Comunicaciones a la Dirección
GRAN CANARIA ¿SE SOMETIÓ A CASTILLA EN EL AÑO
1483 O 14847
Mi düecto amigo D. Emilio Hardiason y Pizarroso en un artículo inserto
em id nÚTOero 75 de Revista ée Historia, con el título Las fechas de
Conquista de las Canarias mayores: Gran Canaria se sometió en 1i83,
estiima resuelta esta cuestión, aipoyándose ¡paira ello en un párrafo de unas
instrucciones que los Beyes Católicos dieron al Oardemai die Gerona y al
Coaniendador Gonzalo de Beteita para negociar ein la Corte de Roma. La
fedha del documento es la de 24 de enero de 1484, y ein él se declara que
Gran Canaria "se acabó de conquistaír". Por cotoaiguienite, escribe Hardi»-
»on, la oipiaiión de Castillo es indiefendible. Ese historiadior sostenía que
lia rendición de la isla había sidlo en eü año 1484.
Acaso no huihiéramos tocado ese punto cronológico si el querido amigo
no inos aludiera en su traibajo, manifestando nuestra disconformidad
—como es cierto-^con la fedha comúinmente seguida por loa historiadiores
acerca de la suimieión de Gran Canairia, aceptando ia de Castilla. Es verdad
que tai sufirmación nuestra no la Ihemios dado a conocer en ningún ar-tícuüo
sino en oonversaciones privadas. Para oompiliaoer añ amigo daremos
hoy lias ibases en que apoyamos nuestra creenoia. E® indiiispienisable para
ello estudiar la relevante personalidad' de un canario famioso, D. Fernando
Guamarteime, con los datos que nos proporcdona la hietoiria de lais
iailais. Comenziareimioia pueis.
W Guanartame de Tdde.—La Lala de Gran Ganarla, aegún noticias recogidas
por k a bÍ9to7iii;t>doz^ regipnides, estaiba dividida en dos reünos a
1» llegada de loa «•pañoil'as. Pairece que con anterioimdad estuvo repartddla
entra caipitaneB ^e cíMjdrilla*; después rigió toda la isHa una mujer llamada
A/tidamana, que luego caaó coin Giumidiafe, y de esa uúión nadó Artemis,
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en cuyo Teiimáo llegó Juan de Bethencourt. De Artemis quedaron dos hi-jos:
«1 uno fué Vemtagaihe o Vantaigoythe, guanartemé o rey dé Telde, y
el otro Ikimadio Eg«inayigraclhe^Seimedán, gruanarteme o rey de Gáldar (1),
"y iporique aus <padr«s ihabfan reaidiido en GáJdar, acoirdarou cistors do» hermanos
que sus juntas o oongriegacionres, que ellos llamaban Sabor, se
hiciesen en GáJdar, y loa dte Teldle fuiesem a ellsis., mas crecióle a VleMba-gx
»yihle la 'Sobei4>ia, viéndose señor de má« tierra y vasallos procuró no ir a
lias conigregacioneis de Gáüdar como era costumibre, a cuya cau«a se movieron
guerras entre los dos hermanos..." (Galindo, liib. II, c. 8.)
Indispensable nos parece hablar segruidamente de un famoso trasquilado,
el valiente Donamas, el cual, iniegando obediencia al ganárteme d*
Gáldar, en cuyos territorios vivía, se declaró independiente de aquél apoderándose
de la montaña que lleva aún su nombre, unido a otros guerreros.
Poco después, por los años de 1477 ó 1478 murió Vemtagoyhíe, gua-inaKteme
de Telde, y dejó un hijo y una hija muy pequeños. Doramas, siempre
ambicioso» "metióse en Tedde, diciendo que aquella tierra venia dé
deredho a quien ipor su valcttiitía la ganaba, y pues él la merecía le obedeciesen,
que éd ios trataría muy bien, como lo verían. Los d* Telde con 1«
fama que de él t«ívían y por el temor que le habían cobrado, le obedecieron
(2). El rey de Gáldar, temiendo matasen a su sobrino, mandé por él
y túvolo oonaiígo" (Lilb. I, cap. 28).
(1) Bln los nombre» de estos guanartemes se advierte alguna variación
eii nue'stros cro'ndetas. Millares Torres afinma que Artemis dejó un
hijo llamado Taghoter Semidan, que otros escrib;ii Tago^horcer, el cual
dejó dos hijos: Guanadhe Semidan y Bemtagache; el primero fué rey de
Gáldar y el -segrundo die Telde. Gnanache fué casado con Guainariragua,
y tuvo una hija legítima que se Mamó Armámda, nacida en 1464, si bieíi
£S fama que sue hijos naturales pasaban de cuarenta. La muerte de esrt»
Guanarteme, llamado eil Bueno por los historiadorea. Ja fija en 1472 ( ? ),
por lo cual ee confirió el gobierno a su tío Thenesor Seanidan (después
D. Fernando Guanarteme), hijo de Soromit Semidan, hjeirmano del Guanarteme
de Gáldiar. Millares Tomes aipoya sus asertos en una esorituira d»
transaccáém entre varios descendíewtes canarios, otorgada en 1565 arite
el escribano Dieigo de Plores, donde constan esos nombre» (Lib. 42, 179).
(2) Millares Torres escribe: "Aunque re dice que el Rey de Telde había
dejado hijos menores, es lo cierto que estos tiunca llegaron a heredar,
sien/io para nototros una fábula la elevación de Doramas a dicho trovo,
dwipués que hemos rstudiadb mejor este asunto". (Lib. 4fi, pág. 180, not
a 4). No obstante la <]fpini6nt de MMlaaM», el teHbImoiQáo de cronistas que
fueron coetáoneoo de la conquista como Hemalido del Pulgar, el Cur« de
los Palacios, «te., nos impiden considerar como fábula la usurpacióVi del
reino o distri'to de TeJtíe por el eáforzíado Doramas, acto qu.° «istá en ar-monía
con la rudeza és las costumbres en aquella sociedad primitiva, de
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La guerra era inevitaible si un incidente ÍHO la huíbiera supendiido. Ésite
fué iLa llegada de Juan Rejón. Ante esa novediad los bandos c:anjarios cesaron
en aua hostilidíulee, uniéndose Doramas oon el de Gáldar para ir contra
ei enemigo que invadía suis tierra», pero la reconciliación no ¡piarece
que fuera sincera, como veremos a coutimuaición.
La sumisión del Guanarteme.—Acaso la muerte del hijo del rey de
Teiidie fué el motivo de la discordia que <afaora se renueva con má* fueraa,
pueis según la ley matriarcail eran lois tíos loe que ideibían administrar el
patrimonio de sas flobrinos quie eataiba usunpado por Doirama», «1 cual ni
siquiera era noble, y amenazeba con aiduieñarse de toda la isla.
Así las cosas, llega 'a Gran Canaria Pedro de Vera (18 de agosto de
1480). Entonceis eJ Guamarteme de Gáldar se decide a pactar oon él antea
que someterse a Doramas. Dice el Cura de los PaJaciois: "e el rey dé Gal-da
»e fizo amigo de los Chriisitiaiios, c aseguróse e fizóse vasallo del H<"y
de CasüMa, e emibióilo Pedro de Vera a Castilla..." (caip. 60). Hernando de
Puligar (1490) es más explícito, y eecriibe: "Esta isla de la Gran Ctoiaria
fuera difícil d* se ganar, aaluo porque auía en ella dos Reyes contrarios
vno die otro: y el vno por avcr venganza del otro su enemigo, se juntéi
con este Pedro dr Vera capitán y oon el ayuda que te dáó fué vencido ei.
Rey su contrairio..."
Por último, López de Gomara (15&2) día a conocer el miomlbiro dieil ad-vensiario
del jefe de Gáldar. Dice así: "Pedtro de Vera gastó tres años en
gajiar a Oatnaria, que ee defendieron reziamente loe isleños. Y tardara
máe, y aun quizá no la ganara, si no fuera con ayuda del Guanarteme, Bey
natural áe Gáldar, que le favoreipió por deshaicer a DOramas, hombre,
baxo, que por su valentía e industria se había Iheriho rey 'de Teldie. Por dio
entrairiboe ee perdieran..." {Historia general de las Indias, cap. 122).
Esta explica la« causas por la» cuales el Gvianarteme .ae. entregó voluntariamente
a los esrpañoles (3).
la que decía Cadámofto, refiriéndose a sus jefes: "non soné ^gnori per
ibatura che sucoeda il figliuolo al pad^re, ma chipiu poute e eigmori..." Y
Dotramas «ira «1 más fuerte y el que más podía.
(S) Ya Castillo recela que el Guanarteme de Gáldar habíase entregado
a los españoles voluntariamente. Dice: "Había»e conferido sobre me-gaarle
a TíieneBúrt él miferei(»r el título que te^ía por la sospecha que tuvieron
(no sin aliguna fragancda) los canañosi d'e que había «ido siui prffl-sdón
vóliíntaria, y que jior consiguiente perdía el derecho die inmediación
(Tuaiyarmina »a hija, y por ello deibiera volver el rtíno a Mesequera, como
Mja de Guayasen Guadarthemo el Bueno, no obstante ser muiger: con cu-
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Acaso esta éumiaión esté reilacio)nia<la con la fomiacióin de un segando
centro die operiaci<toes en Ag>aete, idea que le pudo ser sugerida a Pedro
d« Vera por el miisimo Guianartennel, ya que no eina podíitico ei ipresántainse
este jefe como rendido en ed camipaimento de La» Palmáis, sino simulando
que fué aprisionado por las fuerzas de Lugo, que habían levantado una
torre y caisa fuerte de piedra y ibairro y tapias donde se defendían en cualquier
ocasión, dando 'Sus .asaltas por Aigaete y Gáldar (4). Asi fué-que
una nodhe los españoles se puisierom en inarclha y al amanecer prendieran
sin resistencia ail Gmanariteime en iioa cuieíva.
La estancia en Castilla.—La reaidicddn del Guanarteme de Gáldaf deibió
ocurrir a fines diei año 1480 o primciiMosi del 1481, el 12 de feíbreax), sleigún
los autores. Pedro de Vera lo envió a OastUla "«nitregi&ndolo a Miguel de
Muxica con otros cuatro canarios gayres de los más principales quei,
habían preso, para que los llevase con los demáS' a «xis Altezias de Casiti-
11a... Y tomando un navio de ios que estaban en el puerto 'se embarcó Mi>-
jpuel de Mojica con el guanarteme de Gáldar y los cuatro gayres y Juají
Mayor, y se fueron a Espanta. Llfigaron con buen ticmipo y se presentaron
ante los Católicos Reye» (5), tíé quienes fueron recibidos .graciosamente..."
(Cííllíndo).
ya co'ntrovereia se encendieran los yerxos de que levantaran lais armais;
coa que solicitó cada parcialidad mantenersie tomando la más fuerte, y
que halló oportunidad de dlespeñar a Tagooreste, para quitar el más robusto
«imbarazo, y cojn él fueron otros de su bando, volando por los ris.-
cos" (Lib. II, cap. XVII, pág. 184^3, «d. 1848).
' (4) El P. Sosa en su Topografía dice de aquella foirtaleza: "Elsta torre
hasta hoy día está gran parte de ella en aquel ancho valle de Agaete,
cuyo d*ueño es D. Alonso Olivares del Castillo, maestre de campo por
S. M. dlel tercio de las villas de Gáldar y Guía otín su partido, y se dejan
ver sus tapias tan constantes y fuiertes, y contra la duración del tiempo
inexpugnables, que se dilatarán a lo que pareoei muchoa siglas. Sírvele hoy,
con aligunos aíorros que le han hecho, lo alto dei granero eai que guardia
las mieses de su agosto, lo bajo die bodega en que encierra los vinos de su
cosecha, que son muy ibueoos los dte aquiel parage y pago" (Lito. I, capítu-llo
XVII, pág. &5).
(6) Sosa narra La entrevista die las Reyes Católicas con el Guamlar-teme
de Gáldar, SÍA diecdrnos la fuente que utilizó: "Entrando con los de-máiS
a la preíJencia del Rey y de la Refna, hizo sus cartesías según su estilo,
estando IOP demás sus vasallos detrás, y buscamdk) con la ¡vista en 1|K
ciiadíia donde «eiitarBe y, no hallando silla, le preguntó al intérprete:
—"No es estilo en esta Corte dar asiento a los reyes, aunqus sean prisio-neros?"
Al pregulntarie S. M. si quería ser cristiano, respondió sin dilación
que s i Preguntó más el Rey: —"¿Y cómo os queréis llamar", y Tes-pondli
¿: —"Como tú". Dando a ent:inder e'n aquella rusticidad en que se
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Eí tastúiMHvio del oronista Moaén Diego d« Valera (6) confirma lo ao-teriormeotie
•trainacríto: "E viisto ipor los canarios el g^rand daño que reci-bíaot,
«aviaron a él [Pedro de Yera] a le deair que le (plugiieise de les dar
paz e querían ser diristiauos, de lo qual .pusieron luego eu obra baptizándose
mucAiieis dellos, y enbiaron al rey y reina, quatro canarios principar-t&
s papa les dar la obedieacia, la qual les dieron en Calatayud..." (capítulo
37,15).
Las Oortes aragonesa® se abrieron en aquolla ciudad el 30 de abril
de 1481, y en ellas fué jurado el infante D. Juan como príncipe de Gerona.
Ein esas mi'smiais Cortea fué presentado el Guayárteme con sus guay-
T*8 (7), y se coofirma. una capitulaeión, verdadero tratado de paz con eil
Guanartemie, caiballeros y otras personas del común de Gran Canaria (80
de mayo de 1481). Poco antes, quizá el imisaiK) día de la confirmación, la
capitulación halbía sido firmada por los diputados de los naturales. El documento,
según el' Dr. Wolfel, dice: "fueron por su parte anlte Nos pre-senitados
cdertos capítulos por eecripto lentre los cuales «e contieme un capítulo
con una respuesta". La Lmportamcia del documento no tiene necesidad
de ser indicada, escribe el sabio vienes, ¡ojalá halléramos el texjto
completo de la capituiacdón! En ella se dan a los indígenas canarios todos
los derecfhos que disfruitaban los demás isúbditos del Rey de Castilla con
la facultad de oomiprar y vender en iguales condiciones que los mismos
naturales del reino (8).
había criado, que taimtoién él era iseñor. Y así S. M. le hizo poner su nomi-bre
de Femando..." (Lib. I, cap. XVII, ,pég. 97).
(6) EMILIO HARDISSON PIZARROSO: Una fuente contemporánea
de la Conquista de Canariias. La "CrAnioa de los Reyes Caitólicos", de
Mosén Diego de Valera. (Estudio preliminiar y motas al cap. XXXVII).
Fontes Rerum Canariarum, fase. II, publicado por el "Instituto de Estudios
Canarios" en la Umivepsidad de La Laguna, 1984.
(7) Viera y Olavijo corrobora lo expuesto por Diiego de Valera al
tratar de la presentación del Guanartemie dte Gálcter a los Reyes' Católicos:
"A la sazón—escribe—^sie hallaba la corte en Calatayud. El concurso
de Grandes y Prelados, que hubo en palacio el día .señalado para la lau-dieincia
del nuevo Jugurtha de las Islas Afortumadas, fué numeroso..."
(Tom. II, lib. VII, cap. 40). Según Castillo, "era Themeoort-Semidan príncipe
de agradable presemicia y majestuosa vista, alto y bien' proporcioina-do
lem simetría, color claro, barba y cabelló negro, fuerte y suelto en sus
movimieinitos, de ámimo piadoso y guerrero, su edad como de 86 años..."
(Líb. II, cap. XVI).
(8) D. J. WOLFEL: La Curia Romana y la Corona de España en la
defensa de los aborígenes canarios (Rev. "Anthropos", tom. XXV, 1930,
separata, págs. 1.024-1.026).
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El Guanarteme y el rey Boabdü de Granada.—El desastre de |Lo9 crSs-tianiois
en la sierra Ajairquia ipor Abul-iHaiasan y isox hermano Albdallah, llamado
par mieatroa oronistas él Zaigal (Al-Soighar, el jovem), t>rodujo inmensa
adegrría en Granada, y solo Boaibdil el Chico vio con secreto diagus-to
los éxitos alcanzados por su padre y «u tío. Esto y las instancia» de s-u
madre Adxa le determinaTOin a ilustrar su norabre con algún brillante hecho
de arma», y juntamdo una lucida hueste emprendió la campaña con ánimo
de apoderarse de Lucena (abril de 1483). Fatal fué la expedición para el
joven Boaibdil, pues los sitiados de Lucena ise defendieron hasta que lie
gó con socorros el conde de Cabra. Entonces hicieran una salida tan afortunada,
que desbarataron a los moros, dieron muerte al oauddllo Ali Atar
y a todos los capitanes que defendían a BoaJbdiil, e hicieron a éste prieio-nero.
Eae memoraiWe episodio está enlazado con la historia de las isilas. Don
Pedro Agustín del Castillo escribe: "Sucedió que en «1 día 21 de abril de
aquel año de 1483, el rey MaJiomet, llamado el Rey Ohioo, habiendo salido
con su ejército a sorprender la ciudad de Lucena, ae le contrarió Ja suerte
quedándolo él en los reencuentros que tuvo con el cande de Cabra y con
el Alcaide de los Donceles, como dice D. Antonio Suérez de Alarcón, quien
llevándole preso al Rey Católico a las ciudades de Córdoba y Sevilla, hallándose
en ellas Guadartheme, mandó el Rey Católico anduviesen estos
dos¡ Reyes juntos, como triunfo de sus armas".
Hay otra fuente que disipa toda duda, y «s la información de (nobleza
de D» Marg'arita Guanarteme, hija de D. Fernando, realizada en 23 de mayo
de 1626 (9). La pregunta 14, dice: "Itan si saben que el dicho don Peinando
Guanarteme anduvo cierto tiempo en la Corte de sus Altezas, e sus
Aitezaa le traían consdigo en su servicio y junto con él a el Rey chiquito
de 'Granada". De las dedaraciones de los testigos que afirman el hecho,
la más importamite es la did Rvdo. Pemández de Alvarez, Tesorero y Qa-nónitgo
de la Catedreíl de Camaiia, quiien die la catorce ipregumta dijo:
"que la «abe como en ella se contiene porque lo vido p porque este tesi-tigo
te vido andaar en la corte de «us Altesas en Córdoba encabalgado, que
(9) La publica íntegra leil Dr. Ohil y Naranjo en sus Estudios (pági-nas
20181-284 del III tomo). EJsta informadón se hizo ante el «ecrihíaj»
Femando de Padilla y del Ledo. Pér«z de Espinosa, teniente dte Goibesma-dor.
EJl Dr. (M\ la obtuvo de D. Juetn Padilla y Padilla, posiblemente des
oendiente del escribano que la autorizó.
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andoiba por mandado de sus Alteaae juntos el dicho don Fernando Guad-uarteme,
Rey de la Gran Canaria, y el Rey chiquito de Gran(j,da"r
Otro testigo, Alanso Hernández de Arévalo, .conquistador, completa el
hecho de referencia con ei testimonio siguiente; "De la pregunta catoiroe
dice que lasí lo oyó este testigo a muchos que vinieron de la Corte que
affiídaba el dicho Gxnadnartemie e lo traían sus Altezas en Corte con' el rey
CMquito de Granada, j? que así lo oyó contar al dicho Guambiárteme
don Femando venado a esta ÍSIQ de Castilla, e lo contaiba a sus parientes
los Ganariois e <a los oonquistádores, e d«cia e nomlbraba las ciudades' donde
anduvo, e que así fué notorio en esta Ma".
Esto ocuarrió después de bautizado D. Fernando. El mismo oan^ánigo
de la Catedral de Canaria declara lo que sigue: "De ía trece preigunta dd^
jo que «aibe e vido que fué preselntado ante sus Altezas en la Corte el dói-dho
Guadnarteme e que oyó decir que suis Altezas lo mamdaron Baptizar;
a este testigo lo vido diespués de Baptizado en ila cdudad' de Córdoba, don^
de a la «azón estaJban «sus Altezais, e allí amdaba encabalgado e ataviado
como buea caballero (10), y despué» én Sevilla, g lo vido comer a la m<f-sa
del Obispo dé iCanaria don. Juan de Frías, señor deste testigo, con
quien este testigo a la sazón vivía".
Castillo amplía este punto diciendo: "El Rey católico mandó luego se
le piroveyeise al Guadartheme de su© propias reales ropas de grama y seda,
y a 'SUS caballeros caniariois respectivamente, y casas realeg en quid
apos«nitaxlois «n la calle de Santa Cruz en Sevilla, raciones correspondientes,
y «aibailoe de au real cabaileriza, para que amdiuviese cabañgando «1
Guadartheime, que lo hizo muy bien en fuerza, de su real inclinación, too
haibiéndoise visto en Canaria caibaillo alguino, hasta que los llevó Juan Re-jów..."
(10) Fué ennoblecido por los Reyes Católicos. Sus armas eran uti escudo
«n .campo de oro oom una torre en mieldio y tres palman, una de cadia
lado de la tome y lasaa, que sale de detré» día la torre, a imodo de una 'oaisa
fuearte de bóveda, y a la pulerta ha de tener a cada liado lujn perro pardb
edhado y «racima de la puerta un héibito de S^ntiaigo y alrededor d» la
puerta 'en la fiante dos rótulosi, amo de cada, pariie, que diga el uno lealtad
y él otro fortaleza, estas letras ham de »er rojas; encima de esta torre
ha dé estar una corooia de oro oon un rótulo en el asisinto della y círculo
que (fice: Guanarteme de\ Canaria, y diejitr© diel hueco de la corona otras
letras que dicein: Regina in fortunatis msulis, y toda* estas letra* rojas;
tieme encima de 1« covoma en lo más alto del escudo y miedlo de él UÍD León
y {tasa u«a banda ¡raja por etacima del mismo cuerpo del León y el Le&n
la tiene agarrada con lae uña» de las manos..." (iñf. cit.)
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HQIIMM de convenir, por conadguiente, eai que D. Fternanido GuanaTtemc
y él rey Boaibdil, l^maido él Bey dúco die Granada, coámiciidieroin ^n, el vera-
Bjo de 1488, paseando juiítos a catoallo ea Sevilla y Córdoba, por ser vm
faedio con](proibadk>.
ES regreso.—Eíl irey de Géldar, ya D. Fernando Guamanbeme, resádió en
Bapaña hasta que «igresó del Norte de la Península Miguel Mujica, a donde
había ido autorizedo por loa Reyes (Católicos con él fin de redutar dos
cientos hombres que emibarcó en navios propios, yendo después a los puertos
de Cádiz y Sevilla, donde recogió aJ Guanairteme y a mi» famíliaTes.
Según Zurita, Mujica con sus hombres y con D. Fepnaindo arribó a Granr
Oanairia ej 24 de octuibre de 1488. El cromista Mosem Diego de Vadeara difiere
algunoB día» de esa febha. "E a veynte e ocho días del mes de octv-bre
del dicho año ( ?) llegó eai aquella yala Miguel de Moxica...", escribe;
pero no caibe duda que, aun cua>ndo no «eñala el año, este too pudo ser otro
que el dé 1488.
I>eade ese momento la cronología de Valera resulta clara: "E dertde
en sinco dias del mes dé noviembre cavalgairon el govemador e Miguel d^-
Moxica, e fueron a un lugar..." Ha de entenderse que fué en 1483. Lo mismo
acontece oorn las fechas sucesivas; "E desipués, en diez días del me?
de noviembre, cavailgaron los dichas cavalleros e llevaron consigo al principal
de loe quatro que avían elnbiariio a los reyes..." "Y en veynte e doy
días d«l dicho me» fizieron otra entrada el govemador e los otros capitanes,
a un lugar que se dize Againegu..." En el siguielnte mes continúa la
cita de los días: "E dende en quinze días del mes de diziembre los dichos
goveilnador e capitanes, e con ellos el canario que de Castilla avía veni'
do, él qual estava en Gáldaír con «ueve canarios e «us mugeras e fijos e
gialnados..."
Valera 'no señala en su crónica, como acostumbra, el mes y día de la
mu'erte de Mujica y sus hombres por los oaínarios; pero al silencio de este
historiador responde la daridad con que se expresa e] Cura de los Pada-cios,
diciendo: "y hubieron un día una batalla en el invierno del año
14S3 en una sierra, fortaleza de peñajs e puertos que llaman Venta-ngay e
tetaían la fortaleza del risco los de Télde, e los christianos e Pedro de Vera,
su capitán mayor, e un vizcaíno que llamaban Michel, que era capitár.
debajo de Pedro de Vera..." (11).
(11) En esta acción desempeñó D. Femando (tuohiarteme un impor-
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Conoloaioaes.—De lo expuesto se dieisiprenide que isi ajuetamos los hechos
a la oroQoIogía, teindireimos:
12 Que la muerte del Guauarteme de Telde, llamado Ventaigoytoe por
Galiiisdo, y la usurpadAn de aquiel reino por Doramias debió ocurrir por
eü año 1476 ó 1477, o isea amteis de la Uegudia ád capitán Biejóa; "a poco
tiempo lliegó Juam Rejón", eeoróbe el crouiista. Y <nioi9otras sabemo® que
este <militaír fomdeó en lias leletáe el 24 de junio de 1478;
2S La «uimisdón voluntaria del Guanarteme de Gáldax debió ocurrir
en fecíha anteñor a la muerte de Doraimas. De otro modo no ee explica la
cmtrQga de aquél, ya que buscaba vemg'a.rse del iisurpadior del reino de Tolde.
Loe tratos o convenios entre el Guaniartemie y Pedro de Viera oomem-aarían
a fines dei 1480, porqu« su fingida prisión ocurrió el 12 de fielbiie-ro
de 1481 (12), aadisitiemdo a las Cortes de Calatayud eii ,31 de mayo del
miamo año, según ha demostrado Wólfiel;
32 Es indudalWe, diados los irrefutalbílieis testimonios conocidos, que
D. Femando Guianarteme y el rey Boaibdil el CJhioo de Granada pasearon
juntos por las calles de Sevilla en eü verano |del año 1483, y que reitonnió
aquél a Gran Canaria (13> com Miguel Mujioa el 24 de octubre de diidhio
tante paipel. Oigamos al Cura de los Palacios: "Los canarios volvieron soe
bre los diristianos a pedradas, e mataroln muchos de los deiíaniteros, y entre
ellos al capitán Michel que ae haJbía metido mucho en elloe, y los christ-tiamoís
desanayarom, e volvierota huir, e los canarios de la parcialidad se
pusieircln a la frente, e el miismo rey de Galda, e defiendieroin a los chris»-
tiamos, que ei así el rey de Galda no lo ficiera, no escaparan aquel día
sino a uña de caballo. E vista la flaqueza de los dhristia/.os, la hueiste de
Telde al Guanarteme de Gaida dijo: "Conoce este día y quítate de en
medio, y matareimos todos esos chriistianos, y quedaremos librea vosotros
y noaotro®, e nunca nos podrán sojuzgar", y dijo lei Guárdateme: "No
quiero, que no faré traición por cierto, que asi lo tengo prometido" (Oa-pítulo
LXVI).
(12) Es «vidente que Hernán Pieraza, castigado por los Reye» Católicos
a servir en la conquista de Graln Gainiaria con los g'omeros que participaron
em la muerte de Juan Rejón, no pudo asistir a la sunüsión dtei Guai-naAeme
de Gáldar, como afirman todos los hietoriadoieis negionales, pues
el hijo de IMego de Herrera llegó a Lanzarobe desde la Plemínsula en la
Navidad dtel año 1481, con isu esposa D* Beatriz de Bobadilla, presentan-
. dose len el fuerte de Agaete el 15 de febrero de 1482, o sea un año después
de aquel suceso. La crónica de Sedeño, escrita por un 'adicto a la Casa
de Herrera, afirma que Heraán Peraza colaboró en la prisión del Guar
narteme, y de ella lo copiao los demás escritores de la conquista, pero el
hecho es inexacto,
(13) Dos años después de sometida Gran Camiaria (1486-1487) vuel-via
a la Panínsulia D. Femando Guanarteme, acaso después de vencer los
focos aislados que aun resistían. Mi amigo el Sr. Hardiesoln Pizarroso en él
71
«ño, según Zurita, o cuatro díae más tarde, como «tfirma Moaén Diegro die
Valera;
43 Qoie «1 rieig:i«eo de Mujica IKK» sirvie de panto d^ reifie>rencda pcur,a
cdnocer leü año & que ailude el cnxniísta Valera, ai nairar lo® suoasos aten-dlfendo
soHamieinite al día y al mes, confinnándolo él tetsümomo del Cura
dle los Palaidoa, al deoÍT que la muieirte de Miguel Mujioa ocurrió en el iin-vieimo
diél año de 1483, y
62 Abreu GaiMaido es el priimer hiotoriador que da la fecha más aproximada
de la aumisión de la isla, o sfea con uin año de diferencia (14).
"Fué eata entrega—escribe—jiiefves 29 de abril de 1i8'3, día de San Pe^
dro Mártir, frayle de la Ordem y hábito dé Santo Domingo". Núñez de 1«
Peña señala la miama data, pero no indica el día die la aemama, e igual
amiaión hallamos em Viera y 01a\djo. Pero el 29 de abril de 1483 no cayó
en jueves sino em martes, según las tablas cronológicas. Fué en el año si-giüiente
de 1484 cuaindo el 29 de abril cayó en jueves; por coinisiguiente,
tiene razón Caatdllo, que corrigiendo a Abreu Galindo hace constar que la
rendición fué el "día jueves 29 de abril por la mañana, año de 1484".
Batos han sido los fimdamen/tos len que apoyábamos muestro aserto,
durante las converisaciones amistosas con nuestro querido amigo el dipJoF
mático Sr. Hardiisson Pizarroso, al sostener que la conquista de Gran Canaria
oouirrió en 1484 y no en 1483.
Aihora bien, queda otro punto que aclarar. ¿ Cómo pudo hablarse en un
documento oficial de la sumiisiómi de la is.la en 'fecha anterior la 1484?
nüm. 67 de esta Revista da cuenta, em una "Comunicación a la Dirección",
dtel libro El príncipe que murió de cmior. Don Juan, pt^vmogénito de los
Reyes Católicos, escrito por el Duque die Maura (1944), que ein su eegun^-
da parte. La Economía, «I Mmosinero de la reina D5 Isabel, D. Pedro de
Toledo, consigna el siguielnite asiento que transcribe éí Sr. Maiuxa y que
diee: "Di a Guadaieme, Rey quie fué d© Canaria, entretanto que S. A. le
despachaba, cuatro reales para comer". Con esito queda plenamente demostrado
que por dios veces, por lo menos, estuvo aquel rey canario en España,
a «aber: desde 1481 al 1483, y luego desde el 1486 al 1487.
(14) Los escritores anteriores a Abreu Galindo fijan la rendición de
Gran Canaria en el año 1477. Así lo consignaln la Crónica Matritense y 1*
Anónima, Escudero, Sedeño y López de Ulloa, y la retrasan en siete años,
ífin quie podamos comprender la razón que justifique esa fecha. El P. Sk)-
sa, que tuvo a la vista algumoe de los miamu»critos citadosi, se muestra in-decáso,
y unas veces se indina a la croinología de Sedeño (págs. 39 y 107),
y otras a la de Galindo (pág'. 36, ed. 1849).
72
Acaso la explicacL6n no sea difícil. Loo cauarioe al ser atacados por lo>s
esipañoíLeis aipaventaban rendirsie y ipedíaui el bautiismo hasta qu« recogíam
laja eioaeiohais y eintonices, Heváiodioiliais a lugaires laegnirois, comenziabain d«
miuievo la lucha. TSií frecuente levanitamienito de lois> naturales hiso que Pe-
<iro d« Vera enviaxe. a Eapaña a los sometidos para librarse de sus velei-dádes,
f onmoudio vnk núcleo imimeiH>sio en Sevilla, especialmente en el barrio
die Mihojar; se les enseñó la doctrina crisitiana, y tuvieron por adivo-oación
a Nuestra Señora, em la parroquia die San Isidoro, cuya imagieta
tomó de ellos el nombre de "Virgieoí' Oanaria", con qu/e hasta ahora se le
conoce (16).
Bn «1 croiniísta Mosén Diego de VaJera, citado en diversas ocasionee,
se descubre reiterad>amen<te la táctica de aquellos naturales. Oigámosle:
"E visto por los canarios el grramd daño que recibíam,, enbiaTom a él a
le diezir que le pluig^uiese dé les dar paz e queríaln ser Ichrisitianos, de lo
quai pusieroaa luego en obra baptizámdose muchos' diellos, y enibiaron al
rey y reyna quatro oanairios pringipalee...
"E al tienpo destas pazes los canaTios sembraron muchio pan, con intención
que después de cogido podrían desbaratar a ios christiarwsi.
como otras veaes avían hecho a la gente frangesa que aquellas yslas cométalo
a conquistar. E después que los panee fueron" cresíLdos e comeni-
{avan a espigar, los cajiarios mataron ocho christianos que andiávan (por
la yslia buscando de comer. E como los canarios sintieron que la muerte
de aquéllos era eaibida al^ronise 'en las sierras; e luego el governador con
tod» la gente de cavallo e de pie se fué a Gayerte, e allí fiao una fortaleza...
Ein tanto que la fortaileza se hazía, mandó talar todas las huertas e
higuerales e panes que tenían..."
EJn otro pasaje de la misma Crónáca (cap. 37) «e lee lo que sigue:
"E los christianos emtraron en la tieiira talando inlfinitos ipanee que
teníam «senlbradoe, de lo qual quedaron muy perdidos e Jos dichos cavalle-ros
quedaron asomibrados... E dfeepués dieslo fuerótti gertifioados que lo«
(15) En un artículo que publicamos en "EJ Noticiero Sevijlano" (30
septiembre 1927) demostramos que la Viangen de la Salud, Uam'ada vjal-g^
rmente "La Virgiem Oanaria'', que aun se venera em la iglesia de San
Isidoro dte aquella capital alndaluzía, tomó el referido eobrenomibre de los
oaaarios daportadoe por Pedro de Vera, a cuya capilla' estaban afeictos.
Por consiguiente, dicha imagen no fué de ningán modo obra diel escultor
Lujan, como se ha venido repitiendo hasta «hora, sin un estudio detenido
de la época'que representa su talla.
73
oanariios tenían recogiido todo mx m'anitehiimieato en uina fortaleza que di-am
Litema, que es lui risco muy alto e áspero, e loe canarios estavan muy
seigULPOB creyíemido que allí no oaarían Ueigar los chriistianos; e de siipi/to
Itegaron e tomaron la fuerca... e quemaron todo el trigro e gevada que allí
tenían..."
Los (fragm'emtos transcritos comprueban las frecuentéis sumisiotnes y
alaamientos de los canarios, que creían las comiqu'iisitadores eran djefini-tivos.
EJn cuanto a la traslación del Obispado de Rubicóin deade Lanzarote a
Gran Oanairia, se efectuó el año sigoiiente de 1485. El P. Sosa BOS da u"na
fecJia insieigTjra: "el año 1485, a veiiite y tres días después die conquistada
la isla Grato Canaria..." Aibreu Gallando y Núñez de la Peña la consignan
con exaoti-tudl: "Ein 20 de noviembre del año 1485 trasiladaron la Iglesia
Oatedral que estaba en Lamizarote a la Ma de Canaria..." Viera y Clavijo
sigue a amibos croíiistaa. Esa fecha robustece nuestras afirmaciones.
B. BONNET
NUEVAS REFERENCIAS ACERCA DEL USO CRISTIANO
DE LOS NOMBRES DE LOS DÍAS DE LA SEMANA
Sr. Director: El heoho de que ni el Dr. D. Manuel de Paiva Boleo, en
au interesante libro Os nomes dos dios da semana em portugués, Coim-bra,
1941, ni yo mismo, en mi artículo Las palabras "fcira" y "Unto" en
el habla popular de La Palma y Tenerife, Revista de Historia, X [1944],
32-38, citáramos a Sam Agiuatín (364-4310) que, ai igual que hicieron después
el Papa San Silvestre y el Obispo San Martín Dumiense, se ocupó
tamlbién de la cristianización de los nombres paganos die los días de la semana,
y la oinounstancia de haber hallado ahora esta referencia, dan motivo
a esta Comunicadíón.
/Haice ,poco comenzó a pulbJicarise en Amsterd'am (Holanda) una revista
con ei título "Vigüiae Chriistiamjae. A Review of Early Christiam Life
and Laaiiguage". Pues bien, en SiU núm. 1, de eneiro de 1947, en un artículo
tótudiadlo Le latín commun et le lafin des chrétiens, de Chrístime Mohr-mianm,
pág». 1-12, ee encuentra ed párrafo que transcribo a comtinuadóm
(péig. 4 ):
"Dañe un passage curieux d? s^es Enarrationes in Psalmos (93, 3)
74
l'éveque d'Hippone esdiorte aes auditeuns á se servir des mots chrétieiis
pour désQigfner les joui» de la aemaine et á éviter l'uisatg© d&s termes' ¡pro-faBes:
una sabbati dies dominicus est: secunda sabbatti.^ secunda feria,
quem sae c ufanes diem Lunae vocant: tertia sabbati, tertia feria,
quem diem illi Mariis vocant. Quería ergo sabbatorum^, quarta feria,
qui Mercurii dies dicitur a paganis et a multis Christianis, Sed
nollemus, atque utinam corrigant et non dicant siíc. Bt aiprés ees mots
exhortatifs nous iieons l'observation soivante: Habent enim Lin-guam
suam, qua vitantur... Melius ergo de ore, Chr^tiano
ritus loqv^emdi ecclesiasticus procedit".
Esta referencia hace recmilar en .el tiempo e(l UBO que sancionió San Silvestre
(o SUverio) y que, xíosüblemente, ccwno apumibé \m¡ mi artículo tita-do,
parekse hai>er dndciadb "Hertuiliaaiio.
J. RÉGULO PÉREZ
EL ESCRITOR CANARIO BERNARDINO DE RIBEBOL, MENCTO-NADO
POR EL HUMANISTA LORENZO PALMIRENO
Es interosiante recoger liais aflufláomeB que 'sobire abitares canarios se en-cuenitnan
eisiparcidlas en loa libroa de eu época y poaterdoree. Siemptre queda
así registrado el dato jxara que otros lo inserten en un esitudáo de oon-jurato.
El humamista Lorenzo PaJmáreno cita a Bernardino de Rilberoü con
estáis x>Bl'aJbirae:
"... Mira, hermamo, si la polbreaa te uiene del cielo, haisila de estimar
•por um gran don sobre todos losi thieaoros: y no te contaré eus excelleoí^
cias, ipues hay un libro copioso deillo, que se inrtítuila Alabangas de kc pobreza,
del Licenciado Bermairdino de Ribero!, uezino de la Cananña, im-presiao
en Seuilla, in 4, en casa de Martin de Miontesdoca, año 1556" (1).
FrancÍBCO LÓPEZ ESTRADA
(1) Soibre el libro citado y noticiáis de isu laiutor: AGUSTÍN MILLARES
"GARLO, Ensayo de una Biobiibliografia de escritores naturales de Is'tas
Canarias (siglos XVI, XVII, XVIII), Madrid, 19312, pág. 445, dotnde ee hat-llairá
descriíjcidn minuciosa del libro aludido.
La cita se leiicueintra en la pág. 6 dte lia H parte die El estudioso de la
Aldea, compuesto por LOHENQO PALMYRENO, Vailencáa, 1568. Esta 11 parte
carece de indicación de año em la portada, y la «(pistola dedicaitoria apane-ce
fechada em 1573.
75
LAS FECHAS EXTREMAS DE LA PRESENCIA DE PEDRO
DE VERA EN LA CAMPAÑA DB CANARIA
Sr. Diipeotor: En esta nuissiiai Revista, uium. 7'5, ptá^ps. 277 y 78, SIG ¡úti-serta
una intereisaate nata, Gran Canaria se sometió en 1i83, cayo autor
propugma por el nianiteininiiiento de la fecha tradicioniai ide 29 de abniíl
de 1483 como la que eieñalla üa terimliinaicián d<e la camiplaña que laosnietió la
iaíla a la coroiia castallana. Se aduce en eu favor um documenito qiie po-
«Iría j'UZígairae decdeivo, y la ionipreisáóin del leotar imparcial és la de que,
de. modo ofídail y sin que a ello obste el posible deacu'briTniento de aigfU'-
nios focos de resiiatieinjcia que hayajn perdurado máa o menos tiempo, el año
83 es el que presieiita más poeibilidadls de ser la f edha capital de la historia
de la imicarporación de la móia importante de las Afortunadas a Casti-
Ilia. Vamos a añadir uin nuevo testimonio en favor de la tesis del Sr. Har-ddiasont,
tomado de uno 'de los que ipu«den ooniBiJerarge no ya como oote-ocráneos
y coetáneos del gobernador Vera, sino como eu oampañero de arana
», IbieCQ que no en lei Aijcihipíélaigo: el motairio «(poetóüco, vedno de Jiei-rez,
BeJiAto de Cárdena», quien en su inaprecialble cronicón, muy ipoico conocido,
con eer fuente abundante y «egrura de noticia» diei más alto imte-rée,
moa da les flechas exactas, así de la salida como del regreso de Pedro
de Vera para la empresa aludida.
Los textos son muy cortos, pero, en oompensación, precisos, y vamos
a transcrübííriloB y a valoirizaír d'etspuéa el testimonio del notario Cárd^mae,
desconocido de la mayor parte dte loe lectores dte Revista de Historia.
*partio Pedro de Vera para ir al Puerto sábado primero de Julio año de
M. CCCCLXXX años para ir a Canaria a tomar la isla por mandado de los
reyes e llevo farta gente a pie y treinta de caballo Embarco en el Puerto viernes
siete deste mes y año susodicho» (1).
*vino Pedro de Vera Alcaide de Arcos a Xerez de Canaria que estaba por
mandado de los reyes para que tomase la isla e que los tornase cristianos e
peleo con ellos fasta tanto que los tomo e quedo la isla por cristianos e estubo
alia fasta que los reyes mandaron que se viniese y el ansi lo fizo... Estuvo
acerca de tres años alia vino a Xerez segunda semana de Setiembre año de
M.CCCCLXXXIII.
(1) Bl texto de la crómica de Cárdenas ha sido pulWicadto por J. MORENO
DB GUERRA, Batndos en Jerez. Los del puesto de abajo. Madrid,
1929, pág. 87 a 143, Ivol. 12. EÜ pasaje citado en la pág. 101.
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Trujo muchos canarios tornados cristianos que no dejo alia ninguno y envió
otros al Rey primero que el viniese de alia* (2),
Si iprestamos fe a este hiatoriador tenamoe, puies, doa fechas capitia^
les perfeotamienite determinadas: «H c(xmi«nizo die la empresa, oom el em-ibarque
¡em 1 4e juMio, y «u remate, ooui lia tomadla diel oonquástadior en 1»
primera quince-nia d'e septiemlbre.
Quizá a algaimo ee te txrurra se trate de un teistknoimo de .persona que
haiMa dle oidas y .por menas referencias, alejado del sujeto de su afitsmia-ción,
pero ae encarga dle nespomider a aquella intearogañte esto qiue cuenta
el ppopáio crond'Sta unas líneas más abajo del texto •úl/tAmaimieaite treai»-
crito:
* Salió el corregidor Juan de Robles con la cibdad de Xerez para se ir a
Cantar con el alcaide Pedro de Vera en Arcos para ir a tierra de moros para
facer prenda por las vacas de Juan Riquel veinticuatro de Xerez... e partieron
luego esa noche todos los caballeros de Arcos... e fueron hasta cerca de Ronda...
e fui yo Benito de Cardenes con estos caballeros en un caballo e partí de
Xerez miércoles catorce de mayo año de M.CCCCLXXVIII» (3).
Teatigo presencial de miudios hechoa que marra, comipiañero del gaber-
•nador Vera en alguna die eojs entaiadlaa y hombre de gran puntuaiddiad y
raemioría, Benito de Oárdtenais tenía motivos' pana estar (bien informado
acerca del oonqudstador de G^an Caniairia.
¿ Quién era eate cronista ? ¿ Cuál el Valor de su testimoniio ? A lo primero
contestará lo eacrito en siu Cronicón, por quien lo train'acribió a principios
del quindentoe, que «opiamos, por evitar diigresdomes, quedando al
.propio tiempo contestado a lo isegundlo con lasi consideracdoines con» que
termina: "el autor que lo ©seritodó fué un hombre honrado, criistiano, viejo,
vecino en la collación de Saaitdago, en la «alie dé la Mierced, que sa
llamaba Benito de Cárdenas, hombre de biein, enitendido y de plaza, pot*-
que era esordbano de Xerez, que en aquel tiempo eram en imuoho tenidoe,
parque hacían mudhioe autos judiciales así como citaciones de remate y
(2) Cfr. Cronicón, loe. cit., pág. 116.
(3) Ofr. Crótiica, íoc. cit., pr.g. 118 Hay que observar que no aparece
Pedro de Vera en lo» numerosos dletalleis que aoarica del persomal de Jerez
silgue dando Cárdenas al narrar las (peripecias die l'a campaña contra
Granada.
77
otraa muchas cátacionieB, a quien se diaJba crédito, y aisirn]ÍB.mo era notario
aipostóiico, ainte qaien pasaiban nwMShos niegociois «desáásticoe y a qui«n
ise dIajba fe a su aino y fimia. por ¡homlbre Ihotniradio. Y por erto todo es lo
que aquí estribió ae le puedie dar crédito, como aquí dice, porque lo vido
y ae halló a ello y lo que no vido ooono homlbire qjuie siempre ajidaba en la
plaza, lo sabría como él aqiuí lo escTábe, y por .esto se ¡Le puede diax todo
crédito" (4).
La oomprobacién de más de medio ci«nto de las moticiais de Benito dé
Cárdenlas, hecha con fuentes tan seguras como las actas capitulares xard-oienses
y notas o instrumenitoe de los protooolos notariales de la miama
ciudad, nos hacen suecribir sin resiervais las consideraciones del anónimo
copiísta, y conisdderamoe aü notario apostólico como (uija die las mejones y
taáia isegjuirae fuentes informaitivae para la his.toria oomarcai en la época
en que escribía.
Hipólito SANCHO DE SOPRANIS
(4) Ofr. CróTüca, loe. cit., págr. 143. En los fondos notariales del úí-tímo
dieoendo del cuatrodeintos, que ee oomaervan en el Ai«hivo dé Protocolos
de Jeirez de ta Frontera, hemos encontrado la canfirmacióm, documental,
laisf del titu&o de notairio apostólico de Cárdenas, como de Üa con-slderacdón
aodid de que gozaha. '