DE D. ANTONIO DE VERA MLJXHCA,
REFUNDADOR DE SANTA FE EN EL RBO
DE LA PLATA
Profesor de la Facultad de Derecho de la =niversidad cle La Laguna
El nombre de don Antonio de Vera Muxica, conocido por el
Refundador de Sa.ntn Fe, nos había hecho pensar en su posible pro-cedencia
canaria. A la amabilidad del historiador don Miguel A.
Martínez Galvez, Presidente del Instituto ~rgentino de Ciencias
Genealógicas, debemos una copia del capitulo del NohiWa.rZo del
antiguo Vii-reinato del Río de la Plata, del que es autor don Carlos
Calvo ', dedicado a la familia de aquellos apellidos, que confirmó
-nuestras sospechas.
Pero no es de extrañar que al referirse este autor a las prime-ras
generaciones de los Vera, hasta llegar al conquistador de Gran
Canaria Pedro de Vera, repita conocidas fantasías y probados erro-res
que recogen antiguos nobiliarios, y aún le faltaron al autor los
antecedentes precisos para conocer la descendencia de aquel ilus-tre
jerezano. En cambio, tal trabajo de don Carlos Calvo, preciso
y documentado For lo que hace a las generaciones argentinas, nos
ha sido de extraordinario valor.
-
1 Nobiliarzo de2 a?ztiyz<o Virrelnato de2 Eío de Za Plata, Buenos Aires. 1939.
En el tomo 4.0, p6gs. 319-325, la genealogía de los Vera Muxica.
2 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA
La recia personalidad del capitán de la conquista y gobernador
de Gran Canaria; las circunstancias que motivaron el asentamiento
de su hijo Martín de Vera en dicha isla y, consiguientemente, el
que su sangre diera origen a familia isleña, que produjo persona-lidades
de destacada valía, y la importancia de la rama que per-petuó
el apellido Vera en el Río de la Plata hasta mediado el si-glo
XIX, creemos justifica el que nos detengamos en su estudio.
La familia del gobernrxdor Pedro de Vera. a
E
Ha sido don Hipólito Sancho de Sopranis quien, en una serie O
ck intereszd~ys ;i^cgmenta&. a r t i c u ! ~q~~ pp.n h.IkS en la "Revista n - m
de Historia", de la Facultad de Filosofia y Letras de la Univer- O
E
sidad de La Laguna ?, ha desbrozado, como ningún otro hasta ahora, E
2
E la enmarañada selva genealógica de los Vera de Jerez de la Fron-tera.
La ascendencia de Pedro de Vera que recoge en su trabaja 3
,siguiendo la tradición que estima más segura, si bien con la adver- O-tencia
de que, si está probada la existencia de las personas que 1% m
E
forman y, en parte, su filiación, no ha podido comprobarla en su O
totalidad, notando que resulta un número posiblemente excesiva n
de generaciones, en atención al periodo de tiempo que va de la más E
antigua a la de los abuelos maternos del conquistador (véase: a
Arbol núm. 1)- es la que sigue: n
n
Alfonso García de Vera, primer señor de la casa, puente e isla
de Cádiz (no de la ciudad de este nombre), vivió por los Últimos
3
O
años del siglo XIV, y, al levantarse la iglesia parroquia1 de San Lucas,
en Jerez de la Frontera, fundó en ella su entierro, junto al Sagrario,
y en lo alto de la capilla mayor mandó esculpir sus armas: veros
de azur y contraveros de plata, con águila bifronte coronada de,
2 Comenzó la publicación de estos trabajos en el núm. 75 de dicha revista,
correspondiente a julio-septiembre de 1946, y casi ininterrumpidamente los
c=xgn~hSa sta d n6.n. SY-99 61 12 mima, ~~r respnndienat ~&,r i!-junic y filio-septiembre
de 1952, aunque faltó el último referente a la muerte de Pedro
de Vera. Véase nota 11.
83 -4A'TJARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
-- 1 Alfonso García de VERA 1 ...... -- ...... f U... , Xencia Martínez de Zurita I ...... ...... 1 f
Rodriga de VERA 1 "13 . . . Y . . . t 14 ... ; Catalina Coronel Altamirano
1 ...... 'j ......
1
Iñigo de Vera
...... -- ...... .L, ......
Catalina Eivera ,
* ...... ...... Izg f /
I --p.--. -- : ...... - ...... f ......
García de VEPA -
Mdonza de Vargas
* ...... i ......
i l
1 Nufio de Vera 1 1 MARÍADE VERA
1 '...... -- ...... f ...... ...... = 1 4 ...f ......
l Catalina Zurita Diego Gómez Men-
...... ...... ...... I ...... f doza f
I I
-- , I Diego de Vera
....... -- ...... -f ...... 1 ru'. Sánchez Morales
1 ...... f ......
I - - 1
P.0 de Vera, "E1
Bermejo" ... ... f 1503
...... -- ...... f 1479 1 1 Beatriz Rinojosa * ... Isabel Zurita j. .. 1 i ...... ...... ? f
I
/ F.O Fez. de Vera
...... -- ...... f 1514 1 Leonor S. Negrín 1 ...... f ......
1 l 1 1 AXA DE VERA
1 h. 1497 = 1515 7 ...... Alonso Barrera
I .... t d. 1540
l I-I
I ...
MARTfN DE VERA
1520 = 15 t 1580
GINEBRAM UXICA LAZCANQ
...... 7 ......
!
Juan Cebeiro de Vera &$AxTÍN DE VERA
* 1550 f 1606 ...... 1 - 15% = h. 1577 f
(Cmónigo) 1 , SEBASTIAXXAA NRIQUDEE ACURA
...... i ......
+ (V. Arbol núm. 3)
imperio, por tenante. De su matrimonio con doiáa Mencía Martánez
de Zurita procedió Rodrigo de Vera, caballero de la Banda, casado
con doña Catalina Coronel Altamirano, en quien tuvo, al menos,
dos hijos: Iñigo de Vera, también caballero de la Banda, esposo de
doña Catalina de Rivera, y García de Vera, regidor de Jerea, que
contrajo matrimonio con doña Aldonza de Vargas, y de éstos pro-cedieron
doña María de Vera, madre del conquistador de Gran Ca-naria,
y Diego de Vera, el primero de su apellido del que tenemos
noticias pasase al Archipiélago.
Fray Juan de Abreu Galindo, el veraz historiador de las Cana-rias
3, cita entre los que acompañaron a Diego de Herrera y a doña
Inés Peraza, cuando hicieron viaje a las Islas, a tomar efectiva p-sesión
del señorío que ostentaban sobre las mismas, en 1455, a
Diego de Vera, a quien luego hicieron gobernador de Fuerteven-tmu.
Se carS cnn una hija de Alnnsn Sánchez de Norales. natural
de Córdoba, que había sido de sus compañeros en la expedición 4.
3 Fray Juan de Abreu Galindo: Historia de Za conquista de las siete ish'
de Canaria. Edición crítica, con introducción, notas e índice, por Alejandro
Cioranescu. Goya Ediciones. Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 1955, pág. 112.
4 Una descendiente suya, doña Juana de Vera, practicó pruebas de SU
fiiliación y méritos de sus antepasados en Teguise, el año 1593, que fueron pu-blicadas
por el autor de este trabajo en "Revista de Historia", núm. 100, con
el título Belato de Zu famosa bataZla de Tafaraute. Los testigos, entre ellos el
famoso provincial de Andalucía Gonzalo Argote de Molina, siguen la fiiliacion
de doña Juana hasta "Diego de Vera, Governador de Fuerteventura, tío de
Pedro de Vera, Veinte y quatro de Xerés de la Frontera, conquistador y Gover-nador
de Canaria", y "Alonso Sánchez de Morales, que fue un principal ca-vallero
de Córdova, que vino a esta isla de Fuerteventura con doña Inés Peraza,
señora de estas islas, y con Diego de Herrera, su marido, y está sepultado en
la capilla mayor de Santa Inés de esta isla, que fundó la señora doña Inés
Peraza, y por ser tal cavallero lo sepultaron allí en medio de la dicha capilla,
e¡ qud tuvo treinta y seis hijos . .".
Don Hipólito Sancho de Sopranis, respondiendo amablemente a consulta
nuestra, nos dice que "en nuestros documentos se encuentran pruebas de la
existencia de un Diego de Vera, hijo de García de Vera. .".
Otro jerezano, Juan Camacho, también compañero en la expedición de
Diego de Herrera, lo hallamos en 1503, nombrado por don Alonso Fernández
de hg~cu,a iido f üe a t ~ n i a rpo seSi6ii de !a isla de fPUerte7wntüra en nombre
de los hijos de Hernán Peraza, escribano pfiblico de la misma; fracasado aquel
intento, el 5 de marzo de 1504, figura como escribano de la isla de la Gomera,
84 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
LINAJE Y DESCENDENCIA DE D. AXTOXIO DE VERA MUXICA 5
De tres hijos de Diego de Vera, Lucía, Diego y Pedro, tenemos
noticia; los tres usaron el patronímico Fernández. Lucía casó con
Juan Izquierdo, hermano de Gonzalo de Córdova, ambos naturales
de Santos de Maimona y conquistadores de Tenerife, y falleció hacia
el 1549, año en que otorgó el tercero de sus testamentos, en Ea
Laguna, ante Gaspar Justiniano. Diego y Pedro se establecieron
también en Tenerife; el primero no casó y falleció a poco de ter-minada
la conquista; Pedro fue uno de los pobladores del lugar
de Taganana, en el que había obtenido repartimientos de tierras
y aguas por el Adelantado y donde tenia casa e ingenio azucarero,
dejó hijos de sus dos matrimonios con Leonor Sánchez Neganira y
con Juana Perdomo y otorgó testamento en La Laguna, el 25 de
junio de 1514, ante Alonso de Llerena. Ambos hermanos, conocidos
por "Fernández de las Islas", por haber nacido en la de Fuerteven-tura,
figuran como testigos en las informaciones hechas en La
Laguna, ante el gobernador Alonso Fernández de Lugo y el canó-nigo
Fernando Alvarez, el 25 de junio de 1497, a petición del "hon-rado
y discreto var6n Antonio de Arévalo, continuo criado de los
reyes nuestros señores", para probar que en cada año se hallaba
cierta cantidad de cera en las playas de Güírnar, donde se veneraba
la imagen de Nuestra Señora de Candelaria, aparecida en las mis-mas
antes de la conquista de la isla. Diego y Pedro declaran que la
han visto "de cuatro años a esta parte" y que, con otros, "fueron
en hallar, este presente año, cuatro 0 cinco días antes de la Purifi-cación
de Nuestra Señora la Virgen María" j.
Tanto Lucía como Pedro Fernández de Vera dejaron en Cana-ante
quien don ~ i o n s oF ernández de Lugo otorgó en tal fecha testamento.
Casó con doña Catalina de Blthencourt, bisnieta de Maciot de Béthencourt,
el sobrino y lugarteniente del barón normando Jean de Béthencourt, sefior
de las Islas. Pero ha pasado a la historia insular por haber apadrinado y dado
su nombre a un moro, que en adelante fue adalid en todas las entradas de los
Berrera en Berbería y vivió 146 años. Falleció en 1591, y dos años antes se
babia casado y tei-iido u11 hijo. Xareu Gaiináo, que io conoció, cuenta su curiosa
historia. Op. cit., págs. 140-142.
5 Fray Alonso de Espinosa: Historia de Nuestra Señora. de Cmzdela~ia.
Goys Ediciones. Santa Cruz de Tenerife, 1962, pág. 66.
3 LEOPOLUO DE LA XOSA OLWEEA
rias numerosa descendencia 6 , y f edro dispuso en su testamento
se le enterrase en la parroquia de Santa María, donde lo estaba su
hermano Diego.
Dijimos antes que García de Vera y doña Aldonza de Vargas
habían tenido, además de a Diego de Vera, una hija, doña Maria
de Vera, que había de ser la madre del eapitán de la conquista y
gobernador de Gran Canaria Pedro de Vera. Doña María casó con
Diego Cómez, escribano phblico de Jerez de la Frontera, a quien
encontramos, en 1435, ejerciendo el oficio de alguacil mayor de la
ciudad, en turno de collaciones, cargo preciadísimo, al qü.*, corres-pndía
portar el pendón de la ciudad, como lo hizo entonces cuando
marchó con las gentes de Jerez que acudieron vn socorro del mzcs- z
N
tre de Alcántara, derrotado por los moros en Archite; al año si- E
guiente, con el mismo cargo, para el que lo nombró el juez pesqui- O
n sidor Miguel Rodríguez de Madrid, ;sor ser ajeno a las banderias
-
m
O
E que asolaban la ciudad, tomó parte en la desgraciada expediciór a E
2
Gibraltar, que mandó el Conde de Niebla. - E
Por Real Cédula fechada en Avila, en 18 de marzo de 1448,
obtuvo Oiego Gómez el oficio de fiel ejecutor de Jerez, y poco más 3
-
sabemos del padre del gobernador Pedro de Vera, a quien los ge- -
0
m
E nealogistas posteriores a su época llaman, no sabemos si con fun-
O
damento, Diego Gómez de Mendoza. 6
De todos modos, como dice Sancho de Sopranis, la situación n
E
de la rama de los Vera jerezanos a la que pertenecía el conquistador
-
a
de Gran Canaria parece haber sido un tanto secundaria, especialL 2
n
mente cuando se la compara con la de sus primos, los comenda- n
dores Juan y Pedro de Vera "el Bermejo7' y el hermano de éstos O3
Francisco de Vera, jurado de la ciudad, cuya intervención en la
vida concejil y guerrera de su tierra fue constante y destacada.
Ahora bien, como acertadamente advierte ei biógrafo del go-bernador
Pedro de Vera, no debe olvidarse la falta de perspectiva
histórica, frecuente -dice- entre los historiógrafos de los si-glos
XVI al xvm, que ha contribuído no poco a descentrar a los per-sonajes
de los sigIos medios, creyendo que la estabilidad social y
6 Nobiliario de Canarius. J. Réslo, Editor. La Laguna de Tenerife, t. 3.8,
1959, pág. 341.
80 ANZiARlO DE ESTUDIOS ATLA-JTICOS
UKAJE Y DESCENDEXCIA DE D. ANTONO DE VERA iMCXIC.4 'i
sconórilica propias del quinientos en adelante se dieron en las cen-turias
anteriores, y deslumbrados con el señorío de la isla de Cádiz
donado a Alfonso García de Vera y las alcaidias desempeñadas por
varios de sus deudos eran prueba inconcusa de una constante y
elevada posición social de esta familia, cuando la realidad era quz
tan pronto la ocupaban como volvían a la oscuridad.
Tampoco debe olvidarse la situación de frontera de moros de
las ciudades andaluzas y, consiguientemente, la necesaria condi-ción
militante y aventurera de sus vecinos.
.Ei go,bermdor Pedro de Vera.
Pese al patronímico Gómez de su padre, Pedro de Vera aparece
en los documentos bien con este nombre o con el de Pedro Fernán-dez
de Vera. Las noticias más antiguas que a nosotros han llegado
de su vida pública datan del 1454, en que lo hallamos como alcaide
de Tempul y regidor de Jerez; al siguiente año figura como escri-bano
público y jurado de esta ciudad. En 1463 es alcaide de Cádiz
por el Rey, y en el 1468 desem-a la alcaidía de Ximena, y al frente
de sus mesnada se halló en la toma de Gibraltar para la Corona;
frente al conde de Niebla, que indebidamente la retenía.
Pedro de Vera fue afortunadísimo segundo del famoso mar-qués
de Cádiz en aquellas banderías que asolaron los campos anda-luces
del cuatrocientos, frente al poderoso duque de Medina Sidonia.
En 1470 don Rodrigo Ponce de León, como señor de la villa de
Arcos, lo nombró alcaide de la misma y este cargo lo ejerci�� por
diez años, y su actividad destacó en los siguientes hechos: en 1471
tomó parte, a las órdenes del marqués de Cádiz, en su entrada en
Jerez, y al frente d,e una armada formada en Cádiz penetra por la
ría de San Lúcar de Barrameda y quema varios navíos de la casa
de Niebla ; al siguiente año es herido en la impugnación de la villa
de Cardela. Intervino, con don Diego Ponce de León, en la sorpresa
de Medina Sidonia, y en 1474 corrió la torre de Lopera, que estaba
por el duque de Medina Sidonia, logrando importante botin. Pero el
ejercicio de esta alcaidia no le hizo olvidar los oficios concejiles de
su ciudad y el 30 de mayo de 1472 se posesionó de una veinticua-,
8 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA
tría de Jerez, y años antes, el 8 de agosto de 1465, había obtenido
el cargo de alférez mayor y alcalde mayor. En 1476 logró real Iicen-cia
para renunciar en uno de sus hijos la veintimatría y otros bie-nes
y honores recibidos de la Corona; al siguiente año, y aprove-chando
la visita de los Reyes Católicos a Jerez, obtuvo para sí y los
suyos diferentes mercedes, que testimonian el favor que le dispen-saban
Sus Altezas, y ya en vísperas de serle encomendada la con-quista
de Gran Canaria, en los años 1478 y 79, en compañía de otros
caballeros jerezanos, realizó importante cabalgada a tierra de mo-ros,
en la que hizo un rico botín en ganados, y ya en el 1480
intervino en la fiscalización del gobierno del corregidor de Jerez a
Juan de Robles, su antiguo amigo, acusado ahora gravemente por N
E varios de los compañeros de concejo de Pedro de Vera '. O
n -
=m
O 1 ;)2 :Ji E
E
2
E
=
Los Reyes Católicos, ante el fracaso de anteriores empresas
p r a ! ! p v ~ C Z ~ Q12 ~ ~ q u j cdpt iIa r G r a ~C anr ig, LI 3
-
Palma y Tenerife, motivado, en buena parte, por enconadas y san- -
0m
grientas luchas entre los encargados de dominar la primera de E
O aquéllas, nombraron a Pedro de Vera, en 1480, capitán de la con-quista
y gobernador de Gran Canaria, con la facultad de designar n
E s los miembros de su cabildo y de repartir sus tierras y otros bie- -
a
nes una vez dominada, así como, junto con otros partícipes en la 2
n
empresa, el derecho a percibir, por diez años, los quintos reales. 0
Pedro de Vera llegó a Gran Canaria en el verano del mismo 250, 3o
y después de enviar preso a @astilla a su predecesor Juan Rejón y
-1 ..1--1;1- ~ - c - L - - nz--- 2- ~-L:A-.. L 1- ----.-.Cri
ai a i L a i u c IIICLJUL &~LGLI&ILr CL ez ue L ~ U L L V ~C,;U IIIGIIAU ISL calllyaila.
En combate singular con el popular caudillo indígena Doramas, que
acababa de derribar a Juan de Hoces, logró darIe muerte; quiso
entonces desembarazarse de los canarios que vivían en el real y con
falaz engaño los embarcó diciéndoles que los llevaba a conquistar.
, . m :FA --- --*--- 2- --.,.J..-:."lri- ,-,--A:Il- -L2-A:---
I CJICLUC, pci U GULI CLLIIILIU ut: WI IUU~ I II V ~a baauua, u u j e L r v u yut:
7 Seguimos aquí al historiador Sancho de Sopranis, en sus trabajos ya
citados.
$8 -4L-CARIO DE ESTUDIOS ATLANTTCOR
LIKAJE T DESCELXDEXCIA IIE D. Ah-TOKIO DE VERA MUXICA 9
no logró -por la sublevación de los indígenas, al mando de Adargoma,
que forzó a que los desembarcara en Lanzarote
Construyó Vera la torre de Agaete, donde dejó como alcaide al
futuro conquistador de La Palma y Tenerife A ~ Q ~FSeOrn ández de
Lugo, y en una expedición combinada con éste sobre Gáldar logró
cautivar al regente de este reino, bautizado con el nombre de don
Fernando Guanarteme, que había de serle en el futuro eficacísimo
auxiliar, y con la ayuda de doscientos vizcaínos que, por orden de
los Reyes, trajo Miguel de Muxica y de gentes de la Hermandad
de Andalucía, emprendió de nuevo la lucha, en la que perdió la vida
Muxica. Después de nuevas entradas y por la labor de captación
de don Fernando Guanarteme para con sus antiguos súbditos, Pedro
de Vera logró dominar por completo la Isla, parece que en la pri-mavera
del 1483.
Nombra luego los miembros del cabildo del nuevo municipio,
pero para que hiciese el reparto de las tierras, casas y agua tuvo
que ser requerido por el concejo y vecinos, el 19 de mayo de 1485 9.
Por carta de 22 de diciembre de 1483 los Reyes habían prohi-bido
a Pedro de Vera inmiscuirse en asuntos de las islas de señorío
-prueba de que así lo había hecho y de ello se habían quejado sus
dueños-, pero pese a la orden real, al siguiente año, y a petición
de doña Inés Peraza, va a la Gomera a prestar auxilio al hijo de
ksta, Hernán Peraza, señor de dicha isla, frente a la rebelión de sus
súbditos; cuatro años después, en 1488, vuelve a la misma, ahora
a requerimiento de doña Beatriz de Bobadilla, viuda de Hernán Pe-raza,
que había hallado la muerte a manos de los gomeros. De
acuerdo con doña Beatriz, Pedro de Vera hace esclavos y deporta
a muchos de los habitantes de la Isla, acción que había de provocar
su desgracia y por la que se le inicia proceso en el 1490, o~ligandosele
S La marcha de Pedro de Vera a Gran Canaria, aparte de valiosas citas
del nombrado historiador Sancho de Sopranis, se hallan recogidas, con trans-cripción
de los documentos probatorios más importantes, en notas a la edí-ci6n
de la Descripció~z histórica y yeografica Ük las Islas Canarias, de don
Pedro Agustín del Castillo, edición de "El Gabinete Literario" de Las Palmas,
Kadrid, 1948-1950. Üebidas ai escrupuioso histonaaor Miguei Santiago, a io
largo del capítulo 1 del libro 2.", dedicado a la conquista de Gran Canaria.
9 Camrias en el Archico de Protocolos de Sevilla, por Francisco Mo-rales
Padrón, publiczdo en este AKUARIOnú; ms. 7 y 8, pág. 428 de este ultimo.
- 10 LEOPOLDO DE LA ROSA OUVERA
a depositar un millón de maravedís para responder a los compra-dores
de aquéllos. Pedro de Vera perdió la gobernación de Gran
Canaria; ya en documento real de 13 de junio de 1491 se le llama
"governador que fue de la Gran Canaria" y aun en el año 1502 un
procurador de esta Isla le reclama cantidades por la venta inde-bida
de esclavos y ganados.
Sancho de Sopranis afirma que Pedro de Vera tomó luego parte
en la conquista de Granada, con el oficio de "guarda mayor de los
reales y gente" que fue a la misma, como antes (fue parte impor-tante
en la rendición de Mijas y Osunilla, lugares del alfoz mala-gueño,
así como en la toma de esta ciudad lo.
Su muerte debió ocurrir entre los años 1503 a 1504 y recibió
sepultura en la capilla mayor de la iglesia del convento de Santo
Domingo el Real de Jerez, donde tenía su entierro, que la comu-nidad
confirmó a favor de sus herederos en 1506.
Valiente y hábil político, fiel a quienes servía, pero hecho en
las guerras con los moros a todas las crueldades y despreocupa-
:cionw de su época y de SLI aventurera condición, halló, no obstante,
en los íiltimos años de su vida, por su conducta para con los gome-ros,
la repulsa y abierta oposición de los obispos de las Islas don
.Juan de Frías y fray Miguel López de la Serna, así como de los
Reyes Católicos, quienes ya habían dictado cédulas el 20 y 28 de
septiembre y el 18 de octubre de 1477 por las que dispusieron fue-sen
embargados a sus poseedores los esclavos gomeros hechos en
la primera sublevación, y por sentencia de 6 de febrero de 1478,
a favor del obispo Frías, ordenaron que fuesen restituídos a su
país, como personas libres, por ser ya cristianos. Como consecuen-
0;- A a 19 r i r i x n l mnrnci& a 1s m i l ~ r fdo~ x ~ r n á nP olr272 e1 ~ h i ~ p 0 urw u,, rur u,. rrv, r ryrrurvli u rw ,,rur- -u u- ,A"------ -----7
López de la Serna intervino, entre julio de 1489 y enero de 1490,
10 Vid. En torno a .Pedro de Vera y szc oscura croizoloyiu, por don Hiipólito
'Sancho de Sopranis, en "Revista de Historia", núms. 98-99, d o 1952.
11 Aún no ha publicado el Sr. Sancho de Sopranis, como lo ha anunciado,
el testamento de Pedro de Vera y otros documentos que seguramente preci-sarán
la fecha de su muerte.
90 ANUARIO DE ESTUDIOS -4TLANTICOS
LINAJE Y DESCEXDEXCIA DE D. ANTONIO DE VERA MUXPCA 11
consiguiendo la libertad de los vendidos y el proceso de Vera en
noviembre de este último año 12.
Pedro de Vera había casado dos veces: la primera con doña
Beatriz de Hinojosa, hermana de Pedro Camacho, con cuyo a p -
Ilido también se le cita, y la segunda, hacia el 1488, con doiía a-t
a b a de Zurita, a la sazón viuda del veinticuatro de Sevilla Pedro
Fernández Cakeza de Vaca e hija de Diego Fernández de Zurita,
maestresala del rey don Juan 11 y su embajador en Granada, y de
doña Menda Suárez de Moscoso. No tuvo descendencia de este
segundo matrimonio; del que celebró con doña Beatriz de Hino-josa,
que ostentaba el derecho a la alcaidía de Tempul, dejó los
hijos a los que vamos a referirnos.
Al parecer fue el primogénito Diego Gómez de Vera, veinticua-tro
de Jerez, que intervino en varias entradas en tierra de moros:
en el intento de la conquista de Azemmour, en 1480, así como es
la conquista de Granada. Casado con doña Inés de Villavicencio
Mirabal, sobrevivió a su padre, aunque no se hallaba presente por
aquellos días en Jerez.
Del segundo, Martín de Vera, nos ocuparemos más tarde (véase
Arbol núm. 1). El tercero se llamó Francisco de Vera, fue veinti-cuatro
de Jerez, casó con doña Teresa Cabeza de Vaca y con ella
fue padre del famoso Alvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador de
la Florida y adelantado del Río de la Plata.
Le siguieron Mernando y Rodrigo de Vera, los dos que acom-pañaron
a su padre a la conquista de Gran Canaria; el primero fue
veinticuatro de Jerez y en 1491 fue designado por el concejo de
esta ciudad por uno de los tres capitanes que habian de conducir
sus mesnadas a la conquista de Granada; pero fue destituído, acu-sado
de ser autor de cierto libelo contra los Reyes Católicos, en
el que se les censuraba por desoír las reiteradas quejas de Jerez
contra su corregidor Juan de Robles. Abreu Galindo dice que,
enviado un juez pesquisidor, prendió a muchos, pero-Remando-de
-
12 D. J. Wi6lfel: La Curia Romana y Za Corona de España en la defensa
de los aburigoiius Gu.;iar~os, " A -4." -----9, "'--- ...A 77.- --:--J..- "- 7".
d l l L l l l U ~ U S , VIGllO-l IYSV, y U(& tipdJVUi1V Uti C U
conqz~ktad e la Gornera: los gomeros vendidos por Pedro de Vera y doña Bea-triz
de BobadiZZa, en "El &iuseo Canario", 1933, pág. 9, asi como iM. Santiago,
notas a la historia de Castillo, cit., pág. 457.
12 LEOWLDO DE U ROSA OLIVERA
Vera, avisado, se fue a Portugal; mas no teniéndose por seguro
vino a la &mera, confiando en los favores que su padre había hecho
a doña Beatriz de Bobadilla. "La reina doña Isabel -añade este
autor- deseaba fuese preso Hernando de Vera, para castigar el
delicto y atrevimiento que había tenido. Mandó pregonar que a
cualquiera que lo diese preso le perdonarían todo delicto y le harian
mercedes. Venido a oídos de doña Becttriz de Bobadilla, por venir
en Castilla, que era cosa que mucho deseaba, procuró prender a
Hernando de Vera y con él se vino a Castilla; y con temporal arribó
a la isla de la Madera. Los portugueses, como supieron iba en él
doña Beatriz de Bobadilla y que llevaba preso a Mernando de Vera,
hijo de una persona tan conocida como era Pedro de Vera, preten-dieron
quitárselo y sacarlo del navío, como lo hicieron, convidán-dola
y rogándole quisiese ir en tierra, la cual no quiso ; y arrimando
muchas barcas al navio, le quitaron el preso, ej. cua'i se volvió a
Portugal".
Sigue Abreu Galindo diciendo que Hernando de Vera pasó a
Andalucía, donde fue preso y luego suelto por intercesión de sus
deudos, perdonando10 los Reyes bajo condición de que fuese a ser-vir
en Melilla, donde murió 13.
Una sola hija parece que tuvo Pedro de Vera : se llamó doña
Francisca de Hinojosa y vivió casada con Garcia Dávila, llamado
el de la Jura, por haber recibido el juramento de los Reyes Cató-licos,
cuando éstos iban a entrar en Jerez, en 1477.
Sancho de Sopranis duda de la afirmación de algunos genealo-gistas
y probanzas de que el gobernador Pedro de Vera tuviese otro
hijo de su mismo nombre y piensa en la posibilidad de que se le haya
confundido con alguno de sus nietos asi llamado. Pero aún se plan-tea
el problema con relación a. . u n don Jorge de Vera, a quien men- Ga:in&j eo- hijo $31 compist,;ta&% de Grali Curiarii
y dice que fue maestrescuela y canbnigo de Santz Ana, la catedral
de Canaria 14. Sancho de Sopranis nos hace notar que no aparece
en las particiones de los bienes de Pedro de Vera '5 pero hay un
1s Abreu GaIindo, op. cit., pág. 255.
14 Idem íd.
35 En notas que dicho historiador tuvo la amabilidad de enviar al autor
de este trabajo.
92 ANUSEZO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
LINAJE Y DESCI3XDENCI.4 DE D. ANTOXID DE VERA MUXICA 13
documento que, a pesar de ser relativamente tardío, aclara la filial
ción de don Jorge de Vera. Es el testamento de Luis de Mendoza
y Vera, bisnieto del gobernador, otorgado en Las Palmas el 24 de
abril de 1581, en el que dice: "... y pues mi abuelo Pedro de Vera
fue el que gani esta isla de Canaria y sienpre han usado esta dicha
sepltura, desde que fallesció don Jorge de Vera, maestrescuela,
hijo del dicho Fedro de Vera ..." I'j. En unos apuntes genealógicos
se afirma que Jorge de Vera otorgó testamento, ante Gonzalo de
Burgos, el 29 de octubre de 1481, y aun cuando tiene que haber
sin duda error en el año, de ser cierto que otorgara testamento ante
el escribano de este nombre, tuvo necesariamente que ser antes de
la fecha de la muerte de su padre, el gobernador Pedro de Vera,
ya que está probado que Gonzalo de Burgos, acusado de judaizante,
murió ahogado en la bahía de Cádiz, en septiembre de 1502, cuando
iba cun&ci& a Sevilla a respoii~ei- ante la inq-&,sicióii, eii iiiimu
buque en que hacía viaje el entonces gobernador de Gran Canaria
Antonio de Torres, continuo de los Reyes, que precisamente lle-vaba
la pesquisa l í . De ser así, resultaría justificado e1 que a don
Jorge de Vera no se le citase en los documentos particionales de su
padre y bien puede ser un error la fecha de 1481 por la de 1491,
fácil de cometer en simples copias de genealogistas. El maestres-cuela
parece que dejó sus casas a la fábrica de la catedral de Ca-naria,
y su cabildo las permutó más tarde con las de su hermano
Rodrigo de Vera, en las que habia instalado el hospital de San
Martín, fundación del conquistador Martín González de Navarra,
que quedó, por lo tanto, en las que habían pertenecido a don Jorge
de Vera lS.
Acaso el más querido de los hijos del gobernador Pedro de Vera,
como dice Sancho de Sopranis, ya que para él logró la merced del
1G Ante Bartolomé de Rosales. año 1581, fol. 161.
17 L. de la Rosa: A~ztonio de Torres, gober?zador de Gran Canaria, en "El
Museo Canario", 1948.
1s J. Bosch: El Hospital de San Mnrtin. Las Palmas, 1940, págs. 26-31.
Núnz. 9 (1963) 93
14 LSCWOLDO DE LA ROSA OLIVERP.
castillo del Berrueco, con las cien caballerias de tierra colindantes,
en 1466, y la ratificación de esta gracia en 1477, si bien hubo de
conformarse con menor cantidad de tierra, en premio de los servi-cios
que había prestado a la Corona en la alcaidía de Ximena, Martin
de Vera, no casó, como lo hicieran sus hermanos, con alguna dama
de los grandes linajes jerezanos, sino que buscó consorte en lana
familia que por entonces comenzaba a figurar, que gozaba de una
de las juraderías de la ciudad y, sobre todo, de una buena situa-ción
económica. Se llamaba Elvira Gutiérrez de Gatica y era hija
de Juan de Carmona, jurado por la collación de Santiago, pero que
pertenecía a una familia que, por venir de la aljama, era mirada
con prevención en Jerez, ya que se le acusaba, como afirma Sopra-nis,
de practicar el judaísmo.
E1 descubrimiento de la conjuración de Benadeva y otros judíos
sevillanos, apoyados por los conversos, dio lugar a la institución
de la Inquisición castellana, y entre los que murieron en la hoguera
en el 1480, y le fueron confiscados sus bienes, se contó al jurado
de Jerez Juan de Carmona, el suegro de Martín de Vera.
Éste, que, como dijimos, había obtenido la pingüe merced de
Ea alcaidía del castillo del Berrueco o de Estrella, cabeza de la enco-mienda
que en Andalucía tenía la Orden de Santa María de Es-paña,
creada por Alfonso X, era también regidor de Jerez, oficio
que llevaba anejo aquel otro cargo. Su padre lo hizo también, en
1473, alcaide de Medina Sidonia, cuando la ocupara, y anulada la
concesión del castillo del Berrueco y de la regiduría anexa, Martin
de Vera fue nombrado mayordomo y alcaide del castillo de Tempul,
el 2 de enero de 1483. En el siguiente decenio aparece y desaparece
de Jerez, como ocurre con otros caballeros de la ciudad, durante
la guerra de Granada, en la que muy probablemente, así como su
padre, tomó parte. E1 último documento en que se le encuentra
está fechado el 26 de agosto de 1491, y por él traspasa un tributo
a Bartolomé de Moya.
A la muerte de Pedro de Vera, tanto Martín como su mujer
estaban ausentes de Jerez y por esta razón no concurren, sino repre-sentados,
a la adjudicación del juro sobre el almo jarifazgo de &fCoS
para la dotación de la capilla mayor de Santo Domingo, que tuvo
hgar el 16 de marzo de 1506. Pedro de Vera dejaba bienes en @a-
94 LSUARIO DE ESTUDIOS .4TLBNTICOS?
rrarias, cuya administracibn, bastante enredada, se prolongó hasta
el 1516, en que los vendieron. Martín de Vera los administraba, un
poco, a lo que opinaban sus parientes, en provecho propio, como
dice don Hipólito Sancho de Sopranis en su biografía.
Pero ¿en qué fecha pasó Xartín de Vera a Gran Canaria? Como
no se conservan los protocolos notariales de la Isla hasta avanzado
el siglo XYI, ni los documentos de su cabildo, no es fácil documen-tado,
pero cabe suponer que Pedro de Vera, cuando, llamado &por
los Reyes, tuvo que dejar el gobierno en 1490, se preocupase de que
persona de su más absoluta confianza le administrase los b: Tenes
que dejaba y habían sido premio a sus méritos en la conquista 19,
y hay que pensar que ninguno más apropiado que su hijo predi--
lecto Martín, quien, por otra parte, no debía sentirse muy cómodo
en Jerez, tachada como Io estaba su mujer de sangre no limpia y
cuyo padre había perecido en la hoguera de la Inquisición. Iría y
vendría de Jerez a Gran Canaria, hasta que en fecha no muy tardía
se estableció en Las f alrnas, con su mujer y, al menos, parte de sus
hijos.
Es de tener en cuenta el clima más favorable que para los cris-tianos
nuevos tenían las Islas, en relación con Cwtilla. Sabido es
que buena parte de los oficios de cabildo, lo mismo en Gran Canaria
que en las de Tenerife y La Palma, estuvieron en manos de cris-tianos
nuevos, así como Ia oposición, claramente reflejada en
acuerdo del de Tenerife de 1514, de establecer diferencias por lim-pieza
de sangre 20.
No es de extrañar, pues, que, unidas una y otra circunstancia
y bien situado económicamente Martín de Vera en Gran Canaria,
19 Abreu Galindo dice que el primer ingenio azucarero que se hizo en la
Isla lo fue en la ciudad real de Las Palmas, en el barranco de Guiniguada,
junto a San Roque, por Pedro de Vera (pág. 239). Vera se reservó para si toda
la vega de San José, donde cedió el terreno para que se levantara la iglesia
y convenio dominico de San Pedro Mártir (G. Chil : Estudios izistóricos . .. de
las Islas Canarias, tomo 3.", Las Palmas, 1899, pág. 241).
20 El cabildo de la isla de Tenerife se opuso decididamente, en 1514, a la
pretensión de un sastre portugués de crear una cofradía de "limpios". En
Acuerdos del Cabildo de Teqzerife, vol. 111, 1514-1518, Instituto de Estuclios
Canarios, ed. y estudio de Elías Serra Ráfols y Leopoldo de La Rosa, en prensa.
16 LEOPOLDO DE LA ROSA OLlVEBA
decidiese abandonar su residencia xericense, para vivir los Ulti-mos
años de su vida en las tierras que había conquistado su pa&.e.
Martín de Vera obtuvo importantes repartimientos de tierra
en Gran Canaria en 1505 *l; en 1513 era regidor de esta Isla y eon
su repmsentación hizo viaje a la Corte y obtuvo diversas mercedes
reales, frente a los abusos del gobernador licenciado Sebastián de
Brieianos 2 2 ; el 26 de enero de 1515*2i3n terinab el elevado eargo
de gobernador y justicia mayor de la Isla; y entre los años 1517 a
1524 el matrimonio suscribió diversos documentos ante los escri-banos
de Las Palmas: el 10 de febrero de 1517 vendieron unas
casas en la calle de Triana a Gonzalo Pérez, maestro de azúcar; el
6 de mayo de 1519, en sus casas, se comprometieron a pagar a Pedro
Miguel o a Rafael Fonte, regidor de Cádiz, 200 ducados de oro,
y en garantía hipotecaron dos suertes de tierra de regadío, culti-vadas
de caña de azúcar, en el término de Moya; el 21 de fehrero
de 1524 Martín de Vera vendió a Alonso Velázquez otra suerte de
2
21 Debemos esta noticia a la amabilidad del Dr. Antonio Rumeu de Armas. E
=
Ante la duda de que la merced pudiese haber sido otorgada a un Martin de
Vera, hijo del comendador Pedro de Vera, no de su homónimo el gobernador 3
de Gran Canaria, ya que en el documento se le da aquel título, el Sr. Sancho de - - 0
Sopranis nos dice: "El comendador Pedro de Vera no tuvo más que dos hijos, m
E
un varón, Diego, y una hembra, Catalina, que casó con don Eutropio Ponce O
de León, hermano del marqués de Cádiz, como consta de su testamento, otor-gado
el 28 de junio de 1479, que tenemos por haber sucedido en el patronato n
de su capilla en San Francisco y en los vínculos de esta casa. Como con fre- -E
a
cuencia al gobernador se le encuentra llamado comendador en documentos l
coetáneos a sus últimos días, se tratará de una equivocación y será a Martín, n
0
el marido de la Gatica, a quien se refieran esos documentos. En la inforxna-ción
de los servicios del gobernador, hecha a petición de su nieto Alvar Núñez 3
O
Cabeza de Vaca, ha habido que corregir en el texto la palabra comendador,
sustituyéndola por la de gobernador y aún quedó alguna vez sin la corrección".
Es p s i h k qxe e1 e t zhkc imi~ntorl efinitivn d~ Msrtín de Vera en Gran Canaria
fuera a raíz de obtener ese repartimiento de 1505.
22 Libro Rojo de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1947, Intro-ducción,
notas y transcripción por Pedro Cullen del Castillo, págs. 38, 39,
62 y 145.
23 Manuscrito del anterior Marqués de Acialcázar, don Francisco de Quin-tana
y León, en el que fue anotando año por año quiénes eiercieron oficios pú-blicos
en Gran Canaria, tomándolo de los documentos que iba leyendo. Archivo
de Acialcázar, Las Palmas de Gran Canaria.
96 ANUAEIO DE ESTGDIOS -4T&ANi'[COS
LIN-4JE Y DESCENDGYCNA DE D. ANTBSIO DE VERA MUXICA 17
tierras de cañas, en el mismo lugar de Moya, y aun el 12 de junio
siguiente otorgó poder a Andrés de Medina para terminar cierto
pleito que sostenía con Francisco Mi jás sobre "exención e hidalguía,
así como sobre la libertad y .alhorro, .que por mí y en nonbre de los
&ros hijos y herederos del noble cavalaero Pedro de Vera, gover-aador
qne fue desta Isla, mi señor e padre, que aya gloria, ove fecho
e fize al dicho ~r&eiscs Mijás". Y antes, en otro documento, de 25
de junio de 1519, el portugués Pedro Yanes, de Lisboa, concede li-cencia
a su mujer, María Hernandes, para que pueda cobrar de
"'Marth de Vera, vecino de Gran Canaria, hijo del señor governador
Pedro de Vera, difunto", 2OeO.000 maravedis, de ciertos esclavos que
4e había vendido 24.
Como puede apreciarse, Martín de Vera ocupó en Gran Canaria
zina posición relevante en la sociedad de su época. No sabemos
cuándo ni dóride murió; es de notar que en ios documentos de i524
.no comparece ya su mujer, por lo que cabe pensar que ya hubiese
Iallecido, y con posterioridad a esta última fecha tampoco encon-tramos
nuevos docnmentos en que comparezca Martín de Vera 25,
por lo que es posible dejase de existir en ese mismo año o muy poco
después. Téngase en cuenta que en 1466 había obtenido la merced
-del ca-stillo del Bemueco y no parece probable que por entonces
fuese niño de corta edad, así es que en 1524 debía tener más de los
setenta años de edad.
De tres hijos varones y tres hembras de Martín de Vera tenemos
-noticias ciertas : los varones se llamaron Pedro, Diego y Francisco
de Vera. Pedro fue, según López de Haro, caballero de la Orden
.de Santiago, capitán general de la conquista de la torre de Alguer
24 Archivo Histarico Provincial Eie Las Palmas, leg. núm. 733, escribano
Cristóbal de San Clemente, fol. 239: lee. núm. 734. del mismo fedatario, fol. 97;
'ieg. nam. 736, fols. 58 v.Q y 202, también de C. de San Clemente.
28 En el legajo núm. 737, fol. 316, del citado escribano San Clemente, hay
luna escritura fechada el 5 de diciembre de 1525, otorgada por "Martín de Vera,
vecino de la ciudad de Jerez de la Frontera y residente en esta isla", con poder
del bachiller Pedro de Aldana, fraile profeso de la Orden de Nuestra Señora
del Carmen, residente en Cádiz, vendiendo unas casas en la calle de la Car-
'nicería. Debe tratarse de otro Martín de Vefa de la misma familia, pero- no
.del hijo de Pedro de Vera, que era vecino de Gnan Canaria, como sabemos,
desde hacía muchos años y no de Jerez
18 LEOPQLDO DE LA ROSA OLIVERA
y pasó a Italia, donde ejerció el cargo de castellano de Civitavecchia
y fue cuatralbo de las galeras papales. En el acta del cabildo de
Jerez de 13 de junio de 1515, el jurado Alvaro de Carrizosa solicitó
del concejo que se dirigiese al baile de Alicante para que "tenga
por bien comendado a Pedro de Vera, hijo de Martín de Vera, que
se perdió allí y fue cautivado por los turcos" 2G. Su padre, en fecha,
desconocida, pidió al Rey ayuda para rescatarlo, ''porque había sido
cautivado por los moros en la rota de Argel". Una escritura otor-gada
en La Laguna, el 6 de agosto de 1525, prueba que residió en
las Islas después de su estancia en Italia, ya que en Nápoles había
casado con una doña Hipólita y, sin disolver este matrimonio, casó
de nuevo ea Gran Canaria con doña Inés Quixada de Lugo, la cp,
al descubrir el engaño, solicitó y obtuvo fuera declarada la inva-lidez
de su unión, para casarse de nuevo con Pedro de Vergara, el
conocido regidor, alguacil mayor y alcalde mayor de Tenerife 27-
Diego de Vera, al parecer el segundo de los hijos varones de
Martín, destacó en las empresas africanas de los últimos años de
Fernando el Católico. En la toma de Orán, en 1509, un autor afirma
que "figuraban los hombres de más experiencia y fama en las cosas
de la guerra, acreditados en las campañas de Italia : Diego de Vera,
que mandaba la artillería.. ." ; su nombre aparece también en el de-sastre
de los Gelves, no para acusarlo, sino, por el contrario, "por-
26 Libro de acuerdos del cabildo de Jerez, año 1515, fol. 297. Debemos esta
cita a la amabilidad del Sr. Sancho de Sopranis.
27 Escritura otorgada por doña Inés Quixada, en La Laguna, ante Juan
NLarquez. Archivo Histórico Provincial de Tenerife. Dice "que engañada e
seduzida por Pedro de Vera, hijo de Martín de Vera, vezino de Gran Canaria,
diziendo que era honbre suelto, no casado ni obligado a matrimonio, contrajo
matrimonio con él". Añade que para su defensa en el pleito dio poder al cmó-nigo
Diego de Herrera. Doña Inés Quixada era hija del genovés micer Eatista
cie Kiveroi, regidor de Gran Canaria en 1569, y de doña Praricisca Quixada Ur
Lugo, de la familia del primer Adelantado de Canarias. Batista de Riverol
era primo de Francisco de Riverol, amigo personal de Cristóbal Col6n. el
inmortal navegante, al que anticipó dinero para su cuarto viaje a las Indias
y a través de quien el Almirante hizo llegar a Nicolás Oderigo una copia del
"Libro de los privilegios". Francisco de Riverol fue también amigo y colabo-
-r..aa-u- v r uAa- ~A~,~ -~-~-~-u ,r7 -G..-rLi i-Ja-z-r uwA Ue LUgu, S: cui;íjüistadur Ue La F a h a y Teiierife
(Antonio Rumeu de Armas: AZonso de Lzcgo en la Corte de los Reyes Católicos,
Patronato Menéndez y Pelayo, del C. S. 1. C.).
$8 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLRNTICOS
LINAJE Y DESCEXDBPI'CIA DE D. BNTONIO DE VERA MUXPCA 19
que faltando en el real Diego de Vera, había mala orden y poco cas-tigo",
dice Zurita. "Una armada de galeras y naos con diez mil hom-bres
de &shembarco, al mando de Diego de Vera,-.se dirigió en 1515 a
expugnar la plaza de Argel y prevenido de ello Horue (Barbarroja),
la, puso en estado de defensa y junt6 más de treinta mil hombres
dentro de los muros. Había desembarcado una parte del ejército
de Diego de Vera, cuando fue acometido por la gente de la plaza,
los alárabes y bereberes de aquella comarca, que ocupaban los @e-rros
inmediatos, con tanta superioridad numérica, que los desba-rataron,
matándolos y cautivándolos en su mayor parte y sólo en
corto número pudieron hallar refugio en las galeras". Su padre soli-citó
del Rey, al tiempo que para su otro hijo, ayuda para resca-tarlo,
porque yendo con el marqués de Comares, el famoso alcaide
de los Donceles, don Diego Fernández de Córdova, lo había apresado
Barbarroja. López de Haro afirma que murió en 1535 28.
El tercero de sus hijos, Francisco de Vera, murió en Marsella
de un arcabuzazo, afirma el mencionado genealogista 29.
Las tres hijas, cuyo nombre ha llegado a nosotros, se llamaron
Inés, María y Ana. De la primera sólo sabemos que delató a una
vecina, ante el Santo Oficio de Canarias, en 1524 ; doña María casó
con el licenciado Nicolás Rodríguez de Curiel, regidor que fue de
Gran Canaria, teniente del gobernador Lope de Sosa y apoderado
del regidor de Tenerife Jerónimo de Valdés, quien le dio su repre-sentación,
ante Antón de Vallejo, el 12 de enero de 1512. Tres hijos
de este matrimonio recibieron el bautismo en la parroquia del Sa-grario
Catedral de Las Palmas: Martin, Catalina y Francisco, el 5
de abril de 1512, e1 24 de marzo de 1513 y el 21 de octubre de 1521,
respectivamente. Doña María, después de viuda, hizo viaje a Cas-
~8 .Tairne Salvk: Ln Ordea? de Mn!ta, Institlitn IIist6ric1 Ue Ma r i n~', I&-
drid, 1944, págs. 63, 69 y 72.
"M,emorial a1 Rey de Martín de Vera, vecino de Gran Canaria, pidiendo
ayuda para el rescate de dos hijos cautivos de los moros, uno en Ia rota de
Argel y el otro yendo con el Marqués de Comares a Orán, por Barbarroja". Sin
fecha, siglo XVI. Arch. de Simancas, Diversos de Castilla, 1730.
29 López de Haro : Nobiliario genealógico Madrid, 1622, p5gs 461-88-43
Afirma que Francisco fue enterrado en Santo Domingo de Jerez, lo que resulta
dudoso, si murió en Marsella. El NoB4lurio cit., t. IIi, pág. 300, habla de otro
hijo, Rodrigo de Vera.
tilla y al regresar a la Isla se halló con que se le estorbaba la pse-sión
de unas tierras de su propiedad, por lo que hizo registrar su
título el 9 de marzo de 1550 ".
Doña Ana de Vera.
Posiblemente la más joven de los hijos de Martín de Vera y de
Elvira Gutiérrez de Gatica, nació hacia el 1497, y por el 1515 ó 1516
contrajo matrimonio con Alonso de la Barrera, natural de Villalba
del Alcor, en Huelva, también de familia de cristianos nuevos y que
le llevaba catorce años. Era hijo de Gonzalo de la Barrera y de Leo- z
nor Núñez; sus abuelos paternos se llamaron Pedro Alonso de la
E
Barrera e Isabel González, y el materno Alonso Nuño, capitán qire O
-h-n- h- ín- s--i d -o- de 12s gentes de don Pedro (i- Zíiñiga y había hallado -d- m
la muerte luchando contra los portugueses en la Peña de Alajar, O
E
más tarde llamada Peña de Arias Montano por haber tenido allí su E
2
casa de retiro este famoso humanista. Alonso de la Barrera tenía E
dos hermanos mayores: Pedro de la Barrera, vecino de Villalba Y 3
casado con una dama sevillana, doña Juana de Esquivel, y Juan -
0 de la Barrera, y una hermana, llamada Inh, que estaba casada con m
E
Alvaro García, regidor de Huelva. Todos estos datos los dio Alonso O
de la Barrera, cuando tuvo que prestar declaración ante la Inquisi-n
ción de Canarias, el 22 de septiembre de 1525 31. E
Alonso de la Barrera, dueño de tierras e ingenio en Gran Cana- a
ria, otorgó poder para testar, en Las Palmas, el 19 de diciembre n
n
de 1540, ante Pedro Ortiz, a favor del canónigo tesorero e inquisidor
don Luis de Padilla, y ordenó la fundación de capellanía en la ermita
3
O
de la 'IYinidad, situada en su ingenio del barranco de Guadalupe
en Moya. El tesorero cumplió su encargo dictando el testamento,
el 12 de abril del siguiente año, ante el escribano Alonso de León,
pero la institución de la capellanía no la llevó a efecto hasta el 18
de septiembre de 1567, ante Rodrigo de Mesa.
30 Notas amablemente facilitadas por el Dr. A. Cioranescu.
31 El expediente de la Inquisición con la declaración de Alonso de la
Barrera, en el Archivo del Marqués de Acialcázar, en Las Palmas de Gran
Canaria, legajo Vera.
100 ANUARIO bE ESTUDIOS ATLAXTICOS
En 1543, y ctnte el mencionado escribano Alonso de León, se
constituyó !a tutela de sus hijos. El mayor se llamó Luis de Mendoza
y Vera, nombre que ya le da su padre, en 1525, al deponer ante el
Santo Oficio, tomando el Mendoza, posiblemente, en recuerdo de su
hisatsuel~D iego Gómez. Poseyó el patronato de la capellanía fun-dada
por su padre, y casó en la catedra1 de Las Palmas, el 8 de octu-bre
de 1568, con doña Ana Cerón, que pertenecía a una de las más
eficopetadas familias de la Isla y era hija del señor Xartín Her-nández
Cerón Ponce de León, alcalde mayor de Sevilla y gober-nador
de Gran Canaria, y de doña Inés Tavera; y, viudo, contrajo
nuevo matrimonio en Jerez con doña Beatriz López de Carrizosa
e Hinojosa. Otorgó testamento en Las Palmas, ante Bartolorné de
Rosales, el 24 de abril de 1581, documento del que ya hemos ha-blado,
en el que cita a su tío-abuelo don Jorge de Vera y al gober-nador
Pedro de Vera. No tuvo hijos de su primer matrimonio, y del
segundo lo fueron: doña Beatriz López de Carrizosa, muerta en la
niñez; don AIvaro de Mendoza y Carrizosa, que otorgó un poder en
Las Palmas, en 1597, a favor de su padre, ante Francisco de la Cruz,
para que hiciese nombramiento de capellán de la fundación de su
abuelo paterno, y doña Juana de Mendoza, casada en Jerez con un
Gaytán, de quien tuvo al dominico fray Luis de Mendoza, califi-cador
del Santo Oficio en Murcia y Sevilla, y a doña Catalina Gay-tán,
esposa de don Fernando Gaytán de Quirós, familiar de la Inyui-sición
sevillana en la villa de Trebujena.
A Martín de Vera, el segundo hijo de doña Ana, hemos de dedi-car
capitulo aparte. El tercero lo fue Hernando de Vera, bautizado
el 28 de agosto de 1526; otorgó escritura en Las Palmas, el 20 de
noviembre de 1584, ante Alonso Pernández Saavedra, y casó con
doila Ana de León, hija del regidor de la Isla Alonso de León y de
doña Juana Osorio. El cuarto, Rodrigo de Vera, recibió el bautismo
el 21 de mayo de 1530, fue regidor de Gran Canaria en 1582, con-trajo
matrimonio con doña Teresa Fonte del Castillo, hija de Antón
Fonte, regidor perpetuo de Tenerife, y de doña Marina González
del Castillo, que a su vez lo era del conquistador de Gran Canaria
Cristbbai Garcia de Moguer. La quinta, doña María de Vera, casó
con Pedro de Estupiñán Cabeza de Vaca; había sido bautizada el
10 de enero de 1533. Del sexto, que tomó el nombre de su padre,
nada más sabemos, y el más pequeño, que se llamó Diego de Vera,
estuvo casado con doña E'elipa Pacheco, hija de uno de los perso-najes
más famosos en su tiempo en las Islas, el visitador general
de las armas de las Canarias, por nombramiento real de 10 de
agosto de 1558, don Alonso Pacheco, que reunió, además, los ofi-cios
de alférez mayor de Gran Canaria, regidor perpetuo y alférez
mayor de La Palma, y de su esposa doña Teresa de Herrera.
Tuvo, además, Alonso de la Barrera otro hijo, Antón, que fue
bautizado en el Sagrario Catedral de Las Palmas, al igual que todos
sus hermanos, el 1.0 de septiembre de 1519 y que ya había muerto
en 1525.
Como puede apreciarse, todos los hijos de Alonso de la Barrera
y de doña Ana de Vera enlazaron con las más destacadas familias
isleñas y de Jerez de la Frontera, con las que, a lo que se ve, man-tenían
estrecho contacto.
Si todos los hijos de Alonso de la Barrera casaron bien, ninguno
de ellos celebró boda tan brillante como Martín de Vera, el segundo
de los que le vivieron de su matrimonio. Su esposa, doña Ginebra
de Muxica Lazcano, era primogénita y sucesora de los bienes que
vinculó Juan de Ceberio Muxica, comendador de la Orden de Cristo,
por merced del rey don Sebastián de Portugal, uno de los perso-najes
más importantes de Gran Canaria en su época.
Cuando el gobernador Pedro de Vera llegó a esta Isla, en el
verano del 1480, le acompañaba, como receptor de los quintos res-
-E S, el -V I I G ~ -~-I lI~ VU L ~ ~ U3UG-~ nI Y :IU AIL~,d =r\umt,+aoLrarunu;l rrr=\ i\.anvrLn,J,, cinr,,*\ rmi,, "hi91n1í) ------
mejor solución para eludir su matrimonio con una criada de la
Reina Católica, con la que doña Isabel quería que casara, quién sabe
si para reparar deuda de amor, que enrolarse en aquella empresa,
p r la que también los Reyes tenían decidido interks. Era Miguel . . & &I.-iea 4;qo & Gwi.ci JUunes & M ~ y i cq~cp, yix~ió los
reinados de don Juan 11, don Enrique IV y los Reyes Católicos, y de
doña María F'ernández de Echevarría, de la casa de Isasaga, en la
102 ANGARIO DE ESTUDIOS ATLBNTICOS
LINAJE Y DESCENDENCIA DE D. AXTONIO DE VERA MUXICA
Arbol n.úm. 2.
1 Juan Juanes de MUXICA
" ...... -- ...... i ......
I Catalina Verastegui Murúa
* ...... Z, ......
Garci Jsles. Muxíca 13 ... = ...... T 14 ...
&La Perdz. Echeva-
* ...... mía t ......
I
I
Juan Alonso de Mu- 1
xica
* ......
MAR- DE VERA
Ju"a n15 5C0 eberio d4e Vera ' 1557 = h. 1577 j- ...... 1606
/ SSEAST~AN~A v ~ A N ~ (U~E QXuW&J ÑA (Canónigo) ... f ......
JUAN DE CEBEEINOU XIC1 A
14 ... = 15 ... i 1557
Francisca de Salas
* ...... i; 1591?
1
<V. Arbol núm. 3)
Eenardino Lazcano Muxica
* 14 ... = 3530 7 1552
Isabel del Castillo
" 1510 157'8
--
1
universidad de Isasondo, y nieto de Juan Juanes de Uuxica y de
doña Catalina de Verastegui y Mwúa "".
Miguel de Muxica era hermano de Martín de Xuxica, maestre-sala
de la infanta daña Suarma al casarse con don Felipe el Hermoso,
caballero del hábito de Santiago por carta real fechada en Alcalá el-
6 de junio de 1505 y comendador de Villamayor por otra dada en
Segovia el 26 de noviembre del mismo año; el rey don Felipe lo
~ omb r óco ntador mayor de cuentas, en Mucientes, el 8 de julio de
1506; fue capitán general de Guipúzcoa, alcalde de Fuenterrabía,
preboste de la villa de Oria y alcalde perpetuo del valle de Aiztondo
en 1509; por carta real fechada en Burgos el 14 de abril de 1508
fue elevado al Consejo Real; fundó mayorazgo, y vivió casado con z
doña Francisca de Lazcano, hija de Juan de Lazcano, señor de !a
casa de su apellido y del valle de Arana, y de doña María de Zúñiga- O
7L h - . ^ l Z - Lwar LM de :~Filíica fal!eciS en PY1a&id a f;ms de! veruilo de 1516.. n
=m
Otros tres hermanos de Miguel de Muxica ocuparon también O
destacados puestos: Lope Garcia de Muxica, como su hermano Mar- E
2
E tin, fue maestresaIa de la infanta doña Juana, por cartas reales
de 10 de agosto de 1501 y 20 de marzo de 1504, y vivió casado con 3
doña Juana de Barrena; Juan Martínez de Muxica fue esposo de
e-doña
Teresa de Haya ; y el licenciado Garcí Juanes de Muxica, cole- m
gial de San Bartolorné en la Universidad de Salamanca, consejero O
del malogrado príncipe don Juan, miembro de1 Consejo Real, n
fue uno de los gobernadores de CastiIIa a Ia muerte de don Felipe -E
el Hermoso; obtuvo también la pingüe merced de trujamán de las a
mercaderías que se vendiesen en el peñón de Vélez de la Gomera n
y en todo el reino de Fez, y otra de seis caballerías de tierra en
Firgas o en Moya, en Gran Canaria, y una tercera rTe ocho caba- 3
O
Ilerías de tierras de riego en Tenerife, esta última, y posiblemente
la anterior. en pago de los setecientos mil maravedís gastados por
su hermano Miguel en Ia conquista de Gran Canaria. Ektos CItimos
le fueron confirmados por resolución de1 reformacior dk ros repar-
32 Las noticias de los hermanos Muxica y su familia, en Esteban Se Ga-ribay
y Zamalloa: Ilmtracioites geneaíógicas de los íimajes bascolzgudos con-tenidos
en las granc2exas de España, pubIicada por don Juan Carlos de tiuerra
y anotadas por el mismo. "Revista TnternacionaI 8e Estudios Vascos", 1908-XZ,
pág. 211.
LIKASE Y DESCESDENCIA DE D. ANTOXIO DE 'VERA MUXICA 25;.
irn ni en tos de Tenerife el 27 de junio de 1506, y los -vendió en Pa-
Ieneia, el 14 de marzo de 1507, a don Pedro Fernández de Lugo, el
hijo y sucesor de1 primer Adelantado de Canarias, posiblemente
para éste ".
El mencionado Miguel de Xuxica condujo a Castilla al rey de
Gáldar don Fernando Guanarteme, cuando fue apresado, y volvió
a Ia isla de Gran Canaria, por orden de los Reyes, con un grupo de
doscientos vizcainos para ayudar a Pedro de Vera a finalizar la con-quista,
hallando gloriosa muerte en la rota de Ajódar, en su vale-roso
pero imprudente intento de escalar el alto risco de este nom-bre
que defendían los naturales. Su padre, que aún vivía, dio cuenta
a la Reina Católica de su muerte, por carta fechada en Villafranca,
el 4 de abril de 1492.
En el segundo viaje de Xiiiguei de 31-mica a las Idas le a c ~ ~ t -
pañó un primo hermano suyo, Juan dv Cebeiro, que logró salir com
vida del desastre de Ajódar 34; volvió a Villafranca de Oria, donde
había nacido, y en esta villa, e1 11 de enero de 1494, probó su filia-ción
y bando, de las que resulta que era hijo de Juan de Ceberio y
nieto de otro Juan de Ceberio, vecinos de Villafranca; primo her-mano
de Miguel de Muxica y ambos sobrinos de Juan Alonso de
3s Pedro Agastín del Castillo: Descripcióiz histórica y geográfica de l a s
Islas Canarias, edición crítica por Miguel Santiago, Xadrid, 1948-1950, tomo 1,
pág. 395.
Un testimonio de la venta a don Pedro Fernández de Lugo consta. en el
Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, leg. núm. 2, fol. 738,
registro de Sebastián Páez, al vender don Pedro dicha data al conquistador
Lops Fernández. Pero este último traspaso debió quedar sin efecto, o bien
Lope Fernández .a su vez ia vendió ai primer Acieiantado, ya que &te, al fun-dar
mayorazgo de sus bienes, el 19 de mayo de 1515, incluye estas seis caba-llerías,
con indicación de qhe procedían del Licenciado Muxica y precisa que
estaban situadas en Taoro del Araotava (Elías Serra Ráfols y Leopoldo de,
La Rosa: EZ Adelantado don AZonso de Lugo y su residencia por Lope de Sosa,
"Fontes Rerum Canariarum", 111, La Laguna de Tenerife, 1949, pág. 167).
34 Así resulta de las informaciones practicadas anta la Inquisición de
Canarias, en Las Palmas, el 16 de febrero de 1605, a petición de Hernán Váz-quez
de Ceberio. En "El Museo Canario", CXXVII, 7.
-26 LEOPOLDO DE LA ROS.4 OLIVERA
Muxica, que capitaneaba a los Oñacinos, contra los Gamboínos,
mandados por Pedro de Abendaño 3s.
Juan de Ceberio fue uno de los primeros regidores de Gran
Canaria, cuando Pedro de Vera, terminada la conquista, constituyó
el cabildo de la Isla y obtuvo repartimientos en la Vegueta de Las
Palmas, el 15 de junio de 1485, que al cederlo luego para la cons-trucción
de la catedral de Santa Ana se le aumentaron los conce-didos
en Tenoya con otras cinco aranzadas, el 18 de junio de 1502.
Aún logró otros de los gobernadores Lope Sánchez de Valenzuela,
el 12 de diciembre de 1500, y de Antonio de Torres, el 27 de junio
de 1502.
Pasó luego con Alonso Bernández de Lugo a la conquista de
las islas de La Palma y Tenerife. Fijó su residencia en Gran Ca-naria,
en la que, además de la regiduria, ejerció el cargo de teniente
de go'bernador de ia isia en 1502 ". Contrajo matrimonio con La-talina
Guerra, hija de María May, natural de la isla de la Gomera,
pero en Villafranca había tenido una hija, a la cual y a su madre
las trajo a Gran Canaria
35 &sti!!o: c~s&pcl:& ..., =ag. Q4I.No pcp& precisarse exartamente el
parentesco entre Juan de Ceberio y Miguel de Muxica, aunque en la infor-mación
diga que eran primos hermanos; ni sabemos el nombre de la madre
y la abuela de Ceberio, ni si este apellido, tomado, sin duda alguna, del lugar
de este nombre, era o no remoto en la familia, que bien pudiera proceder de
una rama de los Muxica. Los hijos y nietos del conquistador llevaron 10s
apellidos Ceberio, M;uxica, Lazcano y Villafranca. Hay que tener en cuenta
que la casa de Lazcano procede del señorío de un Murúa sobre el lugar de aquel
nombre, y Murúa era, como vimos, el apellido de la abuela de Miguel de Muxica.
En Canarias, el Ceberio se escribió también Ceverio, Severio y Siverio;
así como el Lazcano en esta forma y la de Lezcano, que es como subsiste en
las Islas; en cambio, el Muxica o M<ujica se ha usado con esta acentuación,
nn lz AA a,r,5%-0
"V C"" "L. A.LUJ-rCC.
36 El 7 de julio de 1502, ante Juan de Ceberio, como teniente de gober-nador
de Gran Oanaria, se presentaron los documentos del mayorazgo de
doña Inés Peraza. Elías Serra Ráfols y Leopoldo de La Rosa: Reformuci&z
de2 repartimiento de T@nerife, en 1506, "Fontes Rerum Canariarum", VI, Santa
Cruz de Tenerife, 1933, 'pág. 167.
-2-. T- o ~ :nin-+. .ro~ n l r ~k r . hn n nao&., nox7,o, i i o - - rln flnharin lo niln r i l J a iluiuiui yur LlUN" C A L A.*L*Ll". Yb. W O. *.U*llV *,AUIZU U- U I N b L A V , *U y-.r
pasó a Nueva España, donde casó con Hernán Vázquez, natural de Talavera
de la Reina, y el hijo de éstos, Hernán Vázquez de Ceberio, vecino de Puebla
de los Angeles, practicó las informaciones mencionadas en la nota núm. 34.
10s ANUARIO DE ESTUDIOS ATEAYTICOS
LINAJE Y DESCENDENCIA DE D. ANTONIO DE VERA MUXICA 27
Juan de Ceberio murió en el segundo semestre del año 1584,
y el 26 de febrero de 1505 don Alonso Fernández de Lugo dio en
repartimiento a sus hijos, en pago de sus servicios en la conquista
de Tenerife, el río de Adexe con las tierras que con sus aguas pu-diese
regar, pero perdieron esta data por no ser vecinos de la Isla
ni habr hecho labor alguna en las tierras que c~mprendia~~.
Catalina Guerra otorgó testamento cerrado, que se abrió a su
muerte, en Las Palmas, el 9 de marzo de 1522, del que consta que
su marido había fundado la capilla de San Miguel en la catedral
de Las Palmas e instituído capellanía en la misma Y tanto de
este documento como de escritura que otorgó el 3 de septiembre
.de 1516, como tutora de sus nietos, los hijos de Miguel de Muxica,
su hijo, resulta que de su matrimonio tuvo ocho hijos.
Del primero, Juan de Ceberio Muxica, hablaremos luego; la se-gunda
se llamó doña Ginebra de Muxica Lazcano y vivió casada con
el licenciado Juan Ortiz de Zárate, -alcalde de casa y &=te, juez
reformador de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, por carta real
de 31 de agosto de 1505, y más tarde fiel ejecutor de Gran Canaria;
le sigue doña María de Muxica, esposa del licenciado Rui D í a
38 Vivía por junio de 1504, fecha en la que otorg6 escritura, pero la tuteta
de sus hijos pasó ante Diego de San Clemente el 4 de enero de 1505. De la
data de Adexe se posesionaron sus hijos el 22 de abril de 1505 (Libro 1 de Datas
por testimonio, fol. 108). Las mismas habían sido dadas primero a Lepe Sán-chez
de Valenzuela, y luego al continuo y gobernador de Gran Canaria la-tonio
de Torres, y ni éstos, ni los hijos de Ceberio las habían labrado, ni fueron
vecinos (ReformacMn ..., pág. 56). Pero los herederos de Antonio de Torres las
vendieron al tesorero licenciado Vargas, del Consejo Real, y éste tuvo pleito
con los herederos de Ceberio, ante Lope de Sosa, que falló a favor del primero.
39 Un testimonio del testamento de Catalina Guerra se protocoló, a peti-ei6n
de su descendiente el presbítero don Alonso de Lezcano, g a virtud de
decreto del corregidor don Félix Virto de Espinal, de 5 de noviembre de 1685,
en el registro del escribano de Las Palmas José García y se halla hoy en el
Archivo Histórico Provincial de dicha capital, reg. núm. 1.400, fols. 186 al 280.
El escribano Pedro Ortiz declara que lo abre ante el cadáver de Catalina
Guerra, la que declara hijos suyos a "Johan de Civerio e doña Sancha de
Muxica e doña M&a de Muxica e Bemaldino de Lascano e dona Marina e
h p e de Muxica, mis hijos legítimos e hijos del dicho Johan de Ceverio, mi
señor e marido". Ya debían haber muerto doña Juana de Villafranca y Miguel
de Muxica, sus otros dos hijos.
28 EEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA
Luego, Bernardino de Lazcano, regidor de Gran Canaria, primer
alguacil mayor del Santo Oficio en las IsIas, cargo en el que fue
recibido el 22 de mayo de 1534; fue también alcaide del castillo
principal de La Luz, en Las Palmas, y tuvo parte del señorío de las
Mas de Lanzarote y Fuerteventura. Bernardino de Lazcano prest5
importantes servicios al Emperador @dos V y al país organi-zando
a su costa potente escuadrilla, compuesta de un galeón y de
los navíos "La Pintadilla" y "San Juan Bc~utista", con los que rea-lizó
señaladas acciones, destrozando, aprehendiendo y haciendo
huir de los mares de las Idas a muchos corsarios y armadas de
enemigos de la Corona; adquirió también, a sus expensas, catorce
piezas de artillería de bronce, que tenía preparadas en su casa para a
acudir con ellas a la defensa de la Isla, y proveía de armas, muni- N
E
ciones y bzstimentos a los vecinos que los necesitaban en los ata- O
ques que sufrií, Gran Canaria por aquel tiempo. Bernardino de Laz- --- m
cano ha sido uno de los más ilustres y beneméritos hijos de Cana- O
E
iias de todos los tiempos y fue en su época de los más ricos y pode- E
2
E rosos de las Islas, de quien dice el historiador Antonio Rumeu =
de Armas que "en opulencia y boato su Casa sólo tuvo por rivales 3
en la décimosexta centuria a la de Cerón de Santa Gadea, en Gran - e-
Canaria, a 10s Lugo y Ponte, en Tenerife, y a los Herrera, en Lan- m
E
carote". Falleció en 1552 y dejó descmdencia de su esposa, doña O
Isabel del Castillo, hija del ya citado conquistador de Gran Canaria -
Cristóbal García de Moguer 40. -E
a Los restantes hijos de Juan de Ceberio fueron: dona Marina l
de Muxica, soltera; Lope de Muxica, padre, con doña Inés de He- - 0
mera, de doña María de la O Muxica, señora de la isla de Fuerte-
3 ventura por su matrimonio con Gonzalo de Saavedra, la que figwó O
4.0 NobiZiwio de Cmzarias, cít., tomo 111, pág. 340 y sigs.-Antonio Rumeu
«e Armas: Piruisrhzs y uiaquas .iznvai@ coizira ¿as isias Canarias, torno I,
pág. 90 y si@.
El Iicenciado Juan Ortiz de Zárate renunció el oficio de regidor y fiel ejecu-tor
de Gran Canaria en Pedro de Trujillo. Este obtuvo carta real del mismo
del Emperador, fechada en Madrid el 21 de noviembre de 1532, y ante el pleito
que le puso el Cabildo, que se oponía porque había ya ocho regidores, que era
e; rI-&iiieru señalado, lugre svbrecai~ta, ejei<cei;io iiifeiiti^ases s-us&nCia~oa
el. pleito, también fechada en Madrid el 9 de octubre de 1533. Archivo Histó-rico
Provincial, reg. núm. 789, fol. 19, escribano Juan de Ascanio, 1635-40.
108 A-VUARIO DE ESTUDIOS ATIJ XTICOS
en la historia insular por la valiente defensa que hizo de los dere-chos
de sus hijos frente a las pretensiones de doña Constanza de
Herrera, que se titulaba condesa de Lanzarote, y de su esposo, el
famoso provincial de Andalucía Gonzalo Argote de Molina; doña
Juana de Villafranca, mujer del escribano del cabildo de la Isla
Juan de Ariñez, y Miguel de Muxica, regidor de la Isla en 151%
muerto dos años después y casado con doña Florencia Texera.
Juan de Ceberio Muxica, el hijo mayor del conquistador, fue,
como ya dijimos, comendador de la Orden de Cristo, regidor de Gran
Canaria en 1522 ; personero de la Isla y teniente de gobernador por
h p e de Sosa en y gohernadnr interino en octghre del mismo
año; fue también alcaide del castillo principal de La Luz y falleció
en 1557, bajo testamento y codicilo que otorgó, ante Pedro de Es-cobar,
el 23 de septiembre de dicho año. Casó con doña Francisca
de Salas, de la que tuvo cinco hijas: doña Ginebra, la mujer de
Martin de Vera; doña María, casada con su primo Cristóbal de
Muxica; doña Catalina, que no casó; doña Juana, mujer en pri-meras
nupcias del licenciado Juan Arias de la Mota, teniente de
gobernador de Gran Canaria, y en segundas del también licenciado
Pedro Arias Muñoz, y doña Teresa de Muxica, esposa de Alonsa
Olivares del Castillo.
El segundo M.avtán de Vera.
Juan de Ceberio Muxica, por su nombrado testamento, vinculó
su hacienda de Tafira y otros bienes, en los que le sucedió su pri-mogénita
doiía Ginebra de Muxica, la esposa del segundo Martin
de Vera, estudiado en este apartado en su comienzo. Había nacido
Vera en Las Palmas y fue bautizado en el Sagrario Catedral el 29
de junio de 1520; ejerció el cargo de alcaide del castillo de La Luz
y el de regidor de Gran Canaria en 1540,1554,1562 y 1572. Fue de
los que se reunieron en cabildo, el 10. de julio de 1562, para hacer
entrega al mensajero Cristóbal de la Cova de los privilegios de la
39 LEOPOECO DE LA ROSA OLiVERA
Isla, con el fin de que pidiese su confirmación a Felipe D. hfariín
de Vera otorgó testamento en Las Palmas el 18 de octubre de 1580,
ante Luis de Balboa, en el que cita los hijos que había tenido de su
matrimonio con doña Ginebra de Muxica (véase Arbol núm. 2).
El primogénito lo fue Juan Ceberio de Vera, bautizado en el
Sagrario Catedral de Las Palmas el 9 de enero de 1550; le dieron el
nombre de su abuelo materno, sin duda porque debería suceder en
el mayorazgo de su casa. E1 mismo nos cuenta su vida en un libro
del que es autor y que luego citaremos, en el que nos dice que en
su juventud pasó a Indias, pasados los cuarenta años se ordenó de
sacerdote y después de vivir en Castilla pas6 a Roma, donde fue
acólito del Papa Clemente VIII. Hizo viaje a Tierra Santa y a su a N
regreso, después de visitar diversos santuarios españoles, creykn- E
dose inspirado por San Gregorio Magno marchó a Lisboa para O n -
entregar ai convenio de Santa Bríg-ida un retablo de ia Virgen a1 - m
O
que le tenía extraordinaria devoción, muriendo a los pocos días, EE
en el año 1606, con fama de extraordinaria virtud y singular devo- 2
E
ción. Fue autor, como dijimos, del Viaje de la Tierra Santa, impre- =
so en Madrid en 1597; escribió además sonetos y un DiQlogo con- 3
tra las comedias que hoy se usan por España "l.
- -
0m
E1 segundo de los hijos de Martín de Vera se llamó Pedro de E
Vera Muxica, que sucedió en el vínculo de su abuelo materno ; casó O
con doña Catalina de Rivera, de la que tuvo dos hijos: el capitkn n
E Rodrigo de Vera, regidor de Gran Canaria, sin descendencia de su -
a
matrimonio con doña Francisca Osorio, y Francisco de Vera, po- 2
n
seedor del vínculo de Ceberio, casado con doña Mariana Mayor de o
Mireles, de la que dejó dos hijos: el licenciado don Pedro de Vera 3
O Muxica, racionero de la catedral de Canaria, recibido el 27 de enero
de 1659, provisor y vicario general del obispo don Rodrigo Gutié-rrez
de pwcuaue r, 1555; rilui-iS e n Luc Pa!~~^ac , c~zrr.2 -7 ninnn .Y ------
41 Agustín Millares Carlo: Etsayo de ulza biobibliografiu de escritores Iza-twales
de las Islas Sfrnarias, Madrid, 1932, pág. 170. En prensa, el Viaje de la
Tierra Suata, con introducción y notas por la Dra. Concepción Martínez Fi-gueroa,
edición del Instituto de Estudios Canarios.
Juan Ceberio de vera i-ue procesado por ia inquisición de Canarias por
haber declarado en falso que era de sangre limpia, descendiendo de conversos.
Archivo del Marqués de Acialcázar, Las Palmas de Gran Canaria, leg. Vera.
110 AXUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS'
LEXAJE Y DESCEPYDENCIA DE D. ANTONIO DE VERA MUXICA 51.
aiios, el 3 de febrero de 1665 y fue sepultado en la capilla de San-
Miguel de aquella iglesia; y doiia María de Vera Uuxica, cuyo hijo,
don Francisco de Medinilla Vera y Muxica, fue el último poseedor
del vínculo fundado por Juan de Clekrio Muxica, y a su mucrte,
sin descendencia, pasó a la familia de Castillo-Olivares.
Le siguieron : Martín de Vera, del que luego hablaremos; Ma'ceo,
bautizado el 21 de octubre de 1559, muerto joven; Francisco, que
recibió el bautismo el 18 de octubre de 1561 e hizo informaciones
de su linaje para pasar a Indias, en 1609, ante el inquisidor don
Pedro Hurtado de Gaviria; doña Catalina, bautizada el 7 de enero
de 1564; doña María y Salvador, gemelos, que lo fueron el 3 de
abril de 1570, este último religioso franciscano, muerto en Las Pal-mas
en el año 1600; García de Vera Muxica, bautizado el 4 de di-ciembre
de 1571, que pasó a Indias y se estableció en Córdoba, donde
fue capitán y regidor y se casó con doña Juana de ~us tamanted, e-la
que tuvo dos hijos: Francisco de Vera Muxica, capitán de las
milicias de Córdoba, y doña Teresa, que casó en la misma ciudad
argentina con Luis Ordóñez, alguacil mayor y familiar del Santo
Oficio, capitán y encomendero en Córdoba. La más joven se llamó
doña Francisca de Muxica, y en unión de sus dos hermanas, doña
Catalina y doña María de Vera, residía en Jerez de la Frontera en-el
año 1580, fecha en la que su hermano Juan Ceberio de Vera le
hizo donación de bienes, y las tres otorgaron poder a sus otros her-manos
Pedro y Martín de Vera para que los vendiesen 42.
La situación de la familia, en gran parte debida a la pobreza de
las Islas, al decaer considerablemente el comercio del azúcar de
caña, mu*;a& e! iiicrenient- de -te p>i;&uCeiii om ejores coii-diciones
en las Indias, debía ser estrecha, como lo prueban las mis-mas
palabras de Juan Ceberio de Vera : "Repartí mis pocos bienes'
con mis muchos hermanos pobres". Por esta circunstancia, varios
de los Vera Muxica se establecieron en el Río de la Plata.
42 Millares, op. y lugar citado.
Mziflt. 9 (19GIi)
Illtwtin de Vera, el tercero.
Tercer hijo del segundo Xartín y de doña Ginebra de Muxica,
nació en Las Palmas y fue bautizado en el Sagrario Catedral el 23
de septiembre de 1557. No tenemos noticias de si actuó en la vida
pública de la Isla, ni en dónde ni cuándo contrajo matrimonio con
doña Sebastiana Manrique de Acuña, aunque suponemos debió ser
por los años de 1577 a 1580 y posiblemente fuera de Gran Canaria,
no sólo porque no hemos hallado su partida de matrimonio, sino a
también porque el padre de doña Sebastiana, don Rodrigo Manrique N
de Acuña, hacía por entonces más de veinte años que había dejado O
el gobierno de la Isla; después de ejercerlo por segunda vez y no n-- m tenemos noticia de que volviera a las Canarias. Fue don Rodrigo O
E
uno de los más destacados gobernadores de la Isla; hermano de E
2
don Jerónimo Manrique, obispo de Cartagena y de Avila e inquisi- E
=
dor general, y ambos hijos de don Alonso Manrique, que llegó a 3
cardenal de la Santa Iglesia, arzobispo de Sevilla e inquisidor ge- -- 0 .neral, y de doña Leonor de Acuña. A su vez don Alonso lo fue de m
E
don Rodrigo Manrique, primer conde de Paredes, condestable de O
Castilla y maestre de la Orden de Santiago, y de su tercera esposa,
n doña Elvira de Castañeda, hija del primer conde de Fuensalida; -E
y doña Leonor de Acuña, de don Rodrigo de Avellaneda, comeri- a
2
dador de la Presa en la Orden de Santiago, y de doña María Hur- n
0 tado de Mendoza 43.
De Martín de Vera Muxica y de doña Sebastiana Manrique de 3
O
Acuña nacieron en Las Palmas y recibieron el bautismo en el Sa-g
m o Catedral tres hijos. El primero fue don Sebastián de Vera
Muxica, bautizado el 23 de octubre de 1580, que probó su filiación
en Las Palmas el 15 de diciembre de 1607, antes de pasar al Río
d e la Plata, donde se estableció, y en Santa Fe ejerció los cargos
de maestre de campo, regidor y alférez real, este último en 1624;
fue encomendero de Colastiné y casó con doña María de Ekquivel,
43 Antonio Rumeu de Armas: Piraterias y atciqzses navaies contra las
IsZas Canarias, tomo 1, pág. 115 y sigs.
312 ANUARIO DE ESTUDIOS STLAXSICOS
MAR- DE VERA
* 1520 = h. 1549 7 1580
GINEBRAM UXICA LAZCANO ...... p ......
Pedro de Vera M. MART~DNE VERAM UXICA
Juan Ceberio de Vera
S ...... = ...... f ...... 1557 = h. 1577 f ...... * 1550 Catalina Rivera Sebastiana Manrique de
(Canónigo) ...... p ...... ...... Acuña f ......
1 María de ~ s ~ u i v e l 1 / . ,5RQ ...... 1 * ...... f ...... I l ---- $ l !
1 xV r - ~ i ca- de . M. 1 1 /.o 81 VI?^ M. / ( ANTONIO DE VERA MUXICA
* 1620 = 1659 .f 1691
A \ 1 ...... , ...... ...... Melchora Arias Montiei I ' . ' . , 1 / ...... Maldonado .f ......
Martín de Vera Muxica * 1586 f ...... E
1.0 = 2.0 1659
Isabel Monroy Agueda Valdivia
Rivadeneyra 1 Irizuela .
-E
( Pcdro de Vera Monroy $
...... -- .L 1 ......2 "
1 o 2.O
-
0
A. -~ m
Eeatriz Jufre 1 E
Arce O
.
n
M.8 A.a de V. M. M.8 J f . a V. M. - ' ! Fnawc~scoA N.0 DE VERA MUXICA .....-......f... 1 1 - - z ...... " 1707 = 1739 f 1771
P.0 Flor.0 Urizar -
l." 2.0 Juana Ventura López Pintado
.t.
l
I
M : Teresa de V. Pint. '" ... 1742 = 1776 $ 17 1 Fc.0 de Vera Mur. ¡ 1 /
* 1741 f ...... S
f 1812
...... ......
-- - -
I
34 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA
hija de don Tomás de Nájera, vecino poblador y encomendero de
Santa Fe, teniente de gobernador y justicia mayor de esta ciudad,
y de doña Jerónima de Esquivel. Tuvo tres hijos: Martín y Pedro
de Vera Muxica, que no casaron, y don Antonio de Vera Muxica,
el refundador de Santa Fe, del que más tarde hablaremos.
El segundo se llamó, como su padre, Martín de Vera Muxica,
quien recibió el bautismo el 20 de agosto de 1586; también se esta-bleció
en el Río de la Plata, fue capitán del presidio de Buenos Aires,
regidor y encomendero de esta ciudad, donde casó dos veces, la
primera con doña Isabel de Monroy y Rivadeneira, y la segunda, el
1." de marzo de 1659, con doña Agueda de Valdivia y Brizuela. De
su primer matrimonio dejó un hijo, el capitán don Pedro de Vera
Monroy, encomendero y mayordomo de fábricas de la catedral de
Buenos Aires, quien también casó dos veces y tuvo un hijo de su
primera esposa, doña Beatriz Jufré de Arce, que se llamó don
Diego de Vera, nacido en Buenos Aires en 1680 y capitán de sus
milicias.
La tercera de las hijas de Martín de Vera Muxica y doña Se-bastiana
Manrique de Acuña fue bautizada el 23 de enero de 1589
con el nombre de Ginebra, pero ninguna otra noticia
de su vida.
Don Antonio de Vera Muxica, el ~efunda~dodre Scrrntcu.
conocemos
Fe.
Hijo de Sebastián y nieto del tercer Martín de Vera, nació en
Santa Fe el 10 de diciembre de 1620; ingresó al servicio de las
armas y llegó a alcanzar el empleo de maestre de campo. Fue nume-rosas
veces alcalde ordinario, procurador general, alcalde de Her-mandad
y corregidor y teniente de justicia mayor de la ciudad en
y ~ nesic ió, y se distinguió por su valor y preparación militar en las
continuas luchas que sus vecinos tenían que sostener contra los
indios del Chaco. Cuando era teniente de gobernador resolvió cam-biar
el emplazamiento de Santa Fe, que había fundado Juan de
Garay en 1573, a lugar más adecuado y comenzó el traslado el 3 de
febrero de 1659, pero como el terreno era de particulares, don An-tonio
de Vera, que era el encomendero más rico de la ciudad, lo
adquirió con su hacienda y lo donó a sus conciudadanos. A su costa
114 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
edifico también la iglesia parroquia1 y la de Nuestra Señora de la
Merced, el ayuntamiento y la cárcel pública y contribuyó, además,
a levantar otros edificios. Su desprendimiento y amor a Santa Fe
le valieron el nombre de Refundador de la ciudad.
En 1679, como el gobernador de Río de Janeiro se hubiese apo-derado
de la isla de San Gabriel y fundara, en la parte oriental
del Río de la Flata, la colonia del Sacramento, por orden del gober-nador
de Buenos Aires y al frente de las fuerzas que pudo reunir
atravesó el río Paraná y despub de un reñido combate se apoderó,
el 7 de agosto siguiente, de aquella plaza y expulsó a los portugueses
de la isla de San Gabriel. En mconocimiento a sus &ritos, el
virrey del Perú le nombr6 gobernador de Tucumán y luego del
Paraguay.
Fue también encomendero iie Colastiné y desde Carcarañá hacia
el sur hasta el Saladillo. Contrajo matrimonio en Santa Fe, el 28
de junio de 1659, con doña Melchora Arias Montiel y Maldonado,
hija del capitán Hernando Arias NIontiel, encomendero de Santa
Fe, y de doña Francisca Maldonado de la Cámara y Mexía, y nieta
paterna del capitán Aionso Fernández ivlontiei, natural de baenst,
eumpaiíero que fue de Brtiz de ~Záratev, ecino fundador y encomen-dero
de Santa Fe, de la que fue también regidor y escribano, y de
doña Isabel Arias de Hermosilla.
Don Antonio de Vera Muxica, e? insigne militar y gobernante,
dejó de existir en Asunción del Pa~aguaye l 2 de j.unio de 1691, a
los setenta y un años de edad. De su matrimonio dejó- cuatro hijos :
doña Juana, nacida el 6 de diciembre de 1660, que contrajo dos
matrimonios, el primero con el capitán don Francisco de Cabrera
y Carvajal y el segundo con su tío el maestre de campo don Ber-nardo
Arias Montiel, y falleció en 1698; doña Sebastiana, nacida
el 6 de diciembre de 1664, monja capuchina en Córdoba; don An-tonio
de Vera Wuxica, nacido el 31 de diciembre de 1666, que fue
encomendero de Colastiné, alcalde, teniente de gobernador, corre-gidor
y alcalde de la Hermandad de Santa Fe, y contrajo matri-monio
en Buenos Aires, el 26 de abril de 1692, con doña Polonia de
ñzarra Gaete y Medrano y falleció en Santa Fe el 30 de febrero
de 1731, sin dejar descendencia; por fin, don Francisco de Vera
Muxica, nacido en Santa Fe el 28 de septiembre de 1675; maestre
de campo en 1709, al siguiente año dirigió la expedición contra los
indios del valle de Calchaquí y del Chaco; fue alcalde de Santa Fe
en el 1700, regidor perpetuo en 1708 y representante de su cabildo
pa.ra fijar los límites entre Santa Fe y Córdoba desde el 1710 al 1721.
En esta última ciudad contrajo matrimonio, el 24 de julio de 1701,
con doña Luisa de Torres Salguero de Cabrera, hija de don Pedro
de Torres Montilla, alcalde, teniente de gobernador y corregidor
de Córdoba, y de doña Luisa Isabel Salguero de Cabrera y Castro;
falleció en Santa Fe el 11 de junio de 1742 y tuvo tres hijos: doña
María Antonia, casada con don Pedro Florentino de TJrízar; doña
María Josefa, que lo estuvo en primeras nupcias con el capit5.n
don Manuel Francisco de Gaete Casal y en segundas con don Pedro
Florentino de Urizar, viudo de su hermana; y don Francisco An-tonio,
del que vamos a hablar.
Don Francisco Antonio de Vera Muxica.
Nació en Santa Fe e1 16 de julio de 1707; regidor de esta ciudad
en 1724; en 1742 füe &sipwdo tenier,te gehernu&r y cerrv-gidor
de la misma, en los momentos en que sufría continuos ataques
de los indios del Chaco. Su prudencia y dotes de mando lograron
la pacificación de los rebeldes y la reducción de los indios mocovíes,
con los que fundó el pueblo de San Cristóbal el 4 de julio de 1743;
pacificó también a los indios abipones, con los que fundó la reduc-ción.
de San Jerónimo elz 1748. Después de seguir igual política,
a la vez humana y enérgica, con los churrúas, fundó el 11 de abril
de 1750 el pueblo de la Concepción de Cayasta y en 1765 el de San
Pedro. En 1754, al estallar la insurrección de los guaraníes, alistó
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vados a cruzar el río Uruguay; ei? 1759 obligó a retirarse a los del
Chaco, y entre los años 1750 al 52 dejó limpio de rebeldes lo que
hoy lleva el nombre de Entre Ríos. En 1761 recibió orden de apo-derarse
de la colonia portuguesa del Sacramento y después de haber
regLn,id~ t r ~ p z s1,2 s ~ l i ] i ~ &j a E~g eces Aires y i n & 2~ f~~ ~ -
tos a la Compañía de Jesús, salió de la capital en agosto de 1762,
atacando con tanto acierto a la colonia que la obligó a capitular
el 22 de octubre siguiente. Después de veinticuatro años de acer-
116 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
LINAJE Y DESCENDENCIA DE D. ANTONIO DE VERA MUXIC.4 .;7
tado gobierno renunció al cargo de teniente de gobernador de Santa
Fe, a la que dejó en plena prosperidad y aseguradas sus fronteras.
En la misma ciudad en que había nacido contrajo matrimonio,
el 26 de diciembre de 1739, con doña Juana Ventura López Pintado,
hija de don Andrés López Pintado de Almonacid, alcalde y sargento
mayor de Santa Fe, y de doña Josefina Antonia Marcos de Mendoza.
Falleció don Francisco Antonio en la ciudad en que había nacido,
el 20 de septiembre de 1771, y tuvo de su matrimonio ocho hijos:
doña María Tleresa, que nació el 24 de octubre de 1741, soltera; don
José de Vera Muxica, nacido el 20 de enero de 1742, fue tesorero
de las Cajas Reales, alférez real de Santa Fe, comandante general
de sus milicias y caballero de la Orden de Santiago; contrajo ma-trimonio
en Santa Fe, donde había nacido, el 20 de marzo de 1116,
con su prima hermana doña María Antonla Pmtado, hija de su tí0
el maestre de campo don Bernardo Upez Pintado y Uendoza y de
doña Isabel de 'Ziburu y de la Coizcueta. Don Francisco de Vera,
nacido el 20 de noviembre de 1745, canónigo de la catedral de Santa
Fe y su rector durante treinta años; vicario de la diócesis, comi-sario
de la Santa Cruzada y del Santo Oficio; fallec~oel 8 de agosto
de 1812; doña María Patrona, que nació el 3 de mayo de 1746 Y
murió niña; doña Maria Josefa nació el 2 de julio de 1747 y casó
el 20 de diciembre de 1760 con don Lucas de Echagüe y Andía, re-gidor
y alcalde de Santa Fe ; doña Rafaela Francisca, nacida el 20
de octubre de 1753, contrajo matrimonio en Montevideo, el 3 de
marzo de 1783, con el brigadizr don Joaquín del Pino y Rosa-
Fonseca, gobernador de Montevideo de 1766 a 1790, presidente
de la Real Audiencia de Charcas en 1795, capitán general y pre-sidente
de la Real Audiencia de mile, virrey del Río de la Plata y
presidente de la Real Audiencia de Buenos Aires de 1803 a 1804.
Doña María Teodora, que nació el 19 de agosto de 1755, casada con
don Francisco Javier de la Torre; y doña Juana Petrona de Vera
Muxica, que nació en Santa Fe, como todos sus hermanos, el 7 de
febrero de 1757 y casó el 2 de abril de 1775 con don Juan José de
Lezica y Alquiza, regidor de Bnenos Aires en 1773, vocal de la Junta
de Temporalidades, procurador general de Luján en 1784, alguacil
mayor del Santo Oficio, prior del Real Cimsulado de Comercio, her-mano
mayor de la Caridad y alcalde de Buenos Aires en 1810, al
38 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA
estallar el movimiento separatista. Por el cargo solicitó del virrey
Cisneros la convocatoria de cabildo general y, sospechoso de Tea-lista,
fue desterrado a Luján, donde falleció el 12 de noviembre
de 1811.
Don José de Vera Muxica y Pintado, del que antes hablamos,
como hijo segundo de don Francisco Antonio, tuvo del matrimonio
que ya dijimos contrajo con su prima hermana doña María An-tonia
Pintado, cinco hijos. El mayor, don José Mariano, que nació
en Santa Fe el 25 de marzo de 1777, coronel en la guerra de la inde-pendencia
argentina, fue gobernador de Santa Fe desde 1816 a 1818;
cuando se hallaba en Corrientes, en 1840, el general Lavalle le pidi6
que invadiera la provincia de Santa Fe, lo que hizo con algunas N z
partidas de indios que pudo reunir, pero fue derrotado en el com- E
bate de Cayasta por el general Estanislao López y en este hecho O
n de armas halló gloriosa muerte el 26 de marzo del mismo año 1840. -
m
O
Sólo tuvo una hija de su matrimonio con doña María de los Dolores E
E
2 de Alfaro y Maciel, doña Teodora de Vera, casada con don Cosme -E
de Madariaga y Gálvez.
El segundo de los hijos de don Jos6 de Vera se llamó don Ber- 3
-
nardo, nació en Santa Fe el 10 de febrero de 1780, estudió Derecho -
0
m
en las Universidades de Córdoba y Santiago de Chile, de cuya Real E
O
Audiencia fue abogado ; en su juventud compuso poesías festivas, 6
amorosas y báquicas y alguna obra de teatro; fijó su residencia cn n
E
Chile, donde colaboró en "La Aurora de Chile", y después del 18
-
a
de septiembre de 1810 se convirtió en activo separatista y su v i - 2
n
mer canto patriótico lo fijí, en un cartel en una de las ventanas de n
su casa; como auditor general del ejército de los Andes asistió a O3
la batalla de Chacabuco en 1811, y dos años después recibió el
encargo de escribir la "Canción patriótica", que se convirtió en
himno de la República de Chile hasta el 1847. Contrajo matrimonio
en Santiago de Chile, en 1808, con doña Uercedes de la Quadra
y Baeza y falleció en esta capital el 27 de agosto de 1827, dejando
dos hijas: doña María del Carmen, soltera, y doña Lucí8, casada
el 27 de febrero de 1833 con don Ramón Luis de IrarrazábaI y Al-calde,
licenciado en Derecho, diputado, ministro de Instrucción PÚ-blica
de Chile en 1838, vocal de la Corte Suprema de Justicia, mi-nistro
del Interior en 1841, luego de Relaciones Exteriores y de Wa-
118 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTZCBS
LINAJE Y DESCENDENCIA DE D. ANTONIO DE VERA MUXICA 39
cienda y ministro plenipotenciario de Chile en el Perú y ante la
Santa Sede.
Los restantes hijos de don José de Vera y Pintado lo fueron
don José Calixto, que nació en Santa Fe el 13 de febrero de 1782,
presbítero y licenciado en Derecho, fue ministro de Gobierno de
Entre Rios en 6830; don José Ignacio, nacido en 1784, coronel en
la gírerra de la independencia argentina, ministro general de Go-bierno
y gobernador de Entre Ríos en 1831, y doña María Luisa de
Vera Muxica y Pintado, esposa que fue de don Juan de Burgos.
H hasta aquí la historia de una familia a la que los avatares
de Ia vida llevó desde Jerez de la Frontera a Gran Canaria y de
Gran Canaria al Río de la Plata. Su espíritu aventurero, de hábiles
guerreros y poiíticos perduro a 10 iargo de ios sigios. Descendientes
los Vera Muxica argentinos del capitán de la conquista de Gran
Canaria Pedro de Vera, aunque no por rigurosa varonía, conser-varon
el apellido de su ilustre antepasado hasta extinguirse, como
hemos visto, en la primera mitad del siglo xrx 44.
44 Las generaciones de los Vera iVuxica de Santa Fe, de la obra citada
de don Carlos Calvo.