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EL CENTRO HISTORICO DE ARUCAS
Introducción histórica
Itmerano por la ciudad
I.t.m eranos por los pueblos y barrios
El Cerrillo y La Golet ...
.. ... .
. . . . . . .. ... .
REFLEXIONES EN TORNO AL PATRIMONIO DEL
CENTRO HISTORICO DE ARUCAS . .. . .
Rosetón central de
FIESTAS DE SAN JUAN
Salutación
En ediciones anteriores, hemos dedicado el contenido del programa de las Fiestas de San
Juan, principalmente, a los valores naturales y culturales que posee el municipio de Arucas.
Con un carácter más documental reflejamos La Prehistoria de Arucas, una etapa que
convive -como pudimos constatar en el programa- con el aruquense actual casi sin
percibirse pero de una forma más o menos palpable. Nos queda, por tanto, analizar el
periodo después de la Conquista de Canarias, momento en el que el municipio y, más
concretamente, la Ciudad, se convirtió en el escenario donde se localizaron distintos lenguajes
artísticos, vinculados al proceso histórico, constituyendo, hoy en día, uno de los
Centros Históricos más representativos de la geografía insular
Este patrimonio, de casi cinco siglos, merece, por tanto, también nuestra atención,
especialmente este año, ya que coincide con la celebración del veinticinco Aniversario de
la Declaración de "Conjunto Histórico Artístico" al casco antiguo de la Ciudad de Arucas
-declarado como tal el diez de diciembre de 1976-. Ocasión ideal, pues, para reflejar
en estas páginas algunos retazos de la historia y de las peculiaridades artísticas de nuestra
Ciudad uniéndonos, así, a esta efeméride tan singular para la ciudadanía aruquense. Aunque,
también comentaremos las características de algunos pueblos y barrios que conforman
el panorama cultural del municipio. De esta forma, el Centro Histórico tendría para
nosotros una visión más global, al no limitarse a un ámbito concreto sino a un territorio
con una misma unidad económica, social y cultural. Como es lógico, la Ciudad tendrá un
protagonismo mayor al resumir, a través de su trama urbana y de sus edificaciones, todo
el proceso de desarrollo de la localidad.
A diferencia de otras ciudades con un importante patrimonio, el Centro Histórico de
Arucas, lejos de ser un escenario sin actores, bulle de vida cotidiana. El visitante, por muy
espectador que se considere, podrá integrarse rápidamente en los pequeños hábitos de
los ciudadanos. No resulta difícil presenciar las entusiastas conversaciones de la gente junto
al mercado; o escuchar al chiquillería jugando en la Plaza de San Juan, o contemplar
el trasiego de hombres y mujeres que "asaltan" los comercios en búsqueda de un artículo
indispensable para su hogar; al ejecutivo, con maleta en mano, que trabaja afanado, a la •
ARUCAS 2001
pareja que pasea, embriagada por 105 aromas de las flores del Parque Municipal, o a un
grupo de escolares a 105 que, hoy, les ha tocado conocer su ciudad. Una ciudad, por tanto,
llena de dinamismo, que tiene como principal riqueza el contar con unos habitantes que
participan activamente en todos los ámbitos aunque, en especial, de la oferta cultural que
les ofrece el municipio. Una población consciente, en su inmensa mayoría, del valor que
encierra su Centro Histórico, lo que les lleva, en más de una ocasión, a convertirse en el
principal promotor de defensa de su patrimonio histórico artístico.
Esta vitalidad diaria va asociada a otros valores muy considerados por los habitantes y
por aquellas personas que se acercan a visitar nuestra Ciudad, nos referimos a la tranquilidad
y al trato amable de su gente. A estas cualidades se unen otros aspectos como es el
hecho de su ubicación estratégica, con respecto a la capital y a cualquier otro pueblo de
la costa o del interior. Por último, se encuentra en una zona intermedia entre un entorno
rural y urbano, así como entre el interior y la costa, ofreciendo caletas naturales de arena
negra. Todas estas consideraciones elevan la calidad de vida de la Ciudad, al tiempo que la
convierten en un lugar atractivo para residir y para visitar en cualquier época, garantizando
al viajero el descubrimiento de una cultura auténtica, que no se altera ante la mirada
de éste.
Tanto para aquellas personas que conocen en profundidad el Centro Histórico de Arucas,
como para aquellas otras que, quizás, por el ritmo frenético de cada día, no han
tenido oportunidad de contemplar con detenimiento su ciudad, disfrutando de ella, les
ofrecemos, a través de estas páginas, un pequeño recorrido por sus calles, por sus pueblos
y barrios aledaños. No obstante, somos conscientes de que hay tantas formas de conocer
una ciudad como de sentir, por lo que este recorrido debe convertirse en tan sólo una
propuesta.
Esperamos, nuevamente, que este programa sea una herramienta útil para ayudar en la
difícil tarea de difundir, para conocer y respetar, los valores de nuestro patrimonio cultural.
Por nuestra parte, queda el compromiso de seguir revitalizando nuestro Centro Histórico,
porque estamos seguros de que, con ello, garantizamos nuestras señas de identidad, al
tiempo que conseguimos mejorar el bienestar de 105 aruquenses.
Por último, les invitamos a participar en los actos religiosos y festivos que, como cada
mes de junio, se organizan para celebrar nuestras fiestas patronales en honor de San Juan
Bautista, con toda la alegría y devoción que siempre transmiten. Pero, también, nos gustaría
animarles a reflexionar sobre la importancia del veinticinco Aniversario del Centro
His tórico, que tendrá lugar el próximo mes de diciembre y que festejaremos con significativos
eventos.
Con todo mi afecto
fROILAN RODRIGUEl DIAl
Alcalde de la Ciudad de Arucas
Casco Histórico desde la
Torre del Reloj de la Iglesia
FIESTAS DE SAN JUAN
Desde sus comienzos, la historia de la Ciudad
de Arucas ha estado ligada estrechamente
a su medio geográfico y al esfuerzo
de sus moradores por mejorar su
calidad de vida. La situación de la Ciudad
en la ladera Sur y Sureste tiene curiosamente
su origen en el poblamiento prehispánico.
Los conquistadores, al igual
que los antiguos canarios, escogían los lugares
de residencia en donde las condiciones
medioambientales les eran favorables.
Así, por ejemplo, con esta posición
tenían asegurada el agua por la proximidad
del Barranco de Arucas; se protegían
de los vientos alisios; sus viviendas se
orientaban a la luz y al calor, promovien-
ARUCAS 2001
do la existencia de agradables temperaturas
y, sobre todo, disponían de zonas lianas,
aptas para el cultivo (especialmente
la zona de Las Vegas). De esta forma, la fisonomía
del casco antiguo va a estar condicionada,
desde un principio, a la necesidad
de 105 nuevos pobladores de contar
con terrenos amplios para la agricultura.
Esto ocasionó que las viviendas se instalaran
en las fuertes pendientes de la montaña,
generando una traza urbana laberíntica,
sobre todo en 105 alrededores de la
Plaza y calle de San Juan.
Sin embargo, a pesar de esta coincidencia,
el paisaje y la forma de vida en este
espacio cambia radicalmente después
de la llegada, a comienzos del siglo XVI,
de numerosos caballeros a 105 que se les
entregaron tierras yaguas tras el Reparti-miento
de las islas, quedando como mayores
beneficiarios, Tomás Rodríguez de
Palenzuela, Lope de Sosa, Hernando de
Santa Gadea y Juan de Aríñez, entre otros.
Esta incipiente población fue situándose
al rededor de la ermita de San Juan, en.clavada
en 105 mismos terrenos que ocupa la
actual iglesia, obra aquélla de anónimos
personajes que operaban en 105 ingenios
azucareros. La actividad generada por estas
pequeñas industrias, 105 cañaverales,
las obras de regadío, el transporte y la artesanía
procuraron suficiente demanda de
empleo para ocupar a numerosos jornaleros,
esclavos -negros y moriscos, principalmente-
, criados, comerciantes y artesanos,
105 cuales figu rarían registrados
como los primeros habitantes de la naciente
"urbe".
~
La Iglesia con la Plaza de
San Juan y su entorno
constituyen el mejor
punto de partida para
descubrir nuestra Ciudad
Edificio Grau-Bassas, en la
calle León y Castillo
Los ciud adanos, con su
buen hacer, contribuyen
decisivamente a la
conservación del
patrimonio
Poco a poco la población fue aumentando
al amparo del progreso económico,
un claro ejemplo de ello fue que, en 1515,
el Obispo Fernando Vázquez de Arce eleva
la sencilla ermita al grado de Parroquia.
De esta forma, Arucas, que venía teniendo
la consideración de "Lugar", obtiene la
concesión del título de "Villa". El aumento
de la felig resía impulsa, además, la fundación
de dos nuevas ermitas: la de San
Pedro Apóstol (1525) y la de San Sebas-•
FIESTAS DE SAN JUAN
~
El co lor, olvidado
durante mucho tiempo
en nuestras fachadas,
felizmente vuelve a
recu perar su
protagonismo
tián (1547). La primera,
ubicada en La Goleta
en el punto denominado
Lomo de San Pedro,
fue construida por
Juan Mansel, comerciante
francés casado con
María de Santa Gadea.
La segunda, loca lizada
inicialmente cerca de 105
terrenos del llamado "Teatro nuevo", se
reconstruyó en 1669 ocupando el espacio
donde hoy se encuentra la Fuente de
Doramas, frente a las Casas Consistoriales
- la ermita se derribó para construir este
edificio en 1868- .
Así, se llegaron a constituir dos núcleos
llamados "Vil la de Abajo", centro
administrativo-religioso con la Parroquia
de San Juan, Ermita de San Sebastián, Inquisición,
Heredad de Aguas de Arucas y
ARUCAS 2001
Firgas, Milicias de Arucas y Pósito -en
pie hasta el sig lo XIX- y la "Villa de Arri ba",
sede de los ingenios azucareros, que
contó, a su vez, con la Ermita de San Pedro
Apóstol. El desarrollo económico de
estos dos centros fundacionales vino propiciado
por la constitución de la Heredad
de Aguas de Arucas y Firgas (1545-46),
la cual se encargó de la construcción de
casi todo el sistema hidráulico del municipio
(acequias de piedra, cantoneras, presas
... ), convirt iéndose a través de los siglos
en un importante patrimonio etnográfico.
Este patrimonio se encuentra hoy
inventariado, junto a otras manifestaciones,
en la llamada "Carta Etnográfica del
Municipio de Arucas", registrándose algo
más de setecientos cincuenta elementos,
cifra ésta que nos delata la importancia
de la cultura tradicional que se ha conservado
en este municipio.
Durante el siglo XVII, especialmente,
y el siglo XVIII, la economía de Arucas vino
marcada por un periodo de decadencia
en relación con la etapa precedente.
Al hundirse el comercio de los azúcares
insulares se procede, en casi todos los lu gares,
a su sustitución por los cultivos de
Casa Parroqu ial
Edificios de la ca lle
Federico Oíaz Bertrana
Tradición y Patrimonio
Histórico unidos en
perfecta armonía
FIESTAS DE SAN JUAN
viñedos. En los terrenos locales, la vid se
extendió rápidamente, si bien no conseguirá
obtener tan buenos resultados como
la caña de azúcar, por lo que se combinó
con otros como el trigo, el millo, las
papas y los frutales.
El Diecinueve, por el contra rio, representó
un momento decisivo para la historia
urbana de la Ciudad, especialmente a partir
de la segunda mitad de este siglo. A nivel
demográfico, según el cronista Pedro Marcelino
Quintana, que recita a Viera y Clavijo,
Arucas contaba a fi nales del siglo XVIII y
principios del XIX, con 2.798 "almas", fren-
ARUCAS 2001
te a las 9.475 que había en la Ciudad de
Las Palmas de Gran Canaria, o las 2.251
de la Villa de Guía. El aumento de la población
proporcionó a este lugar, sin duda,
una mayor entidad política y social, consiguiendo
así en 1813 erigirse como municipio,
con Alcalde y Ayuntamiento propio.
A nivel económico, la desvinculación
de las tierras del Mayorazgo -el Mayorazgo
de Arucas fue const ituido por Pedro
Cerón en 1572 y desvinculado tras su venta
en 1859-, fruto de las leyes desamortizadoras
de Mendizábal y Madoz (1841),
significó el comienzo de un gran desarro-
110 agrícola con el cultivo de la cochinilla,
en primer lugar, y de la caña de azúcar y la
platanera, en segundo término. Los beneficios
fueron pronto invertidos en la Ciudad,
transformando sus ca lles y construyendo
numerosos edificios públicos como
las Casas Consistoria les, el Mercado Municipal,
la Fuente del Pila r, etc. A su vez, a nivel
privado, se levantaron viviendas de dos
plantas, con lujosas fachadas de cantería
local. Por lo tanto, la mayor parte del conjunto
que con figura este viejo Centro Histórico
se originó, principalmente, durante
el siglo XIX y primer cuarto del siglo XX.
Casa Granado Marrero
~
Fachada Sur de la
Iglesia y Parque de
La Paz, recientemente
remodelado
ARUCAS 2001
Estos adelantos, junto a la fundación
de dos importantes industrias, aún vigentes,
La Isleña (1870) y la Fábrica de 5an Pedro
(1884) -actualmente Destilerías Arehucas
5. A.-, determinaron la concesión,
por parte de la reina Regente, María Cristina,
del título de "Ciudad" (1894).
Ya en el siglo XX, la economía de Arucas
sufre una etapa oscilante motivada
por las dos guerras mundiales, la guerra
civil española, así como la llegada de algunos
años de sequía (1931-32). El plátano,
que se venía imponiendo con fuerza
en la localidad, ve interrumpida su expansión
ante el estallido de la primera guerra
mundial, al cesar el comercio de exportación
de los frutos canarios a los consumi-dores
ingleses, franceses y alemanes. Pero
una vez pasada esta crisis, vuelve a convertirse
en el basamento exclusivo de la
economía aruquense hasta aproximadamente
el declive de 1974, momento en el
que se combina con el sector servicios. Este
progreso determinó que la población
pasase de 12.649 habitantes en 1920 a
25.010 en 1950. Actualmente, supera los
32.000 habitantes.
ITINERARIO POR LA CIUDAD
En principio, parece acertado iniciar nuestro
recorrido en uno de los núcleos fun-dacionales
de la Ciudad, el entorno de la
Plaza de San Juan. Su mayor int erés, como
espacio urbanístico, reside en que a
Iglesia de San Juan, el
gran legado de nuestros
antepasados
Cristo Yacente de
Manolo Ramos
su alrededor se abre un abanico de fachadas
de diferente cronología, a modo de
resumen de toda la evolución tipológica
de los edificios del casco antiguo. La Plaza
de San Juan, aunque data del siglo
XVII, adquirió parte de su configuración
actual a mediados del XIX. En esta época,
el maestro de obras de la localidad, Rafael
Henríquez, dirigió los trabajos de reforma
que consistieron en cambiar el piso de tierra
original por un pasillo central de cantería.
Curiosamente, y según nos comenta
el cronista Juan Zamora, por este lugar
sólo podía pasar la gente "de bien", mientras
que el resto lo hacía por la zona de
tierra. Ya, en 1901, se enlosa la totalidad
de la superficie de la plaza y adquiere un
FIESTAS DE SAN JUAN
aspecto semejante a hoy en día al dotársela
de pilares pétreos, vallado de hierro
y escaleras de acceso. En 1928 se derribaron
los corpulentos laureles para proporcionar
una visión más libre a la nueva
iglesia. Sucesivos cambios a lo largo de
los años siguientes, como la desaparición
del recordado "Kiosco de la Música", han
ido transformando el diseño original de la
plaza, aunque todavía conserva su fascinación
y belleza .
En las calles que la rodean, se levantan
edificaciones tan señeras como la Casa
Parroquial, construida en el siglo XVII por
iniciativa del Bachil ler Juan Mateo de Castro.
Constituye uno de los mejores ejemplos
de la arquitectura tradicional canaria
ARUCAS 2001
Plazoleta de Manolo Ramos
La piedra juega un papel
principal en la decoración
de la arquitectura
aruquense (Casa Caubín,
aspecto parcial)
aruquense, caracterizada por los muros
de mampostería y la cubierta de teja árabe,
en esta ocasión, a cuatro aguas. En
el interior se encuentra el habitual patio
canario con corredor de madera de tea.
Asumen estas particula ridades las casas
construidas en este municipio, a semejanza
del resto de las islas, desde el siglo XVI
al XVIII, aproximadamente.
En el otro lado de la plaza, se sitúan dos
viviendas de gran prestancia: la Casa Barbosa
y la de Rafael Ponce de Armas (cl Federico
Díaz Bert rana, 2 y 1). La primera refleja
los principios clásicos de la arquitectura
de finales del siglo XVI II y principios
del siguiente, destacando por la disposi-
FIESTAS DE SAN JUAN
ción simétrica de los vanos, el empleo del
zócalo, las pilastras laterales, el balcón de
hierro forjado y cubierta en azotea, en vez
de la cubierta de teja. Sin embargo, a pesar
de que el exterior se rige por principios
. estéticos del momento, en el interior, se
sigue conservando el tradicional patio, así
como los suelos y techos de madera. De
igual forma, la segunda vivienda sigue la
misma pauta constructiva, diferenciándose
de la anterior por la mayor decoración
pétrea en la fachada. Esta condición obedecía
al deseo de convertir el f rontis en el
escenario que reflejaba, hacia la ca lle, el
poder de la burguesía o de la ol igarquía
terrateniente. No obstante, como ya co-
ARUCAS 2001
mentamos, también era expresión de la
moda estética, por lo que los motivos
vegetales y geométricos aumentarían en
función a la afiliación de una serie de estilos,
que se impusieron a finales del siglo
XIX y comienzos del XX, como fueron, en
el caso de Arucas, el neoclasicismo, el ro manticismo,
el eclecticismo y el modernismo,
como podemos apreciar en la Casa
Granado Marrero (Plaza de San Juan, 2),
aunque de una forma muy tímida.
Por último, desde la plaza sobresale
la silueta altiva de la Iglesia de San Juan
Bautista (1909-1977). Esta emblemática
construcción, nacida del esfuerzo y tesón
de la ciudadanía, fue diseñada siguiendo
el estilo neogótico del arqu itecto catalán
Manuel Vega March. Destaca por su elaboración
en piedra, surgida de la habilidad
de los labrantes aruquenses, por lo
que se considera la obra más representativa
de esta tradicional artesanía. No podemos
perder la oportunidad de pasar a
su interior para dejarnos envolver por su
espacio aéreo y misterioso, tanto por la
esbeltez de las líneas arquitectónicas como
por los efectos lumínicos de las vidrieras,
realizadas por la casa francesa Mau-mejean
et Freres. De incalculable valor es
su patrimonio mueble del que destacamos,
haciendo un ligero repaso, la primi tiva
imagen de San Juan "el chico" del siglo
XVI, las imágenes del Nazareno y la
Verónica, con las que se celebró la primera
procesión del Paso en Arucas en 1741,
así como Ntra. Sra. de 105 Dolores (1852)
y San Juan Evangelista (1853) del escultor
canario Silvestre Bello Artiles. Sin embar-
Calle Gourie y Torre
del Reloj
Drago centenario del
pat io de la Casa de la
Cultura
Filigranas en piedra del
portal de la Casa de la
Cultura
go, una de las representaciones que genera
más fervor y emoción es, sin duda,
el Cristo yacente, obra del artista aruquense
Manolo Ramos González (1899-1971).
Realizada en madera en 1940, destaca
por el tratamiento del desnudo y por el
poder expresivo de su cabeza, mostrándose
este artista como un gran conocedor
del cuerpo humano. Por último, sobresalen
las pinturas barrocas del canario
FIESTAS DE SAN JUAN
Cristóbal Hernández de Quintana, que se
pueden contemplar en la capilla del Baptisterio.
Abandonamos este entorno para dirigirnos
a la antigua calle San Juan, lugar
de especial encanto por el enlace de otras
calles adoquinadas y por la prestancia de
las edificaciones que se alzan en su trayecto.
Su función, como eje comercial de
la Ciudad hasta finales del siglo XIX, de terminó
sin duda la construcción de viviendas
tan significativas como: la Casa
de los Pérez y la Casa Martín o Caubín.
La primera vivienda, datada a finales del
siglo XVIII, muestra en su fachada arcos
góticos, conopiales y mixtilíneos, de rasgos
mudéjares. La segunda, situada un
poco más abajo, sobresale por la belleza
de los motivos vegetales en piedra que
engalanan su frontis, así como por los elementos
flora les que se diseñan en la madera
que compone sus puertas y ventanas.
Su riqueza decorativa está, sin duda,
ligada al estilo ecléctico de finales del sigloXIX.
Continuamos bajando hasta llegar,
a mano izquierda, con la recoleta calle
ARUCAS 2001
Gourie en donde se levanta la Casa de la
Cultura. Se trata de una antigua vivienda
canaria del siglo XVII, caracterizada por
los muros de mampostería y la cubierta
de tejas. Un drago centenario da cobijo al
patio, mientras se afana en alcanzar con
sus hojas el excelente corredor de madera
de tea. En los años setenta, sufre una importante
reforma, a la vez que respetuosa
con la tipología arquitectónica, de la mano
del artista aruquense Santiago Santana
Díaz, para sede de la Casa de la Cultura.
En este lugar, pronto se empezaron a
prestar los servicios de biblioteca pública,
hemeroteca y salón de actos para la realización
de actividades culturales. Desde
ese momento, día y noche, este edificio se
ha convertido en el sitio más frecuentado
por niños, jóvenes y adultos, que buscan
entre sus libros la fuente del Saber.
Salimos para continuar nuestro recorrido
por la calle León y Castillo, que desemboca
en la Plaza de la Constitución.
En esta ca lle se levantan varios inmuebles
del siglo XIX, como la llamada Casa Escuela.
En 1878, se construyó este edificio
siguiendo el plano del arquitecto municipal
de Las Palmas de Gran Canaria, José
A. López Echegarreta. Su objetivo era albergar
la casa del maestro .y la escuela
para niños del vecindario. Curiosamente,
sigue manteniendo su función educativa,
Casa Hidalgo Romero
(calle León y Castillo)
Casas Consistoriales
FIESTAS DE SAN JUAN
ARUCAS 2001
Bajo rrelieve
(detalle) del
edificio
Grau-Bassas
ya que es la sede del taller de ca lados
y bordados del municipio. Un poco más
adelante, nos encontramos con la Casa
Grau Bassas, reedificada en 1892 por el
arquitecto Laureano Arroyo y Velasco, en
estilo ecléctico. Hoy en día, pertenece a la
Fundación Canaria Mapfre Guanarteme,
ofreciéndose en sus diferentes salas -de
exposición, de conferencias, de estudio y
biblioteca- numerosos actos culturales.
Seguimos andando hasta encontrarnos
con uno de los rincones más bellos
de la isla, la Plaza de la Constitución,
en donde se alzan dos edificios municipales
de gran importancia, las llamadas
Casas Consistoriales (1875) y el Mercado
Municipal, este último se convirtió tras
su construcción, en 1882, en el segundo
mercado de las islas orientales, después
del Mercado de Vegueta en Las Palmas
de Gran Canaria. Ambos fueron trazados
por el arquitecto José A. López Echegarreta
en estilo ecléctico, sobresaliendo
por la decoración vegetal pétrea. Justo al
lado, una espléndida portada dé piedra
nos abre el camino hacia el Museo Municipal
y el Parque Municipal. El Museo
Municipal se ubica en la antigua Casa del
Mayorazgo de Arucas, edificada a principios
del siglo XIX. Tras la disolución del
Mayorazgo (1859) fue adquirida por Alfonso
Gourie Álvarez, fundador de las
Destilerías de Ron Arehucas. Hacia 1976
el Ayuntamiento adquiere la vivienda y el
jardín trasero a la misma. En un sugestivo
ambiente, se han abierto de forma
permanente al público varias salas dedicadas
a artistas aruquenses, como las de
los pintores Santiago Santa na y Guillermo
Sureda, la del escultor Manolo Ra-
Escena cotidiana en el
antiguo edificio del
Mercado Municipal
Parque Municipal
FIESTAS DE SAN JUAN
Museo Municipal
(antigua Casa del
Mayorazgo)
ARUCAS 2001
mas y, por último, las salas dedicadas a
las esculturas de Abraham Cárdenes y sus
alumnos/as.
En los alrededores, se encuentra el
Parque Municipal con una extensión
aproximada de 10.000 metros cuadrados,
verdadero pulmón de la Ciudad.
Después de la adquisición de los terrenos
para este fin en 1948, se fue embelleciendo
el lugar con una serie de paseos
en los que se integraron la vegetación
existente - ya que contaba con
algunas especies de liles y barbusanos
de más de 200 años- con otras nuevas
plantas, tanto exóticas como autóctonas.
Entre la flora traída de distintos continentes
destacan algunos árboles como el
palo borracho, la schotia, el árbol candil,
varias especies de araucarias, la palmera
Washingtonia, el coralero, la magnolia
blanca, la jacaranda, el alcanfor, el
plátano, etc., y plantas como el nenúfar,
la emblemática hortensia o flor de mundo,
el bambú, la clivia, el frangipani, la
dombella y el fo rmio, entre otras. Pero,
también, pueden contemplarse plantas
Edificio del antiguo
Casino de Aruca s,
futuro Hotel Escuela
FIESTAS DE SAN JUAN
Edificio de la Heredad de
Aguas de Arucas y Firgas
~
Ermita de San Pedro
ARUCAS 2001
autóctonas como el drago, el pino canario
y la palmera.
De gran importancia es el entramado
de acequias que se establece en el interior
del parque para la distribución del agua,
sobresaliendo la cantonera Real o del Reparto.
Desde la avenida superior del parque,
pueden verse varios edificios de gran porte
de principios del siglo XX. Destaca el
antiguo Casino de Arucas (c/ Francisco
Gourie, 11), donde además se aloja la
"Farmacia Megías", que aún sigue mostrando
una botica con un artístico mobiliario.
Actualmente, este inmueble se está
acondicionando para acoger, en fechas
próximas, un Hotel Restaurante Escuela.
Por último, cabe mencionar por su indudable
valor arquitectónico la Heredad de
Aguas de Arucas y Firgas. Este inmueble,
construido en 1912 siguiendo los planos
del arquitecto Fernando Navarro, constituye
la sede de la comunidad propietaria
de las aguas para el regadío. Su papel en
Conjunto escultórico
"Homenaje al Labrante"
del escultor aruquense
José Luis Marrero Cabrera
Cabuquero extrayendo
un bloque de piedra de
Arucas
Molino de D. Toribio
en La Goleta
la vida económica del municipio ha sido
de gran importancia ya que, como hemos
comentado, se le debe la construcción de
casi todo el sistema hidráulico, destinado
FIESTAS DE SAN JUAN
a distribuir y contener el alimento de los
cultivos.
Terminamos nuestro recorrido por la
Ciudad visitando Destilerías Arehucas para
conocer, además de sus instalaciones,
un interesante Museo del Ron, donde se
guardan numerosos barriles firmados por
distintas personalidades. También destaca
en este recinto la Ermita de San Pedro
Ápostol, construida en el siglo XVIII
y restaurada, en 1975, gracias a esta empresa.
La visión de este itinerario, que acabamos
de realizar, se puede completar con
la magnífica panorámica que nos ofrecen
los miradores ubicados en la Montaña de
ARUCAS 2001
Arucas, desde donde puede observarse
todo e[ municipio, [a costa norte y buena
parte del interior de [a isla, en medio de
un agradable jardín. Desde aquí emprenderemos
[a marcha hacia algunos pueblos
y barrios del municipio.
ITINERARIOS POR LOS PUEBLOS
Y BARRIOS DEl MUNICIPIO
Los pueblos y barrios de Arucas poseen,
en su conjunto, toda una riqueza cultural
y patrimonial que [os hace merecedores
de figurar en este programa. No obstante,
algunos destacan por su legado histórico-
artístico, mientras que otros por sus
cualidades ambientales. Ta[ es e[ caso de
Visvique, Los Portales, Los Castillos, A[tabacales,
Hoya de San Juan, Trasmontaña,
Las Chorreras, Tinocas, E[ Cardona[, E[
Puertillo, Quintani[[a, E[ Trapiche, etc. En
este sentido, teniendo en cuenta que e[
tema central de este año gira, principa[
mente, en torno a[ valor arquitectónico,
hemos considerado oportuno hablar
de algunas entidades pob[aciona[es que
cuentan con un importante número de
inmuebles históricos. En todo caso, consideramos
que, en futuras ediciones de este
programa, podrán ser tratados aque[[
os barrios que no han sido descritos en
esta ocasión.
El CERRillO Y LA GOLETA
Este sector constituyó e[ segundo núcleo
pob[aciona[ de Arucas y [a sede de [os ingenios
azucareros. Sin duda, hoy en día,
se valora e[ hecho de que tanto E[ Cerrillo
como La Go[eta han sido [a cuna de muchos
labrantes. Prueba de ello es [a existencia
de canteras en [a zona, así como
[as denominaciones de [as calles uti[izando
[a jerga de esta profesión o e[ nombre
de algún labrante. También sobresale por
Ta lla del Cristo
de La Salud en la
Ermita de El Calvario,
El Cerrillo
Ermita de Nuestra
Señora del Rosario, Cruz
de Pineda
su patrimonio etnográfico, principalmente
el asociado a la utilización del agua como
acequias, cantoneras, lavaderos públicos
-que son aún utilizados a pesar de
los adelantos de la vida moderna-, las
Presas del Pinto -construidas por la Heredad
de Aguas de Arucas y Firgas en
FIESTAS DE SAN JUAN
los siglos XIX y XX-, etc.; todos estos
elementos realizados con piedra de Arucaso
En este sentido, los molinos harineros
-molinos de pan moler- son representativos
de estas localidades. En el siglo
XIX estos molinos de gofio, que se movían
por la fuerza de las aguas de la Heredad,
tomaron un auge considerable, contabilizándose
un total de nueve en Arucas
y Firgas. Aún hay muchos aruquenses que
recuerdan las idas y venidas a estos molinos,
a veces salvando grandes distancias.
De la misma forma, merece mención
el patrimonio artístico de estos dos barrios.
La singularidad de la Ermita del Cristo
de la Salud, situada en la Plaza del
Calvario es única en el municipio. Según
el cronista Juan Zamora Sánchez, su historia
comienza con el retorno, a inicios
del siglo XVII, de una familia procedente
de estos contornos que había emigrado
a América. Regresaron al lugar portando
una hermosa imagen de un Cristo Crucificado,
que despertó entre los vecinos una
fervorosa devoción, pues se le había atribuido
ciertos milagros. Esto hizo que entre
ellos cundiera la idea de erigir una ermita
en la que pudieran rendir digno culto
al que llamaban ya, Señor de la Salud.
Esta misteriosa imagen barroca, realizada
con madera de cedro, se caracteriza por
la dureza de sus facciones y por su cuerpo
enjuto pero recio.
Por último, sobresalen algunos edificios
como, principalmente, el antiguo Matadero
Municipal (cl El Cerrillo, 9) diseñado
por el Maestro Mayor de Obras de
ARUCAS 2001
Las Palmas de Gran Canaria, Francisco de
la Torre, en 1872; la vivienda de José Andrés
Castellano (el El Cerrillo, 67), realizada
con gran profusión de detalles decorativos
en piedra y, para terminar, la Iglesia
de Ntra. Sra. del Rosario, también realizada
por los labrantes aruquenses, colocándose
la primera piedra en 1946.
CRUZ DE PI NEDA
Cruz de Pineda comenzó siendo un caserío
a raíz de la Conquista, en los alrededores
se dice que existía un pequeño núcleo prehispánico,
asentado en las inmediaciones
de Llano Blanco y El Cardonal. Hoy en día,
estos tres núcleos forman Tres Barrios.
La denominación de Cruz de Pineda
se debe a los hechos históricos acaecidos
en marzo de 1556, que gi raron en torno
al asesinato de Hernando de Pineda, Alcaide
Mayor y Coronel de las villas de Gáldar
y Guía. En recuerdo de este suceso, en
la calle Manuel Hernández Pérez y junto
al muro de una finca, se ha colocado una
cruz y placa de mármol.
En este lugar destacan, sobre todo, algunos
ejemplos de arquitectura tradicional
canaria que se encuentran dispersos,
Iglesia de San Pedro
Apóstol, Bañaderos ...
Casa Rosa les, entorno de
la Plaza de San Pedro,
Bañaderos
en ocasiones en medio de terrenos de cultivo,
como la "Residencia Cruz de Pineda";
así como muestras de edificaciones de los
siglos XIX Y XX, como la llamada "Casa
Suárez" (cl José Suárez Suárez, 35. El Hinojal),
con unos artísticos miradores ochavados
con huecos "arábigos", y la "Casa
del Inglés" (cl José Suárez Suárez, 22. Cruz
de Pineda). Por último, sobresale por su
sencillez y elegancia la Ermita de Nuestra
Señora del Rosario, construida, a comienzos
de los años treinta del siglo veinte,
por mediación del párroco de Montaña de
Cardones, José Déniz Rodríguez. La ermita
FIESTAS DE SAN JUAN
ha sido atribuida, por los profesores Manuel
Hernández y Saro Alemán, al arquitecto
Laureano Arroyo y Velasco.
BAÑADEROS
El nombre de Bañaderos es uno de los
primeros topónimos que se citan en las
denominadas Crónicas de la Conquista
de Gran Canaria (1478 -1483). Su nombre
primigenio, "Los Vañaderos", deriva de la
utilización que hacían los habitantes prehispánicos
de la isla, sobre todo las mujeres
adscritas al estamento noble, como
lugar para el baño.
ARUCAS 200 1
En los primeros repartimientos, tras la
Conquista, se establecen varios colonos
que fundan el pueblo de Bañaderos, así
antes de 1528 ya habían tierras cultivadas
por los nuevos habitantes. Según el cronista
Pedro Marcelino Quintana, en 1878,
los lugareños terminaron la construcción
de una ermita bajo la advocación de San
Pedro Apóstol, que pasó a parroquia en
1891 , nombrándose como cura al capellán
Eusebio Hernández de León. En su interior
sobresale la imagen de San Pedro
Apóstol, traída desde la Ciudad de Arucas
a esta ermita en 1878, atribuida al que
fuera discípulo del gran imaginero canario
Luján Pérez, el escultor Manuel Her-nández,
"El Morenito". Frente a la iglesia
se hizo, a finales del siglo XIX, una plaza
caracterizada por su perímetro de mampostería
con artísticos pilastrones, rematados
por elegantes urnas, donde se pueden
ver las iniciales de los nombres de sus
donantes.
Las primeras casas que se establecieron
en Bañaderos lo hicieron en las
proximidades de la ig lesia y de la actual
calle San Pedro. Aquí se encuentran las
principales construcciones del lugar como
lo demuestra la llamada Casa Rosales,
real izada en 1898 (cl San Pedro, 31),
además de las existentes en la Avenida
Lairaga como la Casa Aguiar (nO 60), la
Iglesia de San Andrés
....
Iglesia de Nuestra
Señora del Carmen,
Santidad
Casa de los Segura (nO 75) y la Casa de
Juan Falcón (nO 76), de finales del siglo
XIX y principios del siglo XX. Todas estas
edificaciones se distinguen por la excelente
decoración en cantería, siguiendo
la pauta marcada por el neoclasicis-mo.
FIES TAS DE SAN JUAN
SAN ANDRÉS
Parte de los ricos terrenos de Bañaderos
y San Andrés fueron entregados por derechos
de Conquista a Bartolomé Páez,
quien pronto los cubrió de plantaciones
de caña de azúcar y, supuestamente, erigió
le ermita de San Andrés.
El conjunto arquitectónico de mayor
relevancia se localiza en los alrededores
de la Plaza de San Andrés, núcleo principal
del barrio. La configuración de este
espacio, realizado hacia 1975, se debe al
artista polifacético e Hijo Predilecto de la
Ciudad, Santiago Santana. Como fiel pintor
indigenista, traduce en la Arquitect ura
su interés por lo popular. Por este motivo,
elige aquellas edificaciones sencillas
que no desentonan con el paisaje, utilizando
para sus construcciones materiales
propios del lugar, como los callaos marinos
y la cantería local. En la plaza se ha
instalado recientemente una escultu ra en
bronce del artista Santiago Vargas, que
destaca por su realismo y poder expresivo,
en honor a la labor realizada por el
Rvdo. D. Domingo Báez González en la
construcción del templo y de la Casa Parroquial.
La Iglesia de San Andrés se eleva armónicamente
en el entorno. Los volúmenes
que la integran son equilibrados y limpios,
sobresaliendo en altura el cuerpo de
la torre campanario. En el interior destacan
las pinturas de Santiago Santa na, especia
lmente las del altar Mayor, que relatan
dos pasajes de la vida de San Andrés:
la Elección de San Andrés y San Pedro (iz-
ARUCAS 2001
quierda) y el Martirio del Santo (derecha),
fiel testimonio de la dedicación marinera
a lo largo del tiempo, tanto de San Andrés
como de Bañaderos.
SANTIDAD
Según la tradición, el nombre de Santidad
proviene de un labrador llamado Antón
de la Santidad, que a principios del siglo
XVI tuvo una suerte de tierras, a raíz de
la conquista. Sin embargo, según el Cronista
de Arucas, Pablo de Jesús Vélez, este
nombre procedería de un antiguo yacimiento
arqueológico de etapa prehispánica,
que estaba dedicado al culto de
las divinidades aborígenes, "La Santidad",
como le llamaban los castellanos.
Al igual que otros pueblos y barrios,
Santidad es uno de los primeros núcleos
poblacionales de Arucas. Su nombre aparece
citado ya en el siglo XVIII, como lugar
donde vivían vecinos y vecinas.
Según el arqueólogo Antonio M. Jiménez,
las primeras casas hispánicas surgen
en San tidad Alta, en torno a varias
cuevas de la zona. Tradicionalmente su
población ha vivido de la agricultura, es-
Panorámica de
Montaña de Cardones
pecialmente del cultivo de la platanera,
aunque llamaba la atención en este lugar
la dedicación, en el pasado, al cu ltivo de
ñameras en la acequia del Pino.
Uno de sus edificios más importantes
es la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen.
La primera piedra fue colocada en junio
de 1914, convirtiéndose en parroquia en
1943. Actualmente, esta pequeña iglesia
de una sola nave está siendo ampliada
por iniciativa de la población debido al
aumento de la feligresía.
Otros inmuebles de relevancia son
las casas elaboradas con piedra de can-
Edificio de planta alta
en la Avenida Pedro
Morales Déniz
~
Iglesia de San Isidro
Labrador, Montaña de
Cardones
tería que se establecen en las actuales
calles La Purísima, Los Caídos, Obispo
Marquina y San Lucas. Mientras las más
antiguas, adscrita a la tipología canaria,
se encuentran en la zona llamada Santi dad
Alta, embrión original de esta localidad.
FIESTAS DE SAN JUAN
MONTAÑA DE CARDONES
El pueblo de Montaña Cardones surgió a
partir de un antiguo poblado prehispánico
que se establecía en la falda Sur de la
misma montaña, a resguardo de los vientos
alisios. Su primigenia extensión abarcaría
el Barranco de Cardones, El Valle,
Rosa Silva y El Carril.
El topónimo (nombre del lugar) de
Cardones se cree proviene del siglo XVIII,
tal vez incluso mucho antes y hace referencia
a la vegetación existente en la zona,
el cardón, que se establecía por toda
la montaña.
A lo largo de casi toda su historia la
población de este pueblo se dedicaba,
eminentemente, a la agricultura y a la ganadería,
cuestión que se prolongó hast<l
la década de los años setenta del siglo
XX, con el cultivo de la platanera. De hecho,
el patrono de Cardones es San Isidro
Labrador, en honor a la gran cantidad de
labradores.
Este pueblo siempre ha sido muy singular,
pues ya en 1830 poseía escuela
propia y en 1897, según Pedro Marcelino
Quintana, comenzó a construirse, con una
sola nave, la ermita de San Isidro Labrador,
sobre un solar cedido por las hermanas,
Luisa y Sebastiana Manrique de Lara.
Bendecida en 1902 pasó a convertirse en
Parroquia trece años más tarde.
La iglesia constaría de una sola nave
hasta 1923, año en que se colocaron las
primeras piedras de las naves laterales,
terminándose en 1925. No obstante, la
fachada principal, en estilo neogótico, se
ARUCAS 2001
inició en 1928, según planos del arquitecto
Fernando Navarro, ayudado por el
maestro mayor de obras públicas Sebastián
Quesada. Entre 1995 y 1996 tuvieron
que ser restaurados casi todos los elementos
decorativos en piedra debido a su
mal estado. Los trabajos corrieron a cargo
principalmente de los labrantes aru quenses
Félix Rodríguez, Manuel Marrero
y, el recientemente desaparecido, Fernando
Rodríguez.
Junto a este edificio emblemático fi guran
otros que, aunque mucho más modestos,
reflejan la idiosincrasia del pueblo.
Así, por ejemplo, en la Avenida Pedro
Morales Déniz destacan algunas casas
con decoración en cantería como la
Oficina de Pedro Morales Déniz (nO 46),
realizada en 1910; las casas terreras ubicadas
en el margen derecho de la calza da
(nO 33-19), de finales del siglo XIX y
principios del XX y la casa de dos plantas
(nO 7). a nuestro ju icio la más importante,
tanto por su altura como por la
elegancia del trabajo de la piedra (finales
del siglo XIX). Por último, destaca la Casa
de José Fariña, de principios del siglo
XX, con un inusual porche de entrada y
la serie de casas terreras de la calle San
Isidro.
A todo este patrimonio arquitectónico
habría que añadir el etnográfico como
acequias, cantoneras, etc., sobresaliendo,
por la implicación de la ciudadanía para
su recuperación, la llamada "Fuente de
Cardones" (el La Fuente) .
Las terrazas, integradas
en el paisaje urbano,
invitan al disfrute de la
Ciudad
Recorriendo la Ciudad
en el " Plátano Express"
~
JaSE MANUEL PON CE SANTANA
Concejal de Cultura. Festejos y
Patrimonio HistóricO
FIESTAS OE SAN JUAN
Desde que asumí la responsabilidad
de Concejal de Cultura y Festejos de
este Ayuntamiento, he tenido como principal
preocupación el desarrollar una oferta
cultural digna del interés mostrado por
los aruquenses.
Se trataba, por tanto, de una tarea
comprometida, pues había que intentar
responder a una amplísima gama de preferencias
personales pero que, a su vez,
contentase la demanda de la colectividad.
La oferta cultural, por tanto, debía ser va riada
y equilibrada, jugando entre lo lúdi co
y lo educativo, entre el divertimento
y el aprendizaje. Aunque, en muchas ocasiones,
no hay nada mejor que aprender
jugando.
Pero, cómo llevar a la práctica estas
ideas consiguiendo, además, que la población
asumiera los actos culturales como
parte de su forma de vida, como parte
de la identidad de esta Ciudad. Pronto
tuve la oportunidad de escuchar las peticiones
de los ciudadanos y, a través de
ellas, pude averiguar cuáles eran las principales
inquietudes e intereses de la población
. A esto se unió el apoyo de los
amigos y compañeros y la creación de
un equipo de trabajo, siempre incondicional,
que aportaba, y sigue aportando,
ideas para aumentar el éxito en la gestión.
Pero un nuevo reto tuvimos que afron tar
hace algo más de seis años: el revalorizar
el patrimonio histórico-artístico del
municipio. Empezamos la tarea de recopilar
la información existente sobre nuestro
ARUCAS 2001
patrimonio realizando, en ocasiones, ta reas
de investigación. Luego nos plantea mos
cómo hacerle llegar a los demás sus
peculiaridades, principalmente a los niños
y jóvenes, puesto que ellos serían los herederos
futuros del mismo y los responsables
directos de su conservación. Pensamos
que la mejor forma sería a través de
las visitas guiadas, tanto a la Ciudad como
al resto del municipio. Estas visitas estarían
dotadas de personal cualificado y de
un material de trabajo.
El interés mostrado por la ciudadanía
aruquense y por el resto de la isla, nos
confirmó que habíamos acertado en la
elección de esta metodología de trabajo.
Un interés que queda constatado en las
estadísticas realizadas, ya que, desde 1995
hasta el 2000, han recibido este servicio
un total aproximado de veinticuatro mil
personas.
Junto a este proyecto inicial, surgieron
muchos otros, conocidos por casi todos/as,
que han ido dando un nuevo enfoque a
los contenidos de la Concejalía de Cultura y
Festejos. Por este motivo, posteriormente,
la Concejalía pasó a denominarse, además,
de Patrimonio Histórico.
No obstante, aún faltaba lo más importante,
conseguir que el propio municipio
gestionara su Centro Histórico. Para
ello, se creó, hace algo más de tres años,
la Oficina del Centro Histórico -actual
Oficina de Patrimonio Histórico- , con un
equipo de personas al frente de la misma.
Hoy en día, constituye prácticamente la
única oficina municipal existente en la isla,
que ha elaborado, entre muchas de sus
funciones, un Plan Especial de Revitalización
del Centro Histórico.
Por suerte, no hemos estado solos en
la consecución de este inusual proyecto
municipal, también hemos contado con el
apoyo y el asesoramiento de instituciones
como Patrimonio Histórico del Cabildo de
Gran Canaria, en estrecha colaboración, y
la Dirección General de Patrimonio Histórico
del Gobierno de Canarias.
Esperando que nuestra línea de traba jo
haya sido la correcta para aumentar la
calidad de vida cultural de nuestro municipio,
les animo, partiendo de la sensibilidad
ciudadana por estos temas, a seguir
velando por todos los valores que encierran
los Centros Históricos de Canarias, en
general, y el de Arucas, en particular -:-
Excmo Sr LJ MANUEL LOBO CABRERA
Rector MagnífICo de la Universidad
de las Palmas de Gran Canaria
FIESTAS DE SAN JUAN
El comienzo patrimonial de Arucas
.Arucas, nombre que evoca el pasado indígena
de su territorio, ha conocido desde
su nacimiento un desarrollo que no ha
parado a lo largo del tiempo sino que por
el contrario se ha acelerado en este siglo.
En ese desarrollo está presente el legado
patrimonial que las distintas generaciones
de aruquenses han ido dejando a la ciudad
a lo largo del tiempo, pues desde el
principio fueron conscientes de que gobernar
era poblar, y para poblar había
que construir, y fueron construyendo para
que las viviendas les sirvieran de abrigo,
la iglesia de amparo, siempre dentro de la
tónica de los estilos imperantes en cada
época, para dar realce y lustre a la tierra
que les vio nacer.
Esta zona era en el período prehispánico
un cantón con población estable,
y de ella saldría el caudillo Curiruquián,
en 1476, dos años antes de iniciarse la
conquista de Gran Canaria, con destino a
Lanzarote, para rendir homenaje al señor
Diego de Herrera, con otros elegidos de
los diferentes cantones.
En su territorio se libraron batallas entre
aborígenes y castellanos, y como resultado
de la conquista en su solar se
asentaron familias importantes que fueron
agraciadas en el reparto de tierras,
entre ellas Tomás Rodríguez de Palenzuela,
vecino de Burgos, y la familia de Santa
Gadea, del mismo origen.
La feracidad de la tierra y el agua que
discurría por sus barrancos, fue aprovechada
por los conquistadores y pobladores
para cultivar en su vega la preciada
caña de azúcar y fabricar en los ingenios
levantados en la tierra del azúcar que demandaban
los mercados europeos. Esta
actividad generadora de riqueza, hizo que
en poco tiempo el vecindario creciera y
el poblamiento fuera adquiriendo forma,
y en consecuencia el obispo don Fernando
Vázquez de Arce, en sus sinodales crea
la parroquia, sobre la ermita levantada
años antes por el escribano Juan de Aríñez,
propietario de uno de los ingenios
que se levantaron en la zona.
En torno a la iglesia, y al pie de la
montaña, se fue agrupando el caserío,
que se convierte en el centro o eje de la
actividad de la nueva población, pues la
plaza y la iglesia fueron factores decisivos,
al convert irse en el lugar donde se reunían
los vecinos. También por estas fechas
existía ya la ermita y capilla del señor San
Pedro, que Juan Mansel, otro poblador de
la zona, de origen francés, y padre de doña
Sofía de Santa Gadea, hizo y edificó a
su costa en torno a 1521.
La primitiva iglesia de San Juan, advocación
que evoca a la conquista y a los
conquistadores, pues la isla se comenzó a
conquistar un día de San Juan, y tres Juanes
participaron en ella, debió ser de fac-
ARUCAS 2001
tura modesta, pero sus vecinos quisieron
tener un templo a la altura de su riqueza y
de la importancia que le querían transmitir
a su lugar de morada. La nueva iglesia,
construida a fines del siglo XVI, estaba levantada
en cantería, elemento dominante
en la arquitectura de Arucas, por la riqueza
de la piedra en la zona, que debían
aportar 105 vecinos.
En la construcción, en especial en los
vanos y en las capillas ejecutadas en su
interior, dominaba aún el estilo renacentista,
acompañado del mampuesto en las
paredes y el mudéjar en la cubierta, labrado
finamente por 105 carpinteros isleños,
como hicieron en otras obras de la época.
Así, desde casi el principio Arucas
empezó a contar con su seña de iden-ti
dad patrimonial, pues en torno a la
iglesia comenzaron a construirse las primeras
viviendas, que luego se extenderían
por todo su alrededor. Eran viviendas
alegres, pues el blanco de las tapias
dominaba sobre la madera que cubría las
techumbres y daba aire a los balcones
que tímidamente se asomaban a 105 patios.
y así se fue conformando Arucas, al
amparo de la prosperidad de 105 cañaverales
que les permitió levantar un núcleo
donde se ha mantenido por doquier la
belleza de la piedra, y la renovación de sus
edificios, entre ellos la propia iglesia, hoy
levantada sobre el antiguo solar de una
construcción de corte renacentista y mudéjar
-:-
ordenación territorial con el patrimonio inmueble,
tanto en la fase de diagnóstico co- La entrada en vigor de la Ley del Patrimonio
Histórico de Canarias, ha supuesto
sin duda un apoyo importante pa ra
la defensa y preservación de nuestro pa-mo
en las determinaciones normativas que JUAN CARLOS DOMINGUEZ GUTIERREZ
garanticen su preservación (art 59 LPHC).
trimonio. Algunas ideas e innovaciones en En cuanto a 105 Ayuntamientos, la Ley
particular ofrecen nuevos medios jurídicos, canaria ha optado por atribuir a las cor-apropiados
a nuestra realidad, para gestio- poraciones municipales con carácter gene-nar
el legado cultural de nuestras islas. En- ral la responsabilidad de proteger el patri-tre
ellos me gustaría destacar dos aspec- monio edificado (tanto arquitectónico co-tos:
el nuevo papel y responsabilidad que mo etnográfico) presente en su municipio,
competen a 105 Ayuntamientos, y la espe- a través de la formulación de un Catálogo
cial atención que la Ley dedica a la dimen- Arquitectónico inserto en 105 Planes Gene-sión
territorial del patrimonio histórico, lo rales. En dicho Catálogo se determinan los
que se traduce en una más intensa implica- niveles posibles de intervención para cada
ción de 105 instrumentos urbanísticos y de pieza inventariada, de manera que tanto el
Jefe de ServiCIO de Patrimonio
HistórICO del Cabildo de Gran Canaria
particular como la administración urbanística
sepan hasta dónde puede llegarse en
una intervención sin que se pierda el valor
histórico del inmueble.
A su vez, los municipios que incluyen
Conjuntos Históricos en sus demarcaciones,
deben gestionarlo mediante un Plan
Especial de Protección. En la nueva Ley
estos Planes Especiales están más orientados
a la gestión del Conjunto entendido
como un todo, procurando conjugar
su preservación con la revitalización, que
simplemente a imponer normas edificatorias
a los particulares ~que también son
necesarias~.
Todas estas posibilidades necesitan
sin embargo de un impulso político. Las
normas por sí solas no pueden desplegar
su eficacia sin la energía que le insufla
la voluntad de los rectores públicos. Luego,
las decisiones pueden ser más o menos
acertadas, pues en un tema complejo,
como es el de la gestión del patrimonio
histórico, donde además se compite
por el espacio con otros intereses en un
escenario de suelo escaso y caro, nadie
está inmune a la posibilidad de cometer
errores, o dicho de otra manera, de adoptar
una decisión menos acertada que la
óptima. Para lo cual no hay antídotos,
aunque sí remedios eficaces, y entre ellos
uno de los más acreditados consiste en
dejarse asesorar por el personal idóneo.
Éste es, éste debe ser, el modo habitual
de todo sensato proceder, al menos en el
campo del patrimonio histórico: antes de
recetar, análisis de todo tipo y diagnósti-
FIESTAS DE SAN JUAN
cos de distintos especialistas. Y luego, decisión
imparcial e inflexible en la aplicación
de la terapia.
y hay que afirmar que el Ayuntamiento
de Arucas, a las puertas del 25 aniversario
de la declaración de su Conjunto Histórico,
ofrece en ese sentido una trayectoria
ejemplar. Pocas corporaciones han
entendido, como la aruquense, que el patrimonio
histórico constituye un activo,
un recurso económico, que puede generar
rentas y empleo, y no un trasto inútil
que sólo causa problemas.
No es baladí remarcar, por ejemplo,
que Arucas en este momento es el único
Ayuntamiento de la isla (incluyendo al capitalino)
que ha creado una Unidad de Patrimonio
Histórico con dos (a veces tres)
jóvenes licenciados contratados (de cuya
labor entusiasta y en ascenso constante,
soy, como funcionario del gremio, testigo
y a veces aprovechado beneficiario, pues
para el Servicio Insular constituye un apoyo
y una colaboración impagable).
Asimismo, en tareas de difusión, se
adelantó Arucas a todos los demás al publicar
su Catálogo primero y luego su
magnífica Guía del Patrimonio que nos
permitió acceder, gratamente sorprendidos,
a su rico legado patrimonial.
Pero, sin duda, donde la labor municipal
ha alcanzado un nivel sobresaliente
ha sido en la elaboración del Plan Especial
del Conjunto Histórico. El acierto de encargar
el trabajo a un equipo competente,
regido por una dirección experta, ha dado
como resultado un Plan excelente, con
ARUCAS 2001
metas muy claras, y propuestas sencillas
pero eficaces para introducir actividades
que promuevan la recuperación del casco
antiguo de Arucas con un mínimo de
perturbación. Añádase a ello el que no
sólo se ha elaborado el Plan sino que se
ha previsto su puesta en marcha con una
Oficina de Gestión específica. Con tales
herramientas no le será difícil al Ayunta miento
conseguir la financiación que requiere
su implementación, e involucrar a
los vecinos en preservar 105 valores históricos
de sus propiedades, en la seguridad
de que estos valores constituyen hoy día
la garantía de un desarrollo sostenible para
la ciudad, y un factor esencial para su
calidad de vida .
No tardaremos mucho en ver palpables
result.,dos. Y esperemos que así,
otros recorran, como muy tarde antes de
que celebremos el 50 Aniversario del Conjunto
Histórico, el mismo sendero -:-
Los maestros de obras en un complejo nudo
de polémicas
En el concepto de patrimonio históricoartístico
de cualquier pueblo, el conjunto
integrado por su arquitectura es uno de
105 que detentan una mayor significación
como es sobradamente reconocido. Por
cuestiones que exceden la naturaleza de
este breve comentario no es el caso extenderse
aquí en mayores consideraciones,
pero si quisiéramos recalar en la cuestión
de la fisonomía de la ciudad, y sobre
todo en 105 artífices que han tenido una
participación directa en su conformación.
En definitiva, y centrándonos en el propio
núcleo urbano de Arucas, cabe formularse
el siguiente interrogante: ¿quiénes han
sido 105 profesionales que se han encargado
de ello?
Hasta épocas relativamente recientes
el hecho arquitectónico estuvo protagonizado
por arquitectos o maestros de obras,
sin que en muchos casos hubiera lugar
a distinciones entre ambas categorías. Es
más, la de maestros de obras era una profesión
que gozaba de gran consideración
en la sociedad del Antiguo Régimen. La
formación necesaria para alcanzar la suficiencia
discurría en el interior de 105 gremios,
que eran, como ya sabemos, asocia ciones
de miembros de un mismo oficio
que transmitían de generación en generación
un cúmulo de conocimientos de índole
eminentemente práctica. En España
el apogeo del sistema gremial se sitúa entre
105 siglos XIV Y XVIII, aunque aún se
sostiene a principios del siglo XIX. Su desaparición
definitiva se produjo hacia 1842,
una vez implantadas las nuevas ideas de libertad,
industria y trabajo que acompañaron
a 105 modernos aires ilustrados.
Si nos acercamos al papel que cumplió
desempeñar a 105 maestros de obras
resulta ineludible destacar un aconteci-
MARíA CANDELARIA HERNANDEZ
Profesora de Estéttca y
Teoría de las Artes
miento de trascendental importancia, como
fue la creación de la Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando en Madrid,
hecho que definitivamente tuvo lugar
en 1752. Le seguirían otras, como la
de San Carlos en Valencia (1768) y la de La
Lonja en Barcelona (1775) . En síntesis, lo
que más nos interesa señalar aquí es que
es a esta Academia de San Fernando a la
que va a competer a partir de 1764 la expedición
del título de Maestro de Obras,
lo cual viene a significar que la enseñanza
académica da al traste con el sistema
gremial imperante hasta entonces (como
tales estudios oficiales se prolongan hasta
1871 cuando por Decreto se extingue dicha
carrera, dándose la posibilidad de que
los Maestros de Obras pudiesen convalidar
su título por el de Arquitecto mediante
unos cursos especiales).
Recordemos que la Academia de Bellas
Artes lo era de las Tres Nobles Artes,
esto es: pintura, escultura y arquitectura
(los estudios de arq uitectura se escindieron
mucho después, exactamente en
1885, cuando se funda en Madrid la Escuela
Especial de Arquitectura), calco del
modelo francés, el mismo que se siguió
en otros países europeos. El espaldarazo
definitivo a la Academia en España se produciría
bajo el reinado de Fernando VII;
las intenciones de control y monopolio de
la institución convergen en este caso con
el carácter absolutista del monarca. Por
lo tanto, la reglam entación de la enseñanza
artística del país siguiendo criterios racionales
coincide con la imposición de un
FIESTAS DE SAN JUAN
gusto oficial -clasicista- y los gremios
quedan definitivamente descalificados como
generadores autónomos de gusto artístico.
Naturalmente se abría con ello un
abismo entre artistas y artesanos.
Centrándonos en la situación concreta
de los maestros de obras en el medio
insular, forzosamente hemos de referirnos
a la llegada en 1847 a las Islas Canarias
del arquitecto Manuel de Oraá y
Arcocha. El primer titulado del archipiélago
se establece en Santa Cruz de Tenerife
y asume poco después - concretamente
en 1853-el cargo de Arquitecto Provincial,
que le facultaría para asumir la responsabilidad
en los proyectos de mayor
significación en la arquitectura del archipiélago
(Canarias era entonces una sola
provincia) y en cualquier caso la prerrogativa
de supervisar todos los proyectos,
siendo requisito indispensable su oportuna
aprobación para poder ejecutar la
obra. A partir de aquí, los maestros de
obras en activo verían progresivamente
mermadas sus atribuciones; Manuel de
Oraá asumió de manera inflexible los cometidos
de su ca rgo, interviniendo en todas
las parcelas de su competencia que la
ley respaldaba. Es lo que por ejemplo sucedió
en el momento de iniciarse la construcción
del mercado de esta misma ciudad
de Arucas, un recinto actualmente
destinado a otros usos municipales. Al iniciarse
las obras en 1879, Oraá emite un
informe dirigido al Gobernador Civil de la
provincia, donde recordaba que según el
arto 49 de la Ley de 13 de abril de 1877
ARUCAS 2001
se exigía un arquitecto, ya falta de éste
un maestro de obras con título (aunque
añadía que en caso de no haber ninguno
podía nombrarse un maestro práctico de
los más acreditados y de confianza) para
responsabilizarse de su buena construcción.
La dirección de las obras de la plaza
del mercado corría a cargo de Antonio
Guerra Rodríguez, habiendo firmado los
planos tres años antes el arquitecto A. López
Echegarreta, por lo cual resulta un
tanto inexplicable el celo demostrado por
parte de Oraá.
Por otro lado Manuel de Oraá entendía
que "la arquitectura es un oficio del
gabinete", postura que le vincula con la
idea albertiana de separación de funciones:
arquitecto-artista, el que idea, con
escasa o nula conexión con la propia
construcción. Ésta, la construcción, sería
a partir de ·entonces el único campo permitido
a los maestros de obras ':'
El Plan Especial del Centro Histórico de Arucas:
el papel de los proyectos piloto
Con demasiada frecuencia, el lenguaje de
los urbanistas resulta de difícil compresión
para los ciudadanos. Los textos y pIanos
que acompañan a un "Plan", del tipo
que sea, tiene significado para los especialistas,
pero difícilmente pasan de ser
"manchas de colores" para aquellos que,
en definitiva, son los destinatarios.
Esta dificultad de comprensión, suele
ir acompañada de un divorcio entre lo
que se planifica y lo realmente posible de
ejecutar. En el caso de un Plan especial,
la falta de rea lismo, entre lo que se propone
(desea), y lo que realmente se está
en condiciones de conseguir, puede condenar
al centro histórico, que se pretende
proteger, a la congelación, y al documento
del Plan, generalmente trabajosamente
ejecutado, a la inutilidad, o únicamente
a convertirse en el instrumento para
dar cobertura legal a una serie de prohibiciones.
Cuando la Corporación Municipal de
Arucas, en enero de 1998, tomó la decisión
de revisar el entonces vigente Plan
Especial de Reforma Interior del Casco de
Arucas, necesitaba, entre otras cosas, superar
una situación de pérdida de vitalidad,
parálisis y congelación del centro histórico
producida, en buena medida, por el
propio planea miento de protección existente.
El recientemente finalizado Plan Especial
de Protección del Centro Histórico
de Arucas, está fundamentado en media
docena de decisiones sencillas, que
no simples, cuyos objetivos son, sencillamente,
defender unas formas de vida, y
unas formas urbanas y arquitectónicas.
En ese orden
MARíA LUISA CERRILLOS
Arquitecto. Asesor externo del
Municipio de Arucas para la
realización del Plan Especial
del Centro Histórico
Para defender esa calidad de vida, el
Plan incorpora, desde el primer momento,
una serie de "proyectos piloto" que "el
Plan" sabe que los habitantes del Centro
Histórico y el resto de los ciudadanos de
Arucas necesitan.
Hay que detener la pérdida de habitantes
y promover la residencia permanente
de familias estables. Para lograrlo,
además de racionalizar y flexibilizar la Ordenanza
de Protección, el equipo del Plan
ha negociado, y sigue negociando, una
serie de convenios urbanísticos que incorporan
al centro un considerable número
de viviendas.
Hay un importante problema de fa lta
de estacionamiento en el Centro Histórico
(en Arucas no hay donde aparcar. .. ). La
Corporación Municipal, por iniciativa del
Plan ha puesto en marcha un proyecto de
estacionamiento subterráneo, bajo el antiguo
Mercado Municipal y la Plaza de la
Constitución, mediante un concurso para
su construcción y explotación, que ya se
ha adjudicado, y que va a suponer para el
centro de Arucas la oportunidad de contar
con 345 plazas de estacionamiento
público en el mismo centro del centro histórico.
Los ciudadanos expresan su preocupación
por la falta de actividades lúdicas
y recreativas en el centro histórico (el centro
histórico es un lugar aburrido donde
no hay donde estar ni nada que hacer). A
través del Plan se ha puesto en marcha,
en una operación conjunta con la del estacionamiento
subterráneo, la rehabilita-
FIESTAS DE SAN JUAN
ción del antiguo Mercado Municipal, para
reconvertirlo en un centro comercial, que
continúa la tradición comercial del edificio,
y en el que está prevista la incorporación
de cafeterías, locales comerciales,
locales de recreación, etc., dentro de parámetros
de modernidad, funciona lidad y
respeto al entorno y al edificio existente.
Hay un problema de falta de equipamientos
culturales, y es obvio que el centro
histórico puede y debe ser uno de
los lugares más atractivo para darle respuesta
a esta necesidad. Se ha puesto en
marcha la rehabilitación del antiguo Cine
Díaz, como Centro Municipal de Cultura,
mediante un proyecto de reestructu ración
del edificio existente, que dará cabida a
una sala para 280 espectadores. La obra
se encuentra en estos momentos en fase
de adjudicación.
En la misma línea, y respondiendo a la
necesidad de ordenar y recuperar los documentos
del archivo municipal, actualmente
dispersos en distintas dependencias
municipales, se está promoviendo la
construcción de un edificio de archivo y
centro de estudio municipal, con 1.500
m' construidos, en pleno centro histórico,
que responde a las técnicas más actuales
de almacenaje y tratamiento de documentos.
La iniciativa cuenta ya con un
proyecto de ejecución realizado y se encuentra
en fase de tramitación. Para lelamente,
se está reestructurando la antigua
Casa del Niño, de más de 2.400 m' construidos,
como Escuelas Artísticas Municipales,
etc., etc.
ARUCAS 2001
Hay que mejorar los espacios públicos
y dignificar el espacio urbano (las calles
y plazas están en mal estado). Se ha iniciado
un programa de reparación y readecuación
de las ca lles, plazas y espacios
públicos del centro, partiendo de calles
emblemáticas de especial significado.
En Arucas "la cantería" es, posiblemente,
uno de los elementos con más
fuerza en sus señas de identidad. Aprovechando
la situación de una antigua
cantera, y sus indiscutibles valores ambientales,
las ruinas de un par de edificaciones
de propiedad municipal y del antiguo
(y pequeño) Matadero Municipal, se
está recuperando un frente "de ciudad",
rehabilitándose el matadero para las oficinas
del Centro Forestal de las Medianías
de Gran Canaria, y la cantera y la
edificación adyacente para futuro Museo
del Labrante. Los dos proyectos están en
ejecución.
El empeño y el empuje imprescindibles,
para convertir en realidad las pro-puestas
del Plan, corre a cargo de la Oficina
de Patrimonio Histórico de Arucas, auténtica
unidad de gestión, responsable de
impulsar y promover un plan premeditado
y cuidadoso, un programa de proyectos
piloto, que sea capaz de responder a
necesidades reales de los ciudadanos, cubrir
carencias existentes, y recuperar "centro
histórico" (ciudad) de forma coherente,
respetuosa, realista y ordenada.
Los proyectos que se proponen, no
sólo deben hacerse, sino que pueden hacerse
y se están haciendo. De esta manera,
el Plan es la herramienta para canalizar
el futuro del centro histórico y la garantía
de que sus disposiciones y contenido
sirven para el único objetivo admisible
y legítimo, mantener el Centro Histórico
de Arucas como un lugar vivo,
habitable, bien equipado, autosuficiente,
y respetuoso con sus señas de identidad,
al servicio de todos los ciudadanos y de
manera especial, de los que tienen la fortu
na de ser sus residentes .:.
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