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H I S T O R I A LOS DATOS LINGUISTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS P O R JUAN ALVARE% DELGADO Catedrático de la Universidad de La Laguna En mi estudio de próxima impresión Palabras y cosas guanches he necesitado contrastar la prioridad y exactitud textual de refe-rencias de las fuentes históricas, para fijar la autenticidad de sus datos lingüísticos. Y como no en vano se ha dicho que la Lingüística es uno de los ojos de la Historia, esos resultados bien controlados me llevaron a conclusiones diferentes de las seguidas por los trata-distas y críticos de dichas fuentes, formuladas sobre datos dis-tintos. Llevar estas noticias al conocimiento y estudio de mis colegas, especialistas en historiografía canaria, para intentar un mejor co-nocimiento de los problemas textuales de las fuentes, es el objetc de estas páginas. Porque conviene subrayar que en los datos lingüísticos es más segura la pista del interpolador, y es más difícil que él pueda es-conder sus invenciones. A) LA INTERPOLACION DE "UMIAYA" Y LA FORMULA "TIS-TIRMA" En una comunicación que,acabo de redactar para el "Homenaje a Serra Ráfols" preparado por la Universidad de La Laguna, estu-dié estos dos puntos, tocantes al mismo tema, cuyas conclusiones conviene resumir como iniciación : 2 JUAN ALVAREZ DELGAW a) Los montes Tirma y Amagro, a uno y otro lado de Agaete en Gran Canaria, como lugares de desriscamiento ritual, es una tradición antigua documentada desde la misma terminación de la conquista. Fue sustituida (cuando no negada) por una interpola-ción proteldista a comienzos del siglo XVII, que reemplazó Amugro por Umiaya "riscos blancos" en Tirajana. b Hay indicios lingüísticos fundados para sospechar que la interpelación se produjo primero en el texto de Escudero, luego pasó a la copia de Abréu, en 1632, y de éste la tomó Marín y Cubas (1687). Sostenida por Chil y Naranjo (6876), ha logrado un predi-camento injustificado entre nuestros modernos historiadores. c) Por tanto, razonablemente podemos creer que el texto Es-cudero es anterior a 1620, por lo menos, aunque interpolado amplia-mente hacia 1686 por la pluma de Marín y Cubas, en ia mas antigua redacción de su texto hoy conocida. Fue, no obstante, posible esta- Mecer la anterior precedencia de la interpo1ació.n. d) La fórmula de desriscarniento era primeramente awitir Tirma y ansitir Magro (prescindiendo aquí de detalles de ortogra-fía fonética), conforme con los datos de varias crónicas; por lo que resultan falsas grafías suyas las corrientes de los textos de Sedeño y Abréu: esas dos variantes usuales Atk-Tirma y Tis-Tirma más vulgarizadas en los textos de Viera (1772), Berthelot (1841), Chil (1876) y Millares (1893). e) La "Crónica-Sedeíío", en sus copias hoy conocidas, arranca sólo de una refundición interpelada en 1620 (1640 dice Millares Car-lo) por el Canónigo Pedro de Cervantes (+ 1577-16581, autor de los capítulos primero y 15 de la edici6n de Darías Padrón, y de su-presiones e interpolaciones constantes en el resto. f) El texto primitivo de esa "Crónica-Sedelo", disfrutado por el P. Sosa *, tenía, además de la versión original relativa a ansitir Tirma y Amgro, suprimida en el texto de Cervantes, ed. Darías, la lista de numerales canarios atribuida al P. Sosa. Y tal vez el inter- 1 'firma, bien conociüo por ei pobiaüo Üe este nombre junto ai Tamadaba entre Agaete y la Aldea de San Ahcolás, y Anzagro, en el Mapa hlii~tard e la Isla "Montaña de Almagro", a me&o camno entre Agaete y Gáldar 2 Sosa* Topografia, 1678, caps 1 al 19 del libro 1, págs, 36 y SS de la edición de 1849. 316 ANUARIO DD ESTUDIO8 ATLANTICOS DATOS LING~~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 3 polador Cervantes suprimió otras noticias del franciscano Sosa, ausentes de las variantes del actual Sedeño. B) LAS FUENTES "TYtOYA" y "FIESCO" Hace años, en una conferencia en la Universidad de La Laguna, toqué este particular, que registro aquí con algún detalle. El problema, ya planteado por 'Wolfel, Serra, Rurneu y Ciora-nescu, sobre recíproca dependencia de las noticias de Espinosa, To-rriani y Abréu Galindo, debe resolverse con seguridad por su de-pendencia de al menos tres fuentes escritas distintas, disfrutadas por esos autores. h 3 - e &a c-,E;a Farezca desprer,derwe de !as ufirn?.cinoes de Espinosa y el P. Las Casas 3, había fuentes escritas en Canarias (aunque no impresas) : unas con simples datos de la conquista, al estilo de Diego de Valera; otras con usos y costumbres indígenas, al estilo de Támara, y otras con ambos elementos, al estilo de Ló-pez de Gómara, Sedeño o Bernáldez. Aquellos tres historiadores, además de una crónica anterior, más o menos coincidente con Jáimez o Sedeño ", tuvieron a mano y utilizaron diversamente, las que llamo "Fuente Troya" y "E'uente Fiesco", cuyos autores ha biografiado magistralmente Ciora-nescu 6. La ('Puente Troya" escribióla el abogado de la Audiencia de Canaria don Antonio de Troya (1530-1577), canario, pero de ascen-dencia gallego-portuguesa, por la conformidad de sus datos con el fonetismo del portugués, en fecha próxima a 1560, y sirvió de fuen-te común a Torriani, que lo cita 6, y a Abréu Galindo, que lo sigue sin consignarlo. La "Fuente Fiesco" fue escrita hacia 1580 por el médico del Cabildo de Gran Canaria doctor Alonso F'iesco (1532-1601), natural 3 Cloranescu. ed Espinosa, págs. 16 y 87; ed Torrianl, pag. xxxiv y nota. 4 A ella pueden pertenecer gran parte de los capítulos 29 a 40 de To-rriani y parte del libro 1 de Abréu Galindo. 6 Cioranescu: ed. Tornani, págs. XXXV a X m I , para Troya, y "Revista de Historia", núms. 125-128, para Fiesco (año 1959, págs. 203-208). G Torrian~e d. ?VGíolfel, cap. 63, pág 190. "scrisse 11 dottor Trola canario". 4 JUAN ALVAREZ DELGADO de Cádiz, mas de padre genovés, con fonetismo italiano en sus da-tos, y texto seguido por el P. Espinosa, que cita su historia junto a la de Torriani 7. Detalles puramente gráficos, como escribir y traducir Espinosa guaYaxerax "el sustentador", achaman "cielo", achZnecR "nombre de la isla de Tenerife", guanche(n) "indígena", achmayex "madre" ; frente a las paralelas de Torriani y Abr6u : guayaxiraxi "el que car-ga o sostiene", atarnun, Chznechz, bincheni, atmyce o amaxes; prueban, sin duda, que se tomaron a dos fuentes de distintos siste-mas ortográficos y versiones a1,go diferentes, aunque coincidan. Mas como el P. Espinosa cita la historia de Eesco, y no la de Troya, y no consigna en su obra las grafías peculiares de Torriani. es obligado admitir que sus datos proceden de la llamada "Fuente Fiesco", mientras ias grafías de Torriani, que cita expresamente la obra de Troya a la que atribuye la historia del adivino herreño Yone, han de pertenecer a la llamada "Fuente Troya". Pero como Torriani emplea también las otras grafías de Espinosa, tuvo que conocer directa o indirectamente aquella "Fuente Fiesco" utilizada por el dominico. En cambio, Abréu Galindo, que cita las mismas grafías de Tro-ya que Torriani, cuya obra permaneció inédita fuera de Canarias, tuvo que disfrutar también directamente de la misma "Fuente Tro-ya", que veremos emplea diversamente que el ingniero de Cremona. Pero tal vez no conoció la "Fuente Fiesco", porque, usuario del texto impreso- del P. Espinosa, que expresamente cita y del que transcribe frases íntegras, sin aportar datos nuevos, le bastó cono-cer el Espinosa sin explotar la misma fuente original de Fiesco. Por consiguente, las dos fórmulas tinerfeñas registradas por los tres historiadores citados proceden de la "Fuente Fiesco" y a ella puede asignarse también la otra f6rmula 9, de fonética similar 7 Espinosa: ed. Ooranescu 111, 1, pág 87 "como es el doctor Fiesco en rv.o -..u..-a.. ilcr, y,.u,."r; v a caill:uxr.-c-u2-u u -u.ir-a- l7 arsa y cul lusa Li:u-As wl ia, y TLeüria~düT üriaii, ingeniero, que . escribe la descripción destas islas". 3 La del juramento menceyal- Agoñec i acorán &atxahaña chacofiamet, y la del nombre divino: guaymerax achoron achaman 9 Espinosa- ed Cioranescu 1, 4, pág 33 al~anmquian abcanabac xerax. 318 ANUARIO Db ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LING~ÍSTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FTJENTES CANARIAS 5 Esquemas de las imfZuemias mutuas de los Cronistas pmrn%tBos en los tres primeros hzstorhdores de Ca~ucrms Torriani 1590 - Núm 13 (19671 319 6 SUAK ALVAREZ DELGADO sólo consignada por Espinosa, si no es descubrimiento personal de éste. Pero los datos de peculiar fonetismo torrianesco antes apunta-dos, y los datos de La Palma y del Hierro, registrados conjuntamen-te en Torriani y en Abréu, derivan de la ''Fuente Troya". Si bien no conviene olvidar las erratas gráficas del copista de Abréu en 1632, antes aludidas, pero tampoco los datos que Torriani confunde y refunde, frente a la usual mayor estima que suele darse a sus infor-mes. Por ejemplo, creo que la "Fuente Troya" tenía los datos de Abréu sobre el rito de Idafe, ausente del texto de Torriani, y su fórmula vacaguar6 que Torriani sólo da en traducción, y el nombre del dios Abora, que Torriani confunde con ,hguayan "perros", in- e D ventando un Haguaran "demonio" que "moraba en el cielo" como E Dios, y los topónimos Teagua y Teguseo, erratas por Tijuya y Fa- E juya, todos de la isla de La Palma lo. n-= Pero Torriani parece haber disfrutado de una fuente "gomera" m O E del todo ignorada. Pues si su hirguan "ogros" variante dialectal del palmero iruene, pudo ser recogido de información oral directa, el 1 nombre del adivino Eiunche, variante del herreño Zone por iunech, y $ las dos canciones indígenas citadas en su capítulo 59 dedicado a la - Gomera, tuvieron que ser tomadas a esa fuente escrita propia de f aquella Isla. Porque sólo sobre una fuente escrita, hallada en la isla de la Gomera cabe explicar razonablemente que Torriani in-tercale entre las noticias de la Gomera una canción de Gran Cana- -£ ria, en vez de llevarla a sus capítulos anteriores 28 a 48, dedicados a esta isla, y que aquí coloque también la canción del Hierro, en vez de dejarla para los siguientes capítulos 63 a 65 a ella dedicados. E Y también sólo un calco sobre texto español escrito explica que su versión de las canciones sea exacta en su conjunto, pero errónea totalmente la valoración asignada a sus elementos lingüísticos ll. Por ÚItimo, al hablar Torriani del "árbol santo" del Hierro lo designa garoa, simple trasposición de la forma garao, grafía au- 10 Puede ver ei lector ias referencias ae ambos autores citacios en Fa e&- ción de Torriani por Cioranescu: índices y notas " Dadas las canciones oralmente por un intérprete, hubieran tenido ex-plicac~ ón precisa y sin confusiones de la exacta valoración de los elementos que las; integran. 320 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS ? téntica dada por el "Lagunense", Sosa y Ulloa, porque el "Matri-tense'' erro al escribir ga%. Pero la forma garao es la guanche eti-mológica sobre el tuareg agar "árbol ritual" : Naerua rigida B. R. Chudeau, árabe tii!; pl. igarren (por @amen sobre el prim. singular gurau). Esto nos lleva también a la grafía de Glass garsw, errata cotejable con garse y gareo de Castillo y Darías, que supone un gwau primitivo también en el Abréu antes de su interpelación en el año 1632. Podemos preguntarnos, jes el garoe o garoé del actual Abréu y de Viera, una simple errata por el garoa de Torriani que estaría así en la "Fuente Troya" ? i O sería también garoe una trasposición del gursu o garau copiado por Glas, como lo es de aquélla el gareo de Castillo En cualquier caso, garoá es otra erpata del copista de Abréu, en 1632, prestigiada indebidamente en nuestra actual documenta-ci6n relativa al "árbol santo" del Hierro desde el siglo XVIII. Resumo mis ideas sobre fechas y autenticidad de la que llamo "Crbnica Jáimez". Como considero inoperante volver sobre los puntos tenidos en cuenta en la famosa polémica de Sena Ráfols y Millares Carlo, sub-rayados también por Wolfel y otros 12, arranco de indicios lingüís-ticos en los textos y en las noticias indígenas, y de las relativas correspondencias en la pauta de capítulos y el contenido básico de los tres textos actuales, que a mi ver corresponden a esta crónica: el "Lagunense" 13, el "Matritense" l4 y la fuente de Ulloa 15. El si- 12 Sobre la polémica véase ''E3 Museo Canar~o", 1935, núm. 7, y doctor Wd-fel: Manumenta Inngzcae Camrzae, pág 66 a 77, donde hallar& el lector la descripción de los textos aludidos y los problemas planteados. Lagunense) ed. Serra-Bonnet, en fase. 1 de Fontes Rewm Canurhrum, La Laguna, 1933. 14 Matritense, ed. mllares Carlo apud, "El Museo Canario", núm. 5, de 1935, págs. 35 a 90. 15 Francisco Lbpez de Ulloa: Hktoráa üe Za coniguWa de las siete Yslas de Cana*. Recoplada por el Léceméado don .., natzcrall de eZh. Año de 1646. Ms de la Biblioteca Nacional de Madrid, niim. 3 218, del que hemos visto fotocopia Interdependencia -/ der%vaczones de los Mss. de lu "Crómca pmmitzva de 2a Colzquista de Gran Canarm" 1 S-C 1639 I X = Ms orisnal supuesto, atribuido a Alonso Jáirnez de Sotomayor t 1512. Y = Ms. perdido, de h-1530, del que desciende el Q Q = Ms. Quintana supuesto, sacado del X o del Y o tal vez el mismo Y? de mediados de1 s. XVI. M = Ms. "Matritense" (B.= Nal. de Madrid, 12933(17, editado por Millares Carlo en 1935, "El Museo Canario", t. m, núm 5) ,del XVI o del XVII? S-C = Ms Soto-Cardona, E a Universitaria de Oviedo, núm. 164, de 1639 U = Ms López de Ulloa, B.* Nacional 3218, de 1646 L= Ms. "Lacunense" B a Unwersitaria de La Laguna 83-2/17, editado - - - - yul u c r i ú . y d..-..^& -ic,".Y -...d...- m--.-" tY""-...-:*-",- UVIIIICL en IUW, E VULCU IWE, LY,,(U~W YWI U., WWt, . T 322 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGUIST~COS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 9 guiente esquema indica la derivación y reclproca correspondncia de esos textos. El presente esquema ofrece un criterio mío bastante distinto del sospechado hasta el presente. Porque además de anular muchas sos-pechas de dependencia del "Lagunense" y el "Matritense" con el Sedeño y el Escudero actuales, cuya redacción es posterior a las fuentes indicadas, trae aspectos nuevos sobre el problema de au-tenticidad. La existencia del Ms. Original, X, (hoy perdido) y su atribución al Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, muerto en 1512 16, constan del testimonio del códice descrito por Muñoz Romero 17, que llamo Ms. Xoto-Cardma. (1639) : "Libro de la Conpista de la Isla de Gran Canaria, y de las demás yslas della, trasladado de otro libro orijinal de letra de mano, fecho por el Alférez Alonso Jáimes de Sotomayor, que vino por alférez mayor de la dicha conquista, el qual se halló en ella desde el principio hasta que se acaw, y murió en la villa de Gáldar en Canaria, donde tiene oy sus nietos; el qual libro orijinal remitió a esta ysla el Capitán Ioan de Quintanilla, per-sona fidedina y de mucho cr6Mt0, donde fue trasladado por el ca-pitán Alonso de Jerez Cardona, en 4 de marzo de 1639". Me participa el amigo y bibliotecario D. Miguel Santiago Ro-driguez que el ms. reseñado por Muñoz Romero núm. 164 de la Bi-blioteca Universitaria de Qviedo del que tiene fotocopia y transcrip-ción íntegra hecha por él, dice realmente visnktos (sic!) por szcs nietos, y "capitán Johan de Qwintana" en vez de Quintanilla. Así mismo que una apuntación en una hoja de respeto señala la proce-dencia de la Biblioteca del bibliófilo D. Bartolomé J. Gallardo, a cu-yo sobrino lo compró D. Felipe de Soto Posadas en 1860, según nota de su hijo fechada en Labra el 6 de noviembre de 1879. Quede, con la constancia de mi agradecimiento, este dato para futuros investigadores del tema. 16 Véase Cioranescu ed. de Abréu Galindo, pág. 179. m T. Muñoz Romero. Dicozonamo bibhogr6fwo-hzst6rwo Madrid, 1858, pá-gina 69, col. A. Núm IS (1967) 323 1 0 JUAN ALVAREZ DELGADO Es evidente el interés de los textos concordantes en esta "Crónica Jáimez" por destacar la actuación en la conquista de Gran Canaria del Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, ante la cifra exagerada de ocasiones en que señalan su personal intervención, hasta en he-chos a veces secundarios para la gran historia. Los anoto seguida-mente con indicación de los capítulos de las tres crónicas y titu-lación del hecho hasta en los epígrafes: M 6 = L 9 = U 8 Venida de Rejón con Jaímez de Sotomayor M 10 = L 12 = U 11. Pr is~ónd e Rejón e intervención a su favor de Jaimez M 11 = L 13 = U 12: Retorno de Rejón y muerte de Algaba recíbelo Jáimez. M 13 = L 14 = U 13' Venida de Pedro de Vera y conformidad de Jáimez de Sotomayor. M 26 = U 23 (omítelo L) : Conquista de Tenerife, con ~ntervención de Juan Melián; "yerno del Alferez Alongo .T&mcli de Sotomayor" 19 M 16-17 = L 17-18 = U 16-17: Retorno de Rejón y su muerte en la Gomera, con la Intervención de Jáimez a su llegada y el viaje en busca de su hermana. M 20 = L 20 = U 20' Venida de Hernán Peraza a Agaete y consulta de Pe-dro de Vera con Jáimez y conformidad de éste. M 22-23 = L 21-22 = U 21-22. Operaciones en Ajódar y Ansite y bandera de victoria "tremolada por Jáimez de Sotomayor" Y parece imposible que tantas y tales coincidencias no conduz-can a un texto básico del citado personaje interesado en destacar su intervención en la conquista de la Isla, como expresamente ad-vierte el encabezamiento del códice visto por Nuñoz Romero : "Libro orijinal de letra de mano, hecho por el Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor". Si la crónica efectivamente fue escrita por el mismo Alférez Mayor de la conquista, hay que fecharla desde 1496 (conquista de Tenerife) hasta 1512, año probable de su muerte ". Mas puede sos- 18 Consqpo el número del capítulo de cada texto precedido de su sigla Watritense), L(acunense) y U(l1oa) , con mdicación del contenido. 19 Esta referencia consta también en Abréu y Escudero, textos a los que debió pasar de los de la "Crónica Jáimez", y también debía figurar en el ori-ba" i 'nUo' i ñnl L < T . n a x i n n n a ~ " n n r n l r n e n t n fnvtn rie la cnnyd1&a de Te~ep- fefg e re- U" YUbUYYYY" , &,"AY.." -U*- .,-.- "" ducido por Fray Juan, Antonio en el "Lagunense" a seis renglones de su copia 20 Véase Cioranescu, ed Abréu, pág. 179, nota 1, donde no se cita la supuesta hija de Jáimez, casada con Juan Melián Las noticias de Cioranescu (O. c pág. 47, nota 5, y p6g 320, nota 8) sobre este personaje indican que ese 324 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~SYICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 11 pecharse que no la escribiera él mismo, sino alguno de sus familia-res hacia el año 1530, como diré del Ms. Y. Si el citado ms. original X de la "'Crónica Jáimez" estaba en Gran Canaria en poder de los sucesores del Alfkrez Mayor de la Conquista de la Isla, se comprende bien que el Capitán Quintana trajera su copia "a esta Isla" de Tenerife (así interpreto el citado encabezado del Ms. Soto-Posadas), donde sirvió para la hecha aquí en 1639 por Jerez Cardona, y de fuente coman directa o indirecta del "Lagunense" (1660) y del Ulloa (1646). De no aceptarse esto, habría que establecer que el Ms. original X de la "Crónica Jáimez" paraba en la Península, de donde lo trajo Quintana "a esta isla" de Gran Canaria. Pero contra esa hipóte-sis y a favor de la primera militan fuertes indicios como diré. Aunque López de Ulloa pudo tener a mano su fuente en Madrid, él se sirvió del texto que corresponde al Soto-Cardona 21 y el original del "Lagunense" debió ser manejado precisamente en La Laguna de Tenerife hacia 1660 por el franciscano Fray Juan Antonio; y el "Ma-tritense", como luego subrayo, parece copiado en Gran Canaria en ese mismo siglo. Las palabras de la introducción citada por Muñoz Romero dicien-do que Jáimez de Sotomayor "murió en la villa de Gáldar, donde hoy 6ia tiene sus nietos" (en realidad bisnietos) aluden claramente a la presente localización del copista. Y a ello responde también el inte-rés destacado por la "Crónica" en las actividades de Jáimez de So-tomzyor a lo largo del texto. Todo hace creer que, tanto el Ms. X original como la copia traí-dzt0 fue una tardía interpolación de alrededor de 1 600 en los textos de la "Cró-nica Jáimez" i Hay qUe atribuirla a Jerez Cardona, interpolador del original, según Millares Torres, cosa que no permite asegurar el texto del ms Soto- Cardona ? 21 Pienso que este códice llegó a Madrid cuando lo adquirió Bartolomé J. Gallardo, o quizá salió de Canarias en la pnmera exclaustración. Las noticias del señor Soto indican que el códice pasó a la biblioteca de su padre de la de don Bartolomé Gallardo, el famoso bibliómano. 12 JUAN ATVAREZ DELGADO da por Quintana, proceden del círculo familiar de Jáimez de So-tomayor en Gáldar entre 1530 y 1630. A mayor abundamiento, ciertos detalles de estilo en los textos concordantes de la "Crónica Jáirnez" por !a orientacián de los ver-bos de movimiento respecto de Gran Canaria, confirman que fue escrito en esta Isla. En efecto : el copista, torpe y descuidado, del "Matritense", que también considero copiado en Gran Canaria, consigna en su texto siempre (salvo error) hasta en los epígrafes de capítulos "ida o envío" a Castilla o habla de "echar fuera" de la Isla (cf. cap. 2, 5, 9, 14, 15, 17 y 27) ; y de "venida" a Canaria (cf. cap. 6, 7, 8, 11, 12, 13, 16,20, 21). Por el contrario, el "Lagunense" y Ulloa, a mi juicio escritos fue- ~ ; dze Gran Canaria, generalmente respetan esas mismas expresio-nes de su original, cosa razonable; pero a veces por el lugar en que copian su texto, se les escapa "ida a Canaria" ("Lagunense" ca-pítulo 8, 10,11 y 14; Ulloa, cap. 10, 13), o también "venida a Casti-lla" (capítulo2 del "Lagunense" y Ulloa) . EL Ms. Y (-c 1530) O SU FALSIFICACI~N. No es segura la existencia de este Bis. Y, pues bastará para ex-plicar Ia seguidamente comentada concordancia, suponer enmenda-do o interpelado el ms. X original, en dicho año. Pero e1 problema ofrece otro aspecto interesante. Ya que si la "Crónica Jáimez" no fue escrita por el propio Alférez Mayor, su re-dacción hay que situarla en este año, como obra de alguno de sus familiares, para destacar la actuación de Jáimez, señalada a veces. pero no con el empaque de nuestros textos, en el original de Sedeno empleado por el P. Sosa2'. Por esos años, su hijo Francisco es mensajero en la Corte, y Gáldar lucha contra ia prepotencia que trata de conquistar Guía 23 y de la que se hará eco Cairasco de Fi-gueroa ; y los Jáimez de Sotomayor pueden pensar que hacen labor p r pntfin & , i q p ~ n i e n den~ c irc~!aci& taxeg h i a t b r i ~~~IJ -e 22 Véase antes "Crónica Sedeño" en A, f, y mi atado articulo en ''Home-naje a Sena". 23 Véase "E1 Museo &nanon, 1935, núm. 5, pág. 54. 326 ANUARIO Da ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LING~T~~STICOYS LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 13 engrandezca los méritos de los galdarenses, elogiando a la vez la gestión de su antepasado. Alguien puede pensar que tal falsificación de la "Crónica Jái-mez" sobre el Original del Sedeño, en 1530, quitaría valor a sus textos. Pero bastará considerar que la concordancia del "Matriten-se", "Lagunense" y Ulloa, o sea la "Crónica Jáimez" de 1530, es, en todo caso, anterior a los textos hoy conocidos de las demás crónicas, interpolados en fecha muy posterior a la de esta fuente común m. Y (1530). Esta fecha viene determinada por una curiosa concordancia del "Matritense" y el "Lagunense". El primero termina con los siguientes datos 2 4 : Capitulo 30 : Obispos de Canaria llegando hasta Cabeza de Vaca (1523-1530) y dejando luego en blanco el nombre del obispo Vimés (1534-1545) ". Capítulo 31 : Gobernadores de Canaria, desde Algaba hasta Mar-tín Hernández Cerón (error por Gutiérrez Cerón), en el año 1526- 1529. Capítulo 32 : Venida de la Audiencia a Canaria : sólo cita el nom-bramiento de los oidores (Paradinas, Corita y Aduza) en 1527, sin hablar de los incidentes ocurridos inmediatamente con Bernardo del Nero en 1529 y los nombramientos posteriores. Todo ello nos lleva a una fecha próxima a 1530, a que alcanzan las noticias del autor sobre estos tres particulares. También el "Lagunense" m recoge referencias de análoga cro-nología : a) Habla del nombramiento de los oidores citados y de Bernar-do del Nero en los años 1527 y 1529, aunque él consigna 1507; omi-tiéndose también los incidentes del año 1529 y los siguientes nom-bramientos de oidores. - 24 Véase edición de Millares Carlo. "El Museo Canano", 1935, núm 5, págs. 89 a 90 '' El ms. Soto-Cardona debía tener sólo la lista episcopal de la copia del Quintana, pues me dice Miguel Santiago que acaba (fol 43) con Fr. Pedro de Jierrera (1621) sin citar a Camara y Murga (1627-1635) ni a Sánchez de Vi-llanueva (1635-1651) obispo ya en la fecha del códice: 1639. 26 Edic. Serra-Bonnet, fase 1, Folztes R. C., pág. 42. 14 JUAN ALVARm DELGADO b) La lista de obispos cita sin fechas de Virués (1534-1545) a un fraile franciscano (1545-1550, Fr. Antonio de la Cruz) muerto en el Concilio de Trento, interpelación indudable del copista Fr. Juan Antonio, colocando luego a Melchor Cano y a Deza tras la frase: "y desde el año 1570, D. Diego Dessa". c) Termina la lista de obispos con Fr. Juan de Toledo (1659- 16641, sin citar a su sucesor don Bartolomk García iménez (1664- 16901, lo que obliga a situar la copia del "Lagunense" antes de 1666, fecha apuntada por Millares Torres. d) Falta la lista de gobernadores que conocemos por otros textos y consigna el "Matritense". Esta concordancia obliga a suponer un texto fuente comfin, que recogiera las referencias históricas de ambas versiones hasta 1530. Tur 'aiito, creo que m. (+ i536j quedj en Gran Canaria para%ervir al interpolador que redactó la alterada copia del "Ma-tritense", mientras una copia suya traida por el capitán Quintana a Tenerife, sirvió para la copia de Jerez Cardona y el texto de Ulloa y para la copia del "Lagunense". Yo creo, aunque no puedo asegurarlo (razón del interrogante en el esquema), que el capitán Quintana trajo a Tenerife una copia del Ms. Y (1530). Aunque sería posible que hubiese traído el mis-mo Ws., que fue devuelto luego a Gran Canaria, tras su copia por Jerez Cardona. Pero tampoco sé con seguridad cuándo fue hecha la copia o traí-do el ms., que fue devuelto luego a Gran Canaria, tras su copia por el personaje del mismo nombre citado por Antonio de Viana 27 como soldado de Ibone de Armas en la conquista de Tenerife; o un familiar de Alonso de Quintanilla que ayudó 28 en la conquista de Gran Canaria mediante una iguala con los Reyes Católicos y Pedro de Vera, que pudo tener interés en una crónica de la conquista en-comendada a Jáimez de Sotomayor; o un contemporáneo amigo del copista Jerez Cardona en el siglo XVII. Pero si se trata en verdad, como dice Miguel Santiago y el códi-ce de Vviedo, üei "capitán h a n de Quintana", cabe pensar en un grancanario familiar quizá de D. Diego Carvajal Quintana Guanar- 27 Viana: Poema, ed. ,Moure, pág 297. 2s "Revista de Historia", núm. 85, 1949, pág 43 328 ANUARIO DE\ ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGLifSTICOS Y LA PRECEDENCU DE FUENTES CANARIAS 15 teme, autor de una obra histórica, que Cioranescu cree es la copia del Sedeño 29, o pariente de la madre del genealogista Fr. Juan Suá-rez de Quintana 30. Igualmente imprecisa es la noticia del citado encabezamiento, que habla de Ia muerte de Jáimez "en Gáldar, donde tiene hoy bis-nietos", que pudo ser puesta por el copista de 1639. Pero si es obra del autor de la copia Quintana como no cita a sus hijos vivos aún en 1530, permite fecharla bastante después de ese año, pero en data todavía muy imprecisa. Lp! m ~ . p r h fuñ~zM m e x en !c, librería de! sefiar S&- Posadas y copiado por Jerez Cardona, en 1639 (sobre el original de Sáimez o el ms. "Y (1530)", estaba todavía en aquella Biblioteca en el año 1879, según datos del se5or Soto, que debo al doctor Ciora-nescu 31. El códice constaba de 27 capítulos en 41 folioa, teniendo en el fo-lio 42 su índice de capítulos, que deplorablemente no conocemos. Pero este dato basta para asegurarnos que no es el "Lagunense" que se escribió en 1660 y sólo tiene 22 capítulos, con un corto resu-men final del capítulo 23 (conquista de Tenerife), en seis renglones, seguidos de las noticias sobre la Audiencia de Canaria y obispos, antes apuntadas. En cambio, las indicaciones del señor Soto permiten identificar el ms. Soto-Cardona (1639) con la fuente de Ulloa, cuyo texto, efec-tivamente, alcanza 27 capítulos, citando en el Últémo la creación de la Audiencia y terminando con la lista de obispos hasta su época. - 29 Edición de Abreu, pág. XXII, nota 3.-Millares Bablzografia, ed. 1932, pagina 157 30 Millares, ob. cit., ipág. 487. 31 ivie indica Cioranescu que en "Ei Averiguaaor Üniversai;', revista de Madrid correspondiente al año 1873, hay una pregunta de N. Diaz Pérez (su-pongo que es el conocido genealogista tinerfeño) en la pág. 273, contestada por don Felipe Soto Posadas en la misma revista, págs 373-374, con las noticias que recojo en el texto. Noticlas sinzilares lee M Santiago en el códice de Oviedo, como dije Núm 13 (1967) 329 16 JUAN ALVAREZ DELGADO Ello indica que la pauta de capítulos seguida por Ulloa es la misma del ms. Soto-Cardona, y análoga a la del "Matritense" y "Lagunense", cuyas coincidencias y discrepancias vamos a señalar luego para determinar su autenticidad respectiva, terminando to-dos con las mismas indicaciones relativas a la Audiencia de Canaria y a su lista episcopal, interpolada y adicionada por cada uno de los autores, con más o menos fortuna y noticias. COINCIDENCIADSE L "LAGUNENSEY" ULLOA. A lo que sé, el primero que señal6 la recíproca correspondencia de estos textos fue Emilio Wclrdisson Pizarroso, aunque nadie creo la ha estudiado. Las coincidencias entre el "Lagunense" (1660) y el Ulloa (1646) denuncian una absoluta identidad de su fuente común. Aunque la copia del "Lagunense" es posterior, éste no sigue a Ulloa, sino es Ulloa el que se sirve de un texto idéntico a la fuente del "Lagu-nense". Esta coincidencia se descubre hasta en los epígrafes de los ca-pítulos, por lo que bastará citar s6lo dos: "Lagunense", capítulo 5: "De cCmo el señor Diego de Herrera llegó a Canaria y lo que en ella sucedió". Capítulo 15 : "Cómo el go-vemador Vera prendió al capitán Rejún y le envió a la Corte, y le secrestó sus bienes". Ulloa, capítulo 5: "Cómo Diego de Herrera llegó a Canaria y lo que en ella le sucedió". Capítulo 14: "De cómo el gouemador Vera aprendió al capitán Rejón y lo ymbi6 a la Corte y le seerestó sus bienes'' 32. Coinciden el número, ordenación y contenido de los capítulos del "Lagunense" y Ulloa, desde el número 1 hasta el número 7. El capítulo 8 del "Lagunense" falta en Ulloa, desplazándose la respec-tiva numeración desde el capítulo 8 al 19 de Ulloa, coincidiendo con los capítulos 9 al 19 del "Lagunense". El capitulo 19 de Ulloa va incluido en la segunda ?arte del 19 del"lagunense", continuando idéntica numeración en los capítulos 20 al 22 de ambas versiones. 32 Llamo la atención sobre la coincidencia terminológcla de las dos ver-siones. 330 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS L~NG~~STICYO SL A PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 17 El capítulo 22 de Ulloa se encabeza : "De como el alférez Haymes de Sotomayor alzó bandera de victoria por su Magestad día de San Pedro Mártir de 1477 años. Y de los usos y costumbres y tratos de los canarios" ; mientras el "Lagunense", que en su capítulo 22 omite esa frase final, contiene en su texto los indicados "usos y costumbres indígenas". Aparecen, en cambio, algunas discrepancias: unas son de poca monta y correspondientes a la personal valoración de los copistas : así Ulloa habla de "Magestades" al referirse a los Reyes Católicos, mientras el "Lagunense" conserva el antiguo tratamiento de "Alte-zas" ; y el primero también designa, a veces, a Rejón como '"eneral", mientras para el "Lagunense" es s610 "capitán" de la conquista, C Q er-~, en yer&i(, y ge&g & TJerz " ~&e r ~ g&r ~t y' )~ p g "cg~e-neral". Otras discrepancias, en cambio, pueden afectar a diferencias de original. Así el "Lagunense" termina en el citado capítulo 22, pero Ulloa continúa : capítulo 23 : merced a Alonso de Lugo de conquista de Palma y Tenerife" ; capítulo 24 : "Muerte de Peraza en la Gomera y marcha allá de Pedro de Vera" ; capítulo 25 : "Discordia y pasio-nes entre Vera y el obispo", y capítulo 26 : "Muerte de Vera y plei-to de los Gomeros dados por libres y horros de cautividad". Como el "Matritense" tiene también estos capítulos finales y el contenido del capítulo 23 (conquista de Tenerife) está reducido a seis renglones en el "Lagunense", yo creo que estaban igualmente en el ori,ginal comh de nuestros tres textos actuales. Pero ignora-mos por qué razón los recortó y eliminó de su copia "Lagunense" el franciscano Fr. Juan Antonio. En otra hipótesis, y suponiendo esos capítulos obra de la inter-polacián sugerida por Millares Torres en la redacción de Jerez Car-dona, había que reducir el original de la "crónica Jáimez" al con-tenido fundamental del "Lagunense". Por esto en el esquema de-rivo el "Legunense" del ms. Quintana, que en la otra hipótesis pue-de salir del Soto-Cardona. ERRORES Y DISCREPANCIAS DEL "MATRITENSE" h s terribles errores del "Matritense", escribiendo X$wwnes por Jcíimex, gosio por gofio, ganchos por Guarzchos, canzarros por ta- 18 JUAN ALVAREZ DELGADO marcos, tamorano por tamaranona, gan por garao, Tzma y T ~ i ? m por Tima, etc., no permiten suponer que el "Matritense" represen-te una forma más cercana al original que el "Lagunnse", ni derivar éste de aquél, aunque sea cronológicamente más antiguo. Yo considero que el "Matritense" es una co-p ia descuidada e in-correcta y un texto interpelado del original Ms. Y 1530. Así permite deducirlo el cotejo de su contenido y pauta de capítulos con el "La-gunense" y Ulloa, que corresponden cierto a un original común más coincidente. Los cuatro capítulos finales del texto de Ulloa, ausentes del "Lagunense", figuran también en el "Matritense", pero bajo los números 26 a 29, ambos inclusive, diferencia notoria del número 27 de capítulos del texto Soto-Cardona 1839. Pero están precedidos de un capítulo número 25: W e cómo Pedro de Vera dio aviso a sus Altezas de cómo era ganada la Isla y lo que se proveyó", que no figura ni en Sedeño, ni en Escudero, ni en el "Lagunense", ni en Ulloa; pero sí en el P. Sosa. Extremo di-fícil de explicar, sin interpolación del "Matritense". Tampoco coin-cide la redacción de los epígrafes del "Matritense" con las otras 60s versiones ("Lagunense" y Ulloa) de la "Cróaica Jáimez". In-cluso difiere el contenido de los cuatro capítulos primeros del "Ma-tritense", que son una refundición muy resumida de los capituIos 1 al 6 del "Lagunense" y Ulloa. No coinciden tampoco los capítulos 5 a 24 del "Matritense" con los capítulos 7 al 22 del "Laguriense" y Ulloa, ni siquiera en su pre-ciso contenido, aunque hay en ellos una concordancia mayor de los temas abordados por las tres versiones. Por tanto, frente a la opinión común que da al "Mztritense" una prioridad absoluta en la procedencia de su texto, respecto del "La-gunense" y otras crónicas, yo lo considero una refundición altera-da e interpolada del primitivo texto, más cuidadosamente seguido por el "Lagunense" y por la fuente de Uiloa. La "Crónica Jáimez" arranca de un texto seguramente redac-tado hacia 1530, refundido o no sobre un or~ginald el Alfkrez, an- 332 ANUARIO DD ESTUDIOS ATLANTIGOS DATOS LING~~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 19 terior a 1512. Ea concordancia de las tres versiones existentes : "La-gunense", "Matritense" y Ulloa, nos lleva a esa fuente común de gran valía y autenticidad. Los datos discrepantes de esas tres versiones tienen que ser so-metidas previamente a examen crítico, para valorar su autentici-dad y poder aceptarlas como datos antiguos. D) FUENTES PORTUGUESAS No puedo hacer aquí un detallado estudio (preciso a nuestra crítica histbrica) sobre los elementos trasvasados a fuentes cana-rias desde textos portugueses, que conocen y dan noticias de nues-tras Islas desde el relato de Recco-Bocaccio sobre la Expedición Portuguesa de 1341, pasando por Azurara, Cadamosto y Diego Gó-mes, hasta la refundición de noticias hecha por el famoso Manzcs-mito "Valentim Fernandes" 33. Comparando algunos textos de este "Manuscrito" de 1508 (fe-cha aproximada de su compilación), con las noticias sumarias de nuestras fuentes del siglo xvr, como Támara, Marineo Sículo, Ber-náldez, etc., y las "Crónicas de Gran Canaria" y el texto de Abréu Galindo, por ejemplo, nos hacen sospechar muchos cruces e inter-polaciones recíprocas de sus noticias. Este tema queda un poco al margen de mi especialidad, porque esos textos portugueses no suelen traer datos lingüísticos indíge-nas, sino meramente costumbristas. Pero ciertos detalles de lengua-je me van a permitir determinar alguna pista en esa dirección. Hallo en un pasaje de Abréu 34 dos veces consecutivamente la extraña forma &leo (en vez del canario usual idote), que considero derivada del portugués iíheo con readaptación castellana 3" mejor que voz dialectal. 33 Tenernos de 61 con ese título una excelente edición de la Academia Portuguesa de IZistona, bsboa, 1940. 34 Luego, transcrito de Abréu, ed. Cioranescu, 1, 9, pág. 52. 35 García de Diego: Dicczomrio EtimoZ6gzco Esp e Hzspcílzico, núm 3 497. 20 JUAK ALVAREZ DELGADO Habla en él Abréu Galindo de la geografía de Lanzarote y Fuer-teventura y las demás islas cercanas no pobladas entonces: Ale-granza, Graciosa, Santa Clara (hoy Montaña Clara) y Lobos. Pero nientras a las tres primeras aplica el tkrmino zsh simplemente, y hasta designa isleta 36 a la Graciosa, sólo emplea el nombre isko al tratar de la de Lobos : "La isla de Lobos es un roque o ideo que está entre la isla de Lanzarote y la de Fuerteventura-. E h este ideo solían matar muchos lobos marítimos- y por estos animales que allí tomaban, se llamé> isla de Lobos". Los subrayados son míos. No podemos suponer aquí que isleo sea un portuguesismo del español de Canarias, pues no aparece, a mi noticia, en otro texto de las islas; ni una forma peculiar del habla de Abréu Galrndo, que r,o la vuelve a emplear en otro lugar de su obra. Debemos explicarla por una fuente portuguesa que tiene a la vista, ya que no puede ser la "Fuente Troya". Porque al tratar To-rriani del mismo pai-ticular fi y en sus mapas, emplea la única forma 'isola' "&lu"para la de Lobos y las demas cercanas. Y fundamento mi tesis de calco sobre fuente portuguesa directa en una comparación muy instructiva con un texto del citado "Ma-nuncrito Valentim Fernandes" 38. En un apartado que titula "Cana-rias ylhas", en cuya parte final trata también de las Salvajes y híadeyra, con el relato del episodio de Juan Machín, incluye una relación de las Islas Canarias, que divide en "pobladas" (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Ho Ferro (;sic!), Palma, Gomera y Tenerife) y "no pobladas" (Santa Clara, Allegranza (;sic!) y Gra-ciosa). Al hablar de todas estas islas, pobladas o no, las denomina ylha; pero al tratar de Lanzarote (pág. 101), dice que tiene "outros quatro ilheos jjuto c6 ella7' (los roques y el arrecife), y a continua- 36 IsZeta o zslote son formas canarias tip~cas La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, y el llamado antiguamente "Puerto de las Isletas" o "Puerto de la Luz". Olive regstra también (incluso conocido en tierra adentro cf "IS-lote de Hilario" en el volcán de Lanzarote), "El Islote" y "La Isleta", como /...ir* Cm\ *"p"'u"IV (y-. 00.3 J . 37 Torriani, cap. 18, ed Wolfel, pág. 88, y ed Cloranescu, págs 11, 26, 63 y s~guientes. 35 Ed. de Lisboa del Manuscrzto Valentzm Fernandes, págs 100 a 110, esp. págs 100-101. 334 ANUARIO DE? ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~STICOS Y LA PRECEDENClA DE FUENTES CANARIAS 21 ción consigna que entre ella y Fuerteventura "est hufi iZheo q' se chama de Lobos" ; y que la costa de fierteventura "se chama Poco Negro e tem tres ilheos jfito c6 ella". Esta coincidencia de que sólo Abréu y las fuentes portuguesas llamen a la Isla de Lobos ideo e ilheo, es demasiado flagrante para ser fortuita. La fórmula, "según algunos ... otros dicen" o similares, empleada por Abréu 3g, Fructuoso, Espinosa, Sosa, Gómara, etc., para reccj-ger noticias más o menos fantásticas y contradictorias en Canarias, aparece también más de medio siglo antes de esos escritores en el citado "Ms. Valentim Fernandes". Voy a trascribir un pasaje poco conocido 40 con noticias que de manera análoga trata Abrh Galindo, o son contradichas por él. "Según dicen fueron primeramente halladas por cristianos, a saber un hidalgo inglés leproso llamado Lancarote, el cual conquis-tó la primera isla de ellas, a la que puso su nombre, y así se llama hasta hoy como se dirá en el tratado de la Isla de Langarote." 41 . . "En este tiempo vino un hidalgo de tierra de Francia a Cas-tilla que se llamaba Mossen Johan de Betancor (; sic ! ) . . Y porque Mossen Johan gastó sus mantenimientos y dinero le fue necesario tornar a su tierra con intención de volver de nuevo, para acabar de conquistarlas todas, dejando en aquellas tres (antes citó Lanzarote, Fuerteventura y Hierro) por capitán a un sobrino suyo que se lla-maba Misser Magiotfi" (;sic!) . . . "Otros dicen que este Misser Johan de Ektencor (jsic!) era leproso, y que había venido de su tierra a Sevilla y oído de Langarote, y se fue allá con su mujer e hijos" . . . "Y dicen que murió en esta Isla de Lancarote, por lo cual hsisser Ma-cioth, su hijo, quedó por señor de las Islas. Y tenia este Magioth dos hijas, una de ellas casó con un hidalgo llamado Cabreyra" (;sic ! 1. "A la otra hija, doña María de Btancor (;sic!) llevó para Portugal, -- 39 Abréu ed. Cloranescu, por ejemplo, 1, 4, págs 24 ss 40 "Manuscrito", ed. citada, págs 99 a 100 41 También Abréu dice que Lanzarote se llamó por "algún amigo" de Bethencourt (Abréu, 1, 8, pág. 48). Núm. 19 (1967) 335 22 SUAX ALVAREZ DELGADO a ruegos del Infante don Enrique, el cual la casó con González Zarco, primer capitán de la dicha Isla de la Madera". "El dicho Ca-brera tenía de su mujer una hija, a la cual casó en @astilla con un Ferreyra (;sic!), que es ahora señor de estas Islas y de una parte de Gran Canaria". Cómo se ve el hacimiento y contradicciones de estas noticas de Valentim Fernandes no dejan en mal lugar a nuestras crónicas. Aquí aparece un Lanzarote inglés, como páginas después hacen al vizcaíno Juan Machín colonizador de la Madera, antes que Zarco. Eh un caso el leproso es Lanzarote, y en otro es Juan de Bé-thencourt, como dice Diogo Gómez y estudió B. Bonnet. A Bethencourt se le llama unas veces Nisser y otras mossen y mosiur, como en nuestros textos, y se cruzan en el "Valentcim Fer-nandes" las grafías Betancor, Betencor, B,etencur y Letancur, de su nombre. En un renglón aparece Maciot como sobrino, y poco después como hzp de Béthencourt, con iguales dudas que en nuestras fuentes. TkT frente a las dos hijas de Maciot señaladas por Valentim Fer-r- andes, e1 texto 1632 de Abréu 42, en un pasaje cuya redacción de-cuncia interpolacibn, asegura que la "hija única que tenía, doña María de Betancor, casó con el hijo de Juan Gonizález Zarco", como es verdad, no con él. La noticia de Valentim Fernandes difiere tam-bién de la de Castillo; como el supuesto matrimonio de la hija de Cabrera con Diego de Merrera, basado en el real parentesco de ambos, puede esconder otro hecho real. No será difícil hallar en la incorporación por Abr6u de Alonso Cabrera al equipo de Diego de Merrera 43 como en el matrimonio de Diego de Silva con su hija, dos hechos parecidos de habilidad po-lítica en Diego de Herrera, que sustituye los enlaces familiares, las actas de posesión en Gran Canaria y Tenerife, y la erección de las fortalezas de Gando y Anaga, por una conquista sangrienta y for-mz! se@& per &res. huya qUe bdscar er, 1% actividad 42 Abréu. ed Cior., L, 21, pág. 104 43 Id 1, 23, pág. 111 y nota 336 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTIGOS DATOS LINGUÍSTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS %S desacertada de sus hijos Sancho de Rerrera y Pedro García, los fracasos de sus operaciones en Gando y en Tenerife. Pero de esto tratarán plumas mejor enteradas que la mía. También el texto del Canarien %, en su supuesto viaje de reco-nocimiento de las Islas, me parece una interpolaclón tardía sobre una fuente portuguesa probablemente. El citado "Manuscrito ,Valentim Fernandes" 45, en su apartado de titulo "Das Ilhas do Mar Océano, Ilhas de Canaria" 46 trae unos mapas dibujados y adjunta unos relatos de cada isla con detalles de población, árboles, animales y, aguas, que nos hacen sospechar esta procedencia. Porque alusiones a mapas y detalles muy similares a los del Valentim Fernandes tiene el Canarien, aunque aquel texto no es su fuente directa. En ese pasaje del Cana?%ene,l viaje (atribuido a Juan de Béthen-court) se inicia por la isla del Hierro, siguiendo por La PaIma, Go-mera, Tenerife y Gran Canaria, para terminar en Fuerteventura y Lanzarote, islas ya dominadas por los Betancurianos en la época supuesta de iniciacih del viaje y, por tanto, de innecesario estudio y reconocimiento. El hecho de que la derrota se inicie por las Islas del Norte y Oeste Wierro y La Palma) y las alusiones de su forma con un 44 Véanse los capítulos LXiiI a LXIX de la Redacción A o de Juan de Bethencourt, en la edición del CawrzRn, hecha por Serra Ráfols y Cioranescu en Fontes rerum canatsarzcm, tomo IX, Laguna, 1960. 45 Ed, citada de Lisboa, págs. 25 y 26, y mapas incluidos en láminas intercaladas, y págs. 100-106. 46 Otra curiosidad ling~ística: el texto del "Manuscrito Valentim Fernan-des", en la página 99, dice en el epígrafe YZhas de Camrla y seguidamente escribe Canarias YZhas; en la página siguiente, 100, consigna el epígrafe Cu-n a & ~g iÚtas, pero cont~núaa l punto: "As ilhas de Canarea" Esa intervención corresponde al proceso que por entonces se hace en Castilla y en Canarias, por-que en cuanto a época la noticia de la primera página no pueden ser ante-riores a 1460, y las de las siguientes citan el año 1496, y e1 texto es de :echa 1506. Núm. 18 (1967) 337 24 JUAN ALVAREZ DELGADO mapa *?, invita a pensar en un rotero portugués, seguido aquí por el autor, como en otra ocasión sigue al fraile franciscano de Se-villa, autor de un texto de Geografía de hacia 1351. Subrayo que en el viaje anterior de Gadifer (caps. XL a XLIV del mismo texto), se hace el reconocimiento insular desde Lanza-lote y Fuerteventura, a Gran Canaria, Infierno (Tenerife) , Gomera, Hierro y La Palma; bojeo natural del archipiélago para los con-quistadores bentacurianos. Y si la hipótesis que formulo sobre esa interpelación desde una fuente portuguesa, obliga a retrasar Ia redacción de tales capítulos hasta una fecha tardía (más o menos 1418) en que los navíos portu-gueses estaban habituados a la ruta Lisboa, a Madera, a L a Palma, a a Río de Oro y Guinea, no me parece dificultad insuperable, aun- E que no ia hayan sospechado ios críticos. O Pues alrededor de esa fecha, Maciot vende las Islas al conde y n =m Leverrier es nombrado administrador apostólico de Rubicón y obis- O E po. Y estos dos posibles tenedores, en opinión de W6lfel y otros, del E 2 manuscrito del Cam&n o de sus copias, pudieron interpolar en E dicho texto original o facilitar a los copistas de las dos redacciones 3 B y G del mismo, las noticias de ese rotero portugués o noticias por- - o- tuguesas de las Islas. m E Porque tales capítulos no parecen razonablemente un bojeo real O del archipiélago por Béthencourt o Gadifer en 1404 6 1406, sino n puro calco literario, con noticias personales interpeladas tal vez a-E en él, de una carta náutica, rotero o noticiario insular de origen portugués, en razón de los apuntados indicios. n 3 47 Cf. cap. 64 "es mayor de lo que se ve en el mapa"; cap 65: "en forma de trébol"; cap 66: "tiene forma de rastrillo, casi como la de Gran Canaria"; cap. 67. "es de la forma de un rastrillo". 338 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS
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Calificación | |
Título y subtítulo | Los datos lingüísticos y la precedencia de fuentes canarias |
Autor principal | Álvarez Delgado, Juan |
Publicación fuente | Anuario de estudios atlánticos |
Numeración | Número 13 |
Sección | Historia |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Madrid ; Las Palmas |
Editorial | Cabildo Insular de Gran Canaria |
Fecha | 1967 |
Páginas | p. 315-338 |
Materias | Lingüística ; Guanche ; Lengua ; Canarias |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1972264 Bytes |
Texto | H I S T O R I A LOS DATOS LINGUISTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS P O R JUAN ALVARE% DELGADO Catedrático de la Universidad de La Laguna En mi estudio de próxima impresión Palabras y cosas guanches he necesitado contrastar la prioridad y exactitud textual de refe-rencias de las fuentes históricas, para fijar la autenticidad de sus datos lingüísticos. Y como no en vano se ha dicho que la Lingüística es uno de los ojos de la Historia, esos resultados bien controlados me llevaron a conclusiones diferentes de las seguidas por los trata-distas y críticos de dichas fuentes, formuladas sobre datos dis-tintos. Llevar estas noticias al conocimiento y estudio de mis colegas, especialistas en historiografía canaria, para intentar un mejor co-nocimiento de los problemas textuales de las fuentes, es el objetc de estas páginas. Porque conviene subrayar que en los datos lingüísticos es más segura la pista del interpolador, y es más difícil que él pueda es-conder sus invenciones. A) LA INTERPOLACION DE "UMIAYA" Y LA FORMULA "TIS-TIRMA" En una comunicación que,acabo de redactar para el "Homenaje a Serra Ráfols" preparado por la Universidad de La Laguna, estu-dié estos dos puntos, tocantes al mismo tema, cuyas conclusiones conviene resumir como iniciación : 2 JUAN ALVAREZ DELGAW a) Los montes Tirma y Amagro, a uno y otro lado de Agaete en Gran Canaria, como lugares de desriscamiento ritual, es una tradición antigua documentada desde la misma terminación de la conquista. Fue sustituida (cuando no negada) por una interpola-ción proteldista a comienzos del siglo XVII, que reemplazó Amugro por Umiaya "riscos blancos" en Tirajana. b Hay indicios lingüísticos fundados para sospechar que la interpelación se produjo primero en el texto de Escudero, luego pasó a la copia de Abréu, en 1632, y de éste la tomó Marín y Cubas (1687). Sostenida por Chil y Naranjo (6876), ha logrado un predi-camento injustificado entre nuestros modernos historiadores. c) Por tanto, razonablemente podemos creer que el texto Es-cudero es anterior a 1620, por lo menos, aunque interpolado amplia-mente hacia 1686 por la pluma de Marín y Cubas, en ia mas antigua redacción de su texto hoy conocida. Fue, no obstante, posible esta- Mecer la anterior precedencia de la interpo1ació.n. d) La fórmula de desriscarniento era primeramente awitir Tirma y ansitir Magro (prescindiendo aquí de detalles de ortogra-fía fonética), conforme con los datos de varias crónicas; por lo que resultan falsas grafías suyas las corrientes de los textos de Sedeño y Abréu: esas dos variantes usuales Atk-Tirma y Tis-Tirma más vulgarizadas en los textos de Viera (1772), Berthelot (1841), Chil (1876) y Millares (1893). e) La "Crónica-Sedeíío", en sus copias hoy conocidas, arranca sólo de una refundición interpelada en 1620 (1640 dice Millares Car-lo) por el Canónigo Pedro de Cervantes (+ 1577-16581, autor de los capítulos primero y 15 de la edici6n de Darías Padrón, y de su-presiones e interpolaciones constantes en el resto. f) El texto primitivo de esa "Crónica-Sedelo", disfrutado por el P. Sosa *, tenía, además de la versión original relativa a ansitir Tirma y Amgro, suprimida en el texto de Cervantes, ed. Darías, la lista de numerales canarios atribuida al P. Sosa. Y tal vez el inter- 1 'firma, bien conociüo por ei pobiaüo Üe este nombre junto ai Tamadaba entre Agaete y la Aldea de San Ahcolás, y Anzagro, en el Mapa hlii~tard e la Isla "Montaña de Almagro", a me&o camno entre Agaete y Gáldar 2 Sosa* Topografia, 1678, caps 1 al 19 del libro 1, págs, 36 y SS de la edición de 1849. 316 ANUARIO DD ESTUDIO8 ATLANTICOS DATOS LING~~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 3 polador Cervantes suprimió otras noticias del franciscano Sosa, ausentes de las variantes del actual Sedeño. B) LAS FUENTES "TYtOYA" y "FIESCO" Hace años, en una conferencia en la Universidad de La Laguna, toqué este particular, que registro aquí con algún detalle. El problema, ya planteado por 'Wolfel, Serra, Rurneu y Ciora-nescu, sobre recíproca dependencia de las noticias de Espinosa, To-rriani y Abréu Galindo, debe resolverse con seguridad por su de-pendencia de al menos tres fuentes escritas distintas, disfrutadas por esos autores. h 3 - e &a c-,E;a Farezca desprer,derwe de !as ufirn?.cinoes de Espinosa y el P. Las Casas 3, había fuentes escritas en Canarias (aunque no impresas) : unas con simples datos de la conquista, al estilo de Diego de Valera; otras con usos y costumbres indígenas, al estilo de Támara, y otras con ambos elementos, al estilo de Ló-pez de Gómara, Sedeño o Bernáldez. Aquellos tres historiadores, además de una crónica anterior, más o menos coincidente con Jáimez o Sedeño ", tuvieron a mano y utilizaron diversamente, las que llamo "Fuente Troya" y "E'uente Fiesco", cuyos autores ha biografiado magistralmente Ciora-nescu 6. La ('Puente Troya" escribióla el abogado de la Audiencia de Canaria don Antonio de Troya (1530-1577), canario, pero de ascen-dencia gallego-portuguesa, por la conformidad de sus datos con el fonetismo del portugués, en fecha próxima a 1560, y sirvió de fuen-te común a Torriani, que lo cita 6, y a Abréu Galindo, que lo sigue sin consignarlo. La "Fuente Fiesco" fue escrita hacia 1580 por el médico del Cabildo de Gran Canaria doctor Alonso F'iesco (1532-1601), natural 3 Cloranescu. ed Espinosa, págs. 16 y 87; ed Torrianl, pag. xxxiv y nota. 4 A ella pueden pertenecer gran parte de los capítulos 29 a 40 de To-rriani y parte del libro 1 de Abréu Galindo. 6 Cioranescu: ed. Tornani, págs. XXXV a X m I , para Troya, y "Revista de Historia", núms. 125-128, para Fiesco (año 1959, págs. 203-208). G Torrian~e d. ?VGíolfel, cap. 63, pág 190. "scrisse 11 dottor Trola canario". 4 JUAN ALVAREZ DELGADO de Cádiz, mas de padre genovés, con fonetismo italiano en sus da-tos, y texto seguido por el P. Espinosa, que cita su historia junto a la de Torriani 7. Detalles puramente gráficos, como escribir y traducir Espinosa guaYaxerax "el sustentador", achaman "cielo", achZnecR "nombre de la isla de Tenerife", guanche(n) "indígena", achmayex "madre" ; frente a las paralelas de Torriani y Abr6u : guayaxiraxi "el que car-ga o sostiene", atarnun, Chznechz, bincheni, atmyce o amaxes; prueban, sin duda, que se tomaron a dos fuentes de distintos siste-mas ortográficos y versiones a1,go diferentes, aunque coincidan. Mas como el P. Espinosa cita la historia de Eesco, y no la de Troya, y no consigna en su obra las grafías peculiares de Torriani. es obligado admitir que sus datos proceden de la llamada "Fuente Fiesco", mientras ias grafías de Torriani, que cita expresamente la obra de Troya a la que atribuye la historia del adivino herreño Yone, han de pertenecer a la llamada "Fuente Troya". Pero como Torriani emplea también las otras grafías de Espinosa, tuvo que conocer directa o indirectamente aquella "Fuente Fiesco" utilizada por el dominico. En cambio, Abréu Galindo, que cita las mismas grafías de Tro-ya que Torriani, cuya obra permaneció inédita fuera de Canarias, tuvo que disfrutar también directamente de la misma "Fuente Tro-ya", que veremos emplea diversamente que el ingniero de Cremona. Pero tal vez no conoció la "Fuente Fiesco", porque, usuario del texto impreso- del P. Espinosa, que expresamente cita y del que transcribe frases íntegras, sin aportar datos nuevos, le bastó cono-cer el Espinosa sin explotar la misma fuente original de Fiesco. Por consiguente, las dos fórmulas tinerfeñas registradas por los tres historiadores citados proceden de la "Fuente Fiesco" y a ella puede asignarse también la otra f6rmula 9, de fonética similar 7 Espinosa: ed. Ooranescu 111, 1, pág 87 "como es el doctor Fiesco en rv.o -..u..-a.. ilcr, y,.u,."r; v a caill:uxr.-c-u2-u u -u.ir-a- l7 arsa y cul lusa Li:u-As wl ia, y TLeüria~düT üriaii, ingeniero, que . escribe la descripción destas islas". 3 La del juramento menceyal- Agoñec i acorán &atxahaña chacofiamet, y la del nombre divino: guaymerax achoron achaman 9 Espinosa- ed Cioranescu 1, 4, pág 33 al~anmquian abcanabac xerax. 318 ANUARIO Db ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LING~ÍSTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FTJENTES CANARIAS 5 Esquemas de las imfZuemias mutuas de los Cronistas pmrn%tBos en los tres primeros hzstorhdores de Ca~ucrms Torriani 1590 - Núm 13 (19671 319 6 SUAK ALVAREZ DELGADO sólo consignada por Espinosa, si no es descubrimiento personal de éste. Pero los datos de peculiar fonetismo torrianesco antes apunta-dos, y los datos de La Palma y del Hierro, registrados conjuntamen-te en Torriani y en Abréu, derivan de la ''Fuente Troya". Si bien no conviene olvidar las erratas gráficas del copista de Abréu en 1632, antes aludidas, pero tampoco los datos que Torriani confunde y refunde, frente a la usual mayor estima que suele darse a sus infor-mes. Por ejemplo, creo que la "Fuente Troya" tenía los datos de Abréu sobre el rito de Idafe, ausente del texto de Torriani, y su fórmula vacaguar6 que Torriani sólo da en traducción, y el nombre del dios Abora, que Torriani confunde con ,hguayan "perros", in- e D ventando un Haguaran "demonio" que "moraba en el cielo" como E Dios, y los topónimos Teagua y Teguseo, erratas por Tijuya y Fa- E juya, todos de la isla de La Palma lo. n-= Pero Torriani parece haber disfrutado de una fuente "gomera" m O E del todo ignorada. Pues si su hirguan "ogros" variante dialectal del palmero iruene, pudo ser recogido de información oral directa, el 1 nombre del adivino Eiunche, variante del herreño Zone por iunech, y $ las dos canciones indígenas citadas en su capítulo 59 dedicado a la - Gomera, tuvieron que ser tomadas a esa fuente escrita propia de f aquella Isla. Porque sólo sobre una fuente escrita, hallada en la isla de la Gomera cabe explicar razonablemente que Torriani in-tercale entre las noticias de la Gomera una canción de Gran Cana- -£ ria, en vez de llevarla a sus capítulos anteriores 28 a 48, dedicados a esta isla, y que aquí coloque también la canción del Hierro, en vez de dejarla para los siguientes capítulos 63 a 65 a ella dedicados. E Y también sólo un calco sobre texto español escrito explica que su versión de las canciones sea exacta en su conjunto, pero errónea totalmente la valoración asignada a sus elementos lingüísticos ll. Por ÚItimo, al hablar Torriani del "árbol santo" del Hierro lo designa garoa, simple trasposición de la forma garao, grafía au- 10 Puede ver ei lector ias referencias ae ambos autores citacios en Fa e&- ción de Torriani por Cioranescu: índices y notas " Dadas las canciones oralmente por un intérprete, hubieran tenido ex-plicac~ ón precisa y sin confusiones de la exacta valoración de los elementos que las; integran. 320 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS ? téntica dada por el "Lagunense", Sosa y Ulloa, porque el "Matri-tense'' erro al escribir ga%. Pero la forma garao es la guanche eti-mológica sobre el tuareg agar "árbol ritual" : Naerua rigida B. R. Chudeau, árabe tii!; pl. igarren (por @amen sobre el prim. singular gurau). Esto nos lleva también a la grafía de Glass garsw, errata cotejable con garse y gareo de Castillo y Darías, que supone un gwau primitivo también en el Abréu antes de su interpelación en el año 1632. Podemos preguntarnos, jes el garoe o garoé del actual Abréu y de Viera, una simple errata por el garoa de Torriani que estaría así en la "Fuente Troya" ? i O sería también garoe una trasposición del gursu o garau copiado por Glas, como lo es de aquélla el gareo de Castillo En cualquier caso, garoá es otra erpata del copista de Abréu, en 1632, prestigiada indebidamente en nuestra actual documenta-ci6n relativa al "árbol santo" del Hierro desde el siglo XVIII. Resumo mis ideas sobre fechas y autenticidad de la que llamo "Crbnica Jáimez". Como considero inoperante volver sobre los puntos tenidos en cuenta en la famosa polémica de Sena Ráfols y Millares Carlo, sub-rayados también por Wolfel y otros 12, arranco de indicios lingüís-ticos en los textos y en las noticias indígenas, y de las relativas correspondencias en la pauta de capítulos y el contenido básico de los tres textos actuales, que a mi ver corresponden a esta crónica: el "Lagunense" 13, el "Matritense" l4 y la fuente de Ulloa 15. El si- 12 Sobre la polémica véase ''E3 Museo Canar~o", 1935, núm. 7, y doctor Wd-fel: Manumenta Inngzcae Camrzae, pág 66 a 77, donde hallar& el lector la descripción de los textos aludidos y los problemas planteados. Lagunense) ed. Serra-Bonnet, en fase. 1 de Fontes Rewm Canurhrum, La Laguna, 1933. 14 Matritense, ed. mllares Carlo apud, "El Museo Canario", núm. 5, de 1935, págs. 35 a 90. 15 Francisco Lbpez de Ulloa: Hktoráa üe Za coniguWa de las siete Yslas de Cana*. Recoplada por el Léceméado don .., natzcrall de eZh. Año de 1646. Ms de la Biblioteca Nacional de Madrid, niim. 3 218, del que hemos visto fotocopia Interdependencia -/ der%vaczones de los Mss. de lu "Crómca pmmitzva de 2a Colzquista de Gran Canarm" 1 S-C 1639 I X = Ms orisnal supuesto, atribuido a Alonso Jáirnez de Sotomayor t 1512. Y = Ms. perdido, de h-1530, del que desciende el Q Q = Ms. Quintana supuesto, sacado del X o del Y o tal vez el mismo Y? de mediados de1 s. XVI. M = Ms. "Matritense" (B.= Nal. de Madrid, 12933(17, editado por Millares Carlo en 1935, "El Museo Canario", t. m, núm 5) ,del XVI o del XVII? S-C = Ms Soto-Cardona, E a Universitaria de Oviedo, núm. 164, de 1639 U = Ms López de Ulloa, B.* Nacional 3218, de 1646 L= Ms. "Lacunense" B a Unwersitaria de La Laguna 83-2/17, editado - - - - yul u c r i ú . y d..-..^& -ic,".Y -...d...- m--.-" tY""-...-:*-",- UVIIIICL en IUW, E VULCU IWE, LY,,(U~W YWI U., WWt, . T 322 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGUIST~COS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 9 guiente esquema indica la derivación y reclproca correspondncia de esos textos. El presente esquema ofrece un criterio mío bastante distinto del sospechado hasta el presente. Porque además de anular muchas sos-pechas de dependencia del "Lagunense" y el "Matritense" con el Sedeño y el Escudero actuales, cuya redacción es posterior a las fuentes indicadas, trae aspectos nuevos sobre el problema de au-tenticidad. La existencia del Ms. Original, X, (hoy perdido) y su atribución al Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, muerto en 1512 16, constan del testimonio del códice descrito por Muñoz Romero 17, que llamo Ms. Xoto-Cardma. (1639) : "Libro de la Conpista de la Isla de Gran Canaria, y de las demás yslas della, trasladado de otro libro orijinal de letra de mano, fecho por el Alférez Alonso Jáimes de Sotomayor, que vino por alférez mayor de la dicha conquista, el qual se halló en ella desde el principio hasta que se acaw, y murió en la villa de Gáldar en Canaria, donde tiene oy sus nietos; el qual libro orijinal remitió a esta ysla el Capitán Ioan de Quintanilla, per-sona fidedina y de mucho cr6Mt0, donde fue trasladado por el ca-pitán Alonso de Jerez Cardona, en 4 de marzo de 1639". Me participa el amigo y bibliotecario D. Miguel Santiago Ro-driguez que el ms. reseñado por Muñoz Romero núm. 164 de la Bi-blioteca Universitaria de Qviedo del que tiene fotocopia y transcrip-ción íntegra hecha por él, dice realmente visnktos (sic!) por szcs nietos, y "capitán Johan de Qwintana" en vez de Quintanilla. Así mismo que una apuntación en una hoja de respeto señala la proce-dencia de la Biblioteca del bibliófilo D. Bartolomé J. Gallardo, a cu-yo sobrino lo compró D. Felipe de Soto Posadas en 1860, según nota de su hijo fechada en Labra el 6 de noviembre de 1879. Quede, con la constancia de mi agradecimiento, este dato para futuros investigadores del tema. 16 Véase Cioranescu ed. de Abréu Galindo, pág. 179. m T. Muñoz Romero. Dicozonamo bibhogr6fwo-hzst6rwo Madrid, 1858, pá-gina 69, col. A. Núm IS (1967) 323 1 0 JUAN ALVAREZ DELGADO Es evidente el interés de los textos concordantes en esta "Crónica Jáimez" por destacar la actuación en la conquista de Gran Canaria del Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, ante la cifra exagerada de ocasiones en que señalan su personal intervención, hasta en he-chos a veces secundarios para la gran historia. Los anoto seguida-mente con indicación de los capítulos de las tres crónicas y titu-lación del hecho hasta en los epígrafes: M 6 = L 9 = U 8 Venida de Rejón con Jaímez de Sotomayor M 10 = L 12 = U 11. Pr is~ónd e Rejón e intervención a su favor de Jaimez M 11 = L 13 = U 12: Retorno de Rejón y muerte de Algaba recíbelo Jáimez. M 13 = L 14 = U 13' Venida de Pedro de Vera y conformidad de Jáimez de Sotomayor. M 26 = U 23 (omítelo L) : Conquista de Tenerife, con ~ntervención de Juan Melián; "yerno del Alferez Alongo .T&mcli de Sotomayor" 19 M 16-17 = L 17-18 = U 16-17: Retorno de Rejón y su muerte en la Gomera, con la Intervención de Jáimez a su llegada y el viaje en busca de su hermana. M 20 = L 20 = U 20' Venida de Hernán Peraza a Agaete y consulta de Pe-dro de Vera con Jáimez y conformidad de éste. M 22-23 = L 21-22 = U 21-22. Operaciones en Ajódar y Ansite y bandera de victoria "tremolada por Jáimez de Sotomayor" Y parece imposible que tantas y tales coincidencias no conduz-can a un texto básico del citado personaje interesado en destacar su intervención en la conquista de la Isla, como expresamente ad-vierte el encabezamiento del códice visto por Nuñoz Romero : "Libro orijinal de letra de mano, hecho por el Alférez Alonso Jáimez de Sotomayor". Si la crónica efectivamente fue escrita por el mismo Alférez Mayor de la conquista, hay que fecharla desde 1496 (conquista de Tenerife) hasta 1512, año probable de su muerte ". Mas puede sos- 18 Consqpo el número del capítulo de cada texto precedido de su sigla Watritense), L(acunense) y U(l1oa) , con mdicación del contenido. 19 Esta referencia consta también en Abréu y Escudero, textos a los que debió pasar de los de la "Crónica Jáimez", y también debía figurar en el ori-ba" i 'nUo' i ñnl L < T . n a x i n n n a ~ " n n r n l r n e n t n fnvtn rie la cnnyd1&a de Te~ep- fefg e re- U" YUbUYYYY" , &,"AY.." -U*- .,-.- "" ducido por Fray Juan, Antonio en el "Lagunense" a seis renglones de su copia 20 Véase Cioranescu, ed Abréu, pág. 179, nota 1, donde no se cita la supuesta hija de Jáimez, casada con Juan Melián Las noticias de Cioranescu (O. c pág. 47, nota 5, y p6g 320, nota 8) sobre este personaje indican que ese 324 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~SYICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 11 pecharse que no la escribiera él mismo, sino alguno de sus familia-res hacia el año 1530, como diré del Ms. Y. Si el citado ms. original X de la "'Crónica Jáimez" estaba en Gran Canaria en poder de los sucesores del Alfkrez Mayor de la Conquista de la Isla, se comprende bien que el Capitán Quintana trajera su copia "a esta Isla" de Tenerife (así interpreto el citado encabezado del Ms. Soto-Posadas), donde sirvió para la hecha aquí en 1639 por Jerez Cardona, y de fuente coman directa o indirecta del "Lagunense" (1660) y del Ulloa (1646). De no aceptarse esto, habría que establecer que el Ms. original X de la "Crónica Jáimez" paraba en la Península, de donde lo trajo Quintana "a esta isla" de Gran Canaria. Pero contra esa hipóte-sis y a favor de la primera militan fuertes indicios como diré. Aunque López de Ulloa pudo tener a mano su fuente en Madrid, él se sirvió del texto que corresponde al Soto-Cardona 21 y el original del "Lagunense" debió ser manejado precisamente en La Laguna de Tenerife hacia 1660 por el franciscano Fray Juan Antonio; y el "Ma-tritense", como luego subrayo, parece copiado en Gran Canaria en ese mismo siglo. Las palabras de la introducción citada por Muñoz Romero dicien-do que Jáimez de Sotomayor "murió en la villa de Gáldar, donde hoy 6ia tiene sus nietos" (en realidad bisnietos) aluden claramente a la presente localización del copista. Y a ello responde también el inte-rés destacado por la "Crónica" en las actividades de Jáimez de So-tomzyor a lo largo del texto. Todo hace creer que, tanto el Ms. X original como la copia traí-dzt0 fue una tardía interpolación de alrededor de 1 600 en los textos de la "Cró-nica Jáimez" i Hay qUe atribuirla a Jerez Cardona, interpolador del original, según Millares Torres, cosa que no permite asegurar el texto del ms Soto- Cardona ? 21 Pienso que este códice llegó a Madrid cuando lo adquirió Bartolomé J. Gallardo, o quizá salió de Canarias en la pnmera exclaustración. Las noticias del señor Soto indican que el códice pasó a la biblioteca de su padre de la de don Bartolomé Gallardo, el famoso bibliómano. 12 JUAN ATVAREZ DELGADO da por Quintana, proceden del círculo familiar de Jáimez de So-tomayor en Gáldar entre 1530 y 1630. A mayor abundamiento, ciertos detalles de estilo en los textos concordantes de la "Crónica Jáirnez" por !a orientacián de los ver-bos de movimiento respecto de Gran Canaria, confirman que fue escrito en esta Isla. En efecto : el copista, torpe y descuidado, del "Matritense", que también considero copiado en Gran Canaria, consigna en su texto siempre (salvo error) hasta en los epígrafes de capítulos "ida o envío" a Castilla o habla de "echar fuera" de la Isla (cf. cap. 2, 5, 9, 14, 15, 17 y 27) ; y de "venida" a Canaria (cf. cap. 6, 7, 8, 11, 12, 13, 16,20, 21). Por el contrario, el "Lagunense" y Ulloa, a mi juicio escritos fue- ~ ; dze Gran Canaria, generalmente respetan esas mismas expresio-nes de su original, cosa razonable; pero a veces por el lugar en que copian su texto, se les escapa "ida a Canaria" ("Lagunense" ca-pítulo 8, 10,11 y 14; Ulloa, cap. 10, 13), o también "venida a Casti-lla" (capítulo2 del "Lagunense" y Ulloa) . EL Ms. Y (-c 1530) O SU FALSIFICACI~N. No es segura la existencia de este Bis. Y, pues bastará para ex-plicar Ia seguidamente comentada concordancia, suponer enmenda-do o interpelado el ms. X original, en dicho año. Pero e1 problema ofrece otro aspecto interesante. Ya que si la "Crónica Jáimez" no fue escrita por el propio Alférez Mayor, su re-dacción hay que situarla en este año, como obra de alguno de sus familiares, para destacar la actuación de Jáimez, señalada a veces. pero no con el empaque de nuestros textos, en el original de Sedeno empleado por el P. Sosa2'. Por esos años, su hijo Francisco es mensajero en la Corte, y Gáldar lucha contra ia prepotencia que trata de conquistar Guía 23 y de la que se hará eco Cairasco de Fi-gueroa ; y los Jáimez de Sotomayor pueden pensar que hacen labor p r pntfin & , i q p ~ n i e n den~ c irc~!aci& taxeg h i a t b r i ~~~IJ -e 22 Véase antes "Crónica Sedeño" en A, f, y mi atado articulo en ''Home-naje a Sena". 23 Véase "E1 Museo &nanon, 1935, núm. 5, pág. 54. 326 ANUARIO Da ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LING~T~~STICOYS LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 13 engrandezca los méritos de los galdarenses, elogiando a la vez la gestión de su antepasado. Alguien puede pensar que tal falsificación de la "Crónica Jái-mez" sobre el Original del Sedeño, en 1530, quitaría valor a sus textos. Pero bastará considerar que la concordancia del "Matriten-se", "Lagunense" y Ulloa, o sea la "Crónica Jáimez" de 1530, es, en todo caso, anterior a los textos hoy conocidos de las demás crónicas, interpolados en fecha muy posterior a la de esta fuente común m. Y (1530). Esta fecha viene determinada por una curiosa concordancia del "Matritense" y el "Lagunense". El primero termina con los siguientes datos 2 4 : Capitulo 30 : Obispos de Canaria llegando hasta Cabeza de Vaca (1523-1530) y dejando luego en blanco el nombre del obispo Vimés (1534-1545) ". Capítulo 31 : Gobernadores de Canaria, desde Algaba hasta Mar-tín Hernández Cerón (error por Gutiérrez Cerón), en el año 1526- 1529. Capítulo 32 : Venida de la Audiencia a Canaria : sólo cita el nom-bramiento de los oidores (Paradinas, Corita y Aduza) en 1527, sin hablar de los incidentes ocurridos inmediatamente con Bernardo del Nero en 1529 y los nombramientos posteriores. Todo ello nos lleva a una fecha próxima a 1530, a que alcanzan las noticias del autor sobre estos tres particulares. También el "Lagunense" m recoge referencias de análoga cro-nología : a) Habla del nombramiento de los oidores citados y de Bernar-do del Nero en los años 1527 y 1529, aunque él consigna 1507; omi-tiéndose también los incidentes del año 1529 y los siguientes nom-bramientos de oidores. - 24 Véase edición de Millares Carlo. "El Museo Canano", 1935, núm 5, págs. 89 a 90 '' El ms. Soto-Cardona debía tener sólo la lista episcopal de la copia del Quintana, pues me dice Miguel Santiago que acaba (fol 43) con Fr. Pedro de Jierrera (1621) sin citar a Camara y Murga (1627-1635) ni a Sánchez de Vi-llanueva (1635-1651) obispo ya en la fecha del códice: 1639. 26 Edic. Serra-Bonnet, fase 1, Folztes R. C., pág. 42. 14 JUAN ALVARm DELGADO b) La lista de obispos cita sin fechas de Virués (1534-1545) a un fraile franciscano (1545-1550, Fr. Antonio de la Cruz) muerto en el Concilio de Trento, interpelación indudable del copista Fr. Juan Antonio, colocando luego a Melchor Cano y a Deza tras la frase: "y desde el año 1570, D. Diego Dessa". c) Termina la lista de obispos con Fr. Juan de Toledo (1659- 16641, sin citar a su sucesor don Bartolomk García iménez (1664- 16901, lo que obliga a situar la copia del "Lagunense" antes de 1666, fecha apuntada por Millares Torres. d) Falta la lista de gobernadores que conocemos por otros textos y consigna el "Matritense". Esta concordancia obliga a suponer un texto fuente comfin, que recogiera las referencias históricas de ambas versiones hasta 1530. Tur 'aiito, creo que m. (+ i536j quedj en Gran Canaria para%ervir al interpolador que redactó la alterada copia del "Ma-tritense", mientras una copia suya traida por el capitán Quintana a Tenerife, sirvió para la copia de Jerez Cardona y el texto de Ulloa y para la copia del "Lagunense". Yo creo, aunque no puedo asegurarlo (razón del interrogante en el esquema), que el capitán Quintana trajo a Tenerife una copia del Ms. Y (1530). Aunque sería posible que hubiese traído el mis-mo Ws., que fue devuelto luego a Gran Canaria, tras su copia por Jerez Cardona. Pero tampoco sé con seguridad cuándo fue hecha la copia o traí-do el ms., que fue devuelto luego a Gran Canaria, tras su copia por el personaje del mismo nombre citado por Antonio de Viana 27 como soldado de Ibone de Armas en la conquista de Tenerife; o un familiar de Alonso de Quintanilla que ayudó 28 en la conquista de Gran Canaria mediante una iguala con los Reyes Católicos y Pedro de Vera, que pudo tener interés en una crónica de la conquista en-comendada a Jáimez de Sotomayor; o un contemporáneo amigo del copista Jerez Cardona en el siglo XVII. Pero si se trata en verdad, como dice Miguel Santiago y el códi-ce de Vviedo, üei "capitán h a n de Quintana", cabe pensar en un grancanario familiar quizá de D. Diego Carvajal Quintana Guanar- 27 Viana: Poema, ed. ,Moure, pág 297. 2s "Revista de Historia", núm. 85, 1949, pág 43 328 ANUARIO DE\ ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGLifSTICOS Y LA PRECEDENCU DE FUENTES CANARIAS 15 teme, autor de una obra histórica, que Cioranescu cree es la copia del Sedeño 29, o pariente de la madre del genealogista Fr. Juan Suá-rez de Quintana 30. Igualmente imprecisa es la noticia del citado encabezamiento, que habla de Ia muerte de Jáimez "en Gáldar, donde tiene hoy bis-nietos", que pudo ser puesta por el copista de 1639. Pero si es obra del autor de la copia Quintana como no cita a sus hijos vivos aún en 1530, permite fecharla bastante después de ese año, pero en data todavía muy imprecisa. Lp! m ~ . p r h fuñ~zM m e x en !c, librería de! sefiar S&- Posadas y copiado por Jerez Cardona, en 1639 (sobre el original de Sáimez o el ms. "Y (1530)", estaba todavía en aquella Biblioteca en el año 1879, según datos del se5or Soto, que debo al doctor Ciora-nescu 31. El códice constaba de 27 capítulos en 41 folioa, teniendo en el fo-lio 42 su índice de capítulos, que deplorablemente no conocemos. Pero este dato basta para asegurarnos que no es el "Lagunense" que se escribió en 1660 y sólo tiene 22 capítulos, con un corto resu-men final del capítulo 23 (conquista de Tenerife), en seis renglones, seguidos de las noticias sobre la Audiencia de Canaria y obispos, antes apuntadas. En cambio, las indicaciones del señor Soto permiten identificar el ms. Soto-Cardona (1639) con la fuente de Ulloa, cuyo texto, efec-tivamente, alcanza 27 capítulos, citando en el Últémo la creación de la Audiencia y terminando con la lista de obispos hasta su época. - 29 Edición de Abreu, pág. XXII, nota 3.-Millares Bablzografia, ed. 1932, pagina 157 30 Millares, ob. cit., ipág. 487. 31 ivie indica Cioranescu que en "Ei Averiguaaor Üniversai;', revista de Madrid correspondiente al año 1873, hay una pregunta de N. Diaz Pérez (su-pongo que es el conocido genealogista tinerfeño) en la pág. 273, contestada por don Felipe Soto Posadas en la misma revista, págs 373-374, con las noticias que recojo en el texto. Noticlas sinzilares lee M Santiago en el códice de Oviedo, como dije Núm 13 (1967) 329 16 JUAN ALVAREZ DELGADO Ello indica que la pauta de capítulos seguida por Ulloa es la misma del ms. Soto-Cardona, y análoga a la del "Matritense" y "Lagunense", cuyas coincidencias y discrepancias vamos a señalar luego para determinar su autenticidad respectiva, terminando to-dos con las mismas indicaciones relativas a la Audiencia de Canaria y a su lista episcopal, interpolada y adicionada por cada uno de los autores, con más o menos fortuna y noticias. COINCIDENCIADSE L "LAGUNENSEY" ULLOA. A lo que sé, el primero que señal6 la recíproca correspondencia de estos textos fue Emilio Wclrdisson Pizarroso, aunque nadie creo la ha estudiado. Las coincidencias entre el "Lagunense" (1660) y el Ulloa (1646) denuncian una absoluta identidad de su fuente común. Aunque la copia del "Lagunense" es posterior, éste no sigue a Ulloa, sino es Ulloa el que se sirve de un texto idéntico a la fuente del "Lagu-nense". Esta coincidencia se descubre hasta en los epígrafes de los ca-pítulos, por lo que bastará citar s6lo dos: "Lagunense", capítulo 5: "De cCmo el señor Diego de Herrera llegó a Canaria y lo que en ella sucedió". Capítulo 15 : "Cómo el go-vemador Vera prendió al capitán Rejún y le envió a la Corte, y le secrestó sus bienes". Ulloa, capítulo 5: "Cómo Diego de Herrera llegó a Canaria y lo que en ella le sucedió". Capítulo 14: "De cómo el gouemador Vera aprendió al capitán Rejón y lo ymbi6 a la Corte y le seerestó sus bienes'' 32. Coinciden el número, ordenación y contenido de los capítulos del "Lagunense" y Ulloa, desde el número 1 hasta el número 7. El capítulo 8 del "Lagunense" falta en Ulloa, desplazándose la respec-tiva numeración desde el capítulo 8 al 19 de Ulloa, coincidiendo con los capítulos 9 al 19 del "Lagunense". El capitulo 19 de Ulloa va incluido en la segunda ?arte del 19 del"lagunense", continuando idéntica numeración en los capítulos 20 al 22 de ambas versiones. 32 Llamo la atención sobre la coincidencia terminológcla de las dos ver-siones. 330 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS L~NG~~STICYO SL A PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 17 El capítulo 22 de Ulloa se encabeza : "De como el alférez Haymes de Sotomayor alzó bandera de victoria por su Magestad día de San Pedro Mártir de 1477 años. Y de los usos y costumbres y tratos de los canarios" ; mientras el "Lagunense", que en su capítulo 22 omite esa frase final, contiene en su texto los indicados "usos y costumbres indígenas". Aparecen, en cambio, algunas discrepancias: unas son de poca monta y correspondientes a la personal valoración de los copistas : así Ulloa habla de "Magestades" al referirse a los Reyes Católicos, mientras el "Lagunense" conserva el antiguo tratamiento de "Alte-zas" ; y el primero también designa, a veces, a Rejón como '"eneral", mientras para el "Lagunense" es s610 "capitán" de la conquista, C Q er-~, en yer&i(, y ge&g & TJerz " ~&e r ~ g&r ~t y' )~ p g "cg~e-neral". Otras discrepancias, en cambio, pueden afectar a diferencias de original. Así el "Lagunense" termina en el citado capítulo 22, pero Ulloa continúa : capítulo 23 : merced a Alonso de Lugo de conquista de Palma y Tenerife" ; capítulo 24 : "Muerte de Peraza en la Gomera y marcha allá de Pedro de Vera" ; capítulo 25 : "Discordia y pasio-nes entre Vera y el obispo", y capítulo 26 : "Muerte de Vera y plei-to de los Gomeros dados por libres y horros de cautividad". Como el "Matritense" tiene también estos capítulos finales y el contenido del capítulo 23 (conquista de Tenerife) está reducido a seis renglones en el "Lagunense", yo creo que estaban igualmente en el ori,ginal comh de nuestros tres textos actuales. Pero ignora-mos por qué razón los recortó y eliminó de su copia "Lagunense" el franciscano Fr. Juan Antonio. En otra hipótesis, y suponiendo esos capítulos obra de la inter-polacián sugerida por Millares Torres en la redacción de Jerez Car-dona, había que reducir el original de la "crónica Jáimez" al con-tenido fundamental del "Lagunense". Por esto en el esquema de-rivo el "Legunense" del ms. Quintana, que en la otra hipótesis pue-de salir del Soto-Cardona. ERRORES Y DISCREPANCIAS DEL "MATRITENSE" h s terribles errores del "Matritense", escribiendo X$wwnes por Jcíimex, gosio por gofio, ganchos por Guarzchos, canzarros por ta- 18 JUAN ALVAREZ DELGADO marcos, tamorano por tamaranona, gan por garao, Tzma y T ~ i ? m por Tima, etc., no permiten suponer que el "Matritense" represen-te una forma más cercana al original que el "Lagunnse", ni derivar éste de aquél, aunque sea cronológicamente más antiguo. Yo considero que el "Matritense" es una co-p ia descuidada e in-correcta y un texto interpelado del original Ms. Y 1530. Así permite deducirlo el cotejo de su contenido y pauta de capítulos con el "La-gunense" y Ulloa, que corresponden cierto a un original común más coincidente. Los cuatro capítulos finales del texto de Ulloa, ausentes del "Lagunense", figuran también en el "Matritense", pero bajo los números 26 a 29, ambos inclusive, diferencia notoria del número 27 de capítulos del texto Soto-Cardona 1839. Pero están precedidos de un capítulo número 25: W e cómo Pedro de Vera dio aviso a sus Altezas de cómo era ganada la Isla y lo que se proveyó", que no figura ni en Sedeño, ni en Escudero, ni en el "Lagunense", ni en Ulloa; pero sí en el P. Sosa. Extremo di-fícil de explicar, sin interpolación del "Matritense". Tampoco coin-cide la redacción de los epígrafes del "Matritense" con las otras 60s versiones ("Lagunense" y Ulloa) de la "Cróaica Jáimez". In-cluso difiere el contenido de los cuatro capítulos primeros del "Ma-tritense", que son una refundición muy resumida de los capituIos 1 al 6 del "Lagunense" y Ulloa. No coinciden tampoco los capítulos 5 a 24 del "Matritense" con los capítulos 7 al 22 del "Laguriense" y Ulloa, ni siquiera en su pre-ciso contenido, aunque hay en ellos una concordancia mayor de los temas abordados por las tres versiones. Por tanto, frente a la opinión común que da al "Mztritense" una prioridad absoluta en la procedencia de su texto, respecto del "La-gunense" y otras crónicas, yo lo considero una refundición altera-da e interpolada del primitivo texto, más cuidadosamente seguido por el "Lagunense" y por la fuente de Uiloa. La "Crónica Jáimez" arranca de un texto seguramente redac-tado hacia 1530, refundido o no sobre un or~ginald el Alfkrez, an- 332 ANUARIO DD ESTUDIOS ATLANTIGOS DATOS LING~~STICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS 19 terior a 1512. Ea concordancia de las tres versiones existentes : "La-gunense", "Matritense" y Ulloa, nos lleva a esa fuente común de gran valía y autenticidad. Los datos discrepantes de esas tres versiones tienen que ser so-metidas previamente a examen crítico, para valorar su autentici-dad y poder aceptarlas como datos antiguos. D) FUENTES PORTUGUESAS No puedo hacer aquí un detallado estudio (preciso a nuestra crítica histbrica) sobre los elementos trasvasados a fuentes cana-rias desde textos portugueses, que conocen y dan noticias de nues-tras Islas desde el relato de Recco-Bocaccio sobre la Expedición Portuguesa de 1341, pasando por Azurara, Cadamosto y Diego Gó-mes, hasta la refundición de noticias hecha por el famoso Manzcs-mito "Valentim Fernandes" 33. Comparando algunos textos de este "Manuscrito" de 1508 (fe-cha aproximada de su compilación), con las noticias sumarias de nuestras fuentes del siglo xvr, como Támara, Marineo Sículo, Ber-náldez, etc., y las "Crónicas de Gran Canaria" y el texto de Abréu Galindo, por ejemplo, nos hacen sospechar muchos cruces e inter-polaciones recíprocas de sus noticias. Este tema queda un poco al margen de mi especialidad, porque esos textos portugueses no suelen traer datos lingüísticos indíge-nas, sino meramente costumbristas. Pero ciertos detalles de lengua-je me van a permitir determinar alguna pista en esa dirección. Hallo en un pasaje de Abréu 34 dos veces consecutivamente la extraña forma &leo (en vez del canario usual idote), que considero derivada del portugués iíheo con readaptación castellana 3" mejor que voz dialectal. 33 Tenernos de 61 con ese título una excelente edición de la Academia Portuguesa de IZistona, bsboa, 1940. 34 Luego, transcrito de Abréu, ed. Cioranescu, 1, 9, pág. 52. 35 García de Diego: Dicczomrio EtimoZ6gzco Esp e Hzspcílzico, núm 3 497. 20 JUAK ALVAREZ DELGADO Habla en él Abréu Galindo de la geografía de Lanzarote y Fuer-teventura y las demás islas cercanas no pobladas entonces: Ale-granza, Graciosa, Santa Clara (hoy Montaña Clara) y Lobos. Pero nientras a las tres primeras aplica el tkrmino zsh simplemente, y hasta designa isleta 36 a la Graciosa, sólo emplea el nombre isko al tratar de la de Lobos : "La isla de Lobos es un roque o ideo que está entre la isla de Lanzarote y la de Fuerteventura-. E h este ideo solían matar muchos lobos marítimos- y por estos animales que allí tomaban, se llamé> isla de Lobos". Los subrayados son míos. No podemos suponer aquí que isleo sea un portuguesismo del español de Canarias, pues no aparece, a mi noticia, en otro texto de las islas; ni una forma peculiar del habla de Abréu Galrndo, que r,o la vuelve a emplear en otro lugar de su obra. Debemos explicarla por una fuente portuguesa que tiene a la vista, ya que no puede ser la "Fuente Troya". Porque al tratar To-rriani del mismo pai-ticular fi y en sus mapas, emplea la única forma 'isola' "&lu"para la de Lobos y las demas cercanas. Y fundamento mi tesis de calco sobre fuente portuguesa directa en una comparación muy instructiva con un texto del citado "Ma-nuncrito Valentim Fernandes" 38. En un apartado que titula "Cana-rias ylhas", en cuya parte final trata también de las Salvajes y híadeyra, con el relato del episodio de Juan Machín, incluye una relación de las Islas Canarias, que divide en "pobladas" (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Ho Ferro (;sic!), Palma, Gomera y Tenerife) y "no pobladas" (Santa Clara, Allegranza (;sic!) y Gra-ciosa). Al hablar de todas estas islas, pobladas o no, las denomina ylha; pero al tratar de Lanzarote (pág. 101), dice que tiene "outros quatro ilheos jjuto c6 ella7' (los roques y el arrecife), y a continua- 36 IsZeta o zslote son formas canarias tip~cas La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, y el llamado antiguamente "Puerto de las Isletas" o "Puerto de la Luz". Olive regstra también (incluso conocido en tierra adentro cf "IS-lote de Hilario" en el volcán de Lanzarote), "El Islote" y "La Isleta", como /...ir* Cm\ *"p"'u"IV (y-. 00.3 J . 37 Torriani, cap. 18, ed Wolfel, pág. 88, y ed Cloranescu, págs 11, 26, 63 y s~guientes. 35 Ed. de Lisboa del Manuscrzto Valentzm Fernandes, págs 100 a 110, esp. págs 100-101. 334 ANUARIO DE? ESTUDIOS ATLANTICOS DATOS LINGU~STICOS Y LA PRECEDENClA DE FUENTES CANARIAS 21 ción consigna que entre ella y Fuerteventura "est hufi iZheo q' se chama de Lobos" ; y que la costa de fierteventura "se chama Poco Negro e tem tres ilheos jfito c6 ella". Esta coincidencia de que sólo Abréu y las fuentes portuguesas llamen a la Isla de Lobos ideo e ilheo, es demasiado flagrante para ser fortuita. La fórmula, "según algunos ... otros dicen" o similares, empleada por Abréu 3g, Fructuoso, Espinosa, Sosa, Gómara, etc., para reccj-ger noticias más o menos fantásticas y contradictorias en Canarias, aparece también más de medio siglo antes de esos escritores en el citado "Ms. Valentim Fernandes". Voy a trascribir un pasaje poco conocido 40 con noticias que de manera análoga trata Abrh Galindo, o son contradichas por él. "Según dicen fueron primeramente halladas por cristianos, a saber un hidalgo inglés leproso llamado Lancarote, el cual conquis-tó la primera isla de ellas, a la que puso su nombre, y así se llama hasta hoy como se dirá en el tratado de la Isla de Langarote." 41 . . "En este tiempo vino un hidalgo de tierra de Francia a Cas-tilla que se llamaba Mossen Johan de Betancor (; sic ! ) . . Y porque Mossen Johan gastó sus mantenimientos y dinero le fue necesario tornar a su tierra con intención de volver de nuevo, para acabar de conquistarlas todas, dejando en aquellas tres (antes citó Lanzarote, Fuerteventura y Hierro) por capitán a un sobrino suyo que se lla-maba Misser Magiotfi" (;sic!) . . . "Otros dicen que este Misser Johan de Ektencor (jsic!) era leproso, y que había venido de su tierra a Sevilla y oído de Langarote, y se fue allá con su mujer e hijos" . . . "Y dicen que murió en esta Isla de Lancarote, por lo cual hsisser Ma-cioth, su hijo, quedó por señor de las Islas. Y tenia este Magioth dos hijas, una de ellas casó con un hidalgo llamado Cabreyra" (;sic ! 1. "A la otra hija, doña María de Btancor (;sic!) llevó para Portugal, -- 39 Abréu ed. Cloranescu, por ejemplo, 1, 4, págs 24 ss 40 "Manuscrito", ed. citada, págs 99 a 100 41 También Abréu dice que Lanzarote se llamó por "algún amigo" de Bethencourt (Abréu, 1, 8, pág. 48). Núm. 19 (1967) 335 22 SUAX ALVAREZ DELGADO a ruegos del Infante don Enrique, el cual la casó con González Zarco, primer capitán de la dicha Isla de la Madera". "El dicho Ca-brera tenía de su mujer una hija, a la cual casó en @astilla con un Ferreyra (;sic!), que es ahora señor de estas Islas y de una parte de Gran Canaria". Cómo se ve el hacimiento y contradicciones de estas noticas de Valentim Fernandes no dejan en mal lugar a nuestras crónicas. Aquí aparece un Lanzarote inglés, como páginas después hacen al vizcaíno Juan Machín colonizador de la Madera, antes que Zarco. Eh un caso el leproso es Lanzarote, y en otro es Juan de Bé-thencourt, como dice Diogo Gómez y estudió B. Bonnet. A Bethencourt se le llama unas veces Nisser y otras mossen y mosiur, como en nuestros textos, y se cruzan en el "Valentcim Fer-nandes" las grafías Betancor, Betencor, B,etencur y Letancur, de su nombre. En un renglón aparece Maciot como sobrino, y poco después como hzp de Béthencourt, con iguales dudas que en nuestras fuentes. TkT frente a las dos hijas de Maciot señaladas por Valentim Fer-r- andes, e1 texto 1632 de Abréu 42, en un pasaje cuya redacción de-cuncia interpolacibn, asegura que la "hija única que tenía, doña María de Betancor, casó con el hijo de Juan Gonizález Zarco", como es verdad, no con él. La noticia de Valentim Fernandes difiere tam-bién de la de Castillo; como el supuesto matrimonio de la hija de Cabrera con Diego de Merrera, basado en el real parentesco de ambos, puede esconder otro hecho real. No será difícil hallar en la incorporación por Abr6u de Alonso Cabrera al equipo de Diego de Merrera 43 como en el matrimonio de Diego de Silva con su hija, dos hechos parecidos de habilidad po-lítica en Diego de Herrera, que sustituye los enlaces familiares, las actas de posesión en Gran Canaria y Tenerife, y la erección de las fortalezas de Gando y Anaga, por una conquista sangrienta y for-mz! se@& per &res. huya qUe bdscar er, 1% actividad 42 Abréu. ed Cior., L, 21, pág. 104 43 Id 1, 23, pág. 111 y nota 336 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTIGOS DATOS LINGUÍSTICOS Y LA PRECEDENCIA DE FUENTES CANARIAS %S desacertada de sus hijos Sancho de Rerrera y Pedro García, los fracasos de sus operaciones en Gando y en Tenerife. Pero de esto tratarán plumas mejor enteradas que la mía. También el texto del Canarien %, en su supuesto viaje de reco-nocimiento de las Islas, me parece una interpolaclón tardía sobre una fuente portuguesa probablemente. El citado "Manuscrito ,Valentim Fernandes" 45, en su apartado de titulo "Das Ilhas do Mar Océano, Ilhas de Canaria" 46 trae unos mapas dibujados y adjunta unos relatos de cada isla con detalles de población, árboles, animales y, aguas, que nos hacen sospechar esta procedencia. Porque alusiones a mapas y detalles muy similares a los del Valentim Fernandes tiene el Canarien, aunque aquel texto no es su fuente directa. En ese pasaje del Cana?%ene,l viaje (atribuido a Juan de Béthen-court) se inicia por la isla del Hierro, siguiendo por La PaIma, Go-mera, Tenerife y Gran Canaria, para terminar en Fuerteventura y Lanzarote, islas ya dominadas por los Betancurianos en la época supuesta de iniciacih del viaje y, por tanto, de innecesario estudio y reconocimiento. El hecho de que la derrota se inicie por las Islas del Norte y Oeste Wierro y La Palma) y las alusiones de su forma con un 44 Véanse los capítulos LXiiI a LXIX de la Redacción A o de Juan de Bethencourt, en la edición del CawrzRn, hecha por Serra Ráfols y Cioranescu en Fontes rerum canatsarzcm, tomo IX, Laguna, 1960. 45 Ed, citada de Lisboa, págs. 25 y 26, y mapas incluidos en láminas intercaladas, y págs. 100-106. 46 Otra curiosidad ling~ística: el texto del "Manuscrito Valentim Fernan-des", en la página 99, dice en el epígrafe YZhas de Camrla y seguidamente escribe Canarias YZhas; en la página siguiente, 100, consigna el epígrafe Cu-n a & ~g iÚtas, pero cont~núaa l punto: "As ilhas de Canarea" Esa intervención corresponde al proceso que por entonces se hace en Castilla y en Canarias, por-que en cuanto a época la noticia de la primera página no pueden ser ante-riores a 1460, y las de las siguientes citan el año 1496, y e1 texto es de :echa 1506. Núm. 18 (1967) 337 24 JUAN ALVAREZ DELGADO mapa *?, invita a pensar en un rotero portugués, seguido aquí por el autor, como en otra ocasión sigue al fraile franciscano de Se-villa, autor de un texto de Geografía de hacia 1351. Subrayo que en el viaje anterior de Gadifer (caps. XL a XLIV del mismo texto), se hace el reconocimiento insular desde Lanza-lote y Fuerteventura, a Gran Canaria, Infierno (Tenerife) , Gomera, Hierro y La Palma; bojeo natural del archipiélago para los con-quistadores bentacurianos. Y si la hipótesis que formulo sobre esa interpelación desde una fuente portuguesa, obliga a retrasar Ia redacción de tales capítulos hasta una fecha tardía (más o menos 1418) en que los navíos portu-gueses estaban habituados a la ruta Lisboa, a Madera, a L a Palma, a a Río de Oro y Guinea, no me parece dificultad insuperable, aun- E que no ia hayan sospechado ios críticos. O Pues alrededor de esa fecha, Maciot vende las Islas al conde y n =m Leverrier es nombrado administrador apostólico de Rubicón y obis- O E po. Y estos dos posibles tenedores, en opinión de W6lfel y otros, del E 2 manuscrito del Cam&n o de sus copias, pudieron interpolar en E dicho texto original o facilitar a los copistas de las dos redacciones 3 B y G del mismo, las noticias de ese rotero portugués o noticias por- - o- tuguesas de las Islas. m E Porque tales capítulos no parecen razonablemente un bojeo real O del archipiélago por Béthencourt o Gadifer en 1404 6 1406, sino n puro calco literario, con noticias personales interpeladas tal vez a-E en él, de una carta náutica, rotero o noticiario insular de origen portugués, en razón de los apuntados indicios. n 3 47 Cf. cap. 64 "es mayor de lo que se ve en el mapa"; cap 65: "en forma de trébol"; cap 66: "tiene forma de rastrillo, casi como la de Gran Canaria"; cap. 67. "es de la forma de un rastrillo". 338 ANUARIO DB ESTUDIOS ATLANTICOS |
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