mdC
|
pequeño (250x250 max)
mediano (500x500 max)
grande
Extra Large
grande ( > 500x500)
Alta resolución
|
|
BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA www.aidergc.com 3 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA p g Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural Europa invierte en las zonas rurales 4 EDITA Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER-G.C.) TEXTO Asociación de Agricultura Ecológica Tierra Fértil Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER-G.C.) FOTOGRAFÍAS Asociación de Agricultura Ecológica Tierra Fértil Archivo fotográfico de AIDER-G.C. Jardín Botánico Viera y Clavijo Alejandro Melián Mónica Rodríguez REVISIÓN DEL TEXTO Eugenio Reyes Naranjo DISEÑO Y MAQUETACIÓN Ágora Artes Gráficas IMPRESIÓN Ágora Artes Gráficas DEPÓSITO LEGAL G.C. 431-2011 PRIMERA EDICIÓN Noviembre 2011 La protección de la biodiversidad y los ecosistemas debe ser una prioridad en nuestra búsqueda por construir una economía mundial más fuerte, segura y limpia. Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) Informe Planeta Vivo Aso Aso 5 IV. ANEXOS ANEXO 1: LISTADOS RELATIVOS A LAS AVES ANEXO 2: PLANES DE ESPECIES AMENAZADAS DE CANARIAS ANEXO 3: VARIEDADES VEGETALES AUTÓCTONAS EN RIESGO DE EROSIÓN GENÉTICA ANEXO 4: DOCUMENTOS DE REFERENCIA PRESENTACIÓN I. MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO INTRODUCCIÓN ESTADO DE SITUACIÓN BIODIVERSIDAD Y AGRICULTURA RESPONSABILIDAD AMBIENTAL DE AGRICULTORES/AS Y GANADEROS/AS II. CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN LAS EXPLOTACIONES MEDIDAS DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN Y OTROS INSTRUMENTOS DE LA UE REDES DE SEMILLAS ASOCIACIONES DE RAZAS AUTÓCTONAS CONTRATOS DE EXPLOTACIÓN CUSTODIA DEL TERRITORIO OTRAS HERRAMIENTAS III. GUÍA PARA EL MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD EN CAMPO PRINCIPIOS GENERALES DE ACTUACIÓN MALAS PRÁCTICAS A ERRADICAR BUENAS PRÁCTICAS A FAVOR DE LA BIODIVERSIDAD ÍNDICE DE CONTENIDOS BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 6 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 7 Las personas que trabajan en agricultu-ra, ganadería y el sector forestal son en buena parte, responsables inmediatas de la gestión de la biodiversidad “domesti-cada” y por la propia naturaleza de su acti-vidad, sus acciones ejercen una influencia directa en la biodiversidad silvestre. Por desgracia, la tendencia a la intensifica-ción de las actividades primarias no benefi-cia ni potencia la biodiversidad, más bien al contrario. Prácticas habituales, como la siembra de cultivares híbridos y variedades foráneas, y la explotación de razas ganade-ras de limitada base genética, raramente adaptadas a las condiciones y ecosistemas locales, han desembocado no sólo en una pérdida de diversidad genética, sino en la desaparición de los conocimientos locales asociados a su manejo. Por otro lado, la inadecuada utilización de sustancias quími-cas en la agricultura moderna (plaguicidas, abonos industriales, medicamentos vete-rinarios,…), y otras costumbres como los desbroces indiscriminados o la quema de rastrojos, pueden provocar severas altera-ciones en la biología de las especies silves-tres, e incluso su muerte. En el marco de la PAC se han instrumentado medidas tendentes a paliar los efectos ne-gativos de la agricultura sobre la biodiversi-dad. Algunas de carácter disuasorio, como las normas de Condicionalidad que incluyen requisitos legales de gestión específicos en relación a la conservación de aves silvestres, y de hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres; así como las buenas condiciones agrarias y medioambientales relativas a la prevención del deterioro de hábitats. Otras en cambio, promueven acciones en positivo a favor de la diversidad biológica, destacando las medidas agroambientales y en particular, el fomento de la produc-ción integrada y ecológica y la conser-vación de la biodiversidad genética en la agricultura. Este conjunto de medidas establece un marco general de actuaciones correctas en las que se ven implicadas normas di-versas (Directiva de hábitats, Directiva de aves silvestres, Directiva marco del agua, Directiva de Nitratos,…), y ámbitos de conocimiento dispares (conservación de especies silvestres, recursos genéticos en la agricultura, fertilidad de los suelos, funcionamiento de ecosistemas,…). La particularización de todas ellas para su acertada aplicación a nivel de explotación se convierte así, en una ardua tarea que exige no sólo el entendimiento de todo lo anterior, sino ante todo, un profundo conocimiento de las condiciones y de las prácticas y los sistemas agrarios locales. El objetivo que inspira esta guía es precisa-mente facilitar esta labor, proporcionando a los/as agricultores/as, ganaderos/as y ges-tores/ as silvícolas locales un manual que incluya algunas sugerencias en referencia a cómo preservar la diversidad biológica (silvestre y agraria) y prevenir la contami-nación, en sus actividades cotidianas. Confiamos en la utilidad del documento que presentamos, y esperamos que en un futuro próximo esta contribución se vea enriquecida con la aportación de todas aquellas personas preocupadas y comprometidas en la conservación de la riqueza biológica de nuestro territorio. Reciba un afectuoso saludo, AIDER Gran Canaria PRESENTACIÓN ad. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 8 9 MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO La agricultura europea del siglo XXI se enfrenta al triple reto de: asegurar la producción de alimen-tos sanos y nutritivos para una población cada vez más numerosa [según estimaciones de la ONU en el año 2050 habitarán el planeta 9.000 millones de personas]; proporcionar servicios ambientales al conjunto de la sociedad, en el senti-do de contribuir a la lucha contra el cambio climático y garantizar funcio-nes ecosistémicas básicas [ciclo del agua, fertilidad de los suelos, sumi-dero de carbono,…]; y por último, promover las economías locales en el sentido de contribuir a generar valores tangibles e intangibles en el territorio [productos locales, pai-saje, cultura local,…]. La revisión de las Directrices Comu-nitarias de Desarrollo Rural efectuada en el año 2009 ya introdujo estos re-tos estableciendo nuevas prioridades en la UE, entre las que junto a la ges-tión del agua, el cambio climático y las energías renovables, entre otros, se incorporó la biodiversidad; a resultas de lo cual ha podido beneficiarse de los fondos adicionales para el desarro-llo rural procedentes del Chequeo de la PAC y del Plan de Recuperación Eco-nómica. Se ha estimado, en base a las modificaciones de los consiguientes Programas de Desarrollo Rural, que la biodiversidad será la destinataria de alrededor de 1/3 de los nuevos fondos disponibles1. Hay razones más que suficientes para que la biodiversidad constituya una prioridad absoluta en Canarias, región integrante de la Macaronesia que se caracteriza por ser referente mundial en la materia. Su situación geográfica y accidentado relieve vol-cánico han dado lugar a una profusa variedad de paisajes, hábitats y eco-sistemas; y su condición insular ha favorecido procesos evolutivos que 1 Fuente: “El papel de la política de desarrollo rural en la lucha contra el cambio climático: las iniciativas de los PDR relacionadas con el clima”. Artículo aparecido en la Revista Rural de la UE nº 4 Mayo 2010. Red Europea de Desarrollo Rural. Introducción 1 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 10 han originando nuevas especies ani-males y vegetales exclusivas de las islas. En palabras de EME2, “…la bio-ta canaria se puede considerar como la más biodiversa de la que se pueda encontrar en cualquier otra unidad administrativa española o de la Unión Europea. Tampoco hay que olvidar que el archipiélago canario posee un coar-cervo de culturas y tradiciones únicas en el mundo.” A este respecto, el Comité de las Re-giones en su Dictamen “Programa Life – acciones futuras” [2011/C 259/10] llama la atención sobre el caso parti-cular de las regiones ultraperiféricas (RUP), que aportan la mayor contribu-ción neta a la biodiversidad de todo el 2 Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España (2011). Síntesis de resultados. territorio de la Unión Europea, cuentan con más de 200 lugares de importan-cia comunitaria (LIC) dentro de la Red Natura 2000 y son regiones imprescin-dibles para el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad. Por otro lado, el informe “La situación del Mundo 2011” realizado con la con-tribución de expertos/as agrícolas y publicado por el Instituto Worldwatch de Washington, no duda en introducir la “biodiversidad local de los alimen-tos” entre las 15 medidas sostenibles que acompañan al documento, y que en opinión de sus autores/as han de-mostrado su eficacia en la lucha contra la pobreza y el cambio climático en los últimos años3. 3 Fuente: noticia elaborada por Europa Press /MADRID aparecida en Canarias 7 de fecha 05 de mayo de 2011. Todo ello da cuenta de la importancia que adquiere la biodiversidad en la agenda política en general y en el de-sarrollo rural en particular; de hecho, ya desde la formulación de la estrategia europea en materia de biodiversidad (1998) se consideró prioritario para la elaboración de los planes de desarrollo rural, la “formulación de una estrate-gia regional para la biodiversidad que supusiera una mejora de la agricultura diseñando medidas de aplicación que atendieran a la situación ambiental a escala geográfica adecuada”. En este sentido, la presente guía de campo entronca directamente con la estrategia europea en materia de biodiversidad en el sentido de avan-zar hacia el “desarrollo de directrices o códigos que definan las buenas prácticas agrícolas con respecto a la Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 11 la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad com-prende igualmente la variedad de eco-sistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta. A los anteriores puede añadirse con sentido la biodiversidad cultural. Los trabajos sobre diversidad biológi-ca están incorporando el estudio, el fomento y la protección de la biodiver-sidad cultural, además de la biodiver-sidad específica, de ecosistemas y de la genética. Eugenio Reyes Naranjo5 define la Bio-diversidad Cultural como diversidad de saberes que los seres humanos han desarrollado a través de la historia en su relación con la biodiversidad Esto incluye creencias, mitos, sueños leyendas, lenguaje, conocimientos cien-tíficos, actitudes psicológicas en el sen-tido más amplio posible, manejos apro-vechamientos, disfrute y compresión de entorno natural. Se trata de comprender la evolución biológica teniendo en cuenta todos los aspectos de la intervención humana. En términos de la Comunicación de la Comisión, de 22 de mayo de 2006, «Detener la pérdida de biodiversidad para 2010 y más adelante», la biodi- 5 BANCO DE SABERES de la Región Macaronésica. biodiversidad” en Canarias, y de “pre-parar a los agricultores para la reorien-tación cualitativa de la producción, la aplicación de prácticas de producción compatibles con el mantenimiento y la mejora del paisaje, la protección del medioambiente, etc.”. Porqué es importante la biodiversidad Hoy en día el término biodiversidad ha cobrado suma importancia dado el proceso de globalización que sufri-mos. La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cul-tural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interde-pendencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Sin embargo, este proceso de acercar a todo el mundo, sobre todo al mundo occidental, pro-ductos y servicios de otros lugares del planeta está acarreando graves con-secuencias en el ámbito de la diversi-dad biológica, e incluso, la diversidad cultural. Biodiversidad o diversidad biológi-ca es, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica4, el tér-mino por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre 4 Convenio de Río de Janeiro de 1992 sobre la diversidad biológica. versidad integra el conjunto de es-pecies, ecosistemas y su patrimonio genético, y queda definida por la variedad y por la variabilidad de sus elementos. En otras palabras, y tal y como establece el Convenio de Bio-diversidad, se trata de la variedad de vida y sus procesos. Todos los niveles de la diversidad biológica son, por tanto, necesarios para la supervivencia de especies y comunidades naturales, y todos son importantes para los seres humanos. La diversidad de especies representa la gama de adaptaciones evolutivas y ecológicas de las especies a am-bientes particulares, de manera que proporciona al hombre recursos y al-ternativas a los recursos (por ejemplo, un bosque típico de Canarias es la laurisilva, que se caracteriza por una alta diversidad de especies de árbo-les, que han servido como material de construcción a nuestros antepasados, y que podrían tener usos medicinales importantes hoy en día). Por otra parte, todas las especies precisan de diversidad genética para mantener su vitalidad reproductora, resistencia a las enfermedades, y ca-pacidad de adaptación a condiciones cambiantes (la diversidad genética en las plantas y en los animales do-mésticos es de particular interés para mantener y mejorar las especies agro-ganaderas actuales). Por último, la diversidad a nivel de comunidad representa la respuesta colectiva de las especies a diferen-tes condiciones ambientales (en Ca-narias, las comunidades biológicas de tabaibales-cardonales o pinares Estado de situación Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 12 Europea. En los países en desarrollo, son imprescindibles para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Mi-lenio, que es un programa desarro-llado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que intenta, entre otras medidas, garantizar la sostenibilidad del me-dio ambiente, o erradicar la pobreza extrema y el hambre. En conclusión, las contribuciones ecosistémicas que nos brinda la biodiversidad en su conjunto son la base del bienestar humano. No sólo proporciona alimentos, materiales constructivos y medicinas, sino que además es vital para la regulación del clima y de la calidad del aire, el suelo y el agua; para la protección contra desastres naturales, la ero-permiten el mantenimiento de las funciones del ecosistema, como el control de inundaciones, la protec-ción contra la erosión del suelo, o la filtración del aire y del agua). Podemos hacernos ahora dos pre-guntas: ¿tiene importancia que pro-voquemos la extinción de un número creciente de especies?; ¿no pueden el ingenio humano y la tecnología susti-tuir a los servicios de los ecosistemas perdidos? La disminución del número de espe-cies y hábitats naturales preocupa a muchas personas que, por motivos éticos, consideran que no tenemos derecho a influir en el destino de la na-turaleza. Concretamente, se aprecia la naturaleza como una fuente de pla-cer e inspiración. Aunque resulta difícil cuantificar esta valoración, constituye la base de gran parte de nuestro sec-tor turístico y recreativo. Desde un punto de vista económi-co, la biodiversidad beneficia a las generaciones actuales y futuras merced a los servicios de los eco-sistemas: producción de alimentos, combustibles, fibras y medicamen-tos, regulación del ciclo del agua, del aire y del clima, mantenimiento de la fertilidad del suelo y ciclo de los nutrientes,... Es difícil asignar un valor monetario concreto a estos servicios a esca-la mundial, pero se estima que re-presentan varios cientos de miles de millones de euros al año. Estos servicios sustentan el crecimiento, el empleo y el bienestar en la Unión Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 13 sión y las enfermedades; y para el reciclado de desechos o la poliniza-ción de cultivos. Aun así, según la Evaluación de Eco-sistemas del Milenio (programa de trabajo internacional diseñado para satisfacer la necesidad de los to-madores de decisiones y el público con información científica sobre las consecuencias de los cambios en los ecosistemas para el bienestar humano y las opciones de respuesta frente a esos cambios), alrededor de dos tercios de los servicios de los ecosistemas mundiales están en declive por la explotación excesiva y la disminución de la diversidad de las especies, que garantiza su esta-bilidad. La prueba de este declive se observa, por ejemplo, en el agota-miento de las poblaciones de peces, en la pérdida extendida de la ferti-lidad del suelo, el hundimiento de las poblaciones de polinizadores y la capacidad reducida de los ríos para contener las inundaciones. Existen límites a la capacidad del ingenio humano y de la tecnología para sustituir a ese sistema natural en que se sustenta la vida, e inclu-so cuando se consigue, el coste es superior al de preservar de entrada la biodiversidad. Cuando se superan ciertos límites, resulta muy difícil o imposible recuperar los ecosiste-mas, de manera que la extinción es definitiva. En última instancia, la hu-manidad no podrá sobrevivir sin ese sistema de apoyo a la vida. En consecuencia, la preocupación por la biodiversidad es parte esen-cial del desarrollo sostenible, en la medida en que su conservación sustenta la competitividad y el crecimiento del empleo, y mejora nuestras condiciones de vida, de manera que existen dos tipos de ra-zones principales por los que debe ser protegida: por su valor intrínseco: la natura-leza es fuente de vida, de placer e inspiración, y constituye la base de numerosas actividades recrea-tivas, turísticas y culturales; por ser la principal proveedora de servicios de los ecosistemas6: la naturaleza nos proporciona los ele-mentos necesarios para nuestra vida y nuestro bienestar (alimen-tos, medicamentos, agua, aire, etc.); servicios naturales esencia-les que no siempre pueden ser pro-vistos por el ingenio y la tecnología humanos. 6 Conjunto de servicios prestados por los ecosistemas, como p.e., producción de alimentos, combustible, fibras y medicamentos, la regulación del ciclo del agua, la composición del aire y la regulación del cima, el mantenimiento de la fertilidad del suelo y el ciclo de los nutrientes. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 14 3. Por último, desde un punto de vista económico, la biodiver-sidad sustenta el crecimiento, el empleo y el bienestar huma-nos; y afecta al PIB en tanto que factor de producción para la elaboración de productos de consumo y factor determinante de los precios. En el caso europeo las produc-ciones agrarias obtienen un be-neficio económico directo de la diversidad biológica presente en los campos, no sólo porque se calcula que de las 1.200- 1.300 especies de plantas en-démicas objeto de aprovecha-miento comercial en Europa, el 90% crece de forma natural7; sino porque su presencia en nuestros campos condiciona una mayor rusticidad y produc-tividad biológica en la agricul-tura y silvicultura. 7 Publicado en la Revista Rural de la UE – Revista de la Red Europea de Desarrollo Rural nº 3 de enero 2010. La diversidad biológica es impor-tante desde un triple punto de vista: 1. Desde un punto de vista ambien-tal, la biodiversidad beneficia a las generaciones actuales y futu-ras merced a las aportaciones de los ecosistemas: producción de alimentos, combustibles, fibras y medicamentos, regulación del ci-clo del agua, del aire y del clima, mantenimiento de la fertilidad del suelo y ciclo de los nutrientes. Estas funciones son la base del bienestar humano, y en los paí-ses en desarrollo su importancia es vital para alcanzar los Objeti-vos de Desarrollo del Milenio. 2. La disminución del número de especies y hábitats naturales es también un factor de preocupa-ción por motivos éticos, si se toma en consideración la legiti-midad de la especie humana para influir en el destino del conjunto de la naturaleza. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 15 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 16 degradación de los hábitats y de ex-tinción de las especies, identificando las siguientes amenazas concretas sobre la diversidad biológica en nues-tro entorno próximo: La modificación de los usos de los suelos, que provoca alteraciones importantes, el declive y la pérdida de diversidad en hábitats natura-les y seminaturales a causa de las perturbaciones, la degradación, la contaminación y la introducción de especies. Este cambio de asignación se debe principalmente al crecimiento de-mográfico y al aumento del con-sumo per cápita (dos factores que Amenazas sobre la Biodiversidad Es evidente que la pérdida de diversi-dad biológica no sólo afecta a todo el planeta, sino que es un proceso que se ha acelerado en las últimas décadas. Una de las principales aportaciones de la Evaluación de los Objetivos del Milenio es la confirmación de que la especie humana es, a día de hoy, la mayor amenaza que se cierne sobre la diversidad biológica del planeta. Ello se debe a la presión que las socieda-des humanas ejercen sobre sus recur-sos naturales y ecosistemas para satisfacer sus propias nece-sidades; que obviamente no son las mismas en todas las regiones del planeta. De hecho, se estima que el 20% de la pobla-ción que habita en los países más desarrolla-dos, “consume” el 80% de los recursos dispo-nibles. La reducción y ex-tinción de especies, hábitats, ecosistemas y genes, además de ser negativa por sí misma, tiene consecuencias negativas para el desarrollo de las poblaciones hu-manas, ya que como se dijo, la biodi-versidad constituye la base de nuestra supervivencia y bienestar. Las Autoridades Europeas han califi-cado de alarmante la magnitud de la van a seguir intensificándose en el futuro y crear aún más presión). En el entorno de la Unión Europea este incremento será especialmente notable en relación a la demanda de infraestructuras de alojamiento y transporte. A esta modificación de usos se une una explotación y una ordenación inadecuadas. El cambio climático, que destruye algunos hábitats y ciertos organis-mos vivos, perturba los ciclos de reproducción, empuja a los organis-mos móviles a desplazarse, etc. De hecho, los efectos del cambio climático son ya patentes en aspectos como la modifi-cación de las pautas de distribución, migra-ción y reproducción de numerosas especies, o en al-teraciones feno-lógicas en plan-tas cultivadas, por ejemplo. En Europa, se espera que el au-mento de la tem-peratura media de aquí a 2100 oscile entre 2°C y 6,3°C con respecto a las temperatu-ras de 1990, lo que afectaría profundamente a la biodiversidad, de modo que es prioritario el apoyo a la adaptación de esta al cambio climático, garantizando a su vez que las medidas de mitigación y adaptación no sean perjudiciales para la diversidad biológica. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 17 Existen otros importantes fac-tores de presión que a menudo actúan conjuntamente, y cuya importancia relativa varía de un lugar a otro: - sos biológicos; - ción de especies exóticas invasivas; - ral y de los hábitats; - mercio europeo, que intensifica Diversos estudios han demostrado claramente los vínculos entre las prácticas agrarias, principales ges-toras de buena parte del territorio, y la biodiversidad. Por un lado, la diversidad de los eco-sistemas agrarios (o agrosistemas) son el resultado de los sistemas de cultivo, de los ecosistemas más am-plios en los que se sustentan aquellos, y el manejo del agua. Los elementos integrantes de estos conjuntos pue-den combinarse y originar otros mixtos que enriquecen la biodiversidad mol-deando un entorno seminatural donde a menudo han sobrevivido especies endémicas y amenazadas. Este es el caso del mosaico de campos cultiva-dos y las lindes demarcadas por setos o hileras arboladas que proporcionan refugio y constituyen fuentes de ali-mentos para ciertos individuos de la flora, la fauna y la microfauna; así como de un gran número de especies de plantas e insectos que dependen de pastos seminaturales. la presión sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosiste-mas en los países en desarrollo y en la Unión Europea, al incre-mentar la demanda de recursos naturales, contribuir a las emi-siones de gases de efecto in-vernadero (por efecto del trans-porte principalmente) y facilita la propagación de las especies exóticas invasivas; - dad a la hora de reconocer el valor económico del capital na-tural y de los servicios de los ecosistemas). En conclusión, para proteger el futu-ro de la naturaleza, por su valor in-trínseco y por sus contribuciones a nuestro bienestar, es urgente dete-ner los ataques a los ecosistemas, que en Europa han sufrido una inten-sa fragmentación debido al impacto de las actividades humanas (entre ellas algunas prácticas agrarias), de los cambios de usos del suelo y su ocupación por el desarrollo de infraestructuras, la urbanización y el turismo de masas, así como de la contaminación del aire y del agua. Biodiversidad y agricultura: Agrodiversidad Detalle de finca de agricultura ecológica donde se aprecia cultivos y vegetación auxiliar. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 18 La agricultura de baja intensidad mantiene las especies silvestres y domesticadas de plantas y anima-les, las variedades o razas. Gra-cias a la selección de especies de plantas y animales domesticadas, también desarrolla su variabilidad intraespecífica (por ejemplo, selec-ción de razas ganaderas adaptadas a condiciones de aridez). En otros casos, la agricultura con-serva ecosistemas específicos que desaparecerían si se abandonara su práctica. La limpieza del sotobosque y de la maleza por las cabras en zo-nas de difícil acceso, la prevención de la erosión frente a la acción del agua y del viento gracias a la cubier-ta vegetal, o el mantenimiento de la diversidad de la flora en pastos se-minaturales gracias al pastoreo, son buenos ejemplos de los beneficios que la agricultura comporta para la biodiversidad. A su vez, la diversidad biológica es un factor decisivo en las actividades agrarias: es la base de los diferentes procesos biológicos aplicados en agri-cultura, y permite a los agricultores producir alimentos y productos no ali-mentarios, además de servicios. A pesar de que en las últimas décadas hemos asistido a la concentración de la producción de alimentos sobre la base de un serie limitada de cultivos y ga-nados, la adaptación y mejora genética para lograr producciones viables y con rendimientos adecuados en diversos entornos (a veces duros, como el caso de la adaptación a la aridez), han hecho posible lograr un nivel aceptable de se-guridad alimentaria en Europa. De este modo, la utilización de la biodiversidad en la agricultura permite crear nuevas variedades y semillas para el logro de objetivos económicos, de salud, técni-cos y ecológicos. Paralelamente, el manejo sostenible de la biodiversidad en la agricultura tiene un impacto económico directo, en la medida en que permite adoptar prácticas de reducción de fitosanita-rios (variedades y razas resistentes, acción de insectos beneficiosos,…), de menor demanda de abonos y la-boreo del suelo por actividad biológi-ca adecuada en el mismo, e incluso, incrementando directamente los ren-dimientos de cultivo al favorecer la presencia de polinizadores. Estos beneficios mutuos e interrela-ciones se manifiestan claramente en los sistemas tradicionales de la agri-cultura europea. Abeja polinizando cultivo de calabacín. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 19 Los sistemas agrarios tradicionales Una de las características que definen a los sistemas agrarios tradicionales es su diversidad; cada cultura concre-ta su relación con el mundo rural de una manera propia y definitoria que configura un paisaje particular. Existen algunos rasgos comunes a todos ellos, como el retraso técnico y tecnológico, pero su aportación más importante es el hecho de que en el marco de estos sistemas, los/as agricultores/as son custodios de la tierra y de los recursos naturales, incluida la diversidad bioló-gica silvestre y cultivada, de la que po-seen el conocimiento necesario para su manejo y preservación. Sobre esta base, las prácticas agra-rias tradicionales de baja intensidad han forjado el paisaje rural de la UE y han influido en la variedad de especies y hábitats que lo conforman8. Entre tales prácticas, siendo además muy significativa, se encuentra la selec-ción y reserva de una parte de la co-secha o de los animales nacidos en la granja para asegurar la/s campaña/s futura/s. De esta forma, los sistemas tradicionales han logrado adaptar las especies domesticadas a las necesi-dades y condiciones de la comunidad campesina, basándose en los conoci-mientos locales. Algunos ejemplos de sistemas agra-rios tradicionales a nivel mundial son los pueblos cazadores y recolecto-res de la selva ecuatorial de África y América; la agricultura y la ganadería nómada de unos pocos pueblos en Mongolia y en las grandes sabanas de 8 Hay estudios que apuntan a que el 50% de las especies europeas, incluidas numerosas aves y mariposas poco comunes o amenazadas (indicadoras de riqueza biológica), dependen de las tierras de cultivo. África; la agricultura itinerante o cícli-ca, en la que se vuelve reiteradamen-te sobre las mismas tierras (sabanas de África); etc. Un exponente claro de estos sistemas en Canarias lo tenemos en la trashu-mancia que se practica en nuestro archipiélago desde los tiempos pre-hispánicos, cuando la ganadería era una forma de vida en ocasiones es-tratégica para la supervivencia. Esta actividad consiste en trasladar los animales en busca de pastos de costa a cumbre, de manera que en Canarias se trasladan básicamente cabras y ovejas, obligando incluso al pastor y a sus familias a mudarse con el ganado. A pesar de ser muy heterogéneos, los sistemas tradicionales comparten el hecho de que su estabilidad descan-sa, en buena parte, en la diversidad biológica que cultivan. Pero además, Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 20 directamente al campo, los gobiernos apoyaron a los productores fomentan-do el uso de estas nuevas técnicas y tecnologías agrícolas. Al principio se consideró un éxito enorme la revolu-ción, ya que con el crecimiento demo-gráfico y de la demanda de alimentos, aumentó el suministro de alimentos y sus precios se mantuvieron estables. Pero desde el decenio de 1990 se ha observado que el auge de la revolu-ción verde en la productividad tuvo un alto precio. Por una parte, se ha perdi-do una gran parte de la biodiversidad agrícola, ya que cuando los agriculto-res decidieron producir las variedades mejoradas de cultivos y de ganado, se abandonaron muchas variedades tradicionales y/o locales, que se extin-en la productividad agrícola en el mun-do en desarrollo. En esos decenios en muchas regiones del mundo, espe-cialmente en Asia y América Latina, la producción de los principales cultivos de cereales (arroz, trigo y millo) se duplicó con creces. También aumentó mucho la producción de otros culti-vos. Se debió sobre todo a que los go-biernos de los países desarrollados y los países en desarrollo invirtieron mu-cho en investigación agrícola. La cría intensiva y la selección genética per-mitieron producir variedades de alto rendimiento de cultivos y razas más productivas de ganado. También hubo grandes innovaciones en la agroquími-ca, para producir nuevos plaguicidas y fertilizantes. Para llevar la revolución estos agrosistemas se sustentan en el territorio, constituyendo la existen-cia de razas autóctonas de ganado y variedades agrícolas locales, y su manejo, la máxima expresión de las particularidades del mismo en lo que a las actividades agropecuarias se refie-re. Ambas constituyen un patrimonio colectivo que debe preservarse, so-bretodo cuando, como en el caso de Canarias, son el resultado del cruce de material genético de muy diversa pro-cedencia, y de su posterior selección, lo que ha dado lugar a efectivos con un gran potencial productivo. Entre los años 60 y 90 del siglo XX, tuvo lugar la aparición de un movi-miento conocido como revolución ver-de, de manera que hubo un gran auge Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 21 han dejado su huella en los territo-rios insulares. Esa huella que resul-ta de esta actividad humana es lo que se denomina paisajes agrarios (el término es en plural, ya que en Canarias se han conformado una pluralidad de espacios agrícolas que otorgan a estas islas de una super-ficie reducida una enorme y singular riqueza agropecuaria). Sin embargo, las importantes trans-formaciones producidas en la agricul-tura (y en el conjunto de la economía canaria) en los últimos treinta años han modificado sustancialmente los tradicionales paisajes agrarios (en ne-gativo con el abandono y en positivo con nuevas prácticas agropecuarias). El turismo de masas, el monocultivo Sin embargo, debido a los crecientes problemas que están generando los productos químicos empleados en agricultura, el monocultivo, y más recientemente los OMG (organis-mos modificados genéticamente), se hace cada vez más necesario que este tipo de agricultura comience sustituir a la agricultura convencional a escala mundial. En el caso de Canarias, la actividad agropecuaria fue el sector predomi-nante el archipiélago hasta los años sesenta del siglo XX. Las complejas relaciones que el campesino canario ha ido estableciendo con el medio físico para obtener de las prácticas agropecuarias una producción por lo menos suficiente y diversificada, guieron. Además, en muchos países el gran uso de plaguicidas y otras sus-tancias agroquímicas causó un grave deterioro del medio ambiente y puso en peligro la salud pública. Por otra parte, los sistemas agrícolas de la re-volución verde también requieren una abundante irrigación, lo que ejerce una presión enorme en los recursos hídricos del mundo. Desgraciadamente, a pesar de este aumento de la productividad agrícola, persiste el hambre en muchas partes del mundo, ya que no sólo basta con aumentar la productividad, sino que para poner fin al hambre de una vez por todas, es necesario que la pro-ducción sea sostenible. Por desarrollo sostenible se conoce a aquel que pue-de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin poner en peligro las de las generaciones futuras. Todos estos factores -el incremento, durante los aproximadamente últimos 20 años, de la demanda en la UE de productos agrarios, unido a las políti-cas de mercado aplicadas en el seno de la PAC, y los avances técnicos y tecnológicos-, han desembocado en un proceso de intensificación y espe-cialización de los sistemas agrarios que ejerce una fuerte presión sobre los recursos naturales, incluida la di-versidad biológica. Consecuentemen-te en la actualidad la agricultura tradi-cional tiende a desaparecer debido al impacto de la revolución verde, pero se mantiene porque, al fin y al cabo, está orientada al mercado local, y no a la exportación, como ocurre con los grandes proyectos agrícolas, con la agricultura intensiva. Paisaje agrario de montaña en Gran Canaria. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 22 Respecto a todo ello, el Comité Eco-nómico y Social Europeo ha afirmado en su Dictamen sobre el tema «La reforma de la Política Agrícola Co-mún en 2013», que observa con gran preocupación que entre la defensa del modelo agrícola europeo, o multifun-cionalidad, y la realidad cotidiana de las explotaciones agrarias, existe un desfase que sigue acentuándose pro-gresivamente… …Se observa una tendencia a la in-dustrialización de la agricultura. Sur-gen, por un lado, formas de explota-ción asimilables a una «americaniza-ción de la agricultura europea», mien-tras que por otro, deben cesar muchas explotaciones cuya existencia sería importante para el mantenimiento de la agricultura multifuncional. Por último, el comercio mundial de alimentos introduce nuevos facto-res de riesgo, ya que la liberaliza-ción progresiva de los mercados agrícolas expondría a la agricultura de la UE a un mayor grado de pre-sión competitiva. Con ello se favo-recería la producción agrícola en los mejores suelos, mientras que los agricultores de zonas marginales experimentarían una grave reduc-ción progresiva de sus rentas. Los consiguientes ajustes comportarían una marginación o incluso el aban-dono del uso agrario del suelo, lo que afectaría negativamente a la biodiversidad y a los paisajes de alto valor natural. Todo lo cual apunta a que es prioritario asegurar la conti-nuidad de la gestión del suelo para la conservación de la biodiversidad y las características del paisaje. reforzar la vinculación de las produc-ciones agroalimentarias con el terri-torio sobre el que se desarrollan, la introducción de nuevas razas y varie-dades de mayor rendimiento supone una doble amenaza, ya que no sólo genera la disminución de efectivos de las razas y variedades locales, en ocasiones hasta su desaparición, sino que pueden generarse procesos de cruces e hibridaciones que conlle-van la erosión genética y la pérdida de biodiversidad. del tomate y el plátano, la excesiva construcción de infraestructuras, o la introducción de especies foráneas de plantas y animales, han dado lugar a la desaparición o abandono de paisajes agrarios imprescindibles para mante-ner la biodiversidad. A pesar de que la importancia del patrimonio genético local, su conser-vación, potenciación y mejora, cobra cada vez más fuerza en el marco de las nuevas orientaciones de la Po-lítica Agraria Común, que pretende Cultivos de secano en fondo de caldera. 23 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica Cultivo de tomate manzana negra en una finca de Gran Canaria, con el objetivo de obtener semillas. CULTIVARES TRADICIONALES Y RAZAS AUTÓCTONAS Son variedades que han sido cultivadas por los/as agricultores/as durante siglos, que se han adaptado a las condiciones de las áreas de utilización tradicio-nal, y que han sobrevivido al paso del tiempo a base de traspasar el material de siembra de padres a hijos. Estas variedades están adaptadas a condiciones parti-culares de clima y suelo, y presentan resistencia frente a plagas o escasez de agua de la zona en la que se em-plean. Además, permiten la gestión de la producción por parte del agricultor, ya que gana independencia y econo-mía frente a las empresas comercializadoras de semillas (sean convencionales o ecológicas). Por último, están presentes en la cultura y gastronomía tradicionales. También son conocidas como variedades locales, y en Canarias podemos citar los ejemplos del tomate man-zana negra de Lanzarote, o la lechuga negra palmera. 24 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo APROVECHAMIENTOS AGROFORESTALES La administración pública, en cumplimiento de la Ley de Montes vigente, registra todas las autorizaciones de aprovecha-miento que otorga anualmente, tanto en montes públicos como en particulares. No existe ningún proyecto de ordenación de montes en aplicación en el archipiélago. Los aprovechamientos de los montes públicos se organizan a través de planes anuales de mejora con los correspondientes pliegos de condiciones técnicas, y en los montes particulares a través de la supervisión técnica de los aprovechamientos que se autorizan. El pinar es el bosque más extendido en nuestro archipiélago, y por lo tanto, es fruto de numerosos usos tradicionales de aprovechamiento. Existe aprovechamiento del pino insigne en Tenerife, La Palma y El Hierro que deriva de la política de tratamiento de las masas de pino insigne planteada a finales de los ochenta con el objetivo de su sustitución por especies autóctonas (como el pino canario, o sotobosque formado por jaras, codesos y otras especies de leguminosas con posible uso forrajero). Por su parte, la recogida de pinocha era una práctica muy extendida, ya que ésta se usaba como cama para el ganado (hoy en día, muchas de las subastas quedan desiertas, especialmente en aquellos lotes de difícil acceso, o bien por la creencia de que se trata de una práctica prohibida), e incluso llegan a retirarse grandes cantidades para evitar la acumula-ción de combustible forestal. La pinocha también puede emplearse como abono en seco para plantaciones de plataneras en zonas costeras, o incluso como acolchado para cultivos hortícolas (siempre teniendo en cuenta de que se trata de un material muy ácido, por lo que conviene mezclarlo con otros restos en verde). Los aprovechamientos tradicionales de fayal-brezal se han realizado tradicionalmente para obtener varas y horquetas, o para emplear ramas verdes para ganado, forraje u adornos en fiestas populares; los aprovechamientos de eucaliptos, para puntales de obra, rodrigones agrícolas y vallados; las ramas de castaño, para arqueras; etc. En La Gomera se regula la autorización para guarapear las palmeras. En Gran Canaria otro uso autorizable relacionado con el monte es la fabricación de carbón. En la mayoría de las islas se recolectan setas y hongos sin que exista ningún control por parte de la administración pública, con el riesgo añadido de que existen algunas setas tóxicas e incluso venenosas (en la Finca de Osorio, el Cabildo de Gran Canaria ha llegado a regular la recolección en un kilogramo por persona y día). Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 25 El concepto SAVN abarca paisajes con predominio de pastizales, así como paisajes caracterizados por cul-tivos tradicionales con un alto grado de heterogeneidad, formado por un mosaico de pequeñas parcelas con usos y aprovechamientos diversos, y su valor depende de estas prácticas poco intensivas y de la presencia de importantes superficies de vegeta-ción seminatural (pastizales; prados tradicionales; otros elementos que Cabe destacar la importancia que tie-ne la actividad agraria de estos siste-mas para la conservación de la biodi-versidad y los paisajes: la superviven-cia de una amplia variedad de hábitats y especies, además de contribuir a la prevención de incendios forestales, la conservación del suelo y agua frente a usos más agresivos, y a la protección del paisaje tradicional y de prácticas o elementos importantes del patrimonio cultural. Los Sistemas de Alto Valor Natural (SAVN) Estos sistemas vienen definidos en el ámbito de la Unión Europea como aquellos sistemas productivos agra-rios, ganaderos y forestales, tradicio-nalmente sometidos a usos y prácti-cas de gestión extensivas o de baja intensidad, y que son soporte de há-bitats naturales de especies silvestres de alto valor de conservación. BIODIVERSIDAD SILVESTRE LIGADA A LA AGRICULTURA Y GANADERÍA En muchos casos, los/as agricultores/as y ganaderos/as suelen ser grandes conocedores de la fauna y flora silvestre que va asociada a sus trabajos en el campo; generalmente, este conocimiento proviene de la tradición, el paso de padres a hijos, e incluso la cultura (ciertas estrofas de nuestra música tra-dicional canaria hacen referencia a la avifauna ligada a ambientes agrícolas, tal y como se demuestra en la siguiente copla). “…el mirlo canta en el monte, el capirote en la higuera, el gorrión en los trigales, y el canario donde quiera…” En cuanto a la flora silvestre, todas estas especies que acompañan a nuestros cultivos muchas veces poseen propiedades medicinales que desconocemos, y pueden llegar a curarnos un catarro, aliviarnos una quemadura, e incluso, en casos más graves, paliar los devastadores efectos de un cáncer o tumor. Escobones plantados para el ganado. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 26 temas, su papel en la percepción y conformación de la identidad local, y ante todo, su contribución al mantenimiento de la población rural, ligado a la estrecha relación existente entre explotaciones agra-rias y forestales familiares o comu-nales y las prácticas tradicionales que caracterizan a los SAVN. Desde el punto de vista económico, los SAVN presentan una escasa rentabilidad económica en sí mis-mos, por lo que se encuentran ame-nazados por un proceso paralelo de abandono y de intensificación de de estos sistemas, contribuyen asi-mismo a la configuración de los pai-sajes rurales tradicionales. Paralelamente, favorecen el man-tenimiento y la recuperación de la diversidad genética de razas gana-deras y especies y variedades de plantas de cultivo, así como espe-cies silvestres de utilidad en pastos (mejor adaptadas a las condiciones locales y capaces de aprovechar más eficientemente los recursos disponibles), algunas de ellas en peligro de extinción. En cuanto a su valor social, son tres los aspectos destacables: los conocimientos tradicionales de manejo sostenible de los ecosis-albergan flora y fauna silvestres: bar-bechos, linderos, ribazos, sotos, etc.). Según la Agencia Europea del Medioambiente, las tierras de culti-vo de alto valor natural asociadas a la agricultura tradicional o de baja in-tensidad y escasa productividad eco-nómica predominan en los Estados miembro del sur de Europa (p.e. las dehesas españolas o en buena parte, la agricultura de montaña) y en las zo-nas esteparias del Este europeo. Un ejemplo de SAVN en Canarias lo tenemos en las fincas o huertos con producción ecológica, ya que integran perfectamente una forma de hacer agricultura respetuosa con el medio ambiente, y cuidan al máximo el en-torno que les rodea, llegando incluso a hacer uso de plantas autóctonas cer-canas al cultivo para atraer insectos polinizadores, como puede ser el caso de la retama blanca, o a fomentar la ayuda de pájaros silvestres que cola-boran en el control de las plagas. Los SAVN hacen una triple contribu-ción ambiental, económica y social que justifica su pervivencia y los es-fuerzos que se invierten en ellos: En el plano ecológico, los SAVN son imprescindibles para la conserva-ción de la biodiversidad, la preser-vación de los recursos naturales, la reducción del riesgo de incendios, y para asegurar la conectividad entre ecosistemas y espacios naturales protegidos permitiendo la adapta-ción de las especies a los efectos del cambio climático. Los hitos pai-sajísticos o culturales, o por ejemplo los cultivos en mosaico, tan propios Paisaje agrario en espacio natural. Las terrazas evitan la pérdida de suelo fértil. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 27 a la gastronomía local y pueden dar lugar a productos agrarios de gran ca-lidad para mercados locales y a mayor escala. Además, los valores que alber-gan (paisaje, gastronomía, prácticas tradicionales como la trashumancia) son la base de numerosas actividades emergentes de desarrollo rural, como la elaboración de productos de valor añadido o distintas orientaciones de turismo rural (de naturaleza, gastronó-mico, ornitológico, etc.). En España, de momento, la Dirección General del Medio Natural y Política Forestal del MARM en colaboración con el CSIC ha realizado un primer estudio sobre la modelización de las áreas agrarias y forestales -del que de momento han sido excluido las comunidades insulares por presentar particularidades específicas-, con el fin de caracterizar los Sistemas de Alto Valor Natural, que aúnan usos y prácticas de gestión de baja inten-sidad y que son soporte de hábitats naturales de especies silvestres de alto valor de conservación. fertilizantes de síntesis o fitosanita-rios, lo que se traduce en menores costes de explotación. Por otro lado, su carácter extensivo les hace de-pendientes en ciertos casos de la existencia de mano de obra. Una parte de las producciones obteni-das en estos SAVN están vinculadas prácticas agrarias. Sin embargo, el tipo de prácticas que los caracteri-zan -reposición natural de nutrientes en el suelo, control preventivo de plagas y enfermedades, etc.-, así como la frecuente integración entre actividad agrícola y ganadera que presentan, hacen que su aprove-chamiento tenga una menor depen-dencia de insumos externos, como Los SAVN son ante todo, proveedores de un conjunto de bienes y servicios am-bientales -protección de la calidad del aire y las aguas, polinización y el control de plagas, prevención de los incendios y de la erosión, mantenimiento de la fertili-dad de los suelos, etc.-. Estos servicios son de carácter público y no están ade-cuadamente remunerados por el merca-do ni por la sociedad, por lo que con el fin de garantizar su prestación deberían ser apoyados con políticas públicas activas. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 28 a la mejora del autoabastecimiento alimentario. Los ecosistemas agrícolas ricos en biodiversidad ofrecen una variedad de alimentos que pueden ser utilizados para garantizar su suministro y mejo-rar la nutrición, ampliando la base ali-mentaria y diversificando la dieta9. Por su parte, la diversificación en la finca mediante la siembra de diferentes cul-tivos, e incluso diferentes variedades de un mismo cultivo, proporciona al 9 No debe olvidarse que, aunque de causas complejas, en gran medida la malnutrición tiene su origen en la simplificación general de la dieta alimenticia. gestionan de forma activa, y muchos de sus componentes no sobrevivirían sin esta intervención humana, de modo que estos conocimientos tradi-cionales vinculados a la cultura local, forman parte de la gestión de la biodi-versidad agraria. La biodiversidad agraria constituye un eje indispensable por su papel en la conservación y mantenimiento del medio rural, y por ser fuente de re-cursos alimenticios, lo que está muy ligado a la visión de nuevas prácticas sostenibles y debe vincularse a la idea del aumento de la producción local y Biodiversidad agraria La agrodiversidad o biodiversidad agraria constituye una subclase de diversidad biológica esencial para satisfacer las necesidades de alimen-tación de la especie humana. Incluye además de las especies y variedades o razas cultivadas, aquellos compo-nentes que apoyan la producción de servicios de los ecosistemas agra-rios, y con ellos la producción, como por ejemplo las lombrices y hongos que contribuyen a la disponibilidad y al ciclo de nutrientes de las plantas a través de la desintegración y descom-posición de los materiales orgánicos. Por otro lado, los/as agricultores/as la Ejemplo de la diversidad de productos recolectados en una finca de agricultura ecológica. 29 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica agricultor/a un seguro para sobrevivir a posibles incidencias climáticas, fito-sanitarias o zoosanitarias, etc. La diversidad de las plantas y animales usados en agricultura es el resultado del manejo humano sobre la biodiver-sidad para procurarse alimentación, nutrición y remedios medicinales. La diversidad dentro de las especies, por su parte, se debe a la selección efectuada por los/as agricultores/as desde los inicios de la agricultura, en función de ciertos rasgos específicos de respuesta a determinadas condi-ciones ambientales o de producción, de modo que una de las principales características de las especies cul-tivadas y domesticadas de las que depende el ser humano, es precisa-mente, su capacidad para adaptarse y prosperar en una amplia gama de condiciones ambientales. Detalle de variedad local de Arveja Negra que se intenta recuperar por agricultores ecológicos. Esta pluralidad de animales do-mesticados y criados, y de plantas seleccionadas durante milenios constituyen la base de los recursos genéticos a los que la humanidad puede recurrir ahora, y en un futuro, para proveerse de alimentos. Ras-gos genéticos como la resistencia a plagas, enfermedades y parásitos, a la sequía e inundaciones, a tem-peraturas extremas, etc., son recur-sos imprescindibles para garantizar la adaptación de estas especies, y garantizar la alimentación humana y otros beneficios de la agricultura, en un escenario de alta incertidumbre como el que se perfila a consecuen-cia del cambio climático. 30 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo Agricultura y pérdida de biodiversidad Está demostrado que durante al menos las últimas cinco décadas, una serie de importantes cambios en los sistemas de producción han afectado drásticamente al uso del suelo y a las estructuras agrarias, lo que ha dado pie, directa o indirectamente, a mermas y pérdidas significativas de bio-diversidad. Como ya hemos comentado, los avances en la producción agraria en las últimas décadas se han logrado en gran me-dida, a costa de la erosión de la biodiversidad. La inten-sificación agraria a través del regadío, la mecanización, y la aplicación de fertilizantes y pesticidas, ha incrementado enormemente el rendimiento agrícola en los últimos 40 años proporcionando en la actualidad alimento a más de 6.000 millones de personas, pero este proceso lleva apa-rejados una serie de costes ambientales que suponen una importante amenaza para la biodiversidad, a consecuencia de la degradación de las condiciones del lugar, en particular degradación y erosión del suelo (que afectan entre otros, a la fauna del suelo), y la simplificación y homogeneización de los ecosistemas. A nivel global, los principales impactos negativos de la agricultura sobre la biodiversidad son de sobra conoci-dos: la fragmentación, degradación y destrucción de há-bitats, debido a los cambios de uso del suelo derivados de la conversión y la intensificación de los sistemas de producción; la marginación de numerosas tierras de culti-vos y el consecuente abandono de las prácticas agrarias favorables a biodiversidad; la edificación-urbanización del suelo; y las catástrofes, incluidos los incendios. Otras presiones importantes sobre la diversidad biológica son la explotación excesiva, la propagación de especies exó-ticas invasivas y la contaminación. A modo de ejemplo, la intensificación agraria es considerada la mayor causa a escala mundial de extinción entre las aves, y existen evidencias que sugieren que existen impactos negativos sobre otros grupos, artrópodos y plantas principalmente. Suelo agrario en proceso de abandono. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 31 afecta de modo importante a todos los niveles mencionados. Por otro lado, la marginación gra-dual y el abandono de las tierras de cultivo, en particular en ciertas zo-nas donde las condiciones agrícolas son especialmente duras, conduce a un empobrecimiento de los eco-sistemas que dependen mucho de la permanencia de la agricultura. En consecuencia, el abandono de las prácticas agrarias tradicionales no sólo ha repercutido en la dis-minución de la pluralidad de semi-llas agrícolas, sino que ha traído igualmente consecuencias nega-tivas para los ecosistemas: mayor número e intensidad de incendios forestales, expansión del matorral en terrenos agrícolas abandonados, pérdida de especies vegetales y animales ligadas al medio rural, pér-dida de hábitats, erosión de los sue-los y desertificación, y desaparición de paisajes tradicionales. Todo lo cual, tiene a su vez, consecuencias económicas para las comunidades locales. En Canarias esta situación es fre-cuente en los campos de cereal de secano y las zonas de pastoreo abandonados en medianías y cum-bres, que evolucionan a matorra-les de escaso valor, y que además constituyen un problema de segu-ridad civil por el elevado riesgo de incendios que conllevan. Dos grandes cambios de prácticas agrarias han distorsionado el equili-brio entre la agricultura y la diversi-dad biológica: Algunas de las prácticas propias de la intensificación de la producción generan efectos directos e indirec-tos en relación a la diversidad bioló-gica en sus tres niveles. Destacan: número de especies/razas/varie-dades utilizadas, incluido el mono-cultivo, constituye una amenaza para un valiosísimo potencial ge-nético (animal y vegetal); - vestres”: el uso de herbicidas afecta a los comensales, y el uso de insecticidas afecta a la micro-fauna; los ciclos se interrumpen; se alteran los equilibrios debido a la mecanización y la fertilización (se benefician las especies más nitrófilas); - mas: la desaparición o degrada-ción de humedales, bosquecillos y setos afecta directamente al declive de libélulas, agachadi-zas, ruiseñores, erizos y plantas hidrófilas, por citar tan solo unos pocos ejemplos. Al mismo tiempo, la contaminación agraria derivada de una aplicación excesiva de nutrientes y de produc-tos agroquímicos, principalmente, Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 32 Conocemos la implicación del agricultor/a y ganadero/a tradi-cional por el respeto a la tierra y el entorno, pero también hay que decir que con la aparición de las llamadas técnicas modernas en la agricultura y ganadería se ha per-dido un poco el norte por parte de muchos/as profesionales, que sólo piensan en el presente; y eso traerá consecuencias muy negativas para nuestros campos que ya se mani-fiestan en muchas zonas agrarias históricas en las que el suelo se ha contaminado tanto que es imposi-ble realizar cualquier actividad agrí- XVI se basaba en cultivos de exporta-ción con la caña de azúcar; ya en los Siglos XVII y XVIII, destaca claramente un período en el que se apuesta por el viñedo. El Siglo XIX viene marcado por el aprovechamiento de la cochinilla, y ya a finales del siglo XIX se empieza a desarrollar el monocultivo del plátano y tomate, que aún en la actualidad po-see una enorme importancia econó-mica. En cuanto al turismo, modificó nuestro paisaje a partir de los años sesenta con el “boom” de esta acti-vidad en nuestras islas, copando gran-des extensiones de la franja costera, en la que irracionalmente se destruyó paisaje y suelo agrícola. Si nos referimos más a la actividad agro-ganadera, se ha modificado un territorio en ocasiones agreste que no sólo contribuyó a una agricultura de exportación, sino a una agricultura de autoconsumo muy arraigada sobre todo en el interior y medianías de las Islas. En nuestras manos está que este paisaje agrario que hoy podemos disfrutar sobreviva, por lo que debe-mos defenderlo y realizar con respon-sabilidad la tarea de producir alimen-tos, con sentido común y siempre te-niendo presente que no sólo existe el presente, si no que las generaciones futuras tienen que seguir heredando una tierra lo más sana posible en la que los ecosistemas y sobre todo la agro-biodiversidad, estén presentes en su máxima plenitud. Sin duda alguna, agricultores/as y ganaderos/as conforman un grupo de personas en estrecha relación con el medio que les rodea, ya que su trabajo implica no sólo estar al aire libre la mayor parte del tiempo, sino también una observación de los procesos naturales que a la mayoría de las personas no relacionadas con este ámbito, se les escapa. De todos es sabido que nuestros/as abuelos/as eran grandes conocedores de estos procesos naturales, y que este saber se está perdiendo debido al abandono de prácticas de cultivo tradicionales, de los modelos ganaderos como el pastoreo; o simplemente por el frené-tico ritmo de vida que marca nuestra actual rutina cotidiana. Por ello, estas personas tan vincu-ladas al medio ambiente deben ser conscientes de la importancia que éste tiene para el mantenimiento de las diferentes especies silvestres, las relaciones que entre ellas se crean, e incluso, para la propia subsistencia de la especie humana. De aquí se deduce que su responsabilidad deba trascen-der en una serie de prácticas agrarias y ganaderas sostenibles, dado que en Canarias tenemos claros ejemplos devastadores en nuestros campos, como el éxodo ocurrido en los años sesenta hacia los complejos hoteleros que atraían al turismo. Haciendo una breve revisión histórica de la agricultura canaria, en el Siglo Responsabilidad ambiental de agricultores/as y ganaderos/as Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 33 entidad responsable del daño am-biental viene obligado a sufragar los costes ocasionados por las accio-nes preventivas y de reparación de daños adoptadas en cumplimiento de la Directiva de responsabilidad ambiental. La cobertura de la repa-ración incluye, tanto los daños tra-dicionales (daños a las personas y daños materiales), como los daños al medioambiente (contaminación de lugares y daños causados a la biodiversidad). Para dar cumplimiento a su res-ponsabilidad en materia ambiental, los/as agricultores/as y ganade-ros/ as deben ejercer una actividad agraria económicamente viable y socialmente aceptable sin com-prometer la calidad de los recursos naturales de su entorno, incluida la diversidad biológica. Es por ello, que deben observar una serie de reglas medioambientales para la producción sin esperar a cambio ninguna compensación. Lo que no es obstáculo para que, cuando suministran productos o prestan servicios que implican más que el simple cumplimiento de las buenas prácticas agrarias habituales11, puedan percibir pagos que com-pensen, al menos, los costes y las pérdidas de renta que soporten, y que subsanen la no remuneración vía mercado de los servicios am-bientales generados. 11 Las prácticas normales de la explotación que aplicará un agricultor responsable en la región en cuestión. Cada Estado establece estas prácticas normales verificables, que en todo caso, incluirán el cumplimiento de los requisitos medioambientales generales obligatorios. como un bien público del que tiene que hacerse responsable el conjun-to de la sociedad, y no el/la cau-sante de los daños que se le hayan infligido, de modo que la responsa-bilidad por los daños provocados a la naturaleza constituye una condi-ción indispensable para lograr que los agentes económicos asuman las repercusiones negativas que pueden derivarse de sus activida-des para el propio medioambiente”. Esta es la situación de partida de la Directiva 2004/35/CE del Par-lamento Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004 sobre responsa-bilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales10. Esta Directiva, de aplicación en todo el territorio de la Unión Europea, im-plementa un régimen comunitario de responsabilidad ambiental basado en la premisa de que “un operador cuya actividad haya causado daños al me-dio ambiente o haya supuesto una amenaza inminente de tales daños sea declarado responsable desde el punto de vista financiero, a fin de in-ducir a los operadores a adoptar me-didas y desarrollar prácticas dirigidas a minimizar los riesgos de que se pro-duzcan daños medioambientales, de forma que se reduzca su exposición a responsabilidades financieras”. En otras palabras, «quien contami-na paga», y por tanto la persona o 10 La Directiva 2004/35/CE ha sido transpuesta a la legislación española mediante la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental y el Real Decreto 2090/2008, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo parcial de la misma. cola, salvo que se utilicen técnicas de hidroponía y aeroponía, contra-rias a toda lógica de racionalidad para producir alimentos. La implicación de todos los esta-mentos relacionados con la agricul-tura y ganadería debe ser máxima para lograr que no se pierda esa agricultura tradicional, que tan res-ponsable fuera con el medio am-biente hace unos años, y que se erige como una gran oportunidad para el futuro. Más allá de lo anterior, se sue-le considerar “el medioambiente La responsabilidad del agricultor conlleva la puesta en conocimiento a las nuevas generaciones. 34 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo En materia de responsabilidad de la agricultura hacia la biodiversidad, los objetivos a cubrir, en la medida de lo posible incluso a nivel de explo- las causas de pérdida o reducción importante de la biodiversidad biológica”, adoptando, por ejem-plo, las siguientes medidas: implantar sistemas de producción coherentes que favorecen de muchas formas la biodiversidad (producción ecológica, producción integrada,…), y/o desarrollar medidas agroambientales (aque-llas prácticas agrícolas que permitan conservar el medioambiente, proteger el campo y conservar el patrimonio rural); reforzar la conservación de los recursos genéti-cos que sirven para la alimentación mediante la utilización de razas originales y variedades natu-ralmente adaptadas a las condiciones regionales y locales, lo que reporta beneficios derivados de la diversidad de los sistemas agrícolas y la resis-tencia a plagas y enfermedades; desarrollar prácticas agrarias acertadas tenien-do en cuenta la biodiversidad; es decir, buenas prácticas agrícolas que preservan la biodiversi-dad genética y reducen la contaminación (diver-sificación de los tipos de producción y varieda-des cultivadas, rotación de cultivos,…); hacer un uso responsable de los recursos natura-les, en particular el agua; racionalizar el uso de insumos, principalmente fertilizantes y fitosanitarios; Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 35 Huerto ecológico. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 36 37 Se señaló en capítulos anteriores que la biodiversidad es considerada un asunto de primer orden en la agenda internacional, aunque sin llegar a al-canzar el nivel prioritario que merece. En la UE además del proceso de revi-sión de la Política de Desarrollo Rural, la biodiversidad tiene un ámbito pro-pio. El 21 de junio de 2011 el Consejo de la Unión Europea de Medio Am-biente adoptó las conclusiones que aprueban la estrategia para la biodi-versidad de la UE hasta 2020 «nuestro futuro de vida y capital natural» con el objetivo de detener la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos en la UE para el año 2020, así como restaurarlos en la medida de lo posible. En España en cumplimiento de la Ley 42/2007, el Consejo de Ministros aprobó en su sesión de 16 de sep-tiembre de 2011 el Plan Estraté-gico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2011-2017 (PEPNB) que entre otros, integra los compro-misos derivados del Plan Estratégico de la Convención de Diversidad Bioló-gica [Nagoya 2010] y las obligaciones derivadas de la Estrategia de la Unión Europea sobre biodiversidad 2020 [mayo 2011]. Si bien los recursos genéticos de la agricultura quedan fuera del ámbito de aplicación de la Ley 42/2007, el PEPNB al diagnosticar la situación del conocimiento en relación a la conser-vación de hábitats señala que “res-pecto a los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asocia-dos, en muchos casos se encuentran en marcado declive, en especial los derivados de cultivo, crianza y pro-gresiva selección. En general, existe una falta de conocimiento e informa-ción en este ámbito a nivel estatal, donde únicamente se ha abordado el conocimiento parcial del patrimonio etnobotánico”. El documento asume, asimismo, la relevancia de conservar los conocimientos tradicionales que hacen posible el uso sostenible del patrimonio natural y la biodiversidad. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN LAS EXPLOTACIONES 2 Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 38 El PEPNB constituye un Plan Marco que debe ser desarrollado a través de Planes Sectoriales que garanti-cen la integración de los objetivos de conservación, uso sostenible y restauración del patrimonio natural y la biodiversidad en las distintas polí-ticas sectoriales. Por el momento, y a la espera de los posibles mecanismos concretos que se establezcan en el corres-pondiente Plan Sectorial para la agricultura, los/as titulares de las actividades agrarias y de gestión forestal tienen a su disposición una serie de herramientas y medidas que apoyan y potencian su contri-bución positiva a favor de la con-servación y manejo sostenible de la diversidad biológica. A continuación ofrecemos un breve repertorio de algunos de estos me-canismos que han demostrado su eficacia en nuestro entorno, con el fin de que los/as profesionales agra-rios/ as, pero también otras personas o colectivos comprometidos con la custodia de la biodiversidad los co-nozcan e impulsen su aplicación en el contexto local apropiándose de su espíritu y metodología, y adaptándo-los a las circunstancias particulares de nuestros campos. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 39 En el marco de la Política Agraria Común, los principales medios dis-ponibles para favorecer la biodiver-sidad en/desde las explotaciones agrarias son los que se desarrollan a continuación. Programas de Desarrollo Rural Del conjunto de medidas aplicables en el contexto del Programa de De-sarrollo Rural Canarias 2007-2013 financiadas con cargo al FEADER (Pi-lar 2 de la PAC), pasamos a reseñar aquellas que mantienen cierta vin-culación con la diversidad biológica. El PDR Canarias 2007-2013 puede consultarse en el portal corporativo http://www.pdrcanarias.org/. Para conocer las condiciones de apli-cación de las medidas y los requisitos de acceso a las mismas, se recomien-da consultar al personal técnico del Gobierno de Canarias o a los Agentes de Extensión Agraria. Efectos indirectos de las medidas de gestión del agua y de lucha con-tra el cambio climático. Apoyo al correcto desempeño pro-fesional de agricultores/as, gana-deros/ as y gestores forestales. Medida 111: Actividades relati-vas a la información y formación profesional, incluida la divulga-ción de conocimientos científi-cos y prácticas innovadoras, de las personas que trabajan en los sectores agrícola, alimentario y forestal Medida 114: Utilización de los servicios de asesoramiento por Medidas de la Política Agraria Común y otros instrumentos de la Unión Europea Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 40 Medida destinada a la utilización sostenible de las tierras agrarias dirigida a corregir los problemas de carácter agroambiental con los que se enfrentan las explotaciones de Canarias y el espacio agrario afec-tado por las mismas. Uno de los fines de estas medidas, diseñadas específicamente para cada Región, es la conservación de la biodiver-sidad, por ejemplo reduciendo o eliminando gradualmente el uso de fertilizantes y pesticidas, y mante-niendo la rotación de cultivos. Pagos agroambientales en zonas desfavorecidas. Medida 211: Ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas de montaña. Medida 212: Ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas distintas de las de montaña. Medida 214: Mejora del medioam-biente y el entorno rural [Ayudas agroambientales]. parte de agricultores y silvicul-tores12. Medida 115: Implantación de servicios de gestión, sustitución y asesoramiento de las explota-ciones agrícolas, así como servi-cios de asesoramiento al sector forestal13. 12 Medida cuya eliminación fue propuesta en el transcurso del Comité de Seguimiento del PDR Canarias 2007-2013 de fecha 07.06.2011. 13 Medida cuya eliminación fue propuesta en el transcurso del Comité de Seguimiento del PDR Canarias 2007-2013 de fecha 07.06.2011. Agricultura de montaña en el Sureste de Gran Canaria. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 41 Apoyo a la política de calidad de los productos agroalimentarios [DOP, IGP, ETG, Agricultura ecológica;…]. Medida 132: Apoyo a los agri-cultores que participen en pro-gramas de calidad de los ali-mentos. Medida 133: Apoyo a las agru-paciones de productores para que desarrollen actividades de información y promoción de pro-ductos en el marco de progra-mas de calidad de los alimentos. A modo de resumen, reseñar que respecto a la prevención de riesgos e impactos derivados de la intensi-ficación de las actividades agrarias, se han mostrado especialmente efi-caces las medidas agroambientales y el apoyo a sistemas de producción compatibles con el medioambiente (agricultura ecológica, producción integrada y sistemas tradicionales de producción). En relación a la corrección a la tendencia al aban-dono de actividades agrarias tradi-cionales, además de las medidas agroambientales se dispone de las indemnizaciones en zonas desfavo-recidas. Para conocer algunas medidas agroambientales aplicadas en Canarias y las buenas prácticas en materia de biodiversidad aso-ciadas a ellas, puede consultarse el apartado correspondiente en la sección tercera de este manual. Creación y mantenimiento de bioti-pos y hábitats [fuera y dentro de la Red Natura]. Medida 214: Ayudas agroam-bientales (Ver arriba). Cambios de uso del suelo. Medida 222: Primera foresta-ción de tierras no agrícolas. Medida 227: Ayudas a inversio-nes no productivas (Red Natura 2000 Forestal). Medidas de apoyo a la gestión sos-tenible de los bosques. Medida 226: Ayudas para la re-cuperación del potencial forestal y la implantación de medidas preventivas (Prevención de in-cendios forestales). Medida 227: Ayudas a inversio-nes no productivas (Red Natura 2000 Forestal). La revisión de las Directrices Co-munitarias de Desarrollo Rural del año 2009 fijó la biodiversidad como una de las prioridades para abordar los nuevos retos, al tiempo que se-ñalaba a las medidas agroambien-tales como la herramienta básica para afrontar estos desafíos. En consonancia, la modificación del Marco Nacional FEADER-España de ese mismo año incorporó una nueva medida horizontal “Medida 214. Apoyo a la biodiversidad en el medio rural. Ayudas agroam-bientales”. A consecuencia de ello, los Programas de Desarrollo Rural regionales deben incorporar obliga-toriamente al menos una actuación relativa a los siguientes ámbitos: - cos (razas autóctonas en peligro de extinción, variedades vegeta-les autóctonas en riesgo de ero-sión genética); - rias asociadas a la preservación de paisajes rurales tradicionales y a la restauración local de hábi-tats marginales. Área forestal. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 42 la flora y fauna silvestres: artícu-lo 6: Conservación de hábitats y especies de la Red Natura 2000; y artículo 13: Prohibición de reco-ger, así como cortar, arrancar o destruir intencionadamente en la naturaleza las especies estableci-das legislativamente. Las normas nacionales de refe-rencia a este respecto, son la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversi-dad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Buenas condiciones agrarias y medioambientales relativas a la prevención del deterioro de hábitats Las buenas condiciones agrarias dedican un capítulo a garantizar un nivel mínimo de mantenimiento y prevenir el deterioro de los hábitats, estableciendo normas en relación a: - manentes estructurales tierras agrícolas por vegetación espontánea no deseada - ñedos en buen estado vegetativo sostenible de las tierras15, y su equi-valencia en el Eje 4. El incumplimiento por parte del titular de la explotación conlleva penaliza-ciones económicas en función de la gravedad de la/s infracción/es come-tidas, y puede incluso acarrear la ex-tinción del derecho de percepción de la ayuda que corresponda. Entre los requisitos de eco-condicio-nalidad establecidos en el Real Decre-to 486/2009, de 3 de abril, cabe hacer especial mención por su vinculación directa con la diversidad biológica, los que siguen: Requisitos legales de gestión espe-cíficos en relación a: - tres. Artículos 3 y 4 de la Directiva 79/409/CEE de conservación de las aves silvestres: preservar los espacios que constituyen los há-bitats naturales de las especies de aves migratorias, amenazadas y en peligro de extinción; artículo 5: régimen general de protección para todas las especies de aves. - turales y de la flora y fauna sil-vestres. Directiva 92/43/CEE de conserva-ción de los hábitats naturales y de 15 En Canarias las medidas de desarrollo rural sometidas a condicionalidad son las Indemnizaciones compensatorias a agricultores por las dificultades en zonas de montaña (Medida 211 del PDR Canarias), las Indemnizaciones a agricultores por las dificultades en zonas distintas de las de montaña (Medida 212 del PDR Canarias), y las Ayudas agroambientales (Medida 214 del PDR Canarias). Otras medidas agrarias Existen otros mecanismos de la PAC que prestan atención, o pueden prestarla, a la diversidad biológica. Es el caso, por ejemplo, de la posi-bilidad de utilizar la componente am-biental de las Organizaciones Comu-nes de Mercado para incluir medidas específicas de conservación de la biodiversidad. También, el de las ayudas del Pro-grama Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias14 [POSEI], que incluye una prima a las hembras de caprino y ovino de más de un año de vida o que hayan pari-do. En el caso de las ovejas de razas autóctonas (razas Canaria, Palmera y Canaria de Pelo), la prima básica es ligeramente superior a la de cabras, con el fin de contribuir a su conserva-ción, y al de la biodiversidad, evitan-do su extinción. Pero quizá uno de los instrumentos con mayor potencial para integrar la actividad agraria y el respeto por la di-versidad biológica sea la condiciona-lidad: conjunto de normas ambienta-les y de seguridad laboral, de obligado cumplimiento para quienes perciben ayudas directas, de ayudas al sector vitivinícola y determinadas medidas de desarrollo rural del Eje 2 gestión 14 Reglamento (CE) nº 247/2006 del Consejo, de 30 de enero por el que se establecen medidas específicas en el sector agrícola en favor de las regiones ultraperiféricas de la Unión. Decisión de la Comisión Europea de 25 de marzo de 2010, modificada el 27 de septiembre de 2010 de conformidad con lo previsto en el artículo 49, apartado 3 del Reglamento (CE) nº 793/2006 de la Comisión. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 43 Importante es la conservación de muros de piedra seca. normas, por lo que para obtener infor-mación detallada se recomienda diri-girse a su personal técnico o consultar sus Webs: Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino http://www.marm.es/es/agricultura/ temas/condicionalidad/cuadroguia. aspx Gobierno de Canarias http://www.gobcan.es/agricultura/ temas/agricultura/condicionalidad/ index.htm En la sección tercera de este manual ofrecemos algunos ejemplos de bue-nas prácticas que le ayudarán a satis-facer los requisitos de la condiciona-lidad en lo que a diversidad biológica se refiere. Para conocer en detalle cómo cumplir adecuadamente la totalidad de los requisitos exigidos en el marco de la condicionalidad, ha de saber que las autoridades estatales y autonómicas correspondientes han editado manua-les, guías y documentos de referencia que facilitan a los/as titulares de las explotaciones la aplicación de estas En esta materia en Canarias se hace hincapié en la conser-vación de elementos estructu-rales en el terreno que sirven de cobijo a la flora y la fauna (terrazas y muros de piedra, islas de vegetación, setos e hileras arboladas en lindes de parcela, abrevaderos,…), la gestión adecuada de estiérco-les y purines del ganado, y el uso adecuado del agua y del riego; además de la prioridad de no causar daño, ni alterar el funcionamiento del suelo. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 44 Pino de Pilancones desaparecido en el incendio forestal del año 2006 en Gran Canaria. Medioambiente La principal herramienta comunitaria a favor del medioambiente en el actual periodo 2007-2013 es el Programa LIFE+ que financia proyectos que contribuyen al desarrollo y la aplica-ción de la política y el derecho en ma-teria medioambiental. Los proyectos financiados pueden ser propuestos por agentes, entidades o instituciones públicas o privadas, e incluir acciones en algunos otros países. Se divide a su vez en tres ámbitos te-máticos: a) LIFE+ Naturaleza y biodiversidad Tiene como objetivo principal “prote-ger, conservar, restaurar, supervisar y desarrollar el funcionamiento de los sistemas naturales, los hábitats naturales, y la flora y la fauna silves-tres, con el fin de detener la pérdida de biodiversidad, y en particular la di-versidad de recursos genéticos, en la Unión Europea de aquí a 2010” en los ámbitos de acción prioritarios marca-dos, que incluyen entre otros, el apoyo al desarrollo de la Red Natura 2000, y mejorar el conocimiento del impacto en los ecosistemas y en la biodiver-sidad de los organismos modificados genéticamente. b) LIFE+ Política y gobernanza medioambiental Responde a diversos objetivos princi-pales, destacando: Objetivo principal “Suelo”.- ac-ciones para la protección y de uso sostenible del suelo conser-vando sus funciones, evitando las amenazas, reduciendo los Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 45 Residuos agrarios: cubiertas de invernaderos. específicos, bien a través de las lí-neas de innovación e I+D que se instrumentan desde diversas políti-cas sectoriales. El sitio Web del Centro para el De-sarrollo Tecnológico e Industrial de-pendiente del Ministerio de Ciencia e Innovación [http://www.cdti.es] oferta un Servicio de Asesoramien-to Personalizado que a través de un sencillo cuestionario electrónico devuelve información sobre la posi-ble financiación pública que más se adapta a las necesidades de nues-tro proyecto. Para las fincas agrarias, una opción ágil, sencilla y práctica es la firma de convenios con diversas entidades pú-blicas (Cabildos, Ayuntamientos,…) o centros de investigación (ICIA, bilización y educación dirigidas a la ciudadanía en relación a la situación y tendencias de los diversos aspec-tos vinculados al medioambiente. Puede informarse acerca del Pro-grama en http://www.marm.es/es/ ayudas-y-subvenciones/otros/progra-ma- life/, pero tiene el inconveniente de priorizar ambiciosos proyectos de ejecución plurianual, por lo que difícilmente puede accederse a la financiación si no se cuenta con un elevado grado de solvencia técnica y económica. Apoyo a la investigación Existen diversas alternativas de fi-nanciación de proyectos de I+D, bien a través de programas y fondos efectos de las mismas y/o res-taurando los suelos degradados. Objetivo principal “Productos quí-micos”.- acciones que afronten los riesgos que suponen los productos químicos para el medioambiente, incluyendo la aplicación de la es-trategia temática sobre el uso sos-tenible de los plaguicidas. Objetivo principal “Recursos natura-les y residuos”.- acciones de manejo sostenible de los recursos naturales y los residuos, incluyendo modelos de producción y consumo sostenibles, así como la prevención, recuperación y reciclado de residuos. Objetivo principal “Bosques”.- ac-ciones que completen la informa-ción disponible en relación al cam-bio climático, la biodiversidad, los incendios forestales, la situación de los bosques y su acción protec-tora, o que contribuyan a proteger los bosques de los incendios. Objetivo principal “Enfoques es-tratégicos”.- destacan en este apartado las acciones dirigidas a mejorar el comportamiento medioambiental de las PYME. Objetivo principal “Gobernan-za”.- incluye acciones dirigidas a la concienciación de los ciudada-nos europeos sobre los asuntos medioambientales y a promover su participación en el proceso de toma de decisiones en materia medioambiental. c) LIFE+ Información y comunicación Abarca, entre otras, las acciones de información, formación, sensi- Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 46 Las redes de semillas mantienen las variedades tradicionales en cultivo. te, con una compensación parcial o total de los costes adicionales. Para obtener más información de estos programas, recomendamos contactar con las Agencias de Comarcales de Extensión Agraria dependientes de los Cabildos Insulares, o bien, con el centro de investigación que corresponda. Granjas Experimentales, Universida-des,…) para acogerse a programas de fincas colaboradoras o afines, que permiten ensayar en campo diversas técnicas, prácticas o elementos rela-cionados con el cultivo y/o la cría de ganado, con supervisión de personal técnico especializado, y generalmen- Redes de semillas nacionales sobre los recursos gené-ticos vegetales. Amparadas por estos derechos, las redes de semillas son organizaciones en las que participan agricultores/as ecológicos/as y tradicionales, técnicos/ as, consumidores/as, y en general to-protección del conocimiento tradi-cional, la participación equitativa en la distribución de los beneficios, y la participación en las decisiones El Tratado Internacional sobre Recur-sos Fitogenéticos para la Alimenta-ción y la Agricultura, reconoce como derechos de los agricultores/as la Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 47 Recuerde que si usted desea reser-var parte del grano cosechado para la siembra, por ley está obligado a com-pensar económicamente al titular de los derechos de registro de la varie-dad correspondiente. Recientemente Cooperativas Agro-alimentarias, organización que repre-senta y defiende los intereses eco-nómicos y sociales del movimiento cooperativo agrario español, ha firma-do un acuerdo con la Agrupación de Obtentores Vegetales (GESLIVE AIE) para implantar un sistema que permi-ta gestionar esta cuestión de forma ágil y sencilla canalizando su tramita-ción a través de las cooperativas. La Red de Semillas “Resembrando e Intercambiando” constituida en fe-brero de 2006 tras el acuerdo alcanza-do por sus futuros miembros en la reu-nión de la VI Feria de la Biodiversidad [Málaga - septiembre 2005], aglutina numerosos grupos y redes de menor envergadura repartidos por todo el país. Su ámbito es, pues, nacional y su principal objetivo es facilitar y promo-ver el uso, producción, mantenimien-to y conservación de la biodiversidad agrícola en las fincas de los/as agricul-tores/ as y en el plato de los/as consu-midores/ as, debido a la grave pérdida de recursos genéticos que asola a la agricultura y la ganadería. En los años que lleva activa, la Red se ha consolidado como grupo exper-to de referencia en el análisis de la normativa que afecta a la biodiversi-dad. Trimestralmente publica un bo-letín digital “Cultivar local” que actúa el uso de la diversidad genética de los cultivos. A pesar de ello, es frecuente que desde las instituciones se obstacu-licen las iniciativas locales análogas a las redes de semilla, armando un marco legislativo y reglamentario que excluye los derechos colectivos de los/as agri-cultores/ as a conservar, utilizar, inter-cambiar y vender las semillas obtenidas por selección tradicional, a proteger sus conocimientos tradicionales y a partici-par en las decisiones sobre la gestión de la biodiversidad agraria. A este respecto es importante recor-dar que la agricultura debe adaptarse para poder afrontar los nuevos retos globales, y en particular, los relaciona-dos con el cambio climático, la ges-tión eficiente de los recursos, la bio-diversidad, etc. La biodiversidad culti-vada, los agrosistemas tradicionales y los sistemas sociales y conocimientos locales vinculados a ellos se sitúan en el centro de esta adaptación, de la que depende la alimentación de la po-blación mundial a medio y largo plazo. Las redes de semillas han surgi-do en respuesta a los retos que afronta en la actualidad la preser-vación de la biodiversidad agraria y los conocimientos campesi-nos a ella asociados; y para ello recuperan una práctica que era la habitual en nuestros campos hasta la llegada de la “revolución verde” y la industrialización de la agricultura: producir la propia se-milla. No debe olvidarse que estas prácticas están en la base de la se-lección llevada a cabo durante los 10.000 años de actividad agrícola. das aquellas personas comprometidas en la conservación de la biodiversidad agraria en un territorio concreto. La labor de las redes de semillas carece generalmente de lucro, y se centra en la recuperación, conservación, mejora y utilización de las variedades agrícolas locales seleccionadas y conservadas por generaciones de campesinos/as. Pue-den asimismo, desarrollar otras labores, como la divulgación, el estímulo del con-sumo de estas variedades, la puesta en valor gastronómica de las mismas, etc. Pero en cualquier caso, es primordial el papel que en el seno de las redes desem-peñan los/as agricultores/as que facilitan el material conservado y participan en los intercambios, contribuyendo de manera activa a la conservación dinámica de las variedades y cultivares locales. Estos cultivares no sólo aportan rus-ticidad y resistencia a patógenos o condiciones climáticas extremas, sino que garantizan la diversidad en los campos, principios todos ellos fun-damentales para la agricultura ecoló-gica, por lo que las redes de semillas también responden a su demanda de este tipo de materiales, ya que a pe-sar de la obligación normativa del uso de semillas de procedencia ecológica, no siempre es posible acceder a ellas, y cuando existen, no siempre se adap-tan a las condiciones locales. Internacionalmente se reconoce que el manejo que hacen de las semillas las comunidades campesinas y los/as agricultores/as individuales juega un im-portante papel en la conservación y pro-moción de los recursos genéticos de la agricultura, así como, que el suministro de las semillas tiene un gran impacto en Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 48 Recolección de semillas de la variedad local de lechuga “Fuca de Roure” en una finca de Gran Canaria. cultura local, y que permita a los agri-cultores producir sus propias semillas. Uno de los “caballos de batalla” de las actividades de la asociación es esta-blecer una red para la conservación de semillas y material vegetativo por los/ as agricultores/as locales. Esta Red de Semillas (ya existente en otras islas y en otras comunidades autónomas españolas) pretende realizar estudios sobre variedades locales y tradiciona-les (especies locales destinadas a la producción de alimento y gestionadas rias Tierra Fértil es una entidad sin ánimo de lucro, creada recientemente para aunar todos los aspectos relacio-nados con la Agricultura Ecológica. Los objetivos de “Canarias Tierra Fértil” son varios, entre los que des-tacan el hacer frente a la pérdida de biodiversidad agrícola, recuperando y usando material vegetal local dentro del marco de la Agricultura Ecológica, e incluso la agricultura convencional, y fomentar una agricultura de calidad, que respete el medioambiente y la como canal informativo en relación de la actualidad concerniente al mun-do de las semillas y la biodiversidad agraria; puede consultarse en la Web http://www.redsemillas.info/. Por su parte la Red Canaria de Semi-llas surgió en el seno del Foro Canario de Agricultura Ecológica en el año 2004. Su labor principal parte de la idea de que para evitar la desaparición de las variedades y cultivares tradicionales16, hay que mantenerlos en cultivo, y para ello es necesario facilitar el acceso a las semillas, así como dar salida comercial a las mismas potenciando su consumo y el conocimiento por parte de la socie-dad, de los cultivares locales, sus cuali-dades nutricionales, sabor,… La Red dispone de semillas de diversos cultivares locales, que presta a agricul-tores/ as tradicionales o ecológicos, a cambio de que al final del cultivo, se re-vierta 1,5-2 veces la cantidad de semi-lla prestada, limpia, sana y sin mezclas, además, de facilitar el acceso a la par-cela si así se solicita, para comprobar la no existencia de hibridaciones. La sede de esta Red se encuen-tra en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria en La Lagu-na (Tenerife) y puede contactarse con ella a través del teléfono 922 318 551, o del correo electrónico redcanariadesemilla@gmail.com. La Asociación de agricultores ecológicos de Gran Canaria Cana- 16 Puede consultar el listado de variedades tradicionales reconocidas por el Gobierno de Canarias en el PDR FEADER Canarias 2007- 2013, en el Anexo 3 de este documento, Variedades vegetales autóctonas en riesgo de erosión genética. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 49 El Cabildo de Gran Canaria, por su par-te, conserva las muestras recolecta-das en el Banco de Germoplasma del Jardín Botánico Viera y Clavijo, en tan-to que el Servicio de Extensión Agraria con la colaboración de la Granja Agrí-cola Experimental lleva a cabo algunas iniciativas de multiplicación en campo [teléfono 928 219 636; Correo-e: servicioextensionagraria@grancanaria. com]. Por último en las islas de Lanzarote, el Hierro y La Gomera también se han realizado trabajos de prospección en campo para el rescate de variedades locales y los conocimientos asociados a su manejo, pero el material recolec-tado no es accesible, de momento, para su siembra por agricultores/as. Las razas ganaderas se rigen por el Real Decreto 2129/2008, de 26 de diciembre, por el que se establece el Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas ganade-ras, que tiene por objeto establecer las normas básicas y de coordinación del Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas gana-deras (Programa Nacional), y la regula-ción de la normativa zootécnica de los animales de raza y équidos registrados. La norma define las razas autóctonas españolas como aquellas originadas en España, y distingue entre: La organización también intenta divulgar valores que defiendan el medioambiente y la agricultura ecológica, mediante la realización de cursos, jornadas, charlas, etc. Si alguien está interesado en reci-bir información o colaborar activa-mente en dichas actividades, puede ponerse en contacto con la asocia-ción a través del correo electrónico canariastierrafertil@gmail.com. Otra forma de acceder a cultivares lo-cales es participar en los programas de multiplicación y/o de conservación in situ puestos en marcha por los centros de conservación de la biodiversidad agrí-cola o por bancos de germoplasma. Al margen de la labor realizada por el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias [www.icia.es/], algunos Ca-bildos cuentan con centros de biodi-versidad agraria propiamente dichos que ponen en marcha iniciativas de este tipo: Centro de Agrodiversidad de La Palma (CAP) Avenida de Europa, nº 9 Breña Alta. La Palma Teléfono: 922 437 474 Correo-e: cap@propal-lapalma.com; Centro de conservación de la biodiversidad agrícola de Tenerife (CCBAT) Carretera Gral. Tacoronte-Tejina, nº 20. Tacoronte, Tenerife. Teléfono: 922 573 110 Correo-e: ccbiodiversidad@tenerife.es Página Web: www.ccbat.es por los agricultores; de ellas se pueden obtener semillas sin necesidad de tener que comprárselas a las casas comercia-les), estudios de calidad de estas varie-dades tradicionales cultivadas de forma ecológica, y estrategias para su comer-cialización en base a preferencias de los consumidores. El objetivo final de todas estas actividades es el mantenimiento en cultivo de las variedades tradiciona-les, de manera que no se pierda la co-evolución entre el trabajo de dichos agri-cultores y su respeto al medio ambiente. Asociaciones de Razas Autóctonas Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 50 Raza Cabra Palmera Asociación Española de Criadores de la Raza de Cabra Palmera (ACCRP) 922 264 402 info@cabrapalmera.es; www.cabrapalmera.es Raza Cabra Tinerfeña Asociación Nacional de Criadores de Cabra Tinerfeña (ACRICATI) 922 264 402 acricati@hotmail.com; www.razascabratenerife.es Raza Cochino Negro Canario Asociación de Criadores de Cochino Negro Canario 922 264 402 www.cochinonegrocanario.com Raza Oveja Canaria Asociación Nacional de Criadores de la Oveja Canaria 928 558 332 proquenor@hotmail.com Raza Oveja Palmera Asociación de Criadores de la Oveja Palmera 922 264 402 ananovo@hotmail.com Raza Ovino Canario de Pelo Asociación de Criadores de Ovino Canario de Pelo (OVICAN) 922 264 402 edemilesa@cip.es Raza Pastor Garafiano Asociación Española del Perro Pastor Garafiano 922 264 402 Cesar.clarinete@gmail.com en marcha programas de mejora ge-nética o de obtención de razas puras, mediante la identificación y selección de reproductores selectos. Los criterios de selección varían en función de la caracterización morfoge-nética de la raza en cuestión y de su orientación productiva. En Canarias están reconocidas oficial-mente17: Raza Bovina Canaria Asociación Canaria de Arrastre 922 264 402 feraciondearrastrecanario @yahoo.es Raza Bovina Palmera Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Palmera (AVAPAL) 922 264 402 ananovo@hotmail.com Raza Burro Majorero Grupo para la conservación y fomento del burro majorero 922 264 402 www.burromajorero.com Raza Cabra Majorera Asociación de Criadores de la Cabra Majorera de Fuerteventura; Asociación de Criadores de la Cabra Majorera en Gran Canaria; Asociación de Criadores de la Cabra Majorera en Tenerife 922 264 402 jcrivero73@hotmail.com 17 Esta información ha sido publicada en “el baleo”, revista de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria, nº 62 - marzo/abril 2011. razas de fomento, las que por su censo y organización se encuen-tran en expansión; y razas en peligro de extinción, las que se encuentran en grave regre-sión o en trance de desaparición, de acuerdo con los criterios esta-blecidos a nivel nacional o interna-cional. Las razas ganaderas canarias recono-cidas en el Anexo I Catálogo de Oficial de Razas de Ganado de España, son las que siguen: 1. Razas autóctonas: a) De fomento: 3º Especie caprina: Majorera, Palmera y Tinerfeña. b) En peligro de extinción: 1º Especie bovina: Canaria, Palmera. 2º Especie ovina: Canaria, Canaria de Pelo. 4º Especie porcina: Negra Canaria. 6º Especie equina asnal: Majorera. Las asociaciones de criadores de ani-males de razas ganaderas son entida-des sin ánimo de lucro reconocidas oficialmente como gestoras legítimas de los libros genealógicos de las razas ganaderas autóctonas en los que se inscriben o registran animales de una raza determinada, haciendo mención de sus ascendientes. La finalidad de estos colectivos es la preservación del patrimonio genético ligado a la ganadería y para ello ponen Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 51 de obligado cumplimiento, que se com-plementan con otras de carácter volun-tario a escoger por la persona interesa-da de entre un listado de opciones po-sibles, en función de sus circunstancias y preferencias particulares. Es habitual que el contrato vaya precedido de un diagnóstico previo de la explotación del que se extraen las orientaciones y recomendaciones generales para la mejora de la misma y en relación a los compromisos a contraer. Su finalidad principal es fomentar una agricultura respetuosa con el medioambiente, productora de ali-mentos seguros y de calidad, y “bue-na gestora” del territorio rural, a tra-vés del apoyo a las explotaciones que integren las funciones económicas, medioambientales y sociales de la actividad agraria, asegurando su via-bilidad y sostenibilidad. En este sentido, constituye uno de los mecanismos más habituales de contra-prestación de los servicios ambientales y sociales generados por la agricultura y no remunerados por el mercado. Es el caso de los contratos de explotación que contienen compromisos en mate-ria de conservación del suelo, el agua, la biodiversidad, el paisaje, o de lucha contra el cambio climático. Pero además de ser una herramienta valiosa para que la agricultura pueda hacer frente a los nuevos retos globa-les, los contratos de explotación tam-bién pueden contribuir a otros objetivos del desarrollo rural, como la fijación de la población en el territorio; la creación/ mantenimiento de empleo vinculado a la agricultura; o la distribución más equitativa de las ayudas públicas. Estos colectivos, a excepción de la ANC de la oveja canaria, han consti-tuido la Federación de Asociaciones de Razas Autóctonas Canarias [FARA-CAN] organización de naturaleza aso-ciativa y sin ánimo de lucro que tiene por objeto la representación y defensa de los intereses profesionales de las Razas Autóctonas Canarias, así como facilitar el desarrollo y progreso de las mismas. Pretende promover la cría de las diferentes razas según los usos y costumbres de Canarias, así como fo-mentar el conocimiento y la difusión de estas razas, tanto en el Archipiéla-go como en el extranjero. Existen además, diversas asociacio-nes apícolas que han centrado sus esfuerzos en la mejora y preservación de la Abeja Negra Canaria. El contrato de explotación consiste en un acuerdo (voluntario) entre una administración pública, o entidad afín, y personas titulares de explotaciones agrarias, que suscriben unos compro-misos a cambio de obtener de aquella una contraprestación o compensación económica, determinados servicios (formación, asesoramiento,…), u otros beneficios (acceso preferencial a determinadas líneas de financiación, por ejemplo). Por lo general, con un horizonte tempo-ral a medio plazo (unos 5-10 años), los compromisos se componen de un con-junto básico de prácticas o conductas Raza Perro Majorero Asociación para la Conservación del Perro Majorero (ACPM) 922 264 402 acpmfuerteventura@hotmail.com; www.acpm.es Cabra majorera. Cochino negro canario. Oveja pelibuey canaria (Ovino de pelo). Contratos de explotación Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 52 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 53 rial de zona rural encargado de ve-lar por que las medidas de desarrollo rural se apliquen de forma prioritaria a profesionales agrarios/as titulares de explotaciones territoriales o de explo-taciones calificadas como ecológicas. La Ley define como explotaciones te-rritoriales aquellas dedicadas a la ac-tividad agrícola, ganadera y/o forestal que posea una dimensión económica inferior a 40 UDEs19 –cuando la titula-ridad recaiga en una persona física20–, y que esté ubicada en una zona rural prioritaria o calificada como de agri-cultura de montaña. En Canarias las Directrices Generales para las actuaciones de las distintas zonas rurales contemplan esta figura, aunque no se explicita la configura-ción de los contratos territoriales de zona rural, ni los mecanismos a em-plear para su implementación en la zona correspondiente; si bien es ver-dad que en la actualidad aún no se ha concluido elaboración los Planes de Zona Rural que concretan la aplica-ción en la Región del Plan de Desarro-llo Sostenible 2010-2014 emanado de la Ley 45/2007. En el caso de Gran Canaria, por ejem-plo, la “Estrategia de Desarrollo Sos-tenible Adoptada y la Formulación de Objetivos del PZR de Gran Canaria” se desarrollan en los siguientes términos: 19 Una UDE (Unidad de Dimensión Europea) corresponde a 1.200 unidades de cuenta europeas (ECU) de margen bruto [La tasa de cambio es 1 ECU= 156,98818 pts]. Se trata de explotación con dimensión económica inferior a 45.288,86 €. 20 Si la titularidad de la explotación recae en una persona jurídica, esta dimensión se incrementará en función del número de socios/as que reúnan la condición de profesional de la agricultura. Este último aspecto cobra gran rele-vancia, en la medida en que los con-tratos de explotación van dirigidos principalmente a explotaciones tra-dicionales familiares, localizadas en territorios con dificultades especiales; precisamente las que más padecen la pérdida de rentabilidad. En este sen-tido se configuran como un mecanis-mo de revitalización de las zonas más desfavorecidas –las que presentan dificultades de tipo físico o demográ-fico, como las zonas de montaña, por ejemplo–, o las que albergan valores ambientales de importancia. En España esta figura se perfila como un instrumento esencial de cara a la agricultura del futuro; y prueba de ello es su inclusión en la Ley de Desarro-llo Sostenible del Medio Rural o en el Marco Nacional FEADER 2007-2013, así como la reciente aprobación de la norma18 que regula los contratos de explotación bajo la perspectiva de “instrumentos de apoyo a las políticas de desarrollo rural sostenible, con la intención de orientar e incentivar las actividades agrarias hacia la multifun-cionalidad y la generación de externa-lidades positivas que contribuyan efi-cazmente a mejorar los aspectos eco-nómicos, sociales y ambientales que configuran la sostenibilidad del medio rural, todo ello bajo la aplicación de un enfoque territorial”. La Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural establece un contrato territo- 18 Real Decreto 1336/2011, de 3 de octubre, por el que se regula el contrato territorial como instrumento para promover el desarrollo sostenible del medio rural [BOE nº 239 de 04.10.2011] Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 54 ponde a la tipología establecida en el Marco Nacional, y por tanto, integra medidas del PDR Regional. Con una duración de 5 años, el CGE re-munera servicios que las explotaciones ofrecen a la sociedad, y establece un plan empresarial que asegure la viabilidad económica de la explotación, así como su sostenibilidad social y ambiental. Los compromisos se distribuyen en tres áreas que corresponden a los didas contempladas”. La finalidad del contrato es doble; por un lado, fomen-tar la viabilidad de las explotaciones agrarias, y paralelamente, alcanzar un desarrollo rural sostenible. El contrato global de explotación puesto en marcha en Cataluña21 res- 21 ORDEN AAM/22/2011, de 3 de febrero, por la que se aprueban las bases reguladoras de las ayudas asociadas al contrato global de explotación, y se convocan las correspondientes al año 2011. Eje 1: Actividad económica y el empleo Medida Apoyo a la agricultura terri-torial Objetivo operativo: Promover el mantenimiento y la mejora de una actividad agrícola, ganadera y fo-restal suficiente y compatible con el desarrollo rural sostenible, me-diante la suscripción de contratos territoriales de explotación. Directriz General nº 11 para ac-tuaciones del Eje 1 en el ámbito de la Diversificación económica y apoyo a la agricultura territorial: En los compromisos de los contratos territoriales de la zona rural, han de incluirse medidas apropiadas para la conservación y mejora proactiva del suelo, los recursos hídricos, la diversidad biológica y del paisaje ru-ral tradicional. Preferentemente Par-ques Rurales y Paisajes Protegidos. Por su parte, el Marco Nacional FEA-DER 2007-2013 contempla la posibili-dad de que las Comunidades Autóno-mas implanten en el seno de sus Pro-gramas de Desarrollo Rural un con-trato territorial de explotación, vigente exclusivamente en el territorio de la región que corresponda, y con-sistente en “una relación contractual entre agricultores o entidades asocia-tivas que voluntariamente lo decidan, y la administración”. El objetivo principal de este contrato es habilitar una “fórmula de gestión conjunta de medidas de desarrollo ru-ral que puedan facilitar, tanto al agri-cultor, como a la administración, los trámites e implementación de las me- Cultivo de viña en el Paisaje Protegido de Tafira (Gran Canaria). Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 55 Este contrato ya estaba previsto en la Declaración de la Reserva de la Biosfe-ra en el año 1993, aunque no se desa-rrolló hasta 10 años más tarde. Desde un principio se concibió sobre la base de que el/la agricultor/a mantendría ciertos usos tradicionales o introdu-ciría métodos productivos no dañinos para la biosfera, y a cambio recibiría un trato favorable de tipo económico o administrativo, una ayuda directa, o ciertos servicios a las explotaciones, como asesoramiento y formación es-pecífica para el personal que trabajara en la misma. En la actualidad el CARB establece compensaciones a los/as agriculto-res/ as por su contribución al mante-nimiento del paisaje y la creación de externalidades positivas a favor de otros sectores. Ayuda a las explo-taciones familiares con la voluntad de incentivar conductas y prácticas agrarias respetuosas con el entorno y compatibles con los principios del desarrollo sostenible y de la Reserva de la Biosfera. De modo secundario, promueve la diversificación de actividades para ex-plotaciones lácteas y productoras de queso no rentables, mostrando otras oportunidades para el sector agrario local. También ha logrado fortalecer el asesoramiento a las explotaciones y agricultores/as, dotándolos de una mayor capacidad de adaptación frente a los cambios. El CARB se firma de modo individual con cada explotación, de modo que sin apartarse de los objetivos genera-les perseguidos, es posible atender las características concretas de aquella. Para la realización del diagnóstico pre-vio, el asesoramiento para la selección e implementación de los compromi-sos, y para el seguimiento del contra-to, las explotaciones pueden recurrir a las entidades de asesoramiento reco-nocidas por la autoridad regional, de modo que para acceder al CGE cata-lán es preciso contar con el apoyo de una entidad inscrita en el Registro de entidades de asesoramiento de Cata-luña al nivel integral agrario y rural, y suscribir al menos, 1 compromiso del área de gestión sostenible de la activi-dad agraria; además de satisfacer los compromisos generales obligatorios: mantener la actividad agraria du-rante el periodo de vigencia del contrato; cumplir las exigencias de la condi-cionalidad, entre los que se incluye la trazabilidad como requisito legal de gestión en materia de seguridad alimentaria; contratar los seguros agrarios se-ñalados como obligatorios según la orientación técnico económica de la explotación; realizar la formación homologada correspondiente, en función de la orientación productiva de la explo-tación y el proyecto que se quiere desarrollar; llevar la contabilidad de la explota-ción. Pero sin lugar a dudas, el referente nacional en materia de contratos de explotación es el Contrato Agrario de la Reserva de la Biosfera de Menorca [CARB] promovido por el Consell Insular de Menorca. tres principales Ejes de actuación del FEADER [1 mejora de la compe-titividad de la explotación; 2 gestión sostenible de la actividad agraria –in-cluidas medidas agroambientales–; 3 diversificación de la economía y calidad de vida en zonas rurales]. La persona titular de la finca debe es-coger entre las medidas habilitadas para cada una de estas áreas, en función de las características de su explotación y su diagnóstico econó-mico, medioambiental y social. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 56 conservación de un valor o conjunto de valores concretos y significativos de su entorno, y pueden ser tan diver-sas como una asociación de vecinos, una organización conservacionista, una fundación, un ayuntamiento u otra entidad pública. Esta concertación so-cial entre intereses sociales y particu- La custodia es una herramienta similar a los contratos de explotación, pero se diferencia de aquel en que introduce un elemento participativo en la conserva-ción del patrimonio natural y cultural de un territorio, al involucrar a la sociedad civil en la conservación a través de la iniciativa privada y voluntaria. Este enfoque es relevante en la me-dida en que la mayor parte de los terrenos en los que existen valores naturales, paisajísticos o culturales, son propiedad privada y están gestio-nados desde el interés particular, por lo que es importante implicar y dar apoyo a los/as titulares de las fincas para lograr el objetivo marcado: con-servar una especie, frenar la degrada-ción de un paisaje, o evitar la desapa-rición de un elemento característico del patrimonio arquitectónico local, por ejemplo. La custodia, en cualquier caso, no per-sigue reemplazar las políticas de con-servación, ni sus instrumentos, sino tan sólo complementarlas a través de la concertación social. Los acuerdos de custodia se formali-zan voluntariamente, por escrito o no, entre la persona gestora/propietaria de una finca y la entidad de custo-dia, organización pública o privada sin ánimo de lucro, que lleva a cabo ini-ciativas que intervienen activamente en la conservación del territorio me-diante las técnicas de custodia. Estas entidades se movilizan en torno a la El contrato comprende una batería de compromisos obligatorios no re-munerados [formación; llevar un cua-derno de explotación con las actua-ciones realizadas; seguir el plan de abonado elaborado por los técnicos del Consell Insular; gestionar correc-tamente los residuos generados en la finca], a los que deben sumarse los compromisos voluntarios esco-gidos por el/la interesado/a en un menú de 26 posibilidades agrupadas en 5 ejes: E1: Medioambiente, paisaje y me-dio rural. E2: Recursos naturales y su apro-vechamiento. E3: Procesos productivos y activi-dad agraria. E4: Uso de energías alternativas. E5: Diversificación de actividades en la explotación. Se exige que la selección de compro-misos voluntarios sea coherente con el diagnóstico previo de la explota-ción y las recomendaciones técnicas emitidas. Estas medidas se han ido comple-tando con el tiempo, y así, se ha reforzado su vinculación con los acuerdos de custodia formalizados por el colectivo ecologista GOB Me-norca en diversas fincas de la isla; y se ha introducido una medida espe-cífica para fomentar la contratación de mujeres que ya trabajan en la explotación. Custodia del territorio Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 57 apoyo de grupo de voluntarios para llevar a cabo determinadas tareas, promoción de los productos de la fin-ca bajo el sello de custodia, e incluso, aunque no es el caso de España de momento, el acceso a desgravaciones o incentivos fiscales en los impuestos vinculados a la finca. de c
Click tabs to swap between content that is broken into logical sections.
Calificación | |
Título y subtítulo | Buenas prácticas agrarias a favor de la biodiversidad: guía práctica |
Autor principal | Reyes Naranjo, Eugenio |
Autores secundarios | Melián, Alejandro |
Entidad |
Asociación de Agricultura Ecológica Tierra Fértil Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria |
Tipo de documento |
Libro |
Lugar de publicación | Gran Canaria |
Editorial | AIDER Gran Canaria |
Fecha | 2011 |
Páginas | 136 p. |
Materias |
Biodiversidad Agricultura Buenas Prácticas Guía Gran Canaria |
Enlaces relacionados | http://www.aidergc.com/ |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 15044306 Bytes |
Procedencia | AIDER Gran Canaria |
Texto | BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA www.aidergc.com 3 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA p g Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural Europa invierte en las zonas rurales 4 EDITA Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER-G.C.) TEXTO Asociación de Agricultura Ecológica Tierra Fértil Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER-G.C.) FOTOGRAFÍAS Asociación de Agricultura Ecológica Tierra Fértil Archivo fotográfico de AIDER-G.C. Jardín Botánico Viera y Clavijo Alejandro Melián Mónica Rodríguez REVISIÓN DEL TEXTO Eugenio Reyes Naranjo DISEÑO Y MAQUETACIÓN Ágora Artes Gráficas IMPRESIÓN Ágora Artes Gráficas DEPÓSITO LEGAL G.C. 431-2011 PRIMERA EDICIÓN Noviembre 2011 La protección de la biodiversidad y los ecosistemas debe ser una prioridad en nuestra búsqueda por construir una economía mundial más fuerte, segura y limpia. Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) Informe Planeta Vivo Aso Aso 5 IV. ANEXOS ANEXO 1: LISTADOS RELATIVOS A LAS AVES ANEXO 2: PLANES DE ESPECIES AMENAZADAS DE CANARIAS ANEXO 3: VARIEDADES VEGETALES AUTÓCTONAS EN RIESGO DE EROSIÓN GENÉTICA ANEXO 4: DOCUMENTOS DE REFERENCIA PRESENTACIÓN I. MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO INTRODUCCIÓN ESTADO DE SITUACIÓN BIODIVERSIDAD Y AGRICULTURA RESPONSABILIDAD AMBIENTAL DE AGRICULTORES/AS Y GANADEROS/AS II. CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN LAS EXPLOTACIONES MEDIDAS DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN Y OTROS INSTRUMENTOS DE LA UE REDES DE SEMILLAS ASOCIACIONES DE RAZAS AUTÓCTONAS CONTRATOS DE EXPLOTACIÓN CUSTODIA DEL TERRITORIO OTRAS HERRAMIENTAS III. GUÍA PARA EL MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD EN CAMPO PRINCIPIOS GENERALES DE ACTUACIÓN MALAS PRÁCTICAS A ERRADICAR BUENAS PRÁCTICAS A FAVOR DE LA BIODIVERSIDAD ÍNDICE DE CONTENIDOS BIODIVERSIDAD BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS a favor de la GUÍA PRÁCTICA Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 6 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 7 Las personas que trabajan en agricultu-ra, ganadería y el sector forestal son en buena parte, responsables inmediatas de la gestión de la biodiversidad “domesti-cada” y por la propia naturaleza de su acti-vidad, sus acciones ejercen una influencia directa en la biodiversidad silvestre. Por desgracia, la tendencia a la intensifica-ción de las actividades primarias no benefi-cia ni potencia la biodiversidad, más bien al contrario. Prácticas habituales, como la siembra de cultivares híbridos y variedades foráneas, y la explotación de razas ganade-ras de limitada base genética, raramente adaptadas a las condiciones y ecosistemas locales, han desembocado no sólo en una pérdida de diversidad genética, sino en la desaparición de los conocimientos locales asociados a su manejo. Por otro lado, la inadecuada utilización de sustancias quími-cas en la agricultura moderna (plaguicidas, abonos industriales, medicamentos vete-rinarios,…), y otras costumbres como los desbroces indiscriminados o la quema de rastrojos, pueden provocar severas altera-ciones en la biología de las especies silves-tres, e incluso su muerte. En el marco de la PAC se han instrumentado medidas tendentes a paliar los efectos ne-gativos de la agricultura sobre la biodiversi-dad. Algunas de carácter disuasorio, como las normas de Condicionalidad que incluyen requisitos legales de gestión específicos en relación a la conservación de aves silvestres, y de hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres; así como las buenas condiciones agrarias y medioambientales relativas a la prevención del deterioro de hábitats. Otras en cambio, promueven acciones en positivo a favor de la diversidad biológica, destacando las medidas agroambientales y en particular, el fomento de la produc-ción integrada y ecológica y la conser-vación de la biodiversidad genética en la agricultura. Este conjunto de medidas establece un marco general de actuaciones correctas en las que se ven implicadas normas di-versas (Directiva de hábitats, Directiva de aves silvestres, Directiva marco del agua, Directiva de Nitratos,…), y ámbitos de conocimiento dispares (conservación de especies silvestres, recursos genéticos en la agricultura, fertilidad de los suelos, funcionamiento de ecosistemas,…). La particularización de todas ellas para su acertada aplicación a nivel de explotación se convierte así, en una ardua tarea que exige no sólo el entendimiento de todo lo anterior, sino ante todo, un profundo conocimiento de las condiciones y de las prácticas y los sistemas agrarios locales. El objetivo que inspira esta guía es precisa-mente facilitar esta labor, proporcionando a los/as agricultores/as, ganaderos/as y ges-tores/ as silvícolas locales un manual que incluya algunas sugerencias en referencia a cómo preservar la diversidad biológica (silvestre y agraria) y prevenir la contami-nación, en sus actividades cotidianas. Confiamos en la utilidad del documento que presentamos, y esperamos que en un futuro próximo esta contribución se vea enriquecida con la aportación de todas aquellas personas preocupadas y comprometidas en la conservación de la riqueza biológica de nuestro territorio. Reciba un afectuoso saludo, AIDER Gran Canaria PRESENTACIÓN ad. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 8 9 MARCO CONCEPTUAL Y NORMATIVO La agricultura europea del siglo XXI se enfrenta al triple reto de: asegurar la producción de alimen-tos sanos y nutritivos para una población cada vez más numerosa [según estimaciones de la ONU en el año 2050 habitarán el planeta 9.000 millones de personas]; proporcionar servicios ambientales al conjunto de la sociedad, en el senti-do de contribuir a la lucha contra el cambio climático y garantizar funcio-nes ecosistémicas básicas [ciclo del agua, fertilidad de los suelos, sumi-dero de carbono,…]; y por último, promover las economías locales en el sentido de contribuir a generar valores tangibles e intangibles en el territorio [productos locales, pai-saje, cultura local,…]. La revisión de las Directrices Comu-nitarias de Desarrollo Rural efectuada en el año 2009 ya introdujo estos re-tos estableciendo nuevas prioridades en la UE, entre las que junto a la ges-tión del agua, el cambio climático y las energías renovables, entre otros, se incorporó la biodiversidad; a resultas de lo cual ha podido beneficiarse de los fondos adicionales para el desarro-llo rural procedentes del Chequeo de la PAC y del Plan de Recuperación Eco-nómica. Se ha estimado, en base a las modificaciones de los consiguientes Programas de Desarrollo Rural, que la biodiversidad será la destinataria de alrededor de 1/3 de los nuevos fondos disponibles1. Hay razones más que suficientes para que la biodiversidad constituya una prioridad absoluta en Canarias, región integrante de la Macaronesia que se caracteriza por ser referente mundial en la materia. Su situación geográfica y accidentado relieve vol-cánico han dado lugar a una profusa variedad de paisajes, hábitats y eco-sistemas; y su condición insular ha favorecido procesos evolutivos que 1 Fuente: “El papel de la política de desarrollo rural en la lucha contra el cambio climático: las iniciativas de los PDR relacionadas con el clima”. Artículo aparecido en la Revista Rural de la UE nº 4 Mayo 2010. Red Europea de Desarrollo Rural. Introducción 1 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 10 han originando nuevas especies ani-males y vegetales exclusivas de las islas. En palabras de EME2, “…la bio-ta canaria se puede considerar como la más biodiversa de la que se pueda encontrar en cualquier otra unidad administrativa española o de la Unión Europea. Tampoco hay que olvidar que el archipiélago canario posee un coar-cervo de culturas y tradiciones únicas en el mundo.” A este respecto, el Comité de las Re-giones en su Dictamen “Programa Life – acciones futuras” [2011/C 259/10] llama la atención sobre el caso parti-cular de las regiones ultraperiféricas (RUP), que aportan la mayor contribu-ción neta a la biodiversidad de todo el 2 Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España (2011). Síntesis de resultados. territorio de la Unión Europea, cuentan con más de 200 lugares de importan-cia comunitaria (LIC) dentro de la Red Natura 2000 y son regiones imprescin-dibles para el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad. Por otro lado, el informe “La situación del Mundo 2011” realizado con la con-tribución de expertos/as agrícolas y publicado por el Instituto Worldwatch de Washington, no duda en introducir la “biodiversidad local de los alimen-tos” entre las 15 medidas sostenibles que acompañan al documento, y que en opinión de sus autores/as han de-mostrado su eficacia en la lucha contra la pobreza y el cambio climático en los últimos años3. 3 Fuente: noticia elaborada por Europa Press /MADRID aparecida en Canarias 7 de fecha 05 de mayo de 2011. Todo ello da cuenta de la importancia que adquiere la biodiversidad en la agenda política en general y en el de-sarrollo rural en particular; de hecho, ya desde la formulación de la estrategia europea en materia de biodiversidad (1998) se consideró prioritario para la elaboración de los planes de desarrollo rural, la “formulación de una estrate-gia regional para la biodiversidad que supusiera una mejora de la agricultura diseñando medidas de aplicación que atendieran a la situación ambiental a escala geográfica adecuada”. En este sentido, la presente guía de campo entronca directamente con la estrategia europea en materia de biodiversidad en el sentido de avan-zar hacia el “desarrollo de directrices o códigos que definan las buenas prácticas agrícolas con respecto a la Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 11 la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad com-prende igualmente la variedad de eco-sistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta. A los anteriores puede añadirse con sentido la biodiversidad cultural. Los trabajos sobre diversidad biológi-ca están incorporando el estudio, el fomento y la protección de la biodiver-sidad cultural, además de la biodiver-sidad específica, de ecosistemas y de la genética. Eugenio Reyes Naranjo5 define la Bio-diversidad Cultural como diversidad de saberes que los seres humanos han desarrollado a través de la historia en su relación con la biodiversidad Esto incluye creencias, mitos, sueños leyendas, lenguaje, conocimientos cien-tíficos, actitudes psicológicas en el sen-tido más amplio posible, manejos apro-vechamientos, disfrute y compresión de entorno natural. Se trata de comprender la evolución biológica teniendo en cuenta todos los aspectos de la intervención humana. En términos de la Comunicación de la Comisión, de 22 de mayo de 2006, «Detener la pérdida de biodiversidad para 2010 y más adelante», la biodi- 5 BANCO DE SABERES de la Región Macaronésica. biodiversidad” en Canarias, y de “pre-parar a los agricultores para la reorien-tación cualitativa de la producción, la aplicación de prácticas de producción compatibles con el mantenimiento y la mejora del paisaje, la protección del medioambiente, etc.”. Porqué es importante la biodiversidad Hoy en día el término biodiversidad ha cobrado suma importancia dado el proceso de globalización que sufri-mos. La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cul-tural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interde-pendencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Sin embargo, este proceso de acercar a todo el mundo, sobre todo al mundo occidental, pro-ductos y servicios de otros lugares del planeta está acarreando graves con-secuencias en el ámbito de la diversi-dad biológica, e incluso, la diversidad cultural. Biodiversidad o diversidad biológi-ca es, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica4, el tér-mino por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre 4 Convenio de Río de Janeiro de 1992 sobre la diversidad biológica. versidad integra el conjunto de es-pecies, ecosistemas y su patrimonio genético, y queda definida por la variedad y por la variabilidad de sus elementos. En otras palabras, y tal y como establece el Convenio de Bio-diversidad, se trata de la variedad de vida y sus procesos. Todos los niveles de la diversidad biológica son, por tanto, necesarios para la supervivencia de especies y comunidades naturales, y todos son importantes para los seres humanos. La diversidad de especies representa la gama de adaptaciones evolutivas y ecológicas de las especies a am-bientes particulares, de manera que proporciona al hombre recursos y al-ternativas a los recursos (por ejemplo, un bosque típico de Canarias es la laurisilva, que se caracteriza por una alta diversidad de especies de árbo-les, que han servido como material de construcción a nuestros antepasados, y que podrían tener usos medicinales importantes hoy en día). Por otra parte, todas las especies precisan de diversidad genética para mantener su vitalidad reproductora, resistencia a las enfermedades, y ca-pacidad de adaptación a condiciones cambiantes (la diversidad genética en las plantas y en los animales do-mésticos es de particular interés para mantener y mejorar las especies agro-ganaderas actuales). Por último, la diversidad a nivel de comunidad representa la respuesta colectiva de las especies a diferen-tes condiciones ambientales (en Ca-narias, las comunidades biológicas de tabaibales-cardonales o pinares Estado de situación Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 12 Europea. En los países en desarrollo, son imprescindibles para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Mi-lenio, que es un programa desarro-llado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que intenta, entre otras medidas, garantizar la sostenibilidad del me-dio ambiente, o erradicar la pobreza extrema y el hambre. En conclusión, las contribuciones ecosistémicas que nos brinda la biodiversidad en su conjunto son la base del bienestar humano. No sólo proporciona alimentos, materiales constructivos y medicinas, sino que además es vital para la regulación del clima y de la calidad del aire, el suelo y el agua; para la protección contra desastres naturales, la ero-permiten el mantenimiento de las funciones del ecosistema, como el control de inundaciones, la protec-ción contra la erosión del suelo, o la filtración del aire y del agua). Podemos hacernos ahora dos pre-guntas: ¿tiene importancia que pro-voquemos la extinción de un número creciente de especies?; ¿no pueden el ingenio humano y la tecnología susti-tuir a los servicios de los ecosistemas perdidos? La disminución del número de espe-cies y hábitats naturales preocupa a muchas personas que, por motivos éticos, consideran que no tenemos derecho a influir en el destino de la na-turaleza. Concretamente, se aprecia la naturaleza como una fuente de pla-cer e inspiración. Aunque resulta difícil cuantificar esta valoración, constituye la base de gran parte de nuestro sec-tor turístico y recreativo. Desde un punto de vista económi-co, la biodiversidad beneficia a las generaciones actuales y futuras merced a los servicios de los eco-sistemas: producción de alimentos, combustibles, fibras y medicamen-tos, regulación del ciclo del agua, del aire y del clima, mantenimiento de la fertilidad del suelo y ciclo de los nutrientes,... Es difícil asignar un valor monetario concreto a estos servicios a esca-la mundial, pero se estima que re-presentan varios cientos de miles de millones de euros al año. Estos servicios sustentan el crecimiento, el empleo y el bienestar en la Unión Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 13 sión y las enfermedades; y para el reciclado de desechos o la poliniza-ción de cultivos. Aun así, según la Evaluación de Eco-sistemas del Milenio (programa de trabajo internacional diseñado para satisfacer la necesidad de los to-madores de decisiones y el público con información científica sobre las consecuencias de los cambios en los ecosistemas para el bienestar humano y las opciones de respuesta frente a esos cambios), alrededor de dos tercios de los servicios de los ecosistemas mundiales están en declive por la explotación excesiva y la disminución de la diversidad de las especies, que garantiza su esta-bilidad. La prueba de este declive se observa, por ejemplo, en el agota-miento de las poblaciones de peces, en la pérdida extendida de la ferti-lidad del suelo, el hundimiento de las poblaciones de polinizadores y la capacidad reducida de los ríos para contener las inundaciones. Existen límites a la capacidad del ingenio humano y de la tecnología para sustituir a ese sistema natural en que se sustenta la vida, e inclu-so cuando se consigue, el coste es superior al de preservar de entrada la biodiversidad. Cuando se superan ciertos límites, resulta muy difícil o imposible recuperar los ecosiste-mas, de manera que la extinción es definitiva. En última instancia, la hu-manidad no podrá sobrevivir sin ese sistema de apoyo a la vida. En consecuencia, la preocupación por la biodiversidad es parte esen-cial del desarrollo sostenible, en la medida en que su conservación sustenta la competitividad y el crecimiento del empleo, y mejora nuestras condiciones de vida, de manera que existen dos tipos de ra-zones principales por los que debe ser protegida: por su valor intrínseco: la natura-leza es fuente de vida, de placer e inspiración, y constituye la base de numerosas actividades recrea-tivas, turísticas y culturales; por ser la principal proveedora de servicios de los ecosistemas6: la naturaleza nos proporciona los ele-mentos necesarios para nuestra vida y nuestro bienestar (alimen-tos, medicamentos, agua, aire, etc.); servicios naturales esencia-les que no siempre pueden ser pro-vistos por el ingenio y la tecnología humanos. 6 Conjunto de servicios prestados por los ecosistemas, como p.e., producción de alimentos, combustible, fibras y medicamentos, la regulación del ciclo del agua, la composición del aire y la regulación del cima, el mantenimiento de la fertilidad del suelo y el ciclo de los nutrientes. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 14 3. Por último, desde un punto de vista económico, la biodiver-sidad sustenta el crecimiento, el empleo y el bienestar huma-nos; y afecta al PIB en tanto que factor de producción para la elaboración de productos de consumo y factor determinante de los precios. En el caso europeo las produc-ciones agrarias obtienen un be-neficio económico directo de la diversidad biológica presente en los campos, no sólo porque se calcula que de las 1.200- 1.300 especies de plantas en-démicas objeto de aprovecha-miento comercial en Europa, el 90% crece de forma natural7; sino porque su presencia en nuestros campos condiciona una mayor rusticidad y produc-tividad biológica en la agricul-tura y silvicultura. 7 Publicado en la Revista Rural de la UE – Revista de la Red Europea de Desarrollo Rural nº 3 de enero 2010. La diversidad biológica es impor-tante desde un triple punto de vista: 1. Desde un punto de vista ambien-tal, la biodiversidad beneficia a las generaciones actuales y futu-ras merced a las aportaciones de los ecosistemas: producción de alimentos, combustibles, fibras y medicamentos, regulación del ci-clo del agua, del aire y del clima, mantenimiento de la fertilidad del suelo y ciclo de los nutrientes. Estas funciones son la base del bienestar humano, y en los paí-ses en desarrollo su importancia es vital para alcanzar los Objeti-vos de Desarrollo del Milenio. 2. La disminución del número de especies y hábitats naturales es también un factor de preocupa-ción por motivos éticos, si se toma en consideración la legiti-midad de la especie humana para influir en el destino del conjunto de la naturaleza. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 15 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 16 degradación de los hábitats y de ex-tinción de las especies, identificando las siguientes amenazas concretas sobre la diversidad biológica en nues-tro entorno próximo: La modificación de los usos de los suelos, que provoca alteraciones importantes, el declive y la pérdida de diversidad en hábitats natura-les y seminaturales a causa de las perturbaciones, la degradación, la contaminación y la introducción de especies. Este cambio de asignación se debe principalmente al crecimiento de-mográfico y al aumento del con-sumo per cápita (dos factores que Amenazas sobre la Biodiversidad Es evidente que la pérdida de diversi-dad biológica no sólo afecta a todo el planeta, sino que es un proceso que se ha acelerado en las últimas décadas. Una de las principales aportaciones de la Evaluación de los Objetivos del Milenio es la confirmación de que la especie humana es, a día de hoy, la mayor amenaza que se cierne sobre la diversidad biológica del planeta. Ello se debe a la presión que las socieda-des humanas ejercen sobre sus recur-sos naturales y ecosistemas para satisfacer sus propias nece-sidades; que obviamente no son las mismas en todas las regiones del planeta. De hecho, se estima que el 20% de la pobla-ción que habita en los países más desarrolla-dos, “consume” el 80% de los recursos dispo-nibles. La reducción y ex-tinción de especies, hábitats, ecosistemas y genes, además de ser negativa por sí misma, tiene consecuencias negativas para el desarrollo de las poblaciones hu-manas, ya que como se dijo, la biodi-versidad constituye la base de nuestra supervivencia y bienestar. Las Autoridades Europeas han califi-cado de alarmante la magnitud de la van a seguir intensificándose en el futuro y crear aún más presión). En el entorno de la Unión Europea este incremento será especialmente notable en relación a la demanda de infraestructuras de alojamiento y transporte. A esta modificación de usos se une una explotación y una ordenación inadecuadas. El cambio climático, que destruye algunos hábitats y ciertos organis-mos vivos, perturba los ciclos de reproducción, empuja a los organis-mos móviles a desplazarse, etc. De hecho, los efectos del cambio climático son ya patentes en aspectos como la modifi-cación de las pautas de distribución, migra-ción y reproducción de numerosas especies, o en al-teraciones feno-lógicas en plan-tas cultivadas, por ejemplo. En Europa, se espera que el au-mento de la tem-peratura media de aquí a 2100 oscile entre 2°C y 6,3°C con respecto a las temperatu-ras de 1990, lo que afectaría profundamente a la biodiversidad, de modo que es prioritario el apoyo a la adaptación de esta al cambio climático, garantizando a su vez que las medidas de mitigación y adaptación no sean perjudiciales para la diversidad biológica. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 17 Existen otros importantes fac-tores de presión que a menudo actúan conjuntamente, y cuya importancia relativa varía de un lugar a otro: - sos biológicos; - ción de especies exóticas invasivas; - ral y de los hábitats; - mercio europeo, que intensifica Diversos estudios han demostrado claramente los vínculos entre las prácticas agrarias, principales ges-toras de buena parte del territorio, y la biodiversidad. Por un lado, la diversidad de los eco-sistemas agrarios (o agrosistemas) son el resultado de los sistemas de cultivo, de los ecosistemas más am-plios en los que se sustentan aquellos, y el manejo del agua. Los elementos integrantes de estos conjuntos pue-den combinarse y originar otros mixtos que enriquecen la biodiversidad mol-deando un entorno seminatural donde a menudo han sobrevivido especies endémicas y amenazadas. Este es el caso del mosaico de campos cultiva-dos y las lindes demarcadas por setos o hileras arboladas que proporcionan refugio y constituyen fuentes de ali-mentos para ciertos individuos de la flora, la fauna y la microfauna; así como de un gran número de especies de plantas e insectos que dependen de pastos seminaturales. la presión sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosiste-mas en los países en desarrollo y en la Unión Europea, al incre-mentar la demanda de recursos naturales, contribuir a las emi-siones de gases de efecto in-vernadero (por efecto del trans-porte principalmente) y facilita la propagación de las especies exóticas invasivas; - dad a la hora de reconocer el valor económico del capital na-tural y de los servicios de los ecosistemas). En conclusión, para proteger el futu-ro de la naturaleza, por su valor in-trínseco y por sus contribuciones a nuestro bienestar, es urgente dete-ner los ataques a los ecosistemas, que en Europa han sufrido una inten-sa fragmentación debido al impacto de las actividades humanas (entre ellas algunas prácticas agrarias), de los cambios de usos del suelo y su ocupación por el desarrollo de infraestructuras, la urbanización y el turismo de masas, así como de la contaminación del aire y del agua. Biodiversidad y agricultura: Agrodiversidad Detalle de finca de agricultura ecológica donde se aprecia cultivos y vegetación auxiliar. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 18 La agricultura de baja intensidad mantiene las especies silvestres y domesticadas de plantas y anima-les, las variedades o razas. Gra-cias a la selección de especies de plantas y animales domesticadas, también desarrolla su variabilidad intraespecífica (por ejemplo, selec-ción de razas ganaderas adaptadas a condiciones de aridez). En otros casos, la agricultura con-serva ecosistemas específicos que desaparecerían si se abandonara su práctica. La limpieza del sotobosque y de la maleza por las cabras en zo-nas de difícil acceso, la prevención de la erosión frente a la acción del agua y del viento gracias a la cubier-ta vegetal, o el mantenimiento de la diversidad de la flora en pastos se-minaturales gracias al pastoreo, son buenos ejemplos de los beneficios que la agricultura comporta para la biodiversidad. A su vez, la diversidad biológica es un factor decisivo en las actividades agrarias: es la base de los diferentes procesos biológicos aplicados en agri-cultura, y permite a los agricultores producir alimentos y productos no ali-mentarios, además de servicios. A pesar de que en las últimas décadas hemos asistido a la concentración de la producción de alimentos sobre la base de un serie limitada de cultivos y ga-nados, la adaptación y mejora genética para lograr producciones viables y con rendimientos adecuados en diversos entornos (a veces duros, como el caso de la adaptación a la aridez), han hecho posible lograr un nivel aceptable de se-guridad alimentaria en Europa. De este modo, la utilización de la biodiversidad en la agricultura permite crear nuevas variedades y semillas para el logro de objetivos económicos, de salud, técni-cos y ecológicos. Paralelamente, el manejo sostenible de la biodiversidad en la agricultura tiene un impacto económico directo, en la medida en que permite adoptar prácticas de reducción de fitosanita-rios (variedades y razas resistentes, acción de insectos beneficiosos,…), de menor demanda de abonos y la-boreo del suelo por actividad biológi-ca adecuada en el mismo, e incluso, incrementando directamente los ren-dimientos de cultivo al favorecer la presencia de polinizadores. Estos beneficios mutuos e interrela-ciones se manifiestan claramente en los sistemas tradicionales de la agri-cultura europea. Abeja polinizando cultivo de calabacín. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 19 Los sistemas agrarios tradicionales Una de las características que definen a los sistemas agrarios tradicionales es su diversidad; cada cultura concre-ta su relación con el mundo rural de una manera propia y definitoria que configura un paisaje particular. Existen algunos rasgos comunes a todos ellos, como el retraso técnico y tecnológico, pero su aportación más importante es el hecho de que en el marco de estos sistemas, los/as agricultores/as son custodios de la tierra y de los recursos naturales, incluida la diversidad bioló-gica silvestre y cultivada, de la que po-seen el conocimiento necesario para su manejo y preservación. Sobre esta base, las prácticas agra-rias tradicionales de baja intensidad han forjado el paisaje rural de la UE y han influido en la variedad de especies y hábitats que lo conforman8. Entre tales prácticas, siendo además muy significativa, se encuentra la selec-ción y reserva de una parte de la co-secha o de los animales nacidos en la granja para asegurar la/s campaña/s futura/s. De esta forma, los sistemas tradicionales han logrado adaptar las especies domesticadas a las necesi-dades y condiciones de la comunidad campesina, basándose en los conoci-mientos locales. Algunos ejemplos de sistemas agra-rios tradicionales a nivel mundial son los pueblos cazadores y recolecto-res de la selva ecuatorial de África y América; la agricultura y la ganadería nómada de unos pocos pueblos en Mongolia y en las grandes sabanas de 8 Hay estudios que apuntan a que el 50% de las especies europeas, incluidas numerosas aves y mariposas poco comunes o amenazadas (indicadoras de riqueza biológica), dependen de las tierras de cultivo. África; la agricultura itinerante o cícli-ca, en la que se vuelve reiteradamen-te sobre las mismas tierras (sabanas de África); etc. Un exponente claro de estos sistemas en Canarias lo tenemos en la trashu-mancia que se practica en nuestro archipiélago desde los tiempos pre-hispánicos, cuando la ganadería era una forma de vida en ocasiones es-tratégica para la supervivencia. Esta actividad consiste en trasladar los animales en busca de pastos de costa a cumbre, de manera que en Canarias se trasladan básicamente cabras y ovejas, obligando incluso al pastor y a sus familias a mudarse con el ganado. A pesar de ser muy heterogéneos, los sistemas tradicionales comparten el hecho de que su estabilidad descan-sa, en buena parte, en la diversidad biológica que cultivan. Pero además, Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 20 directamente al campo, los gobiernos apoyaron a los productores fomentan-do el uso de estas nuevas técnicas y tecnologías agrícolas. Al principio se consideró un éxito enorme la revolu-ción, ya que con el crecimiento demo-gráfico y de la demanda de alimentos, aumentó el suministro de alimentos y sus precios se mantuvieron estables. Pero desde el decenio de 1990 se ha observado que el auge de la revolu-ción verde en la productividad tuvo un alto precio. Por una parte, se ha perdi-do una gran parte de la biodiversidad agrícola, ya que cuando los agriculto-res decidieron producir las variedades mejoradas de cultivos y de ganado, se abandonaron muchas variedades tradicionales y/o locales, que se extin-en la productividad agrícola en el mun-do en desarrollo. En esos decenios en muchas regiones del mundo, espe-cialmente en Asia y América Latina, la producción de los principales cultivos de cereales (arroz, trigo y millo) se duplicó con creces. También aumentó mucho la producción de otros culti-vos. Se debió sobre todo a que los go-biernos de los países desarrollados y los países en desarrollo invirtieron mu-cho en investigación agrícola. La cría intensiva y la selección genética per-mitieron producir variedades de alto rendimiento de cultivos y razas más productivas de ganado. También hubo grandes innovaciones en la agroquími-ca, para producir nuevos plaguicidas y fertilizantes. Para llevar la revolución estos agrosistemas se sustentan en el territorio, constituyendo la existen-cia de razas autóctonas de ganado y variedades agrícolas locales, y su manejo, la máxima expresión de las particularidades del mismo en lo que a las actividades agropecuarias se refie-re. Ambas constituyen un patrimonio colectivo que debe preservarse, so-bretodo cuando, como en el caso de Canarias, son el resultado del cruce de material genético de muy diversa pro-cedencia, y de su posterior selección, lo que ha dado lugar a efectivos con un gran potencial productivo. Entre los años 60 y 90 del siglo XX, tuvo lugar la aparición de un movi-miento conocido como revolución ver-de, de manera que hubo un gran auge Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 21 han dejado su huella en los territo-rios insulares. Esa huella que resul-ta de esta actividad humana es lo que se denomina paisajes agrarios (el término es en plural, ya que en Canarias se han conformado una pluralidad de espacios agrícolas que otorgan a estas islas de una super-ficie reducida una enorme y singular riqueza agropecuaria). Sin embargo, las importantes trans-formaciones producidas en la agricul-tura (y en el conjunto de la economía canaria) en los últimos treinta años han modificado sustancialmente los tradicionales paisajes agrarios (en ne-gativo con el abandono y en positivo con nuevas prácticas agropecuarias). El turismo de masas, el monocultivo Sin embargo, debido a los crecientes problemas que están generando los productos químicos empleados en agricultura, el monocultivo, y más recientemente los OMG (organis-mos modificados genéticamente), se hace cada vez más necesario que este tipo de agricultura comience sustituir a la agricultura convencional a escala mundial. En el caso de Canarias, la actividad agropecuaria fue el sector predomi-nante el archipiélago hasta los años sesenta del siglo XX. Las complejas relaciones que el campesino canario ha ido estableciendo con el medio físico para obtener de las prácticas agropecuarias una producción por lo menos suficiente y diversificada, guieron. Además, en muchos países el gran uso de plaguicidas y otras sus-tancias agroquímicas causó un grave deterioro del medio ambiente y puso en peligro la salud pública. Por otra parte, los sistemas agrícolas de la re-volución verde también requieren una abundante irrigación, lo que ejerce una presión enorme en los recursos hídricos del mundo. Desgraciadamente, a pesar de este aumento de la productividad agrícola, persiste el hambre en muchas partes del mundo, ya que no sólo basta con aumentar la productividad, sino que para poner fin al hambre de una vez por todas, es necesario que la pro-ducción sea sostenible. Por desarrollo sostenible se conoce a aquel que pue-de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin poner en peligro las de las generaciones futuras. Todos estos factores -el incremento, durante los aproximadamente últimos 20 años, de la demanda en la UE de productos agrarios, unido a las políti-cas de mercado aplicadas en el seno de la PAC, y los avances técnicos y tecnológicos-, han desembocado en un proceso de intensificación y espe-cialización de los sistemas agrarios que ejerce una fuerte presión sobre los recursos naturales, incluida la di-versidad biológica. Consecuentemen-te en la actualidad la agricultura tradi-cional tiende a desaparecer debido al impacto de la revolución verde, pero se mantiene porque, al fin y al cabo, está orientada al mercado local, y no a la exportación, como ocurre con los grandes proyectos agrícolas, con la agricultura intensiva. Paisaje agrario de montaña en Gran Canaria. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 22 Respecto a todo ello, el Comité Eco-nómico y Social Europeo ha afirmado en su Dictamen sobre el tema «La reforma de la Política Agrícola Co-mún en 2013», que observa con gran preocupación que entre la defensa del modelo agrícola europeo, o multifun-cionalidad, y la realidad cotidiana de las explotaciones agrarias, existe un desfase que sigue acentuándose pro-gresivamente… …Se observa una tendencia a la in-dustrialización de la agricultura. Sur-gen, por un lado, formas de explota-ción asimilables a una «americaniza-ción de la agricultura europea», mien-tras que por otro, deben cesar muchas explotaciones cuya existencia sería importante para el mantenimiento de la agricultura multifuncional. Por último, el comercio mundial de alimentos introduce nuevos facto-res de riesgo, ya que la liberaliza-ción progresiva de los mercados agrícolas expondría a la agricultura de la UE a un mayor grado de pre-sión competitiva. Con ello se favo-recería la producción agrícola en los mejores suelos, mientras que los agricultores de zonas marginales experimentarían una grave reduc-ción progresiva de sus rentas. Los consiguientes ajustes comportarían una marginación o incluso el aban-dono del uso agrario del suelo, lo que afectaría negativamente a la biodiversidad y a los paisajes de alto valor natural. Todo lo cual apunta a que es prioritario asegurar la conti-nuidad de la gestión del suelo para la conservación de la biodiversidad y las características del paisaje. reforzar la vinculación de las produc-ciones agroalimentarias con el terri-torio sobre el que se desarrollan, la introducción de nuevas razas y varie-dades de mayor rendimiento supone una doble amenaza, ya que no sólo genera la disminución de efectivos de las razas y variedades locales, en ocasiones hasta su desaparición, sino que pueden generarse procesos de cruces e hibridaciones que conlle-van la erosión genética y la pérdida de biodiversidad. del tomate y el plátano, la excesiva construcción de infraestructuras, o la introducción de especies foráneas de plantas y animales, han dado lugar a la desaparición o abandono de paisajes agrarios imprescindibles para mante-ner la biodiversidad. A pesar de que la importancia del patrimonio genético local, su conser-vación, potenciación y mejora, cobra cada vez más fuerza en el marco de las nuevas orientaciones de la Po-lítica Agraria Común, que pretende Cultivos de secano en fondo de caldera. 23 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica Cultivo de tomate manzana negra en una finca de Gran Canaria, con el objetivo de obtener semillas. CULTIVARES TRADICIONALES Y RAZAS AUTÓCTONAS Son variedades que han sido cultivadas por los/as agricultores/as durante siglos, que se han adaptado a las condiciones de las áreas de utilización tradicio-nal, y que han sobrevivido al paso del tiempo a base de traspasar el material de siembra de padres a hijos. Estas variedades están adaptadas a condiciones parti-culares de clima y suelo, y presentan resistencia frente a plagas o escasez de agua de la zona en la que se em-plean. Además, permiten la gestión de la producción por parte del agricultor, ya que gana independencia y econo-mía frente a las empresas comercializadoras de semillas (sean convencionales o ecológicas). Por último, están presentes en la cultura y gastronomía tradicionales. También son conocidas como variedades locales, y en Canarias podemos citar los ejemplos del tomate man-zana negra de Lanzarote, o la lechuga negra palmera. 24 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo APROVECHAMIENTOS AGROFORESTALES La administración pública, en cumplimiento de la Ley de Montes vigente, registra todas las autorizaciones de aprovecha-miento que otorga anualmente, tanto en montes públicos como en particulares. No existe ningún proyecto de ordenación de montes en aplicación en el archipiélago. Los aprovechamientos de los montes públicos se organizan a través de planes anuales de mejora con los correspondientes pliegos de condiciones técnicas, y en los montes particulares a través de la supervisión técnica de los aprovechamientos que se autorizan. El pinar es el bosque más extendido en nuestro archipiélago, y por lo tanto, es fruto de numerosos usos tradicionales de aprovechamiento. Existe aprovechamiento del pino insigne en Tenerife, La Palma y El Hierro que deriva de la política de tratamiento de las masas de pino insigne planteada a finales de los ochenta con el objetivo de su sustitución por especies autóctonas (como el pino canario, o sotobosque formado por jaras, codesos y otras especies de leguminosas con posible uso forrajero). Por su parte, la recogida de pinocha era una práctica muy extendida, ya que ésta se usaba como cama para el ganado (hoy en día, muchas de las subastas quedan desiertas, especialmente en aquellos lotes de difícil acceso, o bien por la creencia de que se trata de una práctica prohibida), e incluso llegan a retirarse grandes cantidades para evitar la acumula-ción de combustible forestal. La pinocha también puede emplearse como abono en seco para plantaciones de plataneras en zonas costeras, o incluso como acolchado para cultivos hortícolas (siempre teniendo en cuenta de que se trata de un material muy ácido, por lo que conviene mezclarlo con otros restos en verde). Los aprovechamientos tradicionales de fayal-brezal se han realizado tradicionalmente para obtener varas y horquetas, o para emplear ramas verdes para ganado, forraje u adornos en fiestas populares; los aprovechamientos de eucaliptos, para puntales de obra, rodrigones agrícolas y vallados; las ramas de castaño, para arqueras; etc. En La Gomera se regula la autorización para guarapear las palmeras. En Gran Canaria otro uso autorizable relacionado con el monte es la fabricación de carbón. En la mayoría de las islas se recolectan setas y hongos sin que exista ningún control por parte de la administración pública, con el riesgo añadido de que existen algunas setas tóxicas e incluso venenosas (en la Finca de Osorio, el Cabildo de Gran Canaria ha llegado a regular la recolección en un kilogramo por persona y día). Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 25 El concepto SAVN abarca paisajes con predominio de pastizales, así como paisajes caracterizados por cul-tivos tradicionales con un alto grado de heterogeneidad, formado por un mosaico de pequeñas parcelas con usos y aprovechamientos diversos, y su valor depende de estas prácticas poco intensivas y de la presencia de importantes superficies de vegeta-ción seminatural (pastizales; prados tradicionales; otros elementos que Cabe destacar la importancia que tie-ne la actividad agraria de estos siste-mas para la conservación de la biodi-versidad y los paisajes: la superviven-cia de una amplia variedad de hábitats y especies, además de contribuir a la prevención de incendios forestales, la conservación del suelo y agua frente a usos más agresivos, y a la protección del paisaje tradicional y de prácticas o elementos importantes del patrimonio cultural. Los Sistemas de Alto Valor Natural (SAVN) Estos sistemas vienen definidos en el ámbito de la Unión Europea como aquellos sistemas productivos agra-rios, ganaderos y forestales, tradicio-nalmente sometidos a usos y prácti-cas de gestión extensivas o de baja intensidad, y que son soporte de há-bitats naturales de especies silvestres de alto valor de conservación. BIODIVERSIDAD SILVESTRE LIGADA A LA AGRICULTURA Y GANADERÍA En muchos casos, los/as agricultores/as y ganaderos/as suelen ser grandes conocedores de la fauna y flora silvestre que va asociada a sus trabajos en el campo; generalmente, este conocimiento proviene de la tradición, el paso de padres a hijos, e incluso la cultura (ciertas estrofas de nuestra música tra-dicional canaria hacen referencia a la avifauna ligada a ambientes agrícolas, tal y como se demuestra en la siguiente copla). “…el mirlo canta en el monte, el capirote en la higuera, el gorrión en los trigales, y el canario donde quiera…” En cuanto a la flora silvestre, todas estas especies que acompañan a nuestros cultivos muchas veces poseen propiedades medicinales que desconocemos, y pueden llegar a curarnos un catarro, aliviarnos una quemadura, e incluso, en casos más graves, paliar los devastadores efectos de un cáncer o tumor. Escobones plantados para el ganado. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 26 temas, su papel en la percepción y conformación de la identidad local, y ante todo, su contribución al mantenimiento de la población rural, ligado a la estrecha relación existente entre explotaciones agra-rias y forestales familiares o comu-nales y las prácticas tradicionales que caracterizan a los SAVN. Desde el punto de vista económico, los SAVN presentan una escasa rentabilidad económica en sí mis-mos, por lo que se encuentran ame-nazados por un proceso paralelo de abandono y de intensificación de de estos sistemas, contribuyen asi-mismo a la configuración de los pai-sajes rurales tradicionales. Paralelamente, favorecen el man-tenimiento y la recuperación de la diversidad genética de razas gana-deras y especies y variedades de plantas de cultivo, así como espe-cies silvestres de utilidad en pastos (mejor adaptadas a las condiciones locales y capaces de aprovechar más eficientemente los recursos disponibles), algunas de ellas en peligro de extinción. En cuanto a su valor social, son tres los aspectos destacables: los conocimientos tradicionales de manejo sostenible de los ecosis-albergan flora y fauna silvestres: bar-bechos, linderos, ribazos, sotos, etc.). Según la Agencia Europea del Medioambiente, las tierras de culti-vo de alto valor natural asociadas a la agricultura tradicional o de baja in-tensidad y escasa productividad eco-nómica predominan en los Estados miembro del sur de Europa (p.e. las dehesas españolas o en buena parte, la agricultura de montaña) y en las zo-nas esteparias del Este europeo. Un ejemplo de SAVN en Canarias lo tenemos en las fincas o huertos con producción ecológica, ya que integran perfectamente una forma de hacer agricultura respetuosa con el medio ambiente, y cuidan al máximo el en-torno que les rodea, llegando incluso a hacer uso de plantas autóctonas cer-canas al cultivo para atraer insectos polinizadores, como puede ser el caso de la retama blanca, o a fomentar la ayuda de pájaros silvestres que cola-boran en el control de las plagas. Los SAVN hacen una triple contribu-ción ambiental, económica y social que justifica su pervivencia y los es-fuerzos que se invierten en ellos: En el plano ecológico, los SAVN son imprescindibles para la conserva-ción de la biodiversidad, la preser-vación de los recursos naturales, la reducción del riesgo de incendios, y para asegurar la conectividad entre ecosistemas y espacios naturales protegidos permitiendo la adapta-ción de las especies a los efectos del cambio climático. Los hitos pai-sajísticos o culturales, o por ejemplo los cultivos en mosaico, tan propios Paisaje agrario en espacio natural. Las terrazas evitan la pérdida de suelo fértil. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 27 a la gastronomía local y pueden dar lugar a productos agrarios de gran ca-lidad para mercados locales y a mayor escala. Además, los valores que alber-gan (paisaje, gastronomía, prácticas tradicionales como la trashumancia) son la base de numerosas actividades emergentes de desarrollo rural, como la elaboración de productos de valor añadido o distintas orientaciones de turismo rural (de naturaleza, gastronó-mico, ornitológico, etc.). En España, de momento, la Dirección General del Medio Natural y Política Forestal del MARM en colaboración con el CSIC ha realizado un primer estudio sobre la modelización de las áreas agrarias y forestales -del que de momento han sido excluido las comunidades insulares por presentar particularidades específicas-, con el fin de caracterizar los Sistemas de Alto Valor Natural, que aúnan usos y prácticas de gestión de baja inten-sidad y que son soporte de hábitats naturales de especies silvestres de alto valor de conservación. fertilizantes de síntesis o fitosanita-rios, lo que se traduce en menores costes de explotación. Por otro lado, su carácter extensivo les hace de-pendientes en ciertos casos de la existencia de mano de obra. Una parte de las producciones obteni-das en estos SAVN están vinculadas prácticas agrarias. Sin embargo, el tipo de prácticas que los caracteri-zan -reposición natural de nutrientes en el suelo, control preventivo de plagas y enfermedades, etc.-, así como la frecuente integración entre actividad agrícola y ganadera que presentan, hacen que su aprove-chamiento tenga una menor depen-dencia de insumos externos, como Los SAVN son ante todo, proveedores de un conjunto de bienes y servicios am-bientales -protección de la calidad del aire y las aguas, polinización y el control de plagas, prevención de los incendios y de la erosión, mantenimiento de la fertili-dad de los suelos, etc.-. Estos servicios son de carácter público y no están ade-cuadamente remunerados por el merca-do ni por la sociedad, por lo que con el fin de garantizar su prestación deberían ser apoyados con políticas públicas activas. Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 28 a la mejora del autoabastecimiento alimentario. Los ecosistemas agrícolas ricos en biodiversidad ofrecen una variedad de alimentos que pueden ser utilizados para garantizar su suministro y mejo-rar la nutrición, ampliando la base ali-mentaria y diversificando la dieta9. Por su parte, la diversificación en la finca mediante la siembra de diferentes cul-tivos, e incluso diferentes variedades de un mismo cultivo, proporciona al 9 No debe olvidarse que, aunque de causas complejas, en gran medida la malnutrición tiene su origen en la simplificación general de la dieta alimenticia. gestionan de forma activa, y muchos de sus componentes no sobrevivirían sin esta intervención humana, de modo que estos conocimientos tradi-cionales vinculados a la cultura local, forman parte de la gestión de la biodi-versidad agraria. La biodiversidad agraria constituye un eje indispensable por su papel en la conservación y mantenimiento del medio rural, y por ser fuente de re-cursos alimenticios, lo que está muy ligado a la visión de nuevas prácticas sostenibles y debe vincularse a la idea del aumento de la producción local y Biodiversidad agraria La agrodiversidad o biodiversidad agraria constituye una subclase de diversidad biológica esencial para satisfacer las necesidades de alimen-tación de la especie humana. Incluye además de las especies y variedades o razas cultivadas, aquellos compo-nentes que apoyan la producción de servicios de los ecosistemas agra-rios, y con ellos la producción, como por ejemplo las lombrices y hongos que contribuyen a la disponibilidad y al ciclo de nutrientes de las plantas a través de la desintegración y descom-posición de los materiales orgánicos. Por otro lado, los/as agricultores/as la Ejemplo de la diversidad de productos recolectados en una finca de agricultura ecológica. 29 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica agricultor/a un seguro para sobrevivir a posibles incidencias climáticas, fito-sanitarias o zoosanitarias, etc. La diversidad de las plantas y animales usados en agricultura es el resultado del manejo humano sobre la biodiver-sidad para procurarse alimentación, nutrición y remedios medicinales. La diversidad dentro de las especies, por su parte, se debe a la selección efectuada por los/as agricultores/as desde los inicios de la agricultura, en función de ciertos rasgos específicos de respuesta a determinadas condi-ciones ambientales o de producción, de modo que una de las principales características de las especies cul-tivadas y domesticadas de las que depende el ser humano, es precisa-mente, su capacidad para adaptarse y prosperar en una amplia gama de condiciones ambientales. Detalle de variedad local de Arveja Negra que se intenta recuperar por agricultores ecológicos. Esta pluralidad de animales do-mesticados y criados, y de plantas seleccionadas durante milenios constituyen la base de los recursos genéticos a los que la humanidad puede recurrir ahora, y en un futuro, para proveerse de alimentos. Ras-gos genéticos como la resistencia a plagas, enfermedades y parásitos, a la sequía e inundaciones, a tem-peraturas extremas, etc., son recur-sos imprescindibles para garantizar la adaptación de estas especies, y garantizar la alimentación humana y otros beneficios de la agricultura, en un escenario de alta incertidumbre como el que se perfila a consecuen-cia del cambio climático. 30 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo Agricultura y pérdida de biodiversidad Está demostrado que durante al menos las últimas cinco décadas, una serie de importantes cambios en los sistemas de producción han afectado drásticamente al uso del suelo y a las estructuras agrarias, lo que ha dado pie, directa o indirectamente, a mermas y pérdidas significativas de bio-diversidad. Como ya hemos comentado, los avances en la producción agraria en las últimas décadas se han logrado en gran me-dida, a costa de la erosión de la biodiversidad. La inten-sificación agraria a través del regadío, la mecanización, y la aplicación de fertilizantes y pesticidas, ha incrementado enormemente el rendimiento agrícola en los últimos 40 años proporcionando en la actualidad alimento a más de 6.000 millones de personas, pero este proceso lleva apa-rejados una serie de costes ambientales que suponen una importante amenaza para la biodiversidad, a consecuencia de la degradación de las condiciones del lugar, en particular degradación y erosión del suelo (que afectan entre otros, a la fauna del suelo), y la simplificación y homogeneización de los ecosistemas. A nivel global, los principales impactos negativos de la agricultura sobre la biodiversidad son de sobra conoci-dos: la fragmentación, degradación y destrucción de há-bitats, debido a los cambios de uso del suelo derivados de la conversión y la intensificación de los sistemas de producción; la marginación de numerosas tierras de culti-vos y el consecuente abandono de las prácticas agrarias favorables a biodiversidad; la edificación-urbanización del suelo; y las catástrofes, incluidos los incendios. Otras presiones importantes sobre la diversidad biológica son la explotación excesiva, la propagación de especies exó-ticas invasivas y la contaminación. A modo de ejemplo, la intensificación agraria es considerada la mayor causa a escala mundial de extinción entre las aves, y existen evidencias que sugieren que existen impactos negativos sobre otros grupos, artrópodos y plantas principalmente. Suelo agrario en proceso de abandono. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 31 afecta de modo importante a todos los niveles mencionados. Por otro lado, la marginación gra-dual y el abandono de las tierras de cultivo, en particular en ciertas zo-nas donde las condiciones agrícolas son especialmente duras, conduce a un empobrecimiento de los eco-sistemas que dependen mucho de la permanencia de la agricultura. En consecuencia, el abandono de las prácticas agrarias tradicionales no sólo ha repercutido en la dis-minución de la pluralidad de semi-llas agrícolas, sino que ha traído igualmente consecuencias nega-tivas para los ecosistemas: mayor número e intensidad de incendios forestales, expansión del matorral en terrenos agrícolas abandonados, pérdida de especies vegetales y animales ligadas al medio rural, pér-dida de hábitats, erosión de los sue-los y desertificación, y desaparición de paisajes tradicionales. Todo lo cual, tiene a su vez, consecuencias económicas para las comunidades locales. En Canarias esta situación es fre-cuente en los campos de cereal de secano y las zonas de pastoreo abandonados en medianías y cum-bres, que evolucionan a matorra-les de escaso valor, y que además constituyen un problema de segu-ridad civil por el elevado riesgo de incendios que conllevan. Dos grandes cambios de prácticas agrarias han distorsionado el equili-brio entre la agricultura y la diversi-dad biológica: Algunas de las prácticas propias de la intensificación de la producción generan efectos directos e indirec-tos en relación a la diversidad bioló-gica en sus tres niveles. Destacan: número de especies/razas/varie-dades utilizadas, incluido el mono-cultivo, constituye una amenaza para un valiosísimo potencial ge-nético (animal y vegetal); - vestres”: el uso de herbicidas afecta a los comensales, y el uso de insecticidas afecta a la micro-fauna; los ciclos se interrumpen; se alteran los equilibrios debido a la mecanización y la fertilización (se benefician las especies más nitrófilas); - mas: la desaparición o degrada-ción de humedales, bosquecillos y setos afecta directamente al declive de libélulas, agachadi-zas, ruiseñores, erizos y plantas hidrófilas, por citar tan solo unos pocos ejemplos. Al mismo tiempo, la contaminación agraria derivada de una aplicación excesiva de nutrientes y de produc-tos agroquímicos, principalmente, Capítulo 1: Marco conceptual y normativo 32 Conocemos la implicación del agricultor/a y ganadero/a tradi-cional por el respeto a la tierra y el entorno, pero también hay que decir que con la aparición de las llamadas técnicas modernas en la agricultura y ganadería se ha per-dido un poco el norte por parte de muchos/as profesionales, que sólo piensan en el presente; y eso traerá consecuencias muy negativas para nuestros campos que ya se mani-fiestan en muchas zonas agrarias históricas en las que el suelo se ha contaminado tanto que es imposi-ble realizar cualquier actividad agrí- XVI se basaba en cultivos de exporta-ción con la caña de azúcar; ya en los Siglos XVII y XVIII, destaca claramente un período en el que se apuesta por el viñedo. El Siglo XIX viene marcado por el aprovechamiento de la cochinilla, y ya a finales del siglo XIX se empieza a desarrollar el monocultivo del plátano y tomate, que aún en la actualidad po-see una enorme importancia econó-mica. En cuanto al turismo, modificó nuestro paisaje a partir de los años sesenta con el “boom” de esta acti-vidad en nuestras islas, copando gran-des extensiones de la franja costera, en la que irracionalmente se destruyó paisaje y suelo agrícola. Si nos referimos más a la actividad agro-ganadera, se ha modificado un territorio en ocasiones agreste que no sólo contribuyó a una agricultura de exportación, sino a una agricultura de autoconsumo muy arraigada sobre todo en el interior y medianías de las Islas. En nuestras manos está que este paisaje agrario que hoy podemos disfrutar sobreviva, por lo que debe-mos defenderlo y realizar con respon-sabilidad la tarea de producir alimen-tos, con sentido común y siempre te-niendo presente que no sólo existe el presente, si no que las generaciones futuras tienen que seguir heredando una tierra lo más sana posible en la que los ecosistemas y sobre todo la agro-biodiversidad, estén presentes en su máxima plenitud. Sin duda alguna, agricultores/as y ganaderos/as conforman un grupo de personas en estrecha relación con el medio que les rodea, ya que su trabajo implica no sólo estar al aire libre la mayor parte del tiempo, sino también una observación de los procesos naturales que a la mayoría de las personas no relacionadas con este ámbito, se les escapa. De todos es sabido que nuestros/as abuelos/as eran grandes conocedores de estos procesos naturales, y que este saber se está perdiendo debido al abandono de prácticas de cultivo tradicionales, de los modelos ganaderos como el pastoreo; o simplemente por el frené-tico ritmo de vida que marca nuestra actual rutina cotidiana. Por ello, estas personas tan vincu-ladas al medio ambiente deben ser conscientes de la importancia que éste tiene para el mantenimiento de las diferentes especies silvestres, las relaciones que entre ellas se crean, e incluso, para la propia subsistencia de la especie humana. De aquí se deduce que su responsabilidad deba trascen-der en una serie de prácticas agrarias y ganaderas sostenibles, dado que en Canarias tenemos claros ejemplos devastadores en nuestros campos, como el éxodo ocurrido en los años sesenta hacia los complejos hoteleros que atraían al turismo. Haciendo una breve revisión histórica de la agricultura canaria, en el Siglo Responsabilidad ambiental de agricultores/as y ganaderos/as Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 33 entidad responsable del daño am-biental viene obligado a sufragar los costes ocasionados por las accio-nes preventivas y de reparación de daños adoptadas en cumplimiento de la Directiva de responsabilidad ambiental. La cobertura de la repa-ración incluye, tanto los daños tra-dicionales (daños a las personas y daños materiales), como los daños al medioambiente (contaminación de lugares y daños causados a la biodiversidad). Para dar cumplimiento a su res-ponsabilidad en materia ambiental, los/as agricultores/as y ganade-ros/ as deben ejercer una actividad agraria económicamente viable y socialmente aceptable sin com-prometer la calidad de los recursos naturales de su entorno, incluida la diversidad biológica. Es por ello, que deben observar una serie de reglas medioambientales para la producción sin esperar a cambio ninguna compensación. Lo que no es obstáculo para que, cuando suministran productos o prestan servicios que implican más que el simple cumplimiento de las buenas prácticas agrarias habituales11, puedan percibir pagos que com-pensen, al menos, los costes y las pérdidas de renta que soporten, y que subsanen la no remuneración vía mercado de los servicios am-bientales generados. 11 Las prácticas normales de la explotación que aplicará un agricultor responsable en la región en cuestión. Cada Estado establece estas prácticas normales verificables, que en todo caso, incluirán el cumplimiento de los requisitos medioambientales generales obligatorios. como un bien público del que tiene que hacerse responsable el conjun-to de la sociedad, y no el/la cau-sante de los daños que se le hayan infligido, de modo que la responsa-bilidad por los daños provocados a la naturaleza constituye una condi-ción indispensable para lograr que los agentes económicos asuman las repercusiones negativas que pueden derivarse de sus activida-des para el propio medioambiente”. Esta es la situación de partida de la Directiva 2004/35/CE del Par-lamento Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004 sobre responsa-bilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales10. Esta Directiva, de aplicación en todo el territorio de la Unión Europea, im-plementa un régimen comunitario de responsabilidad ambiental basado en la premisa de que “un operador cuya actividad haya causado daños al me-dio ambiente o haya supuesto una amenaza inminente de tales daños sea declarado responsable desde el punto de vista financiero, a fin de in-ducir a los operadores a adoptar me-didas y desarrollar prácticas dirigidas a minimizar los riesgos de que se pro-duzcan daños medioambientales, de forma que se reduzca su exposición a responsabilidades financieras”. En otras palabras, «quien contami-na paga», y por tanto la persona o 10 La Directiva 2004/35/CE ha sido transpuesta a la legislación española mediante la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental y el Real Decreto 2090/2008, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo parcial de la misma. cola, salvo que se utilicen técnicas de hidroponía y aeroponía, contra-rias a toda lógica de racionalidad para producir alimentos. La implicación de todos los esta-mentos relacionados con la agricul-tura y ganadería debe ser máxima para lograr que no se pierda esa agricultura tradicional, que tan res-ponsable fuera con el medio am-biente hace unos años, y que se erige como una gran oportunidad para el futuro. Más allá de lo anterior, se sue-le considerar “el medioambiente La responsabilidad del agricultor conlleva la puesta en conocimiento a las nuevas generaciones. 34 Capítulo 1: Marco conceptual y normativo En materia de responsabilidad de la agricultura hacia la biodiversidad, los objetivos a cubrir, en la medida de lo posible incluso a nivel de explo- las causas de pérdida o reducción importante de la biodiversidad biológica”, adoptando, por ejem-plo, las siguientes medidas: implantar sistemas de producción coherentes que favorecen de muchas formas la biodiversidad (producción ecológica, producción integrada,…), y/o desarrollar medidas agroambientales (aque-llas prácticas agrícolas que permitan conservar el medioambiente, proteger el campo y conservar el patrimonio rural); reforzar la conservación de los recursos genéti-cos que sirven para la alimentación mediante la utilización de razas originales y variedades natu-ralmente adaptadas a las condiciones regionales y locales, lo que reporta beneficios derivados de la diversidad de los sistemas agrícolas y la resis-tencia a plagas y enfermedades; desarrollar prácticas agrarias acertadas tenien-do en cuenta la biodiversidad; es decir, buenas prácticas agrícolas que preservan la biodiversi-dad genética y reducen la contaminación (diver-sificación de los tipos de producción y varieda-des cultivadas, rotación de cultivos,…); hacer un uso responsable de los recursos natura-les, en particular el agua; racionalizar el uso de insumos, principalmente fertilizantes y fitosanitarios; Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 35 Huerto ecológico. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 36 37 Se señaló en capítulos anteriores que la biodiversidad es considerada un asunto de primer orden en la agenda internacional, aunque sin llegar a al-canzar el nivel prioritario que merece. En la UE además del proceso de revi-sión de la Política de Desarrollo Rural, la biodiversidad tiene un ámbito pro-pio. El 21 de junio de 2011 el Consejo de la Unión Europea de Medio Am-biente adoptó las conclusiones que aprueban la estrategia para la biodi-versidad de la UE hasta 2020 «nuestro futuro de vida y capital natural» con el objetivo de detener la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos en la UE para el año 2020, así como restaurarlos en la medida de lo posible. En España en cumplimiento de la Ley 42/2007, el Consejo de Ministros aprobó en su sesión de 16 de sep-tiembre de 2011 el Plan Estraté-gico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2011-2017 (PEPNB) que entre otros, integra los compro-misos derivados del Plan Estratégico de la Convención de Diversidad Bioló-gica [Nagoya 2010] y las obligaciones derivadas de la Estrategia de la Unión Europea sobre biodiversidad 2020 [mayo 2011]. Si bien los recursos genéticos de la agricultura quedan fuera del ámbito de aplicación de la Ley 42/2007, el PEPNB al diagnosticar la situación del conocimiento en relación a la conser-vación de hábitats señala que “res-pecto a los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asocia-dos, en muchos casos se encuentran en marcado declive, en especial los derivados de cultivo, crianza y pro-gresiva selección. En general, existe una falta de conocimiento e informa-ción en este ámbito a nivel estatal, donde únicamente se ha abordado el conocimiento parcial del patrimonio etnobotánico”. El documento asume, asimismo, la relevancia de conservar los conocimientos tradicionales que hacen posible el uso sostenible del patrimonio natural y la biodiversidad. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN LAS EXPLOTACIONES 2 Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 38 El PEPNB constituye un Plan Marco que debe ser desarrollado a través de Planes Sectoriales que garanti-cen la integración de los objetivos de conservación, uso sostenible y restauración del patrimonio natural y la biodiversidad en las distintas polí-ticas sectoriales. Por el momento, y a la espera de los posibles mecanismos concretos que se establezcan en el corres-pondiente Plan Sectorial para la agricultura, los/as titulares de las actividades agrarias y de gestión forestal tienen a su disposición una serie de herramientas y medidas que apoyan y potencian su contri-bución positiva a favor de la con-servación y manejo sostenible de la diversidad biológica. A continuación ofrecemos un breve repertorio de algunos de estos me-canismos que han demostrado su eficacia en nuestro entorno, con el fin de que los/as profesionales agra-rios/ as, pero también otras personas o colectivos comprometidos con la custodia de la biodiversidad los co-nozcan e impulsen su aplicación en el contexto local apropiándose de su espíritu y metodología, y adaptándo-los a las circunstancias particulares de nuestros campos. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 39 En el marco de la Política Agraria Común, los principales medios dis-ponibles para favorecer la biodiver-sidad en/desde las explotaciones agrarias son los que se desarrollan a continuación. Programas de Desarrollo Rural Del conjunto de medidas aplicables en el contexto del Programa de De-sarrollo Rural Canarias 2007-2013 financiadas con cargo al FEADER (Pi-lar 2 de la PAC), pasamos a reseñar aquellas que mantienen cierta vin-culación con la diversidad biológica. El PDR Canarias 2007-2013 puede consultarse en el portal corporativo http://www.pdrcanarias.org/. Para conocer las condiciones de apli-cación de las medidas y los requisitos de acceso a las mismas, se recomien-da consultar al personal técnico del Gobierno de Canarias o a los Agentes de Extensión Agraria. Efectos indirectos de las medidas de gestión del agua y de lucha con-tra el cambio climático. Apoyo al correcto desempeño pro-fesional de agricultores/as, gana-deros/ as y gestores forestales. Medida 111: Actividades relati-vas a la información y formación profesional, incluida la divulga-ción de conocimientos científi-cos y prácticas innovadoras, de las personas que trabajan en los sectores agrícola, alimentario y forestal Medida 114: Utilización de los servicios de asesoramiento por Medidas de la Política Agraria Común y otros instrumentos de la Unión Europea Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 40 Medida destinada a la utilización sostenible de las tierras agrarias dirigida a corregir los problemas de carácter agroambiental con los que se enfrentan las explotaciones de Canarias y el espacio agrario afec-tado por las mismas. Uno de los fines de estas medidas, diseñadas específicamente para cada Región, es la conservación de la biodiver-sidad, por ejemplo reduciendo o eliminando gradualmente el uso de fertilizantes y pesticidas, y mante-niendo la rotación de cultivos. Pagos agroambientales en zonas desfavorecidas. Medida 211: Ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas de montaña. Medida 212: Ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas distintas de las de montaña. Medida 214: Mejora del medioam-biente y el entorno rural [Ayudas agroambientales]. parte de agricultores y silvicul-tores12. Medida 115: Implantación de servicios de gestión, sustitución y asesoramiento de las explota-ciones agrícolas, así como servi-cios de asesoramiento al sector forestal13. 12 Medida cuya eliminación fue propuesta en el transcurso del Comité de Seguimiento del PDR Canarias 2007-2013 de fecha 07.06.2011. 13 Medida cuya eliminación fue propuesta en el transcurso del Comité de Seguimiento del PDR Canarias 2007-2013 de fecha 07.06.2011. Agricultura de montaña en el Sureste de Gran Canaria. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 41 Apoyo a la política de calidad de los productos agroalimentarios [DOP, IGP, ETG, Agricultura ecológica;…]. Medida 132: Apoyo a los agri-cultores que participen en pro-gramas de calidad de los ali-mentos. Medida 133: Apoyo a las agru-paciones de productores para que desarrollen actividades de información y promoción de pro-ductos en el marco de progra-mas de calidad de los alimentos. A modo de resumen, reseñar que respecto a la prevención de riesgos e impactos derivados de la intensi-ficación de las actividades agrarias, se han mostrado especialmente efi-caces las medidas agroambientales y el apoyo a sistemas de producción compatibles con el medioambiente (agricultura ecológica, producción integrada y sistemas tradicionales de producción). En relación a la corrección a la tendencia al aban-dono de actividades agrarias tradi-cionales, además de las medidas agroambientales se dispone de las indemnizaciones en zonas desfavo-recidas. Para conocer algunas medidas agroambientales aplicadas en Canarias y las buenas prácticas en materia de biodiversidad aso-ciadas a ellas, puede consultarse el apartado correspondiente en la sección tercera de este manual. Creación y mantenimiento de bioti-pos y hábitats [fuera y dentro de la Red Natura]. Medida 214: Ayudas agroam-bientales (Ver arriba). Cambios de uso del suelo. Medida 222: Primera foresta-ción de tierras no agrícolas. Medida 227: Ayudas a inversio-nes no productivas (Red Natura 2000 Forestal). Medidas de apoyo a la gestión sos-tenible de los bosques. Medida 226: Ayudas para la re-cuperación del potencial forestal y la implantación de medidas preventivas (Prevención de in-cendios forestales). Medida 227: Ayudas a inversio-nes no productivas (Red Natura 2000 Forestal). La revisión de las Directrices Co-munitarias de Desarrollo Rural del año 2009 fijó la biodiversidad como una de las prioridades para abordar los nuevos retos, al tiempo que se-ñalaba a las medidas agroambien-tales como la herramienta básica para afrontar estos desafíos. En consonancia, la modificación del Marco Nacional FEADER-España de ese mismo año incorporó una nueva medida horizontal “Medida 214. Apoyo a la biodiversidad en el medio rural. Ayudas agroam-bientales”. A consecuencia de ello, los Programas de Desarrollo Rural regionales deben incorporar obliga-toriamente al menos una actuación relativa a los siguientes ámbitos: - cos (razas autóctonas en peligro de extinción, variedades vegeta-les autóctonas en riesgo de ero-sión genética); - rias asociadas a la preservación de paisajes rurales tradicionales y a la restauración local de hábi-tats marginales. Área forestal. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 42 la flora y fauna silvestres: artícu-lo 6: Conservación de hábitats y especies de la Red Natura 2000; y artículo 13: Prohibición de reco-ger, así como cortar, arrancar o destruir intencionadamente en la naturaleza las especies estableci-das legislativamente. Las normas nacionales de refe-rencia a este respecto, son la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversi-dad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Buenas condiciones agrarias y medioambientales relativas a la prevención del deterioro de hábitats Las buenas condiciones agrarias dedican un capítulo a garantizar un nivel mínimo de mantenimiento y prevenir el deterioro de los hábitats, estableciendo normas en relación a: - manentes estructurales tierras agrícolas por vegetación espontánea no deseada - ñedos en buen estado vegetativo sostenible de las tierras15, y su equi-valencia en el Eje 4. El incumplimiento por parte del titular de la explotación conlleva penaliza-ciones económicas en función de la gravedad de la/s infracción/es come-tidas, y puede incluso acarrear la ex-tinción del derecho de percepción de la ayuda que corresponda. Entre los requisitos de eco-condicio-nalidad establecidos en el Real Decre-to 486/2009, de 3 de abril, cabe hacer especial mención por su vinculación directa con la diversidad biológica, los que siguen: Requisitos legales de gestión espe-cíficos en relación a: - tres. Artículos 3 y 4 de la Directiva 79/409/CEE de conservación de las aves silvestres: preservar los espacios que constituyen los há-bitats naturales de las especies de aves migratorias, amenazadas y en peligro de extinción; artículo 5: régimen general de protección para todas las especies de aves. - turales y de la flora y fauna sil-vestres. Directiva 92/43/CEE de conserva-ción de los hábitats naturales y de 15 En Canarias las medidas de desarrollo rural sometidas a condicionalidad son las Indemnizaciones compensatorias a agricultores por las dificultades en zonas de montaña (Medida 211 del PDR Canarias), las Indemnizaciones a agricultores por las dificultades en zonas distintas de las de montaña (Medida 212 del PDR Canarias), y las Ayudas agroambientales (Medida 214 del PDR Canarias). Otras medidas agrarias Existen otros mecanismos de la PAC que prestan atención, o pueden prestarla, a la diversidad biológica. Es el caso, por ejemplo, de la posi-bilidad de utilizar la componente am-biental de las Organizaciones Comu-nes de Mercado para incluir medidas específicas de conservación de la biodiversidad. También, el de las ayudas del Pro-grama Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias14 [POSEI], que incluye una prima a las hembras de caprino y ovino de más de un año de vida o que hayan pari-do. En el caso de las ovejas de razas autóctonas (razas Canaria, Palmera y Canaria de Pelo), la prima básica es ligeramente superior a la de cabras, con el fin de contribuir a su conserva-ción, y al de la biodiversidad, evitan-do su extinción. Pero quizá uno de los instrumentos con mayor potencial para integrar la actividad agraria y el respeto por la di-versidad biológica sea la condiciona-lidad: conjunto de normas ambienta-les y de seguridad laboral, de obligado cumplimiento para quienes perciben ayudas directas, de ayudas al sector vitivinícola y determinadas medidas de desarrollo rural del Eje 2 gestión 14 Reglamento (CE) nº 247/2006 del Consejo, de 30 de enero por el que se establecen medidas específicas en el sector agrícola en favor de las regiones ultraperiféricas de la Unión. Decisión de la Comisión Europea de 25 de marzo de 2010, modificada el 27 de septiembre de 2010 de conformidad con lo previsto en el artículo 49, apartado 3 del Reglamento (CE) nº 793/2006 de la Comisión. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 43 Importante es la conservación de muros de piedra seca. normas, por lo que para obtener infor-mación detallada se recomienda diri-girse a su personal técnico o consultar sus Webs: Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino http://www.marm.es/es/agricultura/ temas/condicionalidad/cuadroguia. aspx Gobierno de Canarias http://www.gobcan.es/agricultura/ temas/agricultura/condicionalidad/ index.htm En la sección tercera de este manual ofrecemos algunos ejemplos de bue-nas prácticas que le ayudarán a satis-facer los requisitos de la condiciona-lidad en lo que a diversidad biológica se refiere. Para conocer en detalle cómo cumplir adecuadamente la totalidad de los requisitos exigidos en el marco de la condicionalidad, ha de saber que las autoridades estatales y autonómicas correspondientes han editado manua-les, guías y documentos de referencia que facilitan a los/as titulares de las explotaciones la aplicación de estas En esta materia en Canarias se hace hincapié en la conser-vación de elementos estructu-rales en el terreno que sirven de cobijo a la flora y la fauna (terrazas y muros de piedra, islas de vegetación, setos e hileras arboladas en lindes de parcela, abrevaderos,…), la gestión adecuada de estiérco-les y purines del ganado, y el uso adecuado del agua y del riego; además de la prioridad de no causar daño, ni alterar el funcionamiento del suelo. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 44 Pino de Pilancones desaparecido en el incendio forestal del año 2006 en Gran Canaria. Medioambiente La principal herramienta comunitaria a favor del medioambiente en el actual periodo 2007-2013 es el Programa LIFE+ que financia proyectos que contribuyen al desarrollo y la aplica-ción de la política y el derecho en ma-teria medioambiental. Los proyectos financiados pueden ser propuestos por agentes, entidades o instituciones públicas o privadas, e incluir acciones en algunos otros países. Se divide a su vez en tres ámbitos te-máticos: a) LIFE+ Naturaleza y biodiversidad Tiene como objetivo principal “prote-ger, conservar, restaurar, supervisar y desarrollar el funcionamiento de los sistemas naturales, los hábitats naturales, y la flora y la fauna silves-tres, con el fin de detener la pérdida de biodiversidad, y en particular la di-versidad de recursos genéticos, en la Unión Europea de aquí a 2010” en los ámbitos de acción prioritarios marca-dos, que incluyen entre otros, el apoyo al desarrollo de la Red Natura 2000, y mejorar el conocimiento del impacto en los ecosistemas y en la biodiver-sidad de los organismos modificados genéticamente. b) LIFE+ Política y gobernanza medioambiental Responde a diversos objetivos princi-pales, destacando: Objetivo principal “Suelo”.- ac-ciones para la protección y de uso sostenible del suelo conser-vando sus funciones, evitando las amenazas, reduciendo los Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 45 Residuos agrarios: cubiertas de invernaderos. específicos, bien a través de las lí-neas de innovación e I+D que se instrumentan desde diversas políti-cas sectoriales. El sitio Web del Centro para el De-sarrollo Tecnológico e Industrial de-pendiente del Ministerio de Ciencia e Innovación [http://www.cdti.es] oferta un Servicio de Asesoramien-to Personalizado que a través de un sencillo cuestionario electrónico devuelve información sobre la posi-ble financiación pública que más se adapta a las necesidades de nues-tro proyecto. Para las fincas agrarias, una opción ágil, sencilla y práctica es la firma de convenios con diversas entidades pú-blicas (Cabildos, Ayuntamientos,…) o centros de investigación (ICIA, bilización y educación dirigidas a la ciudadanía en relación a la situación y tendencias de los diversos aspec-tos vinculados al medioambiente. Puede informarse acerca del Pro-grama en http://www.marm.es/es/ ayudas-y-subvenciones/otros/progra-ma- life/, pero tiene el inconveniente de priorizar ambiciosos proyectos de ejecución plurianual, por lo que difícilmente puede accederse a la financiación si no se cuenta con un elevado grado de solvencia técnica y económica. Apoyo a la investigación Existen diversas alternativas de fi-nanciación de proyectos de I+D, bien a través de programas y fondos efectos de las mismas y/o res-taurando los suelos degradados. Objetivo principal “Productos quí-micos”.- acciones que afronten los riesgos que suponen los productos químicos para el medioambiente, incluyendo la aplicación de la es-trategia temática sobre el uso sos-tenible de los plaguicidas. Objetivo principal “Recursos natura-les y residuos”.- acciones de manejo sostenible de los recursos naturales y los residuos, incluyendo modelos de producción y consumo sostenibles, así como la prevención, recuperación y reciclado de residuos. Objetivo principal “Bosques”.- ac-ciones que completen la informa-ción disponible en relación al cam-bio climático, la biodiversidad, los incendios forestales, la situación de los bosques y su acción protec-tora, o que contribuyan a proteger los bosques de los incendios. Objetivo principal “Enfoques es-tratégicos”.- destacan en este apartado las acciones dirigidas a mejorar el comportamiento medioambiental de las PYME. Objetivo principal “Gobernan-za”.- incluye acciones dirigidas a la concienciación de los ciudada-nos europeos sobre los asuntos medioambientales y a promover su participación en el proceso de toma de decisiones en materia medioambiental. c) LIFE+ Información y comunicación Abarca, entre otras, las acciones de información, formación, sensi- Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 46 Las redes de semillas mantienen las variedades tradicionales en cultivo. te, con una compensación parcial o total de los costes adicionales. Para obtener más información de estos programas, recomendamos contactar con las Agencias de Comarcales de Extensión Agraria dependientes de los Cabildos Insulares, o bien, con el centro de investigación que corresponda. Granjas Experimentales, Universida-des,…) para acogerse a programas de fincas colaboradoras o afines, que permiten ensayar en campo diversas técnicas, prácticas o elementos rela-cionados con el cultivo y/o la cría de ganado, con supervisión de personal técnico especializado, y generalmen- Redes de semillas nacionales sobre los recursos gené-ticos vegetales. Amparadas por estos derechos, las redes de semillas son organizaciones en las que participan agricultores/as ecológicos/as y tradicionales, técnicos/ as, consumidores/as, y en general to-protección del conocimiento tradi-cional, la participación equitativa en la distribución de los beneficios, y la participación en las decisiones El Tratado Internacional sobre Recur-sos Fitogenéticos para la Alimenta-ción y la Agricultura, reconoce como derechos de los agricultores/as la Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 47 Recuerde que si usted desea reser-var parte del grano cosechado para la siembra, por ley está obligado a com-pensar económicamente al titular de los derechos de registro de la varie-dad correspondiente. Recientemente Cooperativas Agro-alimentarias, organización que repre-senta y defiende los intereses eco-nómicos y sociales del movimiento cooperativo agrario español, ha firma-do un acuerdo con la Agrupación de Obtentores Vegetales (GESLIVE AIE) para implantar un sistema que permi-ta gestionar esta cuestión de forma ágil y sencilla canalizando su tramita-ción a través de las cooperativas. La Red de Semillas “Resembrando e Intercambiando” constituida en fe-brero de 2006 tras el acuerdo alcanza-do por sus futuros miembros en la reu-nión de la VI Feria de la Biodiversidad [Málaga - septiembre 2005], aglutina numerosos grupos y redes de menor envergadura repartidos por todo el país. Su ámbito es, pues, nacional y su principal objetivo es facilitar y promo-ver el uso, producción, mantenimien-to y conservación de la biodiversidad agrícola en las fincas de los/as agricul-tores/ as y en el plato de los/as consu-midores/ as, debido a la grave pérdida de recursos genéticos que asola a la agricultura y la ganadería. En los años que lleva activa, la Red se ha consolidado como grupo exper-to de referencia en el análisis de la normativa que afecta a la biodiversi-dad. Trimestralmente publica un bo-letín digital “Cultivar local” que actúa el uso de la diversidad genética de los cultivos. A pesar de ello, es frecuente que desde las instituciones se obstacu-licen las iniciativas locales análogas a las redes de semilla, armando un marco legislativo y reglamentario que excluye los derechos colectivos de los/as agri-cultores/ as a conservar, utilizar, inter-cambiar y vender las semillas obtenidas por selección tradicional, a proteger sus conocimientos tradicionales y a partici-par en las decisiones sobre la gestión de la biodiversidad agraria. A este respecto es importante recor-dar que la agricultura debe adaptarse para poder afrontar los nuevos retos globales, y en particular, los relaciona-dos con el cambio climático, la ges-tión eficiente de los recursos, la bio-diversidad, etc. La biodiversidad culti-vada, los agrosistemas tradicionales y los sistemas sociales y conocimientos locales vinculados a ellos se sitúan en el centro de esta adaptación, de la que depende la alimentación de la po-blación mundial a medio y largo plazo. Las redes de semillas han surgi-do en respuesta a los retos que afronta en la actualidad la preser-vación de la biodiversidad agraria y los conocimientos campesi-nos a ella asociados; y para ello recuperan una práctica que era la habitual en nuestros campos hasta la llegada de la “revolución verde” y la industrialización de la agricultura: producir la propia se-milla. No debe olvidarse que estas prácticas están en la base de la se-lección llevada a cabo durante los 10.000 años de actividad agrícola. das aquellas personas comprometidas en la conservación de la biodiversidad agraria en un territorio concreto. La labor de las redes de semillas carece generalmente de lucro, y se centra en la recuperación, conservación, mejora y utilización de las variedades agrícolas locales seleccionadas y conservadas por generaciones de campesinos/as. Pue-den asimismo, desarrollar otras labores, como la divulgación, el estímulo del con-sumo de estas variedades, la puesta en valor gastronómica de las mismas, etc. Pero en cualquier caso, es primordial el papel que en el seno de las redes desem-peñan los/as agricultores/as que facilitan el material conservado y participan en los intercambios, contribuyendo de manera activa a la conservación dinámica de las variedades y cultivares locales. Estos cultivares no sólo aportan rus-ticidad y resistencia a patógenos o condiciones climáticas extremas, sino que garantizan la diversidad en los campos, principios todos ellos fun-damentales para la agricultura ecoló-gica, por lo que las redes de semillas también responden a su demanda de este tipo de materiales, ya que a pe-sar de la obligación normativa del uso de semillas de procedencia ecológica, no siempre es posible acceder a ellas, y cuando existen, no siempre se adap-tan a las condiciones locales. Internacionalmente se reconoce que el manejo que hacen de las semillas las comunidades campesinas y los/as agricultores/as individuales juega un im-portante papel en la conservación y pro-moción de los recursos genéticos de la agricultura, así como, que el suministro de las semillas tiene un gran impacto en Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 48 Recolección de semillas de la variedad local de lechuga “Fuca de Roure” en una finca de Gran Canaria. cultura local, y que permita a los agri-cultores producir sus propias semillas. Uno de los “caballos de batalla” de las actividades de la asociación es esta-blecer una red para la conservación de semillas y material vegetativo por los/ as agricultores/as locales. Esta Red de Semillas (ya existente en otras islas y en otras comunidades autónomas españolas) pretende realizar estudios sobre variedades locales y tradiciona-les (especies locales destinadas a la producción de alimento y gestionadas rias Tierra Fértil es una entidad sin ánimo de lucro, creada recientemente para aunar todos los aspectos relacio-nados con la Agricultura Ecológica. Los objetivos de “Canarias Tierra Fértil” son varios, entre los que des-tacan el hacer frente a la pérdida de biodiversidad agrícola, recuperando y usando material vegetal local dentro del marco de la Agricultura Ecológica, e incluso la agricultura convencional, y fomentar una agricultura de calidad, que respete el medioambiente y la como canal informativo en relación de la actualidad concerniente al mun-do de las semillas y la biodiversidad agraria; puede consultarse en la Web http://www.redsemillas.info/. Por su parte la Red Canaria de Semi-llas surgió en el seno del Foro Canario de Agricultura Ecológica en el año 2004. Su labor principal parte de la idea de que para evitar la desaparición de las variedades y cultivares tradicionales16, hay que mantenerlos en cultivo, y para ello es necesario facilitar el acceso a las semillas, así como dar salida comercial a las mismas potenciando su consumo y el conocimiento por parte de la socie-dad, de los cultivares locales, sus cuali-dades nutricionales, sabor,… La Red dispone de semillas de diversos cultivares locales, que presta a agricul-tores/ as tradicionales o ecológicos, a cambio de que al final del cultivo, se re-vierta 1,5-2 veces la cantidad de semi-lla prestada, limpia, sana y sin mezclas, además, de facilitar el acceso a la par-cela si así se solicita, para comprobar la no existencia de hibridaciones. La sede de esta Red se encuen-tra en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria en La Lagu-na (Tenerife) y puede contactarse con ella a través del teléfono 922 318 551, o del correo electrónico redcanariadesemilla@gmail.com. La Asociación de agricultores ecológicos de Gran Canaria Cana- 16 Puede consultar el listado de variedades tradicionales reconocidas por el Gobierno de Canarias en el PDR FEADER Canarias 2007- 2013, en el Anexo 3 de este documento, Variedades vegetales autóctonas en riesgo de erosión genética. Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 49 El Cabildo de Gran Canaria, por su par-te, conserva las muestras recolecta-das en el Banco de Germoplasma del Jardín Botánico Viera y Clavijo, en tan-to que el Servicio de Extensión Agraria con la colaboración de la Granja Agrí-cola Experimental lleva a cabo algunas iniciativas de multiplicación en campo [teléfono 928 219 636; Correo-e: servicioextensionagraria@grancanaria. com]. Por último en las islas de Lanzarote, el Hierro y La Gomera también se han realizado trabajos de prospección en campo para el rescate de variedades locales y los conocimientos asociados a su manejo, pero el material recolec-tado no es accesible, de momento, para su siembra por agricultores/as. Las razas ganaderas se rigen por el Real Decreto 2129/2008, de 26 de diciembre, por el que se establece el Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas ganade-ras, que tiene por objeto establecer las normas básicas y de coordinación del Programa nacional de conservación, mejora y fomento de las razas gana-deras (Programa Nacional), y la regula-ción de la normativa zootécnica de los animales de raza y équidos registrados. La norma define las razas autóctonas españolas como aquellas originadas en España, y distingue entre: La organización también intenta divulgar valores que defiendan el medioambiente y la agricultura ecológica, mediante la realización de cursos, jornadas, charlas, etc. Si alguien está interesado en reci-bir información o colaborar activa-mente en dichas actividades, puede ponerse en contacto con la asocia-ción a través del correo electrónico canariastierrafertil@gmail.com. Otra forma de acceder a cultivares lo-cales es participar en los programas de multiplicación y/o de conservación in situ puestos en marcha por los centros de conservación de la biodiversidad agrí-cola o por bancos de germoplasma. Al margen de la labor realizada por el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias [www.icia.es/], algunos Ca-bildos cuentan con centros de biodi-versidad agraria propiamente dichos que ponen en marcha iniciativas de este tipo: Centro de Agrodiversidad de La Palma (CAP) Avenida de Europa, nº 9 Breña Alta. La Palma Teléfono: 922 437 474 Correo-e: cap@propal-lapalma.com; Centro de conservación de la biodiversidad agrícola de Tenerife (CCBAT) Carretera Gral. Tacoronte-Tejina, nº 20. Tacoronte, Tenerife. Teléfono: 922 573 110 Correo-e: ccbiodiversidad@tenerife.es Página Web: www.ccbat.es por los agricultores; de ellas se pueden obtener semillas sin necesidad de tener que comprárselas a las casas comercia-les), estudios de calidad de estas varie-dades tradicionales cultivadas de forma ecológica, y estrategias para su comer-cialización en base a preferencias de los consumidores. El objetivo final de todas estas actividades es el mantenimiento en cultivo de las variedades tradiciona-les, de manera que no se pierda la co-evolución entre el trabajo de dichos agri-cultores y su respeto al medio ambiente. Asociaciones de Razas Autóctonas Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 50 Raza Cabra Palmera Asociación Española de Criadores de la Raza de Cabra Palmera (ACCRP) 922 264 402 info@cabrapalmera.es; www.cabrapalmera.es Raza Cabra Tinerfeña Asociación Nacional de Criadores de Cabra Tinerfeña (ACRICATI) 922 264 402 acricati@hotmail.com; www.razascabratenerife.es Raza Cochino Negro Canario Asociación de Criadores de Cochino Negro Canario 922 264 402 www.cochinonegrocanario.com Raza Oveja Canaria Asociación Nacional de Criadores de la Oveja Canaria 928 558 332 proquenor@hotmail.com Raza Oveja Palmera Asociación de Criadores de la Oveja Palmera 922 264 402 ananovo@hotmail.com Raza Ovino Canario de Pelo Asociación de Criadores de Ovino Canario de Pelo (OVICAN) 922 264 402 edemilesa@cip.es Raza Pastor Garafiano Asociación Española del Perro Pastor Garafiano 922 264 402 Cesar.clarinete@gmail.com en marcha programas de mejora ge-nética o de obtención de razas puras, mediante la identificación y selección de reproductores selectos. Los criterios de selección varían en función de la caracterización morfoge-nética de la raza en cuestión y de su orientación productiva. En Canarias están reconocidas oficial-mente17: Raza Bovina Canaria Asociación Canaria de Arrastre 922 264 402 feraciondearrastrecanario @yahoo.es Raza Bovina Palmera Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Palmera (AVAPAL) 922 264 402 ananovo@hotmail.com Raza Burro Majorero Grupo para la conservación y fomento del burro majorero 922 264 402 www.burromajorero.com Raza Cabra Majorera Asociación de Criadores de la Cabra Majorera de Fuerteventura; Asociación de Criadores de la Cabra Majorera en Gran Canaria; Asociación de Criadores de la Cabra Majorera en Tenerife 922 264 402 jcrivero73@hotmail.com 17 Esta información ha sido publicada en “el baleo”, revista de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria, nº 62 - marzo/abril 2011. razas de fomento, las que por su censo y organización se encuen-tran en expansión; y razas en peligro de extinción, las que se encuentran en grave regre-sión o en trance de desaparición, de acuerdo con los criterios esta-blecidos a nivel nacional o interna-cional. Las razas ganaderas canarias recono-cidas en el Anexo I Catálogo de Oficial de Razas de Ganado de España, son las que siguen: 1. Razas autóctonas: a) De fomento: 3º Especie caprina: Majorera, Palmera y Tinerfeña. b) En peligro de extinción: 1º Especie bovina: Canaria, Palmera. 2º Especie ovina: Canaria, Canaria de Pelo. 4º Especie porcina: Negra Canaria. 6º Especie equina asnal: Majorera. Las asociaciones de criadores de ani-males de razas ganaderas son entida-des sin ánimo de lucro reconocidas oficialmente como gestoras legítimas de los libros genealógicos de las razas ganaderas autóctonas en los que se inscriben o registran animales de una raza determinada, haciendo mención de sus ascendientes. La finalidad de estos colectivos es la preservación del patrimonio genético ligado a la ganadería y para ello ponen Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 51 de obligado cumplimiento, que se com-plementan con otras de carácter volun-tario a escoger por la persona interesa-da de entre un listado de opciones po-sibles, en función de sus circunstancias y preferencias particulares. Es habitual que el contrato vaya precedido de un diagnóstico previo de la explotación del que se extraen las orientaciones y recomendaciones generales para la mejora de la misma y en relación a los compromisos a contraer. Su finalidad principal es fomentar una agricultura respetuosa con el medioambiente, productora de ali-mentos seguros y de calidad, y “bue-na gestora” del territorio rural, a tra-vés del apoyo a las explotaciones que integren las funciones económicas, medioambientales y sociales de la actividad agraria, asegurando su via-bilidad y sostenibilidad. En este sentido, constituye uno de los mecanismos más habituales de contra-prestación de los servicios ambientales y sociales generados por la agricultura y no remunerados por el mercado. Es el caso de los contratos de explotación que contienen compromisos en mate-ria de conservación del suelo, el agua, la biodiversidad, el paisaje, o de lucha contra el cambio climático. Pero además de ser una herramienta valiosa para que la agricultura pueda hacer frente a los nuevos retos globa-les, los contratos de explotación tam-bién pueden contribuir a otros objetivos del desarrollo rural, como la fijación de la población en el territorio; la creación/ mantenimiento de empleo vinculado a la agricultura; o la distribución más equitativa de las ayudas públicas. Estos colectivos, a excepción de la ANC de la oveja canaria, han consti-tuido la Federación de Asociaciones de Razas Autóctonas Canarias [FARA-CAN] organización de naturaleza aso-ciativa y sin ánimo de lucro que tiene por objeto la representación y defensa de los intereses profesionales de las Razas Autóctonas Canarias, así como facilitar el desarrollo y progreso de las mismas. Pretende promover la cría de las diferentes razas según los usos y costumbres de Canarias, así como fo-mentar el conocimiento y la difusión de estas razas, tanto en el Archipiéla-go como en el extranjero. Existen además, diversas asociacio-nes apícolas que han centrado sus esfuerzos en la mejora y preservación de la Abeja Negra Canaria. El contrato de explotación consiste en un acuerdo (voluntario) entre una administración pública, o entidad afín, y personas titulares de explotaciones agrarias, que suscriben unos compro-misos a cambio de obtener de aquella una contraprestación o compensación económica, determinados servicios (formación, asesoramiento,…), u otros beneficios (acceso preferencial a determinadas líneas de financiación, por ejemplo). Por lo general, con un horizonte tempo-ral a medio plazo (unos 5-10 años), los compromisos se componen de un con-junto básico de prácticas o conductas Raza Perro Majorero Asociación para la Conservación del Perro Majorero (ACPM) 922 264 402 acpmfuerteventura@hotmail.com; www.acpm.es Cabra majorera. Cochino negro canario. Oveja pelibuey canaria (Ovino de pelo). Contratos de explotación Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 52 Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 53 rial de zona rural encargado de ve-lar por que las medidas de desarrollo rural se apliquen de forma prioritaria a profesionales agrarios/as titulares de explotaciones territoriales o de explo-taciones calificadas como ecológicas. La Ley define como explotaciones te-rritoriales aquellas dedicadas a la ac-tividad agrícola, ganadera y/o forestal que posea una dimensión económica inferior a 40 UDEs19 –cuando la titula-ridad recaiga en una persona física20–, y que esté ubicada en una zona rural prioritaria o calificada como de agri-cultura de montaña. En Canarias las Directrices Generales para las actuaciones de las distintas zonas rurales contemplan esta figura, aunque no se explicita la configura-ción de los contratos territoriales de zona rural, ni los mecanismos a em-plear para su implementación en la zona correspondiente; si bien es ver-dad que en la actualidad aún no se ha concluido elaboración los Planes de Zona Rural que concretan la aplica-ción en la Región del Plan de Desarro-llo Sostenible 2010-2014 emanado de la Ley 45/2007. En el caso de Gran Canaria, por ejem-plo, la “Estrategia de Desarrollo Sos-tenible Adoptada y la Formulación de Objetivos del PZR de Gran Canaria” se desarrollan en los siguientes términos: 19 Una UDE (Unidad de Dimensión Europea) corresponde a 1.200 unidades de cuenta europeas (ECU) de margen bruto [La tasa de cambio es 1 ECU= 156,98818 pts]. Se trata de explotación con dimensión económica inferior a 45.288,86 €. 20 Si la titularidad de la explotación recae en una persona jurídica, esta dimensión se incrementará en función del número de socios/as que reúnan la condición de profesional de la agricultura. Este último aspecto cobra gran rele-vancia, en la medida en que los con-tratos de explotación van dirigidos principalmente a explotaciones tra-dicionales familiares, localizadas en territorios con dificultades especiales; precisamente las que más padecen la pérdida de rentabilidad. En este sen-tido se configuran como un mecanis-mo de revitalización de las zonas más desfavorecidas –las que presentan dificultades de tipo físico o demográ-fico, como las zonas de montaña, por ejemplo–, o las que albergan valores ambientales de importancia. En España esta figura se perfila como un instrumento esencial de cara a la agricultura del futuro; y prueba de ello es su inclusión en la Ley de Desarro-llo Sostenible del Medio Rural o en el Marco Nacional FEADER 2007-2013, así como la reciente aprobación de la norma18 que regula los contratos de explotación bajo la perspectiva de “instrumentos de apoyo a las políticas de desarrollo rural sostenible, con la intención de orientar e incentivar las actividades agrarias hacia la multifun-cionalidad y la generación de externa-lidades positivas que contribuyan efi-cazmente a mejorar los aspectos eco-nómicos, sociales y ambientales que configuran la sostenibilidad del medio rural, todo ello bajo la aplicación de un enfoque territorial”. La Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural establece un contrato territo- 18 Real Decreto 1336/2011, de 3 de octubre, por el que se regula el contrato territorial como instrumento para promover el desarrollo sostenible del medio rural [BOE nº 239 de 04.10.2011] Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 54 ponde a la tipología establecida en el Marco Nacional, y por tanto, integra medidas del PDR Regional. Con una duración de 5 años, el CGE re-munera servicios que las explotaciones ofrecen a la sociedad, y establece un plan empresarial que asegure la viabilidad económica de la explotación, así como su sostenibilidad social y ambiental. Los compromisos se distribuyen en tres áreas que corresponden a los didas contempladas”. La finalidad del contrato es doble; por un lado, fomen-tar la viabilidad de las explotaciones agrarias, y paralelamente, alcanzar un desarrollo rural sostenible. El contrato global de explotación puesto en marcha en Cataluña21 res- 21 ORDEN AAM/22/2011, de 3 de febrero, por la que se aprueban las bases reguladoras de las ayudas asociadas al contrato global de explotación, y se convocan las correspondientes al año 2011. Eje 1: Actividad económica y el empleo Medida Apoyo a la agricultura terri-torial Objetivo operativo: Promover el mantenimiento y la mejora de una actividad agrícola, ganadera y fo-restal suficiente y compatible con el desarrollo rural sostenible, me-diante la suscripción de contratos territoriales de explotación. Directriz General nº 11 para ac-tuaciones del Eje 1 en el ámbito de la Diversificación económica y apoyo a la agricultura territorial: En los compromisos de los contratos territoriales de la zona rural, han de incluirse medidas apropiadas para la conservación y mejora proactiva del suelo, los recursos hídricos, la diversidad biológica y del paisaje ru-ral tradicional. Preferentemente Par-ques Rurales y Paisajes Protegidos. Por su parte, el Marco Nacional FEA-DER 2007-2013 contempla la posibili-dad de que las Comunidades Autóno-mas implanten en el seno de sus Pro-gramas de Desarrollo Rural un con-trato territorial de explotación, vigente exclusivamente en el territorio de la región que corresponda, y con-sistente en “una relación contractual entre agricultores o entidades asocia-tivas que voluntariamente lo decidan, y la administración”. El objetivo principal de este contrato es habilitar una “fórmula de gestión conjunta de medidas de desarrollo ru-ral que puedan facilitar, tanto al agri-cultor, como a la administración, los trámites e implementación de las me- Cultivo de viña en el Paisaje Protegido de Tafira (Gran Canaria). Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 55 Este contrato ya estaba previsto en la Declaración de la Reserva de la Biosfe-ra en el año 1993, aunque no se desa-rrolló hasta 10 años más tarde. Desde un principio se concibió sobre la base de que el/la agricultor/a mantendría ciertos usos tradicionales o introdu-ciría métodos productivos no dañinos para la biosfera, y a cambio recibiría un trato favorable de tipo económico o administrativo, una ayuda directa, o ciertos servicios a las explotaciones, como asesoramiento y formación es-pecífica para el personal que trabajara en la misma. En la actualidad el CARB establece compensaciones a los/as agriculto-res/ as por su contribución al mante-nimiento del paisaje y la creación de externalidades positivas a favor de otros sectores. Ayuda a las explo-taciones familiares con la voluntad de incentivar conductas y prácticas agrarias respetuosas con el entorno y compatibles con los principios del desarrollo sostenible y de la Reserva de la Biosfera. De modo secundario, promueve la diversificación de actividades para ex-plotaciones lácteas y productoras de queso no rentables, mostrando otras oportunidades para el sector agrario local. También ha logrado fortalecer el asesoramiento a las explotaciones y agricultores/as, dotándolos de una mayor capacidad de adaptación frente a los cambios. El CARB se firma de modo individual con cada explotación, de modo que sin apartarse de los objetivos genera-les perseguidos, es posible atender las características concretas de aquella. Para la realización del diagnóstico pre-vio, el asesoramiento para la selección e implementación de los compromi-sos, y para el seguimiento del contra-to, las explotaciones pueden recurrir a las entidades de asesoramiento reco-nocidas por la autoridad regional, de modo que para acceder al CGE cata-lán es preciso contar con el apoyo de una entidad inscrita en el Registro de entidades de asesoramiento de Cata-luña al nivel integral agrario y rural, y suscribir al menos, 1 compromiso del área de gestión sostenible de la activi-dad agraria; además de satisfacer los compromisos generales obligatorios: mantener la actividad agraria du-rante el periodo de vigencia del contrato; cumplir las exigencias de la condi-cionalidad, entre los que se incluye la trazabilidad como requisito legal de gestión en materia de seguridad alimentaria; contratar los seguros agrarios se-ñalados como obligatorios según la orientación técnico económica de la explotación; realizar la formación homologada correspondiente, en función de la orientación productiva de la explo-tación y el proyecto que se quiere desarrollar; llevar la contabilidad de la explota-ción. Pero sin lugar a dudas, el referente nacional en materia de contratos de explotación es el Contrato Agrario de la Reserva de la Biosfera de Menorca [CARB] promovido por el Consell Insular de Menorca. tres principales Ejes de actuación del FEADER [1 mejora de la compe-titividad de la explotación; 2 gestión sostenible de la actividad agraria –in-cluidas medidas agroambientales–; 3 diversificación de la economía y calidad de vida en zonas rurales]. La persona titular de la finca debe es-coger entre las medidas habilitadas para cada una de estas áreas, en función de las características de su explotación y su diagnóstico econó-mico, medioambiental y social. Capítulo 2: Caja de herramientas para la gestión de la biodiversidad en las explotaciones 56 conservación de un valor o conjunto de valores concretos y significativos de su entorno, y pueden ser tan diver-sas como una asociación de vecinos, una organización conservacionista, una fundación, un ayuntamiento u otra entidad pública. Esta concertación so-cial entre intereses sociales y particu- La custodia es una herramienta similar a los contratos de explotación, pero se diferencia de aquel en que introduce un elemento participativo en la conserva-ción del patrimonio natural y cultural de un territorio, al involucrar a la sociedad civil en la conservación a través de la iniciativa privada y voluntaria. Este enfoque es relevante en la me-dida en que la mayor parte de los terrenos en los que existen valores naturales, paisajísticos o culturales, son propiedad privada y están gestio-nados desde el interés particular, por lo que es importante implicar y dar apoyo a los/as titulares de las fincas para lograr el objetivo marcado: con-servar una especie, frenar la degrada-ción de un paisaje, o evitar la desapa-rición de un elemento característico del patrimonio arquitectónico local, por ejemplo. La custodia, en cualquier caso, no per-sigue reemplazar las políticas de con-servación, ni sus instrumentos, sino tan sólo complementarlas a través de la concertación social. Los acuerdos de custodia se formali-zan voluntariamente, por escrito o no, entre la persona gestora/propietaria de una finca y la entidad de custo-dia, organización pública o privada sin ánimo de lucro, que lleva a cabo ini-ciativas que intervienen activamente en la conservación del territorio me-diante las técnicas de custodia. Estas entidades se movilizan en torno a la El contrato comprende una batería de compromisos obligatorios no re-munerados [formación; llevar un cua-derno de explotación con las actua-ciones realizadas; seguir el plan de abonado elaborado por los técnicos del Consell Insular; gestionar correc-tamente los residuos generados en la finca], a los que deben sumarse los compromisos voluntarios esco-gidos por el/la interesado/a en un menú de 26 posibilidades agrupadas en 5 ejes: E1: Medioambiente, paisaje y me-dio rural. E2: Recursos naturales y su apro-vechamiento. E3: Procesos productivos y activi-dad agraria. E4: Uso de energías alternativas. E5: Diversificación de actividades en la explotación. Se exige que la selección de compro-misos voluntarios sea coherente con el diagnóstico previo de la explota-ción y las recomendaciones técnicas emitidas. Estas medidas se han ido comple-tando con el tiempo, y así, se ha reforzado su vinculación con los acuerdos de custodia formalizados por el colectivo ecologista GOB Me-norca en diversas fincas de la isla; y se ha introducido una medida espe-cífica para fomentar la contratación de mujeres que ya trabajan en la explotación. Custodia del territorio Buenas prácticas agrarias a favor de la Biodiversidad. Guía práctica 57 apoyo de grupo de voluntarios para llevar a cabo determinadas tareas, promoción de los productos de la fin-ca bajo el sello de custodia, e incluso, aunque no es el caso de España de momento, el acceso a desgravaciones o incentivos fiscales en los impuestos vinculados a la finca. de c |
|
|
|
1 |
|
A |
|
B |
|
C |
|
E |
|
F |
|
M |
|
N |
|
P |
|
R |
|
T |
|
V |
|
X |
|
|
|