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- e~ ts 1 Leopoldo de la Rosa Olivera • ESTUDIOS HISTÓRICOS SOBRE LAS CANARIAS ORIENTALES BIBLIOTECA UNlVERSITARIA LAS PALMAS DEO. CANARIA N. 9 Documento S = rS .: z N. 2 Copia SS- U ( © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Colección: HISTORIA Dirigida por AGUSTÍN MILLARES CARLO © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA -' ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LAS CANARIAS ORIENTALES Prólogo de AGUSTÍ MILLARES CARLO EXCMA. MANCOMUNIDAD DE CABILDOS DE LAS PALMAS PLAN CULTURAL 197 8 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 © EXCMA. MANCOMUNIDAD DE CABILDOS DE LAS PALMAS. PLAN CULTURAL. 1978 PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPAÑA r. S. B. N. 84- 500- 2717- 9 DEPÓSITO LEGAL: V. 1.707 - 1978 ARTES GRÁFICAS SOLER, S. A. - JÁVEA, 28 - VALENCIA ( 8) - 1978 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 PRÓLOGO Don Leopoldo de la Rosa Olivera, con plausible acuerdo, reúne en el presente volumen un grupo de sus trabajos de investigación circunscrito a la historia de las islas orientales de nuestro archipiélago. Editadas originariamente las presentes monografías en publicaciones de tanto prestigio como la Revista de Historia ( La Laguna), El Museo Canario ( Las Palmas) y el Anuario de Estudios Atlánticos ( MadridLas Palmas), en un período que abarca desde 1946 hasta 1975, no resultaba fácil su consulta, lo cual era tanto más de lamentar, cuanto que, pese a la diversidad de los temas tratados en estas páginas, existen entre ellos indudables afinidades. Una simple ojeada al contenido de estos Estudios históricos nos revela al punto una doble condición en su autor: la del historiador y la del jurisconsulto; facetas ambas que ya se muestran en la tesis titulada Evolución del régimen local en las Islas Canarias, con la cual obtuvo el grado de doctor en Derecho por la Universidad de Madrid en 1944, y que dos años después editó el Instituto de Estudios de Administración Local de la capital de España. El desempeño de diversos cargos durante cuarenta y dos años, y últimamente, hasta su jubilación reglamentaria en 1975, del de Secre · tario del Cabildo Insular y de la Mancomunidad Provincial de Santa Cruz de Tenerife, no han impedido a Leopoldo de la Rosa asumir la tarea de profesor adjunto, primero, y de catedrático interino, al pre · sente, de Derecho Administrativo en la Universidad de La Laguna, ni intervenir en las actividades del Instituto de Estudios Canarios, ya como Director- presidente, ya como Secretario general, cargo que ocupa en la actualidad, ni consagrar mucho de su tiempo a la indagación del pasado de nuestras Islas. Fruto de su inteligente e incansable esfuerzo son, además de la obra que hoy nos cabe el privilegio de prologar, otros trabajos de positivo interés, que produjo, ya solo (" Comienzo y fin de la campaña de Lugo en Tenerife", 1946; " El conquistador Lope Femández", 1953, " Notas sobre los reyes de Tenerife y sus familias''. 1956; " Las haciendas locales en las Islas Canarias", 1967; " Noticias históricas sobre el Consejo Provincial de Canarias", 1971, etc.), ya VII © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en colaboración con el desaparecido profesor Elías Serra RaJols (" Los reinos de Tenerife"; El adelantado don Alonso de Lugo y su resi · dencia por Lope de Sosa, 1949; " Vecindario de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna en el siglo XVI", 1949; Reformación del repartimiento de Tenerife en 1506, y colección de documentos sobre el Adelantado y su gobierno, 1953, etc.). En 1944 comenzó el doctor De la Rosa a insertar en la citada Revista de Historia, el " Catálogo del Archivo municipal de La Laguna ( sucesor del antiguo Cabildo de Tenerife)", ardua labor, que una vez reunidas sus diversas entregas o separatas, cristalizó en un nutrido volumen que vio la luz en 1960. Poco después de acometer esta obra, publicaba en 1949 Serra Ráfols la edición y estudio del volumen 1 ( 1497- 1507) de los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, empresa a la que se incorporó el doctor De la Rosa a partir del tomo II ( 1508- 1513), editado en 1952, para contribuir con su cooperación eficacísima a la divulgación de los volúmenes III ( 1514- 1518) Y IV ( 1518- 1525), que salieron al público en 1965 y 1970, respectivamente; obra a todas luces trascendental para quienes propician como urgente la compilación de colecciones documentales básicas para el conocimiento de nuestro pasado, con inclusión en ellas de textos inéditos o deficientemente editados; tarea tanto más meritoria cuanto que quien la realiza pone desinteresadamente su esfuerzo y su tiempo al servicio de otros investigadores más que al propio. El autor de los presentes Estudios históricos pertenece a la estirpe de los eruditos que, al decir de Ambrosio de Morales, y en caso de contradicción de ambas fuentes, prefieren a la crónica el privilegio, es decir, el testimonio documental de autenticidad indubitada. Aludamos otra vez a su asidua contribución a los objetivos del benemérito Instituto de Estudios Canarios, entidad que se propone " recoger y publicar cuantos datos le sea posible reunir referentes al contenido material de los archivos, depósitos de documentos y bibliotecas del archipiélago canario o directamente relacionados con su historia: índices, inventarios, repertorios, resúmenes de fuentes documentales, catálogos de manuscritos canarios, bibliografías especiales, etc." Sugestivo panorama y enumeración de actividades y proyectos, muchos de los cuales se han convertido ya en realidades, de tal modo que serían bienvenidas no sólo una monografía de conjunto sobre los archivos isleños y los foráneos depositarios de testimonios concernientes a nuestro pasado, sino un repertorio razonado y crítico sobre esos mismos reposi. torios, a fin de saber dónde nos hallamos en punto a las publicaciones de que hayan sido objeto. Los estudios congregados en el presente libro responden a las mismas características que presiden el resto de la producción erudita de Leopoldo de la Rosa, y se dejan reducir, hecha abstracción de VIII © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 otros de no menor interés, a dos grupos principales: uno históricojurídico y otro de índole genealógica. Entran en el primero las monografías tituladas " La Real Audiencia de Canarias ( Notas para su historia)" y " Vigencia del Fuero de Gran Canaria". Antes de entrar en el estudio referente al tribunal creado por el Emperador por provisión dada en Granada el 7 de diciembre de 1526, alude el autor a los antecedentes históricos de este organismo en la Baja Edad Media y con anterioridad al reinado de los Reyes Católicos quienes estabilizaron en Valladolid la residencia de la Chancillería existente desde tiempos anteriores, y crearon en 1494 la de Ciudad Real, trasladada en 1500 a Granada. El estudio que el doctor De la Rosa consagra a la Audiencia de Canarias, a los motivos de su creación, a su personal, estructura y competencia es muy completo, aunque deja intocado, por no entrar en el marco de los objetivos perseguidos por el autor - tema de estudio para futuros investigadores - el examen de cómo se refleja la tramitación de los asuntos en la documentación, cuáles son las provisiones que en nombre de los reyes expedía la Audiencia, cuál la estructura de la documentación genuinamente judicial ( es decir, la emanada del propio tribunal a 10 largo de un pleito), y cuáles, finalmente, las características externas e internas de las ejecutorias o sentencias definitivas. La observación de De la Rosa sobre la casi inexistencia de la producción sobre este tema, al menos en 10 concerniente a España, ya que por 10 que a Hispanoamérica se refiere contamos con el excelente libro del malogrado José Joaquín Real Díaz titulado Estudio diplomático del documento indiano ( Sevilla, 1970), es acertada, pues aparte de los artículos de Francisco Mendizába1, " Investigaciones acerca del origen, historia y organización de la Real Chancillería de Valladolid; su jurisdicción y competencia" ( Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos [ Madrid], 3. a época, XXX [ 1914- 1], 61- 72; 243- 264; 437- 452, Y XXXI- II [ 1914- II], pp. 95- 112; 459- 467), Ylos de Eladio Lapresa Molina, " El archivo de la Real Audiencia de Granada" ( Hidalguía [ Madrid], 1 [ 1953], 157- 168), Y en el volumen Paleografía de Andalucía oriental... Transcripciones, Granada, Secretaría de Publicaciones de la Universidad, 1977, pp. 115- 120, no existe, que sepamos ninguna obra que abarque en su totalidad la evolución a través del tiempo de los diversos aspectos de tan importante institución, por 10 cual son tanto más de admirar las páginas que le dedica el profesor García de Va1deavellano en su clásico Curso de historia de las instituciones españolas desde los orígenes hasta el final de la Edad Media ( 4. a ed., Madrid, Revista de Occidente, 1973). A otros relevantes méritos añade la monografía de que tratamos el de darnos a conocer un índice somero, pero muy útil, de los nueve libros de reales cédulas del archivo de la entidad estudiada ( conservados hoy, con el resto de IX © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 la documentación judicial en el Histórico Provincial de Las Palmas), así como el texto de las Ordenanzas recopiladas por Escudero de Peralta. Sabido es que el Fuero de Gran Canaria fue publicado, con reproducción en facsímil del original, en 1947, gracias a una feliz iniciativa del Ayuntamiento de Las Palmas y a la competente diligencia del entonces archivero de esta Corporación don Pedro Cullen del Castillo, por partida doble: primero, en una edición de cien ejemplares numerados, y en unión de la real cédula ( en realidad, provisión) por la cual incorporaron en 1487 los Reyes Católicos a su corona de Castilla la isla de Gran Canaria, y por segunda vez, en la edición parcial del llamado Libro rojo, donde el Fuero ocupa los folios 4 a 6v y apéndice, con el equívoco título de " Real cédula de privilegios de esta isla". En las páginas que el doctor De la Rosa consagra a estudiar la vigencia de estas ordenanzas, cuyo texto fue él el primero en publicar, que sepamos, en la tesis doctoral mencionada al comienzo de estas páginas, ciñe sus observaciones a la elección de los oficios y a su confirmación por los monarcas, y pone de relieve, basándose en un estudio del doctor Jesús Lalinde, " la casi absoluta identidad entre los fueros de Baza y de Gran Canaria, ambos expedidos por la cancillería real en Madrid, el 20 de diciembre de 1494"; dato de gran interés, porque habiendo desaparecido los tres primeros folios del Libro rojo, en los cuales se contenía el comienzo del Fuero, suplióse esta laguna en las ediciones antes citadas con el texto de una transcripción autentificada el 20 de noviembre de 1789 por el escribano mayor del Cabildo Carlos Vázquez de Figueroa, quien utilizó, no el Libro rojo, probablemente mutilado ya para entonces, sino otro " maltratado y de letra muy antigua, que fue necesario que en este tiempo se mandase copiar por sus caracteres que pocos podrán comprender". Como quiera que esta transcripción de 1789 es poco fiel, será posible ahora rectificar los errores que se contienen en los capítulos del Fuero que faltan en el Libro rojo. Leopoldo de la Rosa ha tenido el acierto de reproducir el texto de Baza en la parte que guarda relación con el objeto de su monografía, la cual contiene además un importante conjunto de reales disposiciones procedentes de los " Libros de quitaciones de Corte" y del " Registro del Sello" del Archivo de Simancas. A título de ejemplo de los varios problemas que estos Estudios históricos sugieren, señalemos que el doctor De la Rosa, en un capítulo especial dedicado a la personalidad del gobernador Antonio de Torres, tras de señalar que éste fue nombrado alcaide de la fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña el 21 de febrero de 1502, " fecha probable del encargo del gobierno de Gran Canaria", y de aseverar que con motivo de su designación el 20 de junio de 1500 como veedor de las empresas x © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 encomendadas a Alonso de Lugo en las costas de Berbería, debió Torres de venir a Gran Canaria, al tratar en el capítulo que ahora nos ocupa de la segunda elección de oficios capitulares celebrada el día de Santiago ( 25 de julio) de 1501, durante aún el mandato de Lope Sánchez de Valenzuela, nos dice que habiéndola impugnado al punto Pedro de Santana, expidieron los reyes en Écija ( donde a la sazón se encontraban, como consta en su Itinerario, publicado por Rumeu de Armas, Madrid, 1974, p. 273), el 4 de diciembre de 1501, una disposición ordenando al " nuevo gobernador", que proveyese, oídas las partes. Como este gobernador no pudo ser otro que Torres ( identificado ahora con su homónimo el amigo de Colón y capitán general que había sido de la flota del Comendador Ovando), este personaje debió de recibir dicho nombramiento, juntamente con el de juez encargado de tomarle la residencia a Sánchez de Valenzuela, como taxativamente se expresa en el documento reproducido en la página 153, entre las dos fechas arriba citadas, es decir, en el segundo semestre de 1501. y no ' en 1502. Señalemos, para terminar, las monografías de índole genealógica, que, tratadas con extraordinario dominio del tema, son de subido interés por la calidad de las personas en ellas estudiadas, y dejemos para otra ocasión el examen despacioso de otros aspectos de este libro, cuya aparición acogerán con aplauso cuantos se afanan por un mejor conocimiento de nuestro pasado. Leopoldo de la Rosa, con cuyo nombre se ha bautizado reciente · mente un galardón destinado a premiar trabajos sobre problemas de la Administración Local, puede, aun cuando la nota distintiva de su carácter sea la modestia, sentirse orgulloso de su labor como profesor modelo y como historiador de mérito relevante. AGUSTÍN MILLARES CARLO Las Palmas de Gran Canaria, mayo de 1978. XI © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 1 LAS " SEÑALES" DE LOS ANTIGUOS CANARIOS E N el Archivo municipal de La Laguna, y entre sus valiosos fondos procedentes del antiguo Cabildo de Tenerife, se conservan siete legajos agrupados bajo la denominación " Datas por el Adelantado y el Cabildo". Si bien su contenido no responde exactamente al nombre que les fue dado, parte principal, por su interés histórico, la forman los expedientes de confirmación de datas otorgadas por D. Alonso Fernández de Lugo, que se instruyeron entre los meses de julio a septiembre de 1508, al trasladarse a Tenerife el gobernador de la isla de Gran Canaria Lope de Sosa, como juez de residencia del Adelantado y reformador de los repartimientos por éste hechos. Contienen también, entre los documentos del primer siglo de vida de la nueva colonia, varios motivados por posteriores incidencias en tales repartos, y concesiones hechas por el Cabildo después de la muerte de Lugo, cuyo valor en muchos casos no es inferior al de aquéllos. Pero no vamos a hacer ahora un completo estudio del contenido de estos siete legajos; nos limitaremos por hoya dar a la publicidad las observaciones a que nos ha conducido el hallazgo en algunos de sus expedientes de determinados signos, que revisten, a nuestro juicio, destacado interés. Se trata de grafías correspondientes a diversos testigos que prestan sus declaraciones por los años inmediatos posteriores a la conquista de la isla, hechas en equivalencia a sus firmas, las cuales reproducimos en las láminas que se publican con este trabajo. Los expedientes en que se encuentran son cinco: tres, de los instruidos en 1508 ante Lope de Sosa; el cuarto, uno de estos mismos, pero en diligencias practicadas el 1513 para dilucidar el incierto lindero de unas tierras, y el quinto, el iniciado en 1530 a instancias del segundo Adelantado D. Pedro Fernández de Lugo para probar había sido el descubridor de ciertos nacientes de agua 1 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en la sierra del Obispo, justificando así el pretender se le concediese parte de su caudal. Estos cinco expedientes están catalogados en la sección primera de este archivo, legajos D- II, números 3, 8 Y 10, Y D- IV, números 14 y 26, respectivamente. Procuraremos precisar cuántas circunstancias se dan en ellos que puedan ser relevantes para el estudio de tales grafías, así como las noticias que hasta el momento conOcemos sobre sus autores. En la redacción de las declaraciones de los diversos testigos que deponen en los tres primeros citados expedientes se observan las siguientes modalidades. Aquéllas que aparecen firmadas terminan con éstas o análogas palabras: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e firmolo de su nonbre"; en las que no hay firma ni signo alguno dicen: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e dixo que no sabia firmar" o " que no sabia escrebir"; mientras en las que se hicieron las grafías a que nos referimos su terminación está redactada en los siguientes términos: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e señalolo". Las dos primeras de estas tres modalidades se repiten en los restantes expedientes de confirmación que se conservan. Ha querido expresar el escribano, con términos distintos, los diferentes casos que se daban en relación con lo que los testigos hacían: los que firmaban, los que hacían su señal y los que ni lo uno ni lo otro sabían hacer. Puede observarse en la lámina número 1 la declaración de Juan Vizcaíno, que hace su señal, y la de Fernando de Castro, que firma. En estos citados expedientes de confirmación debió actuar ordinariamente Pedro Fernández, " escribano de la reformación", como así se llama en alguno de ellos, que acompañaría al gobernador Lope de Sosa durante su misión en Tenerife, desde Gran Canaria, donde ejercía el oficio. El escribano de concejo del Cabildo de Tenerife, Antón de Vallejo, solamente interviene en alguna diligencia, como en la de presentación de testigos en el expediente de Pedro Mayor, que aparece en la página reproducida. Consideramos de interés hacer resaltar la intervención de Pedro Fernández, quien, por ejercer en la isla de Gran Canaria, debiera ser buen conocedor de las costumbres de su población. Por tal causa hemos adoptado la palabra señal para distinguir tales grafías, ya que es la usada por este escribano. 1 1 Consta que Pedro Femández, " escribano de sus Altezas", lo fue de la " reformación" encomendada a Lope de Sosa en el expediente de Pedro Sago, o de Lugo, canario, en comparecencia que en él hace Pedro de Madalena, igualmente canario, declaratoria de haberle vendido a aquél ciertas tierras. 2 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 No se da tal precisión en los otros dos documentos en que igualmente aparecen, en uno de los cuales, además, se observa distinta redacción en declaraciones prestadas al propio tiempo, si bien escritas por diferente mano. Así, en el documento número 4, en el que aparecen señales en declaraciones de testigos prestadas en 1513 a instancias de Hemando Esteban y Hemán Guerra, como herederos del regidor Lope Femández, tendentes a probar determinado lindero entre sus tierras y las de los de Antón GarcÍa Mancebo, cuyas declaraciones son seis en total: la de Juan Pérez de Virués, que firma; la de Gonzalo Martín, que hace una curiosa firma, cuyo contenido no nos ha sido posible aclarar; las de Pedro de Párraga y Fernando González, que no sabían firmar, y las de Alonso López y Juan de Ortega, que hacen su señal; no obstante, por su redacción nada hay que las distinga, ya que todas ellas, sin excepción, terminan: " e que asy es la verdad por el juramento que hizo". y en el quinto de estos documentos en que aparecen tales señales, o sea en el instado por don Pedro Femández de Lugo en 1530, la declaración del testigo Francisco Díaz Pariente, que hace su señal, termina diciendo " y firmolo"; sigue la del jurado de la isla Juan de Herrera, que firma, terminando así: " firmolo de su nonbre"; luego la de Diego de Arce y la de Gonzalo de Vivero, que firman, y el escribano dice: " firmolo". A continuación y de distinta mano están las de Cristóbal Díaz, que hace su señal, y la del regidor Francisco de Lugo, que firma, pero el escribano o amanuense que redactó sus declaraciones las termina con estas palabras: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo", y nada más. Ha de tenerse en cuenta lo relativamente tardío de este último expediente y que tanto en éste como en el anterior no actuó Pedro Femández. Concretemos ahora a quienes corresponden las señales halladas y que reproducimos con este trabajo. ' Que los escribanos no solían firmar los documentos que extendían es notorio. En los registros de la época de estos expedientes que se conservan en el archivo provincial de protocolos notariales de Santa Cruz de Tenerife la casi totalidad de los que contienen no aparecen firmados. Tampoco estos expedientes de confirmación, ni por el escribano ni por el reformador Lope de Sosa. Creemos que este Pedro Fernández sea el Pedro Fernández o Hernández Hidalgo que actuó en la " reformación" de Gran Canaria encomendada en 1506 al Ldo. Ortiz de Zárate, donde ejercía. Figura haciendo un pregón en el expediente de confirmación de datas a Catalina Guerra, publicado, tomándolo de copia, por NÉSTOR ÁLAMO, en apéndice a " La Peregrina y su misterio", de la colección Thenesoya Vidina y otras tradiciones, Las Palmas de Gran Canaria, 1945. 3 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Las que llevan los números 1, 2 Y 3 de la lámina segunda se encuentran en el expediente de Pedro Mayor, natural de Gran Canaria y criado del Adelantado ( D- II, 8). Es la primera de Francisco Galván, la segunda de Gonzalo Pérez y la tercera de Juan Vizcaíno. Que este último era indígena y natural de Gran Canaria es indiscutible. Aparte de ngurar así en muchos documentos genealógicos que de su descendencia se conservan, consta en el albalá de data expedida a su favor por don Alonso de Lugo en 16 de septiembre de 1501, cuya copia ngura en su expediente de connrmación ante Lope de Sosa ( D- II, la). Pero es interesante añadir que en él se testimonian, además, otras cinco cartas de repartimiento a su nombre, sin que en ninguna de ellas se diga si era o no canario. De Francisco Galván no nos consta su naturaleza, pero en el expediente de connrmación de sus datas ( D- II, 20) se halla un albalá otorgado por Lugo a su favor, en unión de Pablo Martín y Cristóbal Delgado, en que se les concede una fuente y tierras en Adeje. 2 De las observaciones hechas por el Dr. Serra Ráfols, fruto del detenido estudio que de los Libros de datas de esta isla viene realizando, 3 cabe deducir que los repartimientos hechos en forma colectiva suelen corresponder a indígenas, y, en este caso, tal supuesto tiene, además, en su favor el que los otros dos copartícipes en tal repartimiento eran de los naturales de Gran Canaria. 4 Creemos, pues, cabe anrmar que también lo era este testigo. Aún menos sabemos de Gonzalo Pérez. 5 Ahora bien, es de interés recordar cuánto ocurrió con la adopción de nombres por los : 2 Dice así la data: '' Yo don Alonso Fernandes de Lugo... doy a vos Francisco Galvan, vesino de Tenerife, e a vos Pablo Martín e a vos Xpval Delgado, vesinos de la dha ysla, conviene a saber una fuente que esta sobre la de Fernando Guadarteme que es en la dha ysla que se llama Tegoys en el rio de Adexe junto de la tierra que pudierdes con ella aprovechar conviene a saber para viñas e mas vos doy... etc." Lleva fecha de 30 de abril de 1503. 3 Prometedor avance de este estudio en " Las Datas de Tenerife", Revista de Historia, números 61 y 62. 4 Que Pablo Martín era canario resulta de data a su favor publicada por el Dr. SERRA RÁFoLs y el autor de este trabajo en " Los Reinos de Tenerife", Tagoro, I, Anuario del Instituto de Estudios Canarios, p. 140. Cristóbal Delgado y su mujer Ana Delgado, naturales de Gran Canaria, fueron padres de Luis Delgado, casado con Francisca Rodríguez Vizcaíno, hija de Rodrigo Hernández Guanarteme y de Francisca Vizcaíno, que a su vez lo era del citado Juan Vizcaíno. Escritura de dote de Luis Delgado ante Hernández en 1572, folio 261. 5 Un Gonzalo Pérez, coetáneo a estos hechos, figura en diversos documentos genealógicos como marido de Isabel López, cuyo matrimonio fue padre de María de Aguiar, casada con Duarte Hernández arrendador que fue de la 4 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Página del exp di nte de Pedro a or con la señal de Juan Vizcaíno © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 s 7 8 Facsímiles de las señales que aparecen en los expedientes " Datas por el Adelantado y el Cabildo" 10 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 indígenas de las Canarias al recibir el bautismo. Incorporadas que fueron estas islas a Castilla, escasísimos fueron los que conservaron su nombre anterior, o adoptaron como apellido el representativo de su dignidad, como Fernando Guanarteme; la regla general fue el que tomasen nombre y apellido castellano, en muchos casos los de sus padrinos de bautismo, hasta aquellos indicadores de origen, como Vizcaíno, Castellano, etc. Hace también aumentar la confusión la proporción extraordinaria de patronímicos usados por dominadores y dominados. De otra parte, aun cuando en muchos de los albaláes de datas, especialmente en los de más antigua fecha, se indica la naturaleza del beneficiario: " honbre de Canaria", " natural de la Grand Canaria", " gomero", " honbre de Lall<;; arote", " de las Islas", y en menor proporción " gallego", " portogues", etc., en su gran mayoría nada se dice. Esto último hemos visto se observa en el expediente de confirmación de datas de Juan Vizcaíno y lo mismo ocurre en otros muchos correspondientes a personas cuya condición de indígenas por otro conducto está plenamente probada. Como ejemplo es interesante el de Juan González de Gran Canaria, de quien luego hablaremos, que presenta a confirmación tres cédulas de repartimiento, en ninguna de las cuales hay la menor señal de su procedencia, ni figura con otro nombre que el de Juan González. Solamente, y con letra del actuario del expediente de confirmación, se ha puesto en la palte superior de su primer pliego " Juan González de Gran Canaria". También al declarar como testigo en el de Juan Vizcaíno consta su naturaleza. Por tanto, el no figurar como indígena en su declaración, ni su castellanísímo nombre de Gonzalo Pérez, prueban nada. y pasemos ahora a la grafía distinguida con el número 4 en la segunda lámina. Corresponde a la declaración de Diego de Manzanufio, testigo del expediente de Gonzalo Rodríguez, zapatero y vecino de Canaria. ~ Aquél es conocido indígena natural de Gran renta de la montaracía del Cabildo de la Isla. En la escritura de dote a favor de este último, otorgada en 12 de abril de 1529 ante el escribano Alonso Gutiérrez ( f. O 297), consta el nombre de sus suegros, pero no su naturaleza. En informaciones de nobleza ante el corregidor de Tenerife de sus descendientes hacen al Gonzalo conquistador de la Isla, pero sin que aporten prueba de ello. Así resulta de las de doña Antonia Díaz Muros y de don Juan Agustín de la Torre, ante el escribano Salazar, registro de 1790. 6 Este Gonzalo Rodríguez hizo su señal al declarar en el expediente de confirmación de Gonzalo de Castañeda, herrero ( D- IV, 25), pero no la conocemos, ya que el original lo recogió en 1530 Juan Núñez, que había comprado sus tierras y solo quedó una copia del escribano Antón de Vallejo de esta 5 2 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Canaria, llamado también, por incorrecta audición o lectura, Diego de Manzanilla, como así figura en este documento. La señal número 5 es del canario conquistador de Tenerife Diego de Torres, cuya naturaleza y personalidad es de tiempo conocida, afirmándose, sin que conozcamos pruebas de ello, que su nombre indígena era el de Gerad a Guad. En su declaración consta era natural de Gran Canaria. Hemos reproducido con el número 6 la firma del antes citado Juan González de Gran Canaria. Éste, en unión de Diego de Torres, depone en el expediente de confirmación de las datas de Juan Vizcaíno. También figura en un documento privado extendido en Tenerife el 28 de agosto de 1502 por el que Pedro Vizcaíno, canario, conquistador de esta isla, vende media suerte de tierra de riego en Taoro, " en Tuam que dizen los guanches", a Juan Vizcaíno. Está escrito el documento por el propio Juan González de Gran Canaria, con letra clara y suelta, de persona que sabe y tiene costumbre de escribir. Lo firma a nombre del vendedor Martín Cosme, canario, que hace un signo, con su firma, muy análogo a los usados entonces por los escribanos. De los testigos, que fueron cuatro, entre ellos Diego de Torres, por cierto llamado por el redactor Diego de Tor, solamente lo hace y en la forma reproducida Juan González, cuya complicada rúbrica pudiera ser igualmente imitación de signo notarial, pero tampoco puede desecharse que, aun cuanto intentando hacerlo, le sirviesen de modelo formas indígenas. Esta ha sido la razón de reproducir su firma en unión de las señales. El propio Juan González, con Diego de Torres, comparecen luego en el expediente de confirmación declarando fueron testigos de la venta hecha en 1502. En tales declaraciones Diego de Torres hace su señal, y Juan González firma con su nombre, pero rubrica en forma más sencilla, no haciendo la complicada figura del ángulo izquierdo superior de la misma. Las señales números 7 y 8 corresponden, respectivamente, a Alonso López y a Juan de Ortega, testigos, como hemos dicho, presentados por Hemando Esteban y Hemán Guerra. No hemos podido precisar tampoco quienes sean estos testigos, ni su naturaleza. Hay datas a favor de un Alonso López, en unión de Alonso Lorenzo y de Diego Martín de Castro el Río. Esta comunidad de bienes pudiera indicar era indígena, aun cuando no parece con-fecha, en la que consta que aquél la hizo. No dice tampoco la naturaleza de Gonzalo Rodríguez; solamente en la cubierta de su expediente, después de su nombre y profesión, añade era vecino de Canaria. 6 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 firmarlo el apellido de este último. 7 Un Juan de Ortega, hijo de Sancho de Ortega, fue conquistador de Tenerife y seguramente era castellano, pero aparte de que nada prueba fuese la misma persona, también aparece citado por Antonio de Viana entre los canarios de la compañía de Mininidra un Juan Alonso Ortega. Por último, las señales números 9 y 10 son las hechas por Cristóbal Díaz y por Francisco Díaz Pariente. Tampoco hay pruebas de que ninguno de estos dos fuese indígena. De sus declaraciones y de la diligencia de presentación sólo resulta que el primero era " sacador de aguas" y dice que el Adelantado le " mando que fuesen a aviar y encanysar [ las aguas que habían descubierto] y que este testigo fue uno de los que fueron" y el segundo que " es persona que trata en el canpo e montañas". 8 Resumiendo, de las nueve señales hasta ahora halladas por nosotros ( excluyendo la firma de Juan González) tres corresponden a vecinos de Tenerife, que resulta plenamente probado eran naturales de Gran Canaria - D. de Torres, Manzanufio y J. Vizcaíno- una a otra cuya igual procedencia creemos puede afirmarse - F. Galván- y las cinco restantes a otros cuyo origen no hemos podido hasta ahora precisar. Ha de advertirse, igualmente, que son varios los probados indígenas de Gran Canaria que deponen en estos expedientes y que no firman, ni hacen su señal. Así en el expediente de confirmación de las datas de Rodrigo de León ( D- II, 25) declaran los canarios Gon · · zalo Hernández de las Islas, Juan Izquierdo y Gonzalo Mexía, que no hacen ni lo uno ni lo otro, diciendo el actuario que " no sabya firmar". De otro de igual naturaleza y conquistador tan destacado de Tenerife como lo fue Guillén Castellano, regidor de la Isla y repartidor de sus tierras, nos informa el Dr. Serra Ráfols que en los más antiguos documentos en que comparece ni firma ni hace su señal, observándose cómo va aprendiendo a hacer aquélla, perfeccionándola así que avanza el tiempo. No debe tampoco olvidarse que cuando tales señales son hechas han transcurrido ya bastantes años desde la terminación de la conquista de aquella isla, veinticinco en las más antiguas - 1483 a 1508-), y la influencia de las costumbres de los dominadores ha 7 Expediente de confirmación D- II, 9. 8 En el libro primero de bautismos de la parroquia de los Remedios de esta ciudad al f. O 28 Y v. ( libro copiado) aparece el de Beatriz, hija de Francisco Díaz Pariente y de su mujer Ángela Hernández que tuvo lugar el 24 de enero de 1542. 7 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 debido ser ya profunda, pero no puede desecharse la posibilidad de que los autores de tales grafías, si bien intentando al hacerlas adaptarse a nuevos modos, utilizasen como signos distintivos los que antes de perder su independencia hiciesen para identificar su persona o familia. El que los únicos cuya naturaleza conozcamos, entre los autores de estas señales, fuesen indígenas de la isla de Gran Canaria, si bien no quiere decir que sólo éstos las hiciesen, sí obliga a estudiarlas con el mayor cuidado y a intentar la identificación de sus autores, dada la analogía de los trazos de algunas de ellas con los de las pintaderas halladas en dicha isla, ya que de probarse su parentesco el incierto y discutido destino de éstas se aclararía. El interés del tema nos ha movido a dar a conocer el hallazgo cuando aún son muchos los interrogantes que sobre tales grafías nos hacemos. Revista de Historia ( La Laguna), núm. 76, octubre- diciembre de 1946. 8 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 II ANTONIO DE TORRES, GOBERNADOR DE GRAN CANARIA L A cronología de los oficiales a cuyo cargo estuvo la administración de la isla de Gran Canaria en el período que comienza con el mando de Pedro de La Algaba, el primero que con el título de gobernador la ejerce, y termina con la unificación del poder en el Archipiélago en la persona de un capitán general, que unía a este título los de gobernador y de presidente de su Real Audiencia, a fines del siglo XVI, quedando aquéllos reducidos a simples corregidores, es uno de los muchos extremos por precisar en la historia de la Isla. La pérdida del archivo de su antiguo Cabildo y la escasa o casi nula labor de investigación de sus fondos por los cronistas e historiadores locales anteriores a su desaparición, con la casi única excepción del fiscal Zuaznávar, hacen por hoy difícil determinar aquélla con cierta exactitud. Esta y otras tantas incógnitas sólo podrán dilucidarse después de una minuciosa investigación de nuestros archivos nacionales, labor hasta ahora casi por comenzar. Notemos que no todos los que ejercieron de hecho la administración de la Isla la detentaron con el título de gobernador, pues en los momentos en que éstos quedaban sometidos al juicio de residencia, si tal investigación no corría a cargo de su sucesor, como ocurrió en varios casos, los jueces de residencia asumían el mando, y también, en algunos casos, al designarse un juez pesquiridor, con la misión de investigar determinados hechos, si se procedía a suspender al encartado, aquéllos sustituían en el ejercicio de las funciones propias al gobernador. No se olvide tampoco que cuando una vacante se producía sin que se hallase en el término el sustituto nombrado por los Reyes, era un miembro del Cabildo - según el Fuero de Gran Canaria uno de los alcaldes o el alguacil mayor- al que correspondía ocupar 9 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 interinamente el cargo, no al teniente o alcalde mayor del gobernador que había cesado, pues sus poderes terminaban automáticamente con los de éste, con el que formaban un todo. Los Reyes, así que las Islas van siendo incorporadas a su Corona, nombran para cada una de ellas un gobernador, nombre, al parecer, no muy corriente a fines del siglo xv en la terminología de la administración pública castellana - desconocido hasta entonces, afirma el catedrático de la Universidad de Madrid Dr. García Gallo 1_ pero sí, al menos, anteriormente usado en algunas señoriales, pues así se les llama a los de Lanzarote y Fuerteventura en documentos de 1422. 2 Esta denominación se generaliza posteriormente en la administración española de las Indias, dándose a los jefes de las expediciones descubridoras para el mando de los territorios que ocuparan, y más tarde a los encargados del gobierno de regiones fronterizas, en que se requerían poderes más amplios de los corrientes. Tenían éstos a su cargo grandes extensiones de territorio, dentro de las aún más dilatadas sujetas al gobierno de los virreyes, mientras los corregidores y los alcaldes mayores ejercían jurisdicción solamente en una ciudad y su término. 3 En estas islas pudo darse en sus orígenes la misma razón de otorgamiento de este título que lo motivó en las Indias, pero más tarde no coinciden las circunstancias que se daban en aquéllas con las gobernaciones indianas. El Gobernador de Gran Canaria ejercía jurisdicción en toda la Isla, que constituyó un único término, con su cabildo, y si bien una misma persona tuvo a su cargo el gobierno de La Palma y Tenerife, se debió a la circunstancia de haber sido ambas islas conquistadas por Alonso de Lugo, pero tanto a éste como a sus sucesores se les extendió desde un principio dos títulos, uno para el gobierno de Tenerife y otro para el de La Palma. 4 1 A. GARcÍA GALLO: " Los orígenes de la administración territorial en las Indias", en Anuario de Historia del Derecho, Madrid, 1944. Para este autor el título de Gobernador se dio por primera vez en Castilla a Cristóbal Colón, junto con el de Virrey. No advirtió la existencia de casos anteriores en las Islas Canarias, como hicimos notar en la recensión a su trabajo en Revista de Historia, núm. 71, pp. 333- 336. 2 En la concesión del Fuero de Niebla a las islas de Lanzarote y Fuerteventura, el 8 de junio de 1422, se da tal denominación a los que nombraban sus señores y en la prueba testifical de la llamada Información de Cabitos se repite, como término usual. 3 J. M. OTS: Manual de Historia del Derecho Español en las Indias, Buenos Aires, 1945, p. 365. 4 Ambos títulos dados a Lugo en El Adelantado don Alonso de Lugo 10 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 En realidad, los gobernadores de estas tres islas puede afirmarse llegaron a constituir una modalidad especial, nada extraña en la realista organización de la época, libre aún de los perjuicios unificadores que surgen más tarde. Sus atribuciones, según los títulos que hasta nosotros han llegado, se extendían al ejercicio de la función jurisdiccional en el territorio de su mando, pudiendo para ello auxiliarse nombrando sus " lugarestenientes, así alcaldes, como alguaziles". Debían asesorarse de alcalde mayor letrado para administrar justicia, cuando no reunían esta cualidad. Presidían el cabildo o ayuntamiento, nombre el primero que prevaleció en las Canarias, como en las Indias, a pesar de que cuando surgen en unas y otras se usaba ya poco en Castilla, donde pronto desaparece sustituido por el segundo. Y, por último, tenían una muy importante facultad: la de admitir o no en el territorio de su mando y la de expulsar de él a cualquier persona. 5 Eran de aplicación a los gobernadores las Ordenanzas para los corregidores - las de 1500 van dirigidas a ambas clases de oficiales-, pero las circunstancias especiales que se daban en los territorios a su cargo, como la extensión dilatada de los términos o su situación fronteriza, motivaron mayor amplitud en sus atribuciones. Es de advertir que así como al iniciarse por orden de los Reyes la conquista de Gran Canaria están separadas las funciones de justicia y administración, en la persona del gobernador, mientras el mando militar se encomienda al capitán, o capitán general, como comienza entonces a llamársele, aun cuando en los documentos oficiales sólo se emplee aquel primer término, ambas funciones se unifican pronto, con Pedro de Vera. Posteriormente el criterio que se sigue se atempera a las necesidades de cada momento histórico, pero lo general es hallarlos unificados. Las antes mencionadas atribuciones de los gobernadores eran, digámoslo así, las normales. Por cartas reales distintas a las de su nombramiento se les otorgaron a algunos otras diferentes, como la de repartir las tierras, o reformar los repartos hechos, o la de nombrar los miembros del cabildo, y más tarde, a los de Gran Canaria, la alcaidÍa de la torre de Santa Cruz de Mar Pequeña, misión que por largo tiempo va unida a este cargo, a pesar de que la fortaleza se abandonara y se perdiese hasta la memoria de su situación. y su resídencia por Lope de Sosa, por el Dr. SERRA RÁFOLS y el autor de estas líneas, La Laguna, 1949. En el Arch. del antiguo Cabildo de la isla de Tenerife se conservan títulos de varios gobernadores, extendidos separadamente para cada una de estas dos islas. " Títulos citados y CARcÍA CALLO, op. cit. 11 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 No vamos por ahora a intentar fijar la cronología de estos gobernadores: nos limitaremos a dar algunas noticias sobre uno de los primeros, Antonio de Torres, cuya nebulosa personalidad merece fijemos en él nuestra atención. Pero, antes de exponerlas, vamos a indicar a grandes rasgos los nombres y fechas, más o menos precisos, de los que le precedieron. Pedro de La Algaba ( 1478- 1479).- No se conoce la fecha de su nombramiento, pero de dos provisiones reales publicadas por Wolfel puede deducirse, aproximadamente. En una de 26 de mayo de 1478 los Reyes se dirigen al Obispo, al deán Bermúdez y a Juan Rejón, " mi capitán de la armada que yo envío a la conquista de la Gran Canaria"; en la segunda, fechada en Córdoba el 25 de noviembre siguiente: " A vos Pedro del Algava, gobernador de la isla de la Gran Canaria, e a vos el deán de la dicha isla, e a vos Juhan Rejón, mi capitán de la gente que en dicha isla está". 1) Entre estas fechas, pues, ha de situarse la del nombramiento de La Algaba. Es sabido que este primer gobernador es muerto por orden de Rejón, lo que motiva el envío de Pedro de Vera a Gran Canaria, con el doble título de capitán y de gobernador. Y como este último había sido ya nombrado en 4 de febrero de 1480 no podemos aceptar la fecha que de la muerte de La Algaba da Viera y Clavija, que afirma ocurrió en mayo de este mismo año. Es más probable la indicada por Castillo, o sea en igual mes del año anterior. 7 A este primer gobernador se le ha llamado indistintamente Pedro de Algaba, del Algaba y de La Algaba. Optamos por esta última forma porque la villa sevillana de la que procede su apellido se llama La Algaba. Pedro de Vera ( 1480- 1491).- Tampoco conocemos sus títulos de gobernador y de capitán, que se le dan en la carta real de 4 de febrero de 1480, por la que los Reyes le facultan para repartir las tierras de la isla v nombrar miembros de su cabildo. En ella se dice: " A vos Pedro de'Vera, nuestro governador e capitán e alcaide de la isla de la Gran Canaria". 8 El conquistador de la isla no fue desposeído de su título de gobernador hasta mediados del año 1491. Así resulta de dos cartas 1) D. J. WOLFEL, " La Curia Romana" en Anthropos, Viena, 1930, páginas la y sigo 7 VIERA y CLAVIJa, Ir, p. 59; Y CASTILLO: Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias, ed. Bibl. Isleña, pp. 112 Y sigs. 8 Libro Rojo de Gran Canaria, Las Palmas, 1947, p. 1. 12 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 reales dadas a conocer por Wolfel. En la primera, de 30 de marzo de dicho año, se le da aquel título: en cambio, en la de 13 de junio siguiente ya se emplea esta fórmula: " Governador que fue ... ". 9 Francisco Maldonado ( 1491- 1495?).- Nombrado juez para residenciar a Pedro de Vera, según consta de carta real de 30 de marzo de 1491. Ejerció el gobierno de la isla como tal juez de residencia y es posible continuara en el cargo hasta el nombramiento de Fajardo. La carta real de 30 de abril de 1491 dice: " A vos Francisco Maldonado, juez pesquisidor en la isla de la Gran Canaria". Wolfel asegura que nunca tuvo el cargo de gobernador de la isla, aun cuando así se le denomina en provisión del propio año. 10 Alonso Fa¡ ardo ( 1495- 1497?).- En la carta real por la que se le faculta para hacer los repartimientos de tierras de la isla, fechada en Madrid el 20 de febrero de 1495, se dice: " A vos el bachiller Alonso Fajardo, continuo de nuestra casa, governador e capitán de las islas de la Gran Canaria". 11 Había fallecido a principios del 1498, según resulta de provisión dirigida al Obispo y fechada en 24 de febrero de este año, que se expresa en estos términos: " al tiempo de la fin e muerte del bachiller Alonso Fajardo, nuestro governador que fue de la dicha isla". 12 Lope Sánchez de Valenzuela ( 1492- 1502).- Una carta real de 1498 le faculta para repartir las tierras de la Isla. 13 Debió de llegar a Gran Canaria entre los meses de abril a junio de dicho año, si hemos de creer a los testigos de la información practicada en la Gomera en 1.0 de agosto siguiente, en la que Gonzalo de Lepe declara que Valenzue1a había venido a Gran Canaria " avrá dos meses, poco mas o menos", y Antonio de Peñalosa, " de quatro meses acá, poco mas o menos". 14 Marín y Cubas y don Pedro Agustín del Castillo afirman que murió siendo gobernador de la isla, sustituyéndole interinamente, por designación del Cabildo, su regidor decano Juan Ceberio de Mujica. El documento a que antes nos hemos referido y que luego 9 D. J. \ VOLFEL, " Los gomeros vendidos por Pedro de Vera y doña Bea-triz de Bobadilla", El Museo Canario, núm. 1, ap. doc. núms. 51 y 101. 1' 0 D. J. WOLFEL, op. cit., pp. 32- 33 Y ap. doc. núms. 98 y 100. 11 Libro Roio de Gran Canaria, p. 11. 12 Libro Roio de Gran Canaria, p. 15. 13 J. M. DE ZUAZNÁVAR, " Compendio de Historia de Canarias", ed. de 1944 de El Museo Canario, p. 30. 14 D. J. WOLFEL, La Curia Romana, pp. 1066- 1067. 13 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 transcribiremos, prueba lo incierto de esta afirmación. Lope Sánchez de Valenzuela fue depuesto del cargo, por su arbitraria actuación; no murió en su ejercicio. En cuanto a Ceberio de Mujica, es posible ejerciera el cargo hasta la llegada del nuevo gobernador, si es que éste no se hallaba en la Isla a su nombramiento. y llegamos a nuestro personaje, Antonio de Torres. Una incógnita está abierta sobre él: ¿ fue este gobernador de Gran Canaria, al que con anterioridad se le habían dado importantes comisiones en la costa de Africa, el mismo Antonio de Torres, amigo de Cristóbal Colón, que llega a lograr su nombramiento para sustituir al famoso Fonseca, y que fue capitán general de la flota de Nicolás de Ovando? La ya de por sí interesante figura del negociador diplomático para delimitar zonas de influencia africanas, inspector luego de la misión encomendada a don Alonso Fernández de Lugo en Berbería y gobernador de Gran Canaria, resultaría aún de mayor relieve si pudiéramos identificarla con la del hermano del ama del infortunado príncipe Don Juan, que interviene destacadamente en empresas del Nuevo Continente. Veamos ahora las noticias que de él tenemos. Por carta real de 21 de febrero de 1502 es nombrado alcaide de la fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña, fecha probable del encargo del gobierno de Gran Canaria. En el archivo que formó el Marqués de Acialcázar se conserva copia de otra provisión de los Reyes de 24 del mismo mes y año, por la que le ordenaban hiciese información sobre los repartimientos de tierras yaguas, el espinoso problema que tantas protestas ocasionó por largo tiempo. Pero su venida a Gran Canaria la motivaron, con anterioridad a estas fechas, sus cargos en relación con la costa de Africa. Por carta real de 20 de junio del 1500, Antonio de Torres, continuo de la casa de sus Altezas, es nombrado veedor de las empresas encomendadas a Alonso de Lugo en las costas de Berbería, entre los cabos de Aguer y de Bojador. Antes había sido designado para formar parte de la comisión hispano- portuguesa para la delimitación de las respectivas zonas de influencia en el sur de Marruecos, comisión que, al parecer, no llegó a actuar. 15 Con motivo de su cargo de veedor, Antonio de Torres viene a Gran Canaria. A fines de agosto de 1502 se encontraba en la Isla, proyectando dirigirse nuevamente a la Península hacia el 20 de sep- 15 J. M. DOUSSINAGUE: La política internacional de Fernando el Católico, Madrid, 1944 y recensión de esta obra por EMILIO HARDISSON, en Revi$ a de Historia, núm. 69, 1945, pp. 101 Y sigo 14 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 tiembre siguiente. Estos últimos datos constan del interesante documento que antes habíamos mencionado. Se trata de una carta dirigida a los inquisidores de Sevilla por Bartolomé Ramírez Nieto, fechada en Gran Canaria el 31 de agosto de 1502, relacionada con el proceso que se seguía a Gonzalo de Burgos, escribano público de la Isla, y forma parte de los valiosísimos fondos custodiados en El Museo Canario, procedentes del Tribunal de la Inquisición de estas islas, y de la que copiamos los párrafos que interesan al caso: " Reverendos señores - Bartolomé Ramires Nieto beso las manos de V. R. ... saber como por otra letra mía este año por Navidad les ove avisado como Antonio de Torres veedor en las cosas de Berbería por sus Altezas diz que llevaba cierta pesquisa que contra Gonzalo de Burgos se avía fecho en Tagaoz, que es en aquellas partes de la dicha Bervería. Y después acá fue avisado de alguna persona como por vuestras mercedes la dicha pesquisa fue avida de Johan de Aríñiz, escrivano del dicho Antonio de Torres que al presente es Covernador en esta isla de Grand Canaria, y después de Pasqua Florida supe como vuestras mercedes avían enbiado en su mandamiento a Fernand Peres de Herrera, bachiller, Provisor del dicho Obispado y sólo porque vi el dicho mandamiento en poder del dicho Provisor, para que Gonzalo de Burgos dentro de cierto tiempo paresciese ante vuestras mercedes..." " Asimismo, señores, puede aver quatro o cinco días que vino a esta isla un navío de Tagaoz, en el qual vino un ginovés, mancebo de veinte e cinco años poco menos, el qual a nombre Ximón, el sobrenonbre no me acuerdo, el qua! estando en casa de Lope Sanches de Valen9uela, Governador que fue desta isla, en plática movida, dixo que vuestras mercedes le ovieron enviado... lo qual dixo en presencia de muchas personas, que eran mas de ocho que estavan presentes... y despues, queriendo inquirir lo cierto, supe como sobre el caso avia hablado el dicho Ximón ginovés con el dicho Antonio de Torres, Governador que al presente es desta dicha isla y aun que le avía dado la pesquisa o declaración o aviso que quiera que fuese, y otra persona me dixo que non le avía dado sino una letra para vuestras mercedes. Como quiera que sea, lo uno o 10 otro, el Governador Antonio de Torres 10 lleva, el qual está de partida para Castilla, que se va a velar con su mujer para la traer a esta isla, el qual siendo posible partirá < 1l'Lcllcá a veinte días de este mes de setiembre que mañana comien9a..." " Fecha a xxxj de agosto en Grand Canaria de jU d ij años." 16 ¿ Puede identificarse este Gobernador con el Antonio de Torres, amigo de Colón y capitán general de la flota del comendador Ovando en su viaje a La Española el 1502? El Dr. Serra Ráfols no cree 16 MILLARES: Colecci6n de documento8 inédito8 para la Historia de Canarias. Sigo I- C- 24. Arch. Museo Canario. 15 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 dudoso se trate de una misma persona 17 e igual criterio sostiene el catedrático de la Universidad de Barcelona Rumeu de Armas; 1& pero veamos las noticias que sobre la flota de Ovando nos dan los historiadores: sale ésta de España el 23 de febrero del 1502, y aun cuando su nombramiento de alcaide de Santa Cruz de Mar Pequeña se extiende en 21 del mismo mes, ello no demuestra nada en contra de tal identificación. Ahora bien, la flota llega a su destino en el siguiente abril y cuando se disponía a regresar a España a fines de junio del mismo año, con veintiocho de sus naves, un fuerte ciclón, que la sorprende a poco de salir de puerto, hace naufragar a la casi totalidad de sus bajeles, pereciendo, entre otros, Antonio de Torres, según afirma fray Bartolomé de Las Casas, que a la sazón se hallaba en La Española. Si este hecho es cierto, no puede ser una misma persona el capitán general de la flota de Ovando y su homónimo el Gobernador de Gran Canaria, pues éste estaba vivo a fines de agosto siguiente. Pero, ¿ no será exagerada la afirmación de Las Casas sobre la magnitud de la catástrofe? Afirma también que en el naufragio murió Ro1dán, y Lollis ha probado que era vivo en 1505. 19 Por otra parte, Millares Torres dice que de un expediente de la Inquisición resulta que Antonio de Torres se hallaba en Gran Canaria el día del Corpus del 1502, como también que murió, junto con Gonzalo de Burgos, al naufragar y hundirse rápidamente el buque que los conducía, cuando entraba en la bahía de Cádiz en la mañana del 24 de octubre de 1502, razón por la cual, afirma, el Santo Oficio mandó archivar el expediente que se seguía al escribano judaizante. Ahora bien, con todos los respetos que nos merece este historiador, no podemos dar entero crédito a sus afirmaciones, pues está probado su escaso conocimiento de la paleografía: al mismo documento que acabamos de transcribir le dio un sentido totalmente distinto al de su contenido, y por otra parte hay constancia de que aún en el año 1506 se seguía el proceso contra Gonzalo de Burgos. 2o Tampoco aceptamos como inconcusas afirmaciones de otros historiadores sobre hechos de Antonio de Torres, por no citar las fuentes de origen. 17 A. BALLESTEROS BERETTA: Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, Barcelona, 1945 y su recensión en Revísta de Historia, por el DI. SERRA RAFOLS, núm. 74, año 1946, pp. 141 Y sigo 18 A. RUMEU DE ARMAS: " La verdad sobre Santa Cruz de Mar Pequeña", en África, Madrid, octubre 1943, núm. 22. 19 Vid. BALLESTEROS, op. Yp. cit. 20 En el documento transcrito, MILLARES TORRES escribió lo siguiente: " Parece ser este el oficio de remisión de las diligencias que acompañaron a Sevilla de Gonzalo de Burgos y de fecha 31 agosto de 1502". 16 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 En resumen, por hoy y mientras no conozcamos otros documentos, creemos no hay argumento serio para llegar a la identificación del Antonio de Torres de las empresas africanas, con el capitán general de la flota de Nicolás de Ovando, antiguo amigo de Colón y hermano del ama del infortunado Príncipe Don Juan. Por carta real fechada en Alcalá el 4 de julio de 1503 la Reina comunica a la Casa de Contratación de Sevilla el nombramiento del doctor Alonso Escudero para la alcaldía de la torre de Santa Cruz de Mar Pequeña, por haber muerto Antonio de Torres 21 y tampoco del capitán general de la armada de Ovando hay noticias posteriores. ¿ Coincidencias de nombre y de fecha? El Museo Canario ( Las Palmas de Gran Canaria), nÚIns. 27- 28: julio- diciembre de 1948. Vid. En 1506 se seguia aún proceso a G. de Burgos, Marqués de Bute, Catalogue... of the Inquisition in the Canary Islands, Edimburgo y Londres, 1903, Vol. 1.0, pp. 8- 9. 21 M. JrMÉNEZ DE LA ESPADA: " España en Berberia", en el Boletín de la Sociedad Geográfica, IX, año 1880, p. 308. 17 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 III EL RELATO DE " LA FAMOSA BATALLA DE TAFARAUTE" 1.0 de noviembre de 1549 INSERTAMOS seguidamente, omitiendo fórmulas y parte de las declaraciones carentes de interés, el texto de la " información" en que se relata " la famosa batalla de Tafaraute", " que fue una de las mayores hazañas que se an hecho en Berbería", según los testigos que la refieren. La información en que se da la noticia fue practicada en 1593 a solicitud de Daniel Van Damme, almojarife mayor de la isla de Gran Canaria, para probar la limpieza de sangre e hidalgo nacimiento de su esposa, doña Juana de Vera. La prueba comenzó a practicarse en Teguise el 3 de mayo de dicho año, se inicia con la declaración del primer marqués de Lanzarote, don Agustín de Herrera y Rojas, y continúa luego en Santa María de Betancuria, ante Gonzalo Argote de Molina, que se hace dar los títulos de conde de Lanzarote y señor de la isla de Fuerteventura, además de los de provincial de la Santa Hermandad de Andalucía y veinticuatro de Sevilla. Uno de los testigos recuerda que Juan de Alcázar de Morales, abuelo de doña Juana de Vera, famoso por sus hazañas, había estado en la batalla de Tafaraute, y ante este recuerdo se hace comparecer de nuevo al capitán Diego de Cabrera León, otro de sus protagonistas e hijo del jefe y héroe principal de la jornada, Luis de León " el Valiente", gobernador a la sazón de Fuerteventura. " Se halló - dice Diego de Cabrera refiriéndose a Juan de A1cázaren la famosa batalla de Tafaraute que el governador Luis de León, padre deste testigo, uva con los moros el día de todos los Santos del año de quarenta y nueve... y aquella batalla de Tafaraute... fue una de las más famosas victorias - añade- que Dios Nuestro Señor a dado a los destas islas, porque aviéndose algado los navíos y quedando el governador Luis de León solo, en tierra de moros, con 19 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 noventa honbres y diez cavallos, peleó con ellos y venclO y prendió muchos y con la presa vino caminando por la costa de los moros, comiendo solamente raízes de hiervas, hasta llegar al Cabo Blanco, donde se embarcaron, en navíos de pesquería que allí hallaron de xptianos., con la presa..." Éste es el conciso relato de la hazaña. La batalla con los moros dice tuvo lugar en Tafaraute, punto que no parece dudoso sea Hasi Tafraut, morabito con tumbas árabes y un pozo salobre, situado en la costa a unos 28 km. al sur de Cabo Juby y otros 10 al norte de la desembocadura de la Saguia el Hamra. 1 Alzados los navíos, podemos afirmar que debido al mal tiempo y a las dificultades de esta costa, tiene lugar la forzada e impresionante marcha, con hombres, caballos, prisioneros y pertrechos, a lo largo de la costa hasta llegar, dice, al Cabo Blanco. No conocernos otro Cabo Blanco que el de este nombre que cierra la bahía del Galgo, y si éste es, supuesto que parece confirmarlo el que allí hallasen pesqueros, ya que precisamente es el lugar adecuado para ello en la época del año en que tuvieron lugar estos hechos, la caminata tuvo que sobrepasar los mil kilómetros, y por muy sobrios que fuesen los habitantes de aquellas islas orientales, en las condiciones en que se hizo, debió de ser necesariamente dura y requerir en el jefe de la expedición extraordinarias dotes. No nos extrañaría que esta hazaña hubiese sido la que hizo dar a Luis de León el honroso sobrenombre de " el Valiente". El recuerdo de esta casi legendaria aventura perduró tiempo entre aquellos habitantes de Lanzarote y Fuerteventura, cuya casi única ocupación consistía en las cabalgadas a la vecina costa de África y en defenderse de los mahometanos y de otros enemigos de la corona; pero, con el tiempo, su memoria se perdió; a la postre era sólo uno de los muchos incidentes que se producían en las frecuentes " guerras fronterizas" de las Islas, sin particulares consecuencias, y nuestros cronistas no lo mencionaron, hasta que don José Rodríguez Maure, que conoció seguramente copia o extracto de esta información, lo anotó y su referencia se incorporó a la reciente edición de las Noticias de don José de Viera y Clavija. 2 Pero seguramente defectuoso el documento del que lo tornó el cronista de La Laguna, fue causa de que el relato no aparezca completo, y su interés, corno ejemplo de lo que fueron tales empresas, nos 1 Cartas del Servicio Geográfico del Ejército 2 Santa Cruz de Tenerife, tomo II, pp. 346- 347. 20 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 ha movido a dar a la publicidad trozos de la información de doña Juana de Vera en que se hace el relato. Del héroe principal de la hazaña, Luis de León " el Valiente", sabemos que era hijo de Luis de León " el Viejo", uno de los hidalgos de las montañas de León que acompañaron a Diego de Herrera y doña Inés Peraza en su venida a las Islas y gobernador por éstos de Fuerteventura, y de su mujer Elvira Pérez de Munguía, hija del vizcaíno Juan Pérez de Munguía y de Margarita de Béthencourt, la que al parecer lo era de Arriete Perdomo Melián y nieta de Maciot. Luis de León " el Valiente" fue también gobernador de Fuerteventura y como hombre noble mandó poner almenas en su casa de Testeina; casó dos veces y tuvo de ambos matrimonios trece hijos, el mayor Diego de Cabrera León, el del relato de la batalla de Tafaraute, capitán de caballos en Fuerteventura, familiar y alguacil mayor de la Inquisición. Otra de sus hijas fue doña Bernardina de Cabrera, que tuvo Con el conde- marqués de Lanzarote don Agustín de Herrera y Rojas a Doña Constanza de Herrera, mujer del famoso provincial Gonzalo Argote de Molina. 3 Otros personajes desfilan por la información de Doña Juana de Vera, como el caballero jerezano Diego de Vera, otro de los que vinieron con doña Inés Peraza, gobernador de Fuerteventura y tío del famoso general Pedro de Vera. Diego de Vera, según otras informaciones, fue casado con una hija de Alonso Sánchez de Morales, caballero principal de Córdoba, de quien afirman testigos de esta probanza fue padre de treinta y seis hijos y que, como caballero, fue sepultado en medio de la capilla mayor de la iglesia de Santa Inés. El último de los testigos que declara en la información es Francisco de Morales Dumpierres, gobernador entonces de Fuerteventura, quien relata otra serie de hazañas de Juan de Alcázar, en prueba de su valentía, y dice cómo la espada que le perteneció, con dos sortijas de plata en la empuñadura, la tenía en su tiempo Juan Mateo Cabrera. En la vilIa de Teguiz, de la isla de Lanzarote, en dos de mayo de milI y quinientos y noventa y tres años, ante Fernando de Cabrera Betancor, alcalde mayor desta isla, paresció presente el capitán Lucas de Betancor y presentó esta petición: 3 Nobiliario de Canarias, La Laguna de Tenerife, tomo 1, 1952, pp. 61- 63; Ytomo II, 1954, pp. 88- 93.- Nota debida a Sergio F. Bonnet. 21 3 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Lucas de Betancor, en nonbre de Daniel Bendama, almoxarife mayor por el Rey Nuestro Señor de la isla de Gran Canaria, hago presentación de poder y digo que a mi parte conviene averiguar, a perpetua rei memoria, cómo doña Juana de Vera, mujer del dicho Daniel Vandama, es hija legítima de Alonso de Trigueros y Marina Denis de Morales, vezinos de la isla de Fuerteventura, y cómo la dicha doña Juana de Vera y sus padres y abuelos son xptianos. viejos, de linpia generación, sin raza de moros ni judíos, ni nuevamente convertidos a nuestra fee católica, a Vuesa Merced pido mande recibir los testigos que en razón de esto presentare y lo que dixere y se pidiere se me dé por testimonio en pública forma para guarda del derecho de mi parte, y pido justiciao- Lucas de Betancor. Visto por el dicho Alcalde la dicha petición y poder, mandó que el dicho Lucas de Betancor, en nonbre del dicho Daniel Vendama, presente los testigos de que se entiende que lo manda, que él está presto de los examinar, que fecha dicha proban<; a se le dé testimonio. En lo qual interponía e interpuso su autoridad y decreto judicial, que valga y haga fee do quier que se presentare, y lo firmó de su nonbre.- Femando de Cabrera Betancor. Sepan quantos esta carta vieren como yo, Daniel Vendama, vezino de la isla de Gran Canaria, digo que por quanto yo soy casado con doña Juana de Vera, mi mujer, hija legítima de Alonso de Trigueros y de Marina Denis de Morales, vezinos de la isla de Fuerteventura, en la qual yo tengo hijos legítimos, mis herederos, y porque conviene a mi derecho hazer información ad perpetua rei memorian cómo la dicha mi mujer y sus padres y abuelos y antecesores fueron xptianos. viejos de linpia jeneración, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos a nuestra santa foo católica, por la presente doy poder... a Cristóval de Carvajal, procurador, y don Lucas de Betancor, alférez mayor de la dicha isla de Fuerteventura, con facultad de los sostituiro. o para hacer dicha información... Testigos: Gerónimo Anese e Mateos Martín e Luis Val, servidor, vecinos y estantes en esta isla. Fecha en la ciudad de Las Palmas de la isla de Gran Canaria en onze días del mes de man; o de mill y quinientos y noventa y tres añOSo- Francisco de Casares, escribano público y del Cabildoo E después de 10 susodicho, en el dicho día, mes e año susodicho, el dicho Lucas de Betancor, en el dicho nonbre, presentó por testigo a su señoría del señor don Agustín de Herrera y Rojas, marqués y conde desta isla de Lanzarote y señor de la isla de Fuerteventura, del cual fue recibido juramento en forma de derecho y prometió dezir verdad, y siendo preguntado dixo que este testigo conoce a la dicha doña Juana de Vera, mujer del dicho Daniel Vendama, y sabe que es hija ligítima de Alonso de Trigueros y de Marina Denis de Morales, vezinos de Fuerteventura, a los quales conoció y trató y tiene por xptianos. viejos de linpia jeneración y tales quales dize la dicha petición, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos, y el dicho Alonso de Trigueros era castellano y en la posesión de xptiano. viejo fue habido y tenido, y la dicha Marina Denis de Morales era natural de Fuerteventura, de los linajes antiguos y principales y nobles conquistadores de la dicha isla, como lo fueron los de Vera y Morales y Denis, que todos estos tres linajes fueron de los buenos y nobles y escojidos de la dicha isla y hoy lo son y muy buenos 22 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 hijosdalgos, los quales vmleron con el señor Diego de Herrera y la señora Doña Inés Peraza, bisabuelos del dicho señor marqués, a la conquista destas islas, donde han sido muy señalados en las guerras que los señores destas islas de Lanzarote y Fuerteventura tuvieron con los gentiles y con los moros y con los portugueses, en el tiempo de la guerra de los Reyes Católicos y en las entradas de Berbería y guerras con los franceses y ingleses y corsarios, y que por esto sabe este testigo y tiene por cierto lo contenido en la dicha petición; y firmólo de su nombre y que es de edad de cinquenta y seis años y que no le toca lo contenido en las preguntas generales.- Fernando Cabrera Betancor- El Marqués de Lanzarote- Ante mí, Juan Fernández de Córdova, escribano. En e! valle y villa de Santa María de Betancuria, en veinte días del mes de mayo de mill y quinientos y noventa y tres años, ante el Señor Gonzalo Argote de Malina, Provincial de la Santa Hermandad de Andalucía, Conde de Lanzarote, Señor de la isla de Fuerteventura y Veinte y quatro de la ciudad de Sevilla, pareció presente Xptobal. de Carvajal, vecino de la isla de Fuerteventura, y hizo presentación de un poder original otorgado por Daniel Vendama, vezino de la isla de Canaria, ante Francisco de Casares, escribano público de la dicha isla, con una petición dada ante Fernando de Cabrera Betancor, alcalde mayor de la isla de Lanzarote, y ante Francisco Amado, escribano público de la dicha isla, y una declaración fecha por Su Señoría del Señor Marqués de Lanzarote, en razón de lo contenido en la dicha petición, y dixo que en conformidad de lo contenido en la dicha petición pedía al dicho Señor Provincial mandase se esaminen los testigos que presentase y pidió justicia y lo firmó de su nombre.- Xptoval. de Carvajal.- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público mayor y del Concejo. y visto por Su Señoría del Señor provincial dixo que está presto de recibir los testigos que presentaren, en conformidad de la dicha petición, e lo proveyó el Señor Gonzalo Argote ante mí, Pedro Negrín Galán... y luego el dicho Xptoval. de Carvajal, en el dicho nonbre, presentó por testigo a Lucas Perdomo de Betancor, vezino desta isla de Fuerteventura, de! qual fue recibido juramento en forma de derecho y prometió decir verdad, y siendo preguntado por el tenor de la dicha petición dixo queste testigo conoce a doña Juana de Vera, mujer de Daniel Vendama, almoxarife mayor de la isla de Canaria y vezino de la dicha isla, desde que nació; y conoció a sus padres, que fueron Alonso de Trigueros, que era naturalde Castilla, y a Marina Denis de Morales y de Vera, su madre, natural de la isla de Fuerteventura, la cual era hija de Juan de Alcác; ar de Morales y de Juana de Vera, la qual dicha Juana de Vera era hermana de Luis Perdomo de Vera, padre de este testigo, ye! dicho Luis Perdomo de Vera y la dicha Juana de Vera eran hijos de Pedro de Vera el viejo y de María Perdomo, y el dicho Pedro de Vera el viejo era hijo de Pedro Hernández de Vera y de Leonor Sánchez Negrín, y el dicho Pedro Hernández de Vera hijo de Diego de Vera, Governador de Fuerteventura, tío de Pedro de Vera, Veinte y quatro de Xerez de la Frontera, conquistador y Governador de Canaria, y que por todo lo susodicho este testigo sabe que la dicha doña Juana de Vera es xptiana. vieja de linpia generación, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos a nuestra santa fee católica, y en tal posesión an sido avidos y tenidos todos los susodichos abuelos y antecesores de la dicha 23 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 doña Juana de Vera, de suso referida, y por tal fue tenido el dicho Alonso de Trigueros, castellano que dezían que era de las Montañas, y que los dichos linajes de Vera, Denis y de Morales y Perdomos y Negrines, naturales de esta isla, de quien la dicha doña Juana de Vera deciende, son de los más principales linajes de hijosdalgo, de los conquistadores desta isla, y que en ella an sido sienpre muy valerosos y muy estimados de los Señores de ellas y an servido en oficios de governadores y alcaldes mayores y regidores y capitanes y familiares de la Santa Inquisición, y que esta es la verdad... que es de edad de sesenta años, y no firmó porque no sabía escribir; firmó por él el capitán Pedro de Medina, siendo testigos Tomás Lopes, vecino de la isla de la Madera, mercader.- Gonzalo Argote de Molina- Pedro de Medina- Tomás Lopes- Ante mí, Pedro Negrín Galán. E luego el dicho Xptoval. de Carvajal presentó por testigo al capitán Baltasar Hernández Peña, vecino desta isla de Fuerteventura... y sabe que Alonso de Trigueros era natural castellano y decían públicamente que era de linaje de montañeros xptnos. viejos y que era vasallo del Duque de Medina, que avía servido con él y de allí avía venido aquí y casado con Marina Denis de Morales y de Vera, la qual este testigo conoció... y que de los Vera fue Governador en tienpo muy antiguo desta isla Diego de Vera el viejo, rebisabuelo de la dicha doña Juana de Vera, y de los Morales fue Governador desta isla Alonso de Morales, cavallero natural de Córdova, e que vino con la Señora Doña Inés Peraza y está sepultado en la iglesia del valle de Santa Inés, en la capilla mayor; y de los Negrines fue Juan Negrín, rey de armas del Rey don Juan el segundo, conquistador destas islas; y de los Alcá9ares fue Juan López de Alcá9ar, alcaide de la torre de Guanapay por Diego de Herrera, señor destas siete islas de Gran Canaria; y de los Perdamos fue el antecesor de todos los Perdomos Arriete Perdomo, Señor del pa90 de Arriete, cavallero francés, que pasó con don Juan de Betancor, rey destas islas y conquistador de ellas, y fue alférez mayor, que casó con hija de mosén Maciote de Betancor, primo del dicho rey don Juan de Betancor y de la reina de Teguiz; y de los Denis fue Pedro Denis el viejo, que fue el que tomó el pleito homenaje a los reyes de Tenerife por Diego de Herrera... Que es de edad de sesenta y dos años... ' Testigos: Pedro de Cabrera Betancor Tabordo y Ba1tasar Simón, vecinos; y porque no sabía firmar firmó Juan Márquez de Paradas, ejecutor de la Real Audiencia, estante. E luego... presentó a Diego de Cabrera León, capitán de cavallos de esta isla y familiar de la Santa Inquisición... [ conoce y sabe de la hidalguía de doña Juana de Vera y de la de sus antepasados] y firmó de su nombre. y luego... presentó por testigo a Mateo Hernández Villavicencio, alférez mayor de la gente de a cavallo desta isla de Fuerteventura, y dixo que conoce a la dicha doña Juana de Vera... ser tanbién descendiente de Alonso Sánchez de Morales, que fue un principal cavallero de Córdova, que vino a esta isla de Fuerteventura con doña Inés Peraza, señora de estas islas, y con Diego de Herrera, su marido, y está sepultado en la capilla mayor de Santa Inés de esta isla, que fundó la señora doña Inés Peraza, y por ser tal cavallero le sepultaron allí en medio de la dicha capilla, el qual tuvo treinta y seis hijos, de quien deciende la nobleza de esta isla... y sus antepasados... se han señalado en las guerras con los moros, haziendo muy honradas cavallerías y hazañas y en las 24 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 guerras antiguas con los gentiles, en las conquistas de estas islas de Canaria y en todas las otras ocasiones de valor que se han ofrecido a esta isla de Fuerteventura... Que es de quarenta y siete años y firmó de su nombre.- Mateo Hernández de Xerez. E luego... presentó por testigo al capitán Lucas Hernández de Villavicencio, vecino de esta isla, familiar de la Santa Inquisición... Dixo que su abuelo de la dicha doña Juana de Vera, Juan de Alcá<; ar de Morales, fue uno de los valientes y principales honbres que ovo en las guerras de la Berbería y que sienpre fue en ellas muy estimado, porque fue uno de los que se hallaban con el Governador Luis de León en la famosa batalla de Tafaraute, y este testigo tiene deudo con la dicha doña Juana de Vera por el linaje de Morales, por ser este testigo descendiente de Alonso Sánchez de Morales... Y firmó de su nonbre.- Lucas Hz. de Villavicencio. Este dicho día, mes y año susodicho pareció ante el dicho Provincial el dicho capitán Diego Cabrera León y dixo que por el juramento que tiene hecho en esta causa, que él conoció en Berbería, en las jornadas que hizo el Marqués de Lanzarote, a Juan de Alcá<; ar de Morales, abuelo de la dicha doña Juana de Vera, y se halló con él en la famosa batalla de Tafaraute, que el Governador Luis de León, padre de este testigo, uva con los moros el día de todos los Santos del año de quarenta y nueve, en la qual se señaló valerosamente, y así fue uno de los esfor<; ados hidalgos de esta isla que hizo en la guerra cosas señaladas, y así este testigo oyó dezir un día, alabando las valentías y hazañas del dicho Juan de Alcá<; ar de Morales, al Marqués de Lanzarote - qual otro Juan de AIcá<; ar- y aquella batalla de Tafaraute, en que el dicho Juan de Alcá<; ar se halló, fue una de las más famosas vitorias que Dios Nuestro Señor a dado a los destas islas, porque aviéndose al<; ado los navíos y quedado el Governador Luis de León solo en tierra de moros, con noventa honbres y diez cavallos, peleó con ellos y los desbarató y venció y prendió muchos y con la presa vino caminando por la costa de los moros, comiendo solamente las raízes de hiervas, hasta llegar al Cabo Blanco, donde se enbarcaron en navíos de pesquería que allí hallaron de xptianos., con la presa, y entre los hidalgos más esfor<; ados desta batalla fue el dicho Juan de Alcá" ar, abuelo de la dicha doña Juana de Vera, y por ser este hecho cosa tan señalada y averIo hecho tan honradamente el dicho Juan de Alcá<; ar, para honra de sus nietos, ha hecho la dicha declaración y que ésta es la verdad... y que es de edad de sesenta y seis años y firmó de su nombre- Gonzalo Argote de Malina- Diego Cabrera León- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público. En la villa de Santa María de Betancuria, en el dicho mes y día y año susodicho... presentó por testigo a Francisco de Morales de Unpierres, Governadar de esta isla de Fuerteventura y vecino de ella... y dice que conoce a la dicha doña Juana de Vera, por aver nacido en esta isla de Fuerteventura, y conoció a sus padres, Alonso de Trigueros y Marina Denis de Morales y Vera... que era hija de Juan de AIcá<; ar de Morales y de Juana de Vera, que fueron de los buenos de esta isla de Fuerteventura, y el dicho Juan de Alcá<; ar de Morales era primo hermano de Justa Enríquez Melián, abuela de este testigo ... hijos de hermanos, por manera que este testigo está en quarto grado de consaguinidad con la dicha doña Juana de Vera y ser ambos descendientes en quarto 25 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 grado de Alonso Sánchez de Morales, que fue principal cavallero de la ciudad de Córdova, que con Diego de Herrera y doña Inés Peraza, señores de estas siete islas y reino de Gran Canaria, vino a esta isla de Fuerteventura... y que este testigo es governador de esta isla y son regidores Miguel Hernández Negrín y Melchor Sánchez Negrín, primos de la dicha doña Juana de Vera, y Pedro Negrín Galán, escribano mayor del Cabildo y capitán de infantería y familiar y notario de la Santa Inquisición, tanbién su primo, y Juan Mateas Cabrera, proveedor de la gente de guerra de estas islas por el Rey Nuestro Señor y familiar de la Santa Inquisición es su primo y tanbién doña Juana de Vera 10 es de la Condesa de Lanzarote doña Costanza de Herrera y Rojas, mujer del Provincial Gonzalo Argote de Malina, por la parte que tiene de linaje de Perdomo, por manera que todos los más principales de esta isla de Fuerteventura son deudos de la dicha doña Juana de Vera, y este testigo oyó decir a Hernando de Cabrera Sanabria, capitán que fue en las jornadas de Berbería, que fue uno de los principales cavalleros de estas islas, que vio a Juan de Alcágar de Morales en Berbería, yendo con él, entrando en el río de Zeguia contra tres moros muy valientes, que como se le fuesen por un paso y de cavallo no pudiesen entrar por el río, se baxó el dicho Juan de Alcágar de Morales por el risco y pasó y se conbatió con los tres moros y hirió a los dos de ellos y los prendió a todos tres, y asimismo alcangó en otra jornada a dos hermanos moros y conbatiéndose con ellos les tiró un tajo con el espada y le echó las tripas de fuera, y al otro cortó de un revés el brazo, y los trajo presos anbos, y este testigo conoció al moro que le cortó el brazo, que fue esclavo de Diego Viejo, en esta isla; y la espada con que se hicieron estas heridas tiene oyen su poder Juan Mateo Cabrera, en esta isla, que tiene dos sortijas de plata en la empuñadura y asimesmo; sabe este testigo que aviendo llegado cantidad de gente desta isla y de Lanzarote en una entrada de que iba por capitán Hernand Arias de Saavedra, abuelo del Marqués de Lanzarote, a una mancha de erguenes, donde estava una cueva hecha del propio monte, como no osasen entrar los demás, él entró solo, desnudo, con un puñal en la cinta, y sacó por la greña uno a uno cinco moros que estavan dentro de los dichos erguenes, escondidos en la dicha cueva, que se tuvo por hazaña de mucho ánimo y determinación, por no aver osado acometerla los demás que con él estavan; y esto oyó contar este testigo a Juan Peraza y a Alonso de Medina, padre del capitán Pedro de Medina, que se hallaron en la dicha jornada; y que en efeto fue uno de los más valientes hidalgos de esta isla y que más famosas cosas hicieron en la Berbería, y se halló en la batalla de Tafaraute, con el Governador Luis de León, que fue una de las mayores hazañas que se an hecho en Berbería, y asimesmo viniendo de Berbería en una armada de gente de Lanzarote y de alguna de esta isla, de que venía por capitán Bartolomé Cabrera, como quisieran dar otro salto en Berbería, él no lo consintió y se levantó con el navío y junto con él Pedro de Vera el hidalgo y Manuel Afonso Melián, vecinos de esta isla, todos tres se algaron con él y lo llevaron a Tenerife, contra cinquenta soldados que venían dentro; y que este testigo tiene por todo lo dicho a la dicha doña Juana de Vera... y que el padre de Juan de Alcá: gar de Morales fue Francisco de Morales, que fue heredado en la montaña que por él llaman de Francisco, que es al lado de Gran Barranco en esta isla, y fue hermano de 26 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 GadiIer de Morales, hijo asimismo del dicho Francisco de Morales, y fue hermano de padre de Francisco de Morales Negrín, regidor que fue de esta isla, y que ésta es la verdad... que es de edad de cinquenta años poco más o menos y : Brma de su nombre.- Gonzalo Argote. de Molina- Francisco de MoralesAnte mí, Pedro Negrín Galán, escribano público. E vista por el dicho Provincial Gonzalo Argote de Molina la dicha información, dixo que interponía e interpuso en ella su autoridad y decreto judicial, para que valga e haga fee do quiera que se presentare, y mandó que de ella se dé a la parte de los dichos Daniel Vendama y doña Juana de Vera y al dicho Xptoval. de Carvajal en su nonbre uno o más treslados o los que quisiere, los quales y en cada uno dellos interponía el mesmo decreto judicial, atento que, demás de lo contenido en la dicha infonnacíón, a él le consta, por particular noticia, que los padres y abuelos de la dicha doña Juana de Vera tiene ser así, y lo : Brmó de su nombre.- Gonzalo Argote de Molina.- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público y mayor del Concejo.- GoNZALo ARGOTE DE MOLINA lJirma autógrafa)- PEDR. O NEGR. ÍN GALÁN, escribano público y mayor del Concejo- Signado y rubricado. ( Archivo Histórico de la Provincia de Santa Cruz de Tenerífe, registro de Matías Oramas Víllarreal, año 1677, legajo núm. 984, y está inserto en los recaudos presentados por los hermanos Don Cristóbal y Don Alonso Van Damme.) Revista de Historia ( La Laguna), núm. 100: octubre- diciembre de 1952. 27 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 IV DIARIO DE LA VISITA DEL CORREGIDOR LA SANTA ARIZA y CASTILLA A LA ISLA DE GRAN CANARIA EN 1764, POR EL P. ACEVEDO E NTRE los papeles que pertenecieron a la familia lagunera de Guerra, extinguida a la muerte, en 1853, de doña María de los Remedios de la Guerra y del Hoyo, cuarta Marquesa de la Villa de San Andrés y cuyo rico archivo posee hoy don José Vicente de Buergo y Oráa, se encuentra un cuadernillo en cuarto, de 34 folios, los 6 últimos en blanco, en cuya cubierta se lee Visita de la Isla de Canaria y contiene el diario de la que realizó el Corregidor y Capitán a Guerra don Nicolás de La Santa Ariza y Castilla, en el otoño de 1764, escrito por fray Esteban de Acevedo, capellán y cronista de la expedición, la que tuvo una doble finalidad: cumplir el Gobernador el deber impuesto al cargo de recorrer toda su jurisdicción y la de realizar el encargo del Cabildo y la Real Audiencia de deslindar sus montes, entre ellos el famoso bosque de Doramas. Este manuscrito es, seguramente, copia del original que debió regalar el autor al Sr. La Santa, de la misma fecha de éste, como lo prueba el tipo de letra y el párrafo final, escrito de distinta mano, que comienza: " Este último verso se a hecho... ". No resulta difícil conjeturar el motivo de la presencia del Diario entre los papeles de los Guerra, ya que don Nicolás de La Santa murió sin hijos y entre sus herederos se contó su sobrino don Fernando de Malina Quesada, hijo de su hermana doña Ana, 1 uno de aquellos ilustrados miembros de la sociedad lagunera de la segunda mitad del siglo XVIII, eficaz colaborador de don José de Viera y Clavija, cualidades que también 1 Los datos sobre la familia de La Santa en Canarias figuran en nota a la página 570 del tomo 1 del Nobiliario de Canarias, ampliación de la obra de don FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BÉTHENCOURT ( J. Régulo, editor, La Laguna 1952). En el mismo volumen la genealogía de los Molina Quesada, pp. 549 Y sigs. y la de los Guerra, pp. 673 Y sigs. 29 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 se dieron en don Lope Antonio de la Guerra y Peña, destacado personaje de esta Casa. El manuscrito es de redacción descuidada: hay décimas que copia en dos lugares, con variantes en uno y otro, y en algunos párrafos claramente se advierte la falta o sobra de alguna palabra. Por otra parte, la ortografía, tan insegura aún, es aquí totalmente arbitraria: un mismo vocablo está escrito o no con H, B, V o U, sin hablar del uso completamente irregular de las C, S y Z, producto de nuestro seseo, pero la hemos conservado, pese a su' muy relativo valor, limitándonos a deshacer las abreviaturas y a regularizar el empleo de las mayúsculas y la puntuación. Es de notar por otra parte en la redacción del Diario el uso de cultismos y de palabras hacía ya mucho tiempo perdidas en el habla de Castilla, como " fastigio", " prolando", al mismo tiempo que el de otras de construcción incorrecta, como " nacionistas", por " nacionales"; productos ambos fenómenos del aislamiento cultural de aquellas generaciones nuestras. Del autor del trabajo sabemos, por lo que él mismo nos dice, que se llamaba Esteban de Acevedo, nacido en Gran Canaria, fraile agustino, a la sazón Padre Presentado y residente en el convento de su orden en Las Palmas de Gran Canaria. El Corregidor don Nicolás de La Santa Ariza y Castilla había nacido en La Laguna y recibió el bautismo en su parroquial de los Remedios, el 14 de octubre de 1693. Era hijo de don José de La Santa Ariza y Vallejo, natural de la villa de Soto, en el obispado de Calahorra, que en Tenerife desempeñó la alcaidía del castillo de Paso Alto, y de doña Francisca de Castilla Valdés y Malina, la que a su vez era hija de don García Domingo de Castilla Valdés, Regidor Perpetuo de La Palma y luego de Tenerife, castellano del principal de San Cristóbal, uno de los fundadores de la Esclavitud del SantÍsimo Cristo de La Laguna y descendiente de don Diego de Castilla, hijo natural del Rey Don Pedro el Cruel. Don Nicolás de La Santa, alcaide del castillo de San Juan en 1714, Regidor de Tenerife en 1733, Teniente Coronel del Regimiento provincial de La Orotava en 1759, había obtenido el Corregimiento de Gran Canaria, por Real Cédula de 8 de octubre de 1760, pero se posesionó de este oficio meses más tarde, ya que el P. Acevedo afirma que al comenzar la visita, a mediados de septiembre del 64, llevaba ejerciéndolo 3 años y 5 meses. Es de notar que don Nicolás iba a cumplir ya los 71 años, a pesar de lo cual hizo, ya a pie ya a caballo, el recorrido por pésimos y peligrosos caminos. Después de cesar en el corregimiento de Gran Canaria continuó viviendo en esta isla, en la que ejerció la alcaidía del Risco, en 1774, y en la 30 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 que falleció, a los 90 años cumplidos, el 24 de octubre de 1783. Había casado con doña Beatriz de Lara, hija de don José Isidro de Lara, Gobernador y Capitán General de Honduras, y de doña Catalina de Llerena y Cabrera, de la que no tuvo hijos, por lo que fueron sus herederos sus sobrinos, entre ellos, como dijimos, don Fernando de Malina Quesada. 2 Según el P. Acevedo, don Nicolás de La Santa era persona de gran prudencia y dotes de mando. Claro es que no podemos olvidar la condición de aquél, de capellán agradecido, pero del contenido del Diario puede deducirse la certeza, en líneas generales, de la afirmación del agustino. Podríamos intentar la identi: 6. cación de la mayoría de las personas que en el relato se citan, lo que carecería de interés, por lo que nos limitamos al de aquellos miembros del Cabildo de la Isla que acompañaron al Corregidor. Los dos regidores designados por el Cabildo para la visita lo fueron: don Antonio José Romero Serpa y Padilla, Capitán, Familiar y Contador del Tribunal de la Inquisición, escritor y genealogista y más tarde alcaide del castillo de la Luz 3 y don Agustín de Icaza y Padilla, también Capitán de las Milicias, Síndico personero general de la Isla y Alcaide de los castillos de Santa Ana y San Pedro. 4 A estos dos nombres hemos de añadir el de otro regidor, que acompañó a don Nicolás de La Santa al deslinde de los montes, don Isidro Ventura de Aguilar Carvajal y Guanarteme, como los anteriores Capitán, y Alcalde de Guía. 5 Los tres pertenecían a familias que entonces ocupaban destacado lugar en la vida de la Isla. El Corregidor y sus acompañantes se hospedaron en la villa de Guía en la casa del Teniente Coronel don Agustín Gabriel del Castillo Ruiz de Vergara, hijo del historiador don Pedro Agustín y a la sazón Corregidor de la isla de Tenerife. Ternlinada la descripción de la visita a la villa de Gáldar, el Padre Acevedo hace notar el disgusto que tuvo don Nicolás de La Santa al ver " desolada la casa de Don Fernando, rey de Guarteme y de aquella villa, la qual casa desde que se conquistó la isla la habían selado y cuidado los naturales y por un motivo tan bario, como por estender y alargar asia el poniente del sol la plaza de aquella iglesia, siendo assí que 2 Memorias de don LOPE ANTONIO DE LA GUERRA y PEÑA, El Museo Canario, cuaderno IV, p. 145. 3 Nobiliario, cit., tomo 1, p. 496, nota. 4 Nobiliario, cit., tomo 1, p. 719, nota. 5 Nobiliario, cit., tomo 111, p. 386, nota. 31 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 por el naciente tiene una mui larga y expasiosa, incurrieron en la nota de poco curiosos y nada amantes de la estavilidad de las memorias de su patria en haver demolido el palacio y domicilio de un Rey ~ quien para venserlo le costó tanto trabaxo a los conquistadores. No puede dudarse que dicha casa es aquella que menciona en sus Sinodales el Obispo Cámara y Murga: " Dizen que está allí [ en Gáldar] la casa del que solía ser su Rey antes de la conquista y está labrada con solo piedra, sin cal. Llamóse Don Fernando Guanarteme". 6 Cerca de medio siglo más tarde la visitó el P. José de Sosa, que dice: " La mejor población que hubo en esta afortunada isla de Gran Canaria fue la de la villa de Gáldar, en donde había los mejores edificios, por ser la cabeza entonces del partido de la isla y corte del Guanarteme. Fabricaban sus casas... que causan admiración. Como me sucedió a mi el año de 1675, que estando en dicha villa de Gáldar en misión fui a ver una casa canaria que hasta hoy por vía de estado se conserva cerca de la iglesia parroquial de Señor Santiago, y reparando en lo pulido y labrado de sus maderos y en el ajuste de sus tablones y vigas, quedé fuera de mi casi... Hay tradición que esta casa, siendo muy labrada de colores, era el palacio en donde asistían las doncellas recogidas y como religiosas que se llamaban maguadas, aunque otros la llaman la casa del Rey canario". Y añade, " De estas casas y de los demás edificios antiguos con lo largo del tiempo ya no hay ninguno y están de otra suerte pobladas. Junto donde estaba esta [ se refiere a otra que describe] hasta hoy está otra casa pintada y grande, que servía de escuela o regimiento de doncellas, hijas de los principales e hidalgos...". 7 El Obispo Dávila y Cárdenas, en sus Adiciones a las Sinodales de Cámara y Murga, editadas en Madrid ( 1737), se refiere al citado edificio; tiene Gáldar, dice, " muy buena iglesia y junto a ella el Palacio que dicen fue de los Reyes Canarios, como nota dicho Señor Ilustrísimo al folio 339". s Pese a todas estas citas, la del Diario del P. Acevedo tiene el valor de precisar el lugar en que la casa se hallaba y el momento 6 Constituciones Sinodales del Obispado de la Gran Canaria... , Madrid, 1634, p. 339. Están fechadas en 1629. 7 Fray JosÉ DE SOSA, Topografía de la Isla Fortunada Gran Canaria, cabeza de partido de toda la Provincia comprensiva de las siete islas llamadas vulgarmente Afortunadas; reedición, Las Palmas, 1849, Libro IIl, cap. IIl. s Constitución y nuevas adiciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1737, p. 497. 32 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en que fue derruida, sin duda bastante inmediato al de la visita, dados los términos en que el agustino se expresa. El cronista abandona el frío relato de la visita a la vista del bosque de Doramas, que le impresiona y al que dedica exaltados elogios. Recoge también poesías de circunstancias dedicadas al Corregidor en algunos de los pueblos por los que pasa, de muy escaso valor y sin autor conocido, a excepción de las de Telde, debidas a un tal Travieso, que es posible sea un don Juan Travieso al que cita entre las personas que visitaron a don Nicolás de La Santa. La visita, que comenzó el lunes 17 de septiembre, fecha de su salida de Las Palmas, duró cerca de dos meses, para regresar a la ciudad capital el lunes, 5 de noviembre del citado año 1764. El texto del Diario del P. Acevedo es el siguiente: DIARIO CRITICO Y BREVE, COMPENDIOSO DE LOS FAVORABLES SUBSESOS ACAESIDOS EN LA VISITA DE LA ISLA DE LA GRAN CANARIA SEGÚN REALES ORDENANZAS Y CON PARTICULAR COMISION DEL CAVILDO SECULAR, CONFIRMADA POR LA REAL AUDIENCIA, PARA DESLINDAR SUS MONTES Y SÉLEBRE MONTAÑA DE ORAMAS, PRACTICADA POR EL THENIENTE CORONEL DE LA ISLA DE THENERIFE DON NICOLÁS DE LA SANTA ARIZA y CASTILLA, A LOS TRES AÑOS Y SINCO MESES EN LOS QUE HA SIDO CORREGIDOR Y CAPITÁN A GUERRA Y GOVERNADOR DE SUS ARMAS DE DICHA ISLA, PRINCIPIA A DIEZ Y SIETE DE SEPTIEMBRE DE ESTE AÑO DE MIL SETEZIENTOS SESENTA y QUATRO, DADA A LUZ POR EL CAPELLÁN DE LA VISITA, EL R. P. PRESENTADO FRAY ESTEVAN DE AZEVEDO, DE LA ORDEN DEL GRAN PADRE Y PATRIARCA SAN AGUSTfN LUGAR DE SAN LORENZO En día lunes diez y siete del referido mes por la tarde sali6 su Merced de la ciudad, acompañado de los señores el Capitán Don Antonio Romero y Zerpa y Don Agustín de Icassa y Padilla, Rexidores diputados para la visita por el Cavildo, como asimismo el Theniente de Capitán Don Pedro de Isla, escribano de número; Juan Cabral, portero del Cavildo; Christ6baI Truxillo Cano y Juan Benites, soldados del precidio y por capellán de este noble congreso para esta rexia expedici6n acompañado el enunciado arriva el R. P. Presentado, los que llegaron el mismo día por la tarde a el lugar de San Lorenzo, haviéndolos salido a resivir el Alcalde Don Joseph Manuel Ponce y Don Claudia Salazar, Venerable cura de dicho lugar. En el qual, por ser pobre, corto y mui reducido, solo estuvieron este día y el siguiente, en los que se practicaron las diligencias correspondientes a el 33 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 edicto que se fixó en la puerta de la parroquia del Sr. San Lorenzo, Patrono titular de dicha Iglesia, y el día miércoles, por la mañana, después de haver oido missa, transitaron con la misma formalidad para el lugar de Arucas, a exsepción del señor Rexidor Don Agustín Icasa, quien por evaquar diferentes embargos que pedían personalidad en recoger los frutos de sus haziendas, no siguió la derrota, aunque más adelante se dirá adonde se bolbió a venir. Acompañaron a el Sr. Corregidor y ministros de esta visita el Alcalde y el Vble. Cura, hasta el término que deslinda la jurisdicción del lugar de San Lorenzo, a donde, despedidos el congreso, se bolbieron para su lugar. LUGAR DE ARUCAS A este lugar llegaron a oras de mediodía, a onde fue visitado dicho Señor y diputazión de los primeros sugetos del pueblo, como fueron el Vble. Cura Don Antonio de Quintana, el Capitán Don Miguel de Ortega y el Alférez Don Manuel Ponce, y de los señores eclesiásticos Don Manuel Ponce, clérigo presbítero, y Don Antonio Cabrera. A el día siguiente se fixó el edicto en la puerta principal de la parroquial del Sr. San Juan Bauptista, Patrono titular de dicha Iglesia; continuóse la visitación dándose las providencias correspondientes y arregladas a la justicia, dexando orden a el Alcalde de el lugar Don Antonio Ponce para que luego compusiera a costa del becindario la camisería, por estar la maior parte arruinada, como asimismo atendiendo a la inminente falta que se espera padecer la mayor parte de la Isla, por la escasés y limitada cosecha de granos que an cogido sus havitadores en este presente año, se libró despacho, a súplicas de los vezinos, para que el diezmero guardara dozientas fanegas de millo, alimento usual de la maior parte de los avitadores desta Isla, a fin de que en los meses maiores no mendigara el vezindario de este lugar, asegurándole a dicho diezmero las mermas y quebrantos que por tan larga demora pudieran tener los granos. VILLA DE GUíA Concluida la vista del mencionado lugar, el día veinte y quatro, lunes, por la mañana, después de oir misa, salieron de el para seguir la derrota asía la villa de Guía, acompañando la tropa el Alcalde del lugar de Arucas Don Antonio Ponce y su primo el Alférez Don Manuel de Ponce, baxando y dando buelta a la costa de la Iraga, hasta hacer alto en la casa del Sarxento Maior Don Agustín Manrique, situada en la rivera del camino de Moya, en la que comieron y descansaron, y despedidos del Alcalde de Arucas y su primo, siguió la derrota asia la villa de Guía, subiendo el Sr. Corregidor a cavaIlo la fragosa y peligrosa Cuesta de Silva, en cuio fastigio o sima le salieron a resevir el Alcalde de Guía Don Antonio Muxica y Mareo; el Coronel Don Christóbal Benites y el Sargento Mayor Don Marcos Falcón, incorporándose también a esta noble comitiva el Capitán Don Diego de Pineda, Alcalde de la villa de Gáldar; el Capitán Don Estevan de Quesada y el Alférez Don Antonio de Quesada, su hermano, en el pago de Tarazona, hasta llegar a la villa de Guía, a la 34 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 casa del Theniente Coronel Don Agustín del Castillo, Corregidor de la Muy Noble y Leal Ciudad de la Laguna, siendo desde esa misma tarde el Sr. Corregidor y los principales acompañados visitados y obsequiados así del Vble. Beneficiado de la parroquial de dicha villa Don Barthasar Joseph de Nis y Quintana, como de los jefes y primeros sujetos de ella. El día martes por la mañana, veinte y cinco del mismo mes, se fixó con la devida formalidad el edicto en la puerta principal de Ntra. Señora, con el renombre y título de Guía, Patrona titular de dicha parroquia, asta el día jueves veinte y ocho del que aun corre, con el mismo severo, piadoso y caritativo selo que obró dicho Sr., así en esta villa, como en los dos lugares que quedan visitados, porque en el tiempo de su gobierno no sólo a imitado el blazón y apellido de Santo, sino a unido, a imitación de Dios, la justicia con la misericordia; diéronse en esta villa las providencias correspondientes, imperando a el Alcalde reforme la camisería, como asímismo librando despacho a favor y petición del vezindario, a fin de que el diezmero conserve, como en el lugar de Arucas se decretó, las fanegas de millo mencionadas, para que en los meses maiores no esperimente el vezindario ninguna hambre, ni quebranto. No cave en poderación el obsequio con que los vezinos de dicha villa, ciendo esta la piedra de toque de los demás Caballeros Correxidores en visita, obraron con el nuestro y su diputación en la presente, por lo que no omitiré el dar a la estampa los presentes désimas que en su eloxio se hizieron: Décima primera No me admira, no, el portento con que el Alcalde se explica, supuesto que lo Muxica en si dice lucimiento; vien lo interpreta mi asento al ber su noble arrogancia, y assí digo sin jactancia que resiva con amor gosando el Corregidor del Alcalde la abundancia. Segunda O Señor, oi se adelanta mi afecto y no se amedranta, O Señor, que bien te cienta el apellido de Santa, vien puedo echar esta planta refuIxente, noble, altivo; Viva el Correxidor, viva y reciba acá en mi pecho pues una visita a echo piadosa y caritativa. Tercera En esta rexia visita todo es pas, todo es quietud, el enfermo alla salud, si reo la necesita, ninguno se presipita, todos quedan mui contentos, prolando 1 en varios asentos por misericordia tanta. Viva, viva el Señor Santa por los eternos momentos. 1 Variante anticuada de proferir. 35 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 VILLA DE GÁLDAR En este mismo día veinte y ocho de por la mañana, digo por la tarde, despedidos del Vble. Beneficiado y de los primeros subjetos que el Sr. Corregidor y diputación avían visitado, transitaron de dicha vílIa asia la de Gáldar, cuia distancia será de media legua muí corta, acompañando al dicho Señor y su comitiva los señores: e! Alcalde Don Antonio Mwdca y Mareo, Rexidor perpetuo; el Coronel Don Christóbal Benites, el Sargento Maior Don Marcos Falcón, e! Capitán Don Antonio Merino, el Capitán Don Diego Pineda, Alcalde de la vílIa de Gáldar, e! Capitán Don Esteban de Quesada y el Theniente de Capitán Don Antonio de Quesada, hermanos. y haviendo llegado a la casa que en dicha villa, con rico y curioso aseo, tenía preparada el referido Alcalde, pasó luego a cumplimentar a dicho señor y acompañados el Vble. Beneficiado don Joseph Arturo, natural de la isla de la Palma, como assimismo el R. P. Lector fray Joseph Enríquez, de la orden del Seraphico P. San Francisco, guardián del convento de Sr. San Antonio, sufraganea de la jurisdicción de la vílIa de Gáldar. Gozaron en este día por la noche de! corredor y ventanas de la casa en que asistían, que miran asia la plaza, una célebre función de fuegos que se hizo en honor del Arcángel Señor San Miguel; celebrándose a el otro día con la misma autoridad, con misa solemne, sermón y procesión en la sircunferencia de la iglesia por la plasa. Este mismo día veinte y nueve, del Arcángel San Miguel, se fixó con la misma solemnidad que en los demás lugares el edito de la visita, en la puerta principal de la iglesia del tutelar Patrono de nuestra España, el grande Apóstol Santhiago, Patrono titular de dicha parroquia, como assimismo se mandó fixar el respectivo edicto en el lugar de la Aldea, en la puerta de la iglesia de San Nicolás de Tolentino, Patrono titular de dicha parroquia, de la qual es Vble. cura el R. P. Predicador fray Lucas Joseph de Brito, de la orden del Seraphico Padre San Francisco, a el qual lugar, assí por lo inculto, áspero y peligroso del camino, como porque ninguno de sus antecesores lo transitaron, no pasó el Sr. Corregidor con la diputación a visitarlo, por lo que vino el Capitán Dn. Joseph Valencia, Alcalde de dicho lugar, con los vezinos primeros y precisos para la sumaria a la vílIa de Gáldar a formalizar y determinar la visita. Diéronse las providencias correspondientes, practicóse con este lugar en punto a alimentos para los meses maiores lo mismo que con los otros. No se omitió esta misma diligencia con los vezinos del lugar de Agaete, a el que assí por su pobreza y reducido y no tener casa proporcionada a donde el Alcalde pudiera ospedar a el Sr. Corregidor, acompañados y equipaxe, como para librarlo del costo que Don Salvador de Armas, por razón de Alcalde y pobre pudiera tener, se fixó edicto en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, Patrona titular de dicha parroquia, de la qual es Vble. Beneficiado Don Miguel Fernández Vello, natural del lugar del Sauzal en la isla de Thenerife, el que no se escusó de escrivirle una mui afectuosa carta a el Sr. Corregidor, convidándole y ofreciéndole su casa, pa tenerse el gusto de estar con él aunque fueran ocho días. 36 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 y marchando el mencionado Alcalde con los principales y precisos vezinos del lugar, se hizo la sumaria correspondiente a la visita, diéronse las providencias correspondientes y fecha la visita se despidió con Don Joseph Valencia, Alcalde de la Aldea, para sus respectivos lugares. En estos días no faltaron de la villa de Guía los primeros, assí el Coronel y demás jefes, como algunos eclesiásticos seculares acompañando al Sr. Corregidor a la mesa, sintiendo todos el apartarse de tan santa y afable sociabilidad, terminóse la visita de esta villa, dándose las providencias correspondientes, sin omitir la reserva de alimentos provisionales para los meses maiores, y solo tuvo el Sr. Corregidor un disgusto, que fue ver desolada la casa de Don Fernando, rey de Guarteme y de aquella villa, la qual casa desde que se conquistó la isla la havían selado y cuidado los naturales y por un motivo tan bario, como por estender y alargar asia el poniente del sol la plasa de aquella iglesia, siendo assí que por el naciente tiene una mui larga y expasiosa, incurrieron en la nota de poco curiosos y nada amantes de la estavilidad de las memorias de su patria en haver demolido el palacio y domicilio de un Rey a quien para venserIo le costó tanto trabaxo a los conquistadores, por lo que devieron conservar 2 y glesia y por perpetuo padrón aquella casa, para feliz y eterna memoria de esta afortunada Isla. LUGAR DE MOYA El día quatro de octubre, jueves, por la mañana, después de oir misa, salió el Sr. Corregidor con su comitiva, acompañado de los señores el Capitán Don Diego de Pineda, Alcalde de dicha villa; el Alférez Don Agustín Pineda, su hixo; el Theniente Capitán Don Juan Antonio de Sahavedra y el Theniente Capitán Don Antonio de Quesada y Don Isidro de Aguilar, Regidor perpetuo, el qual, por hallarse en esos días en la villa de Gáldar, le nombró el Sr. Corregidor para el deslinde de la Montaña, en atención a que pasaron por ella y no haver parecido aun el caballero Regidor y diputado para este fin Don Agustín de Icasa y Padilla. Y siguiendo la derrota asia el Leste llegaron a la célebre y digna de eterna memoria Montaña de Oramas, la que, según el geométrico cómputo de los naturales que' la pisan, tiene diez leguas de sircunferencia, sitio mui ameno y deleitable, por lo fresco, sitil y salutífero de sus fuentes, assí dulses como agrias, por el suave, sonoro canto de sus páxaros y aves, pues de quantas produce próvida la Naturaleza, no sólo las que nidifican en los montes de esta isla, como adiacente Africa, si también de la misma Africa, vienen por la primavera a avecindarse en las más erisadas y frondosas copas de sus árboles, causando tal embeleso con la subiada ( sic) y diversidad de sus cantos, que parece en esos meses aquel sitio un paraiso terreno. Y si, si hallá prometió Dios a los israelitas que después de quarenta años de peregrinación en el desierto les daría una tierra que destilava leche y miel, 2 Debe haber un error del copista, o sobra las palabras " Yglesia y", o faltan palabras. 37 4 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 sin duda podemos decir fue para los canarios la Montaña de Oramas lo que para los israelitas la tierra prometida, pues ni miel, ni leche assí en su sentro y sircunferencia nunca falta, sirviendo el corazón de los laureles más altos a las abexas de domicilio y de corcho. Buen testigo de vista que pudo certificar, como lo fue el escribano de la visita, quien al pasar a el deslinde vio castrar en el corazón de un escollado 3 laurel una cohnena. y por sus frondosos prados que en su ámbito contiene, sirve a toda especie de animal de nutritivo alimento por lo que abundan los confines de aquel terreno en leche, manteca y queso, siendo el mas exselente assí para nuestros isleños, como para muchos nacionistas, ( sic), el de Fontanal, pago contiguo a dicha montaña. y reconociendo sus linderos por la parte del Este Norte y Lesnordeste guiados por los naturales nombrados de oficio para el deslinde de dicha montaña como peritos en aquel territorio, que lo fueron Antonio Díaz y Joseph de Herrera, caminando hacia el Leste llegaron a las Tornas de Guía, sitio por su amenidad y frescura visitado de las primeras personas de la Isla y crusando de allí hacia el Norte hicieron alto para comer en dicha montaña, adonde llegó don Juan Truxillo, Alcalde del lugar de Moia, a recibir al Sr. Corregidor, hasta conducirlo a su casa. y después de haver · comido y descansado un rato, despedidos de los cavalleros que asta allí le havían acompañado, se siguió la derrota, asia el Sul, por medio de la montaña, hasta llegar a las cuevas que llaman de Jayme, aonde le fue presiso a el Sr. Corregidor vaxar a mas de media legua de camino, por ser todo veredas y fuga, propio de camino de cabras, mui a pique y en partes tan profundo que apenas con la vista se puede tocar el fondo. Con este penoso afán llegaron asta las Madres de Moya, sitio y paraxe tan ameno y deleitoso como en los meses de primavera y aun del estío y otoño haver sido visitado de muchos señores Obispos, de varios señores Rexentes e Oidores de la Real Audiencia, diferentes señores prevendados de la Santa Iglesia, de las personas principales de la Isla y de resto de inumerables nacionistas ( sic), dexando y que aun susisten gravados sus nombres en los árboles por particular memoria, de como Non Plus Ultra de Hércules en las Colimnea ( sic), imitando a los antiguos quando escrivían en las ajas y cortesas de los árboles. En este tan ameno sitio solo estuvieron un quarto de ora largo, por venir sudados y ser mucho el frío que aquellas fuentes exsalavan, y atravesando la montaña por la parte del Nordeste llegaron a el lugar de Moia, el qual linda con la misma montaña. Allí fue visitado el Sr. Corregidor y su diputación del Vble. Cura don Francisco de Medina y de su Theniente, el R. P. predicador general fray Francisco de Matos, los que acompañaron al dicho Sr. Corregidor y diputados algunos días a la mesa, a exsepción de don Antonio Truxillo, clérigo presbítero, hermano de don Juan Truxillo, el qual no solo los acompañó en los días de la visita a comer y senar, si también hasta finalisar el deslinde de la montaña y conducirlos a el lugar de Firgas. El día jueves, quatro de octubre se fixó el edicto en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, Patrona titular de dicha parroquia, conti- 3 Igual a descollado. 38 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 nuándose la visita, diéronse como en los demás lugares las providencias correspondientes a el bien público, obrando arreglado a la Justicia e radicando del trigo la sisaña, con tanto regocixo resivieron los vezinos de este lugar al Sr. Corregidor que desde el día que llegó asta el domingo siete de octubre, día de la Naval, todas las noches ordenaron los vezinos sus bailes delante de la casa a donde el Sr. Corregidor asistía. Concurrió el dicho señor este día a la función por la mañana, sin que le sirviera de estorvo el tiempo de la procesión el rigoroso y destemplado soll que aquel día hizo. LUGAR DE FIRGAS El día ocho, lunes, por la mañana, después de oir misa, salió el Sr. Corregidor del lugar de Moia con parte de la comitiva a continuar y determinar el deslinde de la montaña, acompañado del Alcalde don Juan Truxillo, siguiendo la derrota por la parte del Sul, subiendo a las vueltas que llaman del Rapador, cuesta de exsesiva, fragosa y áspera manitud, así por lo peligroso de las sendas como por el formidable precipicio que su despeño amenasa. asta llegar a el pago de Fontanal, haziendo alto en la casa del Lizdo. don Joseph Hidalgo, Avogado de los Reales Concejos, a donde estavan los peritos nombrados para el deslinde, según la ciencia y consentimiento que tenían de la montaña, que fueron Antonio Díaz y Joseph de Herrera. Caminaron de allí asia la Hoya Morena, circulando la orilla de la montaña, hasta escubrir el pago de Basendero, término de la jurisdicción de Teror y dando vuelta asia el Norueste se hizo el medio día en la mencionada casa y después de un corto tiempo de reposo siguieron desde aquel sitio la derrota por la misma montaña asia el Leste, vaxando dicho señor a pie la bueltas y cuesta del Ropador, por los malos y peligrosos pasos que contiene, teniendo dicho señor la gloria de poner en execución lo que el visitador que vino de Europa a este fin, deslindar dicha montaña, no se atrevió a finalizar dicha visita y deslinde, ni llegar a estas cuevas, así por lo intempestivo de la canícula, en cuyo tiempo se halló en la montaña, como por lo áspero e intransitable de aquellas veredas. Llegando al pie de esta cuesta se encontraron con el Alcalde del lugar de Firgas, don Juan Antonio Domínguez y con este penoso afán llegaron a las siete de la noche a el lugar. El día martes por la mañana se fixó el edicto con la devida formalidad en la puerta de la iglesia del convento de la orden de Predicadores, cuyo Patrono titular es San Juan de Ortega. Por ser tan corto y reducido sólo tiene quatro religiosos, es sugfragáneo y su corto vecindario de la parroquia del Sr. San Juan Baptista del lugar de Arucas. En este día fue visitado dicho Señor y la diputación por el R. P. Prior fray Joseph de Nis. En este día llegó de la ciudad a unirse a la comitiva el Sr. don Agustín de Icasia y Padilla, Rexidor perpetuo y diputado para esta bisita. Continuóse y terminóse en este lugar la visita, diéronse las providencias correspondientes, obrando el Sr. Corregidor con caritativo arreglo a la Justicia, como en los demás lugares, oiendo y sentenciando a cada uno según Derecho. 39 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LUGAR DE TERüR El día trese, sávado, por la mañana después de oir misa, se siguió la derrota asia e! lugar de Teror, acompañando la tropa el Alcalde de Firgas, a la que salieron a recibir a la Hoya de la Caldera e! Alcalde don Manue! del Toro, los Capitanes don Joseph de los Reyes y don Antonio Henríquez y el Alférez don Manuel González, y haviendo llegado a las once de la mañana a la casa del mismo Alcalde, la que estava desentemente preparada para e! Sr. Corregidor, hizieron e! mediodía, acompañando al Sr. Corregidor y diputados a la mesa nos, los mencionados cavalleros que lo fueron a resevir si también el Vble. Cura del lugar don Lázaro Marrero y Coronel don Antonio de la Rocha, los que luego lo fueron a visitar. AIlábase allí este cavalIero detenido con el pretesto de cuidar y ordenar la fábrica de un famoso y curioso templo, a similitud de alguno de la Europa, dedicado a la taumaturga de esta Isla, la aparecida milagrosa Imagen María Santísima, con el glorioso título del Pino. El domingo por la mañana se fixó con la devida formalidad, el edicto en la puerta del oratorio, por no estar acavada la iglesia. Continuóse y terminóse la visita así del lugar, como del Pósito común, diéronse las providencias correspondientes arregladas a la Justicia y en particular el expediente a súplica del vecindario sobre la mantenencia y conservación del millo en poder de! diezmero, para los meses maiores, por ser este el alimento más usual par~ la mayor parte de los havitadores de esta Isla. En los días que estuvieron en este lugar siempre estuvo el Sr. Corregidor acompañado, así en casa, como en la mesa, de los primeros, porque con 10 dócil y compasivo de su jenio en cada lugar se robó las atenciones de todos, queriendo cada individuo, a el veer su nativo desinterés, eternizarlo en su pecho. No cabe ponderación el gusto con que la comitiva estuvo en este lugar, así por 10 ameno y frutífero, como por el rico y curioso aseo con que el Alcalde los trató, y así no son de omitir las presentes décimas, que e! viernes diez y nueve del que corre se dixeron en la mesa, en onor del Sr. Correxidor y el Alcalde: Déxima: Trese estamos a la mesa: el Señor Corregidor, cavaIlero de primor y una dama de noblesa y porque el número expresa a todo el apostolado, tenemos un Presentado y otro Pedro arrepentido y si a Judas que a vendido, éste no está declarado. 40 Segunda: Los Alcaldes mui gustosos al Governador resiven, todos con sus genios viven, pero todos generosos, y si todos por honrosos exactamente an cumplido, del de Teror tal luzido por 10 afable y cariñoso, digo, y no jactancioso, que en esto les a esedido. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LUGAR DE LA VEGA Este mismo día, viernes, por la tarde, despedido el Sr. Corregidor y cavalleros diputados del Vble Cura don Lázaro Marrero y demás cavalleros que le havían cumplimentado, siguieron la derrota asia el lugar de la Vega, acompañando a el Sr. Corregidor el Alcalde, don Manuel del Toro y el Capitán don Antonio Henríquez, con parte de la comitiva, por el camino llamado de los Arbejales y la otra parte por la fragosa cuesta intitulada de Falcón, asta incorporarse con la otra parte de la comitiva en la Joya de la Caldera a donde llegó a unirse hasta ~ ondusirlos a la Vega el Alcalde del lugar don Juan Bauptista, el que por no tener casa capás para hospedar a toda la tropa, los recibió en la casa de la Señora doña Francisca Conde, sita en el pago llamado Vega de Arriba, a la que llegaron con media ora de la noche. El día sábado veinte del que corre por la tarde fueron dicho Señor y su diputación visitados de los Señores don Antonio de Monteverde y de su sobrino don Gerónimo de Roo, Prevendado de la Santa Iglesia Cathedral, de don Agustín Jaques de Mesa y del Theniente Castellano don Martín Giménez Falcón, los que se allaban de diversión en sus casas y haziendas que tienen en este lugar, con motivo de la recoleción de sus frutos; como asimismo practicaron este obsequio los Señores Capitanes don Joseph Rodríguez y don Joseph de Ojeda y el Vble. Cura, por hallarse enfermo, les hizo mensaxe de bien venidos, con el alguacil de la Iglesia, ofreciéndoles su persona y casa. En este día se fixó el edicto de visita en la puerta de la hermita de Nuestra Señora del Madroñal, por razón de estar disperso y distante el vezindario; y así por la noche como por la mañana ser grande el concurso de los vezinos, con el motivo de una sélebre fiesta con que al otro día se selebraba a esta Señora, en este mismo día por la tarde pasaron a visitar a el Sr. Corregidor y diputados los mui RR. PP. el Maestro fray Joseph Ramires, el Presentado fray Antonio del Río y el Rvdo. P. Rexente fray Antonio Hernández, de la orden de Predicadores, los que se hallan en la casa de los padres del R. P. Presentado, por el motivo de selebrar y authorisar la fiesta que a el otro día se consagrava a la Señora en la hermita sita y contigua a la casa y hazienda de los Señores el Licdo. don Manuel del Río y Loreto y su mujer doña Nicolasa Padilla, ya difunta, padres del mencionado Rvdo. P. Presentado, el qual convidó a el Sr. Corregidor y comitiva para que le acompañaran el día siguiente por la mañana, no sólo a la fiesta, si también al mediodía a la mesa, en la que se selebró un magnífico convite, a el que concurrieron también el Theniente de Cura y ministros de la parroquia, el que cantó la misa en dicha hermita, la que está dotada con la fiesta por los predesesores de aquella Casa y hazienda. Entonado por el Sacristán mayor, acavado el convite, un responso solemne en conmemoración de las ánimas de los difuntos fundadores. FÍxase también el edicto en la puerta principal de la iglesia de Señora Santa BrÍgida, Patrona titular de dicha parroquia, de la que es Vble. Cura don Matheo de Ojeda. Continuóse la visita, diéronse y dexáronse, como en otros lugares, las devidas providencias arregladas a la paz y buena armonía conque cada pueblo respectivamente se debe conservar. Desde este lugar se 41 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 despacharon los edictos para los de Texeda, Artenara y Tiraxana, los que se fixaron en sus respectivas iglesias: en la de Texeda, de la qual es Patrona titular María Santísima con el título de el Socorro y Vble. Cura don Domingo Navarro; en la Artenara el Apóstol San Mathías, Patrono titular de dicha iglesia, de la que es Vble. Cura el R. P. Predicador fray Simón González, de la orden del Seráfico P. Sr. San Francisco; en la de Teraxana, el Apóstol San Bartolomé, Patrono titular de dicha iglesia, de la que es Vble. Cura don Juan de Quintana. y después de puestos los edictos en cada uno de estos tres lugares, concurrieron a este de la Vega a ser visitados los Alcaldes de los tres lugares arriba dichos; vinieron tres de los principales vezinos de cada lugar. Del de Tiraxana llegó como Alcalde don Joseph Navarro, del de Texeda don Antonio de Tovar y del de Artenara don Juan de Luxán, y habiéndoles hecho la sumaria secreta se les despachó, llevando cada uno, respectivamente para su lugar, las providencias correspondientes. A estos lugares no pasó el Sr. Corregidor a visitarlos, así por haver comenzado a llover estando en el lugar de la Vega y estar próximo el imbierno, como por lo remoto, basto e intransitable de sus sendas y veredas, siendo formidables aun para sus mismos havitadores. Concluyóse la visita de este lugar haviendo obrado a la Justicia y dando, como en los demás, las providencias y decretos correspondientes. y el domingo, veinte y ocho del que aun corre, por la mañana, pasó el Sr. Corregidor con su diputación y comitiva del convite a la casa y hazienda del cavallero don Antonio de Monteverde, adonde huvo al mediodía una mesa mui expléndida, como asimismo aquella noche y al día siguiente, con el mismo aseo y abundancia que el primero, aunque la demora de este segundo día la causó el haver comenzado a llover desde el domingo, apenas llegaron a la casa. CIUDAD DE TELDE El día martes, treinta, por la mañana, haviendo amanecido claro el día, y suspendídose la lluvia, mandó el Sr. Corregidor aprontar los vagaxes y después de haver tomado un desente desaiuno, la maior parte de la comitiva, despedidos de los . señores don Antonio de Monteverde, de doña Ana, su hija, de don Gerónimo de Roo, sobrino de don Agustín Jaques y del resto de los demás que al Señor Corregidor y su diputación havían cumplimentado, acompa
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Calificación | |
Título y subtítulo | Estudios históricos sobre las Canarias orientales |
Autor principal | Rosa Olivera, Leopoldo de la |
Autores secundarios | Millares Carlo, Agustín |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Mancomunidad de Cabildos |
Fecha | 1978 |
Páginas | XI, 295 p., [9] p. de lám. |
Datos serie | Historia ; Plan Cultural |
Materias |
Real Audiencia de Canarias Fueros Cédulas Historia |
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Texto | - e~ ts 1 Leopoldo de la Rosa Olivera • ESTUDIOS HISTÓRICOS SOBRE LAS CANARIAS ORIENTALES BIBLIOTECA UNlVERSITARIA LAS PALMAS DEO. CANARIA N. 9 Documento S = rS .: z N. 2 Copia SS- U ( © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Colección: HISTORIA Dirigida por AGUSTÍN MILLARES CARLO © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LEOPOLDO DE LA ROSA OLIVERA -' ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LAS CANARIAS ORIENTALES Prólogo de AGUSTÍ MILLARES CARLO EXCMA. MANCOMUNIDAD DE CABILDOS DE LAS PALMAS PLAN CULTURAL 197 8 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 © EXCMA. MANCOMUNIDAD DE CABILDOS DE LAS PALMAS. PLAN CULTURAL. 1978 PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPAÑA r. S. B. N. 84- 500- 2717- 9 DEPÓSITO LEGAL: V. 1.707 - 1978 ARTES GRÁFICAS SOLER, S. A. - JÁVEA, 28 - VALENCIA ( 8) - 1978 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 PRÓLOGO Don Leopoldo de la Rosa Olivera, con plausible acuerdo, reúne en el presente volumen un grupo de sus trabajos de investigación circunscrito a la historia de las islas orientales de nuestro archipiélago. Editadas originariamente las presentes monografías en publicaciones de tanto prestigio como la Revista de Historia ( La Laguna), El Museo Canario ( Las Palmas) y el Anuario de Estudios Atlánticos ( MadridLas Palmas), en un período que abarca desde 1946 hasta 1975, no resultaba fácil su consulta, lo cual era tanto más de lamentar, cuanto que, pese a la diversidad de los temas tratados en estas páginas, existen entre ellos indudables afinidades. Una simple ojeada al contenido de estos Estudios históricos nos revela al punto una doble condición en su autor: la del historiador y la del jurisconsulto; facetas ambas que ya se muestran en la tesis titulada Evolución del régimen local en las Islas Canarias, con la cual obtuvo el grado de doctor en Derecho por la Universidad de Madrid en 1944, y que dos años después editó el Instituto de Estudios de Administración Local de la capital de España. El desempeño de diversos cargos durante cuarenta y dos años, y últimamente, hasta su jubilación reglamentaria en 1975, del de Secre · tario del Cabildo Insular y de la Mancomunidad Provincial de Santa Cruz de Tenerife, no han impedido a Leopoldo de la Rosa asumir la tarea de profesor adjunto, primero, y de catedrático interino, al pre · sente, de Derecho Administrativo en la Universidad de La Laguna, ni intervenir en las actividades del Instituto de Estudios Canarios, ya como Director- presidente, ya como Secretario general, cargo que ocupa en la actualidad, ni consagrar mucho de su tiempo a la indagación del pasado de nuestras Islas. Fruto de su inteligente e incansable esfuerzo son, además de la obra que hoy nos cabe el privilegio de prologar, otros trabajos de positivo interés, que produjo, ya solo (" Comienzo y fin de la campaña de Lugo en Tenerife", 1946; " El conquistador Lope Femández", 1953, " Notas sobre los reyes de Tenerife y sus familias''. 1956; " Las haciendas locales en las Islas Canarias", 1967; " Noticias históricas sobre el Consejo Provincial de Canarias", 1971, etc.), ya VII © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en colaboración con el desaparecido profesor Elías Serra RaJols (" Los reinos de Tenerife"; El adelantado don Alonso de Lugo y su resi · dencia por Lope de Sosa, 1949; " Vecindario de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna en el siglo XVI", 1949; Reformación del repartimiento de Tenerife en 1506, y colección de documentos sobre el Adelantado y su gobierno, 1953, etc.). En 1944 comenzó el doctor De la Rosa a insertar en la citada Revista de Historia, el " Catálogo del Archivo municipal de La Laguna ( sucesor del antiguo Cabildo de Tenerife)", ardua labor, que una vez reunidas sus diversas entregas o separatas, cristalizó en un nutrido volumen que vio la luz en 1960. Poco después de acometer esta obra, publicaba en 1949 Serra Ráfols la edición y estudio del volumen 1 ( 1497- 1507) de los Acuerdos del Cabildo de Tenerife, empresa a la que se incorporó el doctor De la Rosa a partir del tomo II ( 1508- 1513), editado en 1952, para contribuir con su cooperación eficacísima a la divulgación de los volúmenes III ( 1514- 1518) Y IV ( 1518- 1525), que salieron al público en 1965 y 1970, respectivamente; obra a todas luces trascendental para quienes propician como urgente la compilación de colecciones documentales básicas para el conocimiento de nuestro pasado, con inclusión en ellas de textos inéditos o deficientemente editados; tarea tanto más meritoria cuanto que quien la realiza pone desinteresadamente su esfuerzo y su tiempo al servicio de otros investigadores más que al propio. El autor de los presentes Estudios históricos pertenece a la estirpe de los eruditos que, al decir de Ambrosio de Morales, y en caso de contradicción de ambas fuentes, prefieren a la crónica el privilegio, es decir, el testimonio documental de autenticidad indubitada. Aludamos otra vez a su asidua contribución a los objetivos del benemérito Instituto de Estudios Canarios, entidad que se propone " recoger y publicar cuantos datos le sea posible reunir referentes al contenido material de los archivos, depósitos de documentos y bibliotecas del archipiélago canario o directamente relacionados con su historia: índices, inventarios, repertorios, resúmenes de fuentes documentales, catálogos de manuscritos canarios, bibliografías especiales, etc." Sugestivo panorama y enumeración de actividades y proyectos, muchos de los cuales se han convertido ya en realidades, de tal modo que serían bienvenidas no sólo una monografía de conjunto sobre los archivos isleños y los foráneos depositarios de testimonios concernientes a nuestro pasado, sino un repertorio razonado y crítico sobre esos mismos reposi. torios, a fin de saber dónde nos hallamos en punto a las publicaciones de que hayan sido objeto. Los estudios congregados en el presente libro responden a las mismas características que presiden el resto de la producción erudita de Leopoldo de la Rosa, y se dejan reducir, hecha abstracción de VIII © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 otros de no menor interés, a dos grupos principales: uno históricojurídico y otro de índole genealógica. Entran en el primero las monografías tituladas " La Real Audiencia de Canarias ( Notas para su historia)" y " Vigencia del Fuero de Gran Canaria". Antes de entrar en el estudio referente al tribunal creado por el Emperador por provisión dada en Granada el 7 de diciembre de 1526, alude el autor a los antecedentes históricos de este organismo en la Baja Edad Media y con anterioridad al reinado de los Reyes Católicos quienes estabilizaron en Valladolid la residencia de la Chancillería existente desde tiempos anteriores, y crearon en 1494 la de Ciudad Real, trasladada en 1500 a Granada. El estudio que el doctor De la Rosa consagra a la Audiencia de Canarias, a los motivos de su creación, a su personal, estructura y competencia es muy completo, aunque deja intocado, por no entrar en el marco de los objetivos perseguidos por el autor - tema de estudio para futuros investigadores - el examen de cómo se refleja la tramitación de los asuntos en la documentación, cuáles son las provisiones que en nombre de los reyes expedía la Audiencia, cuál la estructura de la documentación genuinamente judicial ( es decir, la emanada del propio tribunal a 10 largo de un pleito), y cuáles, finalmente, las características externas e internas de las ejecutorias o sentencias definitivas. La observación de De la Rosa sobre la casi inexistencia de la producción sobre este tema, al menos en 10 concerniente a España, ya que por 10 que a Hispanoamérica se refiere contamos con el excelente libro del malogrado José Joaquín Real Díaz titulado Estudio diplomático del documento indiano ( Sevilla, 1970), es acertada, pues aparte de los artículos de Francisco Mendizába1, " Investigaciones acerca del origen, historia y organización de la Real Chancillería de Valladolid; su jurisdicción y competencia" ( Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos [ Madrid], 3. a época, XXX [ 1914- 1], 61- 72; 243- 264; 437- 452, Y XXXI- II [ 1914- II], pp. 95- 112; 459- 467), Ylos de Eladio Lapresa Molina, " El archivo de la Real Audiencia de Granada" ( Hidalguía [ Madrid], 1 [ 1953], 157- 168), Y en el volumen Paleografía de Andalucía oriental... Transcripciones, Granada, Secretaría de Publicaciones de la Universidad, 1977, pp. 115- 120, no existe, que sepamos ninguna obra que abarque en su totalidad la evolución a través del tiempo de los diversos aspectos de tan importante institución, por 10 cual son tanto más de admirar las páginas que le dedica el profesor García de Va1deavellano en su clásico Curso de historia de las instituciones españolas desde los orígenes hasta el final de la Edad Media ( 4. a ed., Madrid, Revista de Occidente, 1973). A otros relevantes méritos añade la monografía de que tratamos el de darnos a conocer un índice somero, pero muy útil, de los nueve libros de reales cédulas del archivo de la entidad estudiada ( conservados hoy, con el resto de IX © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 la documentación judicial en el Histórico Provincial de Las Palmas), así como el texto de las Ordenanzas recopiladas por Escudero de Peralta. Sabido es que el Fuero de Gran Canaria fue publicado, con reproducción en facsímil del original, en 1947, gracias a una feliz iniciativa del Ayuntamiento de Las Palmas y a la competente diligencia del entonces archivero de esta Corporación don Pedro Cullen del Castillo, por partida doble: primero, en una edición de cien ejemplares numerados, y en unión de la real cédula ( en realidad, provisión) por la cual incorporaron en 1487 los Reyes Católicos a su corona de Castilla la isla de Gran Canaria, y por segunda vez, en la edición parcial del llamado Libro rojo, donde el Fuero ocupa los folios 4 a 6v y apéndice, con el equívoco título de " Real cédula de privilegios de esta isla". En las páginas que el doctor De la Rosa consagra a estudiar la vigencia de estas ordenanzas, cuyo texto fue él el primero en publicar, que sepamos, en la tesis doctoral mencionada al comienzo de estas páginas, ciñe sus observaciones a la elección de los oficios y a su confirmación por los monarcas, y pone de relieve, basándose en un estudio del doctor Jesús Lalinde, " la casi absoluta identidad entre los fueros de Baza y de Gran Canaria, ambos expedidos por la cancillería real en Madrid, el 20 de diciembre de 1494"; dato de gran interés, porque habiendo desaparecido los tres primeros folios del Libro rojo, en los cuales se contenía el comienzo del Fuero, suplióse esta laguna en las ediciones antes citadas con el texto de una transcripción autentificada el 20 de noviembre de 1789 por el escribano mayor del Cabildo Carlos Vázquez de Figueroa, quien utilizó, no el Libro rojo, probablemente mutilado ya para entonces, sino otro " maltratado y de letra muy antigua, que fue necesario que en este tiempo se mandase copiar por sus caracteres que pocos podrán comprender". Como quiera que esta transcripción de 1789 es poco fiel, será posible ahora rectificar los errores que se contienen en los capítulos del Fuero que faltan en el Libro rojo. Leopoldo de la Rosa ha tenido el acierto de reproducir el texto de Baza en la parte que guarda relación con el objeto de su monografía, la cual contiene además un importante conjunto de reales disposiciones procedentes de los " Libros de quitaciones de Corte" y del " Registro del Sello" del Archivo de Simancas. A título de ejemplo de los varios problemas que estos Estudios históricos sugieren, señalemos que el doctor De la Rosa, en un capítulo especial dedicado a la personalidad del gobernador Antonio de Torres, tras de señalar que éste fue nombrado alcaide de la fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña el 21 de febrero de 1502, " fecha probable del encargo del gobierno de Gran Canaria", y de aseverar que con motivo de su designación el 20 de junio de 1500 como veedor de las empresas x © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 encomendadas a Alonso de Lugo en las costas de Berbería, debió Torres de venir a Gran Canaria, al tratar en el capítulo que ahora nos ocupa de la segunda elección de oficios capitulares celebrada el día de Santiago ( 25 de julio) de 1501, durante aún el mandato de Lope Sánchez de Valenzuela, nos dice que habiéndola impugnado al punto Pedro de Santana, expidieron los reyes en Écija ( donde a la sazón se encontraban, como consta en su Itinerario, publicado por Rumeu de Armas, Madrid, 1974, p. 273), el 4 de diciembre de 1501, una disposición ordenando al " nuevo gobernador", que proveyese, oídas las partes. Como este gobernador no pudo ser otro que Torres ( identificado ahora con su homónimo el amigo de Colón y capitán general que había sido de la flota del Comendador Ovando), este personaje debió de recibir dicho nombramiento, juntamente con el de juez encargado de tomarle la residencia a Sánchez de Valenzuela, como taxativamente se expresa en el documento reproducido en la página 153, entre las dos fechas arriba citadas, es decir, en el segundo semestre de 1501. y no ' en 1502. Señalemos, para terminar, las monografías de índole genealógica, que, tratadas con extraordinario dominio del tema, son de subido interés por la calidad de las personas en ellas estudiadas, y dejemos para otra ocasión el examen despacioso de otros aspectos de este libro, cuya aparición acogerán con aplauso cuantos se afanan por un mejor conocimiento de nuestro pasado. Leopoldo de la Rosa, con cuyo nombre se ha bautizado reciente · mente un galardón destinado a premiar trabajos sobre problemas de la Administración Local, puede, aun cuando la nota distintiva de su carácter sea la modestia, sentirse orgulloso de su labor como profesor modelo y como historiador de mérito relevante. AGUSTÍN MILLARES CARLO Las Palmas de Gran Canaria, mayo de 1978. XI © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 1 LAS " SEÑALES" DE LOS ANTIGUOS CANARIOS E N el Archivo municipal de La Laguna, y entre sus valiosos fondos procedentes del antiguo Cabildo de Tenerife, se conservan siete legajos agrupados bajo la denominación " Datas por el Adelantado y el Cabildo". Si bien su contenido no responde exactamente al nombre que les fue dado, parte principal, por su interés histórico, la forman los expedientes de confirmación de datas otorgadas por D. Alonso Fernández de Lugo, que se instruyeron entre los meses de julio a septiembre de 1508, al trasladarse a Tenerife el gobernador de la isla de Gran Canaria Lope de Sosa, como juez de residencia del Adelantado y reformador de los repartimientos por éste hechos. Contienen también, entre los documentos del primer siglo de vida de la nueva colonia, varios motivados por posteriores incidencias en tales repartos, y concesiones hechas por el Cabildo después de la muerte de Lugo, cuyo valor en muchos casos no es inferior al de aquéllos. Pero no vamos a hacer ahora un completo estudio del contenido de estos siete legajos; nos limitaremos por hoya dar a la publicidad las observaciones a que nos ha conducido el hallazgo en algunos de sus expedientes de determinados signos, que revisten, a nuestro juicio, destacado interés. Se trata de grafías correspondientes a diversos testigos que prestan sus declaraciones por los años inmediatos posteriores a la conquista de la isla, hechas en equivalencia a sus firmas, las cuales reproducimos en las láminas que se publican con este trabajo. Los expedientes en que se encuentran son cinco: tres, de los instruidos en 1508 ante Lope de Sosa; el cuarto, uno de estos mismos, pero en diligencias practicadas el 1513 para dilucidar el incierto lindero de unas tierras, y el quinto, el iniciado en 1530 a instancias del segundo Adelantado D. Pedro Fernández de Lugo para probar había sido el descubridor de ciertos nacientes de agua 1 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en la sierra del Obispo, justificando así el pretender se le concediese parte de su caudal. Estos cinco expedientes están catalogados en la sección primera de este archivo, legajos D- II, números 3, 8 Y 10, Y D- IV, números 14 y 26, respectivamente. Procuraremos precisar cuántas circunstancias se dan en ellos que puedan ser relevantes para el estudio de tales grafías, así como las noticias que hasta el momento conOcemos sobre sus autores. En la redacción de las declaraciones de los diversos testigos que deponen en los tres primeros citados expedientes se observan las siguientes modalidades. Aquéllas que aparecen firmadas terminan con éstas o análogas palabras: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e firmolo de su nonbre"; en las que no hay firma ni signo alguno dicen: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e dixo que no sabia firmar" o " que no sabia escrebir"; mientras en las que se hicieron las grafías a que nos referimos su terminación está redactada en los siguientes términos: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo e señalolo". Las dos primeras de estas tres modalidades se repiten en los restantes expedientes de confirmación que se conservan. Ha querido expresar el escribano, con términos distintos, los diferentes casos que se daban en relación con lo que los testigos hacían: los que firmaban, los que hacían su señal y los que ni lo uno ni lo otro sabían hacer. Puede observarse en la lámina número 1 la declaración de Juan Vizcaíno, que hace su señal, y la de Fernando de Castro, que firma. En estos citados expedientes de confirmación debió actuar ordinariamente Pedro Fernández, " escribano de la reformación", como así se llama en alguno de ellos, que acompañaría al gobernador Lope de Sosa durante su misión en Tenerife, desde Gran Canaria, donde ejercía el oficio. El escribano de concejo del Cabildo de Tenerife, Antón de Vallejo, solamente interviene en alguna diligencia, como en la de presentación de testigos en el expediente de Pedro Mayor, que aparece en la página reproducida. Consideramos de interés hacer resaltar la intervención de Pedro Fernández, quien, por ejercer en la isla de Gran Canaria, debiera ser buen conocedor de las costumbres de su población. Por tal causa hemos adoptado la palabra señal para distinguir tales grafías, ya que es la usada por este escribano. 1 1 Consta que Pedro Femández, " escribano de sus Altezas", lo fue de la " reformación" encomendada a Lope de Sosa en el expediente de Pedro Sago, o de Lugo, canario, en comparecencia que en él hace Pedro de Madalena, igualmente canario, declaratoria de haberle vendido a aquél ciertas tierras. 2 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 No se da tal precisión en los otros dos documentos en que igualmente aparecen, en uno de los cuales, además, se observa distinta redacción en declaraciones prestadas al propio tiempo, si bien escritas por diferente mano. Así, en el documento número 4, en el que aparecen señales en declaraciones de testigos prestadas en 1513 a instancias de Hemando Esteban y Hemán Guerra, como herederos del regidor Lope Femández, tendentes a probar determinado lindero entre sus tierras y las de los de Antón GarcÍa Mancebo, cuyas declaraciones son seis en total: la de Juan Pérez de Virués, que firma; la de Gonzalo Martín, que hace una curiosa firma, cuyo contenido no nos ha sido posible aclarar; las de Pedro de Párraga y Fernando González, que no sabían firmar, y las de Alonso López y Juan de Ortega, que hacen su señal; no obstante, por su redacción nada hay que las distinga, ya que todas ellas, sin excepción, terminan: " e que asy es la verdad por el juramento que hizo". y en el quinto de estos documentos en que aparecen tales señales, o sea en el instado por don Pedro Femández de Lugo en 1530, la declaración del testigo Francisco Díaz Pariente, que hace su señal, termina diciendo " y firmolo"; sigue la del jurado de la isla Juan de Herrera, que firma, terminando así: " firmolo de su nonbre"; luego la de Diego de Arce y la de Gonzalo de Vivero, que firman, y el escribano dice: " firmolo". A continuación y de distinta mano están las de Cristóbal Díaz, que hace su señal, y la del regidor Francisco de Lugo, que firma, pero el escribano o amanuense que redactó sus declaraciones las termina con estas palabras: " e que esta es la verdad por el juramento que hizo", y nada más. Ha de tenerse en cuenta lo relativamente tardío de este último expediente y que tanto en éste como en el anterior no actuó Pedro Femández. Concretemos ahora a quienes corresponden las señales halladas y que reproducimos con este trabajo. ' Que los escribanos no solían firmar los documentos que extendían es notorio. En los registros de la época de estos expedientes que se conservan en el archivo provincial de protocolos notariales de Santa Cruz de Tenerife la casi totalidad de los que contienen no aparecen firmados. Tampoco estos expedientes de confirmación, ni por el escribano ni por el reformador Lope de Sosa. Creemos que este Pedro Fernández sea el Pedro Fernández o Hernández Hidalgo que actuó en la " reformación" de Gran Canaria encomendada en 1506 al Ldo. Ortiz de Zárate, donde ejercía. Figura haciendo un pregón en el expediente de confirmación de datas a Catalina Guerra, publicado, tomándolo de copia, por NÉSTOR ÁLAMO, en apéndice a " La Peregrina y su misterio", de la colección Thenesoya Vidina y otras tradiciones, Las Palmas de Gran Canaria, 1945. 3 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Las que llevan los números 1, 2 Y 3 de la lámina segunda se encuentran en el expediente de Pedro Mayor, natural de Gran Canaria y criado del Adelantado ( D- II, 8). Es la primera de Francisco Galván, la segunda de Gonzalo Pérez y la tercera de Juan Vizcaíno. Que este último era indígena y natural de Gran Canaria es indiscutible. Aparte de ngurar así en muchos documentos genealógicos que de su descendencia se conservan, consta en el albalá de data expedida a su favor por don Alonso de Lugo en 16 de septiembre de 1501, cuya copia ngura en su expediente de connrmación ante Lope de Sosa ( D- II, la). Pero es interesante añadir que en él se testimonian, además, otras cinco cartas de repartimiento a su nombre, sin que en ninguna de ellas se diga si era o no canario. De Francisco Galván no nos consta su naturaleza, pero en el expediente de connrmación de sus datas ( D- II, 20) se halla un albalá otorgado por Lugo a su favor, en unión de Pablo Martín y Cristóbal Delgado, en que se les concede una fuente y tierras en Adeje. 2 De las observaciones hechas por el Dr. Serra Ráfols, fruto del detenido estudio que de los Libros de datas de esta isla viene realizando, 3 cabe deducir que los repartimientos hechos en forma colectiva suelen corresponder a indígenas, y, en este caso, tal supuesto tiene, además, en su favor el que los otros dos copartícipes en tal repartimiento eran de los naturales de Gran Canaria. 4 Creemos, pues, cabe anrmar que también lo era este testigo. Aún menos sabemos de Gonzalo Pérez. 5 Ahora bien, es de interés recordar cuánto ocurrió con la adopción de nombres por los : 2 Dice así la data: '' Yo don Alonso Fernandes de Lugo... doy a vos Francisco Galvan, vesino de Tenerife, e a vos Pablo Martín e a vos Xpval Delgado, vesinos de la dha ysla, conviene a saber una fuente que esta sobre la de Fernando Guadarteme que es en la dha ysla que se llama Tegoys en el rio de Adexe junto de la tierra que pudierdes con ella aprovechar conviene a saber para viñas e mas vos doy... etc." Lleva fecha de 30 de abril de 1503. 3 Prometedor avance de este estudio en " Las Datas de Tenerife", Revista de Historia, números 61 y 62. 4 Que Pablo Martín era canario resulta de data a su favor publicada por el Dr. SERRA RÁFoLs y el autor de este trabajo en " Los Reinos de Tenerife", Tagoro, I, Anuario del Instituto de Estudios Canarios, p. 140. Cristóbal Delgado y su mujer Ana Delgado, naturales de Gran Canaria, fueron padres de Luis Delgado, casado con Francisca Rodríguez Vizcaíno, hija de Rodrigo Hernández Guanarteme y de Francisca Vizcaíno, que a su vez lo era del citado Juan Vizcaíno. Escritura de dote de Luis Delgado ante Hernández en 1572, folio 261. 5 Un Gonzalo Pérez, coetáneo a estos hechos, figura en diversos documentos genealógicos como marido de Isabel López, cuyo matrimonio fue padre de María de Aguiar, casada con Duarte Hernández arrendador que fue de la 4 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Página del exp di nte de Pedro a or con la señal de Juan Vizcaíno © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 s 7 8 Facsímiles de las señales que aparecen en los expedientes " Datas por el Adelantado y el Cabildo" 10 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 indígenas de las Canarias al recibir el bautismo. Incorporadas que fueron estas islas a Castilla, escasísimos fueron los que conservaron su nombre anterior, o adoptaron como apellido el representativo de su dignidad, como Fernando Guanarteme; la regla general fue el que tomasen nombre y apellido castellano, en muchos casos los de sus padrinos de bautismo, hasta aquellos indicadores de origen, como Vizcaíno, Castellano, etc. Hace también aumentar la confusión la proporción extraordinaria de patronímicos usados por dominadores y dominados. De otra parte, aun cuando en muchos de los albaláes de datas, especialmente en los de más antigua fecha, se indica la naturaleza del beneficiario: " honbre de Canaria", " natural de la Grand Canaria", " gomero", " honbre de Lall<;; arote", " de las Islas", y en menor proporción " gallego", " portogues", etc., en su gran mayoría nada se dice. Esto último hemos visto se observa en el expediente de confirmación de datas de Juan Vizcaíno y lo mismo ocurre en otros muchos correspondientes a personas cuya condición de indígenas por otro conducto está plenamente probada. Como ejemplo es interesante el de Juan González de Gran Canaria, de quien luego hablaremos, que presenta a confirmación tres cédulas de repartimiento, en ninguna de las cuales hay la menor señal de su procedencia, ni figura con otro nombre que el de Juan González. Solamente, y con letra del actuario del expediente de confirmación, se ha puesto en la palte superior de su primer pliego " Juan González de Gran Canaria". También al declarar como testigo en el de Juan Vizcaíno consta su naturaleza. Por tanto, el no figurar como indígena en su declaración, ni su castellanísímo nombre de Gonzalo Pérez, prueban nada. y pasemos ahora a la grafía distinguida con el número 4 en la segunda lámina. Corresponde a la declaración de Diego de Manzanufio, testigo del expediente de Gonzalo Rodríguez, zapatero y vecino de Canaria. ~ Aquél es conocido indígena natural de Gran renta de la montaracía del Cabildo de la Isla. En la escritura de dote a favor de este último, otorgada en 12 de abril de 1529 ante el escribano Alonso Gutiérrez ( f. O 297), consta el nombre de sus suegros, pero no su naturaleza. En informaciones de nobleza ante el corregidor de Tenerife de sus descendientes hacen al Gonzalo conquistador de la Isla, pero sin que aporten prueba de ello. Así resulta de las de doña Antonia Díaz Muros y de don Juan Agustín de la Torre, ante el escribano Salazar, registro de 1790. 6 Este Gonzalo Rodríguez hizo su señal al declarar en el expediente de confirmación de Gonzalo de Castañeda, herrero ( D- IV, 25), pero no la conocemos, ya que el original lo recogió en 1530 Juan Núñez, que había comprado sus tierras y solo quedó una copia del escribano Antón de Vallejo de esta 5 2 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Canaria, llamado también, por incorrecta audición o lectura, Diego de Manzanilla, como así figura en este documento. La señal número 5 es del canario conquistador de Tenerife Diego de Torres, cuya naturaleza y personalidad es de tiempo conocida, afirmándose, sin que conozcamos pruebas de ello, que su nombre indígena era el de Gerad a Guad. En su declaración consta era natural de Gran Canaria. Hemos reproducido con el número 6 la firma del antes citado Juan González de Gran Canaria. Éste, en unión de Diego de Torres, depone en el expediente de confirmación de las datas de Juan Vizcaíno. También figura en un documento privado extendido en Tenerife el 28 de agosto de 1502 por el que Pedro Vizcaíno, canario, conquistador de esta isla, vende media suerte de tierra de riego en Taoro, " en Tuam que dizen los guanches", a Juan Vizcaíno. Está escrito el documento por el propio Juan González de Gran Canaria, con letra clara y suelta, de persona que sabe y tiene costumbre de escribir. Lo firma a nombre del vendedor Martín Cosme, canario, que hace un signo, con su firma, muy análogo a los usados entonces por los escribanos. De los testigos, que fueron cuatro, entre ellos Diego de Torres, por cierto llamado por el redactor Diego de Tor, solamente lo hace y en la forma reproducida Juan González, cuya complicada rúbrica pudiera ser igualmente imitación de signo notarial, pero tampoco puede desecharse que, aun cuanto intentando hacerlo, le sirviesen de modelo formas indígenas. Esta ha sido la razón de reproducir su firma en unión de las señales. El propio Juan González, con Diego de Torres, comparecen luego en el expediente de confirmación declarando fueron testigos de la venta hecha en 1502. En tales declaraciones Diego de Torres hace su señal, y Juan González firma con su nombre, pero rubrica en forma más sencilla, no haciendo la complicada figura del ángulo izquierdo superior de la misma. Las señales números 7 y 8 corresponden, respectivamente, a Alonso López y a Juan de Ortega, testigos, como hemos dicho, presentados por Hemando Esteban y Hemán Guerra. No hemos podido precisar tampoco quienes sean estos testigos, ni su naturaleza. Hay datas a favor de un Alonso López, en unión de Alonso Lorenzo y de Diego Martín de Castro el Río. Esta comunidad de bienes pudiera indicar era indígena, aun cuando no parece con-fecha, en la que consta que aquél la hizo. No dice tampoco la naturaleza de Gonzalo Rodríguez; solamente en la cubierta de su expediente, después de su nombre y profesión, añade era vecino de Canaria. 6 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 firmarlo el apellido de este último. 7 Un Juan de Ortega, hijo de Sancho de Ortega, fue conquistador de Tenerife y seguramente era castellano, pero aparte de que nada prueba fuese la misma persona, también aparece citado por Antonio de Viana entre los canarios de la compañía de Mininidra un Juan Alonso Ortega. Por último, las señales números 9 y 10 son las hechas por Cristóbal Díaz y por Francisco Díaz Pariente. Tampoco hay pruebas de que ninguno de estos dos fuese indígena. De sus declaraciones y de la diligencia de presentación sólo resulta que el primero era " sacador de aguas" y dice que el Adelantado le " mando que fuesen a aviar y encanysar [ las aguas que habían descubierto] y que este testigo fue uno de los que fueron" y el segundo que " es persona que trata en el canpo e montañas". 8 Resumiendo, de las nueve señales hasta ahora halladas por nosotros ( excluyendo la firma de Juan González) tres corresponden a vecinos de Tenerife, que resulta plenamente probado eran naturales de Gran Canaria - D. de Torres, Manzanufio y J. Vizcaíno- una a otra cuya igual procedencia creemos puede afirmarse - F. Galván- y las cinco restantes a otros cuyo origen no hemos podido hasta ahora precisar. Ha de advertirse, igualmente, que son varios los probados indígenas de Gran Canaria que deponen en estos expedientes y que no firman, ni hacen su señal. Así en el expediente de confirmación de las datas de Rodrigo de León ( D- II, 25) declaran los canarios Gon · · zalo Hernández de las Islas, Juan Izquierdo y Gonzalo Mexía, que no hacen ni lo uno ni lo otro, diciendo el actuario que " no sabya firmar". De otro de igual naturaleza y conquistador tan destacado de Tenerife como lo fue Guillén Castellano, regidor de la Isla y repartidor de sus tierras, nos informa el Dr. Serra Ráfols que en los más antiguos documentos en que comparece ni firma ni hace su señal, observándose cómo va aprendiendo a hacer aquélla, perfeccionándola así que avanza el tiempo. No debe tampoco olvidarse que cuando tales señales son hechas han transcurrido ya bastantes años desde la terminación de la conquista de aquella isla, veinticinco en las más antiguas - 1483 a 1508-), y la influencia de las costumbres de los dominadores ha 7 Expediente de confirmación D- II, 9. 8 En el libro primero de bautismos de la parroquia de los Remedios de esta ciudad al f. O 28 Y v. ( libro copiado) aparece el de Beatriz, hija de Francisco Díaz Pariente y de su mujer Ángela Hernández que tuvo lugar el 24 de enero de 1542. 7 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 debido ser ya profunda, pero no puede desecharse la posibilidad de que los autores de tales grafías, si bien intentando al hacerlas adaptarse a nuevos modos, utilizasen como signos distintivos los que antes de perder su independencia hiciesen para identificar su persona o familia. El que los únicos cuya naturaleza conozcamos, entre los autores de estas señales, fuesen indígenas de la isla de Gran Canaria, si bien no quiere decir que sólo éstos las hiciesen, sí obliga a estudiarlas con el mayor cuidado y a intentar la identificación de sus autores, dada la analogía de los trazos de algunas de ellas con los de las pintaderas halladas en dicha isla, ya que de probarse su parentesco el incierto y discutido destino de éstas se aclararía. El interés del tema nos ha movido a dar a conocer el hallazgo cuando aún son muchos los interrogantes que sobre tales grafías nos hacemos. Revista de Historia ( La Laguna), núm. 76, octubre- diciembre de 1946. 8 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 II ANTONIO DE TORRES, GOBERNADOR DE GRAN CANARIA L A cronología de los oficiales a cuyo cargo estuvo la administración de la isla de Gran Canaria en el período que comienza con el mando de Pedro de La Algaba, el primero que con el título de gobernador la ejerce, y termina con la unificación del poder en el Archipiélago en la persona de un capitán general, que unía a este título los de gobernador y de presidente de su Real Audiencia, a fines del siglo XVI, quedando aquéllos reducidos a simples corregidores, es uno de los muchos extremos por precisar en la historia de la Isla. La pérdida del archivo de su antiguo Cabildo y la escasa o casi nula labor de investigación de sus fondos por los cronistas e historiadores locales anteriores a su desaparición, con la casi única excepción del fiscal Zuaznávar, hacen por hoy difícil determinar aquélla con cierta exactitud. Esta y otras tantas incógnitas sólo podrán dilucidarse después de una minuciosa investigación de nuestros archivos nacionales, labor hasta ahora casi por comenzar. Notemos que no todos los que ejercieron de hecho la administración de la Isla la detentaron con el título de gobernador, pues en los momentos en que éstos quedaban sometidos al juicio de residencia, si tal investigación no corría a cargo de su sucesor, como ocurrió en varios casos, los jueces de residencia asumían el mando, y también, en algunos casos, al designarse un juez pesquiridor, con la misión de investigar determinados hechos, si se procedía a suspender al encartado, aquéllos sustituían en el ejercicio de las funciones propias al gobernador. No se olvide tampoco que cuando una vacante se producía sin que se hallase en el término el sustituto nombrado por los Reyes, era un miembro del Cabildo - según el Fuero de Gran Canaria uno de los alcaldes o el alguacil mayor- al que correspondía ocupar 9 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 interinamente el cargo, no al teniente o alcalde mayor del gobernador que había cesado, pues sus poderes terminaban automáticamente con los de éste, con el que formaban un todo. Los Reyes, así que las Islas van siendo incorporadas a su Corona, nombran para cada una de ellas un gobernador, nombre, al parecer, no muy corriente a fines del siglo xv en la terminología de la administración pública castellana - desconocido hasta entonces, afirma el catedrático de la Universidad de Madrid Dr. García Gallo 1_ pero sí, al menos, anteriormente usado en algunas señoriales, pues así se les llama a los de Lanzarote y Fuerteventura en documentos de 1422. 2 Esta denominación se generaliza posteriormente en la administración española de las Indias, dándose a los jefes de las expediciones descubridoras para el mando de los territorios que ocuparan, y más tarde a los encargados del gobierno de regiones fronterizas, en que se requerían poderes más amplios de los corrientes. Tenían éstos a su cargo grandes extensiones de territorio, dentro de las aún más dilatadas sujetas al gobierno de los virreyes, mientras los corregidores y los alcaldes mayores ejercían jurisdicción solamente en una ciudad y su término. 3 En estas islas pudo darse en sus orígenes la misma razón de otorgamiento de este título que lo motivó en las Indias, pero más tarde no coinciden las circunstancias que se daban en aquéllas con las gobernaciones indianas. El Gobernador de Gran Canaria ejercía jurisdicción en toda la Isla, que constituyó un único término, con su cabildo, y si bien una misma persona tuvo a su cargo el gobierno de La Palma y Tenerife, se debió a la circunstancia de haber sido ambas islas conquistadas por Alonso de Lugo, pero tanto a éste como a sus sucesores se les extendió desde un principio dos títulos, uno para el gobierno de Tenerife y otro para el de La Palma. 4 1 A. GARcÍA GALLO: " Los orígenes de la administración territorial en las Indias", en Anuario de Historia del Derecho, Madrid, 1944. Para este autor el título de Gobernador se dio por primera vez en Castilla a Cristóbal Colón, junto con el de Virrey. No advirtió la existencia de casos anteriores en las Islas Canarias, como hicimos notar en la recensión a su trabajo en Revista de Historia, núm. 71, pp. 333- 336. 2 En la concesión del Fuero de Niebla a las islas de Lanzarote y Fuerteventura, el 8 de junio de 1422, se da tal denominación a los que nombraban sus señores y en la prueba testifical de la llamada Información de Cabitos se repite, como término usual. 3 J. M. OTS: Manual de Historia del Derecho Español en las Indias, Buenos Aires, 1945, p. 365. 4 Ambos títulos dados a Lugo en El Adelantado don Alonso de Lugo 10 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 En realidad, los gobernadores de estas tres islas puede afirmarse llegaron a constituir una modalidad especial, nada extraña en la realista organización de la época, libre aún de los perjuicios unificadores que surgen más tarde. Sus atribuciones, según los títulos que hasta nosotros han llegado, se extendían al ejercicio de la función jurisdiccional en el territorio de su mando, pudiendo para ello auxiliarse nombrando sus " lugarestenientes, así alcaldes, como alguaziles". Debían asesorarse de alcalde mayor letrado para administrar justicia, cuando no reunían esta cualidad. Presidían el cabildo o ayuntamiento, nombre el primero que prevaleció en las Canarias, como en las Indias, a pesar de que cuando surgen en unas y otras se usaba ya poco en Castilla, donde pronto desaparece sustituido por el segundo. Y, por último, tenían una muy importante facultad: la de admitir o no en el territorio de su mando y la de expulsar de él a cualquier persona. 5 Eran de aplicación a los gobernadores las Ordenanzas para los corregidores - las de 1500 van dirigidas a ambas clases de oficiales-, pero las circunstancias especiales que se daban en los territorios a su cargo, como la extensión dilatada de los términos o su situación fronteriza, motivaron mayor amplitud en sus atribuciones. Es de advertir que así como al iniciarse por orden de los Reyes la conquista de Gran Canaria están separadas las funciones de justicia y administración, en la persona del gobernador, mientras el mando militar se encomienda al capitán, o capitán general, como comienza entonces a llamársele, aun cuando en los documentos oficiales sólo se emplee aquel primer término, ambas funciones se unifican pronto, con Pedro de Vera. Posteriormente el criterio que se sigue se atempera a las necesidades de cada momento histórico, pero lo general es hallarlos unificados. Las antes mencionadas atribuciones de los gobernadores eran, digámoslo así, las normales. Por cartas reales distintas a las de su nombramiento se les otorgaron a algunos otras diferentes, como la de repartir las tierras, o reformar los repartos hechos, o la de nombrar los miembros del cabildo, y más tarde, a los de Gran Canaria, la alcaidÍa de la torre de Santa Cruz de Mar Pequeña, misión que por largo tiempo va unida a este cargo, a pesar de que la fortaleza se abandonara y se perdiese hasta la memoria de su situación. y su resídencia por Lope de Sosa, por el Dr. SERRA RÁFOLS y el autor de estas líneas, La Laguna, 1949. En el Arch. del antiguo Cabildo de la isla de Tenerife se conservan títulos de varios gobernadores, extendidos separadamente para cada una de estas dos islas. " Títulos citados y CARcÍA CALLO, op. cit. 11 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 No vamos por ahora a intentar fijar la cronología de estos gobernadores: nos limitaremos a dar algunas noticias sobre uno de los primeros, Antonio de Torres, cuya nebulosa personalidad merece fijemos en él nuestra atención. Pero, antes de exponerlas, vamos a indicar a grandes rasgos los nombres y fechas, más o menos precisos, de los que le precedieron. Pedro de La Algaba ( 1478- 1479).- No se conoce la fecha de su nombramiento, pero de dos provisiones reales publicadas por Wolfel puede deducirse, aproximadamente. En una de 26 de mayo de 1478 los Reyes se dirigen al Obispo, al deán Bermúdez y a Juan Rejón, " mi capitán de la armada que yo envío a la conquista de la Gran Canaria"; en la segunda, fechada en Córdoba el 25 de noviembre siguiente: " A vos Pedro del Algava, gobernador de la isla de la Gran Canaria, e a vos el deán de la dicha isla, e a vos Juhan Rejón, mi capitán de la gente que en dicha isla está". 1) Entre estas fechas, pues, ha de situarse la del nombramiento de La Algaba. Es sabido que este primer gobernador es muerto por orden de Rejón, lo que motiva el envío de Pedro de Vera a Gran Canaria, con el doble título de capitán y de gobernador. Y como este último había sido ya nombrado en 4 de febrero de 1480 no podemos aceptar la fecha que de la muerte de La Algaba da Viera y Clavija, que afirma ocurrió en mayo de este mismo año. Es más probable la indicada por Castillo, o sea en igual mes del año anterior. 7 A este primer gobernador se le ha llamado indistintamente Pedro de Algaba, del Algaba y de La Algaba. Optamos por esta última forma porque la villa sevillana de la que procede su apellido se llama La Algaba. Pedro de Vera ( 1480- 1491).- Tampoco conocemos sus títulos de gobernador y de capitán, que se le dan en la carta real de 4 de febrero de 1480, por la que los Reyes le facultan para repartir las tierras de la isla v nombrar miembros de su cabildo. En ella se dice: " A vos Pedro de'Vera, nuestro governador e capitán e alcaide de la isla de la Gran Canaria". 8 El conquistador de la isla no fue desposeído de su título de gobernador hasta mediados del año 1491. Así resulta de dos cartas 1) D. J. WOLFEL, " La Curia Romana" en Anthropos, Viena, 1930, páginas la y sigo 7 VIERA y CLAVIJa, Ir, p. 59; Y CASTILLO: Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias, ed. Bibl. Isleña, pp. 112 Y sigs. 8 Libro Rojo de Gran Canaria, Las Palmas, 1947, p. 1. 12 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 reales dadas a conocer por Wolfel. En la primera, de 30 de marzo de dicho año, se le da aquel título: en cambio, en la de 13 de junio siguiente ya se emplea esta fórmula: " Governador que fue ... ". 9 Francisco Maldonado ( 1491- 1495?).- Nombrado juez para residenciar a Pedro de Vera, según consta de carta real de 30 de marzo de 1491. Ejerció el gobierno de la isla como tal juez de residencia y es posible continuara en el cargo hasta el nombramiento de Fajardo. La carta real de 30 de abril de 1491 dice: " A vos Francisco Maldonado, juez pesquisidor en la isla de la Gran Canaria". Wolfel asegura que nunca tuvo el cargo de gobernador de la isla, aun cuando así se le denomina en provisión del propio año. 10 Alonso Fa¡ ardo ( 1495- 1497?).- En la carta real por la que se le faculta para hacer los repartimientos de tierras de la isla, fechada en Madrid el 20 de febrero de 1495, se dice: " A vos el bachiller Alonso Fajardo, continuo de nuestra casa, governador e capitán de las islas de la Gran Canaria". 11 Había fallecido a principios del 1498, según resulta de provisión dirigida al Obispo y fechada en 24 de febrero de este año, que se expresa en estos términos: " al tiempo de la fin e muerte del bachiller Alonso Fajardo, nuestro governador que fue de la dicha isla". 12 Lope Sánchez de Valenzuela ( 1492- 1502).- Una carta real de 1498 le faculta para repartir las tierras de la Isla. 13 Debió de llegar a Gran Canaria entre los meses de abril a junio de dicho año, si hemos de creer a los testigos de la información practicada en la Gomera en 1.0 de agosto siguiente, en la que Gonzalo de Lepe declara que Valenzue1a había venido a Gran Canaria " avrá dos meses, poco mas o menos", y Antonio de Peñalosa, " de quatro meses acá, poco mas o menos". 14 Marín y Cubas y don Pedro Agustín del Castillo afirman que murió siendo gobernador de la isla, sustituyéndole interinamente, por designación del Cabildo, su regidor decano Juan Ceberio de Mujica. El documento a que antes nos hemos referido y que luego 9 D. J. \ VOLFEL, " Los gomeros vendidos por Pedro de Vera y doña Bea-triz de Bobadilla", El Museo Canario, núm. 1, ap. doc. núms. 51 y 101. 1' 0 D. J. WOLFEL, op. cit., pp. 32- 33 Y ap. doc. núms. 98 y 100. 11 Libro Roio de Gran Canaria, p. 11. 12 Libro Roio de Gran Canaria, p. 15. 13 J. M. DE ZUAZNÁVAR, " Compendio de Historia de Canarias", ed. de 1944 de El Museo Canario, p. 30. 14 D. J. WOLFEL, La Curia Romana, pp. 1066- 1067. 13 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 transcribiremos, prueba lo incierto de esta afirmación. Lope Sánchez de Valenzuela fue depuesto del cargo, por su arbitraria actuación; no murió en su ejercicio. En cuanto a Ceberio de Mujica, es posible ejerciera el cargo hasta la llegada del nuevo gobernador, si es que éste no se hallaba en la Isla a su nombramiento. y llegamos a nuestro personaje, Antonio de Torres. Una incógnita está abierta sobre él: ¿ fue este gobernador de Gran Canaria, al que con anterioridad se le habían dado importantes comisiones en la costa de Africa, el mismo Antonio de Torres, amigo de Cristóbal Colón, que llega a lograr su nombramiento para sustituir al famoso Fonseca, y que fue capitán general de la flota de Nicolás de Ovando? La ya de por sí interesante figura del negociador diplomático para delimitar zonas de influencia africanas, inspector luego de la misión encomendada a don Alonso Fernández de Lugo en Berbería y gobernador de Gran Canaria, resultaría aún de mayor relieve si pudiéramos identificarla con la del hermano del ama del infortunado príncipe Don Juan, que interviene destacadamente en empresas del Nuevo Continente. Veamos ahora las noticias que de él tenemos. Por carta real de 21 de febrero de 1502 es nombrado alcaide de la fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña, fecha probable del encargo del gobierno de Gran Canaria. En el archivo que formó el Marqués de Acialcázar se conserva copia de otra provisión de los Reyes de 24 del mismo mes y año, por la que le ordenaban hiciese información sobre los repartimientos de tierras yaguas, el espinoso problema que tantas protestas ocasionó por largo tiempo. Pero su venida a Gran Canaria la motivaron, con anterioridad a estas fechas, sus cargos en relación con la costa de Africa. Por carta real de 20 de junio del 1500, Antonio de Torres, continuo de la casa de sus Altezas, es nombrado veedor de las empresas encomendadas a Alonso de Lugo en las costas de Berbería, entre los cabos de Aguer y de Bojador. Antes había sido designado para formar parte de la comisión hispano- portuguesa para la delimitación de las respectivas zonas de influencia en el sur de Marruecos, comisión que, al parecer, no llegó a actuar. 15 Con motivo de su cargo de veedor, Antonio de Torres viene a Gran Canaria. A fines de agosto de 1502 se encontraba en la Isla, proyectando dirigirse nuevamente a la Península hacia el 20 de sep- 15 J. M. DOUSSINAGUE: La política internacional de Fernando el Católico, Madrid, 1944 y recensión de esta obra por EMILIO HARDISSON, en Revi$ a de Historia, núm. 69, 1945, pp. 101 Y sigo 14 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 tiembre siguiente. Estos últimos datos constan del interesante documento que antes habíamos mencionado. Se trata de una carta dirigida a los inquisidores de Sevilla por Bartolomé Ramírez Nieto, fechada en Gran Canaria el 31 de agosto de 1502, relacionada con el proceso que se seguía a Gonzalo de Burgos, escribano público de la Isla, y forma parte de los valiosísimos fondos custodiados en El Museo Canario, procedentes del Tribunal de la Inquisición de estas islas, y de la que copiamos los párrafos que interesan al caso: " Reverendos señores - Bartolomé Ramires Nieto beso las manos de V. R. ... saber como por otra letra mía este año por Navidad les ove avisado como Antonio de Torres veedor en las cosas de Berbería por sus Altezas diz que llevaba cierta pesquisa que contra Gonzalo de Burgos se avía fecho en Tagaoz, que es en aquellas partes de la dicha Bervería. Y después acá fue avisado de alguna persona como por vuestras mercedes la dicha pesquisa fue avida de Johan de Aríñiz, escrivano del dicho Antonio de Torres que al presente es Covernador en esta isla de Grand Canaria, y después de Pasqua Florida supe como vuestras mercedes avían enbiado en su mandamiento a Fernand Peres de Herrera, bachiller, Provisor del dicho Obispado y sólo porque vi el dicho mandamiento en poder del dicho Provisor, para que Gonzalo de Burgos dentro de cierto tiempo paresciese ante vuestras mercedes..." " Asimismo, señores, puede aver quatro o cinco días que vino a esta isla un navío de Tagaoz, en el qual vino un ginovés, mancebo de veinte e cinco años poco menos, el qual a nombre Ximón, el sobrenonbre no me acuerdo, el qua! estando en casa de Lope Sanches de Valen9uela, Governador que fue desta isla, en plática movida, dixo que vuestras mercedes le ovieron enviado... lo qual dixo en presencia de muchas personas, que eran mas de ocho que estavan presentes... y despues, queriendo inquirir lo cierto, supe como sobre el caso avia hablado el dicho Ximón ginovés con el dicho Antonio de Torres, Governador que al presente es desta dicha isla y aun que le avía dado la pesquisa o declaración o aviso que quiera que fuese, y otra persona me dixo que non le avía dado sino una letra para vuestras mercedes. Como quiera que sea, lo uno o 10 otro, el Governador Antonio de Torres 10 lleva, el qual está de partida para Castilla, que se va a velar con su mujer para la traer a esta isla, el qual siendo posible partirá < 1l'Lcllcá a veinte días de este mes de setiembre que mañana comien9a..." " Fecha a xxxj de agosto en Grand Canaria de jU d ij años." 16 ¿ Puede identificarse este Gobernador con el Antonio de Torres, amigo de Colón y capitán general de la flota del comendador Ovando en su viaje a La Española el 1502? El Dr. Serra Ráfols no cree 16 MILLARES: Colecci6n de documento8 inédito8 para la Historia de Canarias. Sigo I- C- 24. Arch. Museo Canario. 15 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 dudoso se trate de una misma persona 17 e igual criterio sostiene el catedrático de la Universidad de Barcelona Rumeu de Armas; 1& pero veamos las noticias que sobre la flota de Ovando nos dan los historiadores: sale ésta de España el 23 de febrero del 1502, y aun cuando su nombramiento de alcaide de Santa Cruz de Mar Pequeña se extiende en 21 del mismo mes, ello no demuestra nada en contra de tal identificación. Ahora bien, la flota llega a su destino en el siguiente abril y cuando se disponía a regresar a España a fines de junio del mismo año, con veintiocho de sus naves, un fuerte ciclón, que la sorprende a poco de salir de puerto, hace naufragar a la casi totalidad de sus bajeles, pereciendo, entre otros, Antonio de Torres, según afirma fray Bartolomé de Las Casas, que a la sazón se hallaba en La Española. Si este hecho es cierto, no puede ser una misma persona el capitán general de la flota de Ovando y su homónimo el Gobernador de Gran Canaria, pues éste estaba vivo a fines de agosto siguiente. Pero, ¿ no será exagerada la afirmación de Las Casas sobre la magnitud de la catástrofe? Afirma también que en el naufragio murió Ro1dán, y Lollis ha probado que era vivo en 1505. 19 Por otra parte, Millares Torres dice que de un expediente de la Inquisición resulta que Antonio de Torres se hallaba en Gran Canaria el día del Corpus del 1502, como también que murió, junto con Gonzalo de Burgos, al naufragar y hundirse rápidamente el buque que los conducía, cuando entraba en la bahía de Cádiz en la mañana del 24 de octubre de 1502, razón por la cual, afirma, el Santo Oficio mandó archivar el expediente que se seguía al escribano judaizante. Ahora bien, con todos los respetos que nos merece este historiador, no podemos dar entero crédito a sus afirmaciones, pues está probado su escaso conocimiento de la paleografía: al mismo documento que acabamos de transcribir le dio un sentido totalmente distinto al de su contenido, y por otra parte hay constancia de que aún en el año 1506 se seguía el proceso contra Gonzalo de Burgos. 2o Tampoco aceptamos como inconcusas afirmaciones de otros historiadores sobre hechos de Antonio de Torres, por no citar las fuentes de origen. 17 A. BALLESTEROS BERETTA: Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, Barcelona, 1945 y su recensión en Revísta de Historia, por el DI. SERRA RAFOLS, núm. 74, año 1946, pp. 141 Y sigo 18 A. RUMEU DE ARMAS: " La verdad sobre Santa Cruz de Mar Pequeña", en África, Madrid, octubre 1943, núm. 22. 19 Vid. BALLESTEROS, op. Yp. cit. 20 En el documento transcrito, MILLARES TORRES escribió lo siguiente: " Parece ser este el oficio de remisión de las diligencias que acompañaron a Sevilla de Gonzalo de Burgos y de fecha 31 agosto de 1502". 16 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 En resumen, por hoy y mientras no conozcamos otros documentos, creemos no hay argumento serio para llegar a la identificación del Antonio de Torres de las empresas africanas, con el capitán general de la flota de Nicolás de Ovando, antiguo amigo de Colón y hermano del ama del infortunado Príncipe Don Juan. Por carta real fechada en Alcalá el 4 de julio de 1503 la Reina comunica a la Casa de Contratación de Sevilla el nombramiento del doctor Alonso Escudero para la alcaldía de la torre de Santa Cruz de Mar Pequeña, por haber muerto Antonio de Torres 21 y tampoco del capitán general de la armada de Ovando hay noticias posteriores. ¿ Coincidencias de nombre y de fecha? El Museo Canario ( Las Palmas de Gran Canaria), nÚIns. 27- 28: julio- diciembre de 1948. Vid. En 1506 se seguia aún proceso a G. de Burgos, Marqués de Bute, Catalogue... of the Inquisition in the Canary Islands, Edimburgo y Londres, 1903, Vol. 1.0, pp. 8- 9. 21 M. JrMÉNEZ DE LA ESPADA: " España en Berberia", en el Boletín de la Sociedad Geográfica, IX, año 1880, p. 308. 17 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 III EL RELATO DE " LA FAMOSA BATALLA DE TAFARAUTE" 1.0 de noviembre de 1549 INSERTAMOS seguidamente, omitiendo fórmulas y parte de las declaraciones carentes de interés, el texto de la " información" en que se relata " la famosa batalla de Tafaraute", " que fue una de las mayores hazañas que se an hecho en Berbería", según los testigos que la refieren. La información en que se da la noticia fue practicada en 1593 a solicitud de Daniel Van Damme, almojarife mayor de la isla de Gran Canaria, para probar la limpieza de sangre e hidalgo nacimiento de su esposa, doña Juana de Vera. La prueba comenzó a practicarse en Teguise el 3 de mayo de dicho año, se inicia con la declaración del primer marqués de Lanzarote, don Agustín de Herrera y Rojas, y continúa luego en Santa María de Betancuria, ante Gonzalo Argote de Molina, que se hace dar los títulos de conde de Lanzarote y señor de la isla de Fuerteventura, además de los de provincial de la Santa Hermandad de Andalucía y veinticuatro de Sevilla. Uno de los testigos recuerda que Juan de Alcázar de Morales, abuelo de doña Juana de Vera, famoso por sus hazañas, había estado en la batalla de Tafaraute, y ante este recuerdo se hace comparecer de nuevo al capitán Diego de Cabrera León, otro de sus protagonistas e hijo del jefe y héroe principal de la jornada, Luis de León " el Valiente", gobernador a la sazón de Fuerteventura. " Se halló - dice Diego de Cabrera refiriéndose a Juan de A1cázaren la famosa batalla de Tafaraute que el governador Luis de León, padre deste testigo, uva con los moros el día de todos los Santos del año de quarenta y nueve... y aquella batalla de Tafaraute... fue una de las más famosas victorias - añade- que Dios Nuestro Señor a dado a los destas islas, porque aviéndose algado los navíos y quedando el governador Luis de León solo, en tierra de moros, con 19 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 noventa honbres y diez cavallos, peleó con ellos y venclO y prendió muchos y con la presa vino caminando por la costa de los moros, comiendo solamente raízes de hiervas, hasta llegar al Cabo Blanco, donde se embarcaron, en navíos de pesquería que allí hallaron de xptianos., con la presa..." Éste es el conciso relato de la hazaña. La batalla con los moros dice tuvo lugar en Tafaraute, punto que no parece dudoso sea Hasi Tafraut, morabito con tumbas árabes y un pozo salobre, situado en la costa a unos 28 km. al sur de Cabo Juby y otros 10 al norte de la desembocadura de la Saguia el Hamra. 1 Alzados los navíos, podemos afirmar que debido al mal tiempo y a las dificultades de esta costa, tiene lugar la forzada e impresionante marcha, con hombres, caballos, prisioneros y pertrechos, a lo largo de la costa hasta llegar, dice, al Cabo Blanco. No conocernos otro Cabo Blanco que el de este nombre que cierra la bahía del Galgo, y si éste es, supuesto que parece confirmarlo el que allí hallasen pesqueros, ya que precisamente es el lugar adecuado para ello en la época del año en que tuvieron lugar estos hechos, la caminata tuvo que sobrepasar los mil kilómetros, y por muy sobrios que fuesen los habitantes de aquellas islas orientales, en las condiciones en que se hizo, debió de ser necesariamente dura y requerir en el jefe de la expedición extraordinarias dotes. No nos extrañaría que esta hazaña hubiese sido la que hizo dar a Luis de León el honroso sobrenombre de " el Valiente". El recuerdo de esta casi legendaria aventura perduró tiempo entre aquellos habitantes de Lanzarote y Fuerteventura, cuya casi única ocupación consistía en las cabalgadas a la vecina costa de África y en defenderse de los mahometanos y de otros enemigos de la corona; pero, con el tiempo, su memoria se perdió; a la postre era sólo uno de los muchos incidentes que se producían en las frecuentes " guerras fronterizas" de las Islas, sin particulares consecuencias, y nuestros cronistas no lo mencionaron, hasta que don José Rodríguez Maure, que conoció seguramente copia o extracto de esta información, lo anotó y su referencia se incorporó a la reciente edición de las Noticias de don José de Viera y Clavija. 2 Pero seguramente defectuoso el documento del que lo tornó el cronista de La Laguna, fue causa de que el relato no aparezca completo, y su interés, corno ejemplo de lo que fueron tales empresas, nos 1 Cartas del Servicio Geográfico del Ejército 2 Santa Cruz de Tenerife, tomo II, pp. 346- 347. 20 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 ha movido a dar a la publicidad trozos de la información de doña Juana de Vera en que se hace el relato. Del héroe principal de la hazaña, Luis de León " el Valiente", sabemos que era hijo de Luis de León " el Viejo", uno de los hidalgos de las montañas de León que acompañaron a Diego de Herrera y doña Inés Peraza en su venida a las Islas y gobernador por éstos de Fuerteventura, y de su mujer Elvira Pérez de Munguía, hija del vizcaíno Juan Pérez de Munguía y de Margarita de Béthencourt, la que al parecer lo era de Arriete Perdomo Melián y nieta de Maciot. Luis de León " el Valiente" fue también gobernador de Fuerteventura y como hombre noble mandó poner almenas en su casa de Testeina; casó dos veces y tuvo de ambos matrimonios trece hijos, el mayor Diego de Cabrera León, el del relato de la batalla de Tafaraute, capitán de caballos en Fuerteventura, familiar y alguacil mayor de la Inquisición. Otra de sus hijas fue doña Bernardina de Cabrera, que tuvo Con el conde- marqués de Lanzarote don Agustín de Herrera y Rojas a Doña Constanza de Herrera, mujer del famoso provincial Gonzalo Argote de Molina. 3 Otros personajes desfilan por la información de Doña Juana de Vera, como el caballero jerezano Diego de Vera, otro de los que vinieron con doña Inés Peraza, gobernador de Fuerteventura y tío del famoso general Pedro de Vera. Diego de Vera, según otras informaciones, fue casado con una hija de Alonso Sánchez de Morales, caballero principal de Córdoba, de quien afirman testigos de esta probanza fue padre de treinta y seis hijos y que, como caballero, fue sepultado en medio de la capilla mayor de la iglesia de Santa Inés. El último de los testigos que declara en la información es Francisco de Morales Dumpierres, gobernador entonces de Fuerteventura, quien relata otra serie de hazañas de Juan de Alcázar, en prueba de su valentía, y dice cómo la espada que le perteneció, con dos sortijas de plata en la empuñadura, la tenía en su tiempo Juan Mateo Cabrera. En la vilIa de Teguiz, de la isla de Lanzarote, en dos de mayo de milI y quinientos y noventa y tres años, ante Fernando de Cabrera Betancor, alcalde mayor desta isla, paresció presente el capitán Lucas de Betancor y presentó esta petición: 3 Nobiliario de Canarias, La Laguna de Tenerife, tomo 1, 1952, pp. 61- 63; Ytomo II, 1954, pp. 88- 93.- Nota debida a Sergio F. Bonnet. 21 3 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 Lucas de Betancor, en nonbre de Daniel Bendama, almoxarife mayor por el Rey Nuestro Señor de la isla de Gran Canaria, hago presentación de poder y digo que a mi parte conviene averiguar, a perpetua rei memoria, cómo doña Juana de Vera, mujer del dicho Daniel Vandama, es hija legítima de Alonso de Trigueros y Marina Denis de Morales, vezinos de la isla de Fuerteventura, y cómo la dicha doña Juana de Vera y sus padres y abuelos son xptianos. viejos, de linpia generación, sin raza de moros ni judíos, ni nuevamente convertidos a nuestra fee católica, a Vuesa Merced pido mande recibir los testigos que en razón de esto presentare y lo que dixere y se pidiere se me dé por testimonio en pública forma para guarda del derecho de mi parte, y pido justiciao- Lucas de Betancor. Visto por el dicho Alcalde la dicha petición y poder, mandó que el dicho Lucas de Betancor, en nonbre del dicho Daniel Vendama, presente los testigos de que se entiende que lo manda, que él está presto de los examinar, que fecha dicha proban<; a se le dé testimonio. En lo qual interponía e interpuso su autoridad y decreto judicial, que valga y haga fee do quier que se presentare, y lo firmó de su nonbre.- Femando de Cabrera Betancor. Sepan quantos esta carta vieren como yo, Daniel Vendama, vezino de la isla de Gran Canaria, digo que por quanto yo soy casado con doña Juana de Vera, mi mujer, hija legítima de Alonso de Trigueros y de Marina Denis de Morales, vezinos de la isla de Fuerteventura, en la qual yo tengo hijos legítimos, mis herederos, y porque conviene a mi derecho hazer información ad perpetua rei memorian cómo la dicha mi mujer y sus padres y abuelos y antecesores fueron xptianos. viejos de linpia jeneración, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos a nuestra santa foo católica, por la presente doy poder... a Cristóval de Carvajal, procurador, y don Lucas de Betancor, alférez mayor de la dicha isla de Fuerteventura, con facultad de los sostituiro. o para hacer dicha información... Testigos: Gerónimo Anese e Mateos Martín e Luis Val, servidor, vecinos y estantes en esta isla. Fecha en la ciudad de Las Palmas de la isla de Gran Canaria en onze días del mes de man; o de mill y quinientos y noventa y tres añOSo- Francisco de Casares, escribano público y del Cabildoo E después de 10 susodicho, en el dicho día, mes e año susodicho, el dicho Lucas de Betancor, en el dicho nonbre, presentó por testigo a su señoría del señor don Agustín de Herrera y Rojas, marqués y conde desta isla de Lanzarote y señor de la isla de Fuerteventura, del cual fue recibido juramento en forma de derecho y prometió dezir verdad, y siendo preguntado dixo que este testigo conoce a la dicha doña Juana de Vera, mujer del dicho Daniel Vendama, y sabe que es hija ligítima de Alonso de Trigueros y de Marina Denis de Morales, vezinos de Fuerteventura, a los quales conoció y trató y tiene por xptianos. viejos de linpia jeneración y tales quales dize la dicha petición, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos, y el dicho Alonso de Trigueros era castellano y en la posesión de xptiano. viejo fue habido y tenido, y la dicha Marina Denis de Morales era natural de Fuerteventura, de los linajes antiguos y principales y nobles conquistadores de la dicha isla, como lo fueron los de Vera y Morales y Denis, que todos estos tres linajes fueron de los buenos y nobles y escojidos de la dicha isla y hoy lo son y muy buenos 22 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 hijosdalgos, los quales vmleron con el señor Diego de Herrera y la señora Doña Inés Peraza, bisabuelos del dicho señor marqués, a la conquista destas islas, donde han sido muy señalados en las guerras que los señores destas islas de Lanzarote y Fuerteventura tuvieron con los gentiles y con los moros y con los portugueses, en el tiempo de la guerra de los Reyes Católicos y en las entradas de Berbería y guerras con los franceses y ingleses y corsarios, y que por esto sabe este testigo y tiene por cierto lo contenido en la dicha petición; y firmólo de su nombre y que es de edad de cinquenta y seis años y que no le toca lo contenido en las preguntas generales.- Fernando Cabrera Betancor- El Marqués de Lanzarote- Ante mí, Juan Fernández de Córdova, escribano. En e! valle y villa de Santa María de Betancuria, en veinte días del mes de mayo de mill y quinientos y noventa y tres años, ante el Señor Gonzalo Argote de Malina, Provincial de la Santa Hermandad de Andalucía, Conde de Lanzarote, Señor de la isla de Fuerteventura y Veinte y quatro de la ciudad de Sevilla, pareció presente Xptobal. de Carvajal, vecino de la isla de Fuerteventura, y hizo presentación de un poder original otorgado por Daniel Vendama, vezino de la isla de Canaria, ante Francisco de Casares, escribano público de la dicha isla, con una petición dada ante Fernando de Cabrera Betancor, alcalde mayor de la isla de Lanzarote, y ante Francisco Amado, escribano público de la dicha isla, y una declaración fecha por Su Señoría del Señor Marqués de Lanzarote, en razón de lo contenido en la dicha petición, y dixo que en conformidad de lo contenido en la dicha petición pedía al dicho Señor Provincial mandase se esaminen los testigos que presentase y pidió justicia y lo firmó de su nombre.- Xptoval. de Carvajal.- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público mayor y del Concejo. y visto por Su Señoría del Señor provincial dixo que está presto de recibir los testigos que presentaren, en conformidad de la dicha petición, e lo proveyó el Señor Gonzalo Argote ante mí, Pedro Negrín Galán... y luego el dicho Xptoval. de Carvajal, en el dicho nonbre, presentó por testigo a Lucas Perdomo de Betancor, vezino desta isla de Fuerteventura, de! qual fue recibido juramento en forma de derecho y prometió decir verdad, y siendo preguntado por el tenor de la dicha petición dixo queste testigo conoce a doña Juana de Vera, mujer de Daniel Vendama, almoxarife mayor de la isla de Canaria y vezino de la dicha isla, desde que nació; y conoció a sus padres, que fueron Alonso de Trigueros, que era naturalde Castilla, y a Marina Denis de Morales y de Vera, su madre, natural de la isla de Fuerteventura, la cual era hija de Juan de Alcác; ar de Morales y de Juana de Vera, la qual dicha Juana de Vera era hermana de Luis Perdomo de Vera, padre de este testigo, ye! dicho Luis Perdomo de Vera y la dicha Juana de Vera eran hijos de Pedro de Vera el viejo y de María Perdomo, y el dicho Pedro de Vera el viejo era hijo de Pedro Hernández de Vera y de Leonor Sánchez Negrín, y el dicho Pedro Hernández de Vera hijo de Diego de Vera, Governador de Fuerteventura, tío de Pedro de Vera, Veinte y quatro de Xerez de la Frontera, conquistador y Governador de Canaria, y que por todo lo susodicho este testigo sabe que la dicha doña Juana de Vera es xptiana. vieja de linpia generación, sin raza de moros ni judíos ni de los nuevamente convertidos a nuestra santa fee católica, y en tal posesión an sido avidos y tenidos todos los susodichos abuelos y antecesores de la dicha 23 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 doña Juana de Vera, de suso referida, y por tal fue tenido el dicho Alonso de Trigueros, castellano que dezían que era de las Montañas, y que los dichos linajes de Vera, Denis y de Morales y Perdomos y Negrines, naturales de esta isla, de quien la dicha doña Juana de Vera deciende, son de los más principales linajes de hijosdalgo, de los conquistadores desta isla, y que en ella an sido sienpre muy valerosos y muy estimados de los Señores de ellas y an servido en oficios de governadores y alcaldes mayores y regidores y capitanes y familiares de la Santa Inquisición, y que esta es la verdad... que es de edad de sesenta años, y no firmó porque no sabía escribir; firmó por él el capitán Pedro de Medina, siendo testigos Tomás Lopes, vecino de la isla de la Madera, mercader.- Gonzalo Argote de Molina- Pedro de Medina- Tomás Lopes- Ante mí, Pedro Negrín Galán. E luego el dicho Xptoval. de Carvajal presentó por testigo al capitán Baltasar Hernández Peña, vecino desta isla de Fuerteventura... y sabe que Alonso de Trigueros era natural castellano y decían públicamente que era de linaje de montañeros xptnos. viejos y que era vasallo del Duque de Medina, que avía servido con él y de allí avía venido aquí y casado con Marina Denis de Morales y de Vera, la qual este testigo conoció... y que de los Vera fue Governador en tienpo muy antiguo desta isla Diego de Vera el viejo, rebisabuelo de la dicha doña Juana de Vera, y de los Morales fue Governador desta isla Alonso de Morales, cavallero natural de Córdova, e que vino con la Señora Doña Inés Peraza y está sepultado en la iglesia del valle de Santa Inés, en la capilla mayor; y de los Negrines fue Juan Negrín, rey de armas del Rey don Juan el segundo, conquistador destas islas; y de los Alcá9ares fue Juan López de Alcá9ar, alcaide de la torre de Guanapay por Diego de Herrera, señor destas siete islas de Gran Canaria; y de los Perdamos fue el antecesor de todos los Perdomos Arriete Perdomo, Señor del pa90 de Arriete, cavallero francés, que pasó con don Juan de Betancor, rey destas islas y conquistador de ellas, y fue alférez mayor, que casó con hija de mosén Maciote de Betancor, primo del dicho rey don Juan de Betancor y de la reina de Teguiz; y de los Denis fue Pedro Denis el viejo, que fue el que tomó el pleito homenaje a los reyes de Tenerife por Diego de Herrera... Que es de edad de sesenta y dos años... ' Testigos: Pedro de Cabrera Betancor Tabordo y Ba1tasar Simón, vecinos; y porque no sabía firmar firmó Juan Márquez de Paradas, ejecutor de la Real Audiencia, estante. E luego... presentó a Diego de Cabrera León, capitán de cavallos de esta isla y familiar de la Santa Inquisición... [ conoce y sabe de la hidalguía de doña Juana de Vera y de la de sus antepasados] y firmó de su nombre. y luego... presentó por testigo a Mateo Hernández Villavicencio, alférez mayor de la gente de a cavallo desta isla de Fuerteventura, y dixo que conoce a la dicha doña Juana de Vera... ser tanbién descendiente de Alonso Sánchez de Morales, que fue un principal cavallero de Córdova, que vino a esta isla de Fuerteventura con doña Inés Peraza, señora de estas islas, y con Diego de Herrera, su marido, y está sepultado en la capilla mayor de Santa Inés de esta isla, que fundó la señora doña Inés Peraza, y por ser tal cavallero le sepultaron allí en medio de la dicha capilla, el qual tuvo treinta y seis hijos, de quien deciende la nobleza de esta isla... y sus antepasados... se han señalado en las guerras con los moros, haziendo muy honradas cavallerías y hazañas y en las 24 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 guerras antiguas con los gentiles, en las conquistas de estas islas de Canaria y en todas las otras ocasiones de valor que se han ofrecido a esta isla de Fuerteventura... Que es de quarenta y siete años y firmó de su nombre.- Mateo Hernández de Xerez. E luego... presentó por testigo al capitán Lucas Hernández de Villavicencio, vecino de esta isla, familiar de la Santa Inquisición... Dixo que su abuelo de la dicha doña Juana de Vera, Juan de Alcá<; ar de Morales, fue uno de los valientes y principales honbres que ovo en las guerras de la Berbería y que sienpre fue en ellas muy estimado, porque fue uno de los que se hallaban con el Governador Luis de León en la famosa batalla de Tafaraute, y este testigo tiene deudo con la dicha doña Juana de Vera por el linaje de Morales, por ser este testigo descendiente de Alonso Sánchez de Morales... Y firmó de su nonbre.- Lucas Hz. de Villavicencio. Este dicho día, mes y año susodicho pareció ante el dicho Provincial el dicho capitán Diego Cabrera León y dixo que por el juramento que tiene hecho en esta causa, que él conoció en Berbería, en las jornadas que hizo el Marqués de Lanzarote, a Juan de Alcá<; ar de Morales, abuelo de la dicha doña Juana de Vera, y se halló con él en la famosa batalla de Tafaraute, que el Governador Luis de León, padre de este testigo, uva con los moros el día de todos los Santos del año de quarenta y nueve, en la qual se señaló valerosamente, y así fue uno de los esfor<; ados hidalgos de esta isla que hizo en la guerra cosas señaladas, y así este testigo oyó dezir un día, alabando las valentías y hazañas del dicho Juan de Alcá<; ar de Morales, al Marqués de Lanzarote - qual otro Juan de AIcá<; ar- y aquella batalla de Tafaraute, en que el dicho Juan de Alcá<; ar se halló, fue una de las más famosas vitorias que Dios Nuestro Señor a dado a los destas islas, porque aviéndose al<; ado los navíos y quedado el Governador Luis de León solo en tierra de moros, con noventa honbres y diez cavallos, peleó con ellos y los desbarató y venció y prendió muchos y con la presa vino caminando por la costa de los moros, comiendo solamente las raízes de hiervas, hasta llegar al Cabo Blanco, donde se enbarcaron en navíos de pesquería que allí hallaron de xptianos., con la presa, y entre los hidalgos más esfor<; ados desta batalla fue el dicho Juan de Alcá" ar, abuelo de la dicha doña Juana de Vera, y por ser este hecho cosa tan señalada y averIo hecho tan honradamente el dicho Juan de Alcá<; ar, para honra de sus nietos, ha hecho la dicha declaración y que ésta es la verdad... y que es de edad de sesenta y seis años y firmó de su nombre- Gonzalo Argote de Malina- Diego Cabrera León- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público. En la villa de Santa María de Betancuria, en el dicho mes y día y año susodicho... presentó por testigo a Francisco de Morales de Unpierres, Governadar de esta isla de Fuerteventura y vecino de ella... y dice que conoce a la dicha doña Juana de Vera, por aver nacido en esta isla de Fuerteventura, y conoció a sus padres, Alonso de Trigueros y Marina Denis de Morales y Vera... que era hija de Juan de AIcá<; ar de Morales y de Juana de Vera, que fueron de los buenos de esta isla de Fuerteventura, y el dicho Juan de Alcá<; ar de Morales era primo hermano de Justa Enríquez Melián, abuela de este testigo ... hijos de hermanos, por manera que este testigo está en quarto grado de consaguinidad con la dicha doña Juana de Vera y ser ambos descendientes en quarto 25 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 grado de Alonso Sánchez de Morales, que fue principal cavallero de la ciudad de Córdova, que con Diego de Herrera y doña Inés Peraza, señores de estas siete islas y reino de Gran Canaria, vino a esta isla de Fuerteventura... y que este testigo es governador de esta isla y son regidores Miguel Hernández Negrín y Melchor Sánchez Negrín, primos de la dicha doña Juana de Vera, y Pedro Negrín Galán, escribano mayor del Cabildo y capitán de infantería y familiar y notario de la Santa Inquisición, tanbién su primo, y Juan Mateas Cabrera, proveedor de la gente de guerra de estas islas por el Rey Nuestro Señor y familiar de la Santa Inquisición es su primo y tanbién doña Juana de Vera 10 es de la Condesa de Lanzarote doña Costanza de Herrera y Rojas, mujer del Provincial Gonzalo Argote de Malina, por la parte que tiene de linaje de Perdomo, por manera que todos los más principales de esta isla de Fuerteventura son deudos de la dicha doña Juana de Vera, y este testigo oyó decir a Hernando de Cabrera Sanabria, capitán que fue en las jornadas de Berbería, que fue uno de los principales cavalleros de estas islas, que vio a Juan de Alcágar de Morales en Berbería, yendo con él, entrando en el río de Zeguia contra tres moros muy valientes, que como se le fuesen por un paso y de cavallo no pudiesen entrar por el río, se baxó el dicho Juan de Alcágar de Morales por el risco y pasó y se conbatió con los tres moros y hirió a los dos de ellos y los prendió a todos tres, y asimismo alcangó en otra jornada a dos hermanos moros y conbatiéndose con ellos les tiró un tajo con el espada y le echó las tripas de fuera, y al otro cortó de un revés el brazo, y los trajo presos anbos, y este testigo conoció al moro que le cortó el brazo, que fue esclavo de Diego Viejo, en esta isla; y la espada con que se hicieron estas heridas tiene oyen su poder Juan Mateo Cabrera, en esta isla, que tiene dos sortijas de plata en la empuñadura y asimesmo; sabe este testigo que aviendo llegado cantidad de gente desta isla y de Lanzarote en una entrada de que iba por capitán Hernand Arias de Saavedra, abuelo del Marqués de Lanzarote, a una mancha de erguenes, donde estava una cueva hecha del propio monte, como no osasen entrar los demás, él entró solo, desnudo, con un puñal en la cinta, y sacó por la greña uno a uno cinco moros que estavan dentro de los dichos erguenes, escondidos en la dicha cueva, que se tuvo por hazaña de mucho ánimo y determinación, por no aver osado acometerla los demás que con él estavan; y esto oyó contar este testigo a Juan Peraza y a Alonso de Medina, padre del capitán Pedro de Medina, que se hallaron en la dicha jornada; y que en efeto fue uno de los más valientes hidalgos de esta isla y que más famosas cosas hicieron en la Berbería, y se halló en la batalla de Tafaraute, con el Governador Luis de León, que fue una de las mayores hazañas que se an hecho en Berbería, y asimesmo viniendo de Berbería en una armada de gente de Lanzarote y de alguna de esta isla, de que venía por capitán Bartolomé Cabrera, como quisieran dar otro salto en Berbería, él no lo consintió y se levantó con el navío y junto con él Pedro de Vera el hidalgo y Manuel Afonso Melián, vecinos de esta isla, todos tres se algaron con él y lo llevaron a Tenerife, contra cinquenta soldados que venían dentro; y que este testigo tiene por todo lo dicho a la dicha doña Juana de Vera... y que el padre de Juan de Alcá: gar de Morales fue Francisco de Morales, que fue heredado en la montaña que por él llaman de Francisco, que es al lado de Gran Barranco en esta isla, y fue hermano de 26 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 GadiIer de Morales, hijo asimismo del dicho Francisco de Morales, y fue hermano de padre de Francisco de Morales Negrín, regidor que fue de esta isla, y que ésta es la verdad... que es de edad de cinquenta años poco más o menos y : Brma de su nombre.- Gonzalo Argote. de Molina- Francisco de MoralesAnte mí, Pedro Negrín Galán, escribano público. E vista por el dicho Provincial Gonzalo Argote de Molina la dicha información, dixo que interponía e interpuso en ella su autoridad y decreto judicial, para que valga e haga fee do quiera que se presentare, y mandó que de ella se dé a la parte de los dichos Daniel Vendama y doña Juana de Vera y al dicho Xptoval. de Carvajal en su nonbre uno o más treslados o los que quisiere, los quales y en cada uno dellos interponía el mesmo decreto judicial, atento que, demás de lo contenido en la dicha infonnacíón, a él le consta, por particular noticia, que los padres y abuelos de la dicha doña Juana de Vera tiene ser así, y lo : Brmó de su nombre.- Gonzalo Argote de Molina.- Ante mí, Pedro Negrín Galán, escribano público y mayor del Concejo.- GoNZALo ARGOTE DE MOLINA lJirma autógrafa)- PEDR. O NEGR. ÍN GALÁN, escribano público y mayor del Concejo- Signado y rubricado. ( Archivo Histórico de la Provincia de Santa Cruz de Tenerífe, registro de Matías Oramas Víllarreal, año 1677, legajo núm. 984, y está inserto en los recaudos presentados por los hermanos Don Cristóbal y Don Alonso Van Damme.) Revista de Historia ( La Laguna), núm. 100: octubre- diciembre de 1952. 27 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 IV DIARIO DE LA VISITA DEL CORREGIDOR LA SANTA ARIZA y CASTILLA A LA ISLA DE GRAN CANARIA EN 1764, POR EL P. ACEVEDO E NTRE los papeles que pertenecieron a la familia lagunera de Guerra, extinguida a la muerte, en 1853, de doña María de los Remedios de la Guerra y del Hoyo, cuarta Marquesa de la Villa de San Andrés y cuyo rico archivo posee hoy don José Vicente de Buergo y Oráa, se encuentra un cuadernillo en cuarto, de 34 folios, los 6 últimos en blanco, en cuya cubierta se lee Visita de la Isla de Canaria y contiene el diario de la que realizó el Corregidor y Capitán a Guerra don Nicolás de La Santa Ariza y Castilla, en el otoño de 1764, escrito por fray Esteban de Acevedo, capellán y cronista de la expedición, la que tuvo una doble finalidad: cumplir el Gobernador el deber impuesto al cargo de recorrer toda su jurisdicción y la de realizar el encargo del Cabildo y la Real Audiencia de deslindar sus montes, entre ellos el famoso bosque de Doramas. Este manuscrito es, seguramente, copia del original que debió regalar el autor al Sr. La Santa, de la misma fecha de éste, como lo prueba el tipo de letra y el párrafo final, escrito de distinta mano, que comienza: " Este último verso se a hecho... ". No resulta difícil conjeturar el motivo de la presencia del Diario entre los papeles de los Guerra, ya que don Nicolás de La Santa murió sin hijos y entre sus herederos se contó su sobrino don Fernando de Malina Quesada, hijo de su hermana doña Ana, 1 uno de aquellos ilustrados miembros de la sociedad lagunera de la segunda mitad del siglo XVIII, eficaz colaborador de don José de Viera y Clavija, cualidades que también 1 Los datos sobre la familia de La Santa en Canarias figuran en nota a la página 570 del tomo 1 del Nobiliario de Canarias, ampliación de la obra de don FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BÉTHENCOURT ( J. Régulo, editor, La Laguna 1952). En el mismo volumen la genealogía de los Molina Quesada, pp. 549 Y sigs. y la de los Guerra, pp. 673 Y sigs. 29 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 se dieron en don Lope Antonio de la Guerra y Peña, destacado personaje de esta Casa. El manuscrito es de redacción descuidada: hay décimas que copia en dos lugares, con variantes en uno y otro, y en algunos párrafos claramente se advierte la falta o sobra de alguna palabra. Por otra parte, la ortografía, tan insegura aún, es aquí totalmente arbitraria: un mismo vocablo está escrito o no con H, B, V o U, sin hablar del uso completamente irregular de las C, S y Z, producto de nuestro seseo, pero la hemos conservado, pese a su' muy relativo valor, limitándonos a deshacer las abreviaturas y a regularizar el empleo de las mayúsculas y la puntuación. Es de notar por otra parte en la redacción del Diario el uso de cultismos y de palabras hacía ya mucho tiempo perdidas en el habla de Castilla, como " fastigio", " prolando", al mismo tiempo que el de otras de construcción incorrecta, como " nacionistas", por " nacionales"; productos ambos fenómenos del aislamiento cultural de aquellas generaciones nuestras. Del autor del trabajo sabemos, por lo que él mismo nos dice, que se llamaba Esteban de Acevedo, nacido en Gran Canaria, fraile agustino, a la sazón Padre Presentado y residente en el convento de su orden en Las Palmas de Gran Canaria. El Corregidor don Nicolás de La Santa Ariza y Castilla había nacido en La Laguna y recibió el bautismo en su parroquial de los Remedios, el 14 de octubre de 1693. Era hijo de don José de La Santa Ariza y Vallejo, natural de la villa de Soto, en el obispado de Calahorra, que en Tenerife desempeñó la alcaidía del castillo de Paso Alto, y de doña Francisca de Castilla Valdés y Malina, la que a su vez era hija de don García Domingo de Castilla Valdés, Regidor Perpetuo de La Palma y luego de Tenerife, castellano del principal de San Cristóbal, uno de los fundadores de la Esclavitud del SantÍsimo Cristo de La Laguna y descendiente de don Diego de Castilla, hijo natural del Rey Don Pedro el Cruel. Don Nicolás de La Santa, alcaide del castillo de San Juan en 1714, Regidor de Tenerife en 1733, Teniente Coronel del Regimiento provincial de La Orotava en 1759, había obtenido el Corregimiento de Gran Canaria, por Real Cédula de 8 de octubre de 1760, pero se posesionó de este oficio meses más tarde, ya que el P. Acevedo afirma que al comenzar la visita, a mediados de septiembre del 64, llevaba ejerciéndolo 3 años y 5 meses. Es de notar que don Nicolás iba a cumplir ya los 71 años, a pesar de lo cual hizo, ya a pie ya a caballo, el recorrido por pésimos y peligrosos caminos. Después de cesar en el corregimiento de Gran Canaria continuó viviendo en esta isla, en la que ejerció la alcaidía del Risco, en 1774, y en la 30 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 que falleció, a los 90 años cumplidos, el 24 de octubre de 1783. Había casado con doña Beatriz de Lara, hija de don José Isidro de Lara, Gobernador y Capitán General de Honduras, y de doña Catalina de Llerena y Cabrera, de la que no tuvo hijos, por lo que fueron sus herederos sus sobrinos, entre ellos, como dijimos, don Fernando de Malina Quesada. 2 Según el P. Acevedo, don Nicolás de La Santa era persona de gran prudencia y dotes de mando. Claro es que no podemos olvidar la condición de aquél, de capellán agradecido, pero del contenido del Diario puede deducirse la certeza, en líneas generales, de la afirmación del agustino. Podríamos intentar la identi: 6. cación de la mayoría de las personas que en el relato se citan, lo que carecería de interés, por lo que nos limitamos al de aquellos miembros del Cabildo de la Isla que acompañaron al Corregidor. Los dos regidores designados por el Cabildo para la visita lo fueron: don Antonio José Romero Serpa y Padilla, Capitán, Familiar y Contador del Tribunal de la Inquisición, escritor y genealogista y más tarde alcaide del castillo de la Luz 3 y don Agustín de Icaza y Padilla, también Capitán de las Milicias, Síndico personero general de la Isla y Alcaide de los castillos de Santa Ana y San Pedro. 4 A estos dos nombres hemos de añadir el de otro regidor, que acompañó a don Nicolás de La Santa al deslinde de los montes, don Isidro Ventura de Aguilar Carvajal y Guanarteme, como los anteriores Capitán, y Alcalde de Guía. 5 Los tres pertenecían a familias que entonces ocupaban destacado lugar en la vida de la Isla. El Corregidor y sus acompañantes se hospedaron en la villa de Guía en la casa del Teniente Coronel don Agustín Gabriel del Castillo Ruiz de Vergara, hijo del historiador don Pedro Agustín y a la sazón Corregidor de la isla de Tenerife. Ternlinada la descripción de la visita a la villa de Gáldar, el Padre Acevedo hace notar el disgusto que tuvo don Nicolás de La Santa al ver " desolada la casa de Don Fernando, rey de Guarteme y de aquella villa, la qual casa desde que se conquistó la isla la habían selado y cuidado los naturales y por un motivo tan bario, como por estender y alargar asia el poniente del sol la plaza de aquella iglesia, siendo assí que 2 Memorias de don LOPE ANTONIO DE LA GUERRA y PEÑA, El Museo Canario, cuaderno IV, p. 145. 3 Nobiliario, cit., tomo 1, p. 496, nota. 4 Nobiliario, cit., tomo 1, p. 719, nota. 5 Nobiliario, cit., tomo 111, p. 386, nota. 31 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 por el naciente tiene una mui larga y expasiosa, incurrieron en la nota de poco curiosos y nada amantes de la estavilidad de las memorias de su patria en haver demolido el palacio y domicilio de un Rey ~ quien para venserlo le costó tanto trabaxo a los conquistadores. No puede dudarse que dicha casa es aquella que menciona en sus Sinodales el Obispo Cámara y Murga: " Dizen que está allí [ en Gáldar] la casa del que solía ser su Rey antes de la conquista y está labrada con solo piedra, sin cal. Llamóse Don Fernando Guanarteme". 6 Cerca de medio siglo más tarde la visitó el P. José de Sosa, que dice: " La mejor población que hubo en esta afortunada isla de Gran Canaria fue la de la villa de Gáldar, en donde había los mejores edificios, por ser la cabeza entonces del partido de la isla y corte del Guanarteme. Fabricaban sus casas... que causan admiración. Como me sucedió a mi el año de 1675, que estando en dicha villa de Gáldar en misión fui a ver una casa canaria que hasta hoy por vía de estado se conserva cerca de la iglesia parroquial de Señor Santiago, y reparando en lo pulido y labrado de sus maderos y en el ajuste de sus tablones y vigas, quedé fuera de mi casi... Hay tradición que esta casa, siendo muy labrada de colores, era el palacio en donde asistían las doncellas recogidas y como religiosas que se llamaban maguadas, aunque otros la llaman la casa del Rey canario". Y añade, " De estas casas y de los demás edificios antiguos con lo largo del tiempo ya no hay ninguno y están de otra suerte pobladas. Junto donde estaba esta [ se refiere a otra que describe] hasta hoy está otra casa pintada y grande, que servía de escuela o regimiento de doncellas, hijas de los principales e hidalgos...". 7 El Obispo Dávila y Cárdenas, en sus Adiciones a las Sinodales de Cámara y Murga, editadas en Madrid ( 1737), se refiere al citado edificio; tiene Gáldar, dice, " muy buena iglesia y junto a ella el Palacio que dicen fue de los Reyes Canarios, como nota dicho Señor Ilustrísimo al folio 339". s Pese a todas estas citas, la del Diario del P. Acevedo tiene el valor de precisar el lugar en que la casa se hallaba y el momento 6 Constituciones Sinodales del Obispado de la Gran Canaria... , Madrid, 1634, p. 339. Están fechadas en 1629. 7 Fray JosÉ DE SOSA, Topografía de la Isla Fortunada Gran Canaria, cabeza de partido de toda la Provincia comprensiva de las siete islas llamadas vulgarmente Afortunadas; reedición, Las Palmas, 1849, Libro IIl, cap. IIl. s Constitución y nuevas adiciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1737, p. 497. 32 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 en que fue derruida, sin duda bastante inmediato al de la visita, dados los términos en que el agustino se expresa. El cronista abandona el frío relato de la visita a la vista del bosque de Doramas, que le impresiona y al que dedica exaltados elogios. Recoge también poesías de circunstancias dedicadas al Corregidor en algunos de los pueblos por los que pasa, de muy escaso valor y sin autor conocido, a excepción de las de Telde, debidas a un tal Travieso, que es posible sea un don Juan Travieso al que cita entre las personas que visitaron a don Nicolás de La Santa. La visita, que comenzó el lunes 17 de septiembre, fecha de su salida de Las Palmas, duró cerca de dos meses, para regresar a la ciudad capital el lunes, 5 de noviembre del citado año 1764. El texto del Diario del P. Acevedo es el siguiente: DIARIO CRITICO Y BREVE, COMPENDIOSO DE LOS FAVORABLES SUBSESOS ACAESIDOS EN LA VISITA DE LA ISLA DE LA GRAN CANARIA SEGÚN REALES ORDENANZAS Y CON PARTICULAR COMISION DEL CAVILDO SECULAR, CONFIRMADA POR LA REAL AUDIENCIA, PARA DESLINDAR SUS MONTES Y SÉLEBRE MONTAÑA DE ORAMAS, PRACTICADA POR EL THENIENTE CORONEL DE LA ISLA DE THENERIFE DON NICOLÁS DE LA SANTA ARIZA y CASTILLA, A LOS TRES AÑOS Y SINCO MESES EN LOS QUE HA SIDO CORREGIDOR Y CAPITÁN A GUERRA Y GOVERNADOR DE SUS ARMAS DE DICHA ISLA, PRINCIPIA A DIEZ Y SIETE DE SEPTIEMBRE DE ESTE AÑO DE MIL SETEZIENTOS SESENTA y QUATRO, DADA A LUZ POR EL CAPELLÁN DE LA VISITA, EL R. P. PRESENTADO FRAY ESTEVAN DE AZEVEDO, DE LA ORDEN DEL GRAN PADRE Y PATRIARCA SAN AGUSTfN LUGAR DE SAN LORENZO En día lunes diez y siete del referido mes por la tarde sali6 su Merced de la ciudad, acompañado de los señores el Capitán Don Antonio Romero y Zerpa y Don Agustín de Icassa y Padilla, Rexidores diputados para la visita por el Cavildo, como asimismo el Theniente de Capitán Don Pedro de Isla, escribano de número; Juan Cabral, portero del Cavildo; Christ6baI Truxillo Cano y Juan Benites, soldados del precidio y por capellán de este noble congreso para esta rexia expedici6n acompañado el enunciado arriva el R. P. Presentado, los que llegaron el mismo día por la tarde a el lugar de San Lorenzo, haviéndolos salido a resivir el Alcalde Don Joseph Manuel Ponce y Don Claudia Salazar, Venerable cura de dicho lugar. En el qual, por ser pobre, corto y mui reducido, solo estuvieron este día y el siguiente, en los que se practicaron las diligencias correspondientes a el 33 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 edicto que se fixó en la puerta de la parroquia del Sr. San Lorenzo, Patrono titular de dicha Iglesia, y el día miércoles, por la mañana, después de haver oido missa, transitaron con la misma formalidad para el lugar de Arucas, a exsepción del señor Rexidor Don Agustín Icasa, quien por evaquar diferentes embargos que pedían personalidad en recoger los frutos de sus haziendas, no siguió la derrota, aunque más adelante se dirá adonde se bolbió a venir. Acompañaron a el Sr. Corregidor y ministros de esta visita el Alcalde y el Vble. Cura, hasta el término que deslinda la jurisdicción del lugar de San Lorenzo, a donde, despedidos el congreso, se bolbieron para su lugar. LUGAR DE ARUCAS A este lugar llegaron a oras de mediodía, a onde fue visitado dicho Señor y diputazión de los primeros sugetos del pueblo, como fueron el Vble. Cura Don Antonio de Quintana, el Capitán Don Miguel de Ortega y el Alférez Don Manuel Ponce, y de los señores eclesiásticos Don Manuel Ponce, clérigo presbítero, y Don Antonio Cabrera. A el día siguiente se fixó el edicto en la puerta principal de la parroquial del Sr. San Juan Bauptista, Patrono titular de dicha Iglesia; continuóse la visitación dándose las providencias correspondientes y arregladas a la justicia, dexando orden a el Alcalde de el lugar Don Antonio Ponce para que luego compusiera a costa del becindario la camisería, por estar la maior parte arruinada, como asimismo atendiendo a la inminente falta que se espera padecer la mayor parte de la Isla, por la escasés y limitada cosecha de granos que an cogido sus havitadores en este presente año, se libró despacho, a súplicas de los vezinos, para que el diezmero guardara dozientas fanegas de millo, alimento usual de la maior parte de los avitadores desta Isla, a fin de que en los meses maiores no mendigara el vezindario de este lugar, asegurándole a dicho diezmero las mermas y quebrantos que por tan larga demora pudieran tener los granos. VILLA DE GUíA Concluida la vista del mencionado lugar, el día veinte y quatro, lunes, por la mañana, después de oir misa, salieron de el para seguir la derrota asía la villa de Guía, acompañando la tropa el Alcalde del lugar de Arucas Don Antonio Ponce y su primo el Alférez Don Manuel de Ponce, baxando y dando buelta a la costa de la Iraga, hasta hacer alto en la casa del Sarxento Maior Don Agustín Manrique, situada en la rivera del camino de Moya, en la que comieron y descansaron, y despedidos del Alcalde de Arucas y su primo, siguió la derrota asia la villa de Guía, subiendo el Sr. Corregidor a cavaIlo la fragosa y peligrosa Cuesta de Silva, en cuio fastigio o sima le salieron a resevir el Alcalde de Guía Don Antonio Muxica y Mareo; el Coronel Don Christóbal Benites y el Sargento Mayor Don Marcos Falcón, incorporándose también a esta noble comitiva el Capitán Don Diego de Pineda, Alcalde de la villa de Gáldar; el Capitán Don Estevan de Quesada y el Alférez Don Antonio de Quesada, su hermano, en el pago de Tarazona, hasta llegar a la villa de Guía, a la 34 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 casa del Theniente Coronel Don Agustín del Castillo, Corregidor de la Muy Noble y Leal Ciudad de la Laguna, siendo desde esa misma tarde el Sr. Corregidor y los principales acompañados visitados y obsequiados así del Vble. Beneficiado de la parroquial de dicha villa Don Barthasar Joseph de Nis y Quintana, como de los jefes y primeros sujetos de ella. El día martes por la mañana, veinte y cinco del mismo mes, se fixó con la devida formalidad el edicto en la puerta principal de Ntra. Señora, con el renombre y título de Guía, Patrona titular de dicha parroquia, asta el día jueves veinte y ocho del que aun corre, con el mismo severo, piadoso y caritativo selo que obró dicho Sr., así en esta villa, como en los dos lugares que quedan visitados, porque en el tiempo de su gobierno no sólo a imitado el blazón y apellido de Santo, sino a unido, a imitación de Dios, la justicia con la misericordia; diéronse en esta villa las providencias correspondientes, imperando a el Alcalde reforme la camisería, como asímismo librando despacho a favor y petición del vezindario, a fin de que el diezmero conserve, como en el lugar de Arucas se decretó, las fanegas de millo mencionadas, para que en los meses maiores no esperimente el vezindario ninguna hambre, ni quebranto. No cave en poderación el obsequio con que los vezinos de dicha villa, ciendo esta la piedra de toque de los demás Caballeros Correxidores en visita, obraron con el nuestro y su diputación en la presente, por lo que no omitiré el dar a la estampa los presentes désimas que en su eloxio se hizieron: Décima primera No me admira, no, el portento con que el Alcalde se explica, supuesto que lo Muxica en si dice lucimiento; vien lo interpreta mi asento al ber su noble arrogancia, y assí digo sin jactancia que resiva con amor gosando el Corregidor del Alcalde la abundancia. Segunda O Señor, oi se adelanta mi afecto y no se amedranta, O Señor, que bien te cienta el apellido de Santa, vien puedo echar esta planta refuIxente, noble, altivo; Viva el Correxidor, viva y reciba acá en mi pecho pues una visita a echo piadosa y caritativa. Tercera En esta rexia visita todo es pas, todo es quietud, el enfermo alla salud, si reo la necesita, ninguno se presipita, todos quedan mui contentos, prolando 1 en varios asentos por misericordia tanta. Viva, viva el Señor Santa por los eternos momentos. 1 Variante anticuada de proferir. 35 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 VILLA DE GÁLDAR En este mismo día veinte y ocho de por la mañana, digo por la tarde, despedidos del Vble. Beneficiado y de los primeros subjetos que el Sr. Corregidor y diputación avían visitado, transitaron de dicha vílIa asia la de Gáldar, cuia distancia será de media legua muí corta, acompañando al dicho Señor y su comitiva los señores: e! Alcalde Don Antonio Mwdca y Mareo, Rexidor perpetuo; el Coronel Don Christóbal Benites, el Sargento Maior Don Marcos Falcón, e! Capitán Don Antonio Merino, el Capitán Don Diego Pineda, Alcalde de la vílIa de Gáldar, e! Capitán Don Esteban de Quesada y el Theniente de Capitán Don Antonio de Quesada, hermanos. y haviendo llegado a la casa que en dicha villa, con rico y curioso aseo, tenía preparada el referido Alcalde, pasó luego a cumplimentar a dicho señor y acompañados el Vble. Beneficiado don Joseph Arturo, natural de la isla de la Palma, como assimismo el R. P. Lector fray Joseph Enríquez, de la orden del Seraphico P. San Francisco, guardián del convento de Sr. San Antonio, sufraganea de la jurisdicción de la vílIa de Gáldar. Gozaron en este día por la noche de! corredor y ventanas de la casa en que asistían, que miran asia la plaza, una célebre función de fuegos que se hizo en honor del Arcángel Señor San Miguel; celebrándose a el otro día con la misma autoridad, con misa solemne, sermón y procesión en la sircunferencia de la iglesia por la plasa. Este mismo día veinte y nueve, del Arcángel San Miguel, se fixó con la misma solemnidad que en los demás lugares el edito de la visita, en la puerta principal de la iglesia del tutelar Patrono de nuestra España, el grande Apóstol Santhiago, Patrono titular de dicha parroquia, como assimismo se mandó fixar el respectivo edicto en el lugar de la Aldea, en la puerta de la iglesia de San Nicolás de Tolentino, Patrono titular de dicha parroquia, de la qual es Vble. cura el R. P. Predicador fray Lucas Joseph de Brito, de la orden del Seraphico Padre San Francisco, a el qual lugar, assí por lo inculto, áspero y peligroso del camino, como porque ninguno de sus antecesores lo transitaron, no pasó el Sr. Corregidor con la diputación a visitarlo, por lo que vino el Capitán Dn. Joseph Valencia, Alcalde de dicho lugar, con los vezinos primeros y precisos para la sumaria a la vílIa de Gáldar a formalizar y determinar la visita. Diéronse las providencias correspondientes, practicóse con este lugar en punto a alimentos para los meses maiores lo mismo que con los otros. No se omitió esta misma diligencia con los vezinos del lugar de Agaete, a el que assí por su pobreza y reducido y no tener casa proporcionada a donde el Alcalde pudiera ospedar a el Sr. Corregidor, acompañados y equipaxe, como para librarlo del costo que Don Salvador de Armas, por razón de Alcalde y pobre pudiera tener, se fixó edicto en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, Patrona titular de dicha parroquia, de la qual es Vble. Beneficiado Don Miguel Fernández Vello, natural del lugar del Sauzal en la isla de Thenerife, el que no se escusó de escrivirle una mui afectuosa carta a el Sr. Corregidor, convidándole y ofreciéndole su casa, pa tenerse el gusto de estar con él aunque fueran ocho días. 36 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 y marchando el mencionado Alcalde con los principales y precisos vezinos del lugar, se hizo la sumaria correspondiente a la visita, diéronse las providencias correspondientes y fecha la visita se despidió con Don Joseph Valencia, Alcalde de la Aldea, para sus respectivos lugares. En estos días no faltaron de la villa de Guía los primeros, assí el Coronel y demás jefes, como algunos eclesiásticos seculares acompañando al Sr. Corregidor a la mesa, sintiendo todos el apartarse de tan santa y afable sociabilidad, terminóse la visita de esta villa, dándose las providencias correspondientes, sin omitir la reserva de alimentos provisionales para los meses maiores, y solo tuvo el Sr. Corregidor un disgusto, que fue ver desolada la casa de Don Fernando, rey de Guarteme y de aquella villa, la qual casa desde que se conquistó la isla la havían selado y cuidado los naturales y por un motivo tan bario, como por estender y alargar asia el poniente del sol la plasa de aquella iglesia, siendo assí que por el naciente tiene una mui larga y expasiosa, incurrieron en la nota de poco curiosos y nada amantes de la estavilidad de las memorias de su patria en haver demolido el palacio y domicilio de un Rey a quien para venserIo le costó tanto trabaxo a los conquistadores, por lo que devieron conservar 2 y glesia y por perpetuo padrón aquella casa, para feliz y eterna memoria de esta afortunada Isla. LUGAR DE MOYA El día quatro de octubre, jueves, por la mañana, después de oir misa, salió el Sr. Corregidor con su comitiva, acompañado de los señores el Capitán Don Diego de Pineda, Alcalde de dicha villa; el Alférez Don Agustín Pineda, su hixo; el Theniente Capitán Don Juan Antonio de Sahavedra y el Theniente Capitán Don Antonio de Quesada y Don Isidro de Aguilar, Regidor perpetuo, el qual, por hallarse en esos días en la villa de Gáldar, le nombró el Sr. Corregidor para el deslinde de la Montaña, en atención a que pasaron por ella y no haver parecido aun el caballero Regidor y diputado para este fin Don Agustín de Icasa y Padilla. Y siguiendo la derrota asia el Leste llegaron a la célebre y digna de eterna memoria Montaña de Oramas, la que, según el geométrico cómputo de los naturales que' la pisan, tiene diez leguas de sircunferencia, sitio mui ameno y deleitable, por lo fresco, sitil y salutífero de sus fuentes, assí dulses como agrias, por el suave, sonoro canto de sus páxaros y aves, pues de quantas produce próvida la Naturaleza, no sólo las que nidifican en los montes de esta isla, como adiacente Africa, si también de la misma Africa, vienen por la primavera a avecindarse en las más erisadas y frondosas copas de sus árboles, causando tal embeleso con la subiada ( sic) y diversidad de sus cantos, que parece en esos meses aquel sitio un paraiso terreno. Y si, si hallá prometió Dios a los israelitas que después de quarenta años de peregrinación en el desierto les daría una tierra que destilava leche y miel, 2 Debe haber un error del copista, o sobra las palabras " Yglesia y", o faltan palabras. 37 4 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 sin duda podemos decir fue para los canarios la Montaña de Oramas lo que para los israelitas la tierra prometida, pues ni miel, ni leche assí en su sentro y sircunferencia nunca falta, sirviendo el corazón de los laureles más altos a las abexas de domicilio y de corcho. Buen testigo de vista que pudo certificar, como lo fue el escribano de la visita, quien al pasar a el deslinde vio castrar en el corazón de un escollado 3 laurel una cohnena. y por sus frondosos prados que en su ámbito contiene, sirve a toda especie de animal de nutritivo alimento por lo que abundan los confines de aquel terreno en leche, manteca y queso, siendo el mas exselente assí para nuestros isleños, como para muchos nacionistas, ( sic), el de Fontanal, pago contiguo a dicha montaña. y reconociendo sus linderos por la parte del Este Norte y Lesnordeste guiados por los naturales nombrados de oficio para el deslinde de dicha montaña como peritos en aquel territorio, que lo fueron Antonio Díaz y Joseph de Herrera, caminando hacia el Leste llegaron a las Tornas de Guía, sitio por su amenidad y frescura visitado de las primeras personas de la Isla y crusando de allí hacia el Norte hicieron alto para comer en dicha montaña, adonde llegó don Juan Truxillo, Alcalde del lugar de Moia, a recibir al Sr. Corregidor, hasta conducirlo a su casa. y después de haver · comido y descansado un rato, despedidos de los cavalleros que asta allí le havían acompañado, se siguió la derrota, asia el Sul, por medio de la montaña, hasta llegar a las cuevas que llaman de Jayme, aonde le fue presiso a el Sr. Corregidor vaxar a mas de media legua de camino, por ser todo veredas y fuga, propio de camino de cabras, mui a pique y en partes tan profundo que apenas con la vista se puede tocar el fondo. Con este penoso afán llegaron asta las Madres de Moya, sitio y paraxe tan ameno y deleitoso como en los meses de primavera y aun del estío y otoño haver sido visitado de muchos señores Obispos, de varios señores Rexentes e Oidores de la Real Audiencia, diferentes señores prevendados de la Santa Iglesia, de las personas principales de la Isla y de resto de inumerables nacionistas ( sic), dexando y que aun susisten gravados sus nombres en los árboles por particular memoria, de como Non Plus Ultra de Hércules en las Colimnea ( sic), imitando a los antiguos quando escrivían en las ajas y cortesas de los árboles. En este tan ameno sitio solo estuvieron un quarto de ora largo, por venir sudados y ser mucho el frío que aquellas fuentes exsalavan, y atravesando la montaña por la parte del Nordeste llegaron a el lugar de Moia, el qual linda con la misma montaña. Allí fue visitado el Sr. Corregidor y su diputación del Vble. Cura don Francisco de Medina y de su Theniente, el R. P. predicador general fray Francisco de Matos, los que acompañaron al dicho Sr. Corregidor y diputados algunos días a la mesa, a exsepción de don Antonio Truxillo, clérigo presbítero, hermano de don Juan Truxillo, el qual no solo los acompañó en los días de la visita a comer y senar, si también hasta finalisar el deslinde de la montaña y conducirlos a el lugar de Firgas. El día jueves, quatro de octubre se fixó el edicto en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, Patrona titular de dicha parroquia, conti- 3 Igual a descollado. 38 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 nuándose la visita, diéronse como en los demás lugares las providencias correspondientes a el bien público, obrando arreglado a la Justicia e radicando del trigo la sisaña, con tanto regocixo resivieron los vezinos de este lugar al Sr. Corregidor que desde el día que llegó asta el domingo siete de octubre, día de la Naval, todas las noches ordenaron los vezinos sus bailes delante de la casa a donde el Sr. Corregidor asistía. Concurrió el dicho señor este día a la función por la mañana, sin que le sirviera de estorvo el tiempo de la procesión el rigoroso y destemplado soll que aquel día hizo. LUGAR DE FIRGAS El día ocho, lunes, por la mañana, después de oir misa, salió el Sr. Corregidor del lugar de Moia con parte de la comitiva a continuar y determinar el deslinde de la montaña, acompañado del Alcalde don Juan Truxillo, siguiendo la derrota por la parte del Sul, subiendo a las vueltas que llaman del Rapador, cuesta de exsesiva, fragosa y áspera manitud, así por lo peligroso de las sendas como por el formidable precipicio que su despeño amenasa. asta llegar a el pago de Fontanal, haziendo alto en la casa del Lizdo. don Joseph Hidalgo, Avogado de los Reales Concejos, a donde estavan los peritos nombrados para el deslinde, según la ciencia y consentimiento que tenían de la montaña, que fueron Antonio Díaz y Joseph de Herrera. Caminaron de allí asia la Hoya Morena, circulando la orilla de la montaña, hasta escubrir el pago de Basendero, término de la jurisdicción de Teror y dando vuelta asia el Norueste se hizo el medio día en la mencionada casa y después de un corto tiempo de reposo siguieron desde aquel sitio la derrota por la misma montaña asia el Leste, vaxando dicho señor a pie la bueltas y cuesta del Ropador, por los malos y peligrosos pasos que contiene, teniendo dicho señor la gloria de poner en execución lo que el visitador que vino de Europa a este fin, deslindar dicha montaña, no se atrevió a finalizar dicha visita y deslinde, ni llegar a estas cuevas, así por lo intempestivo de la canícula, en cuyo tiempo se halló en la montaña, como por lo áspero e intransitable de aquellas veredas. Llegando al pie de esta cuesta se encontraron con el Alcalde del lugar de Firgas, don Juan Antonio Domínguez y con este penoso afán llegaron a las siete de la noche a el lugar. El día martes por la mañana se fixó el edicto con la devida formalidad en la puerta de la iglesia del convento de la orden de Predicadores, cuyo Patrono titular es San Juan de Ortega. Por ser tan corto y reducido sólo tiene quatro religiosos, es sugfragáneo y su corto vecindario de la parroquia del Sr. San Juan Baptista del lugar de Arucas. En este día fue visitado dicho Señor y la diputación por el R. P. Prior fray Joseph de Nis. En este día llegó de la ciudad a unirse a la comitiva el Sr. don Agustín de Icasia y Padilla, Rexidor perpetuo y diputado para esta bisita. Continuóse y terminóse en este lugar la visita, diéronse las providencias correspondientes, obrando el Sr. Corregidor con caritativo arreglo a la Justicia, como en los demás lugares, oiendo y sentenciando a cada uno según Derecho. 39 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LUGAR DE TERüR El día trese, sávado, por la mañana después de oir misa, se siguió la derrota asia e! lugar de Teror, acompañando la tropa el Alcalde de Firgas, a la que salieron a recibir a la Hoya de la Caldera e! Alcalde don Manue! del Toro, los Capitanes don Joseph de los Reyes y don Antonio Henríquez y el Alférez don Manuel González, y haviendo llegado a las once de la mañana a la casa del mismo Alcalde, la que estava desentemente preparada para e! Sr. Corregidor, hizieron e! mediodía, acompañando al Sr. Corregidor y diputados a la mesa nos, los mencionados cavalleros que lo fueron a resevir si también el Vble. Cura del lugar don Lázaro Marrero y Coronel don Antonio de la Rocha, los que luego lo fueron a visitar. AIlábase allí este cavalIero detenido con el pretesto de cuidar y ordenar la fábrica de un famoso y curioso templo, a similitud de alguno de la Europa, dedicado a la taumaturga de esta Isla, la aparecida milagrosa Imagen María Santísima, con el glorioso título del Pino. El domingo por la mañana se fixó con la devida formalidad, el edicto en la puerta del oratorio, por no estar acavada la iglesia. Continuóse y terminóse la visita así del lugar, como del Pósito común, diéronse las providencias correspondientes arregladas a la Justicia y en particular el expediente a súplica del vecindario sobre la mantenencia y conservación del millo en poder de! diezmero, para los meses maiores, por ser este el alimento más usual par~ la mayor parte de los havitadores de esta Isla. En los días que estuvieron en este lugar siempre estuvo el Sr. Corregidor acompañado, así en casa, como en la mesa, de los primeros, porque con 10 dócil y compasivo de su jenio en cada lugar se robó las atenciones de todos, queriendo cada individuo, a el veer su nativo desinterés, eternizarlo en su pecho. No cabe ponderación el gusto con que la comitiva estuvo en este lugar, así por 10 ameno y frutífero, como por el rico y curioso aseo con que el Alcalde los trató, y así no son de omitir las presentes décimas, que e! viernes diez y nueve del que corre se dixeron en la mesa, en onor del Sr. Correxidor y el Alcalde: Déxima: Trese estamos a la mesa: el Señor Corregidor, cavaIlero de primor y una dama de noblesa y porque el número expresa a todo el apostolado, tenemos un Presentado y otro Pedro arrepentido y si a Judas que a vendido, éste no está declarado. 40 Segunda: Los Alcaldes mui gustosos al Governador resiven, todos con sus genios viven, pero todos generosos, y si todos por honrosos exactamente an cumplido, del de Teror tal luzido por 10 afable y cariñoso, digo, y no jactancioso, que en esto les a esedido. © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 LUGAR DE LA VEGA Este mismo día, viernes, por la tarde, despedido el Sr. Corregidor y cavalleros diputados del Vble Cura don Lázaro Marrero y demás cavalleros que le havían cumplimentado, siguieron la derrota asia el lugar de la Vega, acompañando a el Sr. Corregidor el Alcalde, don Manuel del Toro y el Capitán don Antonio Henríquez, con parte de la comitiva, por el camino llamado de los Arbejales y la otra parte por la fragosa cuesta intitulada de Falcón, asta incorporarse con la otra parte de la comitiva en la Joya de la Caldera a donde llegó a unirse hasta ~ ondusirlos a la Vega el Alcalde del lugar don Juan Bauptista, el que por no tener casa capás para hospedar a toda la tropa, los recibió en la casa de la Señora doña Francisca Conde, sita en el pago llamado Vega de Arriba, a la que llegaron con media ora de la noche. El día sábado veinte del que corre por la tarde fueron dicho Señor y su diputación visitados de los Señores don Antonio de Monteverde y de su sobrino don Gerónimo de Roo, Prevendado de la Santa Iglesia Cathedral, de don Agustín Jaques de Mesa y del Theniente Castellano don Martín Giménez Falcón, los que se allaban de diversión en sus casas y haziendas que tienen en este lugar, con motivo de la recoleción de sus frutos; como asimismo practicaron este obsequio los Señores Capitanes don Joseph Rodríguez y don Joseph de Ojeda y el Vble. Cura, por hallarse enfermo, les hizo mensaxe de bien venidos, con el alguacil de la Iglesia, ofreciéndoles su persona y casa. En este día se fixó el edicto de visita en la puerta de la hermita de Nuestra Señora del Madroñal, por razón de estar disperso y distante el vezindario; y así por la noche como por la mañana ser grande el concurso de los vezinos, con el motivo de una sélebre fiesta con que al otro día se selebraba a esta Señora, en este mismo día por la tarde pasaron a visitar a el Sr. Corregidor y diputados los mui RR. PP. el Maestro fray Joseph Ramires, el Presentado fray Antonio del Río y el Rvdo. P. Rexente fray Antonio Hernández, de la orden de Predicadores, los que se hallan en la casa de los padres del R. P. Presentado, por el motivo de selebrar y authorisar la fiesta que a el otro día se consagrava a la Señora en la hermita sita y contigua a la casa y hazienda de los Señores el Licdo. don Manuel del Río y Loreto y su mujer doña Nicolasa Padilla, ya difunta, padres del mencionado Rvdo. P. Presentado, el qual convidó a el Sr. Corregidor y comitiva para que le acompañaran el día siguiente por la mañana, no sólo a la fiesta, si también al mediodía a la mesa, en la que se selebró un magnífico convite, a el que concurrieron también el Theniente de Cura y ministros de la parroquia, el que cantó la misa en dicha hermita, la que está dotada con la fiesta por los predesesores de aquella Casa y hazienda. Entonado por el Sacristán mayor, acavado el convite, un responso solemne en conmemoración de las ánimas de los difuntos fundadores. FÍxase también el edicto en la puerta principal de la iglesia de Señora Santa BrÍgida, Patrona titular de dicha parroquia, de la que es Vble. Cura don Matheo de Ojeda. Continuóse la visita, diéronse y dexáronse, como en otros lugares, las devidas providencias arregladas a la paz y buena armonía conque cada pueblo respectivamente se debe conservar. Desde este lugar se 41 © Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009 despacharon los edictos para los de Texeda, Artenara y Tiraxana, los que se fixaron en sus respectivas iglesias: en la de Texeda, de la qual es Patrona titular María Santísima con el título de el Socorro y Vble. Cura don Domingo Navarro; en la Artenara el Apóstol San Mathías, Patrono titular de dicha iglesia, de la que es Vble. Cura el R. P. Predicador fray Simón González, de la orden del Seráfico P. Sr. San Francisco; en la de Teraxana, el Apóstol San Bartolomé, Patrono titular de dicha iglesia, de la que es Vble. Cura don Juan de Quintana. y después de puestos los edictos en cada uno de estos tres lugares, concurrieron a este de la Vega a ser visitados los Alcaldes de los tres lugares arriba dichos; vinieron tres de los principales vezinos de cada lugar. Del de Tiraxana llegó como Alcalde don Joseph Navarro, del de Texeda don Antonio de Tovar y del de Artenara don Juan de Luxán, y habiéndoles hecho la sumaria secreta se les despachó, llevando cada uno, respectivamente para su lugar, las providencias correspondientes. A estos lugares no pasó el Sr. Corregidor a visitarlos, así por haver comenzado a llover estando en el lugar de la Vega y estar próximo el imbierno, como por lo remoto, basto e intransitable de sus sendas y veredas, siendo formidables aun para sus mismos havitadores. Concluyóse la visita de este lugar haviendo obrado a la Justicia y dando, como en los demás, las providencias y decretos correspondientes. y el domingo, veinte y ocho del que aun corre, por la mañana, pasó el Sr. Corregidor con su diputación y comitiva del convite a la casa y hazienda del cavallero don Antonio de Monteverde, adonde huvo al mediodía una mesa mui expléndida, como asimismo aquella noche y al día siguiente, con el mismo aseo y abundancia que el primero, aunque la demora de este segundo día la causó el haver comenzado a llover desde el domingo, apenas llegaron a la casa. CIUDAD DE TELDE El día martes, treinta, por la mañana, haviendo amanecido claro el día, y suspendídose la lluvia, mandó el Sr. Corregidor aprontar los vagaxes y después de haver tomado un desente desaiuno, la maior parte de la comitiva, despedidos de los . señores don Antonio de Monteverde, de doña Ana, su hija, de don Gerónimo de Roo, sobrino de don Agustín Jaques y del resto de los demás que al Señor Corregidor y su diputación havían cumplimentado, acompa |
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