©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
Parque Temático
Oficios Forestales Tradicionales
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Tú que pasas y levantas
co ntra mi tu brazo,
que inconsciente me zarandeas,
antes de hacerme daño,
mírame bien.
Yo soy el armazón de tu cuna,
la madera de tu barca,
la tabla de tu mesa,
la puerta de tu casa,
la viga que sostiene tu techo, la cama en que descansas.
Yo soy el mango de tu herramienta,
el bastón de tu vejez.
el mástil de tus ilu siones y esperanzas.
Yo soy e l fruto que te nutre.
y ca lma tu sed.
La sombra bienhechora que te cob ija
contra los ardores del sol.
el refugio bondadoso de lo s pájaros,
que a legran con su canto las horas,
y qu e limpian de in sectos los campos.
Yo soy la hermosura del paisaje ,
el encanto de la hu erta,
la seña l de la montaña,
el lind ero del ca mino.
Yo soy el ca lo r de tu h ogar,
en las noches largas y frias del in vierno,
el perfume que embalsama a todas horas,
el aire que respiramos,
el oxigeno qu e vivifi ca tu sangre,
la salud de tu cuerpo,
y la alegria de tu a lma;
y hasta el f in,
· yo soy el ataúd
que t e acompai1a al se n o de la ti erra.
Por todo eso,
tú que me miras,
tú que me plantaste por tu mano,
tú que me diste el ser y,
puedes ll amarme hij o ...
óyeme bien,
mírame bien.
Y no me hagas daño.
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, _INTRODUCCIÓN 1
A lo largo de la hi s toria de Gran Ca naria, EL PINAR ha s ido no só lo
una importante fuente d e riqueza natural , s ino también un valio so
punto de referencia para la eco nomía in s ul ar.
Desde tiempos muy remoto s su s habitantes han sacad~ provecho
de todos los recursos que ha ge nerado, acomodándolos a s u estilo
de vida, adaptando s us técn icas. herra mi e ntas. m ed.ios de transporte
y conocimie ntos a Ja ardua tarea qu'e supone "viv ir del monte".
P ara darnos cuen ta de s u consid erable importanci a basta dec ir
qu e se utilizaba cas i todo: d esde la m adera para la construcción o
para ha cer carbón; hasta su apreciado corazón. la Lea. Sus hoj as ,
la p in ocha era usada como cama de ga nado, abono o e n el
empaq ue tado de frutas; las pinas se aprovechaban como le11a para
cocinas y estufas; a de más con sus se millas se repoblaban los montes;
y porú ltim,o, la res in a, s u sav ia se cmwil'tió e n un ele m e nto destacado
dentro d e la m ed icin a popular.
Sin embargo.en lo s ú lt imos anos. EL PINAR ha pasado a dese mpenar
un papel muy diferente, cohvirtiéndose en zona de recreo y desca nso
por exce lencia .
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Por todo e llo, e l Parque Temático "Oficio8' Fores tal es
Tradicionales", situ ad o en El Gara ñón, in tenta most ra r a través
de ocho reprodu ccion es a t a m a ño rea l de esos a ntiguos ofi cios, una
rea lid a d cu ltural qu e ha coex istido sie mpre junto a otras
mic ro economias. t e ni e ndo así un a gran re pe rcus ió n den t ro de Ja
hi storia so cio econó mi ca de Gra n Ca naria .
•
P ara e nte nder el co ns idera ble papel jugado por ~uestros m o ntes
a Jo largo de Ja hi s t oria de nu estra isla , h ay qu e t en er e n cuenta qu e
el ap rovec ha mie nto de est as zo nas fu e limi tado en épocas anterior es
a Ja co nquista.y de masiado ace lera d o e n los siglos s ig ui e ntes. por lo
que Ja mayor pa rte de la m asa fo restal desapa reció y quedó re legad a
a la s zo nas más a lt as.
Era una épo ca co n grand es "bosques " y ej e mplares de p ino ca na rio
de los que se extrajo abunda nte tea . usá ndose p r efe r en te me nte e n
vigas. suelos y ca r pintería exter io r. Desde e l sig lo XV I a l XV III. e n La
Pa lma. Tenerifc y Gra n Ca nar ia se esqui lm a ron gra n pa r te de los
pinares co n el fin de extraer la t ea m ed iante Ja co mbu stió n de hornos
de brea o "p egue rí as' ; se saca ba Ja brea d erretida y p re p arada para
imperm ea bili za r y calafat ea r Jos a ntiguos barcos. La importa nc ia
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de la co11 stnitció11 d e buques para las fa mosas g uerras navales d e
la é poca,junlo a la siLuación d el Archipi élago respecto a las rulas
a111er ica11as, d ió lugar a que esta práctica se extendiera e n EL PI NA R
Si antes se loca liz aba e n masa a pa rtir" de los 100 metros d e a ltitud,
ahora a parecen sobre los 800 ti1etros.Así se ll egó a u n.límite que
hizo pelig rar la propia especie de l pino canario y su frágil ecosistema.
U11 ejemplo cl aro lo ten emos e n e l ll a mado ' Ll a no de Ja Pez' que se
co nvirt ió, en un desola d o erial.
VivcróCcntral clcT.:ifir.i (19 50).
A princ ipios del s iglo XV I Ja leña se uli li zó e n g randes cantida des
para los ingeni os azucareros, prác t ica que contribuyó a mermar e l
ya d eteri orado pina r.
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P orotro lado, las labores de r esi nación, tan típ icas y ta n f-uertemente
arraigadas e n la Península , nunca fueron re leva ntes e n Ca narias,
aunque se di eron a principios del prese nte sig lo. Mayor importancia
tuvo. sin e mbargo. la obtención de pez o brea.
Ü tro de los factores, que contribuyó a la d ismi nu ción de la masa
forestal de Gran Ca naria a lo largo d e lo s últimos s iglos fue el pastoreo,
que ll egó también a d a t1 ar los pinares r etrasa ndo la regeneración
nalura l d el propio monte.
, '
Rebm1o de ovejas.
P ero es a partir de los at1o s 50, cua nd o primero e l Es tado, !CONA ,
y d espués el Cabild o de Gra n Ca naria co mi e n za n con la reforestación
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de la cumbre, ll egando a contaren la actualidad, unas 17000 hectáreas
de pino canario. más 100 0 hectárea s entre pinos forá neos y otras
espec ies.Todo ello uni do a una innovadora políti ca m edioambiental.
El valor de la madera de l pino canario h a estado muy co ndi cionado
por la presencia d e la tea, que se forma en e l co razón de l tronco a
modo de pilar, de co lor roj izo oscuro y qu e se ca racteriza por su
estabilid ad y durabilidad .
En la actualid ad apenas que dan ejemplares de esas dimensiones
y el uso de la tea es prácticamente testim oni al , por lo que e l va lor
co mercial de esta madera preciosa entra más e n el terre n o del libre
mercado que e n el comercio especu lativo.
Este i>arqueTemátic9 quiere ser t estimonio de aquell a estim able
herencia cu ltural y medioambienta l que ha supuesto el uso del monte
en Gra n Canaria. Ciertos usos que se pueden recuperar dada su
apli cación vá lid a e n las actuales propuestas de gestió n foresta l.
Carme lo Ramírcz Marrero.
Conséjero del Área de Medio Ambie nte.
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1 ASERRADEROS TRADICIONALES 1
C uando antig ua mente no ex istia n motosierras, ni aserraderos
mecáryicos, ni mode rnas máquinas de carpinte ría, ni siquiera
vehiculos o maquinarias forestales de arrastre, el hombre tenia que
h acer a ma no todo el trabajo de la madera co n las sencillas
he r rami.entas que ex istia n , h achas, serrotes. sie rras, ba rre nas, et c.
También debia cargar o a rrastrar con bestias, pesadas cargas.
Hay que tener en cuenta que las he rramientas
,usadas era n manuales y rudime nta rias,
y que e l peso y la s dimens iones de éstas
so bre pasaba n a las actua les herra m ientas
manua les.
P a ra sacar la madera cortada a m edid a , . según los pedidos. se seguian los
s iguientes pasos:
- Se tumba ba el pin o elegido y una vez e n
el suelo se empezaba co n el "desbroce·. limpia ndo
las ra mas, los nu dos o toco nes.
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Scrrot e . .
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- Lu ego se "rola ba". (cortar e n rolos),y se m ed ia n a diez pies de largo
(po co más d e 3 metros) qu e era el largo al que se solían co rtar.
- Luego se "la braba", (dejar las cuatro caras rectas e ig u a les).
Para a se rra r se co nstruía un aserradero cerca del pino que se
pensaba tumbar. Se trata de una sencilla construcción a base d e
pi edra s amontonadas y bien di spues tas formando una es p ec ie d e
muro de 1.50 metros d e alto por unos 2 metros de largo.
Aserradero Lradicional.
Nor111~l111en t e se e legí~ un lugar c~n cie rto des nivel o pendi ente
·para ap rovec har la a ltura y Lenerasi m ás espac io a la hora de aserrar.
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Hay que teneren cuenta que Ja sierra media unos 2 metros de largo
y que se cogía por ambos lados. por unos palos a modo de mango.
Para esta operación se necesitaban 2 ó 3 hombres. uno arriba y uno
o dos abajo. También Jo podía hacer una sola persona. entonces debía
colocar una especie de malla con una piedra para que sirviera de
contrapeso. Esta ardua labor se realizaba incluso de noche.
a lumbrando con mechones d e tea colocados a los lados del
aserradero.
JO
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1 RECllJOS DE PINOCHA: 1
Como la misma palabra indica. los "recibos· eran los lugares donde
se recibían los "haces· o ·manadas· de pinocha. Ésta la recogian del
suelo del pinar los pinocheros, con sus tradicionales ·rastrillos· de
mRno. dos garfios de metal unidos a un cabo de caña.
Una vez recopilada la pinocha, entre 40y 100 kilos. se ataba con un
"hilo· de t al manera que fuera cómoda y segura de transportar: era
llevada a lomo de los propiospinocheros hasta el recibo.
Allí se pesaba. se soltaba y amontonaba para posteriormente
cargarla en los ca miones; para ello se utilizaban las "horquetas· con
forma de l ride11te. hechas normalmente de madera.
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Pesando pinoch,1.
E1 rec ibo es una construcc ió n en pie dra de for ma varia da . que se
ajusta a l terre110. ut ilizá ndose normal.m e nte un lugar a lgo eleva do
y próximo al borde de las pistas. co n el fin de fa cili ta r s u ca rga a la
hora de venderla.
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1 HOYAS .DE CARBÓN 1
A ctu a lm e nle, el carbón que co nsu mi mos en Gran Canaria es
importado y suele ser de m adera de co ní feras, e n su mayoría; es
decir. d e men o r ca lidad qu e el loca l. que sue le ser de a lmendro y
escobó n. mas pesa do y d uradero. Su uso se desti n a. en gran parte,
a grill es o barbacoas. Muy di fe re n te a lo q ue fue en tiempos pasados.
cua ndo co ns ti t u fa la ú ni ca y prim ord ia l fue nte de energía e n todas
las casas ca nar ias. Se usó en las coci nas, estufas y pla ncha s ... La
co mpra peri ódi ca del ca rb ón era un hecho co t idi a no e11 todos Jos
pue blos. se iba a la carbonerí a y se d espachaba carbón de maderas
loca les.
Cdrbó11 local.
E1 carb o neo era un a activ idad m ás o me n os co nstan te q ue daba
a l ca rb onero cierta seguri dad eco nó mi ca. Sin em bargo, hay que
tener e n cuenla q ue las hoyas de carbón fuero n muy vig il ad as por
los g u a rdas foresta les, en cargad os ú lt imos de ev itar la ta la y quema
indi sc r imin ad a de m on te.
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E1 otro t ipo, co nocido como hoya 'cumplid a o de parva tradicion al'
p resenta una forma más baja y a la rgada, e n c ua nto aquí la leña se
d is pone en horizon tal.
l loya cumplid a o de pnrva tradicional.
L os dos tipos fun c ionan técnicame nte ig ua l; con resp iraderos o
gateras e n su base. cubriéndose con pinocha y t ierra en su fase fi nal,
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destacando la diferencia que en el estilo cubano, se introducen brasas
por una abertura superior que se ha dejado para encenderla. En
cambio, en la ho ya cumplida, se prende por los hogares dispuestos
en lo s extremos inferiores.
Carb01iero en la actualidad. (La Culata de Tejeda ).
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L os maestros eo el arte d e la 'peguería' vinieron a l parecer de
Portuga l, y se les co no cía con e l nombre de 'pegueros· Primero se
asentaron en la Pa lma donde reside el mayor co njun to de hornos
tradicionales , extendiéndose posteriormente a las otras islas. Hornos
de brea en Gran Canaria quedan en la montaña de Los Hornos, Llanos
de O jeda y Montaña de Ta uro. Aún se pueden aprecia r vestigios de
abri gos rocosos relacionados a e llos.
Fue durante el s ig lo xvi1 princip~lm cnt e , cuando se co ns umió
abundante tea para este fin , dando lu ga r a la d esaparición casi total
de pin os viejo s y de gra nd es dimens ion es ricos en tea.
No solo se usó abundante brea para el ca lafateo de los antig uo s
·barcos , sino que ta mbién sirvió para ciertos remedios e n m ed icin a
popular, e inclu so in ternacional.
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1 SECADEROS DE PIÑA 1
Como sabemos la semil la del pino se e n cuentra e n el interio r de
la s pinas, donde están proteg idas hasta que la pina se seca y se abre.
Cuando comenzaron las políticas de reforestac ión se necesitaba n
in ge ntes ca ntidades d e se mi ll as para re poblar.
Lo primero que se neces itaba e ra reco lectar pinas de la mejor
ca lidad , que e n muchos casos se encuentran en las copas de lo s pinos
a decenas d e metros. Para ello, individuos en el suelo y e ncaramados
a l pino, (c on unos palos largos con doble gancho en su extremo)
inte ntaban soltar el mayor núm ero de p it1a s po sibl es .
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Una vez reco lectadas, las piña s se ll evaban al secadero dond e se
depositaban. Luego se removían cada cie rto tiempo para que se
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fueran secando de forma pa reja al mismo t ie mpo que se barrían
hacia el acceso la s se ryiilla s que se so ltaban .
Barriendo semillas en e l secade ro.
E stas semillas se usa rían d espu és para repob lar con pino s en
di stintas zo nas d e la isla. Hay que teneren cu e nta que no todas las
se mill as qu e se plantan, sa len ade lante, ya qu e ell o depe nd e de
comp lejas y muy diversas combinaciones: climáticas, orográficas.
plu viométricas ...
Las caract erís tica s físicas de un secad ero so n se ncill as de reconocer
en medio de un p in ar.ya qu e se asirnil a a l esquem a de una era pero
delimitá ndose a lrededor por un muro y por un acceso en a lgu nos
casos.
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1 VIVEROS TRADICIONALES 1
E1:11os viveros forestales de la isla se intenta preservar y reproducir
muchas especies vegeta les, sobre todo, e nde mi s mos. También se
consideran luga res de a provec hamiento ge n ético forestal ,
in ce ntivando así la reproducción artifi c ial de nu estra flora .
. El s is tema de viveros tradicionales e n Gra n Ca nar ia,· se ba saba e n
la construcción de "catas· excavadas en e l sucio con di111ension es que
rondan el ,l.50 x 2,00 metros aproxi111ada111ente.
En e ll as.se coÍocaban peque11o s canutos de ca 11 a con tierra, que
ser vían d e envase para a lbe rga r la semill a. Se corta ban todos a la
111i s111a 111edida (unos 17 centi111 e tros) quedando as í parejos y a ras
de s uelo.
Se milla
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Luego se dis p o ne n bi en j untos y prensados co n una tablilla. Una vez
introducidas las semill as en t odos los ca nutos, se debia n tapar con
pin ocha evi tando asi perderlas con facilid a d .
Durante w1 t iempo, éste fue el sistema tradi ciona l d e reproducción
de pinos e n v iveros foresta les.
Una vez que e1 pino bro ta. se r etira y
en el mis mo canuto se lleva a re pobla r,
dejando que se descomponga a l
mis m o tie mpo que el p in o crece.
Antes del canuto de caña
ex istieron las macetas d e barro,
posteriormente a pa rec ieron las
bo lsas y tubi tos de plástico,
materi a les e n s uma m en os
bi o degradables que los t ra di c ionales. ,
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Cémuto de rnña.
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H oy en día con los nuevos m étodos y t écn icas en este campo, envases,
co nte n edores, etc . se ha m ejorado la cali dad y producción de lo s
actua les viveros.
Reforesta ció n.
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Plano de situación.
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Edita.
Cabildo de Gran Canaria.
Coordinación.
Orlando Marrero Diaz.
Asesor Científico.
Leticia Jiménez Ortega.
Redacción.
Leticia Jiménez Ortega.
Candelaria Delgado Alonso.
Orlando Marrero Diaz
Agradecimientos.
Carlos Velázquez Padrón
José González Navarro.
Gonza la Gallego Góngora.
Víctor Montelongo Parada.
Ana Ramos Martínez
'Agradecimiento a Jos habitantes de Ja Cumbre de Gran Canaria: en
.especia l a Jos ganaderos. personal y Agentes de Medio
Ambiente. coordinadores y monitores del campamento El Garañón
y Aula de la Naturaleza de !n agua.
También hay que agradecer. el tiempo y conocimientos
prestados por los carboneros de La Culat a y
Tejeda (Carmelo Sarmiento Santana y Juan Hernández Sarmiento) .
Asimismo a los aserradores y pinocheras que han aportado sus
tan interesantes vivencias.
Fotografías . .
Teresa Correa.
Diseño, maquetación y realización de ilustraciones.
M.A.T.W.
Impresión .
. Imprenta El Pino S.L.
Depósito legal, G.C. 824·1999
Rese rvado s todos los derechos. Prohibida la· reproducción total o
parcial de la obra sin la autorización de lo s propietarios.
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~ trJ
Cabi ldo de
Gran Canaria
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