BELLAS ARTES
DBCClONARlO DE ARQUITECTOS,
ALARIFES Y CANTEROS QUE HAN
RABAJADO EN LAS ISLAS CANARIAS
SIGLO X V I I I
ALONSOD ~AzJ,u an.-En los documentos se le asigna los nom-bres
de cantero, pedrero, albañil, oficial de cantería. Aparece traba-jando
en nuestro Archipiélago en el prnmer tercio del siglo xm,
Véase "Anuano de Estudios Atlánticos" núm. 10, 1964, págs 417-544, y
número 11, 1965, págs 233-398.
SIGLAS EIWLEADAS EN ESTE "DICCIONAFSO"
A H. P G C = Archivo Histórico Provincial de Las Palmas de Gran Canaria,
A H N = Archivo Histórico Nacional Madr~d
A H. P T = Archivo Histórico de Protocolos de Santa Cruz de Tenerife
A. S c Archivo de Simanoas
D de A = "Diano de Avisos". Santa Cruz de La Palma.
D. L P. c "Diario de Las Palmas"
E M C = "El Museo Canario". Las Palmas
H L. = "Hoja del Lunes" Santa Cruz de Tenerife.
L P = "La Prensa" Santa Cruz de Tenerife
L T = '%a Tarde" Santa Cruz de Tenerife
M T. y A V = Miguel Tarquis y Antonio Vizcaya Documentos para la
Hzstomia del Arte en las Islas Cammas, 1959.
P T. R = Pedro Tarquis Rodríguez
R H "Revista de Historia" La Laguna.
S C T = Santa Cruz de Tenerife
400 PEDRO TARQUIS RODRfGUEz
puntualizando, en Tegueste (Tenerife). Nació en las ialtimas déca-das
del xvn. Lo encontramos en los "Libros de Fábrica" de la iglesia
de Xuestra 8hoi.a de la Concepczón, en la villa de Arriba de La
Lagum, sirviendo cantería con destino a las capillas que se cons-truían
a los pies de aquel templo, la de Animas, con anterioridad
al año 1731, por concierto con el mayordomo y presbítero de ella
don Jos6 Antonio de Barrios '. Después desaparece su nombre de
las actividades constructivas de la vecina ciudad y otras localida-des
de Tenerife.
ALONSOY GARCÍAD E LEDESMA, Juan. - Destacado maestro de
cantería y labrante, constructor, maestro de pedrero, según le de-nominan
los documentos de la época que hemos visto. Aparece tra-bajando
a lo largo de la primera mitad del xvm en la isla de Tene-rife.
Nació en La Laguna en las Últimas décadas del siglo m, al-rededores
de 1680. Bautizado en la. parroquia de Ni~estraS eñora de
los Remedios de aquella ciudad. Fueron sus padres Tomás Alonso
García y María Alonso, naturales igualmente de Aguere. Su voca-ción
por la construcción le llevó- a ser examinado primero de
oficial y luego de maestro. Su formación en Renacimiento y en
barroco regional. Muy pintoresco en las fachadas de las edifica-ciones
particulares, por la distribución caprichosa y movida de los
vanos, con cierta gracia opuesta a veces a la simetría de la dis-tribución.
Sus obras se encuentran en diferentes localidades: Sauzal, La
Laguna, Santa Cruz. de Tenerife.
Contrajo matrimonio nuestro artífice con Juana de la Ehcar-nación,
natural de Arucas en Gran Canaria. De este enlace nacie-ron
varios hijos. Una de las hembras sabemos que casó con Juan
Monso del Castillo. Este maestro García de Ledesma, que pertene-cfz
2 12 -~l!a-i& & Santa Domingo de l a ciiudad de los Adelanta-
1 Visita a la Concepción a veinte y Lres de abril de m11 setesientos
treinta y un años, don Domingo Pantaleón Alvarez de Abreu, canónigo de la
Santa Iglesla Cathedra!, Visitador General Descargo "Itten. Quatrocientos
sinquenta y nueve reales, tremta maravedís, pagados a Juan Alonso Días,
.rnninr. rlr. ~ ~ nnv lric ~ n~iin nat .5 @~nr iondr .x rr nn,nnnaTteinnc.c r~l ~ lra min n ""b'LL" UC AbSUbULC, =VI *"U C C L l l C V U YUL b " C U UUUUllLl" g V U - A . y V Y . - . V I . - - --- --------
para los que han venido y vendrán"
362 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
(SICLOS VII )
Pedro Zava1la.-Capilla Mayor de la iglesia rle Santo Domingo. La Lagzina.
Juan Gonz;íl~7. ale Castro IIIadx --Fachada del Palacio del Conde rle Salazni, (Irtalle v
rcmatc centrxl Ln T,rcq?tnn dr Tenerifr.
(Siglo svr 1)
Juan Gonzfilez de Castro 1llada.-Fachada c i d Palacio
del Cnnd~ de Salñzar. Lrr Lnpnn de Tenerife.
Juan GonzAlez de Castro 1llada.-Fachada del Palacio
del Obispo. antes del Conde de Salamr. Ln Lnr/?cizn (1s
Tmerife.
(Siglo svir)
Juan Gonz5lez de Castro 1llada.-Puerta del Palacio del Obispo. La Laguna de
Te~ssrfie.
(Siglo svir) 1 Siglo su]r 1
Juan Garcia Bolullos -Nuestra Sefiora dc la Concepción vista Juan Luis Cano -Fachada clel convento de San Pcdro AlcAn-del
lado de la Epístola. que construyó aquel alarife. Scrñtn Cni? 1nt.a Ireformada en el siglo s \ ' r r r l . Srrntn Crwz (le T e i i w ~ f r
A,? Te?ienfr
Domicgo Rodríguez Rivera.-Portada del Cristo de los
Dolores. Tncoronte.
Andrés la ialeniri de San Pedro.
(Siglo X V I I I
Manuel Penedo, el Viejo.-Puerta traviesa de la Epístola.
iglesia de Santiago. RcnIgo dc A?-rih«.
(Siglo s v r 1 ,
Diegn de Miranda.-Puerta principal rle San Agiistin
Rrnlfjo d f Ahnto.
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 401
dos, aparece al final de su vida avecindado en el Puerto de Santa
Cruz.
Don José Guillén, presbítero y sobrino del obispo del Archipié-lago
don Juan FYancisco Guillhn, deseaba, como buen aragonés,
levantar un templo a la advocaci6n de la Virgen del Pilar, en so-lar
que había comprado no lejos de su casa habitación en Santa
Cruz de Tenerife 2. Ruscó y se concertó para erigir esta iglesia,
según consta en los documentos de dicho presbítero, al maestro
García de Ledesma. Este se obligó a hacer las trazas y proyecto,
dirigir la obra, traer y ajustar el labrado de la cantería que fuera
necesaria, asentando los arcos de la Capilla Mayor y los de la Epís-tola
y Evangelio, portada del imafronte y puertas traviesas. Más
levantar la sacristía y dependencias necesarias, como el camarín
de la Virgen, etc. Habiéndole de pagar el dicho don José Guillén
cinco reales de plata diarios por la direcciún de la construcción,
queclando aparte ia obra de cantería; más cuatro reales de plata
diarios, de salario, a los cuatro oficiales de su equipo, año de 1750
Esta es la obra más importante que en la actualidad se conoce de
este maestro 3.
Tambi6n se concertó nuestro García de Ledesma con el cura de
San Pedro del Sauzal, para levantarle desde cimientos una nueva
ermita a Nuestra Señora de los Aqgeles, en la costa de aquel pue-
7
2 "Bendijo el terreno para fabricar en él la iglesia de Nuestra Señora del
Pilar, y PUSO la pnmera piedra con las ceremonias acostumbradas, el ilustrí-simo
señor don Juan Francisco Guillén, obispo de estas Islas, y el día 29 de
abril se embarcó para el arzobispado de Burgos, siendo Sumo Pontífice Be-nedicto
décimo tercio, reynando en esta monarquía de España nuestro rey
don Fernando el sexto. Comandante General de estas Islas el Excelentísimo
señor don Juan de Urbina. Beneficiado de la parroquna el señor don Joseph
Gaspar Domínguez." Fol. 155 del Lzbro de Cuelztas, de don José Guillén, fun-dador
de esta iglesia. Tuvo lugar la bendici��n el día de Nuestra Señora de
Candelaria, por la tarde, año de 1750, escogiéndose de intento el día de la
Patrona de Canarias para honrar a la Patrona de Aragón
3 Se &o pnncipio a los cimientos de la Iglesra de Nuestra Señora del Pilar
el día 7 de julio de 1752, día de San Fermín, obispo de Pamplona, de cuya
diócesis es el Ilustrísuno señor don Juan Francisco Guillén, nacido en el lu-gar
de Undues de Lerda, y don Joseph Guillén en la villa de Salvatierra, de
donde son oriundos los legitimos Guillenes en la misma Diócesis". Fol. 145,
Iib cit.
Núm 12 (1966) 363
402 PEDRO TARQUIS RODRÍC-UEZ
blo, pues la vieja construcción del XVI de la mencionada advocación
de los Angeles, que habia servido de primera parroquia de aquel
pueblo, con anterioridad a la constmccih de la iglesia de San Pe-dro,
se hallaba rendida y se deseaba conservar aquella reliquia his-tórica.
Sabemos que realizó esta construcción.
Se obligó con el coronel Miranda, del Regimiento de Canarias,
para levantarle su casa habitacián, que proyectaba aquel señor en
la Plaza del Castillo o Real, en Santa Cruz de Tenenfe, junto al
Palacio de Carta y haciendo esquina a la calle de San Francisco.
La cual casa había de hacer de mampuesto y sobrada. Declara ser
su autor, al dictar su testamento, el dicho Garcña de Ledesma. En
el siglo xnr se reformó el frente principal de esta casa, dando a la
vieja plaza, más tarde llamada de la Constitución, y hoy de la
Candelaria, como igualmente la fachada, dando a la calle de San
Francisco, perfectamente modernizada y simétrica.
-1 -G- ,-7n iVKK .A ..lo-:$,-. n-n..--4--o -----n-n-+n n m
ULL GL a u w uc L I rrd, uuc a~ur a l a r I ~LCU G GLLLLAGLLLLa 5sa V G I L ~ G L ~ L C c l r -
fermo en su casa de Santa Cruz de Tenerife. Dieta su testamento
en la mafiana del 23 de septiembre de 1755, cuando ya tenía termi-nada
su construcción de la iglesia del Pilar ". Los maestros carpin-teros
concluyen de cerrar la techumbre. El escribano era don Ber-nardo
Uque y Freire. Pero se presenta en aquel momento, emitre
diez y once de la mañana, e! cirujano que desea sangrar al enfer-mo.
Se retira el señor Uque y al voIver a entrar para continuar e1
testamento interroga a Juan Alonso y no le contesta. Hace cons-tar
en el documento que al parecer está muerto. Queda inconcluso,
pues, el testamento. El 24 del citado mes y año se trasladan sus
restos a La Laguna y se le da sepultura en la iglesia de Santo
Domingo, donde descansa. He encontrado la partida de defunción de
Garcia de Ledesma, precioso documento que nos proporciona bas-tantes
y curiosos datos 5.
4 Por ante Bernardo Uque Freire, esc de Guerra de la Comandancia
General de Canarias
5 "Libro 8 de Defunciones" Parroquia de la Concepcrón de Santa Cruz de
Tenenfe (al margen) "Lizencia Se enterró en el Convento de Santo Domin-go
de la ciudad de La Laguna con Lizencia que dio el señor Beneficiado de
r1-v0u LeLr'rGuLuu. ra*nr rnr uihL : AO T Y , ~ - ~ i 2-1 - ~ oinr<.~iO-to ~nnn i-nEnnlrr rnn+ocr u,, uu-u rrrvliuv ui-4 "ci..,*iAL" ulilyurn*w rc,rr,ru uvLrLrurru.
En veinte y tres de setiembre de mi! setencientos cinquerita y cinco años, entre
361 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS. 403
Las obras públicas y privadas que conocemos de su mano en la
actuaiidad son las siguientes :
1. Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, Santa Cruz de Tenerzfe.
E;n estilo Renacimiento y orden toscano el interior, en barroco sen-cillo
el imafronte. Techumbre artesonada con tirantes mudéjares,
en vertiente de dos aguas. Cantería azul traída de los Cristianos,
en el sur de Tenerife. La elevacih de la Capilla Mayor es extraor-dinaria
dada las proporciones del templo. Cañón de iglesia de una
sola nave. Portada del imafronte de buena altura, arco de medio
punto que se corona con una hornacina y en ella la Virgen de már-mol.
La puerta cerrada por batientes al gusto francés 6. Puertas
!
dies i onze de la mañana, murió Juan Alonso de Ledesma, de edad de setenta
i cinco años, poco más o menos, administrado de los Santos Sacramentos, Pe-nitencia,
Viático i Extremaunción Se mandó enterrar en el Convento del
Patriarca Santo Domingo de la cmdad de La Laguna Se enterrb en el día
veinte i quatro con Lizencia que dio el Beneficiado de esta iglesia parroquia1
de la Conceipclón de este puerto a los Beneficiados de la parroquia1 de los
Rernehos de la diha Ciudad de La Laguna para que hizieran la asociación a
dho. Convento para mandar enterrarse en él, según parece de la Declaración
Testamentaria que hizo ante D Bernardo Joseph Uque Reire, esc. pub en
este Puerto i del número de esta Isla en vemte i dos de este mes L año ut
supra. Vezino de este Puerto i natural de La Laguna, hijo lexítimo de Thornas
Alonso García y de María Alonso, naturales que fueron de la dicha Ciudad
de La Laguna, feligresía de los Remedios, i viudo de Juana de la Encarna-ción,
natural del lugar de Amcas de la Isla de Canaria. Juan Alonso del @as-tillo,
Merno del de arriba, pagará 10s derechos."
8 "Libro de Cuentas", de don Jos6 Guillén "Está pagado Juan Alonso de
la labor de los tres arcos y cinco puertas Y ha más en 22 de agosto de 1754,
recibió más de lo que le tocaba 14 pesos, que le servirán para pago de la fron-tera
de la iglesia" "Suman las partidas de los 500 pesos por la labor de
los tres arcos y dos puertas, en que estábamos ajustados Juan Alonso y y0
Pagadas las tres puertas en 122 pesos corrientes Y a cuenta de los 500 pesos
ha recfildo 2.i;i2 i-ea:es de Y 24 rLara-~&&>>(A l fe! 37 )
"El 15 de noviembre de 1752, ajustamos la cuenta de 10s 500 pesos re-clbidos
por la labor de los arcos de la iglesia y dos puertas Y con quince
pesos que recibió en este día el maestro Juan AIonso, resultó quedar en m1
poder, para completar dhs 500 pesos, noventa pesos corrientes, que se le en-tregarán
al dho. maestro cumplido lo tratado "
I'----~L- - ---A m,+&- 1 l ~ ~ ~io~n ~ +ni i~nvito~1 ~ ~ _- A___-,
)iiiLcllVl~U b.,iibFL ruu, l-hnv 11 puin-cipal
en 58 pesos y las dos colaterales del cañón de Ia Iglesia a 32 pesos
cada una, que todas tres importan 122 pesos corrientes"
4 04 PEDRO TARQUIS RODRiGUEz
traviesas, en los costados de la Epístoia y del Evangelio, también
de medio punto y con batientes en barroco regional, muy notables
en la puerta del Sur. Pagó don José Guillén a García de Ledesma
por los tres arcos de cantería asentados en el crucero, la portada
del imafronte y las otras cuatro puertas de arco, según ajuste con
el dicho, por la labor, 500 pesos. Más 754 y 112 pesos por sacar la
cantería y traerla hasta Santa Cruz de Tenerife.
2. Ermita de la Virgen de Zos Angeles, SauxaZ (Tenerife). Cons-trucción
muy sencilla y corriente en el Archipiélago. Paramentos
de mampuesto. Puerta de Ingreso en arco de medio punto. Estilo
Renacimiento. Orden toscano. Techumbre de madera. Ventanas
también de arco de medio punto. Esta obra existe en la actualidad 7.
3. Casa del coronel Nzranda, plaza del Castillo, Santa Crux de
Tenemfe. Edificación de grandes proporciones. Una de las mejores
obras que se levantaron en la vieja plaza del xvm. Tres plantas
Piei-ta de canta-ia a regia, e11 el frente que Ciaba a ia piaza de ar-mas
del castillo, con balcón de rejería encima. Ventanales a regla
con antepechos de cuarterones. Cubierta de madera y tejas. La fa-chada
más extensa, dando a la calle de San Francisco. En este edi-ficio
estuvo instalado el Hotel de Deurvan, 1882, y más tarde el
de Banigno Ramos. Existe esta obra en la actualidad, como diji-mos,
reformada.
-so DE TAOROJ,u an.-Viene calificado como maestro de
cantería, pedrero, cantero, constructor, en los documentos de su
"El 2 de jumo de 1755, el total de la obra de cantería de arcos y puertas
exteriores, con las otras de la sacristía subía a 794 pesos, contratados con el
maestro Juan Alonso Don Diego Rodríguez de la Cámara y Murga, como
administrador de don José Guiil��n, saldo la cuenta de los 794 pesos con Juan
Alonso, en sept~embre ocho de mil setecientos cincuenta y cinco años Firma-do
por los dos" '(Al fol. 28 v Iib. cit )
7 Durante las obras de la iglesia del Pilar consta que, desde el 18 de di-ciembre
de 1751, hasta el 8 de febrero de 1752, estuvo ausente Juan Alonso
en el puebIo de Candelaria (a1 fil 27 Iib cit ) "Además, el 4 de mayo de
1752 le di al maestro Juan Alonso cien reales corrientes para enviar a buscar
sus camellos con su nieto a Fuerteventura" En la techumbre del Pilar tra-bajaron
los maestros carpinteros Francisco Coronado (quien también hizo
el coro) ; Miguel Coronado, hermano del anterior, y ambos de La Laguna, y
Antonio de Payz de Garachco; los tirantes de labrados distintos fueron muy
elogiados por el arquitecto don Eladio Laredo
366 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS. 405
época que hemos consultado. Según el cronista Anchieta y Alar-cón
fue uno de los mejores escultores picapedreros que hemos te-nido
en el Archipiélago. Aparece trabajando en la isla de Tenerife
bastante antes de mediar el xvnlr, concretamente en Ea Orotava y
La Laguna. Nació en la prirnera de estas localidades hacia 1710.
Formacibn y gustos en Renacimiento y en barroco. sabemos que
contrajo matrimonio con Joana de la Concepción. Tenía su residen-cia
habitual en la villa de La Orotava, calle nombrada de León, don-de
consta que vivía en 1714. Su mujer murió prematuramente en la
citada población S.
Eixiste a veces confusión entre las obras de este maestro y las
de Alonso y Garcia de Ledesma, cuando solamente hacen constar
los documentos que es obra de Juan Alonso. Este caso ocurre con la
construcción de la nueva iglesia de la Concepción de Ea Laguna
(que se intentaba levantar de cinco naves por don Pedro José Mor-veque),
donde al hablar de ella Anchieta y Alarcón hace constar:
"Juan Alonso es el maestro de la obra" 9. Desaparece el nombre de
nuestro alarife en las actividades arquitectónicas de Tenenfe ha-cia
1770.
Se concierta con el mayordomo de la iglesia de la Concepción,
en la ciudad de los Adelantados, para asentar la gran pila bautis-mal
de mármol que había sido donada por disposición de don Mi-guel
Díaz Pérez (natural de Agueire y vecino de Caracas) en su tes-tamento,
año 1714. Esta obra la había esculpido Salvador de Al-
8 "En siete de mayo de mil1 setecientos quarenta y vn años, se enterró
de ;parte de noche en el Combato de nra Señora de Gracia, horden de ntro
Padre San Agustín de esta Villa de La Orotava, Joana de la Concepción, mu-ger
de Joan Alonso, el Maestro de Cantero, vecino en la calle de León; hiso
su elección de sepultura ante D Domingo Viera, presbytero, notano público,
eu 5 iie &%c. m s y afie, fce el Sefieficin ten C q l , semmern Sefinr D. Anto-nio".
Libro WI de Enterramwntos de Za Concepmón de la Orotava (Investiga-ci6n
P. T. R ).
9 Anchieta y Alarcón, "Diario", Biblioteca Provincial de Canarias, hoy
en la Universidad de San Fernando "22 de julio. Un mes cabal después de
abrir los cimientos (se refiere a la iglesia de la Concepción de La Laguna)
nnntornn lo m;nñro nn lo nzln-rrn +bhnria cnnfClrnnla Tiisn Alnnen y! >&e!trn Y".A*U'VLL rAuUIiU ,,.& " Y &VLI-.-.I, ---A- ---v.-I-,
de la obra, y bendíjola don Carlos Mustelier, Canónigo y Vicario, con gran
solemnidad, los santos descubrimientos" Investigaci6n P T R.
406 PEDRO TARQUIS RODRÍGUEZ
caraz y Valdés en la Península, año 1760, por encargo del Benefi-ciado
don Juan Alfonso de Torres. Se obliga también con el mayor-domo
de la Concepción de la Villa de Arriba, para tallar el escudo
de España que se iba a colocar sobre la puerta labrada en el xvr
por Simón Merino (véase este alarife), año de 1745.
Se compromete con la comun~dad de la Compañía de Jesús de
la villa de La Orotava para tallar la portada del Colegio que se le-vantaba
en aquella localidad, en cantería azul de Acentejo. Una
de las obras de mayor empeño en la labra entre las ejecutadas en
el Archipiélago en todos los tiempos. Se conserva en la actualidad
como portada de la capilla del cementerio Municipal de la Villa.
Las obras publicas conocidas en la actualidad como de su mano
son las siguientes :
1. Sentado de la pzh bautzsmai de la parroquia de la Concep-c
h , La LaQurua. Lo acreditan como buen asentador. El ajuste de
las diferentes piezas es perfecto. Esta obra barroca esta coronada
por un pequeño grupo de San Juan bautizando a Cristo. Mármol
de Carrara. Una inscripción en el borde de la pila nos da el nombre
del escultor y la fecha de 1754, en que la esculpió en Málaga. Está
sustentada sobre doble gradería de mármol y era beneficiado en
este momento don Gaspar de Gorvalán 'O.
2. Escudo que corona la portada principal o del Evangelio, Con-cepcis'n,
La Laguna. Figuran en esta obra las flores de lis de los
Borbones. Se corona con una cruz. Se trataba de 2crecentar la
puerta del XVI y hermosearla añadiéndole este remate ll. Hubo que
l o Ancheta y Alarcón, "Diario", etc "Año 1760 Se colocó la pila de mar-mol
para bautizar en la iglesia de la Concepción, la bendijo el benef~ciado
don Gaspar de Gorvalán y la asentó Juan Alonso, natural de La Orotava, gran
labrante " (Investigación P T R ) También don José Rodríguez Moure,
Guia Hzsfóizcu de La Laguna, nota a la pág 99 Instituto de Estudios Ca-nanos.
11 Lnvestlgación P T R Ancheta y Alarcón, "Diario", etc "Ayer tarde
domingo, cinco de diciembre da 1745, a las quatro de la tarde, se puso en la
puerta de la iglesia de la Concepción las armas reales de canto, son de dos
piedras En doce días las h~zo La crucita que está encima de la corona de
las armas reales es postiza, que no alcanzaba la piedra Hici6ronse en la casa
de enfrente de la iglesia, en aquel patio que la portada esta junto a la es-quina
de la casa de don Lázaro (de Abreu) el veedor"
368 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CAZVTEROS 407
labrar batientes nuevos. Esta obra se conserva en la actualidad en
el mismo lugar para el que se ejecutó.
3. Portada para el Colegio de la Compañia de Jesús. La Orotava.
Como de siete varas de Castilla de alto, por cuatro de ancho. La
flanquean columnas adosadas. Estilo barroco muy florido. Todo el
fuste de las columnas profusamente tallado. Verdadero alarde de
escultor picapedrero. Entablamento y cornisa robusta. Marcado
claro oscuro. Las ruinas de esta portada se ven hoy en el Cemen-terio,
pues no se ha querido dejar perder este tallado barroco.
ALVAREZJu, an.-Es conocido como maestro de cantería, maes-tro
pedrero, se& lo caliifican los documentos de su época que he-mos
encontrado. Aparece actuando en la isla de Tenerife) concre-tamente
en la localidad de Tacoronte, poco después de promediar
el siglo xVm. Vio la primera luz al comenzar el mencioriado siglo.
& k ~ q~ce~ ~uiinjc fin&b~ !e !!exvray~r, a. dedicarse a! ramo de 12
construcción. Se concertó con don José Fernández Ocampo, quien
desempeñaba el cargo de beneficiado de la parroquia de Santa Ca-talina
de Alejandría en Tacoronte, para intervenir en la construc-ci6n
que se proyectaba hacer por los pies de esta iglesia Esta
obra traída con empeño por Fernández para agrandar aquel tem-plo,
requería, además de levantar las eapillas de San José y Ani-mas,
la edificación de un nuevo imafronte. En esta última parte
había de trabajar nuestro cantero, según su obligación. Su nom-bre
desaparece poco después de las actividades constmctivas de
Tenerif e.
Obra finica. Nuevo zmajronte de b parroquia de Santa CataZilza
de AZejandrk, Tacoronte. Se le encomendó el labrado de las es-quinerías,
de forma y ancho corrientes en los templos del Archipié-lago.
Consta en las cuentas de '6Descargo" presentadas por el men-cionado
Fernández de Ocampo 12.
A~VARERZA RREYIRFOra, ncisco.-Pertenece al Real Cuerpo de
Iqgenieros al servicio de S. M. Felipe V de Espa��a. Regresaba de
12 Investigación P. T. R. Libro DI, de "Fábrica de Santa Catalina de Taco-ronte".
Descargo. " por ochenta y cinco reales que pg6 a el Maestro h a n
Alvarez por los días que labró las esquinas y por algún encalado que hiso
después"
408 PEDRO TARQUIS RODRÍGUEZ
Méjico o Nueva España. Al enterarse de ello el comandante gene-ral
del Archipiélago, don Lorenzo Fernández de Villavicencio, so-licitó
que se quedara en Santa Cruz de Tenenfe por serle necesa-rios
sus servicios, ya que don Miguel Rosell y Eugo se encontraba
casi imposibilitado de actuar como tal ingeniero por su avanzada
edad. Concedió Felipe V lo que se le pedía l3 y consta que en abril
de 1724 se encontraba en el Puerto de Santa Cruz el ingeniero men-cionado.
Aquel comandante general pidió al Cabildo Insular de Te-nerife
que reparase los castillos que le pertenecían, que eran los
de San Cristóbal y San Juan Bautista, y exigió a aquel organismo
la cantidad necesaria para ello. Obligado el Cabildo por las ór-denes
terminantes de aquel jefe militar puso a disposición de don
Lorenzo Fernández la cantidad de 800 pesos y agre,;ó. luego otros B
1.000 pesos para la reparación de aquellas fortificaciones. Seguida- *
mente encargó de hacer estas obras al Alvarez Barreyro. U
Se origi;;,6 plrite, pei-que el Czibilii~d e Tenerife envió para que -u
le informara de las obras realizadas a don Alvaro Francisco Yánez, 8'
entendido en construcciones, y encargado por aquel organismo de 8
I
las fortificaciones de la Isla. Este señor hizo constar, que las mu- e
rallas del cast~llo de San Cristóbal estaban deterioradas y demo- 5
lidas en parte hasta los cimientos; que, en cambio, se habían fabri- Y
-
cado diversos cuartos que quitaban luz al departamento del Caste- n
m
llano y su familia. Este informe lleva fecha de 27 de agosto de U
1724. El Cabildo protesta de lo hecho el 2 de septiembre del rnis- E
u
mo año. Continúa el pleito con el Comandante General Valhermoso, 1 a que no es de este lugar. En los hltimos meses de 1726, ya había A
salido del Archipiélago nuestro ingeniero. u
u
Las obras públicas que se conocen de su mano en Tenerife son e
f
las siguientes :
Obra única. Ampliacibn y reconstrucción del castilb de San
CristóbaZ? Santa Cruz de Tenerve. Por documentos conservados en
el actual "Archivo Municipal" de La Laguna y que pertenecieron
al antiguo Cabildo, sabemos que se construyó entonces, con arreglo
a las trazas y dirección de Barreyro, despacho, antesala, oratorio,
secretaría, cocina, nuevo aljibe, dando a la plaza de la Pila, tal
13 Rumeu, Pzraterúm, tomo III, pnmera pane, pág. 463. Secretaria &S
Guerra, leg 3.280
3 70 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CAXTEROS 409
como llegó hasta la demolición de nuestros tiempos, dejando de-trás
las dependencias levantadas en el xvr por el corregidor y ca-pitán
a guerra Alvarez de Bonseca. Como vemos, nada se hizo de
fortificaciones, sino una vivienda donde se insta16 el marqués de
Valhermoso 14. Obra desaparecida en la actualidad para dejar paso
a la nueva plaza de España y monumento levantado en ella.
AMAT DE TORTOSAA, ndr6s.-Perteneciente al Real Cuerpo de
Ingenieros, al servicio de S. M. Carlos 111 y su sucesor Carlos IV.
Estuvo destinado en Canarias en la epoca en que fue comandante
general del Archipiélago don Miguel de la Grúa Talamanca, mar-qués
de Branc?forte. Había nacido en la Península antes de me-diar
el xm~F.i jó su residencia en Santa Cruz de Tenerife, junto a
los citados comandantes ,generales y como jefe superior de Inge-nieros,
cargo que desempeñó durante muchos años.
Había contraído matrimonio con dofía Euhasia Gutiérrez del
Mazo y Pertusa, con licencia de S. M., el 6 de octubre de 1765, os-tentando
el grado de capitán. Entre sus actividades en Tenerife se
cuenta el levantamiento de un plano del Archipiélago, año de 1776.
En realidad, se trataba de un mapa sin escala. Alcanzó a ver este
mapa el cónsul de Francia e ilustre historiador Sabino Berthelot y
lo juzgó más acertado por su texto que por su delineado. Contenía
una información de la IaIistoria de las Islas Canarias, series de go-bernadores,
obispos, regentes de la Real Audiencia y casas nobi-liarias
que hubieron en ellas '\ Otro mapa de Amat se conserva en
el A. S. (Secretaría de Guerra, leg. 3.281). Dicho mapa acompaña a
un cuadro estadístico enviado a Carlos ITI por el entonces Coman-dante
General del Archipiélago don Eugenio Fernández de Alva-rado,
marqués de Tabalosos, 4 de mayo de 1777.
Fue don Andrés Amat, durante su período de mando en la co-mandancia
de Santa C m de Tenerife, un intelectual y un espíritu
1.4 Antonio Rumeu, obr cit Véase también Viera y Clavijo: H~t o r z ag ene-ral
de 2as Isbs Cawzas, tomo 111, edición de Madrid, pág 401-418
15 Sabino Berthelot y P. Barker Webb: Hzstorza Natural de las Islas Ca-narias.
París, 1839! tomo 11, pág. 35. En documentos del mismo Andrés Amat,
aparece, a veces timbrado, un escudo de armas correspondiente a su familia
y, por consiguiente, tenía títulos nobiliarios
410 PZDRO TARQUIS RODXIUUZZ
activo. Demost~-6s er persona de vasta ilustración. En estas activi-dades
fue fundador del primer periódico Impreso que hubo en el
kchipiélago después de la "Gaceta de Daute" (de nuestro histo-riador
Viera y Clavijo, que era manuscrita). Se titulaba "Semana-rio
Nisceláneo Enciclopédico Elemental", editado en Ea Laguna
entre los afios de 1785 a 1785. Cesó esta rara publicación por ha-ber
sido trasladado a Guanajato (Nueva España) el citado Amat
de Tortosa, cumpliendo órdenes del Estado.
E2 año de 1780, el Comandante General Sbáñez Cuevas nombró
una comisión compuesh por el teniente coronel don AndrGs Amat,
el ingeniero extraordinario capitán Antonio Samper y el capitan
del Real Cuerpo de Artillería don Antonio Falcón, ordenándoles
que inspeccionen todas las foi-eificaciones que defienden a Santa NB
Cruz de Tenerife y secalen los desperfectos que observaren en ellas E
y los reparos que deben hacerse. Los citados señores evacuaron e! O
n correspondiente informe, fechado en 8 de abril de 1780. A su vez,
-
m o
E el marqués de la Cañada traslada lo actuado por aquellos técnicos ;
a S. M. Carlos 111, en un memorial que lleva por título "Relación de -E
la visita practicada a la isla de Tenerife por el marqués de la Ca- 3
ñada.". Con anterioridad, el señor Amat había dirigido la recons- - -
trucción y ampliación del castiIlo de Paso Alto y más tarde dirigió 0
m
E
igualmente la batería del muelle l5bi s . O
El nombre de Amat de Tortosa desaparece de las actividades no
constructivas de Tenerife en las últimas décadas del citado siglo. -E
B
Estas construcciones fueron en una buena parte del ramo de Gue- l
rra o aquellas que le ordenaron hacer los Comandantes Generales n
z
del Archipiklago, como la Alameda de la Marina del Puerto de
3
Sanb Cruz y el muelle de La Laja de San Cristóbal (en su recons- O
tmcción general por hallarse arruinado, en la misma localidad).
-L:r lU- cuiifurrddad par2 ?a. ~ ~ m t r l c c diehl templo de Santiago
de los Caballeros que se levantaba en Gáldar y redactó informe so-bre
las obras que se efectuaban en la catedral de Santa Ana en
Las Palmas. Sabemos que era hombre amante de la Historia y en-
15 b i s Rumeu de Armas en sus Pz~auerias,t 0iiiü E, g ~ r pkh XX~at,r2 Ltk
ampliamente del ingeniero Amat de Tortosa y de sus obras.
3 72 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 411
cariiíado con Tenerife y que pudo adquirir un ejemplar de la edi-ción
príncipe de fray Alonso de Espinosa 16.
Cumpliendo órdenes de don Miguel de la Grúa Talamanca, hizo
plano y proyecto para construir, como se ha dicho, una alameda
que sirviera de paseo de verano a los hakiktantes de Santa Cruz. Se
tituló de la Marina. Se extendía desde la entrada del muelle, junto
a la batería de Santo Domingo, hasta la bateria llamada de la Rosa.
El plano, firmado por aquel ingeniero, dice sencillamente : "'Alame-da
: proyecto de Su Excelencia".
Como los temporales del Atlántico ocurridos el año 1755, ha-bían
arruinado el muelle de Santa Cruz de Tenerife, que varias ve-ces
se había intentado reconstruirlo sin llevarse a efecto, el Gene-ral
Grúa Talamanca se lanzó a realizarlo y solicitó de Amat de Tor-tosa
que hiciera plano y proyecto. Una vez hechos se remitieron
a Madrid, donde fueron aprobados por S. M. Carlos 114: y devueltos
a Tenerife 17. En realidad fueron planos de reconstrucci6n y re-forma,
ampliando el martillo que se hallaba en el extremo del mue-lle
y construyendo en él una batería de siete cañones. El encabeza-da
de este plano reza así: "Plano y perfil del estado en que ha
quedado concluido el muelle de esta plaza, que se hallaba arrui-nado,
y se ha reparado en su maior parte desde los cimientos sin
costo alguno de la Real Hacienda, con 10s licitos y suaves arbitrios
que propuso el ardiente celo del Excmo. señor marqués de Bran-ciforte,
Comandante General, a que concurrieron gustosos estos Na-turales,
y aprovó S. M. en fecha 17 de septiembre de 1.784, por 4s
vía reservada de Guerra".
Reconstruyó, haciéndola casi nueva, diindole forma de castillo,
la batería llamada de San Joaquín, levantada en la desde
el siglo XVI para defender la subida a Ea Laguna de piratas o %n-vasores,
caso de que fuera tomado el Puerto de Santa Cruz. En el
1.6 Del orzgen s/ miagros de la Santa Imagen. , etc Al frente de este Ji-bro
se ven los blasones g la inscripción de Amat de Tortosa, nndicadores de
haber pertenecido la obra a este personaje
17 Estos planos llevan la siguiente inscripción "Plaza de Santa Cruz de
Tenerife, 31 de marzo de 1787 D/n Andres Amat de Tortosa" (rubncado).
L!e-" üZc, "T -0 n.7-4-C. P na,.mnrl*cl rlnmnton la
-v., r-A..u- -.~,UA.L,,,, a, Caber;,% meva y los m-gros
los Cajones de Pretiles que se han hecho para sostener las tierras con
facilidad"
412 PEDRO TARQUIS RODRÍGUEZ
año de 1762, a 25 de mayo, con motivo de hallarnos en guerra con-tra
Gran Bretaña, se había acordado su reconstrucción, después
de una memorable visita a la cual acudió por parte del Cabildo de
Tenerife el regidor don José de Anclnieta y Alarcón y el coman-dante
General de las Islas Canarias don Pedro Rodríguez Moreno.
Mas nada se hizo por entonces fuera de en los papeles, no obstante lo
acordado. Pero en 1780, el Comandante General don Joaquín Ibá-ñez
Cuevas, marqués de la Cañada, volviendo sobre aquel asunto,
dispuso que el teniente coronel Amat de Tortosa levantase los pla-nos
de dicho castillo, con el correspondiente proyecto de recons-trucción.
Las obras públicas que en la actualidad conocemos como de su
mano son las siguientes:
1. Alameda de la Marzna, Santa Cruz de Tenerife. Parapeto de
mampuesto sobre la cimentación, coronado por estacada de ma-
Auabnroa on Gfirimo Ar i ~ a i oa n l o n AA" l o + n w o l a n d a l o n n n n t v ~ r n n ; A n Wn- CILL L V I U I ~ U= I ~ j a , C.LL I ~ UUV LJ L ~ L . ~WI I ~ UU C.I CL ~ V I L U L . LU ~QLVI I . -11-
trada principal del lado del muelle formada por un modesto arco
de triunfo de tres ojos, único en el Archipiélago, con volteos de
medio punto, sostenidos por pilastras y separados por medias co-lumnas.
Orden toscano. Estilo barroco. Cornisa de molduraje cur-vilíneo
terminadas en roleo (una para cada arco). Dos figuras de
mármol en el coronamiento, sobre las semicolumnas del arco cen-tral
y escudo en el punto más alto. Jarrones en los dos extremos
Altura máxima 12 varas de Castilla. Decoración en el paramento
del fondo igualmente en barroco, con escultura de mármol repre-sentando
al Tiempo. Delante de éste se colocó una preciosa fuente,
con delfines enroscados por las colas en lo alto del surtidor, con-cha
y recipiente, guardando todo el mismo estilo de la portada.
Plaza dieciochesca muy original. Esta obra ha sido mutilada la-mentablemente.
Derribada la estacada que le daba aspecto induda-ble
de obra militar, muy característica, demolido el arco de triun-fo
de ingreso y la decoración del fondo, podemos decir que ha des-aparecido
la obra. Sólo se conserva la fuente, que ha sido trasla-dada
al centro de los jardines. Pero el carácter del XVIII, que le dio
Amat de Tortosa, se ha perdido completamente. Hoy se llama Ala-meda
del duque de Santa Elena ls.
1s Esta alameda rectangular tiene ochenta varas de Castilla de largo De
la parte del mar había incrustada en el interior una lápida con inscripción
374 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 413
2. Reconstrucción del muelle, Santa Cruz de Tenerife. Levan-t6
para esta construcción nuevos planos, que se conservan en e1
"Archivo Histórico Militar de Madrid". La batería situada en el
martillo actuó. el 25 de julio de 1787, cuando la amada de Gran
Bretaña, a las órdenes del almirante Horacio Nelson, atacó a esta
plaza. Explicación del plano : "A) Batería de Santo Domingo, parte
del Castillo de San Ohristóbal. B) Entrada del Muelle. @) Alameda
proyedo de Su Excelencia. D) Aguada antigua. E) Casilla del res-guardo.
6) Escaleras viejas. R) Idem las añadidas. Y) Batería que
flaquea toda la Bahía y Costa hasta San Juan y Faso Alto (era la
del martillo). K) Aguada y cañerías nuevamente construidas. L)
Comunes 19. Esta construcci6n forma el arranque del muelle actual,
habiéndose destruido el martillo para su continuación.
3. C'astiZlo de San Joaquin, Santa Cmz de Tenerife. Ya en el
siglo XVII sabemos que se le había hecho plataforma. ahora Amat
de Tortosa prescinde de todo lo construido hasta entonces. Levan-ta
muros altos y robustos. Añade cuatro cubos gruesos en los án-gulos
de un castillo de planta rectangular. Con esto se completa la
defensa por el Este y el Oeste. La artillería podía jugar sobre
cuatro frentes y no solamente sobre la subida desde el Puerto de
Santa Cruz ". Esta construcción se conserva en la actualidad, con
modificaciones que se hicieron al trasladar a este castillo las "Pri-siones
Militares", que estuvieron con anterioridad en el de Paso
que confirmaba la iniciativa del marqués de Branciforte. Véase Felipe Poggi
Barssoto. Guia Hzstór%co-descriptzva de Santa Cruz de Tenemfe, págs. 120-121.
El escudo de mármol de España que figuraba en el centro de la portada se
recogió en el "Museo Municipal" de esta ciudad, cuando se demolieron los
arcos de ingreso. La estatua del Tiempo se llev6 a una glorieta del Parque
Munic~pal La escultura de la Primavera se colocó en el patro principal de
la "Escuela de Bellas Artes" de Santa Cruz de Tenerife
19 Antonio Rumeu de Armas: Pwaterias, tomo IY Trae varios planos
desde las primeras construcciones del viejo muelle. También Felipe Poggi,
obra citada, págs 158 y siguientes E1 desembarcar en él le costó a Nelson
la pérdida de su brazo derecho.
20 Este castillo se hallaba artillado con cuatro cañones de 18 y 24 libras
de bala El plano de él, hecho por Amat de Tortosa, está en el "Archivo de
Simancas". Rumeu de Armas lo reproduce en su obr. cid., Sec%taria de Gue-rra,
leg. 5 871. Visita del marqués de la Cañada a la isla de Tenerife. Otra ce-
Iiquia histórica como el muelle viejo de Santa Cruz
Núm. 12 (1966)
Alto. Sus formas exteriores recuerdan algunos castillos de Tosca-na
(Italia).
ANDONAEGUJIo, sé.-Perteneciente al Real Cuerpo de Ingenie-ros
al servicio de Felipe V y Fernando VI de España. Nació en la
Península a finales del siglo xvrr. Vino como ingeniero extraordi-nario
y ostentando el grado de coronel a Santa Cruz de Tenerife,
acompañando al Comandante General de Canarias don Andrés Bo-nito
y Pignatelli, 17 de enero de 1741. Con Andonaemi llegaron
otros ingenieros de alta (graduación a sus Crdenes, entre los que se
encontraban don Francisco La lierre y don Antorilo La Riviere
con el objeto de estudiar y reformar las for-t~ficaciones del Archi-piélago
hasta dejarlas en condiciones de buena defensa, puesto
que acabábamos de entrar en guerra contra Gran Bretaña. El citado
Comandante general del Archipiélago detuvo a Andonaqgui en San-ta
Cruz de Tenerife, para que le asesorara en todo lo relacionado
con ias construcciones miiitares de esta plaza. Durante este tiem-po
reformó y edificó varias baterías que estimaba. necesarias para
la defensa, como fueron las de San Pedro y el Rosario. Levantó de
nueva planta la de Santa Isabel, en situación un poco elevada 2'
Nuestro ingeniero sabemos que fue casado con doña María Nico-lasa
Barreda y Arrellaga 23
Una vez terminada su comisión en la isla de Tenerife, se tras-ladó
a Gran Canaria, con iguales cometidos. Durante su estancia
allí tuvo que asumir el mando del gobierno de las armas en Las
Palmas, con motivo de presentarse la escuadra de Gran Bretaña
ante aquella ciudad. Después de intentar atacar Carlos Windon a
San Sebastián de la Gomera y Santa Cruz de La Palma, se pre-sentó
con sus navíos frente al Puerto de las Ssletas. El 17 de junio
de 1743, amagaba un ataque la armada inglesa. Tomando el mando
de las Milicias Canarias impidió Andonaegui que las fuerzas ene-i-
dg-a~eUs erli~arcarpioti. n las cercanias & la. ei^l-fiit&a pJ-cesf-ra Se-ñora
de la Luz, la playa del Confital y los otros puntos que arnena-zaban
los enemigos. Lo ayudó el teniente coronel de su cuerpo don
21 Rumeu de Armas Pzraterias, tomo 111, primera parte
22 Rumeu obr. cit , tomo 111, primera parte
23 T7 . A - - - - - - - P ~ ~ U U I S C mUP - C-I"U-LLL- >U-U- VL ~2-t -D:-CA,L ILCULUUI A 37 z".",",.,".- L. IY OWUI~CLUcv y V Z G ~ S Wd e Uaitorm,
tomo ii, pág 47 Recoge esta noticia Rumeu de Armas, obr cit
3 'i6 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 415
Francisco Ea Pierre. Ya en esta &oca, dice Viera y Clavijo,
nuestro ingeniero tenía el grado de Brigadier 24.
En el año de 1745, fue nombrado Andonaegui, por S. M. Feli-pe
V, para desempeñar el cargo de gobernador y capital general de
Buenos Aires. En cumplimiento de dicho nombramiento abandonó
el Archipiélago, ya con el grado de Brigadier, después de tomar dis-posiciones
para la buena defensa de aquella isla de Gran Canaria
Permaneció desempeñando la Capitanía de Buei~osA ires hasta el
aiío de 1756.
Las construcciones militares que en las Islas se testifican como
suyas, son las siguientes:
1. Baterk de San Pedro (reconstruccih), Santa Cruz de Tene-rife.
Esta batería figuraba ya en el plano del puerto de Santa C w ,
que se conserva en el Archivo H[ist6rico Militar de Madrid, hecho
en el último cuarto del siglo XVII, entre las defensas auxiliares del
centro de nuestra lánea. Mas no se hallaba en las debidas con&-
ciones de defensa a la llegada de Bonito y Rgnatelli, el año de
1741. La reformó Andonaegui con las mismas caractesásticas que
la batería del Rosario (véase el número que sigue). Nás tarde se la
convirtió en verdadero castillo, tal como lo vimos a finales del
xrx. Entr6 en fuego, cuando el ataque de sir Horacio Nelson, 25 de
julio de 1797. En el si,glo xx se construyó sobre su plataforma el
cuartel de Ingenieros. Desaparecido este castillo- en la actualidad
con el trazado de la nueva "Avenida de haga".
2. Reconstrucción de la bateria del Roswio, Santa @rw da
Tenerife. Figuraba igualmente en el plano del puerto de Santa Cruz
del Archivo Histórico Militar de Madrid citado mas arriba. Hubo de
construir en ella nuestro ingeniero alojamiento para la tropa. a-bierta
de protección para los pertrechos. Se repar6 el muiro y las
troneras. Luego de esta obra y desde mediados del mrr se conocín
a esta batería con e1 nombre de Nuestra Sefiora de la Rosa, a cuya
Virgen se hacían fiestas coma oeumia con el Santo Cristo que exis-tía
en el castillo de Paso Alto 2j.
24 Viera Hzstorm general de las Islas Canarzas, edición de Madrid, tomo
IDj pág> 427
25 Investigaci6n P T R Papeles sueltos del convento de la Consolación
(Santo Domingo) de Santa Cruz de Tenerife, "Archivo de Nuestra Señora. de
416 PEDRO TARQUIS RODRíGUEz
3. CastiZb de Santa Isabd, Santa C m de Tenerife. Lo levant9
de nueva planta Andonaegui. Lo emplazó en la huerta de los Melo-nes,
en posición dominante sobre la batería de San Antonio, defen-diendo
la marina de Santa Cruz por esta parte. Sus formas eran aná-logas
a las de Nuestra Xeiíora de la Rosa después de efectuada esta
reforma de 9741. Existe plano de este castillo. Construcción des-aparecida
en la actualidad al construirse la carretera de San An-drés,
como igualmente desapareció la repetida huerta de los Me-lones.
A N G ~ SA,le jandro de los.-Perteneciente al Real Cuerpo de
Ingenieros, al servicio de los monarcas Fernando VI y Carlos 111
de España. Respecto a sus trabajos en Islas sabemos que desern-barcó
en Santa Cruz de Tenerife, el 14 de diciembre de 1363, en
cuya época desempeñaba la Comandancia General del Archipiéla-g~
e! MZ~SCU!d e ram-e den &$re Re&$,oueg K~?renv5.7 inc si ksi-narias
con la graduación de teniente coronel y vivió junto a su
jefe superior en el Puerto de Santa Cruz. En el año de 1764, el
entonces Comandante General don Domingo Eernardi Gbmez, le dio
órdenes para que se encargara de la reconstrucción del castillo de
San Juan Bautista en la marina de aquella plaza y lo pusiera en
debidas condiciones de defensa. Estas obras se relizaron según los
proyectos de1 ingeniero Alejandro de los Angeles. Sufragó los gas-tos
el Cabildo Insular de Tenerife, a quien pertenecía aquella fortifi-caci6n
26.
la Concepción" "Hizo la fiesta de la Virgen de la Rosa el año de 1729, Do-niingo
Correa Quintana, que mandó hacer el quadro, que lo hizo Jwé Barroso"
(pintor de La Laguna). Hizo plano de esta batería el oficial de Ingenieros
don José Ruiz Cemeño, fecha-do en Santa Cmz, a 10 de marzo de 1773. Se
conserva en el Servicio H~stóncoM ilitar y lo reproduce Rumeu en Pwaterhs,
tomo 111, primera parte, pág. 479
26 Las p m e r a s construcciones de este castlllo databan del año 1tilY. ¿a
fortaleza de San Cristobal, única construida en el XVI, segitn los planos de
Francés de Alava, no era suficiente para la defensa por el Sur del Puerto de
Santa Cruz En el a60 mencionado, el gobernador de Tenerife, don Diego de
Vega Bazán, consigu~ó del Cabildo Insular de Tenerse que se reforzara la
defensa con esta otra fortaleza Ahora fue cuando se perfeccionó (A Cabildo
de Tenenfe, documento 20, "Fortrficaciones y castillos", ietra F, Ieg. 93. ¿os
planos hechos por don Alejandro de los Angeles se encuentran en A S. Se-
3 78 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
I)ICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 417
Tratábase por esos años de reparar el muelle de Santa Cruz,
averiado por el temporal de 1755. Se formó junta que se ocupara
de ello, el 20 de mayo de 1768, a que concurrieron los vecinos más
destacados a solicitud del Comandante General del Archipihlago.
Este les pide que concurran a reparar la ruina de1 muelle. El doc-tor
don José González de Mesa se opone a los proyectos del gene-ral
don Miguel Pernhdez de Heredia. Este ordena a nuestro inge-niero
que haga los planos y proyecto necesarios para realizar aque-lla
reconstrucción, que se había autorizado por el Decreto de 20 de
septiembre de 1770, dado por el Fiscal del Consejo de Castilla don
José Moñino, conde de Floridablanca, en nombre de la Sala de Go-bierno
del dicho Consejo. Mas la deseada reconstrucción del muelle
no llegó a realizarse por entonces, por la enemistad que surgió en-tre
Alejandro de los Angeles y su superior Fernández de Heredia.
Habiéndole ordenado el Comandante General a nuestro ingenie-ro
la reconstrucci6n del castillo de San Andrés, destruido el año
de 1769, por una crecida del barranco de aquel nombre, hubieron
criterios diversos de cómo había de hacerse esta obra. Estas dis-crepancias
dieron lugar a que el señor Fernández Heredia ordenara
la prisión de don Alejandro en el castillo de Paso Alto, y que se
encargara de aquella construcción el también ingeniero don Al-fonso
Ochando (vbase el epígrafe de éste). Estos hechos dieron
motivo al traslado de los Angeles, quien salió al poco tiempo de
su prisión y de Tenerife por sustentar que aquel castillo debía de
emplazarse en otra parte 27.
Las obras militares y públicas realizadas por este hgeniero en
Santa Cruz de Tenerife y conocidas hasta hoy, fueron las siguientes :
1. CastiZb de San Juan Bautista en ]la Caleta de Negros, Santa
Crux de Tenerife. En esta ocasih se revistió de cantería desde ci-mientos,
años 1765-1767. Forma circular. Con garitas de cantería
voladas a la parte del Este. Se decía que aquella era la cantería
cretaría de Guerra, Simancas, leg. 3.280. Véase Rumeu de Armas, obr. cit. Tam-bién
Viera y Clavijo al hablar de Nuevas fortZf$caczones en Santa Crux, Lomo
IE, pág. 197, edición de Madrid
27 Rlmeii, Ghr. cit. De !es -&?lge!es ten28 raz&, pGrq11e e! c l f i l ! ~ ha &O
destru~do por las peligrosas crecidas del barranco de San Andres Hoy nos
presenta sus enormes murallones derruidos.
Núm 12 (1966) 3 79
418 PEDRO TARQUIS RODR~GUEZ
mejor labrada de Canarias, según manifestó el alcaide de San Cris-tdbal
Antonio Riquel. Foso por la parte de tierra. Puente levadizo
Encima de la puerta se le adosó al parapeto un pequeiío ático de
piedra. En este &tic0 lucen las armas reales de España, en losa dc
mármol, 1765. Solicitó. Alejandro de los Angeles, para que le ayu-dara
en esta obra, la colaboracih de Alonso Ochando. Había inver-tido
el Cabildo Insular de Teneriife, desde el año 1619 hasta 4767,
la cantidad de 109.738 reales de plata con 24 maravedíes
2. Planos para el muelle de La Laja de San Cristóbal, Santa
Cruz d~ Tenerife. No cambió los Angeles las formas generales de
esta construcción, dadas por el ingeniero don Francisco La Pierre.
.kpznas si introdujo pequeñas modificaciones. La verdadera re-construcción
no se hizo hasta la época del Comandante General
del Archipiélago don Miguel de la Grúa Talamanca, marqués de
Branciforte, en cuya época se añadió una batería en el martillo
(véase el epágrafe AMATA, ndrés) y se introdujeron otras modifi-caciones
en los planos que nos ocupan.
ARANAJ,o sé.-Titulado del Real Cuerpo de Ingenieros, al ser-vicio
de SS. MM. Carlos III y Carlos W, vino destinado a la Co-mandancia
de Canarias en lla época en que era Teniente Coronel de
ésta Amat de Tortosa. En 1775, se encuentra ya en el Archipiélago.
Nacido en la Península. El temporal desencadenado en nuestra
bahía, en los días 18 y 19 de diciembre de 1724, había arruinado
mo de los castillos más importantes para la defensa de Santa Cruz
de Tenerife, el llamado Santo Cristo de Paso Alto, clave de !a
defensa en la izquierda de nuestra línea. Las olas derruyeron buena
parte de sus muros y plataforma. El entonces Comandante General
del Archipiélago don Eugenio Femández de Alvarado, marqués
de Tabalosos, acudió a reparar inmediatamente el daño causado y
orden6 ia reconstrucción de tan importante fortaieza. Se proyecta
y se hace plano por José Arana, que se remite a Madrid para su
aprobación, año 1775. La construcción la dirigieron Amat de Tor-tosa
y José Arana en 1776. Después de esta fecha desaparecen las
2s José Desiré Dugour Apuntes para la hzstoi-za de Santa Cruz de Te-aemfe,
a,ño 1875, pág 15 También A Cabildo de Tenerife, "Fortificaciones .." E'
380 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 419
actividades constructivas de nuestro ingeniero en los anales de
Tenerife 29.
Obra única. Reconstrucci6n del castziio de Paso Alto, Santa
Cruz de Tenhfe. Sobre la forma antigua que tenia este castillo
(que se repara) se añade construcción nueva, quedando a la espalda
la defensa levantada en el xvn. Murallas ,gruesas de argamasa for-man
una nueva plataforma semicircular. En ella puede jugar la ar-tillería
con más libertad y eficacia de tiro. k,a muralla con trone-ras
se avanzaba más hacia el mar. Capacidad para ocho cañones.
Terminada esta fortaleza hizo plano de ella el mencionado Amat.
Dice la inscripción: "Perfil de la obra nueva y planta de la obra
vieja y nueva" 30.
ARP~EDLoOmi~ng o.-Viene clasificado como maestro de cante-ría,
maestro de pedrero y labrante en los documentos que de su épo-ca
~ieiilos coxls-ui~a~o. de carnería lo ZarYia L < b , i ' m o de
Fábrica" de la parroquia de Guía de Isora. Lo encontramos t a -
bajando en la isla de Tenerife, concretamente en el citado pueblo
de \Guía, en la primera mrtad del siglo x v m . VIO la primera luz en
las décadas finales del xvn. Se concertó con el mayordomo de la
iglesia de Santa María de Guía, obligándose a tallar y asentar el
arco de la capilla Mayor de aquel templo, cuyo trabajo había de
hacer en compañía de Miguel Ponce. Lo realizo. Su nombre desapa-rece
de las actividades arquitect6nicas del Archipiélago algo antes
de las décadas finales del XVIII.
Trabajo único. Arco de la capilla Mayw de la parrqwal de
Satzta MakJ Gub de dsora. Estilo Renacimiento. Carden toscano.
Cantería azul. Bien ejecutado y proporcionado. En cuanto al la-brado
es el corriente en los templos de Tenerife. Se conserva esta
obra en la actualidad, ampliada más tarde con las capillas de la --
29 "Plano de la plataforma de Paso AXo después de la reparacih de 1716.
Por José de Arana, 1775" (Servicio Nistarico Militar). Véase Rumeu.
30 Rumeu de Armas Pwaterías, tomo DI, Iám XLVlTI reproduce este
plano Tomó parte muy activa en la defensa contra Horacio Nelson, quien
puso especial empeño en apoderarse de Paso Al'co en su primer intento de
ataque. Viera y Clavljo le atribuye el hundimiento del cuter "Fox", en su
oda A ia Vzctoria, colzsegzcidu por ias armas de b zsla d e Feertempe, imprenta
Miguel Bazzanti, 1797
420 PEDRO TARBUIS RODRIGUEZ
Epístola y del Evangelio. Posteriormente se pasó a la iglesia de
tres naves que vemos en la actualidad, levantándose las arquerias
de las naves bajas 31.
ARMASJ, iran de.-Alarife, maestro de cantería, maestro de pe-drero,
cantero, constructor, que con todos estos nombres lo califican
los documentos contemporáneos que hemos visto en los archivos
insulares. Aparece trabajando en la isla de Tenerize, concreta-mente
en la localidad de Arico, hacia la mitad del mrm, antes y des-pués.
Nació en La Orotava, en los Últimos años del XVII. En esta lo-calidad
tiene su residencia habitual, aunque se traslade a otras
localidades en donde consigue trabajo. Este es el caso de la villa
de Arico, cuando trabaja en su templo. Su casa habitación estaba
B en la calle de 'León, año 1741. Iniciado en la arquitectura y en la N
labra de la cantería obtuvo los títulos de oficial de cantería y maes- E
tro de canteria. Sabemos que contrzjo matrimonio con Ana Anto- O
--=
nia, quien muere con anterioridad a su marido 32. Desaparece su m
O
E
nombre en las actividades constmctivas de Tenerife en el último E
2
cuarto del m. -E
Se concierta con el cura y mayordomo de la iglesia de San Juan 3
Bautista de Arico, para edificar, con mayor amplitud, aquel tem- - -
plo que se había separado de la parroquia de San Pedro de Vila- 0
m
E
flor, a cuya jurisdicción religiosa había pertenecido aquella ermi- O
ta, Aquí se encuentra el grupo principal de obras de este maestro
=
de La Orotava, mejor dicho el único conocido documentalmente has- -£
a
=
31 Investigación P T. R "Libro de Fábrica de la parroquia de Nuestra Se- =
=
ñora de Guia Guía de Isora" Cuentas de "Descargo". El año de 1737, fue
declarada parroquia, según Rodríguez Noure, por el obispo del Archipiélago 3
O
don Pedro D h l a y Cárdenas Por esta época es cuando se construye nuevo
arco y Capilla Mayor
32 T L."- -.-- ~ u v c ~ u ~ a r ; Pr L Ti ~ Pi "Libro de Uefunc:mes" de !a parroquili de
Ruestra Señora de la Concepción de La Orotava "En siete de mayo de mil1
setecientos quarenta y vn años, por la tarde, se enterró en el convento del
señor San Bemto, de la horden del Patriarcha Santo Domingo de esta villa
de La Orotava, Anna Antonia, muger de Joan de Armas, el cantero, vesinos
en la calle de León; hizo su declaración de sepultura ante don Domingo Viera,
pres~iaLero, -..&"&A '""L1;"n ILVLallV rUwIxbV, e! C. de Xirho p.es y aik, filr el Rene5cio con
capa y dos capellanes, semanero Sor don Antonio"
382 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 429
ta hoy. Hay tres períodos distintos en que Juan de Armas inter-viene
en estas edificaciones. El olvido de las tradiciones artísticas
de la villa tenía oculto el nombre de este artifice, que fue dado s
conocer por quien esto escribe en el diario "La Tarde>' de Santa
Buz de Tenerife 33. LOS tres periodos a que nos referirnos son:
Capilla Mayor y cañón de la iglesia; imafronte y portada de la
misma; torre.
La constimicción de la Capilla se encuentra en el "Libro primero
de Fábrica", que fue por donde cornenzb la obra el año 1747. Costó
6.400 reales de plata, según las "Cuentas de Descargo". Se terminó
el año de 1755. Se continuó aquella abra levantando la sacristía,
que el "Libro de Fábrica" llama "Sacristía Nueva", después de
que el maestro de cantería Juan de Armas, natural de Ea Orotava, a
N
labró la piedra del arco de la dicha capilla y de la escalinata de su- E
bida al presbiterio y sentó el arco y escalera. Por separado figura O n
una cuenta de la techumbre y artesonado de la dicha capilla Ma- -- m
O
yor, que hizo el maestro ensamblador Juan Perera, natural del EE
pueblo de Candelaria, el mismo año de 1755. Se continuó después SE
con la constmccibn de la nave. -
En el segundo "Libro de Fábrica" están los datos relacionados 5
con el levantamiento de la fachada de aquella parroquia. Labró la
- -
0
m
portada y cornisa de sillería, por el precio de 3.865 reales de plata E
en que se había ajustado el maestro de cantería Juan de Armas, O
con el mayordomo de San Juan Bautista de Mico don José Her- n
E nández de Ara. Aquél hizo las trazas del irnafronte y dirigió la -
a
construcción de éste, como lo hacen hoy los arquitectos. Pero hu- 2
n
bieron de originarse roces en cuanto al Iabrado y terminación de n
n
la portada 34. Esta destacada obra se ha querido atribuir al arqui- 3
O
33 P. T. R LOS aZzfes de Taoro: Juan. de Armas, XV L. T., 18-12-1959
Mwno título, XVI. L. T., 29-12-1959. ivbsmo título, XVII. L. T., 15-1-1960.
hvestigación P T. R "Libro Ii de F&brica" de aquella parroquial. Cuen-tas
de Descargo. Gastos ongmados por el pleito de la construcción de la por-tada
de esta iglesia de San Juan Bautista de Arico con el maestro que la la-braba.
Este se marchó a La Orotava. abandonando la obra a la mitad, para
tomar otra nueva. Requerido para que volviera se negó a regresar a Anco
para continuarla. El beneficiado Hernández de Ara se encontraba en un pueblo
aislado. No tiene medios para terminar aquella construcción Quiere obligar
a toda costa a que Juan de Armas vuelva a cumplir su compromiso. Llega a
422 PEDRO TARQUIS RODRÍGCEZ
tecto de La Laguna Eduardo y Villarreal, lo que nos demuestra la
categoría artística alcanzada por Juan de Armas en la producción
que analizamos, para que pueda ser confundida con la del mejor ar-quitedo
que ha tenido el Archipiélago. Aparte de que en esa fecha
no habia regresado a su patria aquel iiiastre racionero de la cate-dral
3e Santa Ana en Las Palmas, momento en que comenzó a de-mostrar
sus actividades constructivas, nal podía ser el autor de
este imafronte. Bien es verdad que se desconocía ia fecha en que
se levanto esta construcción de San Juan Bautista de Arico, que
fue dada por mí.
En el tercer período se fabrica la torre de la dicha iglesia, cu-yas
cuentas de gastos se hallan igualmente en el segundo "Libro
de Fikbrica". Se hace la cimentación y se levantan las repisas has-ta
llegar al cuerpo de las campanas, sobre la techumbre de la igle-sia,
que se cierra con su cornisa. Pero quedó sin hacerse el templete
qi-~c!-a. --ronaj c-.! C I J ~ !-e con&uyi y& entrado e! __i g- dirá
cn su lugar, dirigido "íxmbién por un maestro de La Orotava.
Las obras públicas de mano de nuestro artífice que en la ac-tualidad
están documentadas como suyas (pues claramente se ha
visto que hizo otras en Ea Orotava), son las siguientes:
1. Capiílu Idayor de la parroquia de San Juan Bautista, villa de
Arico. Estilo Renacimiento. Orden toscano. Arco en cantería azul.
Ventana de arco escarzano. Techumbre de anesonado de madera.
Se conserva en la actualidad esta construcción, con la Sacristía
Nueva del lado de la Epístola. Proporciones elevadas dada la ca-tqgoría
de este templo, el cual es de una sola nave.
2. Inzccfronte y portd! de Icr. pcarroqttZa de San Juan Bautista,
Arico. Estilo Renacimiento. Ordefi jónico. Los lados de las pilas-tras
que flanquean e! ingreso tienen vara y media de Castilla de
alto. Ei arco alcanza en la dovela de la clave seis metros de altura.
Y se cuentan 12 metros de altura, de la línea de tierra al remate
central de la cornisa. El toro que rodea el arco es verdaderamente
atrevido y llama la atención por las proporciones que le dio Juan
de Armas. Observamos grandeza de proporciones en el ancho del
--
pedir a la Justicia de la vllla de La Orotava a que obligue a! labrante a volver
2 Arico y cumpiir la oMigación cie termlnar ei imafronie "Arcnivo de i¿ pa-rroquial
de Arico"
S84 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 423
vano, que tienen tres metros de luz. Los paramentos de esquina de
vara y tercia de Burgos. No ocurre lo mismo con los fustes de las
columnas, por la tendencia de la portada a alcanzar formas ele-gantes
como distintivo principal. Columnas adosadas limitan la-teralmente
la portada y sostienen un front6n curvo partido. Este
frontón está tratado de manera especial por aquel maestro de Tao-ro,
haciendo desaparecer casi las molduras de la base. El lado
curvo lo reduce a dos fragmentos de arco, como dos alas bien pro-nunciadas.
Con este hábil artificio consigue unir la parte baja con
la alta, para dar mayor efecto de altitud y elegancia. En la parte
alta continúa la originalidad de la traza de Juan de Armas. Los
segmentos de arcos indicadores de un frontón partido, sirven de
arranque a curvas descendentes, de menor relieve, las cuales van
a rozar a un Óculo elíptico, abocinado, con simple bocel exterior y
el bocel posterior abarrocado y decorado. Sobre el óculo se levanta
una fina pilastra que se remata en frontoncillo triangular, coro-nado
por una Cruz. Las características generales de esta portada
son la gracia y el movimiento, que no tiene ninguna otra portada
del Archipiélago, sin excluir la de San Pedro Alcántara (San Fran-cisco)
de Santa Cruz de Tenerife 35.
3. Torre de Ea parroquia de San Juan Bautista, Arico. A los
pies del templo, adosada a 61 y del lado de la Ep��stola. Se empez6
a construir esta torre después de mediado el XVIII. Planta cuadra-da.
Altitud hasta la cornisa del cuerpo de las campanas 15 me-tros.
Esquineráas de cantería. Estilo barroco. Ventanas de arco es-carzano,
con molduras lisas de cantería azul. Del mismo material
las molduras de separacih de las repisas. Paramentos de anga-masa
corriente en las torres del Archipiélago. La única originali-dad
en esta obra de Juan de Armas son los alféizares triangulares
35 Investigación P. T. R. Los batientes de esca portacia, en idiaii0S %al-terones
colocados en líneas horizontales, fueron obra del maestro carpintero
Andrés Botazo, a quien se le pagaron %escientos ochenta reales de plata,
por sus manos". Descargo del "Libro 11 de Fábrica". Los herrajes decorativos
en forma de punta de lanza, los cuatro cerrojos antiguos del interior, dos en
cada hoja, que tienen algunos labrados, fueron hechos por Pablo de Grana-dilla.
Se le abonaron con ias abrazaderas, ixsagras, eic., según si "u"-c--a--~-a-"~ s, u
doscientos veinte reales de plata. Todo se conserva intacto en esta portada
preciosista del xVIII regional
de las ventanas. Esta construcción existe actualmente, con el aíía-dido
del templete.
Hay, sin embargo, influencias del barroco de nuestras colonias
del Nuevo Mundo, en su reflujo sobre Andalucía y Murcia, que
también alcanza a Canarias y se advierten en este imafronte y
torre.
B ~ T E ZFr,an cisco.-Se le conoce en los documentos que hemos
consultado como cantero y maestro de pedrero, albañil, etc. Lo en-contramos
trabajando en la isla de la Gomera, San Sebastián, poco
después de promediar el xm. Nació en las primeras décadas del
mencionado siglo. Su formación en Renacimiento y en el llamado
barroco regional, que se practicaba entonces abundantemente. Lo
encontramos trabajando a las Órdenes del maestro Pedro Pérez de
la Cruz, quien se había obligado con el mayordomo de la parroquia
de San Sebastián de la Gomera para construir las arquerías y
naves de la Epístola y del Evangelio de la iglesia de la Asunción de
aquella villa, que se iba a levantar de tres naves, una vez cumplido
lo mandado por el obispo del Archipiélago don Francisco Guillén
de que se edificara la capilla colateral de la Epístola o de Nuestra
Señora del Rosario. El concierto se hizo con e1 entonces mayordomo
de aquel templo José Rodríguez Fragoso. Se trabajó durante los
años 1752-1756, desempeñando nuestra silla episcopal don Valen-tín
Morán. Se agrandó al mismo tiempo la capilla Mayor para pro-porcionarla
con las dos laterales. El nombre de nuestro alarife
desaparece de las actividades arquitectónicas del Archipiélago al
finalizar el tercer cuarto del XVIII.
Obra única. Arquerúm y mves de la Epbtola y. del Evangelio,
más nueva capilla Mayor. Parroqwia de la Asunción, Xan SebastZan
de ;5cc Gonwra. Fstilo Renacimiento. Orden toscano. Construcción
corriente en el Archipiélago. Paramentos de mampuesto. Cante-ría
azul. Techumbre de madera artesonada. Pavimento de piedra.
Arquería de medio punto. Se terminó esta obra el 4 de marzo de
1753, en que se inauguró el templo. Obra en colaboración y no se
puede separar el trabajo del constructor Francisco Benítez, quien
386 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOSJ ALARIFES Y CANTEROS 425
figura en los "Descargos" de las cuentas de Bábrica sin especificar
su labor, como lo hace con otros canteros. Esta construcci6n se
conserva en la actualidad 36.
BENITODE EímRÁN, Miguel.-Uno de tantos constructores mili-tares
que aparecen trabajando en el Archipiélago en la primera mi-tad
del siglo m. Lo encontramos actuando en la isla de Tenerife,
concretamente en el Puerto de Santa Vmz, siendo Comandante Ge-neral
del Archipiélago don Lorenzo Fernández de Villavicencio.
Pertenecía al Real Cuerpo de Ingenieros al servicio de S. M. Feli-pe
V el Animoso. Nació en la Península, en las ultimas décadas
del XVII. Vino a Canarias para sustituir a Francisco Alvarez h-rreiro.
Aunque vivia el ingeniero don i'diguel Rossell y Eugo, des-empeñando
la comandancia de aquel cuerpo, éste se encontraba
muy achacoso y lo que por entonces se hizo en las fortificaciones de
Santa ,@ruz de Tenerife se deben al recien llegado Benito de He-rrán,
puesto que aquel jefe se limitaba a dar el visto bueno 37.
Quien tuvo primero la idea de construir un muelle en Ea Laja
de San Cristóbal, para fomentar el comercio de Santa Buz, fue
nuestro ingeniero. Le comunicó esta idea a Femández de Villavi-cencio,
quien la acogió bien, pero nada se pudo hacer por entonces
en este interesante asunto.
Las famosas pol6micas que sostuvo el citado Comandante Gene-ral
del Archipiélago con el Cabildo Insular de Tenerife, en lo re-lacionado
con las fortificaciones del Puerto de Santa Cruz 38, hicie-
- ron intervenir a Benito de Herrán en las reformas que se hicieron
en el castillo de San Cristbbal por esa época. El Cabildo se resignó
a cumplir las órdenes del jefe militar y sufragó los gastos de las
86 Dacio Darlas Padrdn. Los condes de la Gomera, R H., núm. 59, julio-
"~"nrn"t."i a"mUh'"v ai( n i Q A 9 '<T. -knn An Wóhr ina rlo l a nor r inni i rn An ?\T~rnntzn Cañnro A l U... AVAY -V." UU - L W U I L I U U" ACU pLLVyULCU U,, * . L A U U * I c U LJLYVLW U"
la Asunción de San Sebastián de la Gomera", desde 1745 hasta el año 1753,
cuentas de "Descargo" y "Libro de Mandatos" Las proporciones de la ca-pilla
del Pilar o del Evangelio sirvieron de noma para la construcción del
resto de aquel templo. Este no conserva, pues, del siglo xV, sino la portada del
imafronte. Todo lo demás pertenece al XVIII.
37 R ~ M ~ -I&m rmzs-.P &~.tey&?t~e m ~m
38 Viera y Clavijo: Hzstoria general de Islas Canamas, tomo m, pági-nas
401-417 Rumeu, obr. cit.
obras, según las trazas de nuestro ingeniero por indicaciones del
Comandante General. Igualmente intervino en las reformas que se
hicieron en el castillo de San Juan Bautista en la Caleta de los Ne-gros
de Santa C m ,p or estos mismos años. A poco tuvo que embar-car
este oficial con destino a Nueva España o México por órdenes
de los poderes centrales,
El plan a realizar en el castillo de San Juan se reducía a pre-parar
alojamiento para el alcaide y edificaciones para cubrir la
tropa de su guarnición. El 18 de octubre de 1726, dio auto el rnar-qués
de Valhermoso para que comenzaran estas obras. Se realiza-ron
en el otoño-invierno de 1726-1727. En el castillo de San Cris-tóbal
se construyeron las habitaciones del condestable, sargentos y
tropa. Estas edificaciones se hicieron sin la debida autorización NB
del Cabildo de Tenerife. Esta entidad lleva su queja a Madrid, por E
delegación en el regidor don Alonso de Fonseca, quien logra que O - aquel Comandante General desaloje el castillo de San Cristóbal, en -
m
O
donde se había instalado indebidamente, condenándole a sufragar E
E
2 los gastos hechos en estas construcciones. -E
Debido a estos expedientes sabemos que el año 1729, ya no se
hallaba en Santa Cruz de Tenerife nuestro ingeniero, para que pu- 3
-
diera informar lo que solicitaba el Consejo de Guerra antes de de- -
0
m
E cidir en aquel pleito39. Este organismo pidió informe sobre este
O asunto al Obispo del Archipiélago don Félix Bernuy y Zapata, ase- E
sorándose de los técnicos para su mejor conocimiento, sobre lo edi- -
E
ficado por el marqués de Valhermoso y forma en que lo verificó. Se
-
a
traslada el Obispo a Tener;fe, en enero de 1729, para iniformar sobre 2-
el terreno. Pero no encuentra técnicos, puesto que don Miguel Ros- -
se11 acababa de fallecer en noviembre de 1728, y el ingeniero Benito O3
de Herrán se encontraba en Madrid, víctima de una enfermedad
mental. Por lo cual hace constar aquel Obispo su incapacidad en el
terreno técnico. Mas no cree que ias const.rucciones hechas perju-diquen
al castillo de San Cristóbal ni al de San Juan 40.
39 Rumeu, obra. cit. Comunicado del Consejo de Guerra, 20 de ~ul iod e
1728, al obispo de las Islas Canarias.
40 Informe evacuado por el señor Bernuy y Zapata, fechado en Santa
muz c?p Tenenfe, 3 de febrero de 1729 El Conselo de Guerra propinó a Vaiher-moso
el mayor varapalo que se dio a los generales del Archipiélago. Rumeu
Pzraterius, tomo III, primera parte
388 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 427
Las obras que de su dirección conocemos en el ramo de Guerra
son las siguientes:
1. Reformas en el castillo de San Cristóbal, Santa Cruz de Te-rcerife.
Fue entonces cuando se desfiguró la obra primitiva de
Francés de Alava, levantada bajo la dirección de Alvarez de Fon-seca
(véase el epigrafe de aquél en el siglo xm). Se le añadió el
muro almenado por el lado de la Plaza Real. Se construyeron habi-taciones
para el castellano, según puede verse en el plano de San-ta
Cruz hecho por el ingeniero don José Ruiz Cermeño, año de
1771. Por parte del Cabildo de La Laguna hicieron presupuesto de
estas obras el alarife Diego Núñez de Villavicencio, que aunque
natural de Aguere vivía en este Puerto y Bartolomi5 Alvarez Ferrer,
los cuales visitaron y reconocieron el castillo, el 30 de marzo de
1731. P por parte de don Lorenzo Fernández lo hicieron los maes-tros
Andrés Melián y Juan Rodríguez, en abril de dicho año.
2. Reformas en el castillo de San Juan, 8mta Cmx de Tem-rife.
Estas construcciones, como las efectuadas en el castillo de
San Cristóbal, las realizó el maestro Andrés Melián y comenzaron
el 6 de abril de 1731. Carecen de interés, ya que treinta y tantos
años más tarde se vuelve a reconstruir y mejorar este castillo, año
de 1766 (véase el apigrafe ANGELES)e,n que se cambió la forma ex-terna.
Tenía foso y empalizada 41.
EETHWCOURY TC ASTROJ,os é.-Caballero de La Orotava, con
gran vocación por la Arquitectura y entendido en ella, según lo
atestiguan los documentos de finales del XVEI llegados hasta nos-otros.
Temperamento de verdadero artífice. Tenemos que conside-rarlo
en este "Diccionario'? como uun personalidad de relieve entre
los alarifes que trabajaron en Tenerife en el último cuarto del
citado siglo. Su residencia habitual fue en Ea Orotava. Tuvo cono-
41 En los últimos años han andado con este monumento histórico y lo
han desfigurado en parte Era uno de los castillos más típicos del Archipié-lago.
Emilio Hardisson- Una reliquia hist6rica santacruwra. el castzllo de
San Jzcan. "El Día" 15-IX-1952. Tamhén Dacio Damas Padrón: El castzzlo de
San Juan Baiutzsta, L T., 25-E-1942. Tomás Tabares de Nava : La alcazdia de2
castilZo de San Juan Bazctzsta de Za m r w a de Santcc Cruz de Tenerzfe. Santa
Cruz de Tenenfe, 1939, pág. 6. Etc.
Núm. 12 (1966) $89
428 PEDRO TARQUIS RODE~GUEZ
cimiento con el famoso escultor de Gran Canaria h j á n Pérez, quien
por su encargo talló "La Dolorosa" conocida con el nombre de la
"Virgen de Gloria" para ser colocada en la iglesia de San Juan del
Farrobo de la Villa. Fue destacado coleccionista de obras de arte.
hasta formar una de las mejores del Archipiélago. Reunió bastan-tes
pinturas de Juan de Miranda, el celebrado pintor de Las Palmas
y también poseáa pinturas de NicoPíls Poussin, Van Dyck y otros
heron sus padres don &g-ustín de Bethencourt y Castro, destaca-do
personaje de su época, y dona Leonor de Moha y Briones,
natural del puerto de Garachico e hija de los cuartos marqueses de
Villafuerte. Fue su herm-ano el bien conocido ingeniero don Ag-us-tín
de Bethencourt y Molina.
Debido a sus conocimientos en arquitectura, los frailes de la
orden de Fredicadores del Puerto de la Cruz, que habían perdido
su convento de San Telmo a causa de un horroroso incendio, lo
l.. - - - - - - -. . . uuacar-un1 para que les hiciera los pianos y proyectos de un nuevo
convento e iglesia de Santo Domingo. Aún pueden verse hoy en
aquella localidad estas edificaciones, aunque en manos de particu-lares,
junto al mar por la parte del Norte 4? También el Cabildo, ca-tedral
de la iglesia de Santa Ana en Las Palmas acordó encargarle
un proyecto de tabernáculo para la capilla Mayor de su iglesia,
que acababa de terminar el arquitecto Eduardo y Villarreal, en las
décadas finales del wm. Al mismo tiempo se le pedia proyecto de
tabernáculo al preskátero y artífice don Pedro de Murga, para ele-gir
entre las dos trazas. El Cabildo costeaba esta obra con los
1.000 doblones que para realizarla habia entregado, junio de 1798,
el obispo del Archipiélago don Xaniael Verdugo y Albiturría, más
una libranza de 4.000 pesos, de los que se cobraron 1.000 en diciem-bre
de dicho año. El cual tabernáculo habia de ser de jaspes y en
el estilo neoclásico.
g h r a ~I ) ~ ~ ! ~ ecnu, qsu e ~r?tervinnd, n~~=er?L~!mel?tye ,e ri^ !u
actualidad nos son conocidas, son las siguientes :
42 Investigación P T R "Libro de Fábrica de Santo Domingo. Puerto de
la Cruz", "Archivo de la Exclaustración", donde consta la intervención de
Bethencourt y Castro en esta construccxón, después del incen&o de 19 de di-ciembre
de 1778 Hoy se halla desfigurada esta construcción También Viera,
Notzczas, tonlo IV, págs. 006-407
390 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 429
1. Congento e iglesia dR San Telmo, Santo Domingo, Pzcerto de
ice Cmx. De mampuesto, con molduras de cantería en los huecos.
Arquitectura típica del Archipiélago. Al ocurrir el Decreto de Al-varez
de Mendizábal, ordenando la desamortización, estas edificacio-nes
pasaron a manos de particulares. La fachada es sencilla, pero
de buen gusto. Se conserva esta construcción en la actualidad.
2. Tabernáculo para la catedml de Santa Ana, Las Palmas,
Estilo Renacimiento en el llamado neoclásico. Dobles columnas en
las esquinas que sostienen ]la cúpula. Guirnalda en torno al basa-mento.
Fjriso decorado con cabezas de querubines. Graciosos an-gelitos
sobre la cornisa. Cúpula decorada con coronas y cintas de
composiciones variadas, en sus seis compartimientos. Se remata
con una peana sobre la cual se alza un Crucificado. A ambos la-dos
de la base y en repisas de la misma decoracih aparecían las
figuras de Santa Ana llevando en sus brazos a la Virgen, del lado
dei Zvangeiio y San Joaquín dei iado de ia Epístola, escuiiuras
a tamaño natural. Un poco mayor la del Crucificado mencionado.
El conjunto de la obra era de traza muy elegante, pero que no se
realizó por su elevado coste. El encargo se hizo en 1799, pero aún
no lo había realizado el 24 de septiembre de 1807, según carta
fechada en La Orotava en este día. En los "Libros de Actas del
Cabildo.. ." correspondientes al 3 de noviembre del último año ci-tado,
se presentaron estos diseños y proyecto a aquel organismo,
por el señor Lugo. El Cabildo lo acogió con aplausos unánimes.
Acordaron remitir los trabajos originales al agente del Cabil-do
en Madrid, para que los presentase a la Academia de San Fer-nando
para su aprobación. Y que se informara por personas inte-ligentes
del costo probable de su realización en Italia, en lo que
respecta a jaspes y bronces y en qué localidad de aquella nación
podían hacerse mejor los embutidos, con los mismos colores del
Zaefio, si e= c*fi~ya, TJenecia e mcrencir, 43. ydpe &LES C~QSWS
43 Enrique Marco Dorta. Un proyecto de tabernáculo para b catedraz de
Las Palmas, "El Museo Canario", 1961-1962, págs. 124-137. El mismo : Plams y
dibujos del Archivo de la catedral de Las PaWas, págs. 37-38. Y añade: "De
los cuatro dibujos originales de Bethencourt, sólo se conservan tres. El que fal-ta
io conocemos por ia copia Üe Luján Perez y üssavarry". "Ei Museo Cana-rio",
1964. Las Palmas.
Núm. 12 (1966) 391
el estallido de la guerra de la Independencia impidió la realiza-ción.
Por encargo del repetido Cabildo copió los dibujos Luján Pé-rez
y los coloreó el pintor José Ossavarry. Estas copias estaban
concluidas el 25 de enero de 1808, y consta en el Cabildo de 2 de
mayo de este año que se le abonaron a Luján 750 reales.
BOTAZSOa,n tia.g-O.-Maestro de cantería, maestro de pedrero y
de albañilería, constructor, que todos estos nombres le dan los do-cumentos
contemporáneos. Lo encontramos trabajando en la isla
de Tenerife en los años finales del xmrr, en el pueblo de Candela-ria.
Nació poco antes de mediar el mencionado siglo. Casi nada
sabemos de su producción y vida. Se concertó con los frailes del
convento de Santo Domingo de Candelaria9 obligándose a traba-jar
en la iglesia provisional que se iba a edificar a la Patrona de
Canarias, luego del incendio ocurrido el año de 1789, que destru-yó
la primera basílica edificada por el obispo García Xménez.
Figura en las cuentas de dicha obra en el año de 1794, en compa-ñia
del maestro cantero Juan de Vera y otros. Cobraba cuatro rea-les
y medio de plata de salario diario. Trabajo colectivo que no es
posible separar, hecho en la iglesia mencionada y convento de los
dominicos. Estilo del barroco regional. Su nombre desaparece de
las actividades constructivas del Archipiélago al finalizar el pri-mer
cuarto del xur. Esta construcción se conserva en la actuali-dad
(véanse los epígrafes de Juan de VERA y José ZAMORA)
C A E ~ R FOau, s to.-Perteneciente al Real Cuerpo de Ingenie-ros,
al servicio de S. M. Fernando Vi y sus sucesores Carlos 111 y
CarIos IV de Borbón. Nació en la Península, antes de mediar el
siglo X~III. Vino destinado al Archipiélago ostentando el grado de
teniente coronel, en sustitución de Amat de Tortosa, año de 1788 4'
Residió en la plaza de Santa Vrux de Tener$f<eju, nto al entonces
44 Investigación P. T. R. "Libro de la construcción del convento de Nues-tra
Señora de Candelaria", Archivo de la Exclaustración de Santa Cruz de
Ten~rife
46 Rumeu Pzraterias, tomo, 111
392 ANUARIO DE ESTUDlOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 431
Comandante General de Canarias don Miguel de la Grúa Brancifor-te
y el interino don José de Avellaneda. Su estancia fue corta, pues
consta que salió de Tenerife el año 1790. Durante este tiempo sa-bemos
que proyectó las nuevas baterk que se llamaron Sawta
Teresa y San Rafael, las cuales fueron construidas en los barran-cos
de Tahodio y de Almeyda, respectivamente.
La primera de estas baterías era de planta circular y la segun-da
trapezoidal; esta Última venía a caer sobre la Huerta de los
Melones. La escuela prás&ka de Artilleria fue proyectada por Ca-ballero
el 31 de enero de 1788. Consistía en un espaldón con ex-planada
destinada a los ejercicios de tiro. Más tarde se le llamó
"El Blanco". El plano de esta construcción se encuentra en el
Archivo de Simancas. Dice la inscripción: "Plano de la Batería
y Espaldón reedificado para escuela prkctica, con el aumento del
Espaldón A) ; la esplanada B.), y murete C) para un mortero, y la
embrasadura D) para un cañón, pues sólo avía tenido la barbe-ta
E%. Se le han hecho nuevas explanadas de cantería H)". Fir-mado
en Santa Cruz de Tenerife, 31 de enero de 1188. Fausto Ca-ballero.
También le pertenece una intervención en el castiílo de San Joa-quin
en la Cuesta que sube a La Laguna. La reforma proyectada por
nuestro ingeniero consistía en habilitar los dos torreones que mi-ran
al Poniente 46, construidos años antes por Amat de Tortosa,
para que sirvieran de depósito de pírlvora. Se aprob6 la reforma
propuesta con fecha 2 de julio de 1789, por la "Junta general de
Fortificación". Este castillo se conserva en la actualidad, con la
forma que se le dio en el Último cuarto del xvm, con sólo algunos
añadidos (véase el epígrafe &AT DE TORTOSA. E) n cuanto a los re-ductos
de Santa Teresa y San Rafael son construcciones desapa-recidas
en la actualidad y apenas si se conservan los nombres. El
historiador Desir6 Dugour dice que mandaba en Santa Teresa cuan-
--
46 Rumeu de Armas, obr cit. Indica que la reforma del castillo de San
Joaquín se propuso desde la visita que hizo a las defensas de Tenerife don
Joaquín Ibáñez, marqués de la Cañada, quien encontró defectos que debían
subsanarse (Archivo de Simancas), en cuya época se mejoró mucho la ar-tillería
de las fortalezas de Santa Cruz de Tenerife, con piezas de mayor
alcance.
do ocurrió el ataque de 25 de julio de 1797, por la armada de Ho-racio
Nelson, el cabo Manuel Alfonso 47.
CABRERAB, artolomé. - Maestro de cantería, aparejador, cons-tructor
y maestro de pedrero de destacado prestigio. Sabemos
que se encuentra en la isla de Gran Canaria (Las Palmas), en los
últimos años del siglo xvm. Vio la primera luz a mediados del men-cionado
siglo. Nacido en la Peninsula. Tuvo buena formación ar-quitecthica.
Lo contrató el Cabildo Catedral del Archipiélago para
las constmcciones que por entonces realizaba, pensando en la di-fícil
ejecución del Gzmborrw & la catedral de Santa Ana. Se iba a
acometer esta obra de un momento a otro, una vez que se habían
cerrado las b6vedasa. Este maestro Bartolomé Cabrera sabemos
que embarcb en Cádiz con destino a Las PaZrnias, donde se presentó
a cumplir su compromiso. Pero enterado el arquitecto don Diego
Edfiarclo y Villarreal &-lleg ada y de In que se pretendía hacer
por el Cabildo, se opuso fuertemente a que llegara a realizarse tal
idea que consideraba denigrante para los artífices del Archipiélago
que allí trabajaban.
Razonaba que la manera de construir en Canarias era distinta
a la que se empleaba en la Peninsula ; que la catedral se debía ter-minar
con obreros y dirigentes de las Islas, como se venía haciendo
hasta aquel momento; que al admitir a Cabrera sema darle un arma
poderosa a la oposición que venía haciendo a aquella edificación
el señor Hermosilla y Vizcarrondo, al argumentar la necesidad pa-tente
que teníamos de traer de la Peninsula maestros destacados
y aparejadores, ante la falta de aptitud de los artífices isleños 4"
El resultado de esta controversia fue que se atendiera a las a r a -
mentaciones de aqueI maestro de La Laguna que había sido el alma
47 Apuntes para la histom'a de Santa Cruz de Renertfe, pág. 160.
45 Romero &balios: pomjes y s-ueesos e f b C ~ i ~ i di e~s&j - 1 769 hm-tu
1814 Mss. Bibhoteca del Museo Canario, tomo 1, fols 139 y siguientes "Se
acabaron de cerrar todas las bóvedas de la Santa Yglesia, cruceros y capi-llas
y la media naranja se arrasó , se concluyó la nueba sacristía de capi-llas
del lado de la Epístola. y la sala del tesoro que se fabncó ensirna para
custodiar los caudales de dicha Santa Ygles~a" Se refiere al año 1794.
4s Sant,ag-o :UeJera Qüesada Los g,Gndes escu3toi-e9 w& AD&ez,
drid, 1914
394 ANUARlO DE ESTUDIOS ATLANTICOB
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 433
de aquella construcci6n. Por consiguiente, Bartolomé Cabrera no
llegó a actuar en el templo de Santa Ana. Le sustituyó en su pre-tendido
trabajo el aparejador Agustin Fernández y el mencionado
cimborrio permanece firme, dándole la razón, en buena parte, a
Eduardo y Villarreal. Nada más sabemos del artífice forastero.
CAMARA, Miguel.-Maestro de cantería, constructor o alarife,
maestro de obras, según le denominan los documentos contempo-ráneos
que he consultado. La encontramos trabajando en la isla de
Tenerife a finales del XMI, concretamente en la ciudad de La Lagu-na.
Vio la primera luz a mediados del mencionado siglo. Su forma-ci6n
en el Barroco regional y en Neoclásico. La producción conocida
se encuentra en la ciudad de los Adelantados, documentada. Se
concertó con el beneficiado de Nuestra Señiora de la Concepcih
de aquella localidad, obligándose a construir la capilla Mayor de
aquel templo, con arreglo a los planos y proyecto que había hecho el
arquitecto lagunero don Diego Eduardo y Villarreal, hijo de aque-lla
pila, a la sazón dignidad de Tesorero de la catedral de Banta Ana
en Las Palmas. Sabido es que aquel arquitecto, teniendo en cuenta
los comienzos de aquella iglesia, en las primeras décadas del xn,
hizo el alzado de aquella capilla Mayor en gótico y dio las trazas
de las %vedas que habían de construirse de terceletes. Las venta-nas
apuntadas. El cuidado que exigían la realización de estas bá-vedas
del gótico moderno hizo que se buscasen alarifes de la ma-yor
calidad posible. Se buscó a Miguel Cámara. El nombre de nues-tro
cantero desaparece de las actividades constructivas del Archi-piélago
al finalizar e1 primer cuarto del siglo xB.
Las obras públicas conocidas documentalmente como suyas, son
las siguientes :
Obra Única. Capilla Fdayor de la parroquia de la Concepckh, Ea
Laguna. Estilo gbtico moderno. Pilares de apoyo en las paredes la-terales
de la Epístola y del Evangelio, arco de ingreso, ventanales
y nervaduras de las bóvedas en cantería azul de Pedro Alvarez,
Tqgueste. Los paramentos de argamasa. Pavimento de piedra. El
asentado y ajuste de la canteda es perfecto y acredita al maestro
Miguel Cámara como uno de los mejores que trabajaron en
Aguere por esos aiíos. Se comenzó esta construcción el 38 de marzo
434 PEDRO TARQUIS RODRÍGUEZ
de 1785, con donativos hechos por el obispo del Archipiélago don
Juan Bautista Servera. Apenas si don Diego Eduardo pudo vigilar
la constmcci6n de esta capilla, teniendo que dirigir la catedral de
Santa Ana. Se terminó después de muerto aquél, 16 de mayo de
1808. El costo de esta edificación se elevó a 240.000 reales de pla-ta,
con la ayuda de todos los feligreses de aquella iglesia jO.
CARRLLLAOn, drés.-Ea llegado su nombre hasta nosotros con-siderándolo
persona entendida en la arquitectura y con evidentes
conocimientos en estas disciplinas, constructor y director de obras,
según se hace constar en diferentes documentos que aparecen en
nuestros archivos. Lo encontramos actuando en nuestra isla de Te-nerife,
puntualizando en Candelaria, en los años finales del xwr.
Nacido hacia mediados del mencionado siglo en la isla de San Mi-guel
de La Palma. Con vocación al claustro fue fraile de la orden de
Santo Domingo: en ella como lego y más tarde profesó
Vino a formar parte de la comunidad del Real Convento de Santo
Domingo en Candelaria. Allí estaba al ocurrir, el 15 de febrero de
1789, el terrible incendio que redujo a cenizas la primera basílica de
Nuestra Señora de Candelaria. Se le eligio, dados los conocimien-tos
que poseía, para planear y dirigir las nuevas edificaciones que
la "Providencia de Candelaria" inició inmediatamente. Primera-mente
se edificó la nueva iglesia provisional o capilla para la Pa-trona
de Canarias (en sustitución de la gran basílica que le había
construido el obispo Garcia Ximénez en el xm) . Después acometió
la edificación del convento, que también dirigió con el mayor celo
y competencia. Para todo hizo las trazas y plantillas ". Su nombre
50 Investigación P T R Ultimo "L~bro de Fábrica de Nuestra Señora de
la Concepción de La Laguna" Descargos a partir de! año 1785. También Se-bastián
Padrón Acosta. L. T, 11-1-1947, tomados del Vi "Libro de la Con-cepción"
51 Fray Albino González Menéndez-Reigada La Vzrgen de CandeGmia p
las Fzestas de la Victorta " Después de muchos trámrtes y dilaciones. en
1795, se comenzó a construir el Santuario en el lugar de siempre, segtin pla-nos
del Pnor de los Dominicos fray Andrés Camllo, prevrarnente aprobados
por la R Academia de San Fernando", pág 37 También don José Rodríguez
Moure: HzsiorZa &e La Vzrgen de Candelarta, agotando casi los datos histó-ricos
üei tema. En muchos de eiios se apoyó fray xibino Gnzáiez para su
obra
396 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLAA'TICOS
desaparece de las actividades arquitectónicas del Archipiélago a1
finalizar el primer cuarto del m.
Las construcciones públicas que en la actualidad conocemos
como de su ingenio, documentalmente, son las siguientes :
1. Capilla vieja de b Patrona de Canarias, Candela%. Iglesia
de una sola nave. Orden toscano. Arco de cantería de ingreso al
presbiterio de la capilla Mayor, en el orden dicho. En el fondo se
rasgó el nicho de la Virgen al centro del retablo Mayor. Puerta de
cerco de medio punto a los pies, del lado del Evangelio. Ventanal
encima, coronado por espadaña de formas corrientes en el Archi-piélago.
Puerta de arco, también de medio punto, da salida al claus-tro
del lado de la Epístola. Techumbre de madera. Construcción sen-cilla
de mampuesto. En lo alto de los paramentos los estandartes
enviados desde diferentes países (varios del Nuevo Mundo) para
las fiestas de la coronación de la Virgen de Candelaria, por el obis-po
Torrijos, 13 de octubre de 1888. En el suelo de esta iglesia des-cansan
los restos del artífice Andrés Carrillo.
2. Convento de Santo Domingo eZ Real, Candelaria. En el ba-rroco
de Canarias. Balconada como decoración dominante a la par-te
del mar junto al castillo de San Pedro, entre éste y la ermita
de Achbinico o San Blas. Obra de bastante ubicación. Patio tipi-camente
regional. Techumbres de maderas cubiertas con tejados del
país a dos aguas. Se conserva esta construcci6n en la actualidad.
CEJAS(s in nombre de pila) .-Se le designa como maestro de can-tería,
constructor y labrante en los documentos que hemos encon-trado
de su tiempo. Aparece trabajando en la isla de la Gomera,
concretamente en San Sebastián, antes de finalizar el primer cuar-to
del siglo xvm, año 1721. Vio la primera luz en los alrededores
de 1675. Su formación en Renacimiento. Tenemos conocimiento de
que se concert6 con el mayordomo de la parroquia de Nuestra Se-Íiora
de la Asuncibn, en San Sebastián de la Gomera 52, obligándose
a mejorar la capilla Mayor de la mencionada iglesia, lo que, en efec-
52 Dacio Darias Padrh, cronista del Hierro y Gomera Los condes de
la Gomra, R. H : La Laguna; niírn. N, plio-sept~embre de 1942- "Lihro do
Fábrica de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunci6n", cuentas del año
citado. Archivo de aquel templo.
Núm 12 (1966) 397
436 PEDRO TARQUIS RODRÍGUEZ
to, realizó. Aparecen las cuentas de esta obra en los "Descargos"
de las cuentas del año 1721. Su nombre desaparece de los anales
arquitectónicos del Archipiélago antes de mediar el XVIII.
Obra única. Nejoras en la capiZZa Mayor de h iglesia de Za
Asunción, San Sebastián de h Gomma. Se estipula que debe cons-truir
una escalinata de cantería para subir al presbiterio. Igual-mente
ha de labrar la cantería de una ventana para la dicha capilla.
Ha de hacer la puerta llamada del "Perdbn", etc. La cantería se tra-jo
de las canteras del Valle de Santiago en Ala-jeró. En la actua-lidad
se conserva esta obra, después de ampliado aquel templo.
CERMEÑO,J osé Ruiz.-V. : R u ~ zC E R ~ Ñ OJo, sé.
CLARA, Juan Higinio.-Alarife, constructor, maestro de pedre-ro
y cantero, según lo clasifican los documentos de la época que
hefilos Lo eiiCoiiti~atmTa0708a Jan60 la. isla de
Tenerife, localidad de Candelaria. Aparece en las últimas décadas
del siglo xvm. Nacido a mediados del mencionado siglo. Sabemos
que fue vecino del pueblo de Arafo, con anterioridad a la época en
que aparecen sus actividades conocidas en la actualidad. Se con-cierta
con los frailes de Santo Domingo el Real, quienes habían
perdido su convento de Candelaria, en el incendio ocurrido el 15
de febrero de 1789, para trabajar en la reconstrucción que se em-prendía
en éste. Estuvo bajo la dirección del fraile y alarife An-drés
Carrillo. Sabemos que entró a trabajar en esta edificación el
14 de abril de 1797, con soldada de cuatro reales y medio de plata
diarios. Es la única obra que en la investigacih actual se conoce ha-ber
realizado 53.
Por ser esta obra hecha en colaboración (véanse los epígrafes de
José Zamora y Santiago Botazo en este mismo siglo), resulta im-posibie
iocaiizar ia producción de Juan niginio Clara. Se terminó
53 Investigación P T R "Libro de Cuentas del convento de Santo Go-mingo
de Candelaria", Archivo de la Exclaustración S C. T, hoy en el
A. H. P. T. Anotaciones del año 1797, de los trabajos que se realizan en el
co-nto e iglea~ de 1% TTi-n ''E? 14 & entrb a trabaja e! :ae&-=
Juan Higinio Clara, de Arafo, y Domingo y Francisco López Felicia"
398 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CAiiTEROS 437
esta construcción en 1799. Hoy existe este convento en toda su in-tegridad
54.
DELGADON,i colás.-Cantero, alarife y maestro de pedrero, que
con estos nombres se le califica en los documentos de su tiempo que
hemos visto. Aparece trabajando en la isla de la Gomera, villa de
San Sebastián, a principios del siglo xvm. Vio la primera luz hacia
1670. Su formación clásica y en el barroco insular. Se concierta
can el mayordomo de la parroquia de Nuestra Señora de la Asun-ción
en San Sebastián de la Gomera, que por entonces lo era el
Cap. Nicolás Ehpinosa, castellano del castillo del Buen Paso j5 para
labrar y enlosar aquella iglesia en compañlía de CETst6bal Lorenzo,
año de 1710. Ea cantería se llevó desde Los Cristianos a través del
cana! y ~ seep ara a aq-~e!!a isl,!a&. "nefife. Tambiér, se uorriprmm-te
a labrar para la misma iglesia una nueva pila de cantería. Des-pués
de estos trabajos desaparece su nombre de los anales arqui-tectónicos
del Archipiélago.
Estas son sus escasas obras conocidas documentalmente en la
actualidad :
1. Pila de canteria para la (frarroqub 6% b Asunción, San Se-bastián
de la &merca;. Fue mucha costumbre, en los primeros años
de la conquista, hacer estas obras en el Archipiélago. Más tarde es
que se trajeron desde Lisboa, de Cádiz u otras pablaciones de la
Península y también de Génova, ya esculpidas en mármol de Ca-mara.
Tenemos ejemplares de obras muy curiosas de pilas regio-nales
labradas en cantería, aparte de ésta para la iglesia de la Asun-ción,
en la isla de Tenerife y en la de kierteventura. Se cuentan
entre las más bellas las de la iglesia de Santa Catalina de Alejan-
54 En estas construcciones del Real Convento de Candelaria destacan los
grandes balcones del Ilamado estilo Canario, barroco que se cultivó mucho en
los siglos XVII y XVIII. A este Ciltimo siglo pertenece el que vemos en la fa-chada
Este. Con el mismo tipismo edif~carone l claustro Igualmente vemos al-gunas
puertas de cantería La principal, al Norte, en Renacimiento, cantería
csilciire^ ctlczñz e s La Eidzlga. Tolo el reste de estzs eclx'.fic~cieneess tk de=-
tro del xx.
55 NOS da la noticia Dacio Darías, art cit , 1942, R H
438 PEDBO TARQUIS RODBÍGUEZ
dría en Tacoronte j6. Se conserva aquella obra en la actualidad jun-to
al coro.
2. Pavimentación de la igkesm de la Asunción, San. Sebastiáw.
Cantería azul. Omitió Darias Padrón lo que se le pagó a este cantero
por su trabajo y el de la mencionada pila 57.
DE USLE@, laudio.-V. LISLE,C laudio de.
DONATELu, is.-Maestro de cantería, alarife y maestro de pe-drero,
constructor y cantero, según aparece designado en los docu-mentos
de su tiempo que hemos visto. Se le encuentra trabajando
en la isla de Gran Canaria (Las Palmas), en las últimas décadas del
siglo wm. Vio ía primera luz antes de mediar el mencionado si-glo.
Formación en neoclásico y el barroco regional. Se concierta con
los frailes de San Agustín para construir la igksia de h Vera Cruz,
que intentaba levantar la orden de los b i t a ñ o s en Las Paimas,
obligándose a realizarla con arreglo a los planos hechos por Eduar-do
y Villarreal, año de 1785. Esta construcción la realizó en combi-nación
con Agustín Fernández, igualmente maestro de cantería,
bien conocido en aquella ciudad por sus trabajos en la catedral de
Santa Ana que trataba de concluirse por esos años. El nombre de
Luis Donate desaparece de las actividades arquitectónicas del Ar-chipiélago
en las primeras décadas del m.
Obra única. Construcción de la igigZesiu de San Agustin y sus de-pendencias,
Las P a I w . Paredes de mampuesto. Cantería azul en
los huecos que acredita de buen labrante a nuestro artífice. Una
sola nave con otra de crucero. Capillas de la Epístola y del Evan-gelio.
A mitad de la construcción se reformó el plano, año 1788, por
don Diego Eduardo, que se hallaba entonces en La Oiotava, a pe-tición
de los dirigentes de la comunidad de los Ermitaños de Gran
Canaria 58. El arquitecto se los remitió d padre Definidor, con car-
56 Investigación P T. R "Pilas de la Iglesia de Santa Catalina de Ta-coronte",
L. T.
57 Darías Padrón: Los condes de kc Gomera, R. H, núm. 59, julio-sep-tiembre
de 1942 "Libro de Fábrica de Nuestra Sefiora de la Asunción de
San Sebastián de la Gomera", Archivo de aquella parroquia
58 Enrique Marco Dorta- Pianos y üzbujos de¿ Xrchzvo ~ai&f'a;iciii e Lm
Pazmas, editado por El Museo Canano", pág 41 También Jorge Hernández
400 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 439
ta, donde le daba las normas que habían de tener presentes los maes-tros
mencionados. Al final parece haber habido nueva reforma, ter-minándose
un templo de mayor sencillez que el primeramente idea-do
por Eduardo. Esta obra se conserva en la actualidad.
DOTHEL, Tomás.-Perteneciente al Real Cuerpo de Ingenieros,
al servicio de SS. W. Felipe V y Fernando VI de España. Vino
destinado a la Comandancia de Ingenieros de Santa Cruz de Tene-riñe,
como ingeniero extraordinario, acompañando a don Andrés
Bonito y Rgnatelli y trayendo por Jefe superior a don José Ando-naegui,
coronel extraordinario designado por el Estado para poner
en buena disposición de defensa las plazas del Archipiélago (véase
el epígrafe Andonaegui), el 17 de enero de 1714. Se desconocen sus
actividades en los castillos que por esa época se levantaron en el
*D o r a w i n da Rnmfn í 5 m r . r P'0r6nan nxrn ni in trohn i n n o n i i o n mn v o l o i i n a r>nn WYI V V WV U W I V V W " r WW. V A ""U" YU" UUU U* UUUJVU WIIUCUII I I A " Y " I U L . V Y "u-.
los que realizó aquí don josé Andonaegui y los otros ingenieros que
con él vinieron a islas. Lo mismo ocurre con los de Las Palmas y
las islas menores. Pero sí sabemos que, en el año de 1743, regres6 a
la Península nuestro ingeniero, por considerar el comandante gene-ral
del Archipiélago que ya no eran necesarios sus servicios aquí.
Y como la fecha de 1743, coincide con la terminación de las obras
que se hicieron en los castillos de Santa Cruz de Tenerife por el co-ronel
Andonaegui, antes de pasar este jefe a la isla de Gran Cana-ria,
viene a comprobar lo dicho más arriba, que las actividades de
Tomás Dothel en Tenerife se hallan incluidas en colaboración con
su jefe y sus demás compañeros ".
Miiiares. La aglesm g convento üe S m Agustirz de Las Palmas, "El Museo
Canario", núm 6, pág. 32; dice que "Septiembre de 1788, se conmenzaba a la- ..""..
l u r a r 1r-a y-,.v-+"lJ..c a u a AU-= 1- .,..7,.--), La, rSlr;uia, La rect i f ic~Ci6U~e p!oi,~s es+& hecha e:: T"
Orotava, el 10 de novrembre de 1788.
59 Rumeu: Piraterías, tomo III, A. S. Secretaria de Guerra, Leg. 3.280
También Viera y Clavijo: Hzutoma general de las Islas Canamas, primera edi-c16n,
tomo III, págs. 424 y 427.
Cartas del Comandante General Bon~to, de 22 de enero y 6 de julio de
1743. A. S. gecretaáa de Guerra. Leg í.289. Runieu: pti=iiie,¿tio¿mi¿oifu ,T ,
primera parte, pág 483
Núm 12 (1966) 401
PEDRO TARQUIS RODRIGUEZ
EDUARDOY VILLARRE~AL,n tonio José.-Arquitecto, constructor,
piloto en la carrera a Indias de Su Majestad, de las Milicias Cana-rias,
que con todas estas actividades figura en los documentos de su
época en el Archipiélago 60. Aparece trabajando en construcciones
a mediados del siglo xm, en la isla de Tenerife, puntualizando en
La Lqguna. Sus gustos se encuentran dentro del neoclásico, según
podemos juzgar por su producción. Además de sus trabajos en Te-nerife
se encuentran también en Gran Canaria. Vio la primera luz
en la Ciudad de los Adelantados, el 26 de octubre de 1718 61. Se le
bautizó en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, el día B
1 de noviembre del citado año G? Fueron sus padres don Sanhago
E
Eduardo, comerciante establecido en aquella localidad, natural de O
IdarLUa, y daña. &.iz ?&aria de F,=o y Vi!!snea!, sii legitima mujer; - m natural de la dicha La Laguna, si bien su primer apellido era ex- O
tran jero 63.
E
2
Andando los años ingresó de estudiante en la Universidad de San
Agustin, que los frailes de la orden de los Ermitaños tenían en la 3
vieja Aguere. También sabemos que formó parte de las Milicias Ca- n-m
narias, como casi todos los isleños de su tiempo, donde fue ascen- E
diendo por grados debido a su clara inteligencia, hasta alcanzar a O
E
60 Rumeu: Pzraterius, tomo 111. Ancheta y Alarcón. "Diario", B~blioteca a
Provmcial del Archpiélago Sebastián Padrón Acosta, Antonw José Eduardo
Las tres htjas del arquztecto, L T, 11-1-1947, etc. Diego Eduardo y Villa- -
rreal, Autobzografia, Mss del Arch Hist Nacional, Madrid
3
61 6.2 "Libro XV de Bautismos de la parroquia de la Concepción de La La- O
guna", fol 5, v Archivo de aquel templo. Investigación P. T R Rumeu de
Armas, La obra arquztectónwa de don Diego NzcoZás Edwrdo Z/ la de su her-mano
Antonzo. L T , 30-V1[I-1946 También Padrón Acosta: El arquitecto la@-
nero Antonw José Eduardo. L. T , 9-11-1946
63 La casa de don Santiago Eduardo se encontraba en la calle de los Me-sones
hoy Herradores, que desapareció en el incendio del 29 de septiembre
de 1874, y corresponde a los números 87 y 89 actuales Rodriguez Moure
B&to?n& Ze Tn p~~?-oqw?dne Nuestra Sefwra de la Concepcwn de La Laguna,
p. 249.
402 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARLFES Y CANTEROS 441
ser en sus últimos años Sargento Mayor. Por las noticias que nos
dio su hermano don Diego Eduardo nos enteramos de sus conoci-mientos
náuticos. Nos dice éste que don Antonio navegó en diver-sas
ocasiones a1 Nuevo Mundo, como piloto de la carrera de Indias,
en los navíos propiedad de su casa. Por donde nos enteramos que
don Santiago Eduardo #figuraba como amador tinerfeño. Particu-lamente,
hizo la derrota a Indias en su buque llamado "Santiago" 64.
Nuestro artífice sirvió de padrino a s.~ah ermano don Diego, el 12
de noviembre de 1733, al ser bautizado en la iglesia de la Concep-ción
de aquella ciudad.
Nos consta que don Antonio Eduardo tuvo actividades arqui-tectónicas
desde su juventud. Lo encontramos hacia la mitad del
XVIIIi, interviniendo en las construcciones que se hacían en Nuestra
Señora de la Concepcih de La Laguna, iniciadas por su mayordo-
&m Pedm V~sé? \ / / E ~ ~ qqiuime ~ in iciaba la construcci~na un
templo de cinco naves, que luego result6 fracasado 65.
Al ocurrir la muerte de su padre tuvo que ponerse al frente de
ia iamilia y de los negocios de los Edwards. Nuestro don Antonio
Eduardo (que tal fue el apellido después de españolizado) entró en
relaciones amorosas con la señorita Catalina 'Wading y Abarca, hija
de don Tomás Wading y de su mujer doña Josefa Felipa Abarca,
con la cual contrajo matrimonio en Ea Laguna el a50 1739, cuando
contaba veintiún afios de edad 66. De este enlace nacieron varios hi-jos,
entre los que se encuentra el que más tarde fue brigadier del
Real Cuerpo de Artillería don Antonio Eduardo Wading, quien sa-bemos
que tomó parte en la defensa de Santa Cruz de Tenerife
6.4 AzctobzografZa, ms cit, Diego Eduardo Tamb16n Rumeu de Armas
Pi?ato?las, nos habla extensamente de don Antonio Eduardo.
65 Anchieta y Alarcón, "Diario", cit . "Martes 25 de jumo de 1 748. Se co-menzaron
a poner las cimbras para los arcos de la fábrica nueva en !a
Concepción Comenzaron de Ia capilla Mayor para abajo. Y Juan Bermejo,
carpintero, que ponía peleó algo con Orta y maestro Eduardo, sobre si iban
fuertes o no, que el Bermejo decía que no iban y ellos que sí. Hasta hoy día,
lunes 1 de Juiio, no se han acabado que faltaba un xcu por falta cle txcias''
66 Antonio Rumeu Piraterias, tomo 111
442 PEDRO TARQUIS RODR~GUEZ
contra la armada de la Gran Bretaña a las órdenes del almirante
Sir Horacio Nelson, 25 de julio de 1797
Por todas las noticias llegadas hasta nosotros se comprueba
que don Antonio Eduardo fue una personalidad m y dinámica y de
cultura destacada. Cuando se llegó el momento de ayudar a su her-mano
Diego Eduardo, que pretendía hacerse clérigo, le prestó toda
clase de atenciones y cuidados para su subsistencia en España,
mientras seguía allí sus estudios. Hasta que éste consiguió ganarse
la vida (véase el epígrafe Eduardo, Diego). Siempre estuvo nues-tro
arquitecto dispuesto a sacrificarse por la Patria. Su muerte fue
una prueba concluyente de este sentir.
Habiéndose abandonado el plan de don Pedro Morveque para
las construcciones de la iglesia de la Concepción de La Laguna, le ,
encargó que hiciese los planos de aquel templo el obispo del Archi- D
piélago don Juan Bautista Servera, con ocasión de la visita que hizo O
a aq~&aig !&z &&o &q=.L es ea C&&Q hka TT nrecenth 81 n-
J r-------- - m
prelado. Están fechados el 20 de noviembre de 1716 Admitido el O
proyecto colocó la primera piedra el propio don Juan Servera, el E
2
E 21 de noviembre de 1776 69. Aunque se trabajó en esta construcción -
durante los últimos años de la vida de este alarife, se abandonó, 3
poco después de su desaparición, esta obra ?O. O--
Los vecinos de GBldar de Gran Canaria preparaban la construc- m
E
ción de un nuevo templo de Santiago de los Caballeros, que susti- O
tuyera al antiguo. Lo querían de destacada categoría. Conocida n
la habilidad como arquitecto de don Antonio Eduardo, por don a-E
2
n
67 Desiré Dugour: Apuntes para la histoma de Santa C m de Tenemfe, n
n
página 164. imprenta J. Benitez.
68 ES un plano en corte al largo del templo. Archivo de la Concepción de 3
O
La Laguna Lo reproduce Rumeu, Pzraterias. Falta plano de alzada del una-fronte.
m Ro&-fgüez& Tc>~re, ubr. cit. ,D:e de !a p. 15'7, .nsc~?pcI&~d e! mangn de
la azada que utilizó Servera para colocar la primera piedra: "Con esta azada
dio los primeros golpes al cimiento para la edificación de la Iglesia Parroquia1
de Ntra. Sra. de la Concepción de esta ciudad de La Laguna el ilustrísi-mo
y Reverendísimo Dr D. Fr. Juan Bautista de Cervera, del Consejo de
S M Dignísimo Obispo de estas islas, el día 21 de Noviembre de 1776
. . ,< ~ i b r v% de Fdb'rIica ", fol. 45
70 Diego Eduardo : Autobiografb, cit
404 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE A R Q U I T ~ ~ SAL,A RIFES Y CANTEROS 443
Juan Servera, este les recomendó a sus feligreses de Gáldar. Se le
encargaron los planos y proyecto del nuevo templo de Santiago a
aquel arquitecto de La Laguna, como el mejor artífice que por en-tonces
había en el Archipiélago, Esta es la obra que más honra a
Antonio Eduardo. Eigura en primera línea entre los templos de
alguna categoría levantados en las islas. Por su belleza se halla de-trás
de la catedral de Santa Ana de Las Palmas y de igual a igual
con el levantado a la Virgen del Fino en Teror, por don Antonio Lo-renzo
de la Rocha. Una vez hechos los planos 11, como en esos años
había regresado al Archipiélago su repetido hermano Diego (a for-mar
parte del Cab'11do Catedral por designación de Carlos III), le
suplicó don Antonio que viese los planos que se habían enviado a
Gran Canaria y los corrigiese 72. Hecho lo cual y como nuestro
Wografiado no residiese en aquella isla, encomendó la dirección a
don Diego. Este dirigió, en efecto, esta construcción hasta su
muerte
En el año de 1777, sufrió la desgracia de perder a doña Josefa
Catalina Wading, su mujer, fallecida en La Laguna 74. POCOañSo s
después, el EStado se decidió a poblar la isla de Annobón. Se pen-só
que los más aclimatados a esta isla serian los habitantes del Ar-chipiélago.
Se organizó la expedición en el Puerto de Santa Cruz,
donde se reunieron los futuros colonos de Annobh. Para conducir-los
a Guinea se designa al sargento mayor don Antonio Eduardo.
Había de llevarlos en su navío "Santiago". Se arriesga ante el bien
nacional. La muerte había de sorprenderlo en esta empresa. Se des-arrolló
una verdadera tragedia. Perdieron la vida casi todas las
personas que componían aquella expedición 75. Certifica lo ocurri-
71 72 Idem, íd. Hace constar que ha dejado intacto lo general del plano de
A n t n n ~ n-T ncP- on A A 11 ov nnctri iorirín Ya ñUa- YCYcYtnuf-iYnbaVn ñUo- P-U- i-lI-ñ. ~ ry cííln ---- intrnñir~n -Il----J- de-talles
73 Esta obra no se temnó hasta b~en entrado el siglo XrX, después de
muerto don Diego Eduardo. Este hace constar que en su tiempo estaba le-vantada
hasta la altura de las ventanas. La fmali~ación de las torres y las
bóvedas son del siglo señalado.
7 4 Rumeu de Armas: Bratierí~-stjo mo III
75 Sebastián Padrón Acosta: La muerte cleZ arqzlztecto Antonio JosS
Eduardo. L T , 29-XI-1947. Mismo autor. La muerte de Antonw José Eduar-
Núm 12 (1966) 405
444 PEDRO TARQUIS RODRfGUEZ
do en la empresa Manuel González Eamos, fraile de la orden de
San Agustín en La Laguna, 55 de junio de 1788, como acompañante
de la expedicibn y uno de los pocos supervivientes de ella Ya en
1'782 se había sabido la dramkt~cam uerte de don Antonio Eduardo
en Annob6n. El 8 de agosto del aEo últimamente citado aparece
escritura en que se repartieron los bienes de aquel arquitecto entre
sus hijos (La Laguna). Muchos de estos datos constan en el expe-diente
del brigadier don Antonio Eduardo Wading, en el "Archivo
Militar de Segovia".
Como encargado de las obras del Ayuntamiento de La Laguna
dirigió la reconstmcción de la "Fuente de Cañizales", en la vega
de aquella ciudad y pr6xima al camino de San Diego del Monte.
Esta fuente fue edificada en el siglo xvñ por el Gobernado-P de Te-nerife
y La Palma Hernando de Cxñizales. Se encontraba en la se-gunda
mitad del xvm, por efectos del tiempo y del abandono, en
estado ruinoso. Consta que la rehizo don Antonio Eduardo en ei
estilo primitivo.
Las obras públicas que en la actualidad conocemos documen-talmente
como debidas a la capacidad de nuestro artífice son las
siguientes :
1. Parroquia de Ban-tiacjo de los Caballeros, Gáldar. Templo de
tres naves. Estilo neoclásico. O~dento scano en el interior. Bóvedas
de medio cañón y arquerías de medio punto. mpula cubierta por
media naranja sobre el crucero. Canterfa azul y paredes de arga-masa.
Imafronte con dos plantas; la primera dórica en donde se
abren tres ingresos comespondientes a las naves Mayor, Epistola
y Evangelio, separadas por medias columnas bastante robustas que
producen claro oscuro pronunciado. En la se,pnda planta sustituye
las medias columnas por pilastras estráadas. Rasga los paramen-tos
intermedios por grandes ventanales elípticos, dentro de mar-cos
rectangulares (tipo poco visto en el Archipiélago). Este arqv.1-
do en Anwbón (1718-1780) L T , 21--%TE-1948 Tamb~én Ruineu de Armas
Pzrateriías.
76 Rodríguez Moure Hzstorta de la parroqwa de Ga Comepczón, p&gs 252
y siguientes Desde Annobón, donde fundó la capital de aquella isla, pasó
Gomález Ramos al Nuevo Mundo y regresó tras muchasi penahdades a su
convento de San Agustín en La La-guna
406 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 445
tecto de La Laguna recoge las influencias traidas por los Borbones
a la Península. En el remate sobre la nave Mayor emplea el orden
compuesto. Las torres de esquina de este imafronte se hallan en el
arranque de las capillas. Planta rectangular. Esquinerías resalta-das.
Bastante majestuosas en el arranque; levantándose sobre un
z6calo donde sobresale en el molduraje una ancha escocia. Por di-ferentes
repisas alcanza el templete que las corona. Estas torres
figuran entre las más bellas de esta construccih. Los templetes son
muy característicos. Favorece el efecto arquitecthico el hallarse
dando frente a una gran plaza. Se conserva esta obra en la actua-lidad.
2. Parroquia de la Concepci&, La Laguna. Iglesia de tres na-ves
con capillas. Este proyecto sustituyó al de don Pedro Morve-que.
Cantería azul, tapias de argamasa. Encontramos planos de don
Antonio José Eduardo en el "Archivo" de dicha parroquia. Estilo
neoclásico. Orden toscano como Santiago de Gárdar para el inte-rior
del templo. Arquerías de la Epístola y del E'angelio de me-dio
punto. La luz se recibía por ventanales abiertos en las naves
citadas, sobre las capillas que eran más bajas, sistema empleado
por Patricio García en Nuestra Señora de la Concepción de La Oro-tava.
Pero cada una de las capillas tenía, además, su luz propia, por
pequeñas ventanas abiertas en el muro exterior a ambos lados de
los retablos. Coro en la cabecera. Dos torres de esquina se levan-taban
en el imafronte. En éste se abrían tres ingresos correspon-dientes
a las tres naves. No podemos juzgar de este imafronte de
don Antonio Eduardo por faltar el plano de alzada 77. El proyecto
tenia graves inconvenientes para realizarse. El alarife se situó fue-ra
de la realidad económica de los feligreses de la Villa de Arriba.
Aparte de la constmcción de dos torres sin aprovechar la actual, se
derruía una gran parte de los pies de la iglesia. En cambio, había
que construir otro tanto hacia Levante. Ei beneficio, una vez iras-ladado
el señor Servera y muerto Eduardo, acordó suspender la
edificación. Se determinó consolidar las tres naves antiguas y edi-
77 Padrdn Acosta: El nrqmtecto 7n,cr?!.aero Aw,ton.t.o -o.& Ed?mr& Z, 74
pccrroquut Natrzx de La Laguna. L. T., 29-XI-1946. Véase también Rumeu: Pi-raterks,
donde se trata la cuest~ónd e estos planos con toda extensión.
Num 12 (1966)
40 7
446 PEDRO TARQUIS RODRIGUEZ
ficar nueva capilla Mayor (véase entre otros el epígrafe de Miguel
Cámara).
3. Fuente de Cañixales, La Lagurta. Grande edificacih de
planta rectangular. Paramentos de contorno de mampuesto, alme-nado~.
P uerta de cantería roja, zgualmente almenada y rematada
en sencilla Cruz de madera. Súbese a esta puerta por una escalera
de piedra. Sobre el dintel una lápida con inscripción, donde se fe-cha
la obra realizada por el sargento mayor Eduardo. Este hizo
depbsitos de agua, tanques, cafíerías de conducción. Obra muy tí-pica.
Se conserva en la actualidad en parte.
4. Iglesia de la Concepm&, se,gn el plan Morveque de cinco
naves, La Laguna. Interviene Antonio Eduardo en estas edifica-ciones
como constructor. Gran templo, sin duda, de demasiadas NB
proporciones. En el estilo corriente en las iglesias del Archipiélago.
Orden toscano. Se invirtieron grandes sumas de dinero en jornales O
n y materiales, sin resultado. Hasta la fecha sin fijarse las verdade- -
m
O
ras actividades de este arquitecto de la Ciudad de los Adelantados E
E
en esta construcción. Las cuentas se hallan en el "VI Libro de Fá- 2
E
brica de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna". No exis-
-
te esta obra, pues se derruyó en el último cuarto del xvm, junta- 3
-
mente con las capillas que quedaban de la i,glesia vieja, incluso la Om-de
Dolores o de los Eduardo E
O
BUA ARDO Y VILLARREALD,i ego.-Arquitecto, constructor, fue n
E maestro mayor de la catedral de Santa Ana, clérigo, racioneso de la a
mencionada catedral. Con todos estos calificativos es conocido en n
n los numerosos documentos que de 61 tratan 7Q Muy frecuente es n
3
7s Rodríguez Moure, obr cit Nota al pie p 169 "La capilla de la O
Dolorosa, o de los Eduardo, la destruyeron en dos noches los vecinos de la
Villa de Arriba, porque estorbaba a la fábrlca del nuevo templo y los patro-nos
se oponían a su derribo -"Diario de Anch1etan-, y la de los Vargas o
Santa Ana se deshizo por ruinosa y por salir su fálarica de la línea de la
calle"
79 Rumeu de Armas Pzratertas, tomo IiI, págs 307 y slgulentes Marco
Dorta: Planos y dzbqos del Aichivo de la cated.faZ de Las Palmas. Agustín Mi-llares
Torres: Bzografim de caruxrzos célebres, tomo 1, pp 89 y ss Rodrí-guez
Moure. Hzstorza de la parroquzu de Za Cwncepczón cte La Lagunu, pági-nas
249-251. Juan Evangelista Doreste Memorzas bwgráficas de bs señores
498 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIOhTARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 447
nombrarlo como arquitecto, aunque no tenía el titulo. Aparece tra-bajando
en la isla de Gran Canaria, concretamente en Las Palmas,
donde se encuentra la mayor parte de su producción; pero igual-mente
se hallan obras suyas en Tenerife, de destacada importancia,
en La Laguna. Nació en la ciudad últimamente citada, el 12 de no-viembre
de 1733. Fueron sus padres don Santiago Edwards, natu-ral
de Irlanda y establecido como comerciante en la ciudad de los
Adelantados, y doña Ama María de Roo, oriunda de aquella ciudad.
Se bautizó al neófito en la parroquia de Nuestra Señora de la Con-cepciian,
por haber nacido en la parte alta de la calle de los Me-sones,
en la actualidad llamada de Herradores, el 18 del citado mes
y año, sirviéndole de padrino su hermano Antonio José
Transcurrieron los primeros años de su niñez en La Laguna
A los once, cuando ya había adquirido conocimientos de la ense-ñanza
fundamental, pasó a estudiar a la Universidad de San Agus-tin,
establecida en el convento del EspPritu Santo, que sostenoan los
frailes de la orden de los Ekmitafíos. Sintiendo inclinacibn por el
dibujo, nos dice refiriéndose a ello el mismo Eduardo y Villarreal,
''Eogré en mis primeros años oportunidad para aprender todos los
tratados de Aritmética, uso del compás y principios elementales de
geometría, en la clase de matemáticas de ña Universidad que se
erigi6 en la ciudad de La Laguna, mi patria". Mas como aquella
Universidad cesara en el año de 17'41, tuvo que continuar nuestro
artífice sus estudios en el eolagio de Santo %más de Aqiains, que
regentaban los padres de la orden de Santo Domingo en la misma
población. Allí cursó Humanidades con fray Juan de Iriarte y
Nieves Ravelo, sedn se ha escrito, lo que resulta poco admisibsle.
si tenemos en cuenta que fray Juan era casi de la misma edad que
su discípulo Diego Eduardo, y s610 siendo hombre hecho y derecho
pudo ocurrir tal cosa, cuando se decidió a seguir la carrera ecle-siástica.
don Dzego Nzcolas Eduardo. , Santa Cruz de Tenerife, Imprenta Islefia, 1848
Padrón Acosta: aego Aizcolhs Eduurdo y la catedral de Las Palmas L. T ,
13-XII-1946 ...
80 Investigación P. T. R "Libro 15 de Eautismos de Nuestra Señora de
la Concepción", La Laguna, f 5, v También Antonio Rumeu, Pwater.ias.
Véase tamlui6n nota 63.
Num 12 (1966) 409
448 PEDRO TARQüIS RODR~GUEZ
Encontramos una !qguna bastante extensa en la biografía de
Eduardo y Villarreal. Se pasan nada menos 'que once años desde
que cursa sus estudios en el "Colegio de Santo Tomás de Aquino",
hasta la fecha de su salida de la ciudad de La Laguna con direc-ción
a la Península, por el Puerto de Santa Cruz. No está bien de-terminada
su ocupación durante este tiempo, un poco largo. La
fecha de su embarque para Andalucía se remonta al año 1761, cuan-do
contaba veintiocho años de edad. Se& la mayor parte de los
escritores del kchipiélago, fue a fijar su residencia en el colegio
del Sacromonte de Granada. Mí continuó sus estudios de sacerdc-te,
hasta ordenarse como tal en el año de 1764
Pasa más tarde a la Villa y Corte, ignorándose las ocupaciones
que llenaron su vida durante el tnempo que vivib en esta capital.
Nos dice en su autobiografía el propio don Diego Eduardo en lo
referente a estos aiios: "Frecuenté por algún tiempo la Real Aca -
demia de San Fernando, antes que se mudase a ia caiie de Micaiá,
concurriendo diariamente a la sala de dibujo que entonces había
en ella para toda clase de personas distiqguidas, en cuyo tiempo
debi a don Andrés de la Calleja y don Antonio González, pintores
de S. M. y ambos directores de dicha Real Academia, un particular
aprecio. Entretanto mi afición me llevaba a observar, por alivio y
recreo del espíritu, las mejores Fábricas que se levantaban a la
saz&.. La célebre caca para la Administración General de Aduanas,
las puertas de Alcalá y San Vieente, las decoraciones del Prado y la
Florida, con otras muchas ..." Por estos datos vemos cómo se arrai-gaba
en el artífice de La Laguna su afición por la Arquitectura. No
perdia ninguna coyunturz que se le presentaba en Nadrid para au-mentar
sus conocimientos.
Tras de cinco años de residencia en la Corte se trasladó don
Diego Nicolás Eduardo a la ciudad de Segovia, donde iba a desem- pecr*r cargo de cap::&den la . de wbiller;,a, conscgu;l&
con el apoyo de don Juan de Iriarte y Cisneros, don Antonio Psr-
81 Rumeu de Armas ha estudiado con toda extensión la vida de Eduardo
en Ia Península, ignorada hasta entonces por los biógrafos del Archipiélago
Principalmente con la At~tobzografhex istente en el Archivo H~stóricoN acio-nal
de Madrid, que descubrió, y datos del Archvo Militar de Segovia. Segui-mos
las indicaciones de aquel profesor
410 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS 449
lier y Sopranis y otros ilustres tinerfeños que por entonces vivían
en la capital de España y se hallaban desempeñando altos cargos
junto a S. M. Carlos III. Nos dice el artífice refiriéndose a los años
pasados en el Alcázar de Segovia: "En Segovia, con la proporción
de vivir dentro del mismo Real Colegio, entre cuyas clases de la flo-reciente
Academia hay una destinada al dibujo, bajo la dirección
de su hah~ilísimop rofesor don Pedro Chenard, capitán del mismo
Real Cuerpo de Artilleria, no de@ de tomar nuevas ideas de la de-lineacih,
más bien por efecto de mi inclinacih genial, que no por
particular estudio que hiciese de ello". Y añade más adelante refi-riéndose
a las ocupaciones de su cargo de capellán que le impedían
estudiar: "'Me prohibieron asentir de propósito a las repetidas ins-tancias
de algunos profesores de dicha Academia para que me de-dicase
al cultivo de aquellas Ciencias Matemáticas que allí se es-tudian,
suponiendo que habia en mí aptitud para hacer progreso
en esta línea".
Tuvo en esta ocasión Eduardo y Villarreal oportunidad de ver
formar planos de aquel Real Alcázar, por disposición del conde de
Gazola; operacaciones prácticas de medir terrenos; etc. Fijaba su
atención para aprender aquellas disciplinas. Mas asegura siempre
que solamente como aficionado, por si pudiera servirle en el Ar-chipiélago
algún día 82.
Por lo relatado de la vida de Diego Eduardo comprendemos que
su formación fue muy tardía. Le sucedió lo mismo que al imaginero
de Gran Canaria Luján Phrez. Tenia Eduardo más de cuarenta
años y estaba, según sus propias palabras, forimiándose en las ac-tividades
de la construcción. Los medios artísticos en el Archipié-lago
eran escasos y, todavía peor, deficientes. P esta era su verda-dera
vocaci6n, superior a la Jglesia, pero no tenía medios de actuar
en Arquitectura. De no coincidir el ser destinado a la catedral de
Santa Ana de Las Palmas, cuando todavía se hallaba sin teminar
esta construccih, y la decisión del obispo fray Joaquán de Herrera
de acometer sin más demoras aquella obra, hecho que ocurrió a los
pocos años de la llegada de nuestro alarife, hoy seria absolutamen-te
desconocido el nombre del arquitecto Eduardo y Villarreal, por
92 Rodríguez IKoure, obr cit , pág 250
N ú m 12 (1966) 411
450 PEDRO TARQUIS RODRfGUEZ
haber muerto en el anonimato. Todo lo más sería uno de tantos
alarifes como hubieron en Tenerife, al faltarle su obra principal.
Estuvo a punto de no haber sido nada.
Su carácter aparece opuesto al de su hermano mayor Antonio
José, hombre de acción, activo, incansable luchador en todos los
terrenos, intrépido. Toda la producción de Diego Eduardo se en-cuentra
encerrada en un período de veinte años escasos, que com-prende
su ración en la santa iglesia catedral del Archipiélago. En-tonces
parece como si despertara de un sueño.
En la primavera de 1774, se encuentra Eduardo enfermo en Se-govia,
al parecer de algún cuidado, como consecuencia de la cru-deza
de aquel clima. Por recomendación del doctor don José Ca-mero,
solicita del director de la Academia, señor Gazola, se le con- NB
ceda un permiso de tres meses. Se le otorga con fecha de 11 de ju- E
nio de 1774 (según documento que se conserva en el Archivo Mi- O
-n
litar de Segovia). No obstante este descanso, como desde entonces =m
O
se quedase resentida su salud, se decidió a suplicar a S. M. se le E
E
admita la gracia de nombrarle racionero de la catedral de Santa 2
E
Ana, en Canarias. Atendiendo esta petición Carlos III, se lo conce- =
dió. Se publicó en la "Gaceta" del 5 de diciembre de 17'76 (Memo- 3
-
rias, de Guerra y Peña, "EI Nuseo Canario", 1955. Patronato José -
0m
Maria Cuadrado. Cuaderno 11, pág. 144). Con su nombramiento de E
O racionero abandonó aquella ciudad de elastilla la Vieja para regre-sar
al Archipiélago, de donde se hallaba ausente desde hacía dieci- n
E séis años. Arribó a sus islas el 17' de julio de 1772, mismo a60 en -
a
que el fiscal del Consejo de Indias, don Antonio Porlier, fue nom- 2
n
brado caballero de la Orden de Carlos m. o
Ekaminada la producción de Eduardo y Villarreal para averi- O3
guar los rastros que en su arte dejó su estancia en la Península,
hallamos lo siguiente : nada encontramos del arte mahometano que
delate su estancia en Granada, con moriui~ieiitusd e 1a c a t ~ g o ~deh
la Alhambra, Generalilfe. Alcazaba, Casa del Carbón y tantísimos
otros como abundan en la ciudad del Darro y del Genil, por todas
partes, aunque se haya destruido mucho. Desde esos primeros mo-m.
e n.t os notamos que le impresionó Pedro Machuca, con su Rena- ciiiiieiititu en el palaci~d e Carlos V, y A!GEÜGCa .m en sus cmst,mc-ciones
de la catedral de Santa María de la Encarnación, pues este
412 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
DICCIONARIO DE ARQUITECTOS, ALARIFES Y CANTEROS. 451
Último artífice en sus construcciones no deja de tener cierta rela-ción
con algunas obras de Eduardo en la catedral del Archipiélago.
Se acabó de afianzar en sus ideas neoclásicas, que por entonces
imperaban en España, durante su estancia en la Villa y Corte, a
donde fue a parar en busca de algo remunerativo que le permitiera
vivir. Ailí encontró que todo lo que se construía era neoclásico, des-de
la Puerta de Alcali hasta la Abinistración General de Adua-nas.
Y si consideramos, por otra parte, las obras que por entonces
hacían los artífices que salian de la escuela sostenida por la Real
Academia de San Fernando, tendremos una idea completa de la
inspiración en la que se formaron loa gustos arquitect6nicos de don
Diego Eduardo. Su ideal se aproximaba bastante al de don Ven-tura
Rodríguez.
Apenas si se modifica la impresión artística que habia recibido
aquel maestro de Tenerife desde su