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XVIIIFESIIVALDE IIÉSICA DE CANARlAn002 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Tomás MARCO © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. G>i~, I d 1 siglo XX ha concluido y, a lo largo del mismo, se han desarrollado una serie de evoluciones y revoluciones que han transformado la música - y también cualquier otra cosa- de una manera drástica. Esto es algo que probablemente se puede decir de cualquier otro siglo pero no cabe duda que en el XX se ha asistido a una aceleración de los acontecimientos y de la propia historia que, a veces, da una sensación de vértigo y un sentimiento de desgaste antes de producirse una real asimilación. Y si esto es cierto en prácticamente todos los sectores de la vida, no lo resulta menos en el de la música. Un siglo que se inicia con las consecuencias postrománticas y la batalla en torno a lo que se ha llamado (con el voto en contra del propio Debussy) impresionismo, y que termina con las derivaciones últimas del minimalismo y de las tendencias intertextuales, es sin duda un siglo en el que han ocurrido muchas cosas. Atrás queda la discusión de los atonalis-mos, politonalismos, pantonalismos y dodecafonismos, la ruptura escalística del microtonalismo, la nueva lutería y la incorporación de los sonidos complejos, antes considerados ruidos, que llevarán al desarrollo de la música electroacústi-ca. También los nacionalismos y neoclasicismos, el realismo socialista, la alea-toriedad, la improvisación, las música de acción, el collage, las músicas sobre músicas, las influencias de otras culturas y un largo etcétera, ya que la enumeración exhaustiva es poco menos XVIII FESTIVtl Di MUSIi;* DE CAIItRI«S 267 que imposible, eso sin entrar en la influencia que en las música del siglo han tenido los medios de reproducción y los de comunicación y el auge absoluto de la música de producción y consumo industrial tan a menudo disfrazada de "popular". Manteniéndonos en el ámbito de la música culta, artística o de creación, es cierto que el siglo resulta complejo. Especialmente su último tercio parece una vertiginosa dispersión de búsquedas a menudo contradictorias, por lo menos aparentemente. Bien es cierto que la cercanía contribuye a la falta de clarificación y que el tiempo deja las cosas más nítidas o, al menos, las simplifica. Pero incluso la falta de perspectiva histórica no puede ser una explicación única a un fenómenos complejo. La música del siglo XX ha conocido momentos de una férrea unidad y otros de una amplia dispersión. El final del siglo se encuentra sin duda entre estos últimos. Por ello nuestra visión de los fenómenos puede extraviarse incluso cuando nos acercamos a ellos con bue- Luclano Berlo y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. na fe, algo que no siempre ocurre. La Historia nos enseña que esos momentos de variedad e incluso de contradicción acaban en síntesis tras la que el proceso se reconduce de nuevo hacia otros objetivos. Esa síntesis puede ser realizada por toda una generación compositiva o por sucesivas aportaciones individuales. Pero también aparecen de vez en cuando creadores con un extraordinario poder de síntesis que son capaces de transformar en lenguaje propio todas las complejas y confusas influencias de su tiempo. Bach es un estupendo ejemplo histórico de este hecho. Y en el siglo XX una posición como la de Strawinsky domina la síntesis de toda la primera mitad del siglo. En cuanto a la extraordinaria personalidad de Luciano Berio, creo también que nos encontramos ante una creatividad fuertemente propia que, en cierto modo, es capaz de sintetizar toda la segunda mitad del siglo, en realidad todo él, de tal manera que, al proyectarse en el siglo XXI, se va erigiendo como una de las figuras fundamentales de la centuria que acabamos de dejar, no sólo por su incuestionable categoría como compositor y la valía de sus obras, sino como arquetipo de la trayectoria de la música de su momento. Es completamente cierto que Berio es uno de los autores absolutamente fundamentales de la joven vanguardia - la generación serial- de la segunda postguerra. Junto a los de Boulez, Stoc-khausen, Nono o Maderna, su nombre está entre los grandes de esa promoción. Pero incluso en esos primeros momentos, como ya veremos, Berio mantiene una personalidad y un aliento poético de rara independencia. Y cuando la evolución posterior de algunos de sus compañeros de generación es en ocasiones cuestionable, la suya emprende un fascinante itinerario que le llevará a tierras fértiles de invención y sensibilidad para llegar a comprender mejor que nadie qué es lo que el final de siglo podía ofrecer de mejor. Cursus vitaB Luciano Berio nació el 24 de octubre de 1925 en la pequeña localidad marítima de Oneglia, en el mar Ligur, y lo hizo en una familia de músicos profesionales, ya que tanto su abuelo, Adolfo Berio, como su padre, Ernesto Berio, fueron organistas y también componían. Ello aseguraba su formación musical desde niño, lo que realiza en su propia casa y con su propio padre, quien ya desde los nueve años le hacía participar en sus veladas de música de cámara. Poco más tarde, el adolescente empezaría a escribir sus primeras piezas. Parecía que la carrera de pianista iba a ser una meta inmediata, pero la II Guerra Mundial dejaría en él sus consecuencias, ya que, siendo todavía jovencísimo, mientras se adiestraba como partisano contra el ejército mus-soliniano de la postrera República de Salo, se hirió en la mano derecha. Acabada la guerra, ingresa en 1945 en el Conservatorio Giuseppe Verdi de x«iii nsmn DE NUSIO DE cmonits © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Milán, donde pronto se concentrará en la composición al comprobar que las consecuencias de su herida no permitían un gran futuro como pianista. Estudia contrapunto con Paribeni y comienza a componer, ya que hasta entonces lo que había hecho en ese campo no era muy significativo. Como tantos otros jóvenes de su generación que habían crecido en la provincias y que habían sido afectados por la guerra. Bario desconocía casi todo de la música creada en su siglo y en el Conservatorio se acerca por primera vez a la obra de Strawinsky, Bartók o Milhaud. Incluso se encuentra, según confesión propia, entre los reventadores de un schónbergiano Pierrot Lunaire. En 1948 entra en la clase de composición de Giorgio Federico Ghedini, que le enseñará a fondo la música stra-w/ inskyana y no se opondrá a que estudie serialismo, aunque él lo practicara raramente. Claro que la figura máxima del dodecafonismo italiano era (y siguió siéndolo) Luigi Dallapiccola, por lo que concurre a una beca de la Fundación Kussewitzky para estudiar con él durante el Festival de Tanglewood, en Estados Unidos, en 1952. Aunque Serio tenía durante sus estudios una cierta ayuda familiar, ni era rico ni los tiempos de postguerra estaban para muchas fiorituras, de manera que ganaba algún dinero como pianista acompañante de las clases de canto. En ellas conocerá a la joven mezzosoprano norteamericana Cathy Berberian, que estudiaba canto en Milán con una beca Fullbright, y se casará con ella en 1952. Cathy estrenará en 1953 la primera obra de las muchas que se escribirán para ella la encantadora Chamber Musió de su marido. Por entonces, y al nacer su hija Christina, Cathy dejará de cantar en público unos años, hasta que reemprenda su carrera en 1958, siendo fundamental en la evolución de Berio y en la concepción de algunas de sus obras vocales. Su cursillo en Tanglewood le permitió asistir al histórico primer concierto de música electrónica que se dio en Nueva York en la sede del Museo de Arte Contemporáneo. El nuevo medio le fascina y quiere profundizar en él, proponiendo a su vuelta a la RAÍ un trabajo de ese género. Conoce a Bruno Maderna y ambos fundan y codirigen desde 1953 el Estudio di Fonología Musicale de la RAÍ mi-lanesa. Los dos invitarán a diversos compositores internacionales a trabajar allí(Pousseur, Cage, etc.) y crearán una serie de conciertos de música contemporánea, los Incontri Musicali, que tuvieron también una importante revista teórica. En la RAÍ conocerá a Umberto Eco, con el que establecerá una larga amistad y quien condicionará su interés por la semiótica. En 1956 realizó su primer estreno en Darmstadt, pero, aunque volvió en otros años, siempre se mantuvo un tanto alejado de la radical estética de aquellos encuentros. Sus obras van naciendo y llamando la atención en muchos lugares donde ya empiezan a llamarle para 269 Luciano Berio y la slntexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 270 enseñar, especialmente en Estados Unidos, en donde volverá a Tanglewood en 1960 y también en dos ocasiones a Dartington. Y como su carrera de compositor y enseñante le va llevando mucho tiempo fuera de Milán, en 1961 deja su puesto directivo en el estudio electrónico de la RAL En 1962 accederá como profesor al Mills College de Oakiand, sucediendo nada menos que a Darius Milfiaud. Mientras, su explosiva relación con Cathy Berberian acabará en divorcio, aunque la relación artística y la amistad continuarán. Berio se casa en 1965 con la psicóloga Susan Oyama En 1965 enseña un semestre en Harvard y después acepta una beca Ford en Berlín, pero se cruza una colaboración con la Juilliard School of Music de Nueva York, de la que será profesor durante seis años y donde fundará además un prestigioso conjunto de música contemporánea. Durante estos años su música se expande internacionalmente, tanto que cada vez tiene más problemas para poder enseñar en la Juilliard, de manera que dimite en 1971 y prepara su regreso a Italia, donde comprará unos terrenos en Radicondoli, en las cercanías de Siena, donde construye una casa y establece unos viñedos y a donde se trasladará definitivamente en 1975. Allí residirá principalmente, aunque también con apartamento en Flo-tVIII FESTIVAL DE MUSICH OE ONARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. rencia, junto con su tercera mujer, la musicóloga Talla Pecker, con la que se casa en 1977. En 1974 había aceptado la dirección de la sección electroacústica del IR-CAM que Boulez le había ofrecido y donde trabajó en el desarrollo de los procesos de transformación electrónica en tiempo real. Berio dejaría el IRCAM en 1980 y emprendió unas laboriosas negociaciones con la ciudad de Florencia para hacer algo similar en donde pudiera aplicar su experiencia, lo que no conseguirá hasta 1987 con el nacimiento de Tempo Reaie. Se liga así fuertemente a la región de Toscana; en 1982 aceptará la dirección de la Orquesta de la Región de Toscana y en 1984 la del Maggio Musicale Fiorentino. En el año 2000 dirigió el Festival Música en el siglo XXI de la Radio del Sarre. Su interés por el teatro musical, ya acreditado anteriormente, se profundiza en estos años en varias realizaciones notables que en su momento veremos. Berio ha conocido numerosos premios y reconocimientos. Ya en 1980 la City University de Londres le nombró Doctor Honoris Causa. El doctorado se duplicaría con el otorgado por la Universidad de Siena en 1995 y se triplicaría con el de la Universidad de Turín en 1999. Además, en 1989 recibió el Premio Siemens y en 1991 el Premio de la Fundación Wolf de Jerusalén. En el curso 1993-94 fue Profesor de Poética de la Universidad de Harvard en la cátedra Charles Eliot Norton y en 1995 la Bienal de Venecia le otorgó un León de Oro por la totalidad de su carrera, mientras la Asociación de Artes del Japón le galardonó en 1996 con el Premio Imperial. Y, a la altura de sus setenta y seis años, Berio continúa en plena actividad y fuerza creativa. La evolución y el estilo Hasta los veinte años de edad, es decir 1945, año de su ingreso en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán, Luciano Berio había compuesto un puñado de piezas, entre las que se sitúan canciones y obras pianísticas en un estilo convencional que hace honor al aislamiento musical en el que hasta entonces viviera. Si Paribeni le había descubierto compositores hasta entonces desconocidos para él como Ravel o Pro-kofiev, Ghedini le hará profundizar en Strawinsky -para el que siempre conservará una amplia admiración- y le permitirá adentrarse en un serialismo que ampliará con Dallapiccola. Hay que decir que en un lustro más o menos, Berio realizará una completa transformación técnica y estilística que muy pronto se refleja en una obra con acusada personalidad propia. Ya en 1950 compondrá El mar, la mar para soprano, mezzo y siete instrumentos sobre textos de Al-berti, obra plenamente significativa aunque la conozcamos hoy en la revisión de 1962, y un año más tarde el celebrado Opus number Zoo, para recitador y quinteto de viento, también posteriormente retocado. Pero será en 1953 271 Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 272 cuando surja una de sus más refinadas y hermosas obras escrita para Cathy Berberian, Chamber Music, sobre textos de James Joyce, para voz, clarinete, arpa y violonchelo. Encontramos, sin duda, un influjo de la concisión webernia-na, tan en boga en esos años, pero también un sentido tímbrico y un tratamiento vocal atento al melos que van mucho más allá de las técnicas estructurales abstractas de la época y hace atención al hecho sonoro como percepción, algo en lo que Berio será el primero en distanciarse de las formulaciones teóricas del serialismo. Con su viaje a Tanglew/ood, Berio entró en contacto, como hemos visto, con la naciente música electroacústica y, antes de que fundase con Maderna el Estudio de Fonología de la RAÍ milane-sa, trabaja para la emisora en algunas sonorizaciones de películas para la también naciente televisión. La electrónica le llevará a tomar contacto con Stock-hausen y de la mano de Maderna hará su presentación en la Meca darmstad-tiana con el estreno de la obra orquestal Nones en 1956. Sin embargo, Berio trasciende la fase serialista hacia la semiótica a través de su conocimiento, amistad y trabajo con Eco, con quien realizó programas de radio sobre la ono-matopeya que se traducen en la obra electrónica Thema (Omaggio a Joyce) de 1958. Con Eco se sumerge en el campo de la lingüística (1) y aplica en música muchas de las teorías de la forma abierta que aquél estaba desarrollando. Ello puede verse en una serie de obras del final de los años cincuenta como Epifanie (1959-61), revisada más tarde, o diversas piezas para pequeños conjuntos entre las que otra escrita para Cathy Berberian (2), Giróles (1960), para voz, arpa y percusiones, se convertirá en uno de los éxitos internacionales mayores y más duraderos del autor y más representativos de toda una época. Por aquellos años, el flautista italiano Severino Gazzelloni dedicaba su talento a la música contemporánea (3) y estrenaba una ingente cantidad de obras de muy diversos autores que profundizaban en las nuevas técnicas flautísticas. Berio no fue ajeno al fenómeno pero su trabajo iba a tener unas consecuencias entonces impensadas. Berio escribe su Sequenza en 1958 en aras de una nuevo virtuosismo flautístico, pero ello le hará reflexionar sobre los aspectos intelectivos del virtuosismo y, a partir de ahí, desarrollará una serie de piezas con los mismos principios para una serie de instrumentos variados que en la actualidad alcanza nada menos que catorce obras (4). Obras que se proyectarán en otra serie de composiciones (1) Estudianilc espacialirenle la abra de Ferdlnand Saussure. (2) U presentación de la Berberian en Darmstadt en 1959 con el tria de Cage lúe todo un acontecimiento. (3) Era miembro del notabilísimo Conjunto Internacional que en Darmstadt dirigían Boulez y Maderna. (4) Sin contar algunos arreglos autorizados pero no realizados por él. XVIII FESTIVU DE MUSIÓ DE ONADItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. (los Chemins, entre otras), en la que esos solos se explotan con grupos instrumentales e incluso orquesta. En la primera mitad de los años sesenta, la unión entre Berio y Cathy Ber-berian acaba en divorcio, lo que no impide que la admiración artística mutua continúe intacta y que sea en esta época cuando se producen los mejores frutos compositivos de su colaboración, como la Sequenza III (1966) para voz sola o, muy especialmente, los Folk songs (1964). Esta obra es especialmente significativa. Compuesta durante su estancia en Oakiand (muy cerca de San Francisco y de Berkeley), es uno de los primeros y más claros signos de la postmodernidad musical y coincide con el movimiento hippy y el flower pov^er. Berio establece un diálogo entre la música de creación actual y el material de origen folklórico, con unos resultados singulares que más tarde le llevarán a plantearse varias veces la composición de obras en torno a músicas preexistentes, el fenómeno de las "músicas sobre músicas" que los anglosajones llaman "borrowing" (5). Es por ello que existe un nexo directo entre los Folk songs, a mediados de la década, y la sensacional Sinfonía (1968-69) a finales de la misma. Berio parece proceder estilísticamente por suma de experiencias, pues si la Sinfonía es un acabado ejemplo de "borrowing", especialmente en su tercer movimiento (6), también es una obra que debe mucho a la semiótica y al estructu-ralismo (7). Sin duda fue una bomba en el mundo musical y una obra que se difundió mucho incluso por sus atractivos no estrictamente compositivos (8), que hoy queda como un acabado ejemplo de un cosmos compositivo sumamente coherente, muy creativo, y de extraordinario atractivo sonoro. Los primeros años setenta están marcados por su trabajo en el IRCAM. Su obra compositiva sigue a buen ritmo en un estilo que ya le es propio, pero también experimenta con obras ajenas en el terreno de la transformación electrónica en tiempo real (9) mientras lo encontramos entregado a una búsqueda que tiene mucho que ver con un nuevo refinamiento armónico relacionado con la percepción tímbrica. Ello está presente en el Concierto para dos pianos y orquesta (1973), en Points in the curve to find (1974), para piano y 22 instrumentos, en el amplio Coro (1975-77) par 40 voces y 40 instrumentos o en II ritorno degli snovidenia (1977) para violonche- 273 (5) Literalmente -préstamo: a l p distinto del oollaje (aunque lo subsume) que se ha dado en la historia mosical de diversas maneras desde la Edad Media pero que adquiere un especial perfil en los finales del siglo XX ... (6) Construido alrededor del tercer movimiento de la Segunda Slnlonfa de MaNer, en tomo al cual se insertan decenas de ctas musicales perceptibles en diverso grado. (7) Como los textos que usa de Levi-Strauss. (B) Intervenía en ella el famoso grupo de música vocal jazzístlca Tlie Swingle Singers. (9) Ésta es la idea central del Rípons de Fierre Boulez. Luciana Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. lo y treinta instrumentos. Pero también influye en sus simultáneas nuevas inmersiones en músicas preexistentes el "borrowing", que recorre los magníficos Cries of London (1975), la Música not-turna di Madrid (10), o las Siete canciones populares de Falla (1978). res por el teatro musical, que desemboca ahora en una estrecha colaboración con ítalo Calvino. Será La vera storia (1977-1981), que precederá a las grandes estructuras teatrales que aborda al final del siglo. Antes, los primeros años ochenta asisten al nacimiento de una 274 De todas formas, toda la última parte de los años setenta la pasa Berio enfrascado en el más amplio proyecto hasta entonces de algo que había marcado buena parte de su carrera, su inte-obra teatral de enorme capacidad de síntesis, Un re in ascolto (1984), que, en cierta medida, podría significar para el teatro musical de Berio lo que la Sinfonía para la obra orquestal. (10) Exactamente üuHtm versioni origiíalli della Rilirstla mttum di Madñd di LBaxlKfini smspimte e Irascritte per orchestn IVMI FESTIVAL Oí MUSICt DE OlltRIAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Muchas de las obras de los años ochenta revelan una atención por algo que ya venía de lejos en la obra beriana: el Interés por la música como espacio o, mejor, estructurándose en el espacio. Y la creación de Tempo Reale no es ajena a esa preocupación. Quizá el mayor logro de esa investigación sea Ofanim (1988) para voz femenina, coro de niños, dos grupos instrumentales y electrónica en vivo. Más que definido desde mucho antes, el estilo de Berio en los noventa va a dar nuevos frutos de muy diverso género, tanto en el terreno de lo puramente orquestal, como en Ekphrasis (1996), de lo vocal orquestal, como en Shofar (1995), pero muy especialmente de su dedicación al teatro musical, con dos obras muy significativas, Outis (1995- 96) y Cronaca del luogo (1999). Como en cualquier gran autor de no importa qué época, en Berio encontramos una trayectoria evolutiva que se va ampliando, precisando y engrandeciendo con el tiempo. Pero, también como en aquellos, podemos rastrear desde muy temprano los rasgos embrionarios de esa evolución. Berio ha estado desde el principio en las grandes líneas y los principales movimientos de la música del siglo XX pero, al mismo tiempo, aparece guardando una cierta distancia con todos ellos. Tal vez es sólo el efecto de una personalidad tan fuerte que no se deja avasallar por ninguna influencia externa, aunque sea para todas ellas como una esponja. Pero Berio sabe mirar alrededor, seleccionar lo que le interesa y transformarlo en la más pura esencia beriana. Por él pasa la música del siglo pero él aporta al siglo su propia obra, que es personal e intrasferible, hermosa y viva, con una unidad estilística que se perfila por encima de la variedad de elementos, direcciones e intereses, la unidad que le da un ser humano de extraordinaria creatividad. Una vez más, el estilo es el hombre. Teatro musical Aunque las obras de mayor envergadura en el terreno de la música teatral corresponden en Berio a los finales de siglo, éste es un tema recurrente en su carrera que regularmente aparece en su catálogo. Ya desde el principio su interés teatral será grande e incluso vemos ya una primera incursión en este terreno en el comienzo de los años cincuenta, antes de que el compositor cumpla los treinta años. Se trata de una especie de 2íL ballet (acción escénica lo llama el autor) sobre un sujeto de R. Leydi que se escribe entre 1952 y 1955. El título es el de Tre modi di supportare la vita, llevando el subtítulo de Mimemusique n. 2 (la n.1 fue su primer intento electrónico, antes incluso de la fundación formal del estudio de la RAÍ milanesa). La obra sería representada en Bérgamo en 1955 y no ha circulado demasiado. Mucho más conocido es su segundo trabajo escénico, a la vez su primera colaboración con ítalo Calvino. Él lo llamó "racconto mínimo" y se titula Allez-hop!, Luciano Berio y la slntexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 276 componiéndolo entre 1952 y 1959 (11). Aunque lo narrativo y argumental no es predominante en el teatro beriano, esta obra sise basa en un argumento en torno a un domador de pulgas. La obra tue retocada en 1968 con motivo de un montaje en Bolonia y es más conocida que la anterior. Menos lineal argumentalmente hablando es la siguiente obra realizada en colaboración con el escritor Edoardo Sanguinetti entre 1961 y 1962 y que será la obra teatral más conocida de la primera parte de su carrera. Me refiero a Passaggio (12), motejada por los autores como "puesta en escena". En ella encontramos muchos paradigmas de lo que puede ser un teatro musical u operístico en los finales del serialismo integral. En realidad nos encontramos con una confrontación entre la linealidad de determinadas estructuras semánticas y la potencialidad de las estructuras musicales. En todo caso, aplicado a una acción de cámara, puesto que la obra lleva una soprano, dos grupos corales y un grupo instrumental. Otra colaboración con Sanguinetti, la acción escénica Es-posizione (1963), que fue representada en Venecia en el año de su conclusión, no sólo ha sido descatalogada por el autor sino totalmente destruida. Pero quizá la colaboración más conocida con Sanguinetti sea Laborintus II (1965), ya que, pese a su título de "acción instrumental", y tal vez por su vaga línea argumental, la obra se ha tocado bastante en versión de concierto, siendo muy representativa del teatro musical de la época y llevando en su elenco tres voces femeninas, recitador, coro, conjunto instrumental y cinta electrónica También será camerístico el siguiente acercamiento teatral de Berio, aunque en este caso se trate de una obra que titula Opera, tiene tres actos y se basa en diversos autores como él mismo, Umberto Eco, Colombo, Striggio, Yankowitz y el Open Theatre de Nueva York. Los redactores del libreto son Vit-toria Ottolenghi y Celine Zins, con textos en inglés e italiano. Pese a su cierta longitud la obra lleva sólo un tenor y un pequeño conjunto instrumental. Fue concluida en 1970 (13) y revisada en 1977 para una puesta en escena en Florencia (14). Muy poco conocidos resultan tres intentos de ballet que Berio realizó tras la obra ahora mencionada El primero es un ballet con cinta electrónica que se basa en Petrarca y lleva por nombre Per la dolce memoria de quel giorno. Compuesto en 1974, fue estrenado en Flo- (11) Se estrenó en la Bienal de Venecia el 23 de septiembre de 1959. (12) Se estrenó en Milán en la Pícenla Scala el 6 de mayo de 1963. (13) B estreno tuvo lugar en Santa Fe el 12 de agosto de 1970. (14) En el Teatro (aúnale el 28 de mayo de 1977. XVIII FESTIVIl Oí MÜSICt DE CANtHlAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. rencia ese año por la compañía de Mau-rice Béjaii. El segundo, más breve, se titula Linea y lleva marimba, vibráfono y dos pianos. Lo compuso para el coreógrafo Félix Blaska, que lo estrenaría en Grenoble en 1974. Veinte años después, en 1994, Berio volverá al ballet con Compass, subtitulado Recital para piano y orquesta (15). Los siguientes trabajos teatrales de Berio inciden ya entre las obras mayores de este género por él abordadas. Cronológicamente, la primera es La vera storia, cuya composición se desarrolla entre 1977 y 1981 (16). Aquí nos encontramos con una magnífica colaboración con ítalo Calvino. El escritor desarrolla una escritura sobre estructuras lírico-dramáticas ya preestablecidas y, en ocasiones, completamente compuestas, procediendo al revés de como teóricamente se pone música a un libreto pero no difiriendo demasiado de lo que en la práctica sabemos hacían muchos operistas del pasado. Ello no impide una vena lírica de nuevo cuño verdaderamente atractiva, especialmente en el tratamiento de las voces femeninas que, en números separados, desarrollan muy diferentes estilos de canto. Más ligada a un desarrollo argumen-tal se encuentra Un re in ascolto, la ópera escrita entre 1979 y 1984 para el Festival de Salzburgo (17). Básicamente es la fábula de un rey que intenta comprender el sentido de su mundo y que hunde su reino precisamente por esa escucha. La propuesta del libreto es de nuevo de Calvino pero Berio acude a fuentes muy diversas como The sea and the mirrorde Auden o La tempestad de Shakespeare. La fábula se traspasa aquí a un viejo empresario que quiere realizar antes de morir su visión de un nuevo teatro. Aquí son las voces masculinas las abocadas a ese lirismo de cuño nuevo que las femeninas conducían en La vera storia, y una obra paradigmática que se puede señalar entre los mejores logros de la ópera contemporánea ya que sabe enlazar lo más aprovechable de la tradición con su visión nueva. Desde luego que el éxito de Un re in asgolto no significaba que Berio tuviera la menor intención de halagar a los aficionados a la ópera tradicional y ello lo ¿ü-prueba la valentía de su siguiente trabajo, en el que renuncia a la linealidad narrativa sin por eso dejar de mostrar una realidad impresionante. Se trata de la calificada como "acción instrumental" Outis, compuesta entre 1995 y 1996 (18) y para la que requirió el trabajo del profesor y traductor Darío del Corno y (15) Coreografiado por Bienert se estrena en Zúrich el 12 de marzo de 1995, (16) Estreno en la Siala de Milán el 9 de marzo de 1982. Dirigió Berio. (17) Se estrenó en el Kleines Festpielhaus el 7 de agosto de 1984. Dirigió Lorio Maazel. (16) Se estrena en La Scala de Milán el 2 de noviembre de 1996. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 278 donde se nos da una cambiante, vivida y musicalmente muy estimulante visión de un mundo repartido entre el frenesí de la sociedad de consumo y la realidad de los campos de concentración, (19) subrayando cómo hay muchos medios para destrozar la individualidad del ser humano. No lejos de este mensaje, aunque desarrollado de otra manera, está la hasta ahora última "acción instrumental" de Berio, Cronaca del luego, escrita de nuevo para el Festival de Saizburgo entre 1998 y 1999 (20). Aquí el texto es de su tercera esposa, Talia Pecker, y en ella Berio continúa su credo humanístico en torno a una música tan creativa como insobornable. A partir de este momento, las preocupaciones del teatro musical berlano se centran precisamente en el trabajo que va estrenar en el Festival Internacional de Canarias, la nueva redacción del tercer acto de Turandot, la ópera que Giacomo Puccini dejó inconclusa Música vocal En Berio no siempre son claros los límites entre el teatro musical y la obra de concierto con voces, de tal manera que hay algunos títulos que se mantienen en una frágil frontera y que, según los criterios, podrían caer de un lado o de otro. Por eso nos vemos obligados a tratar su obra vocal inmediatamente después del teatro musical y con una interreferencia continua entre los dos apartados. Algunas de las obras tempranas de Berio son precisamente obras vocales y, aunque el autor no las ha descatalogado expresamente, la mayoría no se han tocado, o no se han vuelto a tocar desde la época y no suelen estar editadas. Por ello y, aunque en los catálogos finales figurarán individualizadas, aquí vamos a limitar la referencia a decir que hay obras religiosas y otras de inspiración popular, algunas de las últimas parcialmente re-cicladas en los Folk songs. De esta manera, la obra vocal de Berio la iniciamos con El mar, la mar sobre textos de Rafael Alberti, que conoce hasta tres redacciones distintas. La primera es de 1952 y lleva dos sopranos, flauta, clarinete, guitarra, acordeón y contrabajo (21). En ese mismo año se realiza una reducción para dos sopranos y piano y en 1969 la versión final para soprano, mez-zosoprano, flauta, dos clarinetes, arpa, acordeón, violonchelo y contrabajo (22). La siguiente obra vocal sería la ya citada Chamber Musió de 1953 para voz de mezzosoprano, clarinete, arpa y violonchelo sobre textos de James Joy-ce y uno de los más atractivos trabajos del primer Berio, a la que sigue una obra que fue famosísima por estar concebida (19) No se apuntaba sólo al holocausto de la II Guerra Mundial sino también a la entonces álgida guerra de Bosnia. (20) Se estrenó en la Felsenreiterschule el 24 de julio de 1999. (21) Se estrena en Milán en 1953 (22) El propio Berio dirige el estreno de esta versión en el Festival de Royan de 1989 con Cathy Berberian y Simone Risl IVIII FESTIVU DE llIJSiCII DE ClUllitS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. para las especiales condiciones de Ca-thy Berberian. Me refiero a Circles, obra de 1960 para voz, arpa y dos percusiones. Emplea textos del poeta annericano e.e. Cummings y su línea vocal es exuberante y llena de nuevos medios vocales que dialogan constantemente con el material instrumental pero sin perder un trasfondo lírico en el que Berio es un auténtico maestro. Epifanía es importante en el catálogo beriano tanto por lo vocal como por la parte orquestal. Se compone entre 1959 y 1961 para soprano (o mezzoso-prano, puesto que la cantó la Berberian) y orquesta sobre textos muy diversos de Proust, Joyce, Antonio Machado, Simón, Brecht y Sanguinetti. Fue revisada en 1965 y, más a fondo, en 1992 con el título plural de Epiphanies (23). Hay en esta obra, de considerable duración para pieza de concierto (24), una variedad ca-leidoscópica que confluye en una amplia síntesis y en una especie de exaltación sonora que le confiere un perfil muy especial y atractivo. Mencionaremos afiora dos obras retiradas y descatalogadas. La primera sería Rounds, una versión de 1964 de la obra clavecinística del mismo título, en este caso para voz y clavecín sobre textos de Markus Kutter, y Traces, también de 1964, para dos voces, dos actores. coro y orquesta con textos de Susan Oyama, la segunda esposa del compositor. Pero en este año aparece una de las grandes obras de Berio de efecto e influencia duraderos, los Folk songs. La obra se suele incluir entre las transcripciones, pero creo que tanto ésta como Renderings son obras de creación propia aunque sea sobre materiales parcialmente ajenos. Aunque Folk songs conoce en 1973 una versión para voz y orquesta, su verdadera originalidad está en la versión primera de 1964 (25) para mezzosoprano, flauta, clarinete, dos percusionistas, arpa, viola y violonchelo. Se trata de once canciones basadas en los folklores más diversos. De hecho, las dos primeras son canciones americanas atribuidas a John Jacob Niles, otras proceden de los Cantos de Auvernia de Canteloube y varias fueron compuestas por Berio en estilos populares. Pero todas tratadas con un estilo vocal impecable y una trabazón orquestal magistral. Con O King, de 1967-68 para voz, flauta, clarinete, violín, violonchelo y piano, Berio realiza un homenaje y una sentida meditación sobre Martín Luther King, el luchador por los derechos civiles que fue asesinado. Y un arreglo de esta obra pasa inmediatamente a la Sinfonía de 1968-69, primero en una versión en cuatro movimientos e inmedia- 2_7a_ (23) La versión final la estrenaria Riccardn Muti en PhiWeIphia E1 24 de abril de 1993. (24) Unos cuarenta minutos. (25) lithy Berberian y Luciano Berio estrenan ambas versiones, la original en Oakiand en 1984 y la orquestal en Zijrich en 1973. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. tamente en la definitiva en cinco (26). La obra lleva ocho voces amplificadas y orquesta y en su prinner movimiento usa textos del antropólogo Claude Lévi- Strauss, mientras el segundo es la versión de O King que hemos referido y el tercero el mosaico de citas sobre el río imparable del tercer movimiento de la Segunda Sinfonía de Mahier, amén de unos textos de El innombrable de Bec-kett, mientras el cuarto es una especie de retruécano filológico sobre otros textos mahierianos y el quinto un resumen en retazos de materiales previos. Por la época de las dos obras anteriores tenemos algunos trabajos circunstanciales. El primero sería Prayer- Priére, una obra de 1968 compuesta para voz sola con motivo del 40 cumpleaños de Kariheinz Stockhausen, y las otras, derivaciones de la obra teatral Opera. Así, Air, para soprano y orquesta de 1969 sobre texto de Alessandro Striggio, Melodrama de 1970 para tenor y conjunto instrumental, mientras Ag-nus, de 1971, para dos voces femeninas y tres clarinetes recorre el camino inverso y se inserta en la versión revisada de Opera. Otra obra retirada de catálogo es Ora, con textos del propio Bario y Virgilio, para dos voces femeninas, coro, conjunto instrumental y orquesta. Bewe-gung II, de 1971, es una versión para barítono y orquesta, sobre textos de Virgilio, sobre la obra orquestal inmediatamente anterior titulada Bewegung. También se incluirá en la versión revisada de Opera, una obra singular nacida en 1972. Se trata de E Vó, para soprano, flauta, oboe, tres clarinetes, trompeta, trombón, percusión, piano, órgano eléctrico, violín, viola, violonchelo y contrabajo en la que la línea melódica se basa en el folklore siciliano, que ya le había proporcionado buenos frutos (27). En realidad podría describirse como una auténtica nana Del mismo año es Recital I (for Cathy), para voz y 17 instrumentos sobre textos de Mossetti y San-guinetti. Cries of London fue escrita en 1973-74 para seis voces solas y revisada en 1975 para ocho voces, que es la versión definitiva. Se trata de una reinterpretación de las obras dieciochescas que usaban los sonidos de los diversos pregones de los vendedores ambulantes de la ciudad de Londres y es un hermoso e inteligente ejercicio no exento de ironía. Mucho más seria es Calmo, de 1974, como corresponde a una obra sobre textos de Homero y en memoria de Bruno Maderna, el colega y colaborador prematuramente fallecido. Esta primera versión (28) es para soprano y un grupo instrumental y conocerá otra versión en (26) La versión final se estrena en Oonaueschingen el 16 de octubre de I9E9 bajo la dirección de Emst Boui. la versión primera la dirigió Berio en Nueva York en 1968. ( 2 7 ) E n M i i i g i . (28) Se estrenó en Milán bajo la dirección de Berio el 25 de marzo de 1974. IVill FESTiytl 0[ NUSICA H CINtilllS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Luciano Betio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 1989 para mezzosoprano y pequeña orquesta, una ampliación no demasiado excesiva de la anterior. Y en 1975 realizará dos versiones distintas de una obra bastante singular. Se trata de A-Ronne sobre texto de Edoardo Sanguinetti. La primera versión era un trabajo radiofónico (29) para cinco actores que empleaban el texto del escritor; la segunda, una partitura para ocho voces (30) que puede ejecutarse en concierto sin evidenciar su origen para la radio. Pero la obra clave en lo vocal, aunque también en lo instrumental, de 1975-76, que sufriría una revisión en 1977, es Coro, que constituye también una de las más audaces y atractivas piezas del compositor (31). Berio utiliza cuarenta voces y cuarenta instrumentos. Cada voz se sienta al lado de un instrumento orquestal melódico y todos se distribuyen por la sala. A lo largo de su considerable duración (32), se suceden varias secciones basadas en diferentes estilos de canto popular de tal manera que se crean diferentes conjuntos camerísticos y una cambiante textura unificada a ratos por masivos efectos de la totalidad del conjunto. En realidad, Berio trabaja aquí, como en muchas otras obras, en un concepto espacial del sonido, que, a través de otra obra circunstancial, Ecce: música per musicologi de 1987 para voces y campanas sobre textos de Guido d'A-rezzo, desemboca en el titánico esfuerzo que representa Ofanim. Ofanim (33) se compone en 1988 sobre textos bíblicos del profeta Eze-quiel y del salomónico Cantar de los Cantares. La obra es para una voz femenina (en estilo popular, no impostado, pero amplificada), coro de niños, dos grupos instrumentales y electrónica en vivo que usa un procedimiento de proyección sonora desarrollado en Tempo Reale. Nos encontramos ante una música donde los valores tridimensionales y la ocupación del espacio sonoro tienen una importancia máxima y consiguen un efecto acústico no solamente nuevo sino además extraordinariamente hermoso. Canticum Novisssimi Testamenti, para ocho voces, coro a cuatro voces, cuatro clarinetes y cuatro saxofones surge en 1989 (34) y luego hay una cierta laguna vocal hasta 1994, en que se compone There is no tune, una obra para coro de cámara en la que usa un texto de Talia Pecker, su tercera esposa. Y en el mismo año surge Twice upon... (29) Se estrenó el 30 de junio de 1974 en la emisora KRO de Hilversuní (Holanda). (30) Los Swingle II la estrenarían en Lieja (Bélgica) en 1975. (31) Beño dirigió el estreno en Oonaueschingen el 24 de octubre de 1976. (32) Una hora. (33) luciaflo Berio dirige el estreno en Prato el 25 de junio de 1988. (34) Fierre Bouiez dirige el estreno en París el 18 de diciembre de 1989. IVIII FESTIVU DE HÚSICt Oí CtNARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. para seis grupos de voces infantiles y grupo instrumental y que él describe como una "acción teatral sin palabras". La última gran obra sinfónico-coral de Be-rio será Shofar, para coro a cuatro voces y orquesta, compuesta en 1995 sobre textos de Paul Celan. Pero también en 1995 compone Hor (Escucha), una obra breve que se inserta dentro de Réquiem der Versóhnung (Réquiem de la reconciliación), una iniciativa puesta en pie por Helmut Rilling en Stuttgart para conmemorar el 50 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y para la que catorce compositores escribieron obras que se estrenaron conjuntamente como si fuera una pieza unitaria (35). Ésta fue la aportación de Berio y el autor no permite su ejecución fuera de ese trabajo colectivo. Aún podemos mencionar una obra de talante investigativo escrita para me-zzosoprano, flauta en sol y música electrónica en vivo. Fue escrita en 1999 con el título de Altra vece y textos de Talia Pecker, su tercera mujer (3B). Y en el 2001 recibe un encargo para celebrar el 70 aniversario del pianista Alfred Brendel. Para esta ocasión compone una breve obra para barítono y orquesta titulada Alois (37) y usando un texto tomado del propio Brendel procedente de un libro de memorias. Si la obra vocal de Berio tiene mu-cfio que ver con su obra escénica, y hemos visto como hay muchos casos de piezas que hacen el recorrido de ida (se insertan en óperas) o de vuelta (proceden de óperas), no menos está ligada a su desarrollo instrumental. Obras como Sinfonía, Coro u Ofanim son tan importantes en lo vocal como en lo instrumental, por no mencionar muchas otras entre las que no serían las menores Cir-cles o Folk songs. Esta última, además, está situada entre las no pocas incursiones en el terreno de las "músicas sobre músicas" o "borrov\íing" (también la Sinfonía) y se hace evidente que, aunque estudiar la obra de un compositor por géneros tiene su utilidad, no hay que perder de vista que la obra de Berio, y en realidad la de cualquier compositor, es un continuo evolutivo donde se salta por encima de los géneros a la hora de introducir novedades o de definir líneas estilísticas. En todo caso, lo que no cabe duda es que la obra vocal de Berio está entre las mejores de su tiempo y a su vez es un pilar fundamental en su trayectoria creativa Sequenza antecendente, chemin consecuente En una metodología convencional, deberíamos tratar a continuación las obras 263 (36) En el Liedeihalle de Stuttgart el 15 de agosto de 1995 con dirección de Helmut Rilling. (36) Se es)im en el Mozarteum de Salzburgo el 28 de agosto de 1999. (37) Se esftena en Londres el 30 de junio de 2001 bajo la dirección de Chñstopli von Dohnányl. Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 284 orquestales y dejar para un apartado final de obras a solo la serie de Sequen-za. Ocurre, sin embargo, que esta serie de piezas no sólo recorren la producción total de Berio sino que interaccionan con otras en las que el instrumento solista es el punto de partida para un diálogo con diversos conjuntos, incluida la orquesta sinfónica. No sólo es uno de los aspectos más personales del catálogo de Berio sino también uno de los puntos de vertebración de su obra, por lo que debemos ver conjuntamente las Sequenza y su proyección, que suele adoptar, aunque no siempre ni exclusivamente, el título de Chemins. Ya hemos visto el nacimiento de la Sequenza I, para flauta, escrita para Se-verino Gazzelloni. Muy probablemente, cuando la obra se presenta en Darms-tadt en 1958, Berio no sabía las largas consecuencias que iba a acarrear. De hecho, la pieza lleva entonces el título sin el número uno romano que después adquiriría como comienzo de la serie. Y, desde luego, el título no lo reciben todas las obras de Berio para instrumentos a solo, sino las que reúnen una serie de características especiales. Todas la piezas de la serie parten de la consideración de un campo armónico que se desarrolla melódicamente y que en los instrumentos monódicos sugieren una escucha polifónica por la rápida transición de caracteres diferentes y su interacción simultánea. También hay un desafío virtuosístico y una búsqueda en la técnica del instrumento para desarrollarlo, no para desnaturalizarlo ni inventar lo que no está en su naturaleza. En la Sequenza I, la flautística, está ya ese deseo de desarrollar melódicamente un campo armónico que se escuche polifónicamente por la rapidez y la alternancia. Es decir, hay pasajes de auténtica polifonía real y en otros está implícita, virtual, casi como si supusiéramos por debajo una especie de equivalente del continuo barroco. Entre 1994 y 1995, el poeta italiano Edoardo Sanguinetti, que ya hemos visto cómo ha colaborado mucho con Berio, escribió algunas frases para cada Sequenza que pueden servir de inspiración al intérprete o incluso pueden recitarse antes de la ejecución. Las iremos dando en notas a pie de página en su original italiano y en un intento de traducción, empezando, claro está, por Sequenza I (38). Cinco años pasarían hasta que Berio volviera a la serie y se empezara a plantear no sólo su continuidad futura sino la posibilidad de refacción de cada pieza en otros ámbitos. Para la Sequenza II (39), el instrumento escogido es el arpa a (3B) f ijw amincla il tw desiderio. che é il delirio del mió óesidem: la música é il desideno dei desden. ('Y aquí comienza tu deseo, que es el delirio de mi deseo: la música es el deseo de los deseos"). (39) Ho iscoltalo calene di colon, musculosamente agresm: ho toccato i tmi nmdi nimoii n0di. ('He escudado cadenas de colores, musculosamente agresivos: he tocado tus rudos sonidos rígidos"). IVIII FESTIVU BE ttÚSIO DE CtlIlRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. través del virtuoso francés Francis Fierre, que la estrenaría en París en 1963. Aquí Berio explota las relaciones entre el virtuoso y su instrunnento, explorando aspectos técnicos concretos que saquen al arpa de las ensoñaciones y los glissandi a que el impresionismo la acostumbró y muestren otros aspectos mucho más angulosos y agresivos que deben sonar, en palabras del autor, "como un bosque agitado por el viento". Es con esta obra con la que Berio tiene la idea de expandir las posibilidades de ios solos hacia obras con orquesta. Surge así la serie de Chemins, que se inaugura con Chemins I (40), para arpa y orquesta. Se trata de una orquesta gigantesca donde la masa instrumental toma las características del solo, fundamentalmente la Sequenza II, para llevarlo a consecuencias distintas en las que entran consideraciones en torno al resto del instrumental y a los procesos de masa. La Sequenza III (41) es un nuevo tributo al arte de Cathy Berberian, para quien la escribe en 1966 (42). Berio dice que la voz tiene un exceso de connotación desde el ruido más grosero al canto más exquisito y crea siempre asociaciones. Por ello trata aquí la vocalidad cotidiana, incluso la banal, sin renunciar a ciertos aspectos del canto esencialmente verdadero. Berio pidió un texto modular a Markus Kutter para trabajar sobre él (43) e insistió sobre el simbolismo sonoro de los gestos vocales de modo que puede ser una especie de dramaturgia realizada por la propia solista. Hay que decir que Cathy Berberian hacía de la pieza una gran obra de acción además de una realización sonora. Sequenza IV (44) nació para el piano y se distancia por ello del resto de la producción pianística de Berio. Se escribió para Jocy de Corvalho en 1966, que la daría a conocer ese año en Saint Louis, pero sufrió unas correcciones en 1993 para adoptar el aspecto actual. Berio explota determinados aspecto de la articulación pianística y un doble desarrollo lineal y vertical que dialogan entre sí. También doble es el desarrollo de sus secuencias armónicas, una muy determinada en las teclas y la otra con el empleo amplio del pedal tonal. En el mismo 1966 surge la Sequenza V (45), para trombón, escrita para Stuart Dempster y estrenada por éste (40) El propio Francis Fierre la estrena en Donaueschingen en 1965 bajo la dirección ile Emest Bour. (41) Voglio le lue pamk e voglio distruggeñe. in Iretta. le lue parole: e mglio distniggemi. me finalmenle mámente ("Quiero tus palat)ras, y quloro destruirlas, con prisa, tus palabras; y quiero destruirme, linalmente a mí. verdaderamente"). (42) La Berberian la estrena ese año en Bremen, (43) Giveme-a lew mrds - lor a mman - to sing - a Inith - aliomng us - to build a house - wÉouth wonying - befare nighl comes. ("Dame algunas palabras para que una mujer cante una verdad que nns permita construir una casa sin preocupaciones antes de que caiga la noche"). (44) MI disegno coniro i luoi lanti specck me maiülm con le míe vene con i miel giedi: mi ctiioáo enlro tutti i tmi occhi. ("Me dibujo contra tantos espejos tuyos, me modifico con mis venas, con mis pies, me cierro entre todos tus ojos"). (45) Ti dico: perché? f sonó la secca smoriia di un clown perché mol sapere. ti óleo, perché h dico perché? ("Te digo ¿Por qué? Y soy la seca mueca lie un clown. Para qué quieres saber, te digo. ¿Por qué te digo por qué?"). Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. I l l l l FESTIVIl lE MOSICII U CIHIIIUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. en San Francisco el mismo año. Hay en ella una yuxtaposición de gestos y acciones musicales empleándose tanto el instrumento como la voz del ejecutante. No es fácil coordinar las dos actividades, que están rigurosamente determinadas para vocalizar el instrumento e instrumentalizar la voz, constituyendo un comentario entre el virtuoso y su instrumento. La obra alude directamente al gran clown Grock, que fue vecino de Berio en Oneglia y por el que siente una gran admiración y recuerda sus espectáculos mudos sólo con la permanente interrogación Warum?{¿Por qué?), aquí en inglés {Why?), que acaba por ser el núcleo generador de la obra. La Sequenza VI (46), para viola, escrita en 1967, será una de las piezas de la serie de más amplias resonancias y consecuencias. Berio la escribe para el gran violista francés Serge Collot, aunque el estreno se realizaría antes en Nueva York con William Trampler. La obra es dificilísima y quiere ser una especie de homenaje indirecto a los caprichos paganinianos así como un estudio sobre la repetición y transformación de una misma secuencia armónica de base cuyo desarrollo polifónico acaba adoptando una consecuencia melódica Si desde la Sequenza II, para arpa. que había tenido como consecuencia Chemins I, esta serie parecía abandonada, con la Sequenza VI va a tener una amplia gama de resonancias y variantes. En primer lugar y en 1968, surge Chemins 11, para viola y nueve instrumentos, en 1968 (47) y en el mismo año, simultáneamente, Chemins 111 (48), para viola y orquesta. En ambos casos, el solo de viola permanece invariado pero sus consecuencias sobre el conjunto y sobre la orquesta son distintos y llevan una gran cantidad de procesos investigativos sobre las relaciones. Incluso la obra se acaba por desgajar de su origen violísti-co y produce en 1970 Chemins ilb, para orquesta sola (49), una orquesta que es diferente de la de Chemins 11 y con otras derivaciones y consecuencias. Pero Sequenza VI no concluye ahí su irradiación, ya que en 1972 aparece en Chemins II o, para clarinete bajo y orquesta (50). Aquí, el material de la viola se adapta y transforma en el clarinete bajo mientras la orquesta deriva tanto de la obra que acompañaba a la viola como de la de orquesta sola. Y, por si fuera poco, la Sequenza VI conocerá en 1981 una redacción para violonchelo solo que Berio no realiza, pero sí permite, hecha por Rohan de Saram, el conocido violonchelista del Cuarteto Arditti. 287 (46) // mió apiiccim turare íii gié la lúa lívida calma la mia oanme sata il tuo silemio lentísimo. ("Mi caprichoso furor ya fue tu calma lívida; mi canción será tu lentísimo silencio"). (47) Berio dirige el estreno en Copenfiague en 1968 con el propio Trampler (4fl) El estreno es en París, también en 1968 y también con Trampler y Berio. (49) Diego Masson dirige el estreno en Berlín en 1970. (50) Berio dinge el estreno en 1972 en Rotterdam con Harry Spamaay como solista. Luciano Berio y la síntexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Entre tantos avatares de la anterior pieza violística, ya había nacido la Se-quenza Vil (51), en 1969 y para el gran oboísta y notable compositor suizo Heinz Holliger (52). Aquí nos encontramos ante un permanente choque entre la gran velocidad de la articulación instrumental y la lentitud de los procesos musicales. De ahí nace la expresión y hasta el dramatismo de la pieza, que es también, de nuevo, una búsqueda de polifonía virtual. Hay que hacer notar que en el proceso hay un encaminamiento hasta el intervalo de quinta que aparecerá como un recuerdo del corno inglés en el III Acto del Tristán e Isolda de Wagner. Ocasionalmente, la obra puede tocarse con el acompañamiento de otro instrumento cualquiera que fuera de escena toque en pianísimo un si natural. La Sequenza Vil dará origen en 1975 a Chemins IV para oboe y orquesta de cuerda (53). en la que, de nuevo, se plantea el paso de la música a solo hacia el solo con una correspondencia orquestal. Y en 1976 surgirá la Sequenza VIII (54) para el violinista italiano Cario Chiarappa (55). Berio afirma que en las otras piezas se centra en aspectos parciales del instrumento escogido pero que aquí quiere dar una imagen más amplia y más historicista del violín. Se apoya, como si fuera una chacona, en la aparición constante de las notas la y si con una polifonía mucho más real que la virtual de otras piezas, constituyendo un homenaje a la Chacona de la Partita en re menor áe Bach. Berio también hará una versión orquestal de la obra pero ahora abandona la serie Chemins y escribe en 1981 Córale para violín, dos trompas y cuerda (56). Si el solo deriva de la Sequenza VIII, las relaciones orquestales son aquí algo diferentes y tienen más cercanía con la polifonía de masas que con una confrontación o explotación con el material del solo. La Sequenza IX (57) nace en 1980 para el clarinetista Michel Arrignon (58) y debe verse en contacto con la Sequenza IX b (59) de 1981 que es una variante para saxofón contralto escrita para Claude Delangle. Se trata de una larga (51) // Im prolilo é un mió paesaggio Irenelica tenuto a distama é un falso luoco d'amore. cité é minimo: é morto ("Tu perfil es mi paisaje frenético: manlenido a distancia es un falso fuego de amor que es minimo; está muerto! (52) Él la estrena en Basilea en 1969. (53) El mismo Heinz Holliger realizará el estreno en Londres bajo la dirección del autor (54) * moltiplicalo per le le mié voci. i miei mcaboli le míe mcali e grido. adesso. che sel il mió ncaSn ("Para ti he multiplicado mis voces, mis vocablos, mis vocales, y entonces grito que eres mi vocativu'). (55) Él la estrena en La Rocfielle en 1977. (56) Cario Ctiiarappa la estrena en 1982 en Ziirich bajo la direreión de Paul Sactiet. (57) Sel instabile e inméile. mío Iragile Irattíe sel tu, iiuesla mía Inlranla loma che Ima. CEres inestabile e inmóvil, tu eres mi frágil fraclal, esa quebrada forma mis que tiembla"). (58) Él la estrena en París en 1980. (59) Uia Ima Iragile sel instabile e inmoblle: sei tu. gueslo mío Inlranto Irattale che ritma e che trema. (Mi fomia IrágiL eres inestable e inmóvil: tu eres este quebrado fractal mío que vuelve y que tiembla'). I V I I I FCTIVitL DE IIUSU:* DE CANARIAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. melodía que, como toda melodía, implica simetrías, redundancias transtormacio-nes y retornos. Así, aquí se desarrolló una transformación entre dos campos de alturas, uno de siete notas inmóvil en su propio registro, y otro de cinco notas que tiene en cambio gran movilidad. Sobre ambas obras hay una versión publicada como Sequenza IX c para clarinete bajo, que no es de Berio sino una redacción hecha por Rocco Parisi en 1998. Y bastante más tarde, Berio realizará una versión orquestal de la variante de saxofón. Será en 1996 con el título de Récit (Chemins Vil) (60), para saxofón y orquesta. La Sequenza X (61) se escribe en 1984 para Thomas Stevens, trompetis-ta (62), aunque la obra lleva también un piano que no toca sino que sirve para levantar resonancias. La obra lleva una breve cita del himno israelí Ha Tiqwa (La esperanza) y no hay elaboraciones tímbricas sino que la trompeta es usada de modo natural. La transformación en obra orquestal de esta pieza se titula Kol Od (Chemins VI) (63), de manera que, sin abandonar el título fundamental de la serie, éste se convierte en subtítulo. Sequenza XI (64) nace en 1987, con destino al eminente guitarrista Eliot Fisk (65). y trata de establecer una dialéctica entre la imposición armónica que la afinación del instrumento exige y una armonía diferente. Con una relación entre ambas gracias al intervalo de cuarta aumentada. También hay un diálogo entre estilos que tienen su origen por una lado en la guitarra flamenca y por otro en la clásica. En 1992 la pieza dio origen a Chemins V (66) para guitarra y orquesta de cámara (67) con un tratamiento muy cuidado de las sonoridades. Sequenza XII (68) nace en 1995 para fagot y con destino a Pascal Gallois (69). Se trata de una meditación que explota la diversidad de sonido de los registros del fagot. La estructura es circular, los tiempos diversificados, determinadas figuras reaparecen para señalar los cambios de registro o de tiempo y se intenta un timbre nuevo y complejo por las fusiones de caracteres muy alejados. La serie con- (60) Claude Delangie la estrena en Milán el 12 de Octubre de 1996 bajo la dirección de Gabriele Ferro. (61) describí i miei amki. e slringiini in echi. in hUessi a Imgo. e ésimkmente.dmntami me. tu. per me. (Describe mis conUnes y estréchame en ecos, en reflejos desde lejos y .desenvueltamertte. vuélvele yo. tu por mi). (62) La estrena en Los Ángeles en 1984, (63) Fierre Boulez dirige el estreno en Basilea en 1996 con Gabriele Cassone como solista. (64) Ti ritwm. mia puente pseudodama innalurale ti chiudo in un cenólo: e le internimpo.ti mmpo ("Te eircuentro. pueril e innatural seudodanza mia; te erKierro en un cerco y te interrumpo, te rompo"), (65) La estrenó en Rovereto el 20 de abril de 1988, (66) Obsérvese que la numeración había saltado anteriormente del IV (oboe) al VI (tnimpeta). aunque este último como subtitulo, (67) Eliot Fisk la estrena en Bonn en 1992 bajo la dirección del autor, (68) Mi muow piano piano ti slacetia (; spbw le lace, ti palpo, meditabondo: b mito e rivoh variandob tremando: b tormento, tremendo ("Me muevo sigilosamentct e tallo, te exploro las caras, te palpo meditabundo; te vuelvo y revuelvo, variándote, temblando; te atormento, tremendo"), (69) Él mismo la estrena en Paris el 15 de junio de 1995, Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. cluye, al menos por ahora, con la Se-quenza Xill (Chanson) (70) que Berio compone en 1995 por estímulo del acordeonista Teodoro AnzellottI (71). Be-rio había usado ya el instrumento en conjuntos más amplios como recurso tímbrico pero el encuentro con Anzellotti le lleva a plantearse el instrumento como solista, conociendo sus variados antecedentes populares, jazzísticos o tan-guísticos pero sin intentar sintetizarlos sino usarlos como una memoria hacia el futuro en el sentido de ítalo Calvino. Estas dos últimas obras de la serie no han tenido, al menos hasta ahora, una prolongación orquestal, aunque no queda excluido de cara al futuro como tampoco se puede decir que la historia de la serie de piezas a solo se haya cerrado. En todo caso, la serie Sequenza, con sus secuelas de la serie Chemins, es una de las columnas básicas de la creación beriana y una vertebración de su trabajo durante cuarenta años, desde la flauta de Gazzelloni al acordeón de Anzellotti. 29L Obras orquestales A lo largo de las secciones anteriores han aparecido ya numerosas obras en las que se emplea la orquesta e incluso muchos de los conceptos hacia los que Berio ha enfocado su producción orquestal. Aquí vamos a tratar de algunas obras para orquesta sola, sin intervención de coro o solistas vocales, aunque sí instrumentales, siempre que no pertenezcan a la serie de Sequenza - Chemins. Y debemos dejar a un lado algunas obras de juventud que figurarán en el catálogo (72) para comenzar con Varia-zioni, una obra de 1953-54 para orquesta de cámara (73) que representa una personal aportación al mundo del serialismo integral. Pero, realmente, su primer éxito orquestal será Nones (74) de 1954, su primer aldabonazo en el santuario de Darmstadt y un claro aviso de su independencia con respecto a aquella estética y aquella técnica tan férreamente unitaria. Un año más tarde, sus preo- (70) f css" ci conforta un acordó, che genlilmenle ci chiuóe. plebea:! a catástrofe é in mem. é nef cuore: ma ci sta reciolala. arroccata Cl aá conforta un acorde clie se cierra gentilmente aquí, plebeyo;! a catástrofe está en el medio, está en el corarán, pero está rodeada, podada'). (71) Él la estrena en Rotterdam el 9 de noviembre de 1995. (72) Como Prelüilio a un festa marina o Concertino. (73) Se estrenó en Hamburgo en 1954, (74) Estrenada en Tun'n en 1955. Ilííll FEiTIVU lE KUSICI DE CllltRItS Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 59,' cupaciones espaciales afloran en Allelu-jah I para seis grupos instrumentales, que en 1958 se revisa para cinco grupos (75) con el título de Allelujah II. Una espacialización puramente instrumental en la que la topología contribuye a la diferenciación e integración de los campos tímbricos y armónicos. Esta experiencia le lleva a un sentido más interno de lo espacial en Tempi Concertati compuesta en 1958-59 (7B) para flauta, violín, 2 pianos y orquesta en cuatro grupos (77). La obra es un ejercicio sobre una especie de polifonía de tiempos sobre una distribución espacial y llama la atención por su rigurosa escritura, al mismo tiempo que por un refinado sentido del sonido que ya había demostrado en obras de cámara como la Serenata. Los Quaderni I a III se componen entre 1959 y 1962, pero serán incluidos en Epifanie, obra de la que ya se ha hablado. Con ello y con que ya hemos tratado los Chemins que se componen en esos años, deberemos esperar a 1971 para encontrar una obra orquestal pura. Ésta será Bewegung (78), donde la movilidad del material hace honor al título (79). Con el Concierto para 2 pianos y orquesta (80), ya mencionado y compuesto entre 1972-73, Berio no sólo logra una obra importante, pese a renunciar momentáneamente a sus experiencias espaciales y colocar la orquesta de manera tradicional, sino que profundiza en las relaciones entre los solistas y la orquesta de una manera diferente a como lo venía haciendo con materiales previos en Chemins. Se trata de una composición muy atractiva tras la que vendrán varias obras retiradas de catálogo, como Still (1973) o Aprés Visage (1974), con cinta electrónica así como otra pieza orquestal un poco de circunstancias como es Eindrücke, compuesta en 1973 (81), que, no obstante tiene su atractivo. Pero es entonces cuando Berio lanza una de sus mejores obras del momento: Points in the curve to find..., para piano y 22 instrumentos compuesta en 1974 (82), y que básicamente es un amplio estudio de campos de armonía basados precisamente en la producción de sonidos armónicos. La obra será reutilizada más tarde en un proyecto más amplio, pero como pieza autónoma es muy hermosa y tiene importancia en el catálogo del autor. Un poco en la misma línea se insertará otra magnífica obra, compuesta entre 1976 y 1978, para violonchelo y (75) Esta versión se estrena en Roma en 1958. (76) En medio liay un Djniljmnto escrito en colaboración con Maderna. (77) Emst Botjr dirige el estreno en Hamburgo en 1959. (78) Berio dirige el estreno en Glasgow en 1971. (79) En alemán, movimiento (en el sentido de motilidad. no de fragmento musical). (80) Piefre Boulez lo estrena en Nueva York, con los solistas Bnjno Canino y Antonio Ballista el 15 de marzo de 1973. (81) Se estrena en Zúrich el 18 de junio de 1974 bajo la dirección de Ericli Leinsdorf. (82) Emst Bour dirige el estreno en Donauesctiingen. con el pianista Bonavenlun el 20 de octubre de 1974. IVIII FESTIVtt 1( MUSICI DE ClIltlIltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 30 instrumentos, que se titula II ritorno degli snovidenia y fue escrita para Ros-tropovitch (83). Hay concomitancias estilísticas entre las dos obras pero los distintos ámbitos instrumentales del piano y el violonchelo las van alejando hacia mundos propios y, en todo caso, del mismo alto interés. Encoré (84) es una brevísima página escrita en 1978 haciendo honor al título (85), aunque será reescrita en 1981; y todavía más breve es Entrata (86) de 1980, lo que no impiden que sean dos pequeñas obras maestras. No para orquesta sino para cuatro grupos de instrumentos de viento, bandas en realidad, es Accordo de 1981. Más aquilatada es Requies (87), para orquesta de cámara amplia compuesta entre 1983 y 1984. Precede esta obra a otra de las más singulares de Berio, Formazioni (88), compuesta entre 1985 y 1987, que verá una revisión en 1988. Aquí Berio juega no tanto con la disposición espacial en la sala como con una disposición diferente de la orquesta en su propio escenario. Los vientos son divididos en dos grupos y puestos en los extremos sobre plataformas, pudiendo responderse por encima de una orquesta que tiene tres grupos de cuerdas y dos arpas en primer plano en cada uno de los lados, así se desarrolla una superposición de procesos musicales independientes unidos sólo por un único sustrato armónico. La siguiente obra orquestal que trataremos también tiene una singular importancia e incide en ese interés de Berio por insertar materiales de obras anteriores en obras nuevas. La pieza en cuestión es Concertó II (Echoing curves) (89), escrita en 1988-89 para piano y dos grupos instrumentales que en su parte central lleva una nueva versión de Points in the curve tofind..., que seguirá siendo también una obra autónoma. Poco después, en 1989, compone Continuo (90), una obra que pasará a integrarse en Ekphrasis (Continuo II) (91), la obra que realiza por encargo del Festival Internacional de Canarias y que constituye otra lección de tratamiento de materiales en torno a determinados campos armónicos y tímbricos. Y otro trabajo sobre materiales existentes, aunque en este caso ajenos, será Rendering (92) de 1989. Se tiende a incluir esta obra en el capítulo de arreglos que Berio ha 293 (83) Éste la estrena en Basilea, con dirección de Paul Saclier. el 20 de enera de 1977. (84) David Zinman la estrena en Rotterdam el 17 de junio de 1978. (85) Bis o propina en francés. (88) Edo de Waart la estrena en San Francisco el 1 de octubre de 1980. (87) Berio dirige el estreno en Aspen el 13 de agosto de 1985. (88) Riccardo Cliailly realiza el estreno en Amsterdam el 15 de enero de 1987 (89) Fierre Boulez dirige el estreno en Pans el 3 de noviembre de 1988 con Daniel Baremboim como solista. (90) Daniel Baremboim dirige el estreno en Chicago el 4 de octubre de 1993. (91) Berio dirigió el estreno en las Palmas de Gran Canaria el 24 de enero de 1997 (92) Riccardo Chailly la estrena en Amsterdam el 1990. Luciano Berio y la sintaxis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. hecho sobre otros músicos, pero pienso que, al igual que en Sinfonía o Folk songs, nos encontramos con obras verdaderamente adscribibles a la creación beriana aunque con materiales tomados del exterior. En este caso, los materiales puesta en 1989, que precede a un delicado pero complejo Notturno (94). que es una versión para orquesta de cuerda realizada en 1995 sobre el Cuarteto III de 1993 y que, aun no siendo una mera transcripción, sigue muy de cerca el ma- ^ 294 son de Schubert, en concreto de las sinfonías, y constituye un trabajo que no sólo es un homenaje sino una creación en torno al mundo schubertiano. Otra brevísima pieza es Festum (93), com-terial y el comportamiento del mismo que se encuentra en la obra de cámara. Del mismo año será una obra que escribe para el famoso Ensemble Intercon-temporain, Re-caíl (95), para 23 instru- (93) Eduanio Mata la dirige por primera vez en Dallas en septiembre de 1969. (94) Se estrena en Lucena el 26 de agosto de 1995 cm dirección de Georg Pichier. (95) Se estrena en París el 15 de junio de 1995. IVIII FESTIVU DE MUSICl DE CIUtRlltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. mentos, una obra sobre la interacción de los diferentes instrumentos. Y en 1996- 97 se escribe Alternatim (96), para clarinete, viola y orquesta muy especial (97), que puede considerarse sinfónica por algunos de sus tratamientos y su número, y de cámara por otros modelos de comportamiento y por la ausencia de bastantes instrumentos habituales en la orquesta. No podríamos cerrar este apartado sin citar otra obra concertante reciente, Solo (98), para trombón y orquesta, compuesta en 1999. Parecía poco posible que, tras la pirotécnica Sequenza V homenajeando a Grock, pudiera Berio volver a encarar el trombón. Pero más de treinta años después lo hace en una obra concertante que no es una ampliación en el sentido de los Chemins sino una obra nueva, aunque guarde las consecuencias de aquella experiencia. Si a las obras aquí apuntadas, se añaden las ya tratadas con coro o voces, algunas tan importantes como Sinfonía, Coro u Ofanim tendremos una visión global de la obra para orquesta de Berio; una aportación numerosa, rica y variada que ha contribuido notablemente al perfil de la literatura orquestal en la segunda mitad del siglo XX y que, sin duda alguna, se encuentra entre las más importantes. Música de cámara Si tenemos en cuenta que varias de las obras que hemos estudiado como vocales y algunos de los Chemins, e incluso otras que incluimos en el apartado sinfónico, podrían muy bien considerarse como música de cámara, no podemos encontrar extraño que el apartado dedicado a la música de cámara en sentido estricto sea relativamente parco, sobre todo en un autor que, como Berio, posee un catálogo tan generoso como variado. Ello no quita para que algunas de las obras que consideraremos en este apartado puedan entenderse entre sus mejores producciones. Si exceptuamos algunas obras de la primera época que hoy no son demasiado significativas, podríamos empezar el catálogo camerístico de Berio con las Due Pezzi, para violín y piano, de 1951, que llevará en Tanglewood a Dallapicco-la (99). Se trata de música concisa dentro de los esquemas seriales que ya apuntan un talento y una personalidad concretos pero que aún son piezas sin excesivo relieve. Del mismo año y con características similares es la Sonatina para flauta, 2 clarinetes y fagot y de un año más tarde Study para cuarteto de cuerda. Mucho más interesante resulta el Quartetto, escrito para cuarteto de 295 (96) Se estrena en Amsterdam el 16 de mayo de 1997. (97) 4 flautas, clarinete piccolo. 3 clarinetes bajos, metales a uno y cuerda. (98) Se estrenó en Zúrich el 7 de diciembre de 1999 con Cliristian Lirdberg como solista y dirección de David Zinman. (99) De hecho, se estrenan en Tanglewood en 1952. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 296 cuerdas en 1955 (100) que responde ya tanto a su integración en la vanguardia serialista como a su prinner distancia-miento personal de la pura ortodoxia del movimiento, algo que se va a hacer evidente en una obra que ya tiene la mayor importancia, la Serenata (101), para flauta y 14 instrumentos, de 1957. Al margen de presentar las relaciones entre solista y conjunto, algo infrecuente en la época, Berio muestra aquí cómo se puede realizar una escritura melódica en los nuevos lenguajes y comienza a probar su trabajo futuro de campos armónicos y su coherencia formal en base a un sutil manejo de las recurrencias que contradicen así el principio de la transformación perpetua exigido por el serialismo integral. Además, la obra tiene una consideración por la sensibilidad del sonido también inusual en la época. En 1958-59, Berio escribe Différen-ces, una obra para flauta, clarinete, arpa, viola, violonchelo y cinta electrónica (102). Se trata de un ejercicio, frecuente en la época (103), de coordinar el mundo instrumental con el electrónico, que entonces se consideraba muy diferente. Berio profundiza en las relaciones de ambos y también en la influencia mutua que puedan tener entre sí para integrarse en un todo generalizado. La obra, que tiene un real interés, será revisada en 1967, y en la actualidad, aunque no está retirada de catálogo, sólo puede ejecutarse con permiso expreso del autor. Con Sincronie (104), escrita en 1963, Berio logra su primer gran cuarteto de cuerda, en el que investiga en la coordinación simultánea de voces que desarrollan individualmente un material común. Habrá que esperar hasta 1970 para la siguiente obra camerística (105), que es una obra muy especial ya que está escrita para piano eléctrico y clavecín eléctrico. Se trata de Memory (106), un curioso ejercicio para sonido instrumental artificial en el que se juega con la similitud y la diferencia de timbres. La obra será revisada en 1973. Y en 1971 surge una brevísima obra (107): Autrefois (berceuse canonique pour Igor Stra-winsky) para flauta, clarinete y arpa, un homenaje postumo (108) al músico, al que tanto admiró en sus comienzos y a cuyo estilo lapidario final se acerca en la mínima piececita. Otra conmemoración, el setenta aniversario de Goffredo Pe- (100) Ese año se presenta en Darníistadl (101) Piene Boulez la da a conocer en París con el Domaine Musical en 1957. (102) Boulez la estrena en París en 1959. (103) Madema hatiia sido un pionero en este terreno. (104) Se estrena en Grinnel (lowa) con el Cuarteto Lenox. (105) De trecho, en medio está Ctiemins II para viola y nueve instrumentos, ya tratada. (106) Se estrena por el autor y Rudolf Serkin en Nueva York en 1972. (107) Apenas excede el minuto de duración. (108) Se estrena ese año en Venecia. donde Strawinsky está enterrado. IVIII FE:Tiyil DE HUSICt SE CANIRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. trassi, verá en 1974 el nacimiento de Música leggera para flauta, viola y violonchelo, un curioso canon también bastante breve. Pero una de las más atractivas piezas camerísticas de Berio es sin ninguna duda los Duetti per due violini, que se componen entre 1979 y 1983 (109). Son 34 piezas para dos violines compuestas en muy diversos estilos y dedicadas a diversos músicos (compositores e intérpretes) y amigos del autor, muchas veces con características afines al dedicatario, con técnicas muy diversas y grandes diferencias de dificultad. No cabe duda que en el trasfondo de la idea para esta obra están los Dúos para dos violines de Bartók, pero el lenguaje es aquí muy beriano y no privan tanto los fines didácticos como en el maestro húngaro. En todo caso nos hayamos ante una obra muy atractiva que se constituyó como una composición en progreso y que se suele interpretar casi siempre en selecciones. Con finalidad didáctica y el simple título de Duetti se han publicado los 10 dúos más fáciles (110). Y también como Duetti se han publicado algunos dúos en versión para dos guitarras que no hizo el propio Berio pero autorizó el trabajo de Eugenia Kanthou. La siguiente obra camerística es una pieza de formato breve escrita en 1985 para quinteto de metales. Se trata de Cali (111), que adopta la forma de una moderna fanfarria dotada de cierta brillantez sonora. Otra pieza breve, en este caso para quinteto tradicional de viento, es Terre chaleureuse para conmemorar el 60 aniversario de Pierre Boulez. Con Naturale, para viola, tam-tam, y electrónica, de 1985-86, vuelve a las fusiones de material instrumental y electroacústi-co, pero ahora ya con la experiencia de muchos años y el trabajo en el IRCAM preparatorio del de Tempo Reale. La experiencia para quinteto de viento de la obra homenaje a Boulez le vale para ir desarrollando entre 1985 y 1987 un quinteto de viento más amplio que recibe el título de Ricorrenze (112) y en el que se reflejan muy bien las experiencias con los distintos instrumentos en la serie de Sequenza así como sus trabajos sobre uso y reintroducción de un material unitario al que se accede una y otra vez desde distintos puntos de vista. Su trabajo con el quinteto de viento le llevó de nuevo a las formaciones de cámara tradicionales y en ellas va a permanecer, ya que sus próximas experiencias camerísticas se encaminan hacia el cuarteto de cuerda para el que había producido ya dos obras importantes. Re- 2aL (109) Las piezas se estrenaran pot separado. La audición conjunta de las 34 se hizo por primera vez en Los Angeles en 1984. (110) La digitación es de Michael Frischenschiager. (111) Se estrenó en Saint Louis el 31 de julio de 1985 con el Ouinteto de Metales de Nashville. (112) El Quinteto Atnold lo da a conocer en 1987 en Damistadt. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. J38 gresa a él en 1993 con el Cuarteto n. 3, que recibirá el nombre de Notturno (113) y del que ya hemos visto una versión orquestal. Este nuevo cuarteto es una obra bastante amplia en la que podemos ver numerosas implicaciones formales y un tratamiento muy sensible de la materia sonora. Su dilatado transcurso contrasta con el que podemos considerar su Cuarteto n. 4 y que es una pieza breve y concentrada escrita en 1997 y titulada Glosse. Todavía deberíamos mencionar una pieza titulada Korót (114), escrita en 1998 para ocho violonchelos, en la que la similitud del material instrumental empleado encuentra en Berio una respuesta original, de nuevo con ese criterio que observamos a lo largo de toda su carrera de trabajar con lo similar y lo distinto, lo continuo y lo discontinuo. De cualquier manera, la obra came-rística de Berio, y en realidad cualquier otro apartado en que dividamos su obra, no puede ser considerada sólo como un camino aislado sino en relación con todo el resto de su producción. Sólo así podrán verse las líneas evolutivas de su pensamiento compositivo que son inte-gradoras y que se manifiestan en muy diversos campos a la vez. En ocasiones, experiencias de instrumentos a solo pueden servir en obras orquestales o determinadas conquistas de grandes masas aplicarse a la música de cámara, ya que el que es unitario es el pensamiento compositivo y se aplica en cada ocasión a los medios y materiales más idóneos o que alguna circunstancia impone. Obras a solo Habiendo tratado ya la extensa e interesante serie de las Sequenza parece paradójico que ahora nos dediquemos a la obra a solo cuando aquellas lo eran por excelencia dentro de la obra beriana. Y también cabría preguntarse por qué unas obras para instrumento a solo entran en ese apartado y otras no, lo que resulta especialmente clamoroso en una obra pianística bastante numerosa de la que sólo una pieza se integra en ese particular catálogo. La razón creo que está en lo ya hablado al tratar aquellas piezas que nacen, sobre todo, de una confrontación y utilización del virtuosismo instrumental. Naturalmente se podría decir que otras piezas ajenas a la serie no tienen por qué excluir ese factor, pero casi siempre son otro tipo de consideraciones las que se tratan y Berio ha querido darle otros títulos particulares para salvaguardar la coherencia conceptual del pensamiento que informa Sequenza. Es evidente que en este apartado nos vamos a encontrar principalmente (113) El Cuarteto Alban Berg lo estrena en Viena el 31 de enero de 1994. (114) El Octeto de Violondielos de Beauvais lo estrena en esta dudad francesa e l l l de mayo de 1 1*111 FESriVll lE lUSICI DE CtülRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. obras pianísticas, pero, aunque sean mayoría, no van a ser únicas. Dejaremos aparte algunas obras de juventud, aunque aparecerán en los catálogos finales, para iniciar el apartado con las Cinque variazioni para piano de 1952-53 (115). Se trata de una composición más bien concentrada que está cercana a las iniciales piezas para violín y piano ya vistas y en las que se van asumiendo personalmente las fuentes del serialismo. La pieza sin embargo guardó el suficiente interés para Berio como para revisarla en 1966. Y si no tuviéramos en cuenta la existencia de Sequenza, tardaríamos bastante en encontrar una nueva pieza a solo, que no llegaría hasta 1964-65 con una composición para clavecín titulada Rounds (116). Pese a que no se trata de una obra de larga duración, más bien es muy breve, nos encontramos ante una pieza compleja y rotunda que se puede situar entre lo mejor del clavecín contemporáneo. Berio volvió a ella en 1967 para realizar una versión pianística (117). En 1965 Berio escribe una breve página para dos pianos titulada Wasser-klavier (Piano de agua), que inmediatamente arregla para un piano, versión en la que la obra ha perdurado (118). La obra se ha tocado independientemente, aunque en 1990 se insertará con otras en una colección de la que luego hablaremos. El siguiente trabajo a solo no será pianístico sino para flauta de pico contralto. Surge en 1966 a petición del bien conocido flautista y especialista en música antigua Franz Brüggen (119) y se titula Gesti. Berio confronta aquí las posibilidades de un instrumento antiguo con la escritura moderna sin salirse de su naturaleza pero llevando sus fronteras mucho más allá de lo habitual. Tras el paréntesis, volverá al piano con otra breve obra, también inserta luego en una colección pero de vida independiente desde su creación en 1969. Se trata de Erdenkiavier (Piano de tierra) (120). En 1975 Berio aborda su hasta ahora única obra organística, Fa-si (121), que pese a no ser de muy larga duración exige además del organista al menos dos registradores. Y es que si el título indica bastante sobre la intención inter-válica, la compleja utilización de los registros le hace obtener un trabajo tím-brico del mayor interés. La obra posterior, esta vez muy breve, se compone para violonchelo solo entre 1976 y 1978 299 (115) Se eslrenaron en 1953 en Milán. (11B) Annie Fisctiw la estrena en Basilea en 1966. (117) Se eslrenaria en Nueva York en 1968. (118) Antonio Ballisla la estrena en Brescia en 1970. (119) Brüggen la estrena en Amsterdam en 1966. (120) Antonio Ballisla la estrena en Bérgamo en 1970. (121) Se estrena en Rovereto en 1976. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. XVIII FESTIVU DE MÚSICt OE UUmi © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. con motivo de un homenaje a Paul Sachar (122). El título será Les mots sont alies... y lleva el subtítulo de Recitativo, que ejemplifica claramente su orientación compositiva. Otra página de corta duración, esta vez para clarinete solo, da origen a Lied, de 1983. Tras ella, se vuelve al piano y a la serie de los elementos para los que ya había compuesto piezas de agua y tierra con Luftklavier (123) (Piano de aire). Es en 1985 y de nuevo con una pieza muy breve que será reutilizada en una colección posterior. Comma, para clarinete en mi bemol es otra breve página de 1987, mientras la serie de piezas sobre los elementos naturales se cierra en 1989 con Feuerkla-vier (Piano de fuego) (124), también breve y también aprovechada en el futuro. En 1990 Berio ha compuesto ya cuatro breves obras pianísticas sobre ios elementos y decide realizar con ellas una colección componiendo otras dos minúsculas piezas, Brin y Leaf, ambas en 1990. Si las piezas existentes tenían una duración media de unos dos minutos, las dos nuevas duran apenas un minuto cada una. Todo compositor sabe que si una pieza de muy larga duración es difícil de hacer circular, tampoco encuentra buena inserción en los programas la obra excesivamente corta. De esta manera, Berio organiza en 1990 la colección Six encores (Seis propinas), que comprende las seis piezas, comenzando por Brin, seguida de Leaf y las cuatro piezas de los elementos en el orden de composición: Wasserkiavier, Er-denklavier, Luftklavier, Fuerkiavier. Queda así una pequeña colección que no excede mucho de los diez-doce minutos y que reúne las experiencias pianísticas de Berio durante un cuarto de siglo. Todavía podríamos mencionar una obra también de no más de dos minutos, esta vez para contrabajo, que, con el título de Psy, se compone en 1989. Y en 1999 surge otra breve pieza para trompeta que se titulará Gute Nacht (Buenas noches) (125). Música electroacústica A lo largo de su carrera, y desde muy temprana fecha, Berio se interesó por la música electroacústica y fue uno de los pioneros de este medio en Italia, participando junto con Bruno Maderna en la 301_ fundación del Estudio di Fonología de la RAÍ de Milán, trabajando más tarde como director de área en el IRCAM y creando luego Tempo Reale. Hemos visto la participación de electrónica en cinta o en vivo en bastantes de sus trabajos instrumentales. Y, aunque existen, son menores sus trabajos para cinta sola. La razón hay que encontrarla en que (122) Rostropovitch la estrena en Basilea en 1978. (123) Se estrena en Rorencia en 1985. (124) RudoK Setkin la estrena en Nueva York en 1989. (125) Se estrena en Viena el 9 de julio de 1999. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Berio se acerca a la electrónica como un mundo sonoro rico en posibilidades pero que, compositivamente, aparte de su técnica propia, no difiere del instrumental y también con un gusto por mezclar ambos medios así como por su personal derivación hacia la música electrónica en vivo y a las transformaciones de sonido instrumental a través de medios electrónicos en tiempo real. Aparte de algunos trabajos Iniciales en el campo de la ilustración sonora de imágenes, la primera obra electrónica de Berio es Mimusique n. 1 de 1953 y con una técnica inicial y limitada (en un solo canal) que, no obstante, deja ver un talento compositivo de primera magnitud. Un año más tarde, en 1954, y en colaboración con Maderna realizará R¡- tratto di cittá, que pese a ser aún mono-aural, investiga largamente en el material sonoro y rompe las distinciones escolásticas entre la música electrónica y la concreta que entonces practicaban los franceses. En 1955 surgirá Mutazio-n¡, siempre monoaural, y el paso a los dos canales se da en 1957 con Perspectivas. Pero la gran obra para electrónica pura es sin duda Thema (Omaggio a Joyce), para dos canales, de 1958. No se trata de una obra de enormes proporciones, ya que su duración se establece, como la de las composiciones electrónicas anteriores, en torno a los siete minutos, pero compositivamente muestra ya a un Berio que no sólo domina sus recursos técnicos sino que ha madurado creativamente y que empieza a sacar frutos de su interés por la lingüística. La referencia a James Joyce nos ilustra mucho sobre cómo funcionan las cadenas asociativas de fenómenos sonoros en un contexto sintáctico tan singular como estricto. Con Momenti, de 1960, se intenta la composición electrónica en cuatro canales, aunque el hermoso Visage vuelve a los dos canales en 1961 en una composición de envergadura y más de veinte minutos de duración. La obra incorpora la voz de Cathy Berberian y Berio prefiere su difusión radiofónica antes que el pase en concierto. También de una buena factura y duración media es Chants paralléles de 1975. Y las otras dos obras electrónicas de Berio son más bien trabajos radiofónicos que incluyen además grabaciones de coro y orquesta y no se pueden hacer en concierto sino sólo para el medio radiofónico. Se trata de Diario immaginario de 1975, con textos de Sermonti, y Dúo, de 1982, con texto de ítalo Calvino. Arreglos Hemos visto una serie de obras en las que Berio utiliza diversos materiales preexistentes y ajenos que pueden ser de otros compositores o populares pero que están trabajados de forma que se convierten en obras propias. Tal es el caso de Folk songs. Sinfonía y otras obras de las que ya hemos hablado. Pero también existen piezas que hay que considerar que tras la acción beriana siguen siendo de sus autores y Berio se (VIH FESTIVU DE MÚSICA DE CtKARUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. ha limitado a arreglarlas. En algunos momentos ese arreglo es una orquestación, aunque la mayoría de las veces puede ir más allá sin que por ello se convierta en una composición en la que lo propio prime sobre lo ajeno. Las obras que a continuación mencionaré las considero como arreglos, aunque la acción que Bario ha realizado sobre ellas sea de diverso tipo según el caso. El primer caso de arreglo es el realizado sobre una célebre obra madrigalesca de Monteverdi, II combatimento di Tancredi e Clorinda (126), al que se acerca en 1966 para realizar una versión para soprano, tenor, barítono, 3 violas, violonchelo, contrabajo y clavecín (127). Se trata de un trabajo respetuoso y muy cuidado en el que Berio intenta poner en relieve la expresividad monteverdia-na. Un año más tarde, y para Cathy Ber-berian, realiza algunos arreglos de canciones de John Lennon y Paul MacCart-ney del célebre grupo The Beatles. Se trata de Michele, para voz, flauta y clavecín, con una segunda versión para conjunto; Ticket to ride, para voz y conjunto, y Yesterday, para voz, flauta y clavecín. Aquí el trabajo de arreglista es más amplio y libre y el resultado, sin encubrir la autoría original, resulta atractivo. De nuevo en 1967 escribe arreglos para Cathy Berberian, esta vez sobre Kurt Weill, aunque posteriormente los retocará en varias ocasiones. El primero es la Ballade von der sexuellen Horigkeit (Balada de la servidumbre sexual) perteneciente al conocido título operístico de Brecht-Weill La ópera de tres peniques. Lleva voz de mezzosoprano, clarinete, clarinete bajo, vibráfono, acordeón, violín, viola, violonchelo y contrabajo y sufre revisiones en 1972 y 1993. El segundo arreglo es Le grand Lustucru, procedente de la obra Marie Galante, y la versión es para mezzosoprano, flauta (con piccolo, oboe, 2 clarinetes, fagot, 2 trompetas, percusión, violín, viola, violonchelo y contrabajo con revisiones en 1972 y 1993. La tercera y última es Su-rabaya Johnny, sacada de la comedia musical Happy End y orquestada para mezzosoprano, flauta, clarinete, trompeta, percusión, guitarra, violín, viola, violonchelo y contrabajo. Las revisiones son igualmente de 1972 y 1973. En 1969, y para la conmemoración del 80 cumpleaños del Dr. Alfred Kalmus, 303_ director de su editorial, la Universal Edi-tion realiza una versión sobre Henry Pur-cell con el título de The modification and instrumentation of a famous hornpipe as a merry and altogether sincere homage to únele Alfred. La hornpipe de Purcell es instrumentada para flauta u oboe, clavecín, percusión, viola y violonchelo. En 1975 Berio realiza uno de los arreglos que más se han tocado y más (126) Además de la primera versión de Gian Francesco Malipiera existen otras versiones de la obra. (127) Berio dirigió esta versión en Nueva York en 1966, üiGiano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. fama han obtenido, el trabajo sobre La ritirata nottuma di Madrid úe Luigi Boc-cherini titulado Quattro versioni originali dalla ritirata notturna di Madrid di L. Boccherini sovrapposte e trascritte per orchestra (128). La elaboración es exactamente lo que el largo título indica pero el efecto tímbrico y el graduado crescendo y diminuendo de la música contribuyen a un efecto seguro sobre el público, que siempre gusta de esta inteligente y refinada versión. Menos conocidos son en cambio los dos arreglos que realiza sobre Girolamo Frescobaldi en 1977, una Fantasía y una Toccata, ambas para orquesta. En 1978 Berio realiza una orquestación, ya que no es propiamente un arreglo, de las Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla. Es un trabajo bastante distinto del que había realizado anteriormente Ernesto Halff-ter. El propuesto por Berio es muy respetuoso con el original, podría decirse que casi demasiado, ya que se hubiera podido esperar una explosión como la de Folk songs. Pero quizá un autor protegido por copyright y con herederos, en comunicación con los cuales estaba Berio, no se prestaba a más de lo que realizó, que, por otra parte, es muy hermoso. En Opus 120 n. 1 realiza en 1984 una orquestación y versión para viola o clarinete y orquesta de la sonata del mismo número, para viola o clarinete y piano de Johannes Brahms. Trabajo apasionante y difícil que es retocado en 1986 y de nuevo en 1990 y que muestra el magisterio de Berio, que es capaz de asumir como propia una música ajena, respetarla y al propio tiempo, transformarla sutilmente. En 1986 realizará también una versión para barítono y orquesta (129) de Fijnf frijhe Lieder (Cinco Lieder de Juventud) de Gustav Mahier (130) y un año más tarde (131) realiza Sechs frühe Lieder (Seis Lieder de juventud) también para barítono y orquesta (132). En ese mismo año 1987, Berio realiza un arreglo de la ópera para niños original de Paul Hindemith Wir bauen ein Stadt (Construimos una ciudad), para niños y orquesta de cámara (133). Dos años más tarde, en 1989, realiza un versión para coro y orquesta del Lied de An die Musik de Franz Schu-bert. Y en 1990, para el noventa aniversario de la muerte de Verdi que se cum- (128) Pero Bellugl dirige el estreno en Milán el 17 ríe junio ríe 1975. (129) Con deslino a Itiomas Hampson. (130) Los Lieder escogidos son; Miliisinig In Sonrmer: h Strassbuig aui iler Sciiaru: Nirilrl wlederselien Um sctilimme KInrIer adig zu mar^tien Erinnening. (131) También para Hampson. (132) Esta vez son: Hans und Érete. Idi ging mit Uist dun^li einen gruñen Walil Frúhlingsniorgen Ptiantasie Sclielilen unri Meirlen y Erínnening. (133) Se representa en Viena el 28 de febrero de 1988. IVIII FEITIVU DE MUSICt OE ONIRUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. pie al año siguiente, Berio realizará versiones de varias de sus canciones con el título de Otto Romanza (134) para tenor y orquesta. Y es más que probable que Berio vuelva a este tipo de arreglos, si bien su creatividad ha lucido también en la reu-tilización de materiales ya existente en obras propias. Precisamente a ese campo pertenece el trabajo que está realizando para el Festival Internacional de Canarias. Se trata de volver a plantearse el tercer acto de Turandot, la última ópera de Giacomo Puccini que no pudo terminar por su muerte. El trabajo recayó en Franco Altano, que lo realizó no sin que llovieran críticas sobre él. El propio Arturo Toscanini interrumpió la primera representación (135) en el punto donde Puccini había llegado. Y, aunque el trabajo de Altano se suele juzgar in-satisfactorio, la ópera se representa con su arreglo. El reto de Berio es no sólo orquestar sino reconducir el final sin salirse del estilo pucciniano pero rehaciendo una intencionalidad. Él mismo ha declarado que el actual final de Turandot le parece demasiado artificial y súbitamente efusivo, cuando, seguramente, Puccini hubiera guardado un mayor dis-tanciamiento. Es en ese sentido en el que parece ir su trabajo, que será un compromiso entre el arreglo y la creación propia ya que tendrá que poner una buena parte de su propia imaginación. Pero en este tipo de trabajos y en toda la obra amplia, variada y multiforme que hemos contemplado, Berio se muestra como un grandísimo compositor y un artista no sólo creador sino sumamente sensible. En cierta medida, este nuevo trabajo resume algo que afirmábamos de él al principio, Berio representa la síntesis del siglo, al menos una de las mejores síntesis musicales del mismo. T.M. (134) Se estrenan en Padua el 27 de septiembre de 1 (135) El 25 de abril de 1926 en h Scala de Milán. ) con José Cañeras, dirigiendo el autor Luciano Beiio y la sinlexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. ^05 IKIII FESTIVIL n MUSICt DE CtNtRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. I uffanb BCTÍO no posee un catálogo I establecido por él mismo, al menos I de acceso público. La catalogación C ^ ^ ^ t d e su obra está dispersa entre las diversas informaciones que ofrecen sus editores. Pero también existen obras, especialmente de la primera etapa, que no han sido publicadas pero que no han sido descatalogadas. También otras posteriores que han sido retiradas de catálogo, restringidas en su difusión o incluso destruidas pese a haber sido estrenadas. Y no puede perderse de vista el hecho de que algunas composiciones han sufrido revisiones o versiones diferentes, otras han sido insertas en composiciones más amplias o, contrariamente, desgajadas de ellas. El presente catálogo ha sido confeccionado partiendo de los ya existentes, además de una indagación sobre otras obras basada en documentación suelta o en grabaciones radiofónicas. El criterio es cronológico, aunque los diversos avatares de una misma obra se relacionen a partir de su primera fecha. Las plantillas se dan sucintamente ya que el mayor detalle ya se ha recogido en los apartados anteriores. Los autores de los textos figuran entre paréntesis inmediatamente después del título. La mayor parte de la obra del Berio ¡oven fue publicada por la editorial mila-nesa Suvini Zerboni, que aparece siempre como SZ. El grueso de la obra posterior está editada en Universal Edition de Viena, que figura como UE. Y varias obras recientes han sido confiadas a Ri-cordi y las recogeremos como Ri. En caso raro de alguna edición singular, recogemos el nombre completo de la editorial. Sin la aparición de alguna de estas tres siglas, o la editorial completa, la obra debe considerarse inédita. 307 Luciano Berio y la siiilexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Pastorale, piano. 1937. Toccata. piano a 4 manos. 1939. Preludio a una festa marina, orq. de cuerda 1944. L'annunciazzione (Rainer María Rilke), soprano y orquesta de cámara 1945. Due con populan, coro. 1946. O tone Jesu. coro. 1946. Divertiniento. trío de cuerda. 1946 Quatrn canzoni popolari italiano, voz y piano. 1947. Rev. 1973.UE. Petite SUite, piano. 1947 DE (dentro de Berio Family Álbum con obras de Adolfo, Ernesto y Luciano Berio). Tre pezzi, tres clarinetes. 1947 Tre llrlciie preche, voz y piano. 1948. Due canti siciliani, tenor y coro masculino. 1948. Ad HerniBS, voz y piano. 1948. Tno de cuerdas, 1948. Oulnteto de viento. 1948. Due pezzi sacri, 2 sopranos, 2 arpas, timbales y campanas. 1949. Mapificat 2 sopranos, coro, 2 pianos y conjunto. 1949. Beiwin Mili. Concertino, clarinete, violín, celesta, arpa y orq. de cuerda 1949. U E. Tre vocalizzi, voz y piano. 1950. Deus meus, voz y tres instrumentos. 1951. Camino (García Lorca), bajo y orq. 1951. Sonatina, flauta, dos clarinetes y fagot. 1951. Due pezzi, violín y piano. 1951. SZ. Opus number Zoo (Rhoda Levine), recitador y quinteto de viento. 1951. Rev. 1970. UE. El mar. la mar (Rafael Alberti) soprano, mezzosoprano y conjunto. 1952. Rev. 1969. UE. .V^ \ IVIII FÍSTIVU DE MÚSICA Oí CUlItlIltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. StudiO, cuarteto de cuerda. 1952. Sincmnie, cuarteto de cuerda 1963-64, UE. Cinpe variazioni, piano. 1 9 5 2 - 5 3 . SZ. Folksongs, mezzosoprano y 9 instrumentos. Tre modi per suportare la vita (Mimemusipue n. 2) 1964. Versión mezzosoprano y orq. (R. Leydi), acción escénica 1952-55. 1973. UE. Mimemusique n. 1, electrónica. 1953. Traces (S. Oyama), 2 voces, 2 actores, coro Ciíamtier Music (James Joyce), soprano e y orq. 1964. Retirada. instrumentos. 1953. SZ. Chemins 1, arpa y orq. 1965. U E. Variazioni, orq. de cámara. 1953-54. SZ. LaborintUS 11 (Edoardo Sanguinetti), voces, Aliez-tiop! (ítalo Calvino), obra escénica instrumentos y electrónica. 1965. UE. 1953-59. Rev. 1968,SZ. RoundS, clavecín. 1965. UE. Versión para voz Ritratto di citta, electrónica. y clavecín (Markus Kutter). Retirada Coautor Bruno Maderna 1954. Versión para piano. 1967 UE. Nones, orq. 1954. SZ. Wasserklavior, piano, 1965. UE. Incluida QuartettO, cuarteto de cuerda. 1955. SZ. después en SIx Enceres, Hutazloni, electrónica 1955-56. SZ. BeSti, flauta de pico contralto. 1966. UE. Variazioni Ein Mádchen odor Weibciien, 2 corni di 11 combatimento di Tancredo e Clorinda de Monteverdi, bassetto y orq. de cuerda. 1956. para voces y conjunto. 1966. UE. AIlBlíljah 1, orq. 1956. Rev. como Allolujah II, Sequenza 111, para voz. 1966. UE. orq. 1956-58. SZ. Sequenza IV, piano. 1966. Rev. 1993. UE. DivertimentO, orq. Coautor Bruno Maderna Sequenza V, trombón. 1966. UE. 1957. SZ. Sequenza VI, viola, 1967 UE. Versión para Perspectlves, electrónica 1957. SZ. violonchelo de Rohan de Saram. Serenata, flauta y conjunto. 1957 SZ. 1981.UE. Sequenza 1, f l a u t a 1958. UE. Chemins II, viola y 9 instrumentos. 1967 UE. Tiiema (omaggio a Joyce), electrónica 1958. SZ. Ballade von der sexuellen Hdrigkeit de Kurt Weill Ditlerínces, 5 instrumentos y electrónica (Berthold Brecht) voz y conjunto. 1967 1958-59. UE. Rev, 1975 y 1993. UE. Tempi concertatl, flauta, violín, 2 pianos Le qrand Lustucru de Kurt Weill (J. Deval) voz e instrumentos. 1958-59. UE. y conjunto. 1967 Rev. 1975 y 1993. UE. Gíreles (e.e. Cummings), voz, arpa y Surabaya Jotinny de Kurt Weill (Berthold Brecht), 2 percusiones. 1960. UE. voz y conjunto. 1967 rev. 1975 y 1993. Momenti, electrónica 1960. UE. UE. Visage, electrónica 1961. UE. Cbemins III, viola y orq. 1968. rev. 1973. UE. Passaggio (L. Berlo y Edoardo Sanguinetti), 0 King, mezzo-soprano y 5 instrumentos. acción escénica 1962. UE. 1968. UE. Sequenza II, arpa 1963. UE. Prayer - Pribre (ítalo Calvino), voz. 1968. Esposizione (Edoardo Sanguinetti), acción Sintonía (L. Berio, C. Levi-Strauss, S. Beckett), instrumental. 1963. Destruida voces y orquesta. 1968-69. UE. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. JIQ Air, soprano y orq. 1969. UE. Posteriormente se incluye en Opera. Enlenkla\rier, piano. 1969. UE. Incluida después e n Six encores. Tlie modification and instrumentation of a famous liornpipe as a merry and altogettier sincere íiomage to únele Altred s o b re Henry Purcell, para seis instrumentos. 1969. UE. Sequenza Vil, oboe. 1969. UE. QuestO YUOl diré Clie, 3 voces, coro, instrumentos y electrónica 1969. Opera (Vittoria Ottolenghi), teatro musical. 1969-70. rev. 1977. UE, Ctiemins llb, orquesta 1970. UE. Memory, piano y clavecín eléctricos. 1970. UE. Apnus. 2 sopranos e instrumentos. 1971. UE. Ora (M. Essam sobre Virgilio) soprano, mezzosoprano, coro y conjunto. 1974. Retirada Autre fols, 3 instrumentos. 1971. UE. Bewegung, orquesta 1971. rev. 1983. UE. Recital 1 (Berio, Moretti y Sanguinetti), soprano y conjunto. 1971. UE. Eíd, soprano y conjunto. 1972. UE. Amores. 16 voces y 14 instrumentos. 1972. Chemins lie, clarinete bajo y orq. 1972. UE. Concertó, 2 pianos y orq. 1972-73. UE. Linea (ballet). 1973. UE. Still, orquesta 1973. Cries ol London, seis voces. 1973-74. rev. ocho voces. 1976. UE. Bndrildie, orquesta 1973-74. UE. A-flOlWe, obra radiofónica 1974. Versión para ocho voces. 1975. UE. Cllnie (Homero), mezzosoprano y conjunto. 1974 rev. 1989. UE. Per la dolce memoria di quel giomo (Petrarca), ballet 1974.UE. Música leggera. 3 instrumentos. 1974. ApréS Visage, orquesta y electrónica 1974. Retirada Point in ttie curve to iind..., piano y conjunto. 1974, UE. Quattro versión! original! della ritirata nottuma di Madrid d! L Bocclierini sovrapposte e trascritte per orchestra, orq. 1975. UE. Cliants paralleles, electrónica 1975. UE. Chemins IV, oboe y orq. de cuerda 1975. UE. II diario imaginario (Vittorio Sermonti sobre Moliere), electrónica 1975. UE. Fa-Si, órgano. 1975. UE. Coro, 40 voces y 40 instrumentos. 1975-76. UE. SequenzaVIUviolín. 1977UE. Pas de quoi, conjunto. 1977 II ritomo degli snovidenia, violonchelo y orq. 1976-77. UE. Les mots sont allées..., violonchelo. 1976-78. UE. La vera storia (ítalo Calvino), ópera 1977-78. UE. Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla, voz y orq. 1978. UE. Encoré, orq, 1978-81. UE. Un re in escolto (l. Calvino, W. Auden, W, Shakespeare), ópera 1979-82. UE, DlIBtti, 2 violines. 1979-83. U E. Versión facilitada de Michael Frischenschiager. 1983. UE, Versión para dos guitarras de Eugenia Kanthou, 1987 UE. Éntrala, orq. 1980. UE. Seguenza IX a, clarinete. 1980. UE. Sequenza IX b, saxofón contralto. 1980. UE Seguenza IX C clarinete bajo; versión de RoccoParisi. 1998. UE. Accordo, para cuatro grupos de viento. 1981. UE. IVIII FESriVtl DE MÚSICt DE CtKARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Córale, violín, 2 trompas y orq. de cuerda 1981.UE. Fanlara.orq. 1982. UE. Ued, clarinete. 1983. UE. Requies, conjunto. 1983-84. UE. Sequenza X, trompeta y resonancia de piano. 1984. UE. Voci, viola y dos grupos instrumentales. 1984. UE. Opus 120 n. 1, de Johannes Brahms, clarinete o viola y orq. 1984. Rev. 1986. Rev. 1990. UE. Moduli in viola - omaggio a Kandinsky (Guido Turcato). Ópera colectiva 1984. Cali, 5 metales. 1985. UE. Terre chaleureuse, quinteto de viento. 1965. Lullldavier, piano. 1985. UE. Incluida después en Slx Encnres, Ricorrenze, quinteto de viento. 1985-87. UE. Forniazioni, orq. 1986. UE. Naturale, viola, tam-tam y electrónica. 1986. Fünt friiher Heder, de Gustav Mahier, barítono y orq. 1986. UE. Wir bauen eine Stadt, de Paul Hindemith, ópera de niños. 1987. UE. Sechs Iriiher Ueder, de Gustav Mahier, barítono yorq. 1987UE. COflima, clarinete en mi bemol. 1987. Sequenza XI, guitarra 1987-88. UE. Ofanim, voz, coro de niños, grupos instrumentales y electrónica en vivo. 1988-1997 UE. Concertó II (Echoing Curves), piano y dos grupos de instrumentos. 1988-89. UE. Cantlcum Novissiinl Testamentl, ocho voces e instrumentos. 1989. UE. Continué, orq. 1989. UE. Fes1uni,orq. 1 9 8 9 . U E. FeuerkIaviBr, piano. 1989. UE. Incluida después en Six Encores. Psy,contrabajo. 1989. UE. Hendering, sobre Schubert, orq. 1989. UE. An die Musik, sobre Schubert. Coro y orq. 1989. Brín, piano. 1990. UE. Incluida después en Slx Encores. Leal, piano. 1990. UE. Incluida después en Slx Encores. Six Enceres, piano (comprende Blin, Leaf, Wasserklavier, Erdenklavier, Luftklavier y Feuerkiavier). 1990. UE. OttO Romanze de Giuseppe Verdi, tenor y orq. 1991.UE. Epiphanies (Proust, Joyce, Machado, Simón, Brecht y Sanguinetti). Voz y orq. 1 991-92. UE. Ghemins V, guitarra y orquesta de cámara 1992. UE. Nottumo (QuatettO 111), cuarteto de cuerda 1993. Ij£_ Versión para orquesta de cuerda 1995. UE. CompaSS, (Recital para piano y orq.), ballet 1994. UE. There iS no tune (Talla Pecker), coro. 1994. Ri. Twice opon... seis grupos de niños. 1994. Ri. Hür (Paul Celan), coro y orq. 1995. U E. Parte de la composición colectiva Réquiem der Versóhnung (Réquiem de la reconciliación). Re-Call, conjunto instrumental. 1995. UE. Sequenza XII, fagot. 1995. UE. Sequenza XIII (Chanson), acordeón. 1995. UE. SllOÍar(Paul Celan), coro y orq. 1995. Ri. Ver, wáhrend, nacti Zaide, comentarios a una ópera inacabada de Mozart. Orq. 1995. Ri. Cutis (Del Corno), acción musical. 1995-96. Ri. 311 Luciano Berlo y la sintexls del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. J12 Ekptirasis (Continuo 10, orq. 1996. UE. GlOSSe, cuarteto de cuerda 1996. UE. Kol Od (Chemins VI), trompeta y orq. de cámara 1996. UE. Récit (Chemins Vil), saxofón contralto y orq. 1996.UE. Wtematini, clarinete, viola y orq. 1997. UE. Koról 8 violonchelos. 1998. UE. Cronaca del luogo, acción musical. 1998-99. Ri. Solg, trombón y orq. 1999. UE. Altra YOce, mezzosoprano, flauta en sol y electrónica en vivo. 1999. UE. GuteNactll trompeta 1999. Nois (Alf red Brendel), barítono y orq. 2000-01. Tuiandot de Puccini, acto III de la ópera. 2000-01. Ri. IVIII FESTIVm DE MUSICt DE GtMtRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. GOBIERNO DE CANARIAS CONSEJERÍA DE TURISMO Y TRANSPORTES © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011.
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Calificación | |
Título y subtítulo | Luciano Berio y la síntesis del siglo XX |
Publicación fuente | XVIII Festival de música de Canarias 2002 |
Autor principal | Marco, Tomás |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Canarias |
Editorial | Gobierno de Canarias |
Fecha | 2002 |
Páginas | 50 p. |
Materias |
Berio, Luciano (1925-2003) Crítica e interpretación |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 6804387 Bytes |
Texto | XVIIIFESIIVALDE IIÉSICA DE CANARlAn002 © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Tomás MARCO © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. G>i~, I d 1 siglo XX ha concluido y, a lo largo del mismo, se han desarrollado una serie de evoluciones y revoluciones que han transformado la música - y también cualquier otra cosa- de una manera drástica. Esto es algo que probablemente se puede decir de cualquier otro siglo pero no cabe duda que en el XX se ha asistido a una aceleración de los acontecimientos y de la propia historia que, a veces, da una sensación de vértigo y un sentimiento de desgaste antes de producirse una real asimilación. Y si esto es cierto en prácticamente todos los sectores de la vida, no lo resulta menos en el de la música. Un siglo que se inicia con las consecuencias postrománticas y la batalla en torno a lo que se ha llamado (con el voto en contra del propio Debussy) impresionismo, y que termina con las derivaciones últimas del minimalismo y de las tendencias intertextuales, es sin duda un siglo en el que han ocurrido muchas cosas. Atrás queda la discusión de los atonalis-mos, politonalismos, pantonalismos y dodecafonismos, la ruptura escalística del microtonalismo, la nueva lutería y la incorporación de los sonidos complejos, antes considerados ruidos, que llevarán al desarrollo de la música electroacústi-ca. También los nacionalismos y neoclasicismos, el realismo socialista, la alea-toriedad, la improvisación, las música de acción, el collage, las músicas sobre músicas, las influencias de otras culturas y un largo etcétera, ya que la enumeración exhaustiva es poco menos XVIII FESTIVtl Di MUSIi;* DE CAIItRI«S 267 que imposible, eso sin entrar en la influencia que en las música del siglo han tenido los medios de reproducción y los de comunicación y el auge absoluto de la música de producción y consumo industrial tan a menudo disfrazada de "popular". Manteniéndonos en el ámbito de la música culta, artística o de creación, es cierto que el siglo resulta complejo. Especialmente su último tercio parece una vertiginosa dispersión de búsquedas a menudo contradictorias, por lo menos aparentemente. Bien es cierto que la cercanía contribuye a la falta de clarificación y que el tiempo deja las cosas más nítidas o, al menos, las simplifica. Pero incluso la falta de perspectiva histórica no puede ser una explicación única a un fenómenos complejo. La música del siglo XX ha conocido momentos de una férrea unidad y otros de una amplia dispersión. El final del siglo se encuentra sin duda entre estos últimos. Por ello nuestra visión de los fenómenos puede extraviarse incluso cuando nos acercamos a ellos con bue- Luclano Berlo y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. na fe, algo que no siempre ocurre. La Historia nos enseña que esos momentos de variedad e incluso de contradicción acaban en síntesis tras la que el proceso se reconduce de nuevo hacia otros objetivos. Esa síntesis puede ser realizada por toda una generación compositiva o por sucesivas aportaciones individuales. Pero también aparecen de vez en cuando creadores con un extraordinario poder de síntesis que son capaces de transformar en lenguaje propio todas las complejas y confusas influencias de su tiempo. Bach es un estupendo ejemplo histórico de este hecho. Y en el siglo XX una posición como la de Strawinsky domina la síntesis de toda la primera mitad del siglo. En cuanto a la extraordinaria personalidad de Luciano Berio, creo también que nos encontramos ante una creatividad fuertemente propia que, en cierto modo, es capaz de sintetizar toda la segunda mitad del siglo, en realidad todo él, de tal manera que, al proyectarse en el siglo XXI, se va erigiendo como una de las figuras fundamentales de la centuria que acabamos de dejar, no sólo por su incuestionable categoría como compositor y la valía de sus obras, sino como arquetipo de la trayectoria de la música de su momento. Es completamente cierto que Berio es uno de los autores absolutamente fundamentales de la joven vanguardia - la generación serial- de la segunda postguerra. Junto a los de Boulez, Stoc-khausen, Nono o Maderna, su nombre está entre los grandes de esa promoción. Pero incluso en esos primeros momentos, como ya veremos, Berio mantiene una personalidad y un aliento poético de rara independencia. Y cuando la evolución posterior de algunos de sus compañeros de generación es en ocasiones cuestionable, la suya emprende un fascinante itinerario que le llevará a tierras fértiles de invención y sensibilidad para llegar a comprender mejor que nadie qué es lo que el final de siglo podía ofrecer de mejor. Cursus vitaB Luciano Berio nació el 24 de octubre de 1925 en la pequeña localidad marítima de Oneglia, en el mar Ligur, y lo hizo en una familia de músicos profesionales, ya que tanto su abuelo, Adolfo Berio, como su padre, Ernesto Berio, fueron organistas y también componían. Ello aseguraba su formación musical desde niño, lo que realiza en su propia casa y con su propio padre, quien ya desde los nueve años le hacía participar en sus veladas de música de cámara. Poco más tarde, el adolescente empezaría a escribir sus primeras piezas. Parecía que la carrera de pianista iba a ser una meta inmediata, pero la II Guerra Mundial dejaría en él sus consecuencias, ya que, siendo todavía jovencísimo, mientras se adiestraba como partisano contra el ejército mus-soliniano de la postrera República de Salo, se hirió en la mano derecha. Acabada la guerra, ingresa en 1945 en el Conservatorio Giuseppe Verdi de x«iii nsmn DE NUSIO DE cmonits © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Milán, donde pronto se concentrará en la composición al comprobar que las consecuencias de su herida no permitían un gran futuro como pianista. Estudia contrapunto con Paribeni y comienza a componer, ya que hasta entonces lo que había hecho en ese campo no era muy significativo. Como tantos otros jóvenes de su generación que habían crecido en la provincias y que habían sido afectados por la guerra. Bario desconocía casi todo de la música creada en su siglo y en el Conservatorio se acerca por primera vez a la obra de Strawinsky, Bartók o Milhaud. Incluso se encuentra, según confesión propia, entre los reventadores de un schónbergiano Pierrot Lunaire. En 1948 entra en la clase de composición de Giorgio Federico Ghedini, que le enseñará a fondo la música stra-w/ inskyana y no se opondrá a que estudie serialismo, aunque él lo practicara raramente. Claro que la figura máxima del dodecafonismo italiano era (y siguió siéndolo) Luigi Dallapiccola, por lo que concurre a una beca de la Fundación Kussewitzky para estudiar con él durante el Festival de Tanglewood, en Estados Unidos, en 1952. Aunque Serio tenía durante sus estudios una cierta ayuda familiar, ni era rico ni los tiempos de postguerra estaban para muchas fiorituras, de manera que ganaba algún dinero como pianista acompañante de las clases de canto. En ellas conocerá a la joven mezzosoprano norteamericana Cathy Berberian, que estudiaba canto en Milán con una beca Fullbright, y se casará con ella en 1952. Cathy estrenará en 1953 la primera obra de las muchas que se escribirán para ella la encantadora Chamber Musió de su marido. Por entonces, y al nacer su hija Christina, Cathy dejará de cantar en público unos años, hasta que reemprenda su carrera en 1958, siendo fundamental en la evolución de Berio y en la concepción de algunas de sus obras vocales. Su cursillo en Tanglewood le permitió asistir al histórico primer concierto de música electrónica que se dio en Nueva York en la sede del Museo de Arte Contemporáneo. El nuevo medio le fascina y quiere profundizar en él, proponiendo a su vuelta a la RAÍ un trabajo de ese género. Conoce a Bruno Maderna y ambos fundan y codirigen desde 1953 el Estudio di Fonología Musicale de la RAÍ mi-lanesa. Los dos invitarán a diversos compositores internacionales a trabajar allí(Pousseur, Cage, etc.) y crearán una serie de conciertos de música contemporánea, los Incontri Musicali, que tuvieron también una importante revista teórica. En la RAÍ conocerá a Umberto Eco, con el que establecerá una larga amistad y quien condicionará su interés por la semiótica. En 1956 realizó su primer estreno en Darmstadt, pero, aunque volvió en otros años, siempre se mantuvo un tanto alejado de la radical estética de aquellos encuentros. Sus obras van naciendo y llamando la atención en muchos lugares donde ya empiezan a llamarle para 269 Luciano Berio y la slntexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 270 enseñar, especialmente en Estados Unidos, en donde volverá a Tanglewood en 1960 y también en dos ocasiones a Dartington. Y como su carrera de compositor y enseñante le va llevando mucho tiempo fuera de Milán, en 1961 deja su puesto directivo en el estudio electrónico de la RAL En 1962 accederá como profesor al Mills College de Oakiand, sucediendo nada menos que a Darius Milfiaud. Mientras, su explosiva relación con Cathy Berberian acabará en divorcio, aunque la relación artística y la amistad continuarán. Berio se casa en 1965 con la psicóloga Susan Oyama En 1965 enseña un semestre en Harvard y después acepta una beca Ford en Berlín, pero se cruza una colaboración con la Juilliard School of Music de Nueva York, de la que será profesor durante seis años y donde fundará además un prestigioso conjunto de música contemporánea. Durante estos años su música se expande internacionalmente, tanto que cada vez tiene más problemas para poder enseñar en la Juilliard, de manera que dimite en 1971 y prepara su regreso a Italia, donde comprará unos terrenos en Radicondoli, en las cercanías de Siena, donde construye una casa y establece unos viñedos y a donde se trasladará definitivamente en 1975. Allí residirá principalmente, aunque también con apartamento en Flo-tVIII FESTIVAL DE MUSICH OE ONARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. rencia, junto con su tercera mujer, la musicóloga Talla Pecker, con la que se casa en 1977. En 1974 había aceptado la dirección de la sección electroacústica del IR-CAM que Boulez le había ofrecido y donde trabajó en el desarrollo de los procesos de transformación electrónica en tiempo real. Berio dejaría el IRCAM en 1980 y emprendió unas laboriosas negociaciones con la ciudad de Florencia para hacer algo similar en donde pudiera aplicar su experiencia, lo que no conseguirá hasta 1987 con el nacimiento de Tempo Reaie. Se liga así fuertemente a la región de Toscana; en 1982 aceptará la dirección de la Orquesta de la Región de Toscana y en 1984 la del Maggio Musicale Fiorentino. En el año 2000 dirigió el Festival Música en el siglo XXI de la Radio del Sarre. Su interés por el teatro musical, ya acreditado anteriormente, se profundiza en estos años en varias realizaciones notables que en su momento veremos. Berio ha conocido numerosos premios y reconocimientos. Ya en 1980 la City University de Londres le nombró Doctor Honoris Causa. El doctorado se duplicaría con el otorgado por la Universidad de Siena en 1995 y se triplicaría con el de la Universidad de Turín en 1999. Además, en 1989 recibió el Premio Siemens y en 1991 el Premio de la Fundación Wolf de Jerusalén. En el curso 1993-94 fue Profesor de Poética de la Universidad de Harvard en la cátedra Charles Eliot Norton y en 1995 la Bienal de Venecia le otorgó un León de Oro por la totalidad de su carrera, mientras la Asociación de Artes del Japón le galardonó en 1996 con el Premio Imperial. Y, a la altura de sus setenta y seis años, Berio continúa en plena actividad y fuerza creativa. La evolución y el estilo Hasta los veinte años de edad, es decir 1945, año de su ingreso en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán, Luciano Berio había compuesto un puñado de piezas, entre las que se sitúan canciones y obras pianísticas en un estilo convencional que hace honor al aislamiento musical en el que hasta entonces viviera. Si Paribeni le había descubierto compositores hasta entonces desconocidos para él como Ravel o Pro-kofiev, Ghedini le hará profundizar en Strawinsky -para el que siempre conservará una amplia admiración- y le permitirá adentrarse en un serialismo que ampliará con Dallapiccola. Hay que decir que en un lustro más o menos, Berio realizará una completa transformación técnica y estilística que muy pronto se refleja en una obra con acusada personalidad propia. Ya en 1950 compondrá El mar, la mar para soprano, mezzo y siete instrumentos sobre textos de Al-berti, obra plenamente significativa aunque la conozcamos hoy en la revisión de 1962, y un año más tarde el celebrado Opus number Zoo, para recitador y quinteto de viento, también posteriormente retocado. Pero será en 1953 271 Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 272 cuando surja una de sus más refinadas y hermosas obras escrita para Cathy Berberian, Chamber Music, sobre textos de James Joyce, para voz, clarinete, arpa y violonchelo. Encontramos, sin duda, un influjo de la concisión webernia-na, tan en boga en esos años, pero también un sentido tímbrico y un tratamiento vocal atento al melos que van mucho más allá de las técnicas estructurales abstractas de la época y hace atención al hecho sonoro como percepción, algo en lo que Berio será el primero en distanciarse de las formulaciones teóricas del serialismo. Con su viaje a Tanglew/ood, Berio entró en contacto, como hemos visto, con la naciente música electroacústica y, antes de que fundase con Maderna el Estudio de Fonología de la RAÍ milane-sa, trabaja para la emisora en algunas sonorizaciones de películas para la también naciente televisión. La electrónica le llevará a tomar contacto con Stock-hausen y de la mano de Maderna hará su presentación en la Meca darmstad-tiana con el estreno de la obra orquestal Nones en 1956. Sin embargo, Berio trasciende la fase serialista hacia la semiótica a través de su conocimiento, amistad y trabajo con Eco, con quien realizó programas de radio sobre la ono-matopeya que se traducen en la obra electrónica Thema (Omaggio a Joyce) de 1958. Con Eco se sumerge en el campo de la lingüística (1) y aplica en música muchas de las teorías de la forma abierta que aquél estaba desarrollando. Ello puede verse en una serie de obras del final de los años cincuenta como Epifanie (1959-61), revisada más tarde, o diversas piezas para pequeños conjuntos entre las que otra escrita para Cathy Berberian (2), Giróles (1960), para voz, arpa y percusiones, se convertirá en uno de los éxitos internacionales mayores y más duraderos del autor y más representativos de toda una época. Por aquellos años, el flautista italiano Severino Gazzelloni dedicaba su talento a la música contemporánea (3) y estrenaba una ingente cantidad de obras de muy diversos autores que profundizaban en las nuevas técnicas flautísticas. Berio no fue ajeno al fenómeno pero su trabajo iba a tener unas consecuencias entonces impensadas. Berio escribe su Sequenza en 1958 en aras de una nuevo virtuosismo flautístico, pero ello le hará reflexionar sobre los aspectos intelectivos del virtuosismo y, a partir de ahí, desarrollará una serie de piezas con los mismos principios para una serie de instrumentos variados que en la actualidad alcanza nada menos que catorce obras (4). Obras que se proyectarán en otra serie de composiciones (1) Estudianilc espacialirenle la abra de Ferdlnand Saussure. (2) U presentación de la Berberian en Darmstadt en 1959 con el tria de Cage lúe todo un acontecimiento. (3) Era miembro del notabilísimo Conjunto Internacional que en Darmstadt dirigían Boulez y Maderna. (4) Sin contar algunos arreglos autorizados pero no realizados por él. XVIII FESTIVU DE MUSIÓ DE ONADItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. (los Chemins, entre otras), en la que esos solos se explotan con grupos instrumentales e incluso orquesta. En la primera mitad de los años sesenta, la unión entre Berio y Cathy Ber-berian acaba en divorcio, lo que no impide que la admiración artística mutua continúe intacta y que sea en esta época cuando se producen los mejores frutos compositivos de su colaboración, como la Sequenza III (1966) para voz sola o, muy especialmente, los Folk songs (1964). Esta obra es especialmente significativa. Compuesta durante su estancia en Oakiand (muy cerca de San Francisco y de Berkeley), es uno de los primeros y más claros signos de la postmodernidad musical y coincide con el movimiento hippy y el flower pov^er. Berio establece un diálogo entre la música de creación actual y el material de origen folklórico, con unos resultados singulares que más tarde le llevarán a plantearse varias veces la composición de obras en torno a músicas preexistentes, el fenómeno de las "músicas sobre músicas" que los anglosajones llaman "borrowing" (5). Es por ello que existe un nexo directo entre los Folk songs, a mediados de la década, y la sensacional Sinfonía (1968-69) a finales de la misma. Berio parece proceder estilísticamente por suma de experiencias, pues si la Sinfonía es un acabado ejemplo de "borrowing", especialmente en su tercer movimiento (6), también es una obra que debe mucho a la semiótica y al estructu-ralismo (7). Sin duda fue una bomba en el mundo musical y una obra que se difundió mucho incluso por sus atractivos no estrictamente compositivos (8), que hoy queda como un acabado ejemplo de un cosmos compositivo sumamente coherente, muy creativo, y de extraordinario atractivo sonoro. Los primeros años setenta están marcados por su trabajo en el IRCAM. Su obra compositiva sigue a buen ritmo en un estilo que ya le es propio, pero también experimenta con obras ajenas en el terreno de la transformación electrónica en tiempo real (9) mientras lo encontramos entregado a una búsqueda que tiene mucho que ver con un nuevo refinamiento armónico relacionado con la percepción tímbrica. Ello está presente en el Concierto para dos pianos y orquesta (1973), en Points in the curve to find (1974), para piano y 22 instrumentos, en el amplio Coro (1975-77) par 40 voces y 40 instrumentos o en II ritorno degli snovidenia (1977) para violonche- 273 (5) Literalmente -préstamo: a l p distinto del oollaje (aunque lo subsume) que se ha dado en la historia mosical de diversas maneras desde la Edad Media pero que adquiere un especial perfil en los finales del siglo XX ... (6) Construido alrededor del tercer movimiento de la Segunda Slnlonfa de MaNer, en tomo al cual se insertan decenas de ctas musicales perceptibles en diverso grado. (7) Como los textos que usa de Levi-Strauss. (B) Intervenía en ella el famoso grupo de música vocal jazzístlca Tlie Swingle Singers. (9) Ésta es la idea central del Rípons de Fierre Boulez. Luciana Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. lo y treinta instrumentos. Pero también influye en sus simultáneas nuevas inmersiones en músicas preexistentes el "borrowing", que recorre los magníficos Cries of London (1975), la Música not-turna di Madrid (10), o las Siete canciones populares de Falla (1978). res por el teatro musical, que desemboca ahora en una estrecha colaboración con ítalo Calvino. Será La vera storia (1977-1981), que precederá a las grandes estructuras teatrales que aborda al final del siglo. Antes, los primeros años ochenta asisten al nacimiento de una 274 De todas formas, toda la última parte de los años setenta la pasa Berio enfrascado en el más amplio proyecto hasta entonces de algo que había marcado buena parte de su carrera, su inte-obra teatral de enorme capacidad de síntesis, Un re in ascolto (1984), que, en cierta medida, podría significar para el teatro musical de Berio lo que la Sinfonía para la obra orquestal. (10) Exactamente üuHtm versioni origiíalli della Rilirstla mttum di Madñd di LBaxlKfini smspimte e Irascritte per orchestn IVMI FESTIVAL Oí MUSICt DE OlltRIAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Muchas de las obras de los años ochenta revelan una atención por algo que ya venía de lejos en la obra beriana: el Interés por la música como espacio o, mejor, estructurándose en el espacio. Y la creación de Tempo Reale no es ajena a esa preocupación. Quizá el mayor logro de esa investigación sea Ofanim (1988) para voz femenina, coro de niños, dos grupos instrumentales y electrónica en vivo. Más que definido desde mucho antes, el estilo de Berio en los noventa va a dar nuevos frutos de muy diverso género, tanto en el terreno de lo puramente orquestal, como en Ekphrasis (1996), de lo vocal orquestal, como en Shofar (1995), pero muy especialmente de su dedicación al teatro musical, con dos obras muy significativas, Outis (1995- 96) y Cronaca del luogo (1999). Como en cualquier gran autor de no importa qué época, en Berio encontramos una trayectoria evolutiva que se va ampliando, precisando y engrandeciendo con el tiempo. Pero, también como en aquellos, podemos rastrear desde muy temprano los rasgos embrionarios de esa evolución. Berio ha estado desde el principio en las grandes líneas y los principales movimientos de la música del siglo XX pero, al mismo tiempo, aparece guardando una cierta distancia con todos ellos. Tal vez es sólo el efecto de una personalidad tan fuerte que no se deja avasallar por ninguna influencia externa, aunque sea para todas ellas como una esponja. Pero Berio sabe mirar alrededor, seleccionar lo que le interesa y transformarlo en la más pura esencia beriana. Por él pasa la música del siglo pero él aporta al siglo su propia obra, que es personal e intrasferible, hermosa y viva, con una unidad estilística que se perfila por encima de la variedad de elementos, direcciones e intereses, la unidad que le da un ser humano de extraordinaria creatividad. Una vez más, el estilo es el hombre. Teatro musical Aunque las obras de mayor envergadura en el terreno de la música teatral corresponden en Berio a los finales de siglo, éste es un tema recurrente en su carrera que regularmente aparece en su catálogo. Ya desde el principio su interés teatral será grande e incluso vemos ya una primera incursión en este terreno en el comienzo de los años cincuenta, antes de que el compositor cumpla los treinta años. Se trata de una especie de 2íL ballet (acción escénica lo llama el autor) sobre un sujeto de R. Leydi que se escribe entre 1952 y 1955. El título es el de Tre modi di supportare la vita, llevando el subtítulo de Mimemusique n. 2 (la n.1 fue su primer intento electrónico, antes incluso de la fundación formal del estudio de la RAÍ milanesa). La obra sería representada en Bérgamo en 1955 y no ha circulado demasiado. Mucho más conocido es su segundo trabajo escénico, a la vez su primera colaboración con ítalo Calvino. Él lo llamó "racconto mínimo" y se titula Allez-hop!, Luciano Berio y la slntexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 276 componiéndolo entre 1952 y 1959 (11). Aunque lo narrativo y argumental no es predominante en el teatro beriano, esta obra sise basa en un argumento en torno a un domador de pulgas. La obra tue retocada en 1968 con motivo de un montaje en Bolonia y es más conocida que la anterior. Menos lineal argumentalmente hablando es la siguiente obra realizada en colaboración con el escritor Edoardo Sanguinetti entre 1961 y 1962 y que será la obra teatral más conocida de la primera parte de su carrera. Me refiero a Passaggio (12), motejada por los autores como "puesta en escena". En ella encontramos muchos paradigmas de lo que puede ser un teatro musical u operístico en los finales del serialismo integral. En realidad nos encontramos con una confrontación entre la linealidad de determinadas estructuras semánticas y la potencialidad de las estructuras musicales. En todo caso, aplicado a una acción de cámara, puesto que la obra lleva una soprano, dos grupos corales y un grupo instrumental. Otra colaboración con Sanguinetti, la acción escénica Es-posizione (1963), que fue representada en Venecia en el año de su conclusión, no sólo ha sido descatalogada por el autor sino totalmente destruida. Pero quizá la colaboración más conocida con Sanguinetti sea Laborintus II (1965), ya que, pese a su título de "acción instrumental", y tal vez por su vaga línea argumental, la obra se ha tocado bastante en versión de concierto, siendo muy representativa del teatro musical de la época y llevando en su elenco tres voces femeninas, recitador, coro, conjunto instrumental y cinta electrónica También será camerístico el siguiente acercamiento teatral de Berio, aunque en este caso se trate de una obra que titula Opera, tiene tres actos y se basa en diversos autores como él mismo, Umberto Eco, Colombo, Striggio, Yankowitz y el Open Theatre de Nueva York. Los redactores del libreto son Vit-toria Ottolenghi y Celine Zins, con textos en inglés e italiano. Pese a su cierta longitud la obra lleva sólo un tenor y un pequeño conjunto instrumental. Fue concluida en 1970 (13) y revisada en 1977 para una puesta en escena en Florencia (14). Muy poco conocidos resultan tres intentos de ballet que Berio realizó tras la obra ahora mencionada El primero es un ballet con cinta electrónica que se basa en Petrarca y lleva por nombre Per la dolce memoria de quel giorno. Compuesto en 1974, fue estrenado en Flo- (11) Se estrenó en la Bienal de Venecia el 23 de septiembre de 1959. (12) Se estrenó en Milán en la Pícenla Scala el 6 de mayo de 1963. (13) B estreno tuvo lugar en Santa Fe el 12 de agosto de 1970. (14) En el Teatro (aúnale el 28 de mayo de 1977. XVIII FESTIVIl Oí MÜSICt DE CANtHlAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. rencia ese año por la compañía de Mau-rice Béjaii. El segundo, más breve, se titula Linea y lleva marimba, vibráfono y dos pianos. Lo compuso para el coreógrafo Félix Blaska, que lo estrenaría en Grenoble en 1974. Veinte años después, en 1994, Berio volverá al ballet con Compass, subtitulado Recital para piano y orquesta (15). Los siguientes trabajos teatrales de Berio inciden ya entre las obras mayores de este género por él abordadas. Cronológicamente, la primera es La vera storia, cuya composición se desarrolla entre 1977 y 1981 (16). Aquí nos encontramos con una magnífica colaboración con ítalo Calvino. El escritor desarrolla una escritura sobre estructuras lírico-dramáticas ya preestablecidas y, en ocasiones, completamente compuestas, procediendo al revés de como teóricamente se pone música a un libreto pero no difiriendo demasiado de lo que en la práctica sabemos hacían muchos operistas del pasado. Ello no impide una vena lírica de nuevo cuño verdaderamente atractiva, especialmente en el tratamiento de las voces femeninas que, en números separados, desarrollan muy diferentes estilos de canto. Más ligada a un desarrollo argumen-tal se encuentra Un re in ascolto, la ópera escrita entre 1979 y 1984 para el Festival de Salzburgo (17). Básicamente es la fábula de un rey que intenta comprender el sentido de su mundo y que hunde su reino precisamente por esa escucha. La propuesta del libreto es de nuevo de Calvino pero Berio acude a fuentes muy diversas como The sea and the mirrorde Auden o La tempestad de Shakespeare. La fábula se traspasa aquí a un viejo empresario que quiere realizar antes de morir su visión de un nuevo teatro. Aquí son las voces masculinas las abocadas a ese lirismo de cuño nuevo que las femeninas conducían en La vera storia, y una obra paradigmática que se puede señalar entre los mejores logros de la ópera contemporánea ya que sabe enlazar lo más aprovechable de la tradición con su visión nueva. Desde luego que el éxito de Un re in asgolto no significaba que Berio tuviera la menor intención de halagar a los aficionados a la ópera tradicional y ello lo ¿ü-prueba la valentía de su siguiente trabajo, en el que renuncia a la linealidad narrativa sin por eso dejar de mostrar una realidad impresionante. Se trata de la calificada como "acción instrumental" Outis, compuesta entre 1995 y 1996 (18) y para la que requirió el trabajo del profesor y traductor Darío del Corno y (15) Coreografiado por Bienert se estrena en Zúrich el 12 de marzo de 1995, (16) Estreno en la Siala de Milán el 9 de marzo de 1982. Dirigió Berio. (17) Se estrenó en el Kleines Festpielhaus el 7 de agosto de 1984. Dirigió Lorio Maazel. (16) Se estrena en La Scala de Milán el 2 de noviembre de 1996. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 278 donde se nos da una cambiante, vivida y musicalmente muy estimulante visión de un mundo repartido entre el frenesí de la sociedad de consumo y la realidad de los campos de concentración, (19) subrayando cómo hay muchos medios para destrozar la individualidad del ser humano. No lejos de este mensaje, aunque desarrollado de otra manera, está la hasta ahora última "acción instrumental" de Berio, Cronaca del luego, escrita de nuevo para el Festival de Saizburgo entre 1998 y 1999 (20). Aquí el texto es de su tercera esposa, Talia Pecker, y en ella Berio continúa su credo humanístico en torno a una música tan creativa como insobornable. A partir de este momento, las preocupaciones del teatro musical berlano se centran precisamente en el trabajo que va estrenar en el Festival Internacional de Canarias, la nueva redacción del tercer acto de Turandot, la ópera que Giacomo Puccini dejó inconclusa Música vocal En Berio no siempre son claros los límites entre el teatro musical y la obra de concierto con voces, de tal manera que hay algunos títulos que se mantienen en una frágil frontera y que, según los criterios, podrían caer de un lado o de otro. Por eso nos vemos obligados a tratar su obra vocal inmediatamente después del teatro musical y con una interreferencia continua entre los dos apartados. Algunas de las obras tempranas de Berio son precisamente obras vocales y, aunque el autor no las ha descatalogado expresamente, la mayoría no se han tocado, o no se han vuelto a tocar desde la época y no suelen estar editadas. Por ello y, aunque en los catálogos finales figurarán individualizadas, aquí vamos a limitar la referencia a decir que hay obras religiosas y otras de inspiración popular, algunas de las últimas parcialmente re-cicladas en los Folk songs. De esta manera, la obra vocal de Berio la iniciamos con El mar, la mar sobre textos de Rafael Alberti, que conoce hasta tres redacciones distintas. La primera es de 1952 y lleva dos sopranos, flauta, clarinete, guitarra, acordeón y contrabajo (21). En ese mismo año se realiza una reducción para dos sopranos y piano y en 1969 la versión final para soprano, mez-zosoprano, flauta, dos clarinetes, arpa, acordeón, violonchelo y contrabajo (22). La siguiente obra vocal sería la ya citada Chamber Musió de 1953 para voz de mezzosoprano, clarinete, arpa y violonchelo sobre textos de James Joy-ce y uno de los más atractivos trabajos del primer Berio, a la que sigue una obra que fue famosísima por estar concebida (19) No se apuntaba sólo al holocausto de la II Guerra Mundial sino también a la entonces álgida guerra de Bosnia. (20) Se estrenó en la Felsenreiterschule el 24 de julio de 1999. (21) Se estrena en Milán en 1953 (22) El propio Berio dirige el estreno de esta versión en el Festival de Royan de 1989 con Cathy Berberian y Simone Risl IVIII FESTIVU DE llIJSiCII DE ClUllitS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. para las especiales condiciones de Ca-thy Berberian. Me refiero a Circles, obra de 1960 para voz, arpa y dos percusiones. Emplea textos del poeta annericano e.e. Cummings y su línea vocal es exuberante y llena de nuevos medios vocales que dialogan constantemente con el material instrumental pero sin perder un trasfondo lírico en el que Berio es un auténtico maestro. Epifanía es importante en el catálogo beriano tanto por lo vocal como por la parte orquestal. Se compone entre 1959 y 1961 para soprano (o mezzoso-prano, puesto que la cantó la Berberian) y orquesta sobre textos muy diversos de Proust, Joyce, Antonio Machado, Simón, Brecht y Sanguinetti. Fue revisada en 1965 y, más a fondo, en 1992 con el título plural de Epiphanies (23). Hay en esta obra, de considerable duración para pieza de concierto (24), una variedad ca-leidoscópica que confluye en una amplia síntesis y en una especie de exaltación sonora que le confiere un perfil muy especial y atractivo. Mencionaremos afiora dos obras retiradas y descatalogadas. La primera sería Rounds, una versión de 1964 de la obra clavecinística del mismo título, en este caso para voz y clavecín sobre textos de Markus Kutter, y Traces, también de 1964, para dos voces, dos actores. coro y orquesta con textos de Susan Oyama, la segunda esposa del compositor. Pero en este año aparece una de las grandes obras de Berio de efecto e influencia duraderos, los Folk songs. La obra se suele incluir entre las transcripciones, pero creo que tanto ésta como Renderings son obras de creación propia aunque sea sobre materiales parcialmente ajenos. Aunque Folk songs conoce en 1973 una versión para voz y orquesta, su verdadera originalidad está en la versión primera de 1964 (25) para mezzosoprano, flauta, clarinete, dos percusionistas, arpa, viola y violonchelo. Se trata de once canciones basadas en los folklores más diversos. De hecho, las dos primeras son canciones americanas atribuidas a John Jacob Niles, otras proceden de los Cantos de Auvernia de Canteloube y varias fueron compuestas por Berio en estilos populares. Pero todas tratadas con un estilo vocal impecable y una trabazón orquestal magistral. Con O King, de 1967-68 para voz, flauta, clarinete, violín, violonchelo y piano, Berio realiza un homenaje y una sentida meditación sobre Martín Luther King, el luchador por los derechos civiles que fue asesinado. Y un arreglo de esta obra pasa inmediatamente a la Sinfonía de 1968-69, primero en una versión en cuatro movimientos e inmedia- 2_7a_ (23) La versión final la estrenaria Riccardn Muti en PhiWeIphia E1 24 de abril de 1993. (24) Unos cuarenta minutos. (25) lithy Berberian y Luciano Berio estrenan ambas versiones, la original en Oakiand en 1984 y la orquestal en Zijrich en 1973. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. tamente en la definitiva en cinco (26). La obra lleva ocho voces amplificadas y orquesta y en su prinner movimiento usa textos del antropólogo Claude Lévi- Strauss, mientras el segundo es la versión de O King que hemos referido y el tercero el mosaico de citas sobre el río imparable del tercer movimiento de la Segunda Sinfonía de Mahier, amén de unos textos de El innombrable de Bec-kett, mientras el cuarto es una especie de retruécano filológico sobre otros textos mahierianos y el quinto un resumen en retazos de materiales previos. Por la época de las dos obras anteriores tenemos algunos trabajos circunstanciales. El primero sería Prayer- Priére, una obra de 1968 compuesta para voz sola con motivo del 40 cumpleaños de Kariheinz Stockhausen, y las otras, derivaciones de la obra teatral Opera. Así, Air, para soprano y orquesta de 1969 sobre texto de Alessandro Striggio, Melodrama de 1970 para tenor y conjunto instrumental, mientras Ag-nus, de 1971, para dos voces femeninas y tres clarinetes recorre el camino inverso y se inserta en la versión revisada de Opera. Otra obra retirada de catálogo es Ora, con textos del propio Bario y Virgilio, para dos voces femeninas, coro, conjunto instrumental y orquesta. Bewe-gung II, de 1971, es una versión para barítono y orquesta, sobre textos de Virgilio, sobre la obra orquestal inmediatamente anterior titulada Bewegung. También se incluirá en la versión revisada de Opera, una obra singular nacida en 1972. Se trata de E Vó, para soprano, flauta, oboe, tres clarinetes, trompeta, trombón, percusión, piano, órgano eléctrico, violín, viola, violonchelo y contrabajo en la que la línea melódica se basa en el folklore siciliano, que ya le había proporcionado buenos frutos (27). En realidad podría describirse como una auténtica nana Del mismo año es Recital I (for Cathy), para voz y 17 instrumentos sobre textos de Mossetti y San-guinetti. Cries of London fue escrita en 1973-74 para seis voces solas y revisada en 1975 para ocho voces, que es la versión definitiva. Se trata de una reinterpretación de las obras dieciochescas que usaban los sonidos de los diversos pregones de los vendedores ambulantes de la ciudad de Londres y es un hermoso e inteligente ejercicio no exento de ironía. Mucho más seria es Calmo, de 1974, como corresponde a una obra sobre textos de Homero y en memoria de Bruno Maderna, el colega y colaborador prematuramente fallecido. Esta primera versión (28) es para soprano y un grupo instrumental y conocerá otra versión en (26) La versión final se estrena en Oonaueschingen el 16 de octubre de I9E9 bajo la dirección de Emst Boui. la versión primera la dirigió Berio en Nueva York en 1968. ( 2 7 ) E n M i i i g i . (28) Se estrenó en Milán bajo la dirección de Berio el 25 de marzo de 1974. IVill FESTiytl 0[ NUSICA H CINtilllS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Luciano Betio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 1989 para mezzosoprano y pequeña orquesta, una ampliación no demasiado excesiva de la anterior. Y en 1975 realizará dos versiones distintas de una obra bastante singular. Se trata de A-Ronne sobre texto de Edoardo Sanguinetti. La primera versión era un trabajo radiofónico (29) para cinco actores que empleaban el texto del escritor; la segunda, una partitura para ocho voces (30) que puede ejecutarse en concierto sin evidenciar su origen para la radio. Pero la obra clave en lo vocal, aunque también en lo instrumental, de 1975-76, que sufriría una revisión en 1977, es Coro, que constituye también una de las más audaces y atractivas piezas del compositor (31). Berio utiliza cuarenta voces y cuarenta instrumentos. Cada voz se sienta al lado de un instrumento orquestal melódico y todos se distribuyen por la sala. A lo largo de su considerable duración (32), se suceden varias secciones basadas en diferentes estilos de canto popular de tal manera que se crean diferentes conjuntos camerísticos y una cambiante textura unificada a ratos por masivos efectos de la totalidad del conjunto. En realidad, Berio trabaja aquí, como en muchas otras obras, en un concepto espacial del sonido, que, a través de otra obra circunstancial, Ecce: música per musicologi de 1987 para voces y campanas sobre textos de Guido d'A-rezzo, desemboca en el titánico esfuerzo que representa Ofanim. Ofanim (33) se compone en 1988 sobre textos bíblicos del profeta Eze-quiel y del salomónico Cantar de los Cantares. La obra es para una voz femenina (en estilo popular, no impostado, pero amplificada), coro de niños, dos grupos instrumentales y electrónica en vivo que usa un procedimiento de proyección sonora desarrollado en Tempo Reale. Nos encontramos ante una música donde los valores tridimensionales y la ocupación del espacio sonoro tienen una importancia máxima y consiguen un efecto acústico no solamente nuevo sino además extraordinariamente hermoso. Canticum Novisssimi Testamenti, para ocho voces, coro a cuatro voces, cuatro clarinetes y cuatro saxofones surge en 1989 (34) y luego hay una cierta laguna vocal hasta 1994, en que se compone There is no tune, una obra para coro de cámara en la que usa un texto de Talia Pecker, su tercera esposa. Y en el mismo año surge Twice upon... (29) Se estrenó el 30 de junio de 1974 en la emisora KRO de Hilversuní (Holanda). (30) Los Swingle II la estrenarían en Lieja (Bélgica) en 1975. (31) Beño dirigió el estreno en Oonaueschingen el 24 de octubre de 1976. (32) Una hora. (33) luciaflo Berio dirige el estreno en Prato el 25 de junio de 1988. (34) Fierre Bouiez dirige el estreno en París el 18 de diciembre de 1989. IVIII FESTIVU DE HÚSICt Oí CtNARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. para seis grupos de voces infantiles y grupo instrumental y que él describe como una "acción teatral sin palabras". La última gran obra sinfónico-coral de Be-rio será Shofar, para coro a cuatro voces y orquesta, compuesta en 1995 sobre textos de Paul Celan. Pero también en 1995 compone Hor (Escucha), una obra breve que se inserta dentro de Réquiem der Versóhnung (Réquiem de la reconciliación), una iniciativa puesta en pie por Helmut Rilling en Stuttgart para conmemorar el 50 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y para la que catorce compositores escribieron obras que se estrenaron conjuntamente como si fuera una pieza unitaria (35). Ésta fue la aportación de Berio y el autor no permite su ejecución fuera de ese trabajo colectivo. Aún podemos mencionar una obra de talante investigativo escrita para me-zzosoprano, flauta en sol y música electrónica en vivo. Fue escrita en 1999 con el título de Altra vece y textos de Talia Pecker, su tercera mujer (3B). Y en el 2001 recibe un encargo para celebrar el 70 aniversario del pianista Alfred Brendel. Para esta ocasión compone una breve obra para barítono y orquesta titulada Alois (37) y usando un texto tomado del propio Brendel procedente de un libro de memorias. Si la obra vocal de Berio tiene mu-cfio que ver con su obra escénica, y hemos visto como hay muchos casos de piezas que hacen el recorrido de ida (se insertan en óperas) o de vuelta (proceden de óperas), no menos está ligada a su desarrollo instrumental. Obras como Sinfonía, Coro u Ofanim son tan importantes en lo vocal como en lo instrumental, por no mencionar muchas otras entre las que no serían las menores Cir-cles o Folk songs. Esta última, además, está situada entre las no pocas incursiones en el terreno de las "músicas sobre músicas" o "borrov\íing" (también la Sinfonía) y se hace evidente que, aunque estudiar la obra de un compositor por géneros tiene su utilidad, no hay que perder de vista que la obra de Berio, y en realidad la de cualquier compositor, es un continuo evolutivo donde se salta por encima de los géneros a la hora de introducir novedades o de definir líneas estilísticas. En todo caso, lo que no cabe duda es que la obra vocal de Berio está entre las mejores de su tiempo y a su vez es un pilar fundamental en su trayectoria creativa Sequenza antecendente, chemin consecuente En una metodología convencional, deberíamos tratar a continuación las obras 263 (36) En el Liedeihalle de Stuttgart el 15 de agosto de 1995 con dirección de Helmut Rilling. (36) Se es)im en el Mozarteum de Salzburgo el 28 de agosto de 1999. (37) Se esftena en Londres el 30 de junio de 2001 bajo la dirección de Chñstopli von Dohnányl. Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 284 orquestales y dejar para un apartado final de obras a solo la serie de Sequen-za. Ocurre, sin embargo, que esta serie de piezas no sólo recorren la producción total de Berio sino que interaccionan con otras en las que el instrumento solista es el punto de partida para un diálogo con diversos conjuntos, incluida la orquesta sinfónica. No sólo es uno de los aspectos más personales del catálogo de Berio sino también uno de los puntos de vertebración de su obra, por lo que debemos ver conjuntamente las Sequenza y su proyección, que suele adoptar, aunque no siempre ni exclusivamente, el título de Chemins. Ya hemos visto el nacimiento de la Sequenza I, para flauta, escrita para Se-verino Gazzelloni. Muy probablemente, cuando la obra se presenta en Darms-tadt en 1958, Berio no sabía las largas consecuencias que iba a acarrear. De hecho, la pieza lleva entonces el título sin el número uno romano que después adquiriría como comienzo de la serie. Y, desde luego, el título no lo reciben todas las obras de Berio para instrumentos a solo, sino las que reúnen una serie de características especiales. Todas la piezas de la serie parten de la consideración de un campo armónico que se desarrolla melódicamente y que en los instrumentos monódicos sugieren una escucha polifónica por la rápida transición de caracteres diferentes y su interacción simultánea. También hay un desafío virtuosístico y una búsqueda en la técnica del instrumento para desarrollarlo, no para desnaturalizarlo ni inventar lo que no está en su naturaleza. En la Sequenza I, la flautística, está ya ese deseo de desarrollar melódicamente un campo armónico que se escuche polifónicamente por la rapidez y la alternancia. Es decir, hay pasajes de auténtica polifonía real y en otros está implícita, virtual, casi como si supusiéramos por debajo una especie de equivalente del continuo barroco. Entre 1994 y 1995, el poeta italiano Edoardo Sanguinetti, que ya hemos visto cómo ha colaborado mucho con Berio, escribió algunas frases para cada Sequenza que pueden servir de inspiración al intérprete o incluso pueden recitarse antes de la ejecución. Las iremos dando en notas a pie de página en su original italiano y en un intento de traducción, empezando, claro está, por Sequenza I (38). Cinco años pasarían hasta que Berio volviera a la serie y se empezara a plantear no sólo su continuidad futura sino la posibilidad de refacción de cada pieza en otros ámbitos. Para la Sequenza II (39), el instrumento escogido es el arpa a (3B) f ijw amincla il tw desiderio. che é il delirio del mió óesidem: la música é il desideno dei desden. ('Y aquí comienza tu deseo, que es el delirio de mi deseo: la música es el deseo de los deseos"). (39) Ho iscoltalo calene di colon, musculosamente agresm: ho toccato i tmi nmdi nimoii n0di. ('He escudado cadenas de colores, musculosamente agresivos: he tocado tus rudos sonidos rígidos"). IVIII FESTIVU BE ttÚSIO DE CtlIlRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. través del virtuoso francés Francis Fierre, que la estrenaría en París en 1963. Aquí Berio explota las relaciones entre el virtuoso y su instrunnento, explorando aspectos técnicos concretos que saquen al arpa de las ensoñaciones y los glissandi a que el impresionismo la acostumbró y muestren otros aspectos mucho más angulosos y agresivos que deben sonar, en palabras del autor, "como un bosque agitado por el viento". Es con esta obra con la que Berio tiene la idea de expandir las posibilidades de ios solos hacia obras con orquesta. Surge así la serie de Chemins, que se inaugura con Chemins I (40), para arpa y orquesta. Se trata de una orquesta gigantesca donde la masa instrumental toma las características del solo, fundamentalmente la Sequenza II, para llevarlo a consecuencias distintas en las que entran consideraciones en torno al resto del instrumental y a los procesos de masa. La Sequenza III (41) es un nuevo tributo al arte de Cathy Berberian, para quien la escribe en 1966 (42). Berio dice que la voz tiene un exceso de connotación desde el ruido más grosero al canto más exquisito y crea siempre asociaciones. Por ello trata aquí la vocalidad cotidiana, incluso la banal, sin renunciar a ciertos aspectos del canto esencialmente verdadero. Berio pidió un texto modular a Markus Kutter para trabajar sobre él (43) e insistió sobre el simbolismo sonoro de los gestos vocales de modo que puede ser una especie de dramaturgia realizada por la propia solista. Hay que decir que Cathy Berberian hacía de la pieza una gran obra de acción además de una realización sonora. Sequenza IV (44) nació para el piano y se distancia por ello del resto de la producción pianística de Berio. Se escribió para Jocy de Corvalho en 1966, que la daría a conocer ese año en Saint Louis, pero sufrió unas correcciones en 1993 para adoptar el aspecto actual. Berio explota determinados aspecto de la articulación pianística y un doble desarrollo lineal y vertical que dialogan entre sí. También doble es el desarrollo de sus secuencias armónicas, una muy determinada en las teclas y la otra con el empleo amplio del pedal tonal. En el mismo 1966 surge la Sequenza V (45), para trombón, escrita para Stuart Dempster y estrenada por éste (40) El propio Francis Fierre la estrena en Donaueschingen en 1965 bajo la dirección ile Emest Bour. (41) Voglio le lue pamk e voglio distruggeñe. in Iretta. le lue parole: e mglio distniggemi. me finalmenle mámente ("Quiero tus palat)ras, y quloro destruirlas, con prisa, tus palabras; y quiero destruirme, linalmente a mí. verdaderamente"). (42) La Berberian la estrena ese año en Bremen, (43) Giveme-a lew mrds - lor a mman - to sing - a Inith - aliomng us - to build a house - wÉouth wonying - befare nighl comes. ("Dame algunas palabras para que una mujer cante una verdad que nns permita construir una casa sin preocupaciones antes de que caiga la noche"). (44) MI disegno coniro i luoi lanti specck me maiülm con le míe vene con i miel giedi: mi ctiioáo enlro tutti i tmi occhi. ("Me dibujo contra tantos espejos tuyos, me modifico con mis venas, con mis pies, me cierro entre todos tus ojos"). (45) Ti dico: perché? f sonó la secca smoriia di un clown perché mol sapere. ti óleo, perché h dico perché? ("Te digo ¿Por qué? Y soy la seca mueca lie un clown. Para qué quieres saber, te digo. ¿Por qué te digo por qué?"). Luciano Berio y la sintexis del siglo U © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. I l l l l FESTIVIl lE MOSICII U CIHIIIUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. en San Francisco el mismo año. Hay en ella una yuxtaposición de gestos y acciones musicales empleándose tanto el instrumento como la voz del ejecutante. No es fácil coordinar las dos actividades, que están rigurosamente determinadas para vocalizar el instrumento e instrumentalizar la voz, constituyendo un comentario entre el virtuoso y su instrumento. La obra alude directamente al gran clown Grock, que fue vecino de Berio en Oneglia y por el que siente una gran admiración y recuerda sus espectáculos mudos sólo con la permanente interrogación Warum?{¿Por qué?), aquí en inglés {Why?), que acaba por ser el núcleo generador de la obra. La Sequenza VI (46), para viola, escrita en 1967, será una de las piezas de la serie de más amplias resonancias y consecuencias. Berio la escribe para el gran violista francés Serge Collot, aunque el estreno se realizaría antes en Nueva York con William Trampler. La obra es dificilísima y quiere ser una especie de homenaje indirecto a los caprichos paganinianos así como un estudio sobre la repetición y transformación de una misma secuencia armónica de base cuyo desarrollo polifónico acaba adoptando una consecuencia melódica Si desde la Sequenza II, para arpa. que había tenido como consecuencia Chemins I, esta serie parecía abandonada, con la Sequenza VI va a tener una amplia gama de resonancias y variantes. En primer lugar y en 1968, surge Chemins 11, para viola y nueve instrumentos, en 1968 (47) y en el mismo año, simultáneamente, Chemins 111 (48), para viola y orquesta. En ambos casos, el solo de viola permanece invariado pero sus consecuencias sobre el conjunto y sobre la orquesta son distintos y llevan una gran cantidad de procesos investigativos sobre las relaciones. Incluso la obra se acaba por desgajar de su origen violísti-co y produce en 1970 Chemins ilb, para orquesta sola (49), una orquesta que es diferente de la de Chemins 11 y con otras derivaciones y consecuencias. Pero Sequenza VI no concluye ahí su irradiación, ya que en 1972 aparece en Chemins II o, para clarinete bajo y orquesta (50). Aquí, el material de la viola se adapta y transforma en el clarinete bajo mientras la orquesta deriva tanto de la obra que acompañaba a la viola como de la de orquesta sola. Y, por si fuera poco, la Sequenza VI conocerá en 1981 una redacción para violonchelo solo que Berio no realiza, pero sí permite, hecha por Rohan de Saram, el conocido violonchelista del Cuarteto Arditti. 287 (46) // mió apiiccim turare íii gié la lúa lívida calma la mia oanme sata il tuo silemio lentísimo. ("Mi caprichoso furor ya fue tu calma lívida; mi canción será tu lentísimo silencio"). (47) Berio dirige el estreno en Copenfiague en 1968 con el propio Trampler (4fl) El estreno es en París, también en 1968 y también con Trampler y Berio. (49) Diego Masson dirige el estreno en Berlín en 1970. (50) Berio dinge el estreno en 1972 en Rotterdam con Harry Spamaay como solista. Luciano Berio y la síntexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Entre tantos avatares de la anterior pieza violística, ya había nacido la Se-quenza Vil (51), en 1969 y para el gran oboísta y notable compositor suizo Heinz Holliger (52). Aquí nos encontramos ante un permanente choque entre la gran velocidad de la articulación instrumental y la lentitud de los procesos musicales. De ahí nace la expresión y hasta el dramatismo de la pieza, que es también, de nuevo, una búsqueda de polifonía virtual. Hay que hacer notar que en el proceso hay un encaminamiento hasta el intervalo de quinta que aparecerá como un recuerdo del corno inglés en el III Acto del Tristán e Isolda de Wagner. Ocasionalmente, la obra puede tocarse con el acompañamiento de otro instrumento cualquiera que fuera de escena toque en pianísimo un si natural. La Sequenza Vil dará origen en 1975 a Chemins IV para oboe y orquesta de cuerda (53). en la que, de nuevo, se plantea el paso de la música a solo hacia el solo con una correspondencia orquestal. Y en 1976 surgirá la Sequenza VIII (54) para el violinista italiano Cario Chiarappa (55). Berio afirma que en las otras piezas se centra en aspectos parciales del instrumento escogido pero que aquí quiere dar una imagen más amplia y más historicista del violín. Se apoya, como si fuera una chacona, en la aparición constante de las notas la y si con una polifonía mucho más real que la virtual de otras piezas, constituyendo un homenaje a la Chacona de la Partita en re menor áe Bach. Berio también hará una versión orquestal de la obra pero ahora abandona la serie Chemins y escribe en 1981 Córale para violín, dos trompas y cuerda (56). Si el solo deriva de la Sequenza VIII, las relaciones orquestales son aquí algo diferentes y tienen más cercanía con la polifonía de masas que con una confrontación o explotación con el material del solo. La Sequenza IX (57) nace en 1980 para el clarinetista Michel Arrignon (58) y debe verse en contacto con la Sequenza IX b (59) de 1981 que es una variante para saxofón contralto escrita para Claude Delangle. Se trata de una larga (51) // Im prolilo é un mió paesaggio Irenelica tenuto a distama é un falso luoco d'amore. cité é minimo: é morto ("Tu perfil es mi paisaje frenético: manlenido a distancia es un falso fuego de amor que es minimo; está muerto! (52) Él la estrena en Basilea en 1969. (53) El mismo Heinz Holliger realizará el estreno en Londres bajo la dirección del autor (54) * moltiplicalo per le le mié voci. i miei mcaboli le míe mcali e grido. adesso. che sel il mió ncaSn ("Para ti he multiplicado mis voces, mis vocablos, mis vocales, y entonces grito que eres mi vocativu'). (55) Él la estrena en La Rocfielle en 1977. (56) Cario Ctiiarappa la estrena en 1982 en Ziirich bajo la direreión de Paul Sactiet. (57) Sel instabile e inméile. mío Iragile Irattíe sel tu, iiuesla mía Inlranla loma che Ima. CEres inestabile e inmóvil, tu eres mi frágil fraclal, esa quebrada forma mis que tiembla"). (58) Él la estrena en París en 1980. (59) Uia Ima Iragile sel instabile e inmoblle: sei tu. gueslo mío Inlranto Irattale che ritma e che trema. (Mi fomia IrágiL eres inestable e inmóvil: tu eres este quebrado fractal mío que vuelve y que tiembla'). I V I I I FCTIVitL DE IIUSU:* DE CANARIAS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. melodía que, como toda melodía, implica simetrías, redundancias transtormacio-nes y retornos. Así, aquí se desarrolló una transformación entre dos campos de alturas, uno de siete notas inmóvil en su propio registro, y otro de cinco notas que tiene en cambio gran movilidad. Sobre ambas obras hay una versión publicada como Sequenza IX c para clarinete bajo, que no es de Berio sino una redacción hecha por Rocco Parisi en 1998. Y bastante más tarde, Berio realizará una versión orquestal de la variante de saxofón. Será en 1996 con el título de Récit (Chemins Vil) (60), para saxofón y orquesta. La Sequenza X (61) se escribe en 1984 para Thomas Stevens, trompetis-ta (62), aunque la obra lleva también un piano que no toca sino que sirve para levantar resonancias. La obra lleva una breve cita del himno israelí Ha Tiqwa (La esperanza) y no hay elaboraciones tímbricas sino que la trompeta es usada de modo natural. La transformación en obra orquestal de esta pieza se titula Kol Od (Chemins VI) (63), de manera que, sin abandonar el título fundamental de la serie, éste se convierte en subtítulo. Sequenza XI (64) nace en 1987, con destino al eminente guitarrista Eliot Fisk (65). y trata de establecer una dialéctica entre la imposición armónica que la afinación del instrumento exige y una armonía diferente. Con una relación entre ambas gracias al intervalo de cuarta aumentada. También hay un diálogo entre estilos que tienen su origen por una lado en la guitarra flamenca y por otro en la clásica. En 1992 la pieza dio origen a Chemins V (66) para guitarra y orquesta de cámara (67) con un tratamiento muy cuidado de las sonoridades. Sequenza XII (68) nace en 1995 para fagot y con destino a Pascal Gallois (69). Se trata de una meditación que explota la diversidad de sonido de los registros del fagot. La estructura es circular, los tiempos diversificados, determinadas figuras reaparecen para señalar los cambios de registro o de tiempo y se intenta un timbre nuevo y complejo por las fusiones de caracteres muy alejados. La serie con- (60) Claude Delangie la estrena en Milán el 12 de Octubre de 1996 bajo la dirección de Gabriele Ferro. (61) describí i miei amki. e slringiini in echi. in hUessi a Imgo. e ésimkmente.dmntami me. tu. per me. (Describe mis conUnes y estréchame en ecos, en reflejos desde lejos y .desenvueltamertte. vuélvele yo. tu por mi). (62) La estrena en Los Ángeles en 1984, (63) Fierre Boulez dirige el estreno en Basilea en 1996 con Gabriele Cassone como solista. (64) Ti ritwm. mia puente pseudodama innalurale ti chiudo in un cenólo: e le internimpo.ti mmpo ("Te eircuentro. pueril e innatural seudodanza mia; te erKierro en un cerco y te interrumpo, te rompo"), (65) La estrenó en Rovereto el 20 de abril de 1988, (66) Obsérvese que la numeración había saltado anteriormente del IV (oboe) al VI (tnimpeta). aunque este último como subtitulo, (67) Eliot Fisk la estrena en Bonn en 1992 bajo la dirección del autor, (68) Mi muow piano piano ti slacetia (; spbw le lace, ti palpo, meditabondo: b mito e rivoh variandob tremando: b tormento, tremendo ("Me muevo sigilosamentct e tallo, te exploro las caras, te palpo meditabundo; te vuelvo y revuelvo, variándote, temblando; te atormento, tremendo"), (69) Él mismo la estrena en Paris el 15 de junio de 1995, Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. cluye, al menos por ahora, con la Se-quenza Xill (Chanson) (70) que Berio compone en 1995 por estímulo del acordeonista Teodoro AnzellottI (71). Be-rio había usado ya el instrumento en conjuntos más amplios como recurso tímbrico pero el encuentro con Anzellotti le lleva a plantearse el instrumento como solista, conociendo sus variados antecedentes populares, jazzísticos o tan-guísticos pero sin intentar sintetizarlos sino usarlos como una memoria hacia el futuro en el sentido de ítalo Calvino. Estas dos últimas obras de la serie no han tenido, al menos hasta ahora, una prolongación orquestal, aunque no queda excluido de cara al futuro como tampoco se puede decir que la historia de la serie de piezas a solo se haya cerrado. En todo caso, la serie Sequenza, con sus secuelas de la serie Chemins, es una de las columnas básicas de la creación beriana y una vertebración de su trabajo durante cuarenta años, desde la flauta de Gazzelloni al acordeón de Anzellotti. 29L Obras orquestales A lo largo de las secciones anteriores han aparecido ya numerosas obras en las que se emplea la orquesta e incluso muchos de los conceptos hacia los que Berio ha enfocado su producción orquestal. Aquí vamos a tratar de algunas obras para orquesta sola, sin intervención de coro o solistas vocales, aunque sí instrumentales, siempre que no pertenezcan a la serie de Sequenza - Chemins. Y debemos dejar a un lado algunas obras de juventud que figurarán en el catálogo (72) para comenzar con Varia-zioni, una obra de 1953-54 para orquesta de cámara (73) que representa una personal aportación al mundo del serialismo integral. Pero, realmente, su primer éxito orquestal será Nones (74) de 1954, su primer aldabonazo en el santuario de Darmstadt y un claro aviso de su independencia con respecto a aquella estética y aquella técnica tan férreamente unitaria. Un año más tarde, sus preo- (70) f css" ci conforta un acordó, che genlilmenle ci chiuóe. plebea:! a catástrofe é in mem. é nef cuore: ma ci sta reciolala. arroccata Cl aá conforta un acorde clie se cierra gentilmente aquí, plebeyo;! a catástrofe está en el medio, está en el corarán, pero está rodeada, podada'). (71) Él la estrena en Rotterdam el 9 de noviembre de 1995. (72) Como Prelüilio a un festa marina o Concertino. (73) Se estrenó en Hamburgo en 1954, (74) Estrenada en Tun'n en 1955. Ilííll FEiTIVU lE KUSICI DE CllltRItS Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 59,' cupaciones espaciales afloran en Allelu-jah I para seis grupos instrumentales, que en 1958 se revisa para cinco grupos (75) con el título de Allelujah II. Una espacialización puramente instrumental en la que la topología contribuye a la diferenciación e integración de los campos tímbricos y armónicos. Esta experiencia le lleva a un sentido más interno de lo espacial en Tempi Concertati compuesta en 1958-59 (7B) para flauta, violín, 2 pianos y orquesta en cuatro grupos (77). La obra es un ejercicio sobre una especie de polifonía de tiempos sobre una distribución espacial y llama la atención por su rigurosa escritura, al mismo tiempo que por un refinado sentido del sonido que ya había demostrado en obras de cámara como la Serenata. Los Quaderni I a III se componen entre 1959 y 1962, pero serán incluidos en Epifanie, obra de la que ya se ha hablado. Con ello y con que ya hemos tratado los Chemins que se componen en esos años, deberemos esperar a 1971 para encontrar una obra orquestal pura. Ésta será Bewegung (78), donde la movilidad del material hace honor al título (79). Con el Concierto para 2 pianos y orquesta (80), ya mencionado y compuesto entre 1972-73, Berio no sólo logra una obra importante, pese a renunciar momentáneamente a sus experiencias espaciales y colocar la orquesta de manera tradicional, sino que profundiza en las relaciones entre los solistas y la orquesta de una manera diferente a como lo venía haciendo con materiales previos en Chemins. Se trata de una composición muy atractiva tras la que vendrán varias obras retiradas de catálogo, como Still (1973) o Aprés Visage (1974), con cinta electrónica así como otra pieza orquestal un poco de circunstancias como es Eindrücke, compuesta en 1973 (81), que, no obstante tiene su atractivo. Pero es entonces cuando Berio lanza una de sus mejores obras del momento: Points in the curve to find..., para piano y 22 instrumentos compuesta en 1974 (82), y que básicamente es un amplio estudio de campos de armonía basados precisamente en la producción de sonidos armónicos. La obra será reutilizada más tarde en un proyecto más amplio, pero como pieza autónoma es muy hermosa y tiene importancia en el catálogo del autor. Un poco en la misma línea se insertará otra magnífica obra, compuesta entre 1976 y 1978, para violonchelo y (75) Esta versión se estrena en Roma en 1958. (76) En medio liay un Djniljmnto escrito en colaboración con Maderna. (77) Emst Botjr dirige el estreno en Hamburgo en 1959. (78) Berio dirige el estreno en Glasgow en 1971. (79) En alemán, movimiento (en el sentido de motilidad. no de fragmento musical). (80) Piefre Boulez lo estrena en Nueva York, con los solistas Bnjno Canino y Antonio Ballista el 15 de marzo de 1973. (81) Se estrena en Zúrich el 18 de junio de 1974 bajo la dirección de Ericli Leinsdorf. (82) Emst Bour dirige el estreno en Donauesctiingen. con el pianista Bonavenlun el 20 de octubre de 1974. IVIII FESTIVtt 1( MUSICI DE ClIltlIltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 30 instrumentos, que se titula II ritorno degli snovidenia y fue escrita para Ros-tropovitch (83). Hay concomitancias estilísticas entre las dos obras pero los distintos ámbitos instrumentales del piano y el violonchelo las van alejando hacia mundos propios y, en todo caso, del mismo alto interés. Encoré (84) es una brevísima página escrita en 1978 haciendo honor al título (85), aunque será reescrita en 1981; y todavía más breve es Entrata (86) de 1980, lo que no impiden que sean dos pequeñas obras maestras. No para orquesta sino para cuatro grupos de instrumentos de viento, bandas en realidad, es Accordo de 1981. Más aquilatada es Requies (87), para orquesta de cámara amplia compuesta entre 1983 y 1984. Precede esta obra a otra de las más singulares de Berio, Formazioni (88), compuesta entre 1985 y 1987, que verá una revisión en 1988. Aquí Berio juega no tanto con la disposición espacial en la sala como con una disposición diferente de la orquesta en su propio escenario. Los vientos son divididos en dos grupos y puestos en los extremos sobre plataformas, pudiendo responderse por encima de una orquesta que tiene tres grupos de cuerdas y dos arpas en primer plano en cada uno de los lados, así se desarrolla una superposición de procesos musicales independientes unidos sólo por un único sustrato armónico. La siguiente obra orquestal que trataremos también tiene una singular importancia e incide en ese interés de Berio por insertar materiales de obras anteriores en obras nuevas. La pieza en cuestión es Concertó II (Echoing curves) (89), escrita en 1988-89 para piano y dos grupos instrumentales que en su parte central lleva una nueva versión de Points in the curve tofind..., que seguirá siendo también una obra autónoma. Poco después, en 1989, compone Continuo (90), una obra que pasará a integrarse en Ekphrasis (Continuo II) (91), la obra que realiza por encargo del Festival Internacional de Canarias y que constituye otra lección de tratamiento de materiales en torno a determinados campos armónicos y tímbricos. Y otro trabajo sobre materiales existentes, aunque en este caso ajenos, será Rendering (92) de 1989. Se tiende a incluir esta obra en el capítulo de arreglos que Berio ha 293 (83) Éste la estrena en Basilea, con dirección de Paul Saclier. el 20 de enera de 1977. (84) David Zinman la estrena en Rotterdam el 17 de junio de 1978. (85) Bis o propina en francés. (88) Edo de Waart la estrena en San Francisco el 1 de octubre de 1980. (87) Berio dirige el estreno en Aspen el 13 de agosto de 1985. (88) Riccardo Cliailly realiza el estreno en Amsterdam el 15 de enero de 1987 (89) Fierre Boulez dirige el estreno en Pans el 3 de noviembre de 1988 con Daniel Baremboim como solista. (90) Daniel Baremboim dirige el estreno en Chicago el 4 de octubre de 1993. (91) Berio dirigió el estreno en las Palmas de Gran Canaria el 24 de enero de 1997 (92) Riccardo Chailly la estrena en Amsterdam el 1990. Luciano Berio y la sintaxis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. hecho sobre otros músicos, pero pienso que, al igual que en Sinfonía o Folk songs, nos encontramos con obras verdaderamente adscribibles a la creación beriana aunque con materiales tomados del exterior. En este caso, los materiales puesta en 1989, que precede a un delicado pero complejo Notturno (94). que es una versión para orquesta de cuerda realizada en 1995 sobre el Cuarteto III de 1993 y que, aun no siendo una mera transcripción, sigue muy de cerca el ma- ^ 294 son de Schubert, en concreto de las sinfonías, y constituye un trabajo que no sólo es un homenaje sino una creación en torno al mundo schubertiano. Otra brevísima pieza es Festum (93), com-terial y el comportamiento del mismo que se encuentra en la obra de cámara. Del mismo año será una obra que escribe para el famoso Ensemble Intercon-temporain, Re-caíl (95), para 23 instru- (93) Eduanio Mata la dirige por primera vez en Dallas en septiembre de 1969. (94) Se estrena en Lucena el 26 de agosto de 1995 cm dirección de Georg Pichier. (95) Se estrena en París el 15 de junio de 1995. IVIII FESTIVU DE MUSICl DE CIUtRlltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. mentos, una obra sobre la interacción de los diferentes instrumentos. Y en 1996- 97 se escribe Alternatim (96), para clarinete, viola y orquesta muy especial (97), que puede considerarse sinfónica por algunos de sus tratamientos y su número, y de cámara por otros modelos de comportamiento y por la ausencia de bastantes instrumentos habituales en la orquesta. No podríamos cerrar este apartado sin citar otra obra concertante reciente, Solo (98), para trombón y orquesta, compuesta en 1999. Parecía poco posible que, tras la pirotécnica Sequenza V homenajeando a Grock, pudiera Berio volver a encarar el trombón. Pero más de treinta años después lo hace en una obra concertante que no es una ampliación en el sentido de los Chemins sino una obra nueva, aunque guarde las consecuencias de aquella experiencia. Si a las obras aquí apuntadas, se añaden las ya tratadas con coro o voces, algunas tan importantes como Sinfonía, Coro u Ofanim tendremos una visión global de la obra para orquesta de Berio; una aportación numerosa, rica y variada que ha contribuido notablemente al perfil de la literatura orquestal en la segunda mitad del siglo XX y que, sin duda alguna, se encuentra entre las más importantes. Música de cámara Si tenemos en cuenta que varias de las obras que hemos estudiado como vocales y algunos de los Chemins, e incluso otras que incluimos en el apartado sinfónico, podrían muy bien considerarse como música de cámara, no podemos encontrar extraño que el apartado dedicado a la música de cámara en sentido estricto sea relativamente parco, sobre todo en un autor que, como Berio, posee un catálogo tan generoso como variado. Ello no quita para que algunas de las obras que consideraremos en este apartado puedan entenderse entre sus mejores producciones. Si exceptuamos algunas obras de la primera época que hoy no son demasiado significativas, podríamos empezar el catálogo camerístico de Berio con las Due Pezzi, para violín y piano, de 1951, que llevará en Tanglewood a Dallapicco-la (99). Se trata de música concisa dentro de los esquemas seriales que ya apuntan un talento y una personalidad concretos pero que aún son piezas sin excesivo relieve. Del mismo año y con características similares es la Sonatina para flauta, 2 clarinetes y fagot y de un año más tarde Study para cuarteto de cuerda. Mucho más interesante resulta el Quartetto, escrito para cuarteto de 295 (96) Se estrena en Amsterdam el 16 de mayo de 1997. (97) 4 flautas, clarinete piccolo. 3 clarinetes bajos, metales a uno y cuerda. (98) Se estrenó en Zúrich el 7 de diciembre de 1999 con Cliristian Lirdberg como solista y dirección de David Zinman. (99) De hecho, se estrenan en Tanglewood en 1952. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. 296 cuerdas en 1955 (100) que responde ya tanto a su integración en la vanguardia serialista como a su prinner distancia-miento personal de la pura ortodoxia del movimiento, algo que se va a hacer evidente en una obra que ya tiene la mayor importancia, la Serenata (101), para flauta y 14 instrumentos, de 1957. Al margen de presentar las relaciones entre solista y conjunto, algo infrecuente en la época, Berio muestra aquí cómo se puede realizar una escritura melódica en los nuevos lenguajes y comienza a probar su trabajo futuro de campos armónicos y su coherencia formal en base a un sutil manejo de las recurrencias que contradicen así el principio de la transformación perpetua exigido por el serialismo integral. Además, la obra tiene una consideración por la sensibilidad del sonido también inusual en la época. En 1958-59, Berio escribe Différen-ces, una obra para flauta, clarinete, arpa, viola, violonchelo y cinta electrónica (102). Se trata de un ejercicio, frecuente en la época (103), de coordinar el mundo instrumental con el electrónico, que entonces se consideraba muy diferente. Berio profundiza en las relaciones de ambos y también en la influencia mutua que puedan tener entre sí para integrarse en un todo generalizado. La obra, que tiene un real interés, será revisada en 1967, y en la actualidad, aunque no está retirada de catálogo, sólo puede ejecutarse con permiso expreso del autor. Con Sincronie (104), escrita en 1963, Berio logra su primer gran cuarteto de cuerda, en el que investiga en la coordinación simultánea de voces que desarrollan individualmente un material común. Habrá que esperar hasta 1970 para la siguiente obra camerística (105), que es una obra muy especial ya que está escrita para piano eléctrico y clavecín eléctrico. Se trata de Memory (106), un curioso ejercicio para sonido instrumental artificial en el que se juega con la similitud y la diferencia de timbres. La obra será revisada en 1973. Y en 1971 surge una brevísima obra (107): Autrefois (berceuse canonique pour Igor Stra-winsky) para flauta, clarinete y arpa, un homenaje postumo (108) al músico, al que tanto admiró en sus comienzos y a cuyo estilo lapidario final se acerca en la mínima piececita. Otra conmemoración, el setenta aniversario de Goffredo Pe- (100) Ese año se presenta en Darníistadl (101) Piene Boulez la da a conocer en París con el Domaine Musical en 1957. (102) Boulez la estrena en París en 1959. (103) Madema hatiia sido un pionero en este terreno. (104) Se estrena en Grinnel (lowa) con el Cuarteto Lenox. (105) De trecho, en medio está Ctiemins II para viola y nueve instrumentos, ya tratada. (106) Se estrena por el autor y Rudolf Serkin en Nueva York en 1972. (107) Apenas excede el minuto de duración. (108) Se estrena ese año en Venecia. donde Strawinsky está enterrado. IVIII FE:Tiyil DE HUSICt SE CANIRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. trassi, verá en 1974 el nacimiento de Música leggera para flauta, viola y violonchelo, un curioso canon también bastante breve. Pero una de las más atractivas piezas camerísticas de Berio es sin ninguna duda los Duetti per due violini, que se componen entre 1979 y 1983 (109). Son 34 piezas para dos violines compuestas en muy diversos estilos y dedicadas a diversos músicos (compositores e intérpretes) y amigos del autor, muchas veces con características afines al dedicatario, con técnicas muy diversas y grandes diferencias de dificultad. No cabe duda que en el trasfondo de la idea para esta obra están los Dúos para dos violines de Bartók, pero el lenguaje es aquí muy beriano y no privan tanto los fines didácticos como en el maestro húngaro. En todo caso nos hayamos ante una obra muy atractiva que se constituyó como una composición en progreso y que se suele interpretar casi siempre en selecciones. Con finalidad didáctica y el simple título de Duetti se han publicado los 10 dúos más fáciles (110). Y también como Duetti se han publicado algunos dúos en versión para dos guitarras que no hizo el propio Berio pero autorizó el trabajo de Eugenia Kanthou. La siguiente obra camerística es una pieza de formato breve escrita en 1985 para quinteto de metales. Se trata de Cali (111), que adopta la forma de una moderna fanfarria dotada de cierta brillantez sonora. Otra pieza breve, en este caso para quinteto tradicional de viento, es Terre chaleureuse para conmemorar el 60 aniversario de Pierre Boulez. Con Naturale, para viola, tam-tam, y electrónica, de 1985-86, vuelve a las fusiones de material instrumental y electroacústi-co, pero ahora ya con la experiencia de muchos años y el trabajo en el IRCAM preparatorio del de Tempo Reale. La experiencia para quinteto de viento de la obra homenaje a Boulez le vale para ir desarrollando entre 1985 y 1987 un quinteto de viento más amplio que recibe el título de Ricorrenze (112) y en el que se reflejan muy bien las experiencias con los distintos instrumentos en la serie de Sequenza así como sus trabajos sobre uso y reintroducción de un material unitario al que se accede una y otra vez desde distintos puntos de vista. Su trabajo con el quinteto de viento le llevó de nuevo a las formaciones de cámara tradicionales y en ellas va a permanecer, ya que sus próximas experiencias camerísticas se encaminan hacia el cuarteto de cuerda para el que había producido ya dos obras importantes. Re- 2aL (109) Las piezas se estrenaran pot separado. La audición conjunta de las 34 se hizo por primera vez en Los Angeles en 1984. (110) La digitación es de Michael Frischenschiager. (111) Se estrenó en Saint Louis el 31 de julio de 1985 con el Ouinteto de Metales de Nashville. (112) El Quinteto Atnold lo da a conocer en 1987 en Damistadt. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. J38 gresa a él en 1993 con el Cuarteto n. 3, que recibirá el nombre de Notturno (113) y del que ya hemos visto una versión orquestal. Este nuevo cuarteto es una obra bastante amplia en la que podemos ver numerosas implicaciones formales y un tratamiento muy sensible de la materia sonora. Su dilatado transcurso contrasta con el que podemos considerar su Cuarteto n. 4 y que es una pieza breve y concentrada escrita en 1997 y titulada Glosse. Todavía deberíamos mencionar una pieza titulada Korót (114), escrita en 1998 para ocho violonchelos, en la que la similitud del material instrumental empleado encuentra en Berio una respuesta original, de nuevo con ese criterio que observamos a lo largo de toda su carrera de trabajar con lo similar y lo distinto, lo continuo y lo discontinuo. De cualquier manera, la obra came-rística de Berio, y en realidad cualquier otro apartado en que dividamos su obra, no puede ser considerada sólo como un camino aislado sino en relación con todo el resto de su producción. Sólo así podrán verse las líneas evolutivas de su pensamiento compositivo que son inte-gradoras y que se manifiestan en muy diversos campos a la vez. En ocasiones, experiencias de instrumentos a solo pueden servir en obras orquestales o determinadas conquistas de grandes masas aplicarse a la música de cámara, ya que el que es unitario es el pensamiento compositivo y se aplica en cada ocasión a los medios y materiales más idóneos o que alguna circunstancia impone. Obras a solo Habiendo tratado ya la extensa e interesante serie de las Sequenza parece paradójico que ahora nos dediquemos a la obra a solo cuando aquellas lo eran por excelencia dentro de la obra beriana. Y también cabría preguntarse por qué unas obras para instrumento a solo entran en ese apartado y otras no, lo que resulta especialmente clamoroso en una obra pianística bastante numerosa de la que sólo una pieza se integra en ese particular catálogo. La razón creo que está en lo ya hablado al tratar aquellas piezas que nacen, sobre todo, de una confrontación y utilización del virtuosismo instrumental. Naturalmente se podría decir que otras piezas ajenas a la serie no tienen por qué excluir ese factor, pero casi siempre son otro tipo de consideraciones las que se tratan y Berio ha querido darle otros títulos particulares para salvaguardar la coherencia conceptual del pensamiento que informa Sequenza. Es evidente que en este apartado nos vamos a encontrar principalmente (113) El Cuarteto Alban Berg lo estrena en Viena el 31 de enero de 1994. (114) El Octeto de Violondielos de Beauvais lo estrena en esta dudad francesa e l l l de mayo de 1 1*111 FESriVll lE lUSICI DE CtülRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. obras pianísticas, pero, aunque sean mayoría, no van a ser únicas. Dejaremos aparte algunas obras de juventud, aunque aparecerán en los catálogos finales, para iniciar el apartado con las Cinque variazioni para piano de 1952-53 (115). Se trata de una composición más bien concentrada que está cercana a las iniciales piezas para violín y piano ya vistas y en las que se van asumiendo personalmente las fuentes del serialismo. La pieza sin embargo guardó el suficiente interés para Berio como para revisarla en 1966. Y si no tuviéramos en cuenta la existencia de Sequenza, tardaríamos bastante en encontrar una nueva pieza a solo, que no llegaría hasta 1964-65 con una composición para clavecín titulada Rounds (116). Pese a que no se trata de una obra de larga duración, más bien es muy breve, nos encontramos ante una pieza compleja y rotunda que se puede situar entre lo mejor del clavecín contemporáneo. Berio volvió a ella en 1967 para realizar una versión pianística (117). En 1965 Berio escribe una breve página para dos pianos titulada Wasser-klavier (Piano de agua), que inmediatamente arregla para un piano, versión en la que la obra ha perdurado (118). La obra se ha tocado independientemente, aunque en 1990 se insertará con otras en una colección de la que luego hablaremos. El siguiente trabajo a solo no será pianístico sino para flauta de pico contralto. Surge en 1966 a petición del bien conocido flautista y especialista en música antigua Franz Brüggen (119) y se titula Gesti. Berio confronta aquí las posibilidades de un instrumento antiguo con la escritura moderna sin salirse de su naturaleza pero llevando sus fronteras mucho más allá de lo habitual. Tras el paréntesis, volverá al piano con otra breve obra, también inserta luego en una colección pero de vida independiente desde su creación en 1969. Se trata de Erdenkiavier (Piano de tierra) (120). En 1975 Berio aborda su hasta ahora única obra organística, Fa-si (121), que pese a no ser de muy larga duración exige además del organista al menos dos registradores. Y es que si el título indica bastante sobre la intención inter-válica, la compleja utilización de los registros le hace obtener un trabajo tím-brico del mayor interés. La obra posterior, esta vez muy breve, se compone para violonchelo solo entre 1976 y 1978 299 (115) Se eslrenaron en 1953 en Milán. (11B) Annie Fisctiw la estrena en Basilea en 1966. (117) Se eslrenaria en Nueva York en 1968. (118) Antonio Ballisla la estrena en Brescia en 1970. (119) Brüggen la estrena en Amsterdam en 1966. (120) Antonio Ballisla la estrena en Bérgamo en 1970. (121) Se estrena en Rovereto en 1976. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. XVIII FESTIVU DE MÚSICt OE UUmi © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. con motivo de un homenaje a Paul Sachar (122). El título será Les mots sont alies... y lleva el subtítulo de Recitativo, que ejemplifica claramente su orientación compositiva. Otra página de corta duración, esta vez para clarinete solo, da origen a Lied, de 1983. Tras ella, se vuelve al piano y a la serie de los elementos para los que ya había compuesto piezas de agua y tierra con Luftklavier (123) (Piano de aire). Es en 1985 y de nuevo con una pieza muy breve que será reutilizada en una colección posterior. Comma, para clarinete en mi bemol es otra breve página de 1987, mientras la serie de piezas sobre los elementos naturales se cierra en 1989 con Feuerkla-vier (Piano de fuego) (124), también breve y también aprovechada en el futuro. En 1990 Berio ha compuesto ya cuatro breves obras pianísticas sobre ios elementos y decide realizar con ellas una colección componiendo otras dos minúsculas piezas, Brin y Leaf, ambas en 1990. Si las piezas existentes tenían una duración media de unos dos minutos, las dos nuevas duran apenas un minuto cada una. Todo compositor sabe que si una pieza de muy larga duración es difícil de hacer circular, tampoco encuentra buena inserción en los programas la obra excesivamente corta. De esta manera, Berio organiza en 1990 la colección Six encores (Seis propinas), que comprende las seis piezas, comenzando por Brin, seguida de Leaf y las cuatro piezas de los elementos en el orden de composición: Wasserkiavier, Er-denklavier, Luftklavier, Fuerkiavier. Queda así una pequeña colección que no excede mucho de los diez-doce minutos y que reúne las experiencias pianísticas de Berio durante un cuarto de siglo. Todavía podríamos mencionar una obra también de no más de dos minutos, esta vez para contrabajo, que, con el título de Psy, se compone en 1989. Y en 1999 surge otra breve pieza para trompeta que se titulará Gute Nacht (Buenas noches) (125). Música electroacústica A lo largo de su carrera, y desde muy temprana fecha, Berio se interesó por la música electroacústica y fue uno de los pioneros de este medio en Italia, participando junto con Bruno Maderna en la 301_ fundación del Estudio di Fonología de la RAÍ de Milán, trabajando más tarde como director de área en el IRCAM y creando luego Tempo Reale. Hemos visto la participación de electrónica en cinta o en vivo en bastantes de sus trabajos instrumentales. Y, aunque existen, son menores sus trabajos para cinta sola. La razón hay que encontrarla en que (122) Rostropovitch la estrena en Basilea en 1978. (123) Se estrena en Rorencia en 1985. (124) RudoK Setkin la estrena en Nueva York en 1989. (125) Se estrena en Viena el 9 de julio de 1999. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Berio se acerca a la electrónica como un mundo sonoro rico en posibilidades pero que, compositivamente, aparte de su técnica propia, no difiere del instrumental y también con un gusto por mezclar ambos medios así como por su personal derivación hacia la música electrónica en vivo y a las transformaciones de sonido instrumental a través de medios electrónicos en tiempo real. Aparte de algunos trabajos Iniciales en el campo de la ilustración sonora de imágenes, la primera obra electrónica de Berio es Mimusique n. 1 de 1953 y con una técnica inicial y limitada (en un solo canal) que, no obstante, deja ver un talento compositivo de primera magnitud. Un año más tarde, en 1954, y en colaboración con Maderna realizará R¡- tratto di cittá, que pese a ser aún mono-aural, investiga largamente en el material sonoro y rompe las distinciones escolásticas entre la música electrónica y la concreta que entonces practicaban los franceses. En 1955 surgirá Mutazio-n¡, siempre monoaural, y el paso a los dos canales se da en 1957 con Perspectivas. Pero la gran obra para electrónica pura es sin duda Thema (Omaggio a Joyce), para dos canales, de 1958. No se trata de una obra de enormes proporciones, ya que su duración se establece, como la de las composiciones electrónicas anteriores, en torno a los siete minutos, pero compositivamente muestra ya a un Berio que no sólo domina sus recursos técnicos sino que ha madurado creativamente y que empieza a sacar frutos de su interés por la lingüística. La referencia a James Joyce nos ilustra mucho sobre cómo funcionan las cadenas asociativas de fenómenos sonoros en un contexto sintáctico tan singular como estricto. Con Momenti, de 1960, se intenta la composición electrónica en cuatro canales, aunque el hermoso Visage vuelve a los dos canales en 1961 en una composición de envergadura y más de veinte minutos de duración. La obra incorpora la voz de Cathy Berberian y Berio prefiere su difusión radiofónica antes que el pase en concierto. También de una buena factura y duración media es Chants paralléles de 1975. Y las otras dos obras electrónicas de Berio son más bien trabajos radiofónicos que incluyen además grabaciones de coro y orquesta y no se pueden hacer en concierto sino sólo para el medio radiofónico. Se trata de Diario immaginario de 1975, con textos de Sermonti, y Dúo, de 1982, con texto de ítalo Calvino. Arreglos Hemos visto una serie de obras en las que Berio utiliza diversos materiales preexistentes y ajenos que pueden ser de otros compositores o populares pero que están trabajados de forma que se convierten en obras propias. Tal es el caso de Folk songs. Sinfonía y otras obras de las que ya hemos hablado. Pero también existen piezas que hay que considerar que tras la acción beriana siguen siendo de sus autores y Berio se (VIH FESTIVU DE MÚSICA DE CtKARUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. ha limitado a arreglarlas. En algunos momentos ese arreglo es una orquestación, aunque la mayoría de las veces puede ir más allá sin que por ello se convierta en una composición en la que lo propio prime sobre lo ajeno. Las obras que a continuación mencionaré las considero como arreglos, aunque la acción que Bario ha realizado sobre ellas sea de diverso tipo según el caso. El primer caso de arreglo es el realizado sobre una célebre obra madrigalesca de Monteverdi, II combatimento di Tancredi e Clorinda (126), al que se acerca en 1966 para realizar una versión para soprano, tenor, barítono, 3 violas, violonchelo, contrabajo y clavecín (127). Se trata de un trabajo respetuoso y muy cuidado en el que Berio intenta poner en relieve la expresividad monteverdia-na. Un año más tarde, y para Cathy Ber-berian, realiza algunos arreglos de canciones de John Lennon y Paul MacCart-ney del célebre grupo The Beatles. Se trata de Michele, para voz, flauta y clavecín, con una segunda versión para conjunto; Ticket to ride, para voz y conjunto, y Yesterday, para voz, flauta y clavecín. Aquí el trabajo de arreglista es más amplio y libre y el resultado, sin encubrir la autoría original, resulta atractivo. De nuevo en 1967 escribe arreglos para Cathy Berberian, esta vez sobre Kurt Weill, aunque posteriormente los retocará en varias ocasiones. El primero es la Ballade von der sexuellen Horigkeit (Balada de la servidumbre sexual) perteneciente al conocido título operístico de Brecht-Weill La ópera de tres peniques. Lleva voz de mezzosoprano, clarinete, clarinete bajo, vibráfono, acordeón, violín, viola, violonchelo y contrabajo y sufre revisiones en 1972 y 1993. El segundo arreglo es Le grand Lustucru, procedente de la obra Marie Galante, y la versión es para mezzosoprano, flauta (con piccolo, oboe, 2 clarinetes, fagot, 2 trompetas, percusión, violín, viola, violonchelo y contrabajo con revisiones en 1972 y 1993. La tercera y última es Su-rabaya Johnny, sacada de la comedia musical Happy End y orquestada para mezzosoprano, flauta, clarinete, trompeta, percusión, guitarra, violín, viola, violonchelo y contrabajo. Las revisiones son igualmente de 1972 y 1973. En 1969, y para la conmemoración del 80 cumpleaños del Dr. Alfred Kalmus, 303_ director de su editorial, la Universal Edi-tion realiza una versión sobre Henry Pur-cell con el título de The modification and instrumentation of a famous hornpipe as a merry and altogether sincere homage to únele Alfred. La hornpipe de Purcell es instrumentada para flauta u oboe, clavecín, percusión, viola y violonchelo. En 1975 Berio realiza uno de los arreglos que más se han tocado y más (126) Además de la primera versión de Gian Francesco Malipiera existen otras versiones de la obra. (127) Berio dirigió esta versión en Nueva York en 1966, üiGiano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. fama han obtenido, el trabajo sobre La ritirata nottuma di Madrid úe Luigi Boc-cherini titulado Quattro versioni originali dalla ritirata notturna di Madrid di L. Boccherini sovrapposte e trascritte per orchestra (128). La elaboración es exactamente lo que el largo título indica pero el efecto tímbrico y el graduado crescendo y diminuendo de la música contribuyen a un efecto seguro sobre el público, que siempre gusta de esta inteligente y refinada versión. Menos conocidos son en cambio los dos arreglos que realiza sobre Girolamo Frescobaldi en 1977, una Fantasía y una Toccata, ambas para orquesta. En 1978 Berio realiza una orquestación, ya que no es propiamente un arreglo, de las Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla. Es un trabajo bastante distinto del que había realizado anteriormente Ernesto Halff-ter. El propuesto por Berio es muy respetuoso con el original, podría decirse que casi demasiado, ya que se hubiera podido esperar una explosión como la de Folk songs. Pero quizá un autor protegido por copyright y con herederos, en comunicación con los cuales estaba Berio, no se prestaba a más de lo que realizó, que, por otra parte, es muy hermoso. En Opus 120 n. 1 realiza en 1984 una orquestación y versión para viola o clarinete y orquesta de la sonata del mismo número, para viola o clarinete y piano de Johannes Brahms. Trabajo apasionante y difícil que es retocado en 1986 y de nuevo en 1990 y que muestra el magisterio de Berio, que es capaz de asumir como propia una música ajena, respetarla y al propio tiempo, transformarla sutilmente. En 1986 realizará también una versión para barítono y orquesta (129) de Fijnf frijhe Lieder (Cinco Lieder de Juventud) de Gustav Mahier (130) y un año más tarde (131) realiza Sechs frühe Lieder (Seis Lieder de juventud) también para barítono y orquesta (132). En ese mismo año 1987, Berio realiza un arreglo de la ópera para niños original de Paul Hindemith Wir bauen ein Stadt (Construimos una ciudad), para niños y orquesta de cámara (133). Dos años más tarde, en 1989, realiza un versión para coro y orquesta del Lied de An die Musik de Franz Schu-bert. Y en 1990, para el noventa aniversario de la muerte de Verdi que se cum- (128) Pero Bellugl dirige el estreno en Milán el 17 ríe junio ríe 1975. (129) Con deslino a Itiomas Hampson. (130) Los Lieder escogidos son; Miliisinig In Sonrmer: h Strassbuig aui iler Sciiaru: Nirilrl wlederselien Um sctilimme KInrIer adig zu mar^tien Erinnening. (131) También para Hampson. (132) Esta vez son: Hans und Érete. Idi ging mit Uist dun^li einen gruñen Walil Frúhlingsniorgen Ptiantasie Sclielilen unri Meirlen y Erínnening. (133) Se representa en Viena el 28 de febrero de 1988. IVIII FEITIVU DE MUSICt OE ONIRUS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. pie al año siguiente, Berio realizará versiones de varias de sus canciones con el título de Otto Romanza (134) para tenor y orquesta. Y es más que probable que Berio vuelva a este tipo de arreglos, si bien su creatividad ha lucido también en la reu-tilización de materiales ya existente en obras propias. Precisamente a ese campo pertenece el trabajo que está realizando para el Festival Internacional de Canarias. Se trata de volver a plantearse el tercer acto de Turandot, la última ópera de Giacomo Puccini que no pudo terminar por su muerte. El trabajo recayó en Franco Altano, que lo realizó no sin que llovieran críticas sobre él. El propio Arturo Toscanini interrumpió la primera representación (135) en el punto donde Puccini había llegado. Y, aunque el trabajo de Altano se suele juzgar in-satisfactorio, la ópera se representa con su arreglo. El reto de Berio es no sólo orquestar sino reconducir el final sin salirse del estilo pucciniano pero rehaciendo una intencionalidad. Él mismo ha declarado que el actual final de Turandot le parece demasiado artificial y súbitamente efusivo, cuando, seguramente, Puccini hubiera guardado un mayor dis-tanciamiento. Es en ese sentido en el que parece ir su trabajo, que será un compromiso entre el arreglo y la creación propia ya que tendrá que poner una buena parte de su propia imaginación. Pero en este tipo de trabajos y en toda la obra amplia, variada y multiforme que hemos contemplado, Berio se muestra como un grandísimo compositor y un artista no sólo creador sino sumamente sensible. En cierta medida, este nuevo trabajo resume algo que afirmábamos de él al principio, Berio representa la síntesis del siglo, al menos una de las mejores síntesis musicales del mismo. T.M. (134) Se estrenan en Padua el 27 de septiembre de 1 (135) El 25 de abril de 1926 en h Scala de Milán. ) con José Cañeras, dirigiendo el autor Luciano Beiio y la sinlexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. ^05 IKIII FESTIVIL n MUSICt DE CtNtRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. I uffanb BCTÍO no posee un catálogo I establecido por él mismo, al menos I de acceso público. La catalogación C ^ ^ ^ t d e su obra está dispersa entre las diversas informaciones que ofrecen sus editores. Pero también existen obras, especialmente de la primera etapa, que no han sido publicadas pero que no han sido descatalogadas. También otras posteriores que han sido retiradas de catálogo, restringidas en su difusión o incluso destruidas pese a haber sido estrenadas. Y no puede perderse de vista el hecho de que algunas composiciones han sufrido revisiones o versiones diferentes, otras han sido insertas en composiciones más amplias o, contrariamente, desgajadas de ellas. El presente catálogo ha sido confeccionado partiendo de los ya existentes, además de una indagación sobre otras obras basada en documentación suelta o en grabaciones radiofónicas. El criterio es cronológico, aunque los diversos avatares de una misma obra se relacionen a partir de su primera fecha. Las plantillas se dan sucintamente ya que el mayor detalle ya se ha recogido en los apartados anteriores. Los autores de los textos figuran entre paréntesis inmediatamente después del título. La mayor parte de la obra del Berio ¡oven fue publicada por la editorial mila-nesa Suvini Zerboni, que aparece siempre como SZ. El grueso de la obra posterior está editada en Universal Edition de Viena, que figura como UE. Y varias obras recientes han sido confiadas a Ri-cordi y las recogeremos como Ri. En caso raro de alguna edición singular, recogemos el nombre completo de la editorial. Sin la aparición de alguna de estas tres siglas, o la editorial completa, la obra debe considerarse inédita. 307 Luciano Berio y la siiilexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Pastorale, piano. 1937. Toccata. piano a 4 manos. 1939. Preludio a una festa marina, orq. de cuerda 1944. L'annunciazzione (Rainer María Rilke), soprano y orquesta de cámara 1945. Due con populan, coro. 1946. O tone Jesu. coro. 1946. Divertiniento. trío de cuerda. 1946 Quatrn canzoni popolari italiano, voz y piano. 1947. Rev. 1973.UE. Petite SUite, piano. 1947 DE (dentro de Berio Family Álbum con obras de Adolfo, Ernesto y Luciano Berio). Tre pezzi, tres clarinetes. 1947 Tre llrlciie preche, voz y piano. 1948. Due canti siciliani, tenor y coro masculino. 1948. Ad HerniBS, voz y piano. 1948. Tno de cuerdas, 1948. Oulnteto de viento. 1948. Due pezzi sacri, 2 sopranos, 2 arpas, timbales y campanas. 1949. Mapificat 2 sopranos, coro, 2 pianos y conjunto. 1949. Beiwin Mili. Concertino, clarinete, violín, celesta, arpa y orq. de cuerda 1949. U E. Tre vocalizzi, voz y piano. 1950. Deus meus, voz y tres instrumentos. 1951. Camino (García Lorca), bajo y orq. 1951. Sonatina, flauta, dos clarinetes y fagot. 1951. Due pezzi, violín y piano. 1951. SZ. Opus number Zoo (Rhoda Levine), recitador y quinteto de viento. 1951. Rev. 1970. UE. El mar. la mar (Rafael Alberti) soprano, mezzosoprano y conjunto. 1952. Rev. 1969. UE. .V^ \ IVIII FÍSTIVU DE MÚSICA Oí CUlItlIltS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. StudiO, cuarteto de cuerda. 1952. Sincmnie, cuarteto de cuerda 1963-64, UE. Cinpe variazioni, piano. 1 9 5 2 - 5 3 . SZ. Folksongs, mezzosoprano y 9 instrumentos. Tre modi per suportare la vita (Mimemusipue n. 2) 1964. Versión mezzosoprano y orq. (R. Leydi), acción escénica 1952-55. 1973. UE. Mimemusique n. 1, electrónica. 1953. Traces (S. Oyama), 2 voces, 2 actores, coro Ciíamtier Music (James Joyce), soprano e y orq. 1964. Retirada. instrumentos. 1953. SZ. Chemins 1, arpa y orq. 1965. U E. Variazioni, orq. de cámara. 1953-54. SZ. LaborintUS 11 (Edoardo Sanguinetti), voces, Aliez-tiop! (ítalo Calvino), obra escénica instrumentos y electrónica. 1965. UE. 1953-59. Rev. 1968,SZ. RoundS, clavecín. 1965. UE. Versión para voz Ritratto di citta, electrónica. y clavecín (Markus Kutter). Retirada Coautor Bruno Maderna 1954. Versión para piano. 1967 UE. Nones, orq. 1954. SZ. Wasserklavior, piano, 1965. UE. Incluida QuartettO, cuarteto de cuerda. 1955. SZ. después en SIx Enceres, Hutazloni, electrónica 1955-56. SZ. BeSti, flauta de pico contralto. 1966. UE. Variazioni Ein Mádchen odor Weibciien, 2 corni di 11 combatimento di Tancredo e Clorinda de Monteverdi, bassetto y orq. de cuerda. 1956. para voces y conjunto. 1966. UE. AIlBlíljah 1, orq. 1956. Rev. como Allolujah II, Sequenza 111, para voz. 1966. UE. orq. 1956-58. SZ. Sequenza IV, piano. 1966. Rev. 1993. UE. DivertimentO, orq. Coautor Bruno Maderna Sequenza V, trombón. 1966. UE. 1957. SZ. Sequenza VI, viola, 1967 UE. Versión para Perspectlves, electrónica 1957. SZ. violonchelo de Rohan de Saram. Serenata, flauta y conjunto. 1957 SZ. 1981.UE. Sequenza 1, f l a u t a 1958. UE. Chemins II, viola y 9 instrumentos. 1967 UE. Tiiema (omaggio a Joyce), electrónica 1958. SZ. Ballade von der sexuellen Hdrigkeit de Kurt Weill Ditlerínces, 5 instrumentos y electrónica (Berthold Brecht) voz y conjunto. 1967 1958-59. UE. Rev, 1975 y 1993. UE. Tempi concertatl, flauta, violín, 2 pianos Le qrand Lustucru de Kurt Weill (J. Deval) voz e instrumentos. 1958-59. UE. y conjunto. 1967 Rev. 1975 y 1993. UE. Gíreles (e.e. Cummings), voz, arpa y Surabaya Jotinny de Kurt Weill (Berthold Brecht), 2 percusiones. 1960. UE. voz y conjunto. 1967 rev. 1975 y 1993. Momenti, electrónica 1960. UE. UE. Visage, electrónica 1961. UE. Cbemins III, viola y orq. 1968. rev. 1973. UE. Passaggio (L. Berlo y Edoardo Sanguinetti), 0 King, mezzo-soprano y 5 instrumentos. acción escénica 1962. UE. 1968. UE. Sequenza II, arpa 1963. UE. Prayer - Pribre (ítalo Calvino), voz. 1968. Esposizione (Edoardo Sanguinetti), acción Sintonía (L. Berio, C. Levi-Strauss, S. Beckett), instrumental. 1963. Destruida voces y orquesta. 1968-69. UE. Luciano Berio y la sintexis del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. JIQ Air, soprano y orq. 1969. UE. Posteriormente se incluye en Opera. Enlenkla\rier, piano. 1969. UE. Incluida después e n Six encores. Tlie modification and instrumentation of a famous liornpipe as a merry and altogettier sincere íiomage to únele Altred s o b re Henry Purcell, para seis instrumentos. 1969. UE. Sequenza Vil, oboe. 1969. UE. QuestO YUOl diré Clie, 3 voces, coro, instrumentos y electrónica 1969. Opera (Vittoria Ottolenghi), teatro musical. 1969-70. rev. 1977. UE, Ctiemins llb, orquesta 1970. UE. Memory, piano y clavecín eléctricos. 1970. UE. Apnus. 2 sopranos e instrumentos. 1971. UE. Ora (M. Essam sobre Virgilio) soprano, mezzosoprano, coro y conjunto. 1974. Retirada Autre fols, 3 instrumentos. 1971. UE. Bewegung, orquesta 1971. rev. 1983. UE. Recital 1 (Berio, Moretti y Sanguinetti), soprano y conjunto. 1971. UE. Eíd, soprano y conjunto. 1972. UE. Amores. 16 voces y 14 instrumentos. 1972. Chemins lie, clarinete bajo y orq. 1972. UE. Concertó, 2 pianos y orq. 1972-73. UE. Linea (ballet). 1973. UE. Still, orquesta 1973. Cries ol London, seis voces. 1973-74. rev. ocho voces. 1976. UE. Bndrildie, orquesta 1973-74. UE. A-flOlWe, obra radiofónica 1974. Versión para ocho voces. 1975. UE. Cllnie (Homero), mezzosoprano y conjunto. 1974 rev. 1989. UE. Per la dolce memoria di quel giomo (Petrarca), ballet 1974.UE. Música leggera. 3 instrumentos. 1974. ApréS Visage, orquesta y electrónica 1974. Retirada Point in ttie curve to iind..., piano y conjunto. 1974, UE. Quattro versión! original! della ritirata nottuma di Madrid d! L Bocclierini sovrapposte e trascritte per orchestra, orq. 1975. UE. Cliants paralleles, electrónica 1975. UE. Chemins IV, oboe y orq. de cuerda 1975. UE. II diario imaginario (Vittorio Sermonti sobre Moliere), electrónica 1975. UE. Fa-Si, órgano. 1975. UE. Coro, 40 voces y 40 instrumentos. 1975-76. UE. SequenzaVIUviolín. 1977UE. Pas de quoi, conjunto. 1977 II ritomo degli snovidenia, violonchelo y orq. 1976-77. UE. Les mots sont allées..., violonchelo. 1976-78. UE. La vera storia (ítalo Calvino), ópera 1977-78. UE. Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla, voz y orq. 1978. UE. Encoré, orq, 1978-81. UE. Un re in escolto (l. Calvino, W. Auden, W, Shakespeare), ópera 1979-82. UE, DlIBtti, 2 violines. 1979-83. U E. Versión facilitada de Michael Frischenschiager. 1983. UE, Versión para dos guitarras de Eugenia Kanthou, 1987 UE. Éntrala, orq. 1980. UE. Seguenza IX a, clarinete. 1980. UE. Sequenza IX b, saxofón contralto. 1980. UE Seguenza IX C clarinete bajo; versión de RoccoParisi. 1998. UE. Accordo, para cuatro grupos de viento. 1981. UE. IVIII FESriVtl DE MÚSICt DE CtKARItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. Córale, violín, 2 trompas y orq. de cuerda 1981.UE. Fanlara.orq. 1982. UE. Ued, clarinete. 1983. UE. Requies, conjunto. 1983-84. UE. Sequenza X, trompeta y resonancia de piano. 1984. UE. Voci, viola y dos grupos instrumentales. 1984. UE. Opus 120 n. 1, de Johannes Brahms, clarinete o viola y orq. 1984. Rev. 1986. Rev. 1990. UE. Moduli in viola - omaggio a Kandinsky (Guido Turcato). Ópera colectiva 1984. Cali, 5 metales. 1985. UE. Terre chaleureuse, quinteto de viento. 1965. Lullldavier, piano. 1985. UE. Incluida después en Slx Encnres, Ricorrenze, quinteto de viento. 1985-87. UE. Forniazioni, orq. 1986. UE. Naturale, viola, tam-tam y electrónica. 1986. Fünt friiher Heder, de Gustav Mahier, barítono y orq. 1986. UE. Wir bauen eine Stadt, de Paul Hindemith, ópera de niños. 1987. UE. Sechs Iriiher Ueder, de Gustav Mahier, barítono yorq. 1987UE. COflima, clarinete en mi bemol. 1987. Sequenza XI, guitarra 1987-88. UE. Ofanim, voz, coro de niños, grupos instrumentales y electrónica en vivo. 1988-1997 UE. Concertó II (Echoing Curves), piano y dos grupos de instrumentos. 1988-89. UE. Cantlcum Novissiinl Testamentl, ocho voces e instrumentos. 1989. UE. Continué, orq. 1989. UE. Fes1uni,orq. 1 9 8 9 . U E. FeuerkIaviBr, piano. 1989. UE. Incluida después en Six Encores. Psy,contrabajo. 1989. UE. Hendering, sobre Schubert, orq. 1989. UE. An die Musik, sobre Schubert. Coro y orq. 1989. Brín, piano. 1990. UE. Incluida después en Slx Encores. Leal, piano. 1990. UE. Incluida después en Slx Encores. Six Enceres, piano (comprende Blin, Leaf, Wasserklavier, Erdenklavier, Luftklavier y Feuerkiavier). 1990. UE. OttO Romanze de Giuseppe Verdi, tenor y orq. 1991.UE. Epiphanies (Proust, Joyce, Machado, Simón, Brecht y Sanguinetti). Voz y orq. 1 991-92. UE. Ghemins V, guitarra y orquesta de cámara 1992. UE. Nottumo (QuatettO 111), cuarteto de cuerda 1993. Ij£_ Versión para orquesta de cuerda 1995. UE. CompaSS, (Recital para piano y orq.), ballet 1994. UE. There iS no tune (Talla Pecker), coro. 1994. Ri. Twice opon... seis grupos de niños. 1994. Ri. Hür (Paul Celan), coro y orq. 1995. U E. Parte de la composición colectiva Réquiem der Versóhnung (Réquiem de la reconciliación). Re-Call, conjunto instrumental. 1995. UE. Sequenza XII, fagot. 1995. UE. Sequenza XIII (Chanson), acordeón. 1995. UE. SllOÍar(Paul Celan), coro y orq. 1995. Ri. Ver, wáhrend, nacti Zaide, comentarios a una ópera inacabada de Mozart. Orq. 1995. Ri. Cutis (Del Corno), acción musical. 1995-96. Ri. 311 Luciano Berlo y la sintexls del siglo XX © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. J12 Ekptirasis (Continuo 10, orq. 1996. UE. GlOSSe, cuarteto de cuerda 1996. UE. Kol Od (Chemins VI), trompeta y orq. de cámara 1996. UE. Récit (Chemins Vil), saxofón contralto y orq. 1996.UE. Wtematini, clarinete, viola y orq. 1997. UE. Koról 8 violonchelos. 1998. UE. Cronaca del luogo, acción musical. 1998-99. Ri. Solg, trombón y orq. 1999. UE. Altra YOce, mezzosoprano, flauta en sol y electrónica en vivo. 1999. UE. GuteNactll trompeta 1999. Nois (Alf red Brendel), barítono y orq. 2000-01. Tuiandot de Puccini, acto III de la ópera. 2000-01. Ri. IVIII FESTIVm DE MUSICt DE GtMtRItS © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. GOBIERNO DE CANARIAS CONSEJERÍA DE TURISMO Y TRANSPORTES © Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2011. |
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