Námerot 43 y 44 Jalld-8>ptUmbrt y Octubrt Dlolembra I988.-III kH Triniihil
REVISTA DE HISTORIA
Director-Propietario:
DR. JOSÉ PERAZA DE AYALA R. VALLABRIGA
Individua corrnpondiente de la Real Academia da la Histeria
o VI. La L«Bun« d* T«n*rlf* (Isla* Canarias) Ano Xt.
Ensayo sobre algunos aspectos de la antigua
toponimia de Canarias
HEMEROTECA P. MUNICIPAL
Santa Cruz de lenerife
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(Son varias las teorías sostenidas sobre el carácter étnico y lingüis-de
la población del Archipiélago, anterior a la conquista y asimila-españolas.
Aparte algunas elucubraciones precientíficas u otras.de
encia más bien literaria, tenemos la tesis berebere de Sabino Ber-eíot,
cuya atención por el as-pecto toponímico remarcamos en la primera
parte de este artículo \\), el curioso trabajo de don Manuel de
Ossuna (2) que muestra una supuesta y en todo caso esporádica influencia
púnica, la hipótesis germánica de von Loeher (3) y la vasca de
don Isidro Brito (4). Es ta-mbién notable.la obrita del inglés, o mejor
dicho gales, Bute (5), que adopta una posición ecléctica, aunque mantiene
criterio fijo en algunos pasajes, como cuando rebate la tendencia
americanista (caribe-venezolana o quichua-peruana) de su compatriota
(1) Repetimos, por haber aparecido con una doble errata, las pala'bras con que
Bertlielot se refiere a esos nombres de lugar y persona que "nos devanciers avaient
trno neglijré? et ne sont paa sans importance".
'2) "La inscripción de Anaga (Tenerife) por Don Manuel de Ossuna y Van den
e, catedrático del Instituto. Santa Cruz de Tenerife. Imp, A. J. Benítez. 1888". 61
tas en cuarto con un grabado fuera de texto.
(8) "Los .genmanos en las islas Canarias, por Franz von liOeher. Madrid. Imp.
Central, a cargo de V. Sáei". (Sin año.) 140 páginas, 4.2. (Publicado hacia 1880).
(4) "Don Isidro Brito Henríquei, profesor auxiliar de la Escuela Industrial de
Ijas Palmas. Los antiguos dialectos de las Islas Canarias: Su procedencia del vascuence.
Trabajo de investigación desarrollado por su autor en el salón de actos de la escuela
la tarde del 17 de noviembre de 1927. Las Palmas. Tipografía del DIARIO. 1928".
17 páginas, 4.t.
(5) "On the ancien language oí Tenerife. A paiper contributed to the Anthropolo-
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Jorge Glas, aun recgno€Íencio a aquel escritor ele fines/lel^ siglo XVUI
•como una de las más acreditadas autoridades científicas (frustworthy)
;le su liemipo.
Un ex'('t>lento [¡rincipio de cafácter metódico será, a mi juicio, ])ar-tir
de la suposición de que el substratum precristiano de este archipiéla-go
no es único. Esta es también la opinión del Marqués de Bute (6) y la
de don Garlos Pizarroso (7), distinguido escritor y profesor de la Academia
Matritense de Jurisprudencia y Legislación, que en estas
fué Secretario de la Excma. Diputación I'rovincial. Siguiendo este
cipio, me propongo exponer algurias notas sobre determinados ñor
de lugares de las islas Canarias, especialmente de Tenerife, que pueden
interpretarse por el euskera o lengua vasca.
Los nombres de lugar que serán ot)jeto de este estudio son los iú-guientes:
1. IZAÑA.—2. AINAOA—3. AGIHÍRE.—i. ARAiGA.—5. ABONA.
IZAKA
iPara interpretar este nombre de lugar consideraremos sus tres elementos,
dividiéndolo en esta forma: IZ-AIN-A.
lEl elemento iz es de los más interesantes, tanto en la formación de
palabras vascas de gran «arácter arcaico, como en la bidronimia
antigua de diferentes zonas de Europa.
En euskera tenemos voces tan significativas como iz-urdev "c
marino", teniendo en cuenta que urdo tiene el sentido corriente de "' _^
do" en varios dialectos actuales. Iz-olz, "ihielo". literalmente "agua fría*^".
Izepdi, "sudor". Istu, "saliva". Tamibién parece un aumentativo de iz la
palabra itxaso, "mar", así como izkoren, "marea". Igualmente se derivan
de íz los neologismos íztabo, "puerto de mar", ¡zontzi, "navio" y
otros análogos.
Es notable la frecuencia del mismo elemento en nom^bres de ríos y
lagos. En el Pirineo encontramos los ríos Isabena, Esera. Isola o Isuela,
giical Section of the British Association for the Advancement of Science. 1891. By John,
Marquess of Bute, K. T. (Mayor of Cardiff). London: J. Masters". 54 páginas, 4.9.
Refiérese, principalmente en las páginas 6, 8 y 48-52, a la obra de Glas, publicada
en Londres en 1764, con el título "Hiatory of the Discovery and Conquest of the Cana-ry
Islands". No he podido conocer directamente la obra de Mr. Glas, pero después de
ser citada su página 172 por el Marqués de Bute, examina éste detenidamente la tesis
americanista, llegando a esta conclusión escéptica: "Aunque admito que hay algunos
puntos comunes (entre las lenguas americanas y la primitiva de Canarios), debo también
confesar que me falta muoho para ver en e-irto la justificación de Ja idea de Mr.
Glas de que la lengua de Tenerife era el Quídhua". (Pág. 52 de Bute).
(6) Obra citada, pág. 5: "Thát there was a mixture of races in the ancient Tenerife
seems at least very probable".
(7) "Los Aborígenes de Canarias'", por D. Carlos Pizarroso y Bolmonte, caballero
de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, Licenciado en Derecho, etc. Santa
Cruz de Tenerife. Imprenta Isleña de F. C. Hernández, 1880". 181 páginas, 4.5.
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lodos ellos afluentes del iGinca. Otro Isuela es afluente de la izquierda
(iol Jalón. En el N. K. de Navarra existe la población de Isaba, en el valle
de Roncal, regado por un afluente del alto Ara^giki.
iDou Manuel de Montoliu en un artículo publicado en el Boletín de
Dialectología Catalana, sobre los antiguos nonubres de los ríos pirenaicos
de la provincia de Gerona, encuentra en ellos el elemento que alio-a
estudiamos, no sin advertir (8) la correspondencia con las voces vascas
antes citadas.
Menos clara es la intervención del elemento iz o is en los nombres
de los ríos Pisuerga, Esgueva, Esla y Er-esnuí (?), todos ellos de la
cuenca del Duero.
Fuera de la Península, encontramos en Italia, al sur de los Alpes, el
río Isonzo y el lago Iseo. En la anligüedad existían tres ríos con el nombre
"Isara", dos de ellos nacidos en los Alpes y el tercero (el actual Oi-se)
situado al«go más al N. O. de la iGran cordillera, a la derecha del S*-
quana o Sena; los Isara alpinos se llaman actualmente Isére. a la izquierda
del Ródano, y el Iser bávaro, al sur del Danubio. Otro afluente
danubiano de los Balkanes es el Isker. Por último, en el sur de Bélgica
tenemos el iser y en Holanda el Yssel.
,No es, pues, aventurado supomu' que el elemento iz tiene la significación
de "agua", no solamente en la foi'ma fósil de la toponimia de las
regiones mcás montañosas y, por tanlo. lingüísticamente arcaizantes, de
Europa, sino taind)ién en las formas coiuii)n'estas de la lengua vasca, aun
viva. Es cierto que el sustantivo iz no se ha conservado, en fornuí aislada,
ni siquiera en vasco, donde la palabra "agua" se traduce por ur; pero
ésta es una ev¡dent(> importación del e('llico diir (conservado 'cn to-iponlmia
vasca: Durana, Durango, etc.), de la misma manera que el nombre
de la piedra arri, liarri, anliguannuite I<ai'ri.
El segundo elemento de Izaña o IZ-AIN-A es AIiN, tam'bién fecundí
.simo en la toponimia vasca. Citemos los ejemplos de Bcasain en Guipi'iz-coa,
Agurain, antiguo nom^bre de Salvatierra de Álava, Urdiain én Navarra,
Osserain en el departamento de los bajos Pirineos, etc., etc. Tan
frecuente es la presencia del elemento «in en nombres de lugar de Vas-conia,
que D. Leoncio Urabayen iha reflejado el 'hecho en forma cartográfica
en un artículo de la Rcv. Inlern. de Est. Vascos.
iComo el elemento ain tampoco existe en la lengua viva actual, hay
diversas opiniones sobre su inter¡)retación en toponimia. Para el que
esto escribe no'hay duda de que el elemento ain o an no es sino una variante
fonética de jiain o (|an, que iiene la significación adverbial de
"sobre" o la sustantiva de "altura". No es éste el lugar adecuado para
ex'poner ampliamente los fundamentos de esta convicci/m. Sólo diré quL
está basada en el estudio comparativo de la toponimia medieval, que
(8) Por ello es tanto 'más inadmisible que otro filólogo catalán de gran categoría
encuentre la paten/te etimología antes indicada de la voz vasca izotz... en el latín
gelidum (!).
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uús ofreec series -com» Andoin-AndoaitifAíidoyain-Andogain; Orenin-
Orenain<)rengain-'"Orengoin"; Miñano-"Miii-^gan-o" (9).
¡En cuanto al elemento final A de IZ-AIN-A, puede ser perfectamer
te el artículo o determinante positivo, caraicterístico del vasco. En toponimia:
este elemento final puede expresarse u omitirse indiferentementt.
como lo demuestran las formas dobles iMendiiMendía, Guetari-<Juetaria,
Ollargan o Bidegain, junto a Árgana o (Mendigaña.
lEl paso de IZ-AIN-A a Izaña tampoco ofrece dificultades fonéticas.
Es conocida la influencia de la i en Ja palatización de la n. En castellano
tenemos ejemplos como Antoñito de Antonio, España, de "Hi«pania".
En vasco podríamos mencionar otros ejemplos igualmente claros, pero
preferimos citar el de una palabra castellana tonnada por el vasco: "dulzaina"
se dice en vasco dültzaña.
Después del examen de sus elementos componentes y teniendo en
cuenta la topografía de Izaña, puédese terminar la ¡hipótesis interpretativa
por el vasco de este nombre de lugar tinerfeño, traduciéndolo por
"la cima del agua" o "sobre las aguas" o "la divisoria de las aguas".
lEn Tenerife tenemos otro nom'bre de lugar estudiable junto a Iza-ña:
Isora.
I AGERE ^
Transcribo el noiribre antiguo del lugar donde se edificó la ciudad
d-e 'La Laguna, en la forma fonética usada en vasco, para facilitar las
fomparaciones. Berthelot (pág. 106) menciona la forma "Aguire".
lEn vasco tenemos formas oomo "aget-tu", "aparecer"^ "agiri". "agi-rre",
"agerre" (apellidos "Aguirre", "Aguerre"), con la significación de
"lui^ar visible, culminante; espaciado, claro o calvero de bosque." Esta
Significación fundamental conviene a la situación de la vega de La Laguna,
^a sea por su posición próxima a la divisoria orogréñca, ¡que se peroi-
*be fécilmente al avanzar por las carreteras de Tacoronte y Tcjina, o naás
Men por el carácter espacioso de la vega en relación con el,relieve sumamente
accidentado de la Isla. .
:!,.;' /AIVAGA
(La tecminació^ a sufijo aga es frecuentísima en toponimia vasca, con
signiíficación de "rlugar de". Así Arriaga significa "lugar de piedra" o
''pedregal", Gatzaga equivale a "salina", Madariaga es "lugar del pe-
(&> «E* cttriosa<la forana toponfinica que recogfe Berthelot (pág. 19S d^I tomo primero)
én'Lanzarote. Árgana. Este nombre parece arrancado del centro del país vasco
con la significación clarísima de "Sobre la peña"» ; ;
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ral"; Buruaga "lugar del cabezo o cerro", etc. En Canarias abundan los
nombres geográficos de forma análoga. Además del famoso promontorio
tinerfeóo, tenemos en Gran Canaria Fataga, Gazaga, Areinaga, Omia-ga
o Umiaga (Berthelot observa que en sus inmediaciones existe una
roca llamada Orna), Layraga; en la Gomera Berthelot cita (pág. 198) el
lugar de Mosag-a.
En cuanto al elemento inicial del nombre An-aga, recuérdese lo -que
antea hemos dicho sobre la identidad de an, ain, gan, gain.
Anaga podría, pues, interpretarse por el vasco en esta forma: "lugar
de la cima o cresta".
! ARACA
Berthelot no menciona el nombre de este paraje, tan conocido hoy
en Tenerife ipor su gran riqueza en agua potable.
lEn Álava existe otro Araca que ocupa un lugar elevado equidistante
de Vitoria y de Villarreal.
lEI elemento ara tamibién es corriente en la toponimia vasca y pirenaica.
Así tenemos Aramayona en Álava, Araquil en Navarra, Araoz en
Guipúzcoa, Araluce en Vizcaya, etc.
Esta voz tampoco existe en el vocabulario actual. Sin embargo, Me-néndez.
Pidal, en un artículo publicado en la Revista de Filología española,
comparando el Araoz guipuzcoano, con el Araos (hoy Aragües) del
Pirineo aragonés y el Araos del Pirineo leridano, concluye sogtenieiKilo
que la significacbón de ana es "pequeño llano".
'Berthelot encuentra en Tenerife las localidades de Arona y Aray
(10), el monte Araaa y el barranco Areza (compárense con el pueblo
alavés de Afaya y el monte vizcaíno de Aretza) y en la Gomera Arage-
••ade y Aruré. Además, entre la lista de nombres canarios que Bertiíe-lot
recoge de la Historia de los Reyes Católicos del famoso Cura de los
Palacios, Andrés Bernáldez, se hallan los siguientes: Aracusen, Aragi-nes,
Aranguimes, Arahuacag, Arantiagatia, Arwimigada Arautiagaza,
Areaahu, Areagamasten, Areaganigui, Areacasumagi, etc-
(10) Aray, según Madoz (Dic. Geogr.), es-un pagro del valle de Santiago, al W. de
Tenerife. Además, en la misma isla, jurisdicción de Candelaria, existe el i>ago de Arayá,
Madoz menciona también otro pago del mismo lugar con el nombre Arayo; pero debe
ser errónea repetición, pues en el eaitículo "Candelaria" solo aparece Araya. Este nombre
esitá regiitrado igualmente en el "Diociohariú Estadístico-Administrativo de las
Islas Canarias», por Pedro de Olive (Barcelona 1868) y en el Nomenclátor Oficial del
Estado, eorres{>ondiente a la provincia de Santa Cru« de Tenerife, con referencia al
censo de 1980; pero en ambas (poWicaidoenB falta el Aray de Santiago de Teide, único
mencionado por Berthelot. Anea no se cita en ninguna de estas obras. Mados señala
también el Araya alavés y otro en la provincia de Cáceres. Adent&s debe existir otro
Araya en el «ur de la provincia de Castellón de la Plan», pues afmrece citado en los
partes oflciales de guerra de SalanwneA, 27 y 28 de junio.
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ABONA
Podemos dividir esto norobre para su análisis en tres partos, on la
forma siguiente: ABO-ON-A.
Abo siginfica en vasco "boca". La extensión semántica que esta voz
adquiere en toponimia se ('omprenderá leniendo en (uienta nombres como
I*"almoulih, Plymoiit'li, Bouríu'month y otra docena de nombre^ de
la misma terminación en la costa meridional ib? Inglaterra; Geestemün-de,
Weser-iiu'inde, VN'arneniíiiide, lYavemünde, S'winemnnde, etc.; en
las costas alemanas del mar del Norte y el Báltico; Bouches du Rlhonc
en Francia. Recuérdese el antes citaibi izta])o "puertí) de mar" en vasco.
Besj)ecto del segundo elemento f>N de este nombre (b' lugar lia de
desecharse la idea de que se trate del adjetivo vasco que significa "'bueno",
aunque con este sentido tieiu', escasa aplicación en toponimia, por
ejenij)lo en el nombre Lecuona, que ajiarece traducido en bearués por
"Bouloc". Pero generalmente se atriljuye al elemento on una significación
topográfica y sustantiva en nombres de lugar nniy abundantes en
todas las regiones de Vasconia: Arrona, Estarrona, Lexona, etc. (10).
En estos y análogos casos, la mayoría de los autores sostienen la equivalencia
o?i "colina". En toponimia de 'parajes costeros la palabra "boca"
tiene una significación de "había", ensenada, cala".
En consecuencia, el nombre de Abona puede interpretarse; "la colina
de la cala".
En el nombre de ABA,T"^0 puede verse la intervención de dos elementos
ya estudiados: ara y afo, variante de abo (18).
De la misma manera, en el nombre de ARONA podemos separar tres
elementos anteriormente analizados: ara-on-a.
Finalmente, parece obligado indicar que el nombre de ARBONA (isla
del Hierro), mencionado como primitivo por Berthelot, tiene una correspondencia
idéntica en un pueblecito vasco próximo a Bayona.
Hemos examinado, hasta este punto, diversas voces toponimias,
consideradas como primitivas de iCaiuirias y admitidas, en su mayoría,
como tales por Berthelot; aunque so ha de observar que ninguna de
ellas fué tenida en cuenta por el sabio francés para su comparación con
el beréber, observación que concuerda con el principio, primeramente
expuesto, de la naultiplicidad de capas lingüísticas prehispanas del Archipiélago.
Parece conveniente, no o'bstante, decir algo sobre uno de los
jmm-brese primitivos de la isla de Tenerife, recogido por Abren GaliridO.
r^ste nombre es Achineclio, Atchinetche, Atxinetxe, según las va-
(11) También en Cataluña existen nombres antiguos y modernos con la misma
terminación: Badalona, Ausona, etc. Pero la filología catalana ha determinado que en
eíítos casos es preciso considerar una etimología céltica.
(12) G. Marcy dice, interpretando un texto guanche: "La alternancia b/f es, por
lo demás, frecuentísima ei) beréber". Ver ,"E1 Museo Canario" 1934, p. 5. "El apostrofe
dirigido por Iballa en lengua guanche a Hernán Peraza".
n t M t K U l t ü A P. MUNICIPAL
Santa Crur de fenerlfo I 71
riantcs Miecamcnto gráifií^as. En lodo caso, la primora y la última consonantes
corresponden al sonido representado en castellano por <'h, en
la toponimia vasca de Francia i)or tch, en alemán por tsch, y en vasco y
catalán por tx. Para BerUhelot (páps. i¿:i2-2;i;i) ATÍÍHINETOIIE no es si-
Jio una variante ronética de la vo/, TLINIEIÍÍMÍHGIILNEIIIEIE ("Tenerife"),
con el prefijo l)ereilK'r a'yt-
Pero Bulle (página 17) opina que se trata ile dos voces distintas,
iniorfológicamente se[»aradas, pues no puede admitir que la última consonante
eh> t*h o tx, provenga de una nmtaoión de f. Téngase además en
cuenta que la antigua forma, consignada por Le Bonller, es '"Tenerfix"
o "Tenerfiz", que Maroy (1. c. págs. 12-1'S) transcrii)e e interpreta
Ta-n-ari'a, "la de las piedras volcánicas".
Veamos, pues, si cabe buscar para Atxinflxe (empleo esta grafía para
-facililar la comparación) una significación, que Butte da por perdida:
"The fundamental meaning of wliich is now lost".
iEn vasco alitzin o alxin (con equivalencia fonética corrionle) tiene
]a siígniíflcación de "adelante", correspondiendo esta forma, existente
en los dialctos vasco-franceses, a la más conocida aiirre de los dialectos
occidentales. El nond^re de la "casa" es en vasco elxe. Atxin-etxf. puede
por tanto, significar "casa de adelante" o "del frente", acaso por la silueta
que nuestra isla, vista desde las circundantes, presenta, con su
gran elevación que cae a plomo sobre la costa occidental. Una total co-iTcspondencia
toponímica se encuentra entre esta interpretación de
atxin-eitxe y el apellido Aurre-ko-e'txe-a o Aurrecoechea, -frecuente en
Vizcaya. ,
Por lo que respecta a la pertinencia de esta última cita, he de hacer
notar, con carácter general, que los apellidos vascos en su inmensa mayoría,
como solariegos que son, tienen un carácter estricticamente topográfico
y pueden identificarse con la toponimia.. Aun en este aspecto,
a pesar de la relativa homogeneidad étnica de Vasconia pueden señalarse
en agíillidos y nombres de lugar estratos de diferente arcaísmo, análogamente
a lo antes apuntado para Canarias. Así, algunas voces, como
el apellido Aurrecoeohea, pueden- traducirse por la lengua vasca actual,
í^jemplos: Ibaizálial (río ancho), Elizoiuio (junto a la iglesia), Elori €-
fa (los espinos), Arzíubiaga (puente de piedra), etc. Mientras que ..dra
serie de nombres, a pesar de que ningún elemento^no vasco puede vis-lumibrarse
en ellos, sólo pueden interpretarse, y no simpre con seguridad,
por complicadas hipótesis lingüísticas. De este género, seguramente
iHucho más arcaico que el anterior, son, por ejemplo, los nombres de
Marquina, Guernica, Gorbea; Guipúzcoa, Ayala, Gasteiz, Gámii^ Apraiz,
Galdácario, Agurájn, Araqüil, Aoiz, Vergara, Irurzun, Irún, Hendaya,
Sara, etc., etc. Hay, por último, un reducido grupo de apellidos que no
son solariegos y carecen de significación topográfica, siendo verdaderos
motes, correspondientes a población alienígena, judía, al menos en algunos
casos, que por no ser labradora residía en las villas. Ejemplos:
Esquerra (el zurdo),'Gofría (la roja), Bildooha (cordero),.iGogorza (du-
7Ú
rezíL), 'Negugogor (invierno dtiTO), Blziriáif (quereí* vivir),' 'BalleidaH Ti-pi,
a,(élip©queño Bííílesteró), $%. (13)1- '''•'"'' "'''''' ' ' • ' - *' •< i- < ;-
I » * *
Aunque el proceso general es el antes iftdicado. no fáltkn ejemplos
del contrario: casas y parajes que toman el nombre del apellido de sus
propietarios. El oaso se da incluso'en'Vasconia; así. el apellido Larreate-gui
es una derivación secundaria, significando "residencia de ia familia
de Larrea";' el ápeillitíbiApraiz., con solar: origünaJJiOMeftjííharrai^guelua
(Ví&caya), ha dado noittfcre, en épooa relativamente:íB)Oder»a,.* :>jíia.<!«i-sa
o barrio dé Elgoibar, en Guipúzcoa.: EiinGdnapÍa8,.aQigúHi,me informa
amablemente competentes colaboradores detesta Revista, el ^asOies frecuente,
especialmente cuando se trata de propiedades rústicas que fueron
vinoüfedaá en mayorazgos.
(Uno de estos casos es el de Oordejuela, que interesa para el tema,
aunque negativamente. Berthelot menciona a "iGordejuela" en Tenerife
como uno de los nombres de lugar primitivos de Canarias. Error disculpable
en un extranjero.
'Oordejuela es un lugar en el término municipal del oeste de Vizcaya.
La identidad es tan absoluta, que no -procede establecer interpretación
comparativa, como las hedhas anteriormente, sino suponer, a prio-ri,
una filiación moderna del Oordejuela tinerfeño respecto del vizcaíno.
Este tiene otras formas antiguas, como son "Gordojuela", "€k)rdoxola",
"iGordexola".
(En eifecto, se puede comprobar documentalmente esta filiación moderna.
Se sabe que en el siglo XIV Juan de Escusa o Ezcuza, natural der
valle vizcaíno de Oordejuela, donde''é^staíDan sus casas solariegas de Es-cuza.
Palacio y Zabala, vino a Tenerife, casándose en el Realejo con María
Grinuón. Hijo de eSte matrimonio fué el capitán Juan de Gordojuela,
nombrado regidor de Tenerife en noviembre de 1587. No tuvo hijos el
regidor y capitán Juan de Gordojuela, por lo que vinieron de la Península,
para sucederle en sus bienes, sus parientes Domingo de Gordojuela
y Juan Sáez de Gordojuela, también regidor, que casó con Catalina
de Mesa y Ocampo. 'E«tos últimos fueron fundadores y primeros patronos
del convento de San Juan Bautista y de la iglesia parroquial del Realejo-
Bajo, fen 1609. Muerto Gaspar Sáez de Gordojuela, su viuda fundó
mayorazgo el día 8 de julio de 1662, ante el escribano Juan de Ascanio
(14). Se cont)cen otras derivaciones tinerfeñas de lá familia Gordojuela,
pero con lo apuntado basta para el ca«o.
(13) Estos datos están contenidos en lo« estudios de Campión sobre la población
slieniffena del reino de Navarra, de Desvises du Dezert sobre Carlos, principe de Via-na,
en artículos de revistas, diarios, etc., y en las colecciones de apellidos, publicadas
o iQéditas. • „
(14) Núñez de ía I^efia^ "Conquista y antífriiedádés'd« 1»'* í«*ás dé Cfan Cánti-ria*.
1Í76; pir». 421-421 Fernández dé t^tHettcourt, "Nobiliaíio t WasKSn de Canarias',
tomo i n , 1799, págr. 122. "rihibiCin «t pWibíe qué ÜóhteAgra lioticiáá 0obre'«l {Mr-ticular
la copiosa monoirraíía sobre Oordejuela de Vizcaya, publicada hace \iiiJM >«lute
73
otro análogo será, seguramente, aunque no lo he investigado como
el anterior, el de "Oropesa", que Berthelot da lamlbién como primitivo.
iSabido es que en las provincias de Toledo y iGastellón hay localidades
con el nombre de Oropesa.
En la continuación de este tíabajo me propongo estudiar otras teorías
sobre distintas capas étnicas y lingüísticas de Ganarisa, especialmente
las comparaciones de Berthelot con nomhres de lugares berebe-i'es,
y deducir algunas conclusiones de conjunto.
Odón DE APRAIZ.
(iGontinuará.)
lA&o» P9I; «1 presbítero aeñor B«>CArMKa> pero me es imposible consultar ahora e»á óbi^.
rI4i deseo .ea daf al fi^el 4e e»te trabjajó un» nota bibliográfica.cggtnpletaíe Iw dtacio-nes
hechas, vÍ8ÍMementeinc9n4>Ieta8 en (nucUos caaos, t>or razón de las acttfál^s tir-