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PRO CULTURA BIOGRAFÍAS 1927 PRO CULTURA JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ PRO CULTURA BIOGRAFÍAS DE PERSONALIDADES CONTEMPORÁNEAS QUE MÁS HAN CONTRIBUÍDO AL PROGRESO INTELECTUAL, MATERIAL Y ARTÍSTICO DE CANARIAS VOLUMEN II áíN VALOR COMERCIAL 1926 LAS PALMAS Tip. SARMIENTO PÉREZ SALDOS, 22 El propiedad del autor. Detechot retervadQa. Tipoárafía SARMIENTO. Péí. z Galdós. 22.- LAS PALMAS dedicatoria Al Excmo. Sr. Don José Azofra del Campo, ilustre y benemérito hijo de Gran Canaiia, con todo afecto y gratitud. El Autor. CONFIRMACIÓN Prologué brevemente el primer tomo de este libro biográfico. Su autor, don José González y Rodríguez, me ruega ahora que también prologue el segando. ¿ Para qué? Non bis in idein, « nunca segundas partes fueron buenas » . Además, la obra, ya presentada al público, no necesita nuevas recomendaciones. Ella misma se recomienda, por los precedentes. Pero mi doble conjuro, en latín y en castellano, no me sirve de nada. El señor González opone a mis corteses negativas una resistencia inquebrantable. La voluntad del señor González ablanda las peñas. El tiene su refrán, el argumento de los buenos mendigos ( dicho sea sin ánimo de ofenderle): « pobre porfiado saca bocado » . Y, al fin, cedo a su porfía y enristro la pluma para escribirle otro proemio. ¿ Otro? No. Tendría que repetir en éste lo dicho en el anterior. Non bis in idetn... Aquellos mis renglones fueron como una cinta que enlazó un hermoso ramillete de notabilidades o autoridades tinerfeñas, entre las cuales tuvo a bien el señor González incluirme, aunque yo nací en Las Palmas. Hoy prepara la edición de la segunda parte de su libro, otro ramillete, de conspicuos de esta isla. Y me pide otra cinta en forma crítica prologal. En cierto modo, yo bauticé el primer volumen de PRO CULTURA. El segando, puesto que PRO CULTURA es el primero crecido y aumentado, lo confirmaré. Voy a darle la confirmación después de haberle dado el bautismo, ejerciendo funciones episcopales, corroboradoras de las sacerdotales del bautisterio. La criatura está ya completamente dentro de la Iglesia. Pero yo no soy párroco ni obispo. Soy un usurpador de altas jurisdicciones. El señor González Rodríguez tiene la culpa. Su refrán venció a mis conjuros latinos y castellanos, con los que traté vanamente de convencerle y desarmarle. Esto no es un prólogo, sino la invalidez de una confirmación, el abuso de una repetición. * * La obra cuya segunda parte aquí se anuncia, téngola por buena y útil en los propósitos del autor: abrir la galería histórica de nuestros hombres notables, sin distinción de esfera, carácter o género. Todo sujeto de algún relieve, en nuestro pequeñísimo mundo insular ( apenas un asteroide), paréceme que está llamado con justicia a hacer figura y número en esa falange... Y lo que el autor pone de su cosecha en la redacción de las biografías componentes del libro, acredita la agilidad de su pluma, tanto como el fino temple de su buen deseo. Rinde su tributo a nuestra Señora la Historia. Sólo sena de lamentar que, por comprensible benevolencia del señor González, se colara ¡ nás de un intruso en este templo de Minerva o de ^ a Fama. Trancisco Qonaáles Oías, Excmo. Sr, Dr. D. José Azofra del Campo ! Exorno. Sr. Dr. D. José Azofra del Campo M UY estimado amigo: Agradezco su amable invitación y tenaz perseverancia en vencer mis escrúpulos, para que mi modestísimo e insignificante nombre figure en su proyectada obra PRO CULTURA. No me creo con méritos para tal honor. No paso de ser un hombre que desea ser útil y practicar el bien, aunque reconociendo carecer de aptitudes a satisfacer mis vehementes anhelos. Hace V. muy bien al seleccionar entre nuestros compatriotas algunos que puedan servir de modelo a nuevas generaciones, que, lojalá sean más laboriosas, dejándose dominar por la virtud del sacrificio en favor de la Humanidad y de sí propio, no enterrando los valiosos talentos que Dios, nuestro divino Creador, les concediera, y deslizando su vida, que pudiera ser tan fecunda en obras buenas, en ese ambiente tóxico que mata, o, al menos, atrofia potencias y sentidosl ijóvenes inactivosl... Señoritos de sports y de clubs... Seres inútiles que no dejan huella digna de su paso por la vida, y abandonan en el varío las nobles actividades del alma... Merecen la más sentida conmiseración. No hay derecho a ese egoísmo. Hemos de ser todos para todos. Es la gran máxima del Divino Maestro. Si V. se propone con su original PRO CULTURA hacer ver que én Canarias contamos henno-sa pléyade de jóvenes, y de quienes ya no lo son, que han sabido trabajar intelectualmente para dar 10 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ honor a la Patria, engarzada felizmente en indisoluble lazo a la inmortal España, haciendo comunes nuestras glorias; que aquí, en este peñón del Atlántico que besan los mares que nos traen el cariño de la madre Patria, hay quienes se destacan del montón informe de niños bien, sólo preocupados de prensa y de novelas semanales, escritas sacrificando el arte y la moral al negocio ilícito y grosero; si este libro que usted proyecta es un canto al noble hogar canario, que lleve en sus estrofas nombres nuestros más allá del Estrecho, y les hagan llegar también a las regiones americanas para que allí se conozca lo que valen estas perlas, formadas en la confluencia de dos mundos, para estrecharlos entre sus brazos cariñosos, y ellos cantarles a su vez y encomiarles sus virtudes y méritos; si esta obra es a manera de estadística intelectual, que nos agranda más que las comerciales y de tráfico marítimo, bien haya V., querido amigo, por su noble propósito. Su libro será un símbolo; representará un alto ideal que nos enorgullece, y por eso debemos esperar el triunfo de su labor. Yo no tengo por qué aparecer entre estas monografías. Si acaso, entre quienes, sin ambiciones ni orgullos, desean ser algo más que una cosa, más que un ser que vegeta estérilmente, pero que cae desesperado, luchando con su propia impotencia, que sencillamente confiesa. Su afectísimo amigo q. e. s. m., / OSÉ AZOFRA. Nov. 19- 1925. Extracto de una conferencia pedagógica del DR. AZOFRA DEL CAMPO En la « Escuela del Pueblo » , ei Doctor Azofra del Campo dio la quinta de las conferencias pedagógicas que ha or^ nizado la sociedad « Fomento y Turismo » . El acto se vio bástente concuirido, fsta vez con un ¿ rupo de señoras, que dio una nota agradable a estas íiestas de cultura, tan nuevas en nuestro país, y de tan fecundos resultados para el día de mañana. Concurrieron de otros centros, numerosa representación de la sociedad « Fomento y l'u-rismo » , catedráticos y alumnos ái la Escuela l> Tormal e Instituto. Hizo la presentación el maestro de la £ Ucuela, que elogió la obra trascendental que realiza esta benemérita sociedad, y aconsejó a los aluminos que aprovecharan la lección y los consejos que el conferenciante iba a darle/. • * El tema elegido por el Dr. Azofra era interesante. En párrafos elocuentes, dichos con fervor, elogia la obra pedagógica que ha iniciado « Fonxento y Turisno » en esta serie de conferencias, especialmente en las escuelas primarias, en donde se educa el hijo del pobre, afirmando que si esta sociedad no contara a su favor otra obra que ¿ sta, ella sería suficiente a escribir una página de oro, que inmortalizará su acción benéfica en pro de la cultura del obrero, haciéndose acreedora a la gratitud de todos. Cooperará también, efizcamente, a la acción difícil del maestro y de la autoridad a quienes incumbe, de modo especial, esta misma labor. Dice que quiere tratar de un asunto de vital interés proponiéndose tan sólo arrojar alguna semilla que pueda dar fruto, no tanto hoy, como cuando el niño tenga que abandonar la Escuela, aunque tiene, en parte, aplicación a la actualidad, pero en esferas más reducidas. En un hermoso párrafo, con claridad y sencillez, expone el concepto filosófico del Deber, y lo define asíi « la limitación moral déla humana libertad, impuesta por la ley » . Ha- ce muy oportunas consideraciones sobre el verdadero concepto de íibat& d, y añade 4ue el Hombre, ( jue es el único sei creado libre, necesita una ley, para conocer lo <] ue debe ele^ r con preferencia, explicando estos conceptos con ejemplos prácticos, bistóricos, que los alumnos pudieran comprender, para adquirir un conocimiento exacto de lo expuesto. Como que el « Deber » es una fuerza moral que liga al bombre, considera a éste en la Sociedad, ante Dios y en relación consigo mismo, únicas formas de estudiar al hombre en este orden de cosas. Con mucho acierto habló el Dr. Azofra del Campo; bellamente sintetizó los deberes del bombre para con Dios, en la adoración al Ser Supremo; en la Sociedad, en el amor a la familia y a la autoridad, debiendo el bombre desarrollar sus humanitarios sentimientos en favor de sus semejantes. Hizo después indicaciones que justificaban el amor a si mismo, que lo hizo consistir de modo muy especial, en el perfeccionamiento de la inteligencia y de la voluntad, y en el uso regulado y justo de los sentidos. Fué, la del Doctor Azofra, una hermosa, una sentida lección de estas cosas de las que tan pocas veces se habla a los niños. |£ I deber, el santo deber, tan necesario para el orden y la felicidad de los pueblosl £ 1 conferenciante hizo un llamamiento a los alumnos para que se fijaran en la importancia de esta materia, porque la causa primaria del gran desquiciamiento social está en que no todos se preocupan, como debieran, del cumplimiento de sus deberes. Si hemos de rectificar el mal camino; si queremos y anhelanxos la reorganización social, es preciso que nos acostumbremos a respetar y a cumplir nuestros deberes. £ n otro párrafo previene a los jóvenes escolares a que no se intimiden ante las asperezas del cumplimiento de las respectivas obligaciones, pues éstas tienen un calvario, a veces muy sangriento y muy doloroso. Muchas veces el martirio y la sangre son el mejor honor del deber cumplido. No siempre, observándolo, se recogen rosas, sino con frecuencia, abrojos y espinas. Cita el ejemplo de Guzmán el Bueno, refiriendo el episodio admirable y heroico de la defensa de Tarifa, que defendió y guardó en cumplimiento de su deber ante la Patria. ^ , Exhorta a subir la dura pendiente del Deber, aunque tengamos que destrozar el corazón, desoyendo las voces de las pasiones, que aparecen junto al Deber, desde que la noción de éste se nota en el niño, proponiendo como modelo al célebre Canciller Tomás Moore, que antes que jurar en favor de Enrique VIII, violentando su conciencia, aceptó la muerte, siendo víctima de Ana Bo'lena, como lo fué San PRO CULTURA 13 Juan Bautista de ía impúdica Herodias. Cl conferenciante terminó fustigando los espíritus débiles y acomodaticios, que, atentos a un grosero utilitarismo, ( luebrantan sus deberes, sin sentir el remordimiento de sus conciencias. Csos Kombres son indianos de la sociedad; se olvidan de que el deber ha de cumplirse sin cobardes compromisos, sin vergonzosas traiciones. Sus palabras fueron de fe, de confianza, de aliento, para realizar nuestras obligaciones sin iiuebrantamientos del espíritu. Hombres de voluntad y de energías nos faltan. Ese es el canúno que los hombres deben emprender. Antes cjue apostatar bay ( jue ser mártires del « Deber » . Muchas veces debiera hablarse a los niños, como les Kabló el Sr. Azofra del Campo, el digno Magistral de nuestra Catedral. Su palabra elocuente y serena, pocas veces ha llenado nuestras almas, con tan grande e intensa emoción. Los aplausos que resonaron fueron modesto premio a tan bella conferencia. Al terminar dijo unas palabras de gratitud el señor Batllori. De aquel local, de aquella Escuela, donde se educan tantos niños de humildes familias, salimos con la grata impresión que la obra de « Fomento y Turismo » ha de ser fructífe-rai sana y robusta. Al fin, en nuestro país, se hace algo grande, desinteresado y bueno. Al fin, sin egoísmos, pensamos por los demás. Inauguración del Instituto General y Técnico de Las Palmas Fragmento de la Memoria leída por el Profesor Don José Azofra Con letras de oro se escribirá en las páginas de nuestra historia regional, el R. D. de 4 de febrero de l 9 l 6 . por el que se nos ha concedido el Instituto General y Técnico de 2.* Enseñanza, ijue nace hoy a la vida oficial y académica, como nace el Sol, rascando con sus propios rayos las oscuras nieblas iiue le ocultan durante la noche, y entre nubes de arrebol, tintas en oro y ¿ rana, asoma su brillante rostro para recibir el alegre saludo de la Naturaleza. Que nace, saludando por el canto acompasado de Ls campanas de nuestras Iglesias, cual si c( uisieran entre sus ondas traernos las bendiciones del Cielo, y. por alegres himnos que aprisionan entre sus vibrantes notas, todo el entusiasmo de nuestros mayores, y el alborozo de nuestra juventud. Que aparece, recibiendo efusivos cariños de nuestras damas, y el intimo abrazo de nuestros proceres. Este R. D. es cumplida satisfacción de justicia, y el coronamiento dignó de la más legítima de las empresas, c( ue si dignifica al Ministro de la Corona que lo presentó a l a regia firma, y al Monarca augusto que lo sancionó, es timbre de inmarcesible gloria, para quienes con arrojo y acierto la acometieron y la prosiguieron con noble éxito. Por eso hoy, permitidme, señoras y caballeros, que nos honráis con vuestra asistencia a esta grandiosa solemnidad académica, permitidme, os lo ruego, que, alterando el orden de etiqueta, sea mi primer saludo para esos varones ilustres^ que con su mirada fija en nuestra juventud, y en las que han de sucederse, atentos al desarrollo y perfeccionamiento de las enseñanzas de esta su Patria, tremolaron mu^ alto la enseña santa de nuestro progreso intelectual y moral, que llevaba entre sus pliegues escrito este lema regenerador: « Un Instituto para Las Palmas » . Yo no me propongo en estos momentos demostraros tesis alguna; felizmente no necesito persuadir a nadie. La atención de todos coincide en un solo asunto. Por ello no he escogido yo el tema. Lo presentía brotando de este selecto concurso, como emanación de vuestros sentimientos altruistas; flotaba en esta atmósfera; cayó en mi espíritu e intenté recogerlo en sencillos y muy breves párrafos. PRO CULTURA 15 El hombre, ser racional y libre, lleva encerrado dentro de su cuerpo el espíritu inteligente, que no puede estar inerte, que busca siempre la verdad, y quiere conocer el por qué de todo cuanto observa y mira. Y es ¿ rato contemplar los progresos de la humana inteligencia, los triunfos que ha alcanzado sobre la naturaleza, extasía la belleza de este cuadro, en el que aparece ese espíritu invisible, penetrando las entrañas de la tierra y recorriendo la inmensidad de lo/ mare/; remontándose a lo/ espacio/ siderale/, adquiriendo siempre indiscutible/ triunfo/ sobre la naturaleza que Dio/ entregó a sus estudio/ e investiáacione/ desde el mismo instante de la creación. Pero ante/ de llegar a estas inconmensutabl?/ r. lturas, hay que disponer el espíritu, educar la inteligencia, preparar esta carrera de triunfo/. iEmpresa loable y generosa, que todo/ estamo/ en el deber de secundarl... He aquí la noble misión de las Escuelas, Instituto/ y Universidade/... El Instituto amplia los conocimiento/ generaler de la Escuela primaria. Las Universidade/ especializan estos conocimiento/, según la aptitud e inclinación de cada uno. Tal ej-, señore/, la armónica trabazón de lo/ centro/ de enseñanza, que cuando son oficíale/ ofrecen una característica digna de atención. El hijo del pobre tiene derecho a la verdad. Siente eso/ sano/ anheló/ de regeneración. Vosotro/, los que conocéis la historia de la humanidad, estáis convencido/ de que lo/ más célebrer genio/ han sido casi siempre hijos de pobre/ obrero/, de humilde/ alfarero/, que luchando han podido escalar las alturas de la inmortalidad. Ha brillado la luz indeficiente de una justa celebridad, entre las densas nieblas que rodearon su cuna. Por eso lo/ Gobierno/', las entidader provinciales y lo/ municipio/, tienen la noble misión de fomentar y sostener la instrucción pública, para que todo ciudadano, adquiera la necesaria copia de conocimiento/, atendidas sus condicione/ personaler y sociale/. Y lo/ Gobierno/ y entidade/ que procedan así, se hacen acreedore/ al amor de sus ciudadanos, y hacen Patria, porque, indiscutiblemente, la cultura de los pueblos, eleva el patriotismo y purifica la raza. Dirigiendo una mirada al pasado y fíjándono/ en el presente, yo encuentro alrededor del antiguo y del nuevo Instituto, un punto común que ennoblece e inmortaliza a aquéllos y llena de gloria a ésto/. Yo he teñido que despolvorear piezas de viejos expedientes y consultar otras aún no archivadas, y he notado igual interés y entusiasmo; el mismo e idéntico espíritu que confirma la tesis, de que la creación del nuevo Instituto, con todas sus circunstancias precedentes. 16 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ es síáno de c[ ue co6peramos a la regeneración pedagó^ ca de España. Ya en 1844, el « Gabinete Literario » lo^ ró fundar un Colero de segunda enseñanza incorporado al Instituto de Tenerife. Pero el carecer entonces de personal con aptitud legal para permanecer al frente de ese Centro docente, dificultaba su labor educativa y vida oficial. Algunos año^ más tarde, el eminente patricio don Antonio López Botas, deseando prestar nuevo e importante servicio a su Patria, a la cjue había consagrado todos sus desvelos, concibió, la idea de crear, en esta ciudad, un Instituto de segunda enseñanza, agregando a él las Escuelas Normales y de Comercio y el Colegio de San Agustín. A este efecto, con la eficaz cooperación del Sub- Delegado que fué de éste distrito, don Salvador Muro,, se incoó el oportuno expediente en 1863. Se recabó por estas autoridades, Que algunos Ayuntamientos de la isla, se comprometieran al sostenimiento de este Instituto, que se instalaría en el mismo edificio que el Colegio de San Agustín, utilizando el material de enseñanza de éste, generosamente cedido por su director, el doctor López Botas. Pero en l868, la Junta Superior de Gobierno, en virtud de la proclamada libertad de estudios, que provocó una enorme anarquía en la enseñanza, creó un Instituto local en esta Ciudad, instalándolo en uno de los pabellones de nuestro Seminario y trasladando a él, el Colegio de San Agustín, con el magnífico y completo gabinete de Física y Química e Historia Natural, y el mobiliario necesario para^ las clases. Salvadas innumerables dificultades que debemos silenciar, en l870, por decreto de 26 de abril, se declaró oficial este Instituto de segunda enseñanza. Personas prestigiosas de esta localidad, regentaron interinamente las cátedras: el presbítero don José Ramírez, don Rafael de Castro, don Rafael Lorenzo y García, don Domingo J. Navarro, entre otros. Y en 1874, ordenados los estudios oficiales, el Gobierno mandó profesoros titulares, entre los que figuraron don Alejo Luis Yagüe ( Directpr), don José Maestres Gómez, don Salvador Calderón, don Saturnino Milego y otros. Rápida fué la vida de este Instituto. La aflictiva situación de nuestros Ayuntamientos, fué causa del incumplimiento de sus compromisos; y por R. O. de l 4 de septiembre de 1876, fué suprimido este centro de enseñanza, privando lastimosamente así a nuestra juventud, de su benéfico inflajo. Leyendo las amarillentas páginas de esos voluminosos PRO CULTURA 17 expedientes, adquirimos la convicción del interés desplegado pot tantos eminentes kombres, paia encontiai favorable solución a las múltiples dificultades que impedían la marcha progresiva de ese Instituto, y que no pudieran vencer muy a pesar suyo. Casi medio si^ lo ha transcurrido desde esa fecha, l 4 de septiembre de l876, de triste recuerdo para cuantos tenemos la firme convicción de lo importante que es para un pueblo tener establecimientos docentes, y entre estos. Institutos de secunda enseñanza. Pero el deseo del restablecimiento del stu primido Instituto ha estado latente en el pecho de todos los canarios. Yo no encuentro solución de continuidad entre la supresión del anticuo Instituto, creado a instancia del Excelentísimo Ayuntamiento en l87o, y la creación del nuevo, en l916, a petición del Cabildo Insular de Gran Canaria. Nuestros votos, nuestros anhelos, nuestras constantes y latentes aspiraciones, han sido siempre poseer nuevamente nuestro Instituto de secunda enseñanza. Lo reclamábamos por ser de justicia, porque amábamos la cultura y el en^ randecimíetito de nuestros hermanos; el progreso moral de nuestro pueblo. Hemos progresado rápidamente en nuestro valimiento moral, merced al creciente desarrollo de nuestra agricultura, comercio e industrias, y a nuestra influencia marítima, por las excepcionales condiciones de nuestro Puerto, que lo hacen el primero del Atlántico, llave de dos Mundos, lazo dp unión de dos Continentes. Ha subido el nivel de nuestra significación social y política, la nombradla de nuestra Isla, patria de ilustres hombres públicos y literatos, que le han dado días de gloria en £ spaña y en el extranjero, tomando parte en certámenes médicos y pedagógicos. Poseemos los principales Centros oficiales en el orden religioso, judicial, militar, administrativo, etc.. y la fertilidad de nuestro suelo y el asombroso movimiento de nuestro Puerto, han sido causas principales del gran aumento de población. Al Cabildo Insular de Gran Canaria estaba reservada la gloria de dotamos de ese Centro docente, recabándolo del Gobierno de S. M., gracias a los prestigios de nuestros representantes en Cortes, unidos a los de nuestras islas hermanas, que forman el grupo de las Canarias orientales. Y en efecto: Apenas constituida en marzo de l913 la Comisión de Instrucción Pública en su primera sesión celebrada en 26 del mismo mes y año, acordó se elevara una exposición al Cabildo, manifestándole que su primer acuerdo era pedir la implantación del suprimido Instituto de segunda enseñanza. 18 ) OSE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ No pudo con mayor acierto comenzar esta Comisión sus difíciles y delicadas tareas. iHermosa empresal... iLoable empeñol... que el Cabildo se creyó en el deber de secundar. Sano anhelo de reorganización social, obra esencialmente patriótica y pedagó^ ca. Este acuerdo iué, señores, como el chispazo que prendió nuevamente la llama de nuestra atención en el siempre nuevo pleito de, nuestro Instituto. Fecha memorable, que se-fiala un nuevo período en la reconstitución educacional de Canarias. £ 1 pleno del Cabildo recogió con entusiasmo la indicada proposición, y el 2 de abril elevó al Gobierno de la Nación, razonados expuestos, en el sentido indicado por la Comisión. Nuestro primer intento fracasó. El litado negóse a consignar en sus presupuestos cantidades para sostener este Instituto. Pero este estado d<^ cosas prepara a nuestra Corporación Insular una ¿ poca de mayor gloria. Y es necesario divulgar esta idea, llamar la atención hacia ella. Yo he examinado detenidamente el historial preparatoria de nuestro Instituto, que hoy inauguramos, y os digo, que si el Cabildo Insular de Gran Canaria no prestase a su patria otro servicio que el haber reclamado y obtenido de los Poderes públicos este Instituto, costeado, no por el Estado, sino por su propia hacienda Insular, esto sería bástente a exigir un reconocimiento eterno a su actuación patriótica. Ese acuerdo es u i a página de oro, que nadie podrá ( mpañar jamáf. Ahí están, seííores, las actas capitulares. El l 4 de agosto de 19l4, un grupo de consejeros, de indiscutible clarividencia y de noble y patriótico arresto, d.' c: que en la alternativa de no tener Instituto o tenerlo, costeado por el Cabildo, era preferible consignar en los presupuestos del Cabildo' la cantidad necesaria para su sostenimiento. Y en sesión extraordinaria, reun, ido el pleno de nuestra Corporación Insular por pronunciamiento unánime e irresistible de la opinión pública, acordóse por aclamación, solicitar del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes la creación del Instituto General y Técnico de Las Palmas, costeado por el Cabildo; acuerdo que, en una razonada y bien documentada exposición, que habla mucho en favor de su autor, fué elevada al Ministerio del ramo en l 7 de agosto del mismo año. Uniéronse a esta petición los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, - los Ayuntamientos de esta Isla, las Sociedades y Corporaciones de esta Capital, y nuestra representación en Cortes se aprestó a dar la última y deinitiva batalla. PRO CULTURA 19 Comprendo que los pueblos no protesten del presupuesto de Instrucción Pública. Es « jue hay la conciencia íntima, de ( jue lo que se ¿ asta en educar no se pierde. Es que tienen íntimo conocimiento de que cumplen un estricto deber al aceptarlo. Porque si las fuerzas militares aseguran la intan-áibilidad de la nación, la educación asegura esta intangibilidad en lo futuro, pues educando al ciudadano tendremos aguerridos y entusiastas defensores de la Patria. El Cabildo Insular de Gran Canaria, bien convencido de la bondad del fin, ha ¿ ravado sus presupuestos con 60.000 pesetas anuales para el sostenimiento del Instituto, es decir, para mejorar la educación en Canarias. Di^ no es por ello de nuestro aplauso entusiasta, ferviente y sincero. Yo se lo tributo. El Excmo. St. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Julio Burell y Cuéllar, que es toda una ^ oria nacional, aceptó el ofrecimiento del Cabildo. Y el. día 4 de febrero del año que cursa, S. M. el Rey ( q. D. i.), conformándose con las razones expuestas por su Ministro de Instrucción, firmó el tan deseado Decreto creando el Instituto General y Técnico de L& s Palmas que hoy tan solemnemente inauguramos. El Cielo permita que arraigando más y más en la conciencia de todos este Instituto, plantel de nuevas generaciones, tenga una vida fecunda, próspera y de reconocida utilidad, para que s ¿ extienda a todos sus benéficos influjos, ampliando su radio de acción y abriéndose también nuevos horizontes al pobre, al humilde hijo del trabajo. La generación actual es generación que se marcha; sus hombres son piedras de un edificio que se desmorona. Pero la juventud es la naturaleza que se renueva para formar nuevos pueblos. Su educación religiosa, moral y científica en nuestras manos está. Y vosotros, jóvenes, que un día recorríais las calles de esta ciudad pidiendo la concesión de vuestro Instituto, ya habréis visto cumplidos vuestros deseos, realizadas vuestras esperanzas. Estáis de enhorabuena. Aprovechadle. Y si queréis un ejemplo plástico de cuan útil es al joven darse al estudio, escuchad atentamente al que hasta hace poco era vuestro compañero, como vosotros, un estudiante; y hoy en tan temprana edad, ocupa dignamenta la poltrona de Maestro, al que todos escucharemos con religioso respeto. Imitadle en su constante estudiar, si queréis seguirle en su carrera de triunfos. Sólo el trabajo puede hacer al hombre grande, porque la dura roca del saber, únicamente se quiebra con el martillo de l i constante laboriosidad. Fragmentos de la oración fúnebre del Dr. Azofra, con motivo del centenario de Viera y Clavijo y ved, leñoTei, juatificada esta oración fúnebre. La Iglesia Católica, que jamás ha recateado elogios a varones eminentes que han puesto su talento al servicio de la Religión y de la Patria, bendice la memoria del < lue fué dignidad de Arcediano de Fuerteventura en esta Santa Iglesia, Viera y Clavijo, Que levantó su cabeza sobre la rasante ordinaria de los hombres grandes: filósofo, teólogo, canonista, crítico, poeta ^ ue sintiendo en lu alma de artista la llama del genio, no sólo le hacia buscar la belleza, sino que, inquieto, le hacía buscar la verdad en la Naturaleza, en la Historia, en las regiones abstractas de la Metafísica, para en todas partes ver a Dios, causa y origen de toda verdad. La Patria bendice tambiín la memoria de Viera y Clavijo, porque, merced a su ciencia, su nombre es elogiado fuera y dentro de España, logrando aún en vida juntar los labios en una sola alabanza, y las manos, en un aplauso; y en muerte ha hecho que ante su cadáver, sin distinción de ideas políticas y religiosas, todas las frentes descubiertas se inclinen, y ante su sepulcro se unan los corazones en un solo corazón, en el de la Patria, que aun llora, después de una centuria, la muerte del más preclaro de sus hijos, y el eclipse eterno del sol más glorioso que fulgía en su horizonte. I Qué hermosa y gallarda es la figura de Viera ante su Patria!... £ 1 le ofrece su ciencia, y ella le dispensa sus gratos amores. Viera y Clavijo fué el primero de los hijos de Canarias que comenzó a hacer patria, porque él exhumó y reveindicó, reuniéndolas después de despolvorear viejos pergaminos, memorias y apuntes que dormían en archivos nacionales y extranjeros, para decirnos lo que fuimos, para hacernos conocer nuestra tradición. Las campanas, tocando a muerto, nos recuerdan la fecha triste del 21 de febrero de l8l3. Pero ese lúgubre sonido no logra hoy arrancarnos una lágrima, aunque se nos pida una oración, porque si del cuer- ~ po mortal del eminente polígrafo no quedan sino los huesos que encierra esa urna funeraria, permanece la grandeza de su espíritu inmortal, y el renombre de su inmarcesible gloria. Hoy, a pesar de los negros crespones y patéticos cantos, el alma emocionada se dilata por el esplendor de esta solemnidad, que es una verdadera apoteosis, sintiéndose enorgullecida, al ver esmaltada una gloria de la Religión y de la Patria. Nuestras impresiones' Trato desde muy antiguo al ilustre Maestrescuela de esta Basílica de Canarias, don José Azofra. Siempre he admirado en él su prodigiosa actividad, su serenidad y confianza en el éxito de sus empresas, todas altamente humanitarias, pues no tiene ni un átomo de egoísmo. He podido comprobar con satisfacción íntima de verdadero amigo, que siempre triunfa, aunque necesite dura lucha para salvar difíciles obstáculos que han surgido alrededor de sus obras, como siempre acontece a los hombres emprendedores, laboriosos y de ideales. Por ello su nombre no podía faltar en este libro PRO CULTURA, aunque la resistencia que a ello ha-opuesto, sólo mi gran tenacidad ha podido vencer. El Sr. Azofra ha querido siempre hacer algo útil, pero no sabe explotar a su favor, ni para su gloria, sus meritísimas obras. Muchas de ellas pasan inadvertidas; otras quedan adjudicadas a quienes no son sus autores. El, sin embargo, no reclama: le basta hacer el bien: es un alma generosa, sin vanidades ni endiosiimientos. De ello tengo firme convicción. Hoy ocupa puesto distinguido en esta culta Ciudad: su nombre acusa un prestigio positivo; sus méritos le han elevado. Pudo haber obtenido mayor recompensa a sus virtudes, talento y sacrificio. Le basta, empero, la satisfacción de haber cumplido sus deberes, lamentando no poder desarrollar su actividad en más amplio campo. 22 José GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Leyendo Prensa, en franca charla con el docto amigo; escuchando a sus muchos admiradores y compañeros, he podido confirmarme en que sus valiosos méritos le han dado la distinguida personalidad que hoy goza, no obstante ser un joven. No intentaré hacer su biografía, para no lastimar su reconocida modestia; deberé aprovechar esta oportunidad para patentizar la labor silenciosa de este varón ilustre, que figura en puesto distinguido entre los jóvenes que se destacan en esta su hermosa patria Gran Canaria. Y estas impresiones mías, que quiero dejar estampadas en este libro de personas afanosas del bien de la Humanidad, como homenaje al querido amigo, están bien garantizadas, pues es nota sintomática del Dr, Azofra dejar siempre huella clara, indeleble y valiosa de su actuación. No se resigna a ostentar un cargo y poner una firma al pie de un documento, llámese como se llame: él quiere estar siempre en servicio activo. Y aunque parezca anomalía, he de decir que es un gran pecado ser tan activo. En la Catedral de Canarias, a la que pertenece, ha varios años, le vemos con un interés de apóstol; aparece su mano hasta en ligeros pormenores. A él se deben importantes reformas de beneficio indiscutible. El Claustro de la Kormal, para premiar su labor reorganizadora de aquel Centro en tiempos difíciles, acordó hacer a su querido Profesor de Religión y Moral un público homenaje, que él agradeció, pero que no quiso aceptar. Los libros de actas del Instituto Nacional de 2.^ Enseñanza contienen votos de gracias muy expresivos al que puede con justicia llamarse alma de este Centro de cultura superior, en el que, siendo Secre- PRO CULTURA 23 taño, ha sido verdadero Director, por el valioso auxilio prestado, la confianza ilimitada que ha inspirado en todo momento a los directores del mismo. Y desempeñando esos cargos, ¡ cuánto bien ha hecho en todos los órdenes, por su trato delicado, su buen carácter y especial competencia en cuestiones administrativas! Sus numerosos alumnos le quieren, y a él con confianza acuden sus ex- discípulos, seguros de ser atendidos en sus demandas. No obstanta el tiempo que dedica a sus clases en la Universidad Pontificia y centros oficiales del Estado, aun queda tiempo al Sr. Azofra para darse casi a diario a la predicación y al ejercicio de la caridad. El ha fundado y sostíindo instituciones de beneficencia, como la Cocina económica del Inmacjiado Corazón de Mana durante los 5 años de la gran guerra; y no hn negado su'cooperación a otras obras no menos dignas de encomio. Es director de piadosas asociaciones. Por sus virtudes y valeres no comunes ha merecido la confianza de los Prelados diocesanos. El inolvidable Padre Cueto le nombró Profesor de su Seminario, recién ordenado de sacerdote. El gran Obispo Pérez Muñoz le llevó a la Basílica como Canónigo Magistral, encomendándole difíciles asuntos, resueltos con gran fortuna. El Dr. Marquina, de feliz memoria, premió sus trabajos y servicios elevándole a la dignidad de Maestrescuela de esta Iglesia Catedral; le nombra Presidente de la Junta Social Católica, y le encomienda, más tarde, como. Presidente dé la Junta local de Buena Prensa, la fundación de « El Día de la Prensa Católica » , fiesta que logró elevar a envidiable altura. Y venciendo enormes dificu tades fundó el dia- Iltmo. Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor Iltmo. Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor La Laguna de Tenerife, patria de un sin fin de ilustres canarios, vio nacer en su seno a uno de los hombres más beneméritos de nuestra época, insigne filántropo e infatigable obrero de la inteligencia, cuyos esfuerzos en pro de la cultura patria habrán de inmortalizar su esclarecido nombre. Sus cuantiosos donativos en favor de la beneficencia y de la instrucción púbUca; sus desinteresados auxilios en todas las calamidades; sus trabajos y desvelos en favor de la creación y conservación de diferentes Centros docentes; su profundo amor a la enseñanza, revelado en el celo y entusiasmo con que ha colaborado en todos los establecimientos en que ejerció funciones docentes o administrativas, y las fecundas orientaciones y nuevo espíritu que ha infun-dido en las sociedades a que ha pertenecido, hacen resaltar, con fuertes rasgos,, su personalidad activa y vigorosa entre los hombres de más valía de este Archipiélago. De su altruismo y desprendimiento participan su noble esposa, Doña Rafaela Manrique de Lara y de la Rocha, así como sus hermanas Doña Cayetana y doña Rosario, quienes heredaron de su virtuosísima madre. Doña Dolores de la Rocha— a quien el Ayuntamiento de Las Palmas honrara dando su nombre a una de sus calles—, sus sentimientos caritativos y humanitarios, haciendo cuantiosos donativos en favor de la beneficencia, entre los que sobresalen las artísticas y valiosas custodias de oro, plata y piedras pre- 26 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ ciosas, donadas al Apostolado de la Oración y a la Parroquia de San Agustín; sus considerables subvenciones a los establecimientos benéficos y de instrucción, y especialmente, la cesión gratuita de un solar de seis mil metros cuadrados para la edificación de un Hospital en Guía, y la donación de una amplia casa y de un capital de cien mil pesetas para la fundación en Las Palmas de la « Asociación para el perfeccionamiento moral y material del obrero » , hechas ambas por Doña Cayetana Manrique de Lara, meritísimos y consoladores actos tan poco frecuentes en esta época en que impera la indiferencia y el egoísmo, y quien, aun a trueque de herir su proverbial modestia, somos los primeros en dar a conocer. Para que pueda apreciarse en toda su importancia el valor de las obras benéficas y culturales realizadas por nuestro biografiado y su familia, y como único comentario, basta consignar que la suma de las cantidades invertidas en ella^ excede de quinientas mil pesetas. Nació el Sr. Ascanio y Montemayor en la Ciudad de La Laguna de Tenerife, el 12 de julio de 1879, y es hijo de D. Ramón de Ascanio y León, una de las personalidades de mayor relieve de estas Islas, y en quien nos ocuparemos con la amplitud que merece, en el curso de esta obra, y de Doña Elena de Montemayor y Na va- Grimón, descendiente de la ilustre familia de los Marqueses de Villanueva del Prado, que tan preponderante influjo ejercieron en las pasadas centurias en los destinos y progreso de este Archipiélago, como no ignoran todos los que han recorrido las páginas de la Historia de Canarias. En el Instituto de 2.^ enseñanza de dicha Ciudad obtuvo el título de Bachiller, con nota de sobresalien- PRO CULTURA 27 te. Dio principio luego a sus estudios superiores en la Escuela Especial de Ingenieros de la Universidad de Lieja ( Bélgica), en la que ingresó con uno de los primeros números, después de rigurosos y difíciles exámenes, y en cuya Facultad de Ciencias cursó el grado de Candidat- Ingenieur. Una grave enfermedad-le obligó a suspender su carrera, que años después prosiguió en Bruselas, hasta obtener el Diploma de Ingeniero Electricista, con la nota de Distinción. Posee, además, el título de Perito industrial por la Escuela Superior de Industrias de Las Palmas, y cursó la carrera de Intendente Mercantil en la Escuela Central Especial de Comercio de Madrid. Ha sido Profesor y Bibliotecario de la Escuela Superior de Comercio de Santa Cruz de Tenerife; Profesor de la Escuela Industrial de Las Palmas, y, finalmente, Catedrático y Comisario Regio de la Escuela Superior de Comercio de esta última Ciudad, para cuyo elevado cargo fué nombrado por el Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, con la delicada misión de implantar, instalar y organizar el nuevo Centro, cuya creación con tanto éxito había gestionado. Ha sido Vocal cooperador de la Cámara Oficial de Comercio, Navegación e Industria; primer Presidente y fundador del Colegio Pericial Mercantil de Las Palmas, cuya Corporación le nombró, por unanimidad, Socio de Mérito y Presidente honorario, en premio a sus desvelos en pro de la enseñanza, y Presidente y Socio fundador de la Sociedad literaria « Ateneo de La Laguna » . En la actualidad es Socio de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País de La Laguna de Tenerife y de Las Palmas, de cuya Junta directiva ha sido miembro y, además. Vocal del Patronato de la Academia de Dibujo; Vocal de la Comisión de Libertad 28 JOSB GONZÁLEZ RODRÍGUEZ condicional; Socio numerario de la Sociedad Española de Física y Química; Director vitalicio de la Biblioteca de la Sociedad de Ciencias, Letras y Artes £/ Museo Canario,\\ a. más importante y numerosa de Las Palmas, pues consta de más de 20.000 volúmenes, entre los cuales se encuentra una rica colección de obras de autores canarios, el curioso archivo de la Inquisición de Gran Canaria; y últimamente, por reciente Real Decreto, ha sido designado. para desempeñar el alto cargo de Delegado Regio- Presidente de la Junta Regional de Enseñanza Industrial de la zona de Canarias y Posesiones Españolas de África, desde cuyo puesto se propone desarrollar una intensa labor en favor de la instrucción profesional de la clase obrera. En las páginas que siguen haremos un breve resumen de las diferentes obras culturales que con tanto éxito ha emprendido. La Escuela IndustriaL— Su eficaz actuación y activa labor para la conservación de esta Escuela Industrial es digna de ser conocida de nuestros lectores. Nacida en el Sr. Ascanio una grande inclinación a la enseñanza, desde que en la Universidad de Lieja pudo admirar excelente organización, y sus planes y métodos de instrucción, sentía el vehemente deseo de poder algún día dotar una escuela técnica de todos los medios de instrucción práctica necesarios para que sus antiguos alumnos se hallasen, desde la terminación de su carrera, capacitados para ser miembros útiles a la sociedad y a sí mismo. Con tal propósito hizo donación al Ayuntamiento de Las Palmas de un extenso solar, situado en uno de los mejores sitios de la población, frente a una es- PRO CULTURA 29 paciosa plaza, en la confluencia del Paseo de Bravo Murillo y de la calle de Alfonso XIII, con el fin de que la iexpresada Corporación construyese un edificio con capacidad suficiente para instalar en él la Escuela Industrial y sus talleres. La situación económica del Municipio no permitió la realización de tan magno proyecto en el plazo estipulado por el generoso donante. Ausente de esta Isla el' Sr, Ascanio, apareció en la Gaceta de Madrid el Estatuto de la Enseñanza técnica, en el cual se anunciaba la supresión de nueve Escuelas, e inmediatamente observó el peligro gravísimo que corría la de Canarias, si no se daban a tiempo los pasos conducentes a evitar esa amenaza. Con tal objeto se puso de acuerdo con el Director del citado Centro, desde que regresó a Las Palmas, y dio comienzo a sus gestiones, visitando personalmente al Presidente y Consejeros del Cabildo Insular de Gran Canaria, pidiéndoles que cediesen, para la instalación de la Escuela, el espacioso y moderno edificio de la propiedad de aquél, en donde tenía establecidas sus oficinas y dependencias, al mismo tiempo que hacía el ofrecimiento, si el Cabildo accedía a ceder el referido local, de donar las máquinas y aparatos indispensables para la instalación del Laboratorio de Electricidad industrial. Convencidos todos de la necesidad y utilidad de un Centro cuya importancia se aumentaba considerablemente en virtud del nuevo Estatuto, se reunió dicha Corporación en pleno extraordinario, con ese único objeto, y tomó, por unanimidad, el acuerdo— que tanto la honra— de hacer la cesión del magnífico edificio mencionado. En unión del Director de la Escuela ( Dr. Mascareñas), persona que a su gran cultura une 3 0 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ un gran amor a la enseñanza y un vivo interés por el Establecimiento de su acertada dirección, y con quien ha realizado todos los demás trabajos, continuó su gestión, para lograr que el Ayuntamiento acordara construir en los patios laterales del edificio, en una extensión de 1.500 metros cuadrados, los pabellones necesarios para la instalación de los talleres y laboratorios, todo lo cual se pudo conseguir, acordado también, patriótica y unánimemente, por esta Corporación en sesión extraordinaria de su pleno. Conseguido esto, y a sus instancias, las Corporaciones oficiales, Sociedades y Círculos obreros, dirigieron al Directorio numerosos telegramas y solicitudes, y se continuaron luego las gestiones en Madrid por las Comisiones que del Ayuntamiento y del Cabildo marcharon a la Corte, no dejando un momento en los diez meses transcurridos de lucha y ansiedad, dt instar y de utilizar cuantos medios estaban a sus alcances, al logro de esta legítima aspiración del país. Últimamente, en la reciente visita que el Sr. Inspector general de Pósitos, D. Vicente Burgaleta, hiciera a estas Islas, le interesó vivamente en favor de la misma: primero, en Tenerife, y después, en esta Ciudad, acompañándole, en unión del Dir ¿ ctor, a visitar los diferentes talleres, fundiciones y fábricas de la población, y el nuevo y espacioso local ofrecido por la Corporación Insular. En el desempeño de su nuevo y elevado cargo de Delegado Regio de la Junta Regional de Enseñanza Industrial, se le presenta una difícil y delicada misión que cumplir, de la que, seguramente, saldrá airoso, cual es la de efectuar la pronta instalación de los ta leres mecánicos, y la adquisición de las correspondientes máquinas térmicas e hidráulicas, así como la PRO CULTURA 31 organización del Laboratorio de Electricidad Industrial, para el cual donará todas las máquinas y aparatos necesarios, con el fin de que puedan efectuarse en él toda clase de medidas eléctricas, y los ensayos de los diversos tipos de generatrices y motores de corriente continua y alterna. Este valiosísimo donativo, al mismo tiempo que denota en el Sr. Ascanio una clara visión de los problemas que la enseñanza plantea, revela su fondo humanitario, pues este nuevo sacrificio que se impone lo hace gustosísimo, porque con él contribuye a la ilustración de la clase obrera, y, por ende, a su mejoramiento social. No queremos concluir sin exponer un proyecto que tiene en estudio y que será de gran importancia para el desarrollo de la riqueza de Canarias. Consiste éste en la fundación de un Instituto de Química Agrícola, sobre la base de la sección especial d( 2 Química de reciente creación en la Escuela. Siendo la Agricultura la base fundamental de la riqueza de estas Islas, fácilmente se comprenderá la enorme transcendencia que para su porvenir y prosperidad representaría el más racional cultivo de su suelo, cuyo rendimiento se vería notablemente aumentado el día en que la cultura que los agricultores y terratenientes adquirizsen en el Instituto de referencia, les permitiese analizar y clasificar sus tierras y dosificar convenientemente sus abonos. La Escuela de Comercio.— Mas, no queda reducida la intervención del Sr. Ascanio en los asuntos relativos a la enseñanza, a lo expuesto anteriormente, pues una actuación semejante, desarrollada al gestionar la creación en Las Palmas de una Escuela Supe- 32 José 00NZÁLE2 RODRÍGUEZ rior de Comercio de absoluta necesidad en una población de la importancia comercial de aquélla. Después de vencidas serias dificultades, logró llevar a unos y otros al convencimiento de su utilidad, y que la fundación de aquélla fuese considerada por todos como una nueva aspiración de la Ciudad, hasta tal punto, que al marchar a Madrid la Comisión encargada de gestionar se estableciese un régimen administrativo especial para Canarias, llevaba ya incluida la referida Escuela entre las bases que pensaba presentar, consiguiendo que en la Ley de 1912 fuese ordenada su creación. Nombrado por el Ministro de Instrucción Pública Comisario Regio- Director de la misma, ejecutó, sin pérdida de tiempo, los trabajos conducentes a la organización de sus aulas, laboratorios, biblioteca, oficinas y demás dependencias, a la adquisición del indispensable material de enseñanza, y a la adaptación del amplio e higiénico local en que la había instalado. Dos años después apro/ echó la ocasión, al ser reorganizados los estudios mercantiles, creándose las secciones elementales de comercio, para gestionar primeramente que el Cabildo Insular incluyese en sus presupuestos la cantidad suficiente para su sostenimiento, y que luego solicitase del Gobierno el establecimiento en esta Escuela de una de dichas secciones. Secundada, por su mediación esta instancia por las demás Corporaciones, realizó personalmente en Madrid una fecunda labor ante el Ministro de Instrucción Pública, apoyada eficazmente por todos los diputados, siendo su gestión coronada por el éxito. Por espacio de tres años desempeñó su cometido, excediéndose en el cumplimiento de su deber, pues no solamente, y a pesar de su quebrantada salud, PRO CULTUBA 33 en aquella época, atendía con puntualidad a las obligaciones inherentes a su cargo, tratando con igual consideración y afabilidad a todos cuantos de él dependían, vigilando continuamente la limpieza, el orden y la disciplina escolar, que jamás se quebrantó, pues, sin imponer castigos, impidió hábilmente que estallasen las periódicas huelgas estudiantüps en vísperas de vacaciones, y cuidando especialmente que todas las clases se diesen con puntualidad, sino que, puesta sólo su vista en el bien de la enseñanza, no vaciló un instante en desempeñar gratuitamente varias cátedras, sin estar'obligado a ello, y en satisfacer de su peculio particular todos los gastos ordinarios de material y de oficina, durante el período de su dirección, pues esta Escuela carecía en aquella época, en los presupuestos del Estado, de la consignación de 4.500 pesetas anuales dt que disfrutaban, para esas atenciones, las demás de su clase, no obstante lo cual cedió a la Escuela el sueldo que le correspondió percibir durante el tiempo que estuvo encargado de la regencia de la sección elemental. Terminada su misión presentó al Ministro la renuncia del cargo, siendo su gestión aprobada por el Claustro de la Escuela, que le dirigió un laudatorio oficio de felicitación por sus trabajos en favor de la enseñanza comercial, y acordó, posteriormente,, colocar su retrato en el salón de actos. Escuelas Profesionales Salesianas. — Conociendo su amor a la enseñanza y muy especialmente la dirigida a lá instrucción general y profesional de los niños de las clases más humildes y sin recursos, a nadie extrañará la íntima satisfacción que experimentó al tener conocimiento del noble propósito del 34 losé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Sr. Hidalgo y Romero, de adquirir el hermoso edificio de la pertenencia de la Congregación del Sagrado Corazón, para establecer en él las Escuelas Profesionales Salesianas. Así es que, en cuanto leyó en la Prensa que una obra tan útil y necesaria estaba a punto de fracasar por insuficiencia de las cantidades, no obstante ser éstas muy considerables, a tal fin destinadas por el señor antes mencionado y por el Cabildo Insular de Gran Canaria, no dudó un momento, para asegurar en esta Ciudad una institución de tanta transcendencia para la educación moral e intelectual de la - infancia desvalida, en hacer espontáneamente, el mismo día, el ofrecimiento de coadyuvar a ella con cien mil pesetas, suma con la que fueron adquiridos espaciosos jardines situados frente al Colegio, los cuales, en su día, serán destinados a levantar en ellos dos nuevos edificios, en donde puedan albergarse cómodamente cuatrocientos niños más, haciendo de ese modo extensivos los beneficios del benemérito Instituto de Don Bosco a la mayor parte de los necesitados. El Museo Canario.— Dentro siempre del campo cultural en que preferentemente se desenvuelve su acción, no podemos dejar de mencionar las brillantes iniciativas desarrolladas por el Sr. Ascanio en el seno de la importantísima Sociedad de Ciencias, Letras y Artes, denominada El Museo Canario—^. la que el insigne benemérito Dr. Chil, en un rasgo de elevado altruismo, legara su casa y sus bienes, y cuyas colecciones de Antropología y de Mineralogía se están en la actualidad clasificando por el ilustre Director del Museo de Trocadero y sabio Profesor del Museo de Historia Natural de París, Mr. Verneau, y por el docto PRO CULTURA 35 Catedrático de la Universidad Central y Académico de Ciencias, don Lucas Fernández Navarro— a fin de reanimar su lánguida vida, transformándola en una Sociedad pujante en estado de cumplir plenamente los fines para que fué creada. Pero como para ello se hacía necesario efectuar desembolsos de gran consideración para reformar y adaptar su edificio social y hacer en él las nuevas instalaciones, y la Sociedad no contaba con los recursos indispensables, al ser nombrado miembro de su Junta Directiva, se dio inmediatamente cuenta de la situación embarazosa en que aquélla se encontraba, a pesar de los buenos deseos de su entusiasta Junta, y se dedicó a estudiar este problema, encontrando, al fin, una solución que permitía a la Sociedad dar exacto cumplimiento a los compromisos que contrajese, sin ninguna clase de agobios, y que al mismo tiempo resolvía el aspecto más interesante, cual era el de poder realizar de una manera fecunda e intensa su misión cultural, en la que venía a concentrarse la médula de su existencia. La meditada proposición que con ese objeto presentó a la Junta General extraordinaria, convocada al efecto, fué unánimemente aceptada por ésta, siendo la misma más tarde aprobada en todas sus paites, por la Junta testamentaria instituida por el Dr. Chil para la administración de su legado. Su propuesta se dirigía, en primer término, a aumentar los ingresos de la Sociedad mediante la ejecución de obras de riego apropiadas en la finca rústica de su propiedad, y en segundo lugar a transformar las dos casas contiguas que posee el Museo, fundiéndolas en un edificio único, para lo cual presentó un anteproyecto con todas las reformas que a su juicio estimaba oportunas, y 3 6 JOSÉ GONZÁLEZ BODRlOUEZ con arreglo a cuyos píanos, pronto se comenzarán las obras. Para poder ejecutar todos estos proyectos y la adquisición de una casa colindante, que, en su día, servirá de ampliación al Museo, calculaba era necesario disponer de doscientas cincuenta mil pesetas. El plan estaba bien concebido; pero ¿ cómo efectuar la amortización de esa elevada suma? Para salvar este escollo contra el cual se estrellaban los mejores deseos, presentó una sencilla fórmula que permitía realizar, en condiciones ventajosísimas, y dentro de sus posibilidades económicas, la contratación de un préstamo amortizable en 20 años, y el cual en este momento se está tramitando. Si el programa expuesto se realiza en todas sus partes, como es de esperar, podrá la Sociedad cumplir plenamente los fines para que fué fundada, contribuyendo con eficacia al desenvolvimiento de la cultura, y la Ciudad de Las Palmas podrá mostrarse or-gullosa de poseer un Instituto científico de la importancia de su Museo. [ Loor a los hombres que, como el Sr. Ascanio, sacrifican su tiempo, su dinero y sus energías al bien común, difundiendo doctrinas de paz y caridad!... COMUNICACIONES OFICIALES LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD . DEL REAL DE LAS PALMAS DE SRAN CANARIA N." 927 El Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir acordó, en sesión celebrada el veinte y tres del corriente, aceptar, agradecido, el generoso ofrecimiento hecho por V. de la cesión gratuita de un solar de su propiedad situado al final del paseo de Bravo Murillo, con destino a la construcción de un edificio para instalar en él, con la debida amplitud, la Escuela Industrial de Las Palmas. La Corporación elogió merecidamente el desprendimiento de V., exteriorizando su satisfacción y gratitud por un rasgo que. honra a la persona que lo ha llevado a efecto por amor* desinteresado a la enseñanza y a la cultura general de la Ciudad. Compláceme mucho comunicar a V., el acuerdo y agradecimiento del Concejo Municipal por tan valiosa donación. Dios guarde a Vd. muchos años. Las Palmas, 27 de Junio de 1922. ^^ yn^ iJ ^, W^ Ja y .~ ¿ %* i" Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. ESCUELA INDUSTRIAL LAS PALMAS CANARIAS N. O 62 NESOCIADO PCnSONAL Enterada la Junta de Profesores de este Centro de la cesión hecha por V. al Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad de un solar para la construcción de un edificio destinado exclusivamente a Escuela Industrial, y estimando en su jttsto valor su generoso desprendimiento, y considerando el inmenso beneficio que esa importante concesión reporta a la enseñanza, necesitada de decididos y entusiastas protectores que como Vd. se interesan por ella, acordó consignar en actas su más intensa gratitud. Al tener el honor de trasladar a V. el anterior acuerdo cumplo un grato deber significándole, con mi más distinguida consideración personal, mi particular agradecimiento, deseando que su noble proceder sirva de estimulo para el mejor desarrollo de la enseñanza y provecho de los alumnos de este Centro, al que V., aparte de éste meritisimo, ha prestado otros valiosos servicios. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 20 de Julio 1922. J^. QjL, » ,/'.- y£'€^ f^ Í}€$ t^ étftJ Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE LAS PALMAS ( 6RAN CANARIA) N. o's Enterada esta Real Corporación, en sesión ordinaria del 25 de los corrientes, de la donación hecha por V. a la Ciudad de un solar para levantar en él un edificio para la Escuela Industrial, acordó, por unanimidad, hacerle presente el testimonio de su más viva satisfacción por tal acto, que revela, aparte un ejemplo de elevado civismo y enaltecedor desprendimiento, el amor que tiene V. a la enseñanza, y del que ha dado ya repetidas y muy laudables pruebas. Esta Real Corporación, que tiene como uno de sus principales objetos el cuidar y atender cuanto se refiera y afecte a la enseñanza, no debia ni podia aparecer indiferente ante el rasgo de V., pues, máxime, había de hacerlo ahora que es el donante uno de sus más distinguidos socios. Y al tener el honor de comunicar a V. el expresado acuerdo, me complace significarle que el mismo se traslada, por decisión de la Corporación, al Sr. Alcalde- Presidente del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 28 de Junio 1922. El DIrsetor « celdarttRt, r , í ^ €^ ^ P. A. da la R. S. E. '^ El S « er « Urlo, Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. ESCUELA PROFESIONAL DE COMERCIO OE LAS PALMAS CANARIAS N. o 45 El Claustro de Profesores de esta Escuela, en sesión celebrada el día 2 del corriente, acordó por unanimidad hacer constar en actas^ la importancia de la labor por V. realizada, tanto para la creación de esta Escuela, cotno para su constitución y funcionamiento durante el tiempo en que fué digno Comisario Regio de la misma, cargo que desempeñó a satisfacción de todos. Conocida la noticia de la renuncia que V. había presentado de dicho cargo, ha considerado el Claustro de Profesores ocasión oportuna. para hacer constar las indicadas manifestaciones y para comunicarlas a V. como tengo el gusto de verificarlo por medio del presente oficio. Al comunicar a V. los honrosos y merecidos elogios que se hiciisran de su gestión, me es muy grato suscribir personalmente cuanto en pro de ella se ha manifestado, y expresarle el reconocimiento a que se ha hecho acreedor por su acertada gestión en la Dirección de este Centro. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 7 de Marzo 1917. El Director accidenta). St. D, Santiago de Ascanío y Montemayor, ENCOMIOS DE LA PRENSA LOCAL La Escuela Industria Como verán nuestros lectores en la reseña que publicamos de la última sesión municipal, D. Santiago de Ascanio ha tenido un tas^ o de generosidad cjue merece todos los elo^ os. Este 8e& or-( iue tiene demostrado su cariño e - interés por la enseñanza-, recala al Ayuntamiento un solar que mide aproximadamente I. SOO metros cuadrados de extensión, y que forma parte de una finca de su propiedad, situada en el paseo de « Bravo Murillo » , siempre que dicho solar se destine a levantar en él un edificio para la Escuela de Industrias de esta Ciudad. El rasgo del señor Ascanio es, pues, de los que no se pueden olvidar nunca, aquí donde tan poco abundan estas demostraciones de cariño por todo lo que represente adelanto y proceso en esta importante cuestión de la enseñanza. Falta ahora la decisión entusiasta y el espíritu de ciudadanía que debe presidir estas bellas empresas culturales, para que este ras^ o del señor Ascaiüo sea en breve plazo una hermosa rea-lidad. Sirvan estas líneas de felicitación y l a t i t ud a quien así se ha conducido, y de estimulo al Ayuntamiento que debe dar a la obra todo el impulso y actividad que su transcendencia exige. ( De « El Tribuno » , janio l922). En nuestro diario e ingrato oficio de comentadores de la actualidad, hemos de señalar un hecho que no merece pasar olvidado y en silencio, porque es tal su significación y su importancia, que revela> un penetrante sentimiento de fraternidad y de amor al pueblo y a su educación. Quisiéramos no emplear la palabra filantrópica, de la que tanto se ha abusado y a la que tanto se ha bastardeado, para calificar la conducta de un hombre rico que no siente la cauri sacra fames » , que sabe ser espléndido y generoso, donando gratuitamente un solar para que en él se construya una Escuela que debe ser eminentemente ptáctica y que el beneficio inmediato de su obra educadora ha de favorecer principal y directamente a los hijos de los pobres y de la clase media de nuestra Ciudad. 4 6 JOSé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Ya habrá comprendido el lector ({ ue nos Veferimos al caso de que se dio cuenta en la última sesión municipal: D. Santiago de Ascanio regala a la Ciudad un magnifico solar destinado a la construcción del edificio de la Escuela Indtistrial. Existen rayos luminosos, tan delicados y puros, que un espejo empañado no puede reflejarlos. Y esto es lo que nos ocurre con el caso que deseamos comentar, porque, si bien cada palabra representa un trozo de la realidad, es como si fueran trozos groseramente arrancados de ella y que la Humanidad los hubiera tallado según su comodidad y sus ne^ sidades, en lugar de seguir las articulaciones de lo real; asi ocurre que el lenguaje representa a veces ideas hechas, verdaderas ideas nuestras, rígidas e inmóviles, cuando quisiéramos comunicarles la alada espiritualidad, la inquietud y el calor de vida con que deseáramos hacer cristalizar, en expresión adecuada, toda la belleza de la acción, toda la sensibilidad,- de hernxano, de amigo, de hombre,- que el proceder que queremos elogiar encierra. A nuestro juicio, la más grande de las alabanzas que al señor Ascanio se le pueden hacer,, no consistirá, ni en palabras, ' ni en discursos, ni en recompensas honoríficas o en grabar su nombre en una lápida: el mayor elogio, la mejor alabanza consistirá en la construcción del edificio que, como toda obra destinada a la educación, será nuestra revancha del pasado y una lección y un ejemplo para nuestros hijos. N o será ese edificio como las salas frías de un museo en que se expongan recuerdos de una generación desaparecida, sino que será algo vivo que trace la ruta y enseñe el medio de adaptaidón a un ideal y de administración honrada de las riquezas que permi~ ten vencer los obstáculos que se oponen en el camino para llegar a una vida mejor. ( De « El Liberal » , junio 26, l92a). Modestamente, sin aparatosos anuncios, acaba de realizar D. Santiago de Ascanio un vibrante acto de ciudadanía, revelador de su amor a la enseñanza y nxuy digno de su sig' nificación social: el donativo de un extenso solar, ahora dedicado al cultivo de plátanos, para que en él se fabrique un edificio donde sea instalada la Escuela Industrial ds esta Ciudad. Hace bastante tiempo que por una verdadera casualidad, tuvimos conocimiento de los propósitos del Sr. Ascanio; absteniéndonos de darlos a conocer al público para no aparecer indiscretos, y comprometer el mérito del acto con una ex- PRO CULTURA 47 temporánea publiáclad c( ue lo desviituara y diera mai^ en a cualquier perverso a suponer la existencia de un marcado afán de notoriedad por parte de quien no tenia otras ansias que la del progreso de un centro de enseñanza del que primero fué aventajado alumno y lue^ o competentisimo Profesor. Años atrás, hace unos cinco o seis, se jiestionó por el Dr. Mascareñas, Director de la Escuela Industrial, la adquisición de un solar para la instalación de talleres de dicho Centro de enseñanza que hacía urgente el desarrollo de los mismos y la escasez de local en el edificio que ocupa la Escuela. Trató de ello el Ayuntamiento presidido por el Dr. Valle, y hasta estuvo escondo el solar; más no sabem. os qué motivó el fracaso del laudable propósito. En el periodo de halagüeñas esperanzas que medió entre la iniciación de aquél y su fracaso', la Dirección y el Claustro encardaron al ingeniero D. Rafael Hernández, Catedrático de la Escuela, el proyecto de edificación e instalación de los talleres, que aquél llevó a cabo con la competencia que es característica de su personalidad profesional. Pero vino el fracaso, y el proyecto pasó a ser tan sólu un elemento decorativo del despacho del Director de la Escuela, y recuerdo doloroso de un propósito malogrado. Allí le vio un día el Sr. Ascanio, y de la conversación que sobre él sostuvo con el Dr. Mascereñas, surgió su decisión de hacer el donativo del solar necesario para la Escuela, con aulas, laboratorios, talleres y dependencias. Y pensó en alj^ u-no de su propiedad, en el ensanche de los Arenales, que aunque insuficiente, podia ampliársele adquiriendo el necesario el Sr. Ascanio con carao a su bolsillo particular; pero fracasado también el propósito, no ciertamente por su causa, se estudió la conveniencia de utilizar otros solares, en lo que se ha invertido bastante tiempo, decidiéndose por i^ ltimo por el que hace pocos días ha sido donado al Excmo. Ayuntamiento en representación de la Ciudad, que está enclavado en la calle de Bravo Murillo, con frontis a tres calles y disposición muy adecuada para lograr una completa instalación de la Escuela Industrial. Esta es la historia que pudiéramos llamar íntima del rasgo de D. Santiago de Ascanio; que no es el único que tan meritisimo ciudadano ha realizado. Al fundarse la Escuela Profesional de Comercio fué nombrado el Sr. Ascanio Comisario Regio de la misma. El la organizó, y con la patriótica cooperación de la Real Sociedad Económica que facilitó su local, la Escuela funcionó desde el primer momento supliendo el Sr. Ascanio, generosamente, de su bolsillo particular, el material necesario. Arrendado para la Escuela el edificio en que 48 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ actualmente se halla. iiti ¿ i6 la instalación, sacando al edificio todo el partido posible; y cuando la enseñanza exigió nuevo material y adquisición de efectos, otra vez hÍ2o posible la generosidad de D. Santiago Ascatúo su adquisición. Igual atención le mereció la enseñanza, colaborando desinteresadamente a la labor del Claustro, cada vez que vacantes o enfermedades impidieron a un catedrático desempeñar sus fui^ dones. Nombrado luego catedrático de la propia Escuela, graves motivos de salud le obligaron al poco tiempo a separarse de la misma. Y por lo que a la Escuela Industrial se refiere, a más del solar cedido, ba ofrecido su colaboración personal y sin retribución, para dar una clase en las enseñanzas nocturnas para obreros, que con tanto ¿ xito ha inaugurado en el pasado curso la Escuela Industrial. ( De " LA Piovincú » , Julio 3, l93a). Fragmentos del discurso leído por el Director de la Escuela Industrial de Las Palmas, D. Manuel Mascareñas y Boscasa, en la apertura del Año Académico 1922- 23. La E> scaela Industrial se pxesenta ante vosotro/ henchida de itozoi llama de amor prendió en su seno y un alma bien nacida, no extraña a la casa, que nuestros estudios siguió y compartió más tarde con nosotro/ las tareas docentes, con pleno conocinxiento de nosotros y de nuestro/- ideales, en un acto de civismo, al que no estamos acostumbrado/, ¿ esto gallardo de ciudadanía y ras^ o de patriotismo por el que, claramente, se vislumbra que aún bay ricos que saben serlo, ciencia que por desgracia no poseen mucbo/ de los que fortuna tienen, conocedor de nuestros amargos sinsabore/ y convencido de la importante misión que a la Escuela Industrial en la educación de nuestro pueblo le está encomendada, cedió al Ayuntamiento, en luáar tan céntrico como el paseo de Bravo Murillo, mil quinientos metrot/' cuadrados de terreno, con el exclusivo objeto de que sobre ellos se levantara el edificio de la Escuela Industrial. Quien asi abrió a la Escuela amplio/ horizontes y dio al espíritu del Claustro nuevos aliento/ para proseguir la tarea patriótica y desinteresada que ha tiempo se impuso, tiene un nombre, que recordarán con cariño cuanto/ alumno/ por el Centro pasen, y la ciudad entera representada por la masa trabajadora que allí irá a saciar su sed de saber. Y verdad y ciencia, al aumentar su cultura intelectual, serán los jalones que de un modo indiscutible prepararán la mejora de sus condiciones económicas, y ello será posible, porque don Santiago Ascanio Montemayor, al sertirlo asi, quiso, pudo y supo hacerlo. Seamos todos continuadores de ese rasáo, y mostremos nuestra gratitud, no con palabras sino con hechos y demos al patricio ilustre, que así supo conducirse, la satisfacción de que pueda ver en el más breve plazo, consumado su ideal, que es el nuestro, para que al entrar en el nuevo edificio, donde la Escuela Industrial dignamente podrá ejecutar su tarea y cumplir su misión, vea que su generosidad se aprovecha y la semilla de su bondad se convierte en copiosos y saludables frutos. 50 José OONZALEZ RODRÍGUEZ Aún ausente, no quiero Kerir su natural xaodestía y humildad, virtudes estas sin las Que, aun los rasaos generosos pierden ¿ ran parte de su espiritual eficacia; más he de d i r i g ía unas palabras, interpretando el sentir del Gaustro, al decirle en nombre de la Escuela: hoy más 4ue nunca os necesitamos, alma de nuestra casa sois, como alumno y Profesor de ella fuisteis, la explosión de vuestros afectos para la Escuela no fué hija de una genial inspiración de momento, nació al suave calor en que se templan los grandes amores, se engendró en el trato constante y la compenetración espiritual 4ue entre nosotros reina; sello y blasón que con orgullo ostenta esta casa, en los rasgos salientes de su vida académica, del que si sói^ el más elocuente, no sois en verdad el único ejemplo. Se abrieron vuesttas arcas, para que se alumbraran las inteligencias de los humildes; gracias en nombre de los hijos del pueblo que han de recibir tal beneficio; recordasteis sin duda, aquellas palabras admirables de doña Concepción Arenal, ilustre escritora y acabado ejemplo del alma generosa de mujer española, cuando decía: « entre las diversiones y el hastio, entre las obras frivolas, enojosas o tal vez perjudiciales, i< no habrá tumo para las buenas obras?*, y convencido, de que ha de haber turno para las buenas obras, os aprestáis a colaborar en las enseñanzas obreras que nuestra casa tiene establecidas: gracias en nomi) re de la Escuela Industrial por tan señalado favor, que aparte de las enseñanzas valiosísimas que vertáis a nuestros alumnos ¿ qu ¿ mayor enseñanza, para todas las clases sociales, que vuestra sola presencia entre nosotros?, lección elocuentísima y altamente provechosa en estos tiempos en que la ponzoña del egoísmo corroe las almas, perturba los entendimientos y lacera los corazones de tantos y tantos hombres. Que de la voz elocuente de vuestro ejetíiplo podamos decir, parodiando a la antes citada escritora: « No que clamó en el desierto, ni tampoco se oyó en el poblado... sonó en una de esas sendas por donde pasa poca gente » , más quiera Dios que la oiga alguien, y al oírla la recoja, y al recogerla le imite: tal es, nuestro más ferviente anhelo en bien de la patria y por la prosperidad de Gran Canaria. Fragmentos del discurso leído en el salón dorado del Excelentísimo Ayuntamiento de Las Palmas, la noche del 3 de febrero de 1923, por el Director de la Escuela Industrial D. Manuel Mascareñas. Qae tm eicoela de ciudadanía { u< aiempie caiacteiiatica de nues-tza caM, lo dice a todaa hoiaa lu propio historial, sin esa foimación no kubieían ñaddo nunca loi raa^ oe de alttulamo tan sotprendentea en los tiempos de egoísmo 4ue corremos, y < tue. con vuestra admiración, merecen vuestros aplausos y son acreedores a vuestra simpatía, de entre ellos • e destaca uno y, aun sin nombrarle, ya kabréis adivinado que me refiero a la donación de D. Santiago de Ascanio y Montemayor, que baito ensefia < lue para amar al país no es condición indispensable haber nacido en él¡ no tema el generoso donante, 4ue me escucha que yo ofenda su natural modestia, pero, debiéndome a la verdad, si os afirmo que, con ser tan valioso su ofrecimiento, hay aU » en él que, superando al valor pecuniario, hace lo estimemos en más, no tardaréis en verlo. Se inició éste, con la donación de un terreno al Ayuntkmiento hecha por el que fué alumno y profesor de la Escuela D. Santiago de Ascanio y Montemayor, que antes os cité, pero, si el solo hecho de que un rico ofrezca dinero, para estos fines culturales, causa asombro, con mi aplauso, mi sinceridad me induce a deciros que sólo le hubiera dicho; ¿ radas, muchas jracias, cumplisteis un deber, sabéis ser rico. Para un rito dar una parte de los bienes que Dios, como decimos los cristianos, puso en su podpr, es una obligación y el hecho en si, no implica sacrificio y dije, antes, que habla en esta donación al^ o, aparte del valor pecuniario, que hacia la estimásemos en más y ese al^ o es, pre-dsamente, el sacrificio. Desde aquel momento, y ha transcurrido mucho tiempo, nació en D. Santiago una preocupación constante a favor de nuestra Escuela y el que tuvo la suerte de seguirla en todas sus vicisitudes, bien puedo deciros que ella constituye el sacrificio que avalora la donadón, y al hacerla más meritoria la hace más digna de vuestra est-mación y aprecio. El pensamiento fijo en la mejora de nuestra Escuela, la voluntad atenta a esa misión que él se impuso, guiado por un verdadero y noble patriotismo, dieron como resultado su actividad en la empresa que a su concurso personal, tanto o más que a su aportación pecuniaria, debe su estado actual Por eso, al exteriorizarle nuestra gratitud, bien podemos decirle como antafio en Octubre de l922 « hoy más que nunca os necesitamos » y añadirle, sea vuestra alegría el bien que hacéis, sois ciudadano, sois patriota y, por ende, sois bueno. Escuelas Profesionales Salesianas Merece el aplauso público, para qne sirva de ejemplo y estímulo toda iniciativa particular u oficial, encaminada al mejoramiento de la beneficencia o de la instrucción. Los desheredados de la fortuna- niños, mujerer y ansianos- son di^ os de protección por parte de las clases pudientes 4ue tienen todas sus necesidade/ y basta sus caprichos satisfechos. Ello es un postulado de la civilización moderna y se cupiple an deber de humanidad y una obligación social atendiendo a los seré/ desvalidos. iQué hermoso es amparar al c( ue necesita protección en la vídal iQué admirable obra de solidaridad social se lleva a cabo creando centros de cultura, hospitale/, asilos bibliotecas! Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, enseñar al (] ue no sabe e/ cumplir una alta misión de amor cristiano, cuyos beneficios recoce la sociedad entera, hoy abitada y dividida por luchas y odios de clase nacidos de seculare/ injusticias. Una reacción natural contra siglos de esclavitud y servidumbre se advierte en la actividad del proletariado universal que exagera sus reivindicaciones. Los niños pobres y abandonados siempre despiertan simpatías a toda alma buena, a todo corazón sensible a las desgracias ajenas. No se concibe la indiferencia, que acusa dura insensibidad, ante el espectáculo del dolor y la miseria. A remediar los male/ sociales debe encaminarse la acción colectiva. Y la acción colectiva no e/ otra cosa que la suma de esfuerzos individúale/ coordinados. Por suerte no se ha malogrado el proyecto de adquirir el edificio de Sta. Catalina, donde estuvo establecido el Colegio del Sagrado Corazón para destinarlo a Asilo de niños. Hombres ricos y generosos, verdaderos filántropos, cuyos rasgos reclaman el enaltecimiento público, han puesto su dinero al servicio de una empresa humanitaria. El asunto de la adquisición de la magnifica finca de Santa Catalina- edificios, jardines y terrenos anejos- ya se ha resuelto de acuerdo el Cabildo insular, los donantes D. Ale- PRO CULTURA 53 jandro Hidalgo y D. Santiago Ascanio y lo/ P. P. Salesiaiuv 4ue kan decidido estableceise en Las Palmas. Las bases Kan sido aceptadas y adquirido el edificio, que seiá propiedad del Cabildo por ser la institución que representa a la isla de Gran Canaria, se le cederá en insufructo a los P. P. Saleciano/ con objeto de que instalen talleres de aite/ y oficio/. Esta fórmula ha sido aco^ da con general beneplácito. Para reunir las 750.000 pesetas en que se vendía el inmueble y atender a otro/ gastos, han aportado generosamente sus capitales D. Alejandro Hidalgo Romero más de 400.000 pesetas, D. Santiago Ascanio iSO. OOO y el Cabildo insular 200.000- £ stos dadivosos y acaudalados propietarios que espontáneamente, respondiendo a dictados de su conciencia, han abierto sus cajas con expléndida munificencia, a la que aquí no estamos acostumbrados, son acreedorer a la mayor gratitud. Son filántropos cuyos nombrer se recordarán siempre como bíenhechorer de los niños pobres necesitados de que se le/ instruya y coloque en condiciones de afrontar las rudas luchas de la existencia. lQu ¿ magnifica gesto el de los Siej: Hidalgo y Ascanio desprendiéndose de considerables cantidade/, de una verdadera fortuna en este país, para hacer un bien a la humanidadl En beneficio de la ciudad descamo/ que cunda y t^ nga imitadore/ el acto magnánimo de esto/ espíritus altruistas que no vacilan en sacrificarse por realizar una obra social que será de fecunda y positiva utilidad. { Sentirán remordimiento/ los que, pudiendo, no colaboran con los señores Hidalgo y Ascanio, cooperando con el Cabildo insular a resolver el problema de los niños asilado/? O dinero que se esconde avaro negando su contribución cuando se trata de fundar o sostener un hospital o un asilo, de construir un manicomio, de establecer un centro de enseñanza etc. se hace profundamente odioso. En cambio despierta simpatías el capital que se emplea en empresas patrióticas y humanitarias, fomentando el progreso y la cultura de lo/ pueblos y aliviando las angustias de las clases menesterosas. Este último e/" el caso de lo/ Sre/. D. Santiago de Ascanio y Montemayor y D. Alejandro Hidalgo y Romero. Como noble ejemplo de ciudadanía no/ compláceme/ en encomiar la acción de esos do/ filántropo/, cuyo/ nombren señalamo/ al agradecimiento de la población. ( De « El Diario de Las Palmas » , Octubre 1, 1923). 5 4 JOSÉ 00N2Ál. gZ RODRÍGUEZ Nveitta tíctra es fecunda en general e inagotable cuando le trata de predicar la caridad enieñada por Cristo. Días pasado* decíamos a nuestros lectores que D, Alejandro Hidalgo ofrecía 50 mil duros para la creación de una Escuela de Artes y Oficios, reiientada por loa Salesianos. Hoy podemos anunciar otro nombre 4ue ha corrido en alas de la fama por nuestra Ciudad, y a quien muchos labios han prodigado infinidad de alabanzas. Don Santiago de Ascanio y Montemayor se ofrece a secundar la obra donando 20 mil duros para tal fin. £ 1 espíritu de desprendimiento del Sz. Ascanio es verdaderamente inagotable. £ 1 público conoce muchos rasitos del mismo sefior, como es la donación de solares para la instalación del local para la Escuela Industrial, pero hay otros ocultos ( jue la humildad cristiana veda publicar porque perderían su matiz y perfume. Bistenle al generoso' donante las oraciones y bendiciones de sus numerosok favorecidos. Pero cuando se trata de una obra que redimda en beneficio de la caridad, de esta ciudad hambrienta de educación social y cristiana, de la gran masa obrera, es necesario decirlo muy alto, con las mil trompetas de la fama, para que el pueblo conozca que hay todavía ricos que le aman y se sacrifican por él; que los ricos no son sus enemigos, sino sus grandes bienhechores, los que velan a su cabecera, dan pan a sus hijos, y se muestran solícitos a sus múltiples necesidades. D. Alejandro Hidalgo y D. Santiago de Ascanio pertenecen a aquellos ricos que practican el Evangelio de Cristo, con nobleza'de espíritu, desconocido en estos tiempos de frió egoísmo, • Loor a ellos que tan buen uso hacen de los bienes que Dios ha colocado en sus manos! La ciudad de Las Palmas les es deudora de inmensa gratitud. ( De * El Defensor de Canarias » , 4 de Mayo, 1933). Iltmo. Sr. D. Francisco 6our¡ é y Marrero Iltmo. Sr. D. Francisco 6ourié y Marrero Honxa las páginas de esta breve antalo^ ía de ca- " narios meritísimos el nombre, por todos cjuerido y respetado, de D. Francisco Gourié y Marrero, que recuerda al caballero pundonoroso, todo corrección y bondad, que jamás niega su cooperación a cuantas obras se intentan en bien de su patria, a la que Ka consaérado su vida entera, inspirada en su mejor progreso y desarrollo, luchando por su engrandecimiento moral, político y económico. E, s el Sr. Gourié uno de esos espíritus nobles, sinceros, prudentes, pero recios en sus determinaciones. Su habitual modestia le retiene ocupado en sus asuntos. Nó ba ambicionado públicas actuaciones, porque conoce sus quiebras y dificultades; pero, no obstante, ha sabido imprimir sello sintomático en los asuntos en que ha actuado, siendo siempre garantía de éxito y de honorabilidad su presencia en Sociedades, Institutos benéficos. Cabildos y Municipios. Político activo, ha militado a la sombra del gran patricio Sr. León y Castillo. Jamás traicionó ni explotó la amistad de este invicto caudillo de Gran Canaria. Su nombre se conserva incólume, libre de esas sombras que suelen acompañar a tantos políticos de oficio. Es la Agricultura para el Sr. Gourié una gran obsesión; y su éxito demuestra también su gran talento. E, l sabe que ella es fuente de riqueza para todos, y base de la Industria y del Comercio. Con su 56 ] OSé GONZÁLEZ BOPBÍOUEZ labor asidua Ka sabido avalorar sus propiedades rústicas, aumentando sus riquezas, y beneficiando con ello a innumerables obreros, c( ue viven bajo su é^ ida paternal, y a diario bendicen su nombre. La generosidad y magnificencia de este caballero son harto notorias. Sus fincas son pequeños cotos en los que el labrador tiene su casa y constituye su familia, con carácter hereditario. Posee, además, una sólida fortuna bien fundada y adm. ínistrada. Son numerosas las empresas que ha acometido el Sr. Gourié, entre las que merece especial mérito la edificación del grandioso templo de Arucas, que a su arresto varonil debe su existencia. La hermosa ciudad de Arucas puede hoy enorgullecerse de esta magnífica donación, porque cuenta entre sus hijos al gran hacendista D. Francisco Gourié y Marrero, de grandes convicciones religiosas, que ha querido que su fe tenga en ese templo un marco magnífico, como su caridad la tiene en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Las Palmas, obras muy predilectas del Sr. Gourié, y qne dejan bien probadas sus acrisoladas virtudes. Con justo interés incluimos en nuestra publicación el retrato de este ¡ lustre canario, cuya característica puede sintetizarse en la virtud, el ejemplo y la caridad. £ ste es su mejor elogio. Nació en Las Palmai; ha desempeñado durante 12 aSos el catgo de Concejal de este Ayuntamiento.- Concejero del Cabildo Insular; fundador del Monte de Piedad y Caja de Ahorros; Miembro del Consejo Insular de Fomento; Miembro de la Junta de Obras del Puerto; Presidente de la Heredad de Aguas de Arucas y Firmas; Vocal de los Depósitos Comerciales; Impulsor de la Industria Azucarera de Gran Canaria; Organizador de la Cámara Agrícola, etc., etc.- En sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Arucas le fué conferido el título de Hijo Adoptivo de aquel puebla. Algunos datos de la Iglesia de Arucas La última revuelta de la carretera nos muestra gallardamente, entre el blancor de un diseminado caserío, las altas crestas de ac( uella deslumbrante flor gótica— evocadora de pasadas épocas y de álo-ríosos recuerdos—, luciendo sus variados y atractivos matices, Al abandonar el coche me interné por una empinada callejuela, que me conducía rectamente al pie de la iglesia. £, ra para mí de suma importancia « penetrar » en los misterios de aquellos afanes, cuando sólo la constancia llevaba a realidad la idea preconcebida por el Sr. Gourié y otros significados elementos. Desde la colocación de su primera piedra, el año de l9o9, no se ha interrumpido el constante trabajo de los obreros del bello pueblo canario, que, alentados y protegidos por el Sr. Gourié, aspiran a convertir su iglesia en una verdadera filigrana del arte plástico. E, l Párroco, don Francisco Cárdenes Herrera, me condujo a la terraza, enseñándome y explicándome los más pequeños pormenores, para que mi información resultase veraz, interesante y no exenta de carácter histórico. Desde las alturas distitiguí, a vista de pájaro, la extensa y verdegueante campiña de Arucas, el conjunto de los edificios públicos, las acequias y las estribaciones de la lejana cordillera. El sol prestaba variadas tonalidades a los fértiles campos, y las 58 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ emanaciones de la yerba subían basta lo alto, envolviéndonos en olores silvestres. Es cjue el alma del artista se estremece al contacto de la Naturaleza, que se complace en tributar sus caricias de madre amantísima. Ciento dos escalones de ¿ ranito nos separan del pavimento. Lentamente, palpando entre las sombras árises de aquellos interminables laberintos Hedamos a la calle. El Sr. Cárdenes me babló largamente de las dificultades que la Junta de obras del templo babía tenido cjue vencer para dar cima a tan importante construcción. Penetramos nuevamente en el templo. Deslumhrado por la policromía fastuosa de acuellas grandes vidrieras, quise saciar mi curiosidad de curioso cronista: — Padre, dígame V.: ^ cuántos retablos llevará la iglesia? Y él, rápidamente, sin vacilaciones ni esfuerzos mentales, contestó al punto: — Ocbo. ¿ Quiere V. tomar nota? » lDesea llevar al libro algunos pormenores del templo? Pregun-teV. Vacilé un instante. Mi buena memoria no me permitiría retener tanta cosa como llevábamos vista. Enristré el lápiz y comencé preguntando: — Vaya indicándome el asunto que representa cada vidriera y el nombre de su donante. — Primera, donada por don Francisco Gourié y su hermana doña Rosario ( S. Juan Bautista predicando junto al Jordán); otra, por don Blas Rosales Batista ( S. Blas); otra, por un servidor ( S. Francisco); otra, por doña María Rosales Marrero ( Bautismo de Cristo por S- Juan); otras dos, por el Exce- PRO CULTURA 59 lentísimo Sr. Marqués de Arucas ( Viráen del Rosario y S. Ramón, y S. Bruno y Santa Saturnina); otras dos, por la Junta de Sras. constituida a este fin ( S. Francisco Javier bautizando a los indios, y S. Silvestre, Papa, bautizando a Constantino); otras dos, por doña Josefa Ponce Martín ( S. Rafael Arcángel con el joven Tobías); otra, por don Manuel del Toro González y su esposa doña Dominga Marichal Martín ( martirio de Sta. Lucía); otra, por don Manuel Hernández Pérez ( Virgen del Rosario entregando el Rosario a Sto. Domingo), y Sta. Rosa). Esta vidriera ostenta la siguiente dedicatoria: « A la memoria de doña Rosario Suárez, su esposo don Manuel Hernández Pérez e hijos » ; otra, con dedicatoria: « Don Demetrio Granado, a la memoria de su Sra. esposa doña Rosario Martos ( tránsito de S. José); otra, por don Manuel González Chávez y su esposa doña María del Carmen Suárez ( Virgen del Carmen y S. Fernando); otra, por la Hermandad del Carmen establecida en esta Parroquia ( el Corazón de María y el Padre Claret); otra, por el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, dirigido por las Hijas de la Caridad ( Virgen Milagrosa); otra, por don Elias Hernández Pérez, doña Francisca y doña Dolores ( Kermanos) ( Corazón de Jesús); cinco pequeños rosetones y tres grandes, por la Junta de la iglesia ( el del centro. Espíritu Santo; los restantes, las cuatro alegorías de los cuatro Evangelistas. Los tres grandes simbolizan a Jesús, a María y a S. Juan Bautista. — Padre, iy la pila bautismal? Monde se confeccionó? — Es la misma de la antigua iglesia. Las tres ^ 0 ] OSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ campanas y el vallado del Comulgatorio son también los mismos. —. íCuándo se bendijo el templo? — El 18 de marzo de l9o7. Aun no se había levantado del todo, dijo una misa el ST. Obispo. — ¿ Y ( juiénes son esos buenos señores que tan desinteresada y amablemente prestaron su valiosa cooperación? — Vea V.— me contestó—; son unos excelentes patriotas, que no pierden ocasión de sacrificarse por su pueblo. Actualmente se halla constituida la Junta por los siguientes Sres.: Don Francisco Gourié y Marrero, presidente; don Juan Rosales Batista, tesorero; don Juan Manuel Martín Rodríguez, secretario ( fallecido). Vocales: Don Francisco Cárdenes ( párroco), don Manuel del Toro González, don Do-mingo Barboza, don Arturo Codorniú, don Antonio Rodríguez, don Antonio del Toro López, don Demetrio Granados, don Juan Blanco García, don Ramón Cedrés ( presbítero), don Juan Francisco González ( presbítero), don Fernando Navarro ( arquitecto), don Sebastián Quesada, maestro de obras ( fallecido). Junta ejecutiva: Presidente, Tesorero y Cura párroco. Algunas horas de reposo las dediqué a la divertida charla con mis buenos amigos los hermanos Ramos, barberos del pueblo, que me facilitaron algunos datos para la dirección en mis trabajos de información. Un cordial y cariñoso saludo. Excmo. Sr. D. Alejandro Hidalgo y Romero Excmo. Sr. D. Alejandro Hidalgo y Romero La Kistórica y anticua Villa de Agüimes, patria, en todo tiempOj de canarios distinguidos, tuvo la suerte de ver nacer, en su seno, a este bienkeckor insigne de la Gran Canaria, espléndido como un rey, y modesto como un asceta. E, l, es una prueba de lo cjue pueden Kacer una voluntad tenaz y una inteligencia cultivada puestas al servicio del trabajo bonra4o- Porc( ue este gran señor y opulento propietario c( ue habita boy casas suntuosas, y tiene productoras y bellas posesiones en Las Palmas, Arucas, Guía, Telde y Moya, ni nació en palacios, ni se meció en cunas doradas. La fortuna respetable ( jue tiene, fruto es de vigilias y de estudios, de afanes y de sudores. Por eso, él, qáe Ka probado las dulzuras de un descanso, justamente merecido, después del bregar intenso, largo y provechoso, odia la holgazanería y ¿ iversión al trabajo, y ensalza y alienta la laboriosidad, protegiendo a los due buscan la cultura, que da medios lícitos para mejorar las condiciones de la vida, y alcanzar los puestos más elevados. Dedicado a la enseñanza en sus años juveniles, vio con su talento claro, que los grandes males, pesadilla constante de la Sociedad presente, tienen por causa principal la falta de instrucción, especialmente en la masa obrera. Tal vez pensó, desde entonces, adquirir fortuna para hacer bien con ella a las clases pobres, a las que ya había consagrado, en las escuelas, sus energías y amores de maestro. El contac- 6 2 lOSi; GONZÁLEZ RODRÍGUEZ to y comunicación de espíritus ( Jue establece la cátedra entre Profesor y alumnos, le hizo descubrir, en los hijos del pueblo, ináenios escondidos, aptos para las artes y las ciencias; verdaderos diamantes en bruto, cjue no esperan más que la mano del lapidario para brillar esplendorosos y lucir sus variadas facetas. y soñó que tal vez, aláún día, podría buscar ese lapidario que los puliera y labrara. Y así fué: Desde que, proteáido por Dios, se vio dueño de abundante caudal, determinó destinar una aran parte de éste a recoger y educar a los hijos del pobre, para convertirlos/ en buenos ciudadanos, instruidos, honrados y laboriosos. Mientras viáilaba sus extensas heredades, y dirigía personalmente las reformas, explotaciones y plantaciones, que las han convertido en fincas pri" morosas, re ¿ ocijábase vislumbrando el gran servicio que habían de hacer a su país los productos de aquellos trabajos... Y pasaron los años de lucha, y, con ellos, los fervores políticos que tanto le apasionaron, cuando, por sus grandes méritos y valiosos servicios, fué Jefe del partido liberal y Alcalde de la Villa de Moya. Fué entonces cuando este pueblo le nombró su hijo adoptivo, por su gestión activa y provechosa en favor del Municipio, cuyos destinos rigió por largos tiempos. Retirado ya de la vida pública, consagrado a su familia y a sus amistades, sin más ocupación que la alta inspección de sus negocios, ejecutó, al fin, la obra tan deseada que le ha inmortalizado entre los canarios agra< lecidos. Tal es LA FUNDACIÓN DE LAS ES-cuniAS PROFESIONALES SALESIANAS, cuyo elogio ma- PRO CULTURA 63 yor es oír, ver y palpar lo c( ue se aprende y se hace en sus aulas y talleres. E, n ellas— además de educarse más de trescientos niños de la Ciudad y de los campos— Kay doce becas perpetuas: seis para seis niños pobres de Aáüimes, por ser el pueblo natal del fundador, y otras seis para otros tantos niños de Moya, por haber pasado en este pueblo la mayor parte de su vida, y radicar, en él, mucKa de su ri- < lueza. Gran Canaria entera quedó admirada ante este desprendimiento, atjuí sin precedentes; y se apresuró a manifestar su agradecimiento con obras que son amores. El Excmo. Ayuntamiento de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad del Real de Las Palmas, en sesión de l5 de febrero de l9z4, acordó, por unanimidad, nombrar al fundador Hijo ilustre de la Ciudad, entregándole solemnemente el Diploma en que se hace constar este nombramiento, dando el nonibre de Alejandro Hidalgo a la vía urbana donde están situadas las escuelas fundadas por él, y solicitando del Gobierno de S. M. que se le conceda la Gran Cruz de Beneficencia con distintivo blanco. E, l Ayuntamiento de Agüimes, al que regaló, para fabricar grupos escolares, el amplio solar del antiguo convento de Sto. Domingo de aquella Villa, le ha nombrado, por aclamación, su Hijo predilecto; ha dado su nombre a la mejor calle « como prueba de gratitud por los notables beneficios que ha hecho a su pueblo natal, y para perpetuar la memoria del hijo generoso de la Villa, por el rasgo hermosa de caridad que ha realizado en beneficio de la infancia desvalida de la Villa entera » , y acordó colocar su retrato y busto en lugar conveniente, « para que las 64 JOSé GONZÁLEZ KODRIGUEZ presentes y futuras áeneraciones conozcan a este hijo bienhechor del pueblo » , añadiendo cjue « hombres hidalgos como éste debieran ser eternos para alivio y consuelo de ac( uellos seres sin recursos que disfrutan y disfrutarán de sus actos humanitarios, que no pueden ser discutidos. » ( sesiones de 5 de febrero y 16 de agosto, y oficio de l9 de octubre de 1924). El pleno del Ayuntamiento de Moya, acordó, también por aclamación, manifestar su gratitud y reconocimiento por las seis becas fundadas para hijos pobres y huérfanos de aquella Villa, por don Alejandro Hldaléo y Romero, hijo adoptivo de la misma, cuyo nombre ha de llevar la calle llamada Priniipal en la que está su casa situada ( sesión de 24 de aéosto de l924). El « Gabinete Literario » , la más anticua y culta Sociedad de Las Palmas, y la que tiene historial más glorioso en el progreso científico y artístico, decía a Don Alejandro Hidalgo, en oficio de 7 de aíiosto de l924: « El altruista y humanitario acto jior V. realizado, dotando a esta Ciudad de un Establecimiento que permite a los niños pobres ¿ ozar de los beneficios que reportan la educación e instrucción, no podía silenciarlo esta Sociedad, que ha venido consíantemente preocupándose por el bien moral y material de la Isla toda. Por ello, la Junta Directiva acordó, por unanimidad, hacer expresa constancia en actas de la más entusiasta felicitación a V., por su generoso desprendimiento en bien de les niños, no dudando que recoáerá V. los frutos a que, por acto de tal valor social, se ha hecho acreedor. » Parecidas alabanzas y felicitaciones le han PRO CULTURA 65 tributado también la anticua Sociedad Católica de Obreros y el Círculo Mercantil de Las Palmas; la Deleáación del Gobierno de S. M., la cual lo ka propuesto para una recompensa honorífica « por sus rasgos de altruismo y desprendimiento en favor de los pobres; el Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria; los subsecretarios de Gobernación y de Instrucción Pública y Bellas Artes, y Diputados y Personajes políticos de diversas tendencias. Merecen conservarse, entre otras, las hermosas palabras que le escribió el ex- Ministro D. Leopoldo Matos y Massieu, hijo amantísimo de esta tierra. Dicen así: « No cjuiero detener un solo instante la presentación ante V. de mi homenaje de afecto y de admiración por la obra que ha realizado, y que merece que, en todas las almas de Gran Canaria, brote, con la misma fuerza que en la mía se produce, un sentimiento de inmensa gratitud hacia V. Con independencia del sentimiento caritativo excepcional que refleja la escritura de fundación, se advierte bien claro que ella ha sido inspirada por un amor muy grande a Gran Canaria, y todos los que en ella nacimos quedamos ligados a V. por fuertes vínculos de reconocimiento. » Sin embargo, no son estos elogios, con ser de tanto mérito y venir de mentalidades tan altas, los que más agradan a Don Alejandro Hidalgo. La lisonja que más le halaga, el aplauso que le alienta, y el consuelo que le alegra y conforta, son el cariño y agradecimiento de los desh? redados de la Fortuna que se educan en la fundación lujosa que lleva su nombre. ¡ Con qué satisfacción y regocijo visita diariamente las Escuelas Salesianas, y s? coniplace en su obra de amor, recoirlendo jardines, aulas, gale- 6 6 lOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ rías y talleres, donde bulle y se a^ ita, y rumorea, y zumba un verdadero enjambre de educandos, ( jue, al llenar la casa con sus voces infantiles, mezcladas con el ajetreo del trabajo y de las niáquinas del taller, entonan un himno de gratitud a la caridad de su ilustre Bienhechor. Escritura de fundación benéfica y donación otorgada por D. Alejandro Hidalgo y Romero a favor de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, ante el Notario D. Luis Suárez Quesada, en la Ciudad de Las Palmas ( Gran Canaria), el día 26 de enero de 1924. NÚMERO CIENTO SETENTA Y CINCO En la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, a veinte y seis de Enero de mil novecientos veinte y cuatro. Ante mí, D. Luis Suárez Quesada, Notario de esta Capital, mí vecindad, COMPARECEN para establecer una fundación benéfica y celebrar un contrato de donación condicional. De una parte como fundador y donante D. Alejandro Hidalgo Romero, de setenta y tres años de edad, propietario, casado en terceras nupcias con Doña Aurelia Marrero y Ma-rrero, vecina de esta Ciudad, con domicilio en la calle de Pe-rojo y cédula personal de séptima clase, dada el día nueve de Agosto próximo pasado bajo el número uno. Y de otra parte como donatario D. Guillermo Viñas Pérez, de cuarenta y cuatro años de edad, soltero. Presbítero y vecino de Sevilla, con residencia accidental en esta Ciudad. Tiene cédula personal de undécima clase librada el veinte de Enero del pasado año con el número cincuenta y cinco mil doscientos trece. INTERVIENEN D. Alejandro Hidalgo, por su propio derecho, y el señor* Viñas Pérez, como Inspector en la provincia de la Bética, de cuya capital es vecino, de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » , cuyo cargo asegura y a mí el Notario me consta 68 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ por notoriedad está ejerciendo en la actualidad, y para el cual fué nombrado en el correspondiente Capitulo, se^ ún resulta de la comunicación de c( uince de Julio de mil novecientos veinte, expedida por el Rector Mayor de la Congregación, D. Pablo Albera, que en este acto me exhibe. Dicha sociedad está autorizada para estar establecida en España atendiendo a que su fin principal es el ejercicio de la caridad en favor de la clase pobre y de los niftos, proporcionándoles un oficio, según consta de Real Orden del Ministerio de Gracia y Justicia de fecha veinte y cinco de Octubre de mil ochocientos noventa y tres y aparece inscrita dicha Asociación denominada cPia Sociedad de San Francisco de Sales » , constituida en veinte de Mayo de mil novecientos uno, con domicilio en Sevilla, Convento de la Santísima Trinidad, en el Libro Registro de Sociedades al folio cuarenta y nueve, con el número trescientos ochenta y ocho, de conformidad con lo prevenido en el artículo octavo de la Ley de Asociaciones de treinta de Junio de mil ochocientos ochenta y siete, según así consta de una certificación del Gobierno Civil de la repetida provincia, de feha veinte y ocho de Diciembre de mil novecientos diez, expedido por el Secretario D. Luis González de Sanquintin, con el visto bueno del Gobernador Sr. Valcárcel; según todo consta de la escritura de mandato que el propio compareciente Señor Viñas Pérez, otorgó a favor de don Joaquín Bressán y Colussi, Superior y Director de la Casa y Colegio de Salesianos de Sevilla, el día treinta y uno de Julio del próximo pasado año ante el Notario de la nombrada Ciudad D. Félix Sánchez Blanco y Sánchez, el cual instrumento público obra testimoniado a continuación de la matriz de la escritura de compra- venta celebrada ante mf el día veinte y siete de Septiembre último y que lleva el número dos mil doscientos ocho del protocolo correspondiente, del cual poder pondré testimonio a continuación de esta matriz. Conozco a los comparecientes, constándome sus respectivas proftsión y vecindad. Aseguran tener y tienen a mi juicio capacidad bastante para oblijarse, y en tal virtud EXPONEN: PRIMERO: D. Alejandro Hidalgo y Romero que es dueño y legítimo poseedor de las siguientes FINCAS situadas en el término municipal de esta Ciudad. A. Un trozo o parcela de terreno labradío, de secano PRO CULTURA 69 y de ríelos, coa los accesorios que se dirán, paite de la hacienda denominada Santa Catalina, en el Barrio de Los Arenales, el cual se comunica con la carretera que dirige al Puerto de la Luz por una rampa o pasadizo de setenta metros lineales de longitud, por veinte de anchura, el cual pasaje forma parte de esta finca. Linda el todo, al Naciente, con terrenos < lue fueron de la finca principal y pertenecen hoy a la « Pia Sociedad de San Francisco de Sales » , por entre cuyos terrenos cruza la susodicha rampa o faja que llega hasta la carretera antes nombrada, teniendo por este límite una extensión lineal de noventa y cuatro metros veinte centímetros; al Poniente en una extensión de cuarenta y seis metros y setenta y seis centímetros lineales, con resto de la finca principal que pertenecen a la « Congregación del Sagrado Corazón de Jesús » , haciéndose constar que por este lindero existe y es objeto tatnbién de la donación un cercado de plataneras, el cual termina precisamente en la línea divisoria de este trozo y el resto que allí queda a la expresada Congr<> gaeión; por el Norte en una extensión lineal de ciento treinta y ocho metros, con terrenos de los Señores Blandy Brothers y Compañía; y al Sur con terrenos del Hotel de Ssnta Catalina que pertenecen al £ xcmo. Ayuntamiento de esta Capital, en una extensión de ciento cuarenta y un metro también linéale » . Ocupa el todo, con inclusión de los accesorios que se expresarán, la superficie total de doce mil novecientos cincuenta metros, ocho mil setecientos cincuenta y seis centímetros cuadrados. Tiene como accesorios un edificio de planta alta que estuvo destinado a Colegio de Señoritas; ocupa el mismo la total superficie de dos mil quinientos cinco metros cuadrados; o sea, por su frontis o naciente, cincuenta metros lineales; por el Sur o izquierda entrando, cuarenta y siete metros lineales; por el costado del Norte o derecha, cincuenta y ocho metros, cincuenta centímetros también lineales, y por el Poniente o espalda, sesenta y un metro cincuenta centímetros, asimismo lineales, figurando dicha edificación por este último costado un ángulo recto: también por este lindero se ha construido y obra adosada al mismo una cocina, la cual forma un cuadrilátero de trece y medio metros por siete, anxbos lineales, cuya cabida se ha incluido en la de la edificación, por la espalda de este inmueble, y hacia el costado del Sur, existe un algibe cubierto en la actualidad, el cual tiene una capacidad aproximada de setecientos metros cúbicos; también y por el frontis, hacia la derecha del mencionado edificio hay un pozo, en el quj se alumbra aguas, teniendo instalado para la extracción de In;; 70 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ mismas, un motor con bomba: y por último, por el lindero Norte de la finca descrita, y en linea posterior a la Casa- Colegio, se encuentra un gallinero; por su costado Naciente y frente al mismo está una habitación que viene destinada a carbonera. Vale esta linca treinta mil pesetas. B. Un cuarto paja de agua de la del abasto público, que se denomina de la Fuente de Los Morales. Vale mil ( jui-nientas pesetas. C. Una hora y doce minutos de reloj de agua por el Heredamiento de Triana, su entrada cada tercer Sábado, o séase dos horas y veinte y cuatro minutos cada treinta dias que son los de dula. Su valor mil pesetas. D. Y ocho horas y cuarenta minutos de reloj de agua por el mismo Heredamiento de Triana, que entran a regarse cada treinta y nueve dias de que consta el período de dula, sin expresarse el día fijo de ésta por no existir en dicho Heredamiento. Vale ocho mil quinientas pesetas. CARGAS: Manifiesta el Sr. Hidalgo que las citadas fincas se hallan libres de gravámenes. TÍTULO: Las adquirió por compra que hizo a la « Congregación del Sagrado Corazón de Jesús » representada por la Muy Reverenda Madre Rosa Bonafós Bermejo, mediante escritura ^ elebrada ante el infrascrito Notario el veinte y siete del próximo pasado Septiembre, de la cual tengo a la vista una primera copia que fu ¿ inscrita en el Registro de la Propiedad del partido a los folios ciento sesenta y tres vuelto, sesenta y siete, setenta vuelto y trece vuelto, de los tomos trescientos treinta y uno, trescientos diez y nueve, doscientos veinte y nueve y doscientos cincuenta y tres de Las Palmas, fincas números once mil trescientos sesenta y seis, dos mil ciento ochenta y siete, tres mil treinta y dos y siete mil novecientos setenta y ocho, inscripciones segunda, décima sexta, secunda y décima sexta, respectivamente. SEGUNDO: D. Alejandro Hidalgo Romero tiene el propósito de que los reseñados bienes tengan siempre en esta Isla de Gran Canaria un destino benéfico insular, para lo cual se ha concertado ¿ on la « Pía Unión de San Francisco de Sales » a fin de que la misma cumpla aqui la altísima misión de su Instituto educando e instruyendo niños pobres, habiendo celebrado un convenio que las partes formalizan en las siguientes CLÁUSULAS I. D. Alejandro Hidalgo Romero hace donación intervivos a la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » repre- PRO CULTURA 71 sentada en este acto por el Inspector Provincial D. Guillermo Viñas Pérez, de todos los bien » descritos en el particular primero de la exposición de esta escritura, para destinarlos al cumplimiento de los fines de aquslla Institución, o sea a la educación e instrucción de niños pobres de esta Isla. Bien entendido que, aunque varíen los Estatutos de dicha Institución, ni por ningún motivo previsto ni imprevisto ni en ningún momento, podrán destinarse el edificio y los solares donados a otros usos que no sea el aquí expresado. II. La donación se efectúa con las siguientes condiciones: A. La fundación se denominará « Fundación de Alejandro Hidalgo Romero- Cscuelas Profesionales del Sagrado Corazón de Jesús » , y este membrete llevarán todos cuantos docunientos, oficios, cartas y toda clase de papeles se utilicen en la misn^ a. B. Tendrán preferente derecho a ser admitidos en el establecimiento los hijos de los sobrinos carnales del Sr. Hidalgo Romero, siempre que tales hijos sean pobres. Por hijos habrán de entenderse lo que la palabra significa en su sentido literal y no otros descendientes. C. Habrán también de ser admitidos en segundo lu^ or y con preferencia a otras personas, doce niños: seis de la Villa de Agüimes y otros seis de la de Moya, los que han de reunir necesariamente las condiciones de ser huérfanos y pobres, de haber nacido en los términos municipales de las mismcs y estar residiendo en ellos en el momento en que saan elegidos para ingresar en estas Escuelas. Estos niños recibirán gratuitamente y mientras permanezcan en las EscucUs, instiucción, educación, alimentos, ropas de todos usos, asistencia médica y farmacéutica y todo cuanto les sea necesario pata su vida y conservación hasta completar la educación que proporcionan dichas Escuelas en todos los grados. La designación de estos niños corresponderá u los señe-res Curas Párrocos y Alcaldes respectivos, de los indicados pueblos. En el caso de que en uno o en ambos de dichos términos municipales excedieran del número de seis los niños que reúnan iguales circunstancias de ser huérfanos y pobres, el Señor Alcalde y Cura Párroco del Pueblo que se encuentran en este caso, formarán una lista en la que que se incluirán todos los niños que se encuentran en dicha igualdad de condiciones y procederán al sorteo de los mismos, designando entonces la suerte los que hayan de ser elegidos para cubrir las seis plazas referidas. 72 losé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Pero, si en cualquiera de los dichos pueblos de A^ üi-mes y Moya, no pasaren del número seis los niños que sean pobres y huérfanos y sobrare uno o más plazas que cubrir para llegar al indicado número, las dichas Autoridades Civil y Eclesiástica del término respectivo formarán otra lista de niños que necesariamente tendrán que ostentar la condición de pobreza, y procederán a la insaculación de los mismos en número bastante hasta completar las seis becas o plazas a que cada término ntunicipal referido tiene derecho. £ 1 sorteo se efectuará en la forma que las mismas Autoridades que intervienen en él estimen más Conveniente. D. La donación a favor de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » ha de entenderse con amplias facultades para usar y disfrutar los mencionados bienes sin que el Estado ni nadie, ni ahora, ni en lo sucesivo, tengan que mezclarse en ello ni en el régimen y marcha del Establecimiento y sin que la Institución ten^ a que dar cuenta absolutamente a nadie, pues todo queda en su conciencia y libre de toda intervención. E. La donación durará mientras la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » quiera ejercer su ministerio en esta Isla, utilizando los bienes donados, para instruir y educar niños pobres de la misma. F. Sí por cualquier circunstancia esta Isla pasare a poder de otra Nación, y ésta no consintiere a la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » seguir ejerciendo su altísima misión de educar e instruir niños pobres, los bienes que van donados pasarán a la « Superior Corporación Administrativa » de esta dicha Isla, pero con la precisa condición de que no se podrán por ningún motivo destinar dichos bienes a otros usos que a los dichos, o sea, a educar e instruir niños pobres de la misma. G. Si por cualquier motivo forzoso o voluntario, previsto o imprevi. sto, tuviere la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » que abandonar esta Isla y por ello no pudiera continuar su obra de educación e instrucción de niños pobres, el Patronato que luego se instituirá, determinará la aplicación que deba dársele a los bienes aquí donados, teniendo en cuen-ti que según se dice varias veces en esta escritura es la voluntad c^ e' donante que no se les dé a dichos bienes otra aplicación distinta de la de educar e instruir niños pobres de esta Isla. Si la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » por causas ajenas a su voluntad tuviera que abandonar esta Isla, o no les conviniere continuar en la dirección y desempeño de esta Institución, una vez desaparecidas dichas causas, tendrán PRO CULTURA 73 derecKo preferente a cualquiera otra Comunidad o particulares, para hacerse cargo nuevamente de la referida Institución, aunque de esta estuvieren ya encargadas otras personas. H. Será de cuenta de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » el pago de las contribuciones, tributos, arbitrios y todos los impuestos, directos o indirectos, con que ahora o en lo sucesivo graven dichas fincas el £ stado, la Provincia, el Municipio o cualquiera otra entidad. Igualmente será de cuenta de dicha Institución la conservación y entretenimiento de dichas fincas. I. La « Pía Sociedad de San Francisco dé Sales » dejará a beneficio de esta fundación todas las obras, reformas y mejoras que hagan en el edificio y solares donados, sin que por dichas obras o reformas, puedan reclamar nada en ningún tiempo ni a nadie. Para las referidas obras, reformas y mejoras, no necesitará la dicha « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » permiso, autorización ni aprobación de nadie. J. Tendrán el carácter de Patronos de esta obra benéfica el fundador D. Alejandro Hidalgo Romero, mientras viva, luego sus parientes D. Antonio, D. Jacinto y D. Juan Artiles Fabelo, por el orden que van nombrados, y por fin cuando el último de ellos haya fallecido, una Junta compuesta por el Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria ( si esta Corporación no existiere el Presidente de la Superior Corporación administrativa de esta Isla y que radique en la misma), el Alcalde de esta Ciudad de Las Palmas y el Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del Pais. Si los acuerdos que tome esta Junta no fueren por unanimidad o mayoría para que aque'llos sean ejecutivos, será condición indispensable que las Corporaciones, en Pleno, que presidín dichos Señores, por mayoría entre las mismas, aprueben lo hecho por ellos. K. El Patrono tendrá la representación plena de la obra benéfica, judicial, extrajudicial y gubernativamente, pero mientras de dicha obra esté encargada la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » se respetará estrictamente lo dispuesto en la condición D. precedente. L- Si en cualquier tiempo o por cualquier motivo, el Estado o cualquiera otra Corporación expropiare una parte de los bienes donados, el importe de ella lo recogerá el Superior de la Comunidad a cuyo cargo esté la Fundación, el que de acuerdo y con autorización del Patronato, lo invertirá en mejorar los bienes de la Fundación. M. Si la expropiación que dice la condición que ante- 74 losé ObNZÁLEZ RODRÍGUEZ cede fuere total, o sea de todo el edifício y solares donados, el importe será depositado en el £ stablecinúento de Crédito Que más y mayor garantía ofrezca de los que trabajan en esta Plaza. Este dinero será invertido en adquisición de un edificio o solar donde construir el edificio que será destinado a instrucción y educación de niños pobres de esta Isla. La adquisición del edificio solar dichos y la construcción del edificio en su caso, se hará con el Patronato, siempre de acuerdo con el Superior anteriormente citado, el que será Director administrativo de la obra. N. Cn la última enfermedad del fundador D. Alejandro Hidalgo Romero, éste será acompañado en sus postreras horas por un Sacerdote de los que se hallen en el Establecimiento por él fundado, y al ocurrir su muerte será acompañado en la procesión fúnebre por todo el personal y niños de aquél. El sepelio se efectuará al pie del Altar Mayor de la Capilla del referido establecimiento, si las leyes sanitarias lo consintieren, y en otro caso se trasladarán sus restos a dicho sitio, lo antes posible, con arreglo a aquellas leyes. En el mismo luáar deberán colocarse los restos de los padres y de las tres esposas del Sr. Hidalgo Romero. O. No por motivo de vanidad sino para que los niñus recuerden siempre a su bienhechor, el busto y un retrato del donante D. Alejandro Hidalgo Romero, se colocarán en los sitios más visibles del Establecimiento. III. D. Guillermo Viñas Pérez, en nombre y representación de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » acepta la donación en la forma indicada. Así lo otorgan los comparecientes a presencia de los testigos D. José Alba Pérez y D. Marcelo de Sancho Martínez, ambos de esta vecindad y sin excepción según expresan. Quedan hechas las reservas y advertencias legales pertinentes a esta escritura que va extendida en ocho pliegos de séptima clase, serie B., número ochocientos diez mil seiscientos dos y ios siete siguienies en orden correlativo. Leída por mi, el Notario, esta escritura, en un solo acto a los otorgantes y testigos previa advertencia y renuncia del derecho que tienen a leerla por sí, le prestan los primeros su aprobación consintiendo expresamente y firman con dichos testigos. De todo el contenido de este instrumento, yo, el Notario, doy fe.- Siguen salvadurns de erratas. Alejandro Hidalgo, Guillermo Viñas Pérez.- José Alba Pérez.- Marcelo de Sancho. Signado, Luis Suárez Quesada. Dr. D. Silvestre Bello y Rodríguez Dr. D. Silvestre Bello Rodríguez Conceptuado como uno de los más afamados y distinguidos médicos de nuestra Provincia, el señor Bello, con su habitual modestia y su peculiar y amable conducta, que le hace simpático e interesante, ha sabido cultivar con provecho la moderna Medicina, imprimiendo sello sintomático a cuantas cuestiones científicas se presentan ante él para su rápida y eficaz resolución. Rehusó nuestros deseos de llevarle a las páginas de esta publicación « por considerarse— nos dice— un vulgar obrero en la difícil profesión de curar enfermos." Aspiramos noblemente a dar a conocer la labor realizada por tan sapiente y modesto comprovinciano en el campo de la intelectuahdad: su Hoja académica le acredita de infatigable trabajador, colocándole en el poco accesible lugar de las distinguidas personalidades médicas de su época. Debido a su propio esfuerzo, en medio de la pobreza de su casa, y con el afán de hacerse útil a sus semejantes, el Dr. Bello cursó con aprovechamiento, en el Instituto de La Laguna, el grado de bachiller. En posesión de este título, y con el noble propósito de continuar sus estudios en el Extranjero, se trasladó a París, en donde aprobó las asignaturas correspondientes a la sección de ciencias de aquel bachillerato, estudios éstos que realizó con gran rapidez y verdadero aprovechamiento. Junto a eminentes autoridades médicas de aque- 76 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ lia docta Facultad, adquirió los indispensables conocimientos, aprobando con brillantes notas todas las asignaturas de la carrera. Y no pararon aquí las aspiraciones del distinguido canario— que se afanaba por escalar el pináculo de sus aspiraciones--: preparó un valioso trabajo de Antropología, que presentó en los exámenes del Doctorado, habiéndosele conferido el honroso título de Doctor Laureado. Fué entonces cuando, aconsejado por distinguidos paisanos, y obligado por cuestiones familiares, hizo reválida en Madrid, cuya tesis desarrolló con toda brillantez, otorgándosele nuevamente el título de Doctor. Numerosos y muy interesantes trabajos suyos han visto la luz pública en revistas y periódicos profesionales españoles y extranjeros. Con ser muchas las materias cultivadas por nuestro biografiado, tan sólo una llena por entero el campo de su verdadera vocación: la Medicina. Los estudios antropológicos caen también dentro de sus aficiones favoritas. A pesar del buen deseo que nos anima a transcribir alguno de sus trabajos científicos, siguiendo el orden y pauta de nuestra obra, han resultado inútiles nuestros esfuerzos. « No quiero exhibiciones— nos repite—, sino el trabajo, la constancia en el fiel cumplimiento de los deberes profesionales... » Las escasas noticias que, acerca de su vida, pudimos adquirir entre sus numerosos admiradores, y el fehaciente testimonio de sus muchos premios académicos, son evidentes deinostraciones de una sólida reputación, y de una distinción bien merecida. Perdónenos el sapiente Doctor esta desagradable y entrometida libertad, ocupándonos en los asuntos privados de su vida y considere que, al hacerlo. PRO CULTURA 77 nos guía tan sólo el más sincero de los afectos y la más fervientes de las admiraciones. * * * Bachilleí por el Iiutituto de La Laguna en l7 de marzo de 1901.- Doctor en Medicina y Cirujfa por la Facultad de Parii en 1909. Venó • u te « is lobre « El (< mur y la tibia en el hombre y en loe antropoidei. Variacionea aegún el sexo, la edad y la raza » , premiado con medalla de oro, que le valió el titulo de Doctor Laureado, fué premiado, ademái, en la Sociedad de Antropolojia con el premio Broca.- Ei miembro de la Sociedad de Antropología de Paria.- Terminó en octubre, y al año « iguiente ( l9lO), en septiembre, hizo el Doctorado en Madrid, hirviéndole el mi « - mo tema ( Le fémur et le tibia cbee l'komms et les anthropoides. Varia-tions euivant le aexe, l'ate et la race).- Volvió a Canarias en l9lO, en donde ka permanecido por aauntoa familiares.- Ha publicado entre otros, los siguientes trabajos científicos en la revista de Antropología de París: < El Índice encefálico » , « Los huesos largoa: la ley de oposición » , « El tercer trocánter.- Ea aocio del Muaeo Canario; cirujano del Hoapital civil de S. Martin. M. I. Sr. D. José Marrero y Marrero Pbro. Don José Marrero y Marrero Amiáo González: El capítulo XI del Evangelio de S. Lucas nos cuenta que, un día, dijo a los Apóstoles el Divino Maestro: « Suponed < lue uno de vosotros tiene un ami^ o que, a media nocKe, le toca a la puerta, le despierta y le dice: « Ami^ o, préstame dos panes, porque acaba de llegar de viaje otro amigo mío, y no tengo qué ponerle delante. » Y el otro responde de dentro, diciendo: « No vengas a molestarme a esta kora, cuando ya está cerrada la puerta, y mis criados están, como yo, en la cama, y no puedo levantarme a dártelos. » Pues bien; si el otro persevera, tocando y llamando, os digo que se levantará a darle cuantos panes hubiese menester, no porque sea su amigo, sino para que no le siga importunando. » Es lo que V. ha hecho conmigo. Tantas veces, y con tanta insistencia, me ha pedido noticias de mi vida y de mis obras, que, a pesar de ser enen\ igo de estas exhibiciones— y conste que no es por modestia, sino por tenvperamento—, me veo obligado a darle el Extracto de mi Hoja de servicios, para que me deje, al fin, dormir y comer, y pasear tranquilo. Como en mi Hoja nada hay de bueno— a pesar de que procuro callar discretamente lo mucho malo que tengo hecho—, me consuelo pensando que lleva en el pecado la penitencia: nadie habrá de leer ni comentar estas pequeneces mías, en las que solamente se ha fijado Dios, que ha de pedirme cuenta de ellas. 80 José GONZÁLEZ RODRfOUEZ Nací en « Las Madres » , barrio precioso del Municipio de Firmas, en noAriembre de l874, y en una vieja y humilde casucha, situada al borde de un barranco, cubierta de enredaderas, sombreada por hiáueras, perales y naranjos, y rodeada de Veraneos y rosales. Estudié las primeras letras en el Colegio de Santo Tomás, de Las Palmas,
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Calificación | |
Título y subtítulo | Pro cultura : biografías de personalidades contemporáneas que más han contribuido al progreso intelectual, material y artístico de Canarias |
Autor principal | González Rodríguez, José |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Tipografía Sarmiento |
Fecha | 1926 |
Páginas | 361 p. |
Materias |
Personajes célebres Canarias Biografías |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 19442702 Bytes |
Texto | PRO CULTURA BIOGRAFÍAS 1927 PRO CULTURA JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ PRO CULTURA BIOGRAFÍAS DE PERSONALIDADES CONTEMPORÁNEAS QUE MÁS HAN CONTRIBUÍDO AL PROGRESO INTELECTUAL, MATERIAL Y ARTÍSTICO DE CANARIAS VOLUMEN II áíN VALOR COMERCIAL 1926 LAS PALMAS Tip. SARMIENTO PÉREZ SALDOS, 22 El propiedad del autor. Detechot retervadQa. Tipoárafía SARMIENTO. Péí. z Galdós. 22.- LAS PALMAS dedicatoria Al Excmo. Sr. Don José Azofra del Campo, ilustre y benemérito hijo de Gran Canaiia, con todo afecto y gratitud. El Autor. CONFIRMACIÓN Prologué brevemente el primer tomo de este libro biográfico. Su autor, don José González y Rodríguez, me ruega ahora que también prologue el segando. ¿ Para qué? Non bis in idein, « nunca segundas partes fueron buenas » . Además, la obra, ya presentada al público, no necesita nuevas recomendaciones. Ella misma se recomienda, por los precedentes. Pero mi doble conjuro, en latín y en castellano, no me sirve de nada. El señor González opone a mis corteses negativas una resistencia inquebrantable. La voluntad del señor González ablanda las peñas. El tiene su refrán, el argumento de los buenos mendigos ( dicho sea sin ánimo de ofenderle): « pobre porfiado saca bocado » . Y, al fin, cedo a su porfía y enristro la pluma para escribirle otro proemio. ¿ Otro? No. Tendría que repetir en éste lo dicho en el anterior. Non bis in idetn... Aquellos mis renglones fueron como una cinta que enlazó un hermoso ramillete de notabilidades o autoridades tinerfeñas, entre las cuales tuvo a bien el señor González incluirme, aunque yo nací en Las Palmas. Hoy prepara la edición de la segunda parte de su libro, otro ramillete, de conspicuos de esta isla. Y me pide otra cinta en forma crítica prologal. En cierto modo, yo bauticé el primer volumen de PRO CULTURA. El segando, puesto que PRO CULTURA es el primero crecido y aumentado, lo confirmaré. Voy a darle la confirmación después de haberle dado el bautismo, ejerciendo funciones episcopales, corroboradoras de las sacerdotales del bautisterio. La criatura está ya completamente dentro de la Iglesia. Pero yo no soy párroco ni obispo. Soy un usurpador de altas jurisdicciones. El señor González Rodríguez tiene la culpa. Su refrán venció a mis conjuros latinos y castellanos, con los que traté vanamente de convencerle y desarmarle. Esto no es un prólogo, sino la invalidez de una confirmación, el abuso de una repetición. * * La obra cuya segunda parte aquí se anuncia, téngola por buena y útil en los propósitos del autor: abrir la galería histórica de nuestros hombres notables, sin distinción de esfera, carácter o género. Todo sujeto de algún relieve, en nuestro pequeñísimo mundo insular ( apenas un asteroide), paréceme que está llamado con justicia a hacer figura y número en esa falange... Y lo que el autor pone de su cosecha en la redacción de las biografías componentes del libro, acredita la agilidad de su pluma, tanto como el fino temple de su buen deseo. Rinde su tributo a nuestra Señora la Historia. Sólo sena de lamentar que, por comprensible benevolencia del señor González, se colara ¡ nás de un intruso en este templo de Minerva o de ^ a Fama. Trancisco Qonaáles Oías, Excmo. Sr, Dr. D. José Azofra del Campo ! Exorno. Sr. Dr. D. José Azofra del Campo M UY estimado amigo: Agradezco su amable invitación y tenaz perseverancia en vencer mis escrúpulos, para que mi modestísimo e insignificante nombre figure en su proyectada obra PRO CULTURA. No me creo con méritos para tal honor. No paso de ser un hombre que desea ser útil y practicar el bien, aunque reconociendo carecer de aptitudes a satisfacer mis vehementes anhelos. Hace V. muy bien al seleccionar entre nuestros compatriotas algunos que puedan servir de modelo a nuevas generaciones, que, lojalá sean más laboriosas, dejándose dominar por la virtud del sacrificio en favor de la Humanidad y de sí propio, no enterrando los valiosos talentos que Dios, nuestro divino Creador, les concediera, y deslizando su vida, que pudiera ser tan fecunda en obras buenas, en ese ambiente tóxico que mata, o, al menos, atrofia potencias y sentidosl ijóvenes inactivosl... Señoritos de sports y de clubs... Seres inútiles que no dejan huella digna de su paso por la vida, y abandonan en el varío las nobles actividades del alma... Merecen la más sentida conmiseración. No hay derecho a ese egoísmo. Hemos de ser todos para todos. Es la gran máxima del Divino Maestro. Si V. se propone con su original PRO CULTURA hacer ver que én Canarias contamos henno-sa pléyade de jóvenes, y de quienes ya no lo son, que han sabido trabajar intelectualmente para dar 10 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ honor a la Patria, engarzada felizmente en indisoluble lazo a la inmortal España, haciendo comunes nuestras glorias; que aquí, en este peñón del Atlántico que besan los mares que nos traen el cariño de la madre Patria, hay quienes se destacan del montón informe de niños bien, sólo preocupados de prensa y de novelas semanales, escritas sacrificando el arte y la moral al negocio ilícito y grosero; si este libro que usted proyecta es un canto al noble hogar canario, que lleve en sus estrofas nombres nuestros más allá del Estrecho, y les hagan llegar también a las regiones americanas para que allí se conozca lo que valen estas perlas, formadas en la confluencia de dos mundos, para estrecharlos entre sus brazos cariñosos, y ellos cantarles a su vez y encomiarles sus virtudes y méritos; si esta obra es a manera de estadística intelectual, que nos agranda más que las comerciales y de tráfico marítimo, bien haya V., querido amigo, por su noble propósito. Su libro será un símbolo; representará un alto ideal que nos enorgullece, y por eso debemos esperar el triunfo de su labor. Yo no tengo por qué aparecer entre estas monografías. Si acaso, entre quienes, sin ambiciones ni orgullos, desean ser algo más que una cosa, más que un ser que vegeta estérilmente, pero que cae desesperado, luchando con su propia impotencia, que sencillamente confiesa. Su afectísimo amigo q. e. s. m., / OSÉ AZOFRA. Nov. 19- 1925. Extracto de una conferencia pedagógica del DR. AZOFRA DEL CAMPO En la « Escuela del Pueblo » , ei Doctor Azofra del Campo dio la quinta de las conferencias pedagógicas que ha or^ nizado la sociedad « Fomento y Turismo » . El acto se vio bástente concuirido, fsta vez con un ¿ rupo de señoras, que dio una nota agradable a estas íiestas de cultura, tan nuevas en nuestro país, y de tan fecundos resultados para el día de mañana. Concurrieron de otros centros, numerosa representación de la sociedad « Fomento y l'u-rismo » , catedráticos y alumnos ái la Escuela l> Tormal e Instituto. Hizo la presentación el maestro de la £ Ucuela, que elogió la obra trascendental que realiza esta benemérita sociedad, y aconsejó a los aluminos que aprovecharan la lección y los consejos que el conferenciante iba a darle/. • * El tema elegido por el Dr. Azofra era interesante. En párrafos elocuentes, dichos con fervor, elogia la obra pedagógica que ha iniciado « Fonxento y Turisno » en esta serie de conferencias, especialmente en las escuelas primarias, en donde se educa el hijo del pobre, afirmando que si esta sociedad no contara a su favor otra obra que ¿ sta, ella sería suficiente a escribir una página de oro, que inmortalizará su acción benéfica en pro de la cultura del obrero, haciéndose acreedora a la gratitud de todos. Cooperará también, efizcamente, a la acción difícil del maestro y de la autoridad a quienes incumbe, de modo especial, esta misma labor. Dice que quiere tratar de un asunto de vital interés proponiéndose tan sólo arrojar alguna semilla que pueda dar fruto, no tanto hoy, como cuando el niño tenga que abandonar la Escuela, aunque tiene, en parte, aplicación a la actualidad, pero en esferas más reducidas. En un hermoso párrafo, con claridad y sencillez, expone el concepto filosófico del Deber, y lo define asíi « la limitación moral déla humana libertad, impuesta por la ley » . Ha- ce muy oportunas consideraciones sobre el verdadero concepto de íibat& d, y añade 4ue el Hombre, ( jue es el único sei creado libre, necesita una ley, para conocer lo <] ue debe ele^ r con preferencia, explicando estos conceptos con ejemplos prácticos, bistóricos, que los alumnos pudieran comprender, para adquirir un conocimiento exacto de lo expuesto. Como que el « Deber » es una fuerza moral que liga al bombre, considera a éste en la Sociedad, ante Dios y en relación consigo mismo, únicas formas de estudiar al hombre en este orden de cosas. Con mucho acierto habló el Dr. Azofra del Campo; bellamente sintetizó los deberes del bombre para con Dios, en la adoración al Ser Supremo; en la Sociedad, en el amor a la familia y a la autoridad, debiendo el bombre desarrollar sus humanitarios sentimientos en favor de sus semejantes. Hizo después indicaciones que justificaban el amor a si mismo, que lo hizo consistir de modo muy especial, en el perfeccionamiento de la inteligencia y de la voluntad, y en el uso regulado y justo de los sentidos. Fué, la del Doctor Azofra, una hermosa, una sentida lección de estas cosas de las que tan pocas veces se habla a los niños. |£ I deber, el santo deber, tan necesario para el orden y la felicidad de los pueblosl £ 1 conferenciante hizo un llamamiento a los alumnos para que se fijaran en la importancia de esta materia, porque la causa primaria del gran desquiciamiento social está en que no todos se preocupan, como debieran, del cumplimiento de sus deberes. Si hemos de rectificar el mal camino; si queremos y anhelanxos la reorganización social, es preciso que nos acostumbremos a respetar y a cumplir nuestros deberes. £ n otro párrafo previene a los jóvenes escolares a que no se intimiden ante las asperezas del cumplimiento de las respectivas obligaciones, pues éstas tienen un calvario, a veces muy sangriento y muy doloroso. Muchas veces el martirio y la sangre son el mejor honor del deber cumplido. No siempre, observándolo, se recogen rosas, sino con frecuencia, abrojos y espinas. Cita el ejemplo de Guzmán el Bueno, refiriendo el episodio admirable y heroico de la defensa de Tarifa, que defendió y guardó en cumplimiento de su deber ante la Patria. ^ , Exhorta a subir la dura pendiente del Deber, aunque tengamos que destrozar el corazón, desoyendo las voces de las pasiones, que aparecen junto al Deber, desde que la noción de éste se nota en el niño, proponiendo como modelo al célebre Canciller Tomás Moore, que antes que jurar en favor de Enrique VIII, violentando su conciencia, aceptó la muerte, siendo víctima de Ana Bo'lena, como lo fué San PRO CULTURA 13 Juan Bautista de ía impúdica Herodias. Cl conferenciante terminó fustigando los espíritus débiles y acomodaticios, que, atentos a un grosero utilitarismo, ( luebrantan sus deberes, sin sentir el remordimiento de sus conciencias. Csos Kombres son indianos de la sociedad; se olvidan de que el deber ha de cumplirse sin cobardes compromisos, sin vergonzosas traiciones. Sus palabras fueron de fe, de confianza, de aliento, para realizar nuestras obligaciones sin iiuebrantamientos del espíritu. Hombres de voluntad y de energías nos faltan. Ese es el canúno que los hombres deben emprender. Antes cjue apostatar bay ( jue ser mártires del « Deber » . Muchas veces debiera hablarse a los niños, como les Kabló el Sr. Azofra del Campo, el digno Magistral de nuestra Catedral. Su palabra elocuente y serena, pocas veces ha llenado nuestras almas, con tan grande e intensa emoción. Los aplausos que resonaron fueron modesto premio a tan bella conferencia. Al terminar dijo unas palabras de gratitud el señor Batllori. De aquel local, de aquella Escuela, donde se educan tantos niños de humildes familias, salimos con la grata impresión que la obra de « Fomento y Turismo » ha de ser fructífe-rai sana y robusta. Al fin, en nuestro país, se hace algo grande, desinteresado y bueno. Al fin, sin egoísmos, pensamos por los demás. Inauguración del Instituto General y Técnico de Las Palmas Fragmento de la Memoria leída por el Profesor Don José Azofra Con letras de oro se escribirá en las páginas de nuestra historia regional, el R. D. de 4 de febrero de l 9 l 6 . por el que se nos ha concedido el Instituto General y Técnico de 2.* Enseñanza, ijue nace hoy a la vida oficial y académica, como nace el Sol, rascando con sus propios rayos las oscuras nieblas iiue le ocultan durante la noche, y entre nubes de arrebol, tintas en oro y ¿ rana, asoma su brillante rostro para recibir el alegre saludo de la Naturaleza. Que nace, saludando por el canto acompasado de Ls campanas de nuestras Iglesias, cual si c( uisieran entre sus ondas traernos las bendiciones del Cielo, y. por alegres himnos que aprisionan entre sus vibrantes notas, todo el entusiasmo de nuestros mayores, y el alborozo de nuestra juventud. Que aparece, recibiendo efusivos cariños de nuestras damas, y el intimo abrazo de nuestros proceres. Este R. D. es cumplida satisfacción de justicia, y el coronamiento dignó de la más legítima de las empresas, c( ue si dignifica al Ministro de la Corona que lo presentó a l a regia firma, y al Monarca augusto que lo sancionó, es timbre de inmarcesible gloria, para quienes con arrojo y acierto la acometieron y la prosiguieron con noble éxito. Por eso hoy, permitidme, señoras y caballeros, que nos honráis con vuestra asistencia a esta grandiosa solemnidad académica, permitidme, os lo ruego, que, alterando el orden de etiqueta, sea mi primer saludo para esos varones ilustres^ que con su mirada fija en nuestra juventud, y en las que han de sucederse, atentos al desarrollo y perfeccionamiento de las enseñanzas de esta su Patria, tremolaron mu^ alto la enseña santa de nuestro progreso intelectual y moral, que llevaba entre sus pliegues escrito este lema regenerador: « Un Instituto para Las Palmas » . Yo no me propongo en estos momentos demostraros tesis alguna; felizmente no necesito persuadir a nadie. La atención de todos coincide en un solo asunto. Por ello no he escogido yo el tema. Lo presentía brotando de este selecto concurso, como emanación de vuestros sentimientos altruistas; flotaba en esta atmósfera; cayó en mi espíritu e intenté recogerlo en sencillos y muy breves párrafos. PRO CULTURA 15 El hombre, ser racional y libre, lleva encerrado dentro de su cuerpo el espíritu inteligente, que no puede estar inerte, que busca siempre la verdad, y quiere conocer el por qué de todo cuanto observa y mira. Y es ¿ rato contemplar los progresos de la humana inteligencia, los triunfos que ha alcanzado sobre la naturaleza, extasía la belleza de este cuadro, en el que aparece ese espíritu invisible, penetrando las entrañas de la tierra y recorriendo la inmensidad de lo/ mare/; remontándose a lo/ espacio/ siderale/, adquiriendo siempre indiscutible/ triunfo/ sobre la naturaleza que Dio/ entregó a sus estudio/ e investiáacione/ desde el mismo instante de la creación. Pero ante/ de llegar a estas inconmensutabl?/ r. lturas, hay que disponer el espíritu, educar la inteligencia, preparar esta carrera de triunfo/. iEmpresa loable y generosa, que todo/ estamo/ en el deber de secundarl... He aquí la noble misión de las Escuelas, Instituto/ y Universidade/... El Instituto amplia los conocimiento/ generaler de la Escuela primaria. Las Universidade/ especializan estos conocimiento/, según la aptitud e inclinación de cada uno. Tal ej-, señore/, la armónica trabazón de lo/ centro/ de enseñanza, que cuando son oficíale/ ofrecen una característica digna de atención. El hijo del pobre tiene derecho a la verdad. Siente eso/ sano/ anheló/ de regeneración. Vosotro/, los que conocéis la historia de la humanidad, estáis convencido/ de que lo/ más célebrer genio/ han sido casi siempre hijos de pobre/ obrero/, de humilde/ alfarero/, que luchando han podido escalar las alturas de la inmortalidad. Ha brillado la luz indeficiente de una justa celebridad, entre las densas nieblas que rodearon su cuna. Por eso lo/ Gobierno/', las entidader provinciales y lo/ municipio/, tienen la noble misión de fomentar y sostener la instrucción pública, para que todo ciudadano, adquiera la necesaria copia de conocimiento/, atendidas sus condicione/ personaler y sociale/. Y lo/ Gobierno/ y entidade/ que procedan así, se hacen acreedore/ al amor de sus ciudadanos, y hacen Patria, porque, indiscutiblemente, la cultura de los pueblos, eleva el patriotismo y purifica la raza. Dirigiendo una mirada al pasado y fíjándono/ en el presente, yo encuentro alrededor del antiguo y del nuevo Instituto, un punto común que ennoblece e inmortaliza a aquéllos y llena de gloria a ésto/. Yo he teñido que despolvorear piezas de viejos expedientes y consultar otras aún no archivadas, y he notado igual interés y entusiasmo; el mismo e idéntico espíritu que confirma la tesis, de que la creación del nuevo Instituto, con todas sus circunstancias precedentes. 16 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ es síáno de c[ ue co6peramos a la regeneración pedagó^ ca de España. Ya en 1844, el « Gabinete Literario » lo^ ró fundar un Colero de segunda enseñanza incorporado al Instituto de Tenerife. Pero el carecer entonces de personal con aptitud legal para permanecer al frente de ese Centro docente, dificultaba su labor educativa y vida oficial. Algunos año^ más tarde, el eminente patricio don Antonio López Botas, deseando prestar nuevo e importante servicio a su Patria, a la cjue había consagrado todos sus desvelos, concibió, la idea de crear, en esta ciudad, un Instituto de segunda enseñanza, agregando a él las Escuelas Normales y de Comercio y el Colegio de San Agustín. A este efecto, con la eficaz cooperación del Sub- Delegado que fué de éste distrito, don Salvador Muro,, se incoó el oportuno expediente en 1863. Se recabó por estas autoridades, Que algunos Ayuntamientos de la isla, se comprometieran al sostenimiento de este Instituto, que se instalaría en el mismo edificio que el Colegio de San Agustín, utilizando el material de enseñanza de éste, generosamente cedido por su director, el doctor López Botas. Pero en l868, la Junta Superior de Gobierno, en virtud de la proclamada libertad de estudios, que provocó una enorme anarquía en la enseñanza, creó un Instituto local en esta Ciudad, instalándolo en uno de los pabellones de nuestro Seminario y trasladando a él, el Colegio de San Agustín, con el magnífico y completo gabinete de Física y Química e Historia Natural, y el mobiliario necesario para^ las clases. Salvadas innumerables dificultades que debemos silenciar, en l870, por decreto de 26 de abril, se declaró oficial este Instituto de segunda enseñanza. Personas prestigiosas de esta localidad, regentaron interinamente las cátedras: el presbítero don José Ramírez, don Rafael de Castro, don Rafael Lorenzo y García, don Domingo J. Navarro, entre otros. Y en 1874, ordenados los estudios oficiales, el Gobierno mandó profesoros titulares, entre los que figuraron don Alejo Luis Yagüe ( Directpr), don José Maestres Gómez, don Salvador Calderón, don Saturnino Milego y otros. Rápida fué la vida de este Instituto. La aflictiva situación de nuestros Ayuntamientos, fué causa del incumplimiento de sus compromisos; y por R. O. de l 4 de septiembre de 1876, fué suprimido este centro de enseñanza, privando lastimosamente así a nuestra juventud, de su benéfico inflajo. Leyendo las amarillentas páginas de esos voluminosos PRO CULTURA 17 expedientes, adquirimos la convicción del interés desplegado pot tantos eminentes kombres, paia encontiai favorable solución a las múltiples dificultades que impedían la marcha progresiva de ese Instituto, y que no pudieran vencer muy a pesar suyo. Casi medio si^ lo ha transcurrido desde esa fecha, l 4 de septiembre de l876, de triste recuerdo para cuantos tenemos la firme convicción de lo importante que es para un pueblo tener establecimientos docentes, y entre estos. Institutos de secunda enseñanza. Pero el deseo del restablecimiento del stu primido Instituto ha estado latente en el pecho de todos los canarios. Yo no encuentro solución de continuidad entre la supresión del anticuo Instituto, creado a instancia del Excelentísimo Ayuntamiento en l87o, y la creación del nuevo, en l916, a petición del Cabildo Insular de Gran Canaria. Nuestros votos, nuestros anhelos, nuestras constantes y latentes aspiraciones, han sido siempre poseer nuevamente nuestro Instituto de secunda enseñanza. Lo reclamábamos por ser de justicia, porque amábamos la cultura y el en^ randecimíetito de nuestros hermanos; el progreso moral de nuestro pueblo. Hemos progresado rápidamente en nuestro valimiento moral, merced al creciente desarrollo de nuestra agricultura, comercio e industrias, y a nuestra influencia marítima, por las excepcionales condiciones de nuestro Puerto, que lo hacen el primero del Atlántico, llave de dos Mundos, lazo dp unión de dos Continentes. Ha subido el nivel de nuestra significación social y política, la nombradla de nuestra Isla, patria de ilustres hombres públicos y literatos, que le han dado días de gloria en £ spaña y en el extranjero, tomando parte en certámenes médicos y pedagógicos. Poseemos los principales Centros oficiales en el orden religioso, judicial, militar, administrativo, etc.. y la fertilidad de nuestro suelo y el asombroso movimiento de nuestro Puerto, han sido causas principales del gran aumento de población. Al Cabildo Insular de Gran Canaria estaba reservada la gloria de dotamos de ese Centro docente, recabándolo del Gobierno de S. M., gracias a los prestigios de nuestros representantes en Cortes, unidos a los de nuestras islas hermanas, que forman el grupo de las Canarias orientales. Y en efecto: Apenas constituida en marzo de l913 la Comisión de Instrucción Pública en su primera sesión celebrada en 26 del mismo mes y año, acordó se elevara una exposición al Cabildo, manifestándole que su primer acuerdo era pedir la implantación del suprimido Instituto de segunda enseñanza. 18 ) OSE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ No pudo con mayor acierto comenzar esta Comisión sus difíciles y delicadas tareas. iHermosa empresal... iLoable empeñol... que el Cabildo se creyó en el deber de secundar. Sano anhelo de reorganización social, obra esencialmente patriótica y pedagó^ ca. Este acuerdo iué, señores, como el chispazo que prendió nuevamente la llama de nuestra atención en el siempre nuevo pleito de, nuestro Instituto. Fecha memorable, que se-fiala un nuevo período en la reconstitución educacional de Canarias. £ 1 pleno del Cabildo recogió con entusiasmo la indicada proposición, y el 2 de abril elevó al Gobierno de la Nación, razonados expuestos, en el sentido indicado por la Comisión. Nuestro primer intento fracasó. El litado negóse a consignar en sus presupuestos cantidades para sostener este Instituto. Pero este estado d<^ cosas prepara a nuestra Corporación Insular una ¿ poca de mayor gloria. Y es necesario divulgar esta idea, llamar la atención hacia ella. Yo he examinado detenidamente el historial preparatoria de nuestro Instituto, que hoy inauguramos, y os digo, que si el Cabildo Insular de Gran Canaria no prestase a su patria otro servicio que el haber reclamado y obtenido de los Poderes públicos este Instituto, costeado, no por el Estado, sino por su propia hacienda Insular, esto sería bástente a exigir un reconocimiento eterno a su actuación patriótica. Ese acuerdo es u i a página de oro, que nadie podrá ( mpañar jamáf. Ahí están, seííores, las actas capitulares. El l 4 de agosto de 19l4, un grupo de consejeros, de indiscutible clarividencia y de noble y patriótico arresto, d.' c: que en la alternativa de no tener Instituto o tenerlo, costeado por el Cabildo, era preferible consignar en los presupuestos del Cabildo' la cantidad necesaria para su sostenimiento. Y en sesión extraordinaria, reun, ido el pleno de nuestra Corporación Insular por pronunciamiento unánime e irresistible de la opinión pública, acordóse por aclamación, solicitar del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes la creación del Instituto General y Técnico de Las Palmas, costeado por el Cabildo; acuerdo que, en una razonada y bien documentada exposición, que habla mucho en favor de su autor, fué elevada al Ministerio del ramo en l 7 de agosto del mismo año. Uniéronse a esta petición los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, - los Ayuntamientos de esta Isla, las Sociedades y Corporaciones de esta Capital, y nuestra representación en Cortes se aprestó a dar la última y deinitiva batalla. PRO CULTURA 19 Comprendo que los pueblos no protesten del presupuesto de Instrucción Pública. Es « jue hay la conciencia íntima, de ( jue lo que se ¿ asta en educar no se pierde. Es que tienen íntimo conocimiento de que cumplen un estricto deber al aceptarlo. Porque si las fuerzas militares aseguran la intan-áibilidad de la nación, la educación asegura esta intangibilidad en lo futuro, pues educando al ciudadano tendremos aguerridos y entusiastas defensores de la Patria. El Cabildo Insular de Gran Canaria, bien convencido de la bondad del fin, ha ¿ ravado sus presupuestos con 60.000 pesetas anuales para el sostenimiento del Instituto, es decir, para mejorar la educación en Canarias. Di^ no es por ello de nuestro aplauso entusiasta, ferviente y sincero. Yo se lo tributo. El Excmo. St. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Julio Burell y Cuéllar, que es toda una ^ oria nacional, aceptó el ofrecimiento del Cabildo. Y el. día 4 de febrero del año que cursa, S. M. el Rey ( q. D. i.), conformándose con las razones expuestas por su Ministro de Instrucción, firmó el tan deseado Decreto creando el Instituto General y Técnico de L& s Palmas que hoy tan solemnemente inauguramos. El Cielo permita que arraigando más y más en la conciencia de todos este Instituto, plantel de nuevas generaciones, tenga una vida fecunda, próspera y de reconocida utilidad, para que s ¿ extienda a todos sus benéficos influjos, ampliando su radio de acción y abriéndose también nuevos horizontes al pobre, al humilde hijo del trabajo. La generación actual es generación que se marcha; sus hombres son piedras de un edificio que se desmorona. Pero la juventud es la naturaleza que se renueva para formar nuevos pueblos. Su educación religiosa, moral y científica en nuestras manos está. Y vosotros, jóvenes, que un día recorríais las calles de esta ciudad pidiendo la concesión de vuestro Instituto, ya habréis visto cumplidos vuestros deseos, realizadas vuestras esperanzas. Estáis de enhorabuena. Aprovechadle. Y si queréis un ejemplo plástico de cuan útil es al joven darse al estudio, escuchad atentamente al que hasta hace poco era vuestro compañero, como vosotros, un estudiante; y hoy en tan temprana edad, ocupa dignamenta la poltrona de Maestro, al que todos escucharemos con religioso respeto. Imitadle en su constante estudiar, si queréis seguirle en su carrera de triunfos. Sólo el trabajo puede hacer al hombre grande, porque la dura roca del saber, únicamente se quiebra con el martillo de l i constante laboriosidad. Fragmentos de la oración fúnebre del Dr. Azofra, con motivo del centenario de Viera y Clavijo y ved, leñoTei, juatificada esta oración fúnebre. La Iglesia Católica, que jamás ha recateado elogios a varones eminentes que han puesto su talento al servicio de la Religión y de la Patria, bendice la memoria del < lue fué dignidad de Arcediano de Fuerteventura en esta Santa Iglesia, Viera y Clavijo, Que levantó su cabeza sobre la rasante ordinaria de los hombres grandes: filósofo, teólogo, canonista, crítico, poeta ^ ue sintiendo en lu alma de artista la llama del genio, no sólo le hacia buscar la belleza, sino que, inquieto, le hacía buscar la verdad en la Naturaleza, en la Historia, en las regiones abstractas de la Metafísica, para en todas partes ver a Dios, causa y origen de toda verdad. La Patria bendice tambiín la memoria de Viera y Clavijo, porque, merced a su ciencia, su nombre es elogiado fuera y dentro de España, logrando aún en vida juntar los labios en una sola alabanza, y las manos, en un aplauso; y en muerte ha hecho que ante su cadáver, sin distinción de ideas políticas y religiosas, todas las frentes descubiertas se inclinen, y ante su sepulcro se unan los corazones en un solo corazón, en el de la Patria, que aun llora, después de una centuria, la muerte del más preclaro de sus hijos, y el eclipse eterno del sol más glorioso que fulgía en su horizonte. I Qué hermosa y gallarda es la figura de Viera ante su Patria!... £ 1 le ofrece su ciencia, y ella le dispensa sus gratos amores. Viera y Clavijo fué el primero de los hijos de Canarias que comenzó a hacer patria, porque él exhumó y reveindicó, reuniéndolas después de despolvorear viejos pergaminos, memorias y apuntes que dormían en archivos nacionales y extranjeros, para decirnos lo que fuimos, para hacernos conocer nuestra tradición. Las campanas, tocando a muerto, nos recuerdan la fecha triste del 21 de febrero de l8l3. Pero ese lúgubre sonido no logra hoy arrancarnos una lágrima, aunque se nos pida una oración, porque si del cuer- ~ po mortal del eminente polígrafo no quedan sino los huesos que encierra esa urna funeraria, permanece la grandeza de su espíritu inmortal, y el renombre de su inmarcesible gloria. Hoy, a pesar de los negros crespones y patéticos cantos, el alma emocionada se dilata por el esplendor de esta solemnidad, que es una verdadera apoteosis, sintiéndose enorgullecida, al ver esmaltada una gloria de la Religión y de la Patria. Nuestras impresiones' Trato desde muy antiguo al ilustre Maestrescuela de esta Basílica de Canarias, don José Azofra. Siempre he admirado en él su prodigiosa actividad, su serenidad y confianza en el éxito de sus empresas, todas altamente humanitarias, pues no tiene ni un átomo de egoísmo. He podido comprobar con satisfacción íntima de verdadero amigo, que siempre triunfa, aunque necesite dura lucha para salvar difíciles obstáculos que han surgido alrededor de sus obras, como siempre acontece a los hombres emprendedores, laboriosos y de ideales. Por ello su nombre no podía faltar en este libro PRO CULTURA, aunque la resistencia que a ello ha-opuesto, sólo mi gran tenacidad ha podido vencer. El Sr. Azofra ha querido siempre hacer algo útil, pero no sabe explotar a su favor, ni para su gloria, sus meritísimas obras. Muchas de ellas pasan inadvertidas; otras quedan adjudicadas a quienes no son sus autores. El, sin embargo, no reclama: le basta hacer el bien: es un alma generosa, sin vanidades ni endiosiimientos. De ello tengo firme convicción. Hoy ocupa puesto distinguido en esta culta Ciudad: su nombre acusa un prestigio positivo; sus méritos le han elevado. Pudo haber obtenido mayor recompensa a sus virtudes, talento y sacrificio. Le basta, empero, la satisfacción de haber cumplido sus deberes, lamentando no poder desarrollar su actividad en más amplio campo. 22 José GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Leyendo Prensa, en franca charla con el docto amigo; escuchando a sus muchos admiradores y compañeros, he podido confirmarme en que sus valiosos méritos le han dado la distinguida personalidad que hoy goza, no obstante ser un joven. No intentaré hacer su biografía, para no lastimar su reconocida modestia; deberé aprovechar esta oportunidad para patentizar la labor silenciosa de este varón ilustre, que figura en puesto distinguido entre los jóvenes que se destacan en esta su hermosa patria Gran Canaria. Y estas impresiones mías, que quiero dejar estampadas en este libro de personas afanosas del bien de la Humanidad, como homenaje al querido amigo, están bien garantizadas, pues es nota sintomática del Dr, Azofra dejar siempre huella clara, indeleble y valiosa de su actuación. No se resigna a ostentar un cargo y poner una firma al pie de un documento, llámese como se llame: él quiere estar siempre en servicio activo. Y aunque parezca anomalía, he de decir que es un gran pecado ser tan activo. En la Catedral de Canarias, a la que pertenece, ha varios años, le vemos con un interés de apóstol; aparece su mano hasta en ligeros pormenores. A él se deben importantes reformas de beneficio indiscutible. El Claustro de la Kormal, para premiar su labor reorganizadora de aquel Centro en tiempos difíciles, acordó hacer a su querido Profesor de Religión y Moral un público homenaje, que él agradeció, pero que no quiso aceptar. Los libros de actas del Instituto Nacional de 2.^ Enseñanza contienen votos de gracias muy expresivos al que puede con justicia llamarse alma de este Centro de cultura superior, en el que, siendo Secre- PRO CULTURA 23 taño, ha sido verdadero Director, por el valioso auxilio prestado, la confianza ilimitada que ha inspirado en todo momento a los directores del mismo. Y desempeñando esos cargos, ¡ cuánto bien ha hecho en todos los órdenes, por su trato delicado, su buen carácter y especial competencia en cuestiones administrativas! Sus numerosos alumnos le quieren, y a él con confianza acuden sus ex- discípulos, seguros de ser atendidos en sus demandas. No obstanta el tiempo que dedica a sus clases en la Universidad Pontificia y centros oficiales del Estado, aun queda tiempo al Sr. Azofra para darse casi a diario a la predicación y al ejercicio de la caridad. El ha fundado y sostíindo instituciones de beneficencia, como la Cocina económica del Inmacjiado Corazón de Mana durante los 5 años de la gran guerra; y no hn negado su'cooperación a otras obras no menos dignas de encomio. Es director de piadosas asociaciones. Por sus virtudes y valeres no comunes ha merecido la confianza de los Prelados diocesanos. El inolvidable Padre Cueto le nombró Profesor de su Seminario, recién ordenado de sacerdote. El gran Obispo Pérez Muñoz le llevó a la Basílica como Canónigo Magistral, encomendándole difíciles asuntos, resueltos con gran fortuna. El Dr. Marquina, de feliz memoria, premió sus trabajos y servicios elevándole a la dignidad de Maestrescuela de esta Iglesia Catedral; le nombra Presidente de la Junta Social Católica, y le encomienda, más tarde, como. Presidente dé la Junta local de Buena Prensa, la fundación de « El Día de la Prensa Católica » , fiesta que logró elevar a envidiable altura. Y venciendo enormes dificu tades fundó el dia- Iltmo. Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor Iltmo. Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor La Laguna de Tenerife, patria de un sin fin de ilustres canarios, vio nacer en su seno a uno de los hombres más beneméritos de nuestra época, insigne filántropo e infatigable obrero de la inteligencia, cuyos esfuerzos en pro de la cultura patria habrán de inmortalizar su esclarecido nombre. Sus cuantiosos donativos en favor de la beneficencia y de la instrucción púbUca; sus desinteresados auxilios en todas las calamidades; sus trabajos y desvelos en favor de la creación y conservación de diferentes Centros docentes; su profundo amor a la enseñanza, revelado en el celo y entusiasmo con que ha colaborado en todos los establecimientos en que ejerció funciones docentes o administrativas, y las fecundas orientaciones y nuevo espíritu que ha infun-dido en las sociedades a que ha pertenecido, hacen resaltar, con fuertes rasgos,, su personalidad activa y vigorosa entre los hombres de más valía de este Archipiélago. De su altruismo y desprendimiento participan su noble esposa, Doña Rafaela Manrique de Lara y de la Rocha, así como sus hermanas Doña Cayetana y doña Rosario, quienes heredaron de su virtuosísima madre. Doña Dolores de la Rocha— a quien el Ayuntamiento de Las Palmas honrara dando su nombre a una de sus calles—, sus sentimientos caritativos y humanitarios, haciendo cuantiosos donativos en favor de la beneficencia, entre los que sobresalen las artísticas y valiosas custodias de oro, plata y piedras pre- 26 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ ciosas, donadas al Apostolado de la Oración y a la Parroquia de San Agustín; sus considerables subvenciones a los establecimientos benéficos y de instrucción, y especialmente, la cesión gratuita de un solar de seis mil metros cuadrados para la edificación de un Hospital en Guía, y la donación de una amplia casa y de un capital de cien mil pesetas para la fundación en Las Palmas de la « Asociación para el perfeccionamiento moral y material del obrero » , hechas ambas por Doña Cayetana Manrique de Lara, meritísimos y consoladores actos tan poco frecuentes en esta época en que impera la indiferencia y el egoísmo, y quien, aun a trueque de herir su proverbial modestia, somos los primeros en dar a conocer. Para que pueda apreciarse en toda su importancia el valor de las obras benéficas y culturales realizadas por nuestro biografiado y su familia, y como único comentario, basta consignar que la suma de las cantidades invertidas en ella^ excede de quinientas mil pesetas. Nació el Sr. Ascanio y Montemayor en la Ciudad de La Laguna de Tenerife, el 12 de julio de 1879, y es hijo de D. Ramón de Ascanio y León, una de las personalidades de mayor relieve de estas Islas, y en quien nos ocuparemos con la amplitud que merece, en el curso de esta obra, y de Doña Elena de Montemayor y Na va- Grimón, descendiente de la ilustre familia de los Marqueses de Villanueva del Prado, que tan preponderante influjo ejercieron en las pasadas centurias en los destinos y progreso de este Archipiélago, como no ignoran todos los que han recorrido las páginas de la Historia de Canarias. En el Instituto de 2.^ enseñanza de dicha Ciudad obtuvo el título de Bachiller, con nota de sobresalien- PRO CULTURA 27 te. Dio principio luego a sus estudios superiores en la Escuela Especial de Ingenieros de la Universidad de Lieja ( Bélgica), en la que ingresó con uno de los primeros números, después de rigurosos y difíciles exámenes, y en cuya Facultad de Ciencias cursó el grado de Candidat- Ingenieur. Una grave enfermedad-le obligó a suspender su carrera, que años después prosiguió en Bruselas, hasta obtener el Diploma de Ingeniero Electricista, con la nota de Distinción. Posee, además, el título de Perito industrial por la Escuela Superior de Industrias de Las Palmas, y cursó la carrera de Intendente Mercantil en la Escuela Central Especial de Comercio de Madrid. Ha sido Profesor y Bibliotecario de la Escuela Superior de Comercio de Santa Cruz de Tenerife; Profesor de la Escuela Industrial de Las Palmas, y, finalmente, Catedrático y Comisario Regio de la Escuela Superior de Comercio de esta última Ciudad, para cuyo elevado cargo fué nombrado por el Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, con la delicada misión de implantar, instalar y organizar el nuevo Centro, cuya creación con tanto éxito había gestionado. Ha sido Vocal cooperador de la Cámara Oficial de Comercio, Navegación e Industria; primer Presidente y fundador del Colegio Pericial Mercantil de Las Palmas, cuya Corporación le nombró, por unanimidad, Socio de Mérito y Presidente honorario, en premio a sus desvelos en pro de la enseñanza, y Presidente y Socio fundador de la Sociedad literaria « Ateneo de La Laguna » . En la actualidad es Socio de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País de La Laguna de Tenerife y de Las Palmas, de cuya Junta directiva ha sido miembro y, además. Vocal del Patronato de la Academia de Dibujo; Vocal de la Comisión de Libertad 28 JOSB GONZÁLEZ RODRÍGUEZ condicional; Socio numerario de la Sociedad Española de Física y Química; Director vitalicio de la Biblioteca de la Sociedad de Ciencias, Letras y Artes £/ Museo Canario,\\ a. más importante y numerosa de Las Palmas, pues consta de más de 20.000 volúmenes, entre los cuales se encuentra una rica colección de obras de autores canarios, el curioso archivo de la Inquisición de Gran Canaria; y últimamente, por reciente Real Decreto, ha sido designado. para desempeñar el alto cargo de Delegado Regio- Presidente de la Junta Regional de Enseñanza Industrial de la zona de Canarias y Posesiones Españolas de África, desde cuyo puesto se propone desarrollar una intensa labor en favor de la instrucción profesional de la clase obrera. En las páginas que siguen haremos un breve resumen de las diferentes obras culturales que con tanto éxito ha emprendido. La Escuela IndustriaL— Su eficaz actuación y activa labor para la conservación de esta Escuela Industrial es digna de ser conocida de nuestros lectores. Nacida en el Sr. Ascanio una grande inclinación a la enseñanza, desde que en la Universidad de Lieja pudo admirar excelente organización, y sus planes y métodos de instrucción, sentía el vehemente deseo de poder algún día dotar una escuela técnica de todos los medios de instrucción práctica necesarios para que sus antiguos alumnos se hallasen, desde la terminación de su carrera, capacitados para ser miembros útiles a la sociedad y a sí mismo. Con tal propósito hizo donación al Ayuntamiento de Las Palmas de un extenso solar, situado en uno de los mejores sitios de la población, frente a una es- PRO CULTURA 29 paciosa plaza, en la confluencia del Paseo de Bravo Murillo y de la calle de Alfonso XIII, con el fin de que la iexpresada Corporación construyese un edificio con capacidad suficiente para instalar en él la Escuela Industrial y sus talleres. La situación económica del Municipio no permitió la realización de tan magno proyecto en el plazo estipulado por el generoso donante. Ausente de esta Isla el' Sr, Ascanio, apareció en la Gaceta de Madrid el Estatuto de la Enseñanza técnica, en el cual se anunciaba la supresión de nueve Escuelas, e inmediatamente observó el peligro gravísimo que corría la de Canarias, si no se daban a tiempo los pasos conducentes a evitar esa amenaza. Con tal objeto se puso de acuerdo con el Director del citado Centro, desde que regresó a Las Palmas, y dio comienzo a sus gestiones, visitando personalmente al Presidente y Consejeros del Cabildo Insular de Gran Canaria, pidiéndoles que cediesen, para la instalación de la Escuela, el espacioso y moderno edificio de la propiedad de aquél, en donde tenía establecidas sus oficinas y dependencias, al mismo tiempo que hacía el ofrecimiento, si el Cabildo accedía a ceder el referido local, de donar las máquinas y aparatos indispensables para la instalación del Laboratorio de Electricidad industrial. Convencidos todos de la necesidad y utilidad de un Centro cuya importancia se aumentaba considerablemente en virtud del nuevo Estatuto, se reunió dicha Corporación en pleno extraordinario, con ese único objeto, y tomó, por unanimidad, el acuerdo— que tanto la honra— de hacer la cesión del magnífico edificio mencionado. En unión del Director de la Escuela ( Dr. Mascareñas), persona que a su gran cultura une 3 0 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ un gran amor a la enseñanza y un vivo interés por el Establecimiento de su acertada dirección, y con quien ha realizado todos los demás trabajos, continuó su gestión, para lograr que el Ayuntamiento acordara construir en los patios laterales del edificio, en una extensión de 1.500 metros cuadrados, los pabellones necesarios para la instalación de los talleres y laboratorios, todo lo cual se pudo conseguir, acordado también, patriótica y unánimemente, por esta Corporación en sesión extraordinaria de su pleno. Conseguido esto, y a sus instancias, las Corporaciones oficiales, Sociedades y Círculos obreros, dirigieron al Directorio numerosos telegramas y solicitudes, y se continuaron luego las gestiones en Madrid por las Comisiones que del Ayuntamiento y del Cabildo marcharon a la Corte, no dejando un momento en los diez meses transcurridos de lucha y ansiedad, dt instar y de utilizar cuantos medios estaban a sus alcances, al logro de esta legítima aspiración del país. Últimamente, en la reciente visita que el Sr. Inspector general de Pósitos, D. Vicente Burgaleta, hiciera a estas Islas, le interesó vivamente en favor de la misma: primero, en Tenerife, y después, en esta Ciudad, acompañándole, en unión del Dir ¿ ctor, a visitar los diferentes talleres, fundiciones y fábricas de la población, y el nuevo y espacioso local ofrecido por la Corporación Insular. En el desempeño de su nuevo y elevado cargo de Delegado Regio de la Junta Regional de Enseñanza Industrial, se le presenta una difícil y delicada misión que cumplir, de la que, seguramente, saldrá airoso, cual es la de efectuar la pronta instalación de los ta leres mecánicos, y la adquisición de las correspondientes máquinas térmicas e hidráulicas, así como la PRO CULTURA 31 organización del Laboratorio de Electricidad Industrial, para el cual donará todas las máquinas y aparatos necesarios, con el fin de que puedan efectuarse en él toda clase de medidas eléctricas, y los ensayos de los diversos tipos de generatrices y motores de corriente continua y alterna. Este valiosísimo donativo, al mismo tiempo que denota en el Sr. Ascanio una clara visión de los problemas que la enseñanza plantea, revela su fondo humanitario, pues este nuevo sacrificio que se impone lo hace gustosísimo, porque con él contribuye a la ilustración de la clase obrera, y, por ende, a su mejoramiento social. No queremos concluir sin exponer un proyecto que tiene en estudio y que será de gran importancia para el desarrollo de la riqueza de Canarias. Consiste éste en la fundación de un Instituto de Química Agrícola, sobre la base de la sección especial d( 2 Química de reciente creación en la Escuela. Siendo la Agricultura la base fundamental de la riqueza de estas Islas, fácilmente se comprenderá la enorme transcendencia que para su porvenir y prosperidad representaría el más racional cultivo de su suelo, cuyo rendimiento se vería notablemente aumentado el día en que la cultura que los agricultores y terratenientes adquirizsen en el Instituto de referencia, les permitiese analizar y clasificar sus tierras y dosificar convenientemente sus abonos. La Escuela de Comercio.— Mas, no queda reducida la intervención del Sr. Ascanio en los asuntos relativos a la enseñanza, a lo expuesto anteriormente, pues una actuación semejante, desarrollada al gestionar la creación en Las Palmas de una Escuela Supe- 32 José 00NZÁLE2 RODRÍGUEZ rior de Comercio de absoluta necesidad en una población de la importancia comercial de aquélla. Después de vencidas serias dificultades, logró llevar a unos y otros al convencimiento de su utilidad, y que la fundación de aquélla fuese considerada por todos como una nueva aspiración de la Ciudad, hasta tal punto, que al marchar a Madrid la Comisión encargada de gestionar se estableciese un régimen administrativo especial para Canarias, llevaba ya incluida la referida Escuela entre las bases que pensaba presentar, consiguiendo que en la Ley de 1912 fuese ordenada su creación. Nombrado por el Ministro de Instrucción Pública Comisario Regio- Director de la misma, ejecutó, sin pérdida de tiempo, los trabajos conducentes a la organización de sus aulas, laboratorios, biblioteca, oficinas y demás dependencias, a la adquisición del indispensable material de enseñanza, y a la adaptación del amplio e higiénico local en que la había instalado. Dos años después apro/ echó la ocasión, al ser reorganizados los estudios mercantiles, creándose las secciones elementales de comercio, para gestionar primeramente que el Cabildo Insular incluyese en sus presupuestos la cantidad suficiente para su sostenimiento, y que luego solicitase del Gobierno el establecimiento en esta Escuela de una de dichas secciones. Secundada, por su mediación esta instancia por las demás Corporaciones, realizó personalmente en Madrid una fecunda labor ante el Ministro de Instrucción Pública, apoyada eficazmente por todos los diputados, siendo su gestión coronada por el éxito. Por espacio de tres años desempeñó su cometido, excediéndose en el cumplimiento de su deber, pues no solamente, y a pesar de su quebrantada salud, PRO CULTUBA 33 en aquella época, atendía con puntualidad a las obligaciones inherentes a su cargo, tratando con igual consideración y afabilidad a todos cuantos de él dependían, vigilando continuamente la limpieza, el orden y la disciplina escolar, que jamás se quebrantó, pues, sin imponer castigos, impidió hábilmente que estallasen las periódicas huelgas estudiantüps en vísperas de vacaciones, y cuidando especialmente que todas las clases se diesen con puntualidad, sino que, puesta sólo su vista en el bien de la enseñanza, no vaciló un instante en desempeñar gratuitamente varias cátedras, sin estar'obligado a ello, y en satisfacer de su peculio particular todos los gastos ordinarios de material y de oficina, durante el período de su dirección, pues esta Escuela carecía en aquella época, en los presupuestos del Estado, de la consignación de 4.500 pesetas anuales dt que disfrutaban, para esas atenciones, las demás de su clase, no obstante lo cual cedió a la Escuela el sueldo que le correspondió percibir durante el tiempo que estuvo encargado de la regencia de la sección elemental. Terminada su misión presentó al Ministro la renuncia del cargo, siendo su gestión aprobada por el Claustro de la Escuela, que le dirigió un laudatorio oficio de felicitación por sus trabajos en favor de la enseñanza comercial, y acordó, posteriormente,, colocar su retrato en el salón de actos. Escuelas Profesionales Salesianas. — Conociendo su amor a la enseñanza y muy especialmente la dirigida a lá instrucción general y profesional de los niños de las clases más humildes y sin recursos, a nadie extrañará la íntima satisfacción que experimentó al tener conocimiento del noble propósito del 34 losé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Sr. Hidalgo y Romero, de adquirir el hermoso edificio de la pertenencia de la Congregación del Sagrado Corazón, para establecer en él las Escuelas Profesionales Salesianas. Así es que, en cuanto leyó en la Prensa que una obra tan útil y necesaria estaba a punto de fracasar por insuficiencia de las cantidades, no obstante ser éstas muy considerables, a tal fin destinadas por el señor antes mencionado y por el Cabildo Insular de Gran Canaria, no dudó un momento, para asegurar en esta Ciudad una institución de tanta transcendencia para la educación moral e intelectual de la - infancia desvalida, en hacer espontáneamente, el mismo día, el ofrecimiento de coadyuvar a ella con cien mil pesetas, suma con la que fueron adquiridos espaciosos jardines situados frente al Colegio, los cuales, en su día, serán destinados a levantar en ellos dos nuevos edificios, en donde puedan albergarse cómodamente cuatrocientos niños más, haciendo de ese modo extensivos los beneficios del benemérito Instituto de Don Bosco a la mayor parte de los necesitados. El Museo Canario.— Dentro siempre del campo cultural en que preferentemente se desenvuelve su acción, no podemos dejar de mencionar las brillantes iniciativas desarrolladas por el Sr. Ascanio en el seno de la importantísima Sociedad de Ciencias, Letras y Artes, denominada El Museo Canario—^. la que el insigne benemérito Dr. Chil, en un rasgo de elevado altruismo, legara su casa y sus bienes, y cuyas colecciones de Antropología y de Mineralogía se están en la actualidad clasificando por el ilustre Director del Museo de Trocadero y sabio Profesor del Museo de Historia Natural de París, Mr. Verneau, y por el docto PRO CULTURA 35 Catedrático de la Universidad Central y Académico de Ciencias, don Lucas Fernández Navarro— a fin de reanimar su lánguida vida, transformándola en una Sociedad pujante en estado de cumplir plenamente los fines para que fué creada. Pero como para ello se hacía necesario efectuar desembolsos de gran consideración para reformar y adaptar su edificio social y hacer en él las nuevas instalaciones, y la Sociedad no contaba con los recursos indispensables, al ser nombrado miembro de su Junta Directiva, se dio inmediatamente cuenta de la situación embarazosa en que aquélla se encontraba, a pesar de los buenos deseos de su entusiasta Junta, y se dedicó a estudiar este problema, encontrando, al fin, una solución que permitía a la Sociedad dar exacto cumplimiento a los compromisos que contrajese, sin ninguna clase de agobios, y que al mismo tiempo resolvía el aspecto más interesante, cual era el de poder realizar de una manera fecunda e intensa su misión cultural, en la que venía a concentrarse la médula de su existencia. La meditada proposición que con ese objeto presentó a la Junta General extraordinaria, convocada al efecto, fué unánimemente aceptada por ésta, siendo la misma más tarde aprobada en todas sus paites, por la Junta testamentaria instituida por el Dr. Chil para la administración de su legado. Su propuesta se dirigía, en primer término, a aumentar los ingresos de la Sociedad mediante la ejecución de obras de riego apropiadas en la finca rústica de su propiedad, y en segundo lugar a transformar las dos casas contiguas que posee el Museo, fundiéndolas en un edificio único, para lo cual presentó un anteproyecto con todas las reformas que a su juicio estimaba oportunas, y 3 6 JOSÉ GONZÁLEZ BODRlOUEZ con arreglo a cuyos píanos, pronto se comenzarán las obras. Para poder ejecutar todos estos proyectos y la adquisición de una casa colindante, que, en su día, servirá de ampliación al Museo, calculaba era necesario disponer de doscientas cincuenta mil pesetas. El plan estaba bien concebido; pero ¿ cómo efectuar la amortización de esa elevada suma? Para salvar este escollo contra el cual se estrellaban los mejores deseos, presentó una sencilla fórmula que permitía realizar, en condiciones ventajosísimas, y dentro de sus posibilidades económicas, la contratación de un préstamo amortizable en 20 años, y el cual en este momento se está tramitando. Si el programa expuesto se realiza en todas sus partes, como es de esperar, podrá la Sociedad cumplir plenamente los fines para que fué fundada, contribuyendo con eficacia al desenvolvimiento de la cultura, y la Ciudad de Las Palmas podrá mostrarse or-gullosa de poseer un Instituto científico de la importancia de su Museo. [ Loor a los hombres que, como el Sr. Ascanio, sacrifican su tiempo, su dinero y sus energías al bien común, difundiendo doctrinas de paz y caridad!... COMUNICACIONES OFICIALES LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD . DEL REAL DE LAS PALMAS DE SRAN CANARIA N." 927 El Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir acordó, en sesión celebrada el veinte y tres del corriente, aceptar, agradecido, el generoso ofrecimiento hecho por V. de la cesión gratuita de un solar de su propiedad situado al final del paseo de Bravo Murillo, con destino a la construcción de un edificio para instalar en él, con la debida amplitud, la Escuela Industrial de Las Palmas. La Corporación elogió merecidamente el desprendimiento de V., exteriorizando su satisfacción y gratitud por un rasgo que. honra a la persona que lo ha llevado a efecto por amor* desinteresado a la enseñanza y a la cultura general de la Ciudad. Compláceme mucho comunicar a V., el acuerdo y agradecimiento del Concejo Municipal por tan valiosa donación. Dios guarde a Vd. muchos años. Las Palmas, 27 de Junio de 1922. ^^ yn^ iJ ^, W^ Ja y .~ ¿ %* i" Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. ESCUELA INDUSTRIAL LAS PALMAS CANARIAS N. O 62 NESOCIADO PCnSONAL Enterada la Junta de Profesores de este Centro de la cesión hecha por V. al Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad de un solar para la construcción de un edificio destinado exclusivamente a Escuela Industrial, y estimando en su jttsto valor su generoso desprendimiento, y considerando el inmenso beneficio que esa importante concesión reporta a la enseñanza, necesitada de decididos y entusiastas protectores que como Vd. se interesan por ella, acordó consignar en actas su más intensa gratitud. Al tener el honor de trasladar a V. el anterior acuerdo cumplo un grato deber significándole, con mi más distinguida consideración personal, mi particular agradecimiento, deseando que su noble proceder sirva de estimulo para el mejor desarrollo de la enseñanza y provecho de los alumnos de este Centro, al que V., aparte de éste meritisimo, ha prestado otros valiosos servicios. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 20 de Julio 1922. J^. QjL, » ,/'.- y£'€^ f^ Í}€$ t^ étftJ Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE LAS PALMAS ( 6RAN CANARIA) N. o's Enterada esta Real Corporación, en sesión ordinaria del 25 de los corrientes, de la donación hecha por V. a la Ciudad de un solar para levantar en él un edificio para la Escuela Industrial, acordó, por unanimidad, hacerle presente el testimonio de su más viva satisfacción por tal acto, que revela, aparte un ejemplo de elevado civismo y enaltecedor desprendimiento, el amor que tiene V. a la enseñanza, y del que ha dado ya repetidas y muy laudables pruebas. Esta Real Corporación, que tiene como uno de sus principales objetos el cuidar y atender cuanto se refiera y afecte a la enseñanza, no debia ni podia aparecer indiferente ante el rasgo de V., pues, máxime, había de hacerlo ahora que es el donante uno de sus más distinguidos socios. Y al tener el honor de comunicar a V. el expresado acuerdo, me complace significarle que el mismo se traslada, por decisión de la Corporación, al Sr. Alcalde- Presidente del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 28 de Junio 1922. El DIrsetor « celdarttRt, r , í ^ €^ ^ P. A. da la R. S. E. '^ El S « er « Urlo, Sr. D. Santiago de Ascanio y Montemayor. ESCUELA PROFESIONAL DE COMERCIO OE LAS PALMAS CANARIAS N. o 45 El Claustro de Profesores de esta Escuela, en sesión celebrada el día 2 del corriente, acordó por unanimidad hacer constar en actas^ la importancia de la labor por V. realizada, tanto para la creación de esta Escuela, cotno para su constitución y funcionamiento durante el tiempo en que fué digno Comisario Regio de la misma, cargo que desempeñó a satisfacción de todos. Conocida la noticia de la renuncia que V. había presentado de dicho cargo, ha considerado el Claustro de Profesores ocasión oportuna. para hacer constar las indicadas manifestaciones y para comunicarlas a V. como tengo el gusto de verificarlo por medio del presente oficio. Al comunicar a V. los honrosos y merecidos elogios que se hiciisran de su gestión, me es muy grato suscribir personalmente cuanto en pro de ella se ha manifestado, y expresarle el reconocimiento a que se ha hecho acreedor por su acertada gestión en la Dirección de este Centro. Dios guarde a V. muchos años. Las Palmas, 7 de Marzo 1917. El Director accidenta). St. D, Santiago de Ascanío y Montemayor, ENCOMIOS DE LA PRENSA LOCAL La Escuela Industria Como verán nuestros lectores en la reseña que publicamos de la última sesión municipal, D. Santiago de Ascanio ha tenido un tas^ o de generosidad cjue merece todos los elo^ os. Este 8e& or-( iue tiene demostrado su cariño e - interés por la enseñanza-, recala al Ayuntamiento un solar que mide aproximadamente I. SOO metros cuadrados de extensión, y que forma parte de una finca de su propiedad, situada en el paseo de « Bravo Murillo » , siempre que dicho solar se destine a levantar en él un edificio para la Escuela de Industrias de esta Ciudad. El rasgo del señor Ascanio es, pues, de los que no se pueden olvidar nunca, aquí donde tan poco abundan estas demostraciones de cariño por todo lo que represente adelanto y proceso en esta importante cuestión de la enseñanza. Falta ahora la decisión entusiasta y el espíritu de ciudadanía que debe presidir estas bellas empresas culturales, para que este ras^ o del señor Ascaiüo sea en breve plazo una hermosa rea-lidad. Sirvan estas líneas de felicitación y l a t i t ud a quien así se ha conducido, y de estimulo al Ayuntamiento que debe dar a la obra todo el impulso y actividad que su transcendencia exige. ( De « El Tribuno » , janio l922). En nuestro diario e ingrato oficio de comentadores de la actualidad, hemos de señalar un hecho que no merece pasar olvidado y en silencio, porque es tal su significación y su importancia, que revela> un penetrante sentimiento de fraternidad y de amor al pueblo y a su educación. Quisiéramos no emplear la palabra filantrópica, de la que tanto se ha abusado y a la que tanto se ha bastardeado, para calificar la conducta de un hombre rico que no siente la cauri sacra fames » , que sabe ser espléndido y generoso, donando gratuitamente un solar para que en él se construya una Escuela que debe ser eminentemente ptáctica y que el beneficio inmediato de su obra educadora ha de favorecer principal y directamente a los hijos de los pobres y de la clase media de nuestra Ciudad. 4 6 JOSé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Ya habrá comprendido el lector ({ ue nos Veferimos al caso de que se dio cuenta en la última sesión municipal: D. Santiago de Ascanio regala a la Ciudad un magnifico solar destinado a la construcción del edificio de la Escuela Indtistrial. Existen rayos luminosos, tan delicados y puros, que un espejo empañado no puede reflejarlos. Y esto es lo que nos ocurre con el caso que deseamos comentar, porque, si bien cada palabra representa un trozo de la realidad, es como si fueran trozos groseramente arrancados de ella y que la Humanidad los hubiera tallado según su comodidad y sus ne^ sidades, en lugar de seguir las articulaciones de lo real; asi ocurre que el lenguaje representa a veces ideas hechas, verdaderas ideas nuestras, rígidas e inmóviles, cuando quisiéramos comunicarles la alada espiritualidad, la inquietud y el calor de vida con que deseáramos hacer cristalizar, en expresión adecuada, toda la belleza de la acción, toda la sensibilidad,- de hernxano, de amigo, de hombre,- que el proceder que queremos elogiar encierra. A nuestro juicio, la más grande de las alabanzas que al señor Ascanio se le pueden hacer,, no consistirá, ni en palabras, ' ni en discursos, ni en recompensas honoríficas o en grabar su nombre en una lápida: el mayor elogio, la mejor alabanza consistirá en la construcción del edificio que, como toda obra destinada a la educación, será nuestra revancha del pasado y una lección y un ejemplo para nuestros hijos. N o será ese edificio como las salas frías de un museo en que se expongan recuerdos de una generación desaparecida, sino que será algo vivo que trace la ruta y enseñe el medio de adaptaidón a un ideal y de administración honrada de las riquezas que permi~ ten vencer los obstáculos que se oponen en el camino para llegar a una vida mejor. ( De « El Liberal » , junio 26, l92a). Modestamente, sin aparatosos anuncios, acaba de realizar D. Santiago de Ascanio un vibrante acto de ciudadanía, revelador de su amor a la enseñanza y nxuy digno de su sig' nificación social: el donativo de un extenso solar, ahora dedicado al cultivo de plátanos, para que en él se fabrique un edificio donde sea instalada la Escuela Industrial ds esta Ciudad. Hace bastante tiempo que por una verdadera casualidad, tuvimos conocimiento de los propósitos del Sr. Ascanio; absteniéndonos de darlos a conocer al público para no aparecer indiscretos, y comprometer el mérito del acto con una ex- PRO CULTURA 47 temporánea publiáclad c( ue lo desviituara y diera mai^ en a cualquier perverso a suponer la existencia de un marcado afán de notoriedad por parte de quien no tenia otras ansias que la del progreso de un centro de enseñanza del que primero fué aventajado alumno y lue^ o competentisimo Profesor. Años atrás, hace unos cinco o seis, se jiestionó por el Dr. Mascareñas, Director de la Escuela Industrial, la adquisición de un solar para la instalación de talleres de dicho Centro de enseñanza que hacía urgente el desarrollo de los mismos y la escasez de local en el edificio que ocupa la Escuela. Trató de ello el Ayuntamiento presidido por el Dr. Valle, y hasta estuvo escondo el solar; más no sabem. os qué motivó el fracaso del laudable propósito. En el periodo de halagüeñas esperanzas que medió entre la iniciación de aquél y su fracaso', la Dirección y el Claustro encardaron al ingeniero D. Rafael Hernández, Catedrático de la Escuela, el proyecto de edificación e instalación de los talleres, que aquél llevó a cabo con la competencia que es característica de su personalidad profesional. Pero vino el fracaso, y el proyecto pasó a ser tan sólu un elemento decorativo del despacho del Director de la Escuela, y recuerdo doloroso de un propósito malogrado. Allí le vio un día el Sr. Ascanio, y de la conversación que sobre él sostuvo con el Dr. Mascereñas, surgió su decisión de hacer el donativo del solar necesario para la Escuela, con aulas, laboratorios, talleres y dependencias. Y pensó en alj^ u-no de su propiedad, en el ensanche de los Arenales, que aunque insuficiente, podia ampliársele adquiriendo el necesario el Sr. Ascanio con carao a su bolsillo particular; pero fracasado también el propósito, no ciertamente por su causa, se estudió la conveniencia de utilizar otros solares, en lo que se ha invertido bastante tiempo, decidiéndose por i^ ltimo por el que hace pocos días ha sido donado al Excmo. Ayuntamiento en representación de la Ciudad, que está enclavado en la calle de Bravo Murillo, con frontis a tres calles y disposición muy adecuada para lograr una completa instalación de la Escuela Industrial. Esta es la historia que pudiéramos llamar íntima del rasgo de D. Santiago de Ascanio; que no es el único que tan meritisimo ciudadano ha realizado. Al fundarse la Escuela Profesional de Comercio fué nombrado el Sr. Ascanio Comisario Regio de la misma. El la organizó, y con la patriótica cooperación de la Real Sociedad Económica que facilitó su local, la Escuela funcionó desde el primer momento supliendo el Sr. Ascanio, generosamente, de su bolsillo particular, el material necesario. Arrendado para la Escuela el edificio en que 48 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ actualmente se halla. iiti ¿ i6 la instalación, sacando al edificio todo el partido posible; y cuando la enseñanza exigió nuevo material y adquisición de efectos, otra vez hÍ2o posible la generosidad de D. Santiago Ascatúo su adquisición. Igual atención le mereció la enseñanza, colaborando desinteresadamente a la labor del Claustro, cada vez que vacantes o enfermedades impidieron a un catedrático desempeñar sus fui^ dones. Nombrado luego catedrático de la propia Escuela, graves motivos de salud le obligaron al poco tiempo a separarse de la misma. Y por lo que a la Escuela Industrial se refiere, a más del solar cedido, ba ofrecido su colaboración personal y sin retribución, para dar una clase en las enseñanzas nocturnas para obreros, que con tanto ¿ xito ha inaugurado en el pasado curso la Escuela Industrial. ( De " LA Piovincú » , Julio 3, l93a). Fragmentos del discurso leído por el Director de la Escuela Industrial de Las Palmas, D. Manuel Mascareñas y Boscasa, en la apertura del Año Académico 1922- 23. La E> scaela Industrial se pxesenta ante vosotro/ henchida de itozoi llama de amor prendió en su seno y un alma bien nacida, no extraña a la casa, que nuestros estudios siguió y compartió más tarde con nosotro/ las tareas docentes, con pleno conocinxiento de nosotros y de nuestro/- ideales, en un acto de civismo, al que no estamos acostumbrado/, ¿ esto gallardo de ciudadanía y ras^ o de patriotismo por el que, claramente, se vislumbra que aún bay ricos que saben serlo, ciencia que por desgracia no poseen mucbo/ de los que fortuna tienen, conocedor de nuestros amargos sinsabore/ y convencido de la importante misión que a la Escuela Industrial en la educación de nuestro pueblo le está encomendada, cedió al Ayuntamiento, en luáar tan céntrico como el paseo de Bravo Murillo, mil quinientos metrot/' cuadrados de terreno, con el exclusivo objeto de que sobre ellos se levantara el edificio de la Escuela Industrial. Quien asi abrió a la Escuela amplio/ horizontes y dio al espíritu del Claustro nuevos aliento/ para proseguir la tarea patriótica y desinteresada que ha tiempo se impuso, tiene un nombre, que recordarán con cariño cuanto/ alumno/ por el Centro pasen, y la ciudad entera representada por la masa trabajadora que allí irá a saciar su sed de saber. Y verdad y ciencia, al aumentar su cultura intelectual, serán los jalones que de un modo indiscutible prepararán la mejora de sus condiciones económicas, y ello será posible, porque don Santiago Ascanio Montemayor, al sertirlo asi, quiso, pudo y supo hacerlo. Seamos todos continuadores de ese rasáo, y mostremos nuestra gratitud, no con palabras sino con hechos y demos al patricio ilustre, que así supo conducirse, la satisfacción de que pueda ver en el más breve plazo, consumado su ideal, que es el nuestro, para que al entrar en el nuevo edificio, donde la Escuela Industrial dignamente podrá ejecutar su tarea y cumplir su misión, vea que su generosidad se aprovecha y la semilla de su bondad se convierte en copiosos y saludables frutos. 50 José OONZALEZ RODRÍGUEZ Aún ausente, no quiero Kerir su natural xaodestía y humildad, virtudes estas sin las Que, aun los rasaos generosos pierden ¿ ran parte de su espiritual eficacia; más he de d i r i g ía unas palabras, interpretando el sentir del Gaustro, al decirle en nombre de la Escuela: hoy más 4ue nunca os necesitamos, alma de nuestra casa sois, como alumno y Profesor de ella fuisteis, la explosión de vuestros afectos para la Escuela no fué hija de una genial inspiración de momento, nació al suave calor en que se templan los grandes amores, se engendró en el trato constante y la compenetración espiritual 4ue entre nosotros reina; sello y blasón que con orgullo ostenta esta casa, en los rasgos salientes de su vida académica, del que si sói^ el más elocuente, no sois en verdad el único ejemplo. Se abrieron vuesttas arcas, para que se alumbraran las inteligencias de los humildes; gracias en nombre de los hijos del pueblo que han de recibir tal beneficio; recordasteis sin duda, aquellas palabras admirables de doña Concepción Arenal, ilustre escritora y acabado ejemplo del alma generosa de mujer española, cuando decía: « entre las diversiones y el hastio, entre las obras frivolas, enojosas o tal vez perjudiciales, i< no habrá tumo para las buenas obras?*, y convencido, de que ha de haber turno para las buenas obras, os aprestáis a colaborar en las enseñanzas obreras que nuestra casa tiene establecidas: gracias en nomi) re de la Escuela Industrial por tan señalado favor, que aparte de las enseñanzas valiosísimas que vertáis a nuestros alumnos ¿ qu ¿ mayor enseñanza, para todas las clases sociales, que vuestra sola presencia entre nosotros?, lección elocuentísima y altamente provechosa en estos tiempos en que la ponzoña del egoísmo corroe las almas, perturba los entendimientos y lacera los corazones de tantos y tantos hombres. Que de la voz elocuente de vuestro ejetíiplo podamos decir, parodiando a la antes citada escritora: « No que clamó en el desierto, ni tampoco se oyó en el poblado... sonó en una de esas sendas por donde pasa poca gente » , más quiera Dios que la oiga alguien, y al oírla la recoja, y al recogerla le imite: tal es, nuestro más ferviente anhelo en bien de la patria y por la prosperidad de Gran Canaria. Fragmentos del discurso leído en el salón dorado del Excelentísimo Ayuntamiento de Las Palmas, la noche del 3 de febrero de 1923, por el Director de la Escuela Industrial D. Manuel Mascareñas. Qae tm eicoela de ciudadanía { u< aiempie caiacteiiatica de nues-tza caM, lo dice a todaa hoiaa lu propio historial, sin esa foimación no kubieían ñaddo nunca loi raa^ oe de alttulamo tan sotprendentea en los tiempos de egoísmo 4ue corremos, y < tue. con vuestra admiración, merecen vuestros aplausos y son acreedores a vuestra simpatía, de entre ellos • e destaca uno y, aun sin nombrarle, ya kabréis adivinado que me refiero a la donación de D. Santiago de Ascanio y Montemayor, que baito ensefia < lue para amar al país no es condición indispensable haber nacido en él¡ no tema el generoso donante, 4ue me escucha que yo ofenda su natural modestia, pero, debiéndome a la verdad, si os afirmo que, con ser tan valioso su ofrecimiento, hay aU » en él que, superando al valor pecuniario, hace lo estimemos en más, no tardaréis en verlo. Se inició éste, con la donación de un terreno al Ayuntkmiento hecha por el que fué alumno y profesor de la Escuela D. Santiago de Ascanio y Montemayor, que antes os cité, pero, si el solo hecho de que un rico ofrezca dinero, para estos fines culturales, causa asombro, con mi aplauso, mi sinceridad me induce a deciros que sólo le hubiera dicho; ¿ radas, muchas jracias, cumplisteis un deber, sabéis ser rico. Para un rito dar una parte de los bienes que Dios, como decimos los cristianos, puso en su podpr, es una obligación y el hecho en si, no implica sacrificio y dije, antes, que habla en esta donación al^ o, aparte del valor pecuniario, que hacia la estimásemos en más y ese al^ o es, pre-dsamente, el sacrificio. Desde aquel momento, y ha transcurrido mucho tiempo, nació en D. Santiago una preocupación constante a favor de nuestra Escuela y el que tuvo la suerte de seguirla en todas sus vicisitudes, bien puedo deciros que ella constituye el sacrificio que avalora la donadón, y al hacerla más meritoria la hace más digna de vuestra est-mación y aprecio. El pensamiento fijo en la mejora de nuestra Escuela, la voluntad atenta a esa misión que él se impuso, guiado por un verdadero y noble patriotismo, dieron como resultado su actividad en la empresa que a su concurso personal, tanto o más que a su aportación pecuniaria, debe su estado actual Por eso, al exteriorizarle nuestra gratitud, bien podemos decirle como antafio en Octubre de l922 « hoy más que nunca os necesitamos » y añadirle, sea vuestra alegría el bien que hacéis, sois ciudadano, sois patriota y, por ende, sois bueno. Escuelas Profesionales Salesianas Merece el aplauso público, para qne sirva de ejemplo y estímulo toda iniciativa particular u oficial, encaminada al mejoramiento de la beneficencia o de la instrucción. Los desheredados de la fortuna- niños, mujerer y ansianos- son di^ os de protección por parte de las clases pudientes 4ue tienen todas sus necesidade/ y basta sus caprichos satisfechos. Ello es un postulado de la civilización moderna y se cupiple an deber de humanidad y una obligación social atendiendo a los seré/ desvalidos. iQué hermoso es amparar al c( ue necesita protección en la vídal iQué admirable obra de solidaridad social se lleva a cabo creando centros de cultura, hospitale/, asilos bibliotecas! Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, enseñar al (] ue no sabe e/ cumplir una alta misión de amor cristiano, cuyos beneficios recoce la sociedad entera, hoy abitada y dividida por luchas y odios de clase nacidos de seculare/ injusticias. Una reacción natural contra siglos de esclavitud y servidumbre se advierte en la actividad del proletariado universal que exagera sus reivindicaciones. Los niños pobres y abandonados siempre despiertan simpatías a toda alma buena, a todo corazón sensible a las desgracias ajenas. No se concibe la indiferencia, que acusa dura insensibidad, ante el espectáculo del dolor y la miseria. A remediar los male/ sociales debe encaminarse la acción colectiva. Y la acción colectiva no e/ otra cosa que la suma de esfuerzos individúale/ coordinados. Por suerte no se ha malogrado el proyecto de adquirir el edificio de Sta. Catalina, donde estuvo establecido el Colegio del Sagrado Corazón para destinarlo a Asilo de niños. Hombres ricos y generosos, verdaderos filántropos, cuyos rasgos reclaman el enaltecimiento público, han puesto su dinero al servicio de una empresa humanitaria. El asunto de la adquisición de la magnifica finca de Santa Catalina- edificios, jardines y terrenos anejos- ya se ha resuelto de acuerdo el Cabildo insular, los donantes D. Ale- PRO CULTURA 53 jandro Hidalgo y D. Santiago Ascanio y lo/ P. P. Salesiaiuv 4ue kan decidido estableceise en Las Palmas. Las bases Kan sido aceptadas y adquirido el edificio, que seiá propiedad del Cabildo por ser la institución que representa a la isla de Gran Canaria, se le cederá en insufructo a los P. P. Saleciano/ con objeto de que instalen talleres de aite/ y oficio/. Esta fórmula ha sido aco^ da con general beneplácito. Para reunir las 750.000 pesetas en que se vendía el inmueble y atender a otro/ gastos, han aportado generosamente sus capitales D. Alejandro Hidalgo Romero más de 400.000 pesetas, D. Santiago Ascanio iSO. OOO y el Cabildo insular 200.000- £ stos dadivosos y acaudalados propietarios que espontáneamente, respondiendo a dictados de su conciencia, han abierto sus cajas con expléndida munificencia, a la que aquí no estamos acostumbrados, son acreedorer a la mayor gratitud. Son filántropos cuyos nombrer se recordarán siempre como bíenhechorer de los niños pobres necesitados de que se le/ instruya y coloque en condiciones de afrontar las rudas luchas de la existencia. lQu ¿ magnifica gesto el de los Siej: Hidalgo y Ascanio desprendiéndose de considerables cantidade/, de una verdadera fortuna en este país, para hacer un bien a la humanidadl En beneficio de la ciudad descamo/ que cunda y t^ nga imitadore/ el acto magnánimo de esto/ espíritus altruistas que no vacilan en sacrificarse por realizar una obra social que será de fecunda y positiva utilidad. { Sentirán remordimiento/ los que, pudiendo, no colaboran con los señores Hidalgo y Ascanio, cooperando con el Cabildo insular a resolver el problema de los niños asilado/? O dinero que se esconde avaro negando su contribución cuando se trata de fundar o sostener un hospital o un asilo, de construir un manicomio, de establecer un centro de enseñanza etc. se hace profundamente odioso. En cambio despierta simpatías el capital que se emplea en empresas patrióticas y humanitarias, fomentando el progreso y la cultura de lo/ pueblos y aliviando las angustias de las clases menesterosas. Este último e/" el caso de lo/ Sre/. D. Santiago de Ascanio y Montemayor y D. Alejandro Hidalgo y Romero. Como noble ejemplo de ciudadanía no/ compláceme/ en encomiar la acción de esos do/ filántropo/, cuyo/ nombren señalamo/ al agradecimiento de la población. ( De « El Diario de Las Palmas » , Octubre 1, 1923). 5 4 JOSÉ 00N2Ál. gZ RODRÍGUEZ Nveitta tíctra es fecunda en general e inagotable cuando le trata de predicar la caridad enieñada por Cristo. Días pasado* decíamos a nuestros lectores que D, Alejandro Hidalgo ofrecía 50 mil duros para la creación de una Escuela de Artes y Oficios, reiientada por loa Salesianos. Hoy podemos anunciar otro nombre 4ue ha corrido en alas de la fama por nuestra Ciudad, y a quien muchos labios han prodigado infinidad de alabanzas. Don Santiago de Ascanio y Montemayor se ofrece a secundar la obra donando 20 mil duros para tal fin. £ 1 espíritu de desprendimiento del Sz. Ascanio es verdaderamente inagotable. £ 1 público conoce muchos rasitos del mismo sefior, como es la donación de solares para la instalación del local para la Escuela Industrial, pero hay otros ocultos ( jue la humildad cristiana veda publicar porque perderían su matiz y perfume. Bistenle al generoso' donante las oraciones y bendiciones de sus numerosok favorecidos. Pero cuando se trata de una obra que redimda en beneficio de la caridad, de esta ciudad hambrienta de educación social y cristiana, de la gran masa obrera, es necesario decirlo muy alto, con las mil trompetas de la fama, para que el pueblo conozca que hay todavía ricos que le aman y se sacrifican por él; que los ricos no son sus enemigos, sino sus grandes bienhechores, los que velan a su cabecera, dan pan a sus hijos, y se muestran solícitos a sus múltiples necesidades. D. Alejandro Hidalgo y D. Santiago de Ascanio pertenecen a aquellos ricos que practican el Evangelio de Cristo, con nobleza'de espíritu, desconocido en estos tiempos de frió egoísmo, • Loor a ellos que tan buen uso hacen de los bienes que Dios ha colocado en sus manos! La ciudad de Las Palmas les es deudora de inmensa gratitud. ( De * El Defensor de Canarias » , 4 de Mayo, 1933). Iltmo. Sr. D. Francisco 6our¡ é y Marrero Iltmo. Sr. D. Francisco 6ourié y Marrero Honxa las páginas de esta breve antalo^ ía de ca- " narios meritísimos el nombre, por todos cjuerido y respetado, de D. Francisco Gourié y Marrero, que recuerda al caballero pundonoroso, todo corrección y bondad, que jamás niega su cooperación a cuantas obras se intentan en bien de su patria, a la que Ka consaérado su vida entera, inspirada en su mejor progreso y desarrollo, luchando por su engrandecimiento moral, político y económico. E, s el Sr. Gourié uno de esos espíritus nobles, sinceros, prudentes, pero recios en sus determinaciones. Su habitual modestia le retiene ocupado en sus asuntos. Nó ba ambicionado públicas actuaciones, porque conoce sus quiebras y dificultades; pero, no obstante, ha sabido imprimir sello sintomático en los asuntos en que ha actuado, siendo siempre garantía de éxito y de honorabilidad su presencia en Sociedades, Institutos benéficos. Cabildos y Municipios. Político activo, ha militado a la sombra del gran patricio Sr. León y Castillo. Jamás traicionó ni explotó la amistad de este invicto caudillo de Gran Canaria. Su nombre se conserva incólume, libre de esas sombras que suelen acompañar a tantos políticos de oficio. Es la Agricultura para el Sr. Gourié una gran obsesión; y su éxito demuestra también su gran talento. E, l sabe que ella es fuente de riqueza para todos, y base de la Industria y del Comercio. Con su 56 ] OSé GONZÁLEZ BOPBÍOUEZ labor asidua Ka sabido avalorar sus propiedades rústicas, aumentando sus riquezas, y beneficiando con ello a innumerables obreros, c( ue viven bajo su é^ ida paternal, y a diario bendicen su nombre. La generosidad y magnificencia de este caballero son harto notorias. Sus fincas son pequeños cotos en los que el labrador tiene su casa y constituye su familia, con carácter hereditario. Posee, además, una sólida fortuna bien fundada y adm. ínistrada. Son numerosas las empresas que ha acometido el Sr. Gourié, entre las que merece especial mérito la edificación del grandioso templo de Arucas, que a su arresto varonil debe su existencia. La hermosa ciudad de Arucas puede hoy enorgullecerse de esta magnífica donación, porque cuenta entre sus hijos al gran hacendista D. Francisco Gourié y Marrero, de grandes convicciones religiosas, que ha querido que su fe tenga en ese templo un marco magnífico, como su caridad la tiene en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Las Palmas, obras muy predilectas del Sr. Gourié, y qne dejan bien probadas sus acrisoladas virtudes. Con justo interés incluimos en nuestra publicación el retrato de este ¡ lustre canario, cuya característica puede sintetizarse en la virtud, el ejemplo y la caridad. £ ste es su mejor elogio. Nació en Las Palmai; ha desempeñado durante 12 aSos el catgo de Concejal de este Ayuntamiento.- Concejero del Cabildo Insular; fundador del Monte de Piedad y Caja de Ahorros; Miembro del Consejo Insular de Fomento; Miembro de la Junta de Obras del Puerto; Presidente de la Heredad de Aguas de Arucas y Firmas; Vocal de los Depósitos Comerciales; Impulsor de la Industria Azucarera de Gran Canaria; Organizador de la Cámara Agrícola, etc., etc.- En sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Arucas le fué conferido el título de Hijo Adoptivo de aquel puebla. Algunos datos de la Iglesia de Arucas La última revuelta de la carretera nos muestra gallardamente, entre el blancor de un diseminado caserío, las altas crestas de ac( uella deslumbrante flor gótica— evocadora de pasadas épocas y de álo-ríosos recuerdos—, luciendo sus variados y atractivos matices, Al abandonar el coche me interné por una empinada callejuela, que me conducía rectamente al pie de la iglesia. £, ra para mí de suma importancia « penetrar » en los misterios de aquellos afanes, cuando sólo la constancia llevaba a realidad la idea preconcebida por el Sr. Gourié y otros significados elementos. Desde la colocación de su primera piedra, el año de l9o9, no se ha interrumpido el constante trabajo de los obreros del bello pueblo canario, que, alentados y protegidos por el Sr. Gourié, aspiran a convertir su iglesia en una verdadera filigrana del arte plástico. E, l Párroco, don Francisco Cárdenes Herrera, me condujo a la terraza, enseñándome y explicándome los más pequeños pormenores, para que mi información resultase veraz, interesante y no exenta de carácter histórico. Desde las alturas distitiguí, a vista de pájaro, la extensa y verdegueante campiña de Arucas, el conjunto de los edificios públicos, las acequias y las estribaciones de la lejana cordillera. El sol prestaba variadas tonalidades a los fértiles campos, y las 58 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ emanaciones de la yerba subían basta lo alto, envolviéndonos en olores silvestres. Es cjue el alma del artista se estremece al contacto de la Naturaleza, que se complace en tributar sus caricias de madre amantísima. Ciento dos escalones de ¿ ranito nos separan del pavimento. Lentamente, palpando entre las sombras árises de aquellos interminables laberintos Hedamos a la calle. El Sr. Cárdenes me babló largamente de las dificultades que la Junta de obras del templo babía tenido cjue vencer para dar cima a tan importante construcción. Penetramos nuevamente en el templo. Deslumhrado por la policromía fastuosa de acuellas grandes vidrieras, quise saciar mi curiosidad de curioso cronista: — Padre, dígame V.: ^ cuántos retablos llevará la iglesia? Y él, rápidamente, sin vacilaciones ni esfuerzos mentales, contestó al punto: — Ocbo. ¿ Quiere V. tomar nota? » lDesea llevar al libro algunos pormenores del templo? Pregun-teV. Vacilé un instante. Mi buena memoria no me permitiría retener tanta cosa como llevábamos vista. Enristré el lápiz y comencé preguntando: — Vaya indicándome el asunto que representa cada vidriera y el nombre de su donante. — Primera, donada por don Francisco Gourié y su hermana doña Rosario ( S. Juan Bautista predicando junto al Jordán); otra, por don Blas Rosales Batista ( S. Blas); otra, por un servidor ( S. Francisco); otra, por doña María Rosales Marrero ( Bautismo de Cristo por S- Juan); otras dos, por el Exce- PRO CULTURA 59 lentísimo Sr. Marqués de Arucas ( Viráen del Rosario y S. Ramón, y S. Bruno y Santa Saturnina); otras dos, por la Junta de Sras. constituida a este fin ( S. Francisco Javier bautizando a los indios, y S. Silvestre, Papa, bautizando a Constantino); otras dos, por doña Josefa Ponce Martín ( S. Rafael Arcángel con el joven Tobías); otra, por don Manuel del Toro González y su esposa doña Dominga Marichal Martín ( martirio de Sta. Lucía); otra, por don Manuel Hernández Pérez ( Virgen del Rosario entregando el Rosario a Sto. Domingo), y Sta. Rosa). Esta vidriera ostenta la siguiente dedicatoria: « A la memoria de doña Rosario Suárez, su esposo don Manuel Hernández Pérez e hijos » ; otra, con dedicatoria: « Don Demetrio Granado, a la memoria de su Sra. esposa doña Rosario Martos ( tránsito de S. José); otra, por don Manuel González Chávez y su esposa doña María del Carmen Suárez ( Virgen del Carmen y S. Fernando); otra, por la Hermandad del Carmen establecida en esta Parroquia ( el Corazón de María y el Padre Claret); otra, por el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, dirigido por las Hijas de la Caridad ( Virgen Milagrosa); otra, por don Elias Hernández Pérez, doña Francisca y doña Dolores ( Kermanos) ( Corazón de Jesús); cinco pequeños rosetones y tres grandes, por la Junta de la iglesia ( el del centro. Espíritu Santo; los restantes, las cuatro alegorías de los cuatro Evangelistas. Los tres grandes simbolizan a Jesús, a María y a S. Juan Bautista. — Padre, iy la pila bautismal? Monde se confeccionó? — Es la misma de la antigua iglesia. Las tres ^ 0 ] OSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ campanas y el vallado del Comulgatorio son también los mismos. —. íCuándo se bendijo el templo? — El 18 de marzo de l9o7. Aun no se había levantado del todo, dijo una misa el ST. Obispo. — ¿ Y ( juiénes son esos buenos señores que tan desinteresada y amablemente prestaron su valiosa cooperación? — Vea V.— me contestó—; son unos excelentes patriotas, que no pierden ocasión de sacrificarse por su pueblo. Actualmente se halla constituida la Junta por los siguientes Sres.: Don Francisco Gourié y Marrero, presidente; don Juan Rosales Batista, tesorero; don Juan Manuel Martín Rodríguez, secretario ( fallecido). Vocales: Don Francisco Cárdenes ( párroco), don Manuel del Toro González, don Do-mingo Barboza, don Arturo Codorniú, don Antonio Rodríguez, don Antonio del Toro López, don Demetrio Granados, don Juan Blanco García, don Ramón Cedrés ( presbítero), don Juan Francisco González ( presbítero), don Fernando Navarro ( arquitecto), don Sebastián Quesada, maestro de obras ( fallecido). Junta ejecutiva: Presidente, Tesorero y Cura párroco. Algunas horas de reposo las dediqué a la divertida charla con mis buenos amigos los hermanos Ramos, barberos del pueblo, que me facilitaron algunos datos para la dirección en mis trabajos de información. Un cordial y cariñoso saludo. Excmo. Sr. D. Alejandro Hidalgo y Romero Excmo. Sr. D. Alejandro Hidalgo y Romero La Kistórica y anticua Villa de Agüimes, patria, en todo tiempOj de canarios distinguidos, tuvo la suerte de ver nacer, en su seno, a este bienkeckor insigne de la Gran Canaria, espléndido como un rey, y modesto como un asceta. E, l, es una prueba de lo cjue pueden Kacer una voluntad tenaz y una inteligencia cultivada puestas al servicio del trabajo bonra4o- Porc( ue este gran señor y opulento propietario c( ue habita boy casas suntuosas, y tiene productoras y bellas posesiones en Las Palmas, Arucas, Guía, Telde y Moya, ni nació en palacios, ni se meció en cunas doradas. La fortuna respetable ( jue tiene, fruto es de vigilias y de estudios, de afanes y de sudores. Por eso, él, qáe Ka probado las dulzuras de un descanso, justamente merecido, después del bregar intenso, largo y provechoso, odia la holgazanería y ¿ iversión al trabajo, y ensalza y alienta la laboriosidad, protegiendo a los due buscan la cultura, que da medios lícitos para mejorar las condiciones de la vida, y alcanzar los puestos más elevados. Dedicado a la enseñanza en sus años juveniles, vio con su talento claro, que los grandes males, pesadilla constante de la Sociedad presente, tienen por causa principal la falta de instrucción, especialmente en la masa obrera. Tal vez pensó, desde entonces, adquirir fortuna para hacer bien con ella a las clases pobres, a las que ya había consagrado, en las escuelas, sus energías y amores de maestro. El contac- 6 2 lOSi; GONZÁLEZ RODRÍGUEZ to y comunicación de espíritus ( Jue establece la cátedra entre Profesor y alumnos, le hizo descubrir, en los hijos del pueblo, ináenios escondidos, aptos para las artes y las ciencias; verdaderos diamantes en bruto, cjue no esperan más que la mano del lapidario para brillar esplendorosos y lucir sus variadas facetas. y soñó que tal vez, aláún día, podría buscar ese lapidario que los puliera y labrara. Y así fué: Desde que, proteáido por Dios, se vio dueño de abundante caudal, determinó destinar una aran parte de éste a recoger y educar a los hijos del pobre, para convertirlos/ en buenos ciudadanos, instruidos, honrados y laboriosos. Mientras viáilaba sus extensas heredades, y dirigía personalmente las reformas, explotaciones y plantaciones, que las han convertido en fincas pri" morosas, re ¿ ocijábase vislumbrando el gran servicio que habían de hacer a su país los productos de aquellos trabajos... Y pasaron los años de lucha, y, con ellos, los fervores políticos que tanto le apasionaron, cuando, por sus grandes méritos y valiosos servicios, fué Jefe del partido liberal y Alcalde de la Villa de Moya. Fué entonces cuando este pueblo le nombró su hijo adoptivo, por su gestión activa y provechosa en favor del Municipio, cuyos destinos rigió por largos tiempos. Retirado ya de la vida pública, consagrado a su familia y a sus amistades, sin más ocupación que la alta inspección de sus negocios, ejecutó, al fin, la obra tan deseada que le ha inmortalizado entre los canarios agra< lecidos. Tal es LA FUNDACIÓN DE LAS ES-cuniAS PROFESIONALES SALESIANAS, cuyo elogio ma- PRO CULTURA 63 yor es oír, ver y palpar lo c( ue se aprende y se hace en sus aulas y talleres. E, n ellas— además de educarse más de trescientos niños de la Ciudad y de los campos— Kay doce becas perpetuas: seis para seis niños pobres de Aáüimes, por ser el pueblo natal del fundador, y otras seis para otros tantos niños de Moya, por haber pasado en este pueblo la mayor parte de su vida, y radicar, en él, mucKa de su ri- < lueza. Gran Canaria entera quedó admirada ante este desprendimiento, atjuí sin precedentes; y se apresuró a manifestar su agradecimiento con obras que son amores. El Excmo. Ayuntamiento de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad del Real de Las Palmas, en sesión de l5 de febrero de l9z4, acordó, por unanimidad, nombrar al fundador Hijo ilustre de la Ciudad, entregándole solemnemente el Diploma en que se hace constar este nombramiento, dando el nonibre de Alejandro Hidalgo a la vía urbana donde están situadas las escuelas fundadas por él, y solicitando del Gobierno de S. M. que se le conceda la Gran Cruz de Beneficencia con distintivo blanco. E, l Ayuntamiento de Agüimes, al que regaló, para fabricar grupos escolares, el amplio solar del antiguo convento de Sto. Domingo de aquella Villa, le ha nombrado, por aclamación, su Hijo predilecto; ha dado su nombre a la mejor calle « como prueba de gratitud por los notables beneficios que ha hecho a su pueblo natal, y para perpetuar la memoria del hijo generoso de la Villa, por el rasgo hermosa de caridad que ha realizado en beneficio de la infancia desvalida de la Villa entera » , y acordó colocar su retrato y busto en lugar conveniente, « para que las 64 JOSé GONZÁLEZ KODRIGUEZ presentes y futuras áeneraciones conozcan a este hijo bienhechor del pueblo » , añadiendo cjue « hombres hidalgos como éste debieran ser eternos para alivio y consuelo de ac( uellos seres sin recursos que disfrutan y disfrutarán de sus actos humanitarios, que no pueden ser discutidos. » ( sesiones de 5 de febrero y 16 de agosto, y oficio de l9 de octubre de 1924). El pleno del Ayuntamiento de Moya, acordó, también por aclamación, manifestar su gratitud y reconocimiento por las seis becas fundadas para hijos pobres y huérfanos de aquella Villa, por don Alejandro Hldaléo y Romero, hijo adoptivo de la misma, cuyo nombre ha de llevar la calle llamada Priniipal en la que está su casa situada ( sesión de 24 de aéosto de l924). El « Gabinete Literario » , la más anticua y culta Sociedad de Las Palmas, y la que tiene historial más glorioso en el progreso científico y artístico, decía a Don Alejandro Hidalgo, en oficio de 7 de aíiosto de l924: « El altruista y humanitario acto jior V. realizado, dotando a esta Ciudad de un Establecimiento que permite a los niños pobres ¿ ozar de los beneficios que reportan la educación e instrucción, no podía silenciarlo esta Sociedad, que ha venido consíantemente preocupándose por el bien moral y material de la Isla toda. Por ello, la Junta Directiva acordó, por unanimidad, hacer expresa constancia en actas de la más entusiasta felicitación a V., por su generoso desprendimiento en bien de les niños, no dudando que recoáerá V. los frutos a que, por acto de tal valor social, se ha hecho acreedor. » Parecidas alabanzas y felicitaciones le han PRO CULTURA 65 tributado también la anticua Sociedad Católica de Obreros y el Círculo Mercantil de Las Palmas; la Deleáación del Gobierno de S. M., la cual lo ka propuesto para una recompensa honorífica « por sus rasgos de altruismo y desprendimiento en favor de los pobres; el Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria; los subsecretarios de Gobernación y de Instrucción Pública y Bellas Artes, y Diputados y Personajes políticos de diversas tendencias. Merecen conservarse, entre otras, las hermosas palabras que le escribió el ex- Ministro D. Leopoldo Matos y Massieu, hijo amantísimo de esta tierra. Dicen así: « No cjuiero detener un solo instante la presentación ante V. de mi homenaje de afecto y de admiración por la obra que ha realizado, y que merece que, en todas las almas de Gran Canaria, brote, con la misma fuerza que en la mía se produce, un sentimiento de inmensa gratitud hacia V. Con independencia del sentimiento caritativo excepcional que refleja la escritura de fundación, se advierte bien claro que ella ha sido inspirada por un amor muy grande a Gran Canaria, y todos los que en ella nacimos quedamos ligados a V. por fuertes vínculos de reconocimiento. » Sin embargo, no son estos elogios, con ser de tanto mérito y venir de mentalidades tan altas, los que más agradan a Don Alejandro Hidalgo. La lisonja que más le halaga, el aplauso que le alienta, y el consuelo que le alegra y conforta, son el cariño y agradecimiento de los desh? redados de la Fortuna que se educan en la fundación lujosa que lleva su nombre. ¡ Con qué satisfacción y regocijo visita diariamente las Escuelas Salesianas, y s? coniplace en su obra de amor, recoirlendo jardines, aulas, gale- 6 6 lOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ rías y talleres, donde bulle y se a^ ita, y rumorea, y zumba un verdadero enjambre de educandos, ( jue, al llenar la casa con sus voces infantiles, mezcladas con el ajetreo del trabajo y de las niáquinas del taller, entonan un himno de gratitud a la caridad de su ilustre Bienhechor. Escritura de fundación benéfica y donación otorgada por D. Alejandro Hidalgo y Romero a favor de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, ante el Notario D. Luis Suárez Quesada, en la Ciudad de Las Palmas ( Gran Canaria), el día 26 de enero de 1924. NÚMERO CIENTO SETENTA Y CINCO En la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, a veinte y seis de Enero de mil novecientos veinte y cuatro. Ante mí, D. Luis Suárez Quesada, Notario de esta Capital, mí vecindad, COMPARECEN para establecer una fundación benéfica y celebrar un contrato de donación condicional. De una parte como fundador y donante D. Alejandro Hidalgo Romero, de setenta y tres años de edad, propietario, casado en terceras nupcias con Doña Aurelia Marrero y Ma-rrero, vecina de esta Ciudad, con domicilio en la calle de Pe-rojo y cédula personal de séptima clase, dada el día nueve de Agosto próximo pasado bajo el número uno. Y de otra parte como donatario D. Guillermo Viñas Pérez, de cuarenta y cuatro años de edad, soltero. Presbítero y vecino de Sevilla, con residencia accidental en esta Ciudad. Tiene cédula personal de undécima clase librada el veinte de Enero del pasado año con el número cincuenta y cinco mil doscientos trece. INTERVIENEN D. Alejandro Hidalgo, por su propio derecho, y el señor* Viñas Pérez, como Inspector en la provincia de la Bética, de cuya capital es vecino, de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » , cuyo cargo asegura y a mí el Notario me consta 68 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ por notoriedad está ejerciendo en la actualidad, y para el cual fué nombrado en el correspondiente Capitulo, se^ ún resulta de la comunicación de c( uince de Julio de mil novecientos veinte, expedida por el Rector Mayor de la Congregación, D. Pablo Albera, que en este acto me exhibe. Dicha sociedad está autorizada para estar establecida en España atendiendo a que su fin principal es el ejercicio de la caridad en favor de la clase pobre y de los niftos, proporcionándoles un oficio, según consta de Real Orden del Ministerio de Gracia y Justicia de fecha veinte y cinco de Octubre de mil ochocientos noventa y tres y aparece inscrita dicha Asociación denominada cPia Sociedad de San Francisco de Sales » , constituida en veinte de Mayo de mil novecientos uno, con domicilio en Sevilla, Convento de la Santísima Trinidad, en el Libro Registro de Sociedades al folio cuarenta y nueve, con el número trescientos ochenta y ocho, de conformidad con lo prevenido en el artículo octavo de la Ley de Asociaciones de treinta de Junio de mil ochocientos ochenta y siete, según así consta de una certificación del Gobierno Civil de la repetida provincia, de feha veinte y ocho de Diciembre de mil novecientos diez, expedido por el Secretario D. Luis González de Sanquintin, con el visto bueno del Gobernador Sr. Valcárcel; según todo consta de la escritura de mandato que el propio compareciente Señor Viñas Pérez, otorgó a favor de don Joaquín Bressán y Colussi, Superior y Director de la Casa y Colegio de Salesianos de Sevilla, el día treinta y uno de Julio del próximo pasado año ante el Notario de la nombrada Ciudad D. Félix Sánchez Blanco y Sánchez, el cual instrumento público obra testimoniado a continuación de la matriz de la escritura de compra- venta celebrada ante mf el día veinte y siete de Septiembre último y que lleva el número dos mil doscientos ocho del protocolo correspondiente, del cual poder pondré testimonio a continuación de esta matriz. Conozco a los comparecientes, constándome sus respectivas proftsión y vecindad. Aseguran tener y tienen a mi juicio capacidad bastante para oblijarse, y en tal virtud EXPONEN: PRIMERO: D. Alejandro Hidalgo y Romero que es dueño y legítimo poseedor de las siguientes FINCAS situadas en el término municipal de esta Ciudad. A. Un trozo o parcela de terreno labradío, de secano PRO CULTURA 69 y de ríelos, coa los accesorios que se dirán, paite de la hacienda denominada Santa Catalina, en el Barrio de Los Arenales, el cual se comunica con la carretera que dirige al Puerto de la Luz por una rampa o pasadizo de setenta metros lineales de longitud, por veinte de anchura, el cual pasaje forma parte de esta finca. Linda el todo, al Naciente, con terrenos < lue fueron de la finca principal y pertenecen hoy a la « Pia Sociedad de San Francisco de Sales » , por entre cuyos terrenos cruza la susodicha rampa o faja que llega hasta la carretera antes nombrada, teniendo por este límite una extensión lineal de noventa y cuatro metros veinte centímetros; al Poniente en una extensión de cuarenta y seis metros y setenta y seis centímetros lineales, con resto de la finca principal que pertenecen a la « Congregación del Sagrado Corazón de Jesús » , haciéndose constar que por este lindero existe y es objeto tatnbién de la donación un cercado de plataneras, el cual termina precisamente en la línea divisoria de este trozo y el resto que allí queda a la expresada Congr<> gaeión; por el Norte en una extensión lineal de ciento treinta y ocho metros, con terrenos de los Señores Blandy Brothers y Compañía; y al Sur con terrenos del Hotel de Ssnta Catalina que pertenecen al £ xcmo. Ayuntamiento de esta Capital, en una extensión de ciento cuarenta y un metro también linéale » . Ocupa el todo, con inclusión de los accesorios que se expresarán, la superficie total de doce mil novecientos cincuenta metros, ocho mil setecientos cincuenta y seis centímetros cuadrados. Tiene como accesorios un edificio de planta alta que estuvo destinado a Colegio de Señoritas; ocupa el mismo la total superficie de dos mil quinientos cinco metros cuadrados; o sea, por su frontis o naciente, cincuenta metros lineales; por el Sur o izquierda entrando, cuarenta y siete metros lineales; por el costado del Norte o derecha, cincuenta y ocho metros, cincuenta centímetros también lineales, y por el Poniente o espalda, sesenta y un metro cincuenta centímetros, asimismo lineales, figurando dicha edificación por este último costado un ángulo recto: también por este lindero se ha construido y obra adosada al mismo una cocina, la cual forma un cuadrilátero de trece y medio metros por siete, anxbos lineales, cuya cabida se ha incluido en la de la edificación, por la espalda de este inmueble, y hacia el costado del Sur, existe un algibe cubierto en la actualidad, el cual tiene una capacidad aproximada de setecientos metros cúbicos; también y por el frontis, hacia la derecha del mencionado edificio hay un pozo, en el quj se alumbra aguas, teniendo instalado para la extracción de In;; 70 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ mismas, un motor con bomba: y por último, por el lindero Norte de la finca descrita, y en linea posterior a la Casa- Colegio, se encuentra un gallinero; por su costado Naciente y frente al mismo está una habitación que viene destinada a carbonera. Vale esta linca treinta mil pesetas. B. Un cuarto paja de agua de la del abasto público, que se denomina de la Fuente de Los Morales. Vale mil ( jui-nientas pesetas. C. Una hora y doce minutos de reloj de agua por el Heredamiento de Triana, su entrada cada tercer Sábado, o séase dos horas y veinte y cuatro minutos cada treinta dias que son los de dula. Su valor mil pesetas. D. Y ocho horas y cuarenta minutos de reloj de agua por el mismo Heredamiento de Triana, que entran a regarse cada treinta y nueve dias de que consta el período de dula, sin expresarse el día fijo de ésta por no existir en dicho Heredamiento. Vale ocho mil quinientas pesetas. CARGAS: Manifiesta el Sr. Hidalgo que las citadas fincas se hallan libres de gravámenes. TÍTULO: Las adquirió por compra que hizo a la « Congregación del Sagrado Corazón de Jesús » representada por la Muy Reverenda Madre Rosa Bonafós Bermejo, mediante escritura ^ elebrada ante el infrascrito Notario el veinte y siete del próximo pasado Septiembre, de la cual tengo a la vista una primera copia que fu ¿ inscrita en el Registro de la Propiedad del partido a los folios ciento sesenta y tres vuelto, sesenta y siete, setenta vuelto y trece vuelto, de los tomos trescientos treinta y uno, trescientos diez y nueve, doscientos veinte y nueve y doscientos cincuenta y tres de Las Palmas, fincas números once mil trescientos sesenta y seis, dos mil ciento ochenta y siete, tres mil treinta y dos y siete mil novecientos setenta y ocho, inscripciones segunda, décima sexta, secunda y décima sexta, respectivamente. SEGUNDO: D. Alejandro Hidalgo Romero tiene el propósito de que los reseñados bienes tengan siempre en esta Isla de Gran Canaria un destino benéfico insular, para lo cual se ha concertado ¿ on la « Pía Unión de San Francisco de Sales » a fin de que la misma cumpla aqui la altísima misión de su Instituto educando e instruyendo niños pobres, habiendo celebrado un convenio que las partes formalizan en las siguientes CLÁUSULAS I. D. Alejandro Hidalgo Romero hace donación intervivos a la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » repre- PRO CULTURA 71 sentada en este acto por el Inspector Provincial D. Guillermo Viñas Pérez, de todos los bien » descritos en el particular primero de la exposición de esta escritura, para destinarlos al cumplimiento de los fines de aquslla Institución, o sea a la educación e instrucción de niños pobres de esta Isla. Bien entendido que, aunque varíen los Estatutos de dicha Institución, ni por ningún motivo previsto ni imprevisto ni en ningún momento, podrán destinarse el edificio y los solares donados a otros usos que no sea el aquí expresado. II. La donación se efectúa con las siguientes condiciones: A. La fundación se denominará « Fundación de Alejandro Hidalgo Romero- Cscuelas Profesionales del Sagrado Corazón de Jesús » , y este membrete llevarán todos cuantos docunientos, oficios, cartas y toda clase de papeles se utilicen en la misn^ a. B. Tendrán preferente derecho a ser admitidos en el establecimiento los hijos de los sobrinos carnales del Sr. Hidalgo Romero, siempre que tales hijos sean pobres. Por hijos habrán de entenderse lo que la palabra significa en su sentido literal y no otros descendientes. C. Habrán también de ser admitidos en segundo lu^ or y con preferencia a otras personas, doce niños: seis de la Villa de Agüimes y otros seis de la de Moya, los que han de reunir necesariamente las condiciones de ser huérfanos y pobres, de haber nacido en los términos municipales de las mismcs y estar residiendo en ellos en el momento en que saan elegidos para ingresar en estas Escuelas. Estos niños recibirán gratuitamente y mientras permanezcan en las EscucUs, instiucción, educación, alimentos, ropas de todos usos, asistencia médica y farmacéutica y todo cuanto les sea necesario pata su vida y conservación hasta completar la educación que proporcionan dichas Escuelas en todos los grados. La designación de estos niños corresponderá u los señe-res Curas Párrocos y Alcaldes respectivos, de los indicados pueblos. En el caso de que en uno o en ambos de dichos términos municipales excedieran del número de seis los niños que reúnan iguales circunstancias de ser huérfanos y pobres, el Señor Alcalde y Cura Párroco del Pueblo que se encuentran en este caso, formarán una lista en la que que se incluirán todos los niños que se encuentran en dicha igualdad de condiciones y procederán al sorteo de los mismos, designando entonces la suerte los que hayan de ser elegidos para cubrir las seis plazas referidas. 72 losé GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Pero, si en cualquiera de los dichos pueblos de A^ üi-mes y Moya, no pasaren del número seis los niños que sean pobres y huérfanos y sobrare uno o más plazas que cubrir para llegar al indicado número, las dichas Autoridades Civil y Eclesiástica del término respectivo formarán otra lista de niños que necesariamente tendrán que ostentar la condición de pobreza, y procederán a la insaculación de los mismos en número bastante hasta completar las seis becas o plazas a que cada término ntunicipal referido tiene derecho. £ 1 sorteo se efectuará en la forma que las mismas Autoridades que intervienen en él estimen más Conveniente. D. La donación a favor de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » ha de entenderse con amplias facultades para usar y disfrutar los mencionados bienes sin que el Estado ni nadie, ni ahora, ni en lo sucesivo, tengan que mezclarse en ello ni en el régimen y marcha del Establecimiento y sin que la Institución ten^ a que dar cuenta absolutamente a nadie, pues todo queda en su conciencia y libre de toda intervención. E. La donación durará mientras la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » quiera ejercer su ministerio en esta Isla, utilizando los bienes donados, para instruir y educar niños pobres de la misma. F. Sí por cualquier circunstancia esta Isla pasare a poder de otra Nación, y ésta no consintiere a la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » seguir ejerciendo su altísima misión de educar e instruir niños pobres, los bienes que van donados pasarán a la « Superior Corporación Administrativa » de esta dicha Isla, pero con la precisa condición de que no se podrán por ningún motivo destinar dichos bienes a otros usos que a los dichos, o sea, a educar e instruir niños pobres de la misma. G. Si por cualquier motivo forzoso o voluntario, previsto o imprevi. sto, tuviere la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » que abandonar esta Isla y por ello no pudiera continuar su obra de educación e instrucción de niños pobres, el Patronato que luego se instituirá, determinará la aplicación que deba dársele a los bienes aquí donados, teniendo en cuen-ti que según se dice varias veces en esta escritura es la voluntad c^ e' donante que no se les dé a dichos bienes otra aplicación distinta de la de educar e instruir niños pobres de esta Isla. Si la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » por causas ajenas a su voluntad tuviera que abandonar esta Isla, o no les conviniere continuar en la dirección y desempeño de esta Institución, una vez desaparecidas dichas causas, tendrán PRO CULTURA 73 derecKo preferente a cualquiera otra Comunidad o particulares, para hacerse cargo nuevamente de la referida Institución, aunque de esta estuvieren ya encargadas otras personas. H. Será de cuenta de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » el pago de las contribuciones, tributos, arbitrios y todos los impuestos, directos o indirectos, con que ahora o en lo sucesivo graven dichas fincas el £ stado, la Provincia, el Municipio o cualquiera otra entidad. Igualmente será de cuenta de dicha Institución la conservación y entretenimiento de dichas fincas. I. La « Pía Sociedad de San Francisco dé Sales » dejará a beneficio de esta fundación todas las obras, reformas y mejoras que hagan en el edificio y solares donados, sin que por dichas obras o reformas, puedan reclamar nada en ningún tiempo ni a nadie. Para las referidas obras, reformas y mejoras, no necesitará la dicha « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » permiso, autorización ni aprobación de nadie. J. Tendrán el carácter de Patronos de esta obra benéfica el fundador D. Alejandro Hidalgo Romero, mientras viva, luego sus parientes D. Antonio, D. Jacinto y D. Juan Artiles Fabelo, por el orden que van nombrados, y por fin cuando el último de ellos haya fallecido, una Junta compuesta por el Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria ( si esta Corporación no existiere el Presidente de la Superior Corporación administrativa de esta Isla y que radique en la misma), el Alcalde de esta Ciudad de Las Palmas y el Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del Pais. Si los acuerdos que tome esta Junta no fueren por unanimidad o mayoría para que aque'llos sean ejecutivos, será condición indispensable que las Corporaciones, en Pleno, que presidín dichos Señores, por mayoría entre las mismas, aprueben lo hecho por ellos. K. El Patrono tendrá la representación plena de la obra benéfica, judicial, extrajudicial y gubernativamente, pero mientras de dicha obra esté encargada la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » se respetará estrictamente lo dispuesto en la condición D. precedente. L- Si en cualquier tiempo o por cualquier motivo, el Estado o cualquiera otra Corporación expropiare una parte de los bienes donados, el importe de ella lo recogerá el Superior de la Comunidad a cuyo cargo esté la Fundación, el que de acuerdo y con autorización del Patronato, lo invertirá en mejorar los bienes de la Fundación. M. Si la expropiación que dice la condición que ante- 74 losé ObNZÁLEZ RODRÍGUEZ cede fuere total, o sea de todo el edifício y solares donados, el importe será depositado en el £ stablecinúento de Crédito Que más y mayor garantía ofrezca de los que trabajan en esta Plaza. Este dinero será invertido en adquisición de un edificio o solar donde construir el edificio que será destinado a instrucción y educación de niños pobres de esta Isla. La adquisición del edificio solar dichos y la construcción del edificio en su caso, se hará con el Patronato, siempre de acuerdo con el Superior anteriormente citado, el que será Director administrativo de la obra. N. Cn la última enfermedad del fundador D. Alejandro Hidalgo Romero, éste será acompañado en sus postreras horas por un Sacerdote de los que se hallen en el Establecimiento por él fundado, y al ocurrir su muerte será acompañado en la procesión fúnebre por todo el personal y niños de aquél. El sepelio se efectuará al pie del Altar Mayor de la Capilla del referido establecimiento, si las leyes sanitarias lo consintieren, y en otro caso se trasladarán sus restos a dicho sitio, lo antes posible, con arreglo a aquellas leyes. En el mismo luáar deberán colocarse los restos de los padres y de las tres esposas del Sr. Hidalgo Romero. O. No por motivo de vanidad sino para que los niñus recuerden siempre a su bienhechor, el busto y un retrato del donante D. Alejandro Hidalgo Romero, se colocarán en los sitios más visibles del Establecimiento. III. D. Guillermo Viñas Pérez, en nombre y representación de la « Pía Sociedad de San Francisco de Sales » acepta la donación en la forma indicada. Así lo otorgan los comparecientes a presencia de los testigos D. José Alba Pérez y D. Marcelo de Sancho Martínez, ambos de esta vecindad y sin excepción según expresan. Quedan hechas las reservas y advertencias legales pertinentes a esta escritura que va extendida en ocho pliegos de séptima clase, serie B., número ochocientos diez mil seiscientos dos y ios siete siguienies en orden correlativo. Leída por mi, el Notario, esta escritura, en un solo acto a los otorgantes y testigos previa advertencia y renuncia del derecho que tienen a leerla por sí, le prestan los primeros su aprobación consintiendo expresamente y firman con dichos testigos. De todo el contenido de este instrumento, yo, el Notario, doy fe.- Siguen salvadurns de erratas. Alejandro Hidalgo, Guillermo Viñas Pérez.- José Alba Pérez.- Marcelo de Sancho. Signado, Luis Suárez Quesada. Dr. D. Silvestre Bello y Rodríguez Dr. D. Silvestre Bello Rodríguez Conceptuado como uno de los más afamados y distinguidos médicos de nuestra Provincia, el señor Bello, con su habitual modestia y su peculiar y amable conducta, que le hace simpático e interesante, ha sabido cultivar con provecho la moderna Medicina, imprimiendo sello sintomático a cuantas cuestiones científicas se presentan ante él para su rápida y eficaz resolución. Rehusó nuestros deseos de llevarle a las páginas de esta publicación « por considerarse— nos dice— un vulgar obrero en la difícil profesión de curar enfermos." Aspiramos noblemente a dar a conocer la labor realizada por tan sapiente y modesto comprovinciano en el campo de la intelectuahdad: su Hoja académica le acredita de infatigable trabajador, colocándole en el poco accesible lugar de las distinguidas personalidades médicas de su época. Debido a su propio esfuerzo, en medio de la pobreza de su casa, y con el afán de hacerse útil a sus semejantes, el Dr. Bello cursó con aprovechamiento, en el Instituto de La Laguna, el grado de bachiller. En posesión de este título, y con el noble propósito de continuar sus estudios en el Extranjero, se trasladó a París, en donde aprobó las asignaturas correspondientes a la sección de ciencias de aquel bachillerato, estudios éstos que realizó con gran rapidez y verdadero aprovechamiento. Junto a eminentes autoridades médicas de aque- 76 JOSÉ GONZÁLEZ RODRÍGUEZ lia docta Facultad, adquirió los indispensables conocimientos, aprobando con brillantes notas todas las asignaturas de la carrera. Y no pararon aquí las aspiraciones del distinguido canario— que se afanaba por escalar el pináculo de sus aspiraciones--: preparó un valioso trabajo de Antropología, que presentó en los exámenes del Doctorado, habiéndosele conferido el honroso título de Doctor Laureado. Fué entonces cuando, aconsejado por distinguidos paisanos, y obligado por cuestiones familiares, hizo reválida en Madrid, cuya tesis desarrolló con toda brillantez, otorgándosele nuevamente el título de Doctor. Numerosos y muy interesantes trabajos suyos han visto la luz pública en revistas y periódicos profesionales españoles y extranjeros. Con ser muchas las materias cultivadas por nuestro biografiado, tan sólo una llena por entero el campo de su verdadera vocación: la Medicina. Los estudios antropológicos caen también dentro de sus aficiones favoritas. A pesar del buen deseo que nos anima a transcribir alguno de sus trabajos científicos, siguiendo el orden y pauta de nuestra obra, han resultado inútiles nuestros esfuerzos. « No quiero exhibiciones— nos repite—, sino el trabajo, la constancia en el fiel cumplimiento de los deberes profesionales... » Las escasas noticias que, acerca de su vida, pudimos adquirir entre sus numerosos admiradores, y el fehaciente testimonio de sus muchos premios académicos, son evidentes deinostraciones de una sólida reputación, y de una distinción bien merecida. Perdónenos el sapiente Doctor esta desagradable y entrometida libertad, ocupándonos en los asuntos privados de su vida y considere que, al hacerlo. PRO CULTURA 77 nos guía tan sólo el más sincero de los afectos y la más fervientes de las admiraciones. * * * Bachilleí por el Iiutituto de La Laguna en l7 de marzo de 1901.- Doctor en Medicina y Cirujfa por la Facultad de Parii en 1909. Venó • u te « is lobre « El (< mur y la tibia en el hombre y en loe antropoidei. Variacionea aegún el sexo, la edad y la raza » , premiado con medalla de oro, que le valió el titulo de Doctor Laureado, fué premiado, ademái, en la Sociedad de Antropolojia con el premio Broca.- Ei miembro de la Sociedad de Antropología de Paria.- Terminó en octubre, y al año « iguiente ( l9lO), en septiembre, hizo el Doctorado en Madrid, hirviéndole el mi « - mo tema ( Le fémur et le tibia cbee l'komms et les anthropoides. Varia-tions euivant le aexe, l'ate et la race).- Volvió a Canarias en l9lO, en donde ka permanecido por aauntoa familiares.- Ha publicado entre otros, los siguientes trabajos científicos en la revista de Antropología de París: < El Índice encefálico » , « Los huesos largoa: la ley de oposición » , « El tercer trocánter.- Ea aocio del Muaeo Canario; cirujano del Hoapital civil de S. Martin. M. I. Sr. D. José Marrero y Marrero Pbro. Don José Marrero y Marrero Amiáo González: El capítulo XI del Evangelio de S. Lucas nos cuenta que, un día, dijo a los Apóstoles el Divino Maestro: « Suponed < lue uno de vosotros tiene un ami^ o que, a media nocKe, le toca a la puerta, le despierta y le dice: « Ami^ o, préstame dos panes, porque acaba de llegar de viaje otro amigo mío, y no tengo qué ponerle delante. » Y el otro responde de dentro, diciendo: « No vengas a molestarme a esta kora, cuando ya está cerrada la puerta, y mis criados están, como yo, en la cama, y no puedo levantarme a dártelos. » Pues bien; si el otro persevera, tocando y llamando, os digo que se levantará a darle cuantos panes hubiese menester, no porque sea su amigo, sino para que no le siga importunando. » Es lo que V. ha hecho conmigo. Tantas veces, y con tanta insistencia, me ha pedido noticias de mi vida y de mis obras, que, a pesar de ser enen\ igo de estas exhibiciones— y conste que no es por modestia, sino por tenvperamento—, me veo obligado a darle el Extracto de mi Hoja de servicios, para que me deje, al fin, dormir y comer, y pasear tranquilo. Como en mi Hoja nada hay de bueno— a pesar de que procuro callar discretamente lo mucho malo que tengo hecho—, me consuelo pensando que lleva en el pecado la penitencia: nadie habrá de leer ni comentar estas pequeneces mías, en las que solamente se ha fijado Dios, que ha de pedirme cuenta de ellas. 80 José GONZÁLEZ RODRfOUEZ Nací en « Las Madres » , barrio precioso del Municipio de Firmas, en noAriembre de l874, y en una vieja y humilde casucha, situada al borde de un barranco, cubierta de enredaderas, sombreada por hiáueras, perales y naranjos, y rodeada de Veraneos y rosales. Estudié las primeras letras en el Colegio de Santo Tomás, de Las Palmas, |
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