EL VOIiCANISMO DEL PLEISTOCENO SUPERIOR
EN GRAN CANARIA
POR
Résumé.-Un épisode volcanique sous-marin littoral, daté
par thermoluminiscense ver 95.000 ans s'est produit durant
le Pleistocene Supérieur. 11 est contemporain d'une phase pédo-génétique
tropicale humide et d'une faune marine guinéenne
a Strombus bubonius.
AbstracL-Dating of beach/shallow rnarine volcanic phasis
during bhe Upper Pleistocene from Gran Canaria: stratigraphy,
pedoclimatology and thermoluminescent age evaluation.
Beach/shallow marine volcanic phasis, contemporaneous of
an humid tropical pedogenesis and a guinean fauna with Strom-bus
bubonius, has been dated by means of the quarz inclusion
rnethod et 95.000 years, during the Uper ,Pleistocene.
* R. S . POMELV:A 903 du C.N.R.S. Institut de Géographie, Université
&'&x-ez-I>rovence (Eai.ch).
D. MIALLIERJ,. FAINy S. SANZELLLEa:b oratoire de Physique corpuscu-laire,
Université de Clermont 11, 63170 Aubiere (Francia).
J. MECO: Escuela Universitaria del Profesorado de Las Palmas (Uni-versidad
de La Laguna), Juana de Arco, 1, 35004 Las Pamas.
Núm. 31 (1985) 627
Si bien la cartografía de las formaciones volcánicas de las
islas Canarias es bastante conocida (Fuster et al., 1968), por
el contrario la estratigrafía y la cronología se conocen poco.
Sobre todo las formaciones más recientes y especialmente aque-llas
situadas entre el límite del K/Ar (0,3-0,2 m.a. en cieros la-boratorios)
y el del C14 (35.000-40.000 años B.P.). En la isla de
Gran Canaria, el conocimiento de las formaciones marinas y
continentales (Meco, 1977; Pomel et al., 1983) ha permitido de-finir
varios conjuntos volcánicos contemporáneos de depósitos
marinos elevados. El más antiguo contiene una fauna cálida
contemporánea de la erupción que produjo el aglomerado
Psoque Nublo. Está datado del Plioceno inferior entre 4,3 y
3,8 m.a. (Schmincke, 1982). El segundo contiene una fauna fría
con reliquias de fauna cálida y está datado entre 0,5 y 0,3 m.a.
(Lietz y Schmincke, i9J5) por las series de Cardones y Amcas,
es decir, del final de la regresión del Mindel. Este episodio ha
sido reconocido también en Fuerteventura y en Tenerife (Po-me1
et al., 1983). Los niveles más recientes, con fauna fría, han
sido datados por C14 como intra-würm hacia 35.0GO afios B.P.,
y como holocenos hacia 3.000-5.000 años B.P. principalmente
en Fuerteventura (Meco y Pomel, 1985; Pomel et al., 1983) pero
no parecen corresponder a ninguna serie volcánica litoral clara-mente
definida en Gran Canaria, con la excepción probable de
las volcanes estrombolianos del sur de La Isleta.
Por el contrario, un nivel más antiguo, con fauna cálida, de
Xirsmbus bubonius que habita en la actualidad en el Golfo de
Guinea se conoce del conjunto de las islas orientales (Meco, 1977)
y es característica de una época «timeniense», en t?n único nivel
en las Canarias al igual que en las islas volcánicas Medi-terráneo
(Pomel et al., 1983). Es contemporáneo de la serie 111
de Fuster en La Isleta y en Arinaga y de ciertas coladas carto-rrafiadas
en la serie 11 de tiran Canaria, como la de la Piaya .d
del Hombre.
La estratigrafía de Gran Canaria se revela ahora como im-perfecta
puesto que una lava cartografiada como de la serie HV
628 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL VOLCANISMO DEL PLEISTOCENO EN GRAN CANARIA 3
tiene una edad de 0,3 m.a. en Punta Arucas, mientras que las
formaciones cartografiadas en la serie 111, e incluso en la II,
son más recientes. Casos de la Playa del Confital, Arinaga y
Playa del Hombre (fig. 1, 2 y 3).
1. DATACIÓDNE UN EPISODIO VOLCÁNICO LITORAL EN GRANC ANARIA
Las formaciones volcánicas submarinas se han descrito en
Gran Canaria, por lo común, por su carácter de lavas ((haiiyni-tizadas))
(Herná.ndez Pacheco, 1969) o palagonitizadas. Son con-temporáneas
de niveles marinos elevados, bien al comienzo
del Plioceno er al final del «Mindel».
Sohre la cirla mienti!, desde La bs!eta hasta Ari~agav, ~r i e s
aparatos volcánicos presentan numerosos caracteres litoral-sub-marinos:
conos rebajados de hyaloclastitas, mezclas de pale-gonita
y de algas calcáreas, as0ciació.n de elementos volc6nicos
rodados a areniscas o conglomerados de playa. Estos aparatos
pueden clasificarse atendiendo al modelo de los volcanes que
surgen en el litoral.
En el norte de La Isleta, en la Playa del Confital (fig. 4 A),
todos los terminos, desde las hyaloclastitas hasta las lavas sub-aéreas,
están comprendidos. Las foimaciones volcéinHcas encua-dran
una arenisca marina fosilizada en la parte sur por lavas
de la serie IV de Fuster (fig. 4 B). Esta terraza marina es corre-lacionable
con los depósitos con Strombus bubonius de la ciu-dad
de Las Palmas (solar de la calle León y Castillo niam 50,
cerca de la Palaza de La Feria) (fig. 4 C). La subida del mar
con la marea queda notablemente marcada en las formaciones
volcéinicas submarinas (Furnes y Sturt, 1976).
En Arinaga (fig. 4 HIJ) varios aparatos de hyaloclastitas
tienen un material enteramente palagonitizado con restos de
algas calcáreas y de fósiles litorales. La palagonita estot rodeada
de una corona dolomítica que la ha protegido de los procesos
de desvitrificación, en un nivel muy superior a la acción de la
salpicadura de las olas actuales. Se puede así suponer un nivel
marino superior al metro en esta región de la isla (fig. 4 G)
pero sobrepasando los cinco metros, más al norte (fig. 4 C) en
Núm. 31 (1985) 629
Las Palmas, e inferior al nivel actual del mar en el sur (región
de Maspalomas).
Las lavas cartografiadas en la serie 11 de Fuster tfig. 2)
fosilizan una duna, un conglomerado marino, una arenisca y un
paleosuelo pardo rojizo caolinítico (fig. 4 DEF), al norte de la
Punta de La Cueva, en Punta Silva, en la Playa del Hombre, e
iguaImente en la carretera de Telde.
La muestra intervolcánica recogida (muestra GC 779) (fig. 5
y 4 D) está constituida por arenas eólicas que contienen cuarzo
(alrededor del 10 C/r? en las fracciones 315-500 mmicras y 160-
315 mmicras principalmente. La distribución del cuarzo, de
origen sahariano, caracterizado por su entramado ferruginoso
propio de una roca madre de arenisca, en las fracciones de gra-nulometría
mediana a grosera de las arenas, implica condicio-nes
aerodinámicas sensiblemente diferentes de las actuales en
las que las únicas fracciones que transitan son las de 50-80 mmi-cras
(Carlson y Prospero, 1972). Es bien sabido que los períodos
de migración dunar no son los del «optimum)) árido. La cons-titución
de estas dunas sobre una plataforma litoral emergida
esta ue acuerdo con lo que se conoce de la regresion del «Riss»
en las islas Canarias (Pomel et al., 1983): un período de cambio
climático desde hiperárido a tropical húmedo. Asociada a este
nivel dunar, la playa marina está constituida por una arenisca
fina que en otras localidades (Las Palmas y Maspalomas) con-tiene
una fauna caracterizada por los Strombus bubonius que
viven en la actualidad en el Golfo de Guinea (Meco, 1977).
Metodologia y separación
Se ha utilizado la técnica clásica de las inclusiones de cuarzo.
Los granos de cuarzo se tomaron en la fracción 80 (160-315
rnmicras) de arena en la que ellos representan una proporción
muy pequeña (algunos % 1. Se separaron logrando una pureza
de zlrededer de! 99 % ;/;m =edie de m2 mmbinaciSn de dife-rentes
métodos: separador magnético Frant.z-Isodynamic, Iíqui-do
denso tbromofonno), ácido fluorhídrico, ultrasonidos, tami-zado.
En efecto, el aislamiento de cuarzo eólico en un sedimen-
630 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
r,.O<.< : ?
Figura l.-Cartograffa de Isr- serie basáltica IV de F'USTER
Núm. 31 (1985)
l
Figura 2.4artografía de la serie basáltica 11 de FUSTER
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
Figura 3.-Cartografía de la serie basáltica 111 de FUSTER y localización
de los cortes estudiados en la figura 4
Núm. 31 (1985)
a LB ISLETA
Figura 4.-La explicación en la página inmediata
Figura 4.-Cortes estratigraficos del Pleistoceno superior en Gran Canaria.
A) LA ISLETA (Norte) - PLAYA DEL CONFITAL: 1. Hyaloc1astita.-2. Are-niscas
marinas.-3. Piroc1astos.--4. Playa con Patella intra-Wüurm.-5. Lavas
de la serie 111.
B) LA 1SI;ETA (Sur): 1. Hyaloclastita de la serie 111,-2. Arenisca con fauna
de Ostrea y lamelibranchios en posición de vida.3. Paleosuelo marrón sobre
limos intra-Würm.4. Playa con Patella intraWürm.-5. Vertisol y horizonte
termometamorfizado.-6. Lavas de la serie IV (aquí holocenas).
C) LAS PALMAS (calle León y Castillo, no0 50, cerca de la Plaza de la Feria):
1. Conglomerado marino del Plioceno inferior y contemporáneo de la erupción
Roque Nublo (altitud de alrededor de 5 m.).-2. Conglomerado marino con
elementos basálticos no alterados de la serie 111 (altitud de 5 a 6 m.).-3. Are-nisca
no consolidada con fauna marina de Strombus bubonius (altitud 6 a
7,5 m.1.4. Paleosuelo rojo, rico en caolinita y hematfes, conteniendo Helix
(intra-Würm).-5. Arenas intra-Würm.-6. Arenas negras en disposición len-ticular
(estran).-7. Bolsadas de areniscas conteniendo fauna marina y fauna
continental.-8. Restos de erosión de pa1eosuelos.-9. Arenas finas ricas en mi-nerales
pesados (Holoceno).-10. Coluvión subactual.-11. Restos antrópicos y
terrazamiento.
D) PLAYA DEL HOMBRE-NORm DE LA PUNTA DE LA CUEVA: 1. Are-nisca
marina «tirreniense».-2. Conglomerado marino.-3. Duna litoral conte-niendo
cuarzo sahariano.4. Paleosuelo rojo rico en cao1inita.-5. Coladas car-tografiaaas
üe ia serie 11 por FUSTER y datadas en alrededor de 100.000 años
por termo1uminiscencia.-7. Suelos marrones.4. Costra ca1cárea.-10. Colu-vión
del «Wünn».
E) CARRETERA DE TELDE: 3. Dunas.4. Colada de la serie 11 de FUSTE%.-
6. Costra ca1cárea.-7. Paleosuelo marrón,-10. Colución en Npavage de regn.
F) CARRETERA LAS PALMAS-PUNTA DE SILVA: 5. Coladas de la serie TI.-
7. Suelos ro,jos.-8. Losas calcáreas espesas.-9. Costras lamelares-10. Colu-vión
del «Würm».
G) BAHIA DE ARINAGA (Sur): l. Areniscas finas con Strombus bubonius
en posición de vida.-2. Nivel rojo arcilloso.-3. Limos alterados color ocre-rosa.
4. Conglomerado marino.4. Arenisca amarillo-ocre.-6. Conelomemdo
marino.-'l. Costra calcárea lamelar.4. Dunas «ogolienses» (Würm IVX-9. Pla-ya
holocena con Patella y algas calc8reas.-10. Coluvión alterado, suelo y ma-terial
anguloso del Ho1oceno.-11. Playa actual a subactual.
H) ARINAGA-SUR DEL FARO: 1. Areniscas atirrenienses)) sin hvaloclasti-tas.-
2. Conglomerado marino con hya1oclastitas.-3. Conos con hyaloclastitas
y pelotas de algas calcáreas.4. Coluvión del Würm al holoceno.
1) BAHIA DE ARINAGA (Centro): 1. Cono de hyaloclastitas de la serie 111
de FWSTER.-2. Conglomerado «tirreniense».-3. Coluvión antiguo con clastos y
paleosuelos marrones.4. Costra ca1cárea.-5. Coluvión subactual (holoceno ?).
J) BAHIA DE ARINAGA (Norte): 1. Colada de la serie 11 de FUSTER.-
2. Areniscas marinas ~tirreniensesn-3. Conglomerado marino.4. Cono de
hyaloclastitas de la serie 111 de FUSTER.-5. Costra calcárea.4. Coluvión
holoceno a actual.
K) MASPALOMAS: 1. Areniscas finas con Strombus bubonius y estratifica-ciones
entrecruzadas de estran.2. Conglomerado marino.-3. Areniscas gro-seras
con lentejones de estran.4. Conglomerado marino alterado en suelo
marrón.-5. Areniscas groseras alteradas.-6. Conglomerado con Patella y
Strombus bubonius rodados intra-Wurm.-7. Costra calcárea.4. Cordón holo-ceno.-
9. Limos rosa cttafoliensesn (?).-lo. Dunas subactual (~Dakarienses))).
L) CORTE ESTRATIGRAF'ICO SINTETICO: 1. Limos con clastos del Riss.-
2. Paleosuelo rojo monosiallitico con cao1inita.-3. Areniscas con Strombus
bubonius en posición de vida.4. Coladas de la serie siibmarina litoral 111
datada en 0,l m. a. en la Playa del Hombre, Arinaga y en La Isleta-Playa del
Confital. Hyaloclastitas asociadas.4. Conglomerado marino conteniendo nu-merosos
elementos Iávicos recientes y palagonitizados.4. Dunas y coluviones
alterados en suelos marrones intra-Würm.-7. Playa intra-Würm.-8. Paleo-suelos
marrones.-9. Costras ca1cáreas.-10. Coladas intra-Würm de la serie IV
(por ejemplo en La Isleta).-11. Dunas y coluviones «ogolienses» (Würm IV).-
12. Vertisoles y suelos humíferos, pardos o sódicos del Würm final.-13. Playa
con Patella ho1ocena.-14. Coladas holocenas de la serie IV (por ejemplo en
Pino de Gáldar).-15. Coluviones holocenos a actuales.
to que lo contiene en pequeña cantidad y exclusivament, en
una fracción granulométrica precisa, presenta ciertos problemas
específicos. La utilización de la célula de Hallimond, que puede
dar buenos resultados para otras muestras (Gagny y Nicolás,
1966) ha resultado aquí totalmente ineficaz. Ocurre lo mismo
con la centrifugación en una mezcla de acetona y de bromo-formo,
que no es satisfactoria más que para fracciones supe-riores
a 315 mmicras. La utilización del ácido fluorosilícico
(H,[SiF,]), a menudo preconizada, no se aplica más que a frac-ciones
muy finas (Berger et al., 1980) y no llega a atacar válida-mente
ciertos feldespatos. Se ha podido obtener el mejor resul-tado
con un tratamiento previo en ctrbeta de ultrasonidos con
ácido fluorhídrico (&E') seguida de una separación cuidadosa
al bromoformo y de varias pasadas por el separador Franz bajo E , 0,5-0,7 y después 1 amperio, con una inclinación de 10-15" y una pendiente de 10". El resto no atraíble se pasa a continuación -
m
O
por el tamíz de 80 mmicras, con el fin de eliminar los feldes- E
patos no alterados y por tanto no atraídos por el separador
magnético, pero suficientemente destruidos por el tratamiento $
ácido para fragmentarse y pasar así entre las mallas del tamíz. 3
- -
0
m
E
Termoluminiscencia O
E
n
La medida de la termoluminiscencia se ha efectuado con un k
equipo de aparatos montados en el ~Laboratoire de Physique
corpusculaire, Université de Clermont 11)) en Aubiere (Francja). n
n
Está caracterizado por filtros cuyo máximo de transmisión se 5
sitúa a 400 nm. La velocidad de subida de la temperatura es de O
i,40/seg; en una atmósfera de ~itr6genoL. a señal de TL natural
es poco intensa y presenta tres picos (a unos 200" C, unos 280" C
y unos 4280 C les corresponden alturas, normalizadas a 30, de
alrededor de 1/20, 1/8 y 1 recprcti~arne~te).
La señal de TL inducida está muy ampliamente dominada
por un pico a 2260 C y-ue es indispelisable s~p i h x i rp, ües en-mascara
a los otros picos. Esto ha sido obtenido por un pre-calentamiento
hasta 330" C ya dcscrito (Miallier, 1982).
La curva de crecimiento de la TL es exponencial (fig. 6).
636 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
areni te sableilw (40 50 cm)
. . . .
Figura 5.-Corte esquemático en el que se señala el lugar de procedencia de la muestra GC 779-CLER. 48
TL
uni tes
arbi ti
/ L Dose ajoutée
(GY)
Figura 6.4recimiento de Ia intensidad de termoluminiscencia en función
de la. dosis de irradiación
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL VOLCANISMO DEL PLEISTOCENO EN GRAN CANARIA 13
Este comportamiento se había ya encontrado para el cuarzo
(Guiilot et al., 19781, pero aquí no se ha alcanzado la saturación
a pesar del valor elevado de las dosis de irradiación añadidas,
Esto deja augurar la posibilidad de datar muestras mucho más
antiguas y de efectuar el puente geocronológico entre los mé-todos
de datación por C 14 y por k/Ar. La dosis de irradiación
natural ha sido estimada en 155,6 Gy (t 5 %).
Dosis de irradiucion anual
La dosis garnrna del ambiente ha sido medida con un dosí-metro
termoluminiscente (CaS0,:Dy) colocado in situ durante
varios meses (abril a diciembre de 19821: 0,606 mGy/an ! t 4 % 1:
La dosis beta debida al potasio está calculada a partir del
contenido en K,O de la arena (tabla I? y según la tabla de Be11
iBell, 1979). La dosis beta debida al uranio y al torio ha sido
calculada a partir de la actividad alfa de la arena medida por
medio de detectores sólidos de trazas siguiendo un método des-crito
anteriormente (Miaillier, 1982, y Sanzelle et al., 1982). Esta
actividad es de 2 + 0,08 alfa cmb2h-l con un recorrido medio en
la arena calculado según su composición: R, = 5,49 mg cm-2.
(T.h)/(U) - 2.
La tasa de humedad se ha considerado constante e igual a la
obtenida por el análisis (tabla 1). La dosis de iradiación anual
total a la cual han sido sometidos los granos de cuarzo de la
fracción 80 es: 1,635 mGy/an -t- 8 %.
Proóiema áei iavaáo
Uno de 10s principales problemas planteados en la medida
de la edad es el de un posible lavado de los elementos radio-activos
del «red parting)), posteriormente a la colocación de la
colada. Un estudio geüqüirnico del material iniervoicánico mues-tra,
sin embargo, índices pedológicos bastante poco evolucio-nados
(tabla 11): SiO,/A1,0, = 5,71, SiO,/Fe,O, = 12,12 y SiO,/
&O, = 3,88, relaciones muy comparables a las de una roca ma-
Núm. 31 (1985~ 639
dre basáltica. El tenue lavado de los alcalinotérreos (MgO, Na,O
y K,O) en relación a una roca madre basáltica subyacente, y el
mantenimiento de una importante fase carbonatada anterior
a la colada, se inscriben en el mismo esquema de un modesto
lavado posterior al depósito dei sedimento. Se sabe que el radio
y los otros isótopos (U y Th) presentan una susceptibilidad al
lavado vecina a la del potasio o el calcio y sin duda, inferior
a la del sodio.
Edad
La edad calculada resulta entonces: Cler. 48TL : 94,6 - lo3 t
i 11 - lo3 antes de 1980.
Esta edad, próxima a los 100.000 años, permite de nuevo
(Raynal et al., 1982) señalar el interés de la técnica para períodos
reputados como difícilmente datables por la termoluminiscen-cia.
La edad está perfectamente de acuerdo con la datación por
U/Th de conchas de la Playa del Confital, que han dado un re-sultado
de 100.000 t 30.000 años (Thurber et al., 1965). Se ins-cribe
en un episodio volcánico, barranco arriba, en la Caide-rilla,
datado por M/Ar en 150.000 1. 10.000 afios, pero estimado
mucho más joven de hecho a causa de un exceso de argón que
no fue completamente desgasificado en el momento de la erup-ción
(Mac Dougal y Schmincke, 1976-1977).
La colada datada de la Playa del Hombre bien podría haber
surgido de esos aparatos de barranco arriba, después de una
importante fase freática (Schmincke et al., 1974).
Esta datación del {{tirreniensen con Strombus esta también
muy de acuerdo con lss recientes dataciones por Th-U sobre
conchas quz, di rnimxd~1 8s cmtami~adws( Pierre et u!., 19'791
por rejuvenecimiento o envejecimiento, dan una media de 98.000
años B.P. para sus edades standard.
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS
EL VOLCANISMO DEL PLEISTOCENO EN GRAN CANARIA 15
La datación de la Playa del Hombre permite establecer una
cronosecuencia de las formaciones vul~cánicasd e Gran Canaria
para un período no bien conocido, pero sobre todo, correlacio-nar
los episodios intervolcánicos estudiados con las fases ((tirre-niensesx
del Mediterráneo.
Las playas con Strombus de esta época pertenecen a una
Wica fase transgresiva en Canarias (Meco, 1977; Pomel et al.,
1983). No se puede comprender bien porqué esta fase que testi-monia
la marcha progresiva de la, fama guhea..na hacia la ci~enca
del Mediterráneo sería Única en las volcánicas Canarias y en
las islas volcánicas del Mediterráneo y múltiple en otros lugares.
El problema ha sido presentado y áiscutido sobre los yacimien-tos
(Pomel et al., 1983). La existencia de una fase volcánica sub-marina
emergida en Gran Canaria, permite dilucidar la edad
verdadera de la única fase transgresiva ((tirreniense)) entre
90.000 y 100.Q00 años B.P.
Estos resultados coinciden con los trabajos recientes en Ma-rruecos
sobre la trasgresión ouljiense (Weisrock, 1981; Brebion
y Weisrock, 1976) en Mauritania sobre la trasgresión aioujiense
(Elouard, 1972) y en Marsella sobre el tirreniense (Bonifay y
Courtin, 1980).
En las Canarias sin embargo existen dos formaciones mari-nas:
una constituida por areniscas marinas con Strombus en
la misma posición que en vida y otra cunglomerática con Strom-bus
rodados. Pero, lo mismo que no se puede negar la presen-cia
de Strombus rodados en la playa actual, su presencia no
demuestra la existencia de un nivel distinto, puesto que se trata
de una thanatocenosis. Estas dos formaciones están asociadas
en las Canarias a un único ciclo de playa: las areniscas repre-sentan
la playa submarina arenosa y el conglomerado era una
gravera de playa con cimentación vadosa. Estas dos forma-ciones
podrían ser comparables a los complejos Rejiche y Cheba
de Túnez (Ozer et al., 1980) o a los de Cala Mosa y Santa Repa-rata
de Cerdeña y, aunque sin embargo, el encajamiento de dos
ciclos ,marinos pcdría hacer qnv el primer ciclo no inostrara
más que un complejo fiml de a~vniscas litorales intertidales y
el segundo sus depósitc7s m6s groseros de ápice de playa, cada
ciclo poseería precisamente lc q e falta al otro. En las Canarias
12 ascciación de dos formscionec m un mismo cicIo marino es
totalmente ccmparable a ias mevas observacio~es efectuadas
en Monastir (Sorei y Kiáumoun, 1980). Las únicas evidencias de
trzsgresiones diferentes a este ciclo son más antigxas y compa-rabies
al episodio Dorzira de Tú.??_eyz datado en las Canarias
0,3-0,s m.a. en Gran Cmarias !¿irLz y Schmincke, 19751 y 0,4 m.a.
en Fuerteventura (Pornel ei d., 19831, o bien aun :más reciente
hacia 33.000-40.000 años B.P. !?dieco, 1977; Pornei et a!., 1983).
La paleopedologisl spcya ec¿a tesis de una única flucl¿uación
cálida -ineana (trcpical húrn,~c!.ae) n esta época. La evolución
de arciiias neoformaaas en sueios cuyo intervalo cru - r-i u-"l ug-i'c- u-está
bien conocido (_Porfiel el- 21., 1983) y que puede ser compa-rado
con los otros períodos estudia6os (fig. 7 y 81, lo atestigua.
A difereneia cor, periodos secos o áridos, como el Plioceno
superior (2,4-í,8 rn.a.1 cara~terizado por una asociacijn iiliial
cuarzo/smectitas, sobre todo e1 (cMii?del» (0,4 m.z..) con attapul-gita/
cuarzo/smevtitas e i~tvrest~z,-iiiisadoyS e, l «Würmn (20.060-
10.OGO anos B.P.) con cunrzo/smectitas e interestratificadosj
illita y caolinita accesorias, con ;?lasmas condensados y horizon-tes
pedológicos poco desarrollados, el final del «Riss» y el inter-glaciar
«FPis~-WU-wl,() )n ,! p-.~s.e. )c lai;eria]i:an en si_:.&- rojos
pardo-rojizos con un importante horizon.te B y una asociación
caolinita/illita/smecttii;~.ys clo-itas hinchadasjcuarzo, que las
aproxima a los suelss fersiallíticoc del Plioceno inferior (5-6 m.%.).
Se trata de una pedogéizesis de tipo tropical húmedo, que ulte-riormente
dar& los suelos pardo-rojizos mediterráneos y des-pués
suelos marrones calcífercs, en una secuencia q¿ie evolucio-nará
de tropical h6med.o hacia mediterráneo hiirnedo en el intra-
Würm mtre 60.000 y 4(>.OCO años B.F.
Figura 7.-Rayos X de los paleosuelos más caracteristicos de las Canarias
orientales. Q = Cuarzo, C = Calcita, D = Dolomita, 1 = Illita, IN = Interes-tratificados,
S = Smectitas, A = Attapulgita. Würm: Asociación Cuarzo/
Smectitas + Interestratificados/Illita/Caolinita. Riss: Asociación Caolinita/
Illita/Smectitas/Cuarzo. Mindel: Asociación Attapulgita/Cuarzo/Smectitas
Illita/Smectitas/Cuarzo. Mindel: Asociación Attapulgita / Cuarzo / Smecti-tas
+ Interestratificados. Plioceno superior: Asociación Illita / Cuarzo /
Smectitas. Plioceno inferior: Asociación Dolomita/Calcita/Smectitas bien
cristaiizadas
EL VOLCANISMO DEL PLEISTOCENO EN GRAN CANARIA 19
Los cuarzos datados presentan dos generaciones: granos an-tiguos
gastados ,redondos, mates), con frecuentes inclusiones de
turmalina, lo que pone en evidencia su origen africano de roca
de zócalo. Las cicatrices en «va de choques eólicos están agru-padas
y son frecuentes lo que denota su pertenencia a un depó-sito
dunar.
Granos más nuevos (fig. 9 y 23), más angulosos, presentan
huellas de acciones mecánicas eólicas que han sufrido un fuerte
gradiente de desgaste de origen marino. Los estridentes diseños
aislados, las estriaciones reticuladas sobre las caras planas, las
esquirlas angulosas, denotan un medio eólico de fuerte energía.
Es el caso igualmente de los diseños aislados sobre caras planas
y no sobre las aristas. La frecuencia de canalillos anastomosa-dos
(<imeariiul'g&esBrji,n de ggi- mdes c-&puiasd e Chu que y de
cizalla (((graded arcsn) parecen bastante típicos de desiertos
cálidos. Estos materiales han sido directamente arrancados de
areniscas saharianas y no parecen haber participado en un sis-tema
dunar, lo que coincidiría con fases hridas del «Eiss». Final-mente
la superposición de numerosas huellas de pulimento
de aristas y dibujos eólicos, indica un ligero modelado litoral.
Los dibujos mecánicos de origen pedológico, la fragmentación
mecánica y la descamación del cuarzo, la neoformación de sílice,
todos estos índices implican un estadio pedogenético posterior
y un potente lavado de la sílice que ha participado en la neo-formación
de arcillas caolínicas.
Se posee por lo tanto una buena convergencia de observa-ciones
de campo y de datos de laboratorio para hacer de cier-tos
episodios volcánicos de Gran Canaria, un importante jalón
en la estratigrafía del Pleistoceno superior y en la paleoclima-toloyía
del interglaciar ((Riss-Wiirm)). Una f a m ~cCB !lds? CGE
Strombus bubonius asociad-a a playas trasgresivas y a paleo-suelos
Eersiallíticos rojos implican condiciones cálidas y húme-das
hacia L00.000 afios B.P., para el conjunto de las islas Canarias.
Núm. 31 (1985) 645
GEOQUfMICA DE LA ARENA GC 779 Y DE LA ROCA BASALTICA SUBYACENTE
sous-jacente
--
Total
( Roche sou!;- jacente 1 6,19 1 !3,81 5,55
-
K20
0,95
0,72
C U A I ~1O1
INDICES PEDOLdGICOS DE LA lVJJJESTl34 GC 779 Y DE LA ROCA SUBYACENTE
Ti02 -
0,90
3,29
MnO
--
0,05
0,20
P205 =
0.78
EL VOLCANISMO DEL PLEISTOCENO EN GRAN CANARIA 21
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Núm. 31 (1985)
Fig. ~.-CUX~ZsDah ariano de la generación más reciente (muestra GC 823),
f. 315-500 m. micras. Vista de conjunto de una cara plana de un grano sub-anguloso.
Interferencia de una estriación (1) superpuesta a otra estria-cion
(2 1. Medio con una fuerte energía causante de la abundancia de estas
estriaciones cobre las caras planas y no sobre las aristas (~200)
Fig. 10.-E1 mismo grano de la fig. 9. Detalle de las interferencias de
los dos diseños de origen mecanico en un medio eólico con una energía
muy fuerte ( ~ 3 5 0 )
Fig. 11.-El mismo grano de cuarzo de las figs. 9 y 10 ( ~ 5 0 0 c)o n el de- a-talle
de la interferencia o superposición de los dos sistemas de líneas =I
de estriación i
= e 5
I - m
Fig. 12.-Reticulado por «cizalladura» debido a una acción mecánica de
alta energía retrabajado por acciones litorales posteriores con gradiente
de pulimento, lo que parece excluir el que estos diseños sean huellas
de frotamiento de la colada volcánica. Numerosas silicificaciones pe-dogenéticas
[Caolinitas ! l)]. Escamas y glóbulos de sílice. Inmoviliza-cion
en zona intertidal (~1500)
=
Fig. 1.5.-E1 mismo grano de cuarzo de la fig. 13. 1: Escamas de sílice. o-a
Descamación de cuarzo atestiguando una fase pedogenética poderosa y 6
la neoformación de arcilias caolínicas (x.7000) 1 2
z
- - m
Fig. 16.-Grano d.e cuarzo sahariano de la generación miis reciente ímucs-tra
GC 823), f. 315-150 m.micras. 1: Figuras de cizalladura acreceritadas
mil veces en la fig. 17.-2: Inclusión.-3: Arista en ((graded ares>,.-
4: Gran «croisr,ant» de choque eólico de muy fuerte energía (~150)
Ftg. 22.-tx35C3). Fisura rellena de calcita (1) y estriada por la colada
volcánica (2). Gran cúpula de choque (3) de origen eólico y de energía
miiy fuera e
Fig. 23.4x50C). 1: Marcas en escalera de tipo genomórfico.-2: Calcifi-cacidn
de relleno, después de una fase de lixiviado de la sílice por una
epigenesis parcial del cuarzo por la dolomía y posteriormente la calcita