La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
33 Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10
LA ESPELEO-ASTRONOMÍA Y LOS CAVERNAUTAS,
LA CONQUISTA DEL MUNDO SUBTERRÁNEO EN EL SISTEMA SOLAR
Juan Antonio González Hernández*
* Grupo de Investigaciones Espeleológicas de La Palma (GIELP). astrojagh@gmail.com
Abstract:
The volcanic caves are not sole rights of our planet.
Other bodies of the Solar System can have all kinds of vol-canic
cavities which might shelter life or serve as refuge for a
future settling of the man in these new worlds.
Key Words:
Volcanic caves, Mercury, Venus, Earth, Moon, Mars,
cavenauts, volcanoes, probes, missions.
Resumen:
Las cuevas volcánicas no son exclusivas de nuestro
planeta. Otros cuerpos del Sistema Solar pueden tener todo
tipo de cavidades volcánicas las cuales podrían albergar vida
o servir como refugio para una futura colonización del hom-bre
en esos nuevos mundos.
Palabras clave:
Cuevas volcánicas, Mercurio, Venus, Tierra, Luna,
Marte, cavernautas, volcanes, sondas, misiones..
giraban alrededor de éste. Otros objetivos fueron la
forma ovalada de Saturno, las fases de Venus y mi-llones
de estrellas en la vía láctea. A partir de ese
momento numerosos científicos buscaron y escudri-ñaron
el universo, descubriéndose nuevos planetas
y asteroides, pero... ¿De qué están formados?, ¿Son
cómo nuestro planeta?, ¿Somos cómo una familia?,
¿Por qué unos más grandes y otros más pequeños?,
¿Por qué unos de gas y otros rocosas como el nues-tro?
Incógnitas que tendrán que resolverse de ma-nera
directa, comenzando así una carrera por ver y,
sobre todo, tocar la superficie de otros mundos.
A mediados del siglo XX se lanzaron las pri-meras
sondas espaciales a esos nuevos astros. El pri-mer
objetivo fue la Luna, sobre todo por su cercanía.
Primero sondas no tripuladas para luego continuar la
carrera espacial con el primer hombre sobre la Luna.
Pero el gran reto, ha sido y es ir a otros planetas. Así,
numerosos estudios y reportajes nos ofrecen las pri-meras
imágenes enviadas por las Veneras, Mariners,
Vikings, Pioneers y fundamentalmente las Voyagers.
Desde que se ha incrementado el interés por la
investigación de las “cavernas” han aumentado los
descubrimientos, que nos han permitido unir distin-tas
ramas de la ciencia y realizar estudios globales.
Hablamos de interdisciplinariedad; geología, biolo-gía,
química, prehistoria, entre otras, intentan anali-zar
que ocurre en esos hábitats del subsuelo. Pero la
Astronomía ¿Podría unirse a este conjunto de disci-plinas?
La humanidad siempre ha creído que nuestro
planeta es único. Sin embargo, comenzamos a tener
la necesidad de conocer más y así dirigimos nuestra
mirada al firmamento, descubriendo que lo que nos
rodeaba es más que una serie de esferas perfectas.
Galileo Galilei fue -hace más de 400 años- el prime-ro
en darse cuenta de la imperfección de la Luna,
apreciando sobre ella, durante sus fases crecientes y
menguantes, una rugosidad similar a la que encontra-mos
en la Tierra, enormes montañas y mares de la-vas.
Asimismo, dirigió su telescopio a planetas, como
Júpiter, donde vio como otros luceros (satélites)
“Todo lo que una persona puede imaginar,
otros pueden hacerlo realidad”
-Julio Verne-
ISSN:
1989-9122
Recibido:
10-V-2014
Aceptado:
2-VI-2014
Publicado:
12-XI-2014
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 34
Con la divulgación veíamos que la Astronomía no
solo era propiedad de los Astrofísicos, también tenía
cabida la Astro-geología, Astro-biología, Astro-quí-mica,
etc. Por lo que hoy en día los especialistas cen-tran
su investigación en una serie de universos que
son más parecidos de lo que nosotros creemos.
Así, hace unos 5.500 millones de años una
nube molecular gigante tuvo un colapso gravitato-rio,
la mayor masa se reunió en el cen-tro,
lugar que ocupa el Sol, y el resto
formó un disco exterior que, debido
a su giro y fuerza centrífuga, provocó
choques entre partículas que poco a
poco fueron formando los primeros
protoplanetas. Finalmente la gravedad
de estos cuerpos y el viento solar (par-tículas
procedentes del Sol) barrieron
gran parte de los excedentes de gases y
pequeñas partículas, que fueron aleja-dos
de nuestras periferias.
Pero fijémonos en los primeros,
en esos que, en teoría, son afines al
nuestro pero ¿Son tan similares como
para pensar que su formación geológi-ca
y sobre todo, evolución actual, sea
igual al nuestro? Hagamos una peque-ña
descripción de cada uno de ellos.
MERCURIO
El más pequeño y cercano a nuestra estrella.
Sin embargo, su gran densidad y su núcleo -en com-paración
con su tamaño- proporcionalmente un 42%
mayor (el de la Tierra un 17%), han hecho pensar a
los astrónomos que en un principio era mucho más
grande, pero que por una colisión con otro cuerpo
interplanetario vio reducido su volumen.
Este planeta fue volcánicamente
activo, por lo que se formaron cuen-cas,
depresiones, y extensas planicies
lávicas. Hoy en día muestra indicios de
que su interior se enfrió y se contrajo
dando paso a numerosas grietas, favo-recidas
por la fuerte marea de defor-mación
que sufre el planeta debido a la
atracción gravitatoria del Sol.
VENUS
El segundo en cercanía al Sol.
De tamaño similar a la Tierra pero con
una corteza dura y gruesa, sin placas
tectónicas móviles pero con lavas jóve-nes
y recientes, y actualmente con po-sibles
emanaciones de gases. Esta acti-vidad
reciente se cree que es debida a
un gran cataclismo astronómico, como
el impacto de un enorme asteroide.
Figura 2. Venus.
(Ver créditos)
Figura 1. Mercurio.
(Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
Sin embargo, sobre la superficie de este plane-ta
podemos encontrar pocos cráteres de impactos
meteóricos, debido a dos causas: la reciente actividad
volcánica y a que la atmósfera es tan densa que los
meteoritos suelen ser frenados hasta prácticamente
su desintegración, antes de la colisión.
MARTE
Aunque su tamaño es prácticamente la mitad
del nuestro, es el que más recuerda geológicamente a
la Tierra; tal es así que se sospecha que en el pasado
existía agua sobre su superficie. Lo demuestran las
numerosas cuencas de ríos, lagos y glaciares, y otros
procesos erosivos semejantes a los que conocemos
en nuestro planeta. Su agente más importante es la
atmósfera, que presenta vientos constantes capaces
de levantar enormes cantidades de polvo que se tras-ladan
por todo el planeta, erosionando rocas y mo-viendo
zonas de dunas.
Marte se caracteriza por tener dos hemisferios
diferenciados, uno más joven, cubierto por muchos
volcanes de reciente actividad (en términos geoló-gicos),
y otro más viejo donde predominan muchos
cráteres por impactos meteóricos. Las últimas inves-tigaciones
apuntan a que Marte poseía sólo dos pla-cas
tectónicas que giran una sobre la otra. Un ejem-plo
de este efecto lo encontramos en el hemisferio
norte del planeta, en la zona de Tharsis, en la que se
encuentran alineados, junto al coloso Monte Olimpo
-tres veces la altura del Everest-, tres cráteres volcá-nicos
de notables dimensiones, cuyo origen se sos-pecha
es debido al fenómeno conocido en nuestro
planeta como punto caliente.
¿Y LA LUNA?
Nuestro satélite se formó debido al impacto de
un gran asteroide contra nuestro planeta. Los restos
desprendidos se condensaron para formar el satélite
natural que hoy conocemos. Tras una época siendo
un satélite inerte, dejó paso a una actividad volcánica
que originó, hace unos 3.500 millones de años, los
famosos mares de la Luna.
LAS CAVERNAS DEL SISTEMA SOLAR
Tras esta visión general y por extrapolación
comparativa podríamos plantearnos la existencia de
cuevas volcánicas en los planetas que hemos comen-tado.
Una actividad geológica vinculada a volcanes
nos lleva a pensar que, lógicamente, tiene que existir
todo tipo de estructuras relacionadas con estos: ca-nales
lávicos, lagos de lava, tubos volcánicos, jameos,
etc. Sin embargo, cada uno de estos planetas ha de-sarrollado
una evolución geológica distinta marcada
en parte por la composición química de su corteza.
Así podemos decir que en la superficie de
Mercurio se ha observado la presencia de huecos,
que podrían estar relacionados
con cuevas volcánicas o a la
emanación brusca de elementos
volátiles.
En el caso de Venus y de-bido
a la falta de información
que se tiene de él aún no se ha
podido valorar la existencia de
estas cavidades.
Por el contrario en la Luna,
debido a su cercanía, hemos ob-servado
la distribución de es-tructuras
lávicas muy variadas
vinculadas a su etapa de mayor
actividad geológica y vulcanoló-gica,
en las que se han localiza-do
diversas cuevas o huecos que
apoyan la idea de la formación de
tubos volcánicos y canales sub-terráneos.
Así la sonda japone-sa
Kaguya-SELENE descubrió
en 2007 las primeras cavidades.
Figura 3. Monte Olimpo (Marte).
(Ver créditos)
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Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 36
Una de ellas situada en las Colinas de Marius,
de 65 metros de diámetro y una profundidad de
80. Se trata de un supuesto jameo originado por
el posible colapso de una parte del techo de un
tubo volcánico.
EL PLANETA ROJO
Debido al incesante se-guimiento
de Marte median-te
sondas que lo orbitan y a
robots que deambulan por
su superficie, en el año 2007
se obtuvieron las primeras
imágenes, gracias a la cámara
THEMIS de la sonda orbital
Mars Odyssey, de unas caver-nas
situadas en las laderas del
extinto volcán gigante Arsia
Mons, en la región de Thar-sis,
cercana al ecuador. En
un principio estas imágenes
mostraron unos puntos os-curos
comparables a agujeros
profundos o pozos verticales,
diferentes a los típicos cráte-res
de impacto de meteoritos.
Las mentes más imaginativas
podrían pensar en la exis-tencia
de construcciones marcianas para la búsqueda de
agua, tal y como ocurre en la Tierra, o grandes claraboyas
o tubos de ventilación conectados a ciudades subterrá-neas.
Figura 4. Oquedad lunar fotografiada
por la sonda Kaguya-SELENE.
(Ver créditos).
Figura 5B. Dibujo seccional de la
imagen tomada por la sonda LRO de la NASA. (Ver créditos)
Figura 5A. Cavidad en la Región de Marius Hills (La Luna).
(Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
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THEMIS se caracteriza por ser una cámara
que capta la variación térmica, mediante las emisio-nes
en el infrarrojo, y dio como resultado que estas
oquedades mantenían una temperatura constante.
Mientras que durante la evolución del día subían las
temperaturas en la superficie marciana, el interior era
más frío, y durante la noche se invertía la situación,
es decir, el hueco mostraba una temperatura más cá-lida.
Lo mismo ocurre en las cavidades volcánicas
terrestres que mantienen una temperatura inte-rior
estable durante todo el año.
Entonces ¿podrían ser estos agujeros si-mas,
orificio de desgasificación o jameos?
Una sima se forma debido al vaciado de
un conducto volcánico de desarrollo vertical, y
un orificio de desgasificación por explosiones
gaseosas y desbordamiento del magma desde el
interior de una chimenea o tubo volcánico. Am-bos
huecos se crean durante un proceso erupti-vo.
Debido a que dicho proceso en Marte ya ha
parado, en caso de que existiesen simas o con-ductos
de desgasificación, serían los máximos
candidatos a desaparecer, ocultos bajo toneladas
de arena, provocado por las innumerables tor-mentas
de polvo que se producen en el planeta
rojo. Sin embargo, los jameos se pueden crear en
cualquier momento, debido al hundimiento del
techo de una cavidad.
A bordo de otra de las sondas orbitales, la
Mars Reconnaissance Orbiter, se encuentra la cáma-ra
HiRISE, que confirmó la existencia de paredes
casi verticales de uno de estos huecos, con una pro-fundidad
difícilmente detectable debido a encontrar-se
en sombra.
Figura 6. Oquedades sobre la superficie marciana.
(Ver créditos)
Figura 7. Cavidad en Arsia Mons,
imagen tomada por la cámara HiRISE.
(Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 38
A partir de entonces, el descubrimiento de es-tos
elementos geológicos ha ido en aumento, regis-trándose
en la actualidad alrededor de un centenar de
potenciales cavidades en el planeta rojo, con huecos
que tienen entre 100 y 250 metros de diámetro, per-tenecientes
a cuevas que podrían extenderse entre 73
y 96 metros bajo la superficie. La gran mayoría
de ellas situadas en la Región de Arsia Mons.
Sin embargo, son dignos de mención
dos descubrimientos. El hallazgo, en el cráter
gigante de Tharsis, de dos huecos que presen-tan
unos salientes, similares a las “cornisas” (o
terrazas), que son como escalones pegados a
las paredes que se forman debido a la antigua
circulación interna de la lava. Y el realizado en
2010, por unos jóvenes estudiantes que se en-contraban
realizando prácticas con científicos
de la NASA, en la que en unas de sus imágenes
obtenidas mostraron otro de esos misteriosos
puntos, en las laderas del volcán Pavonis Mons,
pero con un diámetro desmesurado, entre 190
y 160 metros.
Todos los indicios nos llevan a pensar
que estos orificios son, básicamente, jameos,
debido al colapso de parte del techo de un tubo
volcánico que ha arrastrado, hacia su interior, la
superficie arenosa que se encontraba sobre ella.
Son enormes huecos, debido a lo exagerado de
las dimensiones de estos tubos volcánicos que
podrían llegar a los 200 metros de
diámetro. La idea más compartida,
entre los geólogos, es que el gran
volumen de estos tubos se ha debi-do
a la poca gravedad del planeta y
la abundancia de lavas muy fluidas
durante las antiguas erupciones.
En algunos casos los huecos
tienen forma de embudo que pue-de
llevar a equívocos en la idea de
su formación, ya que son pareci-dos
a los cráteres de impacto de un
meteorito y que, de manera casual,
provocaría dicho orificio tras su co-lisión
sobre el tubo volcánico. Pero
realmente esa forma caprichosa es
resultado de la arena de la superfi-cie,
que se precipita hacia el interior
en el momento del hundimiento.
Entonces, ¿por qué se colapsan?
en la Tierra tenemos la explicación. En el momen-to
de formarse el tubo volcánico la costra que da
al exterior puede ser muy delgada y, si hablamos de
lavas muy fluidas en Marte, durante el enfriamiento
se crearían zonas de debilidad, como las grietas de
retracción, que podrían colapsar con el tiempo.
Figura 9. Cavidad en Pavonis Mons, obtenida por la
cámara HiRISE. (Ver créditos)
Figura 8. Cavidad en Pavonis Mons, situada en la Región
de Tharsis. (Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
39 Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10
En las numerosas imágenes de alta calidad de
la superficie del planeta Marte podemos observar
una serie de depresiones alargadas y sinuosas, que
en algunos casos pudieron ser debidas a la erosión
fluvial o glacial que aconteció hace millones de años
en el planeta rojo. Sin embargo, en otros casos, la
aparición en estas depresiones, junto a esos huecos
verticales o de una especie de “puente” natural que
se sitúan en medio de dos líneas de colapsos, nos
apuntan la existencia de los posibles tubos volcáni-cos.
posiblemente en estado sólido (hielo), y la obtención
de energía gracias a la actividad hidrotermal, con-cluimos
que estas oquedades son lugares claves para
explorar y estudiar, no solo para entender mejor la
posibilidad de vida en Marte, sino como trampolín
para su “invasión”. Así, no sería necesaria la cons-trucción
de una estación espacial para protegernos
de las inclemencias del planeta, ya que podríamos
resolverlo acondicionando estas grutas.
Sin embargo esta tarea no es tan fácil pues el
acceso a estas cuevas es un gran reto.
Hay que conseguir una tecnología que
sea capaz de adentrarse en estos sub-mundos
marcianos. Estaríamos hablan-do
de instrumentos tecnológicos que
sean capaces, de manera autónoma, de
descender en rappel o aprovechar algu-nas
de las rampas naturales, formadas
por el derrumbe y la arena de la superfi-cie,
para introducirse en el subsuelo.
Equipos de todo el mundo ya
están realizando experimentos y simu-laciones
de futuras misiones al Planeta
Rojo, en las que ya se preparan para una
espeleología marciana.
La NASA, en 2009, puso en mar-cha
una serie de experimentos y estu-dios
para el acondicionamiento de una
serie de cuevas en el desierto de Ataca-ma,
Chile. En Octubre de 2013 se rea-lizó
la cuarta edición del programa CA-VES
(que en inglés significa “cuevas” y
es el acrónimo de “Cooperative Adven-ture
for Valuing and Exercising human
behaviour and performance Skills”) ca-pitaneado
por la Agencia Espacial Eu-ropea
(ESA), y en la que un grupo de
astronautas y especialistas se adentra-ban
en un sistema de cuevas del Valle de
Lanaitho, en la isla italiana de Cerdeña,
y en las que durante más de 6 días se
realizaron diversas pruebas.
También en Europa el Foro Espacial Austria-co
(ÖWF), con el apoyo de otros países y del Jet
Propulsion Laboratory de la Nasa, realiza programas
específicos de simulación de futuras expediciones a
Marte. Se han elegido lugares extremos en cuevas de
Alemania y Austria, donde se ha puesto en marcha
las primeras pruebas de robots y de un traje espacial,
el Aouda X, que permitirían, o por lo menos facilita-ría,
la operatividad humana en el mundo cavernícola
extraterrestre.
El hallazgo de estas cuevas es muy interesante
pues son estructuras naturales capaces de proteger
formas primitivas de vida del efecto de los microme-teoritos,
la radiación ultravioleta, el destello del Sol,
los valores extremos de temperatura, las inclemen-cias
meteorológicas y las partículas de alta energía
que bombardean este planeta. Si además añadimos
la posibilidad de encontrar agua subterránea,
Figura 10. Posible colapso de un tubo volcánico en la Región
Tartarus Colles. (Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10 40
REFLEXIÓN FINAL
Tenemos aquí un nuevo reto, quizás quimérico
como el viaje mitológico de Jasón y los Argonautas,
o tan real como el de Cristóbal Colón. Lo que está
claro es que la humanidad se adentra en una nueva
conquista, la del mundo subterráneo en el Sistema
Solar.
AGRADECIMIENTOS
Quiero mostrar mi agradecimiento a D. Fran-cisco
Govantes Moreno, D. Rafael García Becerra y
D. Miguel Martín González por la lectura crítica de
este artículo y a Dña. Mireya Bienes, D. Raúl Gon-zález
y D. Víctor González por su infinita paciencia.
Asimismo, lo hago extensivo a todos aquellos que
han creído en mis “locuras”.
BIBLIOGRAFÍA
Galadí, D. & J. Gutierrez (2001). Astronomía Gene-ral,
teoría y práctica. Omega: 278-304; 307-329
Porredón, F. F. & O. González (1999). Iniciación a
la Astronomía. Editorial Afortunadas: 111-167.
Moro, A., J. A. Fernández & C. Santana (2014).
Cuevas volcánicas en Marte, claves para la fu-tura
exploración humana. AstronomíA, 176:
22-31
En España, además, ha comenzado el progra-ma
MSM, Mars Spanish Mission, que busca conse-guir
que nuestro país y, básicamente, la comunidad
hispanoparlante sea un referente en materia cientí-fica
y tecnológica. Apoyándose en el desarrollo de
experimentos en desiertos e, incluso, cuevas volcáni-cas,
como las que encontramos en las islas Canarias.
La idea es desarrollar la mejor estrategia para
un futuro asentamiento en el Planeta Rojo. ¿Volvería
la humanidad a ser cavernícola? Nacerán, así, los pri-meros
astroespeleólogos y cavernautas. Y otra cues-tión
importante ¿seremos capaces de no contaminar
de vida alóctona el planeta Marte?
¿Y MÁS ALLÁ?
¿No hay otros astros de nuestro Sistema So-lar
que puedan tener cavidades? Aunque es difícil de
determinar, ya que nuestros conocimientos y medios
son muy limitados, sí sabemos que existen satélites
naturales, orbitando alrededor de los planetas gigan-tes,
como es el caso de Io (en Júpiter) que posee
volcanes activos. Otros tienen el efecto denomina-do
criovulcanismo debido a la rápida fase explosiva
de sublimación del hielo (u otros elementos), como
ocurre en Europa (en Júpiter).
Vulcania Adventure Express.
Espeleo-Astronomía: ¿estás preparado?. (Ver créditos)
La Espeleo-Astronomía y Los Cavernautas, La Conquista del Mundo Subterráneo en El Sistema Solar
41 Revista de Espeleología del Archipiélago Canario - Volúmen 10
Obra Social-Fundación “La Caixa”. (2007). Mar-te-
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“La Caixa”.
Verne, J. (1864). Viaje al centro de la Tierra. Santillana
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illuminato-dal-sole-il-fondo-della.html
CRÉDITOS DE LAS FOTOS
Presentación con frase de Julio Verne. La Tierra des-de
la Luna. Fuente: NASA.
Figura 1. Mercurio. Fuente: NASA.
Figura 2. Venus. Fuente: NASA.
Figura 3. Monte Olimpo (Marte). Fuente: NASA.
Figura 4. Imágenes de la oquedad lunar descubierta
por la sonda Kaguya-SELENE de la agencia
espacial japonesa JAXA. Fuente: JAXA
Figura 5A. Cavidad de 65 metros de ancho y 34 de
profundidad. Región de Marius Hills en La
Luna. Imagen de la sonda Lunar Reconnais-sance
Orbiter (LRO) de la NASA. Fuente:
NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universi-dad
de Arizona.
Figura 5B. Dibujo de la sección de lo que sería la
imagen de la sonda LRO de la NASA. Fuente:
NASA/Universidad de Arizona.
Figura 6. Registro fotográfico de numerosas oque-dades
sobre la superficie de Marte. Fuente:
NASA/Jet Propulsion Laboratory/Universi-dad
de Arizona.
Figura 7. Cavidad en Arsia Mons, tomada por la cá-mara
HiRISE (Mars Reconnaissance Orbiter).
Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/
Universidad de Arizona.
Figura 8. Cavidad en Pavonis Mons, situado en la
Región de Tharsis. Fuente: NASA/Jet Propul-sion
Laboratory/Universidad de Arizona.
Figura 9. Cavidad en Pavonis Mons, obtenida por
la cámara HiRISE (Mars Reconnaissance Or-biter).
Fuente: NASA/Jet Propulsion Labora-tory/
Universidad de Arizona.
Figura 10. Imagen de la Sonda Mars Reconnaissan-ce
Orbiter, en la Región Tartarus Colles. Su-puestamente
el colapso de un tubo volcánico.
Fuente: NASA/Jet Propulsion Laboratory/
Universidad de Arizona.
Vulcania Adventure Express. Fuente: autoría propia.