La Cueva del Viento |
Guardar la página Eliminar página | Anterior | 1 de 2 | Próximo |
|
pequeño (250x250 max)
mediano (500x500 max)
grande
Extra Large
grande ( > 500x500)
Alta resolución
|
Esta página
Todas
|
G Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos LA CUEVA DEL VIENTO Coordinación Pedro Oromí Masoliver Autores Juan J. Hernández Pacheco Isaac Izquierdo Zamora José L. Martín Esquive! Ana L. Medina Hernández Pedro Oromí Masoliver Colaboran Helga García Court Juana Mª González Mancebo Angel Vera Galván Fotografía Isaac Izquierdo Zamora Ramón Oromí Fragoso Pedro Oromí Masoliver Sergio Socorro Hernández Edita Consejería de Política Territorial Viceconsejería de Medio Ambiente Fotomecánica Producción e impresión TENYDEA S.L. Tino: \922) - 23 06 88 Depósito Legal TF-1099/95 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Indice 1. MEMORIA HISTORICA 5 2. TOPOGRAFIA Y ESPELEOMETRIA 9 2.1. INTRODUCCION 9 2.2. DESCRI PCION DE LA CAVIDAD 10 2.3. METODOLOGIA 12 2.4. ESPELEOMETRIA 13 3. GEOMORFOLOGIA 15 3.1. INTRODUCCION 15 3.2. ANTIGÜEDAD DE LAS COLADAS 15 3.3. TOPOGRAFIA DE LA CAVIDAD 16 3.4. COMPLEJIDAD DE LA CAVIDAD 16 3.5. PERFIL LONGITUDINAL Y GRADIENTE 17 3.6. SECCIONES TRANSVERSALES 18 3.7. DECORACION DE LA CAVIDAD 18 3.7.1. Jameos y entradas. 18 3.7.2. Terrazas y bancos laterales. 18 3.7.3. Cascadas de lava. 22 3.7.4. Sumideros de lava. 22 3.7.5. Tipos de sustrato. 22 3.7.6. Estafilitos y estalactitas de lava. 26 3.7.7. Concreciones de origen secundario. 26 3.8. MORFOGENESIS 27 4. BIOLOGIA 31 4.1. INTRODUCCION Y OBJETIVOS 31 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 4.2. METODOLOGIA DE ESTUDIO 33 4.2.1. Zona de estudio y zona de muestreo. 33 4.2.2. Técnica de muestreo. 34 4.2.3. Calendario de muestreo. 35 4.2.4. Análisis de las muesttas y determinación. 35 4.2.5. Tratamiento de los datos. 36 4.3. RESULTADOS 40 4.3.1. Catálogo faunístico. 40 4.3.2. Catálogo botánico. 47 4.3.3. Consideraciones sobre la vegetación de las entradas de la cueva. 48 4.3.3.1. Zona externa. 49 4.3.3.2. Zona de entrada. 49 4.3.3.3. Zona de transición. 49 4.3.3.4. Discusión. 49 4.4. ANALISIS Y DISCUSION 50 4.4.1. Trampas utilizadas y eficacia del muestreo. 50 4.4.2. Influencia de la contaminación. 53 4.4.3. Influencia de los visitantes en el ecosistema. 54 4.4.4. Influencia de la distancia vertical a la superficie. 56 4.4.5. Variación de la comunidad animal en el tiempo. 57 4.4.6. Espectro alimenticio de la comunidad animal. 59 4.5. CONSERVACION DEL ECOSISTEMA SUBTERRANEO Y PRINCIPALES AMENAZAS 61 4.5.1. Estado actual de las comunidades. 61 4.5.2. Amenazas a la conservacion 62 4.6. CONCLUSIONES 63 4.7. APENDICES 67 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 4.7.1. APENDICE A: Resultados del muestreo de 1987. 67 4.7.2. APENDICE B: Resultados del muestreo de 1982. 76 5. CONCLUSIONES GENERALES 79 5.1. ESTUDIO DE LAS BOCAS DE ENTRADA 80 5.1.1. Boca de los Piquetes fl). 81 5.1.2. Boca de las Breveritas fil). 81 5.1.3. Boca de Belén (lllJ. 81 5.1.4. Bocas del Sobrado (IV y V). 81 5.2. ESTUDIO DE LAS GALERIAS 82 5.2.1. Cueva de los Piquetes. 84 5.2.2. Galería de las Breveritas Inferior. 84 5.2.3. Galería Breveritas Superior. 85 5.2.4. Galería Belén. 85 5.2.5. Galería Breveritas Profunda. 86 5.2.6. Galería de los Ingleses. 87 5.2.7. Cueva del Sobrado. 88 5.3. IMPORTANCIA DE LA CUEVA DEL VIENTO 90 6. BIBLIOGRAFIA 93 6.1. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA 93 6.2. RECOPILACION BIBLIOGRAFICA SOBRE LA CUEVA DEL VIENTO 96 7. ANEXOS ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. PRESENTACION Mucho se ha dicho de las personas que pasan, pero sus obras permanecen. Pero no es cierto que las obras permanezcan si antes no se plasman en un soporte físico; éste era el riesgo que corría el presente libro, tras más de siete años de finalizado y sin publicar. Su inicio se remonta a 1986, cuando la entonces Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias encargó al G.l.E.T. (Grupo de Investigaciones Espeleológicas de Tenerife) un estudio global de la cueva del Viento. Este equipo de bioespeleológos, forjados en el Departamento de Zoología de la Universidad de La Laguna, abordó el tema con ilusión y empleó muchas horas bajo tierra, hasta concluir el informe técnico correspondiente. La candente actualidad del tema hoy ha hecho cosiderar a la Consejería de Política Territorial la conveniencia de su publicación. Como demuestra esta obra, la fauna del ecosistema se constituye por animales minúsculos de aspecto arcaico, que cuando se observan a gran tamaño -y de ello da buena cuenta las fotografías que ilustran el libro-, se revelan como extraños seres de un mundo distinto al nuestro. Sin embargo, casi todas son especies exclusivas de Canarias y muchas de ellas sólo se conocen en Tenerife. Tuve la oportunidad de visitar la cueva en compañía de alguno de los autores, y comprobar sobre el terreno la importancia de la misma. Después de recorrer varios kilómetros por el subsuelo de lcod de los Vinos y de observar las maravillas que se esconden bajo la tierra, tuve el convencimiento de que este espacio debía ser protegido como una muestra singular de nuestro patrimonio para beneficio de las generaciones actuales y futuras. El Gobierno de Canarias, fiel a este compromiso, hizo suya esta iniciativa y promovió en septiembre del pasado año la redacción de los documentos tendentes a garantizar la protección de esta zona. Así ha quedado constatado en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, que recientemente ha elaborado la Consejería de Política Territorial. Este documento supone el primer paso hacia la ansiada protección. Esta obra resalta la importancia científica de la cueva, y constituye un documento de gran valía a los efectos de que la sociedad conozca las razones técnicas que justifican la protección. De forma que espero que en los próximos meses, después de que se cumpla con todos los requisitos que establece la Ley en cuanto a información pública, podamos contar con un nuevo espacio natural protegido. Canarias 1 de abril del 1995 Fernando Redondo Consejero de Política Territorial Gobierno de Canarias. - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. J.NTRODUCCION El tiempo no corre en vano, en especial para temas científicos y de conservación de la naturaleza. La evolución tanto de nuestro saber como de acontecimientos diversos ha conducido a una situación tal, que la cueva del Viento ya no es la misma ahora que hace cinco o diez años. Se han descubierto nuevos ramales y galerías de la cueva, el conocimiento de su fauna se ha visto incrementado, y el deterioro debido a las visitas incontroladas se ha multiplicado. No queremos indicar con ello que esta obra haya perdido vigencia; simplemente debemos precisar que su contenido, fundamentado en un estudio concreto que se realizó en 1987, ha sufrido varios cambios con el fin de hacerlo más adecuado para su publicación. Por una parte hemos eliminado aspectos que eran más propios de un informe técnico que de un libro para el público; y por otra lo hemos puesto al día con nueva información recabada en estos años posteriores. Es importante indicar este dato para comprender por qué algunas nuevas galerías descubiertas recientemente no tienen representada su topografía completa, o por qué otras, al considerarse entonces ajenas a la cueva del Viento, no fueron incluidas en su día en el estudio biológico. Aunque el lector pueda encontrar alguna de estas pequeñas carencias, al menos podemos afirmar que se trata de una obra de compendio sobre la cueva del Viento. Sin embargo el mayor cambio acaecido en estos años de espera, al menos desde una perspectiva humana, no es ·de los que han afectado a la cueva o a nuestra obra, sino a los propios miembros del equipo que abordó este estudio y lo llevó a término. El infortunio ha hecho que Juan José Hernández Pacheco, entrañable miembro del GIET y coautor de este libro, nos recuerde con su trágica desaparición cuán veloz e inexorablemente puede transcurrir la vida. Publicando esta obra y dedicándola a quien fue nuestro amigo y compañero. no sólo en este estudio sino en todas nuestras vivencias espeleológicas anteriores, queremos contribuir también a que perdure su recuerdo. G.l.E.T. La Laguna. Abril de 1995 - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. t. MEMORIA HISTORICA Pedro Oromí José L. Martín La cueva del Viento tiene que ser conocida desde antiguo por los habitantes de la parte alta de lcod de los Vinos, puesto que está enclavada en una zona poblada desde hace bastante tiempo, a juzgar por muchas de las viviendas antiguas que aún persisten. Una buena prueba de ello. además, es el hecho de que el barrio donde se encuentran las entradas principales (boca de las Breveritas y boca de los Piquetes) recibe el nombre de barrio de la cueva del Viento. no siendo éste un topónimo muy reciente puesto que figura en la cartografía al uso, y parece bien arraigado entre las gentes de lcod. Aparte de alusiones en diversas crónicas de los primeros siglos de ocupación española, quizás la primera referencia detallada de una cavidad volcánica en Canarias se deba a J.B. CASTRO (1779), que relata la visita a la cueva de San Marcos. en lcod de los Vinos (Tenerife). Dicha expedición duró nueve horas y el objetivo era «seguir hasta la cumbre, o principio de las faldas del Teide, en donde dicen algunos, tiene comunicación con otra cueva llamada del Viento». Vernos pues, que hace ahora algo más de dos siglos ya se conocía la cueva y, lo que es más, tenía ya el mismo nombre que, por otra parte, ostenta actualmente. También los extranjeros que acudían a estas islas tenían conocimiento de la cueva del Viento, corno lo demuestra la existencia de un plano o topografía inédito levantado en 1891 por unos turistas ingleses. Este plano, dibujado a plumilla en una serie de cuartillas cuidadosamente ensambladas y enmarcadas, fue amablemente cedido en 1984 al GIET de la Universidad de La Laguna por D. Agustín Baillon, del Puerto de la Cruz, quien a su vez lo había conseguido en Londres en un mercadillo de oportunidades. En él figura el título «Plan of lcod Cave», y la porción de cueva topografiada comprende desde la boca de las Breveritas hasta la sala de la Cruz; es, pues, tan sólo una octava o novena parte del total de la cueva. Destaca un hecho - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - curioso, y es que dicho plano no es una imagen real reducida sino una imagen especular de la cueva, estando todos los accidentes, bifurcaciones, etc. en posición invertida; probablemente los datos fueron anotados al tomar las medidas, y luego fuera de la cueva -y con seguridad pasado un tiempo- se elaboró el trazado con un error tal, que resultó una imagen invertida como vista en un espejo. La referencia a una cueva cercana a lcod que hace AJ. BENITEZ (1916) en su Historia General de las islas Canarias no es, como supone SERRA RAFOLS ( 1970), la cueva del Viento sino la de San Marcos, situada en la caleta del mismo nombre. Parece ser que, al menos desde el punto de vista espeleológico, la primera expedición seria que se realizó a la cueva del Viento fue en los años 1969-70, a cargo de la Sección de Exploraciones Vulcanoespeleológicas de la Guancha (SEVG) del Grupo Montañero de Tenerife (WOOD & MILLS, 1977; OROMI & MARTIN, 1990). Concretamente el 15 de Abril de 1969 los miembros del mencionado grupo entraron por primera vez en ella, y al cabo de un año concluían la topografía de lo que ellos consideraban el total de la cueva (CHAVES, 1970). Dicha topografía, que al parecer fue realizada en colaboración con la Sección de Exploraciones Subterráneas de la Agrupación Excursionista de Etnografía y Folklore de Barcelona, fue depositada en la Federación de Montañismo en Santa Cruz de Tenerife, pero no publicada en revista alguna. Tal como indica uno de los colaboradores en aquella tarea (TEIGELL, 1970). fue entonces considerada como la cavidad volcánica más larga del mundo; hasta entonces había tenido este récord la cueva de los Verdes (CHAVES, 1970), de la que por aquel entonces se conocían 6.100 m (aunque hoy se sabe que se prolonga más de 1 km bajo el mar). Esta época se caracterizó por un gran auge de la espeleología deportiva en Tenerife, y no cabe duda que la cueva del Viento, su «descubrimiento » y su exploración tuvieron mucho que ver en ello, además de hacer correr mucha tinta (ANONIMO, 1970; TROGOBLIO, 1970). En ella se realizaron muchos campamentos regionales de espeleología (CHAVES, 1970) y ha sido desde entonces la meta quienes en Tenerife se iniciaban en este deporte. Ya por aquel entonces los miembros del Grupo de Exploraciones Subterráneas del Club Montañés Barcelonés entraron en contacto con los espeleólogos locales y realizaron una nueva topografía de la cueva, que esta vez sí se publicó (MONTORIOL POUS & DE MIER, 1974), lo que llevó a no pocos roces entre espeleólogos tinerfeños y catalanes. Curiosamente, este fenómeno ha venido repitiéndose con frecuencia debido a la arraigada costumbre, evidentemente poco acertada, de depositar las nuevas topografías en la Federación sin preocuparse de publicarlas. De acuerdo con los datos de MONTORIOL POUS (1971) la cueva del Viento tenía 6.200 m de longitud y un desnivel entre sus extremos de 580 m, aunque este último dato no fue considerado como defínitivo. Poco tiempo después acudió a las islas el vulcanoespeleólogo W.R. Halliday, que había estudiado la Ape Cave del Mount St. Helens en Washington (E.E.U U.). considerada anteriormente con sus 3.418 m como el tubo volcánico más largo del mundo. Tras una exploración de la cueva del Viento y un análisis de la topografía de la SEVG, HALLIDAY (1972a, 1972b) afirma que la parte conocida de la cueva tiene 6.211 m, repartidos en dos porciones de 1.578 y 4.623 respectivamente, separadas por un derrumbe que en realidad es una bodega cerrada artificialmente. Más tarde, en un trabajo sobre tubos volcánicos de Islandia, MONTORIOL POUS (1972) confirma estos valores y pone en duda los 580 m de desnivel; luego en efecto se comprobaría que son menos. Más adelante aparece ya un estudio geológico más completo (MONTORIOL POUS & DE MIER, 1974) pero sin novedades respecto a las dimensiones internas. A raíz de las publicaciones comentadas, la cueva del Viento pasó a ser conocida internacionalmente, y aparece en diversos catálogos (COURBON, 1972 y 1974; AELLEN & STRINATI, 1975; MILLS, 1975; C.N.E., 1979). Pero sus dimensiones estaban todavía por precisar. Quizás alentado por el comentario de HALLIDAY (1972b) acerca de dos pasadizos inexplorados que no figuraban en la topografía de la SEVG, el británico Wood y su equipo realizaron dos expediciones en 1973y1974, y como resultado publicaron un extenso trabajo geológico donde se incluía una nueva topografía de toda la cueva, alcanzando el conjunto una longitud de 10 km (WOOD & MILLS, 1977). El nuevo ramal descubierto por ellos discurre a lo largo de unos 2 km por un nivel inferior al resto de la cueva, y se comunica con ésta por un hueco vertical situado muy cerca del extremo sur de ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. la misma. A pesar de los 1 O km que adjudican en el texto a la cueva, sumando los valores parciales que ellos mismos presentan resulta un total de 9.902 m repartidos de la siguiente forma: 2.080 la cueva de los Piquetes, 5.582 la de las Breveritas y 2.340 el tramo nuevo. Sin embargo, con posterioridad miembros del C.E. Montserrat levantaron una topografía, depositada en el archivo del Comite Catala de Espeleologia (MONTORIOL. DE MIER & MONTSERRAT, 1983). en la que constan 9.250 m de longitud. A pesar de este considerable aumento respecto a los primeros estudios, la cueva del Viento dejó de ser en su momento la más larga del mundo entre las volcánicas, pues tanto Leviathan Cave (Kenia) como Kazumura Cave (Hawaii) superaban los 11 km (WOOD, 1979). Según la lista de los tubos volcánicos más largos del mundo elaborada por T. OGAWA 1986, la cueva del Viento sería la tercera en longitud. En cualquier caso las recientes medidas tomadas en Kazumura Cave (HALLIDAY, 1994) son muy superiores a los valores que aquí manejamos. Una posterior ampliación de la cueva en años más recientes se debió al descubrimiento, por parte de los espeleólogos del Grupo de Montaña Teide, de que la conocida cueva de Belén (de 158 m) era en realidad una porción del tubo principal de la cueva del Viento, que estaba aislada del resto por un derrumbe (MARTI N, 1984). Así pues, la cueva del Viento tendría 9.408 m si tomamos como válida la topografía del C.E. Montserrat. ó 10.060 m si seguimos los datos de Wood y Milis. En 1987 la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias encargó al GIET de la Universidad de La Laguna un estudio integral de la cueva, gran parte de cuyos resultados han servido para la elaboración de esta obra. Los miembros de este grupo llevaron a cabo una revisión de las topografías existentes, y realizaron de nuevo la de la parte profunda descubierta por Wood y sus colaboradores; de todo ello resultó que las dimensiones aumentaban, alcanzando un total de 10.964 m de longitud. Pero la carrera parece imparable, y a principios de otoño de 1988 miembros del Grupo de Espeleología de Tenerife Benisahare descubren una conexión entre la cueva del Viento y la ya conocida cueva del Sobrado. La topografía de esta última fue realizada en 1989 por uno de nosotros (J.L. Martín) y varios colaboradores, merced a un encargo específico del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife; la longitud total contabilizada en el nuevo ramal fue de 3.570 m. Con motivo de la Exposición «Laberintos de lava» montada en 1990 por Sergio Socorro, del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, se presentó por primera vez un ensamblaje topográfico tridimensional del conjunto de galerías de la cueva -del Viento. Aunque siempre se han ido añadiendo pequeñas porciones, (fruto de la continua búsqueda de nuevos pasadizos durante las labores de topografiado del conjunto llevadas a cabo por grupos de espeleología, en especial el Benisahare), el último gran avance se dio en abril de 1994. Tras la adquisición de los terrenos en que se localizan las entradas de la cueva del Sobrado, el Cabildo de Tenerife encargó a J.J. Hernández Pacheco dirigir unas obras de excavación en el extremo inferior de esta cueva, en una sima que se había rellenado de piedras a principios de siglo. Tras extraer toneladas de grandes piedras y escombro, aparecieron dos pequeños tubos laterales (galería Petrólea y galería Innominada) y, finalmente, una gran galería que es la continuación de la principal del Sobrado, pero situada en un nivel inferior, como la galería de los Ingleses. Este tubo de grandes dimensiones internas fue denominado Intuición en honor al presentimiento que J.J. Hernández Pacheco tuvo respecto a su existencia, y supuso un avance de 2.346 metros más. La topografía de este nuevo tramo fue finalizada recientemente por miembros del Museo de Ciencias Naturales y del Grupo Benisahare, a quienes agradecemos su préstamo para incluirla aquí. Aunque en el momento de escribir estas líneas la longitud total conocida está todavía por precisar, indudablemente supera los 17 km; pero sigue sin ser el tubo volcánico más largo conocido, ya que en un reciente informe {HALLIDAY, 1994) se adjudica a Kazumura Cave (Hawaii) una longitud total de 31.45 7 metros. Estas dimensiones serán ya probablemente inalcanzables por la cueva del Viento, pero ello no quita que sea una cavidad de dimensiones extraordinarias, y de una complejidad geomorfológica única entre los tubos volcánicos conocidos. A pesar del renombre que adquirió la cueva del Viento, y de que ya muchos años atrás llegó a comentarse la presencia de insectos troglobios en su interior (ANONIMO, 1970), curiosamente no fue visitada por zoólogos hasta pasados bastantes años. El inicio de los estudios biológicos fue gracias al hallazgo de hue- - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - sos subfósiles (MARRERO & GARCIA CRUZ, 1978) de Lacerta maxima y Canariomys bravOJ: un lagarto y una rata gigantes hoy extintos que con cierta frecuencia se encuentran en cavidades de este tipo. El estudio de éste y de otro material subfósil fue tema de una tesina de licenciatura (GARCIA CRUZ, 1978), como lo fue también años más tarde el estudio ecológico de la parte superior de la cueva (MARTIN, 1984) A raíz de este último estudio aparecieron en efecto diversas especies troglobias, anteriormente desconocidas puesto que nadie había estudiado la fauna cavernícola de ninguna cueva de Tenerife, ni de Canarias si exceptuamos la fauna acuática de los Jameos del Agua. Dichas especies, entre las que destacan la cucaracha desprovista de OJOS Loboptera subterranea o los ca rábidos Wol!tinerfia martJni y Wolltinerf1a tenerifae, resultaron nuevas para la ciencia, como también ha ocurrido con casi todas las especies descubiertas posteriormente en ésta y otras cuevas. Y la razón es muy sencilla: difícilmente se hallarán las mismas especies troglobias simultáneamente en las islas Canarias y el continente, puesto que para ello deberían haber llegado algún día hasta aquí, 70 60 • ARTiCULOS DE TEMÁTICA BIOLÓGICA oen 50 D ARTiCULOS DE TEMÁTICA GEOLÓGICA _J :::::l u ¡= a: 40 c.{ UJ o o 30 a: UJ :::!! :z:::: l 20 10 atravesando el brazo de mar que nos separa de Africa; y un troglobio en general es incapaz de sobrev1v1r fuera de su ambiente subterráneo. Como se ha demostrado en el trabajo de MARTIN (1984) y en otros no publicados, llevados a cabo por miembros del GIET de la Universidad de La Laguna, el interés de la fauna cavernícola de la cueva del Viento es enorme, y constituye una razón más para dedicarle una atención científica y unas medidas de protección sin más demora. Aunque dormido el tema durante bastantes años, tras el estudio realizado y gracias a la continua presión ejercida por los espeleólogos tinerfeños, las autoridades han tomado por fin conciencia de lo que la cueva del Viento significa y va a procederse a una adecuada protección. Por una parte, el Cabildo de Tenerife ha adquirido muchos de los terrenos baJO los cuales discurren las galerías de la cueva del Viento, y tiene en proyecto controlar y dirigir el uso de las diversas galerías. Y por otra, la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias ha tomado la determinación de declararlo espacio natural protegido, para lo cual ya ha 1n1c1ado la redacción de un Plan de Ordenación de Recursos Naturales antes 1950 hasta 1969 hasta 1979 hasta 1989 hasta 1994 Fig. 1 . Publicaciones aparecidas sobre la cueva del Viento. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. z. TOPOGRAFIA Y ESPELEOMBTRIA Juan J. Hernández Ana L. Medina l. Izquierdo Angel Vera Helga García Z. I. INTRODUCCION Tal como se ha resaltado en la memoria histórica, la topografía de la cueva del Viento fue realizada a lo largo de más de dos décadas por diversos equipos, esencialmente uno local de la Sección Vulcanoespeleológica de La Guancha, perteneciente al Grupo Montañero Tenerife; uno compuesto por espeleólogos catalanes cuyo trabajo lo realizaron en gran parte en colaboración con el anterior; y uno británico que actuó independientemente a mediados de la década de 1970. Más modernamente han trabajado en ello sobre todo el GIET de la Universidad de La Laguna y el Grupo de Espeleología de Tenerife Benisahare. El plano levantado por el equipo tinerfeño de La Guanrha nunca fue publicado. sino depositado inédito en la Federación Territorial Canaria de Espeleología, en Santa Cruz de Tenerife, donde aún se conserva. Del trabajo realizado por los catalanes, en el que al parecer también colaboraron espeleólogos de la mencionada Federación Canaria, resultó la primera topografía publicada sobre la cueva (MONTORIOL POUS & DE MIER, 1974). este trabajo está reproducido a una escala 1 : 3. 175, proporcionando una razonable fiabilidad de detalles teniendo en cuenta la gran longitud de la cueva. Para evitar tener que reproducirla en una hoja excesivamente extensa, el plano de la cueva se dividió en tres partes separadas, en lugar de representarse todo el recorrido seguido. Aunque entonces parecía ser ésta la topografía definitiva, años más tarde apareció una nueva realizada por el equipo británico antes mencionado {WOOD & MILLS, 1977), que incluía nuevas galerías de más de 2 km de desa- - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - rrollo, quedando por lo tanto considerablemente ampliada la cavidad. Como más tarde hemos podido comprobar, la topografía publicada en este trabajo fue realizada con precisión, pero al estar reproducida en un plano a escala 1 :6.865, los márgenes de error debidos a la propia reproducción los consideramos excesivos como para poder conformarnos con este trabajo. Así pues, decidimos aprovechar la topografía realizada por MONTORIOL POUS & DE MIER (1974) con algunas ampliaciones añadidas posteriormente por WOOD & MILLS (1977), pero consideramos indispensable levantar un nuevo plano de la mencionada galería inferior, para disponer de una topografía a escala conveniente (ver Anexo IV). La mencionada contribución de WOOD & MILLS (1977) supuso una importante aportación al conocimiento de la cueva del Viento: no sólo hizo ascender su recorrido conocido a la cifra de 1 O km, sino que permitió acceder a una parte de la cueva entonces ciertamente virgen. Aquí quedan representadas, con un grado de conservación considerable, gran parte de las estructuras geológicas de la cueva. Por otra parte, la belleza de sus galerías hace que para el visitante, deportista o científico, merezca la pena recorrer el camino de casi dos horas que nos lleva al inicio de este impresionante tubo inferior. Para aludir a él diferenciándolo del resto de la cavidad -como se verá más adelante constituye un sistema hipogeo distinto en muchos aspectos-, hemos decidido denominar galería de Los Ingleses a este gran tubo inferior. Por otra parte, y como ya se indicaba en la Memoria Histórica, El Grupo de Espeleología de Tenerife Benisahare encontró en 1988 la conexión entre la cueva del Viento propiamente dicha y la cueva del Sobrado. La topografía que realizó un equipo compuesto por varios de nosotros, queda incorporada también en la presente obra. En un próximo Catálogo Espeleológico de Tenerife que va a publicar el Cabildo de esta isla, quedarán plasmados todos los avances llevados a cabo en los últimos tiempos. El hecho de que se hayan realizado tantas topografías por separado, y que todas ellas hayan dado resultados distintos, simplemente refleja la gran complejidad de la cueva, que hace de su levantamiento topográfico una tarea ardua y difícil de culminar. Podríamos definir esta majestuosa cavidad como una verdadera red laberíntica de pasajes subterráneos. Son innu-merables los tramos estrechos que permanecen aún sin explorar. En unos casos es simplemente imposible que el cuerpo de una persona pueda atravesarlos; en otros. son tramos con menos de medio metro de amplitud que se continúan cientos de metros a lo largo. En este escenario es perfectamente comprensible que algunos de estos estrechos tubos pueda conectar con otro de mayores dimensiones, hasta ahora desconocido. Queda, por tanto, abierta la posibilidad de continuar realizando una minuciosa labor de exploración y desvelar así muchos de los secretos que, con toda seguridad, aún nos oculta esta impresionante cavidad. z.z. DESCRIPCION DE LA CAVIDAD La cueva del Viento es un típico tubo de lava con cinco bocas de acceso actualmente practicables, situadas en el denominado barrio de la cueva del Viento. Estas bocas se localizan a distintas cotas y cuatro de ellas comunican directamente con el tubo principal de la cavidad. La más inferior, denominada cueva de Los Piquetes, se halla a unos 580 m sobre el nivel del mar y da acceso al tramo inferior del tubo, que desciende hacia la costa a lo largo de unos 950 m a partir de este punto. Es ésta la zona de la cueva más alterada y menos visitada. debido a su utilización como vertedero de aguas residuales por las viviendas que hay en superficie. Sí continuamos el descenso, observamos un tubo de grandes dimensiones y prácticamente sin bifurcaciones hasta su llegada a una gran galería, denominada sala de los Troglobios. Después de este punto el tubo se bifurca en dos ramales que corren casi paralelos hasta su final. Uno de estos ramales es el denominado tubo Azul, que da acceso a su vez a una ramificación lateral denominada galería Bonita. Esta zona inferior de los Piquetes está en mejores condiciones de salubridad. Desde la entrada de los Piquetes (boca 1) podemos ascender unos 230 m hasta encontrarnos con un muro artificial. En este punto la cueva ha sido utilizada como bodega, y su tránsito queda aquí interrumpido. Desde esta bodega el tubo continúa ascendiendo unos 21 O m hasta llegar a la boca 11 o de las Breveritas. Esta entrada está a 600 m s.n.m. y es la vía de acceso más utilizada por el público. Desde aquí la cueva continúa ascendiendo en forma de tubo único, con unas dimensiones que hacen fácil ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. su tránsito. Aproximadamente a unos 220 m de la boca de las Breveritas hay un derrumbe natural de grandes bloques y tierra que intercepta el camino; es precisamente aquí donde la cueva del Viento se comunica con la denominada galería Belén, un pequeño tubo de 158 m con conexión al exterior. Sin embargo el mencionado derrumbe hace impracticable el paso por el interior, de modo que a la galería Belén debe accederse por otra entrada (boca 111). Unos 20 ó 30 metros antes de llegar al mencionado derrumbe, hay una bifurcación hacia la derecha que comunica con un paso estrecho, conocido por Huída de Rosendo. Siguiendo este pequeño y empinado tubo, para lo cual hace falta agacharse e incluso tumbar el cuerpo para avanzar, se puede proseguir por el más vasto complejo de galerías subterráneas de Canarias. En esta primera gatera o Huída de Rosendo el visitante comprende el motivo de la denominación de la cueva del Viento. ya que en las zonas donde se reducen las dimensiones del tubo son notorias las corrientes internas de aire. El tubo continúa ascendiendo casi sin desviaciones y recibiendo diferentes nombres ciertas salas o galerías, tales como Piedra del Bobo, galería Barroso, galería Puñetera y galería de la Gran Grieta. Varias de estas denominaciones reflejan fielmente la dificultad de transitar por algunos lugares. Poco después de la galería de la Gran Grieta se llega a la sala de la Cruz, punto de unión de dos grandes galerías, la propia por la que hemos ascendido y otra paralela que desciende unos 630 m. Esta última, conocida por galería de los Pájaros, queda cerrada por un desprendimiento en un punto que, a buen seguro, fue la conexión superior con la galería Belén. Se encuentra en ella gran cantidad de restos óseos de vertebrados, unos ya extinguidos como es el caso de la rata gigante (Canariomys bravo1), y otros desaparecidos de Tenerife como la graja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) y la hubara (Chlamydotis undulata) (J.C. RANDO, com. pers.). La presencia de varias especies de aves cerca del derrumbe es un indicio más de que en el pasado hubo conexión próxima a una entrada, que por razones topográficas viene a coincidir con la galería Belén. De la sala de la Cruz hacia arriba la cueva se complica, pues aunque aparentemente se trata de un tubo único, por encima de las altas terrazas laterales se encuentran conexiones con diversas ramificaciones. Algunas son galerías paralelas como la sala del Vivac, tradicionalmen-te punto de reun1on y pernocta para espeleólogos que tras visitas prolongadas decidían dormir en su interior. Otras en cambio son verdaderos laberintos que acaban comunicando con otros sistemas como la galería de los Ingleses o la cueva del Sobrado. A partir de la sala del Vivac, la gruta continúa con mayor diversificación de sus galerías, y con alguna gatera esporádica que dificulta su tránsito. Estamos ya próximos al extremo superior de la cueva. En esta zona existe una compleja red de tubos minuciosamente topografiados por WOOD & MILLS (1977). El tubo principal continúa hasta un punto donde las dimensiones se hacen excesivamente reducidas. Esta gatera es famosa entre los espeleólogos locales por su gran dificultad, hasta el punto de que pocas personas han logrado atravesarla. Su denominación de gatera de la Gran Puñetera ha sido realmente acertada. Después de este punto existe una sala de unos 15 m fácil de transitar, en cuyo final hay una pared con una gran grieta que imposibilita continuar la exploración. Es el punto más elevado de la cueva de Breveritas (nombre aplicado a toda esta parte de la cueva del Viento), pero pueden alcanzarse cotas más altas siguiendo por la cueva del Sobrado, a la que se accede por otro complejo laberinto que parte más arriba de la conexión con la sala del Vivac. A partir de la compleja red de tubos previa a esta gran gatera final, se llega a la cueva inferior conocida por galería de los Ingleses. El acceso a esta galería se realiza por un pozo de 7 m de profundidad, siendo ésta la única comunicación conocida con el resto de la cueva del Viento. Al descender el pozo, la cueva presenta qos tubos de diferentes dimensiones con ramificaciones laterales. El mayor de los tubos se bifurca al poco de su recorrido, para volver a unirse en uno único antes de alcanzar su extremo final. Desde este tubo parten varias galerías laterales, algunas superpuestas y normalmente de menores dimensiones. La altura máxima del tubo llega a ser de 12 m, siendo en otros puntos inferior a 0,5 m. Las dos entradas restantes para completar las cinco son las correspondientes a la cueva del Sobrado. Una (boca IV) se encontraba en el extremo inferior, pero tras las excavaciones de 1994 mencionadas en la Memoria Histórica, esta cueva ha quedado prolongada por un tubo principal que desciende hacia el norte unos 1.200 m (aparte de los que sumen sus galerías laterales). Esta boca es la abertura de una sima - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - que queda intercalada entre el tubo nuevo {Sobrado lnferiorry la propia cueva del Sobrado anteriormente conocida. Ascendiendo unos 250 m por esta última, se halla la última entrada hoy en día practicable (boca V). que al igual que la sima están actualmente cerradas por sendas verjas que controla el Cabildo. A partir de aquí se extiende toda la parte superior de la cueva del Sobrado, que en total tiene unos 3.570 m de recorrido de gran belleza y considerable complejidad. Ascendiendo por cualquiera de las dos ramificaciones que pronto aparecen, se va a dar a la sala del Barco, de cuya proximidad parte un tubo lateral que conduce al llamado Laberinto. Avanzando por esta bifurcación hacia el norte se encuentra un montón de basura bajo una pequeña boca en el techo que se estaba usando como vertedero. y que ha sido tapiada; unos metros más arriba había una conexión con una galería artificial, hoy en día también clausurada. El tubo que asciende desde la sala del Barco tiene una sección sorprendentemente regular, con terrazas laterales de gran belleza en su conformación. La conexión con la cueva de Breveritas es por un sistema elevado de tubos laberínticos que, a esta altura, parte de una galería paralela a la principal. Si se prosigue por el tubo principal se llega a El Pulpo, punto de confluencia de diversas galerías que provienen de la zona superior de la cueva, la de cota más alta por el momento de toda la cueva del Viento. Cerca de este límite superior se encuentra la sala de las Raíces, de una belleza extraordinaria y con una fauna troglobia como en pocos lugares puede encontrarse en todo este sistema de cuevas. Z • .I. METODOLOGIA En este medio de absoluta oscuridad es la iluminación, tal vez, el factor más importante a considerar durante el trabajo de un levantamiento topográfico. Se utilizaron lámparas de acetileno (carbureros) adaptadas al imprescindible casco de espeleología. La iluminación general que proporciona el acetileno, originado por la reacción del carburo cálcico con el agua, se complementa en ocasiones con linternas acopladas al casco, a fin de tener una iluminación puntual para ciertos detalles. Un vestuario y un calzado adecuados son igualmente importantes debido a la aspereza de ciertas partes de la cueva, así como a su largo recorrido. Se suelen utilizar buenas botas de montaña para poder avanzar con cierta comodidad por la lava tipo «aa», que predomina en gran parte del sustrato; ropa fuerte pero cómoda, que evite los desgarres de la tela pero que resulte apropiada para adoptar las posturas corporales más insólitas; y unas coderas y rodilleras para proteger las articulaciones del roce con la lava, ya que muy frecuentemente hay que avanzar con codos y rodillas apoyados en el suelo. Con respecto al levantamiento topográfico realizado en la galería de los Ingleses, se requirió un total de 12 visitas a la cavidad, en grupos de 3 ó 4 personas. El material utilizado consistió en: - cinta métrica plastificada de 25 m - cinta métrica metálica de 3 m - clinómetro Suunto PM-5/360 PC - brújula Suunto KB-14/360 - hojas de anotaciones La metodología seguida durante la toma de datos en la galería, consistió en el establecimiento de puntos topográficos en aquellas zonas de la cueva de especiales características, tales como cambios de pendiente, cambios de dirección, mayor o menor amplitud de la sección del tubo, etc ... En cada uno de estos puntos, situados a nivel del suelo, se medían los siguientes parámetros: - altura desde el suelo hasta el techo - anchura desde el punto a las paredes laterales - distancia desde cada punto topográfico al siguiente rumbo u orientación de cada punto respecto al anterior - pendiente o desnivel de cada punto respecto al anterior - forma de la sección del tubo en puntos de interés A estos puntos se les asignaba una numeración diferencial que, escrita en una pequeña etiqueta plástica, indicaba su localización exacta en la cueva. Esto permitía correcciones posteriores en caso de error en la toma de datos. Tras la toma de estos datos en la cueva, se pasaban a papel milimetrado en el laboratorio, resultando un plano a escala 1 :200. Esta ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. topografía original era posteriormente redibujada en papel vegetal, xerocopiada y reducida al for· mato aquí presentado (Anexos 11 a V). Z.4. liSP.liL.liOM.liTRIA Del vasto complejo de galerías que com· ponen esta cueva, la de los Ingleses y la del Sobrado (Inferior y Superior) son las únicas de las que no había un trabajo topográfico comple· to. El decubrimiento en 1973 de la primera por espeleólogos británicos, se tradujo en un reducido dibujo de la misma (WOOD & MILLS, 1977), y se le asignó en principio una longitud total de 2.340 m. Por ello, hemos decidido que nuestra contribución al conocimiento total de la cavidad fuera un levantamiento topográfico minucioso de esta galería, a una escala que refleje claramente el desarrollo de todos sus ramales, con indicación de sus principales característi· cas. La cueva del Sobrado fue topografiada des· de 1984 a 1989 por nosotros mismos, finalizándose para un informe solicitado por el Cabildo de Tenerife cuando inició la adquisición de los terrenos correspondientes a esta cueva. La parte inferior del Sobrado, descubierta en 1994 y recientemente topografiada por miembros del Grupo Benisahare y del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife (HERNANDEZ PACHECO et al., en prensa) y por el GIET (ZURITA et al., en prensa), ha sido incorporada a esta obra a última hora, agradeciendo su cesión a los autores respectivos. Para el resto de la cavidad hemos seguido los trabajos de otros autores, así como la inclusión de otros tramQs inéditos sin publicar, tal como detallamos más adelante. ¿Cuántos metros de desarrollo total tiene la cueva del Viento? Esta es una cuestión que siempre ha interesado y cuya respuesta ha variado de un estudio a otro. Los 6.200 m asignados por MONTORIOL POUS en 1971 se en· cuentran ya muy superados. Con el presente e'studio, la totalidad de los pasajes topografiados sobrepasan los 17 .000 m, cifra ésta bastante por encima de los 10.002 m asignados por WOOD y MILLS en 1977. En la tabla 1 resumimos los valores del desarrollo total en los distintos trabajos previos. Si bien nuestro trabajo topográfico se limitó a la galería de los Ingleses y la cueva del Sobrado Superior tal como anunciamos ante· riormente, debemos indicar que para Sobrado Inferior hemos tomado la topografía realiza- Tubla l.- Principales estudios topográficos de conjunto realizados en la cueva del Viento. AUTORES AÑO DE TRAMOS LONGITUD PUBLICACION ESTUDIADOS ASIGNADAf mJ MONTORIOL POUS 1974 Piquetes & DE MIER Breveritas 6.200 HALLIDAY 1972 Piquetes Breveritas 6.201 WOOD & MILLS 1977 Piquetes Breve ritas 1 ngleses 10.002 C.E. MONTSERRAT sin Piquetes publicar Breveritas Ingleses 9.250 G.l.E.T. 1995 Piquetes Breveritas Ingleses Belén Sobrado Sobrado Inferior 17.032 - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - da por miembros del Museo y del Grupo Benisahare (sin publicar); y para el resto de la cueva, seguimos la de Wood y Milis y no la de Montoriol, por considerar aquélla mucho más fiable y precisa que ésta. Una clara diferencia entre ambas se pone de manifiesto en el entramado complejo final de pasadizos, desde donde se accede a la galería de los Ingleses. Por otra parte, es de destacar que nuestra topografía dio para esta galería una longitud total de 3.144 m, casi un kilómetro más de los estimados por Wood y Milis; ello se debe al topografiado de varios tramos entonces inéditos. Debe considerarse también el carácter provisional de esta cifra, pues tal como puede visualizarse en la topografía que acompañamos, aún queda por explorar y topografiar algunos tubos secundarios de cortas dimensiones. Su topografía aumentará en mayor o menor grado esta cifra que hoy apuntamos. Por último, y de forma inédita, se ha considerado en el cálculo global la denominada galería Belén, un tramo de 158 m. Así, la longitud total por nosotros establecida, aunque siempre provisional, se calcula a partir de las sumas parciales de la tabla 11. Tabla 11.- Valores espeleométricos considerados en esta obra para las distintas galerías de la cueva del Viento. TRAMO AUTOR DE TOPOGRAFIA LONGITUD TRAMOfmJ Piquetes WOOD & MILLS (1977) 2.080 Breve ritas WOOD & MILLS (1977) 5.582 Ingleses G.l.E.T. (este estudio) 3.144 Belén G.M. TEIDE (sin publ.) 158 Sobrado Estudio Cabildo Tenerife 3.570 Petrólea G.l.E.T. (en prensa) 152 Sobrado lnf. Museo/Benisahare (en prensa) 2.346 1 LONGITUD TOTAL: 17.032 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. a. GEOMORFOLOGIA Isaac Izquierdo Zamora Ana L. Medina Hernández Juan J. Hernández Pachaco J. 1. INTRODUCCION La cueva del Viento-Sobrado es una cavidad con notable interés espeleológico, no sólo por la particular complejidad de su recorrido, sino también por constituir con sus 17 km uno de los tubos volcánicos más largos del mundo. Desde el punto de vista geomorfológico la cueva presenta una amplísima variedad de estructuras de origen primario (estalactitas de lava, cascadas lávicas, terrazas laterales, lagos de lava, etc.) así como concreciones exógenas de diferente composición (carbonato cálcico, cristobalita y otros compuestos de sílice). Algunos de estos aspectos fueron puestos ya de manifiesto por MONTORIOL-POUS & DE MIER (1974) en un estudio vulcanoespeleológico sobre esta cavidad, y por WOOD & MILLS (1977) en su trabajo sobre geología de los tubos volcánicos de la zona de lcod de Los Vinos. J.Z. ANTIGÜ&DAD D& LAS COLADAS La cavidad está localizada en la comarca de !cod y englobada en coladas basálticas cuyos materiales proceden de procesos eruptivos generados en las Cañadas del Teide. El fenómeno comenzó durante la emisión de la Serie Basáltica 111, continuando después durante las demás series recientes (MONTORIOL POUS & DE MIER. 1974). Estas series recientes (111 y IV) tienen una antigüedad máxima de 0.69 Ma. (CARRACEDO, 1979). Desde el punto de vista cristalográfico, la colada donde aparece la cavidad está constituida por basalto olivínico-augítico de textura porfídica (MONTORIOL-POUS & DE MIER, 1974). -· ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - Laberinto de conexión A B e Cueva del Sobrado (Sobrado Inferior) Fig. 2.- Esquema representativo de los distintos niveles en que se hallan las galerías de la cueva del Viento. .1 • .1. TOPOGRAFIA DE LA CAVIDAD La topografía (anexo 1) muestra la morfología de la cueva del Viento en el plano, en su perfil longitudinal y en las secciones transversales (figs. 4 y 5). La cueva comprende tres partes principales (ver fig. 2): 1) una parte superior, más superficial, que sirve de comunicación de los tubos principales a través de estrechas gateras; 2) otra localizada en un nivel medio, donde se encuentran la cueva del Sobrado (3,57 Km) y la cueva del Viento (7,82 Km); y 3) dos tubos que discurren en un nivel más profundo, la galería de Los Ingleses (3, 14 Km), que conecta con la cueva del Viento a través de un pozo de 7 metros, y la galería Sobrado Inferior (2,35 Km) que lo hace con la cueva del Sobrado por medio de otro pozo de unos 15 metros de profundidad. En la actualidad los tramos topografiados suman un total de 17.032 m. .1.4. COMPLEJIDAD DE LA CAVIDAD La cueva del Viento presenta una complejidad extraordinaria en su recorrido; así son frecuentes los puntos donde convergen o se bifurcan distintas galerías, disponiéndose a ve-ces en distintos niveles. MONTORIOL-POUS & DE MIER (1974) consideran que podría haber alguna relación entre la forma de la cueva y lo abrupto y pendiente de la superficie por la que discurrió la colada que dio origen a la cavidad. A partir de investigaciones realizadas en Islandia y en las Islas Canarias (MONTORIOL-POUS & DE MIER, 1969, 1970, 1971a, 1971b; MONTORIOL-POUS, 1972), estos autores concluyen que existe una buena correlación entre el grado de complejidad en los tubos volcánicos y el ángulo de pendiente de la superficie donde se genera. Además afirman que dentro de la cueva del Viento, áreas de mayor complejidad se correlacionan con áreas de mayor gradiente. Sin embargo, esta idea no es apoyada por otros estudios realizados en ésta y otras cavidades del mundo. Según WOOD (1974b) y WOOD & MILLS (1977), la génesis de un tubo de lava está en función de relaciones simples y complejas entre un número de factores ampliamente variables, de los que el gradiente es sólo un elemento más, y la contribución de este gradiente a la génesis de la cavidad, debe ser vista a la luz de su influencia junto con otros factores, en el mantenimiento de la movilidad de la lava. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Bifurcación a distintos niveles en una gran sala en la galería de los Ingleses (foto: Sergio Socorro) . Después de los estudios realizados por WOOD & MILLS (1977) y de nuestras propias observaciones, no parece apoyarse la tesis de que las zonas más complejas de la cueva del Viento se correlacionen con áreas de mayor pendiente. Además, existen numerosos ejemplos de cavidades volcánicas en las Islas Canarias con gra dientes más elevados que la cueva del Viento y que constituyen un único y simple tubo sin ramificación alguna . No parecen haber por tanto razones cuantitativas claras que nos expliquen el desarrollo complejo de la cavidad. WOOD & MILLS (1977) sugieren que pueda ser el resultado de una especial combinac ión de los factores que controlan el flujo lávico ; posiblemente una tasa de efusión muy alta y constante y un emplazamiento sobre una extensa superficie con gradiente muy inclinado, con la consecuente movilidad extrema del magma . 3.5. PERFIL LONGITUDINAL Y GRADIENTE En la topografía del Anexo 1 se presenta el perfil longitudinal de la cueva del Viento con Estalactitas primarias cónicas y regulares tapizando el techo en la galería Breveritas (foto: Sergio Socorro). - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - los distintos niveles que adquieren sus galerías. Cuando aparecen niveles múltiples en cavidades volcánicas, generalmente la parte más baja de la cueva ha capturado el flujo lávico de una cueva superior a través del techo de la inferior, y las dos cuevas son conectadas por una o más cascadas de lava. Existen muchos ejemplos de capturas lávicas de este tipo (WOOD, 1974b y 1981; MONTORIOL-POUS, 1972; MONTORIOLPOUS & DE MIER, 1974) y en el caso de la cueva del Viento en Breveritas Profunda, la cueva inferior (galería de los Ingleses) está conectada con la cueva superior por medio de un salto de lava de 7 m. La cueva del Sobrado dispone a su vez de otra cascada de lava de 13 m que conecta con otro tubo inferior de mayores dimensiones. El rango vertical total de la cueva del Viento es de 478 m según el estudio de WOOD & MILLS (1977), dando una media de inclinación de 11 º. Este gradiente se mantiene también en la cueva inferior y es perfectamente constante. aparte de las pequeñas pendientes ocasionales donde el gradiente puede llegar localmente a 30º (ver topografías). Además es frecuente observar cambios bruscos en la pendiente a manera de escalón (Anexos 11, 111, IV y V), cuyo desnivel puede llegar en ocasiones a 2,5 m de altura. En este último caso se constituyen pequeñas cascadas con la última lava residual que fluyó por el interior del tubo. Estos escalones lávicos podrían generarse de diversas maneras, pero principalmente tres procesos son probables: a) por captura del frente de colada de una pequeña unidad lávica ya solidificada. Después de fluir por encima de la misma, forma un escalón en su extremo opuesto (NICHOLS. 1933), (fig. 3a). bl por solidificación de sucesivas oleadas lávicas en el flujo interno del tubo ya formado (fig. 3b). c)por captura del flujo de un tubo desde otros tubos inferiores, previamente consolidados, (fig. 3c). :1.6. SECCIONES TRANSVERSALES La topografía (figs. 4 y 5) muestra los 176 cortes transversales recogidos de MONTORIOL-POUS & DE MIER (1974), de WOOD & MILLS (1977) y de nuestro trabajo. Estos perfiles son medidos con el fin de proporcionar una documentación regular de las formas del recorrido. Además algunas son especialmente seleccionadas debido a sus características particulares o su forma inusual. El análisis de las secciones en los tubos volcánicos nos permite realizar una interpretación mejor de la historia genética de la cavidad. De esta manera WOOD & MILLS (1977) agrupan las secciones en ocho tipos generales y dos representativas de cada tipo (fig. 6). :1.7. DECORACION DE LA CAVIDAD Diversos tipos de estructuras se desarrollan en el techo, paredes y suelo de la cavidad. Con el fin de elaborar un catálogo detallado de las mismas se localizan en las topografías (anexos 11.111,IV y V) las formas más relevantes que decoran el interior de la cueva del Viento: :1.7.1. Jameos y entradas. Las bocas 1, 11. 111, V y VI son jameos claramente de origen secundario, mostrando en su interior bloques desprendidos del techo. La boca IV, que se corresponde con el pozo de acceso a la galería Sobrado Inferior, podría constituir una abertura natural de origen primario. La entrada superior de la cueva del Sobrado (entrada VII) constituye una boca artificial, producida por los trabajos de una excavación minera y está actualmente tapiada. El acceso es perfectamente practicable en las demás entradas, a excepción de la IV y la VI, ambas en el Sobrado, debido a que se encuentran justo en el techo, y a una distancia considerable del suelo. La entrada VI está actualmente bloqueada con piedras fijadas con resina, y es impracticable. :1.7.Z. Terrazas y bancos laterales. La cueva del Viento-Sobrado presenta una amplísima variedad de formas parietales a lo largo de su recorrido, especialmente en las galerías Breveritas, Piquetes y Sobrado. Las cornisas, terrazas, bancos y gradas, producto de las variaciones que sufre el nivel de la corriente lávica dentro del tubo ya formado, constituyen la tónica general del tapizado interno de la cavidad. La génesis de estas formaciones ha sido objeto de varios trabajos espeleológicos (BRAVO, 1964; MONTORIOL-POUS & DE MIER, 1969 y ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 1 (a) (b) (e) e e : u.l. e r /_' .. : cr· ; i'; . ; ,;¡ .... , e ; e:_ "!¡¡ :: " t· . {/, ~ ~ Fig, 3.- Formación de escalones lávicos: a) por contacto de la lava con una peque11a unidad lávica (u.I.); bl por solidificación del río lávico residual; e) por captura del flujo de lava de un tubo superior en formación. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 1 A o 30m ? e:::::> {} ó <::::::l o ,,e:::::;::::J (] o C:::> ~ C:> <uo ~ <{J 1 2 3 4 5 6 1 • 9 10 11 12 13 14 15 11 e:::::, Ó{JC16 ü L\ o ~ ú ~ a ..::::::> <J a e> () (] o 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 J4 H DV l:l ú o f) ó 'í'.3 a o ~ L? a 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 B O 10m ~~ ~Ó>~c:::::::> c:::Q o~ C::J C; ~ ~~ 'i 1 ":'l CJ ~ 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 &2 13 14 15 ¿ ~Q~óCl:J «:J.cJa.~~o~ CJ 86 67 88 69 70 71 72 73 74 75 71 77 Fig. 4.· Secciones transversales. A: Cuevas de las Breveritas y de los Piquetes. B: Galeria de los Ingleses. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 78 79 80 81 82 83 O~~OiJÜÜOOc:. 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 o ~ C) úUOOCJoo 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 Ll~óbD ouo e::::, ~g 8 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 ~ Óo ~~ c:::2J o 10 A 116 117 118 119 120 121 o ~ ü o GJ @ o G D V [J 8 íJ a 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 o a o ~ o 136 137 Q {], Q 148 149 150 o Q o o 161 162 163 164 o o o 173 174 175 138 q D 176 151 o 165 139 140 G 152 o 166 '1 141 o 153 L::J 167 a o 142 143 G Q G 154 155 156 o CJ 168 169 ~ 144 o 157 o 170 Fig. 5.- Secciones transversales. A: Cueva del Sobrado. B: Galería Sobrado Inferior. o o o 145 146 147 o o o 158 159 o o 171 172 160 - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - 1974; DIAZ & SOCORRO, 1984), en los cuales se explican las variaciones que se pueden manifestar dependiendo de la viscosidad de la lava, la pendiente del terreno, la dirección de las curvas en el río lávico, etc. En la topografía donde se exponen las secciones transversales de la cueva del Viento (figs. 4 y 5), se puede apreciar perfectamente la gran variedad de formas derivadas de los distintos niveles lávicos producidos en el momento de la formación del tubo. Uno de los fenómenos más característicos producidos por el gran desarrollo de las terrazas es la fusión de las mismas para originar secciones con pisos superpuestos. El tubo inferior se reduce entonces a una pequeña gatera donde el paso es estrecho y con forma triangular. Muchos ejemplos de este tipo se han producido en la cueva de Las Breveritas y en la cueva de Los Piquetes y la del Sobrado (ver anexos 11 y 111). S.7.S Cascadas de lava. La cueva del Viento está generada, como expondremos más adelante, en una serie de unidades o coladas lávicas superpuestas, donde los tubos superiores contactan en muchos puntos con ríos lávicos inferiores, produciéndose capturas de magma. Al solidificarse la lava, en la pared de contacto se conforma una auténtica cascada de lava, que tiene su máxima expresión cuando el material lávico es más viscoso, de tipo malpaís. Los puntos más espectaculares son quizás a) el gran pozo de acceso a la galería Sobrado Inferior; b) Unión de terrazas laterales formando dos pasajes superpuestos en la sala de La Cruz, gale ría Breveritas (Foto: Sergio Socorro). el pequeño pozo de 7 m que comunica la cueva de las Breveritas con la galería de los Ingleses (anexo I); c) el contacto inferior de la sala del Vivac con el tubo principal de la cueva de las Breveritas (a nivel de la sala de la Cruz, ver anexo 11); d) un pequeño salto de 2 a 3 m que se encuentra a unos 30 ó 40 m de la entrada de la cueva de los Piquetes, en dirección norte; e) un gran escalón lávico en galería Belén, muy cerca de la unión con Breveritas Superior y f) un salto de 2-3 m localizado a unos 200 m del extremo norte de la galería Sobrado Inferior. S.7.4. Sumideros de lava. En ocasiones la lava es captada por un tubo inferior obturándose el acceso a éste después de la solidificación del basalto. En la galería de los Ingleses encontramos un lugar muy representativo a este respecto, donde confluyeron materiales lávicos procedentes tanto del pozo que conecta con la cueva superior como de la galería que lleva al punto más elevado del tubo de los Ingleses. Es posible incluso que se haya introducido por este sumidero la lava procedente de la cueva de las Breveritas. Otro ejemplo lo encontramos en el extremo superior de la cueva del Sobrado. S.7.S Tipos de sustrato. Dependiendo de las características del flujo lávico que avanzó por el interior del tubo en último término, las cuevas volcánicas presentan distintos tipos de sustrato. En los anexos 11, 111, IV y V se señalan ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. ~ l•V• llquld• mm l•V• •olldlflc•d•-f•• • liii! E:2:l l•VB •olldlflc•d•-f••• 1 ó C:J ºº ºº Fig. 6.- Génesis de las diversas secciones transversales según WOOD & MILLS (1977). 1 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - los sustratos característicos de las galerías principales de la cueva del Viento-Sobrado. La mayor parte del recorrido de esta cueva, tanto de las galerías inferiores como las superiores, está tapizado por un sustrato de tipo malpaís. La última emisión de lava durante el proceso genético de la cueva estuvo caracterizada por un magma muy viscoso que llegó perfectamente hasta las cotas más inferiores de las galerías. No obstante, hay que destacar que este río de lava residual no poseía mucho espesor, de tal manera que aquellas galerías o ramales situados a varios metros por debajo del suelo de la galería Sustrato de tipo malpaís en la galería de los Ingleses, muy frecuente en casi todo el recorrido de la cueva del Viento (Foto: Sergio Socorro). Pequeña cascada de lava en la galería Belén (Foto: Sergio Socorro). principal no llegaron a captar este último río lávico. Por ello estos tubos se nos manifiestan actualmente con un sustrato de lavas tipo pahoehoe, que fluyeron en una emisión anterior a las de tipo aa y con un espesor más elevado; esto permitió su avance por las galerías situadas en niveles más altos. Los primeros síntomas de erosión en un tubo volcánico quedan plasmados en los desprendimientos que se van produciendo en diversos puntos del techo y de las paredes. La cueva del Viento a primera vista presenta un aspecto relativamente joven y en muchos lugares ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Bloque de lava soldado al suelo (Foto: Sergio Socorro). del recorrido conserva todas sus estructuras primitivas. Sin embargo, existen también zonas en la cavidad donde el proceso erosivo se ha puesto de manifiesto. En las topografías están señaladas estas zonas, que se caracterizan por acúmulos de bloques desprendidos en el suelo, a veces de gran tamaño y que suelen coincidir con salas de grandes dimensiones. En ocasiones estas salas se han ampliado espectacularmente debido a la propia erosión. Las más representativas son quizás las que se encuentran en las secciones 16 y 22 de la galería de los Ingleses, y la sala de los Troglobios en la cueva de los Piquetes. En ciertos puntos de la cavidad aparecen bloques de lava fundidos al suelo, probablemente desprendidos del techo o arrastrados por el río lávico, que son luego tapizados por flujos posteriores. Finalmente y en los tramos más inferiores de la cueva de los Piquetes y de la cueva de las Breveritas (anexo 11), se desarrolla un proceso de acúmulo de sedimentos que se acentúa sobre todo en recorridos donde la pendiente es muy poco acusada. Probablemente tenga que ver también con el espesor del techo de la cavidad y con lc: gran cantidad de grietas a través Cascada de concreciones silíceas en galería Breveritas (Foto: Sergio Socorro). - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - de las cuales percolan agua y sedimentos arrastrados desde la superficie. En ocasiones, y debido al gran acúmulo y formación de barro impermeable, el agua filtrada se estanca en pequeños charcos de 1-2 m de diámetro como máximo. Esto es muy evidente en la sala del Túmulo de la cueva de los Piquetes, donde además se da la circunstancia de que continuamente se filtra agua residual de las viviendas instaladas justo encima de la cavidad. S.7.6. Estafllltos y estalactitas de lava. La cueva del Viento, al igual que la mayoría de los tubos volcánicos, presenta unos característicos procesos sobresalientes en el techo denominados estalactitas de lava. Estas tienen una diversidad morfológica muy amplia, siendo la forma más común la de cono invertido. Según la clasificación de DIAZ & SOCORRO (1984), la cueva del Viento posee una buena representación de estalactitas de lava primarias. De este tipo las más abundantes son las cónicas que prácticamente cubren la mayor parte del techo de la cueva. En algunos lugares donde el techo tiene una fuerte inclinación, estas estalactitas primarias cónicas se disponen en hileras paralelas (ver topografías). Aunque no son tan abundantes, se manifiestan también las estalactitas primarias irregulares, especialmente en la cueva de las Breveritas (anexo 11). Estalactitas de lava de otro tipo, muy escasas en esta cavidad, son las originadas por fenómenos de refusión muy intensa. De hecho sólo hemos observado un pequeño grupo de dichas estalactitas en zona superior de la galería de los Ingleses. a.7.7. Concreciones de origen secundarlo. En la actualidad son muy pocos los trabajos que hacen mención o realizan un estudio sobre estas concreciones. MONTORIOL-POUS (1965), mediante diversas técnicas constató que los depósitos encontrados en la cueva de los Verdes en Lanzarote están constituidos por yeso. Sin embargo, en los estudios llevados a cabo en cavidades volcánicas de Islandia por MONTORIOL-POUS & DE MIER (1970, 1971 b) y MONTORIOL-POUS (1972) no se halló caverna alguna que presentara este tipo de concreciones. Por el contrario otros autores encontraron depósitos semejantes en las Islas Galápagos (DE PAEPE, 1965; BALASZ, 1972 en MONTORIOL-POUS & DE MIER, 1974). Así mismo, nosotros hemos observado numerosas concreciones en otras muchas cavidades del Hierro y Tenerife. También son muy frecuentes en los tubos y simas volcánicos del Archipiélago de Azores, según hemos podido comprobar recientemente en una visita espeleológica a estas islas. La cueva del Viento posee una buena representación de este tipo de depósitos, prácticamente a lo largo de todo su recorrido (Anexos 11, 111, IV y V). La morfología que presentan es muy variada, diferenciándose cinco patrones principales: 1) pequeñas formaciones a modo Concreciones de sílice sobre el sustrato en la galería de los Ingleses (Foto: Sergio Socorro). ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Filamento de sílice de t O cm de longitud, pendiendo del techo en la galeña de los Ingleses (Foto: Sergio Socorro). de pequeños balcones adheridos a la pared llenos de agua y con un diámetro que oscila entre 0,5 y 6 cm; a veces se disponen en grupos numerosos formando curiosas cascadas de color blanco en las paredes de la cavidad. 2) Formas pulverulentas que se deforman y desprenden al contacto. 3) Vasos receptores en el suelo que se forman en las pequeñas oquedades. En ocasiones se establece una costra blanca de material litogénico en su superficie. 4) Estalactitas, desarrolladas sobre el techo plano o sobre estalactitas de lava, siendo escasas en la cueva de las Breveritas pero muy frecuentes en algunas zonas de la galería de los Ingleses. y 5) Grupos de concreciones que no se disponen verticalmente, sino siguiendo la dirección del viento que se produce en un tramo de pequeñas dimensiones, localizado en los últimos 300 m de la galería Sobrado Inferior. Este fenómeno le confiere un aspecto inusual de «peinado» a las concreciones. MONTORIOL-POUS & DE MIER (1974) realizaron ya un estudio sobre algunos depósitos de la cueva de las Breveritas, destacando la .presencia de concreciones de calcita. En nuestra primera prospección a la galería de los Ingleses se extrajeron algunas muestras de las concreciones allí presentes que fueron analizadas en el Departamento de Edafología de la Universidad de La Laguna y resultaron estar constituidas por cristobalita (A. RODRIGUEZ, com. pers.). A raíz de este descubrimiento decidimos extraer muestras de todas las galerías de la ca-vidad, tanto de las inferiores como de las superiores. Además de la calcita, la cueva del Viento presenta concreciones exógenas de cristobalita y de otros compuestos de sílice. Los depósitos encontrados en la cavidad superior (cueva de las Breveritas) parecen tener la misma composición que la cristobalita (hallada en la cavidad inferior o galería de los Ingleses), pero con una estructura aún más laxa. Estas diferencias pudieran ser de interés no sólo desde el punto de vista mineralógico, sino también a la hora de establecer diferencias con respecto a la antigüedad de lo que parecen ser dos coladas diferenciadas en el tiempo y en la composición. S.8. MORFOGliNliSIS Por regla general los tubos volcánicos son estructuras características de coladas basálticas tipo pahoehoe, donde el mantenimiento del calor en el interior del flujo hace progresar el frente de la colada. Las observaciones directas de este fenómeno por numerosos vulcanólogos en Hawaii y en las Islas Vestmannaeyar (Islandia) ofrecen valiosos datos para explicar el proceso morfogenético de una cavidad volcánica. WOOD (1974a) lo resume como sigue: «Durante los estad íos tempranos de una erupción, cuando a menudo se produce la mayor descarga, es común la formación de un canal abierto de coladas pahoehoe. Después de - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. .. que el can·a1 se establece, y particularmente cerca de la boca, otras coladas más turbulentas causan salpicaduras a lo largo de los márgenes del canal, construyendo altos diques entre los que la corriente fluye generalmente unos pocos metros por debajo. El flujo a través del canal no es comúnmente uniforme sino por pulsos, de tal manera que durante los pulsos elevados la lava puede escapar del canal extendiéndose lateralmente como pequeñas unidades lávicas que se enfrían rápidamente. Bajo circunstancias especiales estos canales pueden irse techando progresivamente por el crecimiento de una costra estacionaria por encima de la corriente fluida, o por la interferencia y unión de bloques costráceos a las paredes hasta formar un arco y cerrarse. A una buena distancia de la abertura eruptiva, la lava se va enfriando y desgasificando ostensiblemente, y la superficie se va oscureciendo y encostrándose. La naturaleza de la costra puede variar desde una fina piel grisácea, a trozos de pahoehoe, o a bloques irregu lares escoriáceos, dependiendo de las características y viscosidad del flujo. El flujo tipo canal va cambiando a flujo tipo lengua de lava a medida que nos acercamos al frente de la colada. Aquí predominan los tubos subterráneos y el frente de la colada progresa en avanzadillas espasmódicas que han sido descritas como semejantes al movimiento de una ameba por protrusión de sucesivos dedos lobulados». Capas lávicas supe11>uestas en las paredes de la galería de los Ingleses (Foto: Sergio Socorro) . De las especulaciones y observaciones sobre el terreno de muchos autores, WOOD (1974b) concluye que la formación de un conducto simple en coladas basálticas se debe fundamentalmente a dos procesos: 1) encostramientos de los canales de lava abiertos y 2) enfriamiento de una piel o costra alrededor de la lengua de lava. De cualquier manera, tales procesos dependen de condiciones particulares que pueden ser función de las propiedades físicas del basalto, la distancia desde la boca surtidora de lava y la naturaleza de la topografía sobre la que se desarrolla. En el caso de la cueva del Viento-Sobrado, probablemente se ha producido toda una serie de combinaciones de los procesos anteriormente comentados. De hecho, los tres niveles de conductos observados parecen ser producto de sucesivas etapas eruptivas, que generaron coladas superpuestas. en cuyo seno se construyeron las galerías por las que hoy podemos transitar. En algún momento del pasado, durante las emisiones basáticas más antiguas de la Serie 111, se construyeron los grandes canales lávicos que conformaron las dos galerías inferiores de grandes dimensiones: la galería de los Ingleses y la galería Sobrado Inferior. Más tarde, y tras la solidificación y consolidación de estas dos cavidades, otra colada cubrió la superficie escoriácea de la zona, aún sin suelo ni vegetación. La dirección de ambas coladas coincidió dado que siguieron probable- ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. mente el curso de antiguas barranqueras existentes en el área. Sin embargo, tanto los materiales que formaron las galerías, como la superficie por la que discurrieron las coladas superior e inferior, parecen presentar diferencias significativas. Los grandes canales que precedieron la formación de esas galerías, pudieron haberse construido por refusión y erosión de una colada en formación, abriéndose un gran surco que luego se fue techando progresivamente. Los desprendimientos de la capa de refusión que tapizan la galería de los Ingleses dejan ver el bandeado en capas horizontales, producto de la solidificación diferencial en la colada donde se construyó el canal. En las paredes y techo de esta galería pue: de apreciarse el proceso de acreción de salpicaduras de lava, con interferencias de bloques de costras lávicas, que con el rebosado del flujo en las crecidas, pudieron haber formado el techo de la cavidad. A diferencia de lo ocurrido en las cavidades superiores, las galerías inferiores no parecen haber dispuesto en su génesis de aportes lávicos que se estabilizaran temporalmente en niveles. La consecuencia es que son muy escasas las manifestaciones de procesos parietales como terrazas y bancos laterales. Ambas galerías formadas en la colada inferior, fueron capturadas por los materiales lávicos de la colada superior, debido bien a la refusión del techo de las galerías, bien a través de sendos jameos producidos por colapso. En cualquier caso, al formarse las galerías que constituyeron la cueva del Viento y la del Sobrado, se produjo la comunicación directa y paralela de ambas, a través de los pozos de 7 y 13 m de profundidad respectivamente. Los materiales lávicos de las galerías superiores llegaron a discurrir mediante estos pozos hacia las galerías inferiores, hecho que es muy notable en el acceso a los Ingleses donde se produjo una cascada de lava tipo malpaís. Finalmente, un tercer nivel de coladas construyó todo un laberinto de conductos, que conecta en varias ocasiones con la cueva del Sobrado y con la del Viento. Probablemente estos dos niveles superiores fueran más contemporáneos, de tal manera que aún sin solidificarse del todo las cuevas principales, fluyó la última colada, de lavas notablemente más fluidas, las cuales conectaron rápidamente con las galerías ya formadas. Esta colada más reciente pudo salvar la barrera que hizo discurrir a las coladas inferiores por dos cauces diferentes, ofreciendo así una conexión directa de los 17 Km de galerías que hoy constituyen la cueva del Viento-Sobrado. - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 4. BIOLOGIA José L Martín PedroOromí Isaac Izquierdo AnaLMeclna Juana M González 4. 1. INTRODUCCION Y OB.IETIVOS El primer troglobio terrestre descubierto en los tubos volcánicos de Canarias se encontró en la cueva del Viento. Se trataba de una cucaracha anoftalma y despigmentada que más tarde se describió como Loboptera subterranea (MARTIN & OROMI, 1987). Sin embargo este descubrimiento, realizado en los años sesenta por un grupo de espeleólogos aficionados. no tuvo ninguna trascendencia científica, y antes de que dicha especie fuera estudiada y descrita, ya se conocían otros troglobios en cuevas de El Hierro y Tenerife (DALENS, 1984; ESPAÑOL & RIBES, 1983; MACHADO, 1984; OROMI & MARTIN, 1984; RIBERA, FERRANDEZ & BLASCO, 1985; SERRA, 1984). En 1982, la cueva del Viento fue objeto de un minucioso estudio por parte de biólogos de la Universidad de La Laguna (ver MARTIN, 1984) en el que por vez primera se hizo un análisis de tipo ecológico. La organización de la comunidad animal se describió atendiendo a sus valores de riqueza específica, diversidad y grupos alimenticios dominantes, comprobándose la importancia de los saprófagos como seres más abundantes. El estudio indicado se realizó sólo en la llamada «cueva Superior», más en concreto en las galerías de Belén, Breveritas Superior, Breveritas Inferior y Breveritas Profunda. En total se descubrieron 37 especies animales, entre ellas nueve troglobias: Dysdera unguimmanis (Araneae, Dysderidae) Dysdera esquiveli(Araneae, Dysderidae) Lithobius speleovu/canus {Chilopoda, Lithobiidael Pseudosinel!asp. (Collembola, Entomobryidae) Trog!opedetessp. (Collembola, Entomobryidae) - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - loboptera subterranea (Blattariae, Blattellidae) Tachycixius /avatubus (Homoptera, Cixiidae) Wolltinerfia martini (Coleoptera, Carabidae) Wolltinerfia tenerifae (Coleoptera, Carabidae) Ante la solicitud de la Dirección Gral. de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, y gracias a la infraestructura del Departamento de Biología Animal (Zoología) de la Universidad de La Laguna, se llevó a cabo en 1987 un nuevo estudio biológico de la cueva. Los resultados obtenidos en dicho estudio son el núcleo principal del presente trabajo, al que se han añadido ciertos datos de puesta al día, particularmente en el catálogo de especies conocidas de la cueva. Los objetivos que nos propusimos inicialmente fueron los siguientes: 1) Elaborar un catálogo de las especies que constituyen la comunidad animal de la cueva, indicando en cada caso sus niveles respectivos de adaptación y conservación. 2) Elaborar un catálogo de las especies que constituyen la comunidad vegetal de las entradas de la cueva. 3) Indagar sobre la eficacia del muestreo reali. zado, tanto en lo concerniente a los tipos de trampa empleados, como a la intensidad del muestreo. Las raíces de plantas del exte· rior son una fuente importante de energía para el ecosistema cavernícola (Foto: Sergio Socorro). 4) Evaluar en qué medida los vertidos de residuos orgánicos que se observan en algunas galerías, afectan al ecosistema subterráneo. Es lo que denominaremos «efecto contaminación>>. 5) Evaluar en qué medida los visitantes afectan al ecosistema de la cueva. Es lo que denominaremos «efecto tránsito». 6) Evaluar en qué medida la mayor o menor profundidad vertical respecto a la superficie afecta al ecosistema subterráneo. Es lo que denominaremos «efecto profundidad». 7) Investigar las posibles variaciones experimentadas por el ecosistema en el tiempo. Para ello compararemos los resultados actuales con los del muestreo realizado en 1982. 8) Delimitar las zonas de la cueva más ricas biológicamente y sus posibles amenazas. 9) Analizar el estado de conservación de las especies más adaptadas. 10) Analizar los principales factores que amenazan la conservación del ecosistema subterráneo: aspectos a considerar en una estrategia de conservación . Cada uno de estos objetivos se tratará en los apartados sucesivos. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. 4.Z. METODOLOGIA DE ESTUDIO 4.Z. 1 . Zona de estudio y zona de muestreo. La zona de estudio incluida en nuestro trabajo abarcó la mayor parte de la cueva. Por razones obvias, la zona de muestreo hubo de ser menor. Para delimitar esta última, escogimos varias partes de la cueva que por sus características consideramos como representativas del resto, y en ellas se instalaron las diversas estaciones de muestreo. Recuérdese que no hay ninguna estación de la cueva del Sobrado, debido a que en 1987 no se sabía que formara parte de la cueva del Viento. Las galerías incluídas en la zona de muestreo fueron: 1) Galería Breveritas Inferior. Tramo desde la boca de las Breveritas hasta la zona conocida como «El Lagar», más al norte. 2) Galería Breveritas Superior. Tramo desde la Las plantas verdes no pueden crecer en la cueva por falta de luz, pero sí se desarrollan diversos hongos, como este que crece sobre un excremento de rata (Foto: Ramón Oromí). boca de las Breveritas, hacia el sur, hasta la zona conocida como huída de Rosendo. 3) Galería Breveritas Profunda. Tramo desde la huída de Rosendo, hacia el sur, hasta la llamada «Cascada de Kalise», más allá de la sala de la Cruz. 4) Galería de los Ingleses. Esta zona, llamada también «cueva Inferior», abarca todo el complejo de galerías subterráneas descubierto en 1974 por una expedición espeleológica del Shepton Mallet Caving Club (ver WOOD & MILLS, 1977). Se encuentra a un nivel verticalmente más profundo que la colada que incluye a la galería Breveritas Profunda. 5) Galería de Belén. Tramo existente entre la entrada de Belén y una estrecha gatera impracticable en los alrededores de la Huída de Rosendo, más al norte. 6) Galería de los Piquetes. Tramo desde la boca de los Piquetes hasta, aproximadamente, unos 250 metros más al norte. .. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - 4.Z.2. Té.cnlca de muestreo. Se empleó un método de muestreo que combina las capturas con trampas provistas de cebos atractivos, y la caza a vista. Algunos autores son contrarios al empleo de cebos atractivos en determinados estudios biológicos, pero nosotros optamos por ello tras diversas consideraciones. En primer lugar las poblaciones cavernícolas, al menos en los tubos volcánicos canarios, no son lo suficientemente grandes como para emplear un sistema de trampas de intercepcíón (sin cebo). en las que sólo interviene el azar en el encuentro de un animal con la trampa. Conscientes de que el empleo de cebos entraña cíerta discriminación en las capturas, puesto que unos animales son más atraídos que otros, decidimos subsanarlo en lo posible utilizando de forma combinada cebos diferentes, con distintos modelos de trampas. Por otra parte, esta misma escasez de individuos hace que un muestreo a vista sea insuficiente por sí mismo, y probablemente poco significativo al influir en él la subjetividad delcolector en su método, o incluso la distinta posibilidad de acceder con mayor o menor éxito a determinados hábitats. También, las posibilidades de sobremuestreo de unas zonas respecto a otras son grandes, pues el muestreo .implica levantar piedras, escarbar en sedimentos, desgajar raíces, etc., técnicas difícilmente cuantificables para que haya homogeneidad. Sin Fig. 7.- Los dos modelos de trampa empleados en los muestreos, en dibujo superior de tipo pitfall y en el inferior de tipo botella. embargo, el muestreo a vista es necesario, ya que hemos comprobado que ciertas especies no caen en ningún tipo de trampa (v.gr. arañas sedentarias). Así pues, combinando el muestreo a vista y el trampeo con cebos pensamos que cubriríamos un mayor espectro de posibilidades, teniendo en cuenta la mencionada escasez de la fauna. De todos modos, lo más probable es que aún así siempre perdure alguna diferencia entre los resultados obtenidos y la situación real del ecosistema. Como la metodología seguida es igual en todas las estaciones, consideramos que el posible error persistente se mantiene por igual en todas las zonas sometidas a comparación. Mientras el error sea constante y más o menos conocido, será posible la comparación entre unas galerías y otras; en caso contrario, los resultados podrían resultar sesgados como consecuencia de la propia metodología empleada, y determinar conclusiones erróneas. De todos los cebos que conocemos, uno de los más eficaces es la solución de Turquin 1 Sin embargo, tampoco es perfecta y algunos grupos, como los Cixiidae o ciertas arañas, no resultan atraídos. Otro cebo que según nuestra experiencia se ha revelado como de los más eficaces es la carne de hígado, sobre todo cuando con el tiempo comienza a pudrirse. Decidimos utilizar ambos, pero en una misma trampa para que sus etectos respectivos actuaran conjuntamente. . ..... . · .. : ... .. · ' f ' • • ~ I •' ·: .·:'. •.' .: ....... ·: ~. ,__ __ , ·· .. · .... :. : .... . .. ~. . . . '.' . . . ... . . .. : . . ~... . '. : . ..... ~. ~ " ·. : :' .; . . .. ·~ ·.. ..· ·. :.·: ........ :.'. ~· ',. ' . Esta solucíón ínventada por M. J. Turquin (1973), ya ha sído probada con éxito en múít1p'es ocasiones. Su composíc1ón es 1000 mi. de cerveza, 5 mi. de ácido acético. 2 mi. de lormoí y 10 g. de hidrato de cloral. Tiene la ventaia de atraer, matar y fi1ar a los animales captwrados. Su PW\c1pal defecto está en que cuando los animales permanecen un tiempo p•olongado P'\mersos en e! líquido, se reblandecen en exceso, dificultando su conservacíón futura. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Como la forma de la trampa también influye en su eficacia, escogimos dos tipos diferentes que se habían utilizado con éxito en otras experiencias. Por un lado están las trampas pitfall, ya conocidas desde antaño (BARBEA, 1931 ), que fueron las empleadas en el muestreo de 1982; y por otro lado las trampas de botella (fig.7). Las trampas pitfall (P) consistían en un recipiente cilíndrico en cuyo interior se vertían 100 cm3 de solución de Turquin, y un poco por debajo de la boca se colocaban 2 g de hígado sujeto mediante un alambre. Las trampas de botella (B) consistían en una botella plástica en cuyo interior se colocaban los mismos cebos. L ~ botella se enterraba en el suelo con una inc. .ación de unos 60°; cuando los sedimentos eran escasos, construíamos en su boca una rampa artificial de tierra y piedras (fig. 7). En cada lugar donde se colocó una trampa se hizo un muestreo a vista de 1 O minutos de duración para complementar los resultados de las capturas con trampa. En general, la experiencia resultó positiva, y muy pocos grupos animales de los conocidos en la cueva escaparon al muestreo. Sin embargo, es imposible determinar si hubo sesgo o no en las proporciones relativas de cada uno. E.1 el caso de que así fuera -cosa probable por cierto-, éste sería el mismo en todas las estaciones. dado que la metodología de muestreo se mantuvo siempre igual. El que en unas galerías se colocara distinto modelo de trampas y en diferente canti- Tabla 111.· Relación de trampas colocadas de cada tipo. dad, dependía del tipo de comparación que queríamos realizar. No se trataba de comparar cada galería con todas la demás; la mayoría de las comparaciones se hicieron dos a dos y cuidando en todos los casos que una galería no estuviera sobremuestreada respecto a la otra. 4.Z.S. Calendarlo de muestreo. Todas las trampas permanecieron colocadas unas tres semanas; en unos casos fueron 20 días, y en otros 21 días, dependiendo de que se instalaran por la mañana o por la tarde. El tiempo real que estuvieron colocadas fue aproximadamente de 490 horas. Las fechas exactas de instalación y recogida se indican en la tabla IV. 4.2.4. Anállsls de las muestras y determinación. Una vez recogidas las trampas y anotados los resultados del muestreo a vista. el trabajo continuaba en el laboratorio. El contenido de cada trampa se analizaba cuidadosamente, contabilizándose el número de especies y ejemplares en cada una. Luego, se montaban los ejemplares en alfileres entomológicos o se conservaban en frascos con alcohol de 70º, y tras ser registrados con una numeración determinada, se depositaban en la colección de especies cavernícolas del GIET. El siguiente paso era la identificación de especies, para lo cual las muestras se distribu- GALERIA TRAMPAS PITFALL TRAMPAS BOTELLA Breveritas Inferior 10 Breveritas Superior 10 Breveritas Profunda 10 10 Ingleses 10 10 Piquetes 5 5 Belén 10 - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - Tubla lv.- Fechas de instalación y recogida de trampas. GALERIA INSTAlACION Breveritas Inferior 12-V-1987 Breveritas Superior 8-V-1987 Breveritas Profunda 8-V-1987 Ingleses 2-V-1987 Piquetes 12-V-1987 Belén 14-V-1987 yeron entre los distintos especialistas, según se indica a continuación: Gasterópodos (M.R. Alonso y M. lbáñez) Araneidos (J.L. Martín) Pseudoescorpiones (J.L. Martín y C. Ribera) Isópodos (R. Rodriguez Santana) Sínfilos (J.L. Martín) Diplópodos (J.L. Martín) Quilópodos (J.L. Martín) Colémbolos (A. Fjellberg) Blatarios (J.L. Martín e l. Izquierdo) Homópteros (J.L. Martín) Coleópteros (P. Oromf y J.J. Hernández) Dípteros (M. Báez) Himenópteros (P. Oromíl Tyrannochthonius superstes es un pseudoscorpión troglobio, considerado relíctico por la ausencia de otras especies del género en ambientes epigeos en las islas (foto: Isaac Izquierdo). RECOGIDA NºDIAS 1-Vl-1987 21 26-V-1987 20 26-V-1987 20 21-V-1987 20 1-Vl-1987 21 3-Vl-1987 21 4.2.5. Tratamiento de los da tos. No todas las trampas colocadas resultaron utilizables, ya que algunas fueron volteadas bien por roedores o por personas que visitaron la cueva. Así pues, el muestreo no fue idéntico en todas las galerías estudiadas. Para homogeneizarlo, decidimos eliminar los resultados de algunas trampas en las galerías sobremuestreadas, de forma que el número de trampas por galería fuera el mismo. Como criterio general, las trampas a eliminar fueron siempre las más distantes de la boca, independientemente de su contenido. El recorte de estaciones no fue igual en todas las galerías; mientras en algunas se eliminó hasta la ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Dysdera unguimannis es la más troglomorfa de todas las especies canarias del género, que cuenta con unas 8 cavernícolas (Foto: Isaac Izquierdo). mitad de las trampas, en otras no se quitó absolutamente ninguna. Hemos diferenciado los resultados obtenidos del muestreo general, que llamaremos muestreo absoluto, de los del muestreo sin contabilizar las trampas eliminadas, que llamaremos muestreo relativo. A efectos comparativos, se han utilizado los resultados obtenidos con el muestreo relativo. El número de trampas considerado en el muestreo absoluto y el relativo, y dentro de este último, en cada comparación, queda reflejado en la tabla V. Para estudiar el <<efecto profundidad» se compararon los resultados obtenidos en los muestreos relativos de las galerías Breveritas Profunda e Ingleses. Esto se justifica porque ambas son similares en cuanto a los demás aspectos considerados de contaminación y tránsito, y el no estudiado de distancia a la boca. Se diferencian, sin embargo, en que la galería de los Ingleses transcurre a mayor profundidad vertical en el subsuelo que la galería Breveritas Profunda. Para estudiar el «efecto tránsito» se compararon los resultados obtenidos en los muestreos relativos de las galerías Breveritas Tabla V.- Número de trampas consideradas en el muestreo. Las casillas rellenas dentro de una misma columna indican qué galerias se compararon, y la cifra y la letra se corresponden con el número y el tipo de trampas. p: pitfall; b: botella. GALERIAS MUESTREO MUESTREO RELATIVO Efecto Efecto Efecto Trampas MUESTREADAS ABSOLUTO profund. tránsito contamin. Breveritas inferior 10b 5b Breveritas superior 6b 6b Breveritas profunda 6p+8b 6p+8b 6p+6b Ingleses 10p+10b 6p+8b 10p+10b Piquetes 5p+5b 5b 4p+4b Belén 10b 6b 5b - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - Superior y Belén. Esto se justifica en que ambas eran similares en cuanto a los demás aspectos considerados de contaminación2 y profundidad vertical, y el no estudiado de distancia a la boca. Sólo se diferencian en que la galería de Belén apenas es visitada, y la galería Breveritas Superior es transitada con relativa frecuencia. Esta última es con toda certeza la parte más visitada de la cueva del Viento. Para estudiar el «efecto contaminación» se compararon los resultados obtenidos en los muestreos relativos de las galerías de Piquetes, Breveritas Inferior y Belén. Esto se justifica porque las tres son similares en cuanto a los demás aspectos considerados de tránsito y profundidad vertical, y el no estudiado de distancia a la boca. Sólo se diferencian en que Piquetes sufre un elevado aporte de vertidos orgánicos (aguas fecales) procedentes de las casas superficiales; en Breveritas Inferior estos vertidos también existen, pero en menor intensidad; y en Belén no había ninguno, al menos de forma apreciable2 • Para estudiar las eficacias parciales de los dos tipos de trampas empleados. se compararon independientemente los resultados de los muestreos relativos, considerando separadamente cada tipo de trampa en cada una de las galerías siguientes: Breveritas Profunda, Ingleses y Piquetes. Las diferencias globales entre cada una de las otras tres galerías determinó que no se hiciesen comparaciones entre ellas. Por último, para la comparación general Fig. 8.- Diversidades obtenidas por el índice de ShannonWiener en los muestreos ab-soluto y relativo en las distin-tas galerías. entre los resultados de nuestro muestreo y los del realizado en 1982, se utilizaron los datos provenientes del muestreo absoluto. Para analizar en qué medida el tamaño de la muestra, o lo que es similar, la intensidad del muestreo influye en la variación del índice de diversidad empleado, se compararon los datos del muestreo absoluto con los del muestreo resultante de considerar sólo cinco trampas de tipo botella en cada galería. Tratamiento matemático de los datos Los resultados obtenidos en los muestreos tanto absoluto como relativo, se sometieron a diversos cálculos con índices matemáticos. Para las comparaciones efectuadas entre unas galerías y otras, y entre nuestro muestreo y el de 1982, se utilizaron dos índices: el de Diversidad de Shannon-Wiener y el de Equitatividad. Para el estudio sobre el estado de conservación de cada especie, se utilizó el Indice Porcentual de Estado (IPE). Para el estudio de la organización del ecosistema según los grupos alimenticios correspondientes. se utilizó el Indice de Constancia. El índice de diversidad de ShannonWiener se ha utilizado en otras ocasiones en estudios similares al nuestro (BELLÉS, 1978; GIBERT, MATHIEU & REYGROBELLET. 1975; MARTIN, OROMI & BAROUIN, 1985; MARTIN & OROMI, 1986). Tiene entre otras ventajas, E::::lAbsoluto CRelativo ' En la actualidad la galería Belén está considerablemente contamínada, debído a un vertido de aguas fecales de una vívienda. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. que el tamaño de la muestra le afecta menos que a los demás índices conocidos, siempre que no sea excesivamente pequeña. El efecto de la intensidad de muestreo tampoco es muy importante, de modo que permite la comparación de los resultados obtenidos en dos muestreos diferentes incluso utilizando diferentes metodologías. Para comprobar en qué medida esto era cierto, comparamos los resultados obtenidos en el muestreo absoluto con los resultantes de considerar solamente cinco trampas de tipo botella (tablas IX, XVI, XVII, XXI, XXII y XXIII) (fig. 8). El tamaño de la muestra, así como la intensidad del muestreo, fueron mayores en el «muestreo absoluto» que en el «muestreo relativo)). Las diversidades fueron diferentes sobre todo en Belén, Breveritas Inferior e Ingleses. Sólo en el caso de la galería de los Ingleses puede argumentarse que la muestra -demasiado pequeña al considerar sólo 4 trampas botella - pudo ser la causa de esta disimilitud; en las otras dos galerías no fue así. La única posibilidad restante es achacar las diferencias observadas a las distintas metodologías: muchas trampas de dos tipos en el caso del muestreo absoluto, y sólo cinco trampas del mismo tipo en el caso del muestreo relativo. A la luz de estos datos, parece que el índice de ShannonWiener no es tan independiente del muestreo como habíamos supuesto. Esto nos obligará, siempre que comparemos los datos de dos muestreos distintos, a analizarlos con cierta precaución. La fórmula del índice de Shannon-Wiener es: H -p I Log2 p siendo «p)) la probabilidad de que un individuo cualquiera pertenezca a una especie concreta, o lo que es lo mismo: p = (nº exx. de una especie) / (nº total exx.) La diversidad máxima que puede alcanzar una población depende del número de especies y viene dada por la fórmula: siendo «S)) el número máximo de especies. Estos dos índices se relacionan entre sí bajo el nombre de Indice de Equitatividad, que se define como un indicador de la uniformidad de los individuos de las especies. Cuando la equitatividad es 1, la diversidad obtenida se corresponde con la máxima posible y todas las especies están representadas por igual cantidad de ejemplares en la muestra. La fórmula de la equitatividad es: La diferencia entre Hmax y H nos da un valor que expresado en porcentaje podríamos definir como la distancia entre el estado actual del ecosistema y su estado óptimo. Un ecosistema con una baja equitatividad se tratará entonces de un ecosistema deteriorado (si las posibles razones son de tipo artificial} o empobrecido (si son de tipo natural), que se encuentra lejos de su estado óptimo. Esto será de especial importancia para cuantificar en qué medida los factores estudiados influyen en la variación del ecosistema subterráneo. El Indice de Constancia se define del mismo modo que el valor «p)) de la fórmula del Indice de Shannon, pero como es porcentual, se ha de multiplicar por cien. Nos indica la frecuencia de una especie dentro de la muestra obtenida. El Indice Porcentual de Estado (IPEl lo definimos como el grado de conservación de la especie, es decir, el «estado)) en que ésta se encuentra en el ecosistema, desde el punto de vista de su conservación. El IPE es el resultado de combinar por igual dos aspectos relativos a la distribución de cada especie: 1) su Indice de Constancia (IC) y 2) su grado de ubiquidad o Indice de Dominancia. Este último es el número de estaciones, respecto al total. en que se encontró una especie concreta. - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. .. La fórmula del IPE se desarrolla del modo siguiente: N. E. IPE1•1 = [( - + - ) : 2 l . 100 Nt Et N a E. IPE1•1 = 50 . + 50 . Nt Et y dado que N a E. -- =le /100 y -- - Id Nt Et se deduce que IPE1•1 = 0.5 . le + (50 . Id) Uno de los troglobios más frecuentes en la cueva del Viento es la cochinilla Venezillo tenerifensis, totalmente blanca y desprovista de ojos (Foto: Pedro Oromí). A partir de este índice surge el concepto de especie representativa, llamándose así a las del IPE más alto. Dos comunidades similares han de tener las mismas especies representativas, puesto que la desaparición o aparición de alguna de ellas implica una remodelación de la malla de relaciones ecológicas entre todas las demás con la primera. De este modo, comparando los IPE de dos muestras de un mismo ecosistema pero pertenecientes a diferentes épocas, podemos obtener una idea aproximada de su grado de modificación, si es que lo ha habido. 4.3. RESULTADOS 4.3. 1 . Catailogo faunístlco. En la tabla VI se relacionan todas las especies colectadas hasta la fecha en la cueva del Viento. Las marcadas con un asterisco se capturaron en el estudio de 1987, y las demás se conocen de estudios anteriores o posteriores. Para cada especie indicamos además de su posición sistemática, datos concernientes a su adaptación ecológica3 y a su régimen trófico4 • En la tabla VI 1 se indican las proporciones absolutas de cada grupo trófico, para cada una de las categorías adaptativas. 3 . Hemos adoptado la clasificación de Schiner-Racovitza, que divide las especies cavernícolas en cuatro categorías: troglobios, troglófilos, trogloxenos y accidentales (trogloxenos accidentales)(JEANNEL, 1943). • . Sólo en los casos de las especies accidentales omitimos este último dato, pues son animales que por lo general no intervienen en la malla trófica del ecosistema de la cueva. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Sin duda los animales más representativos de la fauna troglobia canaria son las cucarachas del género Loboptera, de las que L. troglobia es la más adaptada (Foto: Isaac Izquierdo). Blaniulus guttulatus. a pesar de carecer de ojos y estar muy poco pigmentado, es un diplópodo troglófilo corriente también en cuevas europeas (Foto: Pedro Oromí). - · ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - Tabla VI.- Relación de especies conocidas de la cueva del Viento. Las especies encontradas en el estudio de 1987 están indicadas con un asterisco (•). ESPECIES OLIGOCHAETA Gen. sp. indet. * GASTROPODA Orden STYLOMATOPHORA Fam. Zonitidae Oxych!lus a/liarius (Miller) * ARACHNIDA Orden ACARINA Gen. sp. indet. * Orden PSEUDOESCORPIONES Fam. Chthoniidae Chthonius ischnocheles (Hermann) * Tyrannochthonius superstes Mahnert Geogarypus canariensis (Tullgren) Orden ARANEAE Fam. Dysderídae Dysdera volcania Ribera, Ferr. y Blasco * Dysdera unguimmanis Ribera, Ferr. y Blasco Dysdera esquive ti Ribera y Blasco Dysdera ambulotenta Ribera, Ferr.& Blasco Dysdera labradensis Wunderlich Fam. Argiopídae Meta menardi (Latreille) * Meta sp. * Fam. Sparassidae Gen. sp. índet. Olios sp. Fam. Linyphiidae Troglohyphantes oromii(Ribera y Blasco) * Leptyphantes rubens Wunderlích Walckenaeria sp. Fam. Clubionídae Agraecina canariensis Wunderlich * CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA Y móFICA Trogloxeno accidental Troglófilo; Omnívoro Indeterminado; Zoófago Troglófílo; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófi!o; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Zoófago Trogloxeno; Zoófago Trogloxeno; Zoófago Troglobio; Zoófago Trogloxeno; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. ESPECIES Fam. Nesticidae Canaríonestícus sp. Eidmanella pal/ida (Emerton) Fam. Pholcidae Pholcus opílionoides (Schrank) Pholcus omatus Bosenberg CRUSTACEA Orden ISOPODA Fam. Armadillidiidae Eluma purpurascens B. L. * Fam. Armadillidae Venezillo tenerifensís Dalens Fam. Porcellionidae Porcellio martini Dalens * Porcellionides Metopornothus) sp. * Fam. Trichoniscidae Trichoniscus bassotíVandel * MYRIAPODA Orden SYMPHYLA Fam. Scutigerellidae Scutigere!la armata Hansen * Orden DIPLOPODA Fam. Blaniulidae Blaniulus guttulatus (Base) * Choneíulus palmatus (Nemec) Fam. lulidae Ommatoiulus moreleti (Lucas) Fam. Polydesmidae Gen. sp. indet. * Orden CHILOPODA Fam. Cryptopsidae Cryptops sp. * Fam. Himantaridae Haplophilus dímídíatus Meinert * Fam. Uthobiidae Lithobius pílicornis Newport * Lithobius speleovulcanus Serra CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA Y TRÓFICA Troglobio; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Saprófago Troglobio; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Troglófilo; Saprófago Troglófilo; Saprófago Trogloxeno Accidental Troglófilo; Rizosapr. Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno Accidental Troglófilo; Saprófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglófilo; Zoófago Troglobio; Zoófago - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - ESPECIES Fam. Scutigeridae Scutigera coleoptrata (L.) HEXAPODA Orden COLLEMBOLA Fam. Sminthuridae Arrhopalites caecus (Tullberg) Disparrhopalites patrizii (Cass.& DeL) * Fam. Entomobryidae Pseudosinella sp. 1 * Pseudosinel/a sp. 2 * Troglopedetes sp. Lepidocyrtus curvicollis Gisin * Heteromurus nitidus (Templeton) * Fam. Hypogastruridae Hypogastrura denticulata (Bagnal) Fam. Onychiuridae Onychiurus ghidiniDenis * Orden DIPLURA Fam. Campodeidae Campodea sp. Orden BLATIARIA Fam. Blattellidae Loboptera subterranea Martín y O romí* Loboptera troglobia Izquierdo y Martín Orden PSOCOPTERA Gen. sp. indet. Orden HOMOPTERA Tachycixius lavatubus Remane y Hoch * Orden COLEOPTERA Fam. Carabidae Wolltinerfia martini (Machado) * Wo/ftinerfia tenerifae (Machado) Lymnastis subovatus Machado Lymnastis thoracicus Machado Dicrodontus brunneus Dej. * Fam. Staphylinidae Atheta sp. * Aloconota philonthoides (Wollaston) CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA Y TRÓFICA Troglófilo; Zoófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Troglobio; Saprófago Troglobio; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Zoófago Troglobio; Omnívoro Troglobio; Omnívoro Trogloxeno accidental Troglobio; Rizófago Troglobio; Zoófago Troglobío; Zoófago Troglobío; Zoófago Troglobio; Zoófago Trogloxeno; Zoófago Trogloxeno; Zoófago Trogloxeno; Zoófago ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. ESPECIES Apteranopsis outere/oi Gamarra y Hdez. * Domene alticola Oromí y Hernández Domene vu/canica Oromí y Hernández Fam. Colydiidae Anommatus duodecimstriatus (Müller) Fam. Cryptophagidae Cryptophagus impressus Woll. * Cryptophagus distinguendus Sturm Fam. Rhizophagidae Rhizophagus ferrugineus Paykull Fam. Curculionidae Laparocerus el/ipticus Woll. * Orden LEPIDOPTERA Fam. Noctuidae Schrankia sp. * Hypena obsitalis Hbn. Fam. Geometridae Gen. sp. indet. * Orden DIPTERA Fam. Psychodidae Pericoma sp. Fam. Trichoceridae Tr.ic hocera sp. Fam. Sciaridae Gen. sp. indet. * Fam. Phoridae Megase/ia bistruncata Schmitz Megase/ia rufipes Meigen Megaselia sp. * Suillia oceana Becker Fam. Calliphoridae Cal/iphora vicina Rob.Desv. Fam. Sphaeroceridae Gen. sp. indet. * Orden HYMENOPTERA Fam. Braconidae Gen. sp. indet. * CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA Y móFICA Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago Troglobio; Zoófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Troglófilo; Saprófago Troglófilo; Zoófago Trogloxeno accidental Troglobio(?); Rizófago Trogloxeno; Rizófago Indeterminado; Rizófago Trogloxeno; Saprófago Troglófilo; Zoófago Trogloxeno; Saprófago Troglófilo; Saprófago Troglófilo; Saprófago Troglófilo; Saprófago Trogloxeno Accidental Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Saprófago Trogloxeno; Zoófago - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - Tubla VII.- Proporciones absolutas de cada grupo trófico para cada una de las categorías adaptativas. RIZO FAGOS RIZO-SAPR. OMNIYOROS SAPROFAGOS ZOOFAGOS TOTAL TROGLOBIOS 2 o TROGLOFILOS o 1 TROGLOXENOS 1 o ACCIDENTALES - - INDETERM. 1 o TOTAL 4 1 Los resultados del muestreo faunístico quedan pormenorizados en la tabla VIII, tras el análisis detallado de las capturas mediante trampas y a vista. Los datos aquí reunidos constituyen el que 2 3 17 24 1 8 14 24 o 15 8 24 - - - 6 o o 1 2 3 26 40 80 hemos llamado muestreo absoluto. En el apéndice A se exponen las tablas del muestreo relativo, según cada uno de los casos considerados, tal y como se indicará en cada apartado. Tabla VIII.- Resultados del muestreo absoluto en toda las galerías estudiadas, cueva del Viento. PIQUET: Piquetes; BREVSU: Breveritas Superior; BREVIN: Breveritas Inferior; BREVPR: Breveritas Profunda; INGL: Ingleses; IC: índice de constancia; PRS: cantidad de galerías en que apareció la especie; IPE: índice porcentual de estado. ESPECIE BELEN PIQUET BREVSU BREVIN BREVPR INGL TOTAL IC PRS IPE Oligochaeta índet. o o 1 3 o o 4 0,26 2 16,80 Oxychílus alliaríus 29 2 1 23 o o 55 3,63 4 35, 15 Acarína índet. 2 o 1 o o o 3 0,20 2 16,77 Chthonius ischnocheles o o 1 o o o 1 0,07 1 8,37 Meta menardi o o 1 o o o 1 0,07 1 8,37 Meta sp. o o o 3 o o 3 0,20 1 8,43 Agraecína canariensís 2 o o 2 o o 4 0,26 2 16,80 Dysdera volcania 1 1 1 1 o o 4 0,26 4 33,47 Troglohyphantes oromii o o o o 1 o 1 0,07 1 8,37 Araneido indet. o o o 1 o o 1 0,07 1 8,37 Eluma purpurascens 29 2 20 45 o o 96 6,33 4 36,50 Porcellionides sp. o 1 o o o o 1 0.07 1 8,37 Porcellio martiní o o o o 1 o 1 0,07 1 8,37 Tríchoníscus bassoti 23 o o 4 o o 27 1,78 2 17,56 Scut1gerella armata 3 o 1 o o o 4 0,26 2 16,80 Blaniulus guttulatus 127 o 16 64 2 1 210 13,85 5 48,59 Polydesmidae índet. 20 o o o o o 20 1,32 1 8,99 Cryptops sp. o o o o 1 o 1 0,07 1 8,37 Líthobius pílicornis 3 o 1 2 o o 6 0,40 3 25,20 Haplophílus dímídiatus 1 o o o o o 1 0,07 1 8,37 Lithobius sp. o 1 o 2 o o 3 0,20 2 16,77 Lepídocyrtus curvícollís 2 o o o o o 2 O, 13 1 8,40 Pseudosinella sp. 1 o 1 o o 3 12 16 1,06 3 25,53 Pseudosinella sp. 2 o o o o o 2 2 0, 13 1 8,40 Disparrohopalites patrizíi o 4 o o o o 4 0,26 1 8,47 Onychiurus ghidini 4 o o o o o 4 0,26 1 8,47 Heteromurus nitidus 3 o o o o o 3 0,20 1 8,43 Loboptera subterranea 29 8 28 20 72 16 173 11,41 6 55,71 Tachycixius lavatubus o o o 1 o o 1 0,07 1 8,37 Wolltinerfia martiní 5 o 2 o 8 14 29 1,91 4 34,29 Cryptophagus ímpressus o o 2 o 1 o 3 0,20 2 16,77 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. ESPECIE BE LEN PIOUET BREVSU Rhizophagus ferrugineus o o o Dicrodontus bruneus o o 1 Laparocerus ellíptícus 1 o o Atheta sp. 5 o o Apteranopsis outereloí o o o Megaseha sp. 9 236 50 Sphaeroceridae índet. o 16 o Calliphora vícina 9 2 o Sciaridae 1ndet 2 o o Braconidae índet. o 2 o Schrankia sp. 15 o o Geometridae índet. 1 o o TOTAL 325 276 127 DIVERSIDAD TOTAL = 2,888 EOUITATIVIDAD TOTAL = 0,307 NÚMERO DE ESPECIES = 43 4.3.Z. Catálogo botánico. A continuación detallamos las especies vegetales colectadas en las diferentes entradas de la cueva del Viento. De cada especie damos su posición sistemática, y siempre que lo consideremos interesante, otros datos relativos a su ecología y distribución5. DIVISION BRYOPHYTA CLASE MARCHANTIOPSIDA Orden MARCHANTIALES Fam. Aytoniaceae Rebou//a hemisphaerica (L.) Raddi Ecología: terrícola, esciáfila. Orden JUNGERMANNIALES Fam. Radulaceae Radula lindenbergiana Gott. ex Hartm. Ecología: saxícola. escíáfila. generalmente se desarrolla en bosques de laurisilva y fayal-brezal. Fam. Frullaniaceae Frullania teneriffae (F. Web.) Nees Ecología: saxícola, foto-esciáfila. CLASE BRYOPSIDA Orden FISSIDENTALES Fam. Fissidentaceae Fissidens viridulus (Sw.) Wahlenb. BREVIN BREVPR INGL TOTAL IC . ·-- -- - o 18 o 18 1, 19 1 8.93 o 1 o 2 0,13 2 16,73 o o o 1 0,07 1 8.37 1 o o 6 0.40 2 16,86 o o 1 1 0,07 1 8,37 54 82 284 715 47,16 6 73,58 4 o o 20 1,32 2 17,33 o 30 o 41 2,70 3 26,35 o o o 2 º· 13 1 8.40 o o 7 9 0,59 2 16,96 1 o o 16 1,06 2 17, 19 o o o 1 0.07 1 8.37 231 220 337 1516 Ecología: terrícola, escíáfila, frecuente en las cuevas húmedas de las Islas Canarias. Orden DICRANALES Fam. Dícranaceae Campylopus fragilis (Brid.) B.S.G. Ecología: terrícola, esciáfila. Orden POTIIALES Fam. Pottiaceae Pottia sp. Tortel/a nítida (Lindb.) Broth. Ecología: saxícola, foto-esciáfila. D1dymodon australasiae (Hook. y Grev.) Zander Ecología: terrí-saxícola, esciáfila. Orden BAYALES Fam. Bryaceae Schwaegr. Epipterigium tozeri(Grev.) Lindb. Ecología: terrícola, esciáfila. higrófila. Bryumsp. Orden HYPNOBRYALES Fam. Brachythecíaceae Scleropodium tourettii(Brid.) L. Koch Ecología: terri-saxícola, fotófila. Ampliamente distribuida en Canarias, alcanza su óptimo en los bosques de fayal-brezal. Eurhynchium praelongum (Hedw.) B.S.G. Ecología: saxícola. esciáfila, higrófila. Frecuente en cuevas húmedas. En el exterior se desarrolla en los bosques de laurisilva y fayal-brezal. 5 . La ordenación sistemática y nomenclatura de taxones se ha elaborado a partir de CASAS (1981), para los musgos, y de GROLLE (1983), para las hepáticas. En el caso de las fanerógamas y helechos, la ordenación sistemática es alfabética a nivel de familias y géneros. La determinación de las especies y los comentarios ecológicos son resultado del estudio realizado por J.M. Gorizález Mancebo del Dpto. Botánica de la Universidad de la Laguna. - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - DIVISION POLYPODIOPHYTA Orden FILICALES Fam. Aspleniaceae Asplenium hemionitis L. Ecología: terrícola, esciáfila, higrófila. Especie propia de bosques de laurisilva. Asplenium onopteris L. Ecología: terrícola, fisurícola, esciáfila, higrófila. En general muy extendida por las zonas húmedas, especialmente en bosques de laurisilva y fayal-brezal. Fam. Polypodiaceae Polypodium macaronesicum Bobrov. Ecología: terrícola, fisurícola, fotoesciáfila. Fam. Hypolepidaceae Pteridium aquJ/inum (L.) Kuhn Ecología: especie nitrófila, muy abundante en zonas de medianías húmedas previamente roturadas por el hombre. CLASE ANGIOSPERMAS Orden CORNALES Fam. Apiaceae Drusa glandulosa (Poir) Bornm. Ecología: terrícola, foto-esciáfila. Es una planta frecuente en bordes de carreteras en el piso termocanario húmedo, por lo que se la puede considerar como subnitrófila o incluso nitrófila. Orden ASTERALES Fam. Asteraceae Andryala pinnatifJda Ait. Ecología: terrícola, foto-esciáfila. Planta propia del piso termocanario húmedo que se encuentra con frecuencia en bordes de carreteras y terrenos intervenidos por el hombre. Se puede considerar también como sub-nitrófila. Orden SAXIFRAGALES Fam. Crassulaceae Aichryson laxum (Haw.) Bramw. Ecología: terri-saxícola, rupícola, esciáfila. Normalmente se encuentra en paredes naturales o artificiales en los pisos infra y termocanario húmedos. Distribución: endemismo de Canarias. Umbllicus horizontalis (Guss.) DC. Ecología: terri-saxícola, foto-esciáfila, rupícola. Se encuentra en paredes naturales y artificiales de los pisos infra y termocanario húmedos, pudiéndose considerar como subnitrófila. Orden FABALES Fam. Fabaceae V1óa sp. Orden GERANIALES Fam. Geraniaceae Geranium purpureumVill. Ecología: terrícola, foto-esciáfila, nitrófila. Pelargonium sp. Orden URTICALES Fam. Moraceae Ficus canea L. Ecología: planta introducida en Canarias con fines de explotación agrícola. Orden RANUNCULALES Fam. Ranunculaceae Ranunculus cortusifolius Wiid. Ecología: terrícola, foto-esciáfila. Planta abundante en el piso termocanario húmedo, sobre todo en las zonas de dominio del bosque de la laurisilva. Orden ROSALES Fam. Rosaceae Rubus inermis Pourr. Ecología: terrícola, foto-esciáfila y de carácter nitrófilo. Orden GENCIANALES Fam. Rubiaceae Galium aparine L. . Ecología: terrícola, esciáfila, nitrófila. Orden URTICALES Fam. Urticaceae Urt1ca urens L. Ecología: terrícola, foto-esciáfila, nitrófila. 4.3.3. Consideraciones sobre la vegetación de las entradas de la cueva. Siguiendo la clasificación propuesta por DOBAT (1970) y SCHEFF (1976). hemos considerado tres regiones en las entradas de la cue-va: a) Zona externa. Se encuentra bajo la influencia de la luz directa y sometida a las candi- ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. dones climáticas generales de la zona. En este caso, sólo hemos considerado las regiones externas que formaban parte del tubo de lava. b) Zona de entrada. Comienza justo en el lugar donde la precipitación ya no es directa, pero sí recibe la luz de forma directa, al menos en algunas horas del día. c) Zona de transición. Está permanentemente sometida a luz indirecta. que puede ser más o menos tenue, dependiendo de las características topográficas de cada entrada. A continuación detallamos la flora encontrada en cada una de las tres regiones. 4.3.3.1. Zona externa. Sólo la hemos estudiado en las entradas de Breveritas y de la galería Belén. Entrada de las Breveritas. En la base de esta zona, con abundante sustrato terroso, aparecen fundamentalmente plantas vasculares: Hedera helix, Mercurialis annua, Drussa glandulosa. Geranium purpureum. Urtica urens, Galium aparine, Rubus inermis, Ranunculus cortusaefolius, Andriala pinnatiftda, Aichryson laxum, Pelargonium sp., Ficus carica, Polypodium macaronesicum y Pteridium aquilinum. Las dos últimas también enraízan en el exterior, pero parte de su follaje se encuentra en esta zona, contribuyendo a aumentar la umbría. En las partes desprovistas de fanerógamas se encuentran algunos briófitos: Fissidens virtdulus, Epipterygium tozeri y Scleropodium touretti En las paredes aparecen sobre todo líquenes del género Lepraria. y los briófitos Reboulia hemisphaerica, Frullania teneriffae, Scleropodium touret1i; Tortella nittda y Radula lindenbergiana. Entrada de Belén. Esta entrada, de pequeñas dimensiones. tiene menor riqueza florística. En el suelo aparecen sólo dos especies de helechos, Asplenium hemionitisy Asplenium onopteris, además de algunos brotes de Rubus inermis. En las paredes dominan líquenes del género Lepraria, y se encuentran además dos especies de briófitos, Campylopus fragilis y Reboulia hemisphaerica. 4.3.3.2. Zona de entrada. Estudiada en las tres entradas inferiores de la cueva. Entrada de las Breveritas. Aquí la zona de entrada ocupa una superficie muy reducida, debido sobre todo a las escasas dimensiones de la boca. El recubrimiento vegetal no es por tanto muy rico, estando constituido por algunas fanerógamas (Urtica urens, Drussa glandulosa y Hedera heli'>d que ocupan la base. En las paredes aparecen sólo líquenes del género Lepraria y el musgo Eurhynchium praelongum. Entrada de Belén. Prácticamente carece de zona de entrada debido a las pequeñas dimensiones de la boca. Sólo aparecen algunas plántulas de l.1Cia sp. Entrada de los Piquetes. La zona de entrada en esta cavidad también es muy pobre en vegetación, debido sobre todo a que parte de ella está ocupada por basuras de origen alóctono. En la base se encuentran plántulas de l.1óa sp., Rubus inermis y dos especies de musgos, Dtdymodon australas1ae, Pottia sp. y Bryum sp.; este último apareció además en las paredes, acompañado de Umbllicus horizontalis, Polypodium macaronesicum y Aichryson laxum. 4.3.3.3. Zona de transición. Sólo se estudió en las entradas de las Breveritas y Piquetes. La primera, y por razones similares a las señaladas para la zona de entrada, es también muy pobre florísticamente, sólo se encontraron gunas algas cianofitas en bloques de desprendimiento. En los Piquetes, a pesar de las mayores dimensiones de la cavidad, la cantidad de basuras acumuladas es nuevamente la causa de la ausencia de vegetación. Sólo crece en las paredes el briófito Eurhynchium praelongum, y algas cianofitas que se entremezclan con líquenes del género Leprana. 4.3.3.4. Discusión El presente estudio ha permitido listar un total de 39 taxones en las tres entradas inferiores de la cueva del Viento, de los que 13 son fanerógamas, 4 helechos, y 12 briófitos (9 musgos y 3 hepáticas). En general, las fanerógamas se distribuyen fundamentalmente en las regiones externa y de entrada, en especial en la primera. Las especies colectadas denotan el alto grado de nitrofílización de las tres entradas. Del total de - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - plantas vasculares con flores, seis son nitrófilas (Mercurialis annua, Geranium purpureum, Urtica u re ns, Galium aparine, Rubus ulmifolius y l.1óa sp.) y cinco son endemismos canarios (Andryala pinnatifida, Drussa glandulosa, Ranunculus cortusaefolius, Aichryson laxum y Umbdicus horizontalis) que aparecen normalmente en bordes de carretera acompañando a algunas nitrófilas, por lo que podemos considerarlos también como tales. También hay una planta cultivada, Ficus carica, y una asilvestrada, Pelargonium sp. Los helechos encontrados (Polypodium macaronesicum, Asplenium hemionitis, Asplenium onopteris y Ptendium aqwlinum) tienen una distribución similar a la de las fanerógamas. Ocupan sobre todo la zona externa. Por último, del total de especies de briófitos, sólo el musgo Eurhynchium praelongum penetra hasta la zona de transición, mientras que los demás se concentran en la externa. 4.4. ANALISIS Y DISCUSION 4. 4. 1. Trampas utlllzadas y eficacia del muestreo. El tipo de trampas usado en un muestreo faunístico es siempre especialmente importante, pues de ello dependerá la fiabilidad de las conclusiones que se extraigan. Al igual que ocurre con los cebos, suele haber diferencias en las capturas con un modelo de trampas u otro. En nuestro caso escogimos dos trampas de eficacia probada por separado. Si comparamos los resultados obtenidos con cada una, podemos averiguar las diferencias entre ambas. Para comparar los resultados de cada muestreo, hemos utilizado las tablas X, XI, XII, XIV. XVI y XXIV. Los resultados en ellas indicados constituyen el muestreo relativo para este caso particular. Hemos agrupado las especies según los diferentes órdenes a las que pertenecen, para ver cual tiene predilección por cada modelo de trampa. Esto lo hicimos así puesto que es muy probable que el efecto de una trampa sea siempre igual para especies muy próximas como son las de un mismo género, y quizá ocurra algo similar con las especies de una misma familia. El porcentaje de cada orden en cada tipo de trampa se calcula sumando todos los IC de cada una de sus especies. Sólo consideramos los órdenes más abundantes a efectos de comparación, ya que en los restantes las diferencias no son significativas. Se consideraron los dípteros, blatarios, coleópteros y colémbolos. Los resultados obtenidos se reflejan en las figs. 9 y 1 O, pudiendo extraerse las siguientes conclusiones: a) Las trampas pitfall parecen ser más eficaces para la captura de colémbolos y dípteros que las de botella. En los colémbolos, la diferencia es muy clara; en cuanto a los dípteros la diferencia fue apreciable en Breveritas Profunda, menos en Piquetes y casi inexistente en Ingleses. b) Las trampas de botella parecen ser más eficaces que las de pitfall para la captura de blatarios y coleópteros. La diferencia es sobre todo muy clara para los blatarios. c) La diversidad de capturas con las trampas de botella es mayor que con las pitfall. Sólo en el caso de la galería de los Ingleses el muestreo con trampas pitfall registró una diversidad algo superior. Al parecer, las trampas de botella son algo más eficaces que las de pitfall, a pesar de su desventaja en cuanto a captura de colémbolos sobre todo. Ambas trampas se complementan bien para incrementar la eficacia del muestreo, y la suma de sus resultados posiblemente se aproxime más a la realidad que considerados independientemente. Otra forma de evaluar la eficacia del muestreo realizado era comprobando si el número de trampas utilizado fue suficiente. En la fig. 11 se representan las cantidades acumulativas de especies recolectadas en las distintas estaciones, analizando separadamente los datos de cada tipo de trampa en cada galería. En este caso se utilizaron los datos provenientes del muestreo absoluto. El concepto de «número mínimo de trampas » (NMT) se asemeja al concepto de «área mínima» (MARGALEF, 1980), definiéndose como la cantidad mínima de trampas que se necesita para muestrear casi todas las especies del ecosistema. A medida que se van incorporando nuevas estaciones y sumando las especies capturadas, cada vez aparecen menos especies nuevas, hasta que llega un momento ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. Coleóptero t PIQUETES INGLESES t BREVERITAS PROFUNDA 8 Fig. 9.- Porcentajes de captura de individuos de los órdenes más abundantes en las distintas galerías, con distinción del tipo de trampa empleado. t PIQUETES Colémbolo f INGLESES f BREVERITAS PROFUNDA C=.J TRAMPAS DE BOTELLA - TRAMPAS PITFALL INGLESES ( Díptero J· -------------------•l-llfll l!llllfl IN•GfLE PSIEQSU ETES BREVERITAS PROF en que es muy raro que aparezca alguna. La curva que se perfila es primero muy ascendente, y luego se estabiliza en un valor dado que se corresponde con el del NMT. Se superó el NMTtanto en los muestreos de la galería Belén (botellas) como en la de Ingleses (pitfall y botella por separado) y el de Breveritas Profunda (pitfall y botella. Obsérvese que la hilera de columnas se estabiliza horizontalmente antes de la última trampa. En las galerías Breveritas Superior, Breveritas Inferior y Piquetes, ignoramos si se alcanzó el NMT. puesto que la hilera de barras no llegó a estabilizarse al contabilizar la última trampa. De no haberse alcanzado este valor, es muy probable que colocando mayor número de trampas se hubiera capturado alguna especie más. Si ahora sólo consideramos las cinco primeras estaciones de cada galería, como se hizo en casi todos los muestreos relativos, los datos coinciden con el caso anterior. Se alcanzó el NMT en Ingleses (pitfall y botella), Belén (pitfall y botella) y Breveritas Profunda. Esto significa 2,5.------------------~ Fig. 10.- Variaciones de la diversidad en tres distintas galerías y según el tipo de trampas. Q; 5j 2 ~ e o e ~ 1,5 rJl .,; §_ u., u ·¡¡; Q; > iS 0,5 o~-~--~--~-~~-~--~ Breveritas Profunda Ingleses Piquetes DPITFALL DBOTELLA - ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. - 25 app 1 Belén (bot) 1 ... " ......... ~ .. -· Fig. 11.- Diagrama de eficacia de los muestreos. estando re· presentadas las cantidades acumulativas de especies en cada galería, y por tipos de trampa (pit: pitfall; bot: botella). 20spp ... 15 spp ·" 10 spp jlngleses (pit) 1 5 spp ---- - --- -- - -·- -------.-..·..-...-..· . -...... .... ....................... • • • • • • • • ·•· • lí.ngleses (botll ~... r - 2 3 20 app 115 •pp 4 5 6 j Brev.Superior (bot) 1 ... -· . . ... 7 8 9 10 .. . . . • •••• _ ••• [B~ev.Profunda (bot)I ... . . . .,,, ,. . .. '- ...... .-.,-.--,,.------. - - ... 1 Brev.Profunda (pit) 1 15 epp NUMERO DE TRAMPAS que la reducción del muestreo a cinco estaciones en las galerías indicadas, no influyó sensiblemente, al menos en lo concerniente a la riqueza específica. En cambio, la misma reducción en Piquetes, Breveritas Superior y Breveritas Inferior fue más drástica, sobre todo en esta última, donde al contabilizar diez estaciones se muestrearon 17 especies, y contabilizando la mitad, sólo 11 especies. La principal conclusión que se puede extraer de estos datos es que no todos los lugares de la cueva necesitan una misma intensidad de muestreo para que los resultados se asemejen por igual a la realidad. En algunos ca-sos. con pocas trampas se colectan casi todas las especies existentes, mientras que en otros se requieren muchas más. Estos resultados no ponen en duda la eficacia del muestreo tal y como se ha realizado, ya que en todos los casos en que se hizo una comparación la intensidad del muestreo fue igual, y se procuró en todo momento aislar el «efecto» estudiado de la influencia de otros que pudieran ejercer alguna perturbación. Por otro lado, la conclusión anterior se refiere sólo al número de especies capturadas, y en nuestro estudio hemos considerado, además, la cantidad de especímenes como indicador de la im- ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015. portancia de cada especie. Que en una zona concreta no se hayan capturado todas las especies no es crítico, si en contrapartida, se han c
Descripción del objeto
Calificación | |
Título y subtítulo | La Cueva del Viento |
Autor principal |
Oromí Masoliver, Pedro |
Entidad | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Tipo de documento |
Libro |
Lugar de publicación | Tenerife |
Editorial | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Fecha | 1995 |
Páginas | 98 p. + Anexo cartográfico [5 h.] |
Materias |
Vulcanología Espeleologia Tenerife Canarias Topografía |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 10,80 MB |
Descripción
Título y subtítulo | La Cueva del Viento |
Autor principal |
Oromí Masoliver, Pedro |
Entidad | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Tipo de documento |
Libro |
Lugar de publicación | Tenerife |
Editorial | Viceconsejería de Medio Ambiente |
Fecha | 1995 |
Páginas | 98 p. |
Materias |
Vulcanología Espeleologia Tenerife Canarias Topografía |
Formato Digital | |
Tamaño de archivo | 9,77 MB |
Texto |
G Red Canaria de Espacios
Naturales Protegidos
LA CUEVA DEL VIENTO
Coordinación
Pedro Oromí Masoliver
Autores
Juan J. Hernández Pacheco
Isaac Izquierdo Zamora
José L. Martín Esquive!
Ana L. Medina Hernández
Pedro Oromí Masoliver
Colaboran
Helga García Court
Juana Mª González Mancebo
Angel Vera Galván
Fotografía
Isaac Izquierdo Zamora
Ramón Oromí Fragoso
Pedro Oromí Masoliver
Sergio Socorro Hernández
Edita
Consejería de Política Territorial
Viceconsejería de Medio Ambiente
Fotomecánica
Producción e impresión
TENYDEA S.L.
Tino: \922) - 23 06 88
Depósito Legal
TF-1099/95
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
Indice
1. MEMORIA HISTORICA 5
2. TOPOGRAFIA Y ESPELEOMETRIA 9
2.1. INTRODUCCION 9
2.2. DESCRI PCION DE LA CAVIDAD 10
2.3. METODOLOGIA 12
2.4. ESPELEOMETRIA 13
3. GEOMORFOLOGIA 15
3.1. INTRODUCCION 15
3.2. ANTIGÜEDAD DE LAS COLADAS 15
3.3. TOPOGRAFIA DE LA CAVIDAD 16
3.4. COMPLEJIDAD DE LA CAVIDAD 16
3.5. PERFIL LONGITUDINAL Y GRADIENTE 17
3.6. SECCIONES TRANSVERSALES 18
3.7. DECORACION DE LA CAVIDAD 18
3.7.1. Jameos y entradas. 18
3.7.2. Terrazas y bancos laterales. 18
3.7.3. Cascadas de lava. 22
3.7.4. Sumideros de lava. 22
3.7.5. Tipos de sustrato. 22
3.7.6. Estafilitos y estalactitas de lava. 26
3.7.7. Concreciones de origen secundario. 26
3.8. MORFOGENESIS 27
4. BIOLOGIA 31
4.1. INTRODUCCION Y OBJETIVOS 31
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
4.2. METODOLOGIA DE ESTUDIO 33
4.2.1. Zona de estudio y zona de muestreo. 33
4.2.2. Técnica de muestreo. 34
4.2.3. Calendario de muestreo. 35
4.2.4. Análisis de las muesttas y determinación. 35
4.2.5. Tratamiento de los datos. 36
4.3. RESULTADOS 40
4.3.1. Catálogo faunístico. 40
4.3.2. Catálogo botánico. 47
4.3.3. Consideraciones sobre la vegetación de las
entradas de la cueva. 48
4.3.3.1. Zona externa. 49
4.3.3.2. Zona de entrada. 49
4.3.3.3. Zona de transición. 49
4.3.3.4. Discusión. 49
4.4. ANALISIS Y DISCUSION 50
4.4.1. Trampas utilizadas y eficacia del muestreo. 50
4.4.2. Influencia de la contaminación. 53
4.4.3. Influencia de los visitantes en el ecosistema. 54
4.4.4. Influencia de la distancia vertical a la superficie. 56
4.4.5. Variación de la comunidad animal en el tiempo. 57
4.4.6. Espectro alimenticio de la comunidad animal. 59
4.5. CONSERVACION DEL ECOSISTEMA SUBTERRANEO Y
PRINCIPALES AMENAZAS 61
4.5.1. Estado actual de las comunidades. 61
4.5.2. Amenazas a la conservacion 62
4.6. CONCLUSIONES 63
4.7. APENDICES 67
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
4.7.1. APENDICE A: Resultados del muestreo de 1987. 67
4.7.2. APENDICE B: Resultados del muestreo de 1982. 76
5. CONCLUSIONES GENERALES 79
5.1. ESTUDIO DE LAS BOCAS DE ENTRADA 80
5.1.1. Boca de los Piquetes fl). 81
5.1.2. Boca de las Breveritas fil). 81
5.1.3. Boca de Belén (lllJ. 81
5.1.4. Bocas del Sobrado (IV y V). 81
5.2. ESTUDIO DE LAS GALERIAS 82
5.2.1. Cueva de los Piquetes. 84
5.2.2. Galería de las Breveritas Inferior. 84
5.2.3. Galería Breveritas Superior. 85
5.2.4. Galería Belén. 85
5.2.5. Galería Breveritas Profunda. 86
5.2.6. Galería de los Ingleses. 87
5.2.7. Cueva del Sobrado. 88
5.3. IMPORTANCIA DE LA CUEVA DEL VIENTO 90
6. BIBLIOGRAFIA 93
6.1. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA 93
6.2. RECOPILACION BIBLIOGRAFICA SOBRE LA CUEVA DEL VIENTO 96
7. ANEXOS
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
PRESENTACION
Mucho se ha dicho de las personas que pasan, pero sus
obras permanecen. Pero no es cierto que las obras permanezcan
si antes no se plasman en un soporte físico; éste era el riesgo que
corría el presente libro, tras más de siete años de finalizado y sin
publicar. Su inicio se remonta a 1986, cuando la entonces Dirección
General de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias encargó
al G.l.E.T. (Grupo de Investigaciones Espeleológicas de Tenerife)
un estudio global de la cueva del Viento. Este equipo de
bioespeleológos, forjados en el Departamento de Zoología de la
Universidad de La Laguna, abordó el tema con ilusión y empleó
muchas horas bajo tierra, hasta concluir el informe técnico correspondiente.
La candente actualidad del tema hoy ha hecho cosiderar
a la Consejería de Política Territorial la conveniencia de su publicación.
Como demuestra esta obra, la fauna del ecosistema se
constituye por animales minúsculos de aspecto arcaico, que cuando
se observan a gran tamaño -y de ello da buena cuenta las fotografías
que ilustran el libro-, se revelan como extraños seres de un
mundo distinto al nuestro. Sin embargo, casi todas son especies
exclusivas de Canarias y muchas de ellas sólo se conocen en
Tenerife.
Tuve la oportunidad de visitar la cueva en compañía de alguno
de los autores, y comprobar sobre el terreno la importancia
de la misma. Después de recorrer varios kilómetros por el subsuelo
de lcod de los Vinos y de observar las maravillas que se esconden
bajo la tierra, tuve el convencimiento de que este espacio debía
ser protegido como una muestra singular de nuestro patrimonio
para beneficio de las generaciones actuales y futuras.
El Gobierno de Canarias, fiel a este compromiso, hizo suya
esta iniciativa y promovió en septiembre del pasado año la redacción
de los documentos tendentes a garantizar la protección de
esta zona. Así ha quedado constatado en el Plan de Ordenación
de Recursos Naturales, que recientemente ha elaborado la
Consejería de Política Territorial. Este documento supone el primer
paso hacia la ansiada protección.
Esta obra resalta la importancia científica de la cueva, y
constituye un documento de gran valía a los efectos de que la
sociedad conozca las razones técnicas que justifican la protección.
De forma que espero que en los próximos meses, después
de que se cumpla con todos los requisitos que establece la Ley en
cuanto a información pública, podamos contar con un nuevo espacio
natural protegido.
Canarias 1 de abril del 1995
Fernando Redondo
Consejero de Política Territorial
Gobierno de Canarias. -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
J.NTRODUCCION
El tiempo no corre en vano, en especial para temas
científicos y de conservación de la naturaleza. La evolución tanto
de nuestro saber como de acontecimientos diversos ha conducido
a una situación tal, que la cueva del Viento ya no es la misma
ahora que hace cinco o diez años. Se han descubierto nuevos
ramales y galerías de la cueva, el conocimiento de su fauna se ha
visto incrementado, y el deterioro debido a las visitas incontroladas
se ha multiplicado. No queremos indicar con ello que esta obra
haya perdido vigencia; simplemente debemos precisar que su contenido,
fundamentado en un estudio concreto que se realizó en
1987, ha sufrido varios cambios con el fin de hacerlo más adecuado
para su publicación. Por una parte hemos eliminado aspectos
que eran más propios de un informe técnico que de un libro para
el público; y por otra lo hemos puesto al día con nueva información
recabada en estos años posteriores. Es importante indicar
este dato para comprender por qué algunas nuevas galerías descubiertas
recientemente no tienen representada su topografía
completa, o por qué otras, al considerarse entonces ajenas a la
cueva del Viento, no fueron incluidas en su día en el estudio biológico.
Aunque el lector pueda encontrar alguna de estas pequeñas
carencias, al menos podemos afirmar que se trata de una obra de
compendio sobre la cueva del Viento.
Sin embargo el mayor cambio acaecido en estos años de
espera, al menos desde una perspectiva humana, no es ·de los
que han afectado a la cueva o a nuestra obra, sino a los propios
miembros del equipo que abordó este estudio y lo llevó a término.
El infortunio ha hecho que Juan José Hernández Pacheco,
entrañable miembro del GIET y coautor de este libro, nos recuerde
con su trágica desaparición cuán veloz e inexorablemente puede
transcurrir la vida. Publicando esta obra y dedicándola a quien
fue nuestro amigo y compañero. no sólo en este estudio sino en
todas nuestras vivencias espeleológicas anteriores, queremos
contribuir también a que perdure su recuerdo.
G.l.E.T.
La Laguna. Abril de 1995 -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
t. MEMORIA HISTORICA
Pedro Oromí
José L. Martín
La cueva del Viento tiene que ser conocida
desde antiguo por los habitantes de la parte
alta de lcod de los Vinos, puesto que está enclavada
en una zona poblada desde hace bastante
tiempo, a juzgar por muchas de las viviendas
antiguas que aún persisten. Una buena prueba
de ello. además, es el hecho de que el barrio
donde se encuentran las entradas principales
(boca de las Breveritas y boca de los Piquetes)
recibe el nombre de barrio de la cueva del Viento.
no siendo éste un topónimo muy reciente
puesto que figura en la cartografía al uso, y parece
bien arraigado entre las gentes de lcod.
Aparte de alusiones en diversas crónicas
de los primeros siglos de ocupación española,
quizás la primera referencia detallada de una
cavidad volcánica en Canarias se deba a J.B.
CASTRO (1779), que relata la visita a la cueva
de San Marcos. en lcod de los Vinos (Tenerife).
Dicha expedición duró nueve horas y el objetivo
era «seguir hasta la cumbre, o principio de
las faldas del Teide, en donde dicen algunos,
tiene comunicación con otra cueva llamada del
Viento». Vernos pues, que hace ahora algo más
de dos siglos ya se conocía la cueva y, lo que
es más, tenía ya el mismo nombre que, por otra
parte, ostenta actualmente.
También los extranjeros que acudían a
estas islas tenían conocimiento de la cueva del
Viento, corno lo demuestra la existencia de un
plano o topografía inédito levantado en 1891 por
unos turistas ingleses. Este plano, dibujado a
plumilla en una serie de cuartillas cuidadosamente
ensambladas y enmarcadas, fue amablemente
cedido en 1984 al GIET de la Universidad
de La Laguna por D. Agustín Baillon, del Puerto
de la Cruz, quien a su vez lo había conseguido
en Londres en un mercadillo de oportunidades.
En él figura el título «Plan of lcod Cave», y la
porción de cueva topografiada comprende desde
la boca de las Breveritas hasta la sala de la
Cruz; es, pues, tan sólo una octava o novena
parte del total de la cueva. Destaca un hecho -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
curioso, y es que dicho plano no es una imagen
real reducida sino una imagen especular de la
cueva, estando todos los accidentes, bifurcaciones,
etc. en posición invertida; probablemente
los datos fueron anotados al tomar
las medidas, y luego fuera de la cueva -y con
seguridad pasado un tiempo- se elaboró el trazado
con un error tal, que resultó una imagen
invertida como vista en un espejo.
La referencia a una cueva cercana a lcod
que hace AJ. BENITEZ (1916) en su Historia
General de las islas Canarias no es, como supone
SERRA RAFOLS ( 1970), la cueva del Viento
sino la de San Marcos, situada en la caleta
del mismo nombre.
Parece ser que, al menos desde el punto
de vista espeleológico, la primera expedición
seria que se realizó a la cueva del Viento fue en
los años 1969-70, a cargo de la Sección de
Exploraciones Vulcanoespeleológicas de la
Guancha (SEVG) del Grupo Montañero de
Tenerife (WOOD & MILLS, 1977; OROMI &
MARTIN, 1990). Concretamente el 15 de Abril
de 1969 los miembros del mencionado grupo
entraron por primera vez en ella, y al cabo de un
año concluían la topografía de lo que ellos consideraban
el total de la cueva (CHAVES, 1970).
Dicha topografía, que al parecer fue realizada
en colaboración con la Sección de Exploraciones
Subterráneas de la Agrupación Excursionista
de Etnografía y Folklore de Barcelona, fue depositada
en la Federación de Montañismo en
Santa Cruz de Tenerife, pero no publicada en
revista alguna. Tal como indica uno de los colaboradores
en aquella tarea (TEIGELL, 1970).
fue entonces considerada como la cavidad volcánica
más larga del mundo; hasta entonces
había tenido este récord la cueva de los Verdes
(CHAVES, 1970), de la que por aquel entonces
se conocían 6.100 m (aunque hoy se sabe que
se prolonga más de 1 km bajo el mar). Esta
época se caracterizó por un gran auge de la
espeleología deportiva en Tenerife, y no cabe
duda que la cueva del Viento, su «descubrimiento
» y su exploración tuvieron mucho que
ver en ello, además de hacer correr mucha tinta
(ANONIMO, 1970; TROGOBLIO, 1970). En
ella se realizaron muchos campamentos regionales
de espeleología (CHAVES, 1970) y ha sido
desde entonces la meta quienes en Tenerife se
iniciaban en este deporte.
Ya por aquel entonces los miembros del
Grupo de Exploraciones Subterráneas del Club
Montañés Barcelonés entraron en contacto con
los espeleólogos locales y realizaron una nueva
topografía de la cueva, que esta vez sí se publicó
(MONTORIOL POUS & DE MIER, 1974), lo
que llevó a no pocos roces entre espeleólogos
tinerfeños y catalanes. Curiosamente, este fenómeno
ha venido repitiéndose con frecuencia
debido a la arraigada costumbre, evidentemente
poco acertada, de depositar las nuevas topografías
en la Federación sin preocuparse de
publicarlas. De acuerdo con los datos de
MONTORIOL POUS (1971) la cueva del Viento
tenía 6.200 m de longitud y un desnivel entre
sus extremos de 580 m, aunque este último
dato no fue considerado como defínitivo.
Poco tiempo después acudió a las islas
el vulcanoespeleólogo W.R. Halliday, que había
estudiado la Ape Cave del Mount St. Helens en
Washington (E.E.U U.). considerada anteriormente
con sus 3.418 m como el tubo volcánico
más largo del mundo. Tras una exploración
de la cueva del Viento y un análisis de la
topografía de la SEVG, HALLIDAY (1972a,
1972b) afirma que la parte conocida de la cueva
tiene 6.211 m, repartidos en dos porciones de
1.578 y 4.623 respectivamente, separadas por
un derrumbe que en realidad es una bodega cerrada
artificialmente.
Más tarde, en un trabajo sobre tubos volcánicos
de Islandia, MONTORIOL POUS (1972)
confirma estos valores y pone en duda los 580
m de desnivel; luego en efecto se comprobaría
que son menos. Más adelante aparece ya un
estudio geológico más completo (MONTORIOL
POUS & DE MIER, 1974) pero sin novedades
respecto a las dimensiones internas. A raíz de
las publicaciones comentadas, la cueva del Viento
pasó a ser conocida internacionalmente, y
aparece en diversos catálogos (COURBON,
1972 y 1974; AELLEN & STRINATI, 1975;
MILLS, 1975; C.N.E., 1979). Pero sus dimensiones
estaban todavía por precisar.
Quizás alentado por el comentario de
HALLIDAY (1972b) acerca de dos pasadizos
inexplorados que no figuraban en la topografía
de la SEVG, el británico Wood y su equipo realizaron
dos expediciones en 1973y1974, y como
resultado publicaron un extenso trabajo geológico
donde se incluía una nueva topografía de
toda la cueva, alcanzando el conjunto una longitud
de 10 km (WOOD & MILLS, 1977). El nuevo
ramal descubierto por ellos discurre a lo largo
de unos 2 km por un nivel inferior al resto de
la cueva, y se comunica con ésta por un hueco
vertical situado muy cerca del extremo sur de
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
la misma. A pesar de los 1 O km que adjudican
en el texto a la cueva, sumando los valores parciales
que ellos mismos presentan resulta un
total de 9.902 m repartidos de la siguiente forma:
2.080 la cueva de los Piquetes, 5.582 la de
las Breveritas y 2.340 el tramo nuevo. Sin embargo,
con posterioridad miembros del C.E.
Montserrat levantaron una topografía, depositada
en el archivo del Comite Catala de
Espeleologia (MONTORIOL. DE MIER &
MONTSERRAT, 1983). en la que constan 9.250
m de longitud. A pesar de este considerable
aumento respecto a los primeros estudios, la
cueva del Viento dejó de ser en su momento la
más larga del mundo entre las volcánicas, pues
tanto Leviathan Cave (Kenia) como Kazumura
Cave (Hawaii) superaban los 11 km (WOOD,
1979). Según la lista de los tubos volcánicos más
largos del mundo elaborada por T. OGAWA
1986, la cueva del Viento sería la tercera en longitud.
En cualquier caso las recientes medidas
tomadas en Kazumura Cave (HALLIDAY, 1994)
son muy superiores a los valores que aquí manejamos.
Una posterior ampliación de la cueva en
años más recientes se debió al descubrimiento,
por parte de los espeleólogos del Grupo de
Montaña Teide, de que la conocida cueva de
Belén (de 158 m) era en realidad una porción
del tubo principal de la cueva del Viento, que
estaba aislada del resto por un derrumbe (MARTI
N, 1984). Así pues, la cueva del Viento tendría
9.408 m si tomamos como válida la topografía
del C.E. Montserrat. ó 10.060 m si seguimos
los datos de Wood y Milis.
En 1987 la Dirección General de Medio
Ambiente del Gobierno de Canarias encargó al
GIET de la Universidad de La Laguna un estudio
integral de la cueva, gran parte de cuyos
resultados han servido para la elaboración de
esta obra. Los miembros de este grupo llevaron
a cabo una revisión de las topografías existentes,
y realizaron de nuevo la de la parte profunda
descubierta por Wood y sus colaboradores;
de todo ello resultó que las dimensiones
aumentaban, alcanzando un total de 10.964 m
de longitud. Pero la carrera parece imparable, y
a principios de otoño de 1988 miembros del
Grupo de Espeleología de Tenerife Benisahare
descubren una conexión entre la cueva del Viento
y la ya conocida cueva del Sobrado. La topografía
de esta última fue realizada en 1989 por
uno de nosotros (J.L. Martín) y varios colaboradores,
merced a un encargo específico del
Excmo. Cabildo Insular de Tenerife; la longitud
total contabilizada en el nuevo ramal fue de
3.570 m. Con motivo de la Exposición «Laberintos
de lava» montada en 1990 por Sergio
Socorro, del Museo de Ciencias Naturales de
Tenerife, se presentó por primera vez un ensamblaje
topográfico tridimensional del conjunto
de galerías de la cueva -del Viento.
Aunque siempre se han ido añadiendo
pequeñas porciones, (fruto de la continua búsqueda
de nuevos pasadizos durante las labores
de topografiado del conjunto llevadas a cabo por
grupos de espeleología, en especial el
Benisahare), el último gran avance se dio en abril
de 1994. Tras la adquisición de los terrenos en
que se localizan las entradas de la cueva del
Sobrado, el Cabildo de Tenerife encargó a J.J.
Hernández Pacheco dirigir unas obras de excavación
en el extremo inferior de esta cueva, en
una sima que se había rellenado de piedras a
principios de siglo. Tras extraer toneladas de
grandes piedras y escombro, aparecieron dos
pequeños tubos laterales (galería Petrólea y galería
Innominada) y, finalmente, una gran galería
que es la continuación de la principal del
Sobrado, pero situada en un nivel inferior, como
la galería de los Ingleses. Este tubo de grandes
dimensiones internas fue denominado Intuición
en honor al presentimiento que J.J. Hernández
Pacheco tuvo respecto a su existencia, y supuso
un avance de 2.346 metros más. La topografía
de este nuevo tramo fue finalizada recientemente
por miembros del Museo de Ciencias
Naturales y del Grupo Benisahare, a quienes
agradecemos su préstamo para incluirla aquí.
Aunque en el momento de escribir estas
líneas la longitud total conocida está todavía por
precisar, indudablemente supera los 17 km; pero
sigue sin ser el tubo volcánico más largo conocido,
ya que en un reciente informe {HALLIDAY,
1994) se adjudica a Kazumura Cave (Hawaii) una
longitud total de 31.45 7 metros. Estas dimensiones
serán ya probablemente inalcanzables por
la cueva del Viento, pero ello no quita que sea
una cavidad de dimensiones extraordinarias, y
de una complejidad geomorfológica única entre
los tubos volcánicos conocidos.
A pesar del renombre que adquirió la cueva
del Viento, y de que ya muchos años atrás
llegó a comentarse la presencia de insectos
troglobios en su interior (ANONIMO, 1970),
curiosamente no fue visitada por zoólogos hasta
pasados bastantes años. El inicio de los estudios
biológicos fue gracias al hallazgo de hue- -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
sos subfósiles (MARRERO & GARCIA CRUZ,
1978) de Lacerta maxima y Canariomys bravOJ:
un lagarto y una rata gigantes hoy extintos que
con cierta frecuencia se encuentran en cavidades
de este tipo. El estudio de éste y de otro
material subfósil fue tema de una tesina de licenciatura
(GARCIA CRUZ, 1978), como lo fue
también años más tarde el estudio ecológico
de la parte superior de la cueva (MARTIN, 1984)
A raíz de este último estudio aparecieron en
efecto diversas especies troglobias, anteriormente
desconocidas puesto que nadie había
estudiado la fauna cavernícola de ninguna
cueva de Tenerife, ni de Canarias si exceptuamos
la fauna acuática de los Jameos del
Agua. Dichas especies, entre las que destacan
la cucaracha desprovista de OJOS Loboptera subterranea
o los ca rábidos Wol!tinerfia martJni y
Wolltinerf1a tenerifae, resultaron nuevas para la
ciencia, como también ha ocurrido con casi todas
las especies descubiertas posteriormente
en ésta y otras cuevas. Y la razón es muy sencilla:
difícilmente se hallarán las mismas especies
troglobias simultáneamente en las islas
Canarias y el continente, puesto que para ello
deberían haber llegado algún día hasta aquí,
70
60
• ARTiCULOS DE TEMÁTICA BIOLÓGICA
oen 50 D ARTiCULOS DE TEMÁTICA GEOLÓGICA _J
:::::l u
¡=
a: 40
c.{
UJ o
o 30
a:
UJ
:::!!
:z:::: l 20
10
atravesando el brazo de mar que nos separa de
Africa; y un troglobio en general es incapaz de
sobrev1v1r fuera de su ambiente subterráneo.
Como se ha demostrado en el trabajo de
MARTIN (1984) y en otros no publicados, llevados
a cabo por miembros del GIET de la Universidad
de La Laguna, el interés de la fauna cavernícola
de la cueva del Viento es enorme, y
constituye una razón más para dedicarle una atención
científica y unas medidas de protección
sin más demora. Aunque dormido el tema durante
bastantes años, tras el estudio realizado
y gracias a la continua presión ejercida por los
espeleólogos tinerfeños, las autoridades han
tomado por fin conciencia de lo que la cueva
del Viento significa y va a procederse a una adecuada
protección. Por una parte, el Cabildo de
Tenerife ha adquirido muchos de los terrenos
baJO los cuales discurren las galerías de la cueva
del Viento, y tiene en proyecto controlar y
dirigir el uso de las diversas galerías. Y por otra,
la Consejería de Política Territorial del Gobierno
de Canarias ha tomado la determinación de declararlo
espacio natural protegido, para lo cual
ya ha 1n1c1ado la redacción de un Plan de Ordenación
de Recursos Naturales
antes 1950 hasta 1969 hasta 1979 hasta 1989 hasta 1994
Fig. 1 . Publicaciones aparecidas sobre la cueva del Viento.
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
z. TOPOGRAFIA Y
ESPELEOMBTRIA
Juan J. Hernández
Ana L. Medina
l. Izquierdo
Angel Vera
Helga García
Z. I. INTRODUCCION
Tal como se ha resaltado en la memoria
histórica, la topografía de la cueva del Viento
fue realizada a lo largo de más de dos décadas
por diversos equipos, esencialmente uno local
de la Sección Vulcanoespeleológica de La
Guancha, perteneciente al Grupo Montañero
Tenerife; uno compuesto por espeleólogos catalanes
cuyo trabajo lo realizaron en gran parte
en colaboración con el anterior; y uno británico
que actuó independientemente a mediados de
la década de 1970. Más modernamente han trabajado
en ello sobre todo el GIET de la Universidad
de La Laguna y el Grupo de Espeleología
de Tenerife Benisahare.
El plano levantado por el equipo tinerfeño
de La Guanrha nunca fue publicado. sino depositado
inédito en la Federación Territorial Canaria
de Espeleología, en Santa Cruz de Tenerife,
donde aún se conserva.
Del trabajo realizado por los catalanes, en
el que al parecer también colaboraron
espeleólogos de la mencionada Federación
Canaria, resultó la primera topografía publicada
sobre la cueva (MONTORIOL POUS & DE
MIER, 1974). este trabajo está reproducido a
una escala 1 : 3. 175, proporcionando una razonable
fiabilidad de detalles teniendo en cuenta
la gran longitud de la cueva. Para evitar tener
que reproducirla en una hoja excesivamente extensa,
el plano de la cueva se dividió en tres
partes separadas, en lugar de representarse
todo el recorrido seguido.
Aunque entonces parecía ser ésta la topografía
definitiva, años más tarde apareció una
nueva realizada por el equipo británico antes
mencionado {WOOD & MILLS, 1977), que incluía
nuevas galerías de más de 2 km de desa- -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
rrollo, quedando por lo tanto considerablemente
ampliada la cavidad. Como más tarde hemos
podido comprobar, la topografía publicada en
este trabajo fue realizada con precisión, pero al
estar reproducida en un plano a escala 1 :6.865,
los márgenes de error debidos a la propia reproducción
los consideramos excesivos como
para poder conformarnos con este trabajo.
Así pues, decidimos aprovechar la topografía
realizada por MONTORIOL POUS & DE
MIER (1974) con algunas ampliaciones añadidas
posteriormente por WOOD & MILLS (1977),
pero consideramos indispensable levantar un
nuevo plano de la mencionada galería inferior,
para disponer de una topografía a escala conveniente
(ver Anexo IV). La mencionada contribución
de WOOD & MILLS (1977) supuso una importante
aportación al conocimiento de la cueva
del Viento: no sólo hizo ascender su recorrido
conocido a la cifra de 1 O km, sino que permitió
acceder a una parte de la cueva entonces
ciertamente virgen. Aquí quedan representadas,
con un grado de conservación considerable, gran
parte de las estructuras geológicas de la cueva.
Por otra parte, la belleza de sus galerías hace
que para el visitante, deportista o científico,
merezca la pena recorrer el camino de casi dos
horas que nos lleva al inicio de este impresionante
tubo inferior. Para aludir a él diferenciándolo
del resto de la cavidad -como se verá más
adelante constituye un sistema hipogeo distinto
en muchos aspectos-, hemos decidido denominar
galería de Los Ingleses a este gran tubo
inferior.
Por otra parte, y como ya se indicaba en
la Memoria Histórica, El Grupo de Espeleología
de Tenerife Benisahare encontró en 1988 la conexión
entre la cueva del Viento propiamente
dicha y la cueva del Sobrado. La topografía que
realizó un equipo compuesto por varios de nosotros,
queda incorporada también en la presente
obra. En un próximo Catálogo
Espeleológico de Tenerife que va a publicar el
Cabildo de esta isla, quedarán plasmados todos
los avances llevados a cabo en los últimos
tiempos.
El hecho de que se hayan realizado tantas
topografías por separado, y que todas ellas
hayan dado resultados distintos, simplemente
refleja la gran complejidad de la cueva, que hace
de su levantamiento topográfico una tarea ardua
y difícil de culminar. Podríamos definir esta
majestuosa cavidad como una verdadera red
laberíntica de pasajes subterráneos. Son innu-merables
los tramos estrechos que permanecen
aún sin explorar. En unos casos es simplemente
imposible que el cuerpo de una persona
pueda atravesarlos; en otros. son tramos con
menos de medio metro de amplitud que se continúan
cientos de metros a lo largo. En este escenario
es perfectamente comprensible que algunos
de estos estrechos tubos pueda conectar
con otro de mayores dimensiones, hasta
ahora desconocido. Queda, por tanto, abierta la
posibilidad de continuar realizando una minuciosa
labor de exploración y desvelar así muchos
de los secretos que, con toda seguridad, aún
nos oculta esta impresionante cavidad.
z.z. DESCRIPCION DE LA CAVIDAD
La cueva del Viento es un típico tubo de
lava con cinco bocas de acceso actualmente
practicables, situadas en el denominado barrio
de la cueva del Viento. Estas bocas se localizan
a distintas cotas y cuatro de ellas comunican
directamente con el tubo principal de la cavidad.
La más inferior, denominada cueva de Los
Piquetes, se halla a unos 580 m sobre el nivel
del mar y da acceso al tramo inferior del tubo,
que desciende hacia la costa a lo largo de unos
950 m a partir de este punto. Es ésta la zona de
la cueva más alterada y menos visitada. debido
a su utilización como vertedero de aguas
residuales por las viviendas que hay en superficie.
Sí continuamos el descenso, observamos
un tubo de grandes dimensiones y prácticamente
sin bifurcaciones hasta su llegada a una gran
galería, denominada sala de los Troglobios. Después
de este punto el tubo se bifurca en dos
ramales que corren casi paralelos hasta su final.
Uno de estos ramales es el denominado
tubo Azul, que da acceso a su vez a una ramificación
lateral denominada galería Bonita. Esta
zona inferior de los Piquetes está en mejores
condiciones de salubridad.
Desde la entrada de los Piquetes (boca 1)
podemos ascender unos 230 m hasta encontrarnos
con un muro artificial. En este punto la
cueva ha sido utilizada como bodega, y su tránsito
queda aquí interrumpido. Desde esta bodega
el tubo continúa ascendiendo unos 21 O m
hasta llegar a la boca 11 o de las Breveritas. Esta
entrada está a 600 m s.n.m. y es la vía de acceso
más utilizada por el público. Desde aquí la
cueva continúa ascendiendo en forma de tubo
único, con unas dimensiones que hacen fácil
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
su tránsito. Aproximadamente a unos 220 m
de la boca de las Breveritas hay un derrumbe
natural de grandes bloques y tierra que intercepta
el camino; es precisamente aquí donde la
cueva del Viento se comunica con la denominada
galería Belén, un pequeño tubo de 158
m con conexión al exterior. Sin embargo el mencionado
derrumbe hace impracticable el paso
por el interior, de modo que a la galería Belén
debe accederse por otra entrada (boca 111).
Unos 20 ó 30 metros antes de llegar al
mencionado derrumbe, hay una bifurcación hacia
la derecha que comunica con un paso estrecho,
conocido por Huída de Rosendo. Siguiendo
este pequeño y empinado tubo, para lo cual
hace falta agacharse e incluso tumbar el cuerpo
para avanzar, se puede proseguir por el más
vasto complejo de galerías subterráneas de Canarias.
En esta primera gatera o Huída de
Rosendo el visitante comprende el motivo de la
denominación de la cueva del Viento. ya que en
las zonas donde se reducen las dimensiones
del tubo son notorias las corrientes internas de
aire. El tubo continúa ascendiendo casi sin
desviaciones y recibiendo diferentes nombres
ciertas salas o galerías, tales como Piedra del
Bobo, galería Barroso, galería Puñetera y galería
de la Gran Grieta. Varias de estas denominaciones
reflejan fielmente la dificultad de transitar
por algunos lugares. Poco después de la
galería de la Gran Grieta se llega a la sala de la
Cruz, punto de unión de dos grandes galerías,
la propia por la que hemos ascendido y otra paralela
que desciende unos 630 m. Esta última,
conocida por galería de los Pájaros, queda cerrada
por un desprendimiento en un punto que,
a buen seguro, fue la conexión superior con la
galería Belén. Se encuentra en ella gran cantidad
de restos óseos de vertebrados, unos ya
extinguidos como es el caso de la rata gigante
(Canariomys bravo1), y otros desaparecidos de
Tenerife como la graja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)
y la hubara (Chlamydotis undulata) (J.C. RANDO,
com. pers.). La presencia de varias especies de
aves cerca del derrumbe es un indicio más de
que en el pasado hubo conexión próxima a una
entrada, que por razones topográficas viene a
coincidir con la galería Belén.
De la sala de la Cruz hacia arriba la cueva
se complica, pues aunque aparentemente se
trata de un tubo único, por encima de las altas
terrazas laterales se encuentran conexiones con
diversas ramificaciones. Algunas son galerías
paralelas como la sala del Vivac, tradicionalmen-te
punto de reun1on y pernocta para
espeleólogos que tras visitas prolongadas decidían
dormir en su interior. Otras en cambio son
verdaderos laberintos que acaban comunicando
con otros sistemas como la galería de los
Ingleses o la cueva del Sobrado. A partir de la
sala del Vivac, la gruta continúa con mayor diversificación
de sus galerías, y con alguna gatera
esporádica que dificulta su tránsito. Estamos ya
próximos al extremo superior de la cueva. En
esta zona existe una compleja red de tubos
minuciosamente topografiados por WOOD &
MILLS (1977). El tubo principal continúa hasta
un punto donde las dimensiones se hacen
excesivamente reducidas. Esta gatera es famosa
entre los espeleólogos locales por su gran
dificultad, hasta el punto de que pocas personas
han logrado atravesarla. Su denominación
de gatera de la Gran Puñetera ha sido realmente
acertada. Después de este punto existe una
sala de unos 15 m fácil de transitar, en cuyo
final hay una pared con una gran grieta que imposibilita
continuar la exploración. Es el punto
más elevado de la cueva de Breveritas (nombre
aplicado a toda esta parte de la cueva del Viento),
pero pueden alcanzarse cotas más altas siguiendo
por la cueva del Sobrado, a la que se
accede por otro complejo laberinto que parte
más arriba de la conexión con la sala del Vivac.
A partir de la compleja red de tubos previa
a esta gran gatera final, se llega a la cueva
inferior conocida por galería de los Ingleses. El
acceso a esta galería se realiza por un pozo de
7 m de profundidad, siendo ésta la única comunicación
conocida con el resto de la cueva del
Viento. Al descender el pozo, la cueva presenta
qos tubos de diferentes dimensiones con ramificaciones
laterales. El mayor de los tubos se
bifurca al poco de su recorrido, para volver a
unirse en uno único antes de alcanzar su extremo
final. Desde este tubo parten varias galerías
laterales, algunas superpuestas y normalmente
de menores dimensiones. La altura máxima
del tubo llega a ser de 12 m, siendo en otros
puntos inferior a 0,5 m.
Las dos entradas restantes para completar
las cinco son las correspondientes a la cueva
del Sobrado. Una (boca IV) se encontraba en
el extremo inferior, pero tras las excavaciones
de 1994 mencionadas en la Memoria Histórica,
esta cueva ha quedado prolongada por un tubo
principal que desciende hacia el norte unos
1.200 m (aparte de los que sumen sus galerías
laterales). Esta boca es la abertura de una sima -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
que queda intercalada entre el tubo nuevo {Sobrado
lnferiorry la propia cueva del Sobrado anteriormente
conocida. Ascendiendo unos 250
m por esta última, se halla la última entrada hoy
en día practicable (boca V). que al igual que la
sima están actualmente cerradas por sendas
verjas que controla el Cabildo. A partir de aquí
se extiende toda la parte superior de la cueva
del Sobrado, que en total tiene unos 3.570 m
de recorrido de gran belleza y considerable complejidad.
Ascendiendo por cualquiera de las dos
ramificaciones que pronto aparecen, se va a dar
a la sala del Barco, de cuya proximidad parte un
tubo lateral que conduce al llamado Laberinto.
Avanzando por esta bifurcación hacia el norte
se encuentra un montón de basura bajo una
pequeña boca en el techo que se estaba usando
como vertedero. y que ha sido tapiada; unos
metros más arriba había una conexión con una
galería artificial, hoy en día también clausurada.
El tubo que asciende desde la sala del Barco
tiene una sección sorprendentemente regular,
con terrazas laterales de gran belleza en su conformación.
La conexión con la cueva de
Breveritas es por un sistema elevado de tubos
laberínticos que, a esta altura, parte de una galería
paralela a la principal. Si se prosigue por el
tubo principal se llega a El Pulpo, punto de confluencia
de diversas galerías que provienen de
la zona superior de la cueva, la de cota más alta
por el momento de toda la cueva del Viento.
Cerca de este límite superior se encuentra la
sala de las Raíces, de una belleza extraordinaria
y con una fauna troglobia como en pocos lugares
puede encontrarse en todo este sistema de
cuevas.
Z • .I. METODOLOGIA
En este medio de absoluta oscuridad es
la iluminación, tal vez, el factor más importante
a considerar durante el trabajo de un levantamiento
topográfico. Se utilizaron lámparas de
acetileno (carbureros) adaptadas al imprescindible
casco de espeleología. La iluminación general
que proporciona el acetileno, originado por
la reacción del carburo cálcico con el agua, se
complementa en ocasiones con linternas acopladas
al casco, a fin de tener una iluminación
puntual para ciertos detalles.
Un vestuario y un calzado adecuados son
igualmente importantes debido a la aspereza de
ciertas partes de la cueva, así como a su largo
recorrido. Se suelen utilizar buenas botas de
montaña para poder avanzar con cierta comodidad
por la lava tipo «aa», que predomina en gran
parte del sustrato; ropa fuerte pero cómoda, que
evite los desgarres de la tela pero que resulte
apropiada para adoptar las posturas corporales
más insólitas; y unas coderas y rodilleras para
proteger las articulaciones del roce con la lava,
ya que muy frecuentemente hay que avanzar
con codos y rodillas apoyados en el suelo.
Con respecto al levantamiento topográfico
realizado en la galería de los Ingleses, se requirió
un total de 12 visitas a la cavidad, en grupos
de 3 ó 4 personas. El material utilizado
consistió en:
- cinta métrica plastificada de 25 m
- cinta métrica metálica de 3 m
- clinómetro Suunto PM-5/360 PC
- brújula Suunto KB-14/360
- hojas de anotaciones
La metodología seguida durante la toma
de datos en la galería, consistió en el establecimiento
de puntos topográficos en aquellas zonas
de la cueva de especiales características,
tales como cambios de pendiente, cambios de
dirección, mayor o menor amplitud de la sección
del tubo, etc ... En cada uno de estos puntos,
situados a nivel del suelo, se medían los
siguientes parámetros:
- altura desde el suelo hasta el techo
- anchura desde el punto a las paredes
laterales
- distancia desde cada punto topográfico
al siguiente
rumbo u orientación de cada punto respecto
al anterior
- pendiente o desnivel de cada punto respecto
al anterior
- forma de la sección del tubo en puntos
de interés
A estos puntos se les asignaba una numeración
diferencial que, escrita en una pequeña
etiqueta plástica, indicaba su localización
exacta en la cueva. Esto permitía correcciones
posteriores en caso de error en la toma de datos.
Tras la toma de estos datos en la cueva,
se pasaban a papel milimetrado en el laboratorio,
resultando un plano a escala 1 :200. Esta
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
topografía original era posteriormente redibujada
en papel vegetal, xerocopiada y reducida al for·
mato aquí presentado (Anexos 11 a V).
Z.4. liSP.liL.liOM.liTRIA
Del vasto complejo de galerías que com·
ponen esta cueva, la de los Ingleses y la del
Sobrado (Inferior y Superior) son las únicas de
las que no había un trabajo topográfico comple·
to. El decubrimiento en 1973 de la primera por
espeleólogos británicos, se tradujo en un reducido
dibujo de la misma (WOOD & MILLS,
1977), y se le asignó en principio una longitud
total de 2.340 m. Por ello, hemos decidido que
nuestra contribución al conocimiento total de la
cavidad fuera un levantamiento topográfico minucioso
de esta galería, a una escala que refleje
claramente el desarrollo de todos sus ramales,
con indicación de sus principales característi·
cas. La cueva del Sobrado fue topografiada des·
de 1984 a 1989 por nosotros mismos, finalizándose
para un informe solicitado por el Cabildo
de Tenerife cuando inició la adquisición de los
terrenos correspondientes a esta cueva. La parte
inferior del Sobrado, descubierta en 1994 y
recientemente topografiada por miembros del
Grupo Benisahare y del Museo de Ciencias
Naturales de Tenerife (HERNANDEZ PACHECO
et al., en prensa) y por el GIET (ZURITA et al.,
en prensa), ha sido incorporada a esta obra a
última hora, agradeciendo su cesión a los autores
respectivos. Para el resto de la cavidad hemos
seguido los trabajos de otros autores, así
como la inclusión de otros tramQs inéditos sin
publicar, tal como detallamos más adelante.
¿Cuántos metros de desarrollo total tiene
la cueva del Viento? Esta es una cuestión
que siempre ha interesado y cuya respuesta ha
variado de un estudio a otro. Los 6.200 m asignados
por MONTORIOL POUS en 1971 se en·
cuentran ya muy superados. Con el presente
e'studio, la totalidad de los pasajes topografiados
sobrepasan los 17 .000 m, cifra ésta bastante
por encima de los 10.002 m asignados por
WOOD y MILLS en 1977.
En la tabla 1 resumimos los valores del
desarrollo total en los distintos trabajos previos.
Si bien nuestro trabajo topográfico se limitó
a la galería de los Ingleses y la cueva del
Sobrado Superior tal como anunciamos ante·
riormente, debemos indicar que para Sobrado
Inferior hemos tomado la topografía realiza-
Tubla l.- Principales estudios topográficos de conjunto realizados en la cueva del Viento.
AUTORES AÑO DE TRAMOS LONGITUD
PUBLICACION ESTUDIADOS ASIGNADAf mJ
MONTORIOL POUS 1974 Piquetes
& DE MIER Breveritas 6.200
HALLIDAY 1972 Piquetes
Breveritas 6.201
WOOD & MILLS 1977 Piquetes
Breve ritas 1 ngleses 10.002
C.E. MONTSERRAT sin Piquetes
publicar Breveritas Ingleses 9.250
G.l.E.T. 1995 Piquetes
Breveritas Ingleses
Belén
Sobrado
Sobrado Inferior 17.032 -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
da por miembros del Museo y del Grupo
Benisahare (sin publicar); y para el resto de la
cueva, seguimos la de Wood y Milis y no la de
Montoriol, por considerar aquélla mucho más
fiable y precisa que ésta. Una clara diferencia
entre ambas se pone de manifiesto en el entramado
complejo final de pasadizos, desde donde
se accede a la galería de los Ingleses. Por
otra parte, es de destacar que nuestra topografía
dio para esta galería una longitud total de
3.144 m, casi un kilómetro más de los estimados
por Wood y Milis; ello se debe al topografiado
de varios tramos entonces inéditos.
Debe considerarse también el carácter
provisional de esta cifra, pues tal como puede
visualizarse en la topografía que acompañamos,
aún queda por explorar y topografiar algunos tubos
secundarios de cortas dimensiones. Su topografía
aumentará en mayor o menor grado
esta cifra que hoy apuntamos. Por último, y de
forma inédita, se ha considerado en el cálculo
global la denominada galería Belén, un tramo
de 158 m.
Así, la longitud total por nosotros establecida,
aunque siempre provisional, se calcula
a partir de las sumas parciales de la tabla 11.
Tabla 11.- Valores espeleométricos considerados en esta obra para las distintas galerías de la cueva del Viento.
TRAMO AUTOR DE TOPOGRAFIA LONGITUD TRAMOfmJ
Piquetes WOOD & MILLS (1977) 2.080
Breve ritas WOOD & MILLS (1977) 5.582
Ingleses G.l.E.T. (este estudio) 3.144
Belén G.M. TEIDE (sin publ.) 158
Sobrado Estudio Cabildo Tenerife 3.570
Petrólea G.l.E.T. (en prensa) 152
Sobrado lnf. Museo/Benisahare (en prensa) 2.346
1 LONGITUD TOTAL: 17.032
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
a. GEOMORFOLOGIA
Isaac Izquierdo Zamora
Ana L. Medina Hernández
Juan J. Hernández Pachaco
J. 1. INTRODUCCION
La cueva del Viento-Sobrado es una cavidad
con notable interés espeleológico, no sólo
por la particular complejidad de su recorrido, sino
también por constituir con sus 17 km uno de
los tubos volcánicos más largos del mundo.
Desde el punto de vista geomorfológico
la cueva presenta una amplísima variedad de
estructuras de origen primario (estalactitas de
lava, cascadas lávicas, terrazas laterales, lagos
de lava, etc.) así como concreciones exógenas
de diferente composición (carbonato cálcico,
cristobalita y otros compuestos de sílice). Algunos
de estos aspectos fueron puestos ya de
manifiesto por MONTORIOL-POUS & DE MIER
(1974) en un estudio vulcanoespeleológico sobre
esta cavidad, y por WOOD & MILLS (1977)
en su trabajo sobre geología de los tubos volcánicos
de la zona de lcod de Los Vinos.
J.Z. ANTIGÜ&DAD D& LAS COLADAS
La cavidad está localizada en la comarca
de !cod y englobada en coladas basálticas cuyos
materiales proceden de procesos eruptivos
generados en las Cañadas del Teide. El fenómeno
comenzó durante la emisión de la Serie
Basáltica 111, continuando después durante las
demás series recientes (MONTORIOL POUS
& DE MIER. 1974). Estas series recientes (111 y
IV) tienen una antigüedad máxima de 0.69 Ma.
(CARRACEDO, 1979).
Desde el punto de vista cristalográfico,
la colada donde aparece la cavidad está constituida
por basalto olivínico-augítico de textura
porfídica (MONTORIOL-POUS & DE MIER,
1974). -·
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
Laberinto de conexión
A
B
e
Cueva del
Sobrado
(Sobrado
Inferior)
Fig. 2.- Esquema representativo de los distintos niveles en que se hallan las galerías de la cueva del Viento.
.1 • .1. TOPOGRAFIA DE LA CAVIDAD
La topografía (anexo 1) muestra la morfología
de la cueva del Viento en el plano, en su
perfil longitudinal y en las secciones transversales
(figs. 4 y 5). La cueva comprende tres partes
principales (ver fig. 2): 1) una parte superior,
más superficial, que sirve de comunicación de
los tubos principales a través de estrechas
gateras; 2) otra localizada en un nivel medio,
donde se encuentran la cueva del Sobrado (3,57
Km) y la cueva del Viento (7,82 Km); y 3) dos
tubos que discurren en un nivel más profundo,
la galería de Los Ingleses (3, 14 Km), que conecta
con la cueva del Viento a través de un
pozo de 7 metros, y la galería Sobrado Inferior
(2,35 Km) que lo hace con la cueva del Sobrado
por medio de otro pozo de unos 15 metros de
profundidad. En la actualidad los tramos topografiados
suman un total de 17.032 m.
.1.4. COMPLEJIDAD DE LA CAVIDAD
La cueva del Viento presenta una complejidad
extraordinaria en su recorrido; así son
frecuentes los puntos donde convergen o se
bifurcan distintas galerías, disponiéndose a ve-ces
en distintos niveles. MONTORIOL-POUS
& DE MIER (1974) consideran que podría haber
alguna relación entre la forma de la cueva y lo
abrupto y pendiente de la superficie por la que
discurrió la colada que dio origen a la cavidad. A
partir de investigaciones realizadas en Islandia
y en las Islas Canarias (MONTORIOL-POUS &
DE MIER, 1969, 1970, 1971a, 1971b;
MONTORIOL-POUS, 1972), estos autores concluyen
que existe una buena correlación entre
el grado de complejidad en los tubos volcánicos
y el ángulo de pendiente de la superficie
donde se genera. Además afirman que dentro
de la cueva del Viento, áreas de mayor complejidad
se correlacionan con áreas de mayor
gradiente.
Sin embargo, esta idea no es apoyada por
otros estudios realizados en ésta y otras cavidades
del mundo. Según WOOD (1974b) y
WOOD & MILLS (1977), la génesis de un tubo
de lava está en función de relaciones simples y
complejas entre un número de factores ampliamente
variables, de los que el gradiente es
sólo un elemento más, y la contribución de este
gradiente a la génesis de la cavidad, debe ser
vista a la luz de su influencia junto con otros
factores, en el mantenimiento de la movilidad
de la lava.
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
Bifurcación a distintos niveles
en una gran sala en la galería
de los Ingleses (foto: Sergio
Socorro) .
Después de los estudios realizados por
WOOD & MILLS (1977) y de nuestras propias
observaciones, no parece apoyarse la tesis de
que las zonas más complejas de la cueva del
Viento se correlacionen con áreas de mayor
pendiente. Además, existen numerosos ejemplos
de cavidades volcánicas en las Islas Canarias
con gra dientes más elevados que la cueva
del Viento y que constituyen un único y simple
tubo sin ramificación alguna .
No parecen haber por tanto razones cuantitativas
claras que nos expliquen el desarrollo
complejo de la cavidad. WOOD & MILLS (1977)
sugieren que pueda ser el resultado de una especial
combinac ión de los factores que controlan
el flujo lávico ; posiblemente una tasa de efusión
muy alta y constante y un emplazamiento
sobre una extensa superficie con gradiente muy
inclinado, con la consecuente movilidad extrema
del magma .
3.5. PERFIL LONGITUDINAL Y
GRADIENTE
En la topografía del Anexo 1 se presenta
el perfil longitudinal de la cueva del Viento con
Estalactitas primarias cónicas
y regulares tapizando el techo
en la galería Breveritas
(foto: Sergio Socorro). -
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
-
los distintos niveles que adquieren sus galerías.
Cuando aparecen niveles múltiples en cavidades
volcánicas, generalmente la parte más baja
de la cueva ha capturado el flujo lávico de una
cueva superior a través del techo de la inferior,
y las dos cuevas son conectadas por una o más
cascadas de lava. Existen muchos ejemplos de
capturas lávicas de este tipo (WOOD, 1974b y
1981; MONTORIOL-POUS, 1972; MONTORIOLPOUS
& DE MIER, 1974) y en el caso de la
cueva del Viento en Breveritas Profunda, la cueva
inferior (galería de los Ingleses) está conectada
con la cueva superior por medio de un salto
de lava de 7 m. La cueva del Sobrado dispone
a su vez de otra cascada de lava de 13 m
que conecta con otro tubo inferior de mayores
dimensiones.
El rango vertical total de la cueva del Viento
es de 478 m según el estudio de WOOD &
MILLS (1977), dando una media de inclinación
de 11 º. Este gradiente se mantiene también en
la cueva inferior y es perfectamente constante.
aparte de las pequeñas pendientes ocasionales
donde el gradiente puede llegar localmente a
30º (ver topografías). Además es frecuente observar
cambios bruscos en la pendiente a manera
de escalón (Anexos 11, 111, IV y V), cuyo
desnivel puede llegar en ocasiones a 2,5 m de
altura. En este último caso se constituyen pequeñas
cascadas con la última lava residual que
fluyó por el interior del tubo. Estos escalones
lávicos podrían generarse de diversas maneras,
pero principalmente tres procesos son probables:
a) por captura del frente de colada de una
pequeña unidad lávica ya solidificada. Después
de fluir por encima de la misma, forma un escalón
en su extremo opuesto (NICHOLS. 1933),
(fig. 3a).
bl por solidificación de sucesivas oleadas
lávicas en el flujo interno del tubo ya formado
(fig. 3b).
c)por captura del flujo de un tubo desde
otros tubos inferiores, previamente consolidados,
(fig. 3c).
:1.6. SECCIONES TRANSVERSALES
La topografía (figs. 4 y 5) muestra los 176
cortes transversales recogidos de
MONTORIOL-POUS & DE MIER (1974), de
WOOD & MILLS (1977) y de nuestro trabajo.
Estos perfiles son medidos con el fin de proporcionar
una documentación regular de las formas
del recorrido. Además algunas son especialmente
seleccionadas debido a sus características
particulares o su forma inusual.
El análisis de las secciones en los tubos
volcánicos nos permite realizar una interpretación
mejor de la historia genética de la cavidad.
De esta manera WOOD & MILLS (1977) agrupan
las secciones en ocho tipos generales y dos
representativas de cada tipo (fig. 6).
:1.7. DECORACION DE LA CAVIDAD
Diversos tipos de estructuras se desarrollan
en el techo, paredes y suelo de la cavidad.
Con el fin de elaborar un catálogo detallado de
las mismas se localizan en las topografías
(anexos 11.111,IV y V) las formas más relevantes
que decoran el interior de la cueva del Viento:
:1.7.1. Jameos y entradas. Las bocas 1, 11.
111, V y VI son jameos claramente de origen secundario,
mostrando en su interior bloques desprendidos
del techo. La boca IV, que se corresponde
con el pozo de acceso a la galería Sobrado
Inferior, podría constituir una abertura natural
de origen primario. La entrada superior de la
cueva del Sobrado (entrada VII) constituye una
boca artificial, producida por los trabajos de una
excavación minera y está actualmente tapiada.
El acceso es perfectamente practicable en las
demás entradas, a excepción de la IV y la VI,
ambas en el Sobrado, debido a que se encuentran
justo en el techo, y a una distancia considerable
del suelo. La entrada VI está actualmente
bloqueada con piedras fijadas con resina, y
es impracticable.
:1.7.Z. Terrazas y bancos laterales. La
cueva del Viento-Sobrado presenta una amplísima
variedad de formas parietales a lo largo de
su recorrido, especialmente en las galerías
Breveritas, Piquetes y Sobrado. Las cornisas,
terrazas, bancos y gradas, producto de las variaciones
que sufre el nivel de la corriente lávica
dentro del tubo ya formado, constituyen la tónica
general del tapizado interno de la cavidad.
La génesis de estas formaciones ha sido
objeto de varios trabajos espeleológicos (BRAVO,
1964; MONTORIOL-POUS & DE MIER, 1969 y
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
1
(a) (b) (e)
e e :
u.l. e
r /_' .. : cr· ; i'; . ; ,;¡ .... ,
e ; e:_ "!¡¡ ::
" t· . {/,
~ ~
Fig, 3.- Formación de escalones lávicos: a) por contacto de la lava con una peque11a unidad lávica (u.I.); bl por solidificación del río lávico residual; e) por captura del flujo
de lava de un tubo superior en formación.
©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015.
1
A
o 30m ? e:::::> {} ó <::::::l o ,,e:::::;::::J (] o C:::> ~ C:> |
Etiquetas
Agregar etiquetas para La Cueva del Viento
Comentarios
Publicar un comentario para La Cueva del Viento