INFORMES
BLAS SIMÓN DE SILVA (1567-1636),
ESCRIBANO, MERCADER, REGIDOR Y
MILITAR: UN ANÁLISIS DE GRAFOLOGÍA
HISTÓRICA
ANDRÉS SANFIEL GONZÁLEZ*
Fecha de recepción: 1 de diciembre de 2011
Fecha de aceptación: 30 de diciembre de 2012
Más allá del tiempo, la grafopsicología puede desenmarañar el comportamiento humano
1 INTRODUCCIÓN
La biografía (del griego βίος, bíos = vida y γράφειν, grāfein =
escribir) es la historia de la vida de una persona narrada desde su
nacimiento hasta su muerte, y consigna sus hechos logrados y sus
fracasos, así como todo cuanto de signifi cativo pueda interesar de
la misma. Para ello suele adoptar la forma de un relato expositivo,
frecuentemente narrativo y en tercera persona, sobre la vida de un
personaje real desde que nace hasta que muere o hasta la actualidad.
En su forma más completa, sobre todo si se trata de un perso-naje
del pasado, explica también sus actos con arreglo al contexto
social, cultural y político de la época, intentando reconstruir do-cumentalmente
su pensamiento y fi gura. Más allá de su biografía,
conoceremos a Blas Simón como hombre, sus temores, sus alegrías
y su carácter, por medio del siguiente estudio histórico biográfi co
cronológico de su fi rma1. Puede afi rmarse, por tanto, que
* Grafopsicólogo y grafopatólogo forense. Perito judicial calígrafo, experto
en grafística y documentoscopia.
1. La redacción de este informe ha sido posible gracias a la inestimable
ayuda de Luis Agustín Hernández Martín, diplomado en Genealogía, Herál-
Cartas diferentes. Revista canaria de patrimonio documental, n. 8 (2012), pp. 279-294.
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«La historia de la escritura es una de las aventuras más apa-sionantes
de la humanidad, una historia larga y compleja que se
confunde en la de los hombres y cuyo origen se sitúa hace 6.000
años en Oriente Medio, a orillas del Tigris y del Éufrates. Sus
episodios decisivos están anclados en lo cotidiano. Estilete, cálamo,
punzón, pluma: el útil impone la forma y la forma se expande.
La escritura, transmisión de una grandiosa herencia, no es sino
la memoria de toda la humanidad»2.
Pero, ¿qué es la grafología? En esta época, y tras una evo-lución
constante, suele defi nirse como ‘la ciencia que estudia
el grafi smo y sus variaciones respecto del patrón del modelo
caligráfi co aprendido y la interpretación psicológica de esos
signos’. No en vano, ya era conocida en tiempos del carde-nal
Richelieu, quien acuñó la famosa sentencia «Dejadme dos
líneas manuscritas de cualquier hombre y hallaré motivos para
mandarle a ahorcar».
Lejos de este comentario, ya en España el precursor de la
grafología fue Juan Huarte de San Juan (¿1529?-1588), autor del
libro que lleva por título Examen de ingenios para las sciencias
(1575); en él observaba las letras de sus alumnos para conocer
su comportamiento y habilidades3. Para tal fi n estudió los dife-rentes
temperamentos humanos y la clasifi cación de los saberes,
dica y Nobiliaria, quien me ha facilitado los documentos e imágenes de las
escrituras originales de Blas Simón de Silva, así como una breve biografía.
La información que ha servido de base para la elaboración de este informe
procede de los libros sacramentales (bautismos y matrimonios) de las igle-sias
de San Andrés (San Andrés y Sauces) y El Salvador (Santa Cruz de La
Palma), de los libros de actas del Concejo de La Palma (Ayuntamiento de
Santa Cruz de La Palma) y del Fondo de Protocolos Notariales del Archivo
General de La Palma.
2. SANFIEL GONZÁLEZ, Andrés. Apuntes de grafología. Ms. Santa Cruz de
La Palma.
3. HUARTE DE SAN JUAN, Juan. Examen de ingenios para las sciencias donde
se muestra la diferencia de habilidades, que ay en los hombres; y el genero
de las letras, que a cada uno responde en particular. Baeza: Juan Bautista de
Montoya, 1575.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 281
formulando estudios y líneas que a posteriori fueron propias de
la medicina y la psicología médica, de la psicología educativa,
de la orientación escolar, de la selección profesional, de la psi-cología
social y hasta de la grafología. En cuanto a esta última,
Huarte le dedica un capítulo en el que muestra la «diferencia
de habilidades que hay en los hombres y el género de letras que a
cada uno responde en particular». Allí, explica el autor:
«Especialmente conocí un teólogo escolástico doctísimo que, co-rrido
de ver cuán mala letra hacía, no osaba escribir cartas a
nadie ni responder a las que le enviaban, hasta que determinó
traer secretamente a su casa un maestro que le enseñase alguna
forma razonable, con que pudiese pasar.
»Y trabajando muchos días en ello, fue tiempo tan perdido que
ninguna cosa aprovechó; y, así, de aborrecido lo dejó, espantado
el maestro que le enseñaba de ver un hombre tan docto en su
facultad y tan inhábil para escribir.
»Pero yo sé muy cierto que el escribir bien es obra de la ima-ginativa,
lo tuve por efecto natural.
»Y si alguno lo quisiere ver y notar, consideren los estudiantes
que ganan de comer en las Universidades a trasladar papeles de
buena letra; y hallará que saben poca gramática, poca dialéctica y
poca fi losofía, y si estudian medicina o teología no ahondan nada.
»Y, así, el muchacho que con la pluma supiere dibujar un ca-ballo
muy bien sacado, y un hombre con buena fi gura, y fuere
hábil haciendo unos buenos lazos y rasgos, no hay que ponerle
en ningún género de letras, sino con un buen pintor que le facilite
su naturaleza con el arte»4.
Sin embargo, ya desde el código de las Siete partidas del rey
Alfonso X el Sabio, redactado entre 1256 y 1265, se hacía men-ción
a la grafología como profesión, según podemos leer en la
ley 118, título 18, partida III, que dice literalmente:
4. IBIDEM, cap. X, pp. 118-118v.
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«Desechar queriendo alguna de las partes carta pública que
mostrasen en juicio contra él, diciendo que no debe ser creída
porque no es escrita de la mano de aquel que dice que la hizo y
cuyo nombre está escrito en ella, y que esto quiere probar en tal
manera mostrando otra carta pública hecha por mano de aquel
escribano mismo, que no semejase con ella en la letra ni en la for-ma,
decimos que, en tal caso como este o en otro semejante de él,
que si el escribano cuyo nombre está escrito en la carta vive, que
el juez lo debe hacer venir ante así, y mostrarle aquellas cartas,
y preguntarle si las hizo él; y si otorgase que él las hizo, aunque
sean desemejantes las cartas en las letra o en las forma, deben ser
creídas, porque no puede hombre escribir siempre de una manera;
y a veces hacen desmejar las letras las variaciones de los tiempos
en que son hechas o el mudamiento de la tinta por enfermedad o
por vejez del escribano; y de una manera escribe hombre cuando
es mancebo y sano, y de otra cuando es viejo o enfermo.
»Mas si el escribano dijere que la primera carta que mostraban
en juicio que no la hizo él, entonces no debe ser creída. Y si por
ventura el escribano no fuere vivo o estuviese en otra tierra tan
lejos que no le pudiesen haber para hacerle esta pregunta, entonces
debe el juez tomar ambas cartas y tener hombres sabedores y
entendidos consigo, que sepan bien conocer y entender las formas
y las fi guras de las letras y las variaciones de ellas, y débeles
hacer jurar que esto miren y escudriñen bien y lealmente, y que
no dejen de decir verdad de los que entendieren ni por ruego ni
por miedo ni por amor ni por desamor ni por otra razón ninguna.
Y entonces el juez débese juntar con aquellos hombres buenos y
sabedores, y mirar y escudriñar la letra y la fi gura de ella y la
forma y el signo del escribano; y si se acordaren todos en uno
que la letra es tan desemejante o tan desvariada que puedan
con razón sospechar contra ella, entonces es albedrío del juez
desecharla u otorgar que valga si se quisiere»5.
5. ALFONSO X. Las siete partidas, glosadas por Gregorio López. Reprod.
facs. de la ed. de Salamanca: por Andrea de Portonaris, 1555. Madrid: AeBoe,
2011, v. II, pp. 120-120v.
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Como podemos observar, el texto hace referencia a la profe-sión
de grafólogo y, más concretamente, a la de perito calígrafo,
experto en grafística, que tiene la capacidad técnica de analizar
textos y determinar la identifi cación de su autor.
En nuestro tiempo, tanto la grafopsicología como la grafo-patología
forense y el perito calígrafo experto en grafística y
documentoscopia han adquirido amplia presencia social; no en
vano, los dictámenes periciales toman sentido, dentro y fuera
de juicio, bien por petición expresa del propio juez o bien por
particulares en la defensa de sus intereses.
Esta disciplina, reconocida como ciencia forense, es estudiada
y empleada cotidianamente por la policía científi ca, laboratorios
de criminalística y peritos privados para la identifi cación de
un autor, y en criminología forense para la determinación del
comportamiento psíquico del autor del texto analizado. De ahí
que hayamos tomado una muestra cronológica de fi rmas del
personaje examinado con objeto de realizar el presente estudio
historio-biográfi co.
En Canarias, los antecedentes de este tipo de análisis son
prácticamente inexistentes; sólo tenemos constancia del trabajo
Leocricia Pestana Fierro, en el que su autor, Jesús Suárez Bustillo,
se refi ere a aspectos conductuales de la personalidad de la poetisa
palmera Leocricia Pestana (1853-1926) a través de un estudio
de su escritura, que ha de valorarse como una aproximación
muy superfi cial y poco técnica; el propio autor confi esa que
los suyos «son apuntes de un afi cionado»6. En el epígrafe «3.6.
Rasgos grafológicos de Leocricia», por ejemplo, Suárez sostiene
que «La grafología es una técnica de la psicología»7, lo que nos
pone en antecedentes sobre sus planteamientos teóricos, que
no reconocen la validez de la grafología como ciencia, según
expusimos en las líneas preliminares.
6. SUÁREZ BUSTILLO, Jesús. Leocricia Pestana Fierro: aproximación histórica,
social y psicológica: poemas (1853-1926). 1ª ed. Madrid: Jesús Suárez Bustillo,
2010.
7. IBIDEM, p. 113.
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El protocolo de análisis y la metodología aplicada de esta
ciencia para la valoración conductual y/o elevación del perfi l
psicológico de un sujeto se realizan tomando en consideración
lo aportado por varias escuelas clásicas europeas o fundamentos,
también denominados leyes generales de interpretación gráfi ca,
entre las que destacan los ocho géneros gráfi cos de la escuela
francesa, cuyo precursor fue Hipólito Michon (1806-1881);
la suiza, con su aportación a la simbología, siendo su máximo
exponente Max Pulver (1889-1952); la alemana, con la ley rít-mica,
promovida por Ludwig Klages (1872-1956); la argentina,
con la ley emocional del alemán residente en este país Curt
Honroth (1898-1966). En su trabajo, Suárez Bustillo establece
descripciones caracterológicas propias de un manual, sin que se
haya predeterminado una metodología de análisis para llegar a
resultados coherentes.
En conclusión, cabe afirmar que contando con muestras
completas de escritura (texto y fi rma), lo cierto es establecer un
análisis del grado de coherencia personal en esta relación texto-fi
rma o, lo que es lo mismo, «la imagen social que proyecto y
lo que realmente soy».
2 BLAS SIMÓN: ANÁLISIS GRAFOLÓGICO
Corría el año 1567, era domingo, noveno día del mes de
febrero, cuando la fría agua de la pila bautismal recorrió la pe-queña
cabeza del que fuera conocido en el futuro como D. Blas
Simón de Silva. Hijo de Blas Ximón e Inés Gómez, fue el tercer
retoño de tan honorable enlace. Su azarosa vida le llevó a realizar
ofi cios de diferente índole; pasó de escribano a mayordomo del
Concejo de La Palma, de mayordomo a mercader, de mercader
a regidor (por renuncia de D. Francisco Díaz Pimienta) y, por
último, conocemos su nombramiento como maese de campo.
Su vida, no obstante, estuvo marcada por diferentes hechos
que, no cabe duda, condicionaron su conducta como hombre;
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 285
uno de estos hechos fue el fallecimiento de su madre, Inés
Gómez, probablemente entre 1607 y 1608; pero, quizás, el
acontecimiento que más selló su vida fue la pérdida de su
esposa, Lucrecia Martín Morán, en 1607, coincidiendo con la
de su madre. Todo apunta a que la muerte le sobrevino el 11
de marzo de 1636, tras haber padecido alguna enfermedad
que le impidió fi rmar su propio testamento, que había dictado,
cerrado, dos años antes, concretamente el 15 de diciembre de
1634, ante el escribano público de La Palma Andrés de Chávez.
Hasta nuestros días no nos ha llegado ninguna imagen de su
rostro, pero tenemos un retrato psíquico que nos han legado
su fi rma y su escritura. Las fi rmas que rubricó en diferentes
documentos son las imágenes que encierran para nosotros la
verdadera personalidad de Blas Simón de Silva, que pasaremos
a desvelar.
Recibimiento (1589).
286 INFORMES
2.1 RETRATO PSICOLÓGICO DE BLAS SIMÓN DE SILVA
Los primeros datos que tenemos de este personaje datan del
año 1588, manifestándose su personalidad, por medio de su
escritura, de la siguiente manera:
a) Se puede apreciar una fi rma limpia, totalmente legible,
contenida, con los rubros y fi ligranas propios de la época,
dando la sensación de ser aprendiz de escribano, puesto que
reproduce su grafía con marcado estilo similar al patrón
del modelo caligráfi co de aquel entonces.
b) Todo ello nos informa de una búsqueda de la estética del
grafi smo, con estilo.
c) Persona clara, transparente, muy marcada por las formas
y normas de conducta propias de su entorno, de gran in-teligencia
creativa proactiva, con actitud alegre, apegada a
la familia y sus tradiciones, fi el con los suyos.
d) De fácil trato y con una gran facilidad para la oratoria,
con una buena coordinación de palabra y pensamiento,
sencilla y llana; con los objetivos claros.
e) En aquella época se sentía pletórico, con grandes metas
y objetivos pululando por su cabeza, inconformista por
Mercader (1588).
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 287
naturaleza, con un buen espíritu de lucha para afrontar y
superar la adversidad.
f) Con capacidad para adaptarse a los ambientes que le han
tocado vivir y, sobre todo, para sobrellevar el peso de la
presión y las difi cultades, gracias a que poseía un buen
equilibrio entre la razón y el sentimiento.
g) A la edad de 21 años se sentía pleno, ansioso por labrarse
un futuro propio y recorrer el mundo, saliendo a la luz
desde las sombras que planean sobre su persona: tanto la
fi gura de su padre, D. Blas Ximón, como las de sus her-manos
mayores, Amador Álvarez de Silva y Gaspar Simón
de Silva, que también fueron escribanos.
2.2 ANÁLISIS CRONOLÓGICO DE FIRMAS
A partir de 1588, las vicisitudes de la historia se van a ver
refl ejadas con total claridad en su sello personal de identidad,
esto es, en su fi rma. Sin embargo, ya en 1589, y tras un año
de azarosa vida, pueden observarse cambios sustanciales en su
comportamiento. Condescendiente con los demás, se vuelve más
introvertido y reservado. Busca ser práctico, comenzando a per-cibir
las fuentes de riqueza que generan sus actos. Su carácter se
agria, predominando en este año la razón frente al sentimiento,
gustándole las relaciones sociales en la búsqueda de complacer
sus necesidades materiales.
Cumplidos los 22 años, comienza a ver los frutos de sus in-tervenciones
como escribano; se siente importante, reconocido,
Detalle de la fi rma de 1589.
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valorado en su entorno, orgulloso de ser quien es, fogueándose
entre las personas sobre las que ha hecho valer su condición. Por
ello se muestra más agresivo en el trato como defensa ante el
medio. La morfología de la fi rma aparece levemente ascendente
y más espontánea, lo cual contrasta mucho con la fi rma inicial
de 1588. Aparece por primera vez el signo notarial.
Sin embargo, a sus 25 años (1592), comienzan a aparecer
los miedos al fracaso y a la pérdida de su estatus. Es entonces
cuando busca refugio y toma en consideración a su familia, sus
vivencias de la niñez y su pasado. Aparecen las primeras reacciones
defensivas contra las frustraciones vividas. Los signos gráfi cos se
manifi estan mediante rasgos iniciales grandes, provenientes de la
zona izquierda, y la rúbrica se ejecuta de forma regresiva, con
la aparición de ángulos abiertos hacia la izquierda.
En el periodo que va de 1594 a 1607, coincidiendo con su
etapa de mercader, aparecen variaciones en su comportamiento.
Se muestra muy exigente consigo mismo, con afán de superación,
ambiciones novedosas, inconformista, y también se manifi esta su
evolución. Ese inconformismo pasa por los deseos inconscientes
de separar su etapa de la infancia y el reconocimiento por la pro-
Signo notarial de 1592.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 289
cedencia familiar con respecto a su posición actual de madurez,
de su zona privada personal, de lo social. Quizás, este cambio
sea achacable a la pérdida de dos de sus seres más queridos y
próximos, su madre y su esposa, Lucrecia Martín Morán.
La gestualidad gráfi ca, presente como novedad en esta etapa,
es la aparición del trazo vertical, que disecciona el nombre, pro-veniente
de la zona superior, así como la variación de la dirección
de línea y el trazo largo desde la zona inferior izquierda.
Firma de Blas Simón en su etapa de mercader (1607).
Signo Notarial (1592).
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Parece ser que D. Blas Simón encadenó en éste un buen año,
intentando asimilar sus vivencias y acontecimientos próximos,
que han marcado su afectividad. Se centra en su actividad y,
basándose en su experiencia, se muestra muy perspicaz en sus
negocios, con claridad de objetivos y metas, con capacidad de
síntesis y con facilidad de expresión y coordinación entre palabra
y pensamiento. Destaca por su viveza intelectual, su audacia y
estrategia, hábil en la ejecución de sus acciones, sacando a la
luz su genio vivo cuando le molestan o le tocan algún asunto
que especialmente pueda afectarle. Su nivel de autoexigencia
y ansiedad comienzan a diluirse, no sin mantener una carga
psíquica afectiva aún sin resolver.
El siguiente espacio temporal en el que vivió, entre 1610 y
1613, está marcado por su aceptación de la realidad. Blas Simón
Detalle de la fi rma de 1609.
Detalle de la fi rma de 1609.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 291
experimenta una etapa más o menos equilibrada, sin aconteci-mientos
ni vicisitudes que hayan sido determinantes o que su-gieran
una variación de comportamiento. Podemos decir que fue
una época tranquila, pero en su yo íntimo permanecen latentes
e imborrables sus miedos, sus complejos y su baja autoestima.
Gracias a su espíritu de lucha y superación, a pesar de su carga
psíquica, permanece altivo y con deseos y afán de superación.
Era su momento en la ostentación del cargo de regidor.
El análisis cronológico nos lleva hasta 1622, año en que le
habían nombrado capitán regidor. Morfológicamente, aparece un
látigo regresivo y suave en la zona inferior de la fi rma que nos
indica su afán de dirigente, enérgico y dinámico, con capacidad
de resolución. Casualmente, esta gestualidad se manifi esta en
dicho periodo.
En los años precedentes a su muerte vemos el deterioro gráfi co
que aparece en su fi rma. Es curioso observar que morfológica-mente
se asemeja a las fi rmas de 1589; esto nos indica que sufría
algún tipo de padecimiento, asimilable a la demencia senil o al
alzhéimer, puesto que una de las características más visibles de
esta enfermedad es la reproducción de la fi rma procedente de la
Firma trazada en su etapa de regidor (1612).
292 INFORMES
memoria lejana del inconsciente, en detrimento de la memoria
reciente. En la ejecución manual de la fi rma, independientemente
de la calidad del manuscrito analizado, encontramos defectos de
entintamiento y, por consiguiente, de la presión, de los reenganches
en los trazos y de las torsiones, consecuencia de los temblores.
La pérdida del sentido de la línea basal es evidente: caen letras
y aparecen imbricaciones8 en el apellido. Los rubros se ejecutan
de forma suave y lenta, muy lenta.
Se percibe el deterioro psíquico aparejado al deterioro físico,
según evidencia la pérdida de ejecución motriz. Como presagio
de su destino, vuelve a aparecer el signo gráfi co de la cruz sobre
su apellido.
Era un frío día marzo. En el ambiente lúgubre de una habi-tación
en penumbra, yacía un cuerpo, tendido sobre un catre,
inmóvil, sin vida. Ese día, datado como el 11 de marzo de 1636,
pasó a los anales palmeros el que fuera recordado en nuestros
días como Blas Simón de Silva.
8. Se entiende por ‘imbricación’ el cambio brusco de la línea de base en
las palabras o líneas, bien sean ascendentes o descendentes.
Firma de 1622, siendo capitán regidor.
CARTAS DIFERENTES. REVISTA CANARIA DE PATRIMONIO DOCUMENTAL 293
Libro de actas del Concejo de La Palma (1634).
Detalle de la fi rma de 1634.
294 INFORMES
CONCLUSIONES FINALES
A la luz del análisis cronológico de fi rmas precedente, comproba-mos
las variaciones y alteraciones morfológicas de la grafía en fi rma
de Blas Simón de Silva. Éstas son coincidentes con los episodios
más relevantes de su vida, quedando de esta forma registrados en
su biografía.
Veamos como ejemplo que los óvalos se tornan curvos en momentos
de felicidad y más angulosos en aquellos episodios que han marcado
su existencia, como el fallecimiento de su madre y su esposa. De
este modo también aparece disociación o separación, manifestando
el propio sentimiento de insatisfacción e inseguridad y queriendo
separar su pasado respecto del futuro.
Por otro lado, cabe decir que el autor de este artículo no ha podido
localizar antecedentes en Canarias de análisis cronológico de fi rmas
de personajes históricos similares; en cambio, en la península sí
existen relaciones contrastadas, si bien tampoco en gran abundancia,
dado que la fi nanciación para este tipo de proyectos en relación al
gran trabajo que hay que desarrollar resulta a menudo escasa o nula.
Sería fundamental y trascendental para nuestra historia profundizar
y no sólo conocer al «personaje» por sus hechos, sino también por su
«calidad y condición humana»: cómo se comportaba, cómo infl uían
determinadas circunstancias endógenas y exógenas en su persona,
cómo reaccionaba a estas circunstancias y qué hechos fueron los
que verdaderamente marcaron su existencia; se trata, en defi nitiva,
de «conocer la huella psíquica imborrable al devenir de los tiempos
que dejó impresa de forma invisible en todos sus manuscritos».