AGUSTIN DE BETANCBURT, FUNDADOR
DE LA ESCUELA DE CAMINOS
Y CANALES
raCTEVOS DATOS BIOGRAFICOS
Agustín de Betancourt y Molina tiene una personalidad cien-tífica
tan sobresaliente y destacada, que cualquier pormenor de su
vida cobra por si solo apasionante interés. La biografía del insigne
ingeniero es hoy conocida en líneas generales; pero una existencia
que se abre a la vida en una isla perdida en las inmensidades del
Atlántico, y que luego discurre en cuatro paises distintos : España,
su patria, Francia, Inglaterra y Rusia, por fuerza ha de ofrecer
múltiples contradicciones y lagunas.
Hoy damos a conocer dos documentos de carácter familiar y
privado, que extravasan el área de lo particular e íntimo para
tener importantes implicaciones en su vida pública, hasta el punto
de alterar sustancialmente la biografía del eximio ingeniero e
inventor.
El primer documento es más curioso que importante. Se trata
de una Informcih de nobleza> efectuada en La L a p a en 1778,
para acreditar el linaje y prosapia del joven Agustin de Betan-
(*) En algunos epígrafes de este trabajo no se hace expresa mención
de las fuentes, por su carácter de síntesis de estudios más extensos en pre-paraci6n.
2 ANTOXIO RUMEU DE ARMAS
court, así como de los servicios prestados por sus progenitores y
ascendientes a la Corona y al Estado.
La iniciativa corresponde, como es lógico, a su padre el capitán
don Agustín de Betancourt y Castro, caballero de la Orden de
Calatrava, y obedece a unas motivaciones que son fiel trasunto del
espíritu del siglo de la Ilustración. Conoce el talento de su hijo,
y sabe muy bien que éste no puede desplegar su incansable acti-vidad
en el estrecho marco de la vida insular. Agustín necesita
alas para volar. El éxodo está próximo, en busca de nuevos e insos-pechados
horizontes. Pero el acuciante amor paterno vela para que
adonde quiera que vaya luzca la progenie del hijo y nadie pueda
dudar de su notoria calidad.
Bajo estos poderosos estimulos se engendró la Inforw,a&ón
que hoy damos a conocer. En ella deponen y dan fe los famosos
"caballeritos de La Laguna", conte~uliosd el palacio de Nava, y
todos ellos alaban y ponderan el talento y e! ingenio del joven
Agustín. Digamos para remate que la Informa&n se lleva a efecto
cuando el teniente Betancourt se disponía a pasar a la corte "para
emplearse en el servicio del Rey". En el modesto equipaje del estu-diante,
la Inferrnacicjn, con escudo y abolorio, dibujados por su
propia mano, ocupaba lugar preferente.
El segundo documento es el Expediente de soMeria, incoado en
ei palacio del Buen Retiro de Madrid en 1797. El matrimonio de
don Agustín Cie Betancourt había sido hasta ahora una de las ma-yores
incógnitas de su vida. Se sospechaba que debía haberse efec-tuado
en París o en Londres. Hoy nos es dable fijar a Madrid como
el lugar del enlace y como data la arriba indicada. Una serie de
fortuitas circunstancias impusieron el que se efectuase en la corte
de España el matrimonio del inventor canario, recién llegado de
Inglaterra, con su prometida Ana Jourdain, a quien había cono-cido
con toda probabilidad durante su estancia como pensionado
en la Gran Bretaña (1794-1796).
El Expediente de solterk contiene además una declaración
personal de Agustí de Betancourt del mayor interes, por cuanto
nos revela algo así como el itineraiio de su vida hasta 1797, sir-
.Iriéndonrss para rectificar sus jornadas en el extranjero, base sus-tancial
de una biografía andariega en exceso.
244 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
4 DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 3
1.-EL VIAJE A LA CORTE.
Todos los biúgrafos de Agustín de Betancourt ponderan la
precocidad de que hizo gala desde su más tierna infancia. La llama
del genio brillaba en é1 apenas despertó. a la vida de la inteligencia.
Padrón Acosta #dice al respecto lo que sigue: "Don Agustín
comenzó sus estudios de primera enseñanza en su pueblo natal [el
Puerto de la 'Cruz] y recibió de su padre las primeras lecciones.
Dedicóse después al estudio de la matemática, la lengua inglesa y
francesa y el dibujo. El 14 de noviembre de 1716 hace una excur-sión
a la famosa cueva de Icod, y entre los que le acompafian está
su hermano don José, que firmz. sus escritos con el nombre de José
& ~pt_hpn_~curt& &re9y. gtre r?p 1 ~=s&r rafgs _su conocida
biografía añade: "Desde joven ocupa sus ocios en el hilado, tejido
y tinte de la seda, que a la sazón se hallaba en su apogeo en Tene-rife.
En 1778 inventa una máquina epicilindrica para el hilado de
la seda, invento en el que participél su hermana doña María" l.
Más expresivo es sobre el particular el Último de sus biógrafos,
doctor don Alejandro Cioranescu, a quien se debe un excepcional y
concienzudo estudio sobre la personalidad científica del inventor.
He aquí sus exactas palabras:
"Pasó la infancia entre la casa paterna de La Orotava y
la casa de campo de La Ram?da, que más tarde represent6
en una de sus primeras pinturas, y que le dej6 el más grato
recuerdo. Fue aquella infancia como todas las infancias, es
decir, dedicada al juego y a las correrías, y también a los
primeros elementos de una mediana instrucción, cual era la
que en la villa de su residencia podía recibir entonces.
Sin embargo, parece que desde aquellos primeros años se
advierte en los juegos de este niño una especie de propensión
para los juegos utilitarios, para aquellas diversiones que pue-
1 Sebastián Padr6n Acosta: EZ zngenzero Agzcstiw de Bethencozcrt s~ Mo-
Zina. Instituto üe Estudios Canarios. La Laguna de Tenenfe, 1958, págs 16,
17 y 19.
J. Goyanes Capdevila: Las antzguas inüwtrzas de la seüa en Tenerzfe.
S. C. de Tenerfi, 1838, pAg. 11. Este autor reproduce el diseño de la máquina
epicilinürica.
ANTONIO RUMEU DE ARMAS
den d e ~ a ra lgún resultado aprovechable. En una carta a su
hermano mayor exclama, recordando aquellos años ya lejanos
de su infancia: ";@uánto me acuerdo de los gusanos de seda
que criamos en La Rambla y de las cintas que tejimos! Y
;de cuánto no me ha servido este entretenimiento!" P más
tarde, escribiendo a su hermana, compañera favorita de sus
primeros juegos, recordaba igualmente "el feliz tiempo que
pasamos juntos, tejiendo las cintas de rasoliso y terciopelo,
haciendo entorchados, etc., etc. Po puedo asegurarte que de
cuanto he aprendido en mi vida, nada me ha sido tan útil.
como el ejercicio que tuve entonces del hilado, tejido, tinturas
y demás cosas que hicimos como por pasatiempo. Estos co-nocimientos
que adquirí jugando han sido el origen de mi
afición a las artes mecánicas y de toda mi felicidad; y estoy
tan persuadido de su grande utilidad, que hago trabajar dos
horas por día a mi hijo Alfonso, ya en el torno, ya limando
o haciendo alguna máquina".
Gusanos de seda, cintas de rasoliso, entorchados, he aqu��
juguetes de un tipo bastante particular para un niño que debía
tener por aquel entonces de diez a quince años, y que no
parece divertir de igual modo a todos los niños. Se compren-de,
como lo indica el mismo interesado, que estas primeras
aficiones habrán informado y desarrollado en él el gusto para
las artes industriales y la técnica en general; o quizá, al
revés, que su propensión innata para las artes mecánicas se
habrá manifestado desde su infancia en la selección de los
juguetes que mejor convenían con sus aptitudes. La última
explicación parece más plausible, ya que el hijo de don Agus-tin,
a pesar de las distracciones pedagógicas que le ofrecía o
imponía su padre, no demostr6 más tarde ninguna afición
particular para las máquinas y las invenciones.
En cuanto a don Agustin, estos juegos lo llevaron insen-siblemente,
como a todos los niños que acaban pronto con
desmontar sus juguetes para examinarlos al interior, a la
observación de los instrumentos de trabajo y a la idea subsi-guiente,
de su posible mejora. Así es como lo vemos i- v en-tando,
o mejor dicho perfeccionando, desde ios años de su
estancia en Tenerife, probablemente por el año de 1778, una
máquina de hilar seda, en cuya construcción intervino tam-biéu
SU hemana y c~mpafiem de jxegm. Se Cruti, Ur? mr,
máquina epicilíndrica de pedal, cuyo principal mérito parece
haber sido el doble efecto de la rueda movida por el pedal,
que saca al mismo tiempo dos hilos, de dos marañas colocadas
lateralmente. Si no nos equivocamos, se trata menos de una
ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Plaza principal del Piicrto de la Cruz. A la izquieriln In Iglesia j>arroqiiial de Surstia Sciirii:~
I ~ Pla P e ñ a (Ic Francia. tal como cra cuando fue en ella I>aictiza~lA~>~ ~ i s t irnl I~?r t~i ir«i i i t .
Dibujo de J. J. Willinms y litografía de St. Au1aii.i.
La playa de Martiánez, escenario de la vida infantil del futuro inventor. A la iz-quierda,
la ermita de San Tclmo (N) y el convento de Santo Domingo ( O ) : este ú1-
timo, despues de un incendio. sería reconstruido por don José de Bctancourt y Castru.
hermano primogénito de Agustin. Dibujo anúnimo del siglo XVIII. Archivo Histúrico
Nacional de Madrid
A DE BETAATCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CkVINOS Y CANALES 5
máquina nueva, que de una mejora, que aumenta la capa-cidad
de producción de la máquina ya conocida, al sacar mejor
resultado de la fuerza que se invierte en su impulsión. Es
una aplicación tan feliz, como corriente en los futuros tra-bajos
de Betancourt, cuyos inventos se distinguen en general
por una rara ingeniosidad, que sabe sacar partido de todas
las posibilidades de un artefacto" 2.
Esta precocidad juvenil, de la que son buen exponente los datos
señalados, no tenia posibilidad de cultivo ni expansión en el estre-cho
marco de la vida insular, con sus precarios centros deJense-ñanza.
De ahí que se impusiese, como ineludible medida, el des-arraigo
de la tierra, para volar lejos en busca de más amplios
horizontes.
En 37.78, cumpíicios exactamente ios veinte años de edad, el
viaje de Agustín de Betancourt a la corte para completar su ins-trucción
estaba decidido. Aunque la familia contaba con medios
para subvenir a sus estudios, lo modesto de los patrimonios insu-lares
en aquella época y la sobrecarga de una prole numerosa acon-sejaron
a los padres gestionar una ayuda oficial.
El valedor de que se sirvieron en este caso fue el ministro de
Indias don José de Gálvez, andando el tiempo marqués de la So-nora.
Sin embargo, el verdadero negociador de la pensión tuvo
que ser su hermano Matías, teniente del rey en la isla de Tenerife,
recién nombrado gobernador de Guatemala (1778) 3. Durante su
permanencia en el destino insular Gálvez fue contertulio del pa-lacio
de Nava y amigo por ende de don Agustín de Betancourt y
Castro.
También se suele señalar como uno de los valedores del futuro
ingeniero a don Estanislao de Lugo y Molina, primo carnal suyo,
ya que sus madres eran hermanas. Este destacado isleño era, pese
a su juventud -le llevaba tan sólo cinco años a Agustin-, direc-
2 Alejandro Cioranescu: Agustin de Betancourt. Su obra técnica nen-
LPA .... . % . - L - L . . L . U ~ W U . IL~ULILULU de E&. Caiiaiios. ¿si. Laguna cie 'ienerife, iSBU, págs i i - í 3 .
3 Lope Antonio de la Guerra y Peña: Memorzas. El Museo Canario. Las
Palmas, 1955 y 1957, cuaderno 11, págs. 84, 107 y 130, y cuaderno m, pág. 5.
Como es bien sabido, don Matías Gálvez acabó su carrera desempeñando
el alto cargo de virrey de MBjico (1783-1784).
b ANTONIO RUhlEU DE ARMAS
tor de los Reales Estudios de San Isidro en la capital de España,
entro docente en el que recibía educacih lo más destacado de la
juventud española.
Don Agustín de Betancourt y Castro se iimita a declarar, el
20 de julio de 1718, que SE hijo está "para salir de esta dicha ysIa,
con destino a emplearse en el servicio del Rey", sin mayores pun-tualizaciones.
La Última fecha en que está. comprobada la presencia del joven
Agustín en Tenerife es el 3 de agosto de 1778 4. Cabe sospechar
de ello que el arribo a Madrid se produce en el otoño de ese mismo
2ño. Partia sin sospechar que estaba dando el adiós definitivo a
la tierra natal.
11.-LA I~TFORMACIÓN DE NOBLEZA.
Como antes se ha dicho, la dnforrnación de nobleza está incoada
con el exclusivo objeto de acreditar ia calidad y prosapia de don
Agustín de Betancoust.
Así lo declara sin ambages su padre en la instancia con que
se inicia la misma: "el capitán don Agustín de Betancourt y Cas-tro,
cavallero de la Orden de Calaerava, vezino de esta ysla de
Thenerife, . que estando para salir de esta dicha ysla, con destino
a empleame en el servicio del Rey, mi hijo don Agustín de Betan-court
y Molina, teniente de milicias, y que en otros pawges a donde
pueda llegar no habrá la notoriedad de sil caldad que en esta
ysla, por breve remedio me conviene que, con citación de los cava-lleros
procurador mayor y syadico personero general de ella, se
me reciba información . .".
Ppal propósito se hace patente cuando el 3 de agosto de 1778
don Agustín de Betancourt y Molina pide al alcalde mayor que se
le expida testimonio de la Información realizada. En este escrito
confiesa "que estoy en ánimo de salir de esta isla, mi patria, en
solicitud de emplearme en servicio de nuestro Rey; y para que
en los parages a donde pueda llegar conste la calidad de mis maio-res"
solicito cumplido testimonio de la misma.
4 Las dos fechas están tomadas de la I?zformacw~x Véase seguidamente
248 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTIC'OS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 7
Como es bien sabido, toda información nobiliaria adolece de
famagosidad y reiteración, hasta el punto de resultar material-mente
impublicable. Por esta circunstancia nos permitimos orde-nar
y extractar su contenido para somera información del curioso
lector.
a) La Información en su aspecto jurúlico.
Este curioso documento, tan reiterado en las islas Canarias,
por SU misma carencia de distinción de estados, está realizado en
presencia del alcalde mayor de la isla de Tenerife don Manuel
Pimienta y Oropesa, can citación del procurador mayor y síndico
personero general y en presencia del escribano José Antonio Lbpez
Ginory, quien iba tomando puntual relación de todas las inci-dencias
5.
La Pwformación se inicia con la instancia de don Agustin de
Betancourt y Castro, suscrita en La Laiguna el 22 de julio de 1778.
En este farragoso documento se formula por el peticionario el
interrogatorio de preguntas acreditativo de su linaje, mayorazgos
y blasones.
En la propia fecha en que fue presentada la instancia ei licen-ciado
Pimienta expidi6 awto para que se personasen en la infor-mación
el procurador y el síndico.
Después, entre los días 22 y 24 de julio, fueron compareciendo
los testigos en niimero de siete, quienes se limitaron a reiterar
cuanto en el interrogatorio se les preguntaba. Fueron los depo-nentes
don Fernando de la Guerra y del Hoyo, marqués de la Villa
de San Andrés, coronel de milicias; don Tomás de Nava Grirnón,
marqués de Villanueva del Prado, patrono general de la provincia
de San Agustin; el coronel don Diego de Mesa; el sargento mayor
don Fernando de Molina Quesada; el capitán don José de Mesa;
5 Se titula así: Imfornmción de Nobíesa, cahjzcada su verdad por el
M. Ilzcstre Cawldo de esta ysZa de Terterife, en favor de tenwmte capitLirt de
mzlacias don. Agustin de Betancourt y demás sus kermartos. Año 1778
Archwo Nistónco Provincial de Santa Cruz de Tenerife (A. P T ) Pro-tocolo
nZirn. 1.493.
8 ANTONIO RUMEU DE ARM.4S
don Lope Antonio de la Guerra y Peña, regidor perpetuo, y don
Bartolomé de Casabuena.
Una vez conclusa la información, el alcalde mayor, licenciado
Pimienta, expidió el oportuno auto de amparo de nobleza.
Se cierra el documento con la petición de un testimonio autori-zado,
por parte del joven Agustin (La Laguna, 3 de agosto de 1378).
La Información fue protocolada por orden de la Justicia, de 19
de septiembre de 1778, en los libros del escribano LÓpez Ginory 6.
b) Progenitores y linaje. El mayorazgo de CasPro.
El linaje Verde de Betancomt es sobradamente conocido para
que tengamos que insistir en aspectos del mismo carentes de
iriterks ?.
Hacemos, sin embargo, una excepción para recoger cuanto
declara sobre su progenie y la de su esposa don A2;ustín de Betan-court
y Castro, padre de nuestro personaje, por el valor que en sí ,i
mismo encierra y por aportar algún que otro pormenor desco- 2
E
nocido.
Ee aquí lo que declara sobre sus padres (abuelos del joven $
Agustín) y demás progenitores : Om-
Soy hijo del "coronel don Joseph de Betancourt y Cas- o
tro y de doña Ana Jaques de Mesa; nieto del brigadier don
Marcos de Betancourt y Castro, cavallero de la Orden de
Alcántara, regidor perpetuo de esta isla, castellano del prin- -
a
cipal de ella, governador y capitán general de la provincia d
de Venezuela, y de doña Luisa de Werena Carrasco ; bimieto j
del capitán don Simón de Betancourt (hermano de don Juan $
de Betancourt, cabalIero de la Orden de Santiago, y de don "
6 Véase la nota anterior Instancia (fols. 229-230); auto (fol. 230 v 1;
declaraciones de los testigos (fols 232 v -244), y petici6n de testimonio (fol 247)
7 Leopoldo de La Rosa Olivera Los Bethencourt en las Canurzas y en
Amérzca, en A N U ~ IDOE ESTUDIOS ATLÁNTICOS, núm 2 (año 19561, pági-nas
El-l64.
NobzZar.io de Canarzas Editor J Régulo La Lahauna de Tenerife, 1959,
tomo iii, págs 585-718
8 Don Ag-ustín de Betancourt y Castro falleció en La Orotava el 18 de
febrero de 1795, cuando residía su hijo en la Gran Bretaña como pensionado.
250 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 9
Francisco de Betancourt, deán de la catedral de Canarias)
y de doña Andrea Jacinta de Castro; de cuya ascendencia
legitima (de dicho capitán don Simón) entronca por varonía
en esta isla Marcos Verde Betancourt, que fue alguacil mayor
y general de una armada contra infieles, como paresce de la
certificación de servicios hasta el año 1708, que presentó".
Sobre su esposa abunda en similares pormenores:
"Que dicha doña Leonor Molina O, mi legítima muger, es
hermana entera del señor marqués de Villafuerte, coronel de
Garachico don Joseph Molina; hija legítima de los señores
marqueses de Villafuerte don Joseph Alonzo de Molina y
Ponte y doña Josepha de Briones y Hoyo ; nieta de don Bal-tasar
de Molina y Alzola y de doña Paula de la Encarnacibn
d a Dr \ n t n Z4nn;nto Anl n ~wr r n n f nw o ~ r r \ vd r in A l r innn iln XAnl ino u,, J. "IILb , WUIIIbbLC UeL U"*~eII*V IIICIiJ "A UVLL -*VIIIJV U" iL..LVILIIU
y de doña Ana de Alzola (hermano legítimo entero el dicho
don Alonso del señor don Francisco de Molina, Llerena y
Lugo, cavallero de la Orden de Calatrava, marqués de Villa-fuerte)
."
Con respecto al mayorazgo que ostentaba dice lo que sigue:
"Que soy actual poseedor del mayorazgo de Castro, en
esta dicha ysla, y que dicho mayorazgo fue instituído en el
año de mil quinientos treinta y sinco.. ., y que asimismo han
sido poseedores de dicho mayorazgo mi padre y abuelos,
como descendientes legítimos de Fernando de Castro ".
c) El blasón y el árbol de costados.
Los escudos de don Agustín de Betancourt y Molina por las
cuatro líneas que en su persona confluían son sobradamente co-
9 Doña Leonor Molina sucumbi6 en La brotava el 17 de enero de 1808,
durante la primera estancia de Agustín en Rusia.
En su testamento, otorgado en dicha villa el 3 de ~unio de 1806, ante el
escribano José Domingo Perdomo, hace mencibn, entre sus hijos, a "Agustin
de Betancourt y MoUna, del Orden de Santiago, director del Real Gabinete de
Mkquinas, que al presente se halla en Madrid".
Archivo Hist6rico Nac~onal Orden de CaZatrava, expediente 212. Agustín
del Castillo Betancourt, conde de la Vega Grande de Guadalupe Era nieto
de don Leonor, y se inserta su testamento (fol 1120)
10 ANTONIO RVMEU DE ARiM4S
nocidos, en particular los blasones de Betancourt y Castro de su
varonía presente. En la Información no aparecen descritos, sino
simplemente enumerados :
"Los quatro blasones que organisan el escudo de armas
que presento, es a saber: el que está en primer lugar es el
que ha usado y usa en estas yslas la famiiia de Betancoz&,
y me pertenece como descendiente legítimo de varón en varón
de Marcos Verde de Betancourt ; el que está en segundo lugar
es el que ha usado la familia de Fernando de Castro JUsar,
que me corresponde como su descendiente que llevo su repre-sentación
y mayorazgo. El tercero es el de Xolim, que corres-donde
a mis hijos, y es el mismo que han usado los descen-dientes
de dan Juan de Molina Quesada, natural de Ubeda,
& ysia, y Ja iinea di: los ilyary-ueses villafU,&e.
Y el quarto de Briones, que asimismo corresponde a dichos
mis hijos por su abuela, la señora marquesa doña Josepha de
Briones y Hoyo: y que estos mismos escudos se hallan en
sellos, sobre puertas, tumbas y otros parages públicos."
En la bnforrnaekk que reseñamos aparecen insertos, cuidado-samente
dibujados en colores, el blasón del joven Agustín con los
cuatro cuarteles de su estirpe combinados, así como el árbol ge-neaMgico
hasta sus terceros abuelos. El interés de ambos radica
sustancialmente en que están pintados y escritos por la mano del
futuro ingeniero, donde acredita su pericia para el dibujo. Ningún
diseño suyo anterior es conocido. En esta actividad artística alcan-zaría
con el tiempo consumada maestría.
d) Documentación aportada.
En el importante escrito que venimos comentando se insertan,
originales o por testimonio, algunos documentos relacionados con
don Agusiín o su familia.
En primer lugar la reproducción textual de su partida de bau-tismo
(Puerto de la Cruz: iglesia parroquia1 de Nuestra Señora
de la Peña de F'rancia, 7 de febrero de 1758), documento que por
252 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTTCOS
a t r o z ae costaaarr ae -fin da -to;iilnit, m~ i a a ey eaarlte por BI. anime.
fUWtM& de ¿W d s r z d o TwWMJ
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 11
sobradamente conocido silenciamos lo. Asimismo se hace relación
y referencia a los hermanos de Apstín, que eran por aquella
fecha: José, Pablo, Marcos, María del Carmen, Luisa, Catalina
y María del Pilar ll.
Hay que destacar asimismo un curioso impreso que lleva por
título :
Relación de servicios del sarger~to mayor don Joseph
Antonio cie Betancourt y Llarena; del gouernador de las
armas don Marcos de Betancourt, su padre; de don Siwzh
de Betancourt, su abuelo, y los del cwp2tdn dan Fernando de
Castro, su bisabuelo, y otros ascendientes.
iíj ij,c& partLda se c"nser-va "ngin.& en libro -"TII, fol. 6 For tes-timonio
aparece reproducida en el expediente de ingreso de don Agustín en
la Orden de Santiago; de su hermano Marcos en las probanzas nobifiarias
de guardmmarzna, y del propio Marcos al cumplimentar sus pruebas para
ingreso en la Orden de Calatrava. (Véase el epigrafe iV de este trabajo.)
Ha sido publicada por Agustín Millares Carlo: Emayo para una bzo-bzbliografia
de escrztores naturales de las zsZas C a m r m (s~glosX VI, XVZI
y XVIIZ). Madrid, 1932, páig 128 #(este autor copia el testimonio registrado
en su expediente como santiagu~sta).
Pedro García Ormaechea y Casanovas: La partzda de bautzsmo de Be-tancourt,
en "Revista de Obras mblicas", junio de 1963, pág. 367 (este autor
transcribe fielmente el or~ginal, que ademCts reproduce en f acsímile) .
11 De José y Marcos se hará mención en el epígrafe IV. S610 nos resta
añadir que José, el ~primogémto, casó con doña Rosa Viña y Masmeu. Fue
coronel de milicias provinciales, destacado inventor y arquitecto (véase apEn-dice
III.)
Pablo prestó sellvicios como capitán de granaderos en la guerra del Ro-sell6n.
Alcanzó el grado de coronel de milicias y &e sargento mayor de Gran
Canaria. Gas6 con doña Josefa Shnchez de Ochando
Marcos se gradu6 de teniente de fragata Falleció soltero
María del Carmen ingresó como monja clarisa en el convento de esta
Orden en La Orotava.
Luisa se unió en matrimonio con su tío segundo el capitán don Jose de
Montes de Oca y Jaques de Mesa.
Catalina fue esposa del capitán don Antonio de Monteverde y Rivas.
María del Pilar fue consorte de don Fernando del Castillo Ruiz de Vergara,
tercer conde de la Vega Grande de Guadalupe
NobiZzario de Camrias. Editor J Rkgulo La Laguna, 1959, tomo III, M-ginas
649-661.
12 ANTONIO RUMEU DS: ARMAS
e) Declaraciones de los testigos sobre eZ talento y habilidad de
Agustin de Betancmrt.
Se ha hecho hincapié anteriormente a la precocidad del joven
Agwtin, a sus dotes para el dibujo y a su extraña habilidad mecá-nica.
Apenas cumplidos los veinte años este conjunto de facultades
había tenido bastante difusión como para derivar en una fama
públicamente reconocida.
LOS párrafos que vamos seguidamente a copiar destacan por
su interés entre el fárrago de cargos, honores y títulos.
El marqués de la Villa de San Andrés, vizconde del Buen Paso,
declara al respecto lo que sigue:
"Que.. . el teniente don Agustín de Betancourt y Molina
tiene actualmente veinte años y cinco meses. . ; el qual parese
que está en ánimo de salir de esta ysla para ir a servir al
Rey, nuestro señor, y que es de mucha avilidad y buena con-ducta."
En parecidos términos se manifiestan el marqués de Villanueva
del Prado y don Fernando de Molina Quesada.
Mucho más expresivo es el coronel don Diego de Mesa:
"Que el dicho don Agustín de Betancourt y Molina. ., te-niente
del regimiento de milicias provinciales de La Orotava,
tiene entendido el testigo está con ánimo de hacer viaje a
España a emplearse en el servicio del Rey, que no duda desem-peñará,
así por ser sujeto de buena conducta como de una
avilihd rara y particular."
De idéntico parecer es el capitán don José de Mesa:
Don Agustíí de Betancourt es un "sugetu abil y de bue-nas
qualkiades, y que no duda e1 testigo desempeñará con el
honor que corresponde a su noble nacimiento el servicio del
Rey, que ha entendido el testigo pretende, para lo qual sabe
está en ánimo de salir de esta isla".
254 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 13
Cierra la semblanza don Bastolomé de Casabuena:
"Que.. . don Agustín es actualmente teniente de milicias
del reximiento de La Orotava, sugeto mwy instruido, hhil
y de las mejores circunstancias.. ., y ha persevido el señor
declarante tiene ánimo de pasar a España a emplearse en
el servicio del Rey."
Como puede verse por cuanto se ha transcrito, los paisanos del
joven estudiante admiraban ya su talento y pericia. En edad tan
prematura brillaba en su mente la llama del genio.
Conviene salir al paso de la idea corrientemente extendida de
que el futuro inventor era descendiente de franceses. Más acn,
oponerse a que sea estimado como originario inmediato de Francia
o meramente galo, como se afirmó en su tiempo durante las largas
estadías en aquel pais o en la corte de Rusia.
Agustín de Betancourt era de la más pura cepa hispánica. En
el supuesto de que hubiese tenido sangre francesa por varonicr
tampoco podría estimarse como tal, habida cuenta que sus ascen-dientes
de este apellido residían en el archipiélago desde prin-cipios
del siglo xv. ;Cuatrocientos años son plazo de arraigo que
pocas estirpes superan!
Es cierto que en el cómputo de los siete mil antepasados en
los albores del siglo xv uno de sus remotos progenitores fue Maciot
de Bethencourt, sobrino del conquistador normando Jean de Be-t
h e n c o ~ r t ~pe~ro; esta circunstancia --que se repite para media
población del archipiélago- no le afectaba de manera directa por
varonia. Su linaje estaba vincula,do al apellido Verde, de oriundez
cordobesa, que arraiga en Lanzarote a fines del cuatrocientos.
El apellido Betancourt, de que va a hacer alarde la familia,
le venía por línea femenina tres veces truncada, con objeto de pos-
12 Archivo Wistórico Nacional: Orden. de Calatrava, expediente 302 Agus-tín
de Betancourt y Castro, 1753
14 ANTONIO RUMELT DE ARMAS
poner otras denominaciones menos codiciadas tales como Verde,
Pérez de Nunguía y Perdomo. En la ordenación acostumbrada en
nuestro tiempo, el apellido francés hubiera tocado al joven estu-diante
bien lejos. Es el culto a la fama del conquistador normando
el que impulsa a anteponerlo de manera reiterada y sistemática.
En el estrecho marco de Lanzarote, la familia se desenvuelve
en una vida precaria. El primer Verde de Betancourt que se esta-
Mece en Tenerife fue Marcos, séptimo abuelo del inventor. Tuvo
un papel destacado en la sociedad insular, pues llegó a ser alguacil
mayor '(1534) y teniente de gobernador (1534-1535), siéndole de-vuelta
la sisa por su ccmdición de hijosdalgo lJ.
Durante un siglo la familia, con escaso patrimonio, se eclipsa
a
en los pueblos del interior de la isla, en particular Buenavista y N
E Los Silos. El encumbramiento se produce cuatro generaciones más
tarde, en el segundo tercio del siglo ~ I Iy, e s oblra de los hermanos O n--
Juan de Betancourt y Mora, caballero de la Orden de Santiago; m
O
E
Francisco de Betancourt y Nora, chantre, vicario y deán de la SE
catedral de Canarias, amén de notario del Santo Oficio de la Inqui- -E
sieión, y Simón de Betancourt y del Alamo, wpitán de milicias 14.
3
Este último, Simón de Betancourt, tercer abuelo de Agustín - -
(figura como cabeza de línea en el árbol geneddgico que ilustra 0
m
E
este trabajo), contrajo matrimonio con Andrea Jacinta de Castro O
Salvatierra, heredera del mayorazgo de Castro, enriqueciendo con
n
el enlace notoriamente a la familia 15. -E
El hijo de este matrimonio don Marcos de Betancourt y Castro a
2
fue quien alcanzó una posicirh más relevante. Estando avecindado n
n
en el Realejo Bajo (Rambla de Castro), pasaba largas temporadas
en el Puerto de la Cruz, por cuyo suave clima sentía particular 3
O
predilección, donde edificó casa y adquirió hacienda.
En la isla de Tenerife desempeñó elevados cargos, entre los
que cabría destacar los de maestre de campo de sus milicias, al-a3
~bíd,
14 Cono puede fácilmente apreciarse eran hijos de matrimonios distintos
El padre de los tres, Pedro Martín de Betancourt, había esposado primero
coa María de Mora y en segundas nupcias con Catalina del Alarno Bote110
1s Por esta circunstancia la familia emigró de Buenavista-Los Silos para
afincarse en el Realejo Bajo.
256 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDAWR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 15
caide del castillo de San Cristóbal en el puerto y plaza de Santa
Cruz de Tenerife, castellano de San Felipe en el Puerto de la Cruz,
alguacil mayor del Santo Oficio en Icod y regidor perpetuo del
Cabildo. Sin emlbargo, su carrera política culmina en América,
durante el reinado de Felipe V, viviéndose recompensado con el
grado de brigadier de los Reales Ejércitos y el cargo de gober-nador
y capitán general de Venezuela.
Su hijo don JosQ Antonio de Betancourt y Castro, nacido acci-dentalmente
en Icod, fue coronel de las milicias canarias, pasando
a vivir en Las Palmas, en la vecina isla de Gran Canaria, cuando
contrajo matrimonio con doña Ana Jaques de Mesa. A esta cir-cunstancia
debióse el que don Agustín de Betancourt y Castro
naciese en Las Palmas el 7 de $lio ii- 1720 17.
Este último, como ya sabemos, fue el padre del futuro inge-niero.
Sus intereses le arrastran a afincarse de nuevo en la isla
de Tenerife, y con particular preferencia en el fierto de la Cruz.
Dentro de las milicias canarias llegó a alcanzar el grado de teniente
coronel. Su enlace con doña Leonor de Edolina y Briones, hija de
los marqueses de Villafuerte, ya ha sido señalado anteriormente IS:
Este rápido encumbramiento despera el recelo y la oposición
de émulos y envidiosos 19. Pese a ello, durante cuatro generaciones
16 Archivo Histórico Nacional: Inqui8z c~ó~le, g. 1404, exp. 2 Pruebas
de limpieza del alguacil en Icod don Marcos de Betancourt y Castro.
17 El padre de Ana, Juan Grsgorio Jaques de Mesa, nacido en los Realejos
(Tenerde), era ejecutor de la Real Audiencia de Canarias, con sede en Las
Palmas.
La madre de Ana, doña María Gabriela de Gallegos Altamirano, estaba
ligada por su progenitor al mismo alto tribunal, ya que era hija del alguacil
mayor de la Real Audiencia don F'rancisco Gallegos Altamirano.
El bautismo de Agustln se verifica en la iglesia del Sagrario de Las Pal-mas
el 14 de julio de 1720.
18 Vease el epígrafe II de este trabajo, apartado b).
19 Archivo Histórico Nacional. Orden de Calatrava, expediente 302. Agus-tín
de Betancourt y Castro, 17%.
El Consejo de Ordenes recibió desde Tenenfe, con fecha 28 de septiembre
de 1752, un memor4aZ con graves denuncias contra la limpieza y nobleza del
16 ANTONIO RRUMEU DE ARMAS
los Btancourt acapararán veneras de las Ordenes militares. El
capitán don Juan de Betancourt y Mora, gobernador de San Felipe
de Oruro (Ferú), fue caballero profeso de la Orden de Sat8tiago
(era tío abuelo tercero del futuro inventor) 20. El brigadier don
Marcos de Betancourt y Castro (bisabuelo de Agustín) alcanzó el
honor de cruzarse como caballero de la Orden de Alcántara 21. El
capitán don Agustín de Betancourt y Castro (padre de nuestro
biografiado) fue recompensado con un hábito de la Orden de Cala-trava
22.
Tres de los hijos de este último caballero ingresaron asimismo
en las Ordenes militares: José de Betancourt y Castro, el primo-génito,
fue caballero de la Orden de CaZatrava 23; Agustín de Be-tancourt
y Molina, el insigne hombre de ciencia, fue profeso en
aspirante Afectaban a diversos apellidos. Vergara, Meneses, Ríos, Boteli0,
Viera, Calderón, Méndez, González, etc , que eran tachados de conversos,
nioriscos, ensambenitados, bastardos, artesanos, etc. El Memonal finali-zaba
así
"Todos los referidos son autores, por diversas líneas y generaclones,
del expresado don Agustín y otros que omito. Y por ser esto público y
constar que su abuelo don Marcos, a costa de dinero, andubo repelando
instrumentos, y sus pruebas estubieron detenidas, de suerte quc con
esta gracza la nobleza de la zsla está, toda alborotada "
La denuncia fue cursada, con la mayor reserva, a los caballeros infor-mantes-
don Fernando Bruno del Cast~lloR uiz de Vergara, caballero de Ca-latrava,
y don Juan Bautista de manchy, caballero de Alcántara
La respuesta de éstos no puede ser más objetiva (Santa Cruz de Tanenfe
15 de febrero de 1753). Nada de lo denunciado tenia constancia pública en
la minuciosa información testfical ni en la voluminosa documentación apor-tada.
Y en el supuesto de ser algo verdad en líneas remotas o colaterales,
"estarían fuera de las prohzbzciones de nuestros E'statutos".
20 Ingreso en Santiago en 1647 Su expediente de pruebas no se conserva
21 Archivo H~stórico Nacional: Expediente 191. Año 1701
22 lbíd Expediente 302 Año 1753
23 Ingreso en dicha Orden en 1791 Su expediente de pruebas ha des-aparecido
268 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DL: BETANCOURT, FL'NDAD3R DE LA I: DX CAMINOS Y CANALES 17
la Orden de Santiago 24, y Marcos de Betancourt y Molina ingrssó
en la Orden de Cahtrava 25.
De los voluminosos expedientes de ingreso en las Ordenes es
bien poco lo que se puede espigar para la biografía de Agustin.
Empecemos por declarar que los expedientes de Juan de Be-tancourt
y Mora y José de Betancourt y Castro, santiaguista el
primero y calatravo el segundo, se han perdido.
En cambio, los expedientes de1 bisabuelo Marcos de Betancourt
y Castro y el padre Agustin de Betancourt y Castro son un centón
de noticias genealógicas, partidas y documentos familiares, en
combinación con farragosas declaraciones testificales en número
insospechado. Para la pura genealogáa de la estirpe son de relativo
interés. En cuanto a la prueba nobiliaria es la acostumbrada en
Canarias : devoiución de ia sisa, aicaidías de fortaiezas, capitanías
de milicias, etc., etc.
El ingreso de Agustin de Betancourt en la Orden de Santiago
se produce por su propia solicitud. Residiendo en París, dirige, el
8 de marzo de 1789, un memorial al rey Carlos IV en demanda
de dicha gracia, previa invocación de méritos y servicios. Se titula
en dicho escrito "teniente del regimiento de milicias provinciales
de La Orotava", y pondera sus méritos en estos términos:
"Que ha más de once años que tiene el honor de servir
a V. M. en dichas milicias: de cadete siete meses y quince
días; de subteniente dos meses y siete días, y los restantes
en su empleo. En cuya atención y hallarse ha más de cinco
años empleado por V. M. en Za adquisicich de mhquhm y
conocimientos hidráulicos en las cortes extranjeras, rendi-damente
suplica a V. M. se digne concederle merced de hávito
en una de las cuatro Ordenes militares, sin eccetuar la de
Santiago."
Al mismo tiempo solicitaba trato de favor en cuanto a las
probanzas :
"Y el poder hacer las ~ r i ~ ebpsosr patria cnrnfin en Xadrid,
donde residen muchos sujetos naturales de aquellas islas, que
2 4 Ar a v o ~i s tór icoN acional: Expediente 1.078 Año 1792.
25 md. Expediente 19. Año 1803.
Núm. 13 (1967)
ANTONIO RUMEU DE ARMAS
pueden deponer de la calidad y circunstancias del exponente,
por aver existido en ellas todos sus abuelos y parientes desde
la conquista; como también a causa de lo costoso que sería
el que pasasen informantes a dicha isla, pues los caballeros
cruzados que hay en ella, y que pudieran hacer las pruebas,
son parientes del exponente dentro del quarto grado."
El memorial antedicho fue remitido para informe al coman-dante
general de Canarias, marqués de Branciforte, quien lo eva-cuó
favorablemente el 4 de junio de 1789. Cumplido este trámite,
el ministro de Justicia, don Jerónimo Caballero, haciéndose intér-prete
de la voluntad real, concedii, por decreto de 16 de julio del
propio año, el hábito de Santiago al pensionado tinerfeño, reso- a
lución que fue comunicada al Consejo de Ordenes para su cum-
E pliiiiisilta O
Como en este decreto nada se decía de la solicitud de verificar n -
las pruebas en Madrid "por patria común", don Agustín de Betan- m
O
E
court, reintegrado a España, hubo de solicitarlo, por segunda vez, E
2
en instancia de 4 de enero de 1792. En ella se titula "capitán agre- E
gado de1 regimiento de La Orotava en la isla de Tenerife", y refuer- 3
za su solicitud alegando que su hermano José, recién desi=ado -
caballero de la Orden de Calatrava, se había beneficiado de esta 0
m
E
exención. Así le fue otorgado por Real decreto de 27 de enero de O
1792, comunicado al duque de Híjar, presidente del Consejo de n
Ordenes E
a
E1 expediente de Agustín de Betancourt y Molina es de todos
los consultados el más pobre. Presenta su genealogía en Madrid n
n
el 6 de febrero de 1792, en la que declara ser "capitán del Regi- 3
miento de milicias provinciales de Garachico, en las islas Canarias, O
a quien S. M. (Dios le guarde) ha hecho merced de hávito de cava-llero
de la Orden de Santiago ". Al mismo tiempo hizo presen-tacibn
de un Real decrete de 27 de enero que le autoriza a efectuar
las "pruebas en Madrid por patria común".
26 Archivo de Smancas: Eipedzentes personules.
Sebastián Padrón Acosta EZ ingenzero Agustin de Bethencourt y Nolina
La Laguna de Tenerife, 1958, págs 21-23. Este autor inserta integros los
documentos reseñados
260 ANUARIO Db ESTUDIOS ATLANTIGOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 19
Los testigos convocados por los informantes 2r nos revelan, por
lo menos, los nombres de sus amigos isleños residentes en la corte.
Fueron estos: don Jos6 de Medranda y Caraveo, teniente coronel
de Infantería; don Cristirb'al Fierro y Sotomayor, presbítero; don
Josh de 'Clavija y Fajardo, vice-director de2 Real Gabinete de His-toria
Natural; don Francisco Fierro y Sotomayor, diputado de Te-nerife
y La Palma; don Domingo Verdugo Albiturría, doctor en
Sagrada Teología; don José de Icaza y Botello, doctor en Sagrada
Teología; don Gonzalo Acisclo Machado JT Miranda, teniente
de granaderos, y don Francisco Javier Wading, caballero de
Carlos 111 28.
La prueba nobiliaria no fue menos insustancial, limitándose
dan Agü~tír, a acreditar e! pare~trsca c m !es cabu!!er~s de su
estirpe 29. Es curioso señalar que la Información nobiliaria, que
acabamos de dar a conocer, no fue aportada al expediente. Tan sólo
se pidió testimonio del auto de amparo dimanante de aquélla ".
En cambio, cuando su hermano el cadete del Regimiento de
milicias de Garachico Marcos de Betancourt y Molina ingresa en
1789 como guardiamarina en la compañía de Cartagena, la prueba
nobiliaria que aporta es la Información de 1778 31 con carácter
exclusivo 32. En análogas circunstancias, al probar su nobleza en
27 meron: don Andrés Díez Navarro y don Pedro Alcántara de la Rua,
caballeros de Santiago.
2s El 3 de marzo de 1792 se expidió auto de cesar en el examen de testi-gos.
Así le fue comunicado al aspirante, quien estampo su firma completa
al margen.
29 Son tres certiificaciones de la Orden de Calatrava, concementes a su
padre, hermano y don Francisco de Molina.
En cambio se insertan, .por testimonio, importante número de partidas
sacramentales y testamentos. Asimismo, copia del titulo de marqués de Vi-
Ilafuerte.
30 Está expedldo en Za Laguna el 19 de septiembre de 1778 por el Iicen-ciado
Pimienta, en presencia del escribano Mpez Ginory.
V~ZSIe ste micm~?tr zb-je, q:grzfe 11, zpzrtzdi h).
31 Para detalles, véase el epígrafe 11, apartado b) de este artículo.
32 Museo Naval de Madrid: Pruebas de nobleza de guard%amarinas. EX-pediente
3 623, caja 82.
Don Marcos nació en el Puerto de la Cruz el 4 de enero de 1772, siendo
bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de la Pefia de Francia el dfa 8.
20 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
la Orden de Crstlatrava vuelve a aportar con carácter preferente
el documento lagunero 33. Digamos, por Último, como dato crono-lógico
complementario, que la genealogía de este joven teniente
de fragata fue presentada en Madrid por su hermano Agustin el
22 de septiembre de 1803.
Si insistimos en la carrera militar y civil de don Agustin de
Betancourt y Molina es para deshacer infundios de frecuente circu-lación,
como aquel que afirna que en España llegó a alcanzar, den-
+cmrnv UAGnLl Gprbr~w,aG L1 ,C.1,.~L7-.3G- V ~ U U c.;.a ~-f ;-u -- u2,.c 7-..I-G-."w:---l7' m~i~~i21- i<-í-iw- "~-f-~-9-pA -u .
Su carrera militar es 'cien simple y sencilla, acomodándose a la
de los jóvenes isleños pertenecientes a familias de distinción. 32
ingreso en las milicias provinciales se efectuó en 1777, quedando
adscrito al regimiento de infantería de La Orotava. Ingresa como
cadete el 21 de julio del ario expresado (sirve en este puesto siete
meses y quince días) ; asciende a subteniente el 6 de marzo de 6778
(desempeña este cargo dos meses y siete días) ; por último, es pro-
Fue nombrado cadete de Garachico el 17 de mayo de 1783 Aceptado al servi-cio
de la Marina, pdi6 licencia de embarque el 8 de febrero de 1789. Sentó
plaza en la compañía de Cartagena el 3 de octubre del propio año
El testimonio de la Informaczón fue expedido en La Laguna el 19 de ie-brero
de 1789, por el escribano López Ginary, dejando constancia de ello en
su propio protocolo (A P T , nSlm 1.493 )
Dalmiro de la Válgoma y el bar6n de Binestrat: Real Compaíziu de Gwtr-dzasmarznas
y Cozegzo Naval. Instituto HistCrico de Marina. Madrid, 1954,
tomo V, págs. 131-133.
3s Ahora se trata de un segundo testirnonlo de la Información de 1778,
dado a la vista del primero, por el escribano del Departamento de I&rina
Agustín Carlos Roca, siguiendo instrucciones del brigadier de la Real Armada
don Juan José Martínez, comandante de la Compañía de Cartagena.
34 Paür6n Acosta: EZ mgeniero Agustin de Bethencourt , pág 24.
iSe inspira en Aurelio Pérez Zamora: Apuntes para la bwgrafiu de don
AgustZn de Bethencourt y MoZma, en el "Eco del Comercio" de Santa Cruz
de Tenerife, marzo de 1859.
A. Gioranescu, ob. cit , pág 14, pone en tela de juicio la afirmación
262 AN UARZO DB ESTUDIOS ATLANTZGOS
Escudo de armas que figura en el expediente de ingreso del guardiamarina don Marcos
de Betancourt y Molina. hermano de Agustin. Museo Na\.al de Madrid
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA 1.:. DE CAXIlrTOS Y CANALES 21
movido a teniente el 13 de mayo de 1778, en fecha próxima a su
partida para la corte 35.
El ascenso a capitán se demora hasta fines de 1791, y coincide
con su regreso a España, después de su larga estancia en París.
Por no existir vacante en el regimiento de La Orotava fue desig-nado
capitán agregado al mismo. Pero en cuanto vacó una com-pañía
en el regimiento de Garachico fue designado para el desem-peño
de la misma a fines de enero de 1792 36.
Dentro de la organización castrense el único puesto que desem-peña
fue el de intendente de Provincia, con carácter honorífico,
dignidad para la que fue designado por Real orden de 11 de fe-brero
de 1799. Pocos años más tarde, en 1803, fue elevado a la
categoría de intendente de Ejército, por orden de 28 de octubre,
con idéntico carácter honorífico o graduado.
En la administración palatina o meramente civil, Agustín de
Betancourt alcanzó puestos de mayor relevancia.
Durante su estancia en París, como pensionado, recibió el nom-bramiento
de director del Real Gabinete de Máquinas, organismo
de nueva creación bajo los auspicios directos de la real persona.
Este cargo le fue discernido en los meses finales de 1788. Tenia
como objeto reunir en Madrid la serie de modelos de máquinas,
en particular hidráulicas, que Agustín de Betancourt había ido
construyendo8 en París con la colaboración activa de los demás pen-sionados
a sus órdenes (Tomás de Veri, Juan de la Fuente, Juan
de Peñalver, Joaquín Abaitúa y Juan de Mata Molero). A este
grupo vino a unirse, por sus propios medios, el hermano primogé-nito
del inventor, don José de Betancourt y Castro. Mencih espe-cial
debe hacerse del maestro ebanista y maquetista Antonio Al-
35 Archivo de Simancas Guerra Moderm, leg. 2 686, carpeta 20, fol. 14.
Hay que destacar que en la Información nobiliaria de 1778 se le denomina
"teniente-cap~tán de milicias" Véase epígrafe 11, apartado a)
36 Véase el epígrafe anterior (IV), donde se puede apreciar cómo en su
instancia de 4 de enero de 1792 se titula "capitán agregado del regimiento de
La Orotava", mientras el 6 de febrero del propio año declara ser "capitán
del regimiento de Garachico" (pág 18).
22 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
varez, a cuyas 6rdenes trabajaban cuatro ebanistas, siete cerra-jeros
y tres dihjantes 37.
El estallido de la Revolución francesa hizo temer por la suerte
del valioso Gabinete, cuyas máquinas se habían ido acumulando
con tanta dedicación como esfuerzo. En 1791 el clima de violencia
se iba acentuando por momentos, aunque todavía el proceso revo-lucionario
estuviese en sus inicios. E l gobierno de Madrid dio orden
de que todo el rico material mecánico fuese trasladado a Espaiía,
procediéndose al embalaje en veinticuatro grandes cajones y a su
expedición con toda clase de garantías.
La salida de Agustín de Betancowt de París se produce el 28
de agosto de 1791. En este viaje de retorno visita las ciudades
a
de Lyon, Barcelona y Valencia, dirigiéndose seguidamente a la N
co&. &C -As eficaz c ~ ~ a ~ u r ~el~ foisiicoo ,j uaiid e Pe&i"el, a'ñan-
O donaba París un año más tarde, el 31 de agosto de 1792, con di- - -=
rección a Barcelona, para tomar parte en la comisión científica m
O
E
encargada de medir "el arco de la meridiana". SE
Una vez en Madrid, Agustín de Betancourt recibió alojamiento =E
en el palacio del Buen Retiro, en las habitaciones del infante don 3
Antonio, mientras los modelos de las máquinas eran cuidadosa- - -
mente colocados, a manera de museo, en las habitaciones que 0m
E
habían ocupado otrora "las señoras infantas" y en las dependen- O
cias antiguas de la Secretaría de Estado. Para los talleres se reser- - varon las crujías ?>ajas de dicho real palacio. De esta manera -E
qued6 abierto a la contemplación pública, en 1792, el Real Gabi- a
2
nete de Máquinas, de cuya creación se sentía legítimamente orgu- - 0
lloso el monarca fundador Carlos IV, asiduo visitante del mismo.
El cargo de director del Real Gabinete lo desempeñó Agustín 3
O
de Betancourt hasta su deñnitiva expatriación en 1808. Disfrutaba
de un sueldo de 24.000 reales de vellén al año, que le fue comple-mentado
en 1793 en otros 20.000 reales. El Gabinete, como orga-nismo
vivo, prosiguiú en su intensa labor de acopio de modelos y
37 =&$+,=u ,pr+,==czrr&y&c ~$ye=t +,=r
Carta de Agustín de Betancourt a su padre, suscrita en París el 6 de
marzo de 1789.
Véase Alejandro Cmranescu: Agusti.12. de Betancourt. Su obra técnica y
czent.ifica. La Laguna de Tenerife, 1962, pág. 21.
Y 64 ANUARIO D33 ESTUDIOS ATLANTZCOS
Rl rey Carlos IV fiie parn el sabio rslmliol un :riitGiitirn pr'ott~loi. y iiiechcn:is. Rajo
sus ni~spiciw SP funtl6 rl Rrnl Gnbinrtf rlr nldrpiinris. rrnhrirín <Ir In tiitur'n Esrticlrr
(Ir C w t t i n o ~ Cn?l«lrs. R~ t l . a t on nóni~no.3 rtlst.o LWzaro (:al~li:inn IM;idri<l)
Don Jose Mníiino. conde <le Floi3idahlancx. fue un destacarln pi*ntectnr rlp Agiintín
dc Betancoiirt. De una entrevistx que ambos sustuvic.ron rn 1785 siirgiú la. iclca dc cii.ar
cn Espalia una authticn. Vnivrrsirlarl Politécnica 1Musco-Academia (le Cirnci;is), que
debei4a cobijar. ent re ot ros cent ros dc enscíinnza. a la E ~ c l l ~ l ffltc C'fi~n~wosC. nn t a l
cil,jrto sc crigiú cl hTiisc.o-Acníi~mia (le1 Prado. antlanclo elu ticmpo trnnsiirmaflo en
pinacotf.cn Retrato nnúnimo. Rancn de 1:spanx IMadritll
1'1;rmrnor dv la Tlrvpcqi~cfii r r (Ir Irc l ' i l l r c (le .Vr:di.irl. r l i x Pe(1rr1 Tc s r i i a í IWi l. C n r r ~ s p o i i d ~
x los jardines riel Bucw &.tiro. palacio del mismo iiombrc y zonas alrdaíins. h la ixrpiri.rln.
cl Prado dc' San Jei'iinimri iSal6n rlrl Prnrln,: rrrrilm, 1s vieja Puerta de A l r a l i ; FL la d ~ ? r c l t « .
el estanque grande del Retiro. y rrhrrjo. el p:il:icio del Riicn R'tiro. TCn 1'1 ala oixstr de1
Palacio. que mira nl Salfin dcl Prarlo. entrari~lir ¡sor el patio de los Oficios ínúmern 711.
t-staba instalado cl Rcrd Grrhinete rjr Mr¿qili?ins ron sus In!iora:orios y tallerfn. T.:n 61 se
tiici-on las cnswiariz:is dr la Esc~trlrr dr Cnmi?ios y Cn?i«lrs 11S021
Fachada lateral de Poniente del palacio del Bum Retiro. vista desdc cl SalGn del Prado.
En clla tenia su morado. Agustín de Betancourt. junto a los amplios salones resrrvados ~ R I . R
el Rrctl G«hinrtr de Mrrg?riilns. La cntrada a dichas depcnclencias sc wiificaba por el 1)atio
de los Oficios (número 181 ICse iue tarnbiPn el plinto rlp acceso a la E\ctirlrt de Cnmtno.\
11 Crf?mIr\. A la rlererhrr, el IIonastcrio de San Jerúnimo (número 1.5). En el diigulo suprrioi
ilerechn. la parroquia dc Kucstra Scfiora. tlc las Angustias (numero 14). Grnhado rlrl si-glo
sriri, que se consPna en el Museo Miinicipal (le hlatlrid
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 23
planos de máquinas, para lo que contó el inventor tinerfeño con
la eficaz colaboración de don Juan de Peñalver, autor de un valioso
catálogo del mismo 38, y del maquetista Antonio Alvarez, desig-nado
custodio del Gabinete "O.
Digamos como complemento que durante la permanencia en la
Gran Bretaña de Agustín de Betancourt, como pensionado (1794-
17961, y en el tiempo de su segunda jornada en París, disfrutando
de una nueva beca (1797-17981, la dirección del Real Gabinete fue
desempeñada con carácter interino por su conterráneo el ilustre
literato don José Clavijo y Fajardo, vice-director del Gabinete de
Historia Natural.
Una reforma importante que iba a tener eco inmediato en la
vida de Agustín de Betancourt fue la creaci6n en 1799 de la Inqec-c
i h general de Caminos y Canales, como organismo autónomo
dentro de la Dirección genera2 de Cmeos y Caminos, encargado
de la planificación y construcción de todas las carreteras de
España.
El primer inspector general de Caninos y Canales fue el conde
de Guzmán, quien estuvo al frente de dicho cargo hasta 1802. Su
más activo colaborador desde el instante mismo de la erección fue
don Agustín de Betancourt. El ascenso a este puesto máximo se
produce para el ingeniero tinerfeño en la fecha Últimamente
indicada.
El año 1802 es una data decisiva en la carrera de Betancourt
por 'la serie de puestos, honores y fundaciones que en el mismo se
acumulan. Ya hemos mencionado el cargo de inspector general de
Caminos y Canales 40. A él hay que sumar el rango honorífico de
38 Juan Mpez de Peñalver: Catálogo del Real Gabznete de McEqu?nas.
Madnd, 1794. El catálogo en sí msmo se compone de 149 páginas. Lleva en
cabeza un Prefacw (págs. 1-XII) y un largo Discurso sobre la construccicín de
rnáqamas en grande (págs. XIII-XLVIII).
Peñalver se alojaba en el mismo palacio del Buen Retiro
39 Cuando en 1794 el maiquetista Antonio Alvarez dimitió el cargo de
custodio fue designado en su lugar el joven maquinista Bartolomé Gureda,
ausente en 'Londres como colaborador de Betancourt. En el interin desem-peñó
la plaza el ebanista Manuel Riobo6.
40 Dicho caiigo llevaba como anejos otros diversos: Director general de
la Renta de Correos y Caminos, miembro de la Real y Suprema Junta de
24 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
consejero de Hacienda, que le fue discernido en abril de dicho año.
Todavía hay que añadir su mayor timbre de gloria: la fundación
de la Escuela de Caminos y Canales, que lleva a cabo, sin ruidos
ni alharacas, como un acto de servicio a la patria, bajo los auspicios
de la Inspección.
Agustin de Betancourt emplazó la Escuela en el propio Real
Gabinete de Máquinas, de cuyas aulas, talleres, modelos y planos
se sirvió para impartir las nuevas enseñanzas. La convocatoria
para los exámenes de Ingreso se hizo púklica el 19 de octubre de
1802, señalándose como fecha de realización de los mismos la se-gunda
quincena de octubre. De esta manera el 1 de noviembre
dieron comienzo las enseñanzas de la nueva carrera.
Los cargos antedichos los ejerció don Agustin de Betanco.u .r t
hasta S-& defJliitit-a safida de EspzEd, en Eayu de 1$j(j7. cyLs;s
política que padecía el país por esa fecha le tenía desazonado e
inquieto. Esta circunstancia le arrastró a solicitar una licencia
temporal para ampliación de estudios en Francia, con el decidido
propósito de no retornar hasta tanto que la confusa situación se
aclarase. Ahora bien: al abandonar la corte no pasó ni por asomo
por la mente del ilustre sabio la idea de que la expatriación defi-nitiva
había comenzado.
VI.-ESTANCIAS DE BETAKCOURENT EL EXTRANJERO.
En la Introdmci6n de este trabajo se ha hecho mención de uno
de los documentos más importantes para reconstruir la biografía
de Agustin de Betancourt: el Expediente de soiteria, incoado en
1797 ante el juez de la Real Capilla, de que se hará detenido análisis
en el epígrafe IX.
También hicimos hincapié en el valor autobiográfico que tiene
la instancia del inventor, por cuanto fija el itinerario de su vida
hasta 1797.
Apelaciones de los Juzgados de Correos, Postas, Caminos, Posadas y Canales,
de la Real -2nprenta, üe Correos y Postas Üe inüias y Üe siipiicas en los
negocios de Mostrencos, Vacantes y Abintestatos
Pedro García Omaechea- Betancourt en el Kalendarzo de 1808, en "Re-vista
de Obras Públicas", octubre-diciembre de 1960, págs 737-742, 826-831
Y 904-909
206 ANUARIO DI3 ESTUDIOS ATLALVTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 25
Véase ahora lo que confiesa Betancourt al respecto:
"En el año de 1777 vine desde el pueblo de mi naturaleza
a esta corte, donde permanec�� hasta el de 786, en que de orden
de S. M. pasé a cierta comisión en ia de París, en que residí
hasta el de 791, que me restituí a esta corte; y desde eIIa en
el año de 794 pasé tamvién, en virtud de Real orden, comi-sionado
a Londres, donde he permanecido hasta el presente,
en que he vuelto a regresarme a esta corte.. ." 41.
A tan importante declaración hay que oponer un primer reparo.
Como es bien sabido, Aogustin de Betancourt arribó a la capital
de España en el otofio de 1778, o sea un año más tarde del que
figura en la declaración d2. i Qué motivos le inducen a esta tergi-versación?
Sin duda fingir que había llegado a Madrid antes de
cumplir los veinte años, para conjurar un expediente de libertad
similar en la tierra natal, que hubiera retrasado notoriamente el
matrimonio.
Sobre la estancia en la vecina nacibn, como pensionado en
París, reincide Betancourt en ocultar la verdad, para revalorizar
el testimonio de los testigos madrileños y de alguno de sus colegas
como becarios del Estado. Ya hablaremos de ello en su momento 43.
Nos interesa, sin embargo, hacer constar que, como es público y
notorio, el joven inventor se estableció en la capital de Francia
en 1784, es decir, dos años antes de lo que afirma en la instancia.
En ella permanece hasta el verano de 1785, en que se reintegra,
por breve tiempo, a la corte, para, entre otras cosas, entrevistarse
con el primer secretario de Estado, conde de P'loridaklanca, dando
nuevo sesgo a sus estudios. El regreso a París hay que datarlo el
10 de septiembre de 1785.
Agustín de Betancourt había sido pensionado por la secretaría
de Indias, en 1784, para estudiar Geometrb y Arcpcitectura subte-rránea,
con vistas a utilizar su extraordinaria capacidad e ingenio
en (la explotación de las minas de España. Pero a partir de enero
41 Archivo de Palacio Real Retzro, abril de 1797, leg 19, núm. 45
hp6ndice, documento 11
42 Véase epígrafes 1 y 11, apartado a).
43 Epígrafe IX, pág. 43.
26 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
de 1786 pasó a especializarse en Hidrciulica y Maquinaria, bajo
los auspicios de la secretaría de Estado. Con este fin le fue asig-nada
una pensión mensual de 1.500 reales por carta ministerial
de 11 de febrero de 1786.
El sabio español va a permanecer en Francia sin interrupción
hasta el verano de 1791. Su residencia fija es París ; pero hace fre-cuentes
viajes a Bretaña, Normandía, Eorgoña, etc.
La única salida a otro país extranjero, con datación conocida,
durante este período de su vida es la excursión a la Gran Bretaña
en 1788. Fue muy rápida, ya que salió de París el 10 de noviembre
para reintegrarse a sus trabajos el 10 de diciembre. Fruto de este
vertiginoso viaje fue su "bomba de fuego de doble efecto" (má- a
N quina de vapor). E
Reintegrado a la capital de España en el otoño de 1791, Agus-
O n
tín de Betancourt permanece al frente del Real Gabinete de Má- -- m
O quinas por espacio de dos años y medio, pues en 1794 recibió una E
nueva pensi6n de estudio para Inglaterra, adonde se trasladó sin
pérdida de tiempo en compañia de su colaborador Bartolomk Su- f
reda. La estancia en Londres va a durar hasta 1796. 3
-
Este es uno de los pormenores más valiosos que aporta la
instancia, ya que el Último de los biógrafos de Betancourt, el ilus- E
O tre profesor Cloranescu, data esta jornada en 1797 y apenas la
hace durar unos meses 44.
n
E Como hemos de ver en seguida, el inventor español se reintegró I
a la patria en las semanas finales de 1796, por lo que resulta válida
su aserción: "en el año de 794 pasé tamvién, en virtud de Real
orden, comisionado a Londres, donde he permanecido hasta el pre- O3
sente, en que he vuelto a regresarme a esta corte" 4s.
Digamos ahora, como complemento esquemático de su biogra-fía,
que Agustín de Betancourt permaneció escasos meses en la
capital de España, pues una nueva comisión científica lo desplaza
a París, en mayo de 1797, para completar sus investigaciones sobre
44 Agustin de Betancourt. Su obra técnzca y czentifica. La Laguna de
Tenerife, 1365, págs. 28-29
4. Archivo de Palacio Real: Retzro, abnl de 1797, leg 19, núm.
Apéndice, documento Ii
268 ANUAEIO DI3 ESTUDIOS ATLANTICOS
A DE BETANCOURT, bYJh9ADOR DE LA E. bE CAMINOS Y CANALES 27
el telégrafo óptico. La segunda residencia en Francia va a exten-derse
hasta finales de 1798.
El momento culminante de la carrera de Betancourt se inicia
en esta fecha para concluir en 1807. Por un lado trata de llevar
a la práctica en España, en los talleres del Real Gabinete de Má-quinas,
su invención del telégrafo óptico, con cuyo objeto $a regia
munificencia le otorga un crédito generoso y sostenido. Por otro
lado participa en la erección de la Inspección general de Carnkos
y Canales, ingresa en el escalafón de ingenieros del mismo ramo,
despliega una intensa actividad en el replanteamiento de las carre-teras
y concibe mil ingeniosas invenciones mecánicas.
Fecha decisiva es para su vida -como ya hemos destacado 46-
1802. Betancourt asume el cargo de inspector general de Caminos
y Canales, y funda por sus propios medios, y sobre la base del Eeal
Gabinete de Máquinas, la Escuela de Caminos y Canales.
La fructífera etapa se cierra por motivos políticos en 1807, data
en que el ilustre ingeniero emprende el éxodo temporal sin darse
cuenta de que se expatriaba para siempre. Los motivos que le indu-cen
a la partida aparecen registrados en una carta que escribe a
su hermano José, en San Petersburgo, el 115 de septiembre de 1814 :
"Desde que observe la enemistad que reinaba en España
entre el príncipe de Asturias [Fernando VII] y Godoy supuse
que debía haber una revolución en España, y que en tal caso
era necesario, para no perecer con mi familia, buscar un asilo
en un reino extranjero en que ponerla a salvo; y me pareció
que la Rusia debía ser el más a propósito. Fui observando la
tempestad, y luego que Napoleón pidió tropas a España y le
dieron las que condujo el marqués de la Romana, me pareció
que ya era tiempo de salir."
El acontecimiento bélico últimamente aludido se produce en
marzo de 1807, fecha que conviene precisar. Véase ahora la reso-lución
de Betancourt :
LC y corno en que! t f e q g se &-&ha 12 te& idi-viduo
que gozaba de una cierta consideración, se me concedió
licencia para viajar al instante que la pedí."
Eplgrafe V, págs. 23-24.
38 AI\'TONIO RUMFX DE ARMAS
En efecto, el arribo a París de Agustín de Betancourt con su
familia está registrado el 29 de mayo de 1807.
Ya en otra ocasi6n señalamos que los viajes del ingeniero espa-ñol
a Rusia fueron dos: el primero en 1807 y el segundo y defi-nitivo
en 1808 "'.
El propio Betancourt lo confirma en la carta que venimos co-mentando
:
"Dejé a mi familia en París, y vine aquí, como dicen, a
tantear el v&; y fuí perfectamente recibido del Emperador
que me hizo por tercera mano proposiciones muy ventajosas,
si quería entrar a servirle."
En efecto, la presencia del ingeniero español se constata en
la capital moscovita en la primera quincena de noviembre de 1807.
Ei diario "Iu'ouveiies de Saint-Pétersburg" anunciaba, por esa data,
el arribo del "general español Betmcourt", así como su alojarnien-to
en el Hotel Par&48.
La definitiva resoluci6n del ilustre sabio aparece reflejada así
por su propia pluma :
"Tomando el pretexto de querer consultar con mi familia,
volví a París. Allí supe a mi llegada la abdicación de la co-rona
por Carlos IV y la venida a Bayona de Fernando VII.
Luego que se formó la famosa junta en que despojar~n a
éste de la corona, no queriendo verme expuesto a servir al Rey
intruso, tomé partido de venirme aquí con mi familia" 49.
Esto coincide con los datos que sobre las andanzas del inge-niero
español poseemos. La primera resolución del gobierno de
Fernando VII, a raiz del motín de Aranjuez, fue declarar cance-ladas
todas las licencias y pensiones en el extranjero. Por esta cir-cunstancia,
la esposa de Betancourt, doña Ana Jourdain, justifi-caba,
a mediados de abril de 1808, ante el embajador de España
en París la ausencia de su marido en el lejano Imperio, aunque
47 Antonio Rumeu de Armas. El zngenzero Agusdin de Betancourt y el
zar Alejandro cle Rmza, en el diario "A B C" de Madrrd, 2 de abnl de 1959.
4- o!exa2&e & 2 ccuccer &e &te ei, recen- 11
varias veces citado del profesor Cloranescu, en "Bulletin Hispanique",
tomo LXiX, n O 1-2 ,(año 19671, pág 247.
49 La carta aparece parcialmente transmita en la obra varias veces citada
del 'profesor Cioranescu, pág 30, nota 1
S?:J ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
A DE BETANCOURT, WNDOOR DE LA i2 DE CAMIXOS Y CANALES 29
asegurando ",que lo espera dentro de muy poco tiempo, pues ya
sabe está en camino para volver de Rusia".
Como las abdicaciones de Carlos IV y Fernando VHI se pro-duoen
el 8 y 12 de mayo de 1808 y la proclamación de Jos6 1 Bona-parte
el 6 de junio, queda patente, por el párrafo antes copiado de
la carta de 1814, que Agustin de Betancourt arrib6 a París con
posterioridad a las fechas indicadas.
En otra ocasión, comentando estos mismos hechos, afirmá-bamos
lo que sigue: "Cuando el ingeniero español regresó a París
en la primavera de 1808, camino de la patria, le sorprenden tal
cúmulo de acontecimientos, que su cerebro, como sumido en una
horrorosa pesadilla, no acierta a comprender. Han sobrevenido la
caída de Godog, la abdicación de Carlos IV, el 2 de mayo, el des-tronamiento
de Fernando VII, la proclamación del intruso José 1
Bonaparte Para los españoles refugiados en el París napoleónico
el dilema era bien trágico: servir como afrancesados a la nueva
dinastía o la cautividad en los fosos de Vincennes. Betancourt
aeertó a encontrar un tercer camino: se acordó de su reciente
amistad con el Zar, y llamó anhelante a las puertas de la Emba-jada
moscovita, pidiendo protección y asilo. Desde aquel día Rusia
fue su segunda patria" jO.
A partir de 1808 y hasta 1824 el inmenso escenario moscovita
fue el pedestal de la fama del sabio español. Agustín de Betancourt
fue en Rusia todo lo que el hombre más ambicioso podría anhelar:
mayor generd, teniente general, fundador de la Escuela de Inge-nieros
Hidráulicos, director general de Vías de Comunicación, ins-pector
general de Canales, etc. Sus construcciones y puentes, to-davía
en pie, proclaman su gloria imperecedera. Más vastos fueron
aún los proyectos de planificación industrial del país, en la mayor
parte de los casos para explotar sus propios inventos. En cuanto a
las obras públicas, desde 1814 a 1824 el técnico español proyectó
una inmensa red de canales, verdaderas arterias del descomunal
imperio, que consumieron millones de rublos en proporciones no
menos fabulosas.
La muerte le sobrevino en San Petersburgo el 26 de julio de
20 EZ zngenzero español Agzcstin de Betancourt y eZ zar Alejandro de
Rzcsm, en el diario "A B Cv de Madrid, 2 de abril de 1959.
1824, a los sesenta y seis años de edad jl. Sus mortales despojos
descansan en el cementerio evangélico Smolenskojé, en una sen-cilla
tumba con epitafio j2.
VI1.-LA EXPULSIÓN POLÍTICDAE INGLATERRA.
EL PASAPORTE BRITÁNICO.
La segunda estancia de Btancourt en Inglaterra la hemos
fijado entre 1794 y 1796 j3. Ahora nos resta aclarar qué causas
de carácter forzoso le arrastraron a interrumpir la pensión, rein-tegrándose
a la patria antes del tiempo previsto.
Se suele dar como motivo para la expuZszXn de la Gran Bretaña
la práctica por el ingeniero español de lo que hoy llamaríamos
espionaje cientifico.
Esto se vislumbra en la biografía anónima del sabio tinerfeño
publicada en Rusia en 1826 en el periódico "Zhurnal poutey
soobschenija". Véase la versión que da de este episodio el investi-gador
Cioranescu, inspirándose en el diario moscovita:
"Uno de los nuevos empleos que se le dio fue, en 1797, el
encargo de pasar a Londres, para mandar fabricar y traer de
allí las máquinas de vapor con que se pensaba desaguar las
minas de América, probablemente las de Potosi, que habían
sido abandonadas en gran parte, por no disponerse allí de
los medios necesarios para sacar el agua que invadía sus ga-lerías.
Llegó a Londres, pero, mientras esperaba la ejecución
de sus encargos, le pareció posible dedicarse, como otras veces
lo había hecho, a la observación de los Últimos adelantos téc-
--
51 LOS ixógrafos españoles de Betancourt no habían tenido en cuenta el
retraso en doce días del calendario juliano, de uso en Rusra en el siglo xIx, con
respecto al gregoriano. Por esta crrcunstancla fijaban el 6bito el 14 de julio,
cuando en realidad sobrevino el 26. Ha llamado la atención sobre el particular
Alexandre Zviguilsky en "BU11etin Hispanique", tomo LXIX, niims 1-2 (año
l967), pág. 247.
52 Ikce así: Agustin de Betancourt y Molzna, hombre de czencias %lustre,
mUdo en ias Islas Ganarius eZ 2 de febrero de 1758, muerto en San Peters-
*. - ___. bZtrgo, ;4 Se de zg&h, ed& de 66 m~ o sV. i~rpíoj~B Ai iILbLuui,r,, S_un. . .
Antonio Ruiz Alvarez: En torno aZ zngenzero canarw don Agustin de
Bethencourt y MoZzna, en la revista "El Museo Canario", núms. 77-84 (años
1961-1%2), págs 141-142.
53 Véase el epigrafe anterior (VI), pág 26.
272 ANUARIO D33 ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 31
nicos puestos en práctica por la industria inglesa. Probable-mente
algún técnico lo habrá sorprendido dibujando alguna
máquina nueva o curiosa para su Gabinete; y como los ingle-ses
no habían olvidado la memoria de 1790, que había reve-lado
a todo el mundo científico los inventos de Watt, tan
celosamente reservados, temieron que otra vez algUn invento
iba a escapárseles de las manos y a tomar el camino del ex-tranjero.
Betancourt fue detenido, se le hizo un escrupuloso
examen de sus papeles, y 61 mismo fue conducido hasta Lis-boa,
donde lo desembarcaron. Al comunicar a la Corte lo ocu-rrido,
recii-ió la orden, ya antes de salir de Lisboa, de trasla-darse
a París, para encargar allí la maquinaria que antes se
pensaba comprar en Londres7' 51.
Cuanto se afirma en la citada publicación rusa carece en abso-
1t iCn i4n f~inrlnmnnfn Vl in~rnnfnrR n4-onrmiirt n ~ m n a n ~ r ipAn T.nn- AL&,," U" . L C L L , . U W I I I " A A C V . W L I I * "LL*"L Y"*ULLVVU- - r------r---.-.---.-, y---
dres, COI? el beneplácito de todos, por espacio de los dos años seña-lados
(1794-1796), disfrutando de la amistad de otros sabios como
Mr, Sinclair, presidente de la Sociedad Real de Agricultura, y
basta viendo recompensados sus inventos y estudios con dos pre-mios
que le otorgó esta prestigiosa entidsd científica. Por esta cir-cunstancia
fue designado miembro de mérito de la misma.
La causa de la e~pubiónfu e meramente política, y no con ca-rácter
individual sino colectivo, ya que afectó a todos los espa-ñoles
residentes en la Gran Bretaña.
Como es bien sabido, Xspaña e Inglaterra se coaligaron en 1793
al intervenir conjuntamente en la guerra contra la Revolución
francesa. Las operaciones combinadas tienen como hecho más
destacado el asedio de Tolón por la escuadra hispano-británica
(agosto de 1793, en el que tanta nombradía iba a adquirir el desco-nocido
teniente Bonaparte, ascendido a general con la velocidad
del rayo. Por esta circunstancia el arribo de Betancourt a Londres
se produce en una etapa de ,paz y alianza con la Gran Bretaña.
Pero las circunstancias cambiaron por completo al firmar Es-paña
en Basilea la paz con el Directorio francés por mano de un
e=i.,errA,r,re y entrzñ&k adgc de! inventor, e1 dip10m5ticn dnn
Domingo de Iriarte 11795). --
54 Obra citada, págs 28-29.
El mencionado diario puede consultarse en versi6n francesa: "Journal des
Voies de communication", 1 (1826), págs. 39-49.
Carta de1 emba~ador cesante de España en Londres, don Simón de las Casas a
lord Grenville, con pormenores sobre el pasaporte de retorno de Agustln de ~ e t i n -
court (Bath, 4 de octubre de 1796). Archzvo IItstó.raco Nacaoncl.2
A DE BETANCOURT. FLTNDADOR DE L4 E. DE CAMINOS Y CANALES 33
Desde este momento Inglaterra volvió a sus andadas, hostili-zando
nuestras vastas posesiones americanas y perturbando nues-tro
tráfico y comercio atlántico. Ello nos condujo a la malhadada
alianza con la República francesa, que adquirib pública constancia
en el tratado de San Ildefonso (agosto de 1796).
Por ambas partes la guerra se consideraba inminente, y, en
efecto, se convirtió muy pronto en trágica realidad (octubre de
1796). Los buques ingleses surtos en puertos peninsulares eran
embargados ; el embajador en España, lord Bute, pedía sus pasa-portes,
y todos los ingleses eran expulsados del territorio nacional.
Iguales medidas adoptó Inglaterra, y, para colmo, con carácter
de anticipo. Al embajador de España en Londres, don Simón de
las Casas? se le recogieron sus credenciales y se le negó hasta
autoridad para expedir pasaportes a los súbditos de su país afec-tados
por similar orden de expulsión. Uno de ellos era precisamente
Agustín de Betancourt.
Contra tales improcedentes medidas protestti el embajador es-pañol
en carta diri*gida al ministro inglés lord Grenville el 4 de
octubre de 1796, escrita desde los famosos baños de Bath, donde
reponía su malparada salud.
En esta carta el embajador Las Casas hace una curiosísima
descripción de las incidencias padecidas por el pensionado español
en su demanda de pasaporte para regresar a España:
"Mr. de Betancourt, gentil-homme et officier espagnol,
s'est presenté au Bureau de Votre E;xcellence avec mon
passeport et une note dans la quelle je priois Votre Excellence
de lui acorder le sieu."
La negativa por parte del EToreign Offke para reconvertir el
pasaporte, de acuerdo con las prácticas diplomáticas en uso, fue
absoluta. Es más, se informó al peticionario que habiendo cesado
el embajador de España, su pasaporte y su nota de recomendación
c-r~&n & toda &cada. E! c n i c ~re ~grsn2 ppsryry e r l c h t ~ n ~ r
una carta de garantía y recomendación "par quelque maison res-pectable
de Londres".
Como Agustín de Betancourt tenía poderosos amigos y vale-dores
pudo resolver rápidamente el enojoso asunto. Mr. Sinclair
34 AIVTONIO RUMEU DE ARMAS
fue su avalista. Véase cómo refiere el complicado trámite el emba-jador
don Simón de las Casas en la carta que venimos resumiendo :
"Mi. Betancourt a píit heureusement satisfaire a cette
réquisition, cornme étant membre de mérite de la Société
Royale d7Agriculture, de la quelle il a obtenu deux prix. Et
ansi ayant efi recours au President de la Société, le Chevalier
Sinclair, cet estimaMe ami l'a recommandé A Votre Excellen-ce,
et l'atiré par 1% d'embarras."
El embajador de España se lamenta seguidamente en su carta
del trato tan poco cortés y diplomático que se dispensaba a su aita
representación, y se limitaba a preguntar a lord Grenville sobre los
medios a utilizar por los españoles modestos que reclamaban sus a
pasaportes sin otra posible garantía que la suya
Es de sospechar que, con esta protesta por medio, los emigran- O
tes españoles afincados en la Gran Bretaña pudieron retornar a n - m
los patrios lares sin pérdida de tiempo ni inconveniente alguno. O
E
Por la carta de don Simón de las Casas venimos en conocimien- E
2
E to de que el 4 de octubre de 1796 Agustin de Betancourt había ya
obtenido del Foreign Office el pasaporte británico para el viaje de 5
retorno; ello nos permite asegurar que a lo largo de ese mes se %
produjo la reintegración a la patria, y su reincorporación en la m
E
corte al cargo de director del Real Gabinete de Máquinas en el
a10 jamiento del Buen Retiro madrileño. n
;Cuál fue la ruta de retorno para arribar a España? Si tenemos E
a en cuenta que Francia estaba asimismo en guerra con la Gran Bre- !
taña, con los puertos bloqueados por la escuadra inglesa, y que en n
n
cambio Portugal, fiel aliada de Inglaterra, se mantenía en una neu-
3
tralidad benévola, la ruta de Lisboa se impone como segura 56.
O
El diplomático francés Jean Francois Bourgoing fue sin duda
un amigo entrañable de Agustin de Betancourt, cuya ciencia y ta-
--
55 Archivo Histórico Nacional: Estado. Embajada en Inglaterra, leg. 4 244
56 Esto está de acuerdo con la biografía anónima inserta en el periódico
ruso "Zhurnal poutey soobschenija"
Cioranescu, obra citada, p5.g. 29
276 ANUAEIO DE\ ESTUDIOS ATLANTICDS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 35
lento pondera y admira. Por eso su conocida obra Tableau de 1'Es-pagw
Moderne contiene datos sumamente valiosos para la biogra-fía
del inventor.
Ambos coinciden en Madrid entre 1778 y 1784, siendo Bour-going
secretario de Embajada y Betancourt pensionado en la corte.
Vuelven a encontrarse en 1792-1793, el francés como embajador
y el canario como director del Real Gabinete de Máquinas. Reanu-dan
el trato en París en 1797-1798 y en 1807-1808. Por este cúmulo
de circunstancias se comp~ndelo bien informado que estaba el
diplomático galo sobre la vida y andanzas del sabio español. El es
quien primero nos informa del destino a la isla de Cuba de nues-tro
personaje :
"Un Agustin Betancourt, un de pius habiies machinisies
de l'Europe, de l'aveu des savans de F'rance et d'hgletere,
qui n'est Ia la vérité, ni dédaigné, ni oublié, mais qu'on ne
trouve pas '% employer en Espagne, ou toutes les machines
nécessaires aux arts et aux métiers sont encore si impar-faites,
et qu'on envoye construire des chemins et des canaux
dans I'ile de Cuba'' 57.
En efecto, el destino a Cuba para acometer un vasto plan de
obras p~bllicas hay que datarlo en marzo de 1797, a raíz de su
retorno como pensionado en Inglaterra.
En la instancia con que se inicia el Expediente de sdterkz el
propio Betancourt confiesa lo que sigue (30 de marzo de 1797) :
"Comisionado a Londres, donde he permanecido hasta el
presente, . . . he vuelto a regresarme a esta corte, y me hallo
con Real orden para pasar inmediatamente a La Havana e
isla de Cuba para asuntos del Real servicio."
Al pie de dicha instancia insiste en la comisión regia :
"Otirnsf : mediante hallarme con Real orden para pasar a
la ysla de Cuba, a cierta comisión que S. M. se ha dignado
conferirme, con prevención de que me embarque en la primera
embarcación que salga del Puerto de la Coruña
m París, 1799, tomo 111, pág 309
NC?n 1.3 (19671
ANTONIO RUMEU DE ARMAS
Suplico a V. S. : que en atención a la urgencia que llebo
expresada, se digne dispensar las tres proclamas, precedido
el informe correspondiente de el Párroco, pues así lo espera
el exponente de la justificación de V. S. = Agustín de Betan-court"
Por suerte para la ciencia, cuando todo estaba preparado y pre-visto,
el monarca cambió de parecer y suspendió la comisión. Be-tancourt
estaba entonces rnateriaImente enfrascado en sus inves-tigaciones
sobre el telégrafo óptico, por cuya causa la regia muni-ficencia
volvió a pensionarlo a París. Ya hemos destacado que en
mayo de 1797 se constata su presencia en la capital de Francia ".
El amigo Bourgoing tuvo en seguida noticia pormenorizada de
todo ello. En la segunda edición de la obra Tableau. de 1'Espayne
Moüerne añade estos curiosos detaiies que tuvo que conocer de
viva voz, unos, y por carta, otros:
E
"Sa destination pour I'ile de Cuba a été contrariée par E
2
diverses circonstances. De retour a Madrid, il a fixé par ses E
calculs l'attention du gouvernement. 11 a été chargé de l'éta-blissement
des télégraphes, objet dont il s'était fort occupS 3
avec le citoyen Breguet, pendant son dernier séjour CL Paris. O-
11 en a commencé un quai du Buen Retiro, qui s'étend jusques m
E
Aranjuez, et qui doit %re continué." O
Todavía añade Bourgoing en su curioso libro otros datos bio-
E
gráficos que afectan a la etapa 1799-1802: a -
'Ti est présentement un des directeurs généraux des pos- -
tes et chargé particulierement de Ia partie des ponts et chaus-sées.
Cest en cette qualité qu'il a fait construire ou rhparer
3
O
récemment cent quarante et un ponts sur les deux routes de
Madrid '5 Barcelone, l'une par Valence, l'autre par Saragosse,
pour faciliter le voyage que le roi et la reine doivent faire
Barcelone, au mois de septembre prochain" [1802] 60.
5s Archivo de Palacio Real: Retzro, abnl de 1797, leg. 19, núm 45.
ApenGce, &,cumentü D.
5s Véame los epigrafes V, pá.gs. 23-24, y VI, pág. 27
60 Edici6n de 1810. El dato referente al viaje de la corte, en septiembre,
a Barcelona es exacto. Los reyes de España residieron en la capital catalana
en octubbre y noviembre de 1802.
27b ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAh!IIATOS Y CANALES 37
El expediente de libertad personal lo incoa don Agustin de Be-tancourt
en los últimos días de marzo de 1797, residiendo en el
palacio del Buen Retiro, ante el juez de la Real Capilla, teniente
vicario auditor general eclesiástico de los Reales ejércitos de Mar
y Tierra doctor don Agustin del Campo Musera.
Se inicia dicho expediente con la instancia tantas veces aludida,
que, aunque sin datar, tiene que ser del 30 de marzo del año expre-sado
"l. En ella declara en primer lugar su filiación: "Dn. Agustin
de Betancourt y Molina, natural de la ysla de Tenerife, una de
1la- -s L,Ya--r--i-a'-r- mú, c---a-mv a l e..-A r u ua el1 r\ ,-an. VYUCLL de S a ~ t i a g c~a, p i th Ut? I.!i!ici~~
de aquellas yslas, director del Real Gavinete de Máquinas, de
estado soltero, hijo de don Agustin de Betancourt, ya difunto,
cavallero que fue de el Orden de Calatrava, y de doña Leonor de
Molina, tamvién naturales de la misma isla". Después hace minu-ciosa
referencia a sus estancias en la capital de España y sus jor-nadas
en las cortes extranjeras (que por ya repetidas silencia-mos
6 2 ) , para terminar declarando que se hallaba "con Real orden
para pasar inmediatamente a La Havana e isla de Cuba para asun-tos
del Real servicio".
En el punto específico de su libertad personal declara :
"Y por cuanto me hallo en dicho estado de soltero y en
aptitud de poder disponer libremente de mi persona para el
matrimonio u otro; tenido y reputado en este concepto de
que puedo dar ynformación con testigos fidedignos que me
han tratado y comunicado en esta corte y en las de París y
Londres, en los tiempos de mis respectivas residencias, y
siendo muy conforme y conveniente a mi derecho que conste
en forma fehaciente, a V. S., supIico se sirva mandar se me
reciva información de testigos, que estoy pronto a dar, y que
hecha con aprovación e interposición de la aatorida.d y Ci-creta
61 El auto del juez es de 31 de marzo de 1797. Hay que pensar, dada la
premura con que se actúa por expresa solic~tudd e la parte interesada, que la
instancia tiene que ser del día anterior.
62 Vease epígrafe VI, pág. 25.
'am~~atnrrr~auc %i& .
Instancia con que se inicia el Exped%ente de sol€& de Agustín de Betancourt
(Buen Retiro, 1797). Archrvo de PaZano ReaZ.
- Verso de la instancia, con el Otrosí autógrafo
40 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
judicial, se me entregue original, pues a dicho fin firmo el
pedimento más útil y conforme a justicia que pido. Juro, etc. =
Agustín de Betancourt."
Se cierra la instancia con el otrosi que ya conocemos, relativo
a su inminente partida para la isla de Cuba en el primer navío
pronto a zarpar de La Coruña, y a la solicitud, por ende, de "dis-pensar
las tres proclamas, precedido el informe correspondiente del
párroco?'
Desde este momento la información pierde originalidad, para
perderse en el fárrago de las prácticas leguleyas.
Como es bien sabido, dentro de los mismos jardines del Buen
Retiro estaba erigida una parroquia palatina, la iglesia de Nues-tra
Señora de las -A_num_istias. P,ES hien, lo primero que hizo el juez
de la Real Capilla, despuks de designar notario eclesiástico para
las diligencias a Alfonso Bernardo Cervantes, fue dirigirse, por
auto de 31 de marzo, a los tenientes de dicha Real iglesia en de-manda
del oportuno informe.
Tocó emitirlo al teniente doctor don Francisco de Caseda, en
términos que revisten cierto interés :
"Don Agustín de Betancourt ha residido en este Real
Sitio los años de mil setecientos noventa y dos, noventa y tres
y el presente de noventa y siete, en cuyo tiempo se le ha
reputado y reputa por soltero y libre. No se halla ligado con
algún impedimento canónico, que le impida elegir el estado
que tenga por más conveniente, que a ni noticia haya llegado.
Así me consta de matrículas e informes recibidos" 64.
A la vista del anterior informe el juez de la Real Capilla dispuso
lo que sigue :
"Líbrese despacho del informe a quaIquiera de los tenien-tes
de cura del Real Sitio del Buen Retiro, mediante dkpen-sarle
Zm tres amonestaciones en atención a las causas que
propone."
63 Véase el epígrafe anterior (VIII), págs 35-36.
64 Dicho informe está datado en el Buen Retiro el 31 de marzo de 1797
282 ANUARIO Dh' ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 41
E,l propio 31 de marzo de 1797 -una prueba más del apremio
y celeridad con que se estaba efectuando el expediente- fueron
convocados a declarar los testigos. Eran estos dos paisanos y ami-gos
y dos íntimos cola,boradores. En el primer grupo fi, auran don
Estanislao de Lugo y Molina, "caballero de la Real Orden de Carlos
Tercero, del Consejo de S. M. en el de Indias y director de los
Reales Estudios de esta corte", y don José Clavijo Fajardo, "di-rector
del Gavinete Real de Historia Natural" G% En el segundo
destacan don Juan de Peñalver, "pensionado por S. M.", y don
Bartolomé Sureda, "pensionado por S. M. para el viage de La Ha-
Firmas de los cuatro testigos que depusieron en el Expedwnte rle soltwia
de Betancourt
bana con el Sr. Dn. Agustin". Estos cuatro personajes nos son ya
conocidos por su interferencia en la vid- de Betancourt 66.
Como era de presumir, todos están concordes en proclamar que
el inventor "siempre se ha mantenido libre de toda obligación
e ~ r ~ ~&~y. &sin3 i mpedi z~nt~~ ~ n 6qni~iep ~g ~~& e mhar-iarle
la elecci6n de estado que más bien visto le sea".
65 Uno de estos ilustres conterráneos, Clavijo Fajardo, fue también tes-tigo
de las pruebas para ingreso en la Orden de Santiago (epígrafe m).
'66 Véanse los epígrafes 1, pág. 5; N, páig. 19, y V, págs. 21, 23
42 ANTONIO RUMFXJ DE ARMAS
Cada uno de los testigos revela algún pormenor curioso sobre
la vida del sabio. Estanislao de Lugo asegura "que le conoce y ha
tratado toda su vida, a excepción del tiempo que estubo en Lon-dres
y París, aunque por oydas le consta a1 señor declarante, con
motivo de ser su primo, que siempre se ha mantenido libre.. .". José
Clavijo Fajardo confiesa "que le conoce y ha tratado desde el año
pasado de setenta y siete en esta corte". Juan de Peñalver pun-tualiza
"que le conoce y ha tratado diez y seis años hace en esta
corte y en París, en donde estubieron juntos". Por Último, Barto-lomé
Sureda concreta "que le conoce g ha tratado cuatro años hace,
uno en esta corte y los otros tres qui estubo en Londres, por haver
ido en su compañía".
a
Ya hemos destacado cómo en la instancia del expediente de
iibertaii personai Betancourt anticipó su arribo a Nadriii Uakhi-dolo
en 1777 y retrasó, en cambio, su estancia en París hasta 1786. O
d--
La primera fecha bajo el impulso de demostrar que su entrada en Oo>
E
la corte lo efectuó antes de cumplir los veinte años; la segunda, SE
porque su convivencia con Peñalver en la capital de Francia coin- E
cide con esa fecha, no existiendo ningún testigo que pudiese dar
fe de sus andanzas durante el bienio 1784-1786 67.
Con los antecedentes que hemos señalado, el juez de la Real
-
0
m
E
CapilIa, doctor Campo Musera, expidi6 auto el 1 de abril de 1797 O
declarándolo "de estado por libre por lo respectivo al tiempo desde
el año de setenta y siete hasta el presente, para que pueda elegir n
E
el estado que más bien visto le sea" a
2
d
n
El nombre de la esposa de Agustin de Betancourt, doña Ana
Jourdain, era de siempre conocido, así como su nacionalidad in-glesa.
En unas Noticias biográficas conservadas por sus familiares
-
67 migrafe Vi, \pág. 26.
6s Archivo de Palacio Real Indzce de los Expedientes ?natrzmonta!e.s de
Capzlla (1624-1854). Signatura 67.-99-45. Betancourt, Agustin
JXd, Retiro, sbril de 1797, leg. 19, núm. 45.
Apén&ce, documento 11
284 ANUARIO DE? ESTUDIOS ATLANTIGOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 43
se retrata a la dama en estos términos : "En el curso de sus viajes
tuvo ocasión de conocer en París a una señorita inglesa, de reli-gión
católica y de familia distinguida, llamada doña Ana Jourdan,
con la que casó" '69. De la misma opinión son sus más destacados
%i6grafos, sin que quepa mencionar excepción
A estos pormenores verídicos hay que oponer un solo reparo:
que la boda se efectuó en IMccdirid y precisamente en abril de 1793.
A la biografía de doña Ana Jourdain ha hecho sustanciales
aportaciones el incansable investigador tinerfeño don Antonio Ruiz
Alvarez 71. Merced a su diligencia podemos hoy conocer el lugar y
la fecha de su nacimiento, Kensington, 9 de noviembre de 1769,
así como los nombres de sus padres, Mr. John Jourdain y Alice
Kyldar.
¿Dónde conoció Agustín a la que iba a ser su esposa? En pura
lógica hay que pensar que el conocimiento y la amistad tuvo que
iniciarse durante la estancia del pensionado en la Gran Bretaña
entre 1'784 y 1796. De no aceptar este supuesto, nos veríamos arras-trados
a admitir que la joven Ana Jourdain residía en 1791 en
Madrid, y que las relaciones amorosas entre ambos prenden como
una llama y se precipitan en el matrimonio por causa del destino
a la isla de Cuba.
Que doña Ana Jourdain se trasladase desde Londres a Madrid,
por imperativo de las circunstancias, entra dentro de lo probable.
Betancourt, simple pensionado, no podía en el momento de la expul-sión
de la Gran Bretaña ofrecerle un porvenir seguro como para
unirse en matrimonio con ella antes de la partida. Acaso el destino
en La Habana estuviese provocado, o por lo menos aceptado, ante
el apremio de unos esponsales que no convenía demorar más.
Ahora bien : si Betancourt no podía retornar a la Gran Bretaña,
por mor de la guerra, nada de particular tendría que su prometida
69 Archivo famaliar en la villa de La Orotava Se atribuye a su sobrino
José. de Betancourt y Lugo-Viña.
70 Padrón Acosta, obra citada, p&g 27, nota 36 Dicha nota es del pro-fesor
Cioranescu.
71 La esposa de Bethencourt y IMolina y La tumba del hzjo de don Agusth
de Bethencoart y MoZzm, ambos en el diario "La Tardem de Santa Cruz de
Tenenfe, febrero y julio de 1966.
acortase las distancias para ganar la corte de España por la vía
de Lisboa.
En el supuesto de que Ana residiese en Madrid, el matrimonio
acelerado con el inventor estaba impuesto por imperativo de la
inmediata partida para la isla de Cuba, al mismo tiempo que era
un recurso para soslayar la orden de expulsión decretada contra
los de su nación.
Lo que no admite dudas es que el matrimonio se verifica en
Madrid, en abril de 1797, y en la iglesia real y parroquia1 de Nues-tra
Señora de las Angustias, sita en los bellos jardines del Buen
Retiro.
Para demostrarlo es preciso traer a colación otra vez el Expe-diente
de so2terÚ.z.
Recu4rdese que el atestado se incoa para acreditar por parte
de Betancourt que "me hallo en dicho estado de soZtero y en apti-tud
de poder disponer libremente de mi persona para el de matr2-
monio"; que en la propia instancia declara el inventor "hallarme
con Real orden para pasar a la ysla de Cuba con prevención de
que me embarque en la primera embarcación que salga del puerto
de La Coruña", y "que en atención a la urgencia . se digne dis-pensar
las tres proctamas, precedido el informe correspondiente de
el Párroco".
A mayor abundamiento, dos de los testigos, don Estanislao de
Lugo y don José Clavijo Fajardo, se olvidan de que están infor-mando
en un expediente de libertad personal, y llaman a Agustin
de Betancourt, sin ambages ni recato, el "Señor contrayente" *".
No creemos que sea preciso argumentar que el matrimonio
entre Agustín de Betancourt y Ana Jourdain estaba previsto para
dentro de un brevísimo plazo de días, acaso horas . .
Sobre el lugar de la celebración de la ceremonia tampoco hay
dudas. El sarcedote informante en el atestado es el teniente "de
la Real Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, sita en el Real
Sitio del Buen Retiro". Al mismo tiempo a él se dirige el auto del
Juez-vicario dispensando a Betancourt de "las tres amortestacio-
%es, en atención a la causa que propone".
72 Véanse los epígrafes VI11 y IX.
2% ANUARIO Da ESTUDIOS ATLANTICOS
Ana Joiirdnin. rspnsa (le Agustin dr Betancourt. Miniatura procedentc
de la colección del Gran Duquc Nicolks Mikhailowicht. Museo del
Ermitnpr (San Pct~~rshiirpo-L~~nin~r:~cl~~I
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 45
Para rematar esta investigaciún faltaba descubrir la partida
sacramental de matrimonio. Pero esta jamás será hallada en su
versión original, ya que fue pasto de las llamas en los trágicos
incendios de 1936, precursores de la revolución. El archivo de la
parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, de tumbo en tumbo,
pasó sucesivamente al monastericde los Jerónimos, después a la
iglesia vieja de Nuestra Señora de Atocha, más tarde a la resu-rrecta
parroquia de las Angustias, para verse reducido a pavesas
en los dramáticos sucesos mencionados 73.
Digamos como complemento del acto matrimonial, que Agustín
de Betancourt, en su calidad de oficial de las Milicias canarias,
pidió autorización al Rey para contraer este enlace, licencia que
le fue otorgada el 7 de octubre de 1797 74, con posterioridad a la
consumación del mismo, y en el momento en que el inventor estaba
de nuevo radicado en París en plena dedicación para poner a punto
su invento del telégrafo bptico.
Por esta causa creemos que la primera de sus hijas, Carolina,
debió nacer en París por todo el año 1798.
En cambio, es seguro que nacieron en Madrid, en el palacio
del Buen Retiro, sus otros tres hijos: Adelina, Matilde y Alfonso
(1805) Con idéntica certeza puede afirmarse que fueron bauti-zados
en la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, sufrien-do
sus partidas sacramentales la misma suerte que el acta ma-trimonial.
73 La iglesia de las Angustias estaba ubicada en la vieja ermita de San
Antonio, en las inrne&aciones del parterre del Retiro. El actual emplazamien-to
es en la calle de la Batalla de Brunete, 16.
Gzch de los Archivos de MadrZ. Dirección General de Archivos Madrid,
1952, págs 554-555. El autor de esta información particular es don Gerardo
Nzíñez.
Antes de descubrir el Expediente de solterb de Agustín de Eetancourt en
el Archivo de Palacio Real, llevamos a cabo intensas Wquedas en los Archi-vos
parroquiales de las iglesias de San José y Buen Suceso, siguiendo el rastro
de las partidas sacramentales. El resultado ha sLdo totalmente negativo.
74 Padrón Acosta, obra citada, pág. 21, nota 36. Es aportación de Ciora-nescu.
ElJ ,permiso regio fue comunicado al comandante general de Canarias
don Antonio Gutiérrez. El original se halla en las colecciones del Cabildo
insular de Tenerife
75 Ruiz Alvarez; artículos antes citados.
46 AhTOXIO RU;?IEU DE ARMAS
Digamos, corno remate, dos palabras sobre cada uno de estos
seres, de la afección o la sangre del ilustre sabio.
Carolina, la primogénita, casó en San Petersburgo en 1820 7b
con un oficial de Artillería español, Joaquín Espejo, exiliado en
Rusia por haber servido en los ejércitos de José I Bonaparte y
estar perseguido como afrancesado. El matrimonio duró bien poco,
pues la hija del inventor sucumbía el 20 de junio de 1823, víctima
de sobreparto. Está enterrada en el cementerio evangélico de Smo-lenskojé
(San Petersburgo-Leningrado) , junto a la sepultura reser-vada
para su padre ".
La segunda, Adelaida, murió. soltera en Bruselas en 1832, des-pués
de padecer una larga y cruel enfermedad; pudiera ser muy
bien el "mal del siglo", que había segado en flor la vida de tantos i,
seres.
La tercera, Matilde, se casó en 1833, en el mismo Bruselas, -
con un oficial de Estado Mayor francés, el conde Gardanne, motivo
por el cual se establecieron, andando el tiempo, en Versalles, en
unión de Ana Jourdain, la viuda de Betancourt. -E
El hijo varún, Alfonso, siguió la carrera militar en Rusia, lle- E
gando a alcanzar el grado de teniente general dentro de los ejér- $
citos del Zar. Se mantuvo siempre soltero; y habiéndose refugiado B
E en París, después de la edad del retiro, sucumbió en la capital de ;
Francia, a los setenta años, el 14 de diciembre de 1875 's.
En cuanto a Ana Jourdain, la esposa del genio, el fin de la vida -
le sobrevino en Versalles, el 6 de junio de 1853, siendo sepultado $ 2 su cadáver en el cementerio de San Luis 79. n
n
76 Alexandre Zvl,wilsky, nota aparecida en el "Bulletm Hispamque",
tomo LXTX, núms 1-2 (19671, pág. 247
77 Antonio Rulz Alvarez: E n torno a2 kfigeniero canarzo don Agustin. de
Bethencourt y MoZzna, en <'El Museo Canario", núms 77-84 (años 1961-1962),
págs 142-143 Está enterrada con su hijo, recien nacldo, y tiene la inscripción
mortuona en francés.
78 Ruiz Alvarez: La tumba del ,hqo de don Agustin de Bethewourt y
MoZh, en "La Tarde", julio de 1966.
79 Rulz Alvarez. La esposa de Bethencourt y Molina, "La Tarde", fe-brero
de 1966
288 ANUARIO DIO ESTTUIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADüR DE LA E DE CAMINOS Y CANALES 47
A P E N D I C E
P
HOJA DE SERVICIOS EN LAS MILICIAS PROVINCIALES
Regimie~to de MiZiccmies Provinciales de La Orotava.
ES1 Teniente Dn. Agustín de Betancourt. Su edad: 33 años. Su país:
Puerto de La Orotava. Su calidad: noMe. Su salud: robusta. Sus servicios
y circunstancias, los que expresa.
Tiempo que empezó a servzr los empleos
E M P L E O S DfAS MESES AROS
---- p- ----
De Cadete .. 21 Julio 1777
De Subteniente O Marzo 1778
De Teniente 13 Mayo 1778
Tzempo que ha que sime y &zto e% cada mpZeo.
E M P L E O S AROS MESES MAS
- -- ---
De Cadete . . . - 7 15
De ,Subteniente - 2 7
De Teniente . 3 1 18
Total basta fin de junio de 1781 3 11 10
Regimimtos donde ha seruido:
Siempre en éste.
Marcos de ürius&ustegui jrubricaüo j
Valor : No experimentado.
Aplicación : Tiene.
Capacidad : Grande.
ANTONIO RUMEU DE ARMA8
Conducta : Buena.
Estado : Soltero.
Conveniencias : Suficientes.
Residencia: Madrid.
Traza personal : Buena.
Salazar (rubricado)
EXPEDIENTE DE SOLTERIA
Retiro. Año de 1797.
Abril.
[De otra mano posterior] : Leg 19, n. 45.
Znformacwn del Sr. D. Agustin Betancourt y Molina, capitár, de Milicias
de Tenerife, director del Real Gavinete de Máquinas, residente dentro
del Retiro.
Dn. Agustín de Betancourt y Molina, natural de la Isla de Tenerife,
una de las Canarias, Cavallero del orden de Santiago, Capitán de Mili-cias
de aquellas Islas, Director de1 Real Gavinete de Máquinas, de estado
soltero, hijo de Dn. Agustín de Betancour, ya difunto, Cavadlero que fue
de el orden de Calatrava, y de D." Leonor de Molina, tamvién naturales
de la misma Isla, ante V. S., como mejor proceda, digo: que en el año
de 1777 vine desde el pueblo de mi naturaleza a esta Corte, donde per-manecí
hasta el de 786, en que de orden de S. M. pasé a cierta comisión
a la de París, en que residí hasta el de 791, que me restituí a esta Corte,
y desde ella en el año de 794 pasé tamvién, en virtud de Real orden,
comisionado a Londres, donde he permanecido hasta el presente, en que
he vuelto a regresame a esta Corte, y me hallo con Real orden para
pasar inmediatamente a la Havana e Isla de Cuba para asuntos del Real
so Archivo de Simancas: Guerra Moderna, leg. 2.686, carpeta 20, fol 14.
290 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
A DE BETANCOURT, FUNDAüOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 49
servicio. Y por cuanto me hallo en dicho estado de soltero y en aptitud
de poder disponer libremente de mi persona para el de matrimonio u
otro; tenido y reputado en este concepto, de que puedo dar información
con testigos fidedignos que me han tratado y comunicado en esta Corte
y en las de París y Londres, en los tiempos de mis respectibas residencias,
y siendo muy conforme y conveniente a mi derecho que conste en forma
fehaciente,
A V. S. suplico se sirva mandar se me reciva información de testigos,
que estoy pronto a dar, y que hecha con la aprovación e interposición
de la autoridad y decreto judicial, se me entregue original, pues a dicho
fin firmo el pedimento más útil y conforme a justicia que pido. Juro,
etc. = Agustin de Betancourt.
Otrosí: mediante hallarme con Real orden para pasar a la Isla de
Cuba, a cierta comisión que S. M. se ha dignado conferirme, con pre-vención
de ique me embarque en la primera embarcación que salga del
Puerto de La Coruña,
Suplico a V. S.: que en atención a la urgencia que llebo expresada,
se digne dispensar las tres proclamas, precedido el informe correspon-diente
de el (Párroco, pues así lo espera el exponente de la justificación
de V. S. = Agustin de Betancourt.
[RESOLUCI~DNE L JUEZD E LA REALC APILLA.]
Auto.
Procédase a la justificación de livertad de este interesado por el
presente Notario a quien se comete, y por las presentes mandamos a
cualquiera de los Tenientes de Ia Real Iglesia de Ntra. Sra. de las An-gustias,
sita en el Real Sitio del Buen Retiro, nos informe lo que supiese
y huviese entendido sovre la soltería, libertad, matrículas y residencia
del Sr. Dn. Agustín de Betancourt, caballero del orden de Santiago y
capitán de Milicias de las de la Isla de Canarias, estante dentro del mismo
Siti^, y si tiene &g& ivAppd&pnto c ~ ~ &yLe~ p ~& a=
zarle la elección de estado \que más bien visto le fuese; y evacuado lo
remita. Dadas en Madrid, a treinta y uno de Marzo de mil setecientos
noventa y siete. = Dr. Dn. Agustin del Campo Musera. = Alfonso Rer-nardo
Cervantes.
50 ANTONIO RUiMEU DE ARMAS
[INFORDMELE T ENIENTE DE LA REALI GLESIA DE NUESTRAS EÑORA
DE LAS ANGUSTIAS.]
De Informe.
Dn. Agustín de Betancourt, contenido en el mandamiento de la vuel-ta,
ha residido en este Real Sitio los años de mil setecientos noventa y
Qos, noventa y tres y el presente de noventa y siete, en cuyo tiempo
se le ha reputado y reputa por soltero y libre. No se h&a ligado con
algún impedimento canónico, que le impida elegir el estado que tenga
por más conveniente, que a mi noticia haya llegado. Así me consta de
matrículas e informes recibidos, a que me remito. Euen Retiro, treinta
y uno de marzo de mil setecientos noventa y siete. = Dr. Dn. Francisco a
de Caseda y Muro, theniente. N
O
n [DISPENSA DE AMONESTACIONES ] -
Oo>
-
E
Líbrese despacho de informe a qualquiera de los tenientes de cura E
2
del Real Sitio del Buen Retiro, mediante dispensarle las tres amones- E
taciones en atención a las causas que propone. Así lo probeyó el Sr. Juez 3
de la Real Capilla, Teniente Vicario del Exército, en Madrid a treinta y
-
uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, y lo firmó Su Señoría, 0
m
E
de que doy fee. = Dr. Campo Musera. = Alfonso Bernardo Cervantes. O
n
[DECLARACIONDEE SLO S TESTIGOS.] E
a
Información üe D. Agustin de Vetancour y Molina. n
1.Testigo.-Dn. Estanislao de Lugo. 3
O
En la villa de Madrid, a treinta y uno de marzo de mil setecientos
noventa y siete, en cumplimiento de lo mandado en el auto antecedente
y dando principio a la información de livertad del Sr. Dn. Agustín de
Vetancour, presento por testigo para ella a el Sr. Dn. Estanislao de
Lugo y Molina, caballero de la Real orden de Carlos Tercero, del Con-
~e-jc & S. X. en el de Indias y Director de los Rea.1-c.. Es.lidi0.r & esta
corte, de quien yo el Notario, en virtud de la comisión que se me confiere
y acepto en forma, reciví juramento que hizo bajo palabra de honor,
ofreziendo decir verdad de lo que le fuese preguntzdo, y si6ndolo por la
livertad del Sr. contrayente, dijo: que le conoce y ha tratado toda su
292 ANUARIO DE\ ESTUDIOS ATLANTICOS
A DE EETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 51
vida, a excepción del tiempo (que estubo en Londres y París, aunque por
oydas le consta al Sr. declarante, con motibo de ser su primo, que siem-pre
se ha mantenido libre de toda obligación esponsalicia y sin impe-dimento
canónico que pueda embarazarle la elección de estado que más
bien visto le sea; todo lo cual declaró ser la verdad, bajo el juramento
que Ileba 'hecho, con que se afimó, ratificó y lo firmó, en su edad de
más de treinta años, de que doy fee. = Estanislao de Lugo. = Cervantes.
2.Testigo.-Dn. Josef Clabijo.
Luego inmediatamente para la misma información, yo el Notario
reciví juramento de Dn. Josef Clabijo Fajardo, Director del Gavinete
Real de Historia Natural, el qual le hizo bajo palabra de honor, ofre-ciendo
decir verdad a lo que le fuese preguntado y siéndolo por la liver-tad
del Sr. contrayente. Dixo que le conoce y ha tratado desde el año
pasado de setenta y siete en esta Corte, en cuio tiempo no, ha llegado a
su noticia tenga contraídos esponsales, ni que se halle con impedimento
que le obste la celebración del matrimonio o otra elección de estado que
más bien visto le sea. Todo lo qual declaró ser la verdad bajo el jura-mento
!que lleba hecho, en que se afirmó, ratificó y lo fimó en su edad
de más de cinquenta años, de que doy fee. = Joseph Clavijo Fajardo. =
Cervantes.
3.Vestigo.-Juan de Peñaliber.
Inmediatamente para la misma información, yo el Notario recivi ju-ramento
a Dn. Juan de Peñalber, pensionado por S. M., residente en esta
Corte, el qual, le hizo por Dios Nuestro Señor y a una señal de cruz,
en forma, ofreciendo decir verdad a lo que le fuere preguntado, y si&-
dolo por la l3blertad del Sr. Dn. Agustin. Dijo: que le conoce y ha 'cra-tndo
diez y seis afios hace en esta Corte y en París, en donde estubieron
juntos, por cuia razh le tiene por libre de toda obligación de estado que
más bien visto le sea. Todo lo qual declarb ser la verdad, bajo el jura-mento
,que Ileba hecho, en que se afirmó, ratificó y lo firmó., en su edad
de treinta años, de que doy fee. = Juan de Peñalver. = Cervantes.
4.Testigo.-Dn. Bartolomé Sureda.
Incontinenti para la misma información, yo el Notario recivi jura-mento
a Dn. Bartolomé, pensionado por S. M. para el viage de La Habana
52 AKTOXIO RUMW DE AEMAS
con el Sr. Dn. Agustín; el cual le hizo por Dios Nuestro Señor y a una
señal de cruz, en forma, ofreciendo decir verdad a lo que le fuese pregun-tado,
y siéndolo por la livertad de dicho Sr. Dn. A,pstín. Dijo: que le
conoce y ha tratado quatro años hace, uno en esta Corte y los tres que
estubo en Londres, por haver hido en su compañía, y por lo mismo, le
tiene por libre de toda obligación esponsalicia y sin impedimento canó-nico
que pueda embarazarle la elección de estado que más bien visto
le sea. Todo lo qual declaró ser la verdad, baja el juramento que lleba
hecho, en que se afirmó, ratificó y lo firmó en su edad de veinte y seis
años, de que doy fee. = Bartolomé Sureda. = Cervantes.
Auto.
Vista por Su Señoría la información de livertad y demás diligencias O
antecedentes obradas a instancia del Sr. Dn. Agustín de Betancourt, y n
=m
que no resulta de ella ni de los informes impedimento alguno para la O
E
elección de estado que más bien visto le sea. Dixo Su Señoría que le E
2
declaraban de estado por libre por lo respectivo al tiempo desde el año E
de setenta y siete hasta el presente para que pueda elegir el estado que
3
más bien visto le sea. A cuyo efecto y para que lo haga constar donde
le convenga désele el atestado general y mandamientos. Así lo probeyó -
0m
E el Sr. Juez de la Real Capilla, Teniente Vicario Auditor General Ecle-
O
siástico de los Reales Ejércitos de mar y tierra, en Madrid a primero de
Pbrii de mil setecientos noventa y siete, y lo firmó Su Señoría, de que n
E doy fee. = Dr. Campo Musera. = Alfonso Bernardo Cervantes. -
a
DiÓse el atestado
PIE
EL HERMANO TNVETSPOR
Don José de Behncourt y Castro, el hermano primog4nito de Agus-tín,
miembro de honor de la Academia de San Fernando, coronel de
milicias provinciales y caballero de la Orden de Calatrava (de quien se
he&ü reitera& me~&h en págiizs; 3, 11 y nota 11, ZV, 17,
19 nota 29, y 21), fue además un destacado hombre de ciencia, inventor
y arquitecto.
81 Archivo de Palacio Real: Retwo, leg 19, núm 45
294 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE CATVINOS Y CANALES 53
Por esta circunstancia, nos permitimos reproducir un breve trabajo,
publicado en 1958, donde se destaca particularmente su faceta de iwvm-tor,
añadiéndole unos breves apuntes biográficos introductorios.
Fue en su tiempo uno de los hombres más instruídos y cultos del
archipiélago canario s2. Cohonestaba el cultivo de las ciencias con las
letras, habiendo dejado, como fruto de su pluma, diversas poesías y
un importante conjunto de memorias. He aquí unos cuantos títulos de
sus trabajos, algunos, por desgracia, desaparecidos: Cultivo del moral;
Memoria sobre la introducción de la patata en Tenerife; La imprenta y
facilidad de su establecimiento en Canarias, y Descripción de la caverna
q.ue se halla en la isla de Temrife, a una rnilla ha& el norte del lugar
de Icod
Variantes de uno de los temas antes aludido fueron otras dos me-morias:
Apuntes sobre el modo menos costoso de establecer una imprenta
en esta k l ~ y Discurso en que se exponen los medios m& fáciles,
aseq.zlibles y menos costosos para plantificar una imprenta en la isla de
Tenerzfe
Como arquitecto demostrb poseer sólidos conocimientos en la mate-
82 PITació en el Puerto de la Cruz el 5 de enero de 1757 Laibro VI1 de Bau-tismos
de la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, fol. 20.
83 Una oda de este escritor fue leída en la seesión de la Real Sociedad
Econ6mica de Amigos del mis de Tenerde, correspondiente al 4 de novlem-bre
de 1782
Lope Antonio de la Guerra: Memorzas. El Museo Canano. Las Palmas,
195'9, cuaderno TV, pág 103.
Otra oda, A la muerte de Mafia (doña María de Monteverde), se conserva
hoy en la Bxbhoteca Unibveresitaria de La. Laguna (signatura. 83/3/10).
84 Agustín Millares Carlo: Ensayo de una bto-bzbZwgrapZa de escr%tores
naturales de las Islas Canarias. Madnd, 1932, pág. 669.
Manuel de Ossuna y van-den-Heede- Cu1tu.r~s oczal de las Canarias en los
reinuüos de Carlos III y Carlos IV. S. C. de Tenerife, 1914, p&g. 9.
Sebastián Padrán Acosta: EZ ingentero Agustin de Bethencourt y Molinu.
La Laguna de Tenerife, 1958, p8gs. 17-19.
85 José Pérez Vidal: La imprenta e% Carutrh, en "Revista de Historia",
niim 60 (año 1942), p8gs. 237-241.
Buenaventura Bonnet Reverón: La Junta SztWema de Ganartus. La Lagu-na,
1948, págs. 362-363
El trabajo que reseiiamos fue galardonado con una medalla de plata por
la Real ,Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.
56 Antonio Vizcaya Carpenter. La imprenta e% Las Palmas, en el diario
"La Tarde", 29 de mayo de 1951.
54 ANTONIO RUMEU DE ARMAS
ria. A él se debe la fábrica del convento de Santo Domingo, en el Puerto
de la Cruz, su ciudad natal, cuya anterior edificación había quedado des-truída
por un pavoroso incendio. Se trata de una construcción sencilla,
de mampuesto, con molduras de cantería en machones, puertas y ven-tanas
s7.
Su fama traspasó los umbrales de la isla, pese al ejercicio de esta
profesión como mero aficionado. Por esta circunstancia, el Cabildo ca-tedral
de Canarias, con sede en Las Palmas, acordó encargarle el diseño
de un t8bernáculo para la capilla mayor de la basílica de Santa Ana.
El honroso encargo se hizo en 1799, a raíz del fa!llecimiento del arqui-tecto
constructor don Diego Nicolás Eduardo.
Don José de Betancourt y Castro tardó en cumplir el encargo más
de lo debido. Con carta de 24 de septiembremde 1807, fechada en La
Orotava, remitía al secretario del Cabildo eclesiástico de Las Palmas,
don Vicente Ramírez, cuatro dibujos, coloreados a la acuarela, de la
obra proyectada, junto con las explicaciones correspondientes. Presen-tados
los dibujos y documentos al Cabildo, acordó éste, en sesión de 9
de noviembre, acusar recibo y dar las gracias al autor por el generoso
obsequio.
Betancourt, que era hombre de formación académica, de acuerdo con
las ideas estéticas de su tiempo, proyectó un hermoso tabernáculo de
estio neoclásico, de planta elíptica, que habria de labrarse con mate-riales
ricos: mármoles de colores, jaspes, plata y bronces dorados. La
composición en sí reviste empaque y majestad. Dobles columnas en las
esquinas que sostienen la cúpula. Guirnalda en torno al basamento. Friso
decorado con cabezas de querubines. Graciosos angelotes sobre la cor-nisa.
a p u l a decorada con coronas y cintas de composiciones variadas,
en sus seis compartimientos. Se remata con una peana sobre la cual se
alza un Cruciñcado. A ambos lados de la base, y en repisas de la misma
decoración, aparecían las figuras de Santa Ana llevando en sus brazos a
la Virgen, del lado del Evangelio, y San ~oaquínd, el lado de la ~pístola,
ambas en tamaño natural.
Pese a que el Cabildo tenía en cajas para la obra 1.000 doblones,
u;i,,v-;~i,-i a u vy,v~r- n-1 - rv;Cu i:~oroinp vA n n AAa nmn l T T n r d i i o n _-iti~y&q a 103 Scl. vi- uvu *.*----* v ----a-
87 Pedro Tarquis Rodríguez: Dicczonarzo de arquttectos, alarifes y can-teros
que Jzan trabajado en las Islas Camraas (siglo ~ I I )e,n ANUARIODF .
ESTUDIOS ATLKNTICOS, núm. 12 (año 1966), págs 427-430
onc ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BEi'ANCOUBT, FUNDAWR DE LA E. DE CAMINOS Y CANALES 55
nieron a sumar 4.000 pesos, librados por la propia entidad de sus rentas,
los avatares de la época impidieron su ejecución =s.
Oibra suya fue tamlbién el tabernáculo neoclásico de la iglesia parro-quial
de San Juan de La Orotava, llevado a plena ejecucibn
Tuvo asimismo particular relación amistosa con el célebre escultor
grancanario José. Luján Pkrez, a quien encargó la talla de la Dolorosa,
conocida vulgarmente con el nombre de la "Virgen de la Gloria", que se
venera en la iglesia parroquia1 antedicha de San Juan de Farrobo.
Hemos dejado para el final su afición a la pintura y su coleccionismo
de obras pictóricas hasta nutrir una importante pinacoteca. El testmo-nio
del viajero Le Dru es singular sobre el caso:
"Es uno de los hombres más instruídos y amables de la isla.
Amigo de las artes>principalmente de la arquitectura, ha viajado
" - - T - - m -------
~ V I~- l a~~&~ l g,l d i ~ tyx r~;ücpl a fia; posee una rica blaiioteca; habla
nuestra lengua con bastante corrección, y es miembro de varias
sociedades literarias de Europa. He visto en su casa una preciosa
colección de cuadros de Rubens, Vandyck, el Españoleto y Mi-randa"
".
A la adquisición de las obras de arte que poseyo Betancourt y Castro
en Tenerife cooperó su hermano Agustín. Así lo atestigua uno de sus
primeros biógrafos: "Esta rica colección, única seguramente en su clase
en toda la provincia según los inteligentes, es debida en gran parte a
[don Agustin de] Betancourt, quien contribuyb a que se compraran" 91.
Véase ahora la reproducción del articulo antes enunciado, que revela
una faceta nueva en la vida de este personaje tan entrañablemente unido
al ilustre sabio español.
Enrique Marco Dorta. Un proyecto de tabernáculo para h caterJ=raC
de Las Palnuzs) en la revista "El Museo Canario", núms 77-84 (años 1961-
lsrn), ~ g s 1.23 -137.
59 Jesús Hernández Perera: EscuZturas genovesas en Tenerife, en ANUA-RIO~
D E ESTUDIAOTSL &VTICOSn,i un. 7 (año 1961)2 pág. 95
Diseñ6 asimismo las andas del Corpus de dicha parroquia
90 Mr. Le Dru: Voyage aux Wes de Teneriffe. París, 1810, págs. 92-93.
91. Aurelio P6re.z Zamora: Apuntes para la biografia de don Agzcstin de
Betheacozcrt y MoZzna, en el "Eco del Comercio" de Santa Cruz de Tenerife,
mamo de 1859.
ANTONIO RUNEU DE ARMAS
l.-La estancia en París.
Si al adjetivo znventor añadimos el apellido Betancourt, el lector,
por indiferente y distraído que discurra, piensa invariablemente en
Agustin, cuyo genio portentoso le proclama como figura impar de la
ciencia y la técnica española de todos los tiempos Pero mi propósito
va hoy por derroteros y caminos distintos, ya que me dispongo a hacer
"revivir" a otro inventor notabilismo, que adquirió fama y nombradia
en el ambiente cientifico de París allá por los años 1787-1788, y cuya
prometedora carrera y fulgurante gloria se trunca y eclipsa años más
tarde en oscuras circunstancias.
Me refiero a José de Betancourt y a s t r o , el hermano primoghito
de Agustín, cuyo segundo centenario natal se cumpli6 el año pasado
de 1957, y (que bien merece participar en los homenajes que se rinden a
éste en el año actual por su bisecular natalicio, dada la colaboración
estrecha e íntima que entre ambos existió, por encima de los afectos,
en el terreno puramente científico.
En 1787, cuando José cumplía exactamente los treinta años, emprende,
a sus propias expensas, un largo viaje por Europa. Visita Italia, Ale-mania
y Francia, frecuentando Academias y Escuelas técnicas en SU
afán de conocer mundo y aprender de paso los últimos adelantos de la
ciencia experimental.
Su arribada a París coincide con el otoño del año expresado, en el
momento en que su hermano Agustín es un auténtico prestigio científico
en la capital de Francia, a quien se le abren de par en par Academias,
Escuelas y Laboratorios, junto con el trato de los más prestigiosos
sabios.
Cuenta Agustín de Eetancourt en París con un laboratorio propio,
sostenido a expensas del Gobierno español, donde activamente traba-jaban
un benemérito grupo de pe~zszonados que van a constituir el ger-men
futuro de la Escuela de Caminos y Canales. José de Betancourt y
Castro se incorporará en seguida a las comunes tareas, y es alü donde
ensaya y pone en práctica las ideas y proyectos que builían en su cerebro.
Sus invenciones cabría ubicarlas dentro del terreno estricto de la
ingeniería naval. Se trataba de ensayar un nuevo sistema de poleas,
motones, roldanas y cordaje, que suponían una verdadera revolución en
298 ANUARIO DE> ESTUDIOS ATLANTIGOS
A. DE RETANCOURT, FUNDADOR DE LA E DE CAMINOS Y CmALES 5.7
el maniobrar de las embarcaciones. Resulta imposible por completo pre-cisar
más detalles sobre estos ingenios mecánicos.
El embajador de España en París, conde de Fernán-NÚñez, no tardC
mucho tiempo en acusar el impacto. En los primeros días de 1788 infor-maba
al rey Carlos 111, a través de su primer ministro el conde de Flo-ridablanca,
de las particularidades de esta invención, por la ique tan
preocupados se hallaban los técnicos navales europeos, deshaciéndose
de paso en elogios de los dos hermanos, Agustín y José.
La Embajada no escatima desde entonces el dinero para que el ca-nario
pudiese desarrollar plenamente su invento. En las cuentas de la
misma se leen partidas como las que siguen:
A don Joseph de Betancourt . . . . . . . . 5.000 1i)bras
A don Joseph de Betancourt a cuenta de los mo-delos
de Marina . . . . . . . . . . 6.000 libras
A don Joseph de Betancourt a cuenta de las rná-
quinas de Marina . . . . . . . . . . . . . 8.300 libras
En la primavera de ese año 1788 el investigador porteño se traslada
a Bretaña, en unión de su hemano Agustín, para ensayar en el puerto
de Brest, con navíos franceses, sus importantes invenciones. El reei-bimiento
que les hacen los marinos galos no puede ser más hospitalario
y cordial. José de Bentancourt regresa a París, optimista, semanas más
tarde, ya que el éxito *ha coronado de manera plena y satisfactoria los
ensayos realizados.
En la capital de Francia le aguarda el triunfo, o lo que es lo mismo,
la resolución regia [que viene a recompensar sus esfuerzos y ofrecer un
porvenir prometedor de honores y gloria. El primer Secretario de Estado,
conde da Floridablanca, se expresa así en carta al Embajador:
"Tenemos por muy Útil el establecimiento de la fábrica de Motonería,
y aprueba el Rey quanto don José de Betancourt propuso y V. E. apoya.
Quando éste haya adquirido los planos y demás noticias que necesita
para el establecimiento, pasará al Ferrol a plantear la máquina, y se le
recompensará, como solicita, graduándole de Teniente de Navío.. ."
José de Betancourt permanece todavía en París hasta el verano de
1788. Le preocupaba de especial manera la conducción a España de la
maquinaria precisa para la explotación de su invento. Abandonó la ca-pital
francesa y la compañía de su hermano en julio; se detuvo .irnos
días en Rochefort; pasó la frontera común por territorio vasco, e hizo
su entrada en Madrid a finales de a,gosto, estando Carlos 111 y la corte
de jornada veraniega en San Ildeifonso de la Granja.
ANTONIO RUI1IEU DE ARMAS
2.-Vocación truncada.
La acogida que dispensó en Madrid el primer secretario de Estado,
conde de Floridablanca, al inventor tinerfeño no pudo ser más cordial
y esperanzadora. Motivos había para ello, pues los elogios que el conde
de Fernán-NÚñez remitía desde París, carta tras carta, daibtan pie a una
auténtica admiración hacia los dos ~lóvenes canarios. LQase, como botón
de muestra, lo que sigue:
"Crea V. E. que estos dos mozos están reconocidos aquí [Parísj por
todos los primeros hombres de ciencia por muy superiores a los que
puedan informar de ellos" [Madrid].
En septiembre de 1788 Floridablanca se consideró obligado a infor-mar
a Fernán-NUñez de las primeras andanzas de Jos6 de Betancourt
en la corte. Le comunica su iiegaaa, y las conversaciones que en ei mo-mento
sostenía con el Ministro de Marina, don Antonio Valdes, %obre
motonerías", para planificar su fabricacih en España.
Que estas conversasiones arribaron a buen puerto, nos lo revela la
orden que expidió Floridablanca el 6 de septiembre para que el modelista
Antonio Alvarez, pensionado en París, donde se formaba bajo los auspi-cios
de Agustín, se trasladase inmediatamente a Madrid para colaborar
en las empresas de José. Está probada tanto la salida de Francia del
"modelista" como su entrada en la corte.
Floridablanca encomienda a Betancourt, en este mismo mes de sep-tiembre,
otra importante comisión: la recluta de nuevos pensionados
que fuesen a París a instruirse en Mecánica e Hidráulica bajo la direc-ción
de su hermano Agustín. Cumplió este encargo con tanto celo que
apenas semanas más tarde salían los elegidos con rumbo a Francia.
A partir de este instante los hilos se me van de las manos. La figura
de José se hace escurridiza hasta que se desvanece totaImente. ¿Llegó a
ir a El Ferrol? .$e construyó en él o en otra parte la fábrica de mo-tonería?
;Fue recompensado, como se le había prometido, con el grado
de Teniente de Navío? No hay de momento posibilidad de contestar a
estas interrogantes y a otras similares que pudieran formularse.
En 1791 ingresó don José de Betancourt en la Orden de Calatrava,
1% misma 1% qze re+Eec& dan AgUs" de Betrnca~*t y
Castro. En esta recompensa hay que descubrir un premio indiscutible a
su actuación. Las pruebas nobiIiarias se verificaron en Madrid, 10 que
sirve de hase para comprobar que seguía residiendo por esa fecha en la
corte.
300 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
A. DE BETANCOURT, FUNDADOR DE LA E. DE GAMiiVOS Y CANALES 59
A finales del año Últimamente indicado llegaba a la capital de Es-paña,
después de larga ausencia en el extranjero, Agustin de Betancourt,
y am:bos hermanos tuvieron nuevamente ocasión de abrazarse. Venia el
"genio" huyendo de la Revolución, que amenazaba anegar a Francia en
sangre y cieno.. .
Los acontecimientos se precipitan sin que ambos hermanos resulten
favorecidos por los mismos. A principios de 1792 cae del poder Florida-blama,
con lo qoe pierden su valiosa "protección", al mismo tiempo que
naufragan todos sus planes técnicos e industriales. Asume la dirección
del Estado el conde de Aranda, amigo de Agustín como embajador que
había precedido a Fernán-NÚñez en París, pero la guerra contra Fran-cia,
que parece inevitable e inminente, absorbe todas sus preocupaciones.
A finales de ese mismo año una importante zancadilla, fraguada en la
sombría intriga de una alcoba, da al traste coa el vdteriano político
aragones y erige en arbitro de las Españas a un mozo de veinticinco
años, rozagante y apuesto: Godoy. Para colmo de males, la guerra estalla
contra la Francia regicida y la nacibn se ernlborracha en olor a pólvora.. .
¿#Qué hacer?.. . Agustín, más perseverante y ambicioso, resiste lleno
de fe. Se eclipsa en la paz y el silencio de su laboratorio madrileño, en
espera de tiempos mejores. En cambio, Josél se siente sin fuerzas para
luchar, añorando la plácida armonía de "su" Puerto de la Cruz; la cari-cia
suave de la brisa atlántica; el ruido adormecedor del "marullo",
cuando las bravías olas rompen su fuerza contra la escarpada costa
volcánica.
Y allí se va. Y allí se pierde. Y zllí se muere.. . 92.
92 Publicados en "El Día" de Santa Cruz de Tenenfe, el 20 y 21 de junio
de 1858.