1.1 Introducción y evolución histórica de los pinares de Tenerife |
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ATLAS CARTOGRAFICO DE LOS PINARES CANARIOS 11. Tenerife Publicaciones de la VICECONSEJERIA DE MEDIO AM.BrENTE CONSEJERIA DE POLITICA TERRITORIAL GOBIERNO DE CANARIAS M. J . DEL ARCO AGUILAR P. L. PEREZ DE PAZ O. RODRIGUEZ DELGADO M. SALAS PASCUAL W. WILDPRET DE LA TORRE ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ATLAS CARTOGRAFICO DE LOS PINARES CANARIOS: TENERIFE ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 M. J. DEL ARCO AGUlLA K. P. L. PEREZ DE PAZ, O. RODRIGUEZ DELGADO. M. SALAS PASCUAL y W. WlLDPRET DE LA TORRE ATLAS CARTOGRAFICO DE LOS PINARES CANARIOS: TENERIFE Colaboradores: M. V. MARRERO GOMEZ y M. A. DIAZ HERNANDEZ VICECONSEJERIA DE MEDIO AMBLEf\"TE CONSE'JER IA OE POLITICA TERRITORIAL Y MEDIO AMDIENTE GOBIERNO DE CANARJAS 1992 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 PROLOGO Se cumplen ahora dos años de la publicación por la Consejería de Política Territorial y Conservación de la .\laturaleza, del primer volumen del Atlas cartográfico de los pinares canarios dedicado a las islas de La Gomera y El Hierro. En aqudla ocasión. el Director General de Medio Ambiente y Conservación de la Naruraleza cerraba el prólogo manifestando su deseo de que ese volumen se convirtiese en el primer paso cara a consol idar <<Una rica y variada biblioteca sobre la naturaleza de Canarias». Un deseo que compartimos y al que ahora damos continuidad con la publicación deJ segundo torno dedicado a los pinares de Tenerife. para cerrar la serie con et estudio de los pinares de La Palma y Gran Canaria y las exiguas planLaciones de Fuerteventura y Lanzarote, lercera fase del proyecto. que ya reaUza el mismo equipo investigador en el Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna. bajo los auspicios de esta Viceconsejerfa. Los pinares constituyen en la actualidad la principal masa forestal del Archipiélago, estimándose que al iniciarse la Conquista ocupahan el 25% del Lerritoriu insular. exlensión que se vio reducida a menos de un 12% a tinalcs del siglo pasado. Afonunadamente su explotación secular se ha visto compensada por una política de rcforcsración que ha supuesto el que en muchas de las islas la superfic ie de pinar se haya incrementado considerablemente en los últimos 50 aiios. Tenerifo, fiel ejemplo de esa política, ha visto crecer su área de pinar durante ese período en más de 15.000 Ha. la mayoría de las cuales corresponden a Pinus canariensis y en menor cuamía a Pinus radiata y Pi1111." halepem·is. La evolución histórica de estas plantaciones y repoblaciones se analiza en profundidad en el primer capítulo del libro y se complementa con la representación gráfica decallada de los cuadros y diagramas que se incluyen al final. tras la descripción pormenorizada de las trece comarcas más o menos naturales en que se ha subdividido la Isla para este estudio. Conviene resaltar que si bien es verdad que gran paite de esas plantaciones se realizaron en el dominio potencial del pinar, otras lo fueron en zonas ajenas a ese territorio y en ocasiones en detrimenro de comunidades de gran diversidad y riqueza biológica, como son el monte-verde y los escobonales. Por ello, la varlografía, descripción y caracterización de los pinares, que se afronta con rigor en este estudio, constimyen una pieza clave para afronlar desde la perspectiva histórica y natural una gestión forestal correcta y acorde con los tiempos que vivimos, que no es otra que la de Ja restauración y presefvación de nuestros singularb ecosistemas, en la medida que ello sea posible. Ese es uno de nuestros principales objetivos, conscientes de que el conseguirlo pasa, no sólo por la entrega técnica y voluntad política de esta Viceconsejeria. sino también por la labor educati va y de concienciación social a las que este tipo de trabajos no deben ser ajenos. Por último ale.mar al Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna a cunlinuar la labor de üwcstigación en relación con los valores ambie nta les de Canarias. desde la convicción que los resultados y conclusiones incidirán en la actuación de esta Yiccconscjcría de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. CARMELO PADRÓN D!Az Vicecomejero de Medio Ambieme ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 © Los autores ©Para la presente edición: Viceconsejeria tle Medio Ambiente Consej ería de Política Territorial y Medio Ambiente. Gobierno de Canarias Fotol·ompusiáún. futumn:úrúcu e impresión: Lilografia A. Romero, S, A.' - ,'\ngel Guimcr.í, 1 - Santa Cru1. de Tenerife lSHN: 84-606-0440-3. De¡xísito Legal: TF. 23-1992 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Prólogo .. Agra<lecimienlos . Preámbulo . ln1roducci6n . fNDICE Evolw.:ión histórica de los pinares de Tcncrifc . Los pinares tincrfeüos y sus principales comunüJades vegetales . Descripción de las comarcas . C.ornarca 1.- Anaga ........................................................ . Comarca 2.- La Esperanza - lgueste de Candelaria - Acentejo . Comarca 3.- Laderas de Santa Ursula - Los Organos . Coman::.i 4.- Val.le de la OroLava .. Comarca 5.- Pinares de lcod Comarca 6.- Monte del Agua y Pasos - Erjos . Comarca 7.- Santiago del Teide - Chío - Guia de Isora Comarca 8.- Tágara . Cuman.:<1 9.- Pinares de Adcjc . Comarca 10.- Pinares de Granadilla - Vilaílor . Comarca 11.- .Pimires de Arit:o . COmarca 12.- Pinart:s Je Agache .. Comarca 13.- Valle de Güímar Extensión de Jos pinares de Tenerife: datos numéricos ........................................... .. Bibliografía . Mapas. 11 13 15 19 79 95 102 106 114 120 128 140 146 152 158 168 173 178 183 189 221 229 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 AGRADECIMIENTOS A la Viceconsejería de Med io Ambiente de la Consej ería de Polít ica Te rritorial y Medio Ambie nte del Gobie rno <le Can ar ias, por su twcnciona r este estudio y faci1itarnus w d:.i la inform ac ió n di sponible en sus archivos. Al ICONA, que puso ig u a lme nte :.i nuestra disposició n su drn.:umcn tació n e infraestructura. Al Se rvicio Geognífico del Ejérc ito, por permitirnos lllilizar su cartografía t:omo base. Al De pa rtamento d e Edafología y Geología de la U ni versidad de La Lllguna , por pcnnitimo s usar su material e in stalacio nes de fo tuimerpretac ión. Al D e partamento d e Biología Vegetal (Ilotánica) de la Universidad de La Lagun a, cent ro de nuestras investigaciones. 11 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 PREAMJ3ULO F.n agosto de 1989 se firmó entre la extinta Dirección C.ener::il de Medio Arnhiente (Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias) y el Departamento de Iliulogía Vegetal (I3otánica) Je la Uni versidad de La LaguJ1a el convenio Litu laJo «Estudio Florístico. Cmtog:rárico, Ecológico y Fitosociológico de los Pinares de Tenerife}>. Fruto del mismo es este es tudio de los pinares de Te.ne.rife. que constituye la segunda fase de un amplio proyecto conducente al conocimiento 111ás profundo de todos los pürnrcs canarios y que viene a añadirse al ya realizado sobre los pinares y plantaciones de pinos de las Islas de La Gomera y El Hierro. puhlicado por la Dirección General de Medio Arnhicntc ha jo el lítulo At/us Cartográfico de los P;11ares Canarios: La Gomera y El Hierro. 13 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 LNTRODU CC TON ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Tcnerife es la ii;;la del Archipiélago donde el pinar c anario alcan7.a s u m áx i ma exlensión. A partir de los principales núcleos qu e quedaron del mi s mo dcsput:s Je una utilización masiva del bosque e n t:l pasado. en la década de lo s cuare nt a se inició Llll~t inte nsa t<irea de plantac i6n y re pob lación qut: ha conducido a l::t exist e nc ia de un cinlUrón casi conlinuo de pinar en torno a las 1mís altas cumbres in sulares . No sie mpre e stas pl .a nlacioncs fuero n afortunada" d e,.de un punto de v i~ ta biológico y ecológico. sobre todo aquellas que se cfcc1u a ron e n di::trimento del monte -verde ( lauri silva). csc.:obo na les (matorral de Clw manyti.ms pro liferu:-. ss p . a11g11s1ijolius) y retamar de c umbre (matorral de Spanocytisus suprww/Jins). y que rt:s pondi c ron a urn.1 po líti e n fore stal del pasado, hoy e n d e.suso. Todos estos aspec tos ~0 11 considerados en el prese ni e libro, en el q ue se ha op lado por distrihu ir. en ra zón a ca raclcres histó ricos. bio l ógic o s. cornlúgi<.:os y topográfi cos, las masas de p inar e n !rece comarcas d i ferentes. que quedan señaladas en la fi g ura 45 y que son desc riras en el tex to por ~parado. En cada una de e lla s se especifi ca su d e limitac ión. distribudón municipal y la s hojas de Ja (:artografía 1 :25.000 4ue las represcman; se h:1cen consid erac iorn:s a ce rca de los pinares n::i1urales y las planH1doncs. acompañadas de in ventarios fi tosociológicos. que muestran las carac terí.-. 1i c a s de los pinares o indican la rorencialiclad Lle la veget;,1ción del territorio e n las seg unda~. ESPECIES D ENSIDA DES CARACTER Pi111t.\" u11wric11sis D Uaja. inferior al 30% D Pinar na t ura l Piuus radiara D Pinar p lant<tdo. con alto @¿j Media, e ntre 30 % y 60~ g r: 1du de d esarrollo D Pinus halepensi s CJ Pin11spil1ed mlll A h a. :::.uperior a l 609f. E] Pinar plantado, con esca-so grado de d es<uTuUo Fii;. 1.-S imbolo¡ifo u1ilizada e n la C<•rlogrnfia para la car.1c1cri7. 1ciún d~ 1¡,, rn;i:.a ) tk pi nos. Para la d e limitación e artognífica se h a utilizado fotog ra fía aérea 1: 18 .000. lo que ha permi tido, junto con la l<l re a de cam po. la reslitu c ión de irnágt:n es sobre mapas 1: 100.0CXl y 1 :25.000, de proyección UTM, del Servi c io Geográfico del EjrácilO. Los signos convencionales ulili zad us se indican en la fi gura 1. l . a planimetría fue reali zada med iant e e l planíme tro digil<d Ushik«ta X-Plan 360d. 17 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 La ciLación de aulor de los táxoncs mencionados en el texto es la de HANSEN & SUNDING ( 1985); la de los sincáxones. las mencionadas en ARCO & Wll...DPRET ( 1983). ARCO & al. (1987), RODRlGUEZ DELGADO ( 199 1), RODRlGUEZ & al. ( 199 1), ARCO & a l. ( 199 1) y PEREZ DE PAZ& al. ( 1991). 18 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 EVOLUC!ON HISTORJCA DE LOS PINARES DE TENERIFE ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 L.1 acción 4ue el hombre ha ejerc ido sobre el paisaje vegelal de la Isla de Tc nc riíc ha s ido enorme. Las formaciones vegetales de fuerte. car<Íc:ter íisionómico en e l puisuje insular. labaibal, cardona!. sa hin ar, monte-verde. pinar y retamar de cumhre, han sido durante siglos transformadas, reduci é ndose notahlerne nte 1n extens ití 11 de la mayorfa de ella:--, en ocasiones has ta límites alarmantes t¡ue las ponen en pel igro Lle desaparic ión, como ocurre con el sabinar y el resto del bosque tcrmófilo. Los pinares han s ido ohjcto de numerosos translornos. El homhrc no sólo ha modificado los bosques primiti vos de pino canario, sino que adem;ís h;i creado olros nuevos donde nunca habían ex istido. introduciendo incluso especies de pino forá neas y destruyendo forma<.:iont:s vegetales de gran interés, con la única justificación de la rentabilidad del aprovcchamienlO maderero. Así. hoy exis ten extensos pinares en la Isla fuera de sus límites naturales. mientras que donde los hubo, por la reiterada acción antrópica, su composición. extensión y pureza se ha visto alterada. Muchos de los paisajes act uales no coinciden con los pocenciales. por lo que un estudio de los pinares de Tcncrifo que tome por naturales a los artificiales conduce a res ultados erróneos. como ya ha ocurrido en a lgunos trabajos en Jos que los parámetros expuestos (altit udinales. climáticos. e.dáficos. ele). no son exactamente vá lidos para la zuna potencial del pinar en la Is la. Para conocer y reconstruir teóricamente esta zona pote ncial hay que h;irajar numero.sos datos. entre los cuales las referencias hist{)ricas se muestran impresc indibles. En la hi storia de los pinares de Tenerif"e hemos distingu ido cuatro e tapas claramente diferenciadas: 1) Etapa antigua. anterior a la Conquista de Ja Isla en 1496. Durante ésta. es presumible que el bosque no sufriern grandes daños como consecuencia de In acl ividarl rle los guanches. 2) DCsde la Conquista hasla finales del siglo XVllJ. En ella e l bosque sufrió las mayores agresiones y quedó reducido a sus mínimas dimensiones. 3) Desde los comie nzos del siglo XIX hasta 1940. Constituye un periodo de relativo reposo para los pinares, en el que se cuenta con una abundnnte documentación, gracias a los estudios realizados por parte de los ilustrados de la época. 4) Desde 1940 llasta el presente. En e lla se ejecutan las grandes repoblaciones y se define el paisaje actual. 21 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 l." ETAPA: HASTA 1496 Todos los cronistas de la época coinciden en señalnr que. al terminar la Conquista, Tcnerifc se hallaba cubierta de arbo lado alto en las medianías y cumbres. y de «monte bajo» en las costas. Esto parece indicar que los guand1es. por su reducido mímero y por su dependencia de l medio natural. no a íedaron casi nada las zonas potenciales de las diferentes formac iones vegeta les de Ja l:'.:> la. APROVECHAMIENTOS No obstan te lo anterior, los guanches obtenían del pino variados aprovechamientos, que eran fundamentales en su medio de vida; para ello aprovechaban sobre todo la famosa tea o corazón del tronco. de color rojizo por la re sina que la impn:gna. im:orruptible y de gran dureza. Enrre los principales usos que hacía n. destacahan: - Armas y bastones: ~<ba n or» (n rnrn arrojad iza), «a ñepa)> (bastón de mando), bastones o cayados. - Ataúdes: denominados «Chajascos>) por los guanches. consislían en un tablón de tea. de dimensiones similares a las del hombre, con agujeros laterales para atar con cut:!rdas la momia y parihuela con ast illas de sujeción, q ue del imirnba el contorno. - Antorr:has: para alumbrarse u1ilizaban hachones o trozos de tea. - Objetos domésticos: en esta Isla se han enconlrado pequeños recipientes de madera. pulcra-mcntc elaborados, pei nes, cucharas. et.e. -lvfrdidna: utilizaban la resi na de pino (:On diferentes usos medicinales. bien en crudo o quemada. así como en los procesos de embalsamamiento de los cadáveres. - Ht'rrmnienlas: usaban a modo de «palas>1 de tea para excavar la tierra y plantar los cereales que culti vaban (cebada y trigo). Fig. 2.-Añcpas y b;:inot guanches. 22 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 -Alimentación: los guanches comían piñones, según se ha comprobado en el· estudio estomacal de una momia de Roque Blanco. El trabajo tle la madera lo reali:laban hombres es pecial i zado~. a mudo de carpinteros. que la cortaban y labraban (desbastado) con tahonas u otros instrumentos de piedra, para proceder posteriom1cntc, mediante la ahrasión, a su pul imen1ado: además, ocasionalmente procedían al endere7.amiento tk la pieza por calenL<Jm iento. lo cual favorecía también su endurecimie nto. En los claros del bosque. sobre todo en las medianías. practi caban una incip iente agricultura. que muy poco daño causó a 13 cubierta arbórea, pues sólo afccrnha a los matorrales del sotohosque. Fund'amentalmente cereal ista y de secano. está hien documentado por la arqueología el cultivo de la cebada, Lrigo. habas y arvejas; pero en el Norte de Tenerife (kod y La Orotava) parei.:e qui:! tambi ¿n se pra<.:tii.:aba el regadío, pues existen citas textuales que aluden a «el acequia vieja del 1iempo de los gttanches» 1• Otro daño que la población aborigen pudo producir indirectamente al pinar fue causado por el pastoreo. Los necesarios movimientos transhurnantes, en búsqueda de pastos, condicionaban el acceso de pastores y rebaños a través dt!l pinar e-n la eslac ión sec.:a. desde las medianías y costas donde vivían; llegaban a Las Cañada.'>. sitio común de pa.,lOreo para todo el ganado insular, pasando allí los meses de verano. cuando los pastos ya estaban secos en sus lugares de origen. Pero el relativamente escaso número de animales (cabras y. en menor número, ovejas), no pudo afectar 1 Elías SERRA RAFOLS. Lm Dalas de Tenerife. (N ." 1.592. pág. 320). 23 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 _Fig. 4.--Cucharn hecha de concza de pino mucho al pin¡ir, si lo comparamos con la época siguiente. Todo esto nos hace suponer que Ja exte ns ión de los pin ares en esla etapa coinc id í<i suslancia lmenle con la superfi c ie polem.:ial del pinar en Tenerife. DISTRIBUCION INSULAR DE PINARES Y K~ CORO N ALES Como se iJprec ia cu la íigura 5, el pinar se e xten<le rí.:.t por la zona S ur de la Isla en una amplia franja s ituada entre los 700-800 y los 2.000 m s. 111 .• aunque la cota in fe rior pudo desce nder en a lgunos lugares, de pe ndi e ndo de condi c iones microclimát icas. topográficas y geológ icas locales . As í, por ejemplo. en zonas como las lade ras de Chara y Je Güímar aú n hoy se pueden encontrar numerosos pinos en cotas próx imas a los 500 m s.m.; además. exis len bosques bien formados a 700 111 s.m .. sobre todo en las vertie nt es Sur de los barrancos, y nos cons ta la prese;: ncia de pinos Je notable desarrollo a <:olas inferio re.s. en torn o a los 300 m s.m .. en Güímar, Arico. etc. En el Norte de la Is la el pinar ocuparía grandes superfic ies en las c umbres <le Tco<l. Aq uí su expansión se vió favore1.: ida por la gran actividad volcánica de la zona. ya que el pino es una especie agresiva que se establece rápidame nte en las coladas recientes y b<tja pur ellas hasta alt itudes que escapan teóricamente a su domin io pote ncial ; a ello se sumó como cin:unstancia fa vorable el sustrato <'leido de l terreno, perteneciente al edifi c io cemral que constiruyc Las Cañadas y el complejo TeiJ e -Plco Viejo. Otro nüdeo dest<11:<1ble del Norte era el pinar de los altos de Santa Ursula. que allí se desarrollaba apoyado en ulrn rnam:ha de sustrato ;ícido. el cual era cominuac ión de los 24 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 pinares exiscc ntcs en la :-. cumbres d e Crndcln rin y r\ rafo. En el resto de la ve nie me de ba rlovento cabe suponer que só lo c recerían ejempla re!-. a is lados e ntre El Po rti llo de L as Callad as y la M ontaña de Guamas<i (La Urota va ), a una altura L·en.:ana a los 2.000 m :-... m. y aprovech a ndo los escarpes del terre no, dadas s us apt itude~ rupícolas. pero siempre di spersos en1re una vegetación dominada por la s recamas y Jos escobones. La pre se n c i~ 1 d e pinos L'll d Roqu e de Los Pin o:-. de Chin a mada ( Anag:l ) es c onsecuc 11cia Lamhi i! n de la afinidad entre este Jrbol y los su:i.tratos sá l icos. y pu ede es tar relac ionada con lo que ocurre en la s zonas baja s de La Guan c ha. kud y Santa Urs ula e n Tenerifc , a:.í como e n algunos lu gares de La Gomera (Agam.lo, Vall e hc rmoso. ch.:. ). (ARCO & a l.. 1990). El res to de dic ha verlicnte. 4ue ac tua lme me e stá cubierta de pinos a pa11ir de lm. 1. 000 m s .m .. corresponderia a una g ran 111am:ha de monrc- vcrdc. que akant aría los 1.500 m s .m.: n. panir de esta a lt itud. y h;.1s li.L lo s 2 .000 m s .m .. lo'> demento s más agres ivos de diclln íurmación (b rezos y fa ya s). junto con e scobonc ~ y otras plantas del escobo n a l, caracterizaria n el paisaje, y ~ó lo e n cota~ su periores a los 1.500 111 s. rn. podrían existir alg unos p inos dispers o s cmrc csc ohonc~ y brezo s. Restos de cS(:ubonales pueden ser observados e n la acrua lidad en numero so~ l ug arc~ d e Lodo e l pe rímetro ins ular. D Pi nar li: sco bona.l Fi~. 5.-Zon.'.l. pute11d:il <le pinar y e<;elll>l)J 1;i\ t'll \J b l :i lk Tcncri fr 25 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 f'ig. 7.--Su¡icrfü.::ic!> sf!licas dcl Nurlc de T<~ncril"c . 26 t ' ig. 6.--Pinar natural de los aled;ifios de la Mña. Cascajo en Guía de !sora . • • ' •• ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fi¡¡.. 8.-Eseobon:.iks que suceden en altitud :.il m onte~verde en la Ladera de Tigaiga. Los pinos de la eres1:.1 corresponden a plmltaciones. Esta conclusió11 viene avalada pur las rderent: ias que se poseen so bre la vegeLaciún del Valle de La Ürolava, La Malnnza, La Vic torin, El Sauzal, e incluso de San Ju nn de la Rambla. municipios que poseían un bosque siempre-verde de frondosas y. como elementos de segundo orden, escobonales, no reseñándose la existencia de pinos hasta 1930. fecha en que se les menciona como ejemplares di spersos 2• OUVP, ( 1865) mencionaba los e~ l'.ol:xnrnle::i. de Santiago del Teitk (Frontones), Guía (Ch iñeme y Tafosaya) y La Guancha. Por su parte, CEBALLOS y ORTUÑO (1 951) citaban retnzos de escobonal en La Orotava. Los Realejos, Gliírnar, Arafo. Vil allor, Guía, etc., 4ue sólo en parle han persisti do hasta la ac tual idad . En el map<1 de vcgc t<1ción potencial se asigna a los e:-.cobonales una di strib w; ión anular, interrumpida <-1 Ja altura de los muni ci pios de Vilaflor y Grnnadil!a, dunde lus pinos akanz.abm1 2.400 m de altitud. F.n lín ea:s generales, puede admitirse que los escobonales formaban una orla intermedia, más o menos pura, entre los retamares de cumbre y las formac iones inferiore s. Es1e esquema de distribución potencial expuesto no entra en gran conlrndicción con los hasta ahora vigentes, pero sí los mlxli fica en parte. Así, un tran sec to trazado en la Isla de Tenerife desde el Puer10 de la Cruz en el Norte hasla Pun ta Sa lem:t en d Sur (perfi l A-B, fig . 5), atrnvesaría las fomiaciones expuestas en la figurn 9, destacándose la ausencia de pinar. En cambio. el perfil que ~ DIEZ DEL CORRAL (inéd.), Escolar y Serrano (en HER:'-IANDEZ RODRIGUEZ, 1983). MADOZ ([ 986), MIÑANO ! 1982), OLIVE ( 1865 ). 27 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 8 2 . 000 ,,., s .m. to:s"obonaJ 1 . BOOms . 111 • --t>N 100 ., "·'"· ~~-----------------------.c,.. Card o na l - Fig. 9.-1 . Tr.msecto Puerto de la Cruz - Salema. qLJc muestra c11 la cara N la ausencia de pinar y !a cÚ<lcncia de una banda de c ~cobou a l. 2. Tr;m~c t u Playa S;mto Domingo - Punta Salema. qm: rnm;~l ra en la carJ N la ban<la <le: pin<ir. 3. Tr.m~eclu 41.1c muestra un pinar mixto con monre-\·erde. en vertienie S. por desborde de nie blas del alisio del NE en una creqa de altitud inferior a l.500m s.m 28 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 muestra dicha figura . que se extie nde desde la Playa de San10 Domingo en el Norte hasta la mi sma Punta Salema en el Sur (perfil A' -Il. íig. 5), muestra la existenc ia en la cara Norte de un núc leo de pinar. En crestas c uya rmíxima altitud es inferior a 1.500 rn s.m .. el monle-vcr<le del Norte las re bos<i y pasa a las laderas del Sur. donde al mezclarse con el pi nar :..e orig.iHa un pinar mi xto con monteverde (fig. 9): esto se observa en algunos puntos del monte de Cnndelaria (Monte del Haya) y en El Rosario (La Esperanza). Al descender por estas laderas paulati nmne nte desaparece el pinar mi xto. dejando paso al pinar climácico puro y más abajo al ccotónico con los sabinares s.!. Par<1 la realización de estos esquemas y mapas se han te nido en cuenta los Jatos contenitlus en los Acuerdos del Cahi ldo de Te11erife ( 1497-1507) y Las D::uas de Tenerife ( 1492-1500). así como los contenidos en las reseñas bibliográficas más ant iguas re lacionadas al final del libro. También se han utilizado los trabajos anteriores a 1803. pues los datos más modernos ates tiguan que hasLa esa k t.:ha no se habfan realizado grandes re poblacio ne s. por lo que la vegetación de esa época sería un residuo de Ja potencial. y a ella nos referiremos para ex plicar los cambios sufridos en e l Norte de la Is la. La siguiente eLapa se inic ió en realidad desde esta época antigua. sin haber~ fina li zado aún la Conquista, pues entre 1464 y 1472 se <lio el primer caso documentado de explotación de los montes de Tenerifc. En ese corto periodo Diego García de Herrera l:onstruyó una fortaleza con el permiso de los guanches. pero viendo éstos que sacaban pez y madera en cantidades nolables se alarmaron y los atacaron, expulsándolos de Tenerife. Salvando este acontecimiento, con el final de la Conquista se in ic ió la segunda etapa en la hi storia de los bosques ti nerfeños, que podemos calificar como •(destructi va». 2.• ETAPA; 1496 - 1800 Durante las Lres centurias que aharca. todos tos hosques de Teneriíe. y en particular los pinares. fueron duramente tratados. La riqueza forestal que presentaba la Isla a raíz de la Conquista creó en los primeros colonos 1n ilusión de un aprovcclrn111 ie1110 il imitado, creencia que quedó desmentida cuando l<1s talas abu:s ivas comprometieron el normal dese nvol vimiento de algunos sectores básicos 1 • APROVECHAMIENTOS La prime.ra forma Je util izar la madera íue mediante su combustión. para la pru<lm:.ciún <le carhón y ce ni zas, fundamemal mcnte para ahastecimiento local. 1.anto como aprovechamienro pmticul ar como para rnante nirnieno de herrerías y otras ind ustrias. Sin embargo, no faltaron casos de exportación. No obstante, esta act ividad no dañaría en demasía al pin ar, pues10 que las carboneras se sil uaron prefe rent emente en los bosques de monte-verde. Tamhién se ohtcnía leña para hogares e indusffias locales (hornos de teja y cal. ... ) : pero fueron los ingenios tos que consumieron mayor cantidad de leña. hasta el punto, que llegó a ponerse en peligro la existencia de los b-Osqucs y con e llo su propia pc rvive ncia. El consumo fue tan elevado. que el ejercicio de esta actividad estaba profes ionalizado en gran medida. en manos de los «aserradores ~\. ' Otra fu rnia Je aprovechar la combustión de la madera del pino era utilizándola en la destilación de pez: ésta era de gran utilidad para diversos fines vecinales. como la construcción de edi fi cios. aunque su principal desti no y razón primordial de su in tensa producción fue el calafateado de ·' EU1.1;ird~1 AZNAR. Lt1 Or~m1 i::.ación Eu111J111iw de' fos Islas Cmwrfrudl!spur!s de la Cm1q11fa/(1 (1478-15271. (Pág. 17) 29 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 barcos, tanto para la industria nava l islei1<1 como para la ex portación. Si bien dicha iodustria tenía una gran importancia en la economía de la isla, pues se había configurado como renta de propios desde fecha temprana, e l proced imiento seguido ocasionaha un grave perjuicio al pinar, pues como decía VIERA: «En esras islas 110 se saca de dicha resina rodo d partido que se pudiera. (¡ imitm:iún de utrus paises en donde hay vinares: ¡mes 110 los sangrun en d pie dumnle el 1·erww pum extraerla y después secarla. c:vn1en1ú11dv:1e solamente con quemar la rea, sin método 11i ecmwm(as, ¡wra hacer Ja hrea o ¡wz. 11e~ra ;,, ~. Para extraerla se quemaba todo el pino, incluyendo troncos y ramas. una vez troceados. en hoyos d ispuestos a tal e fecto, para ob1ener así una m;;1yor cantithtd de resina. pero ello incrementaba su acción devastadora. constituyéndose en el primer gran enemigo del pinar: como ejemplo, se sabe que en 1651 de 1.600 kg. de pino se obtenían de 200 a 240 kg. de pez. El re.sultado del procc· so era una brea oscura. usada fundamentalme nte en el t:a la fete¡-¡du <le barcos, que adem<Ís Je su <tpruvechamii.:nlu en las bias era exportada a la Península, a las Indias y a la Costa de Guinea. Los busques de esta l sla fueron muy mahratados por la dest ilación de pez, explotación que fue anterior a Ja incorporac ión de Tcnerife a la Corona de C1s1illa, ya que figuraba junlü con la madera entre los productos obtenidos en ella durante las «paces)) concertadas por Diego de Herrera. En un arner<lo del Cabildo de Tenerife, fechado en 26 de enero de 14985 , se declararon dehesa todos los pinares de la Isla para la libre obtención de pez: pero con el fin de que sus bene lit:ius revirtit:rnn en las islas y no perjudicaran otras pru<luct:iones. las autoridades locales gravaron la producción con un impuesto, que en Tenerifc era de 5 maravedís por quintal, que debían pagar a los propios. Dos años después. el 18 de agosto de 1500 1\ el Cabildo ordenaba que los morues de Taoro, las ~ i err a s que cirt:umJaban el actuaJ Valle de La Orotava, y desde el Tcide hasta Icod, vertientes al Valle, no fu esen utilizados para hacer pez, ya que eran para ingenios de azúcar. Con ello se procedfo al reparto di.: los montes; los de monte-verde se destinahan para fuente de leña y obtenc ión de maderas menores, mienLras yue los pinares quedaban para la extracción de materia prima para la fabrlcación de pez. Por e llo. la fabricación de azúcar, hecho de 1rasccndenrnl imporlancia para la et:onu· 1nía canaria en los siglos XVI y XVII.. prácticamente no afectó a los pinares de TcncrifC. Tal era el abuso en los <:orles. que en 1506 se comentaba que la gente cortaba madera en gran cantidad y que no podía aprovecharse toda. por eso mucha se q uedaba en d monte y se podría. Desde el principio se prohibió cortar madera sin licencia e incluso quedó totalmente impedido por la ley el sacar madera o pez de la Isla. El 30 de mayo de 1507 7 se especificaba en un acuerdo del Cabildo tinerfeilo que se cortaban. por parte de cxtranj ero.s, « infinit os>~ pinos para hacer pe~ , por lo que se tuvieron que dictar leyes que frenasen dicha explot¡1ciún. Ante el exceso de libe1tad con que se venía haciendo y el enonne perju icio q ue causaba a los montes se adoptaron medidas de cambio de ubicación de los hornos o de limitación de los mismos, con obj eto de controlar la actividad y evit ar una presurnibk destruc<.·.ión de Ja masa forestal. Por ello. en la primera década del siglo XV I se proh ibió totalmente la extracción <le pez, aunque volvió a ser permitida por acuen..lo Je 27 J.e agosto Je 15 12 en Abona. Agache y Adeje, aunque sólo de los árboles caídos y fijándose entonces un irnpue.slo de 10 maravedises por quintaJ y baciéndose necesaria una licencia de los di put ados!\. Sin embargo, el 20 de noviembre de 1525. ante el daño causado por los hornos de peguerías, que est ab:m destruyendo los pinares, el regidor Ju an de Trujillo pidió que éstos fuesen suprimidos 30 • José o.le VIERA Y CLAVIJO. !Jiccimwriotle lli.\'IOn·il Nmura/ <le las Islas Cmui.rias. (Pág. 360). ! E!ías SERRA RAFOLS.Acut!'rdo1· del Cab1!tlotl<.' Tmerife (/497· 15071. :\J.Q 25. pág.5). " SERRA RAFOLS. Op. cit. (N." 25. pág. 33) ' SERRA RAFOLS. Op. cit. (N . ~ 799. p<ig.. 180). 8 &luardo AZNAR VALLEJO. Ui ú11t·xmciV111fr las Islas Cmwruis en la Comna de Ca.ni/In ( 147R-152fi). (V!igs. 4254 26). ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Granadilla.a J.450 m s.m . Fig . .11.-Troncos corrnrlos íle v i ej(l~ p irws ~ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 y se ve ndi ese la nrnde ra caíd a. ante lo cua l Ml:i l·umpa fü:.ros d e corporac ió n acordaron que s6lo se hiciese pez e n Agache y de los pinos caíd os: «Trugi/lo di.w mirando el bien de lu re¡~1íblicu q 11e a su 110/i(ia Pra l'P1t ido que a cabsa de' los onw::, de las pt:g11erías !>e destrnyan la.\· """'""ia" dP los p inos. mllyonnel/fe donde están los homu::,, e q ue el dwiu era lm1 gm11de que 110 W' podía !nlf'rar e la rema q11e la ribdad re 11 ía p01· ra;,ó 11 de la.\· pegu ería.\· se 11mlt yp/i("(1ril1 11n /ns avie11do e11 esta manera q11 e a 11 11q11e 110 conase11 pi110.\' n i destrnyese11 las mrm tmia.t rnr1t111dn, ay 1rmw m<1dera de rea cayda q ue ¡,·e11 dié11 dose y ddnrlo.tP lirencia pn m snr a1· re1//t/l"Ía n 111clw más que las d ic h a.s peg uerías e el'itar .\ery(I ,,¡ dwio de los did1m r·nrt es y f l red í(I lo "''n edia:.en quitando los dichos hornos. Su Merred y Srr>t. In plmycw m 1 e les par esp'ó qu e era 11111,v f)IÍ/)/ ico el ,grand daiio d e las ¡u!gut!rfa.1 y <:11 f'.\"f'"(fol p nr n wr dichos hornos a l a parr e de Ycode e Garachico e DalJle, por lt111lo /1•s pnrP~( fr1 t' mtw dauan q1u! la rema de la pe: se arrh111de con cm uli rión que 110 St' ¡nwda lw.11 ·r ~ h 10 f'll A gncl1e y de los pinos caydos e q11 e 11 0 corre11 ninguno, so pena dí' 10.000 mr.\. t! ¡wnlida la p e:.» 9• En la SC!'.ió n del Cahi ldo del 19 de enero de 1526, el a rre nd ador de la pez. Fernando de Lurc a, soli c itó qu e la pez se pud iese h acer en toda Ja isla y si se r estrin gí a q ue no se pudiese i mpedir e l hacerla e n Abo na . A gac he y Adcj c . im poni éndose la pena rertine me al que se atrev iese a hacerl o e n las otra5 pa rte:) p ro hibida....,: o11/'are"·iá prese11te Femando de !.orca e dixo qul' la rema del peso e pe: la pone, con Ja manera ,, mndiriú11 que fyene puesta, e11 rü•mo e serenw doblas de oro co11 l"eynre de pmmetydo. r-011 ull que {t' l1friere en wda esw ysla, e que 110 pueda la fibdad e11pedir el hazer de fo I" ''- tm Abo11a e Aga c he e Ade.xe. e si lo enpidiere e" orra.s pane.( que 110 se haga la die/i n JJ t'Z l' a lgunos S(> flfre11iere11 (1 haze/lfl q ue /r1 f ibdad /leve Sil pet1 a y é ( aya de lfe11ar Sii.\ dit•z ¡mr quintal así como de fas orras partes»io_ Anle n uevas denun c ias contra lo s peg ueros. acusados de prender fueg o a los mo ntes. d ismi n ui r los p inares. co11ar lau reles y ro h a r gan ado. e n 1542 se adoptó nueva resolución. e n virt ud de la cua l se permitían dos hornos e n la Isla, un o en DaUle y otro en las bandas de Agache y Abo na . lo qu e se justificaba po r la necesid ad d e l p rodui..;t u y por l a ~ urgcrn:ia ~ rccauda trni as de la in s t ituc i ó n in~ul m·. Pe r o lus c:un<.'.es ionc s só lo sirv ieron para dar pi e a l ;.i proli fe rac i6n d e hornos o peg uerías clandes tinas. po r lo q ue e l Cabil do se vió u bliga<lo a a finar aún más e n las condicio nes y normas d ~ ex plowdd n . dis poni e m.lu e n 1544 q ue sólo podían coexistir dos pcgucrías e n la J.;;; la : 11 m 1 e 11 Daut.c y o tra e n Abona-Agach e : lo novedoso fu e que permitían d os humos a c o rta d istancia e n cada un<1 de las zo nas. p e ro que d e bían altern arse. de forma q ue e n cada b a nda n o hubi ese más de u n horn o ence ndi do; e l lugar seña lado por el Co ncej o parn la expl otac ión e n Aguche e ra un áreu co mpre ndida en tre e l Bco. de H e rques y la Mo ntañ a Bermej a. Pero las normas d e los remates nunca se respetaron. con e l deteri oro cons iguie nt e de los momcs. cons tatándose muchos más ho rn os de los pe rmitidos; usí po r ejemplo. en juli o de 1552 e l reg ido r Be nítez de la s Cuev as había h a ll a d o 1 O ta n sólo e n Agache. c u and o es taban e~ti p u lado~ dos. En la década de los oc henta se lh.: gó a to mar cuncie m.: ia J e que indusu la Co m arca de Agache esLaha sie ndo muy casti g;:1da y ll e vab: l cami no de un a fr an ca dcslrucció n vt: gt:ta l. por lo q ue e n abril de 1582 se acord ó el cese de arrend am ientos de p eL en es te térm ino. Pero en los años novema los i ng rc;c;os concejiles por concepto d e pe z a lcannron su cifra más c ua ntiosa. ll egand o a J ubl a r a los de décad as p recedent es. con lo q ue se sa c rificaba un a gran part e de lo s pinares de ta Isla con e l fin de hacer f ren te a los gastos m un ic ipa lcs11• :n q LC<Jl)Oldo D E LA l{QSA y Manuela MA R RERO.AcuerdMdl'f f "11hi/d111/,. "/",¡ ,, ,,.-¡¡;, 1525- 1533 (VuL V, piip. 88 89i. 10 OE 1./\ ROS/\ ti.:. MAK ~ b KO. Up. ( i1. ( Vul. V. pá¡;. 97). ' 1 Jo.,c ~1igucl RO DR!GUEZ YANES. « L os Montes de Tcncrifc c11 el ~i¡.!lo XVI ... (Pág. 62). ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 En la citada Comarca de Agache se nrn111u vit::run lus arrendamientos de tres hornos o pegu e ría~ en plena prodw..:ció n. ha sta fimdcs del sig lo XVII. Durante casi dos s iglos fu eron mu chos los pin os ialado~ en los montes de Güírnar para abaslt:i.:t::f <..le madera a las tres factorías, si n preocuparse de replantarlos como mandaban l a~ ur<..lenanza~. Además de Jo expuesto. los principales aprovechnrnie nt os que St:: obtenían de los pinos lo s resumía V IERA Y Cl.AV IJO en su l>i ccionario de Historia Natural de las Islas Canarias: 1<:Notorio R.\· qut> rm/o ,~1 mmlnaji' de 11/f(!S flVS ('<lificíos, el de la co11s1mcció11 de barc:os. las difomw~ t'i>:<M" dt' Jo.,. ht>:lJrl'S. /u:.- dwp/011es tle m11cl10s alberco11es, los pimpollos ullí:,imos pura mu lw11io~. <"tmalt's. para la cond11cció11 de las aguas, hadws para ulumbmrse lo.--. pai.l'll· 1w s. pescador<'·' y 11uiri.11·tulorn de 11 ochc: el carbón, la brea, la resina. etcé1eru: wdu nus lo Jram¡1wa11 Y.fil('i/i1m1 lo~ pinus. S11 cone:.a rusosa. hendida, mji:.a. de co11siste11cia ligera, e,\' lo que lfwnw110.1 crwcha, y sin•t• p(l ra lwcer boyal/les las redes de la pe.ffo, y para utrm· 11.\·o,\·»11• La industria naval fu e quizás la que mJs necesitó al pimu para su hmc ionam iento. pue s nec esitaba la madera <le esto!:> á rbol es para la constmcc ión d e los huquc-: y la pc7 <l e e llos obtenida para su c alafeteado. Según aclaraha el padre VIERA. « Íos o n vs pinos de poca tec1, y mucha madera hlanra, se ¡mfit•n•11 para /<1 cum trul·ciún de bajeles"' 1 ~. A pesar de que la madera d el pino canario no era la m;ís idónea para la co nstrucción de navíos. fu eron muchos los construido~ en las carpinterías de rihc ra de Tenerife, algunos de los cuales hicieron la carrera de Indias. Incl uso hasta bien e ntrad o el ~ig l o X IX se reaJjzaron co11 es de pino para la construr.:ci6n de harcos c1c cribotaje. como el conceclido por el Ayuntamiento de Güírnar a don Antonio Nnv;:1 rro , vecin o de Candelaria. en noviembre de 1853. para corlar t:n d pinar de dicha jurisdi cción suti c icntc madera con l;1 que constru ir un barco de cabotaje, que condujese a la capital los fruto:;; y pro<lm.:c.: iones de los lres pueblos del Vnlle. (Can· dclaria, Arn fo y Glií mar). 1\I efectuar d l·urte ~ tu vo cu idado de no d añar demasiado a l hosque. «e111n•soca11do los pi110.\' sin perjuicio del arbolado y en los punros donde se hallen tan espesos que 110 .•w p1wda p enetrar» 1~. F.1 empleo en la co n ~t ru cción de v ivienda s. aunque n o se generali zó ha::. ta bien entra<..lu d ~iglo XV I. sig nificó el capítulo má-: im1x111ant e e n el a provec h:.11nienlo <le la madern. junto con la con s- 1ru cc i611 de i g lc~ ia~. in ge nios, molinos. tejeras y mras industri .:is; todo e ll o. previn trnns fonnnción e n tabla s u «c uartunt.": S)>. vigas. li stone s. etc. Dado e l gran papel que In mílder:i tuvo en la an.¡uitcctura tradicional camtria. t:s fádl suponer la demanda que e n estos primcrm s iglos cayó sobre lo s pi11are s y olras forrnadones boscosas de la Is la, sobre todo de la «lea>) del pino canario. especi almente apra para la con stru cc ió n por ser rrw Jera ~ó lida. incorruptib le y o lorosa. P ero no sólo se proveía a es1a industria en Tcncrife. si no que también ~e cxpor1 aba a las demás islas ddAn.: hipit:h1~0 . espec ialme nte a Gran Canaria e hlas Orienta les, do nde v aria~ igle:-.ias y edifil'ios públi cos fueron l cvaniado~ con h.1 madera de pinos tine rfeños. En 1512 M! organizó di cha producción. que fu e una de la !'i princip ales fu e nt es de riqu eLa de la Is la, y se fijaron los precios y las hases de la propiedad del Co nc~jo. aunque la loma de posc~ión e foi:tiva y la confirmación real se retrasaron ha sta 1516 y 1520 . re~pec tivamente: grac ias a d ic ho se ña la.miento el Cahi lcto cfr.; puso como propio-: d~ tollos Ju~ montes septentrio nales situados entre Roque Bermejo (/\ n:1ga) y la punta de Daute . mientras en la vcitientc S ur sólo en traron e n l o~ de Agac h c 1~ . No ohstan1c, se pcnnit ió a los vecinos cou li cencia <..'.O rlar madera y leña para e-dificios u otrn~ lh::ce-;iLlade~ . ~i n pagar interés alguno para los propios. Muy pronto los vec inos comenzaron a usa r y ahu¡;;ar rle los cortes de mad era para los que tcn í:rn '~ V IERA Y CLAVIJO. 01 1. 1·11. (Piíg. 3601 . 11 lhrdem. " Octavi o RODRIOUEL D bLGAD() r:m1u,-¡,;,, lri\uiri<c1 del pam(Í<:' 1'('.11e1a/ <"11 Giiim ar /1á1t"rifc): L.i Cmm.m·a d1' r\gu· che. (P;lg. 27 1. '·' ROORIGU EZ Y 1\NE S. Op. dt. !Pá g. 61l 33 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 li cencia, con el fin de sacarl a d e la isla. po r lo qu..:. e l Cabildo acordú e l 17 de fchrcro de 15 15 aco· tar dicha explotación a la Comarca de Agache , ved ándose e l corte con o sin licencia e n el reslo de la Isla: « ... qtw por e llo la i1·la móbt• mucho dwio y si durare sería m11 y peor y por dio ordnwro11 q11c om 1ir·n1do ni sin ella, vagando derechOJ y 110 pa gá ndolo.~ que 11ingt11w persmw corte ni saque mllllera alg1111a en roda esta i.~ln, eceptn e n /\gache, e 11tre medio de Ciiídmar y Abona. 110 de otra partt!, e11 1a/ 111(J1wra q tw dl· /\gache se co rte para sacar, dándose lil:encia por la Justicia a dipwaJns. unlt' d 1•ffribmw del Concejo y pagando el derecho ... » 1 " Ello tr<tjo consigo un gran i mpu ls o parn el Puerro de Agache (posterionneme c:onocicfo por El Tablado ). como pu ni.o co mercial para la sal ida <le J icha madera y para la venta e intercamhio de la pez por olras mercancías. A l mism o tiempo preoc upó al Cabildo la lejanía y pésima comunicac ión. por lo qu e se ex igía en los remates la apert ura de caminos por lo s re rnarndores, como en 1539, en que se pu sieron en almoneda ca minos e n Aga<.~he. a la vista de Ja con sumic ió n de Jos pinares del Non e ; perri ra ra vez co incidió el interés cs pcc ulali vo con los objet ivos capitulares y e l provec ho vecinal, pues los rcmatadores iban ¡¡ Jo suyo. des br01.ando allí do nde les era menos costoso 11. De es te modo, se constrn yeron vari os ca mino~ 4u..:. permiti eron l a conducción de di chos productos desde el monte hasta Ja cos ta. sie ndo c uatro los t razados i:n Agache, conocidos todos ellos con el nombre de «arrastraderos ~) . La ra.tú n por la que se restri ngió a Agache la extracción de madera se debió a la gran c:rn 1idud de pinos a llí ex is te ntes, hasta e l pu n to qu e era conveniente ent resacarlos. afi nná nd osc que había madera de tea para construir cie n na víos u. Otro apartado irnpurlanle e n la utilización de la madera fu e el de s u trnnsíunnm.: ió n a rtesana. Co n stitu ía la ba ':ie de la mayor panc de los ape ros agric.:olas (arndos. timones. yugos; ... ). lagares. dornajos. mu ebles, carretas. caja~ par~1 embalaje del azúcar. et<.:. No sólo se utili zaba Ja ob tenida deJ pino, sino tambi~n del mont t: - vt: rd~: para dicho fi n su tala era li hre , lo que pcnni te pensar en una construcción familiar. con escasos a11esanos especi alizado~. Un uso qu e con sumió gran cantidad de pinn s e n los siglos <1ue s ig uieron a la Co nquista fue la construcción de canales para la <.:om.Jun; ión d e agua, mu y extend ida ha sta el siglo XIX. a lgunos de Jos c ua les ha n llegado a so bre vi vir hasta nuestros días. En un viaje a Tenerife de 1796. LEDRU hi zo una especial menci ón de estos cana les: « F.11 los óudades las fuentes piíblica.r son ahastecidas por acued11 c /Os de madera, de una construcción grosera y po<:o sólida» ; y se delll vo a desc ribi r el de Santa Cruz de Tcnc rifc: « ... /,11 rm1s1mcci611 de este st•g wulo canal es sencilla. lmagbu:11.w: mw larga suce!l: fr)n de viga.~ de pino, al1ueaulas en fon11a de canalones. apoyadas 11nu .1· sobre otras en .<.·11s exrrem o~. A s u l"t' .:, c'sras v igas están apoyadas sobre virus perpendiculares. fijadas en las grietas tle /oJ pelifurns, y ruyas altura ... l'U11 ¡nvporóo11a/es a Ja profundidad desigual del barram:o. He 1·ú·w 11c11edm:to .\· poreddos en orras partes de fo isla. El de lhcomme tif'm' s11 origen t·11 el mo111e de Agua Carr:ía. y los de la s dos Orotm•as, Pn Monre Vrrdc. al pfo del pico. La re¡mrac:ión de estos canales poco .\·ó/ido.\· Jro rns1ado s1111u1s inmensas, que l111bierw1 sido s11ficie111es para co11 sfl"!lirin.1· de piedra. F.ntre otros, el acueducro de La Lagww. (fllC se conserva a co.1·ui del (iohiemn, lw ocasio11ado. s(~1úe11do wr proverbio del paú, nuis gastos al rey de /:.'!!ip wia que si lo f111biese11 hec ho de plata»1'l . Todavía a me.d i:::idos del sig lo XIX s ig ui eron en perfecto funcionamiento, como se desprende de la re ferencia qu e MADOZ hizo a l hablar d e Arafo: 34 •h Elfu\ SFKRA RAFOLS & Lcopo ldo DE LA ROSA Arnealos del Ccihi/do de Te11 erife. 1514-1518. (f\.0 61. pág. 69). i ; RODRIGUEZ YAt\"ES. Op. rit. ( Pág. 62). 1s RODRKrt H-:z JJl:'.UiA IX>. op. rir. CPág. 2 1). ' 9 AndrC-P1errc L E DRU. \liajt ''la h lti ,¡,, Tn1rrifr (1796). ( P.ig. 90J. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 .-: El término. escabroso en general y e.ffa.w de aguas, las cuales se lwlftm bie" apnJPechada.~ en riegos. siendo conducida.~ en ranalf's df' nutdaa bien crmserwulo.~. por la asociaciú11 de propieftlrios. es de buena ca lidad, aunq u e poco pmducti1 ·0; se encuenlrnn en él poblado:; bosques de pilu11· »w . La medi c ina también sacab a del pi no alg uno :-:. re rneLlius recomendables. El agua de l:i pe1. lo m ó fa m a e n Inglate rra para la s úlceras del p ulm ón; por s us propied ades detersivas, resolutivas y desecati vas. era propia pnra curar las matadu ras de los ca ballos y la sarna d e los 1.:ameros. Ade más. el 1.:ocim ient o de s us más tiernos retoños, mezclados con mie l de abe ja, er.t un excelente am icscorbú t ico 21. Ante las a mt:nazas qu e su frían los bosques t i n erfeiios, desd e comienzos del sig lo XV I se come n zaron a pro mu lga r normas para su p r0le1.:ció n, la mayoría de las c ua les q uedaro n inclui dii s en la s « Ord(' /1 (1 1/ W.I" l h ' la Isla de Tenerife». rec opiladas por d l.it.:cnciadu don Juan Nú ñez de la Peña en 167 0. E nlre ell as d estacaban : ~~Qur~ aia g 1wnlas de los mon tes»; «Que 110 se corte madera s in li cencia»; ((Que q11ié11 cortare pinos, por cada 11110 mande dia. p inus peqtu:ños>-: «Que 1w (:orte11 árboles sobre las a g uas»; « Que nn r·orten madera ¡Jara edificios sif1 licencia »: 1r Que no corTe'l le'1a que sirva para edifil"ioH; « Que quién cortare p inos los aprovecheμ; f( Que /ns pinos que cortaren sean de dos palmos de grueso. y no menos» : «Que los montaraces denuncien el darlo q11t' :;e hiciere a los 111ot11es »: «Que no coneri pin os para hacer pez y 1w In hagan sin lir·em ·ia» (pago de mil m aravt'-db por (;<i da pino y pérd id a de la pez): «Que 110 suqtier1 p ez f u era de In isla sin l ice ncia» ; tt Que no hagan carhón sin liccflcito>; «Que no .w! corte madera ve rde»; «Q11 e 110 se saqu e made ra f 1wm de la isla»; etc. 22 Sin embargo , esta s leyes casi nun c a se c umpli e ron, y sólo cu n sLiL uyeron una muestra de l a preocupa c ió n de los leg i,. lado res por e l d pi do rilmo <l e desa parición de Jos exte nsos hosq ucs qu e la lsla te nía e n un princip io. Otro uso de lo s montes fue el pastoreo. Pri mero sólo se utilizaban las dehesas del No rte, ri cas en p rados. pero conforme crecía la pohlación y ésta se establecía por el Sur d e la Isla, la gente int roducía su gan ado en el bosqu e, adehesado de sde el principio. En acue rdo del Cabi ld o de Tene r ifc, de fecha 25 de jul io Uc 149 823• se fi jó como zon a de reun ión de los ga nados del Valle de Güímar e l m o nte de S iete Fuenles, en el do mini o d e l pin ar ; pi: ro posteri ormcme el acue rdo no fu e. r espetad o y se penetró en lod os lo s pinares de Tc nc rife. Más adehmte . y a imi tación de lo que hacían los gua nche s, au nqu e éstos a menor escala. los re baños de cabras fuc: ron ll e vados a la cumbre, dond e se sallaba n y vivían e n estado semj sa lvajc, pe netrando en los pinares cuando el mal ti e mpo las o bligaba a dcsccndc:r en húsqued ;i de a limenlO. Llegaron a asi lvestrnr se de tal mi.mera, l jUC muchos invcsti g adon;~ 1.: reyero n descu br ir una cabra salvaje a u16c10na de las Cañadas del Teide. Su número c reció haslu e l punto de censarse e n el siglo XV III un as 5.000 cabras, aunque nadie conocía Ja cifra real. ya q ue hasta los dueños desconocían la cant idad cxacia de an im ales qut! po seían. la t: uaJ {Xl día var iar incl u so en varios centenares. Una act ivid a d q ue a lCct.ah a al mo nte. nunqu e esca sam e nt e dañina. fu e el asc nlami cnt o de colmena s, fr e rnentes en <.:as i lOd o el perimclro ins ular desde la mjsma Conqu ista . Por üll imo. a lo ant eri or se sumó la rotu rac ió n d e lc:rren os pa ra d edi carlos n la a gricultura. actuació n q 1,1c fu e cnd:i vez más impo rtant e al am m: nt ar Ja po blació n insu lar; alcan 7.Ó los 1. 500 m s.m. en Yil atlor y superó los 1. 200 m s.m. e n otros muchos p untos de l Sur. Ello conduj o a los pinares al aspecto que ofrecía n e n 1 R50, cuando se llevaron <.t c abo. de ntro de la corrie nt e ilus trada que impcrú e n toda España. los pri meros estud ios estadísticos y cuantitativos de los montes de Te nerife. Se pu ede supo ner que la etapa siguieme. de rela tivo descanso y es tu dio para los pina res, cmpcta · m P ast·uul M ADOZ. Dicc-ionario geográíico ·c~tadfstico -h1stórico de Canariai; . (Pfíg. 42). ' 1 VIERA Y C LAVIJO. Op. cit. (Págs. 80. 360) '' José PERAZA DE A YALA . f..(ls Orile•wn~as de Tnirrifr. (Págs. !48-153). " SERRA RAFOLS . Op. ci1. {N.~ 58. pág. 10). 35 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fig. 12.-Terrcno~ abancalados en dominios del pinar. Archifira. Güfmnr. ría antes de 1850 (a principios del siglo XIX o un poco antes), cuando los montes de propiedad privada casi habían sido arrasados y sólo quedaban poblados los de propiedad es1atal o municipal. que eran considerados de utilidad pública por su importancia en la captación y mantenimiento del agua, un recurso hásico y escaso. ERUPCIONES VOLCANICAS Aumim: la im.:ic.lencia ruc menor, además de por causas humanas el pinar fue atacado por fenómenos naturales. entre los que destacaron por la propia naturaleza de las Islas, los volcanes. Entre 1496 y fina les del siglo XVI II. en Tenerife se produjeron tres erupciones volcánicas y todas aíectaron en menor o mayor mediJa a los pinare ~ . La primera estuvo compuesta por tres episodios consecutivos enire diciembre de 1704 y febrero de 1705, que dieron lugar a los conos de Siete Fuentes, Fasnia y Montaña de las Arenas; fueron producto de una fi sura que corría sobre los 1.500-2.000 m f'...111 •• cuyas lavas y piroclastos cubrieron 10'4 Km2 , de los que aproximadamente 7 co rre ~po r1dían a zonas de pinar y el resto a escobonales. retamares y formaciones de los pisos inferiores. Al afio siguiente. 1706. se produjo la ,erupción del volcán Montaña Negra (Arenas Negras) en Garachico, que destruyó cerca Je 3 Km- de pinar. La última erupción. la de Chahorra, tuvo lugar en 1798 dentro del circo de l .as Cnñadns. por lo que tan solo afect1í al retamar. Estas erupciones dañaron unas 1.000 Ha de bosque. cifra pequeña en comparación con las más de 40.000 Ha que arrasurnn los hombres durautc el mismo periodo. 36 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fi~. 13.- Vuk án Je Las /\ rc 1ias. /\rafo. DESCRIPCIONES DE LOS PINARES TLNERrnÑOS En la bibliografía de esta etapa. a partir de las narraciones de las a~ce n s io n e s al Teide. em;on- 1rnmos in teresantes reseñas sobre la vegelac ión del Valle de la Orotava. que refl ejan la particu lar disrri bución ahitudin al de su vege tación polcncial. tal como addanlamos en la etapa anterior. En 1526. el factor inglés Thomas Nicols hiLO un<.1 «Descripc:ióa de las Canarias». en la que detallaba uno de los primeros transcctos de la vegetación potencial de la Isla de Teneri t'e. Así. dos millas por debajo del Pico Je! Te idc; « . .. se e11c11e111ra la 1ierrn '"11hierw de nil'l'i', y más abajo canridad de gmesos v grandeJ árboles que llaman vifiátigos. cuyll madera e.\ ¡n' .l'lldf\"ima y sólida. ün podrirst' ni a1Í11 en d agua, mmqne q11ede en ella muchos milla/'€5 de aiios. hay 01m géiwm dt' á rh11le.1· que llmnon barl111 - :a11os, que ric11e11 las mi.~ma s p ropiedadt's, (/demás de 11111dws pi11ns; mas abajo de esW.\ úrl)()fes. 1·c lwlfa gl"(m camidad de lm/J"'ele.~ y ahcrns~4 qm' ocupa11 JO o 12 millas de tierm .. . :.-2\ Fn otra an tigua descripc ión de la Isla de Tener iíe. íeclrnUa en 1560. se hacían interesan tes comemarios sobre los pinares del Nonc ck Tcnerife, <isí como sobre la «lea>> y sus aprovechamientos: ~ i.Brczos?.¿ccdros?. 2:" H. BONNFI. • l>escri¡x:i6n de lus ü marias en el afio 15:!6. hecha JXir " lñoma.~ Nicols. focwr ingles~ . fPág. 209). 37 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 «ÚJ parre del Non/ está l/e11a de bosques, y de agua m11y buena. Alli se vé el cedro. el cyprés, el olivo !i:ilvestre, el lentisco, la .wbina, con palmas, y pin os de admimble altura. Entre Orata va y Carmchico, ::;e halla un bosque e1aero de pinm·, q!te pe1fw11a el ayre con delicados olores; y toda la Isla los produce e11 ab11nda11cia, siendo la madera de que se hacen los toneles, y todos los demás utensilios. Ademd.1· del pino derecho, .ff cria otro. que se estiende, y ensancha como la encina: le lla111a11 los habitantes Arboí inmortal, porque mmca se corrompe en el agua. ni debaxo de tierrn. Es casi tan roxo como el 11alu del Brasil, y de la misma dureza; ¡Jero 110 tan w1ct11oso como la otra especie. Hay aígww.v tan grueso.Y, que aseguran seriamente íos Espaiioles, que rndli la madera de la Iglesia de los Remedios, en Lüg1111a. es solo de 1111 arhol de esto,p; 2tt. En 1646 varios mercaderes ingleses hicieron una ascensión al Tcide, que fue publicada por la <.(Royal Societr> de Londres. En ella se desc ribía cambién el paisaje vegetal cx isrenre e ntre La ürotava y el Pico: « ... ba¡o un pino alto y fro 11doso, desayunamos. comimos y nos refrescamos hasta las dos de la tarde: después avanzamos por un camino arenoso. sobre muchas y elevadas mo111mias que estaban desiertas y desnudas, y no cubienas con ningún pino, como se hallaban e11 el camino de la primera 11oche .. . ,,_27. En 1724. el párroco francés Feui llée realizó una ascensión al Tcide y, tras referirse a los ya conocidos pinares de Aguamansa y a los escobonales, dijo que existía un pinar entre dos pinos famosos: el Pino del Domajito, situado en el Lomo Alto (Montaña AJta o de Guamasa), y e l Pino de la Carabela, en las proximidades del Portillo de la ViJJ a. Este pinar laxo e ntre escobones y retamas permitía a los pinos alcan zar tamaños enormes. a lo que debían su popularidad ; se simaría próximo a lo~ 2.000 m s. m. y sería la continuación deJ existente en las cercanías de [a Fortaleza. En 1761 George Gl as reali zó otra subida al Teide parüendo de la Orolava, y a su regreso comentaha su paso por un pinar aclarado: «Desptiés de cieno repo.~o. cabalgamos otra ve;: hacia mediodia, y hajamos por el mümo camino que habíamos subido. y llegamos a algunos pinos. a cerca de dos millas por encima de las nubes; emre aqHellos pinos y el Pico 110 crece 11i11g1111a hierba, arbustos, árboles, ni verde, excepro Ja ya cüada retama» 28_ La escasa densidad del pinar lajuslificaba en otro lugar de su libro: «A aquella a/1ura de la isla donde se quedan ditranie el día (las nubes), había a111ig11ame111e una gran cw!lidud de i111pur1e11res pinos: pero cvmo erw ifúcilmellie acces ible~;. fueron casi por completo cortados por los habira11tes de lo.~ pueblos 11ecbws, por lo que qued(ln ahora muy poco.\ en esia parte que estoy desl.'ribiemlu: peru e11 ollv.\ lugllres de la isla, ya en fo mismt1 altura. esiwulv lejos de cualquier hubi1w.:iú11. /v~· hay en gra1111ú111eru.o> N. 3." ETAPA: 1800 - 1940 En esta crapa, muchísimo más documentada que la an terior, los rrabajos de MTNANO ( 1826) y OLIVE (1865), así como los csnidios estadísticos referentes a su primera parte Lbscolar y Serrano (1983) para el periodo 1793-1 806 y Mi\DOZ (1986) para 1845- 1850], muestran el lame ntable .!ó J./\. DELGAOO LUIS (i.:d.). Cartas de lo hlade Tencrife (1764) yorru.~ re/mo.1·. (Págs. 84-X5) ?• Víctor MORALES LEZCANO. «Re lación del Pico de Tencrife. transmitida por unos estimables mercaderes y hombres digrms de crédito que subieron a l:i cinrn•>. (Ptlg. 95). ~' Gcorgcs GLAS. 1982. De.1·cripción de üu hliu Canarias, ! 764. (Pág. 88). ~ ( ILAS. 01'- ,-¡¡_{pág. KO) ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 estado en que se quedaron Jos pi1iares tinerfeños después de la larga etapa destruct iva ya rcl acicnada (fig. 14) e induyen datos sobre la utilización del monte. mucho más menguado en extensión y por lo tanto menos productivo que en fechas ante riores. DESCRIPCJON Y ESTADO DE CONSERVACION DE LOS PINARES PEDRO DE OLIVE ( 1865) expresaba en fanegas.30 la superfic ie cubierta por e l monte de pinos en cada municipio. De este modo, en los munit:ipios de San Juan de la Rambla, Santa Ursula y El Tanque se ha podido estimar la superfi cie de pinar ya que se hace referencia a mezcla de monte-verde, cscobonal y pinar, con el pino como subdominante. TABLAI Montes públicos de la lsla de Tenerif'e, que poseen pino y/o escobón como especie dominante o subordinada. Según Pedro de OLIVE (1K65). Nombre l\·lunicipio Exlcnsión Especie Especies E.~tado de domimmlc subo rdinadas conscr\•ación Pinar del púl.ilim A Je je 205 f. Pino Escobón Bllcno Verde Ar.tío 35 f. Pino lla yayb~.o:u Satisfactorio Albarzo Arafo 16 f. Pino H:1yay brezo Satisfaclurio Vr.lk del Roque Ar.tfo 190 f. Codeso Retama y e~ohón Sa1isfactorio Pii.:11cl1u y otru~ Ari<.:u 1.120 f. Pino &cubón y juagoarlU Muy bueno Haya CanJ daria 850 f. Pino Haya Bueno Valle de lguc~lc c~mdclaria 950 f. Pino Brcw Bueno ValkdcCharoschc Candelaria 400 f. Pino Brezo llueno Valle de Chafa Candelaria 500 f. Pino Brc1:u Bueno Fuente Santa o Monte Frlo Garachico 200 f. Brezo Pino y haya Regular lfoifo Ü>tr;u.:hiro 10 f. Pino Escobón Bueno Lus DOli Hcrm:uu.1~ Garachico 250 f. Pino Escobó11 Oueno Pinar de Granadilla Gr.rna<li lb 6.980 f. Pino Codeso Bueno Pinar (irnmk l.A1Guam.:ha 600 f. Pino Brcwyhaya Bueno Hapl LaGuancha 250 f. Pino Hrcmym.:.:\·ifio Regular OjedayTam:idaha L.. 1 Gua11ch<1 300 f. Escobón Retama y codeso Bueno PinMJeChíu Guía 300 f. Pino llueno Chiñcrnc Guía 350 1 Escobón Rctumayt'<xkso Salisfartorio Adnr:1 GLtÍ<l 50 f Pino Escobón y recama Satisfactorio Tafosaya Guía 50 f Escobón Rc1iun:1 Sati~fai.:Lurio PinardeChcngc GLii111ar 40 r Pino Bueno Pin;lfJe Agache Glií111ar 860 f. Pino Hriya )· h~?o Bueno Monte público kod 18.700 r Pino Hriya) \Jn,¿o Bueno Ladera R.ciilcjoallo 180 1 Hay<iy accviño B1ccw. escobón y laurel \foybu;:no El Pin1tr Rosririo 700 r Pino H;1~11 lkgular Piedra lfajadaymros San JurinJe la Rambla 500 f Brezo Hri~riypino Bueno DcSi.lnta Ursula Santa Ur,,ula 1.2.'iO Mancha;. de 1 :1~ To~c¡¡s r Drcw y haya Pinoy¡¡~·cviño Reguhtr ydcl Negro Santiago .10 f. Pino r:.. ..: ob611 Buo:nu Mo11ta1ia.~del(iutic rrc ydel 01scnjo Santiago 400 f Pino (:c..:lc.<;('l, pOIC('Ty rclilllKj Bueno Fro11toncs Santiago 10 r Escobón Malo Monte público THIHjllC 6.200 r Haya Brcw. escobón y pinos Bueno Ag11¡1 Agri11 Vilaflor 500 r Pino R.dmrnl vcudcso Muy bueno Montada de las l ~1jris Vilnllor 1.000 r Pino Escobór; y jara Muy bueno J() A pesar de que esta medida es distima parn cada región. se ha crcido OJl011uno util ir.M la equivalcncin l f = O'ú45 Ha. que ~ l a tle la í:meg<i castellana, l:t m:ís utilizada y propia del autor 39 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 C) a o ºº ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Hay que tener en c uentn que los límites municipales de nquel ln épocn no se correspondían en su totalidad con lo'> actuales, ya que muchos monlcs no estah::m des lindados. Este problema serfa abordado po,steriormente, lo que posibili1aría la comp:c1raciú11 en lo.;; cstadíos poste riores del pinar. TABLA 11 Estimación de superficies cuhiertas de pino canario según los datos reseñados ~n Pedro de 01.IVF. (1865). (f = fanega castell a na). MUNICIPIO SUPERFICIE (Ha) /\1..k~c 205 I= 132'22 Ara fo 5 1 f = 32'89 Arico 1.120 f = 722"40 C.mUelaria 2.71X) I= 1.741 ·so Garachico aprox. 292'00* Grnnadil la 6.980 f = 4.502' 1 u l,a Guancha 850 (= 548'25 Guía 350 f= 225"75 Güímar 900[= 5so·50 lcod 18.700f= 12.061"50 El Rosario 700 f = 451"50 San .luan de la Ramhla aprox . 8) '()()'·' Santa Ursu la aprox. 202"()()>1< Santingo 430 l'= 277'35 ~ I Tanque aprox. 1.000"00* Vilaílor 1.500 f = 96T50 TOTAL 2.l.8 18'46 Ho * Cuando e l pi110 :-.ulamc11lc aparee1: umu> 1; ~pceic ~u lHmli11;ul~1. l1t:11n1~ comidcrado ~u¡x:r ficic Je pinJr la cuarta partl! del \Otal di:l monte. La obra de Pedro de OLlVE. como otras muchas que se mencionarán má~ ndclante. recogía n1líltiplcs referencias a la destrucción anterior. Al h<ib!ar del Val le de Taoro decía que estaba roLleaJ o de montai\as cubicrtns por brezos y escobones. pero que todo se h::ibíi1 perdido para e! aPrnvecham icnto de le ñ:.i y carh6n, así co~o para la fabr icación de horquccas de madera para las viñas . Otros muchos relatos sobre el estado <le los montes en esla époc.1 fueron su111ini :-.trados por dive rsos auto res. e ntre los que destacaron los siguien1es: BORY lJE SJ\ INT-VINC F.NT ( 1988). COQLliT ( 1982) y VERNEAU ( l 'J8 l ). BORY DE SA INT-VINCF.NT. como la mayoría de los natura listas y v iajeros que se ac ercaban a Tcncrifc. también subió a l Pico Tcidc. excursión que dejó reíle.jada en un in te resante libro publicado en 1803, y lid que t'.xtrat'.mos algunas consideraciones sobre la vcgcrnción: ''-· · Antes de llq~ar a él. hay que escalar ei ~fonte Verde, ya a una gnm o/tura y que es llamado asi por la vegetación que lo cuhre y por los her111oso5 lle/echos que, de lejos. le dan 1111 color agradable, que contrasta con el ri11tt' osr11m dd lugar dm1d(! se penetra; le sigue 1111 bosque de pinos que rnbre una mo11taiia !Jamada El Pino de la Meriend a. Estos pinos. que Feuillé cmuidew que .wn iguale.\· llf lari x. dirnli1111.w'11 dt'l1 a dfa por que el viemo los 41 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 armm::tJ d e cuajo. A cu111imwdó11 viene Monte-Carave ll a. desde donde se lle8a al Montó n de Tri go. luglir pmdigio.1·w11e11re airo. llamado así porque, al e.~tar formado μur μeq11e1im · fragmemos de lava. esa monwíia se wmn de lejos por 1111 mo111ó11 e/(• trigo>) " . En otro lu gn r del mism o libro in ciJfo t:n I« presencia de l a lerce e n los al tos de L;i Orotava, que, o bien constilllían la primera plantación de pinos forán eos realizada en la Isla o, con mayor probabil idad. era confundido con el pino canario. tal corno parece indi car la rcfcrenc i~l aJ ernp l~u de s u madera en la cons trucción de igl esia s: (<SeglÍ11 Feuillé, e./ mollf<' qm· se l'llCIU'11tra11 ye11do al pit:o e,\'táformado por el alerce, que f/aman El Pino de In Merienda. Uegan a ser ran grandes que, .~e dice. e11 el país existe 11110 iglesia cuya c:arpi11tí'ria. ba.sra11te lrermma. fue flecha co11 fil madera de 11110 de esto.'i árboles» 3 ~ . En 1803 e l mismo au1or subió a l Pic;o y de talló su paso por e l Monte Verde de La Orornva. así como por la rnontaiia yuc el llanrnba de la Merienda. en la mi s ma zon11 donde Fcuilléc comemaba que crecían «pinos lari x)> y ~< alarce ~», 4u e iban sie ndo progrcs ivamcn1c dernnnbados por el vie nlu; es ésta la primem nu:m:ión de un a posible plantación de pino s, que el c itado autor situ aha a 1.600 m s.m. Este lu gar rcc ihía dicho nombre por la costumbre de comer en la base d e un « pino padre», que J. Edens describía en 17 15 como un pino enorme en un busque e.le frondosas , y lo llamaba también Pino de la Merie nda , por la costumbre ya referida. Curiosameme, e n la actualidad se sil tía en el Valle d e La Orutava, junlO a l antiguo camino de C h a.sna por e l que se sube al Tt"idc y a una a lt ura cercana ;:1 Jos 1. 500 m s. m .. el harrio de Pinoleris. que parece deber s u nombre a e sos « pinos Jari x)> mencio nados. Adolphe COQUET. arqu itecto francé s que ll egó a La Orotava en 1881 para const1uir el antiguo H ote l Vi c1or ia. rcaliL6 varú1s ex.cursiont"S por el Valle. En la primera comenrnba la ascensión difícil y empinada , has.ta llegar a la base de u n <(espeso busque de pinos y bre::.os», a una alt ura de 1.200 m s.m.; y al describir las fuentes de Agua- Mans 1.1 afirmaba: <~por wdos lados hay bre:us gi gamescos, piiws, yfimdmeme el úl1imo castmio de la reRión, q11e Jw vtHidu a perderse ha.~w aquí»JJ. La segund a. m ás larga. la realizó al Pico Tt:idt: pas<indo por el Realejo Alto, desde donde subió t:n tre matorrales y brezos «que van a aromp(ll/omos ha.~'/u fa e nrrada de Las Cmiadas» y que co n stituían la <(IÍnica vegetación de l!.\'/Os parajes»"'. Los «bosques de pinos», a que ll acía referencia, lo s s ituaba a 1.200 m s.m., en Agua-Mansa. ~<.do nde tiene11 s1.1 orixen fa.\·júenlf's <¡lll' alimentan La Omtava yfertiliw n el campo» 35• Este autor hizo dos observaciones i nlt:n~~antcs: ta primera sobre el 1:1gasas1e. al que llamó «tagas te» y del cual. a l describir las d is t intas fr anjas de vcg~ladón que veía, señalaba: ~· Primero se e11c11e111ra la regió11 de fu~ naranjos. de la .t pnlnws y de spués la de Ja i·iña. Por encima de La Orora1·a está11 fu~ t:m lwio.'>: en la lmH' de fa s 111011wilas. los pinos: más arrilm, los helechos"', y desp ués. a 2.000 m111rm, la roca seca y árida>~ P En una segunda observación. que también era compariid a por otros aucores (entre ellos RORY DE SAINT-V INCENT), di slin guía en Canarias do s tipo s J e pinos uuróctonos , e l «pino hlam.:u)) y d «p ino lea », dt= lo~ qu e comentaba que ambo!' estaban a punro de de saparecer pur la tala in<li scrimi- " HOKY IJ I-. SA INT-VINCENT. Ensa)'os wbré' /tu l slm A]or1111wd<u y la u11rixua A1lú111i.lu u Co111¡1emlio dr la llist oria ( ie11eml dP Arr/1i11 i,;1ago Canario. <Págs_ 157 -15 8) . -" HORY DF SAI NT- \'L.~CENT. Op . cit. (Pág. 207). "' Adolph" COQUET. U11a excursi ón a las l.rfas Canaruu. (Pág. 42 1. "' COQUET. 0¡1. di. (P:í¡.;. 48) . ., COQUET . Op. cit. ( 1\ 1.g. 3 1) "' s~ r eli er~ a los escobonalcs. Probablemente el tr.iductor ( J . A . lk\,g¡id o - 1982- ) confundió helecho (fougCre) co n fo1Tajcra ( fourr.1g;.,n::). " COQUET. Op. cit. (Pág. J I ) 42 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 F'ig. 15.-Pinos que obscr.•ab.'.m l!Y.> camina nte~ en el 1myec1<1 al Teide. p(lr el camino Je Chm.m1. (PI. X. PITA RO & PROUST. 1908>. nada que de ellos se hacía. Esta confusión puede deberse a dos l:ausas. Ja primera por la diferente morfología que poseen los pinos viejos y los jóvenes. pues mie ntras los primeros adquieren un aspecto redondeado y aparaso lado, los más jóvenes son típie amenie piramidales y de un co lor más bien blanquecino. lo que podría moti var el nombre de «pinos blancos)): la segunda esiaba moti vada por el nombre popular con el que la gente del campo aún conoce a los pinos más desarrollados, que es el de «pinos tea >) o ~< pinos padre>'. con el que di ferencian a éstos de los más jóvenes. . Esta separación de no mbres se mantu vo e incluso se aumentó hasta el sig lo XX. pues en 19 10 aparecieron, en una !isla tic árboles y arbustos leñosos indígenas de Canarias publ icada en Ja Histo ria de las Islas Canarias de A. J. BENITEZ. los sigui entes nomhres: Pinus c:anariensis Chs. Srn. («Pino Le<t») Pim1s alba Pebrer. («Pi no blanco») En c.I presente lada vía se ut iliza dicha term inologb para es1ud iar las propiedades de las di s1intas maderas de estos árboles. ya que la madera teadu adquie re mayor dureza y densidad. pero menor elasticidad, que la madera del pino jove n. "La densa formac ión de escobones en lo alto del Valle de La Orotava tampoco pasó desaperci bida para M. Durmom D"URVILLE. en un «Viaje alrededor de l mundo ~~. publicado en llarcelona en 184 J. Después de atra vesar la región <le las nubes y de los pinares. entró en la de los brezos. «4ue lic'fll' 300 toesas ele profundidad sobre 2.000 de extensión»: luego : «A medida que ibm11os subil'ndo. S(' t/('Spcjaba {a armósfera. y desaperecían la niebla y el rocfo que nns rodeaban; ir1.w~11sibleme11te 1·eíamo.s desop(l}n:er fa 11t•rd11ro v los br(':os. y mmue11erse 43 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 el Cytisu~ foliosus, awu¡tu: al pril/C:ipio eni 11my pon1 y em:orvado, aporería más mh11s10 y frondoso" medida que el terreno mostrábase más árido y más estéril» 1,jJ. A l rcgn: s<1r a La Oroiava comentaba <(Atrovf'.rnmo.\· los bosques e11 donde ab1111du el P inus c.:anari e n sis~'- R. VER.i~EAU. durante su permanencia en Canarias (1876· 1878 y 1884·1887) csnibió s u conocida obra y en e lla explicaba que desde La Orolav<J a Guia. pasando por el Volcán de C huh orra. se extendía un desieno de escoria volc5ni ca. donde sólo vivían u nos cuanto!> pinos 4uc resislían la sequía: además, como no podía ser menos, subió al Teidt:: y t:: n d ichu exc ursión. 1al como habían hecho mros autores. hizo refcrcnci<-1 al monte-verde : «A /{l.~ tllll'l'e habín !legado a Monle Verde. es deci1; a esa μ(Irte dl' las momañas dmrdt' CHH' 1111 bosque espe.w y r·everdecienrr r¡11r ofrece. al lado de bre:.os arborescnues. llex cana riensis y pi11os de Canarias, una gran ca111idad dr Myrica faya. Esta 11egeu1ci611 comie11:a a 11110.~ 800 metros de altitud y cominlia hasta l .5(XJ metros ... A 111uH 1. 500 metro5. las rm bes desaparecie· ron brusc:a111e111e y. la tempenmira se ekl'á y en lu gar de la 1•exe1ació11 fro11do!m de Mo111e Verde 110 1•eíamos fiada más que el escobón (Cy1isus proliter) v (' {codeso (Adenocarpus frnnkc· nioides)»-". Otros autores famosos "ubieron tamhién al Pico. entre los que destacaron José de VIERA Y CLAV.IJ O hac ia 1780 y HUMBOLDT en 1799. Sus versiones y descripc i ones no difcrí:.m tle lus anteriores y son más conocidas, por lo que omitimos su relato. Otras mencion e . .;; al est ado lamentable en que quedaron lo s hosqucs la s tenemos en lu s obras estadíst ica s de Pascual MADOZ (1 ~86) -peri odo 1845 - 1850-, Sebastián de MIÑ ANO ( 1826) y E scolar y Serrano (e n HERNANDEZ ROIJR IGUEZ. 1983)-periodo 1793-1806-; en sus respectivos estudios hacían rderencia ocas ional a los hosques. si bien no espel.· ific.:aban c laramcn le ni Ja exrens ió n. e n el caso de MADOZ. ni las c~pecics. en el caso de Escolar. Por ejempl o. en la ohra de csrc últ imo se co mentuba, refirié nd ose a Candelaria: ~. t.os bosques abarcaf/ una lo11gi1ml de 2 leguas por 112 de m1clw. En otm liempu lum t•Hado en mejnr e1·rado. debido a que 110 se lia11 seguido repoblando en compe11:wció11 a fm· to/a:) que' Jur:o:fflllll'll/t' tienen que lwc erse para Ja co11s1rncci611 de casas e11 los pueblo.~ de Sama Crw.:» 10 • Con respec to a Lu Guarn.:ha: «M ds de I 1/2 legua cuttdratla se de<hca a bosques altos y otro tanto a momes bajos. f/a111t:11iUo épocrH dt • mayor esplendor: pero e11 la ac11wlidad se han reducido 11owblemn11e clt•bitlo " Jos fnxuelllt'S i11ce11dio.1", a11111e1110 de población y co11srmcdo11es 1w1'a/ej" » 41 • Para Güímar: <(Elr orm tif'lnpo lm bosques es1111•iero11 m11cho más poblados. poi· que fax i11r/; .~crimi11adas ficen cio s dadas por los <·orregidon'.~ para la rala de /oJ árboles. han acabado re1/iu: ié11dolo.1· llf 111(11i1110 . El m o nte q1u· llaman la Cumbre cstiffO mu.\" poblado de pinos. aunque eo el d(a hay muy pvcos, además de bre-:_os y aCl'l'iii o.n> ~: . l'l M. Durmunt D'URVILLE .... Viaje pin1nre<:eo alrede dor del mundo ... (En J. A. DELGADO LUIS (cd.). Canm d1·s1/1' fo Isla de Tl'nl'rtfl' ( 1764) yo1ms re/11/us. pág. 134). " R . Vl::RNCAU . Cim·o mlo1· de esltmdti 1'11 fas / .1/111· C111111rim·. {l'ág. 229¡. io Germán HERNANDEZ RODRlGUEZ. E1·wd1".-1ic" tle fa1· hfas Conoritl~ 17!H-180ó ,¡,, Fn.mci.~m E~Tofar 1· Sar(1110. (Vol. 111. pág.3J ). 44 " HEJ.:NA NDEZ RODRIGUEZ. Op. t·u. (Vol. 111. p:í}!. 72). " HER N,.\NDEZ IH>D)o(lliUl--.:Z. Op. rn. (Vol. 111. páj.!. 86). ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Para Icod: «El 111011te arbolado ocupa J leR11a de ancho J f 112 de largo. e igual cantidad hay de montes cm1 hre::.os, haya.~. acebiiio.~ 1· retamas que son ab1111da111es en la ::.01w del Pico. En general, se enc11emra11 en buen eswdo» H . Y en lo que respecta a Vil afl or: d..os monU'S de Vilaflm· son abu11da111es en pinos. reramas. escobo11es _\'jaras» 44 • En el Dicc ionario de Pascual MAD07. se hacfrm también numerosas referencias .-i los pinares tinerfeños y a los dafios que habían sufrido. Así. al hablar de Arico: <<.. . ¡wr todas las fáldas de /ti rumhre ,\'P Pnr11Pnrrm1 <»~pesos ¡ih1m·r~. pem muy d p.rnwjnrndos por lafálw de \'i¡.: ilmwia »~' En Ja Orotava: « ... por la escase;, de llun'as que se nota 11isiblememe desde que con 1mcl1 prel'isió11 se lia11 repartido y a.miado los monres. cuya cima armía a las 1111bes. y las raices de los árboles pres- 1aba11 el impondem/Jle serl'ido de cmae11er las 1ierrn-'>, que de re,.,·11f1as de m11iellu fu/ta se /tan de.Kuajado y han ido a parar al man>"'. En la Vi lla de Santiago del Teide: << ... lÚ'IW w1 mtm/1' poblfldo di' e.1·cohone-'>·. por que 1·0(0 11rod11ce árboles que ~·e f/anwn así, y o/ro .l'obre l.'! po:o de Ar!{11ayo de pi1ws qm' si n 'l'n para /af(lb ricació11 dt' casas~·~' Schastián de MIÑANO comentaba en 1826: «Sería de desn1r <JIU' la aplirnción de los !rabirames al rnlril'o, 110 pe1j11dicase a /(ls momes de la isla. pues la manía de corwr árboles y descuajar los momes producirá i11falible111eme consec11e11ciasfi111esras. si los q11e pueden no pron1ra11 remediarla.1·,, 4 ~ . A principios del siglo XIX la preocupación por la conservación de los bosques no estaba muy exlendida. La excepción la encontramos en los veci nos de Vilaflor. qui enes. preocupados por el estndo de los. rnontcs. reali zaron por entonces algunas repoblac iones e11 los claros del pinar. En l 813 y 1814 se dictaron órdenes reales con el fin de endurecer las responsabi lidades de las autoriclades locales. pero. salvo pocas excepciones, nada se hi zo por parte de éstas. El estado de deterioro de la cubierta vegelal de la Isla fue un:.i de las constanles preocupaciones de 1:.i Real Sociedad Económica de Amigos del P;iís de Tenerife. establecida en La Laguna en l 776. Esta promovió la restauración del bosque en 1778. an unciando se is años más rarde un concurso dotado con un rrcmio de 200 rea les o una medalla, para el mejor estudio sobre su esrndo. la cau:.a Je :-.u ruina y la manera de evi tarla: pero ninguno fue pl1blicado ofü.· i;limente. ;1unque se pueden encontrar en los arc hi vos de la c itada sociedad. Este mismo organismo ini c ió más Larde la '' HERNANDEZ RODRIGUEZ. Op. dt. (Vo l. Il1. p;íg. %>. " HERNANDEZ RODRlGUEZ. Op. CJ1. (Vo l. JI l. pág . 204!. ,. MADOZ. Op. m. (P:ig. 14). " MADOZ. Op. cir. (Págs . 153- 154). " MADOZ. Op. lll. (Pág. 1901 " Sebastíán de MlÑ/\NO. Diccionario geognj{ico-e.1·1ud1:11in1 d1• t .. 1pw'i11 .1 J'r1r l11¡!11I. (Ed1ci(l11 facsfmíl de 1982-Canarias-. pág.'.!.~). 45 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 pub li c<Jciún de obrns encaminadas a concienciar a. las autoridades y n la sociedad en general; entre e llas dt":stm..:ó una « Di sertadón sobre la ut i lidad de los árboles», fec h¡1da en J 832, en la que se espec ificaba que en Gran Canaria, Tcncrifc y La Palma: «rn su (X!l"te del s11r se lw destruido también el arbohu fo, a 110 u r el J>inai, del cual 11 0 obstanu · sOlo quedan restos. Aún lra y largos ('Sp(l{:ios e11 es/a de '/enerife eu donde han d,~.rnparerido del tudu. como e" las alturas de Giiímar y en Fcmlia ; y donde sólo por la tra.d ició11 dr los ancianos, y las muestras de maderos enormes que existen sirviendo de prensa en los lagtll't:'S, ú lit' domajO.\' en las Gmlonías. se p11e,/e saber que existió l'i11al. y que se de.~truyó por drsruido, y lamemab/e abandono de la policim> '". En 179fi, el francés Andr C Picn e L l::DKU reali zó un << Viaje a la Is la de Tenerifc », 4ue publi có e n 1810. En él, y c:nmo ;:in teriores vi si uintes, ana lizó la t riste situac ión por la que atravesaban los montes de d icha Isla: «Al 11orte ,fe Te11erife hay monrwias donde se va diariamrnte a hacer cwb6n y a cortar mmlet:._a para Ja cctlefacci6n. Parece ser q1m 110 hay 11i11gil11 orden t•s tabh,cido en el aprovechamie11to de es to~· bosques y que estos se de .vnwhla11 , tamo porq1w Sl' les tala sin replm1tar como por /o:l i11ce11diosfrecue 111es ocasio11ados por los rnrboneros. Al Sur de la isla, j 1111ro al pico, i<H mommlns producen 1mos pinos muy resinosos. que lm habitaflle!.· llaman tea. Con e/Ja ,\'<' Jwrr11. vigas y rnbhmes, y se usa parn encender fuego, pora pescor por la n oche y para la i/11minació11 de las ca:l·as. Se le extrae la brea, q11e :l'I.! em1Íi/ a Cádiz. Estos árboles. también .~e de.uniyr.11 y es de temer que en treima años la Isla 110 1e 11ga más m o nte.., 50 . En 1837 se dictaron por D. Juliñn Mnnud PEREIR.A. Y SOTO-SANCHE7., Marqués de la Con cordia y Comandnnte Genera l de las Islas Canarias, un a seri e de norma.., ag ru pada s en J¡¡ llamada «ÜnJenan zíl Panicula r de Montes para la Provincia de Ca narias», e n la q ue con re spe<.:to a la conservación y fomento de los mi s mos se decfr1: «Con (ITIY.'f:IO al censo de poblaci611. illf:luso los pagos y f'flS a.~ de cumpo, y sin e.1·cep11wr 01ras per.\·01ut.\' quP lrrs que no mvieren casa abierta. tierras p m pia.f, hijos ni c riados que las cu!tiVf'll, y Jo s pobres mendigos intíriles para el tra/Jajo .. ft'f'á n oblig odos todw lo.\· vecino.1· a fJÍWl· tar, hie11 r1or s i o por orm versona encargada, wdo.\· los wio.\·, t'n fos puntos mds despoblados lfp/ mo/UP. a j11icio de los Aywttamiemos, desde mediado.~ d1· d icinnbre hasta mediados de fetnr.'ro. cinco árboles cada w10 . que han de s'?r ¡m:cisume11te tilos. pino.{ biam:O.f. barbusanos. villóti¡;os. hayas. cedros y robles» \I . Además. se dere nninaba que las leña s y ra s t rojos d e bían dej arse para b enefici o ele los hahilames de las di stintas poblacio n es, y se ob ligaba a lo:s ayu nt amie ntos a dcsli nd:u los montes y cuidar del c umplim iento de J¡¡s leyes promulgadas . señalando pe nas ba stan tt: seve ras para el que causara daños al bosque medinn rc fue gos o po r medi o de su ganado. Para poder cum~l~ r .esta norm<tti vu se c: reó un cuerpo de g uard ias fores taks. tkpendie nte de los propios mu111 c1p1 os. Todas es tas d isposic io nes. que pueden con si derarse pro gresistas incl uso en la actualidad, no se c um plieron nunca, al ig ual qu e ocurri ó <.:on las dictadas e n época~ ::interiores y pos teriores. " REAL SOC IEDA D ECONOM ICA DE AM IGOS DEL PA IS.1Jiser1t1,..itit1.(ohri• /11111i/it/11d de lusúrbtJlt'.'i. (P:i g. 25). "' 1.F.D KU. U¡1. ÓI. (Píi¡!. 87). '' Julián PEREIRA Y SOTO-SANClll!Z. OHl<•m111:11 Panirn lur de M 1mres ¡x1m /IJ Pnwi11d<1 de Cmmrim. (C:1pftulo 2. an(culo 23, pá g. 7J 46 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 APROVECHAMIENTOS Los principales productos extraídos del pinar en esta etapa fueron: - Lelias: Obtenidas en los monlcs de Adcjc, Arico, Granadilla, Guía, Güírnar, lcod, El Rosa-rio y Vilaflor; s iempre para uso de los vec inos. - Carbón: En Adeje, Granadilla, Giiímar e lcod. - f'inocl!a: En Arico, Güímar. lcod y El Rosario. -Utiles de labranza: En La Guancha, Güímar y Vi laflor. Además, en los bosques de El Rosario se hacía referencia a la estan cia del ganado en los mismos. Existen múltiples refe rencias a la tala fraudulenta de árboles, así como al ap rovechamiento de troncos de pinos quemados o derribados por el viento. Esto es fáci lmente observable en la Tabla 111, extraída de la obra de Pedro de OLIVE ( 1865). TAllLA 111 Producto obtenido de los montes públicos de Tenerife en el año 1860, en reales de vellón. Pedro de OLIVE (1865). APROVECHAMIENTOS E:NMETALICO EN ESPECIES DESTRUIDOS TOTAL Ordi narios 29.335 304 26.639 Según usos vecinales 4.650 678.202 682.852 De árboles derribados por el viemo 3.138 3.138 De árboles incendiados 5.060 5.060 De árboles co11ados fraudulentarnen1e 2.538 2.700 9.580 14.816 Orro producro que se obren fa del bosque era la pinocha. Ya en 1858 se aconsejó a los adminisfradores de Tenerife que no recogiesen más hojas de pino para fe rtilizantes y lechos de an imales, porque si se removía el precioso humus se perdían las semillas y los brotes jóvenes de los que dependía el futuro del bosque; pero a final es del siglo XIX la pinocha se<:a <.:.omenzú a ser utilizada como material para empaquetar los plútanos de exportación, por lo que su recolección no se detu vo. Ya a principios del siglo XX. de 1909 a 1913. se produjo un intento de aprovechamiento resinero de los pinos canarios. Se resinaron sólo pinos grandes, los más gruesos de cada zona, en El Rosario, Gr::inadilla, La Guancha, lcod, San Juan de la Rambla, Oro1ava, Candelaria, Güírnar. Arico y Vi laflor. En su totalidad se explotaron 217.000 pinos. que dieron una media de 2 kg de mie ra por pino y año, producción nad:t desdeñable. Según los análisis reali zados en dos laboralOrios di stintos, uno ex tranjero y otro nacional. la miera era de mejor calidad que la ex1raida de los pinos peni nsulares. res ineros por excelencia. como el pino rodeno (Pinus pinaster); por tener la canaria menos despe rdicios que ésta. La producc ión se detuvo e.n 19 13 y nunca más se volvió a emprender. Los datos expuestos. fueron recogidos en un trabajo inédito del ingeniero de montes D. Ramón DIEZ OEL CORRAL. quien llegó a Canarias sobre 1920 en virtud de una orden real para redactar el ~· Anleproyec t o para el aprovechamiento. conservación y restauración de los montes de utilidad pública del actual Distrito Forcsrnl de Santa Cniz de Tcncrifc». Es1e trabajo culminó en la década de los treinrn, pero hasra 1942 no se prese ntó en el Cabildo In sular de Tenerife la pm1e que afecLab<1 a dicha Isla. Según el citado escudio, el aprovechamiento de los pinares en 1930 fue exclusiv amente de carácter vecinal, comprendiendo leñas para carbón y i"lra hogares. En Teneri fe se obtuvieron 6.690 estéreos par..1. carbón: 2.595 est6reos para leña <le hogar y 171 estéreos para timones de arndo y cabezas de timón. Por esta época se había prohibido la entr.i.da del ganado en los bosques, pero sólo hasta los 1.500 m s.m .• por lo que las cumbres continuaban siendo franqueables. Así, en L'lS Cañadas llegaron a agrnparse 6.0ClO ca bras, que realiz.1ban incursiones en los bosques peri féricos causándoles grandes daños; ésto explicaba el lamentable aspecto que presentaban en aquel entonces los montes de Vi laflor. 47 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 '4 Fi g. 17.-Viejo pino cana rio u tili1atlo p;1ra la cxtl':lC'Ción de re~i n a ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 INCENDIOS Y TEMPO KA LES En cuanto a los inccnd ius, no parece que fuera n excesi vos, y hab ida c uenta de la capacidad de re brote de los pin os canarios des pué s d e su que ma. el número de pin os destrui dos por el fuego prob; iblemente no fut: grande .. Fue famoso el incend io ocurrido en Los Rca l~jos. q ue duró vari o~ días e n 1731, y el de los hosques de Candelaria. que a rdió lo:. días 14 y 15 de agmto de 1887. Por el contrario. e l número de p inos cortados i lí c it amente es probable que s í fuese a lto. deb ido a lo<> benefic ios qu e <le ellos se obtenía n . Por tratarse de un fenómeno raro . 1:.1 cifra de pinos derribadm por el vie nt o parece eJe.vada. t:om:. spo ndicndo la gran mayoría a Vilallor y. e n me nor cuantía. a Gi.iíma r y Guía de ! sora. Tam bién los temporales hicieron me ll a en las masas de pinar: a sí. e l famoso aluvió n que azotó Tenerife los días 7 y S de noviembre d e 1826, el más brr a ve reg is1rado t.: n 1;:1 historia de esta Isla . además de ecn tcnarcs d e 111uer1os y edificios a rru in~1dos ': . provocó la ~. rdida de mil es de anim a les y el derribo de gran número de árboles. como ocurrió en La Guanc ha: « l<J.~· mmru!.~ de e:.le μ1teblo fueron de.f!ntidos por la:. ag11us q11e (/(·srr11dfa11 del foide. y solo S(' ve e11 el día, Ja/ c:iwl pillo tles1ro:1]do por el vie11!0» ~··. Y en el muni cipio de Gíiímar, donde: ((cayeron millares de pinos en Anocl1t·::.o. qtu: aa 1mu "'' /0.1· más Jm11oso.~ y poblados momes delabl<1 ... »"' . EVOLUC ION UE LOS PI NARES TINERFEÑOS En e l m<1pa de 1930 (fig. 14) 5.C aprecia claramente. ul compararl o con e l ant eri or d e 1865. la escasa va riac ión sufrida pur los pinares tinerfeños a lo largo de un sig lo de escasa acción humana sobre e! los. A co nlinua(.: ión e>.ponc.mos la Tab la I V extraída del ant eproyecto de DIEZ DEL CORRAL, rt!lu ti va n la extensi6n de los pinares por municipios. di sti ng uiéndose la c uantía de l « monte ali.O» y (( mo nte med io»: e l primero era el fo rma do exclusivamente por pinos. mie ntra~ qu e por (< monte med io» se entendía el cons tituido por me¿cJa <le pi nos y plan tas no resinosas. en las que se incluían espec ies arbóreas y maderahl es . como el vi ñátigo, d li.t urel , ele . Adem:ís. ~e di ferenciaba entre mo ntes caralogados de ut ilidad pública. por tener relación con ac uí foros . b:.irran eo.s. ele .. y los no cata logados. El menc io nado autor proponía la calillcaci6n de uti li dad para to<lo s los mont es de la Isla. Lo s l.hllus de la Tabla IV fueron obtenidos por el prop io inge.niero. puryuc los oficiales, ex istentes en el catálogo de la época. seg ún !'. U opini ón no eran lo baslatll e fiah les: "···Yª se sabe que .Je furmú, en este partirnlar. con aforos a ojo, y aq11í 110 se hicieron trab"jos d'' n•ctificarión. » Aún así. los dato s ele ! catálogo oficia l con tinuaron siendo mil izados por Jos o rganis mos pübli cos h as 1a. a l me.nos, el año 1959; incluso es po~ i ble que lo:-. harajado s en la acru al idad te ngan como hase esta informa c ión, presumiblemente errónea. Para entender m~jur Ju evol ución d e los pinares e n esta etap a se precisa una co mpara c ión en1 re los dat os de 1865 y 1930. Es ta no ~ aporta <lato~ acerca del crec im ient o o mcmia de lo s mont es municipales (Tabl a V). " Entn.~ cllus el ternpln de lu Virgen de Candelaria, cuya im ugcn dc~.ipareció, y el inmediato c.a.~ 1illo de San Pedro. " Servando HER.\lANDEZ .... Tcmpon1k:s en Tcncrifo; el a luvión de 1826 y ~us calastr<Jlkus r~·~ultadi.r.:. ''n el Norte de l.1 b l a~. El L>/11 , enero d e l;.170 . '' fo¡,(: HERNANDEZ MORAN ... Efec1<K d<'!I :1lu vitin de 182C1 en Güímar>o. tP:igs. 222-23 1 ). 49 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 TAllLA lV Superficie de pinar y tipo de monte de la L"la de Te nerife. Extracto del anteproyecto d~ DIEZ DRL CORRAL, inéd. (rn. a.= monte alto; m. m. = monte medio). ~IUN !C!PIO Adcje Arnfo Arico Candelaria Garnchico Granadilla den Abona La Guanchn Guía de Isora Güímar lcod de los Vinos La Matanza La Orotava El Rosa rio San Juan de la Rambla Sanla Ursula Santiago del Teide El Sau1.al El Tanque La Vic toria Vilatlor TOTALES Superficie (Ha) CAT. NO CAT. 597 565 2.382 1.042 1.057 2.645 794 3.523 1.259 4.330 22 560 754 375 50 40 289 74 200 600 1.022 80 10 285 20 982 3 13 22.274 Ha l.O<il Ha TI PO In~ MONTlc TOTA L Monte alto 637 Monte aho 854 802 m. a. 1.580 m. m. 2.382 Monte alto 1.047 Monte allo 1.057 Monte al to 2.719 Monte alto 994 Monte alto 4.123 Munle allu 1.259 2.980 m. a. 1.350 m. m. 4.330 Monre alto 22 Monte alto 560 !\.fome alto 754 190m. a. 185m.m. 375 Monte alto 50 Monte alto 1.102 Monte alto 10 Monte alto 285 Monte alto 20 Monte alto l.295 20.760 m. a. 3.1 15m.m. 23.875 lla A simpk vista. a pesar de la coiocidencia de la superfic ie tola!, las dife rencias municipales parecen en algunos casos muy grandes y no responder a una etapa de relativa tranquilidad, como se ha dicho; pero un anális is más detallado de las cifras aclara la duda. Entre ambas épocas fueron frec ucmes los prohlemas de deslinde mun ic ipal de los montes y al comparar los datos por zonas las diferencias no resuhan tan exageradas. 50 ZONA NOROF:STF, La Guancha + lcod de los Vinos + Garachico +El Tanque+ Santiago del "fokle +Guía <le Jsora 445'75, 7.731'50 + 765'(XJ, 7 l 5"(XJ + 824'65 + 3.897'25 = 2.513"85 Ha H ZONA SUR A<leje + Vilaflor +Granadilla de Abona+ Arico 504º78 + 327'50 • 1.783' 10 + 1.659º60 = 708 ' 78 Ha(+) ZONA SURESTE Güímar + Arafo + Candelaria + El Rosario 678'50+82 1º 1J , 694'50 + 302'50= 1.107'61 Ha(+) ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 TABLA V E ' ·oludón de la masa de pinar entre 1865 y 1930, segím da1os de Pedro de 01 .IVE ( 1865) y DIEZ DEL CORRAL (inéd.). Superficie (Ha) M UN IC IPIO Año 1865 A ño 1930 OIFERENCIA (aprox.) A deje 132'22 637 504"78 (+) /\rn fo 32"89 854 821' 11 (+) Arico 722"40 2.382 1.659"60 (+) Carn.lduria 1.741" 50 1.047 (,<)4''í(I 1-) (larw.:hico 292'00 1.057 765'00 I+) Granadilla de Abona 4.502' JO 2.719 l.7KT l ll (- ) Li1 G uaricha 548'25 994 445'75 (+) G uía de !sora 225'75 4.123 3.8CJT25 (+) Gíiímar 580'50 1.259 678'50 (+) lcod de los Vinos 12.06 1 '50 4.330 7.731'50(-) La M.atanza 22 22'00 (+) LaOrmav:.i 560 560'00 (+) El Rosario 451'50 754 302'50 (+) S an Juan d i! la Rambla 8 1'00 375 294'00 (+) Santa Urs ul a 202'00 50 152'00 (-) Santfogo <le! Tt:ide 27T35 1. 102 R24'65 (+) El Sauzal 10 10 '00(+) El Tanqu e 1.000'00 285 715'00 (- ) La Vidoria 20 20'00(+) Vilatlor 96T50 1. 295 327'50 (+) TOTA LES 23.8 18'46 Ha 23.875 Ha 56"54 (+) Ha ZONA NORTE El Sauzal + L1 Victoria+ Santa Ursul a +La Orotava +San .J uan de la Ra mbla 10'00 + 20'00 - 152'00 + 560' 00 + 294' 00 = 732'00 ll a (+) E~ ta$i cifras ya parece n más acordes con la información que se pose e. En la zo na Noroeste se produce un a notable reducció n de superficie, qu e pm.lría adiacarsc en parte a defectos de medida. a la transformación de fanegas en hectáreas. al uso moderado a que s iempre estuvo suj eto este bosque o a conside rar como pi nares zonas más propias de otra s fo rmacjo nes vegetales. pe.ro q ue poseían pinos d ispersos. Esto últi mo parei.:e lo más probable. ya que. fi sionóm icamente y por su mayor desarrollo, el pi no da carácter a l pa isaje, y una zona donde domi ne e l mont e-verde o e l escobonal, pero que posea a lgún pino disperso. se la sue le denominar « pinar» , ya que a si mple vista es el p ino el qu e destaca y ll a ma más poderosa mente la ate nción . Tambié n dicha rc d ucdún p ud o deberse a la erupció n de l Volcán Chinycro en 1909. pues, a pes ar de q ue sus esco rias y lavas só lo cub rieron unas 220 Ha, es posihlc que los in ce ndios provocados pur ell a >lrr a saran cerca de 500 Ila de l pi na r existente e n aque ll a enm arca. No debemos desca rtar tamp oco el lJ Llt! la mayor pa rte de cs la fu erte d isminución de supe rfi c ie se de hi cse a la mano d e l hombre; en es1e sig lo, deslrui dos y a la ma yoría Jt: los bos ques del resto de la Isla, se e mpezaría a atacar el gra n pinar del NO insu l<ir. As í, e n 1912 D. Man uel dL: OSSUNA describía el pinar de E l Ta nq ue con estas palab ras: 51 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 « ... \ ' df'I u11v lada dist i11 g 11ím1 se los pinares del puebla del limque. q11e. en hilera.V 11110.v pinos \' en grupos UTrO.'>, parecít111for111ar 1111 lt')ano porque i11Kfó 11 55 . En In zonn Su r. d e A d e-j~ lm sla Arico, se produjo un aumcn1 0 de Ja ma s~1 fore stal que pan:::c~ ube;:decer a h1s repoblaciones. El incrc mcnlo de 63:1 H a corresponde sob re todo a A dcje y Vilallor. donde sabemos q ue ~e;: ll ev aron a i:abo re p o bl aciones vecinales: ade m ás, antes d e 1930 ~e reali zaron pla nl aciones de pinos e n Adeje ror pan.e d e unn emp res a pri vada inglesa de ex ¡>0rtaci6n de pláta no<;. segurnmc nte pa ra proteger los na c it::nles, t~unb i é n de s u propiedad. que tenía e n1re Guía de lsora y l a citad a vi lla: por o tra pa11c. e n Arico se efectuaron r epo b lacio nes por pane del Distrito Forestal. Los cambios entre Arico y Gra11adill a. 4u~ afec taron a un mayor número de hectáreas. p¡-i reccn debido~ a c: ambios de lindes municipales. En la znrrn Sureste, de GOím ar a E l Rosario . fue donde se prod uj o e l mayor incre mento dt:. supe rfici e, 1. 109 l la, sobre mdo e n los té nn in ns de Güímar y Ara fo (679 y 82 1 1 la. rcs pt;1,;li vami!n te): ello f ue dchido a cic nas rcpohl aóor 1cs de las que se ti e nen pocas notici as. pero q ue los Glmpesin os aseguran que flicro n lle vadas a t1ibo en el reinado de A lfon so XIII ( 1902- 193 1 ). Oficialme nte sólo se conoce Ja ex istencia, en 1922. de un tonsurtio entre e l C abi ldo Ins ular y los Ayunrnmientos; en d icho año. d Cabildo propuso a los Ay umamicnt os de h1 Is la d qu~ . ~ ¡re poblaban sus montes, la corpor;1c ión in sular se comprometía a subvem:ionar l;.1 construcdón y mamenimien10 de las escue las de lo~ respec tivo s pueblos: se d eb ían p lantar 150 árboles por cada 1. 000 pe:-,e ta:-, que inv inicsc el Cabi ld o: este a cuerd o se llevó a cabo a l parecer e n poco~ municipio s. entre los que se encolllrabn t:l 1..h: Giiímar. donde se pl am aro n 6.CKlO árbo les a c a mbio d e 40.000 pesetas: di cha plantación se realizó e n terrenos rropiedad del Ay untamiento s itua d os en la llamada Ladera de la Cueva de la Calz ada. de 10 Ha. y e n los Lajoncs. con 14 Ha de superficie. Muy pos ibl e m ente este conve.nio t umbién se firmó e n los pueblos vcc inns de Arafo y Cande laria. En este último munic ipio la pérdida de pi nares se debió. probableme nte. a la roturación de hosque s para ganar terrenos agrícolas. circuns tancia q ue incluso se \- icnc rep it ie ndo hnsta el pre:-.ente e n lo s p inares de Han-aneo Hondo y en las cumbres del municipio. En esta zona no pudi e ron ex istir problemas de linde!-.. ya llU~ ~ n d munici pi o de GUíma r los montes h abían s ido deslindad os en vari as época:, y espec ial m e nt e en 1862: mi entra s qu e los ele Candela ria lo fue ron en 1845. por orde n d e l Gohicmo político. y los del Rosari o e;:n 1854. mm4uc no e!'itahan amojonado s. Por dicho mot ivo i.;c conocían perfectamente en la primera época ( 1865). En El H.osa rio están documcntadns orra s re poblaci one s a nteriorc ~ a 1930 por parlt: <ld Dis trit o Fore sta l. que parece se cfcc1uarn 11 i.:un pin o carrasco (Pimu lwlep ensis). ya que e n la actu;i li d;id ex.iste un b o15quete de cstu especie en la zona conoc ida como l;i fuente de los Berros. cerca d e La Es peranza. constít uido por ejempl ares muy v iejos y <le un os 15 metros de alt ura. que ocupa unas 20 ll a: pero tambit-.n hay pinos carra.s<:os ai slados. mezc lados con repnhlaciones pos teriores, en un área de 100 Ha. Por orro lado. existen e ucalipto:, disper so~ plantados en a quella época . pues yn era frecuenle l;i introd ucció n de este á rbol. Además. en El Ro sario se produj o 01ra pJ¡mlaciún de bastante comidcra ei6n e nt re la s montañas Ca beza d e To ro y Curra l de. la s Vacas. con pi nos y euca liptos, (< mi!fares y millares de pinos». segün se decía en la prensa el e ln época st.. En la zona Norte. desde El Sauz:.i l ha sta Sa n Ju an de la Rambla . e l aumento de 515 Ha pudo <leber~e. al marge n d e a medic iones erróneas. a no haberse tenido en cuenta lo s pinares Je L.1 \li (.:toria . El Sauzal y La Orotava en la medic ió n de 1865. probabkmente por ser pinares muy a l1 os, de escasa entidad. si tu ados e ntre t:M:obuni;:~ . La dis minución en el caso de Sama U rsula y el :rn men\O en el de La Orotava se debieron. casi con toda scguri<lad, a 4 ue m ientras en 1865 se atri b uía el r in:u el e Ag u a Ma nsa o de Sant a Urs ula a 1.·. ~t~ municipio . en 1930 estaha incl ui do e n el término municipal de La Orotava, que ampli6 s u superficie ha sta abarcar tud a la w na de L<1s Cañadas. En cuanto a las repoblaciones, se sabe que en La Victo ria y en La Orotava el Di strito Forestal realid1 52 ·· Manud d e OSS\JNA VAl\"-J1EN-HEEDE. /¡/cl(!I.' TeiwriJ('. r. Tl< IJ.111.1 .0 . l ·.'I C11m¡H•. (N:· S. '1go,,10 19 16. ¡Kí,,:_. l 5 J. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 replantaciones antes de 1930. pero se desconocen las especies utilizadas. que muy probablemente fueron eucaliptos o pinos no canarios (piñoneros - Pinus pinea- . carrascos. etc.). A este respecto hay que. aclarar que en esa épo<.·a se tenía la costumbre de plantar. conjuntamente con los eucalip1os. algún ejemplar de pino, sin importnr cual fuese la especie de éste. cosn que puede constata rse en la actualidad en di ve rsos puntos de la geogrnfía in sular. Así. en La Laguna hay pinos carrascos en los eucali ptares de Jan.tina. j unto al mirador del mismo nombre; pinos piñoneros en Gonzaliánez y en el Pon ezuelo de los Rodeos. en Teguestc: pinos rodenos (Púws pi11aster) junro a pinos piñoneros en ta Mesa Mot.n, Tnco ront e, lcod e, incl uso, en nlg unos puntos del Sur, como en Arico Viejo (pinos piñoneros) y Gliímm (pinos carrascos). En estas plan taciones los árboles se pueden e ncontrar dispersos o formando pequeños bosquetes de 10 a 20 ejemplares. Todas estas plantaciones se recogen en las tahlas que se exponen más adelante. cuando se aborde en su conjunto el tema de las repoblaciones. INTENTOS INlClALES UE IIBPOllLACION FORESTAL Hasta la é poca que nos ocupa la preocupación por el estado de los montes. por parte de las <l utori d:idcs, había sido esc:isa. con las únicas excepciones de la propuesta del C ibildo de 1922 y la propagm1da e.jt!rcida me<lia nt ~ la celebración <le! Oía del Arbol. Ello se puede comprobar con mucha claridad si estudi¡¡mos los presupuestos del Cabildo In sular de aquellos afios. pues en 1922. 1923 y 1924 se in vi rtieron. en cada aílo, 2.500 pesetas para: «f'Tl'lniar fl pw·/ic11lart's, !!,lwrdas fore~:rah's, pcom•s camineros que más Sl' distingan por s11 celv en la plm1taóü11 y pro/(•cciOn dd arbolado .... y en Sil cüfc•cto para celebrar la Fiesta del Arlml». Didrn cantidad sal í<i de l<i partida destinada a Fomento. la cual preveía en otro apartado 3.500 pesetas para becar a un tinerfeño que estudia.se Ingenie ría. de Caminos en Madrid . Para contrastar la dimensión de estas cifras nos puede orientar el que el presupuesto roca! del Cabildo, en 1922. era de 3. 158.764º 17 pese1os. Otro dato que revela el abandono oficial de los montes de Tcncrifc es el escaso personal dedicado a su cuidado; en 1927 ex istían en la Is la. a cargo de h) Jefatura Forestal, un guarda mayor, 3 sobre-guardas y 15 peones guardas; el organismo encargado de la protección y promoción Uel arbolado en Canarias era el Distrito Forestal. En 1901 se establec ió por Real Decreto el Servicio Hidrológico-Forest::1 I de España, dctcnninando cual hahía de ser el ohjctivn de csle Servicio: «fo 1·f'¡Jobhwió11, f:x1i11ciú11 de torrenu~.\' y H'.\'fw1raciú11 de mo111wlas en Jod cis fas princ1j}({/es c11e11n1s hidrológicas de Espaiia»: se prelen<lían crear en un principio 10 Di vis iones hidrológico-forestales. pero por motivos presupuestarios éstas se redujeron a 4. y entre ellas no se encontraba Omarias. En 1907. y tras una visita al Archipié lago efectuada por el üirector General de Agricultura. se creó Ja División de Canarias y el Di strito Forestal de Canarias. En 1914, se presentó en el Cabildo Insular de Tcncrife. creado dos años antes, una solic itud del Ayuntamiento de la capital, apoyada también por t'.I Cabildo In su lar de La Palma. en la que se pedía que se detuviese el aprovechamiento de Jos bosques de Tenerife y La Palma durante un periodo de 15 años. ya que como se decía en el infonne: <<Los hosques esrán reducidos casi a la nada y 110 cubren sino peq11e1lwf ;:.unas de 1111estra.1· airas montm1as». Esta pet ic ión fue enviada al Director General <le Agri<.:ullura. Mina.s y Montes. quien comestó que dicho asunto no era rnmpetencia del Cabi ldo. al que justifi caba por come1er esa torpeza, dado su escaso tiempo de funcionamienlo; además, comentaba que muchos alca ldes de la ls l<t le hnbfon escri10 p<tra manifestarle que ni el los ni sus pueblos se sumaban a la mencionada propuesta de l Cabi ldo; igualmente decía en su respuesta que la -pretendida desaparic ión del bosque era un «Concepto gratuito>) . y fundaba dicha aseveración en que la lsla de Tencrife poseía una supe rficie de 2.000 Km', que incluía entre 30 y 40 mi l Ha de monte público: y finaliznba. su escrito dic iendo que aún los bosques de la Isla estaban muy cerrados y necesitaban de un aclarado. refiriéndose en concreto al de lcod. 53 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Por el contrario. la preocupación por es1os lemas crecín muchísi mo entre la prensa y la pob lació n. Se esra blccicron duros enfre ntamientos verbules sobre Ja milidad de l eucalipto y apa recier o n di,•crsos :lrlículos en los peri ódicos locales, tanto a favo r como en concra de su utiJi zació n para e l rcpohlam ic 111 0 <le nue~ tros mo nt es. Muchos de estos nrtículos eran más li terarios qu e técn icos o c ientífi cos y alababan tanlo la belleza de los {rrbo lcs como su utilid ad y su idoneidad para los terrenos. En es1a lí nea. en una conferencia impartida en el Ateneo de La Laguna, en junio de 1927. se sost enía la no conve niencia de plantar c ucaliplo en li.1 s Isl as. lo que se arglnnent<.tlxt súli<l ame11lt'·, proponi én d u~ por el contrario <<repoblar nuesrras lllderu., bajas y medias del Sur de todas la s Islas de almendros», lo que se prefería por su belleza y por Jo bi e n acl i matado que se encontrab<t ya en todo el Sur de Tenerifc'1 • De esas mi s mas fechas daiaba la plan tac ión de acacias (Acacia cyanophy- 1/a) que. cubriendo cerca de 10 Ha con ejemplares de más de 20 metros, se c ncontraha a medio cam in o entre Pedro Alvare7. y la Estercolada, e n pleno dominio de la lauri silva. Un gran ejem plo de preocupación indi vi dual por el te ma d e l arbola do lo tenemos e n D. Antonio Lugo y Massieu. editor entre 1916 y 1930 de la revista de publicación irregular «El Campo», que sub titu laba « Pe ri ódico propagandista de l a rbolado y de las práct icas agrícolas>>; el Sr. Lugo costeaba la cilaba rcvis1a con s u propio dinero y la dis tribuía gratuitame nte cnt1·c los agri cultores; también editó el periódico «El Agricultor». Hombre que practicaba con el eje mp lo, compró una fi nca d C 50.500 m ' que plantó exclusivame nte con pinos piñoneros, de los que sncaba simi ente y p la nt ones para reparti rlos a los agricultores vecinos. co n el fin d e que hi ciesen lo propio: además, en su revis ta ex pl icaba mediante ci fra s concretas lo productivo que podía ll egar a ser el culti vo de árboles y calc ulaba los datos referidos a s u fin ca. Estimaba unos gastos de limpia de terrenos. semillas. abono , etc. de 2.690 pts .. mientra<; que en los hcncficiu s la cifra se podía e levar hasta Ja<; 12.500 pt"i. Todos estos datos los presentaba con el fin de anim ar a l re~to de propietarios a que le siguiesen e n s u tarea repohl adora. Su finca se llamaba «L1 Mar .. wgana » y se s ituab~l e n La Perdoma. e n e l Vall e de La Orolava. Tambi én existía en est a Is la una <.Junta de Repoblació n y Conservac ión Forestal de Te neri fe». organi smo creado en 1927 para abogar por la conservación y aumento de los hosques. Por t:!Sas mismas fec has se creaba otra sociedad pri vada. con id énticos fines : «La Sociedad de Amigos dd Arbol ». Mientras tanto. en la p rensa de Ja época se empezaban a asociar la s ideas de turismo y de arbolado. y ya se defendía la hi pótesis de que c mhclh::ce r la bla por medio de la plantación de <írbolcs tendría qu e ser el primer paso para atrae r a l turi s mo. Co n esta idea. y dado el crcdcm c interés para la co nstru cción de un obse rva tor io m etereológ ico en l zaña. se creó un pl a n. que nunca se ll evó a térmi no, para repoblar las c umbres entr e el Ll a n o de la Ro sa y la Montaña de lzaña. El v i vero fo rest<1\ ex istente por coto nce:) t: n La Laguna producía al año 400.000 pla nto nes de árboles, que se di slrihuían e ntre las personas y los organi smos que los so l ici tasen. Co mo hec ho curi oso d e esta t:puca. merece destacarse la plantac ion de pinos cJ n a ri os ll evada a cabo e n 1925 por colo nos ingleses. e n co ncreto por M. D. E. Hut ehins, e n Jos montes del Cabo d e Buena Esperanza (Africa del Sur). que prosperó perfcc t~une nt e. Posteriorment e. y seg ún algunos autores. el interés mo st rado J)Ur l<ts mllo ridades desp u és de Ja Guerra Civil española , se debió a la casua li dad de que el inic io de la revuelta militar se preparase precisamente en un p inar, concretamente en Las Raíces O~a E speranza). Por ese motivo a l acabar la con1ienda. y aún e n e lla. la Fala n ge tomó Ja repoblación como tarea prioritaria. aunque e ll o tuviese un carác1er meram e 111e propagandista. Es1a éroca de re la1iv:1 es1<1hi li cfad íures1a l acabó e n 1940. c.uando se c reó e l Patrimonio Fores· tal d e l Estado, que más rarde se 1ransformaría en el !CONA. En la actualidad es la Direcc ió n Gene· ral de Medio A mbiente y Conservación de la Naturaleza del Gobierno de Canarias la que posee la~ compete m:ias sobre protección, desarrollo y utili zación de lo."- montes, exceplua ndo los incluido ~ en Parques N;H.:iunales. que siguen siendo competencia del IC:ONA. t:: I Patrimonio Forestal se encargaba de la s ta reas ele repoblac ión y para ello, en un principio, se acomt:Lil.:!run estudios sobre la capacidad de producc ión del bosque, así como proyectos d e repoblación de los q ue hablaremos más adelante. " St\NCH EZ. 192i. La Pl"eusa. (1 4 dejunioctc 1112.n 54 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 4.' ETA PA: 1940 - 19H7 Es la eta pa de las ex tens as planladones y repoblaciones. responsables de los grandes cambios en e l paisaje vegetal insular. REP O B LAC IONES Desde 1930 hasta 1945 la rcpobhu..: ión fue casi nu la. sólo 240 Ha en Realejo Bajo, correspo ndiendo a un periodo de estudi o y planeamiento de futuros proyectos de reforestación. En 1951 , los ingeni eros forestales D. Lu is CEBALLO S y D. Franci sco ORTUÑO presentaron un croquis para la repoblac ión de la Isla de Te neriíe , en el que se diícrcnciaban c uatro zonas. La p ri mera zo na. se extendía desde In Vi ll a de Sa ntiago del Teide hasta Tacoront e por la cara Norte de la Is la. donde los alis ios inciden direciamente. y cons titu ía una band a continua con lími tes a hitudi nales e ntre los 1.000 y los 2.CK)() m s.m. La segu nd a zona, con límit es al1 itudinales similares, se s i1uaha en e l Sures1e. entre El Rosari o y la Ladera de Güímar. dond e los ali sios act úan ind irecta me nte a l re bosar por las c umbres. La lercera zona abarcaba desde Fa snia hasta Sa ntiago del Teidc por e l Sur y Oeste insu lar. y quedaba prote gida por el gran complejo volc áni co del Tei de. fu e ra de la in fluenc ia de los vie ntos húmedos. La última comprendía todo el casquete centra l, cnlrc los 2.000 m s. m. y las fn ldn s de l Pi co. CEBA LLOS y ORTUÑO seña laban que la cuarta zona sería la última e n repobla rse y se u1il izarían procedimiento~ considerados «fm.:r.1 de serie». A este respecto hay que indicar que ya en 1945 los terrenos qu e el Ay um.amiemo d e La Orotava. municipi o al qu e pertenecen Las Cañadas. había ISLA DE TENERIFE TEIHRlfE JOMAS Cl llEPOBl.ACl~~ .i-1........... - .,.,...,, .. a,-o,119otas•lll<l.U.td - ~ ......... ~,,,a.ai ~ ,..,.~1'°' ..... .,...~.. D i.i_....,.,.11· D •"lg. 1 K. ---Cmq ui i. de C E.B ALLOS y OK"llJ ÑO ( 1951) de las 7.00as de repoblación tle Tcncnfc. 55 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fig, 19.-Plan1aci6 11 ele Pim1_~ mdi<1!11 e11 L'I.<; Cañadas consorciado con el Palrimonio Foreslal para su repoblación 10.000 Ha de su lénnino. 4ue incluían Las Cañadas y todas las cumbres del pueblo. En 1946 comenzaron unos in tentos de plantac ión de pinos en dicha zona, primero con pino canario, del que se plantaron 10 Ha cada quinquenio hasta 1960. pero sin ningún éxito; simultáneamente se ex peri mentó con Pin.us radiata, pino americano que ex1rañamen1e'1 consiguió un mejor desarrollo, lográndose que pros perase un bosquete de más de 20 Ha en Caiiada Blanca, a 2.200 m s. rn. y junto a los Roques de García. que sin embargo no consta en las repoblaciones del Patrimonio Forestal de aquellos a!los: con buen criterio, este bosquete fue ta lado en Ja década de los setenta por el ICONA. Las repoblaciones se realizaron atendiendo más a criterios prácticos y económicos que ecológicos o cien tíficos; prueba de ello la tenemos en un informe del Inst ituto Nac ional de Estadíslica. fecha<lu en 1959 y referido a la provincia de Santa Cruz de Tene rife . en el que señalaba: « Ú.l lubur realiz..ada por la Jefatura Je Monfe~· y el SaJ1iciu de Republació11 Furesial lw descubierro la existencia de bastame supeificie de montes particulares sin declara1: pues los costeros. connituidos por 1abaibales. ca rdona/es, balos y 01ras especies inferiores, con algún pasto de i11J1iemo, 110 se e11comra/Ja11 regi.nrados. seg1Lrameme, por el erróneo concepto popular de llamar « lllOlllC» solameme a la s11pe1ficie poblada de arbolado y matorral arbustivo. y 110 a roda la supetficie que puede ser capa:, de producir l'egetaci611 inrnlra»'<;· " /'i1111J radiara es una especie gcncmlmcntc muy sensible a la sequedad del :i irc y :1 1cmpcwcurns riguros¡1s . • , INSTITUTO NACIONAL DE CSTADISTJCA. 1959. Resl'tln estadís1irn de fo l'rovincfri de Sama Cru;. tie Teni::rife. ( l-'!i.g.1%). 56 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fi~. 20.-Trnbuj u~ <le rc publaciú11 con P. ( w111rÍl't1Ú' en la~ cum hre~ de San Jua11 de 1-1 Ramhla ( 1_7_)0 m ~.m . J . ObrerO!> protegiendo planta. (CEBALLOS & ORT U~ O. 1951 ) Más adelante, el mismo informe conti nuaba: «Eli la rt~poblaciú11 exi.ste un probli'.m" de 1·an i c11:r .1·1'1.:11mlario, q11e c m1.'!iste en la s1utirució11 de espt'cit~~· poco « wdio~·as » por otras nuh n'm111u-r11dona, 110 .\olanu:111e a efectos de demanda dt' mcn:udos, .ü110 a los de: nma111entaciá11. ¡mes a111bos col!ceptos ¡weden hallarse de ordinario en razón dire cta»~'. Asimismo, se siguió la pauta de que en las cotas inferi ores. entre 1.000 y 1.500 m s.m. en la vert iente Norte, se debía plantar Pi1111s radiata (pino americano procedente del Norie de Cal ifornia). cuy.;t rap idez de crecimienlo lo hacía más rentahle. Este tipo de repohlación se conocía como «repoblación en monte bajo» y consistfo en eliminar el monte cons1 ituido por hrczos, faya", laureles, etc ., de escaso porte. por un bosque de pinos. Se llevó a cabo en todo el Norte de la lsfa, arra sando en ocasiones la vegetación nat ural de monte-verde preexis1ente, para ser reempl;,,¡zada por pinares. Además. en las cumbres de San Juan de la Ramhla y Los Realejos se plantaron pinos rodenos ( Pi1111s pinasrer) y pinos sil vestres (Pinu.1· sylvestris), respectivamente. CEBALLOS y ORTUÑO aconsejaban que se siguiera esta política. ya que la madera del pino canario ern muy dura para fabri car embalajes, mientras que la de estos árboles, en especial la del pino rodeno, era muy apreciada y cotizada para ello. Estas plantac iones de pinos rodenos y sil vestres, j unco a Jos canarios. tampoco fi guraban en las tablas reali zadas por el Patrimonio Foresta l, conociéndose exclusi - "' lbMcm 57 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Fig. 2 1.-Eslado actual de las plamaciones sei'íaladas en la figura 20. vamcntc por las referencias hechas en las publicaciones de dichos aulorcs y por la existencia en aquellas cumhres de algunos ejemplares de las citadas especies. Todo e l plan de repoblaciones que se seguiría en adelante. desde 1964 hasta 1968, así como Las previsiones de los terrenos que serían obj e10 de las mismas, se s ujeraron al llamado «Pliln Canarias», en el que se propusieron cifras de Sll perficie a repoblar que no pudieron ser cubi ertas, dado lo ambicioso de éstas y la difi cultad de encontrar terrenos donde realizar las plantaciones, prob lema que achacaban las autoridades al extremado minifundi smo existente en la Ts la. En este Plan se estimaba que existían en \u provincia de Tenerife unas 4.000 Ha de montes públicos. rasas y aptas para su repoblación con pino canario, que se debían repoblar durante el bienio 1964-65. a un ritmo de 2.000 Ha anuales; y para la repoblación con pino americano, en d mismo bienio, se calculaba una cantidad de 2.000 Ha. Pero Ja realidad sólo alcanzó a 1.075 Ha de pi no canario y a una cifra muy parecida, 1.053 Ha, de pino americano. También se preveía en el Plan la instalac ión. en el ténn ino municipal de La Laguna y con cargo a capital pri vado, de un complejo industrial maderero destinado al aprovechamiento de los produclos forestales de los montes de la provincia. con capacidad para una producción anua l de 20.000 m) de tableros. o sea. unas 12.0<Xl Tm de madera. El hecho de que el Plan Canarias no estuv iese incluido en los Planes de Desarrollo motivó el que su vigencia fuese muy coi1a. En la figura 22 se representan mapas con las repoblaciones y plantaciones real izadas en Tcncrife con anterioridad a 1940 y a partir de esta fecha, por décadas, las cfccruadas hasta 1987. La superposic ión de los mapas constituiría Ja totalidad del área repoblada. Las zonas de solapamiento entre las superficies repobladas en distintas épocas, son debidas a la reiteración de plantaciones en un mismo lugar durante dé<.:adas diferentes. 58 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 1940 - 1950 1951 - 1960 19G l _ 1970 o 1980 - 1987 1980 ,.,. s cmwrie11si.f ; en rojo Pimts n1dit1W 1971 - l<l,deT<,,<ri fo. 1', vom < "'" 59 F i~. 22 .-Rcpobbdo11'.:s ~ pla11tucio11cs en la . ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 t'I¡;. 2.J.-l'ro gresión de la s uperficie d e pin ar s.L dc.sdc 1950. 60 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 flg. 2-'.-Dcn~a~ y c~ icn;..a.' plantaciones del None de T enerife. La lig urn 23 comp le me nta a la anterior y represt:nta la progresió n de Ja s uperficie de pinares en la Isla d e Tcneri fe . desd e 1950 has ta 1987. Co mo ~e puede apreciar en la serie de mapas de la.s figuras 22 y 23, d proyecto inicial, represen tado en el c roquis de 1949. se sig ui ó con casi 1o tal fide lid ad. De 1940 a 1950 se repobló Ja prime ra 1.0na. la Norte: d1:- 1951 a 1960 se siguió con e lla y se in ició la repoblación de la segunda, la del Surc~te ; ck s<lc 196 1 has ta 1970 se in tentó repoblar la superfi c ie e nc lavada en la zona tercera, -Sur: y se :.t<.:abó en la segund a, con pl antaciones e n la s cumbres d e Güímar y Fa sn ia . En estas tres d écadas se pla n taron en toda la provi nc ia de Santa Crnz. de Te neri fe u n tota l de 13.592'3 Ha, de las cu:iles la ma yoría. más de 12 .500 Ha. lo fueron en la Js la de Teneri fo . Lu ego. de 1970 a 1980. se repoblaría en Arico. El Tanque. Los Silos . La Lagu na y Santiago de l Tei de. tanlu c.:un JJi 1111 s rwlialll como co n Pinus ca11arie11s is. aunque en mucha m1:n ur cuanlía que en los años antcriore!-t. A partir de 1980 todos los datos regisuados son de plantac i ones e.n proyecto. y sólo se refieren n pcqucñns exte nsiones en Guía. Fasn ia. Ari co y La Orotava. En el año 1986 só lo se logró plulllar con éxito una hectárea en La Orotava. en la zo na d onde una pl aga de orugas ha bía causado g raves daños en el año anterior. La s uperfi c ie cubierta por pino canario en Tc nc ri fc. en base a (;;\ t;;1b l a pn:sent a da por CEB ALl. OS y ORTUÑO cn.1976, se e leva a 33.293·39 H;.1 (Tabla VII }. La Tabla VI mu est ra la ev oluc ión porcenwal del recubrimiento con p inare s de la Isla de Tenerife en distintas épocas. El tí h imo dato difiere scnsi b lemenle de lo~ o btenidos con nuestra s medi c iones, qu e ex pondremos más adelan te. Au nq ue según lo s datos que p oseemos (Tabla XI) se re po bl a ron 12 .860 Ha de pi no canar io. es de supone r que. nu toda esa extensión pa sa se a inc rem e ntar l::i ~ u pcrfieic fore sta l. ya que se repla n iaron zona s ya arboladas para aumentar su den si d a J y a lgu nas hectáreas se perdie ro n con posteri oridad a causa de incendios. tal a.~. cte. En tot a l se ha repob lado el 3·9 % t.le la supe rficie de la Is la: 61 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 suponiendo que antes de la Conquista est uviese cubierta de pinares cerca del 25 %1 de Tenerife, e] porcentaje de terreno repobladu no es excesivamente grande. TAl!LA VI Superficie cubierta por pino canario en Tenerife, en distintas época'ii. Año Ha DE PINAR Ames de 1492 aprox . 50.000 1865 23 .8 18 1940 25.574 1976 33.302 % DE SUPERFICIE INSULAR 25' (X) % 11'91 % 12' 75 % 16'65 % TAHLA Vil Superficies de pinar canario en 1976 para los municipios de Tenerife. CEBALLOS y ORTUÑO (1976), MUNICIPIO Ha DE PINAR Adeje 1.554 ' 16 Ara fo 1.172'57 Ari<.:u 3.153'98 Candelaria 1.696'84 Rue navista 9'00 Fasnia 16()'00 G<trnchico 1. 575'00 Granadilla de Abona J.436'00 La ( iuancha 1.176'37 Guía de lsora 3.063' 41 Güímar 1.555'60 lcod de los Vinos 5.530'75 J,a l'Vfa tarua 128'25 La Orotava 2.487'50 Los Realejos 1.493' 15 El Rosario 672'80 San Juan de la Ramhla 1.093'35 Santa Ursula 558'35 Santiago del Teide. 1.293 '75 El Sauzal 120'00 El Tanque 623'00 La Victo ria 632' 90 Vi laflor 2. 115'66 TOTAL 33.293'39 Ha e1 " En I:! ),U~riici t"" total di: lus pinares m1mii:ipalcs si.: ubsL·rv :! un ligero error de los autores . pues 1:! suma de los mismos se dtvaba n:alr11i.:11lt a 33.302'39 1 la. 62 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Es las cifras no concuerdan con las de la Tabla IX. rc fc:ridas a la superficie plantada e n cada muni c ip io. Por ej e mplo. se indica que en las cumbres de Fmmia se repob laro n 1.500 Ha cerca d el volcán. m iemras que e n la cita da T ab la VII a parecen tan sólo 160; csla c nonnc diferencia puede deberse a pos ibles fa ll os e n la delimitación mun ici pa l d e lo~ mont es e n l u~ que se ll eva.ron a cabo la s rcpohlaciones . por lo que Ja c ifra asignada a Fas nia en l a Tabla IX . puede fig urar repartida entre lo s mu n icipi os colindantes en la Tabla VII . Lo~ datm.. relativos a repoblaciones anteriores a 1940 (Tabla VUI). han s ido ex1raidos de fu entes di vers as y cabe la posib ili dad de que existan omisiones. Las fechas. supe rfi cie s y especies pla ntada.~ e n cada c aso no ha si do pos ible. confirnrnrbs e n s u to talidad, dado lo cunfo~o de las refere n cia s bibl iográficas ; e n algunas ocas iones. dic ho s datos h a n sido ob1c nidos tras la visita a los lugares el e re población. TAllLA VIII Repoblacio nes anteriores a 1940 en h1 ls hi de Tencrifc. l ; IlORY DE SAINT-VI NCF:N T (llJKX ); 2: LH E ~ OEL CORRAL (inéd.); 3: Archivos de los Ayuntamientos de Güímar y Arafo; 4: Pe riódico /.a Premw (1927). MUNICWIO AÑO Rl•:A l.IZAI)¡\ POR ESPEC I E Ha Fuente La Oro1av a ( Pino <l e la Merienda) 1800 aprox. ¿A l erce'! Vil a flor 1850 aprux. Los vecinos P. canario Güímar 1900 aprox. Ayun1ami c n10 P. c:mario 600 Arafo 1900 aprox. Ayunt am iento P. canari o 800 La Oro1ava lLa Perdoma) 1910 aprox. Panicular P. piñone.ro so·s Adcj c llJ20 aprox. 1'.rnpresa privad.a (Fyffes Lted.) P. <.~ana rio 40 La Matama (Po zo de l a J lorna) 1920 aprox. nistri10 Fores 1a l ¿Eucalip to'! El Rosa ri o (La Esperanza) 19 20 aprox. Distri1 or=ores 1a l Euc alipto y P. carrasco 100 El Rosa rio (Cabeza de To ro) 1920 aprox. Dis trit0Forcs 1.1.1 I Euc aliptos y pinos La Victoria (Monte.!) 19 20 apro x. D i~ trito forcsla l ¿Em.:a liplo? Arico (Contador y Cumbre) 1920 aprox . Disirito Forcsrn l P. c;inario Granadilla de Allona (Pi nar) 1920 aprox. l)i<; lritn Fores1a l P. canario La Orotava (Mamio, Lcrcs y P. piñonero y Momc Vcn..lc) 1920 aprox.. l)i~ lri lo Fo res ta l !'.carrasco F.n J;i Tahl a IX , ~e reíund e n datos sobre repob la c iones. referidos. n espec ies y q uinq ue nios, de sde 1940 hasta 197 0. tal como lo di stribu yó en su d ía e l Pat rimoni o Fore<;ta l d e l Estado. luego e l JCO N/\ y. e n la actualidad, la Dirección Genera l de Medio Ambiem e y Conservaci ón d e la Naturaleza de la Consejer ía de Política Territorial del Gob iern o d e Canar ias. La Tabla X recoge las repoblacio nes efectuadas con posterioridad a 1970. L1 Ta bla XI sinreti 1 ... a las plantaciones r cali7.adas en la Is la desde 1940 h as ta 1987. ·Además de todas las p lantaciones relacionadí.ls ame ri onnent.e. ex isten a lg unas . re a li zadas por propie tarios panicu lares, que no se consignan e n las tablas. El Pinar de la Orilla en Tegucs tc , los pinares del Aceviñal e n E l R osari o, lo s p inos americanos de Ja M esa Mo la. los pinos c anari os plantados en Erjos y, muy pmhablemente, los pin ares de. I Batán (ce rca de l c itado Pin ar d e la Orilht pero e n el 1érmin o municipal de La Lag una), son ejemplos d e ésto. A unque g lobalmente no represent an una superli c..:ie demas iado g nmd e, por ~ u sit uación, en la mayoría de los casos en plena lauri s il v;.1. son d<1ros m o d e los de plant at'.iún int:o rret:ta. 63 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 TABLA IX Repoblaciones enlrc 1940 y 1970 en la Isla de Tenerife. Datos tomados en la Dirección (_;eneral de Medio Ambiente d e Santa Cruz de Tcncril'c, a partir del «Avance de inve ntario de las repoblaciones logradas el JJ.XIJ-1970)). Cu mbre ~ O m1a v11 l'rno ca1mnu I'. r.Khata P..trque Nacional Pino canmo l' .rnd ia111. Cumbre ~ ele Rcalr.jo A llo Pim1 ca 11 ar111 l'. n d1at u Cum br es de San Jua n de In Ramhln Pino c..111 ar10 P. rn<liala Pozo ík 1 loma (La ,\1..tt:mza) Pinn c:rn ~irin P. rad ima Ladera )' Zon:i Verde Pi no canano (l zy; Re.ileJO'i ) P. rad1:11a la" Canales 1S:mta UThul J. On icoo;aJ Pino can:mo r. rad i ;11~· Agu.1 G a n:Í:I y Ccm1 <Id Lomo l'ioo cana.no {Taooronlc) P. rad1at :i Montañ a del Ca:.4.·a10 (La V1c1oria ) Pino canario (1111iu nal l ~ Amfo Comunal de úüfmnr Ll anos de G;1.>p a r (La Orota\a) l' nrnrdc La <iuam::tm P. radiata l'i no cana1i<i l'.rad1:11a Pin o canario P.radiala Pin n c;in,1riu P.r.xliaLtl Pino canario P.radiat:i Cumt.res de V il.10()r Pino can.inn P.r:vfüta Pinu dd CurUcru t\lilaflor. 1-'l nocanano particular) P. radiata Uc a nca y Ko..¡uc del l:: nC aJC (V1 l.iíl ur. Pino ca.nano p.irtkular) P. ra dia ta .\t;irn.ibial ! (Vil a tlo r. pa r1il:u l:1r ) Pino camu i(• P. radi::ua lfa!J ill), Jc:Guía dc l ~nrn .\1alp:lÍs 1 (Gr.m.idilla. panicular) Pino canario r . radiata Pim1.:an:iri11 P. mdiat: L Pino canario P. radiata .\ larn.i bial 111 (Vil; iflor. panicular ) Pi no cau:irÍl• P. llllfü•l:• \ umhrc.~ 1lc Fa•mi.1 Pi no canurio P. ra diata M a lp:i ís 11 (liran:1dilla. pa11 ic ulnr1 Pino ('•mario P. rm.l iu\u \ta lpals IU (Granadi lla. p.1n icu1 an Pino cmmr io P.radia1a Malpaís IV !Gra nadilla. p;1 11i c ul;1r) Pil1Q (' ;mano P radiam /\talpaís V (G ranad illa. p.irt k ular) Pino canario P. r.u:liatu !.a Ho1vh1ra (Vi lalk >1 ·. ¡xutkul.tr) Pino canari o P. ra diata La~ Dehesa~ (Gliimar. pan ic ul ar) Pino l:a nariu P. rud iutu Los Ba ldío~ tSa 11 ti:igodd T ckk•) El Pin;.1r (S;.1nl iugo dd Tcidc l l'ino can"ri n P. rad ia1a Pinu l:a nariu P. r:nli:n;i 1940-19 50 19.51-1955 1!#56-IW.tl 1% 1- 1965 1'>66 - 11n0 985'4 2fffl lffO 817'8 65'2 566·(, 60'4 9TO 82'0 16ff7 ~(i8 236'9 6' 1 15'0 162' 1 238'9 10'0 75·0 ~0 5'8 188' 1 450'0 85'.3 2 15'0 14ú 'j lffO ss·o 2s·o 325'0 534 ·7 100'6 302'5 so· o 15ó. (I SffO 1.500'0 5'U n·o 20'0 (,(]'0 21·0 201 ·0 130'5 1s·o 2Jú'O 2l'J 100'0 SITO 160'0 12'7 JO'J 15'0 T 2 8'0 10'0 T O 29 '0 1s·o (12'0 30·0 60'0 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 TABLA lX (comi nuación) 19-lO. J95U 1\151-1955 1956·1960 1961·1 965 1966· 1970 /'.fonh:<lclS;mlal r mocanario r l~ltliarn 2 10'0 Ag ua<\)' Pa <;0<;( l.osS1los) f' mocanari o P r..1<l1:ua 20'0 l.M"r'il.' y Gr: mc ri tfü iF)-ffc~. A(k jc )' P11 1oc,mariu 64TO Guia) P .n1J1<1.U1. Plnardc:Guí..1 Pmocanario 168·0 P .radu1.tu C umbre.~ lk R<:al i:JO ~a.10 Pmocan;uio ~ 1·0 P ratfütl :t 25"0 35"0 Cu mbrc~ dc L.1 Victoria Pi11u cam1rin 26:5"0 P. radiat a Ortil'.U~J y Lomitos (1\rafol Pinu c:1J1ario 22:ro P.rndiala ru111Jm,~ 1k liUimar l'inocanano 1~0·0 P.rad1a1a Chivi'(;l~a(Cande-lariaJ l'inornnario J.'.!0'0 P. l"'ddialu l'mdcs de U:ihndo fV1l:iflorl Pinul·anario i«ro11 a P. rndi a 1a T f: 1022 ( Monrc dc'iCono.::ido) Pmocan:mo 1:n1 P. r.1.dial:i TOTALES .1 .311º9 11 :1 2.691 ' J H;1 1 4?Q'8 Ha l..:'i(._.r'.! Ha u2 1·4 11:i TABLA X Repohlaciones realizadas entIT 1970 )" 1987 en la Isla d e Ten erifc. Dirección General de Medio Ambiente de Sa nta Cruz d e Tcnerifc (docume ntación di •fersa). l\IONTF. Y l\lllNH'IPIO ílaldfM (C IT;rn que} Pinar(EITar1<¡uc') Suene del Uarr;mrn (L;i L;iguna) lalawr:icLo,S1ln
Descripción del objeto
Calificación | |
Título y subtítulo | Atlas cartográfico de los pinares canarios: II Tenerife |
Publicación fuente | Atlas cartográfico de los pinares canarios |
Entidad | Viceconsejería de Medio Ambiente. Gobierno de Canarias |
Tipo de documento | Libro |
Lugar de publicación | Santa Cruz de Tenerife |
Editorial | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Fecha | 1992 |
Páginas | 220 p. + anexo cartográfico |
Datos serie | Publicaciones de la Dirección General de Medio Ambiente y Conservación de la Naturaleza. Consejería de Política Territorial. Gobierno de Canarias. |
Materias |
Forestal Pinar canario Cartografiía Espacios Naturales Protegidos Silvicultura Biodiversidad Gestión Ambiental Conservación |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 82,1 MB |
Procedencia |
Centro de Planificación Ambiental (CEPLAM) |
Descripción
Título y subtítulo | 1.1 Introducción y evolución histórica de los pinares de Tenerife |
Entidad |
Viceconsejería de Medio Ambiente |
Tipo de documento |
Libro |
Lugar de publicación | Santa Cruz de Tenerife |
Editorial | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Fecha | 1992 |
Páginas | 83 p. |
Materias |
Forestal Pinar canario Cartografiía Espacios Naturales Protegidos Silvicultura Biodiversidad Gestión Ambiental Conservación |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 6881162 Bytes |
Procedencia |
Centro de Planificación Ambiental (CEPLAM) |
Texto |
ATLAS CARTOGRAFICO
DE LOS PINARES CANARIOS
11. Tenerife
Publicaciones de la
VICECONSEJERIA DE MEDIO AM.BrENTE
CONSEJERIA DE POLITICA TERRITORIAL
GOBIERNO DE CANARIAS
M. J . DEL ARCO AGUILAR
P. L. PEREZ DE PAZ
O. RODRIGUEZ DELGADO
M. SALAS PASCUAL
W. WILDPRET DE LA TORRE
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
ATLAS CARTOGRAFICO
DE LOS PINARES CANARIOS:
TENERIFE
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
M. J. DEL ARCO AGUlLA K. P. L. PEREZ DE PAZ, O. RODRIGUEZ DELGADO. M. SALAS
PASCUAL y W. WlLDPRET DE LA TORRE
ATLAS CARTOGRAFICO
DE LOS PINARES CANARIOS:
TENERIFE
Colaboradores:
M. V. MARRERO GOMEZ y M. A. DIAZ HERNANDEZ
VICECONSEJERIA DE MEDIO AMBLEf\"TE
CONSE'JER IA OE POLITICA TERRITORIAL Y MEDIO AMDIENTE
GOBIERNO DE CANARJAS
1992
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015
PROLOGO
Se cumplen ahora dos años de la publicación por la Consejería de Política Territorial y Conservación
de la .\laturaleza, del primer volumen del Atlas cartográfico de los pinares canarios
dedicado a las islas de La Gomera y El Hierro.
En aqudla ocasión. el Director General de Medio Ambiente y Conservación de la Naruraleza
cerraba el prólogo manifestando su deseo de que ese volumen se convirtiese en el primer paso cara
a consol idar < |
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