BREVES APUNTES
DE LA
TEORÍA DEL SOLFEO
POR
D. JOSÉ PÉREZ SÁNCHEZ
*
Beneficiado Organista de la S. I. Catedral de Tenerife
tí Profesor de Solfeo y Canlo Gregoriano del
Seminario Conciliar de La Laguna
1927
IMPRENTA DE 8UC. DE • . CURBELO
SAN AGUSTÍN, 47 —
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BREVES APUNTES
DE LA
TEORÍA DEL SOLFEO
POR
D. JOSÉ PÉREZ SÁNCHEZ
Beneficiado Organista de la S. I. Catedral de Tenerife
U Profesor de Solfeo u Canto Gregoriano del
Seminario Conciliar de La Laguna
Imprenta de Suc. de M. Curbelo.— La Laguna
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TEORÍA DEL SOLFEO
PRIMER CURSO
Lección /.^
r. Música.— 2. Solfeo.— 3. Pentagrama: para qué sirve.—
4. Líneas y espacios de que consta ti pentagrama.— 5. Cómo se
cuentan las líneas y espacios del mismo.- 6. Lineas y espacios
adicionales: cómo se ^ cuentan.— 7. Signos principales que se
emplean para escribir música.
1.— Muchas son las definiciones que del arte
que nos ocupa se han dado. Marmontel, Durand,
Rousseau, Berlioz, Savard y otros definen la
música bajo el solo punto de vista de ia producción
y combinación de los sonidos de una manera
agradable al oído.
Nosotros, considerando que el tiempo es
elemento esencial a la música, de tal modo que
si esa combinación de sonidos entre si no está
formando un todo con él, no hay, no puede haber
música, adoptamos la definición que en su gran
— 4 —
Método de Solfeo dá D. Hilarión Eslava: Música
es el arte de bien combinar los sonidos y el
tiempo.
Hay que advertir que la música no es solamente
un arte; es ai mismo tiempo una ciencia
que tiene por objeto el estudio de estas combinaciones.
2.— La música tiene varias ramas. Nosotros
en estos apuntes solo tratamos de una de ellas:
el Solíeo.
Solíeo es el arte de bien leer, medir y entonar
los signos musicales. Es, pues, necesario
para el Solfeo: a) conocer todos los signos que
se emplean en la escritura musical; b) dar a cada
nota el valor exacto que le corresponde; c) dar
la altura de sonido que a cada nota le pertenece,
evitando toda desafinación, y entonándolas con
claridad y limpieza.
3.— Todos los signos musicales se colocan en
el pentagrama que, como su nombre indica
— penta, cinco y gramos, linea— es el conjunto
de cinco líneas horizontales, paralelas y equidis- !
tantes, y cuatro espacios. La distancia comprendida
entre dos líneas recibe el nombre de ESPACIO;
en un pentagrama no puede haber más de
cuatro espacios, que corresponden exactamente
a las distancias comprendidas entre las cinco
líneas de que se compone.
4.— Consta pues el pentagrama de cinco líneas
y cuatro espacios.
5.— Se ha convenido en contar las líneas
y los espacios del pentagrama de abajo hacia
arriba; por consiguiente, la línea inferior será la
primera, y la superior será la quinta; el espacio
comprendido entre la primera y segunda línea,
será el primero, y el comprendido entre la cuarta
y quinta línea será el cuarto.
6.— Cuando los sonidos por su altura o gravedad
excesiva no caben dentro de los reducidos
límites del pentagrama, se usan otras líneas
pequeñitas que reciben el nombre de líneas adicionales;
éstas dejan entre si distancias que conocemos
por espacios adicionales. Los espacios y
líneas adicionales se cuentan por su proximidad
al pentagrama; por tanto, la primera línea
adicional por cima del pentagrama, será la
colocada sobre la quinta línea del mismo, y el
primer espacio adicional será el formado por
la quinta línea del pentagrama y la primera adicional:
en la parte inferior del pentagrama, será
la primera línea adicional la colocada inmediatamente
debajo de la primera línea del mismo, y
el primer espacio el comprendido entre la primera
línea del pentagrama y la primera adicional.
7.— Para mayor claridad, dividiremos los
signos que se emplean en la escritura de la música
en dos grupos: signos principales y signos
secundarios. Los signos principales, de que ahora
vamos a ocuparnos, son: las notas, las claves, los
silencios y las alteraciones.
— 6 —
Lección 2/
I. Notas: qué expresan por su figura, y qué por su posición
en el pentagrama.— z. Cuántas y cuáles son las figuras de las
notas.— 3. Cuándo se reemplazan por barras los corchetes de
las corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas.— 4 Valor relativo
de las figuras de las notas.— 5 Nombre de las notas.
\.— Nota llamamos al signo que representa
la duración y el sonido juntamente. Por la figura
que tienen nos dan a conocer su duración, y por
el lugar que ocupan nos manifiestan su sonido.
2.— Las figuras de las notas son siete, a saber:
redonda, blanca, negra, corchea, semicorchea,
fusa y semifusa. Todas, excepto la redonda,
llevan una rayita vertical que se llama PLICA.
Las corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas
llevan en la plica otra u otras rayitas inclinadas
que reciben el nombre de corchetes.
3.— Cuando hay varias corcheas o semicorcheas,
fusas o semifusas seguidas, los corchetes
pueden ser reemplazados por unas barras que
unan sus plicas. En la música vocal es costum- '
bre emplear los corchetes cuando a cada nota
corresponde una sílaba, y las barras cuando una
sola sílaba afecta a a varias notas.
4.— Estando dispuestas las figuras de las notas
en el orden que arriba indicamos, la redonda
representa la mayor duración, y cada una de las
demás vale la mitad de la que le precede y por
consiguiente el doble de la que le sigue: Así pues:
La redonda vale doble que la blanca
La blanca » » » la negra.
La negra > » » la corchea.
La corchea » » » la semicorchea
La semicorchea » » » la fusa
La fusa > » » la semifusa
5.— No existen más que siete nombres de las
notas, a saber: do, re, mi, fa, sol, la, si. Pero
multiplicándolas en orden ascendente o en orden
descendente, podemos obtener una extensión
indefinidamente aguda si la multiplicación es
ascendente, grave si es descendente.
Lección 3.^
I. Clave.— 2. Cuántas y cuáles son las figuras de las claves;
cuántas y cuálts son las claves.— 3 Escala general: registros.—
4. Movimiento conjunto y disjunto.— 5. Silencio: cuántos y cuáles
son.— 6 Valor relativo de las figuras de silencio.— Altera-cionef:
cuántas y cuáles son.— 8 Alteraciones propias y accidentales.—
9 Doble sostenido y doble bemol.
1.— Clave es un signo que se coloca al
principio del pentagrama y sirve para dar el
nombre a las notas. Así como para saber el contenido
de una caja nos es absolutamente necesaria
la llave de su cerradura, así también para
saber cuáles son las notas en el pentagrama
escritas nos es absolutamente necesaria la
c/ ave— del latín clavis, is, llave,— pues una
nota colocada, por ejemplo, en la segunda línea
8
lo mismo puede ser do que re, mi que fa, etcétera;
mientras no nos den una señal para conocerlo,
no ! o sabremos. Esta señal es lo que llamamos
clave.
2.— Las figuras de las claves son tres: de sol,
de fa, y de do. Las claves son ocho, a saber:
clave de sol en primera línea, clave de sol en
segunda línea, clave de fa en tercera línea, clave
fa en cuarta línea, clave de do en primera línea,
clave de do en segunda línea, clave de do en tercera
línea, y clave de do en cuarta línea. La
clave de sol en primera línea hoy apenas se usa.
Nótese bien que no es lo mismo figura de
cfave que c/ ave, pues la misma figura tienen,
por ejemplo, la clave de fa en tercera y la clave
de fa en cuarta, y sin embargo son dos claves
distintas puesto que cambian por completo el
nombre a las notas, cosa que no sucedería si
fueran la misma clave; no obstante la figura de
ambas es idéntica.
3.— Escala general llamamos la reunión
de todos los sonidos, ya graves ya agudos, que
puedan ser ejecutados por las voces o instrumentos
y clara y distintamente percibidos por el
oído. Podemos considerar esta escala dividida en
tres partes iguales que toman el nombre de
registros. La primera parte constituye el
registro grave, la segunda el registro medio, y
la tercera el registro agudo. De aquí se deduce
la utilidad de las claves, pues siéndonos impo-
sible colocar en el pentagrama Ibs diferentes,
registros valiéndonos de una sola clave, por-medio
de las diferentes claves, podemos colocarlos
sin dificultad alguna.
4. — El movimiento musical puede ser: conjunto
o disjunto; ascendente o descendente. Es
. conjunto cuando las notas se suceden por grados
inmediatos, y disjunto cuando las notas se suceden
por salto. Es ascendente si las notas proceden
de la más grave a la más aguda, y descendente
en el caso contrario.
5.—/. os silencios son unos signos que indican
la interrupción del sonido. Hay siete figuras
de silencio que expresan la duración más o
menos larga de la interrupción del sonido, y que
corresponden a las figuras de nota, cuyo nombre
reciben. Estas figuras de silencio son: silencio de
redonda, de blanca, de negra, de corchea, de
semicorchea, de fusa, de semifusa. Cada uno de
estos silencios dura lo mismo que la figura de
nota a que corresponde.
6.— El valor relativo de las figuras de silencio
es igual que el de las figuras de nota, por tanto
véase lo que dijimos del valor relativo de éstas.
7.— Otros de los signos principales que se
usan en la escritura de la música son las a/ te-raciones.
De una nota a otra de la escala
diatónica natural, como más adelante veremos,
hay distancia de un tono, exceptuanpo tan solo
de mi a / a y de si a do cuya distancia es de
— 10 —
un semitono o medio tono. Para hacer que esta
distancia de tono sea de semitono, necesitamos
unos signos que bajen la nota superior o suban
la inferior, y de este modo obtendremos no solo
la disminución de distancia sino también todas
las entonaciones posibles. Estos signos son las
alteraciones, que podemos definirlas: unos
signos que modifican el sonido de las notas a
que afectan. Las alteraciones son tres: el sostenido
que sube un semitono a la nota que lo
lleva; el bemol que baja un semitono a la nota
por él afectada; y el becuadro que destruye el
efecto del sostenido y del bemol.
8.— Las alteraciones pueden colocarse a) delante
de las notas a que han de alterar, y en la
misma línea o espacio que dichas notas ocupen.
En este caso reciben el nombre de alteraciones
accidentales y alteran todas las notas
del mismo nombre que se hallen dentro del mismo
compás aunque estén colocadas en diferentes
octavas, b) Pueden también colocarse al principio
del pentagrama e inmediatamente después
de la clave; entonces se llaman alteraciones
propias y su efecto se extiende a todas las
notas del mismo nombre que se hallen en aquel
trozo de música.
9.— Existen además: el dobla sostenido que
sube a la nota que lo lleva dos semitonos; y el
doble bemol que baja a la nota que lo lleva dos
semitonos.
— 11 —
Lección 4.*
I. Signos secundarios que se emplean en la escritura de la
música.— 2 Puntillo: jse puede colocar después de un silencio?—
3 Doble puntillo.— 4. Tresillo: cómo se escribe.— 5 ¿ Es necesario
que el tresillo forme un grupo de tres notas iguales?—
6. ¿ Puede el silencio formar parte de un tresillo?— 7 Diterencia
que existe entre seis notas que forman un tresillo y seis notas
que forman un seisillo.— Divisiones irregulares de una figura
de nota.— 9. Qué es ligadura como ügno de duración.
1.— Hasta aquí hemos visto que los valores
representados por las figuras de las notas pueden
dividirse en mitades, cuartos, etc.; pero esas
diferentes figuras no nos bastan para obtener
todas las combinaciones posibles en la duración
de las notas. A fin de poder obtener todas las
combinaciones se han inventado otros signos a
que podemos llamar signos secundarios. Estos
signos son tres, a saber: el puntillo y el doble
puntillo, el tresillo y la ligadura.
2.— Llamamos puntillo a un punto que se
coloca después de una figura de nota. El puntillo
aumenta a la nota que lo lleva la mitad del valor
de dicha nota; así, por ejemplo, una blanca con
puntillo vale tres negras.
3.— El doble puntillo aumenta la mitad del
valor del primer puntillo, y así una blanca con
doble puntillo vale tres negras y una corchea.
4.~ Tresillo es la división ternaria de una figura
de nota. Hasta ahora hemos visto solamente que
— l a una
figura de nota equivale a dos, pero no sabíamos
que pudiera equivaler a tres, y para conseguir
esto se ha inventado el tresillo. Con el fin de
no aumentar los signos que sirven para escribir
la música, lo cual dificultaría grandemente su
lectura, se usan para representar el tresillo las
figuras que ya conocemos, con la diferencia que
tres de estas figuras— o un número de figuras
a ellas equivalentes— empleadas en una división
ternaria, tienen el mismo valor que dos de ellas
empleadas en una división binaria. Para indicar
un tresillo basta colocar un 3 encima de las
figuras que lo compongan.
5.— Puede el tresillo no formar un grupo de
tres notas iguales, pero entonces se requiere que
la suma del valor de las notas que lo formen sea
equivalente a la de tres notas iguales.
6.— Los silencios pueden también formar
parte de un tresillo, y en este caso su valor debe
ser igual al de las notas que reemplacen.
7.— Es preciso no confundir el tresillo cuyas
notas están divididas por dos, con el seisillo.
Seis/ üo llamamos la reunión en un solo grupo
de dos tresillos inmediatos. Se indica con un 6
puesto sobre dichas notas.
El seisillo es la división ternaria de las notas
de un grupo binario; y el tresillo de que ahora
tratamos es la división binaria de las notas de
un grupo ternario. En el primero su acentuación
es ternaria; en el segundo, binaria; lo cual debe
— 13 —
tenerlo muy en cuenta el ejecutante ya cantor ya
instrumentista.
8.— Existen además otras divisiones irregulares
del tiempo que suelen constar de 5, 7, 9, 11,
etc. notas y que son fáciles de reconocer por
llevar su numeración sobre el grupo que forman.
9.— La ligadura— como signo de duración;
más adelante veremos otra clase de ligadura— es
una línea curva que une dos notas del mismo
nombre y sonidO; y añade a la primera el valor
de la segunda, aunque sean de distinta duración.
La ligadura es indispensable para obtener las
duraciones que no se pueden escribir por medio
de los signos que ya conocemos.
Lección 5.*
I. Compás: lineas divisorigs.— 2. Cómo se indica el final de
un trozo de música.— 3. Casos en que se emplea la doble barra.
4. Cómo se dividen los compases por razón de los tiempos o
partes que tienen.— S. Compases simples o de combinación doble
compases compuestos o de combinación triple.— 6. Tiempos
fuertes y débiles.— 7 Cómo se indican los compases.— 8. Dónde
se coloca el compás.— 9 Qué significan las cifras de los compases.—
10. Calderón.
1.— Todas las piezas de música se dividen en
varias partes iguales, separadas por una línea
vertical que atraviesa todo el pentagrama. Cada
una de estas partes se llama compás; y las líneas
que separan los compases entre sí, reciben el
— 14 —
nombre de lineas divisorias. Llamamos también
compás a las cifras que indican la medida del
tiempo; y esta es la acepción más usada.
2.— El final de una pieza de música se indica
siempre por una doble barra; algunos autores
acostumbran también poner sobre esta doble
barra la palabra fin, pero esto no es necesario a
no ser que se trate de una repetición, como más
adelante veremos.
3.— Se emplea la doble barra: a) para separar
dos partes de un trozo de música; b) antes de
un cambio de armadura de la clave; c) antes de
de un cambio de compás. En el primer caso hace
siempre las veces de línea divisoria; en los otros
dos puede hacer o puede no hacer las veces de
línea divisoria.
4.— Hay compases de dos, tres y cuatro tiempos
o partes. Son de dos tiempos, aquellos cuya
cifra superior es 2, o 6; de tres tiempos aquellos
cuya cifra superior es 3, o 9; de cuatro tiempos
aquellos cuya cifra superior es 4, o 12.
5. — Los compases cuya sifra superior es 2, 3,
o 4 se llaman simples o de combinación doble;
aquellos cuya cifra superior es 6, 9, o 12 son
compuestos o de combinación triple. Se llaman
los primeros de combinación doble porque sus
partes se dividen en mitades; y los segundos, de
combinación triple, porque sus partes se dividen
en tercios.
6,— No todos los tiempos del compás tienen
— 15 —
igual importaucia desde el punto de vista de la
acentuación; a unos se les da instintivamente mayor
fuerza que a otros. Los primeros se llaman
tiempos fuertes; los segundos tiempos débiles.
En los compases de dos y de cuatro tiempos
van alternando los tiempos fuertes con los débiles
de tal modo que a uno fuerte sigue siempre uno
débil, y a uno débil sigue siempre uno fuerte. En
los compases de tres tiempos, el primero es
fuerte, el segundo y tercero débiles.
Cada uno de estos tiempos se puede dividir
en dos partes si es de combinación doble, y en
tres partes si es de combinación triple. La acentuación
de estas partes es, en los compases de
combinación doble, una fuerte y otra débil; en los
compases de combinación triple, una fuerte y dos
débiles.
7.— Los compases se indican por dos cifras dispuestas
en forma de quebrado, pero sin poner la ra- r
yita horizontal que separa las cifras de un quebrado.
Hay dos compases que se pueden indicar de
otra manera, y son: el compás de 4 que se puede
escribir con un signo parecido a la C. o también
con un 4 solo; el compás de \ que se puede
escribir con una C atravesada poruña rayita vertical,
o también un 2 solo. El primero de estos
compases se llama compás de compasillo y el
segundo compás binario.
8.— Las cifras indicatorias de un compás se
colocan siempre inmediatamente después de la
— 16 —
armadura de la clave. Si en [ el transcurso de una
pieza ocurre un cambio de compás, se pone
doble barra, y las cifras del nuevo compás se
colocan después de ella.
9.— Hemos dicho que todos los compases se
escriben por medio de dos cifras en forma de
quebrado. Vamos a ver que significan estas dos
cifras. La cifra superior nos indica el número de
figuras que entran en el compás y los tiempos
que tiene. La inferior la clase de figuras que
entran en el compás. Estas figuras se toman con
relación al compás de compasillo que constituye
por decirlo así el tipo de los compases.
De donde resulta que las cifras inferiores de
los compases, solo pueden ser 1, 2,¡ 4, 8,16, 32 y 64
que constituyen respectivamente el número de
figuras que entran en el compás de compasillo.
Las cifras superiores son 2,3, 4, 6, 9, 12, y
algunas especiales de los compases de amalgama,
como veremos en el segundo curso.
Con un ejemplo lo veremos más claro. Supongamos
el compás | La cifra inferior nos indica
8 figuras que, siendo iguales, llenan entre todas
un compás de compasillo, y la clase de estas
figuras: corcheas. La cifra superior nos dice que
de estas figuras solo tres llenan el compás,
y que el compás tiene tres partes o tiempos,
puesto que, como antes vimos, son compases de
tres tiempos aquellos cuya cifra superior es 3 o 9;
por tanto una corchea valdrá un tiempo. Más
— 17 —
brevemente: el compás de 3 por 8 quiere decir:
que en vez de 8 corcheas que entran en el cotri'
pás de compasillo entran en este tres.
10.— Llamamos c< 2/