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TOMAS MORALES, AUTOR TEATRAL "LA CENA DE BETHANIA" POR SEBllSTIAN DE LA NUEZ CABALLERO Profesor adjbnto de la Universidad de La Laguna. La representación en Las Palmas. Tomás Morales, como casi todos los jóvenes poetas de su tiempo, y como más tarde su amigo Rafael Romero, y sin duda como éste, bajo el estimulo del Teatrillo de los Hermanos Milla-res ', quiso ser autor dramático. Quizá en la mente del poeta hacía tiempo-desde la época de su contacto con Villaespesa (1908)-venía germinando la idea de hacer alguna pieza teatral en verso, como se deduce de una carta dirigida a Rafael Romero, a mitad del verano de 1909, donde le dice, exagerando desde luego, que tiene en proyecto "El Caballero D. Quijote", tragicomedia heroica en 5 actos y en versos; "Al-manzor", comedia caballeresca en 6 cuadros y en versos" 2. Pero 1 En este Teatrillo, instalado en la casa de D. Luis Millares CuEas, se representaron algunas escogidas piezas del teatro contemporáneo espafiol y extranjero. En ei repentorio figuraron obras de Ihsen, de Maeterlick, de Unamuno y de los 'propias Millares. 2 Carta conservada en el Archivo familiar de D. Rafael Roca en Las Palmas. sin duda s6lo el contacto con los jóvenes aficionados de la So-ciedad de "Los Doce" es lo que decidió a Morales a terminar su pieza dramática y a llevarla a la escena 3. Las primeras noticias que tenemos de La Cena de Bethania, llamada también L.a Cena en casa de Simón ', son las que se leen en "La Prensa" del 25 de enero de 1910, donde se anuncia que la Sociedad de "Los Doce" se propone representar "un poema del joven y notable poeta Tomás Morales". Perc sólo es a me-diados del mes siguiente cuando nuestro poeta da la primera lec-tura de su obra en casa de su íntimo amigo Rafael Romero ("Alonso Quesada", futuro autor de El Zino de los sueños) y en presencia de unos cuantos compañeros e invitados. En otra re- a seña se habla ya de que "los ensayos comenzarán esta semana" TJI aarl n r r n ,,, l<,In l dncnbnur oLAa ue~s tá a carge &! mtub!e pir.ter N i d á ~ O n Massieu" 5. - m O E A finales de este mismo mes de febrero vuelven a anunciar E 2 los periódicos que en el próximo mes será llevado a escena el E poema sacro de "La cena en casa de Simón". A principios de 3 marzo "La Mañana" periódico donde níioraies había escrito sus - 0 artículos de critica teatral 7, habla ya de los ensayos y de los m E preparativos que hacen "Los Doce" para la representación de la O obrita, que según el articulfsta "constituirá un verdadero acon- n tecimiento literario". aE Mientras tanto iba corriendo el tiempo y Tomás quería ver n n representada su obra. Asistía a todos los ensayos, introducía co- n rrecciones en el texto y, a veces, hasta hacia el papel de algún O3 j "Los Doce" fué una Socieüaa de jóvenes que estuvo poniendo en 1 escena obras dramaticas y dando veladas po&icas, literarias y musicales durante casi todos los anos que van desde 1905 a 1920, en Las Palmas. Con elios colaboraron casi todos los hombres que representaban algo en las letras y en las artes canarias de aquel momento. 4 El cambio de título fu6 debido a que había un D. Simón en la familia Üei autor, ei cuai io suprimió para evitar equívocos. 5 Vid. "La Prensa", 13-11-1910. 6 Vid. "La Mafíana", 10-111-1910. 7 Vid. los números de "La Mañana" del 21-1, 10 y 26-11 y 2-111 de 1909. 30 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS da, olvidándose de su propia enfermedad. Se resumen en este per-sonaje el amor a su mujer y la fe en Cristo. Al final de esta ' escena es cuando Jesús dice: "Aprended el camino del amor y tendréis el ctimino de la verdad ... y tendréis el camino de la fe-licidad", lo cual sirve de introducción a la escena principal, que viene a confirmar el propósito del autor, que es presentarnos a Cristo como el defensor del amor, pues a la M,agdalena se le perdona porque "ha amado mucho". A uno se le hacen varios milagros y a otra se le absuelve de sus pecados porque han de-mostrado amar por encima de las conveniencias, por encima de si mismos. Esta doctrina, que se expone en los dos momentos a señalados, se contradice ligeramente al ñnal, en que Jesús se E anuncia como vengador y justiciero en los siglos futuros. O Si Morales no logró expresar totalmente el sentido religioso n - =m y profundamente humano que brota perennemente de los divinos O E E Evangelios, en su obrita, escrita casi a vuela pluma para una S E compañia de aficionados, al menos nos dejó con La Cena de Be- = thanh una muestra de lo que pudo haber sido un teatro poético 3 escrito por Morales, que demostraba tener ciertas virtudes para - 0m el drama 15. E O n E OmenOarZo al texto motado.' a n El texto que ofrecemos a continuación es el que redactó To-más Morales para la Sociedad de "Los Doce". Está escrito y O3 corregido por el mismo autor y lo conserva hoy en su archivo particular D. José Rodríguez Iglesias 16= Es posible, sin embargo, que el poeta escribiera una primera redacción o boceto en verso de La Cma, pues las noticias más antiguas aparecidas en la Prensa de "Las Palmas todas coinci- 15 Véase para más detalles sobre los orígenes; repres~ntnci6n y crítica de La. C M de Bethania, mi tesis doctoral sobre Tomás Morales. 16 A la amabilidad del Sr. Rodríguez debo la copia de este manuscrito y tam,bién valiosos datos sobre el estreno de La Cena de Rethcvnla, donde 61 hizo el papel de Jesús. 34 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS 'IVMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 5; Fariseo, donde perdona todos sus pecados a la Magdalena y cuenta la parábola del hombre que tuvo clemencia con .otro que le debía unos denarios14. Aunque este episodio no abarca sino nueve cuartillas, de las 38 que componen el manuscrito, sirve de centro a todo el poema teatral. La acción, que se desarrolla en un solo acto, se puede dividir en seis momentos o escenas, que son: 1.0, la espera de los cu-riosos en la casa de Simón; 2.", la llegada del Impedido de Sa-maria (supuesto del poeta, pero sacado de los Evangelios) ; 3.", la llegada a "tempo lento" de Jesús y de sus Apóstoles; 4.", la escena de la cura del Impedido, de su mujer e n f e m y de su hijo ex-traviado por el mundo (especie de hijo pródigo de la parábola) ; 5.", el momento culminante de la Magdalena arrepentida y el fa-riseísmo de Simón, y 6.", la contestación al Hierosolimitano y proféticas palabras de Jesús. En la primera escena Sirnón, el Centurión de Caphernaum (que no sabemos por qué está allí), un Hierosolimitano, una mujer Nazur i th, i m w ~.~endel~dreg R ores y otra de naranjas, hablan de Jesús; cada cual lo alaba a su manera, pero creemos que no todos de acuerdo con su personalidad; así el Centurión habla de paz, de hermandad, con palabras del Sermón de la Montaña. La segunda escena, cuando llega el Impedido de Samaria contando sus calamidades y el anuncio de que Jesús se aproxima, está bien conseguida. Cuando entra Cristo en escena, el efecto del tiempo lento es interrumpido por la vendedora de flores, que le arroja a los pies de Jesús la preciosa mercancía, pero éste la rechaza hablando de valores y de mercados, lo cual está en pugna con la prsona de Cristo, que va a aceptar bálsamos y ungüentos mucho más caros. .. La escena de la cura del Impedido es quizá la más natural y viva, pues en ella el autor logra combinar ar-mónicamente varios hechos milagrosos del Evangelio: la fe del Cmtixibn y las figuras de algunos tullidos que! Cristo curó, en el Impedido de Samaria, que pide por su mujer que está endemonia- irherés de la acción y de las bellezas de la obrita, donde nuestro poeta se revelaba como un fino autor dramático. El día 15 de abril "Los Doce" reponen la obra de Morales junto al diálogo de los Hermanos Quintero Mañuna de Sol. Esta vez también las reseñas periodísticas son favorables; sin embar-go, algunos comentaristas se hacen eco de la opinión de cierta parte del público de que La Cena de Betuniu está falta de inten-sidad dramática. A este público se dirige el articulista de "La Mañana" cuando dice : "... se echará de menos las profundidades psicológicas de las obras teatrales modernas; sorpréndense ante la simplicidad y sencillo desarrollo del admirable poema de nuestro gran poeta. Es que no se ha comprendido el carácter de la obra, ni se ha a&hina&oel wasamieEdt.t usf i autor. ¿Es un boceiu? j& un buen ensayo escénico? Tampoco. La cerm en casa de Simón es una obra acabada, perfecta, interesante; es sencillamente un poema cristiano, una página bíblica, hondamente consoladora y sentida. En este sencillo ambiente, de placidez, de poesía, se mue-ven los personajes. No hay, pues, en ellos, intensidades pasio-nales, ni conflictos que surgen del choque de los caracteres" 12. El día 24 de abril de 1910 vuelve a ponerse por última vez La Cena de Bethan4a en una función de las cuatro y media de la tarde, especialmente para los niños. Después ni el público ni el autor se volvieron a ocupar de esta obrita, que cayó en el olvido. Durante todos estos años los admiradores de Morales sólo han sabido de ella por la reseña del Libro 11 de Las Rosm de Hércu-les1" Para estos admiradores hemos querido sacar a la luz esta p6gina in4dlt5t de la cirtu pm gus ebrñ de! poek de! mar. ZntroduccicMz critica. El tema de La C m de Bethniu es el de la visita que hizo Jesús de Nazareth, camino de Jerusalén. a la casa de Simón el 12 Vid. "La Mafíana", 17-IV-1910. 13 La resefa dice "TEATRO j La Cena de Bethania - Representada en 1910". 32 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOiS TOMAS MORALES, AUMR TEATRAL 3 personaje de la obra, especialmente el de Jesús de Nazareth, que era el más dificil. Pero la enfermedad y luego la muerte del joven Miguel Rivero Montañez, uno de los mejores elementos del cua-dro dramático formado por "Los Doce", suspenden y retrasan el estreno de La Cena de Bethania. El día 17 de marzo de 1910 T a á s Morales, que había inte-rrumpido su carrera de médico durante más de un año, decide terminarla y sale para Madrid con este fin, y también con unos vagos proyectos, que recoge la Prensas, de publicar un nuevo libro de versos O. Al fin se llevó a cabo el estreno de la pieza dramática de Mo-rales en el Teatro Pérez Galdós el día 4 de abril de 1910, bajo el siguiente programa : 1P Adagio de un oratorio de Haydn por la orquesta dirigida por D. Agustin Hernández. 2." Estreno del Poema bíblico de Tomb Morales, decorado por y&O& XLvLX-,U-, --:~.. dGd,,nlL,nu.,m,,, n ~ ñ ~p~er, !u Cc!ciedd de dec1~ma~iÓ%n os Doce" : "La Cena en casa de Simón" Personajes lo. l." "Reverie", de Schumann, por la orquesta. 2." Discurso de FYancisco González Díaz ll. 3." "Largo", de Handel, por la orquesta. TLzs reseñas de !m periódicos fueron unánimemente elogiosas. Todas hablan de la corrección y de la brillantez del estilo, del 8 Vid. "Diario de Las Palmas", 17-DI-1910. Q Como se sabe, el primer libro de MoraIes, Los POt?mu.s de la GZ@.+, del Amor y del Mar, se publicó en Madrid en 1908. Ahora, en marzo dc 1919, tenia ya escritas ias composiciones "La Samyas~s a k-ielu", "Uahta-ción en Primavera", "La tarde en la Selva" y "Britania máxima". 10 Para no repetir, véase más adelante el texto de La Celta de Betha.nSrr. 11 ELscritor y conferenciante contemporáneo de frase florida y ampulosa. TOMhS MORALES, AUTOR TEATRAL 7 den en que se trata de un "poema sacro" y de que "la altísima inspiración del poeta resplandece en aquellas estrofas épicas, de sabor clásico" ". Quizá, más tarde, fué destruido ese primer pro-yecto y escrito el texto en prosa, que es el que se representó en el Teatro Pérez Galdós, según hemos indicado más arriba. En el texto que damos a continuación se ha respetado la pun-tuación del autor, a veces algo incorrecta. Se ha enmendado la acentuación, pero se han dejado las formas anticuadas y lo mis-mo el uso de la "g" y de la "j". Al pie de cada página van las notas explicativas de las correcciones del autor. 17 Vjd. "La Prensa", 1511-1910. LA CENA DE BETMANLA JESl% DE GALILEA. MAR~A MAGDALENA. LA MUJER NAZARITHA. SM4N E Z FARISEO. EL IMPEDIDO. VENDEDORA DE FU)RES. EL ~EROSOLIMITANO. LA WNDmRA DE NARANJAS. D* P E R S O N A S E EL CENTURIdN DE CAPERNALM. n - = o> EL MENSAJERO. O E EL HIJO DEL IMPEDLDO. E 2 LOS CUATRO HIJOS üE S1M6lrí. E LOS DOCE DISCf~LoS. HOMBRJB, MUJERES Y NINOS DEL PUE- 3 0 S'IERVOS DE LA CASA DE SIMON. mE ACTO UNICO a Un rincón agreste en tierra de Palestina. Algunos Brboles escuetos encua- n dran el paisaje con sus gestos hierBticos. Una montaña cierra el término de la izquierda con su roquedal calvo y sus quebradas ayunas de v e 3 Itación; m sendero pedregoso la recorre: nace en lo alto y desciende en rápida pendiente siguiendo la línea de su falda; antes de llegar a su termino la ruta se tuerce formando un recodo y cae airectamenice sobre el centro de la escena. A ls derecha, la casa de iSIMON EL FARISEvOie;j a mansión bíblica que in-dica relativo bienestar. Hay un emparrado que ddende la puerta de los rayos del sol, y a su cobijo, una mesa rtistica con largos bancos de madera, toscamente labrados. 1 Prime& puso "del pueblo de Judea" y luego lo tach6. 36 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 9 En el fondo, y en 10 alto de otra montafía lejana bordeada de olivos, las torres de una ciudad se hierguen sobre el cielo dorado. EZs el atardecer tranquilo de un día de mayo. Grupos de gente del pueblo escuehan la palabra de SiMON, que refiere un prodigio; atienden ávidamente con una especie de fervor religioso. SIM~NEL FARIS.E-.O.. Y aconteció que El iba a una ciudad que se llamaba Naín, y he aquí que al llegar a sus puertas vió que saca-ban en hombros a un difunto, hijo de una viuda, la cual venía trm el féretro haciendo grandes estremas de dolor. Y como El la viera, compadecióse de ella y le dijo : no liores. .. Y acercándose tocó el cadáver y añadió: Mancebo, a ti te digo: levántate.. . Y súbito se inconpo~ó el que había muerto y comenzó a hablar. Entonces todos sentimos miedo "e hicimos alabanzas" dicien-do: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y por él Dios visita nuestro pueblo. EL CENTURI~N.-En mi aldea de Capernaum uno de mis siervos estaba a punto de morir, y E31 le devolvió la salud con solo su mandato. LA VENDEDORA DE NARANJAS.-Por todas p&e8 va repartiendo dones de bondad y realizando maravillas. S IM~NEL FARISEO.-Y a su voz, los ciegos miran, los tglidos andan, los !epms~s SEBE, !es rncertcs meh*en a !a vida; pürqiie SU manO es salud y su palabra bálsamo que purifica. LA MUJER NAZARITHA.-YO* le vi rodeado de sus discípulos, y El más !que todos era hermoso, y Eii sobresalía entre todos ... Y su palabra era tan dulce que las rosas le comprendían y las espigas se grana-ban, porique El sabe llegar al corazh de todas las cosas. EL HIEROSOLIMITANO.-Y habla en alegorías, que luego esplica, para ique todos le comprendan; no es como los doctores de la Sinagoga., que en sus discursos ponen recóndito sentido con la idea de encu-brir la debiiidad de sus argumentos. LA MUJER NAZARITHA. - YO le vi ayer en el Monte de las Olivas ccandc hu&-&z $ ~ ~yo 10~ p> &&~ ~ terrib,les y mis-teriosas; 1p30 su cabeza estaba rodeada de un nirn~b de luz ... ; Creyérase que el sol nacía sobre su cabeza!.. . LA VENDEDORA DE FLORES.-Cuentan que de todos los pueblos, las gen-tes abandonan su hacienda p.ara seguirle, y van tras El. contentos, y se sienten dichosos en su compañía. -- 2 Tenía "y glorificamas a Dios", que tachó y sustituyó por la entre comillada del texto. Tachado "la montaña", sustituído por "el Monte de las Olivas". 10 SEBASTIÁN. DE U NUEZ CABALLERO EL HEROBOLIMITANO.-Ei se llama Hijo de Dios, y se llama El Sal- . vador: y dice ser Aquel que los Profetas Daniel e Isaias predigeron ,para salvar al pueblo de Isrrael. Y dice ser del linage4 de David; aunque nació de #humilde origen y en humilde lugar. SIMÓN EL FARISEO.-De la sangre de David es el que ha de venir; y de la sangre de Jacclb, que es de la sangre de Abrahan; así lo dicen los sagrados textos 6. LA MUJER NAZARITHA.-E1 predica el amor entre todos los humanos, y bendice a los que aman; y asegura que todo vendrá del amor, y que por el amor todo ha de ser. EL CENTURI~NDE CAPERNAUM.-Y el día en que todos seamos herma-nos, la paz reinará sobre la tierra. El que tenga fe verá la verdad, el que tenga humildad será engrandecido y el que caridad haya tendrá recompensa ... Y para aquel que nada posea y que sufra de grandes males y éstos no tengan remedio, para ése habrá algo más q o piira todos ... para él será la divina Esperanza. LA MUJER NAZARITHA.-La esperanza vive de los corazones que ron mucho, y que aman; y que amarán toda la vida ... y hasta des-pués de la vida ... EL HIERO SOL IMITA NO.-%!^^ dijeron 'que El había de pasar por estos lu-gares, por eso vine: para comprobar' poi mis ojos lo que mi razón no puede creer sin evidencia. SIM6N EL FAR~SEO.-Ayer anunció que muy pronto entraría en .km-salem: apostados en el camino están cuatro de mis siervos, para anunciarme su llegada; porque sus pies han de recorrer este ca-mino para llegar a la ciudad. En este mmento wn hombre aparece danda vuelta a la casa: es EL IMPEDIDO DE S A I V I A R I A .u,n~ b~r~az o apoyado e n una mu- Zata: 0012 el oCno rodea el cuello de un hijo suyo, que le acompaña en su miseria. (Vkte um marra de pieles de ozne$a) lo. Se acm-cm fatigim%mente al grupa El viejo (habla) l1 viste una zamarra de pides C?E swjn y h&?n m-. gesfn do'loraso y s?qlicante. 4 Tachado "la raza", sustituído por "linage". 5 Tachado "raza", austituído por "sangre". 6 Tachado "libros", añadido "textos". 7 Tachado "porque". 8 Tachado "se alimenta", sustituido por :'vive". 9 Primero puso "ver por mis ojos", ta~h6 "ver" y puso "seguir com-probando" y por íiltimo dejó "comprobar". 10 y 11 Tachado. 38 ANUARIO DE ESTUDIOS PTLANTICOS TOM& MORALES, AUTOR 'TEATRAL 11 EL IMPEDIDO DE SAMARIA.-E~ el nombre de Dios, Simón, te pido que me digas la verdad: cuentan que ha liegado a esta tierra un hm-bre de origen profético que obra milagros. Hacia Jerusalén mar-chaba, porque corre la fama que El ha de ir aiiá, pero torciendo la ruta llegué hasta tu casa porque uno de tus criados me aseguró que hoy habría de pasar por estos sitios. En el nomlbre de Dios te ruego que me digas si tu siervo no ha mentido. SmóN EL FARISEO.-En el nombre de Dios, buen hombre, te aseguro que mi siervo no mintió. Y ahora toma asiento, que tu edad y tus aohaques no consienten que estks con fatiga. (hto ma &el braza y le ayuda a sentarse en uno de los barwos. EL IMPEDIDagO~u dece con gestos de gratitud la acción compasiva.) EL &PEDIDO DE SAMARIA.-Que el Padre de todas las cosas te premie generoso tu buena obra. (Al muchacho.) Sibtate tú también, mi hijo, que harto has andado y harto) soportaste mi desgracia ... Dué-leme este trabajo que te doy (y te) l2 agradezco tu cariño, aunque por mi voluntad ya me hubiera dejado morir, como aquella bestia inútil para el trabajo, arrojada ,por sus dueños a pudrir en el mu-ladar. EL HIJO DEL h t ~ ~ ~ ~ ~ o . -Ca i i amio sp,a dre, que más tristeza me causa d oiros que cansancio me produjo l3 el sosteneros. EL IMPEDIDOD E SAMARIA.-¡Dios te bendiga, mi hijo! El (que todo lo ve, sabe que fuiste caritativo con mi vejez. EL CENTURI~DNE CAPERNAUM.-¿V~d~e~ mS uy lejos? EL ~MPEDIDO DE SAMARIA-Del otro lado del monte, donde está nues-tra casa y nuestro pequeño huerto, hoy convertido en erial por falta de labranza. Dolor da mirarlo ... pero es que ninguno de nos-otros podemos atenderlo: la mujer, enferma; yo, como veis. impe-dido y viejo; este hijo me acompaña a todas paxtes y cuida de mí y de su madre ... Otro hijo tuve, arrogante mancebo que a todos nos sostenía, pero en mal hora perdióse por una mujer que vivía en el escándalo y la impureza; la misma que le arrastró a lejanas tierras.. . LA VENDEDORA DE N A R A N J A S . - V ~re~n~d~id~os~; ~ I estas naranjas, eilas os calmarán la sed: son dulces como la miel 'de las abejas. 12 Tachado. 1s Añadido "me produjo" sBBASTIÁN. DE LA NUEZ CABALLERO Le ofrece w cesta coiln~adad e los l4 frutos de OTO; el anciano toma dos, ofrece zuna a sm hijo y (se) l5 reserva la l l a otra para si. EX IMPEDDWE OSA MARIA.-;Que Dios te lo premie, santa mujer!.. Un 7uumare llega jadeante por d sendero: es uno de Fe sier- . vos de SIM~Np,o rtador l7 del mensaje. Todos le rcdean oon cu-riosidad. EL IMPEDIDatiOen de desde el bmco con todo su wi-ritu en h mirada. EL MENSAJERO habh atropdladamente. EL MENSAJERO.-Señor, señor; dame albricias. .. El se dirige a tu casa; en 10 alto de la montaña oí su voz solemne y clara como una 'música. Uno de sus amigos, Andrés, eJ. hermano de Pedro, mani-festó cansancio y quiso hacer alto en el camino, pero El le dijo: "Avancemos un poco todavía; no lejos de aquí está la casa de Simón, el que nos dará albergue y cena abundante con que reparas nuestras fuerzas." Entonces Andrés echó delante, alegre y sin fa-tiga, y yo corrí a darte la nueva. Alégrate, señor, pues hacia tu casa vienen.. . SIMÓN EL F'ARISEO.-LO~~sOe a el Padre que tal honra consiente, para (mí y para los míos. (A sus criados.l Siervos de mi hacienda: de-gollad en su honor el más blanco recental de mis ganados; degollad tzmhih ciiat,r^ ~orrleros de 10s más gordos y pulidos; degolladlos, ,poi.que quiero que hoy sea celebrada una nueva Pascua. .. Mujeres de mi casa: escoged los más blancos linos de mis arcas para cubrir la mesa; traed también los más sazonados frutos de mi huerta y sacad del horno el pan más blanco, que sea a la vez el más tierno, pues tal merem quien a honrarnos viene. IA una & los criwdos.) Tú, Nabaan, ve a la hondonada y di ls a mis hijos que cesen (ya) en el trabajo; quiero que ellos también sean presentes en tan so-lemne día. (Los siervos salen a cumplir el mianalato, las mujeres entnan en la casa; dgmos v w k m la cabeza hacia la cima. EL MEN-SAJERO se dispone tambih a 20 salir, pero SIM6N k kabb (y tornad u h v v c ~ z ~ .D)e scstzis~ hi, menester el que viene fatigado: ellos cumplan hoy los deberes, que harto derecho1 tienes tú al reposo. 14 Afmdido "los". 15 Tachado. 16 Añadido "la". 17 Ta&ado "encargado" y susiiiuíiio por "-y-u i''~-auu'r- . -" 18 Primero puso "de mi ,parte ordenarás", que sustituyó por "di". 19 Taohado. ro primero "quiere", que sustituyó por "se dispone también a". 40 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 13 LA VENDEDORA DE FLo~Es.-Dinos, mensajero, tú que le viste, jcómo . es su figura? EL MENSAJERO.-YO qme lo vi, he de decirtdo: tiene figura de joven patriarca y tiene ademán de sencillo pastor. EL CENTURI~DEN CAPERNAUM.-YO) que lo vi, también he de decirlo: tiene grandeza de emperador en su humildad y tiene palabras de caudillo en su dulzura. SIM~N21 .-Y~ que le v i y le oí, os digo que tiene gesto de tribuno e inspiración de profeta iluminado. LA'VENDEDORDEA NARANJAS.-Y'qOu e no le vi nunca, me lo imagino, mancebo generoso y grande como un héroe. LA MUJER NAZARITHA.-Yqou e lo veo siempre y en todas partes y a todas horas, no puedo deciros cómo es. .. ;No sé cómo es!. . . Pausa. Las (mujeres) 22 siierva~ han traido los manteles, que desdoblan y extienden czciáadosas sobre Za"mesa; han fraidn tam- ' , W n los panes y las frutas en oanastillas de milí~bme. AZgunm criacZos tram platos y ánfora8 de barro de ulfarerb pri)Eitiva; después que tx&aado todo, se mesclan m los grupos sile%- ciosros. Una de la..s mujeres queda en la puerta, apoyada grucio-samente en el umbral. De pronto EL IMPEDIDO DE SAMARUco rta + h puma con um temblorosa me-bmmción. EL IMPEDIDOD E 8m~ ~ r ~ . - iMi r a dm, i rad. .. en lo alto del monte: El 2 . L - . * se acerca, El viene a nosotros!. . . A Zo lejos, sobriei el vértioe de b montaña, aparece un grupo de gentes: Zo forman JESÚS DE GALUA y SUS di~cipuíos. NO se distingue sino un confuso montón de siluet'as que surgen súbi-tormien8e como por un recodo del camino. Les sigue la muche-dumbre: h i n w , mujeres y nifios. Se van acercado pere-o osa-mente 23. Aqui &Q8oJ~ &ew& 24 ;s?lutit-&; ;nLs p&b~-a son d ~ mira~ndo sa h nwntañu, sin que tos interloct~tores mi% para (espmr) 25 la respuesta. De párrafo a párrafo hay 21 Puso "EL HXJZR0SOL;LMITANO" y luego lo tachó con lápiz y puso ''Sim6nW. 22 Tachado. 23 Tachado '$lentamentev, y sustituído por "perezosamente". 24 Tachado "gran", sustituído por "eatremada". 26 Tachado. 14 SEBASTIÁN DE LA NUEZ CABALLERO pauscrs sostenidas; las voaes salen de bocas temblorosas y ernocionccdas, pawcen pnonunciadas en una gran incmiiem5.a S I M ~ ENL FARISEO.-El viene a nosotros, la auc~hedumbrel e sigue, El viene entre ella; no se le disltiigus aún. LA VENDEDORA DE FLORES.-NO se le distingue aún; no se le distingue todavía. EL CENTURI~DNE CAPERNAU-MA.q uel que delante de todos marcha debe ser EE1. EL HIEROSOLIMITANO.-NOn,o es aquel, no se le distingue todavía. LA MUJER NAZARITHA.-YO, yo le veo; se le distingue entre todos ... Es el más hermoso de toda 27. EL IMPEDIDO DE SAMARIA.-YO también le veo: viste todo de blanco y su cabeza es toda luz ... Juraxía que el sol1 brilla sobre su cabeza. LA MUJER NAZARITHA.-SUA paso todo es luminoso. La luz v a tras El .como una pdoma obediente.. . Durante el o~loqzcio, el grupo des&& lentamente a lo largo del sendero. La figura da Jesús está aún envuelta en el grupo de los dis&p2llos, a saber: Pedro, Andrés, Jacobo, Juan, Felipe, Simón Celador, Mateo, Tomás, Judas, Jacobo de Alfeo, BnrtoZd y Judas Iscariote, el &mo que ciespu6s fué apszlidddo El Traidor. Al llegar &m la mca del primer t h i n o , ¡a figura de¿ XwSirro se destaca amplia y luminosa; Zos di-scípulos se recogen en dos grupos a los lados del camino; Itc muchedumb.re queda detrás. HOY un silencioso religioso; Jeszis (levanta) extien&, ambos brwos en ~actituü de bedi& y su mirada ZZem de bowlad cae sobre h multitud. Algunos doblccn las rodiZlm, penitente& En este nw-manto lols palabras evangélicas salen de su boca Lentas y sonoras. ~ S Ú SDE GALILEA.-i La paz sea con v m o h ! Descienden sobre la escena. La muchedumbre abre paso for-mando dos hileras. EL GALILEO mielunta unos cuaniw pasos; d llegar junto a LA VENDEDORA DE FLORES, &a &a icl c&a q-m? lleva apoyada en b cadera y vuelca a SUS pies la o f r e d pmfw-m&; las flores se dqarrarrnicn sobre el suela en alfombra ltb-minosa. A l g u w llegan a tocar las divinas plarttds.. 26 Añadido "de las bocas". Primero quiso poner "es mAs beiio que todos". 28 Tachado. y9 Tachado "multitud" y sustituído por "mu&edumbre'.'. 30 Tachado "pasar" y sustituido por "llegar". 42 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOB TOMÁS MORALFS, AUTOR TEATRAL 15 LA VENDEDORA DE FLORES.-Acoje, i oh, Señor !, el pobre cfrecirniento de mis flores; son cuanto tengo, y gusto mío es el ponerlas a tus pies. J ~ s i r sD E GALILEA.-R~COt~u~s flores, mujer; ellas representan para ti el bienestar de un &a; recoge esas flores, te digo. No vinieron mis pies a la tierra para 31 holgar en la molicie, sino para fatigarse entre el ,polvo y las piedras de los caminos. Lleva esa tu carga pre-ciosa a la ciudad; llévala a su mercado, que yo te aseguro que por este acto tendrán tus flores un valor que nunca alcanzaro-n . A vos-otras, mujeres, os digo que le ayudéis a recojer su mercancía. Las mujeres obedemn y vuelzncn a la cesta las flores despa-rr( 1~mada.SL. A MUJER NAZARITHA ceje una rosa, Z L . ~de kcs que tocaran los diviruos pies y la o d t a temeroaamente en su mrpiño, a M después murmura con una voz casi initerior: E O EL FARISEseO &danta hasta JESÚS m42 gesto de humildad. E SJM~NE L FARISEO.-S~~3O2: ~B ienilegado seas a mi casa, ella es tuya, y mientras te dignes habitarla tu siervo soy, y mis siervos esclavos tuyos son. Cuanto hay en mi hacienda te pertenece: manda,, pues, que como a dueño y señor te obedeceremos. JESÚS DE GALILEA.-N~~d~e lo que se haga en bien quedará sin pre-mio, como todo lo que en mal se haga tendrá su castigo: así te digo, Simón, que tu buena obra recompensada será. (A los distó-pulos.) Acercaos, mis amigos, y descansad, que este bombre bueno os lo brinda. (Los discipubs so sientan. en. b s barnoos bajo el empa- - m&o; JESÚS tcha su sitia en medio de la mesa; pero sig~e.) Y tú, Sirnón, ponte a mi diestra, tú eres el amo 33 de la casa. 2 SIM~N EL FARISEO.-Mi asiento está al lado del Último de mirs ser- O vidores. -JEs?E~E GA~L.;LZA.--&~h urniidad hw habiado; por eso te digo que obedezcas: que el ser humilde es gran tesoro, y el que tal posee, en mi presencia tiene puesto de honor. EL IMPEDIDDE OSA MARIAs e acerca trabajosamente, s-iempre 31 Iba a poner "hollar" y lo tachó. 32 Primero puso "Señor, bienvenidos seas M y los que te acompañan", quemluego sustituyó por "Señor: Bienllegado seas". S3 Taoñado "dueño", sustituido por "amo". - 16 SEBASTIAN DE LA NUEZ CABALLERO apoyado en su hijo y en la mu.leta; al llegar frente a JESÚS quzere aTPOdillarse, pero El se lo &npide, con el ademán. EL IMPEDIDO DE SANIARIA.-PTOP~a~ ~t,i vengo con gran dolor, y a pedirte remedio. JESÚS DE G~mA.-Habla. EL ~MPEDIDO DE SAMARIA.-%~O~ti,e mpo hace que tengo a mi mujer enferma y la pobrecita no puede dejar el lecho, addescida de gran- . des penas, y la mayor de todas es que no puede lograr d sueño; y siempre está viendo delante de si horribles escenas. En estas momentos parece poseída del Mal espíritu: sus 0309 saltan, sus dientes despedazan las ropas, sus manos arrancan sus cabellos por puñados y su boca no cesa de decir blasfemias. Y de este modo un día y otro día, y siempre; porque no hay bálsamo que cure su mal, ni hierba milagrosa que procure su sueño. (EL HIJO DEL IMPEDIDO.-Y más pena es, Señor, que no nos reconoce, ni a mi padre ni a mí; y todo es ilanto en nuestra casaj ". JESÚS DE GALILEA.-(Al anciano.) ¿Y qué quieres de mí? EL WPEDIDOD E SAMARIA.-S~~Ot~e , pido que devuelvas la salud a mi cmnpañe~a35 . JESÚS DE G~~~LEA.-(ViOrlviéndose a la muchedumbne.) Ved aquí este hombre. ~iiiiáde ü é! -m a .hu tcda Fe y A-mor Preguntéle qué era lo (que deseaba, porque quise probarle. Pudo habeane pedído SU salud-ya véis cuán lamentoso es su estado--y no lo hizo (por no abusar de mi bondad) s6; en cambio pidióme que la devolviera a su mujer. j @an ejemiplo de desprendimiento el suyo!. . . Ahora, a ti te digo, buen hombre: ve a participar a tu deuda lo que aquí has visto y escuchado; ve aipriesa porque ella te espera a la puerta ' de tu casa para dar comienzo a la cena. EL ~IPEDIDOD E SAMARIA.-¿Y cómo he de llegar a tiempo para la cena, Señor, sii para llegar hasta aquí he tenido que arrastrarme todo el día por la montaña? JESÚS DE GAi,ii,m.-i)eja oi &pya de tU hijo, ziqja kjor dp ti tu mu-leta y llegarás a tiempo. EL IMPEDIDO tira a un lado la muleta y se desprende de szs hijo: se siercte fume y lleno de juventud; su primer i m p h e8 correr hacia su casa, pero, arrepentiih, cae de rodillas con la 34 Todo el párrafo tachado con lápiz. 35 Tachado "tu sierva" y sustituido por "mi comipahera". 36 Tachado. 44 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMAS MORALES, AUTOR TEATRAL 17 cabeza contra el suelo; se le cye sollozar. La multitud queda estcá-tica; se siente m e r por ella wn esmlofrio tembloroso. VARIAS VOCES.-i hf.hgr0 ! . . . OTRAS EN DISTINTO FONO.-i XlilglW ! . . . VOCES DE MTJJER.-i Milagro.. . Milagro ! . . . JESÚS DE GA~lL.~~.-Levántatey has cuanto se ha mandado: tu mujer se impacienta. El curado se levmta con los ojos llenos de lágrimas; quiere decir algo, pero no p&e. Al fin 'hace u% esfuerzo y se deja pOr la ixqz~ilerda, acxmzpafiudo de su hijo. La mirada de b muche-dumbre le sigue largo rato, sugestionada. Hay una gran paw. EL CENTURIÓNDE CAPERNAUM.-V~c~ó~m~o trepa ,por las vertientes, es más ágil (que su hijo, que aún no llegó a la edad de la adolescencia JESÚS DE G~~I~~a. -Aprendeel dc amino del amor y tendréis el camino de la. ~eidaci, y iench-éis ei camino de Ia felicidad 37. Bien triste es la vida y mayor empeño el nuestro en entristecerla aún más; (y Hombres somos) 38 y por eso somos injustos con nosotros mismos y con nuestros semejantes ... Hombres hay que cuando están aque-jados de doloa; sienten como un martirio el bienestar ageno, y su-fren, y desearían que los felices cayeran en desgracia par8 L ser insultados con una dicha que no lea pertenece &tos son egoístas porque son. desgraciados; que nada hace tan injusto al hombre como la tristeza y la malaventuranza. Y yo os digo: Amaos los unos a los otras y seréis más colitentos: que si el dolor compartido 40 entre muchos, se aminora y es menos dolor, no es menos seguro que la felicidad, al ser repartida,' crece y se extiende; y es más felicidad. Pausa. Se oye en h Zejania un canto, que surge mortecinoe1 de m mdio (del silencio) 42 de los oampos y se va acercad cada vez más chmi m el &en& de la Carde; dtemzado con él se el taiZer de una flauta y el sonar de las esquilas 37 Esta frase sustituye a la que tachó, que decía "Satid&o march6 ... ;Gran dicha es engendrar la felicidad! Mayor dicha es poder repartirla a manos llenas sobre los que tienen necesidad de ella". 38 Tachado. 39 TaDhBdo "SU felicidad" y sustituído por "una dicha que no les per-tenece". 40 Tachado "repartido" y sustituído por "compartido". 41 Tachado "apagado" y sustituido por "mortecino". 12 Tachado. 43 Tachado "oye" y sustituído por "escucha". 18 s EBAs T ~ ~ND E LA NUEZ CABALLERO pastoriles. Son b s hijos de Simón, quro regresan de la diaria: labor campesina. Todo tendrá un vviejo sabor de égloga bajo 1a.s l d narias mjas del crephcub. SIMÓN EL FARISEO.-¿~Y~SS, eñor? Son mis hijos, que vudven del ha-bajo. Adelantáronse, ponque yo les hice venir a conocerte. La voz que canta es la de Efraín, mi primogénito; la boca que ix& es la de Azraei, mi hijo menor, que es pastor de mis rebaños, y que es mi predilecto en cariño. Vienen también sus dos hermanos Neroab y Jua~l, hábiles en huncir las yuntas y en abrir la tierra con el arado: a compartk el trabajo me ayudan con la fuerza de SUS brazos y a haceme llewaiiera la vejez con la dulzura de su amor. JES~SDSE GALILEA. -B~~~~se~a(nT Stu s hijos, Simh, ya que así saben repartir la felicidad en torno suyo. Se oye un rrmnor entre b mchedumbre, como tratando & impedir a algu$en que se acerque. De pronta surge de entre icr masa MAR~MAA GDALENZAJe,v a el caballo recogido sobre lu nuca. Quiere acercarse a J ~ s ú s p, ero ¡los más próximos se lo impide%. VARIAS VOCES.-¿A dónde va la impura? OTRAS VOCES.-Impedidle que se acerque. 3 MAR~AM AGDALEN-A. ( Dejadme) 44 Dejadme, dejadme.. . ¿Por qué me - 0 atormentáis? mE LA VENDEDORA DE FLORES.-ES indigna de iLCerCarSe al MUS~O. O a6ARf~ ~~AGDALENA.-Dl~u~esn~g~a distancia vine, sólo para escuchar su voz. Dejadme acercar.. . Jentes buenas, jentes honradas ; de- n E jadme acercar. a LA W J E R ~ ~ ~A~ IT~A. - h p e d í d s ediloa: m puede llegar hasta El. n MAR~AM A G D A L E N A . - D ~ac~er~c~m~, ~de hinojos os lo pido. n JESÚS DE GALILEA.-D~J~v~e nir a mí esa mujer. 3 MAR~MAA ADALENA.-¿O ís ? Dejadme : El quiere oírme; El me juzgará. O JES~JDSE GALÍLEA.-H~~I~,m ujer. MAR~?A~ ~AGDALENA.-Sfu~i~ Ogr~a,n de pecadora.. . JESÚS DE GALILEA.-QU~ hables te digo. MAR~AM AGDALENA.-T~& lunas pasé recorriendo los caminos para oír tu voz. Tres lunas erré por las montañas indagando tu ruta, y pre-guntando a las gentes por ti; y todos me repetían 45 cosas de ma- 44 ~aohaho. 45 PUSO sucesivamente "contaban" y luego "decian", que sustituy6 par la definitiva "repetían". ANUARIO DE E8TUDIO8 ATLANTICOS ToIvL&s MORALES, AUTOR TEXTRAL 19 ravilla4", y todos cantaban en tu alabanza. Tres lunas me fatigué para encontrarte, y he aquí que al lograrlo 47 tiemblo y ahora más (que nunca siento fatiga, y iioro, y no me atrevo a acercarme ... J?uí gran pecadora, pero hasta el momento, nunca pesaron tanto mis delitos. Cuando1 cruzaba los senderos y veía los campos y los huertos de Palestina quedar a mi espalda, una gran alegría gol-pzaba en mi corazón y con el ansia de llegar, redoblaba la marcha y hasta (¡necia de mí!) olvidaba mis culp as... Por fin llego este día: toda la mañana anduve sin descanso, sin que un sorbo de agua humedeciera mis labios mue~tos de sed; y el sol caia sobre mi carne vivo y ardiente como una llama de maldición. Una vez caí desfallecida sobre las piedras agudas, que me hirieron crueles, y entonces lloré, y me sentí morir. pero un supremo esfuerzo me levantó: un ansia de perdón aguijoneaba mi remordimiento, y vol-vía a la marcha, y otra vez caí, y otra vez (me levanté) 49 volví a !e.;m*kíie... Asi llegué a ia cúspide dei monte y desde alli oteé todo el valle: desde allí, mi alma te adivinó entre la muchedumbre, y corrí a tu encuentro, saltando de roca en roca, sobrem los ,& jarros, sin hollar el camino ea el deseo de la llegada ... Pero cuando quise acercarme, y estas gentes me lo impidieron, comprendí que por mis grandes culpas yo no podía ser al lado tuyo. JESÚS DE GALILEA. -Ac~~cm~u~j~er,. Los que de mí no mc&ten, a mi no han de venir; los que de mí necesitaren, hermanos míos son. MAR~AM AGDALENA.-Y nadie más necesitado de t i (;Oh Hijo de Ma-ría!) 51 que esta (pecadora mujer) 52 desgraciada que se arrastra a tus pies. (Cae soiioaando a los pies de JESÚS; SUS lág7*imas bajan silenciosas regando 53 las divinas plantas. Alguws fariseos mumnu-van sordmemte.) EL HIEROCOLIMITANO.-Yp~u~d~i~er a hallarse en su conducta; yerro manifiesto en amparar a esa mujer de 'quien se sabe que es pecadora. LA MUJER NAZARITHA.-El la llama a si, El la defiende a su lado e intercede por ella.. . EL CENTURIÓN DE CAPERNAUM.-El se deja vencer por sus lágrimas, 46 Tach6 "maravi3losas" y puso "de maravilla". 47 TacM "encontrarte" y puso "lograrlo". '8 Taahado. 49 Tachado. 50 Tachó "entre" y puso "sobre". 51 Tachada toda la frase. 52 Tachado. 53 Tachó "a besar" y puso "regando". El ha temblado en su presencia. JESÚS DE GALILEA.-C~I~Wg, entes de poca fe, gentes de poco enten-dimiento: cuanto se hizo fué porque debió ser. MAR~A~ ~AGDALENA.-AÚm~u rmuran, aún culpan mi arrepentimit?nto: no tienen piedad ni para las lágrimas. iA VENDEDORA DE FLORES.-Otros han llorado por tu causa, y en ti no Iiubo piedad para su llanto). LA VENDEDORA DE NARANJAS.-POr SU causa, el hijo mayor del impe-dido a !quien devolviste la salud, le fué arrebatado. MAR~MAA GDALENA.-POd~e~ ~d ... d esgraciada de d... JESÚS DE GALJLEA.-Si /por SU cause le fué arrebatado, por su arrepen-timiento él será devuelto (a su casa) Gadres) 54: A estas horas sus pies traspasan las puertas de una populosa ciudad, para volvw a su casa; caminará de día alumbrado por el sol y de noche a la a N luz de las estrellas, para en corto (tiemp) 55 plazo devolver la fe- E Iicidad que se iievó. Esta es mi vo'runiad. Esta es v~!Ur,¿ud. O n MAR~MA AGDALENA.-B~~~se~a~ ~t u voluntad.. . Tus palabras se han - m 0 llevado envuelta la mitad de mi culpa. EE LA VENDEDORA DE FLoREs.-Eua tiene un lugar en Su voluntad; p r d a .S E el hijo fué devuelto a los padres. - LA MUJER NAZARITHA-EUa tiene lugar en SU voluntad; El Se ha tUr- 3 bado en su presencia. -- 0 JESÚS DE GALILEA.+POs~e gunda vez as digo que calléis; por segunda m E vez os digo que respetéis su dolor. O MAR~AM AGDALEN-A. (Hijo de Dios) 56 mis lágrimas han lavado tus pies.. . sean mis cabellos lino para secarlois antes de ser ungidos.. . n -E (Desata su cabellera Zuminosa, y con gesto de todu su f i ~ u r aIc r deja oaer en cascadGG 1umi.nosur que envuelve los pies del gaZiZw.) 2 n LA ~ J E RNA ZARITHA.-SUc abellera es hermosa como un campo de n espigas al amanecer ... ¡La impura tiene hermosos los cabellos! 3 O LA VENDEDORA DE NARANJAS.-SU cabellera tiene oro de sol como las naa.njae del huerto de Micen. LA VENDEDORA DE FLORES. - SUS cabellos están perfumados; huelen como las rosas de Alejandría ... JESÚS DE GALILEA.-SU cabellera fué para mis pies, como un jordh de aguas de oro. MUJER NAZAR1THA.-j La impura tiene hermosos 10s cabellos!. . . 54 Taohadas ambas palabras. 55 Tachado y sustituído por la siguiente. 56 Tachado. 48 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS MORALES, AU'iWB TEATRAL 21 MAR~AM AGDALEN-A. (Salierido de su éxtas2s y tomanda el jarro dd ungüen;to.) Tus pies han de ser ungidos; óleo perfumado contiene este alabastro: los más ricos aromas fueron mezclados para su pu-reza. (Vzlelca d perfume o Eos pies de JEsÚs.) LA MUJER NAZARITHA,-Con ese aroma se ungieron sus cabellos para atraerse la voluntad de los hombres; con ese aroma fueron ungidas las cabelleras de sus amantes. JESÚS DE GALILEA-. El buen intento 57 todo lo purifica; es como el fuego que mata la ponzoña 58 de las heridas y hace inactivo el veneno de las serpientes. Alhora, Simón, a ti me dirijo: Veo lo que piensas y oigo claramente lo que en tu interior murmuras, aunque tus labios no se han movido para expresarlo con palabras. Escucha, que voy a leer en tu pensamiento: ;Cómo este hombre que es (tan gran) 59 profeta no conoce que esta mujer que le tocó es grande pecaaora? iifo pensaste así? (SWÓN i,nciina Ja o~oerm íavergon-z&) 60 turbado y SilZ ~espondm.) Ahora una Cosa tengo que decirte. SIMÓN EL FARISEO.-Di, Maestro. J~súsD E GALIUA.-U~ acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios; cincuenta denarios le debía el otro, pero como ninguno de los dos tenia con qué pagar, perdonó a entrambos ... Dime, Simón: j Cuál de estos dos le amará más? SINIÓN EL FARISEO.-P~~~SSOeñ, or, que le amará más aquel a quien más perdonó. JESÚS DE GALILEA. - Rectamente has juzgado. (8ehland.Q a MARÍA.) ;Ves esta mujer? ... Entré en tu casa y tú no trajiste agua para lavar mis pies, pero esta mujer los ha lavado con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso de bienvenida, y esta mujer desde que está en mi presencia no ha cesado de besar mis pies. No ungiste con Óleo mi cabeza, y esta mujer ha derra-mado óleo en mis pies. Por lo cual te digo, 'Simón: que, así como el deudor que más debía amó más y se le perdonó más: así los muchae pecados de esta mujer le deben ser perdonados, porque "mucho amó". SIM~NE L F~~~S~o. -Tambiénnos otros te amamos.. . JESÚS DE G A L I L E A . - T ~m~e ~a~m~ái s vosotros ... Mas vuestro amor Ori*".," U,,,, se CG!TL-~~~U. IIay a !c, =eche, umbru&cs !E Yn-d- ~ f r i a ..-- - 57 EScribiÓ primero "La buena intencih", pero está tachado y susti-tuido por "El buen intento". 58 EMá escrito "ponsoiía". 59 Taohado. 60 Taohado. de los campos en medio de la fronda de los bosques, puntos de luz que semejan estrellas prendidas en la tierra. Ninguno de vosotros ha visto a las luciérnagas encenderse sino en la profundidad de la noche; ninguno las ha visto en la claridad del día; pues así son vuestras virtudes, así sois vosoltros, necesitáis recogeros en la som-bra para que brille vuestro amor.. . También seréis perdonados, pero advertir, que aquel a quien poco se perdona, poco ama. LA MUJER N A ~ A R I T H A . - Tyo~ a~m~é ~am~u~ck io y dolorosamente. . JESÚS DE GALI.LEA.-Mu~~p~u, rifica tu amor ... S610 cuando hayas su-bido a la montaña de tu corazón; podrás mirar: hacia arriba sin remordimientos, y hacia abajo sin amargura.. . ('A Za MAGDALENA.) Ahora a ti te digo, mujer: tus pecados te son perdonados. MARÍA b%iG~~L~~~.-iAlabadsoea s tú que repartes la dicha entre los desdichados ! .S EL ~ ~ROSOLIMITANQ. -e~sQ éUste~ ~qu~e también perdona pecados? N JES ~D~ES G ALILJM.-Tú también sufres error bl, hijo de Jerusalén. ;P re- U guntas que quién soy para perdonar pecados? Prontamente te res- %- ponderé. Con vuestras eternas discusiones de la Sinagoga os habéis 8' petrificado el corazón: creéis poseer la verdad de todas las cosas; 8 I y yo os digo que vuestra sabiduría es limitada. Sabrás quién soy: Soy el que anunciaron los profetas, soy el que hizo fructificar la e semilla que germinó en tu cauip; y qüe 6e ttree ]!u ~FZ~TE 5 Y blanqueará en tu mesa para sustento tuyo y de tu prole. Trompas E a= 6 de fama y ardores de creencia han de repartir mi palabra a los cuatro vientos, y rebaños humanos han de abrevarse en el agua de U E mis cisternas. Grites de todas las razas y de todas las lenguas i han de ~ p e t i rm i nombre con amor y terror. Y cuando haya lle- a1 gado el momento del heroísmo, cuando haya sembrado toda mi si- A miente en los campos incultos: yo os haré el sacrificio de mi vida, i n i mque es necesario que mi sangre sc vierta, y ella no correrá sin e razón. Pasará fecundando mis sembrados como una roJa lluvia y 5 por su virtud brotarán los tallos que han de sostener los frutos futuros. filjos & mi espíritu, iiciinbies de mi linaje 3 f ~ ~ G rwhr toda la tierra la verdadera doctrina. Mas llegará un día en que las razas espúreas pongan tknda de mercaderes en mi casa y usen de mis dictados con empeños de ambición ... (iOh!) 62 Entonces, yo que soy la Luz, la Verdad y la Vida, volveré otra vez entre vosotros; q o ya no seréis vosotros, sino 10s nietos de vuestros nietos, y volveré; no moroso y complaciente, no generoso y magnánimo, sino -- 61 Pnmero "estás equivocado", que ta6h6 y sustituy6 por "sufres error". 6% Tachado. ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 23 Vengador y Justiciero. Y no vestiré túnica de lino inmaculado, sino manto de púrpura sangrienta, y no vagaré a pie por los ca-minos (sino) 63 mas cabalgaré caballo de fuego por las nubes, y mis manos, que ya habrán olvidado el gesto del perdón, lanzarán rayos de violencia y de castigo.. . ;~ ntonc e sto dos me reconocerán!. .. La muchedumbre que& armnudada. Sia oyen rezos y sollozos: las voces graves de los hombres alternan en sus lanu~entacioriies con. las agudas de las mujeres y las infarztiw de lo$ flifios, que con intui.&n supersticiosa adivinan las inmortales profirccéas. VOCES DE HOMBRES.-i Perdónanos, Señor ! . . . VOCESD E MUJERES.-i Shlvanos, Sf&or !. . . VOCES DE NIÑos.- j Protégenos, Señor ! . . . id MUJER NAzARITHA.-i Maestro, purifica mi amor !. . . ,TF,& C,ar;yi~~.-H&a y~ _y &yy rpr !a Fe: el %e tenga fe se salvará. (A MAR~AM AGDALENAA.) ti te digo, mujer, tu fe te ha salvado: Ve en paz. Ha dicho b s Gtimos párrafos en pie, grave y solemwe(men-te) 65. Un rayo & sol %ba su cabeza con una aureola sobre-natural. MAR~MAA GDALENA se bvanta y va a unirse a Za muche-dumbre en siame&. J~sús bendice las viviandas. YESÚS DE GALILEA.---Que la gracia de Mi Padre descienda sobre estos manjares. (Extiende su diestra sobre b muchedumbre, que se arro-dilla fervorosa. S w ojos miran al cielo como implorando el divim awilio. Su palabra repite solemnemente:) ;La Paz sea con vosotros! (En este mo?nento) Aparecen en b alto del 67 sertdero los cuutro hijos de Simón, cargados con los útiles del trabajo; c . presenciar el cuadro se Miemn. Sus figuras se calcmn gaZbr-damente sobre el fcrndo rojo del cielo. Comienza a descewder el telón lentisimm.edq las Zamewta-cion. es se &en más prcfundas y ternerosas. De pronto, colrío un gemido ahogada en un mlloxo, se oye 'la voz de LA MUJER NA-ZARITHA : LA MUJER N A Z A R I T H A . - ~ Pm~i ~a~m~or~ !. C . . ~j P urifica mi amor !. . . Las Pdmas, 21 ae febrero 19í0. 63 Tachado. e* PUSO "con las", lo tachó y luego encima escribió "en m". 65 Tachado. a Tachado. 87 Puso primero "por. el", lo tachó y luego "en lo alto del".
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Calificación | |
Título y subtítulo | Tomás Morales, autor teatral "La cena de Bethania" |
Autor principal | Nuez Caballero, Sebastián de la |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 01 |
Sección | Lengua y literatura |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1955 |
Páginas | p. 029-051 |
Materias | Morales, Tomás ; Teatro ; Crítica e interpretación |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1300618 Bytes |
Texto | TOMAS MORALES, AUTOR TEATRAL "LA CENA DE BETHANIA" POR SEBllSTIAN DE LA NUEZ CABALLERO Profesor adjbnto de la Universidad de La Laguna. La representación en Las Palmas. Tomás Morales, como casi todos los jóvenes poetas de su tiempo, y como más tarde su amigo Rafael Romero, y sin duda como éste, bajo el estimulo del Teatrillo de los Hermanos Milla-res ', quiso ser autor dramático. Quizá en la mente del poeta hacía tiempo-desde la época de su contacto con Villaespesa (1908)-venía germinando la idea de hacer alguna pieza teatral en verso, como se deduce de una carta dirigida a Rafael Romero, a mitad del verano de 1909, donde le dice, exagerando desde luego, que tiene en proyecto "El Caballero D. Quijote", tragicomedia heroica en 5 actos y en versos; "Al-manzor", comedia caballeresca en 6 cuadros y en versos" 2. Pero 1 En este Teatrillo, instalado en la casa de D. Luis Millares CuEas, se representaron algunas escogidas piezas del teatro contemporáneo espafiol y extranjero. En ei repentorio figuraron obras de Ihsen, de Maeterlick, de Unamuno y de los 'propias Millares. 2 Carta conservada en el Archivo familiar de D. Rafael Roca en Las Palmas. sin duda s6lo el contacto con los jóvenes aficionados de la So-ciedad de "Los Doce" es lo que decidió a Morales a terminar su pieza dramática y a llevarla a la escena 3. Las primeras noticias que tenemos de La Cena de Bethania, llamada también L.a Cena en casa de Simón ', son las que se leen en "La Prensa" del 25 de enero de 1910, donde se anuncia que la Sociedad de "Los Doce" se propone representar "un poema del joven y notable poeta Tomás Morales". Perc sólo es a me-diados del mes siguiente cuando nuestro poeta da la primera lec-tura de su obra en casa de su íntimo amigo Rafael Romero ("Alonso Quesada", futuro autor de El Zino de los sueños) y en presencia de unos cuantos compañeros e invitados. En otra re- a seña se habla ya de que "los ensayos comenzarán esta semana" TJI aarl n r r n ,,, l<,In l dncnbnur oLAa ue~s tá a carge &! mtub!e pir.ter N i d á ~ O n Massieu" 5. - m O E A finales de este mismo mes de febrero vuelven a anunciar E 2 los periódicos que en el próximo mes será llevado a escena el E poema sacro de "La cena en casa de Simón". A principios de 3 marzo "La Mañana" periódico donde níioraies había escrito sus - 0 artículos de critica teatral 7, habla ya de los ensayos y de los m E preparativos que hacen "Los Doce" para la representación de la O obrita, que según el articulfsta "constituirá un verdadero acon- n tecimiento literario". aE Mientras tanto iba corriendo el tiempo y Tomás quería ver n n representada su obra. Asistía a todos los ensayos, introducía co- n rrecciones en el texto y, a veces, hasta hacia el papel de algún O3 j "Los Doce" fué una Socieüaa de jóvenes que estuvo poniendo en 1 escena obras dramaticas y dando veladas po&icas, literarias y musicales durante casi todos los anos que van desde 1905 a 1920, en Las Palmas. Con elios colaboraron casi todos los hombres que representaban algo en las letras y en las artes canarias de aquel momento. 4 El cambio de título fu6 debido a que había un D. Simón en la familia Üei autor, ei cuai io suprimió para evitar equívocos. 5 Vid. "La Prensa", 13-11-1910. 6 Vid. "La Mafíana", 10-111-1910. 7 Vid. los números de "La Mañana" del 21-1, 10 y 26-11 y 2-111 de 1909. 30 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS da, olvidándose de su propia enfermedad. Se resumen en este per-sonaje el amor a su mujer y la fe en Cristo. Al final de esta ' escena es cuando Jesús dice: "Aprended el camino del amor y tendréis el ctimino de la verdad ... y tendréis el camino de la fe-licidad", lo cual sirve de introducción a la escena principal, que viene a confirmar el propósito del autor, que es presentarnos a Cristo como el defensor del amor, pues a la M,agdalena se le perdona porque "ha amado mucho". A uno se le hacen varios milagros y a otra se le absuelve de sus pecados porque han de-mostrado amar por encima de las conveniencias, por encima de si mismos. Esta doctrina, que se expone en los dos momentos a señalados, se contradice ligeramente al ñnal, en que Jesús se E anuncia como vengador y justiciero en los siglos futuros. O Si Morales no logró expresar totalmente el sentido religioso n - =m y profundamente humano que brota perennemente de los divinos O E E Evangelios, en su obrita, escrita casi a vuela pluma para una S E compañia de aficionados, al menos nos dejó con La Cena de Be- = thanh una muestra de lo que pudo haber sido un teatro poético 3 escrito por Morales, que demostraba tener ciertas virtudes para - 0m el drama 15. E O n E OmenOarZo al texto motado.' a n El texto que ofrecemos a continuación es el que redactó To-más Morales para la Sociedad de "Los Doce". Está escrito y O3 corregido por el mismo autor y lo conserva hoy en su archivo particular D. José Rodríguez Iglesias 16= Es posible, sin embargo, que el poeta escribiera una primera redacción o boceto en verso de La Cma, pues las noticias más antiguas aparecidas en la Prensa de "Las Palmas todas coinci- 15 Véase para más detalles sobre los orígenes; repres~ntnci6n y crítica de La. C M de Bethania, mi tesis doctoral sobre Tomás Morales. 16 A la amabilidad del Sr. Rodríguez debo la copia de este manuscrito y tam,bién valiosos datos sobre el estreno de La Cena de Rethcvnla, donde 61 hizo el papel de Jesús. 34 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS 'IVMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 5; Fariseo, donde perdona todos sus pecados a la Magdalena y cuenta la parábola del hombre que tuvo clemencia con .otro que le debía unos denarios14. Aunque este episodio no abarca sino nueve cuartillas, de las 38 que componen el manuscrito, sirve de centro a todo el poema teatral. La acción, que se desarrolla en un solo acto, se puede dividir en seis momentos o escenas, que son: 1.0, la espera de los cu-riosos en la casa de Simón; 2.", la llegada del Impedido de Sa-maria (supuesto del poeta, pero sacado de los Evangelios) ; 3.", la llegada a "tempo lento" de Jesús y de sus Apóstoles; 4.", la escena de la cura del Impedido, de su mujer e n f e m y de su hijo ex-traviado por el mundo (especie de hijo pródigo de la parábola) ; 5.", el momento culminante de la Magdalena arrepentida y el fa-riseísmo de Simón, y 6.", la contestación al Hierosolimitano y proféticas palabras de Jesús. En la primera escena Sirnón, el Centurión de Caphernaum (que no sabemos por qué está allí), un Hierosolimitano, una mujer Nazur i th, i m w ~.~endel~dreg R ores y otra de naranjas, hablan de Jesús; cada cual lo alaba a su manera, pero creemos que no todos de acuerdo con su personalidad; así el Centurión habla de paz, de hermandad, con palabras del Sermón de la Montaña. La segunda escena, cuando llega el Impedido de Samaria contando sus calamidades y el anuncio de que Jesús se aproxima, está bien conseguida. Cuando entra Cristo en escena, el efecto del tiempo lento es interrumpido por la vendedora de flores, que le arroja a los pies de Jesús la preciosa mercancía, pero éste la rechaza hablando de valores y de mercados, lo cual está en pugna con la prsona de Cristo, que va a aceptar bálsamos y ungüentos mucho más caros. .. La escena de la cura del Impedido es quizá la más natural y viva, pues en ella el autor logra combinar ar-mónicamente varios hechos milagrosos del Evangelio: la fe del Cmtixibn y las figuras de algunos tullidos que! Cristo curó, en el Impedido de Samaria, que pide por su mujer que está endemonia- irherés de la acción y de las bellezas de la obrita, donde nuestro poeta se revelaba como un fino autor dramático. El día 15 de abril "Los Doce" reponen la obra de Morales junto al diálogo de los Hermanos Quintero Mañuna de Sol. Esta vez también las reseñas periodísticas son favorables; sin embar-go, algunos comentaristas se hacen eco de la opinión de cierta parte del público de que La Cena de Betuniu está falta de inten-sidad dramática. A este público se dirige el articulista de "La Mañana" cuando dice : "... se echará de menos las profundidades psicológicas de las obras teatrales modernas; sorpréndense ante la simplicidad y sencillo desarrollo del admirable poema de nuestro gran poeta. Es que no se ha comprendido el carácter de la obra, ni se ha a&hina&oel wasamieEdt.t usf i autor. ¿Es un boceiu? j& un buen ensayo escénico? Tampoco. La cerm en casa de Simón es una obra acabada, perfecta, interesante; es sencillamente un poema cristiano, una página bíblica, hondamente consoladora y sentida. En este sencillo ambiente, de placidez, de poesía, se mue-ven los personajes. No hay, pues, en ellos, intensidades pasio-nales, ni conflictos que surgen del choque de los caracteres" 12. El día 24 de abril de 1910 vuelve a ponerse por última vez La Cena de Bethan4a en una función de las cuatro y media de la tarde, especialmente para los niños. Después ni el público ni el autor se volvieron a ocupar de esta obrita, que cayó en el olvido. Durante todos estos años los admiradores de Morales sólo han sabido de ella por la reseña del Libro 11 de Las Rosm de Hércu-les1" Para estos admiradores hemos querido sacar a la luz esta p6gina in4dlt5t de la cirtu pm gus ebrñ de! poek de! mar. ZntroduccicMz critica. El tema de La C m de Bethniu es el de la visita que hizo Jesús de Nazareth, camino de Jerusalén. a la casa de Simón el 12 Vid. "La Mafíana", 17-IV-1910. 13 La resefa dice "TEATRO j La Cena de Bethania - Representada en 1910". 32 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOiS TOMAS MORALES, AUMR TEATRAL 3 personaje de la obra, especialmente el de Jesús de Nazareth, que era el más dificil. Pero la enfermedad y luego la muerte del joven Miguel Rivero Montañez, uno de los mejores elementos del cua-dro dramático formado por "Los Doce", suspenden y retrasan el estreno de La Cena de Bethania. El día 17 de marzo de 1910 T a á s Morales, que había inte-rrumpido su carrera de médico durante más de un año, decide terminarla y sale para Madrid con este fin, y también con unos vagos proyectos, que recoge la Prensas, de publicar un nuevo libro de versos O. Al fin se llevó a cabo el estreno de la pieza dramática de Mo-rales en el Teatro Pérez Galdós el día 4 de abril de 1910, bajo el siguiente programa : 1P Adagio de un oratorio de Haydn por la orquesta dirigida por D. Agustin Hernández. 2." Estreno del Poema bíblico de Tomb Morales, decorado por y&O& XLvLX-,U-, --:~.. dGd,,nlL,nu.,m,,, n ~ ñ ~p~er, !u Cc!ciedd de dec1~ma~iÓ%n os Doce" : "La Cena en casa de Simón" Personajes lo. l." "Reverie", de Schumann, por la orquesta. 2." Discurso de FYancisco González Díaz ll. 3." "Largo", de Handel, por la orquesta. TLzs reseñas de !m periódicos fueron unánimemente elogiosas. Todas hablan de la corrección y de la brillantez del estilo, del 8 Vid. "Diario de Las Palmas", 17-DI-1910. Q Como se sabe, el primer libro de MoraIes, Los POt?mu.s de la GZ@.+, del Amor y del Mar, se publicó en Madrid en 1908. Ahora, en marzo dc 1919, tenia ya escritas ias composiciones "La Samyas~s a k-ielu", "Uahta-ción en Primavera", "La tarde en la Selva" y "Britania máxima". 10 Para no repetir, véase más adelante el texto de La Celta de Betha.nSrr. 11 ELscritor y conferenciante contemporáneo de frase florida y ampulosa. TOMhS MORALES, AUTOR TEATRAL 7 den en que se trata de un "poema sacro" y de que "la altísima inspiración del poeta resplandece en aquellas estrofas épicas, de sabor clásico" ". Quizá, más tarde, fué destruido ese primer pro-yecto y escrito el texto en prosa, que es el que se representó en el Teatro Pérez Galdós, según hemos indicado más arriba. En el texto que damos a continuación se ha respetado la pun-tuación del autor, a veces algo incorrecta. Se ha enmendado la acentuación, pero se han dejado las formas anticuadas y lo mis-mo el uso de la "g" y de la "j". Al pie de cada página van las notas explicativas de las correcciones del autor. 17 Vjd. "La Prensa", 1511-1910. LA CENA DE BETMANLA JESl% DE GALILEA. MAR~A MAGDALENA. LA MUJER NAZARITHA. SM4N E Z FARISEO. EL IMPEDIDO. VENDEDORA DE FU)RES. EL ~EROSOLIMITANO. LA WNDmRA DE NARANJAS. D* P E R S O N A S E EL CENTURIdN DE CAPERNALM. n - = o> EL MENSAJERO. O E EL HIJO DEL IMPEDLDO. E 2 LOS CUATRO HIJOS üE S1M6lrí. E LOS DOCE DISCf~LoS. HOMBRJB, MUJERES Y NINOS DEL PUE- 3 0 S'IERVOS DE LA CASA DE SIMON. mE ACTO UNICO a Un rincón agreste en tierra de Palestina. Algunos Brboles escuetos encua- n dran el paisaje con sus gestos hierBticos. Una montaña cierra el término de la izquierda con su roquedal calvo y sus quebradas ayunas de v e 3 Itación; m sendero pedregoso la recorre: nace en lo alto y desciende en rápida pendiente siguiendo la línea de su falda; antes de llegar a su termino la ruta se tuerce formando un recodo y cae airectamenice sobre el centro de la escena. A ls derecha, la casa de iSIMON EL FARISEvOie;j a mansión bíblica que in-dica relativo bienestar. Hay un emparrado que ddende la puerta de los rayos del sol, y a su cobijo, una mesa rtistica con largos bancos de madera, toscamente labrados. 1 Prime& puso "del pueblo de Judea" y luego lo tach6. 36 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 9 En el fondo, y en 10 alto de otra montafía lejana bordeada de olivos, las torres de una ciudad se hierguen sobre el cielo dorado. EZs el atardecer tranquilo de un día de mayo. Grupos de gente del pueblo escuehan la palabra de SiMON, que refiere un prodigio; atienden ávidamente con una especie de fervor religioso. SIM~NEL FARIS.E-.O.. Y aconteció que El iba a una ciudad que se llamaba Naín, y he aquí que al llegar a sus puertas vió que saca-ban en hombros a un difunto, hijo de una viuda, la cual venía trm el féretro haciendo grandes estremas de dolor. Y como El la viera, compadecióse de ella y le dijo : no liores. .. Y acercándose tocó el cadáver y añadió: Mancebo, a ti te digo: levántate.. . Y súbito se inconpo~ó el que había muerto y comenzó a hablar. Entonces todos sentimos miedo "e hicimos alabanzas" dicien-do: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y por él Dios visita nuestro pueblo. EL CENTURI~N.-En mi aldea de Capernaum uno de mis siervos estaba a punto de morir, y E31 le devolvió la salud con solo su mandato. LA VENDEDORA DE NARANJAS.-Por todas p&e8 va repartiendo dones de bondad y realizando maravillas. S IM~NEL FARISEO.-Y a su voz, los ciegos miran, los tglidos andan, los !epms~s SEBE, !es rncertcs meh*en a !a vida; pürqiie SU manO es salud y su palabra bálsamo que purifica. LA MUJER NAZARITHA.-YO* le vi rodeado de sus discípulos, y El más !que todos era hermoso, y Eii sobresalía entre todos ... Y su palabra era tan dulce que las rosas le comprendían y las espigas se grana-ban, porique El sabe llegar al corazh de todas las cosas. EL HIEROSOLIMITANO.-Y habla en alegorías, que luego esplica, para ique todos le comprendan; no es como los doctores de la Sinagoga., que en sus discursos ponen recóndito sentido con la idea de encu-brir la debiiidad de sus argumentos. LA MUJER NAZARITHA. - YO le vi ayer en el Monte de las Olivas ccandc hu&-&z $ ~ ~yo 10~ p> &&~ ~ terrib,les y mis-teriosas; 1p30 su cabeza estaba rodeada de un nirn~b de luz ... ; Creyérase que el sol nacía sobre su cabeza!.. . LA VENDEDORA DE FLORES.-Cuentan que de todos los pueblos, las gen-tes abandonan su hacienda p.ara seguirle, y van tras El. contentos, y se sienten dichosos en su compañía. -- 2 Tenía "y glorificamas a Dios", que tachó y sustituyó por la entre comillada del texto. Tachado "la montaña", sustituído por "el Monte de las Olivas". 10 SEBASTIÁN. DE U NUEZ CABALLERO EL HEROBOLIMITANO.-Ei se llama Hijo de Dios, y se llama El Sal- . vador: y dice ser Aquel que los Profetas Daniel e Isaias predigeron ,para salvar al pueblo de Isrrael. Y dice ser del linage4 de David; aunque nació de #humilde origen y en humilde lugar. SIMÓN EL FARISEO.-De la sangre de David es el que ha de venir; y de la sangre de Jacclb, que es de la sangre de Abrahan; así lo dicen los sagrados textos 6. LA MUJER NAZARITHA.-E1 predica el amor entre todos los humanos, y bendice a los que aman; y asegura que todo vendrá del amor, y que por el amor todo ha de ser. EL CENTURI~NDE CAPERNAUM.-Y el día en que todos seamos herma-nos, la paz reinará sobre la tierra. El que tenga fe verá la verdad, el que tenga humildad será engrandecido y el que caridad haya tendrá recompensa ... Y para aquel que nada posea y que sufra de grandes males y éstos no tengan remedio, para ése habrá algo más q o piira todos ... para él será la divina Esperanza. LA MUJER NAZARITHA.-La esperanza vive de los corazones que ron mucho, y que aman; y que amarán toda la vida ... y hasta des-pués de la vida ... EL HIERO SOL IMITA NO.-%!^^ dijeron 'que El había de pasar por estos lu-gares, por eso vine: para comprobar' poi mis ojos lo que mi razón no puede creer sin evidencia. SIM6N EL FAR~SEO.-Ayer anunció que muy pronto entraría en .km-salem: apostados en el camino están cuatro de mis siervos, para anunciarme su llegada; porque sus pies han de recorrer este ca-mino para llegar a la ciudad. En este mmento wn hombre aparece danda vuelta a la casa: es EL IMPEDIDO DE S A I V I A R I A .u,n~ b~r~az o apoyado e n una mu- Zata: 0012 el oCno rodea el cuello de un hijo suyo, que le acompaña en su miseria. (Vkte um marra de pieles de ozne$a) lo. Se acm-cm fatigim%mente al grupa El viejo (habla) l1 viste una zamarra de pides C?E swjn y h&?n m-. gesfn do'loraso y s?qlicante. 4 Tachado "la raza", sustituído por "linage". 5 Tachado "raza", austituído por "sangre". 6 Tachado "libros", añadido "textos". 7 Tachado "porque". 8 Tachado "se alimenta", sustituido por :'vive". 9 Primero puso "ver por mis ojos", ta~h6 "ver" y puso "seguir com-probando" y por íiltimo dejó "comprobar". 10 y 11 Tachado. 38 ANUARIO DE ESTUDIOS PTLANTICOS TOM& MORALES, AUTOR 'TEATRAL 11 EL IMPEDIDO DE SAMARIA.-E~ el nombre de Dios, Simón, te pido que me digas la verdad: cuentan que ha liegado a esta tierra un hm-bre de origen profético que obra milagros. Hacia Jerusalén mar-chaba, porque corre la fama que El ha de ir aiiá, pero torciendo la ruta llegué hasta tu casa porque uno de tus criados me aseguró que hoy habría de pasar por estos sitios. En el nomlbre de Dios te ruego que me digas si tu siervo no ha mentido. SmóN EL FARISEO.-En el nombre de Dios, buen hombre, te aseguro que mi siervo no mintió. Y ahora toma asiento, que tu edad y tus aohaques no consienten que estks con fatiga. (hto ma &el braza y le ayuda a sentarse en uno de los barwos. EL IMPEDIDagO~u dece con gestos de gratitud la acción compasiva.) EL &PEDIDO DE SAMARIA.-Que el Padre de todas las cosas te premie generoso tu buena obra. (Al muchacho.) Sibtate tú también, mi hijo, que harto has andado y harto) soportaste mi desgracia ... Dué-leme este trabajo que te doy (y te) l2 agradezco tu cariño, aunque por mi voluntad ya me hubiera dejado morir, como aquella bestia inútil para el trabajo, arrojada ,por sus dueños a pudrir en el mu-ladar. EL HIJO DEL h t ~ ~ ~ ~ ~ o . -Ca i i amio sp,a dre, que más tristeza me causa d oiros que cansancio me produjo l3 el sosteneros. EL IMPEDIDOD E SAMARIA.-¡Dios te bendiga, mi hijo! El (que todo lo ve, sabe que fuiste caritativo con mi vejez. EL CENTURI~DNE CAPERNAUM.-¿V~d~e~ mS uy lejos? EL ~MPEDIDO DE SAMARIA-Del otro lado del monte, donde está nues-tra casa y nuestro pequeño huerto, hoy convertido en erial por falta de labranza. Dolor da mirarlo ... pero es que ninguno de nos-otros podemos atenderlo: la mujer, enferma; yo, como veis. impe-dido y viejo; este hijo me acompaña a todas paxtes y cuida de mí y de su madre ... Otro hijo tuve, arrogante mancebo que a todos nos sostenía, pero en mal hora perdióse por una mujer que vivía en el escándalo y la impureza; la misma que le arrastró a lejanas tierras.. . LA VENDEDORA DE N A R A N J A S . - V ~re~n~d~id~os~; ~ I estas naranjas, eilas os calmarán la sed: son dulces como la miel 'de las abejas. 12 Tachado. 1s Añadido "me produjo" sBBASTIÁN. DE LA NUEZ CABALLERO Le ofrece w cesta coiln~adad e los l4 frutos de OTO; el anciano toma dos, ofrece zuna a sm hijo y (se) l5 reserva la l l a otra para si. EX IMPEDDWE OSA MARIA.-;Que Dios te lo premie, santa mujer!.. Un 7uumare llega jadeante por d sendero: es uno de Fe sier- . vos de SIM~Np,o rtador l7 del mensaje. Todos le rcdean oon cu-riosidad. EL IMPEDIDatiOen de desde el bmco con todo su wi-ritu en h mirada. EL MENSAJERO habh atropdladamente. EL MENSAJERO.-Señor, señor; dame albricias. .. El se dirige a tu casa; en 10 alto de la montaña oí su voz solemne y clara como una 'música. Uno de sus amigos, Andrés, eJ. hermano de Pedro, mani-festó cansancio y quiso hacer alto en el camino, pero El le dijo: "Avancemos un poco todavía; no lejos de aquí está la casa de Simón, el que nos dará albergue y cena abundante con que reparas nuestras fuerzas." Entonces Andrés echó delante, alegre y sin fa-tiga, y yo corrí a darte la nueva. Alégrate, señor, pues hacia tu casa vienen.. . SIMÓN EL F'ARISEO.-LO~~sOe a el Padre que tal honra consiente, para (mí y para los míos. (A sus criados.l Siervos de mi hacienda: de-gollad en su honor el más blanco recental de mis ganados; degollad tzmhih ciiat,r^ ~orrleros de 10s más gordos y pulidos; degolladlos, ,poi.que quiero que hoy sea celebrada una nueva Pascua. .. Mujeres de mi casa: escoged los más blancos linos de mis arcas para cubrir la mesa; traed también los más sazonados frutos de mi huerta y sacad del horno el pan más blanco, que sea a la vez el más tierno, pues tal merem quien a honrarnos viene. IA una & los criwdos.) Tú, Nabaan, ve a la hondonada y di ls a mis hijos que cesen (ya) en el trabajo; quiero que ellos también sean presentes en tan so-lemne día. (Los siervos salen a cumplir el mianalato, las mujeres entnan en la casa; dgmos v w k m la cabeza hacia la cima. EL MEN-SAJERO se dispone tambih a 20 salir, pero SIM6N k kabb (y tornad u h v v c ~ z ~ .D)e scstzis~ hi, menester el que viene fatigado: ellos cumplan hoy los deberes, que harto derecho1 tienes tú al reposo. 14 Afmdido "los". 15 Tachado. 16 Añadido "la". 17 Ta&ado "encargado" y susiiiuíiio por "-y-u i''~-auu'r- . -" 18 Primero puso "de mi ,parte ordenarás", que sustituyó por "di". 19 Taohado. ro primero "quiere", que sustituyó por "se dispone también a". 40 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 13 LA VENDEDORA DE FLo~Es.-Dinos, mensajero, tú que le viste, jcómo . es su figura? EL MENSAJERO.-YO qme lo vi, he de decirtdo: tiene figura de joven patriarca y tiene ademán de sencillo pastor. EL CENTURI~DEN CAPERNAUM.-YO) que lo vi, también he de decirlo: tiene grandeza de emperador en su humildad y tiene palabras de caudillo en su dulzura. SIM~N21 .-Y~ que le v i y le oí, os digo que tiene gesto de tribuno e inspiración de profeta iluminado. LA'VENDEDORDEA NARANJAS.-Y'qOu e no le vi nunca, me lo imagino, mancebo generoso y grande como un héroe. LA MUJER NAZARITHA.-Yqou e lo veo siempre y en todas partes y a todas horas, no puedo deciros cómo es. .. ;No sé cómo es!. . . Pausa. Las (mujeres) 22 siierva~ han traido los manteles, que desdoblan y extienden czciáadosas sobre Za"mesa; han fraidn tam- ' , W n los panes y las frutas en oanastillas de milí~bme. AZgunm criacZos tram platos y ánfora8 de barro de ulfarerb pri)Eitiva; después que tx&aado todo, se mesclan m los grupos sile%- ciosros. Una de la..s mujeres queda en la puerta, apoyada grucio-samente en el umbral. De pronto EL IMPEDIDO DE SAMARUco rta + h puma con um temblorosa me-bmmción. EL IMPEDIDOD E 8m~ ~ r ~ . - iMi r a dm, i rad. .. en lo alto del monte: El 2 . L - . * se acerca, El viene a nosotros!. . . A Zo lejos, sobriei el vértioe de b montaña, aparece un grupo de gentes: Zo forman JESÚS DE GALUA y SUS di~cipuíos. NO se distingue sino un confuso montón de siluet'as que surgen súbi-tormien8e como por un recodo del camino. Les sigue la muche-dumbre: h i n w , mujeres y nifios. Se van acercado pere-o osa-mente 23. Aqui &Q8oJ~ &ew& 24 ;s?lutit-&; ;nLs p&b~-a son d ~ mira~ndo sa h nwntañu, sin que tos interloct~tores mi% para (espmr) 25 la respuesta. De párrafo a párrafo hay 21 Puso "EL HXJZR0SOL;LMITANO" y luego lo tachó con lápiz y puso ''Sim6nW. 22 Tachado. 23 Tachado '$lentamentev, y sustituído por "perezosamente". 24 Tachado "gran", sustituído por "eatremada". 26 Tachado. 14 SEBASTIÁN DE LA NUEZ CABALLERO pauscrs sostenidas; las voaes salen de bocas temblorosas y ernocionccdas, pawcen pnonunciadas en una gran incmiiem5.a S I M ~ ENL FARISEO.-El viene a nosotros, la auc~hedumbrel e sigue, El viene entre ella; no se le disltiigus aún. LA VENDEDORA DE FLORES.-NO se le distingue aún; no se le distingue todavía. EL CENTURI~DNE CAPERNAU-MA.q uel que delante de todos marcha debe ser EE1. EL HIEROSOLIMITANO.-NOn,o es aquel, no se le distingue todavía. LA MUJER NAZARITHA.-YO, yo le veo; se le distingue entre todos ... Es el más hermoso de toda 27. EL IMPEDIDO DE SAMARIA.-YO también le veo: viste todo de blanco y su cabeza es toda luz ... Juraxía que el sol1 brilla sobre su cabeza. LA MUJER NAZARITHA.-SUA paso todo es luminoso. La luz v a tras El .como una pdoma obediente.. . Durante el o~loqzcio, el grupo des&& lentamente a lo largo del sendero. La figura da Jesús está aún envuelta en el grupo de los dis&p2llos, a saber: Pedro, Andrés, Jacobo, Juan, Felipe, Simón Celador, Mateo, Tomás, Judas, Jacobo de Alfeo, BnrtoZd y Judas Iscariote, el &mo que ciespu6s fué apszlidddo El Traidor. Al llegar &m la mca del primer t h i n o , ¡a figura de¿ XwSirro se destaca amplia y luminosa; Zos di-scípulos se recogen en dos grupos a los lados del camino; Itc muchedumb.re queda detrás. HOY un silencioso religioso; Jeszis (levanta) extien&, ambos brwos en ~actituü de bedi& y su mirada ZZem de bowlad cae sobre h multitud. Algunos doblccn las rodiZlm, penitente& En este nw-manto lols palabras evangélicas salen de su boca Lentas y sonoras. ~ S Ú SDE GALILEA.-i La paz sea con v m o h ! Descienden sobre la escena. La muchedumbre abre paso for-mando dos hileras. EL GALILEO mielunta unos cuaniw pasos; d llegar junto a LA VENDEDORA DE FLORES, &a &a icl c&a q-m? lleva apoyada en b cadera y vuelca a SUS pies la o f r e d pmfw-m&; las flores se dqarrarrnicn sobre el suela en alfombra ltb-minosa. A l g u w llegan a tocar las divinas plarttds.. 26 Añadido "de las bocas". Primero quiso poner "es mAs beiio que todos". 28 Tachado. y9 Tachado "multitud" y sustituído por "mu&edumbre'.'. 30 Tachado "pasar" y sustituido por "llegar". 42 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCOB TOMÁS MORALFS, AUTOR TEATRAL 15 LA VENDEDORA DE FLORES.-Acoje, i oh, Señor !, el pobre cfrecirniento de mis flores; son cuanto tengo, y gusto mío es el ponerlas a tus pies. J ~ s i r sD E GALILEA.-R~COt~u~s flores, mujer; ellas representan para ti el bienestar de un &a; recoge esas flores, te digo. No vinieron mis pies a la tierra para 31 holgar en la molicie, sino para fatigarse entre el ,polvo y las piedras de los caminos. Lleva esa tu carga pre-ciosa a la ciudad; llévala a su mercado, que yo te aseguro que por este acto tendrán tus flores un valor que nunca alcanzaro-n . A vos-otras, mujeres, os digo que le ayudéis a recojer su mercancía. Las mujeres obedemn y vuelzncn a la cesta las flores despa-rr( 1~mada.SL. A MUJER NAZARITHA ceje una rosa, Z L . ~de kcs que tocaran los diviruos pies y la o d t a temeroaamente en su mrpiño, a M después murmura con una voz casi initerior: E O EL FARISEseO &danta hasta JESÚS m42 gesto de humildad. E SJM~NE L FARISEO.-S~~3O2: ~B ienilegado seas a mi casa, ella es tuya, y mientras te dignes habitarla tu siervo soy, y mis siervos esclavos tuyos son. Cuanto hay en mi hacienda te pertenece: manda,, pues, que como a dueño y señor te obedeceremos. JESÚS DE GALILEA.-N~~d~e lo que se haga en bien quedará sin pre-mio, como todo lo que en mal se haga tendrá su castigo: así te digo, Simón, que tu buena obra recompensada será. (A los distó-pulos.) Acercaos, mis amigos, y descansad, que este bombre bueno os lo brinda. (Los discipubs so sientan. en. b s barnoos bajo el empa- - m&o; JESÚS tcha su sitia en medio de la mesa; pero sig~e.) Y tú, Sirnón, ponte a mi diestra, tú eres el amo 33 de la casa. 2 SIM~N EL FARISEO.-Mi asiento está al lado del Último de mirs ser- O vidores. -JEs?E~E GA~L.;LZA.--&~h urniidad hw habiado; por eso te digo que obedezcas: que el ser humilde es gran tesoro, y el que tal posee, en mi presencia tiene puesto de honor. EL IMPEDIDDE OSA MARIAs e acerca trabajosamente, s-iempre 31 Iba a poner "hollar" y lo tachó. 32 Primero puso "Señor, bienvenidos seas M y los que te acompañan", quemluego sustituyó por "Señor: Bienllegado seas". S3 Taoñado "dueño", sustituido por "amo". - 16 SEBASTIAN DE LA NUEZ CABALLERO apoyado en su hijo y en la mu.leta; al llegar frente a JESÚS quzere aTPOdillarse, pero El se lo &npide, con el ademán. EL IMPEDIDO DE SANIARIA.-PTOP~a~ ~t,i vengo con gran dolor, y a pedirte remedio. JESÚS DE G~mA.-Habla. EL ~MPEDIDO DE SAMARIA.-%~O~ti,e mpo hace que tengo a mi mujer enferma y la pobrecita no puede dejar el lecho, addescida de gran- . des penas, y la mayor de todas es que no puede lograr d sueño; y siempre está viendo delante de si horribles escenas. En estas momentos parece poseída del Mal espíritu: sus 0309 saltan, sus dientes despedazan las ropas, sus manos arrancan sus cabellos por puñados y su boca no cesa de decir blasfemias. Y de este modo un día y otro día, y siempre; porque no hay bálsamo que cure su mal, ni hierba milagrosa que procure su sueño. (EL HIJO DEL IMPEDIDO.-Y más pena es, Señor, que no nos reconoce, ni a mi padre ni a mí; y todo es ilanto en nuestra casaj ". JESÚS DE GALILEA.-(Al anciano.) ¿Y qué quieres de mí? EL WPEDIDOD E SAMARIA.-S~~Ot~e , pido que devuelvas la salud a mi cmnpañe~a35 . JESÚS DE G~~~LEA.-(ViOrlviéndose a la muchedumbne.) Ved aquí este hombre. ~iiiiáde ü é! -m a .hu tcda Fe y A-mor Preguntéle qué era lo (que deseaba, porque quise probarle. Pudo habeane pedído SU salud-ya véis cuán lamentoso es su estado--y no lo hizo (por no abusar de mi bondad) s6; en cambio pidióme que la devolviera a su mujer. j @an ejemiplo de desprendimiento el suyo!. . . Ahora, a ti te digo, buen hombre: ve a participar a tu deuda lo que aquí has visto y escuchado; ve aipriesa porque ella te espera a la puerta ' de tu casa para dar comienzo a la cena. EL ~IPEDIDOD E SAMARIA.-¿Y cómo he de llegar a tiempo para la cena, Señor, sii para llegar hasta aquí he tenido que arrastrarme todo el día por la montaña? JESÚS DE GAi,ii,m.-i)eja oi &pya de tU hijo, ziqja kjor dp ti tu mu-leta y llegarás a tiempo. EL IMPEDIDO tira a un lado la muleta y se desprende de szs hijo: se siercte fume y lleno de juventud; su primer i m p h e8 correr hacia su casa, pero, arrepentiih, cae de rodillas con la 34 Todo el párrafo tachado con lápiz. 35 Tachado "tu sierva" y sustituido por "mi comipahera". 36 Tachado. 44 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMAS MORALES, AUTOR TEATRAL 17 cabeza contra el suelo; se le cye sollozar. La multitud queda estcá-tica; se siente m e r por ella wn esmlofrio tembloroso. VARIAS VOCES.-i hf.hgr0 ! . . . OTRAS EN DISTINTO FONO.-i XlilglW ! . . . VOCES DE MTJJER.-i Milagro.. . Milagro ! . . . JESÚS DE GA~lL.~~.-Levántatey has cuanto se ha mandado: tu mujer se impacienta. El curado se levmta con los ojos llenos de lágrimas; quiere decir algo, pero no p&e. Al fin 'hace u% esfuerzo y se deja pOr la ixqz~ilerda, acxmzpafiudo de su hijo. La mirada de b muche-dumbre le sigue largo rato, sugestionada. Hay una gran paw. EL CENTURIÓNDE CAPERNAUM.-V~c~ó~m~o trepa ,por las vertientes, es más ágil (que su hijo, que aún no llegó a la edad de la adolescencia JESÚS DE G~~I~~a. -Aprendeel dc amino del amor y tendréis el camino de la. ~eidaci, y iench-éis ei camino de Ia felicidad 37. Bien triste es la vida y mayor empeño el nuestro en entristecerla aún más; (y Hombres somos) 38 y por eso somos injustos con nosotros mismos y con nuestros semejantes ... Hombres hay que cuando están aque-jados de doloa; sienten como un martirio el bienestar ageno, y su-fren, y desearían que los felices cayeran en desgracia par8 L ser insultados con una dicha que no lea pertenece &tos son egoístas porque son. desgraciados; que nada hace tan injusto al hombre como la tristeza y la malaventuranza. Y yo os digo: Amaos los unos a los otras y seréis más colitentos: que si el dolor compartido 40 entre muchos, se aminora y es menos dolor, no es menos seguro que la felicidad, al ser repartida,' crece y se extiende; y es más felicidad. Pausa. Se oye en h Zejania un canto, que surge mortecinoe1 de m mdio (del silencio) 42 de los oampos y se va acercad cada vez más chmi m el &en& de la Carde; dtemzado con él se el taiZer de una flauta y el sonar de las esquilas 37 Esta frase sustituye a la que tachó, que decía "Satid&o march6 ... ;Gran dicha es engendrar la felicidad! Mayor dicha es poder repartirla a manos llenas sobre los que tienen necesidad de ella". 38 Tachado. 39 TaDhBdo "SU felicidad" y sustituído por "una dicha que no les per-tenece". 40 Tachado "repartido" y sustituído por "compartido". 41 Tachado "apagado" y sustituido por "mortecino". 12 Tachado. 43 Tachado "oye" y sustituído por "escucha". 18 s EBAs T ~ ~ND E LA NUEZ CABALLERO pastoriles. Son b s hijos de Simón, quro regresan de la diaria: labor campesina. Todo tendrá un vviejo sabor de égloga bajo 1a.s l d narias mjas del crephcub. SIMÓN EL FARISEO.-¿~Y~SS, eñor? Son mis hijos, que vudven del ha-bajo. Adelantáronse, ponque yo les hice venir a conocerte. La voz que canta es la de Efraín, mi primogénito; la boca que ix& es la de Azraei, mi hijo menor, que es pastor de mis rebaños, y que es mi predilecto en cariño. Vienen también sus dos hermanos Neroab y Jua~l, hábiles en huncir las yuntas y en abrir la tierra con el arado: a compartk el trabajo me ayudan con la fuerza de SUS brazos y a haceme llewaiiera la vejez con la dulzura de su amor. JES~SDSE GALILEA. -B~~~~se~a(nT Stu s hijos, Simh, ya que así saben repartir la felicidad en torno suyo. Se oye un rrmnor entre b mchedumbre, como tratando & impedir a algu$en que se acerque. De pronta surge de entre icr masa MAR~MAA GDALENZAJe,v a el caballo recogido sobre lu nuca. Quiere acercarse a J ~ s ú s p, ero ¡los más próximos se lo impide%. VARIAS VOCES.-¿A dónde va la impura? OTRAS VOCES.-Impedidle que se acerque. 3 MAR~AM AGDALEN-A. ( Dejadme) 44 Dejadme, dejadme.. . ¿Por qué me - 0 atormentáis? mE LA VENDEDORA DE FLORES.-ES indigna de iLCerCarSe al MUS~O. O a6ARf~ ~~AGDALENA.-Dl~u~esn~g~a distancia vine, sólo para escuchar su voz. Dejadme acercar.. . Jentes buenas, jentes honradas ; de- n E jadme acercar. a LA W J E R ~ ~ ~A~ IT~A. - h p e d í d s ediloa: m puede llegar hasta El. n MAR~AM A G D A L E N A . - D ~ac~er~c~m~, ~de hinojos os lo pido. n JESÚS DE GALILEA.-D~J~v~e nir a mí esa mujer. 3 MAR~MAA ADALENA.-¿O ís ? Dejadme : El quiere oírme; El me juzgará. O JES~JDSE GALÍLEA.-H~~I~,m ujer. MAR~?A~ ~AGDALENA.-Sfu~i~ Ogr~a,n de pecadora.. . JESÚS DE GALILEA.-QU~ hables te digo. MAR~AM AGDALENA.-T~& lunas pasé recorriendo los caminos para oír tu voz. Tres lunas erré por las montañas indagando tu ruta, y pre-guntando a las gentes por ti; y todos me repetían 45 cosas de ma- 44 ~aohaho. 45 PUSO sucesivamente "contaban" y luego "decian", que sustituy6 par la definitiva "repetían". ANUARIO DE E8TUDIO8 ATLANTICOS ToIvL&s MORALES, AUTOR TEXTRAL 19 ravilla4", y todos cantaban en tu alabanza. Tres lunas me fatigué para encontrarte, y he aquí que al lograrlo 47 tiemblo y ahora más (que nunca siento fatiga, y iioro, y no me atrevo a acercarme ... J?uí gran pecadora, pero hasta el momento, nunca pesaron tanto mis delitos. Cuando1 cruzaba los senderos y veía los campos y los huertos de Palestina quedar a mi espalda, una gran alegría gol-pzaba en mi corazón y con el ansia de llegar, redoblaba la marcha y hasta (¡necia de mí!) olvidaba mis culp as... Por fin llego este día: toda la mañana anduve sin descanso, sin que un sorbo de agua humedeciera mis labios mue~tos de sed; y el sol caia sobre mi carne vivo y ardiente como una llama de maldición. Una vez caí desfallecida sobre las piedras agudas, que me hirieron crueles, y entonces lloré, y me sentí morir. pero un supremo esfuerzo me levantó: un ansia de perdón aguijoneaba mi remordimiento, y vol-vía a la marcha, y otra vez caí, y otra vez (me levanté) 49 volví a !e.;m*kíie... Asi llegué a ia cúspide dei monte y desde alli oteé todo el valle: desde allí, mi alma te adivinó entre la muchedumbre, y corrí a tu encuentro, saltando de roca en roca, sobrem los ,& jarros, sin hollar el camino ea el deseo de la llegada ... Pero cuando quise acercarme, y estas gentes me lo impidieron, comprendí que por mis grandes culpas yo no podía ser al lado tuyo. JESÚS DE GALILEA. -Ac~~cm~u~j~er,. Los que de mí no mc&ten, a mi no han de venir; los que de mí necesitaren, hermanos míos son. MAR~AM AGDALENA.-Y nadie más necesitado de t i (;Oh Hijo de Ma-ría!) 51 que esta (pecadora mujer) 52 desgraciada que se arrastra a tus pies. (Cae soiioaando a los pies de JESÚS; SUS lág7*imas bajan silenciosas regando 53 las divinas plantas. Alguws fariseos mumnu-van sordmemte.) EL HIEROCOLIMITANO.-Yp~u~d~i~er a hallarse en su conducta; yerro manifiesto en amparar a esa mujer de 'quien se sabe que es pecadora. LA MUJER NAZARITHA.-El la llama a si, El la defiende a su lado e intercede por ella.. . EL CENTURIÓN DE CAPERNAUM.-El se deja vencer por sus lágrimas, 46 Tach6 "maravi3losas" y puso "de maravilla". 47 TacM "encontrarte" y puso "lograrlo". '8 Taahado. 49 Tachado. 50 Tachó "entre" y puso "sobre". 51 Tachada toda la frase. 52 Tachado. 53 Tachó "a besar" y puso "regando". El ha temblado en su presencia. JESÚS DE GALILEA.-C~I~Wg, entes de poca fe, gentes de poco enten-dimiento: cuanto se hizo fué porque debió ser. MAR~A~ ~AGDALENA.-AÚm~u rmuran, aún culpan mi arrepentimit?nto: no tienen piedad ni para las lágrimas. iA VENDEDORA DE FLORES.-Otros han llorado por tu causa, y en ti no Iiubo piedad para su llanto). LA VENDEDORA DE NARANJAS.-POr SU causa, el hijo mayor del impe-dido a !quien devolviste la salud, le fué arrebatado. MAR~MAA GDALENA.-POd~e~ ~d ... d esgraciada de d... JESÚS DE GALJLEA.-Si /por SU cause le fué arrebatado, por su arrepen-timiento él será devuelto (a su casa) Gadres) 54: A estas horas sus pies traspasan las puertas de una populosa ciudad, para volvw a su casa; caminará de día alumbrado por el sol y de noche a la a N luz de las estrellas, para en corto (tiemp) 55 plazo devolver la fe- E Iicidad que se iievó. Esta es mi vo'runiad. Esta es v~!Ur,¿ud. O n MAR~MA AGDALENA.-B~~~se~a~ ~t u voluntad.. . Tus palabras se han - m 0 llevado envuelta la mitad de mi culpa. EE LA VENDEDORA DE FLoREs.-Eua tiene un lugar en Su voluntad; p r d a .S E el hijo fué devuelto a los padres. - LA MUJER NAZARITHA-EUa tiene lugar en SU voluntad; El Se ha tUr- 3 bado en su presencia. -- 0 JESÚS DE GALILEA.+POs~e gunda vez as digo que calléis; por segunda m E vez os digo que respetéis su dolor. O MAR~AM AGDALEN-A. (Hijo de Dios) 56 mis lágrimas han lavado tus pies.. . sean mis cabellos lino para secarlois antes de ser ungidos.. . n -E (Desata su cabellera Zuminosa, y con gesto de todu su f i ~ u r aIc r deja oaer en cascadGG 1umi.nosur que envuelve los pies del gaZiZw.) 2 n LA ~ J E RNA ZARITHA.-SUc abellera es hermosa como un campo de n espigas al amanecer ... ¡La impura tiene hermosos los cabellos! 3 O LA VENDEDORA DE NARANJAS.-SU cabellera tiene oro de sol como las naa.njae del huerto de Micen. LA VENDEDORA DE FLORES. - SUS cabellos están perfumados; huelen como las rosas de Alejandría ... JESÚS DE GALILEA.-SU cabellera fué para mis pies, como un jordh de aguas de oro. MUJER NAZAR1THA.-j La impura tiene hermosos 10s cabellos!. . . 54 Taohadas ambas palabras. 55 Tachado y sustituído por la siguiente. 56 Tachado. 48 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS MORALES, AU'iWB TEATRAL 21 MAR~AM AGDALEN-A. (Salierido de su éxtas2s y tomanda el jarro dd ungüen;to.) Tus pies han de ser ungidos; óleo perfumado contiene este alabastro: los más ricos aromas fueron mezclados para su pu-reza. (Vzlelca d perfume o Eos pies de JEsÚs.) LA MUJER NAZARITHA,-Con ese aroma se ungieron sus cabellos para atraerse la voluntad de los hombres; con ese aroma fueron ungidas las cabelleras de sus amantes. JESÚS DE GALILEA-. El buen intento 57 todo lo purifica; es como el fuego que mata la ponzoña 58 de las heridas y hace inactivo el veneno de las serpientes. Alhora, Simón, a ti me dirijo: Veo lo que piensas y oigo claramente lo que en tu interior murmuras, aunque tus labios no se han movido para expresarlo con palabras. Escucha, que voy a leer en tu pensamiento: ;Cómo este hombre que es (tan gran) 59 profeta no conoce que esta mujer que le tocó es grande pecaaora? iifo pensaste así? (SWÓN i,nciina Ja o~oerm íavergon-z&) 60 turbado y SilZ ~espondm.) Ahora una Cosa tengo que decirte. SIMÓN EL FARISEO.-Di, Maestro. J~súsD E GALIUA.-U~ acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios; cincuenta denarios le debía el otro, pero como ninguno de los dos tenia con qué pagar, perdonó a entrambos ... Dime, Simón: j Cuál de estos dos le amará más? SINIÓN EL FARISEO.-P~~~SSOeñ, or, que le amará más aquel a quien más perdonó. JESÚS DE GALILEA. - Rectamente has juzgado. (8ehland.Q a MARÍA.) ;Ves esta mujer? ... Entré en tu casa y tú no trajiste agua para lavar mis pies, pero esta mujer los ha lavado con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso de bienvenida, y esta mujer desde que está en mi presencia no ha cesado de besar mis pies. No ungiste con Óleo mi cabeza, y esta mujer ha derra-mado óleo en mis pies. Por lo cual te digo, 'Simón: que, así como el deudor que más debía amó más y se le perdonó más: así los muchae pecados de esta mujer le deben ser perdonados, porque "mucho amó". SIM~NE L F~~~S~o. -Tambiénnos otros te amamos.. . JESÚS DE G A L I L E A . - T ~m~e ~a~m~ái s vosotros ... Mas vuestro amor Ori*".," U,,,, se CG!TL-~~~U. IIay a !c, =eche, umbru&cs !E Yn-d- ~ f r i a ..-- - 57 EScribiÓ primero "La buena intencih", pero está tachado y susti-tuido por "El buen intento". 58 EMá escrito "ponsoiía". 59 Taohado. 60 Taohado. de los campos en medio de la fronda de los bosques, puntos de luz que semejan estrellas prendidas en la tierra. Ninguno de vosotros ha visto a las luciérnagas encenderse sino en la profundidad de la noche; ninguno las ha visto en la claridad del día; pues así son vuestras virtudes, así sois vosoltros, necesitáis recogeros en la som-bra para que brille vuestro amor.. . También seréis perdonados, pero advertir, que aquel a quien poco se perdona, poco ama. LA MUJER N A ~ A R I T H A . - Tyo~ a~m~é ~am~u~ck io y dolorosamente. . JESÚS DE GALI.LEA.-Mu~~p~u, rifica tu amor ... S610 cuando hayas su-bido a la montaña de tu corazón; podrás mirar: hacia arriba sin remordimientos, y hacia abajo sin amargura.. . ('A Za MAGDALENA.) Ahora a ti te digo, mujer: tus pecados te son perdonados. MARÍA b%iG~~L~~~.-iAlabadsoea s tú que repartes la dicha entre los desdichados ! .S EL ~ ~ROSOLIMITANQ. -e~sQ éUste~ ~qu~e también perdona pecados? N JES ~D~ES G ALILJM.-Tú también sufres error bl, hijo de Jerusalén. ;P re- U guntas que quién soy para perdonar pecados? Prontamente te res- %- ponderé. Con vuestras eternas discusiones de la Sinagoga os habéis 8' petrificado el corazón: creéis poseer la verdad de todas las cosas; 8 I y yo os digo que vuestra sabiduría es limitada. Sabrás quién soy: Soy el que anunciaron los profetas, soy el que hizo fructificar la e semilla que germinó en tu cauip; y qüe 6e ttree ]!u ~FZ~TE 5 Y blanqueará en tu mesa para sustento tuyo y de tu prole. Trompas E a= 6 de fama y ardores de creencia han de repartir mi palabra a los cuatro vientos, y rebaños humanos han de abrevarse en el agua de U E mis cisternas. Grites de todas las razas y de todas las lenguas i han de ~ p e t i rm i nombre con amor y terror. Y cuando haya lle- a1 gado el momento del heroísmo, cuando haya sembrado toda mi si- A miente en los campos incultos: yo os haré el sacrificio de mi vida, i n i mque es necesario que mi sangre sc vierta, y ella no correrá sin e razón. Pasará fecundando mis sembrados como una roJa lluvia y 5 por su virtud brotarán los tallos que han de sostener los frutos futuros. filjos & mi espíritu, iiciinbies de mi linaje 3 f ~ ~ G rwhr toda la tierra la verdadera doctrina. Mas llegará un día en que las razas espúreas pongan tknda de mercaderes en mi casa y usen de mis dictados con empeños de ambición ... (iOh!) 62 Entonces, yo que soy la Luz, la Verdad y la Vida, volveré otra vez entre vosotros; q o ya no seréis vosotros, sino 10s nietos de vuestros nietos, y volveré; no moroso y complaciente, no generoso y magnánimo, sino -- 61 Pnmero "estás equivocado", que ta6h6 y sustituy6 por "sufres error". 6% Tachado. ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS TOMÁS MORALES, AUTOR TEATRAL 23 Vengador y Justiciero. Y no vestiré túnica de lino inmaculado, sino manto de púrpura sangrienta, y no vagaré a pie por los ca-minos (sino) 63 mas cabalgaré caballo de fuego por las nubes, y mis manos, que ya habrán olvidado el gesto del perdón, lanzarán rayos de violencia y de castigo.. . ;~ ntonc e sto dos me reconocerán!. .. La muchedumbre que& armnudada. Sia oyen rezos y sollozos: las voces graves de los hombres alternan en sus lanu~entacioriies con. las agudas de las mujeres y las infarztiw de lo$ flifios, que con intui.&n supersticiosa adivinan las inmortales profirccéas. VOCES DE HOMBRES.-i Perdónanos, Señor ! . . . VOCESD E MUJERES.-i Shlvanos, Sf&or !. . . VOCES DE NIÑos.- j Protégenos, Señor ! . . . id MUJER NAzARITHA.-i Maestro, purifica mi amor !. . . ,TF,& C,ar;yi~~.-H&a y~ _y &yy rpr !a Fe: el %e tenga fe se salvará. (A MAR~AM AGDALENAA.) ti te digo, mujer, tu fe te ha salvado: Ve en paz. Ha dicho b s Gtimos párrafos en pie, grave y solemwe(men-te) 65. Un rayo & sol %ba su cabeza con una aureola sobre-natural. MAR~MAA GDALENA se bvanta y va a unirse a Za muche-dumbre en siame&. J~sús bendice las viviandas. YESÚS DE GALILEA.---Que la gracia de Mi Padre descienda sobre estos manjares. (Extiende su diestra sobre b muchedumbre, que se arro-dilla fervorosa. S w ojos miran al cielo como implorando el divim awilio. Su palabra repite solemnemente:) ;La Paz sea con vosotros! (En este mo?nento) Aparecen en b alto del 67 sertdero los cuutro hijos de Simón, cargados con los útiles del trabajo; c . presenciar el cuadro se Miemn. Sus figuras se calcmn gaZbr-damente sobre el fcrndo rojo del cielo. Comienza a descewder el telón lentisimm.edq las Zamewta-cion. es se &en más prcfundas y ternerosas. De pronto, colrío un gemido ahogada en un mlloxo, se oye 'la voz de LA MUJER NA-ZARITHA : LA MUJER N A Z A R I T H A . - ~ Pm~i ~a~m~or~ !. C . . ~j P urifica mi amor !. . . Las Pdmas, 21 ae febrero 19í0. 63 Tachado. e* PUSO "con las", lo tachó y luego encima escribió "en m". 65 Tachado. a Tachado. 87 Puso primero "por. el", lo tachó y luego "en lo alto del". |
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