EL PLEITO INSULAR
POR
MAROOS GUIMEM PEBMA
En nuestro estudio anterior sobre El Pleito Insular habíamos
llegado hasta el final de la regencia de doña María Cristina, con
el empeño de León y Castillo de engrandecer su isla natal, Gran
Canaria, para conseguir la hegemonía en el Archipiélago l.
El presente capítulo va a comprender la mayor parte del reina-do
constitucional de Alfonso XIII (de 1902 a 1917)) unos quince
años de la vida política española. En ese período se comprenden
el resurgir del divisionismo, las Asambleas de Las Palmas y Te-nerife
y su resultante la creación -fundamental- de los Cabil-dos
Insulares.
Las obras generales que han servido para etapas anteriores
no llegan a este período (León, Millares, Vizcaya, Martínez Vie-ra..
.). Monografías apenas hay. Folletos, en cambio, superabun-dantemente.
Hay que ordenarlos y depurarlos de pasión, por una
y otra parte. Y buscar en los archivos, en las hemerotecas y en
la tradición oral, para encontrar datos de primera mano. Aun-
* !Marcos Guimerá Peraza. El Pleito Insular. La pugna por la hegemo-nía
canarla (1874-1900), en «Anuario de Estudios Atlánticos», (Madrid-Las
Palmas, 1970, núm. 16.
que, en algún caso, los testimonios no sean serenos e imparciales.
Una novedad presenta este trabajo, con relación a sus herma-nos
anteriores: no se ha incluido apéndice documental. De un
lado, la materia historiada es mas amplia y, por tanto, la exposi-ción
se resiente de una mayor extensión y prolijidad, que no ha
impedido sea, quizá, demasiado densa. De otro, las fuentes, inte-resantisimas
algunas, están no sólo impresas en su totalidad sino
insertas en colecciones o publicaciones al alcance de los estudio-sos.
Indicaremos, siempre que nos sea posible, dónde puede en-contrarlas
más fáciImente el lector.
En el año de 1902, Alfonso XIII alcanza su mayoría de edad y
comienza a reinar el 17 de mayo. El 6 de diciembre entra a gober-nar
la minoría conservadora Silvela-Maura, con el Ministerio pre-sidido
por don Francisco, que iieva a don Antonio a Gobernación
y al general Linares como ministro de la Guerra. Maura nombra
a Sánchez Guerra gobernador civil de Madrid.
Es designado gobernador civil de la provincia de Canarias
don Joaquín Santos Ecay -nacido en Cuba-, que ejerce su cargo
desde el 21 de diciembre de 1902 hasta el 3 de junio de 1905. Lo
volvería a ser en 1907 y 1918, siempre con don Antonio Maura.
Es de nuevo capitán general del Archipiélago don Ignacio Pérez
Galdós, que ya lo había sido de 1900 a 1902, por Real Decreto
de 30 de marzo de 1903. Habría de morir, en el desempeño de
su importante puesto, el 27 de noviembre de 1905 2.
2 Don Ignacio Pérez Galdós había sido nombrado por el primer go-bierno
de Silvela, capitán general de Canarias en mayo de 1900. Pero un
incidente ocurrido en Las 'Palmas, a primeros de octubre de 1901, en el que
el teniente Cabrerizo mató de un tiro de pistola al paisano Domingo
Marrero, en la calle de Los Moriscos -hoy de Rafael González-, cuyo en-tierro
presidió personalmente el capitán general, motivó su destitución
por el ministro de la Guerra, Weyler, en el gabinete de Sagasta (enero
de 1902). Con tal motivo, don Benito escribió a León y Castillo una larga
y encendida carta (19 d'e enero de 1902) en la que 'denuncia el hecho con
310 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
Es muy interesante y reveladora la carta que escribe León y
Castillo a Maura el 26 de enero de 1903:
«Embajada de España en París.-26 de enerol903.
Excmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Espero que nos veremos pronto. Si no fuera por una
gripe que me tiene postrado desde hace diez días, y de la
cual aún no estoy bien, ya es posible que hubiésemos trata-do
todos los asuntos de que me habla V. en su carta; pero
-3:- nr t i n m n n E1 rn9A;r-n mn Airn n i T n nnrlr4 t n m a r e! t r e ~ uuu -0 LI-III~V. YA III~ULCV Iur ULUU YVUAY CVIII-L
dentro de cinco o seis días. Pronto, pues, nos veremos y es-pero
que, venciendo algunas dificultades, no será difícil acer-carse
a soluciones aceptables para V. y para mí.
Pero conviene que, entre tanto, nada se haga que altere
-1 -e+-rln An 1-0 -neme PII cr-r. Pr)n-v:- 1 -nvcmrn+n -7 E**nrtn.
b~ CiaLauw ub a a a bua a a CII u~auUL IIIUIICI, Y~ILL~LILVLC J A UCL LC-ventura.
Estas tres islas constituyen mi parroquia.
Hasta pronto, pues, se despide de V. su antiguo y buen
amigo: F. de León y Castillo.))
Como vemos, pide el statu quo en su «parroquia».
El 20 de abril, pocos días antes de la elección, Maura escribe
una nota, a lápiz de color, para contestar a León:
frases muy duras; a ella contesta don Fernando desde París el 28 si-guiente,
íiándoie ia razón: aTu hermano era aiii una garantía de concor-dia
y de acierto.» !Puede verse sobre todo esto:
Guillermo 'Camacho y Pérez Galdós: General don Ignacio Pérez Galdós
dnotas para contribuzr al estudio de su personalidad. 1835-1905). Conferen-cia
pronunciada en el Círculo Mercantil de Las Palmas el 21 de diciembre
de 1949, y luego, en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenenfe,
#en 1964 (Circuio Mercantil de Las palmas, Apuntes biogrdficos icicío de
conferencias 1948-19491. Las Palmas de Gran Canaria, Imp. Minerva, Per-domo,
7. 1951). C1B.U L. Sigta. B 111-331.
Luis Doreste Silva: El embajador y su carta Don Benito y el Capitán
General, en «Falange», de Las Palmas, 1 de julio de 1952.
Alfonso de Armas Ayala: Galdós y León y Castzllo, libro homenaje al
profesor Alarcos, tomo 11. Universidad de Valladolid, 1966, pág. 176.
Núm 18 (1972) 311
MARCOS GUIMERA PERAZA
«20 abril 903.
El Ministro de la Gobernación.
A León y Castillo:
Confirmo a Vd. el telegrama que le dirigí respecto a la
cuestión electoral en Las Palmas. Como le indicaba, telegra-fié
al Gobernador de Canarias para que, vistas las circunstan-cias
hostiles a la candidatura adicta, procure que no quede
ésta desamparada del apoyo moral que, por parte de las au-toridades,
tiene derecho a esperar. Espero que la indicación
será eficaz.
Las elecciones de Silvela-Maura tienen lugar, para diputados
a Cortes, el 26 de abril de 1903, y para senadores, el 10 de mayo
siguiente. Resultan elegidos por Canarias, como diputados: por
C - - +m P--- .-l'-T'- --&C- AA- pi.:llnrmn Dn- r rdo Cc+oh-n n..;n+r\
3 4 1 1 L L 1 b L UL UG I GlIGl lLG, UVll UUlllLl lllV 1\411LLJ Y JdJLLUUii, YUlll L V
marqués de Casa-Laiglesia, que lo era por cuarta vez, silvelista de
siempre, director del periódico «El Tiempo», hombre de ingenio,
fácil para el epigrama 3; don Agustín Rodríguez Pérez, nacido en
Las Palmas en 1854, abogado, conservador y de un tinerfeñismo
a ultranza4, y don Imeldo Serís-Granier y Blanco, marqués de
3 Don Guillermo Wancés y Esteban era hijo de don Manuel Rancés y
Villanueva, cuarto marqués de Casa~Laiglesia Había sido, en 1899, sub-secretario
'de la presidencia del Gobierno y había tenido un incidente con
Sol y Ortega, por el que se vio obligado a dimitir. (Murió el 23 de octu-bre
de i904, y a su entierro asistió una comisión de diputados (ver Uzuricr
de sesrones de Cortes, tomo 1, sesión del 24, pág 398. 'Museo Canario.
Hemeroteca) En La 'Laguna de Tenerife se dió su nombre a la Plaza deT
Instituto de Canarias, enmarcada hacia el naciente por la Iglesia de San
Agustin, hoy destruida por un incendio.
4 Según testifica Agustín Millares Cubas, en su Dzarzo inédito -comen-zado
en febrero de i93i y terminado en junio de i934- ~Puecie verse mi
trabajo El notario don Agustin Mzllares Cubas (1863-1935), cap. 3, «Don
Agustín Millares, diputado provincial por Lanzaroteu. Revista «El Musea
Canarion, Las Pallmas de Gran Canaria, 1966-1969, núm. 89-103, phgs. 15
y sigumntes.
Ver la semblanza de don Agustín Rodríguez hecha por Leoncio ~Rodrí-guez
(Peufiles, Santa Cruz de Tenerife, 1970, Tip. El comercio, págs. 291-298,
312 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 5
Villasegura 5. Por La Palma, don Pedro Poggio y Alvarez. Por
Las Palmas, don Vicente Llorente y Matos. Y por Guía, don Fran-cisco
Gutiérrez Brito. Otros canarios fueron elegidos diputados
en esas Cortes: don Felipe Pérez del Toro, por Albocácer (Caste-llón),
y don Nicolás Estévanez y Murphy, por Madrid 6.
escrita en noviembre 1950). Murió en marzo de 1922. Era hijo del notario
don Francisco Rodríguez Suárez.
5 Don Imeldo [Serís murió el 16 de noviembre de 1904. Fue su testa-mentario
don Félix Benítez de Lugo; y en el Congreso hablaron en su
honor el marqués de [Figueroa, vicepresidente, que aludió' a que esa
misma tarde iba 'Serís a consumir un turno en contra del dictamen del
proyecto de reorganización de la Armada; y el marqués de la Vega de
Armijo. Se hizo constar en acta el sentimiento crin qüe se Sabia üido ia
noticia de la defunción (Diario de sesiones, tomo 11, núm 35, pág. 1104).
«Azorín», cronista parlamentario, le dedica un artículo: La muerte del
marqués de Vzllasegura, de 18 de noviembre de 1904 (Obras completas,
Aguilar, 111, pág. 698): «Los modestos obreros que trabajamos en la
tribuna de la Prensa perdemos con él un buen amigo n
6 Ei inciice ciei Dzario áe seszones, cie i903, pág 216, ie pone ei segun-do
apellido de 'Morphy, con que también se designaron sus antepasados
irlanldeses. Sobre el don Nicolás Estévanez de 1903 pueden verse:
«Azorínu (José Martínez Ruiz): Obras completas, Aguilar, 111, págs. 607
y 669.
(Luis Bonafoux: Bombos y palos, semblanzas y caricaturas Sociedad
de Edi'ciones )Literarias y Estilísticas, París, S. A [1907 (?)], pág 197, donde
elogia su estilo literario, con motivo de haber publicado don Nicolás sus
Fragmentos de mzs mernorzas (~Madrid, 2." edición, 1903, Establecimientos
Tipográficos de los Hijos de R. Alvarez. B.M. T., Sigt a 11-1-37). Se ha soli-citado
la ree'dición de este libro (Juan Antonio Padrón Albornoz, «El Día»,
jueves, 5 de febrero de 1970, pág 5).
Nataiio Rivas- Ánecdotario tizstórico. Los hombres del pasado Esiéva-nez
(Madrid, Aguilar, Colección Crisol, 1960, págs. 93 y sigs.). Hace un
elogio de don Nicolás y copia una carta de Estévanez de 23 de marzo de
1904, en que dice, nada ,menos: «Decapitar a un rey no me parece mal;
insultarlo es una cobardía.))
Luis López Delpecho: «Revista de Occidente», enero de 1969, núm. 70,
pagina íi3, donde eiogia su iibertad de espiritu y su honestidad. no quko
ser dictador y renunció a su sueldo de ex-ministro.
Para su actuación en el atentado de Morral contra los reyes, al día
de su boda -31 de mayo de 1906, con la participación que le pudo
caber a Ferrer Guardia, deben verse las tesis de:
Pío Baroja: Memorzas. Desde la última vuelta del camzno, capítulo 111.
«Final del siglo XIX y principios del xx»; y capítulo IV, «Galería de tipos
Nim 18 (1972) 313
6 MARCOS GUIMERA PERAZA
Y como senadores, don Fernando de León y Castillo, marqués
del Muni; don Francisco Fernández de Bethencourt, y don Juan
García del Castillo, conde de Belascoaín.
Las Cortes se abren el 18 de mayo: Azcárraga es designado
presidente del Senado, y Villaverde del Congreso.
El 31 de mayo de 1903 se crea en Las Palmas el Partido Local
Canario, que se declara partidario de la división de la provincia,
frente al criterio inhibicionista de León y Castillo y los suyos.
Don Carlos Navarro y Ruiz da detalles de este nuevo partido, disi-dencia
del leonismo en Gran Canaria, del que él sería elegido pre-sidente
o jefe 7. La junta fundacional indicada se reunió en el
«Círculo Liberal». Habló en primer lugar don Tomás García Gue-rra"
y luego don Prudencia itioraies y Mariiiiez be Escobar y
de la época» (Obras completas, tomo VII, Madrid, Biblioteca Nueva, 1949,
páginas 698, 702, 705, 716, 744, 788, 789, 853 y 965).
Alejandro Lerroux: Mis memorias, Madrid, Afrodisio Aguado, 1963, pá-nlnng
701 ~r AC0 *".U -/a J T.,,.
Fue profesor de la Escuela Moderna, que dirigía Ferrer. Obtuvo 21 974
votos por Barcelona en las elecciones de 21 de abril de 1907, en que salió
triunfante la candidatura enemiga, la de la Solidaritat.
Don Nicolás murió en París el 21 de agosto de 1914.
Puede verse su efigie en el cuadro de Fernando Vizcaí, pintado en
París, en 1914, ,Museo ~Muni'cipal 'de Santa Cruz de Tenerife, en la
lámina 1. Y la crítica de Pedro Tarquis: «La Tarde*, miércoles, 21 de
agosto de 1968 (cap. XXIV).
Santa Cruz de Tenerife le dedicó la calle antiguamente denominada
«Botón de iRosan; y Las :Palmas una calle en el Puerto de la Luz, que
tuvo antes la letra «Zn (ver Sebastián J~ménez Sánchez: Las Palmas: ca-eje+^
i~.;íi&:ico, NE! Eco de 8Cznar:as::).
7 Carlos Navarro y Ruiz: Págznas hzstórzcas de Gran Canaria, desarro-lladas
desde la conquista hasta nuestros días. Las Palmas, Tip. «Diarios,
Las Palmas, 1933, tomo 1, pág. 197; y Sucesos históricos de Gran Canarza,
Las Palmas, tomo 11, Tip. <«Diario»1,9 36, p. 268 (1B.U.L. Sigt." B IV-1). Don
Carlos nació en Telde el 7 de noviembre de 1860. Fue presidente de las
«Xeredades & Las P a h a s ~y Ue 14 aC~mn i&dd e Kegantes rie 11 Ve--aa-
Mayor 'de Telde» y cronista oficial de Las Palmas. Falleció el 22 de no-viembre
,de 1947. Puede verse su biografía en Juan Bosch Mdlares, His-toria
de la mediana en Gran Canaria, tomo 2, Ediciones del Cabildo
Insular de Gran Canaria, pág. 243 (ver ilámina 11).
8 Don Tomás García Guerra (1848-1911) era abogado, registrador de
la propiedad de Las [Palmas y político actuante en la línea conservadora.
314 ANUARIO DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
LAMINA 11
Don Carlos Navarro y Ruiz (1860-1947). Página 6.
EL PLEITO ZNSULAR 7
don Domingo Rodríguez Quetgles. Fueron elegidos: presidente, el
citado Navarro; vicepresidente, don Salvador Manrique de Lara y
Massieu, y vocales, don Miguel Curbelo Espino, don Manuel Veláz-quez
Cabrera, don Antonio Cuyás y González-Corvo y don Manuel
Torres; secretarios, don Domingo Rodríguez Quetgles y don Pru-dencio
Morales y Martínez de Escobar, don Luis Morales Sevill
y don José Jiménez. Publicaron el periódico «La Defensa», desde
el 1 de julio de 1903. Pactaron, en la política regional, con los con-servadores
de Tenerife, acaudillados por don Martín Rodríguez y
Peraza, pacto que duró hasta 1907, fecha en la que desapareció la
Arrendataria de Puertos Francos El nuevo partido estimaba
que era ya imposible luchar por la capitalidad, y por ello centraba
L- 3- - - - - - c - - - - - - - 1- J!--.-! ! - 3. 1- Luuas SUS luerzas en conseguir ia uivision ue la proviricia.
Por ese tiempo se da a conocer un proyecto de reforma del
ministro de la Guerra, general Linares, que suprimía la Capitanía
General y creaba dos gobiernos militares exentos. Lleva fecha
de 19 de junio de 1903. Naturalmente, el proyecto cayó mal en Te-nerife,
sede de ia Capitanía. En Gran Canaria hubo división de
opiniones. Los partidarios de León y Castillo guardaron silencio.
Franchy y Roca, jefe de los republicanos federales, se declaró par-tidario
de la división de la provincia. El partido local apoyó el
proyecto y celebró un mitin en el «Circo Cuy&», el 25 de ese mes,
unido a los federales. Los diputados por Tenerife actuaron en
contra, mientras que los canarios Llorente y Gutiérrez Brito
guardaron silencio. Sustituido el general Linares el 14 de diciem-bre
de 1904, el proyecto fue retirado y no se volvió sobre él, pues
no lo continuaron sus sucesores en el cargo, generales Villar y
Puede verse su esquemática biografía en El Pleito La hegemonía. .,
«Anuario de 'Estudios Atlánticos», núm. 16, nota 75
Hemos visto una carta 'de presentación y recomendación de León y
Castillo a Maura, fechada en París el 13 de abril de 1898, como «diputado
e!ertc pnr G ~ f i n ñ. / I ~ = nI E C ~ U : ::Q=e !e su!uda& c=m= c=rresp=n&
a quien enarbola el pabellón de la más amiga de las potencias, etc.»
Don Martín Rodríguez y Peraza (1849-1904) había sido canovista.
De él pudo decir don Agustín Millares Cubas (Diano, citado, apartado 3)
que era «hombre simpático, de clarísimo talento, muy instruído, de buena
presen,cia y muy bien vestido». Puede verse citado en El Pleito La hege-monía
, «Anuario de Estudios Atlánticos», núm. 16, nota 98.
8 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Villate y Martitegui, en los gobiernos de Azcárraga y Villaverde,
respectivamente.
El 18 de julio dimite Silvela.
El 21 de octubre de 1903, Pérez del Toro lo anunció al Con-greso
la presentación de quince proposiciones sobre varios pro-blemas,
y entre ellas la creación de la circunscripción electoral
de tres diputados por el distrito oriental, o sea, Gran Canaria,
Lanzarote y Fuerteventura. Como dicen Navarro y Morales ", la
circunscripción electoral se les había atravesado a los leoninos,
que deseaban aumentar el número de diputados, pero creando
tres distritos: el del Norte, con Lanzarote; el del Sur, con Fuerte- a
ventura, y el del Centro, con Las Palmas. Los locales, en cambio, E
pedían la circunscripción por las ventajas que i d a para !QS 020- O
siciones. Relatan que en casa del diputado Llorente y Matos, en n - m
Madrid, se reunieron Gutiérrez Brito, don Ambrosio Hurtado de O
E
Mendoza -a la sazón alcalde de Las Palmas-, el marqués de E
2
Villasegura y Pérez del Toro. Le pidieron a éste que desistiese
de ia circunscripción electoral, pero éi sostuvo su criterio, del qiie
pronto se ocuparían las Cortes. O-m
En la sesión del lunes 26 de octubre de 1903 12, Pérez de1 E
Toro presentó varias proposiciones de ley. Entre ellas, una pi- O
diendo que la delegación gubernativa de Las Palmas de Gran Ca- n
naria, Lanzarote y Fuerteventura se denominase «Subgobierno Ci- E a
vil» (Apéndice 21 a dicho Diario); y otra, «convirtiendo en cir- n
cunscripción que elegirá tres diputados, los distritos electorales n
n
de Las Palmas y Guían (Apéndice 22 a este Diario). 3
O
El 9 de marzo de 1904, la Comisión procede a dar su dictamen,
fechado en el Palacio del Congreso ese día 13, el cual se con-
10 Don Felipe Pérez del Toro era profesor de la Escuela de Comercio
de ,Madrid. Puede verse la crónica de ~Azorínn, publicada en «AB C*,
jiinin de lW5, y reproducida en «Blanco y Negro». 1 de abril de 1967.
11 Carlos Navarro: Sucesos, 11, pág. 277.
'Prudencia Morales [y [Martínez de Escobar]: La política en mz tterra,
Las Palmas, 1906, pág. 43.
12 Diario de seszones, tomo IV, 1903, pág. 1281.
13 Diarzo de sesiones, tomo X, apéndice 3.O al núm. 140. El dictamen
lo firman Juan Alvaraldo [y Saz], presidente; Fselipe ~Pérez del Toro, Ber-
316 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 9
forma con lo propuesto y añade, a su vez, que «los dos distritos
electorales para diputados a Cortes de Las Palmas y Guía forma-rán
uno solo, que nombrará tres diputados)).
«La proposición fue combatida por Villasegura, los diputados
por Gran Canaria permanecieron en silencio convenido y Pérez
del Toro la defendió, logrando su aprobación en el Congreso.)) En
efecto, se aprobó el dictamen en la sesión del 11 siguiente 14.
«Pasó al Senado y allí la defendió León y Castillo, siendo tam-bién
aprobada. El embajador prescindió del criterio de sus ami-gos
y apadrinó la beneficiosa propuesta.))
Por eso, desde 1904, Gran Canaria cuenta con tres diputados,
al igual que hasta entonces disponía Tenerife. Ello habrá de te-
;irrsr en wegtu u! trutur de f ~ t ~ rea!escr ienes.
A todas éstas Silvela, en pleno Congreso, el 24 de octubre de
1903, había señalado a Maura cabeza del partido conservador, lo
que hizo exclamar al liberal marqués de la Vega de Armijo: «¡Así
se proclaman los jefes!» Don Antonio formó su primer gobierno
A 2, J;,:,-h,, ll,.,,nAn ,nn&,n , C < n o h ~ v c l l l ? w p ~ f L h ~ v n ~ - .C.L -r UL UA~ I ~ I Lu Ab vUa uIu~u , C ~ U L I J L ~ W a U C L L I C A I ~ L ~ U U C A A U bu UYU-LUU-ción
y conservando al general Linares en Guerra. Este gobierno
nardo Sagasta, Isidoro Bugalld, Francisco Gutiérrez Brito, Vicente Lloren-te
y Francisco Pí y Arsuaga, secretario.
l4 DZUYZdOe sesrones, núm. 142, sesión de 11 de marzo de 1904, pági-na
4362, tomo X. Debe verse también el Apéndzce 4.0 al núm. 146, sesión
del día 16; el Apéndice 19." al núm. 153, sesión del 28 de mayo, tomo XI, y
la intervención de Pérez del Toro, al nfim. 60, sesión de 17 de junio de 1905,
tomo IV, pág. 194'5.
Es interesante que anotemos la carta de León y Castillo a Maura, de
4 de septiembre de 1904, a la que adjunta una nota sobre los Puertos
Francos de 'Canarias, con el ruego de que se oyese a todos los diputados
y senadores de la provincia:
«Anglet pres Bayonne. 4 de 6er/904.
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Adjunta la nota, que V. me pidió, a propósito de los Ptos. Fran-cos
de Canarias. La cuestión es muy importante para aquellas islas
y merece que fije V. en ella toda su atención. Para probarle a V.
que no se trata de un interés de partido, sino de algo que afecta
hondamente intereses más fundamentales, le ruego que oiga a todos
los diputados y Senadores de aquella Provincia.»
habría de durar un año y diez días, hasta el 14 de diciembre
de 1904. Silvela, ya retirado, muere el 30 de mayo siguiente.
Ha dicho Leopoldo de la Rosa que «en 1903, al incluir
en su programa el partido local canario el ideal de la división
de la provincia, contando Gran Canaria con el decidido apoyo
de su hijo don Fernando de León y Castillo, primer marqués del
Muni, cuya destacada actuación en la política nacional le propor-ciona
evidente influencia, aquélla [la lucha] se reanuda con
todo calor, y mientras la Gran Canaria sostiene el principio divi-sionista,
Tenerife busca el apoyo de las restantes islas, reco-giendo
las incipientes ideas de autonomía, a cuyo fin se reme- a
moran los antiguos Cabildos, al tiempo que se opone, abiertamen- N
E te, -. !-.
0
Precisemos: la división, propugnada decididammte por el --:
m partido local canario, no encontró apoyo, al principio, en León O E
y Castillo, sino más bien su oposición. Desde el comlenzo de su E
2
poder, León dijo: «La división es una antigualla., Fue más tarde, -E
sebre 1010, mmo hemos de ver, ci-iando don Fernando se decidió. 2
a luchar por el divisionismo. -- 0
m
E
En el primer gabinete de don Antonio Maura fue ministro de
Gracia y Justicia don Joaquín Sánchez de Toca, quien nombró
fiscal del Tribunal Supremo al abogado y político catalán don
Juan Maluquer y Viladot (1856-1940). Ahora, bajo e1 ministerio
formado por don Raimundo Fernández Villaverde, el 27 de enero
de 1905, siendo ministro de Justicia don Javier Ugarte y Pagés,
sigue Maluquer desempeñando el cargo; hasta el mes de junio.
de 1905, cuando entra una situación liberal.
El 3 de marzo de 1905 es enviado Maluquer a Canarias, en vi-sita
de inspección. Según informa Navarro y Ruiz 16, el motivo
15 Leopoldo de la [Rosa Olivera Evoluczón del uégzmen local en las
Islas Canarias. Madnd, Publicaciones del Instituto de Estudios de Admi-nistración
Local, 1946, pág. 123.
16 Carlos Navarro: Páginas, 1, págs. 203 y sigs.
318 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 11
fue la denuncia que se había formulado contra el sistema de la
Sociedad Arrendataria de Puertos Francos, en la que ostentaba
gran mayoría el partido liberal de Canarias. En Las Palmas varias
comisiones y representaciones le pidieron la división de la provin-cia.
Y añade que Maluquer dijo: «Aquí, como en Noruega [sic],
hay algo que huele a podrido.»
Fruto de su visita fueron dos publicaciones diferentes. La pri-mera,
de carácter oficial, fue editada ese mismo año; la segunda,
particular, en 1906.
1. El informe que rindió al Ministerio se titula La adminis-tración
de Justicia en las Islas Canarias. Notas e impresiones 17.
Está fechado en Madrid, a 20 de abril de 1905. Mal.u qu.e r pide una P;udienria pzra Suntz CPJZ de Tenerifei por su captalldad provin-cial.
Y afirma que en un futuro próximo la división será un hecho
entre islas orientales y occidentales. En lo gubernativo, estima
que el delegado del Gobierno en Las Palmas debe ser casi un go-bernador
civil, como en lo militar el general gobernador es casi
ün capitá:: genera!. Y PE !Q jdicial, dehe residir en Santa Cruz
de Tenerife una Sección de la Audiencia que, periódicamente, se
traslade a La Palma y Arrecife.
Años más tarde, cuando Maluquer se presentó para diputado
a Cortes por Tenerife, encontró oposición en cierto sector del
conservadurismo tinerfeño, representado por don Manuel Delga-do
Barreto, basándose en los propios textos de Maluquer, que evi-denciaban
era partidario de la división de la provincia y, por tan-to,
defensor de los intereses de Gran Canaria. Tuvo el candidato
que desmentir tal acusación, en un telegrama que dirigió al go-lo-
e- r- nau3or- c- ~-v1i ui-t : - -..- ----,A..:~ -av:~a;ofi Laimllcla, y ~ U LGG ~ L U U U JeU! pbLLVuLbV
T;nm-
PO», de Santa Cruz, el 3 de mayo de 1907: «Soy enemigo resuelto
División provincía.» MaIuquer, anticipemos, resuItó elegido para
el segundo puesto de los tres diputados de Tenerife.
A nuestro modo de ver, y contemplando la. o.p inión del fiscal del Supremo a la de los tiempos q~~ vivlmss, 205 parece
17 Barcelona, 1905, Imprenta de Henrich y C o en comandita (Biblio-teca
del Colegio de Abogados de Barcelona). Debo copia del ejemplar allí
existente a la amabilidad del nieto del autor, mi compañero don Ignacio
Maluquer de 'Motes, a quien agradezco sus atenciones.
Ndm 18 (1972) 319
en un todo acertada su postura. En primer lugar, la necesidad
de la creación de una Audiencia en Santa Cruz de Tenerife, lo
que sólo se lograría por completo con la división de la provincia,
veinte años más tarde. En segundo término, la proclamación de
la enorme dificultad que ello entrañaba entonces, porque se esti-mana
despojo a la potente Audiencia Territorial de Las Palmas;
cosa muy en su punto, como se acredita con la larga historia de
la aspiración de Santa Cruz, desde las Cortes de Cádiz, con Ruiz de
Padrón, hasta el entonces recién fallecido marqués de Villasegu-ra,
sin lograr éxito en el siglo que ya duraban los esfuerzos, pese
al valor de los patrocinadores de Tenerife. Y el tercer y más vi-a
drioso aspecto, el de la proclamación de la necesidad de dividir :
en dos la provincia de Canarias. No ha sido esto una panacea, E
pero ha aliviado mucho dolor y mucha lucha estéril, sin que haya -
quitado estímulo a la conveniente emulación. m
O
E
2. Al año siguiente, Maluquer editaba en Barcelona un libro
que tituló Recue~dos de un viaje a Canarias 16. Fechado en 1
marzo de 1906, está oficialmente dedicado a don Santiago la j
Rosa, presidente de la Diputación Provincial de Canarias. En -
el prólogo «Al lector» recuerda sus viajes entre islas en el bu- :E
que «Doña María de Molina~, «en cumplimiento de deberes del
cargo de fiscal de1 Tribunal Supremo, con que en aquella época
me honraba; pero de lo que hice como fiscd dí ya cuenta
oportunamente en Memoria especial al Gobierno». Refiere, entre
otras cosas, que vino de Cádiz en el «P. de Satrústegui», que
n trabó amistad con don Blas Cabrera Felipe, ya catedrático de %
la Central y con el historiador Ossuna; que se alojó en el hoy
'8 Barcelona, 1906, Imprenta de Henrich y Compañía. El ejemplar
que manejamos primeramente pertenece a la biblioteca de la Real So-ciedad
Económica de Amigos del País de Tenerife (Sigta 10/129) y está
dedicado autógrafo «Al Colegio de Abogados de La Laguna. El autor>.
Una diligencia puesta a continuación indica: xEl Colegio acordó, en sesión
del 19 de octubre de 1906, remitir la presente obra, en calidad de depó
sito, a la biblioteca de la Real Sociedad Económica de Tenerife. J de As-canio
> Luego, hemos dispuesto de ejemplar propio, obsequio de mi
buen amigo y compañero Juan B. Vallet de Goytisolo.
Ver la efigie de don Santiago de la Rosa y León en la lámina 111.
Fue elegido presidente de la Diputación Provincial el 1 de mayo de 1899,
y ejerció el cargo hasta el 25 de mayo de 1910.
320 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
LAMINA TI1
Don Santiago de la Rosa y LeOn, presidente de la Diputación Provincial
de Canarias en 1905. Página 12.
LAMINA IV
Don Juan Maluquci- v Viladot (1856-19403, fiscal del Tribunal Supremo
en 1905. Página 14.
EL PLEITO INSULAR 13
desaparecido «Hotel Camacho~; que se reunió con los señores
La Rosa y Santos Ecay, presidente de la Diputación y gober-nador
civil; que era decano del Colegio de Abogados don Pedro
Schwartz; que visitó el Hierro, la Gomera, la Palma y Tene-rife,
todo ello en el «María de Molina~. Para Las Palmas, acom-pañado
por La Rosa, fueron en el «Hespérides». Que era allí alcal-de
y decano del Colegio de Abogados don Ambrosio Hurtado de
Mendoza; que se alojó en el «Hotel Quineym, en la Plaza de
San Bernardo, hoy sede de la Unelco-INI; que era presidente
de la Audiencia Territorial don Leandro Prieto; de Sala, don
Nicolás Lillo; fiscal accidental, el señor Becerra; etcétera.
Rechaza la acusación de separatismo con que, de tarde en
tu&, se =bseTJia !eY c=nafios, si Viefi '9: <Ne-gar
que comienzan a dibujarse en Canarias tendencias regiona-listas,
no concretadas aún, pero que las nota quien desea en-terarse
de verdad del sentir de un pueblo, sería una tontería
el ocultarlo, y buena prueba es de ello el hermoso libro del
se5cr de Vss~na,E ! regiona!ismu en !as Islas CanaRaw
Hace un elogio de León y Castillo. Se refiere a los puertos
francos diciendo que en esa época «estaba más enconada la
cuestión vital del arriendo de puertos francos. Es esta cuestión
en su estudio muy compleja, pero, con sus defectos, es indis-pensable
el arriendo. Conocí la cuestión ésta mucho antes de
soñar en mi viaje a Canarias, pues tuve que defender personal-mente
en vista como fiscal del Tribunal Supremo las Reales
Ordenes de adjudicación de arriendo, y por rarezas del destino
fuí yo también quien tuvo, con ocasión de dicho cargo, que
c- ..--1- .-- -- rurniular la demanda contenciosa contra la Keai Orden de
adjudicación del arriendo, por haberla declarado el Gobierno
lesiva al interés del Estado.. . Como no estaba yo muy conforme
con parte del acuerdo del gabinete Villaverde, fue para mí
una fortuna la crisis que llevó al poder al señor Montero Ríos,
.. . . - - .. - - pues rnt. excust poner la firma en aquella demanda ia dimisión
que presenté del cargo de fiscal». Dedica todo un capítulo al
«Régimen de puertos francos» y sus disposiciones reguladoras.
19 Maluquer: Recuerdos, págs. 140 y sigs.
Niím 18 (1972)
el
14 MARCOS GUIMERA PERAZA
Fueron con él a Lanzarote La Rosa, Hurtado de Mendoza
y don Prudencio Morales y también a Fuerteventura O.
Regresó a Cádiz en el ~Montserratp, de la Compañía Tras-atlántica
2'.
20 ~Prudencio Morales, en su folleto Neceszdad de dzvrdir en dos la
provtncza de Canarzas (1910), alude a su viaje con Maluquer.
21 Sólo me es posible aquí extractar los rasgos biográficos más sa-lientes
de don Juan Maluquer y Viladot. Nació en Barcelona el 3 de sep-tiembre
de 1856. Tuvo una intensa actuación catalanista y fue diputado
a Cortes varias legislaturas por Tarrasa6abadell. Colaboró con Durán
y Bas y con Vilaseca y Mogas en la redacción del artículo 15 del Código
Civil. (Fue directivo y decano del Colegio de Abogados de !Barcelona Tam-bién
fue diputado varias veces por Solsona En política era liberal a
N
fusionista, enfrentado a la otra fracción (del mismo partido en Cataluña, E
que encabezaba comas y Masferrer. Creó en i899 la Agrupcztii i i h i ü l re- "
gzonalzsta. A partir de la elección de los «cuatro presidentes», en 1901, d-- m
Maluquer, apartado de las candidaturas catalanistas, ingresa en el partido O E
conservador y mantiene amistad personal y política con don Antonio 2E
Maura. fue, así, senador por Lérida, fiscal del Supremo de nuevo en 1913, E
presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Barcelona
-
en 1911, presidente de ia Comisión uei Apéndice dei Gkiigo Gvii íi9i9jp 2
vocal de la Comisión de Códigos (1920) Creó la Unzón Conservadora de O- -
Cataíunya (1917) y luego la «Federación 'Monárquica Autonomista» (1919) mE
frente a la «Unión Monárquica Nacional». Publicó Las meves noces d'or o
amb el molt 11-lustre Collegi d'advocats de Barceloea (1877-1927) -Imprenta 5
Atlas, Barcelona, 1929-, un ejemplar de cuyo libro poseo gracias al ob- n
sequio de su indicado nieto, señor (Maluquer de Motes. De él reproducimos E a-su
fotografía y su firma y rúbrica, en la lámina IV. En 1930 fue presiden- l
te otra vez de la comisión redactora del Apéndice de Derecho foral cata- d
n
n
lán al Código Civil; y junto con Amadéu Hurtado y Raimundo de Abada1
lo presentaron al Gobierno de Madrid. Al mismo tiempo, el Gobierno O3
Berenguer le designó presidente de la Diputación de Barcelona -o me-jor
de la Mancomunidad de Cataiuna-, cargo Uei que fue destituido por
Maciá al advenimiento de la república. Este, sin embargo, le guardó
estima y, al poco tiempo, le nombró presidente de la Comisión Jurídica
Asesora de la Generalitat, cargo que desempeñó hasta 1935. En diciembre
de este año, y para suceder a don Ignacio Villalonga, fue nombrado
gobernador general de Cataluña -Gobierno Portela Valladares-, pero
renunció. Murió en su ciudad natal el 12 de ~ui iod e í940, a ios ochenta y
tres años de edad. «La Vanguardia» {miércoles, 4 de marzo de 1969) pide
la inclusión de su retrato en (la galería de presidentes de ]la Diputación
Provincial de Barcelona.
Sobre la Unión 'Monárquica Nacional, ver Juan de Amuña, revista
«'Signo», núm. 1409, 15 de abril de 1967, año XXXII, págs. 5-7.
322 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR
IV. EL VIAJE DEL REY Y LA MEMORIA DEL CONDE
DE ROMANON(E19S0 6)
El 22 de junio de 1905 se encarga de formar gobierno don
Eugenio Montero Ríos. Lo hizo llevando a Gobernación a su
yerno, don Manuel García Prieto; a Obras Públicas -luego
rebautizado Fomento-, al conde de Romanones; a Guerra, al
general Weyler, antiguo conocido de Canarias; a Marina, a don
Miguel Villanueva. Cuando éste dimitiera, en octubre, le suce-dería
don Valeriano, que conservaría el Ministerio de la Guerra.
Por Real Decreto de 19 de agosto se disuelven las Cortes y
se convocan elecciones. Las de diputados a Cortes tuvieron lu-gar
ei 16 de septiembre. Canarias estrena iilieva cir~~iiscri~Ci61~
electoral. Su resultado:
Por Tenerife salen elegidos don Antonio Domínguez Alfonso,
ministerial, que obtuvo 13.915 votos; don Leopoldo Romeo y
Sanz, ministerial también, con 13.829 votos, y para el tercer
puesto resultaron empatados, con 7.545 votos cada uno, don
Ricardo Ruiz y Benítez de Lugo, demócrata, y don Emilio Ran-cés
y de la Gándara, conservador -sexto marqués de Casa-Laigle-sia
desde 1905, por muerte de su padre, don Guillermo Rancés.
y Esteban-. Sobre este don Emilio Rancés debe verse la carta
de León y Castillo a Maura, de 2 de noviembre de 1904, párrafo
final:
«Aunque Rancés se presenta por la otra parroquia (Te-nerife),
haré en su favor lo que pueda. Los elementos que
le apoyan son los aliados de mis amigos de Gran Canaria.»
Este empate debía ser resuelto por el Congreso, de acuerdo
con el artículo 67 de la Constitución; y lo hizo en sesión de
13 de noviembre siguiente, en favor de Rancés. «La Opinión»
acusó a Ruiz de ser «candidato del señor Bethencourt Mon-tesdeoca~
o, sea, de León y Castillo -.
Por Las Palmas resultaron elegidos don Fernando de León
y Castillo, que obtuvo 9.549 votos (el marqués del Muni saldría
también senador en esta misma eIección); don José del Perojo
22 «La Opinióno, Santa Cruz de Tenerife, 16 de noviembre de 1905.
Núm 18 (1972) 323
y Figueras, con 8.544 votos, y don Felipe Pérez del Toro, villa-verdista,
con 8.466 votos. Resultaron derrotados don Juan de
Quesada y Déniz (6.577 votos), del partido local canario, y don
José Franchy y Roca (1.918 votos), del partido republicano
federal.
Sobre la elección de Perojo deben verse las cartas de León
y Castillo a Maura, de 28 de junio, 20 de agosto y 16 de sep-tiembre
de 1905:
«Embajada de España en París. 28 de Junio/905.
Excmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Aunque llueven sobre mí las peticiones y recomenda-ciones,
puedo asegurar a V. que sus deseos, a propósito
de la Candidatura de Perojo, pasaran muy en primer tér-mino.
No puedo dar a V. hasta ahora una contestación
definitiva; pero puedo darle la seguridad de que haré
cuanto esté en mi mano por complacer a V. y a Perojo.~
«Embajada de España en París. 20 de Agosto/905.
Excmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Las noticias que de Canarias recibo, a propósito de la
candidatura de Perojo, son buenas; pero no son aún de-finitivas.
Espero que lo sean pronto, porque he escrito a
mis amigos en términos muy apremiantes. No olvide V.
ni olvide Perrijo que e1 cable con Canarias está interriim-pido
y que sólo hay tres correos al mes. En suma, mis
impresiones, a propósito de esta candidatura, son buenas,
y espero que le haremos triunfar; pero no es posible dar
seguridades, mientras no reciba el correo de Canarias y
conozca los ÚItimos acuerdos de mis amigos.»
324 ANUARIO DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR
embajada de España en París. 16 SetV905.
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Perojo ha sido elegido diputado por la circunscripción
de Gran Canaria. Me felicito de ello, no sólo por com-placer
a V., sino también por haber podido satisfacer los
deseos de Perojo, que es un antiguo amigo mío.
A pesar de los buenos deseos de García Prieto, el Go-bernador
de Canarias, obedeciendo otras órdenes, sin duda,
empleó contra mis amigos amenazas y coacciones, que yo
creí desterradas de nuestras costumbres eiectoraies y que,
en todo caso, han sido contraproducentes en aquella cir-cunscripción.
»
Por La Palma resultó elegido don Aureliano Beruete y Mo-ret,
sobrino de don Segismundo, derrotando a don Pedro Poggio
y Alvarez, que logró salir senador B.
La elección para la Alta Cámara tuvo lugar el 24 de septiem-bre,
domingo, con el siguiente resultado: don Fernando de
León y Castillo, el duque de Híjar, liberal leonino, y don Pedro
Poggio y Alvarez, conservador. Todos con noventa y nueve vo-tos
cada uno.
Ante el resultado de esta elección, los periódicos tinerfeños
se rasgaron las vestiduras: «El triunfo de Tenerife ha sido de-cisivo.
¡Desdichado país! » 24. « ¡Qué escarnio, qué ignominia! » ",
etcétera. Pueden verse también las consideraciones que dedica
a estas eIecciones de 1905 Prudencio Morales en varias de sus
obras ".
3 Don Aureliano o Aurelio de Beruete y Moret (1845-1912): pintor.
fue retratado por Casas, magníficamente (ver Retratos de Ramón Casas,
Ediciones Poligrafa, S. A. Barcelona, 1970, pág. 44, con estudio de Andréu
Avelí Artis [Sempronzo]).
24 «Diario de Tenerife)>, lunes, 25 de septiembre de 1905
u «El Progreson, lunes, 25 de septiembre de 1905
26 Prudencio Morales y Martinez de Escobar: La política en rnz tzerra.
Las Palmas de Gran Canaria, Tip .España», 1906, págs. 95 y sigs. (B.M.T.,
Núm 18 (1972) 325
18 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
Las Cortes se abrieron el 11 de octubre. Fue elegido presi-dente
del Senado el general López Domínguez, y del Congreso
el marqués de la Vega de Armijo.
Es alcalde de Santa Cruz de Tenerife don Pedro Schwartz
y Mattos, que lo ejerce desde el 9 de agosto de 1905 al 2 de
enero de 1907, si bien accidentalmente actuó en este período
que vamos a reseñar don Carlos Calzadilla y Sayer. Era presi-dente
de la Diputación Provincial don Santiago de la Rosa
y León.
En Las PaImas sigue de alcalde don Ambrosio Hurtado. Y
es delegado del Gobierno el señor Alvarez de Sotomayor.
El 1 de diciembre de 1905, con motivo de los sucesos mili-tires
& Rarr,e!e~lc, +! usa!t= a! .fi h t , , . Ve=:;, etc.=,
Montero Ríos es sustituido por don Segismundo Moret y Pren-dergast.
Este lleva a Gobernación a Romanones; a Guerra, al
general don Agustín Luque; a Fomento, a don Rafael Gasset,
y a Marina, a don Víctor Concas y Paláu, capitán de navío,
az@z= ~ = n = ~ i dde= Ca~ulrzsy qUe rnüi,da& e! ::?:',aria
Teresa» en la batalla de Santiago de Cuba. Es elegido presi-dente
del Congreso don José Canalejas y Méndez. Bajo ese
Gobierno, y con aquellos motivos de Barcelona, se aprueba
la llamada «Ley de Jurisdicciones», de 20 de marzo de 1906.
Pero ella, como reacción, da lugar al nacimiento de la Solida-ridad
Catalana, que abarcaba desde el republicano Salmerón
hasta el carlista duque de Solferino: es «l'alqament», de que
habló Maragall. Las Cortes se clausuran, precisamente, ese día 20.
En este estado, el Gobierno Moret decide que el rey don
Alfonso Xiii visite la lejana provincia de Canarias. Con ei rey
se desplazan Luque, Romanones y Concas. El viaje incluyó An-dalucía
y duró desde el 23 de marzo hasta el 14 de abril
de 1906. Debía de haber venido el ministro de Fomento, Gasset;
pero, indispuesto, fue sustituido por Romanones, quien trajo
sección don ~Erasmo de Armas).-Cuentos de nuestra hzstorza, tomo 1,
Las Palmas, 1908, pág. 73, nota 1. Con un prólogo de don José Franchy
Roca. Imprenta y litografía de J. Martínez (B.U.L. Si@.& B V-23)-
Miscelánea Recuerdo de una labor periodístzca. Las Palmas, Tip del
«Diario», año 1916 (B.U.L. Sigta B V-46)
326 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 19
consigo de secretario a don Niceto Alcala-Zamora y Torres. De
León y Castillo se dijo que no vino para evitar alojarse en
sitio distinto del de la casa de su hermano don Juan, con
quien había roto sus relaciones.
Romanones, notarlo del viaje, ha dejado bastantes páginas
relatándolo. Unas, de prosa oficial, en la Memoria que elevó
al Gobierno. Otras, en inapreciables memorias íntimas, sus Notas
de una vzda. Empezaremos por éstasL7. Embarcaron en Cá-diz,
en el viejo trasatlántico «Alfonso XIID. Acompañaban al
rey su hermana la infanta María Teresa de Borbón y su esposo,
don Fernando María de Baviera y Borbón. Tardaron dos días
en llegar a Tenerife. Reseña el banquete en el Teatro Principal
lo Municipal y recoge que «en el ambiente se percibían los
efluvios precursores de la tormenta, pues los elementos po-líticos
allí reunidos vivían en enconada lucha y separados en
dos bandos. Se dio cuenta de ello el rey, y a los pocos momentos
,de empezada la comida, ante la extrañeza de todos, pero con buen
acuerdo, se retiró. La hora de los brindis fue la del escándalo; poco
faltó para que vinieran a las manos unos y otros partidarios;
lo evitamos los ministros con no poco esfuerzo».
No pudieron ir a La Palma por el mal tiempo, y llegaron
a Las Palmas días antes de la fecha fijada (lo hicieron el 30 de
marzo). Tuvieron que dejar transcurrir un día antes de desem-barcar.
Romanones dice: «La capital del departamento oriental
demostró al monarca igual o mayor entusiasmo que Tenerife,
por la competencia, siempre viva, entre las dos ciudades rivales.»
Fueron luego a La Palma, Hierro, Gomera, Fuerteventura y
Lanzarote. Y termina el conde: «Como resultado del viaje re-
.dacté una Memorza con cuanto había aprendido. La Memoria
fue presentada al Consejo de Ministros y, con elogio, apro-bada
»
27 Conde de Romanones (Alvaro de Figueroa y Torres): Notas de una
vrda, tomo 11 (1901-1912), ((Renacimiento, S. A » (1929 3), págs 144 y sigs
28 Sobre la estancia del rey en Tenerife pueden verse:
C[arlos] P[izarroso] y BCelmonte]: Tenerzfe. Breve notzcza hzstórzca
para sewrr de guía durante la vzszta a dicha zsIa con que la honran
S M. el rey don Alfonso XIII y su ilustre séquito en este año de 1906.
Edítase mediante encargo del presidente de la Excelentísima Diputación
20 MARCOS GUIMERA PERAZA
La Memoria oficial del conde de Romanones se publicó en
la «Gaceta de Madrid»29. Fecha su trabajo el 14 de abril, y
Moret firma la Real Orden con fecha 16.
Abarca diversos problemas, tales como el de la comuni-cación
de las Islas entre sí y del Archipiélago con la Península;
su organización administrativa y asuntos de Gobernación; la
administración de justicia; de cuestiones económicas; de ins-trucción
pública; de fomento, etc., etc. El epígrafe más inte-resante
para nuestro estudio es el de la «Organización admi-nistrativa
y asuntos de gobernación», donde, al contemplar la
necesidad «de descentralizar la Administración pública en Ca-narias,
de poner a su frente una autoridad rodeada del mayor
prestigio y con facultades bastantes para resolver por sí las
cuestiones, sin perjuicio de la apelación al poder central», con-signa:
«Algunas personas, y de las más capacitadas, han pen-sado
con este motivo en la división del Archipiélago, for-mando
un grupo con la Gran Canaria y las islas orientales
y otro con las de Tenerife, La Palma, Hierro y Gomera.
Provincial de Canarias don Santiago de la Rosa y León. Tip. Benítez, 1906,
47 hjs. c. ihabs. (B.U:L. Sigt." A VII-34).
Dacio V. 'Darias y ,Padróne Htstorza de la religión en Canarias. Edito.
rial 'Cervantes Santa 'Cruz de Tenerife (Canarias), 1957, pág. 182.
'Manuel Perdomo Alfonso: Lo que se inauguró y no se hzzo. El monu-mento
a O'Donnell, «Hoja del Lunes», 17 y 24 de junio de 1963
Andrés de Arroyo (y ~González ,de 'Chaves): La fusión mtermun~crpal
de Santa Cruz de Santzago y San Cristóbal de La Laguna (Tenerzfe). Santa
Cruz cie Tenerife, Litografía A. Komero, S. A. 1965, pág 49.
Buenaventura Bonnet y Reverón: El obzspo Rey Redondo. Estudio
biográfico. IR S. E. de A. del P. de T La Laguna de Tenerife (Canarias),
1942, pág. 8 (B.U.L. Sigt" A IV-16).
Luis Clavene Rodríguez y Coriolano Guimerá López: «Grimpola», re-vista
del Real Club Náutico de Tenerife, núm 1, 1 de noviembre de 1963,
y núm. 5, juiio de 1964.
Y sobre da visita a Las ~Palmas-
Carlos Navarro y (Ruiz: Páginas, 1, págs. 203 y sigs.
Domingo Navarro Navarro- Gabznete l~terarro ;cómo te recuerdo^,
Madrid, 1962, pág. 97.
29 «Gaceta de Madrid», año OCXlLV, núm. 111, sábado, 21 de abrir
de 1906, tomo 11, p. 285.
328 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL FLEITO INSULAR 21
Pero sin examinar aquí, porque no es este el objeto de
la Memoria lo que puede haber de aceptable o de perju-dicial
en esta idea, conviene dejarla consignada para so-meterla
a estudio del Gobierno.»
Y al ocuparse de la «Administración de Justicia», añade:
«Dificultades ofrece también la rivalidad entre las dos
grandes islas, la Gran Canaria y Tenerife, pero ninguna
de las que nazcan de los hábitos y de los pugilatos de
localidad serán ciertamente obstáculo serio para que la
opinión reciba con aplauso cuanto tienda a establecer una
udmil,isturián & j=s~c1u rápida y ujefia 2 de
inspiraciones. D
Como se ve, la Memoria sólo dejaba reflejados los proble-mas
y apenas apuntaba alguna solución, sin tomar partido por
, - , ; Y , m . , ~ ~
111116UllLI. Ha p&dG decir recier,temente Garcia TJenrrG 30
es un «documento breve pero bastante expresivo», que no se
pronuncia sobre «la división provincial».
Sin embargo, entonces Gran Canaria la acogió como tesis
divisionista y, consecuentemente, Tenerife la criticó duramente.
Así lo refieren Carlos Navarro 3', Joaquín Blanco 32 y García
Venero 33.
Las Económicas de Las Palmas y Tenerife editan sendos
folletos, defendiendo cada una su postura.
1. Las Palmas: Las Islas Canarzas. Antecedentes hzstóricos
y bases para la diviszón de las Islas en dos provinczas tndepen-
30 Maximiano García Venero: Canarias. Bzogvafía de la Región At-
*2.-a:-- nn-A--A FA-*--- XT 1 4 , l L ' l -L- 77L
LUILL LLU, l v l a u l l u , DUILUL a l v a u u u a l , I~UL, pas. J I u.
31 Navarro y Ruiz: Páginas, 1, págs. 203 y sigs.
Ver también Prudencia Morales: Cuentos, 1, pág 111, nota 1.
32 Joaquín Blanco [Montesdeoca]: Breve notzcza hzstóvzca de las Islas
Canavzas Publicaciones del Excelentísimo Cabildo Insular de Gran Cana-ria.
Las (Palmas de Gran Canaria, 1957, pág. 372.
33 García Venero: Canarzas, pág 377.
Núm 18 (1972) 329
22 MARCOS GUIMERB PERAZA
dientesu. No lleva fecha completa de redacción, sino sólo
el año; pero puede afirmarse que fue la primera en producirse.
Sigue la línea patrocinada por e1 partido local canarzo, de don
Carlos Navarro, y pide la división, aprovechando las esperan-zas
que les hizo concebir la visita del rey, elevando su petición
a dos ministros de la Coronan. Acusa que, renovada en estos
días la Junta Provincial de Agricultura, Industria y Comercio,
«no figura en ella un solo hijo de Gran Canaria; todos sus
miembros, elegidos en estos días, son de Tenerife, y de Tene-rife
el comisario regio nombrado por el Gobierno de S. M.».
Inserta cuadros y estadísticas comparativas que contienen da- a
tos de mucho interés. N
E
El Ayuniamienio de Las palmas, a la del f u~~e ieo!e,v 6 O
el 20 de agosto de 1906 al Gobierno «una exposición contestan- d-- o>
do a la Memoria del ministro. En ella se combatía la solución O
E
del gobernador de altura con amplias facultades y se defendió E
2
E
la división de la provincia D. - - -
unos años mas tarde, ei que era aicaide de Las Palmas 2
en 1906, don Ambrosio Hurtado de Mendoza, aludió3j a la
- -
0
m
Memoria de Romanones, que expresó la necesidad de la división E
pero en tono dubitativo. Recoge el rumor de que la Memorla O
proponía la división, pero que Moret le hizo establecer dos n
E soluciones alternativas: una, la de la división, y otra, la del -
a
gobernador de altura, especie de virrey. Que el virreinato fue 2
d
n
fustigado. Y cita la exposición del Ayuntamiento, que acabamos n
de reseñar, la cual se oponía a esa solución por la necesidad O3
de residir o en Santa Cruz o en Las Palmas, lo que llevaría a
la identificación de la autoridad con el iugar de su residencia.
Lo único positivo fue el traslado del delegado del Gobierno,
señor Alvarez de Sotomayor, sustituyéndole por don Ignacio
Martínez Campos, que vino en el mismo mes de abril de 1906.
Era secretario del Gobierno Civil de Baleares, y en enero de 1907
34 Real Soczedad Económica de Arnlgos del País de Las Palmas de
Gran Canarla Madrid, Imprenta Sucesores Hernando, 1906, págs 6, 10 y 11
(B.UNL. carpeta 9, folleto 32, y carpeta 17, núm. 43).
35 Ambroslo Hurtado de Mendoza: Perolo y la dwtszón, prólogo de
Luis Morote, Las Palmas, 1910. Notas c), págs. 8 y sigs.
330 A N C A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 23
fue destinado con ascenso a Madrid, habiendo dejado muy buen
recuerdo en Las Palmas.
2. Tenerife: Problemas de Canarias 36. Tal es el título
que, en refutación del folleto de Las Palmas, escribió y publicó
la Económica de Santa Cruz de Tenerife. Según el autor de
La Unidad Provincial, escrita en 1911 -a que luego hemos de
hacer referencia-, este folleto fue obra del director de la Eco-nómica,
don Manuel de Cámara y Cruz (1848-1921), arquitecto
y concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz3'. El trabajo está
fechado en Santa Cruz, a 27 de noviembre de 1906.
Denuncia que Las Palmas «o mejor dicho, los elementos a
10s cuaies interesa la lucha, no combaten sino por la capiiaiidaci
de la provincia. De relieve está la aspiración, aunque cubierta
con el velo de la conveniencia de dividir la provincia, y por los
antecedentes históricos puede deducirse que pretende tener,
por efectos de esta división, un título que aspirará a engrandecer
mañana, soiicitando de nuevo ia unión de la provincia y que
sea Las Palmas . la capital del Archipiélago». Se queja de
que aún en 1906, Santa Cruz no haya podido conseguir su
Audiencia provincial. Critica la Memoria de Romanones y se
mete con las manifestaciones divisionistas «de un ministro libe-ral
en 1906», y en ello se extiende.
Ya en 1907, anotemos la crítica al viaje del rey hecha por
un autor -todavía indescifrado- que se ampara en las si-
-U- Sociedad Ecvi2ómlca & A,72~g&os. Puis & Santa Cruz & Te-nertfe.
Santa Cruz de Tenerife, Imp. de García Cruz, 1906, págs. 9, 15, 20,
24, 65, 85, 88, 103, 118 (IB [M.T., Sigt." 22 - 11361, y B.UL., Sigt." A 111-56).
37 Para una biografía de don 'Manuel de Cámara ver.
Sebastián Padrón Acosta: Retablo canario del siglo XIX, cap. XIII.
«La Tarden, viernes, 19 de marzo de 1948. Reeditado por «Aula de Cultura,.
Notas e iiiti.~dii~ciSdiie Akircus G. ?v$artiiie~S,~ i i t aC r i d e Tenerife, 1968,
paginas 97 y sigs.
Pedro Tarquis [Rodríguez]: Diccionario de arquztectos, alarifes y can-teros
que han trabalado en las Islas Canarras, ((Anuario de Estudios Atlán-ticos
», núm. 13, 1967, Madrid-Las Palmas, pág 525.
Leoncio Rodríguez: Perfiles, Santa Cruz de Tenerife, 1970, págs. 87-93;
escrita en noviembre de 1950.
glas M. V. V. S., en un folleto titulado Las Islas Canarias y la
polítzca de p e r d ~ c z ó n ~E~n. él combate la táctica de Gran
Canaria de pedir la división, de lo que culpa a León y Castillo.
El gobierno liberal del marqués de la Vega de Armijo hace
crisis el 25 de enero de 1907, y con ello se llega al gobierno
largo de Maura, durante el cual habría de plantear a las Cortes
su famoso proyecto de reforma de la administración local, que
puede considerarse su mejor obra, aunque no llegara a puerto.
Ti1 pmyecto puro de nuevo al rojo vivo el pleito insular, con
debates patéticos en el Congreso y asambleas magnas en las
Islas Canarias.
A Gobernación llevó esta vez a don Juan de la Cierva y
Peñafiel, postergando a Sánchez Guerra. De ahí debió partir
sil enemistad hacia Maiira y la r.reacií>n, años más tarde, con Dato,.
del partido conservador idóneo. Políticamente, la composición
del gabinete significaba un deslizamiento hacia la derecha. La
Cierva había sido gobernador civil de Madrid, en 1903, y mi-nistro
de Instrucción Pública, en 1905. O
Maura decide emprender lo que él había llamado «la revo-lución
desde arriban. El primer paso, a su juicio, era el descuaje
del caciquismo -fenómeno social político advenido a España
sobre 1840 y que perduraría hasta 1923-. Para ello, nada
mejor que emprender una reforma de la administración local
a fonde, desde s~ base -!es municipios- hasta las mancomu-nidades.
Otro de los objetivos del proyecto era hacer entrar
en la legalidad al catalanismo, fuerte y pujante entonces con
la Lliga y la «Solidaridad», satisfaciendo sus anhelos en lo que
tuviese de legítima la diferenciación regional.
Lástima que !es procedimient~ de La Cierna no permitie-ran
que estos comicios, convocados por Maura, brillaran por
sii neutralidad y moderación, que el propio don Antonio había
38 'Málaga, Imp. «La Ibérica», 1907, 2 a edición. Por M.V VS., coronel
retirado (B R.S.B.L , SigLa 91483)
332 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAP, 25
observado escrupulosamente, cuando fue ministro de la Go-bernación
con Silvela, en 1903. Resultaba penoso que Maura,
presidente, permitiese a Cierva, ministro, lo que él en igual
cargo no hizo entonces y censuró siempre en los demás. La
finalidad perseguida era clara: se buscaba un Parlamento que
no reprodujese las dificultades del de 1904.
Las elecciones para diputados a Cortes se celebraron el 21 de
abril de 1907. Se consiguió una mayoría de 253 diputados. Sus
primeras víctimas fueron los liberales. Entre los republicanos
salieron por Madrid, don Benito Pérez Galdós, y por Valen-cia,
don Luis Morote y Greus: «No ha dejado usted que ven-gan
a las Cortes nada más que sus amigos y sus enemigos»,
dicen que dijo el rey a aura.
En Canarias resultaron elegidos: por Tenerife, don Emilio
Rancés y de la Gándara, sexto marqués de Casa-Laiglesia, conser-vador,
con 13.421 votos; don Juan Maluquer y Viladot, conser-vador,
con 13.421 votos; y don Félix Benítez de Lugo y Rodrí-guez,
liberal demócrata, que obtuvo 11.829 votos. Resultaron
derrotados don Antonio Domínguez Alfonso, con 8.014 votos;
y don Leopoldo Romeo y Sanz, con 2.069 votos, ambos de la
candidatura antileonina; y don Agustín Estrada y Madan, con
2.718 votos 39.
Por Gran Canaria salieron: don Felipe Pérez del Toro, liberal,
de Moret, con 13.581 votos; don José del Perojo y Figueras,
cqnservador, con 13.299 votos; y don Pedro del Castillo-Oliva-res
y Matos, conservador, que obtuvo 13.193 votos4.
1
39 Ver Apéndice 2 al núm. 120 del Drarro de sesiones, que inserta el
dictamen de la Comisión de Actas, de 16 de diciembre de 1907. Hay un
voto particular, que, en la sesión del 10 de febrero de 1908 (Drano de sesio-nes,
tomo XII'I, pág. 4518)' apoya Montes Jovellar, quien propone anular
la elección y remitir el expediente a los Tribunales. Cita una carta que
-firma Franrmn Bethenrniirt -!ennix- qile p r n p n x U! g n h e r m h - e!e-gir,
por iguales partes, a Rancés, Maluquer y Benítez de Lugo. «Y, ¡qué
casualidad! -dice- salen por ese orden» Se aprobó, sin discusión, el
%dictamen.
40 Sobre la elección de Perojo, ver Ambrosio Hurtado (Perojo, apén-dice
letra d), págs 20 y sigs.), donde inserta un artículo de «El Imparcial»,
\de Dionisio Pérez, de julio de 1907; y Carlos Navarro, Págrnas, 1, pág. 219.
26 MARCOS GU!MEBÁ PERAZA
Por La Palma salió don Pedro Poggio y Alvarez, con
5.240 votos.
La elección de senadores tuvo lugar el 5 de mayo. Resultaron
elegidos por Canarias, sobre un total de 124 votantes, don
Juan García del Castillo, conde de Belascoaín -hijo de Tene-rife-,
que obtuvo 117 votos; don Fernando de León y Cas-tillo,
marqués del Muni, con otros 117; y don Juan Bautista
de la Torre y de la Vega, conde de Torrepando, con 115. Por
Guadalajara salieron senadores el conde de Romanones y don
Juan Sol y Ortega, figura ésta que tan importante papel ju-garía
en el pleito canario.
León y Castillo se interesó por que don José Cort obtuviera
Una semdiiriu, sin c~nseg~iidnV.e r su carta a -Maura de 7 d e
febrero de 1907 y telegrama de 30 de abril de 1907:
«Embajada de España en París. 7 de febrero/907.
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Pepe Cort, amigo nuestro, puesto que lo es de V. y
mío, desea no quedarse fuera del Senado. ¿Qué puede V-,
hacer en su favor? La pregunta es ofensiva, puesto que
tiene V. la omnipotencia. Tiéndale V. una mano protecto-ra
y sáquelo de penas y zozobras.
Cuanto haga V. en su favor se lo agradeceré, como si
por mí mismo lo hiciera.
Fue lugarteniente de Perojo, para la cuestión canaria, don Dominga
Tejera.
Sobre la elección de don ~Pedrod el Castillo, ver la carta de León a Mau-ra
de 26 de marzo de 1907.
«Embajada de España en París.-26 de Marzo/907.
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Recibo noticias de Canarias, acerca de la canditdatura de Pedra.
del Castillo. Son excelentes y es casi seguro que triunfe sin lucha.
Espero que no eche V. en saco roto cuanto le dije acerca de los
asuntos de aquella Provincia en una de nuestras conversaciones,
durante mi último viaje a esa.»
EL PLElTO INSULAR 27
Muy suyo afmo. buen amigo, F. de León y Castillo.))
«Perdóneme le reitere todo mi interés senaduría (Cort)
cortes. León Castillo.))
Fue elegido presidente del Congreso don Eduardo Dato, y
del Senado, el general Azcárraga.
1. Los debates en las Cortes (1907-1908)
La cuestión insular se empezó a agitar en las Cortes, cuando
el 5 de junio de 1907 se levantó en el Senado el conde de Casa
Valencia4' y expuso la situación de Canarias y la convenien-cia
de evitar contiendas desagradables, otorgando de una vez
la división de la provincia. Maura le contestó que estudiaría la
reforma, que podría discutirse con el proyecto de Administra-ción
Local ".
La petición del conde de Casa Valencia motivó la interven-ción
en contra del mar~ués de Casa-Laiglesia, en la sesión del
Congreso de 8 del mismo mes43. En efecto, Casa-Laiglesia
alude a la interpretación que se ha dado a las palabras de
Maura. Que es el asunto que más apasiona los ánimos en Ca-narias.
Y han producido graves conflictos de orden público.
Alude a un telegrama del alcalde de Santa Cruz que conoce
Maura. Dice que el artículo 271 del proyecto que se leyó ayer,
previene que se mantendrá la actual organización de las pro-vincias.
Pide que se aclare si el Gobierno va a plantear la
cuestión o solamente que se tiene el derecho de presentar en-miendas
y suscitar cuestiones cuando se discuta el proyecto. Dice
que él tiene su tradición, puesto que desde 1858, su abuelo se
opuso resueltamente a la división, y en esa fecha empieza su
raigambre política. Le contesta Maura. Atiende a su Ilamamien-
41 Don Emi.lio Alcalá Caliano, conde de Casa-Valencia (1871-1914)p di-plomático
y escritor, embajador en Londres, Académi,co e invariablemente
fiel a 'Cánovas, dejó algunos lestuldios de política e historia. Ver Sebastián
de la Nuez #Caballero: Cartas de2 Archzvo de Galdós, Taurus, 1967, «Cartas
de Jacinto Octavio Prcón)), pág. 167, nota 26.
42 Carlos Navarro. Págznas, 1, págs. 219 y sigs.
43 Diarto de seszones, núm. 21, pág. 373, tomo 11.
Núm 18 (1972)
to, lo que le impide ir al Senado a contestar al conde de
Belascoaín, que presenta una moción, supone que paralela y
análoga. Cree recordar que su respuesta a Casa-Valencia afirma
que el asunto merece examen, que es digno de estudio, que el
Gobierno está pronto a estudiarla y que no parecía propio para
desglobado cuando se iba a presentar una ley general de Ad-ministración
Local, adonde claro es que si se hubiera de variar
el statu quo sería la oportunidad de hacerlo». En el proyecto
no se «suscita este problema en la iniciación»: «El Gobierno
no se puede comprometer a no hacer nada, ni anuncia que va
a hacer algo, sino que mantiene su absoluta libertad en todo
momento para la determinación que estime más oportuna.»
Ylnltelnlce~P e r e j ~d ice q x ::una región imprtuntisimu, e! g r u p
de Gran Canaria, ... estima como necesaria para su vida y para
su existencia la división de la provincia de Canarias». Y si la
división no se realiza, se estará ante «el traslado de la capita-
Iidad». Y dice que esto podrá y deberá ser tratado al discutir
e! ym~~w- gn-wLnL~Wt f.iuP aa caaa -T ~r.a;-lroeg;,i ~ a r L:avnr -v:,rl . i i L a LnUnLL- L-1I Im~:LnL;eL+~-rL:~nCl :r~mL nI ~ I I ~ IyI I W!Q
adhesión, admiración y confianza de Perojo, que «no serán ma-yores
seguramente que las que yo siento». Perojo insiste que
ese es el criterio del distrito de Gran Canaria.
En la que luego habría de ser ley electoral de 8 de agosto
de 1907, Perojo logra en definitiva que se establezcan tres Jun-tas
del Censo independientes -una en Las Palmas, otra en
Santa Cruz de Tenerife y otra en Santa Cruz de La Palma-,
al presentar, en la sesión del 3 de julio, una enmienda al pá-rrafo
5." del artículo 11 de la Ley", en que pide dos Juntas,
.u.,, lia ,p,a,la- TL a,3- Dr a-ll,,l, u a b y uua pala aea-l-l&L-a P~ -I--U- LU2.. G TIG,-II-GLIfI.L. G.
Casa-Laiglesia contrataca. Pide no dos secciones, sino aque-llas
tres, mediante una enmienda del mismo día", que fue
leída en la sesión del 4 ~i g u i e n t e~E~se. mismo día 4 se le-yeron
otras enmiendas presentadas por Perojo a los artícu-
1,- ?L . .
1v3 LU, 5: y ~ ~ S P U S ~ C ~iOlE~~iSi ~ i i ~3f.8i y~ ~4. =, TÜC soz ~ ~ i i ~ e -
Diario de seszones, tomo 111, sesión del miércoles, 3 de julio de 1907,
número 41, pág. 914
45 La inserta el Apéndzce 4 O a dicho núm. 41.
Dzario de sesiones, núm. 42, tomo 111, pág. 933.
336 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 29
cuencia de las anteriores 47, siendo aceptada la del artículo 26.
El día 5 de julio se aceptó la enmienda a la 3." disposición
transitoria 48.
El Ayuntamiento de Las Palmas envió a la Comisión, el
7 de julio, una nueva exposición en la que se pedía la división
de la provincia y la mancomunidad de Ayuntamientos en Gran
Canaria y Tenenfe, para obras públicas, beneficencia y ense-fianza.
Anotemos que la Comisión del Congreso estaba presidida
por Sánchez Guerra. Y su dictamen se produjo «sin introducir
en su texto variantes notables». Respondía en su articulado a
las Bases de 1903; como éstas reflejaban, a su vez, las ideas
de Maura.
Eii Las Palmas se nombraron Comisiones para trabajar por
la división. La ejecutiva estaba presidida por el alcalde y cons-tituida
por los presidentes del partido liberal, republicano fe-deral
y local canario. Otra comisión, auxiliar, estaba integrada
por don Felipe Massieu y Falcón, don Diego Mesa de León y
don Luis Miiiares Cubas. Y otra, de propaganda, estaba com-puesta
por los presidentes de sociedades y directores de prensa.
Las sesiones de Cortes se suspendieron el 29 de julio y se
reanudaron el jueves 10 de octubre de1 mismo año, en cuyo
día comenzó en el Congreso la discusión del proyecto. Las
reuniones, en el interregno parlamentario, habían proseguido,
y fueron llamados humorísticamente «el cine».
Perojo celebró conferencias en París con León y Castillo, a
las que alude Luis Morote en su conocida obra49.
Maura pronuncia un discurso, en el que resume el debate
de totalidad del proyecto, en 'el Congreso, el 7 de noviem-bre
de 1907 En su vista -refiere Hurtado de Mendoza-,
47 Ver Apéndzce 1.0 a dicho Diarzo de sesiones.
48 Drarm de sesmnes, tomo III, pág. 986
49 LUIS Morote [y Greus]. La tierra de los guanartemes (Canarzas orzen-tales),
~París, s/a. (1910 i), Librería P Ollendorf, págs. 387-388. (B.U.L.,
signatura B V-48).
50 Dzarto de seszones, tomo VI, núm. 87, jueves, 7 de noviembre
de 1907, págs. 2310 y sigs. Ese día Maura, aIudiendo a la costumbre de
Canalejas de leer periódicos, le dice a Julio lBurell que son mucho mejo-
30 MARCOS GUIMERh PERAZA
León y Castillo y los diputados por Gran Canaria acordaron
intentar mejorar el proyecto. Señala en qué consistieron las
enmiendas, insertando los artículos 101 a 104 del dictamen. En
la parte municipal, y en lo referente a la enajenación de bienes,
se necesitaba la autorización de la Diputación Provincial; y
eso -añade- impedía todo progreso en Las Palmas, porque
«Tenerife ha hecho siempre de la Diputación un centro de
hostilidad implacable contra Gran Canaria». Se ocupa luego
de la parte provincial e inserta varios artículos del propio dic-tamen,
relativos a la elección de diputados provinciales y a
los delegados del Gobierno. Y los artículos adicionales 51.
Ninguna de esas enmiendas -sigue opinando Hurtado- re-mediaban
!es m a ! ~ ~Y. entonces se a c d iS a! expediente de
pedir la división.
Debe verse la carta de León a Maura, de fecha 6 de di-ciembre
de 1907:
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
. He dado a Perojo el encargosde ver a V. y de hablar-le
de una cuestión que, aunque no parece de gran impor-tancia,
la tiene para nosotros, los de Gran Canaria, por el
precedente que sienta. Le ruego que nos apoye cerca del
General Primo de Rivera.»
Reiterado por tekgrümü:
((Recomiéndole vivo interés asunto que expondrá Pe-rojo
.-León Castillo. »
Llegamos al año de 1908, muy importante en esta fase deP.
pieito.
En enero visita Las Palmas el director general de Agricul-res
los libros, «que son los padres de lo bueno de los periódicos y, ade-más,
no tienen otras cosas».
51 Ambrosio Hurtado: Perojo, apéndices z), 1) y 1).
338 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 31
tura, vizconde de Eza". Consecuencia de su viaje fue la
creación de una Sección Agronómica en Las Palmas, con su
laboratorio, y la división en dos Secciones del Consejo de Agri-cultura,
Industria y Comercio -una en Tenerife y otra en Gran
Canaria- por Real Orden de 2 de marzo.
El 10 de este mes, el ministro de Marina, almirante Ferrán-diz,
suprime la Comisaría de Marina de Tenerife, conservando
la del Puerto de Las Palmas. Estalla la protesta en Santa Cruz,
y entonces el ministro suprime las dos Comisarías y crea dos
Habilitados, uno para cada puerto. El Ayuntamiento de Santa
Cruz de Tenerife se reúne en sesión el 17 de ese mes, mientras
los diputados por Tenerife llevaban el asunto al Congreso".
nabio en primer iugar ei marqués de Casa-Laiglesia, en el
sentido de mantener el statu quo. Alude a la rivalidad entre
Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria: «Esta
rivalidad hace que cualquier medida que se tome, cualquier
p-r eferencia que se otorgue a una u otra población [el señor
Yerojo pide ia paiabraj, cualquier modificación del sraiu quo,
exacerba las pasiones y promete un verdadero conflicto.» Que
desde tiempo inmemorial venía existiendo en Santa Cruz una
Comisaría de Marina; que en 1896 se creó otra en Las Palmas.
Que recientemente, este año, el ministro de Marina publicó una
Real Orden reduciendo a una las dos Comisarías del Archipié-lago
y se dijo que estaría en Gran Canaria. Alude a las pasiones
exacerbadas, protestas del Ayuntamiento de Santa Cruz, tele-gramas,
reclamaciones ... Que ante su protesta, el ministro le
dijo: «Es un error: debe decir una Comisaría de Marina en
Canarias y por error pusieron en Gran Canaria.» Que con eso
se calmaron los ánimos. Que él pidió al ministro que la Co-misaría
estuviera en la capital, por ser donde está la Delega-ción
de Hacienda. Y el ministro le dijo que sí. Pero el mi-nistro
suprimió las dos y se crearon dos habilitaciones depen-dientes
ambas del Departamento de Cadiz [Benitez de Lugo
pide la palabra]. Le contestó Perojo, en favor de Las Palmas
-
52 Desde 1900, don Luis Marichalar Monreal San Clemente y Ortiz de
Zárate, conservador, luego ministro de Fomento en 1917.
Dzarzo de seszones, sábado 14 de marzo de 1908, págs. 5173 y sigs.
32 MARCOS GUIMERA PERAZA
y de la división. Dice que lo que se quiere no es rivalizar, es
vivir. Que Gran Canaria es la isla más importante. Dice que la
Comisaría radicaba en Las Palmas. Que se trasladó a Tene-rife.
Reclamó Las Palmas y dice: «Es indispensable, imprescin-dible
la división en dos provincias.» .. «Existencia autónoma,
independiente, de Tenerife.~ . . . «Autonomía administrativa.» Ca-sa-
Laiglesia intenta contestar y tiene un pequeño escarceo con
Dato, que preside, además de aprovechar para meterse con
León y Castillo. En efecto, al intentar rectificar Casa-Laiglesia,
Dato le indica que debería hablar primero Benítez de Lugo y
luego le contestase el ministro de Marina, y entonces podría ;
rectificar. Y dice Casa-Laiglesia: aEs que yo creí que actuaba
de ministro de Marina el señor Perojo. Como yo he dirigido f-mi
pregunta al señor ministro, y en vez de contestarme ha sido
el señor Perojo quien me ha dado la explicación». .. Insiste en
2 que es una anomalía que los diputados se dirijan preguntas =
unos a otros ... Que esperaba la intervención de Perojo, sin
duda inspirador de la medida, pero no en ruegos y preguntas. $
Acusa a León y Castillo [la catedral, el puerto de La Luz], B
E mientras que en Santa Cruz no hay Audiencia, no se puede E
constituir el Tribunal contencioso provincial, no hay puerto: E
«León y Castillo no se ha llevado de allí el Teide, porque es -
lo único que no ha podido llevar a Gran Canaria » Que la $
provincia se ha dividido dos veces y siempre por medio del
poder ejecutivo y que nunca ha prosperado en el Parlamento. 1
Ahora es Benítez de Lugo quien habla, sumándose a las mani-festaciones
de Rancés. Se adhiere al anterior y dice que Pe-rojo
no conoce la situación sino por referencia. Dato le exige
formule el ruego o pregunta al ministro de Marina. Censura
Benítez de Lugo la supresión de la Comisaría. Compara el mo-vimiento
de ambos puertos, con ventaja para Santa Cruz. Que
es inexplicable porque el ministro estuvo seis años en Las
Palmas de Gran Canaria y tiene relaciones de próximo paren-tesco
con personas que allí residen. Por fin, reiteradamente
aludido, contesta el ministro Ferrándiz. Dice que hubo un co-misario
de Marina, en la clase de comandante, sin oficina y sin
escribiente, justificado cuando iban buques de guerra a ultra-
340 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 33
mar y tocaban en Tenerife. Su función era la distribución y
ordenación de pagos y gastos para la Marina de guerra. Vio
que, al formar el presupuesto de 1907, había dos Comisarías y
decidió reducirla a una. Vio que había en Las Palmas cinco
funcionarios y tres o cuatro en Santa Cruz. Y decidió que no
hubiera ninguna. Pese a sus explicaciones, Casa-Laiglesia insiste
en que el ministro no cumplió con su deber, y hay un vivo
diálogo con Perojo, con alusiones de Rancés a su abuelo y a
su padre, ambos diputados por Tenerife. En efecto, Casa-Laigle-sia
insiste en que el ministro faltó a su deber y que eso no es
recto ni respetuoso para la Cámara ni así se presentan los
presupuestos. Ferrándiz dice que ha rectificado su error y cum-pie
con su deber. Casa-Laiglesia insiste en que faiió ai deber y
que hay una torpeza política nacida de la impremeditación de
S. S. Habla Perojo: Que no fue inspirador de nada. Que León
y Castillo ha cumplido con su deber. ¿Olvida al primer mar-qués
de Casa-Laiglesia?, ¿olvida al señor Pérez Zamora, «para
suponer huérfana a Tenerife de apoyo e Infiuencia~! Le con-testa
Casa-Laiglesia: Que fue el cuarto marqués, su abuelo, dipu-tado
por allí [Manuel Rancés y Villanueva, diputado conserva-dor,
por Tenerife, en 1857, 1858 y 18631, «quien impidió que
se llevase a cabo la división de la provincia». «Eso fue lo que
hizo mi abuelo, y eso es la raigambre de mi influencia política
en Tenerife, y no extrañará S. S. que yo defienda lo que dos
de mis antepasados defendieron ... m [Alude ahora al quinto
marqués, su padre, don Guillermo Rancés y Esteban, quien
salió elegido por Tenerife en las elecciones de 1891, 1898, 1899
y 1903, según vimos.]
Navarro Ruiz cree que la opinión de la Cámara fue favo-rable
a Perojo. En Las Palmas se organizó un mitin en el «Circo
Cuyás~, el 22 de ese mes de marzo. Hablaron don Rafael Ra-n~
irez,F ranchy, Ccyás, Mzissie~ y Fzi!cSn, Cidm N w ~ i r ry~
don Juan Melo, alcalde accidental. Todos pedían la indepen-dencia
administrativa de Gran Canaria. Luego hubo una ma-nifestación,
visitando a las autoridades y pidiendo telegrafia-ran
al Gobierno, aplaudiendo las resoluciones del ministro de
Marina, confiando en la propia concesión de la división. En
34 MARCOS GUIMERA PERAZA
efecto, en la sesión del Congreso del día siguiente se pasó a
la Comisión de peticiones un telegrama recibido, dirigido al
presidente en tal sentido ".
Perojo se equivocó -opina Hurtado de Mendoza- cuando
creyó que Maura solucionaría el litigio pendiente. No había
llegado [Perojo] a percatarse de la importancia del problema
ni tenía preparación suficiente en cuanto al procedimiento.
Maura prometió que si todos se ponían de acuerdo daría la
división. Perojo buscó una inteligencia con los de Tenerife,
sin obtener siquiera que se celebrase una reunión. «En tanto
-añade- se había planeado la nueva organización del Archi- a
piélago, redactándose un esbozo de proyecto de ley para pre- N
E
sentar a las Cortes, cuyo preámbulo escribió Pérez del Toro. O
Se creaban dos provincias ...S Pero todo quedó en suspenso, n-- m
porque los diputados por Tenerife no accedían a la división, O
E
ni siquiera se hallaban dispuestos a tratar amistosamente de
E este asunto. Y Maura sólo dijo que no podía operarse en un
cuerpo inflamado. «Frase -apostilla Hurtado- que ni aun $
como tropo puede admitirse. Fue una manera de eludir la
cuestión. » m
E
En Gran Canaria hubo otros mítines, en el Puerto de la Luz 1 y en los pueblos. Y una comisión visitó Fuerteventura y Lan- n
E zarote. -
a
Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial, don
Santiago de la Rosa, declaró que no libraría ni una sola peseta
a los establecimientos de Beneficencia de Las Palmas, mientras
siguiesen defendiendo la independencia administrativa. El Ayun-tamiento
de Las Palmas contestó negándose a enviar a Tene-rife
el contingente provincial, que entregana a los estableci-mientos
de Beneficencia sitos en Gran Canaria. Tal acuerdo
se tomó siendo alcalde interino don Juan Melo 55.
Ei domingo 26 de abrii se ceiebró otro mitin en Las Pai-
54 Dzario de sesiones, tomo XV, sesión del 23 de mayo de 1908, pág. 5360.
Lo frirmaban 'la Económica, d Gremio de <Mareames,,l a Filamonica, la Aso-ciación
de la Pr'ensa y la presidencia del meeting.
55 Ver Carlos Navarro: Páginas, 1; y Blanco: Breve noticia, pág 373.
342 ANUARIO DE E S T U D I O S ATLANTICOS
mas, con representación de Lanzarote y Fuerteventura. Se acor-dó
pedir al jefe del Gobierno la división, y firmaron los presi-dentes
de corporaciones y sociedades, jefes de partidos polí-ticos,
directores de la prensa local y demás representaciones
.de las tres islas orientales.
Se constituyó en Las Palmas una Junta de Defensa inte-grada
por don Felipe Massiéu y Falcón - e n nombre de León
y Castillo- que reunió a don Juan Melián Alvarado -agus-tino,
de la fracción de don Agustín Bravo de Laguna-, a don
Luis Millares Cubas -ruanista, o sea, de don Vicente Ruano y
Urquía- y a don Carlos Navarro y Ruiz -presidente del pa1-
tido local canario-. Se acordó, ya en septiembre de 1908, la
reorganización dei partido liberal, de León y Sastiiio, con el
ingreso en él de los Iocales, que plegaron su bandera, recono-cieron
de nuevo la jefatura de don Fernando y se unieron para
continuar la labor divisionista. Cinco años había durado su
notable esfuerzo pro división de la provincia.
Dejamos ahora, en mayo de í908, 10s debates de ias Cortes,
para ocuparnos de la Asamblea magna que tuvo lugar ese
mes en Tenerife; de la cual habría de partir una idea que sería
al final la que prevaleciera. Ya volveremos luego al Congreso.
2. La Asamblea tinerfeña de mayo de 1908
La opinión pública de Tenerife se venía agitando en contra
de la división de la provincia, deseosa de mantener la unidad
provincial. Las concesiones del vizconde de Eza y del almirante
Ferrándiz, unidas a las enmiendas -aceptadas- que presentó
Perojo, fueron motivos determinantes de tal reacción cívica.
Así lo proclamaría la propia Asamblea, en su sesión inaugural
del 2 de mayo.
Bajo la presidencia de don Anselmo de Miranda y Vázquez
(+ en 1917), nace en Tenerife la llamada «Unión Patriótica,,.
Leoncio Rodríguez nos ha dejado escrito cómo y por qué se
formó esta primera U. P. 56, que estima superó a la Solidari-dad
Catalana y a la Gallega.
56 Leoncio ~Rodríguez [y González]: Vida Isleña. Tenerife. Impresiones
y comentarros, vulgar~zaciones y leyendas. IPrólogo de GuilIón Barrús.
Núm 18 (1972) 343
36 MARCOS GUIMERh PERAZA
Es importante el folleto que se editó por entonces, donde
se recoge todo lo relativo a la asamblea5'. Fue convocada
e! 1 de abril y se celebró en el Ayuntamiento de Santa Cruz el
2 de mayo, bajo la presidencia del alcalde accidental don Juan
M. Ballester. Hay dictámenes interesantes, como el de don
Agustín Rodríguez Perez y don Juan Martí Dehesa (preguntas
segunda, tercera y cuarta), y una «proposición incidental del
representante del Ayuntamiento de Adeje y del Ateneo de La
Laguna, don Benito Pérez Armas, natural de Lanzaroten. No
asistieron representantes de Gran Canaria, aunque sí de las
cuatro islas occidentales. Don Benito, al defenderla, pone de
relieve que su isla natal se ha puesto siempre al lado de Tene-rife,
y excita a que Canarias imite a ia Solidaridad caiakuiii,,
.sin distinción de islas, ni de partidos, ni de personas».
En el dictamen sobre la ponencia de la pregunta quinta,
Policarpo Niebla ataca duramente la influencia política de León
y Castiiio, designándolo nominalmente, «desde qüe Uesempeñü la
cartera de Ultramar*.
Pero la ponencia sin duda más interesante, como muestra de
una aspiración constante de su autor, y que todavía hoy apasiona
a las gentes, mueve prensas, dicta conferencias y publica libros,
fue la de don Ramón Gil Roldán y Martín (1881-1940), representan-te
del Ateneo de Santa Cruz de Tenerife, al contestar la pregun-ta
sexta: en ella pide descentralización y autonomía, contra el'
poder monopolizador del centro; el Archipiélago -dice- con
su aislamiento del continente y su división en islas, aparece
que reclama una organización poiíiica o por 10 iiiieiivs adiiiiiiis-
[Luis Rodríguez Figueroa]. Santa cruz de Tenerife (Canarias), Imprenta
de u L P~re nsau, 1916, págs 184 y sigs
57 Asamblea congregada el 2 de mayo de 1908 en Santa Cruz de Te-w
~ ~ ~rnf-r+onl & la ~ - Q ~ & C Z Qd e CQMQ~ZIBm. p. García Cruz; San José ,'M ', u, "Uf,.'..
número 36, s/a. [1908] (B U.L., Sigtea A 111-53). Deben verse #la «Circular
convocando a la Asamblea» y el «Reglamento para el régimen de la Asam-blea
», donde ya se acusa claramente a León y Castillo (pregunta
«¿Debe combatirse para anular su influencia, la alta personalidad política
a quien la mayoría del país atribuye los males que hace veinticinco años
venimos experimentan do?^
344 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 37
trativa distinta a la arbitraria que tienen las provincias espa-ñolas
». Notemos aquí ya la proclamación de la ~insularidada isla-da
» hace un montón de años. El Proyecto de Bases, en la Orga-nización
Insular, pide en cada isla un Cabildo, compuesto por
representantes, elegidos por sufragio dentro de ella, con las
atribuciones que confiere la ley a las diputaciones provinciales
en la nación ..., y en la Organización territorial, una asamblea
regional y un gobernador general. Firman Rafael Calzad~llaJ, osé
Rodríguez Moure, Manuel de Ossuna, Benito Pérez, Ramón Gil-
Roldán. Gil-Roldán insistiría, hasta el final de su vida política
en 1936, en la creación de la región canaria y la dotación de un
estatuto autonómico.
Esta nuestra tesis -ia de que el autor de la ponencia fue
Gil-Roldán- la vemos confirmada en la semblanza que dedica
Leoncio Rodríguez en sus Perfiles a don Rafael Calzadilla (pági-nas
79-85, escrita en junio 1951), con el encargo hecho por el
notario a don Ramón sobre los Consejos o Cabildos, que acababa
de ieer en la obra de Ossuna Ei Regionaiisrno.
También se mostraría partidario de la intangibilidad de la
región canaria, aun en contra de la opinión de Pérez Armas, don
Andrés de Arroyo y González de Chaves (sesiones del 4 y 5 de
mayo) con un voto de gracias a don Santiago Beyro, fogoso
orador sagrado.
Debe verse también a Leopoldo de la Rosa que hace una
buena síntesis. Es decir, resumimos nosotros: frente a la idea
de la división, patrocinada por Gran Canaria, Tenerife propugna
el mantenimiento de la unidad provincial; la resurrección de los
Cabiidos insuiares, como medio de descentraiización y de agiuti-nación
de municipios inviables; un órgano de carácter regional,
la Asamblea autónoma, con participación de todas las islas; y
un gobernador general para la provincia de Canarias.
¿Qué juicio nos merece hoy la postura de la asamblea de
191181 Distingamos. Era iogica, como actitud de defensa, ei man-tenimiento
de la unidad provincial de Canarias; al fin y al cabo,
Santa Cruz de Tenerife era la capital -desde el primer tercio
del siglo XIX- y debía lucharse por su mantenimiento, frente
58 Leopoldo de la Rosa: Evolución, pág. 123,
Nhm 18 (1972)
a la desmembración que pedía Gran Canaria. Fue un acierto in-dudable
la sugerencia de recrear los Cabildos insulares; no sólo
porque al fin fueron ley, y demostró ello su eficacia argumen-tal,
sino -y sobre todo- porque su vida más que cincuente-naria
abona su eficaz arraigo en todo el país, que no es más
que fruto de la plena identificación con la realidad física en que
nos asentamos: la isla. No fueron tan acertadas, en cambio, las
propuestas de la Asamblea regional, tan inviable como la Dipu-tación
Provincial -única entonces existente-, como lo sería
hoy una mancomunidad a escala regional; ni la del gobernador
general, tesis muy moretista que hemos de considerar después, a
de. stin. ada a fracasar de antemano, tanto por su condición de .v,.- r,.~o.~ ~ l lci~aat n~t op vr SU f~rzosuc entralizada mgunizución y O
residencia en una u otra de las islas -aunque se quisiera pa- n-- m
liar con la residencia alternativa-. Asamblea y gobernador ha- O
E
brían de residir en la capital de la provincia, y eso no podría, en
E modo alguno, llenar las aspiraciones de Las Palmas. Por todo ello,
s6:o 10s Cabildos pu&m sa:icfacer!a; y eso en s e g ~ n dg~r a d ~ ,
después de la ansiada división, con capitalidad diferente. O-m
E
3. Siguen 20s debates en Cortes (1908) O
5
n
Como previa, debe leerse la carta que León y Castillo escribió
a Maura en 5 de mayo de 1908:
n
n
«Embajada de España en París.-5 de mayo/908. 3
O
Exmo. Sr. Dn. Antonio Maura.
Mi querido amigo:
Renuncio a escribirle con la debida extensión, para con-testar
a la suya del 21 de abril, porque considero que tie-ne
V. muchas cosas que hacer y poco tiempo disponible
para consagrarlo a la lectura de largas cartas. Por ello, en-cargo
a Perojo, con quien aquí he hablado de nuestro
pleito, que vea a V. y le entere de nuestra conversación.
Permítame, sin embargo, que le diga que si, en efecto,
se tratara de una verdadera operación quirúrgica, jamás
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
EL PLEITO INSULAR 39
la hubiera aconsejado a V. mientras la inflamación no des-aparezca;
pero como yo sé que la inflamación sólo existe
en la imaginación de los que quieren explotarla y que no
se trata de un tumor, sino de un grano, me permito seguir
creyendo en la necesidad de una operación, tan sencilla que
ni siquiera exige el bisturí: basta con un alfiler.
Encarecidamente le ruego que me tenga al corriente de
lo que resuelva.
Siempre muy suyo: F. de León y Castillo.»
Luis Morote, en la sesión del Congreso del 13 de mayo 59,
presentó una enmienda al artículo 98 del proyecto por la que
se pedian facultades a las mancomunidades municipales voiun-tarias
para obtener servicios u obras públicas que interesaren
a sus municipios, por concesión o contrato. En contestación de
Lombardero, por la Comisión, fue acordada, no como adición al
artículo 97 ni como un nuevo artículo 98, sino como adición
a1 articulo 22, del que formaría los párrafos tercero y cuarto.
Con Morote firmaron la enmienda Galdós, Garay, Burell, Lloren-te,
Gamazo y Calzada. Comentándola, dice Navarro que «como
Maura no había de concedernos la división, fue Perojo quien se
la encargó D.
En la sesión del 19, don Juan Alvarado y Saz -canario, ex mi-nistro-
presentó otra enmienda, ésta al articulo 101, para que
los Ayuntamientos en los empréstitos, contratos de obras públi-cas,
conversión de deudas, etc., pudieran apelar para la autoriza-ción
necesaria al referéndum o a la Diputación Provincial. Esta
enmienda fue retirada seguidamente, pues, con ias expiicaciones
de Maura, quedó claro que ya se preveía tal cosa con carácter
general: bastaba el acuerdo de ir al referéndum por dos tercios
de los concejales, para no tener que ir forzosamente a la Comisión
provincial a.
Por estos meses, la Diputación Provinciai de Canarias se
9 Diario de seszones, miércoles 13 de mayo de 1908, págs 6433 y 6436.
60 Diarlo de seszones, martes, 19 de mayo de 1908, pág. 6531. Y la en-mienda
presentada en el Apéndzce 8" al núm 208, de 14 de mayo an-terior
Núm 18 (1972) 347
40 MARCOS GUIMERA PERAZA
ocupa también de la división de la provincia. Con fecha 22 de
junio eleva al Gobierno una instancia, firmada por su presidente,
don Santiago de la Rosa, y por el secretario, don Carlos Pizarro-so
y Belmonte, relativa al acta de la sesión del 1 de mayo, en la
que se presentó una proposición, suscrita por los diputados
Dominguez Ramos, Guerra y Fragoso, que piden hacer suyo el
acuerdo de la Permanente respecto a la pretendida división de
la provincia y la exposición dirigida al Gobierno en cumpli-miento
de dicho acuerdo. Aluden a ser oportuna esta presenta-ción
por ir a empezar a discutirse en el Congreso el régimen
provincial que el Gobierno proyecta como parte de la novísima
Ley de Administración Local. Se refiere a otra solicitud que
ekvó e! 2 de abri! afiterim. Y supkun que EO se r ~ x q !aa midad
económico-administrativa del Archipiélago canario 61.
En el Congreso, y a petición de los liberales, se aprobó -en
la sesión de 24 de julio- la parte municipal del proyecto de
Maura, es decir, hasta el artículo 268 -que es la parte relativa
a !os c i i i ~pr~im eras titU!os de! pr~yecto-, a cumbie de1 cierre
de las Cortes por el calor.
Reanudadas las sesiones, el 15 de octubre de 1908, Perojo
presentó una enmienda al artículo 276 por la que pide se divida
la Permanente de la Diputación Provincial en dos secciones inde-pendientes
con iguales atribuciones: una para las islas del grupo
oriental, con residencia en Las Palmas, y la otra para las del
grupo occidental, con residencia en Santa Cruz de Tenerife 62.
Sobre esta discusión, cuenta Hurtado que llegó a Madrid León
y Castillo para gestionar por ella; que Maura no se arriesgaba
a eoiicederla; F e Le62 !e p!an:eó e! prubkma. Y u! fii,, tras
enconadas discusiones, se otorgó la división de la Comisión
provincial.
En la sesión del 15, trató de hablar Benítez de Lugo; pero a1
no ser firmante de la enmienda, el presidente sólo le permitió
Dzputaczón de Canarias. Instancia que dzrige al Gobierno la Excma
contra la prerendzda divistón de esta provincia. Santa Cruz de Tenerife,
Imprenta #de A. J. Benítez, 1908 ('B U.2, carp 9 y fol 2).
Diario de seszones, jueves, 15 de octubre de 1908, núm 4, pág 59, y
Apéndice 1." La firmaron (Perojo, Castillo-Olivares, Pérez Galdós, Gamazo,
Pérez del Toro, Llanos y Torriglia y Bernaldo de Quirós.
348 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 41
hablar al día siguiente 16, para alusiones. Pidió a Maura le pres-tase
atención, y si por su afonía no le contestaba, al menos le
oyese. Comenzó afirmando que «sobre representar a dicha pro-vincia
[Canarias], soy hijo de ella». Dice que fue sorprendido
por la enmienda de Perojo. Hace la historia de la lucha por la
capitalidad, por la división y, al final, por la hegemonía, con
acusación al «poderoso protector y amparador»; y termina di-ciendo
que lleva consigo una proposición creando la Audiencia
Provincial de Santa Cruz de Tenerife 63.
Le contesta Maura. Dice que en Baleares [su tierra natal]
nunca ha existido ese estado de contienda y de porfía que es ya
crónico en Canarias. Que si durante medio siglo han estado ocu-
.:,A, ,m+,, ,,m,,
sll=llu" =*La= uma*, eíi beneficio de Las Pdiiias, es qUe <(h~j:
algo de particular de aquel país, porque esto no acontece en
otras provincias». Por tanto, «para la expedición de asuntos
cotidianos del Gobierno, para todas las menudencias de la Ad-ministración,
evitemos el irritante rozamiento y la constante
desazóli de obligar a los de un grupo a ir a en
cfón con el otro, ya que eso determina un rozamiento de cons-tantes
chispas y de incesante desgaste de autoridad, de frater-
63 Dzarzo de sesiones, viernes, 16 de octubre de 1908, núm. 5, págs. 76
y siguientes.
Don Félix Benítez de Lugo y Rodríguez, único hijo del octavo marqués
de la Florida, 'don Luis ~Benítez de ~Lugo y 'Benítez de Lugo (1837-1876), y
de doña María de la Encarnación Rodriguez Suárez, nació en La Orotava
el 30 de agosto de 1868. Ingresó en el cuerpo de Abogados del Estado
en 1898. Juró el cargo de diputado a Cortes por Santa Cruz de Tenerife
)e! 17 de enero de 1908; ifie tdip-tad~ en diez e!ecc?onm genera!es= Fue coml.
sario general de Seguridad, con categoría de director general, en 1917
y 1922. Y subsecretario de Hacienda en 1923. Catedrático de la Escuela
Central de Comercio desde 1915. Fue tratadista de seguros su última
obra fue impresa en 1942. Casó con doña María de Ascensión Reymundo y
Tornero, en Salamanca, el año 1900; quedó viudo en 1937. Don Félix, di-putado
portelista e n l a C o r t ~& ! frente popular, por Santa C r ~ zde
Tenerife, falleció en Madrid el 29 de diciembre de 1946 Su republica-nismo,
aparte de venirle de casta, 10 testifica Manuel Azaña (Obras com-pletas,
tomo IV, Memorias polítzcas y de guerra, Ediciones Oasis, S. A.,
México, 1968, págs. 98 y 261): «Siempre estuvo a nuestro lado en las
conspiraciones.~
Ver su efigie en la lámina V.
42 MARCOS GUIMERÁ PERBA
nidad y de buena armonías. Esto es «darle al órgano ejecutivo,
al órgano delegado de la Corporación única de la provincia de Ca-narias,
la posibilidad de residir a la vez, naturalmente que en-carnado
en personas distintas, en dos hemisferios tan desaveni-dos
y tan el uno del otro receloso». Es «reducir el doble funcio-namiento
simultáneo de los dos grupos de la Comisión provin-cial~
R. echaza que sea obra de unos gobiernos, ni de un hombre,
ni de un puñado de hombres, «ni de persona de valimiento, aun-que
es natural que las personas que lo tengan se dejen guiar
por el afecto que todos los hombres sienten hacia su país, hacia
sus electores y hacia su tierra» .. «Así es que los que desean a
la integridad permanente de la provincia de Canarias, no pierden
E
n d i c m zq~ietm-se2 e s t ~ ,q ce n~ tiene aholutamente sem- O
blanza alguna de paso hacia divisiones, sino todo lo contrario, n - o> porque lo que hace es asentar con menor incomodidad la unidad O
E
de la provincia» ... «Yo creo que con la división de la Comisión E
2
provincial, para que actúe bajo los acuerdos de la única Diputa- E
ciSn pr~iinriu!, szicamm par2 Cmarias iiri cor~lario de aquello
que de mil maneras se muestra en toda la ley: el deseo de aco- -
modarnos a lo que es aquello y al estado actual, y el de evitar 0
m
E
que, siguiendo laborando ese conjunto de pasiones, de intereses, O
de afectos y aun de aversiones, que ha engendrado la historia n
de ese medio siglo, un día nos encontremos con que se abre E
un paso en el camino mismo que S. S" desea alejar.» Y conclu- a
ye: «Que nos encontramos con un gran pleito, y que lo transi- n
n
gimos con la moderación extrema que creo significa esta re-solución.
» 3
O
Cuando rectifica Benitez de Lugo -quien declara haber sa-lido
de Canarias hace veinticinco años-, dice que Tenerife no
verá en esto sino una nueva concesión a Las Palmas. Se pregun-ta
por qué a Santa Cruz de La Palma, capital de la isla de La Pal-ma,
no se le ha concedido otra Comisión provincial. Acusa a Pe-rojo
de pedir lo mismo que para Cuba, «que tan tristes recuer-dos
tiene para la Patria». Y se duele de que Maura no haya tan
siquiera aludido a la Audiencia Provincial, por él pedida.
Este se apresura a subsanar el olvido. Confiesa que no cono-ce
este asunto como el otro «y en este sitio es un poco peligroso
350 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
LAMINA VI
Don José del Pero.jo p Figueras (1852-1908), diputado a Cortes por Gran
Canaria en 1908. Página 48.
EL PLEITO INSULAR 43
improvisar^. Cree, sin embargo, que los argumentos para su peti-ción
valen para lo que se hace en la Comisión provincial: <(Que
no tengan los de un grupo de islas que hacer una cosa que
evitamos con la división.» Y promete estudiarlo y decidirlo con
la misma justicia.
A continuación interviene Casa-Laiglesia, para una alusión
personal. Dice hablar en nombre del abolengo conservador de Te-nerife,
que por raza y apellido encarna en él -más adelante dirá
que Tenerife es el único sitio de Canarias donde existe partido
conservador-. Alude a la actuación de su abuelo [don Manuel
Rancés y Villanueva] en 1858, que se opuso a la división, y esa
es la raigambre de su representación política y lo fue la de su
--Ara [dm Gui!!ermo Xuncés y Estebar?]. Dice cpe c m de SU
opinión los senadores conde de Belascoaín y conde de Torrepando,
por Canarias, que se hallan presentes. Pide que hablen Moret y
Azcárate. Se pregunta por qué no hay una sección de la Comisión
provincial en La Palma. (La minoría liberal dice: Bien.)
nabia luego roggio". Dice que pedirfa para La palma ¿<!a
capitalidad de la provincia como medio de evitar las discordias
entre Tenerife y Gran Canaria)). Reprocha a Perojo no haber cam-biado
«impresiones con sus compañeros)). Y a Maura le ruega
que lo haga como proyecto de ley, y no como enmienda, «que
desconoce al país y que ignoraban los diputados)).
Maura estima que no hay que dar explicaciones d e l acalo-ramiento
que esgrime, sobre todo el señor marqués de Casa-
Laiglesia, quien además por temperamento propende a ello». No
ve qué proyecto de ley podría ser ése: ¿para qué? Y concluye:
* Don Pedro iPoggio y Alvarez nació en Santa Cruz de La Palma el
8 de enero de 1863 y murió en Madrid el 8 de mayo de 1929. Ingresó en
el cuerpo de Archiveros, BibIiotecarios y Arqueólogos. Casó en Madrid
con doña María de la Concepción Lobón y Muñoz, que murió en 1925 Fue
primer director general de Bellas Artes. en 1912. Director general de Pri-mera
Enseñanza (1919) Fundó en Santa Cruz de La Palma el Museo
Provincial de Bellas Artes (ver el artículo de Manuel Poggio Sánchez en
«La Tarden), por Real Decreto de 24 de julio de 1913. Fue elegido diputado
a Cortes hasta trece veces (1896, 1898, 1899, 1901, 1903, 1907, 1910, 1914,
1916, 1918, 1919, 1920 y 1923), la mayoría por Santa Cruz de La Palma y
algunas por Los Llanos de Aridane. Fue senador en las elecciones de 1905.
Núm 18 (1972) 351
44 MARCOS GUIMERÁ PERAZA
«Con apasionamiento, con extremos no se maduran las cosas,
sino que se dificultan todas.» Ya antes había interrumpido Maura
diciendo a Rancés que no es «desgarrar», sino «desceñir» cuerpos
vivos. A lo que Casa-Laiglesia había comentado: «Atrevido resul-ta
el galanteo.»
Habla de nuevo Perojo. Se defiende de la acusación de se-creto.
Dice que pidió la colaboración de Benítez de Lugo y éste
se la negó. Se declara partidario de la división, fundándose aen
la opinión unánime, completa, total, absoluta, decidida, resuelta,
de todos los habitantes de esa región)). Aquí, Benítez de Lugo lo
deniega, y Maura hace esta frase: «La palabra unanimidad no se
pronuncia nunca en Canarias.» Perojo aclara que se está refi-riendo
a su región, o sea la oriental; Dice que e.1 mismo prnhle-ma
existía en las Azores y en las Islas Jersey y Guernesey; que
las Azores se pacificaron cuando se dividieron en tres provincias;
y con Jersey -de 54.000 habitantes- y con Guernesey -de
36.000- se han hecho de ellas dos organismos absolutamente in-dependientes;
C~n&ly- afirmando 12 nip~tación & (1anz-rias
no funciona.
Vuelve a hablar Benítez de Lugo, para sostener que la división
sólo es un paso para conseguir la capitalidad. Maura le interrum-pe:
«¡Si no se va por ese camino!»
Ahora interviene por vez primera Moret. Explica que lo hace
por ausencia de Romanones. Pide la inclusión de una cláusula:
«Mientras se estudia el régimen que se ha de aplicar al Archi-piélago
canario.» Porque entiendo -añade- «que aquellas islas
no se pueden gobernar como provincia española, que no hay con-veniencia
ningjna q ~ ]eQ z ~ ~ n ~ e j ey) )a.g pgz imyn-n-r .t..a-n t~. a.w.
«Dividida la [provincia] de Canarias en una serie de
islas, no me cabe en la cabeza cómo podrán agruparse: me
parece que cada una es una unidad, y la única agrupación
p d b k es qUe cada U E t~en ga ün representmte.;;
E insiste:
«Mientras una ley determina el gobierno especial del
Archipiélago. , ¿cómo se van a sumar en dos o tres aspira-
ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 45
ciones y hacer dos agrupaciones distintas? A mí, señor Pe-rojo,
esto me escama. Yo creo que sí, que dos satisfarán a
dos, y tres satisfarán a tres, y que todas sólo quedarían sa-tisfechas
teniendo una representación propia que concu-rriese
ante la representación de Canarias.»
Le contesta Maura. Estima que tal adición no añadiría nada
y que «en cambio, puede que llevase alguna iniciativa, alguna
colaboración de parte de la ley para mantener todavía más viva
y más vibrante la contradicción que nos preocupa en las Islas Ca-nar
ias~... «Entendemos quitar, disminuir una cuestión de roza-rnient~
ri ncesantes; y, en e f r c b , ye cree q ~ sei a !!i hay, buLIIV ----
evidentemente habrá, núcleos de cristalización natural y agrupa-ctones
espontáneas, en la práctica de esta ley tendrán fácil y
prontamente los Gobiernos un norte bastante más fidedigno
que todas las concepciones abstractas que pudiéramos se-anUi
i iILr , , 6 5 . <.Conste -añade- qUe fiu hemoso&ieho casa alguna S-desde
este banco que signifique que con eso de haber dos seccio- *
nes de la Comisión provincial hemos resuelto el problema. No '-'
tiene eso tal aspiración, ni muchísimo menos.»
Insiste Casa-Laiglesia y dialoga con Morote, a quien recuerda
las actuaciones de Domínguez Alfonso, Romeo y él mismo. Pero
leída de nuevo la enmienda, fue tomada en consideración.
Aprobada, pues, la enmienda Perojo-Galdós en esa sesión del
16 de octubre de 1908, hubo en Santa Cruz de Tenerife protes-tas
con ribetes de rebeldía; mientras que en Las Palmas hubo
júbilo estruendoso. Lo que -comenta Hurtado de Mendoza-repercutió
en Madrid, con carácter desfavorable para las as-piraciones
de Las Palmas.
Al día siguiente se leyó y pasó a la Comisión una enmienda
de Perojo al artículo 287 ". Y se leyó por segunda vez su en-
65 He aquí cómo un'liberal, Maura, tan imbuido de conceptos abstrac-tos,
se apoya en la doctrina de «los cuerpos intermedios» políticos, orga-nismos
indispensables entre el Estado y el individuo.
66 Diario de sesiones, 17 de octubre de 1908, págs. 101 y sigs. Y su
Apéndtce 1.O
Núm 19 (1972)
E3
mienda al articulo 282 67, por la cual pedía un subgobernador
para cada una de las tres islas orientales, con sede en Las Palmas,
que se considerana como delegado del gobernador, en cuanto,
al régimen municipal; en todos los demás ramos tendría las
mismas atribuciones que corresponden a los gobernadores de
provincia, entendiéndose directamente con el Gobierno y po-niéndolo
en conocimiento de1 gobernador. \
Las defendió el propio Perojo el mismo día, y defendiéndolas
murió. Veamos cómo se produjo la dramática sesión.
Por la Comisión, Cañal manifestó que, en principio, no se
a podía aceptar la enmienda de Perojo; pero que deseaba oír a
los diputados por Canarias.
O
Perojo, inmediatamente, destacó que no se trataba de nada n - m nuevo; que era la reproducción textual del artículo 14 de la ley O
de 1870, que ya figuraba en la ley de 1872 y en la de 1877, si bien SE
dejó de aparecer en la ley de 1882. Que cuando rigió, representa- E
Ua:: 2 Te~erifed on Fdician~P érez Zamnra y e! marqués de Casa- d
Laiglesia -se refiere a don Guillermo Rancés y Esteban, quinto -
de su título- y ellos no se opusieron. 0
m
E
Le replica Casa-Laiglesia. Recoge la cita de su ascendiente O
-concretamente su padre- y pide que la Comisión le conteste ar n
fondo del asunto. Pero que no basta con decir que esos señores E
a
eran diputados; habría que demostrar que estaban conformes,
que existía alguna proposición, alguna enmienda, firmada por n
n
ellos. 3
Habla luego Benítez de Lugo. Pide que sea Maura quien con- o
teste. Asma que con la efimiel?da se +~--+lA a ~UA-L a L$ W-rLrILnInQLr ur l rv\ rai ge-biernos
civiles, dos distritos administrativos.. . Y he aquí, de
pronto, la escueta reseña del Diario de sesiones:
«Al llegar este momento tiene que interrumpir su lectura el
Sr. Benítez de Lugo, porque cae acometido de un grave acci-dente
ei Sr. Pero~o; acucien a auxiiiarie los señores Eiputados
presentes y dice:
"El señor Presidente: Se suspende la discusión. Orden der
67 Inserta en el Apéndice 4.0 a la sesión del jueves, 15 de octubre
de 1908, núm. 4.
354 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 47
día para el lunes: Los asuntos pendientes. Se levanta la sesión."n.
Eran las seis y treinta minutos.
Hurtado de Mendoza comenta que la no admisión de las en-miendas
fue una rectificación del Gobierno, hija del miedo, por
la algarada que se había promovido en Tenerife. Esto fue -dice-do
que causó el gran trastorno en el ánimo de Perojo, que en
pocos momentos acabó con su vida. Al saber Perojo que la
Comisión declararía que no podía aceptar la enmienda corrió
de un lado para otro, llamó a distintas puertas, se avistó con
uno y otro personaje, hizo protestas airadas y amenazó con
romper su investidura de diputado, devolviendo al distrito de
Las Palmas su honrosa representación. Por último, fue al domi-cilio
del presidente del Consejo, y de aiií regreso mas sereno al
Congreso y apoyó la enmienda en términos mesurados pero fir-mes.
Cuando Benítez de Lugo concluía de contestarle, la Cámara
se apercibió de que había muerto en su escaño el diputado de
las Canarias orientales)) 68.
El presidente dei Congreso, Dato, hizo su eiogio funebre en
la sesión del 19 siguiente. Dijo que había defendido su enmienda
con energía, con inteligencia, con elocuencia, «y aun con vehe-mencia
en él desusadan ... «Le vimos vacilar y caer, y cayó en
aquel escaño para no levantarse jamás. » Habló «desoyendo in-dicaciones
que personas muy allegadas a él le habían hecho
fundadas en el mal estado de su salud» ... «Un noble ejemplo
del temple de su alma, que quedará siempre perpetuado en la
historia del Parlamento español, y que seguramente no se olvida-rá
jamás en aquella región española que tenía la fortuna de
contarle a él como representante suyo en el Parlamento.» La Cá-mara
acordó hacer constar en acta el sentimiento ".
68 ~Ambrosio Hurtado: Perojo, apéndice, letra 7).
Luis Doreste Silva dedicó en «E81 Globo» una elegía a la muerte de
perüjü, habia pi-esencia~o Cüngi-eso.
'Cuenta Leoncio Rodríguez (Perfiles, pág. 296) que los diputados que
estaban cerca de Berojo le oyeron decir: «Maura me mira, no puedo
más», antes de caer inerte.
@ Diario de sesiones, núm. 7, págs. 121 y sigs.
'Don José del Perojo y Figueras había nacido en Santiago de Cuba
en 1852. Fue periodista y político Dirigió cEl Nuevo Mundop. Se doctoró
Núm 18 (1972) 355
48 MARCOS GUIMERA PERAZA
A continuación habló Maura, quien manifiesta «no tuvo la for-tuna
de asistir -que también es fortuna participar en los dolo-res
de los demás-» a la sesión del 17, y pide a los diputados
por Canarias que supriman la continuación del debate. Pérez
del Toro accede, esperando a debatir la cuestión dentro de poco;
o en sazón más oportuna y mejor, dentro de la misma ley. Maura
le dice: «Mil gracias.» Carlos Navarro 'O estima que eso suponía
el compromiso de volverla a presentar cuando terminase la dis-cusión
de las diputaciones provinciales. Por su parte, Hurtado
refiere que Maura prometió a Tenerife establecer una Sección
de la Audiencia de Las Palmas en Santa Cruz. a
N Lo único cierto y positivo es que no ocurrió ni una cosa
ni otra. O
Luego se leyó la otra enmienda de Perojo al artículo 287,
antes citada por nosotros y Lombardero, por la Comisión, %E
la aceptó. S
E
Anotemos que el mismo día en que murió Perojo, el diputado
por la Palma Poggio había reproducido 1a enmienda de ayu61, 2
que pedía la creación de tres circunscripciones: una en Tenerife,
con Gomera e Hierro, y con seis diputados; otra en Gran Canaria,
con Lanzarote y Fuerteventura, y otros seis diputados; y otra
en La Palma, con dos diputados R. La Comisión la aceptó y
fue aprobada por el Congreso. E a-
Días más tarde, en la sesión del martes 27 de octubre de 1908
-número U-, el pleito insular tuvo acceso todavía al Congreso. j
Algún periódico de Santa Cruz atacó a los representantes en $
Cortes por Tenerife, singularmente a Benítez de Lugo y Poggio. O
Entonces, Casa-Laigiesia dirigió una pregunta y un ruego al mi-en
filosofía en Heidelberg, donde fue discípulo de Fischer, neokantiano.
En 1880 fundó la «Revista Contemporánea)) Fue diputado a Cortes en 1886,
1893 y 1898; y por Las Palmas en 1905 y 1907. Fue también economista y
scciS!ege ?e!err,izó m11 MeriCm!ez y %!2ye rnbre !a cienciz espziin!rr
en 1877.
Ver su efigie en la lámina VI.
Carlos Navarro: Págznas, 1, pág. 237.
71 Diario de sesiones, núm. 7, págs. 141 y sigs.
72 D Z ~ Y ZdOe sesiones, Apéndlce 4." a la sesión núm. 6.& del 17 de
octubre de 1908
356 ANUARIO DE ESTUDIOS A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 49
nistro de la Gobernación, La Cierva, sobre estos extremos. In-tervino
también Benítez de Lugo y la cosa quedó bastante clara
para estos dignos diputados por «el grupo occidental» 73.
Conforme a la promesa de Maura, Tenerife se creyó en la po-sesión
de la Audiencia. Benítez de Lugo -informa Hurtado-trató
de llevar el establecimiento de la Audiencia Provincial al
presupuesto, sin conseguirlo. Sólo se le admitió un artículo adi-cional,
con un crédito para una Sección de la Audiencia en
Santa Cruz. Ello ocurrió ya en diciembre de 1908, y pasó al ar-tículo
13 de los adicionales al presupuesto para 190974: «Se
creará una Sección de la Audiencia Territorial que tendrá ca-rácter
fijo y residencia permanente en Tenerife.~ Esto motivó
que eí 30 de noviembre se rompiera en Las Paimas ia iapida
que da el nombre a la calle de León y Castillo 75. Cuenta Hur-tado
que don Juan Alvarado pidió quedasen para una ley espe-cial
las modificaciones en la administración de Canarias, res-pecto
a la Audiencia y a la Comisión provincial, ya que Maura
limitaba la reforma, por el momento, a esos dos puntos. No se
pudo conseguir, pero se dilató el artículo 13 adicional, hasta que
fuera ley el proyecto de régimen local, a fin de que lo que perdía
Las Palmas por un lado, lo ganara por otro. Dice que en Las Pal-mas
se censuraba a los diputados y se atribuían todos los males
a negligencia de León y Castillo. Él cree que, en cambio, don
Fernando era el primer divisionista y no era cacique.
Maura quedó en la fórmula nada más por ahora. Fue des-cartada
la enmienda fundamental a la parte provincial 76.
73 Diarzo de sesiones, núm. 12, 27 de octubre de 1908, págs 248 y sig.
Benítez 'de Lugo dijo que «conseguimos la reparación de una injusticia,
obteniendo para la capital una Audiencia de lo criminal, de ,que estaba
privada,. Y La Cierva confirmó que «todos esos conciliábulos y todas
esas conferencias con el Gobierno tenían por objeto (lo digo por si no
estuvieran enterados en las Islas 'Canarias) Ia creación solicitada por la
representación de Tenerife de una Sección en Santa Cruz de la Audiencia
provincial».
74 Carlos Navarro: Págznas, 1, p. 237.
75 Luis Morote: La tzerra de los Guanartemes, pág. 68.
76 DI ~ Y IdOe sesiones, sesión de 12 de diciembre de 1908, pág. 1614,
con Ia retirada de una enmienda por Pérez del Toro. En el Apéndrce 2 5 . O
al núm. 51, sesión del 15 de 'diciembre, figura el articulado de la ley de
Núm 18 (1972) 357
50 MARCOS GUIMERh PERAZA
La parte municipal del proyecto, que como recordaremos
había sido aprobada el 23 de julio de 1908 -hasta el artículo 268,
comprensivo de cinco títulos, del libro 1-, por el Congreso, pasó
a discutirse al Senado en enero de 1909.
Y la referente a la reforma provincial «terminó su acciden-tada
carrera en el Congreso» el 13 de febrero de 1909 y pasó
también al Senado. Se le habían dedicado en total 250 sesio-nes
(i)".
Anotemos el gesto sincero ... y gallardo de Luis Morote, di-putado
por Valencia y republicano -como ya es sabido-. En
la sesión de 26 de abril de 1909 aseguró al Congreso que en el
expediente de la Marina, incoado por la concesión para la cons-t-
mcción de la Escuadra, no había nada contra el gobierno Maura:
«No hay delito de prevaricación.. . Lo digo porque ya no podía
más, y me he levantado para hacer un movimiento de concien-cia,
para decir todo lo que pienso, pase lo que pase después..
Esta justicia viene de un periodista y de un diputado .» («Muy
bien, Aplausos»j acota -1 Dinrio,), Tamaña ac.c.iin de imparcial&
dad le costó renunciar al acta de diputado y a su puesto en la
redacción de «El Heraldo». No tuvo más consuelo -aparte su con-ciencia-
que una carta de don Gumersindo de Azcárate 78.
Morote se pasó a la monarquía, ante las promesas anticle-ricales
de Canalejas, en 1910.
El Senado votó la parte municipal el 26 de mayo de 1909.
Es seguro que se hubiera convertido en ley de no haber caído
Maura como consecuencia de la Semana trágzca de Barcelona.
¡DOS años de trabajos perdidos! ¡Perdidos los 5.511 discursos
Presupuestos para el ejercicio de 1909, aprobado definitivamente. Su
artículo 13 dice: «Se autoriza el crédito necesario en la sección 3." de obli-gaciones
de los departamentos ministeriales para organizar una Sección de
la Audiencia territorial de Canarias en Santa Cruz de Tenerife n Ver tam-bién
la sesión del 17 de marzo de 1909, Dtario de seszones, núm. 107, pá-gina
3156, con la intervención de Benítez de Lugo.
n Diarto de sestones, pág. 2577, y Apéndzce, núm. 6 O .
78 Para la intervención de Morote, ver el Diario de sesiones, lunes, 26 de
abril de 1909, núm. 131, tomo X, pág. 3882 y sigs. Ver #Miguel Tato y
Amat: Sol y Ortega y la politzca contemporánea, Madrid, Imp Artística
Española, 1914, pág. 468 (B.M.T., Sigt." 42-6/8).
358 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 51
del Congreso y el Senado! ¡Perdidas las 2.813 enmiendas que
tramitó el Parlamento! Pero desde junio de 1909 los sucesos
mandaron en Maura, y le vencieron. Las Cortes volvieron a
abrirse el 15 de octubre de 1909.
Mientras tanto, la lucha seguía en Canarias. Por ejemplo, el
Real Club Náutico Tinerfeño, en sesión de 7 de noviembre de
1908", acordó enviar al socio don Aurelio Tuells como re-presentante
del Club, al meeting que tendría lugar en la plaza de
toros el 15 siguiente, «que podría adherirse a cualquiera conclu-siones
de tipo patriótico, sin matiz político alguno, abstenién-dose
en caso de duda de adoptar cualquier decisión, y poner en
conocimiento de la junta las dichas conclusiones». En enero de
!?C? h e tras!a&.ie e! riibg~hemadm (delegado del gobierno),
señor Portela, y sustituido por don Gerardo Gavilanes, secreta-rio
que era del Gobierno Civil de Gerona.
.El inspector de Obras Públicas, señor Cuadrado, llegó a Las
Palmas en febrero de 1909. En una Memoria que redactó pidió
ilriinisiro de Fomento la de la. Jefamra de Obras p&
blicas. Por cierto que andando el tiempo, Luis Morote cuen-ta
que la Junta de Defensa creada en Las Palmas, e integrada
por Franchy, Melo y Ramírez, telegrafió a Sánchez Guerra para
la busca y captura de la Memoria de Cuadrado; y que don José
les contestó que en ella no se hablaba de la división.. .
Melquiades Alvarez, jefe del partido reformista, en una en-cuesta
que planteó «La Revista de Municipios,,, de Madrid, se
declaró partidario de la división.
Por su parte, el citado Morote, iniciado en los asuntos de
A~ anar iasp or rerojo, publicó eii el periódieu <¿LaM afiana~d, e Ma-drid,
varios artículos, en los que también se declaró partidario
de la división. Siendo todavía diputado por Valencia, llegó a Las
Palmas el 26 de agosto de 1909. Visitó las tres islas orientales y
fue publicando artículos en la prensa de Las Palmas («La Maña-na
», .El País», «¿a Defensa», «El Tribuno»), con las males c o ~ -
79 C[orlolano] Guimerá [Lópezl: Mirando atrás, 1908. El Red Club
Náutico Tinerfeño, elemento fundamental en la vzda santacuucera. ((Grirn-polan,
núm. 9, 1 de octubre de 1964.
80 La tzerra de los Guanautemes, pág. 320.
Nkm 19 (1972) 359
52 MARCOS GUIMEKA PERAZA
puso su citada obra. Se mostró un entusiasta de la división.
Quiso dar una conferencia en el teatro «Pérez Galdós», y el
gobernador civil -Santos Ecay- le negó el permiso.
Carlos Navarros1 cuenta que «el letrado don Manuel Ve-lázquez,
procedente de Fuerteventura pero con residencia en
Las Palmas, desde las columnas de «La Mañana», dirigió una
carta abierta a Morote, en la que pedía la autonomía insular,
combatía la división y recordaba los Cabildos que hubo en nues-tras
Islas». Nótese que esta carta de Velázquez es de mediados
de 1909, más de un año posterior a la Asamblea tinerfeña de mayo
de 1908. Que el 3 de octubre de 1909 se celebró un mitin en
el teatro . y en él Ramírez Doreste y Franchy sostuvieron ideas
autonomistas en la resolución de nuestras aspiraciones, decla-rándose
también contrarios a la división de la provincia. Morote
estuvo esa noche muy feliz, sosteniendo con gran elocuencia
ante todo ideas divisionistas; sin perjuicio de que luego viniera
toda la autonomía insular deseada y que se nos quisiera conce-der,
pero para las dos provincias. Marcó con todos sus deta-lles
que en la forma planteada estaría reconocida la unidad in-sular,
pero con grandes inconvenientes para la absoluta inde-pendencia
administrativa que Gran Canaria necesitaba en el
desarrollo de sus grandes intereses». En la tarde del 17 de
octubre, señalado para descubrir la lápida con el nombre de
Perojo a la calle hoy de su nombre, el alcalde (don Francisco
Bethencourt y de Armas) atribuyó todo lo que Perojo hizo a las
iniciativas e indicaciones de León y Castillo: «'El público protestó
enérgicamente y con una gritería tan enorme, que se le hizo
imposible continuar hablando.» La situación la salvó Morote
haciendo elogios de Perojo y dedicando frases encomiásticas a
León. Se le ovacionó. Regresó a la Península el 1 de noviembre,
cuando ya había caído el gobierno largo de Maura, último en
que gobernó propiamente con el partido conservador ".
8' Carlos Navarro: Págznas, 1, p. 237.
82 Don Luis Morote y Greus, nació en Valencia en 1862 y murió en
Madrid el 4 de mayo de 1913. Ejerció la abogacía y el periodismo. Estuvo
en «El Liberal» y luego en el «Heraldo de Madrid». Fue diputado a Cortes
en 1898, en 1905 y en 1907. Al ser elegido diputado por Gran Canaria
en 1910, ingresó en el partido de Canalejas. Se ocupan de él, casi siempre
360 ANUARIO DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 53
Carlos Pizarroso alude, en términos elogiosos, al traba-jo
de Andrés de Arroyo, que obtuvo el primer premio en el
certamen literario del Ateneo de La Laguna, de 12 de septiembre
de 1909, en el que propuso un régimen autonómico-regionalista
para Canarias, «con el establecimiento de Concejos o Juntas In-sulares~.
El propio don AndrésM nos informa del certamen,
del tema y del tribunal, «presidido por don Benito Pérez Armas,
que en ese período, por su alianza política con don Emilio Calza-dilla,
tenia acentuada orientación izquierdista».
VI. EL «GOBERNADOR UNIVERSAL» DE MORET (1909)
Los sucesos de la guerra de Marruecos, ia Semana tragzca de
Barcelona y el fusilamiento de Francisco Ferrer determinan la
caída de Maura. Pese a las presiones extranjeras y a la propia
debilidad del rey, no hubiera cesado de no ser por la oposición
presentada por las minorías liberal y democrática, encabezadas
por Moret, ansioso de gobernar.
La última sesión de las Cortes conservadoras fue la del 20 de
con elogio, «Azorín» (Obras completas, 111, Aguilar, Madrid, 1947), Rafael
Olivar Bertrand (Prat de la Riba, Aedos, Barcelona, 1964) y, sobre todos,
Amadéu Hurta,do (Quaranta anys d'advocat. Historia del meu temps, 11,
Ariel, Barcelona, 1964, pág. 106), que lo califica del periodista más inter-nacional
de España, introductor en la prensa del país de los grandes repor-tajes
de observación personal y de exposición objetiva acostumbrados en
los más importantes penódicos europeos. Ver también Diego Sevilla
Andrés (Canalejas, Barcelona, Aedos, 1956, pág. 415)
En cambioj nn !o deja en muy buen lugar Alstín Millares Cubas
(Diarzo, folios 60 v y 61). 'Cuenta que en un primer viaje fue muy mal
acogido por elementos fernandmos, acaudillados por don Agustín Bravo
y su acólito don Francisco Bethencourt Montesdeoca. Y que al año si-guiente
ya vino con el pase de don Fernando y salió diputado.
Ver su fotografía, publicada en 1910, en la lámina VII. Y el retrato de
Cr.ras, pA!icac!n en Andréii Avelí Artis: Retrats de Ramón Casas, Edi-ciones
Polígrafa, S. A., :Barcelona, 1970, pág. 201, con las líneas que allí
escribe «Sempronio». Las Palmas le dedicó una calle en el Puerto de la
Luz, la qu~e llevaba entonces la letra «W». Ver Sebastián Jiménez Sánchez:
Las Palmas- callejero romántzco, en «El Eco de Canarias)), color
83 Pizarroso y Belmonte: Anales, 1, pág. 267
Andrés de Arpoyo: La fuszón, págs 116 y 117.
54 MARCOS GIíIMERA PERAZA
octubre de 1909. En la del 21 se leyó la comunicación de la
crisis ministerial, con la dimisión de Maura, de ese mismo día,
Se acordó suspender las sesiones. Y Moret fue llamado. El 25,
Maura pronunció su famoso discurso a los senadores y dipu-tados
del partido conservador en el Palacio del Senado -el
recinto del convento de doña María de Molina, que había es-cuchado
a Murphy, Afonso y demás diputados del trienio cons-titucional-.
Fue donde proclamó da implacable hostilidad»;
quizá el canto del cisne de don Antonio dentro del partido,
que pronto habna de pasar a ser idóneo.
En el gabinete Moret, ocupa la cartera de Hacienda el cana- a
rio don .J uan Alvarado y Saz (1856-1935)85.E l Ministerio de , E
Gubemacion cjüed6 en mzms de! presidmte, en eviticiSn de O
pugilatos que diesen a García Prieto o a Romanones, indicados n - o>
para desempeñar dicha cartera, la condición de heredero. Fue O
E
subsecretario de Gobernación don Santiago Alba y Bonifaz. E
2
E Moret trató de conseguir la incorporación a la monarquía del
a!a derecha 1% repú';!ica (hmersin& de Az-&-utp, M&pja-des
Alvarez). Creyó ir ganándola desde Gobernación, con vistas O-a
las futuras elecciones generales, indispensables cuando se m
E
tenía enfrente a una tan aplastante mayoría conservadora. O
En la «Gaceta» del 15 de noviembre se publica un Real De- n
creto por el que se facilitaba el paso a un régimen de descentra- E
lización municipal, que constituía en Moret un añejo afán. Su a
artículo 28 dispuso: n
n
3
«El gobernador de Canarias residirá alternativamente, O
-- 1 :z-y
cur~i gual ~ I U ~ U I L I V I Id e t i e m p dentrzl de! año, ei, Santa
Cruz de Tenerife o en Las Palmas de Gran Canaria.
85 ,Don Juan Alvarado y Saz nació en Aguimes (Gran Canaria) en 1856
y murió en lMadnd en 1935 De republicano posibilista con Castelar, pasó
a llhera! democrata con García Prieto. Fue ministro de Marina (1906)' de
Hacienda (1909), de Gracia y Justicia (1916); y en 1917 fue nombrado,
aunque no juró el cargo, ministro de Estado, por García Prieto. En 1922
presidió la comisión parlamentaria encargada del expediente Picaso, a
raíz del desastre de Annual. Pueden verse las Acotaczones de un oyente;
de Wenceslao Fernández Flórez (1Madri,d, Editorial Prensa Española, 1962,
tomo 1 1916-1921), Acotaczón XIV, pág 87, y Acotaczón XXXZ, pág. 129.
362 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 55
El delegado de esta isla ejercerá las funciones de secre-tario
cuando el gobernador resida en ella; y en su ausencia,
todas aquéllas que en él delegue el propio gobernador.,
Estamos frente al virreinato, al gobierno alternativo, al go-bernador
de altura, al gobernador universal, al gobierno trashu-mante;
que de todas estas formas ha sido llamado.
Fernández Almagro s6 comenta: «Moret, ministro de la Go-bernación
en 1884, fue autor de unas amplias reformas de ré-gimen
local, que no pasaron de proyecto. En la parte posi-ble,
pasó su espíritu al R. D. de 1909, encaminado a conse-guir
para la vigente ley municipal una mayor elasticidad. A la
vez, por uno de sus artícuios, se transigió un antiguo pleito de
Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, en disputa de la capital
de las islas Canarias.» En lo que yerra don Melchor es en
creer que el parto moretiano resolvió el pleito insular. Su solu-ción
no fue bien recibida en ninguna de las dos principales
.ciudades dei archipiélago. Como tampoco la había sido «ei in-distinto~
d e López Domínguez, en 1893. Se siguió luchando por
la división y por la capitalidad provincial. Por otra parte, la
solución Moret ya venía apuntada en la Memoria de Romanones,
de 1906, de la que se dijo -según vimos- que incluyó el gober-nador
civil de altura a petición de don Segismundo, encariñado
con la idea. Veamos su eco en Canarias.
Es gobernador civil don Antonio Eulate y Fery (desde el 2 de
,diciembre de 1909 al 6 de febrero de 1910)) quien lo volvería a
ser en julio de ese mismo año de 1910. Secretario del gobierno
civii io era don Manuei iuengo y Prieto, quien io seria en í9Lü
.del Gobierno Civil de Barcelona. Capitán general de Canarias,
don Vicente Martitegui y Pérez de Santa María, que llegó a
Canarias en septiembre de 1909.
Leopoldo de la Rosaa7 dice que tal disposición «se aplicó
-- por corto periodo de tiempo~. Y es que el i8 del mismo mes,
.es decir, tres días más tarde, Moret dispuso dejarla sin efecto
86 Melchor Fernández Almagro: Historza del reinado de Alfonso XIII,
2." edición, Barcelona, Montaner y Simón, 1934, pág. 156, nota 1.
87 Leopoldo de la Rosa: Evoluczón, pág. 123.
Núm 18 (1972) 363
56 MARCOS GUIMER~ PERAZA
o en suspenso hasta que el gobernador civil, con ciertas audien-cias,
le informase sobre el problema.
Para Joaquín Blanco esta disposición «significaba algo para
Gran Canaria, pero tampoco era la libertad que pretendía: re-presentaba
solamente compartir el honor, pero no los hechos de
la capitalidad. El problema, pues, seguía en pie: Moret había
salvado solamente las apariencias».
En efecto, en Gran Canaria protestaron inmediatamente con-tra
la medida. Según informa Navarro y Ruiz8', para el cargo
de gobernador general se indicaba al contraalmirante Auñón,
que bien pronto habría de ascender a vicealmirante. Inserta los a
telegramas cruzados entre don Andrés Navarro y Torrens, pre- N
E cidente de! «Ciabi~?ete Literario», y Moret g". Por su parte. el O
Ayuntamiento de Las Palmas, cursó también un despacho 'l, --:
m que firmaban los concejales con el alcalde, don Francisco Be- O E
thencourt Armas -designado por Real Orden de mayo de 1909, E
2
para sustituir a don Ambrosio-, «por un golpe de estado, dirigi- -E
do por don Frmci sc~I( ethencniirt Motadeoca, recién llegado de 2
Tenerife, donde estuvo establecido muchos años». Navarro re- --
seña el alboroto producido en el Ayuntamiento con tal motivo. 0
m
E
En otra parte92, Navarro informa que también en Madrid O
se excitaron los ánimos, comenzando por León y Castillo, que 5 n
planteó la cuestión al Gobierno, y estaba decidido a llevarlo -E
ante el Senado. Se pensó en organizar un mitin, presidido por a
2
d
n
n
88 Joaquín Blanco: Breve noticia, pág. 373. Por error la atribuye a
Perojo, siendo así que éste, además de ser conservador, había muerto. 3
O
hacía más de un año.
89 Carlos Navarro. Sucesos, 11, págs. 311 y sigs.
90 IEl gabinete insistía en la división y protestaba contra la creación
del virreinato, apropio solamente deshonroso sistema colonial», que «nos
coloca situación raza inferior)).
Don Andrés Navarro Torrens era ex-comandante médico militar, médi-co
de la Beneficencia insullar, lGran Cruz de Beneficencia. Hijo de dor
Domingo J. Navarro, nació en 1813 y murió en 1926. iPuede verse su
biografía en Juan Bosch: Hzstorza de la medzcina en Gran Canana, 2, 1967,
página 237, y su efigie en su lámina núm. LXXI Sus memorias, tituladas
Mzs recuerdos [Ms. M. C.] solo llegan hasta septiembre de 1860.
91 En él demandaba la descentralización por islas.
92 Carlos Navarro Páginas, 1, pág. 239.
364 A N U A R I O DE E S T U D I O S A T L A N T I C O S
EL PLEITO INSULAR 57
Pérez Galdós, con la asistencia de Azcárate, Melquiades Alvarez,
Romanones, Candejas y otros, «pues con todos conferenciaba
una comisión acompañada de Moroten y en comunicación con
León. Se repartieron en Madrid, el 13 de noviembre, hasta 30.000
ejemplares de un Manifiesto de la Junta de Defensa constituida
en Las Palmas por don Rafael Ramírez, Franchy y Melo, com-batiendo
la desgraciada idea del virreinato. Tal manifiesto lo in-serta
Moroteg3; y entre otras cosas, dice: «El problema canario
consiste en dividir dando a cada cual lo que es suyo, en reco-nocer
la personalidad de las islas dentro del archipiélago, para
que c