ESTUDIOS GENEALÓGICOS
El lina)e español mas antisruo en Canarias
BARTOLOMÉ RUIZ PERAZA. caballero sevillano que floreció en el
siglo XIV, es, según los historiadores que tratan de este antiguo lina-
Je. donde ya comienza la filiación verdadoramente comprobada de los
Peraza. (1). En el año úo 1370. fué jurado de Sevilla por la collación de
(San Salvador, en cuyo templo tenían los de su estirpe '"entierro, capellanías
y memorias", y en el do l\iíK> ejerció el elevado <'arjí(i de recou-dador
mayor de las Rentas Reales de la misuia ciudad {2).
(1) "Bartolomé Ruiz Peraza, progenitor de este aipellido, aunque por faltarle
hijo varón entró en el de los Martel&s." Ortiz de Zúñlga: Anales Eclesiás-tico3
y Seculares de la ciudad de Sevilla, Madrid, Impirenta Real, 1795-1796, tomo
n, página 405.
"Bartolomé Ruiz Peraza, progenitoi de todo el linaje y Jurado por la Collación
de San Salvador, año 1370." Rivavo:a y Pineda: Deiicripclón de la República
de Genova, su gobierno antiguo y moderno... Madrid, 1729, Imprenta de
Diego Martínez Abad, página 220.
"Bartolomé Rudz Peraza, de ilustre Inaje sevillano." Azgote de Molina: Ge-iiea^
ogía de los Manueles, al principio del Conde Lucano, folio 24.
Ramos: Dccciipción genealógica de las casas de Mesa y Ponte establecidlafi
en las Islas die Canarias, Sevilla, 1792, Imprenta de Váziquez e Hidalgo, página
22.
(2) Ortiz de Zúñiga, obra y tomo citados, página 406. El imiportantisimo
i'argo de recaudador mayor fué suprimido por disposición real en 1435.
218
Barfolomé Ruiz Peraza, es probable fuese hijo de Rui Pérez Aza,
lambién recaudador mayor de aquellas rentas, que floreció en el reinado
de don Alfonso XI (3).
Del caballero a quien consagramos este primer capítulo, vino a ser
hija y sucesora doña Leonor Ruiz Peraza. cuyo enlace y descendencia
expresamos a continuación.
II
,DOÍíA LEONOR RUIZ PERAZA, señora de Almonaster, por su casamiento
con GONZALO PEIRiEZ MARTEL, sexto señor propietario en
dicho estado, vasallo del Rey, jurado de Sevilla por la collación de San
I>alvador y su procurador en las Cortos de Madrid de 13í)0, hijo de Alfonso
Pérez Martel, quinto señor de Almonaster, vasallo del Rey, alcalde'
mayor de Sevilla en 1355, y de doña Estafania Mate de Luna, la que a su
vez lo i-ra del almirante de Castilla don Juaa Mato de Luna, camarero
mayor del Rey don Sancho "el bravo" y de doña Estefanía Gutiérrez de
Geijallos, su mujer; nieta de Gonzalo Pérez Martel, cuarto señor de Almonaster,
comendador mayor de Castilla en la Orden de Santiago y
d-^ doñix ¡nés de Guzmán, su esposa, nieta de Alfonso X "el sabio"; y biznieto
de Gonzalo Martel, tercer señor de Almonaster, deciiuonoveno
gran maestre de la Orden de Santiago, en 1^84 (4).
¥A sexto señor de Almonaster, en 1390, con ocasión de encontrarse
en la Corte, representando a la ciudad de Sevilla, solicitó del Rey don
Enrique III le concediese autorización para llevar a cabo la conquista
de las islas Canarias o el derecho a invadirlas y aprovecharse de su^
(3) 'En tiempo del rey D. Aüfonso XI, lo fué Rui Pérez, que entlerjdo
haber sido de los Perazas." Ortiz Zúñiga, volumen de obra clisados, página 405.
(4) Ramos, obra y página Inidlcadiuí.
Pellicsr de Toviar: Memorial de la calidad y ssrviciiDs de don Alen o Martel
y Vareas, del orden de Santiago, XY señor de la villa de Almonaster, dirigido
»i Rey nuestro señor; compuesto por... Madrid, 1649.
Argote de Molina: Nobleza de Andalucía, Sevilla, 1588, Imiprenta de Fernando
Díaz, libro II, capítulo 134, íoiio 2^.
Rades de Andrada, capitulo 27 de cu obra, cita de Argote de Molina en dicho
libro y folk>.
Uztarroz: Prcfado al Libro de cctcbrar Cwtca en Aragón, citado por Méndez
de Silva, en el trabajo que a continuación mencionamos:
"La de Martel procede de la Real tíe Pramcia, por línea de CarHos Marte\
Duque de Austracia, Príncipe de los Franceses, padre de Plpino, Rey de aquelD
Cprona y abuelo del gran Emperadcc Cario Magno." Méndez de SUva: Árbol
fcnealógico y blaenmca de U Bostro Cao» Ote amfLreán... Madrid, 1653, tollo 16.
219
despojos (5). Obtenida esta gracia, que es la primera merced real que
se hizo de las Canarias, según el estado actual de la investigación histórica,
Gonzalo Pérez Martel en 1393, llevando a sus órdenes un armamento
compuesto de cinco navios, tripulados por andaluces y vizcaínos
con alguna caballería, recorre las costas del continente africano y las
de Fuerteventura, Gran Canaria, Hierro, Gomera y Tenerife, penetra
por último en Lanzarote, donde consigue un pequeño botín y lleva CHU-íivos
al rey de la Isla, Tinguanfaya, a la reina Gnanarame y a ciento
setenta naturales (6).
De doña Leonor Ruiz Peraza y de su marido Gonzalo Pérez Martel.
que otorgó testamento en Sevilla a 18 de enero de 139;'¿, fueron hijos:
(5) Viera y davijo: Noticias de la Hist:<r£a general de las Isüas de Cana-lia,
Madrid, 1772-1783, Imprenta d8 Blas Román, tcono I, libro V, capituiO XI.
Esta concssión del rey don Enrique III es, a mi juicio, de gran imiportancia
para el eeciarcolmiento de quienes fueron los primeros señores de laa Isas.
Por ella pueda jiistificarse la intervención de Fernán Peraza, hijo de Gonzalo
Pfcrea Martel, por su propio derecho, y se comiprucba que no existió el caballero
Fernán Pérez, que consignan los historiadores como señor de Canarias. En
electo, este antiguo poseedor no twvo ruás reanudad que la nacida del error de
un copista. Dice la Crónica del rey don Juan II, capítuCo IV, año 1417: "...B
tísspués Pero Barba vendió aquellas isias (las Canarias) a un caballero de Sevilla
que se llamaba Fernán Peras", pero ía primera edición de dicho texto en
1317, impresa en Logroño por ArnaJdo OtlUén de Brocar, dice Peres, si bien la
pi'.bücada por M. Rivadeneyra, en 1877, deohace el error, pu;s hace constar, por
nota, que el original primitivo se halla enimendado y escrito al maigen 'Pera-n.'
i". Eiita observación última que debemos a nuestro cultísimo colega el señor
Eonnet, coincide en cuanto a excluir el v )mbre de Fernán Pérez del catálcgo
de los señores de Canarias con el traba ji. del Dr. Wolfel: Quienes fueron los
primeros conquistadores y obinpos de CanA-lats, publicado en Im^i^stisturión y
Ptojricao, año V, número 9, septiembre de 1931.
(6) Abreu Qalindo: Historia d>3 1» Conquista do las siete ÍSIAS de Gran
Canalla, Santa Cruz de Tenerife, 1818, Iniprenta de Miguel Miranda, página 24.
Mariana: Historia general de España, Madrid, 1734, Imprenta de la viuda
de Gerónimo Rooco, tomo II, .página 34.
Lápez de Gomara: Primera parte de la Historia general de las Indias, Biblio-ttca
de Autores españoles, tomo 22, Historiadores primitivos de Indias, tomo I,
Madrid, 1852, Imprenta de M. Rivadeneyra, páighia 292.
Zurita: Anales de la Corona de Araj:ón, stgunda parte, Zaragoza, 1579, Oficina
de Domingo Portonarüs y Ursino, libro 20, capitulo 39, folio 310.
Viera y davipo, obra y volumen citado, libro III, capítulo XXV, páginas
<¿79-280.
Arlas Marín y Cubas: Historia de las siete is'as de Canaria, origen, deseo-brimicnto
y conquista... Canaria, año do 1684. Manuscrito que se conserva en la
Ulblloteca municipal de Santa Cruz de Tenerife.
220
1." Alonso Pérez Martel, jefe de la gran casa de MaHel en Aiidalu-i'ía,
séplimo señor de Almonasler, etc., que contrajo inatriinoiiio con doña
Catalina Rodrífluez de Guzínan, y cuya ilustre descendencia omitimos
en este trabajo por no haberse perpetuado en ella el apellido de Pe-
)-&za.
2.° Fernán Peraza, que confinúa la casa que historiapios.
3.° Doña Leonor Martel Peraza, mujer hf^ítima de Fernán Arias
di" Saavcdra, "el bueno'", primer señor de Custelar y del Viso, vasallo del
Jtey, alcaide de Cañete la Real, veinticuatro de Sevilla, y tan j|ran e«ba-llero
como señalado y famoso capitán (7). Antepasados directos de los
antiguos condes de Gastelar y de los marqueses de Rivas y por hembra
do las grandes casas ducales de Medinaccli, Ilijar, Alba, etc.
III
FERNÁN PER'AZA, hijo segundo de los señores Alinouiíster, señor
del estado de Valdeflores y caballero veinticuatro de Sevilla, sricedió
en. el señorío de las islas Canarias, titulándose a imitación de sus an
te¿csores rev de dicho archipiélago, en virtud (hd enlace matrimonial
que celebró con DOÑA INÉS DE LAS GASAS o CASAUS. señora propietaria
qu^ fué de dichas islas y de los hereilamientos de la villa de Hue-v.
ii- en Sevilla, hija de Guillen de las Casas, alcalde mayor y jurado de
aquella ciudad, señor y rey que se tituló de las Canarias y de doña Inés
de Braquemont, su esposa (8).
(7) Pellicer de Tovar: Memorial de la calidad y servicios de los señores de
Fucitevcntura... Madrid, 1647, fouio 2.
Núñez de Castro: Memorial de la calidad y servicios de los señores de la
iüla de Fuerteventura en las Canarias del apellido de Saavedra. Impreso en 1680.
(8) El hecho de que los señores territoriales de las Canarias se titulasen
reyes no ha sido puesto en duida por los antiguos historiadores, pero sí se
ha discutido si usaron con propisdad de este título. El cronista ds las Indias,
Krancisico López de Gomara, asegura de dOrña Inés Peraza y su marido, que
Ee Uamabaa reyes, lo que no debieran, pero a ello, argumenta Viera y Claivijo,
que Gomara no £c hacía carg^o que las Canar.'ias habían sido eligidas solemne--
mente csn rctaio por el papa Clemente VI dcrjiic 1344, y que Juan de Bcthencourt
y sua suo'jsoires sf:.'mpie se intitula; on a^i, rcconocüendo la suprema, soberanía
de los reyüs de Ca<;tilla, añadiendo nuestro sabio historiador regional que el epíteto
de rey no ha tenido süempre las miomas acepciones. (Noticias..., ya citadas,
tomo I, libro XI, capitulo II. Nota.) A ejtos razonamientos puede unirse tam-t;
én, el heoho de que los soberanos de Castilla no usaron el título de reyes de
Cenarlas hasta la fecha en que doña Inés Peraza, hace solemne cesión a aquella
Corona, de las Islas de Tenerife, Oran Canaria y La Palma, como asegura repetidamente
el ilustre Pellicer de Tovaí en el Memorial de los señores de Fuer-
^ 1
Guillen de las Gasas pertenecía a la familia de don Martín de Do-ii'bus
(de las Gasas) único Obispo de la efímera Diócesis de Fuerteven-lura
y era hijo de Alfón de las Gasas—del sraii linaje francés de Cisaiis.
vizcondes soberanos ile Limogcs—(!)) señor del doimdio de Gómez de
Cárdena, alcaide de Priego, fiel ejecutor y veinticuatro de Sevilla, a
quicu el rey don Juan 11 hizo merced en 1420 de las islas de (ioniera
Tenerife, Gran Canaria y La Palma (10). y de doña Leonor Fernández,
su legítimo nuijcr, señora propietaria del Cerrado (11).
tcventora, antes citado, folios 4 y 8. El Dr. Wolfel dice, como es natural, que no
lia visto ningún documento oficial en oue se les llame reyes, pero conviene en
que los primeros monarcas qu5 se titularon asi fueran los Reyes Católicos, y
que lo hicieron al conquistar la isla de Gran Canaria. En una crónica anónima
de la conquista de la isla de Gran Canaria, publicada en la colección Fon-tes
renim canarianim, del Instituto de Estudios Canarios, por dos distinguidos
miembros de este organismo, el citaido .ipñor Bonnet y el doctor Serra Ráíols
se expresan refiriéndose a Diego de Herrera y doña Inés Peraza, que "se intitularon
Reyes de las Canarias, cuyo titulo después se les quitó por los señores
Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, y se les mandó que solamente sa
institulasen señores de las quatro islas q. vinieron a quedar por suyas...", y
más tarde, al hablar de Fernán Peraza, ti II, dice que los reyes al paso que le
impusieron la penalidad de servir en la conquista de Oran Canaria, "ma uU-ron
qe. Diego de Herrera su Pe. no se llamase Rey de las islas de Canaria, sino
Sr. de las quatro islas". (Páginas 7 y 32 de dicha crónica.)
)9) Gerónimo Gudiel: CompemUo de Jos Girones, capitulo 29, citado por
Viera y Clavijo en su citada obra y t'jmo, libro V, capítulo 22. Nota.
(10) Real Cédula dada en Avila a 29 de agosto de 1420, confirmada per
bula apostólica del papa Martín V, de l'O de noviembre de 1424.
Argote de Molina: Nobleza de Andalucía, ya mencionada, libro 2, capitulo
35, en que refiere que Guillen de las Casas está sepultado en la capilla principal
de la Iglesia Mayor de Sevilla.
"Dló la tenencia del castillo de Priego a Alonso de las Casas, el qual era
hombre cabdaloso.. " (Pérez de Guzman: Crónica del si£ñor rey don Juan se-
«funido de este nombre en Castilla y en Ircón, Valencia, Imprenta de Benito Mon-fort,
1779, Año MCDIX, capitulo I, páginas 70-71.)
"Estuvo casado Fernán Peraza con hija de Guillen de las Casas o Casaus,
alcalde mayor que fué de Sevilla y conocido por gran caballero en el reino del
señor don Juan el segundo, que dicm tiaía su origen de don Guillen, Vizconde
de Limoges, que con su hermano don Ba rtolomé se halló en la conquista de Sevilla;
y toca su sangre a los esclarecidos duques de Osuna, y a sus ramas, desde
don Juan Tellez Girón, segundo conde de Ureña. Por este casamiento de la
hi.1a de Guillen de las Casas con Fernán Peraza, no solo entró el nombre d«
Guillen en ella, que tanto han usado los condes de la Gomera, sus descendientes,
sino también su hacienda y mayorazgo, que hoy poseen los condes de la
Gomera y marqueses de Lanzarote." (Pellícer de Tovar: Memorial de los señóles
de Foertevcntora, antes- citado, folio 7.)
•: - U l ^ . A tosrtancla.d^ Alfonsá de las Casáis, fué .ci6sAa .pot Mactla-V,^en sa
«3?
Doña Inés de Braquemont, era de la familia del famoso almirante
do Francia Rubin de Braquemont o Bracamente y sobrina de Juan de
Bbthencourt "el grande", señor de Canarias y de diversos estados en
iSurmandía, que se tituló rey de nuestro archipiélago fundado en la cé-leb
»'e bula de Clemente VI, que erigía las Islas en principado (12), y
conquisió a Lanzarote, Fuerteventura y Hierro.
Fernán Perada, por muerte de su suegro, sólo fué señor en parte
d^l archipiélago canario, pero no queriendo su cuñado Guillen de las
Casas salir de Europa, permutó a éste las heredamientos de la villa de
Huevar por el resto de las Islas, reuniendo asi su casa el derecho a tollas
las (Canarias. Este acto tuvo lugar en Sevilla el 88 de junio de 1445
y don Jiian II le concedió su aprobación real, en Arévalo el 13 de julio
de 1447 (13).
Por este tiempo sólo estaban conquistadas las islas de Lanzarote,
Fuerteventura y Hierro, sometidas, según dijimos, merced al esfuerzo
ie Juan de Bethencourt. La colonización llevábase a cabo en forma muy
lenta durante el períoc'o que se extiende entre tú famoso barón normando
y Fernán Peraza, ni el conde de Niebla ni Guillen de las Gasas
habían adelantado la conquista con hechos de trascendencia histórica,
lis, pues, el señor de Valdeflores, quien verdaderamente continúa la
obra de Bethencourt "el grande", formándose el firme propósito d'í .-«o-juzgar
el resto del archipiélago y poniendo al servicio de tamaña empresa
el singular arrojo de su persona y las cuantiosas riquezas de su
(asa (14).
citada bula de 1424, el obispado de Fuereteventura, dato •este desconocido hasta
el presente y que £é debe a las últlm as Investigaciones del Dr. Wolíal, comunicadas
en carta particular, que hemos tenido a. la vista, dirigida a nuestro
compañero el señor Bonnet. Dicho Alfonso fué hijo de Oulllén de las Casas, tesorero
mayor de Andalucía, alcaide mayor y veinticuatro de Sevilla, y de doña
María Femánidsz de Fuentes, su espesa, señora de Oómez de Cárdena; nieto
paterno de otro Guillen de las Casas o Casaus, también tesorero mayor de Andalucía
y veinticuatro de Sevilla en 13 50, vasallo,de los reyes don Pedro I y
don Enrique II y de doña Isabel de CreuX, su legitima mujer; y materno de
francisco Fernández ds Fuentes y de doña Leonor Pérez de Guzmán, señores
de Gómez de Cárdena.
(12) Pérez ás Guzmán: Crónica, ya citada, año MCDX-Vn, capitulo IV,
padrina 154.
(13) Una copia autorizada del interesante documento, expedida en el siglo
XVII, *e conserva en el archivo ásl autor de este trabajo.
"Pasaron los Islas Afortunadas al dominio de un séptimo rey, que aunque
las habia solicitado durante muchos &ño¿ con bastante deneoho, se las dio por
último el ser yerno de Guillen de las Casas." (Viera y ClavlM <^i'tt citada,
Um> X. iitoro V, capítulo 22.)
(14) "Fem&n Peraza, aplicando el i>.ervio de su riaveza, que era mucha, eo-a
»ei»0.«(m m&s calar .(ju&.otcgt «igw>9 Tmt* «bar» « pcoaefuir, «u cpnqul^ta, »
S2l
En efecto, Fernán Peraza, con un armamento levantado a su casta,
invadió y sometió la isla de la Gomera, en donde construyó una fovtalc-
ZH que al paso que le servía de residencia, era la defensa del territorio,
lü cual actualmente subsiste y es conocida vulgarmente con P1 nojiib^ví
de torre del Conde. En esta obra v conquista gastó de su peculio más le
10 000 doblas (15).
Pacificada la Gomera (16) y deseando Fernán P?raza prosecrnir ';(
conquista de las Islas, envió a ía Palma un armamento compuesto <le
tres fragatas de guerra, doscientos ballesteros españoles y tres cioütos
cinariot' armados al uso del país, lodo bajo las órdenes de Guillen l*e-raza,
su único hijo varón.
Mas la fortuna le fué entonces adversa; un dardi» eneuiigo hiere al
joven caudillo, que pierde la vida y las tropas, llenas de pesar, se v n
precisadas a retirarse, logrando sólo, y con grave peligro, que el cadn-v':.
r no quedase entre los indígenas (17).
Que luego pasó con poderosa armada." iOrtiz de Zúñiga, otora y tomo citados,
página 426.)
(15) "Otroisi dixo: que oyó decir cjuel dlio Ferrand Feíaza, poseyendo el
Señorío de las dichas Islas, conquistó a la isla de la Gomera, & traxo a los vecinos
de della a ntra. Sta. de CathoUca e puso en ella Juecese Justicias del dho
Señor Rey, e fizo en ella una torre, e porque el fué el primero que vino a su obediencia
que otros capitanes de la díia Isla, se le rebelaron, e se alzaron por el
Infante don Enrique de Portugal, e cada día había el dho su Capitán, e la gente
del dho Ferrand Peraza, que con él estaba, conquista (encuentros) con los
otros Capitanes, asBl se le rebelaron, e que lo cree porquel dho Ferrand Perada,
Juró a este testigo que le había costado la conquista de la dha Isla más de
100.000 Doblas por las queles le dixo que había vendido heredades en esta tierra
(Sevilla), lo qual asslmismo dixo que oyó decir a muchas personas assl en las
dhas Islas como en esta ciudad... ("Declaraoi'ón de Juan Iñiguez de Atave, escribano
de Cámara en la extensa Información auténtJoa sobre cuyo es ei de-i<
ccho de la IsAa de La<nzarote y coaquJst'v do las Canarias, hecha por orden de
las Reyes Católicos en 1477, con motivo de las discusiones surgidas entre los
habitantes de Lanzarote y su señora dr.fta Inés Peraza, documento que se conserva
original en el archivo del Escoilal y una buena copla en la Real Biblioteca
de Madrid y ha sido publicado en dos trozos, la parte documental por
Chil y Naranjo, en el tomo II de sus Estudios HiDtórtcos, y la parte testifical,
que Chll creyó pérdida, por Torres Camixtó, en su discurso titulado: Carácter
de la conquista y colomteación d« Canarias. Apéndice.
(16) La conquista de la Ocmera ni ccurrló antes de 1434 ni después de
'14*6, ly el primer señor euroipi:o fué Hernán Peraza "131 Viejo" (Dr. Domlnlk
^<»ef Wolfel, del Museo etnológico de Vlena: Un jefe de tribu de G«meB« y
suQ rc?A«>ni3 ooñ la Curia Romana, artículo publicado en la revista "Investl-giwian
y Progreso", año rv, número 10, página 103.
-. (17) .El canto fíkatbre que los habitantes de la Gomera entunaron con
tao tnfeusto notivo S6 cooslder» .como «1 monumento mis anticuo de 1^ ltt« •
§24
Fernán Peraza llevó a cabo, además, importantes entradas en la'is-la
de Tenerife; defendió sus intereses, que eran los de España, con toda
energía, frente a los monarcas portugueses, que fundados en la venta
que hizo Maciot de Befhencourt en favor del infante don Enrique "el
jiavegante", pretendían apoderarse de Lanzarote. (18). En fin, Fernán
Poraza fué quien hizo batir la primera moneda de cobre en las islas de
(jomera y Hierro.
Falleció en su fortaleza de la citada isla de la Gomera hacia el año
1452 (19) y de su mujer doña Inés de las Casas, que habla muerto antes
dj 1445, tuvo los hijos siguientes:
1.° Guillen Peraza, señor en parte de las islas Canarias, muerto
valerosamente luchando con los naturales de la isla de la Palma, según
(pieda dicho.
2° I>oña Inés Perazji. que continúa el linaje.
ratura isleña. Lo conserva Abreu Galir.do, en su citada obra. Libro I, capitu-lo
22, y dice aísi:
Llorad les damas Tus oampos rompan
asi Dios os vala! tristes volcanes
Guillen Peraza no vean placeres
quedó en la Palma sino pesaresi
la flor marcJiita cubren tus flores
'de la su cara. los arenales.
No eres Palma Guillen Peraza!
eres retama GuLUén Peraza!
eres ciprés do está tu escudo?
de triste rama; do está su lanza?
eres desdicha todo lo acaba
desdicha mala. la mala andanza.
(18) Fernán Peraza habla enviado preisos a la isla del Hierro a Maciot
de Betthencourt, qü3 gobamaba a Lanzarote, a la mujer del mismo y al na-citnte
Joianin da Bethencourit; y los po.-tugue:3cis loigraron lib3rtarlos del destierro.
Tal fué una. de las causas da que Maicot, en agradecimiento, les vendiese
la isla qu3 administraba.
(19) En 1447, se jsabs esta'oa en Sevilla, pcirque a su presencia y en Val-deJlorcis,
se inistruyó el mayorazgo de de Alonso González de Medina y doña
Mayar de Sandoval, en cuya escritura se expresa que íué otorgada en Valde-floius,
heradM de la. cmia de Hernán Pcrana, cerca dJl término de Azin|:i.lca',ta.r,
ci2istitto de Cnx (?), noble ciíadad de Sevilla. El InEiUrumEinto a que hacemos
referencia pasó ante el escribano púbüico de Aznalcazar, Martin Fe,rnánd3z de
Vargas, en 19 d-e enero de 1447 (Arcíhivos del Excmo. señor Marqués de Aclal-tsázar,
fin Las Palma», legajos del ap'llldo Paraba, puestos .gsntllmente a dls-pcal'clón
del autor, J-untamente con otras valiosas .noticias que tuvimos la sa-tjfiíaeclón
dfe teaer a la vista, obtínldaí ipor el culto dueño del archivo, y qu's
rfiT.edvú M cogipabenciA 7. io.jnexitorto 69 su .paicieatft laixir)..
225
3.° Doña Juana Peraza, que casó en Sevilla con Juan Manuel de
Liindo, hijo de Pedro de Lando, ilustre francéá que pasó a Castilla a servir
al ri.y don Enrique II. quien le heredó en Sevilla y de doña Beatriz
M>'inuel. que, a su vez era hija de Sancho Manuel, adelantado de Murcia.
Padres de Pedro de Lando Peraza, ayo del rey don Enrique IV (20).
IV
D05iA INÉS PER/.\ZA, reina que se tituló de Ginarins. señora pro-ipietaria
de estas islas y de Mar-Menor en Berbería, nació (>n Sevilla el
año 142ü, y por muerte de su padre y hermano, llevó hi representación
y estados de la casa de Peraza (2i). Los primeros añi>s d.' su existencia
iranscuirieron en su ciudad natal y en 144.5 la vemos iiitervpiiir. solter.i
aún, en la escritura de permuta de ])arte de las islas Canarias por h>s
heredamientos do la villa de Huevar. (22). Al marchar su padi'c a la conquista
del archipiélago canario, dejó su cuidado y educación a cari<«.
de su deudo don Juan de Guz.uu(n, primer duque de Medinasidimia. y p'!'
este tiejupo. dice Viera, muchos caballeros de Sevilla, solicitan coii eui-peño
su mano.
El elegido del duque y de la señora fué DIECO OAllCi.X DE HE-BRBBA
Y AYAiL.X, del Consejo del rey don Enrique IV y de los Reyes
Católicos, caballero trece de la Or icn de Santiago y veinticuatro de Sevilla,
hijo segundo de Pedro García de Herrera y Hojas, rico-liunie \
inariscai de Castilla, señor de las villas y estados' de Anipudia y Villa-cidaler,
merino mayor de Guipúzcoa, del Consejo del Rey, capitán general
de la Frontera de Jerez, ganador de la viüa de Ximsíia del poder
(20) Ortiz ds Zúñiga, obra, y tomo citados, libro X, página 405.
(21) Doüa Inés, en la primara épcoa de su vida, sa apellidó de la? Cwsaíi,
pero lutijo que se haiUó heredera d;l estado de las i.s^.as Canarias, tomó el
apellido maoculino da Paraza, qua—segiin írsise dsl Ji¡,storiad:c Viara—"tanto
respetaren suiS va&ailos". (Obra y volunen citadas, libro VI, capítulo 1).
"Por dal gran Peraza que ha nombrado
las heredó EU hija y su-^asora
que hubo por n-ombre doña In^ s Peraza
que fu'é Raina y Señora deltas Islas".
(Viar.a; Antigüoaadts ác I»,i Líao Aftc^timala^ de la Gran Ca:ía'.':a, Con-qu!
j~*« dit' Tcnt'i'Ifí! y arairlcián de la Santa Imagen ds Can,l>3:aTiu en ve-jo
Mtt-tto y octava rhna. Tipografía de La L:au.na, 1905, página 47.
(22) Por «ste documento hemos doxublarto que doña Inés de los Casa«
era ya íaai:ci¿a en 144J y, por tanto, que en vida de Fernán Perada, doña
Ii-jía y Quíiiéa y sus hi<jos, eran ya is. ñores en parte dal A.'a.iipiélago, ya qua
into.-vinieroa por su pccipio derecho en la mencionida escritura.
226
de los moros, conquistador de Antequera—hermano uterino de Diego
írómez de Sandoval y Rojas, conde do Gastro-Jeriz, señor de los estados
de Cea y de Gumiel de Morcado, rico-home y adelantado mayor do
Castilla, tronco de los duques de Uceda, Lerma, Cea, eU-.—y de doña María
de Ayala y Sarmiento, señora del estado y casa de Ayala (23).
Una vez celebrado el matrimonio, Diego Herrera y doña Inés Pera-za,
pasan a Canarias, y allí también tienen que vencer no pequeñas dificultades.
Se ven precisados a defender su señorío aun contra el ¡>ropio
soberano de Castilla, don Enrique iV, que llesró a conceder la conquista
de Gran Canaria. Palma y Tenerife a unos prikeres portugueses, quienes
a su vez traspasaron su derecho al infante don Fernando de Portugal.
Doña Inés, olDtiene al fin que el monarca anule dichas concesiones, por
real cédula expedida en Plasencia el 6 de abril de 1462.(24).
A propósito de sofocar una rebelión de los naturales de Fuerteven-iL'i'a,
que terminó precisamente el día de San Buenaventura, hicieron
v ' to de fundar un monasterio de la orden de San Francisco, bajo el ipa-
Irocinio de aquel santo, cuya obra realiziron felizmiüite y tuvo el honor
d" tener por primer guardián a San Diego de Alcalá.
Sufren asimismo el contratiempo de ver la isla de Lanzarote secuestrada
y en poder de Juan Iñiguez de Atave, por orden de la Corte
de Castilla, si bien después obtienen sentencia a su favor dictada por ei
licenciado Pedro González de Garaveo, juez especial para examinar los
dereíhos de doña Inés, que confirmó don Enrique IV por su real cédula
ac 1454. que mandaba dejar libre dicha isla. Los portugueses, por otro
lado, se habían apoderado de una ¡¡arte de la Gomera, y jilanteado el
conflictt en las cortes de Castilla y Portugal, se envían recíprocas o nba-jadas,
consiguiendo al fin doña Inés ver reconocidos también sus dere-rhos,
er virtud de la cartaorden que expidió don Enrique IV, .inandan-
(23) P^dro García ás Herrera, de.'conidia por varonía de la ca:3a de Lara,
y por tanto tnaía su origein de los conúoij soberanos de Castilla.. Doña María
de Aya'a, era nieta paiterna del famcso canciller Pedio Lápez de Aya'a, y ma-tama
de doá-a Leonor de Castilla, sobrina carnal del rey don Enrique II; por
su línea directa da 103 Ayalas, subía d: viarón en varón hasta los señores soberano:
de Vizcaya. Véase Memorial j ifvssntado a los píes del R:y en 1765 por
el confie de la GomEira, que' cita Viera en el tomo II de ,su m'^ncionada cib-a,
página 83; y Ra.mas, también en su libro citado, al referir las ascendencias
reala: d»l ma-qués de Casahermosa.
(24) Dice así don Enrique IV: "Movido de la sugestión, mo'.e.stia e importunidad
de los condes de Atougeria y Vill<. Real, a que se añadía la extrema
c<infui:ión y d'sco.'dia q\Xi a la .sa^ón experimenitaban sus reinos, haibia ve^
nido en ccnosder :a reíerida me-cad, lEnorando que las Is^as da Canaria. Palma
y T.norile, pirtriüjclajen al Señorío ce doña Inés Peraza; pero que estando
ya enterado de todo, seigún convenía, anulaba y reTrocaba cualesquiera
denaciones qU2 hubiese hecho a aiquellos condes..." (Viera, obra" y tomo ci-tadctj,
lü)ro VI, capitulo XVIII>
227
i1u que evacuasen aquella isla totalmente, los apoderados del infante don
Enrique de Portugal. (25).
Diego de Herrera y doña Inés Peraza, continuaron la obra de la
conquista con gran entusiasmo, pero con escasos resullaJos. Tonaroii
l|iosesión solemne de la isla de Gran Canaria en 12 de agosto de 1461 y
de .la 'de Tenerife en 21 de junio de 1464, cuyos ju'tos se redujeron a
imeras formalidades; construyeron los fuertes de .Vñaza y Gando, respectivamente,
y ambos fueron derribados (26)'.
Entre Diego de Herrera y sus hijos—dice Viera—. hicieron más de
cuarenta y seis entradas en Berbería, construyendo el castillo de Mar
Pequeña y tomando posesión de la costa africana, desdo el cabo de Bo-jador
al de Agüer.
La finalidad perseguida por los monarcas de realizar la unidad nacional
y extender la dominación castellana, pregonando Ins salvadoras
doctrinas del Cristianismo; la conveniencia pública de terminar con el
estado anárquico que había turbado la ipaz de la Patria cu los reinados
anteriores, que exigía el robustecimiento del poder central y la disminución
ne los privilegios que disfrutaba la nobleza; tolo ello, .política
!<abia de aquellos gloriosos reyes, que la Historia cono(>e con el dieta lo
de "Católicos", cuya trascendencia había de observarse en todo el ámbito
hispano, como era lógico, influyó en las islas Canarias, exteriorizándose
con respecto a la persona de los señores y en el rumbo nuevo
que se da a la Conquista.
En efecto, a doña Inés Peraza y a su marido se les obligó a renunciar
en favor de la Corona castellana las islas de Tenerife. Gran Canaria
y La Palma, que aún no estaban conquistadas y se les prohibió qu •
so titulasen reyes de Canarias.
La renuncia o cesión y ajuste o convenio, tuvo lui^ar en Sevilla ante
Bartolomé Sánchez de Porras el 15 de octubre de 1477, recibiendo los
señores, en compensación, cinco cuentos de maravedís, y segihi graves
autores el título de condes de la Gomera.
El pretexto para dicha renuncia fué la sublevación de los vecinos
de Lanzarote, quienes ante las continuas levaduras de hombres para la
(26) Esta carta, decía el testigo Juan IñiguE'Z de Atave en la Información
que hemos mensi-onado: "El Re.atoir qu? Dios haya las dio al dho. Dingo
da Perrera", Juan de Barros, el historiador portuguéis, en su Década p..m?ra,
cjipibulo 12, asegura quí por razón ds la oenitemcia dada en favor de Di.go Ga- -
cía Herreira, en la paíz dal año 1479 . tre Castilla y Portugal, qusdá para
aquella Corona la conquista de las canarias y la del Rsino de Gránala, y
l>ara Portuigal, la de Fez y Guinea, c-.nío:im.o se lee también en la crónica del
Hty don Alfonso V.
(26) La leyenda de Antón Ouanche, que Viera y Clavijo colcca en la época
de Fernán Peraza, conresponde má,'; ícertadainenta a los tiempos de Disgo
de Berrera, o:imo sostiene el sefior B .net en su trabajo tltu!ado "La Vlngen
de Candelaria y Antón el Guanolid', publicado por eü periódico "La Tarde"
de HÚ& agosto de 1830.
228
conquista de las otras islas y la derrota sufrida por Diego do Herrera
en Gando, que costó la vida a doscientos canarios, acuden en queja a la
'Corte y ios reyes mandan a abrir la famosa "Informicióa cuyo es el derecho
de la Isla de Lanzarote y conquista de las Canarias" sobre la q\ie
i-mitieron dictamen Hernando de Talavera, co:ifo3or de la Reina, y los
doctores Juan y Rodrigo, los cuales no pudieron menos de reconocer
que doña Inés Peraza y Diego de Herrera, tsnían derecho a la propiedad.
señorío, posesión, mero y mixto imperio de las cuatro islas conquistadas
y a la conquista de las restantes y que "si por justas y razonables
causas" se dispusiese la conquista do estas islaá por los reyes, debía de
indemnizarse a los dichos Die?o y doña Inés.
En 2o de noviembre de 1476, estando los reyes en Toro, concedieron
licencia a doña Inés Peraza y a Dieg:o de Herrera, para que hiciesen
fundación de mayorazgo en cabeza de Fernán Peraza de Ayila. su hijo
predilecto. (27). a cuyo fin doña Inés obtuvo poler de s'i narido, que lo
iitorsró en Lsnzarote finte Marcos Lntzardo, escribano público, el 12 de
septiembre d' 14S0. El instrumento fundacional lUO se llevó a cal)o, sin
embargo, hista el 15 de febrero do 148S y cuando Diego do Herrera era ya
imperto Í28). Esta escritura fué revocada por otra de 1 do febrero de
1.503, en la que se dividían las Islas entre sus hijos, llamando a la descendencia
de Fernán Peraza de Ayala, (pie era difunto, a la sucsión
en las islas ríe Gomera y Hierro y nuevam-rnte molifica la en favor de
doña Constanza Sarmiento por otro documento que pasó el 15 de dicho
mes, contra Alonso Pinto, escribano de Mo!?norville Por el testamento
que había otorzado doña Inés, el 21 de agosto de 1482, ante Bartolomé
de Segura, escribano de Sevilla, se i'é también el especial afecto que
profesaba a su hüo Fernán, pues le instituye heredero en el remanente
de sus bienes (29).
(27) Les reyes manllisstaTi en esta lí-otnzía. que la ot?ngan también en
atencl'fa a los servicLoií pT:i3t3/l0i3 por el mariscal Pero García da Herrera.
(28) "po-qu? aunque tsnia otro hijo mr^yor que se d:'Cía Pedro Oancía de
Herrc^a, nc -ra mercijedoT di ser llamrdo al mar/oraziso POT causa de ingratitud".
Las blan"!j con-prendid53 en la fundación eran laii Islas de Lanzarote,
Fu:rteT:ntu-a, Oamera y Hierro, cm oircG que no. se e.ipzcii'.ca,; >sn seguado
lma>r llamaba a Sans'io d^ Herrera y a .sii dECCEndencia, y a fa'.ta do los varones
dEisfi^naias a doña María d? Áya^a. su hija miayor, y por último a doña
Constanza Sarmlí^nto, también hija legítima, y a sus respsjtlvois deiscen-dlen-tttS.
(29) En íiste dccumsnto conistan part:.cu''a~es interesanteís. como lois sl-enlcníies:
"Y .asimismo confiesD por •d;i?ir verdad a .Dios mi Señor y guardar
sa'v'd a imi aníTia'que d'too al dho. Fz<rra-a, mi s-ñor, 500.000 maravedís por
los que: le .re'cLbi cuardo su mere d y yo ncs aju.stamos por caimitiiento y por
eoide mando que lui^o sa entreguen de r.ds (bienes con tal condición que no
sea en las isTas d? Canaria, iS.alvo ,si no fuese por voluntad de nai hijo Fernán
P>-a">a... •d'oha. is"* (Lanzarct-) cis mí vo-Tm.tad y mando que el dho. Farrera,
nrd paSor, tenga con la Xortalsaa que en «lia ecjta todos los días de. su vida J.
229
Fallfció Diego García de Herrera y Avala, en Fuerteventura el 22
de junio de 148o¡^ sobreviniéndole doña Inés Peraza hasta el año 1503 y
yace en el convento de San Buenaventura, de que fué primer ipatrono y
fiuidador como se expresó ya (30). Sus hijos fueron:
1.° Pedro García de Herrera, que fué desheredado y casó en Sevilla
con doña María de Montemayor Lasso de la Vega. La representación
de esta línea la llevó, andando el tiempo, la casa de Werterling-Sar-miento
y recayó más tarde en los Gasabuena.
2° Fernán Peraza de Ayala, cuya descendencia se.3uimos.
3.° Sancho de Herrera, "el viejo", a quien correspondía por disposición
de su madre, parle de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, fué
,jobernador de aquella isla y celebró dos matrimonios: el prim'^ro con
liona Violante de Cervantes, sobrina del cardc^ml don Juan de Cervantes,
Arzobispo de Sevilla, y el segundo con l>,)ña Citaüna Esco'iir de Ií»s
Hoelas. Sólo tuvo descendeiuña del segundo enLice, del que fué único
fruto doña Constanza Sarmií^nto, madre del primer conde v marnués de
Lanzarote, cuyo título entro en la casa de los condes de Santa G iloma,
Grandes de España, donde se conserva hasta nuestros días.
4.° Doña Constanza Sarmiento, a quien correspon lía parte de las
islas de Fuerteventura y Lanzarote, casó en la villa de Tearuise de esta
última isla en 1478, con Pedro Fernández de Saavedra, mariscal de Cxs-tillo,
veinticuatro de Sevilla y caballero de tan gran valor y arrojo
•que mereció páginas honrosas a los primeros escritores de su épooa.
Tronco de los señores de Fuerteventura.
5.° Doña María de Ayala, que se unió en matrimonio a Dieio de
Silva, ayo del rey don Juan II ,de Portugal j ipriuiier conde de Portale-
;gre por merced del mismo soberano en 1483.
dPi'pués d? alia vuelva al dho. mayoi-azgo, lo cual qus dho. e;s, ío mando por
el amor qu'S can su m^rcrid tango y d:i-dC' que c'ínmlgoi ha, lo cual mando SJ
ha'ga y executa" (Aiohivo ái AciaJcázar, ya citada).
(30) Fn 1591, el fa.moso jjenea".cg5.?ta 'CJ-onzalo Argots da Mo'ina g-avo
p,n su sepu'cro ec:e pcrnposo epitafio: -Aqüi yace el G;n3r!:a' Caba'laro Dl2-
g'o García de Ferrera, Síñor y Conijul: tador d:i estas sistj l5"as, y Rzyao ás
ia Oran Canaria, y del Mar-menor de Brberia; Trece del O'den ds Santia^
go; del Consejo d3l Rey Don EnTíqu;; IV y ds :o,3 Síiñore.s R:y3S Cató'íisos,
Don Fernairtio ,y Doña Isabsl; Vrrníicuato da la Ciulid di-S i'illi; Fundí-íor
ífc' este Convento... K;nd:.5 ehlrO' VÍÍD3/1103 suyoií nu:'ve Rryes ái T3ner:í3
y dos de Gran Cama^li. P%-A con sus A'.-madais a Herbaria: Cautivó muihos
r.vor.os: Hím en África el CaitiUo da Mav-rrjqu;ña, el qua'' .s-jst3ntó y d-;f3-ndló
contra el .Exercito da'. Xa-if3. Ta/o grerras en oiin mismo tiem-po con-tres Na.-
cvr;,n?¡% Portusu3S2s GantilcG, y Mo-ro'j y d? tv-.':?,03 fué -,i3'nc-dor, .sin .xiyjila de
nirijún R:y. Ca.só con D:>ña Inés Par" za de las Casas, sañora de e^tas K-as.
Murió a 22 de Junio de MCCOCLXXXV".
230
FERNÁN PERAZA DE AYALA, primer caballero que usó este apellido
enlazado, para perpetuar el nombre de familia de su rnadre y
ubuela paterna, inmediato sucesor en el señorío de las islas de Lanza-rote,
Fiierteventura, Gomera y Hierro (31), a quien, desde muy joven,
sus padres encargan del Gobierno de estas dos últimas islas y del fortín
de Tarfaga o Matas de San Bartolomé en Cabo Juby, es uno de los per-t^
onajes de la historia regional que más abundante literatura ha .producido
por sus hazañas y por lo trágico de su muerte (32).
A él le fueron confiadas arduas cuestiones políticas del Señorío,
?ümo la de pasar a la Corte de Portugal en defensa de los derechos de
su casa, frente a las pretensiones del infante de aquella Corona, don
Fernando, que había dirigido un armamento a Gran Canaria, con ánimo
de conquistarla.
Más tarde, hallándose con sus padres en Lanzarote, le vemos asimismo
intervenir. En efecto, arriba a dicha isla el capitán Juan Rejón,
(íon el propósito de defender unos vasallos rebeldes que tenían castigo
de Diego de Herrera y que le habían ofrecido en pago mantenimientos
para su ejército. Fernán Peraza, le sale al encuentro, obligándole a retirarse,
pero Rejón, indignado, hace fuego con los dos cañones de su
•araveíe. matando a un escudero de Fernán e hiriendo a otros, y aunque
este incidente pareció terminado, años después resultó vengado con
la muerte del propio Rejón (33), pues al volver a desembarcar éste,
.-iin permiso del señor, en la Gomera, Fernán dispone fuese conducido
H su presencia, y como Rejón se niega, los vasallos le hieren con tan
mala fortuna, que muere al siguiente día a consecuencia de la lesión.
Las quejas de la viuda de Juan Rejón, llegan a los pies del Trono,
y Fernán Peraza de Ayala es llevado a la Corte, pero sus descargos son
aceptados por los Reyes Católicos, quienes le dan además en ruitrimo-nio
a una bella dama de Palacio llamada DOÑA BEATRIZ DE BOBADI-LÍJA.
Esta señora era hija de Juan de Bobadilla, alcaide de los reales
alcázares y cazador mayor del rey don Juan II, y de doña Leonor de
(31) Has:ta el momsnto presenta k;dias los hlstorLaii^Ttíj cDníl^nan qu3
Fernán Peraaa el II, fué fieñor de la Gomera, e incluso dics terminantemisn-te
Vlsm y C.a/ijo, que le fué adjudicada dicha isüay la díl Hierro; error 'eita
f^ue ihiormas deshecho sól'O oon tener en cuenta las fechas en que doña Inés
di.>pori5 dií las Islas; de ella.? an^ • • c.'aranieinet que Fernán eca el Inme^-
cilato sucesor en el Señorío de las cuatro Isías, mientras vivió, y que su madre,
cuando Psrnán mu3re, hac? una nueva distribución.
(32) Peras Armas: La baia del ancrcto, leyenda pu'Kkada en "La At'án-tida",
i'avista Uterarla Ilustrada, Orotava, 1928; PecaTsa de Ayala (José) DOfla
BrmMñx do BobadUla, tratoajo quie vio la lub pública en "Bl Jlieal Lagunero",
1921, número 3, etc., etc.
(33) Viera y CJlavljo, obra citada tomo ,n, pá«lna 45.
231
Avala y Ulloa, su mujer; y primahermana de otra doña Beatriz de Bo-
Itudilla, primera marquesa de Moya, célebre dama y caaiiirora mayor de
la Reina Católica, su favorita y confidente desde la primera edad,'^quieu
por su gran inlluencia en la Corle, dio origen al aaagio, tan co'.iiún en
aquella época: Después de la Reina de Castilla, la Bobadiüa. ..
Cumpliendo lo dispuesto también por los moaariMS caátollaaos, como
sanción a él y sus vasallos, sirve con un ejercita ,ie ^o.iieros en la
conquista de la isla ele Gran Canaria, jornaaa esla qui, le acreditó de
guerrero esforzado y caballero de innegable valor, t.'ii-ea ,o ale nás la
fortuna de que sus huestes, en unión de-las de Aloiiso l<'ernán iez le
Lugo, fueran las que hiciesen cautivo al faaioso Tjiusar Se ludan, 11a-niauo
en el bautismo don Fernando tiuanarteiue, personaje que sirvió
de instrumento valiosísimo para la ren lición de la citada isla e incluso
para la conquista de Tenerife (34).
En HSS, sus vasallos, sublevados, aprovechia lo la op ).'t iai 111 de
([ue estaba en la morada de una bolla indígena sin más acamipaña nien-
!o que un escudero y un paje, le cercaron al salir de la habitación y le
asesinaron traidoramente.
Su viuda doña Beatriz de Bobadilla y sus hijos, se refugiaron en la
fortaleza de la Isla, donde tuvieron que resistir a los rebol les que pre-
I t r t í en aecltcila, htsta f,r,e ruibió el auxilio del general Pedro de
Vera, quien ejecutó atroces castigos.
Doña Beatriz celebró nuevas nupcias con don Alonso Fernández
•de Lugo, primer adelantado mayor de Canarias, de quien no tuvo descendencia
y falleció misteriosamente en Medina del Campa (35). Hijos
suyos y de Fernán Peraza de Ayala, fueron:
1.° Don Guillen Pera/a de Ayala, conde de la Goaiera, señor de esta
isla y de la del Hierro, que continúa la filiación.
2.° Doña Inés de Herrera y Ayala, que otorgó testamento en La
Laguna en 1535 ante Melchor de Contreras y casó con don Pedro Fernández
de Lugo, segundo adelantado mayor de las islas Canarias, capitán
general y justicia mayor perpetuo de Tenerife y La Pal na, co iq lis-ffidor
y adelantado de Santa Marta de India's, su gobernador y justicia
mayor, etc.,' ilustre caballero cuyas prodigiosas hazañas llenan i npor-lantes
páginas do la historia de América (36).
JOSÉ PERAZA DE AVALA.
(OOKTIMÜAFii.)
(34) Rodríguez Moure: TccíEsor Somídaii o don Pcmanda Guanar'o^me.
I.a Laguna.. Imprenita y librería de Suc de M. Curbslo.
(35) Viera creía que nuestra d>ñaBea,trLz -era heimana de '.a ira-quesa
de Meya, pero eran s6'.o primas hJrmaras, ccaio ,se lee en la HL^fc)-i.'j. T^inVó-gica
heráldica de la Monarquía cspaño'a, casa real y griandcr, de 7 ^'m, por
(Ion BV.anoi:'3C) Fernández de Bethinco urt, tcmiD in, 1901, página 212.
(36) Feí-nándzz de Bs^thencourt: Nobtlají^» y Klataón de 'CSana-.-3-Si:!, 1878-86
t.>mo I, página 40.