LOS CONSULES DE BREMEN EN TENERIFE
1828-1867
POR
ANTONIO RUPZ ALVAREZ (?.)
Era Bremen una de las ciudades libres del norte de Alemania,
situada a orillas del Weser, con una navegación fluvial más acti-va;
Bremerhaven constituía su antepuerto y ocupaba una exten-sión
superficial de 256 kilómetros cuadrados; cuenta hoy con
una población de más de seiscientos mil habitantes, a los que hay
que unir unos 145.000 de Bremerhaven. Era hasta muy avanza-do
el siglo XIX, que es el que nos interesa, junto con Hamburgo,
Lubeck y Colonia, ciudad libre y hanseática, o sea, perteneciente
a la liga o hansa de las ciudades comerciales del noroeste, a cuya
cabeza estaba Lubeck. La llamada Hansa o liga hanseática fue
fundada en 1241 y tenía por objeto proteger el comercio de las
ciudades alemanas de los piratas del Báltico y defender sus fran-quicias
contra los príncipes vecinos Esta confederación que du-rante
varios siglos fue floreciente y extendió por todo el mundo
su comercio contaba a fines del siglo xv con sesenta y cuatro
ciudades, poseía flota, un tesoro especial y un gobierno particu-lar.
Su marina tenía el monopolio del comercio del Báltico y la
liga poseía estabiecimientos desde ingiaterra hasta Novgorod, en
Rusia, pero al decaer posteriormente, volvió a abrir sus puertas
al comercio general en 1723, en tiempos del emperador Carlos VI.
En el año 1806, Bremen era una ciudad dependiente del elec-tor
de Hannover y contaba solamente 46.000 habitantes. Tenía
mnn..fnri+..rn, a, nnn*r +-lnr a- ,\l"r\AXn i i i a u u r a b r u i a n UF; p ~ f i ~ 3C L, ~ U ~U L a r t j u u u i i 4. eii edores (kdiaiias)
2 ANTONIO RUIZ ALVAREZ
y de lana; cueros trabajados, etc. Hacía café de chicorea, verde,
llamado «verde de Bremenn, y cera. De Francia le llegaban dro-gas
para Pos tintes, cintas, vinos, y en cambio recibía maderas
de carpintería, granos, lana y cerveza. Quinientos navíos entra-ban
en su puerto cada año. Su comercio era muy importante con
América, los bordes del Báltico, Inglaterra, Francia y España,
y anualmente fletaba barcos a Groenlandia para la pesca de la
ballena.
Con el fin de hacer más floreciente su comercio fueron su-primidos
Pos derechos de paso de los navíos por el Elajo Weser
y los barcos y las mercancías que ellos transportaban, exentas
de tributo, tanto las que salían como las que entraban, quedando
totalmente prohibido parar los navíos para ser controllados bajo
D ningún pretexto. E
De esta manera, Bremen enviaba sus navíos cargados de mer- 6
cancías a América y a Canarias. Varios eran los comerciantes g
tinerfeños que sostenían relaciones comerciales con firmas de
esta ciudad, y de Hamburgo llegaban lienzos, tejidos, garrafones,
E cueros, etc., a Santa Cruz y al Puerto de Orotava, y de aquí se ;
mandaban vinos y barrilla. Para ocuparse del papeleo, del control $
de entrada y salida y de las consignaciones o de lo concerniente %
a tripulación, enfermedades, etc, no había cónsules acreditados
en Canarias y tenían que valerse de los de las otras naciones, en-tre
ellos, de los ingleses y franceses, quienes se encargaban de
tramitar cualquier expediente o de resolver un simple :asunto con %
las autoridades isleñas. Esto obligó al comerciante del Puerto de
la Cruz o de Orotava, don Francisco Gervacio de Ventoso, pri-mero,
y luego al de Santa Cruz, don Andrés Benveniuti, a que E
se valieran de todas sus influencias isleñas y extranjeras para
que fuera creado un Consulado General de la Libre y Hanseática
ciudad de Bremen en Tenerife.
En favor de don Andrés Benvenuti intervienen el Cónsul in-glés
Mac Gregor, el Vice-Cónsul de la misma nación, John Du-plan,
el cual en carta fechada en Santa Cruz el 3 de noviembre
de 1823 l, entre otras cosas, dice que la importancia del comer-
1 Los documentos referentes a los Consulados en Tenerife que se custodia-
?xn en e! Sfzztszrrhiv Rremen pzszmn c!~?rznte la fi!tima pwra eurQpea E hts-
316 ANUARIO DE ES7 U D I O S A T L A N I ICOS
Carta de don Bernardo Forstall suplicada a los señores Kulemkainpf, de Bremen, para que insistan en el nombra-miento
de un cónsul bremés en Tenerife y que tal nombramiento recaiga en la persona de don Andrés Benvenulti
cio de esta isla con la ciudad libre de Bremen requiere la inter-vención
de un cónsul de dicha nación aquí, ya que él es quien
tiene que solucionar los asuntos que algunas veces deberían que-dar
bajo el control de una persona oficial y no de un particular
y vice-cónsul de una nación extranjera que se pone al corriente
de lo que debería quedar secreto. El Cónsul Mac Gregor se limi-ta,
en carta fechada el primero de mayo de 1827, a recomendar
a don Andrés Benvenuti, «persona muy conocida, seria, compe-tente
y perteneciente a una firma comercial de gran prestigio en
Tenerife como es la de Power y Cía.». En iguales términos se
expresa el comerciante don Bernardo Forstall en carta fechada
dam, que es hoy ciudad perteneciente a la República Democrática Alemana. Aiiá,
en el Deutsches Zentralarchiv, se hallan los legajos con la antigua Sigla de
Bremen Signatur der Akten. P 7 c. 2 T 3 Del Director de aquel archivo pude
obtener, después de mucho batallar, el microfilm de toda la documentación que
me ha servido para redactar este trabajo y algunas de cuyas cartas y actas re-produzco
aquí
2 Don Bernardo Forstall era comerciante y estaba en relaciones con la casa
Nieves-Ravelo, en el Puerto y con los Power, en Santa Cruz. Fue elegido por
Lanzarote, el 24 de agosto de 1836, miembro de la Junta Gubernativa y el 17
de octubre de 1837 nombrado por Santa Cruz para formar parte de la Diputa-ción
provincial. Pero para dar una idea de cómo andaban las cosas por aquel
entoces y muy particularmente los negocios, doy a continuación unos extractos
de una carta que él envió el 8 de agosto de 1932 a don Domingo Nieves-Ravelo,
en el Puerto, en la cual le dice entre otras cosas lo siguiente «Las cartas de
Juanico alcanzan hasta el 2 de julio Me manda una Gaceta en que se halla
el parte circunstanciado de haberse declarado el cólera en Quebec y Montreal
llevado de Dublin En Nueva York y demás puertos de los Estados Unidos se
tomaban medidas sanitanas rigurosísimas y en La Habana también, con las pro-cedencias
de estos últimos por la proximidad del Canadá y peligro de que se
comunicase a los Estados Unidos
Juanico tiene de sueldo 1068 dólares anuales, pero tiene de gastos (aunque
reduciéndose) 558 dólares y le quedan libres 510 dólares Está muy satisfecho
de su Principal (Don Baltasar Mitjen) es hombre de excelente carácter, muy
bondadoso y fino en su educación, sus ganancias son lucidas con las comisiones
que recibe de París y los Estados Unidos El antecesor suyo de mi hermano con
don Baltasar se retiró de la casa cuando Juanico entró con 1.800 dólares de
utilidades
,Lo que vale un país de recursosi
El premio sobre las letras sobre Londres estaban a 5 4112, 4,3 por 100, según
6 ANTONIO RUU ALVAREZ
el 18 de septiembre de 1826 y que, Suplicada, envía a los señores
G. Kulemkampf, para que éstos influyeran sobre el senador en-cargado
de Asuntos Extranjeros que lo era J. H. W. Smidt 3,
las firmas Vaya una baja grande; me alegraré que se hayan aprovechado de
eso para sus fondos y remesas por SIC de V., (su casa de usted).
Después de darle las gracias por las ofertas de enviarle para su hermano
cartas de recomendación le dice que él también le había enviado algunas, entre
ellas una de Gros, para Francia, uque también serán muy útiles Oji pegan, como
espero n Le da noticias de que el Intendente está muy molesto con él por los
malos resultados de las Provincias que así se lo había notificado don Juan
Madan que no sabía qué aconsejarle, pues alguien ocultamente estaba umetien-do
un aguijón que le está dando fuego ocultante en contra de usted n Lo
mejor sería que viniese V. a ver al Intendente -así me lo dijo- ay que le man-daría
una litera de alquiler, que se está usando de alquiler en el Camino de
La Laguna, para que pasase el Camino con comodidad. Usted dirá lo que deter-mine
y de todas suertes el cuarto estará pronto y un puchero diario, que es
todo lo que en el día mis tristes circunstancias permiten ofrecer :i Vmd; porque
mi amigo las angustias que paso y he pasado de un mes a esta parte son de
naturaleza que si se repiten, más vale ahorcarme Usted encontrará muy buena
voluntad y disimulará las escaseces que note en la casa de su afmo. amigo
de V Bernardo Forstall/Rubricado P S Esta noche se reúne la Junta Superior
de Sanidad, para ver asuntos que le competen, no sé los que serán »
El Intendente se llamaba don Domingo Ximénez de Castro, (que había sus-tituido
al Comisionado Regio e Intendente en comisión don Manuel Genaro de
Villota.
3 El Senador y Burgomeister encargado de Asuntos Exteriores Heinrich
Smitd, nació en Bremen el año 1806 y falleció en dicha ciudad el 20 de agosto
de 1878. El año 1827 acompañó al Senador J C. F. Gildemeister a Río de Janeiro
para firmar un tratado comercial entre las Ciudades Hanseátic:as y el Brasil
Al regreso de este viaje termina su carrera de Leyes con el grado de Doctor De
1829 a 1832 ocupa en el Senado el cargo de Secretario para Asuntos Exteriores
y hace algunos viajes a Frankfurt acompañando a su padre, que era entonces
Burgomeister de Bremen. El año 1832 comienza la publicación de «La Hoja
Política de la Semana, para la Libre y Hanseática Ciudad de Bremen», compar-tiendo
esta tarea con la de Archivero, hasta el año 1843. Por Decreto Ley espe-cial
de 30 de abril de 1849 entró a ocupar el cargo de Senador, que ejerció hasta
su muerte. En este empleo tenía que ocuparse de los asuntos comerciales, tanto
terrestres como marítimos, y concertar y firmar toda clase de Convenios Co-merciales
además de la Jefatura de Asuntos Extenores. Siendo Inspector de
Archivos ordenó y clasificó toda la documentación en ellos existente para po-nerla
al servicio del erudito y estudioso. Una calle de Bremerhaven lleva el
nombre de su padre, Joham Smitd (1773-1857), uno de los más famosos estadistas
de su época
320 A N U A R I O DE E S T U D I O S ,4TLANI I C O S
quien al fin nombra Cónsul General para las Islas Canarias, con
sede en Santa Cruz de Tenerife, al comerciante don Andrés Ben-venuti.
Don Andrés Benvenuti y Silva, nacido en Santa Cruz de Te-nerife,
seguramente a finales del siglo XVIII, era hijo de don An-g
e l ~B envenutti, natural de Génova, y de doña Rsifaela Silva,
natural de Santa Cruz. Casó en la Iglesia de la Concepción el
día 22 de febrero de 1818 con doña María de los Dolores Power
del Castillo, hija de don Antonio Power y de doña Catalina del
Castillo Iriarte, sobrina a su vez de los hermanos Iriarte, pues
era hija del capitán don Francisco del Castillo y :Santelices y
de doña Catalina Iriarte y Nieves-Ravelo. En el testamento de
don José de Iriarte y Nieves-Ravelo, otorgado ante Miguel San-zón,
escribano público y de guerra, el 15 de abril de 1809, nom-bra
a su hermana doña Catalina de Iriarte por su universal he-redera
y manda se le entreguen tres mil pesos corrientes para
su decente manutención sin que jamás se puedan emplear en
pagar deudas de su difunto esposo el capitán don Francisco del
Castillo y Santelices. También dona mil pesos a su sobrino don
Matías del Castillo, además del reloj de oro de su uso. La misma
cantidad para su sobrina, doña María del Castillo, esposa del
sargento Mayor don Juan de Megliorini4 y que del dinero que
tendría que entregar don Roberto Power se le den a su sobrina
doña Catalina, mujer de don Antonio Power, su hermano, otros
mil pesos y quinientos pesos a su hija y sobrina de él, doña María
Power del Castillo y doscientos pesos a su hermanita doña An-tonia
Power.
4 En la huerta que poseía en Santa Cruz el sargento mayor don Juan de
Megliorini Spínola depositó don Isidro Quintero, Canónigo de la Catedral de
La Laguna, las madres ciei insecto cie ia grana o cochiniiia que había ir-aido
desde Cádiz A los cuidados de Megliorini, ayudado por el profesor de Cirugía
don Santiago de la Cruz, se debió el que desde el año 1826 se empezara a pro-pagar
la cochinilla que fue durante muchos años el principal protiucto isleño de
exportación. Extractado de Hzstoria de las Islas Canalras (1776-18611), de Francisco
M de León Publicación del Aula de Cultura de Tenerife, 1966, pág. 222
-5 E=+-A nG- 1\112~:?~c i:er fcp !ceg~1 , espnsc & den Andrear R-nvenuty UOLC. U".,'.
322 A N U A R I O DE E S T U D I O S 4 T L A N I I C O S
Panorámica del núcleo histórico de Bremen. De izquierda a derecha: el Ayuntamiento -donde estuvo esta-blecido
el Senado-. la Catedral y la Bolsa.
Br~men.E 1 puerto del Kaiser en los primeros años del siglo xx.
OÓNSULES DE BREMEN EN TENERIFE 9
Así, pues, con fecha 1 de enero del año 1828, el Senado de
la Libre y Hanseática República de Bremen comunica al Cónsul
General de España en Hamburgo el nombramiento en Santa C m
de Tenerife de un cónsul que tendrá jurisdicción en todas las
islas Canarias y que dicho nombramiento había recaído en el co-merciante
don Andrés Benvenuti. Por dos veces: el 12 de sep-tiembre
de 1825 y el 8 de julio de 1828 había escrito don Fran-cisco
Gervacio de Ventoso desde el Puerto a la razón social Pil-cain
Brodie y C.", de Hamburgo, para que éstos influyeran en
conseguir para él el nombramiento de Cónsul General de Bremen,
pero eran demasiadas las influencias de Benvenuti, quien con-taba
con el prestigio de la firma Power y la de los parientes de
su mujer, los Nieves-Ravelo, respaldados éstos por el Cónsul y
Vice-Cónsul británicos.
Así, pues, el mismo día de su nombramiento, o sea, el l." de
enero de 1828, envía el Senador Smidt el siguiente escrito que,
traducido del francés, dice así: «El Senado de la Ciudad Libre
y Hanseática de la República de Bremen hace saber que ha nom-brado
y nombra por esta Carta Patente al señor Andrés Benve-nuti,
negociante en Santa Cruz de la Isla de Tenerife, su Cónsul
de comercio para los puertos de las islas de Canarias, y habiendo
regularmente pedido y obtenido el Exequator necesario de las
autoridades competentes, para que en la dicha calidad tanto en
conformidad de las instrucciones que habrá recibido como en la
de los tratados en vigor, de cuidar en el interés del comercio y
de la navegación de Bremen, de conservar y de afianzar las re-laciones
amistosas y comerciales entre los dos Estados y sus ne-gociantes
y particularmente de asistir a los capitanes de los na-víos
y a quien llegue y de ayudarlos y a los marinos de Bremen
de lo que ellos pudieran tener necesidad.
El Senado de Bremen requiere en consecuencia al Gobierno
Real de España y a todas las autoridades a quien pertenezca, de
prestar plena y entera fe a todo lo que su dicho Cónsul en Santa
Cruz tenga necesidad de presentar en su dicha calidad, de querer
6 Casi toda la correspondencia cursada entre los cónsules y el Senador Smidt
está en francés, inglés y español El propio Senador contesta casi siempre en
EL -I-~-~- LL-G UDr. .u .--u- a e-- UULL IBS CBTiBS cürsadas eii aieiiihii. igual, ias órdenes.
prestarle asistencia necesaria en el ejercicio de sus funciones
consulares y de acordarle en todos Bos Estados del' Reino de Es-paña
los derechos y prerrogativas de Cónsul, según es uso.
En fe de lo cual estas presentes Cartas Patentes son firmadas
por el Presidente del Senado de la Libre Hanseática y República
de Bremen, el cual ha sellado con su sello. Hecho e:n Bremen a 1
de enero de 1828.~
Al mismo tiempo que el Senado nombra su Cólnsul en Cana-rias,
nombra también los nuevos cónsules en Filaclelfia, en Riga
y en Méjico, que recaen sucesivamente en Von Lengecke, Georg
Schlefer y Georg Nalte.
El consulado de Benvenuti se desarrolla sin mayor interés que
dar cuenta de tarde en tarde del paso de algún navío; del des-embarque
de mercancías, del desarrollo comercial dle las islas con
las ciudades hanseáticas; del comercio con Inglaterra, América {
y Francia y de algún que otro chisme político que pudiera tener E
E importancia para la buena marcha de las relaciones comerciales
y diplomáticas. Así desempeñó don Andrés Benvenuti su consu-lado
hasta que renunció a él en carta fechada en :20 de abril de E
1836 al Venerable Senado y que éste recibe el 15 de junio de ?j
dicho año. En dicha carta dice haber obtenido un cargo de suma
importancia, el cual no le permite seguir ejerciendo con dignidad
su puesto de Cónsul, recomendando para sustituirle al comer-ciante
del Puerto de la Orotava, don Francisco Gervacio de Ven-toso,
asujeto en quien concurren todas las circunsi:ancias que se
requieren para el buen desempeño de este empleo:@L. a carta, al
parecer escrita de puño y letra del propio Benvenuiti, firma: An-drés
Benvenuty. Al mismo tiempo que envía su renuncia al Sena- 2
do comunica su decisión a Ventoso y éste el día ;!4 de julio de
1836 vuelve a solicitar el Consulado y la carta la envía a la rax5n
social Walte und Iken para que le apoyen en su petición. Pocos
-LnLL=LnJmLJ uAC-=i-a.yI&uG a, diu 1 de nQvieFAbre,e scfi;,kr vener2;,k!e S+
nado pidiendo su nombramiento, pues aconocientio los graves
problemas y los perjuicios que sufre el comercio y los propieta-rios
de los barcos que llegan de la ciudad de Bremein al Puerto de
la Orotava y a otro's puntos de Comercio de las Islas Canarias
faltos de un Cónsul que para sus reclamaciones pueda proteg-e r-
324 A N U A R I O DE E S T U D I O S ' A T L A N J I C O S
Fotocopia de fa carta-renuncia que don Andrés Benvenuty envfa al Senado
de Bremen de seguir ejerciendo su cargo de cónsul de dicha nación en Ca-narias
y proponiendo para sustituirle a don Francisco Gervacio de Ventoso
Carta al Senado de Bremen de don Francisco Glervacio de Veneioso solicitando su nombramiento de cónsul y dan-do
los nombres de las razones sociales con las cuales sostenía su casa relaciones comerciales y que podían servir
de referencia para acreditar siu personalidad.
C6NSULES DE BREMEN EN TENERIFE 13
les y sacarles de dificultosos asuntos de los cuales no pueden
defenderse sin la ayuda o la protección de la representación na-cional,
siendo aún la sola Ciudad Hanseática a quien falta esta
precisa representación, yo tengo, pues, el honor de rogar muy res-petuosamente
al Venerable Senado de bien querer concederme el
empleo de Cónsul de Ia dicha ciudad de Bremen, que yo miraré
como una gracia de la más alta consideración no solamente por
el honor que yo alcanzaría mereciendo la confianza del Venerable
Senado al cual me obligo a recompensar con mis fieles y activos
servicios, sino también por las ventajas que resultaría a mi casa
en las negociaciones mercantiles que ella sigue con la dicha ciu-dad
de Bremen». A continuación da los nombres de las personas
con las cuales sostenía relaciones comerciales y que pudieran
servir de referencia para su personalidad. Estas eran: Señora
Viuda de Monsieur Lang, Fils y Cía., de Bremen; Monsieurs Pit-cain,
Brodie y Cía., Monsieurs Pierre Siemsen y Cía., de Hambur-go,
Monsieurs Bainbridges y Brown; Monsieurs Jacques Camp-be11
y Cía., de Londres, y Monsieur Guillaume L. Cullen, de Opor-to.
«Todas personas respetables con las cuales mi casa sostiene
una correspondencia desde hace muchos años.» Termina don
Francisco Gervacio de Ventoso su carta en los siguientes térmi-nos:
«Yo espero del celo y de la rectitud del Venerable Senado
que por el bien de la ciudad de Bremen y de su comercio me
concederá la gracia que tengo el honor de solicitar.»
El día 12 de octhbre de 1836 se levanta el Acta nombrando
Cónsul a don Francisco Gervacio de Ventoso y al mismo tiempo
se le comunica el nombramiento al Cónsul General de España
para Ias Ciudades Eaiise&ficas coii en Hamburgo don
José Tiburcio Vivanco, haciéndole saber que tal decisión del
Senado se debía a haber renunciado a su cargo el anterior Agente
don Andrés Benvenuti y se solicita el Real Exequator, que conce-de
inmediatamente el entonces Ministro de Asuntos Exteriores
.TQ& Mzrig c&trava. eficargz de r ~ ! i ~ tietda~ 1~2 ci,ecl.-
Carta de don Francisco Gervacio de Ventoso al BUrgemeister y senador Smidt, en la cual le da cuenta de haber ireci-bido
el regio exequator para poder ejercer su consulado, y de paso le cuenta las incidenciax del comercio con Bmnen.
mentación el Encargado de Asuntos de Francia Monsieur E.
Drouynck Hhuy, quien pasa la comisión a don Juan de GuadaS
mino, que es quien comunica al Senado de Bremen el haber
enviado al señor Ventoso su Título y Diploma de Cónsul com-pletamente
diligenciado. Dicha carta lleva fecha de 8 de junio
de 1837. Con fecha 28 de agosto del mismo año, don Francisco
escribe al señor Smidt, Bürgomeistre del Senado de Bremen y
Jefe de la Comisión de Negocios Extranjeros, que uno se le ha-bía
presentado ocasión desde que tuvo la satisfacción de ser hon-rado
con las órdenes oportunas para el desempeño del consulado
para comunicar las gracias y su reconocimiento por tal distin-ción
», y añade: «Ahora tengo la satisfacción de participar que
S. M. la Reina de España, después de haber tomado informes
que su Gobierno juzgó oportunos, se dignó expedirme el Regio
Exequator con fecha 8 de junio último, en virtud del cual se me
ha vuelto a reconocer como Cónsul de esa ciudad en estas Islas,
lo que pongo en noticia de usted para su inteligencia.» También
le da cuenta de haber nombrado en Santa Cruz a don Antonio
Beriiff, Cónsul de Hamburgo, para que pueda atender a los bar-cos
que llegasen de Bremen a aquella ciudad, encargándole las
notas de estilo para él comunicarlo al Senado. aLos negocios con
Alemania, añade, no han tenido en el año presente toda la ex-tensión
que se esperaba por la decadencia de nuestros vinos y
barrilla en esos mercados, de donde se surten estas islas de Da-majuanas
(garrafones) y lencerías, dificultándose por consiguien-te
el medio de retornar fondos, habiendo llegado solamente dos
buques con esa bandera procedentes de esa Ciudad y de Ham-burgo,
donde casi exclusivamente se dirigen nuestras empresas
con Alemania. Sin embargo, continúa, no se ha dejado de ne-gociar
en buques ingleses, hamburgueses y de otras naciones
con esos mismos mercados.,
En carta fechada el 24 de mayo de 1838 el Senador Smidt le
comunica a don Francisco el haberle entregado carta de reco-mendación
a un negociante llamado J. W. Wobbe, de Hamburgo,
que tiene un asunto que resolver sobre el embarque de una mer-cancía
en un barco cuyo patrón es natural del Puerto de la Oro-tava.
Insiste en que intervenga en favor de dicho comerciante
con ei fin de ver ia mejor manera de soiucionar dicho iitigio.
16 ANTONIO RUIZ ALVAREZ
Insiste nuevamente don Francisco en carta al Senado, fecha-da
el 29 de mayo de 1838, que hallándose establecido en Santa
Cruz don Antonio Berüff, Cónsul de Hamburgo «en estas islas,
le he encargado de desempeñar los negocios que en aquella Villa
ocurran a los Capitanes de Buques o Ciudadanos de Elremen, con-tando
con la aprobación de V.
Igualmente, dice, he nombrado Vice-Cónsul en Canaria a don
Bernardo González de Torres, quien me prometió desempeñará
su encargo con esmero y exactitud y lo pongo en noticia de usted
para los efectos convenientes.»
Contesta el Senador Smidt aprobando estas decisiones y se le-vanta
el Acta en la cual quedan anotados los nombres del en-cargado
en Santa Cruz y del Vice-Cónsul en Canaria. Este don ;
Bernardo González de Torres era, seguramente, hiermano del
médico postuense, nacido el día 2 de mayo de 1801, don Salvador
González de Torres, uno de los que atendieron en la mortífera
epidemia de cólera en Las Palmas '. EE
2 Don Francisco Gervacio de Ventoso y Romero nació en el
Puerto de la Cruz, el 24 de junio de 1797. Era hijo de don Celes- %
tino Gervacio de Ventoso y García, nacido en Santa Cmz, el 1 de
abril de 1765, Alcalde Constitucional del Puerto, el año 1821, y
fundador de la razón social Ventoso y Cía. y fallecido en el
mismo Puerto el día de la Concepción, o sea, el día 8 de diciem-bre
de 1829, y de doña María del Pilar Romero. Casó don Fran-cisco
el 28 de julio de 1818 con doña Ana Victoria Cullen y Sán- k
chez, hija de don Tomás Cullen y de doña Ana Sánchez y Lugo, d
viuda de don Gregorio Casañas. Fue don Francisco, Alcalde Cons-titucional
el año 1823, como lo había sido su padre, y Coman- 5
dante Teniente de Cívicos. Siendo Alcalde Real, el año 1835 pro-puso
y tomó grande empeño en hermosear, plantas arbolado y
colocar bancos y arreglo de alcantarillado a la Plaza del Charco,
entonces llmada «Plaza Real». Quizá su interés sería porque él
7 La partida de nacimiento del doctor don Salvador Gonzhlez de Torres se
halla registrada en el Libro 10 de Bautismos al folio 346 recto, de la Iglesia
Parroquia1 de N. S. de la Peña de Francia, del Puerto de la Cruz. Y en el
cementerio católico de dicha ciudad se encuentra una sepulturas a nombre de
&u f&!ia
330 ANUARIO DE ESf UDIOS ATLANI lCOS
Puerto de In Cr~c z .L a caca de la derecha fue edificada por el irlandés don
Jos4 Cullen. Su hijo TomRs fue suegro dc don Francisco Gervacio de Ventoso.
Puerto de Iri Cruz. Fachada principal de la casa de Ventoso.
C~NSULES DE BREMEN EN TENERIFE 17
vivía en la casa del costado norte de dicha plaza, donde luego
edificó la señora Viuda de don Laureano Yanes casa y comercio
que existió hasta hace algunos años, en que su nuevo propietario,
mi excelente amigo el letrado Francisco Ricardo Bethencourt
Acosta, la vendió y en su lugar se ha levantado el edificio del
Banco Exterior de España. En el otro extremo de la plaza, o
sea, en el costado sur, vivían sus parientes los González Romero
y en el frontis de esa casa que conocimos, propiedad de los se-ñores
de Arroyo, se colocó dentro de un marco de madera la
placa de mármol que en la época constitucional dio nombre a la
plaza que así se le llamó hasta la segunda República. Hoy se le
llama «Plaza del General Franco». Toda la parte baja de la casa
Ventoso era el almacén que se completaba con las bodegas de la
calle de Perdomo, y la parte que daba a la explanada del muelle
era el comercio. Allí nacieron sus hijos don Celestino y doña
Victoria. El sucede a su padre en el Consulado y en los negocios
y ella, ilustre poetisa, casó con el afamado doctor don Víctor Pé-rez
González, creador y fundador del Gran Hotel Taoro, de quien
aún está por escribir su biografía. Doña Victoria falleció a los
83 años de edad, el 25 de abril de 1910. Don Francisco Gervacio
de Ventoso, patriota y buen portuense, salió siempre en defensa
del comercio y se mostró en todo momento partidario de mejorar
el muelle para que las operaciones de carga y descarga pudieran
efectuarse con mayor comodidad. Rigió los destinos de su pueblo
siempre con gran inteligencia, para evitar rozamientos con las
autoridades superiores que querían imponer nuevos arbitrios al
vecindario. Siendo denunciado por contrabando y su casa some-tida
a vigilancia por el enviado del Comisionado Regio don Ni-colás
Franco, pudo salir indemne de la calumnia y conociendo
luego al autor de tal fechoría, lejos de perseguirle, le dejó en
paz, aunque no al Delegado de Marina, don José de Iturzueta,
nire le nnnín ciprnprp p! vete 2 cflante~ zrcnt~r r&&cIiu&s Y-- r ----- ------
su cargo de Cónsul se le presentaban. Falleció a los cincuenta
y nueve años de edad el día 13 de octubre de 1856 8. El último
8 La sepultura de la Familia Ventoso se encuentra en el cementerio católico
del Puerto y la piedra sepulcral lleva la siguiente inscripción:
aSepulcro de don José Celestino de Ventoso que nació el 6 de abril de 1765
l8 ANTONIO RUIZ ALVABE
parte al Senado que dio don Francisco Gervacio de Ventoso fue
la llegada de Bremen de una goleta consignada a don Tomás F.
Cólogan con jamones, quesos, manteca y suelas y que había re-tornado
cargada de vinos.
La muerte de don Francisco la comunica su hijo don Celes-tino
al Presidente de la Comisión de Asuntos Extranjeros de la
Ciudad Libre de Bremen, en carta fechada el 29 de: mano de
1857, al mismo tiempo que solicita para sí el puesto dejado va-cante
por la muerte de su querido padre. Por lo tanto, no recibe
don Francisco la carta del Senador Smidt, que, fechada en Bre-men
el 31 de octubre de 1856, le daba cuenta de haber sido nom-brado
Cónsul General en España de la Ciudad Libre y Hanseática
de Bremen el negociante en Madrid, señor Ignacio Bauer, jefe de
una casa de comercio e invitándole a ponerse en co~ntacto con
él, que será el portavoz de las órdenes del Senado y por lo tanto
de él serán de quienes reciban las órdenes en adelante, los cón-sules.
Al mismo tiempo Ie comunicaba el envio de un ejemplar
del nuevo Reglamento para los cónsules de Bremen, publicado
el pasado año con intención de que de ahora en adelante les sirva
como base general de conducta, reemplazando a las cSrdenes es-critas
que cada uno de ellos recibfa a su nominación., Se queja
en dicha carta de no tener noticias o comunicacione:s desde el
año 1841 y que espera, al menos, tener respuesta a todo lo que
recibirá de parte del señor Bauer.
TERCERC ~NSULDO,N CELESTINGOE RVACIDOE VENTOSYO IC ULLEN
(1 857-1867)
El Senado se reúne para dar lectura a la carta enviada por
don Celestino y despuds de deliberar le nombran Cónsul por una-nimidad
y comunican el nombramiento que aparece en el Proto-colo
del Senado, correspondiente a la Sesión del 16 de febrero
y mun6 el 8 de diciembre de 1829. Aquí mismo yacen los restos miortales de su
hijo, don Francisco Gervasio de Ventoso y Romero, que falleció el 13 de octubre
de 1856 a los cincuenta y nueve años de edad.# Debo a la gentileza de mi exce-lente
amigo el doctor Leopoldo de la Rosa Olivera algunos datos de la familia
Ventoso y de don Andrés Benvenuty.
m ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS
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Fotocopia de la carta-oficio de don Celestino Gervacio de Vebtoso en la que
da cuenta de haber recibido su patente en la cual se le nombra cónsul de
Bremen en Canarias, en sustitución de su padre, fallecido
de 1857 al número 530. En dicha Acta se lee: dconsejamos como
Cónsul de Canarias quedado vacante por fallecimiento de su ti-tular
don Francisco Gervacio de Ventoso a su hijo don Celestino
Gervacio de Ventoso.» Y al margen: «Hay que enviar su nombre
a la Cámara Mensual para Asuntos Exteriores.» El día 26 de
julio de 1857 envía don Celestino su Juramento al Senado, y acto
seguido el Senado envía a su Cónsul General en Madrid toda la
documentación referente a su nombramiento como Cónsul en
Canarias. Contesta el señor Bauer, en carta fechada en Madrid
el 6 de octubre de 1857, en la que entre otras cosas dice que había
retardado la presentación de la Patente Consular en favor de
don Celestino Gervacio de Ventoso por no habérsele pedido hasta
hoy el Regio Exequator y que él tendrá cuidado de enviar al
Cónsul todos los documentos en regla.
Don Celestino recibe el Regio Exequator el 12 de noviembre
de dicho año de 1857 e inmediatamente da cuenta al Senado de
haber comenzado sus funciones.
No es muy interesante la correspondencia de don Celestino,
como tampoco lo fue su consulado, pues apenas llegaba al Puerto
algún barco de Bremen y por lo tanto sus funciones en este caso
eran nulas. Sin embargo, un caso serio se le presenta en el mes
de julio de 1863 y el incidente lo relata con toda clase de detalles
al Senador Smidt, en carta fechada el 19 de septiembre de 1863
y que es la última que se conserva en el Legajo sobre los Cónsu-les
de Bremen en Canarias. Se trata de lo ocurrido al velero de
Oldenburgo, llamado «Janus», que mandaba su capitán, Behrens,
y que con mercancía de la razón social «Walte und Ikoru llegó
a Canarias y al Puerto a descargar. De allí salió para Santa Cruz,
donde debería cargar, pero a la salida de aquel puerto para el
de Las Palmas se levantó un temporal y a la mañana siguiente
se le vio frente al «Limpio», completamente desmantelado. Se le
pudo remolcar y acondicionar para seguir su ruta a Gran Cana-ria,
pero después de tres días nada se sabía de él en Las Palmas
hasta que al fin fue visto y en tales condiciones que se tuvo que
recabar de las autoridades competentes el envío de lanchas con
hombres y material para ver de salvar la carga. Para todo ello
di^ pederes E! sekr Riecke, pem de prnnto se presentS e! C6n-
Núm 20 (1974) 335
22 ANTONIO RUiZ ALVARU
su1 de Oldenburgo, bajo cuya bandera navegaba el velero y recla-mó
la carga. Entonces, como él había sido quien se había intere-sado
en todo lo referente a dicha embarcación, consultó con el
Cónsul americano Mr. Dabney y con el Vice-Cónsul inglés, pues
nada de ]lo que hay que hacer en estos casos lo explicaba el Regla-mento,
pero al fin se llev6 a cabo felizmente el salvamento de la
carga entre el cónsul de Oldenburgo y él, llegando los dos a un
acuerdo sin una falta de atrevimiento y sí de mucha comprensión.
Su informe lo termina con el siguiente párrafo: «Hoy estoy triste
de daros esta desagradable noticia y espero que usted apruebe
mi proceder en este caso, el primero que se me prlesenta en el
tiempo que sirvo este consulado. Rogándole me dé instrucciones
para si este caso se repitiese saber yo cómo debo actuar.,
No duró mucho tiempo más el consulado en el Puerto de Pa
Cruz. Este fue abolido el año 1867, pues el sentimiento de Pa
unidad alemana que nace en 1807 y estalló como reacción contra
el dominio napoleónico en 1813 tendría su punto más grave en
el reinado de Guillermo 1 (1861-1888) con el barón Otto Bismarck,
artífice de la unidad. Prusia era el único estado capaz de dirigir
la unificación y para llevar a cabo ésta las ideas de nacionalidad
eclipsaron Ias de libertad y los partidos de la unidad sacrifican-do
sus ideas liberales se pusieron a su lado, pero esto no evitó
que Bismarck llevara a Prusia a tres conflictos. La guerra contra
Dínamarca (1864), en la cual Cristian IV cede los ducados del
Elba. La guerra contra Austria (1866), que, derrotada en Sado-wa,
hace que Prusia se anexionara el reino de Hannover y for-mara
la Confederación Alemana del Norte (1867), cuya dirección
va a manos de Guillermo 1. El Imperio Alemán se proclama en
Versalles en 1871 después de la derrota del ejército francés en
Sedán, donde cayó prisionero el emperador Napoleon 111.
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