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EXTRANJEROS EN EL PUERTO DE LA CRUZ EN EL
TERCER CUARTO DEL SIGLO XVII
Antonio Galindo Brito
INTRODUCCIÓN
Establecer con todo rigor la relación de extranjeros que se afincaron en Tenerife a lo
largo del siglo XVII es una tarea enormemente complicada, pues carecemos de una
matrícula o censo que los relacione y que por lo tanto nos permita conocer con certeza
cuántos eran, cuáles eran sus nombres, su procedencia, durante qué periodo
permanecieron en la isla y a qué se dedicaban. Es cierto que tenemos algunas relaciones
fragmentarias como son algunos informes elaborados por la Inquisición canaria, pero
estos informes tampoco son exactos y además se refieren sólo a un momento
determinado. Así en 1654, el Santo Oficio de las islas escribía1 a la Suprema señalando
la presencia de 1500 extranjeros herejes ingleses y holandeses en Tenerife. La cifra es
evidentemente muy exagerada pero sirve como muestra de la importancia que la colonia
extranjera tenía en la isla de Tenerife en torno a la mitad del siglo XVII.
El trabajo que presentamos forma parte de un proyecto mucho más ambicioso que
pretende estudiar los extranjeros en Tenerife en la segunda mitad del siglo XVII y como
una aproximación hemos iniciado el estudio de la presencia extranjera en el Puerto de la
Cruz en el tercer cuarto del siglo XVII. Los datos que hemos obtenido proceden casi en
su totalidad de los Protocolos Notariales existentes en el Archivo Histórico Provincial
de Santa Cruz de Tenerife (en lo sucesivo AHPSCT), y por ello hay que ser consciente
de que son incompletos, pues en las escrituras sólo se reflejaban algunas de las muchas
actividades que estos extranjeros ejecutaban. Otros datos los hemos sacado de los
informes emitidos ocasionalmente por los comisarios del Santo Oficio de la isla de
Tenerife que se custodian en el Archivo Nacional (AHN), del Archivo General Militar
de Segovia (AGMS).
Un segundo problema añadido lo encontramos en el importante deterioro que
presentan muchos de estos protocolos lo que dificulta su lectura hasta el punto de que
varios de ellos están retirados de la consulta. Debemos ser conscientes además que
existió, y de ello tenemos constancia en algún informe de los comisarios de la
Inquisición Canaria, un número considerable de extranjeros que por su condición de
sirvientes o criados no aparecían jamás relacionados en la escrituras que firmaban los
mercaderes, por lo que las cifras de extranjeros presentes en Tenerife en cada periodo
que encontremos, deben ser tomadas sólo como una aproximación a la realidad y
siempre como valores mínimos.
Efectuaremos el análisis de los datos que encontremos desde varios puntos de vista,
pues pretendemos cuantificar el número de extranjeros presentes en el periodo
comprendido entre 1651 y 1675, conocer sus nombres, descubrir su origen, saber sus
oficios y lo que es más importante estudiar a qué se dedicaban. Analizaremos también la
variación de la colonia a lo largo del periodo considerado, intentando racionalizar las
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
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causas de su aumento o disminución y su grado de asentamiento. Finalmente, conviene
resaltar que las conclusiones obtenidas de este trabajo sólo son una aproximación y para
conocer su validez general conviene esperar a que realicemos un estudio más amplio
extendiéndolo a otros lugares de la isla.
DIMENSIÓN Y ORÍGENES DE LA COLONIA
Hemos encontrado un total de 236 extranjeros2 examinando los protocolos notariales
del Puerto de la Cruz comprendidos entre los años 1651 y 1674. Comenzaremos por
decir que son en total 12 legajos, numerados correlativamente desde el 3.783 hasta el
3.794, todos ellos pertenecientes al mismo escribano Bartolomé Hernández Romero, de
los cuales está retirado de la consulta el correspondiente a 1651, estando los restantes,
en general, bastante deteriorados. En el apéndice de esta memoria figura en la tabla III
la relación completa de extranjeros hallados, indicándose sus nombres y apellidos,3 su
país de origen, su condición declarada de vecino, estante o residente, la profesión y
finalmente los años en que aparecen.
No tiene ningún valor intentar establecer comparaciones cuantitativas entre el
número de extranjeros que aparecen relacionados en los protocolos citados y el número
de habitantes del lugar del Puerto de la Cruz de la Orotava, pues de una parte muchos de
ellos se declaran residentes en la isla y no en este lugar, y por la otra el número de
habitantes del Puerto de la Orotava no es muy bien conocido a lo largo del siglo XVII,
pues se carece de datos estadísticos fiables acerca de la población de las islas durante
este periodo y hay que esperar hasta 1676 en que el censo realizado por el Obispo
García Jiménez4 arroja cifras seguras.
Parece fuera de lugar asimismo, tratar de comparar el tamaño de esta colonia con el
número de habitantes total de la isla de Tenerife, pues somos conscientes de que el
examen de los protocolos notariales de otros lugares como Garachico, La Orotava,
Santa Cruz de Tenerife, Icod de los Vinos y La Laguna, puede arrojar un número
considerable de extranjeros que no aparezcan relacionados en los protocolos del Puerto,
lo que alteraría las cifras globales y falsearía cualquier conclusión.
Aún así, la cifra encontrada se nos antoja alta y muy significativa si la comparamos
con los datos encontrados por Alexis Brito González,5 que halló para toda la centuria
del XVII, 856 extranjeros en Gran Canaria. Según el mismo autor la colonia portuguesa
significaba el 35,9% del total, por lo que el total de extranjeros no portugueses de Gran
Canaria a lo largo de todo siglo XVII quedaría establecido en 548 aproximadamente, lo
que permite apreciar en toda su importancia el número de extranjeros6 hallados en un
periodo de sólo 25 años consultando única y exclusivamente los protocolos del Puerto
de la Cruz.
Una vez estudiada la dimensión de la colonia abordaremos el origen de estos
individuos. Creemos que este dato es de bastante importancia, pues va a permitir
establecer tanto la intensidad de la relación comercial de la isla con determinados países
europeos, como la evolución cambiante del tamaño de la colonia en determinados
momentos debido a los avatares políticos (conflictos bélicos, alianzas internacionales,
problemas comerciales, etc.). Ha sido posible conocer con gran precisión el origen de la
colonia extranjera, pues salvo contadas excepciones casi siempre que se mencionaba a
los participantes en una determinada transacción comercial, cuando uno de ellos era
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extranjero se mencionaba explícitamente su procedencia. Lo que no ha sido posible,
salvo contadas excepciones, es concretar la región o la ciudad de procedencia en cada
caso, porque habitualmente el escribano no cita este dato.
Hechas estas matizaciones podemos afirmar que de los 236 extranjeros hallados, la
inmensa mayoría (84,7%) son ingleses, siguiéndole en número los irlandeses (un 5,5%).
Por lo tanto los extranjeros de origen británico alcanzan la considerable cifra conjunta
de 90,2%, repartiéndose el resto de la colonia entre flamencos (3,8%), holandeses y
zelandeses (2,5%), genoveses (1,2%), daneses y alemanes (0,4% cada uno), quedando
un 1,2% sin conocer su origen por omitirlo el escribano, coincidiendo casi siempre con
su participación como testigo y no como parte interesada en el documento. En la tabla I
se muestra la distribución de la colonia, tanto con el número como por el porcentaje, y
del examen de los datos resulta significativa la ausencia de franceses en esta colonia.
Nacionalidad Número Porcentaje
Ingleses 200 84,75
Irlandeses 13 5,51
Flamencos 9 3,81
Holandeses y Zelandeses 4 + 2 1,69 + 0,85 = 2,54
Genoveses 3 1,27
Daneses 1 0,42
Alemanes 1 0,42
Desconocida 3 1,27
TOTAL 236 99,99
TABLA I. Origen de los extranjeros. Fuente: AHPSCT. Elaboración propia
Es evidente que la distribución anual de los 236 extranjeros encontrados no fue
completamente simétrica año por año, existiendo altibajos en determinadas épocas, que
coinciden con ciertos momentos de conflictividad. En la tabla II mostramos el número
de extranjeros que hemos encontrado en cada año, pudiendo observarse que existe una
notable variación de este número para cada año, aunque los valores medios para cada
año son relativamente altos.
Puede apreciarse que el número de extranjeros comienza a caer bruscamente durante
los años 1654 y 1655, para desaparecer completamente durante el lustro 1655-1660, lo
cual se explica fácilmente sin más que considerar que los primeros años son el prólogo a
la ruptura de hostilidades entre los reinos de España e Inglaterra, que se materializó en
una guerra que se extendió desde 1656 a 1660, periodo en que los ingleses fueron
expulsados del territorio español. Se constata asimismo que en los años posteriores a
esta guerra, concretamente desde 1660 hasta 1662, el número de extranjeros es
considerablemente inferior al existente durante los años anteriores al conflicto bélico.
El trienio 1665 a 1667 también conoció un marcado descenso en el número de
extranjeros, fundamentalmente en la colonia inglesa, lo que puede atribuirse a la
conflictividad desatada por la creación de la Compañía Canaria. Como una
consecuencia de esta problemática, se produjo la expulsión del cónsul inglés en las islas,
junto con un cierto número (5) de mercaderes británicos miembros de la citada
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compañía y en represalia el rey de Inglaterra Carlos II prohibió durante algún tiempo el
comercio con las Islas Canarias.
Sobre la presencia de británicos en las Islas Canarias cabe citar los trabajos de José
Luis García Pérez7 y José C. Guerra Cabrera8 sobre la estancia de Marmaduque Rawdon
en Tenerife, así como el libro de Francisco Fajardo Spínola9 que trata
fundamentalmente de las reducciones de protestantes en las islas, así la ya citada Tesis
Doctoral de Alexis B. Brito González que estudia la presencia extranjera y sus
actividades en las islas orientales durante el siglo XVII. Merece mencionarse asimismo
el trabajo del norteamericano G. Steckley, que en su Tesis Doctoral10 ofrece una
relación de mercaderes ingleses que trabajaron y residieron en Canarias durante los
siglos XVII y XVIII.
Tal como señalamos anteriormente de los 236 extranjeros que hemos encontrado 200
son ingleses, lo que sin duda lo convierte en el colectivo más numeroso con mucha
diferencia sobre los restantes. Para hacernos una idea de la importancia del tamaño de
esta colonia debemos indicar que en la Tesis Doctoral de A. Brito González, se
menciona la existencia de 144 ingleses en las islas orientales a lo largo de todo el siglo
XVII, lo que permite concluir que la presencia británica en Tenerife fue enormemente
superior a la de las restantes islas del archipiélago canario. Sin duda alguna ello puede
atribuirse a que Tenerife constituyó el polo comercial por excelencia del archipiélago
canario a lo largo del siglo XVII, fundamentalmente centrado en el comercio del vino.
Año Número Año Número
1652 58 1664 53
1653 61 1665 27
1654 29 1666 26
1655 15 1667 4
1656 0 1668 40
1657 0 1669 36
1658 0 1670 39
1659 1 1671 36
1660 0 1672 49
1661 27 1673 31
1662 13 1674 38
1663 38 1675 44
TABLA II. Distribución temporal de los extranjeros. Fuente: AHPSCT. Elaboración propia
La inmensa mayoría de los mercaderes relacionados en este trabajo han sido
encontrados consultando los protocolos notariales del Puerto de la Cruz, pero creo que
es pertinente recordar que estas cifras sólo deben tomarse como aproximadas pues como
ya he mencionado existen algunos ingleses que por su condición socioeconómica
(criados, clérigos, etc.) no solían aparecer frecuentemente en los citados protocolos, de
tal modo que es casi seguro que el número real siempre es superior al que relacionamos.
Así, en un informe11 elaborado en 1668 por el franciscano fray Juan García, comisario
del Santo Oficio de la Villa de la Orotava, se cita la presencia de diversos mercaderes
ingleses presentes en el Puerto de la Cruz que se hallaban acompañados de criados
también ingleses, de los que ni tan siquiera se menciona su nombre. En lo referente a su
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procedencia los datos que hemos encontrado son muy escasos pues muy rara vez se
menciona el condado o la ciudad de procedencia dentro del Reino de Inglaterra.
La mayoría de los extranjeros (69%) se declara como residentes, bien en la isla bien
en un lugar de ella, figurando como estantes un número considerable (26,3%) y como
vecinos sólo un porcentaje muy reducido (3,3%) quedando sin especificar sólo 3. Es
bastante interesante constatar que de los 236 extranjeros encontrados, casi las tres
cuartas partes (73,7%) permanecieron como máximo dos años,12 pero creemos que es
una cifra muy significativa (20,3%) el número de extranjeros (51) que residió en la isla
de Tenerife más de cuatro años pues sin duda revela un grado de asentamiento notable.
ACTIVIDADES PROFESIONALES
En relación a la actividad que ejercen profesión la inmensa mayoría (85,6%) declara
ser mercader, siguiéndole en importancia el grupo de capitanes y maestres de navío
(5%).13 Incluso cuando declaran otra profesión diferente su aparición en las escrituras
demuestra claramente que su principal ocupación era su actuación como mercader.
Una primera actividad digna de mención fue su actuación como prestamistas lo que
solía hacerse con garantía hipotecaria o con un avalista, obligándose a devolver el
dinero al contado en un plazo variable, que no solía superar los seis meses o un año.14
En otras ocasiones el préstamo tenía como finalidad la fábrica de las viñas y solía ser
una mezcla de dinero en metálico y diferentes mercaderías como ropas y cereales, pipas
para el envasado del vino, etc., y solía ser frecuente que la devolución de este tipo de
préstamos se hiciese en vino de malvasía o en cereales como trigo morisco.15
En relación al comercio exterior los ingleses y holandeses tuvieron un papel
fundamental en las importaciones que se hacían con los países del norte de Europa,
entre los que citaremos Inglaterra, Irlanda, los Países Bajos y las ciudades del Hansa
Teutónica. Desde Inglaterra y los Países Bajos traían géneros textiles, madera y arcos
para pipas, cereales, etc., y desde Irlanda, pescado salado, manteca, velas, suelas, etc.,
como puede comprobarse de la documentación generada por las visitas que los
comisarios de la Santa Inquisición hacían a los navíos extranjeros que arribaban a los
puertos canarios.16 También comerciaron activamente con Nueva Inglaterra enviando
hacia allá vino canario, fundamentalmente vidueño y algo de malvasía, y trayendo en
sus barcos pescado procedente de Terranova.17
En el mercado insular colocaron sus mercaderías que vendían bien en las tiendas que
tenían abiertas,18 bien a través de las venteras y tenderas canarias que recibían sus
mercancías a crédito, y que iban vendiendo para ir saldando paulatinamente la deuda
contraída.19 Su ámbito de actuación no se limitó al lugar donde habitualmente residían
sino que mantenían relaciones comerciales con tenderos y venteras de diversas
localidades a los cuales proporcionaban diferentes géneros, habitualmente a crédito,
para que los fuesen vendiendo en sus tiendas pagando a un plazo medio el valor de la
mercancía recibida a medida que le iban dando salida.20 También intervinieron en la
exportación y venta de pájaros canarios a través de contratos que hacían con los
pajareros que iban a cogerlos a diferentes islas, muy particularmente El Hierro y que
luego entregaban al mercader. En algunos casos llegaron a arrendar la caza de pájaros
canarios de toda una isla, tal como ocurrió con Juan Juanson que lo había pactado con el
Marqués de Adeje para la isla de El Hierro por todo el año 1674, lo que le daba un
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carácter más o menos fijo a este tipo de comercio.21 Así, el mercader inglés Juan
Juanson confesó en su testamento haber destruido un horno de guisar en la casa
alquilada en que vivía para construir en ella una gran pajarería, ordenando que a su
fallecimiento se restituyese todo tal como estaba inicialmente.22
En relación al comercio interinsular los mercaderes extranjeros y muy
particularmente los ingleses tuvieron una participación muy activa tanto en la venta de
sus mercaderías a través de vendedores que llevaban las mercancías desde Tenerife a las
restantes islas,23 como también llegaron a tener una especie delegado suyo que recibía la
mercancía directamente desde el exterior para luego venderla en la isla.
Su participación activa tanto en el comercio insular como en el interinsular les llevó
a adquirir barcos con el claro fin de garantizarse así el fácil y más barato transporte de
sus mercancías desde un lugar a otro dentro de la misma isla o desde una a otra isla,24
llegando incluso a fabricarlos en compañía de canarios, muy particularmente con el
capitán de la mar del Puerto de la Cruz, Cristóbal Sánchez.25 Esta situación les permitió
paliar la escasez crónica de cereales que padecía la isla de Tenerife, pues con sus barcos
transportaron en muchas ocasiones trigo y cebada desde El Hierro y más
frecuentemente de las islas orientales de Lanzarote y Fuerteventura hasta la de
Tenerife.26
Su posición privilegiada en este campo les permitió paliar la escasez crónica de
cereales que padecía la isla de Tenerife, pues fueron ellos con sus barcos o con los que
le venían fletados desde Europa, quienes transportaron en muchas ocasiones trigo y
cebada desde los países del norte de Europa o desde las otras islas, como El Hierro y
más frecuentemente Fuerteventura y Lanzarote, hasta la isla de Tenerife.
Participaron también en la cría y venta de ganado y así hemos encontrado un contrato
entre el mercader inglés Giles Symon y tres vecinos de Fuerteventura para criar una
partida de cabras de la que era propietario el primero, en tanto que el mercader inglés
Thomas Bouras vendió a un vecino del Puerto de la Cruz una partida de ganado vacuno,
cabrío y lanar.27 Como consecuencia de su participación en la cría de ganado caprino se
les encuentra también vendiendo una partida de cordobanes al pelo a zapateros de la
isla.28
En relación al comercio con el cercano continente africano participaron muy
activamente en el tráfico de esclavos pues fletaban barcos a las costas africanas de
Guinea que venían consignados a algún mercader inglés de Canarias, que luego con el
permiso del capitán general eran vendidos en pública subasta en la isla. Así, en 1652 el
capitán Thomas Clark, dueño del navío El Deseo de Londres, dijo que fueron a la costa
de Guinea, donde hicieron algunos esclavos negros y que después vino derecho hasta el
Puerto de la Cruz, donde fue visitado y admitido al trato y comercio por D. Alonso de
Dávila y Guzmán. El capitán vendió a Juan Campion, inglés residente en Tenerife 90
esclavos, recibiendo el pago en pipas de vino.29 Otro ejemplo lo tenemos en junio de
1664, momento en que Guillermo Couse, mercader inglés residente en la isla, recibió
130 esclavos negros que le venían consignados en el navío San Pedro, del que era
capitán y maestre Pedro Blaque, inglés, quien los había apresado en la costa de Guinea,
desde donde vino al Puerto de la Cruz obteniendo permiso para venderlos de
D. Jerónimo de Benavente y Quiñones.30
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Igualmente intervinieron en el negocio de las pesquerías a las costas africanas y así,
en 1653 Matheo de Abero, mareante vecino del Puerto de la Cruz, vendió a John
Washington31 un barco de pescar nombrado El Rosario, con todos sus pertrechos.32 En
1675 siete mareantes vecinos del Puerto de la Cruz se concertaron con Gilberto Smith,
mercader inglés que residía en el Puerto, para ir a pescar a la costa africana en el navío
La Bendición de Londres, del que era maestre el inglés Roberto Holder. Además de los
mareantes citados, iban cuatro mozos y dos muchachos y el práctico el Nicolás
Domínguez, todos vecinos del Puerto de la Cruz.33
Asimismo, jugaron un papel importante en el transporte de dinero entre las islas y la
península, pues a través de la emisión de letras de cambio giradas sobre un comerciante
inglés residente en Sevilla, San Lúcar de Barrameda, Cádiz o Madrid, permitieron a las
autoridades civiles y eclesiásticas situar sus diversas rentas con toda seguridad. Al
mismo tiempo con este tipo de operaciones percibían un premio que habitualmente
oscilaba entre el 4 y el 8% del valor nominal de la letra y lo que es más importante se
garantizaban la posesión de moneda en metálico en las islas. Así, en 1653, el mercader
inglés Juan Campion pasó una letra de 12.000 reales de plata doble a pagar en Sevilla
por la misma cantidad que había recibido en mano de D. Luis Pérez de Vitoria, tesorero
general de la Santa Cruzada,34 cargando el importe de dicha letra a la cuenta de
comerciante londinense Thomas Bonfoy. Otro ejemplo ilustrativo lo tenemos en 1661,
momento en que Guillermo Reade, comerciante inglés pasó una letra de cambio de
40.000 reales a cuarenta días vista sobre Thomas Bridan y compañía, pagadera a la
voluntad de Pedro Colarte, por el mismo valor que había recibido en Tenerife de manos
del capitán Thomas de Castro y Ayala, regidor de la isla y recaudador de las rentas
reales procedentes del precio del remate de las rentas reales y almojarifazgo de las
islas.35
Comentario aparte merece su implicación en el comercio del vino, pues no creo
exagerado afirmar que llegaron a controlarlo casi por completo, a través de sus
préstamos para la fábrica de las viñas, de la importación de madera, arcos y duelas para
la fábrica de toneles y finalmente la compra del malvasía para su exportación a países
del norte de Europa, particularmente Inglaterra, lo que se hacía a través de una flota de
barcos que venía a lo largo del otoño y que cargaba el vino fundamentalmente a través
del Puerto de la Cruz. Es difícil dar el número exacto de barcos ingleses que arribaban a
Tenerife a cargar malvasía puesto que obviamente variaba de un año a otro, pero de una
manera aproximada se puede estimar que anualmente llegaban entre 30 y 40 barcos, que
cargaban alrededor de 8.000 pipas de vino de malvasía. El tema ha sido bien estudiado
por los historiadores36 y por ello no insistiremos más.
INSERCIÓN Y RELACIÓN SOCIAL
Por su condición de residentes de manera más o menos estable en la isla, los
mercaderes ingleses llegaron a insertarse de una manera clara en el tejido social y como
una muestra clara de ello citaremos que muchos vivían en casas alquiladas, que
asimismo tuvieron bodegas alquiladas por espacio largo de tiempo y que también
mantuvieron una buena relación con las tenderas y vendedoras del lugar en que vivían y
de otros lugares de la isla. Algunos de ellos compraron casas para vivienda y en unas
pocos ocasiones llegaron a construirla, tal como fue el caso de Joseph Lambell.
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Tuvieron en sus viviendas amas y criados españoles, con las que llegaron a
establecer vínculos de afecto que fueron más allá de las relaciones laborales, lo que se
pone de relieve en las mandas que varios mercaderes ingleses hicieron en sus
testamentos. Así, Ricardo Ellis mandó en su testamento que se le entregasen a Francisca
María, su ama que la había servido durante varios años 300 reales así como diversos
objetos de la casa, añadiendo que debía dársele después de su fallecimiento 200 reales
para ayudar a criar y alimentar a los niños que tenía.37 De igual modo, Duarte Baquer
mandó en su testamento que después de fallecido le diesen al ama de su casa 200 reales
y 100 reales al muchacho que le estaba sirviendo, ordenando asimismo que le diesen a
Francisco Hernández Robado, vecino del Puerto, toda su ropa de vestir, por la mucha
amistad que le tenía y por haber estado en su casa.38
En algunos casos llegaron a mantener relaciones con mujeres canarias fruto de las
cuales fueron hijos naturales tal como fue el caso de María Nicolás, hija natural de
Pedro Bulkeley, mercader inglés que vivió en Tenerife en la villa de La Orotava.
Cuando la muchacha iba a casarse con Pedro Domingo de Palenzuela, Diego Tornehull
le dio en nombre de Bulkeley una dote de 1.600 reales en dinero y 500 reales en ajuar.39
Conocemos asimismo la denuncia formulada por Luis Coello Texera, vecino de La
Orotava contra Juan Guebar, inglés residente en la Villa de La Orotava, por haber tenido
cuatro hijos con una mujer y haber enviado uno de ellos a Inglaterra.40
Varios mercaderes ingleses se casaron con mujeres canarias y entre ellos podemos
citar a Guillermo Clerque quien casó con Ana Francisca de Escañuela, Guillermo Baltar
que casó primeramente con María de Ocanto y en segundas nupcias con Sebastiana
Machado, Ricardo Antonio que casó con Sebastiana Martín, Mateo Rubins con Manuela
Ortiz de Mendieta, Gregorio Lynch con Clara de León, Gilberto Smith con Juana
Temudo del Castillo, etc. En algunos casos llegaron a convertirse al catolicismo para
poder posteriormente contraer matrimonio como fue el caso de Baltar y Rubins.41
Sus relaciones con las autoridades civiles fueron por lo general buenas apareciendo
en numerosas ocasiones haciendo tratos comerciales con regidores de la isla e incluso
con el Capitán General. No obstante, debe mencionarse que en algunos momentos se
plantearon conflictos de diversa índole y así en 1653 diversos mercaderes ingleses
denunciaron que por causa de la pesquisa que contra ellos había seguido D. Pedro
Castillo de Guzmán, Capitán General que había sido de las islas se les había producido
daños, pérdidas, costos, y salarios por lo que dieron poder a procuradores para que
presentaran la causa ante el Rey.42
Otro ejemplo de largo conflicto lo tenemos en la causa que la Justicia y Regimiento
de La Laguna entablaron con el cónsul inglés a causa de la diferente interpretación que
se hacía de los capítulos del tratado de paz firmado entre Inglaterra y España, que según
los mercaderes ingleses les permitía vender al por menor en sus tiendas pescado, a lo
que se oponía el Cabildo de la isla. El pleito fue largo y abarcó desde 1669 hasta 1685
estando implicados tres cónsules ingleses diferentes, Tomás Cowling, Juan Guebar y
Ricardo Owen.43
Sus relaciones con las autoridades eclesiásticas fueron en general buenas como lo
revela el que un número relativamente importante de remates del diezmo de parrales de
los diferentes beneficios de la isla de Tenerife se hiciese tradicionalmente por los
mercaderes ingleses. Para dar una imagen de lo estrecho de las relaciones de ciertos
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mercaderes ingleses con las autoridades eclesiásticas citaremos que Leonardo Clerque,
mercader que fue cónsul de la nación inglesa, mantuvo correspondencia más o menos
habitualmente con el obispo García Jiménez.44
Tampoco fueron malas en general las relaciones con el Santo Oficio y así,
mencionaremos que muchos mercaderes ingleses mantuvieron relaciones comerciales
con familiares del Santo Oficio, muy particularmente en el comercio del vino. A pesar
de ellos sabemos que se le abrieron causas a algunos mercaderes extranjeros entre ellos
a Guillermo Clerque,45 a Baltasar Polster, cónsul de la nación holandesa,46 y a Jorge
Rife, inglés que residía en La Orotava.47
Citaremos por último que los ingleses llegaron a tener en el Puerto de la Cruz un
cementerio donde enterrar a los que fallecían sin ser católicos desde 1674 basándose en
el tratado de paces, y que el Santo Oficio aunque protestó y puso algunas trabas para
que no hiciese, éste funcionó con plena normalidad hasta el punto de que actualmente se
conserva en el Puerto de la Cruz donde es conocido con el nombre de La Chercha.
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
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APÉNDICE
RELACIÓN EXTRANJEROS ENTRE 1651-1674
Nombre Apellidos Origen Estatus Profesión Año 16..
Alejandro Alberto I E D 52
Juan Andrés I E CN 52
Ricardo Antonio I V D 64-69-70
Hugo Aris I R M 53
Carlos Ashton I R M 74
Juan Baden I E CN 52
Pedro de Badt F R M 52-53-61-63-64-68
Guillermo Baltar I V M 52-53-61-63
Ricardo Bambomel H R M 63-64
Valentín Band I E CN 64
Beatriz Banesses F E M 53
Duarte Baquer I R M 52-53-55-61-63-64-65-68-70
Francisco Baquer I E M 53
Roberto Barker I E M 53
Antonio Basso G R M 63
Juan María Basso G R M 66
Jerónimo Basso G R M 66
Thomas Bayley I R M 73-74
Diego Beanes I E D 69
Roberto Beber I R M 52
Isidro Benifelis I E D 66
Roberto Bevin I E M 53-54
Walter Bevin I R M 61-68-69-70
Ricardo Blackwell I R M 73
Juan Blaque I R M 64-66-68-70
Pedro Blaque I R M 64
Duarte Body I R M 53
Ferdinand Body I R M 51-52-53
Leonardo Boquerer D D D D
Thomas Borassas I R M 52-53
Guillermo Bouras I E M 52-69
Thomas Bouras I R M 61-63-64-65-66
William Bradick I R M 63
Cristóbal Brete I R M 53-70
Roberto Bretón I R M 52-53-54-63-64
Diego Bricas I R M 64-65
Guillermo Brownwy I R M 68
Diego Brun I R M 52
Guillermo Brun I R M 52
Thomas Bulkeley I R M 52
Pedro Bulkeley I R M 74
D Burch I R C D
Matheo Calahan Ir V B 52-53-61
Thomas Calbit I R M 52
Juan Campion I R M 52-53-53-55
Abraham Carsten I R M 53
Juan Casby I R M 51-52-53-54-55-68-69-70
Ricardo Casby I R M 53-68-69-70
Abrahan Castillo I R M 68
Guillermo Claphan I R M 52-53-53-55-68
Thomas Clark I E CN 52-68
Thomas Clemente I R M 65-66-68-69-70-74
Guillermo Clerque I V M 51 a 55 ; 59 a 75
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Extranjeros en el Puerto de la Cruz en el tercer cuarto…
331
Nombre Apellidos Origen Estatus Profesión Año 16..
Juan Clerque I R M 68-69
Leonardo Clerque I R M 51 a 55; 59 a 74
Henrrique Clerque I E CN 68
Anthony Colin I R M 53
Daniel Coniel Ir V M 53-61
Thomas Conner Ir R M 53
Andrés Coque I R M 52-53
Jofre Coque I R M 51-52-53-54-55
Maximilian Coquerel I R M 64-66-68-70-73
Baltasar Corbisier F E MN 66
Daniel Cornelio Ir V M 63-64-65-68-69-70-74
Pedro Corniel I R D 70-73-74
Guillermo Courtenay I R M 52
Francisco Courtenay I R M 52-53
Guillermo Couse I R M 52-61-63-64-65-68-70-73-74
Isaac Couten I R M 53
Thomas Colinge (Colin) I R M 52-53-54-55-59-60-61-63-64-69
Guillermo Cometer I R M 53
Juan Cremers y Comjo F R M 68
Nicolás Cuet I R M 53
Juan Chicley I R M 51-52-53
Diego Davies I R M 74
Guillermo De Armas Ir R M 64
Pedro De Roo F R M 63-68
Jofre Dervil I R M 64-74
Phillips Dighton I E CN 61
Juan Dingley I R M 54
Lucas Dolphin I R M 64
Juan Drue I E Ma 64
Jorge Duncan I R M 61
Honofre Duel D D D D
Juan Draque I R M 73
Roberto Eduados I R M 55-64-68-69-73
Juan Levante I R M 73-74
Ricardo Ellis I R M 52-63-64-65-66-68-69-70
Isaac Ellis I E M 53
Walter Inglés I R M 65-68
Valentín Enis I R M 74
Thomas Estaplin I E M 53-73
Guillermo Esteron I E M 66
Duarte Flabel I R M 70-74
Guillermo Flabel I R M 68-69-70-74
Juan Flabel I R M 63-64-66-69-70-73
Jerónimo Folsten H R M 63-64
Matheo Foster I E M 52-54
Juan Fouler I E M 55
Diego Freque I E M 53
Juan Fresse I R M 52
Miguel Gibson I R M 70
Simon Gillespie I R M 63
Thomas Gras I E M 52-53-64
Jacob Gregory I R M 61-63-64-68-69
Henry Griffith I E M 52-53
Thomas Grosos I R M 64
Juan Grosos I R M 64-73
Juan Groton H E M 74
Enrique Guarner I R M 61-63-64-65-66-68-69-70
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
332
Nombre Apellidos Origen Estatus Profesión Año 16..
Simon Guarnel I E M 64
Jorge Guebar I R M 61-74
Juan Guebar I R M 54-71-72-73-74-75
Juan Guillermo I R M 63-65-66
Thomas Guillermo I R M 64
Ricardo Guim I R M 54
Miguel Habasean I E D 70
Ricardo Hail I E M 52
Enrique Hale I E M 52-53
Rodrigo Hans I R M 52
Guillermo Harman I R M 73
Roberto Herber I E M 52-53-54-55
Honofre Heman I R M 61
Elías Hiquer I R M 63-64-69
Miguel Huton I E D 70
Ricardo Hyde I E M 53-54
Guillermo Ico I R M 68-69-74
Castro In D R M 52
Arthur Ingram I E M 52-53-54-55
Juan Issam I E M 54
Catalina Ines Ir V D 64
Juan Jacob I E M 64
Cornelio Jacob de la Viña H R M 64-65-68
Cornelio Jacome F R M 74
Enrique Jaques I E M 54
Juan Jaquet I R M 54
Samuel Juanel I E M 53
Juan Juanson I R M 74
Joseph Lambel I R M 52-53-54-55
Diego Laque I R M 52
Guillermo Lebete I R M 63-64-65-68
Enrique Lee I R M 52
Roberto Lee I E M 52
Gregorio Linche Ir R M 70
Nicolas Linche Ir R M 70
Pedro Lont I R M 73
Guillermo Martin I R M 52-53
Juan Martin I R M 70
Thomas Martin I R M 61-68-69-70-73-74
Jorge Martin I R M 61-64
Guillermo Masculin I R M 52-53-69-73-74
Duarte Maxey I E M 64
Isaac Miles I E MN 70
María Milian Ir V D 64
Carlos Moor I R M 68
Thomas Nayht I E MN 52
Henry Negus I R M 51-52-53
Daniel Negus I R M 52-53-61; 63 a 70; 73-74
Francisco Nibete I R M 52
Enrique Nicolás I R M 73
Juan Nicolás I E M 63
Juan Norman Ir R M 66
Guillermo Noxaques I E M 54
Ricardo Owen I R M 68
Roger Paxton I E M 69
Carlos Peard I R M 66-69-73
Juan Pendarben I R M 73
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Extranjeros en el Puerto de la Cruz en el tercer cuarto…
333
Nombre Apellidos Origen Estatus Profesión Año 16..
Daniel Pet I E CN 73
Guillermo Pit I R Med 68
Pedro Piu I E M 52-53-54
Evans Piu I E Med 53-54-55
Ricardo Piu I E M 53
Guillermo Polquin I E M 53
Guillermo Potequines I R M 53
Enrique Prescote I R M 54-61-63
Duarte Prescote I R Med 64-65-66-74
Roberto Raborte I R M 68-69-70-74
Roberto Rauter I E M 64
Marmaduque Randon I R M 50-51-52-53-54-55
Roberto Randon I E M 53
Guillermo Read I R M 61-63-64-69-73-74
Guillermo Ribas I R M 69
Valentín Ribas I R M 63-70
Josephe Rich I E M 74
Guillermo Rite I R M 68
Roberto Roarte I R M 68
Juan Robin I R M 64-70
Mateo Robin I R M 75
Juan Rouse I R M 53-65-68-69-70-74
Samuel Ruteram I E M 53
Diego Salmon I R M 61
Juan Sanson I R M 54-63-64-65
Thomas Sander I R M 64-65-68-70
Juan Sayer I R M 68-69-70-73
Juan Scote I E M 65-74
Benjamín Selar D D D 70
Thomas Seldon I E M 53
Guillermo Chisman I R M 63-64-68-69-70-73-74
Juan Chisman I R M 68-74
Gilberto Esmite (Smith) I R M 63-65-68-70-73
Jorge Esmite I R M 74
Juan Esmite I R M 63-65-66-68-69-70-73
Roberto Esmite I R M 52-53
Diego De Soria F R M 63
Cornelio Spits Z R M 63
Enrique Spry I R M 66
David Esteban (Stephen) I R M 51-52-53-54
Thomas Stoquel I R M 69
Giles Simon I R M 54-64-65-66-68
Samuel Suan I R M 68
Ricardo Taylor I E CN 61-64
Thomas Tolis I R C 64
Diego Tomas I R M 52-53-54-55-61-63-65-66
Simon Tomas I R M 61
Enrique Timul I E D 73
Thomas Tral I E M 54
Juan Trenson I R M 74
Roberto Trobenton I R M 64-74
Guillermo Tromorton I R M 52
Diego Trolote I R M 63-64-65-66-68-69-70-73-74
Thomas Trolote I R M 69
Jacob Tulio Ir V F 64-65-66
Thomas Tulio Ir R M 66
Juan Tornel I R M 52-53
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XV Coloquio de Historia Canario-Americana
334
Nombre Apellidos Origen Estatus Profesión Año 16..
Isaac Uton I R M 55
Thomas Vate I R M 68
Carlos Verd I R M 68
Roberto Verd I R M 68
Jacob Veltuysen A R M 61
Thomas Guarren I E M 52
Enrique Guaser I E CN 63
Juan Washington I R M 64
Jorge Webber I R M 52-53-54
Juan Webber I R M 52-53-54
Francisco Wudhuse I R M 64
Guillermo Yo I R M 68-69-74
Clave de abreviaturas
Origen: A = alemán; D = desconocido; Da = danés; F = flamenco; G = genovés; H = holandés;
I = inglés; Ir = irlandés; Z = zelandés
Estatus: E = estante ; R = residente ; V = vecino
Profesión: C = criado; CN = capitán de navío; F = fraile; M = mercader; Ma = marinero;
Me = médico; MN = maestre de navío
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Extranjeros en el Puerto de la Cruz en el tercer cuarto…
335
NOTAS
1 AMC Inquisición LXXVIII-2 fo 59 v-61 v; (Carta de 15 de junio de 1654).
2 Quedan excluidos de este trabajo los portugueses pues por la época estudiada los afincados en la isla
no declaraban fácilmente su origen por el conflicto bélico que enfrentaba a Portugal y España.
3 La relación está alfabetizada por los apellidos según la ortografía del escribano.
4 SÁNCHEZ HERRERO, José. “La población de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo
XVII”, (1676-1688)”. AEA, Nº 21, pp. 237-415. Según este censo la población del Puerto de la
Cruz en 1676 era de 2085 habitantes con 47 extranjeros y para 1675 nosotros hemos encontrado 44
extranjeros.
5 BRITO GONZÁLEZ, Alexis B. Los extranjeros en las Canarias Orientales en el siglo XVII. Tesis
Doctoral. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
6 El número encontrado (236), representa el 43,06% de los censados para Gran Canaria en todo el
siglo.
7 GARCÍA PÉREZ, José L. “Marmaduque of Rawdon, un personaje singular en las Canarias del siglo
XVII”, VI Coloquio de Historia Canario-Americana 1984. T. I (primera parte), pp 75-87.
8 GUERRA CABRERA, José C. “Un mercader inglés en Tenerife en el siglo XVII”, ACT, 1994.
9 FAJARDO SPÍNOLA, F. Las conversiones de protestantes en Canarias. Siglos XVII y XVII.
Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas. 1996.
10 STECKLEY, George. Trade at the Canary Islands in the seventeenth century. Tesis Doctoral.
Universidad de Chicago. 1972.
11 AHN, Inquisición, Leg. 2874.
12 Con todo rigor sólo debemos afirmar que no los hemos encontrado en los protocolos de años
diferentes.
13 Otras profesiones encontradas son barbero (1), frailes (2), criados (2), médicos (3) y marineros (1),
existiendo 13 que no declaran su actividad.
14 AHPSCT. Leg. 3784, 10-IV-1652, fs. 84-85. Francisco Alvárez y su mujer reconocieron deberle a
Juan Campion 1.000 reales, actuando Nicolás Alvarez como fiador. Ver entre otros ejemplos: Leg
3788, 4-I-1661, fs. 6-7v; Leg 3790, 18-IV-1667, fs. 75v-76v; Leg 3794, 4-I-1674, fs. 2-2v.
15 AHPSCT. Leg. 3790, 26-VI-1669, fs. 152v-153. Juan García de Almeyda, vecino del Puerto, se
obligó a pagar a Roberto Eduardos 1000 reales que había recibido en dinero de contado y algunas
pipas para la fábrica de la viña que tenía en Las Toscas del Realejo de Abajo. Ver asimismo, Leg.
3792, 24-II-1670, fs. 104v-105; Leg 3794, 16-VII-1674, fs. 206-207; Leg. 3794, 11-VI-1674, fs.
170-171.
16 TORRES SANTANA, E. “Visitas de navíos extranjeros en Canarias durante el siglo XVII”,
Coloquio de Historia Canario-Americana, 1980, Las Palmas, T. IV, pp. 427-454.
17 AHPSCT. Leg. 3795, 24-IV-1675, fs. 227-228.
© Del documento, de los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2009
XV Coloquio de Historia Canario-Americana
336
18 AHPSCT. Leg 3795, 8-VII-1675, fs 329v-335. En su testamento el inglés Juan Juanson declaró que
tenía entre otros bienes una tienda de mercería con mercaderías y otras cosas en la casa de su
morada.
19 AHPSCT. Leg 3784, 10-IV-1652, fs. 81-81v.-
20 AHPSCT. Leg 3784, 21-III-1652, fs. 69-69v. Lucía González, viuda, tendera y vecina de Santa
Cruz se obligó a pagar a Leonardo Clerque 3847 rs de plata nuevos, que había recibido en
mercancías durante 1651. Ver también Leg 3784, 14-III-1653, fs. 104v-105; Idem, 3-III-1653, fs
91-91v; Leg 3788, 7-XII-1663, fs 254-255.
21 AHPSCT. Leg 3794, 17-V-1674, 141-142.
22 AHPSCT. Leg 3795, 8-VII-1675, f 331; Leg 3784, 3-VIII-1653, fs 204v-205.
23 AHPSCT. Leg 3788, 18-IV-1662, fs. 37-37v; Leg 3789, 4-IV-1665, fs. 115v-116; Idem 20-IV-
1665, fs. 128-128v; Idem 30-X-1665, fs. 307-309; Leg 3784, 15-II-1652, fs. 30v-31.
24 AHPSCT. Leg 3784, 10-II-1652, fs 28-28v; Leg 3789, 2-VIII-1666, fs 147v-148.
25 AHPSCT. Leg 3789, 16-V-1665, fs. 147-148v; Leg 3790, 1-X-1668, fs 220-221v.
26 AHPSCT. Leg 3784, 14-XII-1652, fs 315-316; Leg 3788, 19-IV-1661, fs 59-59v; Leg 3789, 28-VI-
1664, fs. 146-146v; Idem, 17-VII-1664, fs. 172v-173; Idem 19-VIII-1664, fs. 202-203.
27 AHPSCT. Leg 3789, 5-V-1665, fs. 142-143. La partida comprendía 793 cabras a razón de 6 cuartos
por cada una. Idem. Leg. 3788, 4-VI-1661, fs. 82v-83v. La venta incluía 31 carneros a 22 reales
cada uno, 46 cabras a 14 reales cada una y 4 vacas por 640 reales, siendo el montante global 2996
reales.
28 AHPSCT. Leg 3784, 11-VI-1653, fs. 157-157 v. Baltasar de Lugo, oficial de zapatero, vecino de La
Orotava, se obligó a pagar a Ricardo Ellis, 376 rs de plata nuevos, por el valor de 188 cordobanes al
pelo.
29 AHPSCT. Leg 3784, 18-XII-1652 fs. 326-327.
30 AHPSCT. PN 3789, 26-XI-1664, fs. 296-296v.
31 Juan Juashimton según la ortografía del escribano.
32 AHPSCT. Leg. 3784, 2-IV-1653, fs. 127-128. Según este contrato los mareantes ganaban 170 reales
mensuales que G. Smith se comprometió a entregar a sus mujeres.
33 AHPSCT. Leg 3795, 1-X-1675, foliación rota.
34 AHPSCT. Leg 3784, 26-XI-1653, fs. 263-264.
35 AHPSCT. Leg. 3788, 9-XI-1661, fs. 200-200v. Ver también Leg. 3788, 11-XI-1661, fs. 202v-203;
Leg 3788, 23-XII-1661, fs 214-215; Leg. 3788, 13-IX-1663, fs. 222-223.
36 MORALES LEZCANO, V. Relaciones mercantiles entre los Inglaterra y los archipiélagos
atlánticos del Atlántico Ibérico. Su estructura y su historia, IEC, La Laguna, 1970. STECKLEY,
George: Trade at the Canary Islands in the seventeenth century, op. cit., pp 125. BETHENCOURT
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Extranjeros en el Puerto de la Cruz en el tercer cuarto…
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MASSIEU, A. Canarias e Inglaterra: el comercio de vinos (1650-1800), Las Palmas, Cabildo
Insular de Gran Canaria, 1993.
37 AHPSCT. Leg 3792, 29-VI-1670, fs. 234-237.
38 AHPSCT, Leg.3789, 28-VI-1664, fs. 143-145v.
39 AHPSCT, Leg 3805, 16-III-1700, fs. 70v-71.
40 AMC, Inq., LXIII-5. Testificaciones (1649-1651), f 205.
41 FAJARDO SPÍNOLA, F. Las conversiones de protestantes en Canarias. Siglos XVII y XVIII,
Cabildo de Gran Canaria. Las Palmas, 1996.
42 AHPSCT. Leg. 3784, 26-III-1653, fs. 115-115v.
43 AGMS, Sección Justicia, Leg. 1415, Expediente 11973.
44 AMC Inq., CXLVI, Testificaciones (1678-1680). Mano n° 56, fs. 31-35.
45 AHN, Inq, Leg 1824. Fue acusado por decir que no había diferencia entre católicos romanos y
protestantes.
46 AMC, Inq., LXIII-5. Testificaciones, 1649-1651, f 232. En 1651 se acusó a Polster de haber
derramado sobre la cabeza de un criado suyo una bacinilla diciendo “yo te bautizo en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, al tiempo que caía toda la suciedad sobre la cabeza del
muchacho.
47 AMC, Inq., LXIII-5. Testificaciones, 1649-1651, f 235. La denuncia fue hecha en 1651 por José
Benítez, afirmando que Rife entró en el aposento de una mujer enferma a la que acababan de llevar
el Santísimo Sacramento “y se llegó a la cama donde la enferma estaba y le tiró un gran pedo en la
boca que la enferma quedó espantada”.
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