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La expedición franconormanda a las Canarias con objeto de con · qui tar y colonizar el archipiélago, fué organizada por dos nobles de la Corte de Francia: Gadifer de la Salle y Juan de Bethencourt ( 1), que se lanzaron a la empresa en una nave perfi! ctamente equipada y con ochenta hombree de guerra. Salieron de la Rochela el 1 de mayo de 1402, aportaron a Vivero, Coruña, Sevilla y Cá. diz; despué' de esta última escala comenz6 la aventura transatlán. tica, desembarcando en Lanzarote al finalizar el mes de junio. Tres mases de~ pués, Juan de Bethencourt, de acuerdo con Ga- ( 1) La crónica de Boutier constA de 70 capítulos en los que se narran los episodios de la conquistA de la isla de Lanzarote por Gadifer de la Salle, d~ · tAeándose princípalmente la traición de Bertin de Berneval y el abandono por Bethencourt de sus compañeros en la ísla mientras gestíonaba en España su nomhramiento de señor del archipiélago canario, sufriendo aquellos hambre y mi erias sin cuecto. Yéase la obra que publicamos con el título La conquis. u¡ franconormand « . ,. Juan de Bethencourt ( Consejo Superior de Investigacio. nes Científicas. In- tituto de Estudios Canarios. 19M), donde se analiza la pero sonalidad del barón normando. El ms. de Juan V que es el faIsi1icado, mo · difica el sentido de la Crónica primitiva a favor de Juan de Betbencourt y continúa la narración hasta su muerte, en un códice que alcanza hasta el eapítuIo XCVII, conocido indistintamente con los nombres del Canarien o Libro de Juan V y ha sido el único estudiado por los historiadores hasta el descu · brimiento de la Crónica primitiva escrita por el fraile Pierre Boutier. 6 EL PROBLEMA DEL cC.\ NARIE.:'. difer, embarca para E paña con objeto de solicitar socorros del monarca de Ca, tilla. Enrique lIl, a quien a! n'adaban tale empre-as, llegando a entablar negociaciones de alianza y amistad con el famoso Tamerlán, oyó con agrado a Bethencourt. permitiéndole extraer del reino provisiones, armas y caballo~; le concede un auxilio de 20.000 maravedi. e para continuar la conquicta, y le nombra señor de las Canarias. En tanto, us compañeros, a cuy() frente estaba Gadüer, . ufrían mi erias y trabajos sin cuento. Uno de los capitane de Bethencourt se subleva traidoramente unido a los gascone · . Era BerlÍn de Berneval, quien aprisionó a veintidós indígenas, que entregó al capitán de un buque llegado a Lanzarote, para que le condujera con los alzados de España, abandonando a Gadifer en un islote de ierto sin agua ni víveres. Toda la isla arde en guerra al conocer la traición de Bertin con lo naturales. Gadifer pudo ~ alvarse y con grandes esfuerzos dominó la situación. Por fin regre a Juan de Bethencourt a Lanzarote, de pués de año y medio de ausencia. El barón y Gadifer tienen una violenta entrevi ta, en la cual el jefe potevino echa en cara a Bethencourt su mal proceder y su egoí mo al aceptar el título de rey de la' Canaria cuando habían convenido mucho antes de la expedición dividirse como compañeros lo beneficios y la pérdida. Por último. Gadüer le pide la cesión de alguna de las islas no " ometidas para indemni. zarse de los gasto y privaciones ufrida.: BethencoUl't no accede, y entonces Gadifer embarca para Francia con aleuna de " U gente ( 19 de abril de 1404). El cronista de e ta primera parte de la conqui~ ta el fraile Pierre Boutier, capellán de Gadifer, cu: ro manu crito, de pué de permanecer ignorado cerca de cinco siglos, fué adquirido por el ~ fueo Británico y publicado por el francés Pierre arcrry. Quedó Bethencourt como único señor de las islas. Gadifer había sometido totalmente a Lanzarote y en parte a Fuerteventura. El baron normando no obtuvo otro éxito ino la conqui~ ta del Hierro, la isla máB pequeña del grupo, cuyo habitantes eran lo meno belicosos del archipiélago. Fracasó ruidosamente en la ima ión de Gran Canaria, con muerte de u mejores ~ ldado.: fué rechazado en el desembarco intentado en La Palma, y a Tenerife ni iquiera " e acercó, dada la fiereza de su habitante. Juan de Bethencourt B. BONNl'f 7 comprendió la impotencia de sus armas para continuar la c< lnqui" ta, y después de establecer colonias normandas en las islas sometidas, abandonó el gobierno a Maciot, su " obrino, retirándose a Francia el 15 de diciembre de 1405. Esta segunda parte de la conquista fué escrita por algún ama · nuense que consignabJl en forma de diario o memoria los hechOlS. Es se!! Uro que su autor pertenecía a la casa del barón; manuscrito hoy perdido, pero que indudablemente existió. Ochenta años después de los sucesos narrados, allá por el 1482, UD sobrino de Juan IV, hijo de su hermano Regnault, llamado por los historiadoreE Juan V, queriendo eDJIltecer la memoria del conquistador de las Canarias, realizó un trabajo fraudulento, tomando de las dos crónicas citadas cuanto creyó que favorecía a su tío. omitiendo cuanto pudiera perjudicarle y relegando a último término la figura de Gadifer. Además, añadió una tercera parte completamente falsa, o sea. los viajes de Bethencourt después de su última salida de las Canarias, haciéndole ir a E paña, Roma, Florencia, París y Jormandía por tierra. La crónica así bastardeada está plagada de contradicciones, errores y calumnias. Es el llamado manuscrito de Juan JI, que publicó truncado Pierre Bergeron, y mucho más tarde. con toda pureza, el inglés R. H. Major, y luego el francés G. Gravier. Tal es a grandes rasgos el origen de esas dos crónicas: la del fraile Boutier y el manuscrito de Juan V. que no proponemos e" tudiar en el presente trabajo. Bibliografía El primitivo códice de la conquista normanda ha sido conocido de los historiadoreE por un proceso inver o al natural: es decir, que primeramente aparecieron los manuscritos mixtificados y de pués, ya en tiempos modernos, se descubre el códice original. El primer manuscrito de que se tuvo noticia fué el preparado por Juan V de Bethencourt. Se sabe que Regnault, hermano del conquistador de las Canarias, casó en segundas nupcias con Felipa de Troyes, de cuyo matrimonio DJlció Juan V ( 1432). A e te descendiente atribuyen los eruditos la confección del texto adulterado tan conocido, y compuesto posiblemente por el año 1482. En él aparece encumbrada hasta la apoteosis la figura de Juan IV, con menoscabo 8 EL PROBLEMA DEL lCANARIENJ evidente de Gadifer de la Salle, verdadera usurpación de la cual no hay otro ejemplo dentro de la bibliografía. Ese manuscrito se conservaba en la familia de 1015 Bethencourt como una joya. Nada anunciaba que se quisiera hacer ostentación pública de tal documento, pero el deseo expresado mooiante cartas por los Bethencourt de Tenerife poseer una relación de ] a conquis. ta normanda, comenzó a inquietar los espíritus de la rama de los Bethencourt de Francia, especialmente a Galien, coru; ejero de] Par · lamento de Ruán, al cual se dirigieron los descendientes del con · qui tador, residentes en las i las CanarÍas ( 2), y por consiguiente a ellos se debe en principio la idea de publicar el códice de Juan V. Decidida la impresión del manuscrito, Galien dispmo se copiara el códice para darlo a la imprenta, añadiéndole algunas nota para esclarecer el texto. En 1625 todo estaba preparado para la publica. ción, a la que se le hahía pue to e te largo título: « Le Canarien ou Livre de la conque te el conversion des Cana · rieno a la foy el a la Religion Catholique, 3postolique et Romaine en l'an 1402, par Messire Jean de Bethencourt, gentilhomme Cau · chois, seigneur des lieux de Béthencourt, Riville, Gourel, chatelain de Grainville la Teinturiere, baron de Saint · Martin le Gaillard, conseiller et chamhellan ordinaire des rois Charles V et Charles VI, composé par Pierre Bontier, moyne de Saint · Jouin de Mame" et Jehan ] e Verrier, preetre séculier, chapelains et domestiques du dit seigneur. » - Mi en ] umiere par N.- Ilustrado con anotaciones obre algunos capítulos p. ara la claridad de la historia. Este manuscrito se conserva en la Biblioteca acional de París, y corresponde al número 18.629 de los manuscritos del Fondo francé . ( 2) Clr. el trabajo que con el título « Los Bdhencourt de Tenerile » y el « ( Canarien. de Bergerón, publicamos en Revista de Historia ( Tom. VI, abril. jnnio 1939, núm. 46, La Laguna de TeneriIe. Islas Canarias), donde se in · sertaD las cartas que en 27 de mayo de 1607 dirige desde Londres un des · cendiente de Maciot llamado Mateo de Bethencourt, a Gallen de Bethenconrt, de cendiente directo del barón normando, conquistador de este archipiélago; corno también las que le envió desde la ciudad de La Laguna en dicha isla, don Lucas, hermano del anterior, en 26 de junio de 1613 y 3 de diciembre de 1614, solicitando una relación de las hazañas de Juan de Bethenconrt en eetas islas. Coa anteriC) ridad a esas fechas, o sea en 1580, otro descendiente del barón en este archipiélago, Marcos Perdomo Pimentel Betheneourt, es · cribe en igual sentido 3 Juan VII, visitador de Ruan. B. BONNli; T 9 El renombre que poseía por aquel tiempo el erudito Pierre Bergeron ( 3) hizo que Calien de Bethencourt le comunicara su proyecto de publicar el Canaripn. Bergeron acogió la idea con verda ¿ ero entu5iasmo. Se copia de nuevo el manuFcrito original y se le . oa un tono científico y nacional, exaltando a los franceses como los primeros descubridores y conquistadores del Atlántico, para lo cual acopia datos y hechos de suma importancia para la historia univer al. Por ello divide la obra en dos partes: ] a primera contiene ~ l texto de la crónica, y la segunda parte comprende las cueoStiones marítimas o geográficas referente a la conquista del archipiélago y a descubrimientos posteriores, terminando con la genealo¡ úa de lo'!; Bethencourt. La obra yió la luz en París el año 1630, bajo el siguiente título: « Hif'toire de la premiere descouverte et conqueste des Canaries, Faite dea l'an 1402 par Messire lean de Bethenrourt, chambel1an . ou Roy Charles VI, Escrite du temps me me par F. Pierre Bontier, Religieux de S. Fran~ ois, & lean le Verrier Pre tre, domestiques dudit Sieur de Bethencourt, et Mise en lumiere par M. Calien de Bethencourt, Con eiller du Roy en sa Cour de Parlement de Roiien, plus Vn traicté de la navigation et des voyages de descouverte &. (".. onquestes modernes & principalement deoS FralJ~ ois. = A Paris. Chez Michel Soly, rue Sainct Iacques, au Phoeni. . MDCXXX. Avec Privilege dv Roy. » Durante do cientos cincuenta años, el libro de Bergeron rué la única fuente conocida para el estudio de la conquista normanda én ~ l archipiélago, y a ella acudieron Jos historiadores como la obra más exacta. Sin embargo, su texto, copiado de un manuscrito adulterado, carecía de fidelidad, y a este defecto primordial debemos ( 3) Pierre Bergeron Cué hijo de un abogado del Parlamento de París, y iguió como su padre la earrera del Coro. Por intermedio de Carlos Faye, ' Señor de Espesses, obtuvo un cargo público llegando a COflsejero de la Can · ~ illería. Desde el año 1610 comienza a destacarse como erudito historiador y - geógraCo, constítuyendo su pasión los descubrimientos maritimos. En 1611 publicó Discours du voyage des Fran~ ois aux lndes Orientales, y en 1615 una egunda ediciÓll considerablemente aumentada. Cuando en 1625 Galien de Hethencourt le entregó el Canarien y los materiales que tenía acopiados, Bet · jeron trabaja con ardor y da a luz la edición de 1630 que Cué aceptada du!' ante 250 años por todo los eruditos. El Traiclé de la Navigalion, que sigue al Canarien, es una de las obras más notabl.. s de aquel tiempo. 10 EL PROIlLE) IA DEL . CANARlEN. agregar que P. Bergeron modernizó el francés arcaico del códice primitivo, .. uprimió pasaje entero y trastornó la división de lo ca-pítulos. " ~ o oh~ tante, la ohra fué traducida y publicada en diversa oca · l'ione". Pocos libl'O o tal vez ninguno de los que tratan de Canaria alcanzó mímero tan grande de ediciones, y ellas demue~ tran el crédito que e ha dado a la upue la obra de los capellaneb. La primera traducción que citan looS bibliógrafos e la efectuada en cabtellano, aún inédita, del general Fernández de Córdoba ( 1638. 1643), que acaso sea la que figura en un tomo que se conserva en la 83- 2 Biblioteca Provincial de La Laguna con la ~ ignatura ---, que 17 ademá'l contiene, entre otros documentos interesantísimos, la ( cCró' nica anónima), publicada pOr el In.. tituto de Estudio Uinario en 1933. Entre los años de 1638 y ] 643 en que " e fija la traducción de Fernández de Córdoba ( 4) y el 1682. se incluye la e'crita por el capitán Servan Grave, utilizada por don Pedro M. Ramírez y publicada en la « Biblioteca Isleña » ( 1847). El señor RaIDÍrez afirma en el prólogo de u tra< lucción que el manu crito de ervan Grave se lo facilitó don Franci" co María León, un anticuario que po eía valiosos documentos. Como e te señor Iué director de ] a Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, a la cual cedió parte de su colección bibliográfica, e posible que alli ohre, . i bipll ] a hemo buscado inútilmente. Por el año 1679, el eSCl" itor l\ úñez de la Peña utiliza el Ca1la · ( 4) Tomás Muñoz y Romero, dice hablando de la Crónica de la eOIlql~ ista de la isla de la Gran Canaria que más tarde publicó ( 1933) el Institulo de ESludios Canarios lo que . igue: « El señor oto Po~ adas posee e~ te rus. de letra del siglo XVII. Está a continuación de la traducción de la obra de Boutier . obre el de'<' ubrimiento y la conquista de Canarias, que tradujo don Lui.. Fernández de Córdoba y Arce » ( Diccionario bibliográfico. histÓrico de los ano tiguo., reinos, provincia, ciudades, villas, igle~ ia,; )- ~ antuarios de España. Madrid, 1858). Y en electo, en el ms. quc ' C consen- a en la biblioteca provincial de La Laguna ( hoy de la Universidad de San Fernando, Canarias) la traducción del Canarien, guarda el mhmo orden " elia! ado por el señor Muño2: Romero, identificando a í el m~. que po eía el señor Soto Po, ada con el denue, tra biblioteca. I~" B. BO. -, ' I'; T 11 rien. de Bergeron en la tercera redacción de " u hi~ toria aún inédita. Es el primero de uue tro hLtoriógrafo~ que comenta e'll crónica, iguiéndole de. pué Marín y Cuba~ ( 1694) y Pedro Agu tín del Castillo ( 1739). Viera y ClaYijo creyó que no lie habia publicado ni conocido (( en nue, tro idioma ni en nuestra,,; i la,,)) ( introducción al primer tomo), y la e~ tjma como un de ubrimiento '- U} O ( 1772). Mucho más tarde ( 1855), ~ I. Ed. Charton publica Le Canarien. ,- ertido al francé moderno, en la colección « Voyageur anciens et modemes » , con el título Histoire de la oonqucte de Canaries par le Sieur de Béthencollrt. Esta obra e traduce al ca teIlano en el Correo de Ultramar ( París, 1860), y en el siguiente año ( 1861) ye la luz en el Progre'Bo intelectllíll ( Madrid). Pero lo eruditos sintieron la necesidad de romper con la secular tradición impue ta por Bergeron, y acudieron al códice que perteneció a Juan V de Bethencourt, que estaba en poder de Mad. de Mont Ruffet r 1013 hermano Guerard de la Quesnerie, de~ cendientés por línea femenina de Galien de Bethencourt, que re. idían en el ca tillo de CarqueIeu ( Cleres, ' ormandía). El . abio inglé Mr. R. H. Majar ( 1872), e el primer erudito que copia con toda fidelidad el códice acompañado de una ver ión in. ... le ... a, in omisione ni enmienda" y lo publica con el . iO'uienté titulo: ( The Canarian. or, book oí the Conque" t and onver ion of the Canarian" in the year 1402, by fes... ire Jean de Bethencourt, Kt, Lord of the ~ fanor.• of Bethencourt, RivilIe, Gourrel and Grainville la Teinturiere, Baron of 1. Martin le Gaillard, Counei1Jol' and Chamberlain in ordinary to Charles VanO. Charle 1, Compo ed by Pierre Boutier, Ionk, and J ean Le Verrier, Prie" t, Trawlatoo anO. editeo. W1th notes amI an Introduction, by RICHARD HE- " RY MAJOR, F. S. A., etc., Keeper of the Department of map and chart" in the Briti" h : Mu" e11Ill anO. hon. seco of the Royal Geographical Society. - London, Printed for the Hakluyt ociety. fDCCCLx..~ II. » Do.. año más tarde ( 1874), el francé M. Gabriel Grayjer publica también el Canarien de Juan" en una edición correctLima para la colección de la ociedad de Anticuarios de _ ormandía, con una erudita introducción, , alio. a nota e intere" ante documento". La obra I1e,- a el siguiente título: 12 EL PROBLEMA DEL cCAN.\ RIEN » « Le Canarien, Livre de la Conquete et Conversion des Canaries ( 1402- 1422), par Jean de Bethencourt, Gentilhomme Cauchois, Pu · bli' d'apres le manuscrit original, avec Introduction et notes par GABRIEL GRAVIER, Membre de la Société de Géographie de Pa · ri , de la Société de Antiquaires de l'\ ormandie, etc., etc.- Rouen, Chez Ch. Métérie, 1874. » Con las edicione de R. H. Major y G. Gravier del :; upue~ to ma · nu~ rito original, se creyó definitivamente re uelta la cuestión bi · bliográfica acerca de la conquista normanda; pero no f1.1~ a'Í. Ca. torCe año habían transcurrido de la Impresión del Cunuricvl por G. Gravier cuando se de." cubre un nuevo códice. El , ensacional ha. Jlazgo vino a derramar nueva luz en los hechos realizado por GadiCer de la Salle y Juan de Bethencourt, sospechándoi> e ( Iewe el primer momento de u examen que toda la primera parte del ma · nuscrito de Juan Vera una burda mitificación en la cual se elevaba a Bethencourt deprimiendo a Gadifer. Veamos cómo se descubrió tan precioso manmcrit(). En 1888 moría en Wilhem, cerca de Aix. la- Chapelle, ' la baronesa de Hensch, hija de Angelina de Hodiamont, la cual instituyó por legataria uni. vergal a su nieta E. Mans, hija de Hensch de Langry, residente en Bru elas · Ixelles. Entre otras curiosidades, la s ñora E. Mans here · dó un manuscrito de su abuela que lo obtuvo a su vez de una ano ciana tia, la cual poseía muchos objeto rar: í. simos. Mad. Mans es · timó que el códice estaría mejor en uua biblioteca pública que en su casa, y por ello ~ ometió al examen de lo conservadores del Mu-eo Británico el preciado códice. El erudito M. Warner reconoció en el manuscrito grandes analogías, así como profundas diferencias con el publicado por R. H. Major y can el editado por G. Gravier. El informe que emitió Warner dió por resultado la adquisición - del códice por el Mmeo Británico, donde actualmente se COlleena, regi trado con el número 2.709 del fondo Egerton, esencialmente francés. Un poco más tarde, el citado erudit() publicó un trabajo acerca del nuevo Cunuríen ( 5), y en 1896 el historiador Pierre Mar · gry dió a luz el texto del manuscrito, copiado por Miss Lucy Toul · ( 5) titula A new manuscript o/ lite cOllquest o/ lite Canaries ( En The Atltenaeum del 4 de octubre de 1890). Da curiosos detalle acerca de la ad · qui. id6n de dicho c6dice. B. BONNET 13 min llÚth, ' muy conocida por su especialidad en tales transcrip. ciones. La obra lleva el siguiente título: « La Conq11ete et les Conquérants des ! le Canaries. ~ ouvenes re · cherches sur Jean IV de Béthencourt et Gadifer de la Salle. Le vraí manuscrit du Canarien.- Paris, E. Leroux, ro., 1896. » El códice de la baronesa de Hensch es de un valor excepcional cuando se compara línea a línea y palabra por palabra con la edi · ción del libro de Juan V, descubriéndose en seguida el despojo y la falsificación realizada en el relato de Boutier. Fray Pierre BOlltier. EiS con toda seguridad el verdadero autor de la crónica de la con · quista hasta el 19 de abril de 1404, en que por la ruptura entre Ga · . < lifer y Juan de Bethencourt regresa a Francia. Mas; ¿ por qué figura un monje de la abadía de Saint · Jovin de Marnes en la conquista de las Canarias? Contestaremos a tal pregunta diciendo que Gadifer de la Salle, uno de los jefes de la expedición, era del país de Thouarsis ( Vendée), distrito de Fontenay- le · Comte, cantón de Chataignerie, lugares vecinos adonde se había firmado el acta de remisión acordada en 1384, y por ello solicitaría un misionero a la abadía cuando pensó en la expedición a estas islas. E e monasterio, al cual pertenecía fray Pierre Boutier ( 6), era una célebre abadía benedictina, que después de su fundación tomó parte muy activa en todos los progresos de la Iglesia, y por esta circunstancia iba a la cabeza del movimiento religioso en los siglos XIV y XV, destinado a extender por toda la cristiandad el conocimiento de la verdadera moral. El monje, al salir de la abadía, no era sino el mendicante de una compañía de aventureros, pero con el tiempo el mendicante se convertía en misionero y después en ( 6) Según el historiador Margry, el apellido Boutier existe aún ef1 el Poitu ( pág. 130, nota 1). El erudito imeón Luce en su libro ] eanne d'Arc a Domremy dta a un Michel Boutier, capitán de gendarmes en 1425, casi por la misma época en que vivía el haile autor de la Crónica. EIltre los editores del Canarien tenemos que P. Bergeron y G. Gravier escriben Bontier, por error del mistificador anónimo; Mr. Warner lee indistintamente Bontier o Routier, mientras que P. Margry siempre esaihe Boutier. EL PROBLEMA DEL lCA:\.\ RIE:\ J apó tol, añadiendo así un nuevo título a ] a renombrada v antigua abadía. Y &; 0 fué 10 que hizo Fray Boutier. Desde los primeros siglos del cristiani mo, el oficio de loo monje;; en Europa fué importantí 000, dados los servIcIos que prestaban al clero ecular en los parajes más lejano y difíciles, precediéndoles hasta en los bosque más intrincado con la cruz y el ara · - do. Saint-] ovin fué una de esas abadías medievalet5 que se distinguió en medio de las aldeas fran~ sa poco ch'ilizadas todavía, como actualmente ocurre con los trapistas en Argel. Erigida hacia el siglo V en una llanura agradable y fértil del paí' de Mirbeau, entre lo afluente del Dive y del Thouet, a alguna distancia de Monteon · tour, era renombrada desde el principio por la confección de instrumentOe de labranza que di tribuía enu'e lo habitantes de las campiñas, facilitándoles, ademá~, carneros y puereo~ domesticado. A las tierras que los monje!' culti,' aban se le" concedió la excepción del diezmo. A la vez, la abadía fomentó el amor a los e~ tudio~. dando al mismo tiempo ejcmplos de fe y de caridad. Cuando, en ] 0.. iglo~ ~ ' In y XIV, el número de monjes aumentó Jo " uficiente para ejercer la predicación, Sain-] ovin se lanzó a e a mi!' ión a travé.' de los mares, y la " uerte eligió a Pedro Boutier para tan alta empre.. a. E te fraile, de una moral rígida, inspirado de un celo'~ espíritu <' ri" tiano, sobrio como eU crónica, exponiendo la verdad descarnada de los hecho~, in media!'- tintas ni adulaciones, hemos de conside. rarlo como el verdadero autor del manuscrito de la conquista norn anda. Fray Boutier pensó en un principio narrar la expedición ( lesde su comienzo ha" ta el fin, y a!' í ] 0 afirma en el capítulo I. Dice: « voulon" non... cy faire mancion de l'eIlprinse que Gadifer de la alIe et Bethencourt... ont commencé a mettre en e.. cript les cho" es qui leur sont avenue" des qu'ilz partirent de leurs nacions et pensons a pOlLrsuir notre e cripturc ill qUf/ a la fin de le'ltr conqueste.. . » . urge ] a de avenencia entre los dco jefe" de ] a expedición. y en el prefacio del código de Boutier aparecen la~ " iguiente" palabras: « Et nous frere Boutier, mGyne de Saint- Jouyn de larne.., et nous Jehan le Verrier. preb tre, chapellains et sen Ítem'" des chevaliers desu nommé. a,- on13 commancié a mettre en escript toutez le cltoses qui leur " ont advenue~ a leur rommancement et toute la n. BO.'. - ET 15 nlanlere de leur gou, I'rrH'ment dont nou.- pou\' on auoir eu " raye ~ ognoi~ ance. de~ ce qu'ilz partirent du royaumc d Franre iu- que au L '. iour daunil mil iiijO et iiij que BétlH'ncourt e~ t arri\' é e : i,.. le. par de~" a: el de la en anl1lt est t'enue te. ripture en autre n/ ni",. qlli la pollr. llirOllt tOllt (' 11 t'ra)' ill qlles a la fin d(, leuT. conqURjtes . )} De e, te pa" aje e de. prende lógicamente que el pr faeío rué e CrIto al producir- e el rompimiento entre ambo,., jefe", y como ju tifiración de la cau" a por la cual no seguía P. Boutier e.- rribiendo la crónica; a la vez,., deduce que dicho prefacio fué redactado en fecha po~ terior al capítulo primero en que Boutier prometía con ignar lo" hechos de la conquista ha ta el final. G. Gravier e. tima que el prefacio de la crónica fué c nito cuan( lo ambos capellanes e~ taban de regre~ o en ' ormandía, ( leduC'iendo . J. Codine que ha ta el 15 ( le junio de 1405 (?) no llabían abandonado la- Canarias; que Juan le errier. cura de Rubicon, regre<; a a Francia con Bethencourt el 13 de diciEmbre de 1403, y que la , ueIta de Pedro Boutier a ' onnandía e" incierta: pero e- taba allí < mécC<' airement 101' que le deu.' chapelains écrÍ\- erent la préfac(' » ( 7). El de" cubrimiento del códice de Boutier modifira profun< lamente este juicio. El abate Cochet, con enador de 10- monumento- . Jel departamento del eine Inférieure, que se propuso rehabilitar la memoria ( le Juan de Bethencourt, pretende que Juan le Verrier concibió el Pl'OpÓ ito de e.. erihir ] a hi.. toria de la conqui- ta. para lo cual reco~ ió u recuerdos y dictó la crónica a PNlro Boutier ( 8). E~ tc a- erto carece de vero" imilitud. ¡ mes bien claro " e lee en el prólogo y en primer lugar al fraile oe la abadía de aint- Jovin. demá". el capeJIán Le\' errier nunca hubiera acusado a Bethencourt de lo. male" que padecían los conqui tadore-. como 10 hizo Boutier, fraile Ílldependiente y ajeno a la autori( lad del barón. Torres Campos, en su di~ cur- o Carácter de l~ conqlli. In y coloni- ( 7) J. Codine, llComple. rendu de l'édilion de le CaTlariRn, de G. Gravier.& ( E; trae. du Bulletln de la ' ociété de Géographie. Avril, 1875.\ ( 8) Dice el abate Cochet: ( cJean Len~ rrier, chapelaio de Grainville avait con.; u le premier le de ein d'écrire I'hi toire de la conquete des Canaries dont il avait été témoin, qu'il ro avait recuelli les souvenir el les avail dic. té3 au Franciccain Pierre Bonlier, son compa~ on de voyage el d'apo tolat... » U$ égli es de l'arrondissement d'Yvetot. ( Parí-. 1855. tomo L pág. 158.) 16 llL PROBLEMA DEL cCA:-< ARIEN. ZaClOn de fu islas Canarias, pretende demostrar que Juan Leverriel', por el contrario, no tomQ parte en la redacción primitiva del Canarien, apoyándose para ello en que se habla de dicho presbítero como de una tercera persona. Para ello invoca el capítulo XLII del manuscrito de Boutier ( suprimido en el de Juan V), que al referirse a ] a gente de Bethencourt, dice: « Ilz ont esté toua traistrez auecques Bertin, excepté iij, c'est assauoir Iennequin Dauberbone, Jehan le Courtois et vn prestre... » Indudablemente, e te era Leverrier, dice Torres ( nota 74); pero se olvidó de ] 0 que Boutier escribe en el capítulo IX acerca de Bethencourt: « Cal' il n ' y a eu que trois de see gens, Iehan le Courtois, et VD prestre de Allber · losee qui n'y demoura que vn an". » E te presbítero en cuestión no podemo en modo alguno identificarlo con Leverrier. Por último, Ch. La Ronciere llega a afirmar que LeHrrier e el autor de la falsificación de tooo el manuscrito de Juan V, con e tas palabras: « La relation du moine Pierre Boutier fut démarquée par l'abbé Jean Le Verrier, qui hissa maladroitement son maitre J ean de Bethencourt sur le piédestal du premier conquérant de" Ca. narles ... » ( La découverte de l'Afrique au mOyen áge, t. VI, pág. 21). Sin embargo, la falsificación del manuscrito de Juan V se realiz6 mucho tiempo después de fallecidos el fraile Boutier y el presbíte. ro Leverrier, por el año de 1482, según ha demo trado D'Anzac. Si estudiamos con detención el códice de Boutier, observamo que de cubre y confunde todas las intrigas y maniobras forjada contra Gadifer, y no solo desvanece un error de siglos, sino que también es una fuente de primer orden para rehacer la historia de la conquista de Lanzarote. Escrito en el teatro mismo de los sucesos por una pluma imparcial, es de un valor inapreciable, pues loo amargos reproches que Boutier dirige a Bethencourt son el resultado de la justa indignación que en el ánimo del fraile había de producir el miserable estado en que se encontraban sus compañeros de infortunio, por el inexplicable abandono en que los dejara el barón normando. Del texto de la crónica de Boutier se colige asimismo que fué compuesta teniendo a la vista memorias o notas escritas día por día,. a~ í como un registro donde conservaba copia de Jos documentos que utilizó en su Crónica. Confirma nuestro aserto el siguiente pasaje,. referente a ] a traición de Enguerran de la Roi~ ¡ ere, en quien Gadi- B, BON.' E! 17 fer había depositado toda ' u confianza por habér~ elo recom n< lado eficazmente u amigo Raúl de ~ falle. Dice Boutier ( cap. L"): « Et auoit Raoit nancé pOur lui [ Enguerran] ainsi qu'il appert par let · tre C1Scripte de sa main. (/( laquelle la ((' nour est en e lit re e~ crip. te... » ( 9). Que po~ eía un hOlTa( lor o ( liario de ~ u'" impre ione que luego trasladaba a la crónica, también e evidente, pue uu' fra~ e con · ervan la emoción del momento que vive su autor. A.. í, cuando habla de la traición de Bertin de Berneval, dice Boutier: ( cEt pour ce que Gadifer nI' peut. qzwnt ti pre nnt, le ! ait de la trai~ on pour · uivre ainsi qu'il le de, il'e, requiert tous ju~ ticier du royaume de France » ( chap. 24), El abandono por Bethencourt de sus compañeros, la traición de Bertin y el robo de Enguerran, inspiran al cronista una tri ' te reflexión, que expone en lo- términos siguientes: « Pour lesquelle~ chou · ses MUS ai: ons eu grant di ette et grant ¡ aulte de tiure., car d'environ oel mil ccce et deux iusques apres la amt Iehan Baptiste mil eeee et trois, nous n'auons mangie de pain ni beu de vin et auon vesqu de chal' et en karesme, car néce ¡ té n'a loy... » ( ehap. IX). En el reconocimiento de la i la~ por Gadifer en un buque e~ pañol, se echa de ver la exactitud de una diario e (' rito por un te~ · tigo ocular que ob~ erva con atención, que capta el mínimo detalle y en u descripciones no falta ni la vivacidad ni la fre~ cura del momento. El cuadro que traza < Iel Hierro y la de" criprión del , aBe ( 9 El ejemplar de la Crónica que ha llegado ha,. ta no otro< no debe ser el original, pue,. entonce.. contendría lo documentos de que habla Boutier. El hi. toriador ~ largry e5lima. por el contrario, que el códice de referencia es el original, y upone que " e cu~ todiaba en la biblioteca del monasterio de .. aint Jovin de Mames, c: alieodo de aquel recinto en 1568 ruando un escua · drón de cien hombres saqueó el archivo y profanó las reliquia de la Abadía; o bien cuando la revolución france~ a di persó los libros de los mona. terios. y convento, pUl' no todos llegarorl a las nuevas bibliotecas creada en los dis · tintos departamentos; UpOSlClone - que no robustecen la afirmación de Mar · gry. Es indudable que la familia de Bethencourt poseía una copia de eta Crónica como lo acreditan la analogía y diferencia,. con el libro de Juan V, copia que despué- de preparada ] a falsificación fué de truída; de esto s. e in · fiere la exi tencia de tres ejemplare de la Crónica de Boulier, a c: aber: la que ba llegado ha la no" otro<. la utilizada por Juan r, y UD ejemplar con docu · mento" nota- y datos que ería el comervado en la abadía de aiot Jo\- in. 18 EL PROBL) llIU DEL lCANARIEN. < le Río Palmas, en Fuerte,- entura, así lo acre< litan ( caps. XXXIII y ~ . XXVIII). El manuscrito de Juan 1', Yamo- ahora cómo y en qué cjrcun~ tancia~ Ee realizó la falsificación de la crónica de Boutier, convirtiéndo~ e en el contrahecho manuscrito de Juan" . e sabe que al morir Juan 1\ qUe< lÓ como here< lero de todo su patl'Ímonio Regnault de Bethencourt por la venta que aquél le hizo en 11 de mayo de 1421; pero tuvo que litigar con Pe< lro de Rou1-' iJ1e, marido de Aldonsa de Braquemont, hija de Robin, que había nevado en dote las tieuas del barón por el arrendamiento que había hecho de ellas a su tío. En 1426 hicieron ambos litigantes una transacción, por la cual ce< lía Regnault a Rom'ille la tierra de Grain. viHe, contentándose con la solariecra de Bethencourt. E ta tramacción no duró mucho, re'lIcitando de nuevo el proce<; 0 Regnault y luego su hijo Juan V acerca de la tierrlJs de Sigy. De" pué de catorce año de lucha, Juan adquiere por su casamiento con la hija de Collenet, su prima, la posesión de aquel señorío, acontecimiento inesperado que le con, ierte de pobre en rico. Esto le movió a restablecer los títulos de ~ u tío Juan IV como rey de las i.,. las de Canarias, forjando un libro que le siniera de noble ejecutoria. Como indudablemente Juan Y po eía un ejemplar del manu, crito de P. Boutier y además su padre, Regnault. heredó documentog y memorias del barón ( 10), ideó componer una crónica con esos materiales. pero sin que Gadifer compartiera los honores de la empresa realizada por ambos. Fiel a eetas instrucciones, el redactor 8nonimo de la refundición oió tooos los méritos y la gloria a Juan de Bethencourt, oscureciendo de tal modo la noble figura ( le Gadi- ( 10 En el último capítulo del m" de Juan V.• al narrar la muerte del barón al ver éste que no aparecía su hermano Regnault se dirigió a los que egtaban presentes, proounciando las siguiente palabra : « liais ie vous charge que vous lui dossiez qu'il voyse a Paris chez vng nommé Iourdain Gue · 1" art, et qu'il luy demande vng co(( ret de lellres que ie luy ay baíllé, en ces en eigne qu'il y a de sus escrit: « Ce sont le~ leures de Grainuille et de Be · thencourt. l) ( Chapitre XCVII.) B. BOl'< NET 19 , fer de la Salle, que 10 convierte en un miserable aventurero, roído por la envidia y por las más baja pasione~. El manuscrito a~ í compuesto, y ,- isto a cierta di~ tancia de la époea en que se realizó la superchería, tenía que consideraree legítimo, pues nadie podía pensar en su falsedad para contra tarJo con los originales que ya no exi tirían; además, el códice resumía y pregonaba el honor de _" ormandía, que era el de Francia, y esto era uficiente. A mayor abundamiento, estaba bien copiado y adornado con variedad de miniaturas, que sin duda la daban mayor autoridad ( 11). Pero la verdad era otra. El manuecrito de Juan y e~ la mayor fal ificación que se conoce en los anales de la bibliografía. Ahora bien: es un hecho conocido el que todo los falsificadores de documentos dejan siempre un rastro por el cual e descubre la impo~ tura, y el autor del manu crito de Juan V dejó tantas brechae en su fraudulento trabajo que por ellas se advierte fácilmente el engaño. El contrahecho códice' de Juan y está integrado por tre~ elementos distintos, soldados por el falsoificador de modo que aparezcan como de una sola mano, y son: 1.0 Una redacción adulterada de la cromca de Boutier, atribuyéndole la empresa de la conqui~ ta de Bethencourt, así como tamo bién los 11echos militare,; de Gadifer. Comprende deF- de elLo de mayo hasta el 19 de abril de 140.. 1,. 2.° La narración de los ~ ucesos posteriores al 19 de abril de 1- 104, realizados por Juan de Bethencourt de"' pués de la desavenen · cia con Gadifer, y que alcanza hasta el 15 de diciembre de 1405, en que el barón abandona definithamente las üla~: y 3.° Una redacción posterior y tardía inventada por el autor del fraude, con atroz descaro ( los diécursos atribuido~ al barón, sus viaje~ por España, Italia, etc.), hasta la muerte de Bethellcom: t. ( 11) R. H. Major estima que el libro de Juan Y era la copia embellecida de un supuesto borrador original. Dice así: « This ~ IS. is the earliest ( oir transcript of the original rough draft of the narrative of Bethencourt's chao plains. lt may well be eonceived that rough draft, precious indeed a. it woult be if jt could he found, having beoo drawn up in the actual cour< e of 1he expedition, and consequentIy under circumstances the most unfavourable, would exhibit but Hule of the symmetry, beauty, and dignity, which we should look for in a monumental record of a great achjevement » ( Oh. cit., Jntrod. págs. 52- 53). 20 EL PROBLE.\ IA DEL « C.~~ ARIE,-. Además, en el libro de Juan V, e independientemente de la:> diferencias muy caracteri" tica~ señalada por todo lo hi~ toriadore acerca de Gadifer con re pecto a Bethencourt, com iene indicar la au encia: l. 0, de un elogio de 10_ compañero de Gadifer, que tan flele quedaron a u capitán y le eirvieron con acrificio heroico ( cap. 41 de Boutier), y 2.°. la larga digre" ión acerca de la enfadosa consecuencia_ del ci ma. Juan IV de Bethencourt ¿ tUYO participación en la fal ificaci6n y en el de~ pojo cometido a Gadifer en el manu crito adulterado? De ningún modo, ya que la redacción es muy po terior a ~ u muerte. ólo podría afirmar" e esa enormidad el día en que tUl afortunado hallazgo como el de la crónica de Boutier nos ponga de manifieeto el libro que] o Bethencourt de Tenerife aseguraban haber recogido Maciot de mano de ~ u tío cuando éste abandonó la i las ( 12). Sin embargo, mucho < ludamo de la existencia de e e libro, y hasta pen~ amos que nunca c. - istió ni fué destruido por lo morolO; pero, mponiendo fuera a. í. ese texto nos daría la eguridad del problema. Entre tanto. BethencOtlrt permanece limpio de culpa en la adulteración de la hi torÍa. La redacción moderna del manuscrito de Juan V ~ e demuestra comparando ] a ortografía u ada por e] fraile Boutier con ] a del codice contrahecho. ] 0 qtle confirma dicho e. tremo. ] final del manuscrito adulterado - e ] ee: ee C'e_ t ] iue e t ii Jehan de Bethencourt, cecuier. - ei!! neur de Bethencourt » , o sea, Juan V. En cuanto a la fecha en que fué compuesto el te · to ha tardeado, oiO'amo ] 0 que el enúlito D · , · h ezac escribe a R. H. lajor: ceLa cinco hoja que e- tán dedicada a nota genea] ó~ ica on de diferentes mano y de difer nte fecha, pero las tre- primeras páginas pa · reeen estar escritas por la misma mallo que el cuerpo del manuscrito.,. La fecha má reciente escrita por la primera mano es el 2 de eptiembre de 1482, nacimiento del cuarto hijo de Juan V [ y no IV] ( 12) Luen de Betancor le dice a Galien de Bethencourt en 1614: « ", por · que el traslado que dejó de la conquióta destas islas monsior loan de Betan. cort a monsieor Maciote de Betancort, u sobrino, que quedó a mis predece. sores, lo robaron los turcos que . olían bajar de Argel y salen de Berbería en e tas islas de Fuerteyentura y Lanzarote mucha vece a robar y cautivar los vecino de aquellas i la. con su- galeras, y asi se perdió la conquista y recaudo tocantes a ella.}) ( Ret'. de Historia. roiv. de La Laguna, tomo IY, núm. 46. abril. junio 1939,) D. BO.'!' IlIT 21 ~ e Bethencourt. En la data del nacimiento del quinto hijo, l~ de _ epti mbre de 1485, la tinta ya DO e la m. iema. y la e~ critura. aunque quizá de la misma mano, mue tra ñale... de un lapso de tiempo con iderable. fatices de diferencia emejante", e encuentran entre el quinto y el sexto, y otra vez entre el " exto y el ptimo, y too davía máe entre el éptimo y el octavo.. o » R. H. fajor continúa diciendo: « De e~ ta circun... tancia de que toda las primera cuatro anotaciones de nac} miento e- taban e- cri · ta" por la misma mano y e ] a mi, ma que e" cribió el cuerpo del ma · nu crito, llegó M. d'Avezac a la conclusión de que el códice fué compue to, o por lo meno telominado, ha ta el folio 85 reno, en l/ na fecha un poco más tarde ql/ e el 2 de 5eptie- mbn' de 1482, cuan~ do el cabeza de familia era Juan V, hijo de Reg: nault y ~ obllino de Juan IV, el conqui tador de las Canaria~ oo » ( 1.3). La~ raZOne expUl' tas son tan convincente", que inducen a aceptar el año de 1182 para la composición del manu~ crito adulterado. Corroboran en cierto modo e- ta a~ everación la" certificaciones e ' pedida en 3 de septiemhre de 1501 por el Parlamento de Parí y otra ¡>< Jr Juan V, a favor de ndré de Bethencourt, em'iado a Francia por u padre, Mateo, re- idente en las Canaria... , con objeto < le obtener del representante de la rama directa del barón normano do una confirmación de nobleza de la familia. ~' noticia", cierta- del conqui tador de las isla, Juan de Bethencourt. u,. documento e '. pedido en latín y en francé fueron tral15crito... al ca... tellano y autorizado en evilla el 2 de abril de 1502 por AJon:, oo López de Lezama, nuncio de la caballería y faraute del duque < le Medina- i. lonia. ante E. tehan de la Ro a, alcalde mayor de la ciuoa< l ( 14). ( 13) Dice :\ fajor: « Froro thi, circunm- tance. ol aH the { ir- t lour entries ol hirth being in one hand, and that tre same as the body ol the 15., M. d'Avez. ac concludes thal the 1\ 1 • was execu~. or at any rate / ioi, hed. as { lIr a tbe recto ol leal 85. al a dale very lill/. e latér tron the 2nd September, 1482, when the head ol the family wa, Jean V ( no IV como e, cribe Major) on ol Regnault and nephew ol lean IV, the conqueror oC the Canarie 0.0 » ( Oh. cit., Intrad., pág. 48.) ( 14) Expediente dE' información de nobleza incoado por Lucano de Be · 13f1cor en el año 1583, en el que exhibe documento;;; latino, y lrance · e~ ex · pedido en 1501 a su a~ cendiente André, d~ . Betancor. en Francia. ( lanu · cri · to exi, tente en la biblioteca de <, El . fu, eo Canario » , La Palma. de Gran Canaria.) En el archivo del extinto marqué. de Acialcázar ' e con. erra copia " .. GU"'< t ¡ qv ~ Q -< 1- ~ O "'# ..., " ll. • 22 EL PROBLE~ IA DEL < CA. · ARIE. · . En eso documento" se habla del libro del conquistador. Dice Juan V que su tío « compuso y escribió un libro » (?). Más adelante se narra someramente la conqui ta de las islas, y termina diciendo: « Todas las cuale co~ as parece,~ por Zln libro que tiene el dicho JUalt de Betlu? 1lcourt, el cual libro es el que hace mención de la conquista de las dichas islas de Canarias, en el que e tán inscrita muchas cosa,; acaecidas en dicha conquista, manera de vivir de los de la tierra y ciertos edificios que mandó hacer el dicho mesir Juan de Bentan · cor... )) Juan V, para darle autoridad al libro fal ificado bajo sus au~ pi. cios, lo atribuye a su tío Juan IV, conquistador de las Canarias. El doctor Wolfel, al eetudiar e la cuestión, dice que el mas. de referencia, según la ortografía y el papel, procede de fines del siglo XV, iguiendo en esto a D'Avezac, pero no estamos conformes con su afinnación al decir « que la embajada del Bethencourt canario Iué el motivo que condujo a la confección de ese manu critoll. Cuanto hemo dicho, demueetra, por el contrario, que el libro de Juan V fué compue.. to algunos año antes de la llegada de Andrés de Bethencourt a Francia ( 15). Pero donde ven! aderamente " e patentiza la falsificación es en ] 0., errore de copia del mixtificador al forjar el manuscrito de Juan V si lo cotejamo" con la crónica de Boutier. Veamo" alguno de eS< Js yerro.;. En el prefacio de ambo.; te, tos se lee: de dicha información. Po~ iblemente el Lucano de Betancort de que se trala, e el mismo personaje que en 1613 y 1614 e, cribe a Galien de Berhencourt dos carlas según hemos indicado. Parece que dicho expediente fué conocido por el pa{ lre fray Juan de Abreu Galindo. utilizándolo en su historia redaclada en 1632. y cuando aun era de. conocida en la.. Ca' 18rias el Canarien de Ber · geroo. E o nos da la clave de por qué el expresado autor es tan exacto en la de cripción de la conquisla franco · normanda de estas islas. ( 15) He aquí la palabras de nuestro amigo el Jodor Wiilfel: (, Die Ge. < andtschaft der kanarischen Belhencourts war a1; o der Anla, der zur Hers · telJung die, er Handschrift fiihrte. ll ( Leonardo Torrinni. Die Kanarischen In• • eln unel ihre urbeltohner .. Inlrod. pág. 30. K. F. Koehlcr Verlag. Leipzig. ] 940.) P. BOL" T1ER B. BONNET : U . DE JUA. o , 2:> Gadifer de la ~ ale et Jehan de Be. thencourt, chevaliers, ne: du rO)' aume de France, onl entrepris ce ' oyage... Jehan de Bethencourt, chnalier, ne:; du rO)' aulme de Trance, enlreprit ce voiage... El fahario ohidó su.. tituir el plural < mez » por el inguJaT « né » cuando omitió el nombre de Gadifer, de cubriendo a~ í que copiaba y enmendaba otro texto. El mi" mo error comete 1 mixtificador en ell> iguiente pa- aj El que a continuación eñalamo~ e- otro yerro de tanto bulto como el anterior. P. BOUT1ER " oulon.. nou, cy faire maneioD de l'enprinoe que Gadifer de La Salle et Bethencourt, ne:; du rO)' aume de Pral/ ce . ( ChJlp. J., P. BOUTlER Et lor_ e partirent de la et prino. Irent leur chemin pour aler , i · iler lou · te le autre isles el vindrenr en l" i . Le d'En! r, et la coustoierent tout de loug · an. prendre terreo et paO'erenl toul droil en l'i le de la Gomere... ( Chap. 3i.) :\ 15. DE Jt: A'i "\ Voulons nou' lci { aire mencion de l'emprinse que Bethencourt. chevalier el baron, ne:; du rOyaulme de France .. ; (: hap. 1.1 :\ 1 . DE Ju. , Et lors se partirent la compagnie. et prindrent le chemin ponr aUer , iEiter toule" les aUlre i le'; el vindrent tI l'j le de Fer, el le co rierenl tout du long sans prendre terreo et l'a.. erent tout droit en l'iole de Gomere ( Chap. 41.) El autor delms de Juan V tomó la grafía a'En! er ( Tenerífe). por la de Fl'r ( Hierro), - in dar · e cuenta de que má. adeJa1lte ( ral)' iguiente) lo;; expe< licionarios " isitan por primera \" Cz la . í- Ia del Hierro; además, eguramente de~ conocía que , iniendo la 11< 1\ t' de Gran- Canaria la más pró. íma era la de Ténerife 10 que co~ tearoJl por el ~ ur ha- la la Gomera, donde desemharcaron. Veamo.. otro yerro por homoloo- ía e ignorancia del copi, ta : 24 F: L PROBUMA DF: L cCA. '.\ RIF:. · I P. BOt: TIER Et apre, ' e parlirent du porl de Ca · ljz el , c mi'lrent en haulte mer et fu · r t troi, iour, en bonnaoo san avan · (' er leur chemin i pouuon, et puis s'addre;; sa le temp' el furenl en cinq iour, au port de l'i le Gracieusse, el dc, cendirenl en l'isle Lancelot. Et enIra Gadifer par le pays et mil grant deligenoe pour lrouucr de' Canares, mai, il ne peUS1, cal' il oe sauil mie encare le paY5. Si retourna QU port éan aulre chose j¡ Caire... ( Chap. 4.\ ){ • UE JeA.' Y El apré, - c parlirenl du pon de Ca · lyz, el oe m) renl en haule mer, et Cu · rent lroi iour, en honnas e, sans ad · U. 1ncer lcur chemin se pou Clan, el puis s'addres- a le lemps, el Curent en chinc iour' au port tk l'isle Gracieu · se. El des- endirenl en l'isle Lancelol, el enlra mon•. de Bethencourl par le pais, el mi 1 grant delyngeose de pren · dre de" gen de Canare, mais il ne pot, cal' il nc sauoil roye encare le pais. Si retouma au port de Io,.- euse san, aulre cho. e Caire... ( Chap. 4.) Veamo otro ca o. Gadiíer recibe de , che la confidencia de que el rey de Lanzarote estaba reunido con su . parciale en un ca • tillo, y queriendo el caballero potevino vengar la muerte de alguno de lo suyos, se dirigió al lugar señalado, donde cautivó a mucho ¡, leños, que luerro dejó en libertad por resultar inocente, pero retuvo al rey y a un in. ular. P. BOUTlEII el relinl le Roy et 1m Qllltre lIommé l1ah)", le quelz il fLl enrhainer par le colz et le meoa toul droit en la ¡. Iaee • ti e genl auoienl élé tuez... ( Chap. 27.) :\ 1 • DE JUA:- l V El Cut reteneu le roy et lmg autre nomm.! .' llby, le quelz il Cit enchain · ner par le col5, et le mena toul droit en la plasse OU ce gen auoienl e lé lues... ( Cap. 31.) La grafía « Mahp> comertida en « lhp>, evidentemente e un error de copia, y como el autor del ID,.. de Juan V no tiene segu · ridad en la tramcripción, eQcribe « Maby » la éegunda vez que lo ~ ita ( 16). Boutier no e equivoca lUlIlca. y roU, variante- ortográficas son « :\ Iahy » o « Mahi » . 161 En la edición de Gravier se lee: ccCl moult (, flureé prillt ledo Maby el lui you10il faire tranrher la le'le ... ( chap. XXXI.) ) fajor tramcribe siem · pre \ lby. ( pág. 54.) B. BONNET 25 En la lectura de cifra el mixtificador parece que no era muy hábil: La cifra. val'ía notablemene entre ambo.. texto.. En el número de 100, in uIares que acompañaban al rey también cxi tc diferencia. Como se ve, el número de los que huyeron es mayor en el falo so DlS. Enumerando las cantidades ¡' obadas por Berún, acontece 10 contrario: P. BOUTlEB .. . les maronniers, meuz de mauuai corage, descoragereot telement la como paignie, en disant qu'ilz auoient pou de vivres et que nous les menions tau& morir, que de lIIIXX personnes n'en demoura que LXIII... P. BOUTlER el plusiers arbalestres et lous les ares. excepté ceuls que Gadífer avoient auec lui en l'isle de Louppes, et de XVc cordes d'are qui y deuoient elre n'eo demoura nullez, et de grant Coi · son de fil... ( Chap. 18.) P. BOUTlBR il manda [ Asche] a Gadüer qu'il veiust et que le roy estoit a VD de ses ho telz, en vn village pres de LaraciC et auoit quarante de ses gen : lUe~ ues lui .. ( Chap. 27.) Ms. DE Jt: AN V .. . les maroDiers, meus de mauues courages desconragerenl teIlement tou · le la compagnie, en disant que a. auoient pou de vivres, et qu'on les menoit mourir, que de quatre fJingts personnes n'en demoura que ehinquan. te trois... ( Chap. 3.°) . Is. DE JUAN V et plusieurs arbaleslre.. él lo~ les ares qui y estoient, excepté ceulx que GadiCCer auoit auec lui en l'isle de Louppes; et de dew: e cardes d'ares qui y deuoient e tre, n'en demoura nulle; el de grant foy on d Cil ... ( Chap. 18.) Ms. DE JUA.: V il manda [ Asche] ii GadiCCer qu'il vinst et que le roy < Hoit en vug de cest hostievIx, en vug village pre. de Lacalif, et auait ehinquame M ces gen' auecques luy... ( Chap. 31.) En las toponimia aparecen deformaciones, debida a la mala lectura del texto primitivo. Anotaremo un caso. En el cap. - del ms. de Juan V se lee: « et vng du pai Dazmis, nommé Iehan de la 26 El. PROBUMA DEL cCANARIEN. Lyeu... " P. Bergeron entendió equivocadamente d'Airnys", pero como esa palabra no dice nada escribió al margen de su obra « d'Auxis » ; M. Cbarton la sustituyó por ccd'Aintnys » ; sin embargo, la lección es cr: d'AunisD que figura sin género de duda en Boutier ( cap. 10). El autor del nu:. falsificado confunde las millas marinas con legu88 : P. BourJER ... car l'un des bateaux de la nd de Gadifer, que les fBUIx Iraistres mme · nerent au mois d'actobre mil cccc et deux, ouquel ils sont aventurez en la coste de Barbarie, est revenu sain el en entier de plw de V cent~ mil/ es d'ici ... ( Chap. 31.) :\ Is. DE JUAN V ., . car Pun des batiauIx de la nef Gadiffer, que les Gascong& qui lii etoient mmenerent au mois d'octobre mcccc et deuIx, auque! ils sont noyez el peris en la coste de Barbarie, eH revenu saint et entier de plus de c/ lllnc chens lieue~ d'icy... ( Chap. 35.) Cuando la cantidad es aproximada en el ms. de Boutier, el libro de Juan V se decide siempre por la mayor. Veamos un ejemplo: P. BourJER Si auint que les Castillain" qni e~ · toien! demourez auecques euls am · verent sur vnc compaignie de gen' qui estoient de XXXXV ti L personnes, le quelz conrnrent ms aU)( Castillains... ( Chap. 35.) .\ Is. DE JUA. V Sy aduint que les Castillens qui estoient demourés auesques enIx si lIm · uerent sur vne compagnie de gens qui estoieut enuiron chinqllante personnes, lesquelz conreurent anx Castillans et le. cnchanterent. .. ( Chap. 39.) Cotejando los capítulos de ambos textos se descubren los materia · les de ] a Crónica de Boutier que aprovechó el mixtificador paTa redactar el libro de Juan V; los que desechó y los capítuloe de su invención sin contar las omisiones respecto a Gadifer y los incrementos respecto a Bethencourt que se estudian aparte. B. BONNIT 27 continuación ana1izamo~ all! lUla;: Je la.. má importante ampliñcaciones, omisione y u tituciones, comparanJo el libro de Juan V ( ro. Gra~ ier) con la Crónica de Boutier. publicada por largoy. HOUTrER Caps. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 1' 6 17 18 19 20 21 22 23 1 2 33 4 5 6 7 24 · 25 26 · 27 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 BOUTrER Caps. 21 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 JUAN V Caps. Omitido Omitido 3la 31b 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 Omitido 45 46 47 48 50a 50b 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 ':' 0 JUA." I V Cap. 51 52 53 54 60 56 57 58 Omitido Omitido Omitido Omitido 59 Omitido 61 62 63 · 65 66 67 68 69 70 71 Las amplificariones. Son tan numerosas la que se encuentran en el ms. Je Juan V que solamente anotaremos las principale . Todas ella" demuestran un trabajo IrauJulento de interpolación en el de Boutier, tan así · duo y tan " in pudor, que no dudamos en añrmar que el autor de esos incremento obraba con la absoluta convicción de que jamás sería de cubierto el engaño. Comencemos dando a conocer uno Je eso!¡ incrementos que pudieran llama~ e clásico en el m . que estudiamo • Se trata del hauti" mo del rey de Lanzarote. Veamo 10 que dicen ambo texto : 28 EL PROBUMA DF: L rCANARIIlNJ P. BOUTIER Car ceste cho:> e de la prinse du ro)' auint le ] eudi XXV" de janvier mil CCCC et trois et april6 ce, le iour de quaresme entrant, nous reqll. ist le Roy qu'il lust baptisié lui et tout son mes · nage. Si le lut le premier ioar de Quaresmes ensuiuant... ( Chap. 43.) Ms. DE JUAN V L'an Mil CCCC et quatre, le jeudi XXV · jour de féurier, deuant eares · me prenant, le roy de l'ille Lancelot, payan, requist mgr. de Bethencoun qu'il lut baptisé, lequel fut batizé luí et tout son menage le premier ionr de quaresme... ( Chap. 46.) Según el moderno estilo debe leerse en Boutier el año 1404. Ob. sérvese que el autor del ms. de Juan V sustituye el mes de enero por el iguiente de febrero, conservando la fecha, pero yerra en el día de la semana, pues el 25 de febrero de 1404 no cayó en jueves, sino en lunes. El texto de Boutier señala la prisión del rey en 25 de enero, mientras que el libro de Juan V nos dice que en 25 de febrero solicitó el bautismo, omitienQo ] a prisión y cambiando el meo> ( 17). A esos errores hemos de agregar que, no regre ando Bethencourt de España ha ta el 19 de abril Qe 1404, mal podía el rey de Lan · zarote solicitar del barón el bautismo. Además, Boutier no indica elllombre con que le bautizaron, mientras que el ms. apócrifo dice: « et fut nommé par leiI. seigneur [ Bethencour] Loys... » Este nombre 10 vemos también en uno de los reyes de Fuerteventura ( cap. 80). j Cuanta mala fe en tan pocas líl? eas! ... La amabilidaQ del mixtificador _ e demuestra al describir la wlicitud del bautismo por el rey de Lanzarote en el capítulo anterior, acto al cual supone presente al señor Bethencourt. Esto le sirve al fal_ ificador del ros. para formar un cuadro patético. Dice: « M. dc Bethéncourt et M. Gadifer se tirerent a part et parlerent ensemble ( 17) El 25 de enero de 14() 4 ( 1403, según el viejo estilo usado por Bou · tier) , cayó en viernes y no en jueves, pero el error de este cronista nos sirve para hacer patente otro yerro aún mayor en el mixtificador, pues tramporla al mes ligniente la misma lecha ( jueves 25 de lebrero), en qu el rey de Lanzarote llOlicita ser cristiano. Como lué bautizado el primer día de CuaresnUl, y ésta comenzó el lUDes II de lebrero, y del texto de Juan V se desprende que empezó de:, pués del 25 de dicho mes ( deuant caresme prenant), queda al de~ ubierto la torpeza del falsificador, acaso por escribir ochenta años des. puéo de ocurrir los hechos que est1Uliamos. B. BONNET 29 et s'entracolerent et beserent, pkuran l'un l'autre de gran oiye qu'ils auoyent d'estre cause de mestre en voie de saluacion tant d'amnz et de personnes... » El comentario de tan deliberado ana · cronismo no sabemos calificarlo, pues en eSa feeba el varón estaba en Castilla, según liemO@ dicho. Digno de consignarse es el siguiente pasaje. El ms. de Juan V describe la llegada a Lanzarote de una nave con víveres y gente de guerra, mientras que Boutier consigna la tri~ te verdad de lo que acontecía. Oigámosles: I Del texto de Boutier Se desprende que ni el rey ni Bethencourt enviaron víveres, hombres y artillería a Gadifer. Veamos otra amplificación que demuestra en el falsificador un deseo inmoderado de introducir en el original sus comentarios: P. BOUTIEn Et qnant aux vinres, que ceux de la barge non5o ont apporté nons leo auons eu a granl daoger, car Bettencourt Iransmist la barge de Herefleur a Si. uile .~ ans gens et sans vilailles et a bien fait semblant qu'il ~ se douloit guéres de ncus (! f de nctre vie. Et si ne fen t le commandeur de Calatrave et un gentil homme de Siuile, nommé Jehan de les Casez, qni nOll5o ont transo mis des viures, nOlls estions en gran düficulté et en grand di~ t1e ... ( Chap. 31.) P. BOUTlER Et snc UDS jours aprés, nnt Assche en chastel de Ruhicon parler a Gadif · fer et appomterent haptísié tous cenx de sa part, et s'il y auoit nul r. ui le contredist, Gadüer lui aideroit. Ainsi se parti Affche et se vesti corome Roy... ( Chap. XXVIII.) } Is. DE JUAN V n auiua " ne harge all port de Pille Graciellse, que mons. de Bethencollrt leur a trasmy, deqnoy ilz fUrLnt tous ioyeuh: et en furent raffreschis et ra · nitailIés. TI y anoit hipn en la harge plus de quatre vings hommes, dont il y en auoit plm de XLIIl] en point de se trouuer sur les rens', car le roy de Castille les auoit haillés a mons. de Bethencourt; et si y au? it de ¡, In · siellrs artilleríes et de viures assés. ( Chap. 35.) Ms. DE JUAN V En aucnm ionrs appres vint Asche au chastel de Rnhycon: parlerent qn'il seroit roy par condicion qu'il feroit haptizer lui et toulz ceulx de < a parto Et quant le ro" le vit venir. il le regarda mout despitement en di. sant: aFore tTOnc · qumuly'll, c'est ii di. re: traintre mauués. Et amssi se par · tí Asche de Gadüfer, et se vesti comme roy... ( Chap. XXXII.) 30 EL l'ROBLlllllA DEL cCANARIE.". Las frases: « Cuando el rey le vió llegar le miró con desprecio, di-o ciéndole: « Fore Troncquenay » , es decir, « traidor, malvado. » Ea una interpolación inventada mucho tiempo después de escrito' el texto de Boutier. Antes de aparecer la Crónica del fraile de Saint · Jovin de Marnes se buscó su odgen en el dialecto berebere, suponiendo que « lore » significaría el imperativo sal; « tranc » el adverbio pront<) o al instante; y, por último, « quenay » el adjetivo infame, maldito. Por consiguiente, equivalía a decir: « j Sal pronto, infame! » La palabr. a « Fore Troncquenay » ha sido escrita e interpretada de diversas maneras. Bergeron, escribe: « Fore troncqueué » ( página 59); su traductor, don Pedro l\ f. Ramírez, dice « Íore tronc guevé » ' ( página 31), conupción de la anterior; M. Chat10n transcribe « Jore troncqueve » ; Marin y Cubas, « . Íore tronche ve » ; Viera y Clavijo : « Fore Troncqueue » ( que es la lección de Bergeron); por último Yon Loether encuentra su equivalente en la frase gennánica: « Ve · rmeter geht weg. » En el catecismo redactado para la instrucción de los isleños se observan incrementos tomados de las sagradas escrituras. « et lui [ Dios] commanda qu'il tit "\' ng arche de bois quaré, poli, et qu'il oindroit dedens et dehors de betuun... » ( chap. 48.) Hasta aquí la narración está confonne con el Génesis, ( cap. V., verso 14: « Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la em · betunarás por dentro y por fuera. » Pero lo que uo se encuentra ni el texto bíblico ni el manuscrito de Boutier, son las si2' uit'ntes palabras que llenarían de estupor a lo, capellanes de la conquista, por lo que tienen de herejía y de superstición. Explicando lo que es el betún, dice: JUAN V ., . betuWl est vng glu i ion et si tenant que quant deulx piesses de fait en sont assemhlés et iointes ( In ne le peut par nul art de;, assembler & i non par sane naturel de fleur de femme, et le treuue l'en flotant es grans lacs de Indie, sur les aygue » ... ( Chap. 48.) TRADUCCIÓN DE VIER \ y CUVIJO El betún e una cola tan fuerte y pegajosa que cuando se unen dos pie. zas con él, no hay otro modo de separarlas, que con la sangre natural de flor de mujer, y se encuentra notando en lo!> mayores lago de la India, sobre las aguas... ( 18) Bergerón suprime, cambia y trastorna a placer el ms. de Juan V, B. BONNET" 31 ¡¡ egún dijimo. Véa e un ejemplo que lo coonrma al referir la IUPUe6U ex · pedición del harón normando a la coSIJI de Alrica. Pierre Bergeron corrige el m:;. de Juan V, y escribe: « f1eurs de femme » ; ( 18) Y el señor Ramírez sigue la lección de aquél en u traducción. También hemo de observar que en la edición de Gravier el texto que hemos copiado va encerrado entre parénte.; ís, demostrando que es una interpolación. Viera y Clavijo, queriendo explicar este pasaje, dice: « Para te timonio de la sencillez de lo autores de este catecismo y de la implicidad de aquellos tiempos, e notó este error popular en el tomo primero de nuestra obra; pero parece que no faltaron algunos critiquillo.> que lo mnrmuraron porque no lo entendieron. » A la verdad, tampoco lo hemos entendido nosotros, pero no sabemos qué habría dicho Viera si hubiera llegado a averiguar que lo del betún y la sangre natural de flor de mujer fué una bmda interpolación al texto primitivo, realizada por un desahogado mLtificador. Prueba también que la redacción del m:;. de Juan V es muy posterior a la fecha de la conquista normanda, los datos que no. b suministra algunas veces, mientras que Boutier los omite. Veamoe 10 que dice al narrar el fin trágico de los conjurado de Bel'lin que e embarcaron en una chalupa con dirección al Africa: Ms. ] u. u; Y. El la de !' endil monsgr. de Bethen · (: ourt et ces gens, el furent bi en huit lieus dedens le pais... » ( Chap. 84.) P. BERCERON El la de endit monsieur de Belhen · court et ces gens el furent bien huict iours dans le paya... » ( Chap. 83.) . donde se observa que Bergeron cambia el número de lenguas que los expedi · cionarioll se internaron en territorio africano, por el mismo número de días. El insigne D'Avezac fué engañado por la crónica adulterada de Juan V yaceplJl en todas us parte la expedición de Bethencourt al Alrica ( nde: Noce . ur la véritab~ situation du mouillage marqué au sud du cap de Bugeder. París, 1846.) En nuestra obra Juan de Bethencourt ( cap. IXl, demoslramo. la { aIsedad de tal expedicióc. 32 EL PROBLE~ I.\ DEL « CANARIENI P. BOUrJER ~ rS. DE JUAN V Et quant est de leur gouuernement, ilz se aBoient noier a VO milles de nom, et de XU que euls estoient, deox en esehapereot qui lurent esclauez bien pres de la cité de Maroc. Et da laict dessas dit chascun de noas a bonne cognoissance et bon mémoire auons été en grant péril de mourir tant par lamine qoe par les mains de nos ennemis... ( Chap. 23.) Et de leur gouuemement ils .' aBerent noyer en la coste de Barbarie, pres de Maroc; et de XIJ qu'ils es · toient, les X lorent noyés et les deuIx lorent esciaues: dequoy Z'vn est depuis mort, et Z'autTe, qui s'apelle Siot de Lartigue, est demouré vil en la main des paiens ... ( Chap. 23.) El incremento suhrayaJo y que dice: « y de ello::> el uno Jlluno después y el otro, llamado Siot de Lartigue, ha permanecido vivo en poder de los paganos. » Fué una noticia po terior que desconoció Boutier. Los franceses cayeron en una cela< la al < le embarcar en Telde ( capítulo 63). El nIS. de Juan V incrementa el relato afirmando que la chalupa volvió a tierra con nuevos refuerzoc3 para " engar la trai. ción cometida. Viera y Clavijo dice: « Bien conocía Gadifer de la Salle que esta perfi< lia era acreedora al castigo más ejemplar, pero como sus fuerzas eran pocas y el suceso había aumentado la arro · gancia de aquella nación orgnllosa, aunque mandó hacer un nuevo desembarco DO consiguió horrar el ultraje, porque los isleños mostraron una resistencia increíble. » ( Oh. cit., tomo 1.) JUAN V ... el pis s'en reuindrenl a la barge bien bal1l6 et naurlÍs. Pois myreot des autres compagnons lrais au bastel. Quant il virent que trenes estoient rompeues, ils retonmerent poor eKar · coocher j¡ eulx mais les Canares vindrent contre eulx auesques pauois aro mo- yez des armes de Castille, qu'ils auoient Z'auiTe saison gaign.~ sur les Espaign. ols, et gasterent nos compa · gnons asés de hon trait sans porter dommage a leors anemis se pou non. TIlAl) vccr61' i De regreso a la nave, bien apedreados y heridos, se reforzaron con algu. nos compañeros, y visto que se habia roto la tregua, volvieron a tierra sobre los canarios; pero éstos que se hallaban armados con broqueks que, por los escudos de Castilla se conocía haber sido cogidos a ws españoles en otro tiempo, se delendieron bien y aunque nuestra gente arrojó gran nú' mero de muy boenos dardos sobre los canarios. no pudieron ocasionarles B. BONNET 33 Sy s'en retoumerenr ii la barge et le. uerent leors ancres et s'en aIerent au port de TeMe, et la demourerent deuh: iours. ( Chap. 63.) gran daño, y se retiraron a la n. ne, la cual zarpó de aquel puerto al de TeMe, en el que permanecieron dos días. l · ada de esto dice Boutier, lo cual demuestra que es otra interpolación del I. a1so cronista. En estos incrementos no podía faltar la nota de intriga y de recelo del barón contra Gadifer. Aquí se quiere hacer resaltar la desconfianza de Bethenéourt COn Gadifer, ya que tales conferencias con Leverrier y le Courtois, sin la presencia de su compañero, atlí lo dejan entender. El ms. de Juan V da cuenta de la planta llamada Orchilla. Boutier no consigna dato alguno acerca de ella. Es seguro que tal noticia fué tomada de documentos que poseía el barón. :\ ls. DE JUAN V Et e panit mons. . de Betbencourt du port de Rubicon, auec les maro · nien en son nauire, et s'en vindrenl en 1' autre bOUI de l'isle Lancelol, el lii demourérent. Led. sieur de Betben. court enaoia querir a Rabicon mes. Iehan le Verrier prestre et chappel. lain dudil sr. a qui il dit plwieur$ choses de segret, el a VD Domé Iehan le Courtoi, auquel il bailla aucunes chargell, qu'il pouent toueher flOn han · neur et prou/ it, el lui eochargea qu'il print bien garde en toates choses qu'ils venoient qu'il seroil de ( aire... ( Chap. 7.) Ms. DE JUAN V Et y e1' oit vne grayne qui vault biaucoup que on appené orsolle; elle sert a taindre draps ou autre choee, et est la milleur grayne d'iceIle que l'on sache trouuer ea nal pais puur TRADUCCIÓN DEL SE:' OR RA! IIíREZ Salió la nave del puerto de Rubi · cón con el señor Bethencourt, hacien · do rumbo al otro extremo de . la isla de Lanzarote donde fondearoo. Allí bizo Betbenl'ourt llamar a Juan le Yerrier presbítero, y su capellán, a quien dió alguna.! instrucciones 1V!$€ r. vadall, como también a Juan le Cour · tois, haciéndoles varios eneargoll tocantes a su honor y provecho, y re · comendándoles cuidasen mucho de toda, aquellas cosas que fuesen de hacer... TRADUCCIÓN DEL SEÑOR RA.' IIíREZ Crece en esta üla ( Fuerteventora) una planta de mucha estimacióo que se llama Orchilla; sirve para teñir pañoe y otras coess, y es la mejor planta de esta clase que pueda hallar- 34 EL PROBLEMA DEL « CANARIEN. la condicion d'elle•. t. t si l'ille esl vne fois conquize el mis a la fo)' creslien · ne, ycelle graine sera de granl valeur < lU sr. du pais. ( Chap. 70.) se en país alguno; y si e6la isla llega a ser conquistada y sus hahilanlell converlidos a la fe cristiana, la orchi · lla será un producto de gran valor para el señor del pais... Confirma nuestro aserto de que ese dato lo tomó el autor del ms. de Juan V de algunos documentos del barón del cap. 87. Benthencourt dispuso antes de su partida que los colonos que trajo de Normandía quedaran exentos de tributos durante nueve años, y pasados estos contribuyeran con el quinto de todo menos la Orchilla, que no podía venderse sin el permiso del señor de la isla. Om; imzes Son tan variadas que en mucha" ocasiones desfiguran o camhian el sentido del manuscrito primitivo, siempre a favor de Bethencourt; otras veces las supresiones omiten datos preciosísimos para la historia de las islas; por último, se callan muchas noLicias de interés. Hablando de los robos efectuados por Bertin de Berneval y sus compañeros se lee lo siguiente en ambos mss. : P. BOUTlER El le lendemain all malin, lil charo ger Berlin le halel de Gadüer el celo lui de la nel Tranchemar de plusieurs cho '; comme de . sacs de farine, plu · sieurs liares romans el Qutres, el granl quanlité de harnoiz... ( Chap. 18.) Ms. DE JUAN V El landemain au malin fit charger Berlin de Berneual le balel de Gadif · fer ( el) celui de la nel Transchemar de plusieurs choses, comme de 6aCll de farine, a granl canlilé, el du har · nas de plusieurs guizes... ( Chap. 18.) Las frases snbrayadas en el ms. de Bouúer están suprimidas en el de Juan V sin conocer nosotros la razón de tal omisión, si es que no fué por tratarse de GadiIer. Este caballero era conocido en los anales de la caballería francesa y seguramente trajo consigo « La lélusine » de Jean d'Arras, que se relacionaba con sus hazañas, así como otros de romance" y libros de caballerias ( 19). ( 19) En una obra del " igIo XIV, titulada De eastri stabili11lento ( pág. 390), e lima su aulor « que en lempo de guerra el caslillo Que se encuenlra lIsediado B. BONNF; T 35 Ve ligio del e ¡ untu cahallere~ oo de Gadifer se encuentran en algunos pasajes de la Crónica de Boutier: « Pour ce qu'il e¡¡ l vra)' que mainlz chevalliers, en ouant retraire les grandst adventures, leo vaillances et les heaux faiz de ceulx qui, au temp passé, ont en. trepin. o de Iaire les voyages el les conque tes sur mescréans... D ( Prefacio de la Crónica); )' en el cap. 50 escribe: « et maintz autres cheualIiers, on temps passé, ont fait d'aucy estrangez emprisez, dont ilz sont bien venuz a c. bief et si feront i] z, si Dieu plaiSl...... Yeamo' un caso de mpresión que indica evidente parcialidad en ~ u autor. La enumeración de lo' efectos su traído~ se omite en Juan Y. ~ igni. ficath · a en extremo es la omi ión de una ira e interesante en el m • de Juan V. P. BOUTIER Et pUb parlerent aux IWIrOllniers que 1e5 viuvres ( ussent deseendu, en ten- e, excepté ceuk qui leur étoient besoing pour leur retour; mais de XXXVI pi. pes de t: in qui e toient en la nel, nous n'en peu me avoír que troís lonneaux el vne pipe. Et de loul le demourant semblablem<, nl el de Z'anillerie, íl:: en retindrenl les meillcurs arbaleslTes el de loul le surplus du meillcur et du plus ~ l, el aussi de toule~ no; aUlres amí on o ( Chap. 7. ~ Is. DE JUA." I V Pui parlerent aux maronjer. que les viures qui SOIIt au nauire ( u cent descendu aterre, exoeté ceulz qui leurs auoit besoing pour leur retour. Et ain. i fut ( ait, iasoit que lC6d. ma · ronier en demus erent le pIu qu'iI peurent, et d'artillerie et d'autres cho · . es qu'iIs leun; eu 1 esté depui bon besoing... ( Chap. 7.) nv debe carecer de pertrechos y mUDlClOnCó, y que además, debe estar pro · '° ísto de romances y libroo; de ge ta, tales como el de Ale. umdre, de Carlos, Rallando el Olivero, de Verdínío, de Anlellmo, lo Daníer, de Olonell, de Be. ton, del coruk de Mamull, etc., pues con estos libros los del castíllo Be anima · rán } deleitarán » . Seguramente e os libros formarian la biblioteca de Gadifer robada IJor Bertín de BerneraI. Ese repertorio era el corrieote en Francia en aquella época. Belon, en la canción provenzal Dansel el Belon; Olonell, la chan;. on france a Otinel, y el Conde de Manlull, la chanson de Cu; de Nan · leuí/. Para el noble Gadifer. gran señor de la corte de Francia, amigo de lo duqu de Berry y de Turena, vencedor de lo ingle. es en Lusignan, adalid en Pru ia contra lo turco,) actuando en justa. y torneos de UD modo brillante, e o. libro le eran nece- ario. a su espíritu inquieto y avenlurero. 36 EL PROBLEMA DEL cCANARIE. · » P. BOUTIER Si assamblerent gran qWlDtité d'oro ge, et la mistrent en VD vieu chastel que Laneelot Maloisel auoit iadis fait faire quant il conquist le pa)' s, selon ce que ron dit... ( Chap. 28.) i\ Is. DE JUAN V Si a~ emhlerent grant eanlité d'or · ge, et le misrent en vng vieil ehaHel que Lanoelot Maloe.. el auoit jadiz faít faire, celon ce que 1' on dit... ( Chap. 32.) La supresión de la hase « quant il conquist le paYSD obedece al deseo de presentar a Juan de Bethencourt como el primer conquistador de ] a isla, mientras que Boutier es más ~ incero y dice ] a verdad. La omisión deliberada de esas palabras en el ms. de Juan V dió por resultado que al publicar Bergeron en 1630 el « CanarieD » , los descendientes de Maloisel protestaran, publicando ( Caen, 1632) un opúsculo sosteniendo a Lancelot en el rango de primer conquistador de la isla citada. ( Cfr. Ch. de La Ronciére La décou'L'erte de l'Afrique au Moyen- Age. Carthographes et esplorateurs, 1925) donde inserta una carta del historiador Paulmyer al investigador Du Chesne, escrita en Ruan el 19 de abril de 1658. Cuando arribó una nave con víveres en Rubicon, enviados por el comendador de Calatrava y Juan de las Ca as, el ms. de Juan V dice que lo fué por Bethencourl con hombres de gnerra y gran cantidad de víveres. Para no caer en contradición, el falsificador omite parte del siguiente párrafo. P. BOUTIER ... maiz ilz ne vouldrent le requeillir. en la barge, fors que si Remonnet e de Lenedan, Jaqmin d'Auberbouse, Pie · rre Enguerran, Iamet de Barege et deux canares; et si leur auoit il moult prié ' lu'U leUT pleust lui passer en rislt? d'Erbanne se. s prisonniers CfIT ilz n" l/. loient plus de quoy tliUN! en l'isle Lancelot par quoy moult deuls sont morts par faulte de cela. ( Chap. 32.) i\ Is. DE JUAN V Et arriuerent en 1' ilIe d'Albanye ( Erbanie), et de~ cendit ledo Gadiffer.. Remonnet de Lenedan, Hannequin d'Auberboc, Pierre de Rieul, lamet de Barege, auee autres de ceulx de la eompagnie, et du nanire et des pri · aonniers qn'ils auoient, et deulx Canarieos pour les conduire. ( Chap. 36.) El impostor queria ocultar que en Lanzal" Ote ~ e pasaDa hambre por causa de Juan de Bethencourt. B. BONNtT 37 En 10 caps. XLIV- XLXIX, el ms. ae Lonare contiene el cate. ci,; mo compuesto por los capellanes para instruir a los natlirale¡, en la Fe Católica ( corre ponaen a los caps. XLVll · UI ael m • ae Juan V.) En el cap. SO ae este último e aavierte la iguiente u. pre ión: La onu Ion ael final ae e te capítulo en el lllii. ae Juan V fué in duaa por consiaerarlo ocio o, ya que el bautismo borra el pe · cado original. El autor ael m . aaulterado no quiso entenaer que esas instrucciones se aaban a un pueblo que se quería cri, tiaoi. zar ( 20). Las omisiones en el lllii. de Juan V aenotan una marcadí ima parcialidad contra Gadifer y con todo lo que con él se relacione. Veamos lo que dice del catecismo: P. BovrlER Et entre reure qu'il room'ut [ Jet> ucri to] et reure qu'il résuscita deseen · di! en enfer et ~ tira ses amis et tou ceuls qui pour le péché d'Adam y es · toient trebuchez, et de la en auant ponr ce t penchié nnl n'y entrera es. pécialmern ceulx qui sont baptisiez et tiennent la ¡ ay Crestienlle € l gardent et tiennent les commademens tk la loy et les arliclez tk la / 0,.. Et s'apparut par plusieurs foys ti ses decipIes comme desus ets dit. ( Chap. 47. Ms. DE ] UA." f V ... el entre reure qu'il mourust el reure qu'il resnssita de endi en enfer et en tira hors ce aro)' s et ceulx qui par le peché d'Adaro y e toient treo buche ¿ et deIa en auaot par se peché nul n'y enttera. ( Chap. 50.) ( 20) La in i:. tencia en los preoeptos religio os en este catecismo se explica por haber sido compuesto exclusivamente para infieles. Así en el capítulo XLIV de Boutier, y al describir el P~ raíso terrenal, dice: « et 18 fut premierement vne eeule femm a "' O sul homme, et qui autrement le fait il péche mortelle · ment... » Era para apartar de los isleños de Lanzarote de la poligamia, donde una mujer tenía ha ta tre marido. A este re. pecto escribe Viera y Clavijo: « En medio de e< ta pluralidad, y para desempefulr cada uno el mi mo empleo ¡¡ in embarazo, se estableció por régimen que el que hubiese poseído la común mujer en calidad de marido durante el espacio de un mes, la sirviese deipués dos meses en las ( uncione~ de criado.)) 38 EL PROBLEMA Drx. cCANARID; » P. Bounn _ 1 . DE Ju v El nombre de Gadifer se ustituye por 1ma fra e imper~ onaj; pero en el cap. siguiente, o ea, el 47, se lee en el epígrafe: « e'est l'introoucion que mon gr. de Bethencourt a baillé aux Canariens crestiens baptisez. » Por con igniente, se le atribuye al barón la Instrucción y no a Gadifer ( 21). Hablando de las relaciones que pUdieran e- tablecer e entre e- te archipiélago y el Africa e cita a los Farfune;>, y dice: el pour ce a Gadifer ordonne une In tnJetion, ainsi qu il a ' ceu faire el ordonner le plus légierement qu'il a peu, pour iOlroduyre eeul. que nou baplison par de-; a. ( Chap. ~ 3.) P. BOUTIER et eeste saison en a eu vn qui a élé atOecques Gadifer visiter le i les par leque! il ' C5t infourmé de moult de cho ( Chap. 50.1 Et pour ce on a ordcnné tone imtruc · tion ain~. i comme ils ont seeu faire le plus legierement qu'ilz ont pen pour inlroduyre eenls qu'ilz ont baplisés et qui p~_ ent qui , eront baptisez d'ore en auanl, , i pIai t i Dieu. ( Chap. 46.) :\ 1 . DE JVA_ o V Et en ee'le eompagnie en a il rng qui lon- ionrs a esté en la conque~ te visilanl lesd. isle. el par lni c'eH 0C1 informé de moult de eho es. Chapo 53.) E sistemática la eupre ión del compañero de Bethellcourt: ade · más, e suprimen lo nombre de lugare cuando le conviene al autor del ms. adulterado. p, BounER _ i a rransmio< a iuil pour auoir lruehemena d'ieelle i le [ Hierro] el de tonles les autres, contrI.' les sai5' on qui viennenl. o o ( Chap. 39.) .1 . DE JUAo , Sy a depui lrouué maniere d'auoir vng truchement qui aehe le pai. et parler le langage pour eolrer en icel. le ísIe el e< anItre ... ( Chap. 43.) ( 21) El comienzo del ealecÍ mo en Boulier lleva un epígrafe en tinla roja que dice: « Ce sonl les eho es de quoy nou pensoDS i introduyre le canuez, demouran!! es partíe de midy, lesquel sont mécréan el 01.' reeognoi. ent leur Créateur, el vinent en partie eomme heSlez et sonl leur ame en voie de pero dieion.]) Este título rué su titnído eu el ms. de Juan V por el cl) piado en el lexto. B. BONNliT 39 La omlSlon de enviar a Sevilla por un intérprete nos hace SO! pechar si entonces vendría Augeron de aquella población, y como al mixtificador le convenía sostener por decoro del harón que le había sido regalado en Aragón (?) por el rey don Enrique y la reina Catalina suprime la proeedencia del intérprete. La torpeza del autor del ms. de Juan V trastorna un párrafo para no descubrir las intrigas de su protagonista en España: Cuando lo cree posible y siempre que los hechos pertenezcan a Gadifer asocia al barón por no poder excluir al primero. Los capE. LIT · LV del códice de Boutier ( LY. L lIT del de Juan V) son un extracto de la descripción del Africa ", acado del libro de un fraile mendicante español perteneciente a la Orden franciscana. en el cual describe todos los puertos de mar de dicho continente, todos los reinos cristianos, de paganos y de sarracenos, indicando los nombres de las provincia, armas de sus reyec; y príncipe", etc. Debió pertenecer a Boutier o a su convento. Bergeron, en el « Canariem>, que publicó en 1630, dice en nota marginal: « Ce livre doit estre perdu » ( chap. LV, pág. 101); pero no era verdad, porque nuestro insigne geógrafo don Marcos Jiménez de la Espada publicó en 1877 el más completo { le Jos tres códices que existen en nuestras bibliotecas ( 22). P. BOUTIER Car encore, De sanoit · il [ GadiCer] mie tontes l~ dioses que BeltenC'OUTt lui auoit ¡ aictes... ( Chap. 32.) P. BOUTIER ... aprés la prise du Roy d'isle de Lancelot el que les viurez que nous recouurasmez en sa prise Cnrenr des · pendnz nous auOlls en moult a souE · frir.. , ( Chap. 60.) Ms. DE JUAN V .. Jequel GadüCer quant il vinr es mes, ne sauoir mye que c'estoit. ( Chap. 36.) .1 . DE JCAN V ... apres la prynse du roy de l'ilIe Lancelot, el que les viures que ledo Berhern; ourt el Gadijer eurent reeou, uers a sa prinse Enrenr de pendnes Hz anoient enlx monlt a confErir... ( Chap. 59.) ( 22) Puede consultarse el estudio del autor de eo:: ta~ líneas titulado ,. Las < 40 EL PROBLEMA DEL « CANARIEN » En el ms. de Juan V si bien el mixtificador lo igue, al pie de la letra, tomándolo de Boutier, llega a dudar de la veracidad del fraile español: P. BounEll pour ce qu'il y voiet moult de cho · ses merueilleuses, desquellez noas ne ( aisons nulle mancion, quant a pré · sent en nostre liure pour plus bresue · ment passer oultre, et 1Wstre entencion est au pUJisir de Dieu d'en déclairer vne allltre foys plus a plain... ( Chap. 54.) l\ 1s. DE JUAN V Pour ce qu'j} y veoit assés de cho¡ es memilleusez, desquelles nous De ( aisons nulle mencion, quant a pre · sent, en se liure, pour plus brieue. ment passer oullre, In pour doubte que se ne semblast au l" ssans estre mensongez... ( Chap. 57.) Como puede verse, la intención de Boutier era declarar las cosas que viera el fraile español, con más extensión, mientras que el ms. de Juan V dice que no sigue la narración « por la duda de que al leerlas parezcan mentíras » . El deseo de Gadiíer de abrir una ruta hacia Río del Oro, se convierte en el ms. de Juan V en el deseo de Bethencourt. P. BOUTIER est on entencion [ Gadiler] d'y aler et d'y enuoier vne barge ou aul · tre nauire en maniere de marchans pour : lwser les por et les contreez et le gouuernement des pajas afin d'estre plus certain de son ( ait et 6elon ce qu'il trouuera il mellra paine et dili · gence a l'exécution du fait... ( Chap. 55.) TRADUCcrÓ. Es su intellción [ la de Gadifer] ir allí [ Río del Oro] enviando UlllI bar · ca o un navío con gente simulando que eran mercaderes para conocer lo. puertos, las entradas y el gobierno de aquellos paísee, con objeto de e tar Eeguro en su proyecto, y según lo que encuentre pondrá cuidado y diligen · cia en su ejecución. Este pasaje está omitido en el m . de Juan V. Al final de dicho capítulo dice Boutier: « Pero mucho convendría que nue tros señor espirituale y temporales le tendieeen a Gadifer una mano y le auxiliaran con su consejo o dirección en lo que él quiere hacer. » Desenvolviendo este pensamiento, Boutier e.{ · ribe una lar¡! a di. Canarias y el primer libro de Geografía medieval, escrito por UD fraile es · pañol en 1350 » , publicado en Revista de Historia, órgano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de la Laguna ( núm. 67. julio. septiem · bre, 1944). Hay separata_ o 41 greslOn, lamentándo e del etado ae la cristian< laa, de la enojosa cuestión del cisma y ae la falta de fe en Dios. Lae atinada consi · ~ eracione8 que expone acerca d. e la mala dirección ae los e píritus y ~ e los vicios d. e la época, retrataao de mano mae tra, no podían . faltar en la obra de un fraile, y forman los capítulos LVI- LXIX ~ el ms. d. e Londres. Ni la menor huella encontramos de esa cuestión ~ n el d. e Juan V. La cama de esa omisión es eviaente. Sabiao es que el (' isma coDlenzQ con la doble elección de rbano VI y ae Clemente VII en 1378, y según unos, terminó en 1417 con la elección de Martín V; pero otros historiadores eclesiásticos lo extienaen hasta la abdicadón ae Félix V, en 1449, dánaole setenta y un años de autación. Como hemos dicho que el ms. ae Juan fué redactaao en 1482. El cís · nla ae Occidente hacía tiempo que había concluído, carecía de ac · tualidad. la inclusión de tales capítulos; por ello se suprimieron. Eso mismo demuestra más aún la falsificación. Aaemás, el autor que confeccionó el texto aaulteraao, y cIue trabajaba sobre un manu crito que contenía los cuatro capítulos acerca del cisma, conservó la fórmula de transición con que el autor ~ el códice original termina la digresión moral y recoge de nuevo la narración ae los SUCClSO,,: « Or fault j) retourner a nostre premiere Dlatiere, et la poursuiuire ainssi que les cho es eschéent doranauant TCY en aroit » , que es igual a la de Boutier, mas a éste le era necesaria para excu ar el sermón moral, mientras que en el de Juan Vera completamente inútil. ¿ Se tenía en la época de Boutier conocimiento de alguna isla americana? ¡, A la leyenda de San Boronaon ! oc unirían tradiciones ~ e tierras descubiertas al otro extremo ae Europa? Oigamos al cronista : P. BOUTIER Or nou ont dit le marinieri> que oou Itre l'isle de Fer tout droit deuers le midy, a xj lieuez de la, est une ü · le qui s'apelle les Roys et est bien peuplée de gens qui sont rouges, mai DOUS nen _ arion parler au " ray, car 110US ne le auoos mie veuz sur celle bande... ( Chap. 6t.) TRADUCCiÓN Pues nos han dicho lo marineros que con rumbo directo al mediodía, además de la isla del Hierro y a once legu;¡ s de aquí, hay una isla que se llama de 106 Reyes y está muy bien poblada de gentes que tienen la piel roja, pero 00 sabríamos en verdad hahlar { le} eso, porque no las hemos visto por "" t~ banda... 42 IiL PROBLIi~ IA DIiI, « CANARlIiN » E inútil l' cOlxlar que este pasaje tampoco figura en el ros. de Juan V. Otra supresión muy significativa se advierte en el libro ya citado. r que no carece de interés. Al describir la isla de Lanzarote, dice: P. BOUTIER Il y a grant foison de yilagez et de bellez maisons, et souloit e. tre moult peuplée de gens, mais les E" paigneulx et les Arragonnoyz et aultrez coursai · res de mer les ont par maintez fois pris et menez en seruagez... ( Chap. 70.) ~ Is. DE JUA:'< V TI y a grant foison de yilagez et de hellez maisOD5, et souloit estre moult peuplée de gens. Iais les Espagnoz. et . mtres cour, aires. de mer les ont par maintez { ois prin' et menez e eruaige... ( Chap. 71.) El autor del ms. 15abia que mallorquines y catalane" hahían visitado las islas y establecido en ellas factoría~, enviando religiol'o para la conversión de los i- leños, hecho que ha demo trado el erudito Serra Rafols en concienzudo trabajos de in\- e" tigación ( 23). Ahora, como en el caso de Lancelot, el mixtifirador omite el nomhre de los arao- one es, acaso por igual causa. Interpsantúlimas son las illdirariones arerra de lo" producto~ ll3' turales en eatas islas consignadas por Boutiel', ) que suprime el autor del DlS. de Juan V, sin que podamos alcalIzar la causa. De Fuerteventura, dice: P. BOUTIER ... et en tiel Jieu y a, elle ne con · tient q vne lieue la e" t , Ti mur grant et large qui cooprent le pai tout a trauers de l'une mer a I'autre et sem · ble q. il Y et liJ. aupres pierrere d'a. zur, laquelle nous auons veue et trou · uée, mais nous la sauions exprouer... ( Chap. 69.) TRADUCCIÓN y allí donde no excede el am'ho deuna legua hay un gran muro de pie. dra tan ancho que dh ide la isla a través de un mar al otro ,. parece que allí junto hay cameras de lapislázuli que nosotros hemos vi" to y encontra · do. pero que no hemo podido como probar... Lo que Boutier creyó era lapLlázuli no es otra cosa que un mine. ( 23) Los trabajos publicados por el erudito erra Rafol" acerca de dicha e,,: pediciones, on lo siguientes: El descubrimiento de los daje medievales de los catalanes a las islas Canarias. Discurso... , Univer idad de La Laguna. 1926; Els catalans de Mallorca a les lites Canaries, Bnrcelona, 1936; Les mallorqui. nes' en Canarias, estudio capital Silhre esta cue tión histórica. ( Ret · . de His/ oria. VII, págs. 195.209, 281- 287; 1941. '" publicó 5eparata.) B. BO. · . · E! ral que ~ e CQ]) oce con el nombre de vÍ\" ianita, el cual, asociado casi iempre con feldespatos, le comunica una coloración azula( la. se. mejante a la piedra precio~ a que ~ eñala. El brillo vítreo, nacarado intenso r euare al tacto, de color azul claro. i~' 1lal al de ' la~ ,.; ale ferroQa;;, y que paQa por toooQ lo tono del azul, hasta 1 añil má oscuro, pudo haber en!!: ai'íado a Boutier. Otra b. en ación dirrna de romignarQe, y ]) 0 obstante upl · imi. da por el autor del IU.". de Juan , e' la que a continuación de;; ta. eamo · . Dice Del Hierro: P. BOUTIER y est heu pays pour verrerie, cal' il y a moult < le { ougiim~ ( Chap. 38.) TRADUCCIÓ.' es una tierra apropiada para esta · blecer fábricas de vidrio, porque hay muchos helecho ", Indudablemente el dato consignado por Boutier es el de un nor. mando natural de uno de aquellos lugares donde el arte de la fabricación del vidrío se practicó con éxito durante toda la Edad ledia. El mi mo apellido de Juan le Verrerier, capellán de Juan de Bet · hencourt, ¿ no pertenecería, quizá, a una de aquella familia~ de la alta • ~ ormandía entre la que e conservó por mucho tiempo el se. creto de la fabricación del vidrio? í lo creemos, r ha" ta o~ pechamo que Có< l cualidad de la i~ la del Hierro pudiera Qer u!!: f'rida a Boutier por su compañero. Aunque no algamo. del tema concreto, diremo que tamhi~ n en T nerife exi" tían y e. i.. ten e" a, eQpecies de helechos que tienen el nombre de « barrilla » , que al quemar;: e dan una abundante can · tidad de pota. a. En una « Relación inédita de la i. ] a Canariae » publicada en la re, i ta El Museo Call<. lrW ( núm. VI) se lee de Tenerife: « Abunda e ta yala de árbole y hierba, y tiene mucha copia de " na hierba para barrilla, material ne.~ esario y cono"<.: ido que entro en la composicion del bidr( i) o. na noticia interesante e la de que< en TeneriIe hubo una fábri · ca de " idrio en el término de Icod, Eegún " e comprueba por un acuerdo del cabildo de la i la de 3 de diciembre de 1557 ( 2.1). ( 24) En dicho Cabildo ,. e di- puoo: « Que por cuanto en el horno de ' Vidrio que e tá IcOO se gac ta mucha cantidad de leña, y e de_ trD} en] o monteo, eoS ju 10 que 10 vecinos reciban algún beneficio, por 10 que e e le.! concede la po. e- ión del horno de " idrio de u lugar. que ha negado a tener en (', la ciudad [ La Laguna] mucha e. limaciÓn .') ( Lih. 10 de acuerdo Col. 143., Oc. }. o.) EL PROBLE~ IA DEL « CANARIE~. La exilStencia de mármoles en las islas de Lanzarote y Fuerte · ventura está comprobada en la segunda de las isla" citadas, por lo que nos dice Boutier: « Et la [ Fuerteventura] les conuint ils deschaus~ ier pour pas el' sur les pierres de marbre si unyes et si clichentes que 1' on ne lSe puet temr forsque a quatre piez... » ( chap. trente- troisieme). Ese material ha ido exportado en grandes cantidade a las de. más islas, como también la caliza comtÍn, verdadera piedra de hacer cal. de grano grueso, fractura deeigual y de color gri claro, que se quema en hornos e peciales. De Lanzarote hallamos datos para asegurar que también po eía mármoles. Dice el regidor Anchieta en su famoso « Diario » : « El maestro que ha asentado la pila bautismal de la parroquia de la Concepcion [ Laguna] ha sido Juan Alon o, maestJ: o dc pedrero y gran cantero, de la Orotava, que hizo la puerta de la Aduana, en Santa Cruz, de mármol que trajeron en piedra. s de Lanzarote.. . » . El basamento de la artística pila de la plaza de Weyler, en San. ta Cruz de Tenerife, es de una caliza especial traída de Fuerte · ventura. Sustituciones Términaremos e" tudiando la sustituciones que ] lallamo en el ros. de Juan V del nombre de Gadifer por el de Bethencourt, así como el de los compañero del caballero potevino por ] 0. del barón: Abandonado Gadifer en la i la de Lobo" y no pudiendo socorrerle sus compañeros por la traición de Bertin, el patrón de la nave « Morella » envió a un tal Simaine [ Jiménez] con la chalupa para recogerlo. Dicen ambos códices: P. BOUTIER Et lui [ Simaine] venu a RubicOfl, se mi- t a l'auenture auecques quatre des gens de Gadifer, e'e t a savoir Cilll d'Anemaigne, Iehan Chaualier, Iehan Lemasson, Thoma Richard, et pas ereot en l'isle de Loupe en petit coquet... ( Chap. 19.) Ms. DE JUAN V Et lui venu a Rubicon, se miH a l'aduenture auec quatre compaigrums de la compagnie dudo sr. de Bethencourt, e'est assauoir: Cill." le foyne, Iehan le Chevalier, Thomas Richart et Iehan le Ma~ on. Et passerent en rille de Louppes en vng petit coquet... ( Chap. 19.) B. BO~ NET 45 ótese aquí cómo los compañeros de G « difer se convierten en lo compañeros del barón. En la traición del isleño Asche, el cual hiere a Guillermo de Andrac, quien primero desconHa es Juan le Courtois, Eegúo el IDS. de Juan V, mientras que Boutier nos dice que son todos los compañeros excepto Andrac: La interpolación de Juan le Courtois representa en el IDS. de Juan V la tendencia de atribuir, como en el caso anterior, a lo compañeros del barón los hechos principales de la crónica. El zurcidor del contrahecho IllB. de Jnan V llega al cinismo de hacer . a los dos capellanes servidores de Bethencourt, excluyendo a Gadifer: P. BOUTIER le dit AfCche... vint a l'encontre d'euls, en semblance d'amistié et al · lerent longuement ensamble, 11UIis les compaignons se commen. cerent adoub · ter un pcu et se teooient tons ensamble et nI' vouloient point qu'ilz assam · hlasent, lors Gull." d'Andrac, qui che · minoit, avecques eul:; et nI' se donh · toit de riens... ( 25). ( Chap. 28.) P. BOUTlER Et nons frere Pierre Boutier, moyne de Saint · Jouin de Marnes, et nous Jehan Le errier, prebstre, chapel. lains ee serviteurs des chevaliers desus nommés... ( Prefacio.) l\ ts. DE JUAN V Asche... vint j¡ l'encootre d'euIx en semblance d'amytié et allerent Ionguement enssemhle; mais lehan le Court~ is et les compagnons se comen · cerent ti doubter vng pcu, et Be te · noient point qu'ilz assemblassent, fors que Gill." Dandrac qui chemiooit auee eub, et nI' se doubtoh de riens... ( Chap. 32.) ~ ls. DE JUAN V Et nons frere Pierre Bootier, moine de Sainet Jouyn de Marnes, et Jehan le Verrier, prestre, et serviteurs dudit Bethencourt dessus nommé... ( Prefacio.) Pongamos, para terminar, varios ejemplos en que resalte el enorme plagio del autor del ms. de Juan V, que une a una frescura in- ( 25) Consigna Boutier que los naturales de Lanzarote le hicieron a Andrac trece heridas: « 1e porterent j¡ terre et le blesserent de XIII plaies » escribe. Igual número consta en Bergeron; sin embargo, algún traductor como el señor Ramíre;¡; las reducen JI tres ( pág. 32, ed. 1847). 46 . EL PROBLE. I.\ DEL cCA. ' ARIE. ') calificable una mala inte! Jción probada. Para ello señalaremos las pá!! ina" del m. del .1U5eo Británico, publicado por Margry, en corr ' pondencia con la, del « Canarien » , publicado por Gravier: Pág. 133.- Qnant Gadifer vit cela, il di- t an ire de Heli... Pág. 134.- Et non prehme no" tre chcmin. Qnant non- eu" me doublé le cap de Finisterre... Pár. 135.- y descendi Gadifer i terr~ ... Pág. 13i.- Et entra Gadifer par le pay-... Pár. 198.- Et y de'cendimes, au moi,' de juillet mil quatre cen et deux, aUCUlb jonrs apres la Eaint Jeban Bap · \ iste... Pág. 199.- Et quant des autres isle-. Gadifer le a toutes visitées et bien 3vi, é la maniere comment elles seront conqui- e' ... Pág. 21i.- Et nons y avon. demouré [ eu las Canarias] or en droit deux an et demi que oncques nul nou n'y Cu rnalade. Pág. 219.- or e, t l'entencion de Ga. difer et son propos d'aler " oir et vi · o iter toute la costiere de la terre { erme du cap de Cantin... Pág. 227.- Et pour ce que Cadifer a grant volonté de avoir 1' e tat et le gouYertlement des autre pai' qui non Eont pourchains, tant islez que terre Cerme met il paine et diligence de E'inCormer a plain de tOntes cellez mar · chez......... Pág. 244.- Et Cadifer y a esté [ en la Gran. Canaria] par deuIx saisoD! I, tout a eCCeet pour voir leur maniere et leur gouvrenement... Pág. 244.- Et GadiCer y a demoré [ en Arguineguin] ce te aison XI JODr Pág. 6.- Quant mon. de Bethen. conrt vit cela. il dit au sire Hely... Pág. 7.- Et mon. de Bethencoun et a comp.¡ gnie prindrent leur che · min, et quant il eurent doublé le cap de Finisterre... Pág. 8.- Y de- cendi Bethencourt ti terreo Pág. 9.- Et entra mon '. de Bethen. court par le país... Pág. 7l.- Et )' de. cendit momo de Bethencourt an mois de jnillet mil ccce et deub:... Pág. 7l.- Et quant de autre yle' mons. tk Bethencourt le a { ait vi. iter par mesire GlldiCcr et autres chargez de ce { aire... Pág. 114.- Et si y 11 demonré ledit' de Bethencourt bien longuement, et , a compagnie, ( Iue nulz n'y ont esté malade. Pág. 86.- or e. t 1' inteneion de mons. de Bethencourt de vi iter la con. trée de la terre { erme de cap Cantin, qui est my voie... Pág. 101.- El ponr ce qne il a granl voulenté de savoir l'estal de tous les aulres pai's qni leur sont prochain , tant i le que terre { erme, ledit sgr. de Bethencourt mettre paine et dili · gensse de soy informer applain de toutes se marchez... Pág. 129.- 1Uonseignt> ur de Bethen. court et Gadiffer et plu ieurs antres de 5a compagnie y ont e'té, tont en eUet pour veoir leur maniere el leur gouvemement... Este epi odio 6C encuentra otra vez en el Illi. de Juan V ( pág. 109 · 110 de B. BONN! iT it l'encre, et la vint parler a lui le { iIx .( Ju roi d'icelle isle qui 6' appelle Ar · tamy... Mais Hannibal, le bastar! de Gadi{ er, tour ainsi qu'il esloit, print un aviron en sa main et leur rescoust le batel, et l'e largi bien avant en la : rner... Pág. 248.- Quan! nons y arrivasmez [ a Lanzarote], ils n'estoient que envio ron trois ecns pcrsonoes... ( 26). La segunda parte del « Canariem> la ed. Gravier) sin mencionar la pre · sencia de Gadifer, pef() se cOllSigna la valenlia de Aníbal, a la que se añade la bravura de IIdeuIx ou trois gen · tilhommes de mons. de Bethencourt, qui avoient pavois, qui y servi beau · coup... Pág. 134.- Quant monseigneur de Bethencourt y arriva, ils n'estoien! que environ trois chent personnes... Hasta aquí hemos e tudiado las diferencias má notables entre el códice de Boutier y el libro de Juan V, cOITespondientes a lo' iO capítulos que integran la crónica del fraile de la abadía de aint Jovin. La continuación del « Canarien » . a partir del 19 de . abril de 1404, en que Juan de Bethencourt regresa de la Península y Gadifer de la Salle se retira a Francia, hasta el 15 de diciembre de 1- W5, en que el barón abandona definitivamente el archipiélago, ¿ por quién fué redactada? Dicha narración se ha atribuído invariablemente por todos los hígtoriadore al presbítero Juan Leverrier, capellán de Juan de Bet · hencourt. Tal ha sido últimamente la opinión de WolIel y ] a del doctor A1varez Delgado ( 27). Este último investiga< lor e~ cribe: « El te: xto de Leverrier, anterior a la falSificación d ] ucm V de Bethen(' Ollrt, creo que debió ser redactado hacía 141,;", porque suprime el capítulo 57, en que el fraile Bontier se declaraba parti< lario del Papa cismático de A" món... » . Fué, en efecto, Juan Leverrier quien compuso e ta segunda par- ( 26) En mucho de lo pasajes transcritos ~ e descubre la prioridad del có' ~ ice de Londres, or ervándose que la redacción del ms. adalterado denuncia frecuentemente la poca habilidad del { alsi11cador. ( 27) Dr. Dominik Josef Wolfel: Quiénes fueron los primeros conquista. . dores y obispos de Canarias ( Docu~ ntos desconocidos acerca de la historia primitiva de Canarias). Investigación r Progreso, núm. 9, año V septiembre 1931; doctor Juan Alvarez Delgado: Puesto de Canarias en la investigación lingüística (<< Instituto de Estudios Canarios » en la Univ. de La Laguna, pá. ~ ina 16). 48 EL PROBLEMA DEL . CANARIEN » te de la crónica? ¿ l ro pudo redactarla otro indh: iduo in la intervención del capellán de Bethencourt? ¿ ería el mi~ mo autor anónimo del ros. de Juan V con el auxilio de documento o memorias que pertenecieron al barón? 1 osotros opinamo que el continuador de la crónica no fué Le. vcrrier, basándonos para ello en el prólogo de ambo códices, que dicen que Boutier y Leverrier habían « commancié a mettre en script toutez le cho e qui leur ont advenue a leur commancemellt... » , y más adelante consigna que a partir del 19 de abril de 1104 « est venUe l'escripture en autres mains, qui la pour" uiront tout en v: ray iusque a la lin de leur conquestes... » . De lo tran crito se de prende lógicamente la exclusión del fraile Boutier, así como la del presbítero Leverrier. ¿ Quién sería, pue , el autor de esta segunda parte del « Canarien » ? o es posible determinarlo exactamente, pero in duda al · guna tuvo que ser un te tigo pre encia], que supo dar colorido y relieve a 108 acontecimiento , con ignando fechas, describiendo 8uce.. o , citando nombres y describiendo localidade y accidentes topográlico que son exacto . Por e ta razón e imposible atribuirla al autor del ms. adulterado de Juan V, que e cribe ochenta año de' pué. Aca o e ta seO'unda parte de la crónica tenga el iguiente origen. Juan de Bethencourt, como tooo. s lo señore de la época, tenía a 511 rvicio algunos amanuen e o escribas, a quiene dictaba u cartas y documentos ( 28). E_ to lo demue tra un pasaje del m". de Juan V, en el cual, conte tando Ull cartel de desafío de Gadifer de la alle, dice: « Et adonc mon. de Bethencourt Tui r cript par son paur- ( 28) Que Bethencourt trajo a la conqui ta de las Canaria, redadores. amanuenses, copistas, etc., se deduce de lo expuesto en el texto, y de lo que a continuación transcribimos. Cuando las tropas del barón intentllron la COnquista de Gran Canaria y sobrevino el de astre, entre los muertos figuraba flng kcto nommé Seguirgal ( chap. LXXXV.) El erudito G. Gravier en su edi · ción del Canarien estima que debe leerse (, lector » y que e refiere II un tabelión, escribano ( Cancellarius, Scriba, Nourrius, etc., Cfr. Du Cange: Glosarium medae et infimae latinitati$.) Lo expuestt> confinna la te is sostenida por nosotro•. R. H. Major, que no estudió debidamente e ta cuestión, afirma que la palabra « 1ecto » es ininteligible ( Unintelli~ ible, but o in the m ., pago 182, nota), y acaso por igual causa, Bergcron optó por uprimirla en su Canarien de 1630 ( pág. 175). La interpretación de Grllvier e sin duda la exacta. i ! o B. BO.".' ET 49 suit.: anl, / lQmmé Sejepuis .. » ( chap. LXII). Po iblemente é le u otro de 10 amanueDSe~ de la casa de! barón _ ería el encargado de e. cribir un lacónico diario de lo hechos de la conquLta a partir de! 19 de abril de 1404 hasta el 15 de diciembre de 1405. La narración comprende la disensiones hahidllB entre la gentes de ambo · capitane despué de la partida de Gadifer; la sumi, ión de Fuertnentura y bautismo de su" do reye ; la conqui;; ta de la i la del Hierro; lo intento · para .. omeler la i la de La Palma: el desa tre de las tropa'! del barón en Gran Canaria; el viaje de Bet · hencoun a ' ormandía y _ u relrre- o con numerosas familia inmi · grante ; las d. i" posicione que tomó para organizar el paí conquis · tado, y, por último, la de~ pedi{ la y ~ alida del conqui<; tador para Francia. eITuramente e te Diario Iué más tarde bastardeado por el autor anónimo oe la crónica oe Juan V, de modo semejante a lo que realizó con el códiee de Boulier, según ya hemos inmcado. La in · ceridad, y a veces la rudeza de lenlTuaje, de Boutier, contra ta cOn la evidente timioez del autor anónimo, que emplea un e.. tilo no exento de umísión y dependencia, descubriendo que En pluma y n per ona e taban al servicio del señor que le protegía y alimentaba, y cuando no e po ible la apología usa de todo lo. mira · míentos para justificar 1m actitud y no caer en disgu to del amo. Confirman la adulteración de e e diario lo discurso~ del barón, las muestras de alegría de lo i leño al regresar Bethencourt de ' ormandía, el inverosímil dolor de lo nativos cuando. u eñor <; e de pide definitivamente y oale para Francia; todo ello tiene tal matiz de irreal que demue tra su fal~ edad; por con¡:: iguiente. hemo de convenir que e los pasaje fueron interpolados en el diario primitivo por el servil adulador de Juan V, a quien éste le paITaba la exaltación de 1m tío. Es evidente que Ja falta del documento original de e ta oelrUDda parle de la crónica nos impide discernir lo falo de lo verdadero, teniendo que admitir los hechos principales, pero también hemos de desechar cuanto se oponga a Ja razón y al buen sentido ( 29). ( 29) Eó impo. ible de todo punto que el primitivo cronista con'ignara el segundo viaje de Bethencourt a la Peníosula en pos de GadiIer, y que acepo tara y describiera la e. · pedición del barón a Berbería, hechos cuya falsedad bemo demo trado plenamente ( Vide: Juan de Bethem: ourt, C; Jps. VnI y IX, 1) 0 I\ L PROBLI\) I.\ DI\ L ICA. ' ARIEN. Por oponer e a é te ) a aquélla, egtimamo;; como incrementos la ~ e5cripción de la llegada del barón a Lanzarote despué de su viaje a . Normandía, que no podemos menos de transcribir. Oigámosla: « Como ya dejamoe dicho, la mú- ica que tocaban en las naves producía tales melodías que era cosa deliciosa el oirla, y los isleño' ~ e hallaban asombrado y maravillosamente complacidos. Ko hay que preguntar cómo fué ao" a~ ajado el señor de Bethencourt al altar en tierra. Los isleños . se tendían en el suelo a ous plantas, queriendo demostrarle así que le reconocían como oeñor de su "\ idas y 113ciendas, Acogió etas demostracione el señor de Bethen · - court con grande afabilidad, manife tando mucho cariño a todos lo;; isleños, muy en pal · ticular al rey convertido al cri~ tianismo. Recibida la noticia en Fuerteventura, de que su rey y oeñor había llegado a la isla de Lanzarote. Juan le Courtois. luO" arteniente - de ~ icho señor, se embarcó en una chalupa con seia compañeros, de los cuales era uno Am'bal.. . » ) ( cEt come i'ay dit, les instrUnH'l1S qui e~ toiell é~ bargez feroient . i grant melodie que c'estoit belle cho:, e a ouyr, et les Canarieos en estoient toulz esbahis, et leur plai oit terriblement. Et quant mom · . fut arriué a ten- e, il ne fault pas demander si tont le peuple lui lit grant chere; les Canariens se conchoient a terre, en lni cui · ( lant faire le plus grant hOlmeur qu'ilz pouoient, c'eotoit a dire qn'ilz se couchoient que cors et biens estoient a luyo Led. seigneur les receullit, et leur fit la pIno grant cherc qu'il peut, et par espe(' ial au roy qni c' ~ toit fait crestien. Cenl de l'lle de Fortanenture eurent bien qne lenr l'OY et seiglleur estoit venn et arriué en l'i~ le -< le Lancelot. Iehan le Courtois, lieutenant dudo eigneur, prin Vllg baoteI et vj compagnon anequez lui. dont Hanibal en estoit vng... » ) ( Chap. 83, ed. Grav.). También en Fuerte, entura el recibiento e fantástico. Véase el l) asaje de la cena: c( Lo dos reye cristianos ( 30) vinieron a cumplimentarle ~ egun' ya citado. También ante la severa moral era impo. ible negar a Gadiler y a sus compañeros, los derechos a una ju. ta indemnización por los trabajos y mi · erias sufridos durante la conquista de Lanzarote. Esto no demuestra sino la deformación de la segunda parte de la crónica por un mixtificador. ( 30) Dice el ms. de Juan V que los reyes de Fuerteventura, al solicitar el bautismo. entregaroo al intérprete Alfonso como regalo a Juan de Bethencourt, B. BO~. · ET 51 .. da vez a Ricoroque, J los recibió con el mayor agrado, haciéndoles cenar aquella noche en su mesa; no 10- entendía y valiase para hablarles de un intérprete que llevaba en su compañía; durante la cena tocaban las flautas y con la música s~ hallaban lo reyes enajenados sin tomar ' bocado; no menos admira< los al contemplar los vestidos cubiertos de oro y plata, de más < le cincuenta y cuatro personas que se hallaban presentes y rivalizahan en la ostentacidn de sus traje.., especialmente algunos hijos de los va allo de dicho señor de Grainville y de Bethencourt, y oyóoeles decir a los dos reyes, que si desde el principio se hubieran presentado los conquistadores con aquella magnificencia, muy luego hubieran quedado los isleños sometidos... » « Lesd. deulx roys crestiens se vindreut encore offrir audit sgr., lequel leur fit la plus grant chere qu'il peut, et les retint a soupper auec lui. LOO. seigneur ne les entendoit point. Mais mon.. gr auoit vng truchement quiJ parloit le franc; ois et leur langage, par quoy on entendoit se qu'ils disoient. Et tandis que ledo " 2l'. soupoit, il r auoit des menestrés qui iouoyent, de quoy yceub: roys ne pouoient mengel' du plaisil' qu'iIs pl'enoient a ouir ces dis mene~ trés; et au~ 5Í de voir ces hoquetons bl'ooés, cal' il y en auoit bien chinquante et quau'e fort chargés d'orfauerie; cal' i1 y auoit d'auncuns qui s'abilloient a nul enuye qui mieulx, et par especial aucuns fils des homes dudo sgr. de Betbencourt, de Grainuille et de Bethenconrt. Et dirent lesd. deulx roys que se du premier i] s fussent venus en se point, ilz eussent e~ té piessa nincus.. » ( Chap. LXXXIV). En el banquete de despedida el barón pronuncia el siguiente discurso, invención del autor del ID". de Juan Y: « Amigos míos y mis hermanos cristianos: Dio.. nue" tro Creador ha extendido su santa gracia sobre no otros y sobre e" te paí", hoy cristiano y reducido a la fe católica; quiera Dios conservarlo en ella y darme poder, y a vosotros tooos, para de tal modo conducimos, que sea para la exaltación y aumento de la cristiandad. Y para que sepáis el motivo porque os he reunido a tooo- en mi pre- « vng bien present de ie ne ces quel ( mit qui croit en pais bien lontain, et ado · roit si tre bon que c'estoit merueilles » ( chap. LXXIX.) Y en castellano: « un presente de DO sabemos qué frnta, que crece en un país remoto y despide un ( llor tan agradable que maravilla). j j Cuánta imaginación la del seudo- croo nista! ! 52 El. PROBLE?> U DEL . CA~ ARIEN » sencia, 0& 10 voy a manifestar. Os he reunido, pues, para que Olgal de mi propia boca 10 que ordeno; y aquello que ordene quiero que sea así ejecutado. » « Mais amys et mes heres cre tiens, il a pIeu a Dieu nostre Createur qu'il a estandu sa grace sur nos et sur cestuy país, qui est ji ceste heure ere cien, et mi a la foy Cato1ique. Et Dieu, par sa digne grace, le veulle maintenir, et moy doner pouer et a vous tous de se y sauoir si bien conduire, que se Boit l'exaltacion et omentacion de toute crestienté. Et pour 8Ouoir pourquoy i'ay vouIu que vous soiez si tous en presemse, ie le vous diré. n est vray que pour vous tenir tous ensemble en amour, ie VOUB ay assemb1és, a eelle fin que vous sachiés de par ma bouche se que ie veulx ürdonner et ordonneré; et e que ie ordonneré, ie veulx que ainssi soit fait ... » ( Chap. LXXXIX, ed. Gravier.) Por último, el momento en que Juan de Bethencourt abandona para siempre las isla , zarpando del Rubicón, es más propio de una fogosa imaginación que de la de un croniBta veraz: « Después que el señor de Bethencourt se hubo despedido de toda su gente y del paí', y e dió a la vela, hubiérase visto a todo el pueblo romper en llanto y exclamaciones de dolor, que enternecían los corazones; . iendo mayores los extremos que hacían 106 isleños que el sentimiento de los naturales de ' ormandía, moviendo a piedad las lágrimas y gemidos de todos. Su corazones presentían que no voh- erían a verle y que nunca regre. saría a las islas. y fué verdad, porque jamás volvió, si bien tenía el propósito de re · gresar tan pronto como pudiese. Algunos isleños se arrojaban al mar y siguieron larga distancia la chalupa en que iba el señor de Bethencourt, tanto sentían su separación que no puede ponderarse, exclamando de este modo: « Legítimo 15eñor nuestro, ¿ por qué nos dejas? j Ya no voh- eremos a veros! j Ah! ¿ Qué será de este país faltándole un señor tan sahio, tan prudente y que ha puesto tan · tas almas en camino de la salvación eterna? j Y no abandona! Quisiéramos que no nos dejara, pero puesto que Mí lo hace, preciso es nos conformemos, pue razón es haga aquello que juzgue que más le conviene. » « Appres que monsgr. de Bethencourt ont prins congé de tout ces gens et de tout le pais, et se mist en mer, vous eussiés veu tout le peuple crier et braire, et plus encore lei Canariens que cewx 53 La tercera parte En e la tercera parte del C(( 1zarí~ n hemo de tener en cuenta la fecha en que termina el fraile Boutier su relato de la conquista franconormanda en el códice verdadero y la com.. ignada en el espurio ( 32). Dicen así: ~ u pais de ormandie; c'estoit pitié des pleur¡, et des gemissemens que les vngs et le;; autres faisoieut. Leurs ceurs Ieur dLoient qu'ilz ne le vairoient iames plus, et qu'il ne vendroit iame plus au pais. Et il fut 1JTO- Y, car iames onqu. ez plus 1t'y fu. t. Sr ne lui estoit par aduis qu'il n'y reuensit, et le plus bref qu'il pourret. Il y en eut aucuns qui se bouterent en la mer iusque aux ee6elle en tirant a la barge la ou monsgr. estoit. Illeur faisoit tant de mal que ledo seigneur s'en aloit que nulne saroit pemser. Et disoient ainssi: « :' lostre droiturier seigneur, pour quoi nOUti lai ... é vous? _ · OU5 ne vous vairrona iames ! las! que fera le pai,-, quant il. fault que vng te! seigneur si sage et si pnldent, et qui a mis tant de ames en voie de saluacion etemelle, que ( jI) nous laisse! nous aymyssionti bien mieulx qu'il fut autrement, c'estoit son plaisir: mai" ¡ mis qu'il luí plaist, iI fault qu'il nous plaise: c'est bien rai~ on qu'il fasee son plaLir... » ( Chap. XC) ( 31). ) Is. DE J¡; A; V ... avons comencié a mestre en e · crit le plus des cho5es qui luy sont aducnues a son commecemenl " . CÜs ce quí se party du royaume de France iusques au XIX iour d'auril mil cccc et síx, que le dil Bethencourt eSI arriué eS ioles de pardes" a... » ) ( Prefacio.) P. BOUTJER .,, 3\ · on comrnancié a metlre en e' · cript toutez les choses qui [ cur sont advenues a leor commancemenL. des ce ql ¿ ' i[ Z partirent du royaume de France iusques au XIX" iour dauvril mil iiij" et iiij que Béthencourt est arrivé es illes par dessa .. ( Prefacio.) ( 31) La segunda parte del Callarilm termina hacia la mitad del cap. XC de Gravier ( LXXXVII de Bergeron), donde hablando de la despedida de Be. th « lCltUrl, dice: « Dieu par 5a grace le veuille garder de mal et d'am. onbrie5. » De aqui en adelante comienza la tercera parte, que corresponde a los viajes ima · ginarios del barón por España, Italia y Francia. ( 32) Toda la última parle de la Crónica de Juan Y no es otra cosa que un relato fraudulento, redactado en ]\'" ormandía alrededor del año 1482. Nin · guno de los hechos que en él e comignan re5ponden a la verdad, pudiendo muy bien de;. llec! Jar5e en absoluto, pues carere de utilidad para el historiador. I 54 EL PROBLEMA DEL . c.~. '.\ RIE:\ J Del cotejo de amhos m,". se deduce que el fraile Boutier serefiere a los dos jefes de la e~: pedición, Gadifer y Bethencourt, narrando los hecho « qui leur 80nt advenues... des ce qu'ilz partirent du l'oyaume de France), mientra~ que en el ba tardeado de Juan V solamente se habla de Bethencourt « que luy ( por « ! ell1))) sont aduenue o., < lee ee qui ~ party ( en vez de qu'i/ z partirent) du royaume de France). Enmiendas que llevan la intención de excluir de~ e el principio a Gadifer, para encumbrar al barón normando. Interesante e la falsificación de la fecha. Boutier da la del rompimiento de los dos capitanes de la conqllista, y en el capítulo ti prevé la ruptura con estas palabra de Gadifer referentes a Bethencourt: « Li venu, ilz eussellt mis leur fait en " i bonne ordenance. ,'.)). Y más adelante escl'ibe: « Pui aniua Bettencour a Ruhicon le XIX' iom d'Amil mil CCCC et nI}, enuiron deux an qu'il nous deuoit auoir secouru de gens et de vitaillez ...). ( Chap. LXI.) Esa misma fecha e~ la que con igna en el prefacio, ya que en ese día termina el fraile su misión como croni tao En el mB. contrahecho está su~ tituída la data de Boutier por la de 19 de abril de 1406. Esta diferencia de dos años produce confu ión en el sentido del párrafo, pues no estando modificada sino la fecha, e desprende que Bethencourt llegó a las Canarias en abril de 1406, cuando en realiclad salió definitivamente de e~ te archipiélago el 15 de diciembre del año 1405. Se ha creído por los comentari tas que esa fecha era un error de copia; Bin embargo, no fué sino una enmienda deliberada hecha por el falsificador con objeto de abarcar todos los hechos l'ealizados por el barón en las Canarias hasta su regreso a Xormandía ( 33). Pero como Juan de Bethencourt sale de las islas, según ya VImos, el 15 de diciembre de 1405, resulta que hasta el 19 de abril de 1406 quedaban ciento veinticuatro días, que el falsario utilizo para hacer viajar al barón de;; de las Canarias a Sevilla, de Sevilla ( 33) El autor dd libro de Juan y no comigna la fecha del regreo de JuaJr de Bethencourt de- de E- paña. La explicación que damos a 1''' 3 deliberada omi · eión es que el - eudo · cronista quiso que el barón aeistiera al hauti, mo del rey de Lanzarote, y como 1'' 11' hecho ocurrió el 11 de febrero de 1404 ( véase la nota 17) no podía declarar la nrdad data, 19 de abril del mismo año, que da Boutier ( cap. LXI.) por ~ r e< ta po terior al hecho en cuestión, descubriendo a- í la superchería. El mixtificador prefirió eacrificar la verdad histórica, para conceder a Bethencourt un honor que en ju< tici~ correspondía a Gadifer. • B. BO:-; NET 5S a Valladolid, de allí a Roma por tierra, luego a Florencia, de~ pués a París, y de París a u castillo de Graim- ille la Teinturiere. La mayor mentira que pudo idearse para encumbrar a un héroe ( 34). Teniendo en cuenta la época, el cálculo no está de caminado. Juan de Bethencourt ~ ale de Rubicon el 15 de diciembre, llega a Sevilla en siete días r permanece en aquella capital unos cuatro; de allí partió para Valladolid ( 26 diciembre), donde residió quince, dándole Enrique III cartas para S. . Sale camino < le Roma a principios < le enero < le 1406, llegan< lo a la Ciudad Eterna en la primera quincena < le marzo con objeto < le visitar al Papa. y nosotros sabemos que Inocencio VII hizo ~ u entra< la en la capital del orbe cri tiano en la egun< la emana < lel mes de marzo de 1406 ( Fléury, Hist. eeles., yo1. XX, pág. 481, e< l. 1( 24), o ;> ea del 12 al 14 de marzo ( íd. yo1. ~ · XI, pág. 32); por consiguiente, le quedaba al barón medio me e ca"' o, < lespué~ de la supuesta , isita al Pontífice, para " ibitar Florencia ( l. o abril); marchar a Parí~, donde e- tuvo ocho día" ( 17 abril), llegan< lo a ~ u castillo el 19 de ahril de 1406, que es la fecha comignada en el prefacio del ms. adulterado. Este viaje es completamente falo. Su autor logró el ohjeto que perseguía, la exaltación de BethencoUl" t, pem la crítica ha desmoronado los deleznable~ cimiento en que . e fundara. Veámoslo a continuación: En el cap. LXX: XVII el mixtificador pone en boca de Juan de Bethencourt, e.. tando alÍn en Lanzarote, la siguientes palabraB: « Et au plai, ir de Dieu, quant ie pal1il'é d'icy ie rré ti Rom requerir que l: OllS ayez prelat eSllesque en ce pais, qui ordonera et manyfira la foy catoliqu(' » ). Más adelante, en el LXXXIX, se in. siste en tal extremo. Dice el harón: « Et quant ie me partiré d'ici, an plaisir Dieu, ie m'en yré a Romme requerir au Pappe que ' OllS ayés, come i'ay dit. rng pasteur, e'est ti aire l.: ng euesqlle qlli ara le gouuernement de ros ames. Et Dieu me doiDt la grace de tant " iure de ce faire. ) l. Como se Ye, el de" eo de Bethencourt era ir a Roma para recabar { lel umo Pontífice un ohi~ po para las Canarias. Ahora bien, ¿ podía el barón pronunciar e~ as palabras y demostrar ese deseo? De ninguna manera. Juan de Bethencourt ~ ahía perfectamente que Benooict() XIII creó, por Bula expedida en ( 34) L. Delísle: « Compte. rendu du Vrai ma/ luscrit du Canariem) ( Exlraít du Journal des Savants, no\" íembre de 1896; 6 págs.). J ~" 56 EL PROBLEMA DEL « CA:-<' ARIES. Marsella el 7 de julio de 1404, el ob: i.; pado de Rubicon, suIt- agá. neo del arzobispado de Sevilla, año y medio antes, por mediación de Robin de Braquemont, su tío, siendo nombrado para dicha diócesis fray Alonso de Barrameda. Pero el falsario, que nada de esto sabía, no" cuenta que Rethencourt sale de las islas, llega a Sevilla y de allí marcha a Va. lladolid, donde fué recibido por el monarca de Ca~ tilla ( 35). Le cuenta su conqu: i.; ta y le pide carta para el Papa Inocencio VII, a fin de que nombre un obispo para las Canarias, indicando para tal cargo a Alberto de la Casas. He aquí la" palabras del barón a Enrique III: . « yre, sy vous plaist, ie vous veul requerre d'une c1lOse. » « 01' ditte;! » , se dit le roy.- « Sire, il est bien na)" que comme ie vous ay raconté la conqueste du pais des isles de Canare, qu'ilz contiennent en tout plus de quarante lieues fram.; oises, et y a de bel peuple: il e t besoinrr qu'ilz soient enhortés et montrés par vng homme de grand fac; on et par vnE{ homme de bien qlli soit lellr pastellr et ~ eur prelaJ:... » ( Chap. C.) En la crónicas del reinado de Enrique III no aparece la visita del conqui tador de las Canaria al monarca, y e6to denota que tal '\'- i ita es falsa; tampoco se han encontrado en lo archivos del Vaticano las cartas del rey de Castilla, y esto prueba asimismo que el barón no estuvo en Roma ni fué recibido en audiencia por el Papa Inocencio; por último, el doctor Wolfel ha demo" trado con documentos irrefutables que jamás ha existido un obispo del Rubicon llamado Alberto de las Casas, y que 10 probahle « es que su nombre haya de borrar e definitivamente de la hi'loria de Canaria' » ( 36). Pero el cronista no se arredra y sigue diciendo que el harón ( 351 Es imposible que Enrique III recibiera a Bethencourt en Valladolid { enero H06j como afirma el libro de Juan V. e sabe que en ese año el rey Sl~ encontraba muy enfermo en Toledo, 13nto que no pudo a. ¡" lir a las Cortes que había ~ onvocado en dicha población para solicitar los medios de levantar un ejército contra Muhamed, rey de Granada, siendo presidida,. por el infante don Fernando. El monarca (: a .. tel1ano falleció en la ciudad imperial el 25 de diciembre del mismo año de 1406. ( 361 D. J. Wi> lfel: El efímero obispado de FuertevenlILra y SIL único obispo { Documento, desconocido' acerca de la historia primitiva de Canarias); Inves. tigación ~. Progreso, año VIII, núm. 3, marZl' 1934. B. BONNET 57 llega a Roma, donde Inocencio le recibe benignamente, le aloja en el Vaticano quince días y le expide las bulas nombrando a Alberto de las Casae obispo de las islas, diciéndole: « Vous estes bien homme de quoi on doit tenir conteo Et veulx que vous ne soiés pas mis en oubli, et que vous soiés mis en escript auec les autres roys, en leur catalogue... " ( chap. XCI). M. Lécoy de la Marche comunicó a M. de Lépinois en 14 de marzo de 1873 que n() halló en los archivos del Vaticano el catá · logo de los reyes de que habla el ms. adulterado de Juan V; este aserto lo confirma el célebre investigador M. de Rossi cuando aseguró a Lécoy que ese catálogo jamás ha existido ( 37). Además, ¿ cómo podía Enrique nI escribir al Papa cuando por esa fe. cha ( 1406) España seguía la obediencia de Aviñón? ¿ Cómo, repetimos, podía tampoco Bethencourt dirigirse a Inocencio VII, cuando Benedicto XIII había creado el obi pado de Rubicon, nombrándole pastor, y era, además, amigo de la familia del conquista. dor, especialmente de Robin de Braquemont? La ignorancia del zurcidor creó estos absurdos, pero su CIDISmo no termina aquí, y prosigue impertérrito describiendo la llegada de Alberto de las Casas a las islas, y su desembarco en Fuer · teventura, demostrando todo el país la mayor alegría por tener ya un prelado y pastor: « fut fort ioyeuIx et tout le pais d'auoir pre · lat et esuesque au pays... " ( chap. XCIII). El descarado embuste del falso cronista queda descubierto, una vez más, con la bula nombrando vicario del obispado de Ruhicon a Juan Leverrier, expedida a petición del mismo barón y del pro · pio Maciot, en que se hace constar que hasta el año de 1419 nin · guno de los obi
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Calificación | |
Título y subtítulo | El problema de "Canarien" o "Libro de la conquista de Canarias |
Autor principal | Bonnet y Reverón, Buenaventura |
Tipo de documento | Libro |
Fecha | 1949 |
Páginas | 62 p. |
Materias |
Canarias Historia Siglo 14º-15º Fuentes |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 8350360 Bytes |
Procedencia | Universidad de La Laguna. Biblioteca |
Texto | La expedición franconormanda a las Canarias con objeto de con · qui tar y colonizar el archipiélago, fué organizada por dos nobles de la Corte de Francia: Gadifer de la Salle y Juan de Bethencourt ( 1), que se lanzaron a la empresa en una nave perfi! ctamente equipada y con ochenta hombree de guerra. Salieron de la Rochela el 1 de mayo de 1402, aportaron a Vivero, Coruña, Sevilla y Cá. diz; despué' de esta última escala comenz6 la aventura transatlán. tica, desembarcando en Lanzarote al finalizar el mes de junio. Tres mases de~ pués, Juan de Bethencourt, de acuerdo con Ga- ( 1) La crónica de Boutier constA de 70 capítulos en los que se narran los episodios de la conquistA de la isla de Lanzarote por Gadifer de la Salle, d~ · tAeándose princípalmente la traición de Bertin de Berneval y el abandono por Bethencourt de sus compañeros en la ísla mientras gestíonaba en España su nomhramiento de señor del archipiélago canario, sufriendo aquellos hambre y mi erias sin cuecto. Yéase la obra que publicamos con el título La conquis. u¡ franconormand « . ,. Juan de Bethencourt ( Consejo Superior de Investigacio. nes Científicas. In- tituto de Estudios Canarios. 19M), donde se analiza la pero sonalidad del barón normando. El ms. de Juan V que es el faIsi1icado, mo · difica el sentido de la Crónica primitiva a favor de Juan de Betbencourt y continúa la narración hasta su muerte, en un códice que alcanza hasta el eapítuIo XCVII, conocido indistintamente con los nombres del Canarien o Libro de Juan V y ha sido el único estudiado por los historiadores hasta el descu · brimiento de la Crónica primitiva escrita por el fraile Pierre Boutier. 6 EL PROBLEMA DEL cC.\ NARIE.:'. difer, embarca para E paña con objeto de solicitar socorros del monarca de Ca, tilla. Enrique lIl, a quien a! n'adaban tale empre-as, llegando a entablar negociaciones de alianza y amistad con el famoso Tamerlán, oyó con agrado a Bethencourt. permitiéndole extraer del reino provisiones, armas y caballo~; le concede un auxilio de 20.000 maravedi. e para continuar la conquicta, y le nombra señor de las Canarias. En tanto, us compañeros, a cuy() frente estaba Gadüer, . ufrían mi erias y trabajos sin cuento. Uno de los capitane de Bethencourt se subleva traidoramente unido a los gascone · . Era BerlÍn de Berneval, quien aprisionó a veintidós indígenas, que entregó al capitán de un buque llegado a Lanzarote, para que le condujera con los alzados de España, abandonando a Gadifer en un islote de ierto sin agua ni víveres. Toda la isla arde en guerra al conocer la traición de Bertin con lo naturales. Gadifer pudo ~ alvarse y con grandes esfuerzos dominó la situación. Por fin regre a Juan de Bethencourt a Lanzarote, de pués de año y medio de ausencia. El barón y Gadifer tienen una violenta entrevi ta, en la cual el jefe potevino echa en cara a Bethencourt su mal proceder y su egoí mo al aceptar el título de rey de la' Canaria cuando habían convenido mucho antes de la expedición dividirse como compañeros lo beneficios y la pérdida. Por último. Gadüer le pide la cesión de alguna de las islas no " ometidas para indemni. zarse de los gasto y privaciones ufrida.: BethencoUl't no accede, y entonces Gadifer embarca para Francia con aleuna de " U gente ( 19 de abril de 1404). El cronista de e ta primera parte de la conqui~ ta el fraile Pierre Boutier, capellán de Gadifer, cu: ro manu crito, de pué de permanecer ignorado cerca de cinco siglos, fué adquirido por el ~ fueo Británico y publicado por el francés Pierre arcrry. Quedó Bethencourt como único señor de las islas. Gadifer había sometido totalmente a Lanzarote y en parte a Fuerteventura. El baron normando no obtuvo otro éxito ino la conqui~ ta del Hierro, la isla máB pequeña del grupo, cuyo habitantes eran lo meno belicosos del archipiélago. Fracasó ruidosamente en la ima ión de Gran Canaria, con muerte de u mejores ~ ldado.: fué rechazado en el desembarco intentado en La Palma, y a Tenerife ni iquiera " e acercó, dada la fiereza de su habitante. Juan de Bethencourt B. BONNl'f 7 comprendió la impotencia de sus armas para continuar la c< lnqui" ta, y después de establecer colonias normandas en las islas sometidas, abandonó el gobierno a Maciot, su " obrino, retirándose a Francia el 15 de diciembre de 1405. Esta segunda parte de la conquista fué escrita por algún ama · nuense que consignabJl en forma de diario o memoria los hechOlS. Es se!! Uro que su autor pertenecía a la casa del barón; manuscrito hoy perdido, pero que indudablemente existió. Ochenta años después de los sucesos narrados, allá por el 1482, UD sobrino de Juan IV, hijo de su hermano Regnault, llamado por los historiadoreE Juan V, queriendo eDJIltecer la memoria del conquistador de las Canarias, realizó un trabajo fraudulento, tomando de las dos crónicas citadas cuanto creyó que favorecía a su tío. omitiendo cuanto pudiera perjudicarle y relegando a último término la figura de Gadifer. Además, añadió una tercera parte completamente falsa, o sea. los viajes de Bethencourt después de su última salida de las Canarias, haciéndole ir a E paña, Roma, Florencia, París y Jormandía por tierra. La crónica así bastardeada está plagada de contradicciones, errores y calumnias. Es el llamado manuscrito de Juan JI, que publicó truncado Pierre Bergeron, y mucho más tarde. con toda pureza, el inglés R. H. Major, y luego el francés G. Gravier. Tal es a grandes rasgos el origen de esas dos crónicas: la del fraile Boutier y el manuscrito de Juan V. que no proponemos e" tudiar en el presente trabajo. Bibliografía El primitivo códice de la conquista normanda ha sido conocido de los historiadoreE por un proceso inver o al natural: es decir, que primeramente aparecieron los manuscritos mixtificados y de pués, ya en tiempos modernos, se descubre el códice original. El primer manuscrito de que se tuvo noticia fué el preparado por Juan V de Bethencourt. Se sabe que Regnault, hermano del conquistador de las Canarias, casó en segundas nupcias con Felipa de Troyes, de cuyo matrimonio DJlció Juan V ( 1432). A e te descendiente atribuyen los eruditos la confección del texto adulterado tan conocido, y compuesto posiblemente por el año 1482. En él aparece encumbrada hasta la apoteosis la figura de Juan IV, con menoscabo 8 EL PROBLEMA DEL lCANARIENJ evidente de Gadifer de la Salle, verdadera usurpación de la cual no hay otro ejemplo dentro de la bibliografía. Ese manuscrito se conservaba en la familia de 1015 Bethencourt como una joya. Nada anunciaba que se quisiera hacer ostentación pública de tal documento, pero el deseo expresado mooiante cartas por los Bethencourt de Tenerife poseer una relación de ] a conquis. ta normanda, comenzó a inquietar los espíritus de la rama de los Bethencourt de Francia, especialmente a Galien, coru; ejero de] Par · lamento de Ruán, al cual se dirigieron los descendientes del con · qui tador, residentes en las i las CanarÍas ( 2), y por consiguiente a ellos se debe en principio la idea de publicar el códice de Juan V. Decidida la impresión del manuscrito, Galien dispmo se copiara el códice para darlo a la imprenta, añadiéndole algunas nota para esclarecer el texto. En 1625 todo estaba preparado para la publica. ción, a la que se le hahía pue to e te largo título: « Le Canarien ou Livre de la conque te el conversion des Cana · rieno a la foy el a la Religion Catholique, 3postolique et Romaine en l'an 1402, par Messire Jean de Bethencourt, gentilhomme Cau · chois, seigneur des lieux de Béthencourt, Riville, Gourel, chatelain de Grainville la Teinturiere, baron de Saint · Martin le Gaillard, conseiller et chamhellan ordinaire des rois Charles V et Charles VI, composé par Pierre Bontier, moyne de Saint · Jouin de Mame" et Jehan ] e Verrier, preetre séculier, chapelains et domestiques du dit seigneur. » - Mi en ] umiere par N.- Ilustrado con anotaciones obre algunos capítulos p. ara la claridad de la historia. Este manuscrito se conserva en la Biblioteca acional de París, y corresponde al número 18.629 de los manuscritos del Fondo francé . ( 2) Clr. el trabajo que con el título « Los Bdhencourt de Tenerile » y el « ( Canarien. de Bergerón, publicamos en Revista de Historia ( Tom. VI, abril. jnnio 1939, núm. 46, La Laguna de TeneriIe. Islas Canarias), donde se in · sertaD las cartas que en 27 de mayo de 1607 dirige desde Londres un des · cendiente de Maciot llamado Mateo de Bethencourt, a Gallen de Bethenconrt, de cendiente directo del barón normando, conquistador de este archipiélago; corno también las que le envió desde la ciudad de La Laguna en dicha isla, don Lucas, hermano del anterior, en 26 de junio de 1613 y 3 de diciembre de 1614, solicitando una relación de las hazañas de Juan de Bethenconrt en eetas islas. Coa anteriC) ridad a esas fechas, o sea en 1580, otro descendiente del barón en este archipiélago, Marcos Perdomo Pimentel Betheneourt, es · cribe en igual sentido 3 Juan VII, visitador de Ruan. B. BONNli; T 9 El renombre que poseía por aquel tiempo el erudito Pierre Bergeron ( 3) hizo que Calien de Bethencourt le comunicara su proyecto de publicar el Canaripn. Bergeron acogió la idea con verda ¿ ero entu5iasmo. Se copia de nuevo el manuFcrito original y se le . oa un tono científico y nacional, exaltando a los franceses como los primeros descubridores y conquistadores del Atlántico, para lo cual acopia datos y hechos de suma importancia para la historia univer al. Por ello divide la obra en dos partes: ] a primera contiene ~ l texto de la crónica, y la segunda parte comprende las cueoStiones marítimas o geográficas referente a la conquista del archipiélago y a descubrimientos posteriores, terminando con la genealo¡ úa de lo'!; Bethencourt. La obra yió la luz en París el año 1630, bajo el siguiente título: « Hif'toire de la premiere descouverte et conqueste des Canaries, Faite dea l'an 1402 par Messire lean de Bethenrourt, chambel1an . ou Roy Charles VI, Escrite du temps me me par F. Pierre Bontier, Religieux de S. Fran~ ois, & lean le Verrier Pre tre, domestiques dudit Sieur de Bethencourt, et Mise en lumiere par M. Calien de Bethencourt, Con eiller du Roy en sa Cour de Parlement de Roiien, plus Vn traicté de la navigation et des voyages de descouverte &. (".. onquestes modernes & principalement deoS FralJ~ ois. = A Paris. Chez Michel Soly, rue Sainct Iacques, au Phoeni. . MDCXXX. Avec Privilege dv Roy. » Durante do cientos cincuenta años, el libro de Bergeron rué la única fuente conocida para el estudio de la conquista normanda én ~ l archipiélago, y a ella acudieron Jos historiadores como la obra más exacta. Sin embargo, su texto, copiado de un manuscrito adulterado, carecía de fidelidad, y a este defecto primordial debemos ( 3) Pierre Bergeron Cué hijo de un abogado del Parlamento de París, y iguió como su padre la earrera del Coro. Por intermedio de Carlos Faye, ' Señor de Espesses, obtuvo un cargo público llegando a COflsejero de la Can · ~ illería. Desde el año 1610 comienza a destacarse como erudito historiador y - geógraCo, constítuyendo su pasión los descubrimientos maritimos. En 1611 publicó Discours du voyage des Fran~ ois aux lndes Orientales, y en 1615 una egunda ediciÓll considerablemente aumentada. Cuando en 1625 Galien de Hethencourt le entregó el Canarien y los materiales que tenía acopiados, Bet · jeron trabaja con ardor y da a luz la edición de 1630 que Cué aceptada du!' ante 250 años por todo los eruditos. El Traiclé de la Navigalion, que sigue al Canarien, es una de las obras más notabl.. s de aquel tiempo. 10 EL PROIlLE) IA DEL . CANARlEN. agregar que P. Bergeron modernizó el francés arcaico del códice primitivo, .. uprimió pasaje entero y trastornó la división de lo ca-pítulos. " ~ o oh~ tante, la ohra fué traducida y publicada en diversa oca · l'ione". Pocos libl'O o tal vez ninguno de los que tratan de Canaria alcanzó mímero tan grande de ediciones, y ellas demue~ tran el crédito que e ha dado a la upue la obra de los capellaneb. La primera traducción que citan looS bibliógrafos e la efectuada en cabtellano, aún inédita, del general Fernández de Córdoba ( 1638. 1643), que acaso sea la que figura en un tomo que se conserva en la 83- 2 Biblioteca Provincial de La Laguna con la ~ ignatura ---, que 17 ademá'l contiene, entre otros documentos interesantísimos, la ( cCró' nica anónima), publicada pOr el In.. tituto de Estudio Uinario en 1933. Entre los años de 1638 y ] 643 en que " e fija la traducción de Fernández de Córdoba ( 4) y el 1682. se incluye la e'crita por el capitán Servan Grave, utilizada por don Pedro M. Ramírez y publicada en la « Biblioteca Isleña » ( 1847). El señor RaIDÍrez afirma en el prólogo de u tra< lucción que el manu crito de ervan Grave se lo facilitó don Franci" co María León, un anticuario que po eía valiosos documentos. Como e te señor Iué director de ] a Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, a la cual cedió parte de su colección bibliográfica, e posible que alli ohre, . i bipll ] a hemo buscado inútilmente. Por el año 1679, el eSCl" itor l\ úñez de la Peña utiliza el Ca1la · ( 4) Tomás Muñoz y Romero, dice hablando de la Crónica de la eOIlql~ ista de la isla de la Gran Canaria que más tarde publicó ( 1933) el Institulo de ESludios Canarios lo que . igue: « El señor oto Po~ adas posee e~ te rus. de letra del siglo XVII. Está a continuación de la traducción de la obra de Boutier . obre el de'<' ubrimiento y la conquista de Canarias, que tradujo don Lui.. Fernández de Córdoba y Arce » ( Diccionario bibliográfico. histÓrico de los ano tiguo., reinos, provincia, ciudades, villas, igle~ ia,; )- ~ antuarios de España. Madrid, 1858). Y en electo, en el ms. quc ' C consen- a en la biblioteca provincial de La Laguna ( hoy de la Universidad de San Fernando, Canarias) la traducción del Canarien, guarda el mhmo orden " elia! ado por el señor Muño2: Romero, identificando a í el m~. que po eía el señor Soto Po, ada con el denue, tra biblioteca. I~" B. BO. -, ' I'; T 11 rien. de Bergeron en la tercera redacción de " u hi~ toria aún inédita. Es el primero de uue tro hLtoriógrafo~ que comenta e'll crónica, iguiéndole de. pué Marín y Cuba~ ( 1694) y Pedro Agu tín del Castillo ( 1739). Viera y ClaYijo creyó que no lie habia publicado ni conocido (( en nue, tro idioma ni en nuestra,,; i la,,)) ( introducción al primer tomo), y la e~ tjma como un de ubrimiento '- U} O ( 1772). Mucho más tarde ( 1855), ~ I. Ed. Charton publica Le Canarien. ,- ertido al francé moderno, en la colección « Voyageur anciens et modemes » , con el título Histoire de la oonqucte de Canaries par le Sieur de Béthencollrt. Esta obra e traduce al ca teIlano en el Correo de Ultramar ( París, 1860), y en el siguiente año ( 1861) ye la luz en el Progre'Bo intelectllíll ( Madrid). Pero lo eruditos sintieron la necesidad de romper con la secular tradición impue ta por Bergeron, y acudieron al códice que perteneció a Juan V de Bethencourt, que estaba en poder de Mad. de Mont Ruffet r 1013 hermano Guerard de la Quesnerie, de~ cendientés por línea femenina de Galien de Bethencourt, que re. idían en el ca tillo de CarqueIeu ( Cleres, ' ormandía). El . abio inglé Mr. R. H. Majar ( 1872), e el primer erudito que copia con toda fidelidad el códice acompañado de una ver ión in. ... le ... a, in omisione ni enmienda" y lo publica con el . iO'uienté titulo: ( The Canarian. or, book oí the Conque" t and onver ion of the Canarian" in the year 1402, by fes... ire Jean de Bethencourt, Kt, Lord of the ~ fanor.• of Bethencourt, RivilIe, Gourrel and Grainville la Teinturiere, Baron of 1. Martin le Gaillard, Counei1Jol' and Chamberlain in ordinary to Charles VanO. Charle 1, Compo ed by Pierre Boutier, Ionk, and J ean Le Verrier, Prie" t, Trawlatoo anO. editeo. W1th notes amI an Introduction, by RICHARD HE- " RY MAJOR, F. S. A., etc., Keeper of the Department of map and chart" in the Briti" h : Mu" e11Ill anO. hon. seco of the Royal Geographical Society. - London, Printed for the Hakluyt ociety. fDCCCLx..~ II. » Do.. año más tarde ( 1874), el francé M. Gabriel Grayjer publica también el Canarien de Juan" en una edición correctLima para la colección de la ociedad de Anticuarios de _ ormandía, con una erudita introducción, , alio. a nota e intere" ante documento". La obra I1e,- a el siguiente título: 12 EL PROBLEMA DEL cCAN.\ RIEN » « Le Canarien, Livre de la Conquete et Conversion des Canaries ( 1402- 1422), par Jean de Bethencourt, Gentilhomme Cauchois, Pu · bli' d'apres le manuscrit original, avec Introduction et notes par GABRIEL GRAVIER, Membre de la Société de Géographie de Pa · ri , de la Société de Antiquaires de l'\ ormandie, etc., etc.- Rouen, Chez Ch. Métérie, 1874. » Con las edicione de R. H. Major y G. Gravier del :; upue~ to ma · nu~ rito original, se creyó definitivamente re uelta la cuestión bi · bliográfica acerca de la conquista normanda; pero no f1.1~ a'Í. Ca. torCe año habían transcurrido de la Impresión del Cunuricvl por G. Gravier cuando se de." cubre un nuevo códice. El , ensacional ha. Jlazgo vino a derramar nueva luz en los hechos realizado por GadiCer de la Salle y Juan de Bethencourt, sospechándoi> e ( Iewe el primer momento de u examen que toda la primera parte del ma · nuscrito de Juan Vera una burda mitificación en la cual se elevaba a Bethencourt deprimiendo a Gadifer. Veamos cómo se descubrió tan precioso manmcrit(). En 1888 moría en Wilhem, cerca de Aix. la- Chapelle, ' la baronesa de Hensch, hija de Angelina de Hodiamont, la cual instituyó por legataria uni. vergal a su nieta E. Mans, hija de Hensch de Langry, residente en Bru elas · Ixelles. Entre otras curiosidades, la s ñora E. Mans here · dó un manuscrito de su abuela que lo obtuvo a su vez de una ano ciana tia, la cual poseía muchos objeto rar: í. simos. Mad. Mans es · timó que el códice estaría mejor en uua biblioteca pública que en su casa, y por ello ~ ometió al examen de lo conservadores del Mu-eo Británico el preciado códice. El erudito M. Warner reconoció en el manuscrito grandes analogías, así como profundas diferencias con el publicado por R. H. Major y can el editado por G. Gravier. El informe que emitió Warner dió por resultado la adquisición - del códice por el Mmeo Británico, donde actualmente se COlleena, regi trado con el número 2.709 del fondo Egerton, esencialmente francés. Un poco más tarde, el citado erudit() publicó un trabajo acerca del nuevo Cunuríen ( 5), y en 1896 el historiador Pierre Mar · gry dió a luz el texto del manuscrito, copiado por Miss Lucy Toul · ( 5) titula A new manuscript o/ lite cOllquest o/ lite Canaries ( En The Atltenaeum del 4 de octubre de 1890). Da curiosos detalle acerca de la ad · qui. id6n de dicho c6dice. B. BONNET 13 min llÚth, ' muy conocida por su especialidad en tales transcrip. ciones. La obra lleva el siguiente título: « La Conq11ete et les Conquérants des ! le Canaries. ~ ouvenes re · cherches sur Jean IV de Béthencourt et Gadifer de la Salle. Le vraí manuscrit du Canarien.- Paris, E. Leroux, ro., 1896. » El códice de la baronesa de Hensch es de un valor excepcional cuando se compara línea a línea y palabra por palabra con la edi · ción del libro de Juan V, descubriéndose en seguida el despojo y la falsificación realizada en el relato de Boutier. Fray Pierre BOlltier. EiS con toda seguridad el verdadero autor de la crónica de la con · quista hasta el 19 de abril de 1404, en que por la ruptura entre Ga · . < lifer y Juan de Bethencourt regresa a Francia. Mas; ¿ por qué figura un monje de la abadía de Saint · Jovin de Marnes en la conquista de las Canarias? Contestaremos a tal pregunta diciendo que Gadifer de la Salle, uno de los jefes de la expedición, era del país de Thouarsis ( Vendée), distrito de Fontenay- le · Comte, cantón de Chataignerie, lugares vecinos adonde se había firmado el acta de remisión acordada en 1384, y por ello solicitaría un misionero a la abadía cuando pensó en la expedición a estas islas. E e monasterio, al cual pertenecía fray Pierre Boutier ( 6), era una célebre abadía benedictina, que después de su fundación tomó parte muy activa en todos los progresos de la Iglesia, y por esta circunstancia iba a la cabeza del movimiento religioso en los siglos XIV y XV, destinado a extender por toda la cristiandad el conocimiento de la verdadera moral. El monje, al salir de la abadía, no era sino el mendicante de una compañía de aventureros, pero con el tiempo el mendicante se convertía en misionero y después en ( 6) Según el historiador Margry, el apellido Boutier existe aún ef1 el Poitu ( pág. 130, nota 1). El erudito imeón Luce en su libro ] eanne d'Arc a Domremy dta a un Michel Boutier, capitán de gendarmes en 1425, casi por la misma época en que vivía el haile autor de la Crónica. EIltre los editores del Canarien tenemos que P. Bergeron y G. Gravier escriben Bontier, por error del mistificador anónimo; Mr. Warner lee indistintamente Bontier o Routier, mientras que P. Margry siempre esaihe Boutier. EL PROBLEMA DEL lCA:\.\ RIE:\ J apó tol, añadiendo así un nuevo título a ] a renombrada v antigua abadía. Y &; 0 fué 10 que hizo Fray Boutier. Desde los primeros siglos del cristiani mo, el oficio de loo monje;; en Europa fué importantí 000, dados los servIcIos que prestaban al clero ecular en los parajes más lejano y difíciles, precediéndoles hasta en los bosque más intrincado con la cruz y el ara · - do. Saint-] ovin fué una de esas abadías medievalet5 que se distinguió en medio de las aldeas fran~ sa poco ch'ilizadas todavía, como actualmente ocurre con los trapistas en Argel. Erigida hacia el siglo V en una llanura agradable y fértil del paí' de Mirbeau, entre lo afluente del Dive y del Thouet, a alguna distancia de Monteon · tour, era renombrada desde el principio por la confección de instrumentOe de labranza que di tribuía enu'e lo habitantes de las campiñas, facilitándoles, ademá~, carneros y puereo~ domesticado. A las tierras que los monje!' culti,' aban se le" concedió la excepción del diezmo. A la vez, la abadía fomentó el amor a los e~ tudio~. dando al mismo tiempo ejcmplos de fe y de caridad. Cuando, en ] 0.. iglo~ ~ ' In y XIV, el número de monjes aumentó Jo " uficiente para ejercer la predicación, Sain-] ovin se lanzó a e a mi!' ión a travé.' de los mares, y la " uerte eligió a Pedro Boutier para tan alta empre.. a. E te fraile, de una moral rígida, inspirado de un celo'~ espíritu <' ri" tiano, sobrio como eU crónica, exponiendo la verdad descarnada de los hecho~, in media!'- tintas ni adulaciones, hemos de conside. rarlo como el verdadero autor del manuscrito de la conquista norn anda. Fray Boutier pensó en un principio narrar la expedición ( lesde su comienzo ha" ta el fin, y a!' í ] 0 afirma en el capítulo I. Dice: « voulon" non... cy faire mancion de l'eIlprinse que Gadifer de la alIe et Bethencourt... ont commencé a mettre en e.. cript les cho" es qui leur sont avenue" des qu'ilz partirent de leurs nacions et pensons a pOlLrsuir notre e cripturc ill qUf/ a la fin de le'ltr conqueste.. . » . urge ] a de avenencia entre los dco jefe" de ] a expedición. y en el prefacio del código de Boutier aparecen la~ " iguiente" palabras: « Et nous frere Boutier, mGyne de Saint- Jouyn de larne.., et nous Jehan le Verrier. preb tre, chapellains et sen Ítem'" des chevaliers desu nommé. a,- on13 commancié a mettre en escript toutez le cltoses qui leur " ont advenue~ a leur rommancement et toute la n. BO.'. - ET 15 nlanlere de leur gou, I'rrH'ment dont nou.- pou\' on auoir eu " raye ~ ognoi~ ance. de~ ce qu'ilz partirent du royaumc d Franre iu- que au L '. iour daunil mil iiijO et iiij que BétlH'ncourt e~ t arri\' é e : i,.. le. par de~" a: el de la en anl1lt est t'enue te. ripture en autre n/ ni",. qlli la pollr. llirOllt tOllt (' 11 t'ra)' ill qlles a la fin d(, leuT. conqURjtes . )} De e, te pa" aje e de. prende lógicamente que el pr faeío rué e CrIto al producir- e el rompimiento entre ambo,., jefe", y como ju tifiración de la cau" a por la cual no seguía P. Boutier e.- rribiendo la crónica; a la vez,., deduce que dicho prefacio fué redactado en fecha po~ terior al capítulo primero en que Boutier prometía con ignar lo" hechos de la conquista ha ta el final. G. Gravier e. tima que el prefacio de la crónica fué c nito cuan( lo ambos capellanes e~ taban de regre~ o en ' ormandía, ( leduC'iendo . J. Codine que ha ta el 15 ( le junio de 1405 (?) no llabían abandonado la- Canarias; que Juan le errier. cura de Rubicon, regre<; a a Francia con Bethencourt el 13 de diciEmbre de 1403, y que la , ueIta de Pedro Boutier a ' onnandía e" incierta: pero e- taba allí < mécC<' airement 101' que le deu.' chapelains écrÍ\- erent la préfac(' » ( 7). El de" cubrimiento del códice de Boutier modifira profun< lamente este juicio. El abate Cochet, con enador de 10- monumento- . Jel departamento del eine Inférieure, que se propuso rehabilitar la memoria ( le Juan de Bethencourt, pretende que Juan le Verrier concibió el Pl'OpÓ ito de e.. erihir ] a hi.. toria de la conqui- ta. para lo cual reco~ ió u recuerdos y dictó la crónica a PNlro Boutier ( 8). E~ tc a- erto carece de vero" imilitud. ¡ mes bien claro " e lee en el prólogo y en primer lugar al fraile oe la abadía de aint- Jovin. demá". el capeJIán Le\' errier nunca hubiera acusado a Bethencourt de lo. male" que padecían los conqui tadore-. como 10 hizo Boutier, fraile Ílldependiente y ajeno a la autori( lad del barón. Torres Campos, en su di~ cur- o Carácter de l~ conqlli. In y coloni- ( 7) J. Codine, llComple. rendu de l'édilion de le CaTlariRn, de G. Gravier.& ( E; trae. du Bulletln de la ' ociété de Géographie. Avril, 1875.\ ( 8) Dice el abate Cochet: ( cJean Len~ rrier, chapelaio de Grainville avait con.; u le premier le de ein d'écrire I'hi toire de la conquete des Canaries dont il avait été témoin, qu'il ro avait recuelli les souvenir el les avail dic. té3 au Franciccain Pierre Bonlier, son compa~ on de voyage el d'apo tolat... » U$ égli es de l'arrondissement d'Yvetot. ( Parí-. 1855. tomo L pág. 158.) 16 llL PROBLEMA DEL cCA:-< ARIEN. ZaClOn de fu islas Canarias, pretende demostrar que Juan Leverriel', por el contrario, no tomQ parte en la redacción primitiva del Canarien, apoyándose para ello en que se habla de dicho presbítero como de una tercera persona. Para ello invoca el capítulo XLII del manuscrito de Boutier ( suprimido en el de Juan V), que al referirse a ] a gente de Bethencourt, dice: « Ilz ont esté toua traistrez auecques Bertin, excepté iij, c'est assauoir Iennequin Dauberbone, Jehan le Courtois et vn prestre... » Indudablemente, e te era Leverrier, dice Torres ( nota 74); pero se olvidó de ] 0 que Boutier escribe en el capítulo IX acerca de Bethencourt: « Cal' il n ' y a eu que trois de see gens, Iehan le Courtois, et VD prestre de Allber · losee qui n'y demoura que vn an". » E te presbítero en cuestión no podemo en modo alguno identificarlo con Leverrier. Por último, Ch. La Ronciere llega a afirmar que LeHrrier e el autor de la falsificación de tooo el manuscrito de Juan V, con e tas palabras: « La relation du moine Pierre Boutier fut démarquée par l'abbé Jean Le Verrier, qui hissa maladroitement son maitre J ean de Bethencourt sur le piédestal du premier conquérant de" Ca. narles ... » ( La découverte de l'Afrique au mOyen áge, t. VI, pág. 21). Sin embargo, la falsificación del manuscrito de Juan V se realiz6 mucho tiempo después de fallecidos el fraile Boutier y el presbíte. ro Leverrier, por el año de 1482, según ha demo trado D'Anzac. Si estudiamos con detención el códice de Boutier, observamo que de cubre y confunde todas las intrigas y maniobras forjada contra Gadifer, y no solo desvanece un error de siglos, sino que también es una fuente de primer orden para rehacer la historia de la conquista de Lanzarote. Escrito en el teatro mismo de los sucesos por una pluma imparcial, es de un valor inapreciable, pues loo amargos reproches que Boutier dirige a Bethencourt son el resultado de la justa indignación que en el ánimo del fraile había de producir el miserable estado en que se encontraban sus compañeros de infortunio, por el inexplicable abandono en que los dejara el barón normando. Del texto de la crónica de Boutier se colige asimismo que fué compuesta teniendo a la vista memorias o notas escritas día por día,. a~ í como un registro donde conservaba copia de Jos documentos que utilizó en su Crónica. Confirma nuestro aserto el siguiente pasaje,. referente a ] a traición de Enguerran de la Roi~ ¡ ere, en quien Gadi- B, BON.' E! 17 fer había depositado toda ' u confianza por habér~ elo recom n< lado eficazmente u amigo Raúl de ~ falle. Dice Boutier ( cap. L"): « Et auoit Raoit nancé pOur lui [ Enguerran] ainsi qu'il appert par let · tre C1Scripte de sa main. (/( laquelle la ((' nour est en e lit re e~ crip. te... » ( 9). Que po~ eía un hOlTa( lor o ( liario de ~ u'" impre ione que luego trasladaba a la crónica, también e evidente, pue uu' fra~ e con · ervan la emoción del momento que vive su autor. A.. í, cuando habla de la traición de Bertin de Berneval, dice Boutier: ( cEt pour ce que Gadifer nI' peut. qzwnt ti pre nnt, le ! ait de la trai~ on pour · uivre ainsi qu'il le de, il'e, requiert tous ju~ ticier du royaume de France » ( chap. 24), El abandono por Bethencourt de sus compañeros, la traición de Bertin y el robo de Enguerran, inspiran al cronista una tri ' te reflexión, que expone en lo- términos siguientes: « Pour lesquelle~ chou · ses MUS ai: ons eu grant di ette et grant ¡ aulte de tiure., car d'environ oel mil ccce et deux iusques apres la amt Iehan Baptiste mil eeee et trois, nous n'auons mangie de pain ni beu de vin et auon vesqu de chal' et en karesme, car néce ¡ té n'a loy... » ( ehap. IX). En el reconocimiento de la i la~ por Gadifer en un buque e~ pañol, se echa de ver la exactitud de una diario e (' rito por un te~ · tigo ocular que ob~ erva con atención, que capta el mínimo detalle y en u descripciones no falta ni la vivacidad ni la fre~ cura del momento. El cuadro que traza < Iel Hierro y la de" criprión del , aBe ( 9 El ejemplar de la Crónica que ha llegado ha,. ta no otro< no debe ser el original, pue,. entonce.. contendría lo documentos de que habla Boutier. El hi. toriador ~ largry e5lima. por el contrario, que el códice de referencia es el original, y upone que " e cu~ todiaba en la biblioteca del monasterio de .. aint Jovin de Mames, c: alieodo de aquel recinto en 1568 ruando un escua · drón de cien hombres saqueó el archivo y profanó las reliquia de la Abadía; o bien cuando la revolución france~ a di persó los libros de los mona. terios. y convento, pUl' no todos llegarorl a las nuevas bibliotecas creada en los dis · tintos departamentos; UpOSlClone - que no robustecen la afirmación de Mar · gry. Es indudable que la familia de Bethencourt poseía una copia de eta Crónica como lo acreditan la analogía y diferencia,. con el libro de Juan V, copia que despué- de preparada ] a falsificación fué de truída; de esto s. e in · fiere la exi tencia de tres ejemplare de la Crónica de Boulier, a c: aber: la que ba llegado ha la no" otro<. la utilizada por Juan r, y UD ejemplar con docu · mento" nota- y datos que ería el comervado en la abadía de aiot Jo\- in. 18 EL PROBL) llIU DEL lCANARIEN. < le Río Palmas, en Fuerte,- entura, así lo acre< litan ( caps. XXXIII y ~ . XXVIII). El manuscrito de Juan 1', Yamo- ahora cómo y en qué cjrcun~ tancia~ Ee realizó la falsificación de la crónica de Boutier, convirtiéndo~ e en el contrahecho manuscrito de Juan" . e sabe que al morir Juan 1\ qUe< lÓ como here< lero de todo su patl'Ímonio Regnault de Bethencourt por la venta que aquél le hizo en 11 de mayo de 1421; pero tuvo que litigar con Pe< lro de Rou1-' iJ1e, marido de Aldonsa de Braquemont, hija de Robin, que había nevado en dote las tieuas del barón por el arrendamiento que había hecho de ellas a su tío. En 1426 hicieron ambos litigantes una transacción, por la cual ce< lía Regnault a Rom'ille la tierra de Grain. viHe, contentándose con la solariecra de Bethencourt. E ta tramacción no duró mucho, re'lIcitando de nuevo el proce<; 0 Regnault y luego su hijo Juan V acerca de la tierrlJs de Sigy. De" pué de catorce año de lucha, Juan adquiere por su casamiento con la hija de Collenet, su prima, la posesión de aquel señorío, acontecimiento inesperado que le con, ierte de pobre en rico. Esto le movió a restablecer los títulos de ~ u tío Juan IV como rey de las i.,. las de Canarias, forjando un libro que le siniera de noble ejecutoria. Como indudablemente Juan Y po eía un ejemplar del manu, crito de P. Boutier y además su padre, Regnault. heredó documentog y memorias del barón ( 10), ideó componer una crónica con esos materiales. pero sin que Gadifer compartiera los honores de la empresa realizada por ambos. Fiel a eetas instrucciones, el redactor 8nonimo de la refundición oió tooos los méritos y la gloria a Juan de Bethencourt, oscureciendo de tal modo la noble figura ( le Gadi- ( 10 En el último capítulo del m" de Juan V.• al narrar la muerte del barón al ver éste que no aparecía su hermano Regnault se dirigió a los que egtaban presentes, proounciando las siguiente palabra : « liais ie vous charge que vous lui dossiez qu'il voyse a Paris chez vng nommé Iourdain Gue · 1" art, et qu'il luy demande vng co(( ret de lellres que ie luy ay baíllé, en ces en eigne qu'il y a de sus escrit: « Ce sont le~ leures de Grainuille et de Be · thencourt. l) ( Chapitre XCVII.) B. BOl'< NET 19 , fer de la Salle, que 10 convierte en un miserable aventurero, roído por la envidia y por las más baja pasione~. El manuscrito a~ í compuesto, y ,- isto a cierta di~ tancia de la époea en que se realizó la superchería, tenía que consideraree legítimo, pues nadie podía pensar en su falsedad para contra tarJo con los originales que ya no exi tirían; además, el códice resumía y pregonaba el honor de _" ormandía, que era el de Francia, y esto era uficiente. A mayor abundamiento, estaba bien copiado y adornado con variedad de miniaturas, que sin duda la daban mayor autoridad ( 11). Pero la verdad era otra. El manuecrito de Juan y e~ la mayor fal ificación que se conoce en los anales de la bibliografía. Ahora bien: es un hecho conocido el que todo los falsificadores de documentos dejan siempre un rastro por el cual e descubre la impo~ tura, y el autor del manu crito de Juan V dejó tantas brechae en su fraudulento trabajo que por ellas se advierte fácilmente el engaño. El contrahecho códice' de Juan y está integrado por tre~ elementos distintos, soldados por el falsoificador de modo que aparezcan como de una sola mano, y son: 1.0 Una redacción adulterada de la cromca de Boutier, atribuyéndole la empresa de la conqui~ ta de Bethencourt, así como tamo bién los 11echos militare,; de Gadifer. Comprende deF- de elLo de mayo hasta el 19 de abril de 140.. 1,. 2.° La narración de los ~ ucesos posteriores al 19 de abril de 1- 104, realizados por Juan de Bethencourt de"' pués de la desavenen · cia con Gadifer, y que alcanza hasta el 15 de diciembre de 1405, en que el barón abandona definithamente las üla~: y 3.° Una redacción posterior y tardía inventada por el autor del fraude, con atroz descaro ( los diécursos atribuido~ al barón, sus viaje~ por España, Italia, etc.), hasta la muerte de Bethellcom: t. ( 11) R. H. Major estima que el libro de Juan Y era la copia embellecida de un supuesto borrador original. Dice así: « This ~ IS. is the earliest ( oir transcript of the original rough draft of the narrative of Bethencourt's chao plains. lt may well be eonceived that rough draft, precious indeed a. it woult be if jt could he found, having beoo drawn up in the actual cour< e of 1he expedition, and consequentIy under circumstances the most unfavourable, would exhibit but Hule of the symmetry, beauty, and dignity, which we should look for in a monumental record of a great achjevement » ( Oh. cit., Jntrod. págs. 52- 53). 20 EL PROBLE.\ IA DEL « C.~~ ARIE,-. Además, en el libro de Juan V, e independientemente de la:> diferencias muy caracteri" tica~ señalada por todo lo hi~ toriadore acerca de Gadifer con re pecto a Bethencourt, com iene indicar la au encia: l. 0, de un elogio de 10_ compañero de Gadifer, que tan flele quedaron a u capitán y le eirvieron con acrificio heroico ( cap. 41 de Boutier), y 2.°. la larga digre" ión acerca de la enfadosa consecuencia_ del ci ma. Juan IV de Bethencourt ¿ tUYO participación en la fal ificaci6n y en el de~ pojo cometido a Gadifer en el manu crito adulterado? De ningún modo, ya que la redacción es muy po terior a ~ u muerte. ólo podría afirmar" e esa enormidad el día en que tUl afortunado hallazgo como el de la crónica de Boutier nos ponga de manifieeto el libro que] o Bethencourt de Tenerife aseguraban haber recogido Maciot de mano de ~ u tío cuando éste abandonó la i las ( 12). Sin embargo, mucho < ludamo de la existencia de e e libro, y hasta pen~ amos que nunca c. - istió ni fué destruido por lo morolO; pero, mponiendo fuera a. í. ese texto nos daría la eguridad del problema. Entre tanto. BethencOtlrt permanece limpio de culpa en la adulteración de la hi torÍa. La redacción moderna del manuscrito de Juan V ~ e demuestra comparando ] a ortografía u ada por e] fraile Boutier con ] a del codice contrahecho. ] 0 qtle confirma dicho e. tremo. ] final del manuscrito adulterado - e ] ee: ee C'e_ t ] iue e t ii Jehan de Bethencourt, cecuier. - ei!! neur de Bethencourt » , o sea, Juan V. En cuanto a la fecha en que fué compuesto el te · to ha tardeado, oiO'amo ] 0 que el enúlito D · , · h ezac escribe a R. H. lajor: ceLa cinco hoja que e- tán dedicada a nota genea] ó~ ica on de diferentes mano y de difer nte fecha, pero las tre- primeras páginas pa · reeen estar escritas por la misma mallo que el cuerpo del manuscrito.,. La fecha má reciente escrita por la primera mano es el 2 de eptiembre de 1482, nacimiento del cuarto hijo de Juan V [ y no IV] ( 12) Luen de Betancor le dice a Galien de Bethencourt en 1614: « ", por · que el traslado que dejó de la conquióta destas islas monsior loan de Betan. cort a monsieor Maciote de Betancort, u sobrino, que quedó a mis predece. sores, lo robaron los turcos que . olían bajar de Argel y salen de Berbería en e tas islas de Fuerteyentura y Lanzarote mucha vece a robar y cautivar los vecino de aquellas i la. con su- galeras, y asi se perdió la conquista y recaudo tocantes a ella.}) ( Ret'. de Historia. roiv. de La Laguna, tomo IY, núm. 46. abril. junio 1939,) D. BO.'!' IlIT 21 ~ e Bethencourt. En la data del nacimiento del quinto hijo, l~ de _ epti mbre de 1485, la tinta ya DO e la m. iema. y la e~ critura. aunque quizá de la misma mano, mue tra ñale... de un lapso de tiempo con iderable. fatices de diferencia emejante", e encuentran entre el quinto y el sexto, y otra vez entre el " exto y el ptimo, y too davía máe entre el éptimo y el octavo.. o » R. H. fajor continúa diciendo: « De e~ ta circun... tancia de que toda las primera cuatro anotaciones de nac} miento e- taban e- cri · ta" por la misma mano y e ] a mi, ma que e" cribió el cuerpo del ma · nu crito, llegó M. d'Avezac a la conclusión de que el códice fué compue to, o por lo meno telominado, ha ta el folio 85 reno, en l/ na fecha un poco más tarde ql/ e el 2 de 5eptie- mbn' de 1482, cuan~ do el cabeza de familia era Juan V, hijo de Reg: nault y ~ obllino de Juan IV, el conqui tador de las Canaria~ oo » ( 1.3). La~ raZOne expUl' tas son tan convincente", que inducen a aceptar el año de 1182 para la composición del manu~ crito adulterado. Corroboran en cierto modo e- ta a~ everación la" certificaciones e ' pedida en 3 de septiemhre de 1501 por el Parlamento de Parí y otra ¡>< Jr Juan V, a favor de ndré de Bethencourt, em'iado a Francia por u padre, Mateo, re- idente en las Canaria... , con objeto < le obtener del representante de la rama directa del barón normano do una confirmación de nobleza de la familia. ~' noticia", cierta- del conqui tador de las isla, Juan de Bethencourt. u,. documento e '. pedido en latín y en francé fueron tral15crito... al ca... tellano y autorizado en evilla el 2 de abril de 1502 por AJon:, oo López de Lezama, nuncio de la caballería y faraute del duque < le Medina- i. lonia. ante E. tehan de la Ro a, alcalde mayor de la ciuoa< l ( 14). ( 13) Dice :\ fajor: « Froro thi, circunm- tance. ol aH the { ir- t lour entries ol hirth being in one hand, and that tre same as the body ol the 15., M. d'Avez. ac concludes thal the 1\ 1 • was execu~. or at any rate / ioi, hed. as { lIr a tbe recto ol leal 85. al a dale very lill/. e latér tron the 2nd September, 1482, when the head ol the family wa, Jean V ( no IV como e, cribe Major) on ol Regnault and nephew ol lean IV, the conqueror oC the Canarie 0.0 » ( Oh. cit., Intrad., pág. 48.) ( 14) Expediente dE' información de nobleza incoado por Lucano de Be · 13f1cor en el año 1583, en el que exhibe documento;;; latino, y lrance · e~ ex · pedido en 1501 a su a~ cendiente André, d~ . Betancor. en Francia. ( lanu · cri · to exi, tente en la biblioteca de <, El . fu, eo Canario » , La Palma. de Gran Canaria.) En el archivo del extinto marqué. de Acialcázar ' e con. erra copia " .. GU"'< t ¡ qv ~ Q -< 1- ~ O "'# ..., " ll. • 22 EL PROBLE~ IA DEL < CA. · ARIE. · . En eso documento" se habla del libro del conquistador. Dice Juan V que su tío « compuso y escribió un libro » (?). Más adelante se narra someramente la conqui ta de las islas, y termina diciendo: « Todas las cuale co~ as parece,~ por Zln libro que tiene el dicho JUalt de Betlu? 1lcourt, el cual libro es el que hace mención de la conquista de las dichas islas de Canarias, en el que e tán inscrita muchas cosa,; acaecidas en dicha conquista, manera de vivir de los de la tierra y ciertos edificios que mandó hacer el dicho mesir Juan de Bentan · cor... )) Juan V, para darle autoridad al libro fal ificado bajo sus au~ pi. cios, lo atribuye a su tío Juan IV, conquistador de las Canarias. El doctor Wolfel, al eetudiar e la cuestión, dice que el mas. de referencia, según la ortografía y el papel, procede de fines del siglo XV, iguiendo en esto a D'Avezac, pero no estamos conformes con su afinnación al decir « que la embajada del Bethencourt canario Iué el motivo que condujo a la confección de ese manu critoll. Cuanto hemo dicho, demueetra, por el contrario, que el libro de Juan V fué compue.. to algunos año antes de la llegada de Andrés de Bethencourt a Francia ( 15). Pero donde ven! aderamente " e patentiza la falsificación es en ] 0., errore de copia del mixtificador al forjar el manuscrito de Juan V si lo cotejamo" con la crónica de Boutier. Veamo" alguno de eS< Js yerro.;. En el prefacio de ambo.; te, tos se lee: de dicha información. Po~ iblemente el Lucano de Betancort de que se trala, e el mismo personaje que en 1613 y 1614 e, cribe a Galien de Berhencourt dos carlas según hemos indicado. Parece que dicho expediente fué conocido por el pa{ lre fray Juan de Abreu Galindo. utilizándolo en su historia redaclada en 1632. y cuando aun era de. conocida en la.. Ca' 18rias el Canarien de Ber · geroo. E o nos da la clave de por qué el expresado autor es tan exacto en la de cripción de la conquisla franco · normanda de estas islas. ( 15) He aquí la palabras de nuestro amigo el Jodor Wiilfel: (, Die Ge. < andtschaft der kanarischen Belhencourts war a1; o der Anla, der zur Hers · telJung die, er Handschrift fiihrte. ll ( Leonardo Torrinni. Die Kanarischen In• • eln unel ihre urbeltohner .. Inlrod. pág. 30. K. F. Koehlcr Verlag. Leipzig. ] 940.) P. BOL" T1ER B. BONNET : U . DE JUA. o , 2:> Gadifer de la ~ ale et Jehan de Be. thencourt, chevaliers, ne: du rO)' aume de France, onl entrepris ce ' oyage... Jehan de Bethencourt, chnalier, ne:; du rO)' aulme de Trance, enlreprit ce voiage... El fahario ohidó su.. tituir el plural < mez » por el inguJaT « né » cuando omitió el nombre de Gadifer, de cubriendo a~ í que copiaba y enmendaba otro texto. El mi" mo error comete 1 mixtificador en ell> iguiente pa- aj El que a continuación eñalamo~ e- otro yerro de tanto bulto como el anterior. P. BOUT1ER " oulon.. nou, cy faire maneioD de l'enprinoe que Gadifer de La Salle et Bethencourt, ne:; du rO)' aume de Pral/ ce . ( ChJlp. J., P. BOUTlER Et lor_ e partirent de la et prino. Irent leur chemin pour aler , i · iler lou · te le autre isles el vindrenr en l" i . Le d'En! r, et la coustoierent tout de loug · an. prendre terreo et paO'erenl toul droil en l'i le de la Gomere... ( Chap. 3i.) :\ 15. DE Jt: A'i "\ Voulons nou' lci { aire mencion de l'emprinse que Bethencourt. chevalier el baron, ne:; du rOyaulme de France .. ; (: hap. 1.1 :\ 1 . DE Ju. , Et lors se partirent la compagnie. et prindrent le chemin ponr aUer , iEiter toule" les aUlre i le'; el vindrent tI l'j le de Fer, el le co rierenl tout du long sans prendre terreo et l'a.. erent tout droit en l'iole de Gomere ( Chap. 41.) El autor delms de Juan V tomó la grafía a'En! er ( Tenerífe). por la de Fl'r ( Hierro), - in dar · e cuenta de que má. adeJa1lte ( ral)' iguiente) lo;; expe< licionarios " isitan por primera \" Cz la . í- Ia del Hierro; además, eguramente de~ conocía que , iniendo la 11< 1\ t' de Gran- Canaria la más pró. íma era la de Ténerife 10 que co~ tearoJl por el ~ ur ha- la la Gomera, donde desemharcaron. Veamo.. otro yerro por homoloo- ía e ignorancia del copi, ta : 24 F: L PROBUMA DF: L cCA. '.\ RIF:. · I P. BOt: TIER Et apre, ' e parlirent du porl de Ca · ljz el , c mi'lrent en haulte mer et fu · r t troi, iour, en bonnaoo san avan · (' er leur chemin i pouuon, et puis s'addre;; sa le temp' el furenl en cinq iour, au port de l'i le Gracieusse, el dc, cendirenl en l'isle Lancelot. Et enIra Gadifer par le pays et mil grant deligenoe pour lrouucr de' Canares, mai, il ne peUS1, cal' il oe sauil mie encare le paY5. Si retourna QU port éan aulre chose j¡ Caire... ( Chap. 4.\ ){ • UE JeA.' Y El apré, - c parlirenl du pon de Ca · lyz, el oe m) renl en haule mer, et Cu · rent lroi iour, en honnas e, sans ad · U. 1ncer lcur chemin se pou Clan, el puis s'addres- a le lemps, el Curent en chinc iour' au port tk l'isle Gracieu · se. El des- endirenl en l'isle Lancelol, el enlra mon•. de Bethencourl par le pais, el mi 1 grant delyngeose de pren · dre de" gen de Canare, mais il ne pot, cal' il nc sauoil roye encare le pais. Si retouma au port de Io,.- euse san, aulre cho. e Caire... ( Chap. 4.) Veamo otro ca o. Gadiíer recibe de , che la confidencia de que el rey de Lanzarote estaba reunido con su . parciale en un ca • tillo, y queriendo el caballero potevino vengar la muerte de alguno de lo suyos, se dirigió al lugar señalado, donde cautivó a mucho ¡, leños, que luerro dejó en libertad por resultar inocente, pero retuvo al rey y a un in. ular. P. BOUTlEII el relinl le Roy et 1m Qllltre lIommé l1ah)", le quelz il fLl enrhainer par le colz et le meoa toul droit en la ¡. Iaee • ti e genl auoienl élé tuez... ( Chap. 27.) :\ 1 • DE JUA:- l V El Cut reteneu le roy et lmg autre nomm.! .' llby, le quelz il Cit enchain · ner par le col5, et le mena toul droit en la plasse OU ce gen auoienl e lé lues... ( Cap. 31.) La grafía « Mahp> comertida en « lhp>, evidentemente e un error de copia, y como el autor del ID,.. de Juan V no tiene segu · ridad en la tramcripción, eQcribe « Maby » la éegunda vez que lo ~ ita ( 16). Boutier no e equivoca lUlIlca. y roU, variante- ortográficas son « :\ Iahy » o « Mahi » . 161 En la edición de Gravier se lee: ccCl moult (, flureé prillt ledo Maby el lui you10il faire tranrher la le'le ... ( chap. XXXI.) ) fajor tramcribe siem · pre \ lby. ( pág. 54.) B. BONNET 25 En la lectura de cifra el mixtificador parece que no era muy hábil: La cifra. val'ía notablemene entre ambo.. texto.. En el número de 100, in uIares que acompañaban al rey también cxi tc diferencia. Como se ve, el número de los que huyeron es mayor en el falo so DlS. Enumerando las cantidades ¡' obadas por Berún, acontece 10 contrario: P. BOUTlEB .. . les maronniers, meuz de mauuai corage, descoragereot telement la como paignie, en disant qu'ilz auoient pou de vivres et que nous les menions tau& morir, que de lIIIXX personnes n'en demoura que LXIII... P. BOUTlER el plusiers arbalestres et lous les ares. excepté ceuls que Gadífer avoient auec lui en l'isle de Louppes, et de XVc cordes d'are qui y deuoient elre n'eo demoura nullez, et de grant Coi · son de fil... ( Chap. 18.) P. BOUTlBR il manda [ Asche] a Gadüer qu'il veiust et que le roy estoit a VD de ses ho telz, en vn village pres de LaraciC et auoit quarante de ses gen : lUe~ ues lui .. ( Chap. 27.) Ms. DE Jt: AN V .. . les maroDiers, meus de mauues courages desconragerenl teIlement tou · le la compagnie, en disant que a. auoient pou de vivres, et qu'on les menoit mourir, que de quatre fJingts personnes n'en demoura que ehinquan. te trois... ( Chap. 3.°) . Is. DE JUAN V et plusieurs arbaleslre.. él lo~ les ares qui y estoient, excepté ceulx que GadiCCer auoit auec lui en l'isle de Louppes; et de dew: e cardes d'ares qui y deuoient e tre, n'en demoura nulle; el de grant foy on d Cil ... ( Chap. 18.) Ms. DE JUA.: V il manda [ Asche] ii GadiCCer qu'il vinst et que le roy < Hoit en vug de cest hostievIx, en vug village pre. de Lacalif, et auait ehinquame M ces gen' auecques luy... ( Chap. 31.) En las toponimia aparecen deformaciones, debida a la mala lectura del texto primitivo. Anotaremo un caso. En el cap. - del ms. de Juan V se lee: « et vng du pai Dazmis, nommé Iehan de la 26 El. PROBUMA DEL cCANARIEN. Lyeu... " P. Bergeron entendió equivocadamente d'Airnys", pero como esa palabra no dice nada escribió al margen de su obra « d'Auxis » ; M. Cbarton la sustituyó por ccd'Aintnys » ; sin embargo, la lección es cr: d'AunisD que figura sin género de duda en Boutier ( cap. 10). El autor del nu:. falsificado confunde las millas marinas con legu88 : P. BourJER ... car l'un des bateaux de la nd de Gadifer, que les fBUIx Iraistres mme · nerent au mois d'actobre mil cccc et deux, ouquel ils sont aventurez en la coste de Barbarie, est revenu sain el en entier de plw de V cent~ mil/ es d'ici ... ( Chap. 31.) :\ Is. DE JUAN V ., . car Pun des batiauIx de la nef Gadiffer, que les Gascong& qui lii etoient mmenerent au mois d'octobre mcccc et deuIx, auque! ils sont noyez el peris en la coste de Barbarie, eH revenu saint et entier de plus de c/ lllnc chens lieue~ d'icy... ( Chap. 35.) Cuando la cantidad es aproximada en el ms. de Boutier, el libro de Juan V se decide siempre por la mayor. Veamos un ejemplo: P. BourJER Si auint que les Castillain" qni e~ · toien! demourez auecques euls am · verent sur vnc compaignie de gen' qui estoient de XXXXV ti L personnes, le quelz conrnrent ms aU)( Castillains... ( Chap. 35.) .\ Is. DE JUA. V Sy aduint que les Castillens qui estoient demourés auesques enIx si lIm · uerent sur vne compagnie de gens qui estoieut enuiron chinqllante personnes, lesquelz conreurent anx Castillans et le. cnchanterent. .. ( Chap. 39.) Cotejando los capítulos de ambos textos se descubren los materia · les de ] a Crónica de Boutier que aprovechó el mixtificador paTa redactar el libro de Juan V; los que desechó y los capítuloe de su invención sin contar las omisiones respecto a Gadifer y los incrementos respecto a Bethencourt que se estudian aparte. B. BONNIT 27 continuación ana1izamo~ all! lUla;: Je la.. má importante ampliñcaciones, omisione y u tituciones, comparanJo el libro de Juan V ( ro. Gra~ ier) con la Crónica de Boutier. publicada por largoy. HOUTrER Caps. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 1' 6 17 18 19 20 21 22 23 1 2 33 4 5 6 7 24 · 25 26 · 27 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 BOUTrER Caps. 21 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 JUAN V Caps. Omitido Omitido 3la 31b 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 Omitido 45 46 47 48 50a 50b 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 ':' 0 JUA." I V Cap. 51 52 53 54 60 56 57 58 Omitido Omitido Omitido Omitido 59 Omitido 61 62 63 · 65 66 67 68 69 70 71 Las amplificariones. Son tan numerosas la que se encuentran en el ms. Je Juan V que solamente anotaremos las principale . Todas ella" demuestran un trabajo IrauJulento de interpolación en el de Boutier, tan así · duo y tan " in pudor, que no dudamos en añrmar que el autor de esos incremento obraba con la absoluta convicción de que jamás sería de cubierto el engaño. Comencemos dando a conocer uno Je eso!¡ incrementos que pudieran llama~ e clásico en el m . que estudiamo • Se trata del hauti" mo del rey de Lanzarote. Veamo 10 que dicen ambo texto : 28 EL PROBUMA DF: L rCANARIIlNJ P. BOUTIER Car ceste cho:> e de la prinse du ro)' auint le ] eudi XXV" de janvier mil CCCC et trois et april6 ce, le iour de quaresme entrant, nous reqll. ist le Roy qu'il lust baptisié lui et tout son mes · nage. Si le lut le premier ioar de Quaresmes ensuiuant... ( Chap. 43.) Ms. DE JUAN V L'an Mil CCCC et quatre, le jeudi XXV · jour de féurier, deuant eares · me prenant, le roy de l'ille Lancelot, payan, requist mgr. de Bethencoun qu'il lut baptisé, lequel fut batizé luí et tout son menage le premier ionr de quaresme... ( Chap. 46.) Según el moderno estilo debe leerse en Boutier el año 1404. Ob. sérvese que el autor del ms. de Juan V sustituye el mes de enero por el iguiente de febrero, conservando la fecha, pero yerra en el día de la semana, pues el 25 de febrero de 1404 no cayó en jueves, sino en lunes. El texto de Boutier señala la prisión del rey en 25 de enero, mientras que el libro de Juan V nos dice que en 25 de febrero solicitó el bautismo, omitienQo ] a prisión y cambiando el meo> ( 17). A esos errores hemos de agregar que, no regre ando Bethencourt de España ha ta el 19 de abril Qe 1404, mal podía el rey de Lan · zarote solicitar del barón el bautismo. Además, Boutier no indica elllombre con que le bautizaron, mientras que el ms. apócrifo dice: « et fut nommé par leiI. seigneur [ Bethencour] Loys... » Este nombre 10 vemos también en uno de los reyes de Fuerteventura ( cap. 80). j Cuanta mala fe en tan pocas líl? eas! ... La amabilidaQ del mixtificador _ e demuestra al describir la wlicitud del bautismo por el rey de Lanzarote en el capítulo anterior, acto al cual supone presente al señor Bethencourt. Esto le sirve al fal_ ificador del ros. para formar un cuadro patético. Dice: « M. dc Bethéncourt et M. Gadifer se tirerent a part et parlerent ensemble ( 17) El 25 de enero de 14() 4 ( 1403, según el viejo estilo usado por Bou · tier) , cayó en viernes y no en jueves, pero el error de este cronista nos sirve para hacer patente otro yerro aún mayor en el mixtificador, pues tramporla al mes ligniente la misma lecha ( jueves 25 de lebrero), en qu el rey de Lanzarote llOlicita ser cristiano. Como lué bautizado el primer día de CuaresnUl, y ésta comenzó el lUDes II de lebrero, y del texto de Juan V se desprende que empezó de:, pués del 25 de dicho mes ( deuant caresme prenant), queda al de~ ubierto la torpeza del falsificador, acaso por escribir ochenta años des. puéo de ocurrir los hechos que est1Uliamos. B. BONNET 29 et s'entracolerent et beserent, pkuran l'un l'autre de gran oiye qu'ils auoyent d'estre cause de mestre en voie de saluacion tant d'amnz et de personnes... » El comentario de tan deliberado ana · cronismo no sabemos calificarlo, pues en eSa feeba el varón estaba en Castilla, según liemO@ dicho. Digno de consignarse es el siguiente pasaje. El ms. de Juan V describe la llegada a Lanzarote de una nave con víveres y gente de guerra, mientras que Boutier consigna la tri~ te verdad de lo que acontecía. Oigámosles: I Del texto de Boutier Se desprende que ni el rey ni Bethencourt enviaron víveres, hombres y artillería a Gadifer. Veamos otra amplificación que demuestra en el falsificador un deseo inmoderado de introducir en el original sus comentarios: P. BOUTIEn Et qnant aux vinres, que ceux de la barge non5o ont apporté nons leo auons eu a granl daoger, car Bettencourt Iransmist la barge de Herefleur a Si. uile .~ ans gens et sans vilailles et a bien fait semblant qu'il ~ se douloit guéres de ncus (! f de nctre vie. Et si ne fen t le commandeur de Calatrave et un gentil homme de Siuile, nommé Jehan de les Casez, qni nOll5o ont transo mis des viures, nOlls estions en gran düficulté et en grand di~ t1e ... ( Chap. 31.) P. BOUTlER Et snc UDS jours aprés, nnt Assche en chastel de Ruhicon parler a Gadif · fer et appomterent haptísié tous cenx de sa part, et s'il y auoit nul r. ui le contredist, Gadüer lui aideroit. Ainsi se parti Affche et se vesti corome Roy... ( Chap. XXVIII.) } Is. DE JUAN V n auiua " ne harge all port de Pille Graciellse, que mons. de Bethencollrt leur a trasmy, deqnoy ilz fUrLnt tous ioyeuh: et en furent raffreschis et ra · nitailIés. TI y anoit hipn en la harge plus de quatre vings hommes, dont il y en auoit plm de XLIIl] en point de se trouuer sur les rens', car le roy de Castille les auoit haillés a mons. de Bethencourt; et si y au? it de ¡, In · siellrs artilleríes et de viures assés. ( Chap. 35.) Ms. DE JUAN V En aucnm ionrs appres vint Asche au chastel de Rnhycon: parlerent qn'il seroit roy par condicion qu'il feroit haptizer lui et toulz ceulx de < a parto Et quant le ro" le vit venir. il le regarda mout despitement en di. sant: aFore tTOnc · qumuly'll, c'est ii di. re: traintre mauués. Et amssi se par · tí Asche de Gadüfer, et se vesti comme roy... ( Chap. XXXII.) 30 EL l'ROBLlllllA DEL cCANARIE.". Las frases: « Cuando el rey le vió llegar le miró con desprecio, di-o ciéndole: « Fore Troncquenay » , es decir, « traidor, malvado. » Ea una interpolación inventada mucho tiempo después de escrito' el texto de Boutier. Antes de aparecer la Crónica del fraile de Saint · Jovin de Marnes se buscó su odgen en el dialecto berebere, suponiendo que « lore » significaría el imperativo sal; « tranc » el adverbio pront<) o al instante; y, por último, « quenay » el adjetivo infame, maldito. Por consiguiente, equivalía a decir: « j Sal pronto, infame! » La palabr. a « Fore Troncquenay » ha sido escrita e interpretada de diversas maneras. Bergeron, escribe: « Fore troncqueué » ( página 59); su traductor, don Pedro l\ f. Ramírez, dice « Íore tronc guevé » ' ( página 31), conupción de la anterior; M. Chat10n transcribe « Jore troncqueve » ; Marin y Cubas, « . Íore tronche ve » ; Viera y Clavijo : « Fore Troncqueue » ( que es la lección de Bergeron); por último Yon Loether encuentra su equivalente en la frase gennánica: « Ve · rmeter geht weg. » En el catecismo redactado para la instrucción de los isleños se observan incrementos tomados de las sagradas escrituras. « et lui [ Dios] commanda qu'il tit "\' ng arche de bois quaré, poli, et qu'il oindroit dedens et dehors de betuun... » ( chap. 48.) Hasta aquí la narración está confonne con el Génesis, ( cap. V., verso 14: « Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la em · betunarás por dentro y por fuera. » Pero lo que uo se encuentra ni el texto bíblico ni el manuscrito de Boutier, son las si2' uit'ntes palabras que llenarían de estupor a lo, capellanes de la conquista, por lo que tienen de herejía y de superstición. Explicando lo que es el betún, dice: JUAN V ., . betuWl est vng glu i ion et si tenant que quant deulx piesses de fait en sont assemhlés et iointes ( In ne le peut par nul art de;, assembler & i non par sane naturel de fleur de femme, et le treuue l'en flotant es grans lacs de Indie, sur les aygue » ... ( Chap. 48.) TRADUCCIÓN DE VIER \ y CUVIJO El betún e una cola tan fuerte y pegajosa que cuando se unen dos pie. zas con él, no hay otro modo de separarlas, que con la sangre natural de flor de mujer, y se encuentra notando en lo!> mayores lago de la India, sobre las aguas... ( 18) Bergerón suprime, cambia y trastorna a placer el ms. de Juan V, B. BONNET" 31 ¡¡ egún dijimo. Véa e un ejemplo que lo coonrma al referir la IUPUe6U ex · pedición del harón normando a la coSIJI de Alrica. Pierre Bergeron corrige el m:;. de Juan V, y escribe: « f1eurs de femme » ; ( 18) Y el señor Ramírez sigue la lección de aquél en u traducción. También hemo de observar que en la edición de Gravier el texto que hemos copiado va encerrado entre parénte.; ís, demostrando que es una interpolación. Viera y Clavijo, queriendo explicar este pasaje, dice: « Para te timonio de la sencillez de lo autores de este catecismo y de la implicidad de aquellos tiempos, e notó este error popular en el tomo primero de nuestra obra; pero parece que no faltaron algunos critiquillo.> que lo mnrmuraron porque no lo entendieron. » A la verdad, tampoco lo hemos entendido nosotros, pero no sabemos qué habría dicho Viera si hubiera llegado a averiguar que lo del betún y la sangre natural de flor de mujer fué una bmda interpolación al texto primitivo, realizada por un desahogado mLtificador. Prueba también que la redacción del m:;. de Juan V es muy posterior a la fecha de la conquista normanda, los datos que no. b suministra algunas veces, mientras que Boutier los omite. Veamoe 10 que dice al narrar el fin trágico de los conjurado de Bel'lin que e embarcaron en una chalupa con dirección al Africa: Ms. ] u. u; Y. El la de !' endil monsgr. de Bethen · (: ourt et ces gens, el furent bi en huit lieus dedens le pais... » ( Chap. 84.) P. BERCERON El la de endit monsieur de Belhen · court et ces gens el furent bien huict iours dans le paya... » ( Chap. 83.) . donde se observa que Bergeron cambia el número de lenguas que los expedi · cionarioll se internaron en territorio africano, por el mismo número de días. El insigne D'Avezac fué engañado por la crónica adulterada de Juan V yaceplJl en todas us parte la expedición de Bethencourt al Alrica ( nde: Noce . ur la véritab~ situation du mouillage marqué au sud du cap de Bugeder. París, 1846.) En nuestra obra Juan de Bethencourt ( cap. IXl, demoslramo. la { aIsedad de tal expedicióc. 32 EL PROBLE~ I.\ DEL « CANARIENI P. BOUrJER ~ rS. DE JUAN V Et quant est de leur gouuernement, ilz se aBoient noier a VO milles de nom, et de XU que euls estoient, deox en esehapereot qui lurent esclauez bien pres de la cité de Maroc. Et da laict dessas dit chascun de noas a bonne cognoissance et bon mémoire auons été en grant péril de mourir tant par lamine qoe par les mains de nos ennemis... ( Chap. 23.) Et de leur gouuemement ils .' aBerent noyer en la coste de Barbarie, pres de Maroc; et de XIJ qu'ils es · toient, les X lorent noyés et les deuIx lorent esciaues: dequoy Z'vn est depuis mort, et Z'autTe, qui s'apelle Siot de Lartigue, est demouré vil en la main des paiens ... ( Chap. 23.) El incremento suhrayaJo y que dice: « y de ello::> el uno Jlluno después y el otro, llamado Siot de Lartigue, ha permanecido vivo en poder de los paganos. » Fué una noticia po terior que desconoció Boutier. Los franceses cayeron en una cela< la al < le embarcar en Telde ( capítulo 63). El nIS. de Juan V incrementa el relato afirmando que la chalupa volvió a tierra con nuevos refuerzoc3 para " engar la trai. ción cometida. Viera y Clavijo dice: « Bien conocía Gadifer de la Salle que esta perfi< lia era acreedora al castigo más ejemplar, pero como sus fuerzas eran pocas y el suceso había aumentado la arro · gancia de aquella nación orgnllosa, aunque mandó hacer un nuevo desembarco DO consiguió horrar el ultraje, porque los isleños mostraron una resistencia increíble. » ( Oh. cit., tomo 1.) JUAN V ... el pis s'en reuindrenl a la barge bien bal1l6 et naurlÍs. Pois myreot des autres compagnons lrais au bastel. Quant il virent que trenes estoient rompeues, ils retonmerent poor eKar · coocher j¡ eulx mais les Canares vindrent contre eulx auesques pauois aro mo- yez des armes de Castille, qu'ils auoient Z'auiTe saison gaign.~ sur les Espaign. ols, et gasterent nos compa · gnons asés de hon trait sans porter dommage a leors anemis se pou non. TIlAl) vccr61' i De regreso a la nave, bien apedreados y heridos, se reforzaron con algu. nos compañeros, y visto que se habia roto la tregua, volvieron a tierra sobre los canarios; pero éstos que se hallaban armados con broqueks que, por los escudos de Castilla se conocía haber sido cogidos a ws españoles en otro tiempo, se delendieron bien y aunque nuestra gente arrojó gran nú' mero de muy boenos dardos sobre los canarios. no pudieron ocasionarles B. BONNET 33 Sy s'en retoumerenr ii la barge et le. uerent leors ancres et s'en aIerent au port de TeMe, et la demourerent deuh: iours. ( Chap. 63.) gran daño, y se retiraron a la n. ne, la cual zarpó de aquel puerto al de TeMe, en el que permanecieron dos días. l · ada de esto dice Boutier, lo cual demuestra que es otra interpolación del I. a1so cronista. En estos incrementos no podía faltar la nota de intriga y de recelo del barón contra Gadifer. Aquí se quiere hacer resaltar la desconfianza de Bethenéourt COn Gadifer, ya que tales conferencias con Leverrier y le Courtois, sin la presencia de su compañero, atlí lo dejan entender. El ms. de Juan V da cuenta de la planta llamada Orchilla. Boutier no consigna dato alguno acerca de ella. Es seguro que tal noticia fué tomada de documentos que poseía el barón. :\ ls. DE JUAN V Et e panit mons. . de Betbencourt du port de Rubicon, auec les maro · nien en son nauire, et s'en vindrenl en 1' autre bOUI de l'isle Lancelol, el lii demourérent. Led. sieur de Betben. court enaoia querir a Rabicon mes. Iehan le Verrier prestre et chappel. lain dudil sr. a qui il dit plwieur$ choses de segret, el a VD Domé Iehan le Courtoi, auquel il bailla aucunes chargell, qu'il pouent toueher flOn han · neur et prou/ it, el lui eochargea qu'il print bien garde en toates choses qu'ils venoient qu'il seroil de ( aire... ( Chap. 7.) Ms. DE JUAN V Et y e1' oit vne grayne qui vault biaucoup que on appené orsolle; elle sert a taindre draps ou autre choee, et est la milleur grayne d'iceIle que l'on sache trouuer ea nal pais puur TRADUCCIÓN DEL SE:' OR RA! IIíREZ Salió la nave del puerto de Rubi · cón con el señor Bethencourt, hacien · do rumbo al otro extremo de . la isla de Lanzarote donde fondearoo. Allí bizo Betbenl'ourt llamar a Juan le Yerrier presbítero, y su capellán, a quien dió alguna.! instrucciones 1V!$€ r. vadall, como también a Juan le Cour · tois, haciéndoles varios eneargoll tocantes a su honor y provecho, y re · comendándoles cuidasen mucho de toda, aquellas cosas que fuesen de hacer... TRADUCCIÓN DEL SEÑOR RA.' IIíREZ Crece en esta üla ( Fuerteventora) una planta de mucha estimacióo que se llama Orchilla; sirve para teñir pañoe y otras coess, y es la mejor planta de esta clase que pueda hallar- 34 EL PROBLEMA DEL « CANARIEN. la condicion d'elle•. t. t si l'ille esl vne fois conquize el mis a la fo)' creslien · ne, ycelle graine sera de granl valeur < lU sr. du pais. ( Chap. 70.) se en país alguno; y si e6la isla llega a ser conquistada y sus hahilanlell converlidos a la fe cristiana, la orchi · lla será un producto de gran valor para el señor del pais... Confirma nuestro aserto de que ese dato lo tomó el autor del ms. de Juan V de algunos documentos del barón del cap. 87. Benthencourt dispuso antes de su partida que los colonos que trajo de Normandía quedaran exentos de tributos durante nueve años, y pasados estos contribuyeran con el quinto de todo menos la Orchilla, que no podía venderse sin el permiso del señor de la isla. Om; imzes Son tan variadas que en mucha" ocasiones desfiguran o camhian el sentido del manuscrito primitivo, siempre a favor de Bethencourt; otras veces las supresiones omiten datos preciosísimos para la historia de las islas; por último, se callan muchas noLicias de interés. Hablando de los robos efectuados por Bertin de Berneval y sus compañeros se lee lo siguiente en ambos mss. : P. BOUTlER El le lendemain all malin, lil charo ger Berlin le halel de Gadüer el celo lui de la nel Tranchemar de plusieurs cho '; comme de . sacs de farine, plu · sieurs liares romans el Qutres, el granl quanlité de harnoiz... ( Chap. 18.) Ms. DE JUAN V El landemain au malin fit charger Berlin de Berneual le balel de Gadif · fer ( el) celui de la nel Transchemar de plusieurs choses, comme de 6aCll de farine, a granl canlilé, el du har · nas de plusieurs guizes... ( Chap. 18.) Las frases snbrayadas en el ms. de Bouúer están suprimidas en el de Juan V sin conocer nosotros la razón de tal omisión, si es que no fué por tratarse de GadiIer. Este caballero era conocido en los anales de la caballería francesa y seguramente trajo consigo « La lélusine » de Jean d'Arras, que se relacionaba con sus hazañas, así como otros de romance" y libros de caballerias ( 19). ( 19) En una obra del " igIo XIV, titulada De eastri stabili11lento ( pág. 390), e lima su aulor « que en lempo de guerra el caslillo Que se encuenlra lIsediado B. BONNF; T 35 Ve ligio del e ¡ untu cahallere~ oo de Gadifer se encuentran en algunos pasajes de la Crónica de Boutier: « Pour ce qu'il e¡¡ l vra)' que mainlz chevalliers, en ouant retraire les grandst adventures, leo vaillances et les heaux faiz de ceulx qui, au temp passé, ont en. trepin. o de Iaire les voyages el les conque tes sur mescréans... D ( Prefacio de la Crónica); )' en el cap. 50 escribe: « et maintz autres cheualIiers, on temps passé, ont fait d'aucy estrangez emprisez, dont ilz sont bien venuz a c. bief et si feront i] z, si Dieu plaiSl...... Yeamo' un caso de mpresión que indica evidente parcialidad en ~ u autor. La enumeración de lo' efectos su traído~ se omite en Juan Y. ~ igni. ficath · a en extremo es la omi ión de una ira e interesante en el m • de Juan V. P. BOUTIER Et pUb parlerent aux IWIrOllniers que 1e5 viuvres ( ussent deseendu, en ten- e, excepté ceuk qui leur étoient besoing pour leur retour; mais de XXXVI pi. pes de t: in qui e toient en la nel, nous n'en peu me avoír que troís lonneaux el vne pipe. Et de loul le demourant semblablem<, nl el de Z'anillerie, íl:: en retindrenl les meillcurs arbaleslTes el de loul le surplus du meillcur et du plus ~ l, el aussi de toule~ no; aUlres amí on o ( Chap. 7. ~ Is. DE JUA." I V Pui parlerent aux maronjer. que les viures qui SOIIt au nauire ( u cent descendu aterre, exoeté ceulz qui leurs auoit besoing pour leur retour. Et ain. i fut ( ait, iasoit que lC6d. ma · ronier en demus erent le pIu qu'iI peurent, et d'artillerie et d'autres cho · . es qu'iIs leun; eu 1 esté depui bon besoing... ( Chap. 7.) nv debe carecer de pertrechos y mUDlClOnCó, y que además, debe estar pro · '° ísto de romances y libroo; de ge ta, tales como el de Ale. umdre, de Carlos, Rallando el Olivero, de Verdínío, de Anlellmo, lo Daníer, de Olonell, de Be. ton, del coruk de Mamull, etc., pues con estos libros los del castíllo Be anima · rán } deleitarán » . Seguramente e os libros formarian la biblioteca de Gadifer robada IJor Bertín de BerneraI. Ese repertorio era el corrieote en Francia en aquella época. Belon, en la canción provenzal Dansel el Belon; Olonell, la chan;. on france a Otinel, y el Conde de Manlull, la chanson de Cu; de Nan · leuí/. Para el noble Gadifer. gran señor de la corte de Francia, amigo de lo duqu de Berry y de Turena, vencedor de lo ingle. es en Lusignan, adalid en Pru ia contra lo turco,) actuando en justa. y torneos de UD modo brillante, e o. libro le eran nece- ario. a su espíritu inquieto y avenlurero. 36 EL PROBLEMA DEL cCANARIE. · » P. BOUTIER Si assamblerent gran qWlDtité d'oro ge, et la mistrent en VD vieu chastel que Laneelot Maloisel auoit iadis fait faire quant il conquist le pa)' s, selon ce que ron dit... ( Chap. 28.) i\ Is. DE JUAN V Si a~ emhlerent grant eanlité d'or · ge, et le misrent en vng vieil ehaHel que Lanoelot Maloe.. el auoit jadiz faít faire, celon ce que 1' on dit... ( Chap. 32.) La supresión de la hase « quant il conquist le paYSD obedece al deseo de presentar a Juan de Bethencourt como el primer conquistador de ] a isla, mientras que Boutier es más ~ incero y dice ] a verdad. La omisión deliberada de esas palabras en el ms. de Juan V dió por resultado que al publicar Bergeron en 1630 el « CanarieD » , los descendientes de Maloisel protestaran, publicando ( Caen, 1632) un opúsculo sosteniendo a Lancelot en el rango de primer conquistador de la isla citada. ( Cfr. Ch. de La Ronciére La décou'L'erte de l'Afrique au Moyen- Age. Carthographes et esplorateurs, 1925) donde inserta una carta del historiador Paulmyer al investigador Du Chesne, escrita en Ruan el 19 de abril de 1658. Cuando arribó una nave con víveres en Rubicon, enviados por el comendador de Calatrava y Juan de las Ca as, el ms. de Juan V dice que lo fué por Bethencourl con hombres de gnerra y gran cantidad de víveres. Para no caer en contradición, el falsificador omite parte del siguiente párrafo. P. BOUTIER ... maiz ilz ne vouldrent le requeillir. en la barge, fors que si Remonnet e de Lenedan, Jaqmin d'Auberbouse, Pie · rre Enguerran, Iamet de Barege et deux canares; et si leur auoit il moult prié ' lu'U leUT pleust lui passer en rislt? d'Erbanne se. s prisonniers CfIT ilz n" l/. loient plus de quoy tliUN! en l'isle Lancelot par quoy moult deuls sont morts par faulte de cela. ( Chap. 32.) i\ Is. DE JUAN V Et arriuerent en 1' ilIe d'Albanye ( Erbanie), et de~ cendit ledo Gadiffer.. Remonnet de Lenedan, Hannequin d'Auberboc, Pierre de Rieul, lamet de Barege, auee autres de ceulx de la eompagnie, et du nanire et des pri · aonniers qn'ils auoient, et deulx Canarieos pour les conduire. ( Chap. 36.) El impostor queria ocultar que en Lanzal" Ote ~ e pasaDa hambre por causa de Juan de Bethencourt. B. BONNtT 37 En 10 caps. XLIV- XLXIX, el ms. ae Lonare contiene el cate. ci,; mo compuesto por los capellanes para instruir a los natlirale¡, en la Fe Católica ( corre ponaen a los caps. XLVll · UI ael m • ae Juan V.) En el cap. SO ae este último e aavierte la iguiente u. pre ión: La onu Ion ael final ae e te capítulo en el lllii. ae Juan V fué in duaa por consiaerarlo ocio o, ya que el bautismo borra el pe · cado original. El autor ael m . aaulterado no quiso entenaer que esas instrucciones se aaban a un pueblo que se quería cri, tiaoi. zar ( 20). Las omisiones en el lllii. de Juan V aenotan una marcadí ima parcialidad contra Gadifer y con todo lo que con él se relacione. Veamos lo que dice del catecismo: P. BovrlER Et entre reure qu'il room'ut [ Jet> ucri to] et reure qu'il résuscita deseen · di! en enfer et ~ tira ses amis et tou ceuls qui pour le péché d'Adam y es · toient trebuchez, et de la en auant ponr ce t penchié nnl n'y entrera es. pécialmern ceulx qui sont baptisiez et tiennent la ¡ ay Crestienlle € l gardent et tiennent les commademens tk la loy et les arliclez tk la / 0,.. Et s'apparut par plusieurs foys ti ses decipIes comme desus ets dit. ( Chap. 47. Ms. DE ] UA." f V ... el entre reure qu'il mourust el reure qu'il resnssita de endi en enfer et en tira hors ce aro)' s et ceulx qui par le peché d'Adaro y e toient treo buche ¿ et deIa en auaot par se peché nul n'y enttera. ( Chap. 50.) ( 20) La in i:. tencia en los preoeptos religio os en este catecismo se explica por haber sido compuesto exclusivamente para infieles. Así en el capítulo XLIV de Boutier, y al describir el P~ raíso terrenal, dice: « et 18 fut premierement vne eeule femm a "' O sul homme, et qui autrement le fait il péche mortelle · ment... » Era para apartar de los isleños de Lanzarote de la poligamia, donde una mujer tenía ha ta tre marido. A este re. pecto escribe Viera y Clavijo: « En medio de e< ta pluralidad, y para desempefulr cada uno el mi mo empleo ¡¡ in embarazo, se estableció por régimen que el que hubiese poseído la común mujer en calidad de marido durante el espacio de un mes, la sirviese deipués dos meses en las ( uncione~ de criado.)) 38 EL PROBLEMA Drx. cCANARID; » P. Bounn _ 1 . DE Ju v El nombre de Gadifer se ustituye por 1ma fra e imper~ onaj; pero en el cap. siguiente, o ea, el 47, se lee en el epígrafe: « e'est l'introoucion que mon gr. de Bethencourt a baillé aux Canariens crestiens baptisez. » Por con igniente, se le atribuye al barón la Instrucción y no a Gadifer ( 21). Hablando de las relaciones que pUdieran e- tablecer e entre e- te archipiélago y el Africa e cita a los Farfune;>, y dice: el pour ce a Gadifer ordonne une In tnJetion, ainsi qu il a ' ceu faire el ordonner le plus légierement qu'il a peu, pour iOlroduyre eeul. que nou baplison par de-; a. ( Chap. ~ 3.) P. BOUTIER et eeste saison en a eu vn qui a élé atOecques Gadifer visiter le i les par leque! il ' C5t infourmé de moult de cho ( Chap. 50.1 Et pour ce on a ordcnné tone imtruc · tion ain~. i comme ils ont seeu faire le plus legierement qu'ilz ont pen pour inlroduyre eenls qu'ilz ont baplisés et qui p~_ ent qui , eront baptisez d'ore en auanl, , i pIai t i Dieu. ( Chap. 46.) :\ 1 . DE JVA_ o V Et en ee'le eompagnie en a il rng qui lon- ionrs a esté en la conque~ te visilanl lesd. isle. el par lni c'eH 0C1 informé de moult de eho es. Chapo 53.) E sistemática la eupre ión del compañero de Bethellcourt: ade · más, e suprimen lo nombre de lugare cuando le conviene al autor del ms. adulterado. p, BounER _ i a rransmio< a iuil pour auoir lruehemena d'ieelle i le [ Hierro] el de tonles les autres, contrI.' les sai5' on qui viennenl. o o ( Chap. 39.) .1 . DE JUAo , Sy a depui lrouué maniere d'auoir vng truchement qui aehe le pai. et parler le langage pour eolrer en icel. le ísIe el e< anItre ... ( Chap. 43.) ( 21) El comienzo del ealecÍ mo en Boulier lleva un epígrafe en tinla roja que dice: « Ce sonl les eho es de quoy nou pensoDS i introduyre le canuez, demouran!! es partíe de midy, lesquel sont mécréan el 01.' reeognoi. ent leur Créateur, el vinent en partie eomme heSlez et sonl leur ame en voie de pero dieion.]) Este título rué su titnído eu el ms. de Juan V por el cl) piado en el lexto. B. BONNliT 39 La omlSlon de enviar a Sevilla por un intérprete nos hace SO! pechar si entonces vendría Augeron de aquella población, y como al mixtificador le convenía sostener por decoro del harón que le había sido regalado en Aragón (?) por el rey don Enrique y la reina Catalina suprime la proeedencia del intérprete. La torpeza del autor del ms. de Juan V trastorna un párrafo para no descubrir las intrigas de su protagonista en España: Cuando lo cree posible y siempre que los hechos pertenezcan a Gadifer asocia al barón por no poder excluir al primero. Los capE. LIT · LV del códice de Boutier ( LY. L lIT del de Juan V) son un extracto de la descripción del Africa ", acado del libro de un fraile mendicante español perteneciente a la Orden franciscana. en el cual describe todos los puertos de mar de dicho continente, todos los reinos cristianos, de paganos y de sarracenos, indicando los nombres de las provincia, armas de sus reyec; y príncipe", etc. Debió pertenecer a Boutier o a su convento. Bergeron, en el « Canariem>, que publicó en 1630, dice en nota marginal: « Ce livre doit estre perdu » ( chap. LV, pág. 101); pero no era verdad, porque nuestro insigne geógrafo don Marcos Jiménez de la Espada publicó en 1877 el más completo { le Jos tres códices que existen en nuestras bibliotecas ( 22). P. BOUTIER Car encore, De sanoit · il [ GadiCer] mie tontes l~ dioses que BeltenC'OUTt lui auoit ¡ aictes... ( Chap. 32.) P. BOUTIER ... aprés la prise du Roy d'isle de Lancelot el que les viurez que nous recouurasmez en sa prise Cnrenr des · pendnz nous auOlls en moult a souE · frir.. , ( Chap. 60.) Ms. DE JUAN V .. Jequel GadüCer quant il vinr es mes, ne sauoir mye que c'estoit. ( Chap. 36.) .1 . DE JCAN V ... apres la prynse du roy de l'ilIe Lancelot, el que les viures que ledo Berhern; ourt el Gadijer eurent reeou, uers a sa prinse Enrenr de pendnes Hz anoient enlx monlt a confErir... ( Chap. 59.) ( 22) Puede consultarse el estudio del autor de eo:: ta~ líneas titulado ,. Las < 40 EL PROBLEMA DEL « CANARIEN » En el ms. de Juan V si bien el mixtificador lo igue, al pie de la letra, tomándolo de Boutier, llega a dudar de la veracidad del fraile español: P. BounEll pour ce qu'il y voiet moult de cho · ses merueilleuses, desquellez noas ne ( aisons nulle mancion, quant a pré · sent en nostre liure pour plus bresue · ment passer oultre, et 1Wstre entencion est au pUJisir de Dieu d'en déclairer vne allltre foys plus a plain... ( Chap. 54.) l\ 1s. DE JUAN V Pour ce qu'j} y veoit assés de cho¡ es memilleusez, desquelles nous De ( aisons nulle mencion, quant a pre · sent, en se liure, pour plus brieue. ment passer oullre, In pour doubte que se ne semblast au l" ssans estre mensongez... ( Chap. 57.) Como puede verse, la intención de Boutier era declarar las cosas que viera el fraile español, con más extensión, mientras que el ms. de Juan V dice que no sigue la narración « por la duda de que al leerlas parezcan mentíras » . El deseo de Gadiíer de abrir una ruta hacia Río del Oro, se convierte en el ms. de Juan V en el deseo de Bethencourt. P. BOUTIER est on entencion [ Gadiler] d'y aler et d'y enuoier vne barge ou aul · tre nauire en maniere de marchans pour : lwser les por et les contreez et le gouuernement des pajas afin d'estre plus certain de son ( ait et 6elon ce qu'il trouuera il mellra paine et dili · gence a l'exécution du fait... ( Chap. 55.) TRADUCcrÓ. Es su intellción [ la de Gadifer] ir allí [ Río del Oro] enviando UlllI bar · ca o un navío con gente simulando que eran mercaderes para conocer lo. puertos, las entradas y el gobierno de aquellos paísee, con objeto de e tar Eeguro en su proyecto, y según lo que encuentre pondrá cuidado y diligen · cia en su ejecución. Este pasaje está omitido en el m . de Juan V. Al final de dicho capítulo dice Boutier: « Pero mucho convendría que nue tros señor espirituale y temporales le tendieeen a Gadifer una mano y le auxiliaran con su consejo o dirección en lo que él quiere hacer. » Desenvolviendo este pensamiento, Boutier e.{ · ribe una lar¡! a di. Canarias y el primer libro de Geografía medieval, escrito por UD fraile es · pañol en 1350 » , publicado en Revista de Historia, órgano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de la Laguna ( núm. 67. julio. septiem · bre, 1944). Hay separata_ o 41 greslOn, lamentándo e del etado ae la cristian< laa, de la enojosa cuestión del cisma y ae la falta de fe en Dios. Lae atinada consi · ~ eracione8 que expone acerca d. e la mala dirección ae los e píritus y ~ e los vicios d. e la época, retrataao de mano mae tra, no podían . faltar en la obra de un fraile, y forman los capítulos LVI- LXIX ~ el ms. d. e Londres. Ni la menor huella encontramos de esa cuestión ~ n el d. e Juan V. La cama de esa omisión es eviaente. Sabiao es que el (' isma coDlenzQ con la doble elección de rbano VI y ae Clemente VII en 1378, y según unos, terminó en 1417 con la elección de Martín V; pero otros historiadores eclesiásticos lo extienaen hasta la abdicadón ae Félix V, en 1449, dánaole setenta y un años de autación. Como hemos dicho que el ms. ae Juan fué redactaao en 1482. El cís · nla ae Occidente hacía tiempo que había concluído, carecía de ac · tualidad. la inclusión de tales capítulos; por ello se suprimieron. Eso mismo demuestra más aún la falsificación. Aaemás, el autor que confeccionó el texto aaulteraao, y cIue trabajaba sobre un manu crito que contenía los cuatro capítulos acerca del cisma, conservó la fórmula de transición con que el autor ~ el códice original termina la digresión moral y recoge de nuevo la narración ae los SUCClSO,,: « Or fault j) retourner a nostre premiere Dlatiere, et la poursuiuire ainssi que les cho es eschéent doranauant TCY en aroit » , que es igual a la de Boutier, mas a éste le era necesaria para excu ar el sermón moral, mientras que en el de Juan Vera completamente inútil. ¿ Se tenía en la época de Boutier conocimiento de alguna isla americana? ¡, A la leyenda de San Boronaon ! oc unirían tradiciones ~ e tierras descubiertas al otro extremo ae Europa? Oigamos al cronista : P. BOUTIER Or nou ont dit le marinieri> que oou Itre l'isle de Fer tout droit deuers le midy, a xj lieuez de la, est une ü · le qui s'apelle les Roys et est bien peuplée de gens qui sont rouges, mai DOUS nen _ arion parler au " ray, car 110US ne le auoos mie veuz sur celle bande... ( Chap. 6t.) TRADUCCiÓN Pues nos han dicho lo marineros que con rumbo directo al mediodía, además de la isla del Hierro y a once legu;¡ s de aquí, hay una isla que se llama de 106 Reyes y está muy bien poblada de gentes que tienen la piel roja, pero 00 sabríamos en verdad hahlar { le} eso, porque no las hemos visto por "" t~ banda... 42 IiL PROBLIi~ IA DIiI, « CANARlIiN » E inútil l' cOlxlar que este pasaje tampoco figura en el ros. de Juan V. Otra supresión muy significativa se advierte en el libro ya citado. r que no carece de interés. Al describir la isla de Lanzarote, dice: P. BOUTIER Il y a grant foison de yilagez et de bellez maisons, et souloit e. tre moult peuplée de gens, mais les E" paigneulx et les Arragonnoyz et aultrez coursai · res de mer les ont par maintez fois pris et menez en seruagez... ( Chap. 70.) ~ Is. DE JUA:'< V TI y a grant foison de yilagez et de hellez maisOD5, et souloit estre moult peuplée de gens. Iais les Espagnoz. et . mtres cour, aires. de mer les ont par maintez { ois prin' et menez e eruaige... ( Chap. 71.) El autor del ms. 15abia que mallorquines y catalane" hahían visitado las islas y establecido en ellas factoría~, enviando religiol'o para la conversión de los i- leños, hecho que ha demo trado el erudito Serra Rafols en concienzudo trabajos de in\- e" tigación ( 23). Ahora, como en el caso de Lancelot, el mixtifirador omite el nomhre de los arao- one es, acaso por igual causa. Interpsantúlimas son las illdirariones arerra de lo" producto~ ll3' turales en eatas islas consignadas por Boutiel', ) que suprime el autor del DlS. de Juan V, sin que podamos alcalIzar la causa. De Fuerteventura, dice: P. BOUTIER ... et en tiel Jieu y a, elle ne con · tient q vne lieue la e" t , Ti mur grant et large qui cooprent le pai tout a trauers de l'une mer a I'autre et sem · ble q. il Y et liJ. aupres pierrere d'a. zur, laquelle nous auons veue et trou · uée, mais nous la sauions exprouer... ( Chap. 69.) TRADUCCIÓN y allí donde no excede el am'ho deuna legua hay un gran muro de pie. dra tan ancho que dh ide la isla a través de un mar al otro ,. parece que allí junto hay cameras de lapislázuli que nosotros hemos vi" to y encontra · do. pero que no hemo podido como probar... Lo que Boutier creyó era lapLlázuli no es otra cosa que un mine. ( 23) Los trabajos publicados por el erudito erra Rafol" acerca de dicha e,,: pediciones, on lo siguientes: El descubrimiento de los daje medievales de los catalanes a las islas Canarias. Discurso... , Univer idad de La Laguna. 1926; Els catalans de Mallorca a les lites Canaries, Bnrcelona, 1936; Les mallorqui. nes' en Canarias, estudio capital Silhre esta cue tión histórica. ( Ret · . de His/ oria. VII, págs. 195.209, 281- 287; 1941. '" publicó 5eparata.) B. BO. · . · E! ral que ~ e CQ]) oce con el nombre de vÍ\" ianita, el cual, asociado casi iempre con feldespatos, le comunica una coloración azula( la. se. mejante a la piedra precio~ a que ~ eñala. El brillo vítreo, nacarado intenso r euare al tacto, de color azul claro. i~' 1lal al de ' la~ ,.; ale ferroQa;;, y que paQa por toooQ lo tono del azul, hasta 1 añil má oscuro, pudo haber en!!: ai'íado a Boutier. Otra b. en ación dirrna de romignarQe, y ]) 0 obstante upl · imi. da por el autor del IU.". de Juan , e' la que a continuación de;; ta. eamo · . Dice Del Hierro: P. BOUTIER y est heu pays pour verrerie, cal' il y a moult < le { ougiim~ ( Chap. 38.) TRADUCCIÓ.' es una tierra apropiada para esta · blecer fábricas de vidrio, porque hay muchos helecho ", Indudablemente el dato consignado por Boutier es el de un nor. mando natural de uno de aquellos lugares donde el arte de la fabricación del vidrío se practicó con éxito durante toda la Edad ledia. El mi mo apellido de Juan le Verrerier, capellán de Juan de Bet · hencourt, ¿ no pertenecería, quizá, a una de aquella familia~ de la alta • ~ ormandía entre la que e conservó por mucho tiempo el se. creto de la fabricación del vidrio? í lo creemos, r ha" ta o~ pechamo que Có< l cualidad de la i~ la del Hierro pudiera Qer u!!: f'rida a Boutier por su compañero. Aunque no algamo. del tema concreto, diremo que tamhi~ n en T nerife exi" tían y e. i.. ten e" a, eQpecies de helechos que tienen el nombre de « barrilla » , que al quemar;: e dan una abundante can · tidad de pota. a. En una « Relación inédita de la i. ] a Canariae » publicada en la re, i ta El Museo Call<. lrW ( núm. VI) se lee de Tenerife: « Abunda e ta yala de árbole y hierba, y tiene mucha copia de " na hierba para barrilla, material ne.~ esario y cono"<.: ido que entro en la composicion del bidr( i) o. na noticia interesante e la de que< en TeneriIe hubo una fábri · ca de " idrio en el término de Icod, Eegún " e comprueba por un acuerdo del cabildo de la i la de 3 de diciembre de 1557 ( 2.1). ( 24) En dicho Cabildo ,. e di- puoo: « Que por cuanto en el horno de ' Vidrio que e tá IcOO se gac ta mucha cantidad de leña, y e de_ trD} en] o monteo, eoS ju 10 que 10 vecinos reciban algún beneficio, por 10 que e e le.! concede la po. e- ión del horno de " idrio de u lugar. que ha negado a tener en (', la ciudad [ La Laguna] mucha e. limaciÓn .') ( Lih. 10 de acuerdo Col. 143., Oc. }. o.) EL PROBLE~ IA DEL « CANARIE~. La exilStencia de mármoles en las islas de Lanzarote y Fuerte · ventura está comprobada en la segunda de las isla" citadas, por lo que nos dice Boutier: « Et la [ Fuerteventura] les conuint ils deschaus~ ier pour pas el' sur les pierres de marbre si unyes et si clichentes que 1' on ne lSe puet temr forsque a quatre piez... » ( chap. trente- troisieme). Ese material ha ido exportado en grandes cantidade a las de. más islas, como también la caliza comtÍn, verdadera piedra de hacer cal. de grano grueso, fractura deeigual y de color gri claro, que se quema en hornos e peciales. De Lanzarote hallamos datos para asegurar que también po eía mármoles. Dice el regidor Anchieta en su famoso « Diario » : « El maestro que ha asentado la pila bautismal de la parroquia de la Concepcion [ Laguna] ha sido Juan Alon o, maestJ: o dc pedrero y gran cantero, de la Orotava, que hizo la puerta de la Aduana, en Santa Cruz, de mármol que trajeron en piedra. s de Lanzarote.. . » . El basamento de la artística pila de la plaza de Weyler, en San. ta Cruz de Tenerife, es de una caliza especial traída de Fuerte · ventura. Sustituciones Términaremos e" tudiando la sustituciones que ] lallamo en el ros. de Juan V del nombre de Gadifer por el de Bethencourt, así como el de los compañero del caballero potevino por ] 0. del barón: Abandonado Gadifer en la i la de Lobo" y no pudiendo socorrerle sus compañeros por la traición de Bertin, el patrón de la nave « Morella » envió a un tal Simaine [ Jiménez] con la chalupa para recogerlo. Dicen ambos códices: P. BOUTIER Et lui [ Simaine] venu a RubicOfl, se mi- t a l'auenture auecques quatre des gens de Gadifer, e'e t a savoir Cilll d'Anemaigne, Iehan Chaualier, Iehan Lemasson, Thoma Richard, et pas ereot en l'isle de Loupe en petit coquet... ( Chap. 19.) Ms. DE JUAN V Et lui venu a Rubicon, se miH a l'aduenture auec quatre compaigrums de la compagnie dudo sr. de Bethencourt, e'est assauoir: Cill." le foyne, Iehan le Chevalier, Thomas Richart et Iehan le Ma~ on. Et passerent en rille de Louppes en vng petit coquet... ( Chap. 19.) B. BO~ NET 45 ótese aquí cómo los compañeros de G « difer se convierten en lo compañeros del barón. En la traición del isleño Asche, el cual hiere a Guillermo de Andrac, quien primero desconHa es Juan le Courtois, Eegúo el IDS. de Juan V, mientras que Boutier nos dice que son todos los compañeros excepto Andrac: La interpolación de Juan le Courtois representa en el IDS. de Juan V la tendencia de atribuir, como en el caso anterior, a lo compañeros del barón los hechos principales de la crónica. El zurcidor del contrahecho IllB. de Jnan V llega al cinismo de hacer . a los dos capellanes servidores de Bethencourt, excluyendo a Gadifer: P. BOUTIER le dit AfCche... vint a l'encontre d'euls, en semblance d'amistié et al · lerent longuement ensamble, 11UIis les compaignons se commen. cerent adoub · ter un pcu et se teooient tons ensamble et nI' vouloient point qu'ilz assam · hlasent, lors Gull." d'Andrac, qui che · minoit, avecques eul:; et nI' se donh · toit de riens... ( 25). ( Chap. 28.) P. BOUTlER Et nons frere Pierre Boutier, moyne de Saint · Jouin de Marnes, et nous Jehan Le errier, prebstre, chapel. lains ee serviteurs des chevaliers desus nommés... ( Prefacio.) l\ ts. DE JUAN V Asche... vint j¡ l'encootre d'euIx en semblance d'amytié et allerent Ionguement enssemhle; mais lehan le Court~ is et les compagnons se comen · cerent ti doubter vng pcu, et Be te · noient point qu'ilz assemblassent, fors que Gill." Dandrac qui chemiooit auee eub, et nI' se doubtoh de riens... ( Chap. 32.) ~ ls. DE JUAN V Et nons frere Pierre Bootier, moine de Sainet Jouyn de Marnes, et Jehan le Verrier, prestre, et serviteurs dudit Bethencourt dessus nommé... ( Prefacio.) Pongamos, para terminar, varios ejemplos en que resalte el enorme plagio del autor del ms. de Juan V, que une a una frescura in- ( 25) Consigna Boutier que los naturales de Lanzarote le hicieron a Andrac trece heridas: « 1e porterent j¡ terre et le blesserent de XIII plaies » escribe. Igual número consta en Bergeron; sin embargo, algún traductor como el señor Ramíre;¡; las reducen JI tres ( pág. 32, ed. 1847). 46 . EL PROBLE. I.\ DEL cCA. ' ARIE. ') calificable una mala inte! Jción probada. Para ello señalaremos las pá!! ina" del m. del .1U5eo Británico, publicado por Margry, en corr ' pondencia con la, del « Canarien » , publicado por Gravier: Pág. 133.- Qnant Gadifer vit cela, il di- t an ire de Heli... Pág. 134.- Et non prehme no" tre chcmin. Qnant non- eu" me doublé le cap de Finisterre... Pár. 135.- y descendi Gadifer i terr~ ... Pág. 13i.- Et entra Gadifer par le pay-... Pár. 198.- Et y de'cendimes, au moi,' de juillet mil quatre cen et deux, aUCUlb jonrs apres la Eaint Jeban Bap · \ iste... Pág. 199.- Et quant des autres isle-. Gadifer le a toutes visitées et bien 3vi, é la maniere comment elles seront conqui- e' ... Pág. 21i.- Et nons y avon. demouré [ eu las Canarias] or en droit deux an et demi que oncques nul nou n'y Cu rnalade. Pág. 219.- or e, t l'entencion de Ga. difer et son propos d'aler " oir et vi · o iter toute la costiere de la terre { erme du cap de Cantin... Pág. 227.- Et pour ce que Cadifer a grant volonté de avoir 1' e tat et le gouYertlement des autre pai' qui non Eont pourchains, tant islez que terre Cerme met il paine et diligence de E'inCormer a plain de tOntes cellez mar · chez......... Pág. 244.- Et Cadifer y a esté [ en la Gran. Canaria] par deuIx saisoD! I, tout a eCCeet pour voir leur maniere et leur gouvrenement... Pág. 244.- Et GadiCer y a demoré [ en Arguineguin] ce te aison XI JODr Pág. 6.- Quant mon. de Bethen. conrt vit cela. il dit au sire Hely... Pág. 7.- Et mon. de Bethencoun et a comp.¡ gnie prindrent leur che · min, et quant il eurent doublé le cap de Finisterre... Pág. 8.- Y de- cendi Bethencourt ti terreo Pág. 9.- Et entra mon '. de Bethen. court par le país... Pág. 7l.- Et )' de. cendit momo de Bethencourt an mois de jnillet mil ccce et deub:... Pág. 7l.- Et quant de autre yle' mons. tk Bethencourt le a { ait vi. iter par mesire GlldiCcr et autres chargez de ce { aire... Pág. 114.- Et si y 11 demonré ledit' de Bethencourt bien longuement, et , a compagnie, ( Iue nulz n'y ont esté malade. Pág. 86.- or e. t 1' inteneion de mons. de Bethencourt de vi iter la con. trée de la terre { erme de cap Cantin, qui est my voie... Pág. 101.- El ponr ce qne il a granl voulenté de savoir l'estal de tous les aulres pai's qni leur sont prochain , tant i le que terre { erme, ledit sgr. de Bethencourt mettre paine et dili · gensse de soy informer applain de toutes se marchez... Pág. 129.- 1Uonseignt> ur de Bethen. court et Gadiffer et plu ieurs antres de 5a compagnie y ont e'té, tont en eUet pour veoir leur maniere el leur gouvemement... Este epi odio 6C encuentra otra vez en el Illi. de Juan V ( pág. 109 · 110 de B. BONN! iT it l'encre, et la vint parler a lui le { iIx .( Ju roi d'icelle isle qui 6' appelle Ar · tamy... Mais Hannibal, le bastar! de Gadi{ er, tour ainsi qu'il esloit, print un aviron en sa main et leur rescoust le batel, et l'e largi bien avant en la : rner... Pág. 248.- Quan! nons y arrivasmez [ a Lanzarote], ils n'estoient que envio ron trois ecns pcrsonoes... ( 26). La segunda parte del « Canariem> la ed. Gravier) sin mencionar la pre · sencia de Gadifer, pef() se cOllSigna la valenlia de Aníbal, a la que se añade la bravura de IIdeuIx ou trois gen · tilhommes de mons. de Bethencourt, qui avoient pavois, qui y servi beau · coup... Pág. 134.- Quant monseigneur de Bethencourt y arriva, ils n'estoien! que environ trois chent personnes... Hasta aquí hemos e tudiado las diferencias má notables entre el códice de Boutier y el libro de Juan V, cOITespondientes a lo' iO capítulos que integran la crónica del fraile de la abadía de aint Jovin. La continuación del « Canarien » . a partir del 19 de . abril de 1404, en que Juan de Bethencourt regresa de la Península y Gadifer de la Salle se retira a Francia, hasta el 15 de diciembre de 1- W5, en que el barón abandona definitivamente el archipiélago, ¿ por quién fué redactada? Dicha narración se ha atribuído invariablemente por todos los hígtoriadore al presbítero Juan Leverrier, capellán de Juan de Bet · hencourt. Tal ha sido últimamente la opinión de WolIel y ] a del doctor A1varez Delgado ( 27). Este último investiga< lor e~ cribe: « El te: xto de Leverrier, anterior a la falSificación d ] ucm V de Bethen(' Ollrt, creo que debió ser redactado hacía 141,;", porque suprime el capítulo 57, en que el fraile Bontier se declaraba parti< lario del Papa cismático de A" món... » . Fué, en efecto, Juan Leverrier quien compuso e ta segunda par- ( 26) En mucho de lo pasajes transcritos ~ e descubre la prioridad del có' ~ ice de Londres, or ervándose que la redacción del ms. adalterado denuncia frecuentemente la poca habilidad del { alsi11cador. ( 27) Dr. Dominik Josef Wolfel: Quiénes fueron los primeros conquista. . dores y obispos de Canarias ( Docu~ ntos desconocidos acerca de la historia primitiva de Canarias). Investigación r Progreso, núm. 9, año V septiembre 1931; doctor Juan Alvarez Delgado: Puesto de Canarias en la investigación lingüística (<< Instituto de Estudios Canarios » en la Univ. de La Laguna, pá. ~ ina 16). 48 EL PROBLEMA DEL . CANARIEN » te de la crónica? ¿ l ro pudo redactarla otro indh: iduo in la intervención del capellán de Bethencourt? ¿ ería el mi~ mo autor anónimo del ros. de Juan V con el auxilio de documento o memorias que pertenecieron al barón? 1 osotros opinamo que el continuador de la crónica no fué Le. vcrrier, basándonos para ello en el prólogo de ambo códices, que dicen que Boutier y Leverrier habían « commancié a mettre en script toutez le cho e qui leur ont advenue a leur commancemellt... » , y más adelante consigna que a partir del 19 de abril de 1104 « est venUe l'escripture en autres mains, qui la pour" uiront tout en v: ray iusque a la lin de leur conquestes... » . De lo tran crito se de prende lógicamente la exclusión del fraile Boutier, así como la del presbítero Leverrier. ¿ Quién sería, pue , el autor de esta segunda parte del « Canarien » ? o es posible determinarlo exactamente, pero in duda al · guna tuvo que ser un te tigo pre encia], que supo dar colorido y relieve a 108 acontecimiento , con ignando fechas, describiendo 8uce.. o , citando nombres y describiendo localidade y accidentes topográlico que son exacto . Por e ta razón e imposible atribuirla al autor del ms. adulterado de Juan V, que e cribe ochenta año de' pué. Aca o e ta seO'unda parte de la crónica tenga el iguiente origen. Juan de Bethencourt, como tooo. s lo señore de la época, tenía a 511 rvicio algunos amanuen e o escribas, a quiene dictaba u cartas y documentos ( 28). E_ to lo demue tra un pasaje del m". de Juan V, en el cual, conte tando Ull cartel de desafío de Gadifer de la alle, dice: « Et adonc mon. de Bethencourt Tui r cript par son paur- ( 28) Que Bethencourt trajo a la conqui ta de las Canaria, redadores. amanuenses, copistas, etc., se deduce de lo expuesto en el texto, y de lo que a continuación transcribimos. Cuando las tropas del barón intentllron la COnquista de Gran Canaria y sobrevino el de astre, entre los muertos figuraba flng kcto nommé Seguirgal ( chap. LXXXV.) El erudito G. Gravier en su edi · ción del Canarien estima que debe leerse (, lector » y que e refiere II un tabelión, escribano ( Cancellarius, Scriba, Nourrius, etc., Cfr. Du Cange: Glosarium medae et infimae latinitati$.) Lo expuestt> confinna la te is sostenida por nosotro•. R. H. Major, que no estudió debidamente e ta cuestión, afirma que la palabra « 1ecto » es ininteligible ( Unintelli~ ible, but o in the m ., pago 182, nota), y acaso por igual causa, Bergcron optó por uprimirla en su Canarien de 1630 ( pág. 175). La interpretación de Grllvier e sin duda la exacta. i ! o B. BO.".' ET 49 suit.: anl, / lQmmé Sejepuis .. » ( chap. LXII). Po iblemente é le u otro de 10 amanueDSe~ de la casa de! barón _ ería el encargado de e. cribir un lacónico diario de lo hechos de la conquLta a partir de! 19 de abril de 1404 hasta el 15 de diciembre de 1405. La narración comprende la disensiones hahidllB entre la gentes de ambo · capitane despué de la partida de Gadifer; la sumi, ión de Fuertnentura y bautismo de su" do reye ; la conqui;; ta de la i la del Hierro; lo intento · para .. omeler la i la de La Palma: el desa tre de las tropa'! del barón en Gran Canaria; el viaje de Bet · hencoun a ' ormandía y _ u relrre- o con numerosas familia inmi · grante ; las d. i" posicione que tomó para organizar el paí conquis · tado, y, por último, la de~ pedi{ la y ~ alida del conqui<; tador para Francia. eITuramente e te Diario Iué más tarde bastardeado por el autor anónimo oe la crónica oe Juan V, de modo semejante a lo que realizó con el códiee de Boulier, según ya hemos inmcado. La in · ceridad, y a veces la rudeza de lenlTuaje, de Boutier, contra ta cOn la evidente timioez del autor anónimo, que emplea un e.. tilo no exento de umísión y dependencia, descubriendo que En pluma y n per ona e taban al servicio del señor que le protegía y alimentaba, y cuando no e po ible la apología usa de todo lo. mira · míentos para justificar 1m actitud y no caer en disgu to del amo. Confirman la adulteración de e e diario lo discurso~ del barón, las muestras de alegría de lo i leño al regresar Bethencourt de ' ormandía, el inverosímil dolor de lo nativos cuando. u eñor <; e de pide definitivamente y oale para Francia; todo ello tiene tal matiz de irreal que demue tra su fal~ edad; por con¡:: iguiente. hemo de convenir que e los pasaje fueron interpolados en el diario primitivo por el servil adulador de Juan V, a quien éste le paITaba la exaltación de 1m tío. Es evidente que Ja falta del documento original de e ta oelrUDda parle de la crónica nos impide discernir lo falo de lo verdadero, teniendo que admitir los hechos principales, pero también hemos de desechar cuanto se oponga a Ja razón y al buen sentido ( 29). ( 29) Eó impo. ible de todo punto que el primitivo cronista con'ignara el segundo viaje de Bethencourt a la Peníosula en pos de GadiIer, y que acepo tara y describiera la e. · pedición del barón a Berbería, hechos cuya falsedad bemo demo trado plenamente ( Vide: Juan de Bethem: ourt, C; Jps. VnI y IX, 1) 0 I\ L PROBLI\) I.\ DI\ L ICA. ' ARIEN. Por oponer e a é te ) a aquélla, egtimamo;; como incrementos la ~ e5cripción de la llegada del barón a Lanzarote despué de su viaje a . Normandía, que no podemos menos de transcribir. Oigámosla: « Como ya dejamoe dicho, la mú- ica que tocaban en las naves producía tales melodías que era cosa deliciosa el oirla, y los isleño' ~ e hallaban asombrado y maravillosamente complacidos. Ko hay que preguntar cómo fué ao" a~ ajado el señor de Bethencourt al altar en tierra. Los isleños . se tendían en el suelo a ous plantas, queriendo demostrarle así que le reconocían como oeñor de su "\ idas y 113ciendas, Acogió etas demostracione el señor de Bethen · - court con grande afabilidad, manife tando mucho cariño a todos lo;; isleños, muy en pal · ticular al rey convertido al cri~ tianismo. Recibida la noticia en Fuerteventura, de que su rey y oeñor había llegado a la isla de Lanzarote. Juan le Courtois. luO" arteniente - de ~ icho señor, se embarcó en una chalupa con seia compañeros, de los cuales era uno Am'bal.. . » ) ( cEt come i'ay dit, les instrUnH'l1S qui e~ toiell é~ bargez feroient . i grant melodie que c'estoit belle cho:, e a ouyr, et les Canarieos en estoient toulz esbahis, et leur plai oit terriblement. Et quant mom · . fut arriué a ten- e, il ne fault pas demander si tont le peuple lui lit grant chere; les Canariens se conchoient a terre, en lni cui · ( lant faire le plus grant hOlmeur qu'ilz pouoient, c'eotoit a dire qn'ilz se couchoient que cors et biens estoient a luyo Led. seigneur les receullit, et leur fit la pIno grant cherc qu'il peut, et par espe(' ial au roy qni c' ~ toit fait crestien. Cenl de l'lle de Fortanenture eurent bien qne lenr l'OY et seiglleur estoit venn et arriué en l'i~ le -< le Lancelot. Iehan le Courtois, lieutenant dudo eigneur, prin Vllg baoteI et vj compagnon anequez lui. dont Hanibal en estoit vng... » ) ( Chap. 83, ed. Grav.). También en Fuerte, entura el recibiento e fantástico. Véase el l) asaje de la cena: c( Lo dos reye cristianos ( 30) vinieron a cumplimentarle ~ egun' ya citado. También ante la severa moral era impo. ible negar a Gadiler y a sus compañeros, los derechos a una ju. ta indemnización por los trabajos y mi · erias sufridos durante la conquista de Lanzarote. Esto no demuestra sino la deformación de la segunda parte de la crónica por un mixtificador. ( 30) Dice el ms. de Juan V que los reyes de Fuerteventura, al solicitar el bautismo. entregaroo al intérprete Alfonso como regalo a Juan de Bethencourt, B. BO~. · ET 51 .. da vez a Ricoroque, J los recibió con el mayor agrado, haciéndoles cenar aquella noche en su mesa; no 10- entendía y valiase para hablarles de un intérprete que llevaba en su compañía; durante la cena tocaban las flautas y con la música s~ hallaban lo reyes enajenados sin tomar ' bocado; no menos admira< los al contemplar los vestidos cubiertos de oro y plata, de más < le cincuenta y cuatro personas que se hallaban presentes y rivalizahan en la ostentacidn de sus traje.., especialmente algunos hijos de los va allo de dicho señor de Grainville y de Bethencourt, y oyóoeles decir a los dos reyes, que si desde el principio se hubieran presentado los conquistadores con aquella magnificencia, muy luego hubieran quedado los isleños sometidos... » « Lesd. deulx roys crestiens se vindreut encore offrir audit sgr., lequel leur fit la plus grant chere qu'il peut, et les retint a soupper auec lui. LOO. seigneur ne les entendoit point. Mais mon.. gr auoit vng truchement quiJ parloit le franc; ois et leur langage, par quoy on entendoit se qu'ils disoient. Et tandis que ledo " 2l'. soupoit, il r auoit des menestrés qui iouoyent, de quoy yceub: roys ne pouoient mengel' du plaisil' qu'iIs pl'enoient a ouir ces dis mene~ trés; et au~ 5Í de voir ces hoquetons bl'ooés, cal' il y en auoit bien chinquante et quau'e fort chargés d'orfauerie; cal' i1 y auoit d'auncuns qui s'abilloient a nul enuye qui mieulx, et par especial aucuns fils des homes dudo sgr. de Betbencourt, de Grainuille et de Bethenconrt. Et dirent lesd. deulx roys que se du premier i] s fussent venus en se point, ilz eussent e~ té piessa nincus.. » ( Chap. LXXXIV). En el banquete de despedida el barón pronuncia el siguiente discurso, invención del autor del ID". de Juan Y: « Amigos míos y mis hermanos cristianos: Dio.. nue" tro Creador ha extendido su santa gracia sobre no otros y sobre e" te paí", hoy cristiano y reducido a la fe católica; quiera Dios conservarlo en ella y darme poder, y a vosotros tooos, para de tal modo conducimos, que sea para la exaltación y aumento de la cristiandad. Y para que sepáis el motivo porque os he reunido a tooo- en mi pre- « vng bien present de ie ne ces quel ( mit qui croit en pais bien lontain, et ado · roit si tre bon que c'estoit merueilles » ( chap. LXXIX.) Y en castellano: « un presente de DO sabemos qué frnta, que crece en un país remoto y despide un ( llor tan agradable que maravilla). j j Cuánta imaginación la del seudo- croo nista! ! 52 El. PROBLE?> U DEL . CA~ ARIEN » sencia, 0& 10 voy a manifestar. Os he reunido, pues, para que Olgal de mi propia boca 10 que ordeno; y aquello que ordene quiero que sea así ejecutado. » « Mais amys et mes heres cre tiens, il a pIeu a Dieu nostre Createur qu'il a estandu sa grace sur nos et sur cestuy país, qui est ji ceste heure ere cien, et mi a la foy Cato1ique. Et Dieu, par sa digne grace, le veulle maintenir, et moy doner pouer et a vous tous de se y sauoir si bien conduire, que se Boit l'exaltacion et omentacion de toute crestienté. Et pour 8Ouoir pourquoy i'ay vouIu que vous soiez si tous en presemse, ie le vous diré. n est vray que pour vous tenir tous ensemble en amour, ie VOUB ay assemb1és, a eelle fin que vous sachiés de par ma bouche se que ie veulx ürdonner et ordonneré; et e que ie ordonneré, ie veulx que ainssi soit fait ... » ( Chap. LXXXIX, ed. Gravier.) Por último, el momento en que Juan de Bethencourt abandona para siempre las isla , zarpando del Rubicón, es más propio de una fogosa imaginación que de la de un croniBta veraz: « Después que el señor de Bethencourt se hubo despedido de toda su gente y del paí', y e dió a la vela, hubiérase visto a todo el pueblo romper en llanto y exclamaciones de dolor, que enternecían los corazones; . iendo mayores los extremos que hacían 106 isleños que el sentimiento de los naturales de ' ormandía, moviendo a piedad las lágrimas y gemidos de todos. Su corazones presentían que no voh- erían a verle y que nunca regre. saría a las islas. y fué verdad, porque jamás volvió, si bien tenía el propósito de re · gresar tan pronto como pudiese. Algunos isleños se arrojaban al mar y siguieron larga distancia la chalupa en que iba el señor de Bethencourt, tanto sentían su separación que no puede ponderarse, exclamando de este modo: « Legítimo 15eñor nuestro, ¿ por qué nos dejas? j Ya no voh- eremos a veros! j Ah! ¿ Qué será de este país faltándole un señor tan sahio, tan prudente y que ha puesto tan · tas almas en camino de la salvación eterna? j Y no abandona! Quisiéramos que no nos dejara, pero puesto que Mí lo hace, preciso es nos conformemos, pue razón es haga aquello que juzgue que más le conviene. » « Appres que monsgr. de Bethencourt ont prins congé de tout ces gens et de tout le pais, et se mist en mer, vous eussiés veu tout le peuple crier et braire, et plus encore lei Canariens que cewx 53 La tercera parte En e la tercera parte del C(( 1zarí~ n hemo de tener en cuenta la fecha en que termina el fraile Boutier su relato de la conquista franconormanda en el códice verdadero y la com.. ignada en el espurio ( 32). Dicen así: ~ u pais de ormandie; c'estoit pitié des pleur¡, et des gemissemens que les vngs et le;; autres faisoieut. Leurs ceurs Ieur dLoient qu'ilz ne le vairoient iames plus, et qu'il ne vendroit iame plus au pais. Et il fut 1JTO- Y, car iames onqu. ez plus 1t'y fu. t. Sr ne lui estoit par aduis qu'il n'y reuensit, et le plus bref qu'il pourret. Il y en eut aucuns qui se bouterent en la mer iusque aux ee6elle en tirant a la barge la ou monsgr. estoit. Illeur faisoit tant de mal que ledo seigneur s'en aloit que nulne saroit pemser. Et disoient ainssi: « :' lostre droiturier seigneur, pour quoi nOUti lai ... é vous? _ · OU5 ne vous vairrona iames ! las! que fera le pai,-, quant il. fault que vng te! seigneur si sage et si pnldent, et qui a mis tant de ames en voie de saluacion etemelle, que ( jI) nous laisse! nous aymyssionti bien mieulx qu'il fut autrement, c'estoit son plaisir: mai" ¡ mis qu'il luí plaist, iI fault qu'il nous plaise: c'est bien rai~ on qu'il fasee son plaLir... » ( Chap. XC) ( 31). ) Is. DE J¡; A; V ... avons comencié a mestre en e · crit le plus des cho5es qui luy sont aducnues a son commecemenl " . CÜs ce quí se party du royaume de France iusques au XIX iour d'auril mil cccc et síx, que le dil Bethencourt eSI arriué eS ioles de pardes" a... » ) ( Prefacio.) P. BOUTJER .,, 3\ · on comrnancié a metlre en e' · cript toutez les choses qui [ cur sont advenues a leor commancemenL. des ce ql ¿ ' i[ Z partirent du royaume de France iusques au XIX" iour dauvril mil iiij" et iiij que Béthencourt est arrivé es illes par dessa .. ( Prefacio.) ( 31) La segunda parte del Callarilm termina hacia la mitad del cap. XC de Gravier ( LXXXVII de Bergeron), donde hablando de la despedida de Be. th « lCltUrl, dice: « Dieu par 5a grace le veuille garder de mal et d'am. onbrie5. » De aqui en adelante comienza la tercera parte, que corresponde a los viajes ima · ginarios del barón por España, Italia y Francia. ( 32) Toda la última parle de la Crónica de Juan Y no es otra cosa que un relato fraudulento, redactado en ]\'" ormandía alrededor del año 1482. Nin · guno de los hechos que en él e comignan re5ponden a la verdad, pudiendo muy bien de;. llec! Jar5e en absoluto, pues carere de utilidad para el historiador. I 54 EL PROBLEMA DEL . c.~. '.\ RIE:\ J Del cotejo de amhos m,". se deduce que el fraile Boutier serefiere a los dos jefes de la e~: pedición, Gadifer y Bethencourt, narrando los hecho « qui leur 80nt advenues... des ce qu'ilz partirent du l'oyaume de France), mientra~ que en el ba tardeado de Juan V solamente se habla de Bethencourt « que luy ( por « ! ell1))) sont aduenue o., < lee ee qui ~ party ( en vez de qu'i/ z partirent) du royaume de France). Enmiendas que llevan la intención de excluir de~ e el principio a Gadifer, para encumbrar al barón normando. Interesante e la falsificación de la fecha. Boutier da la del rompimiento de los dos capitanes de la conqllista, y en el capítulo ti prevé la ruptura con estas palabra de Gadifer referentes a Bethencourt: « Li venu, ilz eussellt mis leur fait en " i bonne ordenance. ,'.)). Y más adelante escl'ibe: « Pui aniua Bettencour a Ruhicon le XIX' iom d'Amil mil CCCC et nI}, enuiron deux an qu'il nous deuoit auoir secouru de gens et de vitaillez ...). ( Chap. LXI.) Esa misma fecha e~ la que con igna en el prefacio, ya que en ese día termina el fraile su misión como croni tao En el mB. contrahecho está su~ tituída la data de Boutier por la de 19 de abril de 1406. Esta diferencia de dos años produce confu ión en el sentido del párrafo, pues no estando modificada sino la fecha, e desprende que Bethencourt llegó a las Canarias en abril de 1406, cuando en realiclad salió definitivamente de e~ te archipiélago el 15 de diciembre del año 1405. Se ha creído por los comentari tas que esa fecha era un error de copia; Bin embargo, no fué sino una enmienda deliberada hecha por el falsificador con objeto de abarcar todos los hechos l'ealizados por el barón en las Canarias hasta su regreso a Xormandía ( 33). Pero como Juan de Bethencourt sale de las islas, según ya VImos, el 15 de diciembre de 1405, resulta que hasta el 19 de abril de 1406 quedaban ciento veinticuatro días, que el falsario utilizo para hacer viajar al barón de;; de las Canarias a Sevilla, de Sevilla ( 33) El autor dd libro de Juan y no comigna la fecha del regreo de JuaJr de Bethencourt de- de E- paña. La explicación que damos a 1''' 3 deliberada omi · eión es que el - eudo · cronista quiso que el barón aeistiera al hauti, mo del rey de Lanzarote, y como 1'' 11' hecho ocurrió el 11 de febrero de 1404 ( véase la nota 17) no podía declarar la nrdad data, 19 de abril del mismo año, que da Boutier ( cap. LXI.) por ~ r e< ta po terior al hecho en cuestión, descubriendo a- í la superchería. El mixtificador prefirió eacrificar la verdad histórica, para conceder a Bethencourt un honor que en ju< tici~ correspondía a Gadifer. • B. BO:-; NET 5S a Valladolid, de allí a Roma por tierra, luego a Florencia, de~ pués a París, y de París a u castillo de Graim- ille la Teinturiere. La mayor mentira que pudo idearse para encumbrar a un héroe ( 34). Teniendo en cuenta la época, el cálculo no está de caminado. Juan de Bethencourt ~ ale de Rubicon el 15 de diciembre, llega a Sevilla en siete días r permanece en aquella capital unos cuatro; de allí partió para Valladolid ( 26 diciembre), donde residió quince, dándole Enrique III cartas para S. . Sale camino < le Roma a principios < le enero < le 1406, llegan< lo a la Ciudad Eterna en la primera quincena < le marzo con objeto < le visitar al Papa. y nosotros sabemos que Inocencio VII hizo ~ u entra< la en la capital del orbe cri tiano en la egun< la emana < lel mes de marzo de 1406 ( Fléury, Hist. eeles., yo1. XX, pág. 481, e< l. 1( 24), o ;> ea del 12 al 14 de marzo ( íd. yo1. ~ · XI, pág. 32); por consiguiente, le quedaba al barón medio me e ca"' o, < lespué~ de la supuesta , isita al Pontífice, para " ibitar Florencia ( l. o abril); marchar a Parí~, donde e- tuvo ocho día" ( 17 abril), llegan< lo a ~ u castillo el 19 de ahril de 1406, que es la fecha comignada en el prefacio del ms. adulterado. Este viaje es completamente falo. Su autor logró el ohjeto que perseguía, la exaltación de BethencoUl" t, pem la crítica ha desmoronado los deleznable~ cimiento en que . e fundara. Veámoslo a continuación: En el cap. LXX: XVII el mixtificador pone en boca de Juan de Bethencourt, e.. tando alÍn en Lanzarote, la siguientes palabraB: « Et au plai, ir de Dieu, quant ie pal1il'é d'icy ie rré ti Rom requerir que l: OllS ayez prelat eSllesque en ce pais, qui ordonera et manyfira la foy catoliqu(' » ). Más adelante, en el LXXXIX, se in. siste en tal extremo. Dice el harón: « Et quant ie me partiré d'ici, an plaisir Dieu, ie m'en yré a Romme requerir au Pappe que ' OllS ayés, come i'ay dit. rng pasteur, e'est ti aire l.: ng euesqlle qlli ara le gouuernement de ros ames. Et Dieu me doiDt la grace de tant " iure de ce faire. ) l. Como se Ye, el de" eo de Bethencourt era ir a Roma para recabar { lel umo Pontífice un ohi~ po para las Canarias. Ahora bien, ¿ podía el barón pronunciar e~ as palabras y demostrar ese deseo? De ninguna manera. Juan de Bethencourt ~ ahía perfectamente que Benooict() XIII creó, por Bula expedida en ( 34) L. Delísle: « Compte. rendu du Vrai ma/ luscrit du Canariem) ( Exlraít du Journal des Savants, no\" íembre de 1896; 6 págs.). J ~" 56 EL PROBLEMA DEL « CA:-<' ARIES. Marsella el 7 de julio de 1404, el ob: i.; pado de Rubicon, suIt- agá. neo del arzobispado de Sevilla, año y medio antes, por mediación de Robin de Braquemont, su tío, siendo nombrado para dicha diócesis fray Alonso de Barrameda. Pero el falsario, que nada de esto sabía, no" cuenta que Rethencourt sale de las islas, llega a Sevilla y de allí marcha a Va. lladolid, donde fué recibido por el monarca de Ca~ tilla ( 35). Le cuenta su conqu: i.; ta y le pide carta para el Papa Inocencio VII, a fin de que nombre un obispo para las Canarias, indicando para tal cargo a Alberto de la Casas. He aquí la" palabras del barón a Enrique III: . « yre, sy vous plaist, ie vous veul requerre d'une c1lOse. » « 01' ditte;! » , se dit le roy.- « Sire, il est bien na)" que comme ie vous ay raconté la conqueste du pais des isles de Canare, qu'ilz contiennent en tout plus de quarante lieues fram.; oises, et y a de bel peuple: il e t besoinrr qu'ilz soient enhortés et montrés par vng homme de grand fac; on et par vnE{ homme de bien qlli soit lellr pastellr et ~ eur prelaJ:... » ( Chap. C.) En la crónicas del reinado de Enrique III no aparece la visita del conqui tador de las Canaria al monarca, y e6to denota que tal '\'- i ita es falsa; tampoco se han encontrado en lo archivos del Vaticano las cartas del rey de Castilla, y esto prueba asimismo que el barón no estuvo en Roma ni fué recibido en audiencia por el Papa Inocencio; por último, el doctor Wolfel ha demo" trado con documentos irrefutables que jamás ha existido un obispo del Rubicon llamado Alberto de las Casas, y que 10 probahle « es que su nombre haya de borrar e definitivamente de la hi'loria de Canaria' » ( 36). Pero el cronista no se arredra y sigue diciendo que el harón ( 351 Es imposible que Enrique III recibiera a Bethencourt en Valladolid { enero H06j como afirma el libro de Juan V. e sabe que en ese año el rey Sl~ encontraba muy enfermo en Toledo, 13nto que no pudo a. ¡" lir a las Cortes que había ~ onvocado en dicha población para solicitar los medios de levantar un ejército contra Muhamed, rey de Granada, siendo presidida,. por el infante don Fernando. El monarca (: a .. tel1ano falleció en la ciudad imperial el 25 de diciembre del mismo año de 1406. ( 361 D. J. Wi> lfel: El efímero obispado de FuertevenlILra y SIL único obispo { Documento, desconocido' acerca de la historia primitiva de Canarias); Inves. tigación ~. Progreso, año VIII, núm. 3, marZl' 1934. B. BONNET 57 llega a Roma, donde Inocencio le recibe benignamente, le aloja en el Vaticano quince días y le expide las bulas nombrando a Alberto de las Casae obispo de las islas, diciéndole: « Vous estes bien homme de quoi on doit tenir conteo Et veulx que vous ne soiés pas mis en oubli, et que vous soiés mis en escript auec les autres roys, en leur catalogue... " ( chap. XCI). M. Lécoy de la Marche comunicó a M. de Lépinois en 14 de marzo de 1873 que n() halló en los archivos del Vaticano el catá · logo de los reyes de que habla el ms. adulterado de Juan V; este aserto lo confirma el célebre investigador M. de Rossi cuando aseguró a Lécoy que ese catálogo jamás ha existido ( 37). Además, ¿ cómo podía Enrique nI escribir al Papa cuando por esa fe. cha ( 1406) España seguía la obediencia de Aviñón? ¿ Cómo, repetimos, podía tampoco Bethencourt dirigirse a Inocencio VII, cuando Benedicto XIII había creado el obi pado de Rubicon, nombrándole pastor, y era, además, amigo de la familia del conquista. dor, especialmente de Robin de Braquemont? La ignorancia del zurcidor creó estos absurdos, pero su CIDISmo no termina aquí, y prosigue impertérrito describiendo la llegada de Alberto de las Casas a las islas, y su desembarco en Fuer · teventura, demostrando todo el país la mayor alegría por tener ya un prelado y pastor: « fut fort ioyeuIx et tout le pais d'auoir pre · lat et esuesque au pays... " ( chap. XCIII). El descarado embuste del falso cronista queda descubierto, una vez más, con la bula nombrando vicario del obispado de Ruhicon a Juan Leverrier, expedida a petición del mismo barón y del pro · pio Maciot, en que se hace constar que hasta el año de 1419 nin · guno de los obi |
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