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Una ... ��� pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 1 SOCIEDAD SARDINA DEL NORTE Y SARDINA C. F. UNA... “ Pequeña Historia” 1.949 – 1.994 Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 2 Autor: Moisés Gil Mendoza. Primera Redacción: Año 1986. Actualización y Correcciones: Año 2003. Documentación: D. Urbano Jorge Medina . Maquetación y Fotos: José Marcelo González Pérez Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 3 ÍNDICE 1.- INTRODUCCIÓN............................................................................. 6 2.- MARCO GEOGRÁFICO Y CRONOLÓGICO ...................................... 8 2.1.- LOS ABORÍGENES GUANCHES............................................... 8 2.2.- LA CONQUISTA DE GRAN CANARIA........................................ 9 2.3.- GÁLDAR................................................................................ 10 2.4.- SARDINA............................................................................... 10 3.- LA HISTORIA................................................................................ 15 4.- 1969: LA FUNDACIÓN DEL CLUB ................................................ 18 5.- QUINCE TEMPORADAS................................................................ 20 1969 - 1970 .................................................................................. 20 1970 - 1971 .................................................................................. 21 1971 - 1972 .................................................................................. 23 1972 - 1973 .................................................................................. 25 1973 - 1974 .................................................................................. 27 1974 - 1975 .................................................................................. 28 1975 - 1976 .................................................................................. 29 1976 - 1977 .................................................................................. 30 1977 - 1978 .................................................................................. 30 1978 - 1979 .................................................................................. 32 1979 - 1980 .................................................................................. 33 1980 - 1981 .................................................................................. 34 1981 - 1982 .................................................................................. 35 1982 - 1983 .................................................................................. 38 1983 - 1984 .................................................................................. 39 6. LA EXCEDENCIA........................................................................ 41 6.1.- Dos años de excedencia ...................................................... 41 6.2.- Alevines e Infantiles 7.- EL AMOR AL FÚTBOL 8.- COMPÁS DE ESPERA E ILUSIÓN........................................................................ 9.- SIETE TEMPORADAS MÁS........................................................ 52 10.- EPÍLOGO............................................................................................................. 58 11.- ACLARACIÓN 12.- AGRADECIMIENTOS. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 4 Este libro está dedicado a todas aquellas personas que con tesón y voluntad consiguieron sacar el Sardina C. F. adelante. A la memoria de aquellos que en su día fueron gente importante en el club y que desgraciadamente ya no están entre nosotros. Al mismo tiempo, está dedicado a la Directiva, Socios, Afición y Jugadores que siguen escribiendo páginas de historia viva, para recordarles algo muy importante: “ LA UNIÓN HACE LA FUERZA” ¡ ÁNIMO Y QUE DURE MUCHOS AÑOS! Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 5 El mar es como un viejo camarada de infancia a quien estoy unido con un salvaje amor, yo respiré de niño, su salobre fragancia y aún llevo en mis oídos su bárbaro fragor. …………………………………………… ¡ Hombres de mar, yo os amo!. Y con el alma entera. del muelle os gritaría al veros embarcar: ¡ Dejadme ir con vosotros de grumete siquiera, yo cual vosotros quiero ser un Lobo de Mar! Tomás Morales. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 6 1. INTRODUCCIÓN l poder de atracción del fútbol parece no tener límites. Este deporte, que arrastra muchedumbres, se ha convertido en el mayor fenómeno social de nuestro siglo y quizás de toda la historia. La historia del fútbol presenta la complejidad de todos aquellos hechos humanos cuyos orígenes son imprecisos en el tiempo y en el espacio, es decir, cronológica y geográficamente. Algunos antropólogos, evidentemente optimistas, no dudan en afirmar que las relaciones entre el hombre y una primitiva, pero cierta, forma de fútbol, se remontan a la prehistoria. La base de esta teoría, altamente especulativa, reside en el hallazgo de grabados realizados en las paredes de las cuevas que habitaban los trogloditas de Nueva Guinea. En ellos se representa a hombres corriendo detrás de objetos de forma redonda que se asemejan a un balón. Sin embargo, las primeras manifestaciones registradas de prácticas deportivas en las cuáles se utilizaba una pelota, se dieron en Asia. Hay que diferenciar entre el antiguo “ fútbol” japonés, amable, correcto y constantemente interrumpido por los saludos y disculpas entre los concursantes, y el chino, duro, agresivo y con amplio uso de la violencia física. Como anécdota, puede resaltarse que en China se cruzaban fuertes apuestas acerca del resultado de los partidos. La mercantilización del fútbol no es cosa nueva… El juego de pelota, conocido desde hace milenios en Grecia, se mantuvo vivo en la cabeza, las manos, las caderas y los pies de sucesivas generaciones en varias partes del mundo. Pese a haberse encontrado en monumentos griegos relieves en los que se ve a hombres jugando a la pelota con los pies, el “ episkyros”, el deporte más popular de Grecia, se practicaba utilizando casi exclusivamente las manos. El “ haspartum” fue la modalidad romana del “ episkyros”. Cuenta la leyenda que el mismo Julio César fue un entusiasta jugador. La difusión de dicho deporte fue enorme, llegando incluso a Britania. A pesar de la larga presencia romana en las Galias, no parece existir ninguna conexión entre el “ haspartum” practicado por las legiones imperiales y otro juego surgido en Normandía y Bretaña, regiones del actual territorio francés. Este juego se llamaba “ soule” o “ choule” y consistía en llevar una pelota de un lado al otro de un campo, sin que importasen demasiado los métodos utilizados. Conoció su esplendor entre los siglos XI y XIV, y los monarcas intentaron prohibirlo, porque los soldados, por practicarlo, abandonaban los ejercicios militares. El juego florentino por excelencia fue el “ calcio”. Se iniciaba el partido caballerescamente, con los jugadores elegantemente vestidos y saludando al público. Pero al ponerse la pelota en juego, hacían sus apariciones las zancadillas, los puñetazos y las agresiones. El “ calcio” fue una válvula de escape para el ciudadano medio acosado por problemas económicos y sociales. Los hábiles políticos florentinos supieron aprovechar esta circunstancia, utilizando espectaculares puestas en escena, similares en vistosidad a la que ofrece la Piazza della Signoria cada año. Con todo, el gran atractivo consistía en la violencia del juego, magníficamente aceptado por la sociedad. La pelota de los amerindios, que también jugaban y se divertían, era probablemente de caucho o de goma, e iba y venía impulsada por los jugadores, con golpes de la espalda y la cabeza, contorsiones del cuerpo y movimientos de los pies. El embajador de Venecia en la corte de CarlosV afirma haber presenciado en Sevilla un juego entre pequeños indígenas americanos E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 7 que recuerda al fútbol. Dicho diplomático observó que el balón era pequeño: “ del tamaño de un melocotón como máximo y no lo rebatían con las manos ni con los pies, sino con los costados, lo que hacían con tal destreza que maravillaba verlo. A veces se tendían casi en tierra para impulsar la pelota, y todo lo hacían con gran presteza”. La afición al juego de pelota invadió el mundo entero. Méjico ofreció pruebas sobradas de atractivo, acrecentando grandemente a través del “ tlatchtli”. El campo donde se jugaba era parecido a un frontón y la pelota estaba hecha de goma traída de un árbol que crecía en invernaderos. Una mirada hacia el pasado de este deporte tal como se lo conoce en la actualidad, por lo menos en sus rasgos más globales y genéricos, conduce sencillamente a la Gran Bretaña de la segunda mitad del siglo XIX, sus grandes y aristocráticos colegios de Wesminster, Harrow y Charterhour entre otros, productos de una sociedad en constante crecimiento económico y en vísperas de construir su segundo Gran Imperio. Una sociedad en la que un sector de la población, sólidamente acomodado, disponía del tiempo suficiente para practicar formas diversas de ocio. Por esta época, seguía jugándose en las calles y campos ingleses una especie de fútbol brutal y con escasas leyes. El interés por el deporte prendió intensamente en las universidades inglesas a mediados del siglo XIX. En esa época comenzó a jugarse un fútbol más tranquilo y pacífico, y se redactaron los primeros reglamentos. La tradición popular sitúa en la universidad de Rugby un hecho trascendental para el fútbol: el momento en que un estudiante llamado William Webb Ellis decidió utilizar exclusivamente las manos para trasladar el balón. Ello dio lugar a la gran escisión entre quienes siguieron el ejemplo de esta universidad y quienes creyeron que el fútbol debía jugarse únicamente con los pies. Rugby y fútbol iban a seguir caminos independientes. El primer código para regular la práctica del fútbol surgió en la universidad de Cambridge. Bajo estas nuevas leyes, el balompié se popularizó inmediatamente en Gran Bretaña. El año 1863 puede considerarse como el del nacimiento del fútbol. En la Freemason’s Tavern de Londres se unificaron los reglamentos existentes y se fundó la Football Association. En 1888 nacía en Inglaterra la primera gran competición ínter clubes “ league”, que entonces se disputó entre doce equipos. Los británicos fueron, en definitiva, los grandes creadores del fútbol tal como hoy lo conocemos. Pero no solamente se limitaron a practicarlo en su propio país. Fueron también ellos quienes lo exportaron, a través del Canal de la Mancha, hacia el continente europeo y al mismo tiempo, cruzando el Atlántico, hacia América Latina. Los ingenieros y técnicos ingleses empleados en la explotación de las minas de Río Tinto, en Huelva, fueron los introductores del fútbol en España. En 1872, crearon el Huelva Recreativo Club, aunque, dado que le equipo estaba exclusivamente formado por británicos, resulta aventurado considerarlo un conjunto hispano. En 1889, y ya con mayoría de españoles, pasó a denominarse Recreativo de Huelva. En 1902, y con motivo de los festejos organizados para celebrar la coronación de Alfonso XIII, se celebró en Madrid la primera gran competición inter clubes en España. La final la disputaron el Barcelona y el Vizcaya, resultando vencedor el equipo vasco, que posteriormente pasó a denominarse Athletic de Bilbao. La penetración del fútbol en todos los rincones del mundo es consecuencia de un desarrollo cultural que permite a los hombres de todos los países una mutua aproximación cada vez más efectiva. La cultura popular tiende a valorizar las competiciones de fútbol, en las que el entusiasmo de las multitudes parece encontrar un lenitivo capaz de mitigar el rigor de las angustias humanas y sociales. Los sociólogos observan el interés popular en todo el mundo por las actividades futbolísticas y llegan a conclusiones contradictorias. Algunos censuran la pasión por el fútbol, por considerarla como una especie de alienación. Otros, más numerosos, valoran positivamente dicha pasión, pues consideran que disipa en el alma de los espectadores los pesares de la vida cotidiana. El grito clamoroso sintetizado en la palabra “! GOL¡”, resuena en el estadio como una exclamación y se extiende como símbolo de un desahogo rotundo, el desahogo colectivo de las multitudes agobiadas. La vibración emocional de un partido de fútbol únicamente cesa de crecer cuando los aficionados dejan el estadio después de disfrutar una victoria. A pesar de todo, en el estadio todo el mundo se comunica, todos se estrechan las Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 8 manos, insensibles a las diferencias sociales. El fútbol pone a todos los hombres al mismo nivel, universaliza hábitos y lenguajes en una comunión de sentimientos indiferenciados. Frente a este fútbol grandioso, de presupuestos millonarios, campos de césped y fichajes de lujo, existe otro fútbol menos espectacular, pero tan popular como el anterior. Este fútbol es la “ quintaesencia” del “ deporte rey”. Aquí, lo característico son los presupuestos “ paupérrimos”, los campos de “ tierra” y la “ fábrica” de jugadores, muchos de los cuales ( posiblemente) llegarán a formar parte de ese enorme “ montaje” que es el fútbol actual de las grandes masas. Este fútbol del que hablamos es el llamado fútbol “ aficionado” o de “ regionales”, como prefieran. Miles de equipos de estas características se encuentran diseminados por toda la geografía nacional. Tanto es así, que es raro el barrio o municipio que no cuente con un equipo en estas “ categorías inferiores”. La creaci��n de uno de estos equipos supone, ante todo, el inicio de una aventura. Una aventura, sobre todo, humana y deportiva. Una aventura que la mayoría de las veces se torna maravillosa y que nos hace inspirar con nostalgia el humo del cigarro, mientras recordamos con una sonrisa en los labios las anécdotas, las “ hazañas” y también, ¿ por qué no?, las desgracias que ha sufrido nuestro club a lo largo de los años. La afición al fútbol es tal, que muchas veces se olvidan las dificultades ( sobre todo económicas) y se inicia la “ aventura”. Una vez iniciada, las pasiones que se desatan son las mismas que en el fútbol de “ gigantes”, aunque en menor escala. Los colores del club se sienten y se defienden hasta su última consecuencia. Que el club necesita dinero y hay que dar mil pesetas, pues ahí está el socio fiel, presto a darlas. Que hace falta vender números para una rifa, lo mismo. Aunque, siempre claro está, existen las excepciones, que sólo confirman la regla. ¡ Nuestro equipo ha ascendido!... alegría y fiesta por todo lo alto. ¡ Nuestro equipo ha descendido!... desmoralización y decepción generalizada. Pero el socio fiel seguirá a su equipo en cualquier categoría en la que éste se encuentre. Hablamos del socio, porque el aficionado suele “ abandonar” cuando los resultados no son óptimos. Desgraciadamente, para muchos aficionados, los resultados son los que cantan. Y así se van defendiendo muchos de estos equipos modestos. La lucha contra las dificultades económicas es la constante en la existencia de estos “ pequeños” clubes. Pero el amor al deporte y el fútbol en particular prevalecen por encima de todo. De esta forma, a las directivas de estos clubes no les queda más remedio que aguzar el ingenio y la astucia y poner a prueba su imaginación para salir adelante. Si en vez de botas “ Munich” compramos botas “ del gallo”, nos ahorramos tanto dinero. Si en vez de estos balones compramos de los otros, nos ahorramos bastante. Si hacemos un baile y una rifa, sacamos dinero suficiente para comprar tal o cual cosa��� Desgraciadamente las ayudas de los Organismos Oficiales brillan por su ausencia y así, el agotamiento generalizado de directivas, socios y aficionados, hacen que surja la desmoralización y el desencanto y, que muchas de las veces muera la ilusión por la que tantos años han trabajado. La que les vamos a contar en este libro es la historia de uno de esos muchos clubes “ paupérrimos” que pululan por la geografía nacional. Este es el 99’ 99% de esa historia. El otro 0’ 01% lo constituyen los detalles y anécdotas que siempre se quedan en el tintero. El Sardina C. F. es uno de esos equipos anónimos en el contexto nacional, pero que, indudablemente tiene su historia (¡ pequeña historia¡), que es esta: 2. MARCO GEOGRÁFICO Y CRONOLÓGICO 2.1 LOS ABORÍGENES GUANCHES Antes de la conquista, los aborígenes de Gran Canaria convivían en diez repúblicas cantonales, tribus o clanes. Eran una raza fuerte, ágil y habilidosa, practicaban deportes y odiaban la mentira. Su habitáculo eran cuevas excavadas en la roca y casas de piedra seca, con techumbre de madera y barro. Promovían el fuego con facilidad y poseían gánigos y otros utensilios domésticos cocidos al sol. Refiere la leyenda que una mujer – quizá sacerdotisa – llamada Atindamana, de Gáldar, casó con el régulo Gumidafe a mediados del siglo XIV. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 9 Esta pareja había de alzarse con el gobierno y el poder de toda la isla. Y así nace una dinastía. Al morir uno de los reyes, sus dos hijos se reparten el territorio isleño y se erigen en “ Guanartemes” de cada porción. Uno de estos hermanos, Thenesor, fue guanarteme de Gáldar, en el Noroeste de Gran Canaria. Sus dominios a lo largo de la costa se prolongaban hasta Arguineguín. 2.2 LA CONQUISTA DE GRAN CANARIA ació el archipiélago canario a la luz de Occidente en el punto inicial del renacimiento. Hasta el siglo XV había permanecido sumido en un profundo sueño milenario, ajeno a la existencia de otras civilizaciones. Impresiona el descubrir que en una era en que ya existían continentes e islas para los que el mundo no celaba secretos, por motivos de incomunicación permaneciesen en el limbo de lo inexplorado unas tierras luminosas que estimulan la imaginación y la curiosidad. La incorporación de Canarias a la corona de Castilla fue obra realenga, tarea personal de Isabel I en el momento cenital de su reinado, queriendo convertir las islas en un “ barrio o provincia” suburbana de España. El atractivo de incorporar al ámbito de sus dominios un archipiélago al que la fantasía coloreaba con el pincel del mito, la fábula o la quimera, pudo influir también en el ánimo de la soberana. La convocatoria de voluntarios para la conquista no prometía demasiado aliciente. La reina no ofrecía ni oro ni plata ni piedras preciosas. Sin embargo la convocatoria tuvo éxito. El archipiélago va a nacer a la vida de la civilización. Las islas, que incluso en los tiempos del caballero normando Juan de Bethencourt y de su sobrino y heredero Maciot eran conocidas con el epíteto de “ Afortunadas” se llamaran muy pronto “ Islas Canarias”. Capitaneaban la empresa el general leonés Juan Rejón, el portaestandarte o alférez mayor de la conquista Alonso Jaimez de Sotomayor y el deán de Rubicón Juan Bermúdez. Después de una navegación lenta, los buques fondearon ante las Isletas el 24 de Junio de 1478, sin dificultades. Los incidentes y sorpresas de la conquista fueron múltiples desde el primer momento. En julio de 1478 la escuadra portuguesa del almirante Jorge Correa hizo una recalada en Sardina, decidida a obstruir las operaciones de conquista de la isla de Gran Canaria, a raíz de la fundación del campamento de Las Palmas, el 24 de junio del propio año, por obra del capitán Juan Rejón. Castilla ( Reyes Católicos) estaba entonces en guerra contra Portugal ( Alfonso V) y en los planes del almirante Correa entraba el ataque combinado por mar y tierra al Real de Las Palmas, después de haber pactado la colaboración de los indígenas para una ofensiva conjunta. La negociación con los aborígenes tuvo por escenario el puerto de Sardina. El ataque se efectuó poco después, pero con el más rotundo y completo de los fracasos. A la resistencia de los isleños, se añadía una torpe enemistad entre Rejón y el clérigo Bermúdez. Los Reyes eliminaron sin demora el foco de la desavenencia, enviando a la isla un experto soldado, Pedro de Vera, con nombramiento de Capitán General y amplias facultades para resolver los conflictos de jurisdicción y los problemas de todo orden que la conquista planteaba. Los aborígenes se defendieron con tenacidad y coraje. Sin embargo, la victoria española tuvo una singular característica: no hubo ni vencedores ni vencidos, gracias al pacto concertado con Thenesor Semidán, a la sazón, guanarteme de Gáldar y que luego se llamaría Fernando Guanarteme, por gracia del bautismo cristiano que apadrinó el Rey don Fernando el Católico. La fusión fue total y la desaparición de los canarios como raza independiente no se produjo por una consciente destrucción como erróneamente se ha creído, sí en virtud de la compenetración sincera y total. En el momento culminante de la conquista de Gran Canaria se construyó en Sardina la “ Torre de Gáldar”, al igual que las del Rubicón, la Gomera, Gando, Las Palmas, Agaete, Anaga, etc. para defensa de las zonas aledañas, estando a cubierto de cualquier sorpresa y asegurando N Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 10 el aprovisionamiento marítimo. En 1502 la diminuta fortaleza se halla abandonada y semidestruida, hasta tal punto de reclamar de los Reyes Católicos Andrés de Betancor, su concesión, alegando los servicios prestados en la empresa por su padre Maciot de Betancor y su abuelo materno Armide Yacocón Guanarteme. En aquellos momentos de ruptura y evolución a la vez, diríamos en el lenguaje de nuestros días, el repartimiento de tierras y aguas fue lo sustantivo. El dominio de las tierras cambió de manos en trasiego que duraría hasta la fundación de los mayorazgos en Canarias. 2.3 GÁLDAR finales del siglo XV, la mejor nobleza de la isla está afincada en lo que es ya Real Villa de Santiago de los Caballeros de Gáldar. Aguilares, Carvajales, Pinedas, Bethencoures, Guzmánes, …. La Villa de Gáldar nació con una clara e insobornable vocación de futuro. Se intuyen los síntomas de esta trayectoria al contemplar con perspectiva de siglos las ambiciosas etapas que moldearon su fundación y desarrollo. Recostada a la sombra de sus montañas y frente a la promesa del mar, Gáldar es vega y es ribera. Es también historia y tradición. En el aspecto económico, se fomentó la agricultura, la ganadería y la pesca. Se comerciaba por las costas de Sardina con naves de armadores foráneos que recordaban a los que, desde la Edad Media y el Renacimiento se aventuraban por aquellos mares en demanda de las fabulosas islas atlánticas. En el siglo XIX padeció Gáldar períodos de postración y decadencia, como ya los había sufrido en el anterior. Se recobraría, sin embargo, gracias al esfuerzo y el entusiasmo de algunos de sus hijos más nobles. La presencia del mar, que nunca es otra que la del Atlántico, está en el aire, en el ambiente, en la propia anatomía de Gáldar. Con el mar surgen algunos de sus hombres, de sus costumbres, de sus aficiones. La actividad náutica de los mares de Gáldar debió ser nula antes de la conquista si tenemos en cuenta que los aborígenes carecieron en absoluto de conocimientos marineros. En este aspecto, su actividad estaba limitada a la pesca de ribera. Pero no mucho tiempo después de la conquista, el mar asume ya cierto protagonismo en los riesgos y aventuras de la ciudad norteña, con la que aquél tiene viejas alianzas, en un abrazo nupcial de fondeaderos, radas y playas. 2.4 SARDINA a) La Rada: a costa de Gáldar comenzó a brindar sombra protectora a los hombres que laboraban en aquellas aguas. Sardina era sólo una pequeña rada que comenzó sirviendo a las necesidades de una economía de subsistencia, en un marco geográfico y demográfico reducido, a una concentración de riqueza modesta como la de ese mismo marco. Sardina no era un avispero de naves, era un nido de embarcaciones dispuestas para lo que entraba y salía, un grupo de pescadores recomponiendo redes a la sombra del A L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 11 murallón rocoso. El siglo XVIII acentuó desde sus inicios el maridaje de la villa de Gáldar y el mar que la limita en uno de sus costados. A Sardina comenzaron a llegar pailebotes de cabotaje, y barcos pesqueros. La duración de los viajes y la frecuencia de arribada eran muy variables, puesto que dependían de los muchos imponderables de la navegación a vela. Se cargan naves con caña de azúcar y cochinilla y se descargan telas, objetos y productos de diversas procedencias. En las primeras décadas del siglo XIX existía en Gáldar una matrícula de 250 marineros, la proporción refleja claramente el movimiento y la importancia que tenía en esa época la rada de Sardina. La navegación significa para muchos una posibilidad de lo que ahora llamamos promoción social. Las personas interesadas ganaban su vida: los unos, porque vendían sus propias cosechas, los otros, porque traficaban con mercancías y los más pobres en recursos porque ganaban un jornal. El tráfico comercial de Sardina era inicialmente análogo al del resto de los puertos del archipiélago. Interesaban, sobre todo, los mantenimientos y los productos manufacturados. Las condiciones prácticas de navegación eran idénticas a las de toda la navegación atlántica. En general, el transporte no era barato. Las mercancías y los productos del suelo no tenían tarifa fija. Una persona pagaba de Sardina a Tenerife, o de Sardina a Las Palmas, trece reales, aproximadamente. b) El Puerto: cudir a unas pésimas comunicaciones interiores para salvar la distancia que separa a Gáldar del puerto de La Luz, era, sin duda, un recurso impuesto por las circunstancias, pero de efectos negativos por su incidencia en unas mercancías expuestas a toda clase de deterioros. Aunque no hubiesen existido otras razones igualmente atendibles, bastaba este despegue definitivo de la economía agrícola de la isla – y singularmente de la zona Norte – para confirmar unas ideas que estaban en la mente de todos y que martilleaban en la de los más inteligentes y conspicuos. Apremiaba la instalación de dispositivos portuarios en la rada de Sardina, capaces de facilitar, no solamente el transporte hacia otras zonas de Gran Canaria, sino también con el resto de las islas. Gáldar fijó con mayor vehemencia su mirada en el próximo litoral. Sardina, a escasos kilómetros de las zonas rurales del Noroeste, podía ser la vía natural de salida de los nuevos productos agrícolas. El límite de los llanos de Sardina ocultaba el secreto de una posible promoción. La aspiración se convirtió en clamor y el clamor en acicate. Imposible conceder tregua a unos proyectos de inaplazable realización. A partir del siglo XVII Gáldar se aplica a recalcar la importancia de la rada de Sardina y en tratar de convertirla en puerto indiscutible del Noroeste de la isla. Sardina debía ser algo más que un caladero, acusaba su presencia y exigía se le prestase atención. Sin embargo, en el proceso que preside el desarrollo de este puerto, no faltará la rémora ni escasearán los obstáculos: dificultades para la fábrica de instalaciones, lentitud desesperanzadora en la tramitación de proyectos, pobreza del lugar de emplazamiento, argucias y maniobras, quizá, de la pequeña política… Tantas barreras son suficientes para explicar la lentitud del proceso e incluso causar extrañeza al comprobar que las rémoras fueron salvadas y los obstáculos suprimidos. La rada era obra de la naturaleza, pero ésta tenía que encontrar un aliado convencido de la realidad del problema y de la necesidad de resolverlo. Hacia finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, la importancia del puerto de Sardina A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 12 sigue la pauta que le marca el desarrollo económico de la zona en que está situado y otros factores decisivos para una profunda transformación. Sardina conoce épocas de desarrollo, apogeo y ocaso. El proyecto definitivo de la obra, cuyo autor es el ingeniero León y Castillo, está fechado el 10 de Noviembre de 1863. Unos hombres con temple y pasión fueron los forjadores de un puerto que quisieron y lograron convertir en el segundo más importante de la isla. Cierto que la primera guerra europea lo empobreció. Cierto también que el gran puerto de La Luz se impuso desde el primer momento al pequeño fondeadero del Noroeste. Pero no puede negarse que Gáldar fue una ciudad en la que triunfó la voluntad de querer ser. No se trataba de ninguna competencia con el puerto principal de la isla, era una lógica y justa respuesta a la proximidad, a la presencia permanente e invitadora del mar. c) Destino Histórico de Sardina: l destino histórico de Sardina es una consecuencia de su propia situación en la geografía marítima de la isla de Gran Canaria, tan heterogénea y variada en su casi ortodoxa redondez. Su papel de agente de distribución sólo sería rentable, práctico y evolutivo si se le dotaba de los elementos necesarios para llevar los productos de las zonas limítrofes a sus lugares de destino, con la deseada rapidez y recibir en análogas condiciones las mercancías del exterior. Con este cometido había nacido, en cierto modo, la vida náutica y comercial desde la conquista, ya que su primera misión fue la que corresponde a una pequeña base de penetración hacia el interior de la isla y de salida al mar, si bien en forma secundaria y subordinada a la que por derecho, elección y situación le correspondía, como después se ha visto, al puerto de La Luz. Las formas precarias, elementales, que se prolongan desesperadamente en la rada de Sardina, no fueron obstáculo para que algunos episodios discretamente memorables quedasen inscritos en la breve crónica de sus aconteceres. El propio nombre Sardina parece tener su origen – según afirman algunos cronistas – en el hecho de haber adoptado el patronímico de un almirante portugués – SARDINHA – que llegó a estas aguas y desembarcó en la rada galdense en la época en que los españoles ponían su empeño en terminar la conquista y sofocar los últimos rescoldos de rebeldía. No fue la rada de Gáldar, en cierto modo, a los acontecimientos relacionados con la revolución de 1868, que arrojó del trono a la Reina Castiza. Muerto O’Donell, la jefatura de los unionistas fue asumida por el general Serrano, que no tardó en sumarse a la conspiración de los progresistas radicales. González Bravo, presidente del gobierno, creyó acabar con el movimiento revolucionario brindando un ascenso a don Manuel Pavía, marqués de Novaliches, y desterrando a los generales Zabala, Dulce, Córdoba, Caballero de Rodas y Serrano, a quienes acompañó en el infortunio político el duque de Montpensier. Se sublevó la escuadra en Cádiz al grito de ¡ abajo los Borbones¡. Reconoció Prim la jefatura de don Francisco Serrano, desde la Torre. Se encontraba este general desterrado en Canarias y eligió precisamente la costa de Sardina para embarcar hacia Cádiz y ponerse al frente de las tropas que derrotaron a las isabelinas en el puente de Alcolea. No debió ser casualidad la elección de esta rada por el general insurgente, sino el resultado de un plan previamente meditado. Sardina facilitaría una mayor clandestinidad para abandonar la isla sin que pudieran advertirlo y evitarlo, quienes, en Las Palmas, espiaban y vigilaban los movimientos de los desterrados. Y si elegimos la senda de la anécdota verídica, no debe pasar inadvertido el hecho de que por Sardina llegaron a su destino, a bordo del “ Estrella Nueva” las tres campanas que los vecinos de Gáldar habían encargado en Inglaterra para su instalación en la torre sur de la iglesia Parroquial de Santiago. Ocurría esto en el mes de septiembre de 1863. Quién sabe si el tañido distante de estas campanas llevó al ánimo del duque de la Torre un optimista pensamiento de victoria. E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 13 c1) Ayudantía de Marina: a evolución favorable del movimiento portuario de Sardina, que anunciaba un futuro inequívocamente próspero, unida al creciente desarrollo económico agrícola del Noroeste insular, estimularon las aspiraciones de los vecinos de Gáldar de ver elevado al rango de Ayudantía de Marina lo que hasta entonces había sido Alcaldía de Mar. Esto significaba, nada más y nada menos, que el establecimiento de una cabecera de distrito marítimo con jurisdicción en el amplio litoral comprendido entre las villas de Arucas y Mogán. Su creación exigiría la adscripción de un Oficial de la Armada, con título de Ayudante militar de Marina, dependiente de la Comandancia de marina de Las Palmas. Sería responsable de la jefatura naval de la zona y le correspondía, entre otras funciones específicas, la matrícula de barcos, el registro de entradas y salidas, la adscripción de alistados y todo lo concerniente al orden y la disciplina en el distrito marítimo. El primer ayudante de Marina ( 1868 – 1871) fue don José Clavijo y Pló y el último ( 1918 – 1919), don Manuel Sierra González. c2) La Carretera: a costa norte de Gran Canaria, que tradicionalmente ha determinado la ruta de comunicación entre los pueblos de esta zona, ofrece un complicado panorama de precipicios, tierras bajas cultivadas, playas minúsculas, barrancos pedregosos, caletas, arrecifes… Paradójicamente la rada norteña ganaba en importancia lo que perdían en eficacia las comunicaciones interiores con Las Palmas y el Puerto de La Luz. Y esto era así por la clara razón de que Gáldar y sus zonas limítrofes, en iguales condiciones comunicativas, elegían la distancia más corta. Las mercancías destinadas a su expedición por Sardina se transportaban desde Gáldar en camellos y otras bestias de carga. Todo era un poco solemne, intemporal, exótico. En lo alto un sol sin tacha, terco, disparaba su luz sobre el camino secarrón y pedregoso. Sin lugar a dudas, el proyecto de carretera, las obras de terminación del muelle y la declaración de interés general eran un tríptico que espoleaba sin tregua el afán y las aspiraciones de los galdenses en las dos últimas décadas del siglo XIX. El proyecto definitivo de esta obra estuvo a cargo del ingeniero don Orencio Hernández Pérez. Se iniciaba la vía a unos cincuenta metros pasado el puente del barranco de Gáldar, llamado de tres ojos, y su longitud hasta el muelle de Sardina era de 5.649��� 91 metros. ¡ Dieciocho años duró el proceso de esta carretera de sólo cinco kilómetros y medio, sin contar el tiempo transcurrido hasta su recepción definitiva por la Administración!. “ Laus Deo”, exclamarían los galdenses al término de una obra que amenazaba con superar en duración, valga la hipérbole, a las del templo parroquial. Por la flamante vía de acceso a Sardina empezaron a rodar los pesados carros cargueros, con su ancha caja rectangular, su doble lanza y alto pescante. A su paso dejaban briznas de paja, hojarasca de plataneras y el inconfundible aroma de las verdes piñas recién cortadas tras la visita del “ marcador”. La vida de estos carros no se extinguió con la llegada de los primeros camiones Leyland, a veces se cruzaban uno y otro vehículo en la carretera del puerto o llenaban sus panzas simultáneamente en los almacenes de empaquetado. Hasta bien entrada la segunda década del siglo no empezaron a rodar automóviles particulares o de servicio público por la nueva carretera. No muchos años después de que los vehículos de motor comenzaran su diario y asmático recorrido de la zona Norte de la isla, se incrementó la afluencia de bañistas a esta playa. De esta forma quedaba redescubierta Sardina hacia los años veinte. Al pie de un acantilado de formación volcánica, la playa irregular, cóncava, de reducidas dimensiones y arena rubia, está limitada por una muralla que se extiende hasta el recodo final, donde se establecieron las primeras instalaciones náuticas y comerciales. Se descubría la playa de Sardina enmarcada entre rocas, desnuda, apacible, con rúbricas de plumas blancas en una atmósfera tornasolada de azules. L L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 14 c3) El Ocaso: a primera guerra europea fue el primer factor determinante de la decadencia del puerto de Sardina y en consecuencia de la desaparición definitiva del Distrito marítimo de Gáldar. Con la contienda llegaron años difíciles para la agricultura y el comercio de las islas y el colapso económico no se hizo esperar. El tráfico del puerto galdense disminuyó rápidamente, hasta quedar reducido a la visita bimensual del vapor correo. Ante la ineficacia del Distrito marítimo, las autoridades navales decidieron su desaparición: fue suprimido por Real Orden de 3 de mayo de 1919. El Ayuntamiento de Gáldar trató por todos los medios de evitar lo que significaba un grave retroceso en la vida oficial y el rango marítimo de la ciudad. El segundo puerto de la isla y tercero del archipiélago se convertía de nuevo en una rada casi anónima en el mapa litoral de Gran Canaria. En el palacio de don Álvaro de Bazán, de Viso del Marqués se conserva, entre millares de legajos, un pequeño expediente signado con el número 491 de la Sección de puertos. En su portada se subraya el breve topónimo de una localidad isleña: Gáldar. Una gavilla de folios amarillentos resume el episodio, olvidado ya en el desván de la memoria, de una aspiración y un desencanto. Sardina quedaba atrás, envuelta en sombras. Solitaria, sin voces humanas, sin ruido de remos en las aguas dormidas. Rada, playa, no puerto. El progreso de la isla, la mejora de las comunicaciones interiores, los zarpazos de la guerra europea en otras latitudes, habían precipitado su ocaso. Desaparece la Ayudantía de Marina y se retira, por innecesaria, la presencia del contramaestre, último vestigio de lo que había sido Distrito Marítimo. Los vaporcitos “ Gomera” y “ Fuerteventura”, en viaje desde Tenerife, rindieron aún, durante algún tiempo, homenaje al puerto en que tantas veces habían fondeado. Visita sentimental al viejo abuelo valetudinario. Visita romántica, de cortesía, que también acabó por extinguirse. El falso paréntesis de actividad que alumbró para Sardina durante la segunda guerra mundial fue sólo un destello, una frustrada ilusión. Último esfuerzo desesperado por una estación marítima que ya no tenía puesto en las cartas de navegar. NOTA: Todos los datos históricos, geográficos, cronológicos, etc. que figuran en esta parte del libro, están sacados de la obra: “ Sardina, puerto del Atlántico” de los hermanos Rodríguez Batllori ( Francisco y Antonio) – 1979. Si alguno de los lectores ha tenido la oportunidad de leer este estupendo libro, se dará cuenta de que dichos datos están exactamente como aparecen en el libro de origen, aunque en un orden diferente. Esto es así porque no hemos querido “ adulterar”, con la incorporación de nuevas palabras y frases, el magnífico trabajo de los hermanos Batllori. No obstante, puede que en nuestro afán de colocar estos datos en el orden que a nosotros nos convenía, hayamos cometido algún error en fechas o lugares, lo cual no es imputable – en absoluto – a los hermanos Batllori, sino a la falta de “ clarividencia” de quien ha escrito este libro. Pido disculpas a los hermanos Rodríguez Batllori por la “ osadía” que he tenido al valerme de su estupendo trabajo, así como por los errores que haya podido cometer en perjuicio de su obra. ( El Autor) L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 15 3. LA HISTORIA uatro años después de finalizada la segunda guerra mundial, el viejo puerto de Sardina ( otrora glorioso bastión de la economía galdense) permanecía mudo en su triste soledad. El pequeño período de actividad que le dio vida durante la contienda se había difuminado definitivamente y el bullicio y el trasiego de barcos que lo animaron durante siglos, ya no existía. La importancia de nuestra “ pequeña reliquia” quedaba reducida a la de mero vestigio de un pasado esplendoroso. Arropada por el mismo acantilado que abrigaba a nuestro viejo puerto estaba la playa de Sardina. Su arena rubia y el azul de su cielo surcado por blancas gaviotas habían quedado al descubierto de todos los vecinos de Gáldar y el noroeste en general, gracias a la construcción de la carretera, que iba a morir precisamente sobre su mismo lecho. La suave caricia de sus olas y el relax que producía bañarse en sus tranquilas y transparentes aguas, hacían que la playa de Sardina fuese cobrando la importancia que aceleradamente había perdido nuestro puerto. Paulatinamente fueron llegando a la playa a través de la carretera numerosos grupos de bañistas con los característicos trajes de baño de la época. Su llegada animaba el barrio con el bullicio de la diversión, tan diferente al bullicio del trabajo que lo había animado durante los siglos anteriores. En la cálida arena de la playa jugaban y se divertían con pelotas de papel los jóvenes de la escasa población de Sardina por aquella época. Por este tiempo, el puerto ( aún mudo) contemplaba como los “ chiquillos” acudían a él para pescar, pues en esos momentos constituía un “ precioso” criadero de pescados. Pero esta muda paz en que dormía nuestro puerto iba a verse perturbada escandalosamente cuando la mano asesina del hombre, portando la guadaña, quiso sepultar definitivamente su glorioso pasado. Aún tendría que dar este postrero quejido nuestro querido puerto. Se quería hacer una explanada ( la hoy existente) en la base del acantilado que cubría el puerto. Por tal motivo no se dudó en contratar a una empresa que comenzó a hacer explosiones en el murallón para ir rellenando la base del mismo. Triste balance de tal desidia fue la muerte de dos personas y la mutilación de nuestro puerto, que quedaba de esta forma sumido en una humillación mayor que la que suponía carecer de tránsito mercantil. Mientras tanto, el barrio seguía con su trajín cotidiano. La mayoría de su escasa población dedicada a la pesca. Tan sólo existían por esta época diez o doce casas en la zona baja del barrio, por encima de la playa: la de Juan Matías, la del “ pistoleras”, la “ escuela vieja”, la de Juan Guerra, la de don Pablo, etc. Cierto día del año 1949, se encontraban jugando en la playa con una pelota de papel un grupo de muchachos en edades comprendidas entre los 12 y 15 años. El fútbol, el deporte rey, se encontraba por esa época en España, en uno de los momentos más dulces que ha conocido el balompié hispano. Nuestra selección nacional con Eizaguirre de seleccionador y Benito Díaz de entrenador conseguía de forma “ brillante” su clasificación para el Mundial de Brasil ( 1950). En ese mundial conseguiría luego nuestra selección su mejor clasificación mundialista de la historia, estando en la lista de convocados tres canarios: Luis Molowny, Alfonso Silva y Rosendo Hernández. En ese mundial se hizo famoso para toda la vida el gol de Zarra a Inglaterra. C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 16 Llevado quizás por el entusiasmo evidente que producía en toda la población nacional el empuje del fútbol español a nivel internacional, a uno de aquellos muchachos que jugaban en la playa de Sardina, Domingo Delgado, se le ocurrió la idea: - ¡ Oye!, ¿ por qué no hacemos un equipo de fútbol? La fuerza arrolladora de la juventud y el entusiasmo que también embriagaba a los otros muchachos que con él estaban en la playa ( Santiago García, Pacuco e Isidoro) hicieron que la respuesta fuera sonora y contundente: - ¡ Claro!, ¿ por qué no? Sin ellos saberlo, llevados por las risas y el “ jolgorio” juvenil que produce “ saborear” el inicio de una aventura, estaban fraguando una “ pequeña historia”. Sobre la arena rubia de la playa, acariciada por la brisa del mar, rubricado todo ello con el vuelo cansado de las gaviotas, nacía lo que luego se convertiría en una “ pequeña gran historia”. Nacía sin más, el SARDINA C. F. El primer paso que tuvieron que dar fue, sin duda, buscar los jugadores. De entrada, Domingo Delgado, el promotor de la idea, iba a ser el entrenador. Entre otros, iban a formar el equipo, además de Pacuco e Isidoro ( hermanos de Domingo Delgado), Santiago García, Bartolo, Villa, Manuel el “ chubasco”, Víctor, Manolo, Alberto “ el cabo”, Pillo, Urbanito y José P��rez “ el rubio”. Seguidamente el interés se centró en encontrar un campo donde entrenar, cosa que no les resultó muy difícil, pues existía por encima de la playa, frente a donde están hoy las “ casas baratas”, un campo de fútbol que fue hecho por los militares allá por los años 40 – 41. En dicho campo, que en esa época estaba abandonado, solían jugar los soldados haciendo equipos de distintas compañías. Se arregló un poco este campo, se le pusieron porterías y redes y se comenzó a entrenar. A continuación se buscó un equipaje, cuyos colores en esta primera etapa fueron: camiseta azulgrana con trazo fino y pantalón azul. Se comenzó entrenando con pelotas de papel trenzadas con tiras de plataneras que con gran destreza hacía Santiago García. Tal era la perfección que adquirían estas pelotas una vez terminadas que “ botaban” casi igual que un balón actual. El equipo comenzó a jugar sin estar adscrito a ninguna federación contra equipos tales como el Barbanera ( Barrial), La Milagrosa, Arenas, Coruña, Español de Becerril, Artemi, etc. Aquí comenzaron a levantar afición. La afición al fútbol era tal, que los componentes del equipo iban “ chiflados” a jugar a la pelota. El equipo funcionaba como los actuales equipos aficionados, donde no hay ni presidentes ni nada. Nadie les ayudaba económicamente. Sin embargo, ellos, amando el fútbol con toda su alma, se pagaban el equipaje, ponía cada uno ¡ dos! pesetas para pagar el campo y se compraban las “ alpargatas” para jugar. Anécdota graciosa era la de Urbanito. A Urbanito le decían “ Kubala”, porque jugaba de extremo y corría como una bala. Todos los domingos tenía Urbanito que comprarse unas alpargatas nuevas, pues al finalizar cada partido las tenía rotas, debido a una malformación que tenía en los pies. Se formó entonces en Gáldar una “ Federación” denominada D. I. F. A., cuya sede social era la casa del cura párroco, siendo su presidente Don Juan García Batista. En ella se inscribieron como “ clubes adheridos” todos los equipos existentes en la zona, es decir, San Isidro, Barbanera, La Milagrosa, Arenas, Coruña, Español de Becerril, Artemi, Guiense, Gran Canaria y Sardina. El destino quiso que justo por esas fechas ocurriese un hecho de vital importancia para el fútbol en las Islas Canarias. Existían en Las Palmas unos equipos de categoría regional: C. D. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 17 Gran Canaria, Atlético Club y Arenas C. F. que el día 22 de Agosto de 1949 se fusionaron, creando lo que a partir de entonces sería la U. D. Las Palmas. Quedaron fuera de esta fusión, en principio, los clubes Real Victoria y Marino C. F., que junto al recién fundado U. D. Las Palmas, intervinieron en una competición regional previa, en la temporada 1949 – 1950. En esta competición quedó campeón el club U. D. Las Palmas, como consecuencia de lo cual, se integraron todos en él. Comenzaba así la andadura de nuestro “ querido equipo”, representante insular en las competiciones nacionales, quien conseguiría su primer ascenso a la 1 ª división nacional en la temporada 50 – 51. Queriendo seguir el ejemplo de la U. D. Las Palmas, en la temporada 52 – 53, se intentó hacer lo mismo en la zona noroeste. A tal fin, se fusionaron todos los equipos existentes, resultado de lo cual surgió el Unión Gáldar. La idea era formar una competición con los equipos de Las Palmas. De esta forma desapareció el fútbol regional por el noroeste de la isla. Así desaparecía también el Sardina. El proyecto “ Unión Gáldar” fue un rotundo fracaso, fruto de lo cual comenzaron a surgir de nuevo los equipos en la zona noroeste y a jugar entre ellos partidos amistosos. El Sardina volvió a resurgir en el año 1963, gracias a Juan María, Urbanito y la gente del barrio. Volvía el Sardina a las competiciones como equipo de “ Empresa” en una competición organizada por los mismos presidentes de los clubes, que al mismo tiempo hacían de directivos del Comité. Otra vez se tuvieron que seguir los mismos pasos que en la primera etapa. Así el campo de fútbol, que seguía siendo el mismo, contempló como se ponía un tractor para allanarlo, al mismo tiempo que eran repuestas las porterías y redes para comenzar a entrenar y jugar. El equipaje que se eligió para esta segunda etapa era: camiseta verde, pantalón blanco y medias verdes. Los jugadores eran más o menos los mismos, excepto Pacuco, Isidoro y algún otro, que lo hacían en equipos como el San Isidro, Palomar, etc. La afición volvió también con el equipo y el Sardina siguió en competición durante muchos años. En 1966 el Sardina solicitó de la Federación de Fútbol de Las Palmas su admisión en la 3 ª Categoría Regional. Se hizo incluso una reunión en la “ Casa de la Juventud de Arucas” ( Frente de Juventudes), pero algunos equipos de la zona como el Moya pusieron algunas “ pegas”, por lo que no se consiguió entrar en competición federada. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 18 4. 1969: LA FUNDACIÓN DEL CLUB abían transcurrido veinte años desde que aquellos muchachos que jugaban en la playa, medio en broma, medio en serio, habían sentado las bases de lo que luego sería el Sardina C. F. Aquellos muchachos se habían convertido en hombres y muchos de ellos ya no figuraban en el equipo. Tal es el caso de Pacuco, Isidoro, Bartolo, etc. que gracias a su valía consiguieron llegar a la 1 ª Categoría Regional. El único que quedaba de todos los que se iniciaron en el club, era Santiago García, que aún jugaría en el Sardina hasta los cuarenta años. Ejemplo de pundonor, voluntad y afición, había permanecido fiel durante todo este tiempo a sus colores. El barrio por su parte había conocido una profunda transformación. Las extensas llanuras vacías que lo habían caracterizado durante siglos se habían ido transformando en extensas plantaciones de plataneras, tomateros, pepinos, cebollas, etc. Se unía así la actividad agrícola a la pesquera que también había caracterizado al barrio durante siglos. La población de Sardina había crecido considerablemente por esta época. Durante todo este tiempo habían ido llegando al barrio sucesivas oleadas de inmigrantes, procedentes sobre todo de las medianías. Se fue configurando de esta forma el “ pequeño mosaico” que es hoy en día nuestro barrio. Fueron surgiendo los pequeños núcleos de población que constituyen Sardina en la actualidad: Sardina, Barrio Negrín, Faldas de Montaña Pelada, Caleta, Sobradillo, El Faro, El Clavo, Corralete, etc. Colocadas “ alocadamente”, las casas del barrio constituyen un “ pequeño caos” urbanístico. Debido quizás a la diversidad de procedencias, la gente de Sardina constituye también una población caracterizada por una patente “ desunión caótica”. De carácter afable y tranquilo ( quizás demasiado), la gente del barrio no defiende al unísono problemas comunes. Sin embargo, durante muchos años la gente de Sardina permaneció unida en torno a una afición común: EL FÚTBOL. Durante muchos años la gente de Sardina vibró, se emocionó y celebró los éxitos de su equipo. También se sintió triste en los momentos amargos. En 1969 la afición al fútbol era “ irrevocable”. Desde 1963 el equipo no había dejado de jugar año tras año en las competiciones como equipo de “ Empresa”, ganando en este período algunos trofeos como: el trofeo TERRY en la eliminatoria de fútbol aficionado entre los equipos C. D. Milagrosa, U. D. Barrial, C. D. Palomar y C. D. Sardina ( 1966), trofeo MUEBLES SOSA ( 25/ 6/ 1967), trofeo TERRY ( 18/ 7/ 1967), etc. Después de que en 1966 se le negara al equipo su entrada en la 3 ª Categoría Regional de fútbol federado, la afición, la voluntad y el deseo por conseguir dicho propósito se hicieron aún mayores si cabe. No obstante, tendrían que pasar aún tres años más antes de conseguirlo. H Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 19 En este año de 1969 ocupa la presidencia de la Federación de Fútbol de Las Palmas, D. Manuel Aguiar Márquez y con él se abren las puertas de la esperanza para el Sardina. Dispuestos a no perder esta oportunidad que se les brindaba, se reúnen el 7 de junio de 1969 en la casa de Santiago García, un grupo de aficionados, entre los que se encontraban antiguos jugadores del club. La intención estaba clara: “ Había que conseguir la entrada en la 3 ª Categoría Regional de Fútbol Federado”. A tal efecto, ese mismo día, se hizo el escrito solicitando la entrada en dicha categoría. Esta reunión iba a ser bastante fructífera, ya que además del escrito solicitando la entrada en la 3 ª Categoría Regional, se eligió entre los presentes la Directiva que iba a regir los destinos del club en su nueva andadura. Dicha Directiva quedó constituida por: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, VICEPRESIDENTE: D. Santiago García Gil, SECRETARIO: D. Manuel Sánchez Guerra, VICESECRETARIO: D. Roberto Martín González, TESORERO: D. Juan Jorge Santana, CONTADOR: D. Pedro Tacoronte Pérez, VOCALES: D. Miguel Tacoronte Melián, D. Gumersindo Pérez González, D. Ignacio Gil Armas, D. Florencio Pérez González, D. Bartolomé Montesdeoca Armas, D. Juan González Mendoza, D. Lucio Benítez Padrón y D. Antonio Pérez González. Por esta época no se tenía dinero ni fondos de ningún tipo. En la mencionada reunión se hizo pues una suscripción entre los asistentes y se recaudaron 8.000 ptas. Comenzaba de esta forma la que iba a ser la verdadera “ historia” del Sardina C. F., pues lo que había ocurrido hasta entonces era, por decirlo de alguna forma, la “ prehistoria”. Como en las dos etapas anteriores, el campo donde se iba a jugar seguía siendo el mismo, aunque los jugadores que iban a componer el equipo eran otros. El primer jugador que firmó ficha federada con el Sardina fue Antonio Melián. El resto de los componentes del equipo eran: Faustino, Álvaro, Cristóbal Mendoza, Ramón Mújica, Juan Miguel, Lecio, Juan Peña, Roberto, Manolo “ el rubio”, Domingo Pérez, Juan García Franco, Momo y Santiago García. Por acuerdo de los jugadores, el equipaje que se eligió para esta tercera etapa fue: camiseta roja, pantalón azul y medias rojas con vuelta azul. Este equipaje sería el que caracterizaría al Sardina definitivamente. El primer entrenador que constó como tal en la Federación fue D. Diego Velásquez, aunque no ejerció sus funciones, haciéndolo en su lugar D. Lucio Benítez Padrón , quien ya lo había hecho durante la etapa anterior. En el mes de Agosto de 1969 se recibió un escrito de la Federación de Fútbol de Las Palmas en el que se comunicaba la admisión del Sardina en la 3 ª Categoría Regional. Por esas fechas ya contaba el club con 95 socios que pagaban 25 ptas. mensuales con derecho a media entrada de campo de fútbol, aunque por lo general todos pagaban el importe íntegro de la entrada. El terreno estaba preparado. El panorama era incierto, aunque, naturalmente, se iniciaba con la mayor de las ilusiones. Un grupo de directivos convencidos de su capacidad. Un grupo de socios con su afición “ a flor de piel”. Un grupo de jugadores decididos a defender sus colores “ contra viento y marea”. Con todo esto se iniciaba la aventura. Una aventura que se iba a caracterizar por las alegrías y las penas, por los superávit y el déficit, por la tranquilidad y el desasosiego. Una aventura, en definitiva, caracterizada por el amor al deporte y en especial al fútbol. Afición heredada de veinte años atrás y que alcanzaba de esta forma su momento cumbre. “ Pequeña gran aventura” denominada, SARDINA C. F. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 20 5. QUINCE TEMPORADAS 1969- 1970 omo siempre que se pone en marcha un proyecto o se inicia una aventura, el entusiasmo es arrollador. Aunque se tenga el propósito de caminar firme sobre tierra, siempre se tiende a elevarse un “ poquito” y caminar sobre el aire. Con tal entusiasmo arrollador iniciaba el Sardina su andadura. No era para menos, pues después de veinte años ( con algún que otro intermedio) funcionando, nuestro equipo ya tenía la etiqueta de “ Federado”. Con la Directiva que se había elegido en la casa de Santiago García y teniendo de entrenador a D. Lucio Benítez Padrón , se comenzaba a escribir la “ verdadera” historia del Sardina C. F. Nuestro equipo continuó vistiendo los mismos colores que cuando era aficionado: camiseta roja, pantalón azul y medias rojas y azules. El banderín era de color rojo y azul, en cuyo fondo estaba una figura de un balón y un ancla, que fue diseñada por la señorita Loli Pérez. Más tarde, al ser inaugurado nuestro local social, el buen amigo Felipe Melchor nos hizo el escudo que hoy en día figura expuesto en el salón de actos. Como si se tratase de la victoria en un combate o como si se tratase del “ premio gordo” de la lotería, la afición del Sardina celebraba, en su “ infantil” alegría, el comienzo de la temporada. Y lo hacía de una forma masiva. No obstante, al primer partido de la temporada, que se jugó en La Aldea, acudieron ¡ siete guaguas! repletas de aficionados, al precio de 63 ptas. por persona. Tanta era la afición, que los desplazamientos del equipo fuera de casa dejaban beneficios al club. En el sorteo nos toca enfrentarnos en el primer encuentro al San Nicolás en el Campo de Los Cascajos el día 12 de septiembre de 1.969 y finalizó con la derrota de los nuestros por cuatro goles a cero. Los partidos de casa se jugaban tanto en el viejo campo de Sardina como en Barrial. Así, el segundo partido de liga se jugó en Barrial, precisamente contra el U. D. Barrial, perdiéndose también por cero goles a dos. Otro tanto ocurrió en el tercero, en que se jugó contra el Goleta en el Polideportivo de Arucas, perdiéndose por cinco a uno, siendo el primer gol de nuestro equipo en categoría federada marcado por el malogrado jugador Juan Miguel Padrón Gutiérrez de penalti. La primera victoria se consiguió en el cuarto encuentro frente al Cardones en el campo de Barrial por tres goles a uno. Ese día nuestro portero Antonio Peña realizó la mejor actuación que jamás se haya visto en ningún otro portero. El primer jugador que fichó por nuestro equipo fue Antonio Melián Macías y en esta temporada la plantilla era la siguiente: Álvaro, Faustino, Peña, Cristóbal Gil, Cristóbal Mendoza, Auyanet, Ramón Mújica, Juan García, Santiago, Roberto, Antonio Ruiz, Lecio, Manuel Vega, Antonio Melián, Juan Miguel, Manuel Perdomo, Domingo Pérez, Alonso, Nicolás Rodríguez y Gervasio Espino. C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 21 El primer entrenador oficial fue D. Diego Velásquez, pero quien entrenaba era D. Lucio Benítez. El 28 de febrero de 1.970 dimite como entrenador D. Lucio Benítez Padrón , nombrándose como nuevo entrenador a D. Isidro Pérez Guillén. Así, pagando la novatada en la categoría, nuestro equipo terminaba la temporada en un honroso octavo puesto. Se había iniciado la temporada con un presupuesto de 8.000 ptas. ( las que se recaudaron en la casa de Santiago García y se terminaba con un superávit igual. Se había escrito de esta forma la primera página de la historia. Se había pasado también la incertidumbre que produce todo comienzo. Una vez terminada la primera temporada, predominaba la confianza, pues se veía que el proyecto tenía una sólida base y que su futuro estaba garantizado. 1970 - 1971 on la confianza que produce haber tenido un buen comienzo y el sentirse respaldados por una “ Gran Afición”, se iniciaba la segunda temporada. De entrada seguía la misma Directiva y para esta temporada se fichó como entrenador a D. Luis Ramos Molina. Los jugadores que componían la plantilla eran: José Auyanet, Francisco Aguiar, Juan José Armas, Francisco Bolaños, Román Alonso, Cristóbal Betancor Viera, Antonio Betancor Mateos, Manuel Betancor Mateos, Antonio Bolaños, Juan García Franco, Antonio Díaz, Juan Díaz, Guillermo Delgado, José González, Isidro Gil, Antonio García Ramírez, Isidro González, José Guerra, Aladino Suárez, José Fernando García, Calixto Herrera, Julio Jorge Delgado y Juan Jorge Delgado, Francisco Jorge del Rosario, José Medina Moreno, Benito Mateos, Indalecio Nuez, Antonio Peña y Manuel Pérez Alonso. En esta temporada se federó al equipo Juvenil, pasando a ser su entrenador D. Lucio Benítez. Pronto este equipo aportó varios jugadores al primero, entre otros son recordados: Ramón Suárez, Domingo García, Antonio Díaz, Román, José Pérez y Tino. También este año se organizó el primer Torneo Sardina C. F. al principio del calendario deportivo y el primer Torneo del Plátano entre equipos cercanos, que se jugaba al finalizar la competición para recaudar fondos, pero tuvo poca aceptación y sólo se celebraron tres ediciones. Así mismo, el equipo se reforzó con varios jugadores de la zona como Nito Armas, Alberto Monzón, Jorge Mateos, Pepe Guerra y algunos más. Destacar al mismo tiempo que la Junta Directiva fue reelegida por cuatro años más y a ella se incorporaron algunos miembros como D. Santiago Suárez y D. Francisco C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 22 Guerra; así como algunos colaboradores como D. Roberto Tacoronte y D. Jesús Delgado entre otros. La sal en toda aventura humana y deportiva la constituyen las anécdotas. Sin ellas, la historia quedaría deslucida. Esta temporada no podría por menos que comenzar con un par de anécdotas, más o menos “ graciosas”. La primera de ellas viene dada por la forma “ rocambolesca” en que fichó la Directiva del Sardina a José Medina Moreno ( Pepe “ el de Grimón"): Pepe se había librado del cuartel por un defecto en el ojo. En aquellos tiempos había que buscar una persona que firmase como testigo y el que le firmó a Pepe fue D. Isidro Pérez Guillén, quien había entrenado al Sardina al final de la primera temporada. D. Isidro, aprovechándose de la circunstancia “ amedrentó” a Pepe y se lo llevó a otro equipo. Don Isidro solía venir por la Sociedad del Sardina a entretenerse, y le gustaba darle la lata a los directivos: “ que si la directiva no se mueve, que si p’allá, que si p’acá…” y siempre terminaba soltando el mismo sermoncillo: “ Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente ” ( decía esto con referencia a Pepe “ el de Grimón"). Urbanito, de tanto oír el sermoncillo, se enfadó un día con él y le apostó que ficharía a Pepe “ costase lo que costase”. Aquella misma noche se fueron a hablar con Pepe Medina y no lo dejaron hasta que no les firmó la ficha. A las siete de la mañana del día siguiente se van a Guía para que Don Octavio, el médico, se la firmase. Ese mismo día fueron don Juan Molina Santiago y Urbanito a presentar la ficha a Las Palmas. Se hablaron con un federativo para que les diera el número uno de espera y éste así se lo promete. Así, a las doce de la noche se presenta de nuevo Don Juan Molina a coger “ la vez”, pero ya había uno de Moya esperando. Se queda en el coche, pues, a esperar hasta por la mañana. Al día siguiente en vez del número uno, le corresponde el número dos, y Don Juan Molina presenta la ficha. Tenía que volver por la tarde, a las cuatro, a recogerla y a las cinco y media ya estaba de vuelta. Ese mismo día llega Don Isidro por la Sociedad… -- “ Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente ” Urbanito viéndolo venir y con la ficha en alto le responde: -- “ Para uno que madruga, hay otro que no se acuesta”. -- “¡ ¿ Cómo es eso?!” -- “¡ Mírala aquí!” -- “¡ Me cago en la madre que los parió!” Resulta que cuando Don Juan Molina venía de la Federación, se cruzó con los directivos del otro equipo con el que había fichado Pepe, que iban a presentar la misma ficha, sin saber que ya se les habían adelantado. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 23 La segunda anécdota hace referencia a un “ olvido” que levantó “ ampollas”: En 1969 el periodista Antonio Cruz Domínguez entrevistó a Urbanito y cuando éste dio la relación de los directivos, se le olvidó dar el nombre de Ignacito. Cuando dicha lista apareció en el periódico, Ignacito cogió un fenomenal “ cabreo”. Estaba bastante molesto y Urbanito trató de explicarle que fue “ sólo” un olvido. En aquellos tiempos las directivas se nombraban por un solo año. Al comienzo de esta segunda temporada, el Secretario, don Manuel Sánchez, hizo una nueva relación de directivos para mandarla a la Federación, resultando que también se le olvidó incluir a Ignacito. Cuando don Manuel Sánchez se dio cuenta, se lo dijo a Urbanito y éste le contestó que no se lo dijera “ por nada del mundo” a Ignacito, pues podría formarse un “ cacao”. Total, que lo resolvieron mandando un escrito a la Federación en el que se decía que por omisión no habían incluido a Ignacito en la lista. Ignacito nunca llegó a enterarse … ¡ por suerte! Por esta época ya se habían redactado el Reglamento y los Estatutos del Sardina C. F., que fueron aprobados por el 60% de la totalidad de los socios el 26 de abril de 1971. El día 12 de mayo del mismo año, se solicita de la Federación, el I Torneo Noroeste. En esta temporada el equipo termina clasificado en cuarto puesto, obteniendo nuestro portero Peña, el trofeo al portero menos goleado de la zona extremo norte. Al final de la temporada, el superávit ascendía a 16.800 ptas. 1971 - 1972 imite como contador D. Pedro Tacoronte Pérez, ocupando su lugar D. Jesús Delgado Sosa. Se crea un nuevo cargo: BIBLIOTECARIO, que ocupa, el hasta entonces vocal, D. Gumersindo Pérez González y entran como nuevos vocales los señores D. Antonio Montesdeoca Armas y D. Francisco Suárez Guerra. Para esta temporada se ficha como entrenador a D. Faustino Vega Ruiz, persona muy querida por nuestra afición, quien no puso condiciones económicas, correspondiéndole nuestro club con pequeños agasajos. En esta temporada se federa el equipo Infantil del que con el tiempo se lograron un buen número de jugadores que dieron un excelente D Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 24 resultado en el primer equipo. Entre ellos son recordados: Félix Pérez García, Francisco Montesdeoca Santiago, Marcelo González Pérez, Rito Silva Montesdeoca, José Pérez y algunos otros que se malograron por causas diversas. Fue su primer entrenador, ¡ como no!, D. Lucio Benítez, que logró con este conjunto por dos veces consecutivas el máximo galardón que una Junta Directiva y una Afición que de verdad sean deportivas pueden desear, como fue el Trofeo a la Corrección. Fueron delegados de los equipos desde sus comienzos las siguientes personas: del Regional D. Ignacio Gil Armas, del Juvenil D. Cristóbal Padrón Díaz y del Infantil D. Jesús Delgado Sosa y D. Antonio Montesdeoca Armas. El 18 de enero de 1972 había quedado constituida la “ Asociación Sardina del Norte”, registrada en el Gobierno Civil con el número 151. Esta Asociación fue constituida con fines deportivos, recreativos y culturales. Para poder llevar a cabo dichos fines se hacía necesario un Local Social. Dicho local, ubicado en la carretera de Sardina, Km. 5, número 59, fue alquilado a D. Matías Ramos Medina, por contrato indefinido, pasándose inmediatamente al acondicionamiento del mismo. Por este local se pagaron los dos primeros años 2.500 ptas. mensuales. A partir del tercer año se pagaron 5.000 ptas. y por acuerdo mutuo, en los años 78 y 79 se pagaban 6.000 ptas. El 20 de febrero de 1972 se inauguraba el Local Social. Para tal fin, se nombró madrina del club a la señorita Lili Tacoronte Pérez y Damas de Honor a las señoritas Lilla Molina y Rita Gil Macías. Asistieron al acto, entre otros: el Vicepresidente de la Federación de Fútbol de Las Palmas, el Secretario D. Pedro Suárez, un miembro del Colegio de Árbitros y el Alcalde de Gáldar, don José Estévez. La bendición del local corrió a cargo del cura párroco de Sardina, don Santiago. Este mismo año se compraría el solar del que años más tarde sería “ Nuevo Local Social”. Desde sus comienzos fue objetivo prioritario de la Junta Directiva el poder contar con un local social a corto plazo alquilado y a medio o largo plazo en propiedad, por lo que se gestionó el conseguir un solar. Primeramente la directiva se dirigió al Excmo. Ayuntamiento de Gáldar que ofertó uno en la carretera general, frente al viejo Colegio Llanos de Caleta y Sobradillo. Estaba bien situado, pero se desistió porque el Ayuntamiento ponía la condición de que a los cincuenta años revertiría de nuevo en su propiedad. Luego la Directiva contactó con D. León Sánchez, pero no aceptó la petición. Los terrenos estaban situados junto al bar Miguelín. Y así se continuó hasta que se adquirieron los de hoy en día. Antes de arrendarle el local a D. Matías Ramos Medina, la Directiva se reunía primero en la casa de D. Santiago García, luego en la de D. Juan Martín y cuando celebraba alguna Asamblea General se trasladaba a la de D. Juan Jiménez, sita en el barrio de “ Los Condenados”. En sus comienzos la Directiva estuvo un poco a oscuras, pues se alumbraba con velas. Más tarde se compró una luz de gas. Así mismo, la primera instalación del Local Social era de gas, pero después consiguieron prestado un grupo eléctrico por parte de D. José Pérez Medina. En esta temporada apadrinó al equipo el malogrado Tonono que, entre otras cosas, consiguió para el club los pases para que nuestros jugadores fueran gratis al Estadio Insular. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 25 Además consiguió un vale para un equipaje que nos regalaba todos los años la U. D. Las Palmas. Incluso llegó a jugar unos 15 minutos con nuestro equipo en el estadio de Barrial en un homenaje que se le ofreció a D. Ignacio Monzón Diepa en el verano de 1964, estando todavía en la categoría de Aficionados. El equipo lo formaban esta temporada los mismos jugadores que la anterior y la temporada en sí, supuso el paso de un año más en la historia del club, que seguía firme en su propósito de conseguir metas mayores. 1972 - 1973 ontinúa la misma directiva, renovándose al mismo tiempo el contrato a D. Faustino Vega Ruiz. El equipo, esta temporada, lo formaban: Francisco Bolaños, Juan García Franco, Benito Mateos, Román alonso, Juan Rivero Mendoza, Juan Ruiz, Francisco Jorge del Rosario, José Ramón Delgado, Pedro Ruiz, Cristóbal Betancor Viera, Domingo García Molina, Adrián Molina, José Guerra, Antonio Moreno Vega, Domingo García Franco, Francisco Mendoza, Antonio Bolaños García, Juan Quintana, Aladino Suárez, Martín Quintana, Antonio Díaz, Sebastián Gil, Manuel Pérez Gil, Antonio Peña, Juan Martín y Faustino Montesdeoca Armas. Esta fue la temporada en la que le quitaron a nuestro club el Campo de Sardina para construir la que más tarde sería Urbanización “ Agua Viva”, con lo que se tenían que desplazar los tres equipos al menos dos veces por semana a Barrial para poder entrenar, aunque la mayoría de las veces fuera del campo, porque eran muchos los equipos que utilizaban dicho recinto. De esta forma no solo se aumentó el gasto del transporte, sino que la afición fue a menos. C Tonono Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 26 Se nombra entrenador Infantil a D. Pedro Tacoronte Pérez y Juvenil a D. Eugenio Padrón Díaz, que luego sería sustituido por D. Antonio García Ramírez, por dimisión del anterior. El 20 de agosto de 1972, se celebra el I Torneo del Sardina, en el que participaban los equipos: C. D. Guía, U. D: Barrial, U. Moral y Sardina C. F. Comenzó celebrándose este torneo por la gran afición que existía, suponiendo este hecho unos buenos ingresos económicos. Al mismo tiempo servía de preparación para el equipo, ya que se jugaba al principio de la temporada. Este torneo continuaría jugándose durante diez temporadas consecutivas hasta el año 82. La temporada en sí pasó sin pena ni gloria para el club, que sumaba de esta manera una hoja más a su historial. Digno de destacar esta temporada es, sin embargo, un escrito llegado a la Secretaría del club, procedente del Comité Provincial de Fútbol Infantil de Las Palmas, en el que, entre otras cosas, se dice textualmente: “ Debido a los múltiples accidentes que están ocurriendo en los campos de Fútbol Infantil y los diversos casos que están pasando por alineaciones de jugadores, este Comité quiere recordar algunas de las Normas, que en la Asamblea General celebrada en el mes de Agosto se leyeron para conocimiento de los Clubes: 1. El Fútbol Infantil es puramente formativo y por encima de cualquier resultado está la formación integral del chico en este deporte, para poder alcanzar el día de mañana una formación total que pueda pasear con orgullo por todos los campos de fútbol. 2. El Comité Provincial y todos sus componentes están a disposición de todos los Clubes y sus dirigentes para informar y orientar en todo lo relacionado con el reglamento que rige la competición, para evitar de esta manera todos los casos desagradables que están ocurriendo y evitar de esta manera las medidas tan rígidas que hasta el momento está tomando el Comité de Competición. 3. Este comité Provincial está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias, por muy fuertes que sean, con tal de que el Fútbol Infantil de nuestra Provincia camine por buen sendero y sea ejemplo ante las demás provincias españolas. 4. Rogar al público y aficionados de Clubes que asistan a los partidos de Fútbol Infantil, que no inciten a los chicos en el juego viril y peligroso, pues lo que hacen es estropear la labor que otros señores, calladamente están haciendo al frente de estos chicos y que además sólo ocasionan los incidentes que Domingo tras Domingo se Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 27 producen en los diferentes campos de fútbol, y que perjudican notablemente la buena organización de los Clubes.” Este mismo año, consigue nuestro equipo Infantil el Trofeo de la Corrección, haciendo honor al espíritu que siempre ha predominado en el club: “ La deportividad dentro del campo”. Ocupando un lugar privilegiado en las vitrinas del club se encuentra este trofeo, quizás el más bonito ( por su significado) que haya conseguido nuestro equipo en toda su historia. 1973 - 1974 a directiva sufre una profunda transformación, de tal forma que siguen en la misma: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, SECRETARIO: D. Manuel Sánchez Guerra, BIBLIOTECARIO: D. Juan González Mendoza, VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Ignacio Gil Armas y, D. Manuel Tacoronte Melián. Y son nuevos: VICEPRESIDENTE: D. Santiago Suárez Díaz, VICESECRETARIO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, TESORERO: D. Juan Benítez Medina, CONTADOR: D. Roberto Tacoronte Guerra, VOCALES: D. Juan Luján Hernández, D. Plácido Vega Aguiar, D. Juan Guillén Ramos, D. Antonio Mendoza Jiménez y D. Tomás Pérez Gil. Para esta temporada se ficha como entrenador a D. Juan Herrera Bolaños y la plantilla la formaban: Antonio Betancor, Francisco Mendoza, Ramón Suárez, Indalecio Nuez, Antonio Rodríguez, Domingo Tacoronte, Santiago Cubas, Ramón Mederos, Guillermo Delgado, Juan Quintana Viera, Domingo García Molina, José guerra, Aladino Suárez, Luis Sosa, Valentín Medina, Juan Díaz, Juan M. Ruiz, Calixto Herrera, Adrián Molina, Francisco Jorge del Rosario, Pedro Ruiz, Eusebio Sosa, José Medina Moreno y Juan Martín Martín. En esta temporada nuestro equipo sufre una serie de bajas debido en parte a la aparición de nuevos clubes que pagaban los fichajes y ofrecían primas, por lo que algunos jugadores nos dejaron. De ahí que esta temporada fuese bastante floja, tanto en lo deportivo como en lo económico. El Local Social siguió funcionando bien, en especial el pequeño bar y se incrementó el número de socios. Incluso se hicieron socios de otros municipios como St ª M ª de Guía. A pesar del reducido espacio del local se hicieron actos culturales, entre los que destacan la revista “ Año 2.000” a cargo de D. Jesús Rodríguez Doreste y del periodista D. Antonio Cardona Sosa, una obra de teatro interpretada por un grupo de Gáldar, una charla coloquio sobre las reglas de juego por el árbitro internacional D. Félix Birigay y algunas charlas sobre agricultura ofrecidas por técnicos del Servicio de Extensión Agraria. Un lugar destacado para esta temporada lo ocupan los Infantiles, que ganaron por segundo año consecutivo el Trofeo de la Corrección, lo cual es motivo de satisfacción y orgullo para la Directiva y para la Afición. L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 28 1974 - 1975 a Junta Directiva hace un análisis en profundidad de la anterior temporada y decide reforzar el equipo haciendo un sacrificio económico. Y así, a base de talonario se ficharon a los siguientes jugadores por las cantidades que se especifican y por un periodo de dos años: Antonio Betancor ............................ 25.000 Ptas. Domingo Tacoronte ........................ 25.000 Ptas. Ramón Mederos .............................. 25.000 Ptas. Guillermo Delgado ......................... 30.000 Ptas. Santos ................................................. 15.000 Ptas. En realidad todos los jugadores cobraron. Incluso se dio el caso de un jugador que estaba haciendo el Servicio Militar que percibió más dinero que los demás, aunque siempre se lamentaba de que a los de Sardina no les pagaban nada. En esta temporada, tanto la Directiva como los Aficionados estaban en general muy ilusionados con el equipo, teniendo en cuenta el esfuerzo realizado para reforzar la plantilla y se confiaba mucho en ella. También se fichó como entrenador del regional a D. Silverio Cubas Cárdenes por una temporada al precio de 16.000 ptas. mensuales y doble prima que a los jugadores. La persona encargada del material era D. Victoriano Díaz Díaz ( q. e. p. d). En agosto se jugó el V Torneo Sardina C. F. al que asistieron gran cantidad de aficionados. El primer partido de la temporada nos correspondió en Barrial frente al C. D. Atalaya, con el que se empató a uno después de que se nos anulara un gol por el árbitro D. Manuel Pérez, que hacía de Juez de Línea, y quien nos diría al finalizar el partido: “--- Espero que ese gol no les haga falta para el ascenso”. Pues al final de la temporada sí que nos hizo falta el mencionado gol, pues el equipo quedó empatado a 32 puntos con el C. D. Atalaya y ascendieron ellos por el “ gol average”. Nosotros tuvimos que conformarnos con jugar la promoción. Al acabar la primera vuelta se reúne la Junta Directiva y después de analizar el trabajo del Sr. Cubas , se decide cesarle como entrenador a pesar de la buena clasificación. El motivo no fue otro que el poco entendimiento que existía entre él y los jugadores, lo cual ocasionó no pocos problemas. Le sustituye como entrenador D. Faustino Vega Ruiz, quien ya había sido entrenador en varias ocasiones. También en esos días presentó la dimisión el Secretario de la Entidad D. Manuel Sánchez Guerra para poder aceptar un cargo directivo en la Federación de Fútbol de Las Palmas, que le fue aceptada por unanimidad. Le sustituyó el Vicesecretario D. Alfredo Pérez Hernández, pasando a ocupar el cargo de Vicesecretario D. Plácido Vega Aguiar. L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 29 La liguilla de ascenso a la 2 ª Categoría Regional en esta temporada la juegan los equipos clasificados en 2 º puesto de cada grupo de los tres que componían la 3 ª Categoría Regional. Por la Zona Sur se clasifica el Castillo del Romeral, por la Zona Centro el InterCanarias y por la Zona Norte nuestro Equipo. Al efectuarse el sorteo, al Sardina le corresponde jugar con el Castillo del Romeral en Barrial, pero acordamos cambiar el orden y lo jugamos fuera. Se jugó bajo un fuerte viento y perdimos por tres a uno. El segundo encuentro lo jugamos en el Lomo Apolinario y ganamos por uno a cuatro. El tercero se jugó en Barrial frente al Castillo y ganamos por dos a uno. Solo faltaba jugar en casa contra el InterCanarias y con un simple empate se conseguía el tan deseado ascenso. Pero esa tarde- noche de aquel 18 de mayo de 1.975, ante aquella impresionante masa humana; el destino quiso que nuestro Equipo no lograra ver colmadas sus aspiraciones y perdíamos por uno a dos. Incluso después de repetir un penalti nuestro jugador Domingo Tacoronte que salió desviado por fuera de la portería. Y así, con ese balón que se fue fuera, se fueron las ilusiones de una sufrida Directiva, de un Entrenador trabajador, serio, honrado y mejor persona; de un grupo de jugadores y de una ¡ Gran Afición!. Pero así es el deporte, unas veces se gana y otras se pierde. Tal vez lo importante sea saber perder. El colegiado de este recordado encuentro fue el sureño D. Isidro Vega Viera. Corroborando la gran campaña de los Regionales, los juveniles conseguían esta misma temporada la mejor clasificación de su historia, quedando en un tercer puesto que supo a poco, pues pudo haberse conseguido el primer puesto de la clasificación si el equipo Regional no hubiese necesitado los servicios de muchos de sus jugadores. Este equipo juvenil estaba entrenado por D. Armando Pérez y lo formaban: Carlos García, Elías García, Pepe Delgado, Julián García, Máximo García, Rito Silva, José Miguel, Marcelo González, Francisco Montesdeoca, Félix Pérez García, Macías, Agustín, José Juan, Julio y José Molina. Al finalizar esta temporada también finalizaba el mandato de la Junta Directiva y se convocan elecciones. El Presidente saliente decide no presentarse a la reelección, ya que ocupaba el cargo desde 1963 y después de una temporada cargada de alicientes estimó oportuno darle paso a otra persona que podría darle nuevos aires al club. Fue convocada la Asamblea General Extraordinaria para el 12 de julio de 1.975 y sólo se presentó una candidatura encabezada por D. Gregorio R. Martín González, que fue proclamada vencedora por ser única. Con el nuevo Presidente continuaron la mayoría de los miembros de la anterior Directiva. 1975 – 1976 orman la directiva esta temporada las siguientes personas: PRESIDENTE: D. Roberto Martín González, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Jesús Delgado Sosa, VICESECRETARIO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, TESORERO: D. Ignacio Vega Aguiar, CONTABLE: D. Roberto Tacoronte Guerra, VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Antonio Tacoronte González, D. Donato Rivero Martín, D. Juan González Mendoza y D. Miguel Tacoronte Melián. El equipo estaba formado por: Antonio Betancor, Juan Ruiz, Ramón Suárez, Domingo Tacoronte, Aladino Suárez, Juan Martín Martín, Pedro Medina, Ramón F Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 30 Mederos, Jorge López, Domingo García Molina, Eugenio García Molina, Francisco Mendoza, Fernando García, Guillermo Delgado y Julio Silva. Se ficha esta temporada como entrenador a D. Mariano Chirivella. Este año fue deportivamente aceptable, aunque flojo en lo económico. La Directiva decide no renovar el contrato del pequeño bar al arrendatario. Luego, en un tiempo record de dos años lo tuvieron arrendado unos cinco señores y la gente, en especial la de fuera, se fue alejando. 1976 – 1977 a Directiva sufre una pequeña remodelación, de tal forma que: Siguen en la misma: PRESIDENTE: D. Roberto Martín González, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas y todos los vocales. Entran nuevos: SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago, VICESECRETARIO: D. Tomás Manuel Falcón Pérez, CONTABLE: D. Braulio Pérez Santana, VOCALES: D. Cecilio González Ramos . Se renovó parte de la plantilla y la Federación de Fútbol de Las Palmas creó la Categoría de Cadetes. El club federó un equipo Cadete, pero retiró el Infantil. La Categoría de Cadetes solamente duró un año, pues la propia Federación la extinguió. Se fichó como entrenador del Primer Equipo a D. Luís Ramos Molina ( quien ya había entrenado al equipo varias temporadas antes) y del Juvenil a D. Armando Pérez Rodríguez. El equipo Regional se clasificó a media tabla y el Juvenil también hizo un buen papel. Económicamente, la temporada fue mala y acabó con un déficit bastante elevado. 1977 – 1978 l principio de esta temporada, el Presidente decide presentar su dimisión en Asamblea General Ordinaria y queda al frente de la Entidad el Vicepresidente D. Ignacio Gil Armas, que convoca Asamblea General Extraordinaria para el L A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 31 3 de septiembre con el fin de elegir nueva Directiva. Ese mismo día los socios asistentes animan a D. Urbano Jorge para que vuelva a presentarse para la Presidencia, lo que, ¡ como siempre! termina aceptando y presentando la siguiente candidatura: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago ( q. e. p. d), VICESECRETARIO: D. Tomás Falcón Pérez, TESORERO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, CONTABLE: D. Pedro Guillén Hernández, BIBLIOTECARIO: D. Lucio Benítez Padrón , VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Juan González Mendoza, D. Juan González Medina, D. José Díaz Vega, D. Bartolomé Montesdeoca Armas, D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Guillermo Díaz Vega, D. Miguel Tacoronte Melián y D. Eugenio Melián. Al no presentarse ninguna otra candidatura, la misma toma posesión el día del vencimiento de la convocatoria y acuerda fichar como entrenador del Regional a D. Armando Pérez Rodríguez, que procedía del Juvenil. Se subieron al Regional varios jugadores que procedían del Juvenil que dieron muy buen rendimiento y se ficharon otros jugadores como Juan Santana, portero que venía cedido del U. D. Guía; y Juanito Estévez y Adolfo Umpiérrez, que procedían del Unión Moral. Para poder hacer frente a las deudas que se venían arrastrando y a los demás pagos se tuvo que solicitar un préstamo a la entidad bancaria “ La Caja” por un importe de 100.000 ptas., que fue concedido personalmente a D. Ignacio Gil Armas para abonarlo en el plazo de seis años. Gracias a la gran plantilla que se había conseguido reunir, a la buena armonía que había entre los jugadores, técnicos y directivos y al apoyo de la Afición, nuestro Equipo conseguía, ¡ por fin! el tan codiciado ascenso a 2 ª Regional cuando faltaban aún cinco jornadas para Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 32 terminar la temporada, ganando en casa al C. D. Caideros por dos goles a uno en un buen partido. Se conseguía de esta forma el primer Gran Éxito del club en su historia. Se inscribía con letras de oro la fecha del 23 de marzo de 1.978 en el historial del equipo. El equipo en esta temporada extraordinaria estaba formado por: Juan Manuel, Isidro Gil, Betancor, Domingo García, Juan Santana, Julio, Rito Silva, Marcelo, Rito Gil, Alberto, Pepe, Jorge, Adolfo, Cristóbal, Ignacio, Pancho, Kiko, Juan Quintana, José García, Carmelo Cabrera, Francisco “ cuarto kilo”, Fernando, José Antonio “ Valerio” y Juan Estévez. Como masajista del equipo y utilero en esta memorable temporada estaba D. Victoriano Díaz Díaz y como Delegado D. Cristóbal Padrón Díaz . 1978 – 1979 e renueva el contrato al entrenador del Regional D. Armando Pérez Rodríguez y por consejo suyo se fichan varios jugadores. La Entidad sufre muchos altibajos, llegándose a la situación de que el mismo equipo y el mismo entrenador que habían conseguido el ascenso la temporada anterior, se ven abocados en esta a jugar la promoción de descenso. La Directiva se reúne con jugadores y técnico y subsanadas algunas diferencias de criterio, se logra ¡ afortunadamente! mantener la categoría. Para esta temporada se fichó como entrenador Juvenil a D. Juan Moreno Jiménez y con él, nuestro equipo Juvenil conseguía un trofeo que ya había visitado nuestras vitrinas en dos ocasiones anteriores: LA CORRECCIÓN, dando una vez más muestras del espíritu que siempre ha movido a nuestra Entidad. En octubre de 1.978 y después de darle muchas vueltas, se decidió comenzar la construcción del Nuevo Local Social, ya que se estaba pagando alquiler y no se disponía de fluido eléctrico, debiendo abonar la Directiva el coste de su instalación. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 33 1979 – 1980 e ficha como entrenador Regional a D. Pedro Alonso Rodríguez y para los juveniles a D. Juan Jiménez García. El equipo lo formaban: Carlos García Barrios, Domingo García Molina, Ramón Monzón, José Marcelo González Pérez, Santiago López Medina, Juan Aguiar Rivero, Mario Pérez Godoy, Rito Silva Montesdeoca, Jorge López Molina, Ramón Suárez, Francisco Montesdeoca Santiago, Francisco Sosa Gil, Félix Pérez García, Juan Medina Sosa, Elías García Molina, Bernabé Bolaños Hernández y Juan Díaz Herrera. Se refuerza la plantilla con gente como Santiago Medina procedente del C. D. Atalaya, Juan “ Aguiar” del C. D. Rehoyano y otros jugadores de la cantera. El 5 de diciembre de 1.979 fue inaugurada la primera planta del Local Social gracias al esfuerzo de un grupo de personas que se habían sacrificado tarde tras tarde durante ¡ once meses!. Pero lo más destacado de todos ellos es que además habían prestado su dinero y soportado las críticas de “ los de siempre” con gran resignación. Al finalizar esta temporada el equipo había quedado en sexto puesto de la clasificación a puntos iguales con el Firguense, aunque este equipo nos superaba por el “ gol average”. En los últimos partidos el entrenador había dado paso al Primer Equipo a varios Juveniles. La Federación de Fútbol de Las Palmas reestructuró la Liga y aumentó a dos el número de grupos en la Primera Categoría Regional, con lo que el Firguense se clasificó para jugar la liguilla de ascenso, cosa que consiguió. Acabada la Liga Regular, se juega la Copa Federación, en la que a nuestro equipo le toca jugar primero con el Arrecife en casa. La Directiva se reunió en varias ocasiones. Se hicieron cuentas y se llegó a la conclusión de que no se podía hacer frente a los gastos. Casi se toma la decisión de retirarse de la competición. Sin embargo, le fue comunicado este hecho a los jugadores y al entrenador y deciden por mayoría ceder parte de sus primas para pagar el viaje a Lanzarote. El viaje fue planificado cuidadosamente por el jugador Marcelo González Pérez. Para compensarles, más tarde se le entregó a la plantilla la recaudación del primer encuentro en Barrial, que fue de 11.000 ptas. y después 8.000 ptas. más. El desplazamiento a tierras lanzaroteñas fue muy agradable, ya que se solicitó al club conejero el adelantamiento del partido en veinticuatro horas, a lo que accedieron, teniendo nuestra delegación un día completo para hacer turismo. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 34 Fueron en total entre jugadores, cuerpo técnico, directivos, socios y aficionados más de sesenta personas y lo único desagradable fue el aterrizaje del avión en la ida, ya que dio tantos saltos que las maletas rodaron por el suelo. El encuentro de ida en Barrial se había ganado por un gol a cero y éste también se ganó por uno a dos, siendo protagonista nuestro delantero Rito Silva que sustituyó a nuestro portero Paquito faltando veinte minutos por lesión y se comportó como un auténtico portero titular. Al finalizar el partido, la comitiva se repartió por los distintos pueblos de Lanzarote, ocurriendo que algunos no llegaron hasta la mañana siguiente. Pero a la hora de la excursión que estaba programada en guagua estaban todos. Se hizo un recorrido por toda la isla y a las siete de la tarde se producía el regreso después de un día lleno de recuerdos. En la segunda eliminatoria el rival era el Unión Marina. Se empató a dos en casa y en el segundo partido jugado en Telde el equipo terminó perdiendo por tres goles a dos, después de jugar una prórroga de media hora, con lo que quedamos eliminados. En el plano social y cultural se intentó fomentar los bailes, para lo que se contrató a buenos conjuntos musicales, pero no se logró que tuviesen aceptación. Así mismo, se realizaron actos culturales y charlas coloquio a cargo, entre otros, del periodista D. Santiago Betancor Brito y del entrenador de la U. D. Las Palmas D. Antonio Ruiz. También se procuró popularizar el Ajedrez, Damas y Ping Pong sin éxito. Sin embargo, el juego de Lotería y las máquinas tragaperras si que arraigaron y tuvieron bastante éxito, aportando a la Entidad unos suculentos ingresos que sirvieron de gran ayuda para la adquisición de mobiliario y de material deportivo. 1980 – 1981 sta temporada se dejó de celebrar el Torneo Sardina C. F., pues dejaba pérdidas. Se fichó como entrenador del Regional a D. Juan Díaz Santiago, aquél que fuera gran jugador del U. D. Guía y que no puso condiciones económicas. Pero a mediados de la segunda vuelta, su empresa lo trasladó a otro lugar y tuvo que dejarnos. Entonces se hizo cargo del equipo el entrenador de los Juveniles D. Juan Jiménez García. Para los Juveniles se nombra entrenador a D. Pedro Tacoronte Pérez. Hay que reseñar que se produce una desbandada de jugadores de nuestra plantilla hacia otros equipos, quedándonos tan solo con cuatro o cinco de los de la temporada anterior. Por tal motivo y a la desesperada, se comienza a fichar jugadores “ al lazo” entre los equipos de fútbol veterano. De esta manera se llegó a la cifra de ¡ 34! jugadores fichados. Las consecuencias de tan poca planificación y de tanto fichaje “ alocado” no tardarían en dejarse sentir. El equipo estuvo sin ganar un partido hasta la jornada 21 ª , en la que se consiguió la victoria contra el Bañaderos por tres goles a uno. Luego, el equipo experimenta una ligera mejoría, ganándose unos cuantos partidos más. Sin embargo, y aunque se terminaba la temporada ganando al Guayarmina en Agaete por seis goles a uno, el equipo, desahuciado, descendía de nuevo a la 3 ª Categoría Regional. Al igual que el primer ascenso de categoría supuso un gran aliciente y una gran alegría para la Afición en general, este descenso suponía el desencanto generalizado de Socios, Directivos y Afición. E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 35 Por esta época las cosas habían cambiado muchísimo. La Afición ya no era la misma de los primeros años. Desde que el equipo dejó de entrenar y jugar en Sardina, se fue notando poco a poco la ausencia de público a los partidos y esto, naturalmente, repercutía de una forma negativa en la economía del club. Si a esto añadimos que la construcción del nuevo Local Social ocasionó deudas que pesarían en la economía de la Entidad, tendremos el panorama perfecto para comprender la marcha del equipo. Por si fuera poco, en los últimos años, se habían fichado algunos jugadores de Las Palmas que, pese a la buena voluntad de la Directiva, ocasionaban también unos gastos elevados. La construcción del nuevo Local Social había dejado exhaustos a los directivos, el descenso del club causó desilusión entre los socios y la afición en general se sentía alejada del club. Así las cosas, no serían de extrañar consecuencias posteriores que no tardarían en llegar. 1981 – 1982 e ficha como entrenador regional a D. Pedro Alonso Rodríguez, quien ya había entrenado al equipo dos temporadas antes. Para los juveniles se ficha a D. José Luis Vega González. El equipo lo formaban: Carlos García Barrios, Manuel Rivero Navarro, Rito Padrón González, José Marcelo González Pérez, Basilio Medina, Juan Aguiar, Manuel Carlos Sosa López, Juan Tacoronte, Félix Pérez García, Juan H. Rivero Suárez, Francisco Montesdeoca Santiago, Ramón Suárez, Julio Guillén P��rez, Plácido García, Isabelino Medina Sosa, Tomás Armas Armas y Jorge López Molina. El día 6 de septiembre de 1981 termina el período de mandato de D. Urbano Jorge Medina, por lo que éste deja su cargo, que pasa a ocupar el hasta entonces vicepresidente primero, D. Ignacio Gil Armas. El día 2 de noviembre del mismo año se convocan elecciones para nombrar nueva Junta Directiva, no presentándose a las mimas ninguna candidatura, por lo que tiene que presentarse la misma que estaba, quedando compuesta por los siguientes señores: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina , VICEPRESIDENTE 1 º : D. Ignacio Gil Armas, VICEPRESIDENTE 2 º : D. Florencio Pérez González, SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago , SECRETARIO 2 º : D. Tomás Manuel Falcón Pérez, TESORERO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, DELEGADO JUVENILES: D. Cristóbal Padrón Díaz , BIBLIOTECARIO: D. Lucio Benítez Padrón , PRESIDENTE DE SALA: D. Juan González Montesdeoca, VOCALES: D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Juan González Mendoza, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Juan González Medina, D. Plácido Vega Aguiar, D. Antonio Tacoronte González, D. Cipriano García Mendoza y D. Guillermo Díaz Vega, D. José Díaz Vega, D. Miguel Tacoronte Melián, D. Gregorio Molina Santiago, D. Eugenio Melián Jiménez. La plantilla la formaban un grupo de jugadores tranquilos y esto se dejaba notar en la marcha del equipo. El “ librillo” del entrenador, muy estimado por nuestra afición, también se dejó sentir y así el equipo conseguía terminar la primera vuelta sin perder un solo partido. En la segunda vuelta continuaba el equipo su marcha triunfal hacia el título. La pasó arrolladoramente, perdiendo tan sólo un partido contra el Valleseco por dos goles a cero. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 36 Durante toda la temporada nuestro equipo mantuvo una igualdad total con el equipo de Los Portales. En la última jornada este equipo juega su partido en el Polideportivo de Arucas frente al Puertillo, venciendo por cuatro goles a uno. Nuestro equipo por su parte juega el último partido de liga en Barrial contra el Sta. Brígida Atco., ganando por cinco goles a uno, con lo que quedamos ¡ Campeones! del 2 º Grupo de la 3 ª Categoría Regional y conseguimos nuevamente el ascenso a la 2 ª Categoría Regional. El resumen de esta temporada es el siguiente: Quedamos campeones con 31 puntos. Se consiguieron 12 victorias, 7 empates y 1 derrota ( Valleseco). El equipo estuvo invicto ¡ 14 jornadas!. 48 goles a favor y 15 en contra. Se marcaron 6 goles de penalti, se fallaron 2 penaltis, nos marcaron 1 gol de penalti y marcamos 1 gol en propia puerta. El jugador más regular fue Manuel Rivero “ Lolo”, el más constante Julio Guillén y el máximo goleador fue Francisco Montesdeoca “ Pancho” con 13 goles, seguido de Félix Pérez García con 12 y Juan Tacoronte con 11. Después del partido se le ofreció a la plantilla un “ agasajo” en el Local Social, cosa que disgustó mucho a algunos socios, porque el murmullo de la celebración les impedía concentrarse en el juego de cartas que desarrollaban en la planta alta del local. Este hecho sentó muy mal a nuestros jugadores. Rubricando la gran campaña de los Regionales, los Juveniles conseguían esta temporada la segunda mejor clasificación de toda su historia, quedando en cuarto lugar, tan sólo superados por Guayarmina, Barrial y Agaete. La plantilla de los Juveniles la formaban esta temporada: David Molina González, José Rogelio Moreno Mendoza, Francisco Molina del Pino, Fernando Díaz Díaz, Rito Suárez Trujillo, Nicolás Viera Mendoza, Moisés Gil Mendoza, Agustín Reyes Delgado, Manuel Rivero Pulido, Bartolomé Guerra Pulido, José Nuez Díaz, Juan Luís Quesada Hernández, José Pérez García, Salvador García Ramírez, Jesús Gil López, Francisco Javier Gutiérrez Jorge, Martín González Mendoza y Pedro Suárez García. Esta temporada no se les dio primas a los jugadores. A cambio, todos los meses durante la temporada se les entregaron números de rifas para que los vendieran. De esta forma se reunió dinero suficiente para hacer un viaje de fin de temporada a Portugal. Algunos jugadores Regionales no pudieron hacer el viaje a Portugal. Por este motivo la Directiva invitó a varios jugadores Juveniles, entre los que se encontraban Moisés Gil Mendoza y Nicolás Viera Mendoza para que hicieran el viaje con la plantilla. Entre jugadores, técnicos, directivos, socios y aficionados; hicieron el viaje aproximadamente unas setenta personas. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 37 Aterrizamos en el aeropuerto de Sevilla un caluroso día de verano. Desde allí hasta nuestro destino ¡ 12 horas! en guagua, con una sola parada en un pequeño pueblo de Cáceres llamado Zafra para tomarnos un helado y continuar. En la frontera entre Cáceres y Portugal se produjo la anécdota. A Moisés y a Nicolás Viera se les había olvidado llevar el DNI. y además eran menores de edad. A Moisés consiguieron “ camuflarlo” como sobrino de D. Ignacio Gil Armas “ Ignacito” al coincidir los apellidos. Sin embargo, en el caso de Nicolás Viera la cosa fue un poco más complicada, ya que se necesitaron algunas gestiones “ diplomáticas” para solucionar el problema. Estas gestiones las realizó D. Marcos Vega Aguiar que era uno de los socios acompañantes de la expedición y a la sazón Guardia Civil. Tuvo D. Marcos que hacer llamadas a la Policía Municipal de Gáldar para que desde aquí se autentificara la personalidad de “ Viera”. Una vez solucionado este “ pequeño” problema burocrático, pasamos la frontera y ya en tierras portuguesas... ¡ derechitos! hacia nuestro destino final, que no era otro que un pueblecito situado en la costa atlántica del país llamado Ericeira. El final del viaje no pudo ser más caótico. La expedición llegó a las ¡ 3 de la madrugada! a un pequeño hotel de “ 5 palillos de dientes”( no de cinco estrellas). Agotados por tan largo viaje, al llegar nos encontramos con una cena compuesta por unas papas fritas de las que se venden en paquetes y unas hojas de lechuga, todo ello bastante “ frío y manío”. El reparto de habitaciones fue otro caos, teniendo los responsables del “ hotel” que retirar muebles de algunas de ellas para poder acomodarnos. Sin embargo, una vez solucionados estos problemillas de nuestra “ llegada triunfal”, conseguimos pasar una semana de lo más entretenida. Se hicieron varias excursiones, entre las que se pueden destacar por ejemplo la que se hizo a la capital, Lisboa o a la ciudad de Belem. También fuimos al santuario de la Virgen de Fátima, donde la guía que nos acompañaba nos explicó con todo lujo de detalles la historia de los pastorcillos y la aparición de la Virgen. Una vez terminado el viaje, regresamos a casa, para pasarnos unas semanas más embriagándonos con los hermosos recuerdos de nuestro viaje a Portugal. El día 26 de abril de 1982, después de doce años como presidente del club, presentaba su dimisión D. Urbano Jorge Medina. Toda una vida dedicada al club, con amor, voluntad y ganas de trabajar. Él fue uno de los “ pioneros” del Sardina ( no olvidemos que jugó en el primer equipo que se hizo en 1949). El contribuyó a que el equipo surgiese de nuevo en 1963. Y él permaneció al frente del club desde 1969 hasta 1982, tan sólo interrumpida esta trayectoria en la temporada 75 – 76. Él hizo historia en el club, él dejó huella, él fue toda una institución en la Entidad. Él explicaba los motivos de su dimisión en un escrito dirigido a su Junta Directiva, en el que, entre otras cosas, dice: “ Presento mi dimisión, porque creo que ya me llegó el momento de dar paso a otra persona. Aunque me duela, debo comprender que a todos nos llega el momento de la retirada y ahora me llega a mí, pero esto es ley de vida. Pero, por encima de mí está la Entidad, que es lo que importa, ya que las personas pasamos y la Entidad, si somos honrados, debe seguir, pero seguir bien, ya que soy consciente de que la nuestra no está todo lo bien que yo deseo. No lo está, tal vez porque yo no la haya sabido llevar, tal vez porque uno al llevar muchos años vaya perdiendo facultades, porque… tal vez sean muchos años. Pero como yo me considero responsable de que esta Entidad no funcione como yo quiero y deseo, es por lo que estimo el momento oportuno de darle paso a otra persona que pueda llevar adelante el timón de esta nave a la que se le están rompiendo las amarras. Yo he dado ya mucha soga y ahora no encuentro el “ chicote” – como diría un pescador -. Creo que me llegó el momento por varias razones. Me explico: porque el local está terminado, porque en lo económico no estamos muy mal, porque Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 38 nuestro querido equipo está en segunda y porque faltan cinco meses para comenzar la próxima temporada y la nueva junta tendrá el tiempo suficiente para preparar la nueva temporada. Si hacemos un resumen de lo hecho por la actual directiva hasta el momento, modestamente creo que ha sido positivo. Y si los que vienen o se quedan trabajan un poquito, estoy casi seguro que se podrá hacer una buena labor, que es en verdad lo que nuestra Entidad necesita. Ya que nuestra Sociedad tiene una entrada de poco más de 400.000 ptas. y los gastos son aproximadamente de unas 370.000 ptas. Pero entiendo que los ingresos no lo son todo. Hay que hacer actos culturales, hay que organizar la secretaría, hay que hacer campaña de socios, hay que buscar nuevas fuentes de ingresos. Por otra parte, tenemos el hijo subnormal que es el Fútbol y tenemos que cuidarlo un poquito más. Todo esto se consigue a base de trabajo, a base de voluntad y por lo que veo todos estamos cansados y que ninguno me diga que no, porque si lo dice, esta mintiendo o no quiere entenderlo así. Dimito, pero eso sí, estoy dispuesto a colaborar con quien me sustituya y por supuesto no estaré dispuesto a que esto que tanto trabajo nos ha costado, lo maltraten o lo lleven al caos. Les agradezco la colaboración a todos los directivos y socios que de una forma u otra me han ayudado. Gáldar, a 26 de abril de 1982”. Su puesto lo ocupó el hasta entonces vicepresidente primero D. Ignacio Gil Armas. 1982 – 1983 ebido a la gran campaña realizada la temporada anterior, en esta se respiraba confianza y hasta cierto aire de “ pequeña grandeza”. Después de la dimisión de D. Urbano Jorge Medina, se eligió nueva directiva, que quedó formada por los siguientes señores: PRESIDENTE: D. Tomás Manuel Falcón Reyes, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Antonio Díaz González, VICESECRETARIO: D. Antonio Montesdeoca Armas, TESORERO: D. Anacleto Mendoza Jiménez, CONTABLE: D. José Pérez Díaz, VOCALES: D. Cristóbal Padrón Díaz , D. Antonio Tacoronte González, D. Juan González Medina, D. Guillermo Díaz Vega, D. José Díaz Vega, D. Mauricio Mateo Molina, D. Eugenio Melián Jiménez y D. Gregorio Molina Santiago. Esta temporada se ficha como entrenador Regional a D. Juan José Caballero, cuya característica más interesante era la poca preparación física que daba a los jugadores y el buen resultado que esto le daba, a tenor de la marcha del equipo. Para los Juveniles se renovaba el contrato a D. José Luis Vega. El equipo hace una excelente primera vuelta, consiguiendo quedar entre los cinco primeros clasificados. Se contaba con un grupo de jugadores tranquilos y honrados, que luchaban a tope en cada uno de los encuentros. Esto se veía reflejado en la marcha del equipo. La clasificación que se había obtenido en la primera vuelta daba a su vez mucha moral y confianza. El equipo lo formaban: Manuel Rivero Navarro, Ramón Suárez, Isabelino Medina Sosa, Félix Pérez García, Manuel Rivero Pulido, Bartolomé Guerra Pulido, Plácido García Cabrera, Manuel Carlos Sosa López, Basilio Medina García, José Pérez García, Francisco Molina del Pino, Elías García Molina, Felipe Díaz Ramos, Antonio Perdomo Sánchez, Ricardo Pérez Hernández, José D Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 39 García García, Juan Aguiar Rivero, Juan Tacoronte Gil, Antonio Rodríguez González y Carmelo Rodríguez González. En la segunda vuelta el equipo seguía funcionando bien. Comenzaba a “ paladearse” incluso algo que hubiese supuesto muchísimo en la historia del club: “ el ascenso a 1 ª Regional”. No obstante, el día 5 de abril de 1983 iba a constituirse en uno de los días más “ negros” que haya tenido el club en toda su historia. Este día ( Martes), se jugaba en Barrial un partido trascendental contra el C. D. La Luz. Nuestro equipo en estos momentos iba clasificado en tercer lugar y el C. D. La Luz en segundo, lo que hacía que el partido fuese, a priori, difícil. Las cosas iban bastante bien, hasta que en una jugada de la segunda parte surgió el “ escándalo”. Un altercado entre jugadores de ambos clubes y nuestro equipo, que hasta entonces había sido uno de los más correctos de la competición, fue el que tuvo que pagar los “ platos rotos”. Fruto de la “ incompetencia arbitral”, a nuestro equipo le sancionan ¡ siete jugadores! ( algunos de los cuáles, no tuvieron nada que ver en el altercado) y al entrenador, cerrándonos, al mismo tiempo, el campo por cuatro partidos. Naturalmente se presentan los oportunos recursos ante la Federación de Fútbol de Las Palmas, haciendo ésta, oídos sordos a los mismos, manteniéndose rígida en su postura, lo que dejó muy dolida a nuestra Directiva, que “ objetivamente” creía injustas dichas sanciones. Las consecuencias de semejante “ descalabro” no se dejaron esperar. A partir de entonces el equipo tiene que jugar los partidos de casa en St ª M ª Guía con juveniles y los resultados son “ calamitosos”. El primer partido que se jugó después de las sanciones, se perdi�� ¡ 10 – 0!, contra el C. D. Atalaya. En los restantes partidos, hasta que se cumplieran las sanciones, nuestro equipo corrió semejante suerte. ¡ Afortunadamente! y “ a pesar de los pesares”, el equipo consiguió mantener la categoría. Se pasaba vertiginosamente de saborear el ascenso, al mal sabor de boca que produce luchar por eludir el descenso. Pero el fútbol tiene estas cosas. Unas veces, “ sin comerlo ni beberlo”, te encuentras con el ascenso en las manos. Otras, luchando a tope y con fe en el triunfo, se te viene todo abajo. Es un deporte y como deportistas, con el espíritu de corrección que siempre nos ha caracterizado, tenemos que encajar todos estos “ pequeños tropiezos”. El 30 de junio de 1983, dimite el presidente por razones de estudios, pasando a desempeñar sus funciones, el hasta entonces vicepresidente, D. Ignacio Gil Armas. 1983 – 1984 nte la dimisión del presidente, se convocan nuevas elecciones, no presentándose ninguna candidatura, por lo que tiene que volver a tomar las riendas del club una persona que, a pesar de los años, aún tendría arrestos para hacerlo: D. Urbano Jorge Medina. Su nueva Junta Directiva quedaba compuesta por: PRESIDENTE 2 º : D. Bartolomé Montesdeoca Armas, PRESIDENTE 3 º : D. Florencio Pérez González, SECRETARIO: D. Carmelo Quintana Moreno, SECRETARIO 2 º : D. Antonio Montesdeoca Armas, TESORERO: D. Anacleto Mendoza Jiménez, DELEGADO REGIONALES: D. Ignacio Gil Armas, DELEGADO JUVENILES: D. Cristóbal Padrón Díaz , VOCALES: D. Anastasio Díaz Vega, D. Guillermo Díaz Vega, D. Carlos Mendoza Molina, D. Miguel Tacoronte Melián, D. Remigio Cubas Cabrera y D. José Pérez González. Se ficha como entrenador regional a D. Faustino Montesdeoca Armas y para los juveniles a D. José Marcelo González Pérez, ambos “ de la casa” y ex – jugadores del club. A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 40 La anterior había sido una temporada desgraciada, en la cual “ a pesar de todo”, se había “ paladeado” el ascenso a primera. Tal hecho hacía que en esta nueva temporada los ánimos estuviesen a “ flor de piel”. Ya desde la presentación del equipo se hacían votos de confianza y de fe en el ascenso que tanto se merecía el equipo. No obstante, se disponía de casi todo lo necesario: una Directiva veterana y experimentada, un entrenador “ de la casa” que conocía el equipo a fondo y un equipo que, sin desmerecer los anteriores que ha tenido el club, era el idóneo para conseguir dicho propósito. Formaban este equipo: Antonio Rodríguez González, Plácido García Cabrera, Manuel Rivero Navarro, Nicolás Guzmán Tacoronte, Basilio Medina García, Ramón Suárez, Elías García Molina, Jesús García Molina, Manuel Rivero Pulido, José Pérez García, Miguel Rodríguez Gil, Moisés Gil Mendoza, Nicolás Viera Mendoza, Juan H. Rivero Suárez, Juan Medina Sosa, Félix Pérez García, Carlos García Barrios, Bartolomé Guerra Pulido, Francisco Montesdeoca Santiago, Francisco Javier Gutiérrez Jorge y José Díaz Díaz. La temporada no podía comenzar mejor, pues en el primer partido de copa se le ganaba al C. D. San Isidro por dos goles a cero. Este hecho acrecentó la moral y la confianza. Quizás se caminaba un poco sobre el aire. No obstante, en los restantes partidos de copa sólo se le ganó al U. Moral por dos goles a uno. La Afición, por esta época, era prácticamente nula. Era muy poco el público que acudía a ver los partidos del equipo. De esto, naturalmente, se resentía el club. La Directiva, por su parte, hacía lo que buenamente podía para cubrir los presupuestos. Mientras tanto, el equipo terminaba la primera vuelta de una forma un tanto irregular, que no concordaba en absoluto con los planes previstos, ni con la “ teórica” valía de sus jugadores. Algo estaba fallando. En abril de 1.984, el Presidente resulta atropellado por un transporte. Este hecho le aparta de sus funciones una larga temporada, haciéndose cargo de la Entidad el Vicepresidente D. Bartolomé Montesdeoca Armas. En la segunda vuelta, las cosas seguían igual. El equipo no conseguía apretar a fondo el acelerador y así, a una de cal, le seguían dos o tres de arena. Ni siquiera el sorbito de café caliente que el entrenador daba a los jugadores antes de cada partido, conseguía poner “ a tono” la situación. Esta situación se fue deteriorando poco a poco. Muchos de los jugadores “ clave” del equipo dejaron de acudir a los entrenamientos y a los partidos y los que se quedaron mantenían unas relaciones un poco “ tensas”. Por si todo esto no era suficiente, algunos jugadores comienzan a exhibir una falta de responsabilidad “ bochornosa”. ¿ Qué estaba ocurriendo?. La situación del club no era muy boyante, los resultados deportivos no acompañaban y por si fuera poco, ésta se constituía en una de las temporadas en que más tarjetas había recibido el club en toda su historia. ¿ Por qué?. El equipo seguía a la deriva en la competición y todo hacía presagiar un mal desenlace. Sin embargo, haciendo honor a ese espíritu de lucha que siempre nos ha caracterizado, aún quedarían arrestos para hacer alguna que otra hazaña; como fue ganar al U. D. Barrial, con diez jugadores ( por expulsión del otro), por dos goles a uno. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 41 Pero esto no era suficiente y el equipo, poco a poco, se iba descolgando de la clasificación. Cuando solo quedaban dos partidos para terminar la temporada nos faltaban dos puntos para eludir el descenso. El primero de estos encuentros lo jugamos en casa frente al Teror y solamente se consiguió un “ pírrico” empate. En este partido, para poder hacer la alineación, el entrenador tuvo que esperar por varios jugadores que estaban jugando un torneo de futbito en San Isidro. El último partido de la temporada se jugó en el Pepe Gonçalvez contra el C. D Muelle Grande, que en esos momentos era el colista y nos ganó por un abultado y escandaloso ¡ 10 – 2!. En esta ocasión no acudieron a jugar varios jugadores, puesto que se encontraban jugando un torneo de cuarenta y ocho horas de futbito en Becerril. De esta forma tan lamentable descendía nuevamente nuestro equipo a la 3 ª Categoría Regional, resumiendo lo que había sido la temporada entera: UNA CALAMIDAD. ¿ De quién había sido la culpa?, ¿ de la Directiva, del entrenador, de los jugadores, de la Afición?. Muchas preguntas y pocas respuestas. No obstante, en lo económico podría decirse que las causas habría que buscarlas muchos años atrás. Concretamente desde 1973. Aunque al principio no se notase mucho, poco a poco se iría sintiendo el enorme daño que causó al equipo dejar de entrenar y jugar en Sardina. Si a esto, añadimos el enorme esfuerzo económico que costó la construcción del nuevo Local Social y el dinero que se había gastado durante muchos años en jugadores “ foráneos”, tendremos el cuadro perfecto para la debacle económica del club en esta temporada. Pero… ¿ y en lo deportivo?. ¿ Qué había pasado?. Al principio de la temporada se disponía de casi todo para conseguir el tan codiciado ascenso a Primera y al final no se conseguía nada. Mejor dicho, se conseguía el descenso. ¿ Una mala planificación, quizás?. ¿ Se caminó más sobre el aire que sobre la tierra?. Preguntas estas que quedan en el aire para quien quiera o pueda responderlas. Lo cierto es que el equipo había descendido y que este hecho apenas inmutó a la afición, que en los últimos años había olvidado por completo las alegrías que en el pasado le había proporcionado el equipo y lo mucho que éste le necesitó en las últimas temporadas. Un amargo sabor de boca. Quince temporadas en competición, muchas alegrías y muchas penas, pero siempre “ al pie del cañón”. Sin embargo, en esta última temporada no sólo se descendía a Tercera, sino que todo indicaba y aconsejaba la desaparición del equipo. ¡ Muy triste! Al final de esta temporada, el Presidente presenta su dimisión por estar todavía convaleciente de las graves lesiones sufridas en el mencionado accidente. Ésta le fue aceptada en Asamblea General celebrada el 25 de mayo de 1.984, quedando como Presidente en funciones el Vicepresidente D. Bartolomé Montesdeoca Armas. 6. LA EXCEDENCIA 6.1 Dos años de excedencia erminada la temporada 83– 84, el ambiente que se respiraba era una sensación de vacío total. Por la mente de todos rondaba una idea que cada vez se hacía más insistente: “ LA DESAPARICIÓN DEL EQUIPO”. La indiferencia de unos y el agotamiento de otros contribuían a acentuar esta sensación. Podría definirse esta situación como el silencio que se produce antes de la tormenta, o el que se produce después de la derrota. El mutismo era generalizado. Todos esperaban un desenlace definitivo. Por estas fechas había dejado sus funciones de presidente D. Urbano Jorge Medina, por razones de salud. Su puesto pasa a desempeñarlo, el hasta entonces vicepresidente 1 º , D. Bartolomé Montesdeoca Armas. En esta situación, la Junta Directiva convoca una Asamblea General Ordinaria para el día 25 de junio de 1984, cuyo tercer punto del orden del día era: “ 3. Solicitar prórroga para los equipos de fútbol”. A la vista de este orden del día, en el que se iba a pedir prórroga para los equipos de fútbol, los jugadores se reúnen en el colegio T Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 42 viejo, invitados por D. Pedro Tacoronte Pérez, para hacer un último intento por salvar al equipo. En esta reunión, todos los jugadores llegan al acuerdo de funcionar como un equipo aficionado, para ahorrar al club el mayor número de gastos y así poder seguir adelante. Firmes en este propósito, los jugadores deciden presentar dicha propuesta en la Asamblea General. Se daban de esta forma los últimos coletazos en un intento de supervivencia. Llegado el día de la Asamblea General, D. Urbano Jorge Medina no puede asistir a la misma, pues como es sabido, estaba enfermo. Sin embargo, siempre intentando salvar la situación, manda un escrito para que se lea a los presentes. En dicho escrito, Urbanito decía textualmente: “ Señores asistentes a esta Asamblea, les pido disculpas por no acudir a esta importante Asamblea, pero razones de fuerza mayor me lo impiden. Por tal motivo voy a hacerles un resumen de lo que yo personalmente quería exponerles: 1. Visto el problema por el que atraviesa la situación de nuestra Entidad, con lo de pedir prórroga por dos años para nuestro equipo, yo estimo que nuestro equipo debe seguir participando. Pero para ello es necesario que los socios colaboren, porque es un poco lamentable que por falta de material humano, nuestro club vaya a desaparecer. Y está más que comprobado que lo que hace falta es un grupo de personas que estén dispuestas a colaborar. 2. Lo que si estimo oportuno es solicitar prórroga por dos temporadas para el JUVENIL, hasta ver si en ese tiempo se hace un campo por esta zona, porque de lo contrario estamos malgastando tiempo y dinero, ya que vamos cogiendo chavales de quince años que no han practicado nunca el fútbol y por este conducto se pueden ahorrar como mínimo doscientas y pico mil ptas. 3. Lo grave no es sólo el fútbol. Son varias las cosas que están en crisis. La Sociedad necesita un grupo de personas con ganas, porque el local no es sólo para unas cuantas personas. El local necesita que se hagan actos culturales, competiciones de todo tipo, tales como: campeonatos de envite, damas, parchís, ajedrez, etc. Pero algunos preferimos organizarlos en otros locales. Claro… y así nos va. 4. Tenemos que tener muy en cuenta que promocionando la Sociedad, se aumentará el número de socios y hasta los “ morosos” pagarían. Pero para eso, repito, hace falta la colaboración de todos. Es una pena que una Entidad que se ha hecho con tanto sacrificio, por falta de voluntad, por falta de amor propio, se quede al garete. Yo modestamente apelo a la responsabilidad de ustedes”. Una vez leído el escrito de Urbanito, se sigue con el orden del día hasta llegar al tercer punto, en el que los jugadores representados en la persona de D. Pedro Tacoronte Pérez, exponen su propuesta. Se inicia entonces un diálogo entre todos los presentes, no llegándose a un acuerdo en este aspecto, por lo que la reunión se dio por finalizada en un tiempo record que dejaba bien claro el interés que existía por sacar el equipo adelante. El día 30 de junio de 1984 presenta la dimisión D. Urbano Jorge Medina, quedando como Presidente accidental D. Bartolomé Montesdeoca Armas. Un rayo de esperanza surgió cuando un socio de la Entidad quiso presentarse como Presidente. Sin embargo, poco duró el brillo de ese “ rayo”, pues tan rápido como surgió, desapareció. Se volvía así a la misma situación anterior. El día 23 de julio de 1984, la directiva en funciones hace el escrito solicitando la prórroga, que textualmente dice: “ En reunión celebrada por la directiva en funciones del Sardina C. F., entre otros asuntos adoptó el siguiente: Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 43 Solicitar de ese Organismo ( Federación de Fútbol de Las Palmas) EXCEDENCIA por dos temporadas para nuestros dos equipos, Regional y Juvenil, por razones de
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Calificación | |
Título y subtítulo | Sociedad Sardina del Norte y Sardina C.F.: una "pequeña historia" 1949-1994 |
Autor principal | Gil Mendoza, Moisés |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Gáldar (Gran Canaria) |
Editorial | InfoNorte Digital |
Fecha | 2003 |
Páginas | 62 p. |
Materias |
Sardina Club de Fútbol Historia Deportes Gestión Canarias |
Enlaces relacionados | http://www.infonortedigital.com |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 2 Mb |
Notas | Ver todos los documentos de Infonorte digital: http://tinyurl.com/679l7lv |
Procedencia | Infonorte Digital |
Texto | Una ... ��� pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 1 SOCIEDAD SARDINA DEL NORTE Y SARDINA C. F. UNA... “ Pequeña Historia” 1.949 – 1.994 Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 2 Autor: Moisés Gil Mendoza. Primera Redacción: Año 1986. Actualización y Correcciones: Año 2003. Documentación: D. Urbano Jorge Medina . Maquetación y Fotos: José Marcelo González Pérez Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 3 ÍNDICE 1.- INTRODUCCIÓN............................................................................. 6 2.- MARCO GEOGRÁFICO Y CRONOLÓGICO ...................................... 8 2.1.- LOS ABORÍGENES GUANCHES............................................... 8 2.2.- LA CONQUISTA DE GRAN CANARIA........................................ 9 2.3.- GÁLDAR................................................................................ 10 2.4.- SARDINA............................................................................... 10 3.- LA HISTORIA................................................................................ 15 4.- 1969: LA FUNDACIÓN DEL CLUB ................................................ 18 5.- QUINCE TEMPORADAS................................................................ 20 1969 - 1970 .................................................................................. 20 1970 - 1971 .................................................................................. 21 1971 - 1972 .................................................................................. 23 1972 - 1973 .................................................................................. 25 1973 - 1974 .................................................................................. 27 1974 - 1975 .................................................................................. 28 1975 - 1976 .................................................................................. 29 1976 - 1977 .................................................................................. 30 1977 - 1978 .................................................................................. 30 1978 - 1979 .................................................................................. 32 1979 - 1980 .................................................................................. 33 1980 - 1981 .................................................................................. 34 1981 - 1982 .................................................................................. 35 1982 - 1983 .................................................................................. 38 1983 - 1984 .................................................................................. 39 6. LA EXCEDENCIA........................................................................ 41 6.1.- Dos años de excedencia ...................................................... 41 6.2.- Alevines e Infantiles 7.- EL AMOR AL FÚTBOL 8.- COMPÁS DE ESPERA E ILUSIÓN........................................................................ 9.- SIETE TEMPORADAS MÁS........................................................ 52 10.- EPÍLOGO............................................................................................................. 58 11.- ACLARACIÓN 12.- AGRADECIMIENTOS. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 4 Este libro está dedicado a todas aquellas personas que con tesón y voluntad consiguieron sacar el Sardina C. F. adelante. A la memoria de aquellos que en su día fueron gente importante en el club y que desgraciadamente ya no están entre nosotros. Al mismo tiempo, está dedicado a la Directiva, Socios, Afición y Jugadores que siguen escribiendo páginas de historia viva, para recordarles algo muy importante: “ LA UNIÓN HACE LA FUERZA” ¡ ÁNIMO Y QUE DURE MUCHOS AÑOS! Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 5 El mar es como un viejo camarada de infancia a quien estoy unido con un salvaje amor, yo respiré de niño, su salobre fragancia y aún llevo en mis oídos su bárbaro fragor. …………………………………………… ¡ Hombres de mar, yo os amo!. Y con el alma entera. del muelle os gritaría al veros embarcar: ¡ Dejadme ir con vosotros de grumete siquiera, yo cual vosotros quiero ser un Lobo de Mar! Tomás Morales. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 6 1. INTRODUCCIÓN l poder de atracción del fútbol parece no tener límites. Este deporte, que arrastra muchedumbres, se ha convertido en el mayor fenómeno social de nuestro siglo y quizás de toda la historia. La historia del fútbol presenta la complejidad de todos aquellos hechos humanos cuyos orígenes son imprecisos en el tiempo y en el espacio, es decir, cronológica y geográficamente. Algunos antropólogos, evidentemente optimistas, no dudan en afirmar que las relaciones entre el hombre y una primitiva, pero cierta, forma de fútbol, se remontan a la prehistoria. La base de esta teoría, altamente especulativa, reside en el hallazgo de grabados realizados en las paredes de las cuevas que habitaban los trogloditas de Nueva Guinea. En ellos se representa a hombres corriendo detrás de objetos de forma redonda que se asemejan a un balón. Sin embargo, las primeras manifestaciones registradas de prácticas deportivas en las cuáles se utilizaba una pelota, se dieron en Asia. Hay que diferenciar entre el antiguo “ fútbol” japonés, amable, correcto y constantemente interrumpido por los saludos y disculpas entre los concursantes, y el chino, duro, agresivo y con amplio uso de la violencia física. Como anécdota, puede resaltarse que en China se cruzaban fuertes apuestas acerca del resultado de los partidos. La mercantilización del fútbol no es cosa nueva… El juego de pelota, conocido desde hace milenios en Grecia, se mantuvo vivo en la cabeza, las manos, las caderas y los pies de sucesivas generaciones en varias partes del mundo. Pese a haberse encontrado en monumentos griegos relieves en los que se ve a hombres jugando a la pelota con los pies, el “ episkyros”, el deporte más popular de Grecia, se practicaba utilizando casi exclusivamente las manos. El “ haspartum” fue la modalidad romana del “ episkyros”. Cuenta la leyenda que el mismo Julio César fue un entusiasta jugador. La difusión de dicho deporte fue enorme, llegando incluso a Britania. A pesar de la larga presencia romana en las Galias, no parece existir ninguna conexión entre el “ haspartum” practicado por las legiones imperiales y otro juego surgido en Normandía y Bretaña, regiones del actual territorio francés. Este juego se llamaba “ soule” o “ choule” y consistía en llevar una pelota de un lado al otro de un campo, sin que importasen demasiado los métodos utilizados. Conoció su esplendor entre los siglos XI y XIV, y los monarcas intentaron prohibirlo, porque los soldados, por practicarlo, abandonaban los ejercicios militares. El juego florentino por excelencia fue el “ calcio”. Se iniciaba el partido caballerescamente, con los jugadores elegantemente vestidos y saludando al público. Pero al ponerse la pelota en juego, hacían sus apariciones las zancadillas, los puñetazos y las agresiones. El “ calcio” fue una válvula de escape para el ciudadano medio acosado por problemas económicos y sociales. Los hábiles políticos florentinos supieron aprovechar esta circunstancia, utilizando espectaculares puestas en escena, similares en vistosidad a la que ofrece la Piazza della Signoria cada año. Con todo, el gran atractivo consistía en la violencia del juego, magníficamente aceptado por la sociedad. La pelota de los amerindios, que también jugaban y se divertían, era probablemente de caucho o de goma, e iba y venía impulsada por los jugadores, con golpes de la espalda y la cabeza, contorsiones del cuerpo y movimientos de los pies. El embajador de Venecia en la corte de CarlosV afirma haber presenciado en Sevilla un juego entre pequeños indígenas americanos E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 7 que recuerda al fútbol. Dicho diplomático observó que el balón era pequeño: “ del tamaño de un melocotón como máximo y no lo rebatían con las manos ni con los pies, sino con los costados, lo que hacían con tal destreza que maravillaba verlo. A veces se tendían casi en tierra para impulsar la pelota, y todo lo hacían con gran presteza”. La afición al juego de pelota invadió el mundo entero. Méjico ofreció pruebas sobradas de atractivo, acrecentando grandemente a través del “ tlatchtli”. El campo donde se jugaba era parecido a un frontón y la pelota estaba hecha de goma traída de un árbol que crecía en invernaderos. Una mirada hacia el pasado de este deporte tal como se lo conoce en la actualidad, por lo menos en sus rasgos más globales y genéricos, conduce sencillamente a la Gran Bretaña de la segunda mitad del siglo XIX, sus grandes y aristocráticos colegios de Wesminster, Harrow y Charterhour entre otros, productos de una sociedad en constante crecimiento económico y en vísperas de construir su segundo Gran Imperio. Una sociedad en la que un sector de la población, sólidamente acomodado, disponía del tiempo suficiente para practicar formas diversas de ocio. Por esta época, seguía jugándose en las calles y campos ingleses una especie de fútbol brutal y con escasas leyes. El interés por el deporte prendió intensamente en las universidades inglesas a mediados del siglo XIX. En esa época comenzó a jugarse un fútbol más tranquilo y pacífico, y se redactaron los primeros reglamentos. La tradición popular sitúa en la universidad de Rugby un hecho trascendental para el fútbol: el momento en que un estudiante llamado William Webb Ellis decidió utilizar exclusivamente las manos para trasladar el balón. Ello dio lugar a la gran escisión entre quienes siguieron el ejemplo de esta universidad y quienes creyeron que el fútbol debía jugarse únicamente con los pies. Rugby y fútbol iban a seguir caminos independientes. El primer código para regular la práctica del fútbol surgió en la universidad de Cambridge. Bajo estas nuevas leyes, el balompié se popularizó inmediatamente en Gran Bretaña. El año 1863 puede considerarse como el del nacimiento del fútbol. En la Freemason’s Tavern de Londres se unificaron los reglamentos existentes y se fundó la Football Association. En 1888 nacía en Inglaterra la primera gran competición ínter clubes “ league”, que entonces se disputó entre doce equipos. Los británicos fueron, en definitiva, los grandes creadores del fútbol tal como hoy lo conocemos. Pero no solamente se limitaron a practicarlo en su propio país. Fueron también ellos quienes lo exportaron, a través del Canal de la Mancha, hacia el continente europeo y al mismo tiempo, cruzando el Atlántico, hacia América Latina. Los ingenieros y técnicos ingleses empleados en la explotación de las minas de Río Tinto, en Huelva, fueron los introductores del fútbol en España. En 1872, crearon el Huelva Recreativo Club, aunque, dado que le equipo estaba exclusivamente formado por británicos, resulta aventurado considerarlo un conjunto hispano. En 1889, y ya con mayoría de españoles, pasó a denominarse Recreativo de Huelva. En 1902, y con motivo de los festejos organizados para celebrar la coronación de Alfonso XIII, se celebró en Madrid la primera gran competición inter clubes en España. La final la disputaron el Barcelona y el Vizcaya, resultando vencedor el equipo vasco, que posteriormente pasó a denominarse Athletic de Bilbao. La penetración del fútbol en todos los rincones del mundo es consecuencia de un desarrollo cultural que permite a los hombres de todos los países una mutua aproximación cada vez más efectiva. La cultura popular tiende a valorizar las competiciones de fútbol, en las que el entusiasmo de las multitudes parece encontrar un lenitivo capaz de mitigar el rigor de las angustias humanas y sociales. Los sociólogos observan el interés popular en todo el mundo por las actividades futbolísticas y llegan a conclusiones contradictorias. Algunos censuran la pasión por el fútbol, por considerarla como una especie de alienación. Otros, más numerosos, valoran positivamente dicha pasión, pues consideran que disipa en el alma de los espectadores los pesares de la vida cotidiana. El grito clamoroso sintetizado en la palabra “! GOL¡”, resuena en el estadio como una exclamación y se extiende como símbolo de un desahogo rotundo, el desahogo colectivo de las multitudes agobiadas. La vibración emocional de un partido de fútbol únicamente cesa de crecer cuando los aficionados dejan el estadio después de disfrutar una victoria. A pesar de todo, en el estadio todo el mundo se comunica, todos se estrechan las Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 8 manos, insensibles a las diferencias sociales. El fútbol pone a todos los hombres al mismo nivel, universaliza hábitos y lenguajes en una comunión de sentimientos indiferenciados. Frente a este fútbol grandioso, de presupuestos millonarios, campos de césped y fichajes de lujo, existe otro fútbol menos espectacular, pero tan popular como el anterior. Este fútbol es la “ quintaesencia” del “ deporte rey”. Aquí, lo característico son los presupuestos “ paupérrimos”, los campos de “ tierra” y la “ fábrica” de jugadores, muchos de los cuales ( posiblemente) llegarán a formar parte de ese enorme “ montaje” que es el fútbol actual de las grandes masas. Este fútbol del que hablamos es el llamado fútbol “ aficionado” o de “ regionales”, como prefieran. Miles de equipos de estas características se encuentran diseminados por toda la geografía nacional. Tanto es así, que es raro el barrio o municipio que no cuente con un equipo en estas “ categorías inferiores”. La creaci��n de uno de estos equipos supone, ante todo, el inicio de una aventura. Una aventura, sobre todo, humana y deportiva. Una aventura que la mayoría de las veces se torna maravillosa y que nos hace inspirar con nostalgia el humo del cigarro, mientras recordamos con una sonrisa en los labios las anécdotas, las “ hazañas” y también, ¿ por qué no?, las desgracias que ha sufrido nuestro club a lo largo de los años. La afición al fútbol es tal, que muchas veces se olvidan las dificultades ( sobre todo económicas) y se inicia la “ aventura”. Una vez iniciada, las pasiones que se desatan son las mismas que en el fútbol de “ gigantes”, aunque en menor escala. Los colores del club se sienten y se defienden hasta su última consecuencia. Que el club necesita dinero y hay que dar mil pesetas, pues ahí está el socio fiel, presto a darlas. Que hace falta vender números para una rifa, lo mismo. Aunque, siempre claro está, existen las excepciones, que sólo confirman la regla. ¡ Nuestro equipo ha ascendido!... alegría y fiesta por todo lo alto. ¡ Nuestro equipo ha descendido!... desmoralización y decepción generalizada. Pero el socio fiel seguirá a su equipo en cualquier categoría en la que éste se encuentre. Hablamos del socio, porque el aficionado suele “ abandonar” cuando los resultados no son óptimos. Desgraciadamente, para muchos aficionados, los resultados son los que cantan. Y así se van defendiendo muchos de estos equipos modestos. La lucha contra las dificultades económicas es la constante en la existencia de estos “ pequeños” clubes. Pero el amor al deporte y el fútbol en particular prevalecen por encima de todo. De esta forma, a las directivas de estos clubes no les queda más remedio que aguzar el ingenio y la astucia y poner a prueba su imaginación para salir adelante. Si en vez de botas “ Munich” compramos botas “ del gallo”, nos ahorramos tanto dinero. Si en vez de estos balones compramos de los otros, nos ahorramos bastante. Si hacemos un baile y una rifa, sacamos dinero suficiente para comprar tal o cual cosa��� Desgraciadamente las ayudas de los Organismos Oficiales brillan por su ausencia y así, el agotamiento generalizado de directivas, socios y aficionados, hacen que surja la desmoralización y el desencanto y, que muchas de las veces muera la ilusión por la que tantos años han trabajado. La que les vamos a contar en este libro es la historia de uno de esos muchos clubes “ paupérrimos” que pululan por la geografía nacional. Este es el 99’ 99% de esa historia. El otro 0’ 01% lo constituyen los detalles y anécdotas que siempre se quedan en el tintero. El Sardina C. F. es uno de esos equipos anónimos en el contexto nacional, pero que, indudablemente tiene su historia (¡ pequeña historia¡), que es esta: 2. MARCO GEOGRÁFICO Y CRONOLÓGICO 2.1 LOS ABORÍGENES GUANCHES Antes de la conquista, los aborígenes de Gran Canaria convivían en diez repúblicas cantonales, tribus o clanes. Eran una raza fuerte, ágil y habilidosa, practicaban deportes y odiaban la mentira. Su habitáculo eran cuevas excavadas en la roca y casas de piedra seca, con techumbre de madera y barro. Promovían el fuego con facilidad y poseían gánigos y otros utensilios domésticos cocidos al sol. Refiere la leyenda que una mujer – quizá sacerdotisa – llamada Atindamana, de Gáldar, casó con el régulo Gumidafe a mediados del siglo XIV. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 9 Esta pareja había de alzarse con el gobierno y el poder de toda la isla. Y así nace una dinastía. Al morir uno de los reyes, sus dos hijos se reparten el territorio isleño y se erigen en “ Guanartemes” de cada porción. Uno de estos hermanos, Thenesor, fue guanarteme de Gáldar, en el Noroeste de Gran Canaria. Sus dominios a lo largo de la costa se prolongaban hasta Arguineguín. 2.2 LA CONQUISTA DE GRAN CANARIA ació el archipiélago canario a la luz de Occidente en el punto inicial del renacimiento. Hasta el siglo XV había permanecido sumido en un profundo sueño milenario, ajeno a la existencia de otras civilizaciones. Impresiona el descubrir que en una era en que ya existían continentes e islas para los que el mundo no celaba secretos, por motivos de incomunicación permaneciesen en el limbo de lo inexplorado unas tierras luminosas que estimulan la imaginación y la curiosidad. La incorporación de Canarias a la corona de Castilla fue obra realenga, tarea personal de Isabel I en el momento cenital de su reinado, queriendo convertir las islas en un “ barrio o provincia” suburbana de España. El atractivo de incorporar al ámbito de sus dominios un archipiélago al que la fantasía coloreaba con el pincel del mito, la fábula o la quimera, pudo influir también en el ánimo de la soberana. La convocatoria de voluntarios para la conquista no prometía demasiado aliciente. La reina no ofrecía ni oro ni plata ni piedras preciosas. Sin embargo la convocatoria tuvo éxito. El archipiélago va a nacer a la vida de la civilización. Las islas, que incluso en los tiempos del caballero normando Juan de Bethencourt y de su sobrino y heredero Maciot eran conocidas con el epíteto de “ Afortunadas” se llamaran muy pronto “ Islas Canarias”. Capitaneaban la empresa el general leonés Juan Rejón, el portaestandarte o alférez mayor de la conquista Alonso Jaimez de Sotomayor y el deán de Rubicón Juan Bermúdez. Después de una navegación lenta, los buques fondearon ante las Isletas el 24 de Junio de 1478, sin dificultades. Los incidentes y sorpresas de la conquista fueron múltiples desde el primer momento. En julio de 1478 la escuadra portuguesa del almirante Jorge Correa hizo una recalada en Sardina, decidida a obstruir las operaciones de conquista de la isla de Gran Canaria, a raíz de la fundación del campamento de Las Palmas, el 24 de junio del propio año, por obra del capitán Juan Rejón. Castilla ( Reyes Católicos) estaba entonces en guerra contra Portugal ( Alfonso V) y en los planes del almirante Correa entraba el ataque combinado por mar y tierra al Real de Las Palmas, después de haber pactado la colaboración de los indígenas para una ofensiva conjunta. La negociación con los aborígenes tuvo por escenario el puerto de Sardina. El ataque se efectuó poco después, pero con el más rotundo y completo de los fracasos. A la resistencia de los isleños, se añadía una torpe enemistad entre Rejón y el clérigo Bermúdez. Los Reyes eliminaron sin demora el foco de la desavenencia, enviando a la isla un experto soldado, Pedro de Vera, con nombramiento de Capitán General y amplias facultades para resolver los conflictos de jurisdicción y los problemas de todo orden que la conquista planteaba. Los aborígenes se defendieron con tenacidad y coraje. Sin embargo, la victoria española tuvo una singular característica: no hubo ni vencedores ni vencidos, gracias al pacto concertado con Thenesor Semidán, a la sazón, guanarteme de Gáldar y que luego se llamaría Fernando Guanarteme, por gracia del bautismo cristiano que apadrinó el Rey don Fernando el Católico. La fusión fue total y la desaparición de los canarios como raza independiente no se produjo por una consciente destrucción como erróneamente se ha creído, sí en virtud de la compenetración sincera y total. En el momento culminante de la conquista de Gran Canaria se construyó en Sardina la “ Torre de Gáldar”, al igual que las del Rubicón, la Gomera, Gando, Las Palmas, Agaete, Anaga, etc. para defensa de las zonas aledañas, estando a cubierto de cualquier sorpresa y asegurando N Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 10 el aprovisionamiento marítimo. En 1502 la diminuta fortaleza se halla abandonada y semidestruida, hasta tal punto de reclamar de los Reyes Católicos Andrés de Betancor, su concesión, alegando los servicios prestados en la empresa por su padre Maciot de Betancor y su abuelo materno Armide Yacocón Guanarteme. En aquellos momentos de ruptura y evolución a la vez, diríamos en el lenguaje de nuestros días, el repartimiento de tierras y aguas fue lo sustantivo. El dominio de las tierras cambió de manos en trasiego que duraría hasta la fundación de los mayorazgos en Canarias. 2.3 GÁLDAR finales del siglo XV, la mejor nobleza de la isla está afincada en lo que es ya Real Villa de Santiago de los Caballeros de Gáldar. Aguilares, Carvajales, Pinedas, Bethencoures, Guzmánes, …. La Villa de Gáldar nació con una clara e insobornable vocación de futuro. Se intuyen los síntomas de esta trayectoria al contemplar con perspectiva de siglos las ambiciosas etapas que moldearon su fundación y desarrollo. Recostada a la sombra de sus montañas y frente a la promesa del mar, Gáldar es vega y es ribera. Es también historia y tradición. En el aspecto económico, se fomentó la agricultura, la ganadería y la pesca. Se comerciaba por las costas de Sardina con naves de armadores foráneos que recordaban a los que, desde la Edad Media y el Renacimiento se aventuraban por aquellos mares en demanda de las fabulosas islas atlánticas. En el siglo XIX padeció Gáldar períodos de postración y decadencia, como ya los había sufrido en el anterior. Se recobraría, sin embargo, gracias al esfuerzo y el entusiasmo de algunos de sus hijos más nobles. La presencia del mar, que nunca es otra que la del Atlántico, está en el aire, en el ambiente, en la propia anatomía de Gáldar. Con el mar surgen algunos de sus hombres, de sus costumbres, de sus aficiones. La actividad náutica de los mares de Gáldar debió ser nula antes de la conquista si tenemos en cuenta que los aborígenes carecieron en absoluto de conocimientos marineros. En este aspecto, su actividad estaba limitada a la pesca de ribera. Pero no mucho tiempo después de la conquista, el mar asume ya cierto protagonismo en los riesgos y aventuras de la ciudad norteña, con la que aquél tiene viejas alianzas, en un abrazo nupcial de fondeaderos, radas y playas. 2.4 SARDINA a) La Rada: a costa de Gáldar comenzó a brindar sombra protectora a los hombres que laboraban en aquellas aguas. Sardina era sólo una pequeña rada que comenzó sirviendo a las necesidades de una economía de subsistencia, en un marco geográfico y demográfico reducido, a una concentración de riqueza modesta como la de ese mismo marco. Sardina no era un avispero de naves, era un nido de embarcaciones dispuestas para lo que entraba y salía, un grupo de pescadores recomponiendo redes a la sombra del A L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 11 murallón rocoso. El siglo XVIII acentuó desde sus inicios el maridaje de la villa de Gáldar y el mar que la limita en uno de sus costados. A Sardina comenzaron a llegar pailebotes de cabotaje, y barcos pesqueros. La duración de los viajes y la frecuencia de arribada eran muy variables, puesto que dependían de los muchos imponderables de la navegación a vela. Se cargan naves con caña de azúcar y cochinilla y se descargan telas, objetos y productos de diversas procedencias. En las primeras décadas del siglo XIX existía en Gáldar una matrícula de 250 marineros, la proporción refleja claramente el movimiento y la importancia que tenía en esa época la rada de Sardina. La navegación significa para muchos una posibilidad de lo que ahora llamamos promoción social. Las personas interesadas ganaban su vida: los unos, porque vendían sus propias cosechas, los otros, porque traficaban con mercancías y los más pobres en recursos porque ganaban un jornal. El tráfico comercial de Sardina era inicialmente análogo al del resto de los puertos del archipiélago. Interesaban, sobre todo, los mantenimientos y los productos manufacturados. Las condiciones prácticas de navegación eran idénticas a las de toda la navegación atlántica. En general, el transporte no era barato. Las mercancías y los productos del suelo no tenían tarifa fija. Una persona pagaba de Sardina a Tenerife, o de Sardina a Las Palmas, trece reales, aproximadamente. b) El Puerto: cudir a unas pésimas comunicaciones interiores para salvar la distancia que separa a Gáldar del puerto de La Luz, era, sin duda, un recurso impuesto por las circunstancias, pero de efectos negativos por su incidencia en unas mercancías expuestas a toda clase de deterioros. Aunque no hubiesen existido otras razones igualmente atendibles, bastaba este despegue definitivo de la economía agrícola de la isla – y singularmente de la zona Norte – para confirmar unas ideas que estaban en la mente de todos y que martilleaban en la de los más inteligentes y conspicuos. Apremiaba la instalación de dispositivos portuarios en la rada de Sardina, capaces de facilitar, no solamente el transporte hacia otras zonas de Gran Canaria, sino también con el resto de las islas. Gáldar fijó con mayor vehemencia su mirada en el próximo litoral. Sardina, a escasos kilómetros de las zonas rurales del Noroeste, podía ser la vía natural de salida de los nuevos productos agrícolas. El límite de los llanos de Sardina ocultaba el secreto de una posible promoción. La aspiración se convirtió en clamor y el clamor en acicate. Imposible conceder tregua a unos proyectos de inaplazable realización. A partir del siglo XVII Gáldar se aplica a recalcar la importancia de la rada de Sardina y en tratar de convertirla en puerto indiscutible del Noroeste de la isla. Sardina debía ser algo más que un caladero, acusaba su presencia y exigía se le prestase atención. Sin embargo, en el proceso que preside el desarrollo de este puerto, no faltará la rémora ni escasearán los obstáculos: dificultades para la fábrica de instalaciones, lentitud desesperanzadora en la tramitación de proyectos, pobreza del lugar de emplazamiento, argucias y maniobras, quizá, de la pequeña política… Tantas barreras son suficientes para explicar la lentitud del proceso e incluso causar extrañeza al comprobar que las rémoras fueron salvadas y los obstáculos suprimidos. La rada era obra de la naturaleza, pero ésta tenía que encontrar un aliado convencido de la realidad del problema y de la necesidad de resolverlo. Hacia finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, la importancia del puerto de Sardina A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 12 sigue la pauta que le marca el desarrollo económico de la zona en que está situado y otros factores decisivos para una profunda transformación. Sardina conoce épocas de desarrollo, apogeo y ocaso. El proyecto definitivo de la obra, cuyo autor es el ingeniero León y Castillo, está fechado el 10 de Noviembre de 1863. Unos hombres con temple y pasión fueron los forjadores de un puerto que quisieron y lograron convertir en el segundo más importante de la isla. Cierto que la primera guerra europea lo empobreció. Cierto también que el gran puerto de La Luz se impuso desde el primer momento al pequeño fondeadero del Noroeste. Pero no puede negarse que Gáldar fue una ciudad en la que triunfó la voluntad de querer ser. No se trataba de ninguna competencia con el puerto principal de la isla, era una lógica y justa respuesta a la proximidad, a la presencia permanente e invitadora del mar. c) Destino Histórico de Sardina: l destino histórico de Sardina es una consecuencia de su propia situación en la geografía marítima de la isla de Gran Canaria, tan heterogénea y variada en su casi ortodoxa redondez. Su papel de agente de distribución sólo sería rentable, práctico y evolutivo si se le dotaba de los elementos necesarios para llevar los productos de las zonas limítrofes a sus lugares de destino, con la deseada rapidez y recibir en análogas condiciones las mercancías del exterior. Con este cometido había nacido, en cierto modo, la vida náutica y comercial desde la conquista, ya que su primera misión fue la que corresponde a una pequeña base de penetración hacia el interior de la isla y de salida al mar, si bien en forma secundaria y subordinada a la que por derecho, elección y situación le correspondía, como después se ha visto, al puerto de La Luz. Las formas precarias, elementales, que se prolongan desesperadamente en la rada de Sardina, no fueron obstáculo para que algunos episodios discretamente memorables quedasen inscritos en la breve crónica de sus aconteceres. El propio nombre Sardina parece tener su origen – según afirman algunos cronistas – en el hecho de haber adoptado el patronímico de un almirante portugués – SARDINHA – que llegó a estas aguas y desembarcó en la rada galdense en la época en que los españoles ponían su empeño en terminar la conquista y sofocar los últimos rescoldos de rebeldía. No fue la rada de Gáldar, en cierto modo, a los acontecimientos relacionados con la revolución de 1868, que arrojó del trono a la Reina Castiza. Muerto O’Donell, la jefatura de los unionistas fue asumida por el general Serrano, que no tardó en sumarse a la conspiración de los progresistas radicales. González Bravo, presidente del gobierno, creyó acabar con el movimiento revolucionario brindando un ascenso a don Manuel Pavía, marqués de Novaliches, y desterrando a los generales Zabala, Dulce, Córdoba, Caballero de Rodas y Serrano, a quienes acompañó en el infortunio político el duque de Montpensier. Se sublevó la escuadra en Cádiz al grito de ¡ abajo los Borbones¡. Reconoció Prim la jefatura de don Francisco Serrano, desde la Torre. Se encontraba este general desterrado en Canarias y eligió precisamente la costa de Sardina para embarcar hacia Cádiz y ponerse al frente de las tropas que derrotaron a las isabelinas en el puente de Alcolea. No debió ser casualidad la elección de esta rada por el general insurgente, sino el resultado de un plan previamente meditado. Sardina facilitaría una mayor clandestinidad para abandonar la isla sin que pudieran advertirlo y evitarlo, quienes, en Las Palmas, espiaban y vigilaban los movimientos de los desterrados. Y si elegimos la senda de la anécdota verídica, no debe pasar inadvertido el hecho de que por Sardina llegaron a su destino, a bordo del “ Estrella Nueva” las tres campanas que los vecinos de Gáldar habían encargado en Inglaterra para su instalación en la torre sur de la iglesia Parroquial de Santiago. Ocurría esto en el mes de septiembre de 1863. Quién sabe si el tañido distante de estas campanas llevó al ánimo del duque de la Torre un optimista pensamiento de victoria. E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 13 c1) Ayudantía de Marina: a evolución favorable del movimiento portuario de Sardina, que anunciaba un futuro inequívocamente próspero, unida al creciente desarrollo económico agrícola del Noroeste insular, estimularon las aspiraciones de los vecinos de Gáldar de ver elevado al rango de Ayudantía de Marina lo que hasta entonces había sido Alcaldía de Mar. Esto significaba, nada más y nada menos, que el establecimiento de una cabecera de distrito marítimo con jurisdicción en el amplio litoral comprendido entre las villas de Arucas y Mogán. Su creación exigiría la adscripción de un Oficial de la Armada, con título de Ayudante militar de Marina, dependiente de la Comandancia de marina de Las Palmas. Sería responsable de la jefatura naval de la zona y le correspondía, entre otras funciones específicas, la matrícula de barcos, el registro de entradas y salidas, la adscripción de alistados y todo lo concerniente al orden y la disciplina en el distrito marítimo. El primer ayudante de Marina ( 1868 – 1871) fue don José Clavijo y Pló y el último ( 1918 – 1919), don Manuel Sierra González. c2) La Carretera: a costa norte de Gran Canaria, que tradicionalmente ha determinado la ruta de comunicación entre los pueblos de esta zona, ofrece un complicado panorama de precipicios, tierras bajas cultivadas, playas minúsculas, barrancos pedregosos, caletas, arrecifes… Paradójicamente la rada norteña ganaba en importancia lo que perdían en eficacia las comunicaciones interiores con Las Palmas y el Puerto de La Luz. Y esto era así por la clara razón de que Gáldar y sus zonas limítrofes, en iguales condiciones comunicativas, elegían la distancia más corta. Las mercancías destinadas a su expedición por Sardina se transportaban desde Gáldar en camellos y otras bestias de carga. Todo era un poco solemne, intemporal, exótico. En lo alto un sol sin tacha, terco, disparaba su luz sobre el camino secarrón y pedregoso. Sin lugar a dudas, el proyecto de carretera, las obras de terminación del muelle y la declaración de interés general eran un tríptico que espoleaba sin tregua el afán y las aspiraciones de los galdenses en las dos últimas décadas del siglo XIX. El proyecto definitivo de esta obra estuvo a cargo del ingeniero don Orencio Hernández Pérez. Se iniciaba la vía a unos cincuenta metros pasado el puente del barranco de Gáldar, llamado de tres ojos, y su longitud hasta el muelle de Sardina era de 5.649��� 91 metros. ¡ Dieciocho años duró el proceso de esta carretera de sólo cinco kilómetros y medio, sin contar el tiempo transcurrido hasta su recepción definitiva por la Administración!. “ Laus Deo”, exclamarían los galdenses al término de una obra que amenazaba con superar en duración, valga la hipérbole, a las del templo parroquial. Por la flamante vía de acceso a Sardina empezaron a rodar los pesados carros cargueros, con su ancha caja rectangular, su doble lanza y alto pescante. A su paso dejaban briznas de paja, hojarasca de plataneras y el inconfundible aroma de las verdes piñas recién cortadas tras la visita del “ marcador”. La vida de estos carros no se extinguió con la llegada de los primeros camiones Leyland, a veces se cruzaban uno y otro vehículo en la carretera del puerto o llenaban sus panzas simultáneamente en los almacenes de empaquetado. Hasta bien entrada la segunda década del siglo no empezaron a rodar automóviles particulares o de servicio público por la nueva carretera. No muchos años después de que los vehículos de motor comenzaran su diario y asmático recorrido de la zona Norte de la isla, se incrementó la afluencia de bañistas a esta playa. De esta forma quedaba redescubierta Sardina hacia los años veinte. Al pie de un acantilado de formación volcánica, la playa irregular, cóncava, de reducidas dimensiones y arena rubia, está limitada por una muralla que se extiende hasta el recodo final, donde se establecieron las primeras instalaciones náuticas y comerciales. Se descubría la playa de Sardina enmarcada entre rocas, desnuda, apacible, con rúbricas de plumas blancas en una atmósfera tornasolada de azules. L L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 14 c3) El Ocaso: a primera guerra europea fue el primer factor determinante de la decadencia del puerto de Sardina y en consecuencia de la desaparición definitiva del Distrito marítimo de Gáldar. Con la contienda llegaron años difíciles para la agricultura y el comercio de las islas y el colapso económico no se hizo esperar. El tráfico del puerto galdense disminuyó rápidamente, hasta quedar reducido a la visita bimensual del vapor correo. Ante la ineficacia del Distrito marítimo, las autoridades navales decidieron su desaparición: fue suprimido por Real Orden de 3 de mayo de 1919. El Ayuntamiento de Gáldar trató por todos los medios de evitar lo que significaba un grave retroceso en la vida oficial y el rango marítimo de la ciudad. El segundo puerto de la isla y tercero del archipiélago se convertía de nuevo en una rada casi anónima en el mapa litoral de Gran Canaria. En el palacio de don Álvaro de Bazán, de Viso del Marqués se conserva, entre millares de legajos, un pequeño expediente signado con el número 491 de la Sección de puertos. En su portada se subraya el breve topónimo de una localidad isleña: Gáldar. Una gavilla de folios amarillentos resume el episodio, olvidado ya en el desván de la memoria, de una aspiración y un desencanto. Sardina quedaba atrás, envuelta en sombras. Solitaria, sin voces humanas, sin ruido de remos en las aguas dormidas. Rada, playa, no puerto. El progreso de la isla, la mejora de las comunicaciones interiores, los zarpazos de la guerra europea en otras latitudes, habían precipitado su ocaso. Desaparece la Ayudantía de Marina y se retira, por innecesaria, la presencia del contramaestre, último vestigio de lo que había sido Distrito Marítimo. Los vaporcitos “ Gomera” y “ Fuerteventura”, en viaje desde Tenerife, rindieron aún, durante algún tiempo, homenaje al puerto en que tantas veces habían fondeado. Visita sentimental al viejo abuelo valetudinario. Visita romántica, de cortesía, que también acabó por extinguirse. El falso paréntesis de actividad que alumbró para Sardina durante la segunda guerra mundial fue sólo un destello, una frustrada ilusión. Último esfuerzo desesperado por una estación marítima que ya no tenía puesto en las cartas de navegar. NOTA: Todos los datos históricos, geográficos, cronológicos, etc. que figuran en esta parte del libro, están sacados de la obra: “ Sardina, puerto del Atlántico” de los hermanos Rodríguez Batllori ( Francisco y Antonio) – 1979. Si alguno de los lectores ha tenido la oportunidad de leer este estupendo libro, se dará cuenta de que dichos datos están exactamente como aparecen en el libro de origen, aunque en un orden diferente. Esto es así porque no hemos querido “ adulterar”, con la incorporación de nuevas palabras y frases, el magnífico trabajo de los hermanos Batllori. No obstante, puede que en nuestro afán de colocar estos datos en el orden que a nosotros nos convenía, hayamos cometido algún error en fechas o lugares, lo cual no es imputable – en absoluto – a los hermanos Batllori, sino a la falta de “ clarividencia” de quien ha escrito este libro. Pido disculpas a los hermanos Rodríguez Batllori por la “ osadía” que he tenido al valerme de su estupendo trabajo, así como por los errores que haya podido cometer en perjuicio de su obra. ( El Autor) L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 15 3. LA HISTORIA uatro años después de finalizada la segunda guerra mundial, el viejo puerto de Sardina ( otrora glorioso bastión de la economía galdense) permanecía mudo en su triste soledad. El pequeño período de actividad que le dio vida durante la contienda se había difuminado definitivamente y el bullicio y el trasiego de barcos que lo animaron durante siglos, ya no existía. La importancia de nuestra “ pequeña reliquia” quedaba reducida a la de mero vestigio de un pasado esplendoroso. Arropada por el mismo acantilado que abrigaba a nuestro viejo puerto estaba la playa de Sardina. Su arena rubia y el azul de su cielo surcado por blancas gaviotas habían quedado al descubierto de todos los vecinos de Gáldar y el noroeste en general, gracias a la construcción de la carretera, que iba a morir precisamente sobre su mismo lecho. La suave caricia de sus olas y el relax que producía bañarse en sus tranquilas y transparentes aguas, hacían que la playa de Sardina fuese cobrando la importancia que aceleradamente había perdido nuestro puerto. Paulatinamente fueron llegando a la playa a través de la carretera numerosos grupos de bañistas con los característicos trajes de baño de la época. Su llegada animaba el barrio con el bullicio de la diversión, tan diferente al bullicio del trabajo que lo había animado durante los siglos anteriores. En la cálida arena de la playa jugaban y se divertían con pelotas de papel los jóvenes de la escasa población de Sardina por aquella época. Por este tiempo, el puerto ( aún mudo) contemplaba como los “ chiquillos” acudían a él para pescar, pues en esos momentos constituía un “ precioso” criadero de pescados. Pero esta muda paz en que dormía nuestro puerto iba a verse perturbada escandalosamente cuando la mano asesina del hombre, portando la guadaña, quiso sepultar definitivamente su glorioso pasado. Aún tendría que dar este postrero quejido nuestro querido puerto. Se quería hacer una explanada ( la hoy existente) en la base del acantilado que cubría el puerto. Por tal motivo no se dudó en contratar a una empresa que comenzó a hacer explosiones en el murallón para ir rellenando la base del mismo. Triste balance de tal desidia fue la muerte de dos personas y la mutilación de nuestro puerto, que quedaba de esta forma sumido en una humillación mayor que la que suponía carecer de tránsito mercantil. Mientras tanto, el barrio seguía con su trajín cotidiano. La mayoría de su escasa población dedicada a la pesca. Tan sólo existían por esta época diez o doce casas en la zona baja del barrio, por encima de la playa: la de Juan Matías, la del “ pistoleras”, la “ escuela vieja”, la de Juan Guerra, la de don Pablo, etc. Cierto día del año 1949, se encontraban jugando en la playa con una pelota de papel un grupo de muchachos en edades comprendidas entre los 12 y 15 años. El fútbol, el deporte rey, se encontraba por esa época en España, en uno de los momentos más dulces que ha conocido el balompié hispano. Nuestra selección nacional con Eizaguirre de seleccionador y Benito Díaz de entrenador conseguía de forma “ brillante” su clasificación para el Mundial de Brasil ( 1950). En ese mundial conseguiría luego nuestra selección su mejor clasificación mundialista de la historia, estando en la lista de convocados tres canarios: Luis Molowny, Alfonso Silva y Rosendo Hernández. En ese mundial se hizo famoso para toda la vida el gol de Zarra a Inglaterra. C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 16 Llevado quizás por el entusiasmo evidente que producía en toda la población nacional el empuje del fútbol español a nivel internacional, a uno de aquellos muchachos que jugaban en la playa de Sardina, Domingo Delgado, se le ocurrió la idea: - ¡ Oye!, ¿ por qué no hacemos un equipo de fútbol? La fuerza arrolladora de la juventud y el entusiasmo que también embriagaba a los otros muchachos que con él estaban en la playa ( Santiago García, Pacuco e Isidoro) hicieron que la respuesta fuera sonora y contundente: - ¡ Claro!, ¿ por qué no? Sin ellos saberlo, llevados por las risas y el “ jolgorio” juvenil que produce “ saborear” el inicio de una aventura, estaban fraguando una “ pequeña historia”. Sobre la arena rubia de la playa, acariciada por la brisa del mar, rubricado todo ello con el vuelo cansado de las gaviotas, nacía lo que luego se convertiría en una “ pequeña gran historia”. Nacía sin más, el SARDINA C. F. El primer paso que tuvieron que dar fue, sin duda, buscar los jugadores. De entrada, Domingo Delgado, el promotor de la idea, iba a ser el entrenador. Entre otros, iban a formar el equipo, además de Pacuco e Isidoro ( hermanos de Domingo Delgado), Santiago García, Bartolo, Villa, Manuel el “ chubasco”, Víctor, Manolo, Alberto “ el cabo”, Pillo, Urbanito y José P��rez “ el rubio”. Seguidamente el interés se centró en encontrar un campo donde entrenar, cosa que no les resultó muy difícil, pues existía por encima de la playa, frente a donde están hoy las “ casas baratas”, un campo de fútbol que fue hecho por los militares allá por los años 40 – 41. En dicho campo, que en esa época estaba abandonado, solían jugar los soldados haciendo equipos de distintas compañías. Se arregló un poco este campo, se le pusieron porterías y redes y se comenzó a entrenar. A continuación se buscó un equipaje, cuyos colores en esta primera etapa fueron: camiseta azulgrana con trazo fino y pantalón azul. Se comenzó entrenando con pelotas de papel trenzadas con tiras de plataneras que con gran destreza hacía Santiago García. Tal era la perfección que adquirían estas pelotas una vez terminadas que “ botaban” casi igual que un balón actual. El equipo comenzó a jugar sin estar adscrito a ninguna federación contra equipos tales como el Barbanera ( Barrial), La Milagrosa, Arenas, Coruña, Español de Becerril, Artemi, etc. Aquí comenzaron a levantar afición. La afición al fútbol era tal, que los componentes del equipo iban “ chiflados” a jugar a la pelota. El equipo funcionaba como los actuales equipos aficionados, donde no hay ni presidentes ni nada. Nadie les ayudaba económicamente. Sin embargo, ellos, amando el fútbol con toda su alma, se pagaban el equipaje, ponía cada uno ¡ dos! pesetas para pagar el campo y se compraban las “ alpargatas” para jugar. Anécdota graciosa era la de Urbanito. A Urbanito le decían “ Kubala”, porque jugaba de extremo y corría como una bala. Todos los domingos tenía Urbanito que comprarse unas alpargatas nuevas, pues al finalizar cada partido las tenía rotas, debido a una malformación que tenía en los pies. Se formó entonces en Gáldar una “ Federación” denominada D. I. F. A., cuya sede social era la casa del cura párroco, siendo su presidente Don Juan García Batista. En ella se inscribieron como “ clubes adheridos” todos los equipos existentes en la zona, es decir, San Isidro, Barbanera, La Milagrosa, Arenas, Coruña, Español de Becerril, Artemi, Guiense, Gran Canaria y Sardina. El destino quiso que justo por esas fechas ocurriese un hecho de vital importancia para el fútbol en las Islas Canarias. Existían en Las Palmas unos equipos de categoría regional: C. D. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 17 Gran Canaria, Atlético Club y Arenas C. F. que el día 22 de Agosto de 1949 se fusionaron, creando lo que a partir de entonces sería la U. D. Las Palmas. Quedaron fuera de esta fusión, en principio, los clubes Real Victoria y Marino C. F., que junto al recién fundado U. D. Las Palmas, intervinieron en una competición regional previa, en la temporada 1949 – 1950. En esta competición quedó campeón el club U. D. Las Palmas, como consecuencia de lo cual, se integraron todos en él. Comenzaba así la andadura de nuestro “ querido equipo”, representante insular en las competiciones nacionales, quien conseguiría su primer ascenso a la 1 ª división nacional en la temporada 50 – 51. Queriendo seguir el ejemplo de la U. D. Las Palmas, en la temporada 52 – 53, se intentó hacer lo mismo en la zona noroeste. A tal fin, se fusionaron todos los equipos existentes, resultado de lo cual surgió el Unión Gáldar. La idea era formar una competición con los equipos de Las Palmas. De esta forma desapareció el fútbol regional por el noroeste de la isla. Así desaparecía también el Sardina. El proyecto “ Unión Gáldar” fue un rotundo fracaso, fruto de lo cual comenzaron a surgir de nuevo los equipos en la zona noroeste y a jugar entre ellos partidos amistosos. El Sardina volvió a resurgir en el año 1963, gracias a Juan María, Urbanito y la gente del barrio. Volvía el Sardina a las competiciones como equipo de “ Empresa” en una competición organizada por los mismos presidentes de los clubes, que al mismo tiempo hacían de directivos del Comité. Otra vez se tuvieron que seguir los mismos pasos que en la primera etapa. Así el campo de fútbol, que seguía siendo el mismo, contempló como se ponía un tractor para allanarlo, al mismo tiempo que eran repuestas las porterías y redes para comenzar a entrenar y jugar. El equipaje que se eligió para esta segunda etapa era: camiseta verde, pantalón blanco y medias verdes. Los jugadores eran más o menos los mismos, excepto Pacuco, Isidoro y algún otro, que lo hacían en equipos como el San Isidro, Palomar, etc. La afición volvió también con el equipo y el Sardina siguió en competición durante muchos años. En 1966 el Sardina solicitó de la Federación de Fútbol de Las Palmas su admisión en la 3 ª Categoría Regional. Se hizo incluso una reunión en la “ Casa de la Juventud de Arucas” ( Frente de Juventudes), pero algunos equipos de la zona como el Moya pusieron algunas “ pegas”, por lo que no se consiguió entrar en competición federada. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 18 4. 1969: LA FUNDACIÓN DEL CLUB abían transcurrido veinte años desde que aquellos muchachos que jugaban en la playa, medio en broma, medio en serio, habían sentado las bases de lo que luego sería el Sardina C. F. Aquellos muchachos se habían convertido en hombres y muchos de ellos ya no figuraban en el equipo. Tal es el caso de Pacuco, Isidoro, Bartolo, etc. que gracias a su valía consiguieron llegar a la 1 ª Categoría Regional. El único que quedaba de todos los que se iniciaron en el club, era Santiago García, que aún jugaría en el Sardina hasta los cuarenta años. Ejemplo de pundonor, voluntad y afición, había permanecido fiel durante todo este tiempo a sus colores. El barrio por su parte había conocido una profunda transformación. Las extensas llanuras vacías que lo habían caracterizado durante siglos se habían ido transformando en extensas plantaciones de plataneras, tomateros, pepinos, cebollas, etc. Se unía así la actividad agrícola a la pesquera que también había caracterizado al barrio durante siglos. La población de Sardina había crecido considerablemente por esta época. Durante todo este tiempo habían ido llegando al barrio sucesivas oleadas de inmigrantes, procedentes sobre todo de las medianías. Se fue configurando de esta forma el “ pequeño mosaico” que es hoy en día nuestro barrio. Fueron surgiendo los pequeños núcleos de población que constituyen Sardina en la actualidad: Sardina, Barrio Negrín, Faldas de Montaña Pelada, Caleta, Sobradillo, El Faro, El Clavo, Corralete, etc. Colocadas “ alocadamente”, las casas del barrio constituyen un “ pequeño caos” urbanístico. Debido quizás a la diversidad de procedencias, la gente de Sardina constituye también una población caracterizada por una patente “ desunión caótica”. De carácter afable y tranquilo ( quizás demasiado), la gente del barrio no defiende al unísono problemas comunes. Sin embargo, durante muchos años la gente de Sardina permaneció unida en torno a una afición común: EL FÚTBOL. Durante muchos años la gente de Sardina vibró, se emocionó y celebró los éxitos de su equipo. También se sintió triste en los momentos amargos. En 1969 la afición al fútbol era “ irrevocable”. Desde 1963 el equipo no había dejado de jugar año tras año en las competiciones como equipo de “ Empresa”, ganando en este período algunos trofeos como: el trofeo TERRY en la eliminatoria de fútbol aficionado entre los equipos C. D. Milagrosa, U. D. Barrial, C. D. Palomar y C. D. Sardina ( 1966), trofeo MUEBLES SOSA ( 25/ 6/ 1967), trofeo TERRY ( 18/ 7/ 1967), etc. Después de que en 1966 se le negara al equipo su entrada en la 3 ª Categoría Regional de fútbol federado, la afición, la voluntad y el deseo por conseguir dicho propósito se hicieron aún mayores si cabe. No obstante, tendrían que pasar aún tres años más antes de conseguirlo. H Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 19 En este año de 1969 ocupa la presidencia de la Federación de Fútbol de Las Palmas, D. Manuel Aguiar Márquez y con él se abren las puertas de la esperanza para el Sardina. Dispuestos a no perder esta oportunidad que se les brindaba, se reúnen el 7 de junio de 1969 en la casa de Santiago García, un grupo de aficionados, entre los que se encontraban antiguos jugadores del club. La intención estaba clara: “ Había que conseguir la entrada en la 3 ª Categoría Regional de Fútbol Federado”. A tal efecto, ese mismo día, se hizo el escrito solicitando la entrada en dicha categoría. Esta reunión iba a ser bastante fructífera, ya que además del escrito solicitando la entrada en la 3 ª Categoría Regional, se eligió entre los presentes la Directiva que iba a regir los destinos del club en su nueva andadura. Dicha Directiva quedó constituida por: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, VICEPRESIDENTE: D. Santiago García Gil, SECRETARIO: D. Manuel Sánchez Guerra, VICESECRETARIO: D. Roberto Martín González, TESORERO: D. Juan Jorge Santana, CONTADOR: D. Pedro Tacoronte Pérez, VOCALES: D. Miguel Tacoronte Melián, D. Gumersindo Pérez González, D. Ignacio Gil Armas, D. Florencio Pérez González, D. Bartolomé Montesdeoca Armas, D. Juan González Mendoza, D. Lucio Benítez Padrón y D. Antonio Pérez González. Por esta época no se tenía dinero ni fondos de ningún tipo. En la mencionada reunión se hizo pues una suscripción entre los asistentes y se recaudaron 8.000 ptas. Comenzaba de esta forma la que iba a ser la verdadera “ historia” del Sardina C. F., pues lo que había ocurrido hasta entonces era, por decirlo de alguna forma, la “ prehistoria”. Como en las dos etapas anteriores, el campo donde se iba a jugar seguía siendo el mismo, aunque los jugadores que iban a componer el equipo eran otros. El primer jugador que firmó ficha federada con el Sardina fue Antonio Melián. El resto de los componentes del equipo eran: Faustino, Álvaro, Cristóbal Mendoza, Ramón Mújica, Juan Miguel, Lecio, Juan Peña, Roberto, Manolo “ el rubio”, Domingo Pérez, Juan García Franco, Momo y Santiago García. Por acuerdo de los jugadores, el equipaje que se eligió para esta tercera etapa fue: camiseta roja, pantalón azul y medias rojas con vuelta azul. Este equipaje sería el que caracterizaría al Sardina definitivamente. El primer entrenador que constó como tal en la Federación fue D. Diego Velásquez, aunque no ejerció sus funciones, haciéndolo en su lugar D. Lucio Benítez Padrón , quien ya lo había hecho durante la etapa anterior. En el mes de Agosto de 1969 se recibió un escrito de la Federación de Fútbol de Las Palmas en el que se comunicaba la admisión del Sardina en la 3 ª Categoría Regional. Por esas fechas ya contaba el club con 95 socios que pagaban 25 ptas. mensuales con derecho a media entrada de campo de fútbol, aunque por lo general todos pagaban el importe íntegro de la entrada. El terreno estaba preparado. El panorama era incierto, aunque, naturalmente, se iniciaba con la mayor de las ilusiones. Un grupo de directivos convencidos de su capacidad. Un grupo de socios con su afición “ a flor de piel”. Un grupo de jugadores decididos a defender sus colores “ contra viento y marea”. Con todo esto se iniciaba la aventura. Una aventura que se iba a caracterizar por las alegrías y las penas, por los superávit y el déficit, por la tranquilidad y el desasosiego. Una aventura, en definitiva, caracterizada por el amor al deporte y en especial al fútbol. Afición heredada de veinte años atrás y que alcanzaba de esta forma su momento cumbre. “ Pequeña gran aventura” denominada, SARDINA C. F. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 20 5. QUINCE TEMPORADAS 1969- 1970 omo siempre que se pone en marcha un proyecto o se inicia una aventura, el entusiasmo es arrollador. Aunque se tenga el propósito de caminar firme sobre tierra, siempre se tiende a elevarse un “ poquito” y caminar sobre el aire. Con tal entusiasmo arrollador iniciaba el Sardina su andadura. No era para menos, pues después de veinte años ( con algún que otro intermedio) funcionando, nuestro equipo ya tenía la etiqueta de “ Federado”. Con la Directiva que se había elegido en la casa de Santiago García y teniendo de entrenador a D. Lucio Benítez Padrón , se comenzaba a escribir la “ verdadera” historia del Sardina C. F. Nuestro equipo continuó vistiendo los mismos colores que cuando era aficionado: camiseta roja, pantalón azul y medias rojas y azules. El banderín era de color rojo y azul, en cuyo fondo estaba una figura de un balón y un ancla, que fue diseñada por la señorita Loli Pérez. Más tarde, al ser inaugurado nuestro local social, el buen amigo Felipe Melchor nos hizo el escudo que hoy en día figura expuesto en el salón de actos. Como si se tratase de la victoria en un combate o como si se tratase del “ premio gordo” de la lotería, la afición del Sardina celebraba, en su “ infantil” alegría, el comienzo de la temporada. Y lo hacía de una forma masiva. No obstante, al primer partido de la temporada, que se jugó en La Aldea, acudieron ¡ siete guaguas! repletas de aficionados, al precio de 63 ptas. por persona. Tanta era la afición, que los desplazamientos del equipo fuera de casa dejaban beneficios al club. En el sorteo nos toca enfrentarnos en el primer encuentro al San Nicolás en el Campo de Los Cascajos el día 12 de septiembre de 1.969 y finalizó con la derrota de los nuestros por cuatro goles a cero. Los partidos de casa se jugaban tanto en el viejo campo de Sardina como en Barrial. Así, el segundo partido de liga se jugó en Barrial, precisamente contra el U. D. Barrial, perdiéndose también por cero goles a dos. Otro tanto ocurrió en el tercero, en que se jugó contra el Goleta en el Polideportivo de Arucas, perdiéndose por cinco a uno, siendo el primer gol de nuestro equipo en categoría federada marcado por el malogrado jugador Juan Miguel Padrón Gutiérrez de penalti. La primera victoria se consiguió en el cuarto encuentro frente al Cardones en el campo de Barrial por tres goles a uno. Ese día nuestro portero Antonio Peña realizó la mejor actuación que jamás se haya visto en ningún otro portero. El primer jugador que fichó por nuestro equipo fue Antonio Melián Macías y en esta temporada la plantilla era la siguiente: Álvaro, Faustino, Peña, Cristóbal Gil, Cristóbal Mendoza, Auyanet, Ramón Mújica, Juan García, Santiago, Roberto, Antonio Ruiz, Lecio, Manuel Vega, Antonio Melián, Juan Miguel, Manuel Perdomo, Domingo Pérez, Alonso, Nicolás Rodríguez y Gervasio Espino. C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 21 El primer entrenador oficial fue D. Diego Velásquez, pero quien entrenaba era D. Lucio Benítez. El 28 de febrero de 1.970 dimite como entrenador D. Lucio Benítez Padrón , nombrándose como nuevo entrenador a D. Isidro Pérez Guillén. Así, pagando la novatada en la categoría, nuestro equipo terminaba la temporada en un honroso octavo puesto. Se había iniciado la temporada con un presupuesto de 8.000 ptas. ( las que se recaudaron en la casa de Santiago García y se terminaba con un superávit igual. Se había escrito de esta forma la primera página de la historia. Se había pasado también la incertidumbre que produce todo comienzo. Una vez terminada la primera temporada, predominaba la confianza, pues se veía que el proyecto tenía una sólida base y que su futuro estaba garantizado. 1970 - 1971 on la confianza que produce haber tenido un buen comienzo y el sentirse respaldados por una “ Gran Afición”, se iniciaba la segunda temporada. De entrada seguía la misma Directiva y para esta temporada se fichó como entrenador a D. Luis Ramos Molina. Los jugadores que componían la plantilla eran: José Auyanet, Francisco Aguiar, Juan José Armas, Francisco Bolaños, Román Alonso, Cristóbal Betancor Viera, Antonio Betancor Mateos, Manuel Betancor Mateos, Antonio Bolaños, Juan García Franco, Antonio Díaz, Juan Díaz, Guillermo Delgado, José González, Isidro Gil, Antonio García Ramírez, Isidro González, José Guerra, Aladino Suárez, José Fernando García, Calixto Herrera, Julio Jorge Delgado y Juan Jorge Delgado, Francisco Jorge del Rosario, José Medina Moreno, Benito Mateos, Indalecio Nuez, Antonio Peña y Manuel Pérez Alonso. En esta temporada se federó al equipo Juvenil, pasando a ser su entrenador D. Lucio Benítez. Pronto este equipo aportó varios jugadores al primero, entre otros son recordados: Ramón Suárez, Domingo García, Antonio Díaz, Román, José Pérez y Tino. También este año se organizó el primer Torneo Sardina C. F. al principio del calendario deportivo y el primer Torneo del Plátano entre equipos cercanos, que se jugaba al finalizar la competición para recaudar fondos, pero tuvo poca aceptación y sólo se celebraron tres ediciones. Así mismo, el equipo se reforzó con varios jugadores de la zona como Nito Armas, Alberto Monzón, Jorge Mateos, Pepe Guerra y algunos más. Destacar al mismo tiempo que la Junta Directiva fue reelegida por cuatro años más y a ella se incorporaron algunos miembros como D. Santiago Suárez y D. Francisco C Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 22 Guerra; así como algunos colaboradores como D. Roberto Tacoronte y D. Jesús Delgado entre otros. La sal en toda aventura humana y deportiva la constituyen las anécdotas. Sin ellas, la historia quedaría deslucida. Esta temporada no podría por menos que comenzar con un par de anécdotas, más o menos “ graciosas”. La primera de ellas viene dada por la forma “ rocambolesca” en que fichó la Directiva del Sardina a José Medina Moreno ( Pepe “ el de Grimón"): Pepe se había librado del cuartel por un defecto en el ojo. En aquellos tiempos había que buscar una persona que firmase como testigo y el que le firmó a Pepe fue D. Isidro Pérez Guillén, quien había entrenado al Sardina al final de la primera temporada. D. Isidro, aprovechándose de la circunstancia “ amedrentó” a Pepe y se lo llevó a otro equipo. Don Isidro solía venir por la Sociedad del Sardina a entretenerse, y le gustaba darle la lata a los directivos: “ que si la directiva no se mueve, que si p’allá, que si p’acá…” y siempre terminaba soltando el mismo sermoncillo: “ Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente ” ( decía esto con referencia a Pepe “ el de Grimón"). Urbanito, de tanto oír el sermoncillo, se enfadó un día con él y le apostó que ficharía a Pepe “ costase lo que costase”. Aquella misma noche se fueron a hablar con Pepe Medina y no lo dejaron hasta que no les firmó la ficha. A las siete de la mañana del día siguiente se van a Guía para que Don Octavio, el médico, se la firmase. Ese mismo día fueron don Juan Molina Santiago y Urbanito a presentar la ficha a Las Palmas. Se hablaron con un federativo para que les diera el número uno de espera y éste así se lo promete. Así, a las doce de la noche se presenta de nuevo Don Juan Molina a coger “ la vez”, pero ya había uno de Moya esperando. Se queda en el coche, pues, a esperar hasta por la mañana. Al día siguiente en vez del número uno, le corresponde el número dos, y Don Juan Molina presenta la ficha. Tenía que volver por la tarde, a las cuatro, a recogerla y a las cinco y media ya estaba de vuelta. Ese mismo día llega Don Isidro por la Sociedad… -- “ Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente ” Urbanito viéndolo venir y con la ficha en alto le responde: -- “ Para uno que madruga, hay otro que no se acuesta”. -- “¡ ¿ Cómo es eso?!” -- “¡ Mírala aquí!” -- “¡ Me cago en la madre que los parió!” Resulta que cuando Don Juan Molina venía de la Federación, se cruzó con los directivos del otro equipo con el que había fichado Pepe, que iban a presentar la misma ficha, sin saber que ya se les habían adelantado. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 23 La segunda anécdota hace referencia a un “ olvido” que levantó “ ampollas”: En 1969 el periodista Antonio Cruz Domínguez entrevistó a Urbanito y cuando éste dio la relación de los directivos, se le olvidó dar el nombre de Ignacito. Cuando dicha lista apareció en el periódico, Ignacito cogió un fenomenal “ cabreo”. Estaba bastante molesto y Urbanito trató de explicarle que fue “ sólo” un olvido. En aquellos tiempos las directivas se nombraban por un solo año. Al comienzo de esta segunda temporada, el Secretario, don Manuel Sánchez, hizo una nueva relación de directivos para mandarla a la Federación, resultando que también se le olvidó incluir a Ignacito. Cuando don Manuel Sánchez se dio cuenta, se lo dijo a Urbanito y éste le contestó que no se lo dijera “ por nada del mundo” a Ignacito, pues podría formarse un “ cacao”. Total, que lo resolvieron mandando un escrito a la Federación en el que se decía que por omisión no habían incluido a Ignacito en la lista. Ignacito nunca llegó a enterarse … ¡ por suerte! Por esta época ya se habían redactado el Reglamento y los Estatutos del Sardina C. F., que fueron aprobados por el 60% de la totalidad de los socios el 26 de abril de 1971. El día 12 de mayo del mismo año, se solicita de la Federación, el I Torneo Noroeste. En esta temporada el equipo termina clasificado en cuarto puesto, obteniendo nuestro portero Peña, el trofeo al portero menos goleado de la zona extremo norte. Al final de la temporada, el superávit ascendía a 16.800 ptas. 1971 - 1972 imite como contador D. Pedro Tacoronte Pérez, ocupando su lugar D. Jesús Delgado Sosa. Se crea un nuevo cargo: BIBLIOTECARIO, que ocupa, el hasta entonces vocal, D. Gumersindo Pérez González y entran como nuevos vocales los señores D. Antonio Montesdeoca Armas y D. Francisco Suárez Guerra. Para esta temporada se ficha como entrenador a D. Faustino Vega Ruiz, persona muy querida por nuestra afición, quien no puso condiciones económicas, correspondiéndole nuestro club con pequeños agasajos. En esta temporada se federa el equipo Infantil del que con el tiempo se lograron un buen número de jugadores que dieron un excelente D Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 24 resultado en el primer equipo. Entre ellos son recordados: Félix Pérez García, Francisco Montesdeoca Santiago, Marcelo González Pérez, Rito Silva Montesdeoca, José Pérez y algunos otros que se malograron por causas diversas. Fue su primer entrenador, ¡ como no!, D. Lucio Benítez, que logró con este conjunto por dos veces consecutivas el máximo galardón que una Junta Directiva y una Afición que de verdad sean deportivas pueden desear, como fue el Trofeo a la Corrección. Fueron delegados de los equipos desde sus comienzos las siguientes personas: del Regional D. Ignacio Gil Armas, del Juvenil D. Cristóbal Padrón Díaz y del Infantil D. Jesús Delgado Sosa y D. Antonio Montesdeoca Armas. El 18 de enero de 1972 había quedado constituida la “ Asociación Sardina del Norte”, registrada en el Gobierno Civil con el número 151. Esta Asociación fue constituida con fines deportivos, recreativos y culturales. Para poder llevar a cabo dichos fines se hacía necesario un Local Social. Dicho local, ubicado en la carretera de Sardina, Km. 5, número 59, fue alquilado a D. Matías Ramos Medina, por contrato indefinido, pasándose inmediatamente al acondicionamiento del mismo. Por este local se pagaron los dos primeros años 2.500 ptas. mensuales. A partir del tercer año se pagaron 5.000 ptas. y por acuerdo mutuo, en los años 78 y 79 se pagaban 6.000 ptas. El 20 de febrero de 1972 se inauguraba el Local Social. Para tal fin, se nombró madrina del club a la señorita Lili Tacoronte Pérez y Damas de Honor a las señoritas Lilla Molina y Rita Gil Macías. Asistieron al acto, entre otros: el Vicepresidente de la Federación de Fútbol de Las Palmas, el Secretario D. Pedro Suárez, un miembro del Colegio de Árbitros y el Alcalde de Gáldar, don José Estévez. La bendición del local corrió a cargo del cura párroco de Sardina, don Santiago. Este mismo año se compraría el solar del que años más tarde sería “ Nuevo Local Social”. Desde sus comienzos fue objetivo prioritario de la Junta Directiva el poder contar con un local social a corto plazo alquilado y a medio o largo plazo en propiedad, por lo que se gestionó el conseguir un solar. Primeramente la directiva se dirigió al Excmo. Ayuntamiento de Gáldar que ofertó uno en la carretera general, frente al viejo Colegio Llanos de Caleta y Sobradillo. Estaba bien situado, pero se desistió porque el Ayuntamiento ponía la condición de que a los cincuenta años revertiría de nuevo en su propiedad. Luego la Directiva contactó con D. León Sánchez, pero no aceptó la petición. Los terrenos estaban situados junto al bar Miguelín. Y así se continuó hasta que se adquirieron los de hoy en día. Antes de arrendarle el local a D. Matías Ramos Medina, la Directiva se reunía primero en la casa de D. Santiago García, luego en la de D. Juan Martín y cuando celebraba alguna Asamblea General se trasladaba a la de D. Juan Jiménez, sita en el barrio de “ Los Condenados”. En sus comienzos la Directiva estuvo un poco a oscuras, pues se alumbraba con velas. Más tarde se compró una luz de gas. Así mismo, la primera instalación del Local Social era de gas, pero después consiguieron prestado un grupo eléctrico por parte de D. José Pérez Medina. En esta temporada apadrinó al equipo el malogrado Tonono que, entre otras cosas, consiguió para el club los pases para que nuestros jugadores fueran gratis al Estadio Insular. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 25 Además consiguió un vale para un equipaje que nos regalaba todos los años la U. D. Las Palmas. Incluso llegó a jugar unos 15 minutos con nuestro equipo en el estadio de Barrial en un homenaje que se le ofreció a D. Ignacio Monzón Diepa en el verano de 1964, estando todavía en la categoría de Aficionados. El equipo lo formaban esta temporada los mismos jugadores que la anterior y la temporada en sí, supuso el paso de un año más en la historia del club, que seguía firme en su propósito de conseguir metas mayores. 1972 - 1973 ontinúa la misma directiva, renovándose al mismo tiempo el contrato a D. Faustino Vega Ruiz. El equipo, esta temporada, lo formaban: Francisco Bolaños, Juan García Franco, Benito Mateos, Román alonso, Juan Rivero Mendoza, Juan Ruiz, Francisco Jorge del Rosario, José Ramón Delgado, Pedro Ruiz, Cristóbal Betancor Viera, Domingo García Molina, Adrián Molina, José Guerra, Antonio Moreno Vega, Domingo García Franco, Francisco Mendoza, Antonio Bolaños García, Juan Quintana, Aladino Suárez, Martín Quintana, Antonio Díaz, Sebastián Gil, Manuel Pérez Gil, Antonio Peña, Juan Martín y Faustino Montesdeoca Armas. Esta fue la temporada en la que le quitaron a nuestro club el Campo de Sardina para construir la que más tarde sería Urbanización “ Agua Viva”, con lo que se tenían que desplazar los tres equipos al menos dos veces por semana a Barrial para poder entrenar, aunque la mayoría de las veces fuera del campo, porque eran muchos los equipos que utilizaban dicho recinto. De esta forma no solo se aumentó el gasto del transporte, sino que la afición fue a menos. C Tonono Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 26 Se nombra entrenador Infantil a D. Pedro Tacoronte Pérez y Juvenil a D. Eugenio Padrón Díaz, que luego sería sustituido por D. Antonio García Ramírez, por dimisión del anterior. El 20 de agosto de 1972, se celebra el I Torneo del Sardina, en el que participaban los equipos: C. D. Guía, U. D: Barrial, U. Moral y Sardina C. F. Comenzó celebrándose este torneo por la gran afición que existía, suponiendo este hecho unos buenos ingresos económicos. Al mismo tiempo servía de preparación para el equipo, ya que se jugaba al principio de la temporada. Este torneo continuaría jugándose durante diez temporadas consecutivas hasta el año 82. La temporada en sí pasó sin pena ni gloria para el club, que sumaba de esta manera una hoja más a su historial. Digno de destacar esta temporada es, sin embargo, un escrito llegado a la Secretaría del club, procedente del Comité Provincial de Fútbol Infantil de Las Palmas, en el que, entre otras cosas, se dice textualmente: “ Debido a los múltiples accidentes que están ocurriendo en los campos de Fútbol Infantil y los diversos casos que están pasando por alineaciones de jugadores, este Comité quiere recordar algunas de las Normas, que en la Asamblea General celebrada en el mes de Agosto se leyeron para conocimiento de los Clubes: 1. El Fútbol Infantil es puramente formativo y por encima de cualquier resultado está la formación integral del chico en este deporte, para poder alcanzar el día de mañana una formación total que pueda pasear con orgullo por todos los campos de fútbol. 2. El Comité Provincial y todos sus componentes están a disposición de todos los Clubes y sus dirigentes para informar y orientar en todo lo relacionado con el reglamento que rige la competición, para evitar de esta manera todos los casos desagradables que están ocurriendo y evitar de esta manera las medidas tan rígidas que hasta el momento está tomando el Comité de Competición. 3. Este comité Provincial está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias, por muy fuertes que sean, con tal de que el Fútbol Infantil de nuestra Provincia camine por buen sendero y sea ejemplo ante las demás provincias españolas. 4. Rogar al público y aficionados de Clubes que asistan a los partidos de Fútbol Infantil, que no inciten a los chicos en el juego viril y peligroso, pues lo que hacen es estropear la labor que otros señores, calladamente están haciendo al frente de estos chicos y que además sólo ocasionan los incidentes que Domingo tras Domingo se Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 27 producen en los diferentes campos de fútbol, y que perjudican notablemente la buena organización de los Clubes.” Este mismo año, consigue nuestro equipo Infantil el Trofeo de la Corrección, haciendo honor al espíritu que siempre ha predominado en el club: “ La deportividad dentro del campo”. Ocupando un lugar privilegiado en las vitrinas del club se encuentra este trofeo, quizás el más bonito ( por su significado) que haya conseguido nuestro equipo en toda su historia. 1973 - 1974 a directiva sufre una profunda transformación, de tal forma que siguen en la misma: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, SECRETARIO: D. Manuel Sánchez Guerra, BIBLIOTECARIO: D. Juan González Mendoza, VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Ignacio Gil Armas y, D. Manuel Tacoronte Melián. Y son nuevos: VICEPRESIDENTE: D. Santiago Suárez Díaz, VICESECRETARIO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, TESORERO: D. Juan Benítez Medina, CONTADOR: D. Roberto Tacoronte Guerra, VOCALES: D. Juan Luján Hernández, D. Plácido Vega Aguiar, D. Juan Guillén Ramos, D. Antonio Mendoza Jiménez y D. Tomás Pérez Gil. Para esta temporada se ficha como entrenador a D. Juan Herrera Bolaños y la plantilla la formaban: Antonio Betancor, Francisco Mendoza, Ramón Suárez, Indalecio Nuez, Antonio Rodríguez, Domingo Tacoronte, Santiago Cubas, Ramón Mederos, Guillermo Delgado, Juan Quintana Viera, Domingo García Molina, José guerra, Aladino Suárez, Luis Sosa, Valentín Medina, Juan Díaz, Juan M. Ruiz, Calixto Herrera, Adrián Molina, Francisco Jorge del Rosario, Pedro Ruiz, Eusebio Sosa, José Medina Moreno y Juan Martín Martín. En esta temporada nuestro equipo sufre una serie de bajas debido en parte a la aparición de nuevos clubes que pagaban los fichajes y ofrecían primas, por lo que algunos jugadores nos dejaron. De ahí que esta temporada fuese bastante floja, tanto en lo deportivo como en lo económico. El Local Social siguió funcionando bien, en especial el pequeño bar y se incrementó el número de socios. Incluso se hicieron socios de otros municipios como St ª M ª de Guía. A pesar del reducido espacio del local se hicieron actos culturales, entre los que destacan la revista “ Año 2.000” a cargo de D. Jesús Rodríguez Doreste y del periodista D. Antonio Cardona Sosa, una obra de teatro interpretada por un grupo de Gáldar, una charla coloquio sobre las reglas de juego por el árbitro internacional D. Félix Birigay y algunas charlas sobre agricultura ofrecidas por técnicos del Servicio de Extensión Agraria. Un lugar destacado para esta temporada lo ocupan los Infantiles, que ganaron por segundo año consecutivo el Trofeo de la Corrección, lo cual es motivo de satisfacción y orgullo para la Directiva y para la Afición. L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 28 1974 - 1975 a Junta Directiva hace un análisis en profundidad de la anterior temporada y decide reforzar el equipo haciendo un sacrificio económico. Y así, a base de talonario se ficharon a los siguientes jugadores por las cantidades que se especifican y por un periodo de dos años: Antonio Betancor ............................ 25.000 Ptas. Domingo Tacoronte ........................ 25.000 Ptas. Ramón Mederos .............................. 25.000 Ptas. Guillermo Delgado ......................... 30.000 Ptas. Santos ................................................. 15.000 Ptas. En realidad todos los jugadores cobraron. Incluso se dio el caso de un jugador que estaba haciendo el Servicio Militar que percibió más dinero que los demás, aunque siempre se lamentaba de que a los de Sardina no les pagaban nada. En esta temporada, tanto la Directiva como los Aficionados estaban en general muy ilusionados con el equipo, teniendo en cuenta el esfuerzo realizado para reforzar la plantilla y se confiaba mucho en ella. También se fichó como entrenador del regional a D. Silverio Cubas Cárdenes por una temporada al precio de 16.000 ptas. mensuales y doble prima que a los jugadores. La persona encargada del material era D. Victoriano Díaz Díaz ( q. e. p. d). En agosto se jugó el V Torneo Sardina C. F. al que asistieron gran cantidad de aficionados. El primer partido de la temporada nos correspondió en Barrial frente al C. D. Atalaya, con el que se empató a uno después de que se nos anulara un gol por el árbitro D. Manuel Pérez, que hacía de Juez de Línea, y quien nos diría al finalizar el partido: “--- Espero que ese gol no les haga falta para el ascenso”. Pues al final de la temporada sí que nos hizo falta el mencionado gol, pues el equipo quedó empatado a 32 puntos con el C. D. Atalaya y ascendieron ellos por el “ gol average”. Nosotros tuvimos que conformarnos con jugar la promoción. Al acabar la primera vuelta se reúne la Junta Directiva y después de analizar el trabajo del Sr. Cubas , se decide cesarle como entrenador a pesar de la buena clasificación. El motivo no fue otro que el poco entendimiento que existía entre él y los jugadores, lo cual ocasionó no pocos problemas. Le sustituye como entrenador D. Faustino Vega Ruiz, quien ya había sido entrenador en varias ocasiones. También en esos días presentó la dimisión el Secretario de la Entidad D. Manuel Sánchez Guerra para poder aceptar un cargo directivo en la Federación de Fútbol de Las Palmas, que le fue aceptada por unanimidad. Le sustituyó el Vicesecretario D. Alfredo Pérez Hernández, pasando a ocupar el cargo de Vicesecretario D. Plácido Vega Aguiar. L Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 29 La liguilla de ascenso a la 2 ª Categoría Regional en esta temporada la juegan los equipos clasificados en 2 º puesto de cada grupo de los tres que componían la 3 ª Categoría Regional. Por la Zona Sur se clasifica el Castillo del Romeral, por la Zona Centro el InterCanarias y por la Zona Norte nuestro Equipo. Al efectuarse el sorteo, al Sardina le corresponde jugar con el Castillo del Romeral en Barrial, pero acordamos cambiar el orden y lo jugamos fuera. Se jugó bajo un fuerte viento y perdimos por tres a uno. El segundo encuentro lo jugamos en el Lomo Apolinario y ganamos por uno a cuatro. El tercero se jugó en Barrial frente al Castillo y ganamos por dos a uno. Solo faltaba jugar en casa contra el InterCanarias y con un simple empate se conseguía el tan deseado ascenso. Pero esa tarde- noche de aquel 18 de mayo de 1.975, ante aquella impresionante masa humana; el destino quiso que nuestro Equipo no lograra ver colmadas sus aspiraciones y perdíamos por uno a dos. Incluso después de repetir un penalti nuestro jugador Domingo Tacoronte que salió desviado por fuera de la portería. Y así, con ese balón que se fue fuera, se fueron las ilusiones de una sufrida Directiva, de un Entrenador trabajador, serio, honrado y mejor persona; de un grupo de jugadores y de una ¡ Gran Afición!. Pero así es el deporte, unas veces se gana y otras se pierde. Tal vez lo importante sea saber perder. El colegiado de este recordado encuentro fue el sureño D. Isidro Vega Viera. Corroborando la gran campaña de los Regionales, los juveniles conseguían esta misma temporada la mejor clasificación de su historia, quedando en un tercer puesto que supo a poco, pues pudo haberse conseguido el primer puesto de la clasificación si el equipo Regional no hubiese necesitado los servicios de muchos de sus jugadores. Este equipo juvenil estaba entrenado por D. Armando Pérez y lo formaban: Carlos García, Elías García, Pepe Delgado, Julián García, Máximo García, Rito Silva, José Miguel, Marcelo González, Francisco Montesdeoca, Félix Pérez García, Macías, Agustín, José Juan, Julio y José Molina. Al finalizar esta temporada también finalizaba el mandato de la Junta Directiva y se convocan elecciones. El Presidente saliente decide no presentarse a la reelección, ya que ocupaba el cargo desde 1963 y después de una temporada cargada de alicientes estimó oportuno darle paso a otra persona que podría darle nuevos aires al club. Fue convocada la Asamblea General Extraordinaria para el 12 de julio de 1.975 y sólo se presentó una candidatura encabezada por D. Gregorio R. Martín González, que fue proclamada vencedora por ser única. Con el nuevo Presidente continuaron la mayoría de los miembros de la anterior Directiva. 1975 – 1976 orman la directiva esta temporada las siguientes personas: PRESIDENTE: D. Roberto Martín González, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Jesús Delgado Sosa, VICESECRETARIO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, TESORERO: D. Ignacio Vega Aguiar, CONTABLE: D. Roberto Tacoronte Guerra, VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Antonio Tacoronte González, D. Donato Rivero Martín, D. Juan González Mendoza y D. Miguel Tacoronte Melián. El equipo estaba formado por: Antonio Betancor, Juan Ruiz, Ramón Suárez, Domingo Tacoronte, Aladino Suárez, Juan Martín Martín, Pedro Medina, Ramón F Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 30 Mederos, Jorge López, Domingo García Molina, Eugenio García Molina, Francisco Mendoza, Fernando García, Guillermo Delgado y Julio Silva. Se ficha esta temporada como entrenador a D. Mariano Chirivella. Este año fue deportivamente aceptable, aunque flojo en lo económico. La Directiva decide no renovar el contrato del pequeño bar al arrendatario. Luego, en un tiempo record de dos años lo tuvieron arrendado unos cinco señores y la gente, en especial la de fuera, se fue alejando. 1976 – 1977 a Directiva sufre una pequeña remodelación, de tal forma que: Siguen en la misma: PRESIDENTE: D. Roberto Martín González, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas y todos los vocales. Entran nuevos: SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago, VICESECRETARIO: D. Tomás Manuel Falcón Pérez, CONTABLE: D. Braulio Pérez Santana, VOCALES: D. Cecilio González Ramos . Se renovó parte de la plantilla y la Federación de Fútbol de Las Palmas creó la Categoría de Cadetes. El club federó un equipo Cadete, pero retiró el Infantil. La Categoría de Cadetes solamente duró un año, pues la propia Federación la extinguió. Se fichó como entrenador del Primer Equipo a D. Luís Ramos Molina ( quien ya había entrenado al equipo varias temporadas antes) y del Juvenil a D. Armando Pérez Rodríguez. El equipo Regional se clasificó a media tabla y el Juvenil también hizo un buen papel. Económicamente, la temporada fue mala y acabó con un déficit bastante elevado. 1977 – 1978 l principio de esta temporada, el Presidente decide presentar su dimisión en Asamblea General Ordinaria y queda al frente de la Entidad el Vicepresidente D. Ignacio Gil Armas, que convoca Asamblea General Extraordinaria para el L A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 31 3 de septiembre con el fin de elegir nueva Directiva. Ese mismo día los socios asistentes animan a D. Urbano Jorge para que vuelva a presentarse para la Presidencia, lo que, ¡ como siempre! termina aceptando y presentando la siguiente candidatura: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago ( q. e. p. d), VICESECRETARIO: D. Tomás Falcón Pérez, TESORERO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, CONTABLE: D. Pedro Guillén Hernández, BIBLIOTECARIO: D. Lucio Benítez Padrón , VOCALES: D. Florencio Pérez González, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Juan González Mendoza, D. Juan González Medina, D. José Díaz Vega, D. Bartolomé Montesdeoca Armas, D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Guillermo Díaz Vega, D. Miguel Tacoronte Melián y D. Eugenio Melián. Al no presentarse ninguna otra candidatura, la misma toma posesión el día del vencimiento de la convocatoria y acuerda fichar como entrenador del Regional a D. Armando Pérez Rodríguez, que procedía del Juvenil. Se subieron al Regional varios jugadores que procedían del Juvenil que dieron muy buen rendimiento y se ficharon otros jugadores como Juan Santana, portero que venía cedido del U. D. Guía; y Juanito Estévez y Adolfo Umpiérrez, que procedían del Unión Moral. Para poder hacer frente a las deudas que se venían arrastrando y a los demás pagos se tuvo que solicitar un préstamo a la entidad bancaria “ La Caja” por un importe de 100.000 ptas., que fue concedido personalmente a D. Ignacio Gil Armas para abonarlo en el plazo de seis años. Gracias a la gran plantilla que se había conseguido reunir, a la buena armonía que había entre los jugadores, técnicos y directivos y al apoyo de la Afición, nuestro Equipo conseguía, ¡ por fin! el tan codiciado ascenso a 2 ª Regional cuando faltaban aún cinco jornadas para Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 32 terminar la temporada, ganando en casa al C. D. Caideros por dos goles a uno en un buen partido. Se conseguía de esta forma el primer Gran Éxito del club en su historia. Se inscribía con letras de oro la fecha del 23 de marzo de 1.978 en el historial del equipo. El equipo en esta temporada extraordinaria estaba formado por: Juan Manuel, Isidro Gil, Betancor, Domingo García, Juan Santana, Julio, Rito Silva, Marcelo, Rito Gil, Alberto, Pepe, Jorge, Adolfo, Cristóbal, Ignacio, Pancho, Kiko, Juan Quintana, José García, Carmelo Cabrera, Francisco “ cuarto kilo”, Fernando, José Antonio “ Valerio” y Juan Estévez. Como masajista del equipo y utilero en esta memorable temporada estaba D. Victoriano Díaz Díaz y como Delegado D. Cristóbal Padrón Díaz . 1978 – 1979 e renueva el contrato al entrenador del Regional D. Armando Pérez Rodríguez y por consejo suyo se fichan varios jugadores. La Entidad sufre muchos altibajos, llegándose a la situación de que el mismo equipo y el mismo entrenador que habían conseguido el ascenso la temporada anterior, se ven abocados en esta a jugar la promoción de descenso. La Directiva se reúne con jugadores y técnico y subsanadas algunas diferencias de criterio, se logra ¡ afortunadamente! mantener la categoría. Para esta temporada se fichó como entrenador Juvenil a D. Juan Moreno Jiménez y con él, nuestro equipo Juvenil conseguía un trofeo que ya había visitado nuestras vitrinas en dos ocasiones anteriores: LA CORRECCIÓN, dando una vez más muestras del espíritu que siempre ha movido a nuestra Entidad. En octubre de 1.978 y después de darle muchas vueltas, se decidió comenzar la construcción del Nuevo Local Social, ya que se estaba pagando alquiler y no se disponía de fluido eléctrico, debiendo abonar la Directiva el coste de su instalación. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 33 1979 – 1980 e ficha como entrenador Regional a D. Pedro Alonso Rodríguez y para los juveniles a D. Juan Jiménez García. El equipo lo formaban: Carlos García Barrios, Domingo García Molina, Ramón Monzón, José Marcelo González Pérez, Santiago López Medina, Juan Aguiar Rivero, Mario Pérez Godoy, Rito Silva Montesdeoca, Jorge López Molina, Ramón Suárez, Francisco Montesdeoca Santiago, Francisco Sosa Gil, Félix Pérez García, Juan Medina Sosa, Elías García Molina, Bernabé Bolaños Hernández y Juan Díaz Herrera. Se refuerza la plantilla con gente como Santiago Medina procedente del C. D. Atalaya, Juan “ Aguiar” del C. D. Rehoyano y otros jugadores de la cantera. El 5 de diciembre de 1.979 fue inaugurada la primera planta del Local Social gracias al esfuerzo de un grupo de personas que se habían sacrificado tarde tras tarde durante ¡ once meses!. Pero lo más destacado de todos ellos es que además habían prestado su dinero y soportado las críticas de “ los de siempre” con gran resignación. Al finalizar esta temporada el equipo había quedado en sexto puesto de la clasificación a puntos iguales con el Firguense, aunque este equipo nos superaba por el “ gol average”. En los últimos partidos el entrenador había dado paso al Primer Equipo a varios Juveniles. La Federación de Fútbol de Las Palmas reestructuró la Liga y aumentó a dos el número de grupos en la Primera Categoría Regional, con lo que el Firguense se clasificó para jugar la liguilla de ascenso, cosa que consiguió. Acabada la Liga Regular, se juega la Copa Federación, en la que a nuestro equipo le toca jugar primero con el Arrecife en casa. La Directiva se reunió en varias ocasiones. Se hicieron cuentas y se llegó a la conclusión de que no se podía hacer frente a los gastos. Casi se toma la decisión de retirarse de la competición. Sin embargo, le fue comunicado este hecho a los jugadores y al entrenador y deciden por mayoría ceder parte de sus primas para pagar el viaje a Lanzarote. El viaje fue planificado cuidadosamente por el jugador Marcelo González Pérez. Para compensarles, más tarde se le entregó a la plantilla la recaudación del primer encuentro en Barrial, que fue de 11.000 ptas. y después 8.000 ptas. más. El desplazamiento a tierras lanzaroteñas fue muy agradable, ya que se solicitó al club conejero el adelantamiento del partido en veinticuatro horas, a lo que accedieron, teniendo nuestra delegación un día completo para hacer turismo. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 34 Fueron en total entre jugadores, cuerpo técnico, directivos, socios y aficionados más de sesenta personas y lo único desagradable fue el aterrizaje del avión en la ida, ya que dio tantos saltos que las maletas rodaron por el suelo. El encuentro de ida en Barrial se había ganado por un gol a cero y éste también se ganó por uno a dos, siendo protagonista nuestro delantero Rito Silva que sustituyó a nuestro portero Paquito faltando veinte minutos por lesión y se comportó como un auténtico portero titular. Al finalizar el partido, la comitiva se repartió por los distintos pueblos de Lanzarote, ocurriendo que algunos no llegaron hasta la mañana siguiente. Pero a la hora de la excursión que estaba programada en guagua estaban todos. Se hizo un recorrido por toda la isla y a las siete de la tarde se producía el regreso después de un día lleno de recuerdos. En la segunda eliminatoria el rival era el Unión Marina. Se empató a dos en casa y en el segundo partido jugado en Telde el equipo terminó perdiendo por tres goles a dos, después de jugar una prórroga de media hora, con lo que quedamos eliminados. En el plano social y cultural se intentó fomentar los bailes, para lo que se contrató a buenos conjuntos musicales, pero no se logró que tuviesen aceptación. Así mismo, se realizaron actos culturales y charlas coloquio a cargo, entre otros, del periodista D. Santiago Betancor Brito y del entrenador de la U. D. Las Palmas D. Antonio Ruiz. También se procuró popularizar el Ajedrez, Damas y Ping Pong sin éxito. Sin embargo, el juego de Lotería y las máquinas tragaperras si que arraigaron y tuvieron bastante éxito, aportando a la Entidad unos suculentos ingresos que sirvieron de gran ayuda para la adquisición de mobiliario y de material deportivo. 1980 – 1981 sta temporada se dejó de celebrar el Torneo Sardina C. F., pues dejaba pérdidas. Se fichó como entrenador del Regional a D. Juan Díaz Santiago, aquél que fuera gran jugador del U. D. Guía y que no puso condiciones económicas. Pero a mediados de la segunda vuelta, su empresa lo trasladó a otro lugar y tuvo que dejarnos. Entonces se hizo cargo del equipo el entrenador de los Juveniles D. Juan Jiménez García. Para los Juveniles se nombra entrenador a D. Pedro Tacoronte Pérez. Hay que reseñar que se produce una desbandada de jugadores de nuestra plantilla hacia otros equipos, quedándonos tan solo con cuatro o cinco de los de la temporada anterior. Por tal motivo y a la desesperada, se comienza a fichar jugadores “ al lazo” entre los equipos de fútbol veterano. De esta manera se llegó a la cifra de ¡ 34! jugadores fichados. Las consecuencias de tan poca planificación y de tanto fichaje “ alocado” no tardarían en dejarse sentir. El equipo estuvo sin ganar un partido hasta la jornada 21 ª , en la que se consiguió la victoria contra el Bañaderos por tres goles a uno. Luego, el equipo experimenta una ligera mejoría, ganándose unos cuantos partidos más. Sin embargo, y aunque se terminaba la temporada ganando al Guayarmina en Agaete por seis goles a uno, el equipo, desahuciado, descendía de nuevo a la 3 ª Categoría Regional. Al igual que el primer ascenso de categoría supuso un gran aliciente y una gran alegría para la Afición en general, este descenso suponía el desencanto generalizado de Socios, Directivos y Afición. E Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 35 Por esta época las cosas habían cambiado muchísimo. La Afición ya no era la misma de los primeros años. Desde que el equipo dejó de entrenar y jugar en Sardina, se fue notando poco a poco la ausencia de público a los partidos y esto, naturalmente, repercutía de una forma negativa en la economía del club. Si a esto añadimos que la construcción del nuevo Local Social ocasionó deudas que pesarían en la economía de la Entidad, tendremos el panorama perfecto para comprender la marcha del equipo. Por si fuera poco, en los últimos años, se habían fichado algunos jugadores de Las Palmas que, pese a la buena voluntad de la Directiva, ocasionaban también unos gastos elevados. La construcción del nuevo Local Social había dejado exhaustos a los directivos, el descenso del club causó desilusión entre los socios y la afición en general se sentía alejada del club. Así las cosas, no serían de extrañar consecuencias posteriores que no tardarían en llegar. 1981 – 1982 e ficha como entrenador regional a D. Pedro Alonso Rodríguez, quien ya había entrenado al equipo dos temporadas antes. Para los juveniles se ficha a D. José Luis Vega González. El equipo lo formaban: Carlos García Barrios, Manuel Rivero Navarro, Rito Padrón González, José Marcelo González Pérez, Basilio Medina, Juan Aguiar, Manuel Carlos Sosa López, Juan Tacoronte, Félix Pérez García, Juan H. Rivero Suárez, Francisco Montesdeoca Santiago, Ramón Suárez, Julio Guillén P��rez, Plácido García, Isabelino Medina Sosa, Tomás Armas Armas y Jorge López Molina. El día 6 de septiembre de 1981 termina el período de mandato de D. Urbano Jorge Medina, por lo que éste deja su cargo, que pasa a ocupar el hasta entonces vicepresidente primero, D. Ignacio Gil Armas. El día 2 de noviembre del mismo año se convocan elecciones para nombrar nueva Junta Directiva, no presentándose a las mimas ninguna candidatura, por lo que tiene que presentarse la misma que estaba, quedando compuesta por los siguientes señores: PRESIDENTE: D. Urbano Jorge Medina , VICEPRESIDENTE 1 º : D. Ignacio Gil Armas, VICEPRESIDENTE 2 º : D. Florencio Pérez González, SECRETARIO: D. Juan José Molina Santiago , SECRETARIO 2 º : D. Tomás Manuel Falcón Pérez, TESORERO: D. Ramón Alfredo Pérez Hernández, DELEGADO JUVENILES: D. Cristóbal Padrón Díaz , BIBLIOTECARIO: D. Lucio Benítez Padrón , PRESIDENTE DE SALA: D. Juan González Montesdeoca, VOCALES: D. Antonio Montesdeoca Armas, D. Anastasio Díaz Vega, D. Juan González Mendoza, D. Cristóbal Padrón Díaz, D. Juan González Medina, D. Plácido Vega Aguiar, D. Antonio Tacoronte González, D. Cipriano García Mendoza y D. Guillermo Díaz Vega, D. José Díaz Vega, D. Miguel Tacoronte Melián, D. Gregorio Molina Santiago, D. Eugenio Melián Jiménez. La plantilla la formaban un grupo de jugadores tranquilos y esto se dejaba notar en la marcha del equipo. El “ librillo” del entrenador, muy estimado por nuestra afición, también se dejó sentir y así el equipo conseguía terminar la primera vuelta sin perder un solo partido. En la segunda vuelta continuaba el equipo su marcha triunfal hacia el título. La pasó arrolladoramente, perdiendo tan sólo un partido contra el Valleseco por dos goles a cero. S Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 36 Durante toda la temporada nuestro equipo mantuvo una igualdad total con el equipo de Los Portales. En la última jornada este equipo juega su partido en el Polideportivo de Arucas frente al Puertillo, venciendo por cuatro goles a uno. Nuestro equipo por su parte juega el último partido de liga en Barrial contra el Sta. Brígida Atco., ganando por cinco goles a uno, con lo que quedamos ¡ Campeones! del 2 º Grupo de la 3 ª Categoría Regional y conseguimos nuevamente el ascenso a la 2 ª Categoría Regional. El resumen de esta temporada es el siguiente: Quedamos campeones con 31 puntos. Se consiguieron 12 victorias, 7 empates y 1 derrota ( Valleseco). El equipo estuvo invicto ¡ 14 jornadas!. 48 goles a favor y 15 en contra. Se marcaron 6 goles de penalti, se fallaron 2 penaltis, nos marcaron 1 gol de penalti y marcamos 1 gol en propia puerta. El jugador más regular fue Manuel Rivero “ Lolo”, el más constante Julio Guillén y el máximo goleador fue Francisco Montesdeoca “ Pancho” con 13 goles, seguido de Félix Pérez García con 12 y Juan Tacoronte con 11. Después del partido se le ofreció a la plantilla un “ agasajo” en el Local Social, cosa que disgustó mucho a algunos socios, porque el murmullo de la celebración les impedía concentrarse en el juego de cartas que desarrollaban en la planta alta del local. Este hecho sentó muy mal a nuestros jugadores. Rubricando la gran campaña de los Regionales, los Juveniles conseguían esta temporada la segunda mejor clasificación de toda su historia, quedando en cuarto lugar, tan sólo superados por Guayarmina, Barrial y Agaete. La plantilla de los Juveniles la formaban esta temporada: David Molina González, José Rogelio Moreno Mendoza, Francisco Molina del Pino, Fernando Díaz Díaz, Rito Suárez Trujillo, Nicolás Viera Mendoza, Moisés Gil Mendoza, Agustín Reyes Delgado, Manuel Rivero Pulido, Bartolomé Guerra Pulido, José Nuez Díaz, Juan Luís Quesada Hernández, José Pérez García, Salvador García Ramírez, Jesús Gil López, Francisco Javier Gutiérrez Jorge, Martín González Mendoza y Pedro Suárez García. Esta temporada no se les dio primas a los jugadores. A cambio, todos los meses durante la temporada se les entregaron números de rifas para que los vendieran. De esta forma se reunió dinero suficiente para hacer un viaje de fin de temporada a Portugal. Algunos jugadores Regionales no pudieron hacer el viaje a Portugal. Por este motivo la Directiva invitó a varios jugadores Juveniles, entre los que se encontraban Moisés Gil Mendoza y Nicolás Viera Mendoza para que hicieran el viaje con la plantilla. Entre jugadores, técnicos, directivos, socios y aficionados; hicieron el viaje aproximadamente unas setenta personas. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 37 Aterrizamos en el aeropuerto de Sevilla un caluroso día de verano. Desde allí hasta nuestro destino ¡ 12 horas! en guagua, con una sola parada en un pequeño pueblo de Cáceres llamado Zafra para tomarnos un helado y continuar. En la frontera entre Cáceres y Portugal se produjo la anécdota. A Moisés y a Nicolás Viera se les había olvidado llevar el DNI. y además eran menores de edad. A Moisés consiguieron “ camuflarlo” como sobrino de D. Ignacio Gil Armas “ Ignacito” al coincidir los apellidos. Sin embargo, en el caso de Nicolás Viera la cosa fue un poco más complicada, ya que se necesitaron algunas gestiones “ diplomáticas” para solucionar el problema. Estas gestiones las realizó D. Marcos Vega Aguiar que era uno de los socios acompañantes de la expedición y a la sazón Guardia Civil. Tuvo D. Marcos que hacer llamadas a la Policía Municipal de Gáldar para que desde aquí se autentificara la personalidad de “ Viera”. Una vez solucionado este “ pequeño” problema burocrático, pasamos la frontera y ya en tierras portuguesas... ¡ derechitos! hacia nuestro destino final, que no era otro que un pueblecito situado en la costa atlántica del país llamado Ericeira. El final del viaje no pudo ser más caótico. La expedición llegó a las ¡ 3 de la madrugada! a un pequeño hotel de “ 5 palillos de dientes”( no de cinco estrellas). Agotados por tan largo viaje, al llegar nos encontramos con una cena compuesta por unas papas fritas de las que se venden en paquetes y unas hojas de lechuga, todo ello bastante “ frío y manío”. El reparto de habitaciones fue otro caos, teniendo los responsables del “ hotel” que retirar muebles de algunas de ellas para poder acomodarnos. Sin embargo, una vez solucionados estos problemillas de nuestra “ llegada triunfal”, conseguimos pasar una semana de lo más entretenida. Se hicieron varias excursiones, entre las que se pueden destacar por ejemplo la que se hizo a la capital, Lisboa o a la ciudad de Belem. También fuimos al santuario de la Virgen de Fátima, donde la guía que nos acompañaba nos explicó con todo lujo de detalles la historia de los pastorcillos y la aparición de la Virgen. Una vez terminado el viaje, regresamos a casa, para pasarnos unas semanas más embriagándonos con los hermosos recuerdos de nuestro viaje a Portugal. El día 26 de abril de 1982, después de doce años como presidente del club, presentaba su dimisión D. Urbano Jorge Medina. Toda una vida dedicada al club, con amor, voluntad y ganas de trabajar. Él fue uno de los “ pioneros” del Sardina ( no olvidemos que jugó en el primer equipo que se hizo en 1949). El contribuyó a que el equipo surgiese de nuevo en 1963. Y él permaneció al frente del club desde 1969 hasta 1982, tan sólo interrumpida esta trayectoria en la temporada 75 – 76. Él hizo historia en el club, él dejó huella, él fue toda una institución en la Entidad. Él explicaba los motivos de su dimisión en un escrito dirigido a su Junta Directiva, en el que, entre otras cosas, dice: “ Presento mi dimisión, porque creo que ya me llegó el momento de dar paso a otra persona. Aunque me duela, debo comprender que a todos nos llega el momento de la retirada y ahora me llega a mí, pero esto es ley de vida. Pero, por encima de mí está la Entidad, que es lo que importa, ya que las personas pasamos y la Entidad, si somos honrados, debe seguir, pero seguir bien, ya que soy consciente de que la nuestra no está todo lo bien que yo deseo. No lo está, tal vez porque yo no la haya sabido llevar, tal vez porque uno al llevar muchos años vaya perdiendo facultades, porque… tal vez sean muchos años. Pero como yo me considero responsable de que esta Entidad no funcione como yo quiero y deseo, es por lo que estimo el momento oportuno de darle paso a otra persona que pueda llevar adelante el timón de esta nave a la que se le están rompiendo las amarras. Yo he dado ya mucha soga y ahora no encuentro el “ chicote” – como diría un pescador -. Creo que me llegó el momento por varias razones. Me explico: porque el local está terminado, porque en lo económico no estamos muy mal, porque Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 38 nuestro querido equipo está en segunda y porque faltan cinco meses para comenzar la próxima temporada y la nueva junta tendrá el tiempo suficiente para preparar la nueva temporada. Si hacemos un resumen de lo hecho por la actual directiva hasta el momento, modestamente creo que ha sido positivo. Y si los que vienen o se quedan trabajan un poquito, estoy casi seguro que se podrá hacer una buena labor, que es en verdad lo que nuestra Entidad necesita. Ya que nuestra Sociedad tiene una entrada de poco más de 400.000 ptas. y los gastos son aproximadamente de unas 370.000 ptas. Pero entiendo que los ingresos no lo son todo. Hay que hacer actos culturales, hay que organizar la secretaría, hay que hacer campaña de socios, hay que buscar nuevas fuentes de ingresos. Por otra parte, tenemos el hijo subnormal que es el Fútbol y tenemos que cuidarlo un poquito más. Todo esto se consigue a base de trabajo, a base de voluntad y por lo que veo todos estamos cansados y que ninguno me diga que no, porque si lo dice, esta mintiendo o no quiere entenderlo así. Dimito, pero eso sí, estoy dispuesto a colaborar con quien me sustituya y por supuesto no estaré dispuesto a que esto que tanto trabajo nos ha costado, lo maltraten o lo lleven al caos. Les agradezco la colaboración a todos los directivos y socios que de una forma u otra me han ayudado. Gáldar, a 26 de abril de 1982”. Su puesto lo ocupó el hasta entonces vicepresidente primero D. Ignacio Gil Armas. 1982 – 1983 ebido a la gran campaña realizada la temporada anterior, en esta se respiraba confianza y hasta cierto aire de “ pequeña grandeza”. Después de la dimisión de D. Urbano Jorge Medina, se eligió nueva directiva, que quedó formada por los siguientes señores: PRESIDENTE: D. Tomás Manuel Falcón Reyes, VICEPRESIDENTE: D. Ignacio Gil Armas, SECRETARIO: D. Antonio Díaz González, VICESECRETARIO: D. Antonio Montesdeoca Armas, TESORERO: D. Anacleto Mendoza Jiménez, CONTABLE: D. José Pérez Díaz, VOCALES: D. Cristóbal Padrón Díaz , D. Antonio Tacoronte González, D. Juan González Medina, D. Guillermo Díaz Vega, D. José Díaz Vega, D. Mauricio Mateo Molina, D. Eugenio Melián Jiménez y D. Gregorio Molina Santiago. Esta temporada se ficha como entrenador Regional a D. Juan José Caballero, cuya característica más interesante era la poca preparación física que daba a los jugadores y el buen resultado que esto le daba, a tenor de la marcha del equipo. Para los Juveniles se renovaba el contrato a D. José Luis Vega. El equipo hace una excelente primera vuelta, consiguiendo quedar entre los cinco primeros clasificados. Se contaba con un grupo de jugadores tranquilos y honrados, que luchaban a tope en cada uno de los encuentros. Esto se veía reflejado en la marcha del equipo. La clasificación que se había obtenido en la primera vuelta daba a su vez mucha moral y confianza. El equipo lo formaban: Manuel Rivero Navarro, Ramón Suárez, Isabelino Medina Sosa, Félix Pérez García, Manuel Rivero Pulido, Bartolomé Guerra Pulido, Plácido García Cabrera, Manuel Carlos Sosa López, Basilio Medina García, José Pérez García, Francisco Molina del Pino, Elías García Molina, Felipe Díaz Ramos, Antonio Perdomo Sánchez, Ricardo Pérez Hernández, José D Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 39 García García, Juan Aguiar Rivero, Juan Tacoronte Gil, Antonio Rodríguez González y Carmelo Rodríguez González. En la segunda vuelta el equipo seguía funcionando bien. Comenzaba a “ paladearse” incluso algo que hubiese supuesto muchísimo en la historia del club: “ el ascenso a 1 ª Regional”. No obstante, el día 5 de abril de 1983 iba a constituirse en uno de los días más “ negros” que haya tenido el club en toda su historia. Este día ( Martes), se jugaba en Barrial un partido trascendental contra el C. D. La Luz. Nuestro equipo en estos momentos iba clasificado en tercer lugar y el C. D. La Luz en segundo, lo que hacía que el partido fuese, a priori, difícil. Las cosas iban bastante bien, hasta que en una jugada de la segunda parte surgió el “ escándalo”. Un altercado entre jugadores de ambos clubes y nuestro equipo, que hasta entonces había sido uno de los más correctos de la competición, fue el que tuvo que pagar los “ platos rotos”. Fruto de la “ incompetencia arbitral”, a nuestro equipo le sancionan ¡ siete jugadores! ( algunos de los cuáles, no tuvieron nada que ver en el altercado) y al entrenador, cerrándonos, al mismo tiempo, el campo por cuatro partidos. Naturalmente se presentan los oportunos recursos ante la Federación de Fútbol de Las Palmas, haciendo ésta, oídos sordos a los mismos, manteniéndose rígida en su postura, lo que dejó muy dolida a nuestra Directiva, que “ objetivamente” creía injustas dichas sanciones. Las consecuencias de semejante “ descalabro” no se dejaron esperar. A partir de entonces el equipo tiene que jugar los partidos de casa en St ª M ª Guía con juveniles y los resultados son “ calamitosos”. El primer partido que se jugó después de las sanciones, se perdi�� ¡ 10 – 0!, contra el C. D. Atalaya. En los restantes partidos, hasta que se cumplieran las sanciones, nuestro equipo corrió semejante suerte. ¡ Afortunadamente! y “ a pesar de los pesares”, el equipo consiguió mantener la categoría. Se pasaba vertiginosamente de saborear el ascenso, al mal sabor de boca que produce luchar por eludir el descenso. Pero el fútbol tiene estas cosas. Unas veces, “ sin comerlo ni beberlo”, te encuentras con el ascenso en las manos. Otras, luchando a tope y con fe en el triunfo, se te viene todo abajo. Es un deporte y como deportistas, con el espíritu de corrección que siempre nos ha caracterizado, tenemos que encajar todos estos “ pequeños tropiezos”. El 30 de junio de 1983, dimite el presidente por razones de estudios, pasando a desempeñar sus funciones, el hasta entonces vicepresidente, D. Ignacio Gil Armas. 1983 – 1984 nte la dimisión del presidente, se convocan nuevas elecciones, no presentándose ninguna candidatura, por lo que tiene que volver a tomar las riendas del club una persona que, a pesar de los años, aún tendría arrestos para hacerlo: D. Urbano Jorge Medina. Su nueva Junta Directiva quedaba compuesta por: PRESIDENTE 2 º : D. Bartolomé Montesdeoca Armas, PRESIDENTE 3 º : D. Florencio Pérez González, SECRETARIO: D. Carmelo Quintana Moreno, SECRETARIO 2 º : D. Antonio Montesdeoca Armas, TESORERO: D. Anacleto Mendoza Jiménez, DELEGADO REGIONALES: D. Ignacio Gil Armas, DELEGADO JUVENILES: D. Cristóbal Padrón Díaz , VOCALES: D. Anastasio Díaz Vega, D. Guillermo Díaz Vega, D. Carlos Mendoza Molina, D. Miguel Tacoronte Melián, D. Remigio Cubas Cabrera y D. José Pérez González. Se ficha como entrenador regional a D. Faustino Montesdeoca Armas y para los juveniles a D. José Marcelo González Pérez, ambos “ de la casa” y ex – jugadores del club. A Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 40 La anterior había sido una temporada desgraciada, en la cual “ a pesar de todo”, se había “ paladeado” el ascenso a primera. Tal hecho hacía que en esta nueva temporada los ánimos estuviesen a “ flor de piel”. Ya desde la presentación del equipo se hacían votos de confianza y de fe en el ascenso que tanto se merecía el equipo. No obstante, se disponía de casi todo lo necesario: una Directiva veterana y experimentada, un entrenador “ de la casa” que conocía el equipo a fondo y un equipo que, sin desmerecer los anteriores que ha tenido el club, era el idóneo para conseguir dicho propósito. Formaban este equipo: Antonio Rodríguez González, Plácido García Cabrera, Manuel Rivero Navarro, Nicolás Guzmán Tacoronte, Basilio Medina García, Ramón Suárez, Elías García Molina, Jesús García Molina, Manuel Rivero Pulido, José Pérez García, Miguel Rodríguez Gil, Moisés Gil Mendoza, Nicolás Viera Mendoza, Juan H. Rivero Suárez, Juan Medina Sosa, Félix Pérez García, Carlos García Barrios, Bartolomé Guerra Pulido, Francisco Montesdeoca Santiago, Francisco Javier Gutiérrez Jorge y José Díaz Díaz. La temporada no podía comenzar mejor, pues en el primer partido de copa se le ganaba al C. D. San Isidro por dos goles a cero. Este hecho acrecentó la moral y la confianza. Quizás se caminaba un poco sobre el aire. No obstante, en los restantes partidos de copa sólo se le ganó al U. Moral por dos goles a uno. La Afición, por esta época, era prácticamente nula. Era muy poco el público que acudía a ver los partidos del equipo. De esto, naturalmente, se resentía el club. La Directiva, por su parte, hacía lo que buenamente podía para cubrir los presupuestos. Mientras tanto, el equipo terminaba la primera vuelta de una forma un tanto irregular, que no concordaba en absoluto con los planes previstos, ni con la “ teórica” valía de sus jugadores. Algo estaba fallando. En abril de 1.984, el Presidente resulta atropellado por un transporte. Este hecho le aparta de sus funciones una larga temporada, haciéndose cargo de la Entidad el Vicepresidente D. Bartolomé Montesdeoca Armas. En la segunda vuelta, las cosas seguían igual. El equipo no conseguía apretar a fondo el acelerador y así, a una de cal, le seguían dos o tres de arena. Ni siquiera el sorbito de café caliente que el entrenador daba a los jugadores antes de cada partido, conseguía poner “ a tono” la situación. Esta situación se fue deteriorando poco a poco. Muchos de los jugadores “ clave” del equipo dejaron de acudir a los entrenamientos y a los partidos y los que se quedaron mantenían unas relaciones un poco “ tensas”. Por si todo esto no era suficiente, algunos jugadores comienzan a exhibir una falta de responsabilidad “ bochornosa”. ¿ Qué estaba ocurriendo?. La situación del club no era muy boyante, los resultados deportivos no acompañaban y por si fuera poco, ésta se constituía en una de las temporadas en que más tarjetas había recibido el club en toda su historia. ¿ Por qué?. El equipo seguía a la deriva en la competición y todo hacía presagiar un mal desenlace. Sin embargo, haciendo honor a ese espíritu de lucha que siempre nos ha caracterizado, aún quedarían arrestos para hacer alguna que otra hazaña; como fue ganar al U. D. Barrial, con diez jugadores ( por expulsión del otro), por dos goles a uno. Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 41 Pero esto no era suficiente y el equipo, poco a poco, se iba descolgando de la clasificación. Cuando solo quedaban dos partidos para terminar la temporada nos faltaban dos puntos para eludir el descenso. El primero de estos encuentros lo jugamos en casa frente al Teror y solamente se consiguió un “ pírrico” empate. En este partido, para poder hacer la alineación, el entrenador tuvo que esperar por varios jugadores que estaban jugando un torneo de futbito en San Isidro. El último partido de la temporada se jugó en el Pepe Gonçalvez contra el C. D Muelle Grande, que en esos momentos era el colista y nos ganó por un abultado y escandaloso ¡ 10 – 2!. En esta ocasión no acudieron a jugar varios jugadores, puesto que se encontraban jugando un torneo de cuarenta y ocho horas de futbito en Becerril. De esta forma tan lamentable descendía nuevamente nuestro equipo a la 3 ª Categoría Regional, resumiendo lo que había sido la temporada entera: UNA CALAMIDAD. ¿ De quién había sido la culpa?, ¿ de la Directiva, del entrenador, de los jugadores, de la Afición?. Muchas preguntas y pocas respuestas. No obstante, en lo económico podría decirse que las causas habría que buscarlas muchos años atrás. Concretamente desde 1973. Aunque al principio no se notase mucho, poco a poco se iría sintiendo el enorme daño que causó al equipo dejar de entrenar y jugar en Sardina. Si a esto, añadimos el enorme esfuerzo económico que costó la construcción del nuevo Local Social y el dinero que se había gastado durante muchos años en jugadores “ foráneos”, tendremos el cuadro perfecto para la debacle económica del club en esta temporada. Pero… ¿ y en lo deportivo?. ¿ Qué había pasado?. Al principio de la temporada se disponía de casi todo para conseguir el tan codiciado ascenso a Primera y al final no se conseguía nada. Mejor dicho, se conseguía el descenso. ¿ Una mala planificación, quizás?. ¿ Se caminó más sobre el aire que sobre la tierra?. Preguntas estas que quedan en el aire para quien quiera o pueda responderlas. Lo cierto es que el equipo había descendido y que este hecho apenas inmutó a la afición, que en los últimos años había olvidado por completo las alegrías que en el pasado le había proporcionado el equipo y lo mucho que éste le necesitó en las últimas temporadas. Un amargo sabor de boca. Quince temporadas en competición, muchas alegrías y muchas penas, pero siempre “ al pie del cañón”. Sin embargo, en esta última temporada no sólo se descendía a Tercera, sino que todo indicaba y aconsejaba la desaparición del equipo. ¡ Muy triste! Al final de esta temporada, el Presidente presenta su dimisión por estar todavía convaleciente de las graves lesiones sufridas en el mencionado accidente. Ésta le fue aceptada en Asamblea General celebrada el 25 de mayo de 1.984, quedando como Presidente en funciones el Vicepresidente D. Bartolomé Montesdeoca Armas. 6. LA EXCEDENCIA 6.1 Dos años de excedencia erminada la temporada 83– 84, el ambiente que se respiraba era una sensación de vacío total. Por la mente de todos rondaba una idea que cada vez se hacía más insistente: “ LA DESAPARICIÓN DEL EQUIPO”. La indiferencia de unos y el agotamiento de otros contribuían a acentuar esta sensación. Podría definirse esta situación como el silencio que se produce antes de la tormenta, o el que se produce después de la derrota. El mutismo era generalizado. Todos esperaban un desenlace definitivo. Por estas fechas había dejado sus funciones de presidente D. Urbano Jorge Medina, por razones de salud. Su puesto pasa a desempeñarlo, el hasta entonces vicepresidente 1 º , D. Bartolomé Montesdeoca Armas. En esta situación, la Junta Directiva convoca una Asamblea General Ordinaria para el día 25 de junio de 1984, cuyo tercer punto del orden del día era: “ 3. Solicitar prórroga para los equipos de fútbol”. A la vista de este orden del día, en el que se iba a pedir prórroga para los equipos de fútbol, los jugadores se reúnen en el colegio T Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 42 viejo, invitados por D. Pedro Tacoronte Pérez, para hacer un último intento por salvar al equipo. En esta reunión, todos los jugadores llegan al acuerdo de funcionar como un equipo aficionado, para ahorrar al club el mayor número de gastos y así poder seguir adelante. Firmes en este propósito, los jugadores deciden presentar dicha propuesta en la Asamblea General. Se daban de esta forma los últimos coletazos en un intento de supervivencia. Llegado el día de la Asamblea General, D. Urbano Jorge Medina no puede asistir a la misma, pues como es sabido, estaba enfermo. Sin embargo, siempre intentando salvar la situación, manda un escrito para que se lea a los presentes. En dicho escrito, Urbanito decía textualmente: “ Señores asistentes a esta Asamblea, les pido disculpas por no acudir a esta importante Asamblea, pero razones de fuerza mayor me lo impiden. Por tal motivo voy a hacerles un resumen de lo que yo personalmente quería exponerles: 1. Visto el problema por el que atraviesa la situación de nuestra Entidad, con lo de pedir prórroga por dos años para nuestro equipo, yo estimo que nuestro equipo debe seguir participando. Pero para ello es necesario que los socios colaboren, porque es un poco lamentable que por falta de material humano, nuestro club vaya a desaparecer. Y está más que comprobado que lo que hace falta es un grupo de personas que estén dispuestas a colaborar. 2. Lo que si estimo oportuno es solicitar prórroga por dos temporadas para el JUVENIL, hasta ver si en ese tiempo se hace un campo por esta zona, porque de lo contrario estamos malgastando tiempo y dinero, ya que vamos cogiendo chavales de quince años que no han practicado nunca el fútbol y por este conducto se pueden ahorrar como mínimo doscientas y pico mil ptas. 3. Lo grave no es sólo el fútbol. Son varias las cosas que están en crisis. La Sociedad necesita un grupo de personas con ganas, porque el local no es sólo para unas cuantas personas. El local necesita que se hagan actos culturales, competiciones de todo tipo, tales como: campeonatos de envite, damas, parchís, ajedrez, etc. Pero algunos preferimos organizarlos en otros locales. Claro… y así nos va. 4. Tenemos que tener muy en cuenta que promocionando la Sociedad, se aumentará el número de socios y hasta los “ morosos” pagarían. Pero para eso, repito, hace falta la colaboración de todos. Es una pena que una Entidad que se ha hecho con tanto sacrificio, por falta de voluntad, por falta de amor propio, se quede al garete. Yo modestamente apelo a la responsabilidad de ustedes”. Una vez leído el escrito de Urbanito, se sigue con el orden del día hasta llegar al tercer punto, en el que los jugadores representados en la persona de D. Pedro Tacoronte Pérez, exponen su propuesta. Se inicia entonces un diálogo entre todos los presentes, no llegándose a un acuerdo en este aspecto, por lo que la reunión se dio por finalizada en un tiempo record que dejaba bien claro el interés que existía por sacar el equipo adelante. El día 30 de junio de 1984 presenta la dimisión D. Urbano Jorge Medina, quedando como Presidente accidental D. Bartolomé Montesdeoca Armas. Un rayo de esperanza surgió cuando un socio de la Entidad quiso presentarse como Presidente. Sin embargo, poco duró el brillo de ese “ rayo”, pues tan rápido como surgió, desapareció. Se volvía así a la misma situación anterior. El día 23 de julio de 1984, la directiva en funciones hace el escrito solicitando la prórroga, que textualmente dice: “ En reunión celebrada por la directiva en funciones del Sardina C. F., entre otros asuntos adoptó el siguiente: Una ... “ pequeña “ historia. Sociedad Sardina del Norte y Sardina C. F 43 Solicitar de ese Organismo ( Federación de Fútbol de Las Palmas) EXCEDENCIA por dos temporadas para nuestros dos equipos, Regional y Juvenil, por razones de |
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