantones, Fuerteventura con dos reinos, Gran Canaria con uno
estructurado en dos guanartematos, y Lanzarote y Ei nierro estaban
unificadas.
MAUROS. HERNÁNDEPÉZR EZ (1977): La Palma prehispánica, El Museo
Canario, Las Palmas de Gran Canaria, p. 31.
504 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HIST~RICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 3
Saucess. Por otra parte, la arqueología moderna pone en evi-dencia
que los asentamientos benahoaritas, constituidos por cue-vas
naturales, cabañas, abrigos y otras construcciones de superfi-cie,
no tienen paralelo con los núcleos actuales, localizándose
preferentemente en las partes medias o altas de las cuencas
de los barrancos 6.
«El nacimiento de las ciudades nunca es individual: siempre
surgen como redes, como conjunto de puntos de intensidad dis-tribuidos
sobre la superficie del territorio)), tal como afirman
Fourquet y Murard7. Esta aseveración, desde el punto de vista
de este trabajo tendría una doble significación: la no individua-lidad
de los núcleos palmeros tanto en el sistema urbano del
archipiélago como en el particular de su isla.
No se puede olvidar el contexto regional de San Miguel de
La Palma, isla que tras ia incorporaci6n, y a través de SU ca-pital,
va a participar del modelo policéfalo que se desarrolla en
el sistema urbano del archipiélago. De esta forma, Santa Cruz
se convertirá en uno de los tres núcleos rectores de Canarias
durante el siglo XVI, junto con Las Palmas de Gran Canaria y
san ~ ~ i d~e L~~ & +L~.AL-L-:L- U51ja de ca*des de !us islus de
realengo. Este modelo, como es sabido, pronto es cuestionado
por la fuerte presión que ejercía La Laguna en su empeño de
consolidar un sistema metropolitano que la tuviera como única
cabecera del archipiélago. Esta circunstancia, que se llevó a efec-to
con bastante éxito práctico, si es verdad que afectó en mayor
medida a Las Palmas, porque allí tenían su sede las instancias
más significativas de la administración regional, también relegó
a la capital palmera a un segundo plano de la escena regional,
HERNÁNDEZP ÉREZ, 1977, págs. 31-32. Adeyajamen se correspondería
con San Andrés y Sauces, Tagalgen con Garafía y Tagaragra con Barlo-vento.
Las demarcaciones en el momento de la conquista eran: Aridane,
Tihuya, Tamanca, Ahenguareme, Tigalate, Tedote, Tenagua, Adeyajamen, Ta-garagra,
Tagalgen, Tijarafe y Aceró. Véase además JOSÉ VIERA Y CLAVUO
(1978): Noticias de la Historia de Canarias, Edición crítica de Alejandro Cio-ranescu,
Cupsa Editorial, Madrid, t. 1, pp. 87-88.
HERNÁNDEPZÉ REZ,1 977, PP. 37-39 y 85.
FRANCOIFSO URQUEy TL ION MURAD(1 978): LOS equipamientos del poder,
Ciudades, territorios y equipamientos colectivos, Col. Punto y Línea, Editorial
Gustavo Gili, Barcelona, p. 48.
Núm. 38 (1 992) 505
4 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA
al poseer una situación más débil que las otras dos, hecho que
se pone de manifiesto a partir del siglo XVII~.
Sin casi antecedentes prehispánicos, según el estado actual
de las investigaciones, no se puede hablar pues de ningún nú-cleo
de superposición y sí, por el contrario, de núcleos ex novo.
Los mismos acontecimientos de la conquista parecen influir en
la futura localización de algunos de los centros más importantes,
tal como se evidencia al considerar que el desembarco se pro-dujo
en las costas de Tazacorte, el día de San Miguel de 1492, -
y el final de la guerra fue en la festividad de la Santa Cruz
de 1493, lo que otorga un notable protagonismo al eje central
de la isla, con orientación este-oeste.
Santa Cruz de La Palma fue fundada el 3 de mayo de 1493 por a
Alonso Fernández de Lugo, recibiendo el nombre del elemento epó- E
nim-0 mit. se p!zeó en e! !=~c,yI e~ r&ci& a !a fe-,*&j& &a, O
1-- n
tan de la devoción del fundador, ya que lo repitió en Tenerife9. La
- m
O
E fundación se produjo en el enclave benahoarita de Tinibucar, que E
2 poseía una aventajada posición ribereña junto al mejor fondeadero E
de la isla y abastecido de agua por los distintos barrancos que allí
cnnrurren. Ystes factores pssi ths f~e rond ztemkaiites en el asen- 3
tamiento, que comenzó a desarrollarse de forma espontánea en los -
0
m
E alrededores de la cruz, con la instalación en precario de las prime- O
ras edificaciones; paralelamente, al norte del barranco de las Nieves, 6
en la cueva de Canas, se organizó el primer Cabildo, la Aduana y n
E
la Parroquialo. Al estar dominada en su mayor parte por la costa, a
JUANS EBASTIÁLNÓ PEZ GARCÍ(A19 88): «Canarias: hacia un sistema urbano,
siglos xv y XW), en Ciudad y Territorio, núm. 77-3/1988, Instituto Nacional de
Administración Pública, Ministerio para las Administraciones Públicas, Ma-drid,
pp. 3-8.
VE% y CLAWO, 1978, t. I, p. 257. AVTOMOI?V ME'; DE ARXG (1947-1959):
Piraterlas y ataques navales contra las Islas Canauias, Consejo Superior de Inves-tigaciones
Científicas, Madrid, t. 1, p. 57.
'O RUMEDUE ARMAS, 1948-1 950, ibíd. JUAK BAUTISTLAO RENZROO DR~GU(1E 97Z5 ):
Noticias para la Historia de La Palma, t. 1, ((Fontes Rerurn Canariamm)) XíX, Ins-tituto
de Estudios Canarios, Cabildo I~sular de La Palma, La Laguna-Santa
Cruz de La Palma, pp. 138-139. Une de !os oficios más ;-m- Pnn~+-Lo - snL-+o -c de !a udmi-nistración
fue el de alguacil mayor, vid. J ~ IPEÉR EZG ARCÍA(1 979): «Vicisitudes
del Alguacilazgo Mayor de La Palma)), en ANUARIOD E ESTUDIOAST LÁNSICOS,
núm. 25, Patronato de la Casa de Colón, Madrid-Las Palmas, pp. 237-288.
506 ANUARIO DE ES TUDIOS A TLANTICOS
se puede considerar como un asentamiento ribereño, según la cla-sificación
de Cáceres Morales ll.
En relación con lo expuesto, la urbe se va a comportar en
sus mecanismos de configuración morfológica dentro del esque-ma
que para la ciudad canaria ha propuesto Ramírez Guedes,
en tanto que no existe un control de la trama en su primera
fase, sucesivas etapas con reorganización estructural, operativi-dad
de las emergencias arquitectónicas y operación posterior
de regularización del trazado12. En efecto, tras ese precario nú-cleo
fundacional, Santa Cruz de La Palma, que en algunos do-cumentos
tempranos también se denomina Apurón, se reorga-niza
y se traslada más hacia el sur, junto al barranco de Los
Dolores, donde se traza la Plaza principal y se construyen los
edificios de la administración civil (Cabildo) y religiosa (Parro-quia
Matriz de El Salvaciorj, unidos a las casas de ios per-so-najes
más importantes (entre los que destacaba el propio Ade-lantado),
convirtiendo ese sector en el centro de la ciudad. El
núcleo estaría ya consolidado en 1515 cuando el obispo Váz-quez
de Arce afirma en sus Sinodales que «la dicha Villa de
Apurón es cabeza e principal población de la Isla de La Pd-ma
»13, y en 1542 cuando recibe el tratamiento de «Muy Noble
y Leal Ciudad» 14.
No es objetivo de este trabajo estudiar de forma pormeno-rizada
la evolución urbana de Santa Cruz de La Palma, aspecto
ya tratado con anterioridad15, sino su carácter y significación
dentro del sistema de núcleos y territorio insulares. De todas
l' EDUARDCOÁ CERESM ORALE(S1 977): Plan. Planeamiento. Planeamiento
en Canarias, Departamento de Publicaciones, Colegio Oficial de Arquitectos
de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, p. 244.
l2 JUANR AMÍREGZ UEDES(1 988): «La colonización atiántica: ias ciudades
canarias)), en Ciudad y Teuritorio, núm. 77-3/1988, Instituto Nacional de Ad-ministración
Pública, Ministerio para las Administraciones Públicas, Madrid,
pp. 11-13.
l3 JOSÉ RODRÍGUEMZO URE(1 915): Historia de la Parroquia Matriz de
Ntra Sra de La Concepción de la ciudad de La Laguna, La Laguna, p. 299.
l4 LORENZROO DRIGUE1Z97, 5, p. i¿4.
l5 Vid. JUANS EBASTIÁLNÓ PEZG ARCÍA(i nédito 1990): Centros Históricos
de Canarias, t. 111, Departamento de Historia del Arte, Universidad de La
Laguna, pp. 1172-1212 y 1371-1376.
maneras, para entender mejor la importancia que había adqui-rido
la ciudad quinientista, no está de más recordar algunos
aspectos que la confirman como una de las urbes más
importantes del momento en Canarias. Quizá el documento más
concluyente sea el plano y vista general que dibujó el cremonés
Torriani, donde se constata el grado de definición urbana que
se había alcanzado a finales de la centuria16, en cuya trama
ya estaban varias instituciones religiosas que se sumaban a la
Parroquia Matriz1' y de las que destacaban los conventos de
Nuestra Señora de La Concepción (orden de San Francisco)18
y San Miguel de las Victorias (orden de Santo D~mi n g o )y'~
las ermitas de Nuestra Señora de La Encarnación, Santa Cata-lina,
San Telmo, San Sebastián y San JoséZ0. Además hay que
l6 FERNANDGOA BRIEML ARTÍNR OD~GU(E19Z86 ): La primera imagen de
Canaria Los dibujos de iorrzanz, Colegio Oficial de Arquitectos de Cana-rias,
Santa Cruz de Tenenfe, pp. 121-122, Iáms. 59 y 60. LÓPEZG ARCÍAin, é-dito
1990, t. III, pp. 1179-1 181.
l7 Vid. GLORIAR ODRÍGUE(1Z9 85): Iglesia de El Salvador de Santa Cruz
de La Palma, Cabildo Insular de La Palma, Madrid, pp. 10-14. FRANCISCO
JosÉ GALANTGEÓ MEZ( 1979): «La iglesia matriz de El Salvador, en Santa
Cruz de La Palma)), en Hguayro, Saja insuiar de Ahorros, Las Palmas de
Gran Canaria, pp. 17-20. JUANS EBASTIÁLNÓ PEZG ARCÍA(1 983): La arquitec-tura
del Renacimiento en el Archipiélago Canario, Instituto de Estudios
Canarios, Cabildo Insular de Gran Canaria, La Laguna, pp. 97-102.
l8 Vid. LORENZROO DRÍGUE1Z9,7 5, PP. 37-38 y 409. VIERAY CLAVUO19, 78, t.
LI, p. 339. MARÍAD EL CARMEDNU QUEH ERNÁNDE(1Z9 81): ((Fundación del Real
Convento Franciscano de la Inmaculada Concepción de San Miguel de La Pal-ma
», en La Tarde, Santa Cruz de Tenerife, 19-20 y 22-X-1981. ALBERTJOO SÉ
FERNÁNDEGZA RCÍ(A19 63): «Notas históricas de la Semana Santa de Santa Cruz
de La Palma, en Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma, 26128-m y 315-N-
1963. ALBERTOJO SÉ FERNÁNDEGZA RC~(iAné dito 1981): «Memoria histórico-artística
del convento franciscano de Santa Cruz de La Palma)), estudio histó-rice
de! Prqecto de D,es:aüracióii del Red Corivrnio Franciscano de ~uestra
Señora de la Inmaculada Concepción de San Miguel de La Palma, Cabildo In-sular
de La Palma, mecanografiado.
l9 Vid. VIERAY CLAVUO1,9 87, t. LI, p. 350. LORENZORO DRÍGUE1Z9, 75,
pp. 38-39, 94- 100. FERNÁNDEGZA RCÍA19, 63, ibíd.
20 LORENZROO DRÍGUE1Z9,7 5, pp. 88-90. ALBERTO JOSÉ FERNÁNDEZG ARCÍA
(1968): «Apimtes Hkt6rices. S m Sebastih:?;;e,t l S;;i;,io de Avi.ms, Sariia Cruz
de La Palma, 26-27 y 29-IV-1968. ALBERTO JOSÉ FERNÁNDEGZA RCÍA(1 969):
((Notas históricas de La Palma. San Telmo)), en Diario de Avisos, Santa
Cruz de la Palma, 17118-IX-1969.
508 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
2. Vista de Santa Cruz de La Palma desde el mar, Leonardo Torriani
(siglo XVI).
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HISTÓRICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 7
contar con otros servicios, tales como el Hospital de Nues-tra
Señora de los Dolores (1514) que incluía la Cuna de
Expósitos 2'.
En la escena regional, la institución más notable era la sede
del Juzgado de Indias que, instalado en 1560, autorizaba a la
isla para el comercio con América. Esta institución fue trasla-dada
posteriormente a Tenerife, dentro del programa de cap-tación
de instituciones por parte de La Lagunaz2. A escala in-sular,
la ciudad era la cabecera de La Palma con el aparato
propio de la administración de la isla-municipio. Ambas fun-ciones
-regional e insular- se vieron facilitadas por ese em-plazamiento
mantimo que le permitió poseer un puerto con ac-tivo
comercio, cuyos productos de exportación más importantes
fueron el azúcar y !vs vinzls, !o qüe a t r ü j ~a UZÉ, cc!=niu de
extranjeros (flamencos, genoveses, portugueses y francese~)~~.
Los datos demográficos también confirman la importancia de
Santa Cruz, a la que se atribuye 500 vecinos en 1587 y unos
3.200 habitantes en 159OZ4c, ifras que la convierten en la cuarta
de ldS fS& A pesar d- -.-+A -o--.-o-.. r\fir;t;.,n
r; G ~ L G pauw1a111a L/WJILIVW, I?G
todo fueron glorias y la ciudad fue tomada y saqueada por la
armada francesa de Francois Le Clerc el 21 de julio de 1553,
*' LORENZOR ODRÍGUEZ1,9 75, pp. 45, 92-93, 140-141.
22 LORENZOR ODRÍGUEZ1,9 75, pp. 160-16 1. ANALOLAB ORGESJ ACINTDOEL
CASTILLO(1 979): «Las primeras migraciones a Indias desde las Islas Orien-tales
(Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria))), en ZZ Coloquio de Historia
Canario-Americana (1977), t. 1, Cabido Insular de Gran Canaria, Las Palmas
de Gran Canaria, p. 27.
23 RUMEU DE ARMAS, 1947-1950, t. 11, 1.8 parte, p. 325. EDDY STOLS
(1982): «Les Canaries et l'expansion coloniales des Pays-Bas Méridionaux
au seizieme sikcle et de la Beigique vers 1900», en i¡V Coioquio de Iiistovia
Canario-Americana (1980), t. 11, Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Pal-mas
de Gran Canaria, pp. 906-9 18. FERNÁNDEZ GARCÍA, 1969, 18-IX.
24 JosÉ SÁNCHEHZE RRERO(1 973-1976): ((Aspectos de la organización ecle-siástica
y administración económica de la diócesis de Canarias a finales
del siglo xw (1575-1585)», en Revista de Historia Canaria, t. XXV, núm. 170,
Facuitad de Fiiosofía y Letras, Universidad de La Laguna, pp. 75-76.
ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ (1988): «Fuentes y principales problemas me-todológicos
de la demografía histórica de Canarias)), en ANUARIO DE
ESTUDIOAST LÁNTICOS,n úm. 34, Patronato de la Casa de Colón, Madrid-Las
Palmas, p. 144. Le anteceden La Laguna, Las Palmas y La Orotava.
8 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA
provocando la destrucción de muchas edificacioneszs. Este he-cho
tuvo como consecuencia inmediata la reorganización del
sistema defensivo 2b.
Desde fecha temprana, junto a la capital aparecen una serie
de asentamientos agrícolas que se localizaron en distintos pun-tos
de La Palma, pero sobre todo en las zonas más ricas y
aptas para el cultivo de la caña y la explotación del azúcar.
Estos emplazamientos habían sido el escenario preferente de
los repartos de tierras y aguas con los que el Adelantado fa-voreció
a su propia familia y a los que participaron y finan-ciaron
la conquista de la isla, ya fuesen españoles o extranje-rosz7.
Así, los núcleos que primero se desarrollan son los de
San Andrés, Los Sauces y San Juan de Puntallana, en el eje
que partiendo de la capital se orienta hacia el noreste, y Los
Llanos en el Valle de Aridane, con las haciendas de Argual y
Tazacorte, en la parte centro-occidental. Esta proliferación de
agrupaciones de cierta entidad justifica que a finales del si-glo
XVI la isla estuviera dotada con trece «pilas», es decir be-neficios
o curatos, o simplemente ermitas con capacidad para
administrar el bautismo, que se localizaban, además de en la
ciudad, en núcleos de desigual importancia, pero siendo cada
uno el más importante de su zona: San José de la Breña
(Breña Baja), San Pedro de Buenavista (Breña Alta), San Juan
de Puntallana, San Andrés, Los Sauces, El Rosario (Barlovento),
Garafía, San Antón (Fuencaliente), Puntagorda, Tijarafe, Los Lla-nos
y Mazo28. Si se compara con las demás islas, se observa
que en el siglo XVI, por el número de pilas, La Palma ocupa
j' RUMEUD E ARMAS, 1947-1950, t. 1, p. 150. LORENZOR ODRÍGUEZ1,9 75,
p. 134.
l6 LORENZROO DRÍGUE1Z9, 75, pp. 141-1 50 y 173.
27 Vid. ANA V I ~ ABR ITO( 1990): ((Aproximación al reparto de tierras en
La Palma a raíz de la conquista)), en VII Coloquio de Historia Canario-
Americana (1986), t. 1, primera parte, Cabildo Insular de Gran Canaria, Ins-tituto
de Cooperación Iberoamericana, Las Palmas de Gran Canaria,
pp. 473-487
28 SÁNCHEZH ERRERO1, 973-1976, pp. 81-82. La distribución de los veci-nos
de estas pilas, en 1587, era la siguiente: Santa Cruz de La Palma, 600;
San José de la Breña y San Pedro de Buenavista, 50; San Juan de Pun-tallana,
60; San Andrés, Los Sauces y Barlovento, 150; Garafía, 50; Santo
N~CLEOSY TERRITOR~ALIDADH IST~RICOSD E SAN MIGUEL DE LA PALMA 9
el segundo lugar de Canarias, después de Tenerife (dieciséis) y
no deja de ser curioso que posea dos más que Gran Canaria,
cuando esa isla era superior en población y tamaño.
Si los trece curatos y beneficios palmeros del siglo XVI se
cotejan con las actuales jurisdicciones civiles, de los que son
antecedentes directos, se aprecia que se está ante una estruc-turación
territorial bastante temprana y que sitúa a La Palma
en la isla que menos ha modificado sus demarcaciones en los
últimos quinientos años. En efecto, contrastada con las demás
islas, ésta es la que ofrece el mapa administrativo interno de
mayor estabilidad, con sólo escasas variaciones posteriores de
detalle. Otro rasgo peculiar palmero es que, aunque con un de-sigual
protagonismo y peso socioeconómico en la estructura in-sular,
desde e! siglo m; están presentes tvdas !as zonas de !a
isla, en una localización perimetral de núcleos que se emplazan
preferentemente a cierta distancia de la costa en áreas de me-dianía~,
con el ochenta y cinco por ciento entre los 250 y
700 metros de altitud. Esta disposición aparece claramente re-fleja&
en el geiiei-a: & la isla que rea&zó Leozar& Tzl-rriani,
donde además de los núcleos cabeceras citados se loca-lizan
otros caseríos importantes, como La Galga, Tigalate, Fa-xana,
Aguacencio, Beloquo, etc. Como característica general de
las agrupaciones, el citado ingeniero afirma que «las villas tie-nen
pocas casas, que están esparcidas)) 29.
Entrando en más detalles, parece que el segundo núcleo de
mayor importancia fue San Andrés, como centro comarcal en
el noreste, perfilándose con una clara función administrativa,
ya que en documentos públicos de 1507 se le otorga el título
de «villa» y fue sede de la parroquia más antigua de la Zolia,
Antón, 30; Puntagorda, 40; Tijarafe, 60; Los Llanos, 70; y Mazo, 60. Véase
además ANA VIRA BRITO (1989): «La primitiva organización eclesiástica de
La Palma», en ANUARIOD E ESTUDIOAST LÁNTICOS, núm. 35, Patronato de la
Casa de Colón, Madrid-Las Palmas, pp. 45-66.
-0 TV~ARTÍN RODRÍGUEZi9, a6, pp. iia-i26, iám. 58. Ei cuadro de dtitudes
de las distintas pilas es el siguiente: Santa Cruz, 15 metros; San Andrés,
50; Los Sauces, 250; Breña Baja, 300; Los Llanos, 325; Breña Alta, 350;
Garafía, 400; Puntallana, 420; Mazo, 500; Barlovento, 548; Puntagorda, 600;
Tijarafe, 640 y San Antón, 700.
1 0 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA
de la primera alcaldía que extendía su jurisdicción civil a Los
Sauces y Barlovento, además de contar con dos escribanías,
que se explican por el alto volumen de contratos y negocios
que se realizarían en relación con el negocio azucarero 30. Pa-ralelamente
se desarrolló Los Sauces con sus ingenios, núcleo
que más tarde hará sombra al propio San Andrés. En la otra
parte de La Palma, el centro económico fue el Valle de Arida-ne,
donde asimismo se localizaban importantes haciendas de
caña dulce. Aquí hay que destacar una primera etapa de dis-persión
de la población que se evidencia a través de la indefi-nición
toponímica, posiblemente reflejo de una comarca acéfala
que carecía de un núcleo preponderante y/o rector, ya que ha-cia
1515 se habla tanto de los valles de ((Tacarinte y Tijará))
como de los de ((Tazacorte e Ti~araf ) )~Es' .t a situación se mo-ciifica
en la segunda década dei Quinientos cuando se visiumbra
una cierta vertebración del Valle con el traslado de la ermita
de Nuestra Señora de los Remedios, cuya nueva ubicación es
el germen definitivo de Los Llanos, que en adelante será el
núcleo cabecera 32.
30 LORENZROO DRÍGUE1Z9,7 5, pp. 107-1 08, 199-200 y 209. ALBERTO JOSÉ
FEFWÁNDEGZA RC~(A19 67): ((Semana Santa en la Villa de San Andrés y otras
noticias histórico-religiosas)), en Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma,
20-III-1967. RODRÍGUEMZO URE1, 915, p. 300. Para la evolución de este nú-cleo
urbano y el de Los Sauces, vid. LÓPEZ GAR C ~in,é dito, 1990, ID,
pp. 1213-1227 y 1358-1360. '' Esta toponimia es utilizada en las Sinodales del obispo Vázquez de
Arce, vid. RODRÍGUEMZO URE1,9 15, pp. 299 y 301.
32 Este traslado se llevó a efecto desde una de las laderas del ba-rranco
de Las Angustias, siguiendo un acuerdo de las autoridades ecle-siásticas
que lo habían determinado ((porque los vecinos arriva heran mejor
servidos e en venir abaxo rrecebian perjuyzio)); vid. CONSTANZNAE GRÍN
DELGAD(O19 88): ((Jácome de Monteverde y las ermitas de su hacienda de
Tazacorte, en La Palma», en ANUARIOD E ESTUDIOAST LÁNTICOnSú,m . 34, Pa-tronato
de la Casa de Colón, Madrid-Las Palmas, p. 336. Especial prota-gonismo
en la zona tiene el germano Jácome de Monteverde, quien re-edifica
las ermitas de San Miguel Arcángel de Tazacorte y la de Nuestra
Señora de las Angustias y que además realiza las aportaciones económicas
para el traslado de la ermita de Nuestra Señora de los Remedios. Era
propietario de la importante hacienda azucarera por traspaso de la com-pañía
alemana de los Welser que, a su vez, había pertenecido a Jacobo
512 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
NÚcLEOS Y TERRITORIALIDAD HISTÓRICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 11
Si se fuera a representar gráficamente el sistema de asen-tamiento~
de San Miguel de La Palma a finales del siglo XVI,
tendríamos un ángulo recto con islotes dispersos. Tomando
como centro Santa Cruz, desde donde partirían dos ejes en di-rección
hacia las dos cabeceras comarcales más importantes del
interior, dedicadas al cultivo y la explotación de la caña. El
eje orientado hacia el norte culminaría en San Andrés y Los
Sauces, pasando por Puntallana; el otro, orientado hacia ponien-te,
tendría su punto terminal en el Valle de Aridane, donde ya
empezaba a destacar Los Llanos. Como núcleos aislados
({(islotes))) estarían Barlovento, Garafía, Tijarafe, Puntagorda,
Mazo, Breña Alta, Breña Baja, etc. 33.
A pesar de que en La Palma permanecieron en activo al-gunos
ingenios azucareros, la caída casi generalizada de la caña
dulce en Canarias, hecho que se produce desde mediados del
siglo XVI'~, y los cambios de cultivo, modificaron la distribución
demográfica de la isla con el crecimiento de varias demarca-ciones.
De esta forma, a lo largo de los siglos xvn. y XVIH se
produce la sustancial irrupción de algunas jurisdicciones que
se sitúan en los primeros puestos, aunque no siempre eso sig-nificara
que poseyeran unos núcleos cabecera destacados. Otras
de las novedades que se aprecian durante estas centurias son
la desaparición de la «Pila» de San Antón y la creación de la
de Las Nieves, hechos que compensados entre sí mantienen en
Yvarte y antes a Juan Fernández de Lugo Señorino, quien la había obte-nido
por repartimiento de su tío (el Adelantado Fernández de Lugo)
(Vid. pp. 324-325, 327-335). Para la evolución del núcleo urbano de Los
LIayus de ARUane, L~ PEZU A R C ~iq,& &re IQQG, 13, p p 1228-1239
y 1326-1328.
33 LÓPEZ GARCIA1,9 88, pp. 6-7.
34 RAMÓND ÍAZ HERNÁNDE(1Z9 82): El azúcar en Canarias (SS. xvr-XVII),
colección «Guagua», núm. 39, Las Palmas de Gran Canaria, pp. 39-40.
Núm 38 (1992) 5 13
trece las jurisdicciones eclesiásticas de la época". Sin embargo,
a finales del Setecientos, el número de alcaldía's pedáneas era
menor, concretamente once, dado que Las Nieves quedaba in-tegrada
en Santa Cruz y Los Sauces y San Andrés constituían
unidad administrativa. Así, dentro de la Alcaldía Mayor de la
isla, con sede en la ciudad de Santa Cruz de La Palma, que-daban
incluidas las alcaldías pedáneas de Barlovento, Breña
Alta, Breña Baja, Garafía, Los Llanos (con Argual y Tazacorte),
Mazo, Puntagorda, Puntallana, San Andrés y Sauces y Tijarafe36.
Todavía en el último tercio del siglo XVII, Santa Cruz, Los
Llanos y San Andrés y Sauces eran las demarcaciones más po-bladas,
aunque Mazo y Tijarafe estaban muy cercanas a las
cifras de la tercera3'. Esta situación se modifica un siglo des-pués,
cuando en los datos del censo de Aranda (1769) Los Lla-nos
se situa como ~unsdiccion mas pobiada de ia isia, antes
que Santa Cruz, mientras Mazo, Garafía, Barlovento y Punta-llana
aventajan a San Andrés y Sauces38, rasgos que se man-
VIERA Y CLAWO, 1978, t. 11, PP. 188-191. Las trece iglesias parroquia-les
correspondían a los siguientes núcleos: Ciudad de Santa Cruz de La
Palma (El Salvador), Breña Alta (San Pedro de Buenavista), Breña Baja
(San José), Mazo (San Blas), Los Llanos (Nuestra Señora de los Remedios),
Tijarafe (Nuestra Señora de la Candelaria), Puntagorda (San Amaro o San
Mauro), Garafía (Nuestra Señora de la Luz), Barlovento (Nuestra Señora
del Rosario), Los Sauces (Nuestra Señora de Montserrat), Villa de San An-drés
(San Andrés Apóstol), Puntallana (San Juan Bautista) y Las Nieves
(Nuestra Señora de las Nieves).
36 MIGUELS ANTIA(G19O45 ): Compendio Anónimo de Historia de Canarias
compuesto en e2 primer cuarto de2 siglo ~ I I e,di ción, prólogo y notas por ...,
separata de los números 8 y 13 de la Revista del Museo Canario, Las Pal-mas
de Gran Canana, p. 105.
37 JOSÉ SÁNCHEHZE RRERO(1 975): «La población de las Islas Canarias
en la segunda mitad del siglo xvn (1676 a 1688)», en ANUARIO DE ESTUDIOS
ATLÁNTICOS, núm. 21, Patronato de la Casa de Colón, Madrid-Las Palmas,
pp.284-285. En 1688 los datos eran los siguientes: Santa Cruz,
3.635 habitantes (más los 181 de Las Nieves, que dan un total de 3.816);
Los Llanos, 2.527; San Andrés y Sauces, 1.198; Mazo, 1.074; Tijarafe, 1.006;
Puntallana, 938; Breña Alta, 919; Barlovento, 853; Breña Baja, 810; Garafía,
800; y Puntagorda, 40 1.
FERNANDJOIM ÉNEDZE GREGORIO(1 968): «La población de las Islas Ca-narias
en la segunda mitad del siglo XVIIID, en ANUARIO DE ESTUDIOS
ATLÁNTICOS, núm. 14, Patronato de la Casa de Colón, Madrid-Las Palmas,
514 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HIST~RICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 13
tienen en el censo de Floridablanca (1787), considerado más fia-ble
que el anterior-39. En una lectura simplista -y hasta erró-nea-,
estos datos pudieran inducir de que, efectivamente, Santa
Cruz de La Palma al no ocupar el primer puesto en población
de la isla había perdido la hegemonía insular. Esto, desde luego,
no es así y se explica porque, como hemos repetido en varias
ocasiones, estas cifras no se refieren a los núcleos sino a las
jurisdicciones, y la mayoría de éstas integran muchas aldeas y
caseríos de carácter rural, sin demasiada entidad, donde se in-cluyen
la mayoría de las cabeceras parroquiales. De esta forma
se puede dar la circunstancia que bajo un mismo nombre coin-cida
una demarcación amplia con un núcleo escueto o, por el
contrario, una cabecera poblada con un término comparativa-mente
reducido 4u.
Efectivamente, la documentación de la época parece confir-mar,
a través de sus pocas e irregulares referencias sobre el
urbanismo, la escasa entidad de los núcleos interiores. Si se
hace un repaso de las fuentes más interesantes, se puede llegar
a la conclusión que sóio Santa Cruz posee caracter urbano. En
este sentido, las Sinodales del obispo Dávila y Cárdenas (1735)
evidencian, sin dar muchos detalles, la proliferación de pe-queños
caseríos y aldeas, la dispersión de las distintas demar-caciones,
donde la mayoría de los vecinos habitan ((repartidos
pp. 195-206. La serie de jurisdicciones y su población es la siguiente: Los
Llanos, 4.194; Santa Cruz, 3.679 (más 345 de Las Nieves, que suman
4.024); Mazo, 2.735; Garafía, 1.527; Barlovento, 1.169; puntallana,. 1.134; San
Andrés y Sauces, 1.097; Buenavista (Breña Alta), 1.061; Tijarafe, 1.033; La
Breña (Breña Baja), 841; y Puntagorda, 380.
39 JIMÉNEDZE GREGORIO,1 968, pp. 277-288. Los Llanos, 4.093; Santa Cruz
de La Palma, 3.879 (incluyendo los 396 habitantes de la parroquia del pago
de Las Nieves); Mazo, 3.554; Garafía, 2.100; Puntallana, 1.536; Barlovento,
1.452; San Andrés y Sauces, 1.346; Tijarafe, 1.209; Breña Alta, 1.062; Breña
Baja, 852; y Puntagorda, 434. " Para ia importancia de los núcieos ruraies en Canarias y una pro-puesta
de clasificación, vid. JUANS EBASTL~ÓNPE Z GARCÍA( 1991 b): «Los nú-cleos
históricos no urbanos de Canarias: una tipificación)), en ANUARIO DE
ESTUDIOAST LÁNTICOS, núm. 37 Patronato de la Casa de Colón, Madrid-Las
Palmas, pp. 555-572.
en su término))". Buena prueba de ello son las alusiones de
Viera, quien, por ejemplo, dice de Mazo: «Son de madera la ma-yor
parte de las casillas y muchas cubiertas de paja, pero todas
esparcidas por los barrancos y laderas»42t;e xto significativo si se
tiene en cuenta que se trata de la cabecera de una de las de-marcaciones
más pobladas. Una excepción la constituye Los Lla-nos,
que a finales del Setecientos queda perfilado como el segun-do
núcleo de la isla y el único destacable de los interiores, afir-mando
Viera que posee «buen número de casas arr~adas))~~.
Esta condición es corroborada por Varela en su «Derrotero»
(1787): ({Pueblo bastante arruado, y el único de alguna considera-ción
después de la Ciudah4. Cierta concentración, por lo demás,
poseían los núcleos norteños de la ViUa de San Andrés, práctica-mente
con la escueta trama heredada del Quinientos, y Los Sau-ces
que se había desarrollado algo en los últimos siglos 45.
4' DACIOV . DARIASP ADRÓN(1 957): ((Sucintas noticias sobre la Religión
Catóiica en Canarias)), en Historia de ía religión en canarias, Eci. cervantes,
Santa Cruz de Tenerife, p. 119.
42 VIERA Y CLAWO, 1978, 11, p. 188, véase además pp. 188-191. Casi lo
mismo reitera al hablar de Puntagorda: «Las casas todas son bajas, cubier-tas
de paja y muy dispersas)).
43 VIERAY CLAWO,1 978, II, p. 188: «Las más de las casas son terreras
y en buen número armadas».
" JosÉ VARELAY ULLOA(1 986): Derrotero y Descyipción de las I s h Cana-rias,
edición facsímil, Semana de las Fuerzas Armadas en Canarias, Madrid,
fol. 70v:: «Media legua distante de Argual está el Lugar de Los Llanos que
es la parte más llana de la Ysla: pueblo bastante arruado, y el único de al-guna
consideración después de la Ciudad por dicha razón, y por tener su
.... :..3-.2- -.2L A:--- L---L:-- ..-A 1:-3- n :- --- A--- kT vc~uiuilliuI I I C I U I ~ ;a~vl LaI ; LKIK L~ ILIUICI Iu lia uuua raiiuuula c u i i ~ i r ; > i u a v w
bastantemente aseada, y capaz, pocas calles pero regulares aunque malisima-mente
empedrada)).
45 VIERA Y CLAWO, 1978, 11, pp. 190-191. Los Sauces: «Es ayuda de pa-rroquia
de la de San Andrés, y un mismo cura beneficiado provisión del
rey sirve una y otra, bien que Los Sauces se ha hecho mayor población)).
C,- ,+-A-'-. ..U,.. ,,,," ,,",:..",+ ,. T I * n r r l í, T T T T A " 10QL $,lo 7 n i r o
daii t u i u i c a . « l l a y 1 ~ ~ ~~ a43a33J UIILLIJV. Y ~ R G L1 ~U L L V ~ I /VV, IVIJ. I v Y:
y 71: «(...), está la Villa de San Andrés que tiene una pequeña Parroquia cor-ta
población, (...) pero el lugar [los Sauces] sólo tiene algunas pocas casas
de corta comodidad donde los Caballeros suelen pasar alguna parte del ve-rano,
y las demás son como de labrador)).
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HIST~RICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 15
La Palma en 1812 quedó estructurada administrativamente
en once municipal ida de^^^, que no eran sino el reflejo de sus
antiguas demarcaciones eclesiásticas. Casi paralelamente, se or-ganizaron
dos jurisdicciones electorales, en atención a las re-comendaciones
del Dictamen de 1813, que partía la isla en sen-das
mitades, la Este y la Oeste, cuyas cabeceras eran Santa
Cruz y Los Llanos". Este antecedente supuso la posterior crea-ción
de dos partidos judiciales en 1821 con las sedes referidas,
pero que se unificaron en una sola demarcación judicial
en 1833, con cabecera en la Ciudad, que reforzó así sus fun-ciones
insulares48. Si en tres de las islas el Ochocientos supuso
el cambio de capitalidad, Santa Cruz mantuvo su cabecera in-sular
a pesar de ver superada su población en la primera mitad
46 LORENZROO DR~GU1E9Z75, , p. 352.
47 Dictamen que da a la Junta preparatoria de lu provincia de Canarias . p a z la eleccE<o lz & diPutu& _nx & p&ima r-rtes & lgl3, s z
encargada de informar sobre el número y formación de partidos en que
convendrá dividir las islas de Tenerife, Canaria y Palma, Imprenta Tor-mentaria,
Cádiz, 1813, pp. 6 y 13:
«Con la misma quedaría la Palma (que aunque invertida y un poco
recogida viene a tener la figura de Tenerife) dibidiéndola tambien en la
dirección N.S. con una línea tirada desde punta de Juan Aly, a los bordes
orientales de la caldera, y de aquí a la punta de Fuencaliente. De este
modo los pueblos correspondientes a la división del E. son Barlovento, Sau-cos
(sic) y San Andrés, Puntallana, Ciudad y las Nieves, Breña alta, Breña
baxa y Mazo; y los correspondientes a la del O., los Llanos, Tixarafe, Punta
gorda y Garafía.)) (...) «La Palma, no ofrece dificultad alguna: considerán-dola
dividida como lo está por la naturaleza en dos partes casi iguales
en territorio y población desde la punta de Juan aly, hasta la de Fuenca-liente,
los pueblos de Barlovento, Sauces y S. Andrés, Punta Llana, Ciudad
y las Nieves, Breña alta, Breña baxa y Mazo, compondrán el partido del
E., cuya cabeza será la Ciudad: y los Llanos, Tixarafe, Punta gorda y Ga-rafía
formarán el partido o división del O., cuya cabeza será el pueblo
de los Llanos)).
48 FRANCISCMOA RÍADE LEÓN (1966): Apuntes para la Historia de las Islas
Canarias, 1776-1868, introducción de Marcos Guimerá Peraza, notas de Ale-jandro
Cioranescu, índice por Marcos G. Martínez, Aula de Cultura de Te-nerife,
Santa Cruz de Tenerife, pp. 169 y 354.
Núm 38 (1 992) 517
16 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA
de la centuria por dos municipios: Los Llanos y Mazo, con la
particularidad que el primero casi le d~plicaba~~".
Un nuevo cambio a lo largo de la centuria elevó a trece
los once ayuntamientos iniciales al segregarse Fuencaliente de
Mazo y El Paso de Los Llanos. Con esta última operación, San-ta
Cruz de La Palma recupera de nuevo, como término muni-cipal,
la primacía demográfica al dividirse sus más inmediatos
competidores, tal como revela el censo de 1888s0. Este ((Nomen-clátor
», al mismo tiempo, es muy interesante por los datos apor-tados,
que clarifican bastante la situación finisecular. Por po-blación,
entre los municipios canarios, Santa Cruz de La Palma
y Los Llanos ocupaban, respectivamente, las posiciones séptima
y octavas1; mientras como núcleo, la capital palmera está en
una situación más notable al ser la tercera entidad de las islas,
después de las capitales de Gran Canaria y Tenerife (ya con
sede en Santa Cruz de Tenerife, que también era capital de la
provincia de Canarias). Por lo demás, en esa fecha, las entida-des
más pobladas de La Palma, aparte de la ya citada capital,
son El Paso, en segundo lugar, a la que siguen los núcleos de
Tazacorte (todavía en ei municipio de Los Lianosj, Los Sauces,
49 LEÓN, 1966, p. 354. Población de 1835: Los Llanos y El Paso, 8.451;
Mazo y Fuencaliente, 4.977; Santa Cruz de La Palma, 4.721; Garafía, 2.709;
San Andrés y Sauces, 2.577; Barlovento, 2.147; Tijarafe, 1.864; Breña Alta,
1.805; Puntallana, 1.754; Breña Baja, 1.259; y Puntagorda, 835.
Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades
de población de Espafia en 1: de enero de 1888, cuaderno doce (provincia
de Canarias), Imprenta de la Dirección General del Instituto Geográfico y
Estadístico, Madrid, pp. 11-16, 22-24, 29-31, 33, 38-39 y 48 (entre paréntesis
la población de la cabecera homónima y entre corchetes, si la hubiera, la
entidad más poblada u otra de interés): Santa Cruz de La Palma, 7.046
(5.434); Los Llanos, 6.583 (1.048) [Tazacorte, 1.848; Argual, 1.4021; Mazo,
4.591 (1.043); El Paso, 3.963 (2.135); San Andrés y Sauces, 3.383 (1.420)
[San Andrés, 1341; Garafía, 2.957 (363); Tijarafe, 2.747 (149) [Las Cabezadas,
1941; Breña Alta, 2.668 (54) [Buenavista de Arriba, 2851; Barlovento, 2.094
(299); Puntallana, 2.030 (154) [Lomo Fuentes de los Pinos de la Galga, 1821;
Breña Saja, i.735 (i32j [La ivíonraña, 2 i Q Fuencaiiente, i.729 (i85) [Los
Quemados, 3061; y Puntagorda, 1.410 (542).
Los siguientes están en posiciones irrelevantes: Mazo, 14; El Paso,
20; San Andrés y Sauces, 28; etc.
518 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HIST~RICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 17
Argual (Los Llanos), núcleo de Los Llanos, etc.52. En lo que
respecta a la división administrativa, el siglo xx sólo traerá
como novedad la creación del municipio de Tazacorte, también
segregado de Los Llanos, de cuya demarcación fue la entidad
más poblada.
Junto a la hegemonía de la capital histórica, que todavía a
principios del siglo XIX se enfrentaba a la misma cabecera pro-vincial
en la reivindicación de sus derechos de comercio con
Américas3, hay que destacar la irrupción de Los Llanos. Este
fenómeno es importante porque a pesar de la unidad adminis-trativa
insular, con capitalidad única, La Palma se diferencia
de las demás islas de la comunidad autónoma por la presencia
de cierta bicefalidad. Esta es más de hecho que de derecho,
prq-?e desde 11 m~ d e r n lin stax-2ciSn de !es cahi!doc, Smtz
Cruz recupera oficialmente la capitalidad, aspecto que quedó
algo diluido con la abolición de los antiguos a principios
del XIX, quedándole en ese momento sólo la cabecera del par-tido
judicial, que también compartió un tiempo con Los Llanos.
Ylnl les últimos uñes, Su,n,tu CrUz ha viste pteEciudus fUn-ciones
territoriales de alcance insular, destacándose también al-guna
de alcance regional, como ser la sede de la Diputación
del Común de Canarias 54.
En la situación actual, en las cabeceras municipales y co-marcales
de La Palma todavía se mantienen algunos rasgos his-
Elaboración propia, ver la fuente documental en nota 50. A escala
regional las posiciones de estas entidades de población están lógicamente
más rezagadas: El Paso, número 10; Tazacorte, 13; Los Sauces, 19; Argual,
20; Los Llanos, 26; etc.
53 ~I&JUEL PAZ S&J~"U(Z1 984 1986): &r, t-6 c, ias r e ~ v ~ i ,&c a ~ o ~ e s
comerciales de La Palma frente a Tenerife en el comercio con América:
un expediente de 1819», en Revista de Historia de Canarias. Homenaje al
Profesor José Peraza de Ayalu, vol. 1, t. XXXVIII, núm. 174, Facultad de
Geografía e Historia, Universidad de La Laguna, La Laguna, pp. 203-226.
54 Actualmente la isla está estructurada en catorce municipios y dos
partidos jiidirial~s, Prtor con S& en Santa Cruz de !E Pdma y Los L!anec
de Aridane, ciudades que poseen sendas notarías. La capital es la sede
de la Diputación del Común de la Comunidad Autónoma y de la Admi-nistración
de Hacienda y Registro de la Propiedad insulares, sin embargo
no posee otros servicios judiciales, dependiendo de los de Santa Cruz de
Núm 38 (1992) 519
18 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARC~A
tóncos heredados, que quedan expresados en las siguientes cons-tantes:
mayor protagonismo de los municipios y núcleos del eje
centro este-oeste (Santa Cruz-Valle de Aridane) y prolongación
a San Andrés y Sauces, ya presente desde el siglo XVI; disper-sión
de núcleos rurales con varias cabeceras de menor pobla-ción
que otras entidades de su propio término, situación que
se repite en cinco casos o la permanencia de la toponimia del
santoral en varias de estas cabezas de municipio, reveladora
de su origen o función histórica parroquia1 (San Juan de Bun-taliana,
San José de Breña Baja, San Pedro de Breña Alta, etc.);
y alto índice de concentración urbana de la ciudad de Santa
Cruz de La Palma". Asimismo, también hay que destacar la
presencia de muchos núcleos, que a pesar de su antigüedad,
no se han consolidado urbanísticamente y mantienen el carácter
rwd cen escase ~gr~p-miento.
En un estudio realizado en 1986 se ponía de manifiesto que
la mayoría de las cabeceras históricas de Canarias seguían os-tentando
la hegemonía de sus territorios insulares y10 comar-cales,
esquema que era perfectamente válido para La Palma
por la actual vigencia funcional de Santa Cruz: Los Llanos y
Tenerife ('juzgados de lo social) y en cuanto a la Tesorena General de la
Seguridad Social está integrada en la Unidad de Recaudación Ejecutiva
del Puerto de la Cruz (Tenerife).
Padrón Municipal. Habitantes de Canarias. 1986, t. 3, Centro de Es-tadística
y Documentación de Canarias, Consejería de Economía y Comer-cio,
Gobierno de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, pp. 147-149 (al
igual que en la nota núm. 50, entre paréntesis la población de la cabecera
homónima o con su denominación, si presentara alguna diferencia, y entre
corchetes, si la hubiera, la entidad más poblada): Santa Cruz de La Palma,
17.697 (14.555); Los Llanos de Andane, 16.088 (7.714); Tazacorte, 7.020
(3.436); El Paso, 6.790 (1.716); San Andrés y Sauces, 5.520 (2.478); Breña
Alta, 5.1 13 (San Pedro=Breña Alta capital, 1.726); Villa de Mazo, 5.066 (El
Pueblo=Villa de Mazo capital, 461) [Malpaíses, 5671; Breña Baja, 3.140 (San
José=Breña Baja capital, 380) [San Antonio, 9881; Tijarafe, 2.748 (Cande-laria
= Tijarafe capital, 848); Barlovento, 2.633 (5 16) [Las Cabezadas, 5871;
Puntdana, 2.291 (San Juan de Puntdana=Punrdana capital, 437j m Gra-nel,
6741; Garafía, 2.073 (Santo Domingo=Garafía capital, 501); Fuenca-liente,
1.828 (Los Canarios = Fuencaliente capital, 707); Puntagorda, 1.808
(332) [El Pinar, 1.0151.
520 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
3. Plano de Santa Cruz dc La Palma y alrededores, Francisco Coello
(siglo xix).
4. Vista antigua dc Santa Cruz dc La Palma (Archivo Alberto José Fer-nández
García, Santa Cruz de La Palma).
5. Vista de Los Sauces con la desaparecida fábrica dc la iglesia de Nues-tra
Señora de Montscrrat (Archivo Alberto JosC Fernández García, San-ta
Cruz de La Palma).
7. Calle Real, actual O'Daly, Santa Cruz de La Palma.
g
9
m --m
0
:E
,=
12. Llano de Argual (Los Llanos de Aridane). 3i
I
9
5
m
m
m
13. Vista actual dc Los Llanos dc Aridane. con El Paso al fondo.
14. Mapa administrativo actual de San Miguel de La Palma
1. Santa Cruz de La Palma 8. E1 Paso.
2. Puntallana 9. Tazacorte.
3. San Andrés y Sauces 10. Los Llanos de Aridane.
4. Barlovento 1 1. Fuencaliente de La Palma.
5. Garafía. 12. Villa de Mazo.
6. Puntagorda. 13. Breña Baja.
7. Tijarafe. 14. Breña Alta.
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HIST~RICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 19
Los Sauces, que poseen, incluso, la primacía demográfica de
SUS zonas 56.
En la conceptualización del patrimonio construido palmero
como bienes culturales se ha tenido un tratamiento incompleto,
aunque en algunos aspectos la isla ha sido pionera a escala
regional. Así, la primera declaración de conjunto histórico ar-tístico,
según la terminología de la época, se decretó a favor
de Santa Cruz de La Palma en 1975, siendo la primera de su
provincia y la segunda de Canarias, después de que en 1973
se declarase el barrio de Vegueta en Las Palmas de Gran Ca-narias'.
Este reconocimiento era consecuencia de los altos e
innegables valores urbanos, arquitectónicos y artísticos de la
capital palmera, que se confirman con otras tantas declaracio-nes
monumentales y expedientes de incoación que han benefi-ciado
a varios de sus inmueblesS8 y que también se reafir-maron
al ser seleccionada entre los núcleos españoles a reha-bilitarS9
y en la propuesta a la UNESCO para su inscrip-ción
como Patrimonio de la Humanidad. Si todos estos aspectos
son coherentes con el hecho de ser Santa Cruz de La Palma
uno de los conjuntos más cuaiifkados de Canarias, se echa be
menos la valoración de otros centros históricos de la isla, si-tuación
que se ha paliado con la declaración o incoación de
56 JUANSE BASTIÁLNÓ PU GARC~A19, 91 .
JUANS EBASTIÁNLÓ PU GARCÍA( 1989): «Etapas para un estudio re-ciente
de los centros históricos de Canarias)), en Arquitectura y Urbanismo
en Canarias 1968-1988, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Las
PI!EIS, U~i~rerridxP!n !itécnicz de Cmxias, Lar Pa!mar de Gran Canaria,
pp. 266, 268-270. Santa Cruz de La Palma se declaró Conjunto Histórico
Artístico por D. 42/75 de 10 de abril de 1975, BOE 6-VI-1975.
Iglesia de San Francisco (R.D. 10-XU-76, BOE 23-III-1977), Museo
de Bellas Artes (D. 1-111-62, BOE 9-111-1962) y Castillo de Santa Catalina
(D. 22-VI-51, BOE 3-VPI-1951). Monumentos incoados: Teatro Chico (R. 8-
1-81; BOE 31-1-1981), Teatro Circo de Marte (R. 19-VI-84, BOCAC 5-IV-
1985) y Quinta Verde (R. 3-11-83, BOE 25-III-1983).
59 Vid. Estudios Básicos de Rehabilitación en Centros Urbanos y Núcleos
Rurales (1981), Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Ministerio
de Obras Públicas y Urbanismo, Madrid, pp. 94-95.
20 JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA
las iglesias titulares de la mayoría de los antiguos núcleos pa-rroquiales
".
En realidad, no se puede generalizar en los problemas que
presentan los centros históricos de la isla, diferentes entre sí,
porque diferente ha sido su proceso histórico, tal como se ha
explicado. Santa Cruz de La Palma ha tenido que combinar
su carácter histórico con el grave problema de falta de suelo
para su expansión urbana y a pesar de que se ha abusado en
las alturas de muchas de las edificaciones, también es cierto
que se ha mostrado cierta sensibilidad hacia sus bienes, quizá
como en ninguna otra ciudad canaria, lo cual es de resaltar,
teniendo en cuenta las presiones propias de su capitalidad, afor-tunadamente
algo aliviadas por la presencia de algunos núcleos a
N
comarcales. San Andrés, corre el riesgo, por su fragilidad (un E
escueto y apei,uc cG!mutu&) de perder carácter si no
no se estudian bien las intervenciones, huyendo de falsos ti- -
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E pismos. Paralelamente, Los Sauces se ha sacrificado en un em- E
2 peño de modernizarlo, según la idea del «desarrollismo» de los E
sesenta, y dar la imagen de capital comarcal del Norte, mien-
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tras Tos Llanos de Aridane, que CIES~TV, mz pyte i~terecmte 3
de su ciudad antigua, requiere de especial atención si se con-
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sidera que sobre ella pesa uno de los índices de mayor creci- E
miento de la isla. O
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En este sentido, están en trámite la incoación de los centros histó-ricos
de Tazacorte y Los Llanos de Aridane. Entre otros bienes inmuebles,
cieciaracios (D.j o incoados (Kj, se encuentran ios siguientes: Barlovento,
iglesia de Nuestra Señora del Rosario (R. 22-IV-88, BOC 20-V-1988); Breña
Baja, iglesia de San José (R. 4-X-85, BOCAC 11-XII-1985); Fuencaliente,
iglesia de San Antonio Abad (R. 29-VI-88); Garafía, Iglesia de Nuestra Seño-ra
de la Luz (D. 14-III-86, BOCAC 2-IV-1986); El Paso, Ermita de Nuestra
Señora de la Concepción de Bonanza (D. 14-DI-86, BOCAC 2-IV-1986); Pun-trigorcia,
iglesia de San Mauro Abad (E. 20-Xíi-85, BOCAC 3i-1-i986j; San
Andrés y Sauces (en la Villa de San Andrés), iglesia de San Andrés Apóstol
(D. 20-XII-85, BOCAC 31-1-1986); y Tijarafe, iglesia de Nuestra Señora de
Candelaria (R. 13-X-82, BOE 14-1-1983).
522 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
NÚCLEOS Y TERRITORIALIDAD HISTÓRICOS DE SAN MIGUEL DE LA PALMA 2 1
En definitiva, La Palma se presenta con una estructuración
territorial interior que se gesta, en gran medida, a lo largo del
siglo XVI y que, con una escasa modificación posterior, tiene
sus más antiguos antecedentes en las «Pilas» quinientistas, con
posibles apoyaturas aisladas en toponimias y linderos benahoa-ritas.
Desde el momento de la Incorporación, Santa Cruz de
La Palma o la Ciudad, nombre con que también se le ha de-nominado,
ha sido la capital y núcleo más importante y po-blado
de la isla y uno de los más destacados del archipiélago,
tal como atestigua su notable patrimonio urbanístico, arquitec-tónico
y artístico y las instituciones que la han tenido por sede.
Frente a ia capital, de carácter urbano y disposición concen-trada,
en el resto de la isla predominaron los núcleos agrícolas
de carácter rural y fisonomía semiconcentrada o dispersa, em-plazados
generalmente en áreas de medianías y con una menor
cualificación que se corresponde con funciones muy limitadas
(parroquia1 y alcaldías pedáneasj. Zn la vertebración interior
han destacado los núcleos azucareros de la Villa de San
Andrés-Los Sauces, con un notable protagonismo en el siglo XVI,
y Los Llanos, con desarrollo posterior. Estas cabeceras comar-cales
históricas, a pesar de su importancia, siempre estuvieron
muy alejadas de la significación territorial de la capital, aunque
ocupan lugares destacados en el sistema urbano de la isla. En
cuanto a la conservación de este patrimonio, la rehabilitación
de los centros históricos palmeros precisaría de políticas glo-bales
y programas integrales, que fueran más allá de la res-
+ ,wu..,,, lau:,u' ,u,,.. ,,A,-1 +, ,i,l,d, UGI IIIUIILIIIIGIILU aolauu y poner en relación la eiudad
y el territorio, en respuesta a una realidad actual. Ahora, que
se está en los prolegómenos de conmemorar el quinientos ani-versario
de la fundación de Santa Cruz de La Palma, es una
oportunidad adecuada para conceptualizarla y ponerla en valor
cny de !yS e ~ p a c i ~des la cUlturu más destacades y 3 ~ -
tables de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Núm 38 (1 992)