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Juan Carlos Santamarta Cerezal et al. AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN ISLAS Y TERRENOS VOLCÁNICOS AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN ISLAS Y TERRRENOS VOLCÁNICOS Reunión científica nacional sobre el estudio de los recursos hídricos en islas volcánicas dirección y Coordinación Editorial Dr. Ing. Juan Carlos Santamarta Cerezal Avances en la investigación de los recursos hídricos en islas y terrenos volcánicos. 1; Estudio de los recursos hídricos subterráneos, 2; Estudio de las Obras hidráulicas y aprovechamientos superficiales, 3; Nuevas tecnologías en la producción y aprovechamiento del recurso, 4; Gestión integral del agua, hidrología forestal. COMITÉ CIENTÍFICO Selección de capítulos revisados por pares ciegos DIRECCIÓN Y CORDINACIÓN EDITORIAL Juan Carlos Santamarta Cerezal jcsanta@ull.es DISEÑO Y MAQUETACIÓN DE LA PORT ADA Alba Fuentes Porto albafuentesporto@hotmail.com Edita: Colegio de Ingenieros de Montes Calle Cristóbal Bordiú, 19 28003 Madrid 915 34 60 05 Depósito Legal: TF 205-2013 ISBN: 978 -84 - 616 -3860 -4 272p. ; 29 cm. Primera Edición: Junio 2013 © Los Autores, Tenerife, 2013 Como citar este libro; Santamarta Cerezal, J.C. (ed.) et al. (2013). Avances en la investigación de los recursos hídri-cos en islas y terrenos volcánicos. Reunión científica nacional sobre el estudio de los recursos hídricos en islas volcánicas. Universidad de La laguna. Nov 2012.Tenerife. 272 pp. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotografías, grabación o por cualquier sis-tema de almacenar información sin el permiso escrito del autor y editores. 3 Contenido Prólogo 5 comité científico 7 Parte 1: Estudio de los recursos hídricos subterráneos 9 ESTUDIO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS DE LA MACARONESIA. LA ISLA DE TERCEIRA EN AZORES. Santamarta Cerezal, Juan Carlos; Goulart Fontes, José Carlos. Pág.11 LA INFILTRACIÓN EN LOS SUELOS DE LA ISLA DE TENERIFE. Neris Tomé, Jonay; Tejedor Salguero, Marisa; Jiménez Mendoza, Carmen Concepción. Pág.27 LOS TRABAJOS DEL PROYECTO REDESAC EN EL NORTE DE GRAN CANARIA: ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL MEDIA MEDIANTE EL BALANCE DE CLORURO S ATMOSFÉRICOS. Gema Naranjo,Tatiana Cruz-Fuentes, Annetty Benavides, María del Carmen Cabrera, Pilar Hernández-Quesada, Esmeralda Estévez, Luis Fernando Martin, Emilio Custodio Gimena. Pág.37 AGUAS MINERALES NATURALES EN TERENOS VOLCÁNICOS DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO. Skupien Balon, Elzbieta; Poncela Poncela, Roberto; Morales González-Moro, Ángel; Lario Báscones, Rafael. Pág.49 CARACTERIZACIÓN DEL HIDROTERMALISMO DE TENERIFE MEDIANTE EL MÉTODO MAGNETOTELÚRICO. Brito del Castillo, Isora; Pous Fàbregas, Jaume. Pág.63 ANALISIS DE SENSIBILIDAD PARA EL USO DE GALERIAS DE AGUA COMO INDICADORES DEL FLUJO GEOTERMICO EN LA ISLA DE TENERIFE. Eff-Darwich Peña, Antonio Manuel; García Lorenzo , Begoña. Pág.79 Parte 2: Obras hidráulicas y aprovechamientos superficiales 93 EL AGUA EN LOS TERENOS VOLCÁNICOS; FUNDAMENTO Y TECNOLOGÍAS DE APROVECHAMIENTO. Santamarta Cerezal, Juan Carlos.; Rodríguez Martín, Jesica. Pág.95 PLAN DE REGADÍOS DE CANARIAS. Rosa Vilar, Bernardo de la; Hernández Abreu, José Manuel; Rodrigo López, Jesús; González Hernández, José Francisco; Pérez Carballo, Antonio. Pág.115 Metodología para determinar la posible existencia de aire en el suministro de agua en las zonas atendidas por Teida gua S.A. Aplicaci ón de las mismas y conclusiones. Carmelo Militello Militello; Sergio Rodríguez Buenafuente; Viana L. Guadalupe Suárez; María Teresa Arencibia Pérez; Juan Carlos Guerra García. Pág.129 Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 4 Parte 3: Nuevas tecnologías, Depuración y Calidad de aguas 141 CALIDAD DE LAS AGUAS DE RIEGO EN ZONAS VOLCÁNICAS PARA UN MANEJO INTEGRADO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS. José Manuel Hernández-Moreno; María del Pino Palacios-Díaz. Pág.143 NIVELES DE CONCENTRACIONES DE NITRATOS EN AGUAS DE CONSUMO HUMANO DE LA ISLA DE GRAN CANARIA. Rodríguez Rodríguez, Inmaculada; Caballero Mesa, Jose M.; Gutiérrez Fernández, Ángel; Rubio Armendáriz, Carmen; Hardisson De la Torre, Arturo. Pág.153 LOS HUMEDALES ARTIFICIALES COMO ALTERNATIVA ANTE LA DEPURACIÓN DE AGUAS RESIDUALES A PEQUEÑA ESCALA. EL CASO DE SANTA LUCÍA - GRAN CANARIA. Vera, Luisa; Martel, Gilberto; Márquez, Miguel. Pág.163 LOS TRABAJOS DEL PROGRAMA CONSOLIDER-TRAGUA EN GRAN CANARIA: ESTUDIO DE LA AFECCIÓN AL MEDIO POR LA REUTILIZACIÓN DE AGUAS REGENERADAS EN LA CUENCA DEL BARANCO DE LAS GOTERAS. Estévez, Esmeralda; Cabrera, Mª del Carmen; Palacios-Díaz, Mª del Pino; Annetty Benavides; Cruz-Fuentes, Tatiana; Hernández-Quesada, Mª del Pilar; Mendoza-Grimón, Vanesa; Fernández-Vera, Juan Ramón; Hernández-Moreno, José Manuel. Pág.179 Parte 4: Gestión integral del agua e hidrología forestal 197 ESTUDIO DE LA FRECUENCIA Y MAGNITUD DE AVENIDAS TORENCIALES EN EL P.N. DE LA CALDERA DE TABURIENTE (LA PALMA) MEDIANTE TÉCNICAS DENDROGEOMORFOLÓGICAS. Díez-Herrero, Andrés; Génova Fúster, Mar; Mayer Suárez, Pablo; Ballesteros Cánovas, Juan Antonio; Becerril Carretero, Laura; Rubiales Jiménez, Juan Manuel; Gutiérrez Pérez, Ignacio; Hernández Ruiz, Mario; Saz Sánchez, Miguel Ángel; Bodoque del Pozo, José María; Ruiz Villanueva, Virginia. Pág.199 GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS AGUAS REGENERADAS UTILIZANDO UN SISTEMA DE RIEGO POR GOTEO SUBTERÁNEO: CASO DE ESTUDIO PARA LA PRODUCCIÓN DE FORAJE. Vanesa Mendoza-Grimón; José Manuel Hernández-Moreno; Juan Ramón Fernández-Vera; María del Pino Palacios-Díaz Pág.211 LA FRECUENCIA Y EVOLU CIÓN DEL MAR DE NUBES DURANTE EL VERANO EN LAS CUMBRES DE TENERIFE Y LOS VALES DE LA OROT AVA Y DE GÜÍMAR. Marzol Jaén, María Victoria. Pág.223 ESTIMACIÓN DE LA ESCORENTÍA SUPERFICIAL EN EL PARQUE NACIONAL DE LA CALDERA DE TABURIENTE. Mongil Manso, Jorge. Pág.239 ANÁLISIS CLIMÁTICO DEL INCENDIO FORESTAL DE TENERIFE COMARCAS DE ABONA E ISORA: 15 A 21 DE JULIO DE 2012. Santana Pérez , Luis Manuel. Pág.247 5 La islas volcánicas tienen una geología singular que condiciona enormemente la forma de aprovechar los recursos hídricos, que en general es más compleja que en los territorios conti-nentales. El agua en las islas volcánicas es un activo fundamental para el desarrollo económico y vital de sus habitantes. Canarias es uno de los lugares del mundo donde más conocimiento se tiene sobre sus aguas subterráneas y los recursos hídricos en general, pero obviamente hay muchas cosas todavía por hacer e investigar. Los esfuerzos en investigación e ingeniería que se han realizado en las islas Canarias para disponer de unos recursos hídricos en cantidad y calidad suficientes, han sido muy importantes a lo largo de la historia. Esos avances tecnoló-gicos pueden ser transferidos a otras regiones insulares con menor disponibilidad de recurso, de ahí que Canarias tiene una oportunidad histórica de liderar a nivel mundial la gestión y aprovechamiento de los recursos hídricos en terrenos volcánicos. Una gestión integral del agua que contemple todos los actores participantes en el ciclo hidro-lógico, se hace fundamental en sistemas aislados como los archipiélagos, donde debe primar la eficiencia, por ello no sólo es necesario, captar el agua si no gestionarla de una manera sostenible. Prólogo Juan C. Santamarta Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 6 Canarias se puede considerar como uno de los mejores laboratorios hidrogeológicos del mundo. Por una parte, en la isla coexiste un amplísimo abanico de procesos volcánicos, desde aquellos asociados a materiales muy básicos a otros asociados a materiales muy diferenciados, todo ello en un área de apenas 2.000 km2, algo insólito en una región volcánicamente activa. Por otro lado, las islas cuentan con una amplísima red de galerías subterráneas y pozos, que permiten estudiar desde el subsuelo prácticamente cualquier fenómeno geológico presente en la isla. Esta red de extracción de aguas subterráneas permite además acceder al acuífero a distintas alturas, latitudes y longitudes, hecho que también es insólito a nivel mundial. Las galerías y pozos constituyen el principal sistema de abastecimiento de agua para la población, por lo que existe un claro vínculo social y económico con el agua subterránea. Conscientes del reto que supone el futuro de los recursos hídricos en las islas, se presenta la siguiente publicación, abierta a toda persona interesada en los procesos asociados al ciclo del agua y su aprovechamiento, en una isla volcánica. Canarias puede liderar la investigación y el conocimiento sobre el aprovechamiento y uso del agua en las islas y terrenos volcánicos a nivel mundial. Juan Carlos Santamarta Cerezal Doctor Ingeniero Civil en Hidráulica y Energética por la UPM Ingeniero de Montes (UPM) e Ingeniero Técnico de Minas (UPM) jcsanta@ull.es En San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, Islas Canarias a 31 de enero de 2013 7 Dirección y coordinación editorial Dr. Juan Carlos Santamarta Cerezal (UL) Secretaría técnica D. Luis E. Hernández Gutiérrez (Gobierno de Canarias) Comité científico Dra. Carmen Cabrera Santana (ULPGC) Dr. Antonio Eff-Darwich (UL) Dr. Federico Aguilera Klink (UL) Dr. Albert Casas Ponsati (UB) Dra. Josefina Tapias Pantebre (UB) Dr. Juan Carlos Santamarta Cerezal (UL y Antonio de Nebrija) Dr. Sebastián Delgado Díaz (UL) Dra. Paz Arraiza Bermúdez-Cañete (UPM) Dra. Inés Galindo (IGM) Dra. Encarnación Rodríguez Hurtado (UPM) D. Francisco J. Martín Castro (Consejo Insular de Aguas de La Palma) Dr. Emilio Custodio Gimena (UPC) Dr. Axel Ritter Rodríguez (UL) Dr. Arturo Hardisson de la Torre (UL) Dr.Jonay Neris Tomé (UL) Dr. Ernesto Pereda De Pablo (UL) Dr. José Antonio Rodríguez Losada (UL) Dr. Nemesio Pérez Rodríguez (ITER-INVOL CAN) D. Luis E. Hernández Gutiérrez (Gobierno de Canarias) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 8 D. Rafael Juan Lario Bascones (Servicio de Minas. Gobierno de Canarias) Dr. Alfonso Méndez Cecilia (Universidad de León) D. Jaime J. González Gonzálvez (Intertécnica) D. Humberto Gutiérrez García (Gobierno de Canarias) Dra. Elzbieta Skupien (Profesional e Investigadora) D. Roberto Poncela Poncela (Profesional e Investigador) Dr. Florin Ioras (Bucks New University) D. Luis Manuel Pérez Santana (Profesional e Investigador) D. Carlos Suárez García (Consejo Insular de Aguas de La Gomera) D. Luis Fernando Martín Rodríguez (ULPGC y Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria) Parte 1 Estudio de los recursos hídricos subterráneos 11 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos ESTUDIO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS DE LA MACARONESIA. LA ISLA DE TERCEIRA EN AZORES Santamarta Cerezal, Juan Carlos. ETS Ingeniería Civil e Industrial. Universidad de La Laguna. jcsanta@ull.es Goulart Fontes, José Carlos. Deptamento de Ciências Agrárias da Universidade dos Açores, Angra do Heroísmo. jfontes@uac.pt Resumen: La región de la Macaronesia está formada por una serie de cinco archipiélagos (Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde) enclavados en el Atlántico Norte que, tienen en común, una serie de factores climáticos, geológicos y ambientales, que las hacen poseer características comunes a nivel de vegetación y recursos hídricos, principalmente, porque son de origen volcánico. Si bien hay una mayor disponibilidad de agua, creciente de Sur a Norte, con una mayor cantidad de precipitación, en las islas Azores (desde 3.000 mm/año) y menores lluvias en Cabo Verde (menos de 200 mm/año); también existe, en términos de precipitación, singularidades en cada una de las islas de los archipiélagos, también influenciada por la orografía y morfología de las islas. Terceira es una de la islas del archipiélago de Azores, en ella se pueden encontrar la mayor parte de las singularidades en la hidrología de una isla volcánica. 1. INTRODUCCIÓN A LOS RECURSOS HÍDRICOS EN LA MACARONESIA El problema fundamental relacionado con el agua, en esta región del planeta, se puede reducir a las siguientes cuestiones; un territorio insular y volcánico, limitado en superficie y alejado del continente que ha de abastecer a 3.100.000 habitantes, incluida su agricultura, servicios e industria. Este reto, es una tarea muy difícil y complicada técnicamente. La ingeniería y la ge-ología han tratado de ir estudiando su solución, a través de los años y el avance de la técnica, con cierto éxito pero que en el próximo siglo la comunidad científica y los ingenieros se de-berán a enfrentar a nuevos retos hidrológicos y de disponibilidad energética vinculados al agua. Los recursos hídricos en la Macaronesia se obtienen principalmente del subsuelo; pozos, sondeos, minas y galerías de agua dulce, que son los exponentes más interesantes de este tipo de aprovechamiento, aunque no hay que obviar, que desde hace 50 años hay un auge de la producción industrial de agua sobre todo en islas con menor posibilidad de recurrir al recurso subterráneo y superficial. Los recursos hídricos superficiales, debido a la permeabi-lidad habitual del terreno volcánico, no son tan abundantes, salvo los aprovechados por to-maderos de barranco, con derivación a balsas impermeabilizadas de almacenamiento; aunque no hay que olvidar, que en dos islas de Canarias (Gran Canaria y Gomera) existen más de 100 grandes presas, siendo este número, la mayor densidad de embalses del mundo como ya se Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 12 ha comentado en alguna ocasión a lo largo de este libro. En general el agua almacenada por las presas, no se usa para abastecimiento urbano, sólo para agricultura. En el caso de Azores y Madeira, existen lagos que son reservas estratégicas de agua, pero su valor actualmente es ecológico y recreativo. Tabla 1; Población en la Macaronesia. (Wikipedia, 2011) Sistema archipiélago Habitantes Azores 245.374 Madeira 247.399 Salvajes 2 Canarias 2.103.992 Cabo Verde 499.796 Total Macaronesia 3.095.729 Los problemas en relación al agua de la Macaronesia son muy similares. La mayor demanda del recurso, en general, viene dada por la agricultura, salvo en Azores, cuya demanda urbana es la mayor demandante de agua con un 56% del total disponible. Otro aspecto importante es la fracturación del territorio lo que provoca que se esté hablando de territorios divididos, con grandes diferencias en la disponibilidad del agua, por diferentes cantidades de precipitación entre las islas, incluso dentro de los propios archipiélagos (La Palma; 700 mm, Fuerteventura; 150 mm). Hay que sumar también un aumento de la población, así como del turismo masivo (Canarias, 9,6 millones de visitantes, Cabo Verde 382.000 turistas y en aumento progresivo). En este sentido, se puede concluir que; los recursos hídricos pueden ser un factor limitante a la hora de desarrollar el turismo y el desarrollo económico en la Macaronesia. La calidad de las aguas extraídas del acuífero es otro factor importante, si las extracciones no son sostenibles (extraer más agua que la recarga natural del acuífero), como es, en muchas ocasiones, el caso de Canarias, el problema del flúor es muy destacado, así como el problema de los nitratos que comparten también Canarias y las Azores, sobre todo donde la agricultura y la ganadería es muy masiva (Azores, 100.000 cabezas de ganado vacuno). En el caso de archipiélagos, cuyos recursos subterráneos han sido agotados o bien devaluados en cuanto a la calidad del recurso hídrico, la demanda hidráulica ha sido suplida por plantas desalado-ras donde en algunas ocasiones puede aparecer el problema de la presencia de boro en las aguas producidas. En general, otro problema hidroquímico es el de los bicarbonatos, en el sentido de que empeoran la calidad del agua y pueden llegar a colapsar las conducciones que la transportan. 13 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Tabla 2; Estimación del turismo anual en la Macaronesia. (Santamarta JC, 2011) Sistema archipiélago Nº turistas estimados Azores 300.000 Madeira 245.000 Salvajes 500 Canarias 9.600.000 Cabo Verde 385.000 Total Macaronesia 10.530.500 Otro problema en relación a los recursos hídricos, es la vinculación del agua con la energía, en los archipiélagos del Sur de la Macaronesia (Canarias, Cabo Verde), es necesario desalar el agua de mar (coste; 0.6 a 1.25 €/m3), debido a no poder satisfacer toda la demanda medi-ante los recursos subterráneos y superficiales, en este sentido la economía de escala es muy importante con respecto al coste del agua, a mayor dimensión (producción de m3) de la in-stalación, menor coste del agua desalada de mar, esto es difícil de lograr en un sistema insular, las plantas, en general son pequeñas. Ilustración 1 ; Sistemas de transporte de agua en la islas de Tenerife, Canarias ( Santamarta JC, 2012) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 14 En la mayoría de los pozos se bombea el agua, por lo tanto es necesario un suministro ener-gético importante; en Canarias hay pozos de hasta 700 m de profundidad (por ejemplo en la zona de Vilaflor en Tenerife). Aunque en general los centros de consumo están en la costa, el agua hay que transportarla a través de una orografía abrupta y singular. Estos bombeos y transportes de agua unidos a la producción industrial del recurso, provoca una importante demanda energética, que en un archipiélago se hace más sensible que en un territorio conti-nental, ya que las islas disponen de unos sistemas de generación eléctrica singulares. Ilustración 2; Paisaje agrícola y ganadero típico de la isla de Terceira, Azores. (Santamarta JC, 2011) Por lo general, la Macaronesia se abastece energéticamente mediante centrales eléctricas die-sel, con un combustible tipo fuel oil, que es un combustible que siempre está en precios elevados, por lo tanto, el coste de producir agua es directamente proporcional al coste del petróleo; por otro lado aunque las energías renovables tienen cierta presencia en Canarias suponen un ínfimo porcentaje, la desalación de agua de mar suplida mediante esta energía, se recuerda que desalar agua de mar, por cada metro cúbico, la energía supone el 30% del total de los costes. Las perspectivas, en la Macaronesia, en este sentido son una política dinami-zadora sobre las energías renovables, por ejemplo la energía geotérmica (Azores-Madeira), 15 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos hidroeléctrica e hidroeléctrica reversible (Madeira-Canarias), solar y eólica (Canarias-Azores- Cabo Verde) y buscar la eficiencia tanto energética como hidráulica. En los costes asociados al agua en un sistema insular, como el de la Macaronesia, realmente, el usuario no paga el coste efectivo de lo que vale extraer o desalar un metro cúbico de agua incluy-endo su impacto en el medio ambiente, sino que paga un precio menor que no cubre costes; el resto es asumido por los diferentes gobiernos insulares, por lo que el isleño no percibe realmente el coste del agua, aunque a favor se puede afirmar; que los insulares consumen por lo general, menos agua que los habitantes del continente, incluso en las Islas Canarias parte del agua desalada es subvencionada por el Gobierno estatal ( año 2011, 9 millones de €, 2012, 4,6 millones de €). Las islas de la Macaronesia son vulnerables a las precipitaciones excepcionales, por lo que curiosamente, no solo la escasez de lluvias es problemática, sino que también la abundan-cia de agua genera graves problemas. El régimen habitual de lluvias en estas latitudes es el torrencial, (mucha precipitación en poco espacio de tiempo) esto hace que en las vías pref-erenciales de drenaje, los barrancos, fluya el agua de manera violenta creando avenidas con elevados caudales punta, deslizamientos en las laderas y taludes así como problemas en la población que ocupa o vive cerca de los barrancos o laderas. Este problema se acentúa tras incendios forestales, habituales en verano, en el caso de Canarias, por lo que a los materi-ales habituales arrastrados por las avenidas, se les suma el de las cenizas. Con respecto a los incendios recientes estudios afirman que incrementan la escorrentía y los caudales punta en un 30% incluso reducen los tiempos de retorno en 5 años. Por último en zonas donde se ha perdido la cobertera vegetal se inician procesos de erosión; otro gran problema de futuro en esta región unido a los progresivos desmantelamientos de las islas por procesos erosivos. Otro aspecto fundamental en relación a los recursos hídricos de la Macaronesia, es la precipi-tación de niebla u horizontal. Esta lluvia que es potenciada y regulada por las masas forestales. Hay criterios dispares sobre su cuantificación (desde 2,5 veces la precipitación normal hasta 1,25 depende del autor que se referencie). Lo que sí es una evidencia, es que complementan el ciclo hidrológico en la Macaronesia, desde Azores hasta Cabo Verde, aunque su aprove-chamiento directo es muy minoritario, limitado a casos muy particulares como; el abastec-imiento de depósitos para incendios forestales, bebederos de fauna, abastecimientos de alta montaña… Como aspecto positivo, es que este fenómeno ha sido profundamente estudiado en varias islas de la Macaronesia como Madeira, Terceira, Tenerife, Gran Canaria, Hierro… e incluso se han diseñado planes de surtir agua a beberos por procedimientos mecánicos automatizados, como es el caso de la Reserva Integral de Inagua. Por último, hay que dar importancia al turismo relacionado con el agua, casos interesantes son los senderos vinculados al agua (rutas del agua, water walks…), como es el caso en Madeira, La Palma o Tenerife (Canarias), son un recurso turístico interesante y atraen a un turismo de calidad. Una posibilidad de futuro sería el hidrogeoturismo, vincular obras hidráu-licas singulares al turismo, para su visita e interpretación, por ejemplo lo que se lleva a cabo en la isla de Terceira, con la visita a tubos y cuevas volcánicas puede tener su representación en visitas a minas de agua o galerías en Canarias o Madeira. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 16 2. INTRODUCCIÓN A LA ESCORRENTÍA DE LAS ISLAS AZORES El archipiélago de las Azores está formado por nueve islas que se sitúan en el Océano Atlán-tico y cerca de 2.000 km de distancia de la costa occidental del continente europeo y a menos de 3.000 km del extremo más occidental oriental de América del Norte. La isla de Terceira se localiza entre los paralelos 38º 38’10’’ y 38º47’40’’ N y los meridianos 27º03´00’’ y 27º24’00’’ W. Posee una forma oval, con el eje principal orientado en la dirección E-W, con cerca de 29 km de anchura máxima y un largo máximo de 18 km, totalizando un área de 397 km2. El archipiélago de las Azores se caracteriza por ser un ambiente volcánico de gran variabili-dad geológica e hidrogeológica, donde en cada una de las islas es necesario un análisis detal-lado y singular del efecto de la escala, siendo fundamental para un conocimiento profundo de los sistemas hídricos de estas islas volcánicas de pequeña dimensión, con el fin de preservar la cantidad y calidad del agua. A pesar de su importancia hidrológica, el número de estudios referentes a la escorrentía su-perficial en las islas Azores es escaso. Sólo destacan los trabajos desarrollados por Rodrigues (1992, 1993a, 1993b e 1995) en la isla de San Miguel, Azevedo (1998) en la isla de Flores y Azevedo et al. (2002) y Fontes (1999) en la isla de Terceira. Los estudios desarrollados por el primer autor se refieren a cursos de agua encauzados en macizos con lagos, siendo enfatizado el efecto retardante que estos cuerpos hídricos tienen en el refuerzo de los caudales específi-cos. Las heterogeneidades del escurrimiento anual con también evidentes de estos trabajos, especialmente las asociadas al ciclo de almacenamiento en los lagos y la impermeabilidad de los terrenos. En el trabajo desarrollado por Azevedo (1998) se intenta cuantifica el escurrimiento su-perficial de los principales cursos de agua en la Isla de las Flores a partir de un conjunto de mediciones puntuales basadas en el método de la sección y velocidad. Con el fin de superar la gran escasez de datos referentes a la escorrentía en las islas volcánicas, Azevedo et al. (2002) desarrollaron una metodología genérica de resolución mensual que procura estimar las com-ponentes de escurrimiento basadas en el valor de superávit hídrico resultante del balance hídrico climático, en la variación de la reserva de agua en el suelo y también, en la densidad de drenaje como factor de ponderación. El principal imput a considerar en el balance hídrico de las islas Azores es la precipitación. Esta ocurre en su mayoría en forma de lluvia o, más raramente, como granizo o nieve. Su principal fuente de masas de vapor formadas a partir del océano. 3. HIDROGRAFÍA El escurrimiento superficial tiene gran importancia en el archipiélago de las Azores, siendo determinada por las características climáticas, por la geomorfología, por la geología y por la edafología además de por la cobertura vegetal y las actividades antrópicas. La cartográfica 17 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos hidrográfica de la isla de Terceira, producida a partir de los datos de la Secretaría Regional de Ciencia, Tecnología y Equipamiento (SRCTE), permite identificar claramente el tipo de escurrimiento superficial que existe en esta isla (Figura 1). La mayor capacidad de drenaje se localiza en las vertientes inclinadas donde dominan los pastos permanentes, mientras que la infiltración ocurre preferencialmente en las formaciones basálticas poco alteradas, revestidas por estructuras arbustivas de la vegetación natural, constituyendo así áreas importantes de para la recarga de los acuíferos. Ilustración 3; Lago en Terceira. (Santamarta JC, 2011) Las formas de relieve son responsables, en gran parte, de la forma asumida por las redes hidrográficas, especialmente en este ambiente insular joven, donde la erosión todavía no ha desempeñado un papel muy preponderante en el modelado del paisaje. A medida que el es-currimiento superficial en la isla de Terceira es 509 mm por unidad de superficie, generando un volumen de 205 x 106 m3/año(PRAA, 2001). Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 18 4. GEOLOGÍA La isla de Terceira es un edificio volcánico que presenta, en relación a las otras islas de Azores, una gran diversidad litológica y estructural. Como la mayoría de los edificios insu-lares atlánticos, resulta de un conjunto de procesos volcano-tectónicos que incluyen dos fases distintas: una proto insular, que engloba erupciones submarinas y emergentes y otra insular resultante de la actividad eruptiva de carácter subaéreo. Como criterio de organización espacio-temporal, se utilizó para la referencia los mismos horizontes estratigráficos considerados por Self (1974, 1976) y Self y Gunn (1976), construi-dos por los depósitos ignimbríticos de los Lagos y de Angra con 20.000 y 23.000 años B.P., respetivamente. Figura 1; Mapa Hidrográfico de la isla de Terceira (Nunes, 2012) 19 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos En función de esos niveles, que en conjunto afloran en gran parte de la isla, las rocas y forma-ciones de la isla de Terceira fueron agrupadas en dos unidades: (1) una inferior, construida por las formaciones y estructuras mas antiguas de estos depósitos y (2) una superior que, además de estos dos niveles de referencia, incluye los materiales y estructuras depositados después de la emisión. Las discontinuidades litológicas y los horizontes soterrados ocurren con mucha frecuencia, observándose, en estas situaciones, intensos flujos laterales. Las zonas de fractura en una colada favorecen la infiltración del agua (PRAA, 2001). 5. GEOMORFOLOGIA Las cuatro principales unidades geomorfológicas de la isla de Terceira, están constituidas por los estratovolcanes de Cinco Picos, Guilherme Moniz y Santa Bárbara y también por una zona deprimida, localizada entre estos dos últimos aparatos volcánicos, designada zona de transición. El macizo de Cinco Picos está dominado por dos grandes depresiones: la Caldera de Cinco Picos y el Graben das Lajes, intercaladas entre elevaciones alargadas que constituyen las Ser-ras de Santiago, de Cume y de la Ribeirinha. La Formación Traquibasáltica emitida por este volcán está constituída por coladas lávicas y depósitos piroclásticos de naturaleza traquibasál-tica (Rodrigues, 2002). El macizo de Guilherme Moniz está dominado por la Caldera vul-canotéctonica del mismo nombre, que presenta, en el sector norte, el centro volcánico de Pico Alto. Asociada a la actividad de este volcán está el conjunto de lavas y depósitos piro-clásticos de naturaleza traquítica. Al Centro Volcánico de Pico Alto están asociadas las For-maciones Ignimbríticas (Self, 1974, 1976). Ilustración 4; Fumarolas en la isla de Terceira. (Santamarta JC, 2011) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 20 Localizado en la parte occidental de la isla, el macizo de Santa Bárbara exhibe una altitud máxi-ma de 1.201 metros. Está constituido por un gran estratovolcán de morfología cónica, truncado en su pico por una caldera de doble abatimiento. Incluye un conjunto de coladas lávicas y ma-teriales de proyección de naturaleza basáltica (Rodriguez, 2002). Finalmente, el sistema fisural, localizado entre los macizos de Guilherme Moniz y Santa Bárbara, corresponde a un área de meseta fracturada, con coladas lávicas de naturaleza basáltica (Formación Basáltica Inferior) recientes y una serie de alineamientos de conos de escoria. El conjunto de cúmulo-domos y domo-coladas que se pueden observar en la zona centro de la isla, están asociados a la actividad eruptiva de los volcanes de Guilherme Moniz e de Santa Bárbara (constituyendo las Formaciones peralcalinas de Pico Algo y de Santa Bárbara). 6. SUELOS Las características edafológicas de las cuencas, que gobiernan la retención de agua y el es-currimiento subsuperficial, la infiltración y la cobertura vegetal, ejercen una gran influencia sobre el escurrimiento subsuperficial (Fontes, 1999). El origen volcánico de las islas de Azores, asociada a las característica del clima determina la aparición a gran escala de una categoría de suelos, los Andosoles. En la fracción arcilla de es-tos suelos existen materiales de débil ordenación estructural, especialmente alofana, imogo-lita, sílice opalina, ferrhidrita (Pinheiro, 1990), que les confieren propiedades muy distintas de las de otros suelos minerales, tales como una baja densidad aparente, elevada porosidad, difi-cultad de dispersión, elevada capacidad de retención de agua, alteración irreversible después del secado, gran poder de fijación de fosfatos, carga variable elevada asociada a elevados valores de pH en NaF y bajo contenido en bases (Pinheiro, 1990). Según Pinheiro (1990), los suelos de las Azores pueden subdividirse en tres tipos principales: Andisoles típicos (satura-dos e insaturados), Andosoles ferruginosos y suelos pardos. Los Andosoles típicos, saturados e insaturados, se distribuyen desde el nivel del mar hasta aproximadamente 500-600 m de altitud, en el caso de la zona en estudio. Son suelos profundos, generalmente estratificados como resultado de acumulaciones periódicas, con horizontes superficiales oscurecidos por la materia orgánica y horizontes subsuperficiales pardo-amarillos a pardo-rojizos. Presentan una textura predominantemente franca, en superficie la estructura es grumosa o granulosa, atenuándose en profundidad pro la presencia de material poco alterado, en general de natu-raleza ácida y más raramente basáltica (Pinheiro, 1990). En lo que respecta a sus principales características físicas podemos destacar su elevada capacidad de retención de humedad a 1500 kPa y a capacidad de campo así como su baja densidad aparente (Fontes, 1999). La clasificación de suelos de acuerdo con el Soil Conservation Service (1972) define cuatro grupos hidrológicos de suelos, de acuerdo con su tasa de infiltración, denominados A, B, C y D. Así, los mantos lávicos recientes pertenecen al grupo hidrológico de suelos A, los An-dosoles insaturados al grupo B, los suelos pardos y Andosoles ferruginosos pertenecen al grupo C y los Andosoles saturados al grupo hidrológico de suelos (SCS, 1972; Fontes, 1999). 21 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 7. HIDROLOGÍA DE LA ISLA DE TERCEIRA Fontes (1999) cuantificó y simuló, con el modelo OPUS (Smith, 1992), el modelo de escur-rimiento superficial originado por la precipitación en la isla de Terceira sobre diferentes prác-ticas de uso y manejo del suelo, como base en los registros obtenidos en dos pequeñas cuencas experimentales localizadas en el macizo volcánico de los Cinco Picos. Los resultados obte-nidos evidencian escurrimientos superficiales anuales reducidos que rondan el 1% de la pre-cipitación en zonas de pasto permanente, independientemente del declive del terreno. En el caso de los periodos de renovación del pasto, caracterizados por la movilización del suelo y la ausencia de vegetación, este autor refiere valores que corresponden a 17% de la precipitación. Estas cantidades son compatibles con los escurrimientos observados en la mayor parte de las cuencas hidrográficas dispuestas en el centro y sudoeste del macizo volcánico de los Cinco Picos, donde los cursos de agua apenas funcionan en situaciones de precipitación extrema. Ilustración 5 ; Desagüe al mar de dos riberas (Barrancos) en la isla de Terceira. (Santamarta JC, 2011) 7.1. Cuencas hidrográficas de la isla de Terceira Se caracterizan sumariamente las cuencas hidrográficas de la isla de Terceira (Figura 2) con base a la cartografía elaborada por Madruga et al. (1986). Fueron individualizadas en esta isla 78 unidades hidrológicas de las cuales 44 corresponden a cuencas hidrográficas físicamente bien individualiza-das y 34 a zonas agregadas a estas con escurrimiento mas estructurado. El primer grupo de estruc-turas ocupa, en su conjunto, cerca de 62,6% de la superficie insular, comprendiendo 33 cuencas exorreicas y 11 endorreicas. El valor medio de su superficie ronda los 5,88 km2, presentando las dispuestas en el macizo de Santa Bárbara las dimensiones menores y las encontraras en la zona de transición las mayores. Las cuencas endorreicas ocupan 1,76% del área plana de la isla, disponién-dose la mayoría en el interior de las calderas de Guilherme Moniz y de Santa Bárbara. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 22 Figura 2; Cuencas hidrográficas da ilha Terceira (adaptada de Rodrigues, 2002). Cerca de 37,4% de la superficie insular es construida por zonas donde el escurrimiento su-perficial no es estructurado, evidenciando infiltraciones elevadas en el terreno. En términos de unidades geomorfológicas, la zona de transición es la que presenta un área mayor de este tipo, correspondiente al 67% de su superficie. Las cuencas hidrográficas con más de 10 km2 ocupan el 40 % del área plana de la isla, dis-poniéndose mayoritariamente en los macizos de Guilherme Moniz e dos Cinco Picos. Las que presentan dimensiones más reducidas, con áreas planas iguales o inferiores a 5 km2, son las más comunes, alcanzando una mayor expresión en el macizo de Santa Bárbara. 7.2. Escorrentía superficial Es de esperar que el escurrimiento superficial presente una variabilidad superior a la precipi-tación, provocada por los efectos del retraso inherente a la hidrología, que hacen coincidir las lluvias de fin de invierno con los valores de caudal significativos resultantes del drenaje de acuíferos (PRAA, 2001). 7.3. Recarga del acuífero En las Azores son generados de media anualmente 690 mm de escorrentía superficial y 150 mm de recarga de los acuíferos (PRAA, 2001). En la isla de Terceira, las tasas de recarga en relación a la pluviometría varían entre 16 y 49% aproximadamente (PRAA, 2001). Aunque se reconoce que la precipitación de las islas Azores son favorables a una recarga regular del 23 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos acuífero, el hecho es que, dada la exigüidad territorial y la estructura geológica general de las islas, la recarga no puede ser entendida como reserva disponible (PRAA, 2001). El rápido y permanente descenso de los niveles freáticos deriva de varios factores tales como (PRAA, 2001): • La descarga subterránea natural, relacionada con los caudales extraídos a través de pozos de captación, verificándose frecuentemente fenómenos de sobreexplotación de acuíferos. • Las descargas laterales de los acuíferos a través de discontinuidades típicas de ambien-tes volcánicos, que no fueran contabilizadas en el cálculo de reserva de agua. • Condiciones de cercanía con el mar, que comprometen tanto la cantidad como la cali-dad del agua almacenada, particularmente, fenómenos de intrusión salina. La descarga subterránea junto a la línea de costa o submarina no es igualmente muy considerada, por la imposibilidad de ser estimada. • Así, las reservas de agua dulce tienen un tiempo de residencia corto, comparado con la generalidad de las condiciones continentales. Figura 3; Mapa de cuencas hidrográficas de la isla de Terceira (Nunes) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 24 Según el Plan Regional de Agua (PRAA, 2001), citado por la situación mencionada de falta o ausencia de datos, la estimación de las reservas de agua de los acuíferos se encuentra sobres-timada, estando asociada a una significativa margen de error. Paralelamente a esta cuestión, existe el hecho de no conocer con rigor el volumen de agua presente en el subsuelo que puede ser captada. En efecto, la localización y características geométricas e hidrodinámicas pueden incluso desaconsejar su exploración. Parece por lo tanto, una necesidad distinguir la disponibilidad de agua de entre la totalidad de reserva y, establecer con seguridad un in-tervalo de valores que corresponda a una más correcta aproximación de la realidad. En este contexto, se opta por considerar, para todos los acuíferos, un intervalo de entre 10 y 20% del valor inicial estimado para las reservas acuíferas (PRAA, 2001). Este valor constituye la dis-ponibilidad subterránea y , según el Plan hidrológico referido, deberá ser considerado como límite máximo de agua disponible en el acuífero. Referencias y bibliografía consultada Azevedo, E.M.B.; Rodrigues, A.P.C.; Diogo, P.A.; Rodrigues, M.C.S.M., (2002). Infiltração e escoamento em pequenas ilhas vulcânicas. Aproximação genérica à quantificação da infiltração e do escoamento nas ilhas dos Açores. Comunicações do VI Congresso da Água. Azevedo, J.M.M., (1998). Geologia e Hidrogeologia da Iha das Flores (Açores – Portugal). Tese de Doutora-mento. 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Direção Regional do Ordenamento do Ter-ritório e dos Recursos Hídricos / Secretaria Regional do Ambiente, Instituto da Água. Pinheiro, J.A., (1990). Caracterização dos solos da ilha Terceira. Tese de Doutoramento. Departamento de Ciências Agrárias, Universidade dos Açores. Rodrigues, F. C., (2002). Hidrogeologia da Ilha Terceira (Açores, Portugal). Dissertação apresentada à Uni-versidade dos Açores para o efeito de obtenção do Grau de Doutor no Ramo de Engenharia do Ambiente, especialidade Engenharia do Ambiente. Deptamento de Ciências Agrárias da Univer-sidade dos Açores, Angra do Heroísmo. Rodrigues, R., (1992). Avaliação das disponibilidades hídricas da ilha de S. Miguel Açores. Rel. 217/92 - NHF, Laboratório Nacional de Engenharia Civil, Lisboa. Rodrigues, R., (1993a). Plano para a gestão de recursos hídricos na ilha de S. Miguel (Açores). Rel. 21/93 - NHF, Laboratório Nacional de Engenharia Civil, Lisboa. Rodrigues, R., (1993b). 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Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología , Universidad de La Laguna. España. martesa@ull.es Jiménez Mendoza, Carmen Concepción. Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología , Universidad de La Laguna. España. cacojime@ull.es Resumen: La tasa de infiltración del agua en el suelo es una propiedad fundamental que inter-viene en aspectos tan variados como la disponibilidad de agua para las plantas, la recarga de los acuíferos, los procesos de erosión hídrica, la ocurrencia de avenidas y el modelado del territorio. En este sentido, se ven afectados por ella tanto elementos naturales del medio como otros de índole hu-mana como son los relacionados con la agronomía o la ordenación del territorio. Los planeamientos y elaboración de modelos hidrológicos integrales no pueden obviar la importancia del recurso suelo como medio regulador de la infiltración. Los estudios realizados en la isla de Tenerife en los últimos años corroboran este extremo y remarcan la gran dependencia de esta propiedad hacia la tipología y propiedades del suelo, así como con su uso, manejo y vegetación. 1. INTRODUCCIÓN En el archipiélago canario, el agua es un recurso de extraordinario valor y de difícil disponibi-lidad en algunas islas, donde la sobreexplotación de los acuíferos y la reducción de su calidad han llevado a la implantación de tecnologías y procesos de desalación y depuración. En la isla de Tenerife el 89% del agua procede de fuentes convencionales, correspondiendo el 87% del total extraída a recursos subterráneos (principalmente galerías y pozos) y el 2% a recursos superficiales y manantiales (Consejo Insular de Aguas de Tenerife, 2004). Por este motivo, es de gran interés profundizar en el conocimiento del ciclo hidrológico en general, y del proceso de infiltración del agua en el suelo en particular. La infiltración se define como la entrada del agua a través de la capa superficial de la corteza terrestre, es decir del suelo. La relación entre el aporte de agua (lluvia, riego, etc.) y la infil-tración determina la proporción de la primera que penetra y puede moverse hacia estratos profundos, y la que queda en superficie disponible para la escorrentía. Propiedades edáficas como la porosidad, estructura, textura, etc., son de especial relevancia en este proceso. La naturaleza volcánica de las Islas Canarias contribuye, entre otros factores, a la formación de algunos suelos con propiedades muy peculiares en cuanto a su mineralogía, que se traduce en Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 28 un comportamiento característico ante la infiltración. Su conocimiento es por tanto funda-mental para la planificación de un recurso tan escaso en las islas como es el agua. En este trabajo se presentan los resultados de la caracterización de la infiltración en los suelos de la isla de Tenerife. 2. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INFILTRACIÓN DEL AGUA EN EL SUELO En el proceso de infiltración influyen tanto las características del suelo como de la lluvia, además de otros factores externos capaces de modificarlas. El suelo es un sistema trifásico (fases sólida, líquida y gaseosa) en el que la fase sólida está formada por partículas elementales que se agregan constituyendo una estructura porosa tri-dimensional en la que pueden penetrar tanto el aire como el agua (Hillel D, 1980). El volu-men, pero también la distribución y continuidad de los poros del suelo, determinan en última instancia la capacidad de infiltración del mismo puesto que son el medio a través del cual se mueve el agua. La conformación de la porosidad del suelo está dominada por propiedades como la textura (el comportamiento del suelo resultante de la cantidad y actividad de sus distintas fracciones granulométricas), el desarrollo de la estructura (la forma y fuerza con que las partículas sólidas se ordenan) o la mineralogía del suelo. En general, las texturas finas fa-vorecen la formación de estructuras más compactas y menos porosas, disminuyendo la con-ductividad hidráulica y la velocidad de infiltración. Además, esta propiedad también tiene in-fluencia sobre la estabilidad estructural del suelo. Desde el punto de vista de la estructura, los suelos con menor estabilidad tienden a formar estructuras compactas que presentan menor porosidad y, por lo tanto, menor velocidad de infiltración que los suelos de estructura más estable. La mineralogía de las arcillas participa igualmente en la formación de la estructura dado que determina su susceptibilidad a la ruptura de los agregados. Además, algunas arcil-las presentan capacidad de hinchamiento al aumentar la humedad del suelo. Esto se traduce en la disminución de su porosidad y, como consecuencia, en una reducción de la infiltración (Ben-Hur M et al., 1998). Los productos de ordenación de corto alcance (POCA) típicos de algunos suelos volcánicos (Andisoles) facilitan la formación y estabilización de la estructura porosa (Nanzyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). El mismo papel estabilizador de la estructura del suelo ha sido atribuido tradicionalmente a la materia orgánica (Porta J, López-Acevedo M, Roquero C, 2003), que se comporta como agente cementante entre las partículas del suelo (Emerson WW, 1977). Otras propiedades edáficas como la repelencia al agua tienen especial importancia en la resistencia del suelo al humedecimiento. Su presencia en los horizontes superficiales del suelo puede por ello suponer una disminución de la infiltración (Doerr SH, Shakesby RA, Walsh RPD, 2000). Las características de la lluvia afectan también al proceso de infiltración. En este sentido destacan la intensidad, el tamaño y la velocidad de las gotas de lluvia que determinan su en-ergía cinética y su capacidad para destruir la estructura del suelo. 29 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Por último, dentro de los factores ambientales que afectan a la infiltración es imprescindible señalar: i) la pendiente, que mantiene una relación negativa con la infiltración, ii) la cobertura vegetal, que tiene un efecto positivo sobre la infiltración o iii) el uso del suelo, que puede afectar a muchas de las propiedades edáficas antes mencionadas y que están relacionadas con la infiltración del agua en el suelo. 3. CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS DE LA ISLA DE TENERIFE Se han descrito 6 órdenes de suelos en la isla Tenerife utilizando como sistema de clasifi-cación la Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 1999). Los Andisoles son los suelos más típicos de las regiones volcánicas. Su composición miner-alógica es consecuencia de la naturaleza volcánica del material de origen. Son suelos ricos en productos de ordenación de corto alcance (Andisoles alofánicos), complejos organominerales (Andisoles no alofánicos) y vidrio volcánico (Andisoles vítricos). Los Andisoles alofánicos más típicos están principalmente asociados a zonas húmedas, en la franja de condensación del alisio y sus proximidades, sobre materiales recientes. Los Andisoles organominerales se han identificado también en la zona más húmeda pero sobre materiales más antiguos. Los Andisoles vítricos tienen una distribución amplia al estar asociados a materiales con mucha menor alteración que los anteriores. Los Vertisoles son suelos arcillosos con una mineralogía dominada por arcillas hinchables capaces de expandirse y contraerse en función del contenido de humedad del suelo. Se locali-zan en ambas vertientes de la isla sobre materiales antiguos y frecuentemente tienen carácter coluvial. Los Aridisoles son suelos asociados a condiciones áridas. Destaca la fragilidad de su super-ficie consecuencia de la inestabilidad de sus agregados. Ocupan una importante superficie en la vertiente meridional de la isla, alcanzado altitudes muy variadas dependiendo de la orien-tación. En la vertiente norte su representación está muy limitada, con sólo algunos núcleos en la franja costera. Los Alfisoles son suelos que presentan un horizonte de acumulación de arcillas (horizonte argílico). Se sitúan en la zona de medianías de la vertiente norte, en la cota superior a los Vertisoles. El orden Inceptisol es muy heterogéneo e incluye suelos muy variados. Sus propiedades edáficas varían ampliamente de un suelo a otro dependiendo de la tipología a la que estén cercanos (ándicos, vérticos, etc.). Se encuentran muy repartidos en diferentes niveles altitudi-nales, a excepción de la franja costera. El orden Entisol incluye suelos con escaso o ningún desarrollo de horizontes edáficos, pero que permiten su colonización por ciertas especies vegetales. Su ubicación es variada, encon- Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 30 trándose bajo todas las condiciones de humedad, sobre materiales de diferente origen y edad y en diferentes posiciones fisiográficas (laderas, barrancos, playas, materiales recientes, etc.). En la ilustración 1 se presenta la distribución de los distintos órdenes de suelos para la isla, indicando además la superficie ocupada por rocas y tejido urbano. Ilustración 1; Distribución de los órdenes de suelos en Tenerife. 4. LA INFILTRACIÓN DE LOS SUELOS. ESTUDIO EN ZONAS LLANAS La caracterización de la infiltración se realizó utilizando el método del doble anillo, uno de los métodos más extendidos para su estudio en zonas llanas por su simplicidad y flexibilidad, Hills RC (1970). Los resultados obtenidos hasta el momento muestran la gran dependencia de este proceso con las propiedades edáficas y la tipología del suelo. En algunos suelos de la isla, el desarrollo y estabilidad estructural son las propiedades con mayor influencia en la conformación de su espacio poroso, como los Andisoles no vítricos (alofánicos y organominerales). Estos Andisoles son los suelos que presentan los mayores valores de infiltración (superan los 700 mmh-1), a la vez que muestran la mayor estructuración y estabilidad de los agregados en condiciones naturales. Su elevado desarrollo estructural está relacionado fundamentalmente con su alto contenido de materia orgánica y POCA (Nanzyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). Sin embargo, se observa una marcada dependencia de la esta-bilidad estructural con el uso y manejo del mismo (ilustración 2). El cambio de condiciones naturales a uso agrícola supone la disminución de su estabilidad estructural y de la tasa de infiltración (de 700 mmh-1 hasta 70 mmh-1). 31 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Ilustración 2; Relación entre infiltración y estabilidad estructural. Los Aridisoles presentan un comportamiento totalmente opuesto por su gran inestabilidad estructural y baja infiltración, con valores que en algunos casos no superan los 15 mmh-1. Su escaso contenido en materia orgánica condiciona un bajo desarrollo estructural. Además, su cercanía al mar puede contribuir también a su debilidad estructural por la dispersión de sus constituyentes por efecto del sodio. En los Andisoles vítricos y los Entisoles la textura marca la conformación del espacio po-roso y por lo tanto la infiltración (ilustración 3). Estos suelos se caracterizan por un elevado porcentaje de elementos gruesos y una granulometría dominada por la fracción arena lo que supone la prevalencia de macroporos y, por ello, una gran cantidad de canales de flujo (Nan-zyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). Los suelos con texturas más gruesas muestran valores de infiltración elevados que promedian los 400 mmh-1 y que en algunos casos alcanzan 600 mmh-1. En los suelos de granulometría media los valores decaen hasta ser cercanos a 120 mmh-1, mientras que en aquellos más finos sus valores apenas alcanzan los 60 mmh-1. Ilustración 3; Relación entre infiltración y granulometría Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 32 Para los Vertisoles y los Alfisoles el contenido y la naturaleza de las arcillas toma especial im-portancia. En los Vertisoles la abundancia de arcillas hinchables supone la conformación de un espacio poroso dominado en húmedo por los microporos que dificultan el flujo de agua a través del suelo. Su valor promedio es de 30 mmh-1, si bien en algunos casos no alcanzan los 10 mmh-1. En una situación similar se encuentran los Inceptisoles con características vérticas, que presentan los valores de infiltración más bajos de todo este orden (70 mmh-1) y que se asemejan en este aspecto a los suelos del orden Vertisol. En los Alfisoles son los fenómenos de lavado de arcilla los que determinan principalmente su comportamiento hidrológico por la colmatación total o parcial de sus poros. Por otro lado, los frecuentes rejuvenecimientos superficiales por aporte de piroclastos que han sufrido estos suelos hacen variar sus propiedades y su proceder ante la infiltración. Los Alfisoles que no han sufrido rejuvenecimientos presentan valores de infiltración considerablemente menores (60 mmh-1) que los rejuvenecidos (160 mmh-1). Por último, los Inceptisoles modales, Inceptisoles ándicos y los Alfisoles rejuvenecidos, presen-tan un conjunto de características edáficas que podrían calificarse como equilibradas desde el punto de vista de la infiltración. Comparten una infiltración que ronda entre 140 y 180 mmh-1. 4.1. Efecto de la pendiente en la infiltración del agua en el suelo La influencia de la pendiente en la infiltración se analizó utilizando un simulador de lluvia. Estos equipos usan un dispositivo que simula la formación de gotas de lluvia. Los simu-ladores de lluvia son en la actualidad los dispositivos más utilizados y eficaces para el estudio del proceso de infiltración y escorrentía en zonas naturales (Cerdà A, 1998; Pierson FB, Ro-bichaud PR, Spaeth KE, 2001). Estos estudios han desvelado no sólo la influencia de la pendiente del terreno en la infil-tración, sino también la de otros factores como las características del mantillo o de la veg-etación de la zona. En general la pendiente del terreno tiene una enorme influencia en la infil-tración de estos suelos, especialmente a partir de una determinada inclinación. La infiltración decrece considerablemente en los suelos al aumentar la pendiente, pudiendo llegar a ser hasta diez veces menor en pendientes del 50 % frente a los suelos con una inclinación del 10%. Por otro lado, como se aprecia en la ilustración 4, la magnitud del descenso de la infiltración no es progresiva y lineal con el incremento de la pendiente, sino que muestra umbrales a partir de los que los cambios son sustanciales. Los resultados indican que este comportamiento está también relacionado con la vegetación. El mantillo está formado principalmente por material vegetal en proceso de descomposición. Sus propiedades están íntimamente relacionadas con la vegetación de la zona, por lo que su respuesta ante la infiltración dependerá de este factor. Los estudios realizados muestran una gran diver-gencia en cuanto a las propiedades del mantillo para las dos vegetaciones forestales presentes en los Andisoles de Tenerife (monteverde y pinar). Esta diferencia está relacionada principalmente con la consistencia de las partículas que lo componen y su repelencia al agua (ilustración 5). Las partículas del mantillo se encuentran sueltas en el caso del monteverde y cementadas en el pinar, donde son además considerablemente más repelentes al agua. En definitiva, en los suelos 33 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos con monteverde el mantillo no constituye un horizonte limitante al paso del agua dada su gran porosidad y baja hidrofobicidad. Por el contrario, las características en pinar, con una menor po-rosidad y una mayor repelencia al agua del horizonte, hacen que el mantillo pueda suponer un im-pedimento al paso del agua y, por lo tanto, controlar el proceso de infiltración del agua de lluvia. Ilustración 4; Infiltración en Andisoles en función de la pendiente y la vegetación Ilustración 5; Características del mantillo en pinar (arriba) y monteverde (abajo) Como consecuencia, en los Andisoles con monteverde el proceso de infiltración viene deter-minado principalmente por el elevado desarrollo estructural que presentan los suelos, tal y como sucedía en el estudio en las zonas llanas. En este caso, la infiltración ronda los 50 mmh- 1 para pendientes suaves (10%) y 45 mmh-1 para moderadas (30%), lo que indica el escaso efecto que tiene la inclinación del terreno en estas condiciones. Únicamente en pendientes elevadas (50%), los valores de este parámetro decrecen sensiblemente hasta llegar a los 10 Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 34 mmh-1, indicando la prevalencia de la inclinación del terreno sobre la elevada porosidad del suelo en estas condiciones. Este comportamiento muestra la presencia de un umbral de pen-diente entre 30% y 50% a partir del cual la infiltración pasa de estar dominada por la elevada porosidad del suelo a estar controlada por la pendiente y la gravedad. Por otro lado, a pesar de que los suelos con pinar tienen un alto desarrollo estructural y po-rosidad, el efecto limitante a la entrada de agua que muestra el mantillo hace que la influencia de las propiedades del suelo sobre la infiltración se vea limitada. En esta vegetación, se apre-cian valores bajos de infiltración para todas las pendientes estudiadas, no superan en ningún caso los 20 mmh-1 y la diferencia entre las pendientes suaves (10%) y elevadas (50%) no es superior a los 5 mmh-1. Estos resultados indican la escasa importancia de la porosidad del suelo y la dominancia de la gravedad en el proceso, potenciada por la elevada repelencia al agua del mantillo. Al contrario de lo que ocurría en el caso de los Andisoles con monteverde, en esta vegetación la gravedad domina la infiltración ya para pendientes suaves (10%), por lo que se puede estimar que el umbral a partir del que este factor controla el proceso se sitúa por debajo de esta inclinación. Estos resultados modifican sustancialmente el escenario hidrológico mostrado por los Andi-soles naturales en zonas llanas, en el que no se apreciaban limitaciones de consideración en el proceso de infiltración del agua de lluvia en el suelo. La singularidad de los resultados de este estudio, tanto por el considerable descenso de los valores de infiltración en Andisoles naturales con inclinación como por la ausencia de una relación lineal entre la infiltración y la pendiente, es indicativa de la dificultad que entraña la estimación de esta propiedad a partir de los datos de zonas llanas. En condiciones de pendiente, propiedades edáficas como la repelencia al agua adquieren mayor relevancia que en las zonas llanas y ven potenciada su influencia en el proceso de infiltración del agua en el suelo. Ilustración 6; Erosión en Andisoles en función de la pendiente y la vegetación 35 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos En cuanto a los procesos erosivos (ilustración 6), aunque se aprecia una relación directa entre la pendiente del terreno y la pérdida de suelo vinculada con la disminución de la infiltración, los valores absolutos de erosión en estos suelos son considerablemente menores a los que se presentan otras tipologías edáficas. Las singularidades mineralógicas de estos suelos, que se traducen en una elevada estabilidad estructural, además del efecto protector del mantillo que los cubre, parecen ser los responsables de su baja susceptibilidad a la erosión. Referencias y bibliografía consultada Ben-Hur, M., Agassi, M., Keren, R., Zhang, J., (1998); Compaction, aging, and raindrop-impact ef-fects on hydraulic properties of saline and sodic Vertisols: Soil Science Society of America Jour-nal, vol. 62, 1377-1383. 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Estudio de los recursos hídricos subterráneos LOS TRABAJOS DEL PROYECTO REDESAC EN EL NORTE DE GRAN CANARIA: ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL MEDIA MEDIANTE EL BALANCE DE CLORUROS ATMOSFÉRICOS Gema Naranjo (gnaranjo@proyinves.ulpgc.es), Tatiana Cruz-Fuentes, Annetty Benavides, María del Carmen Cabrera, Pilar Hernández-Quesada, Esmeralda Estévez. Dpto. de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Campus de Tafira. 35017 Las Pal-mas de Gran Canaria. Luis Fernando Martin. Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria / Dpto. de Ingeniería Civil. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria. Emilio Custodio Gimena. Dpto. de Ingeniería del Terreno / Fundación Centro Internac-ional de Hidrología Subterránea. Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Jordi Girona, 1-3. 08034 Barcelona. Resumen: El proyecto de investigación REDESAC del Plan Nacional de Investigación del Minis-terio de Ciencia e Innovación está dedicado a la evaluación de la recarga a los acuíferos, con énfasis en la evaluación de su notable incertidumbre. En Canarias el proyecto se ha focalizado en la zona norte de Gran Canaria, donde se producen las mayores precipitaciones de la isla, influenciadas por los vientos alisios y la morfología del relieve. Es en este área donde también se sitúan en superficie los materiales más jóvenes y permeables de la isla, por lo que se considera la zona de mayor recarga del acuífero insular. Con los primeros datos obtenidos en el Proyecto se ha llevado a cabo el cálculo de la recarga natural mediante el método del balance del ión cloruro de origen atmosférico, considerando su carácter conservativo. Los resultados preliminares revelan que la recarga media multianual estimada supone aproximadamente un 24% de la precipitación y varía incrementándose al aumentar la altura. La aplicación de esta metodología en la zona de estudio permite una mejora en las estimaciones previas de los recursos hídricos subterráneos en este sector de la isla. Esto ayuda a mejorar los criterios de planificación a incorporar al Plan Hidrológico Insular que se elabora en cumplimiento de lo que se deriva de la transposición de la DMA a la legislación de aguas canarias, como subsidiaria de la española. 1. INTRODUCCIÓN El conocimiento de la recarga a los acuíferos por la precipitación es esencial para la eval-uación de las aguas subterráneas, para su conservación y gestión, y para mantener su papel ambiental. La recarga es un fenómeno natural muy complejo que entraña una notable incer-tidumbre, por lo que hay que abordar su evaluación a nivel regional mediante la utilización de diversas técnicas simultáneas, lo más independientes posible entre sí. Paralelamente, la descarga de los acuíferos a otros cuerpos de agua superficial es también difícilmente cuantifi-cable debido a la dispersión que se produce, más aún si se realiza subacuáticamente. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 38 La evaluación de la recarga y descarga de acuíferos en varias zonas es el objetivo del proyecto de investigación REDESAC del Ministerio de Ciencia e Innovación titulado “Procesos de recarga y descarga de acuíferos mediante trazadores naturales”. Se trata de un proyecto co-ordinado entre tres grupos de investigación pertenecientes a la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que tiene como objetivo concreto progresar en la investigación y desarrollo de las técnicas hidrogeoquímicas e isotópicas ambientales de estimación de la recarga a los acuíferos y de su descarga, incluyendo su funcionamiento, en áreas concretas con información previa. En Gran Canaria, los trabajos del proyecto se están llevando a cabo en el norte de la isla. Paralelamente a la caracterización hidrogeológica detallada de varias cuencas de la zona, se pretende utilizar diversas técnicas para evaluar la recarga media anual procedente de la pre-cipitación. El objetivo es afinar en la cuantificación de este parámetro y comparar los grados de incertidumbre de los diversos métodos. La presente publicación presenta una primera estimación de la recarga media multianual mediante el balance de cloruros de aportación atmosférica en el área y recoge parte de los trabajos ya publicados en Cruz et al. (2012). 2. LA ZONA DE ESTUDIO La isla de Gran Canaria (Islas Canarias, España) presenta una morfología cónica, cuya cota máxima se localiza en el Pico de las Nieves, a 1.949 m s.n.m., y una orografía irregular formada por una serie de profundos barrancos radiales que nacen en el centro de la isla y desembocan en el mar. El área de estudio tiene una extensión de 312 km2 y se localiza en el sector noreste de la isla, ocupando las zonas hidrogeológicas N3, N4 y parte de la N2 de la zonificación hidrogeológica de Gran Canaria (PHGC 1999). Los límites norte y este están definidos por el Océano Atlántico y los límites oeste y sur coinciden con las divisorias de las cuencas hidrográficas que conforman dichas zonas (Figura 1). El clima de la zona es variable debido al gradiente altitudinal y al efecto de los vientos alisios. Predominan las condiciones climáticas características de la zona norte insular, húmeda y nubosa. La precipitación media de la zona varía entre 820 mm/a en las zonas altas y 115 mm/a en la zona de costa, con una precipitación media de 375 mm/a. Las lluvias se concentran principalmente entre los meses de noviembre y abril y se producen en gran medida en las zonas de medianías (entre los 300 y 800 m s.n.m), donde es mayor la influencia de los vientos alisios y tiene lugar la formación del característico mar de nubes. La temperatura media anual varía desde 12ºC en las zonas altas a 22 ºC en la costa, con una temperatura media de 18ºC. La geología de la isla tiene su origen en el vulcanismo intraplaca de punto caliente, definién-dose tres etapas de evolución: juvenil (14,5-8,0 M.a.), inactividad volcánica (8,0-5,0 M.a) y rejuvenecimiento (desde 5,0 M.a a la actualidad) (Pérez-Torrado 2008). En la zona de estudio afloran fundamentalmente lavas e ignimbritas de los grupos Roque Nublo y Post Roque Nublo, pertenecientes a la etapa de rejuvenecimiento y sedimentos de la Formación Detrítica de Las Palmas, de la etapa de inactividad volcánica. La geología profunda revela que la may- 39 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos oría de los pozos de la zona toman el agua de los materiales del grupo Roque Nublo y los materiales fonolíticos-traquíticos infrayacentes, pertenecientes a la etapa juvenil. El funcionamiento hidrogeológico de Gran Canaria se caracteriza por la existencia de un acuífe-ro único insular, con una superficie piezométrica en forma de domo que alcanza máximos en el centro de la isla. La recarga natural se produce por infiltración de la lluvia en las zonas de cum-bre y medianías, circulando preferentemente por los materiales volcánicos más recientes. La descarga se produce al mar y por las extracciones de pozos y galerías, que han ido sustituyendo a las descargas naturales intermedias por manantiales (nacientes) que existían donde afloran materiales menos permeables o en valles profundos (SPA-15 1975; Custodio 1978; Custodio y Cabrera 2008). La zona de estudio constituye la principal área de recarga de la isla, dado que presenta la mayor pluviometría, menores temperaturas y condiciones edáficas favorables. Figura 1. Localización de la zona de estudio. Se sitúan los colectores de agua de lluvia pertenecientes a la red de control que coinciden con las estaciones pluviométricas de la red de pluviómetros del CIAGC. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 40 3. METODOLOGÍA 3.1. Recogida de muestras Las muestras de lluvia han sido obtenidas en 10 colectores colocados a distintas altitudes, distribuidos a lo largo de las cuencas de los barrancos de Moya-Azuaje, y los barrancos Guiniguada-Tenoya (Figura 1). Cada colector está situado junto a un pluviómetro que forma parte de la red de control pluviométrica del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, lo que permite establecer una relación entre la muestra recogida y el dato de pluviometría reg-istrado en dicho periodo de muestreo. Debido a las características climáticas de la zona de estudio y con el fin de recoger la mayor cantidad de muestra en cada episodio lluvioso, se utilizan a modo de colector recipientes de plástico de aproximadamente 30 L de capacidad y de boca ancha. Para evitar la evaporación durante el muestreo se añade una lámina flotante de vaselina líquida en los colectores y para evitar la destrucción de las muestras por parte de animales se cubren con una malla de plástico (Figura 2). Figura 2. Captador del agua de lluvia en uno de los puntos de muestreo. Las muestras de lluvia se toman mensualmente en los meses lluviosos y de forma acumulada hasta obtener el agua suficiente para su análisis en los meses menos lluviosos. Los análisis químicos en laboratorio incluyen la determinación de los iones mayoritarios, más la sílice de forma ocasional. A partir de los análisis del agua de lluvia (que integran la deposición atmos- 41 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos férica húmeda y seca) se ha estudiado la evolución espacial y la deposición atmosférica total con su componente de aerosol marino y de polvo local y sahariano. El muestreo comenzó en octubre de 2008 (tabla 1) en las cuencas de los barrancos de Moya y Azuaje, con una red de control de agua de lluvia establecida como parte de la investigación realizada en el marco de una tesis doctoral actualmente en desarrollo (Hernández-Quesada et al. 2011) en el norte de Gran Canaria. Dicha red de control posteriormente fue ampliada hacia el noreste de la isla en febrero de 2010, hacia las cuencas de los barrancos Guiniguada y Tenoya. Actualmente, y debido a la sequía que ha caracterizado el año hidrológico 2011- 2012, se ha tomado la decisión de prolongarla hasta octubre de 2013, con el fin de obtener la mayor información posible para una mejor estimación de la recarga. Junto con las muestras recogidas para su análisis químico, también se toman muestras para análisis isotópico de 18O y 2H, para una mejor caracterización del agua de lluvia y por tanto, de la recarga. Tabla 1.- Resumen de las estaciones muestreadas. Cuenca Estación Nombre Fecha inicio muestreo Fecha fin Muestreo Número muestreos** Análisis isotópi-cos*** AZUAJE-MOYA 036 Mondragones 06/11/2008 Activa 32 19 037 Fontanales 31/10/2008 Activa 35 22 055 Las Madres 30/10/2008 Activa 36 23 098* La Retamilla 31/08/2010 Activa 19 15 174* El Montañón 31/10/2008 01/07/2010 18 18 203 Sta. Cristina 31/10/2008 Activa 34 22 GUN IGUADA-TENOY A 002 Hoya Gamonal 04/02/2010 Activa 20 17 088 El Toscón 04/02/2010 Activa 15 13 136 San Mateo 04/02/2010 Activa 19 17 199 Lomo S. Pedro 04/02/2010 Activa 16 14 213 Campo Golf 04/03/2010 Activa 14 12 * Las estaciones 174 y 098 se consideran la misma por su proximidad. **Número de campañas realizadas hasta julio de 2012 (muestreos mensuales). ***Número de análisis isotópicos realizados hasta febrero de 2012. 3.2. Cálculo de la recarga El método de balance de cloruro atmosférico para estimar la recarga media multianual se basa en la comparación de la deposición atmosférica de cloruro (húmeda y seca) con respec-to al contenido del mismo en la recarga al acuífero, suponiendo que no existe otro aporte de cloruro (Custodio et al. 1997; Custodio 2010). Se parte de la hipótesis de que el ión cloruro es conservativo en la recarga, no interacciona de forma significativa con el medio, es alta-mente soluble, químicamente estable y, además, de fácil medición con precisión adecuada. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 42 En régimen transitorio y en ausencia de aportes de cloruro diferentes del atmosférico, el agua subterránea freática recibe un flujo másico que coincide con la aportación por la lluvia más la deposición seca, descontando la salida o entrada producida por escorrentía directa (Alcalá y Custodio 2007). Para ello se requiere conocer la aportación como deposición atmosférica media de cloruro y la salida como recarga y escorrentía. El balance medio plurianual es: R * CR = Ap - E * CE donde, R es la recarga (mm·a-1) para una precipitación P Ap es la deposición de cloruro atmosférico, expresada como flujo másico (g·m-2·a-1) E es la escorrentía (mm·a-1) CR y CE las respectivas concentraciones de cloruro de la recarga y la escorrentía (mg·L-1) Los productos P·CP, R·CR y E·CE son los flujos másicos y se expresan como AP, AR y AE en g·m-2·a-1 respectivamente para un periodo anual de control. En zonas donde el valor de AE es muy reducido, la ecuación anterior del balance se simplifica a: R * CR= Ap La aportación Ap es obtenida del promedio de las acumulaciones de las aportaciones de cada muestreo, de tal forma que, para un periodo de muestreo dado (i), la aportación viene dada por AP = 1 / n Σ ClPi* Pi siendo, Clp, la concentración de cloruros en el periodo muestreado (mg·L-1) P, la precipitación registrada en el periodo de muestreo (mm·a-1) N, número de días de dicho periodo Debido a la falta de datos de escorrentía, y a que ésta solo se produce de forma puntual asociada a la existencia de temporales esporádicos que descargan el agua al mar o se retiene en las presas, este término no se ha tenido en cuenta en esta primera aproximación, aunque ello conlleva una sobrevaloración de la recarga en los años en que el agua corre por los barrancos. Una primera estimación de la sensibilidad a la escorrentía se ha llevado a cabo a partir de los datos de escor-rentía considerados en el SPA-15 (1975). En este proyecto, se estimó que los coeficientes de es-correntía eran entre el 6-9% de la precipitación para la cuenca del barranco de Azuaje, en torno 43 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos al 18% en la cuenca del barranco de Tenoya y entre el 3-14% en la del barranco Guiniguada. Estimando una escorrentía media para la zona entre el 5% y el 10% de la precipitación, la so-brevaloración de la estimación de la recarga puede estar entre el 10 al 25%, con respecto a la estimada considerando un flujo másico de escorrentía (E•CE) nulo o despreciable. 4. CARACTERÍZACIÓN DEL AGUA DE LLUVIA Y DEL AGUA DE RECARGA El agua de lluvia es de tipo clorurada-sódica, según reflejan los diagramas de Stiff modificados (Figura 3). La concentración de las sales disminuye con la altura, lo que es característico de zo-nas costeras con gran relieve y una importante componente ventosa. La concentración también varía según que la ubicación de los colectores esté en fondo de barranco o en divisoria, o en la zona de sotavento o barlovento. De forma generalizada, las mayores concentraciones son observadas en las muestras localizadas a menores cotas y tomadas durante los meses de marzo y octubre, que coinciden con los meses de menor pluviometría. Los diagramas de Stiff modi-ficados del agua de lluvia para agosto y septiembre de 2010 (secos) y enero de 2011 (húmedos) ponen de manifiesto la diferencia de concentraciones de los iones mayoritarios en la lluvia en los meses de verano e invierno y su variación según la localización del colector. Figura 3. Diagramas de Stiff modificados del agua de lluvia para los muestreos de octubre de 2010 (mes seco) y de enero de 2011 (mes húmedo). Se muestra la distribución de las isoyetas medias (mm/a) para el periodo 1970-2006. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 44 En la Tabla 2 se muestran los resultados de la aportación media atmosférica de cloruro en cada colector para un periodo de muestreo de octubre de 2008 hasta noviembre de 2010. Esta aportación varía desde 3,1 g·m-2·a-1 a cota 1365 m hasta 13,5 g·m-2·a-1 a cota 443 m. Tabla 2. Cálculo de la aportación de cloruro del agua de lluvia y resultados obtenidos en la estimación de la recarga media por el método del balance del ión cloruro en cada colector. AP= aportación media de cloruro atmosférico en el periodo estudiado. ClP = concentración media de cloruros de la precipi-tación en el periodo estudiado. Zona Esta-ción Cota (m.s.n.m.) n Nº días Precipita-ción P, mm/a ClP mg/L =1 AP ΣClPi*Pi n g·m-2·año-1 ClR mg/L Recarga R, mm/a R/P N2 036 375 727 298 40,9 6,23 200 31 0,10 199 443 301 431 48,4 13,48 100 135 0,31 055 577 761 614 18,9 8,05 40 201 0,33 203 645 761 490 28,1 8,57 80 107 0,22 037 990 761 637 17,3 5,85 25 234 0,37 098-174 1400 780 844 12,6 4,98 20 249 0,29 N3 088 315 272 342 36,2 4,57 200 23 0,07 136 841 302 525 29,9 5,54 50 111 0,21 002 1365 302 854 10,2 3,12 15 208 0,24 N4 213 485 780 315 71,8 12,66 400 32 0,10 El contenido en cloruro del agua de recarga ha sido estimado en función de los análisis químicos de las aguas subterráneas del lugar, que se supone que representan la recarga local. Esto puede suponer un cierto sesgo, con efectos que pueden crecer cuanto menor es la cota a causa de contribuciones de agua de procedencia más alta (Custodio 2010), pero este efecto se considera poco significativo para los pozos “canarios”, que son poco penetrantes. La sali-nidad de las aguas subterráneas aumenta de cumbre a costa (SPA-15 1975), lo que se refleja en el mapa de isocloruros de las aguas subterráneas (Figura 4). Este mapa se ha elaborado con las medianas de los análisis de 177 muestras correspondientes al año 1997 existentes en la Base de Datos del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, eliminando los pozos con alta concentración de nitratos para evitar la influencia del aporte de cloruros no atmosféricos procedentes de los retornos de riego. 5. BALANCE DE CLORURO. ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL Para el cálculo de la recarga, la concentración de cloruro del agua recargada en el área de cada colector ha sido obtenido a partir del mapa de isocloruros en las aguas subterráneas (Figura 4). Los resultados de la estimación de la recarga se muestran en las Tablas 2 y 3. Los 45 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos porcentajes de recarga estimados para cada colector oscilan entre un 7% y un 37% de la pre-cipitación media y dependen de la altitud y la cuenca donde éstos se localizan. Estos cálculos permiten estimar una recarga media total en la zona de 131 mm/a (31,5 hm3/a) para una superficie de 312 km2, lo que supone un promedio del 24% de la precipi-tación media. En la estimación de la recarga los términos son inciertos, lo que hace que la recarga estimada también lo sea. La variabilidad natural de la recarga se puede expresar en términos absolutos a través de su desviación estándar, σR, o en términos relativos a través de su coeficiente de variación, R CVR R =σ (Alcalá y Custodio 2007). Figura 4. Mapa de isocloruros (mg/L) de las aguas subterráneas, elaborado con datos del inventar-io de puntos de agua realizado por el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria en 1997. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 46 Tabla 3. Precipitación media anual y recarga media anual estimada (mm/a y hm3/a) (2009-2010) para la zona norte de Gran Canaria. El área baja se localiza por debajo de la isoyeta de 400 mm/a, el área media desde la isoyeta de 400 mm/a hasta la isoyeta de 600 mm/a y el área alta por encima de la isoyeta de 600 mm/a. Las cifras indicadas son significativas en sus dos primeras cifras. Zona Área Su-perfi-cie km2 Precipita-ción P Recarga R R/P % % Recar-ga en el mm/a hm3/a mm/a hm3/a área N2 Baja 57,7 233 13,5 32 1,9 1,4 12 Media 31,7 552 17,6 187 6,0 4,5 40 Alta 25,8 775 19,0 299 7,3 5,5 48 Total 115,2 520 50,1 173 15,1 100 N3 Baja 69,3 247 17,8 17 1,2 0,9 8 Media 41,7 525 21,9 158 6,6 5,0 45 Alta 33,4 854 28,5 208 6,9 5,3 47 Total 144,4 542 68,2 128 14,7 100 N4 Baja 43,4 238 11,1 24 1,1 0,9 69 Media 3,2 525 1,7 158 0,5 0,4 31 Total 46,6 382 12,8 91 1,6 100 TOTAL 481,2 131,1 131 31,5 24,0 Para variables Xi normalmente distribuidas y caracterizadas por su valor medio i X y su desviación tipo Xi S , la regla de propagación de errores para una función es X=f(Xi) 2 ( ( ) / )2 2X i i Xi S =Σ ∂f X ∂X S Considerando que la escorrentía superficial sea despreciable, R = A / C ( R == rAec/aCrga me-dRia=; A /=C aportación media de cloruro atmosRfé=ricAo;/ C = concentración media de cloruro en la recarga local), y midiendo el error por el coeficiente de variación, se obtiene que 2 2 2 R A C CV = CV + CV . En el área de estudio los valores de la desviación (S) son aún poco conocidos, pero con la experiencia local existente (cierta estabilidad por la deposición seca) y la comparación con estaciones de varios años de la Península Ibérica se puede establecer una primera aproxi-mación, aunque hay variaciones de un lugar a otro aún por definir: CVC = 0,2 con CVC CV (coeficiente de variación de CVC ) = 0,3; CVA = 0,20 con CVA CV = 0,5. Así resulta CVR = 0,28 (28%) con una incertidumbre CVR CV = 0,58 (58%). 47 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El agua de lluvia en la zona de estudio es de composición clorurada-sódica, lo que es carac-terístico de zonas costeras con alta influencia marina. Se observa una marcada variación esta-cional en la concentración, siendo mayor durante los meses de verano debido a la disminución de las precipitaciones y el aumento de la deposición seca, ya que son los meses con mayor predominio de los vientos alisios, de procedencia marina directa y de mayor evaporación. Los valores de aporte de cloruro a los colectores están muy influenciados por la distancia de estos al mar y su ubicación. En general, los valores más altos corresponden a las mues-tras tomadas en los colectores situados a cotas más bajas (Figura 1), los cuales presentan una concentración elevada de cloruro debido a la gran deposición seca, de la que una parte importante es aerosol marino (Cruz 2008). Estos valores están en consonancia con los ob-tenidos en otros estudios en Gran Canaria, que oscilan entre 4 y 5 g·m-2·a-1en las cumbres y 20 g·m-2·a-1 en las áreas de costa (Gasparini et al. 1990; Custodio 1993; Muñoz 2005). Así, el aporte atmosférico de cloruro y de otros elementos químicos juega un papel importante en la salinización de las aguas subterráneas. Según los resultados obtenidos, que coinciden con los esperables, la recarga producida en la parte media-alta de la zona de estudio es la principal entrada de agua al acuífero. Existen no-tables incertidumbres en la concentración de cloruros en la deposición dado el corto período de observación en el momento actual y la variabilidad del agua subterránea inherente a las características de los pozos y nacientes. Por ello, el volumen de recarga media total estimado asciende aproximadamente a 31,5 hm3/a (131 mm/a), lo que constituye el 24% de la precipi-tación media. Estos resultados deben considerarse como una primera aproximación, que hay que revisar y validar con series más largas de muestreo y con la aplicación de otros métodos hidrogeológicos, hidrogeoquímicos e isotópicos, teniendo en cuenta la escala temporal y es-pacial que les afecte. En este sentido, los trabajos del proyecto continúan, teniendo en cuenta además que el periodo de muestreo va a incluir un año hidrológico 2011-12 especialmente seco. La primera evaluación presentada en este trabajo, independiente de los métodos de balance de agua en el suelo e hidrodinámicos, sirve para contrastar los resultados de la Planificación Hidrológica, donde se estima la recarga en un 19% de la pluviometría (PHGC 1999). Esta planificación tiene que ser revisada cada 6 años según lo establecido en la Directiva Marco del Agua Europea (DMA) y que se recoge en el actual Texto Refundido de La Ley de Aguas. A la autoridad del agua (Consejo Insular de Aguas) le corresponde mantener la red de obser-vación necesaria y las condiciones para una aplicación del método que contribuya a reducir las incertidumbres. AGRADECIMIENTOS El presente trabajo se enmarca en el proyecto REDESAC (CGL2009-12910-C03-02) y el Programa CONSOLIDER-TRAGUA (CSD2006-00044) del Ministerio de Ciencia e Innovación. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 48 Referencias y bibliografía consultada Alcalá, F.J. y Custodio, E. (2007). Recarga por la lluvia a los acuíferos costeros españoles mediante balance de cloruro en el suelo. Volumen 1, Instituto Geológico y Minero de España. Madrid: 855-869. ISBN 978-84-7840-712-5 Cruz, T. (2008). Contribución de la modelación numérica e hidroquímica al conocimiento del acuífero de La Aldea (Gran Canaria). Tesis Doctoral Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Cruz, T.; Benavides, A.; Naranjo, G.; Cabrera, M.C.; Hernández-Quesada, M.P.; Estévez, E.; Martín, L.F.y Custodio, E. 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Ingeniera de Minas, Ejercicio Libre de la Profesión. elzsku2006@yahoo.es Poncela Poncela, Roberto. Eurogeólogo. Ejercicio Libre de la Profesión. rponcela_geo@yahoo.es Morales González-Moro, Ángel. Ingeniero de Minas, Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Gobierno de Canarias. anmorgon@gobiernodecanarias.org Lario Báscones, Rafael. Ingeniero de Minas, Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Gobierno de Canarias. rlarbas@gobiernodecanarias.org Resumen: El Archipiélago Canario ocupa el séptimo lugar a nivel autonómico en la producción de agua mineral natural (AMN). Para poder diseñar futuros programas de dinamización de la industria relacionada con el agua mineral natural es necesario conocer y analizar la composición química de las aguas subterráneas existentes y catalogadas como mineral natural. En el presente estudio se actual-izan conocimientos sobre las características hidrogeológicas de 16 captaciones de aguas subterráneas dispersas por diferentes terrenos volcánicos del Archipiélago Canario, y que están catalogadas o en fase de catalogación como AMN. La información ha sido recopilada y actualizada de los estudios que acompañan a las solicitudes de reconocimiento de condición de AMN. Las características analizadas son la distribución geográfica, parámetros generales (pH, temperatura y conductividad eléctrica del agua, residuo seco, componentes mayoritarios, sílice, parámetros hidrogeológicos disponibles para macizos del entorno de las captaciones de AMN (T y S) y, finalmente los perímetros de protección de las mismas. Se presenta la aplicación “Aguas Minerales” que gestiona toda la información en soporte SIG. Se establecen diferentes clasificaciones hidroquímicas de las AMN existentes en los terrenos volcánicos y comparaciones en base a la mediana de los parámetros y concentraciones de componentes mayoritarios de AMN en Canarias y las envasadas a nivel nacional, respectivamente. Finalmente se realiza una valoración de pautas para los futuros estudios hidrogeológicos relaciona-dos con el AMN. 1. INTRODUCCIÓN Las Aguas Minerales Naturales (AMN) se distinguen según la legislación española (RD 1798/2010, de 30 de octubre) de las otras aguas de bebida ordinarias por su: • Naturaleza, caracterizada por su contenido en minerales, oligoelementos y otros com-ponentes y, en ocasiones, por determinados efectos. • Constancia química. • Pureza original. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 50 Esto hace necesario realizar estudios tendentes a caracterizar cualidades de constancia, cali-dad y características hidrogeológicas para mejorar el conocimiento de dichas aguas. La alarma social generada sobre la calidad de algunas aguas de abasto en Canarias (exceso de flúor, sodio, etc.) ha hecho dispararse el consumo de aguas envasadas en el Archipiélago Canario, y confirma el creciente interés de ejecución de nuevas obras para la captación de Aguas Minerales Naturales para su embotellamiento, que revierten en seguridad durante sit-uaciones excepcionales (vertidos accidentales en canales, aumento de concentración de iones indeseados, etc.). Los conocimientos hidroquímicos e hidrogeológicos sobre AMN de Canarias se basan fun-damentalmente en la información aportada por los titulares de las captaciones, como req-uerimiento previo a la declaración de la condición de agua mineral natural. La legislación de Minas vigente clasifica las aguas minerales, en sus dos denominaciones como “Agua Mineral Natural” y “Agua de Manantial” como un Recurso Minero de la Sección B, y para su aprove-chamiento en el Archipiélago es necesario obtener autorización del Servicio de Minas de la Dirección General de Industria de la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobi-erno de Canarias. 2. OBJETIVOS Se trata de realizar un análisis de las principales características hidroquímicas de las aguas catalogadas o en fase de denominación como AMN, en base a los parámetros generales y componentes mayoritarios, estableciendo clasificaciones de dichas aguas. 3. MATERIALES Y MÉTODOS Los datos analíticos correspondientes a los parámetros generales y componentes mayoritarios fueron recopilados y actualizados a partir de la información contenida en los correspondientes expedientes administrativos en las dependencias del Servi-cio de Minas, en sus sedes respectivas de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria (DGI, 2008; Skupien, Morales y Poncela, 2008). 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1. Distribución geográfica de las AMN Se ha constatado que actualmente existen 16 aprovechamientos de aguas minerales natu-rales que se pueden considerar activos, o en fase de estudios y proyectos previos, y que se encuentran dispersos por la geografía canaria: 4 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (2 51 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos en Tenerife y 2 en La Palma) y 12 en la provincia de Las Palmas (12 en Gran Canaria); ver Figura 1 y Tabla 1. De los 16 aprovechamientos activos, 8 están incluidos en las listas consolidadas de las aguas minerales naturales reconocidas por los Estados Miembros de Europa, de acuerdo con el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE 2012/C 83/01). Figura 1: Distribución de las captaciones de AMN en Canarias (Base cartográfica: SITCAN (Gobi-erno de Canarias). Tabla 1.- Correspondencia nombre de captación con denominación/marca de las aguas de natu-raleza Mineral Natural. Isla Municipio Nombre del ma-nantial Denominación comercial Tipo Lista UE TFE La Orotava Fonteide (El Mundo) Fonteide Galería SÍ TFE Tacoronte Krystal Krystal Sondeo NO LP Santa Cruz de La Palma Barbuzano Aguas de La Palma Galería SÍ LP San Andrés y Sauces Naciente de Marcos Naciente de Marcos Naciente NO Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 52 Isla Municipio Nombre del ma-nantial Denominación comercial Tipo Lista UE GC Telde Cortijo de Jacón Cortijo de Jacón Pozo- Galería NO GC Tejeda Molinillo (El) Por determinar Naciente NO GC Tejeda Mina de Tejeda (La) Por determinar Naciente NO GC Teror Culata (La) La Culata Galería NO GC Valleseco Gambuesilla Agua de Firgas Pozo NO GC Valsequillo Higueras (Las) Fuente Niguana Pozo SÍ GC Gáldar Fuentebruma (Hoya de Juan Mar-tin) Fuentebruma Sondeo SÍ GC Teror Fuenteror (Hoya de la Palma) Fuenteror Pozo SÍ GC Agüimes Milano (El) Milano Pozo NO GC Moya Morisco Morisco Galería NO GC Moya Pinillo Pinillo Pozo NO GC Valleseco La Ideal II (El Rapa-dor) La Ideal II Agua de Firgas Pozo SÍ La Ideal I La Ideal I Pozo SÍ San Antón II San Antón II Pozo SÍ Los aprovechamientos existentes sitúan al Archipiélago Canario en el octavo lugar a nivel de Comunidades Autónomas en la producción de aguas minerales (Figura 2). Teniendo en cuenta la distribución geográfica de las captaciones de AMN, se observa que Gran Canaria es la isla con el mayor número de captaciones y marcas, seguida de la isla de Tenerife y La Palma. Se destaca que actualmente en las restantes islas no existen captaciones de AMN. Figura 2: Producción de agua mineral por Comunidades Autónomas (Fuente IGME, 2009). 53 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 4.2. Marco geológico de las AMN El territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias es fundamentalmente de naturaleza volcánica. Las rocas volcánicas habituales en Canarias son basaltos, traquibasaltos y traquitas (o fonolitas) y depósitos piroclásticos tanto básicos como ácidos. La diferencia esencial (no siendo única) entre ellas es el contenido en sílice, que es el componente más abundante en los magmas. En las islas coexisten zonas geológicamente antiguas (de edad miocena y post-miocena) con otras cubiertas con materiales de volcanismo reciente (de edades holocena y pleistocena, e histórico), dando lugar a una morfología compleja, propia de cada isla. En la Figura 3 se presenta la distribución de los principales Edificios Volcánicos de cada isla, contrastada con la ubicación de las captaciones de aguas mineral natural. Figura 3: Encuadre geológico de las captaciones de AMN de Canarias. Fuente: SITCAN. Elaboración propia. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 54 4.3. Caracterización hidroquímica en base a parámetros generales y componentes mayoritarios Para poder diseñar futuros programas de dinamización de la industria relacionada con el agua mineral natural es necesario conocer y analizar la composición química de las aguas subter-ráneas existentes y catalogadas como mineral natural, para interpretar los datos aportados por las mismas y clasificar estas aguas según sus propiedades. Las aguas subterráneas con la condición de agua mineral natural en terrenos volcánicos ca-narios presentan generalmente una baja salinidad, con conductividades eléctricas que oscilan entre 86 y 824 μS/cm (Fig. 4). Los valores de temperatura del agua captada medidos “in situ” están por debajo de 20ºC, hecho que las cataloga como “aguas fías”, mientras que los valores de pH varían entre neutros a ligeramente básicos y están comprendidos entre 6,9 y 8,3, respectivamente. Figura 4: Comparación de los valores de la conductividad eléctrica de las AMN de Canarias. Según el residuo seco (RS), las AMN del Archipiélago Canario se clasifican como: • Oligometálica /mineralización débil (50-500 mg/L): 15 captaciones (11 GC, 2 TF y 2LP). • Mineralización media (500-1.500 mg/L): 1 captación (1 GC). De acuerdo con la clasificación geohidroquímica de Schoeller (Custodio y Llamas, 1983), las AMN de Canarias se clasifican como: • Aguas bicarbonatadas: 55 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos a) Aguas bicarbonatadas sódicas: B.- El Mundo (TF), C.- Barbuzano (LP), E.- Cortijo de Jacón (GC), F.- Culata (GC), L.-Morisco (GC), El Molinillo (GC) y La Mina de Tejeda (GC). b) Aguas bicarbonatadas cálcico magnésicas: A.- Krystal (TF), D.- N.Marcos (LP), G- Gambuesilla (GC), I.- Hoya de Juan Martín (GC), J.- Hoya de La Palma (GC), K.- Milano (GC), M.- Pinillo (GC) y N.- Rapador (GC). • Aguas cloruradas: c) Aguas cloruradas sódicas: H.- Higuerilla (GC). La representación gráfica de las diversas tipologías de las aguas subterráneas catalogadas como agua mineral natural del Archipiélago Canario se plasma en la Figura 5. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 56 Figura 5: Diagramas hidroquímicos de Piper, Chadha y Collins de las AMN de Canarias (infor-mación disponible referente a 14 captaciones). Los diagramas de Piper y Chadha indican que la mayoría de las AMN de Canarias son bicar-bonatadas cálcico-magnésicas (50,00 %), seguida de las bicarbonatadas sódicas (43,75 %) y de las cloruradas sódicas (6,25 %). Se ha comparado también las medianas de distintos parámetros y los iones mayoritarios de las AMN de Canarias con las medianas de AMN a nivel nacional (Tabla 2). Tabla 2; Comparación de los valores de las medianas de la concentraciones de los iones mayoritarios y principales parámetros de AMN de Canarias con los valores a nivel nacional. Fuente: datos de Ca-narias (consulta de los expedientes en el Servicio de Minas, CAC); datos a nivel nacional (Gutiérrez et al., 2012). Elaboración propia. HCO3 - mg/L SO4 = mg/L Cl-mg/ L NO3 - mg/L Na+ mg/L K+ mg/L Ca++ mg/L Mg++ mg/L SiO2 mg/L C.E. μS/cm RS mg/L pH Canarias 100,9 6,9 20,5 15,0 27,1 5,3 12,5 7,0 61,2 261,5 187,0 7,81 Nacio-nal 226,0 18,2 14,0 3,4 11,5 1,3 55,7 12,6 9,3 355,0 249,0 7,98 Como se observa, en general las medianas de los valores de concentración de las AMN de Canarias presentan valores más bajos en comparación con los valores a nivel nacional. Es de destacar el caso de la sílice, casi siete veces superior en el primer caso, motivado por la pres-encia de abundantes especies silicatadas en la roca. La marca climática en la recarga (aridifi-cación) en Canarias también aparece en cuanto a la concentración de ión cloruro, superior al valor nacional. 57 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 4.4. Análisis de los parámetros hidrogeológicos relacionados con las captaciones de las AMN La estimación de parámetros hidrogeológicos para los macizos del entorno de las capta-ciones de las AMN se ha realizado a partir de la recopilación de los estudios que acompañan a las solicitudes de reconocimiento de agua mineral natural, que a su vez han sido recopilados a partir de ensayos de bombeo realizados durante el SPA-15 (1975) y otra información com-plementaria derivada de documentación específica (ITGE, 1992; DGIE, 2003; IGME, 2003; Skupien y Poncela, 2011), no existiendo suficientes datos de contraste. Existen escasos valores fiables característicos de la transmisividad y del coeficiente de alma-cenamiento de los acuíferos volcánicos canarios relacionados con las AMN. Los más cara-cterísticos se presentan en la Tabla 3, donde se aprecia una amplia dispersión (T entre 15 y 200 m2/día y S entre 1,5 a 7%). Tabla 3.- Parámetros hidrogeológicos recopilados. Captación T (m2/día) S (%) Pozo Gambuesilla (GC) 50-200 2-5 Galería Morisco (GC) 50-200 3-5 Pozo Hoya de La Palma (GC) 50-200 2-5 Pozo Las Higueras (GC) 25-50 1,5-3,5 Naciente Marcos (LP) 15-50 2-7 Se desprende de la situación hidrogeológica de los aprovechamientos la existencia de al menos dos tipos de sistemas de flujo subterráneo relacionados con la existencia de aguas tipo mineral natural en la Comunidad Canaria: • Sistema de flujos subsuperficiales, básicamente asimilables a acuíferos colgados, carac-terizados por la existencia de sistemas de rápida circulación y renovación, de interac-ción rápida con el terreno por el que han circulado y baja mineralización. • Sistema de flujos regionales, caracterizado por la existencia de sistemas de circulación profunda y lenta, y largo periodo de interacción agua-roca que dan lugar a aguas más o menos mineralizadas. 4.5. Análisis de los perímetros de protección de las captaciones AMN de Canarias De acuerdo con la legislación vigente en la Comunidad Autónoma de Canarias, en la de-claración de un agua mineral natural debe definirse un perímetro de protección para evitar Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 58 la contaminación del acuífero. En la situación actual, para el perímetro de protección se han aplicado criterios o métodos diferentes en función del autor del proyecto. Las aguas AMN de Canarias tienen hasta 7 tipos diferentes de perímetros de protección: cualitativo, cuantitativo, calidad y cantidad, restricciones absolutas, restricciones máximas (bocamina), restricciones máximas (cata) y restricciones moderadas. En algunos casos, se han establecido en función de lo que se denomina tiempo de tránsito, que se define como el tiempo que transcurre entre la entrada de una sustancia en el seno del acuífero y su extracción por la captación. En otros casos los perímetros son considerados como cuadricula minera o establecidos de acuerdo con la definición propuesta por los respectivos Consejos Insulares de Aguas. En la Figura 6 se presentan algunos ejemplos de perímetros de protección de AMN en Canarias. Figura 6: Perímetros de protección de algunas AMN de Canarias. (Base cartográfica: aplicación MAPA, Gobierno de Canarias). 59 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 5. BASE DE DATOS E INFORMATIZACIÓN Para gestionar la información tanto administrativa como técnica, la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, a través del Servicio de Minas de la Direc-ción General de Industria, dispone de una aplicación con soporte Microsoft Access 2003®, compatible con otras bases disponibles, e integrada en la aplicación MAPA-SITCAN (Sistema Territorial de Información Geográfica de Canarias desarrollado por la empresa GRAFCAN). Además de las aguas minerales naturales, la base permite gestionar también las minerome-dicinales y termales, todo ello mediante las correspondientes autorizaciones administrativas. La organización de la información en dicha base de datos permite que sean visibles los datos generales de la captación en cada momento de la consulta: número de expediente, nombre y tipo de captación y denominación de la captación. El resto de la información está catalogada dentro de siete pestañas, cuya descripción se realiza seguidamente (Fig. 7): • Localización: isla, municipio, lugar, coordenadas UTM del punto de captación (boca-mina de la galería/brocal del pozo, coordenadas UTM (frente) como información a rellenar en el caso de galerías). • Situación Administrativa: estado de la autorización de cada uno de los expedientes. • Geohidrología: descripción geohidrológica del entorno del punto y, en su caso, detalla-da de los materiales atravesados. • Perímetros de protección: información detallada del perímetro de protección de cada captación (tipo, coordenadas UTM, método de cálculo, etc.). • Hidroquímica: datos hidroquímicos básicos acerca de las aguas minerales naturales. • Fotografía: se deja preparado este campo para dejar abierta la posibilidad de incorporar un reportaje fotográfico. • Planos de situación: contiene planos a escala 1:5.000 de cada captación. Una vez alimentada la base de datos AGUAS MINERALES con todos los registros corre-spondientes, se puede acceder a diferentes opciones: • “Ir a”: con un desplegable que permite de forma cómoda acceder a un determinado expediente. • “Nuevo, Eliminar, Buscar”: opciones que facilitan la gestión de la base de datos. • “lmprimir Ficha”: donde de forma homogénea se presenta la información de cada captación analizada. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 60 Figura 7: Aspecto de la interfaz. 6. CONCLUSIONES El Archipiélago Canario representa aproximadamente el 6% de las marcas españolas de las AMN, siendo la séptima Comunidad en toda España. Las características de las AMN analiza-das a partir de 16 aprovechamientos dispersos por terrenos volcánicos de la geografía canaria confirman su excelente calidad y presencia de elementos diferenciadores, como el contenido de silice, en comparación con las AMN nacionales. Las diversas tipologías de las aguas subterráneas del Archipiélago Canario, catalogadas como agua mineral natural, son generalmente de mineralización débil y se clasifican en los sigu-ientes grupos: bicarbonatadas cálcico magnésicas (50,00 %), bicarbonatadas sódicas (43,75 %) y cloruradas sódicas (6,25 %). La información de los parámetros hidrogeológicos de los macizos del entorno de las cap-taciones de las AMN es escasa. Los valores promedio recopilados de transmisividad varían entre 15 y 200 m2/día, y entre 1,5 y 7% para el coeficiente de almacenamiento. 61 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Por ello, es absolutamente necesaria la realización de estudios hidrogeológicos de detalle específicos para obtener un mejor conocimiento de los sistemas acuíferos asociados a las captaciones de las AMN. Para ello, deberían realizarse las siguientes actuaciones: • Revisión de los perímetros de protección y características técnicas de las captaciones ya existentes y en funcionamiento. • Definición/mejora del conocimiento de los sistemas de flujo en las captaciones de las AMN a través de diferentes herramientas hidrogeológicos de uso común (aplicación de técnicas isotópicas ambientales, parametrización hidrogeológica, etc.). • Seguimiento y control detallado de los aprovechamientos, con datos de caudal, de ca-lidad química, de niveles piezométricos, en su caso, todo ello orientado a evitar la so-breexplotación y hacer sostenible la captación y aprovechamiento del recurso. • Realización de campañas sistemáticas de muestro. • Investigación hidrogeológica para incluir nuevas captaciones en el censo de la Comu-nidad Autónoma de Canarias con potencial mineral natural de sus aguas. • Se recomienda la realización de seminarios, jornadas y cursos de divulgación. Referencias y bibliografía consultada Custodio, E. y Llamas, M.R. (1983). Hidrología Subterránea. Omega Ediciones, S.A. Barcelona. 2 vol. 2347 pp. DGIE (2003). Guía para la elaboración de perímetros de protección de las aguas minerales y termales. Gobierno de Canarias. Consejería de Industria y Nuevas Tecnologías. Dirección General de In-dustria y Energía. 102 pp. DGI (2008). Caracterización hidrogeológica e hidrogeoquímica de las aguas minerales naturales de Canarias. Gobierno de Canarias. Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Dirección General de Industria. 64 pp + anejo de fichas. Gutiérrez Reguera, F.; Sejido Delgado, I.; Montoya Mayor, R.; Ternero, Rodríguez, M. (2012). Carac-terización fisicoquímica, clasificación y valoración nutritiva de las aguas minerales naturales enva-sadas en Andalucía. SIAGA 2012. Publicaciones del instituto Geológico y Minero de España. Serie Hidrogeología y Aguas subterráneas (30): 259-271. IGME (2003). 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Libro homenaje al Profesor Fernando Pendás Fernández. Publicaciones del instituto Geológico y Minero de España. Serie Hidrogeología y Aguas subterráneas (27): 865-880. ISBN: 978-84-7840-773-6. Skupien Balon, E.; Poncela Poncela, R. (2011). Características hidrogeológicas, químicas e isotópicas del agua subterránea del acuífero volcánico de las vertientes en el entorno de los nacientes Marcos y Cordero (La Palma, Islas Canarias). En “El conocimiento de los recursos hídricos en Canarias cuatro décadas después del proyecto SPA-15”. Homenaje póstumo al Dr. Ingeniero D. José Sáenz de Oiza, 87-92. ISBN: 978-84-938-46-0-2. 63 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos CARACTERIZACIÓN DEL HIDROTERMALISMO DE TENERIFE MEDIANTE EL MÉTODO MAGNETOTELÚRICO Brito del Castillo, Isora. Departament de Geodinàmica y Geofísica, Universitat de Barcelona. isora.brito@gmail.com Pous Fàbregas, Jaume. Departament de Geodinàmica y Geofísica, Universitat de Barcelona. jpous@ub.edu Resumen: El estudio integrado de datos geológicos, hidrogeológicos y geofísicos y la hidrodinámica del acuífero de Las Cañadas ha permitido poner en evidencia la estructura interna de la Caldera de Las Cañadas del Teide y deducir la posición de su acuífero en el área de estudio. Dentro del marco del proyecto de Caracterización de los edificios volcánicos recientes en Tenerife mediante sondeos magnetotelúricos, se ha llevado a cabo una campaña de campo en la isla de Tenerife en la que se han adquirido datos de magnetotelúrica a lo largo de un perfil NO-SE en el sector oriental de la Caldera de Las Cañadas. El modelo de resistividades eléctricas obtenido muestra una serie de cuerpos con-ductores sub-superficiales emplazados dentro de lo que se ha interpretado como el acuífero de Las Cañadas. El nivel freático del acuífero se ha trazado según los datos de galerías cercanas y el contacto entre el cambio de resistividades superficiales. Los cuerpos conductores se han asociado a zonas alteradas hidrotermalmente en la base del acuífero y posiblemente localizados cerca de fracturas radiales, las cuales han actuado de vías de conexión de fluidos calientes y/o gases endógenos. En la base del acuífero se ha identificado un cuerpo resistivo interpretado como el zócalo impermeable del acuífero junto con un cuerpo conductor. Dicho cuerpo se ha interpretado como una posible intrusión ígnea de pequeñas dimensiones y de escala local, añadiendo la posibilidad de una conexión con los cuerpos conductores suprayacentes aunque no detectada con el método. 1. INTRODUCCIÓN La presencia de anomalías térmicas que producen hidrotermalismo en las aguas subterráneas de la isla de Tenerife, en concreto en el acuífero de Las Cañadas, son consecuencia directa de la existencia de una fuente de calor en profundidad que ha evolucionado en el tiempo. Dado el contraste de resistividades que produce este proceso unido a la presencia de un acuífero con una dinámica muy compleja y una geología poco conocida en profundidad, el uso de métodos geoeléctricos es idóneo para este medio. Estudios geofísicos previos realizados en la Caldera de Las Cañadas, revelan una serie de anomalías en los diferentes métodos empleados. Así pues, los trabajos de gravimetría y mag-netismo (Mc Farlane y Ridley 1968; Camacho, Vieira y De Toro 1991; Araña et al. 2000; Ablay y Kearey 2000; Gottsmann et al. 2008) muestran anomalías cercanas a los bordes de la caldera, asociadas a fonolitas que rellenan un valle enterrado o una caldera de colapso. Sin embargo, una fuerte anomalía en el interior del Complejo Teide-Pico Viejo, interpretada como el producto de la combinación de materiales eruptivos evolucionados con una signifi- Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 64 cativa alteración hidrotermal es identificada también por García Yeguas (2010) en su estudio con tomografía sísmica, con una amplia extensión en profundidad. En cuanto a los métodos eléctricos y electromagnéticos empleados en la Caldera de Las Cañadas, se han llevado a cabo varios estudios de magnetotelúrica y audiomagnetotelúrica (García et al. 1989; Pous et al. 2002; Coppo et al. 2008a; Coppo et al. 2008b) donde revelan la existencia de 2 depresiones atribuidas a Ucanca, en el sector O y a Guajara en el sector central. Ambas representarían dos acuíferos separados por los Roques de García, que actu-arían de barrera hidrogeológica. En cambio, en el sector E (Diego Hernández) muestra una inclinación suave hacia el NE identificada anteriormente con perfiles geoeléctricos de auto-potencial (Aubert y Kieffer 1998). La presencia de fluidos hidrotermales calientes o sus alteraciones en el sustrato rocoso como explicación para las diferentes anomalías mencionadas, además de la existencia de fumarolas y aguas calientes drenadas en galerías cercanas a la caldera, sugieren la existencia de un sis-tema geotérmico en esta área. 2. MARCO GEOLÓGICO La isla de Tenerife se sitúa en la parte central del Archipiélago de Canarias, siendo la más grande del conjunto y formando la tercera estructura volcánica intraplaca más alta del planeta, después de los volcanes Mauna Loa y Mauna Kea en Hawái. La zona central de la isla, constituida por la Caldera de Las Cañadas del Teide se comenzó a formar hace 3.3 Ma (Edgar et al. 2005), tras concluir la etapa en escudo. La fase de vol-canismo central dio lugar a sucesivos y gigantes estratovolcanes, diferenciados en: Edificio Cañadas y Complejo Teide-Pico Viejo (Fig. 1). La actividad del Edificio Cañadas va desde los 3.3 Ma hasta los 0.196 Ma (Edgar et al. 2005), representa el primer volcanismo central de Tenerife y el más importante ya que sus produc-tos aparecen intercalados en gran parte de la isla (Fig. 1). El edificio se constituyó a partir de varios ciclos de creación-destrucción, dando lugar a 3 formaciones sucesivas en el tiempo: Formación Ucanca (1.59 – 1.18 Ma), Formación Guajara (0.85 – 0.65) y Formación Diego Hernández (0.37 – 0.17 Ma) (Martí, Mitjavila y Araña 1994). El carácter de estas formaciones viene relacionado con eventos de construcción de grandes edificios volcánicos en el centro de la isla y su posterior colapso vertical debido al vaciado de las cámaras magmáticas de los edificios y a la inestabilidad de estos para aguantar su propio peso (Fúster et al. 1968; Martí, Mitjavila y Araña 1994; Ablay y Kearey 2000; Martí y Gudmundsson 2000). Esta serie de colapsos verticales dieron lugar a la actual configuración de la Caldera de las Cañadas (Fig. 2), además de un deslizamiento lateral propiciado por la inestabilidad de la pared norte de la caldera como es el deslizamiento del Valle Icod-La Guancha hace 0.2 Ma (Ablay y Martí, 2000), quedando el Macizo de Tigaiga como relicto de esta antigua pared. 65 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Tras el deslizamiento, debido a la descompresión sufrida por el colapso del Edificio Cañadas y por nuevos aportes de magmas profundos, se produce la reactivación de la cámara mag-mática en la parte central de la isla (Ablay y Martí 2000). Esto da lugar a la formación del Complejo Teide-Pico Viejo, donde sus emisiones rellenan parcialmente la caldera del Edificio Cañadas (Fig. 1), con una cada vez mayor diferenciación de sus magmas (traquibasaltos y posteriormente fonolitas). Ya durante el Holoceno, el crecimiento del complejo y varias causas como el menor aporte de magmas o el aumento de la presión litostática, propició la migración del volcanismo a través de las fracturas radiales de las base del Complejo Teide-Pico Viejo. El origen del valle de Icod-La Guancha ha sido el evento más estudiado ya que se encuentra directamente relacionado con la formación de la caldera de Las Cañadas. Pese a que la génesis del origen de la caldera es motivo de numerosas discusiones científicas debido a las difer-entes hipótesis existentes sobre ella, la formación del valle de Icod-La Guancha mediante un deslizamiento lateral es respaldada por la comunidad científica. Dicho deslizamiento tendría como origen la inestabilidad de la pared norte del Edificio Cañadas, formándose en la base del deslizamiento una brecha caótica de matriz limo-arcillosa denominada localmente como “mortalón”, observable en varias galerías y pozos del valle (Custodio 1978; Coello y Bravo 1981; Navarro 1995). Figura 1: Mapa geológico de Tenerife. El recuadro negro indica el área de estudio del presente tra-bajo (modificado de GRAFCAN, 2003). Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 66 2.1. Hidrogeología La isla de Tenerife se caracteriza por una extraordinaria heterogeneidad, responsable directa de la irregular distribución del agua subterránea insular (PHI 1996). El medio acuífero de Las Cañadas está albergado en los materiales del Edificio Pre-Caldera (Edificio Cañadas) que constituyen la base de la cubeta, rellenada por los materiales del Complejo Teide-Pico Viejo. El comportamiento hidrogeológico de ambas formaciones es diferente ya que la elevada permeabilidad de los materiales de relleno contrasta de manera significativa con la que, en general, ofrece el edificio pre-caldera, muy compactados, alterados y de permeabilidad redu-cida (Navarro 1995; Farrujia et al. 2004). La elevada porosidad y permeabilidad primaria de los materiales del Complejo Teide-Pico Viejo, unido a la topografía casi plana del área de Las Cañadas y a la inexistencia de grandes capas horizontales impermeables, favorece la rápida recarga y acumulación de elevados volúmenes de reserva de agua en esta zona (Farrujia et al. 2004). Además, en el caso de que exista un sistema volcánico-hidrotermal somero bajo el Complejo Teide-Pico Viejo, los pro-cesos de arcillificación y la deposición de minerales secundarios en poros y fisuras unidos a la contínua intrusión de diques bajo el mismo, harían que éste fuera prácticamente imperme-able desde el punto de vista hidrogeológico (Navarro 1995). La superficie freática ha sido estimada mediante los sondeos profundos ejecutados en el inte-rior de la caldera por el CIATFE (1992-1995) y por el proyecto SPA-15 (MOPU-UNESCO 1970-1975), además de las medida de presiones piezométricas realizadas en galerías situadas dentro de la zona III (Navarro 1995; PHI 1996). Dicha superficie en el ámbito de la caldera de Las Cañadas se encuentra a una cota absoluta de 1700-1800 m (Navarro 1995), es decir, unos 300-400 m bajo la superficie del terreno. Desde ahí, desciende con fuerte pendiente por el valle de salida de Icod-La Guancha hasta coincidir con el nivel del mar en la línea de costa. El espesor del acuífero es mayor en el anfiteatro, donde se han registrado potencias mínimas de 100 m, que en el valle de salida, donde la lámina de agua apenas se alza por encima del mortalón, que actuaría de zócalo impermeable en el valle (Navarro 1995). La circulación de agua dentro de Las Cañadas se produce en dirección cumbre – mar, es decir, se dirige hacia el Valle de Icod –La Guancha. Este paso de agua se encuentra obstaculizado por una pantalla múltiple de diques que sobreeleva la superficie freática y convierte a Las Cañadas en un gran reservorio. 3. ESTUDIO DE MAGNETOTELÚRICA 3.1. Método magnetotelúrico El método magnetotelúrico (MT) es una técnica de exploración geofísica perteneciente al campo del electromagnetismo que permite obtener información de las propiedades geoeléc-tricas del subsuelo mediante las fluctuaciones temporales del campo electromagnético gen-eradas en la ionosfera. 67 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Cuando esta energía llega a la superficie, conocida como campo primario, penetra en la Tierra. Cagniard (1953) enunció la hipótesis de que el campo electromagnético llega a la su-perficie terrestre en forma de onda plana con incidencia vertical. De esta manera, al penetrar, la Tierra actúa de conductor, induciendo un campo eléctrico o corriente telúrica y un campo magnético secundarios. Las componentes del campo eléctrico y magnético (EX,EY) se relacionan a través del tensor de impedancia (Z) de la siguiente manera: X XX XY · X Y YX YY Y E Z Z H E Z Z H = Las componentes del tensor de impedancias permiten calcular 2 magnitudes, la resistividad aparente y la fase, mediante las siguientes ecuaciones: ( ) 2 0 1 aij ij ρ Z ω ωμ = ( ) ( ) ( ) ij ij ij ImZ arctg ReZ ω φ ω ω = Donde μ (henrys/metro) es la permeabilidad magnética e i, j denotan las componentes hori-zontales. Además, la función de transferencia geomagnética o tipper se define como la relación lineal entre la componente vertical y las componentes horizontales del campo magnético: ( ) X Z X Y Y H H T T H = Donde TX y TY son magnitudes complejas. Los datos de magnetotelúrica adquiridos en Tenerife consisten en 7 sites (Fig. 2) de entre 66 estaciones con una rango de períod
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Calificación | |
Título y subtítulo | Avances en la investigación de los recursos hídricos en islas y terrrenos [i.e. terrenos] volcánicos : reunión científica nacional sobre el estudio de los recursos hídricos en islas volcánicas |
Autores secundarios | Santamarta Cerezal, Juan Carlos |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Madrid |
Editorial | Colegio de Ingenieros de Montes |
Fecha | 2013 |
Páginas | 274 p. |
Materias |
Hidrología Vulcanismo |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 7146827 Bytes |
Notas | Reunión celebrada en la Universidad de La Laguna. Noviembre 2012. Tenerife. |
Texto | Juan Carlos Santamarta Cerezal et al. AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN ISLAS Y TERRENOS VOLCÁNICOS AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN ISLAS Y TERRRENOS VOLCÁNICOS Reunión científica nacional sobre el estudio de los recursos hídricos en islas volcánicas dirección y Coordinación Editorial Dr. Ing. Juan Carlos Santamarta Cerezal Avances en la investigación de los recursos hídricos en islas y terrenos volcánicos. 1; Estudio de los recursos hídricos subterráneos, 2; Estudio de las Obras hidráulicas y aprovechamientos superficiales, 3; Nuevas tecnologías en la producción y aprovechamiento del recurso, 4; Gestión integral del agua, hidrología forestal. COMITÉ CIENTÍFICO Selección de capítulos revisados por pares ciegos DIRECCIÓN Y CORDINACIÓN EDITORIAL Juan Carlos Santamarta Cerezal jcsanta@ull.es DISEÑO Y MAQUETACIÓN DE LA PORT ADA Alba Fuentes Porto albafuentesporto@hotmail.com Edita: Colegio de Ingenieros de Montes Calle Cristóbal Bordiú, 19 28003 Madrid 915 34 60 05 Depósito Legal: TF 205-2013 ISBN: 978 -84 - 616 -3860 -4 272p. ; 29 cm. Primera Edición: Junio 2013 © Los Autores, Tenerife, 2013 Como citar este libro; Santamarta Cerezal, J.C. (ed.) et al. (2013). Avances en la investigación de los recursos hídri-cos en islas y terrenos volcánicos. Reunión científica nacional sobre el estudio de los recursos hídricos en islas volcánicas. Universidad de La laguna. Nov 2012.Tenerife. 272 pp. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotografías, grabación o por cualquier sis-tema de almacenar información sin el permiso escrito del autor y editores. 3 Contenido Prólogo 5 comité científico 7 Parte 1: Estudio de los recursos hídricos subterráneos 9 ESTUDIO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS DE LA MACARONESIA. LA ISLA DE TERCEIRA EN AZORES. Santamarta Cerezal, Juan Carlos; Goulart Fontes, José Carlos. Pág.11 LA INFILTRACIÓN EN LOS SUELOS DE LA ISLA DE TENERIFE. Neris Tomé, Jonay; Tejedor Salguero, Marisa; Jiménez Mendoza, Carmen Concepción. Pág.27 LOS TRABAJOS DEL PROYECTO REDESAC EN EL NORTE DE GRAN CANARIA: ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL MEDIA MEDIANTE EL BALANCE DE CLORURO S ATMOSFÉRICOS. Gema Naranjo,Tatiana Cruz-Fuentes, Annetty Benavides, María del Carmen Cabrera, Pilar Hernández-Quesada, Esmeralda Estévez, Luis Fernando Martin, Emilio Custodio Gimena. Pág.37 AGUAS MINERALES NATURALES EN TERENOS VOLCÁNICOS DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO. Skupien Balon, Elzbieta; Poncela Poncela, Roberto; Morales González-Moro, Ángel; Lario Báscones, Rafael. Pág.49 CARACTERIZACIÓN DEL HIDROTERMALISMO DE TENERIFE MEDIANTE EL MÉTODO MAGNETOTELÚRICO. Brito del Castillo, Isora; Pous Fàbregas, Jaume. Pág.63 ANALISIS DE SENSIBILIDAD PARA EL USO DE GALERIAS DE AGUA COMO INDICADORES DEL FLUJO GEOTERMICO EN LA ISLA DE TENERIFE. Eff-Darwich Peña, Antonio Manuel; García Lorenzo , Begoña. Pág.79 Parte 2: Obras hidráulicas y aprovechamientos superficiales 93 EL AGUA EN LOS TERENOS VOLCÁNICOS; FUNDAMENTO Y TECNOLOGÍAS DE APROVECHAMIENTO. Santamarta Cerezal, Juan Carlos.; Rodríguez Martín, Jesica. Pág.95 PLAN DE REGADÍOS DE CANARIAS. Rosa Vilar, Bernardo de la; Hernández Abreu, José Manuel; Rodrigo López, Jesús; González Hernández, José Francisco; Pérez Carballo, Antonio. Pág.115 Metodología para determinar la posible existencia de aire en el suministro de agua en las zonas atendidas por Teida gua S.A. Aplicaci ón de las mismas y conclusiones. Carmelo Militello Militello; Sergio Rodríguez Buenafuente; Viana L. Guadalupe Suárez; María Teresa Arencibia Pérez; Juan Carlos Guerra García. Pág.129 Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 4 Parte 3: Nuevas tecnologías, Depuración y Calidad de aguas 141 CALIDAD DE LAS AGUAS DE RIEGO EN ZONAS VOLCÁNICAS PARA UN MANEJO INTEGRADO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS. José Manuel Hernández-Moreno; María del Pino Palacios-Díaz. Pág.143 NIVELES DE CONCENTRACIONES DE NITRATOS EN AGUAS DE CONSUMO HUMANO DE LA ISLA DE GRAN CANARIA. Rodríguez Rodríguez, Inmaculada; Caballero Mesa, Jose M.; Gutiérrez Fernández, Ángel; Rubio Armendáriz, Carmen; Hardisson De la Torre, Arturo. Pág.153 LOS HUMEDALES ARTIFICIALES COMO ALTERNATIVA ANTE LA DEPURACIÓN DE AGUAS RESIDUALES A PEQUEÑA ESCALA. EL CASO DE SANTA LUCÍA - GRAN CANARIA. Vera, Luisa; Martel, Gilberto; Márquez, Miguel. Pág.163 LOS TRABAJOS DEL PROGRAMA CONSOLIDER-TRAGUA EN GRAN CANARIA: ESTUDIO DE LA AFECCIÓN AL MEDIO POR LA REUTILIZACIÓN DE AGUAS REGENERADAS EN LA CUENCA DEL BARANCO DE LAS GOTERAS. Estévez, Esmeralda; Cabrera, Mª del Carmen; Palacios-Díaz, Mª del Pino; Annetty Benavides; Cruz-Fuentes, Tatiana; Hernández-Quesada, Mª del Pilar; Mendoza-Grimón, Vanesa; Fernández-Vera, Juan Ramón; Hernández-Moreno, José Manuel. Pág.179 Parte 4: Gestión integral del agua e hidrología forestal 197 ESTUDIO DE LA FRECUENCIA Y MAGNITUD DE AVENIDAS TORENCIALES EN EL P.N. DE LA CALDERA DE TABURIENTE (LA PALMA) MEDIANTE TÉCNICAS DENDROGEOMORFOLÓGICAS. Díez-Herrero, Andrés; Génova Fúster, Mar; Mayer Suárez, Pablo; Ballesteros Cánovas, Juan Antonio; Becerril Carretero, Laura; Rubiales Jiménez, Juan Manuel; Gutiérrez Pérez, Ignacio; Hernández Ruiz, Mario; Saz Sánchez, Miguel Ángel; Bodoque del Pozo, José María; Ruiz Villanueva, Virginia. Pág.199 GESTIÓN SOSTENIBLE DE LAS AGUAS REGENERADAS UTILIZANDO UN SISTEMA DE RIEGO POR GOTEO SUBTERÁNEO: CASO DE ESTUDIO PARA LA PRODUCCIÓN DE FORAJE. Vanesa Mendoza-Grimón; José Manuel Hernández-Moreno; Juan Ramón Fernández-Vera; María del Pino Palacios-Díaz Pág.211 LA FRECUENCIA Y EVOLU CIÓN DEL MAR DE NUBES DURANTE EL VERANO EN LAS CUMBRES DE TENERIFE Y LOS VALES DE LA OROT AVA Y DE GÜÍMAR. Marzol Jaén, María Victoria. Pág.223 ESTIMACIÓN DE LA ESCORENTÍA SUPERFICIAL EN EL PARQUE NACIONAL DE LA CALDERA DE TABURIENTE. Mongil Manso, Jorge. Pág.239 ANÁLISIS CLIMÁTICO DEL INCENDIO FORESTAL DE TENERIFE COMARCAS DE ABONA E ISORA: 15 A 21 DE JULIO DE 2012. Santana Pérez , Luis Manuel. Pág.247 5 La islas volcánicas tienen una geología singular que condiciona enormemente la forma de aprovechar los recursos hídricos, que en general es más compleja que en los territorios conti-nentales. El agua en las islas volcánicas es un activo fundamental para el desarrollo económico y vital de sus habitantes. Canarias es uno de los lugares del mundo donde más conocimiento se tiene sobre sus aguas subterráneas y los recursos hídricos en general, pero obviamente hay muchas cosas todavía por hacer e investigar. Los esfuerzos en investigación e ingeniería que se han realizado en las islas Canarias para disponer de unos recursos hídricos en cantidad y calidad suficientes, han sido muy importantes a lo largo de la historia. Esos avances tecnoló-gicos pueden ser transferidos a otras regiones insulares con menor disponibilidad de recurso, de ahí que Canarias tiene una oportunidad histórica de liderar a nivel mundial la gestión y aprovechamiento de los recursos hídricos en terrenos volcánicos. Una gestión integral del agua que contemple todos los actores participantes en el ciclo hidro-lógico, se hace fundamental en sistemas aislados como los archipiélagos, donde debe primar la eficiencia, por ello no sólo es necesario, captar el agua si no gestionarla de una manera sostenible. Prólogo Juan C. Santamarta Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 6 Canarias se puede considerar como uno de los mejores laboratorios hidrogeológicos del mundo. Por una parte, en la isla coexiste un amplísimo abanico de procesos volcánicos, desde aquellos asociados a materiales muy básicos a otros asociados a materiales muy diferenciados, todo ello en un área de apenas 2.000 km2, algo insólito en una región volcánicamente activa. Por otro lado, las islas cuentan con una amplísima red de galerías subterráneas y pozos, que permiten estudiar desde el subsuelo prácticamente cualquier fenómeno geológico presente en la isla. Esta red de extracción de aguas subterráneas permite además acceder al acuífero a distintas alturas, latitudes y longitudes, hecho que también es insólito a nivel mundial. Las galerías y pozos constituyen el principal sistema de abastecimiento de agua para la población, por lo que existe un claro vínculo social y económico con el agua subterránea. Conscientes del reto que supone el futuro de los recursos hídricos en las islas, se presenta la siguiente publicación, abierta a toda persona interesada en los procesos asociados al ciclo del agua y su aprovechamiento, en una isla volcánica. Canarias puede liderar la investigación y el conocimiento sobre el aprovechamiento y uso del agua en las islas y terrenos volcánicos a nivel mundial. Juan Carlos Santamarta Cerezal Doctor Ingeniero Civil en Hidráulica y Energética por la UPM Ingeniero de Montes (UPM) e Ingeniero Técnico de Minas (UPM) jcsanta@ull.es En San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, Islas Canarias a 31 de enero de 2013 7 Dirección y coordinación editorial Dr. Juan Carlos Santamarta Cerezal (UL) Secretaría técnica D. Luis E. Hernández Gutiérrez (Gobierno de Canarias) Comité científico Dra. Carmen Cabrera Santana (ULPGC) Dr. Antonio Eff-Darwich (UL) Dr. Federico Aguilera Klink (UL) Dr. Albert Casas Ponsati (UB) Dra. Josefina Tapias Pantebre (UB) Dr. Juan Carlos Santamarta Cerezal (UL y Antonio de Nebrija) Dr. Sebastián Delgado Díaz (UL) Dra. Paz Arraiza Bermúdez-Cañete (UPM) Dra. Inés Galindo (IGM) Dra. Encarnación Rodríguez Hurtado (UPM) D. Francisco J. Martín Castro (Consejo Insular de Aguas de La Palma) Dr. Emilio Custodio Gimena (UPC) Dr. Axel Ritter Rodríguez (UL) Dr. Arturo Hardisson de la Torre (UL) Dr.Jonay Neris Tomé (UL) Dr. Ernesto Pereda De Pablo (UL) Dr. José Antonio Rodríguez Losada (UL) Dr. Nemesio Pérez Rodríguez (ITER-INVOL CAN) D. Luis E. Hernández Gutiérrez (Gobierno de Canarias) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 8 D. Rafael Juan Lario Bascones (Servicio de Minas. Gobierno de Canarias) Dr. Alfonso Méndez Cecilia (Universidad de León) D. Jaime J. González Gonzálvez (Intertécnica) D. Humberto Gutiérrez García (Gobierno de Canarias) Dra. Elzbieta Skupien (Profesional e Investigadora) D. Roberto Poncela Poncela (Profesional e Investigador) Dr. Florin Ioras (Bucks New University) D. Luis Manuel Pérez Santana (Profesional e Investigador) D. Carlos Suárez García (Consejo Insular de Aguas de La Gomera) D. Luis Fernando Martín Rodríguez (ULPGC y Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria) Parte 1 Estudio de los recursos hídricos subterráneos 11 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos ESTUDIO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS DE LA MACARONESIA. LA ISLA DE TERCEIRA EN AZORES Santamarta Cerezal, Juan Carlos. ETS Ingeniería Civil e Industrial. Universidad de La Laguna. jcsanta@ull.es Goulart Fontes, José Carlos. Deptamento de Ciências Agrárias da Universidade dos Açores, Angra do Heroísmo. jfontes@uac.pt Resumen: La región de la Macaronesia está formada por una serie de cinco archipiélagos (Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde) enclavados en el Atlántico Norte que, tienen en común, una serie de factores climáticos, geológicos y ambientales, que las hacen poseer características comunes a nivel de vegetación y recursos hídricos, principalmente, porque son de origen volcánico. Si bien hay una mayor disponibilidad de agua, creciente de Sur a Norte, con una mayor cantidad de precipitación, en las islas Azores (desde 3.000 mm/año) y menores lluvias en Cabo Verde (menos de 200 mm/año); también existe, en términos de precipitación, singularidades en cada una de las islas de los archipiélagos, también influenciada por la orografía y morfología de las islas. Terceira es una de la islas del archipiélago de Azores, en ella se pueden encontrar la mayor parte de las singularidades en la hidrología de una isla volcánica. 1. INTRODUCCIÓN A LOS RECURSOS HÍDRICOS EN LA MACARONESIA El problema fundamental relacionado con el agua, en esta región del planeta, se puede reducir a las siguientes cuestiones; un territorio insular y volcánico, limitado en superficie y alejado del continente que ha de abastecer a 3.100.000 habitantes, incluida su agricultura, servicios e industria. Este reto, es una tarea muy difícil y complicada técnicamente. La ingeniería y la ge-ología han tratado de ir estudiando su solución, a través de los años y el avance de la técnica, con cierto éxito pero que en el próximo siglo la comunidad científica y los ingenieros se de-berán a enfrentar a nuevos retos hidrológicos y de disponibilidad energética vinculados al agua. Los recursos hídricos en la Macaronesia se obtienen principalmente del subsuelo; pozos, sondeos, minas y galerías de agua dulce, que son los exponentes más interesantes de este tipo de aprovechamiento, aunque no hay que obviar, que desde hace 50 años hay un auge de la producción industrial de agua sobre todo en islas con menor posibilidad de recurrir al recurso subterráneo y superficial. Los recursos hídricos superficiales, debido a la permeabi-lidad habitual del terreno volcánico, no son tan abundantes, salvo los aprovechados por to-maderos de barranco, con derivación a balsas impermeabilizadas de almacenamiento; aunque no hay que olvidar, que en dos islas de Canarias (Gran Canaria y Gomera) existen más de 100 grandes presas, siendo este número, la mayor densidad de embalses del mundo como ya se Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 12 ha comentado en alguna ocasión a lo largo de este libro. En general el agua almacenada por las presas, no se usa para abastecimiento urbano, sólo para agricultura. En el caso de Azores y Madeira, existen lagos que son reservas estratégicas de agua, pero su valor actualmente es ecológico y recreativo. Tabla 1; Población en la Macaronesia. (Wikipedia, 2011) Sistema archipiélago Habitantes Azores 245.374 Madeira 247.399 Salvajes 2 Canarias 2.103.992 Cabo Verde 499.796 Total Macaronesia 3.095.729 Los problemas en relación al agua de la Macaronesia son muy similares. La mayor demanda del recurso, en general, viene dada por la agricultura, salvo en Azores, cuya demanda urbana es la mayor demandante de agua con un 56% del total disponible. Otro aspecto importante es la fracturación del territorio lo que provoca que se esté hablando de territorios divididos, con grandes diferencias en la disponibilidad del agua, por diferentes cantidades de precipitación entre las islas, incluso dentro de los propios archipiélagos (La Palma; 700 mm, Fuerteventura; 150 mm). Hay que sumar también un aumento de la población, así como del turismo masivo (Canarias, 9,6 millones de visitantes, Cabo Verde 382.000 turistas y en aumento progresivo). En este sentido, se puede concluir que; los recursos hídricos pueden ser un factor limitante a la hora de desarrollar el turismo y el desarrollo económico en la Macaronesia. La calidad de las aguas extraídas del acuífero es otro factor importante, si las extracciones no son sostenibles (extraer más agua que la recarga natural del acuífero), como es, en muchas ocasiones, el caso de Canarias, el problema del flúor es muy destacado, así como el problema de los nitratos que comparten también Canarias y las Azores, sobre todo donde la agricultura y la ganadería es muy masiva (Azores, 100.000 cabezas de ganado vacuno). En el caso de archipiélagos, cuyos recursos subterráneos han sido agotados o bien devaluados en cuanto a la calidad del recurso hídrico, la demanda hidráulica ha sido suplida por plantas desalado-ras donde en algunas ocasiones puede aparecer el problema de la presencia de boro en las aguas producidas. En general, otro problema hidroquímico es el de los bicarbonatos, en el sentido de que empeoran la calidad del agua y pueden llegar a colapsar las conducciones que la transportan. 13 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Tabla 2; Estimación del turismo anual en la Macaronesia. (Santamarta JC, 2011) Sistema archipiélago Nº turistas estimados Azores 300.000 Madeira 245.000 Salvajes 500 Canarias 9.600.000 Cabo Verde 385.000 Total Macaronesia 10.530.500 Otro problema en relación a los recursos hídricos, es la vinculación del agua con la energía, en los archipiélagos del Sur de la Macaronesia (Canarias, Cabo Verde), es necesario desalar el agua de mar (coste; 0.6 a 1.25 €/m3), debido a no poder satisfacer toda la demanda medi-ante los recursos subterráneos y superficiales, en este sentido la economía de escala es muy importante con respecto al coste del agua, a mayor dimensión (producción de m3) de la in-stalación, menor coste del agua desalada de mar, esto es difícil de lograr en un sistema insular, las plantas, en general son pequeñas. Ilustración 1 ; Sistemas de transporte de agua en la islas de Tenerife, Canarias ( Santamarta JC, 2012) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 14 En la mayoría de los pozos se bombea el agua, por lo tanto es necesario un suministro ener-gético importante; en Canarias hay pozos de hasta 700 m de profundidad (por ejemplo en la zona de Vilaflor en Tenerife). Aunque en general los centros de consumo están en la costa, el agua hay que transportarla a través de una orografía abrupta y singular. Estos bombeos y transportes de agua unidos a la producción industrial del recurso, provoca una importante demanda energética, que en un archipiélago se hace más sensible que en un territorio conti-nental, ya que las islas disponen de unos sistemas de generación eléctrica singulares. Ilustración 2; Paisaje agrícola y ganadero típico de la isla de Terceira, Azores. (Santamarta JC, 2011) Por lo general, la Macaronesia se abastece energéticamente mediante centrales eléctricas die-sel, con un combustible tipo fuel oil, que es un combustible que siempre está en precios elevados, por lo tanto, el coste de producir agua es directamente proporcional al coste del petróleo; por otro lado aunque las energías renovables tienen cierta presencia en Canarias suponen un ínfimo porcentaje, la desalación de agua de mar suplida mediante esta energía, se recuerda que desalar agua de mar, por cada metro cúbico, la energía supone el 30% del total de los costes. Las perspectivas, en la Macaronesia, en este sentido son una política dinami-zadora sobre las energías renovables, por ejemplo la energía geotérmica (Azores-Madeira), 15 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos hidroeléctrica e hidroeléctrica reversible (Madeira-Canarias), solar y eólica (Canarias-Azores- Cabo Verde) y buscar la eficiencia tanto energética como hidráulica. En los costes asociados al agua en un sistema insular, como el de la Macaronesia, realmente, el usuario no paga el coste efectivo de lo que vale extraer o desalar un metro cúbico de agua incluy-endo su impacto en el medio ambiente, sino que paga un precio menor que no cubre costes; el resto es asumido por los diferentes gobiernos insulares, por lo que el isleño no percibe realmente el coste del agua, aunque a favor se puede afirmar; que los insulares consumen por lo general, menos agua que los habitantes del continente, incluso en las Islas Canarias parte del agua desalada es subvencionada por el Gobierno estatal ( año 2011, 9 millones de €, 2012, 4,6 millones de €). Las islas de la Macaronesia son vulnerables a las precipitaciones excepcionales, por lo que curiosamente, no solo la escasez de lluvias es problemática, sino que también la abundan-cia de agua genera graves problemas. El régimen habitual de lluvias en estas latitudes es el torrencial, (mucha precipitación en poco espacio de tiempo) esto hace que en las vías pref-erenciales de drenaje, los barrancos, fluya el agua de manera violenta creando avenidas con elevados caudales punta, deslizamientos en las laderas y taludes así como problemas en la población que ocupa o vive cerca de los barrancos o laderas. Este problema se acentúa tras incendios forestales, habituales en verano, en el caso de Canarias, por lo que a los materi-ales habituales arrastrados por las avenidas, se les suma el de las cenizas. Con respecto a los incendios recientes estudios afirman que incrementan la escorrentía y los caudales punta en un 30% incluso reducen los tiempos de retorno en 5 años. Por último en zonas donde se ha perdido la cobertera vegetal se inician procesos de erosión; otro gran problema de futuro en esta región unido a los progresivos desmantelamientos de las islas por procesos erosivos. Otro aspecto fundamental en relación a los recursos hídricos de la Macaronesia, es la precipi-tación de niebla u horizontal. Esta lluvia que es potenciada y regulada por las masas forestales. Hay criterios dispares sobre su cuantificación (desde 2,5 veces la precipitación normal hasta 1,25 depende del autor que se referencie). Lo que sí es una evidencia, es que complementan el ciclo hidrológico en la Macaronesia, desde Azores hasta Cabo Verde, aunque su aprove-chamiento directo es muy minoritario, limitado a casos muy particulares como; el abastec-imiento de depósitos para incendios forestales, bebederos de fauna, abastecimientos de alta montaña… Como aspecto positivo, es que este fenómeno ha sido profundamente estudiado en varias islas de la Macaronesia como Madeira, Terceira, Tenerife, Gran Canaria, Hierro… e incluso se han diseñado planes de surtir agua a beberos por procedimientos mecánicos automatizados, como es el caso de la Reserva Integral de Inagua. Por último, hay que dar importancia al turismo relacionado con el agua, casos interesantes son los senderos vinculados al agua (rutas del agua, water walks…), como es el caso en Madeira, La Palma o Tenerife (Canarias), son un recurso turístico interesante y atraen a un turismo de calidad. Una posibilidad de futuro sería el hidrogeoturismo, vincular obras hidráu-licas singulares al turismo, para su visita e interpretación, por ejemplo lo que se lleva a cabo en la isla de Terceira, con la visita a tubos y cuevas volcánicas puede tener su representación en visitas a minas de agua o galerías en Canarias o Madeira. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 16 2. INTRODUCCIÓN A LA ESCORRENTÍA DE LAS ISLAS AZORES El archipiélago de las Azores está formado por nueve islas que se sitúan en el Océano Atlán-tico y cerca de 2.000 km de distancia de la costa occidental del continente europeo y a menos de 3.000 km del extremo más occidental oriental de América del Norte. La isla de Terceira se localiza entre los paralelos 38º 38’10’’ y 38º47’40’’ N y los meridianos 27º03´00’’ y 27º24’00’’ W. Posee una forma oval, con el eje principal orientado en la dirección E-W, con cerca de 29 km de anchura máxima y un largo máximo de 18 km, totalizando un área de 397 km2. El archipiélago de las Azores se caracteriza por ser un ambiente volcánico de gran variabili-dad geológica e hidrogeológica, donde en cada una de las islas es necesario un análisis detal-lado y singular del efecto de la escala, siendo fundamental para un conocimiento profundo de los sistemas hídricos de estas islas volcánicas de pequeña dimensión, con el fin de preservar la cantidad y calidad del agua. A pesar de su importancia hidrológica, el número de estudios referentes a la escorrentía su-perficial en las islas Azores es escaso. Sólo destacan los trabajos desarrollados por Rodrigues (1992, 1993a, 1993b e 1995) en la isla de San Miguel, Azevedo (1998) en la isla de Flores y Azevedo et al. (2002) y Fontes (1999) en la isla de Terceira. Los estudios desarrollados por el primer autor se refieren a cursos de agua encauzados en macizos con lagos, siendo enfatizado el efecto retardante que estos cuerpos hídricos tienen en el refuerzo de los caudales específi-cos. Las heterogeneidades del escurrimiento anual con también evidentes de estos trabajos, especialmente las asociadas al ciclo de almacenamiento en los lagos y la impermeabilidad de los terrenos. En el trabajo desarrollado por Azevedo (1998) se intenta cuantifica el escurrimiento su-perficial de los principales cursos de agua en la Isla de las Flores a partir de un conjunto de mediciones puntuales basadas en el método de la sección y velocidad. Con el fin de superar la gran escasez de datos referentes a la escorrentía en las islas volcánicas, Azevedo et al. (2002) desarrollaron una metodología genérica de resolución mensual que procura estimar las com-ponentes de escurrimiento basadas en el valor de superávit hídrico resultante del balance hídrico climático, en la variación de la reserva de agua en el suelo y también, en la densidad de drenaje como factor de ponderación. El principal imput a considerar en el balance hídrico de las islas Azores es la precipitación. Esta ocurre en su mayoría en forma de lluvia o, más raramente, como granizo o nieve. Su principal fuente de masas de vapor formadas a partir del océano. 3. HIDROGRAFÍA El escurrimiento superficial tiene gran importancia en el archipiélago de las Azores, siendo determinada por las características climáticas, por la geomorfología, por la geología y por la edafología además de por la cobertura vegetal y las actividades antrópicas. La cartográfica 17 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos hidrográfica de la isla de Terceira, producida a partir de los datos de la Secretaría Regional de Ciencia, Tecnología y Equipamiento (SRCTE), permite identificar claramente el tipo de escurrimiento superficial que existe en esta isla (Figura 1). La mayor capacidad de drenaje se localiza en las vertientes inclinadas donde dominan los pastos permanentes, mientras que la infiltración ocurre preferencialmente en las formaciones basálticas poco alteradas, revestidas por estructuras arbustivas de la vegetación natural, constituyendo así áreas importantes de para la recarga de los acuíferos. Ilustración 3; Lago en Terceira. (Santamarta JC, 2011) Las formas de relieve son responsables, en gran parte, de la forma asumida por las redes hidrográficas, especialmente en este ambiente insular joven, donde la erosión todavía no ha desempeñado un papel muy preponderante en el modelado del paisaje. A medida que el es-currimiento superficial en la isla de Terceira es 509 mm por unidad de superficie, generando un volumen de 205 x 106 m3/año(PRAA, 2001). Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 18 4. GEOLOGÍA La isla de Terceira es un edificio volcánico que presenta, en relación a las otras islas de Azores, una gran diversidad litológica y estructural. Como la mayoría de los edificios insu-lares atlánticos, resulta de un conjunto de procesos volcano-tectónicos que incluyen dos fases distintas: una proto insular, que engloba erupciones submarinas y emergentes y otra insular resultante de la actividad eruptiva de carácter subaéreo. Como criterio de organización espacio-temporal, se utilizó para la referencia los mismos horizontes estratigráficos considerados por Self (1974, 1976) y Self y Gunn (1976), construi-dos por los depósitos ignimbríticos de los Lagos y de Angra con 20.000 y 23.000 años B.P., respetivamente. Figura 1; Mapa Hidrográfico de la isla de Terceira (Nunes, 2012) 19 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos En función de esos niveles, que en conjunto afloran en gran parte de la isla, las rocas y forma-ciones de la isla de Terceira fueron agrupadas en dos unidades: (1) una inferior, construida por las formaciones y estructuras mas antiguas de estos depósitos y (2) una superior que, además de estos dos niveles de referencia, incluye los materiales y estructuras depositados después de la emisión. Las discontinuidades litológicas y los horizontes soterrados ocurren con mucha frecuencia, observándose, en estas situaciones, intensos flujos laterales. Las zonas de fractura en una colada favorecen la infiltración del agua (PRAA, 2001). 5. GEOMORFOLOGIA Las cuatro principales unidades geomorfológicas de la isla de Terceira, están constituidas por los estratovolcanes de Cinco Picos, Guilherme Moniz y Santa Bárbara y también por una zona deprimida, localizada entre estos dos últimos aparatos volcánicos, designada zona de transición. El macizo de Cinco Picos está dominado por dos grandes depresiones: la Caldera de Cinco Picos y el Graben das Lajes, intercaladas entre elevaciones alargadas que constituyen las Ser-ras de Santiago, de Cume y de la Ribeirinha. La Formación Traquibasáltica emitida por este volcán está constituída por coladas lávicas y depósitos piroclásticos de naturaleza traquibasál-tica (Rodrigues, 2002). El macizo de Guilherme Moniz está dominado por la Caldera vul-canotéctonica del mismo nombre, que presenta, en el sector norte, el centro volcánico de Pico Alto. Asociada a la actividad de este volcán está el conjunto de lavas y depósitos piro-clásticos de naturaleza traquítica. Al Centro Volcánico de Pico Alto están asociadas las For-maciones Ignimbríticas (Self, 1974, 1976). Ilustración 4; Fumarolas en la isla de Terceira. (Santamarta JC, 2011) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 20 Localizado en la parte occidental de la isla, el macizo de Santa Bárbara exhibe una altitud máxi-ma de 1.201 metros. Está constituido por un gran estratovolcán de morfología cónica, truncado en su pico por una caldera de doble abatimiento. Incluye un conjunto de coladas lávicas y ma-teriales de proyección de naturaleza basáltica (Rodriguez, 2002). Finalmente, el sistema fisural, localizado entre los macizos de Guilherme Moniz y Santa Bárbara, corresponde a un área de meseta fracturada, con coladas lávicas de naturaleza basáltica (Formación Basáltica Inferior) recientes y una serie de alineamientos de conos de escoria. El conjunto de cúmulo-domos y domo-coladas que se pueden observar en la zona centro de la isla, están asociados a la actividad eruptiva de los volcanes de Guilherme Moniz e de Santa Bárbara (constituyendo las Formaciones peralcalinas de Pico Algo y de Santa Bárbara). 6. SUELOS Las características edafológicas de las cuencas, que gobiernan la retención de agua y el es-currimiento subsuperficial, la infiltración y la cobertura vegetal, ejercen una gran influencia sobre el escurrimiento subsuperficial (Fontes, 1999). El origen volcánico de las islas de Azores, asociada a las característica del clima determina la aparición a gran escala de una categoría de suelos, los Andosoles. En la fracción arcilla de es-tos suelos existen materiales de débil ordenación estructural, especialmente alofana, imogo-lita, sílice opalina, ferrhidrita (Pinheiro, 1990), que les confieren propiedades muy distintas de las de otros suelos minerales, tales como una baja densidad aparente, elevada porosidad, difi-cultad de dispersión, elevada capacidad de retención de agua, alteración irreversible después del secado, gran poder de fijación de fosfatos, carga variable elevada asociada a elevados valores de pH en NaF y bajo contenido en bases (Pinheiro, 1990). Según Pinheiro (1990), los suelos de las Azores pueden subdividirse en tres tipos principales: Andisoles típicos (satura-dos e insaturados), Andosoles ferruginosos y suelos pardos. Los Andosoles típicos, saturados e insaturados, se distribuyen desde el nivel del mar hasta aproximadamente 500-600 m de altitud, en el caso de la zona en estudio. Son suelos profundos, generalmente estratificados como resultado de acumulaciones periódicas, con horizontes superficiales oscurecidos por la materia orgánica y horizontes subsuperficiales pardo-amarillos a pardo-rojizos. Presentan una textura predominantemente franca, en superficie la estructura es grumosa o granulosa, atenuándose en profundidad pro la presencia de material poco alterado, en general de natu-raleza ácida y más raramente basáltica (Pinheiro, 1990). En lo que respecta a sus principales características físicas podemos destacar su elevada capacidad de retención de humedad a 1500 kPa y a capacidad de campo así como su baja densidad aparente (Fontes, 1999). La clasificación de suelos de acuerdo con el Soil Conservation Service (1972) define cuatro grupos hidrológicos de suelos, de acuerdo con su tasa de infiltración, denominados A, B, C y D. Así, los mantos lávicos recientes pertenecen al grupo hidrológico de suelos A, los An-dosoles insaturados al grupo B, los suelos pardos y Andosoles ferruginosos pertenecen al grupo C y los Andosoles saturados al grupo hidrológico de suelos (SCS, 1972; Fontes, 1999). 21 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 7. HIDROLOGÍA DE LA ISLA DE TERCEIRA Fontes (1999) cuantificó y simuló, con el modelo OPUS (Smith, 1992), el modelo de escur-rimiento superficial originado por la precipitación en la isla de Terceira sobre diferentes prác-ticas de uso y manejo del suelo, como base en los registros obtenidos en dos pequeñas cuencas experimentales localizadas en el macizo volcánico de los Cinco Picos. Los resultados obte-nidos evidencian escurrimientos superficiales anuales reducidos que rondan el 1% de la pre-cipitación en zonas de pasto permanente, independientemente del declive del terreno. En el caso de los periodos de renovación del pasto, caracterizados por la movilización del suelo y la ausencia de vegetación, este autor refiere valores que corresponden a 17% de la precipitación. Estas cantidades son compatibles con los escurrimientos observados en la mayor parte de las cuencas hidrográficas dispuestas en el centro y sudoeste del macizo volcánico de los Cinco Picos, donde los cursos de agua apenas funcionan en situaciones de precipitación extrema. Ilustración 5 ; Desagüe al mar de dos riberas (Barrancos) en la isla de Terceira. (Santamarta JC, 2011) 7.1. Cuencas hidrográficas de la isla de Terceira Se caracterizan sumariamente las cuencas hidrográficas de la isla de Terceira (Figura 2) con base a la cartografía elaborada por Madruga et al. (1986). Fueron individualizadas en esta isla 78 unidades hidrológicas de las cuales 44 corresponden a cuencas hidrográficas físicamente bien individualiza-das y 34 a zonas agregadas a estas con escurrimiento mas estructurado. El primer grupo de estruc-turas ocupa, en su conjunto, cerca de 62,6% de la superficie insular, comprendiendo 33 cuencas exorreicas y 11 endorreicas. El valor medio de su superficie ronda los 5,88 km2, presentando las dispuestas en el macizo de Santa Bárbara las dimensiones menores y las encontraras en la zona de transición las mayores. Las cuencas endorreicas ocupan 1,76% del área plana de la isla, disponién-dose la mayoría en el interior de las calderas de Guilherme Moniz y de Santa Bárbara. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 22 Figura 2; Cuencas hidrográficas da ilha Terceira (adaptada de Rodrigues, 2002). Cerca de 37,4% de la superficie insular es construida por zonas donde el escurrimiento su-perficial no es estructurado, evidenciando infiltraciones elevadas en el terreno. En términos de unidades geomorfológicas, la zona de transición es la que presenta un área mayor de este tipo, correspondiente al 67% de su superficie. Las cuencas hidrográficas con más de 10 km2 ocupan el 40 % del área plana de la isla, dis-poniéndose mayoritariamente en los macizos de Guilherme Moniz e dos Cinco Picos. Las que presentan dimensiones más reducidas, con áreas planas iguales o inferiores a 5 km2, son las más comunes, alcanzando una mayor expresión en el macizo de Santa Bárbara. 7.2. Escorrentía superficial Es de esperar que el escurrimiento superficial presente una variabilidad superior a la precipi-tación, provocada por los efectos del retraso inherente a la hidrología, que hacen coincidir las lluvias de fin de invierno con los valores de caudal significativos resultantes del drenaje de acuíferos (PRAA, 2001). 7.3. Recarga del acuífero En las Azores son generados de media anualmente 690 mm de escorrentía superficial y 150 mm de recarga de los acuíferos (PRAA, 2001). En la isla de Terceira, las tasas de recarga en relación a la pluviometría varían entre 16 y 49% aproximadamente (PRAA, 2001). Aunque se reconoce que la precipitación de las islas Azores son favorables a una recarga regular del 23 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos acuífero, el hecho es que, dada la exigüidad territorial y la estructura geológica general de las islas, la recarga no puede ser entendida como reserva disponible (PRAA, 2001). El rápido y permanente descenso de los niveles freáticos deriva de varios factores tales como (PRAA, 2001): • La descarga subterránea natural, relacionada con los caudales extraídos a través de pozos de captación, verificándose frecuentemente fenómenos de sobreexplotación de acuíferos. • Las descargas laterales de los acuíferos a través de discontinuidades típicas de ambien-tes volcánicos, que no fueran contabilizadas en el cálculo de reserva de agua. • Condiciones de cercanía con el mar, que comprometen tanto la cantidad como la cali-dad del agua almacenada, particularmente, fenómenos de intrusión salina. La descarga subterránea junto a la línea de costa o submarina no es igualmente muy considerada, por la imposibilidad de ser estimada. • Así, las reservas de agua dulce tienen un tiempo de residencia corto, comparado con la generalidad de las condiciones continentales. Figura 3; Mapa de cuencas hidrográficas de la isla de Terceira (Nunes) Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 24 Según el Plan Regional de Agua (PRAA, 2001), citado por la situación mencionada de falta o ausencia de datos, la estimación de las reservas de agua de los acuíferos se encuentra sobres-timada, estando asociada a una significativa margen de error. Paralelamente a esta cuestión, existe el hecho de no conocer con rigor el volumen de agua presente en el subsuelo que puede ser captada. En efecto, la localización y características geométricas e hidrodinámicas pueden incluso desaconsejar su exploración. Parece por lo tanto, una necesidad distinguir la disponibilidad de agua de entre la totalidad de reserva y, establecer con seguridad un in-tervalo de valores que corresponda a una más correcta aproximación de la realidad. En este contexto, se opta por considerar, para todos los acuíferos, un intervalo de entre 10 y 20% del valor inicial estimado para las reservas acuíferas (PRAA, 2001). Este valor constituye la dis-ponibilidad subterránea y , según el Plan hidrológico referido, deberá ser considerado como límite máximo de agua disponible en el acuífero. Referencias y bibliografía consultada Azevedo, E.M.B.; Rodrigues, A.P.C.; Diogo, P.A.; Rodrigues, M.C.S.M., (2002). Infiltração e escoamento em pequenas ilhas vulcânicas. Aproximação genérica à quantificação da infiltração e do escoamento nas ilhas dos Açores. Comunicações do VI Congresso da Água. Azevedo, J.M.M., (1998). Geologia e Hidrogeologia da Iha das Flores (Açores – Portugal). Tese de Doutora-mento. Departamento de Ciências da Terra. Universidade de Coimbra. Fontes, J.C., (1999). Comportamento hidrológico dos solos agrícolas da Terceira: avaliação e simulação com o mod-elo OPUS. Dissertação de doutoramento, Departamento de Ciências Agrárias, Universidade dos Açores, Angra do Heroísmo. Madruga, J.S., Meneses, J.G.A.; Azevedo, E.M.B, (1986). Delimitação das bacias hidrográficas da ilha Ter-ceira. Universidade dos Açores, Departamento de Ciências Agrárias. Angra do Heroísmo. Nunes, S.J.O. (2012). Modelação hidrológica distribuída em regiões insulares vulcânicas. Aplicação à bacia hidrográ-fica da grota do tapete, ilha Terceira, Açores. Dissertação apresentada à Universidade dos Açores para o efeito de obtenção do Grau de Mestre em Engenharia do Ambiente, Deptamento de Ciências Agrárias da Universidade dos Açores, Angra do Heroísmo. P.R.A.A. (Plano Regional da Água dos Açores), (2001). Direção Regional do Ordenamento do Ter-ritório e dos Recursos Hídricos / Secretaria Regional do Ambiente, Instituto da Água. Pinheiro, J.A., (1990). Caracterização dos solos da ilha Terceira. Tese de Doutoramento. Departamento de Ciências Agrárias, Universidade dos Açores. Rodrigues, F. C., (2002). Hidrogeologia da Ilha Terceira (Açores, Portugal). Dissertação apresentada à Uni-versidade dos Açores para o efeito de obtenção do Grau de Doutor no Ramo de Engenharia do Ambiente, especialidade Engenharia do Ambiente. Deptamento de Ciências Agrárias da Univer-sidade dos Açores, Angra do Heroísmo. Rodrigues, R., (1992). Avaliação das disponibilidades hídricas da ilha de S. Miguel Açores. Rel. 217/92 - NHF, Laboratório Nacional de Engenharia Civil, Lisboa. Rodrigues, R., (1993a). Plano para a gestão de recursos hídricos na ilha de S. Miguel (Açores). Rel. 21/93 - NHF, Laboratório Nacional de Engenharia Civil, Lisboa. Rodrigues, R., (1993b). Condensação da água de neblinas como incremento da precipitação – relato de experiências prévias. Rel. 113/93-NHF, LNEC. Rodrigues, R., (1995). Hidrologia de Ilhas Vulcânicas. Tese para a obtenção do grau de especialista. Labo-ratório Nacional de Engenharia Civil, Lisboa. 25 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Santamarta Cerezal , JC.; Hernández Gutiérrez LE. (2012); Minería del agua y recursos hídricos en islas y terrenos volcánicos. Documental audiovisual. Universidad de La laguna. Santamarta Cerezal , JC. Et al.(2012); Hidrología y recursos hídricos en islas y terrenos volcánicos. Colegio de Ingenieros de Montes en Canarias. Inédito. Tenerife. Santamarta Cerezal, JC. (2011); El agua en Canarias. Historia ,ciencia y tecnología. Boletín de la Real Socie-dad Económica de Amigos del País de Tenerife, nº 9 , 4ª Época. Soil Conservation Services (SCS), (1972). Estimation Of Direct Runoff from storm rainfall. National En-gineering Handbook, Chapter 10, US-Government Printing Office, Washington, D.C.. Self, S., (1974). Recent volcanism on Terceira, Azores. PhD thesis. London University, Imperial College. Self, S., (1976). The recent volcanology of Terceira, Azores. Jl. Geol. Soc. London. Self, S. e GUN, B.M., (1976).Petrology, volume and age relations of alkaline and saturated peralkaline volcanics from Terceira, Azores. Contrib. Mineral. Petrol. 54. Smith, R. E., (1992). Opus: An integrated simulation model for transport of nonpoint-sources pollutants at the field scale. Volume I, documentation.U.S. Department of Agriculture, Agricultural Research Service, ARS-98. 27 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos LA INFILTRACIÓN EN LOS SUELOS DE LA ISLA DE TENERIFE Neris Tomé, Jonay. Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología, Universidad de La Laguna . jneris@edu.ull.es Tejedor Salguero, Marisa. Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología , Universidad de La Laguna. España. martesa@ull.es Jiménez Mendoza, Carmen Concepción. Dpto. de Edafología y Geología, Facultad de Biología , Universidad de La Laguna. España. cacojime@ull.es Resumen: La tasa de infiltración del agua en el suelo es una propiedad fundamental que inter-viene en aspectos tan variados como la disponibilidad de agua para las plantas, la recarga de los acuíferos, los procesos de erosión hídrica, la ocurrencia de avenidas y el modelado del territorio. En este sentido, se ven afectados por ella tanto elementos naturales del medio como otros de índole hu-mana como son los relacionados con la agronomía o la ordenación del territorio. Los planeamientos y elaboración de modelos hidrológicos integrales no pueden obviar la importancia del recurso suelo como medio regulador de la infiltración. Los estudios realizados en la isla de Tenerife en los últimos años corroboran este extremo y remarcan la gran dependencia de esta propiedad hacia la tipología y propiedades del suelo, así como con su uso, manejo y vegetación. 1. INTRODUCCIÓN En el archipiélago canario, el agua es un recurso de extraordinario valor y de difícil disponibi-lidad en algunas islas, donde la sobreexplotación de los acuíferos y la reducción de su calidad han llevado a la implantación de tecnologías y procesos de desalación y depuración. En la isla de Tenerife el 89% del agua procede de fuentes convencionales, correspondiendo el 87% del total extraída a recursos subterráneos (principalmente galerías y pozos) y el 2% a recursos superficiales y manantiales (Consejo Insular de Aguas de Tenerife, 2004). Por este motivo, es de gran interés profundizar en el conocimiento del ciclo hidrológico en general, y del proceso de infiltración del agua en el suelo en particular. La infiltración se define como la entrada del agua a través de la capa superficial de la corteza terrestre, es decir del suelo. La relación entre el aporte de agua (lluvia, riego, etc.) y la infil-tración determina la proporción de la primera que penetra y puede moverse hacia estratos profundos, y la que queda en superficie disponible para la escorrentía. Propiedades edáficas como la porosidad, estructura, textura, etc., son de especial relevancia en este proceso. La naturaleza volcánica de las Islas Canarias contribuye, entre otros factores, a la formación de algunos suelos con propiedades muy peculiares en cuanto a su mineralogía, que se traduce en Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 28 un comportamiento característico ante la infiltración. Su conocimiento es por tanto funda-mental para la planificación de un recurso tan escaso en las islas como es el agua. En este trabajo se presentan los resultados de la caracterización de la infiltración en los suelos de la isla de Tenerife. 2. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INFILTRACIÓN DEL AGUA EN EL SUELO En el proceso de infiltración influyen tanto las características del suelo como de la lluvia, además de otros factores externos capaces de modificarlas. El suelo es un sistema trifásico (fases sólida, líquida y gaseosa) en el que la fase sólida está formada por partículas elementales que se agregan constituyendo una estructura porosa tri-dimensional en la que pueden penetrar tanto el aire como el agua (Hillel D, 1980). El volu-men, pero también la distribución y continuidad de los poros del suelo, determinan en última instancia la capacidad de infiltración del mismo puesto que son el medio a través del cual se mueve el agua. La conformación de la porosidad del suelo está dominada por propiedades como la textura (el comportamiento del suelo resultante de la cantidad y actividad de sus distintas fracciones granulométricas), el desarrollo de la estructura (la forma y fuerza con que las partículas sólidas se ordenan) o la mineralogía del suelo. En general, las texturas finas fa-vorecen la formación de estructuras más compactas y menos porosas, disminuyendo la con-ductividad hidráulica y la velocidad de infiltración. Además, esta propiedad también tiene in-fluencia sobre la estabilidad estructural del suelo. Desde el punto de vista de la estructura, los suelos con menor estabilidad tienden a formar estructuras compactas que presentan menor porosidad y, por lo tanto, menor velocidad de infiltración que los suelos de estructura más estable. La mineralogía de las arcillas participa igualmente en la formación de la estructura dado que determina su susceptibilidad a la ruptura de los agregados. Además, algunas arcil-las presentan capacidad de hinchamiento al aumentar la humedad del suelo. Esto se traduce en la disminución de su porosidad y, como consecuencia, en una reducción de la infiltración (Ben-Hur M et al., 1998). Los productos de ordenación de corto alcance (POCA) típicos de algunos suelos volcánicos (Andisoles) facilitan la formación y estabilización de la estructura porosa (Nanzyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). El mismo papel estabilizador de la estructura del suelo ha sido atribuido tradicionalmente a la materia orgánica (Porta J, López-Acevedo M, Roquero C, 2003), que se comporta como agente cementante entre las partículas del suelo (Emerson WW, 1977). Otras propiedades edáficas como la repelencia al agua tienen especial importancia en la resistencia del suelo al humedecimiento. Su presencia en los horizontes superficiales del suelo puede por ello suponer una disminución de la infiltración (Doerr SH, Shakesby RA, Walsh RPD, 2000). Las características de la lluvia afectan también al proceso de infiltración. En este sentido destacan la intensidad, el tamaño y la velocidad de las gotas de lluvia que determinan su en-ergía cinética y su capacidad para destruir la estructura del suelo. 29 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Por último, dentro de los factores ambientales que afectan a la infiltración es imprescindible señalar: i) la pendiente, que mantiene una relación negativa con la infiltración, ii) la cobertura vegetal, que tiene un efecto positivo sobre la infiltración o iii) el uso del suelo, que puede afectar a muchas de las propiedades edáficas antes mencionadas y que están relacionadas con la infiltración del agua en el suelo. 3. CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS DE LA ISLA DE TENERIFE Se han descrito 6 órdenes de suelos en la isla Tenerife utilizando como sistema de clasifi-cación la Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 1999). Los Andisoles son los suelos más típicos de las regiones volcánicas. Su composición miner-alógica es consecuencia de la naturaleza volcánica del material de origen. Son suelos ricos en productos de ordenación de corto alcance (Andisoles alofánicos), complejos organominerales (Andisoles no alofánicos) y vidrio volcánico (Andisoles vítricos). Los Andisoles alofánicos más típicos están principalmente asociados a zonas húmedas, en la franja de condensación del alisio y sus proximidades, sobre materiales recientes. Los Andisoles organominerales se han identificado también en la zona más húmeda pero sobre materiales más antiguos. Los Andisoles vítricos tienen una distribución amplia al estar asociados a materiales con mucha menor alteración que los anteriores. Los Vertisoles son suelos arcillosos con una mineralogía dominada por arcillas hinchables capaces de expandirse y contraerse en función del contenido de humedad del suelo. Se locali-zan en ambas vertientes de la isla sobre materiales antiguos y frecuentemente tienen carácter coluvial. Los Aridisoles son suelos asociados a condiciones áridas. Destaca la fragilidad de su super-ficie consecuencia de la inestabilidad de sus agregados. Ocupan una importante superficie en la vertiente meridional de la isla, alcanzado altitudes muy variadas dependiendo de la orien-tación. En la vertiente norte su representación está muy limitada, con sólo algunos núcleos en la franja costera. Los Alfisoles son suelos que presentan un horizonte de acumulación de arcillas (horizonte argílico). Se sitúan en la zona de medianías de la vertiente norte, en la cota superior a los Vertisoles. El orden Inceptisol es muy heterogéneo e incluye suelos muy variados. Sus propiedades edáficas varían ampliamente de un suelo a otro dependiendo de la tipología a la que estén cercanos (ándicos, vérticos, etc.). Se encuentran muy repartidos en diferentes niveles altitudi-nales, a excepción de la franja costera. El orden Entisol incluye suelos con escaso o ningún desarrollo de horizontes edáficos, pero que permiten su colonización por ciertas especies vegetales. Su ubicación es variada, encon- Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 30 trándose bajo todas las condiciones de humedad, sobre materiales de diferente origen y edad y en diferentes posiciones fisiográficas (laderas, barrancos, playas, materiales recientes, etc.). En la ilustración 1 se presenta la distribución de los distintos órdenes de suelos para la isla, indicando además la superficie ocupada por rocas y tejido urbano. Ilustración 1; Distribución de los órdenes de suelos en Tenerife. 4. LA INFILTRACIÓN DE LOS SUELOS. ESTUDIO EN ZONAS LLANAS La caracterización de la infiltración se realizó utilizando el método del doble anillo, uno de los métodos más extendidos para su estudio en zonas llanas por su simplicidad y flexibilidad, Hills RC (1970). Los resultados obtenidos hasta el momento muestran la gran dependencia de este proceso con las propiedades edáficas y la tipología del suelo. En algunos suelos de la isla, el desarrollo y estabilidad estructural son las propiedades con mayor influencia en la conformación de su espacio poroso, como los Andisoles no vítricos (alofánicos y organominerales). Estos Andisoles son los suelos que presentan los mayores valores de infiltración (superan los 700 mmh-1), a la vez que muestran la mayor estructuración y estabilidad de los agregados en condiciones naturales. Su elevado desarrollo estructural está relacionado fundamentalmente con su alto contenido de materia orgánica y POCA (Nanzyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). Sin embargo, se observa una marcada dependencia de la esta-bilidad estructural con el uso y manejo del mismo (ilustración 2). El cambio de condiciones naturales a uso agrícola supone la disminución de su estabilidad estructural y de la tasa de infiltración (de 700 mmh-1 hasta 70 mmh-1). 31 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Ilustración 2; Relación entre infiltración y estabilidad estructural. Los Aridisoles presentan un comportamiento totalmente opuesto por su gran inestabilidad estructural y baja infiltración, con valores que en algunos casos no superan los 15 mmh-1. Su escaso contenido en materia orgánica condiciona un bajo desarrollo estructural. Además, su cercanía al mar puede contribuir también a su debilidad estructural por la dispersión de sus constituyentes por efecto del sodio. En los Andisoles vítricos y los Entisoles la textura marca la conformación del espacio po-roso y por lo tanto la infiltración (ilustración 3). Estos suelos se caracterizan por un elevado porcentaje de elementos gruesos y una granulometría dominada por la fracción arena lo que supone la prevalencia de macroporos y, por ello, una gran cantidad de canales de flujo (Nan-zyo M, Shoji S, Dahlgren R, 1993). Los suelos con texturas más gruesas muestran valores de infiltración elevados que promedian los 400 mmh-1 y que en algunos casos alcanzan 600 mmh-1. En los suelos de granulometría media los valores decaen hasta ser cercanos a 120 mmh-1, mientras que en aquellos más finos sus valores apenas alcanzan los 60 mmh-1. Ilustración 3; Relación entre infiltración y granulometría Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 32 Para los Vertisoles y los Alfisoles el contenido y la naturaleza de las arcillas toma especial im-portancia. En los Vertisoles la abundancia de arcillas hinchables supone la conformación de un espacio poroso dominado en húmedo por los microporos que dificultan el flujo de agua a través del suelo. Su valor promedio es de 30 mmh-1, si bien en algunos casos no alcanzan los 10 mmh-1. En una situación similar se encuentran los Inceptisoles con características vérticas, que presentan los valores de infiltración más bajos de todo este orden (70 mmh-1) y que se asemejan en este aspecto a los suelos del orden Vertisol. En los Alfisoles son los fenómenos de lavado de arcilla los que determinan principalmente su comportamiento hidrológico por la colmatación total o parcial de sus poros. Por otro lado, los frecuentes rejuvenecimientos superficiales por aporte de piroclastos que han sufrido estos suelos hacen variar sus propiedades y su proceder ante la infiltración. Los Alfisoles que no han sufrido rejuvenecimientos presentan valores de infiltración considerablemente menores (60 mmh-1) que los rejuvenecidos (160 mmh-1). Por último, los Inceptisoles modales, Inceptisoles ándicos y los Alfisoles rejuvenecidos, presen-tan un conjunto de características edáficas que podrían calificarse como equilibradas desde el punto de vista de la infiltración. Comparten una infiltración que ronda entre 140 y 180 mmh-1. 4.1. Efecto de la pendiente en la infiltración del agua en el suelo La influencia de la pendiente en la infiltración se analizó utilizando un simulador de lluvia. Estos equipos usan un dispositivo que simula la formación de gotas de lluvia. Los simu-ladores de lluvia son en la actualidad los dispositivos más utilizados y eficaces para el estudio del proceso de infiltración y escorrentía en zonas naturales (Cerdà A, 1998; Pierson FB, Ro-bichaud PR, Spaeth KE, 2001). Estos estudios han desvelado no sólo la influencia de la pendiente del terreno en la infil-tración, sino también la de otros factores como las características del mantillo o de la veg-etación de la zona. En general la pendiente del terreno tiene una enorme influencia en la infil-tración de estos suelos, especialmente a partir de una determinada inclinación. La infiltración decrece considerablemente en los suelos al aumentar la pendiente, pudiendo llegar a ser hasta diez veces menor en pendientes del 50 % frente a los suelos con una inclinación del 10%. Por otro lado, como se aprecia en la ilustración 4, la magnitud del descenso de la infiltración no es progresiva y lineal con el incremento de la pendiente, sino que muestra umbrales a partir de los que los cambios son sustanciales. Los resultados indican que este comportamiento está también relacionado con la vegetación. El mantillo está formado principalmente por material vegetal en proceso de descomposición. Sus propiedades están íntimamente relacionadas con la vegetación de la zona, por lo que su respuesta ante la infiltración dependerá de este factor. Los estudios realizados muestran una gran diver-gencia en cuanto a las propiedades del mantillo para las dos vegetaciones forestales presentes en los Andisoles de Tenerife (monteverde y pinar). Esta diferencia está relacionada principalmente con la consistencia de las partículas que lo componen y su repelencia al agua (ilustración 5). Las partículas del mantillo se encuentran sueltas en el caso del monteverde y cementadas en el pinar, donde son además considerablemente más repelentes al agua. En definitiva, en los suelos 33 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos con monteverde el mantillo no constituye un horizonte limitante al paso del agua dada su gran porosidad y baja hidrofobicidad. Por el contrario, las características en pinar, con una menor po-rosidad y una mayor repelencia al agua del horizonte, hacen que el mantillo pueda suponer un im-pedimento al paso del agua y, por lo tanto, controlar el proceso de infiltración del agua de lluvia. Ilustración 4; Infiltración en Andisoles en función de la pendiente y la vegetación Ilustración 5; Características del mantillo en pinar (arriba) y monteverde (abajo) Como consecuencia, en los Andisoles con monteverde el proceso de infiltración viene deter-minado principalmente por el elevado desarrollo estructural que presentan los suelos, tal y como sucedía en el estudio en las zonas llanas. En este caso, la infiltración ronda los 50 mmh- 1 para pendientes suaves (10%) y 45 mmh-1 para moderadas (30%), lo que indica el escaso efecto que tiene la inclinación del terreno en estas condiciones. Únicamente en pendientes elevadas (50%), los valores de este parámetro decrecen sensiblemente hasta llegar a los 10 Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 34 mmh-1, indicando la prevalencia de la inclinación del terreno sobre la elevada porosidad del suelo en estas condiciones. Este comportamiento muestra la presencia de un umbral de pen-diente entre 30% y 50% a partir del cual la infiltración pasa de estar dominada por la elevada porosidad del suelo a estar controlada por la pendiente y la gravedad. Por otro lado, a pesar de que los suelos con pinar tienen un alto desarrollo estructural y po-rosidad, el efecto limitante a la entrada de agua que muestra el mantillo hace que la influencia de las propiedades del suelo sobre la infiltración se vea limitada. En esta vegetación, se apre-cian valores bajos de infiltración para todas las pendientes estudiadas, no superan en ningún caso los 20 mmh-1 y la diferencia entre las pendientes suaves (10%) y elevadas (50%) no es superior a los 5 mmh-1. Estos resultados indican la escasa importancia de la porosidad del suelo y la dominancia de la gravedad en el proceso, potenciada por la elevada repelencia al agua del mantillo. Al contrario de lo que ocurría en el caso de los Andisoles con monteverde, en esta vegetación la gravedad domina la infiltración ya para pendientes suaves (10%), por lo que se puede estimar que el umbral a partir del que este factor controla el proceso se sitúa por debajo de esta inclinación. Estos resultados modifican sustancialmente el escenario hidrológico mostrado por los Andi-soles naturales en zonas llanas, en el que no se apreciaban limitaciones de consideración en el proceso de infiltración del agua de lluvia en el suelo. La singularidad de los resultados de este estudio, tanto por el considerable descenso de los valores de infiltración en Andisoles naturales con inclinación como por la ausencia de una relación lineal entre la infiltración y la pendiente, es indicativa de la dificultad que entraña la estimación de esta propiedad a partir de los datos de zonas llanas. En condiciones de pendiente, propiedades edáficas como la repelencia al agua adquieren mayor relevancia que en las zonas llanas y ven potenciada su influencia en el proceso de infiltración del agua en el suelo. Ilustración 6; Erosión en Andisoles en función de la pendiente y la vegetación 35 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos En cuanto a los procesos erosivos (ilustración 6), aunque se aprecia una relación directa entre la pendiente del terreno y la pérdida de suelo vinculada con la disminución de la infiltración, los valores absolutos de erosión en estos suelos son considerablemente menores a los que se presentan otras tipologías edáficas. Las singularidades mineralógicas de estos suelos, que se traducen en una elevada estabilidad estructural, además del efecto protector del mantillo que los cubre, parecen ser los responsables de su baja susceptibilidad a la erosión. Referencias y bibliografía consultada Ben-Hur, M., Agassi, M., Keren, R., Zhang, J., (1998); Compaction, aging, and raindrop-impact ef-fects on hydraulic properties of saline and sodic Vertisols: Soil Science Society of America Jour-nal, vol. 62, 1377-1383. Cerdà, A., (1998); Changes in overland flow and infiltration after a rangeland fire in a Mediterranean scrubland: Hydrological Processes, vol. 12, 1031-1042. Consejo Insular de Aguas de Tenerife, (2004); http://www.aguastenerife.org/4_tfeyelagua/index. html. Doerr, S.H., Shakesby, R.A., Walsh, R.P.D., (2000); Soil water repellency: Its causes, characteristics and hydro-geomorphological significance: Earth-Science Reviews, vol. 51, 33-65. Emerson, W.W., (1977); Physical properties and structure. En Russell, JS, Greacen, EL, eds., Soil fac-tors in crop production in a semi-arid environment: Queensland, University of Queensland Press, pp. 78-104. Hillel, D., (1980); Fundamentals of soil physics: Nueva York, Academic Press, 413 pp. Hills, R.C., (1970); The determination of the infiltration capacity field soils using the cylinder infil-trometer, British Geomorph. Res. Group, 25 pp. Nanzyo, M., Shoji, S., Dahlgren, R., (1993); Physical characteristics of volcanic ash soils. En Shoji, S, Nanzyo, M, Dahlgren, R, eds., Volcanic ash soils: Genesis, properties and utilization: Develop-ments in soil science 21: Amsterdam, Elsevier Science Publishers B.V., pp. 288. Pierson, F.B., Robichaud, P.R., Spaeth, K.E., (2001); Spatial and temporal effects of wildfire on the hydrology of a steep rangeland watershed: Hydrological Processes, vol. 15, 2905-2916. Porta, J., López-Acevedo, M., Roquero, C., (2003); Edafología para la agricultura y el medio ambiente. 3ª edición.: Madrid, Ediciones Mundi-Prensa, 929 pp. Soil Survey Staff, (1999); Soil Taxonomy. A basic system of soil classification for making and inter-preting soil surveys: Washington, D.C., N.R.C.S. USDA, 869 pp. 37 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos LOS TRABAJOS DEL PROYECTO REDESAC EN EL NORTE DE GRAN CANARIA: ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL MEDIA MEDIANTE EL BALANCE DE CLORUROS ATMOSFÉRICOS Gema Naranjo (gnaranjo@proyinves.ulpgc.es), Tatiana Cruz-Fuentes, Annetty Benavides, María del Carmen Cabrera, Pilar Hernández-Quesada, Esmeralda Estévez. Dpto. de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Campus de Tafira. 35017 Las Pal-mas de Gran Canaria. Luis Fernando Martin. Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria / Dpto. de Ingeniería Civil. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria. Emilio Custodio Gimena. Dpto. de Ingeniería del Terreno / Fundación Centro Internac-ional de Hidrología Subterránea. Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Jordi Girona, 1-3. 08034 Barcelona. Resumen: El proyecto de investigación REDESAC del Plan Nacional de Investigación del Minis-terio de Ciencia e Innovación está dedicado a la evaluación de la recarga a los acuíferos, con énfasis en la evaluación de su notable incertidumbre. En Canarias el proyecto se ha focalizado en la zona norte de Gran Canaria, donde se producen las mayores precipitaciones de la isla, influenciadas por los vientos alisios y la morfología del relieve. Es en este área donde también se sitúan en superficie los materiales más jóvenes y permeables de la isla, por lo que se considera la zona de mayor recarga del acuífero insular. Con los primeros datos obtenidos en el Proyecto se ha llevado a cabo el cálculo de la recarga natural mediante el método del balance del ión cloruro de origen atmosférico, considerando su carácter conservativo. Los resultados preliminares revelan que la recarga media multianual estimada supone aproximadamente un 24% de la precipitación y varía incrementándose al aumentar la altura. La aplicación de esta metodología en la zona de estudio permite una mejora en las estimaciones previas de los recursos hídricos subterráneos en este sector de la isla. Esto ayuda a mejorar los criterios de planificación a incorporar al Plan Hidrológico Insular que se elabora en cumplimiento de lo que se deriva de la transposición de la DMA a la legislación de aguas canarias, como subsidiaria de la española. 1. INTRODUCCIÓN El conocimiento de la recarga a los acuíferos por la precipitación es esencial para la eval-uación de las aguas subterráneas, para su conservación y gestión, y para mantener su papel ambiental. La recarga es un fenómeno natural muy complejo que entraña una notable incer-tidumbre, por lo que hay que abordar su evaluación a nivel regional mediante la utilización de diversas técnicas simultáneas, lo más independientes posible entre sí. Paralelamente, la descarga de los acuíferos a otros cuerpos de agua superficial es también difícilmente cuantifi-cable debido a la dispersión que se produce, más aún si se realiza subacuáticamente. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 38 La evaluación de la recarga y descarga de acuíferos en varias zonas es el objetivo del proyecto de investigación REDESAC del Ministerio de Ciencia e Innovación titulado “Procesos de recarga y descarga de acuíferos mediante trazadores naturales”. Se trata de un proyecto co-ordinado entre tres grupos de investigación pertenecientes a la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que tiene como objetivo concreto progresar en la investigación y desarrollo de las técnicas hidrogeoquímicas e isotópicas ambientales de estimación de la recarga a los acuíferos y de su descarga, incluyendo su funcionamiento, en áreas concretas con información previa. En Gran Canaria, los trabajos del proyecto se están llevando a cabo en el norte de la isla. Paralelamente a la caracterización hidrogeológica detallada de varias cuencas de la zona, se pretende utilizar diversas técnicas para evaluar la recarga media anual procedente de la pre-cipitación. El objetivo es afinar en la cuantificación de este parámetro y comparar los grados de incertidumbre de los diversos métodos. La presente publicación presenta una primera estimación de la recarga media multianual mediante el balance de cloruros de aportación atmosférica en el área y recoge parte de los trabajos ya publicados en Cruz et al. (2012). 2. LA ZONA DE ESTUDIO La isla de Gran Canaria (Islas Canarias, España) presenta una morfología cónica, cuya cota máxima se localiza en el Pico de las Nieves, a 1.949 m s.n.m., y una orografía irregular formada por una serie de profundos barrancos radiales que nacen en el centro de la isla y desembocan en el mar. El área de estudio tiene una extensión de 312 km2 y se localiza en el sector noreste de la isla, ocupando las zonas hidrogeológicas N3, N4 y parte de la N2 de la zonificación hidrogeológica de Gran Canaria (PHGC 1999). Los límites norte y este están definidos por el Océano Atlántico y los límites oeste y sur coinciden con las divisorias de las cuencas hidrográficas que conforman dichas zonas (Figura 1). El clima de la zona es variable debido al gradiente altitudinal y al efecto de los vientos alisios. Predominan las condiciones climáticas características de la zona norte insular, húmeda y nubosa. La precipitación media de la zona varía entre 820 mm/a en las zonas altas y 115 mm/a en la zona de costa, con una precipitación media de 375 mm/a. Las lluvias se concentran principalmente entre los meses de noviembre y abril y se producen en gran medida en las zonas de medianías (entre los 300 y 800 m s.n.m), donde es mayor la influencia de los vientos alisios y tiene lugar la formación del característico mar de nubes. La temperatura media anual varía desde 12ºC en las zonas altas a 22 ºC en la costa, con una temperatura media de 18ºC. La geología de la isla tiene su origen en el vulcanismo intraplaca de punto caliente, definién-dose tres etapas de evolución: juvenil (14,5-8,0 M.a.), inactividad volcánica (8,0-5,0 M.a) y rejuvenecimiento (desde 5,0 M.a a la actualidad) (Pérez-Torrado 2008). En la zona de estudio afloran fundamentalmente lavas e ignimbritas de los grupos Roque Nublo y Post Roque Nublo, pertenecientes a la etapa de rejuvenecimiento y sedimentos de la Formación Detrítica de Las Palmas, de la etapa de inactividad volcánica. La geología profunda revela que la may- 39 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos oría de los pozos de la zona toman el agua de los materiales del grupo Roque Nublo y los materiales fonolíticos-traquíticos infrayacentes, pertenecientes a la etapa juvenil. El funcionamiento hidrogeológico de Gran Canaria se caracteriza por la existencia de un acuífe-ro único insular, con una superficie piezométrica en forma de domo que alcanza máximos en el centro de la isla. La recarga natural se produce por infiltración de la lluvia en las zonas de cum-bre y medianías, circulando preferentemente por los materiales volcánicos más recientes. La descarga se produce al mar y por las extracciones de pozos y galerías, que han ido sustituyendo a las descargas naturales intermedias por manantiales (nacientes) que existían donde afloran materiales menos permeables o en valles profundos (SPA-15 1975; Custodio 1978; Custodio y Cabrera 2008). La zona de estudio constituye la principal área de recarga de la isla, dado que presenta la mayor pluviometría, menores temperaturas y condiciones edáficas favorables. Figura 1. Localización de la zona de estudio. Se sitúan los colectores de agua de lluvia pertenecientes a la red de control que coinciden con las estaciones pluviométricas de la red de pluviómetros del CIAGC. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 40 3. METODOLOGÍA 3.1. Recogida de muestras Las muestras de lluvia han sido obtenidas en 10 colectores colocados a distintas altitudes, distribuidos a lo largo de las cuencas de los barrancos de Moya-Azuaje, y los barrancos Guiniguada-Tenoya (Figura 1). Cada colector está situado junto a un pluviómetro que forma parte de la red de control pluviométrica del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, lo que permite establecer una relación entre la muestra recogida y el dato de pluviometría reg-istrado en dicho periodo de muestreo. Debido a las características climáticas de la zona de estudio y con el fin de recoger la mayor cantidad de muestra en cada episodio lluvioso, se utilizan a modo de colector recipientes de plástico de aproximadamente 30 L de capacidad y de boca ancha. Para evitar la evaporación durante el muestreo se añade una lámina flotante de vaselina líquida en los colectores y para evitar la destrucción de las muestras por parte de animales se cubren con una malla de plástico (Figura 2). Figura 2. Captador del agua de lluvia en uno de los puntos de muestreo. Las muestras de lluvia se toman mensualmente en los meses lluviosos y de forma acumulada hasta obtener el agua suficiente para su análisis en los meses menos lluviosos. Los análisis químicos en laboratorio incluyen la determinación de los iones mayoritarios, más la sílice de forma ocasional. A partir de los análisis del agua de lluvia (que integran la deposición atmos- 41 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos férica húmeda y seca) se ha estudiado la evolución espacial y la deposición atmosférica total con su componente de aerosol marino y de polvo local y sahariano. El muestreo comenzó en octubre de 2008 (tabla 1) en las cuencas de los barrancos de Moya y Azuaje, con una red de control de agua de lluvia establecida como parte de la investigación realizada en el marco de una tesis doctoral actualmente en desarrollo (Hernández-Quesada et al. 2011) en el norte de Gran Canaria. Dicha red de control posteriormente fue ampliada hacia el noreste de la isla en febrero de 2010, hacia las cuencas de los barrancos Guiniguada y Tenoya. Actualmente, y debido a la sequía que ha caracterizado el año hidrológico 2011- 2012, se ha tomado la decisión de prolongarla hasta octubre de 2013, con el fin de obtener la mayor información posible para una mejor estimación de la recarga. Junto con las muestras recogidas para su análisis químico, también se toman muestras para análisis isotópico de 18O y 2H, para una mejor caracterización del agua de lluvia y por tanto, de la recarga. Tabla 1.- Resumen de las estaciones muestreadas. Cuenca Estación Nombre Fecha inicio muestreo Fecha fin Muestreo Número muestreos** Análisis isotópi-cos*** AZUAJE-MOYA 036 Mondragones 06/11/2008 Activa 32 19 037 Fontanales 31/10/2008 Activa 35 22 055 Las Madres 30/10/2008 Activa 36 23 098* La Retamilla 31/08/2010 Activa 19 15 174* El Montañón 31/10/2008 01/07/2010 18 18 203 Sta. Cristina 31/10/2008 Activa 34 22 GUN IGUADA-TENOY A 002 Hoya Gamonal 04/02/2010 Activa 20 17 088 El Toscón 04/02/2010 Activa 15 13 136 San Mateo 04/02/2010 Activa 19 17 199 Lomo S. Pedro 04/02/2010 Activa 16 14 213 Campo Golf 04/03/2010 Activa 14 12 * Las estaciones 174 y 098 se consideran la misma por su proximidad. **Número de campañas realizadas hasta julio de 2012 (muestreos mensuales). ***Número de análisis isotópicos realizados hasta febrero de 2012. 3.2. Cálculo de la recarga El método de balance de cloruro atmosférico para estimar la recarga media multianual se basa en la comparación de la deposición atmosférica de cloruro (húmeda y seca) con respec-to al contenido del mismo en la recarga al acuífero, suponiendo que no existe otro aporte de cloruro (Custodio et al. 1997; Custodio 2010). Se parte de la hipótesis de que el ión cloruro es conservativo en la recarga, no interacciona de forma significativa con el medio, es alta-mente soluble, químicamente estable y, además, de fácil medición con precisión adecuada. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 42 En régimen transitorio y en ausencia de aportes de cloruro diferentes del atmosférico, el agua subterránea freática recibe un flujo másico que coincide con la aportación por la lluvia más la deposición seca, descontando la salida o entrada producida por escorrentía directa (Alcalá y Custodio 2007). Para ello se requiere conocer la aportación como deposición atmosférica media de cloruro y la salida como recarga y escorrentía. El balance medio plurianual es: R * CR = Ap - E * CE donde, R es la recarga (mm·a-1) para una precipitación P Ap es la deposición de cloruro atmosférico, expresada como flujo másico (g·m-2·a-1) E es la escorrentía (mm·a-1) CR y CE las respectivas concentraciones de cloruro de la recarga y la escorrentía (mg·L-1) Los productos P·CP, R·CR y E·CE son los flujos másicos y se expresan como AP, AR y AE en g·m-2·a-1 respectivamente para un periodo anual de control. En zonas donde el valor de AE es muy reducido, la ecuación anterior del balance se simplifica a: R * CR= Ap La aportación Ap es obtenida del promedio de las acumulaciones de las aportaciones de cada muestreo, de tal forma que, para un periodo de muestreo dado (i), la aportación viene dada por AP = 1 / n Σ ClPi* Pi siendo, Clp, la concentración de cloruros en el periodo muestreado (mg·L-1) P, la precipitación registrada en el periodo de muestreo (mm·a-1) N, número de días de dicho periodo Debido a la falta de datos de escorrentía, y a que ésta solo se produce de forma puntual asociada a la existencia de temporales esporádicos que descargan el agua al mar o se retiene en las presas, este término no se ha tenido en cuenta en esta primera aproximación, aunque ello conlleva una sobrevaloración de la recarga en los años en que el agua corre por los barrancos. Una primera estimación de la sensibilidad a la escorrentía se ha llevado a cabo a partir de los datos de escor-rentía considerados en el SPA-15 (1975). En este proyecto, se estimó que los coeficientes de es-correntía eran entre el 6-9% de la precipitación para la cuenca del barranco de Azuaje, en torno 43 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos al 18% en la cuenca del barranco de Tenoya y entre el 3-14% en la del barranco Guiniguada. Estimando una escorrentía media para la zona entre el 5% y el 10% de la precipitación, la so-brevaloración de la estimación de la recarga puede estar entre el 10 al 25%, con respecto a la estimada considerando un flujo másico de escorrentía (E•CE) nulo o despreciable. 4. CARACTERÍZACIÓN DEL AGUA DE LLUVIA Y DEL AGUA DE RECARGA El agua de lluvia es de tipo clorurada-sódica, según reflejan los diagramas de Stiff modificados (Figura 3). La concentración de las sales disminuye con la altura, lo que es característico de zo-nas costeras con gran relieve y una importante componente ventosa. La concentración también varía según que la ubicación de los colectores esté en fondo de barranco o en divisoria, o en la zona de sotavento o barlovento. De forma generalizada, las mayores concentraciones son observadas en las muestras localizadas a menores cotas y tomadas durante los meses de marzo y octubre, que coinciden con los meses de menor pluviometría. Los diagramas de Stiff modi-ficados del agua de lluvia para agosto y septiembre de 2010 (secos) y enero de 2011 (húmedos) ponen de manifiesto la diferencia de concentraciones de los iones mayoritarios en la lluvia en los meses de verano e invierno y su variación según la localización del colector. Figura 3. Diagramas de Stiff modificados del agua de lluvia para los muestreos de octubre de 2010 (mes seco) y de enero de 2011 (mes húmedo). Se muestra la distribución de las isoyetas medias (mm/a) para el periodo 1970-2006. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 44 En la Tabla 2 se muestran los resultados de la aportación media atmosférica de cloruro en cada colector para un periodo de muestreo de octubre de 2008 hasta noviembre de 2010. Esta aportación varía desde 3,1 g·m-2·a-1 a cota 1365 m hasta 13,5 g·m-2·a-1 a cota 443 m. Tabla 2. Cálculo de la aportación de cloruro del agua de lluvia y resultados obtenidos en la estimación de la recarga media por el método del balance del ión cloruro en cada colector. AP= aportación media de cloruro atmosférico en el periodo estudiado. ClP = concentración media de cloruros de la precipi-tación en el periodo estudiado. Zona Esta-ción Cota (m.s.n.m.) n Nº días Precipita-ción P, mm/a ClP mg/L =1 AP ΣClPi*Pi n g·m-2·año-1 ClR mg/L Recarga R, mm/a R/P N2 036 375 727 298 40,9 6,23 200 31 0,10 199 443 301 431 48,4 13,48 100 135 0,31 055 577 761 614 18,9 8,05 40 201 0,33 203 645 761 490 28,1 8,57 80 107 0,22 037 990 761 637 17,3 5,85 25 234 0,37 098-174 1400 780 844 12,6 4,98 20 249 0,29 N3 088 315 272 342 36,2 4,57 200 23 0,07 136 841 302 525 29,9 5,54 50 111 0,21 002 1365 302 854 10,2 3,12 15 208 0,24 N4 213 485 780 315 71,8 12,66 400 32 0,10 El contenido en cloruro del agua de recarga ha sido estimado en función de los análisis químicos de las aguas subterráneas del lugar, que se supone que representan la recarga local. Esto puede suponer un cierto sesgo, con efectos que pueden crecer cuanto menor es la cota a causa de contribuciones de agua de procedencia más alta (Custodio 2010), pero este efecto se considera poco significativo para los pozos “canarios”, que son poco penetrantes. La sali-nidad de las aguas subterráneas aumenta de cumbre a costa (SPA-15 1975), lo que se refleja en el mapa de isocloruros de las aguas subterráneas (Figura 4). Este mapa se ha elaborado con las medianas de los análisis de 177 muestras correspondientes al año 1997 existentes en la Base de Datos del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, eliminando los pozos con alta concentración de nitratos para evitar la influencia del aporte de cloruros no atmosféricos procedentes de los retornos de riego. 5. BALANCE DE CLORURO. ESTIMACIÓN DE LA RECARGA NATURAL Para el cálculo de la recarga, la concentración de cloruro del agua recargada en el área de cada colector ha sido obtenido a partir del mapa de isocloruros en las aguas subterráneas (Figura 4). Los resultados de la estimación de la recarga se muestran en las Tablas 2 y 3. Los 45 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos porcentajes de recarga estimados para cada colector oscilan entre un 7% y un 37% de la pre-cipitación media y dependen de la altitud y la cuenca donde éstos se localizan. Estos cálculos permiten estimar una recarga media total en la zona de 131 mm/a (31,5 hm3/a) para una superficie de 312 km2, lo que supone un promedio del 24% de la precipi-tación media. En la estimación de la recarga los términos son inciertos, lo que hace que la recarga estimada también lo sea. La variabilidad natural de la recarga se puede expresar en términos absolutos a través de su desviación estándar, σR, o en términos relativos a través de su coeficiente de variación, R CVR R =σ (Alcalá y Custodio 2007). Figura 4. Mapa de isocloruros (mg/L) de las aguas subterráneas, elaborado con datos del inventar-io de puntos de agua realizado por el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria en 1997. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 46 Tabla 3. Precipitación media anual y recarga media anual estimada (mm/a y hm3/a) (2009-2010) para la zona norte de Gran Canaria. El área baja se localiza por debajo de la isoyeta de 400 mm/a, el área media desde la isoyeta de 400 mm/a hasta la isoyeta de 600 mm/a y el área alta por encima de la isoyeta de 600 mm/a. Las cifras indicadas son significativas en sus dos primeras cifras. Zona Área Su-perfi-cie km2 Precipita-ción P Recarga R R/P % % Recar-ga en el mm/a hm3/a mm/a hm3/a área N2 Baja 57,7 233 13,5 32 1,9 1,4 12 Media 31,7 552 17,6 187 6,0 4,5 40 Alta 25,8 775 19,0 299 7,3 5,5 48 Total 115,2 520 50,1 173 15,1 100 N3 Baja 69,3 247 17,8 17 1,2 0,9 8 Media 41,7 525 21,9 158 6,6 5,0 45 Alta 33,4 854 28,5 208 6,9 5,3 47 Total 144,4 542 68,2 128 14,7 100 N4 Baja 43,4 238 11,1 24 1,1 0,9 69 Media 3,2 525 1,7 158 0,5 0,4 31 Total 46,6 382 12,8 91 1,6 100 TOTAL 481,2 131,1 131 31,5 24,0 Para variables Xi normalmente distribuidas y caracterizadas por su valor medio i X y su desviación tipo Xi S , la regla de propagación de errores para una función es X=f(Xi) 2 ( ( ) / )2 2X i i Xi S =Σ ∂f X ∂X S Considerando que la escorrentía superficial sea despreciable, R = A / C ( R == rAec/aCrga me-dRia=; A /=C aportación media de cloruro atmosRfé=ricAo;/ C = concentración media de cloruro en la recarga local), y midiendo el error por el coeficiente de variación, se obtiene que 2 2 2 R A C CV = CV + CV . En el área de estudio los valores de la desviación (S) son aún poco conocidos, pero con la experiencia local existente (cierta estabilidad por la deposición seca) y la comparación con estaciones de varios años de la Península Ibérica se puede establecer una primera aproxi-mación, aunque hay variaciones de un lugar a otro aún por definir: CVC = 0,2 con CVC CV (coeficiente de variación de CVC ) = 0,3; CVA = 0,20 con CVA CV = 0,5. Así resulta CVR = 0,28 (28%) con una incertidumbre CVR CV = 0,58 (58%). 47 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El agua de lluvia en la zona de estudio es de composición clorurada-sódica, lo que es carac-terístico de zonas costeras con alta influencia marina. Se observa una marcada variación esta-cional en la concentración, siendo mayor durante los meses de verano debido a la disminución de las precipitaciones y el aumento de la deposición seca, ya que son los meses con mayor predominio de los vientos alisios, de procedencia marina directa y de mayor evaporación. Los valores de aporte de cloruro a los colectores están muy influenciados por la distancia de estos al mar y su ubicación. En general, los valores más altos corresponden a las mues-tras tomadas en los colectores situados a cotas más bajas (Figura 1), los cuales presentan una concentración elevada de cloruro debido a la gran deposición seca, de la que una parte importante es aerosol marino (Cruz 2008). Estos valores están en consonancia con los ob-tenidos en otros estudios en Gran Canaria, que oscilan entre 4 y 5 g·m-2·a-1en las cumbres y 20 g·m-2·a-1 en las áreas de costa (Gasparini et al. 1990; Custodio 1993; Muñoz 2005). Así, el aporte atmosférico de cloruro y de otros elementos químicos juega un papel importante en la salinización de las aguas subterráneas. Según los resultados obtenidos, que coinciden con los esperables, la recarga producida en la parte media-alta de la zona de estudio es la principal entrada de agua al acuífero. Existen no-tables incertidumbres en la concentración de cloruros en la deposición dado el corto período de observación en el momento actual y la variabilidad del agua subterránea inherente a las características de los pozos y nacientes. Por ello, el volumen de recarga media total estimado asciende aproximadamente a 31,5 hm3/a (131 mm/a), lo que constituye el 24% de la precipi-tación media. Estos resultados deben considerarse como una primera aproximación, que hay que revisar y validar con series más largas de muestreo y con la aplicación de otros métodos hidrogeológicos, hidrogeoquímicos e isotópicos, teniendo en cuenta la escala temporal y es-pacial que les afecte. En este sentido, los trabajos del proyecto continúan, teniendo en cuenta además que el periodo de muestreo va a incluir un año hidrológico 2011-12 especialmente seco. La primera evaluación presentada en este trabajo, independiente de los métodos de balance de agua en el suelo e hidrodinámicos, sirve para contrastar los resultados de la Planificación Hidrológica, donde se estima la recarga en un 19% de la pluviometría (PHGC 1999). Esta planificación tiene que ser revisada cada 6 años según lo establecido en la Directiva Marco del Agua Europea (DMA) y que se recoge en el actual Texto Refundido de La Ley de Aguas. A la autoridad del agua (Consejo Insular de Aguas) le corresponde mantener la red de obser-vación necesaria y las condiciones para una aplicación del método que contribuya a reducir las incertidumbres. AGRADECIMIENTOS El presente trabajo se enmarca en el proyecto REDESAC (CGL2009-12910-C03-02) y el Programa CONSOLIDER-TRAGUA (CSD2006-00044) del Ministerio de Ciencia e Innovación. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 48 Referencias y bibliografía consultada Alcalá, F.J. y Custodio, E. (2007). Recarga por la lluvia a los acuíferos costeros españoles mediante balance de cloruro en el suelo. Volumen 1, Instituto Geológico y Minero de España. Madrid: 855-869. ISBN 978-84-7840-712-5 Cruz, T. (2008). Contribución de la modelación numérica e hidroquímica al conocimiento del acuífero de La Aldea (Gran Canaria). Tesis Doctoral Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Cruz, T.; Benavides, A.; Naranjo, G.; Cabrera, M.C.; Hernández-Quesada, M.P.; Estévez, E.; Martín, L.F.y Custodio, E. (2012): Estimación de la recarga natural en la zona Noreste del acuífero insu-lar de Gran Canaria (Islas Canarias, España) mediante el balance de cloruros atmosféricos. En Lambán, L.J.; Carceller, T.; Valverde, M. y Fernández-Jaúregui, C. (eds.): Las aguas subterráneas: desafíos de la gestión para el siglo XI. Ed. Grupo Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos. Custodio, E. (1978). Geohidrología de terrenos e islas volcánicas. Centro de Estudios Hidrográficos. Publicación 128, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Madrid: 1-303 Custodio, E. (1993): Coastal aquifer salinization as a consequence of aridity: the case of Amurgaphonolitic massif, Gran Canaria island. En: Custodio, E. y Galofré, A. (eds.). Study and Modelling of Saltwater Intru-sion into Aquifers, CIMNE-UPC, Barcelona: 81-98. Custodio, E. (2010). Estimation of aquifer recharge by means of atmospheric chloride deposition balance. Contri-butions to Science. 6(1): 81-97 Custodio, E. y Cabrera, M.C. (2008). Síntesis de la hidrogeología de las Islas Canarias. Geo-Temas. Vol. 10. Custodio, E.; LAMAS, M.R. y SAMPER, J. (1997). La evaluación de la recarga a los acuíferos en la planifi-cación hidrológica. AIH-GE/IGME. Madrid. 1-455. DIRECTIVA MARCO DEL AGUA (DMA). Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. Gasparini, A.; Custodio, E.; Fontes, J.CH.; Jimenez, J. Y Núñez, J.A. (1990): Exemple d’étude géochimique et isotopique de circulations áquiferes en terrains volcanique sous climat semi-aride (Amurga, Grande Canarie, Iles Canaries). Journal of Hydrology, 114:61-91. Hernández-Quesada, P.; Cabrera M.C. y Custodio, E. (2011): Ensayo de balance hídrico de las cuen-cas de los barrancos de Moya y Azuaje (Norte de Gran Canaria): estimación de recarga mediante balance de la deposición atmosférica de cloruros. En L.J. Lambán, T. Carceller, M. Valverde y C. Fernández-Jaúregui (eds): Las aguas subterráneas: desafíos de la gestión para el siglo XI. Muñoz, J. (2005): Funcionamiento hidrogeológico del acuífero de La Aldea (Gran Canaria). Tesis Doctoral. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 310 pp. + Anejos. Pérez-Torrado, F.J. (2008). Geología de Gran Canaria. En: Itinerarios geológicos por las Islas Canarias. Gran Canaria. En: Pérez-Torrado, F.J. y Cabrera, M.C. (eds.). Sociedad Geológica de España, Geo- Guías, 5: 27-39. PLAN HIDROLÓGICO DE GRAN CANARIA (PHGC) (1999). Boletín Oficial de Canarias 73, 08/06/1999. Decreto 82/1999. SPA-15 (1975). Estudio científico de los recursos del agua en las Islas Canarias (SPA/69/515). Ministerio de Obras Públicas - Dirección General Obras Hidráulicas/ UNESCO-PNUD. 49 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos AGUAS MINERALES NATURALES EN TERRENOS VOLCÁNICOS DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO Skupien Balon, Elzbieta. Dra. Ingeniera de Minas, Ejercicio Libre de la Profesión. elzsku2006@yahoo.es Poncela Poncela, Roberto. Eurogeólogo. Ejercicio Libre de la Profesión. rponcela_geo@yahoo.es Morales González-Moro, Ángel. Ingeniero de Minas, Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Gobierno de Canarias. anmorgon@gobiernodecanarias.org Lario Báscones, Rafael. Ingeniero de Minas, Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Gobierno de Canarias. rlarbas@gobiernodecanarias.org Resumen: El Archipiélago Canario ocupa el séptimo lugar a nivel autonómico en la producción de agua mineral natural (AMN). Para poder diseñar futuros programas de dinamización de la industria relacionada con el agua mineral natural es necesario conocer y analizar la composición química de las aguas subterráneas existentes y catalogadas como mineral natural. En el presente estudio se actual-izan conocimientos sobre las características hidrogeológicas de 16 captaciones de aguas subterráneas dispersas por diferentes terrenos volcánicos del Archipiélago Canario, y que están catalogadas o en fase de catalogación como AMN. La información ha sido recopilada y actualizada de los estudios que acompañan a las solicitudes de reconocimiento de condición de AMN. Las características analizadas son la distribución geográfica, parámetros generales (pH, temperatura y conductividad eléctrica del agua, residuo seco, componentes mayoritarios, sílice, parámetros hidrogeológicos disponibles para macizos del entorno de las captaciones de AMN (T y S) y, finalmente los perímetros de protección de las mismas. Se presenta la aplicación “Aguas Minerales” que gestiona toda la información en soporte SIG. Se establecen diferentes clasificaciones hidroquímicas de las AMN existentes en los terrenos volcánicos y comparaciones en base a la mediana de los parámetros y concentraciones de componentes mayoritarios de AMN en Canarias y las envasadas a nivel nacional, respectivamente. Finalmente se realiza una valoración de pautas para los futuros estudios hidrogeológicos relaciona-dos con el AMN. 1. INTRODUCCIÓN Las Aguas Minerales Naturales (AMN) se distinguen según la legislación española (RD 1798/2010, de 30 de octubre) de las otras aguas de bebida ordinarias por su: • Naturaleza, caracterizada por su contenido en minerales, oligoelementos y otros com-ponentes y, en ocasiones, por determinados efectos. • Constancia química. • Pureza original. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 50 Esto hace necesario realizar estudios tendentes a caracterizar cualidades de constancia, cali-dad y características hidrogeológicas para mejorar el conocimiento de dichas aguas. La alarma social generada sobre la calidad de algunas aguas de abasto en Canarias (exceso de flúor, sodio, etc.) ha hecho dispararse el consumo de aguas envasadas en el Archipiélago Canario, y confirma el creciente interés de ejecución de nuevas obras para la captación de Aguas Minerales Naturales para su embotellamiento, que revierten en seguridad durante sit-uaciones excepcionales (vertidos accidentales en canales, aumento de concentración de iones indeseados, etc.). Los conocimientos hidroquímicos e hidrogeológicos sobre AMN de Canarias se basan fun-damentalmente en la información aportada por los titulares de las captaciones, como req-uerimiento previo a la declaración de la condición de agua mineral natural. La legislación de Minas vigente clasifica las aguas minerales, en sus dos denominaciones como “Agua Mineral Natural” y “Agua de Manantial” como un Recurso Minero de la Sección B, y para su aprove-chamiento en el Archipiélago es necesario obtener autorización del Servicio de Minas de la Dirección General de Industria de la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobi-erno de Canarias. 2. OBJETIVOS Se trata de realizar un análisis de las principales características hidroquímicas de las aguas catalogadas o en fase de denominación como AMN, en base a los parámetros generales y componentes mayoritarios, estableciendo clasificaciones de dichas aguas. 3. MATERIALES Y MÉTODOS Los datos analíticos correspondientes a los parámetros generales y componentes mayoritarios fueron recopilados y actualizados a partir de la información contenida en los correspondientes expedientes administrativos en las dependencias del Servi-cio de Minas, en sus sedes respectivas de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria (DGI, 2008; Skupien, Morales y Poncela, 2008). 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1. Distribución geográfica de las AMN Se ha constatado que actualmente existen 16 aprovechamientos de aguas minerales natu-rales que se pueden considerar activos, o en fase de estudios y proyectos previos, y que se encuentran dispersos por la geografía canaria: 4 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (2 51 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos en Tenerife y 2 en La Palma) y 12 en la provincia de Las Palmas (12 en Gran Canaria); ver Figura 1 y Tabla 1. De los 16 aprovechamientos activos, 8 están incluidos en las listas consolidadas de las aguas minerales naturales reconocidas por los Estados Miembros de Europa, de acuerdo con el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE 2012/C 83/01). Figura 1: Distribución de las captaciones de AMN en Canarias (Base cartográfica: SITCAN (Gobi-erno de Canarias). Tabla 1.- Correspondencia nombre de captación con denominación/marca de las aguas de natu-raleza Mineral Natural. Isla Municipio Nombre del ma-nantial Denominación comercial Tipo Lista UE TFE La Orotava Fonteide (El Mundo) Fonteide Galería SÍ TFE Tacoronte Krystal Krystal Sondeo NO LP Santa Cruz de La Palma Barbuzano Aguas de La Palma Galería SÍ LP San Andrés y Sauces Naciente de Marcos Naciente de Marcos Naciente NO Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 52 Isla Municipio Nombre del ma-nantial Denominación comercial Tipo Lista UE GC Telde Cortijo de Jacón Cortijo de Jacón Pozo- Galería NO GC Tejeda Molinillo (El) Por determinar Naciente NO GC Tejeda Mina de Tejeda (La) Por determinar Naciente NO GC Teror Culata (La) La Culata Galería NO GC Valleseco Gambuesilla Agua de Firgas Pozo NO GC Valsequillo Higueras (Las) Fuente Niguana Pozo SÍ GC Gáldar Fuentebruma (Hoya de Juan Mar-tin) Fuentebruma Sondeo SÍ GC Teror Fuenteror (Hoya de la Palma) Fuenteror Pozo SÍ GC Agüimes Milano (El) Milano Pozo NO GC Moya Morisco Morisco Galería NO GC Moya Pinillo Pinillo Pozo NO GC Valleseco La Ideal II (El Rapa-dor) La Ideal II Agua de Firgas Pozo SÍ La Ideal I La Ideal I Pozo SÍ San Antón II San Antón II Pozo SÍ Los aprovechamientos existentes sitúan al Archipiélago Canario en el octavo lugar a nivel de Comunidades Autónomas en la producción de aguas minerales (Figura 2). Teniendo en cuenta la distribución geográfica de las captaciones de AMN, se observa que Gran Canaria es la isla con el mayor número de captaciones y marcas, seguida de la isla de Tenerife y La Palma. Se destaca que actualmente en las restantes islas no existen captaciones de AMN. Figura 2: Producción de agua mineral por Comunidades Autónomas (Fuente IGME, 2009). 53 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 4.2. Marco geológico de las AMN El territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias es fundamentalmente de naturaleza volcánica. Las rocas volcánicas habituales en Canarias son basaltos, traquibasaltos y traquitas (o fonolitas) y depósitos piroclásticos tanto básicos como ácidos. La diferencia esencial (no siendo única) entre ellas es el contenido en sílice, que es el componente más abundante en los magmas. En las islas coexisten zonas geológicamente antiguas (de edad miocena y post-miocena) con otras cubiertas con materiales de volcanismo reciente (de edades holocena y pleistocena, e histórico), dando lugar a una morfología compleja, propia de cada isla. En la Figura 3 se presenta la distribución de los principales Edificios Volcánicos de cada isla, contrastada con la ubicación de las captaciones de aguas mineral natural. Figura 3: Encuadre geológico de las captaciones de AMN de Canarias. Fuente: SITCAN. Elaboración propia. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 54 4.3. Caracterización hidroquímica en base a parámetros generales y componentes mayoritarios Para poder diseñar futuros programas de dinamización de la industria relacionada con el agua mineral natural es necesario conocer y analizar la composición química de las aguas subter-ráneas existentes y catalogadas como mineral natural, para interpretar los datos aportados por las mismas y clasificar estas aguas según sus propiedades. Las aguas subterráneas con la condición de agua mineral natural en terrenos volcánicos ca-narios presentan generalmente una baja salinidad, con conductividades eléctricas que oscilan entre 86 y 824 μS/cm (Fig. 4). Los valores de temperatura del agua captada medidos “in situ” están por debajo de 20ºC, hecho que las cataloga como “aguas fías”, mientras que los valores de pH varían entre neutros a ligeramente básicos y están comprendidos entre 6,9 y 8,3, respectivamente. Figura 4: Comparación de los valores de la conductividad eléctrica de las AMN de Canarias. Según el residuo seco (RS), las AMN del Archipiélago Canario se clasifican como: • Oligometálica /mineralización débil (50-500 mg/L): 15 captaciones (11 GC, 2 TF y 2LP). • Mineralización media (500-1.500 mg/L): 1 captación (1 GC). De acuerdo con la clasificación geohidroquímica de Schoeller (Custodio y Llamas, 1983), las AMN de Canarias se clasifican como: • Aguas bicarbonatadas: 55 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos a) Aguas bicarbonatadas sódicas: B.- El Mundo (TF), C.- Barbuzano (LP), E.- Cortijo de Jacón (GC), F.- Culata (GC), L.-Morisco (GC), El Molinillo (GC) y La Mina de Tejeda (GC). b) Aguas bicarbonatadas cálcico magnésicas: A.- Krystal (TF), D.- N.Marcos (LP), G- Gambuesilla (GC), I.- Hoya de Juan Martín (GC), J.- Hoya de La Palma (GC), K.- Milano (GC), M.- Pinillo (GC) y N.- Rapador (GC). • Aguas cloruradas: c) Aguas cloruradas sódicas: H.- Higuerilla (GC). La representación gráfica de las diversas tipologías de las aguas subterráneas catalogadas como agua mineral natural del Archipiélago Canario se plasma en la Figura 5. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 56 Figura 5: Diagramas hidroquímicos de Piper, Chadha y Collins de las AMN de Canarias (infor-mación disponible referente a 14 captaciones). Los diagramas de Piper y Chadha indican que la mayoría de las AMN de Canarias son bicar-bonatadas cálcico-magnésicas (50,00 %), seguida de las bicarbonatadas sódicas (43,75 %) y de las cloruradas sódicas (6,25 %). Se ha comparado también las medianas de distintos parámetros y los iones mayoritarios de las AMN de Canarias con las medianas de AMN a nivel nacional (Tabla 2). Tabla 2; Comparación de los valores de las medianas de la concentraciones de los iones mayoritarios y principales parámetros de AMN de Canarias con los valores a nivel nacional. Fuente: datos de Ca-narias (consulta de los expedientes en el Servicio de Minas, CAC); datos a nivel nacional (Gutiérrez et al., 2012). Elaboración propia. HCO3 - mg/L SO4 = mg/L Cl-mg/ L NO3 - mg/L Na+ mg/L K+ mg/L Ca++ mg/L Mg++ mg/L SiO2 mg/L C.E. μS/cm RS mg/L pH Canarias 100,9 6,9 20,5 15,0 27,1 5,3 12,5 7,0 61,2 261,5 187,0 7,81 Nacio-nal 226,0 18,2 14,0 3,4 11,5 1,3 55,7 12,6 9,3 355,0 249,0 7,98 Como se observa, en general las medianas de los valores de concentración de las AMN de Canarias presentan valores más bajos en comparación con los valores a nivel nacional. Es de destacar el caso de la sílice, casi siete veces superior en el primer caso, motivado por la pres-encia de abundantes especies silicatadas en la roca. La marca climática en la recarga (aridifi-cación) en Canarias también aparece en cuanto a la concentración de ión cloruro, superior al valor nacional. 57 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 4.4. Análisis de los parámetros hidrogeológicos relacionados con las captaciones de las AMN La estimación de parámetros hidrogeológicos para los macizos del entorno de las capta-ciones de las AMN se ha realizado a partir de la recopilación de los estudios que acompañan a las solicitudes de reconocimiento de agua mineral natural, que a su vez han sido recopilados a partir de ensayos de bombeo realizados durante el SPA-15 (1975) y otra información com-plementaria derivada de documentación específica (ITGE, 1992; DGIE, 2003; IGME, 2003; Skupien y Poncela, 2011), no existiendo suficientes datos de contraste. Existen escasos valores fiables característicos de la transmisividad y del coeficiente de alma-cenamiento de los acuíferos volcánicos canarios relacionados con las AMN. Los más cara-cterísticos se presentan en la Tabla 3, donde se aprecia una amplia dispersión (T entre 15 y 200 m2/día y S entre 1,5 a 7%). Tabla 3.- Parámetros hidrogeológicos recopilados. Captación T (m2/día) S (%) Pozo Gambuesilla (GC) 50-200 2-5 Galería Morisco (GC) 50-200 3-5 Pozo Hoya de La Palma (GC) 50-200 2-5 Pozo Las Higueras (GC) 25-50 1,5-3,5 Naciente Marcos (LP) 15-50 2-7 Se desprende de la situación hidrogeológica de los aprovechamientos la existencia de al menos dos tipos de sistemas de flujo subterráneo relacionados con la existencia de aguas tipo mineral natural en la Comunidad Canaria: • Sistema de flujos subsuperficiales, básicamente asimilables a acuíferos colgados, carac-terizados por la existencia de sistemas de rápida circulación y renovación, de interac-ción rápida con el terreno por el que han circulado y baja mineralización. • Sistema de flujos regionales, caracterizado por la existencia de sistemas de circulación profunda y lenta, y largo periodo de interacción agua-roca que dan lugar a aguas más o menos mineralizadas. 4.5. Análisis de los perímetros de protección de las captaciones AMN de Canarias De acuerdo con la legislación vigente en la Comunidad Autónoma de Canarias, en la de-claración de un agua mineral natural debe definirse un perímetro de protección para evitar Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 58 la contaminación del acuífero. En la situación actual, para el perímetro de protección se han aplicado criterios o métodos diferentes en función del autor del proyecto. Las aguas AMN de Canarias tienen hasta 7 tipos diferentes de perímetros de protección: cualitativo, cuantitativo, calidad y cantidad, restricciones absolutas, restricciones máximas (bocamina), restricciones máximas (cata) y restricciones moderadas. En algunos casos, se han establecido en función de lo que se denomina tiempo de tránsito, que se define como el tiempo que transcurre entre la entrada de una sustancia en el seno del acuífero y su extracción por la captación. En otros casos los perímetros son considerados como cuadricula minera o establecidos de acuerdo con la definición propuesta por los respectivos Consejos Insulares de Aguas. En la Figura 6 se presentan algunos ejemplos de perímetros de protección de AMN en Canarias. Figura 6: Perímetros de protección de algunas AMN de Canarias. (Base cartográfica: aplicación MAPA, Gobierno de Canarias). 59 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos 5. BASE DE DATOS E INFORMATIZACIÓN Para gestionar la información tanto administrativa como técnica, la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, a través del Servicio de Minas de la Direc-ción General de Industria, dispone de una aplicación con soporte Microsoft Access 2003®, compatible con otras bases disponibles, e integrada en la aplicación MAPA-SITCAN (Sistema Territorial de Información Geográfica de Canarias desarrollado por la empresa GRAFCAN). Además de las aguas minerales naturales, la base permite gestionar también las minerome-dicinales y termales, todo ello mediante las correspondientes autorizaciones administrativas. La organización de la información en dicha base de datos permite que sean visibles los datos generales de la captación en cada momento de la consulta: número de expediente, nombre y tipo de captación y denominación de la captación. El resto de la información está catalogada dentro de siete pestañas, cuya descripción se realiza seguidamente (Fig. 7): • Localización: isla, municipio, lugar, coordenadas UTM del punto de captación (boca-mina de la galería/brocal del pozo, coordenadas UTM (frente) como información a rellenar en el caso de galerías). • Situación Administrativa: estado de la autorización de cada uno de los expedientes. • Geohidrología: descripción geohidrológica del entorno del punto y, en su caso, detalla-da de los materiales atravesados. • Perímetros de protección: información detallada del perímetro de protección de cada captación (tipo, coordenadas UTM, método de cálculo, etc.). • Hidroquímica: datos hidroquímicos básicos acerca de las aguas minerales naturales. • Fotografía: se deja preparado este campo para dejar abierta la posibilidad de incorporar un reportaje fotográfico. • Planos de situación: contiene planos a escala 1:5.000 de cada captación. Una vez alimentada la base de datos AGUAS MINERALES con todos los registros corre-spondientes, se puede acceder a diferentes opciones: • “Ir a”: con un desplegable que permite de forma cómoda acceder a un determinado expediente. • “Nuevo, Eliminar, Buscar”: opciones que facilitan la gestión de la base de datos. • “lmprimir Ficha”: donde de forma homogénea se presenta la información de cada captación analizada. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 60 Figura 7: Aspecto de la interfaz. 6. CONCLUSIONES El Archipiélago Canario representa aproximadamente el 6% de las marcas españolas de las AMN, siendo la séptima Comunidad en toda España. Las características de las AMN analiza-das a partir de 16 aprovechamientos dispersos por terrenos volcánicos de la geografía canaria confirman su excelente calidad y presencia de elementos diferenciadores, como el contenido de silice, en comparación con las AMN nacionales. Las diversas tipologías de las aguas subterráneas del Archipiélago Canario, catalogadas como agua mineral natural, son generalmente de mineralización débil y se clasifican en los sigu-ientes grupos: bicarbonatadas cálcico magnésicas (50,00 %), bicarbonatadas sódicas (43,75 %) y cloruradas sódicas (6,25 %). La información de los parámetros hidrogeológicos de los macizos del entorno de las cap-taciones de las AMN es escasa. Los valores promedio recopilados de transmisividad varían entre 15 y 200 m2/día, y entre 1,5 y 7% para el coeficiente de almacenamiento. 61 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Por ello, es absolutamente necesaria la realización de estudios hidrogeológicos de detalle específicos para obtener un mejor conocimiento de los sistemas acuíferos asociados a las captaciones de las AMN. Para ello, deberían realizarse las siguientes actuaciones: • Revisión de los perímetros de protección y características técnicas de las captaciones ya existentes y en funcionamiento. • Definición/mejora del conocimiento de los sistemas de flujo en las captaciones de las AMN a través de diferentes herramientas hidrogeológicos de uso común (aplicación de técnicas isotópicas ambientales, parametrización hidrogeológica, etc.). • Seguimiento y control detallado de los aprovechamientos, con datos de caudal, de ca-lidad química, de niveles piezométricos, en su caso, todo ello orientado a evitar la so-breexplotación y hacer sostenible la captación y aprovechamiento del recurso. • Realización de campañas sistemáticas de muestro. • Investigación hidrogeológica para incluir nuevas captaciones en el censo de la Comu-nidad Autónoma de Canarias con potencial mineral natural de sus aguas. • Se recomienda la realización de seminarios, jornadas y cursos de divulgación. Referencias y bibliografía consultada Custodio, E. y Llamas, M.R. (1983). Hidrología Subterránea. Omega Ediciones, S.A. Barcelona. 2 vol. 2347 pp. DGIE (2003). Guía para la elaboración de perímetros de protección de las aguas minerales y termales. Gobierno de Canarias. Consejería de Industria y Nuevas Tecnologías. Dirección General de In-dustria y Energía. 102 pp. DGI (2008). Caracterización hidrogeológica e hidrogeoquímica de las aguas minerales naturales de Canarias. Gobierno de Canarias. Consejería de Empleo, Industria y Comercio. Dirección General de Industria. 64 pp + anejo de fichas. Gutiérrez Reguera, F.; Sejido Delgado, I.; Montoya Mayor, R.; Ternero, Rodríguez, M. (2012). Carac-terización fisicoquímica, clasificación y valoración nutritiva de las aguas minerales naturales enva-sadas en Andalucía. SIAGA 2012. Publicaciones del instituto Geológico y Minero de España. Serie Hidrogeología y Aguas subterráneas (30): 259-271. IGME (2003). Perímetros de protección para captaciones de agua subterránea destinada al consumo humano. Metodología y aplicación al territorio. Autores Martínez, C. y García, Á. Serie: Hidroge-ología y Aguas subterráneas, nº 10. 273 pp. Madrid. IGME (2009). www.igme.es/internet/PanoramaMinero/actual/agua%202009.pdf. ITGE (1992). Jornadas de Aguas Minerales y Mineromedicinales en España. Colección Temas Ge-ológico- Mineros. Madrid. 139 pp. SPA-15 (1975). Estudio científico de los recursos de agua en las Islas Canarias. SPA/69/515. Minist. Obr. Públ. Dir. Gral. Obr. Hidrául. UNESCO. Madrid-Las Palmas. Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 62 Skupien Balon, E.; Morales González-Moro, A. y Poncela Poncela, R. (2008). Caracterización hi-drogeológica e hidroquímica de las aguas minerales naturales de Canarias. En López Geta, J.A.; Loredo Pérez, J.; Fernández Ruiz, L. y Pernia Llera, J.Mª. (Eds.): Investigación y gestión de los recursos del subsuelo. Libro homenaje al Profesor Fernando Pendás Fernández. Publicaciones del instituto Geológico y Minero de España. Serie Hidrogeología y Aguas subterráneas (27): 865-880. ISBN: 978-84-7840-773-6. Skupien Balon, E.; Poncela Poncela, R. (2011). Características hidrogeológicas, químicas e isotópicas del agua subterránea del acuífero volcánico de las vertientes en el entorno de los nacientes Marcos y Cordero (La Palma, Islas Canarias). En “El conocimiento de los recursos hídricos en Canarias cuatro décadas después del proyecto SPA-15”. Homenaje póstumo al Dr. Ingeniero D. José Sáenz de Oiza, 87-92. ISBN: 978-84-938-46-0-2. 63 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos CARACTERIZACIÓN DEL HIDROTERMALISMO DE TENERIFE MEDIANTE EL MÉTODO MAGNETOTELÚRICO Brito del Castillo, Isora. Departament de Geodinàmica y Geofísica, Universitat de Barcelona. isora.brito@gmail.com Pous Fàbregas, Jaume. Departament de Geodinàmica y Geofísica, Universitat de Barcelona. jpous@ub.edu Resumen: El estudio integrado de datos geológicos, hidrogeológicos y geofísicos y la hidrodinámica del acuífero de Las Cañadas ha permitido poner en evidencia la estructura interna de la Caldera de Las Cañadas del Teide y deducir la posición de su acuífero en el área de estudio. Dentro del marco del proyecto de Caracterización de los edificios volcánicos recientes en Tenerife mediante sondeos magnetotelúricos, se ha llevado a cabo una campaña de campo en la isla de Tenerife en la que se han adquirido datos de magnetotelúrica a lo largo de un perfil NO-SE en el sector oriental de la Caldera de Las Cañadas. El modelo de resistividades eléctricas obtenido muestra una serie de cuerpos con-ductores sub-superficiales emplazados dentro de lo que se ha interpretado como el acuífero de Las Cañadas. El nivel freático del acuífero se ha trazado según los datos de galerías cercanas y el contacto entre el cambio de resistividades superficiales. Los cuerpos conductores se han asociado a zonas alteradas hidrotermalmente en la base del acuífero y posiblemente localizados cerca de fracturas radiales, las cuales han actuado de vías de conexión de fluidos calientes y/o gases endógenos. En la base del acuífero se ha identificado un cuerpo resistivo interpretado como el zócalo impermeable del acuífero junto con un cuerpo conductor. Dicho cuerpo se ha interpretado como una posible intrusión ígnea de pequeñas dimensiones y de escala local, añadiendo la posibilidad de una conexión con los cuerpos conductores suprayacentes aunque no detectada con el método. 1. INTRODUCCIÓN La presencia de anomalías térmicas que producen hidrotermalismo en las aguas subterráneas de la isla de Tenerife, en concreto en el acuífero de Las Cañadas, son consecuencia directa de la existencia de una fuente de calor en profundidad que ha evolucionado en el tiempo. Dado el contraste de resistividades que produce este proceso unido a la presencia de un acuífero con una dinámica muy compleja y una geología poco conocida en profundidad, el uso de métodos geoeléctricos es idóneo para este medio. Estudios geofísicos previos realizados en la Caldera de Las Cañadas, revelan una serie de anomalías en los diferentes métodos empleados. Así pues, los trabajos de gravimetría y mag-netismo (Mc Farlane y Ridley 1968; Camacho, Vieira y De Toro 1991; Araña et al. 2000; Ablay y Kearey 2000; Gottsmann et al. 2008) muestran anomalías cercanas a los bordes de la caldera, asociadas a fonolitas que rellenan un valle enterrado o una caldera de colapso. Sin embargo, una fuerte anomalía en el interior del Complejo Teide-Pico Viejo, interpretada como el producto de la combinación de materiales eruptivos evolucionados con una signifi- Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 64 cativa alteración hidrotermal es identificada también por García Yeguas (2010) en su estudio con tomografía sísmica, con una amplia extensión en profundidad. En cuanto a los métodos eléctricos y electromagnéticos empleados en la Caldera de Las Cañadas, se han llevado a cabo varios estudios de magnetotelúrica y audiomagnetotelúrica (García et al. 1989; Pous et al. 2002; Coppo et al. 2008a; Coppo et al. 2008b) donde revelan la existencia de 2 depresiones atribuidas a Ucanca, en el sector O y a Guajara en el sector central. Ambas representarían dos acuíferos separados por los Roques de García, que actu-arían de barrera hidrogeológica. En cambio, en el sector E (Diego Hernández) muestra una inclinación suave hacia el NE identificada anteriormente con perfiles geoeléctricos de auto-potencial (Aubert y Kieffer 1998). La presencia de fluidos hidrotermales calientes o sus alteraciones en el sustrato rocoso como explicación para las diferentes anomalías mencionadas, además de la existencia de fumarolas y aguas calientes drenadas en galerías cercanas a la caldera, sugieren la existencia de un sis-tema geotérmico en esta área. 2. MARCO GEOLÓGICO La isla de Tenerife se sitúa en la parte central del Archipiélago de Canarias, siendo la más grande del conjunto y formando la tercera estructura volcánica intraplaca más alta del planeta, después de los volcanes Mauna Loa y Mauna Kea en Hawái. La zona central de la isla, constituida por la Caldera de Las Cañadas del Teide se comenzó a formar hace 3.3 Ma (Edgar et al. 2005), tras concluir la etapa en escudo. La fase de vol-canismo central dio lugar a sucesivos y gigantes estratovolcanes, diferenciados en: Edificio Cañadas y Complejo Teide-Pico Viejo (Fig. 1). La actividad del Edificio Cañadas va desde los 3.3 Ma hasta los 0.196 Ma (Edgar et al. 2005), representa el primer volcanismo central de Tenerife y el más importante ya que sus produc-tos aparecen intercalados en gran parte de la isla (Fig. 1). El edificio se constituyó a partir de varios ciclos de creación-destrucción, dando lugar a 3 formaciones sucesivas en el tiempo: Formación Ucanca (1.59 – 1.18 Ma), Formación Guajara (0.85 – 0.65) y Formación Diego Hernández (0.37 – 0.17 Ma) (Martí, Mitjavila y Araña 1994). El carácter de estas formaciones viene relacionado con eventos de construcción de grandes edificios volcánicos en el centro de la isla y su posterior colapso vertical debido al vaciado de las cámaras magmáticas de los edificios y a la inestabilidad de estos para aguantar su propio peso (Fúster et al. 1968; Martí, Mitjavila y Araña 1994; Ablay y Kearey 2000; Martí y Gudmundsson 2000). Esta serie de colapsos verticales dieron lugar a la actual configuración de la Caldera de las Cañadas (Fig. 2), además de un deslizamiento lateral propiciado por la inestabilidad de la pared norte de la caldera como es el deslizamiento del Valle Icod-La Guancha hace 0.2 Ma (Ablay y Martí, 2000), quedando el Macizo de Tigaiga como relicto de esta antigua pared. 65 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Tras el deslizamiento, debido a la descompresión sufrida por el colapso del Edificio Cañadas y por nuevos aportes de magmas profundos, se produce la reactivación de la cámara mag-mática en la parte central de la isla (Ablay y Martí 2000). Esto da lugar a la formación del Complejo Teide-Pico Viejo, donde sus emisiones rellenan parcialmente la caldera del Edificio Cañadas (Fig. 1), con una cada vez mayor diferenciación de sus magmas (traquibasaltos y posteriormente fonolitas). Ya durante el Holoceno, el crecimiento del complejo y varias causas como el menor aporte de magmas o el aumento de la presión litostática, propició la migración del volcanismo a través de las fracturas radiales de las base del Complejo Teide-Pico Viejo. El origen del valle de Icod-La Guancha ha sido el evento más estudiado ya que se encuentra directamente relacionado con la formación de la caldera de Las Cañadas. Pese a que la génesis del origen de la caldera es motivo de numerosas discusiones científicas debido a las difer-entes hipótesis existentes sobre ella, la formación del valle de Icod-La Guancha mediante un deslizamiento lateral es respaldada por la comunidad científica. Dicho deslizamiento tendría como origen la inestabilidad de la pared norte del Edificio Cañadas, formándose en la base del deslizamiento una brecha caótica de matriz limo-arcillosa denominada localmente como “mortalón”, observable en varias galerías y pozos del valle (Custodio 1978; Coello y Bravo 1981; Navarro 1995). Figura 1: Mapa geológico de Tenerife. El recuadro negro indica el área de estudio del presente tra-bajo (modificado de GRAFCAN, 2003). Avances en la investigación de los recursos hídricos en Islas y terrenos volcánicos 66 2.1. Hidrogeología La isla de Tenerife se caracteriza por una extraordinaria heterogeneidad, responsable directa de la irregular distribución del agua subterránea insular (PHI 1996). El medio acuífero de Las Cañadas está albergado en los materiales del Edificio Pre-Caldera (Edificio Cañadas) que constituyen la base de la cubeta, rellenada por los materiales del Complejo Teide-Pico Viejo. El comportamiento hidrogeológico de ambas formaciones es diferente ya que la elevada permeabilidad de los materiales de relleno contrasta de manera significativa con la que, en general, ofrece el edificio pre-caldera, muy compactados, alterados y de permeabilidad redu-cida (Navarro 1995; Farrujia et al. 2004). La elevada porosidad y permeabilidad primaria de los materiales del Complejo Teide-Pico Viejo, unido a la topografía casi plana del área de Las Cañadas y a la inexistencia de grandes capas horizontales impermeables, favorece la rápida recarga y acumulación de elevados volúmenes de reserva de agua en esta zona (Farrujia et al. 2004). Además, en el caso de que exista un sistema volcánico-hidrotermal somero bajo el Complejo Teide-Pico Viejo, los pro-cesos de arcillificación y la deposición de minerales secundarios en poros y fisuras unidos a la contínua intrusión de diques bajo el mismo, harían que éste fuera prácticamente imperme-able desde el punto de vista hidrogeológico (Navarro 1995). La superficie freática ha sido estimada mediante los sondeos profundos ejecutados en el inte-rior de la caldera por el CIATFE (1992-1995) y por el proyecto SPA-15 (MOPU-UNESCO 1970-1975), además de las medida de presiones piezométricas realizadas en galerías situadas dentro de la zona III (Navarro 1995; PHI 1996). Dicha superficie en el ámbito de la caldera de Las Cañadas se encuentra a una cota absoluta de 1700-1800 m (Navarro 1995), es decir, unos 300-400 m bajo la superficie del terreno. Desde ahí, desciende con fuerte pendiente por el valle de salida de Icod-La Guancha hasta coincidir con el nivel del mar en la línea de costa. El espesor del acuífero es mayor en el anfiteatro, donde se han registrado potencias mínimas de 100 m, que en el valle de salida, donde la lámina de agua apenas se alza por encima del mortalón, que actuaría de zócalo impermeable en el valle (Navarro 1995). La circulación de agua dentro de Las Cañadas se produce en dirección cumbre – mar, es decir, se dirige hacia el Valle de Icod –La Guancha. Este paso de agua se encuentra obstaculizado por una pantalla múltiple de diques que sobreeleva la superficie freática y convierte a Las Cañadas en un gran reservorio. 3. ESTUDIO DE MAGNETOTELÚRICA 3.1. Método magnetotelúrico El método magnetotelúrico (MT) es una técnica de exploración geofísica perteneciente al campo del electromagnetismo que permite obtener información de las propiedades geoeléc-tricas del subsuelo mediante las fluctuaciones temporales del campo electromagnético gen-eradas en la ionosfera. 67 Parte 1. Estudio de los recursos hídricos subterráneos Cuando esta energía llega a la superficie, conocida como campo primario, penetra en la Tierra. Cagniard (1953) enunció la hipótesis de que el campo electromagnético llega a la su-perficie terrestre en forma de onda plana con incidencia vertical. De esta manera, al penetrar, la Tierra actúa de conductor, induciendo un campo eléctrico o corriente telúrica y un campo magnético secundarios. Las componentes del campo eléctrico y magnético (EX,EY) se relacionan a través del tensor de impedancia (Z) de la siguiente manera: X XX XY · X Y YX YY Y E Z Z H E Z Z H = Las componentes del tensor de impedancias permiten calcular 2 magnitudes, la resistividad aparente y la fase, mediante las siguientes ecuaciones: ( ) 2 0 1 aij ij ρ Z ω ωμ = ( ) ( ) ( ) ij ij ij ImZ arctg ReZ ω φ ω ω = Donde μ (henrys/metro) es la permeabilidad magnética e i, j denotan las componentes hori-zontales. Además, la función de transferencia geomagnética o tipper se define como la relación lineal entre la componente vertical y las componentes horizontales del campo magnético: ( ) X Z X Y Y H H T T H = Donde TX y TY son magnitudes complejas. Los datos de magnetotelúrica adquiridos en Tenerife consisten en 7 sites (Fig. 2) de entre 66 estaciones con una rango de períod |
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