EL PLEITO INSULAR
POR
MARCOS GUIMEERA PEZCAZA
Vamos a entrar ahora en la última parte del trabajo que nos
hemos propuesto. Abarca desde 1918 a 1936, unos dieciocho años
de la vida política española. Asistimos a los últimos tiempos del
reinado constitucional de Alfonso XIII; la dictadura del General
Primo de Rivera; los gobiernos intermedios de Berenguer y Az-nar;
y toda la segunda República, hasta el mes de julio de 1936.
Nuestro estudio va a comprender tres grandes puntos: el auge
del regionalismo, que se polariza en los años 1918 y 1919; la di-visión
de la provincia, en 1927; y los intentos de Región autónoma
realizados durante la 11 República (1931, 1934 y 1936)) hasta las
mismas puertas del Alzamiento.
Años cercanos todavía, vividos por nosotros con uso de razón
desde 1926, están ya lo suficientemente lejos para ser conside-rados
historia. Dificultad grande puede constituir el que viven
todavía algunos actores de aquellas pugnas, que en muchos casos
seguirán pensando igual que entonces. Pero ello mismo nos -p- ~ ~4 ia: u4~ criic ;i.u iia. iii fv,,,,,r'A r, i i a 4 v r i v,,la,! Y escrita 6e priiiIzri3 mmo,
para conocer las razones de una y otra parte.
En 1917, y después de los graves acaecimientos españoles (Jun-
3- n - I ? ---- nn:l:& ---- TT---I-- -----le--: ---- 2- a---Ll-- L ~ut:S u acrisa lvrriiwlcs, nuclga rcvuluuuriaria, Asarrrurca de par-
2 MARCOS GUIMERA PERAZA
lamentarios), don Manuel García Prieto forma el 3 de noviembre
un gobierno de concentración liberal, el primero que se constitu-yera
durante la monarquía. Lleva al vizconde de Matamala, ma-gistrado
del Supremo, al ministerio de la Gobernación; al mau-rista
don Joaquín Fernández Prida, a Gracia y Justicia; a don
Juan de la Cierva, patrocinado por las Juntas de Defensa, a Gue-rra;
a don Juan Ventosa y Calvell, de la LZiga, para Hacienda;
a don Amalio Gimeno Linares, romanonista, a Marina; a don
Niceto Alcalá-Zamora y Torres, para Fomento; a don Felipe
Rodés y Baldrich, nacionalista catalán, a Instrucci6n Pública '.
Con Rodés, fue de subsecretario Azorín. Era un gobierno de «re-novación~;
palabra que se puso entonces de moda, frente al in-tento
de revolución reciente. Paralela a la de «regeneración», que g
había surgido a raíz del desastre del 98. N
E
1 . Ciclo de conferencias en el Ateneo de La Laguna.
E
El Ateneo lagunero, presidido a la sazón por dcon Domingo
Cabrera Cruz y acorde con los tiempos la Docta Calsa, organizó f
un ciclo de conferencias sobre a-enovacións de la política insular. $
Se inauguró el 23 de diciembre de 1917, con Pa que pro-nunció
don Luis Rodríguez Figueroa, que al editarla prologó el
propio don Domingo Cabrera2. Este aclaró haber invitado «a los
jefes de nuestros partidos políticos», desde dos directores de las
1 Don Felipe Rodés y Baldrich (18784957). abogado, diputado a Cortes por
Balaguer (Lérida), era hijo de don Joaquín Rodés y doña Magdalena Baldnch
Rumeu; nieto por línea materna de don Francisco Baldrich y de doña Mana
Rumeu y Socías, natural de Vendrell; biznieto de don Juan llumeu y Guell
y doña María Socías, ambos naturales de Vendrell. Su bisabuelo, el nombrado
Juan Rumeu, estuvo casado en primeras nupcias con doña María Guimerá
y Fonts, de cuya unión hubo un solo hijo, don Salvador Rumeu y Guimerá, que
se estableció en Canarias -seguramente al socaire de su tío don Agustín Gui-merá
y Ramón, hermano de su abuelo. Este Salvador era primo hermano de
Angel Guimerá y Jorge; y ambos primos segundos de mi padre
Salvador Rumeu y Guimerá casó dos veces, no tuvo hijos y murió en 1883
2 Sobre renovacidn de polítzca insular, Ateneo de La Laguna, 1 a Conferencia
La expuso el 23 de diciembre de 1917 don Luis Rodríguez Figueroa, con prólogo
inaugural del Presidente don Domingo Cabrera Cruz. Imp. de Suc de M Cur-beio.
ia Laguna (3. U. L. C.' i4, Fec wj.
424 ANUARIO DE E S T U D I O 3 A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 3
izquierdas más radicales» hasta los «de las más tradicionales
derechas D.
Rodríguez Figueroa estuvo violento de forma y fondo. Hizo
historia de nuestra política, arrancando de 1854, con don Feli-ciano
Pérez Zamora, «hombre de gran olfato político». Elogia a
don Alonso del Hoyo, «figura llena de energía ... moderado,
hombre de ilustración y tactow, quien siendo Gobernador poco
antes de la revolución del 68, no permitió la declaración del es-tado
de sitio en Canarias, enemistándose ruidosamente con la
primera autoridad militar. Y le excluye de la condena de todo el
período de Pérez Zamora, que estima duró de veintiocho a treinta
años. La política de negocios arraiga con don Juan Cumella, que
por 1872 ó 1874 se sitúa al lado de Pérez Zamora: la califica de
«política mercantil». A Cumella le sucede don Martín Rodríguez
[y Peraza], «de menos talento político, pero de más cultura, y él
y el Conde del Valle de Salazar [don Esteban Salazar] son los
que rigen el partido conservador, mientras los liberales, sin gran
empuje ni relieve, giran alrededor de Domínguez Alfonso y se
agrupan bajo la jefatura de don Lorenzo García del Castillo».
«Aparece un hombre combativo y de arrestos tenaces. Al princi-pio
no despierta suspicacias ni recelos; casi no tiene enemi-gos
. . La política de don Francisco Bethencourt Montesdeoca se
caracteriza por un predominante sistema de favor sin medida en
pro de los adeptos, y por una despiadada persecución, a rajatabla,
de los adversarios». «Frente al hombre de lucha, perseverante
y fuerte de la política partidista, que representó Bethencourt
Montesdeoca comienza a planear escaramuzas levantiscas un
joven de viva mentalidad y de-encrespada palabra demoledora: es
Benito Pérez Armas ... dotado de una gran fuerza de atracción per-sonal.~
« Corresponde a Pérez Armas, verbo el más enardecedor
y fustigante de la cruzada, el laurel de aquella victoria; pero tam-bién
tiene sobre sí la gran responsabiiidad de no haber sabido
impedir que se marchitara.» Cristalizó en la «Unión Patriótica»,
que no significó, al fin, nada. Pérez Armas capitanea los libe-rales
prietistas y van unidos a la fracción soidissant conservadora
del joven Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, y le es más difícil con
e1 jefe de !m remmmi s f~sU, OE P e h S chwartz y- Mattes, ::hez=
Núm 20 (1974) 425
4 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
bre de valía indiscutible, pero también de enconada impopulari-dad
». Termina diciendo que ya funciona en Santa Cruz una «Liga
Regionalista». Cree que no hay verdadero regionalismio y propone
una cautonomía o descentralización verdad» 3.
No hubo segunda conferencia: don Andrés de Arroyo y Gon-zález
de Chaves, invitado para ello -para contrarrestar el efecto
de la anterior- rehusó darla.
Ya en 1918 se pronunció la programada tercera conferencia,
por don Policarpo Niebla González. No consta su fecha exacta,
pero debió ser entre el 1 de enero y el 24 de febrero, fecha
de las elecciones convocadas para diputados a Cortes4. Niega
capacidad a los canarios «para gobernarse a si mismos»: ni capa-cidad
económica ni cultural; y a ello se añade «el eterno pleito, la ;
inacabada e inacabable cuestión entre Las Palmas de Gran Cana- 2
ria y Santa Cruz de Tenerife, por la posesión de la capitalidad
- provincial. ¿Puede pensarse en alguna solución regitonalista que
satisfaga las vanidosas aspiraciones de quienes nos disputan la he- E gemonía regional?» Y añade que «de nuevo y por graves errores 2 E
en Tenerife cometidos, ha vuelto a plantearse el antiguo, el des- %
concertante pleito divisionalista, agrandado ahora ccm otro ideal $-
3 Don Luis Rodríguez Figueroa, Guzlldn Barrús en lo literario, nació en el
Puerto de la Cruz (Tenerife) en 1875 O
Estudia Derecho en la Universidad de Granada y ejerce la profesión de Abo-gado
Se residencia finalmente en La Laguna Fue novelista y poeta Como
abogado, fue uno de los defensores de los procesados por los sucesos de Hermi-gua
(Gomera) en 22 de marzo de 1933, donde resultaron muertals dos guardias
civiles y un paisano, amén de otro guardia civil gravemente henido n
0
En 1917 fundó la Revista Castalza Y su último libro de versos fue Banderas $
de la democracza [Santa Cruz de Tenerife, 1935, carta-preliminaip de Alvaro de
Albornoz, fechado en Madrid, a 23 de julio Talleres Gráficas Margarit, Plaza del
Patriotismo, 11
«Murió en 1936, trágicamenten [Domingo Pérez Minik, Antología de la poesía
cíilznrin I T e ~ e n f e&, nta Crcz & Tenerife, C1.~y1E&~nner1~9 52, páginas 132-1431
«Muere en 1936, en circunstancias lamentables» [José Quintana, 96 poetas
de las Islas Cananas (szglo XX) Prólogo de don José María Cossío Comunica-ci6n
literaria de Autores, Bilbao, 1970, pág 701
4 Policarpo Niebla González, Sobre renovaczón de la polítzca znsular 3 Con-ferencia.
Ateneo de La Laguna. Por , Santa Cruz de Tenerife, Imp de Félix
C Molmy, 1918 !B U L C a 22. Fo 2)
426 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 5
más amplio, el sitio donde habrá de establecerse . la capital
de Canarias»
2. El partido regionalista de Las Palmas.
Cuenta Carlos Navarro que «por esta época, el partido regio-nalista
de don Francisco Cambó había adquirido en la Península
gran movimiento e importancia, y en Las Palmas se pensó en
organizar una agrupación de esta índole, que reconociera la je-fatura
del ilustre hombre público. Con este fin se celebró una
reunión el 5 de febrero de 1918 en el salón de la Sociedad Filar-mónica,
haciendo uso de la palabra el señor Ruiz Manent, que
relató el programa del partido y las ventajas de adaptar las me-didas
de Gobierno a cada una de las regiones españolas» s. Se
designó un Consejo directivo, presidido por don Domingo Ro-dríguez
Quetgles. Navarro se declara contrario a tal sistema, pues
habrían de crearse agrandes centros automáticos, que nosotros
combatimos, solicitando por el contrario la división provincial
y dentro de ésta la mayor autonomía insular posible. En Canarias
existen dos capitales con las mismas aspiraciones y ninguna de
ellas había de consentir el centralismo de la región para pedir la
automonía insular que es lo que nos conviene. El regionalismo
-concluye- será siempre el pretexto para sostener la unidad
de la provincia» (el subrayado es nuestro).
Muy puestas en razón las razones de don Carlos, entonces . y
ahora. La aparente unidad Archipiélago, que permitiría -teóri-camente-
el mantenimiento de la Región, se ve desvirtuada por
la realidad geográfica, Isla, y por la no menos fuerte realidad po-
5 Carlos Navarro y Ruu, Sucesos hrstdncos de Gran Canaria, tomo 11
Tip. ~Diarioa, Las Palmas, 1936, pág 423 (B. U. L - Sigt." B IV-1) Uespu6s de i¿uiz Manent habló ei señor Melo Kodriguez en iguai sentido
Se designó el Consejo Directivo: presidente, don Domingo Rodríguez Quetgles,
vicepresidente, don Juan B. Melo y Rodríguez; secretario, don Santiago Cruz
Gómez, y don Juan Sintes Reyes, don Manuel y don Santiago González Martín,
don Cristóbal y don Martín Saavedra, don Antonio Torres Suárez y don Vicente
Díaz Curbelo. La Comisión de Acción Política quedó integrada por Melo, Sintes
y &pz&r (der. Saqtiugc)
Núm 20 (1974) 427
6 MARCOS GUIMERA PERAZA
lítica -y aún administrativa- que es la Provincia. Luchar con-tra
ambas será, creemos, estéril.
De lo que no cabe duda es que el advenimiento del regiona-lismo
catalán al poder, en las personas de los ministros Ventosa
y Rodés, estimuló el regionalismo canario; aunque, al lado de
los que afirman tal hecho, existen los que lo niegan, corno Ricardo
Ruiz y Benítez de Lugo y Carlos López de Haro y Moya7
El 24 de febrero de 1918 tienen lugar las elecciones legisla-tivas.
Por Santa Cruz de Tenerife salen elegidos don Félix Benítez a
de Lugo (9.399 votos), don Tomás Salazar y Cólogan (8.209) y I E don Darío Pérez García (7.915). Resultaron derrotados don Ma-nuel
Delgado Barreto (5.582) y don Juan de Urquía y Redecilla
(3.706). m
O
E
Por Las Palmas son elegidos don Leopoldo Matos y Massieu
(8.664), don Baldomero Argente y del CastiIlo (7.996) y don Joa- 1
quín Urzáiz de Cadaval (7.937). Derrotados, don Juan B. Melo
(3.072), don Domingo Tejera, maurista (1.574) y don Rafael Gue-rra
del Río (1.128), republicano.
-
0
m
E
Por La Palma, Santa Cruz, don Pedro Poggio y Alvarez; y E
por Los Llanos, don Julián Van-Baumberghen y Yanes.
Por La Gomera, don Antonio Rodríguez Lázaro. n
-E
r-l
2
6 Ricardo RUIZ y Benítez de Lugo, Estudio socioldgzco y econdmico de
las Islas Canarias. Con una carta-prólogo de don Nicolás Estévan,ez. Biblioteca
Canaria. Volumen segundo Madnd, 1904 (B. M. T Sigt." 10-146), página 41. Al 2
confirmar la negación de la existenc~a de separatismo en Canarias -negativa
dada por Estévanez en el prólog- se pregunta. aiD6nde está la unanimidad
de las Islas para admitir en una de ellas la hegemonía?~
7 Carlos L6pez de Haro y Moya, Tratado de Legislacidn Hipotecarza. Madnd,
.,..m TT!?-. iyio, nuos de ñeus, p. 953. Ai coineñiai el aiticub 3% de: Reglarneii:~ hip~tecíi-rio
dice: nComo en toda región existe en Canarias el sentimiento regional, pero
no hay allí regionalismo, y menos tendencioso t> Don Carlos, hermano del nota-no
y novelista don Rafael, nació en 1873 y muri6 en 1938. Fue Registrador de la
propiedad de Guía de Gran Canaria desde 1908 a 1918 y dedicó muchos trabajos
a las aguas en Canarias, por íos que nuestra gratitud debe hacerse siempre
presente,
428 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 7
Por el Hierro, don Francisco de Armas Clos, conservador cier-vista,
que obtuvo 597 votos; derrotando al señor Fuentes, que
tuvo 379, regionalista.
Por Fuerteventura, don Salvador Manrique de Lara y Massieu,
que derrotó a don Lorenzo Cabrera (aquél conservador).
Por Lanzarote, don José Betancor Cabrera, Angel Guerra, in-dependiente,
que obtuvo 1.722; derrotando a don Luis Fajardo,
que tuvo 3.
Fueron las únicas elecciones jamás perdidas por un gobierno
entre 1876 y 1923
La elección de Senadores tuvo lugar el 10 de marzo siguiente
y resultaron elegidos los mismos que ya lo habían sido en las
de 1914: don Pedro del Castillo-Olivares, don Antonio Izquierdo
Vélez y el conde de Belascoaín.
El Gobierno declaró crisis el 27 de febrero de 1918, y García
Prieto sustituyó a Ventosa por el Conde de Caralt -presidente
del Fomento del Trabajo Nacional-; y a Rodés por don Luis
Silvela Casado, propietario de La Mañana, órgano de García Prie-to.
Con él siguió de subsecretario Azorin.
El 12 de marzo de 1918 muere en Biarritz don Fernando de
León y Castillo, a los setenta y cinco años. En su testamento
pidió ser enterrado en Gran Canaria. En Las Palmas se celebró
una velada necrológica en su honor el 20 de junio, organizada
por la Sociedad Fomento y Turismo, que presidía don Carlos
Navarro y Ruiz, a cuyo acto se adhirió don Antonio Maura 9.
Después de muchas incidencias, se forma el Gobierno Nacio-nal,
bajo la presidencia de Maura, el 21 de marzo de 1918. Es el
gran momento de Cambó, en «sus ocho meses de ministro de
Fomento», pues el gobierno feneció el 6 de noviembre del mismo
año. Ministro de la Gobernación, don Manuel García Prieto.
--
8 Raymond Carr, España 1808-1939. Ediciones Anel, Barcelona, 1969, pági-na
472 [Apéndice a la sección 2, por J. Romero Maura].
9 «El afecto cordial que durante cuarenta años, sin interrupción, nos tuvi-mos
León y Castillo y yo me deparó mil ocasiones para conocer su devoción
por Canarias. Era ésta la advocación predilecta y casi fanática de su patriotis-mo
a [Carlos Navarro y Ruiz, Sucesos histdricos de Gran Canaria, tomo 11,
Las Palmas, Tip «Diario», 1936, p 433 B U L. Sigt." B IV-211
Núm 20 (1974) 429
8 MARCOS GUIMERA PERAZA
\
3. La asamblea de la Lzga Regional de Santa Cruz.
En 7 de abril de 1918 tiene lugar una Asamblea en Santa
Cruz de Tenerife, organizada por la «Liga Regional». Se celebró
en la Diputación provincial. La presidencia la ostentaba don Ma-nuel
de Cámara y Cruz y la Secretaría de la Comisión ejecutiva
la desempeñaba don Hipólito Fumagallo Medina. El cuestionario
pedía la rápida terminación del Puerto de Santa Cruz, «por la
importancia que han adquirido otros puertos vecinos». La Ponen-cia,
que se inserta, hace historia del puerto de Santa Cruz, com-parando
lo gastado en él con el de La Luz. Va firmada por don
Juan Martí Dehesa, don Angel Crosa y Costa y don Francisco
Hernández Sáyer lo.
También jugó un destacado papel en otra agrupación don
Santiago García Sanabria. Se trata de la «Unión regionalista»,
que se proyecta el 28 de abril de 1918, siendo Sanabria vicepre-sidente
y don Juan Martí Dehesa presidente. Fue una secuela de
la tendencia de Cambó. Fundaron un periódico vespertino, «El
Regionalistas, que dirigió Juan Franchy Melgarejo. !;u primer
número apareció el 5 de julio. Consiguieron que Camb6 colocase
el puerto de Santa Cruz entre los diez grandes puertos españoles.
Es curiosa su fundamentación constitucional: «Aparece nuestra
capitalidad efectivamente perdida; el ridículo mosaico de siete
diminutas provincias, sustituyendo a la antigua y gloriosa pro-vincia
de Canarias; . . . todos los organismos fraccionados; la ar-monía
y la unidad regional desechas» ll.
Anotemos que en junio de 1918, los comerciantes de San-
10 Liga Regional, Asamblea congregada el 7 de abrzl de 1918 en Santa Cruz
de Tenertfe, capttal de la provincia de Canarias Santa Cruz de Tenerife, Librería
y Tip. Católica, 1918 (B U. L , Sigt." B V-2 C a 20, F.o 19). Presidieron con Cámara
don Nicolás Martí, don Angel Crosa, don Juan Martí, don Francisco Hernández
Sayer, don Juan Rumeu y García, don Francisco Tmjiiio y don Antonio 'iara
Secretarios fueron Fumagallo y don Manuel Filpes. La Exposición al Ministro
de Fomento, de fecha 10 de abril de 1918, va firmada por don Juan Marti, Crosa
y Fumagallo
11 nEl Regionalistas, 27 de ~ulio de 1918
Ver sobre este tema Manuel Perdomo Alfonso, Vida y obra de ~García Sana-brta,
«-La Tarden, capituios in, xviíí y XX, de ió, 27 y 29 de mayo de 19%
430 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N I I C O S
EL PLEITO INSULAR 9
ta Cruz de Tenerife llegan a pedir la supresión de los Cabil-dos
(Gaceta de Tenerife, 14 junio 1918), aludiendo a que Maura
pronosticó, en la sesión del Congreso del 26 de junio de 1912, el
desorden y la con£usión en el régimen administrativo de Canarias
(Gaceta de Tenerife de 12 anterior). Y que en una reunión de
comerciantes celebrada en el Parque Recreativo de Santa Cruz,
Sanabria estimó más ventajosa la división de la provincia que
los Cabildos, porque la provincia Kse halla dividida en siete»
Allí se pidió la anulación de los Cabildos, por fracasados (Gaceta
de Tenerife, de 28 junio de 1918).
Con objeto de conferenciar con el ministro de Fomento, Cam-bó,
salió de Las Palmas para Madrid una Comisión del partido
regionalista, representada por don Rafael González Hernández,
don Santiago González Martín y don Juan B. Melo, que recabaron
la aprobación del proyecto de ensanche del Puerto de La Luz. Se
supo su obtención el 8 de junio de ese año 'l.
4. Asamblea liberal de Las Palmas.
A la muerte de León y Castillo, los liberales ortodoxos de
Gran Canaria, de acuerdo con don Baldomero Argente, organi-zaron
el partido romanonista, para el que nombraron jefe a don
José Mesa y López, que iba de acuerdo con don Juan Melián Al-varado
L3. Mesa, a la sazón presidente del Cabildo Insular de Gran
Canaria, convocó para el l." de julio una reunión de políticos,
corporaciones, sociedades, prensa, etc.; y allí se acordó mantener
la resistencia al abono del contingente insular, que ascendía a
110.000 pesetas 14.
12 Carlos Navarro, Páginas históricas de Grpn Canaria, desarrolladas desde
la Conquista hasta nuestros días Las Palmas, Tip «Diarion, Las Palmas, 1933.
tomo 1, p. 337. (B. U L, Sigt: B IV-1.)
Ver José Gonzále~ Rodríguez, Semblanzas de ayer Don Santtago González
Martín «Diario de Las Palmas», miércoles, 3 septiembre 1969, p 18
13 Luis Benítez Inglott, Personalidad de don José Mesa y López, «Revista
del Foro Canarion, número 40, Las Palmas de Gran Canaria, 1965, mayo-agosto,
año XIV, p 31, «El politicon
14 José Mesa y López, Memorias polítzcas, que él titula «Memonas de un
cacique), Están fechadas a 31 de marzo de 1937 y abarcan desde 1915 a 1936
10 MARCOS GUIMERA PERAZA
5. El folleto de Gutiérrez Penedo.
Durante los debates sobre la autonomáa, en el mes de noviem-bre
de 1918, José Gutiérrez Penedo se ocupa del tema regional,
Se conservan inéditas en folios mecanografiados, que debo a la gentileza de mi
amigo Guillermo Camacho y Pérez-Galdós. Ver folios 3/14.
Para su esquemática biografía, ver la nota 245 de nuestro El Pleito Insular
El divisionrsrno, las Asambleas y los Cabildos (1901-1917), «Anuario de Estudios
Atlánticos,, Madrid-Las Palmas, año 1972, núm. 18, p. 450. Ver su caricatura por
Sirio en José María Gil Robles, «No fue posrble la paz* (Edicic~nes Ariel, Bar-celona,
1968, p. 117, n.O 114)
Es interesante la carta que Mesa dinge a Mama el 6 de junio) de 1918, sobre
los Cabildos y la Diputación [Archivo Maura, Legajo u1918 Asuntos diversos
Canariasn, «Cabildo y Diputación. Duplicidades de Arbitrios en Tenerifen]:
«EL PRESIDENTE DEL CABILDO DE GRAN CANAFLIA. Particular
6 Junio 1918
Excmo. Sr. D. Antonio Maura y Montaner,
Presidente del Consejo de Ministros
Muy respetable y distinguido Señor:
Agradecena a V. E , si dispone de un momento, tenga a bien leer el
recurso al Ministerio de la Gobernación que acompaño en el adjunto ejem-plar
de periódico de esta localidad, y el cual recurso fue presentado opor-tunamente
al referido Centro ministerial
Por él verá V. E que no es culpa de Gran-Canaria la situación creada
en el orden de las relaciones entre la Diputación Provincial y los Cabildos
Insulares, y sí de la Diputación, que desde un principio obr�� en opo-sición
a lo dispuesto en la Ley especial de Canarias de 11 de julio de
1912 y Reglamento para su ejecución de 12 de octubre del mismo año,
pendiendo a partir de 1913 recursos elevados por este Cabildo al Ministerio
de la Gobernación y los cuales aún no han sido resueltos.
El Cabildo Insular de Gran Canaria lamenta que por la pasividad del
Gobierno en resolver se haya llegado a la situación actual, y no pide
ninguna concesión graciosa ni nada nuevo, sino que se lleve a la práctica
lo que está legislado en los cuerpos legales que quedan citados, y con los
cuales se puso término en 1912 al grave problema administrativo piantea-do
en este Archipiélago
Ruego, pues, a V E. se sirva interponer su poderosa autoridad para
que los recursos pendientes se resuelvan en ley y justicia, que es lo que
únicamente exige con derecho Gran-Canaria
Queda a las órdenes de V E affmo amigo, s s , q e s m-José
y Mpez t
432 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLJ3ITO INSULAR 11
en su folleto De principio regionalista. Vulga~ización'~C. ritica
a los partidos políticos de Canarias, que ahogaron el regionalismo
de 1908. Hace un elogio del tradicionalismo y de Vázquez de
Mella. Cita su artículo en El regionalista, de 21 de septiembre
anterior, en que ataca al gobernador Santos Ecay y a las infor-maciones
parlamentaria y extraparlamentaria de 1911, que trai-cionaron
el regionalismo; y a la ley de Cabildos, que no descen-tralizó
nada. Pide al Gobernador que informe a Maura para que
éste nos resuelva el problema con su proyecto antiguo de Manco-munidades:
«Cesó el Gobierno Nacional y para Canarias no hubo
un ligero destello de atención». E inserta una «Proposición de
Bases para el régimen autonómico de la Región Atlántida» (sic),
en las que pide dos Audiencias regionales, con Consejos Munici-pales,
Cabildos y Congreso regional, con arreglo al proyecto Mau-ra
de 1907; así como cuatro diputados por Tenerife y otros cuatro
por Gran Canaria.
Mesa, como Presidente del Cabildo, y don Bernardino Valle
y Gracia, como Alcalde de Las Palmas, convocaron una pequeña
reunión, que celebraron el 2 de enero de 1919, en las que se acordó
ir a otra Asamblea canaria, para contrarrestar los efectos de la
que proyectaba Tenerife para estudiar el establecimiento de la
región canaria, en la que se pidiera la división; y de no ser esto
posible, la autonomía insular más absoluta, con supresión de la
Diputación provincial, clave principal de todas las discordias.
«La Prensan de Santa Cruz de Tenerife planteó una encuesta,
a la que acudieron algunos insignes políticos de la época. Así,
Orozco se declaró partidario de la región autónoma, con «todas
aquellas facultades que no sean inherentes a la soberanía nacio-
-
15 José Gutiérrez Penedo, De prznapzo regzonalzsta. Vulgarizacrón Madnd,
noviembre de 1918 Establecimiento tipográfico de Juan Pérez Torres (B U L
C" 19, Fo 11)
Ndm 20 (1974)
nal», con Asamblea y Poder ejecutivo y con un concierto econó-mico
con el Estado. Rodríguez Figueroa cita con elogio el regio-nalismo
propugnado para Cataluña por Mañé y Flacquer -cató-lico
y conservador-; pero advierte que Canarias necesita de una
previa consolidación económica. Y Pérez Armas, que se profesa
autonomista y regionalista, pero no nacionalista, exige primero
ciudadanía, luego autonomía del Municipio y desputSs constituir
federativamente las regiones dentro del Estado soberano; si bien
reconoce que en Canarias no existe unidad espiritua.1 que deter-mine
el alma de la región: hay que ir al reconociniiento de la
personalidad de la Isla, por medio de los ya creados Cabildos,
que deben gozar de autonomía para todo lo que no sea municipal
ni regional. Luego, estudiar si se hace una Diputación regional
a o una mancomunidad de Cabildos. N
E A la caída del Gobierno Nacional, forma Garcia Prieto un Go- E
bienio de coalición liberal, el 9 de noviembre de 1918. n--
Los republicanos, reunidos en Comité en el Ateneo, el 16 de ese f
mes y presididos por Lerroux, propugnan una federación, que
entre otros extremos, conceda personalidad a las regiones. Asirnis-mo,
la minoría republicana del Congreso presentó en Cortes una $
proposición de ley, recabando para Cataluña la autonomía inte- -
gral. Cambó, al repudiar el separatismo, pidió en el Congreso el f
20 la autonomía, afirmando la existencia del catalanisino como un E
hecho biológico. El 29 se entregó al Presidente del Consejo de Mi-n
nistros el Mensaje de los parlamentarios catalanes, cuiilquiera que
fuera su partido, donde se articulaba la organización del gobier-no
regional de Cataluña. La respuesta de García Prieto fue tan in-n
sustancial, que un comisionado pudo decir: «Hemos entregado el %
documento a un botones». Para la «Campaña por la Autonomía O
Integral» debe verse la fundamental obra de Pabón l6 -al que se-guimos
en la exposición que hacemos-, quien registra la confe-rencia
de Cambó del mismo día 29 en la Academia de Jurispru-dencia,
donde estim�� no ser aplicable a España ei sistema federai.
Con el proyecto de autonomía estaban de acuerdo nada menos
que Maura y Romanones: «En el pleito de la Autonomía, Cambó
16 Jesús Pabbn [y Suárez de Urbina], Cambó, tomo 11, 1 a parte, 1918-1930
Editorial Alpha, Barcelona, 1969, pp 42, 54, 55, 56, 57 y sigs.; 85 y sigs
434 A N U A R I O DE ESTUDIOS A ' T L A N I ICOS
EL FIEITO INSULAR 13
sería el demandante, Romanones el demandado, y Maura el árbi-tro
». Y sin embargo, la cosa no llegó a puerto.
El Gobierno entró en crisis el 3 de diciembre de 1918, y Roma-nones
pudo al fin formar su gobierno, con s610 romanonistas
-por no haber podido hacerlo de concentración monárquica ni
siquiera liberal- el día 5. Es ministro de Abastecimientos el dipu-tado
por Gran Canaria don Baldomero Argente y del Castillo,
quien dimitiría el 21 de febrero siguiente. Pero se opusieron a las
Bases autonómicas, en la sesión del Congreso de 10 de diciembre,
Alcalá Zarnora, Gascón y Marín -albista- y el d��a 11, Maura, en
el -para Pabón- mejor discurso parlamentario de don Antonio.
El día 12, Cambó retiraba las Bases de petición de Autonomía, y la
minoría abandonaba el Parlamento. Una voz liberal increpó a los
parlamentarios catalanes últimos en salir: -¡Separatistas! -. Y
uno de ellos, deteniendo el paso un momento, le contestó: -¡Se-paradores!
El mismo día, las Izquierdas hacen suyo el tema de la Auto-nomía,
por boca de Pedregal, Besteiro, Marcelino Domingo («Sólo
en la República hallará solución el problema») y Lerroux («Es
imposible la Autonomía sin la República.. . »).
El día 13, Argente, ministro de Abastecimientos, visita a Cam-bó
en nombre de Romanones, para comunicarle que proyectaba
nombrar una Comisión extraparlamentaria que abordase el plei-to
de la Autonomía mediante la redacción de un proyecto. Figura-rían
en ella representantes de las fuerzas políticas catalanas (Puig
y Cadafalch, Carner, Corominas, Cambó, Ventosa, Rodés, Roig
y Bergadá, Junyent y Domingo) y las personalidades más destaca-das
de la política general española (Maura, Romanones, Dato,
Cierva, Alba, Besteiro, Lerroux, García Prieto y Melquíades Al-varez).
El día 16, Cambó habló en el Teatro del Bosque, de Barcelona:
fue entonces cuando pronunció su frase, tan combatida: -¿Mo-narquía?
¿República? iCataluña!-. Dos días después, con fe-cha
18 de diciembre de 1918, apareció en la Gaceta del 20 el Real
Decreto que creaba la Comisión extraparlamentaria, que iniciaría
sus tareas el 2 de enero de 1919, sus miembros serían designados
por el Presidente del Consejo y en el mismo mes de enero ia Comi-
Núm 20 (1974) 4%
sión elaboraría y entregaría su ponencia al Gobierno. La lista se
hizo pública por Real Orden de 27 de diciembre (Gaceta del 29),
y estaba formada por catalanes, liberales, conservadores, tradicio-nalistas,
izquierdistas y un vasco. En total, treinta y tres; de los
que diecinueve habían aceptado públicamente las Bases de la Au-tonomía,
Jaime Carner y Pedro Corominas aceptaroln desempeñar
su puesto en la Comisión; pero no así la mayoría de los catalanes,
de los republicanos catalanes que nunca habían sido catalanistas
(Domingo, Layret, etc.). Y la interesantísima iniciativa de Roma-nones
fracasó, en Barcelona, el 29 de diciembre de 1918, en la
reunión de la Mancomunidad.
Mientras tanto, la Comisión en Madrid continuó adeIante.
Maura «sin levantar cabeza ni dar paz a la pluma, redactó el ante- ;
proyecto» '7 *1 fue el que desenterró y puso en circulación el
nombre de Generalidad -según Cambó- como organismo regio- $
nal ordenado y fiscalizado por la Diputación regionarl, responsable
ante la Diputación y ésta ante los electores, con sede en Barce-lona.
El 31 de diciembre se constituyó la Comisión extraparlamen-taria.
El 2 de enero de 1919 fue designada una Ponencia en la que
formaron Maura, Sánchez de Toca, Rodrigáñez, Ruiz Giménez $
y Alcalá Zamora, que trabajaron sobre el anteproyecto de Maura
El dictamen quedó terminado el 6 de enero. A partir del día 7 se E
reunió el Pleno de la Comisión, donde se señalaron dos grupos- E
los partidarios (Romanones, Maura, Sánchez Toca) y los contra- %
rios (Alba, Gasset, Alcalá Zamora). Víctor Pradera era indepen- k
diente. Se terminó la redacción de las Bases el 20 y Romanones
las firmó como Proyecto de Ley sobre Organizacióci Autonomista j
Municipal y Regional (D. S. Apéndice 11 al núm. 110). Al mismo $
tiempo, se aprobaba un Estatuto catalán por la Asamblea de
Ayuntamientos, constituida en Barcelona el 26 de enero de 1919,
que es el verdadero precedente del Estatuto de la República. Y así
se enfrentaron el texto de la Comisión extraparlamentaria y el
de la Mancomunidad. Contra éste se declaró claramente Maura.
Las Cortes se reabrieron el 21 de enero, el Dictamen de la @o-misión
especial parlamentaria está firmado el 4 de febrero de
1919 (D. S. Apéndice 5." al núm. 117), y el 6 de febrero Alcalá
EL PLEITO INSULAR 15
Zamora, por la Comisión, contestó «de manera exaltada y barro-ca
» a unas palabras de don Alfonso Sala que defendía un voto
particular, presentado el día 5 (D. S. Apéndice l." al núm. 118).
El 7 contestó esta vez a Cambó -éste en el mejor discurso par-lamentario
de su vida- la oratoria de don Niceto, «con la apa-sionada
acumulación de oraciones que . enturbiaba la rigurosa
exposición de Cambó» 18.
En conclusión, como refrenda para nosotros Bermejo Giro-nés
19, el intento de constituir una Región Canaria en 1919, con
ocasión del movimiento regionalista que acaudilló Cambó, fracasó
18 Pabón, Cambó, 11, 2 *, p 238 En la sesión del miércoles 19 de febrero
de 1919 (núm 126, p 5118) se leyó una proposición incidental firmada en cabeza
por Pí y Súfier, en la que se pedía someter a Referéndum individual el Estatuto
de Autonomía de Cataluña, redactado en Barcelona, sobre el proyecto formu-lado
por la Mancomunidad La defendió Pí y Súñer La discusión de esta pro-posición
ocupó al Congreso hasta el martes 25 de ese mismo mes de febrero
(número 129, pp 5235 y sigs.) sin que hubiese avenencia y dando lugar al fin a que
el Proyecto del Gobierno no fuera votado ni siquiera discutido Entre otros
oradores intervinieron Alfonso Sala, Romanones, Pradera y Rodés (sesión del
19). Andrade, Batlle, Epalza, Boet y Rojas Marcos (el día 20), Cambó, Castrovido,
Maciá y Elorrieta (día 21), Pedregal, Prieto, Dato, Alba y Nougués (día 25). Al
final de esta sesión se iba a votar nominalmente la proposición de Pí y Súñer
Pero ante la actitud de Senante, que pide explicar su voto, el Presidente Villa-nueva
decide suspender la votación
Y ya no hubo más El 27 se suspendieron las sesiones de Cortes. Por R. D de
2 de mayo se declaró disuelto el Congreso y la parte electiva del Senado Y otro
R D de 10 de mayo de 1919 dispuso la reunión de las Cortes para el 24 de junio
siguiente, esto ya bajo un Gobierno Maura-Cierva
Cuenta Amadeu Hurtado [Quaranta anys d'advocat, 11, p. 72, Ediciones Ariel,
Barcelona, 19641 que en un viaje en tren, durante la República, Rodés le dijo
que le parecía excesivo reservar a la Generalrtat las funciones del orden público,
y que ai observarle que el Estatuto de 1Y19, en el cual tan activamente había
elaborado Rodés, hacía lo mismo, le respondió rápido
-uiOhI bien, es que ahora va de veras »
19 Juan Ignacio Bermejo Gironés, Los Cabddos Insulares de Canavtas Edita-do
por las Excmas Mancomunidades Provinciales Interinsulares de Las Palmas
y Santa Cruz de Tenenfe, 1952 Prólogo de Matias Vega Guerra y Antonio Lecuo-m
Ear&ssm, p. 4!?
Núm 20 (1974) 437
Creemos ver claras sus causas.
En primer lugar, la que pudiéramos llamar izquierda tinerfe-fia,
siguiendo una vieja trayectoria, la repudió por antinatural.
Para los federales de Gran Canaria, la Región no era suficien-te;
ellos querían ir a la autonomía absoluta por Islas.
Tampoco la admitían los divisionistas canarios, para los que
la región no era más que una pantalla para mantener la unidad
provincial.
Por otra parte, para tinerfeños con criterio realista, la región
sería siempre imposible, porque nunca habría acuerdo acerca de
cuál sería la capitalidad regional.
Y, por último, lo más decisivo a nuestro juici,~: porque la
realidad Isla y Cabildo se iba imponiendo en las conciencias, g
N frente a la caducidad manifiesta de la ya inviable Diputación g
provincial. Y si ésta ya no servía, jcóno se iba a mantener un $
n órgano regional que no tenía la raigambre de cerca de un siglo g
que la provincia tenía? O
E
E
2
Al fin, crisis en el Gobierno Romanones Forma de nuevo ga-binete
Maura, el 14 de abril de 1919 A Goicoechea lo lleva como
titular de Gobernación; quien lleva a su vez a Calvo Sotelo como ?
Director General de Administración Local. En Instrucción Pú-blica
va Silió y con él, de Subsecretario, Azorín a-E
El 2 de mayo de 1919, en el salón del Nuevo Club de Las
Palmas, se reunió el grupo liberal franciscano (los seguidores j
de don Francisco Manrique de Lara). Se constituyó el partido $
liberal demócrata, de García Prieto, y su presidencia fue otor-gada
a don Salvador Manrique de Eara y Massieii. Se creó La
Jornada, como su órgano oficial, bajo la dirección de Rafael
Romero Ouesada: Alonso Ouesada. Este partido era. en cierto
modo, el heredero del «Partido Local canario», de don Carlos
Navarro.
Por otra parte, se crea en Las Palmas el joven partido refor-mista,
con Tomás Quevedo Ramírez, como presidente, y siendo
miembros Luis Benítez Inglott, Eduardo Millares Farinós, Juan
438 A N U A R I O DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR a7
Bosch Millares, Manuel Duarte Guerra, Manuel Hernández Gon-zález,
José del Río Amor y algún otro amigo. Eran tan pocos,
que una señora de Las Palmas pudo decir: «Los reformistas
caben en un banco de la Plaza de Santa Ana y sobra banco».
Rafael Cabrera Suárez, sin ser reformista, participó con ellos
y llegó a ser, años adelante, jefe de la minoría en el Cabildo Insu-lar.
Fundaron un periódico, Espectador. Con la dictadura de
Primo de Rivera murió e1 reformismo en Las Palmas ".
Además, seguían interviniendo en la política gran canaria el
partido tradicional, el republicano federal (de Franchy Roca
y Valle), el regional de Cambó y el socialista.
Maura convocó elecciones para diputados el 1 de junio y para
Senadores el 15 del mismo mes. La dirección política radicó no
en Gobernación, sino en Hacienda, donde La Cierva «recabó la
batuta». Esto dañó a Maura, que fue prisionero de los intereses
del maurismo y empujado a una línea extremo-derecha que había
repugnado en sus tiempos de liberal. También hubo de rectificar
su idea de que «el derecho público no es católico ni protestante*,
cuando acompañó al Rey y a la Real Familia, gobierno y digna-t
a r io~a l Cerro de los Angeles, el 30 de mayor de 1919, en que
España fue consagrada a1 Corazón de Jesús, lo que «supuso con-fesionalidad
del Estado y exclusivo sentido de la historia y de
la Patria» 21.
Matos vino a Las Palmas para trabajar su elección directa
y personalmente; visitó pueblos y personas y publicó una carta
solicitando sufragios y prometiendo defender los intereses de
la Isla.
He aquí los resultados en Canarias.
m Puede verse sobre esto lo que cuenta José del Río Amor en su trabajo
Rafael Cabrera El hombre y el abogado uRevista del Foro Canarion, número 41,
Las Palmas de Gran Canaria, 1965, septiembre-diciembre, año XIV, pp. 36
y siguientes Y recientemente, Juan Bosch Millares, «El Eco de Canarias», vier-nes
22 de febrero de 1974
Ver su efigie en la lámina 1, cuadro del pintor gran canario Cinlo Suárez,
que está en el Colegio de Abogados de Las Palmas
21 Al decir de Melchor Fernández Almagro, Hzstorza del remado de don
Alfonso XZZI, 2 a edición ilustrada, Barcelona, Montaner y Simón, S A , 1934,
p&ginu 357
1
Por Santa Cruz de Tenerife: Don Félix Benítez d~e Lugo (que
tuvo 8.062 votos), don Tomás Salazar y Cólogan (7.430) y don
Manuel Delgado Barreto (6.208), éste maurista". Fueron derro-tados
don Antonio Goicoechea (5.872) y don Darío F'érez (4.877).
Por Gran Canaria: Don Leopoldo Matos (9.192), dlon Baldome-ro
Argente (7.813) y don Pedro del Castillo (5.669). Fueron de-rrotados
don Juan Melo (4.885) y don Jerónimo Mejías IFernán-dez
(3.994).
Por La Palma salieron: Los Llanos, don Pedro Poggio (con-servador);
y Santa Cruz, don Julián van Baumberghen (demócra-ta),
éste por el artículo 29.
Por la Gomera, don Pedro Schwartz y Mattos, con 2.159 votos,
romanonista, derrotando a don Antonio Rodríguez Lázaro (1.265). g
Por El Hierro, don Francisco de Armas ClosU, ciervista, por e el artículo 29. O
d--
~2 Manuel Delgado Barreto fue un gran periodista Nació en La Laguna de f
Tenerife en 1878, en la casa número 47 de la calle hoy Manuel de Ossuna, donde E
2 una placa colocada en su frontis, lado derecho entrando, perpetúa ese recuerdo E
Marchó a Madrid a seguir su carrera. En 1901 fundó con José Betancor una
«Agencia de asuntos canariosu Formó parte de la primera Junta Nacional de $
Abastos, que presidió Azcárate. Fundó el semanario El Mentidero. En 1916 fundó -%
La Accrdn, diario que dingió durante ocho años Luego se encargo de La Nacidn,
E
que conservó hasta 1931 En 1930 fue del partido recién creado «Unión Monár-quica
Nacional, (La Tarde, 12 de agosto de 1970). Durante la 11 República fundó
y dirigió el semanario satírico Gracia y Justicia, que según cuenta Azaña [O C
IV, p 3511 era de la propiedad de El Debate; y que se imprimía en la Edrtorial
Católica, constituida en 1919 [Manuel Ramírez, Los grupos de presidn, p. 2241
El 16 de marzo de 1933 sale a la calle el primer y Único número de El Fascio,
entre cuyos redactores estaba Delgado Barreto, que parece ser la cabeza de
este gmpo [Eduardo Alvarez higa, Historia de la Falange, DOPESA, 1969, p. 311 5
Munó en Paracuellos de Jarama el 7 de noviembre de 1936, asesinado des-
O
pués de sufrir cautiverio en la Cárcel Modelo, de Madrid
Ver su efigie en la Lámina 11.
Don Francisco de h a s Clos, de una familia oriunda del Valle de Agaete,
en p. Isla de Gwri Cariar-ia, riaciC> en sa7ta Cim de Teuerife e! 27 de CcierLbre
de 1869. Hijo de don José Benigno de Armas y Ximénez y de doña María de
Africa Clos y Eguizábal [Ver nuestro El Pleito Insular. La pugna por la hegemo-nía,
«A E. A n, Madrid-Las Palmas, 1970, número 16, p. 4271 Fue Abogado en
Santa C m de Tenerife, Juez Municipal de dicha ciudad [v. g., 113951 y Teniente
Coronel del Cuerpo Jurídico de la Armada. Pasó luego a residir en Madrid. Allí
h e Fiscal de Marina Le nombraron Gobernador civil de Las Palmas en e1 úIti-
440 ANUARIO DE ESTUDIOS .4TLANZICOS
Don Rafael Cabrera Suárez (1893-1952). Oleo de Cirilo Suárez. Lns Palmns:
Colegio dc Abogados. (Pág. 439.)
EL PLEITO INSULAR 19
Por Lanzarote, don José Betancor, demócrata, artículo 29.
Por Fuerteventura, don Salvador Manrique de Lara (1.137 vo-tos),
garciprietista, siendo derrotado un señor Cabrera, ciervis-ta
(753); este partido, desde 1918, se llamó «Izquierda Liberal»
Senadores: 1." El Conde de Belascoain, datista, por la coali-ción
liberal conservadora, 137 votos. 2." Don Antonio Izquierdo
Vélez, albista, con 88 votos. 3." Don Luis Redonet y kópez Dóri-gaZ4,
maurista, por Gran Ganaria, Fuerteventura y Lanzarote,
con 74 votos. Fueron derrotados don José Miguel Sotomayor,
diputado provincial por Santa Cruz de La Palma, jefe de los con-servadores
de la Isla, con 72 votos; don Vicente Gimeno y Ro-mo
gobierno de la Monarquía, pero no llegó a desempeñarlo por razones de
salud [Ver «La Tarden, Sección Hace 40 afios, lunes 16 de febrero de 19701
Estuvo casado dos veces: la primera con doña María del Carmen Ghirlanda
y Foronda, con la que procreó cinco hijos, uno de ellos, don José de Armas
Ghirlanda, comisario de Guerra, formó parte del gabinete militar del ministro
de la guerra don Manuel Azaña [La Tarde, 24 junio 711; otro, el R P. Francisco
de Armas Ghirlanda, ha recordado recientemente cosas de Santa Cruz de hace
60 años [«E1 Día», viernes 20 de agosto de 1971, p. 31, y en segundas nupcias con
doña María Amelia de Lecuona y Jiménez, en Santa Cruz de Tenenfe el 22 de
julio de 1905, de cuya unión tuvo también otros cinco hijos. El primogénito de
este segundo matrimonio, don Alonso de Armas Lecuona, ostenta hoy el título
de Marqués de la Granja de ,San Saturnino Falleció en Madrid, a los setenta
y dos años de edad, el 2 de junio de 1941 Véase su efigie en la Lámina 111
24 Don Luis Redonet y López Dóriga nació en Santander el 18 de octubre de
1875. Fue junsconsulto, sociólogo y literato. Fue profesor de la Academia de
Jurisprudencia y Legislación. Y Académico de la de Historia y de la de Ciencias
Morales y Políticas. Fue abogado de la Emperatriz Eugenia y de las casas de
Alba, Tamames, Sartorius y Montijo. Además de Senador por Canarias en 1919,
fue diputado a Cortes
Entre sus obras figura Crédito Agrícola- hzstorm, bases y organización [Ma-drid,
Calpe, «Biblioteca Agrícola Española», 19241, que fue premiada en 1904 por
la Academia de Ciencias Morales y Políticas, de la que fue secretario en 1924
Es muy interesante para conocer la historia de los diferentes proyectos redacta-dos
en los siglos XIX y xx.
Por& r-r, A - R n Cm+eFn-.'n O------ L::n +---a-- A e A-- A-+--.- -1
uuov CVAI UVIIU I L I a C C ' a I u a IWIPUI~ y V~III-u, IUJU ~ C A C C I L I uc uvu IIIILUIUV, C.
24 de febrero de 1901. Fue secretario político de su suegro, cuando éste era
Presidente del Consejo de Ministros en 1904. Luego, en 1923, pasó al grupo con-servador
ciervista.
Murió en Madrid el 3 de enero de 1972. Ver su Necrología hecha por Jesús
Pabón, Director de la Real Academia de la Historia [Boletín, tomo CLXIX,
Cuaderno 1, Madrid, enero-abnl 1972. pp 7-15]
Núm 20 (1974) 441
20 MARCOS GUIMERA PERAZA
dríguez, romanonista con 63 votos, y don Pedro Miguel Sotoma-yor,
con un voto. Sobre la elección en Gran Canaria debe verse
lo que cuenta Mesa2' y SU lucha en favor de la candidatura de
Matos y Argente
Maura cayó -dimitió por teléfono- y después de varios inten-tos
formó gobierno Sánchez de Toca, que juró el 20 de julio
de 1919. A Fomento llevó a don Abilio Calderón, «jefe de la polí-tica
palentina, diputado desde 1898, con 51 años de edad, cacique
máximo, bonachón e inofensivo)) 26. A Gobernación fue don Ma-nuel
de Burgos Mazo. Debemos recordar aquí que don Abilio
-como antes Cambó- nunca fue partidario del «puerto único»,
y colocaron el de Santa Cruz de Tenerife entre los grandes puer-tos
españoles a
Matos interpeló al Gobierno el l." de agosto2, sobre deter- I
E minación de los servicios de carácter provincial y de carácter
insular en el Archipiélago canario Le contestó Burgos Mazo,
indicándole que «esa interpelación se la pudiera hacer S S. a sí f
mismo», porque «¿para qué vamos a interpelar antes de que haya
resolución?)). Si después de esto «insistiera todavía en la idea
de la interpelación)), desearía que se la hiciera a sí mismo 3
Fue convertida en principal la Administración de Correos de -
Las Palmas el 24 de agosto de 1919. Y el 9 de septiembre se f
dispuso por Gobernación que en la Delegación de Gobierno
se expidieran pasaportes, se llevase un registro de extranjeros !
y se registraran las Asociaciones de la Isla. -E
Sánchez de Toca cayó y le sucedió Allendesalazar -que no
- n n
n
25 Mesa y López, Mernorzas, folio 19
26 Enrique Tapia, «Señores diputados » (De Canalejas a la segunda Repú- 2
blzca), Madrid, Aguilar, 1964, p 106
27 «La Tarde)), viernes 14 de junio de 1963, p 3 Conszderaczones sobre los
puertos cattarzos Ver también Andrés de Arroyo y González de Chaves, Puerto
de Tenerzfe [Conferencia sobre el problema del por el Diputado a Cortes de
:a c i i ~ ü i i ~ ~ i i p ~Ui ú i ip roriuricicidu en ei Teatro Principai 9e Santa Cruz de Te-nerife
el 1 de noviembre de 1922 Santa Cruz de Tenerife, Librería y Tipografía
Católica, San Francisco, 7, p 71 Donde refiere que se intentó el puerto único
de Las Palmas, por el señor Argente, y que don Martín Rodríguez fue el primero
que advirtió tales dificultades
Dzarzo de seszones, viernes 1 de agosto de 1919, número ;!3, pp 7011702
Tomo 111 Madrid Rwadeneyra 1920 (Hemeroteca de cEl Miiren IÍenarinn)
442 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 21
dirigía grupo ni fracción- el 9 de diciembre, con un gobierno de
concentración. Duró hasta el 28 de abril de 1920 y el 3 de mayo
formó gobierno Dato, conservador neto.
En Madrid, los Diputados por La Palma Poggio y Van-Baum-berghen
se dirigieron al Cabildo de su isla, para que, como
fórmula de armonía, acordasen que continuaran a cargo de la
Diputación Provincial solamente el Hospital de San Lázaro de
Gran Canaria y el Manicomio de Santa Cruz de Tenerife. Recla-maron
en la prensa Gran Canaria y La Palma. Don Felipe Massieu
y Falcón escribió un folleto demostrando que no podía accederse
a lo pedido por los perjuicios que iba a causar a los Cabildos
porque fortalecía a la Diputación. El Cabildo de La Palma
denegó lo pedido por los Diputados palmeros.
Matos había entablado recurso ante el Tribunal Supremo con-tra
la Real Orden aprobatoria del presupuesto provincial y obtu-vo
sentencia favorable el 5 de mayo de 1920.
Por Real Decreto de 2 de octubre de 1920, Dato obtuvo la
disolución de Cortes.
6. La Mancomunidad voluntarra.
En Tenerife nació la idea de constituir la Mancomunidad de
Cabildos para obtener del Gobierno un concierto de los arbitrios
de Puertos Francos, dejando a estudio de una Comisión de aqué-llos
el canon, las garantías que el Gobierno exigiría y la distri-bución
de canon y producto entre las Islas. La idea fue aceptada
y se propuso celebrar en Las Palmas una conferencia para acor-dar
un proyecto de bases, que sería aprobado por los Cabildos
El 22 de noviembre de 1920 llegó a Las Palmas la Comisión de
Tenerife, compuesta por don Domingo Salazar [Cólogan], presi-dente
del Cabildo; los consejeros don Mario Arozena [Arozena]
y don Eoiiiiiigo Cabrera [Ciüzj; e! ~ 2 ~ ~ e i a ld.oiioi A iit~niod e Lara
[y Zárate] y el contador don Emilio López [González]. Se reunie-ron
con una Comisión del Cabildo de Gran Canaria, «dentro de
la mayor armonía y con el mayor interés» y saludaron telegrá-ficamente
a los demás Cabildos, prometiendo remitirles, para su
estudio y aprobación, el proyecto de bases, que quedi terminade
22 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
el 30 de ese mismo mes. «Ea comisión de Tenerife marchó alta-mente
satisfecha por las atenciones y obsequios de que había sido
objeto y todo parecía que el nuevo régimen administrativo avan-zaba
por el sendero de las Mancomunidades voluntarias, consti-tuídas
cuando lo demandasen los intereses comunes de los Ca-bildos
».
En otoño de 1920, Argente hizo viaje a Canarias, concreta-mente
a Gran Canaria. Cuenta Mesa" que le prometieron su apo-yo
en las elecciones. Mesa habría de apoyar también a Matos,
tanto por razones de parentesco como por el profundo afecto
que le tuvo desde su infancia: «en toda situaci6n mi primer voto
siempre fue para él». Al tercer puesto aspiraba don Pedro del Cas-tillo,
apoyado por los garciprietistas: «pero para no renegar de su
condición de locos alentaron a don Rafael Guerra del Río a
presentarse también, ofreciéndole su apoyo y creyendo que así sa- E
carían la mayoría quedando Argente derrotadon. «Vino, pues,
Guerra del Río alentado por los garciprietistas y con la consigna:
contra Mesa». Guerra vio a Mesa y éste le dijo: «Está usted i
perdido. Sin duda esos señores que han prometido a usted apoyar-le
le darán votos, pero cuidarán de dar a Castillo-Olivares muchos $
más». Mesa decidió ayudar a Guerra y derrotar a Castillo-011-
vares. Era conveniente eliminar a los garciprietistas de Gran
Canaria, «porque era una completa perturbación ante la naciente
organización de las huestes obreras revolucionarias en Gran
Canaria». Muchos de sus elementos habrían de incorporarse más %
tarde a las huestes de Mesa. «Por otra parte -añade-, yo i
recordaba todo el daño que nos hizo en el Parlamento y fuera
de él el republicano señor Sol y Ortega, Diputado por Tenerife, E
cuando se planteó la cuestión provincial». «Había tarnbién escu-chado
de labios de algunos señores de la Comisión que fue a
Madrid en 1911, el desamparo en que estaba Gran Canaria, pues
mientras Tenerife había sabido crearse magníficas relaciones, lo
mismo entre los republicanos que entre los monárquicos, Gran
Canaria sólo contaba con el apoyo de León y Castillo, muy valio-so,
pero no suficiente. Después de su muerte habíamos perdido
hasta eso, aunque contábamos con Matas». «¿Sería capaz Guerra ---
29 Mesa y López, Memortas, folio 21 y siguientes
444 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N f I C O S
EL PLEITO INSULAR %
del Río, cuya política comenzaba, de servir a Gran Canaria desde
el campo republicano? Esto yo no podía asegurarlo. Lerrou era
diputado por Tenerife. Guerra su lugarteniente, Diputado por
Gran Canaria. ¿Podría frenar cualquier impulso de don Alejan-dro
en favor de Tenerife con injusticia para nuestra Isla? ... »
Se vieron de nuevo: «Quedó pactado mi apoyo dejándole hacer
en los barrios extremos de esta capital y quedando en libertad
algunos amigos para que lo votaran, combinando con los nombres
de Matos y Argente». Su padre, el magistrado don Domingo
Guerra Rodríguez se lo agradeció por carta.
Las eleccciones para Diputados tuvieron lugar el 19 de diciem-bre
de 1920; las de Senadores, el 2 de enero de 1921. Las Cortes
se abrieron el 4 de enero. El Congreso lo presidió Sánchez Gue-rra.
He aquí los resultados:
Tenerife. Don Félix Benítez de Lugo, 10.502 votos. Don To-más
Salazar y Cólogan, 10.627 votos. Don Andrés de Arroyo,
10.086 votos 30.
30 Relata la elección el propio Arroyo, en su libro La fustón zntemzunzc~pal
de Santa Cruz de Santmgo y San Crutóbai de La Laguna (Tenenfe). [Santa
Cruz de Tenerife, 1965 (Litografía A. Romero, Tenerife), página 120 y otras]
Refiere que obsequiaron a los diputados electos con un homenaje de almueno
en el Hotel Orotava, de Santa Cruz, el 9 de enero de 1921 Que él expresó su
programa en «La Gaceta de Tenerifeu de 12 de ese mes y también en los diarios
aLa Prensa y El Progreso». Que regresó a Tenerife en octubre de 1922. Que pro-nunció
el 1 de noviembre de ese mismo año una Conferenaa infomzatzva -a
que antes hemos aludido-; etc , etc
Su acta-credencial fue aprobada bajo el número 396, en la sesión del 18 de
febrero de 1921 (Diarto de Sesiones, p 23)
Don Andrés de Arroyo y González de Chaves nació en el Puerto de la Cruz
(Tenenfe) el 6 de noviembre de 1883. Se licenció en Derecho por la Universidad
de Sevilla en 1906. Ejerció la profesión de Abogado.
Fue miembro de la primera Untón Patrzótica, que acaudillaba don Anselmo
de Miranda y Vázquez Fundó en el Puerto de la Cruz la liga Reponalistan Y
en Santa Cruz de Tenerife, en 1910, fundó el diario católico «Gaceta de Tenerifen,
que en 1921 cedió a Acctón Católica En las Cortes de 1921 se sentó con el
grupo maurista de la derecha conservadora Y en las Constituyentes de 1931 se
unió al grupo de diputados tradicionalistas, que llegaron a sumar 26 diputados
Admiraba la oratoria de Maura y sobre todo la de Vázquez de Mella Colaboró
en 1936 con el Alzamiento
Coiegiaao de mérito ciei Coiegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife,
24 MARCOS GUIMERA PERAZA
Resultaron derrotados, Delgado Barreto (924), Ramón Gil Rol-dán
(3.637), Manuel Bethencourt (774) y Andrés Acosta (506).
Gran Canaria: Don Baldomero Argente, romanonista, con vo-tos
10.687. Don Rafael Guerra del Río, radical, con 9.097 3' Don
Leopoldo Matos, conservador, con 8.856.
falleció en esta ciudad el 21 de marzo de 1968 Casado con doña Francisca Per-digón
Zamora, dejó cinco hijos, dos hembras y tres varones
Le dedicaron necrologías Andrés de Orozco y Maffiotte [Boletin del Ilustre
Coleglo de Abogados de Santa Cruz de Tenenfe, año 11, enero-marzo 1968, nú-mero
5, pp 91-92] y Enrique Roméu Palazuelos, conde de Barbate [uAnuario del
Instituto de Estudios Canarios,], XI-XII-XIII, cursos 1965-1968, La Laguna,
1968, p 189; y Memoria del año 1969 de la Real Sociedad Económica de Ami-gos
del País de Tenerife, La Laguna, 1970, p. 381.
Ver su efigie correspondiente al año 1921 en la Lámina IV, que debo a la
amabilidad de sus hijos, hermanos Arroyo Perdigón
31 Don Rafael Guerra del Río nació en Las Palmas de Gran Camaria en 1885
y murió en Madrid el 2 de noviembre de 1955 [Paetow dice el 4 (de noviembre
de1 571 Fue Abogado Comenzó su carrera política en el grupo federal de don
José Franchy Roca, junto con Suárez León y Adolfo Miranda, fundíindo el perió-dico
uEl Tribuno», que duraría hasta 1936 Se trasladó luego a Bar'celona, donde
fimdó el semanario «La Rebeldía,. Se incorporó al partido Radical de Lerroux,
del cual fue miembro muy destacado Fue diputado provincial por Barcelona en
1910, y más tarde concejal de dicha capital catalana Comprometido en los suce-sos
de 1919, estuvo detenido e ingres6 en prisiones militares por siete meses
Fue diputado a Cortes por vez primera en 1921 En 1926 fue miembro de
Allanza republicana. En 1930 firmó la petición del Colegio de Abogados de Ma-drid
en favor de Alba. El 12 de abril de 1931 proclamó la República en Las Pal-mas.
Fue diputado por su circunscripción en las tres elecciones de 1931, 1933
y 1936, siendo el único diputado canario que lo sería en las tres legislaturas por
Canarias Ministro de Obras Públicas en el llamado «bienio negro,, es el autor del
Decreto de 8 de diciembre de 1933, sobre Awulios a las aguas en Canarias.
Le sorprendió el Movimiento en Madrid, donde fue perseguido y salvó la
vida gracias a Prieto. Marchó de España y gobernando Negrín, desde Francia
vino para asistir a una de las sesiones de las Cortes, donde fue atacado feroz-mente
por La Pasionaria Se volvió al extranjero. Después de la gwerra vino a
Ma&id , -y- d-"-i ií -y- en ~Da --l-c-& -i-i-a se :-. .,.--,. .4 III\iVIpVIY a! ejercicin de !I prr\fesiAn, dnnde
había debutado al lado de Amadéu Hurtado, en una causa por jurados (Quaran-ta
anys, 11, p 100) Según Manuel Tuñón de Lara [Historia y realrdad del Poder,
«Cuadernos para el diálogo,, Madrid, 1967, p 1641, Guerra del Río, como aboga-do
en ejercicio, estaba relacionado «con círculos de la burguesía media»
Casó con doña Antonia Guell Gumá, fallecida el 11 de marzo de 1971 en Bar-celona,
donde viven sus hijos y nietos Sus hermanos viven en Las Palmas.
Existe una magnífica caricatura suya, ude revolucionario mejiicanon, en la
446 A N U A R I O DE E S T U D I O S A'TLANTICOJ
EL PLEITO INSULAR 25
Resultó derrotado Castillo-Olivares, que tuvo 6.163, demócrata
La Palma: Santa Cruz: Don Julián Van-Baumberghen, liberal-demócrata,
con 1.594 votos. Resultó derrotado don Pedro Pérez
Díaz, reformista, que tuvo 1.281.
Los Llanos: Don Pedro Poggio, ministerial
La Gomera: Don Benito Pérez Armas 32.
obra de Manuel del Arco Antes del 36 [Editorial AHR, Barcelona, 1966, p 129
y siguientes], que contiene una semblanza irónica y una nota biográfica final
[página 2531
Puede verse en la prensa local el artículo de Fernando Paetow Don Rafael
Guerra del Río y su labor como Mrnrstro de Obras Púbhcas [«La Provincian, de
Las Palmas de Gran Canaria] Ver también Carlos Ramírez Suárez, Rafael Gue-rra
del Río «El Eco de Canarias», domingo 14 de abril de 1974
fz Don Benito Pérez Armas nació en Yaiza (Lanzarote), en 1873. Estudió
en el Colegio de San Agustín de Las Palmas el bachillerato, donde hizo amistad
con otros alumnos de su edad, como Franchy y Roca, Betancor (Angel Guerra),
Mesa, Ramírez, etc Estudió Derecho en Salamanca y Sevilla y Madrid Llegó
a Tenerife en 1893, cuando la epidemia del cólera. Estableció su residencia en
La Laguna Allí casó con doña Elena González de Mesa en 1895 Prestó su servicio
militar en La Laguna
Fue un buen literato, magnífico orador y polemista, gran político, director
del diario «La Opiniónn, de Santa Cruz, afiliado al partido liberal demócrata de
Canalejas, que tanto le estimaba y elogiaba, donde acaudilló con talento y habili-dad
el grupo tinerfeño, pendant del que en Las Palmas gobernaba su amigo
y compañero don José Mesa y López, vocero de la Unrón Patrzótrca; presidente
de la Diputación de Canarias en 1911, Delegado regio de Enseñanza; miembro
de aquellas famosas Asambleas tinerfeñas de 1908 y 1911; de la representación
extraparlamentaria que acudió a Madrid a la información abierta por Canalejas,
para la que luego seria Ley de Cabildos de 1912; etc., etc. Su acta de Diputado
por La Gomera fue discutida en el Congreso en la sesión del 18 de febrero de
1921 [Drarro de Sescones, pág 213
Al advenir la Dictadura de Primo de Rivera licenció sus huestes En 1928
ofreció su cooperación y la de sus amigos al Gobernador civil de Tenerife don
Buenaventura Benito Quintero [carta 3 de enero de 19281, «en cuanto directa
o indirectamente se relacione con la vida administrativa del paísn Esto le costó
el ostracismo definitivo [Antonio Martí, «El Día,. jueves 25 de abril de 1968, La
vieja casa de La Prensa o lo que fue de ayer a hoy]
Durante la 11 República se lamentaba de que no buscaran en él ni tan siquie-ra
el asesoramiento que tan bien podría prestar, con su dilatada experiencia
política [Salvador Lulán, Víctor Zurita Soler] «La Tarden, lunes 20 de ~uniod e
1960, Félzx Centeno y su tiempo]
Munó en Santa Cruz de Tenerife el 25 de enero de 1937, en su casa de la
Fiaza ae ia Igiesia
26 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Hierro: Don Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, ministerial, con
511 votosu. Derrotados, don Juan Urquía y Redecilla, romano-nista,
que tuvo 446, y don MigueI de Cámara, que tiivo 12 votos,
demócrata.
Lanzarote: Don José Betancor Cabrera, Angel Guerra.
Fuerteventura: Don Salvador Manrique de Lara, demócrata,
con 876 votos, que obtuvo 86 votos de mayoría sobre su rival,
don Juan Peñate y kópez, ministerial.
Senadores: Don Miguel de Sotomayor y Sotomayor, ministe-rial,
117 votos.
Don Antonio Izquierdo Vélez, liberal, 1 10 votos.
Don Antonio de Quintana y León, marqués de Acialcázar, en-tonces
Presidente del Cabildo de Gran Canaria, con 87 votos. 2
Derrotados, don Antonio Rodríguez kázaro (4211, don Javier
García de Leániz (31) y don Pedro del Castillo Olivares (18). O
El 8 de marzo de 1921 cae asesinado don Eduardo Dato. El p
12 se forma el gobierno Allendesalazar. 6
:
B
-
Ver la semblanza que de él traza, extensamente, Leoncio Rodríguez en sus $
Perfrles [Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Herederos de Leoncio Rodríguez,
1970, Tipografía El Comercio, págs 245-2741. =- n
El estudio que le dedica Domingo Cabrera Cruz [La palabra en el vacío]
J. Régulo, Editor, La Laguna, 1964, págs 249 y siguientes, «Una llama de medio $
siglo»], al referirse a las bodas de oro del Ateneo de La Laguna, del que había 8
sido Presidente Pérez Armas. -
Y las líneas que le consagra Andrés de Arroyo [Actuactones, 11, pág. 1371, 5
quien se proponía realizar ualgo de reparación» en su recuerdo, con el que
aTenerife está en deudan - 8
33 Don Martín Rodnguez y Díaz-Llanos era hijo del gran político tinerfeño $
don Martín Rodríguez y Peraza, cuya actuación hemos estudiado en nuestro 2
Ef Pleito Insular, La pugna por la hegemonía canarra (1874-1909) [«A. E A.,
número 16, 1970, pág. 4961. Rodríguez y Díaz-Llanos habia tomado parte en las
Asambleas tinerfeñas de principios de siglo, cuando ya habia fallecido, prema-turamente,
su padre [Ver El Plerto Insular. El divisionismo, las Asambleas y los
Cablzdos (fYÜi-i9iij. «A E. A», niun. 18, i972j
Su acta fue impugnada por Salvatella (Diario de sesrones, 18 de febrero de
1921, págs. 8 y siguientes). Y fue defendida por Arroyo (Idem, pág. 14). Habló
también, en contra, Guerra del Río (Idem, pág 18) Se aprob�� por 94 votos
contra 50
Puede verse José P. Machín, Los drputados a Cortes en el Reinado de Alfon-so
XII?, SZptirn:: ?S!= &a Tarle-, h ~ e 1s9 de ;i!b de ?M!, p6g 3
448 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLFITO INSULAR 27
7. Nueva Asarnb2ea para la Mancomunidad.
El día 15 -cuenta Carlos Navarro- se reunió en el Cabildo
de Gran Canaria otra Asamblea para acordar las bases definiti-vas
a que se sometería la Mancomunidad para contratar con el
Estado el arrendamiento del arbitrio de Puertos F r a n ~ o s ~Se~ .
constituyó, nombrando Presidente al Marqués de Acialcázar, pre-sidente
del Cabildo de Gran Canaria; Vicepresidentes, don Do-mingo
Salazar y Cólogan, presidente del de Tenerife, y don Ma-nuel
Van de Walle; Secretarios, don Prudencio Morales y don
Antonio Lara. Se aprobaron las bases estudiadas, que se remitie-ron
a los Cabildos para su conocimiento y para que designaran
la persona que al citársele concurriera a Tenerife para constituir
el Consejo Capitular.
8. Pleitos en la Dzputación provincial.
Sin embargo de esta avenencia, la Diputación provincial for-m6
el presupuesto para 1921 en la misma forma que el anterior,
prescindiendo de la sentencia citada del Tribunal Supremo de 5
de marzo de 1920 El Gobernador civil, don Ernesto García de
Velasco (11 noviembre 1920-20 septiembre 1921) ordenó al De-legado
del Gobierno no aprobase los presupuestos del Cabildo sin
consignar la cantidad asignada en el presupuesto provincial. El
señor Gavilanes lo trasladó al Cabildo, y éste, en sesión del 21
de marzo de 1921, protestó y amenazó al Delegado con pedir su
cese. Este los aprobó al fin.
Los partidarios de la unidad provincial se movían en Tene-rife,
ayudados por el Gobernador. Se constituyó la Diputación y
se aprobó su presupuesto, con la mayoría de Diputados. Y vuelve
34 Carlos Navarro, Pdgrnas, 1, pág 368 Los representantes eran: por Gran
Canaria, el Marqués de Acialcázar, los consejeros don Felipe de la Nuez, don
Jose Mirancia Guerra, don ;osé Sinies, don Antonio Suyás; ei secretario don
Prudencio Morales y el contador don Eliseo Felipe Prieto Por Tenerife, don
Domingo Salazar, don Mario Arozena y don Domingo Cabrera, consejeros; el
secretario, don Antonio Lara, y el Contador, don Emilio López. Por La Palma,
don Manuel Van de Walle Por Lanzarote, don José Diaz Por la Gomera, don
Manuel Arteaga. Por Fuerteventura, don Secundino Alonso Por el Hierro, don
Jrzci!:uí?e &n!= y den R'fze! Zsimnra
28 MARCOS GUIMERA PERAZA
al tapete la aspiración a la división de la provincia. En el Con-greso
interpela Guerra del Río al ministro de la Gobernación,
Conde de Bugdlal, e intervienen Arroyo, Benítez de Lugo y Ma-tos
en las sesiones del 13 y 14 de abril de 1921 ". Guerra sos-tiene,
con la idea de Canalejas, de que sólo hay Islas y, por tanto,
Cabildos; mientras que Arroyo entiende que hay Regi6n y, por
ello tiene que haber Diputación. Guerra cree que !la represen-tación
de la región debe recaer en la Mancomunidad de Cabildos.
El 24 de abril de 1921 hubo una reunión en el Cabildo de
Gran Canaria, bajo la presidencia de don Tomás Morales Cas-tellano
- e l cantor del mar-, presidente accidental. Habló don
Felipe de la Nuez Apilar. Se aprobó:
1 ." Robustecer los Cabildos.
2." Que las Delegaciones del Gobierno tuvieran facultades
como los Gobernadores.
3." Mancomunidad voluntaria de Cabildos.
4." «Suprimir los organismos que carecen de contcznido fun-cional,
concediéndose a los Cabildos las funciones que la Ley pro-vincial
fija a las Corporaciones suprimidas.»
9. Znterpelaciones en las Cortes.
Se dictó la Real Orden de 28 de julio de 1921, declarando que
la Diputación provincial no podía aprobar el reparto de contin-gentes
sino con los dos tercios de Diputados, anulando Pos hechos
sin tal quortrm.
El 13 de agosto forma gobierno Maura. Lleva a Gracia y Jus-ticia
a Francos Rodríguez; a Hacienda, Cambó; y a Trabajo, don
Leopoldo Matos. Preside las Cortes don José Sánchez Guerra.
Había sido Annual.. .
Cambó publicó una Real Orden de 7 de noviembre de 1921,
extendiendo la jurisdicción de la Delegación de Hacienda de Las
Palmas a Lmzurete Fuerteventwq y ~ r r l e n ~ r sl en emrizsen
a Ba de Gran Canaria la documentación relativa a esas Islas que
obrara en Tenerife.
Francos Rodríguez, por Real Decreto de 7 de ncwiembre de
3s Diario de sesiones, miércoles 13 de abril de 1921, pág. 9; y jueves, 14 de
abril de 192, pbg. U.
450 A N U A R I O DE ESTUDIOS A T L A N 7 I C O . 5
1921, crea el Registro Mercantil de Las Palmas. Hubo en Tene-rife
reclamaciones 36; interpeló al Gobierno don Andrés de Arro-yo;
replicó Guerra del Río, y ambos ministros defendieron su
respectiva decisión. Pero mientras Cambó la mantuvo, Francos
Rodríguez, por Orden del 20 de diciembre, redujo la jurisdicción
del Registro a sólo Gran Canaria.
Arroyo intervino en la sesión del 16 de noviembre3'. Se re-fiere
a la honda perturbación por la que pasa Tenerife, «que ya
hasta la sangre ha corrido con motivo de esas disposiciones».
Alude a la lucha por la capitalidad, acabada, y sustituida por
la división de la provincia. Guerra del Río le interrumpe: << ¡Más
claro! D. Alude al viaje a Canarias de Matos, ministro del Tra-bajo,
a quien culpa de las dos disposiciones que se han dicta-do.
Reputa contraria al Código de comercio la disposición de
Francos Rodríguez, pues los Registros mercantiles sólo han
de existir en las capitales de provincia. Cuando alude a Mesa,
llamándolo «cacique de Las Palmas, presidente del Cabildo
de Gran Canaria», Guerra del Río le corrige: «Ni es presiden-te,
ni sé yo que sea cacique»; aclarando que fue presidente
hace ya dos años. Sánchez Guerra, que presidía, llamó la atención
a Guerra: «S. S." tiene el segundo turno; no aspire a consumir
los dos a un tiempo.» Arroyo, por su parte, acusa a Guerra de
haber «pedido y recibido el apoyo del señor Mesa en la última
36 Don Domingo Salazar y Cólogan, presidente del Cabildo Insular de Tene-rife,
se significó en esa protesta contra los decretos de Cambó y Francos Ro-dríguez;
se celebró reunión extraordinaria; se acordó constituirse en sesión
permanente; acudir en queja al Gobernador civil; y otras resoluciones de im-portancia
Fue el autor de la Avenida Marítima en Santa C m Era partidario decidido
de los Cabildos, todavía en discusión en 1921 [Ver Leoncio Rodnguez, Perfiles,
Santa Cruz de Tenerife, 1970, págs 324-3251.
37 Puede verse en Andrés de Arroyo, Actuaciones y notas de mr vrda en rela-cidn
n DKE y a !a Patrtn. Temo II de Obrar Comp!etar. Santa Cni7 de Tenerife,
1967, Litografía A. Romero, S A Tenerife. Cap. 11. Discursos y conferencias
sobre asuntos de carácter político y social. Pág. 97. En la nota 1 a la pág. 100
dice que alos sucesos desarrollados en Tenenfe fueron muy graves; dieron lugar
a que los disparos de armas por la policía produjeran un muerto en los mani-festantes~.
En realidad, sólo hubo varios heridos, de carácter leve o de pronós-tico
reservado, según hemos comprobado con la prensa de entonces Don An-drés
ha debido confundirse con la muerte de Agrella, en 1930
Núm 20 (1974) 451
30 MARCOS QUIMERA PERAZA
elección de Diputados a Cortes. No será S. S." capaz de negar
esta simple afirmación». Es luego Betancor quien interrumpe,
después de aclarar que lo pide el Cabildo de Lanzíirote, para rei-terar:
«Conviene hablar con claridad.), Y hay un diálogo vivo
ahora. Sánchez Guerra dice que Arroyo «habla en uso de su de-recho
». Guerra le contesta: «Es que habla mal.» Sánchez Guerra
le replica: «Eso es a juicio de S. S."; no lo comparie seguramente
la Cámara.» Prosigue ahora Arroyo, y llama a Cambó «verbo
del regionalismo en España», por lo que no comprende la divi-sión
ordenada.
Le contesta Francos Rodríguez. Minimiza la cuestión y niega
haber recreado la división. Sostiene que en España hay Registros
mercantiles establecidos en ciudades que no son capitales de pro- g
N vincia E
Cambó también contesta Dice que conoce bien el pleito ca- I
nario, el pleito de capitalidad. Atribuye a la coincidencia de los
dos decretos citados en su aparición con Ia circuristancia de ser
ministro don Leopoldo Matos, el hecho de la protesta. Dice que f
el problema divisionista, la unidad regional, sólo tiene que ver %
con la vida local y nada con «la actualidad del Poder central y
los órganos de actuación de sus propias funciones» en las 1s-las
(! ! ). Si implica división será «de la representación del Estado,
no de nada que afecte a la vida local». Fundamenta la extensión
de la demarcación de la Delegación de Hacienda de Las Palmas
a Lanzarote y Fuerteventura», por la razón sencilllísima de que k
para ir desde las islas de Fuerteventura y Lanzarote a Tenerife d
hay que pasar por Las Palmas». Y concluye: «Es inclinarse ante
un mandato imperativo de la geografía, señor Arroyo.» O3
Arroyo rectifica ahora. Se queja ante Francos Rodríguez de
que la «representación de Tenerife y de las demás Islas menores,
interesadas en esto, que yo sepa, no ha sido consultada, ni si-quiera
notificada de lo que se trataba de hacer,,. Aiiüncia q ~ e
será Benítez de Lugo quien conteste a las manifestaciones del
Ministro de Gracia y Justicia. Dice que las palabras de Cambó
le «han producido amargura». Recoge la triple coincidencia que
es «una manifestación tácita, pero muy clara, del origen que han
.,,,,,, D E 3 E ? ~ ~ n l l l ~ i n n ~ ~ ,,,, ,,,,L-A,,L-,, y la unidad de tiempo en que han salido
452 ANUARIO DE ESTUDIO ATLANTICOJ
EL PLEITO INSULAR 31
a luz demuestra ese mismo origen y el plan a que obedecen.. Cita
a Vigo y Pontevedra, Cartagena y Murcia, Jerez y Cádiz. Sos-tiene
que la ley de Cabildos de 1912 «no creó gruposs, sino que
éstos han venido formándose año tras año «con tendencia divi-sionista~,
y que esto se hace «por satisfacer vanidades de una
ciudad».
10. Asamblea en Tenerife.
En diciembre de 1921 se celebró en Santa Cruz de Tenerife
una Asamblea, en la que tomó parte don Domingo Cabrera, que
nos informa de ella38. Invoca a Rodríguez Figueroa. Fue uno de
los encargados de redactar el dictamen. Propugnó por un partido
único, con médula y nervio regional; en su defecto, fuerzas de
opinión acopladas a las nacionales, pero desenvolviéndose auto-nómicamente.
También pretende «la capitalidad de Canarias,,. Se
adelanta a la «suspicacia santacrucera~.P ero afirma que Santa
Cruz tiene la culpa de los males de Santa Cruz, que permanece
estancada, frente a Las Palmas. Tenerife destruye a sus hom-bres,
frente a Las Palmas que los fomenta. Estima que las fuer-zas
representativas de Las Palmas son superiores a las de Tene-rife.
Conforme con Orozco, pide la Sala de lo Civil de la Audiencia
En Las Palmas, a principios de 1922, se celebraron las elec-ciones
municipales y Mesa fue elegido Alcalde el 7 de abril. Des-empeñó
el cargo dieciocho meses, hasta el l." de octubre de 1923.
En Santa Cruz es nombrado Alcalde don Andrés de Orozco y Ba-tista,
que lo ejerce desde 1 O de abril de 1922 hasta 1 O de octubre
de 1923 39.
3 Domingo Cabrera Cruz, La palabra en el vacío, J Régulo Editor, 1964
La Laguna, pág 49
3 Don Andrés de Orozco y Batista nació en Santa Cruz de Tenerife en 1886
y murió en Londres el 11 de diciembre de 1961, a los setenta y tres años de
edad Fue enterraao en Arafo (Tenerife) Fue abogado en ejercicio Decano del
Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife desde 1953 a 1959 Profesor de
Procedrmrentos pdmales en la Sección Universitana de La Laguna, en 1920
Alcalde de Santa Cruz de Tenerife en 1922-23 Ministro de Industria y Comercio
durante la 11 República Diputado a Cortes por Tenerife en 1931 y en 1933
Siendo ministro nombró Subsecretario a don Mario Arozena Arozena; y Director
Genera! de Cnmerci~2 den Sebarti5n Czstrc Dirz, ~ ~ b hezsk i c si& pr=feg+
Núm 20 (1974) 463
32 MARCOS GUIMERA PERAZA
Maura dimitió el 7 de marzo de 1922 y el 8 formó gobierno
-por vez primera- don José Sánchez Guerra. E8n la Comisión
nombrada para entender del expediente Picasso, por las respon-sabilidades
de Marruecos, es nombrado presidente el canario don
Juan Alvarado y Saza, y entre sus miembros fifgura Leopoldo
Matos. En la Asamblea de la Lliga de 8 de julio se acordó «com-penetrarse
con los núcleos que en diferentes regiones de España
luchan por las respectivas autonomías regionales» 41.
El 5 de diciembre de ese año dimite Sánchez Guerra y el día
7 se encarga García Prieto del poder, en un gobierno de con-centración
liberal, último del régimen constitucional español. En
Gobernación, el duque de Almodóvar del Valle, con el que se ce-lebran
las últimas elecciones de la Monarquía. Para diputados,,
el 29 de abril; para Senadores, el 13 de mayo de 1923. Salieron
146 diputados por el artículo 29 (! ), 35,l por 100 del censo. Re-sultados
en Canarias: Tenerife. n--
Don Santiago Alba y Bonifaz, ministro de Estado, con 8.676 1
votos. E
2
Don Andrés de Arroyo, ministerial, con 8.614. -E
Don Félix Benítez de Lugo, ministerial, con 8.4'95, subsecreta- $
rio de Hacienda. --
Resultaron derrotados Lerroux, con 5.389; don Ricardo Ruiz f
y Benítez de Lugo (2.395), y don Indalecio Prieto (590). O
Gran Canaria: n
Don Baldomero Argente. -E
a
2
res de la Escuela de Comercio de Santa Cruz de Tenenfe, y el primero de ellos,
n
Director.
El Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife instituyó un Premio que 2
lleva su nombre, para monografías de Derecho penal o procesal, en 1968.
Don Andrés pubkó un folleto que tituló Alumbramientos de aguas de Cana-rzas.
Apuntes para su estudzo jurídico [Santa C m de Tenerife, Imprenta de
Alvarez, Plaza Patriotismo, 1, 19261, que aún hoy es digno de cita y estudio,
por haber sostenicio, des& enionces, ia función social cie ia pi-opiedad dei agua
en Canarias.
a De Juan Mvarado y Saz, Ilustre político canario, hemos hecho, una esque-mática
biografía en nuestro Pleito Insular. El divisionzsmo, las Asambleas y los
Cabildos (1901-1917) aAnuario de Estudios Atlánticos~, Madr~d-Las Palmas, año
1972, núm. 18, págs 362, nota 85
41 Pahh, CnmbLí, tnmn 11, I a partei pág: 38'7
454 A N U A R I O DE E J T U D I O S ATLANI ZCOS
EL PLEITO INSULAR
Don Rafael Guerra del Río.
Don Leopoldo Matos.
La Palma: Santa Cruz: Don Julián Van Baumberghen, demó-crata
(1.745). Derrotado, don Pedro Pérez Díaz, reformista, con
1.474.
Los Llanos: Don Pedro Poggio, con 1.181 votos. Derrotado,
Ruiz y Benítez de Lugo, liberal, con 938 votos.
La Gomera: Don Nicasio León Bencomo, albista, con 1.789
votos. Derrotado el señor Fragoso, independiente, con 808 votos ".
Hierro: Don Juan de Urquía, romanonista, con una mayoría
de 100 votos. Derrotado, don Florentino Gómez Torneros, libe-ral
43.
Lamarote: Don José Betancor, liberal, con 1.568. Derrotado,
don Rafael Barrón Martínez Agulló, con 1.517, liberal.
Fuerteventura: Don Salvador Manrique de Lara, liberal, con
1.268 votos. Derrotado, don Luis Richi y Molero, conservador,
con 757.
Senadores: Don Pedro del Castillo-Olivares, ministerial, 140
votos.
Don Antonio Izquierdo Vélez, ministerial.
Don José Miguel Sotomayor, conservador, 76 votos.
Derrotado, don Tomás Salazar, con 70 votos.
Las Cortes se abrieron el 23 de mayo de 1923. Se cerraron
el 24 de julio. Y el 13 de septiembre, la Dictadura de Primo de
Rívera. . .
42 Don Nicasio de León Bencomo, natural de La Gomera, munó en octubre
de 1966 en Madrid. Fue periodista, junto con Daranas, Acevedo y Morales, en
Madrid donde residió tres años. Casó en Madrid en octubre de 1931 con doña
Purificación Sánchez Nogueras [«La Tarden, 15 de octubre de 19711. Debe verse
el magnífico artículo necrológico de Luis Alvarez Cruz, Evocación de un amigo
que ya no es de este mundo. «El D h , domingo 23 de octubre de 1966
Del pnmer apellido González y filiación maunsta le llama José P. Machín,
Los Diputados a Cortes, citado, «La Tarden, 19 de julio del 71, donde relata los
..;-tC...c.cmr.e l*..,.nc Aa =.c.+,. ala,.-:&.. .... a --,.LA ..e- L. a----... A- a-- El-..--.:-- r - x . - . u r u r v = .S+I-~L. U- -=&a ~I-C-IVII, -U= (.-awu bu11 1a UVIIUL~ U= uuu IVIVICIU
Núm 20 (1974) 455
MARCOS GUIMERA PERA?''
1. El Directorzo militar (1923-1925).
Por Decreto de 30 de septiembre de 1923, Primo de Rivera
disuelve los ayuntamientos de toda España, sustituyéndolos auto-máticamente
por las «Juntas de Asociados» e intervención de la
Autoridad militar; por ser -dice- asemilla y fruto de la política
partidista y caciquib, 44.
En Santa Cruz de Tenerife, don Andrés de O~O~!CesO s usti-tuído
por don Santiago García Sanabria, que actuó desde l." de
octubre hasta el 20 de marzo de 1924. Era secretarito del Ayun-tamiento
don Angel Crosa. Don Andrés estaba de temporada en
Arafo ".
En Las Palmas, don José Mesa se enteró de su cese por una
comunicación del Delegado del Gobierno, que recibidi un telegra-ma
del Ministro de la Gobernación de dicho 1 de octubre. Como
los Ayuntamientos sustitutos estaban formados por los mayores
contribuyentes, Mesa vio e1 nombre de don Federico León y Gar-cia
como la «única persona de ellos que creía capacitada para
el desempeño de la Alcaldía de Las Palmas», y le corivenció para
que aceptara; teniendo León para Mesa toda clase de deferen-cias
46.
A) INQUIETUD DE LAS PALMAS (1923)
En Las Palmas se agitó de nuevo la opinión ante el temor
de una aspiración regionalista de Tenerife. Cuenta Navarro 47 que
«en Tenerife se comenzó a hablar de regionalismo, como medio
de plantear nuevas organizaciones administrativas encaminadas
a dar vida a la Diputación provincial, a costa, coma) es natural, --
44 Fernández Almagro, H~storla del remado, pág 447
6 Ver Manuei Perciomo Aifonso, Corno jue eiegtdo Aicaide don Sanizago
Garcfa Sanabria, «Hoja del Lunesn, 28 de diciembre de 1964
4 Mesa y López, Mernorzas, folio 33. Sobre don Fedenco de León y Garcia
(1860-1928) ver la semblanza que hace José González Rodríguez. Y la biografía
de Juan Bosch Millares, Htstoria de la medicina en Gran Canana 12, págs. 235-
2373, con su fotografía, núm. 70
a Csr!=s Xalza.rre, ?I~:Mu, I, =&p. 382
456 A N U A R I O DE ESTUDIOS ATLAN'IICOS
EL PLEITO INSULAR 35
de la autonomía insular establecida. Gran Canaria combatió la
tendencia, negó el regionalismo, designando una Comisión, for-mada
por el Conde de la Vega Grande por la Cámara Agrícola,
Valle [don Emilio] y Cabrera [don Rafael] por el Cabildo Insu-lar,
Díaz Curbelo [don José] por la Cámara de Comercio, y don
José Mesa y López por la Real Sociedad Económica de Ami-gos
del País, que en Madrid se entrevistó el 11 de noviembre de
1923 con el Presidente del Directorio, le expuso la cuestión, con-siguiendo
la declaración de que respetaría los Cabildos y la auto-nomía
insular».
Mesa48 añade que «al llegar a Madrid celebramos en el do-micilio
de don Leopoldo Matos y Massieu. . una entrevista con
quienes habían representado a Gran Canaria en las últimas Cor-tes
(que fueron los señores Matos, Argente y Guerra del Río).
Unánimemente nos dijeron que debíamos prescindir de ellos, avis-tarnos
con el Director, sin compañía alguna. Matos quedó encar-gado
de pedir la entrevista y lo hizo por medio del Marqués de
Foronda~.L a entrevista, «como suelen ser las de su género, fue
muy corta. Alguno de nosotros empezó a exponer el objeto de
nuestra visita. El Director interrumpió diciéndonos: -Sí, sí, ya
me han dicho, dos Islas rivales . . Comprendí que estaba totalmen-te
ignorante del asunto. Hube de intervenir diciendo: Lo que Gran
Canaria suplica es que no se toque el actual régimen de Cabildos
que tan buenos resultados ha dado. El General Primo de Rivera
vio entonces el modo de terminar, prometiendo lo que deseába-mos
y lo cumplió caballerosamente, y no sólo lo cumplió, sino
que años más tarde, con exacto conocimiento del problema, res-petando
el régimen de Cabildos, decretó la división de la Provin-cia,
realizando un acto de justicia que inútilmente se venía pi-diendo
hacía un siglo»
El 12 de noviembre hicieron una gestión en Palacio don Mel-quíades
A!yar~.z y -1 Con& dc: Romannnes, yo-idpinte- d-1 Con-greso
y el Senado, respectivamente, y entregaron al Rey un men-saje
instándolo a reunir el Parlamento antes del 17 de diciembre
conforme a la Constitución. Nada se obtuvo, como es sabido. El
Dictador había hablado esos días con don Antonio Maura, en
36 MARCOS GUIMERA PERAZA
casa del Duque de Fernán Núñez. Choque muy duro tendrían con
motivo de una carta de Maura a Silió de 20 de junio de 1924.
B) EL PROYECTO DE ESTATUTO REGIONAL DE LA
DIPUTACION (1924).
«Los unitarios -que dice Carlos Navarro-, con la ayuda del
Gobernador civil, reunieron la Diputación provincial el 7 de ene-ro
de 1924», con la asistencia de dos Diputados por Canaria, cen-surados
duramente. El Director General de Administración local
(Calvo Sotelo), con motivo de reclamaciones dirigidas aR Minis-terio,
había resuelto cursar las órdenes para sostener el statu quo,
mientras el Ministro resolvía las cuestiones pendientes. Los Dipu-tados
por Canaria plantearon esta última cuestión al Goberna- e dor, que contestó había recibido esas órdenes, pero la Diputación
siguió tomando sus acuerdos». d-- m
En efecto, la Diputación provincial deliberó sobre estos extre-mos
en las sesiones de los días 2,4,7,8,9 y 11 de enero de 1924 ". i
Presidía el General don Antonio Vallejo y Vila, Gobernador Civil.
Secretario, don Hipólito Fumagallo. Al ausentarse el general, que- $
da presidiendo don Francisco Trujillo Hidalgo. Los diputados
canarios fueron don Juan Sintes Reyes y don Ignacio Díaz de f
Apilar. En la sesión del día 2, Sintes habla del ~engrandecimien-to
de la región», para «resolver noblemente el viejo problema pro-vincialn
uLos Gobiernos anteriores al actual no quisieron dar %
solución a nuestro problema» «Por Pos elementos de la minoría
regionalista que aquí venimos se intenta estudiar ese problema
a fondo, no con criterio político, sino exclusivamente: administra- E
tivo, pues es necesario el mantenimiento de la región, vigorizán-dola
en beneficio de las islas que la integran)). En La sesión del
4 se lee una proposición de Sintes y otros, para que se formule
«un estatuto regional que presentar al Directorio», que «tiene
por objeto procurar solución al viejo pleito provinciai~. Se de~ó
49 Ver Libro de Actas de la Diputación Provincial de Canarias, año 1924, mes
de enero.
Ver el elogio que dedica a Sintes, José Quintana. «No es más rico quien
más tiene, sino quien menos necesitan (De Semblanzas literarias Ciudadanas)
;E! de &:ar'.asa, !97!, &ri!
458 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N l l C U S
EL PLEITO INSULAK 37
pendiente el nombramiento de Ponencia que haya de redactarlo.
En cambio, en la sesión del 7, Sintes y Díaz de Aguilar presen-tan
una proposición incidental de no ha lugar a deliberar, «obli-gados
a adoptar tal actitud sorprendidos por asegurarse que el
Director General de Administración Local ha enviado instruccio-nes
al Gobernador para que se mantenga el statu quo en nuestra
provincia, y si esto es cierto, es nulo todo lo que hagamos, pues
el statu quo significa dejar las cosas como han estado hasta aho-ra.
Y terminó diciendo que si ello se confirma, los diputados por
Gran Canaria presentes no pueden continuar asistiendo a las se-siones~.
Se acordó trasladarse la Corporación en pleno al Go-bierno
civil para dar cuenta de la proposición presentada. En
la sesión del 8, Díaz de Aguilar pide que siendo sólo catorce los
asistentes, no se adopte acuerdo alguno. La Presidencia -don
Leoncio Bento Casanova- estima que pueden adoptarse acuer-dos,
cualquiera que sea el número de asistentes. Pide don Ignacio
que consten en actas las manifestaciones de ayer del Gobernador
de que estaba derogada la convocatoria y era indispensable ate-nerse
a la ley. Pero no se accede a su petición. En la sesión del
9 se lee un oficio del Gobernador, en que por orden de la Sub-secretaría
de Gobernación se exige para la celebración de las
sesiones la asistencia «de la mitad más uno del número de dipu-tados
que integran la corporación,. Don José Rodríguez Febles
propone denunciar al Directorio das coacciones que se vienen
ejerciendo sobre los diputados de Gran Canaria, para que no asis-tan
a las sesiones de la Diputación». En la sesión del 11, Febles
censura la actitud del Presidente del Cabildo Insular de Gran
Canaria (Don Tomás de Zárate, que lo desempeñó hasta el día 19
de ese mes de enero de 1924), coaccionando a los Diputados de
aquella isla para que no concurran a las sesiones, obstruccionan-do
así el funcionamiento de este cuerpo y propone se formule la
correspondiente denuncian. Sintes le contesta que el presidente
no ha hecho sino defender los intereses de Gran Canaria; que las
censuras deben ser para los ernboscados, aque vienen perturban-do
el funcionamiento de la Diputación», y «que la convocatoria
de la Diputación se ha modificado y que de ello no es culpable
ei referido presidente». Trujiiio deja ia presidencia -que ocupa
38 MARCOb GUIMERA PERAZA
don Antonio Vivanco Santillán- para hablar de la campaña de
desprestigio que se trata de llevar contra la Diputación; que ha-bía
pedido una inspección a las autoridades superiores de la pro-vincia,
y protestó de esas insidias y calumnias, entre las que está
parte de la prensa de la región. Don Ignacio le felicita «y al la-mentar
esa campaña contra el organismo provincial se extiende,
citando diversas maniobras de los políticos, que dice han pertur-bado
la tranquilidad de las Islas». Se nombró la ponencia para
redactar el estatuto regional, integrada por Trujillo, presidente,
Cabrera Pinto, Bento, Velázquez, Curbelo (don Fernando), Sintes,
Orive (don Enrique), Rodríguez Febles y Martín Albertos (don
Faustino). Pudiendo delegar cualquiera su asistencia en otro dipu-tado.
a
N
n -
C) LA MEMORIA DEL REAL DECRETO DE 12 DIE ENERO
DE 1924. E
E
2
-E
La Gaceta del 13 de enero de 1924 publicó un Real Decreto j
Ley del 12, por el que se disolvían todas las Diputaciories Provin-ciales
de España, «con la única excepción de las de rílava, Gui- B
E
púzcoa, Navarra y Vizcaya». Se fijó como fecha de constitución
de la nueva Diputación provincial la del 20 de enero siguiente,
mediante la designación gubernativa de sus miembros (artículos -
1, 2 y 3). El artículo 5.", exige que las nuevas Corporaciones ele- $
ven al Ministerio una Memoria sucinta, con los defectos o ano-malías
y proponiendo las medidas para su remedio. Una Real f
Orden de 17 de enero (Gaceta del 18) acuerda la disolución de 2
los Cabildos Insulares de Canarias, como conse~uenci~dae la or-denada
para las Diputaciones
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 5." del Real
Decreto de 12 de enero, la Diputación Provincial de Camarias eie-va
al Gobierno una Exposición de los problemas que le afectaban,
y en ella hace un estudio de la situación derivada de la publica-ción
de aquella Ley (la de Cabildos), proponiendo el robusteci-miento
del organismo regional. Así puede verse en el acta de la
s.e sion u3 e 1ia uni p.uracion., pieuu uJe- 1i C 3- c-L ---- 2- , , y , A O- -11- 3 ue 1eu1-CI-uut : lyr-v.G M Cl l a
460 A N U A R I O DE E S T U D I O 5 A I L A N I I C O S
EL PLEITO INSULAR 39
hay una larga exposición hecha por la Comisión nombrada al
efecto. Veamos ahora los libros de actas
La nueva Corporación se había constituido el 30 de enero,
bajo la presidencia de don Pedro Schwartz y Mattos. En la se-sión
del 2 de febrero, don Emilio Martínez Delgado presentó una
proposición: «Las Islas Canarias conservarán sus Cabildos en la
forma que están constituidas. Se suprimirá la actual Diputación
provincial y se creará una Mancomunidad de Cabildos para aque-llos
asuntos que afecten a todas las Islas». Y solicitó se tuviera
en cuenta por la Comisión encargada de redactar la Memoria
«que este Cuerpo ha de elevar al Gobierno, pues es un avance
del criterio que sostienen los Diputados por Gran Canaria». Así
se acordó. En la sesión del 4 se leyó el dictamen que emite la
Comisión y el voto particular de los diputados por Gran Canaria,
don Domingo Bello del Toro y don Santiago Cruz Gómez. Bello
apoyó el voto particular Sostiene que Gran Canaria nada quiere
quitar a Tenerife; que si ésta quiere la capital, que la conserve,
pero respetando la independencia y libertad de Gran Canaria,
que quiere ser igual; quiere que subsistan los Cabildos, sin mer-ma
alguna; que desaparezca la Diputación y la sustituya una
Mancomunidad de Cabildos que vengan a recoger las aspiracio-nes
insulares. Le contesta don Juan Peñate López. Mantiene la
Diputación, no quiere la Mancomunidad: «Canarias es una sola
región, intangible e indisoluble, y no puede ser convertida en
siete cantones.» Martínez se pregunta: «¿Por qué cuando el Di-rectorio
se propone transformar las Diputaciones hay ese empe-ño
en sostener la de Canarias, que ninguna función cumple y que
no representa más que un peligro para la independencia adrninis-trativa
de las Islas?» Cruz Gómez pide la descentralización y la
supresión de la Diputación. Don Diego Guigou y Costa dice:
«Canarias no puede dividirse en siete pedazos, para satisfacción
de un sector determinado Cada dia se se!!a más PEZ -cn,idrY
por todos sitios evidenciada Ir contra la unidad de Canarias es
como dividir a una familia Canarias constituye una Región que
necesita centralizar su administración » Maury cree que la Dipu-so
Ltbros de actas de la Diputación Provincial de Canarias, mes de febrero
de IYX
40 MARCOS OUIMERA PERAZA
tación es el nexo de unión que las Islas necesitan. Bello insiste
en que no son cantones, sino la independencia de cada Isla, con
su Cabildo al frente, «y sin nexo de ninguna clase, que no cabe
en Canarias, donde estamos separados por el mar». Don MeJichor
Ordóñez Alonso alude a lo absurdo de sostener cada Isla esta-blecimientos
necesarios para todos, como v. g. el Hospital de San
Lázaro, en Gran Canaria. Tenerife tiene conquistada la capitali-dad
con su sangre y por la ley. Y que nunca puede compararse
el problema catalán con el nuestro. Vuelve a hablar Peñate. Dice
que Fuerteventura no pide limosna, sino lo que le coi~esponde,
pues contribuye a formar la riqueza de las Islas grandes. El
Presidente (Schwartz) dice que no ve el derecho de Gran Cana-ria
para emanciparse de la Región, pues ésta subsistii-á aunque @
ella no quiera. Que la Diputación no es Tenerife, sino la provin- E
cia entera; que las ciudades que han luchado por la capitalidad
no han pedido su separación. Se votó el voto particular: sólo tres
E a favor, por lo que fue desestimado. El dictamen de la Comisión ;
quedó sobre la Mesa. -E
Por fin, en la citada sesión del 5 de febrero, se acordó elevar $
al Ministerio de la Gobernación la Memoria que allí se inserta. --
Alude a que el Reglamento provisional de b s Cabildals vulneró f
Pa ley, «que ha podido perdurar por no haberse cumplido el trá-mite
de que sobre él informase el Consejo de Estado». Acusa el !
desamparo de las Islas menores, destacable sobre todo1 en mate- -£
ria de Beneficencia. Recuerda que el Hierro resistió pasivamente
la creación del Cabildo. Reconoce que la Diputación no ha podido
funcionar con normalidad a partir de 1913. Los adveisarios de E
la unidad regional, dueños de los resortes políticos, retrajeron
la asistencia a la Diputación el número de Diputados que le eran
afectos, paralizando así la vida provincial y llevando a los Ca-bildos
a la rebeldía de no pagar el contingente provincial, con-cretamente
el de Gran Canaria, en obediencia al plam de im-posibilitar
la vida de la Región canarias. Censura el fracciona-miento,
obtenido de la debilidad de anteriores Gobiernos. Y cita
a Reus en Tarragona; Gijón en Oviedo; Vigo en Pontevedra; Car-tagena
en Murcia; Jerez en Cádiz, y hasta la misma !Barcelona
con respecto al Estado iu'acioñal. Esgrime el ai-guiiieliit~id e ~ Ü S
462 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N l I C O J
EL PLEITO INSULAR 41
para los Cabildos y Ayuntamientos se «ha dispuesto que, en se-gunda
citación, puedan funcionar con cualquier número de asis-tentes~
Y. añade las bases a que aspira para la «constitución de
un régimen regional», con capitalidad en Santa Cruz de Tenerife,
con las facultades del Proyecto de 1907 para las Mancornunida-des
provinciales. Que la Diputación regional de Canarias deberá
poder funcionar en primera convocatoria con el tercio más uno
de sus miembros y con cualquier número de concurrentes, en se-gunda
cita. Y otras consideraciones sobre los Cabildos.
El joven maurista don José Calvo Sotelo -nombrado Direc-tor
General de Administración, por juzgarle conocedor de las re-formas
que propuso Maura durante tanto tiempo en cuanto a ré-gimen
provincial y local- dictó el Estatuto Municipal por De-creto
Ley de 8 de marzo de 1924.
En Santa Cruz de Tenerife, al Alcalde Sanabria le sucede el 20
de marzo don Francisco La Roche y Aguilar, que desempeña el
cargo hasta el 14 de octubre de 1925.
En la sesión de 3 de abril de la Diputación provincials1, se
aceptan las renuncias del cargo de Diputados que hacen Bello,
don Manuel Lorenzo Hernández y don Emilio Martínez Delgado,
designados por el distrito de Las Palmas; y de don Santiago Cruz
Gómez, por el partido judicial de Telde. También tener por renun-ciado
a don Francisco García y García, que no se ha posesionado
del cargo y sí del de Concejal del Ayuntamiento de Las Palmas.
Admitir la renuncia del Diputado por el partido de Guía don Fran-cisco
Aguiar. La vacante de vicepresidente del señor Cruz Gómez
la cubre el señor Guigou. Se hace constar que Fumagallo se po-sesionó
del cargo de Secretario de la Diputación provincial el 11
de agosto de 1917 y, opositó a fines de 1924 a Secretarios de Ayun-tamiento.
Se produce ahora un aflojamiento en las tensas relaciones in-terinsulares.
El Alcalde de Las Palmas, don Federico León, invita
a la Corporación municipal tinerfeña para las Fiestas de San Pe-
42 MARCOS G U I M E R ~ PERAZA
dro Mártir (29 de abril) y asisten de Santa Cruz el Alcalde La
Roche y el primer teniente de Alcalde don Belisario Guimerá y del
Castillo-Valero, con otras personas, y la banda municipal de mú-sica.
En devolución de visita, el Sr. León, algunos concejales y la
banda de música acuden a las Fiestas de Mayo de Santa Cruz. En
un banquete, León pidió la desaparición de las antiguas rencillas,
que las Islas vivieran independientes administrativamente, dar
mayor amplitud económica a los Cabildos insulares; ay aceptó la
unidad provincial con su capitalidad actual en todo lo que fuera
compatible con esa independencia y consideró la división como
un banderín de enganche que utilizaban los políticos para aumen-tar
sus huestes. Que las Islas podían mancomunarse para todo
lo que les afectase de modo voluntario, debiendo autorizarse 2 N a los dos Alcaldes para planear la solución». Y dice Navarros2: g
<Los Alcaldes no fueron autorizados porque no podían serlo, 5 n y todo continuó en el mismo estado, pero con una declaración ;
tan autorizada que nos perjudicaba dentro y fuera del Archipié- E
lago. Menciono estas incitaczones y este brindis, porque retrasa-ron
en dos años la dzvisión de la provincia.»
3
Primo de Rivera exteriorizó su designio de crear su partido,
la Unión Patriótica, en Barcelona, el 14 de abril de 1924, en un !
discurso. Una circular de 29 de abril encargó a los Gobernadores f
y delegados gubernativos la atracción de adeptos y la constitu-ción
de los respectivos comités d
n
n
Cuenta Mesa que la primera Untón Patriótzca de: Las Palmas
fue constituida por amigos de Guerra del Río, en su mayoría:
«Recuerdo entre ellos -dice- a don Jacinto Artiles Fabelo, don
Tomás Quevedo Ramírez, don Manuel Navarro Díaz, don Gusta-vo
Navarro Nieto, don Carlos Ramírez Suárez y don Agustín Mar-tinón
Navarro.»
Aludimos antes al choque que hubo entre el dictador y Maura,
Carlos Navarro, Págtnas, 1, pág 386
Ver Manuel Perdomo Alfonso, «La Tarden, sábado 20 de junio de 1970, capftu-lo
XXI de su Vida y obra de García Sanabria
cesa y López, ri.íernüriüs, füiiü 41
464 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N i I C O S
EL PLEITO INSULAR 43
con motivo de la contestación de éste a una carta-consulta de Si-lió,
en 20 de junio de 1924. Ahora, estando Primo de Rivera en Lu-go,
le llegó la noticia de dicha carta «en la que recapitulaba sus
anatemas, condensados en el que le merecía la Dictadura». Pri-mo
de Rivera le exigió una rectificación, que Maura no dio, aun-que
contestó con toda cortesía el día 3. Y en Madrid, el 7 de
agosto, presidió aquél un Consejo, en el que se habló de encarce-lar
a Maura.. .
E) NUEVAS DISCUSIONES.
El 23 de enero de 1925 -día de la onomástica del Rey- el
Ayuntamiento de Madrid organizó una manifestación en desagra-vio
por los ataques de Blanco Ibáñez; hubo un mitin en el Monu-mental
Cinema, donde habló Primo de Rivera. Y las representa-ciones
locales de la U. P. celebraron el 25 una Asamblea en el
Teatro del Centro. Pues también con este motivo volvieron las
disensiones entre ambas ciudades canarias. Cuenta Navarro que
en el mitin del Monumental debían hacer uso de la palabra tres
alcaldes, «siendo uno de ellos el de esta ciudad [Don Federico
León y García], noticia que produjo aquí general satisfacción,
porque todos conocíamos sus notables condiciones oratorias y
confiábamos en que nuestro pabellón había de quedar a la altura
que el caso requería». Pero comenzaron las gestiones de la Co-misión
tinerfeña «para que se autorizase también al señor La Ro-che;
y no siendo posible esto se fue cada vez acentuando la opo-sición
tinerfeña, hasta que la comisión organizadora concluyó por
negarlo a los dos, y en lugar del de Las Palmas se designó al señor
Cruz Conde, que ocupaba entonces la Alcaldía de Córdoba». En la
manifestación no figuró Canarias, y los estudiantes prepararon un
estandarte que decía: «Las Palmas». Los canarios reunidos en Ma-drid
entregaron al Gobierno unas bases -se estaba ya redactando
el Estatuto provincial- planteando el problema, recordando la
lucha sostenida y pidiendo la creación de la provincia número 50
Martínez Anido tomó la cosa como suya. Pero no se consiguió na-da,
«seguramente influenciados por lo ocurrido en Tenerife con
motivo de los festivales referidos». Al regresar Juan Ortiz [y Sán-
¿-hez SuerÜj, JerdnimÜ del Riu FiiIcbIi y el Alcalde, erl urla i+eunióii
Núm 20 (1974)
44 MARCOS CUIMERA PERAZ4
celebrada en marzo en el Circo de Cuyás, dieron explicaciones de
lo ocurrido, de las gestiones hechas y de las ventajas políticas
obtenidas ".
El Cardenal Benlloch acompañó a la comisión de Gran Canaria
a la visita al Ministerio de Fomento, para pedir un pronto infor-me
del expediente de ensanche del Puerto de la Lui!. Pero más
tarde, el Cardenal concurrió a un té en casa particular, en unión
del Duque de Santa Elena [el ex Capitán General de Canarias, don
Alberto de Borbón y Castellví], de los Alcaldes de Santa Cruz y
La Laguna y otras personalidades y ofreció su apoyo para con-servar
la unid~dp rovincial, justificando el haber acompañado a
la comisión de Las Palmas por razones de amistad, pero nunca
para sostener la división de la provincia, pues ya había aconseja- 2
do al Gobierno mantuviera la unidad. Don Carlos Navarro le tele-
54 Carlos Navarro, Págtnas, 1, pág 389 Ver Perdomo Alfonso, loc cit y ca-pítulo
XLVI, 3 de julio de 1970
Sobre este episodio, es interesante reproducir la carta que en 24 de marzo de
1925 dirigió dofia María Millares Cubas a su sobrina doña María Rosa de la
Torre Millares, y que ésta inserta parcialmente en su trabajo kfaría Mzllares
Cubas (1858-1928) (Revista millare es., Las Palmas de Gran Canaria, núm 7, enero-marzo
de 1966, pág 303) Hela aquí
«24 de marzo de 1925
En estos Últimos días han habido dos acontecimientos popula-res
en Las Palmas El lunes, veinte g tres, lleg6 de La península el
Alcalde, don Federico León y la comisión que fue con él, en donde iban
Ortiz y Sintes Desde el día anterior se empezó a hacser propaganda
con música y voladores Llegaban a las ocho de la mañana y como
yo ese día me encontraba bien de la cabeza, decidí ir a casa de Bar-celó
a ver pasar la comitiva Bernardo y Berna fueron a recibirles. Las
calles estaban todas llenas de gente y la banda de miisica del Asilo
las recorría todas Las ventanas y balcones engalanados con cortinas
y mujeres guapas y ,feas! Fue un recibimiento apoteósico y soberbio
Todos los Ayuntamientos de la isla, con banderas y música. El Alcalde
iba con ei presidente dei Cabiicio y ei Deiegacio Estaba muy cüiiiiio-vido;
cabeza descubierta y saludando a uno y otro lado. En la plaza
de Santa Ana dicen que había una multitud enorme. Se asomó al bal-c6n
del Ayuntamiento y discurso tenemos Le ovacionaron. En fin, ha
sido un tnunfo grandioso Los periódicos vienen llenos de reseñas. Los
mandaré a la Habana en donde los apreciarln mucho ,La división de
-la- prnvinriat !El sueño dorado de los abuelosin
A N U A R I O DE E S T U D I U S A T L A N I I C O S
EL PLEITO INSULAR 45
grafió, lamentando su intervención, que implicaba desconocimien-to,
y que hubiera sido mejor para él la no intervención. Y otro
telegrama le puso al Duque de Santa Elena - q u e también traba-jaba
en Madrid con las comisiones tinerfeñas en favor de la uni-dad
provincial- en que le decía que ano fue V. E. Capitán Gene-ral
Canarias, sino sólo Santa Cruz de Tenerife». A Borbón -que
desempeñó el cargo en 1923 y 1924- le había sucedido don Leo-poldo
de Heredia y Delgado (1924-1926). Benlloch no contestó;
y Santa Elena lo hizo, diciendo que durante su mando había
atendido por igual los intereses de todas las Islas.
El 11 de febrero de 1925, Maura escribió al Rey una carta, pi-diéndole
que, «a falta de elecciones políticas libres, sinceras y lim-pias
», celebrase una consulta a «la parte de pueblo español que
de antemano posee órganos de expresión colectiva». Sería éste
su último acto político
F ) EL ESTATUTO PROVINCIAL DE 20 DE MARZO DE 1925:
SUPRESION DE LA DIPUTACION Y SU SUSTITUCION
POR LA MANCOMUNIDAD PROVINCIAL INTERINSULAR
Por Real Decreto de 20 de marzo de 1925 se dictó el Estatuto
provincial, hermano del municipal. Esto fue la muerte de la Man-comunidad
de Cataluña, que continuó viviendo como Comisión
gestora de los servicios coordinados de las cuatro Diputaciones
catalanas: «Fue un error. Los aciertos de la nueva fórmula la ha-cían
acreedora de más respeto. Habría valido más extenderla a
todo el territorio español. Hoy, a tantos años de distancia, ha
nacido una fuerte corriente en pro de la creación de organismos
interprovinciales que, ni más ni menos, no pueden ser otros que
mancomunidades como aquélla, tan ligeramente sacrificada»
E.n C.a narias supuso, también, la desaparición de la Diputación pr~v:r,c:a! y !a aparic:ón de !u Muncorr,~nidudP ro~incia!I nterin-sular.
El Estatuto dedica a Canarias el título VI, del Libro 1. El
preámbulo dice: «La Ley de 1912 no puso término a ciertas añe-jas
rivalidades interinsulares La Diputación era en Canarias un
55 Rossend Llates, 30 anys de vzda catalana Editorial Aedos, Barcelona, 1969,
página 562
46 MARCOS WIMERA PERAZA
organismo sin vida ni funcionamiento . Se autorizan las Manco-munidades
voluntarias y se crea una Mancomunidad interinsular
obligatoria, que sólo tendrá por objeto ostentar la representación
unitaria de la provincia.. . Es de esperar que con ella acaben de
amansarse las encrespadas pasiones locales.. . D.
Como dice bien Leopoldo de La Rosa M, si «aspira a hacer des-aparecer
las luchas, no lo consigue. La unidad provincial tocaba
a su fin: las aspiraciones de Gran Canaria no se veían satisfechas
y por otra parte las diferencias entre los Cabildos y la nueva Man-comunidad
forzosa tampoco desaparecen». Y en otro lado aclara
que la Mancomunidad tuvo su sede en el antiguo Palacio de la
Diputación, abajo cuyos muros han resonado todos los avatares
políticos de más de medio siglo de nuestra historia». Este es el ,
actual conservatorio de Música y Declamación en la calle de Teo- :-
baldo Power (arquitecto don Manuel de Oraá, ~~instruidpoa ra
la entidad musical «Santa Cecilia»). --
La Comisión Provincial se reúne en sesión del 30 de marzo si- f
guienteS, bajo la presidencia de don José de Lorenzo Cáceres
Monteverde, con la asistencia de Febles Mora y don Matías Alon- 2
so y Romero. siendo secretario Fumagallo. Se lee oficio del Go-bernador
civil por el que, en cumplimiento del Estatuto, la Dipu- -
tación debe cesar en sus funciones el 31. Lo firma don Domingo q
Villar Granjel, que desempeñó el cargo desde el 25 de febrero de $
ese año hasta el 20 de julio de 1926. La Comisión, en representa-ción
de la Diputación, entiende debe revocarse ese régimen de ex- -
cepción para Canarias, dejando a los Ayuntamientos la facultad $
de agruparse y el subsistir de la Diputación. Se acordó elevar al
Gobierno, por conducto del Gobernador, solicitud de que rija en j
Canarias lo mismo que en Baleares y provincias peninsulares. 2
La Diputación provincial fue suprimida el 31 de marzo. Se
ordenó al Gobernador recibiese del Presidente de La Diputación,
don Pedro Schwartz, todo lo a ella perteneciente, lo que se veri-
Leopoldo de la Rosa y Olivera, Evolución del régrmen local en las Islas
Canarias. Publicaciones de1 Instituto de Estudios de Administración Local, Ma-drid,
1946, pág. 12i.
9 Leopoldo de la Rosa Olivera, La Drputocrón y las mancomunrdades Pro-vrnciales,
«El Díau, jueves 28 de mayo de 1959.
S Libros de Actas de la Comisión Provincial, mes de mano de 1925
468 A N U A R I O DE E S T U D I O S ATLANI I C O S
EL PLEITO INSULAR 47
ficó, «protestando de la supresión el señor Schwartz y cerrando
una parte del comercio de Tenerife~.C omo dice Navarro en la
Mancomunidad «habrían de reproducirse las luchas iniciadas en
la Diputación, aun cuando se dijera lo contrario, cosa que bien
pronto se vería confirmada. El grupo occidental estaría siempre
en mayoría, y el oriental tenía que sucumbir al número. Por esta
razón no pudo ser bien recibido el Estatuto en lo que con ello se
relacionaba, siendo no pocos los que pensábamos no debía irse
a Tenerife para constituir en esas condiciones la Mancomuni-d
a d~.S in embargo, «los intereses políticos se sobrepusieron a
otras conveniencias y cuando el Gobernador convocó a los repre-sentantes
de los Cabildos, allá fueron todos, verificándose la pri-mera
reunión el 13 de mayo de 1925, y quedando constituida la
Mancomunidad con su presidente don José López y Martín Rome-ro,
representante de La Palma, y vicepresidente don Aquilino
Fernández [y Hernández], de Lanzarote. De acuerdo con el Go-bernador
se hicieron estas designaciones para evitar recelos en
Ias dos IsIas principales, lo que era inocente, porque la Iucha
de intereses sobrevendría en la primera cuestión de importancia
que se sometiera a deliberación».
En la indicada sesión de constitucióna, de 13 de mayo, con-curren
representantes titulares por los Cabildos y suplentes por
los Cabildos del Hierro, Tenerife y La Palma. Entre los primeros,
compareció por Gran Canaria don Salvador Manrique de Lara;
y por el de Tenerife, don Estanislao Brotons Poveda.
Y prosigue Navarro: «El presupuesto de la Mancomunidad
fue el primer tema que provocó el conflicto. los occidentales
insistían en considerar con carácter provincial la Leprosería, el
Manicomio y el Consejo de Fomento. Nuestros representantes
sostenían su carácter insuIar y consignaban que Ia Leprosería y el
Consejo de Fomento creado en Gran Canaria eran sostenidos de-l-.
-1 - -.. - -. * - .- - .. oiaamenre por aquel Cabiido insuiar, y que ei ivíanicomio y ei
Consejo de Tenerife debían serlo por su Cabildo. Cada cual sos-
59 Carlos Navarro, Pdgtnas, 1, pág 393
Perdomo Alfonso, cap. XLVI citado, aLa Tarden, 3 de julio de 1970
60 Libros de Actas de la Mancomunidad Interinsular de Canarias, año 1925,
mes de mayo
48 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
tuvo su punto de vista y los señores Manrique de Lara y Medina
Berriel, representantes de Gran Canaria y Fuenteventura, se re-tiraron
antes de la votación, permaneciendo el de Lanzarote,
porque decía era Vocal de la Comisión de presupuestos, pero pro-testando
de su aprobación por ser contrario a lo preceptuado en
el Estatuto».
El Cabildo pleno de Gran Canaria se reunió el 25 de mayo
y acordó gestionar la constitución de la Mancomunidad del grupo
oriental, para evitar repartimientos tan onerosos, :y establecer de
común acuerdo las tres Islas sus servicios, sin tener que sostener
los de Tenerife. Se acordó que una Comisión fuera a Madrid para
reclamar contra la Mancomunidad, integrada por don José de
Aguilar y Martín, don Salvador Manrique de Laroa y el Secreta-;
rio del Cabildo, don Emilio Valle y Gracia. E
Era ya Alcalde de Las Palmas don Salvador Manrique de La-?
ra; y Presidente de la Junta de Obras de Puertos don Tomás Que-vedo
Ramírez, que era el presidente de la U. P. E
Desde el 14 de octubre de 1925 es de nuevo Alcalde de Santa!
Cruz de Tenerife don Santiago García Sanabria, quien lo des-!
empeñaría hasta el 17 de noviembre de 1930. 3
Obispo de Tenerife Fray Albino González y Menéndez-Reigada,
que preconizado el 18 de diciembre de 1924 y coinsagrado el 19
de junio de 1925, hizo su entrada en La Laguna el 10 de agostoi
de ese año. n
-E
a
2
2. El gobierno de hombres czviles (1925-1930). n
El Directorio militar dio paso al gobierno de hombres civiles,?
que se constituyó el 3 de diciembre de 1925. En Gobernación y Vi-cepresidencia,
el general don Severiano Martinez Anido; a Gra-cia
y Justicia, el fiscal del Tribunal Supremo, don Galo Ponte
y Escartin.
Pablo Iglesias y Antonio Maura mueren, respectivamente, el
9 y el 11 de diciembre de 1925.
El 1 de agosto de 1926 se descubrió la lápida1 en homenaje
a León y Castillo en Telde, su ciudad natal. Ese día, Carlos Nava-rro,
per !a Seciedud ~~I;o=ent~y Tiirkm^», hahlci contra la mar-
470 A N U A R I O DE ESTUDIOS ATLANI ICOS
EL PLEITO INSULAR 49
comunidad obligatoria y sobre la necesidad de pedir nuevamente
la división 6'.
El 5 de septiembre de 1926 se anunció la convocatoria de una
Asamblea Nacional. Contra ella se manifestó Sánchez Guerra. Fue
convocada el 12 de septiembre del año siguiente, 1927. Se parecía
al Parlamento chico (El Sol, 11 noviembre 1923) y al ideado por
Maura (en su carta al Rey de 11 febrero 1925). Se abriría el 10 de
octubre de 1927. Y Mesa comenta: «Hasta los representantes de
Gran Canaria en la Asamblea Nacional tuvieron que soportar la
ridícula situación de no poder ocupar su escaño» "
A) EL VIAJE DEL MINISTRO GALO PONTE A CANARIAS
(FEBRERO DE 1927)
En febrero de 1927, el ministro de Gracia y Justicia don Galo
Ponte visita Canarias (en cumplimiento de la R. O. de 27 de enero
de 1927), con la finalidad de intervenir en el conflicto planteado
en la aldea de San Nicolás (Isla de Gran Canaria), por haber sido
desahuciados unos tres mil vecinos de las tierras que habían ad-quirido
por un precio no desembolsado. Don Galo era un «aboga-do
aragonés, antiguo pasante del despacho de don Marcelino Isá-bal
y adictísimo a este jurisconsulto» 63. Era Capitán General de
Canarias don Antonio Vallejo Villa (de 1926 a 1928). Gobernador
civil de la provincia don José Domínguez Manresa, desde el 7 de
agosto de 1926 al 5 de octubre de 1927.
Anunciado el viaje -cuenta Navarro- la Unzón Patrióttca
de Gran Canaria convocó una Asamblea, que tuvo lugar en el
Ayuntamiento de Las Palmas el 26 de enero de 1927, en la que se
decidieron las cuestiones que habían de plantearse al Ministro;
entre ellas, la independencia autonómica, respetando el régimen
de Cabildos (1 "); y una ley especial de aguas para Canarias (7.")
cl na:-:..~-- --L..--L -- OLA:- -- -1 n-:-- XT:-&--:- F :-
I ~ LIV IIIII>LIU VIIIU~IC;U VII b i l u u , V I V~I « n c l l l a v I L L U L I ~C U ~ V I I I ~ * » ,
61 Carlos Navarro, Páginas, 1, págs 331-332
62 Mesa y López, Memorias, folio 41
a Juan Moneva y Pujol, Historia del Derecho Civtt de Aragón, Enciclopedia
Seix, tomo 1, pág. 189
Carlos Navarro, Ydgznas, 1, pag 445
60 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
el 31 de enero. Llegó a Tenerife el 2 de febrero, al amanecer, sien-do
muy bien recibido y obsequiado. Recuerdo que yo le vi entrar
en la ciudad, pasando entre el Castillo de San Cristhbal y el Ca-sino,
desde el balcón de la biblioteca de dicha sociedad -donde
estaba instalado el anteojo pequeño- junto con mi padre, a la sa-zón
bibliotecario de su Junta Directiva. Te Deum, recepción ofi-cial
en la Capitanía General, visita al Puerto de la Cniz y al Botá-nico,
almuerzo en el Taoro, función de gala en el teatro Guimerá,
banquete de los Abogados, del Ayuntamiento, del Automóvil Club,
de la U. P.; recorre las Islas del gmpo occidental; acude a los Es-tablecimientos
benéficos y de enseñanza; etc., etc. Su presencia
motivó la cuarteta de Ramón Gil-Roldán:
«En un viaje galopante
ha llegado Galo Ponte
¡Se parece al imperante
cacique de Tacoronte! D
Embarcó en Santa Cruz el 10 por la noche y Ilegló a Las Pal-mas
el 11 por la mañana. Recibimiento, Te Deum, recepción en el
Ayuntamiento, almuerzo con los abogados en el Club Náutico,
6 La prensa local comentó -y comenta aún- las incidencias de aquel maJe
Así por ejemplo, Miguel Borges Salas [«El Días, miércoles 19 de ,agosto de 1970,
artículo titulado: La Tempestad] relata que uno de los del séquito^ de don
Galo Ponte, en los brindis de la cena de gala que se le dio en el hoy desapare-cido
hotel *Pino de Oro,, saludó a la Isla de Tenerife con los mejores párrafos
líricos, que inserta; y apostilla Borges:
«En resumen, que al terminar el brindis no sabíamos si Tenenfe era her-mana,
hija, entenada y si era diamante, esmeralda o piedra pómez Después de
tanto ditirambo, el jefe nos partió por el eje.,
Y Manuel Perdomo Alfonso alude también a esa visita en la serie que
titula: Vrda y obra de Garcfa Sanabrza, que publicó en el diario *La Tarde,
[ver capítulos L y siguientes, 9 de julio de 1970 y sucesivos] Fkecuerda cómo
el obispo Fray Albino González y Menéndez-Reigada hizo saber al mlnlstro ia
necesidad de mantener la unidad regional, con capitalidad en el núcleo Santa
Cruz-Laguna.
Sobre Sanabria (1880-1935), además de los meritorios trabajos de Perdomo
Alfonso, ya citados, debe verse la extensa semblanza que le dedica Leoncio Ro-
4 72 ANUARIO DE E S T U D I O S A T L A N l I C O J
EL PLEITO INSULAR 51
banquete oficial en el Ayuntamiento, en el cual el Alcalde, don
Salvador Manrique de Lara, dijo que Las Palmas «nada pedía»
Visita a Teror y a su Ayuntamiento: allí, Francisco González Díaz
le presentó la cuestión de las aguas, que tanto apasionaba los
ánimos en aquel pueblo. Visita los términos de Valleseco, Arucas,
San Lorenzo y de allí al hotel Santa Catalina, donde la U. P. le
había preparado el almuerzo. El Cabildo le obsequió con un ban-quete,
pero su presidente [don Manuel Hernández González] «no
se ocupó, ni siquiera aludió a nuestro problema provincial». Baile
en el Gabinete Literario, y recepción, en su residencia del Hotel
Metropole, de las diversas comisiones. Preparó su viaje a la Aldea
de San Nicolás «fin preferente de su venida a Canarias», en un
vapor interinsular.
Le obsequiaron con un banquete en la Cámara de Comercio,
que ofreció don Agustín Bosch [Millares]. Embarcó el 17 para
Fuerteventura y Lanzarote y de esta Isla salió para la Península
Critica Navarro al Alcalde y Presidente del Cabildo que perdie-ron
la ocasión de solicitar la división de la provincia. Y cita el fo-lleto
de algunos señores socialistas, en el que manifestaba que de
la división ya nadie se ocupaba. Esta Exposición socialista está
fechada en Las Palmas a 16 de febrero de 1927 y firmada por Bal-tasar
Champsaur, José Rodríguez, Sinforiano Armas Calcines,
Cristóbal Bonilla y Francisco García y García &. Del tema que aquí
nos interesa, la cuestión regional, dicen que «la división de la pro-vincia
continúa llamándose problema de Canarias más por ley de
la costumbre que por necesidad vital para el Archipiélago»; pero
que «ha desaparecido el problema con el régimen administrativo
especial que rige para Canarias». Piden desarrollar la ley de 1912,
desenvolviendo «los principios autonómicos en que está basado el
sistema de Cabildos Insulares. Autonomía insular hasta el má-ximun
de posibilidad.. . Los Cabildos son instituciones ideales pa-ra.
es:e a.rc.iijié!ago, rzlrqUe& do car&.;zr insu:al re-coger
las aspiraciones de cada Isla condensan el sumo deseo de
6 Exposici6n entregada por el Comtté de la Agrupan6n sonalzsta de Las
Palmas d Excmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia don Galo Ponte EscartSn, du-rante
su estancia en esta Czudad Las Palmas, Tip. Miranda, 1927 (B U L ,
Si@.' S a 4, FOiieto jój.
Núm 20 (1974) 473
52 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
independencia que abriga cada Isla del archipiélago . La unidad
provincial es una pesadilla del pasado La cuestión regional es
hoy una entelequia. . ».
También alude Navarro al Memortal de mz pueblo, de don Do-mingo
Doreste [Fray Lesco], publicado en un periódico de la lo-calidad,
quien afirmó que lo de la división sonaba a cuerno vacío.
En la Exposición que se entregó al Ministro con los acuerdos
de la Asamblea citada, sólo se pedía respeto para nuestra indepen-dencia
autonómica, representada por el régimen de Cabildos. Y en
el banquete de Lanzarote, al brindar el Alcalde de Las Palmas
y hablar de la división, las protestas con que la idea fue acogida
por algunos elementos de aquella isla, estima Navarro fue un
«espectáculo que debió evitarse». a
«Con esta mala impresión -añade- y con este para nosotros
desagradable recuerdo, embarcó para la Península d,on Galo Pon- 5 n
te, quien recordaría las peticiones de Tenerife en favor de la uni- ;
dad provincial y la conveniencia de dar mayores facultades a la
Mancomunidad obligatoria que el Estatuto provincial había crea-do.
En Madrid dio a la publicidad en un periódico las impresio-nes
de su viaje a Canarias.» 3
Galo Ponte, a su regreso, informó verbalmente ,al Directono
y se dictó el Real Decreto-Ley de 15 de marzo de 1927, que dis-puso
que las aguas quedaran adscritas o unidas a la tierra y exi-gió
la constitución de un Sindicato de regantes. La1 Comunidad
se constituyó el 27 de febrero de 1928. Otra disposición a la que
contribuyó La visita de Galo Ponte, fue la dictada para reformar,
entre otros, el artículo 41 de la Ley hipotecaria, por Real Decreto ;
Ley de 13 de junio de 1927, reforma que fue inspirada por don $
Jerónimo González y Martínez, Subdirector de los Registros y del "
Notariado, eminente publicista del derecho hipotecario 67.
fl Don Galo Ponte fue preso al llegar la República Azaña 11: compadece en
sus Memorias [Manuel Azaña, Obras completas, IV, Memorias Políttcas y de
guerra Ediciones Oasis, S A , México, 1968, págs 64 y 1161, si bien dice que
en el Ministerio «era muy antipático a todo el mundo, autoritario sin gracia y al
cabo irresoluto e incompetente No se hizo ni un amigon. Azaña era, por enton-ces,
Oficial Letrado de la Dirección General de los Registros y del Notariado
Había ingresado en el Cuerpo Especial Facultativo, como Auxiliar tercero, en
1910, cüli e: ~ümeroü no Desde !926 fUe Oficia! Tercer= y 11% de Secdh, P n cm
474 ANUARIO DE E S T U D I O S ATLANI'ICOS
EL PLEITO INSULAR 53
B) LA DIVISION DE LA PROVINCIA: REAL DECRETO LEY
DE 21 DE SEPTIEMBRE DE 1927.
Cuenta Navarro que la Asamblea Nacional iba a ser convo-cada
y ello puso sobre el tapete el ideal divisionista. A Canarias le
correspondía elegir tres asambleístas, uno por las Uniones Patrió-ticas,
otro por los Cabildos y otro por los Ayuntamientos. «Ya el
conflicto estaba planteado, porque era seguro que este grupo de
Islas se quedaría sin representación, por ser mayor el número de
votos para las tres elecciones en el grupo occidental. En esta si-tuación,
don Gustavo Navarro Nieto, propietario de La Provin- - -
cia, penetrado de nuestras aspiraciones por palpitar en su pecho -
un corazón muy canario, expuso el asunto al general Martínez
Anido, Ministro de la Gobernación, muy amigo suyo. . y éste, ha-ciéndose
prontamente cargo de todo lo que podía suceder, mani-festó
que si en otra ocasión el Gobierno estuvo dispuesto a crear
en la Nación una provincia más, ahora había que ir resueltamente
a la división.. . Planteó la cuestión al Jefe del Gobierno y de acuer-do
determinó llevarla al primer Consejo de Ministros, que tuvo
lugar en San Sebastián, siendo aprobada contra el parecer de don
Galo Ponte, y decretada el 21 de septiembre de 1927~D. ebe verse
el expediente-legajo de la Mancomunidad sobre la División de
1927, titulado: «Reorganización de Canarias», que incluye el B. O
de la Provincia de 23 de septiembre; la Gaceta de Madrid del mis-mo
día, que inserta el Preámbulo, tan interesante; y el B. O. de
la Provincia del 30, que lo reproduce. Entre otras cosas, la Divi-sión
creó la Sala de lo Civil de la Audiencia Provincial de Santa
Cruz de Tenerife, que sólo a partir de entonces estuvo completa
Y prosigue Navarro: «Recordando las observaciones hechas
en el capítulo anterior referentes al problema provincial, no debe
llamarnos la atención que el Ministro de Gracia y Justicia mani-gándose
del Registro General de Ultimas Voluntades En 23 de abril de 1931,
a petición propia, fue declarado excedente
La causa se empezó a ver el 22 de diciembre de 1932 Don Galo fue defen-dido
por José Antonio Pnmo de Rivera. Las sesiones tuvieron lugar en el antiguo
Palacio del Senado, ante los 21 diputados de la Comisión de Responsabilidades,
presidida por don José Franchy y Roca La sentencia, condenatoria, se hizo
púbiica el 8 de diciembre
festase opinión contraria a la división de la provincia, y como esto
es rigurosamente exacto, quedan desvirtuadas y anuladas las fe-licitaciones
y agradecimientos que entre otros le dirigiera el Ayun-tamiento
de Las Palmas (presidido por el Alcalde don Salvador
Manrique de Lara y Massieu. .). Debemos a Navarro Nieto y a
los generales Martínez Anido y Primo de Rivera, a quienes esta-mos
obligados a demostrar nuestro agradecimiento, la fausta
nueva de la concesión por la que veíamos realizados nuestros
ideales.. . D.
«Decretada la división -añade- enhorabuena la referida Sa-la
(de lo Civil, creada en Tenerife), ya que deben anteponerse los
intereses generales de un pueblo a los particularismos de una
clase, por muy respetable que ésta sea .. Lo lamentable y dolo-roso
hubiera sido la creación de la Sala de lo Civil en Tenerife,
como pensaba don Galo Ponte por compromisos adquiridos en su
viaje, conservando la Mancomunidad obligatoria para todo el
archipiélago por no haberse dividido la provincia.),
Repiques, cohetes, colgaduras, manifestaciones. en Las Pal-mas.
Reunión en el Cabildo y acuerdo de telegrafiar incluso a Ga-lo
Ponte «a quien muchos consideraban como el prorriovedor de
la concesión por sus informes favorables. Error grande que ya
dejamos esclarecido .B. El Cabildo, en Pleno del 26 de septiem-bre,
por moción de su Presidente don Manuel Hernández Gonzá-
Bez, acordó proponer al Ayuntamiento de Las Palmas y los demás
de la Isla fueran nombrados Hijos Adoptivos y Benem€ritos de la
Patria Primo de Rivera, Martínez Anido y Navarro Nieto; propo-ner
a los Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote solicilaran igual
concesión de sus Ayuntamientos; y encargar retratos de dichos
tres señores para colocarlos en el salón de actos del Caloildo Insu-lar.
El Ayuntamiento, en cambio, se reunió el 27 y acordó tele-grafiar
también a Galo Ponte, «porque así convenía a los intereses
pditicos. dglmes CQI?CP~I!PScp, e 1e tenian p r u principal
valedor en el seno del Gobierno» 68.
Sin embargo de este testimonio, en Tenerife se pensó -y se
sigue pensando por algún sector- que el culpable de todo fue
don Galo. Así, pueden verse en el diario «La Tarde», diversos edi-
Carios Navarro, Páginas, 1, pág. 435
476 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N i I C O J
EL PLEITO INSULAR 55
toriales y artículos firmados por Salvador Luján 69. Y se censura
la falta de reacción de los dirigentes de Tenerife ante tal despojo 70
Don Andrés Ayorro 'l lo llama «decreto inesperado», logrado
en virtud de un ardid maquiavélico según vanidosa confesión
que obra en el libro Páginas, escrito por Navarro Nieto (sic), di-rector
del periódico «La Provincia)). Don Andrés se confunde en-tre
los autores de la división: entre Navarro Nieto, «responsable»
de la misma y director de «La Provinclan, y Navarro Ruiz, autor
de las Págznas y jefe del partido local canario, propugnador de la
división de la provincia. Incide en el mismo error en «La Tarde)),
de 17 de septiembre de 1962.
Sin embargo, dejemos constancia de la postura contraria de
Perdomo Alfonso. En síntesis, sostiene que no fue don Galo Ponte
el autor ni el responsable de la divis