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ISRO o VER OS OR I n", n;; n.. v IZQUIERDO ' 3 av E' I 1 j ALTf\ PLATICf\ LIBRO DE VERSOS POR FRANCISCO IZQUIERDO PRÓLOGO DE MANUEL VERDUGO .19~ tI Santa Cruz d. T••• rf. LII! ftERIII ' 9 Tlr06Rllffll CIITOLICII San rra. cr", o, 7 IIJ DEDICATORIA: Libro de la Alta Plática, que cariñosamente dejo entre las blancas y rugosas manos de mí madre. EL AUTOR. PRÓLOGO Creo firmemente que, los Juegos Florales (¡ Fides, Patria, Amor!) son una de tantas pruebas á que el Señor nos somete, casi periódicamente, con el fin de que ejercitemos la santa virtud de la resignación, y purguemos nuestras faltas veniales. ( Para los pecados mortales nos envía los certámenes de orfeones y los concursos de natación.) Aquellos deliciosos juegos Florales en Cursi · leda, de Luis de Tapia, más que una caricatura, son el tipo, con ligeras variantes, de los que se padecen todos los años (¡ todos!) en diferentes ciudades, pueblos, ' Tillas y villorrios... Sin embargo, aún iendo peligrosos, no voto por la suspensión de tales juegos; porque, así como una epidemia puede ser causa de que un médico obscurecido se revele como una lumbrera en el ejercicio de su profesión ó que en una campaña bélica se dé á conocer un héroe. que jamás lo hubiera sido sin el acicate del peligro y el estímulo del ejemplo, del mismo modo esos « torneos de la inteligencia » ( Perdón por la frase: j o la volveré á emplear!) nos descubren de tarde en tarde á un poeta ignorado, un ,- erdadero poeta que, en el recogimiento de su retiro, dialogaba con las nubes, y hacía juegos malabares con sus quimeras. Este ha sido el caso de Francisco Izquierdo. En Canaria nadie sabía que tuviera « el feo vicio de hacer versos" ( como suele decir un excelente enemigo mío.) in- - 8- guno de los que trataban al autor de este libro, sospechaba que, mientras en su presencia se hacían sesudos comentarios sobre la política de Maura ó la exportación de plátanos al extranjero, él sonaba... sonaba con D. Quijote y con las áureas pomas de las Hespérides. y en unos Juegos Florales celebrados en la vieja ciudad de los delantados, en la Laguna de Tenerife, fué premiada la bellísima poesía « El Caballero errante · . Entonces conocimos al poeta: era- y es todavía- un joven, casi un adolescente, que salió al escenario del teatro, pálido, enlutado, tembloroso, á recibir la primera caricia del aplauso público, ¡ la primera!, la que jamás se olvida, como no se borra el recuerdo del primer beso que nos diera la mujer esquiva que hemos deseado mucho tiempo, en secreto... y la sincera emoción del joven poeta fué comunicativa: él lloraba, y algunos de los que le aplaudíamos, nos llevamos una mano á los ojos para borrar las huellas de no sé que humedad rebelde y fugitiva que nos cosquilleaba en los párdados... En aquellos momentos, debía sentir Izquierdo en lo íntimo de su corazón la tristeza de un modesto triunfo no compartido; debió pensar en su padre yen... e ... las amables cosas que decía que místico me hicieron y poeta. y por eso lo fuí. Era tan grande su empeño en que estudiará y aprendiera. con tan alto fervor me lo rogaba y era su fé tan ciega, que estudié y estudié... iY á Dios pedía que si el triunfo llegaba. yo pudiera - 9- compartirlo con él; pero no quiso á mi ruego acceder: ¡ La eterna ausencia decretó, antes que el fruto de su empeño vinieral » • * * iempre que tengo ante los ojos un libro de ver o 1 obre todo i e to on 10 primeros que arroja á la " oracidad de la crítica un poeta joven, me viene á la mientes aquella fra e de Honorato de Balzac: « Analizar cuando e preci o sentir es propio de la almas in alcance ." Hay algo de profanación en el hecho de examinar friamente la euritmia de una composición poética como el que e detiene él medir las proporciones de la nave de un templo. mientras resuenan suaves ó imponente los acordes del órgano yen el Altar Mayor atrae con fuerza divina el misterio del tabernáculo. La poe ía de Francisco Izquierdo es como el agua que « por la acequia corre trenzando armonías » es « clara como el rumbo de un buen pensamiento, limpia como el sueño de una niña casta; ingenua. gozosa y un poco azulada... » En vez de e tos mi mal zurcido renglones á qui a de introducción. yo debiera limitarme á copiar al frente del libro lo verso de la canción que dedica á Hernández mador: . Pára. caminante; un momento para; mira como corre, como corre el agua... - 10- Los álamos viejos, gravemente inclinan su trente nevada, y el blanco semblante terso}' reposado la linfa retrata. Un rayo de luna, silenciosamente se tiende en el agua, y en la lejanfa, turbando el misterio, turbando la calma, una voz que dice de amores nostálgicos, cadenciosamente sus ansias derramaj y sus ecos dejan más quieta la noche, más noble la calma. Pára, caminante, un momento pára y en este remanso de piedad descansa... ) Sí; después de leer este libro, el espíritu reposa en noble serenidad; se siente el yago deseo de orar y de sonreir dulcemente á una quimera pueril y deliciosa que casi se desvaneció en la lejanía de nuestro pasado... Es un manantial de aguas puras, y cerramos los ojos para adormecernos escuchando sus murmullos; quizás para no ver reflejada en la corriente límpida el gesto, un poco escéptico, de nuestros labios... Izquierdo pertenece á la nueva generación que iza la bandera de la espiritualidad sobre los escombros de un materialismo que no volverá á levantarse. üid lo que dice: cA. mo lo bello, lo grande; al fuerte y al que se humilla; tengo un alto amor: mi dama, y otro más alto: Castilla: y sobre todas las cosas amo á Dios Nuestro Señor.) I~" - 11- Esto, en boca de un poeta, de un poeta de veinte años; es admirable... Adelantándose á la crítica dice también: < Entre los recios pilares del saber puse mi tienda á la sombra recatada de Fray Luis y de San Juan. » y yo añadiría que, de vez en cuando, le place abandonar su tienda y, tras de hacer una respetuosa reverencia á Santa Teresa de Jesús, da un paseo por la austera tierra castellana en busca de Ricardo León y de aquel poeta admirable que se llamó Gabriel y Galrtn. Yeso ¿ Qué debe importarle al místico cantor del < Caballero errante » ? ¿ Acaso menoscaba sus rele,- antes méritos de brillantísimo poeta? ¿ Ha existido un autor que fuera absolutamente original? El mismo Ricardo León no lo es sino en apariencia. Resucitar un estilo no es crearlo. Campoamor, el más personal de nuestros poetas, fué tildado de imitador servil, y para defenderse de tal acusación e cribió aquella deliciosa " Poética,. donde hay postulados exornados de humorismo y paradojas dignas de D. ~ 1iguel de Unamuno. De ese libro copio este párrafo que debieran leer todos los " liróforos » , pero con la condición de olvidarlo enseguida: « Dice Musset: llJe acusan de que tomo á Byron por modelo. ¿ ¡' lles no saben que Byron imitaba á Pu1ci? Si leen á los italianos vertin como los desbalijó. Rada pertenece á nadie,' todo pertenene á todos,' y es preciso ser ( l{ 11Orante como un maest¡ · o de escuela para ! or11lfl7". c: e la ilusión de que decimos una sola palabra que nadie dijese antes. Hasta el plantar coles es imitar á alguien.,. - 12- Todo poeta, al comienzo de su vida literaria, se encuentra en una encrucijada: tomar el mismo camino que siguiera determinado escritor no es ser plagiario; es simplemente tener con él afinidades mentales y preferir el panorama que le brinda la ruta elegida al que pudiera contemplar desde otra cualquiera. Sería plagiario si marchara adaptando sus pies á las huellas de los que le han precedido. Además, ¿ hay alao más complejo que la personalidad literaria de un poeta? .. Si éste es muy joven, no puede tenerla, salvo contadísimas excepciones. Tal personalidad está constituída por infinidad de influencias de otros poetas á los cuales un alma sensitiva no puede sustraerse. Esas causas externa, á la larga llegan á cri talizar, y forman el molde de donde surge el e." traño yo, heterogéneo é indivisible. El afán prematuro de singularizarse, el vanidoso y huero de ea de originalidad, ha convertido á muchas liras en grotescos guitarrillos destemplados, cuyos mástiles se adornan con madroños y caireles, vendas de momia egipcia y horribles flores de trapo... Muchos de los que padecen la ridícula manía de ser inconfundibles, concluyen por conseguirlo á fuerza de desafinar. De esta verdad pueden dar fe los « futuristas » capitaneados por el vesánico Marinetti: un petit Eróstrato que quiere quemar todos los museos artisticos de Europa y que, tropezando sin duda con serios inconvenientes para la realización de sus planes, se ha contentado con « echar pestes » de la pestífera Venecia y adoptar una pose inofensiva: retar nada menos que á las estrellas... Esta - 13- cuadrilla de bardos cuyo p" ograma- como ellos dicen- no puede ser más hilarante, ha logrado hacerse famosa y que la prensa mundial se ocupe de sus extravagancias. jSi todos los literatos tuvieran presentes aquellas palabras del insigne autor de « La noche del sábado » : « ¿ Queréis parecer originales? Que el sentido común os inspire; jsiempre diréis algo nuevo » ... ! El que conozca íntimamente á Izquierdo, reconocerá en este libro una cualidad que en los tiempos que corren puede calificarse de mérito extraordinario: el estar escrito con una inquebrantable sinceridad. Podrá ser que alguna vez no acierte plenamente en la manifestación, en el desarrollo de sus concepciones artísticas; pero él cree con firmeza que, si el sentimiento es un elemento imprescindible en todo poema, la sinceridad es la médula de la poesía lírica, por ser ésta eminentemente subjetiva. Por ser sincero, aquel espíritu atormentado y tierno que se daba todo en la sintética floración de una rima, aquel Becquer- que como lfredo de Musset tendrá un trono en todos los corazones que latan para el amor-; por ser sincero, digo, será siempre una estrella e plendorosa en el zodiaco de nuestro cielo lírico. Examinado al detalle este libro de yersos, quizás notemos que el poeta incurre en alguna contradicción. ¿ Y que? .. Esa aparente falta de homogeneidad es la mejor prueba de que el autor ha ido sincero, de que cada poesía es fiel reflejo de un estado particular de alma; y la de Izquierdo, como la de casi todos los hombres de nuestra época es - 14- ondulante, inquieta; yibra él choque de corrientes imprevistas del mundo moral; y como es algo excéptica- aunque él no lo sospeche- no ha acertado á escoger un camino único, porque tal yez desconfía de todos... Una orientación rectilínea en un libro de versos implica cierta fría premeditación que- á mi juicio- es incompatible con la sinceridad artística . Yo miro la Poesía como un surtidor cristalino que se eleva recto hacia el cielo, cual si quisiera besar los astros, y se queja armo- ~ niosamente de su impotencia; pero que á veces se I inclina á impulsos de opuestas ráfagas, y los irisados diamantes del divino surtidor se esparcen so- I bre la tierra y brillan sobre una fior; sobre una ~ zarza, sobre una roca, sobre el mismo barro des- 8preciable: doblemente despreciable si en él se ven 1 impresas las huellas de los hombres... ~ Una vez, paciente lector, que te he bosquejado ~ la silueta de Francisco Izquierdo y que, sin pe- g dirte licencia, he entonado mi credo en esa belIí- ¡ sima religión de las Musas- religión que podrá ~ tener indiferentes, pero que jamás tUYO apóstatas ) - sólamente me resta pedirte perdón, y rogarte ; 3 vuelvas cuanto antes la hoja porque... « Habla el " trovador » . MANUEL VERDUGO. San Cristóbal de La Laguna Marzo 1912. HABLA EL TROVADOR Soy un grave castellano. de aquellos del tiempo antiguo. que á vivir en el presente de extravagancia y ambiguo, no se resigna. y lloroso. sin rumbo y á ciegas voy. ¡ No sirvo en ningunas filas!... Mis armas de ser soldado rompf orgulloso; y las nuevas, que el mundo busca afanado. ni me las dan. ni las quiero: iya sabes, lector, quien soy!. .. Nacf demasiado tarde. y entre tanta senda abierta á lo eternamente ignoto. por una obscura é incierta á mi razono como á rastras. ingenuamente llevé; y mi corazón lloraba. lloraba hasta que un buen dfa una enorme lumbrarada iluminó mi agonfa. y entre los brazos de Cristo sorprendido desperté. Amo lo bello. lo grande; al fuerte yal que se humilla; tengo un alto amor: mi dama. y otro más alto: Castilla, y. sobre todas las cosas, amo á Dios, Nuestro Señor; amo á mi patria. la buena, la compasiva Nivaria; en los labios llevo siempre la piedad de una plegaria yen el pecho sed de amores, á pesar de tanto amor. - 1- Amo las cosas pasadas, el misterio, la leyenda; entre los recios pilares del saber, puse mi tienda á la recatada sombra de Fray Luis y de San Juan, y el subido placer gusto de saborear á solas la arcaica miel de las madres de las letras españolas. cuyos vibrantes decires vigor y fuerza me dan. ¡ Oh, concertadas razones!. .. ¡ Oh, estilo castizo y llano! donde encendido palpita el espíritu cristiano de los rudos montaraces de Castilla y Aragón, que hasta al rey, si fué preciso, supieron hacerle frente, y orgullosa la mirada y altanero el continente por el mundo tremolaron victoriosos su pendón. <¡ Del rey, abajo, ninguno! » ... Así habló la raza mía, así habló soberbia y fuerte por la boca de García; pero ahora están las cosas todas vueltas del revés; los altivos castellanos ya no saben hablar recio. hacen burla de Dios mismo; todo miran con desprecio: iya son todos personajes traducidos del francés!. .. Amo al sol, amo la vida inquieta, libre y errante. y quisiera ser armado nuevo caballero andante que al son de buenas palabras, y al clamor de mi laudo á las penas de los hombres trajera nuevo consuelo, y enjugando todo llanto, y apagando todo duelo, diera á las almas firmeza, alegría, juventud. I .!! I ! .. - 19- Soy amigo de los pobres, de los mfseros cautivos que se callan resignados, y también de los altivos que protestan, porque quieren más amor y caridad. ¡ Oh, los buenos, los sinceros!.. ¡ o bajéis nunca la frente! ¡ yo os respetol, iYO os admiro!, ¡ yo también. humildemente, á Dios pido más justicia ... más justicia ó más piedadl Quisiera para mi frente un destello luminoso de la llama de amor viva que en ascuas puso el piadoso, casto y encendido pecho de San Francisco de Asfs. No quiero lanza ni escudo que fortalezca mi brazo, y es mi anhelo, ver fundidos en un apretado abrazo á la azada y al martillo, con la altiva flor de Ifs. y de todos rechazado, por la fiebre consumido de un amor extraterrestre, sollozando y dolorido, por la cuesta de la vida sin rumbo y á ciegas voy. ¡ No sirvo en ningunas filas!. .. Mis armas de ser soldado rompf orgulloso. y las nuevas que el mundo busca afanado, ni me las dan, ni las quiero: ¡ ya sabes, lector, quien soy!. .. EL CABALLERO ERRANTE A ~ IAH" L" EL VER. DVGO, Altivo el continente, de gallarda apostura, de los ojos rielando una luz inmortal, el bravo caballero de la gentil figura raramente ataviado, por la agriosa llanura, sereno y desdeñoso, va en pos del Ideal. e¡ Dios os guarde, señor de la lanza y la espada! ¿ A donde vuestros pasos y con que fin guiáis? ¿ Sóis tal vez caballero de la Santa Cruzada? ¿ Tenéis á vuestra dama, por ventura, hechizada, y el castillo encantado buscando ansioso váis? ¿ Acaso huís ! a corte, porque el rey os fué esquivo ó porque vuestros lauros marchitó hosca la grey?, .. ! Tal vez coqueta dama os hizo su cautivo! ... ¿ Tal vez sóis el poeta desdeñoso y altivo de quien diz que prendóse la hija mayor del Rey? - 24- ¿ Usáis, señor, acaso, tan rara vestidura porque sóis caballero andante y de temer. y encamináis airado vuestra grande bravura como aquel caballero de la Triste Figura, á enderezar entuertos, y agravios deshacer?:> ... Y, grave y orgulloso, el gentil caballero, á mi requerimiento contestóme altanero: e Yo soy la vieja cepa del habla castellana la que amasó y redujo Teresa de Jesús, el espíritu altivo del épico Quintana, la luz esplendorosa que brilla y se engalana en los mfsticos versos de San Juan de la Cruz. Yo soy el alto espfritu que vibrante palpita en los llanos romances de Lope y Calderón. el del donoso y pfcaro Don Juan Ruiz, el de Hita, el de la amable calma y la paz infinita de las dulces visiones de Fray Luis de León. Yo soy de clara estirpe; de empaque rudo y fiero en la guerra templéme: mi espfritu al1f está; un rufián soy á veces, á veces caballero, y siempre soy el loco, feliz aventurero que nunca se contenta ni sabe donde vá. - 25- Una mueca en mis labios prendió la desventura; soy soberbio: ¡ no hay nadie que iguale mi valor! no lloro ni lamento mi amarga sinventura: ¡ soy aquel caballero de la Triste Figura!. .. ¡ soy el grave y sereno señor de Morsamorl,.. Me tunde y apalea la advenediza gente, follones malandrines sin patria ni ideal: ¿ qué importa, si en los siglos viviré eternamente? .. Requiero mi mandoble, alzo altivo la frente y prosigo mi marcha de ascensión inmortal, (¡ Dios os guarde, señor de la lanza y la espada, el del limpio linaje y sereno valor; dejad que humilde bese la tierra, que pjsada por vos, señor tan alto, es tierra consagrada: de rodillas me postro á vuestro pies, Señor. J Altivo y desdeñoso, revolviéndose fiero las espuelas cIavóle al soberbio alazán, miróme de soslayo, sonrióse altanero, y allá va el orgulloso y gentil caballero: Don Gonzalo de Córdoba... Don Alvaro... Don Juan ... AL PIÉ DE LA CRUZ ¡ Salve, piadosa Cruz! enseña santa, sfmbolo augusto del amor divino! Mi frente, humildemente} ante tu altar inclino; y arrancando del pecho mi loco corazón, que va derecho á ocupar el sagrado lugar donde latiera el de Nuestro Señor, alzo mi ruda, mi pobre voz delgada y soñadora, y de júbilo llena te saluda: ¡ Salve, Cruz redentora! ... Eres como la luz: como ella hechizas, transfiguras, inflamas, fecundas, regeneras, divinizas; y como ella, benévola derramas vigor y fortaleza, alegrfa} calor, gracia y belleza. y asf como los cuerpos materiales cuando el tia! pronunció Dios en Jos cielos desgarraron sus velos, - 30- y Jfneas y figuras, atributos, medidas, proporciones, perfiles y contornos, galas, dones, en el sereno espacio dibujaron y fueron, se formaron, así también las almas sacudieron su letargo mortal, cuando sintieron en su caverna arder la luz sagrada de la Verdad Divina Revelada. En el precioso instante en que te alzó por siempre consagrada la Suprema piedad inmaculada, brotó otra vez del cielo imperativa la mágica palabra pronunciada por Dios, cuando fijó la ley primera; y fueron, cual las cosas materiales, también las espirituales. Todo cambió, se hizo; fué, no era: afanes, añoranzas, sentimientos, amores, esperanzas... De corazón en corazón, la mano bendita del Señor, un surco abriendo, con caracteres de oro fué escribiendo el caricioso nombre de cristiano. Surgió la Caridad, llama votiva que entre las almas la humildad eleva y que abrasadas en su lumbre viva al mismo trono del Señor las lleva. Surgió el Bien: la bondad perfecta y justa, la Belleza inmortal, casta, inmanente; la Fé, salmo que canta la pobre humanidad agradecida ante la enseña del amor rendida; el culto del deber, y al fin, la santa - 31 resignación paciente en el martirio y el dolor eternos... Todo se renovó, todo se hizo cual si las almas otra vez creara el poder del Señor, al dulce hechizo de la verdad que en tí se revelara. y el místico edificio coronando, la piedad, condensando en la plegaria ardiente sus ansias, sus anhelos, abrió todos los labios, y rotundo, vigoroso, candente, resonó por los ámbitos del mundo el saludo inmortal: « ¡ Creo en Dios Padre, Señor Omnipotente, .. h ¡ Oh, sol, si Dios te ha dado un peregrino séquito de estrellas, y, piadoso, te ha alzado por dueño y por señor de todas ellas, tú también, Cruz divina, gallardamente alzada. sobre la inmensa cúpula sagrada que eleva el Vaticano, contemplas á tus pies, arrodillada, la grey inmensa del linaje humano! Eres enorme, ¡ oh, Cruzl, recia, grandiosa, como la luz, ardiente, como el mar, insondable, como el amor, amable, como la té. potente. Cuanto más, á tu lado, - 32- te contemplo admirado - milagro del Señor- más poderosa tu grave reciedumbre me parece. Quien de tí va sujeto, se ennoblece y el jugo y el sabor le halla á la vida, y encontrará su senda más florida cuanto más á tus pies se abrace y rece. Madero tosco y rudo, la maravílla del prodigio pudo hacerla Dios tan sólo: de la infamia y del baldón emblema, apenas consagrada, removiste toda la tierra y fuiste de lo noble y lo santo la diadema. Imperios derrocaste, y tesoros de amor de ti manando, una á una las almas enlazando el nuevo trono para tí formaste. Al cambiarse la historia, nuevos ritos nacieron, nuevas instituciones, nuevas leyes, y aclamándote el mundo soberana hoy te muestras ufana en la misma corona de lo reye . Más, con ser tan inmensa, todavía no has cumplido tu fin: el fin excelso que el Señor te confía. Cuando cierre la noche negra de la anarquía, y las almas sin luz, rumbo ni guía, vuelvan la espalda á Dios, tornen al lodo; cuando el desórden llegue y todo gire, todo desaparezca, cambie todo, tú sola altiva y fuerte, - 33- más grande que el dolor, más que la muerte, gallardamente alzada sobre la inmensa cúpula sagrada que eleva el Vaticano. otra vez indulgente, á poner volverás paz en la guerra, por rara maravilla. eternamente mostrando tu Verdad. y nuevamente la Redención se hará sobre la tierra. ELEGíA MíSTICA Un alarido de terror es toda la redondez enorme de la tierra; la guadaña fatal, su horrible poda, en la tremante saña de la guerra friamente ejecuta, con osamentas trágicas marcando y sangre palpitando su inexcrutable ruta. En manadas. los hombres, entre sÍ, fieramente, ciegos chocan y sin piedad invocan luminosos, divinos, santos nombres. ¡ Humanidad!... ¡ Humanidad!... ¿ qué haces? ¿ tras que nuevos disfraces, tu carátula astuta y solapada ocultará alarmada la iniquidad del cruento desatino? .. Fué ley inexorable del destino; la tormenta vibraba en el ambiente; era un vivero de odios cada fuerte y cada corazón, un torbellino. No fué aluvión que inopinado estalla flores, riqueza y dichas agostando: - 38- un siglo entero lleva la batalla de cerebro en cerebro rebotando. y cuando ya, sangrantes, las almas por la fiebre enloquecidas, volvieron delirantes los ojos á su centro, y escondidas lacras de podredumbre y de miseria alzaron su dolor, inevitable surgió el choque inaudito, formidable: ¡ la horrible convulsión de la material. .. ¡ Todo es desolación, ruina espantosa, y en la triste tragedia dolorosa toda noción espiritual se pierde; ¡ es carne sola que voraz se agita. vampiro colosal, boca maldita que sus mismas entrañas rasga y muerde! ¡ La grave pesadumbre de la pena ha caído de golpe sobre el mundo; de polo á polo, todo amarga y llena el lento jadear del moribundol ¡ Que alienta un alma en cada cuerpo olvida la Humanidad en su brutal querella. y que las alas extendiendo en ella la azul paloma del amor anida! Lágrimas de amargura se desprenden de los callados ojos de las cosas. que el espacio recorren temblorosas y como estrellas, al azul se prenden. Los sólidos sillares que fueron el sostén de los altares, sin ruido se desploman, y aumentando el loco desvarfo se disgregan, se rompen. los más altos ideales y. gnomos infernales, - 39- saltando al borde de la hoguera juegan. ,. ¡ Padre Cristo- Jesús!... iDios soberano!... ¡ Señor de las leyendas!. .. ¿ Donde fueron las santas, nobles prendas que generosa derramó tu mano? ¡ Rocío de purezas y humildades que en el pecho los odios aquietara, y que la fé cuajara en la mística paz de unas verdades, al nítido crisol de las piedades! .. , ¡ Flores de santidad, que dichas tantas arrojásteis al viento en vuestro aroma; ¿ donde os desvanecéis, que nadie os toma? ¿ Donde la gloria de tu arrullo cantas. envuelta en tu nidal, azul paloma? .. ¡ Señor! ¡ Salva á tu raza! ¡ Por piedad, calma y cura este furor insano, esta locura con que la Humanidad se despedaza!. .. ¡ Que se quiebra, se hunde y amenaza el mundo deshacerse en mil pedazos; porque es muy grande en la sangrienta lucha la pesadumbre del dolor, y es mucha la delgadez de sus dolientes brazos! ... ¡ Y tu nos salvarás, Señor! Un día, maravilla de amor el cielo todo, el puñado de lodo alma será otra vez y poesía. ¡ Cristo reencarnará! ... Ya los timbales de la esperanza. alegres lo pregonan, al tiempo que las viejas catedrales con orgullo y dolor se desmoronan. Que en la tremenda siega de la muerte, - 40- aunque todo perezca hundido y roto, este esperar ignoto siempre resurgirá, pujante y fuerte. iy será la planicie desolada del drama eterno nuevamente escena, y á los piés del Señor, arrodillada otra vez gemirá la Magdalena!... HERMANA PRIMAVERA Hay un asombro, un raro encantamiento en la brisa que ronda la enramada; como el presentimiento de una grata noticia inesperada que de tierras ignotas va á llegarnos. Desconocida voz suave, velada, parece despertarnos de un ensueño, cual si una blanca mano inmaculada, temiendo coronado ver su empeño, tocara cariñosa y tenuemente nuestros párpados quietos, endormidos. Su tfmido tañir da la campana, y humilde, mansamente, de lugar en lugar, de fuente en fuente va y viene alegremente nimbando de pureza á la mañana. Derrama el sol su dádiva de oro con tanta esplendidez por la campiña, por el mar, por el monte, y se pone tan limpio el horizonte y el alma tan romántica, tan niña!... ¡ Qué verso más gentil, en la fontana compone oculto hado - 44- rimando con el son de la campana en dulce pareado!... ¡ Todo el cielo es la paz de una sonrisa. el sueño de unas flores! y al pasar va diciéndonos la brisa tan deliciosas cosas de amantes y de amores, que el corazón se rompe, y sollozando se arrodilla. ofrendando á todo lo creado su tesoro. ¡ Corazón que sol1ozas!: tu lamento á los pies del Señor irá formando collar de blancas perlas de rocío; perlas que por su mano desgranadas volverán á tu pecho transformadas en virtud. fortaleza y alegría... ¡ Llora y canta, alma mía, que es de amor tu dolor!. .. ¿ No has escuchado el son de un cascabel que loco charla? Pues si á gozar te invita y en tus manos dejó la margarita, es preciso de nuevo deshojarla. Jugando con el sol, grácil, parlera, ha llegado la hermana Primavera. Su cabellera de crujientes rizos que cuajó sus hechizos con las hebras de plata del Invierno, en el crisol eterno, hirviente y bullidor del sol de Mayo, á los aires arroja casquivana, y sus pies diminutos. desbrozando las nieves del sendero. van sembrando de arroyos claros y argentinas fuentes la arisca desnudez; limpias corriente que en confuso y febril desbordamiento, por la agreste pradera la canción de la dicha van cantando, á lo campos llevando regueros de abundancia y de contento. ¡ Rubia, jovial y alegre Primavera: por cada carcajada que de tus labios brota, surge un verso, un amor, una quimera, una flor, una nota... ! El campo envuelto en luz. se despereza - 46- paladeando sibarita el gozo de contemplarse nuevamente mozo: rompe en flor y en belleza el sangriento capullo del granado; caen serenamente, copo á copo, las nieves del almendro - lluvia de besos en la pura frente de la mimosa hermana preferidacanta el sol, canta el mar, canta la vida la piadosa canción de la esperanza é inicia Baco su graciosa danza, graciosa y pervertida, por corona de pámpanos ceñida la dorada melena. La selva se estremece con el pagano soplo enajenada, y todo tiene voz, todo parece que surge nuevamente de la nada... De pronto hay un silencio. Primavera, recogiendo su rubia cabellera entre los pinos se reposa un poco; voz amarga comenta sus amores y se queda durmiendo entre las flores; el lindo cascabel, eterno loco, unánime al sentir de todo calla; tímidamente, entonces, suena el rumor doliente de unos bronces y el de un beso que estalla... Cuando llegue el Estío, rijoso y tuerte como un dios pagano todo fuerzas y brío, osará descubrir con ruda mano tu seno, hermana rubia... ¡ Empeño vano!. Yo sé que al golpe rudo de su brusca pisada. la maravilla ocultarás, airada, de tu cuerpo desnudo en el secreto azul de la enramada; que eres tan pudorosa y recatada y es tanta tu pureza, que al atisbo tan solo del deseo, herida y ofendida en tu belleza. callarás asustada el cálido gorjeo de tu argentina y fresca carcajada! Al tiempo que tú huyas, se marcharán contigo, de tu seno al abrigo, amor y juventud: las galas tuyas. ¿ Y qué importa, hermanita, que te lleves tus sueños, tus locuras} tus canciones - 48- y esa encendida fiebre de ilusiones que en luminosa danza por nosotros pasaron, i en el páramo seco de nuestras almas, otra vez brotaron las flores de piedad de la esperanza, y donde hubo una voz siempre hay un eco? .. ¡ Adiós, querida hermana hermosa y rubia! ¡ Tú, que todo lo alegras y hermoseas, por la mano de Dios, bendita seas, hermana, que has sabido desperezar mi corazón dormido!... RESURECCIÓN Simulacros galantes, ilusión del sentido que á despertarse empieza y en la revuelta oscuridad. va erguido en busca del sendero florecido donde rinde sus gracias la Belleza; estelas de la llama peregrina que en el seno de Dios vfvida esplende y que un rescoldo enciende de corazón en corazón. eso era lo que de amor mi pecho hasta el instante en que te vf supiera. En vano lamentaba mi tracaso; marchitas unas flores. otras nuevas, sus galas, sus colores. mostraban á mi paso, y á veces porque hastiadas mis manos no llegaron hasta ellas. las más, arrebatadas por otras más astutas ó más bellas, marchitándose fueron y al marchitarse. alguna vez hicieron que á mi labio asomara la ironia... - 52- y asf, sin ilusiones, unas veces de lado, otras de frente. tranquilo, gravemente, muy serio caminaba. caminaba... Pero has surgido tú: ¡ lo inesperado! ¡ lo trágico y fatal!... ¡ Cómo ha cambiado en un momento todo!... ¿ Esto es sueño, Dios mfo? .. Mi alma se ha llenado de colores, de belleza, de luz, de poesfa, y tiene como el sol mi fantasfa mágicos resplandores. Ya me doy la razón de porqué vivo; ya me encontré, y altivo quiero imprimir mi huella sobre el polvo gastado del sendero... ¡ No! ¡ No es este el capricho de un instante! Es que me siento revivir gigante de espfritu y de fé: es que te quiero con todas las locuras: con el dulce arrebato que hasta el cielo transporta y con el insensato impulso de la carne que encenaga... Del precipicio desperté en el borde: si rodar es mi suerte, ¿ qué importa, si he querido? ¡ si al tenerte en los brazos he tenido algo más que la vida y que la muerte!... EL MISTERIO DE TUS OJOS Mirando tu mirada, se comprende todo lo ambiguo de la vida actual: esa luz insondable en que se enciende ¿ es ropaje del bien ó flor del mal? Escrutando en el fondo. se sorprende como un alto deseo espiritual, burlona rfe á veces y otras prende en viva llama lúbrica. infernal. Amantes, desdeñosas ó tranquilas me estremecen, me acucian tus miradas: ¿ Eres Marta? .. ¿ Marfa? .• ¿ Salomé?... IMisteriosa atracción de tus pupilas!. .. ¡ Piedras trágicas, verdes, irrisadas como aquellas malditas de Astarté! EL MADRIGAL DE TUS MANOS Tus manos son dos rosas: delicadas blancas rosas de amor. que abiertas fueran por dos rayos de luna que estuvieran de su ingenuo candor enamoradas. Si el fuego en que se animan tus miradas por peregrino modo recogieran. dos luces, las dos flores se volvieran, al culto de la Virgen consagradas. Pulcras manos de niña principal: vuestra excelsa blancura no desdora el roce de la aguja y el dedal. 81 sello del trabajo nunca humilhr. ¡ También las tuvo as: Nuestra Señora Doña Isabel Primera de Castilla!. .. FLOR DE ROMERO Eres menuda y mimosa como la flor de romero; menudita y olorosa; tan frágil, fina y donosa como la pluma graciosa con que adornas tu sombrero. iYo te quiero mimosa flor de romerol. .. Es tan pequeño tu pié que apenas si se le vé de entre las faldas surgir; dime, divina bebé. ¿ es una rosa de té que se acaba de entreabrir? IYo te quiero mimosa flor de romeroL .. Tus manos tienen la gracfa, la pueril aristocracia de un florido madrigal; - 64- de un beso, lo ingrave y leve, la blancura de la nieve, de la fé, lo espiritual. iYo te quiero mimosa flor de romeral. .. Yo te quiero; pero no por la hermosura de tus ojos y tus manos. ni por tu gentil figura, ni por tu voz blanda y pura como los salmos cristianos; te quiero porque eres buena; porque ere afable y llana; porque ere casta y serena como el amor de una hermana. 1Yate quiero mimosa flor de romerol. .. MOMENTO DE ARROGANCIA . ff Ramón ( Sif Rofóán. ¡ Qué triste cosa es navegar á ciegas perdido entre el rumor del oleaje, y contemplar escuálido y desierto todo el ancho camino por delante! ... IOh, terrible dolor, de ver cerrados las puertas y cristales de las posadas que otro tiempo dieron alivio al caminante!. .. Vosotros, los cansados, váis sin rumbo, la mirada lunática y cobarde, el paso temeroso y el gesto suplicante; llena de sed y de tortura el alma, llena de fiebre y ambición la carne... y al final de la senda sin que os espere nadie... ¡ Oh, dolor de mirar la caravana rendida y vacilante!.., Yo traigo fé y amores, y la risa en mi labio desgránase - 68- ingenua como el agua y como el llanto del niño cuando nace. Traigo ilusiones vivas, palpitando. románticos afanes y luz de sol en mi pupila inquieta; con mi cristal azul miro el paisaje; sé creer. sé esperar y traigo virgen mi espíritu y mi carne. ¡ y al final de la senda á mi me espera alguien!. .. Vosotros. los gastados. libre el paso dejadme. toda la anchura del camino quiero: ¡ idos á un lado, gente miserablel ¡ Bstúpidos rebaños. cuerpos vivos sin sangre, pan de la muerte, luces apagadas. os desprecio altanero: Abridme calle!. .. CANCIÓN DE LOS SUSPIROS A MANOLO REAL. ¡ Qué dulces son, qué graves, las clásicas fol~ as!... llanto para la muerte, gozo para la cuna; canción de los suspiros castellana y moruna. alma de mi Nivaria, flor de melancolias. Nacieron para orgullo de la guitarra, y guias sombrosas son que llevan en su rasgueo, á una de las fastuosas cortes donde la media luna rué dueña y soberana en los pasados dias. ¡ Folfas de mi tierra, con que mi padre amara y en donde tantas veces mi amor se reflejara!... ¡ Canción de los suspiros de son doliente y blando, suave como la guzla; noble como Castilla: eres de todo un pueblo la voz y la semilla, y a través de tus notas, Tinguaro sigue hablando! ... ALTA PLÁTICA 1 ¡ Amor de Caridad!... ¡ Rayo divino, que buscaste reposo y aposento en las almas vencidas, dando aliento, consolación y gozo al peregrino! ¡ Arroyo de aguas puras. cristalino, donde su sed de amor calma el sediento, tibia sombra que al márgen, un momento. en Ii! aridez te ofreces del camino! ¡ Amor de Caridad!... iFlor de pureza, que en tu aroma eres paz y fortaleza para las pobres vidas defraudadas: vuelve á ocupar en mi alma el nIdo blando, el áspid de mis dudas arrancando con tus manos piadosas, delicadas. - 76- TI Mi pecho es una llama de amor viva, llama tan poderosa, recia y fuerte. Que cuanto más pretendo darle muerte con pujanza mayor su fuego aviva. es inútil, Señor, Que el alma, esquiva 4 tu amante reclamo ose ponerte. Que si el cerebro logra repelerte, más y más ella pide ser cautiva. y unas veces creyendo, otras dudando. en esta horrible lucha va Quedando mi pobre corazón hecho pedazos... ¡ Despréciame, Sefior, si me hallas tibio, ó concédeme al fin piadoso alivio en el santo refugio de tus brazos! - 77- ID ¡ Quiero morir por TfI ¡ Quiero abrasarme en el ascua imperiosa de la fél... ¡ Ampárame, Señor!. .. ¡ Vuelve á I1evarme por la senda que incauto abandoné! ¡ Señor!... ¡ Señor!... ¡ Ayuda á libertarme de los odiosos brazos de Astarté!. .. ¡ Creer anhelo, y otra vez tornarme en aquel niño ingenuo que se rué! ... ¡ Otra vez quiero haIlarme el alma pura y jamás satisfecha de quererte!. .. ¡ Vuelva mis alas á quemar tu luz!... ¡ Quiero volverme loco, y mi locura encadenar con lazo amante y fuerte á la santa locura de la Cruz... - 7 - IV ¿ Donde está la verdad?, me preguntaba, y fuf á la ciencia á esclarecer mi duda... ¿ donde está la verdad?, también, sañuda, á mi afán como un eco contestaba. Al divino sendero retornaba, más, con el alma rencorosa y muda, y tampoco la fé, severa y ruda, á mi triste orfandad consuelo daba. Volvf los ojos al amor humano, r al secarse la flor, hallé en mi mano un poco de ceniza y más de lodo. Ardf en la caridad, y hallé templanza; dfme entero á la té, y hallé esperanza; ¡ busqué en mi corazón, y lo hallé todo!". - 79- "\ Dudando de tu amor, vencido, inerte, en ansias de tu amor me derretia, y más arjientemente te queria cuanto más anhelaba no quererte. A tus plantas, Señor, vuelvo á traerte limpia y casta otra vez el alma mia: ¡ amor que con la duda no porfia no es amor duradero, ni amor fuerte! ¡ o es tu amado el creyente que no yerra!... ¡ Va negué tu grandeza, Padre mio, y al negar te afirmaba con más brío. que cuanto más la duda á mi se aferra, más siento que mi fé se va ensanchando y con más alto amor te estoy amando! CURA DE ALMAS 6 1\ D. Pedro Ruiz de I\ rteaga. Abrf la puerta y penetré en el templo. La nave, solitaria, estremecióse y despertó al profano rumor de mi pisada. El alma del silencio} sorprendida, alborotó las alas en mi pecho poniendo más angustia, más pavor en mi alma. Mfstica y recogida luz de ensueño los altos ventanales tamizaban, pintando sobre el mármol, como sombras de unas figuras graves y alargadas. A lo lejos sonaron melancólicamente las campanas, invadiendo sus ecos el recinto como bandada de palomas blancas, que perplejas de asombro ante el misterio palpitando en el aire se quedaran. En la serena soledad, de pronto, centelleó la lámpara - 84- que á los pálidos pies del Cristo ardla, y fué como una voz que me llamara, una voz cariñosa de humildad y emoción. como de hermana. Acerquéme al altar. y de rodillas pu e el cuerpo y el alma. alzé mi corazón hasta los labios y de ellos. mansamente, cual las lágrimas de mis ojos, fluyeron mis pasiones, mis angustias. mis ansias; y le pedl perdón para mis culpas; y le pedl piedad para las almas que la hermosura de su luz no entienden porque nunca se irguieron á mirarla. Cesó la pena de abatir mi pecho. y al finar la plegaria, como una dulce mano cariciosa sentf que aprisionaba mi ardiente corazón, todo abrasado en amorosas llamas. Volvl á la calle consolado. bueno; y supe compartir mi humilde capa, como aquel San Martfn de la leyenda. con un pobre enfermito que pasaba; y por primera vez supe de un gozo en lo hondo. más hondo de mi alma. MEDALLA DE OTROS TIEMPOS ft D. ftNDRÉ. s DE ftRRO~ O. ¡ Oh. la vieja ciudad de La Laguna grave y austera como una plegaria! ... Mfstica. recogida. solitaria; sombrosa y triste como luz de luna... Tus calles. tus conventos, son como una evocación piadosa y legendaria. y eres como la fibra de ivaria. como el nervio ó raiz. como la cuna. Medalla de otros tiempos. tus grabados pule y conserva como un gran tesoro: no dejes penetrar en tus estados, aunque sostengas desigual batalla, la nueva alquimia que al probar si es oro deshace ó desfigura la medalla. LA HORA MfsTICA ~ ~. J0Jé TaeareJ Barflet. Todo tiene una dulce serenidad de encanto, el aire, el mar, la selva... Es la hora divina en que el sol, recogiendo su majestuoso manto, se retira solemne... En que á rezar se inclina el alma del cristiano, y á pensar el ateo, en la que se derrama por sobre el corazón una suave, serena, sutil melancoIfa; en que se sube al alma como un vago deseo de llorar, de ser bueno y de pedir perdón... Un tímido tañido suena en la lejanía, es el Angelus... ¡ Llora!... ¡ Llora y reza, alma meal Todo tiene una dulce serenidad de encanto, una paz, un silencio como de camposanto; la selva solitaria que \ lora, que se queja, - 92- las estáticas nubes, el astro que se aleja, la esquila del rebaño que se recoge al puerto, el mar, que es un espejo, una muerta laguna, las montañas azules y el trémulo é incierto resplandor vagoroso del nacer de la luna... El aire se adormece sobre el pinar y canta ... Un dulcfsimo ahogo se sube á la garganta... El pálido lucero de la tarde se enciende... El campo se ha dormido. La lucha se suspende. Otra véz la campana suena en la lejanía... Es la hora: recemos: ¡ Dios te salve, María!. .. EVOCACiÓN 51 51liRR8D0 D8 ~ 0RR8b. Solitaria y escueta, toda nervio y reciura, como un sayal enorme tendido bajo el sol, se retuesta y extiende la sagrada llanura, la sagrada llanura parda. jugosa. dura, raiz, madre y cimiento del solar español. Hay un grave silencio: es un templo esta tierra en que todo parece que se dispone á orar, y al mirar la azul línea que el horizonte cierra, la fé con más ahinco al corazón se aferra y obliga al pensamiento á subir, á esperar. y por el espinoso camino se adelanta, de los ojos rielando lenta y pálida luz y en la frente los oros de una diadema santa, un pobre frailecico que en los brazos levanta el dulce y grave peso secular de la cruz. - 96- Dejos de letanfa van cayendo piadosos de sus labios, regueros de un encendido amor, que al rodar por los aires, sus ecos cariciosos van buscando el refugio de los pechos ansiosos de abrasarse en la fiebre del afán de dolor. « ¡ Oh, cauterio suave!... IOh, llama de amor viva, qué tiernamente hieres!... ¡ Oh, ignorado placer!... ¡ Oh, regalada llaga; pues ya no eres esquiva acaba ya si quieres, que más y más se aviva cuanto más se consume en este eterno arder! ... » c¡ Oh, lámparas de fuego en cuyos resplandores las profundas cavernas del sentido, calor y nueva luz hallal'on!... ¡ Oh, exquisitos primores!. .. ¡ Oh, toque delicado!. .. ¡ Oh, dulces sinsabores!... ¡ Cuan delicadamente me enamoras, Amor!... » Las espinas en rosas convierte el carmelita al conjuro del casto salterio de piedad, y parece más ancha la llanura infinita, y la Ifmpida bóveda mayor y más bendita, y más puras las almas, más llenas de humildad. - Cfl- La delicada carne de sus piés despedaza el eco y duro suelo, y en sus labios la té, poderosa y ardiente como la cruz que abraza. palpita como el alma vibronte de la raza, ¡ de esta raza cansada que olvida lo que fué! El óvalo acabado de su rostro de asceta dice las vivas ansias, el profundo latir de su loco y divino corazón de poeta, que á la tierra un delgado hilo de luz sujeta y muere por el hondo dolor de no morir. ¡ Rosa blanca de ensueño! ¡ Fuente serena y clara! ¡ Faro de una apacible y aromática luz! ¡ Milagroso destello de la piedra preclara que la mano piado ' a de Cristo consagrara! ¡ Alma fuerte é insaciable de San Juan de la Cruz! El poeta no sabe más que besar tus huellas y recoger henchido de místico fervor. las palabras dulcísimas, clamorosas y bellas que en el alma florecen como un nimbo de estrellas, IY llorar abrasado por la llama de amor!. .. AL SAGRADO CORAZÓN ¡ Corazón de Jesús! ¡ Pan del cristiano! ¡ Destello soberano del divino y excelso luminar!, mi pobre corazón, deshecho y roto, traigo como un exvoto que poner á la orilla de tu altar. ¡ Señor, no lo rechaces! ... Mis pecados fueron los escarpados senderos de agonia en que te hallé: sustancia de mi fé son mis traiciones, iSeñor, no me abandones! ¡ pon tus ojos, no más, sobre mi fé!... o acertaba á escuchar tu voz sumisa prendido en la sonrisa de unos labios, de un verso, de una flor; fué preciso que el velo se rompiera y que tras él surgiera la muda y grave estampa del dolor. - 102- ¡ Acógeme, Señor!. .. Abre frondosa la blanca flor piadosa del amor, la belleza y la verdad, que está en mi alma solitaria y yerta por el reptil cubierta de la grosera y ruin sensualidad. De la gracia, el maná, como rocio descienda al pecho mio: ¡ Ampárame, Sagrado Corazón! ¡ No me dejes vagando entre estas ruinas! ¡ Coróname de espinas; pero dáme, Señor, tu bendición! Yo quiero ser humilde; casto quiero ser como del romero el campesino aroma virginal; que fluya de mi pecho la honda pena mansa, pura y serena como el agua del limpio manantial. ¡ Dulcfsimo Jesús! ¡ Rey de los Reyes! el foco de tus leyes irradie sobre mí paz y virtud; yo quiero ser un njño para amarte; yo quiero consagrarte mi fé, mi corazón. mi juventud. - 103 - ¡ Amor de los amoresl ¡ Jesús miol, dáme pujanza y brio para la eterna lucha con el mal; colgar mi pobre nido yo quisiera en el borde siquiera de tu regazo tibio y maternal. Mi rebelde razón, desesperada mariposa dorada. quiere abrasar sus alas en tu luz, y rechazando dudas y temores, con cadena de amores sujetarse á los brazos de la cruz. ¡ Acógeme, Señor!. .. Tiende tu mano á este despojo humano que tanto llora por amor de amar; de mi sér la ruindad de cuajo arranca, y en él coloca la paloma blanca de un callado y dulcísimo esperar. DE LA VIEJA CEPA 1\ 1 P. Herráiz Malo: firme y recio baluarte de la fé y de la tradición, 1 Mi altar- después de Dios- sube y venera la estampa del Marqués de SantilJana, y con eterno amor, la castellana llanura de quien él símbolo fuera. Llevar entre mis labios yo quisiera la flor de su sonrisa cortesana, y al brazo. su recia hoja toledana que á la caza de herejes anduviera. Con mi té de granito. bravo acero. romper en mil pedazos la escayola del ídolo que á Cristo da heredero; y envuelto con mi capa á la española. ser otro nuevo Ignacio de Loyola duro, impasible, pertinaz y fiero. - 108 II Yo quisiera llevar sobre la frente, el airoso penacho que llevara aquel mágico Duque que sonara sus espuelas por todo el continente. Que mi rostro cobrizo, en lucha ardiente, horrible cicatriz le atravesara que mi fama y mi nombre acrecentara de audaz, de novelero y de valiente. Del Cid ó de Álvar Fáñez, la bravura en mi pecho guardar y aquella pura fé sublimada que cantó Tere a: Ser héroe ó ser santo, que Castilla no quiere dar al mundo otra semilla; iY debe hacerlo, que su leyes esa! REBELDE ¡ Castilla, despierta! ... ¡ Tu gesto altanero recobra! ... ¡ Recobra tu altivo pendón! ¡ Empuña la espada!, ¡ qué vibre el acero! ¡ Sacuda su crespa melena el león! ¡ Tu fuiste indomable!: ¡ rebelde te quiero! ¡ Rebelde á quien mancha tu limpio blasón! Resuene en los aires indómito, fiero, un grito tremante de fé: I¡ Rebeliónl! ¡ Don Álvaro, surge!... ¡ Los Condes!... ¡ La Brava!. .. ¡ Tu patria, Gonzalo, tu patria está esclava!. .. ¡ Es fuerza que estalle tu furia en la lid!... Yo miro en la sombra que avanzan calladas rujíendo iracundas, las nobles mesnadas que al frente llevaron el casco del Cidl LA CRUZ DE GRACIA 8 A ENRIQUE CARRASCO. Entre pinos y encinas, brezos y hayas, entre flores y cardos, maleza y zarzas; cual de la fé la enseña los brazos alza, en un claro del monte, la Cruz de Gracia. Niños, mozos y mozas, viejos y viejas, vecinos del poblado que el monte cerca, una ciega confianza le tienen puesta y sus muchos milagros, ingenuos, cuentan. 116 - Al gañán que le pide lluvia abundante. anegando los campos la Cruz complace. Si por el hijo enfermo pide una madre. hace la Cruz bendita que pronto sane. Si el querer de un ingrato. linda mozuela le pide desolada - que es cosa vieja el desdén en amores -- la Cruz consuélala. haciendo que el amante torne á quererla. Si el pastor descuidado pierde la cabras. á la Cruz invocando pronto las halla. A todos satisface. todo lo allana la de los bosques reina. la Cruz de Gracia. Una trágica noche del crudo invierno desató la tormenta su furor ciego; - 117 devastaron los campos lluvias y hielos. y amenaza fué el ronco clamor del trueno. Un rugido fué el cielo hosco y airado, y las cárdenas nubes su faz rasgando, escupieron terrible fúlgido rayo que a la Cruz milagrosa rompió los brazos. Por entre las encinas. brezos y hayas, más veloces rodaron que si volaran; de un barranco en el fondoJ tristes, de cansan. ¡ Ya murió para siempre la Cruz de Gracia! Ya no invocan su nombre los toscos fieles, sus promesas y exvotos ya no le ofrecen, y a rogar fervorosos ¡ ay! ya no vienen - 11 - que el poder milagroso murió por siempre. Los gañanes su ayuda ya no le imploran, y a rezarle no acuden mozos ni mozas; ¿ donde fué el poderlo. la fuerza ignota, de aquella Cruz de Gracia maravillosa? En la paz de los campos mudos y yertos. que el temporal dejara tristes y escuetos, altivos todavfa se alzan [ os restos, que amenazar parecen iras del cielo. MI SE¡\ JOR, DON QUIJOTE 1 ¡ Oh, mi señor y dueño, Don Quijote! ... orgullo y paladín de la proeza, flor y nata de toda gentileza, del desafuero y la ruindad azote. La Mancha os vió nacer y os dió su mote, porque fuera mayor vuestra nobleza; yen vos, blanco rosal de la pureza, toda humana virtud halIó su brote. Bien entiendo que soy un pobre diablo y que no comprendéis como se atreve mi palabra ante vos á ser sonora, mas, ved que es de rodillas como os hablo, y que también, cual vos, beso la nieve de los graciosos pies de Altisidora. - 122- II Don Miguel de Cervantes, el divino, os puso á cabalgar en Clavileño, cuando de vos trazara aquel diseño que abrió á las almas tan sutil camino. No fué ironfa del ingenio fino que en motejaros tuvo ruin empeño, fué humanismo, más bien, franco y risueño con que haceros más noble y peregrino. Para el gran Don Miguel fuisteis como una de e as meditaciones de la luna sobre el terso semblante del remanso; él fué como la paz del agua clara donde vuestra esquivez se reflejara, y os hizo Alonso el compasivo, el manso. - 123- ID ¡ Mi Señor Don Quijote!. .. ¡ Quién tuviera bajo las alas el fogoso aliento que á las vuestras alzó del pavimento en que la grey trasuda y vocifera! Aunque de nuevo Juan Haldudo riera, la pena torturante del lamento, para mi recia espada, llamamiento en donde quiera que sonora fuera. ¡ No me mentéis á Sancho/... ¡ Nada quiero con ese vuestro pánfilo escudero, ni me importa la humana griteria!. .. De III Señorll que adoráis soy pllje; y sé que está prendido en el encaje que es gala de su pecho, el alma mía. LA CANCiÓN DEL AGUA C2l Jolé 6ernánde~ C2lml1dor. Clara como el rumbo de un buen pensamiento, limpia como el sueño de una niña casta, ingenua, gozosa, un poco azulada, por la acequia corre trenzando armonfas bulliciosa el agua. Pára, caminante, un momento pára; mira como corre, como corre el agua... ¡ Oh, el ritmo apagado de los madrigales mimosos que cantal... ¡ Oh, la soledosa cadencia de amores que en rimas engarza, cómo va avanzando. allá dentro. allá dentro, hasta reposarse en el fondo del alma!. .. - 128- Para, caminante, un momento pára; mira como corre, como corre el agua... Los álamos viejos, gravemente inclinan su frente nevada, y el blanco semblante, terso y reposado, la linfa retrata. Un rayo de luna silenciosamente se tiende en el agua, y en la lejanfa, turbando el misterio turbando la calma, una voz que dice de amores nostálgicos cadenciosamente sus ansias derrama, y sus ecos dejan má quieta la noche, más noble la calma•.. para, caminante, un momento pára, y en este remanso de piedad, descansa... Quisiera dormirme tendido a la sombra de los viejos álamos que la orilla guardan, y lIvaro, gozoso, beber Jos ensueños que en rimas engarza, corriendo amorosa por la acequia el agua... - 129- ¡ Agua dulce y buena!... ¡ Agua buena y clara!... como tu, radiante, te traigo mi alma: ¡ quiere ser tu esposa!. .. ¡ quiere ser tu hermana!. .. ¡ Oh, el ritmo apagado de los madrigales mimosos que cantas!. .. ¡ Pára, caminante, un momento pára; y en este remanso piadoso y risueño unamos las almas, descansando juntos á la fresca sombra de los viejos álamos que la orilla guardan... ¡ Oh, la soledosa cadencia de ensueños que en rimas engarzas, agua limpia y buena, agua buena y clara!. .. Pára caminante, un momento pára, y en este remanso de piedad, descansa... \ 1 HUMILDAD fi Rfilffi8: nfi fiBfiDífi. Como un sueño de amor, tan delicada, tan sensual y divina sóis, señora; como un bello pecado tentadora; como una rosa, pulcra y perfumada. Tenéis la juventud, la gracia alada de un poema pagano; y triunfadora de todo mal y bien, vivfs sonora en el gozo de vuestra carcajada. Yo os quisiera alabar, señora mfa, pero es sólo un rumor mi poesia: ¡ no es voz siquiera, cuanto más pincel!... No soy más que un buen chico provinciano que en vuestros ojos preso, quiere ufano echarse a vuestros piés como un lebrel. Marzo 41915. NOCTURNO En el luminoso tapiz de los cielos la mística lámpara de la luna pende; y su tibia y suave polvareda blanca á la mar en castos cendales envuelve. El cristal radioso del agua semeja un Ifmpido espejo perlado de nieve, y son las estelas. caminos de plata que abiertos al alma viajera se ofrecen. El grave silencio del campo dormido y la paz divina de la noche. tienen un dulce y extraño terror de misterio que como un aroma en el pecho vierten. - 138- Todo está en reposo, callado, y medita, y en medio del alto silencio, se siente el acompasado latir del gigante: del mundo que duerme. Inquietante angustia se adueña del pecho que todo encendido de amor se estremece, y el santo consuelo de unas tibias lágrimas, á los ojos sube silenciosamente. ¡ Mágica armonia del cielo estrellado! tu grave y augusta majestad, ¿ qué tiene en las apacibles noches estivales que el ánima pones vibrante y solemne? .. Al rozar mi labio,. Ia brisa, ¿ qué dice? ... atento el oido, ¿ qué escucha? .. ¿ qué advierte? ¿ también tienen alma las cosas y sueñan? .. ¿ también el silencio corazón posee? .. Los muertos nos hablan, tal vez, y el sentido torpe y extraviado la lengua no entiende?... ¿ Es Dios, que á la tierra, piadoso, magnánimo, á unirse á los hombres en un beso viene? .. - 139 -- Sirius ha prendido su pálida llama; su luz resplandece como una esperanza, como un vago ensueño, como algo inefable después de la muerte. El alto silencio más grave reposa, y apagadamente un rumor de alas sobre el alma cruza... alma del misterio: ¿ qué buscas? .. ¿ qué quieres?.. ~ !~ .~ ::> ~ ~ ~ ::> ~ f ~ ~ ~ gI Si j !.. OFRENDA Para esas pobres vidas candorosas, para esas pobres vidas apagadas, obscuras y modestas, que en silencio trabajan y en silencio suspiran y en el silencio aman; para esas pobres vidas que en lo hondo del corazón levantan un altar á lo bueno y á todo lo romántico peana; para esas pobres vidas silenciosas, humildes, recatadas; para esas pobres vidas que en el pecho la perfección cristiana les escribió un poema de unción y tolerancia; ¡ para esas pobres vidas admirables sean hoy mis alabanzasl... ¡ Oh, pobres princesitas sin castillol ¡ pobres almas de Dios! ... ¡ Oh, pobres almas que luchan aspirando el perfume de amor de la esperanzal ... - 144- ¡ Ovejas del Señor, que en el ovillo de la vida devanan suave, discretamente. lo mismo las sonrisas que las lágrimas!... ¡ Soñadoras y alegres cabecitas románticas, que el peso de la cruz sobre sus hombros piadosamente aguantan; y cuando, alguna vez, po a la dicha en sus mejillas pálidas un ósculo de amor, de igual manera sonriendo se callan!... ¡ Hormigas incansables que en la mística paz de vuestras casas levantáis edificios de tesón}' constancia, con la aguja en la mano y al pie de vuestras máquinas!. .. ¡ Almas dulces, serenas, adorables, castas y delicadas; yo os respeto; yo os amo; yo os admiro; porque asi son mi madre y mis hermanas, humildes, recogidas, laboriosas y honradas!. .. Ellas ignoran todo de la vida, de la vida exterior, la de las plazas. corrillos y paseos; ellas no saben nada de las almas que al pecado se entregan, por codicia, por perversión y ansia de mundanos placeres, de vida regalada. - 145- Ellas nada conocen de la moda, de plumas y de galas; nada saben tampoco de la envidia, de la lucha enconada por escalar un puesto, por ilusiones vanas; ellas nada conocen del mi terio de esas locas fortunas ignoradas que en un momento elevan para caer mañana. 1\ su estrecho recinto colocan una vaIJa, que del mundo y su feria de ambiciones amante, las separa. Son mfsticas ovejas, pobres almas de Dios, flores sagradas, que vierten su perfume en el regazo de la piedad cristiana, ... y ofreciendo su amor, se sacrifican con la frente á los cielos elevada al padre 6 al esposo 6 al hermano; y en la dura tarea cotidiana le ayudan animosas, le arruIJan, fortalecen y agasajan; iY asf van bendecidos á la faena diaria!. .. Ellas son como sombras, al márgen de la vida colocadas, donde el atormentado y triste espfritu se adormece y descansa. Son las manos piadosas que la herida restañi'lO; y esas cosas menudas, inombrables que la existencia amargan 10 - 146- con un gesto sencillo desmenuzan y aclaran... ¡ Almas recias, valientes, en apariencia lánguidas, yo os respeto, yo os amo, yo os admiro; porque así son mi madre y mis hermanas: ¡ Tomad mi corazón que se os ofrece rendido á vuestras plantasl. .. FLOR PIADOSA Tienes los ojos vagos, profundos; recatada - tus párpados son dueñas que celan tu pudorá la vida, tras ellos, tu alma está asomada como un capullo, apenas, que quiere hacerse flor. De todos tus encantos nada me hechiza. nada enciende en mí la llama crujiente del amor como tus ojos vagos; tu mística mirada: ¡ tus ojos son dos cirios que alumbran al Señor! Yo te adoro. divina evocación piadosa de tiempos medioevales, de imagen de retablo; como la ojiva subes hasta Dios, silenciosa... Mi espíritu se envuelve en la paz de la unción contemplándote. amándote; y mi voz, cuando te hablo se desliza implorante, en salmo, en oración. A BECQUER En las rosas marchitas, deshojadas, en la sonrisa que los tristes tienen y en lo gratos recuerdos de las cosas que se marcharon y otra vez no vuelven; en el misterio de las aguas quietas yen el lucero que en la tarde prende su apagado fulgor; y en la divina penumbra en que se envuelve la tierra, oledosa, cuando el sol desparece, hay la mi ma tristeza derramada que la tristeza que tus ver os tienen: una tristeza dulce, resignada, que el ánimo estremece. La musa de tus rimas tuvo los ojos verdes, y supo de inquietudes y amarguras, y supo del dolor y de la muerte, y supo conservar una sonrisa delicada y sutil, piadosa siempre, ante el grave misterio de las cosas que en su red nos sorprende. - 154- Cabecitas románticas, eternas forjadoras de alegres ensoñaciones y quimeras dulces; almas viajeras que subes la breve y empinada pendiente de la vida siempre soñando y esperando siempre; pájaros que tenéis las alas rotas y que alzarse del suelo aún pretenden; los que lloran serenos. resignados, Jos que la luz mantienen de una esperanza viva, en el fondo del pecho y de ella alienten; los que se suben sobre el alma y cantan; los que su corazón abierto lleven. y como nido blando al dulce fuego del amor lo ofrecen; á vosotras, las cándidas almas vulgares, silenciosas, débiles, á vosotros los buenos. los ingenuos, os pido humildemente, una lágrima. un sueño, una esperanza, para forjar un verso y ofrecerle en homenaje á la doliente musa: la de los ojos verdes. ¡ ARRIBA, CORAZÓN!... / ¡ Arriba, corazón! .. , ¿ Estás cansado? ¿ tu belicoso ánimo flaquea? .. ¡ Pareces empeñarte en que te crea un viejo setentón desengañado! No quiero verte triste. resignado. y es preciso que vibre en la pelea tu febril entusiasmo por la Idea: ¡ hay que ser fuerte, corazón, y osado!.. Te ha mandado tu fé, Dios y tu espada una bandera sostener izada. cont~ a todo orgullosa y arrogante; ¿ Son tus penas de amor? ¿ son desengaños? ¿ Y tus dulces. floridos veinte años? .. ¡ Arriba. corazón!... ¡ Siempre adelante! ROMÁNTICO DOLOR... Romántico dolor abrió en mi pecho una sangrienta llaga. No sé que mfstica, inefable y vaga angustia meláncolica me oprime y mis ojos de lágrimas rebosa... ¿ Porqué mi corazón suspira y gime?... ¿ Es nostalgia de amores tal vez, esta amargura? .. ¡ De lejanos amores que se fueron sin gustar su sabor dulce ó amargo y que mi senda atormentada y dura más tétrica volvieron!. .. Es ansia de infinito, desperezo del alma que se empeña en encontrarse alas que piadosas le eleven á atmósfera más pura y más risueña. Es algo obscuro. misterioso y suave que á placer y á dolor á un tiempo sabe. Afán desconocido que el corazón dormido vivifica y despierta... ¿ Ha puesto Dios sobre mi frente un beso?... Amor de los Amores. ¿ has llamado á mi puerta?... 11 ÁBRETE, CORAZÓN... ¡ Ábrete, corazón, como una blanca rosa primaveral y colócate humilde y reverente á los piés del altarl Ascienda clamorosa tu plegaria toda fé. toda luz, y como aguda y rápida saeta, atraviese el azul. No escuches á lo externo, y en la orilla de tu abismo interior, allá en el fondo de tu sér, acierta á encontrar sólo á Dios. ¡ Ciego que buscas entre espinas rosas tanteando al azar de nuevos horizontes siempre ansioso, de eterno más allá, - 166- Descansa al fin de tu contienda loca; reposa, corazón! ¿ No escuchas?... Es un eco; más. el eco de alguna voz es voz... LA ESFINGE Sobre la losa sepulcral que guarda los pobres restos de mi amor primero, se ha sentado la esfinge. Silencioso contemplo los dormidos cristales de sus ojos. En vano que pretenda escrutar el abismo, en vano quiero abrir su corazón, llegar al fondo desgarrando su pecho. ¡ Siempre mudos sus ojos, siempre inmóviles!. .. ¡ Siempre el enigma: el cruel enigma eterno!. .. ¿ QUé reserva al futuro mi destino? ¿ Será mi amor primero único amor gustado? ¿ Será irrompible sello que tenazmente cerrarále el paso á los amores nuevos? .. ¿ o encontraré esperanza?... ¿ Tal vez mi desengaño será eterno? .. ¿ Nunca el pájaro azul de la alegría á cantar volverá dentro mi pecho?... ¡ Oh, estos ojos inmóviles, siempre insondables, misteriosos, yertos!. ,. NOSTALGIA Entre las ruinas de mi amor brotaron unas blancas, humildes margaritas, unas pálidas flores lunáticas y frias ... ¿ Donde fué mi clavel, aquel sangriento clavel que enrojecia todo mi pecho, retostado al fuego de la pasión divina? .. ¿ Donde has ido, mi dulce amor romántico por aquella donosa princesita de ojos claros, serenos, de suave y enigmática sonrisa, de manos diminutas como nardos, de acompasadas é impecables Ifneas?... ¡ Pobre amor!... ¡ pobre amor!.., ¡ qué breve fuiste! ... Relámpago de dicha que iluminó un instante el oscuro sendero de mi vida! ... Entre las ruinas de mi amor brotaron unas pobres. humildes margaritas, que, sedientas de amor, miran al cielo silenciosas y tímidas!... ¿ TE ACUERDAS?... Fué en una noche de quietudes llena, como el nombre de Dios. solemne y grave; como un limpio anhelar, casta y serena; como un beso de amor, mimosa y suave. Lágrimas de piedad. como cuajadas sobre la azul serenidad del cielo, las pálidas estrellas parecian; como al través de delicado velo sus luces, mansamente, desleian. El mar era una balsa de aguas puras, tímidas misteriosas... unas dulces palabras cariciosas. ungidas de románticas ternuras, decía el blando son del oleaje. Surgiendo del ' ollaje de los jardines en amor dormidos las rosas blancas su candor ponían; sus místicos aromas. recogían sorbo á sorbo, avarientos. los sentidos. y lleno del misterio de la hora. en inquietud gratísima deshecho, Primavera. la amable encubridora, con su mllno de platll lIbrió mi pecho. ¡ Oh, noche inolvidablel ... 1:! - 17 - Cuando mi labio dijo el inefable y tfmido de quiero), de la manera casta y delicada que sólo suena en el amor primero, me quedé más confuso y encendido, y tú ¡ más encarnada!... ¡ Oh, recuerdo querido de aquella edad de oral. .. ¡ Oh, los tiempos pasados en que para decirnos « yo te adoro~ tuvimos que ponernos colorados!... TRAS EL CRISTAL... Tras el cristal de tus ojos que nada enturbia ni empaña, se transparenta inefable la ingenuidad de tu alma. ¿ Qué te importa que no seas un prodigio de elegancia, ni tu belleza un asombro ni una perfección tu cara, si es tan dulce, tan serena la ingenuidad de tu alma? .. En la quietud del remanso prefiero mirar el agua, que no en surtidor divino á los cielos elevada; porque aunque admira y sorprende, en verdad, mirarla ufana recoger del sol los rayos que en lluvia de oro derrama, nunca es tan pura y tranquila, tan pura, tranquila y clara, como en la paz del remanso dulcemente recostada. AMÉRICA A DIEGO CROSA. Todas las tardes venía con sus hermanos á casa, todas las tdrdes venía para jugar con mi hermana. Tenía rizado el pelo, América se Ilamaba, cuando jugaba conmigo se ponía colorada... Sus ojos eran obscuros y siempre fijos miraban, tenía la voz ruidosa ¡ y qué bien, qué bien cantaba! Casi nunca se reia - siempre seria, siempre rarani siquiera con las cosas que Genoveva contaba. Un día, junto á la iglesia que estaba enfrente de casa -¡ aqueIla caIle tan fea, tan fría, tan solitarial- - 186- echado sobre las piedras, ella en el muro sentada, yo le dije gravemente comiéndome las palabras: e¡ América! ¿ quieres ser mi novia desde mañana? .. ) Ella me dió un empujón y echó á correr desolada... y mi hermana se reia ¡ cómo se reia mi hermana! Venía todas las tardes con sus hermanos á casa; eran obscuros sus ojos y siempre fijos miraban. TORMENTO ¡ Yo no sé que tienen tus pálidos labios piadosos y exangUes. tristes flores místicas plegadas. que apenas sonreirse saben; yo no sé que tienen tus ojos febriles) profundos y graves, que tras la cortina sutil de tus párpados sorprendidos se abren; yo no sé que tiene la esbeltez airosa de tu breve talle todo exquisiteces y de Ifneas puras, finas, impecables; yo no sé que tienen tus gestos, tus gracias tan espirituales que mi bajo fondo despiertan y en fiebre se incendia mi carne ,/ consumida al fuego de unas poderosas ansias infernales... ! ¡ Muñequita rubia, grácil, delicada debes despreciarme! ... ¡ Yo también á solas, sollozo, y asqueado maldigo mi carne! ... YA QUE Asf ME MIRÁIS... Hay un extraño enigma, una secreta cábala espiritual en tu mirada, recta, fina y audaz como una espada, como las aguas de la mar inquieta. ¿ Qué guardas en los ojos? .. ¿ ironfa?... ¿ ternura, ingenuidad ó tonterfa?... ¿ Es hipócrita veste del pecado ese duro, bruñido y acerado resplandor vigoroso, que arrebata mi sér y en loca fiebre lo desata, ó es, tal vez, un destello de la vfvida llama de lo Bello que la duda ó el dolor sofoca y mata?... ¿ Porqué siempre insondables bellos ojos? .. ¡ Me véis triste, llorando, y os gozáis reflejando implacables enojos, la angustia de mi pena acrecentando!... IY si con ansia ardiente os dicen su dolor los ojos mfos, ó burlones ó frfos pónenle un comentario indiferentel ... ¡ Jamás he visto la pasión erguida asomarse á tan graves ojos claros: 13 - 194- Ino sabéis con la fiebre iluminaros! lno tenéis caridad, calor ni vida!. .. ¿ Porqué esa insoportable. horrible calma con que en las cosas os posáis fruncidos? Bellos ojos. ¿ acaso estáis dormidos? ¿ detrás de esos cristales no hay un alma? .. DESENCANTO Yo soñé con besar tus labios rojos. secar la flor de tu sonrisa á besos; y en la amable caricia de tus ojos. gustar los embelesos de la pasión rendida y satisfecha. Soñé que era llegada la dulcfsima hora del descanso. que encontraba la límpida corriente. el suave arroyo manso, por donde deslizárase callada la turba alborotada de mis locos y altivos pensamientos; soñé que Dios. al fin. sobre mi frente dejaba e a alba mano cariñosa que todo dolor calma. derramando amorosa la flor de sus ternuras en el alma; Imano santa de esposa que á la nuestra prendida. ayuda. fortalece y más noble parece que nos hace la vida!. .. *** - 19 Un hogar castellano, hondamente cristiano, de honradez y armonía siempre lleno, limpio. casto y sereno como el cielo y el campo de mi tierra, como la paz augusta de la sierra, como la luz piadosa de la luna; que en todo se igualara con aquel que fundara mi padre y fué mi cuna. Un hogar que tuviera por norma y por cimiento la fé que de mis padres aprendiera, el alto sentimiento del amor á Castilla y á Nivaria la aHi vez y el aliento de la sangre española, y la hidalgufa, la lealtad bravfa de la sangre canaria ... De este hogar sano y fuerte, incubador glorioso de estirpe recia y noble, yo, orgulloso, matriz y corazón soñaba hacerte. - 199 -- ¡ Fué un sueño, nada más: un dulce encanto!. .. ¡ ya lo sé que fué un sueño irrealizable!... Tu cabecita loca y adorable, gentilmente ocupada con tanto rizo, moño y embeleco, para un hondo sentir no tiene hueco... y hoy que todo ha pasado -¡ oh, pasión que juzgué sagrada y honda! y que tú, por un lado, yo, por otro, tranquilos, sin cuidado. sin pena ni dolor vamos viviendo, á tus lindas amigas sonriendo les dirás al oido con algo de ironia: cMonina, ¿ no has sabido? ese chico una vez... pretendió un día!. .. » ¡ Yo también me sonrfo!. .. ¡ si es tan fácil!. .. ¿ verdad, tesoro mio? .. MI PADRE Nazario, El Blanco, Sanliaguillo, Pedro, Francisco y Melilón, Diego y Lorenza, Claudina y Rosa la Blanquiala, Anlonia la de lío Juan El Sol, Clara y Liberia: todos los que en mi casa trabajaron, todos los que ensancharon la jacienda con su celo y cuidado, poniendo en el aumento la querencia; los que sembraron millo en La Resbala, en Los Naleros y en La Viña Vieja, yen la fioya las Bialas aquellas papas negras que el rico gusto de la miel tenfan; los que caricias tiernas de niño prodigáronle; los que á todas las fieslas, con él fbais, sirviéndole de escudo. en riñas y pendencias, que él no necesitó; pues bien sabfa en sus puños hallar pronta defensa; - 204- los que amasásfeis pan el dfa la Virgen en la ancha cocinona de la abuela. entre risa y jolgorio, el ánimo sereno y la conciencia llena de santa paz; los que en las tardes alegres del estio, á orilla el era. os reuníais en corrillo ameno á cantar y á bailar, ¡ dulce tareal; los que á buscar el agua á Los Dornajos íbais todos los días en la yegua, aquella yegua blanca tan hermosa. tan hermosa y tan buena, en que á La Villa tantas veces fufsteis á llevar á moler media fanega; ojos que vieron siempre en el establo cuatro yuntas, tres bestias. los graneros repletos, con ochenta toneles la bodega, más de treinta peones al servicio de la casa y la hacienda; para todos los pobres siempre abierta la puerta, abundancia, honradez. paz y ventura; ojos que vieron la abundancia aquella, la amable caridad de los abuelos y u altiva nobleza. el constante trajín y la alegría de todas las faenas que en la casa se hicieron cuando el viejo solar era lo que era; vosotros todo que en mi casa asilo siempre encontrásteis para vuestras penas. los que fueron sus fieles servidores y los que solo sus amigos fLleran, - 205- venid: llorad conmigo, hagamos una sola nuestra pena en este amargo día; inolvidable fecha en que se cumple un año que se fué para siempre de la tierra, aquel claro varón que fué mi padre y vuestro dueño era.... '" '"'" Él era un viejo castellano neto; tan sólo de por fuera, que por dentro bril/ aba clarísima é intensa la llama inextinguible del alma guanche eterna; como si el viejo drago de rosas se cubriera y oculto se quedara el árbol santo, símbolo amado de mi amada tierra. Él era honesto, rudo, fuerte, sencillo y noble: ¡ un alma buena amante del trabajo y de lo bello!. .. Templado para el bien, su fortaleza la llevaba en sí mismo; en su carácter en su llana bondad é independencia. Él era tosco en el hablar; llevaba en sus pupilas negras, una expresión constante de candor, de inocencia y allá en el fondo el alma sonreía de un niño ó de un poeta. - 206- Necesidades del vivir, hicieron que el rumbo se torciera del rio de su vida lento, suave, y la esperanza muerta en un buen resurgir, que abandonara el sagrado lugar donde naciera. y vino á la ciudad contra su gusto. llevado por la fuerza de un porvenir más amplio que se ajustara con la vida nueva. ¡ Eramos muchos ya, y era tan poco lo que daba la tierra!. .. ¡ Y el rio de su vida lento, suave nunca se avino á la corriente nueva!. .. ¡ Dor eso, cuantas veces vi en sus ojos lágrimas tristes, tiernas, cuando las tardes del Otoño dicen dulces recuerdos de las cosas muertas!. .. ¡ Y cómo se llenaba mi corazón de pena al mirar en sus ojos resbalando las lágrimas sinceras, por el dulce añorar de aquellas cosa tan gratas y tan buenas!. .. Dor el de aquella caserona humilde que á un dormido convento se asemeja donde pasó su mocedad tranquila y vió la luz primera; por aquel trajinar de la labranza y el cuido de la hacienda; aquel sereno y perfumado ambiente, el agrado y llaneza de los fieles, sencillos servidores; la amable y dulce placidez aquella - 207- de las dichosas tardes pasadas en la aldea, escuchando la suave, la rítmica cadencia del habla campe ina, dulce como su paz y su llaneza, y el son doliente y grave de las tolías bailadas en las fiestas, cuando era mozo y presumir sabía de valor y guapeza!. .. ¡ De tantas idas cosas, que su sueño é ilusión constantes eran!. .. *** Él era bueno como el pan de trigo; cristiano hasta la médula con las sanas doctrinas de sus padres. Heredó de mi abuela la sencillez de trato, las enseñanzas buenas y aquellas graves cosas que decía que místico me hicieron y poeta. ¡ Y por eso lo fuf!. .. ¡ Era tan grande su empeño en que estudiara y aprendiera con tal alto fervor me lo rogaba y era su fé tan ciega, que estudié y estudié!. .. iY á Dios pedía que si el triunfo llegaba. yo pudiera compartirlo con él; pero no quiso á mi ruego acceder! ... ¡ La eterna ausencia decretó antes que el fruto de su empeño viniera!. .. *** - 208- IAmado y cariñoso padre mio atiende mi oración triste y sinceral iYo que voy desbrozando apenas de la vida la corteza, influye en mi vivir. vigila atento mis pasos en la tierra; que sea siempre honrado; que cariño y bueno siempre sea y cúbrame amorosa como un manto de paz y de grandeza. la sombra de tu vida, ¡ tu vida generosa, santa, buena!... 7 de Mayo de 1.910. FIEBRES fI I/ defonso MaHiotle. Es inútil!... ¡ No más!... ¡ La lucha horrible ya no la puedo soportar: me rindo! Quise volar muy alto; quise llegar de un salto allá, á lo Incognoscible, y nuevo ! caro con las alas rotas derretidas al sol, vuelvo á la tierra. ¡ Pobres ojos los mios, que no tuvieron ni vigor ni brios para efrontar la luz!.. ¡ Ay, del que yerra como yo, por miseria y cobardia!. .. -- Pero acaso esta nueva rebeldía, indómita, bravía, es miedo ó heroísmo?- A la vida retorno, á los placeres; siento arder en mis venas sangre nueva: me manda y la obedezco, y escuchando su voz, no sé si crezco, si noble impulso á la verdad me eleva ó si caigo por fin en el abismo verdugo de mí mismo... - 212- Con la conciencia á solas me pregunto escrutando lo Arcano: ¿ qué es más justo, más grande, más humano: romper las ligaduras que á la carne sujetan; revolver, bucear en el vacio hasta alcanzar las máximas alturas en que todas las cosas se completan y egoistas, allf, ser, conocerse, por El y para El sufriendo, amando, ó saber que esto existe, que nos busca, nos insta, nos reclama, y apagar sin embargo hornillo y llama metiendo el corazón entre las cosas, y con amable gesto de ironfa sonreír, aceptando la pura realidad vulgar y frfa por los demás, por mf, sufriendo, amando? .. LA CAMPANA ROTA Po. " Jacinto Terrv". Cuando es reposo y soledad la tierra y Sirius- Iágrima de luz- suspira, el alma en triste desnudez se mira y al garfio eterno de la fé se aferra, el dolor de un lamento vibra con la estridencia agria de un grito; es la rota campana del convento que llama á conversar con lo Infinito. Es una voz violenta. enronquecida, que el escozor levanta de una herida en el ánima vuelta hacia lo Ignoto; ¿ porqué suenas tan dura y destemplada, campana idolatrada? ... campana del convento; ¿ quien te ha roto?... Tú, que fuiste en los campos alegría, jaleo de tambor y pandereta. égloga, ingenuidad, paz y alborozo de feria y romería; tú, que fuiste elegía, riguroso crespón sobre la pena, - 216- caricia humilde y buena en la pausa solemne y soledo a de tu doble profundo; campana del convento, tú, que fuiste clarín sonoro. y como Homero diste relieve. corazón y voz al mundo. las épicas hazañas inmortales de lo hombres cantando. allá en los tiempos, cuando las viejas catedrales como sagrado a i10 se ofrecían y el oro recogían de la piedad humana, ¿ quien te rompió. campana, que tan frío, cortante y acerado llora tu lamentar desesperado? ... ¿ quién, sordina al arpegio de tu dulce clamor colocó osado?.... ¿ quien consumó el horrible sacrilegio? ... l. ca o fué un poeta quien te rompió, campanal Acaso un alma de tu voz hermana abrió la leve grieta presintiendo. tal vez. que llegaría desventurado día, en que hueca y sin eco onarfa tu invocación piadosa; y antes que voz transida y dolorosa que clame en el desierto, inútil lamentar. lágrima fría sobre el yerto perfil de un cuerpo muerto, tu orgullo ser prefiere puñal que en carne viva punza y hiere. Por eso. tan chirriante - 217 - grita desgarradora la ingenuidad sonora de tu bronce clamante, el pulso alborotando, audaz é inquieta, á la inconsciente y loca grey humana.... ¡ Acaso fué un poeta quien te rompió, campana!. ... Ya no sabes ser fuerte; ya no sabes ser el divino corazón del mundo; tus campanadas graves son púas que desgarran, no alas suaves que palpitando en el azul inmenso á la plegaria eleven; y su huella, como una blanca estrella, bajo la enorme bóveda sagrada fijen iluminada. Y es preciso que vibres nuevamente como vibrar solías; que cantes, que consueles, que sonrías, .., es preciso que sufras y que goces, que gimas y retoces á la par que la humana, bullente muchedumbre; es preciso, campana, ser otra vez amor y dulcedumbre. Y si tu voz se obstina en ser punzante arpón, trágica espina. cuando mas rencorosa y descarnada ruja tu campanada, la grieta se abrirá, y en mil pedazos tu mole desgarrada, lava de maldición, tromba de horrores, - 218 rodará enloquecida por la enorme y redonda faz dormida de la tierra sin flores. uevo diluvio universal. que todo cuanto en ella es amor, pujanza y vida, anegará suicida cambiándolo otra vez en ruina y lodo. IY estéril, agotada, te hundirás en las simas de la nada!. ... Rompiendo el candoroso arrobamiento de la noche serena, vibra un grito: es la rota campana del convento que llama a conversar con lo Infinito. HIMNO A LA PAZ " Juan Franchy. ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz!. ... ¡ Cesen agravios!.. .. ¡ Desechen ya los labios la invocación fanática y procaz!. ... ¡ Deje el acero de abatir los hombros!... , ! No más ruinas ni escombros!, .. , ¡ Paz á las almas y á los cuerpos! ¡ Paz!. ... La guadaña fatal, cruel y suicida, una vez más, la vida triture entre sus garras con vigor, y convertido en reja y en arado, el fusil del soldado al Universo torne en fruto y flor. ¡ Apaguen su bramido los cañones!.. .. ¡ Enjaula tus leones Satanás de la guerra, luz del mall.... - 222-- Egoismo que todo lo mancillas, ¿ no hincarás las rodillas jamás, bajo los piés del Ideal?.... Cesa ya de clamar altivo y fiero, bravo clarín guerrero, herofca sinfonfa del valor; y en gaita transformado, por la aldea canta, arru! la y pasea la eterna maravilla del amor. ¡ No más triste gemir!. ... Trágica pira de dolor que suspira el filo de los cielos toca ya. El mundo de sufrir está cansado; y el búcaro colmado una gota no más rebosará. Como blancas estrellas soñadoras, las lágrimas sonoras de la grave campana en oración, pendiendo en el azul dejen su exvoto, implorando á lo Ignoto la piedad del olvido y del perdón. ¡ Acabe la voraz carnicería! El trabajo. energía - 223- vigor y fortaleza vuelva á ser y arranque los crespones del ambiente, crujiendo alegremente en la fábrica, el campo y el taller. Repose la zozobra. y ceda plaza al afán de la raza por su limpia y constante evolución, vuelto al viejo rail abandonado, sereno y reposado como el rítmico andar de un corazón. Entre el furioso estrépito imprevisto la palabra de Cristo vibre otra vez lumínica y veraz. Por encima de lindes y fronteras. resuenen plañideras todas las voces en un hfmno: ¡ Paz! ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz! ! Paz sobre todo!. .. y el puñado de lodo deje de ser materia arisca y rufn por la mano de Dios sano y bendito. ¡ Paz! Señor, es el grito que suena desde uno á otro confín. - 224- En el seco arenal florezcan palmas ¡ Paz, Señor, á las alma ! ¡ Acabe la angrienta iniquidad! ¡ Si tu sepulcro no cubrió la lo a, álzate de la fosa y prosigue tu marcha, Humanidad! Los viejos eslabones olvidados retornen acordado á soldarse en la fé que los ató: ,,¡ Hermanos!.. » dijo Dios en el desierto; ,,¡ Hermanos!.. » en el huerto y ,,¡ Hermanos!.. » , en la cruz nos repitió. Al bOl'de de la dura y larga senda como piadosa tienda abra su añeja copa el olivar, donde unidas por santas ligaduras puedan las almas puras saciar al fin su dulce sed de amar. ¡ Golondrina de paz, bajo tus ala trae las nuevas gala del fecundo y glorioso renacer. y en el mármol azul de las piedades graba tú las verdades con que de nuevo el alma vuelva á ser. - 225- ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz!. .. ¡ Llore y lamente la tierra amargamente su carnal envoltura contumaz!.. .. y en tanto su corteza pule y labra, la divina palabra repita su implorante queja: ¡ Paz!. 15 SALUTACiÓN A CASTILLA ¡ Salve, madre Castilla, mi corazón te invoca! Subido á lo más alto de esta roca altiva, dura, enhiesta, que arrancada á la mar alza su testa, como en reto gallardo á lo ignorado; arriba, un sol espléndido cuajado sobre la roja bóveda incendiada, abajo, la ancha sábana plateada del mar, todo en silencio, dormitando, y al frente contemplando la clara senda que se abrió al empuje glorioso de tu raza, y por la que Colón audaz siguiera en busca de la gloria y otro mundo te diera; por mi mente pasando los ecos de tu historia, resonar de caballos, choques fieros de lanzas y de escudos. graves damas, señores linajudos, Doña Isabel, Fernando, Pizarro, Hernán Cortés, Guzmán, Padilla, todo el valor y el férvido coraje - 230- de la sangre española, rebosando de entusiasmo y de orgullo, y colocando sobre el áspero suelo la rodilla, á vuestra majestad rindo homenaje: ¡ Dios te salve, Señora! ¡ Raza dominadora, de titanes, de reyes, y en todas partes dominó y se impuso, que donde quiera que la planta puso dejara la semilla de su heroísmo, su altivez, sus leyes y el peso de su fé! ¡ Madre Castilla, eterna incubadora de guerreros, vivero de heroismo, noble tierra donde arraigó fecunda la simiente de aquellos esforzados caballeros que al bizarro chocar de sus aceros el mundo dominaron, y con altivo gesto le arrojaron bajo tus piés, Señora; de aquellos que variaron á su antojo, cien veces, el sereno caminar de la historia, y que lograron hacerte eterna y fuerte, grande como el amor, como la muertel ¡ Patria de Don Quijote y de Teresa la santa, la inspirada; de los poetas castos y encendidos, de los claros varones elegidos por Dios, para cantarle y en fé ardiente arrobados adorarle! - 231- ¡ Castilla, madre mia. fuente de eterna fé. madre admirable. luminar infinito de hidalgufa. patria grande. severa. formidable, indómita é inmutable!... A esta roca subido. por la sombra del drago cobijado, respirando del rudo aire que respiró Tinguaro herido y el espirftu en alto. arrebatado en alas de tu amor: ¡ yo te saludol Vuelvo la vista atrás y la llanura que de tanta grandeza cuna fuera. se otrece á la mirada como una inmensa y honda sepultura tétrica, desolada.... La epopeya olvidó su verso grave; ya el poeta no sabe hallar en viva fuente la energfa del acento que un dfa los pechos conmovió: su arpegio vaga en la abulia de un medio indiferente, como una luz borrosa que sin fuerza se apaga. El bronce de la raza se reposa y el yelmo del Quijote, abandonado, entre polvo y ceniza yace preso: ¡ no hay una noble frente que quiera resistir tan grave peso! El templo está vacfo; de su gala y ornato despojado, - 2) 2- es un alma que muere por hastío en un bostezo enorme, prolongado. Enmudeció el clarín, cesó el glorioso y rudo resonar de la batalla: ¡ si ha ta el pujante espíritu, el altivo aliento de tu raza, parece que cautivo de la muerte se calla!. .. ¡ Qué amarga senectud en el pai aje! ... ¡ Qué horrible sequedad en el ambiente!. .. El aroma caliente que del pecho el coraje hace brotar cuando se inflama en gloria, en el alma se siente sin protesta apagarse lentamente como inútil escoria. Los valles y lugares. la mesnada no alegra ya con su cantar ruidoso, es un triste lamento soledoso el que a los aires sube y sobrenada) ¡ y hasta el pastor, el prado dejó ya y u ganado por venir a la Villa!. .. ¡ Oh, Rodrigo! ¡ Oh, Garcfal ¡ Oh. Santillana!. .. ¡ Ved como está la raza ca teBana!. .. ¡ Ved como están los campos de Castilla!. .. Pero un dCa vendrá- y no lejana del esperado día está la aurora-en que en un gesto soberano y recio te alces sobre la tumba. y tu desprecio escupas irritada a la traidora lengua que te ofendió: ¡ No, madre amada. -- 233- no estás muerta! ¡ sólo duermes cansada! ... ¡ Despierta de tu sueño, y al sendero haz otra vez salir a Don Quijote! ¡ Oh, bravo caballero!, vuelve a ser el azote de follones y gentes mal nacidas que llevando las almas adormidas solo saben hozar con Sancho Panza! ¡ Retorna a la esperanza, y al pasado los ojos, madre mía, vuelve altiva y recoge su enseñanza; Jlénate el alma entera de fé en tu brazo y te dará energía; sé creyente. síncera, noble, dominadora, y otra vez serás fuerte grande como el amor, como la muerte porque eres inmortdl: ¡ Salve, Señoral Í DICE • • • PORTADA. DEDICATORIA · PRÓLOGO. Habla el trovador. El caballero errante. Al pié de la Cruz. Elegia mística. . Hermana Primavera. Resurrección. El misterio de tus ojos El madrigal de tus manos. Flor de romero. Momento de arrogancia. Canción de los suspiros. Alta plática. I ¡ Amor de Caridad!... Il Mi pecho es una llama... III ¡ Quiero morir por Tíl. .. IV ¿ Donde está la Verdad?... V Dudando de tu amor... Cura de almas . Medalla de otros tiempos. La hora mística. Evocación. PÁGINAS 3 fi 15 21 27 35 41 49 53 57 61 65 69 73 81 85 89 93 Al Sagrado Corazón. De la vieja cepa. Rebelde. La Cruz de Gracia Mi Señor Don Quijote. La canción del agua. Humildad. Nocturno.. Ofrenda. Flor piadosa. A Becquer.. ¡ Arriba. corazón!. .. Ro~ ántico dolor.... ¡ Abrete. corazón!. .. La esfinge.. Nostalgia.. ¿ Te acuerdas? .. Tras el cristal. .. América. Tormento.. Ya que ase me miráis. Desencanto. Mi padre. . Fiebre. La campana rota. Himno á la paz. Salutación á Castilla. - 236- 99 105 109 113 119 125 131 135 141 147 151 155 159 163 167 171 175 179 183 187 191 195 201 209 213 219 227
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Calificación | |
Título y subtítulo | Alta plática : libro de versos |
Autor principal | Izquierdo, Francisco |
Autores secundarios | Verdugo, Manuel |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Santa Cruz de Tenerife |
Editorial | Librería y Tipografía Católica |
Fecha | 1915 |
Páginas | 238 p. |
Formato Digital | |
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Procedencia | Universidad de La Laguna. Biblioteca |
Texto | ISRO o VER OS OR I n", n;; n.. v IZQUIERDO ' 3 av E' I 1 j ALTf\ PLATICf\ LIBRO DE VERSOS POR FRANCISCO IZQUIERDO PRÓLOGO DE MANUEL VERDUGO .19~ tI Santa Cruz d. T••• rf. LII! ftERIII ' 9 Tlr06Rllffll CIITOLICII San rra. cr", o, 7 IIJ DEDICATORIA: Libro de la Alta Plática, que cariñosamente dejo entre las blancas y rugosas manos de mí madre. EL AUTOR. PRÓLOGO Creo firmemente que, los Juegos Florales (¡ Fides, Patria, Amor!) son una de tantas pruebas á que el Señor nos somete, casi periódicamente, con el fin de que ejercitemos la santa virtud de la resignación, y purguemos nuestras faltas veniales. ( Para los pecados mortales nos envía los certámenes de orfeones y los concursos de natación.) Aquellos deliciosos juegos Florales en Cursi · leda, de Luis de Tapia, más que una caricatura, son el tipo, con ligeras variantes, de los que se padecen todos los años (¡ todos!) en diferentes ciudades, pueblos, ' Tillas y villorrios... Sin embargo, aún iendo peligrosos, no voto por la suspensión de tales juegos; porque, así como una epidemia puede ser causa de que un médico obscurecido se revele como una lumbrera en el ejercicio de su profesión ó que en una campaña bélica se dé á conocer un héroe. que jamás lo hubiera sido sin el acicate del peligro y el estímulo del ejemplo, del mismo modo esos « torneos de la inteligencia » ( Perdón por la frase: j o la volveré á emplear!) nos descubren de tarde en tarde á un poeta ignorado, un ,- erdadero poeta que, en el recogimiento de su retiro, dialogaba con las nubes, y hacía juegos malabares con sus quimeras. Este ha sido el caso de Francisco Izquierdo. En Canaria nadie sabía que tuviera « el feo vicio de hacer versos" ( como suele decir un excelente enemigo mío.) in- - 8- guno de los que trataban al autor de este libro, sospechaba que, mientras en su presencia se hacían sesudos comentarios sobre la política de Maura ó la exportación de plátanos al extranjero, él sonaba... sonaba con D. Quijote y con las áureas pomas de las Hespérides. y en unos Juegos Florales celebrados en la vieja ciudad de los delantados, en la Laguna de Tenerife, fué premiada la bellísima poesía « El Caballero errante · . Entonces conocimos al poeta: era- y es todavía- un joven, casi un adolescente, que salió al escenario del teatro, pálido, enlutado, tembloroso, á recibir la primera caricia del aplauso público, ¡ la primera!, la que jamás se olvida, como no se borra el recuerdo del primer beso que nos diera la mujer esquiva que hemos deseado mucho tiempo, en secreto... y la sincera emoción del joven poeta fué comunicativa: él lloraba, y algunos de los que le aplaudíamos, nos llevamos una mano á los ojos para borrar las huellas de no sé que humedad rebelde y fugitiva que nos cosquilleaba en los párdados... En aquellos momentos, debía sentir Izquierdo en lo íntimo de su corazón la tristeza de un modesto triunfo no compartido; debió pensar en su padre yen... e ... las amables cosas que decía que místico me hicieron y poeta. y por eso lo fuí. Era tan grande su empeño en que estudiará y aprendiera. con tan alto fervor me lo rogaba y era su fé tan ciega, que estudié y estudié... iY á Dios pedía que si el triunfo llegaba. yo pudiera - 9- compartirlo con él; pero no quiso á mi ruego acceder: ¡ La eterna ausencia decretó, antes que el fruto de su empeño vinieral » • * * iempre que tengo ante los ojos un libro de ver o 1 obre todo i e to on 10 primeros que arroja á la " oracidad de la crítica un poeta joven, me viene á la mientes aquella fra e de Honorato de Balzac: « Analizar cuando e preci o sentir es propio de la almas in alcance ." Hay algo de profanación en el hecho de examinar friamente la euritmia de una composición poética como el que e detiene él medir las proporciones de la nave de un templo. mientras resuenan suaves ó imponente los acordes del órgano yen el Altar Mayor atrae con fuerza divina el misterio del tabernáculo. La poe ía de Francisco Izquierdo es como el agua que « por la acequia corre trenzando armonías » es « clara como el rumbo de un buen pensamiento, limpia como el sueño de una niña casta; ingenua. gozosa y un poco azulada... » En vez de e tos mi mal zurcido renglones á qui a de introducción. yo debiera limitarme á copiar al frente del libro lo verso de la canción que dedica á Hernández mador: . Pára. caminante; un momento para; mira como corre, como corre el agua... - 10- Los álamos viejos, gravemente inclinan su trente nevada, y el blanco semblante terso}' reposado la linfa retrata. Un rayo de luna, silenciosamente se tiende en el agua, y en la lejanfa, turbando el misterio, turbando la calma, una voz que dice de amores nostálgicos, cadenciosamente sus ansias derramaj y sus ecos dejan más quieta la noche, más noble la calma. Pára, caminante, un momento pára y en este remanso de piedad descansa... ) Sí; después de leer este libro, el espíritu reposa en noble serenidad; se siente el yago deseo de orar y de sonreir dulcemente á una quimera pueril y deliciosa que casi se desvaneció en la lejanía de nuestro pasado... Es un manantial de aguas puras, y cerramos los ojos para adormecernos escuchando sus murmullos; quizás para no ver reflejada en la corriente límpida el gesto, un poco escéptico, de nuestros labios... Izquierdo pertenece á la nueva generación que iza la bandera de la espiritualidad sobre los escombros de un materialismo que no volverá á levantarse. üid lo que dice: cA. mo lo bello, lo grande; al fuerte y al que se humilla; tengo un alto amor: mi dama, y otro más alto: Castilla: y sobre todas las cosas amo á Dios Nuestro Señor.) I~" - 11- Esto, en boca de un poeta, de un poeta de veinte años; es admirable... Adelantándose á la crítica dice también: < Entre los recios pilares del saber puse mi tienda á la sombra recatada de Fray Luis y de San Juan. » y yo añadiría que, de vez en cuando, le place abandonar su tienda y, tras de hacer una respetuosa reverencia á Santa Teresa de Jesús, da un paseo por la austera tierra castellana en busca de Ricardo León y de aquel poeta admirable que se llamó Gabriel y Galrtn. Yeso ¿ Qué debe importarle al místico cantor del < Caballero errante » ? ¿ Acaso menoscaba sus rele,- antes méritos de brillantísimo poeta? ¿ Ha existido un autor que fuera absolutamente original? El mismo Ricardo León no lo es sino en apariencia. Resucitar un estilo no es crearlo. Campoamor, el más personal de nuestros poetas, fué tildado de imitador servil, y para defenderse de tal acusación e cribió aquella deliciosa " Poética,. donde hay postulados exornados de humorismo y paradojas dignas de D. ~ 1iguel de Unamuno. De ese libro copio este párrafo que debieran leer todos los " liróforos » , pero con la condición de olvidarlo enseguida: « Dice Musset: llJe acusan de que tomo á Byron por modelo. ¿ ¡' lles no saben que Byron imitaba á Pu1ci? Si leen á los italianos vertin como los desbalijó. Rada pertenece á nadie,' todo pertenene á todos,' y es preciso ser ( l{ 11Orante como un maest¡ · o de escuela para ! or11lfl7". c: e la ilusión de que decimos una sola palabra que nadie dijese antes. Hasta el plantar coles es imitar á alguien.,. - 12- Todo poeta, al comienzo de su vida literaria, se encuentra en una encrucijada: tomar el mismo camino que siguiera determinado escritor no es ser plagiario; es simplemente tener con él afinidades mentales y preferir el panorama que le brinda la ruta elegida al que pudiera contemplar desde otra cualquiera. Sería plagiario si marchara adaptando sus pies á las huellas de los que le han precedido. Además, ¿ hay alao más complejo que la personalidad literaria de un poeta? .. Si éste es muy joven, no puede tenerla, salvo contadísimas excepciones. Tal personalidad está constituída por infinidad de influencias de otros poetas á los cuales un alma sensitiva no puede sustraerse. Esas causas externa, á la larga llegan á cri talizar, y forman el molde de donde surge el e." traño yo, heterogéneo é indivisible. El afán prematuro de singularizarse, el vanidoso y huero de ea de originalidad, ha convertido á muchas liras en grotescos guitarrillos destemplados, cuyos mástiles se adornan con madroños y caireles, vendas de momia egipcia y horribles flores de trapo... Muchos de los que padecen la ridícula manía de ser inconfundibles, concluyen por conseguirlo á fuerza de desafinar. De esta verdad pueden dar fe los « futuristas » capitaneados por el vesánico Marinetti: un petit Eróstrato que quiere quemar todos los museos artisticos de Europa y que, tropezando sin duda con serios inconvenientes para la realización de sus planes, se ha contentado con « echar pestes » de la pestífera Venecia y adoptar una pose inofensiva: retar nada menos que á las estrellas... Esta - 13- cuadrilla de bardos cuyo p" ograma- como ellos dicen- no puede ser más hilarante, ha logrado hacerse famosa y que la prensa mundial se ocupe de sus extravagancias. jSi todos los literatos tuvieran presentes aquellas palabras del insigne autor de « La noche del sábado » : « ¿ Queréis parecer originales? Que el sentido común os inspire; jsiempre diréis algo nuevo » ... ! El que conozca íntimamente á Izquierdo, reconocerá en este libro una cualidad que en los tiempos que corren puede calificarse de mérito extraordinario: el estar escrito con una inquebrantable sinceridad. Podrá ser que alguna vez no acierte plenamente en la manifestación, en el desarrollo de sus concepciones artísticas; pero él cree con firmeza que, si el sentimiento es un elemento imprescindible en todo poema, la sinceridad es la médula de la poesía lírica, por ser ésta eminentemente subjetiva. Por ser sincero, aquel espíritu atormentado y tierno que se daba todo en la sintética floración de una rima, aquel Becquer- que como lfredo de Musset tendrá un trono en todos los corazones que latan para el amor-; por ser sincero, digo, será siempre una estrella e plendorosa en el zodiaco de nuestro cielo lírico. Examinado al detalle este libro de yersos, quizás notemos que el poeta incurre en alguna contradicción. ¿ Y que? .. Esa aparente falta de homogeneidad es la mejor prueba de que el autor ha ido sincero, de que cada poesía es fiel reflejo de un estado particular de alma; y la de Izquierdo, como la de casi todos los hombres de nuestra época es - 14- ondulante, inquieta; yibra él choque de corrientes imprevistas del mundo moral; y como es algo excéptica- aunque él no lo sospeche- no ha acertado á escoger un camino único, porque tal yez desconfía de todos... Una orientación rectilínea en un libro de versos implica cierta fría premeditación que- á mi juicio- es incompatible con la sinceridad artística . Yo miro la Poesía como un surtidor cristalino que se eleva recto hacia el cielo, cual si quisiera besar los astros, y se queja armo- ~ niosamente de su impotencia; pero que á veces se I inclina á impulsos de opuestas ráfagas, y los irisados diamantes del divino surtidor se esparcen so- I bre la tierra y brillan sobre una fior; sobre una ~ zarza, sobre una roca, sobre el mismo barro des- 8preciable: doblemente despreciable si en él se ven 1 impresas las huellas de los hombres... ~ Una vez, paciente lector, que te he bosquejado ~ la silueta de Francisco Izquierdo y que, sin pe- g dirte licencia, he entonado mi credo en esa belIí- ¡ sima religión de las Musas- religión que podrá ~ tener indiferentes, pero que jamás tUYO apóstatas ) - sólamente me resta pedirte perdón, y rogarte ; 3 vuelvas cuanto antes la hoja porque... « Habla el " trovador » . MANUEL VERDUGO. San Cristóbal de La Laguna Marzo 1912. HABLA EL TROVADOR Soy un grave castellano. de aquellos del tiempo antiguo. que á vivir en el presente de extravagancia y ambiguo, no se resigna. y lloroso. sin rumbo y á ciegas voy. ¡ No sirvo en ningunas filas!... Mis armas de ser soldado rompf orgulloso; y las nuevas, que el mundo busca afanado. ni me las dan. ni las quiero: iya sabes, lector, quien soy!. .. Nacf demasiado tarde. y entre tanta senda abierta á lo eternamente ignoto. por una obscura é incierta á mi razono como á rastras. ingenuamente llevé; y mi corazón lloraba. lloraba hasta que un buen dfa una enorme lumbrarada iluminó mi agonfa. y entre los brazos de Cristo sorprendido desperté. Amo lo bello. lo grande; al fuerte yal que se humilla; tengo un alto amor: mi dama. y otro más alto: Castilla, y. sobre todas las cosas, amo á Dios, Nuestro Señor; amo á mi patria. la buena, la compasiva Nivaria; en los labios llevo siempre la piedad de una plegaria yen el pecho sed de amores, á pesar de tanto amor. - 1- Amo las cosas pasadas, el misterio, la leyenda; entre los recios pilares del saber, puse mi tienda á la recatada sombra de Fray Luis y de San Juan, y el subido placer gusto de saborear á solas la arcaica miel de las madres de las letras españolas. cuyos vibrantes decires vigor y fuerza me dan. ¡ Oh, concertadas razones!. .. ¡ Oh, estilo castizo y llano! donde encendido palpita el espíritu cristiano de los rudos montaraces de Castilla y Aragón, que hasta al rey, si fué preciso, supieron hacerle frente, y orgullosa la mirada y altanero el continente por el mundo tremolaron victoriosos su pendón. <¡ Del rey, abajo, ninguno! » ... Así habló la raza mía, así habló soberbia y fuerte por la boca de García; pero ahora están las cosas todas vueltas del revés; los altivos castellanos ya no saben hablar recio. hacen burla de Dios mismo; todo miran con desprecio: iya son todos personajes traducidos del francés!. .. Amo al sol, amo la vida inquieta, libre y errante. y quisiera ser armado nuevo caballero andante que al son de buenas palabras, y al clamor de mi laudo á las penas de los hombres trajera nuevo consuelo, y enjugando todo llanto, y apagando todo duelo, diera á las almas firmeza, alegría, juventud. I .!! I ! .. - 19- Soy amigo de los pobres, de los mfseros cautivos que se callan resignados, y también de los altivos que protestan, porque quieren más amor y caridad. ¡ Oh, los buenos, los sinceros!.. ¡ o bajéis nunca la frente! ¡ yo os respetol, iYO os admiro!, ¡ yo también. humildemente, á Dios pido más justicia ... más justicia ó más piedadl Quisiera para mi frente un destello luminoso de la llama de amor viva que en ascuas puso el piadoso, casto y encendido pecho de San Francisco de Asfs. No quiero lanza ni escudo que fortalezca mi brazo, y es mi anhelo, ver fundidos en un apretado abrazo á la azada y al martillo, con la altiva flor de Ifs. y de todos rechazado, por la fiebre consumido de un amor extraterrestre, sollozando y dolorido, por la cuesta de la vida sin rumbo y á ciegas voy. ¡ No sirvo en ningunas filas!. .. Mis armas de ser soldado rompf orgulloso. y las nuevas que el mundo busca afanado, ni me las dan, ni las quiero: ¡ ya sabes, lector, quien soy!. .. EL CABALLERO ERRANTE A ~ IAH" L" EL VER. DVGO, Altivo el continente, de gallarda apostura, de los ojos rielando una luz inmortal, el bravo caballero de la gentil figura raramente ataviado, por la agriosa llanura, sereno y desdeñoso, va en pos del Ideal. e¡ Dios os guarde, señor de la lanza y la espada! ¿ A donde vuestros pasos y con que fin guiáis? ¿ Sóis tal vez caballero de la Santa Cruzada? ¿ Tenéis á vuestra dama, por ventura, hechizada, y el castillo encantado buscando ansioso váis? ¿ Acaso huís ! a corte, porque el rey os fué esquivo ó porque vuestros lauros marchitó hosca la grey?, .. ! Tal vez coqueta dama os hizo su cautivo! ... ¿ Tal vez sóis el poeta desdeñoso y altivo de quien diz que prendóse la hija mayor del Rey? - 24- ¿ Usáis, señor, acaso, tan rara vestidura porque sóis caballero andante y de temer. y encamináis airado vuestra grande bravura como aquel caballero de la Triste Figura, á enderezar entuertos, y agravios deshacer?:> ... Y, grave y orgulloso, el gentil caballero, á mi requerimiento contestóme altanero: e Yo soy la vieja cepa del habla castellana la que amasó y redujo Teresa de Jesús, el espíritu altivo del épico Quintana, la luz esplendorosa que brilla y se engalana en los mfsticos versos de San Juan de la Cruz. Yo soy el alto espfritu que vibrante palpita en los llanos romances de Lope y Calderón. el del donoso y pfcaro Don Juan Ruiz, el de Hita, el de la amable calma y la paz infinita de las dulces visiones de Fray Luis de León. Yo soy de clara estirpe; de empaque rudo y fiero en la guerra templéme: mi espfritu al1f está; un rufián soy á veces, á veces caballero, y siempre soy el loco, feliz aventurero que nunca se contenta ni sabe donde vá. - 25- Una mueca en mis labios prendió la desventura; soy soberbio: ¡ no hay nadie que iguale mi valor! no lloro ni lamento mi amarga sinventura: ¡ soy aquel caballero de la Triste Figura!. .. ¡ soy el grave y sereno señor de Morsamorl,.. Me tunde y apalea la advenediza gente, follones malandrines sin patria ni ideal: ¿ qué importa, si en los siglos viviré eternamente? .. Requiero mi mandoble, alzo altivo la frente y prosigo mi marcha de ascensión inmortal, (¡ Dios os guarde, señor de la lanza y la espada, el del limpio linaje y sereno valor; dejad que humilde bese la tierra, que pjsada por vos, señor tan alto, es tierra consagrada: de rodillas me postro á vuestro pies, Señor. J Altivo y desdeñoso, revolviéndose fiero las espuelas cIavóle al soberbio alazán, miróme de soslayo, sonrióse altanero, y allá va el orgulloso y gentil caballero: Don Gonzalo de Córdoba... Don Alvaro... Don Juan ... AL PIÉ DE LA CRUZ ¡ Salve, piadosa Cruz! enseña santa, sfmbolo augusto del amor divino! Mi frente, humildemente} ante tu altar inclino; y arrancando del pecho mi loco corazón, que va derecho á ocupar el sagrado lugar donde latiera el de Nuestro Señor, alzo mi ruda, mi pobre voz delgada y soñadora, y de júbilo llena te saluda: ¡ Salve, Cruz redentora! ... Eres como la luz: como ella hechizas, transfiguras, inflamas, fecundas, regeneras, divinizas; y como ella, benévola derramas vigor y fortaleza, alegrfa} calor, gracia y belleza. y asf como los cuerpos materiales cuando el tia! pronunció Dios en Jos cielos desgarraron sus velos, - 30- y Jfneas y figuras, atributos, medidas, proporciones, perfiles y contornos, galas, dones, en el sereno espacio dibujaron y fueron, se formaron, así también las almas sacudieron su letargo mortal, cuando sintieron en su caverna arder la luz sagrada de la Verdad Divina Revelada. En el precioso instante en que te alzó por siempre consagrada la Suprema piedad inmaculada, brotó otra vez del cielo imperativa la mágica palabra pronunciada por Dios, cuando fijó la ley primera; y fueron, cual las cosas materiales, también las espirituales. Todo cambió, se hizo; fué, no era: afanes, añoranzas, sentimientos, amores, esperanzas... De corazón en corazón, la mano bendita del Señor, un surco abriendo, con caracteres de oro fué escribiendo el caricioso nombre de cristiano. Surgió la Caridad, llama votiva que entre las almas la humildad eleva y que abrasadas en su lumbre viva al mismo trono del Señor las lleva. Surgió el Bien: la bondad perfecta y justa, la Belleza inmortal, casta, inmanente; la Fé, salmo que canta la pobre humanidad agradecida ante la enseña del amor rendida; el culto del deber, y al fin, la santa - 31 resignación paciente en el martirio y el dolor eternos... Todo se renovó, todo se hizo cual si las almas otra vez creara el poder del Señor, al dulce hechizo de la verdad que en tí se revelara. y el místico edificio coronando, la piedad, condensando en la plegaria ardiente sus ansias, sus anhelos, abrió todos los labios, y rotundo, vigoroso, candente, resonó por los ámbitos del mundo el saludo inmortal: « ¡ Creo en Dios Padre, Señor Omnipotente, .. h ¡ Oh, sol, si Dios te ha dado un peregrino séquito de estrellas, y, piadoso, te ha alzado por dueño y por señor de todas ellas, tú también, Cruz divina, gallardamente alzada. sobre la inmensa cúpula sagrada que eleva el Vaticano, contemplas á tus pies, arrodillada, la grey inmensa del linaje humano! Eres enorme, ¡ oh, Cruzl, recia, grandiosa, como la luz, ardiente, como el mar, insondable, como el amor, amable, como la té. potente. Cuanto más, á tu lado, - 32- te contemplo admirado - milagro del Señor- más poderosa tu grave reciedumbre me parece. Quien de tí va sujeto, se ennoblece y el jugo y el sabor le halla á la vida, y encontrará su senda más florida cuanto más á tus pies se abrace y rece. Madero tosco y rudo, la maravílla del prodigio pudo hacerla Dios tan sólo: de la infamia y del baldón emblema, apenas consagrada, removiste toda la tierra y fuiste de lo noble y lo santo la diadema. Imperios derrocaste, y tesoros de amor de ti manando, una á una las almas enlazando el nuevo trono para tí formaste. Al cambiarse la historia, nuevos ritos nacieron, nuevas instituciones, nuevas leyes, y aclamándote el mundo soberana hoy te muestras ufana en la misma corona de lo reye . Más, con ser tan inmensa, todavía no has cumplido tu fin: el fin excelso que el Señor te confía. Cuando cierre la noche negra de la anarquía, y las almas sin luz, rumbo ni guía, vuelvan la espalda á Dios, tornen al lodo; cuando el desórden llegue y todo gire, todo desaparezca, cambie todo, tú sola altiva y fuerte, - 33- más grande que el dolor, más que la muerte, gallardamente alzada sobre la inmensa cúpula sagrada que eleva el Vaticano. otra vez indulgente, á poner volverás paz en la guerra, por rara maravilla. eternamente mostrando tu Verdad. y nuevamente la Redención se hará sobre la tierra. ELEGíA MíSTICA Un alarido de terror es toda la redondez enorme de la tierra; la guadaña fatal, su horrible poda, en la tremante saña de la guerra friamente ejecuta, con osamentas trágicas marcando y sangre palpitando su inexcrutable ruta. En manadas. los hombres, entre sÍ, fieramente, ciegos chocan y sin piedad invocan luminosos, divinos, santos nombres. ¡ Humanidad!... ¡ Humanidad!... ¿ qué haces? ¿ tras que nuevos disfraces, tu carátula astuta y solapada ocultará alarmada la iniquidad del cruento desatino? .. Fué ley inexorable del destino; la tormenta vibraba en el ambiente; era un vivero de odios cada fuerte y cada corazón, un torbellino. No fué aluvión que inopinado estalla flores, riqueza y dichas agostando: - 38- un siglo entero lleva la batalla de cerebro en cerebro rebotando. y cuando ya, sangrantes, las almas por la fiebre enloquecidas, volvieron delirantes los ojos á su centro, y escondidas lacras de podredumbre y de miseria alzaron su dolor, inevitable surgió el choque inaudito, formidable: ¡ la horrible convulsión de la material. .. ¡ Todo es desolación, ruina espantosa, y en la triste tragedia dolorosa toda noción espiritual se pierde; ¡ es carne sola que voraz se agita. vampiro colosal, boca maldita que sus mismas entrañas rasga y muerde! ¡ La grave pesadumbre de la pena ha caído de golpe sobre el mundo; de polo á polo, todo amarga y llena el lento jadear del moribundol ¡ Que alienta un alma en cada cuerpo olvida la Humanidad en su brutal querella. y que las alas extendiendo en ella la azul paloma del amor anida! Lágrimas de amargura se desprenden de los callados ojos de las cosas. que el espacio recorren temblorosas y como estrellas, al azul se prenden. Los sólidos sillares que fueron el sostén de los altares, sin ruido se desploman, y aumentando el loco desvarfo se disgregan, se rompen. los más altos ideales y. gnomos infernales, - 39- saltando al borde de la hoguera juegan. ,. ¡ Padre Cristo- Jesús!... iDios soberano!... ¡ Señor de las leyendas!. .. ¿ Donde fueron las santas, nobles prendas que generosa derramó tu mano? ¡ Rocío de purezas y humildades que en el pecho los odios aquietara, y que la fé cuajara en la mística paz de unas verdades, al nítido crisol de las piedades! .. , ¡ Flores de santidad, que dichas tantas arrojásteis al viento en vuestro aroma; ¿ donde os desvanecéis, que nadie os toma? ¿ Donde la gloria de tu arrullo cantas. envuelta en tu nidal, azul paloma? .. ¡ Señor! ¡ Salva á tu raza! ¡ Por piedad, calma y cura este furor insano, esta locura con que la Humanidad se despedaza!. .. ¡ Que se quiebra, se hunde y amenaza el mundo deshacerse en mil pedazos; porque es muy grande en la sangrienta lucha la pesadumbre del dolor, y es mucha la delgadez de sus dolientes brazos! ... ¡ Y tu nos salvarás, Señor! Un día, maravilla de amor el cielo todo, el puñado de lodo alma será otra vez y poesía. ¡ Cristo reencarnará! ... Ya los timbales de la esperanza. alegres lo pregonan, al tiempo que las viejas catedrales con orgullo y dolor se desmoronan. Que en la tremenda siega de la muerte, - 40- aunque todo perezca hundido y roto, este esperar ignoto siempre resurgirá, pujante y fuerte. iy será la planicie desolada del drama eterno nuevamente escena, y á los piés del Señor, arrodillada otra vez gemirá la Magdalena!... HERMANA PRIMAVERA Hay un asombro, un raro encantamiento en la brisa que ronda la enramada; como el presentimiento de una grata noticia inesperada que de tierras ignotas va á llegarnos. Desconocida voz suave, velada, parece despertarnos de un ensueño, cual si una blanca mano inmaculada, temiendo coronado ver su empeño, tocara cariñosa y tenuemente nuestros párpados quietos, endormidos. Su tfmido tañir da la campana, y humilde, mansamente, de lugar en lugar, de fuente en fuente va y viene alegremente nimbando de pureza á la mañana. Derrama el sol su dádiva de oro con tanta esplendidez por la campiña, por el mar, por el monte, y se pone tan limpio el horizonte y el alma tan romántica, tan niña!... ¡ Qué verso más gentil, en la fontana compone oculto hado - 44- rimando con el son de la campana en dulce pareado!... ¡ Todo el cielo es la paz de una sonrisa. el sueño de unas flores! y al pasar va diciéndonos la brisa tan deliciosas cosas de amantes y de amores, que el corazón se rompe, y sollozando se arrodilla. ofrendando á todo lo creado su tesoro. ¡ Corazón que sol1ozas!: tu lamento á los pies del Señor irá formando collar de blancas perlas de rocío; perlas que por su mano desgranadas volverán á tu pecho transformadas en virtud. fortaleza y alegría... ¡ Llora y canta, alma mía, que es de amor tu dolor!. .. ¿ No has escuchado el son de un cascabel que loco charla? Pues si á gozar te invita y en tus manos dejó la margarita, es preciso de nuevo deshojarla. Jugando con el sol, grácil, parlera, ha llegado la hermana Primavera. Su cabellera de crujientes rizos que cuajó sus hechizos con las hebras de plata del Invierno, en el crisol eterno, hirviente y bullidor del sol de Mayo, á los aires arroja casquivana, y sus pies diminutos. desbrozando las nieves del sendero. van sembrando de arroyos claros y argentinas fuentes la arisca desnudez; limpias corriente que en confuso y febril desbordamiento, por la agreste pradera la canción de la dicha van cantando, á lo campos llevando regueros de abundancia y de contento. ¡ Rubia, jovial y alegre Primavera: por cada carcajada que de tus labios brota, surge un verso, un amor, una quimera, una flor, una nota... ! El campo envuelto en luz. se despereza - 46- paladeando sibarita el gozo de contemplarse nuevamente mozo: rompe en flor y en belleza el sangriento capullo del granado; caen serenamente, copo á copo, las nieves del almendro - lluvia de besos en la pura frente de la mimosa hermana preferidacanta el sol, canta el mar, canta la vida la piadosa canción de la esperanza é inicia Baco su graciosa danza, graciosa y pervertida, por corona de pámpanos ceñida la dorada melena. La selva se estremece con el pagano soplo enajenada, y todo tiene voz, todo parece que surge nuevamente de la nada... De pronto hay un silencio. Primavera, recogiendo su rubia cabellera entre los pinos se reposa un poco; voz amarga comenta sus amores y se queda durmiendo entre las flores; el lindo cascabel, eterno loco, unánime al sentir de todo calla; tímidamente, entonces, suena el rumor doliente de unos bronces y el de un beso que estalla... Cuando llegue el Estío, rijoso y tuerte como un dios pagano todo fuerzas y brío, osará descubrir con ruda mano tu seno, hermana rubia... ¡ Empeño vano!. Yo sé que al golpe rudo de su brusca pisada. la maravilla ocultarás, airada, de tu cuerpo desnudo en el secreto azul de la enramada; que eres tan pudorosa y recatada y es tanta tu pureza, que al atisbo tan solo del deseo, herida y ofendida en tu belleza. callarás asustada el cálido gorjeo de tu argentina y fresca carcajada! Al tiempo que tú huyas, se marcharán contigo, de tu seno al abrigo, amor y juventud: las galas tuyas. ¿ Y qué importa, hermanita, que te lleves tus sueños, tus locuras} tus canciones - 48- y esa encendida fiebre de ilusiones que en luminosa danza por nosotros pasaron, i en el páramo seco de nuestras almas, otra vez brotaron las flores de piedad de la esperanza, y donde hubo una voz siempre hay un eco? .. ¡ Adiós, querida hermana hermosa y rubia! ¡ Tú, que todo lo alegras y hermoseas, por la mano de Dios, bendita seas, hermana, que has sabido desperezar mi corazón dormido!... RESURECCIÓN Simulacros galantes, ilusión del sentido que á despertarse empieza y en la revuelta oscuridad. va erguido en busca del sendero florecido donde rinde sus gracias la Belleza; estelas de la llama peregrina que en el seno de Dios vfvida esplende y que un rescoldo enciende de corazón en corazón. eso era lo que de amor mi pecho hasta el instante en que te vf supiera. En vano lamentaba mi tracaso; marchitas unas flores. otras nuevas, sus galas, sus colores. mostraban á mi paso, y á veces porque hastiadas mis manos no llegaron hasta ellas. las más, arrebatadas por otras más astutas ó más bellas, marchitándose fueron y al marchitarse. alguna vez hicieron que á mi labio asomara la ironia... - 52- y asf, sin ilusiones, unas veces de lado, otras de frente. tranquilo, gravemente, muy serio caminaba. caminaba... Pero has surgido tú: ¡ lo inesperado! ¡ lo trágico y fatal!... ¡ Cómo ha cambiado en un momento todo!... ¿ Esto es sueño, Dios mfo? .. Mi alma se ha llenado de colores, de belleza, de luz, de poesfa, y tiene como el sol mi fantasfa mágicos resplandores. Ya me doy la razón de porqué vivo; ya me encontré, y altivo quiero imprimir mi huella sobre el polvo gastado del sendero... ¡ No! ¡ No es este el capricho de un instante! Es que me siento revivir gigante de espfritu y de fé: es que te quiero con todas las locuras: con el dulce arrebato que hasta el cielo transporta y con el insensato impulso de la carne que encenaga... Del precipicio desperté en el borde: si rodar es mi suerte, ¿ qué importa, si he querido? ¡ si al tenerte en los brazos he tenido algo más que la vida y que la muerte!... EL MISTERIO DE TUS OJOS Mirando tu mirada, se comprende todo lo ambiguo de la vida actual: esa luz insondable en que se enciende ¿ es ropaje del bien ó flor del mal? Escrutando en el fondo. se sorprende como un alto deseo espiritual, burlona rfe á veces y otras prende en viva llama lúbrica. infernal. Amantes, desdeñosas ó tranquilas me estremecen, me acucian tus miradas: ¿ Eres Marta? .. ¿ Marfa? .• ¿ Salomé?... IMisteriosa atracción de tus pupilas!. .. ¡ Piedras trágicas, verdes, irrisadas como aquellas malditas de Astarté! EL MADRIGAL DE TUS MANOS Tus manos son dos rosas: delicadas blancas rosas de amor. que abiertas fueran por dos rayos de luna que estuvieran de su ingenuo candor enamoradas. Si el fuego en que se animan tus miradas por peregrino modo recogieran. dos luces, las dos flores se volvieran, al culto de la Virgen consagradas. Pulcras manos de niña principal: vuestra excelsa blancura no desdora el roce de la aguja y el dedal. 81 sello del trabajo nunca humilhr. ¡ También las tuvo as: Nuestra Señora Doña Isabel Primera de Castilla!. .. FLOR DE ROMERO Eres menuda y mimosa como la flor de romero; menudita y olorosa; tan frágil, fina y donosa como la pluma graciosa con que adornas tu sombrero. iYo te quiero mimosa flor de romerol. .. Es tan pequeño tu pié que apenas si se le vé de entre las faldas surgir; dime, divina bebé. ¿ es una rosa de té que se acaba de entreabrir? IYo te quiero mimosa flor de romeroL .. Tus manos tienen la gracfa, la pueril aristocracia de un florido madrigal; - 64- de un beso, lo ingrave y leve, la blancura de la nieve, de la fé, lo espiritual. iYo te quiero mimosa flor de romeral. .. Yo te quiero; pero no por la hermosura de tus ojos y tus manos. ni por tu gentil figura, ni por tu voz blanda y pura como los salmos cristianos; te quiero porque eres buena; porque ere afable y llana; porque ere casta y serena como el amor de una hermana. 1Yate quiero mimosa flor de romerol. .. MOMENTO DE ARROGANCIA . ff Ramón ( Sif Rofóán. ¡ Qué triste cosa es navegar á ciegas perdido entre el rumor del oleaje, y contemplar escuálido y desierto todo el ancho camino por delante! ... IOh, terrible dolor, de ver cerrados las puertas y cristales de las posadas que otro tiempo dieron alivio al caminante!. .. Vosotros, los cansados, váis sin rumbo, la mirada lunática y cobarde, el paso temeroso y el gesto suplicante; llena de sed y de tortura el alma, llena de fiebre y ambición la carne... y al final de la senda sin que os espere nadie... ¡ Oh, dolor de mirar la caravana rendida y vacilante!.., Yo traigo fé y amores, y la risa en mi labio desgránase - 68- ingenua como el agua y como el llanto del niño cuando nace. Traigo ilusiones vivas, palpitando. románticos afanes y luz de sol en mi pupila inquieta; con mi cristal azul miro el paisaje; sé creer. sé esperar y traigo virgen mi espíritu y mi carne. ¡ y al final de la senda á mi me espera alguien!. .. Vosotros. los gastados. libre el paso dejadme. toda la anchura del camino quiero: ¡ idos á un lado, gente miserablel ¡ Bstúpidos rebaños. cuerpos vivos sin sangre, pan de la muerte, luces apagadas. os desprecio altanero: Abridme calle!. .. CANCIÓN DE LOS SUSPIROS A MANOLO REAL. ¡ Qué dulces son, qué graves, las clásicas fol~ as!... llanto para la muerte, gozo para la cuna; canción de los suspiros castellana y moruna. alma de mi Nivaria, flor de melancolias. Nacieron para orgullo de la guitarra, y guias sombrosas son que llevan en su rasgueo, á una de las fastuosas cortes donde la media luna rué dueña y soberana en los pasados dias. ¡ Folfas de mi tierra, con que mi padre amara y en donde tantas veces mi amor se reflejara!... ¡ Canción de los suspiros de son doliente y blando, suave como la guzla; noble como Castilla: eres de todo un pueblo la voz y la semilla, y a través de tus notas, Tinguaro sigue hablando! ... ALTA PLÁTICA 1 ¡ Amor de Caridad!... ¡ Rayo divino, que buscaste reposo y aposento en las almas vencidas, dando aliento, consolación y gozo al peregrino! ¡ Arroyo de aguas puras. cristalino, donde su sed de amor calma el sediento, tibia sombra que al márgen, un momento. en Ii! aridez te ofreces del camino! ¡ Amor de Caridad!... iFlor de pureza, que en tu aroma eres paz y fortaleza para las pobres vidas defraudadas: vuelve á ocupar en mi alma el nIdo blando, el áspid de mis dudas arrancando con tus manos piadosas, delicadas. - 76- TI Mi pecho es una llama de amor viva, llama tan poderosa, recia y fuerte. Que cuanto más pretendo darle muerte con pujanza mayor su fuego aviva. es inútil, Señor, Que el alma, esquiva 4 tu amante reclamo ose ponerte. Que si el cerebro logra repelerte, más y más ella pide ser cautiva. y unas veces creyendo, otras dudando. en esta horrible lucha va Quedando mi pobre corazón hecho pedazos... ¡ Despréciame, Sefior, si me hallas tibio, ó concédeme al fin piadoso alivio en el santo refugio de tus brazos! - 77- ID ¡ Quiero morir por TfI ¡ Quiero abrasarme en el ascua imperiosa de la fél... ¡ Ampárame, Señor!. .. ¡ Vuelve á I1evarme por la senda que incauto abandoné! ¡ Señor!... ¡ Señor!... ¡ Ayuda á libertarme de los odiosos brazos de Astarté!. .. ¡ Creer anhelo, y otra vez tornarme en aquel niño ingenuo que se rué! ... ¡ Otra vez quiero haIlarme el alma pura y jamás satisfecha de quererte!. .. ¡ Vuelva mis alas á quemar tu luz!... ¡ Quiero volverme loco, y mi locura encadenar con lazo amante y fuerte á la santa locura de la Cruz... - 7 - IV ¿ Donde está la verdad?, me preguntaba, y fuf á la ciencia á esclarecer mi duda... ¿ donde está la verdad?, también, sañuda, á mi afán como un eco contestaba. Al divino sendero retornaba, más, con el alma rencorosa y muda, y tampoco la fé, severa y ruda, á mi triste orfandad consuelo daba. Volvf los ojos al amor humano, r al secarse la flor, hallé en mi mano un poco de ceniza y más de lodo. Ardf en la caridad, y hallé templanza; dfme entero á la té, y hallé esperanza; ¡ busqué en mi corazón, y lo hallé todo!". - 79- "\ Dudando de tu amor, vencido, inerte, en ansias de tu amor me derretia, y más arjientemente te queria cuanto más anhelaba no quererte. A tus plantas, Señor, vuelvo á traerte limpia y casta otra vez el alma mia: ¡ amor que con la duda no porfia no es amor duradero, ni amor fuerte! ¡ o es tu amado el creyente que no yerra!... ¡ Va negué tu grandeza, Padre mio, y al negar te afirmaba con más brío. que cuanto más la duda á mi se aferra, más siento que mi fé se va ensanchando y con más alto amor te estoy amando! CURA DE ALMAS 6 1\ D. Pedro Ruiz de I\ rteaga. Abrf la puerta y penetré en el templo. La nave, solitaria, estremecióse y despertó al profano rumor de mi pisada. El alma del silencio} sorprendida, alborotó las alas en mi pecho poniendo más angustia, más pavor en mi alma. Mfstica y recogida luz de ensueño los altos ventanales tamizaban, pintando sobre el mármol, como sombras de unas figuras graves y alargadas. A lo lejos sonaron melancólicamente las campanas, invadiendo sus ecos el recinto como bandada de palomas blancas, que perplejas de asombro ante el misterio palpitando en el aire se quedaran. En la serena soledad, de pronto, centelleó la lámpara - 84- que á los pálidos pies del Cristo ardla, y fué como una voz que me llamara, una voz cariñosa de humildad y emoción. como de hermana. Acerquéme al altar. y de rodillas pu e el cuerpo y el alma. alzé mi corazón hasta los labios y de ellos. mansamente, cual las lágrimas de mis ojos, fluyeron mis pasiones, mis angustias. mis ansias; y le pedl perdón para mis culpas; y le pedl piedad para las almas que la hermosura de su luz no entienden porque nunca se irguieron á mirarla. Cesó la pena de abatir mi pecho. y al finar la plegaria, como una dulce mano cariciosa sentf que aprisionaba mi ardiente corazón, todo abrasado en amorosas llamas. Volvl á la calle consolado. bueno; y supe compartir mi humilde capa, como aquel San Martfn de la leyenda. con un pobre enfermito que pasaba; y por primera vez supe de un gozo en lo hondo. más hondo de mi alma. MEDALLA DE OTROS TIEMPOS ft D. ftNDRÉ. s DE ftRRO~ O. ¡ Oh. la vieja ciudad de La Laguna grave y austera como una plegaria! ... Mfstica. recogida. solitaria; sombrosa y triste como luz de luna... Tus calles. tus conventos, son como una evocación piadosa y legendaria. y eres como la fibra de ivaria. como el nervio ó raiz. como la cuna. Medalla de otros tiempos. tus grabados pule y conserva como un gran tesoro: no dejes penetrar en tus estados, aunque sostengas desigual batalla, la nueva alquimia que al probar si es oro deshace ó desfigura la medalla. LA HORA MfsTICA ~ ~. J0Jé TaeareJ Barflet. Todo tiene una dulce serenidad de encanto, el aire, el mar, la selva... Es la hora divina en que el sol, recogiendo su majestuoso manto, se retira solemne... En que á rezar se inclina el alma del cristiano, y á pensar el ateo, en la que se derrama por sobre el corazón una suave, serena, sutil melancoIfa; en que se sube al alma como un vago deseo de llorar, de ser bueno y de pedir perdón... Un tímido tañido suena en la lejanía, es el Angelus... ¡ Llora!... ¡ Llora y reza, alma meal Todo tiene una dulce serenidad de encanto, una paz, un silencio como de camposanto; la selva solitaria que \ lora, que se queja, - 92- las estáticas nubes, el astro que se aleja, la esquila del rebaño que se recoge al puerto, el mar, que es un espejo, una muerta laguna, las montañas azules y el trémulo é incierto resplandor vagoroso del nacer de la luna... El aire se adormece sobre el pinar y canta ... Un dulcfsimo ahogo se sube á la garganta... El pálido lucero de la tarde se enciende... El campo se ha dormido. La lucha se suspende. Otra véz la campana suena en la lejanía... Es la hora: recemos: ¡ Dios te salve, María!. .. EVOCACiÓN 51 51liRR8D0 D8 ~ 0RR8b. Solitaria y escueta, toda nervio y reciura, como un sayal enorme tendido bajo el sol, se retuesta y extiende la sagrada llanura, la sagrada llanura parda. jugosa. dura, raiz, madre y cimiento del solar español. Hay un grave silencio: es un templo esta tierra en que todo parece que se dispone á orar, y al mirar la azul línea que el horizonte cierra, la fé con más ahinco al corazón se aferra y obliga al pensamiento á subir, á esperar. y por el espinoso camino se adelanta, de los ojos rielando lenta y pálida luz y en la frente los oros de una diadema santa, un pobre frailecico que en los brazos levanta el dulce y grave peso secular de la cruz. - 96- Dejos de letanfa van cayendo piadosos de sus labios, regueros de un encendido amor, que al rodar por los aires, sus ecos cariciosos van buscando el refugio de los pechos ansiosos de abrasarse en la fiebre del afán de dolor. « ¡ Oh, cauterio suave!... IOh, llama de amor viva, qué tiernamente hieres!... ¡ Oh, ignorado placer!... ¡ Oh, regalada llaga; pues ya no eres esquiva acaba ya si quieres, que más y más se aviva cuanto más se consume en este eterno arder! ... » c¡ Oh, lámparas de fuego en cuyos resplandores las profundas cavernas del sentido, calor y nueva luz hallal'on!... ¡ Oh, exquisitos primores!. .. ¡ Oh, toque delicado!. .. ¡ Oh, dulces sinsabores!... ¡ Cuan delicadamente me enamoras, Amor!... » Las espinas en rosas convierte el carmelita al conjuro del casto salterio de piedad, y parece más ancha la llanura infinita, y la Ifmpida bóveda mayor y más bendita, y más puras las almas, más llenas de humildad. - Cfl- La delicada carne de sus piés despedaza el eco y duro suelo, y en sus labios la té, poderosa y ardiente como la cruz que abraza. palpita como el alma vibronte de la raza, ¡ de esta raza cansada que olvida lo que fué! El óvalo acabado de su rostro de asceta dice las vivas ansias, el profundo latir de su loco y divino corazón de poeta, que á la tierra un delgado hilo de luz sujeta y muere por el hondo dolor de no morir. ¡ Rosa blanca de ensueño! ¡ Fuente serena y clara! ¡ Faro de una apacible y aromática luz! ¡ Milagroso destello de la piedra preclara que la mano piado ' a de Cristo consagrara! ¡ Alma fuerte é insaciable de San Juan de la Cruz! El poeta no sabe más que besar tus huellas y recoger henchido de místico fervor. las palabras dulcísimas, clamorosas y bellas que en el alma florecen como un nimbo de estrellas, IY llorar abrasado por la llama de amor!. .. AL SAGRADO CORAZÓN ¡ Corazón de Jesús! ¡ Pan del cristiano! ¡ Destello soberano del divino y excelso luminar!, mi pobre corazón, deshecho y roto, traigo como un exvoto que poner á la orilla de tu altar. ¡ Señor, no lo rechaces! ... Mis pecados fueron los escarpados senderos de agonia en que te hallé: sustancia de mi fé son mis traiciones, iSeñor, no me abandones! ¡ pon tus ojos, no más, sobre mi fé!... o acertaba á escuchar tu voz sumisa prendido en la sonrisa de unos labios, de un verso, de una flor; fué preciso que el velo se rompiera y que tras él surgiera la muda y grave estampa del dolor. - 102- ¡ Acógeme, Señor!. .. Abre frondosa la blanca flor piadosa del amor, la belleza y la verdad, que está en mi alma solitaria y yerta por el reptil cubierta de la grosera y ruin sensualidad. De la gracia, el maná, como rocio descienda al pecho mio: ¡ Ampárame, Sagrado Corazón! ¡ No me dejes vagando entre estas ruinas! ¡ Coróname de espinas; pero dáme, Señor, tu bendición! Yo quiero ser humilde; casto quiero ser como del romero el campesino aroma virginal; que fluya de mi pecho la honda pena mansa, pura y serena como el agua del limpio manantial. ¡ Dulcfsimo Jesús! ¡ Rey de los Reyes! el foco de tus leyes irradie sobre mí paz y virtud; yo quiero ser un njño para amarte; yo quiero consagrarte mi fé, mi corazón. mi juventud. - 103 - ¡ Amor de los amoresl ¡ Jesús miol, dáme pujanza y brio para la eterna lucha con el mal; colgar mi pobre nido yo quisiera en el borde siquiera de tu regazo tibio y maternal. Mi rebelde razón, desesperada mariposa dorada. quiere abrasar sus alas en tu luz, y rechazando dudas y temores, con cadena de amores sujetarse á los brazos de la cruz. ¡ Acógeme, Señor!. .. Tiende tu mano á este despojo humano que tanto llora por amor de amar; de mi sér la ruindad de cuajo arranca, y en él coloca la paloma blanca de un callado y dulcísimo esperar. DE LA VIEJA CEPA 1\ 1 P. Herráiz Malo: firme y recio baluarte de la fé y de la tradición, 1 Mi altar- después de Dios- sube y venera la estampa del Marqués de SantilJana, y con eterno amor, la castellana llanura de quien él símbolo fuera. Llevar entre mis labios yo quisiera la flor de su sonrisa cortesana, y al brazo. su recia hoja toledana que á la caza de herejes anduviera. Con mi té de granito. bravo acero. romper en mil pedazos la escayola del ídolo que á Cristo da heredero; y envuelto con mi capa á la española. ser otro nuevo Ignacio de Loyola duro, impasible, pertinaz y fiero. - 108 II Yo quisiera llevar sobre la frente, el airoso penacho que llevara aquel mágico Duque que sonara sus espuelas por todo el continente. Que mi rostro cobrizo, en lucha ardiente, horrible cicatriz le atravesara que mi fama y mi nombre acrecentara de audaz, de novelero y de valiente. Del Cid ó de Álvar Fáñez, la bravura en mi pecho guardar y aquella pura fé sublimada que cantó Tere a: Ser héroe ó ser santo, que Castilla no quiere dar al mundo otra semilla; iY debe hacerlo, que su leyes esa! REBELDE ¡ Castilla, despierta! ... ¡ Tu gesto altanero recobra! ... ¡ Recobra tu altivo pendón! ¡ Empuña la espada!, ¡ qué vibre el acero! ¡ Sacuda su crespa melena el león! ¡ Tu fuiste indomable!: ¡ rebelde te quiero! ¡ Rebelde á quien mancha tu limpio blasón! Resuene en los aires indómito, fiero, un grito tremante de fé: I¡ Rebeliónl! ¡ Don Álvaro, surge!... ¡ Los Condes!... ¡ La Brava!. .. ¡ Tu patria, Gonzalo, tu patria está esclava!. .. ¡ Es fuerza que estalle tu furia en la lid!... Yo miro en la sombra que avanzan calladas rujíendo iracundas, las nobles mesnadas que al frente llevaron el casco del Cidl LA CRUZ DE GRACIA 8 A ENRIQUE CARRASCO. Entre pinos y encinas, brezos y hayas, entre flores y cardos, maleza y zarzas; cual de la fé la enseña los brazos alza, en un claro del monte, la Cruz de Gracia. Niños, mozos y mozas, viejos y viejas, vecinos del poblado que el monte cerca, una ciega confianza le tienen puesta y sus muchos milagros, ingenuos, cuentan. 116 - Al gañán que le pide lluvia abundante. anegando los campos la Cruz complace. Si por el hijo enfermo pide una madre. hace la Cruz bendita que pronto sane. Si el querer de un ingrato. linda mozuela le pide desolada - que es cosa vieja el desdén en amores -- la Cruz consuélala. haciendo que el amante torne á quererla. Si el pastor descuidado pierde la cabras. á la Cruz invocando pronto las halla. A todos satisface. todo lo allana la de los bosques reina. la Cruz de Gracia. Una trágica noche del crudo invierno desató la tormenta su furor ciego; - 117 devastaron los campos lluvias y hielos. y amenaza fué el ronco clamor del trueno. Un rugido fué el cielo hosco y airado, y las cárdenas nubes su faz rasgando, escupieron terrible fúlgido rayo que a la Cruz milagrosa rompió los brazos. Por entre las encinas. brezos y hayas, más veloces rodaron que si volaran; de un barranco en el fondoJ tristes, de cansan. ¡ Ya murió para siempre la Cruz de Gracia! Ya no invocan su nombre los toscos fieles, sus promesas y exvotos ya no le ofrecen, y a rogar fervorosos ¡ ay! ya no vienen - 11 - que el poder milagroso murió por siempre. Los gañanes su ayuda ya no le imploran, y a rezarle no acuden mozos ni mozas; ¿ donde fué el poderlo. la fuerza ignota, de aquella Cruz de Gracia maravillosa? En la paz de los campos mudos y yertos. que el temporal dejara tristes y escuetos, altivos todavfa se alzan [ os restos, que amenazar parecen iras del cielo. MI SE¡\ JOR, DON QUIJOTE 1 ¡ Oh, mi señor y dueño, Don Quijote! ... orgullo y paladín de la proeza, flor y nata de toda gentileza, del desafuero y la ruindad azote. La Mancha os vió nacer y os dió su mote, porque fuera mayor vuestra nobleza; yen vos, blanco rosal de la pureza, toda humana virtud halIó su brote. Bien entiendo que soy un pobre diablo y que no comprendéis como se atreve mi palabra ante vos á ser sonora, mas, ved que es de rodillas como os hablo, y que también, cual vos, beso la nieve de los graciosos pies de Altisidora. - 122- II Don Miguel de Cervantes, el divino, os puso á cabalgar en Clavileño, cuando de vos trazara aquel diseño que abrió á las almas tan sutil camino. No fué ironfa del ingenio fino que en motejaros tuvo ruin empeño, fué humanismo, más bien, franco y risueño con que haceros más noble y peregrino. Para el gran Don Miguel fuisteis como una de e as meditaciones de la luna sobre el terso semblante del remanso; él fué como la paz del agua clara donde vuestra esquivez se reflejara, y os hizo Alonso el compasivo, el manso. - 123- ID ¡ Mi Señor Don Quijote!. .. ¡ Quién tuviera bajo las alas el fogoso aliento que á las vuestras alzó del pavimento en que la grey trasuda y vocifera! Aunque de nuevo Juan Haldudo riera, la pena torturante del lamento, para mi recia espada, llamamiento en donde quiera que sonora fuera. ¡ No me mentéis á Sancho/... ¡ Nada quiero con ese vuestro pánfilo escudero, ni me importa la humana griteria!. .. De III Señorll que adoráis soy pllje; y sé que está prendido en el encaje que es gala de su pecho, el alma mía. LA CANCiÓN DEL AGUA C2l Jolé 6ernánde~ C2lml1dor. Clara como el rumbo de un buen pensamiento, limpia como el sueño de una niña casta, ingenua, gozosa, un poco azulada, por la acequia corre trenzando armonfas bulliciosa el agua. Pára, caminante, un momento pára; mira como corre, como corre el agua... ¡ Oh, el ritmo apagado de los madrigales mimosos que cantal... ¡ Oh, la soledosa cadencia de amores que en rimas engarza, cómo va avanzando. allá dentro. allá dentro, hasta reposarse en el fondo del alma!. .. - 128- Para, caminante, un momento pára; mira como corre, como corre el agua... Los álamos viejos, gravemente inclinan su frente nevada, y el blanco semblante, terso y reposado, la linfa retrata. Un rayo de luna silenciosamente se tiende en el agua, y en la lejanfa, turbando el misterio turbando la calma, una voz que dice de amores nostálgicos cadenciosamente sus ansias derrama, y sus ecos dejan má quieta la noche, más noble la calma•.. para, caminante, un momento pára, y en este remanso de piedad, descansa... Quisiera dormirme tendido a la sombra de los viejos álamos que la orilla guardan, y lIvaro, gozoso, beber Jos ensueños que en rimas engarza, corriendo amorosa por la acequia el agua... - 129- ¡ Agua dulce y buena!... ¡ Agua buena y clara!... como tu, radiante, te traigo mi alma: ¡ quiere ser tu esposa!. .. ¡ quiere ser tu hermana!. .. ¡ Oh, el ritmo apagado de los madrigales mimosos que cantas!. .. ¡ Pára, caminante, un momento pára; y en este remanso piadoso y risueño unamos las almas, descansando juntos á la fresca sombra de los viejos álamos que la orilla guardan... ¡ Oh, la soledosa cadencia de ensueños que en rimas engarzas, agua limpia y buena, agua buena y clara!. .. Pára caminante, un momento pára, y en este remanso de piedad, descansa... \ 1 HUMILDAD fi Rfilffi8: nfi fiBfiDífi. Como un sueño de amor, tan delicada, tan sensual y divina sóis, señora; como un bello pecado tentadora; como una rosa, pulcra y perfumada. Tenéis la juventud, la gracia alada de un poema pagano; y triunfadora de todo mal y bien, vivfs sonora en el gozo de vuestra carcajada. Yo os quisiera alabar, señora mfa, pero es sólo un rumor mi poesia: ¡ no es voz siquiera, cuanto más pincel!... No soy más que un buen chico provinciano que en vuestros ojos preso, quiere ufano echarse a vuestros piés como un lebrel. Marzo 41915. NOCTURNO En el luminoso tapiz de los cielos la mística lámpara de la luna pende; y su tibia y suave polvareda blanca á la mar en castos cendales envuelve. El cristal radioso del agua semeja un Ifmpido espejo perlado de nieve, y son las estelas. caminos de plata que abiertos al alma viajera se ofrecen. El grave silencio del campo dormido y la paz divina de la noche. tienen un dulce y extraño terror de misterio que como un aroma en el pecho vierten. - 138- Todo está en reposo, callado, y medita, y en medio del alto silencio, se siente el acompasado latir del gigante: del mundo que duerme. Inquietante angustia se adueña del pecho que todo encendido de amor se estremece, y el santo consuelo de unas tibias lágrimas, á los ojos sube silenciosamente. ¡ Mágica armonia del cielo estrellado! tu grave y augusta majestad, ¿ qué tiene en las apacibles noches estivales que el ánima pones vibrante y solemne? .. Al rozar mi labio,. Ia brisa, ¿ qué dice? ... atento el oido, ¿ qué escucha? .. ¿ qué advierte? ¿ también tienen alma las cosas y sueñan? .. ¿ también el silencio corazón posee? .. Los muertos nos hablan, tal vez, y el sentido torpe y extraviado la lengua no entiende?... ¿ Es Dios, que á la tierra, piadoso, magnánimo, á unirse á los hombres en un beso viene? .. - 139 -- Sirius ha prendido su pálida llama; su luz resplandece como una esperanza, como un vago ensueño, como algo inefable después de la muerte. El alto silencio más grave reposa, y apagadamente un rumor de alas sobre el alma cruza... alma del misterio: ¿ qué buscas? .. ¿ qué quieres?.. ~ !~ .~ ::> ~ ~ ~ ::> ~ f ~ ~ ~ gI Si j !.. OFRENDA Para esas pobres vidas candorosas, para esas pobres vidas apagadas, obscuras y modestas, que en silencio trabajan y en silencio suspiran y en el silencio aman; para esas pobres vidas que en lo hondo del corazón levantan un altar á lo bueno y á todo lo romántico peana; para esas pobres vidas silenciosas, humildes, recatadas; para esas pobres vidas que en el pecho la perfección cristiana les escribió un poema de unción y tolerancia; ¡ para esas pobres vidas admirables sean hoy mis alabanzasl... ¡ Oh, pobres princesitas sin castillol ¡ pobres almas de Dios! ... ¡ Oh, pobres almas que luchan aspirando el perfume de amor de la esperanzal ... - 144- ¡ Ovejas del Señor, que en el ovillo de la vida devanan suave, discretamente. lo mismo las sonrisas que las lágrimas!... ¡ Soñadoras y alegres cabecitas románticas, que el peso de la cruz sobre sus hombros piadosamente aguantan; y cuando, alguna vez, po a la dicha en sus mejillas pálidas un ósculo de amor, de igual manera sonriendo se callan!... ¡ Hormigas incansables que en la mística paz de vuestras casas levantáis edificios de tesón}' constancia, con la aguja en la mano y al pie de vuestras máquinas!. .. ¡ Almas dulces, serenas, adorables, castas y delicadas; yo os respeto; yo os amo; yo os admiro; porque asi son mi madre y mis hermanas, humildes, recogidas, laboriosas y honradas!. .. Ellas ignoran todo de la vida, de la vida exterior, la de las plazas. corrillos y paseos; ellas no saben nada de las almas que al pecado se entregan, por codicia, por perversión y ansia de mundanos placeres, de vida regalada. - 145- Ellas nada conocen de la moda, de plumas y de galas; nada saben tampoco de la envidia, de la lucha enconada por escalar un puesto, por ilusiones vanas; ellas nada conocen del mi terio de esas locas fortunas ignoradas que en un momento elevan para caer mañana. 1\ su estrecho recinto colocan una vaIJa, que del mundo y su feria de ambiciones amante, las separa. Son mfsticas ovejas, pobres almas de Dios, flores sagradas, que vierten su perfume en el regazo de la piedad cristiana, ... y ofreciendo su amor, se sacrifican con la frente á los cielos elevada al padre 6 al esposo 6 al hermano; y en la dura tarea cotidiana le ayudan animosas, le arruIJan, fortalecen y agasajan; iY asf van bendecidos á la faena diaria!. .. Ellas son como sombras, al márgen de la vida colocadas, donde el atormentado y triste espfritu se adormece y descansa. Son las manos piadosas que la herida restañi'lO; y esas cosas menudas, inombrables que la existencia amargan 10 - 146- con un gesto sencillo desmenuzan y aclaran... ¡ Almas recias, valientes, en apariencia lánguidas, yo os respeto, yo os amo, yo os admiro; porque así son mi madre y mis hermanas: ¡ Tomad mi corazón que se os ofrece rendido á vuestras plantasl. .. FLOR PIADOSA Tienes los ojos vagos, profundos; recatada - tus párpados son dueñas que celan tu pudorá la vida, tras ellos, tu alma está asomada como un capullo, apenas, que quiere hacerse flor. De todos tus encantos nada me hechiza. nada enciende en mí la llama crujiente del amor como tus ojos vagos; tu mística mirada: ¡ tus ojos son dos cirios que alumbran al Señor! Yo te adoro. divina evocación piadosa de tiempos medioevales, de imagen de retablo; como la ojiva subes hasta Dios, silenciosa... Mi espíritu se envuelve en la paz de la unción contemplándote. amándote; y mi voz, cuando te hablo se desliza implorante, en salmo, en oración. A BECQUER En las rosas marchitas, deshojadas, en la sonrisa que los tristes tienen y en lo gratos recuerdos de las cosas que se marcharon y otra vez no vuelven; en el misterio de las aguas quietas yen el lucero que en la tarde prende su apagado fulgor; y en la divina penumbra en que se envuelve la tierra, oledosa, cuando el sol desparece, hay la mi ma tristeza derramada que la tristeza que tus ver os tienen: una tristeza dulce, resignada, que el ánimo estremece. La musa de tus rimas tuvo los ojos verdes, y supo de inquietudes y amarguras, y supo del dolor y de la muerte, y supo conservar una sonrisa delicada y sutil, piadosa siempre, ante el grave misterio de las cosas que en su red nos sorprende. - 154- Cabecitas románticas, eternas forjadoras de alegres ensoñaciones y quimeras dulces; almas viajeras que subes la breve y empinada pendiente de la vida siempre soñando y esperando siempre; pájaros que tenéis las alas rotas y que alzarse del suelo aún pretenden; los que lloran serenos. resignados, Jos que la luz mantienen de una esperanza viva, en el fondo del pecho y de ella alienten; los que se suben sobre el alma y cantan; los que su corazón abierto lleven. y como nido blando al dulce fuego del amor lo ofrecen; á vosotras, las cándidas almas vulgares, silenciosas, débiles, á vosotros los buenos. los ingenuos, os pido humildemente, una lágrima. un sueño, una esperanza, para forjar un verso y ofrecerle en homenaje á la doliente musa: la de los ojos verdes. ¡ ARRIBA, CORAZÓN!... / ¡ Arriba, corazón! .. , ¿ Estás cansado? ¿ tu belicoso ánimo flaquea? .. ¡ Pareces empeñarte en que te crea un viejo setentón desengañado! No quiero verte triste. resignado. y es preciso que vibre en la pelea tu febril entusiasmo por la Idea: ¡ hay que ser fuerte, corazón, y osado!.. Te ha mandado tu fé, Dios y tu espada una bandera sostener izada. cont~ a todo orgullosa y arrogante; ¿ Son tus penas de amor? ¿ son desengaños? ¿ Y tus dulces. floridos veinte años? .. ¡ Arriba. corazón!... ¡ Siempre adelante! ROMÁNTICO DOLOR... Romántico dolor abrió en mi pecho una sangrienta llaga. No sé que mfstica, inefable y vaga angustia meláncolica me oprime y mis ojos de lágrimas rebosa... ¿ Porqué mi corazón suspira y gime?... ¿ Es nostalgia de amores tal vez, esta amargura? .. ¡ De lejanos amores que se fueron sin gustar su sabor dulce ó amargo y que mi senda atormentada y dura más tétrica volvieron!. .. Es ansia de infinito, desperezo del alma que se empeña en encontrarse alas que piadosas le eleven á atmósfera más pura y más risueña. Es algo obscuro. misterioso y suave que á placer y á dolor á un tiempo sabe. Afán desconocido que el corazón dormido vivifica y despierta... ¿ Ha puesto Dios sobre mi frente un beso?... Amor de los Amores. ¿ has llamado á mi puerta?... 11 ÁBRETE, CORAZÓN... ¡ Ábrete, corazón, como una blanca rosa primaveral y colócate humilde y reverente á los piés del altarl Ascienda clamorosa tu plegaria toda fé. toda luz, y como aguda y rápida saeta, atraviese el azul. No escuches á lo externo, y en la orilla de tu abismo interior, allá en el fondo de tu sér, acierta á encontrar sólo á Dios. ¡ Ciego que buscas entre espinas rosas tanteando al azar de nuevos horizontes siempre ansioso, de eterno más allá, - 166- Descansa al fin de tu contienda loca; reposa, corazón! ¿ No escuchas?... Es un eco; más. el eco de alguna voz es voz... LA ESFINGE Sobre la losa sepulcral que guarda los pobres restos de mi amor primero, se ha sentado la esfinge. Silencioso contemplo los dormidos cristales de sus ojos. En vano que pretenda escrutar el abismo, en vano quiero abrir su corazón, llegar al fondo desgarrando su pecho. ¡ Siempre mudos sus ojos, siempre inmóviles!. .. ¡ Siempre el enigma: el cruel enigma eterno!. .. ¿ QUé reserva al futuro mi destino? ¿ Será mi amor primero único amor gustado? ¿ Será irrompible sello que tenazmente cerrarále el paso á los amores nuevos? .. ¿ o encontraré esperanza?... ¿ Tal vez mi desengaño será eterno? .. ¿ Nunca el pájaro azul de la alegría á cantar volverá dentro mi pecho?... ¡ Oh, estos ojos inmóviles, siempre insondables, misteriosos, yertos!. ,. NOSTALGIA Entre las ruinas de mi amor brotaron unas blancas, humildes margaritas, unas pálidas flores lunáticas y frias ... ¿ Donde fué mi clavel, aquel sangriento clavel que enrojecia todo mi pecho, retostado al fuego de la pasión divina? .. ¿ Donde has ido, mi dulce amor romántico por aquella donosa princesita de ojos claros, serenos, de suave y enigmática sonrisa, de manos diminutas como nardos, de acompasadas é impecables Ifneas?... ¡ Pobre amor!... ¡ pobre amor!.., ¡ qué breve fuiste! ... Relámpago de dicha que iluminó un instante el oscuro sendero de mi vida! ... Entre las ruinas de mi amor brotaron unas pobres. humildes margaritas, que, sedientas de amor, miran al cielo silenciosas y tímidas!... ¿ TE ACUERDAS?... Fué en una noche de quietudes llena, como el nombre de Dios. solemne y grave; como un limpio anhelar, casta y serena; como un beso de amor, mimosa y suave. Lágrimas de piedad. como cuajadas sobre la azul serenidad del cielo, las pálidas estrellas parecian; como al través de delicado velo sus luces, mansamente, desleian. El mar era una balsa de aguas puras, tímidas misteriosas... unas dulces palabras cariciosas. ungidas de románticas ternuras, decía el blando son del oleaje. Surgiendo del ' ollaje de los jardines en amor dormidos las rosas blancas su candor ponían; sus místicos aromas. recogían sorbo á sorbo, avarientos. los sentidos. y lleno del misterio de la hora. en inquietud gratísima deshecho, Primavera. la amable encubridora, con su mllno de platll lIbrió mi pecho. ¡ Oh, noche inolvidablel ... 1:! - 17 - Cuando mi labio dijo el inefable y tfmido de quiero), de la manera casta y delicada que sólo suena en el amor primero, me quedé más confuso y encendido, y tú ¡ más encarnada!... ¡ Oh, recuerdo querido de aquella edad de oral. .. ¡ Oh, los tiempos pasados en que para decirnos « yo te adoro~ tuvimos que ponernos colorados!... TRAS EL CRISTAL... Tras el cristal de tus ojos que nada enturbia ni empaña, se transparenta inefable la ingenuidad de tu alma. ¿ Qué te importa que no seas un prodigio de elegancia, ni tu belleza un asombro ni una perfección tu cara, si es tan dulce, tan serena la ingenuidad de tu alma? .. En la quietud del remanso prefiero mirar el agua, que no en surtidor divino á los cielos elevada; porque aunque admira y sorprende, en verdad, mirarla ufana recoger del sol los rayos que en lluvia de oro derrama, nunca es tan pura y tranquila, tan pura, tranquila y clara, como en la paz del remanso dulcemente recostada. AMÉRICA A DIEGO CROSA. Todas las tardes venía con sus hermanos á casa, todas las tdrdes venía para jugar con mi hermana. Tenía rizado el pelo, América se Ilamaba, cuando jugaba conmigo se ponía colorada... Sus ojos eran obscuros y siempre fijos miraban, tenía la voz ruidosa ¡ y qué bien, qué bien cantaba! Casi nunca se reia - siempre seria, siempre rarani siquiera con las cosas que Genoveva contaba. Un día, junto á la iglesia que estaba enfrente de casa -¡ aqueIla caIle tan fea, tan fría, tan solitarial- - 186- echado sobre las piedras, ella en el muro sentada, yo le dije gravemente comiéndome las palabras: e¡ América! ¿ quieres ser mi novia desde mañana? .. ) Ella me dió un empujón y echó á correr desolada... y mi hermana se reia ¡ cómo se reia mi hermana! Venía todas las tardes con sus hermanos á casa; eran obscuros sus ojos y siempre fijos miraban. TORMENTO ¡ Yo no sé que tienen tus pálidos labios piadosos y exangUes. tristes flores místicas plegadas. que apenas sonreirse saben; yo no sé que tienen tus ojos febriles) profundos y graves, que tras la cortina sutil de tus párpados sorprendidos se abren; yo no sé que tiene la esbeltez airosa de tu breve talle todo exquisiteces y de Ifneas puras, finas, impecables; yo no sé que tienen tus gestos, tus gracias tan espirituales que mi bajo fondo despiertan y en fiebre se incendia mi carne ,/ consumida al fuego de unas poderosas ansias infernales... ! ¡ Muñequita rubia, grácil, delicada debes despreciarme! ... ¡ Yo también á solas, sollozo, y asqueado maldigo mi carne! ... YA QUE Asf ME MIRÁIS... Hay un extraño enigma, una secreta cábala espiritual en tu mirada, recta, fina y audaz como una espada, como las aguas de la mar inquieta. ¿ Qué guardas en los ojos? .. ¿ ironfa?... ¿ ternura, ingenuidad ó tonterfa?... ¿ Es hipócrita veste del pecado ese duro, bruñido y acerado resplandor vigoroso, que arrebata mi sér y en loca fiebre lo desata, ó es, tal vez, un destello de la vfvida llama de lo Bello que la duda ó el dolor sofoca y mata?... ¿ Porqué siempre insondables bellos ojos? .. ¡ Me véis triste, llorando, y os gozáis reflejando implacables enojos, la angustia de mi pena acrecentando!... IY si con ansia ardiente os dicen su dolor los ojos mfos, ó burlones ó frfos pónenle un comentario indiferentel ... ¡ Jamás he visto la pasión erguida asomarse á tan graves ojos claros: 13 - 194- Ino sabéis con la fiebre iluminaros! lno tenéis caridad, calor ni vida!. .. ¿ Porqué esa insoportable. horrible calma con que en las cosas os posáis fruncidos? Bellos ojos. ¿ acaso estáis dormidos? ¿ detrás de esos cristales no hay un alma? .. DESENCANTO Yo soñé con besar tus labios rojos. secar la flor de tu sonrisa á besos; y en la amable caricia de tus ojos. gustar los embelesos de la pasión rendida y satisfecha. Soñé que era llegada la dulcfsima hora del descanso. que encontraba la límpida corriente. el suave arroyo manso, por donde deslizárase callada la turba alborotada de mis locos y altivos pensamientos; soñé que Dios. al fin. sobre mi frente dejaba e a alba mano cariñosa que todo dolor calma. derramando amorosa la flor de sus ternuras en el alma; Imano santa de esposa que á la nuestra prendida. ayuda. fortalece y más noble parece que nos hace la vida!. .. *** - 19 Un hogar castellano, hondamente cristiano, de honradez y armonía siempre lleno, limpio. casto y sereno como el cielo y el campo de mi tierra, como la paz augusta de la sierra, como la luz piadosa de la luna; que en todo se igualara con aquel que fundara mi padre y fué mi cuna. Un hogar que tuviera por norma y por cimiento la fé que de mis padres aprendiera, el alto sentimiento del amor á Castilla y á Nivaria la aHi vez y el aliento de la sangre española, y la hidalgufa, la lealtad bravfa de la sangre canaria ... De este hogar sano y fuerte, incubador glorioso de estirpe recia y noble, yo, orgulloso, matriz y corazón soñaba hacerte. - 199 -- ¡ Fué un sueño, nada más: un dulce encanto!. .. ¡ ya lo sé que fué un sueño irrealizable!... Tu cabecita loca y adorable, gentilmente ocupada con tanto rizo, moño y embeleco, para un hondo sentir no tiene hueco... y hoy que todo ha pasado -¡ oh, pasión que juzgué sagrada y honda! y que tú, por un lado, yo, por otro, tranquilos, sin cuidado. sin pena ni dolor vamos viviendo, á tus lindas amigas sonriendo les dirás al oido con algo de ironia: cMonina, ¿ no has sabido? ese chico una vez... pretendió un día!. .. » ¡ Yo también me sonrfo!. .. ¡ si es tan fácil!. .. ¿ verdad, tesoro mio? .. MI PADRE Nazario, El Blanco, Sanliaguillo, Pedro, Francisco y Melilón, Diego y Lorenza, Claudina y Rosa la Blanquiala, Anlonia la de lío Juan El Sol, Clara y Liberia: todos los que en mi casa trabajaron, todos los que ensancharon la jacienda con su celo y cuidado, poniendo en el aumento la querencia; los que sembraron millo en La Resbala, en Los Naleros y en La Viña Vieja, yen la fioya las Bialas aquellas papas negras que el rico gusto de la miel tenfan; los que caricias tiernas de niño prodigáronle; los que á todas las fieslas, con él fbais, sirviéndole de escudo. en riñas y pendencias, que él no necesitó; pues bien sabfa en sus puños hallar pronta defensa; - 204- los que amasásfeis pan el dfa la Virgen en la ancha cocinona de la abuela. entre risa y jolgorio, el ánimo sereno y la conciencia llena de santa paz; los que en las tardes alegres del estio, á orilla el era. os reuníais en corrillo ameno á cantar y á bailar, ¡ dulce tareal; los que á buscar el agua á Los Dornajos íbais todos los días en la yegua, aquella yegua blanca tan hermosa. tan hermosa y tan buena, en que á La Villa tantas veces fufsteis á llevar á moler media fanega; ojos que vieron siempre en el establo cuatro yuntas, tres bestias. los graneros repletos, con ochenta toneles la bodega, más de treinta peones al servicio de la casa y la hacienda; para todos los pobres siempre abierta la puerta, abundancia, honradez. paz y ventura; ojos que vieron la abundancia aquella, la amable caridad de los abuelos y u altiva nobleza. el constante trajín y la alegría de todas las faenas que en la casa se hicieron cuando el viejo solar era lo que era; vosotros todo que en mi casa asilo siempre encontrásteis para vuestras penas. los que fueron sus fieles servidores y los que solo sus amigos fLleran, - 205- venid: llorad conmigo, hagamos una sola nuestra pena en este amargo día; inolvidable fecha en que se cumple un año que se fué para siempre de la tierra, aquel claro varón que fué mi padre y vuestro dueño era.... '" '"'" Él era un viejo castellano neto; tan sólo de por fuera, que por dentro bril/ aba clarísima é intensa la llama inextinguible del alma guanche eterna; como si el viejo drago de rosas se cubriera y oculto se quedara el árbol santo, símbolo amado de mi amada tierra. Él era honesto, rudo, fuerte, sencillo y noble: ¡ un alma buena amante del trabajo y de lo bello!. .. Templado para el bien, su fortaleza la llevaba en sí mismo; en su carácter en su llana bondad é independencia. Él era tosco en el hablar; llevaba en sus pupilas negras, una expresión constante de candor, de inocencia y allá en el fondo el alma sonreía de un niño ó de un poeta. - 206- Necesidades del vivir, hicieron que el rumbo se torciera del rio de su vida lento, suave, y la esperanza muerta en un buen resurgir, que abandonara el sagrado lugar donde naciera. y vino á la ciudad contra su gusto. llevado por la fuerza de un porvenir más amplio que se ajustara con la vida nueva. ¡ Eramos muchos ya, y era tan poco lo que daba la tierra!. .. ¡ Y el rio de su vida lento, suave nunca se avino á la corriente nueva!. .. ¡ Dor eso, cuantas veces vi en sus ojos lágrimas tristes, tiernas, cuando las tardes del Otoño dicen dulces recuerdos de las cosas muertas!. .. ¡ Y cómo se llenaba mi corazón de pena al mirar en sus ojos resbalando las lágrimas sinceras, por el dulce añorar de aquellas cosa tan gratas y tan buenas!. .. Dor el de aquella caserona humilde que á un dormido convento se asemeja donde pasó su mocedad tranquila y vió la luz primera; por aquel trajinar de la labranza y el cuido de la hacienda; aquel sereno y perfumado ambiente, el agrado y llaneza de los fieles, sencillos servidores; la amable y dulce placidez aquella - 207- de las dichosas tardes pasadas en la aldea, escuchando la suave, la rítmica cadencia del habla campe ina, dulce como su paz y su llaneza, y el son doliente y grave de las tolías bailadas en las fiestas, cuando era mozo y presumir sabía de valor y guapeza!. .. ¡ De tantas idas cosas, que su sueño é ilusión constantes eran!. .. *** Él era bueno como el pan de trigo; cristiano hasta la médula con las sanas doctrinas de sus padres. Heredó de mi abuela la sencillez de trato, las enseñanzas buenas y aquellas graves cosas que decía que místico me hicieron y poeta. ¡ Y por eso lo fuf!. .. ¡ Era tan grande su empeño en que estudiara y aprendiera con tal alto fervor me lo rogaba y era su fé tan ciega, que estudié y estudié!. .. iY á Dios pedía que si el triunfo llegaba. yo pudiera compartirlo con él; pero no quiso á mi ruego acceder! ... ¡ La eterna ausencia decretó antes que el fruto de su empeño viniera!. .. *** - 208- IAmado y cariñoso padre mio atiende mi oración triste y sinceral iYo que voy desbrozando apenas de la vida la corteza, influye en mi vivir. vigila atento mis pasos en la tierra; que sea siempre honrado; que cariño y bueno siempre sea y cúbrame amorosa como un manto de paz y de grandeza. la sombra de tu vida, ¡ tu vida generosa, santa, buena!... 7 de Mayo de 1.910. FIEBRES fI I/ defonso MaHiotle. Es inútil!... ¡ No más!... ¡ La lucha horrible ya no la puedo soportar: me rindo! Quise volar muy alto; quise llegar de un salto allá, á lo Incognoscible, y nuevo ! caro con las alas rotas derretidas al sol, vuelvo á la tierra. ¡ Pobres ojos los mios, que no tuvieron ni vigor ni brios para efrontar la luz!.. ¡ Ay, del que yerra como yo, por miseria y cobardia!. .. -- Pero acaso esta nueva rebeldía, indómita, bravía, es miedo ó heroísmo?- A la vida retorno, á los placeres; siento arder en mis venas sangre nueva: me manda y la obedezco, y escuchando su voz, no sé si crezco, si noble impulso á la verdad me eleva ó si caigo por fin en el abismo verdugo de mí mismo... - 212- Con la conciencia á solas me pregunto escrutando lo Arcano: ¿ qué es más justo, más grande, más humano: romper las ligaduras que á la carne sujetan; revolver, bucear en el vacio hasta alcanzar las máximas alturas en que todas las cosas se completan y egoistas, allf, ser, conocerse, por El y para El sufriendo, amando, ó saber que esto existe, que nos busca, nos insta, nos reclama, y apagar sin embargo hornillo y llama metiendo el corazón entre las cosas, y con amable gesto de ironfa sonreír, aceptando la pura realidad vulgar y frfa por los demás, por mf, sufriendo, amando? .. LA CAMPANA ROTA Po. " Jacinto Terrv". Cuando es reposo y soledad la tierra y Sirius- Iágrima de luz- suspira, el alma en triste desnudez se mira y al garfio eterno de la fé se aferra, el dolor de un lamento vibra con la estridencia agria de un grito; es la rota campana del convento que llama á conversar con lo Infinito. Es una voz violenta. enronquecida, que el escozor levanta de una herida en el ánima vuelta hacia lo Ignoto; ¿ porqué suenas tan dura y destemplada, campana idolatrada? ... campana del convento; ¿ quien te ha roto?... Tú, que fuiste en los campos alegría, jaleo de tambor y pandereta. égloga, ingenuidad, paz y alborozo de feria y romería; tú, que fuiste elegía, riguroso crespón sobre la pena, - 216- caricia humilde y buena en la pausa solemne y soledo a de tu doble profundo; campana del convento, tú, que fuiste clarín sonoro. y como Homero diste relieve. corazón y voz al mundo. las épicas hazañas inmortales de lo hombres cantando. allá en los tiempos, cuando las viejas catedrales como sagrado a i10 se ofrecían y el oro recogían de la piedad humana, ¿ quien te rompió. campana, que tan frío, cortante y acerado llora tu lamentar desesperado? ... ¿ quién, sordina al arpegio de tu dulce clamor colocó osado?.... ¿ quien consumó el horrible sacrilegio? ... l. ca o fué un poeta quien te rompió, campanal Acaso un alma de tu voz hermana abrió la leve grieta presintiendo. tal vez. que llegaría desventurado día, en que hueca y sin eco onarfa tu invocación piadosa; y antes que voz transida y dolorosa que clame en el desierto, inútil lamentar. lágrima fría sobre el yerto perfil de un cuerpo muerto, tu orgullo ser prefiere puñal que en carne viva punza y hiere. Por eso. tan chirriante - 217 - grita desgarradora la ingenuidad sonora de tu bronce clamante, el pulso alborotando, audaz é inquieta, á la inconsciente y loca grey humana.... ¡ Acaso fué un poeta quien te rompió, campana!. ... Ya no sabes ser fuerte; ya no sabes ser el divino corazón del mundo; tus campanadas graves son púas que desgarran, no alas suaves que palpitando en el azul inmenso á la plegaria eleven; y su huella, como una blanca estrella, bajo la enorme bóveda sagrada fijen iluminada. Y es preciso que vibres nuevamente como vibrar solías; que cantes, que consueles, que sonrías, .., es preciso que sufras y que goces, que gimas y retoces á la par que la humana, bullente muchedumbre; es preciso, campana, ser otra vez amor y dulcedumbre. Y si tu voz se obstina en ser punzante arpón, trágica espina. cuando mas rencorosa y descarnada ruja tu campanada, la grieta se abrirá, y en mil pedazos tu mole desgarrada, lava de maldición, tromba de horrores, - 218 rodará enloquecida por la enorme y redonda faz dormida de la tierra sin flores. uevo diluvio universal. que todo cuanto en ella es amor, pujanza y vida, anegará suicida cambiándolo otra vez en ruina y lodo. IY estéril, agotada, te hundirás en las simas de la nada!. ... Rompiendo el candoroso arrobamiento de la noche serena, vibra un grito: es la rota campana del convento que llama a conversar con lo Infinito. HIMNO A LA PAZ " Juan Franchy. ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz!. ... ¡ Cesen agravios!.. .. ¡ Desechen ya los labios la invocación fanática y procaz!. ... ¡ Deje el acero de abatir los hombros!... , ! No más ruinas ni escombros!, .. , ¡ Paz á las almas y á los cuerpos! ¡ Paz!. ... La guadaña fatal, cruel y suicida, una vez más, la vida triture entre sus garras con vigor, y convertido en reja y en arado, el fusil del soldado al Universo torne en fruto y flor. ¡ Apaguen su bramido los cañones!.. .. ¡ Enjaula tus leones Satanás de la guerra, luz del mall.... - 222-- Egoismo que todo lo mancillas, ¿ no hincarás las rodillas jamás, bajo los piés del Ideal?.... Cesa ya de clamar altivo y fiero, bravo clarín guerrero, herofca sinfonfa del valor; y en gaita transformado, por la aldea canta, arru! la y pasea la eterna maravilla del amor. ¡ No más triste gemir!. ... Trágica pira de dolor que suspira el filo de los cielos toca ya. El mundo de sufrir está cansado; y el búcaro colmado una gota no más rebosará. Como blancas estrellas soñadoras, las lágrimas sonoras de la grave campana en oración, pendiendo en el azul dejen su exvoto, implorando á lo Ignoto la piedad del olvido y del perdón. ¡ Acabe la voraz carnicería! El trabajo. energía - 223- vigor y fortaleza vuelva á ser y arranque los crespones del ambiente, crujiendo alegremente en la fábrica, el campo y el taller. Repose la zozobra. y ceda plaza al afán de la raza por su limpia y constante evolución, vuelto al viejo rail abandonado, sereno y reposado como el rítmico andar de un corazón. Entre el furioso estrépito imprevisto la palabra de Cristo vibre otra vez lumínica y veraz. Por encima de lindes y fronteras. resuenen plañideras todas las voces en un hfmno: ¡ Paz! ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz! ! Paz sobre todo!. .. y el puñado de lodo deje de ser materia arisca y rufn por la mano de Dios sano y bendito. ¡ Paz! Señor, es el grito que suena desde uno á otro confín. - 224- En el seco arenal florezcan palmas ¡ Paz, Señor, á las alma ! ¡ Acabe la angrienta iniquidad! ¡ Si tu sepulcro no cubrió la lo a, álzate de la fosa y prosigue tu marcha, Humanidad! Los viejos eslabones olvidados retornen acordado á soldarse en la fé que los ató: ,,¡ Hermanos!.. » dijo Dios en el desierto; ,,¡ Hermanos!.. » en el huerto y ,,¡ Hermanos!.. » , en la cruz nos repitió. Al bOl'de de la dura y larga senda como piadosa tienda abra su añeja copa el olivar, donde unidas por santas ligaduras puedan las almas puras saciar al fin su dulce sed de amar. ¡ Golondrina de paz, bajo tus ala trae las nuevas gala del fecundo y glorioso renacer. y en el mármol azul de las piedades graba tú las verdades con que de nuevo el alma vuelva á ser. - 225- ¡ Paz á los hombres! ¡ Paz!. .. ¡ Llore y lamente la tierra amargamente su carnal envoltura contumaz!.. .. y en tanto su corteza pule y labra, la divina palabra repita su implorante queja: ¡ Paz!. 15 SALUTACiÓN A CASTILLA ¡ Salve, madre Castilla, mi corazón te invoca! Subido á lo más alto de esta roca altiva, dura, enhiesta, que arrancada á la mar alza su testa, como en reto gallardo á lo ignorado; arriba, un sol espléndido cuajado sobre la roja bóveda incendiada, abajo, la ancha sábana plateada del mar, todo en silencio, dormitando, y al frente contemplando la clara senda que se abrió al empuje glorioso de tu raza, y por la que Colón audaz siguiera en busca de la gloria y otro mundo te diera; por mi mente pasando los ecos de tu historia, resonar de caballos, choques fieros de lanzas y de escudos. graves damas, señores linajudos, Doña Isabel, Fernando, Pizarro, Hernán Cortés, Guzmán, Padilla, todo el valor y el férvido coraje - 230- de la sangre española, rebosando de entusiasmo y de orgullo, y colocando sobre el áspero suelo la rodilla, á vuestra majestad rindo homenaje: ¡ Dios te salve, Señora! ¡ Raza dominadora, de titanes, de reyes, y en todas partes dominó y se impuso, que donde quiera que la planta puso dejara la semilla de su heroísmo, su altivez, sus leyes y el peso de su fé! ¡ Madre Castilla, eterna incubadora de guerreros, vivero de heroismo, noble tierra donde arraigó fecunda la simiente de aquellos esforzados caballeros que al bizarro chocar de sus aceros el mundo dominaron, y con altivo gesto le arrojaron bajo tus piés, Señora; de aquellos que variaron á su antojo, cien veces, el sereno caminar de la historia, y que lograron hacerte eterna y fuerte, grande como el amor, como la muertel ¡ Patria de Don Quijote y de Teresa la santa, la inspirada; de los poetas castos y encendidos, de los claros varones elegidos por Dios, para cantarle y en fé ardiente arrobados adorarle! - 231- ¡ Castilla, madre mia. fuente de eterna fé. madre admirable. luminar infinito de hidalgufa. patria grande. severa. formidable, indómita é inmutable!... A esta roca subido. por la sombra del drago cobijado, respirando del rudo aire que respiró Tinguaro herido y el espirftu en alto. arrebatado en alas de tu amor: ¡ yo te saludol Vuelvo la vista atrás y la llanura que de tanta grandeza cuna fuera. se otrece á la mirada como una inmensa y honda sepultura tétrica, desolada.... La epopeya olvidó su verso grave; ya el poeta no sabe hallar en viva fuente la energfa del acento que un dfa los pechos conmovió: su arpegio vaga en la abulia de un medio indiferente, como una luz borrosa que sin fuerza se apaga. El bronce de la raza se reposa y el yelmo del Quijote, abandonado, entre polvo y ceniza yace preso: ¡ no hay una noble frente que quiera resistir tan grave peso! El templo está vacfo; de su gala y ornato despojado, - 2) 2- es un alma que muere por hastío en un bostezo enorme, prolongado. Enmudeció el clarín, cesó el glorioso y rudo resonar de la batalla: ¡ si ha ta el pujante espíritu, el altivo aliento de tu raza, parece que cautivo de la muerte se calla!. .. ¡ Qué amarga senectud en el pai aje! ... ¡ Qué horrible sequedad en el ambiente!. .. El aroma caliente que del pecho el coraje hace brotar cuando se inflama en gloria, en el alma se siente sin protesta apagarse lentamente como inútil escoria. Los valles y lugares. la mesnada no alegra ya con su cantar ruidoso, es un triste lamento soledoso el que a los aires sube y sobrenada) ¡ y hasta el pastor, el prado dejó ya y u ganado por venir a la Villa!. .. ¡ Oh, Rodrigo! ¡ Oh, Garcfal ¡ Oh. Santillana!. .. ¡ Ved como está la raza ca teBana!. .. ¡ Ved como están los campos de Castilla!. .. Pero un dCa vendrá- y no lejana del esperado día está la aurora-en que en un gesto soberano y recio te alces sobre la tumba. y tu desprecio escupas irritada a la traidora lengua que te ofendió: ¡ No, madre amada. -- 233- no estás muerta! ¡ sólo duermes cansada! ... ¡ Despierta de tu sueño, y al sendero haz otra vez salir a Don Quijote! ¡ Oh, bravo caballero!, vuelve a ser el azote de follones y gentes mal nacidas que llevando las almas adormidas solo saben hozar con Sancho Panza! ¡ Retorna a la esperanza, y al pasado los ojos, madre mía, vuelve altiva y recoge su enseñanza; Jlénate el alma entera de fé en tu brazo y te dará energía; sé creyente. síncera, noble, dominadora, y otra vez serás fuerte grande como el amor, como la muerte porque eres inmortdl: ¡ Salve, Señoral Í DICE • • • PORTADA. DEDICATORIA · PRÓLOGO. Habla el trovador. El caballero errante. Al pié de la Cruz. Elegia mística. . Hermana Primavera. Resurrección. El misterio de tus ojos El madrigal de tus manos. Flor de romero. Momento de arrogancia. Canción de los suspiros. Alta plática. I ¡ Amor de Caridad!... Il Mi pecho es una llama... III ¡ Quiero morir por Tíl. .. IV ¿ Donde está la Verdad?... V Dudando de tu amor... Cura de almas . Medalla de otros tiempos. La hora mística. Evocación. PÁGINAS 3 fi 15 21 27 35 41 49 53 57 61 65 69 73 81 85 89 93 Al Sagrado Corazón. De la vieja cepa. Rebelde. La Cruz de Gracia Mi Señor Don Quijote. La canción del agua. Humildad. Nocturno.. Ofrenda. Flor piadosa. A Becquer.. ¡ Arriba. corazón!. .. Ro~ ántico dolor.... ¡ Abrete. corazón!. .. La esfinge.. Nostalgia.. ¿ Te acuerdas? .. Tras el cristal. .. América. Tormento.. Ya que ase me miráis. Desencanto. Mi padre. . Fiebre. La campana rota. Himno á la paz. Salutación á Castilla. - 236- 99 105 109 113 119 125 131 135 141 147 151 155 159 163 167 171 175 179 183 187 191 195 201 209 213 219 227 |
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