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Boletin I!.** 20 del Centro de Investisación Económica, y Social de la Ca. ja Insular de Ahorros de Gra> n Canaria Q 9 ./ c^ ^ V ^^ # / ( 5 ^ r « '^ ECONOMÍA? ^• Ckm f) j . CAN^ ÜIjA eTÚÁfH, des ' L.&. s Palxn. a, s d e Grra. 11 CaKuax- ia N- OVIEMBRE, 1975 A la memoria de Ramón Limiñana Cañal. PROLOGO Cumpliendo con el compromiso que el Centro de Investigación Económica y Social de nuestra Entidad, se ha trazado de analizar periódicamente el desenvolvimiento de la economía de las islas, sale a la luz un nuevo Boletín, sobre economía canaria, referido a los años 1973 y 1974. El trabajo del C. i. E. S. alcanza ahora mayor densidad no sólo en su base estadística — imprescindible para la deducción de conclusiones fiables— sino en la interpretación y comentarlos que se hacen a esos mismos datos, correspondientes a los distintos sectores económicos del Archipiélago Canario, que durante ese preciso bienio han estado conmoclo-nados dentro de un marco general de referencias por la crisis energética internacional. Pero aún, con ese Indudable condicionante, los distintos capítulos de este estudio tienden a remitir de lo general a lo particular, incidiendo en las peculiaridades insulares y revelando cuestiones estructurales a través de fuentes documentales instrumentadas con rigor, claridad expositiva e independencia crítica. Y si todo libro para que alcance cierto nivel sustancial ha de contener una apretada conjunción de ideas originales, o por lo menos, tamizadas a través de la inquietud intelectual de los que lo escriben, con el fin de que al acercarse al lector sufra los más certeros y controvertidos juicios, este que llega a tus manos por no haberse elaborado con afán dogmático sino con abiertas sugerencias se somete a la discusión dialéctica de cada uno, máxime cuando versa sobre temática apasionante y actual, para así recibir el respaldo coincidente o la opinión discrepante que complete y corrija las ideas apuntadas. Aún sin ello, el destino de estas páginas quedaría plenamente justificado por el sólo hecho de incorporar a la bibliografía canaria, el resultado de una tarea investigadora y un compendio de información estadística que sirva de consulta a nuevas empresas de ciencia, de lo que tanto precisan las islas para ser definidas y comprendidas con conocimiento adecuado y real, que aleje de manera definitiva la alegre superficialidad con que frecuentemente se han venido planteando sus necesidades y buscando sus soluciones. Y si publicar un trabajo siempre constituye una alegría por significar la culminación de una paciente labor que con ilusión se muestra al exterior para ser compartida con el resto de la sociedad, este Boletín tiene como toda obra iiumana su contraste doloroso debido al inesperado fallecimiento durante la preparación del mismo, de uno de los más calificados miembros del equipo de trabajo del C. I. E. S., Ramón Limiñana Cañal, a cuya memoria le es dedicado por sus compañeros, puesto que entre sus páginas al igual que en todas las actividades del C. I. E. S. había entregado mucho de su agudo talento, de su curiosidad intelectual y, sobre todo, de su entusiasmada vocación para el quehacer investigador dentro de las Ciencias Sociales, en un contexto casi inédito como es el de su aplicación a Canarias, que sus compañeros deberán proseguir con la misma ilusión como permanente homenaje a su recuerdo. Juan Marrero Portugués Director- Gerente ¡ Agua, agua, agua! Tal es la magua que oprime el pecho, de esta gente poire; agua, Señor, aunque sea salobre! ¿ para qué tierra, si les falta el agua? ¡ y las ciñe la mar, ¡ pesada broma del Supremo Poder! Agua a la vista, ¿ hay quién la sed junto a la mar resista? MIGUEL DE UNAMUNO I n t r o d u c c i ú n . Si en nuestro anterior trabajo sobre " Economía Canaria 71 y 72" calificábamos dicho bienio como decisivo para el entorno regional canario, en el que ahora nos vamos a adentrar no podemos menos de denominarlo como critico, entendiendo tal acepción como la culminación de una serie de planteamientos erróneos surgidos, unas veces, por factores exógenos al Archipiélago y, otras, por causas propiamente endógenas ai mismo, que desvelaron sus reales deficiencias estructurales, de consecuencias más inmediatas en el último trimestre de 1973 y acentuadas a lo largo de 1974. La agresividad con que fueron apareciendo los resultados de una situación generada por la aventura especulativa, depredadora de toda planificación económica, seria y racional, asentada en sectores productivos y disculpada, en ocasiones, por la tensión inflacionista mundial y por la subida incontenida del precio de los crudos, se observó, sobre todo, en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, en las que una acelerada expansión económica dimanante del fenómeno turístico iniciado en 1963 había alcanzado graves desajustes sectoriales a la par que un proceso de cambio social exigente de un control planificador que frenara las fuerzas especulativas de creciente extensión, con el fin de impulsar actividades auténticamente productivas y hacia ellas canalizar equilibradamente la inversión privada, cuyos recursos en su mayoría habían sido absorbidos por la industria de la construcción. El inicio del desenlace crítico motivado por la monopolización desordenada del sector turístico en la! atracción de capitales, peligroso abandono de la agricultura e indecisión para la puesta en marcha del sector secundarlo, a la vez, que la entrada en vigor en I*' de Enero de 1973 de la Ley 30/ 1972, de 22 de Julio, sobre Régimen Económico- Fiscal de Canarias, que traía signos expectantes sobre su eficacia o por el contrario sobre su inoperancia y repercusión negativa, fueron el conjunto de hechos peculiares del que se desprendieron una serie de plurales situaciones merecedoras de profundas reflexiones, que hemos procurado compendiar a lo largo de este trabajo. SIN ESTADÍSTICAS, NO HAY SOLUCIÓN POSIBLE. La dificultad principal para acometer cualquier tarea de investigación en el terreno de las Ciencias Sociales, dentro de las coordenadas del Archipiélago Canario, está en la escasez de las fuentes y en la con- — 9 tradicción de las pocas que existen. Porque sin base estadística seria no es posible analizar certeramente ningún hecho socioeconómico, adecuando el pensamiento al marco real, pues se convertiría en puro escarceo intelectual, ya que para pasar del conocimiento vulgar al científico se ha de pasar de la noción de la cualidad a la de cantidad, huyendo de la palabra hueca hasta alcanzar una expresión científica cuantitativa. La inexistencia de datos o la dudosa fiabilidad de aquellos de los que se pueda disponer a la hora de elaborar un estudio con mínimo de rigor, veda la ilusión de todo intento. Aquí, poco a poco, hemos procurado hacer acopio de una cierta documentación que pueda servir, sobre todo, a iniciativas más ambiciosas, ya que consideramos como pieza primaria la del hallazgo, tabulación y codificación del dato. Y esto ha sido una de las claves de los errores de nuestro país. Puesto que sin investigación científica no puede plantearse diáfana y rigurosamente empresa política alguna en cualquiera de sus vertientes, ya que todo lo que se emprenda es meramente superficial y aleatorio. Y para que exista investigación se tiene que partir del fundamento estadístico y éste se forma mediante la educación generalizada al respecto que sepa valorar la importancia de los datos, porque de lo contrario, las decisiones políticas serán erróneas al carecer de basamento real, de ahí que: " Quien no ha investigado no tiene derechio a fiabiar. Aunque esta afirmación mía fia sido ridiculizada como empirismo estreclio hasta ia fecha no me arrepiento de haberla hecho; al contrario, sigo insistiendo en que sin haber investigado, nadie puede pretender el derecho a hablar. Hay muchos que apenas descienden de su carroza, comienzan a vociferar, a lanzar opiniones, criticando esto y censurando aquello, pero de hecho, todos ellos fracasan sin excepción, porque sus comentarios o criticas que no están fundamentadas en una investigación minuciosa, no son más que chachara". (*). Lo antes transcrito expresa d © forma clarividente y fidedigna lo que también ha sido preocupación mantenida de antiguo por algún sector excepcional de la intelectualidad española. El espíritu liberal y europeizante de Giner de los Ríos y de la Institución Libre de Enseñanza, de un lado y el eminentemente conservador y tradicional de Menéndez Pelayo, de otro, se afanaron para crear conciencia de ese vacío nacional, cuya causa pudiera ser la de un posible determinismo biológico que influyera fatalmente en la forma de ser de este país incapacitándole colectivamente a realizar obras de investigación, de tener en cuenta la actitud romántica sobre la existencia de la " persona colectiva del pueblo" o la deficiente orientación educativa, al impulsar solamente el aspecto meramente docente, de transmisión de conocimientos, olvidando por completo el inculcar la " producción de ciencia", lo que ha dado lugar a individualidades científicas pero no a comportamientos colectivos, de aplicar la tesis del progresismo individualista y cosmopolita, que propugna el criterio de que los pueblos son la suma de los individuos y como éstos son iguales en todo el mundo es imposible caracterizarlos señalándoles unas tareas propias (•) Mao Tse- Tung: Citas del Presidente Mao Tse- Tung. Pekín. Ediciones en lenguas extranjeras. 1966. 1^ edición en castellano, en Informe Sociológico, Fundación - Foessa. 1970. 10 ^ de acuerdo con sus hábitos o vivencias históricas. Preocupación igualmente sentida con posterioridad por Ortega, Américo Castro y Laín En-tralgo. Mas, al entrar en el último tercio de este siglo, la cuestión enunciada tiene que cobrar matices ineludibles, que de no solucionarse condicionaría todo programa de política económica, ante una concepción distinta del entramado social y, a su vez, ds la instrumentación que utiliza para su más eficaz desenvolvimiento. Lo primero, Daniel Bell lo refleja gráficamente cuando dice: " Si las figuras dominantes de los últimos cien años han sido los empresarios, hombres de negocios y gerentes, los " nuevos hombres" ( de la sociedad post industrial) serán los científicos, matemáticos, economistas e ingenieros de la nueva tecnología intelectual. Las instituciones dominantes de la nueva sociedad, en el sentido de que proveerán los esfuerzos más creadores y absorberán los talentos más ricos, serán las instituciones intelectuales. El liderazgo de la nueva sociedad no residirá en los empresarios o empresas tales como los conocemos, sino en los ins-ti'tutos de investigación, los laboratorios industriales, las estaciones experimentales y las universidad". (*) En cuanto a lo segundo, la informática ofrece nuevas posibilidades a la investigación en ciencias sociales para recopilar, tratar y almacenar la información estadística dentro de métodos modernos en los que no sólo se limita a convertirse en un registro de datos heterogéneos cuanti-ficados y codificados en acumulación aséptica sino que con actual y renovada agilidad, en el funcionamiento permanente, facilita las diferentes fuentes estadísticas que evidencian los fenómenos que las mismas representan. Valga la digresión anterior para llegar a comprender que la indiferente política científica llevada en este país ha dado lugar a una despreocupación colectiva para valorar la importancia del hecho estadístico, que trasladada a la región canaria tiene grave significación por ser de trascendencia insoslayable y básica sólo comparable por su envergadura condicionadora para el desarrollo de las islas, al de la cuestión hidráulica. Formal documentación estadística a nivel regional o provincial y recursos acuíferos son necesidades primordiales, de fondo, que acucian al Archipiélago; sin lograr sus soluciones, no es posible profundizar en el conocimiento de sus problemas ni pensar en serio en mejorar la maltrecha economía de las islas, a la que le faltan planteamientos definidos y acciones concretas. Se debe decidir, de una vez, por ser de exigencia imperativa, la puesta en marcha de los medios necesarios que creen el Centro de> Datos de Canarias a la par que se mentalice a la burocracia oficial de las islas en orden a considerar los datos de sus respectivos departamentos con el (*) Daniel Bell. " The post industrial society: A speculative view", en F. y E. Hutchings: Scientific progress and human valúes. New York. American Elsevier Publishing Co. 1967. — 11 máximo de celo en la elaboración y conservación que de lugar a su fácil obtención y manejo coordinado, sin rígidas autocracias, manipulaciones políticas, reservas ni dificultades, con el fin de acabar definitivamente con este vacío esencial, sin lo cual no es posible el análisis verdadero de nuestra realidad insular. CRISIS Y CONFLICTIVIDAD SOCIAL. Si desde un plano general la crisis mundial de la energía y la acentuación del proceso inflacionario han ocupado la mayor parte de los comentarios económicos del bienio referido, para el Archipiélago Canario es original denotar las consecuencias drásticas a las que ha dado lugar el período de crisis: la situación concursa! de empresas importantes, algunas de tradicional arraigo en la región y el desempleo de numerosa poblaciór\ ^ salariada, todo lo cual como es lógico, abocando a un grado de conflictividad social, inédito por sus esquemas formales y de contenido en el panorama de las islas. La ley de 26 de julio de 1922 que regula el procedimiento sobre suspensión de pagos y el Decreto de 2 de Noviembre de 1972, sobre política de empleo, han venido constituyendo durante estos dos últimos años la normativa más frecuentemente aplicada a los supuestos de hecho desencadenados en Canarias. La gravedad suscitada ha puesto sobre el tapete de las consideraciones certeras, la inoperancia de un marco legal completamente anacrónico que ya no sirve a un contexto de relaciones más dinámico y sus-tancialmente distinto al que existía en la época de su promulgación. Es innegable que el Derecho Mercantil español no está adecuado a las coordenadas en donde se desenvuelve el tráfico empresarial de nuestros días. Se ha quedado alicorto, débil, sin hechura moderna. Ni la ley sobre suspensiones ds- pagos, ni la de Enjuiciamiento Civil de 1881, ni el Código de Comercio de 1885 sirven ya al moderno y ágil entramado mercantil que debe lograr otra estructura dimensional radicalmente distinta para el compiejo vigente de relaciones humanas. A su vez, las instituciones ordenadoras de las sociedades mercantiles y, sobre todo, de las anónimas, precisan con urgencia una reforma que las actualice en evitación de lagunas y de inseguridades jurídicas, pues no deben constituirse sociedades para servir de salvaguardia a intereses individuales, que llegado el momento puedan ser utilizadas para exonerar de responsabilidad a quienes bajo la apariencia y aprovechando los mecanismos sociales fundan y desarrollan un patrimonio ajeno a los fines de la misma sociedad. El legislador ha de crear con urgencia los recursos legales para impedir la constitución alegre de sociedades mercantiles con capitales irrisorios que sirvan para encubrir negocios de amplia dimensión dineraria, sin luego revertir a las mismas. La proliferación de sociedades mercantiles aconseja a mediar sobre la necesidad de que éstas sean orientadas con seria autenticidad. 12 De igual forma, la letra de cambio como título- valor dotado legal-mente de< características propias que la rodearon de singular prestigio en la esfera mercantil inició su etapa decadente, llegando a decirse con frase gráfica que " la letra de cambio ha muerto". Dos notas específicas de la letra de cambio, que en aras de garantía y seguridad enuncia el Derecho cambiarlo, cuales son la denominada " vis attractiva", que produce como efecto especial el de obligar cambia-riamente y con carácter solidario a toda persona que pone su firma en la letra; como así también el " rigor cambialis", principio de que las obligaciones dimanantes del efecto cambiarlo se han de cumplir inexorablemente, independiente de las incorporadas a cualquier otro título de crédito. Sin embargo, el uso excesivo, que ha degenerado en abuso, de este importante instrumento de crédito ha dado lugar a una desconsideración del mismo con desprecio del propio principio del " rigor cambialis" y hasta del acto de protesto, que antaño producía en la colectvidad una sensación de respeto y hasta de temor, por un supuesto incumplimiento de las obligaciones que a tenor de la misma se habían contraído. La fragilidad de empresas canarias debido a su falta de capitalización y ai hecho de estar asentadas artificialmente en el crédito bancario, dedicadas con amplias inversiones a un sector coyuntural como es el turístico, unido a una escasa formación del trabajador que mimetizado superficialmente por la publicidad televisiva y por otras pautas de conducta dimanantes del contexto consumista en que está inserto, cual la adquisición de bienes muebles por el sistema de compraventa a plazos, olvidó el sentido del ahorro, deslumbrado por unos salarios altos a los que no estaba acostumbrado, sin llegar a presumir en momento alguno de que no serían permanentes. Y acentuado todo ello con la frustración que da el carecer de los servicios comunitarios indispensables, al producirse una mecánica acelerada en el proceso de cambio social habido en algunas de las islas, que exigían en determinados núcleos urbanos amplios y adecuados medios de equipamiento que evitasen serios contingentes de conductas marginadas. El " laiser faire" de la Administración, o sea, el dejar hacer a la iniciativa privada sin una planificación previa de posibilidades; un desmedido afán especulador por parte de las empresas, que ahogaba un elemental sentido de responsabilidad y reservas y una falta de protagonismo obrero para evidenciar lo inseguro de una economía terciarizada en la que desenvolvía su prestación de servicios, componen la tríada sustancial del paro laboral iniciado en el último trimestre de 1973, incrementado en los años posteriores, y acogido a los expedientes de regulación de empleo previstos en el Decreto de 2 de Noviembre de 1972. El período 63- 73 en el que las construcciones hoteleras y paraho-teleras absorbieron un alto porcentaje de mano de obra, procedente de otros sectores — principalmente el agrícola— y de otras regiones españolas, en permanente inseguridad de empleo dada la especial naturaleza de la relación laboral en el sector de la construcción, se resquebrajó a fines de 1973 con las consecuencias que se señalan en este estudio, pero al propio tiempo dando lugar a la aparición de un movimiento obrero con sentido de unidad y conciencia de clase, de todavía incipiente emancipación y fuerza, que ha encontrado el* contenido más preciso de la conflicti-vidad habida en estos años, en hacer reflexionar a la población canaria que la solución a esta gran crisis no va a ser como en otros ciclos histó- 13 ricos la emigración de la gran masa trabajadora sino la creación de un sentimiento y de urí quehacer responsable tendente a cambiar con fórmulas más racionales y justas el desenvolvimiento de los distintos sectores económicos de las islas, hasta ahora, muy dependientes y desequilibrados, que logren valientemente corregir sus deficiencias seculares para bienestar de todos y no de minorías o grupos detentadores de los mismos privilegios. Los inconvenientes más irreductibles con los que ha tropezado la situación expuesta han sido de orden jurídico. El perfeccionamiento de las relaciones laborales dentro de un esquema de empresa social, cuya acepción entre en la médula sustancial de la misma, en sus instituciones, finalidad y contenido, dejándose de convertir en demagogia de todos los días, ha de partir ineludiblemente de una completa reforma legislativa, urgente, cuidada y profunda y, a su vez, en perfecta sincronía que evite colisiones de normas que se contradigan en las diversas jurisdicciones y áreas de competencia. Pero, reforma de base, sin parches legales ni modificaciones parciales a la normativa vigente que sólo tiendan a solventar de manera transitoria las situaciones momentáneamente surgidas, puesto que la exégesis de los datos serenamente valorados a lo largo de este libro impone a la sociedad la obligación de exigir un ordenamiento legal adecuado a las exactas necesidades de la región canaria. Los capítulos de este trabajo procuran entrar en la evidente realidad del hecho económico canario acaecido en el bienio 73- 74, contemplado a lo largo del año siguiente, entre la serenidad que da la distancia cronológica y la asepsia ordenada de las cifras para emitir con toda objetividad los juicios y conclusiones que en las páginas siguientes se contienen. 14 — E s t r u c t u r a S o c i a l . El objetivo de este análisis sociológico, lo constituye el estudio de algunas estructuras sociales que condicionan la sociedad canaria. En primer lugar, se analizará la estructura demográfica siempre desde un enfoque sociológico, examinando aunque superficialmente, la composición de la población por edad y sexo, el proceso de urbanización y el hecho migratorio. Un segundo apartado, planteará la estructura ocupa-cional, los ingresos por sectores, la conflictividad laboral y paro y los niveles de instrucción. Por último, algunos aspectos relativos a la movilidad social. El análisis intenta enmarcar los principales elementos estructurales de la sociedad canaria, en el que se desenvuelve la economía regional. Hemos precisado en " Economía Canaria 71 y 72" que " intentamos profundizar en la naturaleza y movilidad de la población, considerándola como agente generador de nuevas instituciones, o simplemente como condicionante de las ya existentes". Entre los diversos enfoques que admitiría el estudio de los tres apartados enunciados, elegimos el que se adecúa plenamente al concepto citado. No es objetivo nuestro ofrecer análisis históricos, o hacer proyecciones futuras en lo demográfico. Nos limitamos a un estudio crítico de la dinámica de la estructura demográfica, ocupacional y al problema de la movilidad social, relacionándolos con el hecho del proceso productivo. En consecuencia, no podemos eludir planteamientos críticos, esenciados en la deficiencia de datos y en la evidencia del hecho diferencial canario. La hora en que se halla inmersa nuestra región, postula el conocimiento detallado de nuestras estructuras, como condicionante para una seria planificación de nuestra economía. Otro aspecto no menos interesante es aclarar que el enfoque de este apartado sigue la línea de todos ios boletines: exponer científicamente a niveles medios que permitan a los lectores, profundizar e interiorizar progresivamente la realidad social y económica canaria. Las deficiencias estadísticas en lo económico, social, laboral, constituyen graves condicionantes no solo para un planteamiento económico o político sino y, por supuesto, demográfico. Existen además tendencias hacia una centralización de datos, programados y facilitados a nivel nacional. Estimamos que siendo la estadística, base o punto de partida para cualquier estudio, tendría que ser hora de que todos los programas que se elaboran — y otros que aún ni siquiera se plantean— se programaran y publicaran a escala nacional y provincial. Y no estaría de más que, entre otras cosas, nos enteráramos los canarios sobre la extensión más aproximada posible de nuestro territorio, porque entre las facilitadas por el I. N. E. y las admitidas " normal- — 15 mente como ciertas" hay una diferencia de 268 kilómetros cuadrados. A este respecto, ya se decía en " Canarias: Anexo ai Plan de Desarrollo Económico y Social. Años 1964 a 1967", lo que transcribimos a continuación: " las superficies consignadas para cada isla en el cuadro... son las contenidas en el Anuario Estadístico de España, pero parecen que no gozan de gran exactitud al diferir de forma notable con las consignadas, por lo general, en numerosas obras y documentos oficiales consultados, en los que las superficies fijadas denotan una gran similitud entre ellas. Para evitar errores, convendría comprobar y confirmar definitivamente, cuáles son las extensiones exactas de las distintas islas que constituyen el archipiélago canario". Los cuadros adjuntos ilustran lo expuesto: Extensión según los datos del I. N. E. en Km2. Tenerife 1.929 La Palma 662 Gomera 353 Hierro 264 TOTAL S/ C DE TENERIFE 3.208 Gran Canaria Lanzarote ( incluida Graciosa y otras) Fuerteventura ( incluida Lobos) TOTAL LAS PALMAS 1.532,5 844,7 1.687,5 4.064,7 idas normalmente como ciertas. Gran Canaria Lanzarote y Graciosa y otros islotes Fuerteventura e Isla de Lobos TOTAL PROVINCIA LAS PALMAS 1.532 836 1.731 4.099 Tenerife 2.057 La Palma 730 Gomera 378 Hierro 277 TOTAL PROVINCIA SANTA CRUZ TENERIFE 3.442 1.1. ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA El comportamiento demográfico de la población canaria en los últimos años, no ha sufrido alteración sensible, si bien hay indicios de posibles cambios a plazo medio. Las pautas observadas por la misma, plantean un serio interrogante a ia Administración, dada su naturaleza de condicionantes del proceso de desarrollo regional. Entre otros aspectos, destacamos los siguientes: a) Persiste la alta tasa de natalidad, más elevada en Las Palmas que en Santa Cruz de Tenerife. Posiblemente, la crisis económica que atraviesa Canarias y los nuevos valores que paulatinamente se van interiorizando en las familias, conformarán nuevos modelos de control de nacimientos. b) Continúa el proceso de rejuvenecimiento de la población canaria, más sensible en Las Palmas que en Santa Cruz de Tenerife. Un 35% para Las Palmas de población juvenil ( entre O y 14 años) seis enteros más que la media nacional, debería alertar la responsabilidad de los planifi-cadores de la enseñanza y economía. Dicho proceso en Santa Cruz de Tenerife se presenta menos agudo. c) Tiene que juzgarse de gravísimo el sistemático abandono en 16 — que se encuentra la isla de La Gomera, Hierro, Fuerteventura y La Palma ( por este orden). El reparto estipulado por la J. I. A. I. podría enjuiciarse como adecuado, si las islas citadas partieran de una infraestructura que las acercara en cuanto a posibilidades de desarrollo a Tenerife y Gran Canaria. No siendo así, posiblemente las diferencias — como sucede entre los países ricos y pobres— se agravarán. d) Este abandono continúa desertizando las islas citadas en porcentajes alarmantes. Al mismo tiempo favorecen la macrocefalia de Las Palmas capital y de otros barrios de Santa Cruz de Tenerife. e) Debería preocupar la constante tasa de inmigración en unas provincias con los coeficientes de natalidad señalados y una latente crisis económica cíclica. El hecho del Sahara, ha recrudecido esta situación. La provincia de Las Palmas, con una capital desbordada en lo que a equipamiento se refiere, constituye un objeto de análisis muy interesante para los modernos urbanistas. También lo es para los sociólogos y sicólogos dada la existencia de todos los ingredientes objetivos que generarán necesariamente un grave proceso de marginación social. 1.1.1. Población de hecho y derecho Insistimos en que la población de hecho facilitada por los Censos del l. N. E. en especial el de 1970, solo es utilizable a fines urbanísticos ( equipamiento de servicios). En modo alguna debería aplicarse para cálculos de movimiento natural de la población u otros. Si observamos los siguientes municipios turísticos. Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife y Puerto de la Cruz en Tenerife, notaremos cierta coincidencia entre el exceso de población de hecho sobre la de derecho y la cifra de turistas presentes en el momento del levantamiento del Censo. Esta diferencia, irrelevante en la Península, merece atención especial en Canarias, dada la importancia del turismo de invierno y en el mes de diciembre. Por ello, previa aclaración, utilizaremos una corrección de la población de hecho, partiendo de 1960 en que la diferencia entre la población de derecho y la de hecho, puede estimarse como normal. Realizados los cálculos, aparecen sistemáticamente los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana con un exceso de población, computado como turística, y en consecuencia, solo contable a efectos urbanísticos. Este fenómeno debería ser tenido en cuenta por el l. N. E. en el levantamiento del Censo de 1975 y en adelante, a fin de conocer diferencialmente la estructura de la población canaria. Los cuadros referentes a la población de Canarias, nos plantea una serie de consideraciones que esquematizamos: — Como hemos significado en pasadas ediciones de " Economía Canaria", la década de 1911 a 1920 puede calificarse de crítica para la Región. Crisis económica, al no poder exportar al extranjero los productos agrícolas por el primer conflicto mundial; hambre y como en la década de 1878, emigración transoceánica. El crecimiento en Santa Cruz de Tenerife en los diez años citados bajó a un 0,8 anual, mientras en Las Palmas era aún más bajo. Menos importante fué el impacto de la II Guerra Mundial, aunque provocó, a causa de la guerra civil nacional, la tercera oleada emigratoria transoceánica, importantísima en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. — 17 —^ A partir de 1960 se inicia un período, que persiste aún, con una tasa bruta de natalidad oscilante entre un 25 y 30 por mil. — Las Palmas está a punto de triplicar su población en lo que va de siglo, Santa Cruz de Tenerife la ha duplicado y la nacional no ha superado aún el 90% sobre la de 1900. Posiblemente, nos encontramos ante la terminación de un ciclo en el que la especulación y cierto crecimiento económico han obviado las gravísimas deficiencias estructurales en que se halla inmersa la sociedad canaria. Caso de plantearse la necesidad de una reestructuración total, sería posible amortiguar una crisis. Por el contrario, con toda probabilidad tendríamos que enfrentarnos a un nuevo período orifico, que indudablemente afectaría a la estructura poblacional. La evolución de los municipios aparece especialmente afectada por el proceso productivo. En Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife, con una economía terciarizada, ha sido el turismo un factor condicionante de los principales movimientos poblacionales. Los municipios de Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Arrecife y Puerto del Rosario en menor grado, han sido las áreas más significativas de desarrollo turístico. En el cuadro 1.3 es posible observar como el crecimiento interanual a partir de 1970 oscila entre un 30 y un 40 por mil. Junto a estos municipios se han desarrollado otros, que han venido recibiendo el nombre de " zonas - dormitorio" para los trabajadores de los complejos turísticos. La explicación es elemental. Santa Lucía e Ingenio han venido creciendo en los últimos catorce años, ya que tanto para la construcción en los momentos de verticalización del ciclo como actualmente en trabajos de servicios, servían de " dormitorios" para los trabajadores de los subsectores citados a causa de la imposibilidad de encontrar vivienda en zonas inmediatas ai trabajo por la especulación del suelo. Esto ha convertido al municipio de Santa Lucía en su zona costera, en un medio prácticamente nada humano para desarrollar una vida normal. El mismo fenómeno, aunque un tanto matizado, acontece en Santa Cruz de Tenerife. Puerto de la Cruz, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Arona, municipios que mayor crecimiento han registrado en los últimos años, a causa de asentamientos de trabajadores en los servicios turísticos. No ha recibido impulso más definitivo la población habitualmente residenciada en el Puerto de la Cruz, por disponer de una extensa área comprendida entre La Orotava, Realejos y San Juan de la Rambla que facilita trabajadores para el subsector continuando residenciados en tales municipios. ( Ver cuadro 1.4). Con todo, en las dos provincias se registran aún, fenómenos al parecer sacados de otras épocas, como si se tratara de una parcela del medievo feudalista. Nos referimos a los trabajadores agrícolas " a la parte" o aparceros. La situación de los mismos, en Las Palmas como en Tenerife está en desacuerdo con los derechos humanos más elementales. San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía en Las Palmas; Adeje, Arona y San Miguel y Granadilla en Tenerife, constituyen un ejemplo altamente significativo. En el caso de esta última provincia suelen acogerse a este tipo de trabajo, inmigrantes procedentes de La Gomera. En El Hierro se aprecia un apenas perceptible crecimiento de la población en los dos municipios de la isla, siendo significativo el de Frontera, a causa de la inmigración palmera. 18 — CUADRO I — 1 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO. AÑO 1900 = 100 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1971 1972 1973 1974 LAS PALMAS V. A. 158.052 198.012 215.083 254.707 322.332 379.977 459.433 548.984 564.046 579.913 600.297 620.566 Ind. 100,0 125,2 136,08 161,15 203,9 240,4 290,6 347,3 356,8 366,9 379,8 392,6 S/ C. TENERIFE V. A. 206.356 260.707 273.400 317.566 365.605 427.796 506.744 576.458 585.273 598.058 611.683 623.507 Ind. 100,0 126,3 132,2 153,8 177,1 207,3 245,5 279,3 283,6 289,8 296,4 302,1 REGIÓN V. A. 364.408 458.719 488.483 572.273 687.937 807.773 966.177 1.125.442 1.149.319 1.177.971 1.211.980 1.244.073 Ind. 100,0 125,8 134,0 157,0 188,7 221,6 265,1 308,8 315,3 323,2 332,5 341,3 ESPAÑA V. A. 18.806.624 20.360.544 21.923.633 23.907.145 26.251.188 28.039.112 30.639.777 33.918.032 34.328.031 34.893.101 35.355.039 Ind. 100,0 108,2 116,5 127,1 139,5 149.0 162,9 180,3 182,5 185,5 187,9 Fuente: I. N. E. — 19 CUADRO I — 2 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE HECHO. AÑO 1900 = 100 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1974 LAS PALMAS V. A. 156.696 192.650 206.373 250.991 320.524 375.227 453.793 579.7.10 * 652.558 Ind. 100,0 122,9 131,7 160,2 204,6 239,5 289,6 369,9 416,4 S/ C. TENERIFE V. A. 201.868 251.366 251.290 304.137 359.770 418.101 490.655 590.514 * 639.081 Ind. 100,0 124,5 124,4 150,7 178,2 207,1 243,1 292,5 316,5 J REGIÓN V. A. 358.564 444.016 457.663 555.128 680.294 793.328 944.448 1.170.224 * 1.291.639 1 Ind. 100,0 123,8 127,6 154,8 189,7 221,3 263,4 326,3 360,2 ESPAÑA V. A. 18.594.405 19.927.150 21.303.162 23.563.867 25.877.971 27.976.755 30.430.698 33.956.047 35.410.000 ind. 100,0 107,2 114,6 126,7 139,2 150,3 163,7 182,6 190,4 Fuente: I. N. E. (*) Estimaciones: C. I. E. S. 20 CUADRO I — 3 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO POR MUNICIPIOS. LAS PALMAS BASE 1960 = 100 1960 1970 1971 1972 1973 1974 Variación 60- 74 GRAN CANARIA Agaete Agüimes Artenara Arucas Firgas Gáldar Ingenio Mogán Moya Las Palmas de G. C. San Bartolomé Tir. San Nicolás Tolent. Santa Brígida Santa Lucía Santa María de Guía Tejeda Telde Teror Valsequillo Valleseco Vega de San Mateo Totales de la Isla LANZAROTE Arrecife Haría San Bartolomé Teguise Tías Ti najo Yaiza Totales de la Isla FUERTEVENTURA Antigua Betancuria Oliva ( La) Pájara Puerto del Rosario Tuineje Totales de la Isla TOTAL PROVINCIA 5.117 10.419 1.859 27.713 4.818 16.456 10.782 5.357 10.271 192.088 12.406 7.447 8.777 10.655 12.587 4.477 32.137 10.069 6.285 5.446 9.415 404.581 13.104 4.334 3.472 7.186 3.318 2.723 2.382 36.519 2.315 806 3.216 2.374 5.328 4.294 18.333 459.433 4.438 12.010 1.325 24.096 5.275 17.302 15.229 4.919 8.096 263.407 12.581 7.783 10.453 18.698 11.658 2.837 43.316 8.705 6.080 4.468 7.205 489.881 21.135 2.986 3.550 5.977 3.018 2.822 1.658 41.146 1.796 589 2.557 2.284 6.309 4.422 17.957 548.984 4.529 12.212 1.344 24.377 5.349 17.686 15.484 5.030 8.191 271.111 13.642 8.004 10.566 19.444 12.177 2.753 44.067 9.004 6.112 4.702 7.335 503.119 21.816 3.005 3.608 6.670 3.075 2.863 1.660 42.697 1.808 589 2.561 2.336 6.480 4.456 18.230 564.046 4.648 12.438 1.359 24.051 5.385 17.992 15.964 5.141 8.298 281.534 14.012 8.184 10.648 20.267 12.374 2.754 45.065 9.182 6.191 4.710 7.505 517.702 22.491 3.062 3.641 6.732 3.135 2.904 1.677 43.642 1.886 586 2.587 2.041 6.555 4.454 18.569 579.913 4.713 12.709 1.348 25.402 5.425 18.437 16.445 5.274 8.366 293.134 14.686 8.310 10.892 20.774 12.536 2.714 46.948 9.414 6.290 4.761 7.522 536.100 23.501 3.123 3.684 6.888 3.237 2.945 1.730 45.108 1.925 595 2.661 2.499 6.937 4.472 19.089 600.297 4.730 12.867 1.337 25.583 5.550 18.764 16.846 5.364 8.421 305.807 15.161 8.435 11.050 21.400 12.614 2.703 49.651 9.742 6.235 4.805 7.478 554.543 24.568 3.180 3.738 7.010 3.309 2.983 1.787 46.575 1.964 604 2.662 2.578 7.148 4.492 19.448 620.566 92,4 123,4 71,9 92,3 115,1 114,0 156,2 100,1 81,9 159,2 122,2 113,2 125,8 200,8 100,2 60,3 154,4 96,7 99,2 88,2 79,4 137,0 187,4 73,3 107,6 97,5 99,7 109,5 75,0 127,7 84,8 74,9 82,7 108,5 134,1 104,6 106,0 135,0 Fuente: I. N. E. — 21 CUADRO I — 4 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO POR MUNICIPIOS. S/ C. DE TENERIFE BASE 1960 = 100 1960 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: I. N. E. 22 — Variación 6 0 - 7 4 TENERIFE Adeje Arafo Arico Arona Buena vista del N. Candelaria Fasnia Garachico Granadilla de Abona Guancha ( La) Guía de Isora Güimar Icod de los Vinos Laguna ( La) Matanza de Acentejo Orotava ( La) Puerto de la Cruz Realejos Rosario ( El) San Juan de la R. San Miguel Santa Cruz de Tenerife Santa Úrsula Santiago del Teide Sauzal Silos ( Los) Tacoronte Tanque Tegueste Victoria de Acentejo Vilaflor TOTAL DE LA ISLA LA PALMA Barlovento Breña Alta Breña Baja Fuencaliente de la P. Garafia Llanos de Aridane Paso ( El) Puntagorda Puntallana San Andrés y Sauces Santa Cruz de La Palma Tazacorte Tijarafe Villa de Mazo TOTAL DE LA ISLA LA GOMERA Agulo Alajeró Hermigua S. Sebastián de la G. Valle Gran Rey Vallehermoso TOTAL DE LA ISLA HIERRO Frontera Valverde TOTAL DE LA ISLA TOTAL PROVINCIA 5.423 3.225 5.522 6.331 5.021 5.011 3.503 5.267 8.711 3.959 8.351 11.577 18.019 44.761 3.887 23.196 14.270 19.023 8.318 4.856 3.035 130.597 5.259 2.479 3.655 5.275 10.682 2.574 4.313 5.519 1.847 394.466 3.088 5.153 2.571 2.140 4.915 10.260 6.069 1.786 2.570 7.113 13.380 4.689 3.029 5.247 72.010 2.747 2.288 5.514 8.406 4.016 7.776 30.747 3.889 5.632 9.521 506.744 6.510 3.806 4.308 9.418 5.239 5.625 2.706 5.224 10.083 4.398 10.026 12.421 24.949 77.704 4.402 26.947 22.009 22.525 15.939 5.049 4.822 142.305 6.296 3.134 4.812 5.246 12.043 2.830 5.347 6.320 1.528 473.971 3.286 5.148 2.845 2.031 4.076 12.090 6.183 1.681 2.395 7.006 13.428 5.355 2.836 5.389 73.749 1.709 1.718 3.336 5.468 3.700 7.007 22.938 2.472 3.328 5.800 576.458 6.646 3.800 4. J44 9.567 5.304 5.650 2 704 5.273 10,178 4.479 10.646 12.538 25.111 Í9.475 4.497 27.267 22.319 23.02'") 15.932 5.120 4.902 144.415 6.449 3.160 4.866 5.320 12.227 2.859 5.443 6.434 1.542 481.523 3.300 5.136 2.874 2.040 4.090 12.300 6.250 1.679 2.388 7.063 13.944 5.408 2.851 5.425 74.748 1.721 1.744 3.423 5.561 3.715 6.988 23.152 2.508 3.342 5.850 585.273 6.849 3.869 4.324 9.762 5.383 5.731 2.699 5.314 10.344 4.536 10.768 12.726 25.270 81.290 4.566 27.946 23.276 23.659 15.032 5.166 4.949 159.939 6.614 3.311 4.907 5.447 12.418 2.882 5.530 6.571 1.555 492.633 3.333 5.164 2.912 2.054 4.112 12.590 6.363 1.707 2.382 7.143 14.328 5.492 2.875 5.430 75.885 1.804 1.763 3.596 5.631 3.697 6.983 23.474 2.716 3.350 6.066 598.058 7.071 3.909 4.389 10.169 5.451 5.881 2.703 5.376 10.549 4.625 10.975 12.949 25.401 83.614 4.658 28.689 24.269 24.144 5.063 5.232 5.015 163.748 6.798 3.339 4.975 5.546 12.636 2.921 5.581 6.765 1.569 504.010 3.325 5.138 2.956 2.084 4.105 12.906 6.429 1.775 2.402 7.217 14.887 5.591 2.903 5.417 77.135 2.057 1.770 3.639 5.712 3.722 6.957 23.857 3.098 3.583 6.681 611.683 7.167 3.952 4.467 10.467 5.485 6.107 2.697 5.452 10.708 4.706 11.137 13.167 25.622 85.179 4.730 29.365 24.856 24.754 5.214 5.301 5.108 167.283 7.140 3.361 5.037 5.606 12.776 2.962 5.657 6.903 1.616 513.982 3.347 5.144 2.939 2.085 4.123 13.097 6.531 1.796 2.403 7.297 15.514 5.674 2.924 5.400 78.256 2.099 1.770 3.675 5.843 3.739 6.955 24.081 3.450 3.738 7.188 623.507 132,1 122,5 80,8 165,3 109,2 121,8 76,9 103,5 122,9 118,8 133,3 113,7 142,1 152,7 121,6 126,5 174,1 130,1 62,6 109,1 168,3 128,0 135,7 135,5 137,8 106,2 119,6 115,0 131,1 125,0 87,4 130,2 108,3 99,8 114,3 97,4 83,8 127,6 107,6 100,5 93,5 102.5 115,9 121,0 96,5 102,9 108,6 76,4 77,3 66,6 69,5 93,1 89,4 78,3 88,7 66,3 75,4 123,0 En La Gomera, la totalidad de los municipios muestran una tendencia regresiva con la problemática de la desertización de la isla y lógica degradación del msdio, en tales dimensiones que circula el dicho popular de que La Gomera cuenta con dos municipios más... pero en Tenerife. Algo similar sucede en Fuerteventura, matizado de momento a causa del desarrollo del subsector turístico que afecta a Puerto del Rosario y Pájara. 1.1.2 Distribución espacial de la población: Los indicadores que con mayor precisión podrían ser utilizados para el estudio de la distribución espacial de la población, son fundamentalmente la densidad y las diversas proporciones de población que se hallan residiendo en zonas rurales, intermedias y urbanas. Si bien un análisis secundario de los datos ofrecidos por el Censo, permiten obtener conclusiones sobre el proceso de la densidad de la población, a través de lo que va de siglo, considerando la provincia, la isla y las capitales como unidades de estudio y comparación, no sucede lo mismo con el proceso de urbanización, dada la confusión existente sobre los valores que deberían definir lo urbano, lo intermedio y lo rural y su aplicación concreta a nuestros espacios habitados. En los cuadros 1.5, 1.6 y 1.7 es posible observar el proceso de densidad de la población por provincias, capitales de provincias e islas. Hay algunas evidencias: a) el crecimiento constante ( Cuadro 1.6) de la densidad de la población en la isla de Gran Canaria que, de 83 habitantes por Km2 en 1900 pasa a 339 en 1970.; b) el crecimiento constante de Las Palmas de Gran Canaria que, de 494 habitantes por Km2 en 1900 pasa a 2902 en 1970.; c) el asentamiento de la población provincial de Las Palmas en su capital, que albergando el 28,3% de la población en 1900 pasó al 49,5 en 1970; d) la progresiva desertización del Hierro y Gomera, con una densidad baja y con cambios apenas perceptibles entre 1900 y 1970. A estos datos oficiales, cabe agregar que el proceso se ha agudizado en estos últimos cuatro años, dado el desfondamiento de la agricultura y progresivo trasvase de dicha población a los servicios en los centros urbanos de la Región, pero en especial a Las Palmas de Gran Canaria. El otro indicador a utilizar, la distribución de la población en zonas rurales, urbanas e intermedias, exige aclaración. Históricamente uno de los factores claves de la urbanización, ha sido la industrialización que significó algo más que una mera desaparición de pequeños poblados, ya que atrajo a la inmensa mayoría de población de las regiones a las ciudades. Sin embargo, hay que reconocer que la industrialización sola, no desempeña el mismo papel en la actualidad y en todo el mundo, ya que las ciudades pueden alcanzar un tamaño considerable sin el empuje de la industria. En el caso concreto de zonas menos o subdesarrolladas, la urbanización es una huida del campo, una emigración masiva a fin de escapar de la pobreza rural y una posibilidad de empleo mejor remunerado en esa zona urbana. Hasta cierto punto, viene a ser el trasvase de la pobreza del campo a los cinturones de la ciudad. Podríamos afirmar que este es el caso concreto de Las Palmas de Gran Canaria y en parte de Santa Cruz de Tenerife. En el caso de Las Palmas, el ritmo apresurado de urbanización registrado entre los años 1960 y 1974 va paralelamente acompañado de un proceso deteriorizador del sector agrícola y el auge de la especulación montada sobre el turismo y la construcción, ( Ver cuadro 23 Fuente: I. N. E. CUADRO I - 5 DENSIDAD DE POBLACIÓN EN CANARIAS 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1974 LAS PALMAS 38,54 47,39 30,76 61,74 78,84 92,30 111,63 142,61 160,53 S/ C TENERIFE 62,92 78,35 78,33 94,80 112,14 130,33 152,94 184,07 199,21 REGIÓN 49,30 61,04 62,92 76,32 93,53 109,07 129,85 160,89 177,59 ESPAÑA 36,83 39,48 42,21 46,69 51,27 55,43 60,29 66,90 70,15 24 — CUADRO 1 — 6 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE HECHO Y DENSIDAD i9nn 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1965 1970 V. A, Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. Gran Canaria 127.471 100,0 162.601 127,6 173.552 136,2 216.853 170,1 279.875 219,6 331.725 260,2 400.837 314,5 464.381 364,3 519.606 407,6 Dens 83 106 113 142 183 217 262 303 339 Lanzarote 17,556 100,0 19.436 110,7 21.516 122,6 22.430 127,8 27.476 156,5 29.985 170,8 34.818 198,3 39.685 226.0 41.912 238,7 Dens. 21 24 26 27 34 36 42 48 51 Fuertev. 11.669 100,0 10.613 91,0 11.305 %, 9 11.708 100,3 13.173 112,9 13.517 115,8 18.138 155,4 17.856 153,0 18.192 155,9 Dens. 7 6 7 7 8 8 10 10 10 Total Prov. 156.696 100,0 192.650 122,9 206.373 131,7 250.991 160,2 320.524 204,6 375.227 239,5 453.793 298,6 521.924 333,0 579.710 369,9 Dens. 38 47 50 61 78 92 111 142 160 Tenerife 138.008 100,0 180.307 130,6 176.998 128,2 218.877 158,6 261.817 189,7 317.727 230,2 387.767 281,0 457.335 331,3 500.381 362,5 Dens. 67 88 86 106 127 154 188 222 243 La Palma 41.994 100,0 45.752 108,9 46.582 110,9 51.784 123,3 60.533 144,1 63.809 151,9 67.141 159,9 68.006 161,9 73.749 175,6 Dens. 58 63 64 71 83 87 92 93 101 Gomera 15.358 100,0 18.480 120,3 20.485 133,4 25.405 165,4 28.571 186,0 28.383 184,0 27.790 180,9 24.016 156,3 22.938 149,3 Dens. 40 49 54 67 75 75 73 63 60 Hierro 6.508 100,0 6.827 104,9 7.225 110,0 8.071 124,0 8.849 130,0 8.182 125,7 7.957 122,3 6.117 93,9 5.503 84,5 Dens. 23 25 26 29 32 29 29 22 20 Total Prov. 201.860 100,0 251.366 124,5 251.290 124,4 304.137 150,7 359.770 178,2 418.101 207,1 490.655 243,1 555.474 275,1 590.514 292,5 Dens. C2 78 78 94 112 130 152 184 199 Región 358.564 100,0 444.016 123,8 457.663 127,6 557.128 154,8 680.294 189,7 793.328 221,3 944.448 263,4 1.077.398 300,5 1.170.224 300,4 Dens. 49 61 62 76 93 109 129 160 177 España 18.594.405 100,0 19.927.150 107,2 21.303.162 114,6 23.563.867 126,7 25.877.971 139,2 27.976.765 105,5 30.430.698 163,7 31.965.565 171,9 33.823.918 181,9 Dens. 36 39 42 46 51 55 60 66 70 Fuente: I. N. E. 25 1.8) aunque en un principio, el éxodo rurai se produjo por la atracción del puerto y las posibilidades comerciales. El problema no se ha significado tanto en Santa Cruz de Tenerife, dada la mayor diseminación de la población, la diferente conformación orográfica y económica de la isla de Tenerife y fundamentalmente la mayor importancia de enclaves poblacionales relevantes ubicados en La Laguna, Puerto de la Cruz, Orotava, Icod de los Vinos y algunos sureños. Sin embargo, el cinturón de la capital tinerfeña, ha sido y continúa siendo aún centro de acogida de inmigrantes de la propia Isla y fundamentalmente de Gomera. Estimamos que un paso fundamental a dar en las dos provincias, sería el estudio de los cinturones de las dos capitales: en Las Palmas de Gran Canaria, la periferia formada por los enclaves poblacionales de las zonas de San Cristóbal, los de la Ladera y Riscos y otros más. En Santa Cruz de Tenerife, el gran cinturón periférico que limita la ciudad, integrado por un creciente número de barrios. Los dos municipios capitalinos, deberían recabar la ayuda del Colegio profesional de Arquitectos de las dos provincias, así como de demógrafos, urbanistas y sociólogos. El conocimiento urgente del equipamiento para estos barrios periféricos, es inaplazable, dado que este proceso da urbanización se agudizará en el transcurso de 1974 a 1980, si no se estudia una reorganización estructural de todo aquello que concierne a la agricultura y a los polos industriales de las dos provincias, así como a todas las posibilidades de las islas en especial de aquellas que han sido marginadas sistemáticamente del crecimiento económico. 1.1.3. Pirámide de población y juventud de ia población canaria: La pirámide de población nos permitirá conocer las más acusadas características de sexo, edad, juventud, etc.. de la población canaria. Normalmente, toda pirámide ofrece una información fundamental acerca de la estructura de la población. En los cuadros 1.9, 1.10 y 1.11, 1.12, 1.13 y 1.14 y en los gráficos 1.2, 1.3, 1.4, 1.5, 1.6 y 1.7 se proporcionan los datos de la pirámide sacados de las estadísticas que nos ofrece el Censo de 1970 y otros datos sobre movimiento natural de la población. Con todo, debemos advertir con honestidad las limitaciones de la información ofrecida que parte precisamente de algunos fenómenos muy concretos como de subdeclaraciones en los nacimientos o muertes e incluso posibles errores administrativos y de cálculo estadístico. Como hemos repetido en otras ocasiones, estos datos son siempre a título orientativo. La primersL observación que se deduce de una simple ojeada es la constante progresividad de la población en el conjunto canario. Las barras inferiores continúan alargándose en los cinco primeros años, aunque es de significar que en 1974, los nacimientos han disminuido en relación a los años anteriores hasta 1970 entre un 3 y un 5%. Es prematuro hablar de tendencia hacia una tasa de natalidad más baja. Sin embargo, teniendo en cuenta que los años de crisis económica se han reflejado históricamente de forma evidente en la restricción de la natalidad y la nupcialidad, apuntamos esta posibilidad. La segunda observación es posible constatarla en los tramos comprendidos entre los 30 y 40 años, efecto en parte de la guerra civil y en parte de la oleada migratoria transoceánica postbélica, que afectó sensiblemente las estructuras generativas. La tercera observación hace referencia a un hecho que puede considerarse normal: inferior tasa de natalidad femenina en los primeros años y sobremor- — 27 CUADRO I — 7 DENSIDAD POBLACIONAL EN LAS CAPITALES CANARIAS Y PORCENTAJE DE POBLACIÓN DE LAS CAPITALES SOBRE LA PROVJNCIA E ISLAS Años 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 Kms2 de cada municipio LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Densidad 494 700 672 791 1.209 1.550 1.960 2.902 98,9 % poW. isla 38,3 42,6 38,3 36 43 46 48,4 55,2 % pobl. prov. 28,4 32,6 32,2 31,2 37 40,8 42,7 49,5 ARRECIFE LANZAROTE Den- % si- pobl. dad isla 128 17,5 157 19,3 191 21,3 213 22,8 322 28 382 30,6 537 37 913 52,3 24,0 Pto. ROSARIO FUERTEVENT. Den- % si- pobl. dad isla 3,7 ( 1) 9,5 3,9 ( 1) 12,5 3 ( 2) 82 12 29,4 14 30,3 15 31,4 21 33,6 23 36,7 290,9 SANTA CRUZ TENERIFE Den- % si- pobl. dad isla 279,2 27,8 457,8 35 381 29,6 451 28,4 526 27,5 752 32,5 967 26,7 1.100 30,2 137,6 DE % pobl. prov. 19 25 21 20 20 24,7 27 25,6 SANTA CRUZ DE LA PALMA Densidad 169,3 173 166 182 266 264 297 302 43,6 % pobl. isla 17,6 16,5 15,5 15,3 19 18,3 17 17.8 S. SEBAST. GOMERA Den- % si- pobl. dad isla 29 20,7 36 21 41 21 55 23 62 23,3 62 23,5 71 27,3 50 23 107,0 VALVERDE HIERRO Den- % si- pobl. dad isla 62 ( 3) 100,0 65 ( 3) 100,0 42 60,7 48 62,3 52 62,3 46 59,7 44 57,8 30 58 104,9 ( 1) Se ha agregado la población de Casillas del Ángel a la de Puerto Cabras. En 1930 pasó a pertenecer a dicho municipio. ( 2) No se ha contabilizado la población de Casillas de! Ángel. ( 3) Único municipio del Hierro. Fuente: I. N. E. 28 CUADRO I — 8 PROCESO DE URBANIZACIÓN DE LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN CANARIA. 1950 — 1974 POBLACIÓN DE DERECHO Zona urbana % respecto a la población total Zona intermedia % respecto a la población total Zona rural % respecto a la población total 1950 144.144 38,4 65.685 44,0 165.398 44,0 LAS PALMAS 1960 201.662 39,4 74.194 39,27 177.937 39,2 1970 272.483 49,6 130.309 26,6 146.216 26,6 SANTA 1950 85.195 20,0 76.787 62,0 256.119 62,0 CRUZ DE 1960 110.394 22,5 124.292 52,2 255.969 52,2 TENERIFE 1970 173,792 30,2 168.600 40,6 234.058 40,6 REGIÓN CANARIA 1950 1960 1970 229.339 28,9 142.472 53,1 421.577 53,1 312.056 33,0 198.486 46,0 433.906 46,0 446.275 39,6 298.909 33,9 380.274 33,9 Zona urbana % respecto a la población total Zona intermedia % respecto a la población total Zona rural % respecto a la población total LAS PALMAS 1974 313.520 50,5 153.279 24,7 153.900 24,8 SANTA CRUZ DE TENERIFE 1974 211.990 34,0 199.522 32,0 212.000 34,0 REGIÓN CANARIA 1974 527.020 42,3 377.741 30,3 339.445 27,4 Fuente: Censos I. N. E. — 1974 estimaciones. — 29 talidad masculina, que permite a partir de los veinticinco años un equilibrio entre sexos para luego quedar manifiestamente superior el femenino. Por último, las diferencias entre las provincias son prácticamente inexistentes, ya que los tres fenómenos apuntados han sido característicos de las dos provincias. Intentando ofrecer una visión sintetizada, diríamos que: — la población canaria se caracteriza fundamentalmente por un notable grado de juventud. — su distribución no ofrece anomalías salvo las apuntadas, derivadas lógicamente de los fenómenos citados. — no existen diferencias notables entre la evolución de la población entre una provincia y otra. — la mortalidad ( progresiva desaparición de la población observable en los tramos superiores) manifiesta un comportamiento normal, equiparable al nacional. Los grupos de edad. Hemos afirmado con cierta reiteración que la característica más relevante que nos ofrecen las pirámides es la juventud de la población canaria. Esta característica ( cuadro I— 15) resalta al calcular la proporción que, sobre el trotal de la población representan los habitantes que se encuentran entre O y 14 años y el grupo superior a los sesenta y cinco años. Grupos de edad ( 1970) Las Palmas Menos de 15 años 35,6 Mayores de 65 y más 6,4 Total población dependiente 42,0 En forma esquemática ofrecemos las características más significativas que se pueden observar en el cuadro 1— 15: — El grado de juventud de la población canaria, continúa distanciándose de la media nacional. — En la Región Canaria, ha sido la provincia de Las Palmas, la que ha agudizado el grado de juventud de la población, mostrando por el contrario una población sobre 65 años, inferior a la media nacional aunque con tendencia a nivelarse. — Por el contrario Santa Cruz de Tenerife muestra una ligera tendencia a la reducción del alto grado de juventud de su población. — Si en 1960 podría observarse que los grupos masculinos comprendidos entre 25 y 55 años de edad, de significativa importancia en relación a la población activa, era inferior en Canarias ( 35,3 por 100) en relación al conjunto nacional ( 39,8 por 100), sin embargo podemos constatar que los grupos de edad comprendidos entre los 25 y 34 años comenzaban a ser ligeramente superiores en 1970 a la media del conjunto nacional, indudablemente, la corrección del Censo de 1975, aportará, dadas las tendencias de la población, la evidencia de que esta tendencia se hará notar en el grupo de edad comprendido entre 35 y 44 años. Finalmente, los grados de juventud y envejecimiento en los estratos urbanos y rural de las dos provincias, no ofrecen especial significación, como puede apreciarse en los datos que ofrecemos: 30 — S/ C. Tfe. 31,7 7,3 39,0 Región 33,6 6,8 40,4 España 27,8 9,7 37,5 CUADROS 1- 9, 1- 10, 1- 11 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR EDAD, SEXO Y ESTADO EN LAS PALMAS, SANTA CRUZ DE TENERIFE Y REGIÓN CANARIA Edad LAS PALMAS 0— 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales S/ C. DE TENERIFE 0 — 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales REGIÓN 0— 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales TOTAL 71.522 124.168 90.622 141.611 86.098 22.827 12.127 548.975 65.213 117.558 92.822 156.501 101.872 27.173 15.304 576.443 136.735 241.726 183.444 298.112 187.970 50.000 27.431 1.125.418 Total incluidos divorc. y separad. 36.889 63.410 45.990 71.204 42.125 10.267 4.862 274.747 33.750 60.004 47.306 78.252 49.206 11.520 5.992 286.030 70.639 123.414 93.296 149.456 91.331 21.787 10.854 560.777 VARONES Solteros 36.889 63.410 42.471 14.744 2.752 604 391 161.261 33.750 60.004 43.194 18.212 4.404 960 574 161.098 70.639 123.414 85.665 32.956 7.156 1.564 965 322.359 Casados — — 3.493 56.048 37.995 8.529 3.038 109.103 —. — 4.081 59.511 43.092 9.185 3.706 119.575 — — 7.574 115.559 81.087 17.714 6.744 228.678 Viudos — — 13 217 1.082 1.062 1.381 3.755 — i — 14 290 1.352 1.285 1.661 4.602 — — 27 507 2.434 2.347 3.042 8.357 Total incluidas divorc. y separad. 34.633 60.758 44.632 70.407 43.973 12.560 7.265 274.228 31.463 57.554 45.516 78.249 52.666 15.653 9.312 290.413 66.096 118.312 90.148 148.656 96.639 28.213 16.577 564.641 MUJERES Solteras 34.633 60.758 33.721 10.692 5.493 1.833 1.334 148.464 31.463 57.554 34.048 13.671 7.663 2.870 1.886 149.155 66.096 118.312 67.769 24.363 13.156 4.703 3.220 297.619 Casadas — — 10.814 57.939 32.122 6.048 1.687 108.610 — — 11.364 62.578 37.321 6.882 1.878 120.023 — i — 22.178 120.517 69.443 12.930 3.565 228.633 Viudas — — 37 1.257 5.902 4.610 4.200 16.006 — — 53 1.474 6.980 5.718 5.483 19.708 — — 90 2.731 12.882 10.328 9.683 35.714 Fuente: I. N. E.— Censo 1970. Elaboración: C. I. E. S. CUADROS 1- 12, 1- 13, 1- 14 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR EDAD, SEXO Y ESTADO A NIVEL DE CAPITALES DE LAS PALMAS, S/ C. DE TENERIFE Y REGIÓN. LAS PALMAS CAPITAL Edad 0 — 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales S/ C. DE TENERIFE 0 — 4 CAPITAL CAPITALES DE PROVINCIA Fuente: LN. E.— 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales 0 — 4 5 — 14 15 ^ 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales Censo 1970. Elaboración: C. I. E. S. TOTAL 32.292 59.156 42.689 70.837 43.043 10.316 5.096 263.429 15.515 27.644 22.629 38.380 27.967 6.777 3.367 142.279 47.807 86.800 65.318 109.217 71.010 17.093 8.463 405.708 Total incluidos Jivorc. y separad. 16.870 29.966 21.459 35.133 20.658 4.619 1.955 130.660 8.161 14.309 11.306 18.191 12.855 2.707 1.163 68.692 25.031 44.275 32.765 53.324 33.513 7.326 3.118 199.352 VARONES Solteros 16.870 29.966 19.613 6.779 1.210 215 175 74.828 8.161 14.309 10.401 3.705 1.119 202 90 37.987 25.031 44.275 30.014 10.484 2.329 417 265 112.815 Casados — — 1.831 28.098 18.739 3.838 1.155 53.661 — — 885 14.322 11.238 2.181 691 29.317 — — 2.716 42.420 29.977 6.019 1.846 82.978 Viudos — — 5 95 499 516 600 1.715 — — 5 99 362 304 377 1.147 — — 10 194 861 820 977 2.862 Total incluidas divorc. y separad. 15.422 29.190 21.230 35.704 22.385 5.697 3.141 132.769 7.354 13.335 11.323 20.189 15.112 4.070 2.204 73.587 22.776 42.525 32.553 55.893 37.497 9.767 5.345 206.356 MUJERES Solteras 15.422 29.190 15.737 5.643 2.846 759 645 70.242 7.354 13.335 8.779 4.220 2.606 152 409 37.455 22.776 42.525 24.516 9.863 5.452 911 1.054 107.697 Casadas —' — • 5.419 28.993 15.641 2.479 653 53.185 — — 2.519 15.284 9.865 1.513 330 29.511 — — 7.938 44.277 25.506 3.992 983 83.396 Viudas — — 25 683 3.615 2.419 1.813 8.555 —. —' 10 420 2.340 1.730 1.430 5.930 — — 35 1.103 5.955 4.149 3.243 14.485 GRÁFICO 1- 1 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR ESTRATOS: URBANO INTERMEDIO RURAL mtM 3 0 0 - '^ 4Í « . Iff^ '•¡•: á 1950 1960 1 LAS PALMAS 970 w 1974 ' ílí. l, [.-•,• 1 í'-'' ír . i'' M 1950 STA. 1960 CRUZ DE Í'A í-'. r 1 :• ( É I W w w < si Sí i vV\ KT', ^.^ j lí"'* * í >'> • Uú K: - > ' • - ' ' Vil tes: t,> v < • • • :> i W m - V,- i i • v ' . l • V- v 1970 TENERIFE 1974 1950 1960 1970 REGIÓN 1974 GRÁFICOS 1- 2 Y 1- 3 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LAS PALMAS Y STA. CRUZ DE TENERIFE POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE 1970 r JZ GRÁFICOS 1- 4 Y 1- 5 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LAS PALMAS Y STA. CRUZ DE TENERIFE POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE 1974 JEPAol -.. J ' ^ TTEV. ,'. .' í j ' . A ik . I EDfl[) 1 ,1, ,'. A A ,'. A í i ,'. . í GRÁFICOS 1- 6 Y 1- 7 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LA REGIÓN CANARIA POR SEXO Y EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE LOS AÑOS 1970 Y 1974 I EDAD I I EDAD I 32,7 34,7 5.6 6,7 61,7 34,9 36,0 5,8 7,6 59,3 30,3 33,1 6,0 7,2 63,7 30,3 31,3 7.2 7,4 62,4 LAS PALMAS S/ C. TENERIFE Conceptos 1960 1970 1960 1970 Pob. 0- 14 años Urbana Rural Pob. 65 años etc. Urbana Rural Pob. 15- 65 años Urbana Rural 58,6 56,2 59,7 61,2 La explicación se halla en el constante y progresivo proceso de urbanización a que se encuentra sometida nuestra sociedad canaria. Insistimos en lo ya expresado: no creemos que los valores aplicados para establecer si una determinada entidad poblacional es urbana, sean los correctos. Nadie pondría en tela de juicio que en torno al 80% de la población de Tenerjfe y Gran Canaria participa plenamente del equipamiento urbano, en cuanto trabajan, se educan, se divierten, acuden a clínicas, tienen modelos de vida típicos urbanos. Reducir las zonas urbanas al número de habitantes de una entidad población continua, o a unos Kms. cuadrados en torno a la gran ciudad, nos parece una solución simplista en demasía. Por otra parte, el caso de Canarias es diferente. Existen dos islas, Tenerife y Gran Canaria, a las que cabría considerar como un todo funcional cada una de ellas. Analizando el cuadro con las reservas ya expuestas, podría deducirse esquemáticamente lo siguiente: — Dado el flujo constante de población rural e intermedia a las zonas urbanas, no cabe esperar a corto plazo una reducción de la tasa de natalidad por parte de esta, por lo que la tasa de juventud continuará incrementándose, aunque eh porcentajes mínimos, en la zona urbana. Nos referimos a Las Palmas, donde el proceso de urbanización ha sido muy agudizado. Santa Cruz de Tenerife presenta un comportamiento normal. Posiblemente, el modelo urbano aplicado en Tenerife, dados los enclaves diferentes de núcleos poblacionales importantes,- es inoperante para reflejar tales movimientos. — La población con 65 años y más muestra un normal comporta-mierrto de crecimiento en las dos provincias y en las dos zonas. — La reducción de habitantes entre 15 y 64 años en la zona urbana de las dos islas, solo puede explicarse por un incremento de los mismos grupos de edad en las zonas intermedias, que, normalmente, realizan su trabajo en las urbanas. 1.1.4. Movimiento natural de la población: Hasta el momento se ha estudiado la estructura de la población desde un punto de vista estático. Se ha analizado su volumen, distribución, algunas de sus características. Interesa ahora estudiar su estructura desde un punto de vista dinámico, analizando los factores determinantes de la misma, como son natalidad y fecundidad, mortalidad, nupcialidad y por último crecimiento vegetativo de la población. La sorpresa inmediata, tras una ojeada a los datos, la motiva, el constante mantenimiento de una tasa alta de natalidad, que en el trans- — 31 CUADRO I — 15 POBLACIÓN POR GRUPOS DE EDADES. POBLACIÓN DEPENDIENTE. AÑOS 1960. 1970, 1974, PARA LAS PALMAS, SANTA CRUZ DE TENERIFE Y ESPAÑA ( POBLACIÓN DE DERECHO) 0- 4 años 5- 9 " 10- 14 " 15- 24 " 25- 34 " 35- 44 " 45- 54 " 55- 64 " más de 64 TOTALES A Ñ O C E N S A L 1960 L. P. % 53.453 11,9 50.394 11,2 45.682 10,2 80.873 18,0 69.300 15,4 48.866 10,9 42.888 9,5 29.018 28.923 6,5 149.397 100 0- 14 años 149.529 33,3 Más de 65 Total pob. 28.923 6,4 dependte. 178.452 39,7 0- 4 años 8- 9 " 10- 14 " 15- 24 " 25- 34 " 35- 44 " 45- 54 " 55- 64 " más de 64 TOTALES 0- 14 años Más de 65 Total pob. dependte. S/ C. T. % 54.866 11,3 51.112 10,5 46.823 9,7 84.722 17,5 72.360 15,0 52.789 11,0 47.713 9,8 31.808 6,5 41.440 8.7 483.683 100 152.801 31,6 41.440 8,5 194.241 40,1 L. P. % 78.444 12,8 71.956 11,7 66.790 10,9 102.947 16,8 78.820 12,8 73.534 12,0 57.463 9,4 43.186 7,0 39.793 6,6 612.933 100 217.190 35,4 39.793 6,6 256.983 41,0 S/ C. T. 66.746 64.033 61.473 101.025 86.115 77.235 61.612 48.820 46.471 613.530 192.252 46.471 238.723 Rtgión 108.319 101.506 92.505 165.595 141.660 101.655 90.601 60.826 70.363 933.080 302.330 70.363 372.693 A Ñ O % 10,9 10,4 10,0 16,4 14,0 12,6 10,0 8,0 7,7 100 31,3 7,6 38,9 % 11,6 10,8 10,0 17,7 15,2 11,0 9,7 6,4 7,6 100 32,4 7,5 39,9 (*) España % 2.969,3 9,7 2.699,5 8,8 2.678,7 8,8 4.701,7 15,4 4.814,8 15,7 3.995,6 13,2 3.402,2 11,2 2.697,7 8,8 2.569,0 8,4 30.528,5 100 8.347,5 27,3 2.569,0 8,4 10.916,5 35,7 1 9 7 4 • * Región % 145.190 11,8 135.989 11,0 128.263 10,4 203.972 16,6 164.935 13,4 150.769 12,3 119.075 9,7 92.006 7,5 86.264 7,3 1.226.463 100 409.442 33,3 86.264 7,1 495.706 40,4 L. P. 71.522 68.372 55.796 90.622 72.185 69.426 46.549 39.549 34.954 548.984 195.690 34.954 230.644 % 13,0 12.4 10,2 16,5 13,0 12,6 8,5 7,2 6.4 100 35,6 6,4 42,0 España ( 1) A Ñ O S/ C. T. 65.213 62.882 54.676 92.822 81.019 75.482 54.978 46.894 42.477 576.458 182.771 42.477 225.248 ( 1) * • * C E N S A L 1970 % 11,3 11,0 9,5 16,1 14,0 13.0 9,5 8,2 7,4 100 31,7 7,3 39,0 Región U6.735 131.254 110.472 183.444 153.204 144.908 101.527 86.443 77.431 1.125.442 378.461 77.431 455.892 % 12.1 11,7 9,8 16,3 13,5 12,8 9,0 7,7 7,1 100 33,6 6.8 40,4 No hay estimaciones. En miles Estimación C. I. E. S. ( España 3.218,0 3.243.3 3.017.4 5.240.1 4.306,2 4.738,2 3.849,6 3.126,5 3.298,5 34.037.8 9.478.700 3.298.500 12.777.200 % 9.4 9.5 8,8 15,4 12,6 14,0 11,3 9,2 9,8 100 27,8 9.7 37.5 32 — curso del siglo, solo ha bajado por factores exógenos, como el hambre, las epidemias y especialmente la emigración. La última década censal ( 1960- 1970) y los cuatro años transcurridos de la actual, ofrecen coeficientes que no permiten esperar a corto plazo un cambio significativo. Históricamente, se han podido observar tres fases bien definidas en el comportamiento de la población hacia la natalidad: a) alta tasa de natalidad como medida de supervivencia; b) restricción de la mortalidad por los adelantos sanitarios que produce una verticalización de la población mundial y c) una planificación de la natalidad con tendencias a la racionalización económica de la misma. Por supuesto, son innúmeros los factores sociológicos, fundamentalmente de orden religioso y urbanístico, los que condicionan una rápida evolución hacia esta tercera fase. 1.1.4.1. La natalidad y su evolución. No hay opción alternativa, incluso cuando se intenta analizar las tasas brutas de natalidad, que reafirmar el hecho diferente de Canarias, Los motivos son bien evidentes: las tasas que ofrece el I. N. E. para el total nacional y por supuesto para las provincias peninsulares y balear, son correctas. Para Canarias, no lo son tanto, en nuestra opinión. La tasa bruta de natalidad, que mide la frecuencia de la natalidad en el conjunto de la población, es un indicador orientativo que debería apurarse al máximo, para que su función nos diga algo. Un análisis más exhaustivo lo facilitarían las tasas específicas de fecundidad por grupos. Sin embargo, nos encontramos que dichas tasas se obtienen calculando los nacimientos con una estimación de la población al 30 de junio. Dicho cálculo, en lo que a provincias se refiere parece partir de la población de hecho, en la que, como también es sabido, entran un promedio de 25 a 35 mil turistas que que se encuentran en territorio canario en el momento del levantamiento del Censo. Lógicamente la tasa bruta de natalidad, tiende a desaparecer gracias a esos miles de invitados que " coexisten" y no conviven, en la mayoría de los casos, en nuestro territorio. En el cuadro 1.16 puede apreciarse el descenso en un 3,27 de la tasa bruta de natalidad. Por el contrario si utilizamos la población de derecho, o más correcto aún, una rectificación de lá de hecho, partiendo de 1960 en que, las diferencias entre las dos eran lógicas, nos encontramos con unas tasas muy diferentes y, en nuestra opinión, más cercanas a una fiabilidad mínima. Tasa bruta de natalidad. Población de hecho " corregida" Años Las Palmas Sta. Cruz Tfe. Región España 1971 1972 1973 1974 29,70 28,60 27,80 25,80 23,40 22,00 22,80 22,40 26,50 25,30 25,30 24,10 19,55 19,36 19,18 19,32 Si las mismas tasas se calculan con la población de derecho que nos facilita el I. N. E., nos encontramos unas tasas muy similares, ya que las diferencias oscilan entre tres y cuatro decimales. El cálculo, como es bien sabido, se realiza, multiplicando el total de nacimientos por mil y dividiendo por la población media del año de referencia. Si no existe, se acostumbra a calcular la media aritmética de las poblaciones existentes los dos 1** de enero sucesivos que encierran el año. Por lo demás, independientemente que exista esa población media facilitada al 30 de junio, 33 muchos estadísticos prefieren esta media aritmética. Por ejemplo el cálculo de ia tasa bruta de natalidad para el año 1974 se realizará de la siguiente forma: 600.297 + 620.566 población media resultante para el cálculo de la tasa 613.431 que tendría la siguiente formulación 15.563 X 1.000 613.431 as 25,37. Para este cálculo hemos utilizado la población de derecho de Las Palmas para los años 1973 y 1974. CUADRO 1 — 16 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE NATALIDAD Años 1950 1955 1960 1965 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1 Las Palmas 1. N. E. 27,55 30,13 28,68 30,81 28,10 27,89 27,00 26,44 24,83 Sta. Cruz Tfe. 23,02 24,13 22,92 24,25 22,10 22,50 21,17 22,06 21,80 Región 25,23 16,97 25,68 27,42 25,10 25,21 25,17 24,06 23,31 España 19,70 20,44 21,60 21,13 19,50 19,55 19,36 19,18 19,32 Significadas estas, para nosotros, oportunas aclaraciones, pasamos a un esquemático análisis de los datos que nos facilita el cuadro expuesto entre texto. — Si miramos las tasas de natalidad desde una perspectiva histórica, concluímos que Canarias mantiene unas constantes similares a las de principio de siglo, aunque es posible predecir que, a plazo medio, las tasas comenzarán a descender significativamente. Las F^ almas mantiene una pauta muy aproximada a la primera década del siglo, incluso con cierta tendencia alcista, mientras Santa Cruz de Tenerife ha iniciado el descenso en su tasa bruta de natalidad. Las alteraciones registradas entre 1971 y 1974 no tienen sentido especial tomadas aisladamente, sino sn s! contexto de la década 70 - 80. —^ Toda tasa bruta tiene serios inconvenientes, siendo aconsejables preferentemente a título orientativo. En consecuencia se ha de acudir a la tasa de fecundidad, esto es ai número de nacidos vivos por cada mil mujeres en edad fértil 15 a 49 años). Realizados los pertinentes cálculos se comprueba la tendencia a una tasa de fecundidad alta, especialmente en Las Palmas, en relación a la media nacional. ( Cuadro I— 17). — Los condicionantes económicos de la natalidad, podrían frenar la tendencia actual e incluso, a plazo medio, reducir sensiblemente dicha tasa. Como se sabe, la crisis económica canaria es de orden estructural. 34 — lo que implica un período de tiempo más bien largo, para reordenarla y planificar en orden a una cierta productividad. CUADRO 1 — 17 EVOLUCIÓN DE LA TASA DE FECUNDIDAD 1960 Nacidos vivos l\^ ujeres 15- 49 años Total por mil 1965 Nacidos vivos Mujeres 15- 49 años Tasa por mil 1970 Nacidos vivos Mujeres 15^ 49 años Tasa por mil Fuente: 1. N. E. L Palmas 12.896 110.431 116,80 15.168 121.686 124,60 16.147 125.776 128,30 S/ C. Tfe. 11.158 121.623 91,70 12.732 135.303 94,10 12.458 141.269 88,10 Región 24.058 232.054 103,70 27.900 256.989 108,50 28.605 267.045 107,10 España 654.537 7.766.013 84,30 667.749 8.120.096 82,20 656.102 8.199.027 80,00 — Los condicionantes sociales ( religiosos y urbanísticos) tienden a mantener la tasa de natalidad. Si quisiéramos esquematizar los valores que condicionan especialmente la natalidad, citaríamos los tres siguientes: a) una sociedad canaria a caballo entre los valores rurales e industriales, con una modernización que, en la mayoría de ios casos, se limita a mi-metizar pautas consumistas, sin interiorización racional de los valores correspondientes; b) la mentalización tradicional de la mujer que, persiste en una postura cómoda sin una traducción real de lo que implica la igualdad de derechos y sin percibir la relación profunda existente entre trabajo femenino y liberación de la mujer; c) las frías normas morales católicas, enraizadas en la conciencia de muchas madres de familia; d) unas estructuras de poder ancladas en un interesado tradicionalismo autoritario que arrojan sistemáticamente a la ilegalidad la difusión de los medios de control de natalidad. Imprentada a estas cuatro motivaciones, unos niveles de educación sensiblemente bajos con tasas de analfabetismo absoluto y relativo, demasiado elevadas. — Por lo demás, se mantiene, prácticamente invariable, la acción de los valores tradicionales sobre la población rural y la urbana de estratos económicos y culturales bajos, registrándose en dichas familias tasas altas de natalidad. A plazo medio es probable que se produzca una tendencia hacia la planificación racional de la natalidad en toda aquella población de estratos medios trasvasada del campo a la ciudad. 1.1.4.2. La tasa de nupcialidad Como hemos precisado en los anteriores análisis, los coeficien- — 35 tes que aparecen en el cuadro 1- 18 a partir de 1971, reflejan unos valores ligeramente inferiores a los reales, por los motivos ya expuestos. El análisis de las tasas de nupcialidad, número total de matrimonios por cada mil habitantes, no presenta anomalías en Canarias. En la provincia de Las Palmas, ios coeficientes son ligeramente superiores a los de Tenerife, si bien la media regional supera, como es posible observar en el cuadro citado, la media nacional. Las tendencias son de estabilidad. Con toda probabilidad y en circunstancias socioeconómicas normales, podrían subir ligeramente en las dos provincias pero especialmente en Las Palmas. CUADRO i — 18 SERIE HISTÓRICA DE LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN LA REGIÓN CANARIA 1950 1955 1960 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: !. Las Palmas N. E. 7,22 8,47 8,38 7,59 8,15 8,40 8,46 8,70 8,43 8,18 S/ C. Tenerife 7,59 8,75 8,18 7,56 7,31 7,35 7,63 7,70 7,66 7,79 Región 7,41 8,61 8,28 7.57 7,71 7,86 8,04 8,19 8,04 7,98 Totai Nacional 7,37 8,14 7,79 7.20 7,24 7.35 7,45 7,64 7,74 7,59 En relación a la edad de entrada en el matrimonio, se comprueba ( Cuadro I.- 19) como el 62,6% de las mujeres © n Las Palmas y el 64,2% en Santa Cruz de Tenerife, se casan antes de los veinticuatro años, superando sensiblemente la media nacional y constituyendo un factor de elevación de la tasa de natalidad. La alta tasa de nupcialidad y la no tan elevada de natalidad de Santa Cruz de Tenerife, muestran un comportamiento ilógico. Sin embargo, ateniéndonos a los elevados índices de emigraciones transoceánicas y también europeas que ha registrado dicha provincia, queda suficientemente explicado las posibles irregularidades, ya que el factor emigración suele alterar las estructuras generativas. 36 — CUADRO 1— 19 MUJERES CASADAS EN SU PRIMER MATRIMONIO. EDAD AL CONTRAERLO Las Palmas S/ C. Tenerife Región Total mujeres 102.950 100,0 114.646 100,0 217,596 100,0 Menos de 20 18.380 17,85 23.815 20.77 42.195 19,39 De 20 a 24 46.140 44,81 49.893 43,51 96.033 44,13 De 25 a 29 25.201 24,47 26.334 22,96 51.535 23,68 De 30 a 39 11.077 10,75 12.204 10,64 23.281 10,69 40 y más 2.152 2,12 2.400 2,12 4.552 2.11 Fuente: L N. E. 1970. Insistimos una vez más, en que no suele ser el habitat " per se" un factor determinante de las altas tasas de natalidad. Estimamos urgente insistir en los valores de nuestra sociedad y esencialmente en los niveles culturales y la posibilidad de acceder al conocimiento de los medios reales de control de la natalidad, relegados a la ilegalidad en nuestra sociedad. Tal política pertenece a una era preindustrial, nunca a una sociedad en vías de desarrollo, ya que las instituciones preíndustriales están hipotecando de forma sistemática el acceso al desarrollo. Por otra parte, las irracionalidades, que suelen cometerse en las relaciones matrimoniales, para eludir los excesos de la fecundidad, motivados por la ignorancia de medios y métodos humanos para dicho control, postulan un cambio radical a fin de ir creando nuevos valores en orden a la planificación de la familia. 1.1.4.3. Tasa de mortalidad Insistimos en el planteamiento anterior, cuando tratamos la tasa bruta de natalidad. La población medía estimada y utilizada por el I. N. E. para el cálculo de la tasa bruta de mortalidad, ofrece unos índices por bajo de la realidad. Utilizando tanto la población de derecho como la de hecho corregido, los índices a partir de 1971 incluido ( Cuadro I— 20) suben para Canarias entre cuatro y tres decimales. CUADRO I — 20 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE MORTALIDAD 1957 1960 1963 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1. N. E Las Palmas 7,90 6,74 6,37 6,77 6,72 6,44 7,07 6,66 6,73 6,39 S/ C. Tenerife 7,92 6,74 6,86 6,72 6,46 6,51 6,57 6,51 6,08 6,49 Región 6,90 6,79 6,62 6,74 6,59 6,47 6,81 6.58 6,40 6,44 España 9,84 8,65 8,87 8,46 8,52 8,37 8,87 8,16 8,52 8,39 — 37 Si en el caso de la natalidad, Canarias ofrecía ias tasas más elevadas, sin embargo en la mortalidad registra los valores más bajos ( Cuadro I— 20). Si analizamos la serie histórica ( Cuadro I— 21) observaremos que el descenso en las dos provincias canarias se ha producido uniformemente en las mismas series históricas. Si a principios de siglo Canarias contaba con unos índices de mortalidad característicos de países subdesarrollados, a partir de 1960 tales valores han bajado notablemente, hasta mantenerse en torno a un 6,50. Indudablemente unas condiciones sanitarias unido a una cada vez mayor cultura sanitaria, a pesar de las agudas deficiencias humanas que registra la medicina en nuestra región, han hecho posible este bajo índice. Por supuesto no debe obviarse la aclaración que los porcentajes de los que mueren no son inferiores a la península. La elevada tasa de natalidad que ha elevado la de juventud de la población canaria, hace bajar el coeficiente bruto de mortalidad. La mortalidad infantil ( fallecidos menores de un año) como puede observarse en el cuadro I— 22, ha sufrido un cambio notable. Con todo, el valor medio 15,70 a escala regional, lo consideramos aún demasiado elevado. Resulta evidente la deficiencia a escala regional del equipamiento sanitario social para las madres gestantes y niños recién nacidos. Por otra parte, la cultura sanitaria en relación al cuidado de los niños, es ún sensiblemente deficiente en la región. CUADRO I — 21 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE MORTALIDAD EN ALGUNOS QUINQUENIOS REPRESENTATIVOS DEL PRESENTE SIGLO Las Palmas S/ C. Tenerife Región 1901 — 05 1916 — 20 1926 — 30 1936 — 40 1946 — 50 1956 — 60 1961 — 67 Fuente: 1. N. E. 20,30 19,11 17,49 14,29 10,51 7,39 6,68 16,80 15,51 14,15 12,64 9,69 7.29 6,61 18,55 17,31 15,81 13,46 10,10 7.34 6,64 CUADRO I — 22 MORTALIDAD INFANTIL ( 0- 1 AÑO) 1970- 74 Las Paimas S/ C. Tenerife Reglón 1961 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1. N. E. 41,42 12,44 21,52 15,25 14,80 14,00 41,31 11,74 14,40 12,40 12,08 17,53 40,60 12,13 19,63 13,99 13,56 15,65 1.1.4.4. Movimiento natural de la población La estabilidad en las altas tasas de natalidad y el descenso brusco producido en las de mortalidad han tenido como consecuencia ele- 38 — vados índices de crecimiento vegetativo, sensiblemente superiores a la media nacional. Si a este nivel el descenso registrado en las tasas de mortalidad ha sido contrarrestado por el descenso de la fecundidad, en Canarias, las altas tasas de fecundidad han mantenido estables, con periódicas tendencias alcistas, los coeficientes de crecimiento vegetativo. Posiblemente, como se ha indicado a lo largo de estas consideraciones, un plan de mentalización con un planteamiento racional del proceso reproductivo y quizás, las estrecheces económicas que conllevará enderezar nuestra economía regional hacia una productividad efectiva, harán cambiar esta estabilidad al frenar la natalidad. El cuadro 1- 23 muestra la diferencia de índices entre Canarias y la media nacional. Insistimos en que esta discrepancia podría ser más aguda, si la población media utilizada para el cálculo del índice de crecimiento vegetativo no fuera la estimada por el I. N. E!. para los primeros de julio de cada año, sino la de hecho corregida y si no es posible, la de derecho obtenida a través de la de dos años sucesivos. La diferencia haría subir el índice de crecimiento vegetativo entre tres y cuatro decimales. CUADRO I - 23 ÍNDICE DE CRECIMIENTO VEGETATIVO DE LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN CANARIA 1957 1959 1960 1963 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: Las Palmas 19,87 20,56 21,94 23,91 24,04 23,73 21,74 20,82 20,33 19,71 18,43 I. N. E. S/ C. Tfe. 16,00 15,63 16,08 17,48 17,53 16,95 15,60 15,94 14,65 15,98 15,31 Total Región 17,84 17,97 18,89 20,64 20,68 20,23 18,32 18,35 17,48 17,84 16,87 Total Nacional 11,89 12,80 12,95 12,45 12,67 12,45 11,12 10,68 11,20 10,66 10,93 El cuadro 1- 24 que ofrece una perspectiva de la evolución quinquenal del crecimiento vegetativo en lo que va de siglo, nos permite algunas consideraciones que estimamos interesantes: — Las estructuras generativas han sufrido mayor y más permanente alteración en Santa Cruz de Tenerife que en Las Palmas, por la intensidad con que se ha manifestado en dicha provincia el fenómeno emigratorio. En los años 1919 a 1926, la cifra absoluta de nacimientos descendió en Las Palmas entre un 150% en 1920 y un 56% en 1926, relacionándola con la cifra de 1918. Mientras que el descenso en Santa Cruz de Tenerife fue más lento, debido fundamentalmente a los efectos de la emigración, evidenciados con un leve retraso en la citada provincia. — Es posible constatar además, cómo en la otra oleada emigratoria transoceánica de este siglo, la producida tras la guerra civil, — 39 con efectos más profundos en Santa Cruz de Tenerife, alteró sensiblemente la tasa de natalidad y en consecuencia el crecimiento vegetativo entre los años 1946 y 1955. ( Ver cuadros 1- 18 y 1- 24). CUADRO 1- 24 EVOLUCIÓN, POR QUINQUENIOS, DEL CRECIMIENTO VEGETATIVO DURANTE EL PRESENTE SIGLO EN LA REGIÓN CANARIA 1900 — 05 1906 — 10 1911 — 15 1916 — 20 1921 — 25 1926 — 30 1931 — 35 1936 — 40 1941 — 45 1946 — 50 1951 — 55 1956 — 60 1961 — 67 1970 — 74 Las Palmas 9,20 9,55 10,86 5.71 11,53 13,45 18,73 15,14 20,20 20,93 20,83 23,59 23,60 20,67 S/ C. Tfe. 13,59 12,80 11,09 8,80 10,20 13,48 18,40 15,69 18,30 14,70 15,63 15,83 17,43 15,49 Región 11,39 11,18 10,98 7,25 10,86 13,46 18,57 15,42 19,75 17,88 18,50 18,36 20,51 17,82 Fuente: I. N. E. — El aspecto más a tener en cuenta en todo este proceso ofrece una doble vertiente: a) la planificación del equipamiento educacional que va desde el preescolar, prácticamente inexistente, hasta la enseñanza universitaria; b) la progresiva planificación económica que permita la creación de puestos de trabajo a los grupos que progresivamente acceden a la población activa, antes de que se agudice el actual paro encubierto existente en los jóvenes que han cumplido catorce años y no pueden acceder a la enseñanza profesional, menos aún a puestos de trabajo, por ser insuficientes estos para los de edad superior. 1.1.5. Las migraciones Las migraciones canarias, como casi todo tipo de migración, son de naturaleza económica. Diríamos que fatalmente, a las crisis económicas que siguen inmediatamente a los debilitamientos de los ciclos, efecto de las contradicciones del proceso productivo o simplemente motivadas por la dependencia externa, subsiguen las oleadas migratorias. Las décadas de 1878 a 1887 con la crisis de la cochinilla, la de 1915 a 1924 con la crisis de la agricultura y otros subsectores a causa de la primera guerra mundial y la de 1945 a 1954 tras la contienda civil y segunda guerra mundial son buenos ejemplos que deberían motivar a los investigadores a profundizar en un tema, hasta el momento inédito, ya que tales fechas han enmarcado tres grandes oleadas migratorias canarias transoceánicas. Hoy nos hallaríamos en la gran antesala de una nueva oleada si no hubieran sucedido dos fenómenos interesantísimos: a) la progresiva conciencia del mundo obrero de las contradicciones de un proceso productivo que habitualmente carga a sus espaldas los graves descalabros económicos queridos por la gran burguesía ; b) el cíe- 40 — rre de la migración por parte de los países tradicionalmente ofertantes de trabajo, para los canarios. Esto ha supuesto que, a partir de 1965 las migraciones transoceánicas sean irrelevantes para los tinerfeños y canarios. Sin embargo en ios mismos años los países europeos occidentales lanzados a la tarea de un proceso desarrollista amplísimo se encontraron sin mano de obra. Acudieron a la ofertada por los países mediterráneos, fundamentalmente por la baratura de la misma. Canarias no se sintió especialmente atraída por estos países, por lo que las migraciones con ellos, carece de significado especial. En el momento en que se redacta este informe, noviembre de 1975, los datos sobre las migraciones canarias muestran una situación prácticamente cerrada. Las cifras de migraciones transoceánicas son irrelevantes. Las europeas prácticamente no existen y ios canarios, como es muy bien sabido, no lian sentido en momento alguno tendencias hacia los espacios peninsulares. Esto no implica una situación económica óptima, ya que las cifras de paro real y encubierto son sencillamente alarmantes y sin salida a corto plazo. Los fenómenos antes expuestos, podrían facilitar la clave para una explicación lógica. En orden a la exposición y sistematización del tema, estas corrientes migratorias canarias van a ser objeto de la siguiente división: 1) Migraciones con el exterior: — Migraciones transoceánicas — Migraciones con Europa — Migraciones con otras regiones españolas 2) Migraciones interiores: — Interprovinciales canarias — Intraprovinciales 1.1.5.1. Migraciones con el exterior Como puede observarse en los datos que iremos transcribiendo en este apartado, tienen relieve especial las migraciones con otras regiones españolas, o expresado en otras palabras, los flujos migratorios Península - Canarias. Las migraciones transoceánicas o con Europa carecen de interés. 1) Migraciones transoceánicas: Históricamente han sido claves para la supervivencia de Canarias. La última salida masiva — entre 1946 y 1955— tuvo especial relevancia en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Insistimos en la necesidad de una investigación exhaustiva a fin de recabar todos los testimonios vivos. Los episodios escritos por el pueblo canario, con motivo de aquellas migraciones, bien lo merecen. Fueron problemas económicos, los consabidos político - administrativos y otros, los que empujaron a innumerables personas a comprar pequeñas embarcaciones y con el indispensable avituallamiento y una brújula, salir desde La Palma, Gomera y Tenerife en busca de la tierra venezolana. Para abarcar el fenómeno completo, estudiaremos someramen- — 41 te, los flujos habidos entre Canarias y América y a la inversa en él espacio de dieciseis años Emigración transoceánica ( 1946- 1962) Provincias Emigrantes Prom. anual N° de orden Las Palmas 8.987 528,6 14 S/ C. de Tenerife 85.688 5.040,4 3 Se ha de tener en cuenta que la cifra puede ser sensiblemente superior, dado el importante número de personas que salieron clandestinamente, sin haber sido controlados por las oficinas de emigración oficial o católica. Santa Cruz de Tenerife se convierte automáticamente en una de las provincias más importantes en relación a salidas. Sin embargo, partiendo del mismo espacio de análisis, se percibe la inestabilidad de la misma, superior sin duda a la de la región española históricamente emigrante, Galicia. Los retornos son bien elocuentes: Inmigración transoceánica ( 1946- 1962) Provincias Emigrantes Prom. anual N.° de orden Las Palmas 3Í300 194,1 14 S/ C. de Tenerife 33.793 1.988,4 1 En consecuencia las migraciones netas de la región canaria en ese período son más inferiores, si bien Santa Cruz de Tenerife se mantiene en tercer lugar después de Pontevedra y La Coruña. Migraciones transoceánicas netas ( 1946- 1962) „ . . _ . ., , . .. Migración Promed. N.° de Provmcias Emigración Inmigración „ g, a g^ yg/ ^^^^^ Las Palmas 8.987 3.300 5.687 334,5 15 S/ C. Tenerife 85.688 33.793 51.895 3.052,6 3 A partir de 1962 las emigraciones canarias transoceánicas han descendido, hasta llegar a una situación de práctica irrelevancia. Los factores determinantes han sido: el crecimiento progresivo económico registrado en la región, el cierre de la inmigración por parte de los países tradicionalmente receptores, por ejemplo Venezuela, país que acogía la casi totalidad de la inmigración canaria y otros sin especial significado. La situación de las migraciones canarias transoceánicas en los años 1970 a 1973 — para 1974 no fue posible obtener datos— se reflejan en el cuadro siguiente: Migracrones transoceánicas netas ( 1970- 1973) Año 1970 1971 1972 1973 Las Palmas Emigración 179 181 43 35 Inmigración 260 161 Saldo — 81 — 20 S/ C. de Tenerife Emigr. Inmigr. 2.219 1.681 1.091 1.318 794 — 453 — Saldo + 538 — 227 42 — A la vista de los datos se ha de concluir en su irrelevancia momentánea. Es posible que a partir de 1975 estos datos tiayan cambiado de signo, al concluirse con Venezuela un nuevo acuerdo para la emigración transoceánica. Como es bien sabido, la emigración ha servido de cauce óptimo para la Administración en momentos similares, al obtener dos importantes ventajas: salida de mano de obra en paro o dificultades de trabajo y sobre todo alejamiento de las posibilidades de conflictos sociales, con lo que la burguesía podría respirar durante otro ciclo. Al parecer, como repetimos por segunda vez, el planteamiento no va a tener consecuencias similares, por la toma de conciencia de la situación por parte de la clase obrera. 2) Migraciones con Europa: Mientras para el conjunto peninsular - balear, las migraciones europeas han constituido la gran espita que ha aliviado paro y tensiones sociales y sobre todo ha constituido el apoyo financiero básico para el crecimiento económico de la postguerra, fenómeno púdicamente ignorado; para Canarias tales espacios europeos no han ejercido especial atracción a la hora de emigrar. Los datos que ofrecemos son de por sí elocuentes: Migraciones con Europa ( 1970- 1973) Provincias y años 1970 Las Palmas S/ C. Tenerife 1971 Las Palmas S/ C. Tenerife 1972 Las Palmas S/ C. Tenerife 1973 Las Palmas S/ C. Tenerife Alemania 13 103 17 113 23 125 76 124 Francia 5 30 1 26 2 10 3 4 Gran Bretaña — 355 25 67 28 250 32 142 Holanda 15 432 63 493 1 101 1 93 Suiza 1 28 — 185 11 47 12 43 Otros 2 46 5 323 1 152 — 119 Total 36 994 111 1.207 66 685 124 525 Fuente: I. N. E. El total de emigrantes canarios a países europeos en los cuatro años citados asciende a 3.748, lo que viene a significar aproximadamente el 1% de la media aritmética de la población activa canaria en el espacio de tiempo citado. De esta cifra el 9% corresponde a Las Palmas, siendo el 91% restante de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Los países elegidos en orden cuantitativo son: Holanda con el 32% del total, Gran Bretaña con el 24% y Alemania con el 16%. En relación a tendencias definidas en las provincias hacia países concretos, nos encontramos que el 30% de la emigración tinerfeña elige Holanda, el 21,7 Inglaterra y sólo el 12 Alemania. Las Palmas no muestra tendencia significativa en relación a preferencias. 3) Migraciones hacia otras regiones españolas: Las migraciones con otras regiones españolas tienen el mayor 43 peso específico cuantitativo en Canarias, en especial para Las Palmas. Los flujos son bien distintos, si bien las deficiencias del I. N. E. a I3 hora de trabajar los datos que publica anualmente han constituido un problema para elaborar series de diez años, bien especificadas las entradas por procedencias de regiones y provincias, así como las salidas. A partir de 1973, el I. N. E. ha publicado datos más completos y específicos que permiten profundizar en los mismos. Por otra parte, estimamos como una aportación interesante por parte del I. N. E. el cuaderno sobre las " Migraciones Interiores en España, decenio 1961- 1970". Con todo insistimos en que para facilitar una visión anual de la dinámica de la población, es necesario ir viendo año tras año las tendencias que van manifestándose. Emigraciones canarias hacia la Península - Baleares: El cuadro que adjuntamos evita de por sí cualquier comentario que no surja inmediatamente tras su lectura. Las emigraciones canarias hacia la Península - Baleares son de una irrelevancia total, limitándose en un porcentaje próximo al ciento, a personal dependiente de la Administración del Estado y empleados de empresas privadas. Emigraciones canarias hacia otras regiones españolas ( 1970- 74) Años Zonas Las Palmas S/ C. Tenerife Región canaria 1970 995 702 1.697 1971 1.241 932 2.173 1972 1.150 1.568 2.718 1973 1.700 1.281 2.981 1974 1.819 1.902 3.721 En la década de 1961 a 1970 el total de flujos migratorios canarios ( residentes en Canarias sin que se refieran a los autóctonos) hacia la Península - Baleares ascendía a 10.578 de los que 4.875 procedían de Santa Cruz de Tenerife y 5.073 de Las Palmas. Los destinos más relevantes fueron: Madrid con el 30%, Barcelona con el 13%, Valencia con el 8% y por regiones, Andalucía con un 18% sobre el total. En torno a las emigraciones canarias hacia la Península se ha pronosticado demasiado, sin partir de una realidad, en la que insistimos: el canario no suele elegir la Península como espacio para emigrar. Los retornos registrados en la década reseñada y en los cinco años del cuadro expuesto, se refieren a funcionarios y técnicos del Estado y empleados de empresas peninsulares que trabajan en Canarias que retornan a la Península. El hecho de que Madrid y Barcelona acojan a un alto porcentaje de los mismos, es de por sí significativo. 4) Emigraciones de la Península - Baleares hacia Canarias: A pesar de la progresiva importancia que tiene en Canarias este fenómeno, su análisis se ve dificultado por falta de datos y por la imposibilidad de profundizar en los existentes. Por ello, para encuadrar más exactamente este fenómeno, esquematizamos algunas realidades: — El número de peninsulares que en estos últimos años han elegido Canarias como " residencia de hecho" va en continua progresión. No solo se trata de la Administración pública ( nos referimos a funcionarios, técnicos y contratados) sino además del progresivo número de técnicos, empleados y obreros algunos especializados, otros manua- 44 les, que trabajan en empresas privadas con sede social en territorio peninsular. Hay algunos centros de trabajo e incluso Escuelas en los que desde el portero al director, en un 95%, no son canarios. — Si el I. N. E. censa a los inmigrantes peninsulares, partiendo de los censos facilitados por ios Ayuntamientos, un altísimo porcentaje de funcionarios y técnicos de la Administración, así como el Ejército no son contabilizados, produciéndose de hecho una subestimación de la inmigración peninsular. Como quiera que, tales funcionarios no necesitan censarse en los municipios respectivos para obtener beneficios en los billetes de viaje o para importar electrodomésticos o automóvil, al serles facilitado por el deparlamento en que trabajan el oportuno certificado, se estima la posibilidad de que no se hayan censado como residentes en los municipios. El porcentaje de los mismos podría alcanzar del 50 al 75% del total de censados. — Nos parece incongruente las gratificaciones que reciben los funcionarios por el hecho de desempeñar su función en Canarias. Posiblemente carezca de importancia; posiblemente se pueda interpretar como un incentivo para la emigración peninsular. De hecho, en Canarias, existe una gravísima presión demográfica, que implica la creación de puestos de trabajo con urgencia a fin de impedir el paro que se comenzó a detectar en 1974 entre la población con 15 a 17 años. Si la tendencia canaria hacia una emigración a la Península es abiertamente negativa, estimamos como desacertada cuando menos, toda política que favorezca las inmigraciones peninsulares. Se producirían inevitablemente paros de diverso tipo, que generarían conflictos sociales de alcances no previsibles. Expuestas las realidades anteriores, analizaremos los datos existentes sobre los flujos inmigratorios peninsulares. Nos limitamos a los dos últimos años, espacio temporal del análisis: en 1973, el total de inmigrantes peninsulares censados fueron 6.154 de los que un 78,4% correspondía a Las Palmas, siendo el restante 21,6% para Santa Cruz de Tenerife. En 1974 ascendieron a B. 462 de los que el 76,2% eligió Las Palmas y el 23,8% Santa Cruz de Tenerife. En los cuadros 1- 25 al 1- 28 se transcriben una serie completa sobre las migraciones interiores. En los mismos aparecen los defectos intrínsecos a un tipo de programación en la que no se previo la estructura provincial, interprovinciaí y regional de los flujos migratorios. 1.1.5.2. Migraciones interiores canarias Los flujos migratorios canarios comprenden los existentes entre las dos provincias canarias y los que se dan dentro de cada provincia. Los segundos han sido estudiados, aunque indirectamente, al analizar el fenómeno de la densidad de la población por capitales de islas, islas capitales de provincia, provincias y región. Movimientos migratorios Jnterprovinciaies: En 1973 en torno a 482 residenciados en Santa Cruz de Tenerife trasladaron residencia a Las Palmas. La cifra ascendió en 1974 a 282. Por el contrario en los dos años citados cambiaron residencia de Las Palmas para Santa Cruz de Tenerife 90 y 96 respectivamente. En la dé- — 45 CUADRO 1- 25 TOTAL DE EMIGRANTES. PROVINCIA DE LAS PALMAS ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE LAS PALMAS) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % TOTAL 2.041 1.543 2.793 3.646 3.246 3.218 1.307 5.243 3.933 6.051 33.021 100,0 S E X O V 1.060 797 1.445 1.918 1.680 1.674 706 2.888 2.041 3.213 17.422 52,8 H 981 746 1.348 1.728 1.566 1.544 601 2.355 1.892 2.838 15.599 47,2 GRUPOS DE EDAD — 15 732 557 1.000 1.250 1.103 1.104 429 1.568 1.356 2.252 11.351 34,4 15- 24 371 280 534 775 713 614 252 1.129 798 1.148 6.614 20,0 25- 64 906 675 1.198 1.562 1.359 1.431 606 2.435 1.678 2.566 14.416 43,7 + 65 32 31 61 59 71 69 20 11 101 85 640 1,9 ESTADO CIVIL Solt. 1.090 830 1.404 1.893 1.728 1.683 72 2.775 1.947 3.065 17.127 51,9 Casado 920 683 1.344 1.697 1.460 1.484 573 2.368 1.914 2.915 15.358 46,5 Viud 31 30 45 56 58 51 22 100 72 71 536 1,6 Analfabetos 8 17 218 376 68 69 17 7 18 29 830 2,5 No activos 1.387 1.048 1.900 2.444 2.166 2.137 843 1.765 2.620 4.054 20.364 61,7 56 18 18 22 Prop. 153 165 89 150 204 286 1.047 15,2 . 85 103 104 177 Adm. 111 101 60 102 156 193 728 10,6 A C T I V O S 127 93 120 247 Com. 80 91 42 62 103 223 601 8,8 23 11 69 57 Serv. 152 96 84 201 364 407 1.304 19,0 12.657 ( 38,3% ) 6.863 activos desde 323 197 377 481 Agr. 67 131 57 79 100 258 692 10,0 1969 t 1 Ind. 447 446 99 267 307 553 2.119 30,9 40 73 205 258 Otr. 70 51 33 67 79 77 377 5,5 Fuente: I. N. E. 46 — CUADRO 1- 25 TOTAL DE INMIGRANTES. PROVINCIA DE LAS PALMAS ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE LAS PALMAS) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % Fuente: TOTAL 2.362 1.785 3.857 4.574 5.192 4.591 2.120 5.243 7.079 9.180 45.983 100,0 I. N. E. S E X O V 1.277 957 2.048 2.437 2.794 2.434 1.162 2.888 3.828 4.951 24.776 53,9 H 1.085 828 1.809 2.137 2.398 2.157 958 2.355 3.251 4.229 21.207 46,1 GRUPOS DE — 15 763 597 1.253 1.437 1.662 1.459 660 1.568 2.198 3.002 14.599 31,8 15- 24 461 365 767 1.061 1.089 893 430 1.129 1.617 2.015 9.7G7 21,2 : EDAD 25- 64 1.094 784 1.739 2.044 2.339 2.141 997 2.435 3.140 4.016 20.723 45,1 + 65 44 39 98 92 102 98 33 111 124 147 888 1.9 ESTADO CIVIL Solt. 1.251 978 1.979 2.427 2.790 2.495 1.188 2.775 3.744 4.881 24.508 53,3 Casado 1.062 768 1.792 2.074 2.299 2.022 901 2.368 3.203 3.168 20.657 44,9 Viud 49 39 86 73 103 74 31 100 132 131 818 1,8 Analfabetos 2 14 306 518 70 58 10 7 31 25 1.041 2,2 No activos 1.499 1.160 2.537 2.925 3.308 2.861 1.271 3.170 4.338 5.646 28,715 62,4 83 31 28 30 Prof. 411 332 191 381 406 539 2.260 17,8 163 193 271 313 Adm. 182 176 124 199 324 335 1.340 10,6 ] 12.70] A C T I V O S 148 101 229 373 Com. 186 170 95 121 302 457 1.331 10,5 69 20 118 136 Serv. 285 177 155 557 917 994 3.085 24,3 L7.268 ( 37,6% L activos desde 389 219 462 568 Agr. 94 160 68 116 142 331 911 7,1 ) 1969 Ind. 607 615 164 439 485 813 3.123 24,6 11 61 212 229 Otr. 119 100 52 150 165 65 651 5,1 - 47 CUADRO 1- 27 TOTAL DE EMIGRANTES. PROVINCIA DE S/ C DE TENERIFE ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE TENERIFE) AÑO 1985 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL TOTAL 1.748 1.509 2.192 2.191 2.433 2.625 962 1.975 2.040 2.716 20.391 SEXO V 934 758 1.118 1.122 1.295 1.337 497 1.047 1.046 1.388 10.542 i' H 814 751 1.074 1.069 1.138 1.288 465 928 994 1.328 9.849 GRUPOS DE — 15 581 481 717 731 814 794 314 647 663 941 6.683 15- 24 310 229 329 368 441 447 140 328 328 422 3.342 EDAD 25- 64 815 754 1.077 1.029 1.102 1.291 487 933 989 1.283 9.760 - f65 42 45 69 63 76 93 21 67 60 70 606 ESTADO CIVIL Solt. 972 803 1.219 1.156 1.320 1.397 515 1.036 1.049 1.398 10.865 Casado 725 661 909 984 1.041 1.157 431 877 936 1.250 8.971 Viud 51 45 64 51 72 71 16 62 55 68 555 Analfabetos 44 31 39 60 37 34 5 19 9 20 298 No activos 1.149 1.025 1.485 1.477 1.640 1.674 636 1.336 1.331 1.844 13.597 41 35 49 46 Prof. 186 163 82 144 161 242 978 18,7 123 139 149 149 Adm. 195 230 98 136 134 152 1.923 36,6 A C T I V O S 188 123 236 272 Com. 44 52 20 37 43 68 264 5,0 33 22 28 24 Serv. 130 182 34 116 118 108 688 13,0 129 84 129 120 Agr. 59 94 32 73 105 82 445 8,4 Ind. 113 167 41 105 120 185 731 14,0 98 81 116 103 Otr. 66 53 19 28 28 35 229 4,3 % 100,0 51,6 48,4 32,8 16,4 47,8 3,0 53,3 44,0 2.7 1.4 66.6 6.794 ( 33,4% ) 5.258 activos desde 1969 Fuente: I. N. E. 48 — CUADRO 1- 28 TOTAL DE INMIGRANTES. PROVINCIA DE S/ C DE TENERIFE ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE TENERIFE) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % TOTAL 2.035 1.288 2.359 2.867 2.841 2.989 1.132 2.250 2.128 2.372 22.261 100,0 SEXO V 1.073 666 i . m 1.502 1.495 1.545 592 1.191 1.118 1.235 11.608 52,1 H 962 622 1.168 1.365 1.346 1.444 540 1.059 1.010 1.137 10.653 47,9 GRUPOS DE — 15 568 377 706 851 936 890 356 693 577 671 6.625 29,8 15- 24 414 211 405 564 551 532 187 415 383 487 4.149 18,6 EDAD 25- 64 992 661 1.184 1.379 1.276 1.474 562 1.092 1.108 1.160 10.888 48,9 + 65 61 39 64 73 78 93 27 50 60 54 599 2,7 ESTADO CIVIL Solt. 1.167 702 1.322 1.584 1.568 1.629 605 1.250 1.085 1.272 12.184 54,7 Casado 797 554 970 1.222 1.195 1.286 504 950 986 1.052 9.516 42,8 Viud 71 32 67 61 78 74 23 50 57 48 561 2,5 Analfabetos 39 28 29 41 35 29 6 9 3 17 236 1,0 No activos 1.251 833 1.546 1.842 1.861 1.857 711 1.385 1.266 1.434 13.986 62,8 76 36 64 97 Prof. 189 180 100 185 201 186 1.041 20,0 119 98 146 183 Adm. 359 387 141 318 229 296 1.730 33,2 5.202 A C T I V O S 287 155 331 449 Com. 41 46 19 38 32 47 223 4,2 49 20 28 30 Serv. 190 233 75 166 164 179 1.007 19,4 8.272 ( 37,2% ) activos desde 134 73 129 151 Agr. 79 98 35 67 115 88 482 9.2 1969 Ind. 86 141 25 90 115 120 577 11,0 L19 73 115 115 Otr. 36 50 19 9 6 22 142 2,8 Fuente: I. N. E. — 49 cada del año 1961 al 70, el total de flujos ascendió a 5.990, de los que 3.221 se residenciaron en Santa Cruz de Tenerife y 2.769 lo hicieron en Las Palmas. Movimientos migratorios irttraprovinciales: Los cambios registrados por el I. N. E. dentro de las provincias canarias en los año 1973 y 74 han sido los siguientes: En Las Palmas 2.253 personas cambiaron de residencia en 1973, siendo la cifra de 4.278 en 1974. En Santa Cruz de Tenerife y en los mismos espacios dé tiempo lo hicieron 800 y 856 respectivamente. Ello confirma los análisis expuestos sobre la aceleración del proceso de urbanización en Las Palmas. En la década de 1961 a 1970 cambiaron de municipio en Las Palmas 35.266, lo que supone una media anual aproximada de 2.917. En el mismo espacio de tiempo lo hicieron en Santa Cruz de Tenerife 35.481 siendo la media aproximada por año de 2.957. Las cifras de esta década permiten deducir un desarrollo equilibrado del fenómeno migratorio en las dos provincias. 1.2. ESTRATIFICACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL La población económicamente activa está integrada por todas las personas de uno y otro sexo dedicadas a la producción de bienes y prestación de servicios o simplemente disponibles para ello. Este grupo se halla comprendido por los siguientes estratos: — Las personas ocupadas en el ejercicio de alguna profesión u oficio, incluidos los trabajadores familiares no remunerados. — Las personas desempieadas. — Las que se hallan haciendo el servicio militar, pero previamente habían desempeñado una actividad laboral. A efectos censales, todos los que desempeñan una profesión, mantienen relaciones laborales aunque se hallen alejados del trabajo por lesión, conflicto laboral, enfermedad, vacaciones, etc, son computados como población activa ocupada. Lo son como población activa desocupada o desempleada, todas aquellas personas de catorce años y más que no tuvieran trabajo durante los diferentes momentos de recogida de datos para el censo, pero estuvieron buscando ocupación remunerada, comprendidos los que buscaban trabajo por primera vez. La población económicamente no activa, está integrada por los siguientes estratos pobl'^ cionales: — Jubilados, retirados, pensionistas, etc. — Rentistas. — Estudiantes, siempre que asistan regularmente a algún centro de enseñanza. — Las amas de casa, que '& ún se consideran como población económicamente no activa. — Otros grupos difícilmente especificables. Una de las lagunas más graves del I. N. E., no imputables, por supuesto, al organismo sino a la política de la Administración, se centra 50 — en las deficiencias de la estadística sconómica- laboral y conflictivo- so-ciolaboral. Los años censales nos han venido ofreciendo cuadernos por provincias, relativos a la estructura de la población, en la que aparecen una serie de cuadros referentes a la estructura de la población económica y social. Sin embargo, los datos recogidos, lo han sido en la semana censal. Estimamos que, dada la importancia de la información, sería muy conveniente utilizar en el decurso del año, la encuesta panel. Incluso, ésta puede ser deficiente, si de una vez, no se valora adecuadamente la importancia de las Delegaciones Provinciales de Estadística, dotándolas de personal profesional especializado, racionalmente remunerado, y no se institucionaliza definitivamente con la relevancia que tiene para el desarrollo nacional, dicho Instituto, a fin de que atienda las necesidades provinciales. Nos referimos a que, los cuadernos de la Encuesta de Población activa, publicados a escala nacional, deberían serlo también a escala provincial, a fin de que los investigadores económicos y sociales puedan elaborar series científicas y válidas que les permitan conocer la evolución de cada provincia. Para Canarias, tal necesidad es vital. La otra laguna — deficiente información socio- laboral— debería ser corregida con la urgencia que el hecho requiere, ya que una sociedad con la dinámica manifestada por la española en las últimas décadas, en modo alguno podría crecer, dadas las estructuras tradicionales mantenidas a ultranza sin la constante y progresiva aparición de tensiones laborales y políticas. 1.2.1. Estratificación de ia población económica por subsectores: Los cuadros 1.29 y 1.30 ofrecen una serie de diez años con la distribución de la población económicamente activa cunarla. Hemos preferido facilitar una visión dinámica a una estática. Los motivos, además de los lógicos, se basan en la imposibilidad de obtener datos referidos a 1974 que ofrezcan una mínima fiabilidad. La fuente para los cuadros citados, ha sido el Servicios de Estudios del Banco de Bilbao, cuyas publicaciones son aceptadas unánimemente a niveles nacionales por la solvencia y fiabilidad de las mismas. Dada la importancia de 1974 y parte de 1975, hemos recabado datos de diferentes fuentes que nos han permitido elaborar cifras aproximadas de población activa en 1974 en sectores protagonistas de la situación actual ( crisis, e t c . ) , faclitando un análisis más completo. Por último, los datos facilitados son fundamentalmente orientativos, sin que en modo alguno las cifras absolutas tengan que ser aceptadas sin más. Nadie pone en tela de juicio la existencia de una sobrevaloración de la población activa, fundamentalmente por dos hechos: a) La existencia de los autónomos agrícolas que, continuando la explotación de sus pequeñas parcelas, dedican la mayor parte de su tiempo a un trabajo por cuenta ajena. b) La poca fiabilidad de los datos relativos al trabajo de la mujer en el sector servicios, dado que la Seguridad Social del esposo cubre los riesgos inherentes. Insisteremos en el primer caso. En el análisis de la población activa, estará siempre latente la idea de que una teoría del desarrollo para Canarias ha de partir de la realidad total histórica y actual de la Región que descifraría sus contradicciones, y no desde el cómodo e inoperante esquema de modelos de cre- — 51 cimiento económico o de teorías parciales de subdesarrollo. El cuadro 1.30 enfocado desde el marco de las citadas teorías de crecimiento parciales de subdesarrollo, ofrecería una evidente deformación del proceso productivo en Canarias. En la más pura ortodoxia económica, el predominio del sector servicios sobre industria y agricultura, es símbolo de desarrollo. Si analizamos la evolución de la población activa en las provincias canarias, en estos diez años, observaremos el constante y progresivo decrecimiento del sector primario; el incremento vacilante en un principio y más firme en el último período del sector industrial; y el crecimiento progresivo de los servicios. El fenómeno aparece nítido en la provincia de Las Palmas. Sin embargo, el fenómeno descrito ha sido causado por unas estructuras típicamente subdesarroltadas, utilizadas por la gran burguesía y la especulación regional y extraregional ( peninsular y extranjera) en detrimento de ese largo y necesario proceso de desarrollo, básico para el futuro de Canarias. El análisis de la evolución de la población activa en estos diez años, lo hacemos desde el concepto de desarrollo concebido como proceso de cambio social, referido a un proceso deliberado que persigue como finalidad última, la igualación de las oportunidades sociales, políticas y económicas tanto en el plano intraregional como en relación a otras sociedades. En este sentido, analizamos el proceso a través de los sectores protagonistas de nuestra economía. Cualquier país con elevado índice de crecimiento económico, emplea en la agricultura entre el 3 y 20% aproximadamente de la población activa ( USA: 4,1. Inglaterra: 3,1. Francia: 12, etc..) Esto se debe a una constante capitalización de la misma, procurando adaptar al sector la moderna tecnología. De ahí, las diferencias existentes, en términos medios comparativos, entre la producción de una hectárea en un país desarrollado y uno subdesarrollado. Por supuesto, para llegar a este grado de productividad, se han debido solventar una serie de aspectos infraestructurales, institucionales, etc.. En el caso de Canarias, el progresivo abandono de la población activa del campo, no ha sido precisamente por el perfeccionamiento de las explotaciones agrícolas, sino por las siguientes causas: a) problemática del agua, utilizada especulativamente por los grupos controladores del poder, al no existir la adscripción de la misma a la tierra, menos aún, una consideración legal específica de la misma para Canarias. b) el minifundismo con una condición de la vida campesina profundamente individualista. c) la no existencia de Instituciones que investiguen una diversificación de productos agrícolas para el consumo interior y la exportación, a fin de evitar las consecuencias de una monopro-ducción cara a la exportación. d) el desconocimiento de una nueva realidad socioeconómica, denominada la " agricultura a tiempo parcial", a pesar de constituir un hecho evidente entre nosotros. Estos, y otros de parecido relieve, han desintegrado prácticamente la poca productividad de nuestra agricultura, basada con frecuencia en los bajos sueldos percibidos por los obreros asalariados que la trabajan. 52 — CUADRO I — 29 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ACTIVA EN LA REGIÓN CANARIA ( 1964 - 1973) PROVINCIA DE LAS PALMAS PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Subsectores Agricultura Pesca Industria: — Alimentac. Bebid. Tabee. — Textiles, confec. cuero — Madera y corcho — Papel e imprenta — Químicas y conexas — Metálicas — Vidrio y cerámica — Agua, gas y electricidad — Construcción Servicios: — Transportes y comunicac. — Comercio — Ahorro, banca y seguros — Hostelería y similares — Enseñanza y sanidad — Otros servicios varios Total población asalariada Empresarios y trabajadores agrícolas autónomos Empresarios y trabajadores independientes Profesionales liberales y asimilados Total pobl. no asalariada TOTAL POBLACIÓN ACTIVA 1964 27.339 4.277 31.649 8.741 919 2.029 552 1.046 1.988 1.339 1.975 13.060 32.201 7.266 4.869 1.158 4.491 (*) 14.417 95.466 39.481 19.858 4.215 63.554 159.020 17,2 2,7 20,0 5,5 0,5 1,3 0,3 0,6 1,2 0,8 1,2 8,2 20,2 4,6 3,0 0,7 2,8 9,1 60,1 24,8 12,5 2,6 39,9 100 1967 24.615 5.880 36.169 6.607 888 2.033 775 869 2.561 1.813 2.418 18.205 46.364 9.647 5.215 1.672 6.686 (* 23.144 113.028 39.483 25.571 4.073 69.127 182.155 13,5 3,2 20,0 3,6 0,5 1,0 0,4 0,5 1,4 1,0 1,3 10,3 25,4 5,3 2,8 0,9 3,7 12,7 62,1 21,7 14,0 2,2 37,9 100 1969 18.139 6.528 38.944 6.281 385 1.584 1.124 962 3.592 1.459 2.589 20.968 64.287 9.554 11.126 2.124 12.336 4.360 24.787 127.898 37.608 25.571 4.191 67.311 195.209 9,3 3,3 19,9 3,2 0,2 0,8 0,6 0,5 1,8 0,7 1,3 10,7 33,0 4,9 5,7 1,2 6,3 2,2 12,7 65,5 19,3 13,0 2,2 34,5 100 1971 20.951 5.415 44.669 6.565 362 1.664 1.174 915 4.501 1.614 2.694 25,180 67,929 14.850 10.836 2.043 12.399 4.534 23.267 138.964 28.458 29.312 4.336 62.106 201.070 10,4 2,7 22,2 3,3 0,2 0,8 0,6 0,4 2,2 0,8 1,3 12,5 33,8 7,4 5,4 1,0 6,2 2,2 11,6 69,1 14,1 14,6 2,2 30,9 100 1973 16.338 4.883 54.571 7.204 974 2.518 1.454 986 2.843 1.422 2.458 34.712 83.910 14.680 21.468 2.140 15.830 7.582 22.210 159.702 20.928 26.282 4.632 51.842 211.544 7,7 2,3 25,8 3,4 0,4 1,2 0,7 0,4 1,3 0,7 1,3 16,4 39,6 6,9 10,1 1,0 7,5 3,6 10,5 75,4 9,9 12,4 2,3 24,6 100 1964 19.513 2.138 28.622 6.973 812 1.340 868 2.375 1.584 1.986 1.334 11.350 34.342 7.063 5.367 1.350 3.736 (*) 16.788 84.615 62.681 21.123 4.333 88.137 172.752 11,3 1,2 16,6 4,0 0,5 0,8 0,5 1,4 0,9 1,1 0,8 6,6 19,9 4,0 3,1 0,8 2,2 9,7 49,0 36,3 12,2 2,5 51,0 100 1967 19.413 1.582 33.333 4.255 738 2.580 1.107 2.496 2.500 1.528 1.380 16.749 46.092 8.095 5.621 1.475 8.171 (* 22.730 100.420 57.813 25.325 4.578 87.716 188.136 10,3 0,8 17,7 2,2 0,4 1,4 0,6 1,3 1,3 0,8 0,7 8,9 24,5 4,3 3,0 0,8 4,3 ) 12,1 53,3 30,8 13,5 2,4 46,7 100 1969 19.621 1.169 35.328 4.627 244 1.686 1.175 2.701 2.915 1.304 1.978 18.698 69.979 8.986 8.391 1.794 15.154 4.674 23.980 119.097 55.206 24.821 4.682 84.709 203.806 9,6 0,6 17,3 2,3 0.1 0,8 0,6 1,3 1,4 0,6 1,0 9,2 31,0 4,4 4,1 0,9 7,5 2,3 11,8 58,5 27,0 12,2 2,3 41,5 100 1971 20.704 1.530 44.424 6.826 293 1.740 1.292 2.708 1.978 1.591 2.694 25.090 62.966 9,430 9.122 2.377 15.818 4.858 21.563 129.624 54.011 28.340 3.600 85.951 215.575 9,6 0,7 20,6 3,2 0,1 0,8 0,6 1,2 0,9 0,7 1,2 11,7 29,2 4,4 4,2 1,1 7,3 2,2 10," 60,1 25,1 13,1 1,7 39,9 100 1973 19.331 1.485 48.122 6.295 1.626 1.864 1.260 2.863 3.006 1.512 1.944 27.752 75.084 12.468 15.616 2.195 18.046 6.895 18.367 144.022 36.422 28.231 4.483 69.156 213.178 9,0 0.7 22,6 3,0 0,7 0,9 0,6 1,3 1,4 0,7 0,9 13,1 35,2 5,8 7,3 1,1 8,5 3,2 8,7 67,5 17,1 13,3 2,1 32,5 100 Fuente: Renta Nacional de España.— Banco de Bilbao. 53 CUADRO I — 30 POBLACIÓN ACTIVA DESGLOSADA EN SECTORES CLASICOS Agricultura y pesca ( Asalariados y no asalariados) Industria ( Asalariados y no asalariados) Servicios ( Asalariados y no asalariados) TOTAL POBLAC. ACTIVA TASA DE ACTIVIDAD MEDIA NACIONAL DE TASA DE ACTIVIDAD 1964 71.097 44,7 41.216 26,0 46.707 29,3 159.020 100 32,09 40,27 PROVINCIA DE LAS PALMAS 1967 70.558 38,7 45.703 25,1 65.894 36,2 182.155 100 33,50 40,01 1969 62.943 32,2 48.136 24,7 84.130 43,1 195.209 100 34,86 40,07 1971 55.467 27,6 54.379 27,0 91.224 45,4 201.070 100 34,29 39,65 1973 43.170 20,4 61.189 29,0 107.185 50,6 211.544 100 34,32 38,65 PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 1964 84.332 48,8 38.220 22,1 50.200 29,1 172.752 100 33,02 40,27 1967 79.248 42,1 43.372 23,0 65.516 34,9 188.136 100 32,71 40,01 1969 76.408 37,5 44.980 22,1 82.418 40,4 203.806 100 35,41 40,07 1971 76.705 35,6 55.650 25,8 83.220 38,6 215.575 100 36,20 39,65 1973 57.808 27,1 56.827 26,7 98.543 46,2 213.178 100 34,58 38,65 Fuente: Renta Nacional de España.— Banco de Bilbao — 55 Los costes del agua y pertinaz sequía tambalearon a muchas explotaciones. La aparición de un nuevo sector —^ Turismo— presentados por los medios de comunicación bajo el enfoque de los nuevos especuladores, como 1^ salvación de la economía canaria, desvió a la población asalariada y autónomos minifundistas hacia la construcción, como ocupación principal. En Las Palmas, entre 1964 y 1973 un 40% de la población activa asalariada y un 53% de la no asalariada ( autónoma minifun-dista) abandonó la agricultura como ocupación principal. En Santa Cruz de Tenerife, el fenómeno afectó en especial a la población autónoma que lo hizo aproximadamente en un 58%. Si por otra parte, comparamos los costes por empleo en los diversos subsectores, en 1973 aparecen los asalariados agrícolas ( la suerte de los autónomos minifundistas sin otra ocupación es muy similar) con 96.000 Ptas., mientras en la construcción ascendía a 163.000 Ptas. La diferencia se aproxima a un 40%. La atracción a la ciudad completa las motivaciones del abandono de la agricultura. El incremento registrado entre 1964 y 1973 en Canarias, en el Sector Industrial hubiera podido ser calificado de satisfactorio, si el agente impulsor del mismo no se denominara especulación y actuara sobre el subsector Construcción. Un crecimiento de un 42 y 32% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, es de por sí alentador. Sin embargo, si eliminamos de los componentes del sector industrial, a la Construcción y Obras Públicas, tenemos que el crecimiento en dicho sector en Canarias y en la década citada fue de un 7% y 18% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Por su parte, Construcción y Obras Públicas creció en el mismo espacio de tiempo, el 166 y 144% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Más aún, si elegimos el momento de más auge de dicho subsector, febrero-marzo y mayo- junio de 1973, para las provincias citadas el incremento real se eleva al 214 y 279%, respectivamente, en relación a diciembre de 1964. Los años 1970, 71, 72 y 73, fueron claves para la Construcción. Los incrementos en los otros subsectores tuvieron lugar en determinadas industrias con apoyatura en la Construcción, especialmente en las metálicas. Los sueldos pagados, oscilaron entre 160 y 600.000 Ptas. conforme fueran obrero
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Calificación | |
Título y subtítulo | Economía canaria 73 y 74 |
Publicación fuente | En: Boletín del Centro de Investigación Económica y Social de la Caja Insular de Ahorros. Nº 20 |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Caja Insular de Ahorros |
Fecha | 1975 |
Páginas | 470 p. |
Materias |
Economía Comercio Estadísticas industriales Canarias |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 20 Mb |
Notas | Contenido referido a los años 1973 y 1974 |
Procedencia | . Biblioteca |
Texto | Boletin I!.** 20 del Centro de Investisación Económica, y Social de la Ca. ja Insular de Ahorros de Gra> n Canaria Q 9 ./ c^ ^ V ^^ # / ( 5 ^ r « '^ ECONOMÍA? ^• Ckm f) j . CAN^ ÜIjA eTÚÁfH, des ' L.&. s Palxn. a, s d e Grra. 11 CaKuax- ia N- OVIEMBRE, 1975 A la memoria de Ramón Limiñana Cañal. PROLOGO Cumpliendo con el compromiso que el Centro de Investigación Económica y Social de nuestra Entidad, se ha trazado de analizar periódicamente el desenvolvimiento de la economía de las islas, sale a la luz un nuevo Boletín, sobre economía canaria, referido a los años 1973 y 1974. El trabajo del C. i. E. S. alcanza ahora mayor densidad no sólo en su base estadística — imprescindible para la deducción de conclusiones fiables— sino en la interpretación y comentarlos que se hacen a esos mismos datos, correspondientes a los distintos sectores económicos del Archipiélago Canario, que durante ese preciso bienio han estado conmoclo-nados dentro de un marco general de referencias por la crisis energética internacional. Pero aún, con ese Indudable condicionante, los distintos capítulos de este estudio tienden a remitir de lo general a lo particular, incidiendo en las peculiaridades insulares y revelando cuestiones estructurales a través de fuentes documentales instrumentadas con rigor, claridad expositiva e independencia crítica. Y si todo libro para que alcance cierto nivel sustancial ha de contener una apretada conjunción de ideas originales, o por lo menos, tamizadas a través de la inquietud intelectual de los que lo escriben, con el fin de que al acercarse al lector sufra los más certeros y controvertidos juicios, este que llega a tus manos por no haberse elaborado con afán dogmático sino con abiertas sugerencias se somete a la discusión dialéctica de cada uno, máxime cuando versa sobre temática apasionante y actual, para así recibir el respaldo coincidente o la opinión discrepante que complete y corrija las ideas apuntadas. Aún sin ello, el destino de estas páginas quedaría plenamente justificado por el sólo hecho de incorporar a la bibliografía canaria, el resultado de una tarea investigadora y un compendio de información estadística que sirva de consulta a nuevas empresas de ciencia, de lo que tanto precisan las islas para ser definidas y comprendidas con conocimiento adecuado y real, que aleje de manera definitiva la alegre superficialidad con que frecuentemente se han venido planteando sus necesidades y buscando sus soluciones. Y si publicar un trabajo siempre constituye una alegría por significar la culminación de una paciente labor que con ilusión se muestra al exterior para ser compartida con el resto de la sociedad, este Boletín tiene como toda obra iiumana su contraste doloroso debido al inesperado fallecimiento durante la preparación del mismo, de uno de los más calificados miembros del equipo de trabajo del C. I. E. S., Ramón Limiñana Cañal, a cuya memoria le es dedicado por sus compañeros, puesto que entre sus páginas al igual que en todas las actividades del C. I. E. S. había entregado mucho de su agudo talento, de su curiosidad intelectual y, sobre todo, de su entusiasmada vocación para el quehacer investigador dentro de las Ciencias Sociales, en un contexto casi inédito como es el de su aplicación a Canarias, que sus compañeros deberán proseguir con la misma ilusión como permanente homenaje a su recuerdo. Juan Marrero Portugués Director- Gerente ¡ Agua, agua, agua! Tal es la magua que oprime el pecho, de esta gente poire; agua, Señor, aunque sea salobre! ¿ para qué tierra, si les falta el agua? ¡ y las ciñe la mar, ¡ pesada broma del Supremo Poder! Agua a la vista, ¿ hay quién la sed junto a la mar resista? MIGUEL DE UNAMUNO I n t r o d u c c i ú n . Si en nuestro anterior trabajo sobre " Economía Canaria 71 y 72" calificábamos dicho bienio como decisivo para el entorno regional canario, en el que ahora nos vamos a adentrar no podemos menos de denominarlo como critico, entendiendo tal acepción como la culminación de una serie de planteamientos erróneos surgidos, unas veces, por factores exógenos al Archipiélago y, otras, por causas propiamente endógenas ai mismo, que desvelaron sus reales deficiencias estructurales, de consecuencias más inmediatas en el último trimestre de 1973 y acentuadas a lo largo de 1974. La agresividad con que fueron apareciendo los resultados de una situación generada por la aventura especulativa, depredadora de toda planificación económica, seria y racional, asentada en sectores productivos y disculpada, en ocasiones, por la tensión inflacionista mundial y por la subida incontenida del precio de los crudos, se observó, sobre todo, en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, en las que una acelerada expansión económica dimanante del fenómeno turístico iniciado en 1963 había alcanzado graves desajustes sectoriales a la par que un proceso de cambio social exigente de un control planificador que frenara las fuerzas especulativas de creciente extensión, con el fin de impulsar actividades auténticamente productivas y hacia ellas canalizar equilibradamente la inversión privada, cuyos recursos en su mayoría habían sido absorbidos por la industria de la construcción. El inicio del desenlace crítico motivado por la monopolización desordenada del sector turístico en la! atracción de capitales, peligroso abandono de la agricultura e indecisión para la puesta en marcha del sector secundarlo, a la vez, que la entrada en vigor en I*' de Enero de 1973 de la Ley 30/ 1972, de 22 de Julio, sobre Régimen Económico- Fiscal de Canarias, que traía signos expectantes sobre su eficacia o por el contrario sobre su inoperancia y repercusión negativa, fueron el conjunto de hechos peculiares del que se desprendieron una serie de plurales situaciones merecedoras de profundas reflexiones, que hemos procurado compendiar a lo largo de este trabajo. SIN ESTADÍSTICAS, NO HAY SOLUCIÓN POSIBLE. La dificultad principal para acometer cualquier tarea de investigación en el terreno de las Ciencias Sociales, dentro de las coordenadas del Archipiélago Canario, está en la escasez de las fuentes y en la con- — 9 tradicción de las pocas que existen. Porque sin base estadística seria no es posible analizar certeramente ningún hecho socioeconómico, adecuando el pensamiento al marco real, pues se convertiría en puro escarceo intelectual, ya que para pasar del conocimiento vulgar al científico se ha de pasar de la noción de la cualidad a la de cantidad, huyendo de la palabra hueca hasta alcanzar una expresión científica cuantitativa. La inexistencia de datos o la dudosa fiabilidad de aquellos de los que se pueda disponer a la hora de elaborar un estudio con mínimo de rigor, veda la ilusión de todo intento. Aquí, poco a poco, hemos procurado hacer acopio de una cierta documentación que pueda servir, sobre todo, a iniciativas más ambiciosas, ya que consideramos como pieza primaria la del hallazgo, tabulación y codificación del dato. Y esto ha sido una de las claves de los errores de nuestro país. Puesto que sin investigación científica no puede plantearse diáfana y rigurosamente empresa política alguna en cualquiera de sus vertientes, ya que todo lo que se emprenda es meramente superficial y aleatorio. Y para que exista investigación se tiene que partir del fundamento estadístico y éste se forma mediante la educación generalizada al respecto que sepa valorar la importancia de los datos, porque de lo contrario, las decisiones políticas serán erróneas al carecer de basamento real, de ahí que: " Quien no ha investigado no tiene derechio a fiabiar. Aunque esta afirmación mía fia sido ridiculizada como empirismo estreclio hasta ia fecha no me arrepiento de haberla hecho; al contrario, sigo insistiendo en que sin haber investigado, nadie puede pretender el derecho a hablar. Hay muchos que apenas descienden de su carroza, comienzan a vociferar, a lanzar opiniones, criticando esto y censurando aquello, pero de hecho, todos ellos fracasan sin excepción, porque sus comentarios o criticas que no están fundamentadas en una investigación minuciosa, no son más que chachara". (*). Lo antes transcrito expresa d © forma clarividente y fidedigna lo que también ha sido preocupación mantenida de antiguo por algún sector excepcional de la intelectualidad española. El espíritu liberal y europeizante de Giner de los Ríos y de la Institución Libre de Enseñanza, de un lado y el eminentemente conservador y tradicional de Menéndez Pelayo, de otro, se afanaron para crear conciencia de ese vacío nacional, cuya causa pudiera ser la de un posible determinismo biológico que influyera fatalmente en la forma de ser de este país incapacitándole colectivamente a realizar obras de investigación, de tener en cuenta la actitud romántica sobre la existencia de la " persona colectiva del pueblo" o la deficiente orientación educativa, al impulsar solamente el aspecto meramente docente, de transmisión de conocimientos, olvidando por completo el inculcar la " producción de ciencia", lo que ha dado lugar a individualidades científicas pero no a comportamientos colectivos, de aplicar la tesis del progresismo individualista y cosmopolita, que propugna el criterio de que los pueblos son la suma de los individuos y como éstos son iguales en todo el mundo es imposible caracterizarlos señalándoles unas tareas propias (•) Mao Tse- Tung: Citas del Presidente Mao Tse- Tung. Pekín. Ediciones en lenguas extranjeras. 1966. 1^ edición en castellano, en Informe Sociológico, Fundación - Foessa. 1970. 10 ^ de acuerdo con sus hábitos o vivencias históricas. Preocupación igualmente sentida con posterioridad por Ortega, Américo Castro y Laín En-tralgo. Mas, al entrar en el último tercio de este siglo, la cuestión enunciada tiene que cobrar matices ineludibles, que de no solucionarse condicionaría todo programa de política económica, ante una concepción distinta del entramado social y, a su vez, ds la instrumentación que utiliza para su más eficaz desenvolvimiento. Lo primero, Daniel Bell lo refleja gráficamente cuando dice: " Si las figuras dominantes de los últimos cien años han sido los empresarios, hombres de negocios y gerentes, los " nuevos hombres" ( de la sociedad post industrial) serán los científicos, matemáticos, economistas e ingenieros de la nueva tecnología intelectual. Las instituciones dominantes de la nueva sociedad, en el sentido de que proveerán los esfuerzos más creadores y absorberán los talentos más ricos, serán las instituciones intelectuales. El liderazgo de la nueva sociedad no residirá en los empresarios o empresas tales como los conocemos, sino en los ins-ti'tutos de investigación, los laboratorios industriales, las estaciones experimentales y las universidad". (*) En cuanto a lo segundo, la informática ofrece nuevas posibilidades a la investigación en ciencias sociales para recopilar, tratar y almacenar la información estadística dentro de métodos modernos en los que no sólo se limita a convertirse en un registro de datos heterogéneos cuanti-ficados y codificados en acumulación aséptica sino que con actual y renovada agilidad, en el funcionamiento permanente, facilita las diferentes fuentes estadísticas que evidencian los fenómenos que las mismas representan. Valga la digresión anterior para llegar a comprender que la indiferente política científica llevada en este país ha dado lugar a una despreocupación colectiva para valorar la importancia del hecho estadístico, que trasladada a la región canaria tiene grave significación por ser de trascendencia insoslayable y básica sólo comparable por su envergadura condicionadora para el desarrollo de las islas, al de la cuestión hidráulica. Formal documentación estadística a nivel regional o provincial y recursos acuíferos son necesidades primordiales, de fondo, que acucian al Archipiélago; sin lograr sus soluciones, no es posible profundizar en el conocimiento de sus problemas ni pensar en serio en mejorar la maltrecha economía de las islas, a la que le faltan planteamientos definidos y acciones concretas. Se debe decidir, de una vez, por ser de exigencia imperativa, la puesta en marcha de los medios necesarios que creen el Centro de> Datos de Canarias a la par que se mentalice a la burocracia oficial de las islas en orden a considerar los datos de sus respectivos departamentos con el (*) Daniel Bell. " The post industrial society: A speculative view", en F. y E. Hutchings: Scientific progress and human valúes. New York. American Elsevier Publishing Co. 1967. — 11 máximo de celo en la elaboración y conservación que de lugar a su fácil obtención y manejo coordinado, sin rígidas autocracias, manipulaciones políticas, reservas ni dificultades, con el fin de acabar definitivamente con este vacío esencial, sin lo cual no es posible el análisis verdadero de nuestra realidad insular. CRISIS Y CONFLICTIVIDAD SOCIAL. Si desde un plano general la crisis mundial de la energía y la acentuación del proceso inflacionario han ocupado la mayor parte de los comentarios económicos del bienio referido, para el Archipiélago Canario es original denotar las consecuencias drásticas a las que ha dado lugar el período de crisis: la situación concursa! de empresas importantes, algunas de tradicional arraigo en la región y el desempleo de numerosa poblaciór\ ^ salariada, todo lo cual como es lógico, abocando a un grado de conflictividad social, inédito por sus esquemas formales y de contenido en el panorama de las islas. La ley de 26 de julio de 1922 que regula el procedimiento sobre suspensión de pagos y el Decreto de 2 de Noviembre de 1972, sobre política de empleo, han venido constituyendo durante estos dos últimos años la normativa más frecuentemente aplicada a los supuestos de hecho desencadenados en Canarias. La gravedad suscitada ha puesto sobre el tapete de las consideraciones certeras, la inoperancia de un marco legal completamente anacrónico que ya no sirve a un contexto de relaciones más dinámico y sus-tancialmente distinto al que existía en la época de su promulgación. Es innegable que el Derecho Mercantil español no está adecuado a las coordenadas en donde se desenvuelve el tráfico empresarial de nuestros días. Se ha quedado alicorto, débil, sin hechura moderna. Ni la ley sobre suspensiones ds- pagos, ni la de Enjuiciamiento Civil de 1881, ni el Código de Comercio de 1885 sirven ya al moderno y ágil entramado mercantil que debe lograr otra estructura dimensional radicalmente distinta para el compiejo vigente de relaciones humanas. A su vez, las instituciones ordenadoras de las sociedades mercantiles y, sobre todo, de las anónimas, precisan con urgencia una reforma que las actualice en evitación de lagunas y de inseguridades jurídicas, pues no deben constituirse sociedades para servir de salvaguardia a intereses individuales, que llegado el momento puedan ser utilizadas para exonerar de responsabilidad a quienes bajo la apariencia y aprovechando los mecanismos sociales fundan y desarrollan un patrimonio ajeno a los fines de la misma sociedad. El legislador ha de crear con urgencia los recursos legales para impedir la constitución alegre de sociedades mercantiles con capitales irrisorios que sirvan para encubrir negocios de amplia dimensión dineraria, sin luego revertir a las mismas. La proliferación de sociedades mercantiles aconseja a mediar sobre la necesidad de que éstas sean orientadas con seria autenticidad. 12 De igual forma, la letra de cambio como título- valor dotado legal-mente de< características propias que la rodearon de singular prestigio en la esfera mercantil inició su etapa decadente, llegando a decirse con frase gráfica que " la letra de cambio ha muerto". Dos notas específicas de la letra de cambio, que en aras de garantía y seguridad enuncia el Derecho cambiarlo, cuales son la denominada " vis attractiva", que produce como efecto especial el de obligar cambia-riamente y con carácter solidario a toda persona que pone su firma en la letra; como así también el " rigor cambialis", principio de que las obligaciones dimanantes del efecto cambiarlo se han de cumplir inexorablemente, independiente de las incorporadas a cualquier otro título de crédito. Sin embargo, el uso excesivo, que ha degenerado en abuso, de este importante instrumento de crédito ha dado lugar a una desconsideración del mismo con desprecio del propio principio del " rigor cambialis" y hasta del acto de protesto, que antaño producía en la colectvidad una sensación de respeto y hasta de temor, por un supuesto incumplimiento de las obligaciones que a tenor de la misma se habían contraído. La fragilidad de empresas canarias debido a su falta de capitalización y ai hecho de estar asentadas artificialmente en el crédito bancario, dedicadas con amplias inversiones a un sector coyuntural como es el turístico, unido a una escasa formación del trabajador que mimetizado superficialmente por la publicidad televisiva y por otras pautas de conducta dimanantes del contexto consumista en que está inserto, cual la adquisición de bienes muebles por el sistema de compraventa a plazos, olvidó el sentido del ahorro, deslumbrado por unos salarios altos a los que no estaba acostumbrado, sin llegar a presumir en momento alguno de que no serían permanentes. Y acentuado todo ello con la frustración que da el carecer de los servicios comunitarios indispensables, al producirse una mecánica acelerada en el proceso de cambio social habido en algunas de las islas, que exigían en determinados núcleos urbanos amplios y adecuados medios de equipamiento que evitasen serios contingentes de conductas marginadas. El " laiser faire" de la Administración, o sea, el dejar hacer a la iniciativa privada sin una planificación previa de posibilidades; un desmedido afán especulador por parte de las empresas, que ahogaba un elemental sentido de responsabilidad y reservas y una falta de protagonismo obrero para evidenciar lo inseguro de una economía terciarizada en la que desenvolvía su prestación de servicios, componen la tríada sustancial del paro laboral iniciado en el último trimestre de 1973, incrementado en los años posteriores, y acogido a los expedientes de regulación de empleo previstos en el Decreto de 2 de Noviembre de 1972. El período 63- 73 en el que las construcciones hoteleras y paraho-teleras absorbieron un alto porcentaje de mano de obra, procedente de otros sectores — principalmente el agrícola— y de otras regiones españolas, en permanente inseguridad de empleo dada la especial naturaleza de la relación laboral en el sector de la construcción, se resquebrajó a fines de 1973 con las consecuencias que se señalan en este estudio, pero al propio tiempo dando lugar a la aparición de un movimiento obrero con sentido de unidad y conciencia de clase, de todavía incipiente emancipación y fuerza, que ha encontrado el* contenido más preciso de la conflicti-vidad habida en estos años, en hacer reflexionar a la población canaria que la solución a esta gran crisis no va a ser como en otros ciclos histó- 13 ricos la emigración de la gran masa trabajadora sino la creación de un sentimiento y de urí quehacer responsable tendente a cambiar con fórmulas más racionales y justas el desenvolvimiento de los distintos sectores económicos de las islas, hasta ahora, muy dependientes y desequilibrados, que logren valientemente corregir sus deficiencias seculares para bienestar de todos y no de minorías o grupos detentadores de los mismos privilegios. Los inconvenientes más irreductibles con los que ha tropezado la situación expuesta han sido de orden jurídico. El perfeccionamiento de las relaciones laborales dentro de un esquema de empresa social, cuya acepción entre en la médula sustancial de la misma, en sus instituciones, finalidad y contenido, dejándose de convertir en demagogia de todos los días, ha de partir ineludiblemente de una completa reforma legislativa, urgente, cuidada y profunda y, a su vez, en perfecta sincronía que evite colisiones de normas que se contradigan en las diversas jurisdicciones y áreas de competencia. Pero, reforma de base, sin parches legales ni modificaciones parciales a la normativa vigente que sólo tiendan a solventar de manera transitoria las situaciones momentáneamente surgidas, puesto que la exégesis de los datos serenamente valorados a lo largo de este libro impone a la sociedad la obligación de exigir un ordenamiento legal adecuado a las exactas necesidades de la región canaria. Los capítulos de este trabajo procuran entrar en la evidente realidad del hecho económico canario acaecido en el bienio 73- 74, contemplado a lo largo del año siguiente, entre la serenidad que da la distancia cronológica y la asepsia ordenada de las cifras para emitir con toda objetividad los juicios y conclusiones que en las páginas siguientes se contienen. 14 — E s t r u c t u r a S o c i a l . El objetivo de este análisis sociológico, lo constituye el estudio de algunas estructuras sociales que condicionan la sociedad canaria. En primer lugar, se analizará la estructura demográfica siempre desde un enfoque sociológico, examinando aunque superficialmente, la composición de la población por edad y sexo, el proceso de urbanización y el hecho migratorio. Un segundo apartado, planteará la estructura ocupa-cional, los ingresos por sectores, la conflictividad laboral y paro y los niveles de instrucción. Por último, algunos aspectos relativos a la movilidad social. El análisis intenta enmarcar los principales elementos estructurales de la sociedad canaria, en el que se desenvuelve la economía regional. Hemos precisado en " Economía Canaria 71 y 72" que " intentamos profundizar en la naturaleza y movilidad de la población, considerándola como agente generador de nuevas instituciones, o simplemente como condicionante de las ya existentes". Entre los diversos enfoques que admitiría el estudio de los tres apartados enunciados, elegimos el que se adecúa plenamente al concepto citado. No es objetivo nuestro ofrecer análisis históricos, o hacer proyecciones futuras en lo demográfico. Nos limitamos a un estudio crítico de la dinámica de la estructura demográfica, ocupacional y al problema de la movilidad social, relacionándolos con el hecho del proceso productivo. En consecuencia, no podemos eludir planteamientos críticos, esenciados en la deficiencia de datos y en la evidencia del hecho diferencial canario. La hora en que se halla inmersa nuestra región, postula el conocimiento detallado de nuestras estructuras, como condicionante para una seria planificación de nuestra economía. Otro aspecto no menos interesante es aclarar que el enfoque de este apartado sigue la línea de todos ios boletines: exponer científicamente a niveles medios que permitan a los lectores, profundizar e interiorizar progresivamente la realidad social y económica canaria. Las deficiencias estadísticas en lo económico, social, laboral, constituyen graves condicionantes no solo para un planteamiento económico o político sino y, por supuesto, demográfico. Existen además tendencias hacia una centralización de datos, programados y facilitados a nivel nacional. Estimamos que siendo la estadística, base o punto de partida para cualquier estudio, tendría que ser hora de que todos los programas que se elaboran — y otros que aún ni siquiera se plantean— se programaran y publicaran a escala nacional y provincial. Y no estaría de más que, entre otras cosas, nos enteráramos los canarios sobre la extensión más aproximada posible de nuestro territorio, porque entre las facilitadas por el I. N. E. y las admitidas " normal- — 15 mente como ciertas" hay una diferencia de 268 kilómetros cuadrados. A este respecto, ya se decía en " Canarias: Anexo ai Plan de Desarrollo Económico y Social. Años 1964 a 1967", lo que transcribimos a continuación: " las superficies consignadas para cada isla en el cuadro... son las contenidas en el Anuario Estadístico de España, pero parecen que no gozan de gran exactitud al diferir de forma notable con las consignadas, por lo general, en numerosas obras y documentos oficiales consultados, en los que las superficies fijadas denotan una gran similitud entre ellas. Para evitar errores, convendría comprobar y confirmar definitivamente, cuáles son las extensiones exactas de las distintas islas que constituyen el archipiélago canario". Los cuadros adjuntos ilustran lo expuesto: Extensión según los datos del I. N. E. en Km2. Tenerife 1.929 La Palma 662 Gomera 353 Hierro 264 TOTAL S/ C DE TENERIFE 3.208 Gran Canaria Lanzarote ( incluida Graciosa y otras) Fuerteventura ( incluida Lobos) TOTAL LAS PALMAS 1.532,5 844,7 1.687,5 4.064,7 idas normalmente como ciertas. Gran Canaria Lanzarote y Graciosa y otros islotes Fuerteventura e Isla de Lobos TOTAL PROVINCIA LAS PALMAS 1.532 836 1.731 4.099 Tenerife 2.057 La Palma 730 Gomera 378 Hierro 277 TOTAL PROVINCIA SANTA CRUZ TENERIFE 3.442 1.1. ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA El comportamiento demográfico de la población canaria en los últimos años, no ha sufrido alteración sensible, si bien hay indicios de posibles cambios a plazo medio. Las pautas observadas por la misma, plantean un serio interrogante a ia Administración, dada su naturaleza de condicionantes del proceso de desarrollo regional. Entre otros aspectos, destacamos los siguientes: a) Persiste la alta tasa de natalidad, más elevada en Las Palmas que en Santa Cruz de Tenerife. Posiblemente, la crisis económica que atraviesa Canarias y los nuevos valores que paulatinamente se van interiorizando en las familias, conformarán nuevos modelos de control de nacimientos. b) Continúa el proceso de rejuvenecimiento de la población canaria, más sensible en Las Palmas que en Santa Cruz de Tenerife. Un 35% para Las Palmas de población juvenil ( entre O y 14 años) seis enteros más que la media nacional, debería alertar la responsabilidad de los planifi-cadores de la enseñanza y economía. Dicho proceso en Santa Cruz de Tenerife se presenta menos agudo. c) Tiene que juzgarse de gravísimo el sistemático abandono en 16 — que se encuentra la isla de La Gomera, Hierro, Fuerteventura y La Palma ( por este orden). El reparto estipulado por la J. I. A. I. podría enjuiciarse como adecuado, si las islas citadas partieran de una infraestructura que las acercara en cuanto a posibilidades de desarrollo a Tenerife y Gran Canaria. No siendo así, posiblemente las diferencias — como sucede entre los países ricos y pobres— se agravarán. d) Este abandono continúa desertizando las islas citadas en porcentajes alarmantes. Al mismo tiempo favorecen la macrocefalia de Las Palmas capital y de otros barrios de Santa Cruz de Tenerife. e) Debería preocupar la constante tasa de inmigración en unas provincias con los coeficientes de natalidad señalados y una latente crisis económica cíclica. El hecho del Sahara, ha recrudecido esta situación. La provincia de Las Palmas, con una capital desbordada en lo que a equipamiento se refiere, constituye un objeto de análisis muy interesante para los modernos urbanistas. También lo es para los sociólogos y sicólogos dada la existencia de todos los ingredientes objetivos que generarán necesariamente un grave proceso de marginación social. 1.1.1. Población de hecho y derecho Insistimos en que la población de hecho facilitada por los Censos del l. N. E. en especial el de 1970, solo es utilizable a fines urbanísticos ( equipamiento de servicios). En modo alguna debería aplicarse para cálculos de movimiento natural de la población u otros. Si observamos los siguientes municipios turísticos. Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife y Puerto de la Cruz en Tenerife, notaremos cierta coincidencia entre el exceso de población de hecho sobre la de derecho y la cifra de turistas presentes en el momento del levantamiento del Censo. Esta diferencia, irrelevante en la Península, merece atención especial en Canarias, dada la importancia del turismo de invierno y en el mes de diciembre. Por ello, previa aclaración, utilizaremos una corrección de la población de hecho, partiendo de 1960 en que la diferencia entre la población de derecho y la de hecho, puede estimarse como normal. Realizados los cálculos, aparecen sistemáticamente los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana con un exceso de población, computado como turística, y en consecuencia, solo contable a efectos urbanísticos. Este fenómeno debería ser tenido en cuenta por el l. N. E. en el levantamiento del Censo de 1975 y en adelante, a fin de conocer diferencialmente la estructura de la población canaria. Los cuadros referentes a la población de Canarias, nos plantea una serie de consideraciones que esquematizamos: — Como hemos significado en pasadas ediciones de " Economía Canaria", la década de 1911 a 1920 puede calificarse de crítica para la Región. Crisis económica, al no poder exportar al extranjero los productos agrícolas por el primer conflicto mundial; hambre y como en la década de 1878, emigración transoceánica. El crecimiento en Santa Cruz de Tenerife en los diez años citados bajó a un 0,8 anual, mientras en Las Palmas era aún más bajo. Menos importante fué el impacto de la II Guerra Mundial, aunque provocó, a causa de la guerra civil nacional, la tercera oleada emigratoria transoceánica, importantísima en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. — 17 —^ A partir de 1960 se inicia un período, que persiste aún, con una tasa bruta de natalidad oscilante entre un 25 y 30 por mil. — Las Palmas está a punto de triplicar su población en lo que va de siglo, Santa Cruz de Tenerife la ha duplicado y la nacional no ha superado aún el 90% sobre la de 1900. Posiblemente, nos encontramos ante la terminación de un ciclo en el que la especulación y cierto crecimiento económico han obviado las gravísimas deficiencias estructurales en que se halla inmersa la sociedad canaria. Caso de plantearse la necesidad de una reestructuración total, sería posible amortiguar una crisis. Por el contrario, con toda probabilidad tendríamos que enfrentarnos a un nuevo período orifico, que indudablemente afectaría a la estructura poblacional. La evolución de los municipios aparece especialmente afectada por el proceso productivo. En Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife, con una economía terciarizada, ha sido el turismo un factor condicionante de los principales movimientos poblacionales. Los municipios de Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Arrecife y Puerto del Rosario en menor grado, han sido las áreas más significativas de desarrollo turístico. En el cuadro 1.3 es posible observar como el crecimiento interanual a partir de 1970 oscila entre un 30 y un 40 por mil. Junto a estos municipios se han desarrollado otros, que han venido recibiendo el nombre de " zonas - dormitorio" para los trabajadores de los complejos turísticos. La explicación es elemental. Santa Lucía e Ingenio han venido creciendo en los últimos catorce años, ya que tanto para la construcción en los momentos de verticalización del ciclo como actualmente en trabajos de servicios, servían de " dormitorios" para los trabajadores de los subsectores citados a causa de la imposibilidad de encontrar vivienda en zonas inmediatas ai trabajo por la especulación del suelo. Esto ha convertido al municipio de Santa Lucía en su zona costera, en un medio prácticamente nada humano para desarrollar una vida normal. El mismo fenómeno, aunque un tanto matizado, acontece en Santa Cruz de Tenerife. Puerto de la Cruz, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Arona, municipios que mayor crecimiento han registrado en los últimos años, a causa de asentamientos de trabajadores en los servicios turísticos. No ha recibido impulso más definitivo la población habitualmente residenciada en el Puerto de la Cruz, por disponer de una extensa área comprendida entre La Orotava, Realejos y San Juan de la Rambla que facilita trabajadores para el subsector continuando residenciados en tales municipios. ( Ver cuadro 1.4). Con todo, en las dos provincias se registran aún, fenómenos al parecer sacados de otras épocas, como si se tratara de una parcela del medievo feudalista. Nos referimos a los trabajadores agrícolas " a la parte" o aparceros. La situación de los mismos, en Las Palmas como en Tenerife está en desacuerdo con los derechos humanos más elementales. San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía en Las Palmas; Adeje, Arona y San Miguel y Granadilla en Tenerife, constituyen un ejemplo altamente significativo. En el caso de esta última provincia suelen acogerse a este tipo de trabajo, inmigrantes procedentes de La Gomera. En El Hierro se aprecia un apenas perceptible crecimiento de la población en los dos municipios de la isla, siendo significativo el de Frontera, a causa de la inmigración palmera. 18 — CUADRO I — 1 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO. AÑO 1900 = 100 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1971 1972 1973 1974 LAS PALMAS V. A. 158.052 198.012 215.083 254.707 322.332 379.977 459.433 548.984 564.046 579.913 600.297 620.566 Ind. 100,0 125,2 136,08 161,15 203,9 240,4 290,6 347,3 356,8 366,9 379,8 392,6 S/ C. TENERIFE V. A. 206.356 260.707 273.400 317.566 365.605 427.796 506.744 576.458 585.273 598.058 611.683 623.507 Ind. 100,0 126,3 132,2 153,8 177,1 207,3 245,5 279,3 283,6 289,8 296,4 302,1 REGIÓN V. A. 364.408 458.719 488.483 572.273 687.937 807.773 966.177 1.125.442 1.149.319 1.177.971 1.211.980 1.244.073 Ind. 100,0 125,8 134,0 157,0 188,7 221,6 265,1 308,8 315,3 323,2 332,5 341,3 ESPAÑA V. A. 18.806.624 20.360.544 21.923.633 23.907.145 26.251.188 28.039.112 30.639.777 33.918.032 34.328.031 34.893.101 35.355.039 Ind. 100,0 108,2 116,5 127,1 139,5 149.0 162,9 180,3 182,5 185,5 187,9 Fuente: I. N. E. — 19 CUADRO I — 2 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE HECHO. AÑO 1900 = 100 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1974 LAS PALMAS V. A. 156.696 192.650 206.373 250.991 320.524 375.227 453.793 579.7.10 * 652.558 Ind. 100,0 122,9 131,7 160,2 204,6 239,5 289,6 369,9 416,4 S/ C. TENERIFE V. A. 201.868 251.366 251.290 304.137 359.770 418.101 490.655 590.514 * 639.081 Ind. 100,0 124,5 124,4 150,7 178,2 207,1 243,1 292,5 316,5 J REGIÓN V. A. 358.564 444.016 457.663 555.128 680.294 793.328 944.448 1.170.224 * 1.291.639 1 Ind. 100,0 123,8 127,6 154,8 189,7 221,3 263,4 326,3 360,2 ESPAÑA V. A. 18.594.405 19.927.150 21.303.162 23.563.867 25.877.971 27.976.755 30.430.698 33.956.047 35.410.000 ind. 100,0 107,2 114,6 126,7 139,2 150,3 163,7 182,6 190,4 Fuente: I. N. E. (*) Estimaciones: C. I. E. S. 20 CUADRO I — 3 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO POR MUNICIPIOS. LAS PALMAS BASE 1960 = 100 1960 1970 1971 1972 1973 1974 Variación 60- 74 GRAN CANARIA Agaete Agüimes Artenara Arucas Firgas Gáldar Ingenio Mogán Moya Las Palmas de G. C. San Bartolomé Tir. San Nicolás Tolent. Santa Brígida Santa Lucía Santa María de Guía Tejeda Telde Teror Valsequillo Valleseco Vega de San Mateo Totales de la Isla LANZAROTE Arrecife Haría San Bartolomé Teguise Tías Ti najo Yaiza Totales de la Isla FUERTEVENTURA Antigua Betancuria Oliva ( La) Pájara Puerto del Rosario Tuineje Totales de la Isla TOTAL PROVINCIA 5.117 10.419 1.859 27.713 4.818 16.456 10.782 5.357 10.271 192.088 12.406 7.447 8.777 10.655 12.587 4.477 32.137 10.069 6.285 5.446 9.415 404.581 13.104 4.334 3.472 7.186 3.318 2.723 2.382 36.519 2.315 806 3.216 2.374 5.328 4.294 18.333 459.433 4.438 12.010 1.325 24.096 5.275 17.302 15.229 4.919 8.096 263.407 12.581 7.783 10.453 18.698 11.658 2.837 43.316 8.705 6.080 4.468 7.205 489.881 21.135 2.986 3.550 5.977 3.018 2.822 1.658 41.146 1.796 589 2.557 2.284 6.309 4.422 17.957 548.984 4.529 12.212 1.344 24.377 5.349 17.686 15.484 5.030 8.191 271.111 13.642 8.004 10.566 19.444 12.177 2.753 44.067 9.004 6.112 4.702 7.335 503.119 21.816 3.005 3.608 6.670 3.075 2.863 1.660 42.697 1.808 589 2.561 2.336 6.480 4.456 18.230 564.046 4.648 12.438 1.359 24.051 5.385 17.992 15.964 5.141 8.298 281.534 14.012 8.184 10.648 20.267 12.374 2.754 45.065 9.182 6.191 4.710 7.505 517.702 22.491 3.062 3.641 6.732 3.135 2.904 1.677 43.642 1.886 586 2.587 2.041 6.555 4.454 18.569 579.913 4.713 12.709 1.348 25.402 5.425 18.437 16.445 5.274 8.366 293.134 14.686 8.310 10.892 20.774 12.536 2.714 46.948 9.414 6.290 4.761 7.522 536.100 23.501 3.123 3.684 6.888 3.237 2.945 1.730 45.108 1.925 595 2.661 2.499 6.937 4.472 19.089 600.297 4.730 12.867 1.337 25.583 5.550 18.764 16.846 5.364 8.421 305.807 15.161 8.435 11.050 21.400 12.614 2.703 49.651 9.742 6.235 4.805 7.478 554.543 24.568 3.180 3.738 7.010 3.309 2.983 1.787 46.575 1.964 604 2.662 2.578 7.148 4.492 19.448 620.566 92,4 123,4 71,9 92,3 115,1 114,0 156,2 100,1 81,9 159,2 122,2 113,2 125,8 200,8 100,2 60,3 154,4 96,7 99,2 88,2 79,4 137,0 187,4 73,3 107,6 97,5 99,7 109,5 75,0 127,7 84,8 74,9 82,7 108,5 134,1 104,6 106,0 135,0 Fuente: I. N. E. — 21 CUADRO I — 4 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO POR MUNICIPIOS. S/ C. DE TENERIFE BASE 1960 = 100 1960 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: I. N. E. 22 — Variación 6 0 - 7 4 TENERIFE Adeje Arafo Arico Arona Buena vista del N. Candelaria Fasnia Garachico Granadilla de Abona Guancha ( La) Guía de Isora Güimar Icod de los Vinos Laguna ( La) Matanza de Acentejo Orotava ( La) Puerto de la Cruz Realejos Rosario ( El) San Juan de la R. San Miguel Santa Cruz de Tenerife Santa Úrsula Santiago del Teide Sauzal Silos ( Los) Tacoronte Tanque Tegueste Victoria de Acentejo Vilaflor TOTAL DE LA ISLA LA PALMA Barlovento Breña Alta Breña Baja Fuencaliente de la P. Garafia Llanos de Aridane Paso ( El) Puntagorda Puntallana San Andrés y Sauces Santa Cruz de La Palma Tazacorte Tijarafe Villa de Mazo TOTAL DE LA ISLA LA GOMERA Agulo Alajeró Hermigua S. Sebastián de la G. Valle Gran Rey Vallehermoso TOTAL DE LA ISLA HIERRO Frontera Valverde TOTAL DE LA ISLA TOTAL PROVINCIA 5.423 3.225 5.522 6.331 5.021 5.011 3.503 5.267 8.711 3.959 8.351 11.577 18.019 44.761 3.887 23.196 14.270 19.023 8.318 4.856 3.035 130.597 5.259 2.479 3.655 5.275 10.682 2.574 4.313 5.519 1.847 394.466 3.088 5.153 2.571 2.140 4.915 10.260 6.069 1.786 2.570 7.113 13.380 4.689 3.029 5.247 72.010 2.747 2.288 5.514 8.406 4.016 7.776 30.747 3.889 5.632 9.521 506.744 6.510 3.806 4.308 9.418 5.239 5.625 2.706 5.224 10.083 4.398 10.026 12.421 24.949 77.704 4.402 26.947 22.009 22.525 15.939 5.049 4.822 142.305 6.296 3.134 4.812 5.246 12.043 2.830 5.347 6.320 1.528 473.971 3.286 5.148 2.845 2.031 4.076 12.090 6.183 1.681 2.395 7.006 13.428 5.355 2.836 5.389 73.749 1.709 1.718 3.336 5.468 3.700 7.007 22.938 2.472 3.328 5.800 576.458 6.646 3.800 4. J44 9.567 5.304 5.650 2 704 5.273 10,178 4.479 10.646 12.538 25.111 Í9.475 4.497 27.267 22.319 23.02'") 15.932 5.120 4.902 144.415 6.449 3.160 4.866 5.320 12.227 2.859 5.443 6.434 1.542 481.523 3.300 5.136 2.874 2.040 4.090 12.300 6.250 1.679 2.388 7.063 13.944 5.408 2.851 5.425 74.748 1.721 1.744 3.423 5.561 3.715 6.988 23.152 2.508 3.342 5.850 585.273 6.849 3.869 4.324 9.762 5.383 5.731 2.699 5.314 10.344 4.536 10.768 12.726 25.270 81.290 4.566 27.946 23.276 23.659 15.032 5.166 4.949 159.939 6.614 3.311 4.907 5.447 12.418 2.882 5.530 6.571 1.555 492.633 3.333 5.164 2.912 2.054 4.112 12.590 6.363 1.707 2.382 7.143 14.328 5.492 2.875 5.430 75.885 1.804 1.763 3.596 5.631 3.697 6.983 23.474 2.716 3.350 6.066 598.058 7.071 3.909 4.389 10.169 5.451 5.881 2.703 5.376 10.549 4.625 10.975 12.949 25.401 83.614 4.658 28.689 24.269 24.144 5.063 5.232 5.015 163.748 6.798 3.339 4.975 5.546 12.636 2.921 5.581 6.765 1.569 504.010 3.325 5.138 2.956 2.084 4.105 12.906 6.429 1.775 2.402 7.217 14.887 5.591 2.903 5.417 77.135 2.057 1.770 3.639 5.712 3.722 6.957 23.857 3.098 3.583 6.681 611.683 7.167 3.952 4.467 10.467 5.485 6.107 2.697 5.452 10.708 4.706 11.137 13.167 25.622 85.179 4.730 29.365 24.856 24.754 5.214 5.301 5.108 167.283 7.140 3.361 5.037 5.606 12.776 2.962 5.657 6.903 1.616 513.982 3.347 5.144 2.939 2.085 4.123 13.097 6.531 1.796 2.403 7.297 15.514 5.674 2.924 5.400 78.256 2.099 1.770 3.675 5.843 3.739 6.955 24.081 3.450 3.738 7.188 623.507 132,1 122,5 80,8 165,3 109,2 121,8 76,9 103,5 122,9 118,8 133,3 113,7 142,1 152,7 121,6 126,5 174,1 130,1 62,6 109,1 168,3 128,0 135,7 135,5 137,8 106,2 119,6 115,0 131,1 125,0 87,4 130,2 108,3 99,8 114,3 97,4 83,8 127,6 107,6 100,5 93,5 102.5 115,9 121,0 96,5 102,9 108,6 76,4 77,3 66,6 69,5 93,1 89,4 78,3 88,7 66,3 75,4 123,0 En La Gomera, la totalidad de los municipios muestran una tendencia regresiva con la problemática de la desertización de la isla y lógica degradación del msdio, en tales dimensiones que circula el dicho popular de que La Gomera cuenta con dos municipios más... pero en Tenerife. Algo similar sucede en Fuerteventura, matizado de momento a causa del desarrollo del subsector turístico que afecta a Puerto del Rosario y Pájara. 1.1.2 Distribución espacial de la población: Los indicadores que con mayor precisión podrían ser utilizados para el estudio de la distribución espacial de la población, son fundamentalmente la densidad y las diversas proporciones de población que se hallan residiendo en zonas rurales, intermedias y urbanas. Si bien un análisis secundario de los datos ofrecidos por el Censo, permiten obtener conclusiones sobre el proceso de la densidad de la población, a través de lo que va de siglo, considerando la provincia, la isla y las capitales como unidades de estudio y comparación, no sucede lo mismo con el proceso de urbanización, dada la confusión existente sobre los valores que deberían definir lo urbano, lo intermedio y lo rural y su aplicación concreta a nuestros espacios habitados. En los cuadros 1.5, 1.6 y 1.7 es posible observar el proceso de densidad de la población por provincias, capitales de provincias e islas. Hay algunas evidencias: a) el crecimiento constante ( Cuadro 1.6) de la densidad de la población en la isla de Gran Canaria que, de 83 habitantes por Km2 en 1900 pasa a 339 en 1970.; b) el crecimiento constante de Las Palmas de Gran Canaria que, de 494 habitantes por Km2 en 1900 pasa a 2902 en 1970.; c) el asentamiento de la población provincial de Las Palmas en su capital, que albergando el 28,3% de la población en 1900 pasó al 49,5 en 1970; d) la progresiva desertización del Hierro y Gomera, con una densidad baja y con cambios apenas perceptibles entre 1900 y 1970. A estos datos oficiales, cabe agregar que el proceso se ha agudizado en estos últimos cuatro años, dado el desfondamiento de la agricultura y progresivo trasvase de dicha población a los servicios en los centros urbanos de la Región, pero en especial a Las Palmas de Gran Canaria. El otro indicador a utilizar, la distribución de la población en zonas rurales, urbanas e intermedias, exige aclaración. Históricamente uno de los factores claves de la urbanización, ha sido la industrialización que significó algo más que una mera desaparición de pequeños poblados, ya que atrajo a la inmensa mayoría de población de las regiones a las ciudades. Sin embargo, hay que reconocer que la industrialización sola, no desempeña el mismo papel en la actualidad y en todo el mundo, ya que las ciudades pueden alcanzar un tamaño considerable sin el empuje de la industria. En el caso concreto de zonas menos o subdesarrolladas, la urbanización es una huida del campo, una emigración masiva a fin de escapar de la pobreza rural y una posibilidad de empleo mejor remunerado en esa zona urbana. Hasta cierto punto, viene a ser el trasvase de la pobreza del campo a los cinturones de la ciudad. Podríamos afirmar que este es el caso concreto de Las Palmas de Gran Canaria y en parte de Santa Cruz de Tenerife. En el caso de Las Palmas, el ritmo apresurado de urbanización registrado entre los años 1960 y 1974 va paralelamente acompañado de un proceso deteriorizador del sector agrícola y el auge de la especulación montada sobre el turismo y la construcción, ( Ver cuadro 23 Fuente: I. N. E. CUADRO I - 5 DENSIDAD DE POBLACIÓN EN CANARIAS 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1974 LAS PALMAS 38,54 47,39 30,76 61,74 78,84 92,30 111,63 142,61 160,53 S/ C TENERIFE 62,92 78,35 78,33 94,80 112,14 130,33 152,94 184,07 199,21 REGIÓN 49,30 61,04 62,92 76,32 93,53 109,07 129,85 160,89 177,59 ESPAÑA 36,83 39,48 42,21 46,69 51,27 55,43 60,29 66,90 70,15 24 — CUADRO 1 — 6 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE HECHO Y DENSIDAD i9nn 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1965 1970 V. A, Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. V. A. Ind. Gran Canaria 127.471 100,0 162.601 127,6 173.552 136,2 216.853 170,1 279.875 219,6 331.725 260,2 400.837 314,5 464.381 364,3 519.606 407,6 Dens 83 106 113 142 183 217 262 303 339 Lanzarote 17,556 100,0 19.436 110,7 21.516 122,6 22.430 127,8 27.476 156,5 29.985 170,8 34.818 198,3 39.685 226.0 41.912 238,7 Dens. 21 24 26 27 34 36 42 48 51 Fuertev. 11.669 100,0 10.613 91,0 11.305 %, 9 11.708 100,3 13.173 112,9 13.517 115,8 18.138 155,4 17.856 153,0 18.192 155,9 Dens. 7 6 7 7 8 8 10 10 10 Total Prov. 156.696 100,0 192.650 122,9 206.373 131,7 250.991 160,2 320.524 204,6 375.227 239,5 453.793 298,6 521.924 333,0 579.710 369,9 Dens. 38 47 50 61 78 92 111 142 160 Tenerife 138.008 100,0 180.307 130,6 176.998 128,2 218.877 158,6 261.817 189,7 317.727 230,2 387.767 281,0 457.335 331,3 500.381 362,5 Dens. 67 88 86 106 127 154 188 222 243 La Palma 41.994 100,0 45.752 108,9 46.582 110,9 51.784 123,3 60.533 144,1 63.809 151,9 67.141 159,9 68.006 161,9 73.749 175,6 Dens. 58 63 64 71 83 87 92 93 101 Gomera 15.358 100,0 18.480 120,3 20.485 133,4 25.405 165,4 28.571 186,0 28.383 184,0 27.790 180,9 24.016 156,3 22.938 149,3 Dens. 40 49 54 67 75 75 73 63 60 Hierro 6.508 100,0 6.827 104,9 7.225 110,0 8.071 124,0 8.849 130,0 8.182 125,7 7.957 122,3 6.117 93,9 5.503 84,5 Dens. 23 25 26 29 32 29 29 22 20 Total Prov. 201.860 100,0 251.366 124,5 251.290 124,4 304.137 150,7 359.770 178,2 418.101 207,1 490.655 243,1 555.474 275,1 590.514 292,5 Dens. C2 78 78 94 112 130 152 184 199 Región 358.564 100,0 444.016 123,8 457.663 127,6 557.128 154,8 680.294 189,7 793.328 221,3 944.448 263,4 1.077.398 300,5 1.170.224 300,4 Dens. 49 61 62 76 93 109 129 160 177 España 18.594.405 100,0 19.927.150 107,2 21.303.162 114,6 23.563.867 126,7 25.877.971 139,2 27.976.765 105,5 30.430.698 163,7 31.965.565 171,9 33.823.918 181,9 Dens. 36 39 42 46 51 55 60 66 70 Fuente: I. N. E. 25 1.8) aunque en un principio, el éxodo rurai se produjo por la atracción del puerto y las posibilidades comerciales. El problema no se ha significado tanto en Santa Cruz de Tenerife, dada la mayor diseminación de la población, la diferente conformación orográfica y económica de la isla de Tenerife y fundamentalmente la mayor importancia de enclaves poblacionales relevantes ubicados en La Laguna, Puerto de la Cruz, Orotava, Icod de los Vinos y algunos sureños. Sin embargo, el cinturón de la capital tinerfeña, ha sido y continúa siendo aún centro de acogida de inmigrantes de la propia Isla y fundamentalmente de Gomera. Estimamos que un paso fundamental a dar en las dos provincias, sería el estudio de los cinturones de las dos capitales: en Las Palmas de Gran Canaria, la periferia formada por los enclaves poblacionales de las zonas de San Cristóbal, los de la Ladera y Riscos y otros más. En Santa Cruz de Tenerife, el gran cinturón periférico que limita la ciudad, integrado por un creciente número de barrios. Los dos municipios capitalinos, deberían recabar la ayuda del Colegio profesional de Arquitectos de las dos provincias, así como de demógrafos, urbanistas y sociólogos. El conocimiento urgente del equipamiento para estos barrios periféricos, es inaplazable, dado que este proceso da urbanización se agudizará en el transcurso de 1974 a 1980, si no se estudia una reorganización estructural de todo aquello que concierne a la agricultura y a los polos industriales de las dos provincias, así como a todas las posibilidades de las islas en especial de aquellas que han sido marginadas sistemáticamente del crecimiento económico. 1.1.3. Pirámide de población y juventud de ia población canaria: La pirámide de población nos permitirá conocer las más acusadas características de sexo, edad, juventud, etc.. de la población canaria. Normalmente, toda pirámide ofrece una información fundamental acerca de la estructura de la población. En los cuadros 1.9, 1.10 y 1.11, 1.12, 1.13 y 1.14 y en los gráficos 1.2, 1.3, 1.4, 1.5, 1.6 y 1.7 se proporcionan los datos de la pirámide sacados de las estadísticas que nos ofrece el Censo de 1970 y otros datos sobre movimiento natural de la población. Con todo, debemos advertir con honestidad las limitaciones de la información ofrecida que parte precisamente de algunos fenómenos muy concretos como de subdeclaraciones en los nacimientos o muertes e incluso posibles errores administrativos y de cálculo estadístico. Como hemos repetido en otras ocasiones, estos datos son siempre a título orientativo. La primersL observación que se deduce de una simple ojeada es la constante progresividad de la población en el conjunto canario. Las barras inferiores continúan alargándose en los cinco primeros años, aunque es de significar que en 1974, los nacimientos han disminuido en relación a los años anteriores hasta 1970 entre un 3 y un 5%. Es prematuro hablar de tendencia hacia una tasa de natalidad más baja. Sin embargo, teniendo en cuenta que los años de crisis económica se han reflejado históricamente de forma evidente en la restricción de la natalidad y la nupcialidad, apuntamos esta posibilidad. La segunda observación es posible constatarla en los tramos comprendidos entre los 30 y 40 años, efecto en parte de la guerra civil y en parte de la oleada migratoria transoceánica postbélica, que afectó sensiblemente las estructuras generativas. La tercera observación hace referencia a un hecho que puede considerarse normal: inferior tasa de natalidad femenina en los primeros años y sobremor- — 27 CUADRO I — 7 DENSIDAD POBLACIONAL EN LAS CAPITALES CANARIAS Y PORCENTAJE DE POBLACIÓN DE LAS CAPITALES SOBRE LA PROVJNCIA E ISLAS Años 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 Kms2 de cada municipio LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Densidad 494 700 672 791 1.209 1.550 1.960 2.902 98,9 % poW. isla 38,3 42,6 38,3 36 43 46 48,4 55,2 % pobl. prov. 28,4 32,6 32,2 31,2 37 40,8 42,7 49,5 ARRECIFE LANZAROTE Den- % si- pobl. dad isla 128 17,5 157 19,3 191 21,3 213 22,8 322 28 382 30,6 537 37 913 52,3 24,0 Pto. ROSARIO FUERTEVENT. Den- % si- pobl. dad isla 3,7 ( 1) 9,5 3,9 ( 1) 12,5 3 ( 2) 82 12 29,4 14 30,3 15 31,4 21 33,6 23 36,7 290,9 SANTA CRUZ TENERIFE Den- % si- pobl. dad isla 279,2 27,8 457,8 35 381 29,6 451 28,4 526 27,5 752 32,5 967 26,7 1.100 30,2 137,6 DE % pobl. prov. 19 25 21 20 20 24,7 27 25,6 SANTA CRUZ DE LA PALMA Densidad 169,3 173 166 182 266 264 297 302 43,6 % pobl. isla 17,6 16,5 15,5 15,3 19 18,3 17 17.8 S. SEBAST. GOMERA Den- % si- pobl. dad isla 29 20,7 36 21 41 21 55 23 62 23,3 62 23,5 71 27,3 50 23 107,0 VALVERDE HIERRO Den- % si- pobl. dad isla 62 ( 3) 100,0 65 ( 3) 100,0 42 60,7 48 62,3 52 62,3 46 59,7 44 57,8 30 58 104,9 ( 1) Se ha agregado la población de Casillas del Ángel a la de Puerto Cabras. En 1930 pasó a pertenecer a dicho municipio. ( 2) No se ha contabilizado la población de Casillas de! Ángel. ( 3) Único municipio del Hierro. Fuente: I. N. E. 28 CUADRO I — 8 PROCESO DE URBANIZACIÓN DE LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN CANARIA. 1950 — 1974 POBLACIÓN DE DERECHO Zona urbana % respecto a la población total Zona intermedia % respecto a la población total Zona rural % respecto a la población total 1950 144.144 38,4 65.685 44,0 165.398 44,0 LAS PALMAS 1960 201.662 39,4 74.194 39,27 177.937 39,2 1970 272.483 49,6 130.309 26,6 146.216 26,6 SANTA 1950 85.195 20,0 76.787 62,0 256.119 62,0 CRUZ DE 1960 110.394 22,5 124.292 52,2 255.969 52,2 TENERIFE 1970 173,792 30,2 168.600 40,6 234.058 40,6 REGIÓN CANARIA 1950 1960 1970 229.339 28,9 142.472 53,1 421.577 53,1 312.056 33,0 198.486 46,0 433.906 46,0 446.275 39,6 298.909 33,9 380.274 33,9 Zona urbana % respecto a la población total Zona intermedia % respecto a la población total Zona rural % respecto a la población total LAS PALMAS 1974 313.520 50,5 153.279 24,7 153.900 24,8 SANTA CRUZ DE TENERIFE 1974 211.990 34,0 199.522 32,0 212.000 34,0 REGIÓN CANARIA 1974 527.020 42,3 377.741 30,3 339.445 27,4 Fuente: Censos I. N. E. — 1974 estimaciones. — 29 talidad masculina, que permite a partir de los veinticinco años un equilibrio entre sexos para luego quedar manifiestamente superior el femenino. Por último, las diferencias entre las provincias son prácticamente inexistentes, ya que los tres fenómenos apuntados han sido característicos de las dos provincias. Intentando ofrecer una visión sintetizada, diríamos que: — la población canaria se caracteriza fundamentalmente por un notable grado de juventud. — su distribución no ofrece anomalías salvo las apuntadas, derivadas lógicamente de los fenómenos citados. — no existen diferencias notables entre la evolución de la población entre una provincia y otra. — la mortalidad ( progresiva desaparición de la población observable en los tramos superiores) manifiesta un comportamiento normal, equiparable al nacional. Los grupos de edad. Hemos afirmado con cierta reiteración que la característica más relevante que nos ofrecen las pirámides es la juventud de la población canaria. Esta característica ( cuadro I— 15) resalta al calcular la proporción que, sobre el trotal de la población representan los habitantes que se encuentran entre O y 14 años y el grupo superior a los sesenta y cinco años. Grupos de edad ( 1970) Las Palmas Menos de 15 años 35,6 Mayores de 65 y más 6,4 Total población dependiente 42,0 En forma esquemática ofrecemos las características más significativas que se pueden observar en el cuadro 1— 15: — El grado de juventud de la población canaria, continúa distanciándose de la media nacional. — En la Región Canaria, ha sido la provincia de Las Palmas, la que ha agudizado el grado de juventud de la población, mostrando por el contrario una población sobre 65 años, inferior a la media nacional aunque con tendencia a nivelarse. — Por el contrario Santa Cruz de Tenerife muestra una ligera tendencia a la reducción del alto grado de juventud de su población. — Si en 1960 podría observarse que los grupos masculinos comprendidos entre 25 y 55 años de edad, de significativa importancia en relación a la población activa, era inferior en Canarias ( 35,3 por 100) en relación al conjunto nacional ( 39,8 por 100), sin embargo podemos constatar que los grupos de edad comprendidos entre los 25 y 34 años comenzaban a ser ligeramente superiores en 1970 a la media del conjunto nacional, indudablemente, la corrección del Censo de 1975, aportará, dadas las tendencias de la población, la evidencia de que esta tendencia se hará notar en el grupo de edad comprendido entre 35 y 44 años. Finalmente, los grados de juventud y envejecimiento en los estratos urbanos y rural de las dos provincias, no ofrecen especial significación, como puede apreciarse en los datos que ofrecemos: 30 — S/ C. Tfe. 31,7 7,3 39,0 Región 33,6 6,8 40,4 España 27,8 9,7 37,5 CUADROS 1- 9, 1- 10, 1- 11 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR EDAD, SEXO Y ESTADO EN LAS PALMAS, SANTA CRUZ DE TENERIFE Y REGIÓN CANARIA Edad LAS PALMAS 0— 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales S/ C. DE TENERIFE 0 — 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales REGIÓN 0— 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales TOTAL 71.522 124.168 90.622 141.611 86.098 22.827 12.127 548.975 65.213 117.558 92.822 156.501 101.872 27.173 15.304 576.443 136.735 241.726 183.444 298.112 187.970 50.000 27.431 1.125.418 Total incluidos divorc. y separad. 36.889 63.410 45.990 71.204 42.125 10.267 4.862 274.747 33.750 60.004 47.306 78.252 49.206 11.520 5.992 286.030 70.639 123.414 93.296 149.456 91.331 21.787 10.854 560.777 VARONES Solteros 36.889 63.410 42.471 14.744 2.752 604 391 161.261 33.750 60.004 43.194 18.212 4.404 960 574 161.098 70.639 123.414 85.665 32.956 7.156 1.564 965 322.359 Casados — — 3.493 56.048 37.995 8.529 3.038 109.103 —. — 4.081 59.511 43.092 9.185 3.706 119.575 — — 7.574 115.559 81.087 17.714 6.744 228.678 Viudos — — 13 217 1.082 1.062 1.381 3.755 — i — 14 290 1.352 1.285 1.661 4.602 — — 27 507 2.434 2.347 3.042 8.357 Total incluidas divorc. y separad. 34.633 60.758 44.632 70.407 43.973 12.560 7.265 274.228 31.463 57.554 45.516 78.249 52.666 15.653 9.312 290.413 66.096 118.312 90.148 148.656 96.639 28.213 16.577 564.641 MUJERES Solteras 34.633 60.758 33.721 10.692 5.493 1.833 1.334 148.464 31.463 57.554 34.048 13.671 7.663 2.870 1.886 149.155 66.096 118.312 67.769 24.363 13.156 4.703 3.220 297.619 Casadas — — 10.814 57.939 32.122 6.048 1.687 108.610 — — 11.364 62.578 37.321 6.882 1.878 120.023 — i — 22.178 120.517 69.443 12.930 3.565 228.633 Viudas — — 37 1.257 5.902 4.610 4.200 16.006 — — 53 1.474 6.980 5.718 5.483 19.708 — — 90 2.731 12.882 10.328 9.683 35.714 Fuente: I. N. E.— Censo 1970. Elaboración: C. I. E. S. CUADROS 1- 12, 1- 13, 1- 14 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR EDAD, SEXO Y ESTADO A NIVEL DE CAPITALES DE LAS PALMAS, S/ C. DE TENERIFE Y REGIÓN. LAS PALMAS CAPITAL Edad 0 — 4 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales S/ C. DE TENERIFE 0 — 4 CAPITAL CAPITALES DE PROVINCIA Fuente: LN. E.— 5 — 14 15 — 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales 0 — 4 5 — 14 15 ^ 24 25 — 44 45 — 64 65 — 74 75 y + Totales Censo 1970. Elaboración: C. I. E. S. TOTAL 32.292 59.156 42.689 70.837 43.043 10.316 5.096 263.429 15.515 27.644 22.629 38.380 27.967 6.777 3.367 142.279 47.807 86.800 65.318 109.217 71.010 17.093 8.463 405.708 Total incluidos Jivorc. y separad. 16.870 29.966 21.459 35.133 20.658 4.619 1.955 130.660 8.161 14.309 11.306 18.191 12.855 2.707 1.163 68.692 25.031 44.275 32.765 53.324 33.513 7.326 3.118 199.352 VARONES Solteros 16.870 29.966 19.613 6.779 1.210 215 175 74.828 8.161 14.309 10.401 3.705 1.119 202 90 37.987 25.031 44.275 30.014 10.484 2.329 417 265 112.815 Casados — — 1.831 28.098 18.739 3.838 1.155 53.661 — — 885 14.322 11.238 2.181 691 29.317 — — 2.716 42.420 29.977 6.019 1.846 82.978 Viudos — — 5 95 499 516 600 1.715 — — 5 99 362 304 377 1.147 — — 10 194 861 820 977 2.862 Total incluidas divorc. y separad. 15.422 29.190 21.230 35.704 22.385 5.697 3.141 132.769 7.354 13.335 11.323 20.189 15.112 4.070 2.204 73.587 22.776 42.525 32.553 55.893 37.497 9.767 5.345 206.356 MUJERES Solteras 15.422 29.190 15.737 5.643 2.846 759 645 70.242 7.354 13.335 8.779 4.220 2.606 152 409 37.455 22.776 42.525 24.516 9.863 5.452 911 1.054 107.697 Casadas —' — • 5.419 28.993 15.641 2.479 653 53.185 — — 2.519 15.284 9.865 1.513 330 29.511 — — 7.938 44.277 25.506 3.992 983 83.396 Viudas — — 25 683 3.615 2.419 1.813 8.555 —. —' 10 420 2.340 1.730 1.430 5.930 — — 35 1.103 5.955 4.149 3.243 14.485 GRÁFICO 1- 1 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR ESTRATOS: URBANO INTERMEDIO RURAL mtM 3 0 0 - '^ 4Í « . Iff^ '•¡•: á 1950 1960 1 LAS PALMAS 970 w 1974 ' ílí. l, [.-•,• 1 í'-'' ír . i'' M 1950 STA. 1960 CRUZ DE Í'A í-'. r 1 :• ( É I W w w < si Sí i vV\ KT', ^.^ j lí"'* * í >'> • Uú K: - > ' • - ' ' Vil tes: t,> v < • • • :> i W m - V,- i i • v ' . l • V- v 1970 TENERIFE 1974 1950 1960 1970 REGIÓN 1974 GRÁFICOS 1- 2 Y 1- 3 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LAS PALMAS Y STA. CRUZ DE TENERIFE POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE 1970 r JZ GRÁFICOS 1- 4 Y 1- 5 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LAS PALMAS Y STA. CRUZ DE TENERIFE POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE 1974 JEPAol -.. J ' ^ TTEV. ,'. .' í j ' . A ik . I EDfl[) 1 ,1, ,'. A A ,'. A í i ,'. . í GRÁFICOS 1- 6 Y 1- 7 ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN DE DERECHO DE LA REGIÓN CANARIA POR SEXO Y EDAD A 31 DE DICIEMBRE DE LOS AÑOS 1970 Y 1974 I EDAD I I EDAD I 32,7 34,7 5.6 6,7 61,7 34,9 36,0 5,8 7,6 59,3 30,3 33,1 6,0 7,2 63,7 30,3 31,3 7.2 7,4 62,4 LAS PALMAS S/ C. TENERIFE Conceptos 1960 1970 1960 1970 Pob. 0- 14 años Urbana Rural Pob. 65 años etc. Urbana Rural Pob. 15- 65 años Urbana Rural 58,6 56,2 59,7 61,2 La explicación se halla en el constante y progresivo proceso de urbanización a que se encuentra sometida nuestra sociedad canaria. Insistimos en lo ya expresado: no creemos que los valores aplicados para establecer si una determinada entidad poblacional es urbana, sean los correctos. Nadie pondría en tela de juicio que en torno al 80% de la población de Tenerjfe y Gran Canaria participa plenamente del equipamiento urbano, en cuanto trabajan, se educan, se divierten, acuden a clínicas, tienen modelos de vida típicos urbanos. Reducir las zonas urbanas al número de habitantes de una entidad población continua, o a unos Kms. cuadrados en torno a la gran ciudad, nos parece una solución simplista en demasía. Por otra parte, el caso de Canarias es diferente. Existen dos islas, Tenerife y Gran Canaria, a las que cabría considerar como un todo funcional cada una de ellas. Analizando el cuadro con las reservas ya expuestas, podría deducirse esquemáticamente lo siguiente: — Dado el flujo constante de población rural e intermedia a las zonas urbanas, no cabe esperar a corto plazo una reducción de la tasa de natalidad por parte de esta, por lo que la tasa de juventud continuará incrementándose, aunque eh porcentajes mínimos, en la zona urbana. Nos referimos a Las Palmas, donde el proceso de urbanización ha sido muy agudizado. Santa Cruz de Tenerife presenta un comportamiento normal. Posiblemente, el modelo urbano aplicado en Tenerife, dados los enclaves diferentes de núcleos poblacionales importantes,- es inoperante para reflejar tales movimientos. — La población con 65 años y más muestra un normal comporta-mierrto de crecimiento en las dos provincias y en las dos zonas. — La reducción de habitantes entre 15 y 64 años en la zona urbana de las dos islas, solo puede explicarse por un incremento de los mismos grupos de edad en las zonas intermedias, que, normalmente, realizan su trabajo en las urbanas. 1.1.4. Movimiento natural de la población: Hasta el momento se ha estudiado la estructura de la población desde un punto de vista estático. Se ha analizado su volumen, distribución, algunas de sus características. Interesa ahora estudiar su estructura desde un punto de vista dinámico, analizando los factores determinantes de la misma, como son natalidad y fecundidad, mortalidad, nupcialidad y por último crecimiento vegetativo de la población. La sorpresa inmediata, tras una ojeada a los datos, la motiva, el constante mantenimiento de una tasa alta de natalidad, que en el trans- — 31 CUADRO I — 15 POBLACIÓN POR GRUPOS DE EDADES. POBLACIÓN DEPENDIENTE. AÑOS 1960. 1970, 1974, PARA LAS PALMAS, SANTA CRUZ DE TENERIFE Y ESPAÑA ( POBLACIÓN DE DERECHO) 0- 4 años 5- 9 " 10- 14 " 15- 24 " 25- 34 " 35- 44 " 45- 54 " 55- 64 " más de 64 TOTALES A Ñ O C E N S A L 1960 L. P. % 53.453 11,9 50.394 11,2 45.682 10,2 80.873 18,0 69.300 15,4 48.866 10,9 42.888 9,5 29.018 28.923 6,5 149.397 100 0- 14 años 149.529 33,3 Más de 65 Total pob. 28.923 6,4 dependte. 178.452 39,7 0- 4 años 8- 9 " 10- 14 " 15- 24 " 25- 34 " 35- 44 " 45- 54 " 55- 64 " más de 64 TOTALES 0- 14 años Más de 65 Total pob. dependte. S/ C. T. % 54.866 11,3 51.112 10,5 46.823 9,7 84.722 17,5 72.360 15,0 52.789 11,0 47.713 9,8 31.808 6,5 41.440 8.7 483.683 100 152.801 31,6 41.440 8,5 194.241 40,1 L. P. % 78.444 12,8 71.956 11,7 66.790 10,9 102.947 16,8 78.820 12,8 73.534 12,0 57.463 9,4 43.186 7,0 39.793 6,6 612.933 100 217.190 35,4 39.793 6,6 256.983 41,0 S/ C. T. 66.746 64.033 61.473 101.025 86.115 77.235 61.612 48.820 46.471 613.530 192.252 46.471 238.723 Rtgión 108.319 101.506 92.505 165.595 141.660 101.655 90.601 60.826 70.363 933.080 302.330 70.363 372.693 A Ñ O % 10,9 10,4 10,0 16,4 14,0 12,6 10,0 8,0 7,7 100 31,3 7,6 38,9 % 11,6 10,8 10,0 17,7 15,2 11,0 9,7 6,4 7,6 100 32,4 7,5 39,9 (*) España % 2.969,3 9,7 2.699,5 8,8 2.678,7 8,8 4.701,7 15,4 4.814,8 15,7 3.995,6 13,2 3.402,2 11,2 2.697,7 8,8 2.569,0 8,4 30.528,5 100 8.347,5 27,3 2.569,0 8,4 10.916,5 35,7 1 9 7 4 • * Región % 145.190 11,8 135.989 11,0 128.263 10,4 203.972 16,6 164.935 13,4 150.769 12,3 119.075 9,7 92.006 7,5 86.264 7,3 1.226.463 100 409.442 33,3 86.264 7,1 495.706 40,4 L. P. 71.522 68.372 55.796 90.622 72.185 69.426 46.549 39.549 34.954 548.984 195.690 34.954 230.644 % 13,0 12.4 10,2 16,5 13,0 12,6 8,5 7,2 6.4 100 35,6 6,4 42,0 España ( 1) A Ñ O S/ C. T. 65.213 62.882 54.676 92.822 81.019 75.482 54.978 46.894 42.477 576.458 182.771 42.477 225.248 ( 1) * • * C E N S A L 1970 % 11,3 11,0 9,5 16,1 14,0 13.0 9,5 8,2 7,4 100 31,7 7,3 39,0 Región U6.735 131.254 110.472 183.444 153.204 144.908 101.527 86.443 77.431 1.125.442 378.461 77.431 455.892 % 12.1 11,7 9,8 16,3 13,5 12,8 9,0 7,7 7,1 100 33,6 6.8 40,4 No hay estimaciones. En miles Estimación C. I. E. S. ( España 3.218,0 3.243.3 3.017.4 5.240.1 4.306,2 4.738,2 3.849,6 3.126,5 3.298,5 34.037.8 9.478.700 3.298.500 12.777.200 % 9.4 9.5 8,8 15,4 12,6 14,0 11,3 9,2 9,8 100 27,8 9.7 37.5 32 — curso del siglo, solo ha bajado por factores exógenos, como el hambre, las epidemias y especialmente la emigración. La última década censal ( 1960- 1970) y los cuatro años transcurridos de la actual, ofrecen coeficientes que no permiten esperar a corto plazo un cambio significativo. Históricamente, se han podido observar tres fases bien definidas en el comportamiento de la población hacia la natalidad: a) alta tasa de natalidad como medida de supervivencia; b) restricción de la mortalidad por los adelantos sanitarios que produce una verticalización de la población mundial y c) una planificación de la natalidad con tendencias a la racionalización económica de la misma. Por supuesto, son innúmeros los factores sociológicos, fundamentalmente de orden religioso y urbanístico, los que condicionan una rápida evolución hacia esta tercera fase. 1.1.4.1. La natalidad y su evolución. No hay opción alternativa, incluso cuando se intenta analizar las tasas brutas de natalidad, que reafirmar el hecho diferente de Canarias, Los motivos son bien evidentes: las tasas que ofrece el I. N. E. para el total nacional y por supuesto para las provincias peninsulares y balear, son correctas. Para Canarias, no lo son tanto, en nuestra opinión. La tasa bruta de natalidad, que mide la frecuencia de la natalidad en el conjunto de la población, es un indicador orientativo que debería apurarse al máximo, para que su función nos diga algo. Un análisis más exhaustivo lo facilitarían las tasas específicas de fecundidad por grupos. Sin embargo, nos encontramos que dichas tasas se obtienen calculando los nacimientos con una estimación de la población al 30 de junio. Dicho cálculo, en lo que a provincias se refiere parece partir de la población de hecho, en la que, como también es sabido, entran un promedio de 25 a 35 mil turistas que que se encuentran en territorio canario en el momento del levantamiento del Censo. Lógicamente la tasa bruta de natalidad, tiende a desaparecer gracias a esos miles de invitados que " coexisten" y no conviven, en la mayoría de los casos, en nuestro territorio. En el cuadro 1.16 puede apreciarse el descenso en un 3,27 de la tasa bruta de natalidad. Por el contrario si utilizamos la población de derecho, o más correcto aún, una rectificación de lá de hecho, partiendo de 1960 en que, las diferencias entre las dos eran lógicas, nos encontramos con unas tasas muy diferentes y, en nuestra opinión, más cercanas a una fiabilidad mínima. Tasa bruta de natalidad. Población de hecho " corregida" Años Las Palmas Sta. Cruz Tfe. Región España 1971 1972 1973 1974 29,70 28,60 27,80 25,80 23,40 22,00 22,80 22,40 26,50 25,30 25,30 24,10 19,55 19,36 19,18 19,32 Si las mismas tasas se calculan con la población de derecho que nos facilita el I. N. E., nos encontramos unas tasas muy similares, ya que las diferencias oscilan entre tres y cuatro decimales. El cálculo, como es bien sabido, se realiza, multiplicando el total de nacimientos por mil y dividiendo por la población media del año de referencia. Si no existe, se acostumbra a calcular la media aritmética de las poblaciones existentes los dos 1** de enero sucesivos que encierran el año. Por lo demás, independientemente que exista esa población media facilitada al 30 de junio, 33 muchos estadísticos prefieren esta media aritmética. Por ejemplo el cálculo de ia tasa bruta de natalidad para el año 1974 se realizará de la siguiente forma: 600.297 + 620.566 población media resultante para el cálculo de la tasa 613.431 que tendría la siguiente formulación 15.563 X 1.000 613.431 as 25,37. Para este cálculo hemos utilizado la población de derecho de Las Palmas para los años 1973 y 1974. CUADRO 1 — 16 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE NATALIDAD Años 1950 1955 1960 1965 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1 Las Palmas 1. N. E. 27,55 30,13 28,68 30,81 28,10 27,89 27,00 26,44 24,83 Sta. Cruz Tfe. 23,02 24,13 22,92 24,25 22,10 22,50 21,17 22,06 21,80 Región 25,23 16,97 25,68 27,42 25,10 25,21 25,17 24,06 23,31 España 19,70 20,44 21,60 21,13 19,50 19,55 19,36 19,18 19,32 Significadas estas, para nosotros, oportunas aclaraciones, pasamos a un esquemático análisis de los datos que nos facilita el cuadro expuesto entre texto. — Si miramos las tasas de natalidad desde una perspectiva histórica, concluímos que Canarias mantiene unas constantes similares a las de principio de siglo, aunque es posible predecir que, a plazo medio, las tasas comenzarán a descender significativamente. Las F^ almas mantiene una pauta muy aproximada a la primera década del siglo, incluso con cierta tendencia alcista, mientras Santa Cruz de Tenerife ha iniciado el descenso en su tasa bruta de natalidad. Las alteraciones registradas entre 1971 y 1974 no tienen sentido especial tomadas aisladamente, sino sn s! contexto de la década 70 - 80. —^ Toda tasa bruta tiene serios inconvenientes, siendo aconsejables preferentemente a título orientativo. En consecuencia se ha de acudir a la tasa de fecundidad, esto es ai número de nacidos vivos por cada mil mujeres en edad fértil 15 a 49 años). Realizados los pertinentes cálculos se comprueba la tendencia a una tasa de fecundidad alta, especialmente en Las Palmas, en relación a la media nacional. ( Cuadro I— 17). — Los condicionantes económicos de la natalidad, podrían frenar la tendencia actual e incluso, a plazo medio, reducir sensiblemente dicha tasa. Como se sabe, la crisis económica canaria es de orden estructural. 34 — lo que implica un período de tiempo más bien largo, para reordenarla y planificar en orden a una cierta productividad. CUADRO 1 — 17 EVOLUCIÓN DE LA TASA DE FECUNDIDAD 1960 Nacidos vivos l\^ ujeres 15- 49 años Total por mil 1965 Nacidos vivos Mujeres 15- 49 años Tasa por mil 1970 Nacidos vivos Mujeres 15^ 49 años Tasa por mil Fuente: 1. N. E. L Palmas 12.896 110.431 116,80 15.168 121.686 124,60 16.147 125.776 128,30 S/ C. Tfe. 11.158 121.623 91,70 12.732 135.303 94,10 12.458 141.269 88,10 Región 24.058 232.054 103,70 27.900 256.989 108,50 28.605 267.045 107,10 España 654.537 7.766.013 84,30 667.749 8.120.096 82,20 656.102 8.199.027 80,00 — Los condicionantes sociales ( religiosos y urbanísticos) tienden a mantener la tasa de natalidad. Si quisiéramos esquematizar los valores que condicionan especialmente la natalidad, citaríamos los tres siguientes: a) una sociedad canaria a caballo entre los valores rurales e industriales, con una modernización que, en la mayoría de ios casos, se limita a mi-metizar pautas consumistas, sin interiorización racional de los valores correspondientes; b) la mentalización tradicional de la mujer que, persiste en una postura cómoda sin una traducción real de lo que implica la igualdad de derechos y sin percibir la relación profunda existente entre trabajo femenino y liberación de la mujer; c) las frías normas morales católicas, enraizadas en la conciencia de muchas madres de familia; d) unas estructuras de poder ancladas en un interesado tradicionalismo autoritario que arrojan sistemáticamente a la ilegalidad la difusión de los medios de control de natalidad. Imprentada a estas cuatro motivaciones, unos niveles de educación sensiblemente bajos con tasas de analfabetismo absoluto y relativo, demasiado elevadas. — Por lo demás, se mantiene, prácticamente invariable, la acción de los valores tradicionales sobre la población rural y la urbana de estratos económicos y culturales bajos, registrándose en dichas familias tasas altas de natalidad. A plazo medio es probable que se produzca una tendencia hacia la planificación racional de la natalidad en toda aquella población de estratos medios trasvasada del campo a la ciudad. 1.1.4.2. La tasa de nupcialidad Como hemos precisado en los anteriores análisis, los coeficien- — 35 tes que aparecen en el cuadro 1- 18 a partir de 1971, reflejan unos valores ligeramente inferiores a los reales, por los motivos ya expuestos. El análisis de las tasas de nupcialidad, número total de matrimonios por cada mil habitantes, no presenta anomalías en Canarias. En la provincia de Las Palmas, ios coeficientes son ligeramente superiores a los de Tenerife, si bien la media regional supera, como es posible observar en el cuadro citado, la media nacional. Las tendencias son de estabilidad. Con toda probabilidad y en circunstancias socioeconómicas normales, podrían subir ligeramente en las dos provincias pero especialmente en Las Palmas. CUADRO i — 18 SERIE HISTÓRICA DE LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN LA REGIÓN CANARIA 1950 1955 1960 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: !. Las Palmas N. E. 7,22 8,47 8,38 7,59 8,15 8,40 8,46 8,70 8,43 8,18 S/ C. Tenerife 7,59 8,75 8,18 7,56 7,31 7,35 7,63 7,70 7,66 7,79 Región 7,41 8,61 8,28 7.57 7,71 7,86 8,04 8,19 8,04 7,98 Totai Nacional 7,37 8,14 7,79 7.20 7,24 7.35 7,45 7,64 7,74 7,59 En relación a la edad de entrada en el matrimonio, se comprueba ( Cuadro I.- 19) como el 62,6% de las mujeres © n Las Palmas y el 64,2% en Santa Cruz de Tenerife, se casan antes de los veinticuatro años, superando sensiblemente la media nacional y constituyendo un factor de elevación de la tasa de natalidad. La alta tasa de nupcialidad y la no tan elevada de natalidad de Santa Cruz de Tenerife, muestran un comportamiento ilógico. Sin embargo, ateniéndonos a los elevados índices de emigraciones transoceánicas y también europeas que ha registrado dicha provincia, queda suficientemente explicado las posibles irregularidades, ya que el factor emigración suele alterar las estructuras generativas. 36 — CUADRO 1— 19 MUJERES CASADAS EN SU PRIMER MATRIMONIO. EDAD AL CONTRAERLO Las Palmas S/ C. Tenerife Región Total mujeres 102.950 100,0 114.646 100,0 217,596 100,0 Menos de 20 18.380 17,85 23.815 20.77 42.195 19,39 De 20 a 24 46.140 44,81 49.893 43,51 96.033 44,13 De 25 a 29 25.201 24,47 26.334 22,96 51.535 23,68 De 30 a 39 11.077 10,75 12.204 10,64 23.281 10,69 40 y más 2.152 2,12 2.400 2,12 4.552 2.11 Fuente: L N. E. 1970. Insistimos una vez más, en que no suele ser el habitat " per se" un factor determinante de las altas tasas de natalidad. Estimamos urgente insistir en los valores de nuestra sociedad y esencialmente en los niveles culturales y la posibilidad de acceder al conocimiento de los medios reales de control de la natalidad, relegados a la ilegalidad en nuestra sociedad. Tal política pertenece a una era preindustrial, nunca a una sociedad en vías de desarrollo, ya que las instituciones preíndustriales están hipotecando de forma sistemática el acceso al desarrollo. Por otra parte, las irracionalidades, que suelen cometerse en las relaciones matrimoniales, para eludir los excesos de la fecundidad, motivados por la ignorancia de medios y métodos humanos para dicho control, postulan un cambio radical a fin de ir creando nuevos valores en orden a la planificación de la familia. 1.1.4.3. Tasa de mortalidad Insistimos en el planteamiento anterior, cuando tratamos la tasa bruta de natalidad. La población medía estimada y utilizada por el I. N. E. para el cálculo de la tasa bruta de mortalidad, ofrece unos índices por bajo de la realidad. Utilizando tanto la población de derecho como la de hecho corregido, los índices a partir de 1971 incluido ( Cuadro I— 20) suben para Canarias entre cuatro y tres decimales. CUADRO I — 20 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE MORTALIDAD 1957 1960 1963 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1. N. E Las Palmas 7,90 6,74 6,37 6,77 6,72 6,44 7,07 6,66 6,73 6,39 S/ C. Tenerife 7,92 6,74 6,86 6,72 6,46 6,51 6,57 6,51 6,08 6,49 Región 6,90 6,79 6,62 6,74 6,59 6,47 6,81 6.58 6,40 6,44 España 9,84 8,65 8,87 8,46 8,52 8,37 8,87 8,16 8,52 8,39 — 37 Si en el caso de la natalidad, Canarias ofrecía ias tasas más elevadas, sin embargo en la mortalidad registra los valores más bajos ( Cuadro I— 20). Si analizamos la serie histórica ( Cuadro I— 21) observaremos que el descenso en las dos provincias canarias se ha producido uniformemente en las mismas series históricas. Si a principios de siglo Canarias contaba con unos índices de mortalidad característicos de países subdesarrollados, a partir de 1960 tales valores han bajado notablemente, hasta mantenerse en torno a un 6,50. Indudablemente unas condiciones sanitarias unido a una cada vez mayor cultura sanitaria, a pesar de las agudas deficiencias humanas que registra la medicina en nuestra región, han hecho posible este bajo índice. Por supuesto no debe obviarse la aclaración que los porcentajes de los que mueren no son inferiores a la península. La elevada tasa de natalidad que ha elevado la de juventud de la población canaria, hace bajar el coeficiente bruto de mortalidad. La mortalidad infantil ( fallecidos menores de un año) como puede observarse en el cuadro I— 22, ha sufrido un cambio notable. Con todo, el valor medio 15,70 a escala regional, lo consideramos aún demasiado elevado. Resulta evidente la deficiencia a escala regional del equipamiento sanitario social para las madres gestantes y niños recién nacidos. Por otra parte, la cultura sanitaria en relación al cuidado de los niños, es ún sensiblemente deficiente en la región. CUADRO I — 21 EVOLUCIÓN DE LA TASA BRUTA DE MORTALIDAD EN ALGUNOS QUINQUENIOS REPRESENTATIVOS DEL PRESENTE SIGLO Las Palmas S/ C. Tenerife Región 1901 — 05 1916 — 20 1926 — 30 1936 — 40 1946 — 50 1956 — 60 1961 — 67 Fuente: 1. N. E. 20,30 19,11 17,49 14,29 10,51 7,39 6,68 16,80 15,51 14,15 12,64 9,69 7.29 6,61 18,55 17,31 15,81 13,46 10,10 7.34 6,64 CUADRO I — 22 MORTALIDAD INFANTIL ( 0- 1 AÑO) 1970- 74 Las Paimas S/ C. Tenerife Reglón 1961 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: 1. N. E. 41,42 12,44 21,52 15,25 14,80 14,00 41,31 11,74 14,40 12,40 12,08 17,53 40,60 12,13 19,63 13,99 13,56 15,65 1.1.4.4. Movimiento natural de la población La estabilidad en las altas tasas de natalidad y el descenso brusco producido en las de mortalidad han tenido como consecuencia ele- 38 — vados índices de crecimiento vegetativo, sensiblemente superiores a la media nacional. Si a este nivel el descenso registrado en las tasas de mortalidad ha sido contrarrestado por el descenso de la fecundidad, en Canarias, las altas tasas de fecundidad han mantenido estables, con periódicas tendencias alcistas, los coeficientes de crecimiento vegetativo. Posiblemente, como se ha indicado a lo largo de estas consideraciones, un plan de mentalización con un planteamiento racional del proceso reproductivo y quizás, las estrecheces económicas que conllevará enderezar nuestra economía regional hacia una productividad efectiva, harán cambiar esta estabilidad al frenar la natalidad. El cuadro 1- 23 muestra la diferencia de índices entre Canarias y la media nacional. Insistimos en que esta discrepancia podría ser más aguda, si la población media utilizada para el cálculo del índice de crecimiento vegetativo no fuera la estimada por el I. N. E!. para los primeros de julio de cada año, sino la de hecho corregida y si no es posible, la de derecho obtenida a través de la de dos años sucesivos. La diferencia haría subir el índice de crecimiento vegetativo entre tres y cuatro decimales. CUADRO I - 23 ÍNDICE DE CRECIMIENTO VEGETATIVO DE LA POBLACIÓN EN LA REGIÓN CANARIA 1957 1959 1960 1963 1965 1967 1970 1971 1972 1973 1974 Fuente: Las Palmas 19,87 20,56 21,94 23,91 24,04 23,73 21,74 20,82 20,33 19,71 18,43 I. N. E. S/ C. Tfe. 16,00 15,63 16,08 17,48 17,53 16,95 15,60 15,94 14,65 15,98 15,31 Total Región 17,84 17,97 18,89 20,64 20,68 20,23 18,32 18,35 17,48 17,84 16,87 Total Nacional 11,89 12,80 12,95 12,45 12,67 12,45 11,12 10,68 11,20 10,66 10,93 El cuadro 1- 24 que ofrece una perspectiva de la evolución quinquenal del crecimiento vegetativo en lo que va de siglo, nos permite algunas consideraciones que estimamos interesantes: — Las estructuras generativas han sufrido mayor y más permanente alteración en Santa Cruz de Tenerife que en Las Palmas, por la intensidad con que se ha manifestado en dicha provincia el fenómeno emigratorio. En los años 1919 a 1926, la cifra absoluta de nacimientos descendió en Las Palmas entre un 150% en 1920 y un 56% en 1926, relacionándola con la cifra de 1918. Mientras que el descenso en Santa Cruz de Tenerife fue más lento, debido fundamentalmente a los efectos de la emigración, evidenciados con un leve retraso en la citada provincia. — Es posible constatar además, cómo en la otra oleada emigratoria transoceánica de este siglo, la producida tras la guerra civil, — 39 con efectos más profundos en Santa Cruz de Tenerife, alteró sensiblemente la tasa de natalidad y en consecuencia el crecimiento vegetativo entre los años 1946 y 1955. ( Ver cuadros 1- 18 y 1- 24). CUADRO 1- 24 EVOLUCIÓN, POR QUINQUENIOS, DEL CRECIMIENTO VEGETATIVO DURANTE EL PRESENTE SIGLO EN LA REGIÓN CANARIA 1900 — 05 1906 — 10 1911 — 15 1916 — 20 1921 — 25 1926 — 30 1931 — 35 1936 — 40 1941 — 45 1946 — 50 1951 — 55 1956 — 60 1961 — 67 1970 — 74 Las Palmas 9,20 9,55 10,86 5.71 11,53 13,45 18,73 15,14 20,20 20,93 20,83 23,59 23,60 20,67 S/ C. Tfe. 13,59 12,80 11,09 8,80 10,20 13,48 18,40 15,69 18,30 14,70 15,63 15,83 17,43 15,49 Región 11,39 11,18 10,98 7,25 10,86 13,46 18,57 15,42 19,75 17,88 18,50 18,36 20,51 17,82 Fuente: I. N. E. — El aspecto más a tener en cuenta en todo este proceso ofrece una doble vertiente: a) la planificación del equipamiento educacional que va desde el preescolar, prácticamente inexistente, hasta la enseñanza universitaria; b) la progresiva planificación económica que permita la creación de puestos de trabajo a los grupos que progresivamente acceden a la población activa, antes de que se agudice el actual paro encubierto existente en los jóvenes que han cumplido catorce años y no pueden acceder a la enseñanza profesional, menos aún a puestos de trabajo, por ser insuficientes estos para los de edad superior. 1.1.5. Las migraciones Las migraciones canarias, como casi todo tipo de migración, son de naturaleza económica. Diríamos que fatalmente, a las crisis económicas que siguen inmediatamente a los debilitamientos de los ciclos, efecto de las contradicciones del proceso productivo o simplemente motivadas por la dependencia externa, subsiguen las oleadas migratorias. Las décadas de 1878 a 1887 con la crisis de la cochinilla, la de 1915 a 1924 con la crisis de la agricultura y otros subsectores a causa de la primera guerra mundial y la de 1945 a 1954 tras la contienda civil y segunda guerra mundial son buenos ejemplos que deberían motivar a los investigadores a profundizar en un tema, hasta el momento inédito, ya que tales fechas han enmarcado tres grandes oleadas migratorias canarias transoceánicas. Hoy nos hallaríamos en la gran antesala de una nueva oleada si no hubieran sucedido dos fenómenos interesantísimos: a) la progresiva conciencia del mundo obrero de las contradicciones de un proceso productivo que habitualmente carga a sus espaldas los graves descalabros económicos queridos por la gran burguesía ; b) el cíe- 40 — rre de la migración por parte de los países tradicionalmente ofertantes de trabajo, para los canarios. Esto ha supuesto que, a partir de 1965 las migraciones transoceánicas sean irrelevantes para los tinerfeños y canarios. Sin embargo en ios mismos años los países europeos occidentales lanzados a la tarea de un proceso desarrollista amplísimo se encontraron sin mano de obra. Acudieron a la ofertada por los países mediterráneos, fundamentalmente por la baratura de la misma. Canarias no se sintió especialmente atraída por estos países, por lo que las migraciones con ellos, carece de significado especial. En el momento en que se redacta este informe, noviembre de 1975, los datos sobre las migraciones canarias muestran una situación prácticamente cerrada. Las cifras de migraciones transoceánicas son irrelevantes. Las europeas prácticamente no existen y ios canarios, como es muy bien sabido, no lian sentido en momento alguno tendencias hacia los espacios peninsulares. Esto no implica una situación económica óptima, ya que las cifras de paro real y encubierto son sencillamente alarmantes y sin salida a corto plazo. Los fenómenos antes expuestos, podrían facilitar la clave para una explicación lógica. En orden a la exposición y sistematización del tema, estas corrientes migratorias canarias van a ser objeto de la siguiente división: 1) Migraciones con el exterior: — Migraciones transoceánicas — Migraciones con Europa — Migraciones con otras regiones españolas 2) Migraciones interiores: — Interprovinciales canarias — Intraprovinciales 1.1.5.1. Migraciones con el exterior Como puede observarse en los datos que iremos transcribiendo en este apartado, tienen relieve especial las migraciones con otras regiones españolas, o expresado en otras palabras, los flujos migratorios Península - Canarias. Las migraciones transoceánicas o con Europa carecen de interés. 1) Migraciones transoceánicas: Históricamente han sido claves para la supervivencia de Canarias. La última salida masiva — entre 1946 y 1955— tuvo especial relevancia en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Insistimos en la necesidad de una investigación exhaustiva a fin de recabar todos los testimonios vivos. Los episodios escritos por el pueblo canario, con motivo de aquellas migraciones, bien lo merecen. Fueron problemas económicos, los consabidos político - administrativos y otros, los que empujaron a innumerables personas a comprar pequeñas embarcaciones y con el indispensable avituallamiento y una brújula, salir desde La Palma, Gomera y Tenerife en busca de la tierra venezolana. Para abarcar el fenómeno completo, estudiaremos someramen- — 41 te, los flujos habidos entre Canarias y América y a la inversa en él espacio de dieciseis años Emigración transoceánica ( 1946- 1962) Provincias Emigrantes Prom. anual N° de orden Las Palmas 8.987 528,6 14 S/ C. de Tenerife 85.688 5.040,4 3 Se ha de tener en cuenta que la cifra puede ser sensiblemente superior, dado el importante número de personas que salieron clandestinamente, sin haber sido controlados por las oficinas de emigración oficial o católica. Santa Cruz de Tenerife se convierte automáticamente en una de las provincias más importantes en relación a salidas. Sin embargo, partiendo del mismo espacio de análisis, se percibe la inestabilidad de la misma, superior sin duda a la de la región española históricamente emigrante, Galicia. Los retornos son bien elocuentes: Inmigración transoceánica ( 1946- 1962) Provincias Emigrantes Prom. anual N.° de orden Las Palmas 3Í300 194,1 14 S/ C. de Tenerife 33.793 1.988,4 1 En consecuencia las migraciones netas de la región canaria en ese período son más inferiores, si bien Santa Cruz de Tenerife se mantiene en tercer lugar después de Pontevedra y La Coruña. Migraciones transoceánicas netas ( 1946- 1962) „ . . _ . ., , . .. Migración Promed. N.° de Provmcias Emigración Inmigración „ g, a g^ yg/ ^^^^^ Las Palmas 8.987 3.300 5.687 334,5 15 S/ C. Tenerife 85.688 33.793 51.895 3.052,6 3 A partir de 1962 las emigraciones canarias transoceánicas han descendido, hasta llegar a una situación de práctica irrelevancia. Los factores determinantes han sido: el crecimiento progresivo económico registrado en la región, el cierre de la inmigración por parte de los países tradicionalmente receptores, por ejemplo Venezuela, país que acogía la casi totalidad de la inmigración canaria y otros sin especial significado. La situación de las migraciones canarias transoceánicas en los años 1970 a 1973 — para 1974 no fue posible obtener datos— se reflejan en el cuadro siguiente: Migracrones transoceánicas netas ( 1970- 1973) Año 1970 1971 1972 1973 Las Palmas Emigración 179 181 43 35 Inmigración 260 161 Saldo — 81 — 20 S/ C. de Tenerife Emigr. Inmigr. 2.219 1.681 1.091 1.318 794 — 453 — Saldo + 538 — 227 42 — A la vista de los datos se ha de concluir en su irrelevancia momentánea. Es posible que a partir de 1975 estos datos tiayan cambiado de signo, al concluirse con Venezuela un nuevo acuerdo para la emigración transoceánica. Como es bien sabido, la emigración ha servido de cauce óptimo para la Administración en momentos similares, al obtener dos importantes ventajas: salida de mano de obra en paro o dificultades de trabajo y sobre todo alejamiento de las posibilidades de conflictos sociales, con lo que la burguesía podría respirar durante otro ciclo. Al parecer, como repetimos por segunda vez, el planteamiento no va a tener consecuencias similares, por la toma de conciencia de la situación por parte de la clase obrera. 2) Migraciones con Europa: Mientras para el conjunto peninsular - balear, las migraciones europeas han constituido la gran espita que ha aliviado paro y tensiones sociales y sobre todo ha constituido el apoyo financiero básico para el crecimiento económico de la postguerra, fenómeno púdicamente ignorado; para Canarias tales espacios europeos no han ejercido especial atracción a la hora de emigrar. Los datos que ofrecemos son de por sí elocuentes: Migraciones con Europa ( 1970- 1973) Provincias y años 1970 Las Palmas S/ C. Tenerife 1971 Las Palmas S/ C. Tenerife 1972 Las Palmas S/ C. Tenerife 1973 Las Palmas S/ C. Tenerife Alemania 13 103 17 113 23 125 76 124 Francia 5 30 1 26 2 10 3 4 Gran Bretaña — 355 25 67 28 250 32 142 Holanda 15 432 63 493 1 101 1 93 Suiza 1 28 — 185 11 47 12 43 Otros 2 46 5 323 1 152 — 119 Total 36 994 111 1.207 66 685 124 525 Fuente: I. N. E. El total de emigrantes canarios a países europeos en los cuatro años citados asciende a 3.748, lo que viene a significar aproximadamente el 1% de la media aritmética de la población activa canaria en el espacio de tiempo citado. De esta cifra el 9% corresponde a Las Palmas, siendo el 91% restante de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Los países elegidos en orden cuantitativo son: Holanda con el 32% del total, Gran Bretaña con el 24% y Alemania con el 16%. En relación a tendencias definidas en las provincias hacia países concretos, nos encontramos que el 30% de la emigración tinerfeña elige Holanda, el 21,7 Inglaterra y sólo el 12 Alemania. Las Palmas no muestra tendencia significativa en relación a preferencias. 3) Migraciones hacia otras regiones españolas: Las migraciones con otras regiones españolas tienen el mayor 43 peso específico cuantitativo en Canarias, en especial para Las Palmas. Los flujos son bien distintos, si bien las deficiencias del I. N. E. a I3 hora de trabajar los datos que publica anualmente han constituido un problema para elaborar series de diez años, bien especificadas las entradas por procedencias de regiones y provincias, así como las salidas. A partir de 1973, el I. N. E. ha publicado datos más completos y específicos que permiten profundizar en los mismos. Por otra parte, estimamos como una aportación interesante por parte del I. N. E. el cuaderno sobre las " Migraciones Interiores en España, decenio 1961- 1970". Con todo insistimos en que para facilitar una visión anual de la dinámica de la población, es necesario ir viendo año tras año las tendencias que van manifestándose. Emigraciones canarias hacia la Península - Baleares: El cuadro que adjuntamos evita de por sí cualquier comentario que no surja inmediatamente tras su lectura. Las emigraciones canarias hacia la Península - Baleares son de una irrelevancia total, limitándose en un porcentaje próximo al ciento, a personal dependiente de la Administración del Estado y empleados de empresas privadas. Emigraciones canarias hacia otras regiones españolas ( 1970- 74) Años Zonas Las Palmas S/ C. Tenerife Región canaria 1970 995 702 1.697 1971 1.241 932 2.173 1972 1.150 1.568 2.718 1973 1.700 1.281 2.981 1974 1.819 1.902 3.721 En la década de 1961 a 1970 el total de flujos migratorios canarios ( residentes en Canarias sin que se refieran a los autóctonos) hacia la Península - Baleares ascendía a 10.578 de los que 4.875 procedían de Santa Cruz de Tenerife y 5.073 de Las Palmas. Los destinos más relevantes fueron: Madrid con el 30%, Barcelona con el 13%, Valencia con el 8% y por regiones, Andalucía con un 18% sobre el total. En torno a las emigraciones canarias hacia la Península se ha pronosticado demasiado, sin partir de una realidad, en la que insistimos: el canario no suele elegir la Península como espacio para emigrar. Los retornos registrados en la década reseñada y en los cinco años del cuadro expuesto, se refieren a funcionarios y técnicos del Estado y empleados de empresas peninsulares que trabajan en Canarias que retornan a la Península. El hecho de que Madrid y Barcelona acojan a un alto porcentaje de los mismos, es de por sí significativo. 4) Emigraciones de la Península - Baleares hacia Canarias: A pesar de la progresiva importancia que tiene en Canarias este fenómeno, su análisis se ve dificultado por falta de datos y por la imposibilidad de profundizar en los existentes. Por ello, para encuadrar más exactamente este fenómeno, esquematizamos algunas realidades: — El número de peninsulares que en estos últimos años han elegido Canarias como " residencia de hecho" va en continua progresión. No solo se trata de la Administración pública ( nos referimos a funcionarios, técnicos y contratados) sino además del progresivo número de técnicos, empleados y obreros algunos especializados, otros manua- 44 les, que trabajan en empresas privadas con sede social en territorio peninsular. Hay algunos centros de trabajo e incluso Escuelas en los que desde el portero al director, en un 95%, no son canarios. — Si el I. N. E. censa a los inmigrantes peninsulares, partiendo de los censos facilitados por ios Ayuntamientos, un altísimo porcentaje de funcionarios y técnicos de la Administración, así como el Ejército no son contabilizados, produciéndose de hecho una subestimación de la inmigración peninsular. Como quiera que, tales funcionarios no necesitan censarse en los municipios respectivos para obtener beneficios en los billetes de viaje o para importar electrodomésticos o automóvil, al serles facilitado por el deparlamento en que trabajan el oportuno certificado, se estima la posibilidad de que no se hayan censado como residentes en los municipios. El porcentaje de los mismos podría alcanzar del 50 al 75% del total de censados. — Nos parece incongruente las gratificaciones que reciben los funcionarios por el hecho de desempeñar su función en Canarias. Posiblemente carezca de importancia; posiblemente se pueda interpretar como un incentivo para la emigración peninsular. De hecho, en Canarias, existe una gravísima presión demográfica, que implica la creación de puestos de trabajo con urgencia a fin de impedir el paro que se comenzó a detectar en 1974 entre la población con 15 a 17 años. Si la tendencia canaria hacia una emigración a la Península es abiertamente negativa, estimamos como desacertada cuando menos, toda política que favorezca las inmigraciones peninsulares. Se producirían inevitablemente paros de diverso tipo, que generarían conflictos sociales de alcances no previsibles. Expuestas las realidades anteriores, analizaremos los datos existentes sobre los flujos inmigratorios peninsulares. Nos limitamos a los dos últimos años, espacio temporal del análisis: en 1973, el total de inmigrantes peninsulares censados fueron 6.154 de los que un 78,4% correspondía a Las Palmas, siendo el restante 21,6% para Santa Cruz de Tenerife. En 1974 ascendieron a B. 462 de los que el 76,2% eligió Las Palmas y el 23,8% Santa Cruz de Tenerife. En los cuadros 1- 25 al 1- 28 se transcriben una serie completa sobre las migraciones interiores. En los mismos aparecen los defectos intrínsecos a un tipo de programación en la que no se previo la estructura provincial, interprovinciaí y regional de los flujos migratorios. 1.1.5.2. Migraciones interiores canarias Los flujos migratorios canarios comprenden los existentes entre las dos provincias canarias y los que se dan dentro de cada provincia. Los segundos han sido estudiados, aunque indirectamente, al analizar el fenómeno de la densidad de la población por capitales de islas, islas capitales de provincia, provincias y región. Movimientos migratorios Jnterprovinciaies: En 1973 en torno a 482 residenciados en Santa Cruz de Tenerife trasladaron residencia a Las Palmas. La cifra ascendió en 1974 a 282. Por el contrario en los dos años citados cambiaron residencia de Las Palmas para Santa Cruz de Tenerife 90 y 96 respectivamente. En la dé- — 45 CUADRO 1- 25 TOTAL DE EMIGRANTES. PROVINCIA DE LAS PALMAS ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE LAS PALMAS) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % TOTAL 2.041 1.543 2.793 3.646 3.246 3.218 1.307 5.243 3.933 6.051 33.021 100,0 S E X O V 1.060 797 1.445 1.918 1.680 1.674 706 2.888 2.041 3.213 17.422 52,8 H 981 746 1.348 1.728 1.566 1.544 601 2.355 1.892 2.838 15.599 47,2 GRUPOS DE EDAD — 15 732 557 1.000 1.250 1.103 1.104 429 1.568 1.356 2.252 11.351 34,4 15- 24 371 280 534 775 713 614 252 1.129 798 1.148 6.614 20,0 25- 64 906 675 1.198 1.562 1.359 1.431 606 2.435 1.678 2.566 14.416 43,7 + 65 32 31 61 59 71 69 20 11 101 85 640 1,9 ESTADO CIVIL Solt. 1.090 830 1.404 1.893 1.728 1.683 72 2.775 1.947 3.065 17.127 51,9 Casado 920 683 1.344 1.697 1.460 1.484 573 2.368 1.914 2.915 15.358 46,5 Viud 31 30 45 56 58 51 22 100 72 71 536 1,6 Analfabetos 8 17 218 376 68 69 17 7 18 29 830 2,5 No activos 1.387 1.048 1.900 2.444 2.166 2.137 843 1.765 2.620 4.054 20.364 61,7 56 18 18 22 Prop. 153 165 89 150 204 286 1.047 15,2 . 85 103 104 177 Adm. 111 101 60 102 156 193 728 10,6 A C T I V O S 127 93 120 247 Com. 80 91 42 62 103 223 601 8,8 23 11 69 57 Serv. 152 96 84 201 364 407 1.304 19,0 12.657 ( 38,3% ) 6.863 activos desde 323 197 377 481 Agr. 67 131 57 79 100 258 692 10,0 1969 t 1 Ind. 447 446 99 267 307 553 2.119 30,9 40 73 205 258 Otr. 70 51 33 67 79 77 377 5,5 Fuente: I. N. E. 46 — CUADRO 1- 25 TOTAL DE INMIGRANTES. PROVINCIA DE LAS PALMAS ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE LAS PALMAS) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % Fuente: TOTAL 2.362 1.785 3.857 4.574 5.192 4.591 2.120 5.243 7.079 9.180 45.983 100,0 I. N. E. S E X O V 1.277 957 2.048 2.437 2.794 2.434 1.162 2.888 3.828 4.951 24.776 53,9 H 1.085 828 1.809 2.137 2.398 2.157 958 2.355 3.251 4.229 21.207 46,1 GRUPOS DE — 15 763 597 1.253 1.437 1.662 1.459 660 1.568 2.198 3.002 14.599 31,8 15- 24 461 365 767 1.061 1.089 893 430 1.129 1.617 2.015 9.7G7 21,2 : EDAD 25- 64 1.094 784 1.739 2.044 2.339 2.141 997 2.435 3.140 4.016 20.723 45,1 + 65 44 39 98 92 102 98 33 111 124 147 888 1.9 ESTADO CIVIL Solt. 1.251 978 1.979 2.427 2.790 2.495 1.188 2.775 3.744 4.881 24.508 53,3 Casado 1.062 768 1.792 2.074 2.299 2.022 901 2.368 3.203 3.168 20.657 44,9 Viud 49 39 86 73 103 74 31 100 132 131 818 1,8 Analfabetos 2 14 306 518 70 58 10 7 31 25 1.041 2,2 No activos 1.499 1.160 2.537 2.925 3.308 2.861 1.271 3.170 4.338 5.646 28,715 62,4 83 31 28 30 Prof. 411 332 191 381 406 539 2.260 17,8 163 193 271 313 Adm. 182 176 124 199 324 335 1.340 10,6 ] 12.70] A C T I V O S 148 101 229 373 Com. 186 170 95 121 302 457 1.331 10,5 69 20 118 136 Serv. 285 177 155 557 917 994 3.085 24,3 L7.268 ( 37,6% L activos desde 389 219 462 568 Agr. 94 160 68 116 142 331 911 7,1 ) 1969 Ind. 607 615 164 439 485 813 3.123 24,6 11 61 212 229 Otr. 119 100 52 150 165 65 651 5,1 - 47 CUADRO 1- 27 TOTAL DE EMIGRANTES. PROVINCIA DE S/ C DE TENERIFE ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE TENERIFE) AÑO 1985 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL TOTAL 1.748 1.509 2.192 2.191 2.433 2.625 962 1.975 2.040 2.716 20.391 SEXO V 934 758 1.118 1.122 1.295 1.337 497 1.047 1.046 1.388 10.542 i' H 814 751 1.074 1.069 1.138 1.288 465 928 994 1.328 9.849 GRUPOS DE — 15 581 481 717 731 814 794 314 647 663 941 6.683 15- 24 310 229 329 368 441 447 140 328 328 422 3.342 EDAD 25- 64 815 754 1.077 1.029 1.102 1.291 487 933 989 1.283 9.760 - f65 42 45 69 63 76 93 21 67 60 70 606 ESTADO CIVIL Solt. 972 803 1.219 1.156 1.320 1.397 515 1.036 1.049 1.398 10.865 Casado 725 661 909 984 1.041 1.157 431 877 936 1.250 8.971 Viud 51 45 64 51 72 71 16 62 55 68 555 Analfabetos 44 31 39 60 37 34 5 19 9 20 298 No activos 1.149 1.025 1.485 1.477 1.640 1.674 636 1.336 1.331 1.844 13.597 41 35 49 46 Prof. 186 163 82 144 161 242 978 18,7 123 139 149 149 Adm. 195 230 98 136 134 152 1.923 36,6 A C T I V O S 188 123 236 272 Com. 44 52 20 37 43 68 264 5,0 33 22 28 24 Serv. 130 182 34 116 118 108 688 13,0 129 84 129 120 Agr. 59 94 32 73 105 82 445 8,4 Ind. 113 167 41 105 120 185 731 14,0 98 81 116 103 Otr. 66 53 19 28 28 35 229 4,3 % 100,0 51,6 48,4 32,8 16,4 47,8 3,0 53,3 44,0 2.7 1.4 66.6 6.794 ( 33,4% ) 5.258 activos desde 1969 Fuente: I. N. E. 48 — CUADRO 1- 28 TOTAL DE INMIGRANTES. PROVINCIA DE S/ C DE TENERIFE ( 1965- 1974) ( MOVIMIENTO REGISTRADO, INCLUIDOS LOS DE TENERIFE) AÑO 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 TOTAL % TOTAL 2.035 1.288 2.359 2.867 2.841 2.989 1.132 2.250 2.128 2.372 22.261 100,0 SEXO V 1.073 666 i . m 1.502 1.495 1.545 592 1.191 1.118 1.235 11.608 52,1 H 962 622 1.168 1.365 1.346 1.444 540 1.059 1.010 1.137 10.653 47,9 GRUPOS DE — 15 568 377 706 851 936 890 356 693 577 671 6.625 29,8 15- 24 414 211 405 564 551 532 187 415 383 487 4.149 18,6 EDAD 25- 64 992 661 1.184 1.379 1.276 1.474 562 1.092 1.108 1.160 10.888 48,9 + 65 61 39 64 73 78 93 27 50 60 54 599 2,7 ESTADO CIVIL Solt. 1.167 702 1.322 1.584 1.568 1.629 605 1.250 1.085 1.272 12.184 54,7 Casado 797 554 970 1.222 1.195 1.286 504 950 986 1.052 9.516 42,8 Viud 71 32 67 61 78 74 23 50 57 48 561 2,5 Analfabetos 39 28 29 41 35 29 6 9 3 17 236 1,0 No activos 1.251 833 1.546 1.842 1.861 1.857 711 1.385 1.266 1.434 13.986 62,8 76 36 64 97 Prof. 189 180 100 185 201 186 1.041 20,0 119 98 146 183 Adm. 359 387 141 318 229 296 1.730 33,2 5.202 A C T I V O S 287 155 331 449 Com. 41 46 19 38 32 47 223 4,2 49 20 28 30 Serv. 190 233 75 166 164 179 1.007 19,4 8.272 ( 37,2% ) activos desde 134 73 129 151 Agr. 79 98 35 67 115 88 482 9.2 1969 Ind. 86 141 25 90 115 120 577 11,0 L19 73 115 115 Otr. 36 50 19 9 6 22 142 2,8 Fuente: I. N. E. — 49 cada del año 1961 al 70, el total de flujos ascendió a 5.990, de los que 3.221 se residenciaron en Santa Cruz de Tenerife y 2.769 lo hicieron en Las Palmas. Movimientos migratorios irttraprovinciales: Los cambios registrados por el I. N. E. dentro de las provincias canarias en los año 1973 y 74 han sido los siguientes: En Las Palmas 2.253 personas cambiaron de residencia en 1973, siendo la cifra de 4.278 en 1974. En Santa Cruz de Tenerife y en los mismos espacios dé tiempo lo hicieron 800 y 856 respectivamente. Ello confirma los análisis expuestos sobre la aceleración del proceso de urbanización en Las Palmas. En la década de 1961 a 1970 cambiaron de municipio en Las Palmas 35.266, lo que supone una media anual aproximada de 2.917. En el mismo espacio de tiempo lo hicieron en Santa Cruz de Tenerife 35.481 siendo la media aproximada por año de 2.957. Las cifras de esta década permiten deducir un desarrollo equilibrado del fenómeno migratorio en las dos provincias. 1.2. ESTRATIFICACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL La población económicamente activa está integrada por todas las personas de uno y otro sexo dedicadas a la producción de bienes y prestación de servicios o simplemente disponibles para ello. Este grupo se halla comprendido por los siguientes estratos: — Las personas ocupadas en el ejercicio de alguna profesión u oficio, incluidos los trabajadores familiares no remunerados. — Las personas desempieadas. — Las que se hallan haciendo el servicio militar, pero previamente habían desempeñado una actividad laboral. A efectos censales, todos los que desempeñan una profesión, mantienen relaciones laborales aunque se hallen alejados del trabajo por lesión, conflicto laboral, enfermedad, vacaciones, etc, son computados como población activa ocupada. Lo son como población activa desocupada o desempleada, todas aquellas personas de catorce años y más que no tuvieran trabajo durante los diferentes momentos de recogida de datos para el censo, pero estuvieron buscando ocupación remunerada, comprendidos los que buscaban trabajo por primera vez. La población económicamente no activa, está integrada por los siguientes estratos pobl'^ cionales: — Jubilados, retirados, pensionistas, etc. — Rentistas. — Estudiantes, siempre que asistan regularmente a algún centro de enseñanza. — Las amas de casa, que '& ún se consideran como población económicamente no activa. — Otros grupos difícilmente especificables. Una de las lagunas más graves del I. N. E., no imputables, por supuesto, al organismo sino a la política de la Administración, se centra 50 — en las deficiencias de la estadística sconómica- laboral y conflictivo- so-ciolaboral. Los años censales nos han venido ofreciendo cuadernos por provincias, relativos a la estructura de la población, en la que aparecen una serie de cuadros referentes a la estructura de la población económica y social. Sin embargo, los datos recogidos, lo han sido en la semana censal. Estimamos que, dada la importancia de la información, sería muy conveniente utilizar en el decurso del año, la encuesta panel. Incluso, ésta puede ser deficiente, si de una vez, no se valora adecuadamente la importancia de las Delegaciones Provinciales de Estadística, dotándolas de personal profesional especializado, racionalmente remunerado, y no se institucionaliza definitivamente con la relevancia que tiene para el desarrollo nacional, dicho Instituto, a fin de que atienda las necesidades provinciales. Nos referimos a que, los cuadernos de la Encuesta de Población activa, publicados a escala nacional, deberían serlo también a escala provincial, a fin de que los investigadores económicos y sociales puedan elaborar series científicas y válidas que les permitan conocer la evolución de cada provincia. Para Canarias, tal necesidad es vital. La otra laguna — deficiente información socio- laboral— debería ser corregida con la urgencia que el hecho requiere, ya que una sociedad con la dinámica manifestada por la española en las últimas décadas, en modo alguno podría crecer, dadas las estructuras tradicionales mantenidas a ultranza sin la constante y progresiva aparición de tensiones laborales y políticas. 1.2.1. Estratificación de ia población económica por subsectores: Los cuadros 1.29 y 1.30 ofrecen una serie de diez años con la distribución de la población económicamente activa cunarla. Hemos preferido facilitar una visión dinámica a una estática. Los motivos, además de los lógicos, se basan en la imposibilidad de obtener datos referidos a 1974 que ofrezcan una mínima fiabilidad. La fuente para los cuadros citados, ha sido el Servicios de Estudios del Banco de Bilbao, cuyas publicaciones son aceptadas unánimemente a niveles nacionales por la solvencia y fiabilidad de las mismas. Dada la importancia de 1974 y parte de 1975, hemos recabado datos de diferentes fuentes que nos han permitido elaborar cifras aproximadas de población activa en 1974 en sectores protagonistas de la situación actual ( crisis, e t c . ) , faclitando un análisis más completo. Por último, los datos facilitados son fundamentalmente orientativos, sin que en modo alguno las cifras absolutas tengan que ser aceptadas sin más. Nadie pone en tela de juicio la existencia de una sobrevaloración de la población activa, fundamentalmente por dos hechos: a) La existencia de los autónomos agrícolas que, continuando la explotación de sus pequeñas parcelas, dedican la mayor parte de su tiempo a un trabajo por cuenta ajena. b) La poca fiabilidad de los datos relativos al trabajo de la mujer en el sector servicios, dado que la Seguridad Social del esposo cubre los riesgos inherentes. Insisteremos en el primer caso. En el análisis de la población activa, estará siempre latente la idea de que una teoría del desarrollo para Canarias ha de partir de la realidad total histórica y actual de la Región que descifraría sus contradicciones, y no desde el cómodo e inoperante esquema de modelos de cre- — 51 cimiento económico o de teorías parciales de subdesarrollo. El cuadro 1.30 enfocado desde el marco de las citadas teorías de crecimiento parciales de subdesarrollo, ofrecería una evidente deformación del proceso productivo en Canarias. En la más pura ortodoxia económica, el predominio del sector servicios sobre industria y agricultura, es símbolo de desarrollo. Si analizamos la evolución de la población activa en las provincias canarias, en estos diez años, observaremos el constante y progresivo decrecimiento del sector primario; el incremento vacilante en un principio y más firme en el último período del sector industrial; y el crecimiento progresivo de los servicios. El fenómeno aparece nítido en la provincia de Las Palmas. Sin embargo, el fenómeno descrito ha sido causado por unas estructuras típicamente subdesarroltadas, utilizadas por la gran burguesía y la especulación regional y extraregional ( peninsular y extranjera) en detrimento de ese largo y necesario proceso de desarrollo, básico para el futuro de Canarias. El análisis de la evolución de la población activa en estos diez años, lo hacemos desde el concepto de desarrollo concebido como proceso de cambio social, referido a un proceso deliberado que persigue como finalidad última, la igualación de las oportunidades sociales, políticas y económicas tanto en el plano intraregional como en relación a otras sociedades. En este sentido, analizamos el proceso a través de los sectores protagonistas de nuestra economía. Cualquier país con elevado índice de crecimiento económico, emplea en la agricultura entre el 3 y 20% aproximadamente de la población activa ( USA: 4,1. Inglaterra: 3,1. Francia: 12, etc..) Esto se debe a una constante capitalización de la misma, procurando adaptar al sector la moderna tecnología. De ahí, las diferencias existentes, en términos medios comparativos, entre la producción de una hectárea en un país desarrollado y uno subdesarrollado. Por supuesto, para llegar a este grado de productividad, se han debido solventar una serie de aspectos infraestructurales, institucionales, etc.. En el caso de Canarias, el progresivo abandono de la población activa del campo, no ha sido precisamente por el perfeccionamiento de las explotaciones agrícolas, sino por las siguientes causas: a) problemática del agua, utilizada especulativamente por los grupos controladores del poder, al no existir la adscripción de la misma a la tierra, menos aún, una consideración legal específica de la misma para Canarias. b) el minifundismo con una condición de la vida campesina profundamente individualista. c) la no existencia de Instituciones que investiguen una diversificación de productos agrícolas para el consumo interior y la exportación, a fin de evitar las consecuencias de una monopro-ducción cara a la exportación. d) el desconocimiento de una nueva realidad socioeconómica, denominada la " agricultura a tiempo parcial", a pesar de constituir un hecho evidente entre nosotros. Estos, y otros de parecido relieve, han desintegrado prácticamente la poca productividad de nuestra agricultura, basada con frecuencia en los bajos sueldos percibidos por los obreros asalariados que la trabajan. 52 — CUADRO I — 29 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ACTIVA EN LA REGIÓN CANARIA ( 1964 - 1973) PROVINCIA DE LAS PALMAS PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE Subsectores Agricultura Pesca Industria: — Alimentac. Bebid. Tabee. — Textiles, confec. cuero — Madera y corcho — Papel e imprenta — Químicas y conexas — Metálicas — Vidrio y cerámica — Agua, gas y electricidad — Construcción Servicios: — Transportes y comunicac. — Comercio — Ahorro, banca y seguros — Hostelería y similares — Enseñanza y sanidad — Otros servicios varios Total población asalariada Empresarios y trabajadores agrícolas autónomos Empresarios y trabajadores independientes Profesionales liberales y asimilados Total pobl. no asalariada TOTAL POBLACIÓN ACTIVA 1964 27.339 4.277 31.649 8.741 919 2.029 552 1.046 1.988 1.339 1.975 13.060 32.201 7.266 4.869 1.158 4.491 (*) 14.417 95.466 39.481 19.858 4.215 63.554 159.020 17,2 2,7 20,0 5,5 0,5 1,3 0,3 0,6 1,2 0,8 1,2 8,2 20,2 4,6 3,0 0,7 2,8 9,1 60,1 24,8 12,5 2,6 39,9 100 1967 24.615 5.880 36.169 6.607 888 2.033 775 869 2.561 1.813 2.418 18.205 46.364 9.647 5.215 1.672 6.686 (* 23.144 113.028 39.483 25.571 4.073 69.127 182.155 13,5 3,2 20,0 3,6 0,5 1,0 0,4 0,5 1,4 1,0 1,3 10,3 25,4 5,3 2,8 0,9 3,7 12,7 62,1 21,7 14,0 2,2 37,9 100 1969 18.139 6.528 38.944 6.281 385 1.584 1.124 962 3.592 1.459 2.589 20.968 64.287 9.554 11.126 2.124 12.336 4.360 24.787 127.898 37.608 25.571 4.191 67.311 195.209 9,3 3,3 19,9 3,2 0,2 0,8 0,6 0,5 1,8 0,7 1,3 10,7 33,0 4,9 5,7 1,2 6,3 2,2 12,7 65,5 19,3 13,0 2,2 34,5 100 1971 20.951 5.415 44.669 6.565 362 1.664 1.174 915 4.501 1.614 2.694 25,180 67,929 14.850 10.836 2.043 12.399 4.534 23.267 138.964 28.458 29.312 4.336 62.106 201.070 10,4 2,7 22,2 3,3 0,2 0,8 0,6 0,4 2,2 0,8 1,3 12,5 33,8 7,4 5,4 1,0 6,2 2,2 11,6 69,1 14,1 14,6 2,2 30,9 100 1973 16.338 4.883 54.571 7.204 974 2.518 1.454 986 2.843 1.422 2.458 34.712 83.910 14.680 21.468 2.140 15.830 7.582 22.210 159.702 20.928 26.282 4.632 51.842 211.544 7,7 2,3 25,8 3,4 0,4 1,2 0,7 0,4 1,3 0,7 1,3 16,4 39,6 6,9 10,1 1,0 7,5 3,6 10,5 75,4 9,9 12,4 2,3 24,6 100 1964 19.513 2.138 28.622 6.973 812 1.340 868 2.375 1.584 1.986 1.334 11.350 34.342 7.063 5.367 1.350 3.736 (*) 16.788 84.615 62.681 21.123 4.333 88.137 172.752 11,3 1,2 16,6 4,0 0,5 0,8 0,5 1,4 0,9 1,1 0,8 6,6 19,9 4,0 3,1 0,8 2,2 9,7 49,0 36,3 12,2 2,5 51,0 100 1967 19.413 1.582 33.333 4.255 738 2.580 1.107 2.496 2.500 1.528 1.380 16.749 46.092 8.095 5.621 1.475 8.171 (* 22.730 100.420 57.813 25.325 4.578 87.716 188.136 10,3 0,8 17,7 2,2 0,4 1,4 0,6 1,3 1,3 0,8 0,7 8,9 24,5 4,3 3,0 0,8 4,3 ) 12,1 53,3 30,8 13,5 2,4 46,7 100 1969 19.621 1.169 35.328 4.627 244 1.686 1.175 2.701 2.915 1.304 1.978 18.698 69.979 8.986 8.391 1.794 15.154 4.674 23.980 119.097 55.206 24.821 4.682 84.709 203.806 9,6 0,6 17,3 2,3 0.1 0,8 0,6 1,3 1,4 0,6 1,0 9,2 31,0 4,4 4,1 0,9 7,5 2,3 11,8 58,5 27,0 12,2 2,3 41,5 100 1971 20.704 1.530 44.424 6.826 293 1.740 1.292 2.708 1.978 1.591 2.694 25.090 62.966 9,430 9.122 2.377 15.818 4.858 21.563 129.624 54.011 28.340 3.600 85.951 215.575 9,6 0,7 20,6 3,2 0,1 0,8 0,6 1,2 0,9 0,7 1,2 11,7 29,2 4,4 4,2 1,1 7,3 2,2 10," 60,1 25,1 13,1 1,7 39,9 100 1973 19.331 1.485 48.122 6.295 1.626 1.864 1.260 2.863 3.006 1.512 1.944 27.752 75.084 12.468 15.616 2.195 18.046 6.895 18.367 144.022 36.422 28.231 4.483 69.156 213.178 9,0 0.7 22,6 3,0 0,7 0,9 0,6 1,3 1,4 0,7 0,9 13,1 35,2 5,8 7,3 1,1 8,5 3,2 8,7 67,5 17,1 13,3 2,1 32,5 100 Fuente: Renta Nacional de España.— Banco de Bilbao. 53 CUADRO I — 30 POBLACIÓN ACTIVA DESGLOSADA EN SECTORES CLASICOS Agricultura y pesca ( Asalariados y no asalariados) Industria ( Asalariados y no asalariados) Servicios ( Asalariados y no asalariados) TOTAL POBLAC. ACTIVA TASA DE ACTIVIDAD MEDIA NACIONAL DE TASA DE ACTIVIDAD 1964 71.097 44,7 41.216 26,0 46.707 29,3 159.020 100 32,09 40,27 PROVINCIA DE LAS PALMAS 1967 70.558 38,7 45.703 25,1 65.894 36,2 182.155 100 33,50 40,01 1969 62.943 32,2 48.136 24,7 84.130 43,1 195.209 100 34,86 40,07 1971 55.467 27,6 54.379 27,0 91.224 45,4 201.070 100 34,29 39,65 1973 43.170 20,4 61.189 29,0 107.185 50,6 211.544 100 34,32 38,65 PROVINCIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE 1964 84.332 48,8 38.220 22,1 50.200 29,1 172.752 100 33,02 40,27 1967 79.248 42,1 43.372 23,0 65.516 34,9 188.136 100 32,71 40,01 1969 76.408 37,5 44.980 22,1 82.418 40,4 203.806 100 35,41 40,07 1971 76.705 35,6 55.650 25,8 83.220 38,6 215.575 100 36,20 39,65 1973 57.808 27,1 56.827 26,7 98.543 46,2 213.178 100 34,58 38,65 Fuente: Renta Nacional de España.— Banco de Bilbao — 55 Los costes del agua y pertinaz sequía tambalearon a muchas explotaciones. La aparición de un nuevo sector —^ Turismo— presentados por los medios de comunicación bajo el enfoque de los nuevos especuladores, como 1^ salvación de la economía canaria, desvió a la población asalariada y autónomos minifundistas hacia la construcción, como ocupación principal. En Las Palmas, entre 1964 y 1973 un 40% de la población activa asalariada y un 53% de la no asalariada ( autónoma minifun-dista) abandonó la agricultura como ocupación principal. En Santa Cruz de Tenerife, el fenómeno afectó en especial a la población autónoma que lo hizo aproximadamente en un 58%. Si por otra parte, comparamos los costes por empleo en los diversos subsectores, en 1973 aparecen los asalariados agrícolas ( la suerte de los autónomos minifundistas sin otra ocupación es muy similar) con 96.000 Ptas., mientras en la construcción ascendía a 163.000 Ptas. La diferencia se aproxima a un 40%. La atracción a la ciudad completa las motivaciones del abandono de la agricultura. El incremento registrado entre 1964 y 1973 en Canarias, en el Sector Industrial hubiera podido ser calificado de satisfactorio, si el agente impulsor del mismo no se denominara especulación y actuara sobre el subsector Construcción. Un crecimiento de un 42 y 32% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, es de por sí alentador. Sin embargo, si eliminamos de los componentes del sector industrial, a la Construcción y Obras Públicas, tenemos que el crecimiento en dicho sector en Canarias y en la década citada fue de un 7% y 18% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Por su parte, Construcción y Obras Públicas creció en el mismo espacio de tiempo, el 166 y 144% respectivamente para Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Más aún, si elegimos el momento de más auge de dicho subsector, febrero-marzo y mayo- junio de 1973, para las provincias citadas el incremento real se eleva al 214 y 279%, respectivamente, en relación a diciembre de 1964. Los años 1970, 71, 72 y 73, fueron claves para la Construcción. Los incrementos en los otros subsectores tuvieron lugar en determinadas industrias con apoyatura en la Construcción, especialmente en las metálicas. Los sueldos pagados, oscilaron entre 160 y 600.000 Ptas. conforme fueran obrero |
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