Notas de Arte
por RAFAEL LÁINEZ ALCALÁ
Hiem« aquí peiTplejo y alitaimente preocjuipado por el ootmpiroimiso de hac«r
una crítica de arte modiemo ©n las páiginas de Revista de Historia. Pre
ocuipacióin quie sube dle puTiito al canisiiderar los valoréis' leduicaitivos' que a lia
orítiim comipeten frente a la diíBoliuición dtel arie oomteimporánieo y ai feroz
inidiviilduaMism>o de sois loultivadores. La crítica de arte pasa poT una de sus
crisiis más profundáis. De um lado, los antietas, cneaidoiresi |die un leTiigiuiaije
de formáis en «1 que han de verbeír la iwvariaibálidiaid de wuaillidadies física»
o de comiposición, psicológicas y iécnicas, atentos a la smcenidad ide loa
valores indmdaiales, siin me.nosicalbo de la voluntad cuLecitiva que, iintuiíü-vamienite,
tea impulsa a mancaT las huellas dol esiüilo .propio de la época,
am o'bedieoer a los avancéis desconsiideradios dle las ensayiisibais ánútilleis, má
a los netrooesaa amacrónicos del aioadem-feisimo formulamo. A la oreaoióin
artística debe doitárisda d© un poético aire de juventud perpetua.
De Otro lado, los esiteticáisiUe, fülósofas del arte y afartuinadoe eisoyeciu-
Mores de teorías cada v«z más ahiladaisi en conceptos siu,prai3©nis}Weisi, a
la íbúsquieda de una Metafíisñica Eistética que, como la de Rudolf Odetoipedht»
recoja el emibusiasmo y la angustia auperadoras dfe la reaJádiald cotádiiama,
tandea cada diía -más uirgwitie en el afán propicáo all taJento y a la sens-iW-íliidad
(die oaida UBO.
Y en medio, el público esipectante, docto o ingenuo, -pero Heno de curiosidad
y de .aimibildioinies nuevas, desieoeo de recoiger eil rayd'to Ide luz quia
quieran afpeoerte airtistais y críticos añ filo de esa vida Ide l'ais formas que
ailientaffi con inefalble poesía en la materia, en el espíritu, en el espacio
y en el tiempo, de que nos haMa Henrí Faciüan. Buenos' aiuxíMares' -pode-mos
encorabw en los capítulos que Wialter Passarge dedica a la Filosofía
del Ante en la aietualidlaid y mo son menos educadoras las palaibras com que
Wladiiniiiro Veádlé wliudie a la muerte del esrtülo, así como halhrá que temer
en cuemta lais últimas teorías reoopiladias de diveinsos aiutoiPes famosos por
Bugemiio d'Ore axjerca d.e la crítóca de los significados, de las formas y del
sentido, para llagm- a la comdusdón "de cómo <no debe hacerse la crítica
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de aaitie..." Y entonces lo mejor es no (aeguir escrilbieinldio y eisiperiar a qiu|ei,
asentadas die nuieivois Qiaia fditmieis nioTirrmis de una étiicaí inqiuelbirainitabilie, podamos
exdlgir a oada amo lias modalidaidies iels>tébi<;ai9 qxile lie seíami proprais.
Será neicesBírio vodver ai iprotolenua de sáiempire, sámi qiiie teíng'aimois que ein-frombar
la ÉJtica can la Eisitótiica y ain que seao meirois joieigois. dte ^alialbrais
todias naieatraB diaquiBlicioneis. Comenioeimois por aioeiptiaír lois prdncipiiois dIe
ia eduicaicáión diei giuisto ¡por .medfio de lais leccioneis ipertaTiieii.teisi. Y, ^smlbne
tamto, comsiden-emos el vailor iieiliartiivo que la falta de cohesdón eiapirituiail
comiporta len «I airtle y afirmemo» que el ciiltivo de las aotividiadies artisti-oas
en el Andhiipáélago marcha por los mianiiois semiderosi del arte peniinau-liar,
cuidando esmieradamenite su jardín aitílánitiioo, qiue a veces ideBlborda loa
olairoa tómiltes diel dilfüantismo ipaira textravaisamse ein la gracia y en el
enitosiiBJSimo idonoso de una juveintiud iseñera, bien dotadla de vocaiciomaa
Ideciidlidas y encaTnimadia por fénbiles nuitais de añejas move'dladés, cuyo ipa-nonaima
esitétalco delbemois amipíliifiíoar hasta los horizontes de biem compulsados
estínruilos.
Desrtjaoadísiiimo paipel oorreisiponde al Círculo de Bellas Artes de Santa
Cruz de Itenerife, qiue en esta temipoirada, de octubre a idii,cáeimbre, ha celebrado
cuatro imiportainitísiimas exposiioiicmies.
Teodoro Ríos, Juan Davó y Enrique Sánchez presentaron una nutrida
labor de paisajes pr¡,niciipalime(nite, acusando laborioso 'estudio de calidades
plásticais, más o menos destacadas en el logro de apariencias ópticas, a la
búisquedia de oin realiisimo decorativo—exaltado por lais resonanciss del color—,
cuya insiistencia teanátioa abarca todos los r'ecuirsos de taller y todas
las imtuiciianies pictóricas, valoradais en función de un coniocíimiiíanto y
de uin sentimiento equildlbradaa. Restos de neoim;presionisimo que honiradla-imiente
saie afl 'encuentro del público para traducirle, en agradaiKíeis notas
de color y certeros efectos de luz, los aeipectos más variados de la tierra
canaria.
De Teodoro Ríos, celebremos su paisaje del VoW- tlr La Orolavn, éi
miáa conseguiildo en amplitud de horizontes y densidiadl de luz por el atrevido
juego de aaulles y de verdes, isieraipre tan elocuentes en la paleta dIe
este artista, a la que siaibe arrancar, además, las sutiles calideiiesi conise-guddaa
mamifiestamentie en Flores y La Perdiz.
Anotemos de Juan Davó la firmeza de oficio y el Idmipio toque con que
imíteripireta las ágiltes vibraciones de la liuz vernácula en sus Cnslnños de
Los Rodeos, Tarde gris rn La Laguna, Carretera de Tejina y Afueras
de La Laguna, entre otros notables lienzos, además dte aiplaudir el sentido
popular de austera instpiración con que el pámtoir adorna sus temples y
litografías dte escenas caampleaLnas.
Em el caso de Enrique SánKShtez, hay que marcar con agrado la fidelidad
a una vocación .persistente y el claíro concepto nealisita que, atento a
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8 a múedoa interior., tceislaidia ail liiienzo siólido» aipuintes cotí prodiiíg'afliiidiaid
notoria, sin rebeldía inoportuina y con oertero prot^edimiento, bien aeequi-blte
a su faoLliildad nairr«itiva. Con ella enouenitra en «1 paiisaje die La Laigoi-na
iprdncápaJmente los motivos de su dil^Uantismo apaisiowado, digno diel
máximo aplauso.
Pero dionde el Círculo d* Bellas Artes ha logrado ofreceirnos urna bella
m(iíeatra codeotiva de las iinquiíetud'es airtísticas de Tenerife ha sido en siu
intoresantísma exposáción idie otoño, dedácada al autorretrato en su mayor
paiAe.
Puestos a sopesiar erroríes y aciertos, destácanse los aciertos con notoria
efioiencia. Olividemos ia confusa inistaJiaición de las obra® y la failta ide
akíeauBido caitáilogo. Los lienzas en sí mismos hablan con elocuencia suficiente.
Hay en Tenerife utnia verdaidera pléyaide die anbiisitais oomibaitivoa,
deseosos de ofrecer ocasiones para qiue se conozca la unáiversiailMad' die sus
nobles asipiracáonee estétiicas. Maestras unos y aprendí des otros, lograai
dairmios en su aparente diversidad contraidictoria la expresiva realidad die
la tacha (por la oonquisba de los valores plásticos, sin dietenmiiiniísmosi da
escuela homogénea, sino atentos a la aireña de esa diiversádad que orea de
poético eclecticismo las mejores rutajs del arte hispánico. A vanguardia o
a ratagua«iia de las llamadas conquista» europeas, siuiperadorais de todos
ios ismos, y diaramemite dteilimiiitadiaia ya por la deeaB'Oseigada tairea de fijar
las formas, em fraise <íe Georges Sorel a nuestro ZuJoaga. Eis España, y
Tenerife a compás suyo, la que busca con más isinoeridad que nirKgún otro
país eae problema de oficio e inspiración, de intuición y de mano que-transmite
al arte sus audacias metafísicas, sin detrimento de las suti»
•íes deformaciones ide la realidad en tomo, cuyo existemicdaiisjno vivificador
se ílndlividuaQiaa en eü afán ipoétóco de imáigeines y ipalBibras, ritmo interior
die la luz y de los colores, re-creaci6n del olbjelto y enisamohamiento de laa
posdlbóllidadea pJiásticas o ret&rifeas hasta los m&S' altos acordes anímicos.
En esite mismo Otroulo recogidos por los más audaces oultivadapes de «aba
exposición o por las voces más limpias que "Mensaje" ha cdecoionaido.
Iitnegaibile problema de juivemtud auténtica, a cuyosi imnMiiisos habrá quie
pireataír l^as alas de los mejores elogios. Bnitonces no habrá rii antiguo ni
moderno, m viejo ni nuevo, samo 'bueno o malo solamemite, aceptaindo lo eficaz,
en el «entido con que Unamuno replicaba a Croce en el prólogo a !a
traducción de su díaouitida Estética.
Huíbiéramos querido recpoirrer nomibre a nombre itoda -ia ejoposición, destacar
los máis ambiciiosas prclbileínafl die la iplátiica contemipoir&-nea; deoir
de MaTiano Goasio y de sus .paásajes lo que aüáemta y aigiMifíica en su mat-giisterio;
repetir los «loigios ipaina te obra cada vez más firme de Juan I»-
maiél; acusar lais «niaves dotes lumínikas de Antonio Torre»; destacar lia»
nablea intemcionea no maidiura» todavía de Oomatantóno Aznar, tan panoañ»-
cias al aire de todioa los vientos eumipeos, pero sentidla» con niáis sinceii-ded.
Haibii«tiPÍiaimoe de Ift aolddez pictórica de Davó; de OuezaJa, isu técnüna
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consistenite; «le la franca promesa triunfadora que 'aiU(g:uTa el arte de Goni-záilíez
Suérez; ¡halblairíaanoe de tanitos otros noambreí» idie jóvemes pintones
tinerfeños quie ahora no ajcuden a los puntos de la pluma, sin oMéar la
trayiectoria bien sientoda de los jó-venas maestros esciultories Reyes y Cejas,
entre oitirois, para aica'bar proolaimiaOTdo lias excelemciois jdie eeitos certá-menea
tímerfeños al cjompás mismo, nepetimos, de los más diestaicados con-oursios
qiue ipiiedan ceJebríir&e en otras regiones.
Paralelaimente a ilias a«tivid'ades amtietiicais die Santa Cruz, Las Pailmas
idesairrolla una imitenisa vida de arte, qiiie tiene por isiedie principal al salón
del Gaibimeite Literaa-io. El que esto escribe pudo presenciiar ailigunas dte
esrtjaia vailliasiais mamáfestaicioneis con ooaisdón expresa de la exposición quie
de isius obras 'hizo en eü. paisado mes de noviembre el insipiraido y 'eatud'iaso
artista Tomás Gómez Bosicih, aihora dediioado a la pintuira de ibodejfO'nieS',
oomo antes lo estuvo a la de retratos y ipaisajes. Lia técnica do Gómez
Boawh iha togradio veniceír todos los secretos de las resistencias formuila-rias,
modielaridio con notable solitura la gracia siempre nuieva de la maite-ria
«n trilunfo, para dotarla ide un leve aÍTe poético que afiainaa ^1 realds^
mo die 18U1S bodagomes y le presta el recio carácter de una perisonaUdad bien
aK3us'ad!a. Sin oJivido die su fonmación española, y por ella nuiama indiinado
a la viiisáón ipróxijna de los frutos de su tierra, busca en lias piímcelada» los
mejores acordes para entregarnos «1 regíalo rumoroso de Jas eternas ver-daidies
pilotórácae que aitesora su palieta, ensamichándoJas con la maestría
de felices edialboraieáonies vencedoras de la vulig'aridad del tema, exatado a
la imáxiima caiteg'oría por la elocuencia de la píiáatioa traidácionail que ¡no
envejece, sino qu« se renueva al contacto de la más limpia huimildiad dns-piradora.
As'í lo aciusan los hermosos bodegones tituliados Papas y plátanos,
Tunos de la Brrñn, Escudillas y lecheras y Frutas trnpicalfís',, entre
otros imuidhos calebraidos por tod^os los visitantes con los imayores eJo-gáoa
desdie el día «lismo de .la inauguración em los salones del Galbimete
Literaaiiio, en cuya solemnidad' nos fué dado el honor de subrayar con sinceras
palabras de isiaJutación jubilosa Jais nueva® creaciones de tan representativo
artista canariensie.
Tanubién durante esos días dteil diuílce otoño idleño, y en ell CÍLTCUIO Mer-cantiJ
die La.s Palmas, nos fué posiibile asistir a la revedación de un pinitor
apenas de 19 años, que en imás de tneisnta acuarelas diemostralba inmeiga-blea
aiptitude» airtísticais y una espléndida intuiición ipara el goce del coJor
vibrante de IÍTIÍICÍaciones xwiétiieas. Manolo Millares Salí velaba snis primeros
pinceles 'aureolado de generosos estímulos juveniíles bajo el prestigio
de un aipellidio lleno de resonancias espiritualizadoras. A las «laraa se go-zalba
en aquella exiposidóin ¡la temlWoiraaa fragancia de Sios priimeros brotes.
Buena ccaisléin para un ensayo acerca de la awuarela como veihícuilo
propicio para las fugas Mricais, confidencia urgente de unas invisibles alas
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de imariiposa qae ponen suave te y lliiíg'ero color, como dorado freno, a los
ambicdiosos ensueños juveniles. Frente a la inexperiencia de aliónos toques
y a la manifiesta inigemAiidad del dibujo, Millaires Salí imponía la emoción
d« isos cMos aiitoB, agiuiais soniorais y tierras manchadas en oonitrapunito de
auitilísiimas veladuras grises. Ya es un triunfo ponerse a ipintar vestido Ide
ia más candida intuiición, salda* airoso de tan ardua praieiba y ihaicer ver que
junto a la deatacadisima poesía de las x>alabras canarias hay tamlbién, como
hemos didho en otras ocaaiomes, la misma sobriedad profiunda y entu-siasita
de 'las formas ocíeániícas, que alientan siiempre en el universal espíritu
de los antiatas isleños,
N O T I C I A R I O
Además de las actividades artísticas inoliuídas en la crónica de nuestro
colaborador, anotamos las siguientes exposiiciones pelaciomadais con nuestras
Islas:
El 10 de octubre se inauguró en El Gabinete Literario, de Las Palmas,
la ex(po3Íción del pintor Cirilo Suárez y dte los jóvenes eseuütores José María
Boves y Esteiban Saavedra.
Cirilo Suárez, hijo y nieto de artistas, expuso treinta obras: once dibujos;
siete retratos, entre ellos el dtel poeta Cairasco, el del ^poeta Pedro
Perdomo Acedo y los de líos poetas Juan Medina y Calbrera; doce olbras—
también al óleo, como los retratos-—sobre motivos marroquíes conupleta-ron
su exposición,
José María Boves presentó odha olbras en escayola, retratos entre los
que idestacaron los del ¡pintor Cirilo Suárez y el dte la Srta. Wolson.
Esteban Saavedra ofreció seis ibustos en escayola, casi en su totalidad
retratos, entre los que se oontalba el de ia poetisa Chona Madera.
El 17 del miisimo mes fué inaugurado el Segundo Salón de Otoño, oir-ganiaado
por el Quib P. A. L. A., del Puerto de la Luz Ide Gran Oamairia.
En el acto de la inauígiuración leyó una® deliciosas cuartillas de presentación
D. Simón Benítez Padilla, A la Exposición, que este año ha sido patrocinada
por ei Entorno. iSr. Capitán Gtenerai del Archipiélago, han acudido
31 artistas con un total (die 84 obras. D. Francisco Bonnim, D. Nicoláa
Masaieu, D. Tomáis Gómez Bodi, y lois nombres de Cirilo Suárez, Servaindo
del Pilar, Santiago Santana, Juan GuAUermo, Carmen Croissier, Enrique
Cruwait, Luia Oampamarie, Antonio Gallardo, Joselín de Jong, Pepita May-naide,
Puno Padilla, Felicáamo Ojeda, Juan Rodirigiíez González, etc., figuraban
entre loe acuarelistas y piíitorea. Los escultores eatuvieron reipre-aentadoa
.por Albralham Cáirdenes, Plácido Fleitas, EMuardo Gregorio López,
Juan Jaón Díaz, José María Boves y Bstetoan Saavedra Oliva. En eü
acto de clausura pronunció unas palabras D. Pedro Cullen del Castillo.
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Esa .misma noche del 17 de octubre se celebró una cena íntima en (homenaje
a los exipositores.
Bl 19 de diicfembre el pintor Juan Guillesrimo injauguró su exposición de
óleos—bodeigonea y paisajes en &i\ mayoría—en Bl Gabinete Literario.
D. Pedro OuiUen áéi Casitillo pronunció unas .palaibrais de presentación.
iSeigún hemoe leído en la .prensa diaria, los acoiarelisitais canarios han
quedado agrupados en una asociación que ha expuesto su oibra en Madrid,
junto a los elementos de Madrid, Cajtalaiña y el País vas«50.
Integran la Agrupación canaria: D. Franoiisco Bonmim, Bonnin (hijo),
Teodoro Ríos, Guillermo Soireda, Celesitino González, Ventura Bravo, Au-guisto
Machado, María de los Anigeles Cervdé, José Julio Rodríguez,
"A. Bencomo" y Jerónimo Rodríiguez. Excepto los acuarelistas Maidhado
Méndez, Bravo y Jerómimo Rodríguez, que no pudieron enviar obra, el
Tiesto de loa acuarelistaa están rejpresentados en el¡ Primer SaMn Nacional
de la Acuarela qiue se ha celebrado en el Museo de Arte Modeiroo dte Ma-drild.
Al miamiD ceritaimem, y fuera de la Agruipación, han acudido los aoua-rel'istais
González Suárez, Aznar de Acevedo y Oliver Baudet.