Una colonia irlandesa en la isla de La Palma
durante el siglo XVIII
ANTONIO LORENZO TENA
Boletín Millares Carlo, núm. 27. Centro Asociado UNED. Las Palmas de Gran Canaria, 2008.
Resumen: Entre la segunda mitad del siglo XVII y la primera del XVIII se produce en Euro-pa
uno de los flujos migratorios más relevantes de la Edad Moderna. La diáspora jacobita
movilizó a miles de irlandeses que, abocados al exilio, en principio por motivos político-re-ligiosos,
más tarde económicos, arribaron al viejo continente en el que dejaron su impron-ta,
reactivando la política, el comercio, la economía o los propios ejércitos, además de con-tribuir
al desarrollo científico. En la isla canaria de La Palma, de modo similar a la de
Tenerife o Gran Canaria, aunque en menor escala, se estableció una colonia de irlandeses,
caracterizada, como todas, por una fuerte cohesión interna.
Palabras clave: colonia irlandesa, siglo dieciocho, La Palma (isla canaria).
Abstract: Between the second half of seventeenth century and the first half of eighteenth
century there takes place in Europe one of the most relevant migratory movement of the
Modern Age, when thousands of exiled irishes —at first for political and religious motives,
later for economic motives— arrived to the old continent where they left its stamp, reacti-vating
the policy, the trade, the economy or the own armies, besides contributing to the
scientific development. In La Palma, one of the Canary Islands, in similar way to Tenerife
or Gran Canaria, though in minor scale, irish colony was established, characterized by a very
strong internal cohesion.
Key words: irish colony, eighteenth century, La Palma (canary island).
UN EXILIO OBLIGADO
Desde las reformas protestantes de Enrique VIII los católicos irlandeses,
ingleses y escoceses sufrieron diversos periodos de cruenta persecución y
limitaciones al culto.
84 Antonio Lorenzo Tena
Con la caída de Carlos I, rey de Inglaterra, y la instauración de la Repú-blica
liderada por el hábil político Oliver Cromwell en 1649 dio comienzo una
de las etapas más difíciles para Irlanda, en la que miles de personas se vie-ron
abocadas al exilio, desposeídas de propiedades y privilegios. La restau-ración
de la monarquía con los reinados de Carlos II (1660-1685) y Jacobo II
(1685-1689), mitigó durante unos años la feroz represión, que se recrudeció
con el derrocamiento de los jacobinos a manos de Guillermo III de Orange
(1689-1702).
Se produjo entonces un éxodo masivo hacia el continente1, siendo Espa-ña
un país apetecido por su cercanía y tradición católica2, donde, por lo ge-neral,
eran bien aceptados; de hecho las mermadas filas del ejército se vie-ron
engrosadas con multitud de irlandeses, apreciados por su capacidad de
resistencia y sacrificio3. Cádiz, Málaga y Huelva fueron importantes plazas de
asentamiento irlandés4 y británico en la península ibérica.
Las islas Canarias, por su posición estratégica de encrucijada interconti-nental,
puente en la navegación entre España, Europa e Indias, constituían
una magnífica opción para el comercio. Es así que poco a poco comienzan a
llegar súbditos de Irlanda para establecerse en las ciudades portuarias más
relevantes del archipiélago. Los lugares de procedencia eran de similares
características a los canarios. Puertos de larga tradición naviera y mercantil
como Galway, Cork y, especialmente, Waterford, fueron puntos de partida en
la incesante diáspora irlandesa.
Pero fue durante la primera mitad del siglo XVIII cuando se produjo la
mayor entrada en Canarias. Las causas políticas y religiosas que, en prime-ra
instancia provocaron el exilio, habían dado paso a ulteriores motivaciones
económicas. Tenerife y Gran Canaria, como islas más pobladas y con mayor
volumen de transacciones comerciales, acapararon un altísimo porcentaje de
irlandeses durante esta centuria. En la Orotava se congregó una importante
colonia (Cologan, Walsh, Cullen, De la Hanty, Forstall, Power, Creagh, etc.)5
1 Villar García, M.ª Begoña, «La contribución irlandesa al progreso de Europa en el
siglo XVIII: Militares, políticos y comerciantes». Baetica. Estudios de Arte, Geografía e
Historia, n.º 24. Málaga (2002), pp. 445-460.
2 Villar García, M.ª Begoña, «Ingleses e irlandeses en España». La inmigración en Es-paña
(Actas del Coloquio Santiago de Compostela, 6-7 de noviembre de 2003). Universidad
de Santiago de Compostela (2004), pp. 31-76.
3 Recio Morales, Óscar, «Una nación inclinada al ruido de las armas. La presencia ir-landesa
en los ejércitos españoles, 1580-1818: ¿La historia de un éxito?», Tiempos Mo-dernos:
Revista electrónica de Historia moderna. Vol. 40, n.º 10 (2004) [En línea]. Dispo-nible
en <http://www.tiemposmodernos.org> [Consulta: 20 de marzo de 2005].
4 Ibídem.
5 Guimerá Ravina, Agustín, Burguesía extranjera y comercio atlántico: La empresa co-mercial
irlandesa en Canarias (1703-1771). Santa Cruz de Tenerife, 1985.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 85
que dominó el comercio de su tiempo. El viajero inglés George Glas, que
estuvo es las islas mediada la centuria, relata en el año 1764:
«...La mayor parte del mencionado comercio con Europa y las colonias ingle-sas
está en manos de los irlandeses católicos romanos establecidos en
Tenerife, Canaria y La Palma, y los descendientes de los irlandeses que se
establecieron allí anteriormente y se casaron con españolas...»6.
INTEGRACIÓN EN LA SOCIEDAD
Uno de los primeros y más evidentes signos que muestran deseos de in-tegrarse
en la sociedad es la castellanización de sus nombres y apellidos con
los que incluso llegaban a firmar: Colon (Cullen), Valois (Walsh), Blanco (Whi-te),
etcétera.
Ya establecidos en las Islas era prioritaria la obtención de la carta de ve-cindad,
necesaria para disfrutar las ventajas comerciales vetadas a los extran-jeros,
y el medio más rápido para ello era la celebración de matrimonio con
mujeres de la tierra, algunos de cuyos enlaces pudieran estar concertados
previamente. A los irlandeses católicos con más de diez años de residencia
se les concedía la facultad de poder comerciar libremente y poseer bienes
raíces, si bien la normativa jurídica señalaba que en ningún tiempo pudiesen
gozar de otros privilegios que los de los naturales vasallos7.
«...aquí no conozco extranjero algº qe no este connaturalizado pr que Dn
Dionisio O’Dali y Dn Thomas Colon de nacion irlandesa ambos casados con
españolas...»8
Así, en 1723, David McGhee y Ricardo Stafford, que acaban de recalar en
La Palma, celebran nupcias con sendas hermanas: Catalina y Manuela Borges
Oropesa, a su vez sobrinas políticas de otro irlandés avecindado en la Isla:
Nicolás Lynch, casado en 1726 con Andresa de Acosta. Asimismo, Ana Maria
Stafford e Isabel Andrea McGhee, hijas de Ricardo Stafford y David McGhee,
casan en 1739 y 1762 respectivamente con Teobaldo Hickson y Dionisio
O’Daly, conformándose un complejo entramado familiar en el que no parecía
6 Glas, George: Descripción de las Islas Canarias, 1764. Santa Cruz de Tenerife, 1982,
pp. 133-134.
7 Real Decreto de Felipe V de 16 de abril de 1701 y Bando en Madrid de 16 de junio de
1703 (Chauca García, Jorge. «Irlandeses en el comercio gaditano y americano del setecien-tos
». I Coloquio Internacional «Los extranjeros en la España Moderna». Málaga (2003). Tomo
I, pp. 267-277.
8 A[rchivo] G[eneral de la] P[alma] / [Fondo ]L[ugo]-V[iña Massieu]. Carta de Felipe
Massieu de Vandala a don Miguel Fernández de Heredia, 15 de febrero de 1762. [sin cla-sificar].
86 Antonio Lorenzo Tena
mermar el porcentaje de sangre del país vernáculo en segundas y terceras
generaciones. De hecho, los nietos de los citados Ricardo Stafford y David
McGhee son portadores de dos apellidos irlandeses: Hickson-Stafford y
O’Daly-McGhee. La genealogía tenía gran importancia para un grupo huma-no
en tierra extranjera, no en vano era el nexo de unión que les vinculaba a
sus ancestros en Irlanda. Juan Antonio Stafford y Borges, hijo de Ricardo Sta-fford,
protocoliza información ad perpetuam ante Santiago Albertos Álvarez
el 12 de febrero de 1748. También Dionisio O´Daly promovió expediente de
limpieza de sangre fechado en Madrid el 28 de marzo de 1765 en el que hace
constar sus ascendientes9. La convivencia lejos de la patria natal implicaba
dos líneas de actuación: de una parte, la imprescindible manutención de re-laciones
de cordialidad con los naturales y foráneos, cuyo mecenazgo (limos-nas,
obras pías, etcétera) no estaba exento de cierta actitud proselitista; de
la otra, el fortalecimiento de la cohesión interna como grupo que no quería
desprenderse de su propia identidad, exhibiendo con orgullo los iconos dis-tintivos
de su origen. David McGhee tenía un cuadro de San Patricio (Patrón
de Irlanda) en la sala principal de su casa, y utilizaba, del mismo modo que
varios de sus compatriotas, un trébol con sus iniciales como marca comer-cial
para las mercaderías del tráfico con ultramar.
La sólida estructura de clan no es sólo patente en los matrimonios inter-generacionales,
como hemos tenido ocasión de comprobar. Además, las rela-ciones
de padrinazgo sacramental, las presencias testificales, o escrituras de
poder y de riesgo con otros irlandeses son frecuentes en los documentos
parroquiales y notariales, reforzandose la sensación familiar. Es así que Teo-baldo
Mcghee (padre de David McGhee) figura como testigo en el matrimo-nio
de Ricardo Stafford; David McGhee en el de Nicolás Lynch; y estos dos
últimos en el de Felipe Draper.
En general, el acoplamiento a la vida palmera resultaba bastante acepta-ble.
Los irlandeses eran católicos, aportaban savia nueva al comercio, con ilu-sionantes
perspectivas económicas e inquietudes socioculturales10, además de
un espíritu festivo en una sociedad tradicionalmente melancólica11. Actuaban
como intérpretes por su condición de anglófonos12 y mostraban signos de ri-
9 Nieto por línea materna de Timoteo O’Daly y Elena MacCarthy, y por línea mater-na
de Juan O’Daly y Elena O’Sullivan (Pérez García, Jaime. Casas y familias de una ciu-dad
histórica. Santa Cruz de La Palma, 1995, p. 105).
10 Villar García, M.ª Begoña, «Ingleses e irlandeses...» Op. Cit., pp. 75-76.
11 Por carta fechada el martes de carnestolendas, 3 de marzo de 1772, remitida desde
Santa Cruz de Tenerife a don Juan Massieu, residente en la Península, firmada por antiguos
compañeros suyos: «no olvidandonos que haveis nasido en la mas ypocondriaca e infeliz de
ellas, en donde se celebra el Carnaval con las misma seriedad que la Semana Santa» (A.G.P.
/ L-V. Sección Massieu. Caja n.º 2 [Sin clasificar].
12 Teobaldo Hickson fue cónsul de Inglaterra en 1751 y actuó como intérprete en varias
ocasiones.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 87
queza, cultura y generosidad, cualidades nada desdeñables en un medio ca-racterizado
por la pobreza y la decadencia.
Las relaciones con los ingleses eran buenas en apariencia, aunque pro-bablemente
escondiesen soterrados intereses económicos o religiosos tras
una plácida fachada de cordialidad. Es así que David McGhee tenía como
empleado a Pedro Hambly en su establecimiento comercial, del que alardea-ba
haber atraído a la religión católica. Sin embargo, María de Almeda Ber-múdez,
viuda del inglés, manifestaba en su testamento las supuestas tretas
y engaños que el irlandés con «buenas palabras» le infringió, sumiéndola en
la indigencia13. El boticario irlandés Tomas Colon tenía por suegro al médico
inglés They, y es sabido el interés del primero por monopolizar la venta de
medicamentos.
Buena parte del contingente de esclavos negros procedente del Senegal,
llegado a la Palma en mayo de 1760 a bordo de una goleta de bandera inglesa,
La María, al mando del capitán Joseph Phellps, fue adquirido por irlandeses14.
ENFRENTAMIENTO CON LOS REGIDORES PERPETUOS
Sin lugar a dudas, uno de los episodios de mayor trascendencia para la
historia reciente de la Isla de La Palma fue la caída del gobierno despótico y
vitalicio de los regidores perpetuos15.
El 27 de julio de 1766 se produjo la primera elección por votación popu-lar
de dos diputados de abastos y un personero general. En los siguientes
comicios, la elección de O’Daly como personero, el 11 de enero de 1767, re-crudeció
aun más la situación creada tras las disposiciones de Carlos III. Los
regidores vislumbraron un poderoso enemigo en ciernes y trataron de elimi-narlo
a toda costa, pero era demasiado tarde; la suerte ya estaba echada en
un proceso sin retorno. Las intenciones parecían claras: El derrocamiento de
un régimen inmovilista, que habría de ser sustituido por una burguesía libe-ral
en una arriesgada empresa que requería tesón, habilidad y un elevado
coste económico; a cambio se adivinaba una situación ventajosa de cara al
comercio. El caldo de cultivo era óptimo, con una población mayoritariamente
descontenta, resignada a su suerte tras tantos años de sumisión económica.
La animadversión se dirigía hacia el carismático O’Daly, calificado con
13 Testamento de doña María de Almeda Bermúdez, viuda de Pedro Hambly (A.G.P. /
[Fondo] P[rotocolos] N[otariales]. Escribanía de Andrés de Huerta Perdomo, 15 de sep-tiembre
de 1756).
14 Dionisio O’Daly adquirió una pareja de esclavos negros de 8 y 6 años, de nombre
Rumbo y Gijenjoi en precio de 260 pesos (A.G.P. / P.N. Escribanía de Santiago Albertos
Álvarez, 24 de octubre de 1764).
15 Lorenzo Rodríguez, Juan Bautista, Noticias para la Historia de La Palma Tomo I, La
Laguna, 1987, pp. 268-310.
88 Antonio Lorenzo Tena
énfasis y reiteración de «extranjero» en sentido peyorativo. La tensión cre-ció
cada vez más derivando hacia un encarnizado conflicto. Los regidores fue-ron
acusados de malversación de caudales, además de ciertos actos de tira-nía
en la vida pública, y éstos como defensa argumentaron que sus
contrincantes, especialmente los irlandeses, tenían interrelaciones de paren-tesco,
afinidad, amistad íntima e intereses comerciales. Para ello don Domingo
Van de Walle de Cervellón presentó una información testifical que resaltaba
estas interconexiones:
«...si saben que Dn Ambrosio Staffort Personero actual es primº hermº por
afinidad del dho Dn Dionisio O´Daly y su dependte que vive de su casa y ha
corrido enteramte con ella por muerte de Dn David Maguich su tio, y suegro
de Dn Dionisio y que aun después de averse casado este con Dª Andrea
Maguich prima hermana de dho Dn Ambrosio conserva la misma dependª en
sus negocios, y vende en casa propia de dho Dn Dionisio sus ropas en almasen
o tienda publica...»16
La poderosa familia Massieu, personificada en la figura del coronel y go-bernador
de armas de La Palma don Felipe Massieu Vandala, profesaba a Dio-nisio
O´Daly un declarado odio que hacía extensivo a todos sus compatrio-tas,
puesto de manifiesto en un continuo y ácido cruce de descalificaciones
e injurias.
«...no extraño nada de qto Vm me dice de ese Dn Dionisio por el carácter de
todo yrlandes y el concepto q e formado pr conocimto practico: de diez apenas
ai uno q no sea loco; pero de ciento los novta y nueve son osados, audaces,
altibos, vanos, presuntuosos y soberbios y pr tanto nos an dado q sentir aqui
algos.../...Por lo particular de ese dire q lo conoci en casa de mi compe Forstall
y sobre las qualidades q dejo sentadas (q todas creo que le comprenden) note
mucha falta de talento, juicio, prudencia y discreción, mucha vanidad y
engreimto con su casorio y conveniencia, y una rustica simplicidad. Acuerdome
q una noche bailando contradanzas sobraban dos homs y pareciendole a el q
era notable falta q no bailasen todos en un mismo acto y tpo. se fue a dentro
y salio en trage de muger con unas enaguas de una criada, un capotillo en-carnado,
y redecilla verde y danzo con el sobrante de mil gracias haciendo mil
quiebros y dengues de dama; tan serio y satisfecho de su maniobra, q lo repitio
en casa de Rusell en concurso mui serio sin ser carnestolendas, con lo q me
entreguo la carta y a todos sus concurrentes. Lo que si es estraño es q sien-do
los Palmeros tan habiles no sepan darle cuerda de suerte q el mismo se
arme lazo en que caer...»17.
16 A.G.P. / L-V. Sección Lugo Viña. Caja 1 [sin clasificar].
17 A.G.P. / L-V. Cartas. Caja n.º 8. Remitente: Salvador Antonio Morera. Destinatario:
Felipe Massieu. Fecha: Santa Cruz de Tenerife 17 de marzo de 1767. [sin clasificar].
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 89
Este conocido repudio contrasta con la frecuente actividad comercial que
don Felipe mantenía con Juan Cólogan, irlandés residente en Tenerife18.
Por disposición del Real Consejo de Castilla de 3 de diciembre de 1771
son depuestos los regidores vitalicios y sustituidos por electos con carácter
bienal. El latente resentimiento se percibe con claridad en una carta que el
recién desterrado don Felipe Massieu Vandala dirige con una elevada carga
emocional a su hijo Juan Massieu residente en Madrid cuando se refiere al
irlandés Tomás Colon.
«...oi qe gobierna la Pandilla es Colon, Boticario, Irlandes, visconsul de la
nacion Británica y Diputº de abastos. Todos le hacen el rindibu y ai muchas
asambleas nocturnas en que concurren a dar culto a Baco, algas veces con tanto
exceso qe les amanece y quasi con el dia toman puerta pª retirarse a sus ca-sas
los desords de la embriaguez, o semiembriaguez se hizieron tan escanda-losos
qe obligaron a un Prelado de las religiones a corregirlo desde el
pulpito...»19
NOMBRES PARA UN CATÁLOGO DE IRLANDESES EN LA PALMA
Confeccionar un catálogo de irlandeses arraigados en la Palma durante el
siglo XVIII requiere el rastreo de una inmensa masa documental que nunca
es exhaustivo.
La búsqueda en archivos parroquiales garantiza certificaciones de matri-monios
o entierros pero no refleja necesariamente la presencia de aquellos
irlandeses que pudieron pasar largas temporadas en la Isla, cuyas actuacio-nes
en la vida pública dejaron huella documental ante los escribanos.
Tras la revisión rigurosa de diversos archivos (protocolos notariales, li-bros
sacramentales, fondos privados, etc.) queda constancia de algunos nom-bres
de irlandeses: Tomas Lynch, Guillermo Stafford, Jorge Commyns20, etc.
Muchos de ellos transeúntes circunstanciales, como Nicolás Valois, vincula-do
con mercaderes ingleses en la segunda mitad del siglo XVIII21, o Bernardo
18 Guimerá Ravina, Agustín. Burguesía extranjera y comercio atlántico: la empresa co-mercial
irlandesa en Canarias (1703-1771). Santa Cruz de Tenerife: Consejería de Cul-tura
y Deportes del Gobierno de Canarias, Consejo Superior de Investigación Científica,
1985, p. 303; Castillo, Francisco Javier. «George Glas y su obra A description of the Canary
Islands. Notas al Capítulo XI», Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma, n.º
2 (2006), p. 497.
19 A.G.P. / L-V. Caja 12. Carta de Felipe Massieu Vandala a su hijo residente en Madrid,
fechada en Canaria el 6 de diciembre de 1772. [sin clasificar].
20 A.G.P. / L-V. Sección Lugo Viña. Caja 16. [sin clasificar].
21 En virtud del poder que tiene de Duarte Flavel, mercader inglés residente en la isla
de Tenerife, otorga recibo y carta de pago de 200 reales librados por el dicho Duarte a fa-vor
de John Martin, mercader inglés residente en La Palma (A.G.P. / P.N. Escribanía de
Antonio Jiménez, 16 de noviembre de 1678).
90 Antonio Lorenzo Tena
de Valois, afincado en Tenerife, cuyas dolencias de gota le atrajeron a la Fuen-te
Santa de La Palma en mayo de 1706, donde permaneció 5 semanas22. Sa-bemos,
incluso, de la presencia vecinal de un médico irlandés, anónimo, ha-cia
el año 173723.
Mediado el siglo XVIII (1743) figura como irlandés residente en la ciudad,
en un documento notarial24, Guillermo Ferrera, pero su apellido no arroja
certidumbre sobre su origen, por lo que pudiera tratarse de un error del es-cribano.
La inmigración de mujeres procedentes de Irlanda es muy escasa, aun-que
conozcamos algún nombre aislado como Maria O’Nell, moza irlandesa de
90 años, que falleció en Santa Cruz de La Palma el 5 de noviembre de 179525.
Hacemos mención, por su transcendencia, de aquellos irlandeses de segun-da
generación (hijos de irlandeses nacidos en La Palma) como Ambrosio Sta-fford
y Borges26, personero electo en diversas ocasiones tras la caída de los
regidores, hombre de reconocida valía que desempeñó con gran capacidad su
cargo a pesar de estar aquejado de una profunda sordera. También ejerció
como personero el capitán Ricardo Hickson y Stafford, y no olvidamos a Da-vid
O’Daly quien junto a su esposa auspició la construcción del cementerio
de Santa Cruz de la Palma. Pero hemos adoptado como criterio para la pe-queña
selección cronológica de los nombres que a continuación se relacio-nan
aquellos que, nacidos en Irlanda, hayan dejado constancia documental en
la Isla, bien por su matrimonio contraído con isleñas, bien por alguna tran-sacción
comercial, o por su propio peso específico en la historia de La Pal-ma.
Todos ellos reunidos en torno a los años centrales de la centuria, cuya
principal característica es la gran cohesión interna del grupo, con múltiples
relaciones de parentesco y filiación.
DAVID MCGHEE
Hijo de Teobaldo McGhee (v.) y Brígida Crosby, llegó a la Isla en 1720
con barco propio.
Casó el 21 de septiembre de 172327 con Catalina Teresa Borges, de la que
22 Guimerá Ravina, Agustín, Dios, clan y negocio: Las memorias del comerciante irlan-dés
Bernardo Valois. La Laguna, 2005, p. 67.
23 Toledo Trujillo, Francisco Manuel; Hernández de Lorenzo Muñoz, Miguel, Historia de
la medicina en La Palma y sus protagonistas Santa Cruz de Tenerife: 2001, p. 168.
24 Por este documento (A.G.P. / P.N. Escribanía de Andrés de Huerta Perdomo, 25 de
junio de 1743) vende una esclava negra a David Mcghee en 600 reales.
25 A[rchivo] P[arroquial de El] S[alvador]. Libro 10 de defunciones. Fol 7.
26 Tras la muerte de David Mcghee, como hombre de confianza, recibió de la justicia las
54 llaves de la casa del difunto para su custodia. Ambrosio Stafford falleció el 14 de septiem-bre
de 1797 (A.P.S. Libro 10 de entierros, fol. 19 vto.)
27 A.P.S. Libro 5 de matrimonios, fol. 10.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 91
enviudó el 14 de julio de 1746. Poco antes del matrimonio, su futura suegra,
Andresa de Acosta, formaliza escritura ante Andrés de Huerta Perdomo el 4
de septiembre de 1723 mediante la que promete al contrayente en carta do-tal
20.000 reales en dinero de contado y 3.500 reales en prendas y alhajas.
David McGhee, por su parte, promete en arras a su esposa 2.000 pesos (la
décima parte de su fortuna) por su calidad, limpieza de su sangre, honra de
sus parientes y virginidad28.
Fue hombre de mucho poderío económico y, como tal, contribuyó de for-ma
considerable durante el periodo de escasez que sufrió la Isla mediado el
siglo con dádivas a los más necesitados. Multitud de documentos notariales
en los que figura su nombre (especialmente escrituras de riesgo) ponen de
manifiesto una intensa actividad comercial, en la que se alternan claramente
periodos compradores con otros vendedores.
En 1734 atravesó su peor momento en los negocios que mantenía con
Londres, siendo obligada su esposa a vender en La Palma varios terrenos y
casas, mientras el irlandés permanecía en Tenerife. Fue apoderado de Juan
Cólogan, comerciante avecindado en la Orotava, con cuya casa mantenía tran-sacciones
relativas al mercado de la seda. Asimismo realizó fuertes inversio-nes
en la exportación de aguardiente a Indias29.
De su carisma e influencia, es buena muestra su nombramiento como
administrador de las rentas episcopales en La Palma el año de 175130, llegando
a ser capitán de infantería en la Compañía de Forasteros en las milicias de la
Isla.
Fruto de su matrimonio nacieron dos hijas: Antonia Brígida, que se man-tuvo
célibe en compañía de sus padres, e Isabel Andrea McGhee Borges de
Oropesa, que casó con el también comerciante irlandés Dionisio O´Daly (v.)
Inmediatamente al fallecimiento de su esposa, y habiendo quedado al car-go
de los bienes de sus dos hijas, a la sazón de 22 y 20 años respectivamen-te,
se comenzó a hacer un inventario de sus pertenencias el 16 de agosto de
174631, entre cuyas piezas principales se encontraba su vivienda, que en años
posteriores sería el escenario donde se gestó la trama contra los regidores
perpetuos:
«...las referidas casas que estan en la calle Real q va al puerto de la Callejeta
que dicen contra avajo; con sus altos y vajos, las quales lindan por delante con
dha calle Real, por detrás con otra calle Real q llaman trasera, por un lado
28 A.G.P. / P.N. Escribanía de Andrés de Huerta Perdomo, 4 de septiembre de 1723.
29 Lorenzo Tena, Antonio, «Alambiques y aguardientes de vino en La Palma: producción
y comercio exterior durante el siglo XVIII». El Día / La Prensa (22 de enero de 2000),
pp. 1-3.
30 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos y Álvarez. Escritura de fianza de don David
Mcghee, 2 de septiembre de 1751.
31 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 8 de febrero de 1748, fol. 79.
92 Antonio Lorenzo Tena
casas de Dª Theresa Mauricio Spiser, viuda de Dn Gaspar Guillen, y por el otro
de los heres de Juan del Castillo, que se compraron a los albaseas de Dn Juan
de Acosta Palacios...»
El exhaustivo inventario contempla fincas urbanas y rústicas, pinturas y
alhajas, mobiliario de maderas nobles, loza de porcelana y lujoso vestuario,
así como todo tipo de géneros textiles de su almacén, cuya lectura sugiere,
en cualquier caso, un elevado status económico.
David McGhee falleció abintestato en Canaria el 22 de enero de 1761,
lugar donde había residido durante los últimos años, probablemente influen-ciado
por el ambiente enrarecido que se había creado en torno a su persona:
«...Hemos visto asimismo lo que despues ha pasado con Dn David Macghee y
nada menos esperamos de su buen corazon y cristiano proceder, con haver
sacado cara en defender las calumnias y falsedades que le imputavan pero
siempre tendremos presente de no mesclar a V.M. en adelante con este
sugeto en cosa alguna...»32
TEOBALDO MCGHEE
El comerciante irlandés Teobaldo McGhee debió recalar en La Palma al
tiempo que lo hizo su hijo David McGhee. Según el investigador don Jaime
Pérez García, de su iniciativa y peculio fue reparado el reloj público de la ciu-dad,
y también fue el promotor de la instalación de diversos relojes de sol
en varios templos33.
RICARDO STAFFORD
El capitán Ricardo Stafford, procedente de Waterford34, hijo de Matías
Stafford y Ana Butler, casó en la Parroquia de El Salvador el 24 de enero de
32 A.G.P. / L-V. Sección Massieu. Carta dirigida desde Cádiz por don José Retortillo
a don Felipe Massieu Vandala con fecha 18 de junio de 1752. (Caja 18) [Sin clasificar].
33 Pérez García, Jaime. Fastos biográficos de La Palma. Tomo III, Santa Cruz de la Pal-ma:
Caja General de Ahorros de Canarias, 1998, pp. 73-74.
34 En 1657 se había establecido en La Coruña el irlandés Felipe Stafford, de noble ori-gen,
que sería tronco de una influyente familia en Galicia. (Bruquetas de Castro, Fernan-do,
«Los Stafford, una familia irlandesa en España». I Coloquio Internacional «Los extranje-ros
en la España Moderna». Málaga (2003). Tomo II, pp. 139-148.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 93
172335 con Manuela Antonia Borges Oropesa de cuyo matrimonio nacieron
Ambrosio, Ana, Ana (sic), María y Juan Antonio.
Pocos años vivió el irlandés en la Palma pues en 1730 (su esposa se en-contraba
aun embarazada de su último hijo Juan Antonio) pasó al Perú con
el propósito de reunirse con su suegro Ambrosio Borges, a quien ni siquiera
conocía personalmente puesto que llevaba más de 30 años de residencia en
aquel virreinato, donde ejerció en primera instancia como corregidor de Pa-ruro,
y desde 1724 como minero y azoguero en San Juan de Lucanas36, obte-niendo
grandes riquezas con la extracción de plata. Esta abundancia, adqui-rida
en pleno esplendor de la minería peruana, era bien conocida en La Palma,
pues remitía desde tan lejano país importantes remesas a su familia.
La búsqueda emprendida por Ricardo Stafford fue, en todo caso, ardua y
lenta en un vasto y desconocido territorio de áspera orografía, y el encuen-tro
debió producirse hacia el año 1734 o 1735, quedando desde entonces el
intrépido irlandés bajo el amparo de su anciano suegro quien, con la anuen-cia
de su capataz Lorenzo Felipe de la Torre37, le colocó en una de sus ha-ciendas,
la de Chinche Ingenio, de moler metales, con participación en los
beneficios. Desde aquella lejana estancia, a través de intermediarios, remi-tió
periódicamente a su esposa importantes sumas.
Cuando Stafford había dispuesto su definitivo regreso a La Palma con so-brado
caudal tuvo la fatalidad de ser robado y asesinado en el lugar de Por-tobelo
(Panamá), donde hacía escala; no en vano era ésta una zona frecuen-tada
por corsarios ingleses ávidos de tesoros procedentes de Indias, durante
un periodo de gran conflictividad bélica anglo-española. Su hijo Juan Antonio
Stafford (apenas tenía 18 años de edad), intuyendo las muchas dificultades que
se avecinaban y a petición expresa de Ambrosio Borges y Ricardo Stafford,
acudió a su encuentro en marzo de 1748 a bordo del navío La Paloma Isleña
en su viaje inaugural, pero sólo llegó a tiempo de certificar el reciente falle-cimiento
de su padre y abuelo en tierras panameñas y peruanas respectiva-mente.
Antes de su partida el joven había practicado información ad perpe-tuam38
en la que realzaba su origen irlandés. Juan Antonio Stafford no regresó
a La Palma ya que contrajo matrimonio en Perú, falleciendo al poco tiempo,
sin descendencia.
35 A.P.S. Libro 5 de matrimonios, fol. 6.
36 Molina Martínez, Miguel, «Presencia canaria en la minería peruana del XVIII», VI Co-loquio
de Historia Canario-Americana. Tomo I (primera parte) (1984), pp. 405-421.
37 Don Lorenzo Felipe de la Torre Barrio y Lima fue autor de la obra Arte del nuevo be-neficio
de la plata (Madrid: imp. de Juan de Zúñiga, 1743).
38 A.G:P. / P.N. Escribanía de José Abertos Álvarez, 12 de febrero de 1748.
94 Antonio Lorenzo Tena
DIEGO DANIELL
Diego Daniell, hijo de Eduardo Daniell y Maria Daniell, casó el 26 de
marzo de 172439 con Josefa María del Olmo, hija de Jose Dolormo Y Melcho-ra
de los Reyes, que había criado en su casa Maria de los Santos, la cual le
dio en dote ese mismo año unas casas sobradadas en la Calle Real, formali-zando
escritura para que tuviese «título legítimo para el goce de dhos bienes
y para ayuda de sustentar las cargas de su matrimonio que tiene contraido»40
NICOLÁS LYNCH
El comerciante irlandés Nicolás Lynch, originario de la ciudad de Galway,
hijo de Enrique Lynch e Inés Lynch, contrajo matrimonio en la Parroquia de
El Salvador de Santa Cruz de la Palma, el 5 de febrero de 172641 con Ángela
Josefa de Acosta, hija del capitán Juan de Acosta y María Simón, de la que
no tuvo sucesión.
Participó de modo activo en la carrera de Indias, especialmente vincula-do
al Sol dorado y también extendió su línea comercial hasta las islas orien-tales.
En 1733 embarcó como pasajero en el navío nombrado San Salvador,
Nuestra Señora de Candelaria y San Antonio de Padua, alias el Puerco Espi-no,
al mando del capitán Pedro Toledo, con destino a Campeche en la penín-sula
del Yucatán42. Al no tener noticia de su llegada a puerto alguno durante
dos años, como era costumbre, se dio por desaparecido en naufragio, y sus
tripulantes y pasajeros por fallecidos43. Su viuda relata en su testamento:
«...Declaro que el dho mi marido no trajo al matrimonio caudal ni dejo bienes
en mi poder, porque algun caudal que tenia entre manos lo llevo consigo a la
America con parte de el mio donde naufrago y todo lo perdio con la vida...»44
39 A.P.S. Libro 5 de matrimonios, fol. 18 vto.
40 A.G.P. / P.N. Andrés de Huerta Perdomo, 20 de noviembre de 1724.
41 A.P.S. Libro 5 matrimonios, fol. 49.
42 A.G.P. / P.N. Escribanía de Pedro de Escobar y Vázquez, 10 de noviembre de 1733, f. 221.
43 Lorenzo Rodríguez, Juan B., Op. Cit., p. 26.
44 A.G.P. / P.N. Escribanía de Andrés de Huerta Perdomo, 29 de marzo de 1738.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 95
GUILLERMO COMMYNS
El capitán Guillermo Commyns, hijo de Geoffrey Commyns y Juana Blan-co
(White), procedente de Carrichnasure (condado de Tipperary, provincia de
Munster), viudo en Lisboa de Úrsula Beat, sin sucesión, se estableció en La
Palma hacia 173045 y casó varias veces en La Isla. El 24 de septiembre de
173046 con Rosa Volcán Monterrey, hija del alférez Francisco Pérez Volcán y
de Ángela Francisca de Monterrey, vecinos de San Telmo (fallecida en la Oro-tava
a donde había viajado para su curación), sin posterioridad. En 173847 con
Manuela Antonia Volcán Medina (prima hermana de la anterior), hija legíti-ma
de Manuel Pérez Volcán y de María Fernández de Medina, establecién-dose
en el barrio de San Telmo. Con ella tuvo una hija: Maria de las Nieves,
concebida antes del matrimonio, que ya en 1746 había sido reconocida por
su padre, y posteriormente en 1749 Manuela Volcán, su madre, ratifica en su
testamento48.
«...declaro que antes de contraher el dho matrimonio tuvimos una hija que se
llama Maria de las Nieves, que oi se halla de trece años poco mas o menos,
la qual emos criado y alimentado en nra. Casa y compañía. Declarola por tal
mi hija lexma...»
Manuela Bolcán falleció el 10 de marzo de 1750 y pocos meses más tarde,
el 30 de septiembre del mismo año, Guillermo contrae nuevas nupcias, en esta
ocasión con Josefa Hernández Pérez, hija de Silvestre Francisco Hernández
Reyes y Magdalena Pérez de Brito49, con la que tiene un hijo: Francisco.
Guillermo Commyns falleció el 4 de diciembre de 175250, a la edad de 61
años, habiendo testado ese mismo dia51.
45 Manifiesta no haber conocido al capitan Ricardo Stafford, pero sí a su hermano Juan
Stafford, con quien navegó «grande amigo del declarante» (A.G.P. / P.N. Escribanía de
Santiago Albertos Álvarez, 12 de febrero de 1748).
46 A.P.S. Libro 5 matrimonios, fol. 110 vto.
47 A.P.S. Libro 5 matrimonios, fol. 265 vto.
48 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 1746.
49 A.P.S. Libro 6 matrimonios, fol. 76 vto.
50 A.P.S. Libro 7 entierros, fol. 200.
51 A.G.P. / P.N. Escribanía de Andrés de Huerta Perdomo, 4 de diciembre de 1752.
96 Antonio Lorenzo Tena
FELIPE DRAPER DE VALOIS
Felipe Draper de Valois (Walsh), natural del puerto de Waterford, hijo de
Simón Draper y Anastasia Valois, casó en la Parroquia de El Salvador el 8 de
octubre de 173052 con María González Felipe de Flores, hija de Salvador Gon-zález,
y Francisca Felipe de Flores, de cuyo matrimonio procreo dos hijos.
En 1740, debido a la indigencia que sufría, su esposa otorga poder a su
hermano José González Felipe de Flores, clérigo de menores, para cobrar al-gún
caudal que pertenecía al propio Felipe Draper, quien se había ausentado
del hogar sin enviar remesas para el sustento de su familia53.
Aun en 1747 las penurias económicas persistían pues Maria González,
solicita permiso a la justicia para poder vender a su hermano nombrado la
acción que le pertenece como una de seis herederas en unas casas que ha-bían
pertenecido a sus padres en el callejón que llaman de Bates Diaz (Las
Simonas).
TEOBALDO HICKSON
Teobaldo Hickson, apodado «el flaco», hijo de Ricardo Hickson y Marta
Mcghee, procedentes de Letragh, casó en La Palma con Ana María Stafford
(hija de Ricardo Stafford) el 14 de junio de 173954, cuando ésta contaba tan
sólo 14 años de edad. La joven adolescente había heredado en 1738 de doña
Ángela Josefa de Acosta, viuda de Lynch). El irlandés, que nada había apor-tado
al consorcio al tiempo de su matrimonio, había adquirido en 1745 una
casa en la calle Real de Santiago por compra a Teresa María Machín en pre-cio
de 9500 reales, que más tarde, en 1757, vendería en 9000 reales a Mi-guel
de Armas. Su actividad comercial se dirigía a la venta de diversos gé-neros
textiles, especias, menaje de la casa, vino y aguardiente.
Las relaciones personales de don Teobaldo con su suegra Manuela Bor-ges,
no fueron precisamente demasiado cordiales, incluso antes del matrimo-nio,
llegando ésta a recurrir a la justicia para que aquel le devolviese un prés-tamo
de 15.500 reales, que anteriormente le había hecho55. Por esta época
el irlandés se encontraba en dificilísima situación económica pues el 27 de
octubre de 1743 otorga poder a Joseph de La Rosa y a Juan Agustín de Va-lenzuela,
vecinos de La Laguna, para que pidan la supresión del apremio que
52 A.P.S. Libro 5 matrimonios, fol. 111.
53 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 6 de diciembre de 1740.
54 A.P.S. Libro 5 matrimonios, fol. 275 vto.
55 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez. Carta de pago otorgada por doña
Manuela Borges, el 3 de febrero de 1744.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 97
en su contra había decretado el comandante de las Islas56. Manuela Borges
declaraba en su testamento haber dado a su hija 4.000 pesos en doblones que
su marido Ricardo Stafford le había remitido desde Perú, dilapidados en bue-na
parte por su yerno Teobaldo Hickson en costosos pleitos57.
La dilatada prole (7 hijos)58 no fue óbice para una vida conyugal deterio-rada,
llegando su esposa a solicitar la nulidad matrimonial:
«...por cuanto tiene que pedir y demandar ante el Iltmo Revmo Sr obpº de estas
Yslas su Pror y vicº Gral Divorsio y separan del dho su marido por los moti-vos
justos que para ello le asisten...»59
Ana María Stafford pasó entonces a residir con sus hijos menores en casa
de su madre, doña Manuela Borges, y su hermano Ambrosio Stafford, solte-ro,
prototipo de hombre cabal, quien actuó en todo momento como un padre
para con sus sobrinos60, tomando las riendas de una familia sumida en el in-fortunio.
MAURICIO CONDY
Mauricio Condy, piloto, hijo de David Condy y Elena Bray, naturales y
vecinos del condado de Cork, que consta como residente en la ciudad, aun-que
no como vecino, otorga poder, por tener que ausentarse a Cádiz, a Pe-dro
Ambrosio Figueroa, y en segundas a Teobaldo Hickson, para contraer
matrimonio con María Teresa Figueroa Masiel, hija del propio Pedro Ambro-sio
Figueroa y de Florencia Masiel, vecinos de la ciudad61. El casamiento tuvo
lugar en la Parroquia Matriz de El Salvador el 11 de julio de 174562.
En 1751 Maria Teresa Figueroa solicita a la Justicia licencia para impo-ner
a censo, conjuntamente con su madre, una propiedad en Breña Alta donde
56 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 27 de octubre de 1743.
57 Ibídem.
58 Parece que tenía devoción por San Antonio por el nombre dado a sus hijos: Antonia
Manuela (religiosa), Ricardo Antonio, Antonio Valterio, Juan Antonio Zenón, Juana Antonia
de Dios, Mariana Antonia (religiosa) y Ana Antonia.
59 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez. Poder que otorga doña Ana Maria
Staford a procuradores, 8 de octubre de 1753.
60 A.G.P. / P.N. Escribanía de Santiago Albertos Álvarez. Testamento de doña Manuela
Borges, 21 de octubre de 1773.
61 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 7 de mayo de 1745.
62 A.P.S. Libro 6 de matrimonios, fol. 35.
98 Antonio Lorenzo Tena
dicen los Cuatro Caminos y unas casas de alto y bajo en la ciudad. Las razo-nes
esgrimidas son hallarse endeudada pues su marido, ausente en Indias,
no le ha enviado remesas para su manutención63.
No tardaría demasiado sin embargo en regresar a La Palma Mauricio Con-dy,
pues en 1753 aparece como piloto en una escritura, a iniciativa de David
Mcghee, en la que se valora un bergantín llamado Caballo blanco, capitanea-do
por el inglés Thomas Fortín, para su venta64.
TOMÁS COLON
El boticario Tomás Colon (Cullen) y Macer, hijo de Guillermo Cullen,
señor de Lisbigny, y Elena Macer, ambos procedentes del condado de Queen,
provincia de Leinster, nació en la ciudad de Kilkenny en 1719 y se estable-ció
desde muy joven en La Palma en compañía de su hermana, la reverenda
madre sor Catalina Cullen y Macer65.
Casó en Santa Cruz de la Palma el 3 de septiembre de 174166 con Mar-garita
Teresa They y Mendoza, hija del doctor inglés Francisco They y Mal-tyn,
y de Isabel Josefa Méndez de Mendoza, con la que tuvo 7 hijos: La Re-verenda
madre sor Bernarda Antonia, Leonor Felipa, Domingo, Guillermo
Felipe, José Cristóbal, Isabel Margarita y Jacinto Roque67. Fue regidor en 1773
y miembro fundador de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en
1776. Enviudó en 20 de marzo de 1776, y falleció abintestato el 12 de marzo
de 1783 en su casa de la calle trasera.
63 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 23 de mayo de 1751.
64 A.G.P. / P.N. Escribanía de José Albertos Álvarez, 7 de diciembre de 1753 (el barco
fue comprado por David Mcghee).
65 Información genealógica sobre la casa Cullen en Tabares de Nava, Tomás. «Los Cu-llen
irlandeses en Canarias y la Argentina». Anuario de Estudios Atlánticos, n.º 10 (1964),
pp. 249-296.
66 A.P.S. Libro 6 matrimonios, fol. 2 vto.
67 Fernández de Bethencourt, Francisco. Nobiliario de Canarias. Tomo IV, La Laguna,
1967, p. 240.
Una colonia irlandesa en la isla de La Palma durante el siglo XVIII 99
DIONISIO O’DALY68
Dionisio O’Daly, hijo de Diego O’Daly y de su prima hermana Honora
O’Daly, fue originario de Cork, siendo educado en Francia, en un colegio de
los padres jesuitas.
Ya establecido en Santa Cruz de la Palma, donde desarrolló su faceta co-mercial
con Londres y Hamburgo, casó el 3 de junio de 176269 con Isabel
Andrea McGhee Borges de Oropesa, hija de David McGhee y de Catalina
Teresa Borges de Oropesa, pasando a residir en las casas que habían perte-necido
a su difunto suegro.
La prematura muerte de su esposa el 17 de julio de 1764 fue causa de
tan exigua prole, pues solo nació un hijo de su matrimonio: David O´Daly,
que a la postre habría de fallecer sin sucesión.
Su elección como personero el 13 de enero de 1767 comenzó a generar
duros enfrentamientos con los miembros del gobierno municipal, que desem-bocaron
finalmente en el famoso litigio ya comentado.
Fue secretario de la Junta de Caridad de La Palma y socio fundador jun-to
a su compatriota don Tomás Colon, de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País de la Palma.
Poco se ha escrito sobre la personalidad de Dionisio O´Daly. Se intuyen,
no obstante, ciertos rasgos a través de la correspondencia de varios miem-bros
de la familia Massieu que, si bien, le describen, por motivos obvios, de
forma tendenciosa y exagerada, dejan traslucir algunos detalles significativos,
dignos de mención. Don Isidoro del Castillo Larroy por carta remitida a don
Juan Massieu Fierro en 1774 lo califica como «...hombre fresco y de buena la-bia
y baste politica...»70.
Según su acérrimo enemigo, don Felipe Manuel Massieu y Vandala, por
carta que dirige a don Miguel López Fernández de Heredia en 1769: «...al-gunas
personas sujetaron a dho O´Daly que estaba mui tomado de la colera...»71,
asimismo relata: «...por la noche en la tertulia de Dª Maria Concepn Sotomr bailo
tanto que confesso aver quedado cansado como nunca, toco esto para qe V.E. acabe
de comprender el poco lastre de tan fatal cabeza...»72.
Es un hecho contrastado, en todo caso, que su propio domicilio, anterior-mente
perteneciente a su suegro David McGhee, era frecuentado en tertu-lias
nocturnas y juegos de salón por varios correligionarios suyos en la cau-
68 O’Daly es la forma anglófona del gaélico O’Dalaigh, que significa descendiente de
Dalach.
69 A.P.S. Libro 6 matrimonios, fol. 171 vto.
70 A.G.P. / L-V. (caja 1). Carta de Don Isidro del Castillo Larroy a don Juan Massieu Fie-rro,
30 de marzo de 1774.
71 A.G.P. / L-V. Sección Massieu (caja n.º 13). Carta de fecha 7 de enero de 1769.
72 A.G.P. / L-V. Carta de fecha 3 de junio de 1769.
100 Antonio Lorenzo Tena
sa abierta contra los regidores perpetuos: Juan de Silva, administrador de la
real renta del tabaco; Anselmo Pérez de Brito, abogado; Santiago Auvert (Al-bertos),
abogado; Tomás Colon, boticario y Mariano Martínez, oficial de se-dero,
entre otros73.
Con todo ello, y a grandes rasgos, es posible dibujar un perfil de hombre
extrovertido, comunicativo, de fácil oratoria y poder de convicción, espontá-neo,
en ocasiones un tanto irascible, astuto74 y amante del baile.
Dionisio O’Daly falleció abintestato en Santa Cruz de la Palma, el 16 de
marzo de 179675.
73 Lorenzo Tena, Antonio, «Actividades de recreo para la nobleza en la isla de La Pal-ma
durante el ocaso del Antiguo Régimen», Revista de Estudios Generales de la Isla de
La Palma, n.º 1 (2005), pp. 277-289.
74 Logró evadirse a Gibraltar el 13 de junio de 1768, durante el famoso litigio, para evi-tar
presentarse ante el Comandante General de Canarias en una estrategia que se le había
tendido para prenderlo.
75 A.P.S. Libro 10 de entierros, fol. 9.