ALFONSO DE BETANCOURT Y JOWDAN
POR
El hijo del famoso ingeniero tinerfeño Agustín de Betancourt
y Molina, Alfonso de Betancourt y Jordán, nació en Madrid el 15
de noviembtre de 1805. En el verano de 1808, don Agustín llevó
toda su familia a Rusia y desempeñó allí un papel importante como
arquitecto e ingeniero hasta su muerte (26 de julio de 1824) l.
Desde San Petersburgo don Agustín escribió varias veces a su
familia de La Orotava: seis cartas suyas se conservan todavía en
casa de sus descendientes en dicha villa, a los que damos las gra-cias
aquí por habernos autorizado a publicarlas2. Merced a ellas
sabemos algo del carácter y de la vida de Alfonso.
Terminada la guerra de Rusia contra Napoleón, la mujer de
don Agustín, doña Ana Jordán, que era inglesa, se fue a Londres
con sus tres hijas, Carolina, Adelina y Niatilde, y su hijo Alfonso,
probablemente en 1814. Don Agustín escribía a su hermano José
desde la capital rusa el 15 de septiembre de 1814: 'Mi mujer y
mis hijas, que conocieron en Londres a tu hijo y mi sobrino Agus-tín,
me han hecho mil elogios de su excelente carácter, de su viveza
1 Hasta ahora todos los biógrafos de Betancourt fijan como fecha de sil
muerte el 14 de julio y no el 26, pero se olvidan de que hay en el siglo XIX
doce días de diferencia entre el calendario juliano, conservado por los rusos
hasta la Revoluc~6n de 19i7, y nuestro calendario gregoriano
2 Unos fragmentos de dichas cartas fueron publicados ya por el doctor
A. Cioranescu (Agustiw de Betawourt, su obra técnica y ciestifz~a,L a Laguna
de Tenerife, 1965)
Núm 13 (1967) 303
2 ALEX.4NDRE ZVIGUILSKY
y talento; pero me han dicho que les parece que sus maestros po-dían
hacerle aprovechar mejor el tiempo". Sin duda, doña Ana
volvió a Rusia el mismo año con sus hijas, pero dejó en Londres
a Alfonso para que aprendiese allí el inglés. Como veremos des-pués,
Btancourt se cuidaba mucho de la educación de sus hijos
y quería que estudiasen idiomas: el francés y el inglés. El mu-chacho
se qued6 en Londres cuatro años, pues su padre anuncia
a su hermana Catalina el día 1 de octubre de 1819: "Mi hijo
Alfonso vino hace un año de Inglaterra y es un excelente mucha-cho,
de buena figura, buen carácter, bastante hábil en sus estudios
y mañoso o como Vms. dicen, tiene 'geito' para todo". El amigo e
intérprete ruso de Betancourt, Filip Pilipovich Viguel, hablando
a de un viaje a Nijni-Novgorod con Irt familia Betancourt en 1819, :.
esci%& eii s.us j,,er*m' 'fl-i..e ,h,
--A-- - -1i- a 7 2 2 . . . -1 7.2:- bu11 nosu~r.us irJa a iuijui el nlju Griic~
de Betancourt, Alfonso, un chico rubio de 15 años, que había lle- O
n--
gado hacia poco de Inglaterra, donde se había educado por volun- m
O
E tad del padre; le acompañaba su preceptor, el alemán Reif.. . El E
2
hijo de Betancourt, un muchacho dsspabilado y atrevido, se inter- - E
naba en el bosque con su maestro Reif y disparaba sobre la caza"
3 El año siguiente, Betancourt parecía otra vez -muy satisfecho ;
de las aptitudes de su hijo: "Mi hijo Alfonso, que tiene 14 años, B
E tiene un excelente carácter, es hábil y aprovecha bien su tiempo ; O
por consiguiente no podrá dejar de tener con qué vivir, pues sabrá
ganarlo como yo. Puedo decirte sin pasión que hay pocos hijos tan -
bíen educados como los míos, y que todo, todo se lo deben a los $ 2 excelentes principios y al constante cuidado que su madre ha te-nido
siempre en vigilar todas sus acciones" 4. Hay que confesar, f
3
O
3 F F Viguel. Memorias, "Ruski Arjiv", 1892-1893, parte, pági-nas
162, 167.
4 Carta inédita de A-stín de Betancourt a su hermana María del Pilar,
condesa de la Vega Grande, San Petersburgo, 10 de jumo de 1820 Sin duda,
a la lectura de esta carta, un sobrino de D. Agustín, Jose de Betancourt, que
fue el primero en TenerSe en interesarse por Ia vida de su ins~gnetí o, escribió
Uris3 **ieiíWíw fi,iO gy (fqic&- de dos ay-tliz da &.t&emv"d$.y ,:l=kza
"En el curso de sus viajes (Betancourt) tuvo ocasión de conocer en Parfs a
una señorita inglesa de religión católica y de familia distinguida, llamada
doña Ana Jourdan, con la que casó y tuvo cuatro hijos, un varón y tres hem-bras,
a los que procuró darles una buena instrucción, debiendo éstos parte de
304 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ALFONSO DE BETANCOURT Y JORD~N 3
con todo, que la educación de Alfonso no sólo fue obra'de su cari-ñosa
madre, sino también de su padre inteligente. En la última
carta que tenemos de don Agustín, escribía a su hermana María
del Pilar el 10 de octubre de 1821: "Yo puedo asegurarte que de
cuanto he aprendido en mi vida, nada me ha sido tan Útil como el
ejercicio que tuve entonces del hilado, tejido, tintura y demás
cosas que hicimos como pasatiempo. Estos conocimientos que
adquirí jugando han sido el origen de mi aficibn a las artes mecá-nicas
y de toda mi felicidad; y estoy tan persuadido de su grande
utilidad, que hago trabajar dos horas por día a mi hijo Alfonso,
ya en el torno, ya limando o haciendo una máquina; y veo con
gusto que tiene mucha maña y que va siendo hábil ... Como yo
tengo mucha experiencia en la enseñanza de la juventud, no quiero
dejar de darte mi parecer sobre lo que debes enseñar a nuestro
sobrino (Pepe). La lengua latina la miro como muy esencial en
una buena educación; pero tanto y aún más Util le serán las len-guas
francesa e inglesa, y ahora (si no es ya un poco tarde) es
cuando debe aprenderlas; y en teniendo 15 o 16 años, y no antes,
debe aprender por un buen tratado de matemáticas : la aritmética,
geometría, y trigonometría y los principios de álgebra; lo que ha
aprendido este año mi hijo Alfonso.. .".
Desgraciadamente, a pesar de los deseos de su padre, Alfonso
no llegó a ser ingeniero, ni mucho menos. Abrazó la carrera mi-litar.
El 5 de enero de 1823 ingresa como alumno en el primer
regimiento de czhallería de la Guardia imperial rusa; el día 1 de
enero de 1826 le nombran corneta, en 1828 teniente, en 1832 capi-tán
segundo, en 1834 capitán; del 4 de abril de 1836 al 28 de di-ciembre
de 1840 manda el 4.0 escuadrón el 6 de diciembre de 1840
sus excelentes p rmc ~ i o sa l constante cuidado que esta buena madre tuvo
siempre en que aprovechasen el tiempo de su juventud recibiendo sus buenas
máximas" (documento inédito conservado en casa de los descendientes de
Betancourt en La O~otava).
5 El capitán de caballería Betancourt figuraba como asesor en la Comi-si6n
del Tribunal Militar encargada de instruir el asunto del duelo del famoso
poeta ruso Lermontov con el hijo de4 embajador francés en San Petersburgo,
Ernest de Barante, verxticado el 18 de febrero de 1840 (comun~cadop or I. Z.
ñaittelman, Moscú.; cf. M. You Lermontov: O'bras completa+ Mosca-Lenin-grado,
1937, t. V, pág. 6J1).
4 ALEXAXDRE ZVIGUILSKY
pasa a ser coronel y manda la segunda división; el 1 de julio de
1845 es ayudante de campo; el 1 de mayo de 1846 obtiene un
permiso de un año por estar enfermo; el 3 de abril de 1849 le nom-bran
general mayor, con designación en el séquito imperial; el 14
de enero de 1850 pasa a ser miembro del Comité Nacional de las
remontas de caballos; el 8 de septiembre de 1855, ayudante gene-ral,
y, en fin, el 30 de agosto de 1857, teniente general
Además de los escasos informes sobre su vida que aparecen
en las dos cartas de Alfonso a su primo José que publicamos a
continuación, sabemos que nuestro militar frecuentaba las fami-
!iss mmsrs de srlt~n obleza, E! 6 de julio de 1826 el príncipe P. A.
Viazemsky escribía desde Revel a su mujer: "Se disponen a visi-tarla
E. F. Dolgorukaya y una parte de la familia Betancourt" ?.
Según el testimonio de Vasili Antonovich Insarsky, el príncipe Ale-xander
Ivanovich Baryatynsky, mariscal de campo, era un gran
amigo del "honrado general de caballería" Ektancourt que le invi-taba
a comer en su casa S. En su estancia en Moscú, durante el
viaje que efectuó por las provincias rusas en el verano de 1856
(véase la segunda carta), don Alfonso solía ir a comer en casa
de Ivan Alexandrovich Yakovlev, según lo cuenta al músico Glinka
el oficial de la guardia rusa Constantino Bulgakov 9.
6 Sacamos todos estos datos del cuarto volumen de la Coleccihn. de bw-yrafias
de los Caballeros-guardia8 (San Petersburgo, 1908, pág. 27) y conser-varnos
aquí las fechas del calendario ruso -Agradecemos a nuestros colegas
de Leningrado, a B. F. Egorov, quien nos ccmurilcó. dicho hbro, y al académico
M P. Alexéev, quien nos mandó la bibliografia rusa sobre Agustín de Be-tancourt,
recopilada por el difunto B. L Modzalevsky y conservada en los
ficheros manuscritos de la Casa Pushkin.-Existe una historia del mencio-nado
regirmento (HistoBe rlu régzment de Za garde d cizewd, p r le prince
S. S. l3elosselsky-Belozersky, París, 1961, 13 fascículos, en ruso, francés e
inglés).
: "Ostme-;skf arjk'', TJ, Sm Petersh-mgn, 1913, pág. 43.
8 Memorias de V. A. Insarsky, cap XIX, "Ruskaya Starina", dfc 18M,
pag. 33.
Q Carta desde Moscú, 15 de agosto de 1856, en A la memorut de Glinka,
1857-1957, MoSCrl, 1958, pág 495.
306 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
Parece que nuestro militar era muy apreciado por el mismo
zar. El 30 de enero de 1838, el enviado de don Carlos en San Pe-tersburgo,
el barón de los Valles, obtuvo una audiencia de Nicolás 1,
que sostenía la causa de los carlistas:
Barón de los Valles: "V. M. 1. debería enviar algunos buenos
generales como comisionados a Carlos V, sus buenos consejos le
serían muy útiles".
Nicolás 1: "Yo daré con mucho gusto el consentimiento a los
que me pidan el permiso para ir como viajeros, y Carlos V podrá
contar con ellos. Un oficial superior del 1."' regimiento de caba-llería
de mi guardia ha ido con licencia a ver su familia a Bélgica,
y yo le he aconsejado fuese a hacer una campaña al lado de
Carlos V. Es el joven B. Es un oficial distinguido de caballería.
Os lo recomiendo muy particularmente. Podéis decir a Carlos V
que yo respondo de él y que aqui le queremos todos" (subrayado
en el texto) lo.
Es muy probable que la inicial B. signifique Betancourt 11, pues
no podía haber en el mismo regimiento de caballería dos oficiales
jóvenes cuyos apellidos empezaban por B, cuya familia vivía en
Bélgica en 1838 (véase la primera carta de Alfonso), y que se
interesaban por los asuntos de España.
Alfonso Betancourt murió soltero en París el 15 de diciembre
de 1875; su tumba se conserva todavía en el cementerio del Pere-
Lachaise 12. Pero las malas lenguas difundieron en Rusia una le-yenda
a propósito de su muerte. A. N. Andréyev escribía en sus
Memorias que el general Betancourt, enfermo, se jubiló y fue a
curarse al mediodía; murió en Constantinopla, dejando toda su
familia en Rusia. Por supuesto, no puede tratarse de ninguno de
los dos Betancourt que habían vivido en Rusia, pues el padre,
Agustin, falleció en San Petersburgo, y Alfonso, el hijo, en París.
30 Melchor Ferrer: Hi8toria del tradzcwnaZisrno español, Sevilla, s. a.,
t. XIV, pág. 185.
11 a. una si~posición diferente en el libro citado de M. Ferrer [t. XIT.
pág. 185, n.) : "Desconocemos este oficial de la guardia imprial rusa. Podría
quizás identificarse con el conde Brevern de la Gardie, cue llegó a ser teniente
general en Rusia. San embargo, no sabemos que sirwera en el ejército carlista".
12 Cf. A. Ruiz Alvarez: La tumba del hzgo de don. Agustin de Bethencourt
y MoWna, "La Tarde" (Santa Cruz de Tenerife), 15-VII-1966.
Pero sigamos: hacía falta transportar sus restos a Rusia, pero
no había nadie para ocuparse de ello. El cuerpo del general no fue
embalsamado, pero decidieron ponerlo en una barrica con alcohol
para conservarlo durante su transporte a Odesa. Cuando abrieron
allí la barrica para colocar el cadáver en el ataúd, el cuerpo estaba
descompuesto y no quedxba. rastro del alcohol. Después de interro-gar
a los tripulantes, se supo que los marineros del barco en que
venía el tonel, habiendo husmeado su contenido, hicieron en él un
agujero, y uno tras otro en la bodega iban varias veces al día a
pimplar con una caña el licor que ya habían llamado "Betancu-rovka"
O sea "espíritu de Betancourt" 13. Este cuento nos recuerda
la leyenda del duque de Clarence, que había pedido que le ahogasen
en un tonel de malvasía. Sin embargo, como hay siempre una parte
de ver&ad en ias leyeiidas, peiisaii~us en esijirYft-fi pupU!ar
ia figura de Betancourt era asociada al vino, lo que prueba que,
como el rey José Napoleón, nuestro general hispano-ruso era muy
aficionado a la botella.
13 A N Andréyev- Memorühs, "Russky aqiv", 1890, 11, págs 35'7-358
A P E N D I C E
Cartas inéditas de Alfonso de Betancourt a su primo José l.
1
Sm Petersburgo, junio 1842.
Mi estimado primo
Con mucha satisfacción he recibido las noticias tuyas por el Sr. Goo-dail
y por las cartas que escribes a Agnstín tanto más después de los
1 Se conservan, como los demás documentos de la familra, en casa de
los descendientes de Betancourt en La Orotava.
2 El pnmo de Alfonso, Agustí de Monteverde y Betancourt vino a Kusla
en 1821 'y llegó. a ser ingemero y general del imperio ruso (cf José Peraza
& A@%: ry&toy"h & c== & j?f6ch&= y U ~ ~ & e~x z~~ 1s~~ 7r%C ~g -e
naTuTs, Madrid, 1930, págs. 238-239) Se conserva una carta inédita de Agus-tin
de Monteverde a su primo José de Betancourt, escrita desde San peters-burgo
el 12/24 de junio de 1842 Se sabía en La Orotava, dieciséis aiíos des-pués
de la salida de Agustín de la casa familial, que él era "residente en
308 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
ALFONSO DE BETANCO'URT Y J O R D h 7
muchos años que se han pasado sin tener noticia alguna de la famllia;
por las conversaciones con el expresado c8ballero y la nota que le entre-gaste
no me queda duda del interés lque tomas por tus parientes, lo que
me impone el deber de enterarte de la suerte de las personas de mi fa-milia
que todavía viven, asegurándote que sin conocerlas conservo para
todas las personas de la familia de la isla el mayor interés. El año 1828,
con motivo de tener mi hermana Adelina que tomar aguas al extranjero,
marchó mi madre con ella y Matilde a Alemania; después de cuatro anos
de padecer mi pobre hermana murió en Bruxelles el año 1832 en donde
se habían establecido, y el año siguiente se casó dli Matilde con el
conde Gardanne, oficial de Estado Mayor franc&, continuando su resi-dencia
en dicha ciudad hasta el año 1840, que tuvo éste que volver a
Francia, por lo Que marchó también mi madre con Matilde y desde dicha
época se hallan establecidas en Versailles, cerca de París. Mi hermana
tiene dos hijos y dos niñas, los primeros tienen por nombre Alfonso y
León y las segundas Matilde y &$aria; Gardanne es oficial de mérito,
Matilde parece ser muy dichosa a pesar de no estar muy sobrados de bie-nes,
pues no tienen sino la parte de la pensión de 25 mil rublos 3 de mi
Rusia" ~(cfD. zlzgiencuics de zwventarw y partwdn de bzenes quedados por Ubzto
de do& Catalma Bethencozcrt y Molma, viuda del tanzbién finado cawtán
D. Antonio Monteverde y Rwas, 1837, fol. 10 v.-Agradecemos aquí a don
Antonio Monteverde García por habernos autorizado a trabajar en el archivo
de su casa).--"la mpoca", de Madrid, publicaba en su número de 10 de mayo
de 1868 el despacho telegráfico s~guiente: "El Sr. Monteverde ha llegado a
esta capital con una carta del zar para el rey de Prusia". La redacción de
"La Epoca" añadí. "No sabemos quién será este señor montev verde, o si
habrá error en el despacho". Esta noticia no pasó inadvertida. En una carta
inédita de la redacción de "El Comercio" (14 de mayo de 1866) se dan acla-raciones
sobre el mensajero de Alejandro I'i cerca de Guillermo 1: "Agustín
de Monteverde es hoy general de ingenieros y fue gobernador de N~colayeff
en Cr~mea durante la guerra en 1853" -Juan Valera aludía quizás a Agustín
de Monteverde al comunicar desde San Petersburgo a Leopoldo Augusto de
Cueto, el 6 de enero de 1857, la conversación que acababa de tener con un
"español, al servicio de Rusia desde hace treinta y seis años: '¿Para qué
quiere Ud. que mis hijos aprendan el castellano? ¿Sirve el castellano para
algo? Los niños saben francés, ingles y alemán' " (J Valera Obras completas,
Madrid, 1947, t m, pág 98 A-B).
3 Doña Ana Betancourt cobraba dicha pens~ón después de la muerte de
su marido. Según el testimonio de F. F. Viguel, el sueldo anual de don Agustín
empezó por ser de 24 000 ruMos-as~gnados. 'las bailarinas y las cantantes
sobre las cuales tiran ahora el dinero sin contar apenas si cobran lo mismo,
madre que ésta les ha señalado que igualmente divide conmigo; mi
madre, a pesar de sus setenta y seis años 4, se mantiene fuerte y robusta
en thninos que nadie le puede dar tanta edad.
Habiéndote dado las noticias que te faltaban sobre la familia, me
queda decirte que yo hace años soy Coronel en el Primer Regimiento de
Ca'baIIería de la Guardia Imperial; vivo por consiguiente en San Pe-tersburgo,
y con lo que me tiene señalado mi madre y con mis sueldos
apenas tengo para vivir en una capital que es todo tan caro, pero aunque
con privaciones consigo llegar al último día del año sin deudas 5 ; sin
embargo, no deja de inquietarme que cuando tenga la desgracia de per-der
a mi madre no me quedarán sino mis sueldos, pues mi padre murió
sin dejar ningunos bienes, habiendo él mismo vivido siempre de sus
sueldos 6. Mucho hubiera deseado hacer un viaje a Tenerife, que gracias
a la vapor no es nada largo ni tan costoso, pero mi posición al servicio
pero en crerto modo él (Betancourt) pertenecía a la categoría de los artistas:
a un grande de España no se le hubiera dado tanto Desgraciadamente para él,
en el mismo momento de su llegada, el precio del rublo-plata empezó a subir
y el del asignado a 'bajar. Viendo que con esto mas de las dos terceras
partes de lo que esperaba, se puso a quejarse en voz alta; aumentándosele
continuamente el sueldo, éste p s 6 a ser, en fin, de 60.000 rublos" (B. F.
Viguel: Memorias, t. 11, Moscú, 1928, S a parte, pág. 78).
4 Alfonso se equivoca sobre la edad de su madre, que nació el 18 de no-viembre
de 1769: tenía, pues, en junio de 1842 apenas setenta y tres años.
5 Los diplomáticos espafíoles en Rusia solían quejarse de'la carestía de
la vida: el conde de Noroña, embajador de España en San Petersburgo,
escnhía a Pedro Cevallos el 21 de agosto de 1807: "Hace cinco años que estoy
en este país de clima tan extraorhariamente duro y de carestía tan mmensa
que nadie puede formarse una idea exacta de ella, lo que a no ser por hakr
vmdo con la mayor estreohez y rigurosa economía, me hubiera hecho con-traer
enormes deudasn pkiuardo Juliá Martínez: Un escritor casteZ1onense
visto por Men&dez y Peluyo, "Boletín de la Sociedad Castellonense de Cul-tura",
XXMT, enero-marzo 1958, pág 17).
6 Don Agustín mur16 en la más profunda miserifa El 15/27 de julio de
1824, A. 1 Turguéñev escrzbía al príncipe P. A Viazemsky: T3etancourt
muere si ya no ha muerto. Deja a su familia sin un pedazo de pan. El eriupe-rador
dio un rescripto que le tranquiliza sobre la suerte de su fwlia>' ("Osta-fievsky
arsv", San Petersburgo, 1899, 111, pág 59). CX una carta parecida
de Constantino Buigakov a su hermano Alejandro, misma fecha, "Russky
arjiv", 19m, II, pág 64, y el artículo de Antonio Rumeu de Armas: El inge-mero
Betkncozcrt y el zar Alejandro de Rusia, "A B Cm, 2 de abril de 1959.
7 Aifonso recordaba sin duda que su padre fue el inventor del primer
barco de vapor ruso (véanse el artículo de A 1 Daxidenko: La primera draga
310 ANUAEIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
no me permite decir cuándo podrá cumplirse un proyecto que me sería
tan agradable el realizar, porque me procuraría el hacer conocimiento
particular contigo y demás personas de la familia; pero esth seguro que
en el momento que esto me sea posible no dejaré de ejecutarlo; entre-tanto
espero que nuestra correspondencia será más frecuente que lo que
ha sido hasta ahora, estando tú y todos los demás parientes persuadidos
de lo muy agradable que me será tener noticias de Vms.
Te repito me procurarás gran satisfacción en escribirme y que seré
siempre tu afecto primo
Alfonso de Betancourt.
Las cartas dirigidas como abajo llegarán siempre a mis manos, sobre
todo viniendo por la casa de comercio con quien tiene relaciones el
Sr. Goodall.
Monsieur le Colonel de Betancourt
la caserne du régiment des Chevalrers-Gardes
& St. Pétersbourg.
San ,Petersburgo, el 8/20 abril 1856.
Muy querido primo :
Tu apreciable carta fecha del 10 de marzo me llegó a mano estos
días felizmente antes de mi partida, estando al punto de marcharme
mañana mismo para la Crimea por asuntos del servicio '. Me alegré mu-cho
de tener noticias tuyas, pues no obstante la distancia que nos separa
me interesa siempre todo lo que toca a nuestra familia y tengo mucha
satisfacción de saber que Uds. están bien de salud. Yo entregué a nues-tro
primo Agustín las cartas !que me dirigiste para él por medio del
Sr. Krohn y se propone contestarte también por su parte. Para corres-ponder
al deseo que manifiestas de conocer mi posicibn, te diré que ahora
soy Aide de camp General de S. M. el Emperador y empleado en varias
comisiones de Su servicio, por cuya razón me hallo frecuentemente en
de vapor rusa tzew 150 años, en <'Istorichesky arjiv", 1962, ntím. 5, pág. 216,
y mi recensión del libro citado de A. Cioranescu en "Bulletin hispanique",
t Ixar (19167), núms. 1-2, págs. 24-5-249).
8 La guerra de Crimea acabaiba de terminarse con el tratado de paz
firmado en París el 30 de marzo de 1858.
10 ALEXANDRE ZVIGUILSKY
viaje en las provincias del Imperio; el que voy a emprender ahora me
tomará cerca de cuatro meses.
Como ya sabes, mi hermana Matilde, la soIa que queda en vida de
nuestra familia 9, por el fallecimiento de mi madre en 1853 es casada
en Rancia y tiene ya cuatro niños grandes ll. En cuanto a mi hasta
ahora soy soltero y por mayor probabilidad tal me quedaré.
Yo tendría muchísimo gusto si pudiese un día realizar el anhelo que
tengo de hacerte una visita a Tenerife para conocerte personalmente,
como también a tu esposa, a mi prima Dolores y a los demás miembros
de mi familia; no menos quisiera s7er de mis propios ojos ese hermoso
país cuya descripción es tan encantadora, pero no previendo ahora la
posibilidad de ejecutarlo es preciso contentarme en correspondernos de
tiempo en tiempo para saber de Uds. y mantener las buenas relaciones
de parentesco y amistad que nos unen.
Te pido ponerme a los pies de tu esposa dándole ñnas expresiones de
mi parte y rec2bir el afecto de tu primo que te quiere de corazón
Alfonso de Betancourt.
Firmo mi nombre como lo hacía mi padre, pero convengo es más
regular escr3birlo como tú: Bethencourt 12.
a Carolina mun6 en San Petersburgo el 2 de julio de 1823: está enterrada
con su lujo al lado de su padre en el cementerio Evangélico (luterano) S W -
lénskoye de Leningrado, pues no había ningún cementerio católico en San
Petersburgo hasta 1856 (véase la foto de la tumba de don Agustín en el
articulo de A. Ruiz Alvarez: En torno al ingenzero canarzo don Agzcstirb de
Bethencourt y Molzm, "'E1 Museo Canano", nams 77-84, 1961-1962, pági-nas
139-1411.
so Doña Ana murió en Versailles el 6 de junio de 1853; su tumba se
conserva en el cementeno Baint-Louis de Versailles (cf. A. Ruis. Alvarez:
La esposa de Beáhencourt y MoZina, "La Tarde" (Santa Cruz de Tenerse),
febrero de 1966).
11 Vease ia primera carta.
12 Don Pedro García Ormaechea y Casanovas fue el primero en señalar
la ortografía: exacta de Betancourt, escrito sin H y con A (véase su
articulo : La partzda ds bautismo de Betancourt, "Eevista de Obras Públicas",
junio de 1963, pág 369)
312 ANUARIO DE\ ESTUDIOS ATLANTICOS