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António Cardona Sosa © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2018
EL SIN IGUAL
PODENCO CANARIO
ANTONIO CARDONA SOSA
2005
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2018
© De esta edición : Cabildo de Gran Canaria.
© del prólogo: El autor.
Dibujo portada : Manuel Cardona.
Depósito Legal: G. C. 123 - 2005.
Imprime: Gráficas Tegrarte, s.l.
(Telde - Gran Canaria).
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INDICE
PRÓLOGO ......................................................................................................................... 11
EL PORQUÉ DE ESTA PUBLICACIÓN ......................................................................... 15
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 19
CAPITULO 1
TRAS EL RASTRO DE SUS ORÍGENES ....................................................................... 27
DOS VERSIONES: POR EL MEDITERRÁNEO O POR EL ATLÁNTICO .................. 34
EL RESULTADO DE NUEVAS INVESTIGACIONES ................................................... 39
ESTUDIOS MÁS RECIENTES ........................................................................................ 41
CAPITULO 11
LA CONEXIÓN AFRICANA ............................................................................................ 47
NOS ACERCAMOS A ÁFRICA ...................................................................................... 49
EL PERRO DE LOS DIOSES ........................................................................................... 53
APARECE EL TESEM ....................................................................................................... 54
CAPITULO 111
Y SE ADENTRA EN EL ORÍ GEN DEL PODENCO ...................................................... 57
PRIMEROS PERROS DE EGIPTO ................................................................................. 58
CANARIAS Y EL PODENCO PROPIO .......................................................................... 59
EL PODENCO ESTABA AHÍ ........................................................................................... 61
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
CAPITULO IV
LABOR DE RESCATE Y MEJORA: DEL PERRO CAZADOR AL PODENCO .......... 65
LÍNEAS DE CRÍA ............................................................................................................. 66
UN FACTOR ALTAMENTE NEGATIVO: LOS CRUCES CON OTRAS RAZAS ....... 68
GESTIONES Y REFERENCIAS DE LAS PASADAS DÉCADAS ................................. 70
CAPITULO V
EL I SIMPOSIO NACIONAL DE LAS RAZAS CANINAS ESPAÑOLAS .................. 75
APROBACIÓN DE LA RAZA Y EN CONSECUENCIA DEL CLUB ........................... 76
AUTORIZACIÓN DEL C. E. DEL PODENCO CANARIO ............................................ 76
RECONOCIDO POR LA FEDERACIÓN CINOLÓGICA INTERNACIONAL (C.I.F). 78
LABOR TENAZ CON BASE EN EL PUEBLO ............................................................... 79
CAPÍTULO VI
CARACTERÍSTICAS ......................................................................................................... 83
DEFECTOS ......................................................................................................................... 93
LA VISIÓN DE LOS JUECES .......................................................................................... 95
ASPECTOS QUE PUEDEN PERJUDICAR .................................................................... 96
CAPITULO VII
LA REPRODUCCIÓN .................................................................................................... 103
LAS CRÍAS ..................................................................................................................... 105
ALIMENTACIÓN ........................................................................................................... 106
CAPÍTULO VIII
TRABAJO DE CAMPO Y DE PROMOCIÓN ............................................................. 111
IMPORTANTES ESTUDIOS E INVESTIGACIONES ................................................. 117
ESTUDIO DE F.E. ZEUNER. ........................................................................................ 118
APORTACIÓN A UN MEJOR CONOCIMIENTO DE LA POBLACIÓN
PODENCA DE LA ISLA DE GRAN CANARIA .......................................................... 118
EL PODENCO CANARIO ............................................................................................. 120
INFORME SOBRE EL ESTADO ACTUAL DE LA RAZA .......................................... 121
DAVID SALAMANCA, OPINIÓN DECISIVA, 1980 ................................................ 122
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
CAPITULO IX
OTROS PODENCOS Y PRINCIPALES DIFERENCIAS ............................................ 127
EL PODENCO CANARIO, EMINENTEMENTE CAZADOR .................................... 129
BREGA ESPECTACULAR ............................................................................................. 130
EN SILENCIO O CON LADRIDOS: CONEJO Y PERDIZ ........................................ 132
CANTIDAD ..................................................................................................................... 135
CAPITULO X
RECONOCIMIENTO DE PERROS .............................................................................. 139
EXPOSICIONES POPULARES ..................................................................................... 140
EXPOSICIONES OFICIALES DEPORTIVAS .............................................................. 140
CAMPEONATO CON PERRO Y HURÓN .................................................................. 142
VACUNACIÓN Y DESINFECCIÓN ............................................................................ 142
ESPECIES CAZA BLES .................................................................................................. 144
OBJETO DEL ARTE ....................................................................................................... 147
PATRÓN ......................................................................................................................... 148
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................. 151
VOCABULARIO ................................................................... ......................................... 155
ANEXO ........................................................................................................................... 157
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AGRADECIMIENTO
A don José Jiménez Suárez, Consejero de Medio
Ambiente y Aguas del Cabildo Insular de Gran Canaria
por facilitar la publicación de esta obra.
También a los compañeros del Club Español del
Podenco Canario por su cooperación, en particular a
Tito Monzón por sus datos y fotos y, no podla ser menos,
a cazadores y criadores que han permitido la supervivencia
de nuestro sin igual Podenco Canario.
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PRÓLOGO.
En el peculiar mundo que presenta la fauna doméstica en nuestras
Islas y en las actividades lúdicas o deportivas, que desde tiempos remotos
se practican, figura y destaca la presencia del perro Podenco Canario
y la Cacería.
Del Podenco no ha sido mucho lo que se ha divulgado en relación
directa con su historia, características y comportamiento. Sin embargo,
ha formado parte de las vivencias de nuestro pueblo en el que ha estado
siempre como parte de muchas familias y hogares, en los patios, en los
alrededores de las viviendas, atados y, a veces, en otras épocas, sueltos.
Un animal doméstico al que no se le ha prestado la atención a la que es,
sin la menor duda, acreedor.
Su misión y actividad exclusiva es la caza, formando con la misma
un tándem que sobresale por la cantidad y la especificidad.
La cacería es una dedicación que tiene raíces en el pueblo aborigen,
ganando con el paso de los años en variantes que la distingue en su
desenvolvimiento y que parte de unos principios que van de lo social a lo
familiar, de la historia a la cultura que, en definitiva, es una dedicación
generalizada en el pueblo.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Y es así como el perro cazador ha compartido vida y penurias de sus
propietarios, de los cazadores, de sus familias. Puede estimarse además
que es el perro que más ejemplares cuenta en nuestras Islas y, en Gran
Canaria, sin que quepa la menor duda, es el de mayor presencia. Paralelamente,
la cacería contabiliza un número de practicantes, de deportistas,
no fácil de igualar.
Del Podenco Canario tenemos como último texto el presente en el
que se recogen aspectos del máximo interés y actualidad. Nos ha llamado
la atención el cambio dado a las citas de sus orígenes, pasando de la
exclusiva referencia a la introducción por fenicios y otros pueblos del
mediterráneo a la que, como otras especies domésticas, procede y es más
que probable su introducción desde las cercanas costas africanas.
Un tema sugestivo que, con el paso del tiempo y los trabajos de
investigación, es de aguardar arrojen más luces a lo realmente ocurrido.
Lo cierto es que, por modelación, adaptación y labor popular en la cría, se
ha convertido en un perro que, si bien hay parecidos, es muy distinto a
los podencos existentes, como se refleja en los reconocimientos de la
raza en nuestra Nación e internacionalmente.
Se desmenuzan en esta obra detalles históricos, características, comportamiento
y se aboga por la mejora en el trato manteniendo la sencillez
que siempre ha tenido con el apoyo a una prestancia y presentación
distinguida, para lo cual este perro asimismo está capacitado.
Consideramos que se trata de una obra en la que no se pretende
dogmatizar ni poner límites a todo y lo mucho relacionado con el Podenco
Canario. Hay variedad de cuestiones que son abordadas no de forma
exhaustiva aunque sí específica, con rigor.
De ahí que estemos convencidos esta aportación textual a una raza
doméstica canaria alcanzará una buena acogida en general y, en particular,
por los miles de cazadores de Gran Canaria y el resto de las Islas.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Esa ha sido la raíz de este patrocinio que la Consejería de Medio
Ambiente ha ofrecido a la obra. Teniendo nuestro Cabildo Insular de Gran
Canaria las competencias de la Caza, todo lo que en su favor se pueda
realizar ha de ser bienvenido. El apoyo pues no es sólo a la obra en sí,
pues esta Consejería que tenemos a nuestro cargo entiende que también
se respalda la actividad cinegética y la cinéfila, que de alguna manera ha
de repercutir en el mundo de la caza y de los perros, de la Caza en Gran
Canaria y, bien centrado, en el Podenco Canario.
Nos satisface y alegra el poder facilitar la publicación de este libro,
porque recoge uno de los aspectos que tiene de singular nuestra
canariedad. En obras así, esta Consejería se ve de alguna manera reflejada
por ser esa la meta, mejora del deporte, en lo humano y en el auxiliar
fundamental.
Del autor, Antonio Cardona Sosa, hay que decir es un estudioso y
entusiasta de temas canarios, en los que ha trabajado en distintas facetas.
Recordemos su trayectoria laboral última fue en esta Consejería y en el
Jardín Canario Botánico «Viera y Clavijo». No es de extrañar, como periodista,
la divulgación de temas relacionados con la flora, fauna, historia,
etc. de Canarias. Autor de textos sobre Avifauna y un interesante trabajo,
asimismo patrocinado por este Cabildo Insular, sobre Juegos y Deportes
vernáculos y tradicionales de Canarias.
De sus actividades en la Naturaleza, la fauna y la caza es de esperar
nuevas aportaciones, que esta Consejería acogería con agrado, haciéndolo
ahora de esta obra que, sin más, captará la atención del lector desde
que la tenga en sus manos.
José Jiménez Suárez
Consejero de Medio Ambiente y Aguas
Cabildo Insular de Gran Canaria
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EL POR QUÉ DE ESTA PUBLICACIÓN
Creemos vernos obligados a explicar al lector, sea criador, cazador
o amante y curioso de aspectos de Canarias, los motivos de esta
publicación.
Tratamos de hacerlo con la misma línea que intentamos imprimir
al texto: sencillez, claridad y rigor. Partiendo de ahí será mas asimilable
el ser el objetivo primordial una aportación más a las muchas que se han
dicho del perro en Canarias y a la existencia del que pasó de ser «Perro
cazador» a Podenco Canario, con mayúscula.
El origen ha estado rodeado de incertidumbre aunque siguiendo
criterios actuales en base a nuevas investigaciones se tengan más detalles
del ahora Podenco Canario, del que quedan -y seguirán quedando-,
parcelas por cubrir, algunas de las cuales abordamos en el texto cuyo
desarrollo ha tenido una de sus grandes dificultades en el logro de
reivindicar la valía de este perro por cuanto no se le había prestado más
atención que la de servir a la caza, que ya era bastante, pero sin resaltar
los valores que iba adquiriendo hasta culminar con una objetiva y real
diferenciación.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
No tuvo ni elogios ni arropamientos de alcurnia. Era, y es, un perro
sencillo que se mantuvo, pervivió y mejoró, al lado del hombre y sus
familias normalmente modestas, ocupando cuando no relegándose a los
más variados habitáculos. Sufrió miserias, como el humano las padeció
en Canarias, aunque siempre hubo cazador o familia que se quitó algo
del plato o lebrillo -porque sobras no habían- para dárselas al perro o
perros cuya compañía compartían.
Ha vivido por otra parte, épocas en las que ha sido un desconocido
- siempre en el terreno de la cinofilia- o no bien definido cuando no
abandonado, en manadas o en solitario en unas tierras asimismo no bien
conocidas o estimadas como sus características les hacían acreedoras.
De unas épocas acá ha tenido un mayor apoyo, ha mejorado la
sensibilidad hacia este Podenco Canario del que, sin hacer mayores
comparaciones, intentamos el tratarlo para incrementar su bien ganada
fama, con mejoras desde su nacimiento, dentro y más allá de nuestras
Islas.
Y centramos la motivación del texto: colaborar a ese aumento de
la sensibilidad abordando aspectos fundamentales de su existencia, de
su entorno, de su crianza.
La experiencia nos da cierta base para ello al estar desde niños en
contacto con el perro y con criadores, eso sí, muy modestos pero
conocedores del Perro cazador y de su forma de cazar. Pensamos que
siempre se podrá añadir algo y más cuando, pese a ser asimismo una
raza, unos ejemplares que destilan sencillez, tiene atractivos sin par en sí
y por su forma de comportarse. Lejos de endiosamientos o exageradas
calificaciones el perro también se merece airear la aureola que posee y
que, visto de otra manera, como queremos se vea, se nos presenta, ágil,
alegre, vivaz, atractivo, bello, singular. Sí, sus cualidades o recursos lo
justifican sobradamente. Mire, estimado amigo/a, nos da que también es
un componente o exponente de lo que se entiende por canariedad.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
La vida nos ha deparado la ocasión de conocer y hasta tratar a
extraordinarias personas, doctas y sobresal ientes en sus menesteres, desde
la artesanía al arte, de lo cotidiano a lo excepcional y, ¿saben qué? Pues
en su mayoría nos dábamos cuenta que parecían no ser conscientes de
sus eximios valores, en pensamientos u obras, sin ninguna pose o relamidas
y rebuscadas descripciones de esos frutos. Sencillos. Sin alardes personales
de ningún tipo. Desde que lo conocimos hemos puesto al Pino de
Pilancones como ejemplo, porque hasta que no llegas a su lado no
descubres su grandeza en ancho, alto y antigüedad.
De este pino, de este perro se conocía su existencia.
No se valoraba. De otras especies se creía habían desaparecido
pese a su relevancia, fuera el Drago de Gran Canaria, el Lagarto de Tenerife
o La Gomera y hasta un inadvertido caracol, en las Isletas de la vieja
Tamarán. Pues amigos, sí tenemos estas personalidades y estas muchas
otras cosas propias, luchemos por darle la mayor nombradía, luchemos
por su supervivencia, como ellos, sin mayores alardes ni presunciones.
Como ellos, sí, son. En este caso, el Podenco Canario, en el que en
la sencillez radica su grandeza.
Al igual que en tantas otras cosas de nuestras Islas.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2018
INTRODUCCIÓN.
Cerca ya de entrar en materia es obligado referir la dificultad que
entraña escribir de los perros en Canarias: el carecer de una base sólida y
diversa que permita diferenciar los existentes, partiendo de su origen y
desenvolvimiento.
Del perro hay cantidad de alusiones en la historia de Canarias pero
insuficientes. Algo de luz sí han dado modernas investigaciones y aún
recientes descubrimientos, confiando más habrán que permitan redondear
su descripción y las circunstancias de nuestros cánidos.
Y esto se explica porque quienes nos visitaron y los que
posteriormente formaron parte de las huestes que tardaron unos cien
años en doblegar a los habitantes de las Islas, allá por el siglo Y0/, no se
interesaron por todo lo relacionado con unos seres humanos que al menos
debieron despertarles especial curiosidad por la forma de vida que tenían
en relación a la de los colonizadores, entre los cuales habían escribanos,
cronistas o simples relatores que se ciñeron más a hechos propios de la
conquista que a todo lo que encontraron en las islas habitadas.
Versión por tanto muy superficial y, por supuesto parcial la que
dieron en sus relatos no ofreciendo detalles que aún hoy dificultan el
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Perro tessem. Escuela de Sefar-Ozaneare.
Tassil i de Tamrit (28). Aún con el rabo
enroscado.
conocimiento de la verdadera historia '
etnografía de los aborígenes canario5
de su entorno, animales y comporta
miento vital.
Claro que esto era común en caso:
similares. Más reciente aconteció en e
Norte de las Américas, por ejemplo
donde los colonizadores arrasaron cor
los «búfalos», creando una ciudad cor
tal nombre que también dieron al mayo.
cazador-extinguidor que tuvo esté
especie desconocida para aquello5
hombres blancos, ya que se tratabé
realmente de bisontes.
En Canarias la transformación fue notoria. Las citas sí son detalladas
«Las franquicias de los reyes y la feracidad del suelo atrajeron múltiple5
pobladores. Los plantíos de caña de azúcar trajeron consigo la riqueza
del país: en las vegas de Las Palmas, Telde, Agüimes, Tenoya, Arucas,
Firgas, Moya, Gáldar y Agaete, se hicieron ingenios que, ya con agua o
con caballos, molieron durante muchos años las cañas que producían las
tierras y quemaron la mayor parte de los bosques insularesn. (1)
De esta colonización parte una frase aún oída en tiempos recientes
y que pervive en el medio rural: «Árbol que no da frutos, no sirve». ¡Y
venga a arrasar bosques y todo tipo de valiosa -para los aborígenesvegetación
!.
«El proceso transculturativo. En un esquema general, podemos
afirmar que las agresiones transculturativas se realizan principalmente
desde cuatro planos interrelacionados: biótico, ecológico, socioeconómico
y religioso. En el plano biótico. Es el primero en aparecer y ya ha quedado
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
señalada su primera consecuencia:
el desplome poblacional
canario ... ». «En el plano ecológico.
Los aborígenes del archipiélago
obtenían sus medios de
subsistencia exclusivamente de
la tierra. Su dominio expresado
por una utilización colectiva, se
revelaba como fundamental para
su supervivencia, ya que de ella
Perro antiguo de Egipto. Se supone descendiente
del tessem primigenio, guarda la doblez de la cola.
dependía el sostenimiento de sus ganados y de ella se obtenían los pocos
prnductos (cebada y trigo principalmente) que conformaban su dieta
cerealística. Con la llegada de los colonos la situación anterior se verá
sustancialmente alterada por la apertura de sucesivos «frentes de
expansión agrícola», que poco a poco van roturando nuevas tierras y
conquistándoselas al bosque ... 11. Damos finalmente esta referencia: «En el
plano socioeconómico. Es innegable que el conquistador se encontró en
el archipiélago con un modo de producción que sólo estaba en condiciones
de producir un excedente limitado y que, por tanto, no reunia los requisitos
_,(:
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,~~r
1 ,
I
'
.... • <f
Cazador con dr.s tessem que han parado un arrui, período caballino
(28). Se obser"a ya el rabo derecho,
- 21 -
mínimos de los que
pudieran aprovecharse
para pagar
las deudas contraídas
con la conquista
y a la vez conseguir
un rápido enriquecimiento
que hubiera
justificado su
continuidad. Aquí,
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
creemos, se encuentra la causa principal que llevó a los conquistadores a
la disolución del modo de reproducción indígena para dar paso a nuevos
modelos ... ». (2)
Los efectos, por tanto, afectarían a la vida y a los medios utilizados
para sobrevivir: el pastoreo, la agricultura, la caza aún no como fuente
principal de alimentación y con ello la influencia en los animales
domésticos entre los que estaba con especiales funciones, el perro.
Creemos de interés estas referencias de los cambios experimentados
en el vivir isleño porque permite afirmar dos cuestiones: el efecto del
cambio y la falta de otros datos, en este caso, referidos a sus animales y
en concreto al perro.
Luis Diego Cuscoy (3) puntualiza:« ... En otro orden de cosas, quedó
desarticulada la práctica pastoril y el consiguiente reparto de pastizales.
Se les dio a las tierras nuevo destino por la introducción de técnicas
agrícolas y cultivos hasta entonces ignorados en la isla. Se acrecentó la
ganadería con especies nuevas, sobre todo caballar y vacuna ... » y ya una
alusión directa:« ... el perro de los aborígenes fue muy perseguido por los
colonos ... ».
Otro dato muy orientativo nos lo ofrece Marín de Cubas (4)
refiriéndose a Gran Canaria: e<. •• Pronto, pues comenzó la roturación de
las tierras recién adquiridas, especialmente de las más feraces y cálidas
junto a las costas; la aclimatación de nuevos cultivos, y el desarrollo de
la ganadería .... Los primeros en trasladarse espontáneamente fueron los
hombres y mujeres «de las yslas», esto es, de Lanzarote y Fuerteventura,
... pues los primeros conquistadores y pobladores habían venido, en sus
mayorías, sin sus mujeres europeas, o solteros.».
Se colige sería más propio el trasladar enseres y animales domésticos
viviendo hombres y mujeres juntas que haciéndolo en solitario.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Hay pues cambios en el
pueblo aborigen aunque
asimismo costumbres y medio de
vida se mantienen alejados de
los núcleos poblacionales nuevos
surgiendo asimismo como
reacción, «los alzados, es decir,
aquel los aborígenes que escogen
la vida lejos de los colonizadores
». (2)
Hay fundamentos para
deducir que pese a la presencia
de otras personas animales y
Y perro de la Tumbas de Beni-Hassam, 2.200 a 2000
años a. C. El rabo ya abierto, se supone más reciente
que el anterior.
vegetales se sostuvo la propia de los aborígenes, que tenían al perro
como un firme aliado en sus dedicaciones pastoriles y defensivas. Se
pierde un tanto el hilo de estas circunstancias relativas a los animales en
los siglos posteriores con alusiones diversas pero sin puntualizaciones
cruciales en determinar qué perros habían en Canarias hasta llegar a
Finalmente, una reproducción de los grabados
de Batos, como escena propiciatoria de
la caza, según V. Massellis.
tiempos recientes en los que la tarea
de, en este caso estudiar mejorar y
reconocer como propio al «perro
cazador» suscitó reticencias y hasta
ciertas oposiciones cuando, sin más,
el perro existía. Y con esta entradilla,
con esta visión del terreno, toca pasar
ya a rastrear sobre su desenvolvimiento
a tenor de citas históricas -
por supuesto no exhaustivassituación
y demás cuestiones que
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
ganan en actualidad. Eso sí, rastreos a veces no firmes pero que sí
encaminan al objetivo puntual de llegar lo más cerca posible al podenco
canario y sus circunstancias.
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CAPITULO 1
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TRAS EL RASTRO DE SUS ORÍGENES.
Hay coincidencia en relatos de
diversos autores sobre los animales que
acompañaron a los primeros pobladores de
las Islas. Atribuido su aparición al año 1419,
en «Le Canarien, crónicas francesas de la
conquista de Canarias» (5) se afirma que,
en Gran Canaria, «están bien provistos de
animales, a saber, cerdos, cabras y ovejas,
y unos perros salvajes que parecen lobos
pero son más pequeños».
La presencia en Canarias de Leonardo
Torriani le permite documentarse siendo su
obra <<Descripción e Historia de las Islas
Canarias», año 1590, fundamental para el
conocimientos de las islas y gracias a sus
Los hermanos Miguel (+) y Américo
Castillo conocidos criadores de Mata.
1978 (A)
descripciones y preciosos dibujos se ha podido saber más de sus usos y
vestimentas. Del perro y sobre Gran Canaria indica que «tabicena en su
lengua significa perro» (6). Gómez Escudero, 1484, alude a esta presencia,
«se le aparecía el demonio en forma de perro muy grande y lanudo de
noche y de día y en otras varias formas que llamaban Tibicenas ... ». (7)
Donde hay una ampliación referente a los canes es en la obra de
Abreu Galirdo, (8): «en Fuerteventura el año 1591 se mandó a hacer una
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Cazadores y perros premiados en Los Picachos, Telde,
entre ellos Fernando Calderín (+), Gaspar «El Mecánico»,
Junio 1980 (A)
montería por el muchc
daño que hacían en la tierra
-asnos salvajes- con
muchos lebreles... y
mataron más de 1500
asnos ... ». «A estos palmeros
se les apareció el demonio
en figura de perro lanudo y
llamábanlo lruene». De
Tenerife, «había perros
pequeños que llamaban canchas ... ». Más adelante repite su presencia:« ...
y servían estos de guardar el cuerpo difunto no lo comieran los cuervos y
guirres y perros». En cuanto a Gran Canaria pone en duda su nombre
derivase de can y la presencia de éstos.
Quien amplía detalles sobre el perro es Víctor Grau-Basas (9) al
que dedica este párrafo que
ofrecemos íntegramente: «El
perro. Desde antes de la
conquista se conocen los
perros en Canarias pues los
conquistadores hallaron
muchos perros cuando
arribaron a estas islas, y
después de ello se han
i ntrod u ci do m uch ís i mas Francisco González Abad, casi un pollillo, con su herma-no
Jul io y su padrino Manuel Falcón.
variedades que cruzadas
entre sí han dado lugar a los perros actuales, los cuales no pueden referirse
a especie determinada. Los hay buenos y malos, grandes y pequeños y se
utilizan como perros de guarda en todas las casas de labradores. Para los
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
ganados utilizan indistintamente
cualquier perro que descubra actitudes
para el objeto. De Lanzarote y
Fuerteventura vienen excelentes perros
de guarda, pero esas grandes aptitudes
de los perros de raza no deben buscarse
en los perros actuales de Canarias. Este
animal tan útil al hombre no ha
encontrado en Canarias quien
Perra Tula, VI Exposición Nacional {A).
perfeccione sus razas. Los perros no
t ienen valor, se dan cuando cachorros, y cada cual los cría a su modo,
deshaciéndose de ellos cuando no les satisfacen sus aptitudes». Aquí ya
se obtienen unas firmes pistas: perros de guarda, de ganado -alusión
concreta a los majoreros-, chicos y grandes y falta de atención a las
razas, cruces y despreocupación, de no valer para los fines que se les
asignaba. Lo peor es que esto, aunque menguado, ha ocurrido con nuestros
perros más genuinos, majorero y podenco, poco tiempo atrás.
En su «Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias» 1810,
Viera y Clavija sí que concreta. Comienza así: «Perro (canis). Animal
doméstico, del cual, como aseguraba Plinio guiado de las investigaciones
de Juba, rey de la Mauritania, tomó nuestra isla de Canaria su nombre, a
causa de la muchedumbre y tamaño de los que había en ella ... ». Refiere
sus cualidades, cría y habla de la rabia que, « ... no se había acercado
jamás a los de nuestras islas, hasta que el año de 1764 la trajeron unos
perros venidos de España, y se comunicó a algunos de Tenerife, pero
después no se ha vuelto a sentir», y, concluye: «Los perros más comunes
de nuestras canarias son mastines, perros de pastor, podencos, perdigueros,
pachones dogos, perros de agua, sabuesos, etc.». ( 1 O) De nuevo, pues, el
rastro fresco, firme: perros que vienen de España, existencia entre otros
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
de los pastores -majoreros (?)- y
concretamente podencos.
Olivia M. Stone, 1884, por
Corralejo, describe: «Dos perros que
pertenecían a nuestro anfitrión,
rastreaban el terreno rocoso de cada
borde de la carretera, probablemente en
busca de conejos, sin lograr otra cosa
que molestar a algún rebaño de cabras
distante; se les llamó y al reprenderles
se quedaron, al final, con las orejas
gachas y el rabo caído.» (11) Detalles a
resaltar: esas orejas gachas, el rabo
caído, lo acercan más al podenco que al
majorero, perro que también caza.
Otro criador perteneciente a una afamada
familia, Antonio Marrero, con «Milánll,
primer Campeón de España 1981 (CEPC)
Juan de Bethencourt Alfonso alude en «Historia del Pueblo
Guanche», tomo 1, a los distintos nombres que se le daba a los perros:
«Hucancha, Kucancha o Gucancha, indudablemente variaciones de una
misma voz, para unos
autores significa «Dios», para
otros «fantasma en forma de
perro» o bien perro ... Tibicena,
perro lanudo ... Cancha, perro
pequeño ... Haguayan, el
perro ... » En el segundo tomo,
refiere la obtención de
cueros « ... en las pieles del
ganado ovejuno, cabrío, de
cerda y de los perros ... » entre
Sementales que dieron buena descendencia, «Sofico)) y
«Ligero)). Metropole, 81 (CEPC)
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otras alusiones a la presencia del perro en las Islas. (12)
Quien es más explícito en temas del medio rural, los perros y la
caza es el Dr. René Verneau, que tenía licencia para cazar en las islas
como así lo refleja en su obra, «Cinco años de Estancia en las Islas
Canarias», 1876 y 1935. Comienza por el relato de los dos perros que le
llevan a Juba y sigue con una nueva referencia a la obtención del cuero:
<CLa flauta y el tambor de cuero de cabra o de perro ... » y, directamente, la
presencia del conejo
y su caza: ce ... los
conejos tan abundantes
que un
hombre acompañado
de un buen perro
podía matar a golpes
de palo a más de cien
en un día ... »; y como
alimento:<<. .. los habitantes
de Gran Canaria
añadían, según
Viera, jóvenes perros
Entrega de premios, en la mesa, el valedor de la raza.Juan Monagas,
su hijo, Ramón Martín, Evaristo Sanhelli y Augusto Fierro.
castrados ... » ampliándose en nota histórica, «Restos de perros han
aparecido, igualmente, en yacimientos de habitación de la isla de Tenerife.
La castración y posterior consumo constituiría una forma de controlar el
crecimiento de la población canina». Del Malpaís Grande, Fuerteventura,
señala que, «choy día este lugar solamente lo frecuentan los cazadores y
los pastores. Allí se encuentra una cantidad tal de conejos que un hombre
acompañado de algunos perros puede llegar a matar, a golpes, hasta 200
en un día .... » Recoge el episodio del triunfo de Alonso de Lugo en La
Victoria donde: «cerca de dos mil insulares quedaron en el campo de
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batalla y la mayoría fueron devorados por los famosos perros, que existían
en gran cantidad en Tenerife». (13)
En publicaciones recientes se dan más detalles de estos perros:
Manuel Mora Morales (14) cita a Fray José de Sosa y su obra «Topografía
de la Isla Afortunada de Gran Canaria»,
cuyo manuscrito fechado en 1678, se
encuentra en la Sociedad La
Cosmológica de Santa Cruz de La
Palma, del que recoge: «El
entretenimiento más noble de los más
principales era la cassa y pesca. El
mesmo Rei Guanarteme era el que más
la usaba. Para esto criaban ligeríssimos
perros de mano y animosíssimos
hurones domando y amarrando los
mexores que cogían en los montes en
donde se criaban salvajes, y aún hasta
(oi hay) de estos hurones en estas islas
en algunas partes». «Curra», primer premio VI Exp. Metropole,
1982. Es otra importante cita sobre la
existencia de un perro ligero y de hurones, deducible que sí fueran
introducidos y asalvajados como lo indicó Viera y Clavija. (10) « ... en
nuestras islas sólo subsiste domesticado, con ser originario de los climas
calientes ... ».
La presencia de perros en nuestras Islas es ratificada por los Cabildos
en acuerdos tomados en distintos años sobre los mismos. Por ejemplo, el
de Tenerife prohibió en acuerdo del «3 de septiembre de 1515, la tenencia
de perros de cualquier raza ... » y el de Fuerteventura, «el 25 de agosto de
1617, permite a cualquier persona, sin riesgo de castigo, exterminar a
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todo perro que sea de presa ... ». Sin
embargo, «el 21 de octubre de
1624, respecto a los perros de
caza y presa, sólo se permite la
tenencia de uno por vecino, como
máximo ... » y, «a la vista del peligro
que entraña para los ganados, se
dispone, por acuerdo de 16 de
agosto de 1630, que ningún
vecino tenga más de un perro de
caza y, en tal caso, encadenado y
el resto se maten ... ». (15)
Exposición Metropole, 1982, J. Santiago Castellanos,
jueces A. Álvarez, Evaristo Sanhelli, Marqués
de Perales, Maza Gainza, detrás Juan
Monagas (A).
El rastro va centrándose hasta tal punto de poderse afirmar la
existencia del perro, con distintos fines y, asimismo, la práctica de la
Exposición popular, 1983, criador Ignacio (Salto
del Negro).
caza aludiéndose a la presencia
de un perro cazador dedicado a
esta actividad. Tratándose de
Fuerteventura o Lanzarote, podría
pensarse en la posibilidad de que
como tal ejerciera el perro
majorero aunque en esas
disposiciones se contempla la
diferencia de perro de presa, de
ganado y de caza.
Ya con estos antecedentes
confirmatorios de los canes en Canarias ha de adentrarse, en lo que se
pueda, a las posibilidades de sus orígenes, de su procedencia.
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DOS VERSIONES: POR EL MEDITERRÁNEO O POR EL
ATLÁNTICO.
El podenco canario se puso de moda o cobró viva actualidad a ra íz
del Simposio celebrado en Córdoba
en 1982. Desde entonces hay
profusión de textos publicados
mayormente en revistas especializadas.
Sería arriesgado el citarlas
a todas por cuanto se podría
producir alguna omisión. Pero en
Exposición XVI, Met ropo le. (A).
la mayoría existe un referente
repetido, como si se hubiera indagado en una sola fuente y de ah í
emanaran todas las versiones.
Se trata de haber sido traído a las Islas Canarias por los fenicios.
Las expresiones son similares:
« ... Abandonados a su
suerte por los fenicios ... ».
«Perros de Caza», 1983.
«Es un perro de origen
faraónico y fue traído a las islas
Canaria probablemente por los
Fenicios, Griegos, Cartagineses
o incluso por los mismos
Egipcios ... ». («El Cartucho», «Lig ero», 1985, de Tito Monzón (Fi apocolor)
boletín informativo de la
Sociedad de Cazadores de Fuerteventura, agosto 1989).
«Sus orígenes se pierden en el tiempo, aunque las tesis de
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
investigadores y prestigiosos estudiosos de la cinofilia, como Ricardo de
la Rosa, apuntan a que hay que remontarse hasta la época del Antiguo
Egi pto para encontrar el origen del podenco canario que al igual que sus
hermanos ibicencos, cirneco,
pharaonhound, andaluz, etc. fueron
introducidos de la mano de los fenicios
en sus correrías comerciales por todo
el litoral mediterráneo» (Antonio
Cabrera, «Perros de Caza», septiembre
1993).
«Sus antepasados fueron
probablemente perros llegados de otras
latitudes (se habla del podenco
«Ring o» fotoque fi gu raenlaS.C.Gáldar ibicenco) que se adaptaron a las
(A).
peculiaridades del ambiente canario»
(«Cacería Canaria. Gaceta Informativa» de la Sociedad de Cazadores de
Gran Can aria, 1996).
«H ablar del podenco canario es
hablar de todos los podencos
disemin ad os a lo largo de todo el
Mediterráneo y encontrándose su
último eslabón en el Atlántico (Islas
Canarias). Como se ha demostrado,
todos estos son descendientes de los
antiguos perros de los faraones siendo
los fenicios los que los difundieron a lo «Bergante»,deJosuéPérez Ojeda,campeón
largo de todo el norte de África», así de España (Al
aparece en «Las Razas Caninas Españolas», de Eduardo Benito Ruiz y Rafael
Malo Alcrudo (Editorial Hispano Europea, S.A. Barcelona (España), en 1992.
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«Linda» de Tito Monzón.
EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
En la «Guía del Perro», 1991, de
Editorial Cinofilia Universal de refl eja
similares criter ios : «Pertenece al
tronco de los Podencos, que se
conocen en toda la r ibera del
Mediterráneo desde hace miles de
años; no se tienen noticias ciertas de
cuándo llegaron a las Islas Canarias.
Pudieron arribar a Canarias de la
mano de los tartesos, fenic ios,
griegos, cartagineses, egipcios, o
cualquier pueblo mediterráneo ... ».
Aquí una doble referencia: « ... El isleño, en general, no puede ni
imaginar la fortuna que ha significado para las islas el que un día muy
lejano en el tiempo, los fenicios depositasen en ellas a estos perros, que
en un principio se mantuvieron por sí
mismos, asilvestrados, hasta que el
hombre, por sapiencia y necesidad, supo
domesticarlo pa ra su propio beneficio
... » y, más adelante: «parece ser que el
origen de los podencos hay que
establecerlo en Egipto, tres mil
cuatrocientos años antes de Cristo,
como perros de caza preferidos por los
faraones y su corte, pues aparecen
animales morfológicamente seme-
«Ligero» hijo de «Milán y «Canari a», 1988.
jantes, en dibujos de caza egipcios, fenicios y cartagineses. Son los fenicios
quienes, en sus numerosos viajes de tráfico comercial dejan en estas Islas
Canarias al podenco orig inal».(16)
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
De estas referencias se puede colegir que hay cuestiones
coin cid entes y veraces:
La procedencia de un tronco común.
,Gua po», Feria C.I.G. en mayo de 1988 (Al
Su antigüedad, de dos a tres mil
años a.c.
Diferenciarse de otras razas de
podencos por sí y por adaptación al
terreno de las Islas.
En lo que se ha ido variando las
exposiciones es en lo relativo a la
llegada o introducción en las islas. Ya
no se im puta sólo a los fenicios, hay otras alternativas.
El mismo Club Nacional del Podenco Canario, una vez reconocido
(Diciembre, 1982) lo refleja en sus ediciones del patrón. En la primera:« ...
se define como una raza rústica y resistente, con presencia en las Islas
que se atri buye a fenicios y otros visitantes en el pasado, procedentes del
tronco de los Podencos existentes en Egipto».
En la edición siguiente:<<. .. el
Podenco Ca na rio es un perro de
origen faraónico y fue llevado a las
Islas Canarias probablemente por
los Fenicios, Griegos, Cartagineses,
o incluso por los mismos Egipcios».
Y en la más reciente el tema
es ampliado: « ... Es un perro
antiguo, de procedencia egipcia,
como casi todos los Podencos,
aunque recientes investigaciones
indican su origen desde la cercana
Jesús Melián Lorenzo, criador, en Monográfica
de San Mateo, 1991.
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costa de África. No obstante, no se descarta que a raíz de la conquista en
el siglo X:V, entre otros animales introducidos (conejo, perdiz roja, et c.)
hubiera algún tipo de podenco existente en la Pen ínsula Ibérica».
Y según se va conociendo el Podenco Canario más allá del
Archipiélago también se producen nuevos enfoques sobre su procedencia.
Por ejemplo:
•Linda» campeona de España, en Madrid,
con su criador A. Monzón.
«Aunque últimamente los
estudios de los antropólogos modernos
sitúan la llegada de esos perros a las
Islas Afortunadas con sus primeros
pobladores de origen norteafricano,
posiblemente con ascendencia directa
de tribus bereberes emparentadas con
los legados egipcios, teoría sustentada
por las excavaciones de sus tumbas
donde se encontraron perros de tipo
podenco en enterramientos que por su
forma denotan los usos de los t iempos
faraón icos. Es muy posible que la
translocación humana a través de la
historia llevara directamente los perros egipcios en primer estadio por
todo el norte de África (Azawak, Slough i, Basenjis) y posteriormente hasta
Canarias».(17)
La influencia de su falta de difusión en la Penínsu la Ibérica motiva
esas y otras referencias que por un lado obligan a no descartar plenamente
ninguna y por otro el indicar que sí había una esporádica como t ímida
presencia del podenco canario en la Península , fuera llevado por
aficionados, criadores o conocedores de sus cual idades. Los hubo para
cazar, también se presentaron en exposiciones y, un hecho contrastado,
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
se utilizó en la caza mayor formando parte
de las rehalas como perro de rastro -y más
habiendo sangre- y que no rehusaba el
agarre a los cochinos o venados merced a
su bien dotada y potente mandíbula.
,Colorado• de Jesús Mel ián, Feria Cabildo
G. C. 1992.
EL RESULTADO DE NUEVAS INVESTIGACIONES.
En Canarias existe un mundo sin profundizar alrededor de las
investigaci ones, sean arqueológicas, como biológicas. No es de extrañar
que intensificando estos trabajos se
produzcan hallazgos de todo tipo:
plantas nuevas, insectos distintos o que
se creían desaparecidos, lagartos de
Tenerife o La Gomera, diferenciación de
especies silvestres animales como el
Guirre (Alimoche) Canario etc. De los
perrns se ha confirmado la presencia en
Fuerteventura en los siglos 11 y VII (18);
el haberse utilizado como alimento o de
ser embalsamado j unto a aborígenes, al
estilo de Egipto.
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Joven hembra vencedora exposición de
Mogán, 2000.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
En cuanto a especies
motivo de su depredación, se
cita la introducción del conejo
y de la perdiz pero a su vez se
descubre una rata gigante
vegetariana.
La investigación en
Canarias no ha ten ido el apoyo
necesario para que científicos,
expertos, afic ionados, etc.
pudieran realizar investigaciones.
Así que abundan los
•Brosco», Campeón de España, en Tenerife, recibe el
trofeo de R. Melchior su propietario Luis Melián.
nombres de científicos extranjeros o foráneos que han arribado a las
islas atraídos por tener referencias de hallarse campos inexplorados
alud iéndose en este sentido a que, si
Darwing hubiera pod ido desembarcar
en Tenerife a su paso para Sudamérica
igual pudiera haber aplicado aquí el
fruto de sus ideas e investi gaciones
posteriores.
En conversación sostenida con
unos aficionados y criadores de perros
ind icábamos que habría de tenerse
paciencia respecto a afirmaciones
que, repetimos, antes de los ochenta,
Ejemplar propiedad de Carlos Medina.
se hacían sobre la inexistencia de este
o aquel animal en tiempos prehispanos en nuestras Islas. Pese a esa fal ta
de apoyo a la investigación, que no la hay al nivel de generosidad y
cantidad como se merece, las que hay se deben a la tarea de los Museos
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que hay en las Islas y un tanto dentro o al zoco de las Universidades de
Ca narias, el promover investigaciones o descubrimientos en ocasiones
motivados por sorribas o desescombras de terrenos. Por esos vericuetos
de la investigación y difusión siguen los siguientes rastros.
ESTUDIOS MÁS RECIENTES.
En una conferencia que dio en el «Club de Prensa Canaria» en 1994
el profesor italiano Vito Masellis sobre lo petroglifos de Balas expuso
entre otras descripciones, que: «los grabados figurat ivos son seis y
representan preponderantemente escenas rituales de magia y ritos
propici atorios de caza ... » y señala en lo que a este texto atañe que, «en
efecto se descubren en varios sitios arqueológicos de la isla de Gran
Canaria micro litos en los cuales aparecen esculpidas figuras zooantropomorfas
y que representan efectivamente, al mismo tiempo.
Cabezas de hombres y de animales como, p. ej ., del águ ila (el águila era la
encarnación del dios Sol por influjo de la religión egipcia que veneraba al
dios «Horu s» encarnado en el águila) o del buey, encarnación del Dios
«Osíride» o bien (además por influjo egipcio) del perro, encarnación del
Dios «Anu bi», guard ián del Infierno, hombre-perro, llamado en Canarias
«Tib icenas ... ».
En publicación de 1995 (19). reitera : » ... alrededor figuras
antropomorfas, zoomorfas y naturalistas -ilustración 8- señalamos un
conjunto fi gu rativo que representa un rito propiciatorio de caza, donde
la figuración de un animal matado propiciaba una caza afortunada (motivo
de magia venatoria típico de las figuraciones rupestres africanas). En
estas grabaciones aparecen, en un movimiento impresionante de hombres
Y ani males, algu nos cazadores que matan un gran lagarto».
A es-.. e profesor le mostramos una estación aún inéd ita hallada con
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nuestro hermano Manuel en ... los pinares ... donde hay escenas que tienen
cierto parecido con las descritas de Balos.
En textos de los años 1990 y 1999, tanto González Antón y A.
Tejera como José Juan Jiménez González aluden a la presencia del perro
en Canarias, sus usos variados hasta ser parte de su dieta (20 y 21 ).
Y llegamos en esta tarea de búsqueda sobre poblamiento de las
Islas y existencia entre otros animales, del perro, a una reciente e
importante publicación (22) de la que mucho se podría ofrecer
centrándonos sólo en la raíz del presente texto: Caza.« Es particularmente
interesante que en época aborigen en Gran Canaria, el entretenimiento
más noble de los más principales era la caza y la pesca. El mismo Rei
Guanarteme era el que más la usaba ... ». Sobre los restos de lagartos
gigantes aparecidos en La Palma: « .. Lo que ha servido a País (1998:337-
338) para lanzar la hipótesis de que la extinción de estos grandes lagartos
fue causada porque «fueron cazados despiadadamente para consumir su
carne ... ».
Perros. «A pesar de la abundancia de perros de gran tamaño en
Gran Canaria que sorprendió en el viaje de Juba 11, su presencia en el
registro arqueológico en todas las Islas Canarias es bastante pobre, aunque
poco a poco ha ido incrementándose el número de estudios faunísticos
publicados.» Y cita para Gran Canaria el estudio de Zeuner. «En Lanzarote,
sólo han podido ser documentados recientemente en El Bebedero (Teguise)
con cronologías quizás entre los siglos I y V d.C. (Atoche, 1995-96:39) ... »
« ... Sólo a partir del siglo VIII d.C.. , en La Palma es detectado el
perro (Canis familiaris) ... 11.
«Para La Gomera ... el perro sólo aparece en el estrato II con el 0,4 O/o .•.1 1
Y, «para Tenerife, destaca la Cueva de Don Gaspar(lcod) (Arco, 1985:360)
donde se identificó la presencia del perro. Sobre estos últimos, Espinosa (1594/
1980:114) destaca que eran pequeños denominados cancha,,.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Y, a manera de
con cl usión: «. En todo caso,
tanto se trate de canes como
de canari os, ambos indican la
presen cia humana en la isla
antes de la expedición
enviada por Juba 11, puesto
que no se conocen razas de
perros autóctonas de las islas
que no hayan sido
previamente introducidas por
el hombre ... »
1 Exposición en Escanfraga, Fuerteventura, 1991 (A).
Se llega en este trajín al puntón y cogollo de lo expuesto. Pensamos
no es arriesgad o, teniendo a mano esos datos, más otros existentes. De
va rios se ha eximido la referencia para, buscando rigor sin dar pesadez al
texto, afirmar la presencia humana en las Islas Canarias siglos antes o
inmediatamente posteriores a C. lo que sí está por definir. Que trajeron
cuatro animales domésticos cabra, oveja, cochino y perro. Y, lógicamente,
ni hay referen cias ni se ha hallado restos o señales de estos animales
antes de ser aportados por lo pobladores primeros que arribaron a la
Islas.
Se deduce habría especies silvestres, de mamíferos, insectos, aves
como igual los mares estarían bien poblados -como actualmente se ha
demostrado- de especies de todo tipo y tamaño.
No descartando ninguna posibilidad de llegada de los Podencos a
Canarias sí resu lta interesante buscar las pistas que proceden del cercano
conti nente. Es otro rastreo apasionante. Verán.
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CAPITULO 11
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LA CONEXIÓN AFRICANA.
Un inmenso territorio cercano a un pequeñísimo Archipiélago,
actividades de todo tipo y razas diversas junto a animales que por sí o en
compañia humana tenían cercanamente unos espacios donde estar. Hay,
sí, señales claras de ésas y otras cuestiones relativas al África y Canarias.
Al menos, seguiremos las pesquisas de algunas que ofrezcan detalles de
la caza y los perros.
En 1983, la Unesco edita una interesante publicación, amplia,
documentada, con profusión de autores dedicada a África (23). En el
capítulo 4, trata de las «Relaciones de Egipto con el resto de África», su
autor, ABO El Hamid Zayed, quién en el párrafo titulado «Vecinos del
Oeste: Saharianos y libios», relata: «Generalmente se admite que, en la
época predinástica, los intensos intercambios humanos con el Sáhara,
han disminuido y hasta cesado. Aunque esos intercambios sean muy mal
conocidos y a veces negados ... » para aludir más adelante a: «los grandes
oasis que rodean su desierto ... ven desarrollarse las actividades cinegéticas
de la aristocracia egipcia ... La caza, desde entonces, no es divertimento
de los privilegiados: tiene una profunda resonancia religiosa».
La caza y el perro pasan al campo de la religión, de las creencias.
Allá en Egipto. Por lo ya visto, también en Canarias, momificación, ritos,
Tibicenas ...
En las tierras africanas hay también unos singulares «navíos»: las
caravanas, esas formaciones de camellos guiadas por el conocimiento de
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los nómadas de unos terrenos sin señales, calzadas ni semáforos y
orientados solo por marcas cercanas o las mostradas en la luminosidad e
inmensidad del cielo. Caravanas,
nómadas, animales silvestres,
aprovisionamiento en marcha,
persecución de especies salvajes
por otras domesticadas. Entra en
acción el perro.
En el capitulo 17 , J.
Desanges escribe sobre «los
En Archidona, Málaga, 1993 (A). Protobereberes», «los perros hacían
las veces de esclavos, porque ignoraban la esclavitud ; la mismo
observación vale para los trog lod itas del mar Rojo y los etíopes de las
marismas del Nilo. Naturalmente practicaban mucho la caza y en el sur
tunecino, en los confines de Etiopía, Peto lomeo menciona a los cazadores
oreipaei, vecinos de los etíopes nybgenites que andaban errantes al sur
de Djerid ... ».
Se habla de caravanas y de la importancia de sus mercancías,
capítulo 19, «el comercio de las caravanas aportaba también esclavos
negros, plumas de avestruz, fieras, esmeraldas y rubíes del Sahara. A
cambio, las provincias romanas proporcionaban vino, objetos de metal,
vasijas de alfarería, textiles y objetos de vidrio ... ». En el capítulo 20,
continúa el tema, pues se indica la presencia del camello. Es alrededor de
los «siglos V-IV a. C. y se supone con verosimilitud que fue difundida en
el Sahara a partir del valle bajo del Nilo ... ». En el Capítulo 26 el tema es,
sí: «El África meridiana 1: cazadores y recolectores», por J. E. Pa rki ngton.
Las referencias son muchas, lo que obliga a sintetizar esta fase del rastreo.
Hay intercambio sobre la tierra, de Este a Oeste y viceversa del Norte de
África, existe un comercio por medio de las caravanas que llegan ahí
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mismito, hasta para buscar sal en ese cercano continente de lo cual se
puede inducir un salto de especies domésticas y costumbres con relativa
facilidad, de África a Canarias.
NOS ACERCAMOS A ÁFRICA.
En este rastro que seguimos sobre la existencia del perro y su llegada
a Canarias, en cierto modo también a manera de síntesis de lo que se ha
divulgado del mismo, las pistas nos van acercando cada vez más al África
quedando el Mediterráneo y vastas riberas paralelamente más distantes.
Leamos estas palabra dedicadas ~al animal totémico consagrado al
dios egipcio Anubis, el piadoso embalsamador de su padre Osiris, que con
su acción filial inicia el rito de la conservación de cadáveres amados. El
propio Anubis aparece en pinturas y relieves con cuerpo humano y cabeza
de perro o de chacal; acaso por entonces no se distinguía bien entre
ambos cánidos: el sumiso servidor de la casa y el huraño solitario del
desierto. La ciudad donde se le rindió principal culto se llamó Cynópolis,
la Ciudad del Perro, en versión griega. No en vano el dios-perro Anubis es
en Egipto el guía del alma en su lóbrego camino hasta el Más Allá».(24)
Semejanzas con los perros de Egipto son bien marcadas: « ... el
Podenco Faraónico, el Podenco Ibicenco y el equivalente siciliano, Cirneco
del Etna, mantienen todos la clásica cabeza de los perros cazadores del
Antiguo Egipto ... Algunos estudiosos britán icos de las antiguas razas
egipcias afirman que los antiguos perros de estas regiones poseían los
ojos claros y perfectamente ovales, reforzando esta teoría las
características morfológicas de los ojos de los actuales perros cazadores
del Mediterráneo. Los fenicios tuvieron mucho que ver con la expansión
de los perros cazadores semejantes a los Greyhounds, los cuales eran
obtenidos primero en el norte de África y después en Asia y eran llevados
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a Grecia, Islas Griegas, Sicilia, Malta, España y sur de Italia». (25)
Ojos ovalados, nunca redondos y claros los del Podenco Canario.
Curiosamente, ni se cita ni llegan -que sí lo hicieron - los comerciantes
fenicios a las Canarias, según estas referencias.
Uno de los trabajos más elaborados y objetivos sobre nuestro perro
fue realizado por Mar Olivas Tur (26) bajo el título «Podenco Canario,
Señor del volcán». Salvo algunos lapsus en fechas en lo re lacionado con
el Perro y Canarias, es interesante las preguntas que se hace: «¿Procedían
de África los primitivos perros del Archipiélago? ¿Se trataba de animales
asilvestrados? ¿Llegaron de la mano de los primeros pobladores? Los
cronistas de la conquista de Canarias citan que los aborígenes se
acompañaban de perros, ¿se ha perpetuado el tipo de alguno de tales
animales?Tras la conquista española, ¿qué tipo de perros fueron llevados
a las islas? Un sinfín de preguntas que aguardan respuesta». Algunos
interrogantes han sido respondidos a estas alturas y más lo serán en lo
que no es dudable aparecerá en nuevos descubrimientos arqueológicos o
arqueo-etnográficos. Sigamos con Mar después de aludir al hombre de
Cromagnon, su paso de Francia al Norte de
África, el asimilar la cultura del antiguo Egipto
y, «las relaciones del cromagnon canario con
el del África del Norte ha quedado bien
documentada por las investigaciones
paleontológicas de Álvarez Delgado ... Los
enterramientos en las Canarias prehispánicas
denotan una clara influencia egipcia ... ». Cita
los amortajamientos, momificación o mirlado
y señala entonces, después de citar la
aparición de restos óseos de perros en los
yacimientos, que «no es peregrino afirmar que
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Cualidad : elasticidad, grupa a la
cabeza (A).
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los podencos pudieron llegar al
archipi élago canario muchos siglos
antes de su conquista europea por los
prim eros europeos. En el caso del perro
habría que interpretar su hallazgo
como elemento ritual, pues a la muerte
del amo se sacrificaría junto a él el
anim al. .. », citando el cráneo
perfectam ente conservando hallado en
el Llano de Maja, Tenerife y aquí una
cita im portante concluye:
«El lebrel africano, el tesem
eg ipci o, colonizaba el archipiélago
ca nario en una época en que había
desaparecido de su cuna.».
Estampa actual de lo que fue frecuente: a
pie y con los perros a la mano, Mogán,
2001 (A).
Alude a los estudios de F.E. Zeuner -lo ampliaremos más adelante
ª los perros existentes pues,« ... no puede admitirse que el podenco canario
descienda de los podencos ibicencos que pudieran llevar consigo los frailes
mallorquines que en el siglo XIV, antes de su conquista, trataron de
evangelizar el archipiélago a instancias del Papa Clemente VI» y una nueva
ci ta, «es el tesem, raza de noble origen raramente igualado, genuino
representante del antiguo imperio Egipcio. En la tumba de Hemaka (1"
dinastía, 3.400 años a. C.) se reproducen cacerías de antílopes en las
orillas del Nilo con perros podencos. Herodoto cuenta en sus Historias
que los egipcios enterraban a sus lebreles favoritos en valiosos sarcófagos.
Más recientemente, en la tumba de Tut-Ank-Ammon (18ª dinastía, 1366
a.C.) se representa al dios Anubis, dios de la muerte, con cabeza de podenco
y cuerpo humano».
Del Tesem, Carlos Salas (27), dice: Tesem, o perro de los faraones,
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
que aparece representado de cuerpo entero, con sus orejas enveladas y
su rabo enroscado, por primera vez, durante la qu inta dinastía, cerca de
tres mil años antes de Cristo, acapara la atención de todos los aficionados.
En Pozo Negro, FEAGA, se ensayó una carrera
tras un •forro• de conejo, con podencos
que ... te rminaban cortando el
terreno para llegar antes, 1997 (A).
Comprobando la antigüedad y belleza
de las representaciones egipcias, se
establecen dos afirmaciones, no
debidamente confrontadas hasta hoy,
pero que nadie discute. La primera es
que todos los perros que encontramos
extendidos por el Mediterráneo ... de
este tipo son descendientes del Tesem,
habiendo conservado más o menos
pureza, según se parezcan más o menos
a su ancestro. La segunda, que fueron
los fenicios quienes extendieron el
Tesem a los lugares hoy ocupados.» pa ra
terminar posteriormente con esta otra
afirmación: «Entonces, después de
estudios rea lizados por gran número de
personas aficionadas, se llega a la conclusión de que el Ca Eivissenc es
un perro descendiente de los antiguos perros de los faraones y llevado a
España, en este caso a todas las islas (Mallorca, Menorca, Ibiza y
Formentera) por los fenicios».
Bien, hasta aquí en una visión muy vasta, cabe admitir que existe
un perro denominado Tesem, que hay datos de perros con antigüedad de
unos 3.000 años a.c. en Egipto, que los fen icios los desparramaron por el
Mediterráneo. De nuevo, Canarias-en este sentido, a Dios gracias-queda lejos ...
En esas pesquisas y reflejo de referencias -no exhaustiva s, por
supuesto- llegamos a una publicación que, para nosotros es la más
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
importante de los últimos años relativa al perro cazador y sus orígenes.
Así se recoge, y del mismo recopilamos, lo escrito por Juan de Dios Ol ías
Rubio (28). con el sugestivo t ítulo de :
EL PERRO DE LOS DIOSES.
Es un riguroso trabajo de investigación. Desde el primer capítulo
ded icado a los «Orígenes del perro», hay materia para documentarse.
Después de alud ir a distintos investigadores apunta conclusiones, en tres
pa rtes:
- Si bien parece que el lobo se encuentra en el origen de todos los
perros.
- Y no se puede descartar que sea el único agriotipo de algunos de
ellos, lupoides y razas septentrionales en general.
- No es menos cierto que algunas evidencias impiden descartar la
probabilidad de una posible intervención en el origen de los de
procedencia esteafricana, fundamentalmente grayoides, de otras
Especies del género Can is.
Respecto al podenco « ... presenta algunas singularidades que
merecen cuanto menos ser tenidas en cuenta : Hasta tanto nuevos
hall azgos no hagan modificar el criterio, se puede mantener que
indudablemente se trata de la casta de perros más antigua de todo el
hemisferio sur. Además es un anima l que, en lo básico, ha mantenido
inal terable su morfología desde las pinturas saharianas más arca icas hasta
la actualidad ... ».
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
APARECE EL TESEM.
En el capítulo segundo: «Una precisión terminológica», el autor
sobre la clasificación oficial de las Razas Caninas de la F.C.I. -pertenencia
o no del podenco al grupo de lebreles- da su respuesta. «El acercamiento
hombre/cánido -ya veremos si lobo o no- esteafricano al que antes se ha
hecho referencia, determinó la aparición de un Canis familiaris inicial, el
primitivo perro cazador africano de orejas inhiestas y rabo enroscado al
que los naturalistas de primeros de siglo denominaron tesem tomando el
vocablo del antiguo egipcio ... Este perro constituiría pues la población
fundadora o base primigenia ... ».
Se pronuncia por la primigenia del« ... perro que en la actualidad se
conoce tiene representaciones del IX milenio en adelante, nos muestran
un animal de orejas inh iestas y no es sino hasta el 111 milenio, en plena
civilización sumeria y egipcia, que no aparecen los primeros ejemplares
de oreja caída, tanto del tipo molosoide como grayoide».
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CAPITULO 111
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y SE ADENTRA EN EL ORIGEN DEL PODENCO.
Ol ías Rubio, continúa:
«El podenco, denominando de esta forma a todo el grupo de razas
directamente descendientes del tesem, constituye un caso singular dentro
de la especie familiar por cuanto es el único miembro cuyos caracteres,
de momento tan sólo fenotípicos, se había mantenido básicamente
inalterables desde que se fijaron al principio del Holoceno». Da variadas
explicaciones, referencias de investigadores sobre el origen del tesem y
finalmente, de sus descendientes: «De esta manera el grupo de razas del
podenco y afines, constituido por los descendientes en línea recta del
antiguo tesem o perro cazador africano, ve expandida su área de influencia
hasta el Cuerno de África con la incorporación de un perro que
probablemente represente el vestigio vivo más cercano del antecesor
común».
La conclusión del Capítulo IV dedicada a una «Cuestión fenicia,»
esclarece el panorama de la procedencia de, entre otros, nuestros
podencos:
«Sinceramente opino que son bastante más sólidos los argumentos
expuestos a lo largo del capítulo en contra de la intervención de los
fenicios en la difusión del antiguo perro cazador mediterráneo, que los
que la avalan. Con los datos que actualmente disponemos entiendo que
la deducción más verosímil es que tanto las actuales razas mediterráneas,
tales como los podencos portugués, andaluz e ibicenco junto al cirneco
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
siciliano y el kelb fal-fenek maltés, más el podenco canario, como las ya
desaparecidas o sumamente adulteradas kritikos ichnilatis, charnigue,
El Perro de los Faraones y el Cirneco del Etna.
laconio, etc. incluido el
perro del antiguo Egipto,
compartiendo un ascentro
común, el tesem sahariano,
debieron de ser introducidos
en sus respectivas
patrias por gentes diferentes
y probablemente
también en épocas distintas,
proceso que cronológica
mente intuyo debe
ubicarse entre el VI milenio y el inicio de la cultura fenicia, salvo en el
caso del ca eivissenc que será tratado oportunamente».
PRIMEROS PERROS DE EGIPTO.
Refiriéndose al Sahara, Olías Rubio insiste en la existencia del tesem
que origina los podencos y la llegada del mismo a Egipto, por rutas del
Sur, demostrado por qué mientras los podencos del Sahara han
desenroscado la cola, los que figuran en Egipto la tienen como los primeros
Tesem enroscada. Es un aspecto de gran enjundia y repercusión éste del
tesem, su desarrollo y las rutas que junto al hombre emprende, llegándose
a una conclusión:
Los perros de Egipto no originan por sí los podencos -entre ellos el
Podenco Canario- porque son descendientes del Tesem que estando ahí
al lado hace miles de años, motivó la aparición de los Podencos.
Y así llegamos al Capítulo VI cuyo interés es tal que, si no fuera por
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
la cortedad y ser objetivo de este texto la divulgación, daríamos al
completo.
CANARIAS Y EL PODENCO PROPIO.
Coincide el inicio con lo ya expuesto: «la prehistoria canaria, cuyo
estudio desgraciadamente se encuentra aún al día de hoy prácticamente
en pañales, ofrece una personalidad propia, clara y diferenciada, y no
sólo de cara a nosotros, sino también respecto a toda la prehistoria del
viejo mundo. Nos hallamos ante un ejemplo de perduración de
comunidades neolíticas afro-mediterráneas hasta bien entrado el siglo
'IV. Si bien es verdad que griegos, fenicios y romanos pudieron abordar
esporádicamente las costas canarias, y ahí están las sucesivas
descripciones de autores como Salustio, Ploutarchos, Estrabon, Plinio el
Viejo, etc. no se advierte sin embargo el menor impacto de esas
civilizaciones sobre las sociedades primitivas isleñas, como lógico fruto
de esos contactos».
Recordamos en esta línea lo que oímos a un historiador de: «Ser
Canarias una ventana por la que se podía ver parte del pasado Europeo».
Sigue la referencia del texto sobre las dos razas: cromagnon y la
Afro-mediterránea, «ambas razas contribuyeron, juntamente con otros
grupos humanos, a la reocupación del Sahara, desde Malí hasta el actual
desierto occidental de Egipto, después del período climático conocido
como Hiperárido Postatenriense ... ». Refiere las distintas arribadas de
pobladores, los estudios genéticos sobre 370 momias y sus resultados del
momento de las distintas emigraciones, deteniéndose en el un tanto
espinoso tema de la navegación alude al posible origen del Podenco
Canario: « ... Porque lo que no parece tener duda es que si los primeros
pobladores de las islas provenían de una cultura de cazadores, pastores y
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
agricultores que introdujeron su ganado en semillas en las nuevas tierras
de adopción, por fuerza se tuvieron que hacer acompañar del precioso
auxiliar que para ellos sin duda constituía el perro ya fuera en labores de
caza, pastoreo o simplemente de guarda. Es por ello más que probable
que un antecesor del actual podenco canario, posiblemente el tesem,
cuya existencia está por demás documentada en las zonas de origen de
aquellos según se ha visto en el capítulo correspondiente, iniciara su
aventura isleña simultáneamente con los primeros emigrantes africanos
en una época comprendida, como se ha dicho más atrás, entre el VI y 111
milenio. Tan solo falta encontrar las evidencias que fundamenten este -
por ahora únicamente deductivo- razonamiento; algo que, repito, estoy
convencido no es más que cuestión de tiempo».
De tiempo y de casualidades o causalidades, con ineludible apoyo
a la investigación en general de nuestro pasado.
Quedan atrás una relación de citas y referencias diversas hasta
llegar a ésta que consideramos un tanto concluyente, como otras similares
existen, de que nuestros perros -sean de caza o de guarda o de pastoreotenían
que existir y estar en las regiones africanas de procedencia de los
pobladores de Canarias.
Y dándose por veraz la presencia del Tesem, origen de los perros
egipcios y de los podencos, pues se salta esas alusiones a fenicios, a
trasiegos, a caravanas y comercios por mar y por tierra por cuanto antes,
y siempre referido a este perro, el origen es un tanto común pasando de
la región sahariana a Egipto en una época -manteniendo el rabo enroscado
-y antes, a las más cercanas, incluidas Cana rias ya con el rabo recto o,
como dice el autor, en bandera.
Se ha de considerar, por tanto, un antes-conocimiento sobre bases no
muy sostenibles reiterándose las informaciones- y un después del Podenco
Canario, cuando se conoce la existencia del Tesem y las razas que motiva.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Cabe entonces, pasar a lo que ya entra en lo más práctico.
EL PODENCO CANARIO ESTABA AHÍ.
Existía, pero no se conocía mientras que sí había divulgación diversa
y hasta patrones de la raza de otros podencos.
El Podenco Canario, al
igual que la modestia de sus
propietarios y criadores, vivía al
margen de literatura, polémicas
negocios, intereses, etc.
Era, así de sencillo, un
«Perro Cazador». Era, entonces,
sí, el Perro Cazador que desde
si gl os at rás lo usaban los
ca na rios para cazar. Nada más.
Ni ventas ni exposiciones, ni
pat rones, ni competiciones, sólo
cazar, ¡Casi na da!.
Por ello, por su sencillez,
por la pe rs everancia de los
criadores su pe rvivió hasta que,
por diferentes caminos le llegó
el momento de salir de ese
Cabeza típica. Proporción hocico, cráneo, orejas.
«Guanche» campeón de España. (Foto C.E.P.C.)
aislamiento -como al igual ha ocurrido con otras cosas, humanas o no,
en Canarias -para mostrarse firmemente como un Perro Podenco distinto
a los demás. Sin ig ual.
Pa rte de esa historia, viene a continuación.
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CAPITULO IV
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LABOR DE RESCATE Y MEJORA DEL
PERRO CAZADOR AL PODENCO.
Del Podenco Canario hay criadores, expertos y/o aficionados que
pueden dar fe de su conocimiento de sesenta años atrás -entre los que
nos encontramos- pero se puede multiplicar por lo menos en varias
generaciones más, cien o doscientos años, por tener la oportunidad de
hablar entonces con viejos criadores que a su vez citaban a sus padres o
abue los como poseedores del entonces
llamado comúnmente «Perro cazador».
Para este texto sería difícil añadir la
lista de viejos criadores y de sus ancestros.
Había, eso sí, discusiones sobre el valor
de éste o aquel ejemplar, de dar más conejos
que ninguno y, a la hora de obtener un perro
o de sacar cría sí que se conocía donde
estaban los que despuntaban, los que tenían
fama por sí o dada por sus dueños y criadores.
Esto obliga a destacar la labor de los
cri ad ores que, sin otra orientación que la de
buscar un perro que cazara y lo hiciera bien,
sin tener a la mano datos, medidas o textos,
Trabajando en paredes ... (A)
buscaban un tipo de perro que les iba bien para los terrenos donde los
uti lizaban creando lo que podríamos llamar:
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
LÍNEAS DE CRÍA.
Hablando de Gran Canaria las referencias indican que era proverbial
la existencia de este perro cazador en número y nombradía tal que ven ían
a buscarlos o se regalaban a otros criadores de las Islas, algo parecido a
lo que acontecía con el perro Majorero, desde Fuerteventura.
Dada la muy variada orografía de la Isla y Archipiélago y a que el
cazador o criador se ejercitaba en un medio cercano, ese entorno configu ró
fundamentos fisionómicos del Perro Cazador.
Hay que trasladarse a esas épocas, de 50 a 200 años o más, con
escasa comunicación
en el Archipiélago y
Panorámica sin parangón. 1Made in Canarias», Pozo Negro,
Fuerteventura (AJ.
en cada Isla, con apenas
carreteras y menos
todavía vehículos.
El cazador actuaba en
su zona. Así eran sus
perros.
Claro que donde
más podían existir
o encontrar conejos -
aparte terrenos de o
cerca nos a cultivosera
en los que ofrecían
mayor resguardo
al «correlón»: los terrenos volcánicos. Y es en esas demarcaciones o en
sus cercanías donde se fraguó el perro de apunte, el que mejor hallaba
los rastros hasta dar con el profundo refugio de la pieza.
Como describiremos sucintamente más adelante, había terrenos
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
cubiertos de más vegetación, con más «matorrangos» en los que el perro
cazador tenía que usar otros recursos para llegar a los escondites o
perdederos de los lagomorfos.
De ahí la diferencia -no en lo básico- de los perros hechos en
zonas lávicas o «volcán» y de los, generalizamos, dedicados a buscar
conejos levantados o metidos entre las matas. En esas líneas de cría, a
modo orientativo, se podría citar a los perros cazadores de Agaete, Tenoya,
Mata, San José y Jinámar. En las otras áreas más cubiertas de vegetación,
de medianías arriba, estaban perros de Moya, Firgas, -aquí con un referente
muy conocido y que por su patrocinio se hablaba de los perros del «agua
de Firgas»-, Teror, altos de Telde y Valsequillo.
No significa esto que hubiera perros especializados en uno u otro
terreno, sólo que abundaban los de un tipo u otro según donde actuaran,
pero igual valían para cualquier piso debido a que, siempre, se iba a
tropezar con el barranco, los majanos, el malpaís, las paredes, etc. y de
costa a cumbre.
Sirva este capítulo también para destacar la labor de crianza de
nuestros cazadores. En épocas que ni decir tiene había que quitarse algo
de la mesa para compartirlo con el perro.
Y destacar asimismo cómo fueron de alguna forma tallando al Perro
Cazador hasta hacer más fácil la conversión en un perro con normativa,
medidas y orientaciones que le llevaron de la modestia y el casi
desconocimiento de su valor en su tierra a ser reconocido como raza
única, distinta, propia, a nivel nacional e internacional.
Sí, hay que felicitarles una vez más. Por intuición, por práctica, por
deducciones de lo que veían, por seguir de cerca su comportamiento, por
acertar en los cruces, nuestros Cazadores-Criadores pusieron las bases
selectivas de una raza canina distinta.
Añadido además que apenas tenían ayudas, que no había atención
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
oficial ni deportiva de ningún tipo. Sólo el ser socio de una Sociedad y
estar al tanto de las vacunaciones.
No, no acertaron por casualidad. Fue así porque actuaron
conscientemente, a veces por guías de otros animales, desde vacas, cabras
a pájaros. No sabían a fondo lo que era la consanguinidad pero sí el que
apareciendo un perro «chimbo» huyeran de repetir los cruces. Algunos
pudieron contar con los consejos de profesionales en materias que iban
de la medicina a la agricultura, en otras, de gente «pudiente» que podía
buscar y pagar los perros que despuntaban -y más de una monta de
perra en celo se hizo a escondidas- y, asimismo, las indicaciones o
intervenciones de veterinarios y expertos en materia animal y ganadería
en particular.
Piénsese que el perro era un elemento más en la familia rural -la
ciudad era poquita cosa en espacio entonces- fuera para guardar-presaspara
pastorear -majorero y garafiano- o para cazar.
Sí, es destacable y plausible la labor de esos criadores que en esta
raza, la del Perro Cazador, como en otras, hubo en nuestras Islas.
Gracias a ellos, hoy Canarias se enorgullece de contar nada menos
que con cuatro razas reconocidas, dos internacionalmente, el Podenco
Canario y el Presa -que se pasó a denominar Dogo Canario- y a nivel
nacional el Majorero y el Garafiano.
UN FACTOR ALTAMENTE NEGATIVO: LOS CRUCES CON OTRAS
RAZAS.
Siendo niños oímos una frase que luego sería escuchada bastantes
veces y en distintos sitios: «La potencia de un perro cazador y la nariz de
un «puente» -pointer- da unos perros fenómenos». Y era, y es, cierto.
Sólo que esos cruces no pasaban en efectividad de la primera generación,
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
era difícil mantener la línea de cría porque igual
se «volvía al perro de pluma que al conejero».
Para tener perros mateadores, fuertes y
ágiles frente a los bardos y zarzales, para saltar
0 meterse en tales laberintos sin necesidad de
usar el olfato, aparecieron los cruces con perros
llam ad os «mallorquinos» procedentes de
Baleares.
Cu riosamente estos cruces se han
mantenido hasta nuestros días en la isla de
Tene rife, donde han tomado un nombre propio,
Unos de los muchos terrenos
peninsulares con piso suave y
rocas entreveradas. Toledo,
96. (A).
el «ja!pudo» o los «jalpudos» una mezcla de podenco y perros de Baleares
que pueden dar ejemplares de pelo duro o liso, pero fuerte en ambos
casos, y que se cruzan entre sí como se evidencia en las exposiciones en
las que participan, formando
grupo a parte de los Podencos
Canarios. Salvo esa dedicación a
uno cruces en los restantes
casos, ya por convencimiento
personal o por comprobar que el
Pod enco Canario tiene unas
cualidades excepcionales a lo
que se suma el potencia l
gen ético de aquellos Perros
Es visible los perros que se «quedan atrás», en lo
suyo, rastrear, en el mismo lugar.
Cazadores, la mayor parte de los cazadores t ienen Podencos, unos «finos»,
otros no tanto, algunos mezclados, pero es notoria la mejora
experimentada en general.
Y se ha de poner como ejemplo Fuerteventura y Lanzarote. En la
«isla serena» las primeras exposiciones apenas tenían unos Podencos
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
estimables, en pocas décadas han logrado una sustancial mejoría
demostrada ante presencia de cientos de ejemplares como se ha visto en
las últimas muestras o concursos populares. En Lanzarote se atribuyó la
fuerza del perro al cruce con los de pluma, siendo normal la existencia de
perros con las orejas «tumbadas». También en la «isla de los volcanes» se
ha producido un vuelco hacia el Podenco Canario genuino. Destacándose
Tenerife donde hay perros reconocidos alcanzando algunos las más altas
calificaciones.
GESTIONES Y REFERENCIAS DE LAS PASADAS DÉCADAS.
Un somero repaso por
artículos y comentarios de
prensa nos facilitará el
comprobar éstas y otras
cuestiones siempre tendiendo
a señalar el camino que se
siguió para llegar al Podenco
actual.
En un artículo aparecido
en «La Provincia» el 26-
02-1975 el autor, Antonio de
Bonito ejemplar de Podenco Canario y peculiar cubil.
Los Sauces, La Palma, 1988. (A).
Quintana Sáenz citó que, «la categoría del cazador de Lanza rote se aprecia
por su perro de volcán; este elemento ha de procurarse su buena raza,
que entre nosotros apenas se conserva, y luego su adiestramiento ... ». La
foto refleja el tipo de perro indicado. En Aldea Blanca y con motivo de las
Fiestas de la Santísima Virgen de Fátima, se celebró «una ancestra l
exposición de perros de caza de la tierra ... siendo el epicentro de todos
los festejos la feria canina ... » dando los ganadores, «el primer premio
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
para el perro de un año llamado «Terrible», propiedad de don Gregorio
Hernández Arbelo, de raza podenco y que dice ser fino de la tierra ... ».
Nótese la denominación que se usaba con la de perro cazador y el ser
fino. Artículo publicado en «El Eco de Canarias», el 27 de abril de 1977.
se buscaba el reconocimiento, se estableció un patrón y se gestionó por,
«la Sociedad de Cazadores de Gran Canaria está trabajando activamente
a fin de que por la R.S.E.C. se reconozca la raza del perro podenco canario.
De hecho la Sociedad Canina de Canarias ha reconocido el «estándar» y
para ello, manifestó Juan Monagas Jiménez -valedor y luchador infatigable
en pro de ese objetivo- la celebración de diferentes exposiciones y
presencia del juez Evaristo Sanllehi Piera, entrevista en «La Provincia» del
3 de octubre de 1981. En ese mismo mes y año, un comentario firmado
por A.R.R. termina, después de dar detalles de las medidas: «En definitiva,
se trata de un animal curioso y con rasgos definidos en el entorno canario,
lo cual hace necesario que se lleve a cabo su protección y reconocimiento
como digno de una estirpe canaria».
En febrero del 82 hay varias entrevistas publicadas en «Diario de
Las Palmas», firmadas por «Perdicera», en las que se pide, entre otras, la
opinión sobre el Podenco Canario, veamos:
Agustín Álvarez, presidente de la Sociedad Central Canina:« ... Son
perros de calidad -los premiados- y para pensar en que en un futuro
inmediato pueda «estandarizarse» esta raza».
Marqués de Perales, juez nacional: « ... Veo que existe una raza de
podenco canario».
José Luis Maza Gainza, juez nacional: « ... a pesar de no haber
seleccionado y mimado la genética dentro de esta raza se mantiene unas
características que son muy típicas en ella».
Evaristo Sanllehi Pi era, Juez: « ... Es la décima vez que vengo y yo les
felicito porque realmente tienen una raza quizá única en España ... ».
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Todo esto a raíz de una exposición celebrada el 14 de febrero de
1982, la decimosexta de perros de caza organizada por la Sociedad de
Cazadores de G. C.
En el transcurso de la VI Exposición Nacional Canina organ izada
por la Sociedad Canina de Canarias se celebró a su vez a una jornada
dedicada a las razas canarias, con la colaboración del Club del Podenco
Canario, en la que participaron 31 podencos. En machos fue elegido «Lasso»
de don Ignacio Santana Reyes y en hembras, «Curra» del criador don
Francisco Pérez Ascanio.
Orígenes de la Sociedad Canina de Canarias. - Fue en 1976 cua ndo
se inicia «por un grupo de aficionados a las razas canarias» las gestiones
que en 1979 el Gobierno Civil refrenda con la aprobación de los Estatutos
Frecuentes en Tenerife los molledos cercanos a las perreras.
de la Socied ad
Canina de Canarias.
Esta necesidad de
crear una sociedad
realmente era importante,
pues es
muy difícil encontrar
otra región española
con cua tro
razas autóctonas ...
La primera exposición
fue el 2 de
octubre de 1977. Y en el 1980, la primera de Tenerife». («El Perro», revista
de la S.C. de Canarias, número 1, marzo 1988).
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CAPITULO V
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EL I SIMPOSIO NACIONAL DE LAS RAZAS
CANINAS ESPAÑOLAS.
Fue organ izado por el Departamento de Producción Animal de la
Facultad de Veterinaria y el Aula de Veterinaria del Colegio Mayor
Universitario «Luchio Anneo Séneca», celebrándose en el seno de la
Universidad de Córdoba del 19 al 21 de marzo de 1982. La representación
que t uvieron las razas caninas de Canarias fue sobresaliente y su
repercusión determ inante. En relación al Podenco, la presentó la Sociedad
de Cazadores de Gran
Canaria como también la
de la caza del conejo con
Podenco y Hurón,
apoyados en una pe lícu la
que hubo de repetirse por
el efecto que causó,
proyectándose fuera de
hora en un salón que se
les dej ó a quienes llevaron
1 a S PO nen C i a S, JU a n «Flecha•, que estuvo en Córdoba (CEPC).
Monagas y Ramón Martín.
Similar impacto causó el Perro Majorero y el Presa.
Este Simposio marcó un hito y cambió un tanto el rumbo de las
gestiones a favor del reconocim iento del Podenco y del Club.
Hasta entonces intervenía la citada Sociedad y la Canina de Canarias
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Perro podenco con pigmentación
(CEPC)
en exposiciones y otras actividades
relacionadas con esos objetivos. A raíz del
Simposio, y del éxito obtenido por el Podenco
Canario en todos los aspectos, se intensifica
la gestión para crear el Club.
Al regreso de Córdoba sus impulsores
vieron nuevas posibilidades presentando los
Estatutos del Club a la S. C. de Canarias para
que los tramitase ante la R.S.C. Central. Ocurría
en Mayo del 82.
Y con los bríos que dio la participación
en el Simposio, las nuevas conexiones y el conocimiento cinófilos
acrecentado del Podenco Canario en estamentos de la Península se
convirtió en el primer logro:
APROBACIÓN DE LA RAZA Y, EN CONSECUENCIA, DEL CLUB.
El Comité de Razas de la R.S. Canina en reunión del 21 de Diciembre
de 1982 aprobó el reconocimiento de la Raza Canina Española del Podenco
Canario y, en consecuencia, del Club de la Raza.
AUTORIZACIÓN DEL CLUB ESPAÑOL DEL PODENCO CANARIO.
Con ese paso favorable al Club comenzaron los trámites para
presentarlo en distintos Estamentos oficiales.
El 20 de octubre de 1983 se levantó acta constitucional y se
aprobaron los correspondientes Estatutos que fueron autorizados el 25
de noviembre de 1983 por el Ministerio del Interior, cuya Dirección General
de Política Interior resolvió inscribirlos oficialmente. El 26 de septiem bre
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
de 1985 fueron aprobados por resolución de la Dirección General de
Deportes del Gobierno de Canarias con el número 166-1626/85-A.
r 1 · A renglón seguido se programó
r . ;t"{ una labor de mejora de la raza, de
Perro podenco «boquino», notab le diferencia
de la mandíbula inferior. (A)
creación de líneas de cría o fomento y
depuración de las existentes. Se
buscaba el mayor logro: el reconocimiento
internacional, pues se había
demostrado que era una raza distinta
y, por ende, que no encontraría problemas
de semejanza con los podencos de
otras razas ya reconocidas.
En 1985 fue invitado a la Isla para
presenciar la Exposición Nacional-Internacional celebrada en Santa
Brígida el Secretario general de la Federación Internacional Cinológica,
Edmon Defeaiteur. Al observar los podencos canarios manifestó: «Esta
raza no está reconocida pero creo que lo será en el 86 ... Todos los que he
visto comparten un estándar de calidad muy parecido ... He visto más
regularidad en el podenco
can ario que en muchas
otras razas reconocidas ... Es
una raza muy antigua. No
puede ser una raza nueva
por la homogeneidad en los
caracteres ... », declaraciones
a Ervigio Díaz
Marrero, «La Provincia», 2
de Mayo.
Color, tamaño, etc. reflejan el mestizaje, Exp. Metropole,
1980. (A).
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
RECONOCIDO POR LA FEDERACIÓN CINOLÓGICA
INTERNACIONAL (F.C./.).
Consecuencia directa de esta visita y de los contactos realizados
con la F.C.I. fue el envío a la misma del patrón que se había confeccionado
y que el citado Secretario general pasó el 6 de junio de 1986 a la Comisión
de Estándares, la cual el 8 de noviembre del mismo año decidió proponer
a la Comisión Científica
de dicha Federación
aceptar al Podenco
Canario como nueva raza
en su seno.
La Comisión Científica
lo debatió en diciembre
del 86 y al aceptar
la propuesta recibida
la trasladó al Comité General
que en enero de
1987 le dio el pase defi-
Aún se ven capas negras, manchadas en negro, canelo oscu ro
o «chocolate•, no admitidas en el estándar.
nitivo para que la F.C.1. en Asamblea General, celebrada el 24 de junio de
1987,en Jerusalén, admitiera como nueva raza internacional al Podenco
Canario.
Culminaba así una férrea labor basada en todas las opiniones, estud ios
y datos que se tenían del Podenco Canario y que llegarían a las cercanías de
esa meta con el acertado vaticinio del señor Defeaiteur, dos años antes. En
definitiva, el Podenco Canario no solo existía sino que era diferente.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
LABOR TENAZ CON BASE EN EL PUEBLO.
Se ha ofrecido referencia de lo escrito sobre el Podenco Canario
como muestra de lo que atrajo su existencia, desde pasados siglos. Luego,
los pasos que se han dado para lograr su respaldo oficial y, todo ello,
contando con la base firme, modesta, sencilla, de los criadores, de los
caza dores, hemos de insistir.
Un perro distinto a los existentes, aunque en la lejanía del tiempo
hubiera un cercano parentesco.
Existía el perro cazador, pues, y se culm inó con el Podenco Canario,
protagonista destacado de este texto y del que es obligado hablar con los
máxim os detalles posibles.
Con esas miras, proseguimos.
Pies para cualquier piso. (A)
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,
CAPITULO VI
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CARACTERÍSTICAS.
Dejando los datos oficiales para el patrón actual que se incluye al
final, nos detendremos en algunos de sus aspectos en los que está su
diferencia con otros podencos.
Aspecto general. Cuadrangular, ligeramente más alargado, lo que
sí se busca en las hembras como factor importante para la crianza. Cabeza
no erguida, no levantada
hacia arriba, más bien algo
baja, pero de mirar firme,
alegre.
Es un perro rústicofuncional,
y esto se ve ya
observándole en su forma y
comportamiento.
Miembros. Se suele
decir que es como «una
mesa de patas derechas». El Sin palabras, piso y can (AJ
podenco tiene unos miembros escasamente angulados, en línea media
de la cadera al pie se puede trazar una línea recta. Patas fuertes. Manos
que terminan en unos de dedos que se abren y articulan para adaptarse
al terreno en acción similar a una garra, aunque no los termine de cerrar,
con uñas que se desgastan de tanto escarbar y transitar por los terrenos
mayormente volcánicos.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Carrera. Consecuencia de esta poca angulación es el no ser
destacados corredores, su estampa difiere de un galgo en sus extremidades
posteriores por ejemplo. En cambio, esa rectitud sí le permite andar al
estilo que lo hace un pistón, pisando en vertical con lo que puede entrar
y salir de todo tipo de huecos sin quebrar sus miembros.
Elasticidad. Otro recurso del Podenco Canario, no veloz pero sí puede
correr fuerte en tramos o zonas llanas, aunque no es lo habitual. Y es que
por las dificultades que presenta el terreno no puede ejercitar la velocidad
como arma depredadora. En cambio, sí está bien dotado de una gran
elasticidad que le facilita los quiebres o cortes y fintas para cruzarse en
el camino que elige la pieza. Se puede comprobar cómo lleva la cabeza
casi a la misma grupa, formando un arco. Es ahí donde radica uno de sus
atractivos al ser espectaculares en el seguimiento zigzagueante sobre el
piso que ampara los conejos que sí son veloces -patas traseras más
grandes-y pueden dar saltos en vertical, lo que no propicia, vamos, apenas
practican, los podencos, compensándolo con esa elasticidad y cruces.
Adaptabilidad. La tienen para todos los terrenos y alturas, con
tiempos de calor o de frío, a veces, hasta con nieve. Es un perro muy
resistente y no se arredra ante ningún obstáculo del piso o de la atmósfera
con tal de dar con la pista de un conejo u otro animal caso de usarse en
la caza mayor.
Resistencia al tiempo. Es normal que se señale, cuando hay calor,
que la temperatura está a tantos grados.
El podenco la resiste, vamos, si no es extrema, aunque haya que
añadirse un dato influyente: el calor que desprende ese piso, esa roca,
esa misma arena o tierra, que le llega directamente a su hocico por ese
cazar normal con la cabeza a media altura. Cuestión que se ha de tener
en cuenta para no forzarle ya que será difícil que un perro en buenas
condiciones, desista de cazar.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Diversidad de terrenos. Partiendo de su generalidad, el volcanismo
en las Islas, la variedad es también notoria. Volcán, malpaís o malpéis
abierto, con apenas líquenes pasando al poblado con pocas plantas o al
cu bierto formando un
conjunto macizo las rocas y la
veg etación. Majanos artificial
es, molleros o molledos,
paredes, bardos de tuneras o
zarzas, riscos, sorribas o
desmontes, desprendimientos
con piedras no afirmadas,
como en el «volcán» llamado
«fragoso», -donde las escorias,
cu anto más grandes más
inestables son-, rajas, grietas,
moradas, lajiales, etc. No
menos obstáculos produce
una flora tan dispar como la
que hay de costa a cumbre,
taji nastes, cardones, taba ibas,
áreas más boscosas, retama- Estud io de cabeza. Ejemplar propiedad de Tony (T).
les, pinares con sus jaguarzos,
sal vi as, vinagreras, etc. conformando un relieve de montañas y
barranqueras, de laderas empinadas o llanos pedregosos. En uno más que
en otros, el Podenco se encuentra cómodo y alegre, eso sí, mucho más,
ha llando señales de las piezas.
Carácter, obedientes y fieles. Nos da que se ha venido tejiendo una
especie de leyenda negra sobre los podencos canarios y más en los últimos
años cuando, en otras facetas de la vida, se han originado visibles cambios.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Se ha confundido, pensamos, apartamiento, marginación -en el
amarradero casi fijo- con desobediencia al salir disparado cuando se le
suelta; igual arisco porque no se comporta como un perdiguero ... que sí
lo es cuando el trato ha sido similar. Hay perdigueros que entran en la
casa, al podenco eso le está casi totalmente prohibido. El paseo y hasta
lucimiento de los perros de pluma, en las mismas urbes no parece
merecerlo el Podenco Canario. Claro, su sencillez, su modestia. En pasadas
épocas, los perros salían al campo llevados por los cazadores atados con
un «jilo», una soga o tomisa, correa -no como las de ahora de colorines y
de varios tipos de material- sin apartarse del dueño, así, kilómetros pa ra
llegar al cazadero. Esto se ha perdido y es lo que reivindicamos, más
contacto con el perro -¡claro que es difícil cuando hay más de diez !trato
más a menudo y salidas cortas porque hay espacio para llevarlos
debidamente atados. Porque ni
son fieros ni mordedores. En
todo caso pendencieros con
otros perros y más en
determinados momentos: cobro,
hembras en celo, etc., pe ro
nunca agresivos. Entonces, es de
preguntar: ¿qué les falta pa ra
ser obedientes y fie les
acompañantes como ot ros
A la derecha P. Canario, frente y con su dueña, el
Perro de los Faraones, se dan un aire . .. (T.M.) Exposición
Mundial, Lisboa.
perros cazadores? La respuesta
es conocida sobre todo por los cazadores más veteranos porque ya de
chiquillos tenían que arrear con los perros sin que les «jalase». Algo de
esto aún se ve, pero va a menos.
Un Podenco bien atendido, con un adecuado adiestramiento es un
perro obediente, que no quiere decir sumiso o que venga al dueño con el
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
rabo entre patas, no, desde luego. Como cualquier otro admite la
enseñanza y el estar atentos a las indicaciones del dueño, a la voz o al
sil bido, viéndose como trabajan «bajo la vista» y «a tiro de escopeta».
Pero hay causas -se citarán- que propician esa llamada rebeldía o
desobediencia que, por norma, no poseen.
Y vistas, aunque siempre someramente y a modo de coloquio con
el lector, pasemos a su morfología guardando cierto orden con el estándar.
Tamaño. Es un tema que admite variantes en un futuro, pero sin
ser excesivas, como hay ya indicaciones al respecto, pues sea por la
alim entación, por el mejor cuidado, disminución del trabajo en el año
al ser más los perros de las cuadrillas o tener menos entreno, lo cierto
es que se están pasando muchos ejemplares no sólo de las medidas
del actual estándar sino de las que se pueden considerar razonables,
lógicas y propias del Podenco Canario habida cuenta de donde se
eje rcita y como trabaja.
Cabeza. Vista de frente forma un triángulo invertido -orejasterminando
en línea vertical -hocico- que le da su especial estampa.
Estando estas tres partes proporcionadas las orejas tapan los ojos, como
prueba de su equilibrio en medidas. La depresión naso-frontal (stop) poco
marcada y sí la cresta (hueso occipital).
Ojos. Normal su menor percepción visual lo que tiene su lógica:
caza y anda a medio aire, la cabeza algo baja sobre un suelo irregular
donde es fácil se escabulla el conejo, de ahí lo de «perdió de vista al
co nejo.». Es posible que se deba precisamente a una falta de utilización
como recurso básico y esto en caza menor y mayor donde las manchas o
refugios de venados, cochinos -jabalíes- y otras especies son muy
en marañados. No son redondos, poco párpado y siempre sobre lo claro la
coloración.
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El SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Mirada. Pensamos que no es sólo en estos perros, también en otros
y en las personas: su mirada puede dar indicios de su comportamien to,
de su estado psíquico o anímico. Aunque creemos es más en los canes
porque no saben jugar con la vista. Miran y ya está. No saben engañar.
Entonces lo hacen de frente, unas veces fijamente, otras moviendo la
cabeza, pero estando en general bien, denotan alegría, vivacidad, vitalida d.
Es un factor importante.
Orejas y Oído. Otra de sus facultades. Es potente en su, diríamos,
resonancia interna bien
facilitada por las orejas, por
esas especies de antenas
parabólicas movibles, terminadas
en redondeada punta.
Obsérvese un podenco cuando
está poniendo atención a los
sonidos o ruidos que quiere
captar: mueve levemente las
orejas en dirección distinta,
Podenco abandonado en la Cumbre de Gran Ca na ria
19-12-2004 (A).
no las tiene fijas, rastrea en el aire la menor vibración, por supuesto no
audible para el ser humano. Por eso hay que cuidarle bien las orejas.
Raramente se dan casos de perros sordos, que los ha habido y buenos,
quizás por haber potenciado su olfato. Es notoria su captación Y
sensibilidad a los ultrasonidos.
Bien es sabido que el breve y continuado ruido de un volador les
hace más daño, les pone nerviosos cuanto más fino es el oído mientras
que el estampido de un tiro, fuerte pero corto, lo admite bien. Hay algunas
cuestiones que afectan a sus componentes, el piso en las patas, etc. En el
oído puede influir el «coger miedo a los tiros» que, si no es innato -
apenas sucede- muchos de los motivos vienen dados por oír un fue rte
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
ruido, un tiro por ejemplo mientras algo le hace daño, una piedra, una
munición, etc. por lo que entonces asocia el ruido al dolor y salen a
escape. De ahí que de cachorros o jóvenes sea conveniente acostumbrarlos
a esos ruidos o llevarlos a campos de tiro para conocer sus reacciones y si
es adulto o sucede imprevisiblemente, también se conoce la solución
como nos dijo hace una pila de años un cazador de Temisas: «Me costó
una caja de cartuchos teniéndolo amarrado con una tomisa al ceñidor
pero se le quitó el miedo». Añádase mucho cariño, caricias en esos
momentos para que elimine de su cerebro la asociación ruido-dolor.
Hocico. No es fino ni alargado. Un cono base en el cráneo con el
que guarda relación en su anchura. En general cráneo-hocico no es muy
ancho ni corto, lo cual se ve en perros no bien casteados.
Nariz o trufa. Ni el hocico es fino ni termina en punta. Por tanto la
nariz es algo ancha, casi cuadrangular con los bordes redondeados, amplias
fosas nasales, no partidas entre sí. Su color es carne en lo que se ha de ser
estricto teniendo en cuenta la coloración normal. Color carne más o menos
oscuro, sin llegar al negro o blancuzco.
Olfato, «olor». Su punto fuerte. Es un verdadero deleite ver un
Podenco Canario siguiendo unos rastros, «destejiendo las huellas» de los
conejos, insistiendo en el andar vivo hasta dar con las emanaciones más
fuertes que le llevan al lugar donde se ha refugiado la pieza.
Recordamos en una cacería en Toledo, como los Podencos Canarios
se entretenían en el rastreo no siguiendo <cla mano»- como allí se suele
cazar- en llanos entre algunas piedras y frutales, pero en plano y por
franjas, pasando de una a otra con los perros por pareja ... menos los
perros canarios, más a gusto siguiendo los frescos y más sentidos rastros
de los conejos normalmente levantados o con refugios poco profundos.
Boca. Labios finos, fruncidos, no muy apretados y nunca colgantes,
también color carne. Dentadura, potente completa, mordida en tijera. Su
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buen estado, limpieza, falta de sarro, motiva un desgaste normal en los
incisivos que entonces ofrecen una buena orientación de la edad del can.
Anoten: «hay anomalías como son el paladar hendido que deben
examinarse en los recién nacidos Debemos contar los dientes temporales
de los cachorros, los dientes permanentes de los adultos, si en los adultos
hay dientes flojos que pueden ocasionar caries. Poniendo mucha atención
en el margen del diente con la encía. La cavidad oral es muy importante
como método de diagnóstico de muchas patologías. Proceso de aparición:
incisivos 2/5 meses; caninos 5/6 meses; premolares 5/7 meses ... Primera
dentición 28 piezas, completa, 42; incisivos 6/6; caninos 2/2; premolares
8/8 y molares 4/6». (29)
Piel. En general, lisa, de pelo corto, fino y suave al tacto. Brillante
demostrando su buen estado físico. El pelo duro o largo, la pelambrera en
cuello o rabo y miembros traseros, denota mestizaje o menor pureza.
Capas o colores firmes, no desvaídos o despigmentados, lo que se aprecia
en los laterales del pecho y cuello.
Dos cuestiones: primero, el baño. Siendo de pelo corto no debe
bañarse con frecuencia, sí en casos que se embarre o ensucie máxime de
ser por tuneras, tabaibas o el restregarse en animales muertos, que les
chifla por otra parte. ¿Cómo compensar esa falta de agua y jabón? Con
polvos talcos, los propios de niños, espolvoreándolos sobre la piel a
contrapelo y pasándole un cepillo de los dobles, cerdas fuertes y suaves.
El baño, y más si es con «geles» en vez del clásico jabón, les daña la borra
que tiene sobre la piel la cual, como se sabe, no tiene poros, no transpira,
de ahí su indefensión a enfermedades o parásitos cuando se les priva de
ese tipo de grasa. Hay perros que tienen pelos no grandes pero están
mejor defendidos por contar con su subpelo -los majoreros- que les
resguarda de las inclemencias del tiempo. El Podenco está desguarnecido,
cuidar su piel es fundamental.
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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2018
EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Cuello. Redondeado, recto es decir sin curvaturas aunque su
inserción sea inclinada entra cabeza y cuerpo. Ahí también se puede
detectar la procedencia de cruces, por su dureza o rigidez y tamaño. Esta
colocación y forma debe tenerse en cuenta a la hora de pasearlos o
mostra rlos en los «ring», donde se suele ver poco menos que curvados,
fo rmando un arco, por tirar de la correa hacia arriba.
Cuerpo en general. Dorso recto, no cabe el ensilla miento: algo más
al argado, terminado en sólida grupa, plana -los corredores, galgos, etc.
la t ienen redondeada- con huesos más que visibles tocables porque, salvo
en plena temporada, lo más conveniente es presentar una forma atejada.
Columna potente y, repetimos, elástica más preparada para los cruces o
cortes que para las continuadas carreras.
Pecho. Es ancho, con costillaje amplio aumentando así su capacidad
de resistencia. Normalmente es profundo, encima del codo o a su altura.
Vi stoso esternón aunque no saliente pues sería un obstáculo para su
andadura y rastreo al agachar el cuerpo.
El vientre. Es recogido, no
muy ceñido por lo dicho de no ser
corredor. En este se puede denotar
el cuido o vejez del animal,
cuando le cuelga lo que por otra
parte es normal en las hembras
antes o después del parto y
lactancia, cuyas ubres se suelen
masajear - se dice puede hacerse
con alcohol- para ayudar a que Perros del criador Juan Santa na, de San José, G.C.
recobren su posición normal.
En el macho, testículos completos.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Miembros. Lo ya referido, los delanteros bien aplomados y rectos,
verticales; los traseros asimismo aplomados, sin mayores angulaciones,
lo que fac ilita ese andar t ipo «pistoneo» o aguja en máquina de coser, a lo
que curiosamente se alude cuando el perro está rastreando con
perseverancia: «está cosiendo el terreno, eh!».
Rabo. Nunca enroscado, llega al corvejón en el doblez fina l, sin
pasar. En el texto citado (28) se trata con detalle la existencia del rabo
del Tesem, primero bien enroscado, luego algo abierto para term inar
extendido, como ahora, en bandera, y que se pone como exponente del
paso del Tesem a Egipto, donde conservó ese enroscamiento mientras lo
había cambiado en su origen. Considera un enigma este cambio que
investigadores achacan a que lo ten ían así primeramente para ofrecer
menos agarre a las fieras que les atacaban y que se fue variando por
otros fines, quizás por efectos de la cría, selección, etc.
A larga distancia de tales pareceres, ahora viendo la cola que tiene
el perro, entendemos que el
enroscado no cabe, hasta
afea, mientras que el elevarlo
y más bien inclinarlo tras la
grupa, con la punta blanca,
permite la visión a otros
perros y cazadores en
terrenos abruptos que
algunas veces ocultan o
tapan al perro, es una especie
de linterna pero movib le,
según su intensidad así será
Corchos de pitón, madera, aguacate y caña bambú. Antes
de vero!. Concurrencia en Tetir. (A).
la marca que está haciendo el perro sobre el rastreo o la pieza que ha
encontrado.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
DEFECTOS.
Generalizamos sin entrar en graduaciones porque lo que se pretende
con este texto es coadyuvar a la mejora y consolidación de la raza, que
tiene unos firmes antecedentes y que con adecuados cruzamientos se
puede avanzar al paso de pocas generaciones en esa mejoría y
homogeneización del Podenco Canario.
Cabeza. Muy ancha. Cráneo corto. Aspecto «trompúo». Separación
de los ojos y color oscuro o negro de estos. Stop marcado. Falta de cresta.
Orejas. Cortas, romas, avacadas -abiertas- tumbadas, tipo
perdiguero -que de esos cruces procede- enhiestas pero con la punta
doblada.
Boca. Labios oscuros, gruesos, colgantes. Dentadura, falta de alguna
pieza, en particular los premolares. Cierre defectuoso, prognatismo,
mandíbula superior saliente o inferior más corta, caso popular, los
«boquinos».
Una nota orientadora: en marzo de 1998, la Agencia EFE difundió
en «La Provincia», 31 - 03 - 98, una noticia titulada: «El aumento de
altura de las personas deja menos lugar para que crezcan los dientes». «El
aumento de altura de los seres humanos que sólo se registra en el mundo
industrializado, ha ocasionado modificaciones esenciales en la forma del
rostro y la mandíbula», según expuso en un simposio celebrado en Bad
Gastein, región de Baja Austria, el dentista Otto Vyslozil. .. ». Mantenemos
el propósito de no hacer comparaciones y menos de este tipo, pero es
curioso que últimamente y con el aumento de la altura de los perros,
también se den aún en ejemplares casteados o con buenos progenitores
casos de irregularidades en la mandíbula y dentición, aunque en el caso
de los boquinos lo normal es que sea heredado.
Descartados labios y trufa negra.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Cola. Nacimiento alto, doblez hacia adelante enroscando sobre el
lomo. Movimiento normal es el lateral o bandeo donde suele doblar la
parte última del rabo. Rabo grueso.
Capa y pelo. Decoloración por zonas del color dominante, pelo recio,
áspero, grande. Pelo sobresaliente en cuello, muslos y cola.
Cuerpo. Pecho plano, estrechez entre hombros, «entablado»,
esternón saliente, costillaje plano, en hembras no ser largo -lo que no
facilita la gestación-y línea
dorsal ensillada.
Miembros. Delanteros
no aplomados, cruzando las
manos en la marcha. Codos
abiertos o muy ceñidos al
cuerpo. Traseros: grupa
redondeada -no tipo pupitremuy
angulados, corvejón
fuera del tamaño normal,
separados o unidos, t ipo
Concurso de hurones, al fondo los j ueces. Tetir,
Fuerteventura, Octubre, 2004.
vacuno. Falta de una buena inserción en las caderas, en este sentido se
puede hacer una prueba: colocar la hembra en pose normal y con suavidad,
presionar la grupa, se verá que de estar normal baja y se recupera como
un amortiguador; de tener defectos y algo de displasia, le dolerá y hasta
se revolverá, así se han detectado algunos casos de displasia. No eran
ejemplares «finos» los que, en dos ocasiones, por poco nos trincan al
revolverse. En casos así se recomienda diagnóstico del veterin ari o. La
displasia de caderas se ve raramente en podencos canarios.
Marcha. No debe ser con la cabeza muy baja o muy alta, como
perro sabueso o de pluma. Mal el cruce de manos o roce de las tra seras,
avacadas o formando un redondel. Manos delanteras muy abiertas.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
LA VISIÓN DE LOS JUECES.
Se habla normalmente en tono despectivo
o peyorativo de los «perros de exposición» frente
a los «perros que cazan», con cierta propensión
a éstos. En realidad es el mismo perro. Y eso es
lo que se busca. Poder lucir sus cualidades
morfológicas en cualquier lugar y servir para
cazar como el mejor dotado. Y esto se puede ver
en el ring. El fijarse en la cabeza, la forma de la
nariz, la estampa en general, su porte, la alegría
y firmeza en la marcha que, llegado el caso de
existir escasas diferencias obliga a hacer caminar
Se comienza por el sálamo;
imprescindible en volcán, el
palo.
y trotar repetidamente los perros hasta encontrar, si la hay, alguna
diferencia por pequeña que sea. Y esto es válido porque un perro que no
ande bien, que tenga corta nariz, igual lo reflejará en plena campaña
ci negética.
Queda bien patente asimismo que no hay podencos de lujo, que
sigue siendo una raza rústico-funcional, que se tiene para cazar y no
para lucir ... aunque tenga base para ello.
Puntuación.- Sólo como orientación, pues al respecto existen
muchos criterios. Añadimos que, al igual que en otras cuestiones no
co nfirmadas, también aquí es válida su opinión. Pues podría ser:
Cuerpo y tronco, 20; Extremidades, 20; Aspecto general, 10;
Cabeza, 10; Marcha, 10; Capa, 10; Ojos y mirada, 5; Orejas, 6; Cuello,
5 y Cola, 4.
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
ASPECTOS QUE PUEDEN PERJUDICAR.
Cantidad. Ya no se tiene uno o pocos más perros. Son numerosos.
Y Manolo, el de Güime, lo deja caer en la
hoyeta, sobre el rastro, Lanzarote, (A).
No se pueden atender debidamente uno
a uno. Se les da de comer y se les saca
para el entreno o la competición en ring
o en la caza. Pierde el perro doci lidad.
Espera el momento de ser desatado para
salir de estampida.
Habitáculo. Se tienen amarrados,
a lo más con cadenas de metro y medio
de largo. Los cubiles, de todo tipo,
casetas, «carretillas de cables de la luz»,
bidones, neveras, etc. Así se han ten ido
y, como tremendamente fuertes que son, han sobrevivido. Pero hay que
cambiar. Por ventura, ya se está haciendo. Lo que alcanza una long itud
de 1.50 metros alrededor en
derredor da para hacer una
separación, ponerle un techo y
dej arlos libres.
Hay perros, sobre todo
cachorros o j óvenes, en los que
se aprecia la excesiva angu lación
cuando no malformación
de sus miembros, más los
traseros. Esto suele ser porque
aún estando sueltos están
No fal ló. Conejo en mano a la espera del •bicho•.
con perros ya tranquilos (T.M.)
rodeados de paredes y se ponen de pie sobre las patas traseras y se
avacan y rinden. Las delanteras y el mismo cue llo se deforman de estar
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
Una estampa que se ve .. . pero menos (A).
atados cuando jóvenes. Se
aconseja un perro hasta los seis
meses, o a ser posible más, no
debe atarse -sí ponerle collar
para habituarse- porque los
continuos tirones le acarrean
cambios negativos y visibles en
toda la parte delantera del
cuerpo.
Desde luego, hay que
destacar que en esto se va
camb iando, que se habla de
casetas y divisiones para
tenerlos sueltos, de parques
donde puedan corretear.
Repetimos, si se mide el espacio
que ocupan atados, da para una
separación de bajo coste.
Otro t ipo de chamizo albergue de podencos ... (Al El piso. Debe ser llano
desde luego, y de composición
rugosa, que permita hacer callos y gastar uñas, algo así como tipo bloque
de la construcción, con canales para los desagües, evitando inclinaciones.
De hacerle casetas, poner la entrada hacia un lado, para facilitarle un
zoco en la otra parte interior y, de ser posible, abatible una de las partes
del techo, pa ra abrir o cerrar una hoja según haga frío, lluvia o calor.
El collar, nos pronunciamos por el metálico o de cadena pero sin
resa ltes en los eslabones, pues por muy mínima que sea la «rebarba», a la
larga dañan la piel. Son prácticos, estrechos, limpios. Cadenas al estilo de
las usadas por las personas. Tómense como recomendaciones, pero tienen
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
importancia, ya que son detectadas las afecciones que producen lo que
pudiera considerarse pequeños detalles.
El transporte. En este capítulo sí que se ha experimentado un notorio
cambio. Hay más vías, más veh ículos, se importan o fabrican remolques
de todas clases, se recorren mayores distancias y hay perros que salen del
amarradero al remolque, se sueltan en una jornada y regreso al remolqueatadura
hasta la próxima salida.
Se han utilizado todo tipo de medios para transportar los perros:
casetas sobre el techo,
separaciones o casetas en el
interior, remolques descubiertos
por la parte delantera,
o tapados, interior de
carrocerías en modernas
furgonetas-rancheras, etc.
Los «todoterreno» permiten
adentrarse en zonas diversas.
Y todo esto, quizás
menos en los que de alguna
Uno de los transportes actua les (Foto J. G.)
forma van en el interior del veh ículo, si además cuentan con holgura, ha
de influir en los perros, en mayor grado si son muchos los individuos con
las consiguientes apreturas, los bamboleos, el no poderse echar aun
estando «rotos» después de una dura jornada; el respirar gases de los
tubos de escape, el viento, el calor o la lluvia, las «polvaseras» que se
levantan al transitar por pistas no afirmadas ... Sí, son cuestiones que
también deben ser tenidas en cuenta, indicando hay normas al respecto.
Pensar más en esto, hasta cuándo se dejan aparcados a la intemperie
los vehículos para irse a ... echar un refresco. Cada cual obrará a su manera,
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claro, pero pueden hallar en esto posibles casos de bajo o menor
rendimiento en ejemplares dotados de alta resistencia.
Si algo hay que recomendar como imprescindible, en cualquier
época, después de unas horas así transportados, es darles agua antes de
que inicien sus cacerías. Y, lógico, más al retorno.
Respecto a los aparcamientos en el campo, hacerlo con el menor
efecto en tierra y vegetación. De hecho, existe una normativa para los
campos de entreno de contar con zonas de aparcamiento. En el período
de caza es diferente pero sí debe ser igual el respeto al medio que, no se
olvide, no es sólo para usar los cazadores. Cada vez más gente lo comparte.
Aunque creemos que como en otras cosas, «si es para disfrutar, si se
busca el disfrute, seguro que se respeta» y« si se actúa en un lugar o ante
personas y propiedades, hay que quedar bien para poder volver sin ningún
contratiempo».
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CAPITULO VII
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LA REPRODUCCIÓN.
Otra cuestión de hondo contenido que, al igual que algunas ya
ci tadas, da pie para un debido y amplio tratamiento. Cabe por tanto aludir
a cuestiones que en la práctica se conocen y ejecutan, Jo que ha motivado
la mayor puridad en los ejemplares de apenas unas décadas acá.
Hay programas que permiten, conociendo los ejemplares, características
y antecedentes,
realizar cruces con
los canes más adecuados.
Esto se lleva a la
práctica tras la modificación
de fallos que Jo
admitan -es decir, que
no se reproduzcan al
cabo de la segunda ge-
Con buenas progenitores se garantiza la pureza de la raza.
neración en adelante por los llamados «saltos atrás»- como son:
- El tamaño, buscando equilibrar sobre todo las alturas con
ejemplares dispares.
- El color, aclararlo o no con cruces que suplan las carencias.
- Es Jo mismo que la cabeza, las orejas y aún la corpulencia.
- Los rabos enroscados se ven menos, aunque sí se observan en
ejemplares mestizados.
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Consanguinidad. Para fijar la raza, para darle los caracteres que se
ven de forma aislada o para cualquier tipo de mejora, se recurre a cruces
de ejemplares de la misma sangre, aunque en grados diferentes. No
dudamos que esto ocurriera con los podencos hace siglos, fuera por esa
mejora buscada o porque las distancias, la falta de conexiones hacía
difícil hallar ejemplares para los cruces.
Hoy esto está superado en esta raza. Hay profusión de buenos
ejemplares, se dan facilidades para los cruces -no es una raza
comercializada, salvo excepciones- y se puede acceder con prontitud,
vamos, hasta entre Islas hay medios para iry regresar en la misma jornada
dedicada a cruzar una perra.
Hoy hay que descartar la consanguinidad un tanto. Pero no vendrán
mal algunos detalles:
«Todas las razas puras han sido creadas, desarrolladas y
seleccionadas sobre el principio de la consanguinidad, la cual fija las
cualidades de base de los progenitores; hasta aquí todo es verdad, pero
también los defectos que es preciso eliminar ... Ésta ha permitido crear
razas, donde un tipo, un color, unas aptitudes e incluso un estilo han
podido ser aislados y mejorados ... Es evidente que actualmente el conjunto
de razas, con algunas excepciones, posee una población suficiente y un
tipo bastante bien establecido para no tener una gran necesidad de recurrir
a este método ... Denominaciones de la consanguinidad: Directa (en inglés
IN) entre parientes directos o colaterales. Colateral (en inglés INBREEDING
o CLOSE BREEDIN), parientes lineales, tíos-sobrinos. Lineal (en inglés LINEBREEDING
o INTERBREEDING), lateral pero más suave, con parentescos
más lejanos ... En algunas generaciones, unas cinco o seis si comenzamos
el cruce entre padres e hijos ... » (30).
Por lo que hemos expuesto, estas referen-cias dejan bien claro que
al Podenco Canario no le es ya necesario el sistema al estar los «fenotipos
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EL SIN IGUAL PODENCO CANARIO
(lo que vemos, que es
su conformación
exterior, su forma de
moverse) y genotipos
(que es lo que no
vemos, lo que lleva
dentro de carga
genética) ... » (30) bien
fijados y conocidos.
Sólo es necesario
Pese al nada recomendable criadero, salen fuertes y menos ... arriesseleccionar
bien los
gando mayores problemas (A).
cruces que asimismo
se facilitan más en la actualidad que en tiempos pasados.
LAS CRÍAS.
Realizado el cruce con los ejemplares más aparentes, desparasitados,
bien físicamente y con la recomendada vacunación que genera defensas
y que la hembra transmite a la descendencia, vienen los cachorrillos.
Nuestra idea es que,
para saber con más certeza
cómo puede resultar el nuevo
individuo, hay que esperar a
los tres o cuatro meses. No
obstante, si se ha de elegir
antes -al mes o ya destetados
y comenzando a comer por sí
sólos-, se puede observar
detalles más de su carácter
Deformaciones por esos estiramientos y apoyos en patas
de débiles músculos aún (A).
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que de su morfología, bastante cambiante y más en las orejas que puede
enderezar con retraso, pasados varios meses. Resulta hasta atractivo
observar a los que son glotones y se inflan, los más despiertos se pasan
por encima de sus hermanos para buscar la teta elegida, los perseverantes
o selectivos que se apropian de un pezón, los dormilones o tranquilos, los
revoltosos, los más avispados ... etc. En fin, hay señas que ya reflejan aún
con los ojos cerrados. Pasados varios meses, se puede acercar al acierto
pero, siempre puede surgir la sorpresa, dependiendo de factores que van
de los humanos -haber sabido seleccionar- o de la «liga» en sí, pues hay
perros punteros que dan casi «chimbos» o «satos» y madres que no rinden
como se esperaba. Este albur hay que correrlo pero, se ha de insistir, será
menor cuando se selecciona bien los progenitores sabiendo el máximo
de sus antecedentes.
ALIMENTACIÓN.
Un capítulo importante pero que tiene sus particularidades. Vamos, que
hay diferencias que marcan el sistema o nivel de vida que tienen los criadores.
Se parte de un principio demostrado: la frugalidad del Podenco
Canario, su resistencia anatómica. Que no justifica el que esté mal
alimentado o «con poco basta», cachos de pan seco o con agua, fregaduras,
restos de comidas de bares y comedores no seleccionada.
Dejamos aparte el gofio, porque ha servido como base para mantener
a los seres humanos y a los animales en épocas de hambruna, aún
haciéndose con millo cuyos granos caminaban solos por la cantidad