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LATIDO Y TORTURA
Selección Poética de Josefina Plá
ÁNGELES MATEO DEL PINO
LATIDO Y TORTURA
Selección poética
de Josefina Plá
I. o S
^fs>5.5-
Servicio de Publicaciones del Excmo.
Cabildo Insular de Fuerteventura
Puerto del Rosario, 1995
G De la edicMin, Cabikio Insolar de Fuerteventura
O De Im textos, las autoras
Cuidado de la edicMn: Rosario CeideAa Ruiz
DiseAo cubierta: L4Mrenzo Mateo Castalleyra
Dep. Leg. TF. I.343-1995
Í.S.B.N.: 84^461-40-9
ÍNDICE
Josefina Plá o la pasión por crear 11
Criterio selectivo: Poesía 21
«Si puede llamarse prólogo» 25
El Precio de los Sueños
Como he de ser 31
Tequien) 32
Yermo 33
El amor realizado 34
Soy 35
La Raíz y la Aurora
Tus manos 39
Imposible 40
Concepción 41
Cómo 42
Desde cuándo 43
Trfptico del renacer en sombra 44
Rostros en el Agua
Todo comenzó en el espejo 49
Mi beso es muchedumbre 50
7
Dolor 51
Déjame ser 52
Invención de la Muerte
Allí donde las lágrimas 55
Esa sombra 56
Nadie le empuja 57
De noche 58
Piedad por las palabras 59
Nadie le bese 60
Salud a la belleza 61
Las manos 62
Camino vertical 63
Aprenderás que hay muertos 64
Satélites Oscuros
No invoques la de ayer 67
Unos labios 68
Pasa padre 69
No es ésta 70
Satélites oscuros 71
Heredero 73
Muertos 74
El polvo enamorado
Desnudo Día
Amar 85
Qué sabes tú 86
Trópico 87
El romance de la riqueza indigente 88
Mi soneto 89
Todo puedes hacerlo 90
Soneto del mar 91
Luz negra
Follaje del Tiempo
Elección 101
Vivir es no saber 102
Pelando la palabra 103
Estás lejos, me dicen 104
El hombre inventa 105
Telegrama 106
Biografía 107
Corazón indefenso 108
El ladrón 109
Lloraren sueños 110
El hijo pródigo 111
Tiempo V Tiniebla
Nacer dos veces 121
Me visitas en sueños 122
Allí donde sin mí 124
Sueño dormido 125
La ventana 126
Laguarania 127
Quereres 128
Duró el amor 129
Perd��name 130
Extranjero 131
Cansada 132
Paisaje de piedra (Tobatí) 133
Primer círculo 134
Segundo círculo 136
Tercer círculo 138
Yo 140
Cambiar Sueños por Sombras
Autodedicatoría 143
Cómo escribir 144
Infancia 145
Quise lejos volar 146
Saldo 147
Poesía 148
Por mí te llamo 149
Tengo miedo 150
Alejarse 151
La nave del olvido 152
Quisiera 153
Soñé 154
El hombre nace libre 155
El poeta y el tiempo 156
La zanja 157
Qué sientes árbol 158
Amaste el mar 159
Sc^ como el mar 160
Lo que de tí esperé 161
Lo que te di 162
Sé que te amé I 163
Sé que te amé n 164
Glosa I 165
Glosan 166
Glosa m 167
Los 30.000 Ausentes
XVI 171
XVn 172
XVra 173
XIX 174
La Llama y la Arena
Soy 177
Buscar con la palabra 178
Metaffsico 179
Acatar 180
Oficio de mujer 181
Quiso el úeatpo 182
Canción de las cuatro marinas 183
Presentiniiento 184
10
JOSEFINA PLÁ O LA PASIÓN POR CREAR
Hablar de literatura paraguaya es hablar de un universo que se añrma
en el tiempo con perfíles diñiminados, por lo que posee de sustancia binaría
de indígena y de hispánico. Pueblo que emerge como símbolo de la Amérí-ca
mestiza y busca a través de la expresión escrita la reivindicación de un
acento pro|ño, la seña de su autenticidad.
Paraguay, espacio de telúricas voces secretas, es un oibe poco conocido,
salvo por los fogonazos de sus éfñcos sacrífícios o, más recientemente,
por poner fín a la más absurda de las dictaduras que mantuvo enclaustrado
al país durante treinta y cinco aik». Condicionamientos que han hecho de
ese país una isla, «una isla sí, pero rodeada de tierra por la inmensidad de
las selvas, de los desiertos infhuiqueables»'. Cuna de espejismos, ruta de
buscadmes que plantaron sus huellas queriendo encontrar el «Paraíso Terrestre
» y hallaron un pueblo que ofrecía una extraña sensación de irrealidad,
esa «realidad que delira» y forma el contexto de la sociedad paraguaya.
Muchos fueron los peregrinos que quedaron fascinados al comprobar en
ella «la instauración del mito y de las formas simbólicas como representación
de la fuerza social; la función y asunción del mito como la forma más
significativa de la realidad» \
Por ello, enfrentamos a la literatura paraguaya y, en concreto, a la obra
de Josefina Plá es lanzamos a la aventura, disfrutar y saborev el laigo reco-
• ROA BASTOS, AuguHo, «Prólogo» a BARRET, Rafael. B dolor paraguayo, Bibiioleca
Ayacuciw, Venezuela, págs. 17-18.
' Ibidem, pég. 30.
II
nido de miles y miles de páginas que nos irán revelando la historia de Paraguay.
Retomaremos la propuesta hecha por Manuel González Sosa' al destacar
la figura de Josefma Plá, cuyo gran mérito ha sido dedicar toda su
vida a la reivindicación de la cultura paraguaya. Para ella, como para los escritores
paraguayos de hoy, «la creación vuelve a ser necesidad de encamación
de un destino, voluntad de inscribirse en la realidad vital de una colectividad,
en su medio moral y en su estructura social verdadera»*
Josefina Pl��, española de América, tal como la defme Hugo Rodríguez
Alcalá', nace con los albores del siglo en la isla de Lobos pero es bautizada
en Femés. A los tres años y medio abandona la isla para trasladarse a la Península
y no ha regresado a ella salvo la recalada brevísima que hacían los
barcos trasatlánticos en su viaje del Plata a España'. El resto de su vida, de
los dieciocho a los actuales, ha vivido en Paraguay. Llega a Asunción en 1927
de la mano de su esposo, el gran ceramista paraguayo Andrés Campos Cerve-ra
(1888-1937) —conocido con el pseudónimo de Julián de la Herrería—,
donde ejerce un magisterio artístico y literario, cuyo impulso de renovación
estética e intelectual ha significado una honda transformación en el país.
Esta escritora de primer orden, como la califica Augusto Roa Bastos,
ha preferido quedarse a trabajar en su humilde retiro paraguayo, «porque su
vocación y su fe, su amor por esta tierra de su destino, son más fuertes que
toda efímera ambici��n»''. Así, sola o con amigos *, jamás ha descansado un
momento en su lucha por elevar la cultura paraguaya a un nivel que la haga
trascender de su aislamiento. Por ello, y tras más de medio siglo de su incorporación
a la vida nacional, Josefína Plá es considerada «una figura procer
del arte y de la cultura paraguaya» ^.
Su creación abarca el teatro, la narrativa, la poesía, las artes plásticas,
el periodismo escrito y radiofónico, la crítica de arte, la investigación histórica,
el ensayo, etc. Casi no hay un sector de la cultura en el que Josefína
Plá no haya posado su pluma. Colabora en importantes publicaciones de las
' GONZÁLEZ SOSA. Manuel, «Josefina Plá: un gran valor a recuperan» en Diario de Las
Palmas, 25-11-82, pág. 17.
* ROA BASTOS. Augusto en op. cit., pág. 32.
' RODRÍGUEZ ALCALÁ. Hugo. «Algunos juicios críticos sobre la obra poética de Josefina
Plá» en La llama y la arena de Josefina Plá, Alcándara Editora (Colección poesía. 53).
Asunción. 1987. pág. 81.
" Loi viajes los realiza en los aflos 1925. 1934. 1955 y 1970.
' ROA BASTOS. Augusto. «Palabras previas» en La nave del olvido. Poemas (1948-
1983) de Josefina Plá. Ed. Luis Ripoll. Palma de Mallorca. 1985. pág. 5.
' Josefina Plá queda viuda del artista paraguayo Andrís Campos Cervera en 1937.
' RODRÍGUEZ ALCALÁ. Hugo. «La renovación poética de 1940» en Historia de la Literatura
paraguaya. Ed. S. M.. Madrid. 1971. pág. 128.
12
dos Américas como Cuadernos de Historia de América y Revista de Historia
de América, (México); Anales del Instituto de Arte Americano (Argentina);
Américas y Journal of Interamerican Studies (Estados Unidos), y, también,
en revistas europeas como Cuadernos Hispanoamericanos (Madrid);
Humboldt (Alemania); Cahiers des Amériques Latines (París), etc. Da conferencias
sobre diversos aspectos culturales paraguayos en centros extranjeros,
tales como Seattle y Alfred (New York), en la IV Bienal de Sao Paulo
(Brasil), en la Sociedad de Autores Argentinos, en el Instituto de Cultura
Hispánica (Madrid), etc. Crea con Roque Centurión Miranda la Escuela
Municipal de Arte Escénico en la que enseñó durante veintidós años. Asimismo,
a ella se le debe la fundación del Centro Arte Nuevo y del Museo
Julián de la Herrería.
Josefína Plá es Miembro Numerario de la Academia Paraguaya de la
Lengua Española y de la Academia Paraguaya de la Historia, pertenece al
PEN Club Paraguayo'" y al Instituto de Cultura Hispánica, entre otros. Ha
sido nombrada Miembro de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores
(SADE), del Instituto de Investigaciones Históricas y de la Academia Hispanoamericana
Rubén Darío. Se le ha otorgado la medalla de Jefferson, el
Lazo de Dama de Isabel la Católica y la medalla al Mérito del Ministerio de
Cultura de Sao Paulo (Brasil). Los reconocimientos que ha obtenido por su
labor de investigación son numerosos. Cabe destacar el doctorado Honoris
Causa por la Universidad de Asunción y el premio de investigación teatral
concedido en 1983 por el CELCIT de Venezuela. Asimismo, como artista
plástica ha recibido diversos premios internacionales y sus obras figuran en
varios museos extranjeros.
Por todo ello, hemos de considerar que «Josefina Plá ha tenido esa
rara capacidad (que en muy pocos intelectuales se encuentra) de saber totalizar
y redondear su trabajo, compaginando la creación y la enseñanza con
la investigación» ".Su obra ha sido traducida al francés, inglés, rumano,
alemán y esperanto. Pero, sin lugar a dudas, su empresa más importante ha
sido haber promovido iniciativas renovadoras de los aspectos literarios y
plásticos, habiendo creado con ellos la base para el trabajo intelectual.
Durante los años cuarenta, Josefina Plá, Hérib Campos Cervera y Augusto
Roa Bastos realizan conjuntamente una labor cuyo propósito es poner
"> Es el único club de escritores que existe en Paraguay. La denominación de PEN, que
en el idioma inglés significa instrumento para escribir, posee las características de una sigla
que sintetiza las especialidades literarias de sus miembros, pues responde a las iniciales de
Poetas, Ensayistas y Narradores.
" PLÁ Josefina, «Capítulo actual» en Españoles en la cultura del Paraguay, Ed. Ara-verá
(Serie Ensayos, 2). Asunción, I98S, pág. 171.
13
al día la literatura paraguaya e ir más allá de la estética modernista. Pero, en
verdad, ya desde 1938 Josefína Plá inició sola una campaña renovadora y
formuló todas las ideas que, años más tarde, la llamada Generación del 40
iba a hacer suyas. Esta generación es la primera en manifestar su protesta
contra un orden establecido, «es además la primera que pide la reivindicación,
la que reclama, por tanto, le sea restituido lo que pertenece al hombre,
a la patria, al mundo y que pese a ello está en manos de otros» '^. De este
modo, surge en Paraguay un tipo de escritor que entiende la literatura como
Literatura. Hugo Rodríguez Alcalá señala que este escritor «adopta el quehacer
literario como el más importante, y la literatura entonces se convierte
en carrera y destino» '^ Con anterioridad la creación literaria sólo se entendía
como pasatiempo o adorno **, por lo que se considera 1940 como la fecha
t ( ^ para la aparición de una nueva generación de escritores que, sin
embargo, trabajan de manera aislada, sin tener una estética que los una''.
Estos autores son Hugo Rodríguez Alcalá, Augusto Roa Bastos, Juan Eze-quiel
González Alsina, José Antonio Bilbao y Osear Ferreiro. A ellos se les
unen poetas portadores de nuevas experiencias como Hérib Campos Cerve-ra
y Josefína Plá. Al grupo así formado se suman otros provenientes de diferentes
generaciones como Hipólito Sánchez Quell, Julio Correa y Elvio
Romero.
En 1943, en tomo a V^'d raity (nido de alegría)'', algunos de estos poetas
intentan crear una conciencia generacional frente a los hechos universales.
Nace así una literatura paraguaya contemporánea, aunque sin pasado ".
POT primera vez, el escritor aspira a estar al día con las corrientes mundiales
y se empeña en trascender el «aislamiento» al dar a conocer sus oteas fuera
de las fíonteras paraguayas. Esta nueva actitud lleva a los creadores a revisar
" VALLEJOS PÉREZ, Roque, «La protesta del 40» en Antología crítica de la poesía paraguaya
contemporánea, Ed I)on Bosco, Asunción, 1968, pág. 18.
'> RoDRfouEZ ALCALA, Hugo, «La lenovación poÁica de 1940» en op. cü., pág. 113.
" El escritor paraguayo desde 1900 a 1940 era, ante todo, político y hombie de leyes o
ejercía cualquier otra profesión. La litefatura se entendía como algo marginal.
" Algunos críticos, como Hugo Rodríguez Alcalá, consideran que la clasificación de
Generación del 40 es útil y esclaiecedora, pero no resulta del lodo válida ya que la generación
como tal no se constituye en 1940 y algunos de sus miembros nunca actúan dentro del grupo.
Vid RODRÍGUEZ AIXALA, Hugo en op. ciL, pág. 112.
I* Vy'a raity fiíe una tettulia de literatos y aitistas que se creó en 1943.
" Josefína Plá considera que «en general, podría afirmarse que es ésta una literatura
sin pasado. Sólo en el teneno de la historia —a menudo más polémica que científica— la cosecha
nacional es copiosa y puede citar desde los primeros tiempos nombres de relieve. En lo
restante, no puede hablarse de una producción de nivel continental, ni aún piálense, hasta bien
entrado el siglo». Vid. PLA, Josefina. Literatura paraguaya del siglo xx, Ed. Comuneros.
Asunción, 1976. pág. 3.
14
la literatura nacional, tan poco estudiada, y a superar lo que en ella había de
provincianismo y mera retórica. En consecuencia, los escritores paraguayos
comienzan a adquirir prestigio internacional. En 1947 se disuelve el grupo
debido a una serie de golpes militares. Algunos escritores como Augusto
Roa Bastos y Elvio Romero se van fuera del país. Otros, como Josefina Pl��,
deciden quedarse a trabajar dentro. La labor renovadora de estos poetas fructifica
pronto y surgen nuevos grupos que continúan el trabajo iniciado por
los escritores de los años cuarenta '^.
El papel desempeñado por Josefina Plá en la esfera de la poesía es el
más importante, no sólo por su propia creación intimista y vivencia! sino también
—como señala Hugo Rodríguez Alcalá— «por haber postulado oralmente
y por escrito, con mayor elocuencia que nadie, la necesidad de la innovación
» '^. A ella le corresponde el haber iniciado, junto con Hérib Campos
Cervera, el profundo proceso de renovación de la lírica paraguaya. Cuando
aún los poetas seguían insistiendo en parámetros modernistas, irrumpe Josefina
Plá con «sus versos de acento nuevo, liberados de consonancias y prejuicios,
con un sincero aliento de juventud» ^. Sus poemas están llenos de logros
estéticos realzados por un lenguaje literario que tiende a lo expresivo y a lo
individual y particular. Existe una zona en su lenguaje, zona fotosférica, que
la propia autora califica de «región infernal, o si se quiere, mágica; la región
donde se fraguan a místicas temperaturas los más puros logros poéticos»^'.
La poesía se convierte para Josefina Plá en una huida, en una evasión:
«poesía es huir de sí mismo; restituyéndose al propio tiempo a la más profunda
dimensión; enajenarse y por ello reintegrarse a plenitud del ser; desangrarse
hasta morir para poder resucitar [...] Resucitar. Resurrección lleva
consigo una victoria. Y una Fuga. Una victoria irreversible para este
perenne. Una evasión para este perpetuo prisionero que es el hombre» ". La
poesía así concebida es pasión y muerte. Pero, una vez que el poeta se hace
poema, esto es, se encama en la palabra, nace a una nueva vida, el poeta resucita.
E>e esta manera, la poesía libera al poeta para que luego éste pueda
" Críticos como Francisco Pérez Marícevich e incluso Josefína Plá señalan tres etapas
en la historia de la nueva poesía, así hablan de una generación de 1940 y de dos pronHx;iones:
la de 1950 y la de 1960. Vid. RoDRfouEZ AIJCALA, Hugo, opi. cit., pág. 112.
" lbidem,pi%. 133.
» KOSTIANOVSKY, Isaac. Josefina Plá. Homenaje a 50 años de creación y
pensamiento. Galerías Arte-Sanos, Asunción, 1979.
" PLÁ Josefína, «Poesía y literatura» en PEN club del Paraguay (Ensayistas). Ed. Comuneros,
Asunción, 1978, págs. 68-69.
" PLA, Josefína, «Visión de la poesía» en Cambiar Sueños por Sombras. Alcándara
Editora (Colección Poesía. 2S). Asunción. 1984. pág. 8.
15
liberar a los otros hombres. De tal modo, Josefina Plá va más allá de la vida
tratando de buscar el íntimo sentido, por ello nos dirá que ��el hombre es el
animal capaz de saber que muere y anticipar ese momento espirítualmente.
Creo que ese animal es más hombre —más humano— en cuanto es más capaz
de abarcar ese instante, tratar de buscar su íntimo sentido, que va más
allá de la pudríción» ^^.
De la mano de la poesía se adentra Josefma Plá en el misterio. El afán
de «des-velar» lo velado la lleva a fundar una lírica femenina que se diferenciaba
mucho de la que prevalecía en el momento de su aparición. Aunque
el amor ha sido siempre un motivo recurrente en la poesía, Josefína Plá
le dio una fisonomía nueva, diferente, inédita. Al respecto señala Walter
Wey que la originalidad estriba en «el modo en que lo cantó, como drama
camal filtrado a través de una inteligencia aguda y cultura incomún» '^*. Su
libro. El Precio de los Sueños (1934), se convierte en el primer poemario de
pluma femenina que se edita en Paraguay. Con él «Josefína Plá da uno de
los más lúcidos y conmovedores ejemplos de sinceridad, de arraigo en el
medio, de una genuina identificación con la historia y la gente del país del
que ni siquiera era oriunda, pero cuyo dolor adopta» ^.
La poesía le sirve a esta autora para descubrir y describir el espacio
femenino. Lo que le interesa es recoger datos que contribuyan a esclarecer
la participación femenina en la vida nacional, por lo que su obra creativa
se enriquece con los estudios y entrevistas que realiza, que no son más que
el resultado de contactos personales, de confidencias de mujeres de distinta
clase y condición: «lo entrevisto en ellas es lo que del genio y figura espiritual
de la mujer paraguaya —esta mujer saciada de ingratitudes— permiten
los hechos aprehendidos o insinuados, entrever» ^<'. De esta manera, las
mujeres pueblan el espacio literario de Josefína Plá, convirtiéndose así, la
mayoría de las veces, en las grandes protagonistas, pero sin dejar de ser
mujeres de carne y hueso, pertenecientes a esa «especie de las mujeres heroicas
y pobres, madre y padre de sus hijos —tan pobres, que ni siquiera
sueños tuvieron— ellas son sin embargo, la misma arcilla y soplo de las
que reconstruyeron la patria, y pagan el rescate de las que ayudaron a mantenerla
en pie'". Otras veces, se aleja de la perspectiva actual para mirar
con ojos históricos a las mujeres hispanas llegadas a estos trópicos o bien.
25
26
" VOí, Jocefína, «Dos palabras» en La llama y la arena, op. cii., pág. 9.
" WEY, Waher, «Juicios críticos» en La nave del olvido, op. cit.
RODRÍGUEZ ALCALÁ, Hugo, op. cit., pig. 129.
PLA, Josefína, «Unas palabras previas» en La piel de la mujer Experiencias, Grupo
de Estudios de la Mujer Paraguaya (GEMPA). Asunción. 1987. pág. 15.
" ¡bidem, pág. 17.
16
a aquellas anónimas mujeres indígenas que dieron lugar a una cultura mestiza,
tan importante en la sociedad paraguaya. De tal modo, utiliza la historia
para entender la situación femenina y. por consiguiente, indagar en
su propia condición de mujer: «esta historia es la historia de la artista que
entra en la caverna de su propia mente y encuentra las hojas sueltas, no
s��lo de su poder, sino también de la tradición que haya podido generar ese
poder» ^*.
La mujer, el amor, el dolor, la muerte y el anhelo imposible son temas
que acompañan eternamente su poesía, de ahí que Augusto Roa Bastos la
haya calificado de monotonal, fiel a la obsesión que la domina. Josefina Plá
pertenece a esa familia de poesía femenina rica en personalidades de primer
orden como Delmira Agustini, Alfonsina Stomi, Juana de Ibarbourou o la
voz del premio Nobel chileno, Gabriela Mistral. Poesía posmodemista y
contemporánea, a pesar de que algunos, como Jacques Joset, prefieren calificarla
«a falta de otra cosa mejor de sentimental y de populista» 2^.
El nombre de Josefina Plá resulta relevante en el campo de la narrativa,
aunque su producción es menos extensa aquí que en la poesía. En su primera
etapa creativa escribe cuentos, pero abandona el género durante varios
años para regresar a él en 1963 con la breve colección La Mano en la tierra
que reúne relatos escritos entre 1950 y 1955 (publicados posteriormente en
1959-1960). A pesar de que cuantitativamente no resulta el género más cultivado
por Josefina Plá, esto no ha impedido que aporte a la narrativa paraguaya,
en concreto a la de ficción, algunos rasgos estimables. Francisco Pérez
Maricevich •* señala dos aspectos:
a) La utilización de la anécdota como mero soporte o pretexto para la
puesta en evidencia de determinadas fases tipológicas o anímicos-espiritua-les
de la mujer (y por refracción de la sociedad en que vive).
b) La creación de una lengua narrativa que, sin caer en el criollismo o
en el bilingüismo radical, se forma por hibridación popular en léxico y sintaxis
de ambas lenguas nacionales ^'.
" Moi, Toril, «The Madwoman in the Attic» en Teoría literaria feminista, Ed. Cátedra.
Madrid. I988.pág.69.
^ JOSET. Jacques. «La reconquista de un territorio literario (desde 1920)» en La literatura
hispanoamericana, Ed. IKOS-TAU. Barcelona. 1974. pág. 101.
'^ PÉREZ MARICEVICH, Francisco. «La narrativa paraguaya de 1940 a la fecha» en Cró��nicas
del Paraguay, Jorge Álvarez Editor. Buenos Aiies. 1969. pág. 12.
" Estas dos lenguas son la castellana y la guaraní.
17
El interés de su narrativa parece centrarse en la condición existencial
de la mujer paraguaya, denunciando aquellas situaciones en las que resulta
degradada. No faltan tampoco los temas de carácter español o hispano-para-guayo
(de época colonial, por ejemplo). Extraordinaria resulta su captación
de los ambientes locales y modelos de conducta que se encuentran insertos
en la sociedad paraguaya.
En cuanto al teatro no faltan quienes consideran que Josefina Plá es
actualmente la autora teatral más importante del Paraguay. Giuseppe Bellini
llega a afirmar que Josefina Plá supone una excepción en la historia del teatro
paraguayo, ya que es uno de los pocos nombres que ha trascendido las
fronteras nacionales '^. La cantidad de premios que ha recibido la obra teatral
de Josefina Plá, en concursos y distinciones, nos habla de su calidad
dramática. Pero, además de su obra de autora, debemos destacar su participación
en la crítica teatral o en la formación de actores y grupos, siendo
fundadora junto con Roque Centurión Miranda de la Escuela Municipal de
Arte Escénico''. Por todo ello Rudi Torga considera que «hasta hoy no se
ha valorado en toda su dimensión esta difícil tarea que ella viene ejerciendo
en nuestro medio. Especialmente por los que estamos comprometidos en el
quehacer teatral» ".
La labor conjunta de Josefina Plá y Centurión Miranda se sitúa en los
años cuarenta. Estos autores intentaron probar que la eficacia del teatro residía
en el enfoque de los temas y no en el idioma, enfrentándose así a los
que creían que el teatro paraguayo debía ser sólo en guaraní para que tuviera
carácter auténtico. El mundo dramático acotado por Josefina Plá es un
mundo claramente diverso en lo que concierne a la visión de los valores, tal
y como lo señala Francisco Pérez Maricevich en su estudio sobre el teatro
paraguayo ^'. La mayoría de sus obras están construidas conforme al patrón
tradicional corriente, de fácil acceso para el público al que fueron destinadas,
pero, salvo algunas pocas, nunca han sido representadas. Otras se publicaron
demasiado tarde para que comenzaran una vida literaria o alguna
vez llegaran a encamarse en su profunda vocación teatral. El hecho de que
esto le ocurriera a una gran parte del teatro de Josefina Plá se debió a la cir-
" BELLINI. Giuseppe, «El teatro hispanoamericano del siglo xx: Paraguay» en Historia
de la Literatura hispanoamericana. Ed. Castalia, Madrid. 1983, pág. 641.
" Roque Centurión Miranda (1900-1960), escritor y director paraguayo, se inicia en la
dramaturgia en I92S. En colaboración con Josefina Plá escribe algunas obras dramáticas.
*" TORGA, Rudi en Josefina Plá. Homenaje a 50 años de creación y pensamiento, op.
cii.
" PÉREZ MARICEVICH, Francisco. «Introducción» en Teatro paraguayo inédito, Ed.
Mediterráneo. Asunción, 1984. pág. 9.
18
cunstancia penosa que atravesó la escena paraguaya al carecer de compañías,
de salas, de dinero y hasta de público. Pero una vez más Josefina demostró
su tesón, su pasión por crear y trabajó para la formación de una conciencia,
de una tradición y de una crítica responsable en el teatro paraguayo,
lo que le ha valido que la crítica literaria de ese país reconozca el alto lugar
ocupado por Josefina Plá en el universo teatral.
Toda esta amplia obra cultural ha tenido profunda repercusión en el
ámbito periodístico. Sus artículos y colaboraciones han aparecido en la
práctica totalidad de las publicaciones paraguayas: revistas literarias, diarios,
semanarios, publicaciones universitarias, etc. Su firma figura al pie de
críticas literarias, artísticas y teatrales, así como en comentarios bibliográficos
y en diversas columnas sobre temas de actualidad. Muchos son los países
que han publicado sus artículos, generalmente investigaciones sobre temas
históricos (historia del arte y de la cultura), en revistas culturales, tales
como España, Francia, Alemania, Suiza, Estados Unidos, México y Venezuela,
entre otros. Josefina Plá ha sido, además, una auténtica pionera en el
periodismo radiofónico. Locutora desde 1928, fue la primera mujer que
hizo radio en Paraguay, siendo nombrada redactora de las audiciones semanales
de la «Voz Cultural de la Nación» en 1942'*.
Ejerció también la docencia universitaria. Actualmente desde su cátedra
sigue trabajando para potenciar el crecimiento de la cultura paraguaya,
sobre todo destaca en el campo de la investigación sus estudios sobre la historia
cultural y social del Paraguay ". Ha reflexionado y analizado el arte
hispanoguaraní de las Reducciones Jesuíticas, la artesanía popular y otras
expresiones artísticas visuales '*.
Pero su capacidad creativa va más allá de las letras. Su nombre figura
entre los mejores exponentes de la cerámica y el grabado paraguayo. Olga
Blinder'' considera que el trabajo de Josefina Plá como ceramista es de
gran importancia, «pues no sólo plasmó sus propias creaciones sino que formó
a quienes, reconociéndola o no como maestra, siguieron trabajando y se
* Primera etapa de la posterior Radio Nacional.
" Estos e.studios le han valido su nombramiento como miembro de la Academia Paraguaya
de la Historia.
" Resultan de especial interés los estudios que ha dedicado al Ñandutí. encaje típico
paraguayo, pero que según Josefina Plá procede de Tenerife. Vid. PLA. J. & GONZÁLEZ, G..
Paraguay: el ñandutí. Cuadernos de Divulgación. Museo Paraguayo de Arte Contemporáneo.
Asunción, 1983, págs. 9-28 y «Prosapia y magia del ñandutf» en Anuario de Esludios Atlánticos.
Excmo. Cabildo Insular de Las Palmas de Gran Canaria. 1980. págs. 615-633.
" Olga Blinder (1921) pertenece al Gnipo Arte Nuevo creado en 1953 y en el que Josefina
Plá figura como promotora. Este grupo introduce una actitud innovadora en la pintura y
el grabado paraguayo que rebasa los modelos academicistas.
19
consagraron en el arte del barro, el esmalte y el fuego» *". Desarrolló una
técnica muy compleja mediante el uso de los esmaltes, la cuerda seca y
otras formas diversas. En sus cerámicas predominan los temas de inspiración
autóctona, principalmente folklóricos, mitológicos, zoomórficos y geométricos.
En la forma sigue la tradición cultural paraguaya, tanto mestiza
como indígena. Realizó varias exposiciones con su marido, Julián de la Herrería.
A la muerte de éste, ocurrida en 1937, expuso en ciudades de diversos
países como Barcelona, Río de Janeiro, Buenos Aires, Washington...'".
Su creatividad plástica le valió la mención de Honor (premio único) en el
VI Salón de Artistas Nacionales de Río de Janeiro (1952), Premio ARNO
(IV Bienal de Sao Paulo) conjuntamente con José L. Parodi (1957), Primer
Concurso de Murales de la Paraguaya, S. A., Asunción (1967).
Todo ello explica el que <Josefína Plá ocupe, sin lugar a dudas, un
puesto señero en el proceso de desarrollo del arte paraguayo, sea en literatura,
teatro, artes plásticas, así como en la recopilación y análisis de datos de
nuestra historia que nos ayudan a conocer el pasado artístico para comprender
mejor nuestro presente» *^.
Como se puede constatar, nuestra autora asume la creación como un
compromiso vital. Actitud que es el resultado de una identificación con la
suerte de su pueblo. Como dice otro escritor paraguayo, Rubén Bareiro Sa-guier,
refiriéndose a Augusto Roa Bastos, «es una manera de hundir las raíces
del sueño en la tierra, una forma de vaciar las entrañas en la palabra» *^.
Pero en el caso de esta autora yo diría aún más, es una forma de vaciar las
entrañas en el ARTE.
ÁNGELES MATEO DEL PINO
« BLINDER. Olga, «Presentación» en Arte actual en el Paraguay 1900-1980. Ed.
IDAP, Asunción. 1983. pág. 10.
'• Durante estas muestras Josefina Plá expone sola o con sus alumnos.
*^ BLINDER. Olga. «Capítulo actual» en Españoles en la cultura del Paraguay, op. cit.,
pág. 163.
*' BARBRO SAGUIER, Rubén. «Augusto Roa Bastos. Narrativa y sociedad» en Semana
de autor. Augusto Roa Bastos. Ed. Cultura Hispánica. Instituto de Cooperación Iberoamericana.
Madrid. 1986. pág. 16.
20
CRITERIO SELECTIVO: POESÍA
La obra poética de Josefina Plá, aquí seleccionada, abarca desde 1927
hasta 1985. Durante este largo período también se dan, como en otras facetas
creativas de la autora, algunos silencios líricos, debido a su carácter «cíclico
», que la lleva a elegir en cada época el género propicio mediante el
cual expresar sus vivencias, sus sueños o sus interrogantes.
A la hora de hacer una selección poética nos pareció más interesante
atender al orden temático, que al estrictamente temporal. Es, precisamente,
la temática la que nos va a dar cuenta de cómo la poetisa reincide y coincide
consigo misma en el correr del tiempo. Esta recurrencia a ciertas claves
temáticas la podemos apreciar desde el comienzo de su poesía —tan difícil
de delimitar cronológicamente— que nosotros hemos situado en 1934, fecha
en que se publica su primer poemario. El precio de los sueños, hasta
1987, año en el que se edita su último libro, titulado La llama y la arena.
Al tratar, sin embargo, de conciliar criterios temáticos y temporales
nos pareció oportuno revisar cada uno de los poemarios publicados de Josefina
Plá y seleccionar aquellos poemas que pudieran dar una idea del origen,
continuidad y crecimiento de esta lírica femenina. Lo cual nos llevó,
irremediablemente, a encontrar siempre en poemas nuevos la resonancia de
poemas anteriores.
Para abordar esta poesía debemos de tener en cuenta que se trata de
una lírica intimista: «la poesía es encamación del ser en la palabra para
una nueva vida», nos dirá la propia autora. Josefina Plá cree, así, en el sentido
vital, creador e innovador que tiene la palabra. Esto la lleva a plantearse
el valor de la poesía, lo que nos permite deducir, a raíz de la lectura de
sus poemas, su particular concepción de la poesía.
Josefina Plá entiende la poesía como la vida, un interrogante sin fin,
nunca una respuesta, siempre una interrogación que le permita una incur-
21
sión en el misterio. Esta interioridad estará marcada por los problemas exis-tenciales
que asedian al ser humano. De esta manera, su poesía le permite
indagar en lo profundo del ser, en la condición de hombre, desde su propia
experiencia personal, lo que nos revelará su visión interiorizada del mundo.
Uno de los temas recurrentes en su lírica es, pues, la visión existencial
del mundo y del hombre que nos llega a través de poemas metafísicos, filo-sóficos-
reflexivos, que no son más que su testimonio ante la vida. Nos encontramos,
así, con preguntas angustiadas respecto a su propia identidad,
siempre desde su propia experiencia personal, pero a la vez transferible.
Trata incansablemente de buscar una razón para los sentimientos de soledad,
dolor, vacío... aunque sabe, a ciencia cierta, que la poesía no es respuesta
sino pregunta.
Según nuestra autora, sólo con la poesía el hombre se siente libre, porque
con ella aflora el hombre profundo que se lleva dentro y permite, incluso,
trascender más allá de la propia muerte física. La muerte en Josefma Plá
puede ser tétrica, desesperada, desgarrada, o un simple juego dialéctico con
la vida, y lo mismo ocurre con el amor. Unas veces, este amor es camal,
amor compartido en cuerpo; otras, amor espiritual, que no tiene espacio ni
tiempo. Esta visión del amor y de la muerte está ligada, en la lírica de Josefina
Plá, a la presencia ausente del amado y relacionada directamente con la
muerte del esposo.
Junto a los temas del amor y de la muerte aparace la preocupación del
tiempo, fíel compañero, siempre constante en toda su obra. En su poesía del
recuerdo, de la añoranza, de la nostalgia y de la espera encontramos a la vez
un tiempo presente y un tiempo perdido. Tiempo que se recupera y se vivifica
gracias a la memoria.
Pero Josefina Plá no olvida que el suyo es también un tiempo vestido
de mujer, porque su lírica intimista y vivencia! es reflejo de su naturaleza
{wofundamente femenina. Una condición que se asume como oficio —el
oficio de mujer— e, incluso, en algunos poemas hace referencia al misterio
de la maternidad.
Dentro de esta selección nos ha parecido conveniente incluir algunos
cantos pertenecientes al libro Los treinta mil ausentes (Elegía a los caídos
del Chaco). Esta obra a pesar de constituirse como un poemario épico cuya
característica es la unidad encadenada, presenta muchos cantos que pueden
ser leídos como poemas aislados, en los que, además, apreciamos los mismos
núcleos temáticos recurrentes a lo laigo de toda la producción lírica de
Josefina Plá. A manera de ejemplo hemos seleccionado los cantos del XVI
alXDC.
Hemos incluido de manera global los libros Invención de la muerte y
El polvo emanorado porque el ensamblaje entre los poemas es tal que debe-
22
mos considerarlos como estrofas de una única composición, más que como
poemas sueltos.
Con respecto al opúsculo Luz negra, compuesto por 28 estrofas numeradas,
ha sido el juego del lenguaje, la sutil picardía y la variedad temática,
junto con la brevedad, lo que nos ha llevado a incluirlo de forma total sin
hacer ninguna selección.
Hemos querido que el criterio de esta selección sea la recurrencia a
ciertas claves temáticas que se repiten a lo largo de toda la producción poética
de Josefina Plá. y no sólo una pura opción particular y subjetiva. Con
todo, creemos que esta antología permite una aproximación a la cosmovi-sión
poética de Josefina Plá. a la profundidad de su pensamiento lírico y su
originalidad expresiva.
ÁNGELES MATEO DEL PINO
23
«SI PUEDE LLAMARSE PRÓLOGO»
Nunca olvidé que era canaria, y para más, majorera. Pero nunca tampoco
pude recordar cómo eran —cómo son— estas Canarias con cuyo barro
se amasaron años párvulos míos. Todo lo que de ella podía evocar eran
sueltas, breves imágenes: un par de camellos, terror de esa párvula; unas
plantas de hojitas como dedos de ángeles, de diversos colores; un toro, invisible
monstruo furioso del cual huíamos mi madre y yo a través de un campo
sembrado cuyas plantas eran más altas que yo... Otras imágenes que de
esta tierra tuviera, me las dibujaron ajenos labios nostálgicos. La isla de Lobos,
donde nací, verruga en el mar de la epopeya defínitiva en la conquista
del planeta, es una estampa que me construyeron; como la de la tormenta
que fue orquesta en el nacimiento, o la del charco con los pececillos «im-pescables
» que pasó, con el tiempo, a ser para mí el símbolo del ser, perseguido
y constantemente fugitivo en la poesía... Otras estampas más tarde
me las dibujarían los libros: los valles, paraísos de la fertilidad; las rocas
como hongos tel��ricos moldeados por el fuego y el viento; el volcán señorial
superviviente... De la historia de estas islas, la primera noticia, fabula-da,
la tuve a través de Calderón; cuando empezaba a granar mi curiosidad
por su historia real, me vi abocada, sin buscarlo ni pretenderlo —femenino
Colón en microscópica miniatura— a descubrir por mi cuenta y riesgo y en
compañía, «otro mundo al otro lado del mar».
Y crucé el Océano, como Colón, con ese sueño a cuestas. Sueño grande
como puede serlo una tierra nueva para una mujer; sueño identificado
con el de un mundo de amor inagotable. Ahora bien, aunque este país nuevo
figurase en los mapas y tuviese nombre e historia, para mí era ámbito
desconocido: existía, pero yo debía descubrirlo. Era yo muy joven, y mi
predisposición a las aventuras, imaginarias o reales, se exacerbó en presen-
25
cia de una tierra todavía con rezagos paradisíacos. La llamada colonia le
había labrado perfil étnico y tradiciones de una magia ingenua; su independencia
no costó una sola vida, pero una inverosímil guerra entre hermanos
le costó las tres quintas partes de su población. Tenía —si tiene— el lugar
del corazón en el mapa de América del Sur, y yo sentí ese corazón latir
fuertemente, hamacado entre sueños épicos y realidades ingenuamente líricas,
al unísono del mío.
Un proverbio antiguo dice que quien ama la flor ama las hojas de alrededor.
El hombre que yo amaba era paraguayo, y yo amé el país cuya
identidad parecía trasvasarme a sorbos su voz y su mirada. Amaba también
el trabajo intenso y absorbente, y para él encontré cauce; y he trabajado
durante más de 65 años, sin esperar ni pedir otra cosa que la alegría
de las potencias retozando en el trabajo. No le faltó variedad a esa labor.
Me ocuparon, por épocas y tumos, la literatura como la plástica. Hice periodismo
escrito y radial; escribí e inculqué teatro; hice y enseñé cerámica;
tomé parte en cuanto movimiento constructivo en plástica o literatura tuvimos
en el país en esos años y, hasta hace poco, escarmené largamente archivos
para sacar a la luz algo de lo mucho que se había hecho y se había
olvidado... sólo la poesía fue fragua constante, más o menos urgente según
las épocas, pero activa siempre. De la poesía mía se ha dicho que es mono-tonal;
los latidos siempre lo son.
Y no volví a ver mi patria de nacimiento sino cuatro veces, si ver a
distancia es ver. Una de ellas, la segunda, coincidió con la guerra civil española
que, indirectamente desde luego, fue causa de la muerte de mi esposo.
La tercera y cuarta fueron solitarias visiones, casi adivinaciones, porque
aunque pasé por las Canarias no llegué a pisar su suelo.
Para concluir, yo trabajé en un país que apenas si tenía eco internacional,
«isla rodeada de tierra», «isla sin mar» lo han bautizado nobles hijos
suyos. He ido pasando por el mundo sin pensar sino en el trabajo, y sin
otros alicientes que los que el entorno fascinante, en su desamparo frente al
mundo, me ofrecía. Corazón adentro me roía la nostalgia del mar, de la
montaña, de los crepúsculos inverosímiles de nú tierra española. Nunca
ello, sin embargo, encamó en cuerpo escrito. Por mi bibliografía sólo circulan
hombres, mujeres y hechos paraguayos, y en el Paraguay. Pero, como ya
alguna vez expresé, sacar a la luz esos hechos, perseguir sus quebradas trayectorias,
el desamparado heroísmo de sus hijos, era descubrir —imborable,
decisiva— la huella hispánica.
Considero un verdadero milagro éste que me ha sido concedido, ya en
los últimos días de nú vida: ser, en cierto modo, descubierta en mi tierra de
origen mediante el afecto y la preocupación de un noble y delicado espíritu
femenino que se interesó e interesó a otros, igualmente nobles amigos, por
26
lo que pudo hacer, acusiosamente. desmañadamente, este majorera que nunca
cantó su tierra ni conoció de ella, hasta hace un lustro, otras obras literarias
o voces que la de Galdós primero, la de Tomás Morales luego y actualmente
la de Alemany.
Hasta hace un lustro, dije. Ahora conozco algunas más y, cuando las
leo. siento como si el corazón quisiese otro lugar más adentro, o más afuera,
no sé.
Dediqué al Paraguay toda mi vida, con pasión, con fervor. No podría
haberlo hecho si ello hubiese implicado una traición a la patria de mi linaje.
Y con estas palabras, no digo adiós a los nobles amigos mencionados, pero
sí a mi tierra, a sus paisajes, nunca pisados, a las voces de sus árboles y sus
sembrados bajo el viento, a su mar Atlántico, el mar que no tuve, pero que
es. en todos mis secretos sueños, el más sediento espejo.
JOSEFINA PLÁ
Asunción, 1992
27
El Precio de los Sueños
COMO HE DE SER
Para mirarte, cual la luna;
suave, estática, secreta.
Al abrazarte, como el agua:
envolvente, múltiple, quieta.
Para besarte, como el pétalo:
suave, aromada, silenciosa.
En el entronque, viva liana,
en el descanso, rama umbrosa.
¡Con un pedazo del misterio
guardado siempre en la mirada
y en la sonrisa siempre un poco
de la tristeza deseada!
31
TE QUIERO
Si tu risa de joven, te quiero por tu risa.
¡Epifanía de emoción,
cuando a la luz de tu sonrisa
se te desnuda el corazón!
Si está mustia tu frente, y en tu sien hay ceniza,
por el augusto sello de tu otoño te quiero.
Por tus años hermosos, pasados en la riza,
que Amor perdió, que te ganó la Muerte.
Por lo que en nombre de la loca suerte
La Vida te haya dado:
¡pero también por lo que te ha negado,
por lo que acaso no te dé, te quiero!
Te quiero por tu aurora; te quiero por tu ocaso.
Te quiero por tu noche, te quiero por tu día.
Te quiero por lo dulce de tu colmado vaso,
y por el poso amargo de tu copa vacía.
32
YERMO
Me pidió dulzura para su vivir.
¡A mí, más amarga que el agua del mar!...
... Un ansia doliente sentí de reir.
Me dijo: —En tus ojos tendré dos lucemas.-
Me miré por dentro. ¡Me vi tan obscura,
hambrienta de estrellas, como una caverna!
���¡Quiero en el rescoldo de tu corazón
calentar mis labios!— ¡Mi pecho, glaciar
donde se acumula, multisecular,
la nieve de toda letal estación!...
—Para mi cansancio, te pido posada.—
¡Pobre trajinante! ¿Querrás mi almohada
de espinas, mi lecho de maceración?...
33
EL AMOR REALIZADO
El amor realizado es un sorbo de muerte
que nos pasa los labios, que se filtra en las venas.
El alma que nos cambia es más ancha y vacía:
más triste y más sedienta, la boca que nos deja.
Dentro del corazón, alárgase una sombra
cada vez que los labios su antiguo vaso llenan.
El amor realizado aguza en nuestros ojos
del imposible anhelo la trémula saeta,
y es paso que prolonga, en cruel hechizo mágico,
ante la planta laxa la cansadora meta...
(Amor: perfecto guía para ir al encuentro
del dolor apostado al fin de cada senda...)
34
SOY
Carne transida, opaco ventanal de tristeza,
agua que huye del cielo en perpetuo temblor;
vaso que no ha sabido colmarse de pureza
ni abrirse ancho a los negros raudales del horror.
¡Ojos que no sirvieron para mirar la muerte,
boca que no ha rendido su gran beso de amor!
Manos como dos alas heridas: ¡diestra inerte
que no consigue alzarse a zona de fulgor!
Planta errátil e incierta, cobarde ante el abrojo,
reacia al duro viaje, esquiva al culto fiel;
¡rodillas que el placer no hincó ante su altar rojo,
mas que el remordimiento no ha logrado vencer!
Garganta temerosa del entrañable grito
que desnuda la carne del último dolor:
¡lengua que es como piedra al dulzor infínito
de la verdad postrera dormida en la pasión!
Haz de inútiles rosas, agostándose en sombra,
pozo oculto que nunca abrevó una gran sed;
prado que no ha podido amansarse en alfombra,
¡pedazo de la muerte, que no se sabe ver!
35
La Raíz y la Aurora
TUS MANOS
De las más hondas raíces se me alargan tus manos,
y ascienden por mis venas como cegadas lunas
a desangrar mis sienes hacia el blancor postrero
y tejer en mis ojos su ramazón desnuda.
En mi carne de estío, como en hamaca lenta,
ellas la adolescente de tu placer columpian.
—Tus manos, que no son. Mis años, que ya han sido.
Y un sueño de rodillas tras la palabra muda—.
... E>edos sabios de ritmo, unánimes de gracia.
Cantaban silenciosos la gloría de la curva:
cadera de mujer o contomo de vaso.
Diez espinas de beso que arañan mi garganta,
untadas de agonía las diez pálidas uñas,
yo los llevo en el pecho como ramos de llanto.
1939
39
IMPOSIBLE
Vaciarme de paisajes, olvidarme caminos,
reedificar el arco de tu desnudo día.
Borrar tus ojos, sendas de mi llagado sueño,
y enfriar en mi sangre tus dos terribles manos.
(... La estatua que he vaciado en soledad, volverla
raíz y musgo en tierra, canto y ala en el aire).
... O, en la antípoda lluvia de mi aherrojado llanto,
hacer cantar el muerto pájaro de tu beso.
Tomar a las cenizas las flechas de la llama,
reenhebrar en las venas el hilo del suspiro.
Y del dolor crecido, monstruo y criatura mía,
hacer de nuevo aquella sonrisa que en tus labios
me bautizaba tuya, con el nombre más mío.
J939
40
CONCEPCIÓN
Me tendrás a tu lado. Me besarás. Y luego,
como al moreno cántaro que espera al fin del surco,
a mi sumiso cuerpo se alargarán tus brazos.
Se saciará tu sed: la exigua sed de un hombre.
De mi lecho después, en largas madrugadas
hacer creerás el blanco camino del olvido.
Y sin embargo, ciego piloto de mi entraña,
conmigo habrás llegado por una noche sola,
a la encantada playa donde no está tu muerte.
Por el nocturno río caliente de mi sangre
irán tus ojos lejos, para jamás volverse,
tu voz prenderá en roca para perennes ecos.
Tú no lo sabes, hombre, tú no lo piensas, ciego.
Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo nauta!
el puerto de que zarpen las naves de otra aurora.
1939
41
CÓMO
Ay, cómo atniíte este dolor de llaves,
en soledad de pulso amurallado.
Lo que ya se llevaron, cómo darte,
sueño, renunciación, ausencia, olvido.
Cómo franquear a tu claror las puertas
tras las cuales murió crucificado
cada latido virgen de tu nombre,
desposado no obstante de tu imagen.
Cómo agotar la senda de la ausencia,
el rumbo del viaje jamás hecho,
las jomadas cautivas del suspiro.
Ay, cómo en ascua recotwar ceniza,
y de la piedra absorta hacer el nardo
que se encienda a la orilla de tu sangre.
1953
42
DESDE CUÁNDO
.. .¿Desde cuándo marchabas a mi lado,
desde cuándo... ? Tus pasos
¿desde cuándo, en la noche, aproximándose,
ocultos tras de cada latido...? ¿Desde cuándo...?
¿Desde cuándo, en la noche, por los valles sin nombre,
rastreando mi angustia?
Y tras de cada puerta abriéndose, y de cada
recodo del camino, ¿desde cuándo?
¿Desde cuándo tus sienes en las salvias
del reposo tranquilo?
¿Desde cuándo tus brazos en los cálidos ramos
del viril eucalipto, bajo las siestas altas?
.. .¿Y desde cuándo el pedregal desnudo;
desde cuándo el desierto irredimible?
¿Desde cuándo la brasa entre los párpados;
esta sed, desde cuándo?
... ¿Desde cuándo este siempre irrevocable;
esta muerte creciendo, desde cuándo... ?
1953
43
TRÍPTICO DEL RENACER EN SOMBRA
I
No digas: Es ceniza.
De la ceniza misma,
para probar que mientes,
verdecerá el rozado.
.. .No digas: Fue la espuma
de la rompiente breve.
La espuma es también agua,
y volverá a ser ola.
II
Por un mortal paisaje
de sueños sin mañana
ha de orientar tu brújula
la gran ternura inútil.
... Amor. Sin una herida,
sin venas ni cuchillo,
va corriendo la sangre.
(Empayenado airoyo
donde mueren los pájaros
y se apaga la luna...)
Amor. Amor. Los cuatro
clavos de una cruz nueva
que cargar a la espalda.
.. .Amor. ¿Quién lo ha nombrado?
¿Quién al beso despierta?
... El corazón, caballo
desbocándose, loco.
El tiempo, detenido.
III
Por mis ojos tardíos
derivan largamente
44
las velas en naufragio
de tanto sueño herido.
Marchan, irrevocables,
hacia la playa sorda
en donde encallan todos
los anhelos brotados
bajo trocado signo.
Playa de aguas dormidas,
de vientos silenciarios.
Está prohibido el llanto,
porque el agua es de lágrimas.
Está vedado el grito,
porque la piedra sufre.
En lo alto de la costa,
como un pájaro oscuro,
tremola una bandera
que dice:
Para siempre...
1953
45
Rostros en el Agua
TODO COMENZÓ EN EL ESPEJO
Todo comenzó en el espejo.
En la palma indiferente del agua
la nube fingió islas, cimientos el arco iris.
Todo comenzó en el espejo.
En el cielo engañifa de la charca
la rama empolló el huevo de la luna;
cosió el pájaro un velo con costura perdida.
Todo comenzó en el espejo.
La estrella guiñó mintiendo al pez incauto;
la luna escribió música que no despertó a nadie.
Y en el espejo una mañana
reconoció el viajero su secreto fantasma,
se vio pómulo y sien,
pupilas de agua para siempre cautiva,
frente como una lápida de sí mismo.
Se vio por fuera, se olvidó por dentro.
Y comenzó a clasificarse
según color y pelo.
Y los amantes murieron por él dos y tres veces,
y los viejos gustaron anticipada la agon��a,
y el hombre de color perdió patria y amigos,
y la belleza vendió a su esposo el sueño.
—Todo comenzó en el espejo.
49
MI BESO ES MUCHEDUMBRE
Mi beso es muchedumbre.
Con él te sellan siglos y estaciones,
te condecoran légamos y nubes.
Se reencuentran en él
los valles con la cumbre:
el ojo del pavón con la amapola.
Mi beso es una escala por donde un mundo sube.
En él se juntan
rugidos y laúdes;
cigarras y serpientes,
abejas y escorpiones se confunden.
En él están Lázaro y Judas,
mártires y asesinos su médula resumen.
Arden en él los que vivir esperan:
los que esperan matar, en él se encubren.
Mi beso es horca, es látigo, es cadena.
Mi beso es muchedumbre.
El puñal del rufián, la espada del valiente,
en él juntan relámpagos y herrumbres.
Cuando digo besar, digo legiones.
Y el nombre de mi beso es muchedumbre.
SO
DOLOR
¿De qué lejana fragua
vienes, humo, a mis ojos?...
¿A qué valle secreto
destila tu alquitara?...
¿De qué boca de piedra
desciende tu sentencia?...
¿Qué sol muerto te exprime
como un limón de sombra?..
¿Qué mano te ejecuta,
tributo sin frontera,
entre una aurora ahogada
y un veneno de ocasos?...
¿Desde qué campanario
congregas tus mil látigos,
convocas tus mil horcas,
esparces tus aristas?...
¿Qué dice, cuando cae,
la sangre a las raíces?...
¿Qué sed sin rumbo aplaca
la lágrima en la boca?...
Lamento, herida, grito,
¿qué alfabeto componen?...
¿A qué ofdo deleita
este aullar en la sombra?...
51
DÉJAME SER
Deja llevarme mi última aventura.
Déjame ser mi propio testimonio,
y dar fe de mi propia
desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,
apretar en mi oído los pasos de la lluvia
borrándome el adiós defmitivo.
Déjame naufragar asida
a un paisaje, una nube,
al vuelo humilde de un gorrión,
a un brote renaciente,
o siquiera al relámpago
que abra en dos mi último cielo.
Sujétame los brazos,
engrilla mis tobillos,
empareda mis párpados.
Pero tatuada una flor en la pupila,
crucifícada un alba debajo de la frente,
acurrucado un beso en la raíz de la lengua,
déjame ser mi propio testimonio.
52
Invención de la Muerte
ALLÍ DONDE LAS LÁGRIMAS
Allí donde las lágrimas se juntan todas para lavar
la cara
del que está por nacer
allí donde terminan de colgarse las hamacas del
viento
allí donde los ríos consumidos se arropan de arena
los ríñones y cantan
allí donde el sollozo se niega a descansar y se disfraza
pájaro picoteando la ventana
allí te esperarán Será ya donde siempre
El beso que te den tendrá el sabor dormido de lo
que no se acaba
y la frialdad de mil labios que se te niegan
La mano que te tiendan será como una limosna
adelantada
y la mirada un viejo espejo donde
se arrepiente a cada minuto un enemigo
Todas las brújulas apuntarán en esa hora
al norte oculto de tu casa.
55
ESA SOMBRA
La veréis alargarse cada vez como un agua vertida
sin remedio
como un manto cayendo despacio de sus hombros
como si fuese él mismo arrepentido que quisiera
volver sobre sus pasos
—reptil de limpia muerte sin cadáver—
La veréis ahilar su arroyo
sobre un suelo
por siempre horizontal a la aventura
Y será también la única
que dormirá con él reconciliada
con la sombra total
de que se desgajó
enemiga de todos los espejos un día
56
NADIE LE EMPUJA
Nadie le empuja Nadie lo retiene
nadie le advierte nadie le cede el paso ni le espera
Indiferentes
le ven pasar con su sentencia
oculta como un zorro robado en la cintura
royéndole hasta el hueco de los dientes
Nadie le impide el paso ni le espera
fKjrque todos quisieran ser los últimos
Nadie le toca Nadie
le empuja Llega solo
llenándose sin nadie del silencio
de todos los que llegaron antes
tapiándose de nombres olvidados
y de palabras sin respuesta
Llega solo
nadie le empuja nadie le retiene
porque todos quisieran ser los últimos
57
DE NOCHE
Pasos
De noche En una noche cualquiera Bajo la noche
Pasos
que tendrán la misma medida de tu pulso
Una ráfaga leve pasará presurosa
alertando a las hojas para un color distinto
Y se arrepiente el álamo de levantar tan alto la cabeza
y el agua de su júbilo por correr cuesta abajo
Y queda al descubierto el hueco
por el cual caen todos los latidos
Pasos que sonarán como reloj que se despierta
de su sueño enmohecido
señalando una hora que ya no es de este tiempo
Los pasos de quien vuelve a reclamar su casa pedir
su vieja cama
la percha abandonada dcmde colgó su último anhelo
una noche cualquiera Por la noche
Lx>s pasos desde un sótano que nunca hemos abierto
Pisadas por las cuales pasan
de largo todas las visitas que aún se esperan
Pasos que volverán De noche Cualquier noche bajo
la noche... Pasos
58
PffiDAD POR LAS PALABRAS
Piedad por las palabras penitentes que mueren
contra la almohada
las palabras caídas como piedras
en el montón que cuenta los pecados
las palabras ahogadas como recién nacido
del cual la madre se avergüenza
las palabras mendigas que jamás han tenido un
vestido decente
para salir al domingo de la vida
Y aún por la palabra amordazada
que un traje de cemento hundió en aguas oscuras
la palabra fínal sin sflabas y sin destinatario
59
NADIE LE BESE
...Nadie le bese porque en aquel instante
los labios más sangrantes mienten
Nadie lo mire porque en ese momento
toda mirada es vil como la que levanta
la sábana de la mujer parida
Nadie derrame lágrimas porque a la sed que lleva
no le es bastante el mar que truena a sus espaldas
Y no le den la mano porque en esa hora cero
todas las cadenas
se rompen y se sueltan todos los eslabones
y solamente el ciego desde el vientre materno
podría acompañarle sin oprobio ni escarnio hasta el
borde
del último abandono
y todo aquel que guarda todavía un día de sol
es un traidor y un enemigo
60
SALUD A LA BELLEZA
Salud a la belleza recién nacida la belleza impasible
que se desnuda como la antigua Venus sin rubor ni
lascivia
porque no hay mirada digna de ella
Belleza hecha de piedra para durar un día
Belleza a la cual sobran todos los espejos
abre su flor sin savia junto a los muros últimos
Belleza que se lava con lágrimas oscuras como el vino
y disputa a la luna secreta de los pozos su ceguera
nocturna
Un girasol de verdes cuchillos le peinará la cabellera
Y en tomo de sus labios el musgo del silencio
pintará poco a poco la más cierta sonrisa
61
LAS MANOS
... Ya vedlas aplacadas
en el guante del mánnol que todo lo avasalla
Quietas Racimos ñíos de la fínal vendimia
Ya nada pedirán Lo darán todo
Y ya no cesarán de darse
hasta que vuelva otra vez aquella misma nube
que te pintó los ojos en tu primera aurora
Aplacadas y solas para asistir al propio
laigo despojo Éxodo innumerabte
al bmde de los ríos dormidos de sus venas
apfesta ya el viaje
Las que pidieron tanto se darán de^Mcio y en silencio
cada vez que sqHiembre suene su azul campana
Allá lejos una sandalia se llevará la fíelxe del índice
imperioso
un picaflor el nácar de la uña más ociosa y rosada
En los belfos del buey sediento
se hará estrella radiante el sudor de una angustia
Ya vedlas aplacadas
Entr^ándok) todo
Toda su pobreza y toda su avaricia
y toda su ignorancia de pobre oruga ciega
tanteando la hoja de su verdor efbnero
(Todo su amor oscuro impenetrable
todos sus ademanes
enjandirando distancias)
Tal vez en el perñmie
con que algún cocotero preparará sus trampas a la
abeja
ha de envolver tu cueqx) su quemada lujuria
62
CAMINO VERTICAL
Todos los caminos
del mundo se reúnen y terminan en tu cuerpo tendido
como en el primer dfa de Adán
frente a la primer noche
cuando el camino aún no tenía nombre
porque toda la tierra y todo el cielo eran herencia
suya
Por gracia del camino
los astros saben que una tarde ya no habrán de
encenderse
y el agua sabe que una canción quedará para siempre
sin terminar al borde de una rama
La lanza del cénit para jamás clavada
tus pies funámbulos
señalarán el rumbo que perdieron tus ojos
63
APRENDERÁS QUE HAY MUERTOS
Aprenderás que hay muertos diferentes
Los hay inquietos como luciérnagas ingenuas
despertando a la noche para un juego de luces que
sólo existen en su sueño
y son tan inocentes que no debieran haber muerto
Los hay indiferentes como cruces caídas cara al cielo
porque no esperan ya ni el recuerdo que se echa
como un mendrugo al perro deshauciado
Muertos un poco locos de esp)eranza Los muertos
que creen en la palabra que les dieron
y que acercan su oído de arena a los vientos nocturnos
esperando escuchar su nombre en boca de otros
muertos
Muertos de ceño torvo Los muertos acreedores
que no quieren saber que han muerto muerto muerto
y pegan sus manos como estrellas de un hueco mar
sobre el pecho del durmiente
y desvían un poco en el reloj del corazón la manecilla
Muertos ya todos polvo Muertos ciegos de muerte
Muertos de sí mismos vaciándose
que están ya más cerca que nadie de la vida
64
Satélites Oscuros
NO INVOQUES LA DE AYER
No invoques la de ayer porque ya se ha marchado
Desde que tú partiste murió ya muchas veces
y aunque ha vuelto a nacer nunca ya fue la misma
Más pequeña más ingenua más tímida unas veces
otras veces más sabia más triste, más marchita
Pero siempre distinta y otra siempre
A veces más conforme, más llena de mi sangre
como si todo fuese nuevo todo recién comprado
agua sol y aire y sombra
Tan conforme que hasta sonrío al espejo que no
tengo delante
Y otras veces en guerra tan en guerra
que mi tacto es puñal que me agrede las venas
y me hieren las flores y me acribilla el cielo
y hasta mi propio cuerjx) me lastima
Muero y vuelvo a nacer cada mañana
la angustiada de ayer hoy no la busques
La eufórica de hoy
quizá esta misma noche se suicide
abrazada a su almohada
67
UNOS LABIOS
Nunca playas más resbaladizas
nunca acantilados más subitáneos
nunca peldaños menos seguros
nunca grutas más dadas a cobijar serpientes
nunca ríos de más traicioneros vados
nunca lagunas de más fondo
nunca tambladerales más hábiles para tragar sus
víctimas
Y un gemido los cierra para siempre jamás
y se llenan de tierra como una maceta oscura
y les crece en el centro la implacable respuesta de
una raíz
Y sus gritos más largos convergen en la punta
de una brizna minúscula de verde
68
PASA PADRE
Pasa padre con tus sienes roídas por las lunas más
solas
como una antigua piedra
con tus mejillas carcomidas por los besos que extraviaron
su camino
con tus labios enjugando penitentes silencios
silencios para siempre
desmenuzados y para siempre enteros
Pasa con tus ojos vaciados en el yeso de la colmada
ausencia
tus suspiros que aprendían el galope
de callados caballos siempre llegando nunca llegando
siempre
Pasa mirada vuelta como el espejo que escondemos
para sacarlo cuando ya los huéspedes se han ido
Pasa a ver cómo crece en el umbral otra gramilla
y cómo el árbol de tus sueños es fruto en otro huerto
Pasa, la casa es nueva, flamantes son los libros
Y aunque aquí están los cuentos de tus largas veladas
tú ya no estás en ellos
Son otras las alhomadas la luz es de otras lámparas
y un vino sin tu sed se derrama en los vasos
Pasa padre Ninguna de estas cosas
podrá decirte nada
Pasa padre sin embargo ya nada
pueden decirte huerto frutal libros alcoba
Pero podrás sentir tu paso en mi pisada
en mi silencio tu cansancio
en mi suspiro tu desesperanza
Y quizá entre mis labios tu palabra
Tu más antigua triste lastimada palabra
Aquella que quizá no pronunciaste
aquella que ninguno de nosotros escuchó
... Pasa, padre
69
NO ES ÉSTA
...No es ésta la que se va
no es ésta
con el cielo tatuado todavía
de pájaros y nubes
con la memona entretejida
de rostros y de sueños
No es ésta la que os lleváis atada
destinada a callar boca en la tierra
cuanto quiso y lloró cuanto amó y cuanto ha odiado
La que buscáis está ahí detrás del viejo muro
prendida al árbol seco lejos de los rosales
con la lengua ya ardida los ojos ciegas brújulas
las manos adelgazadas de deseos quietas hojas de
herbario
No es ésta la que calla
ésta tiene el olor de la tierra en los huesos
un nido en cada hueco de la mano
y un caracol insomne en la memoria
No es ésta la que se va
Es la otra
la del beso prendido como una vedija en las espinas
de otros años
la de la lluvia blanda lavando las pisadas
No es ésta la que calla
Es la otra Lo veis?... Es la otra la otra la otra
Ésta del cielo activo y del agua incurable
ésta sigue viviendo para cantar su muerte
70
SATÉLITES OSCUROS
Cuándo empezaste a respirar el aire con pulmones
prestados de otras primaveras
pisar con pie distinto la gramilla que te adivina y
muere
cortar la ola con otra manotada
gustar el agua con paladar distinto al de mi arcilla
mi agua es siempre pozo tu agua es siempre río—
mirar la luna en horas prohibidas
cuando muestra su verdadera cabeza cercenada
los jeroglíficos funámbulos de los gatos en celo
y el ebrio en el frfo de la madrugada
gimiendo sobre sus huesos de botella rota?
Ni tú ni yo lo recordamos
Pero fingimos que no lo sé que no lo sabes
porque eso es lo pactado
Cuándo empezaste a reír de mí sobre la batalla
terminada
y te alzaste desnuda y transformada y ágil para
iniciar tu viaje
mientras yo comenzaba a tejer lenta las redes
para los viejos peces del misterio
que se deslizan por tus muslos abajo hacia una
nueva muerte?
Ni tú ni yo lo recordamos
Pero igual que dos satélites oscuros
desde entonces
nos exigimos una a otra una luz que no es nuestra
Hermana desertora
evadida del número que gobierna los índices secretos
de la sangre
la luz que me arrebatas te abre caminos hacia
adentro
la fuerza que me sorbes te alisa la cadera
y te atensa las ingles agresivas
los sueños que me robas te abren ala en el hombro
Y está escrito que en todas las aventuras lleves
el trébol de cuatro hojas
71
Tú me llevas la fuña de la flecha la estela
el brillo de la mica igual que un ojo mágico sobre
el acantilado
Te me llevas el gajo de laurel sobre mis sueños
y quieres que la rosa la tome de tu mano
porque si no le falta el sacramento de la gracia
Tú me echas a volar la paloma más blanca más
ávida de espacio
robándose el mensaje que no he de leer ya nunca
y me dejas tan solo el vidrio roto de la luna en el
suelo
y el ancho de mis brazos para medir cada ventana
Tú eres esa hermana con el rostro cambiado
que está siempre volviendo desde el primer eclipse
de allí donde se mide el propio abismo
y avanzaba en el tiempo
arriándome los sueños
como en el mar se borran fugitivas las últimas
banderas
Tu sueño es marchar lejos para siempre libre de
mi algún día
Mi sueño es retenerte a mi lado mirarte
hasta que a fuerza de deslizar tu cuerpo contra mi
cuerpo como
el río se desliza sobre el ciedo que lleva
vuelvas a ser una misma conmigo
Hermana traicionera tu traición sin embargo nunca
te ha consolado
en tus aprendizajes ya lo has sabido todo
menos las lágrimas y ese sueño secreto
en el cual cielo y sol y noche acuñan de nuevo su
medalla
Llegas siempre de lejos siempre viajera siempre
marchando hacia tu casa
y me pides tu parte en el futuro
en el techo en la sangre en los dolores
Una parte que no sabré ya devolverte
.. .Tu sien deja en la almohada la forma del olvido
72
HEREDERO
De la sal y del musgo del ala y de la espuma
del sol decapitado que amarillea las frutas y las hojas
y arremete al guijarro a mediodía
con su ariete de fuego y de silencio
a través de mi sangre
De las auroras solitarias
y los ocasos que son como sentencias
de las nocturnas lluvias cautelosas
con su andar de ladrón sobre el mundo dormido
de todos los paisajes que no he visto
de los itinerarios olvidados
a través de mi sangre
De la advertencia insomne del mar y el vientre rubio
y siempre estéril de la arena
del viento que en la noche confidencia su antigua
paranoia
del ancla nimia de esperanza del creciente
en tardes en que la paz es una limosna mverosímil
a través de mi sangre
Del sexo que nos hierra por rebaños del tiempo
y del deseo creciendo como musgo en la sombra
a la orilla de un pozo solitario
de la mentira involuntaria
y la verdad en aborto perenne irremediable
a través de mi sangre
De la esperanza nunca ahita
de la tristeza nunca satisfecha
del sueño siempre en deuda
del amor como traje hecho
del dolor de morir del dolor de estar vivo
del no poder morir a la medida
de un vivir suficiente
a través de mi sangre
serás el heredero
73
MUERTOS
Si nos dejaseis un momento solos
oh muertos muertos muertos
Si os quedaseis siquiera
fuera del agua fuera
de ese rayo de sol en donde danza el polvo
fuera de la hoja verde
fuera del aire que entra en mis pulmones
Si os quedaseis prendidos a la tierra
esperando
Pero no lo habéis invadido ya todo
la sal el pan la fruta
y el rocío y el césped
Después entrasteis
—huéspedes sin color— en el recuerdo
Y nos pusisteis sombra en la mirada
y poblasteis el puente del beso entre los labios
y pudristeis los sueños
Si nos dejaseis un momento solos
74
El Polvo Enamorado
.. Aquí estuve. Aquí estoy. Fue un tiempo del cual jamás
hubo memoria,
—porque la tuya con la mía son una—
Pero yo sé que estuve, y mi estatura
ahora es perímetro de huertos.
Yo estuve y sé que estoy. Yo bato el inaudible tambor
de un antiguo latido
en el ladrillo del patio, en la corteza del árbol cejijunto,
en la gotera ciega como el beso;
en la danza del polvo
que en la raya del sol sonámbulo enloquece.
Yo estuve y yo regreso. Por siempre enamorado
como el viento de lengua lastimada
aprendo nuevamente el dócil canto de la primer cigarra,
el crepitar de la minúscula tijera de la hormiga
o debajo la lengua del más tibio cordero
suscito la voz blanda de la primera súplica.
Yo estoy y sé que estuve. Yo inauguro
hoy el canto olvidado en la reseca gárgola,
y en tus labios el pozo de tu primer olvido.
II
Hoy lo aprendí. Vivir es olvidarlo todo,
y morir aceptar que todos nos olviden,
para que nadie muerda con angustia los frutos
ni se desmaye de dolor al ver volar un pájaro.
Recordar es dejar colarse en nuestro pecho la mano
que reclama
el préstamo primero,
y el que recuerda ya no puede
soñar que bebe toda el agua que su sed necesita;
ya no puede tener su muerte pequeña por entero.
77
III
Inmemorial jomada donde los soles funden su río
interminable,
donde los ríos cuelgan sus aortas como efímeros cometas,
y los árboles siempre prisioneros
dan vuelta a tierra y cielo, al otro lado azul de todo viaje.
Inmemorial períplo donde aurora y ocaso sangran un solo
parto
y la arena murmura al fmal su miseria pequeña
con la lengua infínita de la espiga.
...Jomada
madurándose en rayos como la nube; abriéndose
cual la granada de oro de las noches.
...Inmemorial vigilia.
rv
Donde pones tu pie, yo estuve, estoy. Te apoyas en mi
pecho y te sostengo.
Me alzas en tus manos al cortar el primer crisantemo,
cuando tus sienes mojas yo te lavo para tu diaria muerte.
Mis dedos abren en tus manos las puertas y saben el
número exacto de tus pasos;
mis pies suben a veces por tu espalda el tobogán del calofrío.
Duermo la siesta sobre las colinas
cobardes de tus rótulas
y en la feral quebrada de tus ingles acecha mi desvelo.
78
Arriba. Arriba. Arriba. El sueño era un engaño,
la hamaca un espejismo
y el descanso una estafa. Levántate, camina, porque son
muchas las jomadas,
y viático tramposo el puñado de tierra que brindaron a
tu hambre.
Levántate e ingresa en el coro sin noche y sin descanso,
y pide a Dios por un trébol de cuatro hojas, una
semilla curativa;
por una sombra acogedora,
y hasta por una piedra que refugie a un gusano
o sueñe en el montón que atesoran los muertos.
Pide por una lluvia benéfica, un racimo
a punto madurado, un trago fresco.
VI
(Pero te son acaso consultados tus deseos?...
¿Alguien escribe con letras de piedad tu memorial de
súplicas?...
¿Pidieras tú en lugar de la violeta el cacto,
el puñal mejor que el cáliz,
en vez del agua fresca el sorbo de veneno?)
79
VII
Tal vez pidan por ti la flecha, el ala, la hélice.
Acaso la corteza de taciturna máscara.
Tal vez la mariposa funámbula del aire.
Tal vez te espere el mar, la vela, el témpano;
aleta aguda, anémona quemante,
fluorescente medusa, barroca caracola,
laberinto moreno de las algas,
flanco vertiginoso de torpedo asesino.
Ay, todo menos eso: seguir siendo
polvo, por siempre preso, en la trampa mineral implacable.
Cadena. Exilio. Cárcel. Extrañación. Castigo.
VIII
Levántate. Camina. Y no te quejes.
Tú que hablaste de amor. Porque el amor es esto:
un descanso imposible, un máis allá en perpetuo reto,
un viaje nuevo
tras de cada jomada insufíciente.
(¿Qué vida nuestra vida, si todo lo engendrase todo, menos
el hambre de otras vidas?)
Levántate. Camina. Porque esto es el amor que te secaba
las carnes como seca el sol los herbazales en enero.
Esto el amor. Seguir tu forma inacabada,
sonámbula por todos los corredores de la muerte.
80
IX
Entre tanto, levántate. Camina.
No llores el amor que estuvo en tus mejillas claras, que
corrió por los mapas celestes de tu sangre,
porque ese amor te citará al regreso.
El ha de levantar tu polvo de noche entre los muertos
—hijo de nuestra oscura llamarada-para
darle otra vez una sed del tamaño del cielo.
(Ojos de uva al mediodía,
manos como estrellas abiertas a tientas en lo oscuro,
pasos midiendo bosques de olvidadizas hojas).
Levántate. Camina. Mundo de encendidas abejas, tu pulso
perdió voz y mirada. Es sólo amor, tan sólo
amor. Amor tan sólo.
X
Mira bien el otoño manojo de rotos tulipanes
matadero de soles. Porque en él volverán a quemarse como
polillas tus deseos.
Mira bien los plantíos, donde septiembre alza verdes
vapores tiernos; .
porque ellos levantarán el índice de tus tapiados pasos.
Y no llores en demasía la tarde que se te va cargada de
preguntas, , . , j
como fruto de fuego con la vedada almendra,
porque hasta la última de ellas te será contestada
Taunque tú no lo quieras ha de llenar un día
el largo y ancho de tu muerte
la vefdad que ha de darte su nombre de una vez para siempre.
81
XI
Otro sorbo de amor. Y la nostalgia crece,
la nostalgia que anuncia la claridad lejana.
Ah. Cómo cuesta, polvo,
dejar este amor duro, esta hambre de los huesos,
esta sed de cintura,
y cambiarios un día
por la paz sin dolor, sin angustia, sin sueños, sin recuerdo.
82
Desnudo Día
AMAR
Amar
Ahondar
raíces a golpes de latido
en la tierra negra y amarga
donde sufren los ojos de los que aún no han sido.
Amar. Hay una estrella que su llamado alarga.
Amar. Entre los brazos, ritos curvos de nido.
Amar. Marea de savias en mis palmas abiertas.
Mi beso, que era puerto, se ha convertido en río.
Me bate la garganta
un viento inexorable hecho de voces muertas.
Amar. En la semilla, despierta un bosque, y canta.
Me florecen, cual tallos, las manos del que es mío.
1935
85
QUÉ SABES TÚ
Qué sabes tú, mi corazón de niebla.
Luz de tus venas, brotan tus palabras
y la miras morir sin faz de hijo.
Cuando te ves la sangre ya no es tuya
Qué sabes tú que tus palabras lloras
por la verdad que nunca han de salvarte.
Eres agua que abarca todo el cielo
y no puede guardarse ni una estrella.
Qué sabes tú. La sal en tu garganta,
sal en las fuentes de tu azul paisaje
y entre los dedos un rosal de muerte.
Después... Inútilmente te desangra
la herida de verdad que te has abierto
Eres cruz de un dolor siempre en futuro.
¡938
86
TRÓPICO
Amargas lunas mates de estero hechizan, muertas,
noches de frutos altos y de tácitos vuelos.
Ríos de cocodrilos y de tortugas lentas
descaman las estrellas de un calcinado cielo.
En urgencia arterial, por roja tierra tibia
discurre el agua-macbc de las inundaciones,
mientras corolas túi^gidas como sexos encienden
la lámpara votiva de las insolaciones.
Carnívoros estambres, piedras que encierran astros;
troncos que se hacen nudo mortal bajo agua quieta;
peces de aguda voz, aves de mudos rastros.
La Cruz del Sur, guardiana de sus misterios, arde,
cual cifrando en su acorde de siderales neones
la música del mundo en su primera tarde.
1938
87
EL ROMANCE DE LA RIQUEZA INDIGENTE
Todo lo perdí contigo,
pues sin tí todo me queda.
El llanto que no he vertido,
el beso que no te llevas:
los ojos que no te alumbran,
los labios que tú no siembras.
Riqueza desesperada
que es la más triste pobreza!
A cualquier hora que cante,
tu voz llorará en mis venas,
y han de abrírseme tus ojos
en donde quiera que duerma.
De qué me sirve la rosa
que no perfuma tu diestra?
De qué me sirve el lucero
si en tu vigilia no tiembla?
El viento en que tu voz calla;
caricia que no me encuentra.
Dolor exacto en mi vida
como el latido en la artería!
Todo lo perdí contigo
y sin ti todo me queda.
El llanto que no he vertido,
los labios que tú no siembras.
Por donde quiera que cante
tu voz llorará en mis venas,
y han de abrírseme tus ojos
en donde quiera que duerma.
1938
88
MI SONETO
Barro con alas, corazón velero,
irreprimible sed de mil semillas.
Mi cuerpo es un espejo con marca
que ha borrado la cara de la muerte.
La hoja es un filo presto contra el viento,
y el recuerdo, una música de carne.
Soy ápice de un pino inaccesible
en donde canta todo lo que ha sido.
Sangre frustrada me conste la senda
hacia la aurora que mi sol enfríe.
Duermo unos ojos que jamás he visto
en el rosal caliente de mi seno;
y por ellos presiéntenme las noches,
entre las manos de un varón, paloma.
89
TODO PUEDES HACERLO
Desnudar una rosa, o bien tallar el agua:
o calentar el sol que se duerme en tus manos.
Todo puedes hacerlo, pues tienes ese beso
que me tiende en tus brazos como agua derramada.
Todo puedes hacerlo. Ahogar el mar creciente,
segar los implacables jacintos de la luna;
pues tu beso me alarga en tí como en un río.
Y me troncha los brazos presintiendo los clavos.
Todo puedes hacerlo. Quien rompe así mi cuerpo
como tierra que, arada, se hace llaga de siemlna,
puede teñir dos ojos con su sangre en mi entraña
y hacer hostia de hijo la harína de mis astros.
...Todo puedes hacerlo, pues tienes ese beso
que me tiende en tus brazos como agua derramada.
90
SONETO DEL MAR
El bosque gris del viento, y una gran flor de luna
Cubrían la marea que me acostó en mi cuna.
Oh gran nodriza verde: mi sueño es como una
de tus olas: la más lejana y taciturna.
Carne abismal, que juntas las dos fragancias únicas,
el aroma del Génesis y el de la muerte luchan
en tu verdor de vértigos una noche insepulta
y un sol que ha rebasado sus columnatas últimas.
Hay en mi corazón semillas de tu música
y en mis venas ceguera de tus mareas nocturnas.
... Yo temo a mi deseo, como a tu agua profunda.
Oh gran nodriza verde. Yo te robé dos grutas
para mis ojos. Para mi boca de sal, una
de tus blandas anémonas de fría quemadura.
1940
91
Luz Negra
1 Pregunta el niño candido:
Si el gato come muchos pájaros,
saldrá un día volando?...
El viento no es que esté o no esté.
El viento es o no es.
Pero cuando es,
está de pie.
La fílosofía va a caballo.
La razón simple marcha a pie.
La poesía vuela:
no sabe en qué.
En la poesía
lo imposible se hace palabra.
En la poesía tiene
huesos el agua.
Busca tú las leyes de la masa
en las galaxias y los quasar.
Yo busco la ley del aroma
en la rosa,
y la ley de la curva
en la poma.
Cerrar los ojos es subir
por una torre sin balcón.
Abrir los ojos es bajar
a su prisión.
La mujer perfecta no se diseña en cúrulos,
sino en óvalos.
El varón perfecto no se construye con cuadrados,
sino con triángulos.
95
El viento quiere amar
la playa.
Sólo consigue descubrir
la grava.
El mar está lleno de espejos;
el horizonte, de pañuelos;
lleno de cortinas el cielo
y de mástiles el desierto.
10 El pie ya en el estribo del tren para la luna.
Pero os iréis sin mí.
Pues nací un poco tarde ya. Y por otra parte,
allí también hay que morir.
11 El seso, el sexo.
El sexo es el seso
con una tachadura
en medio.
12 Un pedazo de roca
tiene el sabor
y el olor
de la montaña.
13 La clueca selenita que ha leído la historia
le dice a su pollada:
Niños, a ser buenitos,
que si no, viene el astronauta.
14 Los que asesinan el pensamiento
van a poblar
otros planetas. Dicen que ya empiezan
a ser de más.
96
15 Eramos dos, ya casi uno.
Eramos uno: apenas dos.
Hoy somos más de dos: entre ambos
camina un fantasma sin voz.
16 Sus manos fueron llamas prendidas
ávidas al leño.
Hoy son puñado de cenizas
lejos del brasero.
17 Llegó a amar tanto, que olvidó
que no es posible sobreamar.
Olvidó tanto, que olvidó
que no es posible reolvidar.
18 La ley del fuego:
ardas o no ardas,
ceniza serás.
19 Y la ley del odio:
con la sal que viertas,
tu sed crecerá.
20 Te partirás en un millón,
y a nadie llegará
tu don.
21 Qué trabajo, humanidad.
Construir, a fuerza de latidos,
la eternidad.
97
22 Por qué temes morir en tierra extraña?
Tan solo mientras vives puedes ser
prisionero.
Los átomos son libres,
son viajeros
23 —Mientras sigues haciendo, sigues siendo.
—Y una vez en el hoyo?...
—También allí se sigue haciendo
alguna cosa por los otros...
24 Vivir es olvidar
que estás muriendo
sin cesar
25 Qué conspiración
violenta del color
hizo nacer la rosa?
Quién numeró las gotas y dibujó con ellas
el plumaje del cirro?...
Y quién juntó el puñado de neuronas
para crear este dolor que roe,
roe, roe, de adentro, sin memoria?...
26 Porque el remordimiento
es el grito del otro
que inocente
adentro de nosotros
un día emparedamos.
27 La muerte es el espejo
en que la vida
sádicamente prueba un vestido nuevo.
28 Tu cuerpo es la suma de tus muertes.
Tü muerte
será la resta de tus cuerpos.
98
Follaje del Tiempo
ELECCIÓN
Piensas:
Vivir es elegir entre el sol y la sombra,
entre la flor y el muladar.
Escoger entre el rojo y el azul, entre el añil y el verde,
el dormir y el volar.
Dices:
Vivir es elegir entre sonrisa y mueca:
entrar en una iglesia o entrar en un burdel.
Crees:
Vivir es elegir entre el túnel del sexo
o acariciar el Kempis con dedos de ladrón
Vivir es, inclusive, elegir cada instante
entre vivir o no.
Y al cabo de cien años de elegir
entre hablar y callar,
entre manzana y uva,
entre Jesús y Barrabás,
entre pisar primero con el derecho o el izquierdo,
comprendes la verdad.
Vivir es elegirte tú mismo cada instante.
Elegir cada hora
el que pretendes ser.
Pero nunca podrás elegir con acierto
entre el hoy y el mañana,
porque no te es posible dejar de ser ayer.
101
VIVIR ES NO SABER
«Vivir es no saber dónde estarás mañana...»
Y morir es perderse para siempre
en un país pequeño
como tu propio cuerpo
Morir es ausentarse un poco cada día
a descubrir innumerables mundos
de los que fuiste prófugo
y visitar mil reinos donde viviste incógnito.
Hamacarse en los pétalos de una rosa ladrona
boyar entre los besos del agua fugitiva
o perderte en la seda de la bruma
más íntima de junio.
Morir es ignorar
en dónde es que podrás no estar mañana...
102
PELANDO LA PALABRA
Pelando la palabra esperanza le encontré pulpa de manzana y
carozo de piedra
Pelando la palabra amor le hallé piel de durazno
y carne de ceniza
Pelando la palabra verdad, llenó mis manos
y al llegar a mi boca, no existía.
103
ESTAS LEJOS, ME DICEN
...Estás lejos me dicen Y debieras estarlo
ya que el tiempo es distancia para la piel marchita
y la distancia es tiempo para los pies cansados
Estás lejos me digo Y debieras estarlo
adonde tú llegaste despacio voy llegando
Estás cerca en las cosas que como tardos áloes
en los desiertos blancos de párpados adentro
alzan sus rígidas banderas de entrega y de obediencia
Si Estás cerca Saber es acercarse
Y comprender ser uno
Estás cerca Y ya tanto que como en esas horas
ahora
ya vueltas al ovario de los sueños
en las que unidas nuestras manos no sabíamos
cuál mano era la tuya cuál mano era la mía
ya no sé si soy tú o si tú en mí y conmigo
aposentas
como en el model ya defínitivo
Aquel en donde todo lo que ya fue es de nuevo
104
EL HOMBRE INVENTA
El hombre inventa la palabra para poder mentirse
inventa el odio para poder un día dormir
sobre la propia sangre
Y se inventa unas alas
para poder caer desde más alto
Casi inventa el amor Pero el amor se burla
de su intento
inventando a los hombres que repiten su nombre
como susurra el árbol en las noches sin luna
o el agua en lo profundo de las grutas
El hombre inventa el sueño para escapar al miedo
y el sueño inventa hombres
que querrían ser que podrían ser que alguna
vez han de ser
Los hombres verdaderos
emparedados en el país nadir de nuestra vida
La muerte inventó al hombre para poder con él
mirarse cada día crecida en estatura
105
TELEGRAMA
... Ya recibí tu telegrama
Me llega atravesando los cielos de los años
como por un imenso bazar de azules vidrios
desmemoriada mariposa
que una vez y otra vez pierde su rumbo en los paisajes
llega hasta mí trayendo por fin trayendo
su escritura llovida
sus disueltos renglones goteando
en lágrimas de tinta
los vocablos precisos
portadores del único secreto
que nadie leer ya puede
... Y sin embargo
sé que ha llegado justo cuando debía llegar
y es lógico y preciso que ya no lo comprenda
porque cuando me lo enviaste
sobraban todas las palabras
106
BIOGRAFÍA
Seguí el camino al que me echaron
dormí en la cama que me dieron
me lavé la cara en las lluvias
de las tormentas que vinieron
Comí un pan hecho con la hanna
que mis propios huesos molieron
y bebí el agua de azul frío
del pozo vuelto que es el cielo
Siguiendo el croquis del tesoro
en el baúl del bucanero
llegué al jardín de la ceniza
para saber que soy correo
de algún secreto ya borrado
de no sé cuál caduco pliego
polvoso mensajero errado
sin otra opción que su regreso
107
CORAZÓN INDEFENSO
Tú sabes que en el sueño el corazón está desnudo
E)esnudo e indefenso como en su rama la manzana
Puedes llegar a él cuando lo quieras
y hundir en él tu espada
o anudarle ese lazo de víboras que llevas
olvidándolo siempre en el bolsillo
En el sueño
el corazón abre sus puertas y ventanas
Pueden entrar en él tus huéspedes vampiros
que chuparán su sangre para que tú amanezcas
con más fresca sonrisa
Pero nunca lo olvides
En el sueño hay un lago sin fondo y sin murmullos
en donde cada tanto yo te castigo sollozando
lanzándome con tu hija —esperanza en los brazos
en ajeno suicidio
108
EL LADRÓN
Me roban De eso estoy segura
Me roban No sé quién es el malhechor
pero sé que en alguna parte en mi casa
hay un portón
que no sé cómo ni porqué me olvido de cerrar cada noche
y por el que entra y sale cuando quiere el ladrón
Indefensa me siento Más pobre cada hora
como una sala de la que van llevándose
ayer un libro o un sillón
hoy un armario o un retrato
mañana un cuadro o un jarrón
Hoy se me llevan un amigo
un número de teléfono, un compromiso o una carta
Quizá mañana un poema aún no escrito una canción
(Una lámpara pende del techo todavía
Una constelación
de vidrio abandonada
¿Por cuánto tiempo quedará aún prendido
su cardo de neón...?)
Sé que una de estas noches
despertaré a la hora cero en punto
para encontrar la oscuridad sin remisión
(Quizá ni siquiera sea un ratero
soy yo que me vacío sin sentirlo como
el cántaro rajado
o la alberca a la cual han saltado el tapón...)
109
LLORAR EN SUEÑOS
Llorar en sueños
Sentir correr de nuevo
como agua boba entre las piedras rotas
ese raudal que en la vigilia se creyó agotado
Llanto espejismo Llanto
transparente
qué fácilmente qué cruelmente corre
como si en él interminable se vertiera
el ignorado resto del llanto que quedó sin llorar
cuando despierto
porque la vida ordena
encerrar a los locos en su celda
y esconder en el sótano
los retratos
que estorban
110
EL HIJO PRÓDIGO
El hijo pródigo retoma
como las lluvias del otoño
un aire gris remueve en su cabello
los remotos follajes de su infancia
Desde el brocal raído del pozo
espera ver bullir de nuevo aquel su primer trago
espeso de luceros
y en la espuma destellar la sonrisa
de un niño
inocente desnudo
II
El hijo pródigo retoma
tramoyistas
arropados de niebla se atrafagan
adelantándose a su paso
en levantar de nuevo inútilmente
la casa de que desvestía
cada noche su cuerpo con los sueños
su paraíso hecho
por mitades de piedra y de pluma
III
En el umbral le asediarán saltando
a sus hombros ios perros familiares
aquellos que perdieron
su huella en una aurora que se quemó al abrirse
los perros que en el blando ladrido de algún sueño
recordarán alguna vez el leve olor desengañado de su fuga
Los perros que en el polvo del tiempo deslíen hoy su aullido
su aullido a medias desvalido
a medias ominoso
111
como el remordimiento ahora lo llaman
desde el umbral del pórtico caído
Los perros infínitos de la noche
que alguna vez fueron estrellas
y picaron sus ojos con la sal del misterio
IV
Ellos le traen en su invisible aullido
ecos podridos de su risa
desperdigada como las caracolas vacías en la playa
Con el hocico helado del gusano
se abrirán paso dentro de sus venas
harán tumulto por sus tuétanos
y roerán sus uñas de afiebrado devorador de sueños
El hijo pródigo regresa persiguiendo
la imagen de las rústicas moradas
que de él huyen en brazos de un viento forastero
... El hijo pródigo se mira las rodillas
dos cantos que rodaron
por todas las pendientes
por secas torrenteras recogiendo
el polvo siempre hambriento de galopes
de los épicos caballos
y tienen ya la curva de la inútil rueda
y el molde de la súplica
VI
El hijo pródigo —una nube también gris él— camina
sin saber si sus pies son los que allí lo llevan
o es el cantíno el que lo arrastra
porque andar es cambiar
y él sólo puede
mudar su rostro por el rostro que es ya el rostro de todos
112
VII
(El hijo pródigo Silueta diminuta en el polvo
contra un cielo de olvido
en este atardecer que es para él solo
Tan grande que ninguna otra cosa podrá jamás llenarlo
Tan pequeño
que él solamente cabe en él
Y sólo él puede
captar su propia estampa en el aire raído
que se adelgaza en tomo suyo
desnudándole
hasta el hueso
VIII
El hijo pródigo trae un millón de muertos en sus ojos
todo un millón de muertos se le calla en los labios
el polvo de un millón de muertos le blanquea las sienes
y silba en sus pulmones un millón de agonías)
... Cuervos de ocaso acosan
su sombra de suspiro y de ceniza
IX
El hijo pródigo retoma
Sus pupilas sin años ni estaciones
como el reloj que perdió las manecillas
son túneles raídos por un maligno hechizo
Le niegan las estampas que ellas mismas pintaron
y vuelven contra el muro sus antiguos iconos
No se acerca al presente se aleja del futuro
y el paisaje camina de espaldas a su encuentro
El hijo pródigo ha olvidado el rostro de su canto
en el último trozo del espejo
del alba calcinada
de su última sonrisa
113
El hijo pródigo ya vuelve
Sus pies molinos insaciables de sendas
aún aplastan la arcilla
que lo soporta recordándole
su antiguo parentesco su fantasmal divorcio
su desprecio de sierva disfrazada
ante este polvo
sólo precariamente manumiso
porque ella al fm lo recupera todo
XI
Minutero de una cita sin término su paso
acompasa el latido
del corazón
aquel emparedado
en el palacio de las sirenas
donde llegó y salió con los ojos vendados
Su pisada no marca ya una huella
porque la huella es la promesa del regreso
Golpea la arcilla sorda
que no ha de cortejar ya más sus disfraces
como el padrillo viejo en su último paseo
XII
... Golpea como aquél que quisiera
no recordar sino aturdirse
olvidarse que gasta sus últimas monedas
y que el oro
como en los sueños maléfícos se toma
ya cobre entre sus dedos
114
XIII
El hijo pródigo se contempla las manos
dos hojas que ofrecieron al viento día tras día
todos los filos del rencor y el odio
y las curvas barrosas de todas las lujurias
Que rebalsaron todas las aguas de la angustia
y todas las sequías de la maldad del miedo
diez deshojados pétalos del amor sin retomo
áridas como piedras del olvido
Las manos que son como dos cuencos ya vacíos
y rotos que no saben acoger el rocío
XIV
En cada mano sólo cabe la otra
doblando así el despojo
multiplicando al infinito la miseria
la sentencia de un tiempo
que sólo al acabarse
se tomará sin fin y mirada
XV
El hijo pródigo retoma
con la lengua dormida
y la garganta pórtico de cantos derribada
Su pecho es pozo que largas caravanas agotaron
y en cuyo fondo han muerto
los ocultos designios del agua
la espera del sol alto
cayendo como un huevo de llama en su regazo
y ofreciendo su rostro como una esponja de oro
Tan sólo el jeroglífico de la sed agrietando
con su rúbrica el barro
las siglas del secreto perseguido
ya para siempre inmóvil
porque morir es renunciar
a todas las preguntas
115
XVI
El hijo pródigo soñaba quizá volver un día
a la hora en que las cosas sonríen por adentro
y las luces se duermen mirándose a si mismas
El hijo pródigo deseaba
con el deseo alebrado en su último refugio
el de la calcinada médula
un vaso de agua un escabel y una palabra
XVII
Un vaso de agua un escabel y una palabra
Aunque el agua sea el agua de las lágrimas
el escabel la losa de sus muertos
y la palabra aquélla hueso de palabra
El eco
XVIII
El hijo pródigo retoma
Su espalda es la montaña
que carga el cielo lejos y aJ llevarlo
sobre sus hombros nos lo niega
En ella se devana para dormir la senda
que alguien ovilló a sus pies cuando naciera
Con ella a cada paso que da volviendo tapia
las ventanas en donde su retrato
se diluyó en la lluvia
de unas lejanas lágrimas
116
XIX
El hijo pródigo se acerca
En el paisaje mismo
el que se ausenta como la luz sin agotarse
simplemente escondiendo el rostro originario?
El pórtico no existe el árbol
es ya relámpago de polvo
La horizontal perpetua los reclamó hace tiempo
Sólo una entrecortada geometría
recuerda en la llanura las prisiones del aire
Las salas y los patios
en donde las pisadas
del casi inmemorial patriarca huérfano
moliendo infatigable la harina del insomnio
se engastaron como gemas oscuras
Sobre las piedras yacentes y sin rostro
guiña la mica antigua sus pavesas
Son las letras dispersas
de una olvidada fábula
XX
El hijo pródigo ha llegado
y al acercarse empequeñece
como se inclinara
a recoger la propia sombra
como si el agua derramada
de esa sombra sin tiempo
la sorbiera la tierra para sellar su sueño
XXI
Pero quizá empieza
ahora a ver claro
El latido gemelo de sus pasos
le han medido hasta aquí jomada y rumbo
para que al fm comprenda
El hijo pródigo retoma
para que nadie ya lo encuentre nunca
117
XXII
... El arroyo retrasa
ahora su curso detrás de la colina
y en un rincón del huerto abandonado
alguien barre los huesos de todos los destinos
que pudieron ser suyos
118
Tiempo y Tiniebla
NACER DOS VECES
A mi padre
polvo y tormento
Me marcabas un rumbo que era el camino mío
pero que en mis latidos tañía diferente
Y me hiciste sufrir sufriente Padre mío
tu dolor de nacer conmigo nuevamente
Me querías crecida demasiado deprisa
y así no fui tu hija Fui tu hermana sin días
No tenías paciencia con tu alma proindivisa
y al estirarme al alma oh Padre me dolías
en cada coyuntura de tu amor impaciente
He aquí que mi camino fue el que tú dibujabas
aunque llegar creí contra tus profecías
Y hoy que enfría mis huesos el rojo del poniente
sé al fin que la paciencia que avaro me negabas
era sólo la sombra de la impaciencia mía.
1972
121
ME VISITAS EN SUEÑOS
A mi madre
en el polvo que respiro
Me visitas en sueños, fantasma inacabado,
inacabable.
Así como yo fui tu criatura y me completo
sin tí bajo mi cielo huérfano,
yo te llevo conmigo y te completo
retocando
tu perfil, persiguiéndote por todos
los valles viejos, los requemados valles
de la memoria, en donde tu mejilla lastimosa
se diluye, se afirma o se demora:
donde tus ojos hallan su expresión más perdida;
donde tu mano ensaya ademanes errantes,
inédita, desconocidamente
desamparados crueles, santos
donde anida una angustia nunca antes trascendida,
o quizá una alegría
oculta como fruto de pecado.
Más joven o más vieja, más tríste o más conforme
te completo
en sueños retocando tu temblorosa imagen,
añadiendo palabras a tu inconclusa letanía.
Así entre sueño y sueño se completa
tu alfabeto secreto, el alfabeto
de signos con los cuales te construyo, aprendo
a conocerte
y en la nostalgia, el miedo, la tristeza,
prosigo construyéndote.
122
Seguiremos así. Así tal vez un día sepamos,
al cabo, nuestros nombres verdaderos.
El nombre con el cual en tus silencios
angustiosamente, me llamabas,
y yo no respondía.
El nombre con el cual ocultamente
mi corazón te nombraría,
madre,
si pudiera llegar
hasta el último surco de tu sueño,
sin deshacerme, como el terrón bajo la lluvia;
madre,
sombra.
1972
123
ALLÍ DONDE SIN MÍ
A mi hijo
latido y tortura
Fuiste primero pájaro dorado mensajero
de cuanto nuestra vida rotula de imposible
Fuiste luego ligero portador de mis alas
caminando delante de mí sin esperarme
(Tú no tenías huellas tras tí yo las pisaba)
Más tarde ya llegado hasta el oscuro límite
desde el cual solamente crece el hombre de adentro
al volver del camino te perdí no sé dónde
Hoy sé que estás en mí que sólo eres yo misma
que al respirar te arrastro como el suspiro al aire
Y entrar en esa estancia donde tu alma consume
por mi culpa la antigua condena de ser hombre
es entrar en la estancia más honda de mi muerte
donde sin mí tu sombra ha de apagarse un día
1981
124
SUEÑO DORMIDO
A Roita, tiempo y luz
Este es mi sueño que soñé dormido
Quise tener un mundo a mi medida
cobrando forma al par de mi latido
igual que la matriz donde hallé vida
Mundo-casa sin órbita ni centro
porque su centro lo sería yo mismo
Sol y planeta; a un tiempo fuera y dentro
gravitación y espacio a un tiempo mismo
Y es mi casa esta ergástuia mío el cepo
mío el martillo que remacha reja
mío ser reo cuando soy testigo
Mundo que yo hice donde ya no quepo
(de su frontera cada vez me aleja)
y cuanto quiero ser es mi castigo
1978
125
LA VENTANA
A Susana Romero
De niña el horizonte tocaba mi ventana
la fe era toda yo como el canto era el pájaro
la esperanza era el nombre de otro juguete mágico
y el amor tibia esfera de besos estrellada
Crecí y el horizonte huyó de mi ventana
y en el trayecto duende se aposentó la música
La esperanza traía en cada alba un mensaje
y el amor envolvía todo en papel de seda
Pero yo no sé cuando pero yo no sé dónde
al volver de una esquina al regresar de un sueño
el horizonte estaba de nuevo en mi ventana
La esperanza no era sino un juguete roto
Y el amor era un perro perdido cuyos ojos
dos pavesas guiñaban al pie de mi ventana
1980
126
LA GUARANIA
Crecían entre todos con un signo en la frente
que en secreto a ellos mismos les consagraba hermanos
Bajo un sol de alegría maduraba su suerte
Soñaba bayonetas el arado en sus manos
Crecieron sin saberlo a un mismo sol inerte
Secretos acreedores reclamaban sus días
La misma primavera les bordaba la muerte
y el rojo del lapacho se tomó profecía
Cuando sonó la hora marcharon bajo un cielo
que su pacto y su sombra con el hombre rescinde
Soñaba surco y maíz el fusil en sus hombros
... Su pulso confundióse con el temblor del suelo
Y su polvo es ya nube sobre lejanas lindes
... La guáranla nació para cantar su asombro
1965
127
QUERER ES
Querer es
sacarse del bolsillo cada noche
un pedazo de aurora para seguir viviendo
Vivir es
extraerse del corazón cada mañana
una brasa de sueño para seguir creando
Crear es fabricarse cada día
un espejo benigno
que te permita continuar en ti mismo creyendo
Creer es regresar los ojos cada instante
a la naciente antigua del arroyo
que en el lodo fínal está muriendo
Morir es renunciar a seguir creando
para poder al fín
seguir siendo creado en otros reviviendo
1964
128
DURÓ EL AMOR
Duró el amor aún menos que las sábanas
Y era sin embargo todo
el amor que nos fuera concedido
El grande amor que como hogar de pobre
no alcanzó a calentar todo el invierno
Pasó el amor
—un potro envuelto en blancas llamas—
y el perezoso olvido
y el dolor sin consuelo
Pasó el esperar desesperado
y quedó la esperanza
vaso que en el armario atiende agua del cielo
Pasó el amor
Quedó el recuerdo
Y cuando sea recuerdo todo
será que llega ya el momento
de ser tú misma olvido
1965
129
PERDÓNAME
Perdóname si estoy aquí si ocupo
este hueco y la tierra que yo pise
Perdón si estoy aquí Yo no lo quise
Cómo llegué hasta aquí nunca lo supe
Mi pasaporte a ciegas lo sellaron
No sé cuál es mi patria verdadera
Y rondo sin cesar una frontera
que ni los mismos sueños traspasaron
Agua bebo que fue de otros llorada
Como un pan cuyo trigo otros han sido
Vivo un instante que jamás es mío
Sólo tengo unas lágrimas contadas
para el dolor de todos en nu erguido
y con un vaso he de llenar un río
¡980
130
EXTRANJERO
... Estuviste tan cerca de mí casi como yo estuve
un tiempo de mi madre Tan cerca casi como
un tiempo de mí estuvo mi hijo
(Carne con carne
Pero las sangres no se comunican)
Ni el carozo en la fruta
ni la semilla en tierra más cerca que tú un tiempo
Y sin embargo
con un compás distinto tus latidos midieron
el tiempo aquel que te me trajo
mis latidos
el tiempo que de nü te llevaría
Nadie nunca estará más cerca Nadie
Y al propio tiempo nadie nunca tan lejos
Porque quisimos encontramos
en el rincón del parque mágico que llamamos amor
y que cada uno encuentra sólo para saber
que se ha perdido el alma en el camino
1972
131
CANSADA
A Carolina
Sabes lo que te quiero decir cuando te digo
que estoy cansada?
Me han crecido las alas tanto que como
el viejo
albatros ya no puedo levantarme del suelo
Un alma incongruente se niega categórica
a ajustar su reloj al de mi cuerpo
y de estas manos ya sin brújula
todo lo que creí asir se me va yendo
Sabes lo que te quiero decir cuando te digo
que estoy cansada?
Mis ojos cada vez se me rebelan
y escapan hacia adentro
¡as mañanas son cortas
para que pueda despertar por entero
no me sirven las noches a olvidar suficiente
para seguir durmiendo
El mundo va creciendo ya tanto en tomo mío
que ya no quepo dentro
y el alma que como pájaro amaestrado
empezaba a aprender
el idioma del misterio
se distrae buscando palabras que no existen
y las olvida antes de que pueda aprenderlas por entero
1980
132
PAISAJE DE PIEDRA (TOBATÍ)
Todo el planeta es tu taller oh Tiempo
La tierra misma tiempo concluido
Tú Tiempo mismo Tierra obsesionada
que huye de un olvido hacia otro olvido
Alguna vez la Forma se ilusiona
pensando que es posible detenerte
en paisajes —museo matriz— máscara—
muerte negando la incansable muerte
Donde la piedra silenciosa aprieta
su antiguo corazón de luz dormida
aquí están al desnudo tus talleres
Y al blanquear su resquemor la Luna
quizá en descansar piensas Pero es vano
en esa piedra a cada instante mueres
1974
133
PRIMER CÍRCULO
... Oye.
Sueño los nácares glaciales de una mañana
estéril,
que pertinaz se obstina en defínir lo blanco,
puliendo su creciente exangüe
detrás de la cortina fatigada del páq^ado.
O con soles furiosos estallando
como granadas en el pórtico
de un amanecer dormido, que impasible
a todos los recibe
en su vientre
de leviatán, sin despertarse.
Oye.
Sueño con las olas que acunvcadas en mis venas
se vuelven caracolas. Por su espiral bajo a las grutas
de mi madre, y retomo al éxtasis del nácar:
y el agua vuelve a ser mi cuerpo, mi canto y mi latido.
Sueño con algas como obscena pelambre
de oceánidas difuntas, espesando
la sopa
lunar de las mareas;
o peces que atraviesan como historiadas dagas
aguas en donde se disuelve la luz como un azúcar
... Oye.
Sueño las víboras que nacen en los pliegues
de cortinajes cómplices,
las víboras de ojos de hielo, que acuden, a las doce
de los relojes más secretos,
a hacer su nido bajo la almohada
del ya definitivamente amordazado,
y extinguen en su cabecera
los fuegos centinelas de su signo.
Sueño con las altas manadas
de ciervos amarillos que galopan
su sed interminable
buscando bebedero
134
en la selva sin labios de la noche.
O con unánimes serpientes,
fnos relámpagos, que acuden
para llenar el cauce de la noche
desecada
de todas sus estrellas.
O sueño mariposas innúmeras, pavones
de negras hopalandas cresponadas,
que acuden en espeso remolino
para engolfarse en los pulmones
de aquellos que rubrican
su última carta en esa noche:
la noche desecada de todas sus estrellas.
Oye.
Sueño que soy el maquinista
y a la vez pasajero
de algún tren que ha olvidado su punto de destino,
un tren que se empecina
en el riel muerto de un horizonte inmóvil
haciendo menos ruido que su humo.
Oye.
Sueño que me despierto portando el rostro de mi
padre,
y que en cada palabra, en cada sonrisa, en cada gesto
llevo la cicatriz de un grito suyo.
Sueño que llevo como una penitencia las manos de mi
madre,
queriendo asirse al viento que las arrastra hacia el olvido.
O que engasto los ojos de aquel hermano grácil
que clamaba al morir por una aurora más,
un alba,
todavía.
Oye
135
SEGUNDO CÍRCULO
Oye.
Sueño con peregrinos desfilando sobre el gris
honzonte
como un friso de nubes:
peregrinos en trance de retomo, hijos pródigos,
mellizos tan iguales entre sí como suspiros,
o como lágrimas:
y que no obstante jamás se conocieron;
que comieron la bazofia infame
en casa del gentil y el extranjero,
y vuelven a la casa de su Padre,
para hallar sólo un viento abandonado que se obstina
barriendo de recuerdos la planicie, mientras amor
esparce
como sábanas
sus lápidas de mármol inmemorial, en donde
ya nadie se acuesta.
...Oye:
Sueño con muertos que son vivientes
inconclusos;
con muertos
a quienes todavía se permite decir una palabra,
una única, monótona palatei,
que nadie escucha ni comprende.
Muertos que al aire inmóvil como una piedra de humo
o como gelatina lunar, desde los cuatro puntos
canlinales acuden,
y marchan en silencio
para ocupar sus horcas sin número y sin nombre
en las encrucijadas
en donde poco a poco
va tapianclo sus rumbos la memoria.
...Oye:
Sueño con voces vaciadas de cuanto fue
pregunta,
de cuanto puede ser respuesta:
voces que han regresado a la raíz del viento,
a la raíz de su hora en los relojes,
a los umbrales del corazón deshabitado:
voces que suenan como la confesión del mar a la hora
cero.
136
crujiendo entre los dientes de geoda del escualo:
el grito de la herida volviéndose cuchillo,
la queja del latido nuevo, caído
en la órbita del beso traicionero,
o el susurro del alba llamando a las cortinas de seda
del capullo
... Oye:
Sueño con lágrimas suicidas como los meteoritos
en agosto:
lágrimas que no alcanzan el arenal del ojo,
sorbidas por los tigres del olvido en acecho.
Lágrimas que nunca supe llorar, y que tal vez hubiesen
lavado hasta borrarlas
mi voz y hasta la culpa secreta de mi nombre:
las lágrimas sin culpa del rocío: las lágrimas dormidas
que nimban las cascadas:
las lágrimas de cocodrilo de los muertos
cuyo esqueleto sigue danzando todavía.
... Oye:
Sueño miradas gárrulas, miradas
de las que nadie nunca dio acuse de recibo:
nómadas resplandores, desterradas luciérnagas
que buscan siempre en vano
un espejo en el cual resucitar, ahogándose.
Miradas en las cuales
se derrumbaron cielos y montañas,
y que hoy no podrían levantar el ala
de la caída mariposa.
Las miradas que ansian grabar en el cuadrante
ya para siempre en blanco
la hora de una cita que nunca pudo concretarse.
Oye:
Sueño canciones que vienen de lejos alzando sus
castillos
de vacíos cristales retiñendo en el aire:
canciones como pájaros picoteando figuras en el agua;
canciones como hilillos de la savia en viaje hacia la
primavera.
Canciones que regresan desde el viejo corazón de los
muertos.
Oye...
137
TERCER CIRCULO
Oye:
Sueño con éste, más hijo que mis hijos, que yo lloré conmigo,
que ha perdido su rostro
como pierde su rostro el hijo de la ciega:
que contempla sus dedos como espigas de algún rosal ajeno;
que recorre mendigo las callejas
por donde ya no pasa el viento,
preguntando por la máscara de piedras preciosas de su amor,
la cédula de identidad de sus remordimientos.
Oye.
Sueño campos de manos erguidas como bastardos tulipanes,
o como espigas vanas,
huérfanas del encantado grano,
tanteando en vano el viento que las despierte al canto,
el sol que les imprima en oro la promesa sonora de la trilla.
Manos enloquecidas que pensaron
podrían rescindir su pacto con el polvo,
y soñaron ser gemas,
relámpagos, auroras; flor de la nieve; ascua.
Oye.
Sueño que mi cuerpo tiene
la misma piel del horizonte,
que el horizonte tiene el tacto primero de mi cuerpo;
que en mí palpita el sexo secreto de las piedras,
la lengua variable de la nube:
la cabellera imprevisible de la brisa:
el proyecto de vuelo
de verdes golondrinas
que es el canto del álamo.
Y que digo mis ansias como el lucero, iluminando,
y que digo mi historia como el aire, danzando
en el palacio barroco de las hojas:
y que digo mi sueño como la flor su amor oculto,
y que escribo mis poemas como el agua:
subiendo hasta la sed del ciervo,
lavando el vellón blando de la oveja,
lustrando el lomo del semental violento
o mojando la sábana de la mujer en parto.
138
Oye.
Sueño que soy el surtidor de un grito, borrando por los patios
la huella de mis propias pisadas, fugitivas
de una culpa que ignoro todavía.
Sueño que soy dormir sin sueño; sueño
del no dormir; tal vez custodio
de sueños no despiertos aún, o bien sueño sin rótulo,
sueño que un día ha de abrir sus siete sellos.
Oye.
Sueño puertas innúmeras, puertas inútiles que se abren
las unas en las otras con un bostezo frío:
multiplicadas puertas
que nunca han de llevarme a ningún sitio,
porque ellas son las puertas
de mis propias estancias, ya vacías.
Oye.
Sueño una luz sencilla
guiño en la oscuridad, pavesa
de pupila,
larva del diamante
que nada me descubre,
porque esa luz es todo
cuanto de mí ya queda.
Oye.
Sueño que estoy de nuevo
plantando
en un rincón del alba
mi raíz
en la tierra,
que es
el sueño.
1960-1972
139
YO
YO. La palabra náusea. La palabra como una
inmensa esfera
hecha de bruma, en la que nada queda
y todo cabe.
Decir YO es sentir que el Universo
allí donde YO estoy ahonda su ombligo.
Palabra hecha del tiempo como cualquier palabra
que los dedos del tiempo remodelan en sus tres
dimensiones.
Palabra que conoce todas las mansiones
del tiempo,
y de todas por tumo desterrada.
YO, ladrillo del tiempo. YO, argamasa del tiempo.
YO, viento traspasando argamasa y ladrillos.
(YO, la palabra centro
con la circunferencia en ningún lado...)
YO no existo sin tí ni tú sin mí
pero eres tú quien tienes el lápiz y borrador y agenda
YO sólo soy el acezante
mensajero de algo que tú. Tiempo, me das,
para que yo lo entregue
después de dar la vuelta al mundo siete veces,
al volver de una esquina, otra vez, en tus manos.
1972
140
Cambiar Sueños por Sombras
AUTODEDICATORIA
Te doy como presente un cielo hipócrita
cuya mentira llamarás el día
Y con él jugarás al escondite
Verás los cielos pero no mi rostro
Te doy como presente al Universo
Unos ojos sin paz dos manos huérfanas
Boca que no se libra en la palabra
que continúa encadenada al grito
Te doy como presente un corazón
pequeño como un vaso y nunca lleno
puiio siempre golpeándote por dentro
.. .Te doy como presente lastimoso
a una eternidad que te ha esperado
y te dejará atrás indiferente
143
CÓMO ESCRIBIR
a Carlos Villagra Marsal,
lazarillo de ciegos poetas
¿Cómo escribir el verso que llene este vacío?
¿Cómo hacer con la piedra un seno que palpite
con la nombra una luz que un perfil resucite
o con trozos de páramo el viaje azul de un río?
¿El verso que nos vista lo que murió desnudo
que en cúpulas de mármol haga inmóvil el agua
que del inerte hierro encienda ascua en la fragua
y que desate el lazo donde no existe nudo?
¿Cómo cantar aquello que aún no nació palabra
Cómo sin alfabeto decir abracadabra?
¿Cómo izar un velamen en donde no hay navio?
.. .Este agujero negro que se tragó mis astros
sin sonido sin hálito sin bautismos sin rastros
¿cómo hallará la imagen que cubra su vacío?
7975
144
INFANCIA
a Catalina Segovia de Case
Cielo y mar como el rostro de los padres mudables
padre y madre mudables como el rostro del mar
El violín infinito del pinar inmutable
acompañando el trueno adormido del mar
Llegan de no sé dónde uno tras otro barcos
Se van y no sé dónde barcos sobre la mar
Al cielo y mar disputan del horizonte el arco
desgarrados pañuelos de humareda lunar
Rocas como colosos que perdieron el rostro
y en las que sólo queda el tamaño del monstruo
Una gruta ofreciendo misterios que no están
Un sol enfermo y ciego una luna cansada
que no sabe cambiar su cósmica charada
ofreciendo su fruta siempre a medio mondar
1975
145
QUISE LEJOS VOLAR
Quise lejos volar abrí mis alas
burlando lindes y violando espacios
Vestí por tumo harapos como galas
moré por tumo en chozas y palacios
Hoy vuelvo a ti las alas desgajadas
a pedir penitente en tu santuario
me devuelvas las muertes trasegadas
en río que ha sido inacabable estuario
Entro en tu templo y doblo la rodilla
en el estilóbato de tu forma
...Un límite a mi sed de lo infmito
tu veto ponga y a mi mar orilla
A mi pie vagabundo dale una horma
Palabra a lo que apenas es un grito
1979
146
SALDO
a Nila López por tres versos suyos
«Ya de todos los sueños que he tenido
me quedan solamente las preguntas»
Cada día he vendido mi futuro
por algo que el presente no me daba
Un para qué mi vida ha presidido
Qué fue de él lo ignoro
Hoy sólo tengo este porqué engrillado
Un porqué que no logra una respuesta
El para qué del cual en un momento
creí tener la clave
devuélveme aunque sea sin mi rostro
Devuélveme un mañana
en el que el hoy no sea moneda falsa
ni reclame por deuda lo que jamás fue mío
Levántame del polvo que anega mi suspiro
Devuélveme a los días
en los que todavía no soñaba
que cada sueño fuese cheque sin fondos de la vida
«Devuélveme a las cosas»
Las cosas que olvidé para olvidarme
las cosas
mis únicas amigas
1983
147
POESÍA
Vivir la otra que soy que no fui que habría sido
Vivir la que sería Morir la que aún no soy
Dormir todos \osfui despertar otro voy
Sangrar todas las tardes que nunca me han herido
Abrazarme la sombra cortar la raíz del grito
Sembrar pechos en hijos que nunca me tuvieron
Desgranarme las lágrimas en cascarones hueros
y quebrarme las manos al plantar cada hito
Eso es la poesía corazón hecho harapo
para enjugar el llanto de los remordimientos
f)or pecados que nunca se vieron cometidos
Eso es la poesía paloma vuelta sapo
.. .Mientras se espera en sueños que una puerta se abra
morir estrangulada por la propia palabra...
1980
148
POR MI TE LLAMO
Por mí te llamo nunca has contestado
Dormí tu guardia sueñas mi desvelo
A ti sin hierros me has encadenado
me arrastro y sufres mi frustrado vuelo
Cuanto mis manos hacen t�� recoges
sólo tú sabes si me sobrevives
De mi dicha y dolor tienes las trojes
pero los tuyos para mí no vives
Nunca te he visto siempre me miraste
en lo que dije siempre algo callaste
y tal vez mi silencio sea tu asombro
Y sin embargo si por mí te llamo
algo de tu silencio en mí reclamo
Y algo en mí cuando altivo más me nombro
contesta con mi voz de siervo a un amo
1973
149
TENGO MIEDO
Tengo miedo a mirarme repetida
como de niña miedo a los espejos
Mirar mi muñeca idéntica a la herida
que es todo rostro que se ve de lejos
A cada uno que se acerca espero
verlo distinto Lo diverso pido
De pronto al enfrentarlo el reverbero
veo de mi rostro mismo en él ardido
Tengo miedo de cuanto de mí misma
en quien se acerca a mí descubrir puedo
Y el miedo de los otros me da miedo
Ser a todos igual No hay esperanza
Ser a todos igual No hay confianza
Ser a todos igual qué amargo cisma
1982
150
ALEJARSE
a Miguel Ángel Fernández,
con todo afecto
Sólo de algo te acercas cuando te alejas de algo
Sólo dejando atrás tu cadena es que puedes
de tu cárcel pensar en tocar las paredes
Te acercas a la liebre si te alejas del galgo
Para alcanzar el fruto te alejas de la flor
Para alcanzar el barco pierde tu pie la orilla
Vistes oscuridad si dejas lo que brilla
y la paz del dormir dejas por el amor.
.. .Cada dfa más lejos de lo que más deseaste
cada día más cerca de lo que más odiaste
Más lejos el indulto Más cerca la condena
Cada día más cerca de estar por siempre lejos
Más lejos de la rama más cerca de la arena
Pronto serás tan sólo un solo estar ya lejos
1983
151
LA NAVE DEL OLVIDO
La nave del olvido navega mares blancos
rumbo a la isla barroca que edificó la niebla
El barco del olvido sortea escollos bancos
en pos de la isla donde albina es la tiniebla
Alguna vez no obstante con su pesada carga
la nave no consigue alcanzar su destino
y el barco se va al fondo Sólo la vela alarga
sobre el agua su aleta como escualo asesino
Así la carga amarga no alcanza su mar muerto
y la vela rebelde prolonga la agonía
de ayeres condenados bajo la luz del día
Los náufragos en vano solicitan el puerto
en donde los diluya en su blancor la bruma
.. .De lejos los bajíos se anuncian en la espuma
1978
152
QUISIERA
a José María Gómez Sanjurjo,
noble poeta y noble amigo
Quisiera desdormirme y desandarme
Quisiera desfimianne y desdecirme
Quisiera devolverme y desllorarme
Quisiera a veces desarrepentirme
Por largas avenidas des-soñarme
Los sueños que olvidé desolvidarme
Sombra volver el cuerpo Desamarme
Presentirme Saber dónde buscarme
Mi propio llanto ser y así sorberme
Y ser el metro con el cual medirme
el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme
Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla
7975
- í - 3 ,
153
SOÑÉ
a Juan Loveluck
Soñé Quise contar el sueño en un poema
con su eclipse sin luna sus nubes en anclaje
Quise pasar al verbo su cielo deslustrado
su paisaje de polvo su soledad sin márgenes
Pero fue en vano El sueño no entró nunca en el poema
El sueño tuvo su hora El poema tuvo días
El sueño fue la luz sin sol canto sin aire
El poema aire y sol todo sumado en un suspiro
El sueño quedó sueño con su sombra y su música
tocada para oídos aún no inaugurados
El sueño fue la flor vista desde las raíces
Y el poema fue la flor descolgándose a tierra
El sueño fue un poema tan solamente tuyo
El poema es un sueño que puede compartirse
¡979
154
EL HOMBRE NACE LIBRE
...«El hombre nace libre» Oh mentira hecha droga
Desde antes de nacer el hombre está en prisiones
Por túneles de sangre a ser esclavo viene
Nace llevando el látigo del latido en el pecho
El espacio le oprime pupilas labios tímpanos
Le numera los pasos Le cuenta los suspiros
Mide con la metáfora la altura de su ergástula
gradúa su voz le dosifica la palabra
Le encadenan los Números los Signos y los Días
Por donde va resuenan chirriantes sus cadenas
A esa música llama imbécil su poesía
Y cree liberarse lanzando al viento el canto
sin saber que ese canto es la imagen del perro
en trailla que caza sólo el propio ladrido
1982
155
EL POETA Y EL TIEMPO
r Yo soy el Destinado...»
H. CAMPOS CERVERA
Atleta destinado a vencer sobre el tiempo
mientras ritman tus vértebras
su secreto chirrido.
Con la tierra y el sol que algunos tienen,
con la lluvia de nadie, con la sangre de muchos,
con el dolor de todos,
realiza tu milagro.
Con el barro que ensucia tus zapatos,
y el granizo que cruje entre tus dientes;
con la niebla harapienta,
con la yerba que canta
y muere en las quijadas de la oveja;
con la piedra que rueda buscando entre las rocas
el sueño que perdió en su infancia;
con el viento, acróbata de cimas,
pastor de los estériles rebaños de la arena;
con la nada de todos, con el todo de nadie,
sálvalos, sálvate tú con ellos.
Son los que duermen.
Tú eres el despierto:
aquel del corazón, campana de la aurora.
Duermen y los sorprende la pantera,
la pantera sin nombre y sin descanso.
Sólo tú la has mirado deslizarse;
sabes su forma oscura, esbelta, horripilante,
su fatua pupila, su paso cauteloso,
su hora preferida.
Mientras hay tiempo, atleta,
vence al tiempo.
Sálvate y sálvanos,
si puedes.
Atleta: ni aún el tiempo,
que es el proveedor de todos y de todo,
te ha prometido nada.
1957
156
LA ZANJA
Corríamos los dos cada uno
por una orilla de la zanja
por encima de ella los ojos anudados
...Corríamos
cada uno por su orilla tendiéndonos las manos
engarriando miradas enviándonos
sonámbulas caricias con sentenciados dedos
queriendo hacer de nuestras noches noche
día de nuestros días
Corríamos a lo largo de lunas y de auroras
sin detener un solo amanecer
sin encontrar la encrucijada que reconcilia los caminos
Alguna vez tendimos nuestros cuerpos
tablas de salvamento orilla a orilla
e hicimos de ellos puente
ilusorio Puente de los Suspiros
creyendo que por fin se salvaba el abismo
o ver en su vacío
el cielo en un festín de permanentes luces
Pero alzados de nuevo nuestros cuerpos
cada uno en su orilla
era otra vez la zanja
la zanja irredimible
que cortaba las noches partía en dos el día
...Prolongada hasta el fin de nuestra angustia
devoró nuestros cuerpos
hizo de las palabras ecos incomprensibles
de las promesas campanada hueca
La última falsa estrella fue chispa en el rescoldo
de una fogata solitaria
en un lado cualquiera de la noche
7975
157
QUE SIENTES ÁRBOL
¿Qué sientes árbol cuando llega el viento
y te abraza y mordiéndote los pulsos
desgarrándote como un remordimiento
alza en tus brazos lábaros convulsos?
¿Qué sientes cuando llega la tormenta
que agosta flores y degüella frutos
o el sol tortura tu raíz sedienta
o fragua el rayo sus anacolutos?
Fijo en tierra no hay cómo te deslices
Frente al rayo y el viento eres la espera
No puedes escapar de tus raíces
(.. .También dentro de mí algo está fíjo
Que preso como tú lo ignoto espera
.. .Algo para lo cual no hay escondrijo...).
1980
158
AMASTE EL MAR
Amaste el mar quisiste velar sus horizontes
llevar el diario loco de los atardeceres
Espiaste cada cita del sol tras de los montes
como guardián de harén de miles de mujeres
Apresaste una estrella de vidrio entre tus manos
y cuando las estrellas de Dios eran infieles
tu estrella ángel caído desde su nimio arcano
conducía los barcos hasta seguros muelles
Vuelto al mar tu perfil de roída medalla
bajar viste los días de par en par las puertas
al soliloquio bárbaro del verde dios desnudo
Espaldas a la tierra viviste tu batalla
De espaldas a la luz tus miradas más ciertas
De espalda a la esperanza de cuanto en ti ser pudo
1980
159
SOY COMO EL MAR
Soy como el mar; alta en estío,
vuelta la espalda a las sirenas.
Soy como el mar; tú, como el río;
corriendo siempre, no me llenas.
Soy como el mar: olas sin fin
desmelenándose en arena.
Soy como el mar; llanto ascendí
para que corras, onda plena.
Soy como el mar, y me olvidé
que mi salmuera fue rocío.
Ay, el castigo que me eché.
Soy un mar ciego que aplicase
su boca amarga a sólo un río
pidiéndole que lo endulzase.
1953
160
LO QUE DE TI ESPERÉ
El cauce de tu sangre prisionera
donde fletar mi barquichuelo niño.
La sal de cuantas lágrimas vertiste
para mi pan de soledad y olvido.
Para mis sienes, torres de sed alta,
tus pupilas, mis lunas del rocío.
Para mi escollo de sirena oscura,
la vela de un inédito suspiro.
Para mi absorto espejo desvelado
tu secreto creciente manumiso.
Tus brazos lentos de eucalipto y musgo
para mullir mi víspera sin nido.
Para sellar el libro de mis sueños,
la cera de tus dedos decisivos.
]953
161
LO QUE TE DI
.. .Esta pasión de tierra que se asoma
a su orilla mortal fmr mis pupilas.
(Me aventura de barro disfrazado,
por el que el surco se contempla herida).
Este dolor de pólenes urgido,
de sal sabroso, turbio de ceniza.
Este eco prendido de mi sangre,
que sin saber mi nombre, me declina.
(Oh vocación de polvo misionero,
desde el otro costado de la rosa,
más allá del cancel de la caricia...).
.. .Este crecer de sentenciada aurora.
Y cuanto en las rompientes de mis pulsos
pide naufragio y la bonanza ansia.
1954
162
SÉ QUE TE AMÉ I
Sé que te amé porque amé tu voz clara
que salía de ti
como viniendo desde mi propia entraña.
Porque amé la niñez azul
de tus pupilas
devolviéndome
al primer cielo de mi infancia.
Y porque amé tus manos
en las cuales mi piel se me iba lejos
más allá de las alas
y del fuego.
Porque amé de tu boca
lo que en mí descubría
como si ella o yo
fuéramos diferentes cada día.
Pero sé que te amé también y sobre todo
porque amé tu inquietud de ave amanecida,
de trasfugada nube.
Ella me atravesó de vuelos
encendidos
el corazón sujeto a tu pisada.
Sin saberlo tú hiciste
de mi vida un paisaje,
un mapa nuevo
que tenía el perímetro preciso
de tu ir y venir
y al que los ecos
mágicos de tu voz ponían frontera.
Te amé porque
edificaste un mundo
tan sólo para mí y en el que estuve
y pude verme
aún más hermosa que en mis propios sueños.
Sé que te amé porque me diste mucho.
Te amo hasta ahora
por todo lo que nunca darte pude.
1960
163
SÉ QUE TE AMÉ II
Te amé Lo sé Por ti la noche fue conjuro
para encender las luminarias del desnudo
Por ti sé que el oráculo se pronuncia en lo oscuro
y porqué contra el pecho aprietan el escudo
Y todo era hoy y a un tiempo mañana entero siempre
El tiempo detenido prodigaba presentes
el sol era corímbo de luceros sonrientes
y los astros los pétalos de un loco sol dehiscente
Sé que te amé porque a veces no sabía
si eras luz o eras sombra y al ambiguo contraste
cada remanso en mí de pronto se hacía río
Sé que te amé porque al llegar de pronto el día
del domingo de sombra que temprano estrenaste
el dolor de ser dos quedó ya solo mío
1968
164
GLOSA I
¿Qué haremos contigo Libertad
cuando todos seamos libres y dueños?
¿Cuando ya hayamos olvidado
la geometría de rejas y de encierros
los gritos de tortura
la canción de los hierros
el trueno de los pelotones?
¿Cuando ya no haya más carteles que indiquen con el dedo
lo que debe estar a la derecha o a la izquierda?
¿Cuando todo sea centro?
¿Cuando ya no hayan vendas sobre los ojos
para las bocas freno
cuadrícula para las ideas
para la canción apagafuegos?
¿Qué haremos
contigo Libertad
cuando ya no seas más sueño?
... Porque las cosas no son nuestras
sino en tanto son sueños
Después ya no nos pertenecen
Nosotros les pertenecemos
1978
165
GLOSA II
... No te engañes ingenuo
Nunca el hombre será del todo manumiso
Porque así debe ser
Siempre habrá zanjas cortándole el camino
nubes escondiéndole horizontes
un más allá imponiéndole su guiño
Siempre querrá
corresponder a la llamada
de algún astro lejano
querrá montar en pelo alg