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EL GRUPO MIXTO DE INGENIEROS N." 4 EN LA CAMPAÑA DE LIBERACIÓN 1936- 1939 El Grupo Mixto de Ingenieros N.° 4 en la Campaña de Liberación 1936- 1939 POR El Coronel de Ingenieros DON JOSÉ M. PINTO DE LA ROSA Ingeniero de Construcciones Navales, Civiles e Hidráulicas. # IMPRENTA A. ROMERO Santa Cruz de Tenerife, 1944 ÉlExcmo. Sr. Capitán General de Canarias enT. P., Sección 5% número 3043- B. de 4áel actual, me dice: ' ' El Excmo. Sr, General Subsecretario en escrito Primera Sección, 3". Negociado , Núm.. 535, de fecha 20 de Abril último, dice lo siguiente:-' ' El Sr. Ministro ha dispuesto se autorice la publicación de la obra ' ' El Grupo Mixto de Ingenieros N.° 4 en la Campaña de Liberación 1.936- 1939'', de que es autor el Teniente Coronel de Ingenieros PON JOSÉ PINTO DE LA ROSA. - Lo que de su orden tengo el honor de comunicar a V. E. , consecuente con su escrito Sección 3% Núm. 3192- A, de 28 de Enero último.' ' - Lo que tengo el honor de comunicar a V. E. para conocimiento y efectos, consecuente a su escrito Negociado 1°, Núm, 1841, de fecha 22 de Enero ppd°.; significándole que por Radio Oficial, se dio cuenta de esta resolución al Jefe del Grupo Mixto de Ingenieros Núm. 4. ' ' Lo que traslado a V. S. para su conocimiento y efectos oportunos. Dios guarde a V. S . muchos años . Las Palmas de Gran Canaria 9 de Mayo de 1944. D. 0. de S. E. El Tte. Coronel Jefe de E. M. Fernando Garcia González . - Rubricado Sr, Tte, Coronel Jefe del Grupo Mixto de Ingenieros N. " 4. P L A ZA Exctno. Sr. Don Francisco García- Escámez e Iniesfa Capitán General de Canarias PROLOGO Siempre es la fradición un vinculo que une en la continuidad histórica a los que pertenecen a un pueblo o una colectividad. En las familiaSj como organizaciones más simples^ aún predominando el lazo afectivoj se cultiva la tradición de los apellidos y se procura queda aneja a los acontecimientos de la época la actuación más o menos destacada de cada uno de los miembros que la componen. Los árboles genealógicos^ los blasones^ son entre otros, documentos que acreditan un linaje y que muestran vicisitudes diversas, ligando en sucesivas generaciones normas e ideales que imponen como obligación moral deberes y sacrificios. Cuando la colectividad es el Ejército, que se asienta en su organización sobre principios inconmovibles, la tradición alcanza un valor máximo, ya que ella jalona en la Historia los hitos de grandeza y decadencia de la Nación, refleja los vaivenes de la sociedad y sigue paso a paso la formación y modelado del Pueblo. Acostumbrados a los hechos que se suceden ordinariamente, dejamos de prestar atención a la importancia que tienen las misiO" nes que en el curso de los años desempeñan los cuadros del Ejército, a los que se entrega en lo mejor de su edad un ciudadano para transformarlo en soldado Este proceso si cabe rutinario, tiene una transcendencia enorme porque de su realización fructuosa dependen las relaciones de 7 ios medios cipify mifífar, ía cohesión enfre el país y sus Insfífaciones Armadas y en ocasiones hasta el futuro Macionaí. El historial del Grupo Mixto de Ingenieros número 4 compuesto por su 7entente Coronel Jefe Don José M. Pinto de la Rosa^ no es más que una prueba de lo que antes manifestábamos, es decir de lo que valen una tradición - siquiera breve- y un ejemplo. Su organización como tal, tiene lugar en los comienzos del presente siglo, araiz de la guerra hispano- americana y en el corto tiempo hasta el año 1.936 es la Unidad, escuela de ciudadanía en la que se da recia formación profesional y patriótica a los que pasan por sus filas. Desde la instauración de la segunda república, el ambiente antinacional que se extiende hasta estas Islas, penetra en todos los lugares y organizaciones que mantienen como lema, los principios de orden y derecho consustanciales con nuestra Historia. Mi intencionadas propagandas ni el abusivo ejercicio del poder por parte de los dirigentes, ni la coacción más o menos indirecta, pueden prevalecer contra la solidez de una tradición bien asentadcTy asi pudo llegar el 18 de Julio de 1.956, fecha de tan grandes consecuencias para España, con la seguridad de que el Grupo de Ingenieros de has Palmas, había de acudir a la llamada patriótica lanzada por nuestro Generalísimo y en unión de los compañeros de armas de la guarnición, formar parte de las vanguardias que marcharon alachar en defensa de los postulados que definen el Movimiento Nacional. Hasta el 18 de Julio el Grupo de Ingenieros número 4 había sido forja de soldados y sostén de virtudes militares. A partir de este día comienza a ponerse de relieve el resultado de la callada labor llevada a cabo en los días de paz y en Gran Canaria primeramente, intervienen fuerzas del Grupo para dominar a sediciosos; envía una Compañía de Zapadores en Octubre del año del Alzamiento, que actuó brillantemente en el frente de Madrid y Extremadura y en Mayo de 1.937, formando parte de la División 151, sale un grupo expedicionario que habría de pertenecer a las Divisiones 51 y 54, encuadradas respectivamente en Cuerpos de Ejército como el Marroquí y el de Aragón, ambos de glorioso renombre y alcanzar 8 tina envidiada repafaóión en sus múftipí& s infetvenciones en ía campaña, que se justifica píenamenfe en ía- cabeza de puente de Baíaguer en el año l. Q38,:~ , . Eí Teniente Coronel Pinto de la Uosa, cuyas dotes técnicas y militares se sintetizan en un prestigio bien ganado^ tiene una asociación con el Grupo de Ingenieros número 4, que le une a él con apretados lazos. No solo ha sido su Jefe durante años difíciles de tiempo de paz, sino que la fortuna le ha deparado la ocasión de dirigirlo en tiempo de guerra. Ha visto fructificar su labor. Ha sido testigo de la abnegación y del espíritu de sacrificio de sus soldados que no han vacilado en cumplir las tareas más arriesgadas y en el cuadro de honor de los caídos del Archipiélago, tienen los de su Unidad un puesto escogido al ofrendar su vida por la salvación de España y el buen nombre del Grupo. En vísperas de su promoción al empleo superior ha querido el Teniente Coronel Pinto de la Rosa, dejar un testimonio de los hechos más importantes realizados por su Unidad en la campaña de liberación y ha compuesto un historial al que ha dedicado todo su afecto. En él quedarán fijados de modo imperecedero para ejem-' pío de las futuras generaciones de soldados, los rasgos que definen una ejemplar conducta militar, por la devoción al deber y el amor a la Patria que han de ser móviles de todas nuestras acciones. General GARCIA- ESCAMEZ Monumento a los gloriosos Caídos por Dios y por España pertenecientes a este Grupo. ¿ JURÁIS A DIOS Y PROMETÉIS A ESPAÑA, BESAKDO CON UNCIÓN SU BANDERA, RESPETAR Y OBEDECER SIEMPRE A VUESTROS JEFES, NO ABANDONARLES NUNCA Y DERRAMAR, SI ES PRE-aSO, EN DEFENSA DEL HONOR E INDEPENDENCIA DE LA PATRIA, Y DEL ORDEN DENTRO DE ELLA, HASTA LA ULTIMA GOTA DE VUESTRA SANGRE? ¡ SU LO JURAMOS. ¡¡ Y LO HEMOS CUMPLIDO!! LA PATRIA OS LO AGRADECE Y PREMIA. Capitán D. Félix Corrochano García Tte. Complt". D. Luis de Sotomayor Van- de- Brigada D. Alberto Maltrana Jiménez Cabo Domingo Silva Hernández id. interino José Vega Pérez id. id. Juan Redondo Camarero id. id. Nemesio Martín Quintero id. id. Agustín Perdomo Spínola Soldado del.* Antonio Armas Fabricio id. 2° Arturo Suárez Santana id. Antonio Amador Péñate id. Ángel Miranda Díaz id. Antonio Santana Rivero id. Cosme Cáceres Peña id. Domingo Santos Coello id. Domingo Pérez Valdés id. Domingo Alvarado Collado id. Francisco García Quevedo id. Francisco Benítez Munguía id. Francisco Santana Pérez id. Francisco Suárez Peña id. Francisco Henriquez Negrín id. Gregorio Godoy del Rosario id. Isidro Medina Medina id. José Alemán Hernández id. José Morales Martín id. José Afonso Rodríguez id. Juan García Afonso id. Juan Reyes Santiago id. Juan Pénate Benítez id. Juan Sarabia Fajardo id. Leopoldo Carmena Franchy id. Liberto Santana Ojeda id. Santiago Medina Perdomo id. Santiago García Fernández Lérida ^ a l l e Madrid Lérida Madrid Badajoz Madrid Madrid Teruel Madrid Lérida Madrid Madrid Madrid Teruel Hospital Madrid Badajoz Teruel ( Río Cinca) ( Río Manzanares) ( Valsequillo) ( Carabandiel Bajo) ( Carabandiel Bajo) ( Campillo) ( Posición Basurero) ( Cab. a de P. Balaguer] ( Casa Campo) ( Brúñete) (" Casa Campo) ( Campillo) ( Valsequillo) ( Campillo) Badajoz ( Valsequillo) Badajoz ( Valsequillo) Lérida Badajoz Badajoz ( Valsequillo) ( Valsequillo) Badajoz ( Valsequillo) Lérida Madrid Badajoz Lérida Badajoz Badajoz Hospital Lérida Badajoz Toledo Madrid ( Torrelameo) ( Posición Basurero) ( Valsequillo) ( Torrelameo) ( Valsequillo) ( Valsequillo) ( Torre. lamea) ( Valsequillo) ( Campillo de la Jara) ( Vfranca. del Castillo) 11 Estas bajas son las que sufrieron las unidades organizadas, 410 estando incluidas las de los 10 Suboficiales y 1770 de tropa que procedentes de este Grupo marcharon a diversas unidades. Los heridos, también correspondientes a las unidades que salieron organizadas de la Plana Mayor, fueron: 1 Oficial en el frente de Madrid 1 Sargento en la Cabeza de Puente de Balaguer ( Lérida) 2 Sargentos en el frente de Madrid 3 de Tropa en Jaca ( Huesca) 9 de Tropa en Teruel 15 de Tropa en la ofensiva del Ebro al Segre y Lérida 16 de Tropa en los frentes de Madrid, Toledo y Extremadura 20 de Tropa en la Cabeza de Puente de Balaguer ( Lérida) que hacen un total de sesenta y siete heridos. 12 CAPITULO I Antecedentes Este Grupo, de existencia reciente como tal, puede considerarse continuación de la Compañía Expedicionaria de Sevilla que al mando del Capitán Don Nicomedes Alcaide Carvajal, vino a fortificar esta Plaza con ocasión de la guerra de 1898 y que fué base de la " Compañía Regional de Zapadores Minadores de Canarias^' creada en 1900, confirmada luego por Real Decreto de 20 de Agosto de 1.904 que dispuso la constitución de una Compañía de Zapadores ( que en aquella fecha la mandaba el Capitán Don Justino Alemán y Báez), y otra de Telégrafos que se constituyó con personal procedente de la de esa especialidad existente en Tenerife y de unidades de la Península, como " Tropas afectas a la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria". Con las variaciones introducidas en diversas reformas, continuaron durante algunos años estas compañías y así en 1.915 tenían de plantilla, un Coronel Primer Jefe que lo era el de la Comandancia de Ingenieros, un Teniente Coronel Mayor, dos Capitanes de Compañía y seis subalternos para las mismas. Diversas denominaciones tomaron estas tropas desde que en el año 1920 se crearon con independencia de la Comandancia de Ingenieros, y así se ha llamado " Grupo de Ingenieros de Gran Canaria" " Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos num. 4 " etc. y por último el de " Grupo Mixto de Ingenieros núm. 4 " que tiene en la actualidad. Su primer Jefe fué el Comandante Don Germán de León y Castillo- Olivares en 1.920 y sucesivamente Don Manuel Cuartero Martínez, Don Manuel de León Rodríguez, Don Nicanor Martínez Ruiz, Don Manuel de León Rodríguez, el autor de este trabajo, y Don José Tiesto Obiedo, cesando este último y volviendo el anterior a mediados de 1940 al disponerse que el mando lo ejercería un Teniente Coronel. k\ instaurarse en España la Segunda República, mandaba el. Grupo el Comandante Don Nicanor Martínez Ruiz y eran Capitanes del mismo Don Antonio González Medina, Don Joaquín Belón Díaz y Don Ramón Gómez Irimia. El mando de la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria lo tenía el Teniente Coronel Don Pedro Sopranis Arrióla, y el de la 13 Comandancia Principal de Ingenieros de . Canarias el Sr. Coronel Don José Espejo Fernández. Con la reorganización sufrida por el Ejército con aquél motivo, se suprimió la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria, quedando en la isla sólo un Destacamento de la de Canarias cuya Plana Mayor reside en Santa Cruz de Tenerife, y al frente de él un Comandante; para cuyo destino fué designado, juntamente con el de Primer Jefe del Grupo, el Comandante Don Manuel de León Rodríguez, quien a fines de 1931 solicitó cesar en el Grupo, y me hice cargo de su mando accidental, como Capitán más antiguo: ascendido a Comandante en 16 de Enero de 1.932, se me confirmó en él continuando sin interrupción hasta el 20 de Enero de 1.940 que por haber ascendido unos meses antes a Teniente Coronel, tuve que dejarlo, hasta Septiembre del mismo año en que se dispuso que el mando fuese de Teniente Coronel. A poco de establecerse la República, comenzaron los disturbios y cuestiones sociales, que tomaron un gran incremento a medida que avanzaba el tiempo, originándose una crisis de trabajo, hasta el punto de que no existiendo en 1930 obreros en paro forzoso y sí dificultad a veces para encontrarlos de determinados oficios, en 1936 la legión de parados era grande, y en muchos hogares el espectro del hambre era amenazador, obra todo ello de los llamados dirigentes obreros. A partir de las elecciones del 16 de Febrero de 1.936, los conflictos fueron en aumento y las tropas, de Ingenieros tuvieron que intervenir en varios, encargándose de la explotación de los servicios de tranvías, autobuses, protección de las Centrales Telefónicas y Telegráficas, de los depósitos de aceites y gasolinas del puerto etc. Algunas autoridades los alentaban, como sucedió con una que mandó a buscarme, por ser Ingeniero de los Talleres y Varaderos de^ Grand Canary & Blandy's Engineering C* S. A. E." diciendo que disponiendo la Sociedad de dos varaderos, los obreros habían acordado trabajar por su cuenta en uno de ellos, y que él había recabado de aquellos que fuese la Empresa la que decidiese cuál de los dos quedaba a su disposición, y al contestarle, con la consiguiente extrañeza, que rogaba hiciese la proposición por escrito para darle cuenta al Gerente y Consejo de Administración, contestó que ya no intervenía más, y que si en aquel momento no se solucionaba el asunto, un día muy próximo, al ir a entrar en los talleres, veríamos la bandera roja colocada en ambos y los obreros dueños de los mismos, por lo que nos aconsejaba que accediésemos a lo que nos pedía. ¡ Así obraban Gobernadores Civiles de aquella época! De los conflictos del año 1936, recordamos los siguientes: 12 de Marzo.- De los pescadores de corvina, con actos de sabotaje. 27 de Marzo.- Huelga de los obreros en Valsequillo debido a diversas cuestiones de trabajo. 1 de Abril, — Conflicto en la fábrica de Tabacos deD. Luis Correa Me na. 1 de Abril.- De obreros del Sr. Naranjo, en Jinamar. 7 de Abril. - D e medianeros en Sardina. 9 de Abril.— En el Puerto de La Luz entre los obreros de « carga Blanca y los directivos de la misma sociedad » . 14 Exctno. Sr. Don José Jiménez y Jiménez Gobernador Militar y Jefe de las Fuerzas de Gran Canaria y su Provincia. 13 de Ai> ril.— Huelga de Tabaqueros de « La Regenta » . 15 de Abril.— Desórdenes en Teror por el asunto de « Quiebramonte » . 17 de Abril.— Escándalo en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento de Las Palmas donde unas 500 personas que rompieron mesas, sillas, etc. estuvieron a punto de acometer al Alcalde y Concejales, y se marcharon cantando " La Internacional". 18 de AbriL— En el Gobierno Civil prestan servicio los Guardias con fusil. Llega una comisión de Guía denunciando unos abusos del Alcalde sobre imposición de obreros para que trabajen en diversas fincas. 19 de Abril.— Huelga de Panaderos. 21 de Abril.— Los obreros afectos al gremio del carbón se declaran en huelga. Arrojaron al mar las tuberías de conexión de petróleo, y lo mismo al día siguiente. 21 de Abril.— Huelga de Pescadores. 6 de Mayo. — Asalto a varias fincas de Marsagán. 8 de Mayo.— Asalto a varias fincas en Jinamar. 12 de Mayo.— Los empleados del Tranvía se incautan del servicio y los coches circulan con unos carteles que dicen U. H. P. 13 de Mayo.— Huelga de taxistas. 16 de Mayo. — Huelga de los alumnos de la Escuela Industrial. 18 de Mayo — Huelga de los obreros del Ramo de construcción. 19 de Mayo.— Invasión de las fincas de D. Juan Naranjo en Jinamar y de - Don Juan Francisco Gómez Apolinario en Salineta. 21 de Mayo.— Huelga general en Telde. 25 de Mayo.— Asalto a los almacenes de " Molina y Compañía Ltd." por los obreros en Las Palmas. 28 de Mayo.— Huelga general en Arucas y Telde. Cortadas las comunicaciones por carretera no permiten la circulación incendiando los automóviles que pretenden circular. No dejan entrar leche en Las Palmas. 31 de Mayo.— Llega el Ministro de Comunicaciones Sr. Giner de los Ríos, y, para que pueda llegar desde Gando a Las Palmas, pacta el Gobernador Civil con los huelguistas. 4 de Junio.— El soviet de Marzagán toma posesión de Mondalón, finca de Don José de Mesa y López. 9 de Junio.- Huelga en una fábrica de conservas. 1 de Julio.— Lluelga de marineros del motovelero " Maruja". 8 de Julio.— Huelga de los obreros que trabajan en la construcción del Manicomio. 15 de Julio.— Huelga de los empleados de comercio. Por lo que se ve en esta relación, que no está completa,' puede apreciarse el estado a que se había llegado en esta isla, donde existía ai: luen-cia de obreros de la península, entre los que estaban unos que habían veni- 15 do a implantar la C. N. T., pues la mayoría délos obreros pertenecían a la organización U. G. T. En los meses de Junio y Julio, grupos de obreros iban generalmente al anochecer por las casas donde habían señoras solas o matrimonios de edad, a exigir se les diese de comer, j muchas de ellas, daban vales para que fuesen a los Hoteles, antes que permitir pasasen a sus comedores, com^ o era su pretensión. A comienzo del año 1936 había llegado a esta Ciudad el Excmo. Sr. Don Amado Balmes Alonso, designado Comandante Militar de la misma por Decreto de 7 de Enero ( D. O. n.° 6) y tomó posesión el 29 del mismo cesando el Sr. Coronel del Regimiento de Infantería D. Isidoro Pereira Paa-din. El General Balmes, que por segunda vez desempeñaba el cargo, había dejado grandes afectos en el elemento militar y civil y probablemente, debido a su actuación, no tomaron los asuntos sociales las virulencias que en otros lugares de la península y aún en la vecina isla de Tenerife, donde se cometieron crímenes terroristas, como es de todos conocido. Destinado el General Franco a Canarias, en la Orden General del 11 de Marzo, dada en esta Plaza, se dice así: > En el día de hoy me hago cargo de la Comandancia Militar de » estas Islas, para el que fui designado por Decreto de 21 de Febrero pasado » ( D. O. núm. 44) cesando el Excmo. Sr. General de Brigada Don Amado » Balmes Alonso que accidentalmente lo desempeñaba, continuando encar- » gado de su despacho hasta mi llegada a Santa Cruz de Tenerife el Sr. Co- > ronel del Regimiento de Infantería núm. 37 Don José Cáceres Sánchez. » En el momento de posesionarme de mi cargo, saludo a todos los » Generales residentes en estas islas y al personal de todas las categorías de * los Cuerpos, Centros y Dependencias de estas guarniciones, esperando, aseguro de ello, que continuarán laborando con la misma lealtad, celo y » entusiasmo como hasta la fecha lo hicieron. El General Comandante Mi- » litar.— Francisco Franco. En la Orden de la Plaza del mismo día se dispone: » Art, l . - C o n objeto de rendir honores al Excmo. Sr. General Co- » mandante Militar del Archipiélago, a su llegada a esta Comandancia Mili- » tar, en el día de mañana a las 10,45 horas se encontrará formada en ^ disposición de ser revistada, una compañía con Bandera, Escuadra, Banda » y Música del Regimiento de Infantería de Canarias núm. 11 que se si- » tuará en el centro del Parque de San Telmo dando frente al edificio de » esta Comandancia con la cabeza en dirección Norte. » Art. 2.- Con objeto de verificar su presentación al Excmo. Sr. Co- > mandante Militar del Archipiélago, en el día de mañana a las 10,45 se » encontrarán en esta Comandancia Militar los primeros Jefes de los Cuer- » pos, Centros, Dependencias y servicios de esta Guarnición acompañados » de los Jefes y Oficiales de los suyos respectivos, francos de servicio. » E1 traje para este acto será el de diario con sable y guante ave- > llana. 16 » Lo que d « ordea de S.' E. se publica en la de este día para- cono-j- cimiento y cumplimiento.— El Comandante de E^ M. Fernando Fernández » de Luis. En la recepción que se cita en la orden que antecede, celebrada el día 12 de Marzo de 1936, dirigió el Comandante General la palabra a la guarnición y dijo entre otras cosas,, que venía satisfecho del cargo que le habían dado y que pensaba estudiar detenidamente las necesidades militares del Archipiélago para poder hacer lo que en Baleares, que lo estudió cuando fué Comandante General y luego de Jefe del Estado Mayor Central, pudo desarrollar parte de sus estudios, ya que creía volver a tener ocasión de ocupar cargos que le permitiesen hacerlo. El diario « Hoy » del 11 de Marzo, año IV núm. 693 en su página 8 decía lo siguiente: » A1 mediodía de hoy es esperada en nuestro puerto la motonave de j. la Compañía Transmediterránea « Dómine » : en ella hace viaje para hacerse » cargo del mando militar de estas islas, el Excmo. Sr. Don Francisco Franjeo Bahamonde, General de División. » Nació este militar— el más joven del generalato español — el 4 de ^ Diciembre de 1892. Ingresó en la Academia de Infantería el 29 de Agosto > de 1907, siendo promovido a segundo Teniente el 13 de Julio de 1910; > Primer Teniente en 1912; ascendió en 1914 a Capitán por méritos de gue- » rra, como fueron luego todos los ascensos que tuvo hasta General de Bri- » gada. Siendo Comandante del Tercio, llevo a cabo tales proezas, que su » nombre alcanzó la máxima popularidad y fué repetido por el pueblo como » el de su héroe. » A partir de entonces y hasta poco antes de su ascenso a General » de Brigada, Franco prestó casi siempre en Marruecos su servicio, y fué » durante toda aquella campaña, uno de los factores más valiosos y decisi- » vos. Adorado por sus tropas, compartía con ellas los más grandes peligros, » con desprecio absoluto de su vida: pero no es el valor la única cualidad » del General Franco, sino que él sabe unir la pericia, la capacidad técnica » o de mando, una singular cultura en todo lo que se relaciona con las cues-ítiones militares y una modestia extraordinaria, que le hace huir de toda » exhibición. » Poco después de ascender a General de Brigada fué nombrado « Director de la Academia General Militar de Zaragoza, puesto que desem- » peñó con gran dignidad hasta la clausura de aquel centro, y posteriormen- » te obtuvo el cargo de Comandante Militar de Baleares. En el año 1934 ^ ascendió a General de División, siendo posteriormente Jefe del Estado » Mayor Central del Ejército, cargo que ha desempeñado hasta su destino » para el mando de esta Región. » A1 muelle acudirá a rendirle honores una Compañía de Infantería > con bandera y música, así como todos los Jefes y Oficiales de esta Guar- » nición francos de servicio. « Deseamos al dar lá bienvenida al prestigioso militar, un gran ^ acierto en el desempeño de sus funciones. En el número del día siguiente del mismo periódico, página 9, se dice: 17 - » E1 Expreso de la Península, Llegan el General Franco y el Gober- > nador Civil, > Ayer, la arribada del correo de la península ofrecía el notorio in- » terés de que en él llegaban las dos altas autoridades: la Militar del Archi- > piélago y la Civil de la Provincia. > Por este motivo, ayer a la llegada de la motonave « Dómine> estaba > el puerto completamente lleno de público que cubría totalmente el ma- > lecón, > A causa del temporal el vapor se retrasó extraordinariamente, > haciendo su entrada en el puerto a las 7 y media de la noche, por cuya > causa las operaciones del atraque se hicieron con mayor cautela y esmero, > tardando doble tiempo para quedar el buque pegado al muelle. > En cuanto nos fué posible, saltamos a bordo, acompañado del > compañero fotógrafo y seguidamente saludamos a « EL GENERAL FRANCO BAHAMONDE> » que nos acoje con una extremada amabilidad y cortesía. » E1 nuevo Comandante Militar de Canarias nos refiere que ha te- > nido un mal viaje, aunque a él le gusta mucho el mar y viajar en vapores. » No8 agregó que estaba encantado de que le hayan destinado a íCanarias para así tener motivo de conocer estas islas de las que tiene las imejores referencias, tanto de sus habitantes como de las condiciones de » su clima. » ¿ En cuanto a las guarniciones de Canarias, trae Vd. algún plan o > proyecto? — preguntamos. y> De momento, no. Como es mi norma, estudiaré todos los proble- » mas militares de Canarias, toda su organización castrense, y después de » haber entrado en su total conocimiento, procederé con arreglo a las facul- * tades que a mi cargo competen. > ¿ Cree Vd., mi General, que llegará a estallar un conflicto bélico en « Europa? » Yo, desde luego en estos días de mi viaje, nada he sabido del enraso de los acontecimientos europeos. Pero aunque estuviera al corriente de > ellos, sería muy aventurado lanzar una opinión concreta- sobre tan delicada » cuestión. » ¿ Mañana hará Vd. visitas a los cuarteles de Las Palmas? > No señor. Lo que haré mañana a las once de la mañana es recibir » en la Comandancia Militar a toda la guarnición de Las Palmas y por la » noche continuaré viaje a Tenerife, donde me propongo trabajar mucho, entregado por entero a mi profesión militar. > Estrechamos la mano de tan prestigioso militar deseándole una » muy grata estancia en Canarias. » Tanto el General Franco como el Gobernador Civil, fueron reci- » hidos por todas las autoridades de la Provincia y numeroso público que » pasó a bordo a saludarles. Al pié de una fotografía del General dice: 18 > E1 nu^ vo Comandante MiliÉar de Canarias General Don Francisco > Franco, recibió anoche a bordo del « DÓxaine » a su llegada a Las Palmas a » lo8 Generales Balmes, López Viota j Jefes y Oficiales de la Guarnición. En la fotografía se ve al General Franco de paisano, a bordo del « Dómine » , con los Generales citados, el primero de ellos Comandante Militar de esta Plaza y el segundo, que procedente de Sevilla babía llegado días antes a presidir un Consejo de Guerra de Oficiales Generales contra un Capitán de Infantería. En el número de « Hoy> del 13 de Marzo, se da cuenta de la recepción en la Comandancia Militar y que terminada ésta, marchó el Comandante General a cumplimentar a las autoridades en sus residencias Oficiales, acompañado de uno de sus Ayudantes. Por la noche continuó viaje para Tenerife. En el número del citado periódico del día 15 de Marzo, página 6 se dice: » Por las Islas. De Tenerife. Llegada del General Franco. > Esta mañana llegó a bordo de la motonave de la Transmediterrá- » nea « Dómino el nuevo Comandante Militar de Canarias, General de Di-ívisión Don Francisco Franco Bahamonde en unión de sus ayudantes el ^ Teniente Coronel de Artillería D. Carlos Díaz Várela y Ceano- Vivas y del » de igual grado de Infantería D. Francisco Franco Salgado de Araujo, primo icarnal de dicha superior autoridad. > Pasaron a saludar al General Franco, el Coronel Jefe del Regi- » miento de Infantería, D. José Cáceres Sánchez; Gobernador Civil, señor » Schwartz; Delegado Marítimo, Sr. Arriaga Adam; Presidente de la Manco- > munidad, Sr. Gil Roldan; Presidente de la Audiencia, Sr. Sánchez Real; > Delegado de Hacienda, Sr. Perdigón; Director de Sanidad Marítima, señor » Castelo; Presidente del Cabildo Insular, Sr. Arocena; Alcalde de esta Ca- » pital, Sr. Martínez Viera; otras numerosísimas personalidades oficiales y « particulares y los representantes de la prensa. > Segiiidamente desembarcó el General Franco, trasladándose a la ^ explanada alta situada frente a la Marquesina para revistar la compañía de ^ Infantería que le rindió honores. » E1 público durante la revista a las tropas, hizo objeto al General > Franco de sinceras muestras de simpatía. A continuación se verificó el » desfile de las fuerzas presenciándolo numerosísima concurrencia. » E1 nuevo Comandante General de Canarias, después del desfile, > subió al- automóvil oficial para trasladarse a su residencia, despidiéndosele » con una salva de aplausos. El servicio de información en esta Plaza, había dado la confidencia, de que los elementos extremistas de Tenerife, pensaban hacer un acto de protesta a la llegada a Santa Cruz del. General Franco: el General Balmes, avisó telefónicamente a Tenerife dando cuenta de esta confidencia que había recibido por varios conductos, y se tomaron medidas acertadas para evitarlo, como sucedió en efecto ya que, por el contrario, se le hizo un cordial recibimiento. Orden de la Plaza del día 25 de Mayo de 1936. 19 » Art. 1."- Mañana íáarte » , M^^ M^ té a iMta K a ^ « n í^ isita ofí-icialj el Excrao. Sr. Getiei^ l Gomaiidatite Mlitür de - Ganarias D. Fíancisco » Franco Bahamonde. Para recibirlo se encontraria alas 8,15 horas en el » inuelle de Santa Catalina los Primeros Jefes de Cuerpos Servicios y Depen- > deneias acompañados de un Oficial con sable, « Con objeto de rendir a S. E. los honores reglamentarios, se encon- > trará en el muelle a la misma hora; una Compañía del Regimiento de In- > fantería de Canarias Núm. 37, con bandera, banda y música, con la cabeza > apoyada en la* marquesina del embarcadero del expresado muelle, dando » frente a los edificios de Obras Públicas, Capitanía del Puerto, etc. Una vez » revistada la Compañía desfilará ante S. E. y se retirará a su Cuartel. > En el mismo día de mañana y a partir de las 9 horas, serán revis- » tados por S. E. los Cuarteles en el siguiente orden: Cuartel de Alonso Al- » varado; Parque de Intendencia: Parque de Artillería; Cuartel de San Fran- > cisco; Caja de Reclutas, Sección de Sanidad Militar y Hospital Militar. > Por la tarde a las 15,30 continuará la revista por si Cuartel de » San Fernando, Cuartel de Barracones, Cuartel de la Batería de Montaña » y Taller de Carga. > En este día 26 el relevo de las Guardias será a las 9,30 horas. » A las 9 horas del día 27, revistará las Baterías por el siguiente or- » den: San Juan, Santa Isabel, Polvorín de las Rehoyas, Castillo de San « Francisco, Arenales y Guanarteme. » Por la tarde del mismo día a las 15,30 continuará por la Batería > de San Fernando, Campo de experiencias de Ingenieros, Esfinge, Roque > Ceniciento, Faro, Polvorín Central y Confital. > Art. 2.°— El próximo miércoles día 27, a las 11,30 horas y en la > Sala de Conferencias de Oficiales, tendrá lugar la conferencia que tiene a » 8u cargo el Comandante del Regimiento de Infantería de Canarias Nóm. 39 > D. Eduardo Cañizares Navarro. > A dicho acto asistirán todos los Jefes y Oficiales de la Guarnición ífrancos de servicio. > Lo que de orden de S. É. se publica en la de este día para cono-acimiento y cumplimiento.— El Comandante Jefe de Estado Mayor. Fer- » nando García González. El Jefe de E. M. D. Fernando García González, que había sido destinado por O. C. de 26 de Febrero de 1936 ( D. O. núm. 49), se hizo cargo de su cometido el día 18 de Marzo, cesando el que lo desempeñaba D. Fernando Fernández de Luis. En las dos fotografías que se acompañan, hechas ambas durante la revista del Cuartel de San' Fernando, alojamiento del Grupo Mixto de Ingenieros Núm. 4, se ven, en la primera, al General Raimes a un lado del General Franco y al otro el Jefe del Grupo, Comandante D. José Pinto déla Rosa, y detrás el Comandante Jefe de E. M. D. Fernando García González, Comandante de Ingenieros D. Manuel de León Rodríguez, Comandante de Artillería Ayudante del General Raimes, D. Ramón de Rúa Figueroa Biava y al Teniente Coronel de Intendencia Jefe de los Servicios de Intendencia 20 S. E. el Generalísimo a su llegada a Las Palmas. S. E. el Generalísimo en La- s Palmas. de Canarias D. Manuel López- Aeedo y Cadaval que había sido destinado por O. C. de 4 de Abril ( D. O. núm, 84) y se incorporó a su destino el 2 de Mayo. . En la otfa fotoOTafía, están el General Franco con el Jefe del Grupo, y el Ayudante Teniente Coronel Franco, Teniente Coronel de Intendencia López Acedo y Comandante Jefe de Estado Mayor García González. En la revista del día 27 a la tarde, acompañó a S. E. además del personal de los anteriores, el Excmo. Sr. General Orgaz que se hallaba en esta Plaza. Durante su visita a esta Ciudad, tuvo una entrevista con un periodista del diario « Hoy>, según se publicó en el número del 27 de Mayo, y que dice así: > > Hall del Hotel Madrid. Son las 8 de la noche. Deseamos entrevistarnos con > el General Franco. Un camarero. ¿ El General? le preguntamos. Está en su icuarto, nos contesta. ¿ Quiere Vd. anunciarle nuestra visita? Iré enseguida, » no8 indica: siéntese. » Seguidamente nos encontramos ante el General Franco, quien » acoge nuestra visita con una extremada amabilidad y cortesía. » General, estoy a sus órdenes. > ¿ ? » Tengo gran cariño por Las Palmas: con frecuencia le he didio a » mi Ayudante que deseaba pasarme unos días en esta isla. ¡ Son Vds. tan » amables y tan cordiales! > ¿ ? _ » He venido a revistar las fuerzas para conocer su estado y atenderlas en todas aquellas necesidades que se señalen. H ? ^ Tenerife, está completamente tranquilo. Hay orden— añade— y de » aquí que la gente tenga trabajo. No se nota el problema del paro obrero, > hoy de carácter general en todas las provincias. La vida parece que actual- » mente es más sosegada que en esta capital. H ? » Lo ocurrido en La Laguna carece de la mayor importancia. Un pe- » queño grupo de hombres que se han dado en llamarse comunistas y han ^ iniciado unos cuantos desórdenes. No obstante, la gente es sumamente » buena: no son capaces de hacer daño a nadie. * ¿ ....? > Aquí sucederá lo mismo: tan pronto haya paz comenzará todo a » funcionar bien. Habrá trabajo para los obreros y la isla seguirá su curso » normal. » Deja entrever el General Franco su buen deseo porque los conflic- » tos del puerto no vuelvan a producirse. Dice que hay que enfocar de una » forma rápida y decidida la corriente turística de la isla. Añade que es 21 > ahora el momento de realizar una intensa propaganda y desmentir falsas > noticias que de distintas estaciones radio clandestinas, se estén propagando > 8obre hechos que no han existido. Dice que este asunto del puerto de Gran • Canaria es muy delicado y para ello las autoridades loaales han de tener > que estudiar con gran atención sus problemas y pvitar a todo trance que » vuelvan a producirse conflictos como los anteriores, pues una vez conse- > guido el desprestigio, no es factible volver a la normalidad. > No queremos importunarle más con nuestra entrevista. Varias apersonas esperan al General Franco. En el número del viernes día 29 de Mayo del citado periódico < Hoy> se decía que en la motonave « Dómine » había regresado el ilustre militar a Tenerife habiendo acudido al muelle a despedirle las autoridades, y militares francos de servicio. La conferencia dada en la Sala de Justicia del Cuartel de Infantería, por el Comandante del mismo D. Eduardo Cañizares Navarro, que fué pre* sidida por el General Franco y que era una de las tantas que periódicamente se celebraban en el mismo local a cargo de diversos Jefes y Oficiales de la guarnición, versó sobre « Estudio de un caso particular Je Guerra. La lucha en las calles » y fué desarrollada con la brillantez que corresponde a los conocimientos de este Jefe, quien después de estudiar el problema en general, con gran acopio de datos y citas, hizo el « Estudio de un caso con-creto> referente a esta Ciudad de Las Palmas. El General Balmes, que era quien daba los temas a desarrollar a los diversos Jefes y Oficiales, me encargó anteriormente un estudio de « Movilización industrial » con situación de los talleres, depósitos de gasolina, capacidad de los mismos, etc., etc. y de modo análogo procedía con el resto de la guarnición: también me encargó para ser entregado a él y sin dar explicación de ninguna clase, un estudio de la situación de los transformadores de la corriente eléctrica de la Ciudad, de las líneas de energía que iban a los pueblos, de la situación de las casetas de amarre de los cables submarinos, etc., etc., pero en ningún momento habló de nada relacionado con la actuación del Ejercito fuera de su peculiar servicio, y únicamente, en diversas ocasiones se mostraba alarmado ante el rumbo que tomaba la polí- " tica española, empleando mucho la frase de que « eLEstado iba a dar un salto en el vacío sin saber a donde iría a caer » y asimismo decía otras veces, que él no había pensado nunca en pasar a la Reserva acogiéndose a los beneficios de la Ley de Retiros extraordinarios, pues quería estar en condiciones de poder servir a su patria cuando le necesitase, « al frente de cuatro hombres y un cabo » . La única alusión que hizo al Movimiento Nacional, según vimos después de que éste se produjo, fué el 14 de Julio, al conocerse en esta Ciu-dacl el asesinato del ilustre político español D. José Calvo Sotelo, pues al comentar en su presencia el hecho y la extrañeza de que no hubiese habido en el acto una reacción de los elementos de orden, decía: « antes de lo que Vdes. piensan, quedará vengada la muerte de Calvo Sotelo, pero hay que ir con pies de plomo, pues no podemos volver a un 10 de Agosto » . 22 Entierro del General Balmes. Presidencia del Duelo. CAPITULO II Fallecimiento del General Balmes Fui de los últimos que hablé con el General Balmes, por tanto, estoy perfectamente enterado de sus últimos momentos; además, por haber sido designado Juez para la instrucción del oportuno procedimiento, tengo datos fehacientes del hecho. Desde unos días antes de su muerte, ocurrida en la mañana del 16 de Julio, había expresado el General su deseo de ver un barco de guerra en el momento de ser varado, y se le dijo que en aquellos días iba a serlo el Cañonero « Canalejas » y podría presenciar la operación. Esta se llevó a cabo en la mañana del día 14, y se le avisó la hora al General advirtiéndole que no podía variarse porque había que aprovechar la hora de máxima marea dado el calado del cañonero v la situación de la anguila del varadero: se hizo la varada sin que estuviese presente," y el día 16, en el momento de llegar al Cuartel de San Fernando, anunció el Teniente Ayudante que el automóvil de S. E. estaba parado en la puerta del Taller: regresé a el y en efecto, allí estaba el General sin Ayudante, hablando con unos obreros. En breve, al darse cuenta el Comandante del buque. Capitán de Corbeta, D. Fernando Meléndez Bojart, de la presencia del General, bajó del barco, y los tres, con algunos oficiales más de a bordo, estuvimos vien-' do- el casco en seco, examinando el General la situación de las hélices, arbotantes, timón, etc., etc. Terminado el recorrido, salimos del taller, invitándome en su auto para ir al Cuartel, y en él penetramos, como lo hacía el General muy amenudo, pues solía presentarse en los Cuarteles sin previo aviso, entrando por las compañías, cocinas, etc. Después de hablar de asuntos generales, fuimos a pie hasta la puerta que comunica al Cuartel de Ingenieros con el de Infantería, y allí le formó la guardia al mando del Oficial D. Ildefonso Machado y Méndez Fernández de Lugo, quien le dio las novedades, diciéndonos entonces a los dos, que se iba al Campo de Tiro a probar unas pistolas: al decirle que por estar solo, sin Ayudante ni Jefe de Estado Mayor, le acompañaría, dijo rotundamente que nó: que él no molestaba a nadie, y sin admitir nuevas razones, subió al coche y dio al chófer la dirección del Campo de Tiro. Me despedí del Oficial de Guardia de Infantería y regresé a nuestro Cuartel, marchando directamente a la peluquería del mismo. A los pocos minutos, entró en la citada peluquería el entonces Tte. Ayudante D. Cándido Luis Salazar, y con voz muy alterada dijo: « Mi 23 Comandante: el automóvil del General ha salido muy deprisa del Cuartel de Infantería: va goteando sangre y el General echado en el íondo del coche » . Inmediatamente, tras correr hacia la puerta, cogí un coche que en ella se hallkba, marchando a toda velocidad en dirección a Las Palmas para averiguar lo que había pasado: al llegar a las proximidades del Mercado del Puerto de la Luz, én la casa de Socorro, vi el automóvil parado y entré, encontrando el triste espectáculo del General Balmes echado en la mesa de curas y sin médico alguno al lado, pues el que estaba de guardia al ver que le entraban al General en aquel estado, salió a buscar otros compañeros. Hablé con el General preguntándole lo que había sucedido, pero no contestaba; en vista de lo cual fui inmediatamente al teléfono para llamar a la Comandancia Militar y dar cuenta del hecho, pidiendo viniesen con urgencia médicos, la ambulancia, etc. Por lo visto, desde el Cuartel de Infantería o del de Ingenieros avisaron telefónicamente a la Comandancia cuando vieron pasar el coche del General herido, pues a muy poco rato se personaron en la Casa de Socorro el Teniente Coronel Jefe Accidental del Regimiento de Infantería, D. Francisco de S. Galtier y Pley, a quien le correspondía asumir el mando militar de la provincia y el Comandante Jefe de Estado Mayor, D. Femando García González, y el primero de ellos, al verme en la citada Casa de Socorro y probablemente por ser el único que estaba presente, me dijo: « Usted, Juez » . En el acto llamé al Capitán Juez permanente, D. Cristóbal García Uzuriaga, diciéndole que le nombraba Secretario, y antes de que éste llegara volví a entrar en la sala donde estaba el General, ya rodeado de médicos y de Jefes Militares, intentando tomarle declaración y preguntarle lo que había sucedido, pero seguía sin contestar a lo que se le preguntaba, y sólo decía las frases siguientes: « Qué fatalidad » ; « Maldita pistola » ; « Ay, mi hija » « Que no se entere Julia » ; y no había medio de hacerle pronunciar otras frases. Conforme fueron llegando las Autoridades y Médicos a la Casa de Socorro y pasado los primeros instantes de desconcierto, se pensó en trasladar a S. E. al Hospital Militar para intentar una intervención; se le puso en una ambulancia y fueron con él algunos médicos militares, entre ellos el Capitán Sánchez Galindo: el General se quejaba de dolores en una pierna y constantemente pedía se la cambiasen de posición, sosteniéndosela el citado Capitán Médico, llegando de este modo al Hospital Militar, donde fué transportado a la mesa de operaciones, poniéndosele varias inyecciones; pero todo fué vano, pues poco antes de la una dejó de existir el ilustre General, sin que se hubiera podido proceder a una intervención. Enterado de que estaba actuando el Juzgado Militar, se me acercó el Magistrado D. José Cortés, Juez especial que había sido del conocido asunto de « Casas Viejas » y que fué designado Presidente de Sala por su amigo D. Rafael Guerra del Río, haciéndonos saber que con arreglo a la vigente legislación, correspondía el conocimiento del hecho a la jurisdicción civil, y que debía entregar las diligencias practicadas al Sr. Juez de Instrucción del Distrito de Triana, Sr. Mendoza, para que éste actuase; se le hizo saber así al Comandante Militar Accidental, quien dispuso que para resolver se consultase el caso con el Sr. Auditor de División residente en Tenerife, y desde el teléfono del Hospital Militar solicité una conferencia urgente con la Auditoría de Tenerife y al exponerle los hechos al Auditor 24 éste quedó anonadado al conocer la noticia primera que hubo en aquella isla, pues hasta el momento no se había comunicado nada a la Comandancia Militar: el Auditor dispuso que sin entorpecer la actuación de la juris-dición ordinaria, continuase el procedimiento por el Juzgado militar. En el acto, los dos juzgados, civil y militar, acompañado el primero del Teniente Fiscal de la Audiencia, D. Luis Crespo Rubio, tíos trasladamos con el chófer de S. E. al lugar del accidente, para proceder a la reconstitución de los hechos: allí el chófer nos explicó como S. E. había probado dos pistolas de las cuatro que llevaba y en la tercera al tratar de efectuar el último disparo, se encasquilló y análogamente a cómo había hecho en otras ocasiones, se apoyó el cañón en el vientre, para con la mano derecha hacer más fuerza y dejar corriente el arma, con tan mala fortuna que se disparó ésta, que era una Astra del 9 largo, causándole un destrozo enorme como luego se comprobó en la autopsia, en el bazo, hígado, columna vertebral, etc. Al desplomarse el General, el chófer que estaba a su lado alcanzando las pistolas, lo cogió para meterlo en el coche, pero como no podía con él tuvo que arrastrarlo, viéndose en el lugar las señales de los pies al ser arrastrado hasta meterlo en el coche, y luego salió rápidamente para la Gasa de Socorro, regando por el camino las pistolas que estaban en el estribo del coche y que en las vueltas de la pista militar, salían despedidas por la velocidad del mismo. El Comandante del Parque de Artillería, D, José Fiel Pérez, dijo que aquella mañana había ido el General al Parque a recoger las 4 pistolas que eran el armamento de la Sección de Destinos, y aunque descargadas una de ellas, al montarla, se la apoyó en el vientre; y al hacerle notar el Comandante que eso no debía hacerlo, le contestó que siempre Jo había hecho y nunca le había sucedido nada. También se dijo que unos días antes se le había disparado una pistola y le pasó el proyectil cerca de la faja, y al llegar a su casa dijo a su señora: « Hoy casi te quedas viuda, Julia » . El día 16 a las 5 y media de la tarde, se trasladó el cadáver de S. E. a la Comandancia Militar en cuyo Salón del Trono quedó instalada la Capilla ardiente, constituyéndose una guardia de los Jefes y Oficiales de guarnición, mientras estuvo allí. Según parece, el Comandante Militar de Canarias para justificar en cualquier momento su ausencia de Santa Cruz de Tenerife, había solicitado de la Superioridad autorización para visitar las islas menores, a objeto de poder estar en Las Palmas para tomar el avión que había de conducirle a África, avión que si bien podía tomar tierra en los Rodeos, como varias veces se había hecho, por no ser aquel entonces aeródromo tal, sino sólo un campo donde se podía tomar tierra en caso necesario, no podía sin llamar la atención, ir el avión que habría de buscarle. Según manifiesta el Sr. Coronel Jefe de E. M. D. Teódulo G. Peral, S. E. pensaba salir en la noche del 16 de Julio de Tenerife, pero al enterarse del fallecimiento del General Raimes, pudo embarcar en el « Viera y Clavijo » diciendo que venía sólo a presidir el entierro, como así lo hizo saber telefónicamente a esta Comandancia Militar en la tarde del 16, y por ello el Comandante Militar Acci- 25 dental de esta Plaza dispuso que al día siguiente, a las 8 y ilijedia, estuviesen en el muelle los primeros Jefes de Cuerpo para recibirle. Antes de salir de Tenerife y en yista de que no podían seguirse sus planes tal como los había trazados, de marchar él para África, y que el General Orgaz saliera en cuanto dejara restablecido el orden, encargándose del mando del Archipiélago el General Balmes, se llamó al Sr. Coronel Jefe del Regimiento, D. José Cáceres Sánchez, que era el Coronel más antiguo del Archipiélago y ya quedó convenido que en Tenerife quedaría de Jefe el Coronel de Estado Mayor y aquí vendría el Coronel Cáceres a tomar el mando de todas las fuerzas. El piloto del aparato marca « The Fairey Company Limited » y de la matrícula « G- Acyr*, IVIr. C. W. H. Bebb cuenta que el 9 de Julio fué llamado por el Director de la Compañía en las oficinas del aeródromo de Croydon para preguntarle si aceptaría realizar un viaje con el mayor secreto hasta Cananas, y aceptando, al amanecer del 11 de Julio emprendieron el vuelo con él, el español que había contratado el aparato, el Comandante Hugo B. C. Pollard, su hija Miss Diana PoUard y una amiga Miss Dorothy Watsón, a más del mecánico Mr. G. O. Boyers y del radiotelegrafista, que quedó en Casablanca. La primera escala fué en Burdeos, donde al aterrizar se acercaron varios españoles a hablar con los pasajeros; luego en Biarritz y al salir de allí se le dijo que había que evitar por todos los medios tomar tierra en España y volar hasta Portugal, como así se hizo, tomando tierra en Lisboa donde nuevos españoles esperaban a los viajeros: de allí marcharon a Casa-blanca de donde salieron el 14 de Julio por la mañana y llegaron al aeródromo de Gando en esta isla, hacíalas dos de la tarde de ese día. El Comandante inglés con su hija y amiga de ésta, salieron la misma noche para Tenerife embarcados y al llegar allí el día 15 pudieron comunicar con las debidas precausiones a S. E. que el avión estaba en Las Palmas, y en la noche del 16, cuando embarcó, como hemos dicho, en Tenerife con rumbo a este Puerto S. E. con su esposa e hija, su Ayudante el Teniente Coronel Franco, el Auditor D; Lorenzo Martínez Fuset, venían en el mismo barcd el Comandante mencionado y las dos señoritas, a más de cuatro oficiales de paisano, escolta de S. E. En la noche del 16 a 17 aparecieron en diversos lugares de la población, letreros en las paredes contrarios al General Franco, por lo que el Comandante Jefe de Estado Mayor D. Fernando García González, se personó ¡ en el despacho del Sr. Boix Roig, Gobernador Civil para darle cuenta de ello y pedirle fuesen borrados, a lo que accedió aquel telefónicamente ordenando se procediese a borrar tales letreros, como así sucedió. En el número 803 del sábado 18 del Julio de 1936, del periódico « Hoy » se publicaban los siguientes detalles: « SEPELIO DEL GENERAL BALMES.- UNA IMPONENTE MA- . NIFESTACION ACOMPAÑÓ EL CADÁVER HASTA EL CEMENTERIO » DE ESTA CIUDAD.- EL PUEBLO DE LAS PALMAS HA DEMOSTRADO > UNA VEZ MAS SU HIDALGUÍA ASOCIÁNDOSE POR ENTERO, AL « DUELO. - EN LA COMITIVA FIGURABA EL GENERALDON FRANCISCO 26 » FRANCO Y DEMÁS AUTORIDADES.- EL GENERAL FRANCO REPRE- » SENTABA EL GOBIERNO DE LA KACION. « Las PalmaB se asoció en el día de ayer al duelo producido por la ^ inesperada muerte del Comandante Militar de la Plaza, General D. Ama- » do Balmes Alonso. Una vez más nuestro pueblo ha demostrado el honroso » título de Muy Nable y Leal Ciudad. Millares de personas se situaron des- » de las primeras horas de la mañana en calles y Doca- calles por donde de- « bería pasar la comitiva fúnebre. En balcones y ventanas en todo el trayecto » 8e aglomeró un numerosísimo público. Tal era la consternación que había « causado la muerte del prestigioso militar. Imponente muchedumbre acom- » pañó el cadáver del General hasta el sitio en que se le enterró. Por príme- » ra vez el bello sexo se asoció a esta manifestación de duelo. « LLEGA EL GENERAL FRANCO. > A bordo de uno de los barcos de la Compañía Transmediterránea, « llegó en las primeras horas de la mañana de ayer, el Comandante Militar » de la Región General de División D. Francisco Franco. Acompañado del » General Orgaz, se trasladaron ambas personalidades militares a la Coman- » dancia Militar, dando el pésame en nombre del Gobierno de la República, » a la Sra. Vda. del General Balmes. » EL PUBLICO INVADE LOS ALREDEDORES DE LA COMAN-sDANCIA MILITAR.- LLEGAN LAS AUTORIDADES. « Desde muy temprano la calle de Triana y los alrededores de la « Comandancia Militar, presentaba inusitado aspecto. Numerosos grupos se » estacionaron en las bocas calles. Los balcones y ventanas de las casas del « trayecto por donde debería pasar la comitiva fúnebre, hallábanse abarro- > tados de gentes. » A las diez y media, comenzaron a llegar las Autoridades locales. A « las once menos veinte, llegó a la Comandancia, el Gobernador Civil señor » Boix Roig acompañado del Secretario del Gobierno D. Enrique Mellado. > Luego fueron llegando sucesivamente. Alcalde de Las Palmas, Sr. Fajardo; » Delegado de Hacienda Sr. A. Pérez Cuevillas; Presidente del Cabildo In- « sular Sr. Herrera; Presidente de la Audiencia D. Antonio Rascón; Magis- « trados señores Cortés, Morales Mogollón y Fernández de Castro; Fiscal de « esta Audiencia Sr. Carvia; Teniente Fiscal Crespo Rubio; Comandantes » de los Ruques de guerra españoles surtos en el Puerto; Delegadio Marítimo » Sr. Socorro; Delegado del Trabajo; Inspector de Sanidad Sr. Martín, el Cuer- » po Consular acreditado en esta Plaza con rigurosa etiqueta; Director de la « Prisión Provincial Sr. Ilardia, Concejales de este Ayuntamiento y Conseje- » ros del Cabildo Insular; Jefes, Oficiales y Clases del Ejército, y los Jefes de « los distintos departamentos oficiales de esta Ciudad. » A las once menos cuarto llegó nuevamente a la Comandancia Mi- » litar el General Franco. > DAN EL PÉSAME AL COMANDANTE DE LA REGIÓN. « Momentos antes de ser sacado el cadáver de la Capilla ardiente, » enuno de los salones de la Comandancia, las Autoridades locales, entida- 27 » des oficiales y particulares de Las Palmas, Cuerpo Consular y representa- > ciones de todías las clases sociales, saludaron al General Franco condolién- » dose de la sensible pérdida que acababa de sufrir el Ejército y la guarni- » ción de Las Palmas, haciéndole extensivo de los familiares del General » Balines. > LLEGAN LAS FUERZAS > Con la anticipación necesaria llegaron las fuerzas de la guarnición » para rendir los honores al cadáver. Un Batallón del Regimiento de Infan- > tería con bandera arrollada y luciendo crespones negros, Banda y Música » al mando de un Comandante, se situó dando su cabecera en la esquina de > la calle León y Castillo, Bravo Murillo; una Batería de Artillería compuesta » de una sección de Artillería de Montaña y otra ligera al mando de un » Capitán, y por último una sección de Ingenieros al mando de un Oficial. » ( Este era el Tte. Don Félix Corrochano García que halló gloriosa muerte » en el paso del Cinca en 1 de Abril de 1.938). » EN MARCHA LA COMITIVA.- SE COLOCA EL FÉRETRO EN » UN ARMÓN DE ARTILLERÍA. ^ Numerosos Oficiales sacaron en hombros el féretro del pundono- » roso militar. Al aparecer en la puprta de la Comandancia se hizo el silen- » cio entre las miles de personas allí presentes. El féretro fué colocado en » un armón de Artillería, cubierto de crespones negros. El ataúd lo envol- > vía la bandera Nacional, con la gorra de plato del General, y el bastón de > mando. Varias coronas de flores naturales cubrían el armón. > Momento8 después se puso en marcha la comitiva. En la Presiden- > cia del duelo figuraban en representación del Gobierno, el Comandante > Militar de Canarias, General Franco; un familiar del General Balmes que » reside en Santa Cruz de Tenerife; el Gobernador Civil Sr. Boix Roig; sAlcalde de Las Palmas Sr Fajardo; Delegado de Hacienda Sr. Pérez » A. Cuevillas; Delegado Marítimo Sr. Socorro; Tte. Coronel de Infantería » Sr. Galtier que accidentalmente ostenta el cargo de Comandante Militar » de Las Palmas; y Teniente Coronel de la Benemérita Sr. Baraibar. » Daban'guardia de honor al cadáver, el General Orgaz, Teniente » Coronel Sr. Mateo, Comandante Ayudante del General Sr. Rúa Figueroa, » Comandante del Estado Mayor, Comandante de la Guardia Civil Sr. Lau- » reiro, y Comandante de Ingenieros Don Manuel de León Rodríguez. » La colonia inglesa tuvo una muy destacada representación, figuran- » do en la comitiva todos los jefes de las firmas británicas aquí establecidas » y a la cabeza el vice- Cónsul Sr. Moniz. « También hizo acto de presencia el Cónsul de Dinamarca Mr. Staib, « Gerente, además, de la casa de Alvaro Rodríguez López, consignatario de sFred Olsen. « Otras representaciones consulares formaban igualmente parte del » fúnebre cortejo. » Una multitud inmensa acompañaba al cadáver. El paso de la co- « mitiva fúnebre por Triana, Malteses, Muro, Obispo Codina y Reyes Cató- » licos, fué presenciado por numerosas personas. 28 > EL PUBLICO DESFILA POR ESPACIO DE MEDIA HORA ANTE . » EL CADÁVER. I » Luego de rezarse el respoaso por el clero de la Iglesia de San > Telmo comenzó el desfile del publico ante el cadáver y General Franco. » Este saludaba militarmente a las personas que desfilaban. Por espacio de « más de media hora duró el desfile de todas las personas que acudieron a la « manifestación de duelo. A continuación lo hicieron las fuerzas que le « rindieron honores. » La mayoría de los asistentes, así como las Aiitoridades, siguieron « hasta el cementerio. Al darse sepultura a] cadáver del General, una com- » pañía de Infantería hizo las descargas reglamentarias. « Sólo nos queda decir que Las Palmas se hallaba ayer hondamente > impresionada por la muerte del que fué Comandante Militar General « Balmes. La magna manifestación vista ayer, fué fiel reflejo del dolor que » ha producido la irreparable pérdida del valeroso militar Don Amado « Balmes, y fiel exponente de las simpatías que aquí se había captado. « HOY, reitera a la Viuda del General Balmes la expresión de su « más sentido pésame. » Del mismo modo que habían aparecido los letreros en algunas paredes del trayecto que había de recorrer el entierro, al servicio de información se anunció que durante el acto se pretendía atentar contra la vida de S. E. A los 4 Oficiales que vinieron de Tenerife como escolta del General se agregaron otros cuatro de esta guarnición, que también iban pendientes de S. E. sin que afortunadamente hubiese que lamentar ningún incidente. Al llegar al cementerio, trasladaron el cadáver al local designado para hacer la autopsia, y mientras ésta duró, estuvo el General Franco en un pasillo apoyado en un muro que dá a la playa, departiendo con las Autoridades y Jefes del Ejército: terminado el acto, en el cementerio se despidieron a las autoridades. A eso de las 7 de la tarde de ese día, se trasladó al Hotel Madrid, residencia de S. E., el Comandante Jefe de Estado Mayor Don Fernando García González, a quien inmediatamente le comenzó a dar instrucciones para el movimiento que se avecinaba y que al parecer era para el día 21; a poco tiempo comenzaron a llegar al notel personas que iban a visitar a S. E., entre ellas el Cónsul de S. M. Británica Mr. Head y su esposa, por lo que se hizo conversación corrida teniendo que ser interrumpida la privada, y en vista de ello a las 9 se despidió el Jefe de Estado Mayor, a quien le dio cita para el día siguiente a las 10 de la mañana en el mismo hotel, e insinuado que dada la importancia de la misma, podía continuarla aquella noche, el General prefirió que se continuase al día siguiente. 29 CAPITULO III Iniciación del Movimiento En la noche del 17 de Julio, el Gobernador Civil Sr. Boix Roig entró en su despacho poco después de las doce, donde se encontraba el jefe de la censura, y al ver que no había novedad, pasó a sus habitaciones con ánimo de entregarse al descanso. A poco de estar en su domicilio oyó una llamada telefónica en el despadio de la censura, con señales de ser una conferencia, y volvió a salir para ver de qué se trataba; era poco después de las doce de la noche. Vio que hablaban con Madrid, con el Subsecretario de Comunicaciones, quien hacía presente que en el Norte de África había estallado un movimiento de carácter monárquico, y preguntaba si aquí había o no tranquilidad: contestó el propio Gobernador Civil, diciendo que la tranquilidad era absoluta. Continuaron las llamadas y más tarde se recibió en la Central de Telégrafos un servicio de Madrid, que decía así: sss sss sss sss URGENTÍSIMO, AQUÍ EL JEFE DEL CENTRO URGENTÍSIMO PARA ESE JEFE DE CENTRO QUE ESTARA AHÍ PERSONADO, LE SALUDO AFECTUOSAMENTE, INMEDIATAMENTE LLAME AL GOBERNADOR ESA Y COMUNIQUELE LO SIGUIENTE== DE MELILLA SE HA CAPTADO EL SIGUIENTE RADIOTELEGRAMA= EL JEFE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN AL COMANDANTE GENERAL D E CANARrAS= ESTE EJERCITO LEVANTADO EN ARMAS SE HA APODERADO DE TODOS LOS RESORTES DEL MANDO ESTOS TERRITORIOS. LA TRANQUILIDAD ES ABSOLUTA. VIVA ESPAÑA= PUNTO= URGENTÍSIMO PREVENGA AL GOBERNADOR CIVIL INMEDIATAMENTE COMUNIQUELE ASÍ A LAS PALMAS Y ACÚSEME RECIBO DE QUE ASI LO HA HECHO = ACUSE RECIBO DE QUE ASI LO HA HECHO QUE HA AVISADO VD. A LOS GOBERNADORES CIVILES DE TENERIFE Y LAS PALMAS. ACÚSEME RECIBO. Este telegrama fué llevado al Gobernador Civil, y fué contestado con otro que decía: AQUÍ JEFE CENTRO ACABO ESTAR GOBIERNO CIVIL ENTREGANDO NOTA PERSONALMENTE GOBERNADOR - PUNTO- 30 U Ji. it » ( p. ) n- dt Ul^ GR/= ín ^^/~^- J6í'f>^(: o^ •' VMLÍSÍCC < f O^ VW/ IC- 0 ^* tM* Tt pMtSAn L, / jii^ iUd -^ « yííríSflfl.^. ^ rgUíJX^ quAJX^ C/! M<^ RI/= T. O ¿ / Cm^^ r* Sféjm. (^ mt^ Ja O •• Kf ¿ k^ M> « « / . / 3íi » ¿ ¿ » r, 0 V 1 ^,-. s_ _ /^ IIl! Z>| fc\ p' • r - r » Jar< ü/ t^^~ ' / j- A^ A ^ rtftaL. a » ESTOY COMUNICACIÓN CON TENERIFE CON EL QUE ACABO DE SOSTENER CONFERENCIA CON GOBERNACIÓN. POR SI PUEDE INTERESAR A LAS AUTORIDADES ADVIERTO QUE EL COMANDANTE GENERAL DE CANARIAS ESTA HOY AQUÍ CON MOTIVO ENTIERRO GENERAL BALMES. LE SALUDO. En el Centro de Telégrafos donde se desarrollaron otros acontecimientos que no son del caso exponer, se avisó a los funcionarios exaltados que eran la gran mayoría, y entre una y dos de la madrugada, un grupo de ellos capitaneados por uno llamado Camino, propusieron al Gobernador Civil, ir al Hotel a detener al General Franco, que a aquella hora estaba entregado al reposo y ajeno a todo lo que estaba sucediendo; pero el Gobernador dijo que no le parecía prudente, ni creía que podría realizarse. Alrededor de la una de la madrugada, desde el Gobierno Civil se mandó aviso a la redacción del periódico « Avance » , para que fuese el Director al Gobierno, y el teléfono no dejó de funcionar dando órdenes a las organizaciones obreras y dirigentes. Encargado a varios se localizara al General Franco, le manifestaron que se hallaba en el Hotel Madrid. Alrededor de las tres de la madrugada, se avisó telefónicamente al Teniente Coronel Jefe de la Guardia Civil, para que se presentara al Gobernador: llegó didio Jefe y le comunicó aquél las noticias que tenía de Madrid, al propio tiempo que una pareja le entregó un radio de la Inspección del Instituto en Madrid comunicándole informes y ordenándole que si se declaraba el estado de guerra lo considerase como ilegal. Terminada la entrevista, el Gobernador habló nuevamente con Madrid y dijo al Jefe de la Guardia Civil, que le habían orflenado que detuviesen al General Franco vivo o muerto: nueva llamada de Madrid, directamente al Tte. Coronel de la Guardia Civil, de la Inspección, comunicándole que el movimiento había fracasado, y ordenándole que si tenía armas las repartiese entre el Frente Popular, poniéndose de acuerdo con sus elementos para hacer abortar el movimiento, caso de estallar, en Las Palmas y que tratase de detener al General Franco: el mencionado Jefe dio ordenes telefónicas para concentrar a la Guardia Civil, organizar la defensa del Cuartel y otras escritas para los puestos de la Guardia Civil del Puerto de la Luz, Arucas y Telde, que entregó a los dirigentes obreros Félix González Monzón y Primitivo Pérez Pedraza. Al recibir la orden de detener al General Franco, que se hallaba ya en la Comandancia Militar, dijo al Gobernador que si iba, corría el peligro de que lo detuviesen a él; en vista de lo cual quedó por el momento sin cumplimentar dicha orden en espera de los acontecimientos. Los dirigentes obreros dieron orden de declarar la huelga general, mientras llegaban al Gobierno Civil, políticos. Guardias de Segundad y Asalto, Guardias Civiles, Agentes de Policía y Vigilancia, Autoridades locales, etc. etc. En Santa Cruz de Tenerife se había recibido antes de media noche, el radiotelegrama de África que se esperaba, aunque no para aquel día, como se sabe, y hubo necesidad de esperar a que fuese más de las doce de la noche para tener una conferencia telefónica con Las Palmas, pues a partir de esa hora es cuando se creía poder tener comunicación sin ser sorprendida por parte del personal de teléfonos: pasada la media noche, y alrededor de 31 ^ • üDncí sanan 1 ^ • cy • DDnDDDn •[ ZDEiDano/ l » > v.'- 4Jt] L^^,,' 1= i p= n— II . . . I 1C ! 3D1 Dn nn— fr ^/^ ffl ' O/ ^ 2£ LJa. ¿ del .( S^^ Zy C ¿ M: u-£ e2. da. J^/ íaajuJe. rin. Cu- cV-£ e ¿ g ¿ g . Air& lUr- La ^ ¿ >. <; 3 » ¿ gz ¿ » > g< a. ^ AL^ J^ U^^ J_ Y'ainaj^ iiafrjúa. JfTí ¿ ¿ ¿ ix. i' I. Qr^ ierrLo- OíuiL. 1< Wet7/ gp6i/. Ze ¿ ¿ y<^ n. 9j. Ctuiríid e ¿ K - X Q'hpLrr. cíj ctr. G^ mctrídaUíCi^ í áí ¿ X Síi^'^^^ tíí^ c^.. C^ éeUj'iKU- in ¿ ^/- f> r>^ mm ^^? aQ& 4 X ^^ fU^ ^= ¿ t íyír ¿ íjí ¿ ^ j- ia.. < Í>^ JU:: UZJ^ ¿ k:: 2yci. / J^ T^ g^^^^^ f.... » ^^ Á. ¿ TzIhKj- UjeZ* Eta¡£ Cn^ ikorai} 6 ^ ^ . / g / ¿ : a eojíth!-. \: h Llegado a la Comandancia Militar, se abrió el portillo j vi la guardia reforzada con un pelotón o sección, y al entrar en el despacho del Jefe de Estado Mayor^ quedé asombrado al ver en él a los Generales Franco y Orgaz, Tenientes Coroneles Mateos, Jefe de la Caja de Reclutas, Galtier, Franco Salgado, Pascual Lascuevas Jefe del Grupo de Artillería, Auditor Sr. Martínez Fuset y Teniente de Infantería D. José Nieto Ventura. A mi llegada, el General Franco, que por lo visto había interrogado a los demás Jefes de Cuerpo, y vio que nada se tenía previsto, se dirigió a una esquina llamándome y allí comenzó a decir que había recibido un telegrama de África comunicándole que la guarnición se había levantado en armas, que él quería garantizar el orden aquí, que había llamado al Gobernador Civil para que resignara el mando y declarar el Estado de Guerra, etc., etc.: en medio de esta conversación entre los dos, y sin saber en concreto de lo que se trataba, se acercó Martínez Fuset y dijo: « Tú eres el Comandante Militar déla Isleta, y tienes que irte a tu Cuartel, apoderarte del Puerto de la Luz e impedir que los obreros de allí y los del casco de la población se pongan en contacto » , a lo que el General Franco asintió dándome instrucciones concretas sobre lo que debía de hacer, organismos de que tenía que apoderarme, etc., etc. Le hice saber que tanto la « Federación Obrera> como el Gobierno Civil estaban iluminados y con automóviles a la puerta, diciendo entonces S. E. que ya no se podía esperar más, y que salieran las Tropas a la calle a leer el Bando declarando el Estado de Guerra. Para ir al Cuartel a cumplir el cometido que se me había dado, tenía que recorrer unos 7 kilómetros pasando por los barrios obreros más levantiscos: el General Franco me preguntó si creía poder llegar al Cuartel, contestándole qiíe creía que sí, y al insistir en que podían cogerme prisionero le hice presente que había traído la pistola con dos cargadores y que no era fácil que me detuviesen. Por no disponer en aquel momento del coche de mando y mientras el General Franco me daba instrucciones, salió a la calle el General Orgaz a buscar un taxi a la parada próxima, y una vez que llegó, salieron todos hasta la puerta de la Comandancia a despedirme, pues con esta salida, comenzaba a plasmar las órdenes que estaba dando el jefe de Estado Mayor para iniciar el alzamiento en Gran Canaria; despedido por los Generales y los Jefes de Cuerpo, cuando el General Franco se despedía deseándome buena suerte, el Teniente Coronel Franco Salgado, le dijo: « Quítate de la puerta que te pueden dar un tiro » , a lo que éste contestó: « Aún no han comenzado los tiros » , última frase que oí al que había de ser nuestro invicto Caudillo. Llegué al Cuartel del Puerto de la Luz sin haber tenido el más mínimo entorpecimiento, pues ni guardias municipales encontré en todo el trayecto, y allí se hallaba de servicio el Teniente D. Tomás de la Cuadra Salcedo, y al manifestarle lo que pasaba, este Oficial que hacía diez y ocho días que había llegado de Madrid, habló del movimiento militar en proyecto, de las fuerzas comprometidas, de los partidos políticos, etc., etc. Comencé inmediatamente a avisar a los Oficiales, ordenándoles que se presentasen en el Cuartel, y en el riiismo taxi que llegué, mandé a la Comandancia Militar una estación de Radio y óptica por si nos quedábamos aislados telefónicamente, y conforme iban llegando los Oficiales, con patrullas de la Tropa que había levantado, las iba mandando a la calle 33 a ocupar loa puntos vitales, dándoles severas órdenes de impedir la forma-ción'de grupos y hacer fuego contra ellos a la menor provocación, sin contemplaciones. Al Batallón de Infantería alojado al lado, se le dio la misma orden, y a la Batería de Montaña que tenía 4 piezas, se le ordenó que mandase dos piezas a Las Palmas frente a la Comandancia Militar y otras dos a la Estación del Tranvía, entre Las Palmas y el Puerto, con orden de impedir que los obreros de uno y otro lado se uniesen: como las mismas medidas se tomaron en Las Palmas, con toda rapidez, cuando la población se levantó y se dio cuenta de que algo anormal sucedía, todos los sitios vitales estaban en mano del Ejército y las fuerzas de Guardia Civil, Seguridad, Asalto y Cuerpo de Vigilancia que se nos habían puesto en contra, estaban encerrados en el Cuartel o en el Gobierno Civil, acordonados por el Ejército. El personal del Grupo que estaba presente el día 18 de Julio en la Plaza, era el siguiente: Comandante Jefe. Capitán Capitán Capitán Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Alférez Alférez Alférez Alférez Brigada Brigada Brigada Brigada Sargento Sargento Sargento Sargento Sargento Sargento Maestro Armero Id. Guarnicionero Id. Herrador Celador Cabo Cornetas Cabo id. id. id. id. id. Don José Pinto de la Rosa Don José Tiestos Obiedo Don Ramón Gómez Irimia Don Fernando Delgado Rius Don Cándido Luis Salazar Don Miguel Alonso Becerra Don Julián Borrego Rubiera Don Feliz Corrochano García Don Tomás de la Cuadra Salcedo Don Melchor Camón Gironza Don Gregorio González López Don Manuel Ojeda Bautista Don Baudilio Larrumbe y Sanz de Galdeano Don Manuel Barahona Jaramillo Don José Borrel Gutiérrez Don Antonio Bernal Conde Don Manuel Infantes Cabezas Don Alfonso Aysa Bremh Don Alejandro Peñas Arribas Don José García Salas Don Luis Sánchez Rojas Don Manuel Navarro Montesdeoca Don Juan Gili Olcina Don José Oliver Jimémez Don Cándido Comas Oliver Don Bernabé Gallego López Don José López Almoguera Don Federico Alonso García Benigno Martínez Moreno Diego Hernández González Feliz Falcón Jiménez Agustín Alemán García Eduardo Díaz Falcón Ignacio Quesada Molina 34 Gonzalo Bañólas Reina Entrada del Cuartel Biblioteca de oficiales. Paseo de entrada. Hogar del soldado. ^^ gl^^^^^^^^^^^^ H *" •• • ^ í - . * ' > - : ' " r í ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ r a^ ""-'""" ' imÉm^ " .-- IP*^' f f^ •- !"'> , \ ,• ^^ "''^^ Bft^^^^^^ B^ H k l Detalles de los jardines Cabo id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Cabo interino Tambor Soldado de 1.^ id. id. id. id. id. id. Voluntario id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Soldado de 2." id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Ildefonso Páez de Vargas José de Lara Salado Faustino Pío González Lorenzo Sosa Medina José Navarro Cil Carlos Hernández Alvarez Alberto Maltrana Jiménez Agustín Sáncbez Jorge Agustín Martín Padilla Armando Gil Melián Conrado García Guerra Remigio García Guerra José Miranda Reguera Paulino Hevia García Antonio Suárez Falcón Antonio López Herrera Santiago Moran Sánchez José Gutiérrez Pich José Pérez Mendoza José Hernández Martín Juan Gallardo Ortega Bernardo González Fernández Julián Rodríguez Brito Antonio Padilla Figueroa Manuel Benítez Quevedo Juan Rodríguez Rodríguez Juan Morales Medina Francisco Gutiérrez Pich Francisco Hernández Batista José Vico Jiménez Juan Redondo Camarero Vicente Salinas Jiménez Santiago Álamo Rey Teodoro Rivero Suárez Fernando Bañólas Reina Antonio González Oropesa Antonio Hernández Guerra Antonio Trujillo Miranda Carlos Delgado Santana Francisco García Quevedo Francisco Díaz Sánchez Francisco Estevez Chil José Delgado Padrón Joaquín González Torres José Domínguez Taisma José Castellano Cruz Juan Castellano Cruz Manuel Díaz Sosa Juan Falcón Santana 35 Soldado de 2. » Marcelino Gil Pérez id. Pedro Díaz Quintana id. Pedro González Santos id. Pedro González Déniz id. Antonio. Peña Guarda id. Andrés Padrón Paz id. Domingo Péñate Rodríguez id. Gregorio Ojeda Alemán id. José Pérez Batista id. Juan Laine Hernández id- Miguel Monagas Caballero id. Manuel Navarro Rodríguez id. Pedro Martín Ordóñez id. Francisco García Álamo id, Antonio Bruno Suárez id. Cosme Cáceres Peña id. Antonio García Mena id. Francisco Déniz Navarro id. Rafael Calenti García id. Antonio García Díaz id. Alonso Aranda Jiménez id. Diego Marín Villanueva id. Domingo Coello id. Francisco Heredia García id. Francisco Armas Curbelo id. José Hernández Betancor id, José Guerra Calero id. José Molina Vázquez id. José Madrid Cantero id. José Navarro Hernández id. Eduardo Baños Carretero id. Juan Hernández González id. Julio Falcón Cazorla id. Marcos García Osorio id. Miguel Figueroa Moreno id. Marcial Curbelo González id. Primitivo López Jiménez id. Segismundo Díaz Almeida id. Sebastián González Pérez id. Santiago Hernández Machín id. Santiago García Fernández id. Salvador González García id. Venancio González Ramos id. Antonio Medina Ramos id. Antonio Moreno Ramos id. Agustín Martel Caballero id. Antonio García Hernández id. Alfonso Castro Torralba id. Cesáreo Marrero Déniz 36 Soldado de 2 / Celedonio González Gástellano id. Domingo Padrón Silva id. Domingo Lemes Quintero id. Eugenio Pérez Cabrera id. Eugenio Darías id. Francisco Méndez Auta id. Francisco Mesa Ropero id. Francisco Hernández Suárez id. Gregorio Mateo Ramírez id. Isidro Medina Medina id. José Molina Sosa id. Juan Martín Betancor id. Juan López Alvarez id. José Martín Ojeda id. José Medina Henriquez id. José Medina Santana id. José Montesdeoca Santana id. Juan Melián Mesa id. Juan Jiménez Ramírez id, José Morales Martín id. Juan Martel Martel id. José Monzón Suárez id. Juan García Hernández id. • José Darías Hernández id. José García García id. José López Benítez id. Juan Chinea Negrín id. Manuel Medina Hernández id. Mariano Perdomo Betancor id. Manuel Martín Hernández id. Manuel López Guerra id. Nicolás Ortega Guerra id. Pedro Ortega Romero id. Pedro Padrón Ramos id. Ramón García Díaz id. Ruperto Gómez Magdalena id. Sebastián Perdomo García id. Trino Díaz Martín id. Sebastián García Pérez id. Antonio Henriquez Sánchez id. Antonio Déniz Rodríguez id. Basilio González Viera id. Blas Gil Rojas id. Francisco Falcón González id. José Dámaso Ojeda id. José Naranjo Gambero id. José Déniz González id. José González Rodríguez id, José Santos García 37 Soldado de 2.* Juan Ascanio García id. Juan García Vega id. Mauricio Arteaga Herrera id. Nicolás Díaz Díaz id. Pedro Trujillo Moreno id. Antonio Pons Quesada id. Augusto Romero Real id. Benito Jiménez González id. Ezequíel Navarro Esteban id. Eloy Montesdeoca Hernández id. Francisco Morales Machín id. Francisco Viñolo Merino id. Francisco Malpartida Marín id. José Hernández San tana id. Mariano Martínez Noguera id. Manuel Rodríguez Moreno id. Manuel Marte! Ortega id. Melitón Cabrera Negrín id. Miguel Peña López id. Nemesio Martín Quintero id. Raimundo Lutzardo Rodríguez id. Rafael Romero Gómez id. Rafael Martín Quintero id. Valentín Mateo Sosa id, Santiago Melián Lino id. Antonio Godoy Guerra id. Abel Galván Rodríguez id. Maximino García Carvajal id. Salvador Vega Rodríguez El personal con que contaba el Grupo de Ingenieros, aunque no todos estaban en el Cuartel, pues de esta relación hay que descontar asistentes, ordenanzas, escribientes de la Comandancia de Ingenieros, de la Comandancia Militar, enfermos en el Hospital, Centralistas de la Red Telefónica Militar, Obreros de la línea de la misma, permisos, etc., etc., eran pues: 1 Comandante Primer Jefe. 3 Capitanes. 6 Tenientes. 4 Alféreces. 4 Brigadas. 6 Sargentos. 4 del C. A. S. E. 1 Cabo de Cornetas. 182 de tropa. 38 CAPITULO IV Desarrollo del Movimiento Veamos lo que sucedía en Las Palmas, mientras se ocupaban en el Puerto de la Luz los objetivos señalados por el Comandante Militar, sin dificultad. Desde la madrugada se intentó hablar telefónicamente desde la Comandancia Militar con el Gobernador Civil para que resignara el mando y proclamase el estado de guerra, pero no se avenía. Entre 5 y 6 de la mañana, se personó en el Gobierno Civil el Excmo. Sr. General D. Luis Orgaz Yoldi, y dirigiéndose al Gobernador le manifestó que debido a lo que estaba ocurriendo en la Península, se iba a declarar el « Estado de Guerra » y que resignara el mando, pues él tenía la fuerza y había decidido hacer uso de ella, indicándole que no pusiera inconveniente a la situación que se creaba, lo que fué rechazado por aquel, diciendo que él era el legítimo representante del Gobierno y no autorizaba se declarase el, « estado deguerra>, pues guardar el Orden Público, era función suya: interrogados los Jefes de la Guardia Civil que se hallaban presentes, dijeron que estaban al lado del Gobernador, en vista de lo cual el General Orgaz, marchó nuevamente a la Comandancia Militar a dar cuenta de sus gestiones: enseguida el Gobernador Civil avisó telefónicamente a Madrid la entrevista y el Jefe de la Guardia Civil puso un radiograma a Madrid dando cuenta asimismo. Próximamente a las 6' 15 se presentó frente al Gobierno Civil, tropa de Infantería al mando del Capitán D. Santiago Díaz Treyter, que posteriormente murió por Dios y por la Patria en la Península, declarando el estado de guerra; subió al despacho del Gobernador donde estaba éste con los Jefes y algunos Oficiales de la Guardia Civil, Teniente de Asalto, Agentes de Vigilancia, dirigentes políticos y obreros etc., y le entregó un ejemplar del Bando, y al no quererlo cojer, lo dejó dicho Capitán sobre la mesa, en cuyo momento aquel lo tomó y sin leerlo lo rompió diciéndole al Oficial. « Dígale Vd. a su General lo que he hecho con el Bando » . Este decía así: BANDO DECLARANDO EL ESTADO DE GUERRA. DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, General de División, Comandante Militar de las Islas Canarias, HAGO SABER: Que de conformidad con lo prevenido en el artículo 36 y sus concordantes 7 número 12; 9, número 3 y 171 del Código de Jus- 39 ticia Militar, declaro el Estado de Guerra en todo el Archipiélago, y en su virtud: ORDENO Y MANDO Art. 1.°— Se prohibe la formación y circulación de grupos de tres o más personas. Los que se constituyan serán disueltos inmediatamente por la fuerza, si desobedecieran o resistieran la primera intimación. Art. 2.°— Qneda terminantemente prohibido aproximarse, sin causa justificada, a las líneas de energía eléctrica, conducciones de agua, gas, estaciones telefónicas, cuarteles, polvorines, dependencias militares, establecimientos fabriles e industriales, bancos, hospitales, asilos y cualquier edificio público. Los que lo hicieren lo verificará individualmente y si no justificasen la causa de su presencia, serán detenidos en el acto. Art. 3.°— No podrán celebrarse reuniones, manifestaciones, conferencias, espectáculos o cuantos actos supongan reunión de personas en número superior a tres, sin permiso de mi Autoridad. Art. 4°— Serán sometidos a mi previa censura y como requisito indispensable para circular tres ejemplares de cualquier impreso o documento destinado a la publicidad. Art. 5". - Quedan destituidos los Gobernadores Civiles y Delegados del Gobierno, Ayuntamientos, Cabildos, Man comunidades _ interinsulares y cuantas Juntas de cualquier clase dependan de dichas Corporaciones. Los destituidos integrantes de ellas se abstendrán en el desempeño de su cometido a partir del instante de la publicación de este Bando y la contravención del mismo en este sentido se reputará como suficiente para considerarlos incursos en el delito de rebelión. Con objeto de no dejar desatendidos los servicios y finalidades de aquellos organismos, los Secretarios de ellos conservarán su documentación atendiendo las necesidades de carácter urgente, hasta tanto se personen ante ellos los representantes de mi Autoridad, quienes lo harán acompañados de las correspondientes instrucciones a fin de normalizar con toda urgencia y personal civil la vida de dichas entidades. Art. 6.°— Queda prohibido terminantemente el cierre de establecimientos fábricas, talleres, oficinas y cualquier otra manifestación de actividades. La cesación de ella, la rebaja de salarios concedidos, los pactos que impliquen disminución de los otorgados, la alteración de las bases de trabajo, los despidos sin justificación y cualesquiera otras contravenciones, se estimarán como acto sediciosos, ya lo sean aislada o juntamente cometidos sus autores sometidos a juicio sumarísimo. Del mismo modo se apreciarán as declaraciones de huelga, abandono de trabajo, incitación a aquella o a éste, realización de paros y cualesquiera otras actitudes que entorpezcan las jornadas obreras. La comisión de los hechos antes enunciados motivará el inmediato encarcelamiento de sus autores, juntas directivas, comités y demás personas qne aun sin relieve corporativo pudieran considerarse como provocadores del movimiento, así como la clausura de las Asociaciones patronales u obreras causantes de tales actos. Art. 7.°- En el plazo de doce horas a partir de la publicación de este bando, los tenedores de armas cortas y largas de fuego, substancias 40 I explosivas, armas blancas de usos distintos de los domésticos, agrícolas o industriales, estén o no provistos de licencia, deberán entregarlas en los puestos de la Guardia Civil del domicilio del poseedor, por cuyos Comandantes se les refrendará la documentación y les será expedida en su caso, de acuerdo con las instrucciones que tienen recibidas, procediendo a la recogida, reseña o inventario de las que ocuparan. Pasado este plazo los tenedores de armas de fuego dentro o fuera del domicilio serán considerados como rebeldes y en igual forma los que lo fueren de substancias explosivas, incendiarias o corrosivas. Art. 8.°— Quedan sometidos a la Jurisdicción de guerra y juzgados en procedimiento sumarísimo todos los autores, cómplices o encubridores de cuantos delitos se previenen contra el orden público en el Código Penal ordinario, de Justicia Militar y Ley de Julio de 1933. Art. 9.°— Quedarán a mi disposición y a mis inmediatas órdenes o a la de los Comandantes Militares de las Plazas en su caso, todas las fuerzas armadas que dependan de otras Autoridades, teniendo desde este momento las que no lo tuvieran con anterioridad, la consideración de fuerzas armadas. Los funcionarios públicos y demás Corporaciones Civiles que no presten el inmediato auxilio que mis subordinados le reclamen para el restablecimiento del orden, serán suspendidos en el acto de su empleo, cargo y sueldo o gratificación anexos, sin perjuicio de las responsabilidades en que incurrieren. Art. 10.°— Serán considerados como presuntos reos de sedición o rebelión, las personas que se encuentren o hubiesen estado en sitios de combates y asimismo aquellas que fueren aprehendidos huyendo o escondidos, después de haber estado con los estimados como rebeldes o sediciosos, y cuantos propaguen noticias o informaciones tendenciosas. Art. 11.°— Hasta nueva orden queda prohibido el tráfico por carreteras y en el interior de las poblaciones por medio de vehículos de tracción mecánica o animal, ya sea de propiedad particular o de servicio público, excepción hecha de los autobuses tanto urbanos como interurbanos, y tranvías. Los automóviles, motocicletas, bicicletas y demás medios de locomoción que precisaren circular lo harán previa autorización que se les expedirá en las respectivas Comandancias Militares. A los efectos de términos legales, se hace la publicación de este bando a las seis horas del día de hoy. Las Palmas, 18 de Julio de 1936. FRANCO. En las primeras horas de la mañana, se leyó por la estación E. A. J. 50 Radio Las Palmas, de la que se habían incautado las fuerzas del Ejército, la siguiente: ALOCUCIÓN AL PUEBLO ESPAÑOL POR EL GENERAL FRANCO Españoles: A cuantos sentís el santo amor a España, a los ( jue en las filas del Ejército y Armada habéis hecho profesión de fé al servicio de la Patria, a los que jurasteis defenderla de sus enemigos hasta perder la vida, la nación os llama en su defensa. 41 La situación de España es cada día que pasa más crítica. La anarquía reina en la mayoría de sus campos y de sus pueblos: Autoridades dé nombramiento gubernativo presiden, cuando no fomentan, las revueltas. A tiros de pistola y ametralladoras se dirimen las diferencias entre los bandos de ciudadanos, que alevosa y traidoramente se asesinan, sin que los poderea públicos impongan la paz y la justicia. Huelgas revolucionarias de todo orden paralizan la vida de la Nación arruinando y destruyendo sus fuentes naturales de riquezas y creando una situación de hambre que lanzará a la desesperación a los hombres trabajadores. Los monumentos y tesoros artísticos son objeto de los más enconados ataques de las hordas revolucionarias, obedeciendo a las consignas que reciben de las directivas extrangeras, que cuentan con la complicidad o negligencia de los Gobernadores móntenles. Los más graves delitos se cometen en las Ciudades y en los campos, mientras las Fuerzas de Orden Público permanecen acuarteladas, corroídas por la desesperación que provoca una obediencia ciega a gobernantes que intentan deshonrarla. El Ejército, la Marina y demás institutos armados, son blancos de los soeces y calumniosos ataques, precisamente por aquellos que deben velar por sus prestigios. Los estados de excepción y de alarma sólo sirven para amordazar al pueblo y que España ignore lo que sucede fuera de las puertas de sus villas y ciudades, así como para encarcelar a los pretendidos adversarios políticos. La constitución por todos suspendida y vulnerada, sufre un eclipse total: igualdad ante la Ley, ni libertad aherrojada por la tiranía, ni fraternidad; cuando el odio y el crimen han sustituido al mutuo respeto, ni imi-dad de la Patria amenazada por" el desgarramiento territorial más que por el regionalismo que los propios poderes fomentan; ni integridad y defensa de nuestras fronteras, cuando en el corazón de España se escuchan las emisoras extrangeras qué predican la destrucción y el reparto de nuestro suelo. La Magistratura Española que la Constitución garantiza, igualmente sufre las persecuciones que la enerva o mediatiza y recibe los más duros ataques a su independencia. Pactos electorales hechos a costa de integridad de la propia patria, unidos a los asaltos de los Gobiernos Civiles y Cajas fuertes para falsear las actas, formaron la máscara de la legalidad que nos preside. Nada contuvo la apetencia de poder: destitución ilegal del moderador; glorificación de la revolución de Asturias y de la separatista catalana, una y otra quebrantadora de la Constitución que en nombre del pueblo era el Código fundamental de nuestra Instituciones. Al espíritu revolucionario en conciencia de las masas engañadas y explotadas por los agentes soviéticos que ocultan la sangrienta realidad de aquel régimen que sacrificó para su existencia veinticinco millones de personas, según en la malicie y negligencia de autoridades de todo orden que amparadas en un poder claudicante carecen de autoridad y prestigio para imponer el orden y el imperio de la libertad y de la justicia. ¿ Es que se puede consentir un día más el esjpectáculo vergonzoso que damos al mundo? ¿ Es que podemos abandonar a España a los enemigos 42 Sr. Coronel de Ingenieros Don [ osé M. Pinto de la Rosa. Sr. Jefe de Estado Mayor de Las Palmas, Don Fernando Garda González. Excmo. Señor Don Luis Orgaz Yoldi. Don José Cácercs Sánchez. de la Patria con un'proceder cobarde y traidor entregando las industrias y la existencia? Eso no: que lo hagan los traidores, pero no lo haremos quienes juramos defenderla. Justicia e igualdad ante la ley os ofrecemos, Paz y amor entre los españoles. Libertad y Fraternidad excenta de libertinaje y- tiranía. Trabajo para todos. Justicia social llevada a cabo sin antojos ni violencias. Y una equitativa y progresiva distribución de la riqueza sin destruir ni poner en peligro la economía española. Pero frente a esto, una guerra sin cuartel a los explotadores de la política, los engañadores del obrero Honrado, a los extranjeros y extranjerizantes que directa o solapadamente intentan destruir España. En este momento es España entera la que se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia: en todas las regiones, el Ejército y la Marina y las fuerzas de Orden Público se lanzan a defender la patria. La energía en el sostenimiento del orden que estará en proporción a la magnitud de las exigencias que se ofrezcan. Nuestro impulso no se termina por la defensa de los intereses bastardos, ni por el deseo de retroceder en el camino de la historia, por que las instituciones, sean cuales fueren, deben garantizar un mínimun de convivencia entre los ciudadanos que no obstante las ilusiones puestas por tantos españoles se han visto defraudados, pese a la transigencia y comprensión de todos los organismos nacionales con una respuesta anárquica, y la realidad es imponderable. Como la pureza de nuestras intenciones nos impide yugular aquellas conquistas que representan una base en el mejoramiento político social y el espíritu de odio y de venganza no tiene albergue en nuestros pechos, del forzoso naufragio que sufrirán algunos ensayos legislativos, sabremos salvar cuantos sean compatibles con la paz interior de España y su anhelada f ; randeza, haciendo reales en nuestra Patria por primera vez y por este orden a trilogía: Fraternidad: Libertad e Igualdad. Españoles: ¡¡ VivaEspaña!! j ¡ Viva el honrado pueblo español y malditos los que en lugar de cumplir sus deberes traicionan a España!! General Francisco Franco. A un periodista, dio el General Franco que con el General Orgaz y demás Jefes y Oficiales, estaba en la Comandancia Militar de Las Palmas, unas cuartillas que decían: > Se reciben noticias de España que ante la situación de caos que el » Gobierno no era bastante a cortar, el Ejército de Marruecos se alzó en aromas en movimiento nacional para restaurar el orden perturbado. Nuestra > gloriosa Marina de Guerra y la casi totalidad de las regiones peninsulares » se han fundido en el Movimiento. La gloriosa y esforzada Guardia Civil Es- » pañola y Guardia de Asalto y Orden Público, unidos al Ejército son acla- » raados por el pueblo. » E1 Gobierno impotente ante el arranque nacional de patriotismo, > trata con los Jefes Militares para facilitarles el camino. 43 » En Santa Cruz de Tenerife desde las 8 de la mañana del día de » lioy declarado el Estado de Guerra, todas las fuerzas de Guardia Civil, > Asalto y Orden Público prestan juntas los servicios de seguridas y vigilan- » cia: las gentes les aclama a su paso. > En Las Palmas se ha declarado a las 6 de la mañana el estado de > guerra en los términos que se expresan en el Bando. > Por la radio, la Autoridad Militar ha dirigido la siguiente procla- » ma: ( la ya expresada). > Han quedado suspendidas con arreglo al bando, las autoridades » civiles provincial y local, que hasta ahora desempeñaban las funciones » administrativas. Por radio se leyó repetidamente, la proclama que a continuación se expresa. » E1 movimiento de dignidad militar que inicia el Ejército de África » y al que se une la Marina de Guerra, nuestro Archipiélago y las guarnicio- » nes peninsulares, con el ansia de poner fin al estado caótico de nuestra » Patria, hace que en estos instantes redoblemos nuestros esfuerzos, para » definitivamente poner a nuestra Nación a la altura que nuestros corazones ^ desean, mereciendo así el rango a que tiene derecho en la comunidad de > los pueblos civilizados, sin que pretéritos hechos hayan sido otra cosa que » un paréntesis en la Historia que seguimos bajo la República. Desde que el público se enteró de lo sucedido, comenzaron a afluir a la Comandancia Militar toda clase de personas de orden a ponerse a las órdenes de los Jefes del Movimiento salvador de España, así como la casi totalidad de los militares en Reserva, Retirados, con licencia, etc. y gran parte de la juventud sana, a la que se empezó a repartir armas para comenzar los servicios en las calles, ya que las tropas de la guarnición eran impotentes para atender a todo lo necesario. A las 10 y media de la mañana se ordenó por el Jefe del Regimiento de Infantería al Comandante D. Carmelo Guzmán González que procediese a la ocupación del Ayuntamiento de la Capital, y con varios oficiales y 40 hombres, marchó al mismo donde encontró a la Guardia Municipal formada en el vestíbulo, con armas, y al mando de la misma, su Jefe que era el Brigada de Infantería D. Alberto Hernández Suárez, quien al ver al Comandante se le presentó dándole las novedades, quedando la tropa a la expectativa en la Plaza de Santa Ana frente al edificio y vigilando las calles de acceso a la misma. Se dijo que el piso alto del Ayuntamiento estaba ocupado por extremistas con pistolas, pero el Comandante Guzmán entró y vio al Secretario del Ayuntamiento y un Concejal, quienes le dijeron que el Alcalde Sr. Fajardo estaba en el Gobierno Civil, y a ellos les manisfestó 2 ue de orden de la Auroridad Militar se incautaba del Ayuntamiento, pi-iéndole informase el paradero del resto del personal. Desde el teléfono de aquel establecimiento, avisó al Regimiento dando cuenta de haber cumplido su cometido sin novedad. Mientras se terminaba la ocupación de la Ciudad por las fuerzas militares, al Gobierno Civil, ya cercado por tropas, iban acudiendo dirigentes, políticos y todos aquellos que creyeron que por hacer allí acto de 44 presencia, iban a ser recompensados con algún cargo de importancia, y así se dio el caso entre otros muchos, de un funcionario, que estando en su oficina, se despidió de sus compañeros, diciendo: « Voy a ver la mascarada de los militares » y después de andar un poco las calles de la población, entró en el Gobierno Civil para hacerse visible y contraer méritos para sus miras políticas: ¡ El ver esta mascarada de los militares » , le valió varios meses de campo de concentración y trabajar en la construcción de carreteras como peón! Todo era euforia en el Gobierno; se compadecían de los que se habían alzado en armas contra él, viéndose asistido de toda la fuerza de orden público con sus Jefes ( Guardia Civil, Asalto y Vigilancia), y a ello contribuía las noticias que les daban desde Madrid oficialmente y además por radio. Contando con personal en la Delegación Marítima, como entonces se denominaba la Comandancia de Marina, creyeron que las fuerzas de la gloriosa Marina Nacional se pondría a su lado y enviaron al cañonero Canalejas, que estaba varado, un oficio que recibió su Comandante el Capitán de Corbeta D. Fernando Meléndez Bojart que decía así: » En virtud de las circunstancias, sírvase personarse en este Gobier- » no Civil con todas sus fuerzas armadas para ponerse a disposición del Go-xbierno de la República.— Las Palmas, 18 de Julio 1936.— El Gobernador > Antonio Boix.— Rubricado. Este oficio lo recibió por conducto de dos Agentes de Vigilancia y les contestó de palabra que por estar su buque varado, no le era posible ir, pero que ordenaba al Alférez de Navio Sr. Izquierdo marchase al Gobierno Civil, como así lo hizo. Poco después D. Fernando Meléndez recibió un oficio que decía: « Sírvase V. S. sin excusa ni pretexto alguno, ponerse a disposición » de mi legítima Autoridad con toda la fuerza y armamento de que dispon- » ga, en este Gobierno Civil.— Viva V. S. muchos años.— Las Palmas 18 de » Julio de 1936.— Antonio Boix.— Rubrioado. Al recibir este segundo oficio, volvió nuevamente el Alférez de Navio D. Luis Izquierdo, quien antes había hablado de la imposibilidad de acudir al requerimiento del Gobernador, por estar el buque varado, e insistió en sus manifestaciones, y entonces el Sr. Boix, le dijo en forma violenta: MENOS CONVERSACIÓN, OFICIAL, ¥ QUE VENGA SIN EXCUSA NI PRETEXTO CON TODAS LAS FUERZAS CON QUE CUENTA A PONERSE A LAS ORDENES DE MI LEGITIMA AUTORIDAD. Marchó aquél nuevamente al Puerto de la Luz a darle cuenta de ello a su Comandante; eñ el Gobierno Civil estaban esperando ver acercarse las tropas de marina en una lancha desembarcando por el muelle de Las Palmas, para oponerse a las del Ejército, y al ver que tardaban, alguien se asomó al balcón y vio oficiales de Marina en la puerta de la Comandancia Militar, con lo que ya tuvieron el convencimiento de que en Las Palmas, el movimiento había triunfado y que ellos eran incapaces de hacerlo abortar; varias personas intentaron salir del Gobierno, pero ya las tropas que lo acordonaban, lo impidieron. 45 Pudo salir del Gobierno, un Goncejal que fué a entrevistarse con el Ayudante del General Franco, y éste le dijo que debería rendirse el Gobierno Civil pues el General no quería abrir un abismo entre dos miembros del mismo cuerpo, como sería si se enfrentase la Guardia Civil con el Ejército; el comisionado dijo que del mismo modo pensaba el Sr. Boix Roig y que sería una insensatez enfrentarse las tropas, ya que lo que sucediese en Canarias no tendría repercusión en la Península y aquí se debería correr la suerte de lo que allá pasase. Vista la situación en la provincia, desde el Gobierno Civil se reiteró la orden de declarar la huelga general, si bien algunos de los dirigentes, que no quisieron quedarse en el Gobierno Civil, se dedicaron a pasearse sin armas delante de los Cuarteles para ser detenidos antes que hubiesen desórdenes, como así se hizo con algunos. A media tarde y por la azotea del Gobierno Civil, llegó allí un papel de las Milicias Socialistas preguntando si querían armas y si ellos deberían echarse a la calle, pero al conocer la situación de la plaza, se les dijo que no. A media mañana de ese día, el Tte. de Intendencia Administrador del Hospital Militar, tuvo una conferencia telefónica con el Tte. Jefe de las tropas de este Cuerpo, diciéndole que se había enterado que había estallatto un movimiento monárquico y que le avisaba para que no se dejase sorprender, recordándole que con su sección debería ponerse al lado del Gobernador. Esta que fué la única nota discordante del Ejército en Las Palmas, se la comunicó al General, quien condescendió a decirle que el movimiento tenía por fin salvar a España del caos a que la llevaba el Gobierno que era prisionero de los extremistas, y que como no quería comenzar el movimiento siendo cruel, se limitaba a mandarlo al Castillo: así se hizo y posteriormente fué condenado a doce años de prisión mayor. Alrededor de las 11 de la mañana, se avisó al Jefe de la Guardia Civil que estaba encerrado en el Gobierno, que el General Franco le llamaba por el teléfono; acudió éste al aparato saludándole con las frases « A sus órdenes, mi General> contestándole éste: « No está a mis órdenes al estar ahí » , haciéndole el General reflexiones sobre la finalidad del movimiento, que no atendió dicho Jefe. Poco después, cuando en la Comandancia Militar se tuvo noticias de que la carretera de Gando se encontraba libre y el pueblo de Telde sumaHo al Glorioso Alzamiento y la mar sin posibles enemigos, el General Franco dispuso su partida en el avión que le esperaba. En el patio central, el General subió al coche que había de ocupar, pronunciando breves palabras entre el entusiasmo de los presentes, y terminó pidiéndoles a todos dos cosas fundamentales: Fé y Disciplina. Marchó desde allí al muelle de Las Palmas, donde embarcó para Gando a tomar el avión que había de llevarlo a Marruecos. Al Gobierno Civil llegó la. noticia de que el movimiento había fracasado en toda España y que el General Franco huía en avión para mardiarse al extranjero: al pasar el remolcador que lo conducía por frente a la trasera del Gobierno Civil, varios de los que allí estaba dijeron a la Guardia Civil que disparase sobre él, pero estos contestaron que el remolcador estaba fuera del alcance de sus armas. Con esta noticia, unida a las 46 de la Radio, volvía la tranquilidad de los que allí estaban esperando de un niomento a otro la noticia de la. rendición del General Orgaz con la guarnición. A todo esto, ya se dominaba la población, y aún no había comenzado el tiroteo que duró luego varios días; pero las noticias que se recibían del interior de la isla eran malas, pues en varios pueblos se había proclama-madp el comunismo libertario y todos los mandos habían sido tomados S or los extremistas, habiéndose volado, entre otros, los puentes de Tenoya y íoya, estando todas las comunicaciones interrumpidas, lo mismo que las telefónicas. En Arucas se organizaron partidas armadas que fueron a los pueblos de los alrededores, requisaron armas, automóviles etc., decretaron la huelga general en todo el Norte y acordaron resistir a las fuerzas del Ejército cuando éstas se presentasen, a cuyo efecto volaron el puente de Tenoya en la carretera de Arucas a Las Palmas y el de los Granadillos en la de Arucas a Teror. Se acercó a Arucas una patrulla de elementos de orden, que fué recibida a tiros y tuvo que regresar para pedir refuerzo al Ejército; a este efecto, a las tres de la tarde salió de Las Palmas al mando de una patrulla de treinta hombres con dos tenientes, el Capitán de Artillería D. Manuel Pardo Ochoa y al llegar a Tenoya les dijeron los vecinos que había una media hora habían volado el puente, llegando hasta Arucas donde estaban a las 7 de la tarde, y a las 7 y media se dirigió por escrito al Alcalde dándole cuenta de la declaración del Estado de Guerra y que se rindieran: este Oficio lo recibió el Jefe de la resistencia del Norte, Fulgencio Egea, Farmacéutico de Agaete que luego fué pasado por las armas, y sirvió de mofa. Quedaron a la entrada del pueblo, cogiendo a una patrulla de extremistas armados; al amanecer del 19. se comienza un ataque en regla para tomar Arucas; se despliega y las fuerzas son recibidas con nutrido tiroteo y profusión de petardos y bombas, logrando al poco tiempo vencer aquella resistencia y poner en precipitada fuga a los asaltados con sus Jefes a la cabeza. En los pueblos de Guía, Gáldar y Agaete, se dispuso la requisa de armas y la organización de fuerzas para resistir a las del Ejército, proclamando al poco tiempo la huelga general; procedieron a detener multitud de personas de derechas, requisaron e inutilizaron muchos aparatos de radio, se dotó a los obreros de armas y explosivos haciendo que ocupasen los edificios públicos y lugares estratégicos y de acceso a los referidos pueblos. Volaron diferentes obras de fábricas y se apoderaron en « El Morro » , lugar de paso, permaneciendo así cometiendo toda clase de desmanes, registros, encarcelamientos, etc. durante los días 18, 19 y 20 de Julio. El día 19 se repartió en los pueblos del Norte la siguiente hoja: « OBREROS Y CAMPESINOS DE CANARIAS. PEQUEÑOS CO- « MERCIANTES. PEQUEÑOS PROPIETARIOS. PEQUEÑOS INDUSTRIALES « Camaradas: el intento de golpe de estado fraguado por los milita- » res reaccionarios y por los elementos fascistas, HA FRACASADO TOTAL- « MENTE. Las noticias recibidas en la madrugada de hoy del Gobierno de » la República, acusa el aplastamiento total y fulminante de este movimien- 47 > to, con el que se intenta sumir en el hambre y en la miseria al laborioso » pueblo español. > Solamente en Gran Canaria se da el caso de que un exiguo núme- » ro de señoritos chulos, quiere seguir esta aventura, aún sabiendo que de « todas formas nada conseguirán. Para dar la justa réplica a estos ladrones » del pueblo, todos los obreros y campesinos, todas las mujeres canarias « deben estar dispuestos a defender las conquistas logradas con el triunfo « del 16 de Febrero y a defender también al Gobierno nacido de este triunfo « del Frente Popular, « Obreros y Campesinos: ¡ En pie, compañeros! ¡ Valientes mujeres « de Canarias, a defender el derecho a la vida de vuestros hijos! > [ Viva la alianza obrera y campesina! >¡ Vivan las Milicias obreras y campesinas! » ¡ Viva el Frente Popular! >¡ Mueran los ladrones y asesinos! » Comité del Norte de Norte de Gran Canaria de Defensa de la > República » . Como ya hemos dicho, poco después de salir en la madrugada del 18 de Julio del Hotel Madrid, el General Franco, salieron acompañadas por dos de- los cuatro Oficiales de la escolta, la esposa e hija de S. E. quienes E asaron al pabellón del Comandante Jefe de Estado Mayor, donde a aquella ora se le prepararon unas camas y allí permanecieron hasta media tarde del propio día que, acompañadas ambas del Auditor Sr. Martínez Fuset, pasaron abordo del buque de guerra « Arcila> surto en la bahía, permaneciendo en él hasta el medio día siguiente que trasbordaron al buque alemán « Wadai » que las condujo a Portugal. Vista la situación creada en el interior de la isla, agravada con el hecho de que en la mañana del día 19 se organizaron grupos en Telde que hicieron fuego contra las fuerzas del Ejército que allí había llegado, y que en realidad no se contaba más que con la población de Las Palmas, donde ya se habían iniciado los tiroteos desde las azoteas, decidió el General Or-gaz, terminar con la resistencia del Gobierno Civil y despejar la situación a objeto de poderse dedicar por entero a los problemas planteados, a cuyo efecto se dispuso que dos piezas de artillería meran emplazadas próximas al edificio del Gobierno Civil, así como un mortero de Infantería, para intimar su rendición, y caso de insistir en su actitud, romper el fuego sobre el mismo, donde se sabía que se contaba con leales según desde media tarde anterior habían mandado a decir dos Tenientes de la Guardia Civil de los que allí se encontraban. Al amanecer del día 19, un oficial del Regimiento de Infantería, pasó al Cuartel de la Guardia Civil, donde habían fuerzas al mando del Capitán Pacheco, a quien el día antes se había intentado hablar varias veces desde la Comandancia Militar y siempre contestaba lo mismo sin atender a razones: « Yo, con mi Teniente Coronel>. Este oficial pidió que le permitiesen hablar a los guardias y concedida autorización les hizo ver lo improcedente de su actitud al no querer unirse al Ejército salvador de Es-pana. Vista la actitud francamente favorable de la mayoría de estos, un 48 oficial de allí dijo que él iba a ir al Gobierno Civil a hablar con sus compañeros y que si no llegaban a un acuerdo, ya quedarían en libertad para obrar c^ da uno como le aconsejara su propio espíritu y honor. Salió éste y entró en el Gobierno a ver a sus compañeros y los Tenientes Santana y Salas que allí estaban le dijeron que los Jefes y Capitán no deponían su actitud, y que ellos solos con quienes quisieran se^ irles saldrían a la calle a ponerse al lado del Ejército; ya con esta impresión, habló con varios dirigentes y algunos le dijeron que para cesar en la resistencia, tenían antes que conocer las condiciones de la Autoridad Militar, y a ese efecto, este Oficial marchó a ver al General Orgaz dándole cuenta de lo ocurrido, y éste determinó ir personalmente a parlamentar sin intermediarios de ninguna clase. Mientras tanto se reunieron en el despacho del ( Gobernador, éste con los Jefes allí presentes y algún político, para celebrar una especie de consejo pidiendo su opinión a los militares sobre la posibilidad de resistir dentro del edificio, hasta tanto de la Península, donde estaban seguros que el Gobierno había dominado la situación, vinieran fuerzas a socorrerlos. Por los Oficiales afectos al Ejército, se hizo presente la imposibilidad de resistir, y diciendo además que por pronto que pudiera organizarse en la Península una expedición de socorro, tardaría ocho días en llegar, y luego como la guarnición disponía de todas las baterías de costa y díemas elementos, no era empresa fácil, aún suponiendo que llegasen barcos, el tomar esta Plaza. En vista de estos razonamientos y otros de distinta índole sóbrela actitud de la tropa de la Guardia Civil, muchos de los cuales tenían los fusiles sin municiones para que no pudieran dispararse ni aún por casualidad, los presentes acordaron rendirse al Ejército para no derramar sangre y esperar de este modo las tropas que habían de venir a reponerlos. De análoga manera se expresaban algunos oficiales de Telégrafos que se paseaban por los alrededores de la Central diciendo que como de un momento a otro esperaba que el Ejército se sometiese, estaban allí preparados para poder dar servicio enseguida sin esperar a que fuesen a llamarlos a sus domicilios. ¡ Tal convencimiento tenían unos y otros de su triunfo! Entró solo el General Orgaz en el edificio admirando a todos con su valor personal, y el Gobernador destituido le dijo que quería deponer su actitud, haciendo manifestaciones de que en nmgun momento intentó hacer acto alguno de hostilidad y de agresión con las fuerzas de la Guardia Civil encerradas en el Gobierno, y que pedía se le dijese cuál había de ser su situación y de los paisanos que se hallaban dentro del edificio. El General estimó que por parte de D. Antonio Boix Roig se había mantenido con dignidad el prestigio de su cargo, por lo que le ofreció, no como capitulación, sino libre y expontáneamente, la libertad para que se trasladase a donde quisiera con la restricción única y natural de señalarle la conveniencia de que suprimiera toda clase de relaciones imprevistas que pudiera originarle el perjuicio de ser detenido por sospechoso. Las fuerzas de la Guardia Civil al mando del Teniente Don Mariano Santana de la Rosa, marcharon formadas a la Comandancia Militar a ponerse a las órdenes de las Autoridades Militares, y del Gk) bierno Civil se hizo 49 cargo el designado para ello por el General Orgaz, a quien el ex- Gobernador Boix, hizo presente que sólo cedía por la fuerza. Con ello quedó liquidado el foco de rebeldía de la Ciudad j el mando podía dedicarse libremente a resolver los problemas que se le presentaban en el interior de la isla, y en las demás del Archipiélago, ya que el General Orgaz tenía el mando total de las siete islas, y entre las cuales se hallaba la de La Palma que estaba en poder de los extremistas y así permaneció ocho días, hasta que tuvo que salir un buque de ésta con fuerzas para reducir a las de aquella. A las 12 del día 19, el General Orgaz acudió a la misa de la Catedral haciendo el recorrido a pie sin más acompañamiento que su Ayudante. A su paso especialmente al regreso por la calle de Triana, el pueblo de Las Palmas desde ventanas, balcones, y en la calle aclamó a la primera Autoridad Militar, victoreando a España y prestando todo el calor de su apoyo y adhesión al Glorioso Movimiento Nacional. El día 20, en el Puerto de la Luz, en uno de los tiroteos contra los elementos obreros, murieron los soldados de Infantería JUAN JIMÉNEZ MARIANO j FRANCISCO ANDRADE GÓMEZ, que fueron los primeros gloriosos caídos de Gran Canaria y cuyo entierro se verificó solemnemente el día 21, siendo sus restos transportados en un armón de Artillería, figurando en la Presidencia del duelo el General Orgaz y demás autoridades y Jefes de Cuerpo. El día 21 y cumpliendo órdenes de la Superioridad, salió a la mar el guardacosta " Arcila" a las 6 de la mañana para intimidar a rendirse a los grupos de rebeldes situados en el monte que dominaba la cuesta de Silva y los pueblos de Guía, Gáldar y Agaete, en poder de Autoridades extremistas. A las 8 horas se rompió el fuego de cañón sobre las alturas que dominan la carretera de Arucas a Guía, así como. sobre la montaña de Gáldar en las que se había observado concentración de rebeldes. En los pueblos de Gáldar y Guía se izaron varias banderas blancas. Como el estado de la mar no permitía efectuar operaciones en la costa entre Arucas y Sardina, se ordenó a los grupos que se aproximaban con intenciones de parlamentar, dirijirse al puerto de Sardina, y en el mismo fueron recibidas a bordo comisiones de vecinos de Gáldar y Guía, en unión de elementos marxistas, algunos con representación municipal. Estas comisiones manifestaron que los dirigentes rojos habían huido y que ellos garantizaban el orden. Se comisionó a un Comandante del Ejército, en unión de varios Oficiales y un « Sargento de la Guardia Civil protegido por la fuerza armada de la dotación del buque al mando del segundo Comandante, para E roceder al nombramiento de Comisiones Gestoras Municipales, eligiendo ombres apolíticos y. de conocidas buenas costumbres, desarmando a los sospechosos y dando armas a las personas de orden. Con carácter de rehenes para responder con su vida de cualquier agresión a la fuerza desembarcada, quedaron a bordo dos Concejales marxistas de cada Ayuntamiento'^ ambién se ordenó a las fuerzas que desembarcaron, hablasen por el teléfono con el Ayuntamiento de Agaete intimidándole para ir a Sardina a hacer acto de acatamiento en el plazo de una hora, significándole que de lo contrario sería bombardeado dicho pueblo. Antes de expirar el plazo fijado, se presenta- 50 ron a bordo el Alcalde y otros elementos. Terminada la comisión, se desembarcaron los rehenes que se entregaron al Jefe del Ejército que quedó de comandante Militar del Norte de la isla y el buque a las 19 horas salió para la Aldea de San Nicolás con objeto de recoger a todo el puesto de la Guardia Civil ordenada concentrar en Las Palmas, regresando a esta Plaza a las 6 horas del día 22. Terminada la resistencia en los principales pueblos del Norte, como aún quedaban muchos huidos en las montañas, dispuso el mando saliese de esta Plaza una columna compuesta de fuerzas de todas las armas en las que iba una sección del Grupo de Ingenieros al mando del Teniente Don Melchor Camón Gironza, que durante cuarenta y ocho horas recorrió diversos pueblos restableciendo el orden y dando sensación de seguridad a los vecinos, regresando a la Plaza, para continuar su labor de vigilancia y ejecución de servicio, pues la mayoría de los obreros continuaba en huelga sin haberse reintegrado al trabajo. En la tarde del día 20 se procedió a volar con dinamita la Gasa del Pueblo, donde pretendían continuar reuniéndose los elementos extremistas de la población: en su lugar se halla hoy una plaza que embellece el barrio donde aquella estaba. El día 21 publicó el General Orgaz, la siguiente alocución: » Con el fin de someter en el más breve plazo algunos pocos rebel- > des existentes en esta isla de Gran Canaria, y una vez localizados, saldrán « fuerzas numerosas con ametralladoras para aplastar fulminantemente con » la máxima energía, todo conato de resistencia adoptando medidas de rigor » en proporción a los excesos que cometan. Los que depongan su actitud y » entreguen las armas, serán respetados. Los que no se sometan en el acto » o se les encuentre con las armas en la mano serán fusilados inmediatamente » y nuestros barcos de guerra les cañonearán desde el mar. » A los patriotas os digo que levantéis los ánimos y confiéis en que » el movimiento triunfará. A los traidores a la causa de la Patria, os intimido » a que os rindáis inmediatamente. » Ya no habrán más gritos de « Muera España » ni la bandera _ que » ondee será una de sangre: serán sustituidos por gritos de « VIVA ESPAÑA » > y la bandera única será la auténticamente española y llena de gloria y « honor. « Gritemos pues « VIVA ESPAÑA » . El General Comandante Militar de las Islas Canarias LUIS ORGAZ. Consecuencia de esta nota, fué la misión encomendada al guarda-costa ARCILA, seguida de una acción con una avioneta, que fué por el Norte arrojando unas cuartillas invitando a la población a rendirse. El Sr. Coronel Don José Cáceres y Sánchez, llegó desde Tenerife para hacerse cargo del Mando Militar del Archipiélago y entonces marchó a Tetuán, en avión, el General Orgaz, quien dirigió la siguiente proclama: 51 » A los Jefes, Oficiales, Suboficiales, Clases de Tropa y soldados del > Arcliipiéiago pertenecientes al Ejército, Armada, Guardia Civil j Orden « Público. > La sensible pérdida del bizarro General Balmes me privó del > mando que tenía asignado en este movimiento salvador de España, obli- » gándome a desempeñarlo entre vosotros. Vuestra conducta brava, el pa- > triotÍ8mo ciudadano y la absoluta normalidad de todas las actividades tra- > bajadora8, permiten dar satisfacción a mis deseos de seguir en territorio « peninsular cual el isleño netamente español y en donde se comportan los « nuestros con esa seguridad que produce la táctica y prestan al servicio del « resurgimiento patrio, hará que en breve renazca la paz en los hogares, sea « el trabajo el mejor de los signos y la comprensión la más eficaz de las « conquistas. « Quisiera despedirme uno a uno de vosotros, soldados todos quien « en la mañana gloriosa del día 18 os pusisteis incondicionalmente a la de- « voción del mando, seguro de que en él estaban depositadas las virtudes de « nuestra raza y también de aquellos que dándoos cuenta de la importancia « transcendental de nuestra actitud, acudisteis jubilosos a los llamamientos « decretados. « Nada he de agregar a estas palabras que os escribo en los instan- « tes mismos en que parto, pues salgo de un Ardiipiélago donde la paz reina « para llevarla a aquellos lugares en donde el apasionamiento se opuso a su « restablecimiento, pero en los que las más sólidas de las virtudes, nuestro « patriotismo y gloriosa trayectoria de nuestras unidades la restablece inte- « ^ ramente pensando en España y sólo en España. « Soldados del Archipiélago: ¡ Viva España; Viva España; Viva « España! El día 24 fueron detenidos en el norte los dirigentes obreros que habían huidos de los pueblos, y con esta detención quedó tranquilo todo ese sector de la isla. A la una hora de este día 24, salió de Las Palmas para Arguineguin el guardacosta ARCILA, en el que el día anterior había habido un complot para apoderarse del buque a la salida a la mar, por lo que fueron detenidos los promotores, reaccionando la casi totalidad de la dotación de marinería con gran espíritu militar y subordinación al mando. El objeto del viaje era perseguir a unos marxistas refugiados entre Arguineguin y Cabo Descojonado, a cuyo efecto en Arguineguin y Tazártico, recogieron elementos de orden, y con ellos abordo llegaron al lugar denominado fBarranco del Asno » donde las confidencias aseguraban la presencia de los marxistas: a las 11 horas y frente a este barranco se hicieron cuatro disparos de cañón, observando cómo huían algunos hombres. Desembarcados algunos de los paisanos armados con marinería, capturaron a dos hombres y una mujer, que resultaron ser un diputado comunista, un dirigente y su esposa. Luego regresaron a Las Palmas. Con esta captura y las realizadas en el norte y Ciudad de Las Palmas podía darse por pacificada Gran Canaria, si bien aún continuaron durante varios días los tiroteos de noche en la Ciudad, atracos, robos, coló- 52 cación de petardos, actos de- sabotage, etc., etc., pero ya todo ello fácil de atender por el raando militar. En estas condiciones, ya se pudo pensar en reconquistar la isla de La Palma que continuaba en poder de los marxistas, donde se cometían toda clase de desmanes. Esta isla, siempre había sido la más levantisca del Archipiélago y en ella las luchas políticas revestían caracteres distintos de las restantes. La masonería estaba muy extendida en ella y tenía ramificaciones en casi todos los sectores sociales, así es que no es de extrañar que fuese ésta la única del Archipiélago que quedó solamente en poder del elemento marxista. Fué encomendada esta misión al cañonero « Canalejas >, que ya había salido del varadero, sin terminar de efectuar sus reparaciones, pues los obreros del mismo estuvieron, como los del resto de la isla, varios días en huelga, y hubo necesidad de buscar entre los soldados de la guarnición, personal que terminase la obra comenzada y poderlo echar al agua. Embarcó en el mismo una compañía de infantería al mando de su Capitán D. Santiago Díaz Treyter, que como antes hemos dicho, murió por Dios y por Es-pana en los frentes de operaciones. Llegaron a Santa Cruz de la Palma el 25 de Julio, donde según información que se poseía, algunos centenares de extremistas se habían apoderado de la isla, tomando los edificios oficiales, sitiando a un Destacamento del Regimiento de Infantería de Tenerife que allí estaba de guarnición. A su llegada a las cuatro de la tarde se vio en los altos de las colinas mucho público en actitud hostil. El Comandante del barco de guerra envió a tierra un emisario para entrevistarse con las autoridades y ordenarles se rindieran, y como el cabecilla rebelde se negara, se hizo un disparo y desembarcaron las fuerzas, encontrándose la Ciudad desierta, tomándose los principales edificios y se levantó el asedio a el Destacamento de Infantería. A la mañana siguiente se tomaron las Casas Consistoriales y se detuvieron muchos marxistas, nombrándose nuevas autoridades, con lo que quedó restablecida la situación en la isla, si bien durante varios meses continuaron las partidas de extremistas por el interior de ella dando que hacer a las Autoridades. El 30 de Julio a las 11 y media de la mañana llegó al Puerto de la Luz el Crucero de guerra inglés « Amphion » de 7.000 toneladas, que cambió con la Plaza los saludos de ordenanza. Momento después de echar el ancla, pasaron abordo eL Capitán del Puerto y un Ayudante del Comandante Militar de la Región para cumplimentar al Comandante del Ruque Mr. Rurnet O. R. E. Una hora después, saltó éste a tierra acompañado del Cónsul de su Nación, Mr. Head, visitando a las Autoridades. Ál llegar al patio de la Comandancia Militar, fué saludado con una salva de aplausos por el numeroso público que allí se hallaba y en su breve visita pudo comprobar que la tranquilidad que reinaba en la Ciudad era grande. Celebrado el Consejo de Guerra sumarísimo contra los dirigentes de la sublevación del norte de la isla, se condenó a la pena capital al Delegado Gubernativo Fulgencio Egea y al Diputado comunista Eduardo Suá-rez Morales. Aprobada la sentencia'por la Superioridad se dispuso su ejecu- 53 ción para el día 6 de Agosto, entrando los reos- en capilla en el Cuartel de Ingenieros en la tarde del día 5. Los elementos obreros de la ciudad habían lanzado la especie de que rescatarían a los condenados e impedirían su ejecución, y estos que se hallaban en el Castillo de San Francisco del Risco, fueron trasladados al Cuartel de Ingenieros atravesando toda la población y colocándolos en un barrio con más de 30.000 obreros, en un alarde de valor de la Autoridad Militar. La llegada de los reos al Cuartel, al atardecer del día 5 constituyó una manifestación, pues fueron conducidos en un coche celular escoltados por una serie de automóviles con Guardia de Asalto, siendo entregados al Jefe del Cuerpo mediante recibo, por el Capi
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Calificación | |
Título y subtítulo | El grupo mixto de ingenieros nº 4 en la campaña de liberación 1936-1939 |
Autor principal | Pinto de la Rosa, José Mª |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Tenerife |
Editorial | Imprenta A. Romero |
Fecha | 1944 |
Páginas | 120 p. |
Materias |
Canarias Historia 1936-1939 Guerra Civil |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 6849599 Bytes |
Texto | EL GRUPO MIXTO DE INGENIEROS N." 4 EN LA CAMPAÑA DE LIBERACIÓN 1936- 1939 El Grupo Mixto de Ingenieros N.° 4 en la Campaña de Liberación 1936- 1939 POR El Coronel de Ingenieros DON JOSÉ M. PINTO DE LA ROSA Ingeniero de Construcciones Navales, Civiles e Hidráulicas. # IMPRENTA A. ROMERO Santa Cruz de Tenerife, 1944 ÉlExcmo. Sr. Capitán General de Canarias enT. P., Sección 5% número 3043- B. de 4áel actual, me dice: ' ' El Excmo. Sr, General Subsecretario en escrito Primera Sección, 3". Negociado , Núm.. 535, de fecha 20 de Abril último, dice lo siguiente:-' ' El Sr. Ministro ha dispuesto se autorice la publicación de la obra ' ' El Grupo Mixto de Ingenieros N.° 4 en la Campaña de Liberación 1.936- 1939'', de que es autor el Teniente Coronel de Ingenieros PON JOSÉ PINTO DE LA ROSA. - Lo que de su orden tengo el honor de comunicar a V. E. , consecuente con su escrito Sección 3% Núm. 3192- A, de 28 de Enero último.' ' - Lo que tengo el honor de comunicar a V. E. para conocimiento y efectos, consecuente a su escrito Negociado 1°, Núm, 1841, de fecha 22 de Enero ppd°.; significándole que por Radio Oficial, se dio cuenta de esta resolución al Jefe del Grupo Mixto de Ingenieros Núm. 4. ' ' Lo que traslado a V. S. para su conocimiento y efectos oportunos. Dios guarde a V. S . muchos años . Las Palmas de Gran Canaria 9 de Mayo de 1944. D. 0. de S. E. El Tte. Coronel Jefe de E. M. Fernando Garcia González . - Rubricado Sr, Tte, Coronel Jefe del Grupo Mixto de Ingenieros N. " 4. P L A ZA Exctno. Sr. Don Francisco García- Escámez e Iniesfa Capitán General de Canarias PROLOGO Siempre es la fradición un vinculo que une en la continuidad histórica a los que pertenecen a un pueblo o una colectividad. En las familiaSj como organizaciones más simples^ aún predominando el lazo afectivoj se cultiva la tradición de los apellidos y se procura queda aneja a los acontecimientos de la época la actuación más o menos destacada de cada uno de los miembros que la componen. Los árboles genealógicos^ los blasones^ son entre otros, documentos que acreditan un linaje y que muestran vicisitudes diversas, ligando en sucesivas generaciones normas e ideales que imponen como obligación moral deberes y sacrificios. Cuando la colectividad es el Ejército, que se asienta en su organización sobre principios inconmovibles, la tradición alcanza un valor máximo, ya que ella jalona en la Historia los hitos de grandeza y decadencia de la Nación, refleja los vaivenes de la sociedad y sigue paso a paso la formación y modelado del Pueblo. Acostumbrados a los hechos que se suceden ordinariamente, dejamos de prestar atención a la importancia que tienen las misiO" nes que en el curso de los años desempeñan los cuadros del Ejército, a los que se entrega en lo mejor de su edad un ciudadano para transformarlo en soldado Este proceso si cabe rutinario, tiene una transcendencia enorme porque de su realización fructuosa dependen las relaciones de 7 ios medios cipify mifífar, ía cohesión enfre el país y sus Insfífaciones Armadas y en ocasiones hasta el futuro Macionaí. El historial del Grupo Mixto de Ingenieros número 4 compuesto por su 7entente Coronel Jefe Don José M. Pinto de la Rosa^ no es más que una prueba de lo que antes manifestábamos, es decir de lo que valen una tradición - siquiera breve- y un ejemplo. Su organización como tal, tiene lugar en los comienzos del presente siglo, araiz de la guerra hispano- americana y en el corto tiempo hasta el año 1.936 es la Unidad, escuela de ciudadanía en la que se da recia formación profesional y patriótica a los que pasan por sus filas. Desde la instauración de la segunda república, el ambiente antinacional que se extiende hasta estas Islas, penetra en todos los lugares y organizaciones que mantienen como lema, los principios de orden y derecho consustanciales con nuestra Historia. Mi intencionadas propagandas ni el abusivo ejercicio del poder por parte de los dirigentes, ni la coacción más o menos indirecta, pueden prevalecer contra la solidez de una tradición bien asentadcTy asi pudo llegar el 18 de Julio de 1.956, fecha de tan grandes consecuencias para España, con la seguridad de que el Grupo de Ingenieros de has Palmas, había de acudir a la llamada patriótica lanzada por nuestro Generalísimo y en unión de los compañeros de armas de la guarnición, formar parte de las vanguardias que marcharon alachar en defensa de los postulados que definen el Movimiento Nacional. Hasta el 18 de Julio el Grupo de Ingenieros número 4 había sido forja de soldados y sostén de virtudes militares. A partir de este día comienza a ponerse de relieve el resultado de la callada labor llevada a cabo en los días de paz y en Gran Canaria primeramente, intervienen fuerzas del Grupo para dominar a sediciosos; envía una Compañía de Zapadores en Octubre del año del Alzamiento, que actuó brillantemente en el frente de Madrid y Extremadura y en Mayo de 1.937, formando parte de la División 151, sale un grupo expedicionario que habría de pertenecer a las Divisiones 51 y 54, encuadradas respectivamente en Cuerpos de Ejército como el Marroquí y el de Aragón, ambos de glorioso renombre y alcanzar 8 tina envidiada repafaóión en sus múftipí& s infetvenciones en ía campaña, que se justifica píenamenfe en ía- cabeza de puente de Baíaguer en el año l. Q38,:~ , . Eí Teniente Coronel Pinto de la Uosa, cuyas dotes técnicas y militares se sintetizan en un prestigio bien ganado^ tiene una asociación con el Grupo de Ingenieros número 4, que le une a él con apretados lazos. No solo ha sido su Jefe durante años difíciles de tiempo de paz, sino que la fortuna le ha deparado la ocasión de dirigirlo en tiempo de guerra. Ha visto fructificar su labor. Ha sido testigo de la abnegación y del espíritu de sacrificio de sus soldados que no han vacilado en cumplir las tareas más arriesgadas y en el cuadro de honor de los caídos del Archipiélago, tienen los de su Unidad un puesto escogido al ofrendar su vida por la salvación de España y el buen nombre del Grupo. En vísperas de su promoción al empleo superior ha querido el Teniente Coronel Pinto de la Rosa, dejar un testimonio de los hechos más importantes realizados por su Unidad en la campaña de liberación y ha compuesto un historial al que ha dedicado todo su afecto. En él quedarán fijados de modo imperecedero para ejem-' pío de las futuras generaciones de soldados, los rasgos que definen una ejemplar conducta militar, por la devoción al deber y el amor a la Patria que han de ser móviles de todas nuestras acciones. General GARCIA- ESCAMEZ Monumento a los gloriosos Caídos por Dios y por España pertenecientes a este Grupo. ¿ JURÁIS A DIOS Y PROMETÉIS A ESPAÑA, BESAKDO CON UNCIÓN SU BANDERA, RESPETAR Y OBEDECER SIEMPRE A VUESTROS JEFES, NO ABANDONARLES NUNCA Y DERRAMAR, SI ES PRE-aSO, EN DEFENSA DEL HONOR E INDEPENDENCIA DE LA PATRIA, Y DEL ORDEN DENTRO DE ELLA, HASTA LA ULTIMA GOTA DE VUESTRA SANGRE? ¡ SU LO JURAMOS. ¡¡ Y LO HEMOS CUMPLIDO!! LA PATRIA OS LO AGRADECE Y PREMIA. Capitán D. Félix Corrochano García Tte. Complt". D. Luis de Sotomayor Van- de- Brigada D. Alberto Maltrana Jiménez Cabo Domingo Silva Hernández id. interino José Vega Pérez id. id. Juan Redondo Camarero id. id. Nemesio Martín Quintero id. id. Agustín Perdomo Spínola Soldado del.* Antonio Armas Fabricio id. 2° Arturo Suárez Santana id. Antonio Amador Péñate id. Ángel Miranda Díaz id. Antonio Santana Rivero id. Cosme Cáceres Peña id. Domingo Santos Coello id. Domingo Pérez Valdés id. Domingo Alvarado Collado id. Francisco García Quevedo id. Francisco Benítez Munguía id. Francisco Santana Pérez id. Francisco Suárez Peña id. Francisco Henriquez Negrín id. Gregorio Godoy del Rosario id. Isidro Medina Medina id. José Alemán Hernández id. José Morales Martín id. José Afonso Rodríguez id. Juan García Afonso id. Juan Reyes Santiago id. Juan Pénate Benítez id. Juan Sarabia Fajardo id. Leopoldo Carmena Franchy id. Liberto Santana Ojeda id. Santiago Medina Perdomo id. Santiago García Fernández Lérida ^ a l l e Madrid Lérida Madrid Badajoz Madrid Madrid Teruel Madrid Lérida Madrid Madrid Madrid Teruel Hospital Madrid Badajoz Teruel ( Río Cinca) ( Río Manzanares) ( Valsequillo) ( Carabandiel Bajo) ( Carabandiel Bajo) ( Campillo) ( Posición Basurero) ( Cab. a de P. Balaguer] ( Casa Campo) ( Brúñete) (" Casa Campo) ( Campillo) ( Valsequillo) ( Campillo) Badajoz ( Valsequillo) Badajoz ( Valsequillo) Lérida Badajoz Badajoz ( Valsequillo) ( Valsequillo) Badajoz ( Valsequillo) Lérida Madrid Badajoz Lérida Badajoz Badajoz Hospital Lérida Badajoz Toledo Madrid ( Torrelameo) ( Posición Basurero) ( Valsequillo) ( Torrelameo) ( Valsequillo) ( Valsequillo) ( Torre. lamea) ( Valsequillo) ( Campillo de la Jara) ( Vfranca. del Castillo) 11 Estas bajas son las que sufrieron las unidades organizadas, 410 estando incluidas las de los 10 Suboficiales y 1770 de tropa que procedentes de este Grupo marcharon a diversas unidades. Los heridos, también correspondientes a las unidades que salieron organizadas de la Plana Mayor, fueron: 1 Oficial en el frente de Madrid 1 Sargento en la Cabeza de Puente de Balaguer ( Lérida) 2 Sargentos en el frente de Madrid 3 de Tropa en Jaca ( Huesca) 9 de Tropa en Teruel 15 de Tropa en la ofensiva del Ebro al Segre y Lérida 16 de Tropa en los frentes de Madrid, Toledo y Extremadura 20 de Tropa en la Cabeza de Puente de Balaguer ( Lérida) que hacen un total de sesenta y siete heridos. 12 CAPITULO I Antecedentes Este Grupo, de existencia reciente como tal, puede considerarse continuación de la Compañía Expedicionaria de Sevilla que al mando del Capitán Don Nicomedes Alcaide Carvajal, vino a fortificar esta Plaza con ocasión de la guerra de 1898 y que fué base de la " Compañía Regional de Zapadores Minadores de Canarias^' creada en 1900, confirmada luego por Real Decreto de 20 de Agosto de 1.904 que dispuso la constitución de una Compañía de Zapadores ( que en aquella fecha la mandaba el Capitán Don Justino Alemán y Báez), y otra de Telégrafos que se constituyó con personal procedente de la de esa especialidad existente en Tenerife y de unidades de la Península, como " Tropas afectas a la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria". Con las variaciones introducidas en diversas reformas, continuaron durante algunos años estas compañías y así en 1.915 tenían de plantilla, un Coronel Primer Jefe que lo era el de la Comandancia de Ingenieros, un Teniente Coronel Mayor, dos Capitanes de Compañía y seis subalternos para las mismas. Diversas denominaciones tomaron estas tropas desde que en el año 1920 se crearon con independencia de la Comandancia de Ingenieros, y así se ha llamado " Grupo de Ingenieros de Gran Canaria" " Grupo Autónomo Mixto de Zapadores y Telégrafos num. 4 " etc. y por último el de " Grupo Mixto de Ingenieros núm. 4 " que tiene en la actualidad. Su primer Jefe fué el Comandante Don Germán de León y Castillo- Olivares en 1.920 y sucesivamente Don Manuel Cuartero Martínez, Don Manuel de León Rodríguez, Don Nicanor Martínez Ruiz, Don Manuel de León Rodríguez, el autor de este trabajo, y Don José Tiesto Obiedo, cesando este último y volviendo el anterior a mediados de 1940 al disponerse que el mando lo ejercería un Teniente Coronel. k\ instaurarse en España la Segunda República, mandaba el. Grupo el Comandante Don Nicanor Martínez Ruiz y eran Capitanes del mismo Don Antonio González Medina, Don Joaquín Belón Díaz y Don Ramón Gómez Irimia. El mando de la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria lo tenía el Teniente Coronel Don Pedro Sopranis Arrióla, y el de la 13 Comandancia Principal de Ingenieros de . Canarias el Sr. Coronel Don José Espejo Fernández. Con la reorganización sufrida por el Ejército con aquél motivo, se suprimió la Comandancia de Ingenieros de Gran Canaria, quedando en la isla sólo un Destacamento de la de Canarias cuya Plana Mayor reside en Santa Cruz de Tenerife, y al frente de él un Comandante; para cuyo destino fué designado, juntamente con el de Primer Jefe del Grupo, el Comandante Don Manuel de León Rodríguez, quien a fines de 1931 solicitó cesar en el Grupo, y me hice cargo de su mando accidental, como Capitán más antiguo: ascendido a Comandante en 16 de Enero de 1.932, se me confirmó en él continuando sin interrupción hasta el 20 de Enero de 1.940 que por haber ascendido unos meses antes a Teniente Coronel, tuve que dejarlo, hasta Septiembre del mismo año en que se dispuso que el mando fuese de Teniente Coronel. A poco de establecerse la República, comenzaron los disturbios y cuestiones sociales, que tomaron un gran incremento a medida que avanzaba el tiempo, originándose una crisis de trabajo, hasta el punto de que no existiendo en 1930 obreros en paro forzoso y sí dificultad a veces para encontrarlos de determinados oficios, en 1936 la legión de parados era grande, y en muchos hogares el espectro del hambre era amenazador, obra todo ello de los llamados dirigentes obreros. A partir de las elecciones del 16 de Febrero de 1.936, los conflictos fueron en aumento y las tropas, de Ingenieros tuvieron que intervenir en varios, encargándose de la explotación de los servicios de tranvías, autobuses, protección de las Centrales Telefónicas y Telegráficas, de los depósitos de aceites y gasolinas del puerto etc. Algunas autoridades los alentaban, como sucedió con una que mandó a buscarme, por ser Ingeniero de los Talleres y Varaderos de^ Grand Canary & Blandy's Engineering C* S. A. E." diciendo que disponiendo la Sociedad de dos varaderos, los obreros habían acordado trabajar por su cuenta en uno de ellos, y que él había recabado de aquellos que fuese la Empresa la que decidiese cuál de los dos quedaba a su disposición, y al contestarle, con la consiguiente extrañeza, que rogaba hiciese la proposición por escrito para darle cuenta al Gerente y Consejo de Administración, contestó que ya no intervenía más, y que si en aquel momento no se solucionaba el asunto, un día muy próximo, al ir a entrar en los talleres, veríamos la bandera roja colocada en ambos y los obreros dueños de los mismos, por lo que nos aconsejaba que accediésemos a lo que nos pedía. ¡ Así obraban Gobernadores Civiles de aquella época! De los conflictos del año 1936, recordamos los siguientes: 12 de Marzo.- De los pescadores de corvina, con actos de sabotaje. 27 de Marzo.- Huelga de los obreros en Valsequillo debido a diversas cuestiones de trabajo. 1 de Abril, — Conflicto en la fábrica de Tabacos deD. Luis Correa Me na. 1 de Abril.- De obreros del Sr. Naranjo, en Jinamar. 7 de Abril. - D e medianeros en Sardina. 9 de Abril.— En el Puerto de La Luz entre los obreros de « carga Blanca y los directivos de la misma sociedad » . 14 Exctno. Sr. Don José Jiménez y Jiménez Gobernador Militar y Jefe de las Fuerzas de Gran Canaria y su Provincia. 13 de Ai> ril.— Huelga de Tabaqueros de « La Regenta » . 15 de Abril.— Desórdenes en Teror por el asunto de « Quiebramonte » . 17 de Abril.— Escándalo en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento de Las Palmas donde unas 500 personas que rompieron mesas, sillas, etc. estuvieron a punto de acometer al Alcalde y Concejales, y se marcharon cantando " La Internacional". 18 de AbriL— En el Gobierno Civil prestan servicio los Guardias con fusil. Llega una comisión de Guía denunciando unos abusos del Alcalde sobre imposición de obreros para que trabajen en diversas fincas. 19 de Abril.— Huelga de Panaderos. 21 de Abril.— Los obreros afectos al gremio del carbón se declaran en huelga. Arrojaron al mar las tuberías de conexión de petróleo, y lo mismo al día siguiente. 21 de Abril.— Huelga de Pescadores. 6 de Mayo. — Asalto a varias fincas de Marsagán. 8 de Mayo.— Asalto a varias fincas en Jinamar. 12 de Mayo.— Los empleados del Tranvía se incautan del servicio y los coches circulan con unos carteles que dicen U. H. P. 13 de Mayo.— Huelga de taxistas. 16 de Mayo. — Huelga de los alumnos de la Escuela Industrial. 18 de Mayo — Huelga de los obreros del Ramo de construcción. 19 de Mayo.— Invasión de las fincas de D. Juan Naranjo en Jinamar y de - Don Juan Francisco Gómez Apolinario en Salineta. 21 de Mayo.— Huelga general en Telde. 25 de Mayo.— Asalto a los almacenes de " Molina y Compañía Ltd." por los obreros en Las Palmas. 28 de Mayo.— Huelga general en Arucas y Telde. Cortadas las comunicaciones por carretera no permiten la circulación incendiando los automóviles que pretenden circular. No dejan entrar leche en Las Palmas. 31 de Mayo.— Llega el Ministro de Comunicaciones Sr. Giner de los Ríos, y, para que pueda llegar desde Gando a Las Palmas, pacta el Gobernador Civil con los huelguistas. 4 de Junio.— El soviet de Marzagán toma posesión de Mondalón, finca de Don José de Mesa y López. 9 de Junio.- Huelga en una fábrica de conservas. 1 de Julio.— Lluelga de marineros del motovelero " Maruja". 8 de Julio.— Huelga de los obreros que trabajan en la construcción del Manicomio. 15 de Julio.— Huelga de los empleados de comercio. Por lo que se ve en esta relación, que no está completa,' puede apreciarse el estado a que se había llegado en esta isla, donde existía ai: luen-cia de obreros de la península, entre los que estaban unos que habían veni- 15 do a implantar la C. N. T., pues la mayoría délos obreros pertenecían a la organización U. G. T. En los meses de Junio y Julio, grupos de obreros iban generalmente al anochecer por las casas donde habían señoras solas o matrimonios de edad, a exigir se les diese de comer, j muchas de ellas, daban vales para que fuesen a los Hoteles, antes que permitir pasasen a sus comedores, com^ o era su pretensión. A comienzo del año 1936 había llegado a esta Ciudad el Excmo. Sr. Don Amado Balmes Alonso, designado Comandante Militar de la misma por Decreto de 7 de Enero ( D. O. n.° 6) y tomó posesión el 29 del mismo cesando el Sr. Coronel del Regimiento de Infantería D. Isidoro Pereira Paa-din. El General Balmes, que por segunda vez desempeñaba el cargo, había dejado grandes afectos en el elemento militar y civil y probablemente, debido a su actuación, no tomaron los asuntos sociales las virulencias que en otros lugares de la península y aún en la vecina isla de Tenerife, donde se cometieron crímenes terroristas, como es de todos conocido. Destinado el General Franco a Canarias, en la Orden General del 11 de Marzo, dada en esta Plaza, se dice así: > En el día de hoy me hago cargo de la Comandancia Militar de » estas Islas, para el que fui designado por Decreto de 21 de Febrero pasado » ( D. O. núm. 44) cesando el Excmo. Sr. General de Brigada Don Amado » Balmes Alonso que accidentalmente lo desempeñaba, continuando encar- » gado de su despacho hasta mi llegada a Santa Cruz de Tenerife el Sr. Co- > ronel del Regimiento de Infantería núm. 37 Don José Cáceres Sánchez. » En el momento de posesionarme de mi cargo, saludo a todos los » Generales residentes en estas islas y al personal de todas las categorías de * los Cuerpos, Centros y Dependencias de estas guarniciones, esperando, aseguro de ello, que continuarán laborando con la misma lealtad, celo y » entusiasmo como hasta la fecha lo hicieron. El General Comandante Mi- » litar.— Francisco Franco. En la Orden de la Plaza del mismo día se dispone: » Art, l . - C o n objeto de rendir honores al Excmo. Sr. General Co- » mandante Militar del Archipiélago, a su llegada a esta Comandancia Mili- » tar, en el día de mañana a las 10,45 horas se encontrará formada en ^ disposición de ser revistada, una compañía con Bandera, Escuadra, Banda » y Música del Regimiento de Infantería de Canarias núm. 11 que se si- » tuará en el centro del Parque de San Telmo dando frente al edificio de » esta Comandancia con la cabeza en dirección Norte. » Art. 2.- Con objeto de verificar su presentación al Excmo. Sr. Co- > mandante Militar del Archipiélago, en el día de mañana a las 10,45 se » encontrarán en esta Comandancia Militar los primeros Jefes de los Cuer- » pos, Centros, Dependencias y servicios de esta Guarnición acompañados » de los Jefes y Oficiales de los suyos respectivos, francos de servicio. » E1 traje para este acto será el de diario con sable y guante ave- > llana. 16 » Lo que d « ordea de S.' E. se publica en la de este día para- cono-j- cimiento y cumplimiento.— El Comandante de E^ M. Fernando Fernández » de Luis. En la recepción que se cita en la orden que antecede, celebrada el día 12 de Marzo de 1936, dirigió el Comandante General la palabra a la guarnición y dijo entre otras cosas,, que venía satisfecho del cargo que le habían dado y que pensaba estudiar detenidamente las necesidades militares del Archipiélago para poder hacer lo que en Baleares, que lo estudió cuando fué Comandante General y luego de Jefe del Estado Mayor Central, pudo desarrollar parte de sus estudios, ya que creía volver a tener ocasión de ocupar cargos que le permitiesen hacerlo. El diario « Hoy » del 11 de Marzo, año IV núm. 693 en su página 8 decía lo siguiente: » A1 mediodía de hoy es esperada en nuestro puerto la motonave de j. la Compañía Transmediterránea « Dómine » : en ella hace viaje para hacerse » cargo del mando militar de estas islas, el Excmo. Sr. Don Francisco Franjeo Bahamonde, General de División. » Nació este militar— el más joven del generalato español — el 4 de ^ Diciembre de 1892. Ingresó en la Academia de Infantería el 29 de Agosto > de 1907, siendo promovido a segundo Teniente el 13 de Julio de 1910; > Primer Teniente en 1912; ascendió en 1914 a Capitán por méritos de gue- » rra, como fueron luego todos los ascensos que tuvo hasta General de Bri- » gada. Siendo Comandante del Tercio, llevo a cabo tales proezas, que su » nombre alcanzó la máxima popularidad y fué repetido por el pueblo como » el de su héroe. » A partir de entonces y hasta poco antes de su ascenso a General » de Brigada, Franco prestó casi siempre en Marruecos su servicio, y fué » durante toda aquella campaña, uno de los factores más valiosos y decisi- » vos. Adorado por sus tropas, compartía con ellas los más grandes peligros, » con desprecio absoluto de su vida: pero no es el valor la única cualidad » del General Franco, sino que él sabe unir la pericia, la capacidad técnica » o de mando, una singular cultura en todo lo que se relaciona con las cues-ítiones militares y una modestia extraordinaria, que le hace huir de toda » exhibición. » Poco después de ascender a General de Brigada fué nombrado « Director de la Academia General Militar de Zaragoza, puesto que desem- » peñó con gran dignidad hasta la clausura de aquel centro, y posteriormen- » te obtuvo el cargo de Comandante Militar de Baleares. En el año 1934 ^ ascendió a General de División, siendo posteriormente Jefe del Estado » Mayor Central del Ejército, cargo que ha desempeñado hasta su destino » para el mando de esta Región. » A1 muelle acudirá a rendirle honores una Compañía de Infantería > con bandera y música, así como todos los Jefes y Oficiales de esta Guar- » nición francos de servicio. « Deseamos al dar lá bienvenida al prestigioso militar, un gran ^ acierto en el desempeño de sus funciones. En el número del día siguiente del mismo periódico, página 9, se dice: 17 - » E1 Expreso de la Península, Llegan el General Franco y el Gober- > nador Civil, > Ayer, la arribada del correo de la península ofrecía el notorio in- » terés de que en él llegaban las dos altas autoridades: la Militar del Archi- > piélago y la Civil de la Provincia. > Por este motivo, ayer a la llegada de la motonave « Dómine> estaba > el puerto completamente lleno de público que cubría totalmente el ma- > lecón, > A causa del temporal el vapor se retrasó extraordinariamente, > haciendo su entrada en el puerto a las 7 y media de la noche, por cuya > causa las operaciones del atraque se hicieron con mayor cautela y esmero, > tardando doble tiempo para quedar el buque pegado al muelle. > En cuanto nos fué posible, saltamos a bordo, acompañado del > compañero fotógrafo y seguidamente saludamos a « EL GENERAL FRANCO BAHAMONDE> » que nos acoje con una extremada amabilidad y cortesía. » E1 nuevo Comandante Militar de Canarias nos refiere que ha te- > nido un mal viaje, aunque a él le gusta mucho el mar y viajar en vapores. » No8 agregó que estaba encantado de que le hayan destinado a íCanarias para así tener motivo de conocer estas islas de las que tiene las imejores referencias, tanto de sus habitantes como de las condiciones de » su clima. » ¿ En cuanto a las guarniciones de Canarias, trae Vd. algún plan o > proyecto? — preguntamos. y> De momento, no. Como es mi norma, estudiaré todos los proble- » mas militares de Canarias, toda su organización castrense, y después de » haber entrado en su total conocimiento, procederé con arreglo a las facul- * tades que a mi cargo competen. > ¿ Cree Vd., mi General, que llegará a estallar un conflicto bélico en « Europa? » Yo, desde luego en estos días de mi viaje, nada he sabido del enraso de los acontecimientos europeos. Pero aunque estuviera al corriente de > ellos, sería muy aventurado lanzar una opinión concreta- sobre tan delicada » cuestión. » ¿ Mañana hará Vd. visitas a los cuarteles de Las Palmas? > No señor. Lo que haré mañana a las once de la mañana es recibir » en la Comandancia Militar a toda la guarnición de Las Palmas y por la » noche continuaré viaje a Tenerife, donde me propongo trabajar mucho, entregado por entero a mi profesión militar. > Estrechamos la mano de tan prestigioso militar deseándole una » muy grata estancia en Canarias. » Tanto el General Franco como el Gobernador Civil, fueron reci- » hidos por todas las autoridades de la Provincia y numeroso público que » pasó a bordo a saludarles. Al pié de una fotografía del General dice: 18 > E1 nu^ vo Comandante MiliÉar de Canarias General Don Francisco > Franco, recibió anoche a bordo del « DÓxaine » a su llegada a Las Palmas a » lo8 Generales Balmes, López Viota j Jefes y Oficiales de la Guarnición. En la fotografía se ve al General Franco de paisano, a bordo del « Dómine » , con los Generales citados, el primero de ellos Comandante Militar de esta Plaza y el segundo, que procedente de Sevilla babía llegado días antes a presidir un Consejo de Guerra de Oficiales Generales contra un Capitán de Infantería. En el número de « Hoy> del 13 de Marzo, se da cuenta de la recepción en la Comandancia Militar y que terminada ésta, marchó el Comandante General a cumplimentar a las autoridades en sus residencias Oficiales, acompañado de uno de sus Ayudantes. Por la noche continuó viaje para Tenerife. En el número del citado periódico del día 15 de Marzo, página 6 se dice: » Por las Islas. De Tenerife. Llegada del General Franco. > Esta mañana llegó a bordo de la motonave de la Transmediterrá- » nea « Dómino el nuevo Comandante Militar de Canarias, General de Di-ívisión Don Francisco Franco Bahamonde en unión de sus ayudantes el ^ Teniente Coronel de Artillería D. Carlos Díaz Várela y Ceano- Vivas y del » de igual grado de Infantería D. Francisco Franco Salgado de Araujo, primo icarnal de dicha superior autoridad. > Pasaron a saludar al General Franco, el Coronel Jefe del Regi- » miento de Infantería, D. José Cáceres Sánchez; Gobernador Civil, señor » Schwartz; Delegado Marítimo, Sr. Arriaga Adam; Presidente de la Manco- > munidad, Sr. Gil Roldan; Presidente de la Audiencia, Sr. Sánchez Real; > Delegado de Hacienda, Sr. Perdigón; Director de Sanidad Marítima, señor » Castelo; Presidente del Cabildo Insular, Sr. Arocena; Alcalde de esta Ca- » pital, Sr. Martínez Viera; otras numerosísimas personalidades oficiales y « particulares y los representantes de la prensa. > Segiiidamente desembarcó el General Franco, trasladándose a la ^ explanada alta situada frente a la Marquesina para revistar la compañía de ^ Infantería que le rindió honores. » E1 público durante la revista a las tropas, hizo objeto al General > Franco de sinceras muestras de simpatía. A continuación se verificó el » desfile de las fuerzas presenciándolo numerosísima concurrencia. » E1 nuevo Comandante General de Canarias, después del desfile, > subió al- automóvil oficial para trasladarse a su residencia, despidiéndosele » con una salva de aplausos. El servicio de información en esta Plaza, había dado la confidencia, de que los elementos extremistas de Tenerife, pensaban hacer un acto de protesta a la llegada a Santa Cruz del. General Franco: el General Balmes, avisó telefónicamente a Tenerife dando cuenta de esta confidencia que había recibido por varios conductos, y se tomaron medidas acertadas para evitarlo, como sucedió en efecto ya que, por el contrario, se le hizo un cordial recibimiento. Orden de la Plaza del día 25 de Mayo de 1936. 19 » Art. 1."- Mañana íáarte » , M^^ M^ té a iMta K a ^ « n í^ isita ofí-icialj el Excrao. Sr. Getiei^ l Gomaiidatite Mlitür de - Ganarias D. Fíancisco » Franco Bahamonde. Para recibirlo se encontraria alas 8,15 horas en el » inuelle de Santa Catalina los Primeros Jefes de Cuerpos Servicios y Depen- > deneias acompañados de un Oficial con sable, « Con objeto de rendir a S. E. los honores reglamentarios, se encon- > trará en el muelle a la misma hora; una Compañía del Regimiento de In- > fantería de Canarias Núm. 37, con bandera, banda y música, con la cabeza > apoyada en la* marquesina del embarcadero del expresado muelle, dando » frente a los edificios de Obras Públicas, Capitanía del Puerto, etc. Una vez » revistada la Compañía desfilará ante S. E. y se retirará a su Cuartel. > En el mismo día de mañana y a partir de las 9 horas, serán revis- » tados por S. E. los Cuarteles en el siguiente orden: Cuartel de Alonso Al- » varado; Parque de Intendencia: Parque de Artillería; Cuartel de San Fran- > cisco; Caja de Reclutas, Sección de Sanidad Militar y Hospital Militar. > Por la tarde a las 15,30 continuará la revista por si Cuartel de » San Fernando, Cuartel de Barracones, Cuartel de la Batería de Montaña » y Taller de Carga. > En este día 26 el relevo de las Guardias será a las 9,30 horas. » A las 9 horas del día 27, revistará las Baterías por el siguiente or- » den: San Juan, Santa Isabel, Polvorín de las Rehoyas, Castillo de San « Francisco, Arenales y Guanarteme. » Por la tarde del mismo día a las 15,30 continuará por la Batería > de San Fernando, Campo de experiencias de Ingenieros, Esfinge, Roque > Ceniciento, Faro, Polvorín Central y Confital. > Art. 2.°— El próximo miércoles día 27, a las 11,30 horas y en la > Sala de Conferencias de Oficiales, tendrá lugar la conferencia que tiene a » 8u cargo el Comandante del Regimiento de Infantería de Canarias Nóm. 39 > D. Eduardo Cañizares Navarro. > A dicho acto asistirán todos los Jefes y Oficiales de la Guarnición ífrancos de servicio. > Lo que de orden de S. É. se publica en la de este día para cono-acimiento y cumplimiento.— El Comandante Jefe de Estado Mayor. Fer- » nando García González. El Jefe de E. M. D. Fernando García González, que había sido destinado por O. C. de 26 de Febrero de 1936 ( D. O. núm. 49), se hizo cargo de su cometido el día 18 de Marzo, cesando el que lo desempeñaba D. Fernando Fernández de Luis. En las dos fotografías que se acompañan, hechas ambas durante la revista del Cuartel de San' Fernando, alojamiento del Grupo Mixto de Ingenieros Núm. 4, se ven, en la primera, al General Raimes a un lado del General Franco y al otro el Jefe del Grupo, Comandante D. José Pinto déla Rosa, y detrás el Comandante Jefe de E. M. D. Fernando García González, Comandante de Ingenieros D. Manuel de León Rodríguez, Comandante de Artillería Ayudante del General Raimes, D. Ramón de Rúa Figueroa Biava y al Teniente Coronel de Intendencia Jefe de los Servicios de Intendencia 20 S. E. el Generalísimo a su llegada a Las Palmas. S. E. el Generalísimo en La- s Palmas. de Canarias D. Manuel López- Aeedo y Cadaval que había sido destinado por O. C. de 4 de Abril ( D. O. núm, 84) y se incorporó a su destino el 2 de Mayo. . En la otfa fotoOTafía, están el General Franco con el Jefe del Grupo, y el Ayudante Teniente Coronel Franco, Teniente Coronel de Intendencia López Acedo y Comandante Jefe de Estado Mayor García González. En la revista del día 27 a la tarde, acompañó a S. E. además del personal de los anteriores, el Excmo. Sr. General Orgaz que se hallaba en esta Plaza. Durante su visita a esta Ciudad, tuvo una entrevista con un periodista del diario « Hoy>, según se publicó en el número del 27 de Mayo, y que dice así: > > Hall del Hotel Madrid. Son las 8 de la noche. Deseamos entrevistarnos con > el General Franco. Un camarero. ¿ El General? le preguntamos. Está en su icuarto, nos contesta. ¿ Quiere Vd. anunciarle nuestra visita? Iré enseguida, » no8 indica: siéntese. » Seguidamente nos encontramos ante el General Franco, quien » acoge nuestra visita con una extremada amabilidad y cortesía. » General, estoy a sus órdenes. > ¿ ? » Tengo gran cariño por Las Palmas: con frecuencia le he didio a » mi Ayudante que deseaba pasarme unos días en esta isla. ¡ Son Vds. tan » amables y tan cordiales! > ¿ ? _ » He venido a revistar las fuerzas para conocer su estado y atenderlas en todas aquellas necesidades que se señalen. H ? ^ Tenerife, está completamente tranquilo. Hay orden— añade— y de » aquí que la gente tenga trabajo. No se nota el problema del paro obrero, > hoy de carácter general en todas las provincias. La vida parece que actual- » mente es más sosegada que en esta capital. H ? » Lo ocurrido en La Laguna carece de la mayor importancia. Un pe- » queño grupo de hombres que se han dado en llamarse comunistas y han ^ iniciado unos cuantos desórdenes. No obstante, la gente es sumamente » buena: no son capaces de hacer daño a nadie. * ¿ ....? > Aquí sucederá lo mismo: tan pronto haya paz comenzará todo a » funcionar bien. Habrá trabajo para los obreros y la isla seguirá su curso » normal. » Deja entrever el General Franco su buen deseo porque los conflic- » tos del puerto no vuelvan a producirse. Dice que hay que enfocar de una » forma rápida y decidida la corriente turística de la isla. Añade que es 21 > ahora el momento de realizar una intensa propaganda y desmentir falsas > noticias que de distintas estaciones radio clandestinas, se estén propagando > 8obre hechos que no han existido. Dice que este asunto del puerto de Gran • Canaria es muy delicado y para ello las autoridades loaales han de tener > que estudiar con gran atención sus problemas y pvitar a todo trance que » vuelvan a producirse conflictos como los anteriores, pues una vez conse- > guido el desprestigio, no es factible volver a la normalidad. > No queremos importunarle más con nuestra entrevista. Varias apersonas esperan al General Franco. En el número del viernes día 29 de Mayo del citado periódico < Hoy> se decía que en la motonave « Dómine » había regresado el ilustre militar a Tenerife habiendo acudido al muelle a despedirle las autoridades, y militares francos de servicio. La conferencia dada en la Sala de Justicia del Cuartel de Infantería, por el Comandante del mismo D. Eduardo Cañizares Navarro, que fué pre* sidida por el General Franco y que era una de las tantas que periódicamente se celebraban en el mismo local a cargo de diversos Jefes y Oficiales de la guarnición, versó sobre « Estudio de un caso particular Je Guerra. La lucha en las calles » y fué desarrollada con la brillantez que corresponde a los conocimientos de este Jefe, quien después de estudiar el problema en general, con gran acopio de datos y citas, hizo el « Estudio de un caso con-creto> referente a esta Ciudad de Las Palmas. El General Balmes, que era quien daba los temas a desarrollar a los diversos Jefes y Oficiales, me encargó anteriormente un estudio de « Movilización industrial » con situación de los talleres, depósitos de gasolina, capacidad de los mismos, etc., etc. y de modo análogo procedía con el resto de la guarnición: también me encargó para ser entregado a él y sin dar explicación de ninguna clase, un estudio de la situación de los transformadores de la corriente eléctrica de la Ciudad, de las líneas de energía que iban a los pueblos, de la situación de las casetas de amarre de los cables submarinos, etc., etc., pero en ningún momento habló de nada relacionado con la actuación del Ejercito fuera de su peculiar servicio, y únicamente, en diversas ocasiones se mostraba alarmado ante el rumbo que tomaba la polí- " tica española, empleando mucho la frase de que « eLEstado iba a dar un salto en el vacío sin saber a donde iría a caer » y asimismo decía otras veces, que él no había pensado nunca en pasar a la Reserva acogiéndose a los beneficios de la Ley de Retiros extraordinarios, pues quería estar en condiciones de poder servir a su patria cuando le necesitase, « al frente de cuatro hombres y un cabo » . La única alusión que hizo al Movimiento Nacional, según vimos después de que éste se produjo, fué el 14 de Julio, al conocerse en esta Ciu-dacl el asesinato del ilustre político español D. José Calvo Sotelo, pues al comentar en su presencia el hecho y la extrañeza de que no hubiese habido en el acto una reacción de los elementos de orden, decía: « antes de lo que Vdes. piensan, quedará vengada la muerte de Calvo Sotelo, pero hay que ir con pies de plomo, pues no podemos volver a un 10 de Agosto » . 22 Entierro del General Balmes. Presidencia del Duelo. CAPITULO II Fallecimiento del General Balmes Fui de los últimos que hablé con el General Balmes, por tanto, estoy perfectamente enterado de sus últimos momentos; además, por haber sido designado Juez para la instrucción del oportuno procedimiento, tengo datos fehacientes del hecho. Desde unos días antes de su muerte, ocurrida en la mañana del 16 de Julio, había expresado el General su deseo de ver un barco de guerra en el momento de ser varado, y se le dijo que en aquellos días iba a serlo el Cañonero « Canalejas » y podría presenciar la operación. Esta se llevó a cabo en la mañana del día 14, y se le avisó la hora al General advirtiéndole que no podía variarse porque había que aprovechar la hora de máxima marea dado el calado del cañonero v la situación de la anguila del varadero: se hizo la varada sin que estuviese presente," y el día 16, en el momento de llegar al Cuartel de San Fernando, anunció el Teniente Ayudante que el automóvil de S. E. estaba parado en la puerta del Taller: regresé a el y en efecto, allí estaba el General sin Ayudante, hablando con unos obreros. En breve, al darse cuenta el Comandante del buque. Capitán de Corbeta, D. Fernando Meléndez Bojart, de la presencia del General, bajó del barco, y los tres, con algunos oficiales más de a bordo, estuvimos vien-' do- el casco en seco, examinando el General la situación de las hélices, arbotantes, timón, etc., etc. Terminado el recorrido, salimos del taller, invitándome en su auto para ir al Cuartel, y en él penetramos, como lo hacía el General muy amenudo, pues solía presentarse en los Cuarteles sin previo aviso, entrando por las compañías, cocinas, etc. Después de hablar de asuntos generales, fuimos a pie hasta la puerta que comunica al Cuartel de Ingenieros con el de Infantería, y allí le formó la guardia al mando del Oficial D. Ildefonso Machado y Méndez Fernández de Lugo, quien le dio las novedades, diciéndonos entonces a los dos, que se iba al Campo de Tiro a probar unas pistolas: al decirle que por estar solo, sin Ayudante ni Jefe de Estado Mayor, le acompañaría, dijo rotundamente que nó: que él no molestaba a nadie, y sin admitir nuevas razones, subió al coche y dio al chófer la dirección del Campo de Tiro. Me despedí del Oficial de Guardia de Infantería y regresé a nuestro Cuartel, marchando directamente a la peluquería del mismo. A los pocos minutos, entró en la citada peluquería el entonces Tte. Ayudante D. Cándido Luis Salazar, y con voz muy alterada dijo: « Mi 23 Comandante: el automóvil del General ha salido muy deprisa del Cuartel de Infantería: va goteando sangre y el General echado en el íondo del coche » . Inmediatamente, tras correr hacia la puerta, cogí un coche que en ella se hallkba, marchando a toda velocidad en dirección a Las Palmas para averiguar lo que había pasado: al llegar a las proximidades del Mercado del Puerto de la Luz, én la casa de Socorro, vi el automóvil parado y entré, encontrando el triste espectáculo del General Balmes echado en la mesa de curas y sin médico alguno al lado, pues el que estaba de guardia al ver que le entraban al General en aquel estado, salió a buscar otros compañeros. Hablé con el General preguntándole lo que había sucedido, pero no contestaba; en vista de lo cual fui inmediatamente al teléfono para llamar a la Comandancia Militar y dar cuenta del hecho, pidiendo viniesen con urgencia médicos, la ambulancia, etc. Por lo visto, desde el Cuartel de Infantería o del de Ingenieros avisaron telefónicamente a la Comandancia cuando vieron pasar el coche del General herido, pues a muy poco rato se personaron en la Casa de Socorro el Teniente Coronel Jefe Accidental del Regimiento de Infantería, D. Francisco de S. Galtier y Pley, a quien le correspondía asumir el mando militar de la provincia y el Comandante Jefe de Estado Mayor, D. Femando García González, y el primero de ellos, al verme en la citada Casa de Socorro y probablemente por ser el único que estaba presente, me dijo: « Usted, Juez » . En el acto llamé al Capitán Juez permanente, D. Cristóbal García Uzuriaga, diciéndole que le nombraba Secretario, y antes de que éste llegara volví a entrar en la sala donde estaba el General, ya rodeado de médicos y de Jefes Militares, intentando tomarle declaración y preguntarle lo que había sucedido, pero seguía sin contestar a lo que se le preguntaba, y sólo decía las frases siguientes: « Qué fatalidad » ; « Maldita pistola » ; « Ay, mi hija » « Que no se entere Julia » ; y no había medio de hacerle pronunciar otras frases. Conforme fueron llegando las Autoridades y Médicos a la Casa de Socorro y pasado los primeros instantes de desconcierto, se pensó en trasladar a S. E. al Hospital Militar para intentar una intervención; se le puso en una ambulancia y fueron con él algunos médicos militares, entre ellos el Capitán Sánchez Galindo: el General se quejaba de dolores en una pierna y constantemente pedía se la cambiasen de posición, sosteniéndosela el citado Capitán Médico, llegando de este modo al Hospital Militar, donde fué transportado a la mesa de operaciones, poniéndosele varias inyecciones; pero todo fué vano, pues poco antes de la una dejó de existir el ilustre General, sin que se hubiera podido proceder a una intervención. Enterado de que estaba actuando el Juzgado Militar, se me acercó el Magistrado D. José Cortés, Juez especial que había sido del conocido asunto de « Casas Viejas » y que fué designado Presidente de Sala por su amigo D. Rafael Guerra del Río, haciéndonos saber que con arreglo a la vigente legislación, correspondía el conocimiento del hecho a la jurisdicción civil, y que debía entregar las diligencias practicadas al Sr. Juez de Instrucción del Distrito de Triana, Sr. Mendoza, para que éste actuase; se le hizo saber así al Comandante Militar Accidental, quien dispuso que para resolver se consultase el caso con el Sr. Auditor de División residente en Tenerife, y desde el teléfono del Hospital Militar solicité una conferencia urgente con la Auditoría de Tenerife y al exponerle los hechos al Auditor 24 éste quedó anonadado al conocer la noticia primera que hubo en aquella isla, pues hasta el momento no se había comunicado nada a la Comandancia Militar: el Auditor dispuso que sin entorpecer la actuación de la juris-dición ordinaria, continuase el procedimiento por el Juzgado militar. En el acto, los dos juzgados, civil y militar, acompañado el primero del Teniente Fiscal de la Audiencia, D. Luis Crespo Rubio, tíos trasladamos con el chófer de S. E. al lugar del accidente, para proceder a la reconstitución de los hechos: allí el chófer nos explicó como S. E. había probado dos pistolas de las cuatro que llevaba y en la tercera al tratar de efectuar el último disparo, se encasquilló y análogamente a cómo había hecho en otras ocasiones, se apoyó el cañón en el vientre, para con la mano derecha hacer más fuerza y dejar corriente el arma, con tan mala fortuna que se disparó ésta, que era una Astra del 9 largo, causándole un destrozo enorme como luego se comprobó en la autopsia, en el bazo, hígado, columna vertebral, etc. Al desplomarse el General, el chófer que estaba a su lado alcanzando las pistolas, lo cogió para meterlo en el coche, pero como no podía con él tuvo que arrastrarlo, viéndose en el lugar las señales de los pies al ser arrastrado hasta meterlo en el coche, y luego salió rápidamente para la Gasa de Socorro, regando por el camino las pistolas que estaban en el estribo del coche y que en las vueltas de la pista militar, salían despedidas por la velocidad del mismo. El Comandante del Parque de Artillería, D, José Fiel Pérez, dijo que aquella mañana había ido el General al Parque a recoger las 4 pistolas que eran el armamento de la Sección de Destinos, y aunque descargadas una de ellas, al montarla, se la apoyó en el vientre; y al hacerle notar el Comandante que eso no debía hacerlo, le contestó que siempre Jo había hecho y nunca le había sucedido nada. También se dijo que unos días antes se le había disparado una pistola y le pasó el proyectil cerca de la faja, y al llegar a su casa dijo a su señora: « Hoy casi te quedas viuda, Julia » . El día 16 a las 5 y media de la tarde, se trasladó el cadáver de S. E. a la Comandancia Militar en cuyo Salón del Trono quedó instalada la Capilla ardiente, constituyéndose una guardia de los Jefes y Oficiales de guarnición, mientras estuvo allí. Según parece, el Comandante Militar de Canarias para justificar en cualquier momento su ausencia de Santa Cruz de Tenerife, había solicitado de la Superioridad autorización para visitar las islas menores, a objeto de poder estar en Las Palmas para tomar el avión que había de conducirle a África, avión que si bien podía tomar tierra en los Rodeos, como varias veces se había hecho, por no ser aquel entonces aeródromo tal, sino sólo un campo donde se podía tomar tierra en caso necesario, no podía sin llamar la atención, ir el avión que habría de buscarle. Según manifiesta el Sr. Coronel Jefe de E. M. D. Teódulo G. Peral, S. E. pensaba salir en la noche del 16 de Julio de Tenerife, pero al enterarse del fallecimiento del General Raimes, pudo embarcar en el « Viera y Clavijo » diciendo que venía sólo a presidir el entierro, como así lo hizo saber telefónicamente a esta Comandancia Militar en la tarde del 16, y por ello el Comandante Militar Acci- 25 dental de esta Plaza dispuso que al día siguiente, a las 8 y ilijedia, estuviesen en el muelle los primeros Jefes de Cuerpo para recibirle. Antes de salir de Tenerife y en yista de que no podían seguirse sus planes tal como los había trazados, de marchar él para África, y que el General Orgaz saliera en cuanto dejara restablecido el orden, encargándose del mando del Archipiélago el General Balmes, se llamó al Sr. Coronel Jefe del Regimiento, D. José Cáceres Sánchez, que era el Coronel más antiguo del Archipiélago y ya quedó convenido que en Tenerife quedaría de Jefe el Coronel de Estado Mayor y aquí vendría el Coronel Cáceres a tomar el mando de todas las fuerzas. El piloto del aparato marca « The Fairey Company Limited » y de la matrícula « G- Acyr*, IVIr. C. W. H. Bebb cuenta que el 9 de Julio fué llamado por el Director de la Compañía en las oficinas del aeródromo de Croydon para preguntarle si aceptaría realizar un viaje con el mayor secreto hasta Cananas, y aceptando, al amanecer del 11 de Julio emprendieron el vuelo con él, el español que había contratado el aparato, el Comandante Hugo B. C. Pollard, su hija Miss Diana PoUard y una amiga Miss Dorothy Watsón, a más del mecánico Mr. G. O. Boyers y del radiotelegrafista, que quedó en Casablanca. La primera escala fué en Burdeos, donde al aterrizar se acercaron varios españoles a hablar con los pasajeros; luego en Biarritz y al salir de allí se le dijo que había que evitar por todos los medios tomar tierra en España y volar hasta Portugal, como así se hizo, tomando tierra en Lisboa donde nuevos españoles esperaban a los viajeros: de allí marcharon a Casa-blanca de donde salieron el 14 de Julio por la mañana y llegaron al aeródromo de Gando en esta isla, hacíalas dos de la tarde de ese día. El Comandante inglés con su hija y amiga de ésta, salieron la misma noche para Tenerife embarcados y al llegar allí el día 15 pudieron comunicar con las debidas precausiones a S. E. que el avión estaba en Las Palmas, y en la noche del 16, cuando embarcó, como hemos dicho, en Tenerife con rumbo a este Puerto S. E. con su esposa e hija, su Ayudante el Teniente Coronel Franco, el Auditor D; Lorenzo Martínez Fuset, venían en el mismo barcd el Comandante mencionado y las dos señoritas, a más de cuatro oficiales de paisano, escolta de S. E. En la noche del 16 a 17 aparecieron en diversos lugares de la población, letreros en las paredes contrarios al General Franco, por lo que el Comandante Jefe de Estado Mayor D. Fernando García González, se personó ¡ en el despacho del Sr. Boix Roig, Gobernador Civil para darle cuenta de ello y pedirle fuesen borrados, a lo que accedió aquel telefónicamente ordenando se procediese a borrar tales letreros, como así sucedió. En el número 803 del sábado 18 del Julio de 1936, del periódico « Hoy » se publicaban los siguientes detalles: « SEPELIO DEL GENERAL BALMES.- UNA IMPONENTE MA- . NIFESTACION ACOMPAÑÓ EL CADÁVER HASTA EL CEMENTERIO » DE ESTA CIUDAD.- EL PUEBLO DE LAS PALMAS HA DEMOSTRADO > UNA VEZ MAS SU HIDALGUÍA ASOCIÁNDOSE POR ENTERO, AL « DUELO. - EN LA COMITIVA FIGURABA EL GENERALDON FRANCISCO 26 » FRANCO Y DEMÁS AUTORIDADES.- EL GENERAL FRANCO REPRE- » SENTABA EL GOBIERNO DE LA KACION. « Las PalmaB se asoció en el día de ayer al duelo producido por la ^ inesperada muerte del Comandante Militar de la Plaza, General D. Ama- » do Balmes Alonso. Una vez más nuestro pueblo ha demostrado el honroso » título de Muy Nable y Leal Ciudad. Millares de personas se situaron des- » de las primeras horas de la mañana en calles y Doca- calles por donde de- « bería pasar la comitiva fúnebre. En balcones y ventanas en todo el trayecto » 8e aglomeró un numerosísimo público. Tal era la consternación que había « causado la muerte del prestigioso militar. Imponente muchedumbre acom- » pañó el cadáver del General hasta el sitio en que se le enterró. Por príme- » ra vez el bello sexo se asoció a esta manifestación de duelo. « LLEGA EL GENERAL FRANCO. > A bordo de uno de los barcos de la Compañía Transmediterránea, « llegó en las primeras horas de la mañana de ayer, el Comandante Militar » de la Región General de División D. Francisco Franco. Acompañado del » General Orgaz, se trasladaron ambas personalidades militares a la Coman- » dancia Militar, dando el pésame en nombre del Gobierno de la República, » a la Sra. Vda. del General Balmes. » EL PUBLICO INVADE LOS ALREDEDORES DE LA COMAN-sDANCIA MILITAR.- LLEGAN LAS AUTORIDADES. « Desde muy temprano la calle de Triana y los alrededores de la « Comandancia Militar, presentaba inusitado aspecto. Numerosos grupos se » estacionaron en las bocas calles. Los balcones y ventanas de las casas del « trayecto por donde debería pasar la comitiva fúnebre, hallábanse abarro- > tados de gentes. » A las diez y media, comenzaron a llegar las Autoridades locales. A « las once menos veinte, llegó a la Comandancia, el Gobernador Civil señor » Boix Roig acompañado del Secretario del Gobierno D. Enrique Mellado. > Luego fueron llegando sucesivamente. Alcalde de Las Palmas, Sr. Fajardo; » Delegado de Hacienda Sr. A. Pérez Cuevillas; Presidente del Cabildo In- « sular Sr. Herrera; Presidente de la Audiencia D. Antonio Rascón; Magis- « trados señores Cortés, Morales Mogollón y Fernández de Castro; Fiscal de « esta Audiencia Sr. Carvia; Teniente Fiscal Crespo Rubio; Comandantes » de los Ruques de guerra españoles surtos en el Puerto; Delegadio Marítimo » Sr. Socorro; Delegado del Trabajo; Inspector de Sanidad Sr. Martín, el Cuer- » po Consular acreditado en esta Plaza con rigurosa etiqueta; Director de la « Prisión Provincial Sr. Ilardia, Concejales de este Ayuntamiento y Conseje- » ros del Cabildo Insular; Jefes, Oficiales y Clases del Ejército, y los Jefes de « los distintos departamentos oficiales de esta Ciudad. » A las once menos cuarto llegó nuevamente a la Comandancia Mi- » litar el General Franco. > DAN EL PÉSAME AL COMANDANTE DE LA REGIÓN. « Momentos antes de ser sacado el cadáver de la Capilla ardiente, » enuno de los salones de la Comandancia, las Autoridades locales, entida- 27 » des oficiales y particulares de Las Palmas, Cuerpo Consular y representa- > ciones de todías las clases sociales, saludaron al General Franco condolién- » dose de la sensible pérdida que acababa de sufrir el Ejército y la guarni- » ción de Las Palmas, haciéndole extensivo de los familiares del General » Balines. > LLEGAN LAS FUERZAS > Con la anticipación necesaria llegaron las fuerzas de la guarnición » para rendir los honores al cadáver. Un Batallón del Regimiento de Infan- > tería con bandera arrollada y luciendo crespones negros, Banda y Música » al mando de un Comandante, se situó dando su cabecera en la esquina de > la calle León y Castillo, Bravo Murillo; una Batería de Artillería compuesta » de una sección de Artillería de Montaña y otra ligera al mando de un » Capitán, y por último una sección de Ingenieros al mando de un Oficial. » ( Este era el Tte. Don Félix Corrochano García que halló gloriosa muerte » en el paso del Cinca en 1 de Abril de 1.938). » EN MARCHA LA COMITIVA.- SE COLOCA EL FÉRETRO EN » UN ARMÓN DE ARTILLERÍA. ^ Numerosos Oficiales sacaron en hombros el féretro del pundono- » roso militar. Al aparecer en la puprta de la Comandancia se hizo el silen- » cio entre las miles de personas allí presentes. El féretro fué colocado en » un armón de Artillería, cubierto de crespones negros. El ataúd lo envol- > vía la bandera Nacional, con la gorra de plato del General, y el bastón de > mando. Varias coronas de flores naturales cubrían el armón. > Momento8 después se puso en marcha la comitiva. En la Presiden- > cia del duelo figuraban en representación del Gobierno, el Comandante > Militar de Canarias, General Franco; un familiar del General Balmes que » reside en Santa Cruz de Tenerife; el Gobernador Civil Sr. Boix Roig; sAlcalde de Las Palmas Sr Fajardo; Delegado de Hacienda Sr. Pérez » A. Cuevillas; Delegado Marítimo Sr. Socorro; Tte. Coronel de Infantería » Sr. Galtier que accidentalmente ostenta el cargo de Comandante Militar » de Las Palmas; y Teniente Coronel de la Benemérita Sr. Baraibar. » Daban'guardia de honor al cadáver, el General Orgaz, Teniente » Coronel Sr. Mateo, Comandante Ayudante del General Sr. Rúa Figueroa, » Comandante del Estado Mayor, Comandante de la Guardia Civil Sr. Lau- » reiro, y Comandante de Ingenieros Don Manuel de León Rodríguez. » La colonia inglesa tuvo una muy destacada representación, figuran- » do en la comitiva todos los jefes de las firmas británicas aquí establecidas » y a la cabeza el vice- Cónsul Sr. Moniz. « También hizo acto de presencia el Cónsul de Dinamarca Mr. Staib, « Gerente, además, de la casa de Alvaro Rodríguez López, consignatario de sFred Olsen. « Otras representaciones consulares formaban igualmente parte del » fúnebre cortejo. » Una multitud inmensa acompañaba al cadáver. El paso de la co- « mitiva fúnebre por Triana, Malteses, Muro, Obispo Codina y Reyes Cató- » licos, fué presenciado por numerosas personas. 28 > EL PUBLICO DESFILA POR ESPACIO DE MEDIA HORA ANTE . » EL CADÁVER. I » Luego de rezarse el respoaso por el clero de la Iglesia de San > Telmo comenzó el desfile del publico ante el cadáver y General Franco. » Este saludaba militarmente a las personas que desfilaban. Por espacio de « más de media hora duró el desfile de todas las personas que acudieron a la « manifestación de duelo. A continuación lo hicieron las fuerzas que le « rindieron honores. » La mayoría de los asistentes, así como las Aiitoridades, siguieron « hasta el cementerio. Al darse sepultura a] cadáver del General, una com- » pañía de Infantería hizo las descargas reglamentarias. « Sólo nos queda decir que Las Palmas se hallaba ayer hondamente > impresionada por la muerte del que fué Comandante Militar General « Balmes. La magna manifestación vista ayer, fué fiel reflejo del dolor que » ha producido la irreparable pérdida del valeroso militar Don Amado « Balmes, y fiel exponente de las simpatías que aquí se había captado. « HOY, reitera a la Viuda del General Balmes la expresión de su « más sentido pésame. » Del mismo modo que habían aparecido los letreros en algunas paredes del trayecto que había de recorrer el entierro, al servicio de información se anunció que durante el acto se pretendía atentar contra la vida de S. E. A los 4 Oficiales que vinieron de Tenerife como escolta del General se agregaron otros cuatro de esta guarnición, que también iban pendientes de S. E. sin que afortunadamente hubiese que lamentar ningún incidente. Al llegar al cementerio, trasladaron el cadáver al local designado para hacer la autopsia, y mientras ésta duró, estuvo el General Franco en un pasillo apoyado en un muro que dá a la playa, departiendo con las Autoridades y Jefes del Ejército: terminado el acto, en el cementerio se despidieron a las autoridades. A eso de las 7 de la tarde de ese día, se trasladó al Hotel Madrid, residencia de S. E., el Comandante Jefe de Estado Mayor Don Fernando García González, a quien inmediatamente le comenzó a dar instrucciones para el movimiento que se avecinaba y que al parecer era para el día 21; a poco tiempo comenzaron a llegar al notel personas que iban a visitar a S. E., entre ellas el Cónsul de S. M. Británica Mr. Head y su esposa, por lo que se hizo conversación corrida teniendo que ser interrumpida la privada, y en vista de ello a las 9 se despidió el Jefe de Estado Mayor, a quien le dio cita para el día siguiente a las 10 de la mañana en el mismo hotel, e insinuado que dada la importancia de la misma, podía continuarla aquella noche, el General prefirió que se continuase al día siguiente. 29 CAPITULO III Iniciación del Movimiento En la noche del 17 de Julio, el Gobernador Civil Sr. Boix Roig entró en su despacho poco después de las doce, donde se encontraba el jefe de la censura, y al ver que no había novedad, pasó a sus habitaciones con ánimo de entregarse al descanso. A poco de estar en su domicilio oyó una llamada telefónica en el despadio de la censura, con señales de ser una conferencia, y volvió a salir para ver de qué se trataba; era poco después de las doce de la noche. Vio que hablaban con Madrid, con el Subsecretario de Comunicaciones, quien hacía presente que en el Norte de África había estallado un movimiento de carácter monárquico, y preguntaba si aquí había o no tranquilidad: contestó el propio Gobernador Civil, diciendo que la tranquilidad era absoluta. Continuaron las llamadas y más tarde se recibió en la Central de Telégrafos un servicio de Madrid, que decía así: sss sss sss sss URGENTÍSIMO, AQUÍ EL JEFE DEL CENTRO URGENTÍSIMO PARA ESE JEFE DE CENTRO QUE ESTARA AHÍ PERSONADO, LE SALUDO AFECTUOSAMENTE, INMEDIATAMENTE LLAME AL GOBERNADOR ESA Y COMUNIQUELE LO SIGUIENTE== DE MELILLA SE HA CAPTADO EL SIGUIENTE RADIOTELEGRAMA= EL JEFE DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN AL COMANDANTE GENERAL D E CANARrAS= ESTE EJERCITO LEVANTADO EN ARMAS SE HA APODERADO DE TODOS LOS RESORTES DEL MANDO ESTOS TERRITORIOS. LA TRANQUILIDAD ES ABSOLUTA. VIVA ESPAÑA= PUNTO= URGENTÍSIMO PREVENGA AL GOBERNADOR CIVIL INMEDIATAMENTE COMUNIQUELE ASÍ A LAS PALMAS Y ACÚSEME RECIBO DE QUE ASI LO HA HECHO = ACUSE RECIBO DE QUE ASI LO HA HECHO QUE HA AVISADO VD. A LOS GOBERNADORES CIVILES DE TENERIFE Y LAS PALMAS. ACÚSEME RECIBO. Este telegrama fué llevado al Gobernador Civil, y fué contestado con otro que decía: AQUÍ JEFE CENTRO ACABO ESTAR GOBIERNO CIVIL ENTREGANDO NOTA PERSONALMENTE GOBERNADOR - PUNTO- 30 U Ji. it » ( p. ) n- dt Ul^ GR/= ín ^^/~^- J6í'f>^(: o^ •' VMLÍSÍCC < f O^ VW/ IC- 0 ^* tM* Tt pMtSAn L, / jii^ iUd -^ « yííríSflfl.^. ^ rgUíJX^ quAJX^ C/! M<^ RI/= T. O ¿ / Cm^^ r* Sféjm. (^ mt^ Ja O •• Kf ¿ k^ M> « « / . / 3íi » ¿ ¿ » r, 0 V 1 ^,-. s_ _ /^ IIl! Z>| fc\ p' • r - r » Jar< ü/ t^^~ ' / j- A^ A ^ rtftaL. a » ESTOY COMUNICACIÓN CON TENERIFE CON EL QUE ACABO DE SOSTENER CONFERENCIA CON GOBERNACIÓN. POR SI PUEDE INTERESAR A LAS AUTORIDADES ADVIERTO QUE EL COMANDANTE GENERAL DE CANARIAS ESTA HOY AQUÍ CON MOTIVO ENTIERRO GENERAL BALMES. LE SALUDO. En el Centro de Telégrafos donde se desarrollaron otros acontecimientos que no son del caso exponer, se avisó a los funcionarios exaltados que eran la gran mayoría, y entre una y dos de la madrugada, un grupo de ellos capitaneados por uno llamado Camino, propusieron al Gobernador Civil, ir al Hotel a detener al General Franco, que a aquella hora estaba entregado al reposo y ajeno a todo lo que estaba sucediendo; pero el Gobernador dijo que no le parecía prudente, ni creía que podría realizarse. Alrededor de la una de la madrugada, desde el Gobierno Civil se mandó aviso a la redacción del periódico « Avance » , para que fuese el Director al Gobierno, y el teléfono no dejó de funcionar dando órdenes a las organizaciones obreras y dirigentes. Encargado a varios se localizara al General Franco, le manifestaron que se hallaba en el Hotel Madrid. Alrededor de las tres de la madrugada, se avisó telefónicamente al Teniente Coronel Jefe de la Guardia Civil, para que se presentara al Gobernador: llegó didio Jefe y le comunicó aquél las noticias que tenía de Madrid, al propio tiempo que una pareja le entregó un radio de la Inspección del Instituto en Madrid comunicándole informes y ordenándole que si se declaraba el estado de guerra lo considerase como ilegal. Terminada la entrevista, el Gobernador habló nuevamente con Madrid y dijo al Jefe de la Guardia Civil, que le habían orflenado que detuviesen al General Franco vivo o muerto: nueva llamada de Madrid, directamente al Tte. Coronel de la Guardia Civil, de la Inspección, comunicándole que el movimiento había fracasado, y ordenándole que si tenía armas las repartiese entre el Frente Popular, poniéndose de acuerdo con sus elementos para hacer abortar el movimiento, caso de estallar, en Las Palmas y que tratase de detener al General Franco: el mencionado Jefe dio ordenes telefónicas para concentrar a la Guardia Civil, organizar la defensa del Cuartel y otras escritas para los puestos de la Guardia Civil del Puerto de la Luz, Arucas y Telde, que entregó a los dirigentes obreros Félix González Monzón y Primitivo Pérez Pedraza. Al recibir la orden de detener al General Franco, que se hallaba ya en la Comandancia Militar, dijo al Gobernador que si iba, corría el peligro de que lo detuviesen a él; en vista de lo cual quedó por el momento sin cumplimentar dicha orden en espera de los acontecimientos. Los dirigentes obreros dieron orden de declarar la huelga general, mientras llegaban al Gobierno Civil, políticos. Guardias de Segundad y Asalto, Guardias Civiles, Agentes de Policía y Vigilancia, Autoridades locales, etc. etc. En Santa Cruz de Tenerife se había recibido antes de media noche, el radiotelegrama de África que se esperaba, aunque no para aquel día, como se sabe, y hubo necesidad de esperar a que fuese más de las doce de la noche para tener una conferencia telefónica con Las Palmas, pues a partir de esa hora es cuando se creía poder tener comunicación sin ser sorprendida por parte del personal de teléfonos: pasada la media noche, y alrededor de 31 ^ • üDncí sanan 1 ^ • cy • DDnDDDn •[ ZDEiDano/ l » > v.'- 4Jt] L^^,,' 1= i p= n— II . . . I 1C ! 3D1 Dn nn— fr ^/^ ffl ' O/ ^ 2£ LJa. ¿ del .( S^^ Zy C ¿ M: u-£ e2. da. J^/ íaajuJe. rin. Cu- cV-£ e ¿ g ¿ g . Air& lUr- La ^ ¿ >. <; 3 » ¿ gz ¿ » > g< a. ^ AL^ J^ U^^ J_ Y'ainaj^ iiafrjúa. JfTí ¿ ¿ ¿ ix. i' I. Qr^ ierrLo- OíuiL. 1< Wet7/ gp6i/. Ze ¿ ¿ y<^ n. 9j. Ctuiríid e ¿ K - X Q'hpLrr. cíj ctr. G^ mctrídaUíCi^ í áí ¿ X Síi^'^^^ tíí^ c^.. C^ éeUj'iKU- in ¿ ^/- f> r>^ mm ^^? aQ& 4 X ^^ fU^ ^= ¿ t íyír ¿ íjí ¿ ^ j- ia.. < Í>^ JU:: UZJ^ ¿ k:: 2yci. / J^ T^ g^^^^^ f.... » ^^ Á. ¿ TzIhKj- UjeZ* Eta¡£ Cn^ ikorai} 6 ^ ^ . / g / ¿ : a eojíth!-. \: h Llegado a la Comandancia Militar, se abrió el portillo j vi la guardia reforzada con un pelotón o sección, y al entrar en el despacho del Jefe de Estado Mayor^ quedé asombrado al ver en él a los Generales Franco y Orgaz, Tenientes Coroneles Mateos, Jefe de la Caja de Reclutas, Galtier, Franco Salgado, Pascual Lascuevas Jefe del Grupo de Artillería, Auditor Sr. Martínez Fuset y Teniente de Infantería D. José Nieto Ventura. A mi llegada, el General Franco, que por lo visto había interrogado a los demás Jefes de Cuerpo, y vio que nada se tenía previsto, se dirigió a una esquina llamándome y allí comenzó a decir que había recibido un telegrama de África comunicándole que la guarnición se había levantado en armas, que él quería garantizar el orden aquí, que había llamado al Gobernador Civil para que resignara el mando y declarar el Estado de Guerra, etc., etc.: en medio de esta conversación entre los dos, y sin saber en concreto de lo que se trataba, se acercó Martínez Fuset y dijo: « Tú eres el Comandante Militar déla Isleta, y tienes que irte a tu Cuartel, apoderarte del Puerto de la Luz e impedir que los obreros de allí y los del casco de la población se pongan en contacto » , a lo que el General Franco asintió dándome instrucciones concretas sobre lo que debía de hacer, organismos de que tenía que apoderarme, etc., etc. Le hice saber que tanto la « Federación Obrera> como el Gobierno Civil estaban iluminados y con automóviles a la puerta, diciendo entonces S. E. que ya no se podía esperar más, y que salieran las Tropas a la calle a leer el Bando declarando el Estado de Guerra. Para ir al Cuartel a cumplir el cometido que se me había dado, tenía que recorrer unos 7 kilómetros pasando por los barrios obreros más levantiscos: el General Franco me preguntó si creía poder llegar al Cuartel, contestándole qiíe creía que sí, y al insistir en que podían cogerme prisionero le hice presente que había traído la pistola con dos cargadores y que no era fácil que me detuviesen. Por no disponer en aquel momento del coche de mando y mientras el General Franco me daba instrucciones, salió a la calle el General Orgaz a buscar un taxi a la parada próxima, y una vez que llegó, salieron todos hasta la puerta de la Comandancia a despedirme, pues con esta salida, comenzaba a plasmar las órdenes que estaba dando el jefe de Estado Mayor para iniciar el alzamiento en Gran Canaria; despedido por los Generales y los Jefes de Cuerpo, cuando el General Franco se despedía deseándome buena suerte, el Teniente Coronel Franco Salgado, le dijo: « Quítate de la puerta que te pueden dar un tiro » , a lo que éste contestó: « Aún no han comenzado los tiros » , última frase que oí al que había de ser nuestro invicto Caudillo. Llegué al Cuartel del Puerto de la Luz sin haber tenido el más mínimo entorpecimiento, pues ni guardias municipales encontré en todo el trayecto, y allí se hallaba de servicio el Teniente D. Tomás de la Cuadra Salcedo, y al manifestarle lo que pasaba, este Oficial que hacía diez y ocho días que había llegado de Madrid, habló del movimiento militar en proyecto, de las fuerzas comprometidas, de los partidos políticos, etc., etc. Comencé inmediatamente a avisar a los Oficiales, ordenándoles que se presentasen en el Cuartel, y en el riiismo taxi que llegué, mandé a la Comandancia Militar una estación de Radio y óptica por si nos quedábamos aislados telefónicamente, y conforme iban llegando los Oficiales, con patrullas de la Tropa que había levantado, las iba mandando a la calle 33 a ocupar loa puntos vitales, dándoles severas órdenes de impedir la forma-ción'de grupos y hacer fuego contra ellos a la menor provocación, sin contemplaciones. Al Batallón de Infantería alojado al lado, se le dio la misma orden, y a la Batería de Montaña que tenía 4 piezas, se le ordenó que mandase dos piezas a Las Palmas frente a la Comandancia Militar y otras dos a la Estación del Tranvía, entre Las Palmas y el Puerto, con orden de impedir que los obreros de uno y otro lado se uniesen: como las mismas medidas se tomaron en Las Palmas, con toda rapidez, cuando la población se levantó y se dio cuenta de que algo anormal sucedía, todos los sitios vitales estaban en mano del Ejército y las fuerzas de Guardia Civil, Seguridad, Asalto y Cuerpo de Vigilancia que se nos habían puesto en contra, estaban encerrados en el Cuartel o en el Gobierno Civil, acordonados por el Ejército. El personal del Grupo que estaba presente el día 18 de Julio en la Plaza, era el siguiente: Comandante Jefe. Capitán Capitán Capitán Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Teniente Alférez Alférez Alférez Alférez Brigada Brigada Brigada Brigada Sargento Sargento Sargento Sargento Sargento Sargento Maestro Armero Id. Guarnicionero Id. Herrador Celador Cabo Cornetas Cabo id. id. id. id. id. Don José Pinto de la Rosa Don José Tiestos Obiedo Don Ramón Gómez Irimia Don Fernando Delgado Rius Don Cándido Luis Salazar Don Miguel Alonso Becerra Don Julián Borrego Rubiera Don Feliz Corrochano García Don Tomás de la Cuadra Salcedo Don Melchor Camón Gironza Don Gregorio González López Don Manuel Ojeda Bautista Don Baudilio Larrumbe y Sanz de Galdeano Don Manuel Barahona Jaramillo Don José Borrel Gutiérrez Don Antonio Bernal Conde Don Manuel Infantes Cabezas Don Alfonso Aysa Bremh Don Alejandro Peñas Arribas Don José García Salas Don Luis Sánchez Rojas Don Manuel Navarro Montesdeoca Don Juan Gili Olcina Don José Oliver Jimémez Don Cándido Comas Oliver Don Bernabé Gallego López Don José López Almoguera Don Federico Alonso García Benigno Martínez Moreno Diego Hernández González Feliz Falcón Jiménez Agustín Alemán García Eduardo Díaz Falcón Ignacio Quesada Molina 34 Gonzalo Bañólas Reina Entrada del Cuartel Biblioteca de oficiales. Paseo de entrada. Hogar del soldado. ^^ gl^^^^^^^^^^^^ H *" •• • ^ í - . * ' > - : ' " r í ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ r a^ ""-'""" ' imÉm^ " .-- IP*^' f f^ •- !"'> , \ ,• ^^ "''^^ Bft^^^^^^ B^ H k l Detalles de los jardines Cabo id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Cabo interino Tambor Soldado de 1.^ id. id. id. id. id. id. Voluntario id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Soldado de 2." id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id. Ildefonso Páez de Vargas José de Lara Salado Faustino Pío González Lorenzo Sosa Medina José Navarro Cil Carlos Hernández Alvarez Alberto Maltrana Jiménez Agustín Sáncbez Jorge Agustín Martín Padilla Armando Gil Melián Conrado García Guerra Remigio García Guerra José Miranda Reguera Paulino Hevia García Antonio Suárez Falcón Antonio López Herrera Santiago Moran Sánchez José Gutiérrez Pich José Pérez Mendoza José Hernández Martín Juan Gallardo Ortega Bernardo González Fernández Julián Rodríguez Brito Antonio Padilla Figueroa Manuel Benítez Quevedo Juan Rodríguez Rodríguez Juan Morales Medina Francisco Gutiérrez Pich Francisco Hernández Batista José Vico Jiménez Juan Redondo Camarero Vicente Salinas Jiménez Santiago Álamo Rey Teodoro Rivero Suárez Fernando Bañólas Reina Antonio González Oropesa Antonio Hernández Guerra Antonio Trujillo Miranda Carlos Delgado Santana Francisco García Quevedo Francisco Díaz Sánchez Francisco Estevez Chil José Delgado Padrón Joaquín González Torres José Domínguez Taisma José Castellano Cruz Juan Castellano Cruz Manuel Díaz Sosa Juan Falcón Santana 35 Soldado de 2. » Marcelino Gil Pérez id. Pedro Díaz Quintana id. Pedro González Santos id. Pedro González Déniz id. Antonio. Peña Guarda id. Andrés Padrón Paz id. Domingo Péñate Rodríguez id. Gregorio Ojeda Alemán id. José Pérez Batista id. Juan Laine Hernández id- Miguel Monagas Caballero id. Manuel Navarro Rodríguez id. Pedro Martín Ordóñez id. Francisco García Álamo id, Antonio Bruno Suárez id. Cosme Cáceres Peña id. Antonio García Mena id. Francisco Déniz Navarro id. Rafael Calenti García id. Antonio García Díaz id. Alonso Aranda Jiménez id. Diego Marín Villanueva id. Domingo Coello id. Francisco Heredia García id. Francisco Armas Curbelo id. José Hernández Betancor id, José Guerra Calero id. José Molina Vázquez id. José Madrid Cantero id. José Navarro Hernández id. Eduardo Baños Carretero id. Juan Hernández González id. Julio Falcón Cazorla id. Marcos García Osorio id. Miguel Figueroa Moreno id. Marcial Curbelo González id. Primitivo López Jiménez id. Segismundo Díaz Almeida id. Sebastián González Pérez id. Santiago Hernández Machín id. Santiago García Fernández id. Salvador González García id. Venancio González Ramos id. Antonio Medina Ramos id. Antonio Moreno Ramos id. Agustín Martel Caballero id. Antonio García Hernández id. Alfonso Castro Torralba id. Cesáreo Marrero Déniz 36 Soldado de 2 / Celedonio González Gástellano id. Domingo Padrón Silva id. Domingo Lemes Quintero id. Eugenio Pérez Cabrera id. Eugenio Darías id. Francisco Méndez Auta id. Francisco Mesa Ropero id. Francisco Hernández Suárez id. Gregorio Mateo Ramírez id. Isidro Medina Medina id. José Molina Sosa id. Juan Martín Betancor id. Juan López Alvarez id. José Martín Ojeda id. José Medina Henriquez id. José Medina Santana id. José Montesdeoca Santana id. Juan Melián Mesa id. Juan Jiménez Ramírez id, José Morales Martín id. Juan Martel Martel id. José Monzón Suárez id. Juan García Hernández id. • José Darías Hernández id. José García García id. José López Benítez id. Juan Chinea Negrín id. Manuel Medina Hernández id. Mariano Perdomo Betancor id. Manuel Martín Hernández id. Manuel López Guerra id. Nicolás Ortega Guerra id. Pedro Ortega Romero id. Pedro Padrón Ramos id. Ramón García Díaz id. Ruperto Gómez Magdalena id. Sebastián Perdomo García id. Trino Díaz Martín id. Sebastián García Pérez id. Antonio Henriquez Sánchez id. Antonio Déniz Rodríguez id. Basilio González Viera id. Blas Gil Rojas id. Francisco Falcón González id. José Dámaso Ojeda id. José Naranjo Gambero id. José Déniz González id. José González Rodríguez id, José Santos García 37 Soldado de 2.* Juan Ascanio García id. Juan García Vega id. Mauricio Arteaga Herrera id. Nicolás Díaz Díaz id. Pedro Trujillo Moreno id. Antonio Pons Quesada id. Augusto Romero Real id. Benito Jiménez González id. Ezequíel Navarro Esteban id. Eloy Montesdeoca Hernández id. Francisco Morales Machín id. Francisco Viñolo Merino id. Francisco Malpartida Marín id. José Hernández San tana id. Mariano Martínez Noguera id. Manuel Rodríguez Moreno id. Manuel Marte! Ortega id. Melitón Cabrera Negrín id. Miguel Peña López id. Nemesio Martín Quintero id. Raimundo Lutzardo Rodríguez id. Rafael Romero Gómez id. Rafael Martín Quintero id. Valentín Mateo Sosa id, Santiago Melián Lino id. Antonio Godoy Guerra id. Abel Galván Rodríguez id. Maximino García Carvajal id. Salvador Vega Rodríguez El personal con que contaba el Grupo de Ingenieros, aunque no todos estaban en el Cuartel, pues de esta relación hay que descontar asistentes, ordenanzas, escribientes de la Comandancia de Ingenieros, de la Comandancia Militar, enfermos en el Hospital, Centralistas de la Red Telefónica Militar, Obreros de la línea de la misma, permisos, etc., etc., eran pues: 1 Comandante Primer Jefe. 3 Capitanes. 6 Tenientes. 4 Alféreces. 4 Brigadas. 6 Sargentos. 4 del C. A. S. E. 1 Cabo de Cornetas. 182 de tropa. 38 CAPITULO IV Desarrollo del Movimiento Veamos lo que sucedía en Las Palmas, mientras se ocupaban en el Puerto de la Luz los objetivos señalados por el Comandante Militar, sin dificultad. Desde la madrugada se intentó hablar telefónicamente desde la Comandancia Militar con el Gobernador Civil para que resignara el mando y proclamase el estado de guerra, pero no se avenía. Entre 5 y 6 de la mañana, se personó en el Gobierno Civil el Excmo. Sr. General D. Luis Orgaz Yoldi, y dirigiéndose al Gobernador le manifestó que debido a lo que estaba ocurriendo en la Península, se iba a declarar el « Estado de Guerra » y que resignara el mando, pues él tenía la fuerza y había decidido hacer uso de ella, indicándole que no pusiera inconveniente a la situación que se creaba, lo que fué rechazado por aquel, diciendo que él era el legítimo representante del Gobierno y no autorizaba se declarase el, « estado deguerra>, pues guardar el Orden Público, era función suya: interrogados los Jefes de la Guardia Civil que se hallaban presentes, dijeron que estaban al lado del Gobernador, en vista de lo cual el General Orgaz, marchó nuevamente a la Comandancia Militar a dar cuenta de sus gestiones: enseguida el Gobernador Civil avisó telefónicamente a Madrid la entrevista y el Jefe de la Guardia Civil puso un radiograma a Madrid dando cuenta asimismo. Próximamente a las 6' 15 se presentó frente al Gobierno Civil, tropa de Infantería al mando del Capitán D. Santiago Díaz Treyter, que posteriormente murió por Dios y por la Patria en la Península, declarando el estado de guerra; subió al despacho del Gobernador donde estaba éste con los Jefes y algunos Oficiales de la Guardia Civil, Teniente de Asalto, Agentes de Vigilancia, dirigentes políticos y obreros etc., y le entregó un ejemplar del Bando, y al no quererlo cojer, lo dejó dicho Capitán sobre la mesa, en cuyo momento aquel lo tomó y sin leerlo lo rompió diciéndole al Oficial. « Dígale Vd. a su General lo que he hecho con el Bando » . Este decía así: BANDO DECLARANDO EL ESTADO DE GUERRA. DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, General de División, Comandante Militar de las Islas Canarias, HAGO SABER: Que de conformidad con lo prevenido en el artículo 36 y sus concordantes 7 número 12; 9, número 3 y 171 del Código de Jus- 39 ticia Militar, declaro el Estado de Guerra en todo el Archipiélago, y en su virtud: ORDENO Y MANDO Art. 1.°— Se prohibe la formación y circulación de grupos de tres o más personas. Los que se constituyan serán disueltos inmediatamente por la fuerza, si desobedecieran o resistieran la primera intimación. Art. 2.°— Qneda terminantemente prohibido aproximarse, sin causa justificada, a las líneas de energía eléctrica, conducciones de agua, gas, estaciones telefónicas, cuarteles, polvorines, dependencias militares, establecimientos fabriles e industriales, bancos, hospitales, asilos y cualquier edificio público. Los que lo hicieren lo verificará individualmente y si no justificasen la causa de su presencia, serán detenidos en el acto. Art. 3.°— No podrán celebrarse reuniones, manifestaciones, conferencias, espectáculos o cuantos actos supongan reunión de personas en número superior a tres, sin permiso de mi Autoridad. Art. 4°— Serán sometidos a mi previa censura y como requisito indispensable para circular tres ejemplares de cualquier impreso o documento destinado a la publicidad. Art. 5". - Quedan destituidos los Gobernadores Civiles y Delegados del Gobierno, Ayuntamientos, Cabildos, Man comunidades _ interinsulares y cuantas Juntas de cualquier clase dependan de dichas Corporaciones. Los destituidos integrantes de ellas se abstendrán en el desempeño de su cometido a partir del instante de la publicación de este Bando y la contravención del mismo en este sentido se reputará como suficiente para considerarlos incursos en el delito de rebelión. Con objeto de no dejar desatendidos los servicios y finalidades de aquellos organismos, los Secretarios de ellos conservarán su documentación atendiendo las necesidades de carácter urgente, hasta tanto se personen ante ellos los representantes de mi Autoridad, quienes lo harán acompañados de las correspondientes instrucciones a fin de normalizar con toda urgencia y personal civil la vida de dichas entidades. Art. 6.°— Queda prohibido terminantemente el cierre de establecimientos fábricas, talleres, oficinas y cualquier otra manifestación de actividades. La cesación de ella, la rebaja de salarios concedidos, los pactos que impliquen disminución de los otorgados, la alteración de las bases de trabajo, los despidos sin justificación y cualesquiera otras contravenciones, se estimarán como acto sediciosos, ya lo sean aislada o juntamente cometidos sus autores sometidos a juicio sumarísimo. Del mismo modo se apreciarán as declaraciones de huelga, abandono de trabajo, incitación a aquella o a éste, realización de paros y cualesquiera otras actitudes que entorpezcan las jornadas obreras. La comisión de los hechos antes enunciados motivará el inmediato encarcelamiento de sus autores, juntas directivas, comités y demás personas qne aun sin relieve corporativo pudieran considerarse como provocadores del movimiento, así como la clausura de las Asociaciones patronales u obreras causantes de tales actos. Art. 7.°- En el plazo de doce horas a partir de la publicación de este bando, los tenedores de armas cortas y largas de fuego, substancias 40 I explosivas, armas blancas de usos distintos de los domésticos, agrícolas o industriales, estén o no provistos de licencia, deberán entregarlas en los puestos de la Guardia Civil del domicilio del poseedor, por cuyos Comandantes se les refrendará la documentación y les será expedida en su caso, de acuerdo con las instrucciones que tienen recibidas, procediendo a la recogida, reseña o inventario de las que ocuparan. Pasado este plazo los tenedores de armas de fuego dentro o fuera del domicilio serán considerados como rebeldes y en igual forma los que lo fueren de substancias explosivas, incendiarias o corrosivas. Art. 8.°— Quedan sometidos a la Jurisdicción de guerra y juzgados en procedimiento sumarísimo todos los autores, cómplices o encubridores de cuantos delitos se previenen contra el orden público en el Código Penal ordinario, de Justicia Militar y Ley de Julio de 1933. Art. 9.°— Quedarán a mi disposición y a mis inmediatas órdenes o a la de los Comandantes Militares de las Plazas en su caso, todas las fuerzas armadas que dependan de otras Autoridades, teniendo desde este momento las que no lo tuvieran con anterioridad, la consideración de fuerzas armadas. Los funcionarios públicos y demás Corporaciones Civiles que no presten el inmediato auxilio que mis subordinados le reclamen para el restablecimiento del orden, serán suspendidos en el acto de su empleo, cargo y sueldo o gratificación anexos, sin perjuicio de las responsabilidades en que incurrieren. Art. 10.°— Serán considerados como presuntos reos de sedición o rebelión, las personas que se encuentren o hubiesen estado en sitios de combates y asimismo aquellas que fueren aprehendidos huyendo o escondidos, después de haber estado con los estimados como rebeldes o sediciosos, y cuantos propaguen noticias o informaciones tendenciosas. Art. 11.°— Hasta nueva orden queda prohibido el tráfico por carreteras y en el interior de las poblaciones por medio de vehículos de tracción mecánica o animal, ya sea de propiedad particular o de servicio público, excepción hecha de los autobuses tanto urbanos como interurbanos, y tranvías. Los automóviles, motocicletas, bicicletas y demás medios de locomoción que precisaren circular lo harán previa autorización que se les expedirá en las respectivas Comandancias Militares. A los efectos de términos legales, se hace la publicación de este bando a las seis horas del día de hoy. Las Palmas, 18 de Julio de 1936. FRANCO. En las primeras horas de la mañana, se leyó por la estación E. A. J. 50 Radio Las Palmas, de la que se habían incautado las fuerzas del Ejército, la siguiente: ALOCUCIÓN AL PUEBLO ESPAÑOL POR EL GENERAL FRANCO Españoles: A cuantos sentís el santo amor a España, a los ( jue en las filas del Ejército y Armada habéis hecho profesión de fé al servicio de la Patria, a los que jurasteis defenderla de sus enemigos hasta perder la vida, la nación os llama en su defensa. 41 La situación de España es cada día que pasa más crítica. La anarquía reina en la mayoría de sus campos y de sus pueblos: Autoridades dé nombramiento gubernativo presiden, cuando no fomentan, las revueltas. A tiros de pistola y ametralladoras se dirimen las diferencias entre los bandos de ciudadanos, que alevosa y traidoramente se asesinan, sin que los poderea públicos impongan la paz y la justicia. Huelgas revolucionarias de todo orden paralizan la vida de la Nación arruinando y destruyendo sus fuentes naturales de riquezas y creando una situación de hambre que lanzará a la desesperación a los hombres trabajadores. Los monumentos y tesoros artísticos son objeto de los más enconados ataques de las hordas revolucionarias, obedeciendo a las consignas que reciben de las directivas extrangeras, que cuentan con la complicidad o negligencia de los Gobernadores móntenles. Los más graves delitos se cometen en las Ciudades y en los campos, mientras las Fuerzas de Orden Público permanecen acuarteladas, corroídas por la desesperación que provoca una obediencia ciega a gobernantes que intentan deshonrarla. El Ejército, la Marina y demás institutos armados, son blancos de los soeces y calumniosos ataques, precisamente por aquellos que deben velar por sus prestigios. Los estados de excepción y de alarma sólo sirven para amordazar al pueblo y que España ignore lo que sucede fuera de las puertas de sus villas y ciudades, así como para encarcelar a los pretendidos adversarios políticos. La constitución por todos suspendida y vulnerada, sufre un eclipse total: igualdad ante la Ley, ni libertad aherrojada por la tiranía, ni fraternidad; cuando el odio y el crimen han sustituido al mutuo respeto, ni imi-dad de la Patria amenazada por" el desgarramiento territorial más que por el regionalismo que los propios poderes fomentan; ni integridad y defensa de nuestras fronteras, cuando en el corazón de España se escuchan las emisoras extrangeras qué predican la destrucción y el reparto de nuestro suelo. La Magistratura Española que la Constitución garantiza, igualmente sufre las persecuciones que la enerva o mediatiza y recibe los más duros ataques a su independencia. Pactos electorales hechos a costa de integridad de la propia patria, unidos a los asaltos de los Gobiernos Civiles y Cajas fuertes para falsear las actas, formaron la máscara de la legalidad que nos preside. Nada contuvo la apetencia de poder: destitución ilegal del moderador; glorificación de la revolución de Asturias y de la separatista catalana, una y otra quebrantadora de la Constitución que en nombre del pueblo era el Código fundamental de nuestra Instituciones. Al espíritu revolucionario en conciencia de las masas engañadas y explotadas por los agentes soviéticos que ocultan la sangrienta realidad de aquel régimen que sacrificó para su existencia veinticinco millones de personas, según en la malicie y negligencia de autoridades de todo orden que amparadas en un poder claudicante carecen de autoridad y prestigio para imponer el orden y el imperio de la libertad y de la justicia. ¿ Es que se puede consentir un día más el esjpectáculo vergonzoso que damos al mundo? ¿ Es que podemos abandonar a España a los enemigos 42 Sr. Coronel de Ingenieros Don [ osé M. Pinto de la Rosa. Sr. Jefe de Estado Mayor de Las Palmas, Don Fernando Garda González. Excmo. Señor Don Luis Orgaz Yoldi. Don José Cácercs Sánchez. de la Patria con un'proceder cobarde y traidor entregando las industrias y la existencia? Eso no: que lo hagan los traidores, pero no lo haremos quienes juramos defenderla. Justicia e igualdad ante la ley os ofrecemos, Paz y amor entre los españoles. Libertad y Fraternidad excenta de libertinaje y- tiranía. Trabajo para todos. Justicia social llevada a cabo sin antojos ni violencias. Y una equitativa y progresiva distribución de la riqueza sin destruir ni poner en peligro la economía española. Pero frente a esto, una guerra sin cuartel a los explotadores de la política, los engañadores del obrero Honrado, a los extranjeros y extranjerizantes que directa o solapadamente intentan destruir España. En este momento es España entera la que se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia: en todas las regiones, el Ejército y la Marina y las fuerzas de Orden Público se lanzan a defender la patria. La energía en el sostenimiento del orden que estará en proporción a la magnitud de las exigencias que se ofrezcan. Nuestro impulso no se termina por la defensa de los intereses bastardos, ni por el deseo de retroceder en el camino de la historia, por que las instituciones, sean cuales fueren, deben garantizar un mínimun de convivencia entre los ciudadanos que no obstante las ilusiones puestas por tantos españoles se han visto defraudados, pese a la transigencia y comprensión de todos los organismos nacionales con una respuesta anárquica, y la realidad es imponderable. Como la pureza de nuestras intenciones nos impide yugular aquellas conquistas que representan una base en el mejoramiento político social y el espíritu de odio y de venganza no tiene albergue en nuestros pechos, del forzoso naufragio que sufrirán algunos ensayos legislativos, sabremos salvar cuantos sean compatibles con la paz interior de España y su anhelada f ; randeza, haciendo reales en nuestra Patria por primera vez y por este orden a trilogía: Fraternidad: Libertad e Igualdad. Españoles: ¡¡ VivaEspaña!! j ¡ Viva el honrado pueblo español y malditos los que en lugar de cumplir sus deberes traicionan a España!! General Francisco Franco. A un periodista, dio el General Franco que con el General Orgaz y demás Jefes y Oficiales, estaba en la Comandancia Militar de Las Palmas, unas cuartillas que decían: > Se reciben noticias de España que ante la situación de caos que el » Gobierno no era bastante a cortar, el Ejército de Marruecos se alzó en aromas en movimiento nacional para restaurar el orden perturbado. Nuestra > gloriosa Marina de Guerra y la casi totalidad de las regiones peninsulares » se han fundido en el Movimiento. La gloriosa y esforzada Guardia Civil Es- » pañola y Guardia de Asalto y Orden Público, unidos al Ejército son acla- » raados por el pueblo. » E1 Gobierno impotente ante el arranque nacional de patriotismo, > trata con los Jefes Militares para facilitarles el camino. 43 » En Santa Cruz de Tenerife desde las 8 de la mañana del día de » lioy declarado el Estado de Guerra, todas las fuerzas de Guardia Civil, > Asalto y Orden Público prestan juntas los servicios de seguridas y vigilan- » cia: las gentes les aclama a su paso. > En Las Palmas se ha declarado a las 6 de la mañana el estado de > guerra en los términos que se expresan en el Bando. > Por la radio, la Autoridad Militar ha dirigido la siguiente procla- » ma: ( la ya expresada). > Han quedado suspendidas con arreglo al bando, las autoridades » civiles provincial y local, que hasta ahora desempeñaban las funciones » administrativas. Por radio se leyó repetidamente, la proclama que a continuación se expresa. » E1 movimiento de dignidad militar que inicia el Ejército de África » y al que se une la Marina de Guerra, nuestro Archipiélago y las guarnicio- » nes peninsulares, con el ansia de poner fin al estado caótico de nuestra » Patria, hace que en estos instantes redoblemos nuestros esfuerzos, para » definitivamente poner a nuestra Nación a la altura que nuestros corazones ^ desean, mereciendo así el rango a que tiene derecho en la comunidad de > los pueblos civilizados, sin que pretéritos hechos hayan sido otra cosa que » un paréntesis en la Historia que seguimos bajo la República. Desde que el público se enteró de lo sucedido, comenzaron a afluir a la Comandancia Militar toda clase de personas de orden a ponerse a las órdenes de los Jefes del Movimiento salvador de España, así como la casi totalidad de los militares en Reserva, Retirados, con licencia, etc. y gran parte de la juventud sana, a la que se empezó a repartir armas para comenzar los servicios en las calles, ya que las tropas de la guarnición eran impotentes para atender a todo lo necesario. A las 10 y media de la mañana se ordenó por el Jefe del Regimiento de Infantería al Comandante D. Carmelo Guzmán González que procediese a la ocupación del Ayuntamiento de la Capital, y con varios oficiales y 40 hombres, marchó al mismo donde encontró a la Guardia Municipal formada en el vestíbulo, con armas, y al mando de la misma, su Jefe que era el Brigada de Infantería D. Alberto Hernández Suárez, quien al ver al Comandante se le presentó dándole las novedades, quedando la tropa a la expectativa en la Plaza de Santa Ana frente al edificio y vigilando las calles de acceso a la misma. Se dijo que el piso alto del Ayuntamiento estaba ocupado por extremistas con pistolas, pero el Comandante Guzmán entró y vio al Secretario del Ayuntamiento y un Concejal, quienes le dijeron que el Alcalde Sr. Fajardo estaba en el Gobierno Civil, y a ellos les manisfestó 2 ue de orden de la Auroridad Militar se incautaba del Ayuntamiento, pi-iéndole informase el paradero del resto del personal. Desde el teléfono de aquel establecimiento, avisó al Regimiento dando cuenta de haber cumplido su cometido sin novedad. Mientras se terminaba la ocupación de la Ciudad por las fuerzas militares, al Gobierno Civil, ya cercado por tropas, iban acudiendo dirigentes, políticos y todos aquellos que creyeron que por hacer allí acto de 44 presencia, iban a ser recompensados con algún cargo de importancia, y así se dio el caso entre otros muchos, de un funcionario, que estando en su oficina, se despidió de sus compañeros, diciendo: « Voy a ver la mascarada de los militares » y después de andar un poco las calles de la población, entró en el Gobierno Civil para hacerse visible y contraer méritos para sus miras políticas: ¡ El ver esta mascarada de los militares » , le valió varios meses de campo de concentración y trabajar en la construcción de carreteras como peón! Todo era euforia en el Gobierno; se compadecían de los que se habían alzado en armas contra él, viéndose asistido de toda la fuerza de orden público con sus Jefes ( Guardia Civil, Asalto y Vigilancia), y a ello contribuía las noticias que les daban desde Madrid oficialmente y además por radio. Contando con personal en la Delegación Marítima, como entonces se denominaba la Comandancia de Marina, creyeron que las fuerzas de la gloriosa Marina Nacional se pondría a su lado y enviaron al cañonero Canalejas, que estaba varado, un oficio que recibió su Comandante el Capitán de Corbeta D. Fernando Meléndez Bojart que decía así: » En virtud de las circunstancias, sírvase personarse en este Gobier- » no Civil con todas sus fuerzas armadas para ponerse a disposición del Go-xbierno de la República.— Las Palmas, 18 de Julio 1936.— El Gobernador > Antonio Boix.— Rubricado. Este oficio lo recibió por conducto de dos Agentes de Vigilancia y les contestó de palabra que por estar su buque varado, no le era posible ir, pero que ordenaba al Alférez de Navio Sr. Izquierdo marchase al Gobierno Civil, como así lo hizo. Poco después D. Fernando Meléndez recibió un oficio que decía: « Sírvase V. S. sin excusa ni pretexto alguno, ponerse a disposición » de mi legítima Autoridad con toda la fuerza y armamento de que dispon- » ga, en este Gobierno Civil.— Viva V. S. muchos años.— Las Palmas 18 de » Julio de 1936.— Antonio Boix.— Rubrioado. Al recibir este segundo oficio, volvió nuevamente el Alférez de Navio D. Luis Izquierdo, quien antes había hablado de la imposibilidad de acudir al requerimiento del Gobernador, por estar el buque varado, e insistió en sus manifestaciones, y entonces el Sr. Boix, le dijo en forma violenta: MENOS CONVERSACIÓN, OFICIAL, ¥ QUE VENGA SIN EXCUSA NI PRETEXTO CON TODAS LAS FUERZAS CON QUE CUENTA A PONERSE A LAS ORDENES DE MI LEGITIMA AUTORIDAD. Marchó aquél nuevamente al Puerto de la Luz a darle cuenta de ello a su Comandante; eñ el Gobierno Civil estaban esperando ver acercarse las tropas de marina en una lancha desembarcando por el muelle de Las Palmas, para oponerse a las del Ejército, y al ver que tardaban, alguien se asomó al balcón y vio oficiales de Marina en la puerta de la Comandancia Militar, con lo que ya tuvieron el convencimiento de que en Las Palmas, el movimiento había triunfado y que ellos eran incapaces de hacerlo abortar; varias personas intentaron salir del Gobierno, pero ya las tropas que lo acordonaban, lo impidieron. 45 Pudo salir del Gobierno, un Goncejal que fué a entrevistarse con el Ayudante del General Franco, y éste le dijo que debería rendirse el Gobierno Civil pues el General no quería abrir un abismo entre dos miembros del mismo cuerpo, como sería si se enfrentase la Guardia Civil con el Ejército; el comisionado dijo que del mismo modo pensaba el Sr. Boix Roig y que sería una insensatez enfrentarse las tropas, ya que lo que sucediese en Canarias no tendría repercusión en la Península y aquí se debería correr la suerte de lo que allá pasase. Vista la situación en la provincia, desde el Gobierno Civil se reiteró la orden de declarar la huelga general, si bien algunos de los dirigentes, que no quisieron quedarse en el Gobierno Civil, se dedicaron a pasearse sin armas delante de los Cuarteles para ser detenidos antes que hubiesen desórdenes, como así se hizo con algunos. A media tarde y por la azotea del Gobierno Civil, llegó allí un papel de las Milicias Socialistas preguntando si querían armas y si ellos deberían echarse a la calle, pero al conocer la situación de la plaza, se les dijo que no. A media mañana de ese día, el Tte. de Intendencia Administrador del Hospital Militar, tuvo una conferencia telefónica con el Tte. Jefe de las tropas de este Cuerpo, diciéndole que se había enterado que había estallatto un movimiento monárquico y que le avisaba para que no se dejase sorprender, recordándole que con su sección debería ponerse al lado del Gobernador. Esta que fué la única nota discordante del Ejército en Las Palmas, se la comunicó al General, quien condescendió a decirle que el movimiento tenía por fin salvar a España del caos a que la llevaba el Gobierno que era prisionero de los extremistas, y que como no quería comenzar el movimiento siendo cruel, se limitaba a mandarlo al Castillo: así se hizo y posteriormente fué condenado a doce años de prisión mayor. Alrededor de las 11 de la mañana, se avisó al Jefe de la Guardia Civil que estaba encerrado en el Gobierno, que el General Franco le llamaba por el teléfono; acudió éste al aparato saludándole con las frases « A sus órdenes, mi General> contestándole éste: « No está a mis órdenes al estar ahí » , haciéndole el General reflexiones sobre la finalidad del movimiento, que no atendió dicho Jefe. Poco después, cuando en la Comandancia Militar se tuvo noticias de que la carretera de Gando se encontraba libre y el pueblo de Telde sumaHo al Glorioso Alzamiento y la mar sin posibles enemigos, el General Franco dispuso su partida en el avión que le esperaba. En el patio central, el General subió al coche que había de ocupar, pronunciando breves palabras entre el entusiasmo de los presentes, y terminó pidiéndoles a todos dos cosas fundamentales: Fé y Disciplina. Marchó desde allí al muelle de Las Palmas, donde embarcó para Gando a tomar el avión que había de llevarlo a Marruecos. Al Gobierno Civil llegó la. noticia de que el movimiento había fracasado en toda España y que el General Franco huía en avión para mardiarse al extranjero: al pasar el remolcador que lo conducía por frente a la trasera del Gobierno Civil, varios de los que allí estaba dijeron a la Guardia Civil que disparase sobre él, pero estos contestaron que el remolcador estaba fuera del alcance de sus armas. Con esta noticia, unida a las 46 de la Radio, volvía la tranquilidad de los que allí estaban esperando de un niomento a otro la noticia de la. rendición del General Orgaz con la guarnición. A todo esto, ya se dominaba la población, y aún no había comenzado el tiroteo que duró luego varios días; pero las noticias que se recibían del interior de la isla eran malas, pues en varios pueblos se había proclama-madp el comunismo libertario y todos los mandos habían sido tomados S or los extremistas, habiéndose volado, entre otros, los puentes de Tenoya y íoya, estando todas las comunicaciones interrumpidas, lo mismo que las telefónicas. En Arucas se organizaron partidas armadas que fueron a los pueblos de los alrededores, requisaron armas, automóviles etc., decretaron la huelga general en todo el Norte y acordaron resistir a las fuerzas del Ejército cuando éstas se presentasen, a cuyo efecto volaron el puente de Tenoya en la carretera de Arucas a Las Palmas y el de los Granadillos en la de Arucas a Teror. Se acercó a Arucas una patrulla de elementos de orden, que fué recibida a tiros y tuvo que regresar para pedir refuerzo al Ejército; a este efecto, a las tres de la tarde salió de Las Palmas al mando de una patrulla de treinta hombres con dos tenientes, el Capitán de Artillería D. Manuel Pardo Ochoa y al llegar a Tenoya les dijeron los vecinos que había una media hora habían volado el puente, llegando hasta Arucas donde estaban a las 7 de la tarde, y a las 7 y media se dirigió por escrito al Alcalde dándole cuenta de la declaración del Estado de Guerra y que se rindieran: este Oficio lo recibió el Jefe de la resistencia del Norte, Fulgencio Egea, Farmacéutico de Agaete que luego fué pasado por las armas, y sirvió de mofa. Quedaron a la entrada del pueblo, cogiendo a una patrulla de extremistas armados; al amanecer del 19. se comienza un ataque en regla para tomar Arucas; se despliega y las fuerzas son recibidas con nutrido tiroteo y profusión de petardos y bombas, logrando al poco tiempo vencer aquella resistencia y poner en precipitada fuga a los asaltados con sus Jefes a la cabeza. En los pueblos de Guía, Gáldar y Agaete, se dispuso la requisa de armas y la organización de fuerzas para resistir a las del Ejército, proclamando al poco tiempo la huelga general; procedieron a detener multitud de personas de derechas, requisaron e inutilizaron muchos aparatos de radio, se dotó a los obreros de armas y explosivos haciendo que ocupasen los edificios públicos y lugares estratégicos y de acceso a los referidos pueblos. Volaron diferentes obras de fábricas y se apoderaron en « El Morro » , lugar de paso, permaneciendo así cometiendo toda clase de desmanes, registros, encarcelamientos, etc. durante los días 18, 19 y 20 de Julio. El día 19 se repartió en los pueblos del Norte la siguiente hoja: « OBREROS Y CAMPESINOS DE CANARIAS. PEQUEÑOS CO- « MERCIANTES. PEQUEÑOS PROPIETARIOS. PEQUEÑOS INDUSTRIALES « Camaradas: el intento de golpe de estado fraguado por los milita- » res reaccionarios y por los elementos fascistas, HA FRACASADO TOTAL- « MENTE. Las noticias recibidas en la madrugada de hoy del Gobierno de » la República, acusa el aplastamiento total y fulminante de este movimien- 47 > to, con el que se intenta sumir en el hambre y en la miseria al laborioso » pueblo español. > Solamente en Gran Canaria se da el caso de que un exiguo núme- » ro de señoritos chulos, quiere seguir esta aventura, aún sabiendo que de « todas formas nada conseguirán. Para dar la justa réplica a estos ladrones » del pueblo, todos los obreros y campesinos, todas las mujeres canarias « deben estar dispuestos a defender las conquistas logradas con el triunfo « del 16 de Febrero y a defender también al Gobierno nacido de este triunfo « del Frente Popular, « Obreros y Campesinos: ¡ En pie, compañeros! ¡ Valientes mujeres « de Canarias, a defender el derecho a la vida de vuestros hijos! > [ Viva la alianza obrera y campesina! >¡ Vivan las Milicias obreras y campesinas! » ¡ Viva el Frente Popular! >¡ Mueran los ladrones y asesinos! » Comité del Norte de Norte de Gran Canaria de Defensa de la > República » . Como ya hemos dicho, poco después de salir en la madrugada del 18 de Julio del Hotel Madrid, el General Franco, salieron acompañadas por dos de- los cuatro Oficiales de la escolta, la esposa e hija de S. E. quienes E asaron al pabellón del Comandante Jefe de Estado Mayor, donde a aquella ora se le prepararon unas camas y allí permanecieron hasta media tarde del propio día que, acompañadas ambas del Auditor Sr. Martínez Fuset, pasaron abordo del buque de guerra « Arcila> surto en la bahía, permaneciendo en él hasta el medio día siguiente que trasbordaron al buque alemán « Wadai » que las condujo a Portugal. Vista la situación creada en el interior de la isla, agravada con el hecho de que en la mañana del día 19 se organizaron grupos en Telde que hicieron fuego contra las fuerzas del Ejército que allí había llegado, y que en realidad no se contaba más que con la población de Las Palmas, donde ya se habían iniciado los tiroteos desde las azoteas, decidió el General Or-gaz, terminar con la resistencia del Gobierno Civil y despejar la situación a objeto de poderse dedicar por entero a los problemas planteados, a cuyo efecto se dispuso que dos piezas de artillería meran emplazadas próximas al edificio del Gobierno Civil, así como un mortero de Infantería, para intimar su rendición, y caso de insistir en su actitud, romper el fuego sobre el mismo, donde se sabía que se contaba con leales según desde media tarde anterior habían mandado a decir dos Tenientes de la Guardia Civil de los que allí se encontraban. Al amanecer del día 19, un oficial del Regimiento de Infantería, pasó al Cuartel de la Guardia Civil, donde habían fuerzas al mando del Capitán Pacheco, a quien el día antes se había intentado hablar varias veces desde la Comandancia Militar y siempre contestaba lo mismo sin atender a razones: « Yo, con mi Teniente Coronel>. Este oficial pidió que le permitiesen hablar a los guardias y concedida autorización les hizo ver lo improcedente de su actitud al no querer unirse al Ejército salvador de Es-pana. Vista la actitud francamente favorable de la mayoría de estos, un 48 oficial de allí dijo que él iba a ir al Gobierno Civil a hablar con sus compañeros y que si no llegaban a un acuerdo, ya quedarían en libertad para obrar c^ da uno como le aconsejara su propio espíritu y honor. Salió éste y entró en el Gobierno a ver a sus compañeros y los Tenientes Santana y Salas que allí estaban le dijeron que los Jefes y Capitán no deponían su actitud, y que ellos solos con quienes quisieran se^ irles saldrían a la calle a ponerse al lado del Ejército; ya con esta impresión, habló con varios dirigentes y algunos le dijeron que para cesar en la resistencia, tenían antes que conocer las condiciones de la Autoridad Militar, y a ese efecto, este Oficial marchó a ver al General Orgaz dándole cuenta de lo ocurrido, y éste determinó ir personalmente a parlamentar sin intermediarios de ninguna clase. Mientras tanto se reunieron en el despacho del ( Gobernador, éste con los Jefes allí presentes y algún político, para celebrar una especie de consejo pidiendo su opinión a los militares sobre la posibilidad de resistir dentro del edificio, hasta tanto de la Península, donde estaban seguros que el Gobierno había dominado la situación, vinieran fuerzas a socorrerlos. Por los Oficiales afectos al Ejército, se hizo presente la imposibilidad de resistir, y diciendo además que por pronto que pudiera organizarse en la Península una expedición de socorro, tardaría ocho días en llegar, y luego como la guarnición disponía de todas las baterías de costa y díemas elementos, no era empresa fácil, aún suponiendo que llegasen barcos, el tomar esta Plaza. En vista de estos razonamientos y otros de distinta índole sóbrela actitud de la tropa de la Guardia Civil, muchos de los cuales tenían los fusiles sin municiones para que no pudieran dispararse ni aún por casualidad, los presentes acordaron rendirse al Ejército para no derramar sangre y esperar de este modo las tropas que habían de venir a reponerlos. De análoga manera se expresaban algunos oficiales de Telégrafos que se paseaban por los alrededores de la Central diciendo que como de un momento a otro esperaba que el Ejército se sometiese, estaban allí preparados para poder dar servicio enseguida sin esperar a que fuesen a llamarlos a sus domicilios. ¡ Tal convencimiento tenían unos y otros de su triunfo! Entró solo el General Orgaz en el edificio admirando a todos con su valor personal, y el Gobernador destituido le dijo que quería deponer su actitud, haciendo manifestaciones de que en nmgun momento intentó hacer acto alguno de hostilidad y de agresión con las fuerzas de la Guardia Civil encerradas en el Gobierno, y que pedía se le dijese cuál había de ser su situación y de los paisanos que se hallaban dentro del edificio. El General estimó que por parte de D. Antonio Boix Roig se había mantenido con dignidad el prestigio de su cargo, por lo que le ofreció, no como capitulación, sino libre y expontáneamente, la libertad para que se trasladase a donde quisiera con la restricción única y natural de señalarle la conveniencia de que suprimiera toda clase de relaciones imprevistas que pudiera originarle el perjuicio de ser detenido por sospechoso. Las fuerzas de la Guardia Civil al mando del Teniente Don Mariano Santana de la Rosa, marcharon formadas a la Comandancia Militar a ponerse a las órdenes de las Autoridades Militares, y del Gk) bierno Civil se hizo 49 cargo el designado para ello por el General Orgaz, a quien el ex- Gobernador Boix, hizo presente que sólo cedía por la fuerza. Con ello quedó liquidado el foco de rebeldía de la Ciudad j el mando podía dedicarse libremente a resolver los problemas que se le presentaban en el interior de la isla, y en las demás del Archipiélago, ya que el General Orgaz tenía el mando total de las siete islas, y entre las cuales se hallaba la de La Palma que estaba en poder de los extremistas y así permaneció ocho días, hasta que tuvo que salir un buque de ésta con fuerzas para reducir a las de aquella. A las 12 del día 19, el General Orgaz acudió a la misa de la Catedral haciendo el recorrido a pie sin más acompañamiento que su Ayudante. A su paso especialmente al regreso por la calle de Triana, el pueblo de Las Palmas desde ventanas, balcones, y en la calle aclamó a la primera Autoridad Militar, victoreando a España y prestando todo el calor de su apoyo y adhesión al Glorioso Movimiento Nacional. El día 20, en el Puerto de la Luz, en uno de los tiroteos contra los elementos obreros, murieron los soldados de Infantería JUAN JIMÉNEZ MARIANO j FRANCISCO ANDRADE GÓMEZ, que fueron los primeros gloriosos caídos de Gran Canaria y cuyo entierro se verificó solemnemente el día 21, siendo sus restos transportados en un armón de Artillería, figurando en la Presidencia del duelo el General Orgaz y demás autoridades y Jefes de Cuerpo. El día 21 y cumpliendo órdenes de la Superioridad, salió a la mar el guardacosta " Arcila" a las 6 de la mañana para intimidar a rendirse a los grupos de rebeldes situados en el monte que dominaba la cuesta de Silva y los pueblos de Guía, Gáldar y Agaete, en poder de Autoridades extremistas. A las 8 horas se rompió el fuego de cañón sobre las alturas que dominan la carretera de Arucas a Guía, así como. sobre la montaña de Gáldar en las que se había observado concentración de rebeldes. En los pueblos de Gáldar y Guía se izaron varias banderas blancas. Como el estado de la mar no permitía efectuar operaciones en la costa entre Arucas y Sardina, se ordenó a los grupos que se aproximaban con intenciones de parlamentar, dirijirse al puerto de Sardina, y en el mismo fueron recibidas a bordo comisiones de vecinos de Gáldar y Guía, en unión de elementos marxistas, algunos con representación municipal. Estas comisiones manifestaron que los dirigentes rojos habían huido y que ellos garantizaban el orden. Se comisionó a un Comandante del Ejército, en unión de varios Oficiales y un « Sargento de la Guardia Civil protegido por la fuerza armada de la dotación del buque al mando del segundo Comandante, para E roceder al nombramiento de Comisiones Gestoras Municipales, eligiendo ombres apolíticos y. de conocidas buenas costumbres, desarmando a los sospechosos y dando armas a las personas de orden. Con carácter de rehenes para responder con su vida de cualquier agresión a la fuerza desembarcada, quedaron a bordo dos Concejales marxistas de cada Ayuntamiento'^ ambién se ordenó a las fuerzas que desembarcaron, hablasen por el teléfono con el Ayuntamiento de Agaete intimidándole para ir a Sardina a hacer acto de acatamiento en el plazo de una hora, significándole que de lo contrario sería bombardeado dicho pueblo. Antes de expirar el plazo fijado, se presenta- 50 ron a bordo el Alcalde y otros elementos. Terminada la comisión, se desembarcaron los rehenes que se entregaron al Jefe del Ejército que quedó de comandante Militar del Norte de la isla y el buque a las 19 horas salió para la Aldea de San Nicolás con objeto de recoger a todo el puesto de la Guardia Civil ordenada concentrar en Las Palmas, regresando a esta Plaza a las 6 horas del día 22. Terminada la resistencia en los principales pueblos del Norte, como aún quedaban muchos huidos en las montañas, dispuso el mando saliese de esta Plaza una columna compuesta de fuerzas de todas las armas en las que iba una sección del Grupo de Ingenieros al mando del Teniente Don Melchor Camón Gironza, que durante cuarenta y ocho horas recorrió diversos pueblos restableciendo el orden y dando sensación de seguridad a los vecinos, regresando a la Plaza, para continuar su labor de vigilancia y ejecución de servicio, pues la mayoría de los obreros continuaba en huelga sin haberse reintegrado al trabajo. En la tarde del día 20 se procedió a volar con dinamita la Gasa del Pueblo, donde pretendían continuar reuniéndose los elementos extremistas de la población: en su lugar se halla hoy una plaza que embellece el barrio donde aquella estaba. El día 21 publicó el General Orgaz, la siguiente alocución: » Con el fin de someter en el más breve plazo algunos pocos rebel- > des existentes en esta isla de Gran Canaria, y una vez localizados, saldrán « fuerzas numerosas con ametralladoras para aplastar fulminantemente con » la máxima energía, todo conato de resistencia adoptando medidas de rigor » en proporción a los excesos que cometan. Los que depongan su actitud y » entreguen las armas, serán respetados. Los que no se sometan en el acto » o se les encuentre con las armas en la mano serán fusilados inmediatamente » y nuestros barcos de guerra les cañonearán desde el mar. » A los patriotas os digo que levantéis los ánimos y confiéis en que » el movimiento triunfará. A los traidores a la causa de la Patria, os intimido » a que os rindáis inmediatamente. » Ya no habrán más gritos de « Muera España » ni la bandera _ que » ondee será una de sangre: serán sustituidos por gritos de « VIVA ESPAÑA » > y la bandera única será la auténticamente española y llena de gloria y « honor. « Gritemos pues « VIVA ESPAÑA » . El General Comandante Militar de las Islas Canarias LUIS ORGAZ. Consecuencia de esta nota, fué la misión encomendada al guarda-costa ARCILA, seguida de una acción con una avioneta, que fué por el Norte arrojando unas cuartillas invitando a la población a rendirse. El Sr. Coronel Don José Cáceres y Sánchez, llegó desde Tenerife para hacerse cargo del Mando Militar del Archipiélago y entonces marchó a Tetuán, en avión, el General Orgaz, quien dirigió la siguiente proclama: 51 » A los Jefes, Oficiales, Suboficiales, Clases de Tropa y soldados del > Arcliipiéiago pertenecientes al Ejército, Armada, Guardia Civil j Orden « Público. > La sensible pérdida del bizarro General Balmes me privó del > mando que tenía asignado en este movimiento salvador de España, obli- » gándome a desempeñarlo entre vosotros. Vuestra conducta brava, el pa- > triotÍ8mo ciudadano y la absoluta normalidad de todas las actividades tra- > bajadora8, permiten dar satisfacción a mis deseos de seguir en territorio « peninsular cual el isleño netamente español y en donde se comportan los « nuestros con esa seguridad que produce la táctica y prestan al servicio del « resurgimiento patrio, hará que en breve renazca la paz en los hogares, sea « el trabajo el mejor de los signos y la comprensión la más eficaz de las « conquistas. « Quisiera despedirme uno a uno de vosotros, soldados todos quien « en la mañana gloriosa del día 18 os pusisteis incondicionalmente a la de- « voción del mando, seguro de que en él estaban depositadas las virtudes de « nuestra raza y también de aquellos que dándoos cuenta de la importancia « transcendental de nuestra actitud, acudisteis jubilosos a los llamamientos « decretados. « Nada he de agregar a estas palabras que os escribo en los instan- « tes mismos en que parto, pues salgo de un Ardiipiélago donde la paz reina « para llevarla a aquellos lugares en donde el apasionamiento se opuso a su « restablecimiento, pero en los que las más sólidas de las virtudes, nuestro « patriotismo y gloriosa trayectoria de nuestras unidades la restablece inte- « ^ ramente pensando en España y sólo en España. « Soldados del Archipiélago: ¡ Viva España; Viva España; Viva « España! El día 24 fueron detenidos en el norte los dirigentes obreros que habían huidos de los pueblos, y con esta detención quedó tranquilo todo ese sector de la isla. A la una hora de este día 24, salió de Las Palmas para Arguineguin el guardacosta ARCILA, en el que el día anterior había habido un complot para apoderarse del buque a la salida a la mar, por lo que fueron detenidos los promotores, reaccionando la casi totalidad de la dotación de marinería con gran espíritu militar y subordinación al mando. El objeto del viaje era perseguir a unos marxistas refugiados entre Arguineguin y Cabo Descojonado, a cuyo efecto en Arguineguin y Tazártico, recogieron elementos de orden, y con ellos abordo llegaron al lugar denominado fBarranco del Asno » donde las confidencias aseguraban la presencia de los marxistas: a las 11 horas y frente a este barranco se hicieron cuatro disparos de cañón, observando cómo huían algunos hombres. Desembarcados algunos de los paisanos armados con marinería, capturaron a dos hombres y una mujer, que resultaron ser un diputado comunista, un dirigente y su esposa. Luego regresaron a Las Palmas. Con esta captura y las realizadas en el norte y Ciudad de Las Palmas podía darse por pacificada Gran Canaria, si bien aún continuaron durante varios días los tiroteos de noche en la Ciudad, atracos, robos, coló- 52 cación de petardos, actos de- sabotage, etc., etc., pero ya todo ello fácil de atender por el raando militar. En estas condiciones, ya se pudo pensar en reconquistar la isla de La Palma que continuaba en poder de los marxistas, donde se cometían toda clase de desmanes. Esta isla, siempre había sido la más levantisca del Archipiélago y en ella las luchas políticas revestían caracteres distintos de las restantes. La masonería estaba muy extendida en ella y tenía ramificaciones en casi todos los sectores sociales, así es que no es de extrañar que fuese ésta la única del Archipiélago que quedó solamente en poder del elemento marxista. Fué encomendada esta misión al cañonero « Canalejas >, que ya había salido del varadero, sin terminar de efectuar sus reparaciones, pues los obreros del mismo estuvieron, como los del resto de la isla, varios días en huelga, y hubo necesidad de buscar entre los soldados de la guarnición, personal que terminase la obra comenzada y poderlo echar al agua. Embarcó en el mismo una compañía de infantería al mando de su Capitán D. Santiago Díaz Treyter, que como antes hemos dicho, murió por Dios y por Es-pana en los frentes de operaciones. Llegaron a Santa Cruz de la Palma el 25 de Julio, donde según información que se poseía, algunos centenares de extremistas se habían apoderado de la isla, tomando los edificios oficiales, sitiando a un Destacamento del Regimiento de Infantería de Tenerife que allí estaba de guarnición. A su llegada a las cuatro de la tarde se vio en los altos de las colinas mucho público en actitud hostil. El Comandante del barco de guerra envió a tierra un emisario para entrevistarse con las autoridades y ordenarles se rindieran, y como el cabecilla rebelde se negara, se hizo un disparo y desembarcaron las fuerzas, encontrándose la Ciudad desierta, tomándose los principales edificios y se levantó el asedio a el Destacamento de Infantería. A la mañana siguiente se tomaron las Casas Consistoriales y se detuvieron muchos marxistas, nombrándose nuevas autoridades, con lo que quedó restablecida la situación en la isla, si bien durante varios meses continuaron las partidas de extremistas por el interior de ella dando que hacer a las Autoridades. El 30 de Julio a las 11 y media de la mañana llegó al Puerto de la Luz el Crucero de guerra inglés « Amphion » de 7.000 toneladas, que cambió con la Plaza los saludos de ordenanza. Momento después de echar el ancla, pasaron abordo eL Capitán del Puerto y un Ayudante del Comandante Militar de la Región para cumplimentar al Comandante del Ruque Mr. Rurnet O. R. E. Una hora después, saltó éste a tierra acompañado del Cónsul de su Nación, Mr. Head, visitando a las Autoridades. Ál llegar al patio de la Comandancia Militar, fué saludado con una salva de aplausos por el numeroso público que allí se hallaba y en su breve visita pudo comprobar que la tranquilidad que reinaba en la Ciudad era grande. Celebrado el Consejo de Guerra sumarísimo contra los dirigentes de la sublevación del norte de la isla, se condenó a la pena capital al Delegado Gubernativo Fulgencio Egea y al Diputado comunista Eduardo Suá-rez Morales. Aprobada la sentencia'por la Superioridad se dispuso su ejecu- 53 ción para el día 6 de Agosto, entrando los reos- en capilla en el Cuartel de Ingenieros en la tarde del día 5. Los elementos obreros de la ciudad habían lanzado la especie de que rescatarían a los condenados e impedirían su ejecución, y estos que se hallaban en el Castillo de San Francisco del Risco, fueron trasladados al Cuartel de Ingenieros atravesando toda la población y colocándolos en un barrio con más de 30.000 obreros, en un alarde de valor de la Autoridad Militar. La llegada de los reos al Cuartel, al atardecer del día 5 constituyó una manifestación, pues fueron conducidos en un coche celular escoltados por una serie de automóviles con Guardia de Asalto, siendo entregados al Jefe del Cuerpo mediante recibo, por el Capi |
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