TERRITORIOS
Viaje de los sentidos:
testimonio de memoria visual
SOBRE LA OBRA DE DAVID DAMOISON
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ULRIKE DAVIS-SULIKOWSKI Y MARKUS MITTRINGER
Visiones afrocaribeñas: retratos de gentes, ciudades y paisajes,
grupos sociales y religiosos, santos lugares de las islas; la fotografía
como proceso de acercamiento a los mundos vivos de la
diáspora en tres continentes. Cada imagen es particular, individual
o colectiva; cada historia se cuenta de un modo distmto
y, al mismo tiempo, es siempre la propia historia de cada individuo
como ser humano...
"Durante mi infancia en París, soñaba con el Caribe en la
lengua criolla de mi padre. Mis viajes se inscriben desde hace
varios años en la búsqueda de mi historia personal, en el redescubrimiento
de las raíces culturales. Este proyecto no es para
mí ideológico; mi obra es más bien un modo de definir la
universalidad de la condición humana. El reconocimiento y el
hallazgo de las raíces y las relaciones forman las partes y las piezas
de la textura de la presencia. Mis viajes son instrumentos
para reflexionar sobre la fotografía como medio artístico en el
que colisionan impresiones sensuales, espíritu y emociones estéticas.
La fotografía es la escritura con luz: en mis imágenes registro
las huellas de experiencias y apariencias fugaces, materializando
así momentos de mi memoria."
"Porque se trata del hombre, en su presencia humana, y de
ampüar nuestra visión hasta los más elevados mares interiores.
¡Apresurémonos! ¡Demos testimonio del hombre!" (S.-Iohn Perse).
Las posibilidades expresivas de la fotografía documental
son el centro de la exploración artística, en tanto que medio de
cuestionar y buscar los orígenes y la identidad, la memoria y la
experiencia. En ocasiones, la representación correcta es un movimiento
desenfocado, se sirve de la velocidad para "captar la
luz imposible de la noche", para crear una estética que nos
conduzca al vértigo, anulando así todo signo de realidad, eliminando
todo lo concluyente: nada debe darse por supuesto, y
mucho menos lo visible. Otras veces es importante buscar un
realismo absoluto, y entonces la fotografía se convierte en un
fragmento de realidad cuidadosamente escogido, creado con la
intención de confrontar, de obligar al espectador a encontrarse
con la persona que mira desde la imagen: que nos mira.
Este interés se traduce en una serie de retratos en riguroso
blanco y negro: documentos poéticos, encuentros con rostros
y ambientes, atisbos de realidades cotidianas. Al mismo
tiempo, las imágenes funcionan como puertas que se abren a
una realidad situada más allá de lo físico y lo visible. Incorporan
modos de pensar, emociones, expectativas, todas aquellas
peculiaridades culturales que se dibujan tanto en los paisajes
como en los rostros humanos. El resultado es un conjunto de
retratos hermosos y directos; cada imagen revela la serena dignidad
del retratado: un niño que vende frutas gira bruscamen-
David Damoison. Santo Domingo. República Dominicana, 1992. 30 x 40 cm. Fotografía.
te la cabeza al oír un ruido en la calle; una niña acaricia la pared
como si de su sueño secreto se tratara; un anciano, sentado
en el umbral de su puerta, memoriza los versos de una historia
que su padre le contó en cierta ocasión; un grupo de chicos hablan
de coches; las muchachas posan como iconos de diosas caribeñas;
un aro de metal forma un halo sobre la cabeza de un
niño... trabajadores, sacerdotes, cuentistas, seres humanos e
iconos de fuerzas y deidades.
"El Caribe es mi espacio para la reflexión creativa y me
estoy apropiando de mis orígenes más allá de los clichés, motivado
por el deseo de dar nombre a su mundo interior; lo que
arde, lo que hiere, el sentido de una ruptura inexplicable, y de
la belleza. Me estoy aproximando a esta gran realidad con la espiritualidad
que caracteriza a estas gentes, y que también es
parte de mí."
Damoison, como miembro de la diáspora, busca con su
aventura artística un espacio situado más allá de las fronteras
del lenguaje, la política y la territorialidad. Un posicionamien-to
que se define por estar dentro y fuera al mismo tiempo y que
permite crear una nueva visión humanística. El documento se
convierte en testigo. Damoison, de familia martinicana y criado
en Francia, no toma decisiones, no es un intruso. Observa
la realidad a cierta distancia y, sin embargo, en sus fotografías
se aprecia claramente la relación entre la gente y el fotógrafo...
una distancia respetuosa que no significa indiferencia, sino
afecto sincero.
"Delicado de espíritu es aquel que encuentra que su hogar
es dulce, pero fuerte es aquel que encuentra su hogar en cualquier
parte y sólo quien percibe el mundo entero como un país extraño
alcanza la verdadera perfección." (Hugo de San Víctor, siglo
XII).
Ulrike Davis-Sulikowski es antropólogo y experto en arte. Markus IVlittringer,
escritor y experto en arte, es profesor de la Academia de Bellas Artes de Viena.
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