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SALVADOR MIRANDA CALDER��N 3 HISTORIA DE LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE LAS PALMAS EN EL SIGLO XX (1901-1960) Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria SALVADOR MIRANDA CALDERÍN REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE GRAN CANARIA 2009 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 4 © Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. © Salvador Miranda Calderín. Depósito Legal: G. C. 1337 - 2009 I.S.B.N.: 978-84-921673-9-5 Impresión: Gráficas Tegrarte, s.l. Impresión: La Herradura - Telde (Gran Canaria). Instituciones que han participado en la financiación de las actividades de la RSEAP durante el año 2009: - Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Ministerio de Educación y Ciencia. - Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. - Excmo. Cabildo de Gran Canaria. - Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 5 SOCIOS - EMPRESAS E INSTITUCIONES COLABORADORAS DE LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE GRAN CANARIA - SATOCAN, S.A. - Fundación Canaria Puertos de Las Palmas. - La Caja de Canarias. - José Sánchez Peñate, S.A. (J.S.P.) - Grupo de Empresas Félix Santiago Melián. - Caja Rural de Canarias. - Tirma, S.A. - Aguas Minerales de Firgas S.A. - Editorial Prensa Canaria, S. A. - Global, S.A. - Binter Canarias - UNELCO ENDESA - F. Caballero Massieu, S. A. - Philips Morris. Spain. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 7 ÍNDICE Salutación del director Francisco Marín Lloris Reflexiones en un Prólogo. Antonio Béthencourt Massieu Introducción CAPÍTULO I La actividad de La Económica a través de sus juntas directivas en el s. XX I.1. Las normas básicas de gobierno de la Real Sociedad en el s. XX I.1.1. Los Estatutos vigentes hasta 1916 I.1.2. La regulación de La Económica y su Junta Directiva desde 1916 hasta 1960 I.2. Los directores y secretarios que mantuvieron viva la Institución en el s. XX I.3. La dirección del doctor Chil y Naranjo (1901) I.4. La dirección del marqués de Guisla Ghiselin (1902-1907) I.5. La dirección del conde de La Vega Grande (1908-1911) I.6. La primera etapa de director del marqués de Acialcázar (1912- 1918) I.7. La dirección de Ambrosio Hurtado de Mendoza (1919-1922) I.8. La dirección de Francisco Bethencourt Armas (1923-1929) I.9. La segunda etapa del marqués de Acialcázar al frente de la Real (1930-1934) I.10. La dirección de José Mesa y López (1935-1951) I.11. La primera dirección de Diego Cambreleng Mesa (1951-1970) I.12. La importante labor de algunos vicedirectores I.13. La Diputación permanente en Madrid: un auténtico «lobby» de las islas orientales 15 21 41 51 52 52 53 56 58 60 63 68 72 76 79 83 86 87 88 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 8 I.14. La política y la Real Sociedad I.15. El reconocimiento de La Económica a sus miembros más destacados I.15.1. El centenario de Viera y Clavijo I.15.2. Actos a la muerte y homenajes a León y Castillo I.15.3. Los Socios de Mérito Anexo I. Juntas directivas de la RSEAPLP Anexo II. Diputación permanente en Madrid CAPÍTULO II Las tres sedes institucionales de La Económica en el s. XX II.1. Una sede social itinerante dentro del propio edificio de las Casas Consistoriales II.2. La Económica y la Academia de Dibujo no siempre compartieron la misma sede II.3. La ubicación de la sede social de La Económica en las Casas Consistoriales II.4. Nuevas peticiones de traslado dentro del edificio municipal y la primera negativa de la Real (1923-1939) II.5. El cambio de sede y el establecimiento de la Institución en la calle Domingo Déniz, en la Plaza de San Francisco (Antigua Escuela de San Francisco), 1940-1953 II.6. Una nueva permuta con el Ayuntamiento devuelve a La Real al barrio de Vegueta (1951-1953) II.7. Dos sedes sociales generosamente compartidas con otras instituciones II.8. De la adquisición de cinco cuadros para la sede institucional II.9. La Biblioteca de la Real Sociedad y su traslado a El Museo Canario CAPÍTULO III Un proyecto estrella para el nuevo siglo: el Congreso Nacional de Educación y Obras públicas que nunca llegó a realizarse III.1. El Congreso Nacional, una feliz iniciativa que no llegó a prosperar III.2. La reunión preparatoria en El Ateneo madrileño tuvo gran repercusión nacional III.3. La memoria del Congreso y su tercer y definitivo aplazamiento 91 93 94 96 98 103 113 119 123 126 129 130 136 146 155 165 168 175 178 187 191 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 9 CAPÍTULO IV La contribución de La Económica a la División provincial: un hito en su historia IV.1. El papel de La Económica en la lucha por el régimen administrativo de 1912 que restableció los Cabildos insulares IV.2. El debate sobre la División provincial se reactiva en 1906 IV.3. Las asambleas, mítines y gestiones entre 1908 y 1911 en pro de la División provincial IV.4. La destacada actuación de La Económica en 1912 en pro de la División provincial IV.5. El allanamiento del local de la Real Sociedad por guardias de seguridad de la Delegación del Gobierno IV.6. Reproches y homenajes a la labor realizada IV.7. Hacia la definitiva División provincial (1913-1927) CAPÍTULO V El papel de La Real en la consolidación y ampliación del Puerto de La Luz, su segundo mayor logro en el s. XX V.1. Las dispersas gestiones de La Real para la ampliación del Puerto de La Luz y la resolución de sus problemas más graves V.2. El papel de La Económica en el expediente de ampliación del Puerto de La Luz en los años 1919 a 1921 V.3. La primera convocatoria de la Asamblea general para el mes de octubre de 1920, posteriormente aplazada al 27 de febrero de 1921 V.4. Las ponencias redactadas para su lectura y debate en la Asamblea V.4.1. La ponencia de Jaime Ramonell y Rafael Hernández sobre los Créditos globales: primera solución V.4.2. La ponencia de Jaime Ramonell y Rafael Hernández sobre la emisión de un empréstito por la Junta de Obras de los Puertos de La Luz y Las Palmas: segunda solución V.4.3. La ponencia de José Miranda Guerra sobre la concesión de las obras a un particular: tercera solución V.4.4. La ponencia de Luís Morales Sevil sobre los servicios del Puerto V.4.5. La ponencia de Ambrosio Hurtado de Mendoza sobre las reformas urbanas complementarias al Puerto V.5. La celebración de la Magna Asamblea de 27 de febrero de 1921 195 199 200 201 210 222 225 228 243 246 251 257 263 263 266 267 269 271 273 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 10 V.6. Las gestiones para la ampliación del Puerto continúan después de la Asamblea de febrero de 1921 V.7. La solución legal llega por fin en julio de 1922, aunque el comienzo de las obras se eterniza a pesar de la aprobación del Gobierno V.8. La preocupación de La Económica por la excesiva burocratización del Puerto V.9. El debate en La Económica ante un Puerto vacío en la década de los cuarenta CAPÍTULO VI La contribución de La Económica a la creación y desarrollo del aeropuerto de Gran Canaria VI.1. La bahía del Confital como alternativa de La Económica a Gando para la instalación de una base de hidroaviones (1927) VI.2. La finca de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria, como alternativa a la bahía de Gando (1944) VI.3. La apuesta definitiva de la Real por las instalaciones de Gando (1945-1948) CAPÍTULO VII La contribución de La Económica a la mejora de la Ciudad y a la creación de nuevas oficinas y servicios públicos VII. 1. La Instrucción pública VII.1.1. El proyecto de un Centro de labradores (1901) VII.1.2. La Escuela Superior de Industria de Las Palmas (1901- 1902) VII.1.3. El Instituto General Técnico (1915-1916) VII.1.4. El restablecimiento de la Escuela de Comercio (1910- 1913) y el apoyo a su gestión (1914-1941) VII.2. La mejora de la ciudad de Las Palmas VII.2.1. El proyecto de creación de una sociedad de promoción municipal (1902) VII.2.2. El proyecto de un orfeón en Las Palmas (1902) VII.2.3. El tranvía eléctrico (1906) VII.2.4. El proyecto de reforma del Guiniguada (1907) VII.2.5. Los paseos públicos (1909) VII.2.6. La promoción de casas baratas (1911) 276 277 282 284 291 294 302 306 315 318 319 319 322 325 331 331 332 332 335 338 339 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 11 VII.2.7. La temperatura de la Ciudad (1914) VII.3. La dotación de nuevos servicios públicos en Gran Canaria VII.3.1. La petición de la Comandancia General de Marina y la reposición de la Comisaría de Marina (1906 y 1908) VII.3.2. El Registro Mercantil VII.3.3. La Delegación de Hacienda VII.3.4. El Registro para el reconocimiento de vehículos y conductores VII. 4. La promoción interior y exterior de Gran Canaria VII.4.1. El proyecto de Granja agrícola (1904) VII.4.2. El atraso de los pueblos del Sur de Gran Canaria (1908) VII.4.3. La defensa de las pesquerías africanas (1908-1912) VII.4.4. Una guía de Gran Canaria (1909) VII.4.5. Los proyectos de Exposición provincial (1905, 1910 y 1917) VII.4.6. La Exposición de Sevilla VII.4.7. La requisa del plátano y las cartillas de racionamiento (1944-1947) VII.5. La lucha contra el hambre, epidemias y plagas VII.5.1. El hambre en Fuerteventura y Lanzarote (1901-1909) VII.5.2. La epidemia exótica en Santa Cruz de Tenerife y el intento de incomunicarla de Gran Canaria (1907) VII.5.3. La invasión de langosta (1908) VII.5.4. La solicitud de perdón para los prisioneros alemanes condenados a muerte (1920) CAPÍTULO VIII La Económica y su constante defensa del régimen de franquicias canario VIII.1. El apoyo a las operaciones de importación y exportación (1916- 1919) VIII.2. La negativa a la concesión de un monopolio de transporte por carretera (1926) VIII.3. El Depósito y zonas francas del Puerto de La Luz (1913-1944) VIII.4. En contra de la prohibición de importar trigos y harinas (1927) VIII.5. La defensa de las concesiones portuarias a compañías extranjeras (1927) VIII.6. La oposición al monopolio del petróleo (1927-1928) 340 340 341 343 344 345 346 346 346 347 350 350 353 354 355 356 357 359 360 363 366 367 367 369 371 376 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 12 VIII.7. «El hecho fiscal y la crisis», un concurso que no llegó a realizarse (1936) VIII.8. La oposición al monopolio del tabaco (1943) CAPÍTULO IX La Económica verde: la cesión de los montes públicos de Gran Canaria y el vivero forestal IX.1. El cuidado de los montes públicos en el s. XX y la idea de su cesión al Cabildo Insular de Gran Canaria IX.2. La petición de una parcela en el parque de Santa Catalina (parque Doramas) para la instalación del vivero forestal (1941) IX.3. La explotación del vivero forestal (1941-1948) IX.4. «Tener árboles es solo cuestión de querer tenerlos» IX.5. El fin del vivero por resultar su explotación muy gravosa para la economía de La Real (1947-1948) CAPÍTULO X Las Cuentas de La Económica en el s. XX no están en consonancia con el prestigio de la Institución X.1. Los ingresos de la Real Sociedad X.1.1. La principal financiación de la Real: las cuotas trimestrales de socios X.1.2. Las subvenciones del Ayuntamiento y Cabildo Insular como segunda fuente de financiación de la Real X.1.3. Los ingresos extraordinarios de La Económica X.1.4. Los donativos como complemento a su financiación y ayuda a los desfases de tesorería X.2. Los gastos ocasionados por la actividad de la Real Sociedad X.2.1. Los sueldos del conserje, la partida más importante de gasto X.2.2. Los gastos de limpieza de la sede social X.2.3. Los esporádicos servicios de amanuense para poner al día los libros y organizar los archivos X.2.4. Los servicios de cartería X.2.5. La prima de cobranza de las cuotas sociales X.2.6. El impuesto de personas jurídicas y la contribución urbana X.2.7. El seguro contra incendio del inmueble de San Francisco X.2.8. Los gastos de imprenta 382 383 387 390 395 398 400 408 413 416 417 429 430 430 431 431 433 434 435 436 436 438 438 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 13 X.3. Las inversiones realizadas por la Real Sociedad X.4. La primera apertura de una cuenta corriente bancaria X.5. Las cuentas del vivero forestal (1941-1948) X.6. Los presupuestos de La Real se confeccionaron con todo detalle, pero en muy pocos años A modo de resumen Relación de socios de número y de mérito incorporados en el s. XX Anexo Documental - Documento 1º: escrito de 9 de marzo de 1912 de la Real Sociedad al Ayuntamiento de Las Palmas explicando el allanamiento de su local - Documento 2º: carta de Luís Morote de 31 de marzo de 1912 a la Comisión explicando las negociaciones para el debate en Cortes del dictamen de la División provincial - Documento 3º: carta de Leopoldo Matos Massieu de 14 de abril de 1912 a la Comisión encargada de promover el debate en Cortes del dictamen sobre la División provincial - Documento 4º: cuestionario aprobado por la Real Sociedad el 27 de enero de 1919 para recabar la opinión sobre una nueva organización político administrativa de Canarias Fuentes y Bibliografía 440 441 442 445 449 463 483 485 486 490 491 495 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 15 SALUTACIÓN © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 17 Finalizado el siglo XX, la Junta de Gobierno de la RSEAP de Gran Canaria ha venido manifestando el deseo de contar con un libro, donde se recoja la historia de esta Institución durante ese periodo. Se pretendía con esa publicación enlazar y completar la memoria descrita en el libro editado en 1981 por la Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y escrito por el profesor D. Cristóbal García del Rosario, en el que se detalla la actividad realizada por la RSE, desde su creación en 1776 hasta 1900. Por fin, en la reunión mensual celebrada por la junta de gobierno de la RSEAP de GC el día 31 de mayo de 2007, se acordó a sugerencia del prestigioso catedrático, Premio de Canarias y persona altamente galardonada, Excmo. Sr. D. Antonio de Béthencourt y Massieu, proponer la redacción de este trabajo al profesor D. Salvador Miranda Calderín, economista y doctor en Historia, poseedor de una brillante trayectoria profesional de reconocido éxito en el campo de la Economía y de la fiscalidad en Canarias. Salvador Miranda Calderín es también un destacado conferenciante, autor de un buen número de artículos en la prensa y revistas especializadas, así como un incansable investigador en diversas materias de interés histórico, de las que destacan sus trabajos sobre el aprovechamiento de la nieve en la cumbre de Gran Canaria. Fruto de su labor de investigación es la publicación de casi una decena de libros: © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 18 - La Cumbre de Gran Canaria. Estudio histórico, geográfico y toponímico. Las Palmas de G. C., 1998. - Canarias s. XX. De la emigración a la inmigración. Un análisis económico (editor y coautor). RSEAPGC, Las Palmas de Gran Canaria, 2002. - Los pozos de nieve de Tenerife. Coedición del Cabildo de Tenerife y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2003. - La RIC: un enfoque integrador desde las perspectivas académica y profesional (coautor). DAR Ediciones y Consejería de Economía, Hacienda y Comercio del Gobierno de Canarias, 2003. - Las Fuentes de Financiación del Cabildo de Gran Canaria, 1913-1945. Caja Rural de Canarias, 2005. - La planificación fiscal de la RIC. DAR Ediciones y Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias, 2005. - Los pozos de nieve de Gran Canaria. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Cabildo de Gran Canaria, 2005. - La Reserva para Inversiones en Canarias. Análisis doctrinal 2005-2006. Dar Ediciones y Hacienda Canaria, 2007. - Teror y la nieve, 1731-1836. Ediciones Anroart, 2007. Con estos antecedentes y, sobre todo, conociendo las cualidades de D. Salvador Miranda Calderín, en cuanto a su dote de investigador, la Junta de Gobierno de la RSEAP de G. C. se consideró altamente recompensada el día en que el autor de este trabajo aceptó la propuesta que se le cursó, en la que se le solicitó la confección de una memoria histórica de la Real Sociedad Económica durante el siglo XX, y que definitivamente ha sido plasmada en esta publicación, con el título «La Historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el siglo XX (1901-1960). Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria». La estructura íntegra, en el relato de esta historia, ha sido labor exclusiva de su autor, lo que deja constancia, desde mi punto de vista, de su alta valía y definida personalidad, pues creo sinceramente que el enfoque dado al relato histórico expuesto, refleja con claridad y ordenadamente en el tiempo, las actuaciones realizadas por la RSE en © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 19 dos aspectos diferenciados, uno atendiendo a los distintos periodos de los mandatos de cada uno de los directores elegidos y otro destacando los hechos e influencias más notables a cargo de la Institución. Debo manifestar, también, que el autor justifica con buen criterio finalizar su trabajo de investigación en el año 1960, por lo que quizás una buena opción para el futuro sería la de completar la memoria con una nueva publicación, que abarcara los siguientes 50 años de la R.S.E., es decir, hasta el año 2010. Como director de la RSEAP de Gran Canaria me siento muy satisfecho de participar en esta obra de D. Salvador Miranda Calderín, a modo de salutación, al que felicito y agradezco su colaboración con esta Institución, pues se trata de una muy valiosa aportación, que sin duda será, además de interés para el lector, una importante fuente de consulta para estudiosos e investigadores. El Director de la RSEAP de Gran Canaria Francisco Marín Lloris, marqués de la Frontera. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 21 REFLEXIONES EN UN PRÓLOGO © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 23 El amigo Salvador Miranda Calderín me envía el original del libro que ahora prologamos. En una carta que adjunta, me invita a esta tarea. Dudo si el envío es una muestra de haberle yo insinuado al Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que la persona más idónea para redactar un libro sobre la Económica en el siglo XX era Salvador Miranda. ¿Agradecimiento por parte del autor?, ¿castigo por haberle inducido el encargo? Sea lo que fuere, acepto la oferta - petición de este viejo amigo. Como quiera que es obligado dar a conocer mi opinión sobre el libro, o sea, los méritos o deméritos que la obra encierre, estimo que como paso previo del lector antes de iniciar su lectura es preciso conocer la personalidad y obra del autor del libro. Para mí esto es casi indispensable. Salvador Miranda, amén de excelente persona y amigo, es un economista prestigioso y reconocido, asesor fiscal y auditor de cuentas. Esto es demostrable por el éxito de su despacho profesional. Como hombre inquieto e íntegro enamorado de la naturaleza, simultáneamente a su primera vocación añade una segunda, la de historiador, que no dudo en calificar de aventajado a pesar de no haber pasado por ninguna de las facultades de ciencias humanísticas aunque sí obtuvo un doctorado en las mismas. Juicio merecedor de una aseveración. Al terminar la lectura del libro acudí a nuestra base bibliográfica www.canaratlantico.org en el © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 24 Seminario Millares Carlo de la UNED. Surgen veintiún títulos de los cuales once son libros y el resto artículos científicos, ponencias en congresos o capítulos de obras colectivas. Pues bien, de la veintena de aportaciones, tres libros dedica a la historia de los neveros en el Teide, en las cumbres grancanarias y al uso de la nieve en Teror, así como un cuarto a La Cumbre de Gran Canaria, amén de obras menores y sin que falten adhesiones al pasado en otras aportaciones esencialmente económicas, tiene obras primorosas. Podía traer a cuenta muchos de los aspectos elogiosos como historiador de Salvador, pero con esto no basta. En el libro sobre el uso de la nieve en las fiestas de Teror en honor de la Virgen del Pino, se ve obligado a referirnos el pasado de esta villa. Para ello no se reduce al localismo, sino que analiza en paralelo los pueblos de la comarca, Moya, Firgas, etc. y la conclusión más importante reside en que la localización de la Virgen no supuso a la villa ventajas demográficas, económicas, sociales, etc. O sea, realizó la historia comparativa —hoy tan de moda—. Quiero decir que es inútil perder el tiempo y el papel de los historiadores dedicados a cada uno de los pueblos o villas, en lugar de realizar historias comarcales. Con Miranda solo tenemos la de Antonio Macías sobre su estudio de la comarca marítima septentrional de nuestra Isla. Por lo que toca a la sapiencia de su profesión, como ser dotado de una fácil y atractiva pluma, sus obras son interesantes e indispensables en su aportación sobre la Reserva para inversiones en Canarias (RIC) y el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, así como a la fiscalidad portuaria, financiación de instituciones como el Cabildo de Gran Canaria, y otra que dedica a la migración. El lector con lo anterior se explica la razón del por qué recomendé a este autor a nuestro Director. No cabe la menor duda que era —y hay que ratificar que es— el científico óptimo para analizar a lo largo de los años La Historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el siglo XX (1901-1960). Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 25 Aunque el título es extenso reconozco la perspicacia, y hasta picardía, en dos aspectos: Historia del siglo XX (1901-1960). Con semejante limitación, conscientemente el autor presenta una sólida y continuada serie de razones, que sobrevendrían al historiar aspectos tan recientes. O sea, faltaría perspectiva para una acertada interpretación. Con el subtítulo contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria, se quita el profesor aspectos como la política, ideología, etc. Sin embargo, cuando se le ofrece la coyuntura no olvida salir al público con acertadas referencias. Sin embargo, y aun felicitándole por la estructuración de su obra, habilidad en la composición de los paisajes y la buena y atractiva prosa, personalmente echo de menos establecer dentro de la burguesía que predomina entre los socios de La Económica, la matización sincrónica entre la burguesía agraria y la mercantil, aunque en el siglo XX un sector muy importante de la agraria había asimilado, integrándose en el campo de los segundos, en busca de una mejoría que les beneficiara. Un acierto más de Salvador Miranda reside en iniciar su obra esclareciendo cómo la estructura de la Institución estaba basada en los Estatutos, tanto el anterior a 1916 como el establecido en ese año. Sobre esta base, no duda en establecer una columna vertebral, más que en los directivos, en el Director. Con una breve síntesis explica el carácter y personalidad de los nueve, pues el marqués de Acialcázar ejerció dos veces la dirección, mientras los demás la ejercieron con una media de seis años. Dado la trascendencia de La Económica, causa extrañeza el escaso número de socios que oscilan entre el medio y el centenar y era frecuente la inasistencia de la mayoría a las convocatorias. Por tanto, sería conveniente comparar esta cifra no solo con las de Tenerife sino incluso con alguna de las de La Península, de las que no fracasaron, para una evaluación correcta. Muestra del centralismo estatal que perdura hasta 1936, tenemos a la Diputación permanente en Madrid, que La Económica utilizaba para © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 26 asuntos que dependieran del Gobierno, el Parlamento o la prensa, que siempre fueron de generosa utilidad y la necesaria información. Aprovecha sus anuncios para destacar dos actos públicos de relevancia: la conmemoración del centenario de Viera y Clavijo y la presencia en la muerte y homenaje de don Fernando León y Castillo, asimismo un listado para los escasos Socios de Mérito. Conocidos los estatutos y las directivas de la Real Sociedad, lo lógico es conocer los locales. Si bien, para reparar el enorme incendio de 1842, La Económica no dudó en contribuir a su reconstrucción no solo con sus ahorros sino incluso con la venta de su mobiliario. El Ayuntamiento siempre se preocupó por su alojamiento, y, al tiempo, su Academia de Dibujo. Dotó a La Económica con tres sedes: en la planta baja de su nuevo edificio, en la escuela de San Francisco, ya en el barrio de Triana, y en el nuevo edificio que se levantó en el Potrero, cediéndole la propiedad de dos plantas. Esto no merece otro comentario que la íntima interrelación entre Ayuntamiento y Económica que pienso todavía persiste. Dato curioso fue la cesión de su biblioteca, que tenía libros de bastante interés, a El Museo Canario, en depósito. Y yo me pregunto ¿hoy que tiene La Económica una buena biblioteca, no la enriquecería solicitando la devolución de sus libros? De lo contrario, lo que sería justo es la cesión definitiva y no el depósito en El Museo Canario. En cuanto a las vicisitudes de traslado en sesenta años, me trae a la memoria el libro de María del Pino Marrero. El Colegio de San Agustín en un periodo semejante, no fueron tres sino siete los locales de su ubicación, cuando el traslado de un colegio de aquella entidad era de mucha mayor complejidad y, sin embargo, las dificultades fueron subsanadas. Salvador Miranda entra en la labor de La Económica con un capítulo deslumbrante e inédito. Mediante un Congreso Nacional sobre Educación y Obras Públicas a celebrar en Madrid, propuesta que pienso no facilitó del todo La Matritense, hubo dificultades de calendario y © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 27 terminó disolviéndose. Pero lo que no cabe duda es que despertó a nivel nacional un interés grande y la gran mayoría de la intelectualidad estuvo a favor de su realización, colaborando para ello. Esto obliga a una reflexión. ¿Cuántos paisanos tienen ideas prodigiosas? De ellos ¿cuántos lograron coronar su idea inicial?, ¿para qué extendernos en consideraciones de todos conocidas?, ¿cuántas lamentaciones? A veces, cuando se coronan, casi son una antigualla. En 1901 se propone un Congreso Nacional sobre problemas que siguen sin resolverse del todo. ¿Cuándo se celebrará un congreso internacional con los problemas del Turismo en las Islas? La Real Sociedad pues, como motor de reflexiones. ¡Gracias Salvador! Dedica, naturalmente, la gran trascendencia que para Canarias fue el logro de los Cabildos Insulares en 1912, primer paso para alcanzar en 1927 la División provincial. El papel que jugó la Real Sociedad en el proceso fue importante y es poco conocido. Salvador Miranda con sumo acierto y una desconocida información lo expone. Analiza el proceso que se reaviva en 1906 con el viaje de Romanones y algo más tarde el del Rey Alfonso XIII, hasta desembocar en la Ley de Cabildos de 11 de julio de 1912. El autor nos relata las dificultades y sobre todo la actividad que desde La Económica ejercieron, incluso con movilizaciones y seguimiento de la marcha de la cuestión. Perdónenme los lectores y en especial el autor por atreverme a introducir una aclaración y explicar el éxito sorpresivo de cómo se obtuvo la Ley de Cabildos. Miranda Calderín nos da a conocer la reunión en sesión de los socios y seguidores, ¿por qué fue resuelta por los guardias por orden del Delegado del Gobierno y disgusto de la Institución ante el Gobierno Nacional? Hurtado de Mendoza, anterior Alcalde y miembro del Partido Liberal de León y Castillo, trató de considerar su personalidad con algo tan interesante como los Cabildos. Creó una Juventud que bajo su dirección trastornó el orden público y como refugio encontró La Económica, junto con Rafael Massieu Falcón, abuelo del que escribe. Esto fue lo que produjo la inicua represión. El caso es que tanto el Alcalde, sucesor de Hurtado de Mendoza, Felipe Massieu Falcón —hermano de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 28 mi abuelo y su opositor perpetuo— como Matos y otros en Madrid pensaron que estas actitudes terminarían favoreciendo las pretensiones de los tinerfeños. Por lo que toca a la curiosa novedad, si el lector tuviera la paciencia de leer la Ley y el Reglamento por el que se crean los Cabildos y el funcionamiento de los mismos, les vendrá a la memoria aquel dicho de Romanones: Que otros hagan las leyes mientras yo haga los Reglamentos. Pues bien, la Ley de Cabildos de 11 de julio de 1912 fue recibida con grandes algarazas en Tenerife por lo que le favorecía. Cuando a Canarias llega el Reglamento del 12 de octubre del mismo año, las tornas se invierten, la alegría y felicidad colmó a la isla «Redonda» y dejó muy insatisfechos a los de la «Picuda». ¿Cuál fue la explicación? Cuando Leopoldo Matos se entera que Alvareda es el encargado de hacer el Reglamento durante el verano, él acude con su familia, como todos los años, a San Sebastián, pero regresa a Madrid a disfrutar del calor agosteño de la Villa. Como amigo que era de Alvareda, le ilustró sobre la manera de redactar el Reglamento, pues el encargado no era precisamente un experto en cuestiones canarias. Alvareda sigue con una calle hermosa y Leopoldo Matos con una de carácter secundario, casi marginal en Ciudad Jardín, y un colegio que se levantó en San Cristóbal perdió su nombre para ser sustituido por la del director del Colegio Castilla, de reciente fallecimiento. Espero que Salvador y los lectores perdonen, en alguna medida, estas curiosas novedades. Asevero que no son producto de mi presunción, sino quizás caprichos de mi juventud. Además pienso y opino que en con esto no pretendo en absoluto perfeccionar el libro sobre la Real Sociedad durante la pasada centuria. Y mucho menos una crítica a la labor, en este caso de su contribución al logro de los Cabildos signo identitario de nuestra atlanticidad. El Cabildo fue el primer éxito de la Real Sociedad, el segundo lo será el Puerto de la Luz y de Las Palmas, por el que tanto se interesó La Económica a lo largo de la centuria. ¡El Puerto lo primero! grito tan reiterado a lo largo de las primeras décadas. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 29 Al enfrentarnos con el capítulo quinto, nuevo acierto del autor. Inaugura los capítulos con síntesis de los diversos subtítulos y alterna los capítulos. Unos sobre aspectos de corta duración, por ejemplo el que acabo de comentar sobre los Cabildos y otros que se desplazan a lo largo del tiempo, los que llamaríamos de larga duración, el Puerto. Todo ello implica la lectura de mayor interés al tratar de alcanzar el final. Es un modelo que merece tenerse en cuenta cuando pretendamos elaborar un libro. Si a cada capítulo le añadieran un parrafito, unas conclusiones del mismo y se preguntara el por qué introduce el siguiente, se obtendría una obra maestra, ya que el planteamiento del libro significaría una unidad. Por tanto, la introducción y las conclusiones serían como una pescadilla que al final se muerde la cola. Esta técnica la usaban los franceses en sus tesis doctorales: lograr el aprobado de las mismas, suponía el título de Catedrático de la Universidad. Tiene razón Salvador Miranda al advertirnos que desde el punto de vista económico e histórico conocíamos más sobre puertos en el siglo XIX que en el XX. Resulta que este progreso despierta un interés no solo desmesurado sino continuo a lo largo de los sesenta años que encierra el libro. Progreso que preocupa a La Económica, otro motivo que hay que subrayar para la Institución. Sin embargo, poco interés en la segunda década, a pesar de que a la prolongación del Puerto y al proyecto del mismo acudieron dos expertos. El que fue aceptado por el Ministerio fue criticado por Felipe Massieu, el Alcalde, puesto que el derrotado encerraba con algo más de dinero, un puerto más a la moderna porque se incluían grandes espacios para depósito de productos, mercancías, etc. Que más tarde creará problemas más difíciles de resolver. Otro sueño de don Felipe era que viniese, como director del Puerto, don Pedro Matos, hermano de Leopoldo. Pero el ingeniero, casado con una tinerfeña, sí lo fue del Puerto de Santa Cruz, lo resolvió de una manera acertada que durará varios años. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 30 Fue preponderante el papel ejercido por la Real Sociedad por lo que toca al Puerto de La Luz. El diseño del expediente para la ampliación del Puerto en 1919. Sin embargo, lo que fue y es muy importante es lo mucho que el autor pone a nuestra disposición: la convocatoria de una Asamblea, en 1918, pues se acordó la redacción de cinco ponencias por sus socios. El éxito fue clamoroso, pues al mismo se adhirieron personalidades de toda España. Fue apoteósica la aprobación de los mismos en la Magna Asamblea de la Real Sociedad del 27 de junio de 1921. Si dije apoteósica, calificarla de trascendental fue por ser la de mayor enjundia y prestigio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas. Confirma mis calificaciones el hecho de ser aprobada por el Gobierno, aunque tarde demasiado tiempo en el inicio su realización. Por tanto, una vez más se perdió un proyecto precioso. Un ejemplo más de esta tradición peninsular, aunque Canarias, no carezca de este signo. El Puerto creció y siguió siendo el motor económico de la Isla. La Real Sociedad se preocupó de la burocratización y en cierta medida la crisis que sufrió con motivo de la Guerra Mundial (1940-1945). Como es lógico, si La Económica estuviera permanentemente preocupada por el Puerto y su futuro, no deja pasar la navegación aérea. Aún, sobre todo, su interés por los vuelos trasatlánticos con Sudamérica, pues lógicamente, buscaban un punto de apoyo seguro que les permitiera alcanzar sus objetivos. Para Salvador Miranda tres fueron las propuestas que se sugirieron: La bahía del Confital como base para hidroaviones (1927), la finca de Escaleritas en la Ciudad Alta (1941) y, finalmente, el aeropuerto de Gando, con una bahía para los hidros. Las dos primeras solo encerraban dos ventajas: proximidad a la ciudad y evitar el trastorno de la comunicación de Gando con Las Palmas. Comunicación por Telde con carreteras en estado deplorable. Recorrido que persistió hasta la apertura de la autopista con el Sur. Como es sabido, el Cabildo (1945-1948) realizó el proyecto en Gando, como ha estudiado Manuel Ramírez Muñoz. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 31 Si a la Real Sociedad le preocupó como al Cabildo, las navegaciones marítimas y aéreas, mucho más los problemas de algo más cercano y cotidiano, la ciudad de Las Palmas y la isla de Gran Canaria, pues desde los inicios no escaparon a la espera de las Instituciones. Tema que estudia el profesor Miranda con acierto modélico es la preocupación de La Económica por la Ciudad. Es natural que a las comunicaciones diera tanta trascendencia, ya que la ciudad y su futuro en toda su complejidad no podían ser descuidados. Percibe lo añadido por el autor el de su habilidosa estructuración que la complejidad de las mismas conlleva. Radica en la agrupación de las mismas en enfrentarse con ellas desde cuatro ópticas: instrucción pública, servicios públicos, la promoción interior y exterior de Las Palmas y la promoción interior y exterior de Gran Canaria, a las que añade las preocupaciones por hambrunas, epidemias y plagas. Junto a mi anterior elogio, prometo no entrar en el estudio de las veintiocho acciones de La Económica a lo largo de los sesenta años del novecientos. En la Educación, instrucción pública en la época, sigue la continuidad de nuestra burguesía a la línea trascendental introducida por sus antecesores a mediados de la anterior centuria en la que el sector mercantil arrastra al agrario. Es más, aunque olvidado, habrá que recordar que esta fue la tarea impulsora de los ilustrados, encabezados por Viera y Clavijo como objeto fundamental de nuestra Institución. Conviene destacar cómo entre los centros de la enseñanza que promocionó la Sociedad, destacan por su trascendencia la Escuela Superior Industrial de Las Palmas (1901-1902) y el Instituto General Técnico (1915-1916), así como el restablecimiento de la Escuela de Comercio (1914-1941) ¿Fueron estas, de alguna manera, los precedentes de la Escuela de Ingenieros Industriales y la Facultad de Ciencias Económicas, precedentes de la Universidad Técnica de Las Palmas, centros hoy integrados en la ULPGC? Y desde otro punto de vista ¿cómo en un Archipiélago donde escasea la industria son reclamados institutos industriales? Cuestión que indica una preocupación por industrializar nuestro Archipiélago. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 32 De las mejoras para la ciudad destacaría la reforma del Guiniguada propuesta en 1907 y que todavía no se ha conseguido aunque el barranco se haya cubierto hacia la década de los setenta. La temperatura de la Ciudad en 1914 con la función de atraer un turismo, por entonces sanitario; y que fueran en el año catorce con la Primera Guerra que lo mismo podría acabar con las llegadas o provocar su enorme aumento, consecuencia de los enfermos que ocasionó una guerra de trincheras. Otro logro trascendental: el promover el tranvía eléctrico —luego en el treinta y seis La Pepa—, tirado a vapor, proyectado desde el Puerto hasta San José, lo que no se logró pero para el mismo hubo que derribar el famoso Puente de Verdugo. La verdad es que su arranque estuvo en el inicio de la calle Triana esquina con Malteses. Lógicamente, el tranvía debió de haber resuelto el problema de la carretera del Puerto, otra preocupación del largo trámite y disputa entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento. Estuvo aún con el tranvía convertida en un barrizal cuando lloviera y una polvareda con el secano. De la dotación del servicio público solo traigo el recuerdo de la edificación de la Comandancia General de Marina. Todavía enhiesta y arropada en sus alrededores. Las otras tres han sido suprimidas o incluidas dentro de instituciones superiores. Por lo que toca a la promoción exterior-interior de Gran Canaria, una muestra más de nuestra Sociedad fueron las exposiciones, como el Pabellón de Canarias en la de Sevilla y otras de tipo local. Tampoco voy a detenerme en las hambrunas de las islas orientales, la peste y las plagas. Solo me viene a la mente que lo escrito por Salvador Miranda sea útil a Manuel Ramírez, la de la langosta, y a Martín del Castillo su interés por la salud de nuestra Ciudad. Tengo que confesar que me he extralimitado en este capítulo séptimo, ya que ha sido con elogiosa calidad para mí, sino porque me ha traído tantos recuerdos sobre cómo era y estábamos los que entonces vivíamos, que me ha complacido su lectura y relectura con un alto grado de satisfacción. Sin embargo, quiero traer a cuentas algo extraño al contenido del libro de Miranda Calderín. Fue natural el poco celo que tuvieron los © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 33 miembros de la Real Sociedad durante la República en que casi lo que más le importa es su intervención en el problema de las cartillas de racionamiento. Si me permiten una nueva alteración, me gustaría hacer constar cómo entre nuestros historiadores contemporanistas tanto de las Islas como de la Península, no han tratado de esclarecer las repercusiones que el Crack de 1929 produjo en la corta vida de la Segunda República. Si tenemos en cuenta que sus efectos alcanzaron a estas islas y también a la España peninsular, fue a fines de 1931 o inicios del año siguiente. Leyendo un interesante artículo del prestigioso profesor Fernández Armesto, éste nos aclara cómo la Depresión americana fue la raíz del nacimiento del Fascismo en Italia, el Nazismo en Alemania y el Estalinismo en Rusia. La pobreza social hizo que en estas naciones buscaran un salvador. Y yo me pregunto ¿no sería esta depresión causa del fracaso de nuestra Segunda República? Si tenemos en cuenta que la Depresión americana duró cerca de diez años, y esto lo prueban dos prestigiosos autores: Roberts Mc.Elvaine1 en 1993 y Ellis Edward Robb2 en 1995, aseguran que la Depresión en Estados Unidos solo fue superada en 1941 ó 1939 respectivamente. Aunque ya en el siglo XXI con la Globalización y las Nuevas Tecnologías los tiempos se acortan, habrá que reflexionar cuánto tiempo durará en Canarias y en España la actual depresión en que vivimos ¿la década de la norteamericana? En cuanto a la hambruna tras la Guerra Civil y las cartillas de racionamiento, cuando en el treinta y nueve pasé a Madrid para estudiar mi carrera, y hoy que está tan de moda la historia comparada, si enfrentamos la hambruna generada en el Archipiélago con la sufrida en las zonas conquistadas por los vencedores como Madrid y Castilla la Nueva, etc., veremos que la nuestra fue mucho menos importante que la que sufrieron en La Península, pues aquí se contó con el cambullón entre otras ventajas. Pido perdón a mi amigo Salvador por esta inclusión al margen de mi obligación como prologuista a su obra. Obra técnicamente redonda y que al comenzar la misma con admiración asalto e incluyo aspectos externos a la 1 Mc. Elvaine, Roberts: The great Depression: America, 1929-1941. Thomas Books (1993). 2 Ellis Edward Robb: A Nation in Torment: The great American depresión, 1929-1933, Kodansha, 1995. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 34 misma. Si lo hago, con su anuencia, pienso que será de alguna utilidad para algunos de los lectores, a quienes les guste reflexionar sobre el pasado y el presente. Volvamos al camino. Salvador Miranda después del Puerto y la Ciudad, vuelve a uno de los signos de identidad que cruza la historia de las Islas desde los Reyes Católicos. Las franquicias clausuradas y la defensa de las mismas. Retrata y analiza las ocho cuestiones sobre las ruinas que nos plantearon. El puertofranquismo tiene por base, como es sabido, las disposiciones legales de 1842 y 1900. Yo tengo poco que opinar pues el autor, sin la menor duda, es el mejor experto en la materia. Prueba de su sapiencia: enumera ocho cuestiones, las sitúa cronológicamente pero en la introducción nos avisa con la posibilidad de reagruparlas por las materias que contienen: interés en la importación y exportación, negativa a los monopolios, depósitos y zonas francas y un proyecto El hecho fiscal y la crisis de 1936, que si bien no llegó a realizarse, realza la preocupación de la Real por el hecho fiscal diferenciador de Canarias. Finalmente, el autor lo subraya, conviene dejar noticia de la brillantísima defensa contra el control del petróleo en 1927-28, realizado con un impresionante y magistral escrito que analiza con tiento y acierto. Si las franquicias eran de interés para toda la Isla, no menos interés para los grancanarios era el problema de la repoblación forestal de su Isla. Con ésta cierra el ciclo del quehacer de la Real Sociedad. Bien conocidas son las distintas motivaciones que generaron la deforestación de nuestros bosques. Cayeron nuestros espléndidos árboles como consecuencia de lo que Braudel ha denominado la Civilización de la Madera, a la que había que sumar las necesidades económicas y hambre de tierras. En Gran Canaria la catástrofe fue superior a la de Tenerife, pues si bien los bosques fueron entregados a su Cabildo, en el nuestro se mantuvieron bajo el Patrimonio Regio. Por tanto, fue más fácil amén de más satisfactoria la vigilancia en la isla Picuda que en nuestras forestas dependientes de la autoridad central. Para m��s complejidad, con el final del Antiguo Régimen, los bosques allí fueron municipalizados mientras en Gran Canaria permanecieron estatalizados. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 35 Al profesor Miranda no se le pudo escapar esta atractiva cuestión como buen especialista, paseante y estudioso de las Cumbres de Gran Canaria. De ahí el entusiasmo con que pretende aclararnos lo que realizó la Real Sociedad para hacer frente a la imprescindible reforestación. Lo primero fue la necesidad de que el Estado cediera la propiedad de los bosques al Cabildo Insular, ahora Cabildo de Gran Canaria. — ¿Por qué razón perdió en el camino su insularidad cuando la poseía desde el siglo XVI y siendo uno de nuestros signos de identidad?—. La petición fue al acabar la Guerra Civil y la propuesta, aplaudida por todas las entidades públicas, incluso por la Falange Española y de JONS. Pero entonces el Gobierno no estaba para preocupaciones menores. Nueva salida del camino correcto. Oí una conferencia en El Museo Canario en la que el Catedrático de Geología de Tenerife nos presentaba fotografías en color de cuando, cincuenta años antes, los bosques estaban por completo desprovistos de cualquier clase de arboleda. Medio siglo más tarde la repoblación había ofrecido una belleza verdaderamente singular que caracteriza a nuestras Cumbres. «Como quién no siembra, no recoge», La Económica se tomó tan en serio el poner al servicio público un Vivero forestal. Fue en la trasera del Hotel Santa Catalina, en terreno prestado y más tarde ayudado por el Ayuntamiento. No voy a seguir las duras vicisitudes que atravesó la Real Sociedad con su Vivero. Duro y complicado fue porque le llevó al borde de la bancarrota a la propia Real Sociedad. Sin embargo, la demanda entre 1945 y 1948, no sin una alabanza de Salvador Miranda. Del Vivero salieron muchos millares de semillas distribuidos a cuantos se acercaban en su solicitud, amén de correr con la repoblación forestal, regada a base de cacharros de petróleo, de todas las peladas laderas descendientes de la entonces primitiva Ciudad Alta. En efecto, como reiteraban los directivos de nuestra Económica: «Tener árboles es solo cuestión de querer tenerlos». Alcanzamos el final. Si gracias al autor ya conocemos cómo fueron los sesenta primeros años de La Económica, sus locales, directivos y socios y la hercúlea labor realizada a favor de los grancanarios, o sea, la historia de esa larga vida que estaba por hacer, es lógico que nos preguntemos ¿de qué © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 36 vivían y cómo se administraba la entidad? A resolvernos dedica el profesor Miranda su décimo y último capítulo. Líbreme Dios de interesarme ahora con un análisis de las entradas y gastos de la misma. Solamente advertir que nunca fue opulenta, sino más bien lo contrario. Lamentar el escasísimo número de isleños que ingresaron en ella, solo alcanzaron el centenar en el momento de la División provincial y, en general, algunas veces no llegaban a los cincuenta, que aportaban los socios con sus cuotas trimestrales, y tampoco era mucho lo que se solicitaba para el ingreso en la misma. Por tanto, como ésta era la entrada principal vivió La Económica sesenta años rallando la pobreza. Si supervivió fue gracias a unos cuantos seres privilegiados y buenos conocedores del paisaje y el paisanaje que con esta escasez de ingresos pusieron toda su voluntad en mejorar la situación insular. Desde mi perspectiva las cuotas eran cicateras, pues en 1940 por 10’25 pesetas diarias vivía en una pensión acogedora en Madrid. Cuando la cuota trimestral solo alcanzaba la misma cantidad menos la carabela, el real o veinticinco céntimos. De otro lado, es lástima no poder manejar las series numéricas en pesetas constantes. En Canarias, afortunadamente, tenemos una serie elaborada por Antonio Macías en la que está la evolución monetaria desde mediados del siglo XVI hasta 1850 en la peseta de ese año. En el caso de Salvador Miranda la necesidad no es tan perentoria dado que en el siglo XX, sobre todo los primeros sesenta años, las fluctuaciones de la peseta no se alteraron excesivamente. A pesar de todo, el trabajo de este experto autor fue duro en general y particularmente cuando se encuentra con vacíos en los libros de cuentas y a veces también de las actas debido al abandono de los secretarios, como se señaló en el capítulo primero. Curiosidad que llama la atención y es subrayada por el autor al finalizar el capítulo en el que nos advierte que hombres de tanta altura abrieron la primera cuenta bancaria de La Económica en febrero de 1939, a punto de finalizar la Guerra Civil el primero de abril. Antes de entrar en las conclusiones, el autor se permite sustituirlas por una agilísima y entrañable síntesis en diez páginas con el título A modo de resumen. A mí me parece muy útil y muestra de su extraordinaria gentileza de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 37 hombre bueno para los demás. Pudo con el trabajo realizado, ver incluido en una revista histórica su hermosa síntesis, pero Miranda Calderín la realiza «para que ayude a la divulgación de su labor entre los canarios que no hayan tenido la oportunidad de leer toda la obra», o sea, sacrifica las conclusiones para que un numeroso grupo, para quienes con lo fácil pueda presumir de inteligentes, de estar al día. Me parece oportuno antes del comentario general que me ha parecido el libro, no debe de eludir algo muy satisfactorio. No para el público que logre apencar con el contenido del texto sino para los que se aproximan al mismo con ánimo científico. Me refiero a la serie de apéndices documentales originales, pues son documentos desconocidos conservados en La Económica sobre sus escritos o manifiestos de sus socios, ya que como fuentes son de un valor incalculable. Sólo uno de ellos relata quiénes entraron como socios o fueron socios de honor de la Real Sociedad, no es difícil que encuentren alguno de sus ancestros. También acompaña los capítulos con una serie de ilustraciones fotográficas que siempre alegra la vista, «aunque esta vez no sirven más que mil palabras». Por lo que a este ya excesivo exordio, termino con algunas opiniones que encierra la obra de Salvador Miranda Calderín a la prestigiosa Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas, que nos da a conocer lo desconocido de su actividad en la pasada centuria y nos descubre la enorme tarea realizada al servicio de nuestra sociedad. Tan valiosa o más que el enorme esfuerzo realizado cuando, recién fundada, la dirigió una personalidad tan preclara como la de Viera y Clavijo. Encuentro otro elemento que encierra la obra del profesor Miranda Calderín, es un inestimable privilegio para quienes se interesan de cómo fueran de complicadas durante esos años las relaciones del Archipiélago con Madrid y el trato que su gobierno dio a sus provincias ultramarinas. Salvador Miranda compuso este libro durante dos años en los que, incluso, gran parte de la investigación y todo el texto lo elaboró en el Monte Lentiscal. Por tanto, es un libro ante el paisaje que lo rodea, bien pensado. Ya reconocí al principio lo bien estructurado de la obra e incluso de cada capítulo que termina casi pidiendo entrar en el siguiente. Sin embargo, el lector quedará © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 38 un poco insatisfecho sin conocer si estas labores emprendidas por la Real Sociedad Económica tuvieron un feliz resultado o, simplemente, se desvanecieron, cosa que no es infrecuente en nuestras Islas. El libro es esencial para cualquiera de nuestros contemporanistas. Ya eso lo he insinuado alguna vez. Y más especialmente para los que tratan la vigésima centuria. La razón es sencilla, La Económica, a pesar de los pesares —su pobreza, defectuosa administración, extraordinarios secretarios que olvidan su quehacer— tuvo entre directivos y pocos socios los líderes del pensamiento sobre las Islas. Son estos, por tanto, a quienes no se les escapa los problemas esenciales de las mismas. Por ello, lo que dijeron y escribieron sobre temas de su incumbencia tendrá que ser analizado y tenido en cuenta. Como no quiero ser reiterativo, no debo ahora comentar los temas tratados ni siquiera los esenciales pues creo han sido suficientemente valorados. Lo que si quiero es dejar testimonio de que para mí la lectura y relectura del libro que el lector tiene entre sus manos, han sido una placentera labor. Razones, es la continuación de la Historia de la Real Sociedad de Cristóbal García del Rosario que finaliza con el siglo XIX, pues esta obra primeriza fue su tesina al acabar la licenciatura. Tengo la satisfacción de insinuarle el tema y la de dirigírsela. El otro motivo es que me han traído a la memoria tantos lances, emociones, recuerdos de este atrabiliario siglo XX, los goces y tristezas, la felicidad y la pesadumbre que a uno le ha tocado visualizar. Y, especialmente, los referentes a estas Islas que uno tanto quiere. Tenemos que reconocer que si el siglo XX tuvo décadas deliciosas, también las tuvo de horrores como nunca las sufrieron en los siglos anteriores. Razones de lo anterior. Modestamente, pero desde el fondo de mi corazón, quiero mostrar mi gratitud y la correspondiente enhorabuena a mi entrañable amigo Salvador Miranda Calderín por el que tanto aprecio tengo desde los tiempos de «la nieve y el REF». Ahora se las dedico por esta nueva y gentil aportación entre las suyas. Y, si me permite una recomendación: ¡por favor Salvador, no dejes la pluma! © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 39 Como es lógico, mi gratitud a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, que si bien me incluyó entre sus socios de honor, ahora me ha brindado la lectura de este nuevo libro, de los muchos que viene publicando. Y de la Institución, mi más afectuosa gratitud a su actual y eficaz director Francisco Marín Lloris, marqués de la Frontera, a quién le vengo profesando una profunda amistad desde hace tantos años. Finalmente, cuando aparezca esta Historia de la Económica en el siglo XX, felicitaré a la imprenta y enmaquetador si, como espero, el libro va acompañado de un bello traje que lo abrigue y una hermosa letra, pues su calidad así lo exige. Antonio de Béthencourt Massieu Casa de Colón-Seminario Millares Carlo © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 41 INTRODUCCIÓN © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 43 Redactar parte de la historia de la institución civil más antigua de Canarias es también contribuir al conocimiento de la historia de la isla de Gran Canaria y de Canarias en general, ya que a través de los libros de actas de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas (hoy de Gran Canaria) se van identificado uno a uno los principales problemas de la sociedad canaria en momentos puntuales y observando cómo van solucionándose, bien por imperativo de las autoridades o por sugerencias de las instituciones como las que hoy nos ocupa. Precisamente la identificación de las necesidades que la sociedad espera que sean cubiertas en una época determinada, su debate y solución viene formando parte principal de la actividad de la Real Sociedad desde su creación en 1776, función que se proyecta también en el s. XX con una serie de matices que no son más que la propia evolución que las sociedades de este tipo han tenido que efectuar para subsistir en el tiempo. Con estas premisas he comenzando la redacción de este libro en el que analizo la actividad y el papel de Los Amigos del País en los primeros sesenta años del s. XX como parte intrínseca de la historia de Gran Canaria. Podría preguntarse el lector el motivo de que el estudio abarque solo sesenta años y no todo el s. XX. La razón es doble: por un lado, la propia evolución de la sociedad, con la creación de nuevas instituciones que han dado un impulso importante a la Isla, siendo el ejemplo más notable de ellas el Cabildo Insular de Gran Canaria, con sus distintas Consejerías y el Patronato de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 44 Turismo, pero también El Museo Canario, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, el Gabinete Literario, el Círculo Mercantil, Fomento y Turismo de Gran Canaria (precursora del Patronato de Turismo) y un largo etcétera de instituciones públicas y privadas que desempeñaron durante los siglos XIX y XX una notable labor, a las que en tiempos más recientes se ha unido, con un papel relevante, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y, por supuesto, la activa participación de la ciudadanía en la política una vez conseguida la Democracia en España, que han hecho que la vida y la actividad de las Sociedades Económicas actuales poco o nada tengan que ver con las de la primera mitad del s. XX y siglos precedentes. Esta misma apreciación respecto al papel de la Real Sociedad ya la efectuaban dos secretarios de la Institución: José Miranda Guerra en 1911 y Domingo Massieu Rodríguez en 1930, quienes destacaban en sus memorias anuales que las nuevas instituciones acotaban cada vez más la labor a realizar por La Económica. Y por otro lado, que es necesario que transcurran más años para tener una mejor perspectiva histórica que permita analizar objetivamente la labor realizada en el último tercio del s. XX; y, por supuesto, a nadie se le esconde la dificultad de tener que enjuiciar la labor de miembros de las juntas directivas que aún están en la Institución. Las Reales Sociedades en España han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, reconduciendo sus actividades a labores quizás menos trascendentes, pero igual de importantes en una sociedad que necesita de este tipo de instituciones para identificar, analizar, debatir e intentar solucionar las dificultades que vayan surgiendo. La Real Sociedad de Las Palmas no ha sido una excepción en este proceso y hoy muestra con orgullo sus doscientos treinta y cinco años de historia, su tradicional vocación de servicio y su versatilidad para estar siempre presente donde la sociedad lo estime más conveniente. Bien es cierto que este tipo de instituciones parecen un coto cerrado para quien no las conozca, pero no deja de ser un tópico y una percepción alejada de la realidad, y quizás este trabajo contribuya a «popularizar» el papel que La Económica ha desempeñado en la historia reciente de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 45 Entrando ya en la materia del libro, he querido en primer lugar identificar a las personas que han sabido conducir esta centenaria institución a través del s. XX, centuria que no ha sido fácil en la vida de los españoles y que ha atravesado situaciones especialmente duras y dramáticas como la Guerra Civil. El simple hecho de que La Económica haya permanecido viva es ya suficiente para elogiar a los miembros de sus juntas directivas, pero he querido, además, destacar las actividades más notables que desarrollaron sus directores y secretarios, analizando las normas estatutarias por las que debían regirse y el apoyo con el que contaban, en el que no debe quedar al margen el importante papel que siempre desempeñó la Diputación permanente de esta Institución en Madrid. A través de la lectura del primer capítulo tendremos ya una idea aproximada de quiénes fueron los personajes más importantes de la Real Sociedad y la actividad más notable que desempeñaron. Pero también es importante identificar una institución con un lugar físico determinado, por lo que he dedicado la redacción del capítulo II a las tres sedes institucionales que tuvo La Real en el s. XX, explicando con detenimiento el motivo de los sucesivos traslados hasta ubicarse en la sede actual y dando a conocer aspectos puntuales que constituían hasta ahora una incógnita en la historia de esta Institución. Y entramos por fin a analizar su actividad en el s. XX, para lo que he tenido que priorizar y jerarquizar la labor efectuada, no solo en importancia para la Institución, sino principalmente para la historia de Gran Canaria en general. En esta selección soy consciente que he dejado atrás otros aspectos que para el lector puedan ser relevantes, como, por ejemplo, la importante labor desempeñada con la Academia de Dibujo, cuyo estudio debería hacerlo algún investigador más sensible y cualificado que yo en materia artística. La conclusión a la que he llegado en cuanto a la actividad de esta Institución es que dos hitos fundamentales marcan su trayectoria en el periodo analizado: la División provincial y las obras de ampliación del Puerto de La Luz. Es éste el eje principal en el que se mueve La Económica en las tres primeras décadas del s. XX, que coincide con los principales problemas que la sociedad grancanaria quería resolver. Por © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 46 su importancia hemos dedicado los capítulos IV y V a estos dos hitos, que repito, son vitales para entender la historia de Gran Canaria en el s. XX y que espero que ayuden a interpretar mejor o reinterpretar el papel de las instituciones que colaboraron en su resolución. El resto de actividades, aún siendo importante, se sitúa en un escalón inferior en el orden de prioridades de la población grancanaria, en el que destaco la labor analizada en el capítulo IX, titulado «La Económica verde», en la que damos a conocer la creación y explotación de un vivero forestal en la década de los cuarenta, que sirvió para dinamizar una institución adormecida durante la II República y la Guerra Civil, y para dar ejemplo de conservación y mejora de nuestro medio ambiente. Comienza el siglo XX con un proyecto estrella que sin embargo no llega a realizarse: la celebración de un Congreso Nacional organizado por la Real Sociedad para tratar la instrucción pública y el riego en la agricultura, que analizamos en el capítulo III y que tuvo una notable repercusión en la prensa local y nacional; y a medida que avanza el siglo estudiamos las otras actividades que he considerado principales: la contribución en la creación y desarrollo del aeropuerto (capítulo VI), la contribución a la mejora de la ciudad de Las Palmas y la creación de nuevas oficinas y servicios públicos (capítulo VII) y la constante defensa que en todo momento hizo la Institución del régimen de franquicias canario, combatiendo las dificultades que impedían un comercio más fluido con el exterior (capítulo VIII). Finalizamos este análisis con la explicación de las cuentas de la Real en el s. XX, llegando a la conclusión de que no están en consonancia con el prestigio de la Institución, principalmente por la documentación que falta porque nunca llegó a prepararse. No obstante, creo que queda suficientemente explicado de dónde procedían los fondos que financiaban las actividades de la Real y cuáles fueron los principales gastos e inversiones que tuvo que afrontar. Completamos el estudio con la trascripción de algunos documentos que he creído importante que se conozcan y con las relaciones de los © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 47 miembros de las juntas directivas, diputaciones permanentes y socios de n��mero y mérito de esta Institución. No ha sido fácil elaborar estas relaciones debido a la falta de documentación en muchos años, lo que indudablemente entraña el riesgo de incorporar errores, principalmente por omisión, por lo que pido disculpas a aquellos socios o familiares de socios que no vean reflejado en los listados el nombre que esperan encontrar. En la redacción me referiré a la ciudad de Las Palmas con este topónimo o añadiendo de Gran Canaria si es a partir de 1927, año de la División provincial. Dos años he dedicado a la redacción de esta obra, contando con la colaboración de Gladys Fuentes en los primeros seis meses para entresacar de la prensa todas las noticias que existían de esta Real Sociedad. Ese trabajo lo realizamos en la Hemeroteca de la Biblioteca General de la ULPGC en cuanto a la prensa digitalizada y en la entrañable sala de lectura de El Museo Canario con el resto de periódicos que se editaron en el s. XX. Soy consciente, no obstante, que no habría podido terminar esta investigación en solo dos años sin darse una circunstancia muy positiva: la previa digitalización del Archivo histórico de la Real efectuada por la ULPGC, que me ha permitido acceder a estos fondos vía Internet con toda comodidad desde el ordenador del despacho de mi casa. Trabajar en el Monte Lentiscal por las tardes-noches, con toda la tranquilidad, comodidad y frescor de las medianías, en el horario que cada día me fuera posible, ha sido una gran satisfacción que me han permitido los adelantos tecnológicos. Finalmente me queda hacer constar mi agradecimiento a la Junta Directiva de esta Institución y a su director, Francisco Marín Lloris, por confiarme la redacción de este trabajo, a don Antonio Béthencourt Massieu, por su brillante y amable Prólogo y por haberme propuesto para esta tarea, y a todas las personas que con su información han contribuido a que esta historia sea una realidad. Monte Lentiscal, septiembre de 2009. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 48 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 49 CAPÍTULO I LA ACTIVIDAD DE LA ECONÓMICA A TRAVÉS DE SUS JUNTAS DIRECTIVAS EN EL SIGLO XX © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 50 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 51 En este primer capítulo pretendemos ofrecer al lector un guión de la labor principal realizada por la Real Sociedad en el s. XX y lo haremos a través de la actividad desplegada por sus miembros más representativos, concretamente por los directores y secretarios, quienes supieron canalizar su labor constructiva y plasmarla en los libros de actas. Tarea esta última no siempre fácil de conseguir y que mutila con asiduidad la historia de cualquier institución, de la que no queda al margen la que hoy estudiamos. Veremos en primer lugar la normativa por la que se regían sus actividades, analizando aquellos artículos de los Estatutos que nos faciliten la compresión de su modo de actuar (I.1), para abordar posteriormente la biografía de quienes tuvieron la representatividad de la Institución y la labor principal que desarrollaron en su mandato, acompañados por los secretarios que con humildad, cierto ostracismo y mucho trabajo, nos dejaron el testimonio necesario en las actas para trazar los hechos más significativos de su historia (I.2 a I.10). Destacamos también el importante papel de alguno de los vicedirectores (I.11) y explicamos el funcionamiento de la Diputación permanente de la Real en Madrid (I.12). Abordamos, finalmente, el papel de La Económica en los asuntos políticos (I.13) y el reconocimiento de la Real a sus miembros más destacados (I.14). Al final de este capítulo publicamos dos anexos con la composición de las juntas directivas año por año, y la Diputación permanente en Madrid. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 52 I.1. Las normas básicas de gobierno de la Real Sociedad en el s. XX En los primeros sesenta años del s. XX analizados, la actividad de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas —como así se llamó la Institución durante todo ese periodo— estuvo regulada por dos Estatutos diferentes. Hasta el 31 de diciembre de 1915 por los Estatutos aprobados en 1875 y reformados ligeramente el 9 de febrero de 1890; y desde el 1 de enero de 1916 en adelante por la nueva versión estatutaria aprobada en diciembre de 1915. Esta última, con ligeras modificaciones, prevalece hasta la actualidad. Para comprender el funcionamiento de la Sociedad y de su Junta Directiva es necesario explicar, aunque sea someramente, las normas por las que se regían. Cuestión que emprendemos dividida en los dos periodos que antes delimitamos. I.1.1. Los Estatutos vigentes hasta 1916 Los Estatutos vigentes en los primeros quince años del s. XX regulaban la organización, administración y dirección de la Sociedad en los artículos 19 a 39. La Junta Directiva estaba formada por un director, un censor y un secretario-interventor, que constituían el núcleo duro de la Corporación, denominado «Mesa», más un tesorero, un inspector de la Academia de Dibujo y un bibliotecario. Para cada uno de esos cargos existía un suplente. Celebraba sus sesiones ordinarias cada mes, más las extraordinarias que el director considerase conveniente, y una sesión pública en el mes de enero. La Sociedad estaba dividida, para mayor ilustración de todas las materias que podían tratarse en cuatro secciones: 1ª Agricultura, 2ª Comercio, 3ª Industrias y Artes Mecánicas, y 4ª Ciencias y Bellas Artes. El ingreso en esas Secciones era a petición del socio o por disposición del director si aquel no manifestaba su voluntad dentro del mes de su nombramiento, y cualquier socio podía pertenecer a más de una Sección. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 53 La Económica celebraba tres tipos diferentes de sesiones o juntas de socios: las ordinarias, extraordinarias y públicas. Las ordinarias se celebraban una vez al mes en el día y la hora que señalase el director. Las p��blicas el tercer domingo de enero, y en ellas el secretario leía una memoria de los trabajos realizados el año anterior y el director un discurso. En las sesiones no podía tratarse ningún asunto que tuviese relación con la política. Las juntas o sesiones eran presididas por el director y en su ausencia por su suplente. Si no estuviese ninguno de ellos, por los miembros de la Directiva, excepto el censor, que no podía presidirlas por mandato estatutario expreso. Aparte de la Junta Directiva, la Sociedad tenía una Diputación permanente en Madrid, compuesta por cinco o siete socios, que se encargaba de promover los asuntos que se le recomendasen desde Las Palmas y de las relaciones con la Sociedad Económica Matritense. Todos los cargos, incluso los de la Diputación, eran reelegibles y la elección se realizaba por votación secreta el primer domingo de diciembre de cada año. En caso de empate, quedaba elegido el socio más antiguo, y si eran iguales en antigüedad, el de más edad. El ejercicio del cargo era obligatorio para el socio, pero el que lo hubiese ejercido por espacio de dos años consecutivos tenía derecho a no desempeñarlo durante un periodo igual de tiempo; y cuando resultaba vacante un cargo, la Sociedad acordaba si debía procederse o no a su reemplazo. I.1.2. La regulación de La Económica y su Junta Directiva desde 1916 hasta 1960 El Título IV de los Estatutos aprobados en diciembre de 1915 se ocupa de la Organización y Administración de la Sociedad. El capítulo I de ese Título regula la Junta de Gobierno, que estaba compuesta por el director, el vicedirector, el censor, el secretario-interventor, el tesorero y cuatro vocales. La Junta se elegía o renovaba anualmente por mitades: el primer año, el director, © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 54 vicesecretario, tesorero y dos vocales; y el segundo año, el vicedirector, censor, secretario-interventor y los otros dos vocales. La Junta de Gobierno quedaba constituida a 1 de enero de cada año y se reunía cuando dispusiese el director o lo pidiese por escrito alguno de sus componentes. Además de sus amplías facultades de representación y ejecución reasumía todas las atribuciones de la Sociedad en los meses de julio, agosto y septiembre, en los que la Institución estaba de vacaciones, debiendo informar del uso que hiciese de las mismas en la primera sesión del mes de octubre. En la sesión ordinaria de diciembre se efectuaba la elección de cargos de la Junta de Gobierno. Las funciones del director eran las propias de ese cargo, siendo sustituido en caso de vacante, ausencia, baja o enfermedad por el vicedirector. A falta de ambos, el vocal más antiguo los reemplazaba. El censor velaba por la exacta observancia de los Reglamentos y acuerdos, y promovía todos los asuntos pendientes, teniendo en cuenta su urgencia y utilidad. En caso de vacante, ausencia o enfermedad era sustituido por el socio más antiguo. El secretario-interventor desempeñaba la doble función de secretario e interventor. Sobre la primera no hace falta detallar su obvio cometido, pero en el desempeño de la segunda había de llevar un libro de ingresos y gastos en el que intervenía los fondos de la Sociedad a su entrada y salida. Firmaba, además, todos los recibos de cobro y era el responsable de revisar todas las cuentas que por cualquier concepto pertenecieran a la Sociedad. Según hemos comprobado en la documentación del s. XX es la figura sacrificada de toda Institución, no la que más brilla, pero sí la que es totalmente necesaria para que prospere y tenga continuidad la gestión institucional. El vicesecretario, aparte de sustituir al secretario, tenía como misión específica ocuparse de la Biblioteca de la Institución, llevando un libro registro de las obras que la formaban. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 55 El tesorero realizaba las tareas de cobros y pagos, llevando un libro con las entradas y salidas de los fondos sociales y rindiendo cuentas en el mes de febrero de cada año. Su labor era fiscalizada por el secretario-interventor. En ausencia o enfermedad era sustituido por el vocal que él mismo designase, comunicándolo por escrito al director, mientras que en vacantes, el director era quien designaba el vocal sustituto. Finalmente, los cuatro vocales desempeñaban los cargos que les señalase la Junta de Gobierno y cumplían las funciones sustitutorias de los cargos anteriores. Las sesiones o juntas no podían durar más de dos horas y se celebraban las ordinarias una vez mes, las extraordinarias cuando lo dispusiese el director o lo solicitasen por escrito el censor o tres o más socios, y las públicas cuando expresamente lo acordase la Sociedad o en casos urgentes lo dispusiese el director. En los primeros quince días de enero se celebraba una sesión pública solemne para posesión de la Directiva, lectura de la Memoria y reparto de premios. Para mejor desempeño de su labor, la Sociedad podía nombrar comisiones especiales compuestas por uno o más socios para que informase sobre temas en particular. La Sociedad seguía representada en Madrid por una Diputación permanente, compuesta de presidente, vicepresidente, secretario, vicesecretario, censor y tres vocales. Además contaba con un Comisionado permanente con delegación para representarla en los organismos oficiales, representantes en Cortes, etc. Este Comisionado podía solicitar el consejo de la Diputación permanente. Tanto uno como otros eran elegidos anualmente. Los cambios de mayor calado que observamos entre una y otra regulación estatutaria son básicamente dos: i) La desaparición de las Secciones dentro de la Sociedad, cuestión que estimamos positiva para el desarrollo de La Económica, y © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 56 ii) La renovación parcial de la Junta Directiva cada año. Con la exposición de estas normas básicas estamos ya en disposición de abordar la composición y actividad que desarrollaron las distintas juntas directivas en el periodo analizado. I.2. Los directores y secretarios que mantuvieron viva la Institución en el s. XX Habíamos calificado de «núcleo duro» de la Junta Directiva los cargos de director, censor y secretario. Constituían lo que se denominaba la «Mesa» en la primera etapa estatutaria analizada y si ésta no podía constituirse, aunque fuese a base de suplentes, no podía llevarse a cabo la sesión prevista. De este núcleo duro, los cargos de director y secretario son los que se revelan como fundamentales. Tanto sus titulares como sus suplentes fueron los que llevaron el peso de La Económica, razón por la que queremos destacar en una primera aproximación a sus juntas directivas sus nombres, formación, relevancia social y los principales objetivos que alcanzaron en el desempeño de sus cargos. Ocho directores diferentes tuvo la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el periodo 1901-1960 y tres más durante el resto del s. XX. Murieron tres de ellos en el cargo de director: Gregorio Chil y Naranjo, Ambrosio Hurtado de Mendoza y José Mesa y López. La relación de directores y los años durante los que desempeñaron su labor en el s. XX es la siguiente: - Gregorio Chil y Naranjo: 1901 - Luís Van de Walle y Quintana, sexto marqués de Guisla Ghiselin: 1902-1907. - Fernando del Castillo y Manrique de Lara, conde consorte de La Vega Grande: 1908-1911. - Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar: 1912-1918. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 57 - Ambrosio Hurtado de Mendoza: 1919-1922 - Francisco Bethencourt Armas: 1923-1929 - Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar: 1930-1934. - José Mesa y López: 1935-marzo 1951 - Diego Cambreleng Mesa: abril 1951- 1969 y 1974-1990 - Luís Correa Viera, 1970-1973 - Nicolás Díaz-Saavedra de Morales, 1991-1999, y - Francisco Marín Lloris, marqués de Frontera, 2000 El director que durante mayor plazo desempeñó su cargo en el periodo analizado fue José Mesa y López (16 años y 3 meses), seguido del décimo marqués de Acialcázar en sus dos etapas (12 años), de Francisco Bethencourt Armas (7 años), del sexto marqués de Guisla Ghiselin (6 años), de Fernando del Castillo y Manrique de Lara, conde consorte de la Vega Grande (4 años), de Ambrosio Hurtado de Mendoza (4 años), de Diego Cambreleng Mesa (2 años y 9 meses) y Gregorio Chil y Naranjo (1 año en el s. XX). En el conjunto del s. XX fue Diego Cambreleng Mesa el que durante más años desempeñó el cargo de director: casi 28 años. Los secretarios en este periodo fueron solo cinco: - Francisco Cabrera Rodríguez (1901-1910) - José Miranda Guerra (1911-1912) - Eduardo Benítez Inglott (1913-1926) - Domingo Massieu Rodríguez (1927-1946), y - Antonio Mesa y Bosch (1947- ) Exponemos a continuación algunos datos biográficos de los directores en el periodo 1901-1960 y su principal contribución a la vida y desarrollo de la Institución. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 58 I.3. La dirección del Doctor Chil y Naranjo (1901) El doctor Gregorio Chil y Naranjo (Telde, 1831- Las Palmas, 1901) fue el primer director que tuvo La Económica en el s. XX. Todo un hito en la cultura canaria en los siglos XIX y XX, que supo compaginar su magna labor en El Museo Canario con la investigación, y durante los años 1898 a 1901, con la dirección de la Real Sociedad. Entró en Los Amigos del País como socio de número en 1861, siendo nombrado Socio de Mérito en 1895 por sus servicios, y elegido director en 1898. Le acompañó en la Directiva como secretario Francisco Cabrera Rodríguez, quien llegó a ser nombrado secretario perpetuo, y como vicedirector Bartolomé Apolinario Macías. A su muerte el 4 de julio de 1901, estando desempeñando aún su cargo, ocurrió una de las circunstancias que explicamos anteriormente Gregorio Chil y Naranjo (Director RSEAPLP 1898-1901) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 59 en el breve análisis de las normas estatutarias, que el cargo de director quedó vacante, pasando a presidir las juntas el vicedirector Bartolomé Apolinario Macías —circunstancia ésta que no significó que llegara a desempeñar el cargo de director, sino que como subdirector presidía las sesiones corporativas— hasta que fue elegido en 1902 como nuevo director el marqués de Guisla Ghiselin. Como muestra de reconocimiento a su labor, en la Junta en la que se comunicó su fallecimiento, el vicedirector propuso que es conveniente hacer imperecedera su memoria, adornando la sala de sesiones con su retrato y el de los demás patricios ilustres que le precedieron para estímulo de las generaciones presentes y futuras1. En este año de mandato estuvo asistido por Francisco Cabrera Rodríguez como secretario, de quién nos ocuparemos en el siguiente apartado, ya que desempeñó ese cargo durante bastante tiempo. 1 Libro cuarto de Actas 1895-1901, nº 310. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Memoria Digital de Canarias. Biblioteca ULPGC. En las siguientes notas omitiremos las dos últimas referencias. Biblioteca de El Museo Canario. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 60 I.4. La dirección del marqués de Guisla Ghiselin (1902-1907) Luís José Van de Walle y Quintana (Santa Brígida, 1851 - Las Palmas, 1924), sexto marqués de Guisla Ghiselin por herencia de su abuelo. Desempeñó el cargo de director desde 1902 hasta 1907, ambos inclusive, y en todo ese periodo las labores de secretario fueron desempeñadas por Francisco Cabrera Rodríguez, y las de vicedirector por Rafael Ramírez Doreste (1902) y Dionisio Ponce de León (1903 a 1907). El Marqués fue diputado provincial por Santa Cruz de La Palma en la Restauración del Rey Alfonso XII y Presidente de la Junta de Puertos de La Luz y Las Palmas. Compartió labores en la Junta Directiva con su hermano Manuel Van de Walle y Quintana, quien desempeñó el cargo de censor desde finales del s. XIX hasta 1909. El día de su elección como director, en sesión ordinaria de 8 de diciembre de 1901, Manuel Van de Walle y Quintana tuvo el detalle de ausentarse de la sala para la votación de su hermano. También se dio otra de las circunstancias que explicamos anteriormente, que los directivos Luís Van de Walle y Quintana, sexto marqués de Guisla Ghiselin (Director RSEAPLP 1902-1907) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 61 Bartolomé Apolinario Macías, Diego Manrique de Lara y Domingo de Quintana y G. Corvo renunciaron a sus cargos por llevar ya dos años desempeñándolos, opción que permitían los Estatutos. Su labor más destacada como director en esos seis años la podemos sintetizar en dos puntos: la propuesta que hizo en junta de 1906 para lograr la división de las administraciones públicas canarias, cuyo Informe se imprimiría, y las gestiones que hizo para hacer posible la visita real de Alfonso XIII en ese año. Sobre la primera actividad seguiría insistiendo con constancia y vehemencia como simple socio de la Real, participando activamente en comisiones y asambleas hasta obtenerse en 1912 el nuevo régimen administrativo del Archipiélago. Su labor como socio en el periodo posterior a su Dirección, en el tema de la División provincial, contribuyó grandemente a su prestigio personal en La Económica y en la sociedad grancanaria en general, realizando un papel relevante que, en nuestra opinión, brilló más que el de su etapa como director. Al Marqués le sustituyó como director en 1908 el conde consorte de la Vega Grande. Fue asistido en el puesto de secretario por Francisco Cabrera Rodríguez, quien había sido elegido para tal cargo en 1892, y que fue nombrado socio de mérito en 1894 y por aclamación secretario perpetuo el 22 de mayo de 18982. Desempeñó su cargo desde 1892 hasta 1910, estando enfermo en los últimos meses, razón por la que no pudieron celebrarse las sesiones reglamentarias desde el 22 de diciembre de 1909 hasta el 24 de abril de 19103. 2 García del Rosario, Cristóbal. Historia de la Real Sociedad de Amigos de País de Las Palmas (1776-1900). Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, 1981. 3 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 88. Administración de la Sociedad, 63. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 62 En sesión de 25 de diciembre de 1910 se le aceptó la dimisión por motivos de salud, reconociéndole los servicios y nombrándolo secretario honorario: El Sr. Director accidental hace uso de la palabra para manifestar, por encargo del Secretario de la Sociedad, D. Francisco Cabrera Rodríguez a quien su estado de salud ha impedido asistir a la presente sesión, su deseo de que se le sustituya en el cargo que con carácter de perpetuidad le tiene la Sociedad conferido, a cuya resolución le ha movido el quebrantamiento de su salud, que le hace sumamente penosas y difíciles las constantes atenciones que la Secretaría demanda. La Sociedad, considerando atendibles las razones que han determinado la resolución del Sr. Cabrera y que privan a la misma de sus excelentes servicios, los cuales habían motivado ya el acuerdo de nombrarle Socio de Mérito, al mismo tiempo que accede a los irrevocables deseos que arriba se exponen el Sr. Ponce de León hace unánimemente constar la entera satisfacción con que durante la serie de años que ha desempeñado la secretaría ha visto su gestión y el Sentimiento que hoy le proporciona verse privada del celo y entusiasmo que siempre había puesto a su servicio, guardándole en cuanto ello significa de distinción y de agradecimiento, la consideración de Secretario honorario4. Sus memorias anuales, un tanto barrocas, resumen la actividad realizada el año anterior, transmitiendo moralidad, pero también cierto pesimismo en sus ideas. La de 1902, por ejemplo, empieza así: Señores: nada más digno y más justo que cada cual satisfaga a su patria el tributo de servicios que según su posición y facultades está llamado a dispensarla. Firme en esta creencia, hace ya doce años próximamente, que sin las condiciones que requiere el cargo, pero animado de los mejores deseos, vengo desempeñando la Secretaría de esta Ilustre Corporación si no con acierto, con la misma fe y el mismo entusiasmo que al principio en que tenía presente el buen ejemplo de mi inolvidable predecesor el Dr. Juan Padilla. Entiendo que la falta de entusiasmo que se advierte en esta generación 4 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 106. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 63 Fernando del Castillo y Manrique de Lara, sexto conde de La Vega Grande (Director RSEAPLP 1908-1911) 5 Libro quinto de Actas 1901-1906, nº 68. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. indiferente y positivista, no debe desalentar a los dignísimos miembros que componen hoy esta patriótica Sociedad…5. En 1911 fue sustituido por José Miranda Guerra, muriendo un año después, según se comunicó en junta de 6 de marzo de 1912. En dicha sesión el director, marqués de Acialcázar, lo calificó como infatigable obrero de la prosperidad de la Sociedad Económica como secretario perpetuo, cuyas funciones desempeñó con gran inteligencia y celo mientras sus fuerzas físicas se lo permitieron. I.5. La dirección del conde de La Vega Grande (1908-1911) Fernando del Castillo y Manrique de Lara, (Las Palmas, 1866-1932), conde consorte de La Vega Grande de Guadalupe, licenciado en Derecho, Comisario Regio de Fomento en Las Palmas y Presidentede El Museo Canario, © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 64 desempeñó el cargo de director desde 1908 hasta 1911, inclusive. Aunque las referencias constantes en los libros de actas de sesiones y en la correspondencia de la Institución le confieren el título de conde de la Vega Grande, en realidad era conde consorte, ya que su esposa, Ana del Castillo y Manrique de Lara, ostentaba el título de sexta condesa de la Vega Grande. El matrimonio murió sin hijos, por lo que el condado fue heredado por su sobrino Fernando del Castillo y Manrique de Lara, séptimo Conde. Fue asistido como secretario por Francisco Cabrera Rodríguez hasta 1910 y por José Miranda Guerra en 1911. Como vicedirector tuvo en la Junta Directiva a Dionisio Ponce de León, quién prácticamente llevó el peso de la Real Sociedad en esos años. Por sus muchas ocupaciones o por las razones que fuesen, Fernando del Castillo apenas pudo dedicarle tiempo a su labor al frente de La Económica. Inmediatamente después de ser nombrado director — recordemos que el desempeño de los cargos directivos era obligatorio para los socios al menos durante dos años— presentó su dimisión en enero de 1908, acordándose por unanimidad no admitirle la renuncia teniendo en cuenta que por su patriotismo, saber y representación merece tan elevado cargo en el cual puede prestar grandes beneficios al País y a esta Patriótica Sociedad6, y si presentó su cese fue temeroso de no poder cumplir su cometido conforme a sus deseos y buena voluntad y como lo habían hecho sus dignísimos antecesores7. Durante el año 1910 preside la mayoría de las sesiones el vicedirector ante la ausencia del Conde, a pesar de lo cual se le reelige como director para 1911.Vuelve a solicitar su renuncia en septiembre de 1911, ya que prácticamente todo el tiempo estuvo dado de baja, aceptándosele finalmente el 22 de octubre. Por unanimidad se accedió a sus deseos, haciendo constar la Sociedad el sentimiento con que se ve privada de los buenos servicios que al frente de la misma podía seguir prestando a la Corporación. 6 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 27. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 7 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 35. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 65 Tal como ocurrió en otras ocasiones, la Junta decidió no elegir un nuevo director hasta el mes de diciembre en que correspondía efectuar tal elección, conforme al doble criterio que los Estatutos admitían, debido al poco tiempo que faltaba y al hecho de que el vicedirector contaba con la confianza de la Sociedad para seguir accidentalmente al frente de la misma8. Su dimisión tuvo amplio eco en la prensa local: De la vida local La Económica En la sesión que celebró esta Real Sociedad de Amigos del País, el domingo último se dio cuenta de la renuncia del cargo de Director de la misma que ha presentado el Sr. Conde de la Vega Grande, quien durante el tiempo que ha presidido este importante organismo ha sabido prestarle toda la atención que por su objeto merece, por lo que es de lamentar su resolución. Para dicho cargo suena el nombre de una personalidad muy distinguida, de reconocida ilustración y con gran amor al país, que disfruta de general aprecio público. Parece que la elección se verificará dentro de breves días9. Incidiendo en que los motivos de la dimisión eran estrictamente personales, sin que existiesen fricciones en la Corporación: Dimisión El Sr. Conde de la Vega Grande, que repetidas veces había manifestado sus deseos de abandonar la dirección de la Sociedad Económica de Amigos del País ha presentado, con carácter irrevocable, su dimisión. Tenemos entendido que la dimisión del Sr. Conde obedece a motivos de índole particular y privada, que manifestó a sus amigos desde 8 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 120. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC y Diario Las Palmas, 7-1-1911, pág.2. 9 La Correspondencia de Gran Canaria, 28-9-1911, pág. 2. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 66 que se le reeligió en el último año. No obedece, pues a ninguna clase de disgustos con la Sociedad10. Tras su nueva renuncia al cargo, esta vez aceptada, en diciembre de 1911 fue elegido director para 1912 el marqués de Acialcázar. Como dijimos, estuvo asistido por dos secretarios. Hasta 1910 por Francisco Cabrera Rodríguez, a quien ya nos hemos referido, y posteriormente por José Miranda Guerra. José Miranda Guerra (Teror, 1885 – Las Palmas de Gran Canaria, 1941) fue presidente y secretario del Colegio Pericial Mercantil, secretario de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas, profesor y Catedrático de Escuelas de Comercio en Estadística y Geografía Económica, y autor del libro Los Puertos francos de Canarias. Ingresó como socio de número en la Real Sociedad el 21 de octubre de 1910, siendo elegido secretario en sustitución de Francisco Cabrera Rodríguez en sesión de 25 de diciembre de 1910. Ejerció dicho cargo en los años 1911 y 1912. Para 1913 fue sustituido por Eduardo Benítez Inglott. Solo nos ha quedado la redacción de su Memoria de 1911, leída en sesión pública de 21 de enero de 1912, ya que la de 1912 no llegó a redactarla. En ella no se encuentra satisfecho con la labor desarrollada por La Económica: Pocas palabras en verdad, son necesarias para historiar la labor de esta Sociedad en el año 1911 que acaba de terminar. Ha sido una labor falta de espíritu y de idealidad. Leyendo las actas de ese año, es imposible darse cuenta de que esta Sociedad Económica pertenece a un pueblo lleno de juventud y de energía, que ama su prosperidad, que labora por un destino superior en el concierto de los pueblos modernos, que contempla ante sus ojos la visión de un porvenir florido de grandeza. Quizás sea ello circunstancial, quizás dependa principalmente de la 10 El Debate, 25-10-1911, pág. 4. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 67 nueva orientación que la vida moderna señala a las actividades de los pueblos…11. Aunque el año anterior, en la sesión de 29 de enero de 1911, redactó una proposición muy realista en la que intuía que la creación de numerosos organismos oficiales y populares reducía la labor que desempeñaban las reales sociedades económicas: La creación y establecimiento de organismos oficiales y populares que la iniciativa gubernamental ha ideado para el fomento y desarrollo de la riqueza pública y de los generales intereses del país han reducido el campo de acción de las Sociedades económicas a extremos de secundaria importancia, entre las entidades encargadas de velar por el mejor y más perfecto encauzamiento de las energías nacionales… Proponiendo que había que estar atentos a los problemas y cuestiones que pudiesen interesar a nivel local para estar a la altura de la historia de la Institución12. Su labor como secretario no fue importante, pero sí lo fue la actividad que desempeñó en las comisiones y en los asuntos que se les encargó, destacando los amplios estudios que efectuó sobre la ampliación del Puerto de La Luz y varios temas fiscales. 11 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 125. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 12 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 109. Administración de la Sociedad, 63. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 68 I.6. La primera etapa de director del marqués de Acialcázar (1912- 1918) Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar (Las Palmas de Gran Canaria, 1858-1946), heredó su título por la muerte de su primo segundo Fernando de Nava y del Hoyo. Militar de profesión, llegó a General de Infantería, siendo además Senador del Reino, Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria y hombre culto, en cuya labor destaca el valioso y extenso archivo documental que logró reunir. El Marqués era hijo y sobrino de antiguos directores de la Real Sociedad en el s. XIX (Antonio de Quintana Llarena, coronel de Artillería, diputado a Cortes y socio de mérito de la Real Sociedad; y Juan de Quintana Llarena, respectivamente). Desempeñó la dirección de La Económica en dos periodos: el primero, desde 1912 a 1918; y el segundo, desde 1930 hasta 1934. En el primer periodo tuvo un papel destacado, mientras que en el segundo —siendo Marqués en plena República… y además de edad avanzada— su labor fue mínima. Es uno de los pocos socios que estando o no en la Junta Directiva asistió con regularidad a las sesiones celebradas por Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar (Director RSEAPLP 1912-1918 y 1930-1934) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 69 la Real Sociedad, mostrando siempre un trato respetuoso. Prueba de ello es el escrito que con fecha 16 de diciembre de 1911 dirige a la Real, de la que había sido elegido director seis días antes, en agradecimiento por los testimonios de consideración y cariño con los que la Corporación honró la muerte de su padre, Antonio de Quintana, en el mes de noviembre de 191113. Su nombramiento fue bien acogido por parte de la prensa, que vaticinaba que La Económica entraba en un periodo de actividad en que aumentaría el número de socios14 —en ese mes se elevaba a setenta y siete15— y salía de su letargo gracias a los nuevos bríos con los que la nueva Directiva abordaba la División provincial: Pro Patria. La Real Sociedad Económica de Amigos del País que tan brillante papel ha desempeñado en la historia de Las Palmas, ha salido del letargo en que estaba sumida de algunos años a esta parte y vuelve a dar señales de vida. Pero de vida nueva, potente, saludable para el país, patriótica para sus ideales, bienhechora para todos. La Provincia, que vino al palenque de la prensa para trabajar por la prosperidad del país y tiene por norma no mezclarse para nada en política y siendo su bandera la división de la Provincia, tributa con todo el ardor que se merece, un entusiasta aplauso a los elementos directores de la Económica y ofrece incondicionalmente su modesto concurso a la Real Sociedad16. Una de las iniciativas domésticas que tuvo el Marqués fue la de proponer que las juntas se celebrasen por la noche para facilitar la asistencia de los socios, cuestión que fue aprobada por unanimidad17. 13 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 124. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 14 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 124. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 15 Correspondencia de 1912, nº 207. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. 16 La Provincia, 6-2-1912, pág.1. 17 Libro sexto de Actas 1907-1921, sesión de 21 de enero de 1912, nº 130. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 70 Durante esta época como director se produjo uno de los hechos más lamentables ocurridos en la sede social: su allanamiento y la disolución de la junta por la fuerza pública cuando se debatía, precisamente, la División Provincial, materia que por su importancia detallaremos posteriormente. Su profesión de militar le impedía ocuparse debidamente de los asuntos sociales, solicitando su dimisión tras su reelección en junta de 21 de diciembre de 1913 para no ocasionar molestias a su sustituto, sin que le fuese aceptada por los socios. El 9 de marzo de 1914 solicitó nuevamente su dimisión: Teniendo ocupaciones urgentes a que atender, las cuales no me permiten acudir con la solicitud debida a los trabajos de esa patriótica Corporación, me doy de baja en la dirección de la misma. Lo que me honro en significar a V. S. rogándole se haga cargo de la mencionada Dirección18. A pesar de lo cual fue reelegido para 1915. El 28 de noviembre de 1918 renuncia por escrito a su cargo por tener que ausentarse de la Isla, lamentando tener que hacerlo y dando las gracias por los homenajes recibidos19. La junta de socios, en sesión ordinaria de 29 de diciembre de 1918 bajo la presidencia accidental de Francisco Gourié, acordó admitirla por la única razón de su traslado, debiendo consignarse en actas la satisfacción con que la Sociedad ha visto la gestión patriótica de su Director en todo momento. Sin lugar a dudas, la contribución de la Real a la obtención del nuevo régimen administrativo del Archipiélago fue el aspecto más importante de su mandato en esta primera etapa, siendo también 18 Correspondencia de 1914, nº 5. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. 19 Correspondencia de 1918, nº 71-72. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 71 destacable la redacción y aprobación de los nuevos Estatutos sociales en 1915. Tras su dimisión, por motivos de traslado, fue nombrado director para 1919 Ambrosio Hurtado de Mendoza. En su primera etapa en la dirección, desempeñaron las labores de secretario José Miranda Guerra (1912) y Eduardo Benítez Inglott desde 1913 a 1918. Del primero ya nos hemos ocupado, mientras del segundo lo haremos al final del siguiente apartado, ya que compartió las labores de secretario con el marqués de Acialcázar y con Ambrosio Hurtado de Mendoza. La Data, finca del marquesado de Acialcázar en el Monte Lentiscal. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 72 I.7. La dirección de Ambrosio Hurtado de Mendoza (1919-1922) Ambrosio Hurtado de Mendoza (Las Palmas, 1850-1922) fue director de La Económica desde 1919 hasta su muerte en 1922. Abogado de prestigio, escritor y periodista, fue Alcalde de Las Palmas, en cuya labor destacó con la reforma sanitaria emprendida, y diputado a Cortes. Ostentó la presidencia de El Gabinete Literario y del Consejo Insular de Fomento. También formó parte del Cabildo Insular de Gran Canaria. Era sobrino de Benito Pérez Galdós, quién en esos años ostentaba la presidencia de honor de la Diputación de la Real Sociedad en Madrid. Le acompañó como secretario en la Junta Directiva Eduardo Benítez Inglott. Su discurso inaugural como director fue muy alabado y quizás de los más completos y mejor redactados en esta primera mitad del s. XX, haciendo referencia a la labor desarrollada desde 1910 por la Corporación para lograr la ansiada División provincial. Discurso que fue Hurtado de Mendoza (Director RSEAPLP 1919-1922) 20 Diario Las Palmas, 7-1-1919, pág.3; La Provincia, 9-1-1919, pág.1. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 73 destacado y reproducido en la prensa local20. Parte de este discurso decía así: Se dice por gentes frívolas que las sociedades de Amigos del País no sirven para nada, pues les pasó su tiempo y hoy son unos mamotretos arcaicos que deben recogerse y guardarse en los Museos de Historia. No sé lo que pasará en otras sociedades de Amigos del País, pero ésta Sres. tiene muy viva su personalidad como se demuestra con una actuación reciente que hoy puede decirse de actualidad. La división de la provincia de Canarias agitó los espíritus en este archipiélago después de la visita del Conde de Romanones como Ministro de la Gobernación acompañando al Rey…21. En 1920 Ambrosio Hurtado de Mendoza fue nombrado Comisario Regio Presidente del Consejo de Fomento de Canarias orientales22, compartiéndolo con la dirección de La Económica. Fue también comisionado permanente de la Diputación de la Real Sociedad en Madrid en los cuatro años del periodo 1916 – 1919. La labor más importante que desarrolló La Económica bajo su dirección fue la consecución de las obras de ampliación del Puerto de La Luz, realizando para ello una magna asamblea que tuvo una amplia repercusión social en su día. Igual que ocurrió con la muerte de Gregorio Chil y Naranjo en 1901, al fallecimiento de Hurtado de Mendoza con el cargo de director, su Junta Directiva acordó no proveer la vacante hasta 1923, desempeñando la presidencia de las Juntas el subdirector. Para el año 1923 se eligió director a Francisco Bethencourt Armas. Fue asistido como secretario por Eduardo Benítez Inglott. 21 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 248-251. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 22 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 283. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 74 Eduardo Benítez Inglott (Las Palmas de Gran Canaria, 1877-1956), docente, periodista, escritor e investigador. Fue secretario del Ayuntamiento y Cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria. Estuvo en Madrid como secretario de Leopoldo Matos y Massieu cuando era ministro de Trabajo. Dos veces fue director del diario La Provincia. Publicó varios libros y fue miembro destacado de El Museo Canario. Ingresó como socio de número de la Real Sociedad en 1911, siendo nombrado secretario en 1913. Cargo que desempeñó —sin éxito alguno en los últimos años— hasta 1926. Su primera memoria (la del año 1913) refleja lo que estaba sucediendo en la sociedad canaria en general y en la Real en particular, siendo breve —según sus mismas palabras— por desarrollarse la gestión de esta Corporación en un medio de absoluta indiferencia por parte de todas las clases de la sociedad, sin excluir a la mayoría de los que en nuestras listas figuran…23. Durante varios años se lee la memoria del secretario, pero no se copia en el libro de actas, hasta que en sesión pública de 9 de enero de 1921 se vuelve a reflejar. La memoria del año 1920 es una de las que más nos ha gustado, un buen resumen de la actividad desarrollada con comentarios escuetos y precisos, de los que trascribimos los primeros: Señores socios: cumpliendo precepto reglamentario, voy a tener el honor como Secretario de esta Real Corporación de exponer brevemente un peque��o resumen de la vida de La Económica durante el pasado año 1920. Se han celebrado las nueves sesiones ordinarias reglamentarias, y además dos sesiones públicas y dos extraordinarias. Aparte de los dos importantísimos asuntos de la ampliación del Puerto de La Luz y de la mejora de los servicios de comunicaciones postales y telegráficos que desde 1919 han venido siendo objeto de atento 23 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 182. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 75 cuidado por parte de esta Real Corporación, se han tratado en las citadas sesiones de los siguientes asuntos: a) Interesar del Excmo. Cabildo Insular la publicación del Boletín Oficial para el que está autorizado. b) Oponerse al proyecto de reforma de la contribución por rústica y urbana, incluido en el proyecto de ley de presupuestos, así como a la imposición de dos ( ) provisionales hasta que entre en vigor aquella ley. c) Dirigir exposición al Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros solicitando la españolización de Tánger. d) Solicitud de indulto para los reos alemanes. e) Conceder al Concejo Insular de Fomento el local de la Sociedad para que celebre sus sesiones en tanto no tenga propio. (…)24. 24 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 293. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Plaza y Monumento de Hurtado de Mendoza. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 76 I.8. La dirección de Francisco Bethencourt Armas (1923-1929) Francisco Bethencourt Armas fue Alcalde de Las Palmas en 1909 y estaba casado con Carmen de Quintana, hermana del marqués de Acialcázar. Desempeñó el cargo de director desde 1923 hasta 1929, inclusive. Fue el director que más veces salió en la prensa local, que se ocupaba de sus viajes, idas y vueltas, veraneos en El Monte, enfermedades, mejorías, etc. Así sabemos que era un viajero frecuente: en el verano de 1924 estuvo de viaje con su esposa y cuñada por España, Francia e Italia, embarcando nuevamente en junio de 1925 para Francia. Pasaba los veranos en su finca de El Monte, estuvo enfermo en noviembre de 1925, de febrero a abril de 1928, enero y febrero de 1929. El Diario de Las Palmas y La Provincia eran los que se ocupaban de sus avatares. Murió en Las Palmas de Gran Canaria en 1930. En sus primeros cuatro años como director desempeñó la Secretaría —más bien tuvo el cargo de secretario— Eduardo Benítez Inglott, quién presentó su dimisión en enero de 1926, dejando un importante espacio en blanco en las actas de sesiones en los años 1921 a Francisco Bethencourt Armas (Director RSEAPLP 1923-1929) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 77 1926. Sus labores las asumió durante 1926 el vicesecretario Rafael Cabrera Suárez, y desde 1927 hasta 1929 otro de los secretarios importantes que tuvo La Económica, Domingo Massieu Rodríguez. Los hechos más destacados durante su periodo al frente de la Real Sociedad fueron la División provincial en 1927, logro en que activamente colaboró la Institución, y la subasta y ejecución de las obras de ampliación del Puerto, en las que también tuvo un papel notable para que el Estado las prefinanciase. El asunto de la División es así destacado por la prensa: Bajo la presidencia de nuestro distinguido amigo D. Francisco Bethencourt Armas celebró ayer a las tres, sesión extraordinaria la benemérita y patriótica Real Sociedad Económica de Amigos del País con objeto de tomar acuerdos con el Real Decreto de reorganización administrativa de Canarias. El Sr. Bethencourt de Armas al abrir la sesión hace patente en sentidas y emocionadas palabras lo que supone para Gran Canaria la División de la Provincia, por cuyo supremo ideal tanto se ha batallado y para la cual la R. S. tiene en sus actas honrosas páginas que atestiguan cuanto ha hecho durante largos años la Sociedad para lograr lo que era timbre de honor de los verdaderos patriotas…25. Después del hito de 1927, la actividad de la Real descendió considerablemente, tal como se refleja en la memoria que de 1929 presentó el secretario: 25 Diario Las Palmas, 29-9-1927, pág. 2. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 78 Memoria del secretario sobre 1929 Porque verdaderamente poco es el trabajo realizado por esta Corporación en 1929 a registrar y resumir ahora, lo que no puede satisfacer y contentar. Diríase que la inclemencia natural que hizo del año último un mal año para la agricultura, había de tener repercusión en otros órdenes de cosas y había de figurar también como malo en los anales de esta entidad. El año que acaba de terminar casi puede calificarse de periodo de reposo, pero no absoluto, hermético e inmutable, sino propicio a cualquier interesante solicitud, como lo comprobaría la más ligera lectura de las actas de sesiones. Periodo de reposo como el que sigue a la fermentación tumultuosa del vino, durante el cual se decanta y enriquece; no al que produce flojedad y languidez y que es incapaz de soportar agitación alguna26. Durante ese año pasó largos periodos de baja por enfermedad, manifestando sus deseos de que se le sustituyese en la dirección, ya que no podía realizarla con el cuidado y celo que quisiera. Cesó al 31 de diciembre de 1929, sucediéndole en el cargo su cuñado Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar y murió pocos meses después. La prensa, por supuesto, destacó esta renovación, tal como lo había hecho durante todos esos años sobre cualquier noticia respecto a Bethencourt Armas: Copiado de El Liberal Con motivo de la última renovación de cargos de la SEAP, dice lo siguiente: En la última sesión celebrada por la RSEAP, al procederse a la renovación reglamentaria de cargos de su junta de gobierno, atendiendo a los reiterados deseos de su director don Francisco Bethencourt Armas que deseaba no se le reeligiese para ese cargo pretextando la larga enfermedad que ha padecido, de la que se encuentra en convalecencia que no le permite dedicar la necesaria asiduidad al gobierno de dicha Corporación, ésta, lamentando que esos poderosos motivos aparten de 26 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 113-4. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 79 su dirección a persona tan celosa y entusiasta como el señor Bethencourt Armas, designó para sucederle en el cargo al marqués de Acialcázar, ex presidente del Cabildo insular, ex senador por Canarias, y director en otras ocasiones de esta Corporación que hoy vuelve a regir27. De su primer secretario, Eduardo Benítez Inglott, ya hemos hecho referencia en el apartado anterior, aunque hemos destacado negativamente en éste su labor; del segundo secretario, Domingo Massieu Rodríguez, nos ocuparemos en el próximo, ya que su labor la desempeñó un elevado número de años. I.9. La segunda etapa del marqués de Acialcázar al frente de la Real (1930-1934) Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar, desempeñaba por segunda vez la labor de director de La Económica. En la sesión pública de 15 de enero de 1930, en la que retornaba a este cargo, recordó a los asistentes que era el socio más antiguo de la Institución. En esta segunda etapa, que duró hasta 1934, inclusive, tuvo de secretario al eficiente Domingo Massieu Rodríguez, aunque la labor que desarrolló la Institución fue mínima durante la República. Prueba de ello es que en el libro de actas de sesiones ni tan siquiera figura Junta alguna, sin que se llegase a renovar la Junta Directiva. En sesión de 3 de mayo de 1931 el director dio cuenta del cambio de régimen que se había operado en España, expresando el deseo, que la Corporación hizo suyo, de que esta nueva modalidad política de la Nación pudiera significar la paz y el orden social. Se acordó en la misma Junta hacer constar el agrado por el decreto del Gobierno provisional dejando subsistente la disposición que estableció la División del Archipiélago en dos provincias, haciéndolo presente por telégrafo al Presidente del Gobierno28. 27 La Provincia, 8-1-1930, pág. 3. 28 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 123. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 80 Le sustituyó en el cargo en 1935 José Mesa y López. Durante esta segunda etapa estuvo asistido como secretario por Domingo Massieu Rodríguez, quien continuaría en el desempeño del cargo muchos años más. Domingo Massieu Rodríguez (Las Palmas, 1899 - Córdoba, 1963), profesor mercantil, abogado, periodista y docente de la Escuela Superior de Comercio. Políticamente fue «delfín» de José Mesa y López, desempeñando desde 1927 la dirección del periódico El Liberal, y desde 1933 del periódico Hoy, que Mesa fundó en ese año. Como político fue Teniente de Alcalde del Ayuntamiento capitalino en los últimos años de la Monarquía. En 1946, a los 48 años de edad, ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María, ordenándose sacerdote en Madrid en 1950. Fallecería en Córdoba a los 64 años de edad29. Fue nombrado secretario de la Real Sociedad en 1927, cargo que ejerció hasta su dimisión en 1946. Durante dicho periodo estuvo al servicio de tres directores: Francisco Bethencourt Armas, 1923-1929; Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar, 1930-1934, y José Mesa y López, 1935-1946. Vivió en primera persona la División provincial en 1927 y sus memorias fueron claras —como periodista que era—. Reflejamos parte de su memoria del año 1927, en la que se entrenaba en esta labor y se mostraba eufórico: Sin jactancia de ninguna clase, creo que podemos decir que nuestra labor en este último año puede sufrir comparación con la de cualquier otra época. La exposición entregada al Ministro de Gracia y Justicia, cuando su visita al Archipiélago, estudiando los principales problemas de esta tierra y apuntando soluciones a algunos de ellos; la dirigida al Ministro de Fomento sobre el nuevo régimen de concesiones 29 Guimerá Peraza, Marcos. Biografía política e Historia Canaria, Tomo IV, página 82. Santa Cruz de Tenerife, 2003; y José Mesa y López (1877-1951), nota 31, página 54-55. Fundación canaria MAPFRE Guanarteme, Las Palmas de Gran Canaria, 2000. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 81 en nuestro puerto, …, el estudio sobre el emplazamiento del futuro aeropuerto y los acuerdos tomados sobre las modificaciones del proyecto del nuevo dique del Puerto de La Luz, así como los comentarios que pusimos al Real Decreto que dividió el Archipiélago en dos provincias… Todas y cada una de estas cosas pregonan que no hemos estado sesteando a la sombra del prestigio bien ganado y de glorias de otros tiempos, y que esta Real Sociedad, al cumplir el siglo y medio de existencia tiene el vigor de juventud emprendedora y laboriosa y un constante anhelo de propia superación…30 Aunque ya al año siguiente se mostraba más cauto con la labor realizada por la Institución, y a la defensiva: …aunque lícito fuera acometerlo cuando la pasión y la ignorancia han tratado de macularla (la labor de la RS) públicamente, pero sobre ello mejor será un irrevocable silencio, que no sea ni humildad ni orgullo… Esta es, en síntesis, lo más (sobre) saliente de nuestro trabajo en el año 1928. No es, en verdad, todo lo que un espíritu ambicioso deseara, pero no es tampoco un «abotargamiento cívico», al que sólo sacude algún asunto tanto más interesado cuanto más menudo y personalista se manifiesta; tampoco es, velando por la pureza del favoritismo, coadyuvar al encanallamiento moral del pueblo, como se nos ha atribuido. Perdón por esta referencia a la censura para la que antes pedía un irrevocable silencio; hagámoslo ahora definitivamente irrevocable sobre la censura y el autor31. Un comentario suyo, muy acertado, figura en la Memoria de 1930, al decir que veía muy limitado el radio de acción de la Real Sociedad por las competencias atribuidas a otras corporaciones. Idea que compartimos por completo y que palpamos claramente en la documentación analizada, queriendo así transmitirla en este trabajo. 30 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 67-9. Administración de la Sociedad. Archivo Histórico RSEAPGC. 31 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 107-8. Administración de la Sociedad. Archivo Histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 82 En la junta de 6 de diciembre de 1946 se hizo constar el sentimiento de la Sociedad por la ausencia del secretario, que había dimitido, no sin antes realizar un donativo de mil pesetas para el casi desahuciado vivero forestal que regentaba La Económica. Se eligió para el cargo en dicha junta a Antonio Mesa y Bosch32. 32 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 191-3. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Vivienda del marqués de Acialcázar en la calle Los Balcones. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 83 I.10. La dirección de José Mesa y López (1935-1951) José Mesa y López (Las Palmas de Gran Canaria, 1877-1951), prestigioso abogado, desempeñó sus funciones de director desde 1935 hasta su muerte el 15 de marzo de 1951. Fue diputado provincial por Guía en 1915, Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria en 1916, Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria en 1922 y 1929, Decano y Decano de Honor del Colegio de Abogados de Las Palmas. En 1936 tenía previsto presentarse nuevamente como diputado, aunque ciertas discrepancias con la CEDA de Gil Robles se lo impidieron. Su pensamiento sobre la nueva situación política después del Alzamiento quedó expresado en sesión de diciembre de 1936: «El presidente informa a la Corporación de haberse producido en el pasado mes de julio el Alzamiento Nacional que persigue poner fin a la caótica situación de España, en que la simple convivencia era ya José Mesa y López (Director RSEAPLP 1935-1951) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 84 casi un problema, y en que el trabajo, la economía y la actividades todas sufrían un colapso, con grave riesgo de la sociedad y de las personas. Hace votos porque el destino de España sea salvado y porque, acabada la contienda, comience una era de restauración de los auténticos valores y de fecunda laboriosidad»33. Mesa y López, nieto del patricio grancanario Antonio López Botas, hijo de Diego Mesa de León y sobrino de Felipe Massieu y Falcón, por tanto nieto, hijo y sobrino de directores de la Real, ingresó como socio de número de la Real Sociedad en 1912, año en que fue elegido miembro de la Comisión formada para defender en Madrid la División provincial (
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Título y subtítulo | Historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el siglo XX (1901-1960): análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria |
Autor principal | Miranda Calderín, Salvador |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Gran Canaria |
Editorial | Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria |
Fecha | 2009 |
Páginas | 495 p. |
Materias |
Real Sociedad Económica de Amigos del País (Las Palmas de Gran Canaria) Historia |
Enlaces relacionados |
Presentación del libro (Video): http://bibmdc2.ulpgc.es/u?/mdcm,98 Documento facilitado por la RSEAPGC: http://www.rseapgc.com/ |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 5678680 Bytes |
Texto | SALVADOR MIRANDA CALDER��N 3 HISTORIA DE LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE LAS PALMAS EN EL SIGLO XX (1901-1960) Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria SALVADOR MIRANDA CALDERÍN REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE GRAN CANARIA 2009 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 4 © Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. © Salvador Miranda Calderín. Depósito Legal: G. C. 1337 - 2009 I.S.B.N.: 978-84-921673-9-5 Impresión: Gráficas Tegrarte, s.l. Impresión: La Herradura - Telde (Gran Canaria). Instituciones que han participado en la financiación de las actividades de la RSEAP durante el año 2009: - Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Ministerio de Educación y Ciencia. - Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. - Excmo. Cabildo de Gran Canaria. - Excmo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 5 SOCIOS - EMPRESAS E INSTITUCIONES COLABORADORAS DE LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS DE GRAN CANARIA - SATOCAN, S.A. - Fundación Canaria Puertos de Las Palmas. - La Caja de Canarias. - José Sánchez Peñate, S.A. (J.S.P.) - Grupo de Empresas Félix Santiago Melián. - Caja Rural de Canarias. - Tirma, S.A. - Aguas Minerales de Firgas S.A. - Editorial Prensa Canaria, S. A. - Global, S.A. - Binter Canarias - UNELCO ENDESA - F. Caballero Massieu, S. A. - Philips Morris. Spain. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 7 ÍNDICE Salutación del director Francisco Marín Lloris Reflexiones en un Prólogo. Antonio Béthencourt Massieu Introducción CAPÍTULO I La actividad de La Económica a través de sus juntas directivas en el s. XX I.1. Las normas básicas de gobierno de la Real Sociedad en el s. XX I.1.1. Los Estatutos vigentes hasta 1916 I.1.2. La regulación de La Económica y su Junta Directiva desde 1916 hasta 1960 I.2. Los directores y secretarios que mantuvieron viva la Institución en el s. XX I.3. La dirección del doctor Chil y Naranjo (1901) I.4. La dirección del marqués de Guisla Ghiselin (1902-1907) I.5. La dirección del conde de La Vega Grande (1908-1911) I.6. La primera etapa de director del marqués de Acialcázar (1912- 1918) I.7. La dirección de Ambrosio Hurtado de Mendoza (1919-1922) I.8. La dirección de Francisco Bethencourt Armas (1923-1929) I.9. La segunda etapa del marqués de Acialcázar al frente de la Real (1930-1934) I.10. La dirección de José Mesa y López (1935-1951) I.11. La primera dirección de Diego Cambreleng Mesa (1951-1970) I.12. La importante labor de algunos vicedirectores I.13. La Diputación permanente en Madrid: un auténtico «lobby» de las islas orientales 15 21 41 51 52 52 53 56 58 60 63 68 72 76 79 83 86 87 88 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 8 I.14. La política y la Real Sociedad I.15. El reconocimiento de La Económica a sus miembros más destacados I.15.1. El centenario de Viera y Clavijo I.15.2. Actos a la muerte y homenajes a León y Castillo I.15.3. Los Socios de Mérito Anexo I. Juntas directivas de la RSEAPLP Anexo II. Diputación permanente en Madrid CAPÍTULO II Las tres sedes institucionales de La Económica en el s. XX II.1. Una sede social itinerante dentro del propio edificio de las Casas Consistoriales II.2. La Económica y la Academia de Dibujo no siempre compartieron la misma sede II.3. La ubicación de la sede social de La Económica en las Casas Consistoriales II.4. Nuevas peticiones de traslado dentro del edificio municipal y la primera negativa de la Real (1923-1939) II.5. El cambio de sede y el establecimiento de la Institución en la calle Domingo Déniz, en la Plaza de San Francisco (Antigua Escuela de San Francisco), 1940-1953 II.6. Una nueva permuta con el Ayuntamiento devuelve a La Real al barrio de Vegueta (1951-1953) II.7. Dos sedes sociales generosamente compartidas con otras instituciones II.8. De la adquisición de cinco cuadros para la sede institucional II.9. La Biblioteca de la Real Sociedad y su traslado a El Museo Canario CAPÍTULO III Un proyecto estrella para el nuevo siglo: el Congreso Nacional de Educación y Obras públicas que nunca llegó a realizarse III.1. El Congreso Nacional, una feliz iniciativa que no llegó a prosperar III.2. La reunión preparatoria en El Ateneo madrileño tuvo gran repercusión nacional III.3. La memoria del Congreso y su tercer y definitivo aplazamiento 91 93 94 96 98 103 113 119 123 126 129 130 136 146 155 165 168 175 178 187 191 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 9 CAPÍTULO IV La contribución de La Económica a la División provincial: un hito en su historia IV.1. El papel de La Económica en la lucha por el régimen administrativo de 1912 que restableció los Cabildos insulares IV.2. El debate sobre la División provincial se reactiva en 1906 IV.3. Las asambleas, mítines y gestiones entre 1908 y 1911 en pro de la División provincial IV.4. La destacada actuación de La Económica en 1912 en pro de la División provincial IV.5. El allanamiento del local de la Real Sociedad por guardias de seguridad de la Delegación del Gobierno IV.6. Reproches y homenajes a la labor realizada IV.7. Hacia la definitiva División provincial (1913-1927) CAPÍTULO V El papel de La Real en la consolidación y ampliación del Puerto de La Luz, su segundo mayor logro en el s. XX V.1. Las dispersas gestiones de La Real para la ampliación del Puerto de La Luz y la resolución de sus problemas más graves V.2. El papel de La Económica en el expediente de ampliación del Puerto de La Luz en los años 1919 a 1921 V.3. La primera convocatoria de la Asamblea general para el mes de octubre de 1920, posteriormente aplazada al 27 de febrero de 1921 V.4. Las ponencias redactadas para su lectura y debate en la Asamblea V.4.1. La ponencia de Jaime Ramonell y Rafael Hernández sobre los Créditos globales: primera solución V.4.2. La ponencia de Jaime Ramonell y Rafael Hernández sobre la emisión de un empréstito por la Junta de Obras de los Puertos de La Luz y Las Palmas: segunda solución V.4.3. La ponencia de José Miranda Guerra sobre la concesión de las obras a un particular: tercera solución V.4.4. La ponencia de Luís Morales Sevil sobre los servicios del Puerto V.4.5. La ponencia de Ambrosio Hurtado de Mendoza sobre las reformas urbanas complementarias al Puerto V.5. La celebración de la Magna Asamblea de 27 de febrero de 1921 195 199 200 201 210 222 225 228 243 246 251 257 263 263 266 267 269 271 273 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 10 V.6. Las gestiones para la ampliación del Puerto continúan después de la Asamblea de febrero de 1921 V.7. La solución legal llega por fin en julio de 1922, aunque el comienzo de las obras se eterniza a pesar de la aprobación del Gobierno V.8. La preocupación de La Económica por la excesiva burocratización del Puerto V.9. El debate en La Económica ante un Puerto vacío en la década de los cuarenta CAPÍTULO VI La contribución de La Económica a la creación y desarrollo del aeropuerto de Gran Canaria VI.1. La bahía del Confital como alternativa de La Económica a Gando para la instalación de una base de hidroaviones (1927) VI.2. La finca de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria, como alternativa a la bahía de Gando (1944) VI.3. La apuesta definitiva de la Real por las instalaciones de Gando (1945-1948) CAPÍTULO VII La contribución de La Económica a la mejora de la Ciudad y a la creación de nuevas oficinas y servicios públicos VII. 1. La Instrucción pública VII.1.1. El proyecto de un Centro de labradores (1901) VII.1.2. La Escuela Superior de Industria de Las Palmas (1901- 1902) VII.1.3. El Instituto General Técnico (1915-1916) VII.1.4. El restablecimiento de la Escuela de Comercio (1910- 1913) y el apoyo a su gestión (1914-1941) VII.2. La mejora de la ciudad de Las Palmas VII.2.1. El proyecto de creación de una sociedad de promoción municipal (1902) VII.2.2. El proyecto de un orfeón en Las Palmas (1902) VII.2.3. El tranvía eléctrico (1906) VII.2.4. El proyecto de reforma del Guiniguada (1907) VII.2.5. Los paseos públicos (1909) VII.2.6. La promoción de casas baratas (1911) 276 277 282 284 291 294 302 306 315 318 319 319 322 325 331 331 332 332 335 338 339 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 11 VII.2.7. La temperatura de la Ciudad (1914) VII.3. La dotación de nuevos servicios públicos en Gran Canaria VII.3.1. La petición de la Comandancia General de Marina y la reposición de la Comisaría de Marina (1906 y 1908) VII.3.2. El Registro Mercantil VII.3.3. La Delegación de Hacienda VII.3.4. El Registro para el reconocimiento de vehículos y conductores VII. 4. La promoción interior y exterior de Gran Canaria VII.4.1. El proyecto de Granja agrícola (1904) VII.4.2. El atraso de los pueblos del Sur de Gran Canaria (1908) VII.4.3. La defensa de las pesquerías africanas (1908-1912) VII.4.4. Una guía de Gran Canaria (1909) VII.4.5. Los proyectos de Exposición provincial (1905, 1910 y 1917) VII.4.6. La Exposición de Sevilla VII.4.7. La requisa del plátano y las cartillas de racionamiento (1944-1947) VII.5. La lucha contra el hambre, epidemias y plagas VII.5.1. El hambre en Fuerteventura y Lanzarote (1901-1909) VII.5.2. La epidemia exótica en Santa Cruz de Tenerife y el intento de incomunicarla de Gran Canaria (1907) VII.5.3. La invasión de langosta (1908) VII.5.4. La solicitud de perdón para los prisioneros alemanes condenados a muerte (1920) CAPÍTULO VIII La Económica y su constante defensa del régimen de franquicias canario VIII.1. El apoyo a las operaciones de importación y exportación (1916- 1919) VIII.2. La negativa a la concesión de un monopolio de transporte por carretera (1926) VIII.3. El Depósito y zonas francas del Puerto de La Luz (1913-1944) VIII.4. En contra de la prohibición de importar trigos y harinas (1927) VIII.5. La defensa de las concesiones portuarias a compañías extranjeras (1927) VIII.6. La oposición al monopolio del petróleo (1927-1928) 340 340 341 343 344 345 346 346 346 347 350 350 353 354 355 356 357 359 360 363 366 367 367 369 371 376 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 12 VIII.7. «El hecho fiscal y la crisis», un concurso que no llegó a realizarse (1936) VIII.8. La oposición al monopolio del tabaco (1943) CAPÍTULO IX La Económica verde: la cesión de los montes públicos de Gran Canaria y el vivero forestal IX.1. El cuidado de los montes públicos en el s. XX y la idea de su cesión al Cabildo Insular de Gran Canaria IX.2. La petición de una parcela en el parque de Santa Catalina (parque Doramas) para la instalación del vivero forestal (1941) IX.3. La explotación del vivero forestal (1941-1948) IX.4. «Tener árboles es solo cuestión de querer tenerlos» IX.5. El fin del vivero por resultar su explotación muy gravosa para la economía de La Real (1947-1948) CAPÍTULO X Las Cuentas de La Económica en el s. XX no están en consonancia con el prestigio de la Institución X.1. Los ingresos de la Real Sociedad X.1.1. La principal financiación de la Real: las cuotas trimestrales de socios X.1.2. Las subvenciones del Ayuntamiento y Cabildo Insular como segunda fuente de financiación de la Real X.1.3. Los ingresos extraordinarios de La Económica X.1.4. Los donativos como complemento a su financiación y ayuda a los desfases de tesorería X.2. Los gastos ocasionados por la actividad de la Real Sociedad X.2.1. Los sueldos del conserje, la partida más importante de gasto X.2.2. Los gastos de limpieza de la sede social X.2.3. Los esporádicos servicios de amanuense para poner al día los libros y organizar los archivos X.2.4. Los servicios de cartería X.2.5. La prima de cobranza de las cuotas sociales X.2.6. El impuesto de personas jurídicas y la contribución urbana X.2.7. El seguro contra incendio del inmueble de San Francisco X.2.8. Los gastos de imprenta 382 383 387 390 395 398 400 408 413 416 417 429 430 430 431 431 433 434 435 436 436 438 438 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 13 X.3. Las inversiones realizadas por la Real Sociedad X.4. La primera apertura de una cuenta corriente bancaria X.5. Las cuentas del vivero forestal (1941-1948) X.6. Los presupuestos de La Real se confeccionaron con todo detalle, pero en muy pocos años A modo de resumen Relación de socios de número y de mérito incorporados en el s. XX Anexo Documental - Documento 1º: escrito de 9 de marzo de 1912 de la Real Sociedad al Ayuntamiento de Las Palmas explicando el allanamiento de su local - Documento 2º: carta de Luís Morote de 31 de marzo de 1912 a la Comisión explicando las negociaciones para el debate en Cortes del dictamen de la División provincial - Documento 3º: carta de Leopoldo Matos Massieu de 14 de abril de 1912 a la Comisión encargada de promover el debate en Cortes del dictamen sobre la División provincial - Documento 4º: cuestionario aprobado por la Real Sociedad el 27 de enero de 1919 para recabar la opinión sobre una nueva organización político administrativa de Canarias Fuentes y Bibliografía 440 441 442 445 449 463 483 485 486 490 491 495 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 15 SALUTACIÓN © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 17 Finalizado el siglo XX, la Junta de Gobierno de la RSEAP de Gran Canaria ha venido manifestando el deseo de contar con un libro, donde se recoja la historia de esta Institución durante ese periodo. Se pretendía con esa publicación enlazar y completar la memoria descrita en el libro editado en 1981 por la Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas y escrito por el profesor D. Cristóbal García del Rosario, en el que se detalla la actividad realizada por la RSE, desde su creación en 1776 hasta 1900. Por fin, en la reunión mensual celebrada por la junta de gobierno de la RSEAP de GC el día 31 de mayo de 2007, se acordó a sugerencia del prestigioso catedrático, Premio de Canarias y persona altamente galardonada, Excmo. Sr. D. Antonio de Béthencourt y Massieu, proponer la redacción de este trabajo al profesor D. Salvador Miranda Calderín, economista y doctor en Historia, poseedor de una brillante trayectoria profesional de reconocido éxito en el campo de la Economía y de la fiscalidad en Canarias. Salvador Miranda Calderín es también un destacado conferenciante, autor de un buen número de artículos en la prensa y revistas especializadas, así como un incansable investigador en diversas materias de interés histórico, de las que destacan sus trabajos sobre el aprovechamiento de la nieve en la cumbre de Gran Canaria. Fruto de su labor de investigación es la publicación de casi una decena de libros: © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 18 - La Cumbre de Gran Canaria. Estudio histórico, geográfico y toponímico. Las Palmas de G. C., 1998. - Canarias s. XX. De la emigración a la inmigración. Un análisis económico (editor y coautor). RSEAPGC, Las Palmas de Gran Canaria, 2002. - Los pozos de nieve de Tenerife. Coedición del Cabildo de Tenerife y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2003. - La RIC: un enfoque integrador desde las perspectivas académica y profesional (coautor). DAR Ediciones y Consejería de Economía, Hacienda y Comercio del Gobierno de Canarias, 2003. - Las Fuentes de Financiación del Cabildo de Gran Canaria, 1913-1945. Caja Rural de Canarias, 2005. - La planificación fiscal de la RIC. DAR Ediciones y Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias, 2005. - Los pozos de nieve de Gran Canaria. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Cabildo de Gran Canaria, 2005. - La Reserva para Inversiones en Canarias. Análisis doctrinal 2005-2006. Dar Ediciones y Hacienda Canaria, 2007. - Teror y la nieve, 1731-1836. Ediciones Anroart, 2007. Con estos antecedentes y, sobre todo, conociendo las cualidades de D. Salvador Miranda Calderín, en cuanto a su dote de investigador, la Junta de Gobierno de la RSEAP de G. C. se consideró altamente recompensada el día en que el autor de este trabajo aceptó la propuesta que se le cursó, en la que se le solicitó la confección de una memoria histórica de la Real Sociedad Económica durante el siglo XX, y que definitivamente ha sido plasmada en esta publicación, con el título «La Historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el siglo XX (1901-1960). Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria». La estructura íntegra, en el relato de esta historia, ha sido labor exclusiva de su autor, lo que deja constancia, desde mi punto de vista, de su alta valía y definida personalidad, pues creo sinceramente que el enfoque dado al relato histórico expuesto, refleja con claridad y ordenadamente en el tiempo, las actuaciones realizadas por la RSE en © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 19 dos aspectos diferenciados, uno atendiendo a los distintos periodos de los mandatos de cada uno de los directores elegidos y otro destacando los hechos e influencias más notables a cargo de la Institución. Debo manifestar, también, que el autor justifica con buen criterio finalizar su trabajo de investigación en el año 1960, por lo que quizás una buena opción para el futuro sería la de completar la memoria con una nueva publicación, que abarcara los siguientes 50 años de la R.S.E., es decir, hasta el año 2010. Como director de la RSEAP de Gran Canaria me siento muy satisfecho de participar en esta obra de D. Salvador Miranda Calderín, a modo de salutación, al que felicito y agradezco su colaboración con esta Institución, pues se trata de una muy valiosa aportación, que sin duda será, además de interés para el lector, una importante fuente de consulta para estudiosos e investigadores. El Director de la RSEAP de Gran Canaria Francisco Marín Lloris, marqués de la Frontera. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 21 REFLEXIONES EN UN PRÓLOGO © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 23 El amigo Salvador Miranda Calderín me envía el original del libro que ahora prologamos. En una carta que adjunta, me invita a esta tarea. Dudo si el envío es una muestra de haberle yo insinuado al Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que la persona más idónea para redactar un libro sobre la Económica en el siglo XX era Salvador Miranda. ¿Agradecimiento por parte del autor?, ¿castigo por haberle inducido el encargo? Sea lo que fuere, acepto la oferta - petición de este viejo amigo. Como quiera que es obligado dar a conocer mi opinión sobre el libro, o sea, los méritos o deméritos que la obra encierre, estimo que como paso previo del lector antes de iniciar su lectura es preciso conocer la personalidad y obra del autor del libro. Para mí esto es casi indispensable. Salvador Miranda, amén de excelente persona y amigo, es un economista prestigioso y reconocido, asesor fiscal y auditor de cuentas. Esto es demostrable por el éxito de su despacho profesional. Como hombre inquieto e íntegro enamorado de la naturaleza, simultáneamente a su primera vocación añade una segunda, la de historiador, que no dudo en calificar de aventajado a pesar de no haber pasado por ninguna de las facultades de ciencias humanísticas aunque sí obtuvo un doctorado en las mismas. Juicio merecedor de una aseveración. Al terminar la lectura del libro acudí a nuestra base bibliográfica www.canaratlantico.org en el © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 24 Seminario Millares Carlo de la UNED. Surgen veintiún títulos de los cuales once son libros y el resto artículos científicos, ponencias en congresos o capítulos de obras colectivas. Pues bien, de la veintena de aportaciones, tres libros dedica a la historia de los neveros en el Teide, en las cumbres grancanarias y al uso de la nieve en Teror, así como un cuarto a La Cumbre de Gran Canaria, amén de obras menores y sin que falten adhesiones al pasado en otras aportaciones esencialmente económicas, tiene obras primorosas. Podía traer a cuenta muchos de los aspectos elogiosos como historiador de Salvador, pero con esto no basta. En el libro sobre el uso de la nieve en las fiestas de Teror en honor de la Virgen del Pino, se ve obligado a referirnos el pasado de esta villa. Para ello no se reduce al localismo, sino que analiza en paralelo los pueblos de la comarca, Moya, Firgas, etc. y la conclusión más importante reside en que la localización de la Virgen no supuso a la villa ventajas demográficas, económicas, sociales, etc. O sea, realizó la historia comparativa —hoy tan de moda—. Quiero decir que es inútil perder el tiempo y el papel de los historiadores dedicados a cada uno de los pueblos o villas, en lugar de realizar historias comarcales. Con Miranda solo tenemos la de Antonio Macías sobre su estudio de la comarca marítima septentrional de nuestra Isla. Por lo que toca a la sapiencia de su profesión, como ser dotado de una fácil y atractiva pluma, sus obras son interesantes e indispensables en su aportación sobre la Reserva para inversiones en Canarias (RIC) y el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, así como a la fiscalidad portuaria, financiación de instituciones como el Cabildo de Gran Canaria, y otra que dedica a la migración. El lector con lo anterior se explica la razón del por qué recomendé a este autor a nuestro Director. No cabe la menor duda que era —y hay que ratificar que es— el científico óptimo para analizar a lo largo de los años La Historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el siglo XX (1901-1960). Análisis de su contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 25 Aunque el título es extenso reconozco la perspicacia, y hasta picardía, en dos aspectos: Historia del siglo XX (1901-1960). Con semejante limitación, conscientemente el autor presenta una sólida y continuada serie de razones, que sobrevendrían al historiar aspectos tan recientes. O sea, faltaría perspectiva para una acertada interpretación. Con el subtítulo contribución al desarrollo económico y social de Gran Canaria, se quita el profesor aspectos como la política, ideología, etc. Sin embargo, cuando se le ofrece la coyuntura no olvida salir al público con acertadas referencias. Sin embargo, y aun felicitándole por la estructuración de su obra, habilidad en la composición de los paisajes y la buena y atractiva prosa, personalmente echo de menos establecer dentro de la burguesía que predomina entre los socios de La Económica, la matización sincrónica entre la burguesía agraria y la mercantil, aunque en el siglo XX un sector muy importante de la agraria había asimilado, integrándose en el campo de los segundos, en busca de una mejoría que les beneficiara. Un acierto más de Salvador Miranda reside en iniciar su obra esclareciendo cómo la estructura de la Institución estaba basada en los Estatutos, tanto el anterior a 1916 como el establecido en ese año. Sobre esta base, no duda en establecer una columna vertebral, más que en los directivos, en el Director. Con una breve síntesis explica el carácter y personalidad de los nueve, pues el marqués de Acialcázar ejerció dos veces la dirección, mientras los demás la ejercieron con una media de seis años. Dado la trascendencia de La Económica, causa extrañeza el escaso número de socios que oscilan entre el medio y el centenar y era frecuente la inasistencia de la mayoría a las convocatorias. Por tanto, sería conveniente comparar esta cifra no solo con las de Tenerife sino incluso con alguna de las de La Península, de las que no fracasaron, para una evaluación correcta. Muestra del centralismo estatal que perdura hasta 1936, tenemos a la Diputación permanente en Madrid, que La Económica utilizaba para © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 26 asuntos que dependieran del Gobierno, el Parlamento o la prensa, que siempre fueron de generosa utilidad y la necesaria información. Aprovecha sus anuncios para destacar dos actos públicos de relevancia: la conmemoración del centenario de Viera y Clavijo y la presencia en la muerte y homenaje de don Fernando León y Castillo, asimismo un listado para los escasos Socios de Mérito. Conocidos los estatutos y las directivas de la Real Sociedad, lo lógico es conocer los locales. Si bien, para reparar el enorme incendio de 1842, La Económica no dudó en contribuir a su reconstrucción no solo con sus ahorros sino incluso con la venta de su mobiliario. El Ayuntamiento siempre se preocupó por su alojamiento, y, al tiempo, su Academia de Dibujo. Dotó a La Económica con tres sedes: en la planta baja de su nuevo edificio, en la escuela de San Francisco, ya en el barrio de Triana, y en el nuevo edificio que se levantó en el Potrero, cediéndole la propiedad de dos plantas. Esto no merece otro comentario que la íntima interrelación entre Ayuntamiento y Económica que pienso todavía persiste. Dato curioso fue la cesión de su biblioteca, que tenía libros de bastante interés, a El Museo Canario, en depósito. Y yo me pregunto ¿hoy que tiene La Económica una buena biblioteca, no la enriquecería solicitando la devolución de sus libros? De lo contrario, lo que sería justo es la cesión definitiva y no el depósito en El Museo Canario. En cuanto a las vicisitudes de traslado en sesenta años, me trae a la memoria el libro de María del Pino Marrero. El Colegio de San Agustín en un periodo semejante, no fueron tres sino siete los locales de su ubicación, cuando el traslado de un colegio de aquella entidad era de mucha mayor complejidad y, sin embargo, las dificultades fueron subsanadas. Salvador Miranda entra en la labor de La Económica con un capítulo deslumbrante e inédito. Mediante un Congreso Nacional sobre Educación y Obras Públicas a celebrar en Madrid, propuesta que pienso no facilitó del todo La Matritense, hubo dificultades de calendario y © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 27 terminó disolviéndose. Pero lo que no cabe duda es que despertó a nivel nacional un interés grande y la gran mayoría de la intelectualidad estuvo a favor de su realización, colaborando para ello. Esto obliga a una reflexión. ¿Cuántos paisanos tienen ideas prodigiosas? De ellos ¿cuántos lograron coronar su idea inicial?, ¿para qué extendernos en consideraciones de todos conocidas?, ¿cuántas lamentaciones? A veces, cuando se coronan, casi son una antigualla. En 1901 se propone un Congreso Nacional sobre problemas que siguen sin resolverse del todo. ¿Cuándo se celebrará un congreso internacional con los problemas del Turismo en las Islas? La Real Sociedad pues, como motor de reflexiones. ¡Gracias Salvador! Dedica, naturalmente, la gran trascendencia que para Canarias fue el logro de los Cabildos Insulares en 1912, primer paso para alcanzar en 1927 la División provincial. El papel que jugó la Real Sociedad en el proceso fue importante y es poco conocido. Salvador Miranda con sumo acierto y una desconocida información lo expone. Analiza el proceso que se reaviva en 1906 con el viaje de Romanones y algo más tarde el del Rey Alfonso XIII, hasta desembocar en la Ley de Cabildos de 11 de julio de 1912. El autor nos relata las dificultades y sobre todo la actividad que desde La Económica ejercieron, incluso con movilizaciones y seguimiento de la marcha de la cuestión. Perdónenme los lectores y en especial el autor por atreverme a introducir una aclaración y explicar el éxito sorpresivo de cómo se obtuvo la Ley de Cabildos. Miranda Calderín nos da a conocer la reunión en sesión de los socios y seguidores, ¿por qué fue resuelta por los guardias por orden del Delegado del Gobierno y disgusto de la Institución ante el Gobierno Nacional? Hurtado de Mendoza, anterior Alcalde y miembro del Partido Liberal de León y Castillo, trató de considerar su personalidad con algo tan interesante como los Cabildos. Creó una Juventud que bajo su dirección trastornó el orden público y como refugio encontró La Económica, junto con Rafael Massieu Falcón, abuelo del que escribe. Esto fue lo que produjo la inicua represión. El caso es que tanto el Alcalde, sucesor de Hurtado de Mendoza, Felipe Massieu Falcón —hermano de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 28 mi abuelo y su opositor perpetuo— como Matos y otros en Madrid pensaron que estas actitudes terminarían favoreciendo las pretensiones de los tinerfeños. Por lo que toca a la curiosa novedad, si el lector tuviera la paciencia de leer la Ley y el Reglamento por el que se crean los Cabildos y el funcionamiento de los mismos, les vendrá a la memoria aquel dicho de Romanones: Que otros hagan las leyes mientras yo haga los Reglamentos. Pues bien, la Ley de Cabildos de 11 de julio de 1912 fue recibida con grandes algarazas en Tenerife por lo que le favorecía. Cuando a Canarias llega el Reglamento del 12 de octubre del mismo año, las tornas se invierten, la alegría y felicidad colmó a la isla «Redonda» y dejó muy insatisfechos a los de la «Picuda». ¿Cuál fue la explicación? Cuando Leopoldo Matos se entera que Alvareda es el encargado de hacer el Reglamento durante el verano, él acude con su familia, como todos los años, a San Sebastián, pero regresa a Madrid a disfrutar del calor agosteño de la Villa. Como amigo que era de Alvareda, le ilustró sobre la manera de redactar el Reglamento, pues el encargado no era precisamente un experto en cuestiones canarias. Alvareda sigue con una calle hermosa y Leopoldo Matos con una de carácter secundario, casi marginal en Ciudad Jardín, y un colegio que se levantó en San Cristóbal perdió su nombre para ser sustituido por la del director del Colegio Castilla, de reciente fallecimiento. Espero que Salvador y los lectores perdonen, en alguna medida, estas curiosas novedades. Asevero que no son producto de mi presunción, sino quizás caprichos de mi juventud. Además pienso y opino que en con esto no pretendo en absoluto perfeccionar el libro sobre la Real Sociedad durante la pasada centuria. Y mucho menos una crítica a la labor, en este caso de su contribución al logro de los Cabildos signo identitario de nuestra atlanticidad. El Cabildo fue el primer éxito de la Real Sociedad, el segundo lo será el Puerto de la Luz y de Las Palmas, por el que tanto se interesó La Económica a lo largo de la centuria. ¡El Puerto lo primero! grito tan reiterado a lo largo de las primeras décadas. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 29 Al enfrentarnos con el capítulo quinto, nuevo acierto del autor. Inaugura los capítulos con síntesis de los diversos subtítulos y alterna los capítulos. Unos sobre aspectos de corta duración, por ejemplo el que acabo de comentar sobre los Cabildos y otros que se desplazan a lo largo del tiempo, los que llamaríamos de larga duración, el Puerto. Todo ello implica la lectura de mayor interés al tratar de alcanzar el final. Es un modelo que merece tenerse en cuenta cuando pretendamos elaborar un libro. Si a cada capítulo le añadieran un parrafito, unas conclusiones del mismo y se preguntara el por qué introduce el siguiente, se obtendría una obra maestra, ya que el planteamiento del libro significaría una unidad. Por tanto, la introducción y las conclusiones serían como una pescadilla que al final se muerde la cola. Esta técnica la usaban los franceses en sus tesis doctorales: lograr el aprobado de las mismas, suponía el título de Catedrático de la Universidad. Tiene razón Salvador Miranda al advertirnos que desde el punto de vista económico e histórico conocíamos más sobre puertos en el siglo XIX que en el XX. Resulta que este progreso despierta un interés no solo desmesurado sino continuo a lo largo de los sesenta años que encierra el libro. Progreso que preocupa a La Económica, otro motivo que hay que subrayar para la Institución. Sin embargo, poco interés en la segunda década, a pesar de que a la prolongación del Puerto y al proyecto del mismo acudieron dos expertos. El que fue aceptado por el Ministerio fue criticado por Felipe Massieu, el Alcalde, puesto que el derrotado encerraba con algo más de dinero, un puerto más a la moderna porque se incluían grandes espacios para depósito de productos, mercancías, etc. Que más tarde creará problemas más difíciles de resolver. Otro sueño de don Felipe era que viniese, como director del Puerto, don Pedro Matos, hermano de Leopoldo. Pero el ingeniero, casado con una tinerfeña, sí lo fue del Puerto de Santa Cruz, lo resolvió de una manera acertada que durará varios años. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 30 Fue preponderante el papel ejercido por la Real Sociedad por lo que toca al Puerto de La Luz. El diseño del expediente para la ampliación del Puerto en 1919. Sin embargo, lo que fue y es muy importante es lo mucho que el autor pone a nuestra disposición: la convocatoria de una Asamblea, en 1918, pues se acordó la redacción de cinco ponencias por sus socios. El éxito fue clamoroso, pues al mismo se adhirieron personalidades de toda España. Fue apoteósica la aprobación de los mismos en la Magna Asamblea de la Real Sociedad del 27 de junio de 1921. Si dije apoteósica, calificarla de trascendental fue por ser la de mayor enjundia y prestigio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas. Confirma mis calificaciones el hecho de ser aprobada por el Gobierno, aunque tarde demasiado tiempo en el inicio su realización. Por tanto, una vez más se perdió un proyecto precioso. Un ejemplo más de esta tradición peninsular, aunque Canarias, no carezca de este signo. El Puerto creció y siguió siendo el motor económico de la Isla. La Real Sociedad se preocupó de la burocratización y en cierta medida la crisis que sufrió con motivo de la Guerra Mundial (1940-1945). Como es lógico, si La Económica estuviera permanentemente preocupada por el Puerto y su futuro, no deja pasar la navegación aérea. Aún, sobre todo, su interés por los vuelos trasatlánticos con Sudamérica, pues lógicamente, buscaban un punto de apoyo seguro que les permitiera alcanzar sus objetivos. Para Salvador Miranda tres fueron las propuestas que se sugirieron: La bahía del Confital como base para hidroaviones (1927), la finca de Escaleritas en la Ciudad Alta (1941) y, finalmente, el aeropuerto de Gando, con una bahía para los hidros. Las dos primeras solo encerraban dos ventajas: proximidad a la ciudad y evitar el trastorno de la comunicación de Gando con Las Palmas. Comunicación por Telde con carreteras en estado deplorable. Recorrido que persistió hasta la apertura de la autopista con el Sur. Como es sabido, el Cabildo (1945-1948) realizó el proyecto en Gando, como ha estudiado Manuel Ramírez Muñoz. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 31 Si a la Real Sociedad le preocupó como al Cabildo, las navegaciones marítimas y aéreas, mucho más los problemas de algo más cercano y cotidiano, la ciudad de Las Palmas y la isla de Gran Canaria, pues desde los inicios no escaparon a la espera de las Instituciones. Tema que estudia el profesor Miranda con acierto modélico es la preocupación de La Económica por la Ciudad. Es natural que a las comunicaciones diera tanta trascendencia, ya que la ciudad y su futuro en toda su complejidad no podían ser descuidados. Percibe lo añadido por el autor el de su habilidosa estructuración que la complejidad de las mismas conlleva. Radica en la agrupación de las mismas en enfrentarse con ellas desde cuatro ópticas: instrucción pública, servicios públicos, la promoción interior y exterior de Las Palmas y la promoción interior y exterior de Gran Canaria, a las que añade las preocupaciones por hambrunas, epidemias y plagas. Junto a mi anterior elogio, prometo no entrar en el estudio de las veintiocho acciones de La Económica a lo largo de los sesenta años del novecientos. En la Educación, instrucción pública en la época, sigue la continuidad de nuestra burguesía a la línea trascendental introducida por sus antecesores a mediados de la anterior centuria en la que el sector mercantil arrastra al agrario. Es más, aunque olvidado, habrá que recordar que esta fue la tarea impulsora de los ilustrados, encabezados por Viera y Clavijo como objeto fundamental de nuestra Institución. Conviene destacar cómo entre los centros de la enseñanza que promocionó la Sociedad, destacan por su trascendencia la Escuela Superior Industrial de Las Palmas (1901-1902) y el Instituto General Técnico (1915-1916), así como el restablecimiento de la Escuela de Comercio (1914-1941) ¿Fueron estas, de alguna manera, los precedentes de la Escuela de Ingenieros Industriales y la Facultad de Ciencias Económicas, precedentes de la Universidad Técnica de Las Palmas, centros hoy integrados en la ULPGC? Y desde otro punto de vista ¿cómo en un Archipiélago donde escasea la industria son reclamados institutos industriales? Cuestión que indica una preocupación por industrializar nuestro Archipiélago. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 32 De las mejoras para la ciudad destacaría la reforma del Guiniguada propuesta en 1907 y que todavía no se ha conseguido aunque el barranco se haya cubierto hacia la década de los setenta. La temperatura de la Ciudad en 1914 con la función de atraer un turismo, por entonces sanitario; y que fueran en el año catorce con la Primera Guerra que lo mismo podría acabar con las llegadas o provocar su enorme aumento, consecuencia de los enfermos que ocasionó una guerra de trincheras. Otro logro trascendental: el promover el tranvía eléctrico —luego en el treinta y seis La Pepa—, tirado a vapor, proyectado desde el Puerto hasta San José, lo que no se logró pero para el mismo hubo que derribar el famoso Puente de Verdugo. La verdad es que su arranque estuvo en el inicio de la calle Triana esquina con Malteses. Lógicamente, el tranvía debió de haber resuelto el problema de la carretera del Puerto, otra preocupación del largo trámite y disputa entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento. Estuvo aún con el tranvía convertida en un barrizal cuando lloviera y una polvareda con el secano. De la dotación del servicio público solo traigo el recuerdo de la edificación de la Comandancia General de Marina. Todavía enhiesta y arropada en sus alrededores. Las otras tres han sido suprimidas o incluidas dentro de instituciones superiores. Por lo que toca a la promoción exterior-interior de Gran Canaria, una muestra más de nuestra Sociedad fueron las exposiciones, como el Pabellón de Canarias en la de Sevilla y otras de tipo local. Tampoco voy a detenerme en las hambrunas de las islas orientales, la peste y las plagas. Solo me viene a la mente que lo escrito por Salvador Miranda sea útil a Manuel Ramírez, la de la langosta, y a Martín del Castillo su interés por la salud de nuestra Ciudad. Tengo que confesar que me he extralimitado en este capítulo séptimo, ya que ha sido con elogiosa calidad para mí, sino porque me ha traído tantos recuerdos sobre cómo era y estábamos los que entonces vivíamos, que me ha complacido su lectura y relectura con un alto grado de satisfacción. Sin embargo, quiero traer a cuentas algo extraño al contenido del libro de Miranda Calderín. Fue natural el poco celo que tuvieron los © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 33 miembros de la Real Sociedad durante la República en que casi lo que más le importa es su intervención en el problema de las cartillas de racionamiento. Si me permiten una nueva alteración, me gustaría hacer constar cómo entre nuestros historiadores contemporanistas tanto de las Islas como de la Península, no han tratado de esclarecer las repercusiones que el Crack de 1929 produjo en la corta vida de la Segunda República. Si tenemos en cuenta que sus efectos alcanzaron a estas islas y también a la España peninsular, fue a fines de 1931 o inicios del año siguiente. Leyendo un interesante artículo del prestigioso profesor Fernández Armesto, éste nos aclara cómo la Depresión americana fue la raíz del nacimiento del Fascismo en Italia, el Nazismo en Alemania y el Estalinismo en Rusia. La pobreza social hizo que en estas naciones buscaran un salvador. Y yo me pregunto ¿no sería esta depresión causa del fracaso de nuestra Segunda República? Si tenemos en cuenta que la Depresión americana duró cerca de diez años, y esto lo prueban dos prestigiosos autores: Roberts Mc.Elvaine1 en 1993 y Ellis Edward Robb2 en 1995, aseguran que la Depresión en Estados Unidos solo fue superada en 1941 ó 1939 respectivamente. Aunque ya en el siglo XXI con la Globalización y las Nuevas Tecnologías los tiempos se acortan, habrá que reflexionar cuánto tiempo durará en Canarias y en España la actual depresión en que vivimos ¿la década de la norteamericana? En cuanto a la hambruna tras la Guerra Civil y las cartillas de racionamiento, cuando en el treinta y nueve pasé a Madrid para estudiar mi carrera, y hoy que está tan de moda la historia comparada, si enfrentamos la hambruna generada en el Archipiélago con la sufrida en las zonas conquistadas por los vencedores como Madrid y Castilla la Nueva, etc., veremos que la nuestra fue mucho menos importante que la que sufrieron en La Península, pues aquí se contó con el cambullón entre otras ventajas. Pido perdón a mi amigo Salvador por esta inclusión al margen de mi obligación como prologuista a su obra. Obra técnicamente redonda y que al comenzar la misma con admiración asalto e incluyo aspectos externos a la 1 Mc. Elvaine, Roberts: The great Depression: America, 1929-1941. Thomas Books (1993). 2 Ellis Edward Robb: A Nation in Torment: The great American depresión, 1929-1933, Kodansha, 1995. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 34 misma. Si lo hago, con su anuencia, pienso que será de alguna utilidad para algunos de los lectores, a quienes les guste reflexionar sobre el pasado y el presente. Volvamos al camino. Salvador Miranda después del Puerto y la Ciudad, vuelve a uno de los signos de identidad que cruza la historia de las Islas desde los Reyes Católicos. Las franquicias clausuradas y la defensa de las mismas. Retrata y analiza las ocho cuestiones sobre las ruinas que nos plantearon. El puertofranquismo tiene por base, como es sabido, las disposiciones legales de 1842 y 1900. Yo tengo poco que opinar pues el autor, sin la menor duda, es el mejor experto en la materia. Prueba de su sapiencia: enumera ocho cuestiones, las sitúa cronológicamente pero en la introducción nos avisa con la posibilidad de reagruparlas por las materias que contienen: interés en la importación y exportación, negativa a los monopolios, depósitos y zonas francas y un proyecto El hecho fiscal y la crisis de 1936, que si bien no llegó a realizarse, realza la preocupación de la Real por el hecho fiscal diferenciador de Canarias. Finalmente, el autor lo subraya, conviene dejar noticia de la brillantísima defensa contra el control del petróleo en 1927-28, realizado con un impresionante y magistral escrito que analiza con tiento y acierto. Si las franquicias eran de interés para toda la Isla, no menos interés para los grancanarios era el problema de la repoblación forestal de su Isla. Con ésta cierra el ciclo del quehacer de la Real Sociedad. Bien conocidas son las distintas motivaciones que generaron la deforestación de nuestros bosques. Cayeron nuestros espléndidos árboles como consecuencia de lo que Braudel ha denominado la Civilización de la Madera, a la que había que sumar las necesidades económicas y hambre de tierras. En Gran Canaria la catástrofe fue superior a la de Tenerife, pues si bien los bosques fueron entregados a su Cabildo, en el nuestro se mantuvieron bajo el Patrimonio Regio. Por tanto, fue más fácil amén de más satisfactoria la vigilancia en la isla Picuda que en nuestras forestas dependientes de la autoridad central. Para m��s complejidad, con el final del Antiguo Régimen, los bosques allí fueron municipalizados mientras en Gran Canaria permanecieron estatalizados. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 35 Al profesor Miranda no se le pudo escapar esta atractiva cuestión como buen especialista, paseante y estudioso de las Cumbres de Gran Canaria. De ahí el entusiasmo con que pretende aclararnos lo que realizó la Real Sociedad para hacer frente a la imprescindible reforestación. Lo primero fue la necesidad de que el Estado cediera la propiedad de los bosques al Cabildo Insular, ahora Cabildo de Gran Canaria. — ¿Por qué razón perdió en el camino su insularidad cuando la poseía desde el siglo XVI y siendo uno de nuestros signos de identidad?—. La petición fue al acabar la Guerra Civil y la propuesta, aplaudida por todas las entidades públicas, incluso por la Falange Española y de JONS. Pero entonces el Gobierno no estaba para preocupaciones menores. Nueva salida del camino correcto. Oí una conferencia en El Museo Canario en la que el Catedrático de Geología de Tenerife nos presentaba fotografías en color de cuando, cincuenta años antes, los bosques estaban por completo desprovistos de cualquier clase de arboleda. Medio siglo más tarde la repoblación había ofrecido una belleza verdaderamente singular que caracteriza a nuestras Cumbres. «Como quién no siembra, no recoge», La Económica se tomó tan en serio el poner al servicio público un Vivero forestal. Fue en la trasera del Hotel Santa Catalina, en terreno prestado y más tarde ayudado por el Ayuntamiento. No voy a seguir las duras vicisitudes que atravesó la Real Sociedad con su Vivero. Duro y complicado fue porque le llevó al borde de la bancarrota a la propia Real Sociedad. Sin embargo, la demanda entre 1945 y 1948, no sin una alabanza de Salvador Miranda. Del Vivero salieron muchos millares de semillas distribuidos a cuantos se acercaban en su solicitud, amén de correr con la repoblación forestal, regada a base de cacharros de petróleo, de todas las peladas laderas descendientes de la entonces primitiva Ciudad Alta. En efecto, como reiteraban los directivos de nuestra Económica: «Tener árboles es solo cuestión de querer tenerlos». Alcanzamos el final. Si gracias al autor ya conocemos cómo fueron los sesenta primeros años de La Económica, sus locales, directivos y socios y la hercúlea labor realizada a favor de los grancanarios, o sea, la historia de esa larga vida que estaba por hacer, es lógico que nos preguntemos ¿de qué © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 36 vivían y cómo se administraba la entidad? A resolvernos dedica el profesor Miranda su décimo y último capítulo. Líbreme Dios de interesarme ahora con un análisis de las entradas y gastos de la misma. Solamente advertir que nunca fue opulenta, sino más bien lo contrario. Lamentar el escasísimo número de isleños que ingresaron en ella, solo alcanzaron el centenar en el momento de la División provincial y, en general, algunas veces no llegaban a los cincuenta, que aportaban los socios con sus cuotas trimestrales, y tampoco era mucho lo que se solicitaba para el ingreso en la misma. Por tanto, como ésta era la entrada principal vivió La Económica sesenta años rallando la pobreza. Si supervivió fue gracias a unos cuantos seres privilegiados y buenos conocedores del paisaje y el paisanaje que con esta escasez de ingresos pusieron toda su voluntad en mejorar la situación insular. Desde mi perspectiva las cuotas eran cicateras, pues en 1940 por 10’25 pesetas diarias vivía en una pensión acogedora en Madrid. Cuando la cuota trimestral solo alcanzaba la misma cantidad menos la carabela, el real o veinticinco céntimos. De otro lado, es lástima no poder manejar las series numéricas en pesetas constantes. En Canarias, afortunadamente, tenemos una serie elaborada por Antonio Macías en la que está la evolución monetaria desde mediados del siglo XVI hasta 1850 en la peseta de ese año. En el caso de Salvador Miranda la necesidad no es tan perentoria dado que en el siglo XX, sobre todo los primeros sesenta años, las fluctuaciones de la peseta no se alteraron excesivamente. A pesar de todo, el trabajo de este experto autor fue duro en general y particularmente cuando se encuentra con vacíos en los libros de cuentas y a veces también de las actas debido al abandono de los secretarios, como se señaló en el capítulo primero. Curiosidad que llama la atención y es subrayada por el autor al finalizar el capítulo en el que nos advierte que hombres de tanta altura abrieron la primera cuenta bancaria de La Económica en febrero de 1939, a punto de finalizar la Guerra Civil el primero de abril. Antes de entrar en las conclusiones, el autor se permite sustituirlas por una agilísima y entrañable síntesis en diez páginas con el título A modo de resumen. A mí me parece muy útil y muestra de su extraordinaria gentileza de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 37 hombre bueno para los demás. Pudo con el trabajo realizado, ver incluido en una revista histórica su hermosa síntesis, pero Miranda Calderín la realiza «para que ayude a la divulgación de su labor entre los canarios que no hayan tenido la oportunidad de leer toda la obra», o sea, sacrifica las conclusiones para que un numeroso grupo, para quienes con lo fácil pueda presumir de inteligentes, de estar al día. Me parece oportuno antes del comentario general que me ha parecido el libro, no debe de eludir algo muy satisfactorio. No para el público que logre apencar con el contenido del texto sino para los que se aproximan al mismo con ánimo científico. Me refiero a la serie de apéndices documentales originales, pues son documentos desconocidos conservados en La Económica sobre sus escritos o manifiestos de sus socios, ya que como fuentes son de un valor incalculable. Sólo uno de ellos relata quiénes entraron como socios o fueron socios de honor de la Real Sociedad, no es difícil que encuentren alguno de sus ancestros. También acompaña los capítulos con una serie de ilustraciones fotográficas que siempre alegra la vista, «aunque esta vez no sirven más que mil palabras». Por lo que a este ya excesivo exordio, termino con algunas opiniones que encierra la obra de Salvador Miranda Calderín a la prestigiosa Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas, que nos da a conocer lo desconocido de su actividad en la pasada centuria y nos descubre la enorme tarea realizada al servicio de nuestra sociedad. Tan valiosa o más que el enorme esfuerzo realizado cuando, recién fundada, la dirigió una personalidad tan preclara como la de Viera y Clavijo. Encuentro otro elemento que encierra la obra del profesor Miranda Calderín, es un inestimable privilegio para quienes se interesan de cómo fueran de complicadas durante esos años las relaciones del Archipiélago con Madrid y el trato que su gobierno dio a sus provincias ultramarinas. Salvador Miranda compuso este libro durante dos años en los que, incluso, gran parte de la investigación y todo el texto lo elaboró en el Monte Lentiscal. Por tanto, es un libro ante el paisaje que lo rodea, bien pensado. Ya reconocí al principio lo bien estructurado de la obra e incluso de cada capítulo que termina casi pidiendo entrar en el siguiente. Sin embargo, el lector quedará © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 38 un poco insatisfecho sin conocer si estas labores emprendidas por la Real Sociedad Económica tuvieron un feliz resultado o, simplemente, se desvanecieron, cosa que no es infrecuente en nuestras Islas. El libro es esencial para cualquiera de nuestros contemporanistas. Ya eso lo he insinuado alguna vez. Y más especialmente para los que tratan la vigésima centuria. La razón es sencilla, La Económica, a pesar de los pesares —su pobreza, defectuosa administración, extraordinarios secretarios que olvidan su quehacer— tuvo entre directivos y pocos socios los líderes del pensamiento sobre las Islas. Son estos, por tanto, a quienes no se les escapa los problemas esenciales de las mismas. Por ello, lo que dijeron y escribieron sobre temas de su incumbencia tendrá que ser analizado y tenido en cuenta. Como no quiero ser reiterativo, no debo ahora comentar los temas tratados ni siquiera los esenciales pues creo han sido suficientemente valorados. Lo que si quiero es dejar testimonio de que para mí la lectura y relectura del libro que el lector tiene entre sus manos, han sido una placentera labor. Razones, es la continuación de la Historia de la Real Sociedad de Cristóbal García del Rosario que finaliza con el siglo XIX, pues esta obra primeriza fue su tesina al acabar la licenciatura. Tengo la satisfacción de insinuarle el tema y la de dirigírsela. El otro motivo es que me han traído a la memoria tantos lances, emociones, recuerdos de este atrabiliario siglo XX, los goces y tristezas, la felicidad y la pesadumbre que a uno le ha tocado visualizar. Y, especialmente, los referentes a estas Islas que uno tanto quiere. Tenemos que reconocer que si el siglo XX tuvo décadas deliciosas, también las tuvo de horrores como nunca las sufrieron en los siglos anteriores. Razones de lo anterior. Modestamente, pero desde el fondo de mi corazón, quiero mostrar mi gratitud y la correspondiente enhorabuena a mi entrañable amigo Salvador Miranda Calderín por el que tanto aprecio tengo desde los tiempos de «la nieve y el REF». Ahora se las dedico por esta nueva y gentil aportación entre las suyas. Y, si me permite una recomendación: ¡por favor Salvador, no dejes la pluma! © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 39 Como es lógico, mi gratitud a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, que si bien me incluyó entre sus socios de honor, ahora me ha brindado la lectura de este nuevo libro, de los muchos que viene publicando. Y de la Institución, mi más afectuosa gratitud a su actual y eficaz director Francisco Marín Lloris, marqués de la Frontera, a quién le vengo profesando una profunda amistad desde hace tantos años. Finalmente, cuando aparezca esta Historia de la Económica en el siglo XX, felicitaré a la imprenta y enmaquetador si, como espero, el libro va acompañado de un bello traje que lo abrigue y una hermosa letra, pues su calidad así lo exige. Antonio de Béthencourt Massieu Casa de Colón-Seminario Millares Carlo © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 41 INTRODUCCIÓN © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 43 Redactar parte de la historia de la institución civil más antigua de Canarias es también contribuir al conocimiento de la historia de la isla de Gran Canaria y de Canarias en general, ya que a través de los libros de actas de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas (hoy de Gran Canaria) se van identificado uno a uno los principales problemas de la sociedad canaria en momentos puntuales y observando cómo van solucionándose, bien por imperativo de las autoridades o por sugerencias de las instituciones como las que hoy nos ocupa. Precisamente la identificación de las necesidades que la sociedad espera que sean cubiertas en una época determinada, su debate y solución viene formando parte principal de la actividad de la Real Sociedad desde su creación en 1776, función que se proyecta también en el s. XX con una serie de matices que no son más que la propia evolución que las sociedades de este tipo han tenido que efectuar para subsistir en el tiempo. Con estas premisas he comenzando la redacción de este libro en el que analizo la actividad y el papel de Los Amigos del País en los primeros sesenta años del s. XX como parte intrínseca de la historia de Gran Canaria. Podría preguntarse el lector el motivo de que el estudio abarque solo sesenta años y no todo el s. XX. La razón es doble: por un lado, la propia evolución de la sociedad, con la creación de nuevas instituciones que han dado un impulso importante a la Isla, siendo el ejemplo más notable de ellas el Cabildo Insular de Gran Canaria, con sus distintas Consejerías y el Patronato de © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 44 Turismo, pero también El Museo Canario, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, el Gabinete Literario, el Círculo Mercantil, Fomento y Turismo de Gran Canaria (precursora del Patronato de Turismo) y un largo etcétera de instituciones públicas y privadas que desempeñaron durante los siglos XIX y XX una notable labor, a las que en tiempos más recientes se ha unido, con un papel relevante, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y, por supuesto, la activa participación de la ciudadanía en la política una vez conseguida la Democracia en España, que han hecho que la vida y la actividad de las Sociedades Económicas actuales poco o nada tengan que ver con las de la primera mitad del s. XX y siglos precedentes. Esta misma apreciación respecto al papel de la Real Sociedad ya la efectuaban dos secretarios de la Institución: José Miranda Guerra en 1911 y Domingo Massieu Rodríguez en 1930, quienes destacaban en sus memorias anuales que las nuevas instituciones acotaban cada vez más la labor a realizar por La Económica. Y por otro lado, que es necesario que transcurran más años para tener una mejor perspectiva histórica que permita analizar objetivamente la labor realizada en el último tercio del s. XX; y, por supuesto, a nadie se le esconde la dificultad de tener que enjuiciar la labor de miembros de las juntas directivas que aún están en la Institución. Las Reales Sociedades en España han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, reconduciendo sus actividades a labores quizás menos trascendentes, pero igual de importantes en una sociedad que necesita de este tipo de instituciones para identificar, analizar, debatir e intentar solucionar las dificultades que vayan surgiendo. La Real Sociedad de Las Palmas no ha sido una excepción en este proceso y hoy muestra con orgullo sus doscientos treinta y cinco años de historia, su tradicional vocación de servicio y su versatilidad para estar siempre presente donde la sociedad lo estime más conveniente. Bien es cierto que este tipo de instituciones parecen un coto cerrado para quien no las conozca, pero no deja de ser un tópico y una percepción alejada de la realidad, y quizás este trabajo contribuya a «popularizar» el papel que La Económica ha desempeñado en la historia reciente de Gran Canaria. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 45 Entrando ya en la materia del libro, he querido en primer lugar identificar a las personas que han sabido conducir esta centenaria institución a través del s. XX, centuria que no ha sido fácil en la vida de los españoles y que ha atravesado situaciones especialmente duras y dramáticas como la Guerra Civil. El simple hecho de que La Económica haya permanecido viva es ya suficiente para elogiar a los miembros de sus juntas directivas, pero he querido, además, destacar las actividades más notables que desarrollaron sus directores y secretarios, analizando las normas estatutarias por las que debían regirse y el apoyo con el que contaban, en el que no debe quedar al margen el importante papel que siempre desempeñó la Diputación permanente de esta Institución en Madrid. A través de la lectura del primer capítulo tendremos ya una idea aproximada de quiénes fueron los personajes más importantes de la Real Sociedad y la actividad más notable que desempeñaron. Pero también es importante identificar una institución con un lugar físico determinado, por lo que he dedicado la redacción del capítulo II a las tres sedes institucionales que tuvo La Real en el s. XX, explicando con detenimiento el motivo de los sucesivos traslados hasta ubicarse en la sede actual y dando a conocer aspectos puntuales que constituían hasta ahora una incógnita en la historia de esta Institución. Y entramos por fin a analizar su actividad en el s. XX, para lo que he tenido que priorizar y jerarquizar la labor efectuada, no solo en importancia para la Institución, sino principalmente para la historia de Gran Canaria en general. En esta selección soy consciente que he dejado atrás otros aspectos que para el lector puedan ser relevantes, como, por ejemplo, la importante labor desempeñada con la Academia de Dibujo, cuyo estudio debería hacerlo algún investigador más sensible y cualificado que yo en materia artística. La conclusión a la que he llegado en cuanto a la actividad de esta Institución es que dos hitos fundamentales marcan su trayectoria en el periodo analizado: la División provincial y las obras de ampliación del Puerto de La Luz. Es éste el eje principal en el que se mueve La Económica en las tres primeras décadas del s. XX, que coincide con los principales problemas que la sociedad grancanaria quería resolver. Por © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 46 su importancia hemos dedicado los capítulos IV y V a estos dos hitos, que repito, son vitales para entender la historia de Gran Canaria en el s. XX y que espero que ayuden a interpretar mejor o reinterpretar el papel de las instituciones que colaboraron en su resolución. El resto de actividades, aún siendo importante, se sitúa en un escalón inferior en el orden de prioridades de la población grancanaria, en el que destaco la labor analizada en el capítulo IX, titulado «La Económica verde», en la que damos a conocer la creación y explotación de un vivero forestal en la década de los cuarenta, que sirvió para dinamizar una institución adormecida durante la II República y la Guerra Civil, y para dar ejemplo de conservación y mejora de nuestro medio ambiente. Comienza el siglo XX con un proyecto estrella que sin embargo no llega a realizarse: la celebración de un Congreso Nacional organizado por la Real Sociedad para tratar la instrucción pública y el riego en la agricultura, que analizamos en el capítulo III y que tuvo una notable repercusión en la prensa local y nacional; y a medida que avanza el siglo estudiamos las otras actividades que he considerado principales: la contribución en la creación y desarrollo del aeropuerto (capítulo VI), la contribución a la mejora de la ciudad de Las Palmas y la creación de nuevas oficinas y servicios públicos (capítulo VII) y la constante defensa que en todo momento hizo la Institución del régimen de franquicias canario, combatiendo las dificultades que impedían un comercio más fluido con el exterior (capítulo VIII). Finalizamos este análisis con la explicación de las cuentas de la Real en el s. XX, llegando a la conclusión de que no están en consonancia con el prestigio de la Institución, principalmente por la documentación que falta porque nunca llegó a prepararse. No obstante, creo que queda suficientemente explicado de dónde procedían los fondos que financiaban las actividades de la Real y cuáles fueron los principales gastos e inversiones que tuvo que afrontar. Completamos el estudio con la trascripción de algunos documentos que he creído importante que se conozcan y con las relaciones de los © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 47 miembros de las juntas directivas, diputaciones permanentes y socios de n��mero y mérito de esta Institución. No ha sido fácil elaborar estas relaciones debido a la falta de documentación en muchos años, lo que indudablemente entraña el riesgo de incorporar errores, principalmente por omisión, por lo que pido disculpas a aquellos socios o familiares de socios que no vean reflejado en los listados el nombre que esperan encontrar. En la redacción me referiré a la ciudad de Las Palmas con este topónimo o añadiendo de Gran Canaria si es a partir de 1927, año de la División provincial. Dos años he dedicado a la redacción de esta obra, contando con la colaboración de Gladys Fuentes en los primeros seis meses para entresacar de la prensa todas las noticias que existían de esta Real Sociedad. Ese trabajo lo realizamos en la Hemeroteca de la Biblioteca General de la ULPGC en cuanto a la prensa digitalizada y en la entrañable sala de lectura de El Museo Canario con el resto de periódicos que se editaron en el s. XX. Soy consciente, no obstante, que no habría podido terminar esta investigación en solo dos años sin darse una circunstancia muy positiva: la previa digitalización del Archivo histórico de la Real efectuada por la ULPGC, que me ha permitido acceder a estos fondos vía Internet con toda comodidad desde el ordenador del despacho de mi casa. Trabajar en el Monte Lentiscal por las tardes-noches, con toda la tranquilidad, comodidad y frescor de las medianías, en el horario que cada día me fuera posible, ha sido una gran satisfacción que me han permitido los adelantos tecnológicos. Finalmente me queda hacer constar mi agradecimiento a la Junta Directiva de esta Institución y a su director, Francisco Marín Lloris, por confiarme la redacción de este trabajo, a don Antonio Béthencourt Massieu, por su brillante y amable Prólogo y por haberme propuesto para esta tarea, y a todas las personas que con su información han contribuido a que esta historia sea una realidad. Monte Lentiscal, septiembre de 2009. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 48 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 49 CAPÍTULO I LA ACTIVIDAD DE LA ECONÓMICA A TRAVÉS DE SUS JUNTAS DIRECTIVAS EN EL SIGLO XX © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 50 © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 51 En este primer capítulo pretendemos ofrecer al lector un guión de la labor principal realizada por la Real Sociedad en el s. XX y lo haremos a través de la actividad desplegada por sus miembros más representativos, concretamente por los directores y secretarios, quienes supieron canalizar su labor constructiva y plasmarla en los libros de actas. Tarea esta última no siempre fácil de conseguir y que mutila con asiduidad la historia de cualquier institución, de la que no queda al margen la que hoy estudiamos. Veremos en primer lugar la normativa por la que se regían sus actividades, analizando aquellos artículos de los Estatutos que nos faciliten la compresión de su modo de actuar (I.1), para abordar posteriormente la biografía de quienes tuvieron la representatividad de la Institución y la labor principal que desarrollaron en su mandato, acompañados por los secretarios que con humildad, cierto ostracismo y mucho trabajo, nos dejaron el testimonio necesario en las actas para trazar los hechos más significativos de su historia (I.2 a I.10). Destacamos también el importante papel de alguno de los vicedirectores (I.11) y explicamos el funcionamiento de la Diputación permanente de la Real en Madrid (I.12). Abordamos, finalmente, el papel de La Económica en los asuntos políticos (I.13) y el reconocimiento de la Real a sus miembros más destacados (I.14). Al final de este capítulo publicamos dos anexos con la composición de las juntas directivas año por año, y la Diputación permanente en Madrid. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 52 I.1. Las normas básicas de gobierno de la Real Sociedad en el s. XX En los primeros sesenta años del s. XX analizados, la actividad de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas —como así se llamó la Institución durante todo ese periodo— estuvo regulada por dos Estatutos diferentes. Hasta el 31 de diciembre de 1915 por los Estatutos aprobados en 1875 y reformados ligeramente el 9 de febrero de 1890; y desde el 1 de enero de 1916 en adelante por la nueva versión estatutaria aprobada en diciembre de 1915. Esta última, con ligeras modificaciones, prevalece hasta la actualidad. Para comprender el funcionamiento de la Sociedad y de su Junta Directiva es necesario explicar, aunque sea someramente, las normas por las que se regían. Cuestión que emprendemos dividida en los dos periodos que antes delimitamos. I.1.1. Los Estatutos vigentes hasta 1916 Los Estatutos vigentes en los primeros quince años del s. XX regulaban la organización, administración y dirección de la Sociedad en los artículos 19 a 39. La Junta Directiva estaba formada por un director, un censor y un secretario-interventor, que constituían el núcleo duro de la Corporación, denominado «Mesa», más un tesorero, un inspector de la Academia de Dibujo y un bibliotecario. Para cada uno de esos cargos existía un suplente. Celebraba sus sesiones ordinarias cada mes, más las extraordinarias que el director considerase conveniente, y una sesión pública en el mes de enero. La Sociedad estaba dividida, para mayor ilustración de todas las materias que podían tratarse en cuatro secciones: 1ª Agricultura, 2ª Comercio, 3ª Industrias y Artes Mecánicas, y 4ª Ciencias y Bellas Artes. El ingreso en esas Secciones era a petición del socio o por disposición del director si aquel no manifestaba su voluntad dentro del mes de su nombramiento, y cualquier socio podía pertenecer a más de una Sección. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 53 La Económica celebraba tres tipos diferentes de sesiones o juntas de socios: las ordinarias, extraordinarias y públicas. Las ordinarias se celebraban una vez al mes en el día y la hora que señalase el director. Las p��blicas el tercer domingo de enero, y en ellas el secretario leía una memoria de los trabajos realizados el año anterior y el director un discurso. En las sesiones no podía tratarse ningún asunto que tuviese relación con la política. Las juntas o sesiones eran presididas por el director y en su ausencia por su suplente. Si no estuviese ninguno de ellos, por los miembros de la Directiva, excepto el censor, que no podía presidirlas por mandato estatutario expreso. Aparte de la Junta Directiva, la Sociedad tenía una Diputación permanente en Madrid, compuesta por cinco o siete socios, que se encargaba de promover los asuntos que se le recomendasen desde Las Palmas y de las relaciones con la Sociedad Económica Matritense. Todos los cargos, incluso los de la Diputación, eran reelegibles y la elección se realizaba por votación secreta el primer domingo de diciembre de cada año. En caso de empate, quedaba elegido el socio más antiguo, y si eran iguales en antigüedad, el de más edad. El ejercicio del cargo era obligatorio para el socio, pero el que lo hubiese ejercido por espacio de dos años consecutivos tenía derecho a no desempeñarlo durante un periodo igual de tiempo; y cuando resultaba vacante un cargo, la Sociedad acordaba si debía procederse o no a su reemplazo. I.1.2. La regulación de La Económica y su Junta Directiva desde 1916 hasta 1960 El Título IV de los Estatutos aprobados en diciembre de 1915 se ocupa de la Organización y Administración de la Sociedad. El capítulo I de ese Título regula la Junta de Gobierno, que estaba compuesta por el director, el vicedirector, el censor, el secretario-interventor, el tesorero y cuatro vocales. La Junta se elegía o renovaba anualmente por mitades: el primer año, el director, © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 54 vicesecretario, tesorero y dos vocales; y el segundo año, el vicedirector, censor, secretario-interventor y los otros dos vocales. La Junta de Gobierno quedaba constituida a 1 de enero de cada año y se reunía cuando dispusiese el director o lo pidiese por escrito alguno de sus componentes. Además de sus amplías facultades de representación y ejecución reasumía todas las atribuciones de la Sociedad en los meses de julio, agosto y septiembre, en los que la Institución estaba de vacaciones, debiendo informar del uso que hiciese de las mismas en la primera sesión del mes de octubre. En la sesión ordinaria de diciembre se efectuaba la elección de cargos de la Junta de Gobierno. Las funciones del director eran las propias de ese cargo, siendo sustituido en caso de vacante, ausencia, baja o enfermedad por el vicedirector. A falta de ambos, el vocal más antiguo los reemplazaba. El censor velaba por la exacta observancia de los Reglamentos y acuerdos, y promovía todos los asuntos pendientes, teniendo en cuenta su urgencia y utilidad. En caso de vacante, ausencia o enfermedad era sustituido por el socio más antiguo. El secretario-interventor desempeñaba la doble función de secretario e interventor. Sobre la primera no hace falta detallar su obvio cometido, pero en el desempeño de la segunda había de llevar un libro de ingresos y gastos en el que intervenía los fondos de la Sociedad a su entrada y salida. Firmaba, además, todos los recibos de cobro y era el responsable de revisar todas las cuentas que por cualquier concepto pertenecieran a la Sociedad. Según hemos comprobado en la documentación del s. XX es la figura sacrificada de toda Institución, no la que más brilla, pero sí la que es totalmente necesaria para que prospere y tenga continuidad la gestión institucional. El vicesecretario, aparte de sustituir al secretario, tenía como misión específica ocuparse de la Biblioteca de la Institución, llevando un libro registro de las obras que la formaban. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 55 El tesorero realizaba las tareas de cobros y pagos, llevando un libro con las entradas y salidas de los fondos sociales y rindiendo cuentas en el mes de febrero de cada año. Su labor era fiscalizada por el secretario-interventor. En ausencia o enfermedad era sustituido por el vocal que él mismo designase, comunicándolo por escrito al director, mientras que en vacantes, el director era quien designaba el vocal sustituto. Finalmente, los cuatro vocales desempeñaban los cargos que les señalase la Junta de Gobierno y cumplían las funciones sustitutorias de los cargos anteriores. Las sesiones o juntas no podían durar más de dos horas y se celebraban las ordinarias una vez mes, las extraordinarias cuando lo dispusiese el director o lo solicitasen por escrito el censor o tres o más socios, y las públicas cuando expresamente lo acordase la Sociedad o en casos urgentes lo dispusiese el director. En los primeros quince días de enero se celebraba una sesión pública solemne para posesión de la Directiva, lectura de la Memoria y reparto de premios. Para mejor desempeño de su labor, la Sociedad podía nombrar comisiones especiales compuestas por uno o más socios para que informase sobre temas en particular. La Sociedad seguía representada en Madrid por una Diputación permanente, compuesta de presidente, vicepresidente, secretario, vicesecretario, censor y tres vocales. Además contaba con un Comisionado permanente con delegación para representarla en los organismos oficiales, representantes en Cortes, etc. Este Comisionado podía solicitar el consejo de la Diputación permanente. Tanto uno como otros eran elegidos anualmente. Los cambios de mayor calado que observamos entre una y otra regulación estatutaria son básicamente dos: i) La desaparición de las Secciones dentro de la Sociedad, cuestión que estimamos positiva para el desarrollo de La Económica, y © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 56 ii) La renovación parcial de la Junta Directiva cada año. Con la exposición de estas normas básicas estamos ya en disposición de abordar la composición y actividad que desarrollaron las distintas juntas directivas en el periodo analizado. I.2. Los directores y secretarios que mantuvieron viva la Institución en el s. XX Habíamos calificado de «núcleo duro» de la Junta Directiva los cargos de director, censor y secretario. Constituían lo que se denominaba la «Mesa» en la primera etapa estatutaria analizada y si ésta no podía constituirse, aunque fuese a base de suplentes, no podía llevarse a cabo la sesión prevista. De este núcleo duro, los cargos de director y secretario son los que se revelan como fundamentales. Tanto sus titulares como sus suplentes fueron los que llevaron el peso de La Económica, razón por la que queremos destacar en una primera aproximación a sus juntas directivas sus nombres, formación, relevancia social y los principales objetivos que alcanzaron en el desempeño de sus cargos. Ocho directores diferentes tuvo la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas en el periodo 1901-1960 y tres más durante el resto del s. XX. Murieron tres de ellos en el cargo de director: Gregorio Chil y Naranjo, Ambrosio Hurtado de Mendoza y José Mesa y López. La relación de directores y los años durante los que desempeñaron su labor en el s. XX es la siguiente: - Gregorio Chil y Naranjo: 1901 - Luís Van de Walle y Quintana, sexto marqués de Guisla Ghiselin: 1902-1907. - Fernando del Castillo y Manrique de Lara, conde consorte de La Vega Grande: 1908-1911. - Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar: 1912-1918. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 57 - Ambrosio Hurtado de Mendoza: 1919-1922 - Francisco Bethencourt Armas: 1923-1929 - Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar: 1930-1934. - José Mesa y López: 1935-marzo 1951 - Diego Cambreleng Mesa: abril 1951- 1969 y 1974-1990 - Luís Correa Viera, 1970-1973 - Nicolás Díaz-Saavedra de Morales, 1991-1999, y - Francisco Marín Lloris, marqués de Frontera, 2000 El director que durante mayor plazo desempeñó su cargo en el periodo analizado fue José Mesa y López (16 años y 3 meses), seguido del décimo marqués de Acialcázar en sus dos etapas (12 años), de Francisco Bethencourt Armas (7 años), del sexto marqués de Guisla Ghiselin (6 años), de Fernando del Castillo y Manrique de Lara, conde consorte de la Vega Grande (4 años), de Ambrosio Hurtado de Mendoza (4 años), de Diego Cambreleng Mesa (2 años y 9 meses) y Gregorio Chil y Naranjo (1 año en el s. XX). En el conjunto del s. XX fue Diego Cambreleng Mesa el que durante más años desempeñó el cargo de director: casi 28 años. Los secretarios en este periodo fueron solo cinco: - Francisco Cabrera Rodríguez (1901-1910) - José Miranda Guerra (1911-1912) - Eduardo Benítez Inglott (1913-1926) - Domingo Massieu Rodríguez (1927-1946), y - Antonio Mesa y Bosch (1947- ) Exponemos a continuación algunos datos biográficos de los directores en el periodo 1901-1960 y su principal contribución a la vida y desarrollo de la Institución. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 58 I.3. La dirección del Doctor Chil y Naranjo (1901) El doctor Gregorio Chil y Naranjo (Telde, 1831- Las Palmas, 1901) fue el primer director que tuvo La Económica en el s. XX. Todo un hito en la cultura canaria en los siglos XIX y XX, que supo compaginar su magna labor en El Museo Canario con la investigación, y durante los años 1898 a 1901, con la dirección de la Real Sociedad. Entró en Los Amigos del País como socio de número en 1861, siendo nombrado Socio de Mérito en 1895 por sus servicios, y elegido director en 1898. Le acompañó en la Directiva como secretario Francisco Cabrera Rodríguez, quien llegó a ser nombrado secretario perpetuo, y como vicedirector Bartolomé Apolinario Macías. A su muerte el 4 de julio de 1901, estando desempeñando aún su cargo, ocurrió una de las circunstancias que explicamos anteriormente Gregorio Chil y Naranjo (Director RSEAPLP 1898-1901) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 59 en el breve análisis de las normas estatutarias, que el cargo de director quedó vacante, pasando a presidir las juntas el vicedirector Bartolomé Apolinario Macías —circunstancia ésta que no significó que llegara a desempeñar el cargo de director, sino que como subdirector presidía las sesiones corporativas— hasta que fue elegido en 1902 como nuevo director el marqués de Guisla Ghiselin. Como muestra de reconocimiento a su labor, en la Junta en la que se comunicó su fallecimiento, el vicedirector propuso que es conveniente hacer imperecedera su memoria, adornando la sala de sesiones con su retrato y el de los demás patricios ilustres que le precedieron para estímulo de las generaciones presentes y futuras1. En este año de mandato estuvo asistido por Francisco Cabrera Rodríguez como secretario, de quién nos ocuparemos en el siguiente apartado, ya que desempeñó ese cargo durante bastante tiempo. 1 Libro cuarto de Actas 1895-1901, nº 310. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Memoria Digital de Canarias. Biblioteca ULPGC. En las siguientes notas omitiremos las dos últimas referencias. Biblioteca de El Museo Canario. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 60 I.4. La dirección del marqués de Guisla Ghiselin (1902-1907) Luís José Van de Walle y Quintana (Santa Brígida, 1851 - Las Palmas, 1924), sexto marqués de Guisla Ghiselin por herencia de su abuelo. Desempeñó el cargo de director desde 1902 hasta 1907, ambos inclusive, y en todo ese periodo las labores de secretario fueron desempeñadas por Francisco Cabrera Rodríguez, y las de vicedirector por Rafael Ramírez Doreste (1902) y Dionisio Ponce de León (1903 a 1907). El Marqués fue diputado provincial por Santa Cruz de La Palma en la Restauración del Rey Alfonso XII y Presidente de la Junta de Puertos de La Luz y Las Palmas. Compartió labores en la Junta Directiva con su hermano Manuel Van de Walle y Quintana, quien desempeñó el cargo de censor desde finales del s. XIX hasta 1909. El día de su elección como director, en sesión ordinaria de 8 de diciembre de 1901, Manuel Van de Walle y Quintana tuvo el detalle de ausentarse de la sala para la votación de su hermano. También se dio otra de las circunstancias que explicamos anteriormente, que los directivos Luís Van de Walle y Quintana, sexto marqués de Guisla Ghiselin (Director RSEAPLP 1902-1907) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 61 Bartolomé Apolinario Macías, Diego Manrique de Lara y Domingo de Quintana y G. Corvo renunciaron a sus cargos por llevar ya dos años desempeñándolos, opción que permitían los Estatutos. Su labor más destacada como director en esos seis años la podemos sintetizar en dos puntos: la propuesta que hizo en junta de 1906 para lograr la división de las administraciones públicas canarias, cuyo Informe se imprimiría, y las gestiones que hizo para hacer posible la visita real de Alfonso XIII en ese año. Sobre la primera actividad seguiría insistiendo con constancia y vehemencia como simple socio de la Real, participando activamente en comisiones y asambleas hasta obtenerse en 1912 el nuevo régimen administrativo del Archipiélago. Su labor como socio en el periodo posterior a su Dirección, en el tema de la División provincial, contribuyó grandemente a su prestigio personal en La Económica y en la sociedad grancanaria en general, realizando un papel relevante que, en nuestra opinión, brilló más que el de su etapa como director. Al Marqués le sustituyó como director en 1908 el conde consorte de la Vega Grande. Fue asistido en el puesto de secretario por Francisco Cabrera Rodríguez, quien había sido elegido para tal cargo en 1892, y que fue nombrado socio de mérito en 1894 y por aclamación secretario perpetuo el 22 de mayo de 18982. Desempeñó su cargo desde 1892 hasta 1910, estando enfermo en los últimos meses, razón por la que no pudieron celebrarse las sesiones reglamentarias desde el 22 de diciembre de 1909 hasta el 24 de abril de 19103. 2 García del Rosario, Cristóbal. Historia de la Real Sociedad de Amigos de País de Las Palmas (1776-1900). Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas, 1981. 3 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 88. Administración de la Sociedad, 63. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 62 En sesión de 25 de diciembre de 1910 se le aceptó la dimisión por motivos de salud, reconociéndole los servicios y nombrándolo secretario honorario: El Sr. Director accidental hace uso de la palabra para manifestar, por encargo del Secretario de la Sociedad, D. Francisco Cabrera Rodríguez a quien su estado de salud ha impedido asistir a la presente sesión, su deseo de que se le sustituya en el cargo que con carácter de perpetuidad le tiene la Sociedad conferido, a cuya resolución le ha movido el quebrantamiento de su salud, que le hace sumamente penosas y difíciles las constantes atenciones que la Secretaría demanda. La Sociedad, considerando atendibles las razones que han determinado la resolución del Sr. Cabrera y que privan a la misma de sus excelentes servicios, los cuales habían motivado ya el acuerdo de nombrarle Socio de Mérito, al mismo tiempo que accede a los irrevocables deseos que arriba se exponen el Sr. Ponce de León hace unánimemente constar la entera satisfacción con que durante la serie de años que ha desempeñado la secretaría ha visto su gestión y el Sentimiento que hoy le proporciona verse privada del celo y entusiasmo que siempre había puesto a su servicio, guardándole en cuanto ello significa de distinción y de agradecimiento, la consideración de Secretario honorario4. Sus memorias anuales, un tanto barrocas, resumen la actividad realizada el año anterior, transmitiendo moralidad, pero también cierto pesimismo en sus ideas. La de 1902, por ejemplo, empieza así: Señores: nada más digno y más justo que cada cual satisfaga a su patria el tributo de servicios que según su posición y facultades está llamado a dispensarla. Firme en esta creencia, hace ya doce años próximamente, que sin las condiciones que requiere el cargo, pero animado de los mejores deseos, vengo desempeñando la Secretaría de esta Ilustre Corporación si no con acierto, con la misma fe y el mismo entusiasmo que al principio en que tenía presente el buen ejemplo de mi inolvidable predecesor el Dr. Juan Padilla. Entiendo que la falta de entusiasmo que se advierte en esta generación 4 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 106. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 63 Fernando del Castillo y Manrique de Lara, sexto conde de La Vega Grande (Director RSEAPLP 1908-1911) 5 Libro quinto de Actas 1901-1906, nº 68. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. indiferente y positivista, no debe desalentar a los dignísimos miembros que componen hoy esta patriótica Sociedad…5. En 1911 fue sustituido por José Miranda Guerra, muriendo un año después, según se comunicó en junta de 6 de marzo de 1912. En dicha sesión el director, marqués de Acialcázar, lo calificó como infatigable obrero de la prosperidad de la Sociedad Económica como secretario perpetuo, cuyas funciones desempeñó con gran inteligencia y celo mientras sus fuerzas físicas se lo permitieron. I.5. La dirección del conde de La Vega Grande (1908-1911) Fernando del Castillo y Manrique de Lara, (Las Palmas, 1866-1932), conde consorte de La Vega Grande de Guadalupe, licenciado en Derecho, Comisario Regio de Fomento en Las Palmas y Presidentede El Museo Canario, © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 64 desempeñó el cargo de director desde 1908 hasta 1911, inclusive. Aunque las referencias constantes en los libros de actas de sesiones y en la correspondencia de la Institución le confieren el título de conde de la Vega Grande, en realidad era conde consorte, ya que su esposa, Ana del Castillo y Manrique de Lara, ostentaba el título de sexta condesa de la Vega Grande. El matrimonio murió sin hijos, por lo que el condado fue heredado por su sobrino Fernando del Castillo y Manrique de Lara, séptimo Conde. Fue asistido como secretario por Francisco Cabrera Rodríguez hasta 1910 y por José Miranda Guerra en 1911. Como vicedirector tuvo en la Junta Directiva a Dionisio Ponce de León, quién prácticamente llevó el peso de la Real Sociedad en esos años. Por sus muchas ocupaciones o por las razones que fuesen, Fernando del Castillo apenas pudo dedicarle tiempo a su labor al frente de La Económica. Inmediatamente después de ser nombrado director — recordemos que el desempeño de los cargos directivos era obligatorio para los socios al menos durante dos años— presentó su dimisión en enero de 1908, acordándose por unanimidad no admitirle la renuncia teniendo en cuenta que por su patriotismo, saber y representación merece tan elevado cargo en el cual puede prestar grandes beneficios al País y a esta Patriótica Sociedad6, y si presentó su cese fue temeroso de no poder cumplir su cometido conforme a sus deseos y buena voluntad y como lo habían hecho sus dignísimos antecesores7. Durante el año 1910 preside la mayoría de las sesiones el vicedirector ante la ausencia del Conde, a pesar de lo cual se le reelige como director para 1911.Vuelve a solicitar su renuncia en septiembre de 1911, ya que prácticamente todo el tiempo estuvo dado de baja, aceptándosele finalmente el 22 de octubre. Por unanimidad se accedió a sus deseos, haciendo constar la Sociedad el sentimiento con que se ve privada de los buenos servicios que al frente de la misma podía seguir prestando a la Corporación. 6 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 27. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 7 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 35. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 65 Tal como ocurrió en otras ocasiones, la Junta decidió no elegir un nuevo director hasta el mes de diciembre en que correspondía efectuar tal elección, conforme al doble criterio que los Estatutos admitían, debido al poco tiempo que faltaba y al hecho de que el vicedirector contaba con la confianza de la Sociedad para seguir accidentalmente al frente de la misma8. Su dimisión tuvo amplio eco en la prensa local: De la vida local La Económica En la sesión que celebró esta Real Sociedad de Amigos del País, el domingo último se dio cuenta de la renuncia del cargo de Director de la misma que ha presentado el Sr. Conde de la Vega Grande, quien durante el tiempo que ha presidido este importante organismo ha sabido prestarle toda la atención que por su objeto merece, por lo que es de lamentar su resolución. Para dicho cargo suena el nombre de una personalidad muy distinguida, de reconocida ilustración y con gran amor al país, que disfruta de general aprecio público. Parece que la elección se verificará dentro de breves días9. Incidiendo en que los motivos de la dimisión eran estrictamente personales, sin que existiesen fricciones en la Corporación: Dimisión El Sr. Conde de la Vega Grande, que repetidas veces había manifestado sus deseos de abandonar la dirección de la Sociedad Económica de Amigos del País ha presentado, con carácter irrevocable, su dimisión. Tenemos entendido que la dimisión del Sr. Conde obedece a motivos de índole particular y privada, que manifestó a sus amigos desde 8 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 120. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC y Diario Las Palmas, 7-1-1911, pág.2. 9 La Correspondencia de Gran Canaria, 28-9-1911, pág. 2. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 66 que se le reeligió en el último año. No obedece, pues a ninguna clase de disgustos con la Sociedad10. Tras su nueva renuncia al cargo, esta vez aceptada, en diciembre de 1911 fue elegido director para 1912 el marqués de Acialcázar. Como dijimos, estuvo asistido por dos secretarios. Hasta 1910 por Francisco Cabrera Rodríguez, a quien ya nos hemos referido, y posteriormente por José Miranda Guerra. José Miranda Guerra (Teror, 1885 – Las Palmas de Gran Canaria, 1941) fue presidente y secretario del Colegio Pericial Mercantil, secretario de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas, profesor y Catedrático de Escuelas de Comercio en Estadística y Geografía Económica, y autor del libro Los Puertos francos de Canarias. Ingresó como socio de número en la Real Sociedad el 21 de octubre de 1910, siendo elegido secretario en sustitución de Francisco Cabrera Rodríguez en sesión de 25 de diciembre de 1910. Ejerció dicho cargo en los años 1911 y 1912. Para 1913 fue sustituido por Eduardo Benítez Inglott. Solo nos ha quedado la redacción de su Memoria de 1911, leída en sesión pública de 21 de enero de 1912, ya que la de 1912 no llegó a redactarla. En ella no se encuentra satisfecho con la labor desarrollada por La Económica: Pocas palabras en verdad, son necesarias para historiar la labor de esta Sociedad en el año 1911 que acaba de terminar. Ha sido una labor falta de espíritu y de idealidad. Leyendo las actas de ese año, es imposible darse cuenta de que esta Sociedad Económica pertenece a un pueblo lleno de juventud y de energía, que ama su prosperidad, que labora por un destino superior en el concierto de los pueblos modernos, que contempla ante sus ojos la visión de un porvenir florido de grandeza. Quizás sea ello circunstancial, quizás dependa principalmente de la 10 El Debate, 25-10-1911, pág. 4. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 67 nueva orientación que la vida moderna señala a las actividades de los pueblos…11. Aunque el año anterior, en la sesión de 29 de enero de 1911, redactó una proposición muy realista en la que intuía que la creación de numerosos organismos oficiales y populares reducía la labor que desempeñaban las reales sociedades económicas: La creación y establecimiento de organismos oficiales y populares que la iniciativa gubernamental ha ideado para el fomento y desarrollo de la riqueza pública y de los generales intereses del país han reducido el campo de acción de las Sociedades económicas a extremos de secundaria importancia, entre las entidades encargadas de velar por el mejor y más perfecto encauzamiento de las energías nacionales… Proponiendo que había que estar atentos a los problemas y cuestiones que pudiesen interesar a nivel local para estar a la altura de la historia de la Institución12. Su labor como secretario no fue importante, pero sí lo fue la actividad que desempeñó en las comisiones y en los asuntos que se les encargó, destacando los amplios estudios que efectuó sobre la ampliación del Puerto de La Luz y varios temas fiscales. 11 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 125. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 12 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 109. Administración de la Sociedad, 63. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 68 I.6. La primera etapa de director del marqués de Acialcázar (1912- 1918) Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar (Las Palmas de Gran Canaria, 1858-1946), heredó su título por la muerte de su primo segundo Fernando de Nava y del Hoyo. Militar de profesión, llegó a General de Infantería, siendo además Senador del Reino, Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria y hombre culto, en cuya labor destaca el valioso y extenso archivo documental que logró reunir. El Marqués era hijo y sobrino de antiguos directores de la Real Sociedad en el s. XIX (Antonio de Quintana Llarena, coronel de Artillería, diputado a Cortes y socio de mérito de la Real Sociedad; y Juan de Quintana Llarena, respectivamente). Desempeñó la dirección de La Económica en dos periodos: el primero, desde 1912 a 1918; y el segundo, desde 1930 hasta 1934. En el primer periodo tuvo un papel destacado, mientras que en el segundo —siendo Marqués en plena República… y además de edad avanzada— su labor fue mínima. Es uno de los pocos socios que estando o no en la Junta Directiva asistió con regularidad a las sesiones celebradas por Francisco de Quintana y León, décimo marqués de Acialcázar (Director RSEAPLP 1912-1918 y 1930-1934) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 69 la Real Sociedad, mostrando siempre un trato respetuoso. Prueba de ello es el escrito que con fecha 16 de diciembre de 1911 dirige a la Real, de la que había sido elegido director seis días antes, en agradecimiento por los testimonios de consideración y cariño con los que la Corporación honró la muerte de su padre, Antonio de Quintana, en el mes de noviembre de 191113. Su nombramiento fue bien acogido por parte de la prensa, que vaticinaba que La Económica entraba en un periodo de actividad en que aumentaría el número de socios14 —en ese mes se elevaba a setenta y siete15— y salía de su letargo gracias a los nuevos bríos con los que la nueva Directiva abordaba la División provincial: Pro Patria. La Real Sociedad Económica de Amigos del País que tan brillante papel ha desempeñado en la historia de Las Palmas, ha salido del letargo en que estaba sumida de algunos años a esta parte y vuelve a dar señales de vida. Pero de vida nueva, potente, saludable para el país, patriótica para sus ideales, bienhechora para todos. La Provincia, que vino al palenque de la prensa para trabajar por la prosperidad del país y tiene por norma no mezclarse para nada en política y siendo su bandera la división de la Provincia, tributa con todo el ardor que se merece, un entusiasta aplauso a los elementos directores de la Económica y ofrece incondicionalmente su modesto concurso a la Real Sociedad16. Una de las iniciativas domésticas que tuvo el Marqués fue la de proponer que las juntas se celebrasen por la noche para facilitar la asistencia de los socios, cuestión que fue aprobada por unanimidad17. 13 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 124. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 14 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 124. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 15 Correspondencia de 1912, nº 207. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. 16 La Provincia, 6-2-1912, pág.1. 17 Libro sexto de Actas 1907-1921, sesión de 21 de enero de 1912, nº 130. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 70 Durante esta época como director se produjo uno de los hechos más lamentables ocurridos en la sede social: su allanamiento y la disolución de la junta por la fuerza pública cuando se debatía, precisamente, la División Provincial, materia que por su importancia detallaremos posteriormente. Su profesión de militar le impedía ocuparse debidamente de los asuntos sociales, solicitando su dimisión tras su reelección en junta de 21 de diciembre de 1913 para no ocasionar molestias a su sustituto, sin que le fuese aceptada por los socios. El 9 de marzo de 1914 solicitó nuevamente su dimisión: Teniendo ocupaciones urgentes a que atender, las cuales no me permiten acudir con la solicitud debida a los trabajos de esa patriótica Corporación, me doy de baja en la dirección de la misma. Lo que me honro en significar a V. S. rogándole se haga cargo de la mencionada Dirección18. A pesar de lo cual fue reelegido para 1915. El 28 de noviembre de 1918 renuncia por escrito a su cargo por tener que ausentarse de la Isla, lamentando tener que hacerlo y dando las gracias por los homenajes recibidos19. La junta de socios, en sesión ordinaria de 29 de diciembre de 1918 bajo la presidencia accidental de Francisco Gourié, acordó admitirla por la única razón de su traslado, debiendo consignarse en actas la satisfacción con que la Sociedad ha visto la gestión patriótica de su Director en todo momento. Sin lugar a dudas, la contribución de la Real a la obtención del nuevo régimen administrativo del Archipiélago fue el aspecto más importante de su mandato en esta primera etapa, siendo también 18 Correspondencia de 1914, nº 5. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. 19 Correspondencia de 1918, nº 71-72. Correspondencia 1849-1967. Archivo histórico de la RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 71 destacable la redacción y aprobación de los nuevos Estatutos sociales en 1915. Tras su dimisión, por motivos de traslado, fue nombrado director para 1919 Ambrosio Hurtado de Mendoza. En su primera etapa en la dirección, desempeñaron las labores de secretario José Miranda Guerra (1912) y Eduardo Benítez Inglott desde 1913 a 1918. Del primero ya nos hemos ocupado, mientras del segundo lo haremos al final del siguiente apartado, ya que compartió las labores de secretario con el marqués de Acialcázar y con Ambrosio Hurtado de Mendoza. La Data, finca del marquesado de Acialcázar en el Monte Lentiscal. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 72 I.7. La dirección de Ambrosio Hurtado de Mendoza (1919-1922) Ambrosio Hurtado de Mendoza (Las Palmas, 1850-1922) fue director de La Económica desde 1919 hasta su muerte en 1922. Abogado de prestigio, escritor y periodista, fue Alcalde de Las Palmas, en cuya labor destacó con la reforma sanitaria emprendida, y diputado a Cortes. Ostentó la presidencia de El Gabinete Literario y del Consejo Insular de Fomento. También formó parte del Cabildo Insular de Gran Canaria. Era sobrino de Benito Pérez Galdós, quién en esos años ostentaba la presidencia de honor de la Diputación de la Real Sociedad en Madrid. Le acompañó como secretario en la Junta Directiva Eduardo Benítez Inglott. Su discurso inaugural como director fue muy alabado y quizás de los más completos y mejor redactados en esta primera mitad del s. XX, haciendo referencia a la labor desarrollada desde 1910 por la Corporación para lograr la ansiada División provincial. Discurso que fue Hurtado de Mendoza (Director RSEAPLP 1919-1922) 20 Diario Las Palmas, 7-1-1919, pág.3; La Provincia, 9-1-1919, pág.1. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 73 destacado y reproducido en la prensa local20. Parte de este discurso decía así: Se dice por gentes frívolas que las sociedades de Amigos del País no sirven para nada, pues les pasó su tiempo y hoy son unos mamotretos arcaicos que deben recogerse y guardarse en los Museos de Historia. No sé lo que pasará en otras sociedades de Amigos del País, pero ésta Sres. tiene muy viva su personalidad como se demuestra con una actuación reciente que hoy puede decirse de actualidad. La división de la provincia de Canarias agitó los espíritus en este archipiélago después de la visita del Conde de Romanones como Ministro de la Gobernación acompañando al Rey…21. En 1920 Ambrosio Hurtado de Mendoza fue nombrado Comisario Regio Presidente del Consejo de Fomento de Canarias orientales22, compartiéndolo con la dirección de La Económica. Fue también comisionado permanente de la Diputación de la Real Sociedad en Madrid en los cuatro años del periodo 1916 – 1919. La labor más importante que desarrolló La Económica bajo su dirección fue la consecución de las obras de ampliación del Puerto de La Luz, realizando para ello una magna asamblea que tuvo una amplia repercusión social en su día. Igual que ocurrió con la muerte de Gregorio Chil y Naranjo en 1901, al fallecimiento de Hurtado de Mendoza con el cargo de director, su Junta Directiva acordó no proveer la vacante hasta 1923, desempeñando la presidencia de las Juntas el subdirector. Para el año 1923 se eligió director a Francisco Bethencourt Armas. Fue asistido como secretario por Eduardo Benítez Inglott. 21 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 248-251. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. 22 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 283. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 74 Eduardo Benítez Inglott (Las Palmas de Gran Canaria, 1877-1956), docente, periodista, escritor e investigador. Fue secretario del Ayuntamiento y Cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria. Estuvo en Madrid como secretario de Leopoldo Matos y Massieu cuando era ministro de Trabajo. Dos veces fue director del diario La Provincia. Publicó varios libros y fue miembro destacado de El Museo Canario. Ingresó como socio de número de la Real Sociedad en 1911, siendo nombrado secretario en 1913. Cargo que desempeñó —sin éxito alguno en los últimos años— hasta 1926. Su primera memoria (la del año 1913) refleja lo que estaba sucediendo en la sociedad canaria en general y en la Real en particular, siendo breve —según sus mismas palabras— por desarrollarse la gestión de esta Corporación en un medio de absoluta indiferencia por parte de todas las clases de la sociedad, sin excluir a la mayoría de los que en nuestras listas figuran…23. Durante varios años se lee la memoria del secretario, pero no se copia en el libro de actas, hasta que en sesión pública de 9 de enero de 1921 se vuelve a reflejar. La memoria del año 1920 es una de las que más nos ha gustado, un buen resumen de la actividad desarrollada con comentarios escuetos y precisos, de los que trascribimos los primeros: Señores socios: cumpliendo precepto reglamentario, voy a tener el honor como Secretario de esta Real Corporación de exponer brevemente un peque��o resumen de la vida de La Económica durante el pasado año 1920. Se han celebrado las nueves sesiones ordinarias reglamentarias, y además dos sesiones públicas y dos extraordinarias. Aparte de los dos importantísimos asuntos de la ampliación del Puerto de La Luz y de la mejora de los servicios de comunicaciones postales y telegráficos que desde 1919 han venido siendo objeto de atento 23 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 182. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 75 cuidado por parte de esta Real Corporación, se han tratado en las citadas sesiones de los siguientes asuntos: a) Interesar del Excmo. Cabildo Insular la publicación del Boletín Oficial para el que está autorizado. b) Oponerse al proyecto de reforma de la contribución por rústica y urbana, incluido en el proyecto de ley de presupuestos, así como a la imposición de dos ( ) provisionales hasta que entre en vigor aquella ley. c) Dirigir exposición al Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros solicitando la españolización de Tánger. d) Solicitud de indulto para los reos alemanes. e) Conceder al Concejo Insular de Fomento el local de la Sociedad para que celebre sus sesiones en tanto no tenga propio. (…)24. 24 Libro sexto de Actas 1907-1921, nº 293. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Plaza y Monumento de Hurtado de Mendoza. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 76 I.8. La dirección de Francisco Bethencourt Armas (1923-1929) Francisco Bethencourt Armas fue Alcalde de Las Palmas en 1909 y estaba casado con Carmen de Quintana, hermana del marqués de Acialcázar. Desempeñó el cargo de director desde 1923 hasta 1929, inclusive. Fue el director que más veces salió en la prensa local, que se ocupaba de sus viajes, idas y vueltas, veraneos en El Monte, enfermedades, mejorías, etc. Así sabemos que era un viajero frecuente: en el verano de 1924 estuvo de viaje con su esposa y cuñada por España, Francia e Italia, embarcando nuevamente en junio de 1925 para Francia. Pasaba los veranos en su finca de El Monte, estuvo enfermo en noviembre de 1925, de febrero a abril de 1928, enero y febrero de 1929. El Diario de Las Palmas y La Provincia eran los que se ocupaban de sus avatares. Murió en Las Palmas de Gran Canaria en 1930. En sus primeros cuatro años como director desempeñó la Secretaría —más bien tuvo el cargo de secretario— Eduardo Benítez Inglott, quién presentó su dimisión en enero de 1926, dejando un importante espacio en blanco en las actas de sesiones en los años 1921 a Francisco Bethencourt Armas (Director RSEAPLP 1923-1929) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 77 1926. Sus labores las asumió durante 1926 el vicesecretario Rafael Cabrera Suárez, y desde 1927 hasta 1929 otro de los secretarios importantes que tuvo La Económica, Domingo Massieu Rodríguez. Los hechos más destacados durante su periodo al frente de la Real Sociedad fueron la División provincial en 1927, logro en que activamente colaboró la Institución, y la subasta y ejecución de las obras de ampliación del Puerto, en las que también tuvo un papel notable para que el Estado las prefinanciase. El asunto de la División es así destacado por la prensa: Bajo la presidencia de nuestro distinguido amigo D. Francisco Bethencourt Armas celebró ayer a las tres, sesión extraordinaria la benemérita y patriótica Real Sociedad Económica de Amigos del País con objeto de tomar acuerdos con el Real Decreto de reorganización administrativa de Canarias. El Sr. Bethencourt de Armas al abrir la sesión hace patente en sentidas y emocionadas palabras lo que supone para Gran Canaria la División de la Provincia, por cuyo supremo ideal tanto se ha batallado y para la cual la R. S. tiene en sus actas honrosas páginas que atestiguan cuanto ha hecho durante largos años la Sociedad para lograr lo que era timbre de honor de los verdaderos patriotas…25. Después del hito de 1927, la actividad de la Real descendió considerablemente, tal como se refleja en la memoria que de 1929 presentó el secretario: 25 Diario Las Palmas, 29-9-1927, pág. 2. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 78 Memoria del secretario sobre 1929 Porque verdaderamente poco es el trabajo realizado por esta Corporación en 1929 a registrar y resumir ahora, lo que no puede satisfacer y contentar. Diríase que la inclemencia natural que hizo del año último un mal año para la agricultura, había de tener repercusión en otros órdenes de cosas y había de figurar también como malo en los anales de esta entidad. El año que acaba de terminar casi puede calificarse de periodo de reposo, pero no absoluto, hermético e inmutable, sino propicio a cualquier interesante solicitud, como lo comprobaría la más ligera lectura de las actas de sesiones. Periodo de reposo como el que sigue a la fermentación tumultuosa del vino, durante el cual se decanta y enriquece; no al que produce flojedad y languidez y que es incapaz de soportar agitación alguna26. Durante ese año pasó largos periodos de baja por enfermedad, manifestando sus deseos de que se le sustituyese en la dirección, ya que no podía realizarla con el cuidado y celo que quisiera. Cesó al 31 de diciembre de 1929, sucediéndole en el cargo su cuñado Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar y murió pocos meses después. La prensa, por supuesto, destacó esta renovación, tal como lo había hecho durante todos esos años sobre cualquier noticia respecto a Bethencourt Armas: Copiado de El Liberal Con motivo de la última renovación de cargos de la SEAP, dice lo siguiente: En la última sesión celebrada por la RSEAP, al procederse a la renovación reglamentaria de cargos de su junta de gobierno, atendiendo a los reiterados deseos de su director don Francisco Bethencourt Armas que deseaba no se le reeligiese para ese cargo pretextando la larga enfermedad que ha padecido, de la que se encuentra en convalecencia que no le permite dedicar la necesaria asiduidad al gobierno de dicha Corporación, ésta, lamentando que esos poderosos motivos aparten de 26 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 113-4. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 79 su dirección a persona tan celosa y entusiasta como el señor Bethencourt Armas, designó para sucederle en el cargo al marqués de Acialcázar, ex presidente del Cabildo insular, ex senador por Canarias, y director en otras ocasiones de esta Corporación que hoy vuelve a regir27. De su primer secretario, Eduardo Benítez Inglott, ya hemos hecho referencia en el apartado anterior, aunque hemos destacado negativamente en éste su labor; del segundo secretario, Domingo Massieu Rodríguez, nos ocuparemos en el próximo, ya que su labor la desempeñó un elevado número de años. I.9. La segunda etapa del marqués de Acialcázar al frente de la Real (1930-1934) Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar, desempeñaba por segunda vez la labor de director de La Económica. En la sesión pública de 15 de enero de 1930, en la que retornaba a este cargo, recordó a los asistentes que era el socio más antiguo de la Institución. En esta segunda etapa, que duró hasta 1934, inclusive, tuvo de secretario al eficiente Domingo Massieu Rodríguez, aunque la labor que desarrolló la Institución fue mínima durante la República. Prueba de ello es que en el libro de actas de sesiones ni tan siquiera figura Junta alguna, sin que se llegase a renovar la Junta Directiva. En sesión de 3 de mayo de 1931 el director dio cuenta del cambio de régimen que se había operado en España, expresando el deseo, que la Corporación hizo suyo, de que esta nueva modalidad política de la Nación pudiera significar la paz y el orden social. Se acordó en la misma Junta hacer constar el agrado por el decreto del Gobierno provisional dejando subsistente la disposición que estableció la División del Archipiélago en dos provincias, haciéndolo presente por telégrafo al Presidente del Gobierno28. 27 La Provincia, 8-1-1930, pág. 3. 28 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 123. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 80 Le sustituyó en el cargo en 1935 José Mesa y López. Durante esta segunda etapa estuvo asistido como secretario por Domingo Massieu Rodríguez, quien continuaría en el desempeño del cargo muchos años más. Domingo Massieu Rodríguez (Las Palmas, 1899 - Córdoba, 1963), profesor mercantil, abogado, periodista y docente de la Escuela Superior de Comercio. Políticamente fue «delfín» de José Mesa y López, desempeñando desde 1927 la dirección del periódico El Liberal, y desde 1933 del periódico Hoy, que Mesa fundó en ese año. Como político fue Teniente de Alcalde del Ayuntamiento capitalino en los últimos años de la Monarquía. En 1946, a los 48 años de edad, ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María, ordenándose sacerdote en Madrid en 1950. Fallecería en Córdoba a los 64 años de edad29. Fue nombrado secretario de la Real Sociedad en 1927, cargo que ejerció hasta su dimisión en 1946. Durante dicho periodo estuvo al servicio de tres directores: Francisco Bethencourt Armas, 1923-1929; Francisco de Quintana y León, marqués de Acialcázar, 1930-1934, y José Mesa y López, 1935-1946. Vivió en primera persona la División provincial en 1927 y sus memorias fueron claras —como periodista que era—. Reflejamos parte de su memoria del año 1927, en la que se entrenaba en esta labor y se mostraba eufórico: Sin jactancia de ninguna clase, creo que podemos decir que nuestra labor en este último año puede sufrir comparación con la de cualquier otra época. La exposición entregada al Ministro de Gracia y Justicia, cuando su visita al Archipiélago, estudiando los principales problemas de esta tierra y apuntando soluciones a algunos de ellos; la dirigida al Ministro de Fomento sobre el nuevo régimen de concesiones 29 Guimerá Peraza, Marcos. Biografía política e Historia Canaria, Tomo IV, página 82. Santa Cruz de Tenerife, 2003; y José Mesa y López (1877-1951), nota 31, página 54-55. Fundación canaria MAPFRE Guanarteme, Las Palmas de Gran Canaria, 2000. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 81 en nuestro puerto, …, el estudio sobre el emplazamiento del futuro aeropuerto y los acuerdos tomados sobre las modificaciones del proyecto del nuevo dique del Puerto de La Luz, así como los comentarios que pusimos al Real Decreto que dividió el Archipiélago en dos provincias… Todas y cada una de estas cosas pregonan que no hemos estado sesteando a la sombra del prestigio bien ganado y de glorias de otros tiempos, y que esta Real Sociedad, al cumplir el siglo y medio de existencia tiene el vigor de juventud emprendedora y laboriosa y un constante anhelo de propia superación…30 Aunque ya al año siguiente se mostraba más cauto con la labor realizada por la Institución, y a la defensiva: …aunque lícito fuera acometerlo cuando la pasión y la ignorancia han tratado de macularla (la labor de la RS) públicamente, pero sobre ello mejor será un irrevocable silencio, que no sea ni humildad ni orgullo… Esta es, en síntesis, lo más (sobre) saliente de nuestro trabajo en el año 1928. No es, en verdad, todo lo que un espíritu ambicioso deseara, pero no es tampoco un «abotargamiento cívico», al que sólo sacude algún asunto tanto más interesado cuanto más menudo y personalista se manifiesta; tampoco es, velando por la pureza del favoritismo, coadyuvar al encanallamiento moral del pueblo, como se nos ha atribuido. Perdón por esta referencia a la censura para la que antes pedía un irrevocable silencio; hagámoslo ahora definitivamente irrevocable sobre la censura y el autor31. Un comentario suyo, muy acertado, figura en la Memoria de 1930, al decir que veía muy limitado el radio de acción de la Real Sociedad por las competencias atribuidas a otras corporaciones. Idea que compartimos por completo y que palpamos claramente en la documentación analizada, queriendo así transmitirla en este trabajo. 30 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 67-9. Administración de la Sociedad. Archivo Histórico RSEAPGC. 31 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 107-8. Administración de la Sociedad. Archivo Histórico RSEAPGC. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 82 En la junta de 6 de diciembre de 1946 se hizo constar el sentimiento de la Sociedad por la ausencia del secretario, que había dimitido, no sin antes realizar un donativo de mil pesetas para el casi desahuciado vivero forestal que regentaba La Económica. Se eligió para el cargo en dicha junta a Antonio Mesa y Bosch32. 32 Libro séptimo de Actas, 1921-1926, nº 191-3. Administración de la Sociedad. Archivo histórico RSEAPGC. Vivienda del marqués de Acialcázar en la calle Los Balcones. Foto Fedac. © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 SALVADOR MIRANDA CALDERÍN 83 I.10. La dirección de José Mesa y López (1935-1951) José Mesa y López (Las Palmas de Gran Canaria, 1877-1951), prestigioso abogado, desempeñó sus funciones de director desde 1935 hasta su muerte el 15 de marzo de 1951. Fue diputado provincial por Guía en 1915, Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria en 1916, Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria en 1922 y 1929, Decano y Decano de Honor del Colegio de Abogados de Las Palmas. En 1936 tenía previsto presentarse nuevamente como diputado, aunque ciertas discrepancias con la CEDA de Gil Robles se lo impidieron. Su pensamiento sobre la nueva situación política después del Alzamiento quedó expresado en sesión de diciembre de 1936: «El presidente informa a la Corporación de haberse producido en el pasado mes de julio el Alzamiento Nacional que persigue poner fin a la caótica situación de España, en que la simple convivencia era ya José Mesa y López (Director RSEAPLP 1935-1951) © Del documento, los autores. Memoria digital de Canarias (mdC) de la ULPGC, 2010 HISTORIA DE LA R.S.E.A.P.L.P. EN EL SIGLO XX (1901-1960) 84 casi un problema, y en que el trabajo, la economía y la actividades todas sufrían un colapso, con grave riesgo de la sociedad y de las personas. Hace votos porque el destino de España sea salvado y porque, acabada la contienda, comience una era de restauración de los auténticos valores y de fecunda laboriosidad»33. Mesa y López, nieto del patricio grancanario Antonio López Botas, hijo de Diego Mesa de León y sobrino de Felipe Massieu y Falcón, por tanto nieto, hijo y sobrino de directores de la Real, ingresó como socio de número de la Real Sociedad en 1912, año en que fue elegido miembro de la Comisión formada para defender en Madrid la División provincial ( |
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